DOSSIER NO - AGEPJrescato la necesidad de no repetir las mismas estructuras opresivas en las que...

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Asociación Gremial de Empleadxs del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba Duarte Quirós 395 - 1º Piso Tel: 428 2389 - 428 2384 judicialescba@outlook.com www.agepj.org.ar Gremio Judiciales Córdoba DOSSIER NO Diciembre 2018 45

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Asociación Gremial deEmpleadxs del Poder Judicialde la Provincia de Córdoba

Duarte Quirós 395 - 1º PisoTel: 428 2389 - 428 [email protected]

Gremio Judiciales Córdoba

DOSSIER

NODiciembre

2018

45

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C olumnas de mujeres a medida queavanzaban por el desértico paisajepatagónico. Empujadas por el ince-

sante viento, helado, que mantiene a las ban-deras tensas en lo alto; empuñadas por lafuerza irrompible de miles de mujeres queblanden con orgullo sus consignas, que lasllevan firmes, como si se las hubieran grabadoa fuego de sangre sobre sus pieles.

Y es que si, en la mayoría de los casos, elfeminismo viene a buscarte y sacarte de unlugar oscuro de ignorancia y confusión. Desoledad, sometimiento y discriminación.

Viene a mostrarte que no, no está bien loque te hicieron. No están bien los golpes, nilos insultos, ni la desigualdad. Tampoco eldolor. Este dolor tan grave de injusticia quenos quiebra constantemente el corazón, noestá bien.

Lo vivimos siendo presas del patriarcadoque parió y sigue pariendo misoginia, homo-fobia, trasnsfobia, lesbofobia y mucho más.Violencia, más violencia, sobre violencia. Esasheridas se ven hirvientes en los torsos desnudosque marchan, se sacan a la luz para ser curadxsen un inmenso abrazo colectivo a cada pasoque se avanza. Determinada. Intimidante. In-sosegable. Imparable. Amenazante. Consciente.Y plural.

Cada ventana abierta, invitaba a las mujeresa implorar por empatía e igualdad.

“Mujer, escucha, únete a la lucha” Interpe-lando a quienes aún no se demostraban emo-cionadxs por lo que pasaba por debajo desus pies, que seguramente, en aquella lejanaciudad del sur, debería de ser una novedosademostración política y cultural. “Mujer que se

organiza, no plancha más camisas” aleccionandoy aconsejando. Reaccionando lxs cuerpxs ex-pectantes, a los pañuelos verdes colgados, cí-clicamente, cada columna que comienza asentir la respuesta de los ciudadanos respondecon gritos, aullidos y abrazos colectivos. De-mostraciones de amor de todos los tipos.

Durante tres días se vivió en un mundoparalelo, en el que todxs podíamos compartirel mismo espacio público sin desmanes, niproblemas. Niñxs por doquier, correteando ypintando sus rostros junto con las encuentreras.Jóvenes que por primera vez ven que la luchay la calle en lo que al feminismo respecta,viene también con colores, música, tambores,glitter, comidas, postres, artesanías, asambleas,charlas, información, política, rebeldía, y muchapasión y abrazos.

Porque ahora estamos juntas. Porque esasmiles de manos congregadas, son las quepiden por el nombre de nuestrxs hermanxs ycompañerxs asesinadxs, maltratadxs y des-aparecidxs por el odio patriarcal. Porque si semeten en tu vientre, estarán ahí para apoyartey no dejarte caer. Porque ahora estamos juntas.Y organizadas.

Más allá de la intensa labor organizativa dela comisión convocante, la autogestión y auto-organización fue transversal en cada momentoy clave para que un encuentro de tamaña mag-nitud, en una ciudad que no está preparadapara el acogimiento de 65 mil (o muchas más)personas se congreguen de un día al otro.Desde la organización de colas para baño ytransporte, hasta la gestión de la seguridad enlas columnas que marchaban, y el apacigua-miento de lxs jovenes más radicales.

33° ENCUENTRO NACIONALDE MUJERES TRELEW

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“Señor, señora, no sea indiferente se matan las mujeres en la cara de la gente”

u Por Daniela Bergesio. Delegada. Edificio San Jerónimo

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Las mujeres organizadas pudieron contodo. “Olé olé, olé ola, organizadas que se nosve, que el feminismo dirija la CGT”.

Termina un encuentro más y con este sellegó a los 33. Pese al difícil momento socialeconómico y político, miles de mujeres consi-deramos que lo que sucedió es una expresiónde fortalecimiento político invaluable. “Quémomento, qué momento, a pesar de todo te hi-cimos el encuentro, qué momento!” No pasóinadvertido, las masas feministas están co-menzando a encolumnarse y apropiarse delos espacios públicos. Y políticos. Y sindicales.Los partidos políticos presentes en su totalidad(menos el oficialista) contaban con columnascon denominación específica, al igual que elsindicalismo femenino. Las mujeres dentrode la militancia ya tienen nombres y referentespropios. Por supuesto que las diferencias debase política se notan y siguen estando, perocon una salvedad: primero feministas.

Y plurinacionales; como resultado a unacrítica que surgió desde las colectividadesauto-convocadas, que más que critica fue ungrito desolador acompañado por todas lasencuentreras. Se trata de recordar y acompañarla multiculturalidad. Es que no podemos dejarque el movimiento caiga en lo burgués y quesea propio de las “blancas” Cientos de mujeresrepresentantes de las diversas comunidadesoriginarias viajaron hasta Trelew para expresarsu desgarradora experiencia de discriminacióny xenofobia que sufren hacia dentro y haciafuera. En los talleres destinados a la proble-

mática, las encuentreras participaron de ritualesde purificación ancestrales. Y fueron testigosde los testimonios de las mujeres que vienena denunciar ante todxs el desalojo, la represión,el genocidio, la prohibición de su cultura, elolvido y el desterramiento de su sangre, suraza y su lenguaje. Lágrimas que simbolizanel largo camino que nos queda por recorrer,inundaron los gimnasios y escuelas donde sellevaron a cabo los debates y asambleas, delos temas que hoy nos proponemos reformarcon propuestas concretas y proyectos de ley.

Ya no es cuestión de edad ni partidismos.Es una cuestión pública. Y eso se reflejó en elacompañamiento de niñas de secundarios yde mujeres adultas que se congregaron paraparticipar activamente, porque esto las re-presenta. Porque no queremos que nadie sevea excluidx. Este movimiento nos representaa todxs. Seguimos invitando a mujeres, niñas,ancianas, putas, lesbianas, tortas, travestis ytrans a marchar con nosotras, a presentarsecon orgullo de ser quienes son, a pintarse ygritar con la marea libertadora. Embajadorasde la voluntad, convicción y amor.

Todavía estás a tiempo. Unite. Lucha. Em-poderate. Desconstruite. Valorizate. Toma lasestructuras. Defendete. No juzgues. Amá. Amámucho. Amanos a todas en nuestras diferenciasy similitudes. Nos queremos diferentes y di-versas. Es la única manera de no convertirnosen lo que queremos extirpar.

Siga para delante compañera que esto reciénempieza.

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Yo participé endos talleres:“Mujeres y or-ganizacionessindicales” y“Mujeres, cul-tura y arte”.Este encuentroha sido vitalpara renovar lasfuerzas y los desafíosdel movimiento feministaen toda América Latina. Lo que nos deja es unperfecto retrato del espíritu de lucha que lo ca-racteriza: sororidad, respeto, creatividad, alegría,coraje y resistencia. ”

u Luciana Nieto (Vice Presidentadel Cuerpo de Delegadxs AGEPJ):

A nivel personal el encuentro fueuna revolución. Fue la síntesis deun año muy convulsionado en don-de tuve que empezar a desaprendercosas que había naturalizado toda

la vida. Y fue volver a corroborarque esta revolución es social, pero

también personalísima y que estamosacá cambiando el paradigma. Basta de

ética protestante y vivir para el sacrificio. Estamosacá para implantar el goce como una forma de vida.Podemos luchar por nuestros derechos, construir unmundo mejor y disfrutar del proceso en el medio.

Sobre todo del taller de organizaciones sindicalesrescato la necesidad de no repetir las mismas estructurasopresivas en las que vivimos. No solo hace falta incor-porar mujeres a las estructuras de poder, sino ademásque estas mujeres tengan una fuerte formación enperspectiva de género. El feminismo, a mi entender,viene a cambiar la forma de relacionarnos entrenosotros y concebir el mundo. Una mirada muchomás humana y empática es absolutamente necesaria,si no entendemos esto, creo yo, no importa quiénocupe el cargo de poder, no veremos los cambios quenecesitamos para construir un mundo mucho másjusto para todos.

uGabriela Arribillaga (Policía Judicial):

uValentina Montero (AGEPJ Cruz del Eje):

Participé en el taller de "Sindi-calismo y Género". Analizamoslas diversas realidades sindicales,y principalmente el rol activo de ladelegada dentro de la estructura sin-dical. Herramientas, practicas, cambios, es-tatutos, etc. Que te dan la pauta de que en algunos as-pectos, como organización, nos encontramos masavanzados, y en otros, nos sirven las experiencias com-partidas por las compañeras, para ir afianzando cadavez más la perspectiva de género dentro del sindicalismo.Fue la primera vez que asistí a uno. La experiencia departicipar me permitió conocer compañeras dentro delsindicalismo que están con ansias de cambiar los ejesestructurales misóginos y androcentristas. Me sirviótambién para aprender que en la lucha y en la protestatambién debemos ser feministas.

“Participé en el taller de Mujeres y Organizaciones Sindicales, y en el taller de Mujeres yPoder Judicial. El principal desafío es la acción. En lo particular, si hablamos de PoderJudicial partimos del saber que es una institución clasista y patriarcal. Entonces eldesafío gremial es cambiar esa estructura que nos afecta puertas adentro y que sereplica a la sociedad en general. Es cambiar también, la forma de hacer política. Estransversalizar con perspectiva de género toda la actividad gremial. Es lograr participary ocupar espacios de poder y de toma de decisiones. Es seguir capacitando yempoderando, pero también erradicando las prácticas y los discursos violentos concanales y acciones eficaces que den la seguridad y la confianza para poder denunciar.

uDaniela Bergesio(Delegada. Edificio SanJerónimo):

JUDICIALAS DE CÓRDOBA EN EL33º ENCUENTRO NACIONAL

DE MUJERES

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Desde el primer momento en el acto deapertura, las consignas fueron claras:“Compañeras, pongan sus celulares en

modo avión así podemos transmitir, que los medioshegemónicos acá no están”.

Y no entraron, la cobertura en su totalidad,fue colaborativa e independiente. Mujeres de lasdistintas organizaciones y colectivos con cámaras,celulares, cuadernos y filmadoras propias éramosquienes nos encontrábamos retratando los mo-mentos vividos. Durante los tres días que duró elencuentro, en los medios no se mostró nada. Nila cantidad de personas, ni las propuestas, ni lostalleres, ni el contenido, ni las conclusiones detodo lo trabajado.

Para el mundo exterior, o por lo menos paralos medios hegemónicos, el que 30, 65 o 115 milmujeres se hayan convocada en el punto másaustral de la historia a debatir de política, derechosy filosofía, al parecer no es algo que les transformela agenda.

Con el diario del lunes, en este caso literal-mente, saltaron todas las cadenas de noticiasque nos tienen acostumbrados a “des” informar,que la represión, que el desmán, que la suciedad,que tal y cual. Como siempre, ante cualquiereventualidad de demostración popular la críticaviene por ese lado.

Jamás se pusieron a considerar si estaba re-almente preparado para la cantidad que éramos,si eran suficientes los baños químicos puestospor el gobierno para 65 mil mujeres, si los proto-colos de intervención planteados, respetabanlos pedidos de la comisión organizadora, si eltransporte puesto por la municipalidad cumplíacon los recorridos y horarios publicados.

No, claro que no se fijaron, ni se fijan en eso.Por mi parte, entiendo que la voluntad y lafelicidad de todas las encuentreras hicieron lo

necesario y propio para que todo se pueda haceren paz y organizadamente. Porque cuando luegode 16 horas de caminata, marchas, asambleas, ytalleres, de horas de colas de espera para subir alcolectivo, el chofer pasa por delante de las co-lumnas en la esquina pactada y no levanta gente,o para en otro lado, es un insulto. Sin embargo,nada pasó.

Sumando que los efectivos policiales y militaresque se encontraban constante y totalmente ar-mados y dispuestos a reprimir, tampoco eranuna invitación a la pacificidad. Sin embargo, nadapaso en las 72 horas del encuentro.

Si pasó que, como ya el poder patriarcal nostiene acostumbradas, las mujeres nos encontramossolas y sometidas. En algunas escuelas en lascuales muchas comitivas se encontraban alojadas,se sufrió violencia, pedradas, amenazas de muerte,robos múltiples, robos a punta de cuchillo, roturade colectivos, etc.

Todo fue denunciado formalmente, con lla-mados de auxilio a la policía y publicados en lasredes. Ante lo cual, siendo agredidas, la policíalocal respondió “que no iban a ir, que se manejaransolas, y que si querían un móvil, lo paguen aparte”.“QUE LO PAGUEN APARTE”. Eso seguro no lo visteen Clarín.

Al finalizar la marcha, un grupo pequeño, de20 personas (como máximo), si, y no digo mujeres,porque había hombres TAMBIEN, bajaron las vallasde la plaza e hicieron fuego frente a la Municipa-lidad. ¿Bombas molotov? Y, la verdad, no lo sé,eso lo dijo Clarín unos días antes, así que posible-mente esté teñido de ignorancia, miedo e inten-cionalidad destructiva ese comentario. Hubofuego, sí. Hubo pintadas, sí. Hubo suciedad, sí.

Como sucede comúnmente en la confluenciade tantas personas, si el Estado no hace lo propio,poniendo contenedores, baños y servicios. Y esono pasó, pero claro, a nadie le importa. Si hayuna teta al aire, seguro tiene la culpa. Pero al pa-triarcado ya lo conocemos.

No le vamos a pedir que cambie, lo vamos atirar completito, así como está y con todo.

En cuanto a la represión y coberturade los medios hegemónicos

u Por Daniela Bergesio. Tribunalesde Familia. Pro-Secretaria de Cultura yCapacitación de AGEPJ.

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No nos callamos más

Nuestra sociedad vive un proceso de trans-formación social que llegó para quedarse. Unfuerte cuestionamiento a los estereotipos degénero, a los roles asignados “naturalmente”, alas desigualdades en el ámbito laboral y muyespecialmente a la violencia en los vínculospersonales. Es un hito lo que está sucediendoy trastoca muchos ámbitos de nuestra vida co-tidiana. Influye en la educación de los niños yniñas, en la atención sanitaria, cuando camina-mos por las calles, en las publicidades quevemos, en los productos audiovisuales queconsumimos. Es tal la transformación que, elPoder Judicial no es ajeno.

Afortunadamente, las mujeres no nos calla-mos más. Denunciamos los acosos, los abusos,el mal llamado “piropo”. Pero también el mal-trato recibido por parte de un jefe, la des-igualdad salarial por el mismo trabajo, la faltade posibilidades para acceder a los cargos demayor jerarquía. No es casualidad que durante

el último año hayamos tomado conocimientode una enorme cantidad de situaciones deviolencia dentro de las oficinas del Poder Ju-dicial. ¿Se trata de un fenómeno nuevo? ¡Enabsoluto!: La violencia por parte de los jefesexiste desde siempre, pero ahora se denuncia,no se naturaliza más.

“Volví de la licencia por maternidad y notenía más escritorio”. “Me llamaron un día antesde volver de la licencia, y me dijeron que notrabajaba más en la oficina de siempre, sinoque me trasladaron a la Mesa de Entradas”.“Cada vez que me pongo ese pantalón, mi jefeno para de decirme lo linda que estoy. Me in-comoda”. “Me grita en barandilla al frente delos letrados que estoy atendiendo”. “Hace añosque soy relatora, pero como ahora tengo unahora menos por lactancia, me dicen que nopuedo serlo más”.

Estas y muchas otras más son las situacionesque vivimos todos los días en nuestras oficinasde tribunales y vamos a terminar con esto.Desde AGEPJ y junto a un grupo de compañeras

Difícil detener el vientocuando empieza a soplar...

#VISIBILIZAR LA VIOLENCIA ES COMBATIRLA

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u Por Agostina Noccioli. Tribunales de Familia. Pro-Secretaria de Cultura yCapacitación de AGEPJ

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de distintos fueros instrumentamos una cam-paña de visibilización contra la Violencia deGénero dentro del Poder Judicial. Para ello se-leccionamos algunas de estas frases que re-presentan la realidad de las empleadas quesentimos como nuestra condición de mujernos afecta en el desempeño de la labor judicial.

La violencia no es un problemade cada una

Visibilizar la violencia es combatirla, por esoeste primer paso. Seguimos con el asesoramientoy acompañamiento en los casos particulares,muchos de los cuales terminaron en denunciasformales contra lxs violentxs. Pero todavía faltamucho. Es urgente y necesario que el TribunalSuperior de Justicia desarrolle un protocolo deactuaciones para abordar responsablementeesta problemática y no sigamos estigmatizandoy revictimizando a las compañeras con carpetaspsiquiátricas y traslados de oficina, cuando elverdadero problema es quien ejerce la violencia.Es un proceso delicado, porque todavía estámuy instaurado el miedo a denunciar y lapresión de los jefes a no hacerlo. Pero vamosavanzando hacia el objetivo. Porque la violenciadentro del ámbito laboral no es un problemaindividual, es un problema colectivo que nosafecta a todxs y por lo tanto es de todxs la res-ponsabilidad de combatirla.

No más solas

En este camino de lucha posibilitó que noestemos más solas. Nos encontramos, nos ve-

mos, atamos redes y enfrentamos esto todasjuntas. Estuvimos en Huerta Grande a fines deSeptiembre junto a cientxs de compañerxs deotras provincias en el marco del Encuentro deJóvenes Judiciales de Federación Judicial Ar-gentina. En Trelew, junto a miles de mujeres dedistintos ámbitos en el XXXIII Encuentro Nacionalde Mujeres. En el 2 Congreso de Trabajadorasorganizado por la Mesa de Trabajadoras Regio-nales de la CGT Córdoba, espacio del cual for-mamos parte y donde articulamos con otrasmujeres organizadas con quienes compartimosmuchas de las mismas problemáticas. Y nueva-mente en Huerta Grande, en el 3 EncuentroNacional de Mujeres Sindicalistas, organizadopor la Corriente Federal de Trabajadores. Sonmúltiples los espacios que existen para seguirdialogando, articulando y buscando solucionesen conjunto a este conflicto social al que le ha-cemos frente con la fuerza de una marea em-poderada imposible de frenar.

Justicia es con nosotras

Porque somos más del setenta por ciento dela planta trabajadora, porque somos quienesllevamos a cabo día a día el trabajo judicial,porque somos quienes ocupamos los espaciosde representación de nuestras compañeras,porque somos quienes gritamos que no noscallamos más, por todo eso y mucho más, laJusticia es y debe ser con Nosotras.

Acercate al gremio. A la violencia la com-batimos entre todxs.

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