DOSSIER DE PRENSA V.03 V. 12/2018

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índice 1. El relato 2. Elkano Fundazioa 3. El Patronato 4. Colaboradores 5. Principales eventos previstos en 2019 6. Contacto de prensa y material gráfico 7. La primera circunnavegación:

a. El navegante b. El barco. c. El viaje. d. La vida a bordo e. Principales aportaciones a la Historia

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1. El RELATO*

Hace 500 años, tuvo lugar un acontecimiento histórico que no podemos obviar: los vascos estuvimos en la luna. O lo que es un logro de la misma magnitud para aquella época: un navegante de Getaria circunnavegó por primera vez el globo. La primera vuelta al mundo fue, tal vez, circunstancial; pero en ningún caso fue casualidad. En Elkano catalizaron un conocimiento, una tecnología y una cultura asociadas al mar que hicieron posible su gesta –en la que, ciertamente, no estuvo solo. El navegante representa unas cualidades y unos valores que hoy, desde Euskadi, miramos con la aspiración de que nos identifiquen y de que constituyan el hilo conductor de nuestra historia. Es un símbolo que utilizamos para dar relevancia a la aportación que los vascos, junto con otros, hicimos a la historia de la humanidad. Sí. Pero debemos ser capaces de transformar este pretexto en una oportunidad: mirar atrás, aprender, tomar impulso, repensar el presente y trabajar para convertir este aniversario en una oportunidad de desarrollo cultural, económico y humano. Elkano es un estímulo integrador y provocador: integrador porque queremos abrirnos y aceptar diferentes perspectivas sobre su figura –pese a la incomodidad que eso a veces supone–; provocador porque queremos infundir, incitar y provocar el deseo de saber más. Saber más para aumentar el conocimiento de nuestra propia valía y el reconocimiento de personas de todo el mundo, a los que debemos despertar el asombro y la curiosidad por conocernos mejor. 500 años después, Elkano nos despierta la ilusión de dar, otra vez, la vuelta al mundo. ---

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*El relato es una interpretación del pasado. Una interpretación que se sostiene en unos pocos datos objetivos que ha dado la historia y en hipótesis de todo tipo que utilizamos para crear nuestra versión de la historia. Sin verdades absolutas. Esta es nuestra aproximación a Elkano y la utilizamos como inspiración para crear proyectos para el futuro.

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2. ELKANO FUNDAZIOA La Fundación nace para dar a conocer una historia que sigue siendo hoy desconocida, un hito histórico que trajo cambios sustanciales a la humanidad y en el que los vascos tuvimos, junto con otros, un protagonismo relevante. Nace con vocación de inquietar, de promover la curiosidad de lo que fue y lo que trajo, de lo que fuimos y lo que somos –como referencia para cuestionar el presente y repensar el futuro. Juan Sebastian Elkano es la excusa y el sostén al que nos agarramos para mirar al pasado y proyectarnos al futuro. Una excusa que nos vincula íntimamente con la mar. La cultura es evolutiva, pero mantiene rasgos que caracterizan las sociedades. Y la nuestra estuvo, y está, asociada a la mar. La Fundación tiene carácter transitorio. Se constituyó en 2017 y se disolverá en 2022, tras haber acometido el objetivo para el cual se puso en marcha. Hecha su aportación se cerrará con una aspiración previa: dejar un legado que traiga desarrollo cultural, económico y humano futuro. Elkano Fundazioa acometerá, en colaboración con agentes sociales, económicos y culturales de ámbito local, nacional o internacional proyectos relacionados con los principales campos en los que la primera circunnavegación supuso una revolución: la tecnología y construcción naval, el comercio internacional, el humanismo y la gastronomía y alimentación. Además, las iniciativas que se llevarán a cabo en este marco generarán nuevo conocimiento, lo divulgarán mediante productos derivados y de eventos que impulsen la visibilidad, y/o crearán redes de colaboración. La educación, la historia, el turismo, la industria o la cultura están estrechamente relacionados con la actividad de la Fundación.

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Financiación Para 2019 Elkano Fundazioa cuenta con un presupuesto de 280.000€ orientado a soportar sus gastos estructurales, como las nóminas de su personal, alquileres, servicios soporte etc.

En lo que se refiere a la financiación de los proyectos que impulsará, la Fundación se apoyará en el Decreto foral 25/2018, de 23 de octubre, por el que se declara Elkano Fundazioa como actividad prioritaria de mecenazgo para 2018 y 2019 con los beneficios fiscales correspondientes. Es decir, los proyectos contarán con financiación privada que, por su parte, se beneficiará de los incentivos fiscales que contempla la normativa foral.

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3. EL PATRONATO Es el órgano de decisión que velará por los objetivos de la Fundación. Está compuesto por las siguientes instituciones, representadas por los cargos públicos correspondientes: Ayuntamiento de Getaria: Nikanor Lertxundi, alcalde y presidente de la Fundación Aitor Urresti, concejal Gobierno vasco: Arantxa Tapia, consejera del Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras. Bingen Zupiria, consejero de Cultura y Política Lingúistica. Diputación Foral de Gipuzkoa: Markel Olano, diputado general de Gipuzkoa. Denis Itxaso, diputado de Cultura, Turismo, Deportes y Cooperación. Mancomunidad de Urola Costa: Igor Iturain, presidente de la Mancomunidad. Floren Iribar, vocal de la Mancomunidad.

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4. ENTIDADES COLABORADORAS Una de las premisas de trabajo fundamentales de la Fundación es la creación de redes colaborativas para la ideación, desarrollo y ejecución de los proyectos. Su aspiración es, además, constituir redes que vayan desde el ámbito local al internacional, en función de las características y necesidades de cada iniciativa. De hecho, la Fundación espera que esos núcleos de colaboración se consoliden más allá de los proyectos que ella impulse, y formen parte del legado que deje tras su disolución, en 2022. Estas son algunas de las entidades y organizaciones con las que Elkano Fundazioa colabora en su etapa inicial, a las que se irán sumando nuevos agentes de manera permanente: EHU Instituto Etxepare

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5. PRINCIPALES EVENTOS PREVISTOS A continuación se ofrece un avance de líneas de trabajo y principales actividades previstas para el año 2019. La información actualizada sobre estas iniciativas, así como sobre otras nuevas que se vayan confirmando, estará disponible en la página web de la fundación http://elkanofundazioa.eus/ Todas las actividades que la Fundación promueva compartirán una orientación: crearán nuevo conocimiento, servirán para divulgarlo y/o crearán redes de colaboración. Las actividades estarán, siempre, orientadas a dejar un legado vinculado al desarrollo cultural, económico y social.

2019 Cátedra Elkano en la Universidad de Montreal, Canadá Congreso gastronómico Mundubira

Congreso Internacional sobre los vascos y la circunnavegación Regata Horizonte Elkano Elkano escape room Elkano escuela de pensamiento Recuperación de oficios ligados al mar Cuidado del mar

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7. CONTACTO DE PRENSA Y MATERIAL GRÁFICO: Para solicitar entrevistas, así como información sobre la Fundación y su programa de actividades, los medios de comunicación pueden contactar con:

Nagore García de Vicuña 630986610

Elkano Fundazioa C/Elkano 3, 20806 Getaria, Gipuzkoa T 943 008840 E. prensa@elkanofundazioa.eus

Además, la identidad visual corporativa de Elkano Fundazioa, así como diverso material gráfico, están disponibles en la página web: www.elkanofundazioa.eus/prensa prensa

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7. LA PRIMERA CIRCUNNAVEGACIÓN El navegante. “Primus circumdedisti me”: fuiste el primero que la vuelta me diste. Así reza la inscripción del escudo de armas que el rey emperador Carlos V entregó a Juan Sebastián Elkano después de completar la primera circunnavegación de la Tierra. De esa manera reconoció la hazaña del navegante vasco, que llegó a Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522 a bordo de la nao Victoria, tres años después de zarpar. Juan Sebastián nació en Getaria, en la costa de Gipuzkoa, en los albores de la época de los descubrimientos, en 1487. Los primeros documentos que nos hablan de él pertenecen a la Casa de la Contratación de Sevilla. Son las anotaciones contables que registran los preparativos de la Armada de Magallanes, en el año 1519, cuando Juan Sebastián tenía 32 años aproximadamente. Se identifica como vecino de Getaria y nos informa, además, de quiénes eran sus padres. Su padre fue Domingo Sebastián Elkano (en la grafía castellana se escribía indistintamente “del Cano”, “Cano” o “de Elcano”). Su madre, personaje muy destacado en el devenir de la familia, era Catalina del Puerto. La familia gozaba de una cierta posición económica, según atestigua el padrón de la villa de Getaria del año 1500, existiendo constancia de que poseían algunos bienes raíces. Era una familia muy vinculada al mar, como lo demuestra el hecho de que cuatro de los hijos varones, entre ellos Juan Sebastián, eligieran la profesión de marino, y al menos una de sus hermanas se casara con un marino. En aquella época, solía haber dos mandos en los barcos: el capitán y el maestre. El capitán generalmente ocupaba un

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cargo honorario o de confianza política más que otra cosa, habitualmente era poco entendido en cuestiones marítimas y su función era fundamentalmente militar. El maestre era el segundo de a bordo, jefe de la tripulación, administrador del barco y sustituto del capitán en su gobierno. Elkano se hizo a la mar como maestre de la nao Concepción, una de las cinco naves que formó parte de aquella expedición. Después de completar la primera vuelta al mundo, el rey Carlos V vio la necesidad de organizar una nueva expedición y organizó una escuadra que partió bajo el mando de García Jofre de Loaysa el 24 de julio de 1525, desde La Coruña. Elkano participó en dicha expedición como segundo mando y piloto principal, acompañado de varios amigos, vecinos y familiares, entre ellos sus hermanos Antón Martín, Ochoa Martín y Martín Pérez. Todos murieron en aquella desafortunada expedición, incluido Juan Sebastián Elkano, fallecido en mitad del océano Pacífico el 6 de agosto de 1526. El barco. La aportación de la industria naval vasca a la historia marítima ha sido fundamental. A partir del siglo XIII, los vascos fueron uno de los principales protagonistas de la expansión oceánica. En Euskadi, se producían entonces algunos de los bienes más preciados en toda Europa, sobre todo acero y aceite de ballena. Y desde aquí se transportaba también a Europa la lana producida en Castilla, Aragón y Navarra. La flota vasca se hizo con el comercio entre el norte de Europa y el Mediterráneo, y esas relaciones establecidas durante siglos permitieron a los vascos enriquecerse con las influencias y aportaciones de la construcción naval de diferentes lugares del mundo conocido. Gracias a ello, a principios del siglo XVI los vascos llegaron a desarrollar la tecnología naval más moderna de la época.

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Nuestros navegantes eran requeridos por las expediciones más ambiciosas y sus navíos, los más eficaces de la época, podían llegar a cualquier rincón del océano Atlántico. Durante la segunda mitad del siglo XV, más del 90% de los barcos que participaban en el comercio entre Inglaterra y la Península Ibérica eran vascos. El navío vasco tenía un diseño realmente innovador. Pensado principalmente para ser buque de carga, podía tener una o dos cubiertas debajo de la cubierta principal. Era realmente resistente en cualquier condición marítima o temporal, muy adecuado para las expediciones de pesca, comerciales o de exploración a través de los océanos. Y también para la guerra. El sistema de construcción que utilizaban en los astilleros vascos era totalmente racional: no incluían estructuras que no fueran imprescindibles, y se utilizaba la madera de roble autóctono y los clavos del preciado acero producido en nuestras ferrerías. Además de ser resistentes, eran barcos bellos y más económicos que los que se construían en otros lugares. El navío de diseño vasco ha sido la nave interoceánica más eficiente en toda la historia de la humanidad. Fue el protagonista en el descubrimiento de América, la primera circunnavegación de la Tierra y la conquista de las Filipinas. Y ayudó a construir el imperio de España durante el siglo XVI, transportando el oro y la plata que lo financió. El 80% de las naves que durante los siglos XVI y XVII salieron de Sevilla hacia América eran de origen vasco. El primer barco de vela construido para la guerra fue sucesor directo de la nao vasca: el galeón. Los galeones de origen vasco posibilitaron la supremacía marítima de la Armada Española del siglo XVI.

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La nao Victoria fue la nave que completó la primera circunnavegación de la Tierra. Tenía 85 toneladas de arqueo y pertenecía al vizcaíno Domingo de Apallua. La Casa de la Contratación de Sevilla compró la nave por 830 ducados para que formara parte de la expedición a las Molucas. El viaje. Por el Tratado de Tordesillas de 1494, a los barcos castellanos se les prohibió viajar al lugar de origen de las especias navegando hacia el este y rodeando África, bajo dominio portugués. Muchos marinos se habían ofrecido a navegar por el oeste en busca de un camino alternativo a las Molucas. Ese era, de hecho, el objetivo de Cristóbal Colón en 1492. Y cuando en 1513 Vasco Núñez de Balboa descubrió que al oeste del continente se abría otro mar aumentaron las iniciativas para encontrar un paso hacia “el mar del sur” desde el Atlántico. El marino portugués Fernando de Magallanes creía que el paso podía estar en el extremo sur del continente y convenció al rey de España para que le asignara la dirección de una expedición. La Casa de Contratación de Sevilla fue la organizadora del viaje. De las cinco naves que componían la expedición, tres eran de origen vasco. Las eligieron y compraron entre los barcos que se dedicaban al comercio en Cádiz. Todas eran naos y no muy grandes de tamaño: San Antonio (120 toneladas), Trinidad (110 toneladas), Concepción (90 toneladas), Victoria (85 toneladas) y Santiago (75 toneladas). Gran parte del abastecimiento que necesitaban las naos, armas blancas, artillería, pólvora y otros productos de hierro

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como clavos y anclas, se realizó en Euskadi porque eran mejores y tenían mejor precio que en Andalucía. Recogieron todo el abastecimiento en el puerto de Bilbao y desde allí lo enviaron a Sevilla por mar. Además, el 14% de los 238 marineros de la expedición eran de origen vasco. Los demás provenían de varios países de Europa: castellanos, portugueses, franceses, ingleses, italianos, alemanes o griegos. El viaje tuvo dos partes importantes. Por un lado, la expedición a las Molucas, y por otro, la primera circunnavegación de la Tierra. El principal impulsor de la primera parte fue, sin duda, Fernando de Magallanes. El de la segunda fue Juan Sebastián Elkano. La expedición a las Molucas:

• El 10 de agosto de 1519 la expedición salió de Sevilla y el 20 de septiembre se hizo a la mar en Sanlúcar.

• El 26 de septiembre arribaron a Tenerife y siguieron la costa africana hasta Cabo Verde y Sierra Leona, para comenzar desde allí la travesía del océano.

• El 29 de noviembre llegaron a la costa de Brasil después de atravesar el océano y tomaron el camino hacia el sur.

• El 13 de diciembre hicieron otra escala en lo que hoy es Río de Janeiro.

• El 12 de enero de 1520 llegaron a Río de la Plata. Creyeron que era el estrecho que buscaban y navegaron durante 15 días hasta que se dieron cuenta de que era la desembocadura de un río, y continuaron hacia el sur.

• El 31 de marzo llegaron a Puerto San Julián, al sur de Patagonia, para pasar el crudo invierno. No encontraban el estrecho soñado, así que los capitanes Juan de Cartagena, Antonio de Coca, Gaspar Quesada y Luis de

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Mendoza se sublevaron. El propio Elkano estaba con los sublevados y Magallanes los trató con dureza.

• El 22 de mayo, mientras buscaban el estrecho, la nao Santiago se hundió en la desembocadura del río Santa Cruz de Patagonia.

• El 21 de octubre encontraron la entrada del estrecho de Magallanes y comenzaron la dura travesía.

• El 1 de noviembre el capitán de la nao San Antonio, Esteban Gómez, abandonó la expedición y se marchó. Llegó a Sevilla el 6 de mayo de 1521, donde lo encarcelaron por desertor.

• El 28 de noviembre de 1520 consiguieron culminar la travesía del estrecho y siguieron el camino a través del océano Pacífico. Durante tres meses no encontraron un lugar adecuado para desembarcar y los marinos sufrieron hambre, sed y enfermedades.

• El 6 de marzo de 1521 llegaron al fin a las islas Marianas y pudieron ir a tierra.

• El 16 de marzo alcanzaron las Filipinas. Magallanes tuvo la pretensión de cristianizar a los lugareños, desobedeciendo el acuerdo pactado con el rey.

• El 7 de abril de 1521 llegaron a Cebú. Desobedeciendo una vez más las órdenes del rey, en lugar de seguir el camino hacia las Molucas, Magallanes se involucró en las luchas del lugar y murió en la isla de Mactán, junto con otros hombres, en una batalla contra su caudillo. Duarte Barbosa, pariente de Magallanes, tomó el mando de la expedición y volvió a Cebú. El rey de la isla los invitó a un banquete, en el que envenenaron y mataron a 24 miembros de la tripulación. Los miembros restantes de las expedición, al ver que no tenían suficientes hombres para manejar las tres naos, decidieron quemar la nao Concepción, quitaron a Barbosa del mando y siguieron con las otras dos naves camino a las Molucas; Gonzalo Gómez de Espinosa tomó el mando de la

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expedición y Elkano fue nombrado capitán de la nao Victoria.

• El 8 de noviembre de 1521, dos años después de salir de Sevilla, llegaron a las Molucas. Pero todavía debían encontrar un camino de vuelta para conseguir una ruta marítima eficaz.

La circunnavegación de la tierra: Aunque se confiera a Magallanes el mérito de la primera circunnavegación de la Tierra, la hazaña fue resultado de la iniciativa de Elkano. De hecho, volver navegando hacia el oeste de las Molucas fue una decisión contraria al objetivo principal de la expedición, que era encontrar para España una vía marítima eficaz para la explotación de las especias, y volver por aguas de dominio luso contradecía dicho objetivo. Circunnavegar la tierra fue una decisión realmente valiente, porque el camino estaba plagado de peligros, navegando por lugares del océano Índico inexplorados hasta entonces con una nao de pequeñas dimensiones, la Victoria, y expuestos a una condena a muerte si los portugueses los descubrían. Sin embargo, Elkano aprovechando el monzón que en invierno soplaba del este, decidió seguir hacia el oeste. Así pues, la primera circunnavegación de la tierra fue la consecuencia de la decisión tomada por Juan Sebastián Elkano, de acuerdo con el capitán de la Trinidad Gómez de Espinosa, para volver de las Molucas.

• El 21 de diciembre de 1521 la nao Victoria partió de Tidore bajo el mando de Elkano. La nao Trinidad tenía desperfectos y se quedó en Tidore para que pudiera ser

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reparada y poder así volver atravesando el Pacífico. Zarpó una vez terminadas las reparaciones, pero puesto que no encontraba vientos ni corrientes favorables, volvió a las Molucas. Al final fue apresada por los portugueses.

• El 25 de enero de 1522 la nao Victoria hizo escala en Timor. Fue el comienzo de otra terrible travesía: la nave dirigida por Elkano cruzó el océano Índico en solitario sin tocar tierra.

• El 19 de mayo, después de pasar tres meses sin tocar tierra, llegaron al cabo de Buena Esperanza, al sur de África, pero el temor a ser apresados por los portugueses les hizo seguir adelante sin desembarcar, hacia el océano Atlántico.

• El 2 de julio no tuvieron otro remedio que parar en Cabo Verde, colonia portuguesa, para comprar alimentos. Mientras cerraban el trato, los portugueses se dieron cuenta de que venían del Lejano Oriente y apresaron a los 12 marinos que estaban en tierra. Los demás hombres que se encontraban a bordo de la Victoria, bajo las órdenes de Elkano, huyeron y siguieron adelante en aquel viaje sin fin.

• El 6 de septiembre de 1522, tres años después de dejar ese mismo puerto, 18 hombres llegaron a Sanlúcar a bordo la nao Victoria. De las cinco naves que zarparon, llegó una. De los 238 hombres, 18, entre ellos cuatro vascos:

Juan Sebastián Elkano, capitán de la nao Victoria, de Getaria. Juan Akurio, piloto, de Bermeo. Juan Arratia, grumete, bilbaíno. Juan Zubileta, paje, de Barakaldo.

Y de los 12 marinos que los portugueses apresaron en Cabo Verde, 3 eran vascos.

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Pedro Tolosa, despensero, de Tolosa. Roldan Argote, artillero. Pedro Txindarza, marinero, de Bermeo.

Tan pronto llegaron, Elkano escribió dos cartas al rey. En la primera le pedía la libertad de los hombres detenidos en Cabo Verde y repartiera entre los marinos las ganancias que la expedición debía al rey. En la segunda, propuso al rey crear una nueva Casa de Contratación de especias en La Coruña, para que aquellos comerciantes que venían a comprar las especias desde el norte de Europa a Lisboa pudieran conseguirlas más cerca. La vida a bordo. Las condiciones de vida en las naos del siglo XVI eran muy duras. Las naves eran pequeñas, pero se necesitaban muchos marinos para poder navegar. Los marinos convivían uno al lado del otro, sin ningún tipo de intimidad ni higiene, por lo que las enfermedades y parásitos se propagaban rápidamente entre ellos. Para poder hacer frente a los desperfectos ocasionados por las tempestades y otros infortunios, sólo contaban con los recursos que llevaban en el barco. Por supuesto, no tenían posibilidad de pedir ayuda por radio y los recursos de salvamento eran muy limitados. Las herramientas de navegación también eran muy básicas: calculaban la dirección y la latitud con la brújula y el astrolabio. El cálculo de la longitud era una mera estimación: medían el tiempo utilizando un reloj de arena y la distancia con una corredera.

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La base de la alimentación diaria era una especie de pan llamado bizcocho o galleta que se cocía dos veces. Para preparar las sopas de bizcocho, que eran la base de la alimentación diaria, añadían bacalao, carne y tocino salado, o verduras desecadas como cebolla y ajo. Además, solían llevar legumbres y cereales secos: haba txiki, guisantes, arroz, etc. Cuando, debido al mal tiempo, no se podía encender el fuego en el barco, componían la comida con queso y bizcocho. Los alimentos frescos duraban muy poco tiempo sin pudrirse y por eso los comían enseguida. Las bebidas más habituales eran vino y agua. En la primera expedición a las Molucas bajo el mando de Magallanes, los marineros soportaron mucha hambre y sed al cruzar el Pacífico. Esto es lo que dice Pigafetta en su diario: “... El bizcocho que comíamos ya no era más pan sino un polvo mezclado de gusanos que habían devorado toda su sustancia y que además tenía un hedor insoportable por hallarse impregnado de orines de ratas. El agua que nos veíamos obligados a beber estaba igualmente podrida y hedionda. Para no morirnos de hambre, nos vimos aun obligados a comer pedazos de cuero de vaca con que se había forrado la gran verga para evitar que la madera destruyera las cuerdas. Este cuero, siempre expuesto al agua, al sol y a los vientos, estaba tan duro que era necesario sumergirlo durante cuatro o cinco días en el mar para ablandarlo un poco; para comerlo lo poníamos en seguida sobre las brasas. A menudo aun estábamos reducidos a alimentarnos de serrín, y hasta las ratas, tan repelentes para el hombre, habían llegado a ser un alimento tan delicado que se pagaba medio ducado por cada una”. La falta de alimentos frescos ocasionaba graves enfermedades, sobre todo el temido escorbuto. El propio Urdaneta escribía lo siguiente en su diario:

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“...Toda esta gente que falleció murió de crecerse las encías en tanta cantidad que no podían comer ninguna cosa y más de un dolor de pechos con esto; yo vi sacar a un hombre tanta grosor de carne de las encías como un dedo, y otro día tenerlas crecidas como si no le hubiera sacado nada...”. Conseguir alimentos frescos no estaba libre de peligros; parece ser que, en la segunda expedición, en un margen de pocos días, murieron Loaysa, Elkano y el resto de oficiales, después de comer las barracudas que pescaron desde la nave, debido a una intoxicación por ciguatera. En los barcos solía ser habitual la presencia de cirujanos, barberos y de un cura, para responder a las necesidades de “cuerpo y espíritu” de los marinos. Pero la medicina estaba muy poco desarrollada y poco podían hacer ante las enfermedades y los accidentes graves. Uno de los cometidos semanales de los barberos solía ser cortar el pelo y la barba a toda la tripulación. En cuanto al espíritu, en la Europa del siglo XVI, la religión tenía una importancia enorme. Se consideraban cristianos y, teniendo en cuenta que la posibilidad de morir era constante, daban mucha importancia a la voluntad de Dios y a la salvación de sus almas. Por eso, la presencia del sacerdote en las naos era imprescindible para poder confesar los pecados. Ante cualquier dificultad se encomendaban a Dios, y cuando conseguían superarlas, tenían la certeza de que había sido gracias a su ayuda.

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Principales aportaciones a la historia de la humanidad. Tecnología y construcción naval La primera vuelta al mundo es el máximo exponente de la tecnología vasca. Fue la tecnología vasca la que hizo posible aquel viaje. La construcción naval vasca de principios del XVI era una de las más avanzadas de Europa. E hizo posible no solo la primera vuelta al mundo, sino la apertura de las rutas oceánicas en todo el mundo. La humanidad contó desde ese momento con la posibilidad de navegar hasta cualquier lugar. Para entender ese desarrollo tecnológico, hay que tomar en consideración determinados aspectos:

§ El progreso de la industria naval vasca y de su diseño náutico. Durante la Edad Media, las naves vascas se adueñaron del transporte marítimo entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. En consecuencia, en Euskal Herria se desarrollaron los primeros navíos transoceánicos: embarcaciones capaces de surcar los mares oceánicos y de llegar a través de ellos a cualquier punto, en cualquier estado de la mar. Las naves vascas sentaron una de las bases de la expansión mundial de Europa en el siglo XVI.

§ Para obtener madera para la construcción naval fue necesario perfeccionar la silvicultura y la explotación forestal en el País Vasco. La industria forestal vasca se expandió en función de la construcción naval y para satisfacer las demandas de la misma. Primó el sentido práctico: los navíos vascos se construían a base de unas pocas formas de maderamen combinadas entre sí, y los bosques se orientaron a la producción de tales formas. A su vez, esos bosques debían satisfacer otras necesidades, entre ellas la del carbón vegetal imprescindible para la siderurgia. Para responder a las diferentes demandas, se impusieron en los bosques vascos los árboles trasmochos o guiados.

§ La siderometalurgia vasca fue también clave para la construcción de las naves, armas y del utillaje

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imprescindible en infinidad de actividades. Para la construcción naval eran imprescindibles la clavazón, las anclas y otros muchos de elementos metálicos; el gran auge de la construcción naval reposa sobre la siderurgia. El hierro vasco era de alta calidad y la producción de nuestras ferrerías se destinaba fundamentalmente a la exportación con destino a toda Europa y, posteriormente, a América.

§ El avance de la náutica vasca, del que son máximos exponentes Elkano y Urdaneta. Durante la Edad Media, la necesidad de navegar a través de mares muy diferentes impulsó no solo el desarrollo de las naves vascas sino también el de la náutica. Los vascos navegaban entre el Mediterráneo y el norte de Europa transportando cargas, y se adentraban en los mares del norte de Europa a la búsqueda de ballenas, bacalao, arenque, salmón... Todo ello contribuyó al progreso de las capacidades náuticas de los mismos. Muestra de ello es la creación, en Cádiz, del «Colegio de Pilotos Vizcaínos» por iniciativa de los mercaderes y armadores vascos. Todas las naves que se propusieran navegar entre el Mediterráneo y el Atlántico tenían que ir pilotadas por profesionales formados en, y autorizados por, dicho «Colegio». Posteriormente, al crearse la Casa de Contratación de Sevilla, los mercaderes y marinos vascos pasaron a detentar las funciones claves del mismo.

El factor humanístico: La primera vuelta al mundo repercutió en toda la humanidad. Por una parte, el hecho en sí constituyó un evento global, ya que se circunnavegaba el planeta por primera vez; por otra parte, hay que considerar el contexto cultural del hecho: el Renacimiento. Hasta entonces, las fuentes principales del saber y la cultura residían en la religión. A partir de entonces, se redescubrieron los conocimientos y la cultura de la Antigüedad, y el ser humano y su capacidad de raciocinio se convirtieron en la medida de todo.

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Ese cambio de mentalidad se expandió en paralelo con los descubrimientos, especialmente con las exploraciones geográficas. Gracias a tales descubrimientos geográficos se pudieron conocer las verdaderas características y medidas del mundo, es decir, de la «casa» global que habitamos; en este proceso juegan un papel fundamental los vascos, la tecnología vasca y, específicamente, la primera vuelta al mundo. Aquel hecho tuvo una repercusión enorme en la Europa del Renacimiento. En primer lugar, porque empíricamente se demostraba por vez primera que el planeta era esférico. Al propio tiempo, se evidenciaba que era posible navegar a través de él. Los mitos de la Antigüedad y la Edad Media quedaron obsoletos: no existía el fin del mundo, los océanos no estaban poblados de monstruos que pudieran hundir los barcos y tragarse a los marineros. Tampoco existían los míticos gigantes o los seres humanos con la cabeza en el vientre y similares. Aquella primera circunnavegación probó que el género humano era único, compuesto por especímenes del mismo tipo, mayores o menores, de piel más clara o más oscura, pero seres humanos idénticos en todos los casos. Por consiguiente, se probaba que era posible comunicarse con los habitantes de cualquier rincón de la tierra; que lo único que existía era una diferencia de culturas y razas, diferencias que, existiendo conocimientos y voluntad, se podían superar. Gastronomía y alimentación: El punto de arranque la primera circunnavegación no fue el deseo de llevar a cabo tal hazaña geográfica, sino el de hallar una ruta marítima al punto de origen de las especias. Al analizar las actividades económicas del pasado, solemos pasar por alto muchas veces que la producción y comercio de los alimentos constituye una de las claves de la historia. Así, Euskal Herria no alcanzaba a producir la totalidad de los alimentos que precisaba y, lógicamente, se veía obligada a importar trigo, cebada, habas, sal y demás.

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Sin duda, fue esa necesidad la que impulsó el desarrollo de la industria y la tecnología vascas: la compra de alimentos importados exigía poder contar con los rendimientos de la siderurgia y de otros productos, y el transporte de alimentos a larga distancia exigía naves adecuadas. En cualquier caso, las especias eran los productos de alimentación más caros y estratégicos de principios del XVI. Desde que, a mediados del siglo XV, los turcos se hicieron con el control de las rutas del Mediterráneo oriental, el suministro de especias provenientes del Extremo Oriente se encontró con nuevas barreras y se encareció sobremanera. Los europeos se afanaron entonces en descubrir nueva rutas marítimas para acceder a los puntos de producción de las especias; unos circunvalando África, y otros navegando hacia Poniente. Se inició así la carrera por la supremacía naval entre diferentes países europeos. En esa competición, la construcción naval vasca desempeñó un papel clave, y gracias a ella se llevó a cabo la primera circunnavegación y pudo España crear su imperio colonial. Aunque actualmente lo alimentos hayan perdido su carácter estratégico, y sean ahora materiales como el petróleo o el coltán los que suscitan conflictos y disputas internacionales, a principios del XVI las especias eran la mercancía más estimada y estratégica del comercio europeo. Por consiguiente, la gastronomía, que concebimos ahora en su faceta lúdica, tiene también una larga y sangrante historia. Además, cuando los vascos abrieron las vías oceánicas, se desencadenó también el trasiego de otros muchos productos. Gracias a todo ello llegaron a Europa infinidad de comestibles que eran desconocidos previamente (el maíz, la patata, el cacao, el pavo...) y a través de los «nuevos» mares comenzó la importación masiva de muchos alimentos como el bacalao y determinados cereales. Fue una auténtica revolución: a partir de entonces, el ser humano no estaba supeditado a los alimentos que se producían secularmente en su entorno, su dieta podía ser reestructurada con nuevos productos

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comestibles procedentes de lugares lejanos, y se enriquecía su gastronomía. Comercio internacional: el objetivo primordial del viaje que dio lugar a la primera vuelta al mundo fue dar con una nueva ruta marítima a los puntos de producción de especias. Es decir, se trataba de un objetivo mercantil. El objetivo primordial del comercio es la reducción de costes para incrementar el beneficio; y esa lógica fue el principal incentivo de la tecnología y la navegación vascas. Como Elkano, muchos otros marinos y administradores vascos no eran conquistadores. No eran aristócratas a la conquista de reinos. Eran mercaderes: empresarios que pretendían obtener riqueza a través de actividades comerciales e industriales. Puede afirmarse que en aquella época vasco y empresario eran sinónimos. Así, con el objeto de reducir costos e incrementar beneficios, progresó la tecnología naval vasca. O dicho de otra manera: los navíos vascos se perfeccionaron con la finalidad de transportar con seguridad fletes crecientes y se desarrolló la siderurgia para poder contar con un producto mercantil propio. Con la vista puesta en mismo objetivo, se expandió la navegación. En resumen, la sociedad vasca de principios del XVI era una sociedad dispuesta a navegar a donde fuera preciso para poder comerciar. Todo ello se plasmó en esa evolución. Tras el viaje de Elkano, los consecuencias derivadas de avance vasco se convirtieron en estratégicas para el conjunto de la humanidad.