DR. A. SECANELL-SALA

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Sesión del 7 de junio de 1964 * MORTALIDAD INFANTIL EN IGUALADA DR. A. SECANELL-SALA Igualada Al honrarnos la SOCIEDAD CATALANA DE PEDIATRÍA con esta reunión en Igualada, hemos creído oportuno exponer, aunque de manera breví- sima, el estado demográfico infantil de nuestra localidad, deteniéndo- nos algo más en comentar el concepto legal de nacido vivo, por consi- derarlo de más interés general. Sin duda alguna, por ser la mortalidad infantil, junto con la natalidad, dos magníficos exponentes para conocer el estado demográfico de un pueblo. En este trabajo nos limitamos es- pecialmente al último decenio 1954-1963. NATALIDAD. — Sabemos que desde el punto de vista demográfico, nuestra región, catalana, está en plena fase de civilización, o sea, con bajas tasas de mortalidad infantil y de natalidad. En perfecta armonía con este hecho, la natalidad igualadina, ya no muy alta ciertamente a principios de siglo (26 nacidos por mil habitantes, en 1901), fue des- cendiendo a través de los arios con diversas oscilaciones, hasta llegar a 16 por mil en 1934, persistiendo por debajo de esta cifra durante catorce años, para finalmente ascender de manera sorprendente en este último decenio, tal como se puede observar en la tabla I que acompañamos, casi de una manera uniforme, hasta alcanzar la magnífica tasa, la más alta del siglo, de 35'59 por mil en el pasado ario 1963. No discutiremos la posibilidad de que este fenómeno de crecimiento de la natalidad en esta última década se deba, en parte, al incremento cada vez mayor de aquel nucleo de población mucho más fecunda, emigrada de otras regiones españolas; pero sospechamos que más que un aumento real de la natalidad, se trate de un desplazamiento de la natalidad de la comarca hacia nuestra ciudad, pues por lo menos, en nuestro Servicio de Pediatría del Hospital comarcal, se atiende cada ario a un mayor ° Sesión foránea celebrada en la Sala de Conferencias del Museo de Igualada.

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Sesión del 7 de junio de 1964 *

MORTALIDAD INFANTIL EN IGUALADA

DR. A. SECANELL-SALA

Igualada

Al honrarnos la SOCIEDAD CATALANA DE PEDIATRÍA con esta reuniónen Igualada, hemos creído oportuno exponer, aunque de manera breví-sima, el estado demográfico infantil de nuestra localidad, deteniéndo-nos algo más en comentar el concepto legal de nacido vivo, por consi-derarlo de más interés general. Sin duda alguna, por ser la mortalidadinfantil, junto con la natalidad, dos magníficos exponentes para conocerel estado demográfico de un pueblo. En este trabajo nos limitamos es-pecialmente al último decenio 1954-1963.

NATALIDAD. — Sabemos que desde el punto de vista demográfico,nuestra región, catalana, está en plena fase de civilización, o sea, conbajas tasas de mortalidad infantil y de natalidad. En perfecta armoníacon este hecho, la natalidad igualadina, ya no muy alta ciertamentea principios de siglo (26 nacidos por mil habitantes, en 1901), fue des-cendiendo a través de los arios con diversas oscilaciones, hasta llegar a16 por mil en 1934, persistiendo por debajo de esta cifra durante catorceaños, para finalmente ascender de manera sorprendente en este últimodecenio, tal como se puede observar en la tabla I que acompañamos,casi de una manera uniforme, hasta alcanzar la magnífica tasa, la másalta del siglo, de 35'59 por mil en el pasado ario 1963. No discutiremosla posibilidad de que este fenómeno de crecimiento de la natalidad enesta última década se deba, en parte, al incremento cada vez mayorde aquel nucleo de población mucho más fecunda, emigrada de otrasregiones españolas; pero sospechamos que más que un aumento realde la natalidad, se trate de un desplazamiento de la natalidad de lacomarca hacia nuestra ciudad, pues por lo menos, en nuestro Serviciode Pediatría del Hospital comarcal, se atiende cada ario a un mayor

° Sesión foránea celebrada en la Sala de Conferencias del Museo de Igualada.

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número de recién nacidos, cuyos padres tienen la residencia habitualen los pueblos de la comarca, y es presumible que en las demás clínicasocurra lo mismo. Es muy posible, pues, que este momento de la natali-dad igualadina sea un puro espejismo, y lamentamos no haber dispuestodel tiempo necesario para la preparación de este trabajo, con el fin depoder presentar la contraprueba que sería el estudio de los coeficientesde la natalidad comarcal.

TABLA I

Años Población total Cifras absolutasNatalidad

Por 1.000 habitantes

1954 18.055 331 18331955 17.393 333 19171956 17.783 354 19741957 18.518 446 23211958 19.696 512 25991959 20.123 548 27231960 19.866 572 28 •791961 20.371 642 31511962 21.110 641 30361963 22.000 783 3559Total 194.915 5.162 26'48

MORTALIDAD. — Desgraciadamente se sigue teniendo en España pormortalidad infantil en sentido estricto, a un número de nacidos de me-nos de un ario, pero de más de un día de edad, por 1.000 nacidos vivoslegales. Nuestra mortalidad infantil local ha seguido la tendencia ge-neral al descenso a lo largo de nuestro siglo, y así se ha pasado de latasa de 62'20 en 1901, a la de 17'87 en el ario 1963. La tasa más alta deeste período se produjo en el ario 1938 con 116, y la más baja en 1939con 7'31. Entre los coeficientes señalados en la tabla II de este último

TABLA II

Aftos Población total

MORTINATILIDADCifras

absolutasPor 1.000nacidos

Cifrasabsolutas

MORTALIDADpor 1.000

nacido° vivos

1954 18.055 6 178 16 48331955 17.392 10 291 21 63031956 17.783 17 458 7 19061957 18.518 22 47"- 7 15691958 19.696 21 39'3 7 13671959 20.123 24 419 4 7311960 19.866 22 37.- 6 10491961 20.371 12 183 13 20201962 21.110 19 287 10 15601963 22.000 22 285 14 1787

Total 194.915 175 3279 105 2034

decenio sólo aparecen algo elevados los correspondientes a los arios1954-1955, con 48 y 63 por mil, respectivamente, pero que representala única excepción enclavada en un período de veinte años de tasas demortalidad infantil inferiores siempre al 20 por mil, que son actual-

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MORTALIDAD, POR CAUSAS, DURANTE EL DECENIO 1954-1963

Número totalde muertes

por 1.000nacidos vivos

Por 100 muertesinfantiles

Inmeturidad 32 619 3047Diarreas y enteritis 7 .1'31 666

(Respiratorias(agudas 33 6'42 31 '43Infecciones (o tras jnfec_felones lo 165 9'53

Otras causas 23 4'57 21 91

Total 105 2034. 100.--

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mente consideradas como muy buenas. En cuanto a las causas de estamortalidad, vienen sintetizadas en nuestra tabla III, también, según laclásica agrupación de causas de MARICAN, en los tres tipos de peligro,congénito, alimenticio e infeccioso, subdividiendo éste según se tratede infecciones respiratorias agudas u otras infecciones. Según esta cla-sificación, por cada 100 muertes infantiles, 30 son debidas a inmaturi-dad, 6'66 a diarreas y enteritis, 31'43 a infecciones respiratorias agudas,9'53 a otras infecciones, y 21'91 a otras causas. Lo único destacable, pues,de este desglose de causas de mortalidad, es el porcentaje relativamentealto (31'43 por ciento) dentro del grupo de infecciones respiratorias agu-das y, desde luego, el más susceptible, que mejora, dados los cada díamás eficaces medios terapéuticos de que disponemos.

TABLA III

NACIDO VIVO LEGAL. — No hay que decir que todas las tasas quehemos venido señalando y comentando hasta aquí son, como todas lasutilizadas en los estudios demográficos españoles, tasas legales, queno corresponden exactamente a las biológicas. Este proceder, que tienelos inconvenientes que más adelante señalaremos, se debe exclusiva-mente al hecho de que en España no coinciden los conceptos de nacidovivo legal y nacido vivo biológico. Es curioso que el términä de nacidovivo, que a primera vista parece tan claro y fácil de definir, haya tenidoa través de los arios y en diversos países, tanta imprecisión. Justiniano,por ejemplo, en su compilación del derecho romano consagró comobuena la teoría de los Sabirianos, que admitían que el recién nacidopodía acreditarse, asimismo, como vivo, de cualquier modo. Aun hoy endía rigen criterios diferentes según las naciones para considerar vivoa un neonato, y así, en Suiza, precisa que haya respirado al nacer. EnInglaterra, que haya latido el corazón. En Francia no se puede registrarcomo vivo al que no haya vivido 72 horas, y en España y algunos paí-ses sudamericanos sólo pueden registrarse como vivos los que sobrevi-ven 24 horas. Se tuvo que llegar al ario 1950 para conseguir que laAsamblea Mundial de Sanidad aprobara la definición del reción nacidovivo, entendiendo como tal la expulsión completa con la extracción de

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la madre de un producto de la concepción independiente de la dura-ción del embarazo, que después de dicha extracción respire o muestrecualquier indicación de vida, tales como la disfocación, pulsación delcordón umbilical y movimientos claros de los músculos voluntarios,haya sido o no separado del cordón umbilical, o de si la placenta estáunida o no. Pero en España no vale este criterio biológico de nacido vivosino que rige el artículo 30 del Código Civil, vigente desde 1888, quedice textualmente: "Para los efectos civiles sólo se reputará nacido elfeto que tuviese figura humana y viviera 24 horas enteramente des-prendido del seno materno". A causa de esta disparidad de conceptosentre nacido vivo legal y biológico se producen las siguientes ingratasY paradógicas consecuencias estadístico-demográficas.

1. Las cifras de natalidad española quedan bajas respecto a lascifras reales al no contabilizar corno nacidos vivos, los muertos en lasprimeras 24 horas.

2. A todos los nacidos a término o de embarazo prolongado, sino logran vivir 24 horas, se les clasifica según nuestro reglamento cornocriaturas abortivas, en contra de todo criterio médico, y aun contra lodefinido en el diccionario de la Lengua.

3. Las cifras de mortalidad general quedan por debajo de lasreales al no comprender los muertos en el primer día de vida.

4. Por la misma razón, los coeficientes de mortalidad infantil que-dan proporcionalmente todavía más disminuidos.

5. No hay que decir que las tasas de neomortalidad y de morta-lidad precoz quedan, aún por varias razones matemáticas, más afec-tadas.

6. Por el contrario, las tasas de mortalidad quedan aumentadasal englobar los muertos en las primeras veinticuatro horas.

7. Aun dentro de la misma mortinatalidad, las cifras correspon-dientes a la mortalidad antenatal vienen aumentadas a costa de losmuertos al nacer y muertos en las primeras veinticuatro horas, como hademostrado ARVELO CURVELO, pero nó precisamente como él insinúacorno consecuencia de las complacencias de los sanitarios hacia los fa-miliares del niño muerto para evitarles trámites de registro, entierro,etc., sino como consecuencia indirecta, creemos nosotros, de esta espe-cial concepción de nacido legal de nuestra legislación, que induce anuestros sanitarios a la autocobertura de su propia responsabilidad, cer-tificando con escaso rigor cronológico como muertos antes de nacer alos muertos en el momento de nacer y en las primeras Veinticuatro ho-ras, sin que ello tenga consecuencia alguna sobre tercero, sucesión na-tural, herencias, donaciones, etc. Pero sí, en cambio, que este hechotiene consecuencias estadístico-sanitarias al impedir que sean totalmen-te exactas hasta nuestras tasas rectificadas, etc.

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Así pues, como única tasa que responde exactamente a la realidadbiológica, queda la de la mortalidad feto-infantil, que engloba a todaslas muertes ocurridas antes, durante y después del parto hasta el finaldel primer año de vida, coeficiente que aun siendo el único exacto,tiene escaso interés para las diversas luchas sanitarias, -porque no seespecifican los porcentajes que interesan a cada una de ellas. Para ob-viar, pues, todos estos inconvenientes, no queda otro recurso que con-seguir que nuestra legislación considere como nacido legal al nacidobiológico, conveniencia que han venido señalando ya hace muchos ariossanitarios tan destacados como VILAR SALINAS, BOSCH MARÍN, ARVELOCURVELO, BLANCO OTERO, etc.

Para completar el estudio de este problema hemos creído conve-niente buscar en el campo del derecho, por si existiera alguna razónjurídica de peso que justificara la vigencia del 'mencionado artículo 30de nuestro Código, en plena segunda mitad del siglo xx; pero tampo-co ha resultado así. En efecto, hay doctrinarios que admiten que lapersonalidad individual existe desde la concepción; otros, que creenque dicha . capacidad jurídica se adquiere con el nacimiento; otros, losmás, aceptan como los anteriores, el origen de la personalidad individualo jurídica en el momento del nacimiento natural o biológico, pero poruna ficción consideran que ya el feto desde el momento de la concep-ción, es portador de derechos para todo aquello que le pueda ser fa-vorable; y finalmente hay una cuarta doctrina, que parece ser la quemás influyó a nuestros legisladores, que exige para el reconocimientode la personalidad individual, no sólo el hecho de que ésta nacieraviva, sino que también demostrara su aptitud para seguir viviendo fueradel claustro materno.

No hay que decir que a la luz de la experiencia médica actual,sería fácil demostrar a los legisladores del ario 1888, aun considerandocomo buena esta última doctrina, que el plazo de veinticuatro horasde vida extrauterina exigida al neonato como prueba de viabilidad, espoco menos que irrisoria, y podríamos demostrarlo con infinidad deejemplos y argumentos médicos, pero dejemos que lo haga por nosotrosun jurista de tanta autoridad corno es el actual Presidente del TribunalSupremo. Dice así el Sr. Castariy Torerías en su libro de Derecho CivilEspañol Común y Foral al comentar el plazo de un día del susodichoartículo 30: "En cuanto al plazo de veinticuatro horas, aunque respon-de a una tradición representada por las Leyes de Toro y la Ley del ma-trimonio civil, no tiene finalidad alguna, puesto que no puede estimarsecomo una verdadera prueba o presunción seria de viabilidad. Un fetoviable puede ser sostenido artificialmente durante más de este tiempo,mientras que un niño viable puede morir antes del plazo legal, por unaccidente cualquiera". Así que, tampoco los juristas encuentran justi-

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ficado el vigente concepto legal del nacido, que es precisamente loque nos interesa demostrar.

En resumen, se ha hecho un breve estudio de la actualidad de laciudad de Igualada, la bondad actual cuyos coeficientes se consideranmás bien como producto de un desplazamiento, en la actualidad, delcampo a las ciudades. Se han señalado las causas de mortalidad infan-til, y se considera que al situarse la tasa media en estos últimos veinteaños por debajo del 20 por mil, refleja un estado de cultura, económicoy social envidiables. Finalmente, se hacen unos comentarios sobre losinconvenientes estadístico-demográficos y falta de justificación jurí-dica del actual concepto legal del nacido vivo, y terminamos con unaPregunta, que a su vez quiere ser una sugerencia a la SOIEDAD CATALANADE PEDIATRÍA.

,Por qué las Sociedades de Pediatría, solas o conjuntamente conlas autoridades sanitarias y los Servicios estadísticos, etc, no intentaninteresar al Ministerio de justicia en la remoción del tantas veces citadoartículo 30 de nuestro Código Civil, que actualmente es considerado,tanto por sanitarios como por los mismos juristas, como anacrónico?