E. T. S. DE ARQUITECTURA (UPM)
Transcript of E. T. S. DE ARQUITECTURA (UPM)
DEPARTAMENTO ESTRUCTURAS DE LA EDIFICACIÓN
E. T. S. DE ARQUITECTURA (UPM)
COMPORTAMIENTO ESTRUCTURAL DE ELEMENTOS DE FÁBRICA REFORZADOS CON MATERIALES
COMPUESTOS AVANZADOS SOLICITADOS A FLEXIÓN Y FLEXOCOMPRESIÓN
SONIA MARTINEZ DE MINGO
ARQUITECTA
DIRECTORES:
MARIA DOLORES GARCÍA ALONSO DOCTORA ARQUITECTA
JOSE PEDRO GUTIÉRREZ JIMÉNEZ
DOCTOR INGENIERO CAMINOS, CANALES Y PUERTOS
2013
Tribunal nombrado por el Mgfco. y Excmo. Sr. Rector de la Universidad
Politécnica de Madrid, el día de de 20 .
Presidente:
Vocal:
Vocal:
Vocal:
Secretario:
Suplente:
Suplente:
Realizado el acto de defensa y lectura de la Tesis el día de de
20 en la E.T.S. de Arquitectura de Madrid de la UPM.
Calificación:
EL PRESIDENTE LOS VOCALES
EL SECRETARIO
A Laura y Miguel
I
AGRADECIMIENTOS
Quiero desde aquí mostrar mi más sincero agradecimiento a todas las personas que
me han prestado su apoyo para realizar esta tesis.
A José Pedro Gutiérrez, director de la tesis en el Instituto Eduardo Torroja, por
abrirme las puertas del centro nada más acabar la carrera e iniciarme en la
investigación y en la vida laboral.
A todos mis compañeros de aquellos tiempos en el Torroja (Estela, Marta, Víctor y
tantos otros) y, en especial, a todo el personal de la nave de ensayos que colaboró
desinteresadamente en la realización de los ensayos.
A la Universidad Politécnica de Madrid, por concederme una beca predoctoral y
ayudas económicas que me permitieron visitar otros centros de investigación en el
extranjero. A los profesores T. Triantafillou y G. Pascale por acogerme en sus
universidades.
A la antigua BETTOR (actual BASF) por facilitarme todo el material de refuerzo
utilizado en los ensayos.
A mi familia, por su constante apoyo, y en especial a Juan Carlos, por su enorme
paciencia, comprensión y cariño durante todos estos años.
Pero si hay una persona que siempre ha creído que esta tesis era posible y me ha
acompañado y guiado durante todo el camino es Mª Dolores García Alonso. Gracias
a su inestimable ayuda este trabajo se ha concluido.
III
ÍNDICE
RESUMEN
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN 3
CAPÍTULO II. OBJETIVOS y MÉTODO SEGUIDO 11
CAPÍTULO III. ESTADO DEL CONOCIMIENTO III.1. Materiales compuestos avanzados III.1.1. Introducción general al uso de los materiales compuestos avanzados en construcción…......... 17 III.1.2. Propiedades de las fibras, matrices y sistemas más empleados…………………………………….. 22 III.1.3. Durabilidad de los materiales compuestos………. 27 III.2. Refuerzo a flexión de estructuras de hormigón
mediante encolado de materiales compuestos III.2.1. Antecedentes………………………………………… 31 III.2.2. Materiales empleados: laminados y adhesivos…. 37 III.2.3. Ejecución del refuerzo …………………………….. 40 III.3. Fenómeno de la transferencia de esfuerzos del
refuerzo al sustrato III.3.1. Adherencia de láminas de materiales compuestos a estructuras de hormigón…………………………. 42
III.3.2. Modelos de adherencia aplicables al cálculo del
anclaje del refuerzo………………….…….............. 46 III.3.3. Modelos de adherencia para prevenir el
desprendimiento del refuerzo debido a la apertura de fisuras en el interior del elemento……………… 54
III.3.4. Campañas experimentales sobre adherencia
entre materiales compuestos y fábrica…………... 60
IV
III.4. Refuerzo a flexión de estructuras de fábrica con materiales compuestos avanzados.
III.4.1. Particularidades de las fábricas…………………… 63
III.4.2. Comportamiento tenso-deformacional de las
fábricas……………………………………………….. 70 III.4.3. Antecedentes: campañas experimentales sobre
refuerzos a flexión en fábricas.……………………. 74
III.4.4. Antecedentes: propuestas de cálculo de refuerzos a flexión en fábricas…....….……………. 86
III.4.5. Ejemplos de daños en fábricas donde es de
aplicación el refuerzo a flexión con materiales compuestos. Aplicaciones reales….……………... 95
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
IV.1. Ensayos de adherencia de refuerzos de fibra de carbono a probetas de fábrica deterioradas
IV.1.1. Materiales..………………………………………….. 115 IV.1.2. Series..………………………………………………. 117 IV.1.3. Aplicación del refuerzo…………………………….. 118 IV.1.4. Procedimiento de ensayo..………………………… 119 IV.1.5. Modos de fallo ……………..………………………. 121 IV.1.6. Resultados…………………………………..……… 123 IV.1.7. Análisis de los resultados..………………………. 128 IV.1.8. Conclusiones..………………………………………. 133
IV.2. Ensayos de flexocompresión en probetas de fábrica reforzadas exteriormente con polímeros reforzados con fibras (FRP)
IV.2.1. Materiales..………………………………………….. 136 IV.2.2. Series..………………………………………………. 137 IV.2.3. Procedimiento de ensayo..………………………… 139 IV.2.4. Modos de fallo ……………..………………………. 140 IV.2.5. Resultados…………………………………..………. 145 IV.2.6. Análisis de los resultados..………………………… 146 IV.2.7. Conclusiones..………………………………………. 159
V
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA PARA SU APLICACIÓN AL CÁLCULO DEL ANCLAJE DE REFUERZOS DE FRP EN FÁBRICAS
V.1. Análisis previo de los modelos de adherencia
revisados 165 V.2. Base de datos con ensayos publicados sobre
adherencia de materiales compuestos a fábricas V.2.1. Criterios para la inclusión de ensayos en la base de datos.…………………………........................... 173 V.2.2. Predicción de la carga última de los ensayos de la base de datos con los modelos seleccionados 175
V.3. Análisis de las predicciones con los distintos modelos 176 V.4. Conclusiones 183
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
VI.1. Planteamiento y desarrollo del método
VI.1.1. Introducción………………………….……………… 187 VI.1.2. Bases de cálculo………………………….………… 189 VI.1.3. Dominios de deformación de las secciones en el estado límite de agotamiento resistente…………. 195 VI.1.4. Cuantías de refuerzo que limitan los dominios… 198 VI.1.5. Capacidad resistente última de muros
flexocomprimidos reforzados exteriormente con láminas de FRP……………………………………. 203
VI.1.6. Resumen de la formulación propuesta…………… 215
VI.2. Base de datos de ensayos de flexión y flexocompresión 217 VI.3. Revisión del método sin aplicar coeficientes de
seguridad 221 VI.4. Determinación de la deformación efectiva de cálculo
del refuerzo a efectos de adherencia 226
VI.5. Revisión del método incorporando la seguridad de los materiales 234
VI.6. Conclusiones 237
VI
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES EN LA CAPACIDAD RESISTENTE DEL MURO REFORZADO
VII.1. Introducción 241 VII.2. Variable: axil soportado por el muro
VII.2.1. Incidencia del axil en el modo de fallo…….……… 244 VII.2.2. Incidencia del axil en la capacidad resistente a flexión del muro reforzado ………………………… 246
VII.3. Variable: deformación efectiva de cálculo del refuerzo
VII.3.1. Deformación efectiva de cálculo para los tres refuerzos considerados………………………. 250 VII.3.2. Incidencia de la deformación de cálculo del refuerzo en el modo de fallo…….………………… 251 VII.3.3. Incidencia en los cálculos del valor adoptado como deformación efectiva de cálculo………....... 253 VII.3.4. Diagramas adimensionales axil-momento………. 259
VII.4. Variable: rigidez del refuerzo 262 VII.5. Variación del diagrama de cálculo de la fábrica 266 VII.6. Incremento de momento obtenido con el refuerzo 274 VII.7. Conclusiones 280
CAPÍTULO VIII. Consideraciones finales y conclusiones VIII.1. Resumen de los trabajos realizados 285 VIII.2. Aportaciones de la tesis 289 VIII.3. Conclusiones 291 VIII.4. Sugerencias para futuras investigaciones 297
BIBLIOGRAFÍA 301
ANEXOS Anexo A. Notación Anexo B. Tablas relativas a la base de datos de ensayos
simplificados de adherencia FRP-fábrica Anexo C. Tablas relativas a la base de datos de ensayos de flexión
y flexocompresión de fábricas reforzadas con FRP
VII
RESUMEN
El refuerzo de estructuras existentes mediante el encolado exterior de láminas de
polímeros reforzados con fibras (FRP) se ha convertido en la aplicación más común de los
materiales compuestos avanzados en construcción. Estos materiales presentan muchas
ventajas frente a los materiales convencionales (sin corrosión, ligeros, de fácil aplicación,
etc.). Pero a pesar de las numerosas investigaciones realizadas, aún persisten ciertas
dudas sobre algunos aspectos de su comportamiento y las aplicaciones prácticas se
llevan a cabo sólo con la ayuda de guías, sin que haya una normativa oficial. El objetivo
de este trabajo es incrementar el conocimiento sobre esta técnica de refuerzo, y más
concretamente, sobre el refuerzo a flexión de estructuras de fábrica.
Con frecuencia el elemento reforzado es de hormigón armado y las láminas de FRP
encoladas al exterior sirven para mejorar su resistencia a flexión, cortante o compresión
(encamisados). Sin embargo su empleo en otros materiales como las estructuras de
fábrica resulta muy prometedor. Las fábricas se caracterizan por soportar muy bien los
esfuerzos de compresión pero bastante mal los de tracción. Adherir láminas de materiales
compuestos puede servir para mejorar la capacidad resistente de elementos de fábrica
sometidos a esfuerzos de flexión. Pero para ello, debe quedar garantizada una correcta
adherencia entre el FRP y la fábrica, especialmente en edificios antiguos cuya superficie
puede estar deteriorada por encontrarse a la intemperie o por el propio paso del tiempo.
En el capítulo II se describen los objetivos fundamentales del trabajo y el método seguido.
En el capítulo III se hace una amplia revisión del estado de conocimiento sobre el tema.
En el apartado III.1 se detallan las principales características y propiedades mecánicas de
VIII
fibras, matrices y materiales compuestos así como sus principales aplicaciones, haciendo
especial hincapié en aspectos relativos a su durabilidad. En el apartado III.2 se incluye
una revisión histórica de las líneas de investigación, tanto teóricas como empíricas,
publicadas sobre estructuras de hormigón reforzadas a flexión encolando materiales
compuestos. El apartado III.3 se centra en el aspecto fundamental de la adherencia
refuerzo-soporte. Se hace un repaso a distintos modelos propuestos para prevenir el
despegue distinguiendo si éste se inicia en la zona de anclaje o si está inducido por
fisuras en la zona interior del elemento. Se observa falta de consenso en las propuestas.
Además en este punto se relatan las campañas experimentales publicadas acerca de la
adherencia entre materiales compuestos y fábricas.
En el apartado III.4 se analizan las particularidades de las estructuras de fábrica.
Además, se revisan algunas de las investigaciones relativas a la mejora de su
comportamiento a flexión mediante láminas de FRP. El comportamiento mecánico de
muros reforzados solicitados a flexión pura (sin compresión) ha sido documentado por
varios autores, si bien es una situación poco frecuente en fábricas reales. Ni el
comportamiento mecánico de muros reforzados solicitados a flexocompresión ni la
incidencia que el nivel de compresión soportado por la fábrica tiene sobre la capacidad
resistente del elemento reforzado han sido suficientemente tratados.
En cuanto a los trabajos teóricos, las diferentes propuestas se basan en los métodos
utilizados para hormigón armado y comparten los principios habituales de cálculo. Sin
embargo, presentan diferencias relativas, sobre todo, a tres aspectos: 1) la forma de
modelar el comportamiento de la fábrica, 2) el valor de deformación de cálculo del
refuerzo, y 3) el modo de fallo que se considera recomendable buscar con el diseño. A
pesar de ello, el ajuste con la parte experimental de cada trabajo suele ser bueno debido a
una enorme disparidad en las variables consideradas. Cada campaña presenta un modo
de fallo característico y la formulación que se propone resulta apropiada para él. Parece
necesario desarrollar un método de cálculo para fábricas flexocomprimidas reforzadas con
FRP que pueda ser utilizado para todos los posibles fallos, tanto atribuibles a la lámina
como a la fábrica.
En el apartado III.4 se repasan algunas lesiones habituales en fábricas solicitadas a
flexión y se recogen ejemplos de refuerzos con FRP para reparar o prevenir estos daños.
IX
Para mejorar el conocimiento sobre el tema, se llevan a cabo dos pequeñas campañas
experimentales realizadas en el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja.
La primera acerca de la adherencia de materiales compuestos encolados a fábricas
deterioradas (apartado IV.1) y la segunda sobre el comportamiento estructural a
flexocompresión de probetas de fábrica reforzadas con estos materiales (apartado IV.2).
En el capítulo V se analizan algunos de los modelos de adherencia propuestos para
prevenir el despegue del extremo del refuerzo. Se confirma que las predicciones
obtenidas con ellos resultan muy dispares. Se recopila una base de datos con los
resultados experimentales de campañas sobre adherencia de FRP a fábricas extraídas de
la literatura y de los resultados propios de la campaña descrita en el punto IV.1. Esta base
de datos permite conocer cual de los métodos analizados resulta más adecuado para
dimensionar el anclaje de láminas de FRP adheridas a fábricas.
En el capítulo VI se propone un método para la comprobación en agotamiento de
secciones de fábrica reforzadas con materiales compuestos sometidas a esfuerzos
combinados de flexión y compresión. Está basado en el procedimiento de cálculo de la
capacidad resistente de secciones de hormigón armado pero adaptado a las fábricas
reforzadas. Para ello, se utiliza un diagrama de cálculo tensión deformación de la fábrica
de tipo bilineal (acorde con el CTE DB SE-F) cuya simplicidad facilita el desarrollo de toda
la formulación al tiempo que resulta adecuado para predecir la capacidad resistente a
flexión tanto para fallos debidos al refuerzo como a la fábrica. Además se limita la
deformación de cálculo del refuerzo teniendo en consideración ciertos aspectos que
provocan que la lámina adherida no pueda desarrollar toda su resistencia, como el
desprendimiento inducido por fisuras en el interior del elemento o el deterioro
medioambiental. En concreto, se propone un “coeficiente reductor por adherencia” que se
determina a partir de una base de datos con 68 resultados experimentales procedentes de
publicaciones de varios autores y de los ensayos propios de la campaña descrita en el
punto IV.2. También se revisa la formulación propuesta con ayuda de la base de datos.
En el capítulo VII se estudia la incidencia de las principales variables, como el axil, la
deformación de cálculo del refuerzo o su rigidez, en la capacidad final del elemento. Las
conclusiones del trabajo realizado y las posibles líneas futuras de investigación se
exponen en el capítulo VIII.
XI
ABSTRACT Strengthening of existing structures with externally bonded fiber reinforced polymers (FRP)
has become the most common application of advanced composite materials in
construction. These materials exhibit many advantages in comparison with traditional ones
(corrosion resistance, light weight, easy to apply, etc.). But despite countless researches
have been done, there are still doubts about some aspects of their behaviour and
applications are carried out only with the help of guidelines, without official regulations. The
aim of this work is to improve the knowledge on this retrofitting technique, particularly in
regard to flexural strengthening of masonry structures.
Reinforced concrete is often the strengthened material and external glued FRP plates are
used to improve its flexural, shear or compressive (by wrapping) capacity. However the
use of this technique on other materials like masonry structures looks promising.
Unreinforced masonry is characterized for being a good material to support compressive
stresses but really bad to withstand tensile ones. Glue composite plates can improve the
flexural capacity of masonry elements subject to bending. But a proper bond between FRP
sheet and masonry must be ensured to do that, especially in old buildings whose surface
can be damaged due to being outside or ageing.
The main objectives of the work and the methodology carried out are described In Chapter II.
An extensive overview of the state of art is done in Chapter III. In Section III.1 physical
and mechanical properties of fibers, matrix and composites and their main applications are
XII
related. Durability aspects are especially emphasized. Section III.2 includes an historical
overview of theoretical and empirical researches on concrete structures strengthened
gluing FRP plates to improve their flexural behaviour. Section III.3 focuses on the critical
point of bonding between FRP and substrate. Some theoretical models to prevent
debonding of FRP laminate are reviewed, it has made a distinction between models for
detachment at the end of the plate or debonding in the intermediate zones due to the
effects of cracks. It is observed a lack of agreement in the proposals. Some experimental
studies on bonding between masonry and FRP are also related in this chapter.
The particular characteristics of masonry structures are analyzed in Section III.4. Besides some empirical and theoretical investigations relative to improve their flexural capacity with
FRP sheets are reviewed. The mechanical behaviour of strengthened walls subject to pure
bending (without compression) has been established by several authors, but this is an
unusual situation for real masonry. Neither mechanical behaviour of walls subject to
bending and compression nor influence of axial load in the final capacity of the
strengthened element are adequately studied.
In regard to theoretical studies, the different proposals are based on reinforced concrete
analytical methods and share common design principles. However, they present
differences, especially, about three aspects: 1) the constitutive law of masonry, 2) the
value of ultimate FRP strain and 3) the desirable failure mode that must be looked for. In
spite of them, a good agreement between each experimental program and its theoretical
study is often exhibited due to enormous disparity in considered test parameters. Each
experimental program usually presents a characteristic failure mode and the proposed
formulation results appropriate for this one. It seems necessary to develop a method for
FRP strengthened walls subject to bending and compression enable for all failure modes
(due to FRP or masonry).
Some common damages in masonry subject to bending are explained in Section III.4. Examples of FRP strengthening to repair or prevent these damages are also written. Two small experimental programs are carried out in Eduardo Torroja Institute to improve
the knowledge on this topic. The first one is concerned about the bond between FRP
plates and damaged masonry (section IV.1) and the second one is related to the
mechanical behaviour of the strengthened masonry specimens subject to out of plane
bending combined with axial force (section IV.2).
XIII
In the Chapter V some bond models to prevent the debonding at the FRP plate end are
checked. It is confirmed that their predictions are so different. A pure-shear test database
is compiled with results from the existing literature and others from the experimental
program described in section IV.1. This database lets know which of the considered model
is more suitable to design anchorage lengths of glued FRP to masonry.
In the Chapter VI a method to check unreinforced masonry sections with external FRP
strengthening subject to bending and compression to the ultimate limit state is proposed.
This method is based on concrete reinforced one, but it is adapted to strengthened
masonry. A bilinear constitutive law is used for masonry (according to CTE DB SE-F). Its
simplicity helps to develop the model formulation and it has proven to be suitable to predict
bending capacity either for FRP failures or masonry crushing. With regard to FRP, the
design strain is limited. It is taken into account different aspects which cause the plate
can’t reach its ultimate strength, like intermediate FRP debonding induced by opening
cracking or environmental damage. A “bond factor” is proposed. It is obtained by means of
an experimental bending test database that includes 68 results from the existing literature
and from the experimental program described in section IV.2. The proposed formulation
has also been checked with the help of bending database.
The effects of the main parameters, like axial load, FRP design effective strain or FRP
stiffness, on the bending capacity of the strengthened element are studied in Chapter VII. Finally, the main conclusions from the work carried out are summarized in Chapter VIII. Future lines of research to be explored are suggested as well.
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN
3
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN
El parque de construcciones existentes es cada vez más antiguo lo que provoca que el
número de edificios a rehabilitar vaya en aumento. La rehabilitación a menudo implica
intervenir sobre la estructura del edificio. En muchos casos se trata de edificaciones
deterioradas por el paso del tiempo, o que han sufrido algún tipo de daño, y el objetivo de
la intervención es “reparar” o recobrar su capacidad resistente original. En otros casos, no
hay un daño previo, sino que se trata de una operación de “refuerzo” donde se busca
aumentar la resistencia o rigidez de la estructura de origen porque el edificio ha cambiado
de uso, porque se produjo algún error en su fase de proyecto o ejecución, o porque las
normativas, cada vez más exigentes, modifican los requisitos que se requieren a la
estructura en servicio.
El avance que experimentaron los adhesivos estructurales entre finales de los años
sesenta y principios de los setenta permitió el desarrollo de técnicas de refuerzo basadas en la adición por encolado de refuerzos exteriores: primero fueron las
chapas de acero adheridas con formulaciones epoxi y, décadas después, los laminados
de materiales compuestos avanzados. El fundamento de ambas técnicas es similar al
empleo de armaduras de acero en el hormigón armado: consisten en adherir
estratégicamente un elemento adicional o refuerzo capaz de resistir un esfuerzo de
tracción (refuerzo a flexión) o cortante, que el propio elemento original no es capaz de
soportar, bien porque su armadura resulta insuficiente (hormigón armado) bien porque se
carece de ella (hormigón en masa o fábrica). El refuerzo vendría a ser una armadura
externa que complementa, si existe, a la armadura interior.
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN
4
En estos casos, lo habitual es que los refuerzos se adhieran sin descargar totalmente la
estructura por lo que entran en carga a partir de un determinado estado tensional de la
misma y se movilizan sólo cuando se produce un incremento de la solicitación (refuerzo de tipo pasivo). Son adecuados cuando se busca incrementar el margen de seguridad de
un elemento frente a estados límite últimos (más que para el estado límite de servicio) y
para aumentar la resistencia del mismo ante acciones poco frecuentes, Molins (2004).
El primer ejemplo documentado de un refuerzo con chapas de acero encoladas data de
1964, en un edificio de apartamentos de Durban, Sudáfrica. En España, la primera
intervención tuvo lugar en 1969 mediante el refuerzo de unas vigas en un edificio de
viviendas situado en la C/ Arturo Soria de Madrid bajo la dirección y proyecto de
Fernández Cánovas, Luizaga (2005). A partir de ese momento, el encolado de bandas de
acero como solución de refuerzo se fue generalizando. Durante décadas ha resultado
eficaz como refuerzo a flexión, sobre todo, para incrementar la capacidad flectora frente a
momentos “positivos” de forjados y vigas de hormigón armado. También se ha utilizado
como refuerzo a cortante, adhiriendo las chapas a las caras de vigas, generalmente, de
forma simultánea al refuerzo a flexión. Con esta técnica se pueden obtener niveles de
refuerzo algo menores que con el recrecido de hormigón o la adición de perfiles metálicos
(se limita a incrementar la armadura sin aumentar la sección del elemento) pero con la
ventaja de alterar en menor medida las dimensiones del elemento original y de resultar
menos difícil su ejecución (del Río, 2008). No obstante, también presenta inconvenientes
como son la posible corrosión de las chapas en ambientes agresivos, la dificultad de
transportarlas y manejarlas cuando los refuerzos tienen cierta longitud y que, al ser
rígidas, se adaptan mal a elementos no planos.
El encolado de láminas de polímeros reforzados con fibras o FRP (del inglés “fiber
reinforced polymer”) ha ido desplazando el empleo de las bandas de acero gracias a sus
elevadas prestaciones mecánicas, su ligereza (unas cinco veces más ligero que el acero)
y su resistencia a ambientes corrosivos, Meier (1997). Se presentan en formatos flexibles
o semirígidos lo que facilita su transporte en forma de rollos, permite ejecutar refuerzos de
gran longitud sin juntas intermedias y facilita el refuerzo de estructuras no planas. Su
montaje es sencillo y rápido, no requieren apenas medios auxiliares y los tiempos de
ejecución son mínimos por lo que pueden resultar competitivos a pesar del alto precio del
material. No presentan los problemas de corrosión del acero y su durabilidad, si se
fabrican, diseñan y ejecutan correctamente, puede ser muy buena.
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN
5
Las primeras investigaciones orientadas a emplear materiales compuestos encolados
como refuerzo estructural tienen lugar a partir de 1985 en el Laboratorio Suizo de
Materiales de Zurich (EMPA) dirigidas por el profesor Meier, Hollaway (1999). Meier sería
el primero en realizar una aplicación práctica con refuerzos de fibra de carbono en el
puente Ibach en Lucerna, Suiza, en el año 1991. Si bien con anterioridad, entre 1986 y
1987, se reforzó otro puente con laminados de fibra de vidrio en Alemania, el “Kattenbush
Bridge”. En España, el primer ejemplo fue el refuerzo del puente del Dragó en Barcelona
en 1996 (figura I.1). Los puentes y otras construcciones de obra civil han sido objeto de
las primeras aplicaciones. Desde entonces, esta técnica se ha extendido y su empleo es
creciente. Aunque hay experiencias con otros materiales (fábrica o madera) las
aplicaciones más frecuentes se han hecho en hormigón bien sea como refuerzo a flexión
de forjados, losas o vigas, refuerzo a cortante en vigas, o zunchado de soportes.
El éxito de una intervención mediante el encolado de materiales compuestos avanzados,
como en el caso de las chapas de acero, reside en la efectividad de la “unión”. Es en la
zona de contacto o “interface” donde tiene lugar la transferencia de esfuerzos rasantes
entre el elemento original y el refuerzo. Por ello, resulta fundamental controlar que las
tensiones tangenciales que solicitan esta zona de contacto no resulten excesivas, que no
provoquen el desprendimiento del laminado. En el caso de laminados de gran rigidez y
resistencia este aspecto puede ser crítico por lo que este tema ha sido, y continua siendo,
objeto de numerosas investigaciones (Oller, 2005). Gran parte de las recomendaciones de
las guías técnicas van encaminadas a evitar el fallo prematuro por desprendimiento,
haciendo especial hincapié en la necesidad de una buena preparación previa del soporte.
a) b)
Figura I.1. Puente del Dragó en Barcelona (Gómez Pulido, 2003): a) daños en la viga de
borde tras el impacto de un vehículo, b) imagen tras la reparación.
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN
6
Como particularidad a tener en cuenta en el diseño de refuerzos con materiales
compuestos está su comportamiento elástico lineal hasta rotura (sin reserva plástica y
con rotura frágil). Para que los elementos de hormigón reforzado tengan un
comportamiento más dúctil se recomienda diseñar el refuerzo de forma que el fallo se
produzca por compresión del hormigón o por la pérdida de acción del refuerzo pero
siempre tras la plastificación de la armadura interior de acero. Para otro tipo de material,
como fábricas, no hay establecida una recomendación clara al respecto.
En cuanto a su durabilidad, su potencial es enorme si tenemos en cuenta que se
emplean cuando se necesita un material de elevadas prestaciones mecánicas en
condiciones ambientales muy exigentes, como es el caso de la industria aeroespacial. Si
bien en estos casos se elaboran en fábrica por moldeo en autoclaves bajo condiciones
medioambientales controladas de forma estricta. Muy alejado por tanto de las condiciones
en las que se refuerza estructuralmente una construcción ya existente, que
necesariamente se ejecuta “in situ”, máxime si se trata de un producto no preconformado
que se cura en las condiciones medioambientales de la propia obra. Incluso si el producto
viene preconformado, el adhesivo que une el refuerzo al sustrato se aplicará en obra, sin
apenas control de las condiciones de temperatura y humedad.
No obstante, lo anterior tampoco debe traducirse en una suspicacia tal que suponga no
utilizarlos puesto que todos los materiales empleados en construcción son vulnerables
bajo determinadas circunstancias. A su favor está que los polímeros reforzados con fibras
(FRP) no sufren corrosión como el acero. Además los compuestos de fibra de carbono
presentan una durabilidad superior al resto, incluso con propiedades, como la resistencia
a fatiga, mejores que los materiales convencionales.
Quizás el aspecto más comprometido sea la pérdida de acción del refuerzo a altas
temperaturas (incendio) que afectan tanto al adhesivo como a la matriz del propio
material. Se puede intentar alcanzar el grado de protección necesario mediante
recubrimientos ignífugos lo que, dependiendo del caso, puede resultar difícil a no ser que
se empleen protecciones de espesor considerable. Por ello a menudo se recomienda
prescindir de la colaboración del refuerzo en caso de incendio, que la resistencia a fuego
quede garantizada únicamente por el elemento original.
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN
7
El trabajo aquí presentado se centra en la aplicación de los materiales compuestos avanzados como refuerzo exterior a flexión de estructuras de fábrica.
La solicitación predominante en este tipo de estructuras es la compresión si bien ésta
difícilmente se encuentra perfectamente centrada por lo que lo habitual son situaciones de
flexocompresión. En un material sin resistencia a tracción, es la propia compresión la que
dota a la fábrica de cierta capacidad, aunque muy limitada, para resistir momentos. En
determinadas circunstancias donde las solicitaciones de flexión sean o puedan llegar a ser
importantes, tiene interés adherir el material compuesto como refuerzo que resista los
esfuerzos de tracción que la fábrica, por si misma, no es capaz de soportar.
La presente tesis pretende ayudar a establecer criterios y pautas para el diseño y cálculo
de estos refuerzos en fábricas centrándose en tres aspectos que se consideran
importantes: 1) la adherencia del refuerzo a un soporte que, como en el caso de las
fábricas antiguas, puede estar superficialmente deteriorado, 2) el calculo del elemento
reforzado modelando adecuadamente la contribución de los dos materiales, fábrica y
material compuesto, e incorporando parámetros que tengan en cuenta la imposibilidad del
material de refuerzo de desarrollar toda su capacidad resistente una vez adherido a un
soporte sometido a esfuerzos de flexión y 3) el grado de mejora en la capacidad resistente
a flexión de la fábrica, o incluso la viabilidad de la propia operación de refuerzo, en función
de nivel de compresión soportado por la misma.
A pesar de la proximidad al tema objeto de estudio, quedan fuera del ámbito de la tesis
otras aplicaciones de los materiales compuestos al refuerzo de fábricas tales como
encolar láminas para el refuerzo a cortante o insertar barras en la fábrica como refuerzo a
flexión.
CAPÍTULO II. OBJETIVOS y MÉTODO SEGUIDO
CAPÍTULO II. OBJETIVOS y MÉTODO SEGUIDO
11
CAPÍTULO II. OBJETIVOS y MÉTODO SEGUIDO
El objetivo fundamental de la tesis consiste en conocer y modelar el comportamiento de
elementos de fábrica reforzados con materiales compuestos, solicitados a flexión y
flexocompresión, dentro del ámbito de la edificación. Con ello se pretende contribuir a
incrementar los conocimientos necesarios que permitan en un futuro la redacción de
normas de proyecto y ejecución de refuerzo en estructuras de edificación utilizando
materiales compuestos.
Para conseguir este objetivo final se plantean los siguientes objetivos parciales:
- Establecer herramientas de cálculo, de aplicación práctica sencilla, con las que
dimensionar refuerzos adheridos a fábricas para que no presenten fallos por
desprendimiento. Para ello se estudian trabajos teóricos y experimentales publicados
acerca de la adherencia de láminas de polímeros reforzados con fibras (FRP) a
soportes de hormigón y de fábrica.
- Desarrollar un procedimiento de cálculo con el que comprobar secciones de fábrica
reforzadas con materiales compuestos solicitadas a flexión y flexocompresión. El
método de cálculo se plantea de forma que se puedan comprobar todos los modos de
fallo que supongan el agotamiento de la estructura sometida a solicitaciones de flexión
y flexocompresión, tanto atribuibles a la lámina (por ruptura o desprendimiento) como
por compresión de la fábrica.
- Conocer la incidencia de las principales variables consideradas en el método (axil
soportado, rigidez del refuerzo, etc.) en la efectividad de la operación de refuerzo.
- Establecer las hipótesis fundamentales sobre el comportamiento mecánico de fábricas
reforzadas con FRP sometidas a solicitaciones de flexocompresión.
CAPÍTULO II. OBJETIVOS y MÉTODO SEGUIDO
12
El método o procedimiento seguido para alcanzar estos objetivos ha sido:
1) Se realiza una revisión bibliográfica exhaustiva sobre el tema del refuerzo a flexión y
flexocompresión de elementos de hormigón y de fábrica reforzados mediante
encolado de materiales compuestos avanzados. Esta revisión sirve para ahondar en
los conocimientos existentes sobre el tema y para detectar aquellos aspectos sobre
los que persisten dudas acerca del comportamiento teórico del elemento reforzado.
2) Se plantea y desarrolla un pequeño programa experimental sobre la adherencia de
laminados preconformados de fibra de carbono a probetas de fábrica de ladrillo.
Algunas de las probetas se someten a un proceso de daño (ciclos de hielo-deshielo,
frío-calor, etc.) para provocar un deterioro superficial que asemeje al que presentan
fábricas expuestas a la intemperie o deterioradas por el paso del tiempo. Se analizan
los resultados y se extraen conclusiones.
3) Tras advertir la dificultad de establecer un criterio único para dimensionar el anclaje
del refuerzo, se realiza un análisis comparativo de varios modelos de adherencia
aplicables a la zona de anclaje. Los modelos se seleccionan por su repercusión en
otros trabajos o por ser formulaciones específicas para fábricas.
4) Con ayuda de la base de datos creada con ensayos, propios y publicados por otros
investigadores, sobre adherencia entre láminas de FRP y fábrica se analiza cual de
los métodos anteriores resulta más apropiado para dimensionar el anclaje en
refuerzos de FRP adheridos a fábricas.
5) Se plantea y desarrolla un método o procedimiento de cálculo que permita el
dimensionado y comprobación de secciones de fábrica reforzadas con materiales
compuestos solicitadas a flexocompresión.
6) Se plantea y desarrolla un pequeño programa experimental con ensayos de
flexocompresión sobre probetas de fábrica de ladrillo macizo reforzadas con distinta
cuantía y tipo de refuerzo de fibra de carbono y distinto nivel de compresión. Se
analizan los resultados y se extraen conclusiones.
CAPÍTULO II. OBJETIVOS y MÉTODO SEGUIDO
13
7) Con ayuda de una base de datos creada con los resultados de los ensayos de
flexocompresión propios, y otros, de flexión y flexocompresión, publicados por
diversos autores, se comprueba el procedimiento de cálculo propuesto.
8) Esta misma base de datos se utiliza para establecer un procedimiento con el que
estimar la deformación de cálculo de la lámina a efectos de adherencia a emplear en
el cálculo de refuerzos de FRP a muros de fábrica.
9) Se estudia la incidencia que las principales variables consideradas en el método de
cálculo tienen sobre la capacidad resistente última y el modo de fallo del muro
reforzado.
10) Para finalizar, se extraen conclusiones que ayuden a conocer y modelar el
comportamiento de elementos reforzados con materiales compuestos, solicitados a
flexión y flexocompresión, y se elabora una propuesta de futuras líneas para continuar
la investigación realizada.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
17
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
III.1. MATERIALES COMPUESTOS AVANZADOS
III.1.1. Introducción general al uso de los materiales compuestos avanzados en
construcción Material compuesto es aquel constituido por al menos dos fases: una mayoritaria que
conforma el material y que se conoce como matriz, y otra fase, o fases, discontinua
conocida como fibra o refuerzo. La finalidad de fabricar un material compuesto es siempre
mejorar las propiedades de los materiales que lo constituyen. Ya desde antiguo se han
empleado materiales compuestos en construcción resultado de la sabia combinación de
dos o más materiales con propiedades mecánicas muy diferentes; ejemplo de ello son el
tapial o el propio hormigón estructural. Pero con el término materiales compuestos avanzados suele referirse a materiales no tradicionales formados por pequeños
filamentos o fibras, que aún con excelentes características mecánicas, no habían podido
aprovecharse en construcción por su fragilidad. Sin embargo, embebidos en una matriz de
otro material, que los envuelve y protege, pueden emplearse con eficacia para usos
estructurales.
En realidad, los materiales compuestos avanzados se han venido utilizando desde hace
décadas en la industria aeronáutica para resolver problemas estructurales con elementos
extraordinariamente ligeros; en la industria militar por sus buenas prestaciones
mecánicas; en el campo de la automoción para producir piezas en serie con un alto grado
de fiabilidad; o en la industria deportiva de alta competición.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
18
A diferencia de estos campos, en construcción el factor económico es determinante por lo
que su elevado precio ha justificado su uso minoritario. Pero esta circunstancia está
cambiando: por un lado su empleo se extiende con lo que materias primas como el
carbono se abaratan, y por otro, su ligereza y facilidad de montaje hace que resulten
económicamente competitivos en muchas aplicaciones (Hollaway, 2007). De hecho, los
materiales compuestos avanzados se han introducido en la industria de la construcción,
sobre todo en ingeniería civil, donde es posible encontrar tableros de puentes y perfiles
estructurales realizados por pultrusión, barras de polímeros reforzados para el armado de
hormigón o tendones de cables para realizar puentes suspendidos (De Diego, 2008). En
edificación la aplicación más extendida es el refuerzo exterior encolando laminados.
Aunque el presente trabajo se centra en productos con matrices de tipo plástico que son
los empleados como refuerzo estructural, las combinaciones posibles de fibras y matrices
son muchas. Además de las matrices de tipo plástico, existen matrices metálicas,
cerámicas, cementicias, etc. Existe también variedad de fibras. Como cabría esperar,
cada sistema fibra-matriz posee unas características propias, que además dependen del
porcentaje en contenido de fibra así como de la disposición y orientación de la misma.
Incluso las propiedades de la interfase, zona de contacto entre fibra y matriz, repercuten
en la respuesta a ambientes húmedos o agresivos, o en la tenacidad del producto final.
Los procesos de fabricación son también muy variados y determinan en gran medida la
calidad del material. De la combinación de todos los factores anteriores resulta una
enorme gama de formulaciones con distintos campos de aplicación. Miravete (1994,
2000), Escudero (2001), Gómez Pulido (2001) y Recuero (2001) recogen en sus
publicaciones distintos sistemas fibra-matriz y sus aplicaciones más frecuentes.
La diversidad y la capacidad de perfilar el material que se está fabricando es tal, que se
puede llegar a diseñar un material concreto para resolver una necesidad específica (en
ocasiones se refiere a ellos como materiales “a la carta”). Pero la enorme variedad de
formulaciones, que sin duda constituye una ventaja, también conlleva inconvenientes
como la dificultad de estandarizar y normalizar estos productos, requisito imprescindible,
para generalizar su uso en la industria de la construcción.
En construcción destacan los polímeros reforzados con fibras (del inglés “fiber
reinforced polymer”). Están constituidos por una matriz orgánica, bien termoestable
(poliésteres, vinilo, éster, epoxi, fenólica) bien termoplástica (nylon, polipropileno,
poliamida) que se refuerza con fibras de vidrio, boro, carbono o aramida. Los más
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
19
habituales son los de fibra de carbono, vidrio y aramida con matrices termoestables
(generalmente, poliésteres para el vidrio y epoxídicas para el carbono).
En general, puede decirse que los polímeros reforzados con fibra de vidrio permiten
soluciones de refuerzo más dúctiles (bueno para refuerzo en zonas sísmicas) siendo los
más utilizados por su buena relación propiedades/coste; los de fibra de aramida, menos
usados, son adecuados para aplicaciones donde sea necesaria una gran tenacidad;
mientras que los fibra de carbono, aunque de precio mayor, son los que presentan
mejores perspectivas de futuro debido a su buena durabilidad en ambientes agresivos,
buen comportamiento a fatiga, elevada resistencia mecánica y rigidez, Meier (1992).
Las ventajas del empleo de los plásticos reforzados con fibras con fines estructurales son
enormes: su elevada resistencia a tracción en el sentido longitudinal de las fibras, su
ligereza (que facilita su transporte y puesta en obra, que no añade cargas muertas a una
estructura existente), su resistencia a la corrosión, etc. Estas propiedades ventajosas
comienzan a ser bien conocidas en el campo de la construcción, pero existen otras
particularidades o inconvenientes que no deben olvidarse cuando se emplean con fines
estructurales, tales como: un comportamiento elástico lineal hasta rotura (rotura frágil, sin
reserva plástica), una fuerte anisotropía (salvo excepciones, sus propiedades mecánicas
son muy sensibles a la orientación de la fibras), o su posible degradación a lo largo del
tiempo o sometido a altas temperaturas. Los dos primeros puntos (material elástico lineal
y anisótropo) se solventan con un adecuado diseño y cálculo. En el punto III.2.1. de este
trabajo se recogen recomendaciones hechas por diversos autores para conseguir un
comportamiento dúctil de estructuras de hormigón armado reforzadas con materiales
compuestos. El tema clave de la durabilidad de los materiales compuestos se trata en el
punto III.1.3.
Los principales formatos para aplicaciones estructurales de los polímeros reforzados
con fibras en construcción son:
- Barras o redondos como armadura, pasiva o activa, en el hormigón en sustitución
de las armaduras de acero, sobre todo en construcciones en ambientes corrosivos o
donde se precise transparencia a las ondas electromagnéticas. Las primeras fueron
barras pultrusionadas de fibra de vidrio, pero la fibra de vidrio más común y
económica, vidrio E, presenta problemas de durabilidad si está en contacto directo con
el hormigón. Hoy en día se sabe que es necesario utilizar fibras de vidrio resistentes a
los álcalis, vidrio AR. Una buena alternativa es utilizar barras con fibra de carbono que
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
20
presentan una buena durabilidad en contacto con los álcalis del hormigón. A veces
estas barras se emplean como refuerzo estructural (previa acanaladura de la
estructura existente para introducir el nuevo armado). Incluso, se utilizan pretensadas
para atirantar estructuras abovedadas en intervenciones de restauración y
rehabilitación estructural (por ejemplo, con barras de aramida que son muy tenaces).
- Cables y tendones pretensados, fundamentalmente de carbono y aramida, para la
construcción de puentes suspendidos o de anclajes en plataformas petrolíferas. En
este campo el sistema de anclaje es un punto clave ya que de su diseño depende que
no se produzcan concentraciones excesivas de tensión en el material.
- Perfiles pultrusionados y tableros para estructuras de obra nueva. La palabra
pultrusión hace referencia a su proceso de fabricación que consiste en tirar (“pull”) de
los refuerzos impregnados en resina a través de una hilera o molde (extrusión). Los
perfiles pultrusionados que comúnmente podemos encontrar en el mercado están
realizados de fibra de vidrio E y resinas poliméricas, pero es posible fabricarlos con
otras fibras y matrices.
Se trata de piezas con un peso del orden de cuatro veces menos que su equivalente en
acero, lo que facilita su transporte y montaje. En cuanto a sus propiedades mecánicas,
ofrecen una resistencia semejante al acero pero, en cambio, son mucho más flexibles
(módulo de elasticidad próximo al del hormigón). Dado que se forman en continuo se
pueden realizar macizos o huecos, rectilíneos o curvados, pero generalmente son de
sección constante. Las secciones comerciales con que actualmente se comercializan
son herederas del acero y no terminan de resultar adecuadas, sobre todo porque estos
materiales son anisótropos. Hoy en día, esta anisotropía puede controlarse durante la
fabricación del perfil orientando y disponiendo las fibras según interese. Además,
pueden añadirse distintos acabados para protegerlos frente a impactos. En cuanto a
sus formas de unión, admiten tanto uniones atornilladas como mediante adhesivos.
- Laminados o bandas que encoladas a estructuras existentes sirven como refuerzo
estructural. Hay fundamentalmente dos formatos: 1) laminados o bandas semirígidas
donde el material compuesto está preconformado de fábrica y sólo necesitan ser
encolados a la superficie del elemento a reforzar y 2) tejidos de hojas flexibles
formadas por filamentos de fibras donde la resina que constituye la matriz del material
compuesto se aplicará en la propia obra sirviendo a su vez de adhesivo al sustrato.
Las particularidades de estos productos se desarrollan en el punto III.2.2.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
21
a) b) c)
d) e) f)
g) h) i)
Figura III.1. Distintos formatos de materiales compuestos avanzados en construcción.
a) Bovina de tejido de hojas flexibles de fibra de carbono (sólo fibras).
b) Fibras de carbono unidireccionales (“tows”).
c) Laminado preconformado de fibra de carbono.
d) Fibras de vidrio unidireccionales (“roving”).
e) Fibras de vidrio bidireccionales (“tejido”).
f) Fibras de vidrio sin orientación preferente (“mats”).
g) Barras o redondos de fibra de carbono, vidrio, etc.
h) Perfiles pultrusionados de fibra de vidrio.
i) Tablero pultrusionado (fiberline).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
22
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1000
3000
4000
5000Carbono
(AR)
Carbono(AM)
Aramida(AM)
Vidrio E
Barra de acero
(%)
6000
compuesto
matriz
fibraf fibra
compf
matrizf
εmatrizfibraε
Acero pretensado
III.1.2. Propiedades de las fibras, matrices y sistemas más empleados
En los materiales compuestos avanzados, las fibras ejercen la función resistente,
aportando capacidad de resistir tracciones y rigidez al producto final. Su disposición y
orientación dentro de la matriz resultan determinantes en el resultado final. Así, por
ejemplo, si las fibras son largas y están dispuestas unidireccionalmente se obtienen
elevados valores de resistencia y módulo de elasticidad, pero sólo en la dirección de las
mismas; si las fibras son largas pero se disponen en dos direcciones (“tejidos”) los valores
de resistencia y rigidez serán más moderados pero se dan en las dos direcciones donde
las fibras están orientadas; mientras que si son fibras cortas orientadas en todas las
direcciones, o “mats”, se consiguen propiedades del material sin orientación preferente
aunque con valores máximos menores.
a) b)
Figura III.2. Diagrama tensión-deformación para: a) distintas fibras en comparación con
el acero y b) material compuesto en comparación con su fibra y matriz.
Tabla III.1. Valores orientativos para fibras de carbono, vidrio y aramida (fib Bulletin 14)
Rigidez (GPa)
Resistencia a tracción (MPa)
Deformación rotura (%)
Carbono alta resistencia 215-235 3500-4800 1.4-2.0
alto módulo 350-500 2500-3100 0.5-0.9
Vidrio vidrio E 70 1900-3000 3.0-4.5
vidrio S 85-90 3500-4800 4.5-5.5
Aramida bajo módulo 70-80 3500-4100 4.3-5.0
alto módulo 115-130 3500-4000 2.5-3.5
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
23
Para aplicaciones estructurales en construcción es habitual utilizar fibras largas y
continuas. Los principales tipos de fibra utilizados en este campo son:
Fibras de vidrio
Se fabrican por extrusión y están formadas fundamentalmente por sílice. Presentan una
excelente adherencia fibra-matriz y las propiedades de la fibra son isótropas como
consecuencia de su estructura interna.
Son las que más tiempo llevan empleándose en ingeniería civil por su buena relación
propiedades-coste, y tienen una deformación en rotura mayor que las fibras de carbono
por lo que son más apropiadas para refuerzos que necesiten tener un comportamiento
dúctil (por ejemplo, refuerzos en zonas sísmicas).
Existen muchos tipos distintos de fibras de vidrio con distintas composiciones y distintas
aplicaciones. Entre otras: E-Glass, es la fibra estándar con muy buenas propiedades
eléctricas pero con la desventaja de su mala resistencia a los álcalis lo que impide su
empleo en contacto directo con el hormigón; S-Glass, fibras de mayor resistencia, aunque
también de mayor coste, que se emplean en la industria militar y aeroespacial para
estructuras de elevadas características mecánicas; AR-Glass, resistente a los álcalis,
empleadas para el refuerzo de elementos de hormigón, etc.
Fibras de aramida De origen orgánico. Se obtienen por hilado de poliamidas aromáticas consiguiéndose dos
tipos de fibras: fibras de bajo módulo y fibras de alto módulo. Su estructura interna,
fuertemente anisótropa, les permite tener una elevada resistencia y rigidez en la dirección
de la fibra. Además, tienen muy buena resistencia al impacto y son muy dúctiles, admiten
importantes deformaciones sin romperse por lo que se han empleado en la industria
armamentística. De hecho, se utilizan en combinación con otras fibras para mejorar la
resistencia a impacto del producto final.
También presentan desventajas como su baja resistencia a compresión y su discutible
adherencia a algunas matrices, sobre todo a las termoplásticas. Resisten determinados
agentes químicos, pero les afectan ácidos, bases y humedad (disminuyen su resistencia
en contacto con el hormigón) y son muy vulnerables a radiaciones ultravioletas. No
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
24
obstante, las fibras de aramida de alto módulo presentan mejor resistencia a los álcalis y
son adecuadas para su empleo en contacto con el hormigón.
Fibras de carbono
Son fibras obtenidas a partir de una fibra de “materiales precursores” (fibras de
PoliAcriloNitrilo, fibras de rayón o brea) a la que se somete a estirado (orientación),
oxidación, carbonización y grafitización a elevadas temperaturas. Presentan un elevado
contenido en carbono (80-95%) y tienen un diámetro entre 5-8 µm. Se pueden obtener
distintos tipos de fibras como son las fibras HR (alta resistencia) y las fibras HM (alto
módulo). Presentan una alta resistencia mecánica y rigidez, mejor durabilidad en
ambientes húmedos y agresivos y un coeficiente de dilatación térmica pequeño.
En definitiva, las fibras de carbono son las que mejores propiedades mecánicas a corto y
largo plazo ofrecen. Se espera que su precio continúe descendiendo, lo que hace esperar
que la fibra de carbono desplace a la fibra de vidrio en la mayoría de las aplicaciones.
La tabla III.1 presenta algunos valores representativos de las fibras más empleadas:
vidrio, aramida y carbono. Se trata de valores indicativos de propiedades mecánicas ante
esfuerzos estáticos y sin que las fibras se encuentren sometidas a ninguna agresión
ambiental (para ambientes agresivos, cargas dinámicas o tensiones elevadas sostenidas
en el tiempo hay que aplicar coeficientes reductores). A diferencia del acero, este tipo de
fibras tiene un comportamiento elástico lineal hasta rotura con fallo frágil (figura III.2.a).
La matriz, flexible y poco resistente, tiene el papel de garantizar la transmisión de
esfuerzos entre fibras al tiempo que las envuelve y protege de ambientes agresivos o
agentes mecánicos que pudieran dañarlas o desgastarlas. Además, se encargan de
soportar a las fibras para evitar en éstas fenómenos de pandeo local (las fibras, sobre
todo las continuas, son elementos muy esbeltos y con una resistencia a compresión no
muy alta). Puede decirse que la matriz determina la resistencia a esfuerzos cortantes y a
compresión del producto final, y algunas propiedades importantes como características
químicas, térmicas o eléctricas del producto final. En cambio otras propiedades como la
resistencia a tracción o la deformación última la aportan fundamentalmente las fibras.
Existen fundamentalmente dos tipos de matrices: termoestables y termoplásticas.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
25
Tabla III.2. Valores orientativos de algunas matrices poliméricas (Escudero, 2001)
Exp. térmica
106 mm/(ºC)
densidad
(g/mm3)
Resistencia
(MPa)
Rigidez
(GPa)
Elongación
(%)
Epoxi 50-80 1,2-1,3 55-130 2,7-4,1 2,0-3,2
Poliéster 60-205 1,1-1,4 35-103 2,1-4,1 1,0-5,0
Éster vinílico 93-135 1,1-1,3 73-81 3,0-3,5 3,5-5,5
Matrices Termoestables (Epoxi, fenólicas, viniléster, poliéster)
Son las matrices más empleadas en construcción por ser, generalmente, productos muy
resistentes que desarrollan durante su endurecimiento unos enlaces muy fuertes
(moléculas formadas por enlaces covalentes cruzados). Suelen ser productos rígidos con
un comportamiento frágil. Presentan una buena estabilidad térmica y resistencia química,
y experimentan una menor fluencia y relajación que los materiales termoplásticos. En
cambio, una vez superada la denominada como temperatura de transición vítrea las
matrices termoestables se reblandecen y pierden sus propiedades mecánicas iniciando un
proceso de deterioro irreversible. Por este motivo, para su uso estructural en construcción
es vital conocer la temperatura de transición vítrea de los plásticos empleados cuyo valor
final está determinado no sólo por la composición química del material sino también por el
grado de curado alcanzado por la resina durante su endurecimiento.
Las más empleadas son: 1) resinas epoxídicas, con baja retracción de curado, buen
comportamiento a temperaturas altas y buena resistencia frente a agentes químicos, y 2)
resinas de poliéster, que curan a temperatura ambiente pero tienen mayores problemas
de retracción, no obstante son muy aptas para impregnar fibras de vidrio.
Matrices termoplásticas (PVC, polietileno, polipropileno)
En este caso están formados por macromoléculas sin enlaces covalentes cruzados.
Tienen un comportamiento plástico: al superar una determinada temperatura se
reblandecen pero si las enfriamos recuperan sus propiedades iniciales, proceso que se
puede repetir indefinidamente. Son muy flexibles y con una elevada viscosidad. Presentan
gran resistencia al impacto y a la fractura. Hay que tener en cuenta, que se ordenan bajo
condiciones de carga por lo que pueden desarrollar propiedades anisótropas.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
26
En construcción suelen emplearse polímeros orgánicos de cadena larga y fuertes enlaces
covalentes (termoestables). Como todos los plásticos son muy sensibles a la temperatura
y a la forma de aplicación de la carga (las matrices tienen un comportamiento
viscoelástico). La tabla III.2 recoge algunas de las propiedades de las resinas empleadas
como matrices más frecuentes en construcción.
Otro factor importante a tener en cuenta en las propiedades del producto final es la interfase, o zona de contacto, que conforman las fibras y la matriz. Ésta afecta no sólo a
la durabilidad sino también a algunas propiedades mecánicas como la tenacidad. Si la
adherencia fibra-matriz es buena, ante un impacto el material se agrietará en el sentido
perpendicular a la fibra y su tenacidad de fractura será baja. Si por el contrario la
adherencia es débil, al llegar a la fibra, la grieta cambiará de dirección propagándose en
sentido del eje de ésta, por lo que la tenacidad de fractura será elevada.
Las propiedades mecánicas del sistema fibra-matriz, como la resistencia última o el
módulo elástico, serán inferiores a las de las fibras que sirven de refuerzo al material
compuesto (figura III.2.b). Aunque para estimaciones precisas es necesario realizar
ensayos, las propiedades mecánicas principales de los polímeros reforzados con fibras
(FRP) se pueden estimar, de forma simplificada, a partir de la regla de las mezclas. Por
ejemplo, conocido el volumen de fibras en el producto final, el módulo de elástico puede
estimarse a partir de la rigidez de las fibras y la resina:
Ef = Vfib Efib + (1-Vfib) Emat (ec.III.1)
siendo, Ef Módulo elástico del producto final
Efib Módulo elástico de la fibra
Emat Módulo elástico de la matriz
Vfib Porcentaje volumétrico de fibra en el producto final
En las tablas III.3 y III.4, punto III.2.2, se recogen algunas de las propiedades de sistemas
de FRP frecuentes en el campo del refuerzo estructural. Como puede observarse, los
productos que se ejecutan en obra son menos rígidos que los conformados en fábrica.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
27
III.1.3. Durabilidad de los materiales compuestos
Antes de que se uso se generalizase en construcción, los materiales compuestos se han
utilizado para aplicaciones muy especializadas con muy buen comportamiento a largo
plazo: por ejemplo en depósitos a presión y equipamientos resistentes a corrosión. Pero lo
cierto es que todavía se desconocen aspectos sobre su durabilidad y los coeficientes de
seguridad propuestos por las guías técnicas existentes son aún muy elevados. De nuevo
la variedad de materiales y su uso relativamente reciente en construcción dificulta conocer
bien los posibles procesos de deterioro.
Para suplir estas carencias se están realizando un gran número de investigaciones. En su
mayoría con ensayos acelerados donde se extreman las condiciones ambientales, sobre
todo de temperatura, muy por encima de las habituales en construcción. De forma
paralela, algunas de las primeras aplicaciones de refuerzo exterior con FRP están siendo
sometidas a un programa de inspección y monitorización periódica, Hollaway (2007). En
estos casos, el periodo de inspección está entorno a los 10 años, los materiales se han
mantenido en buen estado si exceptuamos los daños por impacto de vehículos, que más
que un problema de durabilidad sería de diseño y protección del refuerzo.
A continuación se hace un repaso a los posibles problemas de durabilidad que pueden
afectar a elementos constructivos realizados con materiales compuestos según la
clasificación hecha por Uomoto (2001). Para el caso de elementos embebidos en
hormigón (barras de armado) los principales problemas son:
1) Falta de resistencia a los álcalis. Las armaduras de polímeros reforzados con fibra
de vidrio estándar, fibra E, se ven degradados en contacto con los álcalis de los
componentes del hormigón. Los compuestos de fibra de carbono no sufren
degradación en ambiente alcalino. Dentro de los compuestos de aramida, los de alto
módulo son los que mejor resistencia a los álcalis presentan.
2) Fallo bajo tensión prolongada sostenida en el tiempo (creep). La distribución de
tensiones a lo largo del material nunca es uniforme. Si somete a una carga elevada
aplicada durante un largo periodo de tiempo, algunas de las fibras pueden romper. Ello
supone que la carga se redistribuya sobre las fibras restantes, aumentando el riesgo de
que se produzcan nuevos fallos. Los plásticos con fibras de vidrio y aramida son
susceptibles a este problema, en cambio, los compuestos de fibra de carbono son
menos propensos a este tipo de fallo. La forma de evitarlo es limitar la tensión del
material.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
28
3) Fatiga por cargas cíclicas. Las fibras pueden fallar cuando se las somete a repetidos
ciclos de carga y descarga (puede ser parcial). Los materiales compuestos de fibra de
carbono presentan una buena resistencia a fatiga, los de fibra de aramida tienen una
resistencia aceptable mientras que los de fibra de vidrio no responden bien a este tipo
de cargas. Este problema también se controla limitando la tensión del material.
Por todo lo anterior, los valores de las propiedades mecánicas de los materiales
compuestos a largo plazo son sólo una fracción de las propiedades a corto plazo, Gómez
Pulido (2003). En las conclusiones de Malvar (1998) se recomienda limitar la tensión de
trabajo al 60% de la resistencia última para los plásticos reforzados con fibra de carbono,
al 35% los fibra aramida y al 25% los fibra de vidrio, todo ello referido a barras de armado
y ambientes no agresivos. La guía americana ACI 440.2R-02 propone limitar la tensión de
servicio para cargas sostenidas y cíclicas al 55% (carbono), 30% (aramida) y 20% (vidrio)
de la resistencia última ffu, resultado de multiplicar la resistencia última facilitada por el
fabricante, ffu*, por un coeficiente de exposición medioambiental CE.
Las principales causas de deterioro en polímeros reforzados con fibras situados al exterior
de edificaciones (refuerzos exteriores, cables, tendones, etc.) pueden ser:
4) Deterioro superficial por rayos ultravioletas. La exposición prolongada a este tipo de
radiación no suele dañar la fibra, con excepción de las fibras de aramida, sino que
deterioran la resina de la matriz. La fotodegradación provoca que la resina se
endurezca y decolore. Este daño afecta a la superficie del material por lo que en piezas
gruesas el efecto es menor. No obstante, el deterioro iniciado en la superficie supone
un riesgo, una vía de entrada a otros agentes agresivos como la humedad.
En el caso de refuerzos exteriores expuestos al sol, las estrategias de diseño para
evitar la fotodegradación consisten en: 1) utilizar productos con matrices poliméricas
que lleven incorporadas estabilizadores específicos, o 2) utilizar películas protectoras a
base de resinas que pueden estar enriquecidas con algún tipo de fibra. Estas películas
de tipo polimérico se degradan con el sol, se sacrifican retrasando el deterioro del
elemento subyacente. Hace falta un mantenimiento periódico observando su estado,
para en caso de observar que cambia de color y/o se agrieta, reparar volviendo a
aplicar la protección, Chin (2007).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
29
5) Falta de resistencia a los ciclos hielo-deshielo. Los FRP con fibras de carbono, vidrio
o aramida no se ven afectados por estos ciclos dentro de un rango normal de
temperaturas de servicio (-20ºC a 30ºC). Existen estudios sobre ciclos de hielo-
deshielo muy severos y prolongados que indican la posible formación de microfisuras
en la matriz y/o en la interfase fibra-resina, pero sus condiciones extremas no son las
habituales en construcción.
6) Falta de resistencia a los ácidos (lluvia ácida o ríos con aguas con un alto contenido
en ácidos). La resistencia de los FRP ante este tipo de ataque depende de la
temperatura a la que éste se produzca. En torno a 40ºC el deterioro experimentado en
polímeros de fibra de carbono y vidrio no es muy importante, sin embargo, los de fibra
de aramida, especialmente el Kevlar, sufren una considerable bajada de resistencia.
Además, de los factores anteriormente citados, la humedad puede afectar al material
compuesto, especialmente cuando la resina absorbe agua variando sus características lo
que puede afectar a la superficie de contacto entre fases. Pero los problemas graves por
humedad están asociados con temperaturas elevadas, superiores a las habituales en
construcción.
Por otro lado, siempre que se empleen estos materiales con fines estructurales se debe
considerar cómo será el comportamiento del conjunto del elemento en ambientes donde
se puedan alcanzar temperaturas elevadas como en el caso de un incendio.
Ensayos de resistencia a fuego realizados en el EMPA, Meier (1997), revelaron que el
tiempo de resistencia de láminas de fibra de carbono era muy superior al de las chapas
metálicas debido a que el carbono no es un buen conductor térmico y tarda en transmitir
el calor hasta la capa del adhesivo. A pesar de ello, la vulnerabilidad de los adhesivos
estructurales ante elevadas temperaturas es grande. Una temperatura por encima de la
de transición vítrea de la matriz y/o del adhesivo (60-80ºC) provoca la pérdida irreparable
de las propiedades mecánicas del material. Hasta temperaturas muy superiores (300-
500ºC) no se produce la descomposición de los polímeros que conlleva emisión de humos
y gases tóxicos, lo que se puede mitigar añadiendo determinados aditivos.
En cuanto a la degradación del material por elevadas temperaturas, una posible solución
es incorporar cargas o aditivos específicos retardantes de llama (que reducen la facilidad
de ignición y de propagación de la llamarada) durante el proceso de fabricación de las
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
30
resinas. Deben ser aditivos con buena compatibilidad química con la resina de la matriz.
Suelen reducir las propiedades mecánicas del material, aparte de elevar su coste. Hay
varios tipos de aditivos retardantes de llamas, generalmente se utilizan combinando varios
de ellos para mejorar las propiedades del producto final (algunos mejoran la temperatura
pero aumentan la emisión de gases, etc.). Otra posibilidad es utilizar polímeros
retardantes donde se ha modificado la composición química de la resina añadiendo
sustancias halógenas o fósforo. En esta línea de conseguir en un futuro polímeros con
mejor respuesta en caso de incendio a precios no elevados están las investigaciones
acerca de materiales compuestos con alta capacidad para retardar llamas usando
polímeros inorgánicos y nanopolímeros (Mouritz, 2007).
Pero, en el momento actual, la estrategia frente a incendios más común consiste en
intentar alcanzar los niveles de resistencia a fuego exigibles por la normativa vigente en el
país de aplicación utilizando recubrimientos de barrera térmica o pinturas intumescentes.
Dependiendo del caso, puede resultar difícil alcanzar el grado de protección necesario
mediante estos recubrimientos ignífugos, aparte del aumento de sección que la propia
protección supone. Por este motivo se recomienda que la estructura original presente
coeficientes de seguridad superiores a la unidad, incluso que se proteja frente a incendio
para alcanzar este valor. Es decir, se prescinde de la colaboración del refuerzo en caso de
incendio.
Respecto a la durabilidad de los FRP puede decirse a modo de resumen:
- Se ha comprobado experimentalmente que los plásticos con fibras de carbono son los
que presentan una mejor durabilidad por su mayor resistencia a ambientes agresivos y
por mantener mejor sus propiedades a lo largo del tiempo incluso con cargas elevadas
sostenidas y cargas cíclicas. Aunque por seguridad se deben utilizar coeficientes de
minoración, son los más recomendables para su empleo estructural cuando se
precisen altas prestaciones mecánicas.
- Los plásticos con fibras de vidrio estándar, vidrio E, no deben emplearse en contacto
directo con el hormigón por no ser resistentes a los álcalis. Incluso en el caso de
emplear materiales mejorados para ello, vidrio AR, no tienen un buen comportamiento
para tensiones elevadas sostenidas ni cargas cíclicas repetidas en el tiempo. Ahora
bien, en aplicaciones donde su colaboración sea eventual, por ejemplo en caso de
refuerzos en zonas sísmicas en previsión de posibles terremotos, o donde se limite
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
31
ampliamente su tensión de trabajo, pueden resultar una buena opción, sobre todo por
su ductilidad (admiten mayores deformaciones que la fibra de carbono).
- Los plásticos con fibras de aramida tienen unas propiedades aceptables a fatiga y de
resistencia a los álcalis, sobre todo los de alto módulo, pero su resistencia a tensiones
elevadas sostenidas en el tiempo no es buena. En estos casos debe limitarse la carga
de tracción. Cuando se emplean al exterior, resina y fibras pueden verse dañadas por
los rayos ultravioletas. Además, no se recomienda su empleo en contacto directo y
constante de agua.
- Las resinas de los plásticos reforzados con fibras y los adhesivos que se emplean para
encolar los refuerzos, se deterioran expuestos a temperaturas por encima de la
temperatura de transición vítrea de la resina o adhesivo (60-80ºC). En caso de fuego
se recomienda que el elemento original tenga capacidad suficiente para resistir por sí
mismo la combinación de cargas accidental, prescindiendo en el cálculo de la
colaboración del refuerzo en caso de incendio.
- Todos ellos deben estar protegidos de la humedad constante y de la exposición directa
a los rayos UVA. Si se emplean como refuerzos externos se pueden aplicar películas
protectoras que se mantengan periódicamente.
III.2. REFUERZO A FLEXIÓN DE ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN MEDIANTE ENCOLADO DE MATERIALES COMPUESTOS III.2.1. Antecedentes
Se han publicado numerosos trabajos de investigación acerca del refuerzo exterior de
estructuras de hormigón armado con materiales compuestos lo que ha permitido su
aplicación práctica no sólo en obra civil sino también en edificación reforzando a flexión
vigas, losas, forjados, etc. También se ha aplicado como refuerzo a cortante en vigas
(Alzate, 2012) y como encamisado (confinamiento) de soportes de hormigón, tanto
circulares como de sección rectangular (López, 2004 y Perera, 2004).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
32
Aunque todavía no existen normas técnicas de obligado cumplimiento que regulen estas
aplicaciones, sí que se han formado grupos de trabajo promovidos por diversos
organismos internacionales para elaborar guías técnicas que ayuden a abordar aspectos
fundamentales de la ejecución y el cálculo.
Algunas de estas guías no se ciñen al campo del refuerzo como la japonesa
“Recommendation for design and construction of concrete structures using continuous
fiber reinforced materials” elaborado por Japan Society of Civil Engineers (J.S.C.E.) en
1997 y revisado en 2001, o la canadiense “CAN/CSA-S806-Design and construction of
building components with fiber-reinforced polymers” realizada por Canadian Standard
Association en 2002 y revisada en 2012. Otras se elaboran específicamente para el
diseño de refuerzos como son la guía ACI 440.2R o “Guide for design and construction of
externally bonded FRP systems for strengthening concrete structures” del American
Concrete Institute (ACI) cuya última versión es de 2008; el fib Bulletin-14 o “Guide for the
design and construction of externally bonded FRP systems for strengthening existing
structures” publicada por la Féderation Internationale du Béton (fib) en 2001; la inglesa
“TR 55. Design guidance for strengthening concrete structures using fibre composite
materials” realizada por Concrete Society Technical en 2000 y revisada en 2004; o la
italiana “Istruzioni per la progettazione, l’esecuzione ed il controllo di interventi di
consolidamento statico mediante l’utilizzo di compositi fibrorinforzati” realizada por el
Consiglio Nazionale Delle Richerche (CNR) en 2004 y revisada en 2012.
a) b) c)
Figura III.3. Aplicaciones de refuerzos de FRP en estructuras de hormigón (del Río A., 2008)
a) Refuerzo por confinamiento de un pilar circular.
b) Refuerzo a cortante de una viga de canto.
c) Refuerzo a flexión de viguetas en un forjado unidireccional.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
33
El refuerzo a flexión en vigas ha sido la aplicación que más atención ha recibido. Los
ensayos publicados constatan que con este tipo de refuerzo es posible conseguir un
aumento significativo de la carga última de flexión y la rigidez del elemento, aunque a
costa de una pérdida de ductilidad. Además se observa que la aparición de fisuras se
retrasa y, cuando se produce, lo hace con una distribución más uniforme Saadatmanesh
(1991). Incluso cuando se adhiere el refuerzo sobre vigas precargadas y fisuradas, el
comportamiento observado es similar a otras reforzadas sin daño previo, Arduini (1997).
La guía ACI 440.2R señala que en algunos ensayos se ha llegado a incrementos de carga
última a flexión de hasta un 160%, si bien recomienda que los refuerzos se diseñen para
mejoras bastante inferiores. En este sentido la cuantía de acero de la viga original resulta
determinante pues los mayores incrementos en la capacidad resistente a flexión del
elemento reforzado se producen en vigas con escasa armadura interior, Ross (1999).
Además, los ensayos en los que se alcanzan cargas últimas elevadas son aquéllos donde
se disponen mecanismos de anclaje que previenen el desprendimiento del refuerzo, Sharif
(1994). Y es que desde los primeros trabajos queda patente el riesgo de que el fallo se
produzca por desprendimiento repentino de la lámina o peeling.
Las gráficas de la figura III.4 muestran el comportamiento característico de vigas
reforzadas exteriormente con plásticos reforzados con fibras. Al encolar el material
compuesto el comportamiento de la viga se hace más rígido, en el ejemplo de la figura
III.4.a) una viga de hormigón armado con una sola lámina de CFRP (polímero reforzado
con carbono) adherida a su cara inferior dobla casi su carga última y reduce su flecha a
prácticamente la mitad, Meier (1992). Con carácter general, una viga de hormigón
reforzada externamente con láminas de CFRP sufre una pérdida progresiva de rigidez
asociada a los siguientes hitos: 1) comienzo de la fisuración y 2) plastificación de la
armadura interior de acero. El hecho de que las tres fases de la figura III.4.b) puedan
llegar a desarrollarse, es decir, que la viga se fisure iniciando un proceso de fisuración
progresivo y que el acero plastifique antes de romper, debe considerarse como un
aspecto positivo en tanto que estas fases constituyen una forma de preaviso de la rotura.
Disponer sistemas de anclaje facilita que este proceso tenga lugar, mejora la ductilidad del
elemento y retrasa el fallo por desprendimiento, Chajes (1994). Se han estudiado distintos
sistemas de anclaje de los extremos del refuerzo, desde dispositivos metálicos a láminas
del propio material compuesto con disposiciones en “u” o similares. Éstos últimos han
resultado bastante eficaces ya que abrazan las paredes de la viga y, cuando tienen un
desarrollo suficiente, sirven a su vez de refuerzo a cortante permitiendo alcanzar flechas
mayores, lo que se traduce en un comportamiento más dúctil, Luizaga (2005).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
34
20viga sin refuerzo
20
0,8
primera fisura
deformacion (%)flecha (mm)40
0
10
3010 200 60 7050 0,40
0
10
1,2
plastificación acero
viga reforzada(area CFRP: 0,3 x 200 mm)
Fuerza 2F (KN)
40
30
*30
40
Fuerza 2F (KN)
fallo del refuerzo
a) b)
Figura III.4. Comportamiento mecánico viga con refuerzo de CFRP (Meier, 1992)
a) Gráfica carga-flecha vigas de hormigón armado con y sin refuerzo.
b) Carga-deformación de una viga con refuerzo de CFRP.
Las distintas formas de fallo de las vigas reforzadas a flexión han sido documentadas
por diversos autores, Meier (1992), Leeming & Darby (1999). El fib-Bulletín 14 las agrupa
en dos tipos: 1) fallos clásicos por flexión donde el refuerzo colabora activamente hasta la
rotura que se puede producir por: 1.1) tracción de la lámina tras plastificar la armadura
interior de acero, 1.2) compresión del hormigón también tras la plastificación del acero y
1.3) compresión del hormigón antes de la plastificación (lo que se produce para cuantías
de armado original y refuerzo excesivamente elevadas y constituye una forma de fallo
frágil que se debe evitar), 2) fallos en los que se pierde la colaboración del refuerzo por su
desprendimiento: 2.1) arrancando el recubrimiento de hormigón generalmente a la altura
de la armadura de acero, 2.2) debido a un fallo de cohesión en el adhesivo, 2.3) por fallo
interlaminar del refuerzo y 2.4) por fallo de la interfase refuerzo-adhesivo-hormigón
generalmente ligado a zonas donde se produce una alta concentración de tensiones en la
superficie de contacto, por ejemplo, en los extremos de la lámina o en las zonas próximas
a fisuras de flexión o cortante.
Con los productos actuales, realizando una buena preparación del soporte, respetando las
indicaciones del fabricante y el rango de temperaturas establecido, no se deben producir
fallos debidos al adhesivo o a roturas interlaminares del refuerzo. Sin embargo las otras
formas de fallo (arrancado del recubrimiento de hormigón o despegue del refuerzo en los
extremos o en las zonas fisuradas) sí son frecuentes y son objeto de permanente estudio
porque son fallos frágiles.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
35
En el punto III.3 de este trabajo se tratará el tema del fenómeno de la transferencia de
esfuerzos del refuerzo al sustrato y las formas de fallo a él asociadas. Habría una última
forma fallo, no propiamente de flexión, que sería por agotamiento a cortante del elemento
reforzado.
Las guías técnicas de diseño recomiendan pautas para su cálculo y diseño con el fin de
evitar los modos de fallo frágiles y obtener un comportamiento del elemento final lo más
dúctil posible. Para empezar establecen límites en el incremento de la capacidad
resistente del elemento reforzado (por ejemplo, el ACI 440.2R fija el posible incremento en
un máximo del 40 %). El dimensionado y cálculo de refuerzos de FRP se hace
empleando las reglas de cálculo clásicas para el hormigón armado tanto a flexión como a
cortante. Con el fin de tener un comportamiento más dúctil, se recomienda calcular el
refuerzo para que la viga falle por rotura a tracción de la lámina, tras la plastificación del
acero o, en su defecto, por agotamiento a compresión del hormigón una vez plastificada la
armadura interior, Meier (1992), Saadatmanesh (1998), El-Mihilmy (2000).
Se recomienda considerar en el cálculo del refuerzo la deformación inicial de la pieza,
previa al encolado del mismo. Una vez dimensionado el refuerzo para los modos de fallo
antes indicados, se comprueba que no va a producirse un fallo frágil por desprendimiento
de la lámina mediante diversas formulaciones sobre las que aún se está investigando,
Oller (2005), así como que la armadura a cortante de la viga es suficiente para el nuevo
umbral de carga máxima (de no ser así, se puede diseñar un refuerzo a cortante).
Se puede decir que el diseño de refuerzos a flexión encolando láminas de plásticos
reforzados con fibras está determinado por un lado por la necesidad forzosa de garantizar
una correcta adherencia en la junta refuerzo-adhesivo-sustrato y por otro por el
comportamiento elástico lineal hasta rotura (rotura frágil, sin fase plástica) de la lámina. El
diseño debe sacar ventaja de las buenas propiedades mecánicas del material compuesto
pero evitando una excesiva rigidez del conjunto (limitando la cantidad de refuerzo) y la
rotura frágil (buscando que el fallo se produzca una vez plastificado la armadura interior
de acero y evitando el despegue del laminado). La preocupación por la pérdida de
ductilidad de las vigas reforzadas está detrás de muchos trabajos, los refuerzos con fibra
de vidrio resultan mucho más dúctiles que los laminados preconformados de carbono,
más rígidos. Algunos autores estudian si variar la orientación de las fibras permite obtener
refuerzos menos eficaces pero con un comportamiento más dúctil del elemento reforzado,
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
36
Norris (1997). En otros casos se estudia cómo paliar la pérdida de ductilidad cuando las
vigas reforzadas son continuas, Akbarzadeh Bengar (2010).
En cuanto a los coeficientes de seguridad para el material de refuerzo, cada guía técnica
propone unos valores, Díaz Heredia (2007). Así por ejemplo, el fib Bulletin 14 establece
unos coeficientes de minoración de la resistencia del material compuesto que oscilan
entre 1,2 y 1,5 dependiendo del tipo de fibra y de ejecución (si es un refuerzo flexible
ejecutado “in situ” los coeficientes son mayores); el ACI 440.2R fija un coeficiente reductor
por exposición medioambiental, CE, que depende del tipo de exposición y de fibra, y
además un factor de fiabilidad Ψf (de valor constante e igual a 0,85) que reduce la
contribución del refuerzo en la capacidad resistente de la sección. Además para cargas
sostenidas en el tiempo el ACI 440.2R limita la tensión en el refuerzo para cargas de
servicio en función del tipo de fibra. La guía inglesa elaborada en el año 2000, TR55, fija
dos coeficientes reductores de la resistencia del material (uno en función del tipo de fibra y
otro del tipo de ejecución) y además propone un coeficiente adicional para minorar el
módulo elástico, Ayra (2002). En este aspecto, resulta evidente la falta de concordancia.
Como se ha comentado, en caso de una situación accidental como un incendio o acto
vandálico, las guías recomiendan prescindir, a efectos de cálculo, de la colaboración del
refuerzo en previsión de un posible desprendimiento del mismo. De este modo el fib
Bulletin 14 establece que la estructura original debe de ser capaz de resistir por sí misma
la combinación de cargas accidentales. En la misma línea el ACI 440.2R-08 establece que
para situaciones accidentales la estructura original debe ser capaz de resistir la siguiente
combinación de acciones:
(φRn)existing ≥ (1,1 SDL + 0,75 SLL)new (ec. III.2)
siendo: φ= coeficiente de comportamiento
Rn= capacidad nominal de la estructura original
SDL= solicitación debida a peso propio y cargas permanentes
SLL= solicitación debida a cargas variables
En los cálculos anteriores no se debe olvidar estimar la reducción de la capacidad
resistente del elemento original de hormigón armado sometido a altas temperaturas.
Además se recomienda proteger la lámina para que no se produzca su deterioro por la
acción del sol o las elevadas temperaturas tal y como se ha indicado en el punto III.1.3.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
37
III.2.2. Materiales empleados: laminados y adhesivos
Bandas de materiales compuestos para el refuerzo
Los materiales compuestos para el refuerzo exterior de estructuras se presentan
habitualmente en dos formas comerciales: laminados preconformados y hojas flexibles de
tejidos de fibras.
Los primeros vienen preconformados y contienen tanto las fibras como la resina de matriz.
Están preparados para adherirse a la superficie del elemento a reforzar mediante un
adhesivo, generalmente de tipo epoxi. Los productos habituales en el mercado son
laminados de fibra de carbono con espesores de 1,2-1,4 mm y anchos de 50-120 mm. Se
presentan en forma de bandas semirígidas fabricadas por pultrusión con un contenido en
fibra de carbono no superior al 70%. Son menos flexibles que las hojas de tejidos por lo
que se utilizan sobre todo para el refuerzo a flexión de estructuras planas. Son
extraordinariamente ligeros y presentan excelentes propiedades mecánicas (tabla III.3).
Las hojas de tejidos flexibles son sólo de fibras, sin resinas. Lo habitual es que sean fibras
largas y se suministran en una gran variedad de orientaciones aunque las más utilizadas
son las orientadas sólo en una dirección o en dos direcciones ortogonales. En zonas
sísmicas, se utilizan las de fibra de vidrio por su comportamiento más dúctil a pesar de
que por durabilidad su resistencia de cálculo esté más penalizada. Pero son las hojas de
fibra de carbono las que mejores prestaciones mecánicas y de durabilidad presentan.
Dentro de ellas se distinguen dos grupos, las de fibra de carbono de alto módulo de
elasticidad y las de bajo módulo. Las más usadas son las hojas de fibra de carbono de
bajo módulo con un módulo de elasticidad entorno a 230 GPa, una resistencia última a
tracción de unos 3500 MPa y una deformación de rotura alrededor de 1,5 %.
En este caso el material compuesto se fabrica “in situ” durante la propia ejecución del
refuerzo aplicando capas sucesivas de resinas y tejidos. La resina, que debe ser fluida
para impregnar completamente las fibras, sirve a su vez de adhesivo al sustrato. Las
características finales del producto acabado dependen considerablemente de la cantidad
y tipo de resina aportada, así como de las condiciones de ejecución. En la tabla III.4 se
recogen datos orientativos de las propiedades del material tras el curado de hojas de
tejido de fibra de vidrio y de carbono facilitados por la propia casa suministradora, Sika.
Son valores para carga estática y ambiente no agresivo, sin aplicación de ningún
coeficiente de seguridad.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
38
Tabla III.3. Principales características de laminados de fibra de carbono (SIKA y BASF)
Sika Carbodur MBrace LaminadoLM MBrace LaminadoHM
Contenido en fibras: > 68 % 65 % 68 %
Espesor: 1,2 mm 1,2 / 1,4 mm 1,2 / 1,4 mm
Ancho: 50/80 mm de 50 a 120 mm de 50 a 120 mm
Densidad aparente: 1,6 Kg/dm3 1,6 Kg/dm3 1,6 Kg/dm3
Módulo elástico*: 165 GPa 158** GPa 190** GPa
Resistencia a tracción*: 2.800 MPa 2.200** MPa 2.900** MPa
Deformación rotura*: 1,7 % 1,3** % 1,4** %
*: Propiedades mecánicas en el sentido longitudinal de la fibra
**: Valores característicos
Tabla III.4. Características de hojas de tejido de fibra de vidrio y de carbono (SIKA)
SikaWrap 100 G (vidrio) SikaWrap Hex 103 C (carbono)
Fibras Lámina curada (orientativo) Fibras Lámina curada
(orientativo) Espesor: 0,357 mm 1 mm 0,34 mm 1 mm
Módulo elástico*: 72,4 GPa 26,13 GPa 234,5 GPa 73,1 GPa
Resistencia a tracción*: 2.276 MPa 600 MPa 3.450 MPa 960 MPa
Deformación rotura*: 4,0 % 2,24 % 1,5 % 1,33 %
*: Propiedades mecánicas en el sentido longitudinal de la fibra
En estas aplicaciones “in situ” no resulta fácil conocer las propiedades del material curado
y es habitual aplicar la regla de las mezclas considerando sólo la contribución de la fibra a
efectos de cálculo del refuerzo (lo que se traduce en que se trabaja con el espesor y las
propiedades mecánicas sólo de la fibra).
Por ejemplo, partiendo de los datos de las fibras de los dos tejidos de la tabla III.4 se
obtienen módulos elásticos del producto final del mismo orden que los indicados por el
fabricante, de hecho el producto del espesor por la rigidez de las fibras es
aproximadamente igual al producto del espesor por la rigidez de la lámina curada.
SikaWrap 100 G, Efib tfib = 25,85 GPa ≅ 26, 13 GPa = Ef tf
SikaWrap Hex 103 C, Efib tfib = 79,73 GPa ≅ 73, 10 GPa = Ef tf
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
39
Obviamente trabajando con los datos sólo de la fibra se obtienen valores aproximados.
Pero lo cierto es que en este tipo de aplicaciones todo valor es aproximado si tenemos en
cuenta la dificultad de controlar las condiciones de curado de la resina de la matriz en las
condiciones ambientales de la propia obra. Además los tejidos son sumamente flexibles y
resulta difícil posicionarlos perfectamente alineados con la dirección de la carga (el valor
real de propiedades como la rigidez o la resistencia a tracción es muy sensible a la
orientación de las fibras).
En definitiva las propiedades mecánicas alcanzan valores más bajos y menos fiables que
en el caso de laminados preconformados, pero en cambio los tejidos son más flexibles y
pueden adaptarse a formas complejas como arcos y bóvedas de fábrica, o servir para
zunchar pilares, pilas de puentes, etc. También se adaptan mejor a las paredes laterales
de vigas en refuerzos a cortante.
Adhesivos
Los adhesivos tienen la función primordial de garantizar la unión entre refuerzo y sustrato
permitiendo la transferencia de esfuerzos entre ambas partes. Deben tratarse por tanto de
adhesivos de tipo estructural, distintos de los empleados para el sellado o relleno de
fisuras, con un alto grado de exigencia en cuanto a resistencia, adhesión y durabilidad.
Dentro de los adhesivos de tipo estructural, y a pesar de su precio elevado, las resinas
epoxi son las más usadas. Se trata de materiales sintéticos derivados del petróleo que se
caracterizan por sus buenas prestaciones mecánicas (alta tensión de adherencia, baja
retracción durante el curado, etc.). Para su empleo como adhesivo la base epoxídica se
combina con un endurecedor y, en algunas ocasiones, con otros productos adicionales
para mejorar sus propiedades. De la combinación de distintas bases, endurecedores y
eventuales adiciones puede obtenerse una amplia gama de formulaciones que serán más
o menos adecuadas en función de las exigencias mecánicas y de las condiciones
medioambientales de la aplicación.
Los adhesivos epoxi permiten uniones entre distintos materiales extremadamente
resistentes para lo cual la superficie de contacto debe estar limpia y seca (la humedad
dificulta el endurecimiento del adhesivo). Pueden ser de curado en frío o en caliente. Los
que habitualmente se utilizan para el encolado de refuerzos son de tipo curado en frío, es
decir, a temperatura ambiente. A menor control de las condiciones higrotérmicas durante
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
40
el curado, menor temperatura de transición vítrea del producto final. Además la velocidad
de endurecimiento crece con la temperatura por lo que durante su aplicación se debe
estar en el rango de temperaturas que indique el fabricante (generalmente entre 18ºC y
33ºC). Temperaturas superiores limitan excesivamente el tiempo de aplicación, en tanto
que temperaturas inferiores dificultan el endurecimiento y pueden fragilizar el compuesto.
Para situaciones especiales donde sea previsible temperaturas elevadas se deberá
estudiar el tipo de adhesivo eligiendo bien un adhesivo de curado en frío que presente una
temperatura de transición vítrea elevada o bien un adhesivo con curado posterior en
caliente que permita alcanzar una temperatura de transición vítrea mayor, fib Bulletin 14.
Tabla III.5. Características de algunos adhesivos para encolar refuerzos (SIKA y BASF)
Sikadur 30 MBrace Resin 220 Densidad mezcla: 1,77 Kg/l 1,7 g/cm3 (a 20ºC)
Vida de la mezcla: 40 min. (a 35ºC) mín. 3 min.
Tiempo abierto: 30 min. (a 35ºC) 80 min.
Retracción: 0,04 % 0,03-0,09%
Temperatura de transición vítrea: 62ºC 51,3ºC
Módulo de elasticidad: 12.800 N/mm2 7.940 N/mm2 (flexión)
Resistencia a tracción: 4 N/mm2 (rotura del hormigón) 1,8 N/mm2 (rotura del hormigón)
Resistencia a cizallamiento: 15 N/mm2 (rotura del hormigón) 95 N/mm2 (a 60º)
Coeficiente dilatación térmica: 0,00009 por ºC 0,0000358 por ºC
Rango temperaturas: Almacenamiento: +5 y +25 ºC (lugar seco y fresco)
Aplicación: +5 y + 30ºC (soporte y material)
III.2.3. Ejecución del refuerzo
Puesto que se trata de refuerzos encolados lo fundamental para garantizar la eficacia de
la intervención es la correcta unión entre refuerzo y sustrato. Se debe evitar por tanto
cualquier defecto en la ejecución que provoque el despegue de la lámina. Por ello, antes de la ejecución del refuerzo es fundamental comprobar el estado general del soporte
que debe cumplir unas condiciones mínimas en cuanto a:
- Buen estado general del elemento a reforzar. Se deben reparar daños previos
como armaduras corroídas, sellado de fisuras, etc. Además, en la medida de lo
posible se debe investigar el elemento original para poder estimar su capacidad
portante.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
41
- Ausencia de capas superficiales de escasa resistencia como lechadas,
revestimientos, capas de hormigón deteriorado, partes sueltas etc. En caso de existir,
deben eliminarse con el fin de garantizar que la superficie sobre la que se va a adherir
el refuerzo tenga una resistencia suficiente al arrancamiento. Estas labores pueden
hacerse mediante chorro de arena, agua a alta presión, chorros de agua-arena, etc.
en definitiva tratamientos que mejoren las condiciones de adherencia del soporte.
- Planeidad del sustrato. El fib Bulletin 14 establece el tamaño de las imperfecciones
que se puede admitir en el soporte en función del tipo de lámina que se vaya a
emplear. Las casas suministradoras de los laminados recomiendan reparar las zonas
dañadas (coqueras, resaltos, etc.) con morteros de reparación estructural sobre los
que se aplican tapaporos y, finalmente, una masilla de nivelación.
- Ausencia de grasa y/o suciedad sobre el soporte que puede limpiarse con acetona u
otros disolventes.
Para refuerzos con laminados preconformados la ejecución consiste en aplicar un
adhesivo estructural de tipo epoxi. Estos laminados se suministran en rollos de gran
longitud que pueden cortarse con una sierra manual o con una radial. Una vez cortado, se
limpia la parte más rugosa del laminado (que es la que va a estar en contacto con el
soporte) con un disolvente para eliminar polvo o grasa. Se mezclan los componentes del
adhesivo epoxi y se aplica una capa de un espesor no mayor de 1 mm sobre la cara
rugosa del laminado. Se coloca el refuerzo y, una vez bien posicionado, se pasa con un
rodillo de goma dura en toda la longitud para eliminar posibles burbujas de aire y para que
rebose el adhesivo sobrante, que se retira con una espátula.
En el caso de refuerzos con hojas de tejido de fibras, la resina que constituirá la matriz
del refuerzo sirve también como adhesivo al soporte. Se aplica por tanto una primera capa
de dicha resina, se coloca el tejido de fibras, cuidando que está bien orientado y estirado,
se presiona el conjunto con un rodillo para eliminar restos de aire y garantizar la completa
impregnación de las fibras. En algún caso puede ser necesario aplicar más de una capa
de tejido, con lo que se repite el proceso tantas veces como sea preciso. Una vez
colocados todos los tejidos, se aplica una capa de resina a modo de protección final.
Los dos formatos, laminados preconformados y hojas de tejido de fibras, son muy ligeros
y no hace falta apearlos. En todo el proceso debe respetarse escrupulosamente las
condiciones de humedad, temperatura y tiempos de trabajo indicados por el fabricante.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
42
III.3. FENÓMENO DE LA TRANSFERENCIA DE ESFUERZOS DEL REFUERZO AL SUSTRATO
III.3.1. Adherencia de láminas de materiales compuestos a estructuras de hormigón
Probablemente, el aspecto más determinante de la eficacia del refuerzo de estructuras
encolando láminas de polímeros reforzados con fibras sea la adherencia entre refuerzo y
sustrato. La transferencia de esfuerzos se produce a través de la junta elemento-
adhesivo-refuerzo en forma de tensiones tangenciales que, en ocasiones, resultan
excesivas para alguno de los tres materiales. Lo que comienza como un fenómeno local
de despegue puede extenderse hasta que se pierde la colaboración del refuerzo. Sin la
ayuda del material añadido, el soporte rompe de forma repentina (frágil). Estos fallos se
conocen como prematuros porque el elemento no llega a desarrollar toda su capacidad
resistente y tienen una enorme repercusión en esta tipología de refuerzo. Según Oller
(2005), el 86% de las vigas de la amplia base de datos que maneja en su tesis rompen de
forma prematura por desprendimiento. A pesar de los numerosos trabajos realizados, no
hay consenso en los procedimientos de cálculo a utilizar para prevenirlos.
La mayor concentración de tensiones tangenciales se produce en el extremo del
laminado. Por esta razón es habitual colocar dispositivos de anclaje al final del refuerzo.
Sin embargo, en zonas con discontinuidades como falta de planeidad del soporte o fisuras
(de flexión o cortante) también se puede producir una concentración excesiva de
tensiones tangenciales que provoque el despegue del material adherido. El problema no
es el desprendimiento localizado sino el riesgo de que la zona despegada se propague
hacia el apoyo y termine arruinando al elemento.
1) 2) 3)
4) 5)
Figura III.5. Fallos prematuros (Oller, 2005): 1) despegue del laminado en la zona de anclaje, 2) desprendimiento arrancando parte del recubrimiento, 3) fallo por cortante al final del refuerzo, 4) desprendimiento debido a fisuras de flexión en el interior de la viga, 5) desprendimiento debido a fisuras de cortante.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
43
La mayoría de los trabajos publicados sobre la adherencia de láminas de FRP se refieren
a estructuras de hormigón. Aunque hay variaciones según el autor, los fallos prematuros
en vigas de hormigón se pueden clasificar atendiendo a la zona donde tienen lugar:
- Fallos en la zona de anclaje:
- Desprendimiento del extremo del refuerzo debido a una elevada concentración de
tensiones en esta zona (“end peeling failure”). Se ha observado en vigas donde el
final del refuerzo queda excesivamente separado del apoyo (se previene
prolongando la lámina hasta el apoyo) o donde la banda adherida es
excesivamente rígida o de gran espesor (es menos común cuando se emplean
tejidos flexibles). Al desprenderse suele arrancar una fina capa de hormigón.
- Desprendimiento del extremo del refuerzo arrancando parte del recubrimiento de
hormigón (“concrete cover separation”). Más habitual que el caso anterior. Va
acompañado de la apertura de una fisura horizontal paralela a la armadura inferior
de la viga. Se intenta prevenir garantizando longitudes de anclaje suficientes en el
extremo del laminado aunque resulta más efectivo colocar dispositivos de atado,
por ejemplo, con tejidos de FRP abrazando en “u” los extremos de las láminas.
- Desprendimiento del extremo del refuerzo junto a una fisura de cortante (“critical
diagonal crack debonding”). Se ha observado en vigas con armadura a cortante
escasa y es precedido por una fisura a cortante que se abre en la zona de anclaje.
Se previene suplementando la armadura de cortante.
- Fallos en la zona interior de la viga debido a fisuras, de flexión o cortante, que
inducen al desprendimiento del refuerzo (“intermediate crack debonding”). Cuando se
inicia por una fisura a flexión el fallo resulta menos frágil (despegue progresivo). En el
caso de fisuras a cortante se ha observado que el propio esfuerzo de corte provoca el
desplazamiento vertical de los labios de las fisuras y favorece el despegue. En vigas
armadas con cercos abundantes no suele producirse.
Para conocer mejor el mecanismo de transferencia de esfuerzos entre materiales
compuestos y soportes de hormigón se han realizado distintas campañas experimentales
con ensayos de corte puro (simple o doble), Chajes (1996), Maeda (1997), Neubauer
(1997), Bizindavyi (1999). Estos trabajos han permitido conocer que:
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
44
- La resistencia por adherencia depende de la calidad en la preparación del soporte (por
ejemplo, abujardar la superficie de hormigón conduce a mejoras notables en la tensión
tangencial media en la rotura respecto a probetas cuya superficie no se ha preparado)
y en la calidad del propio sustrato (en Chajes 1996, la resistencia última por
adherencia parece proporcional a la raíz cuadrada de la resistencia a compresión del
hormigón cuando el fallo es por desprendimiento arrancando parte de la superficie).
- Cada sistema de FRP aplicado sobre un soporte específico tiene una longitud máxima
de transferencia o longitud de adherencia (“effective bond length”) a partir de la cual
un aumento en la misma no conduce a incrementos en la carga última.
- En los ensayos de corte puro se ha observado un comportamiento característico de la
junta. Al principio del proceso de carga, la gráfica con las lecturas de las
deformaciones a lo largo del refuerzo decrece de forma progresiva, más o menos
exponencial, hacia el extremo libre de la lámina, lo que equivale a una transferencia
de carga bastante uniforme. Al aumentar la carga, el sustrato comienza a fisurarse en
la zona más próxima a la aplicación de la fuerza y la zona de transferencia activa se
va desplazando hacia el extremo libre del refuerzo. En esta segunda fase, la gráfica
que representa la lectura de las deformaciones a lo largo del refuerzo pasa de tener
una forma casi exponencial a una forma “bilineal” ya que consta de una primera línea
ascendente seguida de otra descendente. Mientras quede longitud suficiente y se siga
incrementando la carga, prosigue el proceso de desplazamiento progresivo de la zona
de transferencia.
- Valores elevados de rigidez y espesor del laminado favorecen elevadas
concentraciones de tensiones tangenciales y, por tanto, el fallo por desprendimiento.
Figura III.6. Deformación del refuerzo para distintos niveles de carga. Maeda (1997)
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
45
Hay que tener en cuenta que en elementos flectados la distribución de tensiones de
adherencia a lo largo del refuerzo es bastante más compleja y variable que en piezas
sometidas a estado de corte puro. En vigas intervienen múltiples factores tales como la
proximidad al extremo del refuerzo, la variación de momento de una sección a otra o la
aparición de fisuras, Etman (2000).
1. Tensiones de adherencia debido al cortante.
2. Tensiones de adherencia por extremo refuerzo.
3. Tensiones de adherencia debido a las fisuras.
4. Tensiones de adherencia, estado final.
Figura III.7. Factores que intervienen en la adherencia. Etman (2000)
Para predecir la carga máxima que puede resistir el refuerzo sin presentar problemas de
adherencia se han desarrollado numerosos procedimientos de cálculo. A continuación se
relatan algunos de ellos agrupados en dos categorías: los que intentan prevenir fallos por
desprendimiento del extremo del refuerzo y los que se ocupan del despegue iniciado en la
zona interior debido a la aparición de fisuras.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
46
III.3.2. Modelos de adherencia aplicables al cálculo del anclaje del refuerzo
Ya se ha indicado que para prevenir fallos prematuros por despegue del extremo se debe
prolongar la lámina hasta prácticamente el apoyo, evitar refuerzos excesivamente rígidos
y dimensionar adecuadamente la longitud de anclaje.
Muchos modelos abordan el problema del cálculo del anclaje intentando reproducir la
distribución de tensiones tangenciales en estado de corte puro (situación asimilable al
extremo del refuerzo). Algunos son métodos empíricos donde el valor de la tensión
tangencial que puede soportar la junta se obtiene por regresión de resultados
experimentales, como los realizados por Tanaka, Maeda o Hirozuky y Wu (Chen & Teng
2001). En otros se busca dar solución a la ecuación que gobierna la interfaz FRP-soporte.
Dicha ecuación constitutiva se obtiene a partir del equilibrio de fuerzas entre todos los
materiales involucrados y de conceptos de mecánica de fractura: la resistencia por
adherencia de la junta está determinada por la energía de fractura específica (Γf)
requerida para despegar el refuerzo del soporte. Este parámetro Γf puede calcularse como
el área bajo la curva corte-deslizamiento en la interfaz que, a su vez, puede modelarse
según distintos modelos (figura III.8). Dentro de este tipo de métodos basados en la
mecánica de fractura están los realizados por Holzenkämpfer, Täljsten, Neubauer o Chen
& Teng (Chen & Teng 2001).
Ahmed (2009) recopila hasta dieciséis modelos basados en las tensiones tangenciales
desarrolladas en la junta. Pero hay otro tipo de aproximaciones, por ejemplo Smith & Teng
(2002-a y -b) evalúan doce métodos distinguiendo: 1) aquellos basados en la capacidad a
cortante del elemento reforzado, 2) el estudio de una parte o “diente de hormigón”
comprendido entre dos fisuras consecutivas, o 3) el análisis de las tensiones tangenciales.
Figura III.8. Modelos corte-deslizamiento para juntas FRP-hormigón (extraído de Chen 2001)
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
47
P
P
lfbfb
SOPORTE: f, f
FRP: E
tm
f
tf
JUNTA: Γ
En definitiva, los modelos que son de aplicación en el cálculo del anclaje del refuerzo son
muy numerosos sin que exista consenso acerca de cual es el más acertado. Esta
situación se agrava cuando los refuerzos se diseñan para ser adheridos a estructuras de
fábrica, material de soporte que ha sido menos estudiado que el hormigón. Ante tal
situación la estrategia seguida en el presente trabajo consiste en seleccionar varios de
estos métodos para estudiar cuales de ellos resultan más adecuados para su aplicación a
estructuras de fábrica.
A continuación se hace un resumen de la formulación de varios modelos que permiten
calcular la carga última que es capaz de resistir el extremo libre de un refuerzo de FRP
adherido a una estructura. Se han seleccionado por su repercusión en este campo de
investigación o por ser propuestas específicas para soportes de fábrica.
Para facilitar la comparación entre ellos, se utiliza una nomenclatura común y genérica.
Por ejemplo, la resistencia a compresión del soporte, que podría ser de hormigón o de
fábrica, se denomina de forma genérica como “f”. En la figura III.9 se representa de forma
esquemática un ensayo simplificado de adherencia y se recoge la nomenclatura empleada
para los distintos parámetros considerados en los modelos.
Figura III.9. Representación esquemática de un ensayo simplificado de adherencia.
Parámetros fundamentales: f, resistencia a compresión del sustrato; ftm, resistencia a tracción del
sustrato; b: ancho del soporte; Γ, energía de fractura específica del interfaz FRP-sustrato; Ef,
módulo de elasticidad refuerzo; tf, espesor refuerzo; lf, longitud de refuerzo adherida al soporte.
La relación de modelos relativos a la adherencia en la zona de anclaje entre materiales
compuestos y hormigón o fábrica que se han seleccionado son:
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
48
a) Maeda (1997)
Es una formulación de tipo empírico desarrollada a partir de ensayos tipo “double lap
shear test”. Resulta de muy fácil aplicación práctica. Se utiliza para el cálculo de
longitudes de anclaje en guías técnicas de diseño como el código canadiense o la
guía ACI 440-2R-08 (anclaje de refuerzos a cortante).
No obstante, presenta dos aspectos controvertidos: 1) no contempla ningún parámetro
relativo a la capacidad resistente del soporte (los ensayos sobre los que se basa se
realizaron sobre un hormigón de elevada resistencia a compresión) y 2) al contrario
que el resto de modelos, la longitud de anclaje decrece al aumentar el producto de la
rigidez del refuerzo, Ef, por el espesor del mismo, tf.
Longitud de anclaje (Le en mm con Ef en GPa y de tf en mm):
Le = e 6,134-0,58 ln (Ef tf) (ec.III.3)
Máxima tracción que resiste el refuerzo:
Si L ≥ Le
Pmáx = τmáx Le bf
siendo τmáx = 110,2 x 10-6 Ef tf
Pmáx = 110,2 x 10-6 Ef tf Le bf (ec. III.4)
Si L < Le
No se da ninguna expresión para esta circunstancia.
Este autor no propone una formulación de cálculo.
b) Neubauer & Rostásy (1997)
Basado en la mecánica de fractura, utiliza un modelo corte-deslizamiento de tipo
bilineal (figura III.8.d). Este método es un referente para otros muchos trabajos
posteriores o guías técnicas como el fib bulletin 14 (procedimiento de cálculo nº 1 para evitar el desprendimiento del refuerzo) o la guía inglesa TR 55. Se desarrolla
a partir de un modelo anterior realizado por Holzenkämpfer para determinar longitud
de anclaje y carga última por adherencia en chapas de acero encoladas a estructuras
de hormigón.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
49
Se calibra con una serie de ensayos tipo “double lap shear test” realizados con
probetas de hormigón y láminas de fibra de carbono. Incorpora como parámetro la
resistencia a tracción superficial (arrancamiento) del soporte. Para mayor simplicidad,
en aplicaciones prácticas este parámetro se sustituye por la resistencia a tracción del
sustrato. Incluye un factor geométrico donde interviene la relación entre el ancho del
refuerzo y el ancho del soporte.
Los autores además de presentar una formulación para calcular la tracción máxima
que resiste la lámina adherida (ec.III.6 y ec.III.7), proponen una formulación de
cálculo (ec.III.8).
Longitud de anclaje:
Le =tm
f f
f2tE
(ec. III.5)
Máxima tracción que resiste el refuerzo:
Si L ≥ Le
P máx = 0,64 Kb bf tmff f t E (ec.III.6)
Si L < Le
P máx = 0,64 Kb bf tmff f t E eL
L (2-
eLL
) (ec. III.7)
Siendo Kb = 1,06400/b1
b/b2f
f
+−
≥ 1
Formulación de cálculo para L ≥ Le:
Pd = 0,50 Kb bf tmff f t E (ec. III.8)
c) Chen & Teng (2001)
También basado en la mecánica de fractura, se desarrolla a partir de un trabajo
anterior realizado por Yuan & Wu. Emplean una base de datos con resultados
experimentales sobre adherencia FRP-hormigón publicados por varios autores para
calibrar y ajustar su modelo. Uno de los parámetros que intervienen en la formulación
propuesta es la resistencia a compresión del soporte (con probetas cilíndricas como
es usual en hormigón) por ser un ensayo más común y sencillo que los relativos a la
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
50
resistencia al arrancamiento superficial o la resistencia a tracción. Al igual que
Neubauer & Rostasy incorporan un parámetro para contabilizar el efecto de la
relación ancho de refuerzo entre ancho de soporte. Los autores además de presentar
una formulación para calcular la tracción máxima que resiste la lámina adherida
(ec.III.10 y ec.III.11), proponen una formulación de cálculo (ec.III.12).
Accardi (2004) encuentra que este modelo presenta un buen ajuste con su campaña
experimental sobre adherencia entre FRP y fábrica. Como en fábricas la resistencia a
compresión se obtiene ensayando piezas prismáticas, se reduce esta resistencia
multiplicándola por un factor igual a 0,83 para obtener un valor equivalente a la
resistencia a compresión de ensayos sobre probetas cilíndricas (ec.III.13).
Longitud de anclaje:
Le =ftE ff
(ec.III.9)
Máxima tracción que resiste el refuerzo:
Pmáx = 0,427 Kb KL bf f Le
Si L ≥ Le KL = 1
Pmáx = 0,427 βf bf f Le (ec. III.10)
Si L < Le KL = sen (eL2
Lπ)
Pmáx = 0,427 Kb bf f Le sen (eL2
Lπ) (ec. III.11)
Siendo Kb = bb1bb2
f
f
+
−
Formulación de cálculo para L ≥ Le:
Pd = 0,315 Kb bf f Le (ec. III.12)
Para fábricas cuya resistencia a compresión se obtiene de probetas prismáticas
(fm), la resistencia a compresión (f) debe reducirse según la ecuación:
f= 0,83 fm (ec. III.13)
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
51
d) Niedermeier (2000)
Esta propuesta está incluida en el procedimiento de cálculo nº2 para evitar el desprendimiento del refuerzo del fib bulletin 14 (2001). Se trata de nuevo de un
procedimiento basado en la mecánica de fractura donde determinadas constantes se
ajustan por regresión de resultados experimentales.
Longitud de anclaje:
Le = c2tm
ff
f ftE
(ec. III.14)
c2= 1,44
Máxima tracción que resiste el refuerzo:
Si L ≥ Le
P máx = c1 bf tmff f f t E (ec.III.15)
Si L < Le
P máx = c1 bf tmff f f t EeL
L (2-
eLL
) (ec.III.16)
c1= 0,23
e) CNR-DT 200 (2004)
La guía técnica italiana recoge un procedimiento basado en los modelos de Neubauer
& Rostásy (1997) y Niedermeier (2000). Propone distintos valores para el parámetro
energía de fractura específica de la interfase FRP-sustrato (Γk) en función del material
de soporte. Si se carece de estudios experimentales para un sistema refuerzo-
sustrato concreto, propone utilizar un coeficiente c1 igual a 0,030 para hormigón e
igual a 0,015 para fábricas. Además, para estructuras de hormigón incorpora un
parámetro, Kb, que contabiliza el efecto de la relación ancho de refuerzo entre ancho
de soporte.
Hormigón: Γk = c1 tmb ffK , siendo c1=0,030, (ec.III.17)
Fábrica: Γk = c1 tmff , siendo c1=0,015, (ec. III.18)
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
52
Longitud de anclaje (igual que Neubauer & Rostasy):
Le =tm
f f
f2tE
Máxima tracción que resiste el refuerzo:
Si L ≥ Le
Pmáx = bf kff tE2 Γ
Refuerzos de estructuras de hormigón:
Pmáx = bf tmmbff ffk0,03tE2 (ec. III.19)
Siendo Kb = 400/b1
b/b2f
f
+−
≥ 1 si bf/b≥0,33
Kb = Kb para bf/b=0,33 si bf/b<0,33
Refuerzos de estructuras de fábrica:
Pmáx = bf tmmff ff0,015tE2 (ec. III.20)
Si L < Le (reducción similar a Neubauer & Rostasy):
Hormigón: Pmáx = bf tmmbff ffk0,03tE2 eL
L (2-
eLL
) (ec. III.21)
Fábrica: Pmáx = bf tmmff ff0,015tE2 eL
L (2-
eLL
) (ec. III.22)
Formulación de cálculo para L ≥ Le:
Pd = γγ d,f
1 bf kff tE2 Γ (ec. III.23)
Siendo: γf,d= coeficiente seguridad material compuesto (adherencia)
γ = coeficiente seguridad del soporte
f) CNR-DT 200 - R1 (2012)
En 2012 se publica una revisión de la guía técnica italiana CNR-DT 200 en la que se
modifican varios aspectos relativos a la carga máxima que admite el extremo libre del
refuerzo. En la nueva propuesta se incorporan nuevos parámetros y factores que han
sido ajustados en base a ensayos. Algunos coeficientes de seguridad quedan a
criterio del proyectista. Las fórmulas propuestas son de cálculo.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
53
La energía específica de fractura se calcula según:
Γd = FC
KK bG tm f f (ec. III.24)
Hormigón: Kb = b/b1b/b2
f
f
+− ≥ 1 si bf/b≥0,25
Kb = Kb para bf/b=0,25 si bf/b<0,25
KG= 0,023 mm si el refuerzo es preconformado
KG= 0,037 mm si es no preconformado
Fábrica: Kb = b/b1b/b3
f
f
+−
Para refuerzos no preimpregnados,
KG= 0,031 mm si la fábrica es de ladrillo
KG= 0,048 mm si la fábrica es de toba volcánica (tufo)
KG= 0,012 mm para calcarenita o piedra de Lecce
Para refuerzos preconformados reducir KG en un 40 ó 35%.
No se indica el valor del coeficiente de confianza “FC”.
Como valor “b” se permite utilizar la suma del ancho del
refuerzo más la zona de difusión de la tensión de adherencia.
Longitud óptima de cálculo:
Led = min (dRd
u
2 s
Γγ 2 t E dff
2 Γπ, 200mm (hormigón) ó 150mm (fábrica)) (ec. III.25)
Hormigón: γRd=1,25
su=0,25
Fábrica γRd=1,50 para fábricas de ladrillo y de toba volcánica (tufo)
γRd=1,25 para fábricas de calcarenita y piedra de Lecce
su=0,40 para fábricas de ladrillo y toba volcánica (tufo)
su=0,30 para fábricas de calcarenita y piedra de Lecce
Formulación de cálculo:
Si L ≥ Led Pd = d,f
fbγ
dff tE2 Γ (ec. III.26)
Si L < Led Pd = d,f
fbγ
dff tE2 ΓedLL
(2-edLL
)
γf,d igual a 1,2 ó 1,5 a criterio del proyectista.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
54
III.3.3. Modelos de adherencia para prevenir el desprendimiento del refuerzo debido a la apertura de fisuras en la zona interior del elemento.
En vigas de hormigón armado con los extremos del refuerzo anclado, la forma de fallo
más común es el despegue inducido por fisuras, fundamentalmente de flexión, en la zona
interior del elemento. Aunque menos estudiado que la zona de anclaje, también se han
propuesto distintas formulaciones para prevenir este tipo de fallo.
Por ejemplo, el fib Bulletin 14 propone verificar que la tensión en el laminado no supera
el máximo incremento de tensión que se puede llegar a transmitir por adherencia entre
dos fisuras (procedimiento nº 2 para evitar el desprendimiento del refuerzo). Ello
supone seguir un método de cálculo bastante laborioso que incluye determinar la
separación entre fisuras más desfavorable, calcular el incremento de tensión en el
refuerzo entre las dos fisuras para el E.L.U. y estimar un valor teórico del incremento de
tensión realmente admisible que debe ser mayor que el incremento de tensión antes
calculado. Otro ejemplo es el modelo el presentado en la tesis de Oller (2005)
desarrollado a partir de un modelo previo realizado por Brosens con el que comparte el
diagrama corte-deslizamiento adoptado y el número de etapas que identifica durante el
proceso de despegue. Pero, en general, todos ellos son procedimientos complejos que
exigen conocer y/o determinar multitud de variables y resultan de difícil aplicación en la
práctica de proyectos tal y como señala Díaz Heredia (2007).
Otra forma de abordar el problema del desprendimiento del refuerzo en la zona interior
consiste en diseñar la lámina de FRP limitando su deformación de forma que no se supere
un valor límite por debajo del cual no cabría esperar problemas de adherencia.
En esta línea, el fib Bulletin 14 propone un procedimiento simplificado que consiste en fijar
la deformación máxima del laminado a un valor de 0,0065-0,0085. En otras propuestas,
como las guías americanas elaboradas por el ACI, se matiza más cómo debe calcularse
esta limitación para evitar problemas de adherencia.
Al igual que ocurría con el cálculo del anclaje del extremo del refuerzo, la tarea de
prevenir el despegue de la lámina en la zona intermedia del elemento resulta complicada:
no existe un procedimiento consensuado sino multitud de propuestas de cálculo.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
55
En la presente tesis se asume el planteamiento de que utilizar un valor limitado de la deformación máxima del refuerzo es una herramienta útil y práctica para prevenir fallos por pérdida de adherencia debido a la apertura de fisuras en la zona intermedia del elemento. Por este motivo, a continuación se hace un resumen de algunos procedimientos que siguen esta línea de limitar la deformación de la lámina.
En la medida de lo posible y al igual que con los modelos de cálculo del anclaje
seleccionados en el punto anterior, se intenta utilizar una nomenclatura común y genérica
que facilite la comparación entre ellos (ver figura III.9). No obstante, los modelos
seleccionados presentan distintas filosofías de cálculo.
Los primeros métodos que se indican proceden de las guías americanas del ACI o autores
afines, como Galati 2005. La seguridad de estos procedimientos de cálculo se garantiza
por un lado limitando la deformación de la lámina a un valor denominado “deformación
efectiva” y por otro utilizando un factor reductor φ, cuyo producto por momento nominal de
la sección resistente debe ser superior o igual que el momento solicitante. La guía ACI-
2R-08 para refuerzos en hormigón armado utiliza además otro coeficiente adicional Ψ
(factor de fiabilidad) que se aplica a la hora de contabilizar la contribución del refuerzo en
el momento resistido por la sección. Pero lo que en este punto resulta de interés no es
comparar los distintos factores aplicados sino conocer cómo cuantifica cada fuente el
límite de la deformación de refuerzo que debe utilizarse en el cálculo para evitar
problemas de falta de adherencia, lo que en este caso se denomina “deformación
efectiva” y que no deja de ser un valor de cálculo por debajo de la deformación última del
material facilitado por el fabricante.
Los últimos modelos proceden de la guía italiana CNR-DT 200 y siguen la filosofía de las
normas de cálculo europeas donde las propiedades de los materiales se reducen
aplicando coeficientes parciales de seguridad. En este caso el valor límite de deformación
del refuerzo se calcula como una deformación de cálculo y se obtiene aplicando los
respectivos coeficientes parciales de seguridad sobre las propiedades características de
los materiales.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
56
a) ACI 440-2R-08 (2008)
En esta guía el comportamiento del material compuesto se modeliza con un diagrama
lineal a partir de los datos de tensión última, ffu*, y deformación última, εfu*, facilitados
por el fabricante. Dado que este valor inicial no tiene en cuenta el deterioro que
experimentan estos materiales sometidos a exposición medioambiental durante un
largo periodo de tiempo, se establece un coeficiente reductor CE (que dependerá del
tipo de fibra empleado y del grado de exposición, ver tabla III.6). La resistencia y
deformación de diseño, denominadas ffu y εfu respectivamente, se obtienen como
resultado de aplicar dicho coeficiente CE. El valor del módulo de elasticidad del
material compuesto es igual al facilitado por el fabricante.
Pero como además es conocida la dificultad de aprovechar al máximo la capacidad
mecánica del refuerzo debido a que las tensiones tangenciales en la unión resultan en
muchas ocasiones excesivas para alguno de los materiales involucrados, esta guía
establece un valor límite de deformación efectiva del refuerzo (εfe) como forma de
evitar el fallo por desprendimiento. Este límite se calcula teniendo en cuenta la
resistencia del soporte y la rigidez, número de capas y espesor del laminado.
Valor límite de deformación efectiva del refuerzo:
εfe = 0,41ff tEn
f
≤ 0,9 εfu (ec. III.27)
εfu= CE εfu*
Siendo: CE: coeficiente exposición medioambiental, tabla III.6.
εfu: deformación de diseño del FRP
εfu*: deformación última del FRP según fabricante
Tabla III.6. Coeficiente de exposición según guías ACI
Tipo exposición Tipo de fibra CE
Carbón 0,95 Vidrio 0,75 Exposición
interior Aramida 0,85 Carbón 0,85 Vidrio 0,65 Exposición
exterior Aramida 0,75 Carbón 0,85 Vidrio 0,50 Ambiente
agresivo Aramida 0,70
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
57
b) ACI 440-7R-10 (2010)
Se trata de una de las pocas guías técnicas específicas para la aplicación de estos
refuerzos a estructuras de fábrica, Myers (2011). Al igual que la guía ACI 440-2R-08,
establece un valor límite de deformación máxima del refuerzo para evitar problemas
de adherencia sólo que en este caso se calcula aplicando un coeficiente reductor a la
deformación última del refuerzo facilitada por el fabricante, εfu*. Se propone que este
coeficiente tenga un valor constante e igual a 0,45 en refuerzos adheridos al exterior
de la estructura, así como que su uso sólo es válido si se cumple la condición
expresada en la ec. III.29. En Tumialan (2011) se detalla que la base de datos
utilizada para establecer este valor consta de 27 ensayos, todos de flexión simple,
procedentes de las tres campañas experimentales (Hamilton, Tumialan y Albert) todas
con refuerzos no preconformados (18 de fibra de vidrio, 6 de aramida y 3 de carbono).
Valor límite de deformación efectiva del refuerzo:
εfe = K εfu*≤ CE εfu
* (ec. III.28)
Siendo: K=0,45 para refuerzos encolados sobre la superficie.
εfu*: deformación última del FRP según fabricante.
CE: coeficiente exposición medioambiental, tabla III.6.
Sólo válido si: n tf Ef εfe ≤ 262,5 N/mm (ec. III.29)
es decir, εfe ≤ (262,5 N/mm) / (n tf Ef)
c) Galati (2005)
En la misma línea que las guías del ACI, Galati (2005) propone utilizar los dos
coeficientes reductores (“CE” por exposición medioambiental y “K” para prevenir el
desprendimiento del refuerzo) sólo que en su propuesta ambos coeficientes se aplican
simultáneamente sobre los datos de resistencia y deformación última facilitados por el
fabricante, ffu* y εfu*.
Los valores de CE son iguales que los recomendados por la guía ACI 440-2R-08 y
para K propone un valor de 0,65 cuando se emplea una masilla previa al encolado del
refuerzo y de 0,45 si no hay masilla.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
58
Valor límite de deformación efectiva del refuerzo:
εfe= K CE εfu* (ec.III.30)
Siendo: K=0,65 (refuerzos encolados sobre una masilla previa)
K=0,45 (refuerzos encolados sin una masilla previa)
d) Toutanji (2006)
Este modelo también fija un valor de deformación máxima del refuerzo para no tener
problemas por falta de adherencia en cuyo cálculo interviene tanto la resistencia a
compresión del soporte como el número de capas, la rigidez y el espesor del refuerzo.
Se trata de una propuesta ideada para refuerzos en estructuras de hormigón, de ahí
que contemple la posibilidad de resistencias a compresión del soporte elevadas.
Valor límite de deformación efectiva del refuerzo:
Si f < 31,5 MPa εfe = 0,35 f (n Ef tf)-0,65 (ec.III.31)
Si f > 31,5 MPa εfe = 11,1 (n Ef tf)-0,65 (ec.III.32)
Akbarzadeh Bengar (2010) analiza este modelo junto con otros cuatro y los calibra con
una base de datos creada a partir de resultados de ensayos de vigas continuas de
hormigón armado reforzadas a flexión con FRP publicados por varios autores. El
modelo de Toutanji (2006) es el que mejor se ajusta a estos resultados
experimentales.
g) CNR-DT 200 (2004)
Como se ha indicado la guía italiana estudia la adherencia del refuerzo al sustrato en
términos de energía de fractura. Para refuerzos adheridos a estructuras de hormigón
armado, esta guía ofrece la posibilidad de utilizar un procedimiento simplificado para la
deformación máxima posible del refuerzo en la zona interior del elemento que consiste
en calcularlo de forma análoga a la deformación máxima del mismo en la zona de
anclaje pero aplicando un coeficiente “Kcr” igual a 3.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
59
Deformación de cálculo del refuerzo:
εfd= mín (Kcr cd,f
1γγ ff
fk
tE2
Γ
, ηa εfk / γf) (ec. III.33)
Siendo: Kcr = 3
Γfk calculado según lo indicado en III.3.2.d)
γf,d= coeficiente seguridad material compuesto (adherencia).
γc = coeficiente seguridad del hormigón.
ηa = coeficiente debido a factores ambientales (toma los
mismos valores que el coeficiente CE, ver tabla III.6)
εfk= valor característico de la deformación última de la lámina
h) CNR-DT 200-R1 (2012)
En la revisión de la guía técnica italiana CNR-DT 200-R1 (2012) se modifican las
fórmulas para estimar la deformación máxima posible del refuerzo en la zona interior
del elemento. Para elementos de hormigón:
εfd= mín ( d,f
qKγ
tm2Gb
f
ff f
FCK K 2
tE
, ηa εfk / γf) (ec. III.34)
Siendo: Kq = 1,25 para cargas uniformemente distribuidas
Kq = 1 para el resto de casos
KG2 = 0,10 mm
Kb calculado según lo indicado en III.3.2.e)
γf,d= 1,2 ó 1,5 a criterio del proyectista
FC = coeficiente de confianza a criterio del proyectista
En fábricas la deformación máxima posible del refuerzo en la zona interior del elemento se
estima que sea entre 1 y 2 veces la calculada para el extremo libre del mismo.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
60
III.3.4. Campañas experimentales sobre adherencia entre materiales compuestos y fábrica.
Aunque menos numerosos que los trabajos experimentales sobre la adherencia de
materiales compuestos a estructuras de hormigón, en la última década se han publicado
los resultados de pequeñas campañas encaminadas a investigar la adherencia de estos
materiales en soportes de fábrica. Los trabajos a menudo proceden de Italia, país donde
este tipo de refuerzo estructural se emplea en elementos de fábrica debido a su enorme
patrimonio artístico y al elevado riesgo sísmico de gran parte de su territorio.
Por facilitar el desarrollo de los ensayos, en muchos casos la adherencia se prueba sobre
piezas aisladas de ladrillo o de piedra. Surge entonces la duda sobre si los resultados de
estas campañas se pueden extrapolar a soportes de fábrica con discontinuidades debido
a la presencia de juntas de mortero.
En este sentido resulta de especial interés el trabajo publicado por Carloni (2012). Este
autor realiza ensayos simplificados de adherencia tipo “single lap shear test” (en adelante
SLST) para estudiar la unión de tejidos no preimpregnados de fibra de carbono a tres
tipos de soporte: prismas de mortero, piezas aisladas de ladrillo y probetas de fábrica
hechas con el mortero y ladrillo anterior. Para cada tipo de soporte se ensayan entre tres y
cinco probetas iguales (con misma superficie adherida de refuerzo). La tensión máxima
resistida por la lámina resulta del mismo orden cuando está adherida a probetas de ladrillo
que cuando se encola a probetas de fábrica (el promedio de las de ladrillo es sólo un 8%
mayor que el de las de fábrica). Cabe señalar que este autor no publica la carga última del
ensayo sino la “carga crítica” definido como el valor de carga que a partir de un cierto
deslizamiento del refuerzo se mantiene prácticamente constante hasta la rotura.
Carrara (2013) apunta que el comportamiento adherente de refuerzos encolados a
superficies bien preparadas de fábrica parece depender, fundamentalmente, de las
propiedades del ladrillo teniendo las juntas de mortero una influencia limitada. Al igual que
Carloni, este autor realiza ensayos tipo SLST sobre piezas aisladas de ladrillo y probetas
de fábrica. Se ensayan seis series distintas con tres tipos de ladrillo antiguo y tres fábricas
correspondientes a cada ladrillo. Cada serie consta de tres ensayos (salvo una que sólo
tiene dos) con el mismo tipo de refuerzo (tejidos no preimpregnados de fibra de carbono) y
las mismas dimensiones generales de la lámina y soporte. El autor señala que se
obtienen valores parecidos de carga última por ancho de refuerzo a pesar de utilizar
probetas de distinta naturaleza: sólo de ladrillo y de fábrica.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
61
Según lo anterior, sería lícito estudiar experimentalmente la adherencia de refuerzos de
FRP a fábricas empleando piezas aisladas de ladrillo. Este es el caso de los trabajos de
Capozucca (2007), Faella (2008), Garbin (2010) y Grande (2011). También hay estudios
con bloques monolíticos de piedra en Accardi (2004), Aiello (2006) y Faella (2008).
Tanto Capozucca (2007) como Faella (2008) realizan ensayos de adherencia sobre
unidades aisladas de ladrillo. En el caso de Capozucca (2007) la fuerza de tracción se
aplica sobre dos láminas, ensayos tipo “double lap shear test” (en adelante DLST), y se
prueba la adherencia de bandas preconformadas de fibra de carbono sobre unidades de
ladrillo de tres tipos distintos: un ladrillo histórico y dos tipos de ladrillo actuales. Se
ensayan un total de 18 probetas con distinta longitud adherida de refuerzo. Faella (2008)
completa un total de 18 ensayos tipo “single lap shear test” (en adelante SLST) para
estudiar la adherencia de dos tipos de tejidos no preimpregnados, de fibra de carbono y
de fibra de vidrio, sobre tres soportes distintos: un tipo de ladrillo cerámico y dos tipos de
piedra calcárea (calcarenita y “yellow tuff”). A partir del análisis de la carga última obtenida
propone un valor para “c1”, coeficiente que cuantifica la energía de fractura específica de
la interfase, más elevado que el propuesto por la guía italiana CNR-DT 200 (2004).
Garbin (2010) realiza ensayos tipo DLST con dos tipos de material de refuerzo (tejidos no
preimpregnados de fibra de carbono de alta resistencia y de fibra de vidrio resistente a los
álcalis) encolados sobre unidades de ladrillo. Realiza dos series cada una de ellas con
cinco probetas iguales (mismo FRP y misma superficie adherida). Se observa una
importante dispersión en los resultados de carga última aunque las probetas ensayadas
tengan las mismas características. Entre las posibles causas de esta dispersión de
resultados se encuentran: una cierta heterogeneidad del soporte, en este caso unidades
ladrillo, y, sobre todo, que las láminas ensayadas son tejidos no preimpregnados que
presentan variabilidad en sus propiedades mecánicas finales debido a su ejecución “in
situ”. De hecho a partir de las lecturas de deformación en la zona no encolada de la
lámina deduce el módulo de elasticidad del material compuesto obteniendo valores
dispares. La carga última de los tejidos de fibra de carbono es mayor que los de fibra de
vidrio. Utiliza el promedio de la carga última de cada serie de 5 probetas para calibrar
varios modelos teóricos. Comprueba que para el caso de su campaña los modelos, en
general, subestiman la capacidad resistente última de la junta.
Grande (2011) realiza ensayos tipo SSLT sobre probetas formadas por unidades de
ladrillo a las que se adhieren bandas preconformadas de carbono con distinta longitud
adherida. Se ensayan dos probetas iguales para cada una de las cuatro longitudes
consideradas.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
62
En Accardi (2004) y Aiello (2006) se describen ensayos tipo “double lap shear test” para
estudiar la adherencia de tejidos no preimpregnados de fibra de carbono adheridos a
pequeños bloques monolíticos de piedra. Accardi (2004) realiza tres series de probetas
con el mismo tipo de refuerzo y piedra calcarenita variando la longitud adherida. En cada
serie se ensaya un mínimo de ocho probetas iguales si bien la carga última difiere de unas
a otras. Esto parece debido a la propia heterogeneidad del sustrato: los mismos bloques
de piedra de los ensayos de adherencia se rompen a compresión obteniendo valores de
resistencia bastante dispares. Resulta interesante el buen ajuste de estos resultados
experimentales con el modelo para predecir la carga última por adherencia desarrollado
por Chen & Teng (2001). En el caso de Aiello (2006) se utilizan dos tipos de roca calcárea
de uso frecuente en el patrimonio histórico italiano, una característica de la región de
Lecce, “leccese stone”, y la otra de Nápoles, “napples tuff”, y dos tipos de tejido de fibra
de carbono. En el estudio se plantean además otras tres variables: ancho de la probeta,
longitud adherida de refuerzo y posibilidad de anclaje del mismo. Se ensayan dos
probetas iguales para cada combinación de variables (26 probetas en total). Además se
estudia la viabilidad de un ensayo “in situ” tipo “single lap shear test”.
En cuanto a los trabajos publicados sobre probetas de fábrica están los realizados por
Casareto (2002) y Basilio (2007), o los ya comentados Carloni (2012) y Carrara (2013).
Casareto (2002), incluye un estudio experimental sobre la adherencia de tejidos no
preimpregnados de fibra de aramida encolados sobre seis probetas de fábrica de bloque
de hormigón y seis de fábrica de ladrillo. Son ensayos tipo DLST donde se varía el ancho
y la longitud adherida del refuerzo. En las probetas de fábrica de ladrillo se aplicó una
masilla previa para regularizar la superficie mientras que para la fábrica de bloques el
refuerzo se adhirió directamente.
La tesis doctoral realizada por Basilio (2007) incluye una serie de ensayos de adherencia
con probetas de fábrica de ladrillo de tipo SLST. Se utilizan dos tipos de tejidos no
preimpregnados, fibra de carbono y fibra de vidrio, adheridos sobre probetas construidas
con ladrillos macizos. Se ensayan distintas longitudes adheridas, sobre superficies planas
y con curvatura (asemejando la situación de arcos) y dos posibles sistemas de anclaje.
En el capítulo V se utilizan los resultados de estos diez trabajos experimentales para
generar una base de datos de ensayos simplificados de adherencia FRP-fábrica con la
que estudiar qué modelo resulta más adecuado para el cálculo del anclaje en fábricas.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
63
III.4. REFUERZO A FLEXIÓN DE ESTRUCTURAS DE FÁBRICA MEDIANTE EL ENCOLADO EXTERIOR DE POLÍMEROS REFORZADOS CON FIBRAS (FRP)
III.4.1. Particularidades de las fábricas.
En este punto más que hacer un repaso pormenorizado a la fábrica como material
estructural se quiere hacer hincapié en dos aspectos que resultan determinantes a la hora
de su posible refuerzo con materiales compuestos:
1) El hecho de que las fábricas sean materiales que resisten muy bien compresiones
pero sin capacidad apenas para resistir tracciones, lo que lejos de ser un hecho trivial
ha supuesto que su diseño estructural esté más determinado por condiciones
geométricas y de estabilidad que de resistencia.
2) La capacidad de muros de fábrica, sometidos a compresión, para resistir ciertas
flexiones a pesar de ser un material que no admite tracciones.
Condicionantes mecánicos de la fábrica
Se entiende por fábrica un material compuesto por piezas que generalmente siguen una
ley de trabazón y que suelen estar unidas entre sí por un elemento ligante o mortero. Por
su propia naturaleza, el hecho de proceder de la unión de otros elementos, las fábricas
son materiales con comportamiento anisótropo, heterogéneo y muchas veces discontinuo.
Dentro del término “fábrica” se engloban una gran diversidad de tipos. Son estructuras de
fábrica un muro de ladrillo perforado ejecutado según las prescripciones del actual CTE,
una pilastra de sillares de cantería con juntas a hueso, un muro medieval con dos hojas
de sillería y un núcleo central de mampostería, una bóveda de hormigón romano
conformado por mortero y piedras pequeñas, o el muro de tapial utilizado en la
arquitectura popular como resultado de la mezcla de tierra con piedras o cascotes y en
ocasiones cal. Todas las fábricas anteriores, a pesar de su enorme diversidad, tienen en
común lo que puede ser la característica más determinante de este material: soportar
bastante bien los esfuerzos de compresión y muy mal los de tracción. Obviamente
siempre habrá una cierta resistencia a tracción debida, fundamentalmente, a la
adherencia entre el mortero y las piezas, pero no se suele tener en cuenta dada su
escasa magnitud (estimada tradicionalmente entre 1/10 y 1/20 de la resistencia a
compresión).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
64
En nuestro mundo los esfuerzos de compresión son los predominantes. Pero la
compresión conlleva siempre una dilatación transversal, por lo que no basta que el
material resista bien compresiones, hace falta una adecuada disposición del mismo. De
hecho para que una fábrica se utilice con fines estructurales las piezas deben estar bien
trabadas, atravesadas por elementos pasantes, etc. para contar con cierta coherencia
transversal o bien, tener suficiente dimensión y peso como para que el rozamiento entre
ellas impida su libre movimiento.
El problema es que la solicitación de compresión difícilmente se da de forma aislada, va
siempre acompañada de cierta flexión, y ésta, a partir de determinada excentricidad, se
traduce en la aparición de tracciones. Cualquier imperfección en la ejecución de un muro,
desplome, excentricidad en el apoyo de la viga o forjado que cargue sobre él, etc. supone
una cierta excentricidad “e” en la aplicación del axil “N” y, en definitiva, la aparición de un
momento flector “M” igual al producto del axil por la excentricidad. Por no hablar de las
flexiones debidas a esfuerzos horizontales por viento, sismo o empujes transmitidos a los
muros por el apoyo de los pares de una cubierta, bóvedas, etc. En la práctica, la
compresión perfectamente centrada no existe sino que, en función del esfuerzo que
resulte predominante, se dan situaciones de compresión compuesta o flexocompresión.
El estudio de las tensiones generadas en un muro solicitado a flexocompresión (axil “N”
aplicado a una excentricidad “e” que genera un momento “M”) puede hacerse utilizando
un diagrama tensión-deformación de tipo lineal (o elástico). Para una sección de área “S”
y módulo resistente “W” se obtiene la conocida expresión:
σ = SN
+/- WM
(ec. III.35)
Se trata de una ley de distribución de tensiones trapecial resultado de sumar una ley
uniforme proveniente del axil “N” y otra alternada proveniente del momento “M”. Para una
sección rectangular con S=bt y W=bt2/6, sometida a un momento M=Ne, las tensiones en
los extremos de la sección serían:
σmax = SN
(1 + 6te
) < f (condición 1)
σmin = SN
(1 - 6te
) > 0 (condición 2)
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
65
N<Nu/2
tt
N=Nu/2
t
e < t/6
N<Nu
t
N=Nu
σ= N/S= f
e = t/6 e > t/6
= N/S+M/W= fσ = N/S+M/W= fσ
0σ= N/S-M/W <0
σ= N/S+M/W= f
La condición 1 se refiere al valor máximo de tensión de compresión alcanzado en una de
las caras del muro que deberá ser inferior a la resistencia a compresión del material, lo
que a menudo se cumple con creces al ser habitual que las secciones de fábrica estén
sobredimensionadas por resistencia. En cambio, la condición 2 se refiere a la situación de
la cara del muro más descargada, lo que para un material con incapacidad para resistir
tracciones se convierte en determinante. Hasta una excentricidad e<t/6, toda la sección
está comprimida según una ley trapecial (figura III.10.b), alcanzado el límite de e=t/6 la
distribución de tensiones en la sección se hace triangular con tensión nula en la cara más
descargada (figura III.10.c), pero en cuanto la excentricidad supere este valor, aparecen
tracciones (figura III.10.d). Para un material no resistente a tracción esto supone la
aparición de fisuras lo que podría originar un proceso de deterioro imparable. Por ello,
más que el valor de la compresión resulta fundamental conocer su posición.
Tradicionalmente esta situación se expresaba imponiendo la condición de que la línea de
acción de carga se encontrase dentro del tercio central de la sección o núcleo central de
inercia. El profesor De Miguel (1989) afirma: “La comprobación de un muro es en primer
lugar la constatación de que la carga pasa por el núcleo central, y ya sería mala suerte
que luego la compresión no fuera resistida, dado el amplio valor que suele suponer. La
indeterminación de la excentricidad es mucho más importante que la de la resistencia”.
Para fábricas formadas por piezas ortoédricas y aparejo regular es posible comprobar la
capacidad resistente a compresión no a partir de un diagrama lineal, sino de uno uniforme
local, admitiendo tracciones sin tensión en una parte de la sección, De Miguel (1991).
a) b) c) d)
Figura III.10. Distribución de tensiones en un muro (análisis lineal)
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
66
N
e
Nu/2
0,5 tt/6
a
D
C
B
A
b
c
d C
0,75Nu
A
B
Nu
e = t/18
f
f
DIAGR. LINEAL
0,25Nu
0,5Nue = t/6
D
e = t/6
f
0,5fe = 0,4 t
d
f
e = t/4
c
b
f
0,2Nu
0,5Nu
e = 0,1 t
Nu
a
f
0,8Nu
f
D. PLÁSTICO(LOCAL)
DIAGR. LINEAL
G
f
F
0,25Nue = t/3
e = 0,42 t
f
0,125Nu
E
G
F
E
e = t/4
f
0,375Nu
(LOCAL)
Con este enfoque se amplía el valor de la excentricidad máxima posible, que teóricamente
puede llegar casi hasta prácticamente la mitad del ancho de la sección como resultado de
acumular en uno de los bordes toda la compresión. En un gráfico excentricidad-axil (figura
III.11) utilizando un diagrama tensión-deformación lineal para la fábrica o un diagrama
plástico, se observa como la máxima excentricidad posible se amplia de t/6 del diagrama
lineal a prácticamente t/2 con el plástico. Incluso se podría utilizar un diagrama lineal
admitiendo tracciones sin tensión en una parte de la sección. En cualquier caso, lo cierto
es que continúa habiendo un límite de excentricidad que no puede superarse y la
resultante de las compresiones debe estar contenida, al menos, dentro de la sección.
Aunque con matices, este planteamiento concuerda con el método de análisis límite de
estructuras de fábrica (Heyman 1995, Huerta 2004) que sobre la base de considerar a la
fábrica un material muy resistente a compresión (hasta el extremo de suponerle una
resistencia infinita), sin resistencia a tracción, y sin posibilidad de fallo por deslizamiento
(por lo extraordinario de este tipo de fallo en fábricas de calidad) establece que la
condición de cedencia o límite que debe cumplir el material es que el esfuerzo (resultante
de tensiones) que se transmite a través de cualquier junta de la estructura debe estar
contenido dentro de la sección de la fábrica.
Figura III.11. Diagrama axil-excentricidad modelando la fábrica con un diagrama lineal
(círculos en negrita), un diagrama plástico (triángulos) o un diagrama lineal
local (con línea discontínua y círculos en blanco).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
67
t b f2M
81
121
=
Mt b f2 = bCd
0,05
0,5
D
a
B
0,10
µ
c
G
FE
ν G
e = 0,4 t
d
c
0,125Nu0,2Nu e = 0,42 t
f f
F
f f
0,8Nu
e = t/4
b
a
e = 0,1 t
ff
E
e = t/30,5Nu 0,25Nu
e = t/4 0,375Nu
Nu
f
1,0 D
0,25Nue = t/6
C
0,5Nue = t/6
B
0,75Nue = t/18
A
Nu
0,5f
f
f
f
0,15
A
(LOCAL)D. PLÁSTICODIAGR. LINEAL DIAGR. LINEAL
(LOCAL)
Capacidad resistente a flexión de muros de fábrica
En ausencia de compresiones, la fábrica no tiene capacidad para resistir momentos (todo
momento supone la aparición de tracciones). Sin embargo si hay compresión puede
resistir algo de momento dado que la compresión alivia, total o parcialmente, la tracción
generada por el momento. El gráfico de la figura III.12 es un diagrama adimensional axil-
momento donde se representa la capacidad última a flexión de muros de fábrica sin armar
utilizando un diagrama tensión-deformación lineal para la fábrica o un diagrama plástico.
También se representa el momento adimensional calculado utilizando un diagrama lineal
admitiendo tracciones sin tensión en una parte de la sección. Con independencia del tipo
de modelo que se elija, en el gráfico queda patente como la presencia de compresiones
dota a un material no resistente a tracción de cierta capacidad para resistir flexiones.
A mayor compresión, mayor momento resistido por el muro al menos hasta que la
compresión alcanza la mitad de la carga última del muro (máxima carga que admite la
sección para compresión centrada). Si se utiliza un diagrama uniforme local (plástico) el
momento máximo resistido es un 50% mayor que el calculado con el diagrama lineal
(elástico), pero en ambos casos este valor máximo se obtiene para un axil igual a la mitad
de la carga última del muro (Nu/2).
Figura III.12. Diagrama axil-momento (adimensional) modelando la fábrica con un
diagrama lineal (círculos en negrita), un diagrama plástico (triángulos) o un
diagrama lineal local (con línea discontínua y círculos en blanco).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
68
Con un diagrama lineal admitiendo tracciones sin tensión en una parte de la sección, el
momento máximo es un poco mayor que para el diagrama lineal sin fisuras, pero menor
que si se utiliza un diagrama uniforme local (plástico), y se da para una compresión algo
inferior de la mitad de la carga última. En cualquier caso, entorno a la mitad de la carga
última, el problema pasa a ser de resistencia a compresión en lugar de ser un problema
de estabilidad y el momento que la sección resiste disminuye al aumentar la compresión.
De acuerdo con reglas basadas en la experiencia, las construcciones antiguas seguían la
estrategia de sobrecargar las fábricas para garantizar su estabilidad: añadir elementos
pesados como pináculos sobre los arbotantes, contrapear los forjados para que todos los
muros estuviesen cargados, sobredimensionar las secciones para aumentar su peso y,
con ello, tener más capacidad de resistir momentos.
Como lo habitual es que las fábricas, sobre todo las antiguas, se muevan en un rango de
compresión muy inferior a su carga última, la evaluación de su seguridad estructural suele
ser por estabilidad y no por resistencia: que la resultante de compresiones esté
suficientemente centrada, que la excentricidad resultante sea admisible.
Pero esto puede no ser siempre así. En la arquitectura moderna, el uso de estructuras de
fábrica decae, y las estructuras en general son cada vez más livianas, de menor espesor,
más esbeltas, etc. lo que indudablemente choca con la filosofía de este material.
Algunos autores (Freire Tellado, 2001) señalan que es acertado aplicar métodos que
priman el análisis de la estabilidad de la fábrica a través de la geometría (como el método
del análisis límite, Heyman 1995, Huerta 2004) para fábricas de calidad como las de los
grandes edificios históricos (puentes, iglesias) pero para otro tipo de edificaciones (de tipo
entramado, con muros o pilares verticales y forjados horizontales) puede ser necesario
verificar que, efectivamente, no se superan los límites de resistencia a compresión.
En este orden de cosas qué supone el refuerzo a flexión de muros de fábrica Para fábricas bien trabadas, con buena conexión entre sus partes y suficiente resistencia
superficial al arrancamiento, añadir un refuerzo de materiales compuestos en su exterior
supone dotar al material de un cierta resistencia a tracción, justo aquella propiedad de la
que carece.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
69
Antes de la incursión de los materiales compuestos en construcción, el acero ha sido el
material que se ha empleado con este fin (figura III.13), si bien presentaba importantes
inconvenientes como su posible corrosión o la dificultad de adaptarse a estructuras
preexistentes no planas. Las soluciones más frecuentes de este tipo de refuerzos son
zunchos de atado en torres y fachadas, anillos en el arranque de cúpulas semiesféricas,
atirantados de bóvedas y arcos o, incluso, el zunchado de columnas.
Al desaparecer la limitación de “no tracciones”, se admiten excentricidades fuera de la
sección que era su principal condicionante. Como se verá en el capítulo VII esto no
significa que la adición del refuerzo suponga siempre una mejora de la capacidad
resistente a flexión del elemento. Para niveles de compresión muy elevados donde el
problema es de “resistencia” y no de “estabilidad” la adición del refuerzo no mejora la
capacidad resistente del elemento.
(a) (b) (c)
Figura III.13. Ejemplos de refuerzo de fábricas con elementos de acero:
a) Anillos o zunchos de atado en torres.
b) Atirantado de arcos y bóvedas.
c) Zunchado de columnas.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
70
III.4.2. Comportamiento tenso-deformacional de las fábricas
En este punto se exponen brevemente algunos aspectos de interés en relación con la
gráfica tensión-deformación de fábricas sometidas a compresión uniaxial. Una
recopilación más exhaustiva de distintos estudios experimentales y teóricos relativos a
este material la encontramos en Martínez (2003) y Lombillo (2010).
En general el comportamiento de las fábricas es de tipo elastoplástico con ablandamiento.
Las gráficas tensión-deformación obtenidas experimentalmente constan de una rama
ascendente hasta alcanzar un valor máximo de resistencia y un tramo de descarga (figura
III.14). Además suelen presentar curvatura desde prácticamente el inicio de la carga.
Figura III.14. Diagrama tensión-deformación de los ensayos realizados por Powell
y Hodgkinson (Hendry 1998)
La enorme variedad de materiales que se engloban dentro del término “fábrica” conlleva
que los parámetros fundamentales que caracterizan la curva tensión-deformación, tales
como el módulo elástico, el valor máximo de la resistencia o la deformación última,
puedan tomar valores muy distintos. Entre otros factores, estos parámetros se ven
afectados por la naturaleza de los bloques, su forma y trabazón; el tipo de mortero y el
espesor del tendel; la posibilidad de que la fábrica esté formada por varias hojas y el
grado de conexión entre ellas, las posibles heterogeneidades locales que puedan existir
dentro de un mismo elemento o la esbeltez de la pieza ensayada.
En el comportamiento uniaxial de la fábrica intervienen además otros condicionantes
como el nivel de confinamiento (si lo hubiera), el ángulo de incidencia del esfuerzo de
compresión respecto de los tendeles o el tiempo de actuación de la carga (Martínez,
2003).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
71
Las principales variables consideradas en las fórmulas de tipo empírico desarrolladas para
estimar la resistencia a compresión de la fábrica son la resistencia a compresión de la
pieza y la del mortero (fórmulas de Hendry y Malek, Rostampour o EC-6 recogidas en
Hendry, 1998). Para fábricas de mampostería formadas por piezas irregulares se deben
tener en cuenta otros aspectos como la coherencia transversal de la fábrica, la adherencia
entre pieza y mortero, el espesor medio del tendel, etc. (Tassios, 2013).
En cuanto al módulo elástico, al igual que ocurre con el hormigón, carece de un valor
constante dada la curvatura de las gráficas tensión-deformación. De hecho para un
material cuyo comportamiento es no lineal desde prácticamente el inicio de la carga sería
más correcto utilizar el término “módulo de deformación longitudinal”, si bien en este
trabajo se utiliza la denominación de “módulo elástico” por lo habitual del término y porque
es el parámetro que caracteriza la fase “elástica” del diagrama tensión-deformación
bilineal que se utiliza en el método de cálculo propuesto (punto VI.1.2). Al igual que para
el hormigón se definen distintos conceptos relativos al módulo de deformación tales como
módulo inicial (pendiente en el origen de la curva tensión-deformación), módulo tangente
(tangente de la curva en un punto preestablecido) o módulo secante a 1/3 (cociente del
incremento de tensión entre el incremento de deformación para una tensión 0,33 veces la
resistencia máxima de la fábrica descontando la parte inicial de 0,05 veces la resistencia).
Este último concepto se corresponde con el “chord elastic modulus” del código ACI 530-02
y es para algunos autores (Martínez, 2003) la mejor forma de determinar a nivel empírico
el módulo de deformación longitudinal de una fábrica.
Cuando no es posible su obtención mediante ensayos, el módulo de elasticidad se puede
estimar de forma aproximada multiplicando una constante de proporcionalidad (cuyo valor
se establece de forma empírica) por la resistencia a compresión de la fábrica. La
normativa vigente en España (CTE SE-F y EC-6) sigue esta línea al proponer un valor del
módulo de elasticidad secante instantáneo igual a 1000 fmk, valor que para estados límite
de servicio debe multiplicarse por 0,6.
En la tabla III.7 (Lombillo, 2010) se recogen distintos valores de la relación entre el módulo
elástico y la resistencia a compresión propuestos por diversos autores para distintos tipos
de fábrica. Lo habitual es que esta relación se encuentre entre 400 y 1000 como se indica
en Hendry (1998), si bien algunas propuestas plantean valores más elevados (PIET 70) y
otras algo más bajos (entorno a 200). Tassios (2013) indica que el módulo elástico de la
fábrica esta comprendido, aproximadamente, entre 500 y 1500.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
72
El valor de deformación máxima que admite la fábrica está también influenciado por
múltiples factores. Tassios (2013) indica que la deformabilidad de la fábrica se reduce
cuando se emplean morteros y bloques de resistencia a compresión elevada (fábricas
actuales), con una buena adherencia entre el mortero y la pieza, juntas de mortero bien
rellenas y un proceso de carga rápido. En cambio, son más deformables cuando están
formadas por piezas y morteros de menor resistencia (fábricas antiguas) y el proceso de
carga es paulatino. Lombillo (2010) indica que según la bibliografía consultada, la
deformación última de una fábrica de ladrillo puede estar entre el 1,5 y 4,5 por mil. Tassios
2013 da valores orientativos de la deformación de la fábrica para el valor de resistencia
máxima que estaría entorno al 2-3 por mil en fábricas de mampostería, al 4 por mil en
fábricas de ladrillo macizo con resistencia a compresión de 3 a 8 MPa y del 1,5-3,5 por mil
en fábricas de ladrillo perforado con resistencia a compresión entorno a 2-3 MPa.
Algunos autores encuentran patrones fijos en las gráficas tensión-deformación de fábricas
comprimidas cuando se representan de forma adimensional. En la figura III.14 se
muestran los resultados de los ensayos realizados por Powell y Hodgkinson sobre
fábricas con cuatro tipos distintos de ladrillo y carga rápida. En la figura III.15.a) se
muestra la propuesta de curva tensión-deformación adimensional extrapolada de estos
ensayos comparada por la propuesta de Turnsek y Cacovic. En Lombillo (2010) se recoge
una propuesta similar de curva adimensional para una fábrica comprimida presentada por
Tassios en 1988 (figura III.15.b).
Tabla III.7. Relación entre el módulo elástico y la resistencia característica
a compresión de la fábrica (extraído de Lombillo 2010)
* Sólo para ladrillos huecos. ** No figura en la tabla de Lombillo.
Ladrillo macizo
Ladrillo perforado y
hueco Sillería Mampostería Bloques
hormigón
Bloques hormigón
ligero NITU.II-B 2.62
(URSS) 200-1000 200-500*
PIET 70 (1970) 1500-2500 1125-2000 1500-3000 500-2500 1500-3000 750-2500 Hendry (1981) 400-1000
Mauerwerk-Kalender (Tassios 1988) 550-800
CIB (1985) 1000 1000 1000 1000 1000 1000 Gallegos (1989) 400-1000 400-1290
NBE FL-90 (1990) 500-635 400-500 Wolde-Tinsae et al.
(1993) 500 550
DIN 1053 (1996) 400-1000 400-1000 400-1000 400-1000 400-1000 400-1000 Eurocódigo 6 (1997) 1000 1000 1000 1000 1000 1000
MSJC (2005) 700 900** FEMA 356 (2000) 550
Wo y Schuller (2008) 275-700 Tassios (2013) 500-1500**
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
73
mkf
mkf /3
σ
3,5 ε
σ
3,5 ε2,0
mdfmd
Em
f/3
E
σf
ε
b)
c)
a)
ε ε
1,0
E
0,6
1,0 1,6wo
wuE
: u
: wcσ f
La normativa vigente para estructuras de fábrica propone diagramas de cálculo genéricos
que si bien no representan de forma exacta el comportamiento tensión-deformación de
fábricas reales, sí que deben dar lugar a esfuerzos equivalentes al integrar las tensiones
en la sección. El EC-6 propone los gráficos representados en los apartados 1) y 2) de la
figura III.16 como diagrama tensión-deformación general de una fábrica y como diagrama
para el cálculo de una fábrica en flexión y compresión, respectivamente. En definitiva,
propone para las fábricas un diagrama de cálculo tensión-deformación de tipo parábola-
rectángulo similar al del hormigón, incluso con el mismo valor de deformación máxima en
rotura (3,50/00). Para el cálculo de la fábrica permite adoptar otros diagramas como el
diagrama parabólico o el rectangular. La normativa española, CTE DB SE-F, recoge un
gráfico equivalente al propuesto por el EC-6 como diagrama general, figura III.16.3).
Como diagrama de cálculo permite adoptar los tramos b) y c) de esta figura (excepto para
fábricas ejecutadas con piezas huecas). En el CTE DB SE-F no se recoge el valor de
deformación última de la fábrica a utilizar en el cálculo.
a) b)
Figura III.15. a) Diagrama adimensional Powell y Hodgkinson (Hendry, 1998)
b) Diagrama adimensional propuesto por Tassios 1988 (Lombillo, 2010)
1) 2) 3)
Figura III.16. 1) Diagrama tensión-deformación general de la fábrica (EC-6).
2) Diagrama tensión-deformación para el cálculo de la fábrica en flexión y
compresión (EC-6).
3) Diagrama tensión-deformación general de la fábrica (CTE DB SE-F).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
74
III.4.3. Antecedentes: campañas experimentales sobre refuerzos a flexión en
fábricas.
Aunque en menor medida que para el hormigón, se han publicado un número
considerable de estudios experimentales sobre muros de fábrica reforzados adhiriendo a
su superficie láminas de plásticos reforzados con fibras (FRP).
Las primeras campañas se centraron en el refuerzo a cortante por su utilidad en el
refuerzo de edificios de fábrica situados en zonas sísmicas (Schwegler, 1994 y 1997;
Ehsani, 1997) pero pronto se prestó también atención a la posibilidad de reforzar muros a
flexión. En este ámbito del refuerzo a flexión destacan los trabajos realizados por
Triantafillou (1998), Ehsani (1998, 1999), Velázquez-Dimas (2000-a, 2000-b, 2000-c),
Albert (1998, 2001), Barbieri (2000-a, 2000-b), Hamilton (2001), Galati (2003), Hamoush
(2002), Tan (2004), Mosallam (2007) y Accardi (2007-a, 2007-b). En la tabla III.8 recoge
las principales variables de algunas de estas campañas experimentales.
También se ha publicado la primera guía específica para el refuerzo de fábricas: la guía
ACI 440.7R-10 o “Guide for Design and Construction of Externally Bonded FRP Systems
for Strengthening Unreinforced Masonry Structures”. Además, otras guías como la italiana
CNR-DT 200 cuentan con un apartado específico para estructuras de fábrica.
Desde las primeras campañas se evidencia la efectividad de la técnica consiguiendo
incrementos notables en la rigidez y carga última a flexión de las probetas reforzadas
(Martínez, 2002). A ello contribuye el hecho de que la mayor parte de los ensayos sean de
flexión simple, sin compresión, solicitación muy poco frecuente en fábricas reales con
función estructural.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
75
Tabla III.8. Principales estudios sobre el refuerzo a flexión en fábricas
Geometría probetas Autor y tipo de ensayo
h/t t (mm)
b (mm)
h (mm)
Tipo fábrica
fmk(MPa),Em (MPa),εmu
Sistema FRP
Ef (MPa), tf (mm), εfu*
Modo de fallo principal
Triantafillou
7,5 120 400 900 Ladrillo perforado 3,0 / 3.800 / 0,0035
CFRP preconformado 150.000 / 1,00 / 0,014 Compresión
14 50 1220 710
28 50 1220 1420
Velazquez-Dimas
28 100 1220 2740
Ladrillo macizo 26,7 / 750 fmk / 0,003
GFRP no pre. unidir, 10.000 / 2,00 / 0,02
GFRP no pre. bidir, 5.900 / 2,00 / 0,016
Desprendido
21 190 1200 4000 Bloque hormigón 7,3 / 400 fmk / 0,003
Albert
21 193 1205 4050 Bloque hormigón 13,4 / 400 fmk / 0,003
CFRP no preimpreg. 47.375 / 0,73 / 0,013 CFRP preconformado 185.181 / 1,27 / 0,015 GFRP no preimpreg. 17.770 / 1,80 / 0,02
Flexión- cortante
Barbieri
9 120 250 1100 Ladrillo macizo 9,8 / 4.500 / 0,0035
CFRP no preimpreg. 230.000 / 0,13 / 0,015 CFRP preconformado 165.000 / 1,20 / 0,017 GFRP no preimpreg. 26.130 / 1,00 / 0,022
Desprendido
Cortante
9 200 610 1750
Hamilton
23,5 200 1220 4625
Bloque hormigón 14,5 / 600 fmk / 0,003
Bloque hormigón
10,9 / 600 fmk / 0,003
GFRP no preimpreg. 11.667 / 2,00 / 0,015
Tracción
Desprendido
Tan
9 110 1000 1000 Ladrillo macizo 8,2 / 750 fmk / 0,0035
CFRP no preimpreg. 230.000 /0,165/ 0,015
Compresión Desprendido
Galati
(serie 12)
12 95
92 600 1200
Ladrillo 17 / 700 fmk / 0,0035
Bloque hormigón
10,5 / 900 fmk / 0,0025
GFRP no preimpreg. 92.900 / 0,36 / 0,0182
Compresión
Cortante
Mosallam
26 102 2640 2640 Ladrillo macizo 25 / ≅770 fmk / 0,0035
GFRP uni. no preim. 70.000 / 0,67 / 0,032 GFRP bidir. no preim. 10.520 / 1,20 / 0,0125 CFRP no preimpreg.
103.400 / 0,6 / 0,0125
Compresión
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
76
flecha (mm)5
5F
10 15 20
S20
15
10 FD
F
20 D
25
30
R
RS40D
R
S75
70 80
flecha (mm)
h/t = 14 5
502010 4030 60
20
Car
ga (k
Pa)
10
15
h/t = 28
R
D
F
S300
D
F
S200
R
R
D
F
S100
a) b)
Figura III.17. Diagrama carga-desplazamiento de varias probetas de la campaña
realizada por Velázquez-Dimas, Ehsani y Saadatmanesh.
a) Probetas de la serie h/t=14.
b) Probetas de la serie h/t=28.
F: apertura fisuras; D: inicio despegue lámina; R: rotura.
El comportamiento mecánico de las fábricas reforzadas a flexión simple ha sido
descrito por varios autores. El equipo investigador formado por Velázquez-Dimas, Ehsani
y Saadatmanesh ha publicado varios artículos detallando el comportamiento observado en
trece ensayos sobre siete muros de fábrica de ladrillo reforzados con láminas no
preimpregnadas de fibra de vidrio en los que se aplicaron cargas cíclicas de flexión pura
hasta rotura (Ehsani, 1998, 1999 y Velázquez-Dimas 2000-a, 2000-b, 2000-c). Los muros
se dividieron en dos series: probetas pequeñas con esbeltez igual a 14, y mayores con
una esbeltez igual a 28, todos ellos con el mismo tipo de fábrica de ladrillo macizo, a mitad
de escala que el habitual, y un mortero de baja resistencia. Los refuerzos consistieron en
encolar tres bandas verticales, con distinto ancho, a cada una de las caras, quedando
anclados los extremos de las bandas por el propio mecanismo de soporte. Analizando los
gráficos carga-desplazamiento obtenidos de los ensayos, los autores distinguen tres fases
o estadios de carga: una primera fase hasta que se supera la resistencia a tracción de la
fábrica y comienzan a aparecer las primeras fisuras visibles (generalmente en forma de
apertura de juntas de mortero) provocando una pérdida apreciable de rigidez en el
elemento; una segunda fase con comportamiento más o menos lineal que se desarrolla
hasta que el refuerzo empieza a despegarse en la zona central de la probeta, con la
consiguiente nueva pérdida de rigidez; y el tercer y último estadio hasta la rotura donde, a
pesar de que el desprendimiento avanza, el muro continúa admitiendo carga.
La figura III.17 se elabora a partir de los datos publicados de los ensayos de las probetas
pequeñas con una esbeltez igual a 14 (Ehsani 1999), y de las probetas grandes de
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
77
esbeltez igual a 28 (Velázquez Dimas 2000). En el gráfico se señalan los hitos: inicio de
fisuración (F), inicio del despegue de la lámina (D) y rotura (R), atendiendo a lo publicado
por los autores. Todas las probetas representadas están reforzadas con el mismo tipo de
polímero con fibra de vidrio unidireccional. El nombre indica la cuantía de refuerzo
adherido, de esta forma la probeta S20 tiene la mitad de refuerzo que la S40 y menos de
la tercera parte de refuerzo que la probeta S75. Como puede observarse, y a pesar de
contar con distintas cantidades de refuerzo, en prácticamente todos los muros son
fácilmente discernibles las tres fases. En los muros con menos cantidad de refuerzo
adherido la gráfica es mucho más tendida y el comportamiento general del elemento es
más dúctil. En probetas reforzadas con cuantías elevadas, como la probeta S300, la
fisuración y el despegue del refuerzo fue menor y el comportamiento del muro resultó
bastante más rígido (Velázquez-Dimas 2000-a). En estos casos, apenas se aprecia la
pérdida de rigidez asociada a las distintas fases. Se observa que el refuerzo parece
incrementar la carga última a flexión simple de forma proporcional a su cuantía. Sin
embargo, ni la flecha ni la deformación máxima registrada en el material compuesto
resultaron proporcionales a la cantidad de refuerzo dispuesta.
Otros autores describen un comportamiento similar de muros reforzados a flexión, si bien
simplifican las fases o estadios de carga a sólo dos. El equipo investigador liderado por
Albert realiza un programa experimental con diez muros de fábrica, en este caso de
bloques huecos de hormigón, reforzados a flexión con láminas de distintos tipos de FRP:
bandas preconformadas de fibra de carbono, láminas no preimpregnadas de fibra de
carbono y láminas no preimpregnadas de fibra de vidrio (Albert 2001, 1998). Se trata de
un estudio que maneja bastantes variables: tipo de bloque, tipo de carga, cuantía,
disposición y tipo de material de refuerzo. Los muros, dispuestos en vertical, se reutilizan
hasta practicar un total de trece ensayos aplicando dos cargas puntuales crecientes sobre
una de sus caras laterales hasta la rotura del elemento. La mayor parte de los ensayos
son de flexión pura, sólo en dos de ellos se introduce una carga axial. Una de las probetas
se somete a ciclos de carga y descarga. Todas las probetas tienen las mismas
dimensiones con una esbeltez igual a 21.
En este trabajo se observan dos fases en el comportamiento mecánico de los muros
ensayados: una primera, en la que la gráfica carga-desplazamiento toma una forma
ligeramente arqueada, que finaliza cuando se supera la resistencia a tracción de la fábrica
y comienza a fisurarse el elemento, y una segunda fase en la que el comportamiento del
muro es bastante lineal con una rigidez proporcional, fundamentalmente, a la cantidad y
módulo de rigidez del refuerzo.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
78
bf = 4 x 50mm
MCS6
MCS6R
F
10
20
30
40
50
10 20 30
Car
ga (k
N)
flecha (mm)
ICST11
40 6050 70 9080
ICST8
ICST10 R
R
R
FF
F
bf = 2 x 250mm
bf = 4 x 250mm
bf = 2 x 125mm
ICST10
ICST11
ICST8
MURO SIN REFUERZON=0
Figura III.18. Diagrama carga-desplazamiento muros de fábrica (flexión simple), Albert (1998) - Probetas serie 2, reforzadas con tejido flexible de fibra de carbono.
- Probeta serie 1, bandas preconformadas de carbono (línea discontinua).
F: apertura fisuras; R: rotura.
En la figura III.18, elaborada con datos del estudio Albert (1998), se representa la gráfica
carga-desplazamiento de tres de las probetas de la serie 2, todas ellas realizadas con el
mismo tipo de bloque, las mismas dimensiones y el mismo tipo de hoja de fibra de
carbono, aunque con distintas cuantías de refuerzo, y una probeta de la serie 1 reforzada
con bandas preconformadas de fibra de carbono. Para cada una de ellas se señalan los
hitos: inicio de la fisuración (F) y rotura (R), atendiendo a lo publicado por el autor. La
probeta ICST11 tiene el doble de refuerzo que la ICST10 y la mitad que la ICST8. Como
puede observarse, de nuevo probetas con menor cuantía de refuerzo tienen una gráfica
más tendida. A más refuerzo adherido, mayor carga de inicio de fisuración y mayor carga
última (que parece proporcional a la cantidad de refuerzo) pero en cambio el elemento
incrementa su rigidez. La flecha registrada no es proporcional a la cantidad de refuerzo.
Se comprueba experimentalmente que el muro de fábrica sin refuerzo, y en ausencia de
compresión, apenas tiene capacidad para resistir cargas de flexión con lo que los
refuerzos suponen un incremento enorme de la capacidad resistente a flexión simple.
En la gráfica de la figura III.18 se ha incorporado también el resultado del ensayo de la
probeta MCS6 reforzada con laminados de carbono preconformados, aunque esta probeta
pertenece a la serie 1 que se hace con un tipo de bloque de hormigón de resistencia muy
inferior al tipo de bloque de la serie 2. La rigidez y elevada resistencia de este tipo de
refuerzo puede suponer, como en este caso, un comportamiento excesivamente rígido del
muro.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
79
ICST11, N=0bf = 2 x 250mm
flecha (mm)
50
R
ICST9, N=10 kNbf = 2 x 250mm
ICST13, N=30 kNbf = 2 x 250mm
MURO SIN REFUERZO
10 20
10 F
30C
arga
(kN
)
20F
40
5030 40 60 70 80 90
NR
ICST11
ICST13
R
FICST9
Figura III.19. Diagrama carga-desplazamiento muros de fábrica (flexocompresión), Albert (1998)
- Probeta ensayada a flexión simple (línea discontinua).
- Probetas ensayadas a flexocompresión.
F: apertura fisuras; R: rotura; NR: carga máxima, no se ha llegado a la rotura.
El comportamiento mecánico de las fábricas reforzadas a flexocompresión ha sido
menos investigado. Como se ha comentado dos de los trece ensayos realizados por
Albert, Cheng y Elwi son de flexocompresión, si bien sólo uno de ellos se lleva hasta
rotura. En la figura III.19 se representa la respuesta carga-desplazamiento de una probeta
ensayada a flexión simple comparada con la de los dos muros flexocomprimidos,
reforzados con la misma cantidad y tipo de refuerzo pero con dos niveles distintos de
carga axial, 10 y 30 KN, lo que supone tan sólo el 0,8 y 2,4% del axil último. Las dos
probetas flexocomprimidas experimentaron las dos fases al igual que el resto de muros
reforzados, si bien al principio de la carga se incrementaba la rigidez, retrasándose la
fisuración del muro, en la segunda fase, parece que el efecto de la carga axial hacía
disminuir la rigidez debido a efectos de segundo orden sobre el elemento (las probetas
tenían una esbeltez importante). Los autores señalan que no se han realizado suficientes
ensayos con esta variable como para sacar conclusiones significativas.
Barbieri (2000-a y 2000-b) lleva a cabo una pequeña campaña experimental sobre seis
probetas flexocomprimidas, cinco de ellas reforzadas, sobre las que se aplicó una carga
transversal en el punto medio (con dos escalones de carga) al tiempo que se comprimían
con una carga axial de 10 KN (lo que equivale a un 3,4% del axil último). Por diversos
problemas a la hora de realizar los ensayos sólo tres de los muros reforzados se
consiguieron ensayar hasta rotura. Cada una de estas tres probetas llevaba un material
de refuerzo distinto: banda preconformada de fibra de carbono, tejido de fibra de vidrio y
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
80
tejido de fibra de carbono si bien en los tres casos el refuerzo se había calculado para una
carga última similar.
En la rotura de las probetas coexistieron distintos mecanismos de fallo (Barbieri 2000-b):
aplastamiento por compresión de la fábrica en la sección central y/o agrietamiento con
fisuras inclinadas y/o despegue del refuerzo arrancando una fina capa superficial del
soporte. No obstante, la rotura de la viga-columna reforzada con la banda preconformada
de carbono estuvo marcada por el desprendimiento prematuro del refuerzo, lo que le hizo
romper a un carga muy inferior a las otras, mientras que en el fallo de las probetas
reforzadas con tejidos no preimpregnados lo determinante fue la fisuración inclinada que
avanzó desde el extremo anclado del refuerzo hasta el punto de aplicación de la carga
puntual a mitad del vano. En las gráficas carga-desplazamiento publicadas, las probetas
exhibieron una rigidez parecida. El estudio es demasiado reducido para establecer pautas
generales de refuerzos a flexocompresión.
Los ensayos realizados por Galati (2003) no tienen como finalidad el estudio de muros
flexocomprimidos sino de muros reforzados con FRP donde, por las condiciones
constructivas de sus apoyos, se desarrolla lo que se denomina como “efecto-arco”. El
“efecto-arco” se produce cuando se aplica una carga transversal sobre un muro cuyos
apoyos son lo suficientemente rígidos para coartar el giro de sus extremos. Esto genera la
aparición de una compresión en el muro y, por tanto, de una solicitación de
flexocompresión.
En muros de fábrica, y aún sin disponer refuerzo alguno, la aparición de este efecto
incrementa la capacidad resistente a flexión (ya se ha comentado que la existencia de
compresión favorece la capacidad de resistir momentos).
Galati afirma que en muros donde se desarrolla el “efecto arco” la técnica del refuerzo con
FRP resulta menos efectiva: experimentalmente se obtienen incrementos de carga a
flexión inferiores. La explicación de este hecho puede estar en los elevados niveles de
compresión alcanzados en los ensayos como consecuencia del efecto arco (hasta 37%
del axil último según datos publicados en Galati, 2003). Se ensayan distintas series con
fábricas de bloque de hormigón y de ladrillo, distinta esbeltez y cantidades de refuerzo.
Parte de los resultados de este estudio son empleados en el presente trabajo para calibrar
el modelo de cálculo a flexocompresión propuesto.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
81
En Accardi (2007-a, 2007-b) y La Mendola (2009) se incluye la descripción de unos
ensayos a flexocompresión realizados sobre muros de fábrica de piedra calcarenita a
escala real (dimensiones 740x210x2100 mm). El trabajo comprende 8 muros de los
cuales dos se ensayan sin reforzar y los otros seis se refuerzan con 2, 4 ó 6 láminas no
preconformadas de fibra de carbono (dos probetas iguales para cada cuantía). Los
refuerzos se anclan en la base del muro. El dispositivo del ensayo consiste en aplicar una
fuerza de compresión constante (de aproximadamente el 13% del axil último) en la parte
superior del muro mientras la base se desplaza horizontalmente a velocidad constante
(figura III.20.a).
La campaña experimental resulta de gran interés si tenemos en cuenta que apenas hay
documentados trabajos para solicitaciones de flexocompresión. El problema es que en
ninguno de los tres escritos se detallan los resultados de rotura para las 6 probetas
reforzadas (no se aporta ni la carga última horizontal ni el valor del desplazamiento
horizontal máximo). Incluso hay pocas indicaciones del tipo de fallo y sólo se dice, con
carácter general, que fue por desprendimiento de las láminas en la zona más solicitada.
La figura 20.b es la gráfica carga horizontal-desplazamiento de la base del muro recogida
en Accardi (2007-a y 2007-b) para cuatro probetas: una sin refuerzo (URM) y tres
reforzadas con 2 (FRP-W2), 4 (FRP-W4) y 6 (FRP-W6) láminas de CFRP. Como puede
observarse, el refuerzo aumenta la capacidad portante del muro, siendo mayor cuando
más cantidad de refuerzo se adhiere. Los autores indican que al principio del proceso de
carga las probetas han tenido un comportamiento mecánico muy semejante. A partir de
que se abren las juntas entre las piezas de la fábrica, el refuerzo interviene y cada probeta
exhibe una rigidez distinta en función de la cuantía dispuesta. En la gráfica se representa
la carga horizontal de las cuatro probetas hasta un valor similar de desplazamiento
horizontal de la base (35 mm).
El hecho de que no se den de forma explícita los resultados de carga y desplazamiento
último hace pensar que posiblemente los muros no se ensayaron estrictamente hasta
rotura sino hasta un determinado valor de desplazamiento horizontal, lo que parece
razonable si tenemos en cuenta que estaban dispuestos en vertical y tenían un gran
tamaño (figura III.20.c). Al final de este proceso de carga, las lecturas de las
deformaciones del refuerzo en varios puntos de la base habrían permitido conocer que el
proceso de despegue de la lámina se había iniciado.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
82
a) b) c)
Figura III.20. Campaña experimental realizada por Accardi: a) esquema del dispositivo
de ensayo y b) gráfica carga horizontal (FH)-desplazamiento de la base (δ),
c) vista general del ensayo.
a) b)
c) d)
Figura III.21. Modos de fallo característicos de fábricas reforzadas con FRP, Galati (2003) a) Fallo por compresión en la sección central de una fábrica de bloques
b) Fallo por tracción de la lámina en la sección central
c) Fallo por despegue del laminado en la zona de anclaje
d) Fallo por cortante
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
83
De acuerdo con los estudios publicados, los principales modos de fallo de fábricas reforzadas a flexión (ver figura III.21) encolando láminas de materiales compuestos son:
a) Fallos característicos de flexión:
- por agotamiento a compresión de la fábrica
- por tracción de la lámina
b) Fallos por despegue del laminado:
- por desprendimiento del refuerzo en la zona de anclaje
- fallo por desprendimiento progresivo en zonas centrales del refuerzo (ocurre
cuando los extremos están anclados)
c) Fallos relacionados con el esfuerzo cortante de la fábrica:
- fisuras inicialmente de flexión que evolucionan a cortante
- agotamiento a cortante
El fallo por agotamiento a compresión de la fábrica tiene lugar en probetas con elevadas
cantidades de refuerzo adherido, moderada resistencia a compresión y que cuentan con
algún tipo de dispositivo de anclaje del refuerzo. Este es el modo de fallo predominante
del pequeño estudio experimental realizado por Triantafillou (1998), uno de los primeros
autores en apostar por el refuerzo de fábricas con materiales compuestos. Se ensayan a
flexión cuatro vigas-columnas con las mismas dimensiones y tipo de fábrica reforzadas a
flexión con bandas rígidas preconformadas de fibra de carbono (dos probetas con dos
bandas y las otras dos con cuatro) cuyos extremos quedan fijados por los apoyos de la
propia viga. Los ensayos son de flexión simple y se ensayan hasta rotura aplicando dos
cargas puntuales a un tercio de la luz. La fábrica empleada tiene una resistencia bastante
baja y el material de refuerzo, bandas preconformadas, tiene una elevada rigidez y
resistencia. La forma de rotura de todas ellas es por compresión de la fábrica.
En cambio, el fallo por tracción es característico de probetas a las que se ha adherido
poca cantidad de refuerzo o se ha empleado un tipo de material poco eficaz
estructuralmente. Por ejemplo, en la campaña experimental realizada por Velázquez-
Dimas, Ehsani y Saadatmanesh (Ehsani, 1998, 1999 y Velázquez-Dimas 2000-a, 2000-b,
2000-c) sólo un muro no se refuerza con láminas unidireccionales sino con un tejido
bidireccional de fibra de vidrio. Al ser un material menos eficaz, la lámina encolada fue
más ancha por lo que la superficie adherida refuerzo-soporte fue mayor. Esto supuso que
apenas se produjera el desprendimiento y que la forma de fallo fuera por tracción de la
lámina de forma súbita.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
84
A diferencia de lo que ocurre cuando se refuerza hormigón armado, donde el elemento
original puede tener cierta reserva plástica gracias a la armadura interior de acero, en
fábricas los modos de fallo característicos de flexión (compresión del material original o
tracción de la lámina) son frágiles. A pesar de ello, el refuerzo tiene interés porque se
parte de un material de por sí frágil y sin apenas capacidad para resistir momentos.
El equipo formado por Hamilton y Dolan (Hamilton 2001) recomienda diseñar el refuerzo
para que el modo de fallo sea por tracción del mismo ya que consideran que de esta
forma es más fácil predecir la capacidad a flexión de la fábrica reforzada aún cuando no
se conozcan bien las propiedades del material original. Llevan a cabo una pequeña
campaña experimental con ensayos a flexión simple sobre seis muros con dos tipos de
fábrica de bloque de hormigón (bloque normal y ligero) y dos tamaños de probeta
(pequeñas con esbeltez igual a 9 y grandes con esbeltez igual a 23,5). Las cantidades de
refuerzo adherido a los muros fueron pequeñas y con un tejido de fibra de vidrio muy poco
rígido lo que conlleva que el fallo predominante sea por tracción de la lámina, que en
algunos muros, estuvo acompañado de su desprendimiento.
Afortunadamente, se han documentado otros modos de rotura menos frágiles. El modo de
fallo predominante en la campaña realizada por el equipo investigador formado por
Velázquez-Dimas, Ehsani y Saadatmanesh (Ehsani 1999) fue el desprendimiento
progresivo del refuerzo iniciado en la zona central. Es importante señalar que los
extremos del refuerzo estaban anclados por el propio mecanismo del ensayo. Para este
equipo investigador es preferible utilizar refuerzos de fibra unidireccionales, anclados a los
extremos, que se van desprendiendo por la zona central del muro de forma progresiva.
Esto supone un modo de fallo que confiere al muro reforzado de una cierta ductilidad: el
muro continúa admitiendo carga al tiempo que el ruido y el deterioro de la lámina avisan
de su inminente fallo. Pero de sus propios ensayos se desprende que pueden darse otro
tipo de fallos frágiles cuando se adhieren cuantías muy bajas o materiales poco eficaces
estructuralmente (fallos súbitos por tracción) o cuantías muy elevadas (agotamiento a
compresión y fallo por cortante).
Al aumentar la carga última a flexión que es capaz de resistir el muro gracias a la adición
del refuerzo se puede exceder la capacidad a cortante de la fábrica. Esto ocurre en
Hamoush (2002). Se trata de probetas de bloques de hormigón donde la lámina de fibra
de vidrio cubre todo el ancho de la fábrica. Antes de producirse el fallo por flexión se agota
la capacidad a cortante de la fábrica en la zona del apoyo, junto al extremo del refuerzo.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
85
En ocasiones el fallo no es propiamente por agotamiento a cortante pero tiene relación
con este esfuerzo. En el trabajo Albert (1998) se describe que la primera probeta
reforzada falla por deslizamiento de una junta horizontal del muro. Para evitar esta forma
de fallo no deseable en el resto de muros se anclan los extremos de las láminas siendo el
modo de fallo más frecuente el que denominan como de “flexión-cortante” (fisuras de
flexión que terminan evolucionando hasta un fallo por cortante).
En cuanto a los modos de fallo por desprendimiento del refuerzo, la pérdida de acción del
refuerzo por despegue de los extremos debe evitarse por producirse de forma súbita. El
estudio experimental llevado a cabo por Tan & Patoary (2004) estudia diversos
procedimientos de anclaje. Treinta muros de ladrillo macizo se ensayan a flexión simple
modificando la cuantía y el tipo de refuerzo, la orientación de la fibra y la forma de aplicar
la carga (puntual o repartida a través de un airbag). El trabajo resulta de especial interés
por estudiar distintas formas de preparación previa del sustrato y del posible anclaje del
refuerzo. Los refuerzos se aplican en toda la superficie del muro que se apoya sobre todo
su perímetro. Cuando la superficie del muro se prepara convenientemente antes de
aplicar el refuerzo y las láminas se anclan en los extremos, bien con pasadores metálicos,
bien con redondos de fibra de vidrio embebidos en el muro previa acanaladura del mismo,
el fallo es por agotamiento a compresión de la fábrica. Se alcanzan así incrementos de
carga última mucho mayores que en los muros donde no se ha preparado bien la
superficie y donde no se ha anclado el refuerzo. En estos casos los fallos son por
punzonamiento cuando la carga se aplica concentrada y por desprendimiento del refuerzo
cuando la carga está lo suficientemente repartida.
Mossallam (2007) estudia otros mecanismos para aumentar la eficacia del refuerzo. Se
ensayan a flexión simple cuatro muros grandes (uno sirve de referencia y se rompe sin
refuerzo). En uno de los muros se coloca sobre la lámina de refuerzo, la que tiene sus
fibras alineadas con la dirección principal del esfuerzo, otra lámina de forma ortogonal que
en principio no sería eficaz para resistir el esfuerzo de flexión. Sin embargo esta segunda
lámina sirve de atado retrasando el desprendimiento de la lámina principal y permitiendo
alcanzar valores de carga última mayores. Los muros, al estar forrados por la lámina,
fallan por compresión de la fábrica combinado con desprendimiento del refuerzo que
arranca parte de la cara exterior del muro.
También se han realizado estudios experimentales sobre el comportamiento a fatiga de
refuerzos con fibra de carbono adheridos a fábricas sometidas a flexión (Williams, 2009).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
86
III.4.4. Antecedentes: propuestas de cálculo de refuerzos a flexión en fábricas.
Las formulaciones propuestas para estimar la capacidad resistente última de fábricas
reforzadas a flexión con materiales compuestos están ligadas a los distintos modos de
fallo observados.
Por regla general los modelos para fallos característicos de flexión (compresión de la
fábrica / tracción del refuerzo) están basados en el análisis de la sección crítica del
elemento reforzado para comprobar que se cumplen los estados límite últimos y de
servicio establecidos por la normativa sobre fábricas vigente en cada país. La mayoría de
los modelos admiten las siguientes hipótesis de cálculo: las secciones planas permanecen
planas una vez deformadas, a efectos de cálculo se considera que existe colaboración
plena entre refuerzo y sustrato hasta la rotura, la resistencia a tracción de la fábrica es tan
pequeña que se considera nula y el refuerzo no contribuye a resistir compresiones. No
existen diferencias a la hora de considerar el material compuesto del refuerzo como un
material elástico lineal hasta rotura. Sin embargo hay otros puntos de desacuerdo como:
1) la forma de modelar el comportamiento de la fábrica y, por tanto, de contabilizar su
contribución; 2) el valor de deformación última del refuerzo que se debe emplear en el
cálculo; y 3) el modo de fallo que se considera recomendable buscar con el diseño del
refuerzo. Los distintos modelos publicados presentan un buen acuerdo con los ensayos
realizados por cada autor. Ello se debe a la enorme disparidad de las variables
contempladas en cada programa experimental tales como el tipo de fábrica y su
resistencia a compresión, el tamaño de la probeta y, sobre todo, las propiedades
mecánicas del material empleado como refuerzo (ver tabla III.8).
Dentro de la bibliografía publicada sobre el tema hay equipos investigadores que
recomiendan que el cálculo del refuerzo se haga utilizando un diagrama simplificado tensión-deformación de la fábrica de tipo lineal como Velázquez-Dimas (2000-b) y
Albert (1998). Esta recomendación se basa en el hecho de que el tipo de fallo más común
en los muros ensayados es la pérdida de acción del refuerzo antes de que la fábrica
desarrolle tensiones de compresión importantes, Velázquez-Dimas (2000-b).
El cálculo de la carga última a flexión se hace planteando el equilibrio de fuerzas y
momentos en la sección crítica. Para contabilizar la compresión de la fábrica, y dado que
se utiliza un diagrama simplificado lineal, es preciso conocer su módulo de deformación
longitudinal. Velázquez-Dimas (2000-b) lo calcula (de acuerdo al código de edificios de
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
87
X/3
b
q
x
t
εf
mε
Tf
Cm
mf
t
a
M
X
fT
Cm
MM
California ICBO 1991) como el producto de una constante de proporcionalidad (igual a
750) por la resistencia a compresión de la fábrica. En cambio Albert (1998) emplea
valores empíricos del módulo de deformación longitudinal de ensayos a compresión de las
fábricas utilizadas en sus ensayos. No utiliza ni el módulo tangente ni el inicial, sino un
módulo algo más conservador con el que estimar las tensiones con seguridad. Para las
fábricas empleadas considera que la tensión aumenta de forma casi lineal hasta un valor
de deformación de 0,0025, lo que equivale a un módulo igual al producto de 400 por la
resistencia a compresión.
En la figura III.22 se representa la sección y distribución de tensiones considerada en
estos dos estudios. Velázquez-Dimas (2000-b) ensaya muros de fábrica de ladrillos
macizos, mientras que Albert (1998) utiliza fábricas de bloques de hormigón sin relleno.
a) b) c) d) e)
Figura III.22. Análisis de la sección de fábrica de ladrillo macizo, Velázquez-Dimas (2000-b)
a) b) Vista frontal y sección transversal.
c) Distribución de deformaciones.
d) Distribución de esfuerzos en la sección reforzada.
Variante para la sección de fábrica de bloque (hueco), Albert (1998)
e) Distribución de esfuerzos en la sección reforzada.
Los modelos planteados por estos dos equipos investigadores ignoran la posible
existencia de un esfuerzo axil sobre el muro, sólo contemplan solicitaciones de flexión
simple. Además, se desarrollan en previsión de que el fallo se deba a la pérdida de acción
del refuerzo (sólo cuando la fábrica está lejos de su fallo por compresión tiene sentido que
se modele como material elástico).
Con las consideraciones anteriores, flexión simple y fallo del refuerzo, se plantea el
equilibrio de fuerzas y la compatibilidad de deformaciones en la sección: la compresión de
la fábrica (Cm) debe equilibrar la tracción del refuerzo (Tf) que, en este caso, alcanza el
valor máximo posible.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
88
Esto permite en Velázquez-Dimas (2000-b) calcular la profundidad de la fibra neutra.
Si ΣF = 0; Cm = Tf
0,5 fm x b = ffu Af
x = 2 ffu Af / fm b
Siendo: fm Resistencia a compresión de la fábrica
x Profundidad de la fibra neutra en la sección
b Ancho de la sección de fábrica
ffu Resistencia a tracción última del refuerzo
Af Área transversal del refuerzo
En el caso de Albert (1998) este proceso se simplifica. Se trata de muros de bloques
huecos de hormigón donde, obviamente, la profundidad de la fibra neutra debe estar
contenida en el espesor de la pared del bloque. El autor considera que, en la rotura, la
profundidad de la fibra neutra se aproxima al espesor de la pared del bloque.
Planteando el equilibrio de momentos en la sección se calcula el momento último a flexión
debido al fallo de la lámina.
Si ΣM = 0; Mu = ffu Af z = ffu Af (t - x/3)
Siendo: z Brazo de palanca en la sección
t Espesor del muro
Mu Momento último de la sección.
Teniendo en cuenta la forma de aplicación de cargas de los ensayos (repartida por toda la
superficie del muro en Velázquez-Dimas, y dos cargas puntuales a un tercio de la luz en
Albert) puede obtenerse el valor de la carga última.
La diferencia fundamental entre estas dos propuestas es el valor de deformación última
utilizado para el cálculo de la tracción máxima que puede admitir el refuerzo. En Albert
(1998) se utiliza el valor último dado por el fabricante, mientras que en Velázquez-Dimas
(2000-b) se utiliza un valor más bajo a la vista de lo observado en los ensayos: con
independencia de la cuantía de refuerzo adherida, la deformación máxima alcanzada por
el refuerzo no superó un valor de aproximadamente la mitad del valor último de
deformación dado por el fabricante de la lámina.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
89
mf
ε
γ
x 1β
εm
En el estudio Albert (1998), además del fallo por tracción, se aporta una formulación para
el posible fallo por compresión de la fábrica. Pero no resulta convincente porque, aún en
la rotura a compresión, sigue considerando que la fábrica se comporta de forma elástica y
además la profundidad de la fibra neutra vuelve a igualarse con el espesor de la pared del
bloque. Lo cierto es que ninguna de los muros de su campaña experimental rompe por
compresión y la fórmula propuesta queda sin calibrar.
A diferencia de los trabajos comentados hay otros investigadores que entienden que la
capacidad resistente última del muro reforzado se debe calcular considerando un
comportamiento tensión-deformación no lineal en la fábrica.
Como ocurre con el hormigón, la distribución real de las tensiones de compresión de una
fábrica es compleja y difícil de establecer. Por ello es común que las normas permitan
utilizar para el cálculo distribuciones simplificadas de tensiones, siempre que se
demuestre que con ella se obtienen predicciones próximas a las que se obtendrían con
resultados de ensayos sobre fábricas reales. En este sentido, es habitual el uso de una
distribución simplificada de tipo bloque de tensiones rectangular en sustitución de otras
distribuciones de tensiones más exactas. Así se hace en los trabajos publicados por
Hamilton (2001), Tan (2004) y Mosallam (2007), si bien los bloques adoptados difieren.
Con carácter general, el bloque rectangular se define por dos parámetros: γ o relación
entre la tensión en el bloque rectangular equivalente y la resistencia a compresión de la
fábrica, y β1 o razón entre la profundidad del bloque y la profundidad del eje neutro x.
Como se refleja en la figura III.23 cada uno de estos autores adopta distintos valores para
estos parámetros.
Figura III.23. Factores del bloque rectangular de tensiones según distintos autores.
γ β1
Hamilton (2001) 0,85 0,85
Tan (2004) 0,67 0,75
Mosallam (2007) 0,8 0,88
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
90
t
fmd
0,2 ε ε f
muεx
Tf
C0,8x
m
muε εmu
M
ε fu
dN
A la vista de los resultados publicados, la simplificación del cálculo con un bloque
rectangular equivalente resulta muy adecuada para fallos por compresión en la fábrica. De
hecho, a excepción de Hamilton, defensor del diseño con bajas cuantías de refuerzo para
forzar el fallo por tracción, en las campañas de Tan y de Mosallam es frecuente el fallo por
compresión. Hamilton y Tan plantean fórmulas para el fallo por tracción del refuerzo
utilizando el mismo diagrama simplificado de tipo bloque rectangular. Pero en estas
situaciones (menores cuantías de refuerzo o láminas de materiales menos eficientes) los
muros suelen romper para estadios tempranos de carga de ahí que otros investigadores
encuentren más adecuado modelar la fábrica de forma lineal. Los tres estudios tienen la
limitación de considerar sólo solicitaciones de flexión simple.
Entre los trabajos que modelan la fábrica como un material no elástico destaca el estudio
realizado por Triantafillou (1998) por ser uno de los pocos que considera situaciones de
flexocompresión. Analiza fábricas reforzadas sometidas a momentos dentro y fuera del
plano según las prescripciones del Eurocódigo 6 (EC-6).
Respecto a la flexión propiamente dicha, Triantafillou considera que, salvo para casos
donde la cuantía de refuerzo sea sumamente reducida, el modo de fallo previsible es el
colapso por agotamiento a compresión del muro (la fábrica alcanza el valor de
deformación última, εmu) sin que se produzca el fallo del refuerzo (deformación de la
lámina inferior a la deformación última, εf<εfu). Esta situación es la representada en la
figura III.24.
a) b) c)
Figura III.24. Análisis sección según modelo Triantafillou (1998)
a) Diagrama tensión-deformación de la fábrica (según EC-6).
b) Distribución de deformaciones.
c) Distribución de esfuerzos en la sección reforzada.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
91
Para verificar que éste es el fallo previsible es necesario calcular la cuantía de refuerzo
adherido al muro y compararla con la “fracción de refuerzo normalizada límite” que sería
aquella cuantía para la que el fallo se produce de forma simultánea por tracción de la
lámina (que alcanza su deformación última εfu) y por compresión de la fábrica (que llega a
su deformación última εmu). Para Triantafillou la cuantía de refuerzo adherida al muro
puede expresarse en términos de: 1) ρf ó fracción de área de refuerzo (equivalente al
concepto de “cuantía geométrica”) ó 2) de ωf ó fracción de refuerzo normalizada (término
similar, aunque no idéntico, al de “cuantía mecánica de refuerzo” empleado en el método
de cálculo presentado en este trabajo).
ρf = Af / b t ωf = fmk
fmu
fE
ρε
Siendo: Af Área sección transversal de refuerzo
b Ancho de la sección de fábrica
t Espesor de la sección de fábrica
εmu Deformación última de la fábrica
Ef Módulo de elasticidad del refuerzo de FRP
fmk Resistencia característica a compresión
La “fracción de refuerzo normalizada límite” puede calcularse por equilibrio de fuerzas y
compatibilidad de deformaciones en la sección cuando refuerzo y fábrica alcanzan su
deformación última de forma simultánea, obteniendo la expresión:
ωf lim = fu
mu
εε
() 1 (
18,0
mu
fum εεγ +
- mk
d
f b tN )
Para cuantías superiores a la “fracción de refuerzo normalizada”, el muro debe fallar por
compresión y su capacidad resistente a flexocompresión se puede calcular con las
siguientes expresiones que se obtienen al plantear el equilibrio de fuerzas y momentos.
tx
= 6,1mγ
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛ω
γ+⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ −ω++ω− f
m
2
mk
df
mk
df
2,3f b t
Nf b t
N
⎟⎟⎠
⎞⎜⎜⎝
⎛
mk2
d
f b t
M = 21ωf
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx
tx
1+
m
4,0γ ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx8,01
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
92
El autor estudia el refuerzo de muros cuando el cociente deformación última del refuerzo
entre deformación última de la fábrica es igual a 4 y el coeficiente de seguridad de la
fábrica es igual a 2,5. Los resultados los presenta en forma de diagramas adimensionales
(figura III.25) donde se evidencia que la compresión influye en la capacidad resistente a
flexión del muro reforzado. Como puede observarse para cargas axiales moderadas, la
capacidad resistente a flexión del muro aumenta con la cuantía de refuerzo. Este
incremento del momento resistente último es casi intrascendente cuando el axil reducido
supera el 75% del axil reducido máximo. En muros con solicitación a flexión importante y
poca carga (muros de plantas altas, por ejemplo) la aportación resistente del refuerzo es
más relevante.
a) b)
Figura III.25. Diagramas adimensionales extraídos de Triantafillou (1998)
a) Diagrama momento reducido / fracción de refuerzo normalizada para
distintos niveles de axil reducido.
b) Diagrama momento reducido / axil reducido para distintos niveles de
fracción de refuerzo normalizada.
Triantafillou es uno de los primeros investigadores en apostar por el uso de materiales
compuestos en el refuerzo de materiales distintos al hormigón (Triantafillou 1996-a y
1996-b). Su modelo sobre fábricas reforzadas resulta de gran interés por considerar
esfuerzos de flexocompresión y analizar la repercusión de dicha compresión en la
capacidad a flexión del muro. Pero el trabajo publicado presenta la carencia de atender
sólo al fallo por compresión de la fábrica cuando en otros estudios experimentales se
observan otros posibles fallos.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
93
m
σ
f x
t
ε fε fT
εm
mC M=
Tf
Cm M
fm
x
fm
xβ
γ
1γ
x 1β
εm
Nd Nd
En cambio, trabajos posteriores como la propuesta de pautas para el diseño de
estructuras de fábrica reforzadas a flexión de Galati (2005) cubre de forma sistemática las
principales formas de fallo documentadas (compresión fábrica, tracción lámina,
desprendimiento del refuerzo y cortante) tanto para flexión simple como compuesta. Al
igual que Triantafillou, calcula una cuantía de refuerzo límite en la que fábrica y refuerzo
fallan de forma simultánea (“balanced reinforcement ratio”). El modo de fallo previsible y la
formulación a utilizar dependerá de que la cuantía de refuerzo adherido sea mayor o
menor que dicha cuantía límite. A pesar del indudable interés del trabajo, la formulación
propuesta adolece de una cierta complejidad debido al diagrama tensión-deformación de
la fábrica adoptado en el cálculo. Galati considera la fábrica como un material con
comportamiento no elástico y utiliza una distribución de tensiones simplificada de tipo
rectangular. Con la intención de ser riguroso en la estimación de tensiones, los
parámetros que definen el bloque rectangular no son fijos sino que se deben calcular en
función del nivel de deformación alcanzado por la fábrica. A efectos prácticos esto
aumenta el número de incógnitas y obliga a realizar un proceso iterativo que alarga el
cálculo.
a) b) c) d)
Figura III.26. Análisis sección según modelo Galati (2005)
a) Diagrama tensión-deformación de la fábrica.
b) Distribución de deformaciones en la sección reforzada.
c) Distribución de esfuerzos con diagrama parabólico.
d) Distribución de esfuerzos con diagrama rectangular, según:
β1 = 2 -
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠
⎞⎜⎝
⎛⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎟⎠
⎞⎜⎜⎝
⎛εε
εε
εε
−εε
+
−
2
m
m
m
m
m
m1
m
m
''
''
1ln
tan4; γ= 0,90
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
εε
β
⎟⎟⎠
⎞⎜⎜⎝
⎛εε
+
'
'
m
m1
2
m
m1ln
εm’=m
m
E
f71,1 con Em= 700 fm para fábrica de ladrillo
Em= 900 fm para fábrica de bloque
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
94
Galati, al igual que las guías realizadas por el ACI tanto para hormigón como fábrica,
limita la deformación del refuerzo a un valor que con seguridad resulte admisible para no
tener problemas de falta de adherencia. Incluso propone unos coeficientes reductores en
función del grado de exposición medioambiental y del tipo de refuerzo con los que obtener
un valor límite de deformación efectiva del laminado. Utilizando en el cálculo a flexión este
valor límite de deformación efectiva, en lugar del valor de deformación última, queda
englobada la prevención del fallo prematuro por despegue. La guía ACI para refuerzos de
fábricas con FRP limita, con independencia del tipo de material, formato o aplicación, la
deformación máxima efectiva del refuerzo a 0,45 de la deformación última facilitada por el
fabricante.
Pero no todos los autores siguen esta línea y existen formulaciones específicas para
calcular la carga última debido al fallo por despegue del refuerzo de la fábrica. Una vez
dimensionado el refuerzo a flexión, se comprueba que no va a producirse un fallo frágil
por desprendimiento. En su mayoría se trata de adaptaciones de fórmulas planteadas
para estructuras de hormigón donde todavía no hay unanimidad en el cálculo y los
procedimientos propuestos son numerosos y diversos, como se ha indicado en el punto
III.3.
En la bibliografía publicada hay también formulaciones dispares para calcular la carga
última debido al fallo por agotamiento a cortante de la fábrica (Hamoush 2002, Albert,
1998, Galati 2005). Como ejemplo se recoge la formulación propuesta por Albert (1998)
para predecir la carga última para el modo de fallo predominante de su estudio
experimental: fisuras de flexión que evolucionan hasta un fallo por cortante. El cortante
último de la fábrica de bloques de hormigón se calcula con la siguiente expresión
deducida de una formulación de la Canadian Standards Asociación a la que se aplican
varios factores apropiados para las características de los ensayos realizados, resultando:
Vu = 0,16 mf b a
Siendo: fm Resistencia a compresión de la fábrica
b Ancho de la sección de fábrica
a Espesor de la pared del bloque de hormigón
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
95
Otros fallos para los que se proponen formulaciones y que se han observado en los
ensayos realizados son el punzonamiento, Tan (2004), o el deslizamiento de la junta,
Albert (1998). Pero se trata de formas de rotura poco frecuentes en fábricas reales.
Todo lo anterior se refiere a modelos para establecer la carga última a flexión que puede
resistir el muro reforzado. Pero además se han desarrollado modelos para intentar
reproducir la respuesta carga-desplazamiento de los muros. Las propuestas publicadas
resultan de interés pero a menudo utilizan datos directamente extraídos de los ensayos
realizados lo que plantea dudas acerca de si se puede generalizar su uso a cualquier
fábrica reforzada. Por ejemplo, se emplean valores experimentales concretos de
deformaciones del refuerzo en los puntos de transición de una fase de comportamiento a
otra (Albert 1998, 2001) o coeficientes para el cálculo de flechas ajustado a los ensayos
realizados por el propio autor (Velázquez-Dimas 2000).
III.4.5. Ejemplos de daños en fábricas donde es de aplicación el refuerzo a flexión con materiales compuestos. Aplicaciones reales.
Daños en fábricas originados por solicitaciones de flexión En Mastrodicasa (1981) se presenta un estudio sistemático sobre los daños estructurales
que afectan a las fábricas. En este trabajo se indaga acerca del estado tensional interno
que acompaña a distintos tipos de agrietamiento y/o cambios en la geometría de la fábrica
en función de la naturaleza del problema estructural, por ejemplo, lesiones debidas a
movimientos diferenciales de los cimientos que se analizan según produzcan
desplazamientos verticales, horizontales o giros, daños debidos a un exceso de
compresión, a una carga vertical aplicada sobre el muro, a empujes de bóvedas, etc. El
estado tensional interno se puede representar dibujando la distribución de isostáticas en el
interior del elemento (conjunto de puntos en los que las tensiones principales tienen una
misma dirección). Las fisuras se abren en la dirección perpendicular a la tracción máxima
en un punto y se localizan sobre isostáticas de compresión.
La investigación realizada por Mastrodicasa permite proponer una metodología de
diagnóstico que consiste en: 1) identificar el patrón característico que conforman las
fisuras y lesiones observadas (como los de la figura III.27), 2) establecer la naturaleza del
daño que las origina 3) en función de lo anterior, localizar la causa de la perturbación.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
96
a) b)
Figura III.27. Fisuras en la fachada de un edificio características de movimientos
diferenciales de la cimentación según donde se localice el problema: a) en el
extremo del edificio, b) en una zona interior. (Mastrodicasa, 1981).
En el libro sobre la patología de la obra de fábrica Ortega (1999) se expone una teoría de
la fisuración y de la rotura de las fábricas que recoge los planteamientos de Mastrodicasa.
Además Ortega hace una relación exhaustiva de los numerosos motivos que pueden
provocar el deterioro de este material (de tipo extrínseco e intrínseco, de origen mecánico,
térmico, químico o biológico, etc.).
No obstante, el objetivo de este punto es hacer un repaso únicamente de aquellas causas
de tipo mecánico que pueden originar solicitaciones de flexión excesivas. Ya se ha
indicado que toda flexión añade esfuerzos de tracción a una parte de la sección y que la
resistencia a tracción de las fábricas es escasa por lo que este tipo de esfuerzo provoca
que se fisuren o, más frecuentemente, que se abran las juntas entre las piezas que la
conforman. Una fábrica agrietada puede ser estable pero sólo cuando las compresiones
sean capaces de equilibrar el momento, lo que equivale a que la resultante de las
compresiones debe estar contenida en su sección a lo largo de todo el elemento. No
obstante, el agrietamiento es una señal de riesgo en un tipo de material que falla de forma
súbita: en ocasiones basta un pequeño incremento de carga para que se pase de una
situación de equilibrio donde la excentricidad de la carga resulta aceptable por
encontrarse, aunque sea por poco, dentro de la sección del elemento, al fracaso debido a
un momento que no se puede equilibrar (excentricidad ya fuera de la sección) y que
provoca un fallo de estabilidad en la fábrica.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
97
Las fábricas flexocomprimidas pueden presentar daños en forma de agrietamientos,
desplomes, abombamientos, o desprendimientos del material originados,
fundamentalmente, por acciones desestabilizantes ajenas a la propia fábrica como viento,
terremotos o movimientos de la cimentación o porque sobre ella carguen otros elementos
constructivos que le transmitan empujes o cargas excesivamente excéntricas.
Las acciones horizontales debidas a la propia naturaleza como el viento o los terremotos añaden solicitaciones de flexión a los muros. Para que el viento produzca
lesiones en muros de fábrica debe soplar con una intensidad extraordinaria o debe
tratarse de elementos excesivamente esbeltos y poco cargados. Resulta especialmente
dañino para elementos exentos, como muros de vallas o cercas, que pueden volcar si se
construyen de fábrica sin colocar armadura al interior (figura III.28). En cualquier caso las
acciones horizontales externas que con mayor frecuencia arruinan este tipo de estructuras
son los terremotos, sobre todo en zonas geográficas donde el riesgo sísmico es elevado.
Los seísmos suelen originar solicitaciones de cortante que resultan excesivas para las
fábricas que se agrietan siguiendo un patrón característico de fisuras inclinadas o en
diagonal. Pero los terremotos también provocan solicitaciones de flexión que abomban y
agrietan los muros hasta arruinarlos. Este es el caso del muro de fachada de la figura
III.29 que estaba atado en cabeza pero no en su zona intermedia y que colapsó al verse
sometido a acciones sísmicas horizontales perpendiculares a su plano durante el
terremoto de Umbría de 1997. Incluso aunque exista un forjado como elemento intermedio
de atado, ver figura III.30, éste puede romper durante el terremoto y perder su función
arriostrante de forma que el muro colapse igualmente. En ambos casos los extremos
superior e inferior del elemento tenían impedido el movimiento por lo que ante la acción
horizontal perpendicular a su plano el muro sufrió un abombamiento, es decir, se abrió
una grieta horizontal por la parte central y cada una de las dos partes en que quedó
dividido giró hacia el exterior.
En otras ocasiones la fachada está eficazmente trabada con los muros laterales y éstos
actúan como vínculo de forma que la flexión (abombamiento) tiene lugar en el plano
horizontal (figura III.31). Cuando el extremo superior del muro no tiene impedido el
movimiento pueden darse situaciones de desplome hacia el exterior o incluso de vuelco
de una parte o la totalidad de la fachada.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
98
En fábricas de buena calidad, la respuesta del elemento es monolítica y el giro se produce
de forma solidaria pudiendo arrastrar los muros contiguos (figura III.32.a y b). En fábricas
de peor calidad las acciones horizontales ortogonales al plano del muro provocan su
disgregación (figura III.32.c).
En la práctica, los daños debidos a acciones sísmicas aparecen combinados y afectan a
varios planos del edificio dando lugar a toda una serie de modalidades de fallo. En los
capítulos nº 10 al nº 14 del informe Universitá Degli’ Studi dell’ Aquila y otros, 2007 se
recoge un inventario pormenorizado de distintos mecanismos de fallo.
Otra buena parte de las lesiones originadas en los muros de fábrica tienen su origen en la cubierta del edificio, Ortega (1999). Por ejemplo, una cubierta a dos aguas
soportada por cerchas de madera o metálicas no debería introducir más acciones que las
gravitatorias. Pero en edificios antiguos mal conservados, los tirantes que inicialmente
soportaban tracciones anulando los empujes de la cercha pueden perder su capacidad
resistente porque se pudran si son de madera o se oxiden si son metálicos, o por el propio
deterioro del material sometido al paso del tiempo. En estas circunstancias la cubierta
transmite empujes horizontales en la coronación de los muros perimetrales que, en
función de su magnitud, pueden provocar lesiones como las indicadas en la figura III.33.a
o su colapso parcial. Otras veces es la dilatación térmica de los faldones de la cubierta
inclinada la que origina la fisuración y el desplome hacia el exterior.
Puede que el tirante no llegue a perder su capacidad resistente pero que la cercha en su
conjunto experimente una deformación excesiva de forma que las cargas verticales se
transmitan al muro con una excentricidad importante, originando lesiones en el muro
(figura III.33.b). La deformación excesiva de los forjados también puede ser origen de
apoyos descentrados donde la carga se traslada al muro con demasiada excentricidad.
Los muros perimetrales de edificios con cubiertas abovedadas no atirantadas se ven
sometidos a empujes horizontales en su coronación. Tradicionalmente estas situaciones
se solventaban dotando al muro de un gran espesor, poniendo estribos y/o añadiendo
elementos decorativos pesados por encima del apoyo de la cubierta. Pero por diversos
motivos (diseño incorrecto, nuevas sobrecargas por un cambio de uso o agrietamiento de
la bóveda) el empuje transmitido puede ser mayor que el previsto originando la aparición
de las lesiones.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
99
En torres u otro tipo de edificios con forjados intermedios abovedados también pueden
producirse daños en los muros perimetrales cuyo origen está en el empuje transmitido por
las bóvedas (figura III.33.c).
El pandeo también puede ser causa de ruina de muros de fábrica. En edificios de
varias plantas cada nivel resistente sirve para arriostrar al muro y acortar su longitud de
pandeo. El hecho de que falle la conexión de un forjado al muro, por ejemplo, por
pudrición de las cabezas de las viguetas de madera en un edificio antiguo, supone
aumentar su altura libre pudiendo sufrir un fallo local por pandeo (figura III.34.a). En otras
ocasiones el origen del pandeo está en la mala calidad de una fábrica compuesta por
varias hojas que, por acción de la carga de compresión que soporta, se deshoja y abomba
(figura III.34.b).
Figura III.28. Lesiones en muros de fábrica originadas por el viento: colapso muro exento
(“Caracterización de daños en construcciones de adobe”, D. Torrealva 2003).
Figura III.29. Colapso muro de fábrica durante el terremoto de Umbría de 1997 (De Maria).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
100
Figura III.30. Iglesia de San Silvestre, terremoto de L’Aquila de 2009. (De Maria)
Figura III.31. Ejemplo fallo por flexión horizontal. (De Maria)
a) b) c)
Figura III.32. Distinta respuesta de muros ante una acción horizontal ortogonal a su plano.
a) El muro se desploma agrietándose la junta con la medianera (De Maria)
b) El muro se desploma y arrastra parte del muro ortogonal (De Maria)
c) El muro de fachada se disgrega (Limongelli).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
101
girocimentación
desconexiónforjado
pandeo por
apoyoexcéntricofallo tirante
empuje por
a) b) c)
Figura III.33. Lesiones en muros de fábrica: a) y b) originadas por la cubierta y c) debidas a
forjados intermedios abovedados (Mastrodicasa, 1981).
a) b)
Figura III.34. Fallos por pandeo del muro: a) debidos a la desconexión de un forjado y b)
debido a la mala calidad de la fábrica (De Maria).
a) b)
Figura III.35. Lesiones en muros de fábrica relativos al terreno y/o cimentación: a) debidos
al giro de la cimentación y b) asiento diferencial de la esquina (S. Valluzi).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
102
refuerzo
F/2
F/2
F
refuerzo
descentradacompresión
refuerzo
flexiónpor sismo
a) b)
Figura III.36. Ejemplos de refuerzos adheridos en disposición vertical: a) flexión
por sismo, b) flexocompresión por deformación excesiva de otro
elemento constructivo, en este caso, cubierta.
a) b)
Figura III.37. Zunchos de refuerzo: a) aplicado en la parte superior de un edificio, b) en la
base de una cúpula semiesférica.
a) b)
Figura III.38. Refuerzo en arcos: a) mecanismo de colapso para una carga vertical
asimétrica, b) arco reforzado al intradós y extradós. (Di Tommaso 2001)
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
103
También la flexión del muro puede verse originada por causas relativas a problemas en la cimentación y/o terreno. Es habitual que las fábricas de edificios afectados por
problemas en su cimentación manifiesten daños en forma de fisuras y grietas que
seguirán distintas formas o patrones en función del tipo de problema que se presente
(expansividad del suelo, deslizamiento del terreno, asientos diferenciales de la
cimentación, etc.) y de donde se localice (no será lo mismo si afecta sólo a una zapata en
esquina o a la zona central de una zanja corrida o a la totalidad de la edificación). En este
sentido, es posible que determinados problemas del suelo originen solicitaciones de
flexión en la fábrica o incluso el vuelco de una parte de ella. Por ejemplo, por una
deformabilidad excesiva del terreno se puede producir un giro de la cimentación que a su
vez genere una flexión en el muro (figura III.35.a). También se dan situaciones en las que
tiene lugar un asiento diferencial de una esquina de un edificio lo que provoca que los
muros de esa zona se agrieten y se volteen hacia el exterior (figura III.35.b).
Las situaciones anteriormente descritas pueden afectar de forma puntual a la fábrica
cuando la causa que lo origina esté muy localizada. En estos casos se manifiestan en
forma de alabeo puntual y/o fisuración de una zona concreta. En cambio, cuando la causa
tiene un carácter más general las lesiones abarcan regiones más amplias.
Posibilidad de refuerzo a flexión con materiales compuestos
Los campos de aplicación de esta técnica de refuerzo a flexión en fábricas tienen que ver
con situaciones en las que pueda producirse una solicitación de flexión excesiva para este
material y en las que, además, dicha flexión tenga lugar con posterioridad a la aplicación
del refuerzo (son refuerzos de tipo pasivo) lo que puede ocurrir a causa de acciones que
actúan tras la aplicación del refuerzo o porque durante la ejecución se haya procedido a
una descarga parcial del elemento reforzado. Así por ejemplo, este tipo de refuerzo tiene
interés cuando exista riesgo de que se produzcan acciones externas desestabilizantes de
tipo accidental, como terremotos en zonas de elevado riesgo sísmico o derrumbes
parciales de otros elementos en edificios en mal estado de conservación. Otra posible
aplicación tiene que ver con el refuerzo de elementos donde se prevea incrementar la
carga por un cambio de uso del edificio o por una modificación de la estructura del mismo.
En otras ocasiones la necesidad del refuerzo tiene que ver con daños previos
experimentados en la fábrica, como asientos diferenciales o desplomes, que generan
solicitaciones de flexión no previstas en el momento de su construcción.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
104
En definitiva, son de aplicación en aquellos casos donde se han utilizado tradicionalmente
refuerzos de acero con la ventaja de que los materiales compuestos avanzados en
formatos flexibles pueden adaptarse mejor a la superficie irregular de la fábrica y no tienen
problemas de corrosión.
Cuando la flexión se origine por el fallo de otro elemento constructivo o por problemas del
terreno será necesario que, previo a cualquier intervención en la fábrica, se resuelva el
problema que lo origina. No obstante, es probable que una vez subsanada la causa la
fábrica mantenga una geometría distinta de la original y presente daños como desplomes,
fisuras, etc. En estas circunstancias debe valorarse si en su nuevo estado presenta una
seguridad estructural suficiente o si, por el contrario, conviene realizar algún tipo de
intervención de reparación y/o refuerzo sobre ella, lo que puede incluir el uso de
materiales compuestos avanzados.
En el caso del refuerzo a flexión, el material añadido tiene la función de ayudar a soportar
los momentos que las nuevas cargas pudieran generan y que implican la aparición de
tracciones que la fábrica no puede resistir y provocan su agrietamiento. Ya se ha dicho
que los polímeros reforzados con fibras (FRP) son materiales anisótropos, es decir, sólo
presentan una elevada resistencia a la tracción en el sentido longitudinal de las fibras y
que los formatos que con mayor frecuencia se utilizan como refuerzo estructural son
láminas con las fibras orientadas unidireccionalmente. Por este motivo es fundamental
que la disposición del refuerzo en el elemento se adecue a su finalidad estructural: deben
adherirse en la zona donde se producen los esfuerzos de tracción y las fibras deben estar
orientadas en la dirección de estos esfuerzos.
Según esto, encolar a un muro láminas de refuerzo en sentido vertical permite mejorar su
capacidad para resistir momentos y sería adecuado para aquellos casos donde exista una
solicitación de flexión por una acción exterior horizontal ortogonal al plano del muro o por
una compresión excesivamente excéntrica (figura III.36). El refuerzo debe adherirse a la
cara, o caras si la fuerza exterior es alternante, donde se deban resistir las tracciones.
Adherir láminas a un muro en horizontal puede servir para mejorar la capacidad de resistir
momentos en dicho plano horizontal que, como se ha visto, es uno de los posibles
mecanismos de fallo ante acciones sísmicas de muros de fachada bien trabados a los
muros laterales. Pero por regla general, las disposiciones en horizontal se hacen con la
finalidad de crear zunchos de atado perimetral. Estos zunchos ejecutados en edificios
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
105
situados en zonas sísmicas solidarizan al conjunto del edificio y cuando se adhieren en la
parte superior evitan el fallo por vuelco de fachadas (figura III.37.a). Además, las
disposiciones en horizontal permiten soluciones de atado de elementos estructurales que
tienden a separarse o simplemente se ejecutan como cosido de las bandas verticales.
Todo lo anterior se ha referido a muros de fábrica, pero en arcos, bóvedas y cúpulas de
fábrica también se dan situaciones de flexión excesiva y riesgo de fallo. En muchas
ocasiones estos problemas están originados por sucesivas intervenciones que añaden
sobrecargas no previstas inicialmente o alteran las condiciones de contorno. Otras veces
la causa del daño son acciones horizontales, como los terremotos. Son muchos los
trabajos experimentales y teóricos publicados sobre la aplicación de materiales
compuestos para el refuerzo de este tipo de estructuras (entre otros, Borri 1999,
Foraboschi 2004, Bricoli 2009). En estos casos como indica Di Tommaso (2001) idear el
posible mecanismo de colapso de la estructura para un sistema de cargas determinado es
una forma de abordar el diseño y cálculo del refuerzo. El material compuesto adherido
tendría la función de evitar la apertura de grietas en aquellas zonas donde se prevea la
formación de articulaciones.
Por ejemplo, es conocido que el mecanismo de colapso de un arco con una carga vertical
asimétrica corresponde a la formación de cuatro articulaciones según la figura III.38.a.
Para evitarlo se pueden adherir láminas de materiales compuestos tanto al extradós como
al intradós del mismo, figura III.38.b. Colocarlo al extradós presenta dos importantes
ventajas: 1) el refuerzo queda oculto a la vista y permite mantener la decoración, pinturas
al fresco, etc. que pueda haber en el intradós y 2) se generan fuerzas de compresión en la
interfaz fábrica-refuerzo que tienden a mantenerlo adherido (todo lo contrario que cuando
está al intradós). En el arranque de arcos y bóvedas de cañón también pueden colocarse
cables de FRP, pretensados o no, que a modo de tirante contrarresten los empujes
transmitidos por estos elementos.
También tiene interés adherir materiales compuestos a modo de zuncho o anillo en la
base de cúpulas de fábrica semiesféricas por ser en esta zona donde se deben resistir
mayores esfuerzos de tracción (figura III.37.b). Interesa que el refuerzo se adhiera en
zonas localizadas, porque soluciones en las que se cubre totalmente su superficie puede
alterar la permeabilidad de la fábrica a efectos de humedad. Esto es de gran importancia
si hay pinturas al fresco.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
106
Aplicaciones reales del refuerzo con FRP de estructuras de fábrica
La mayor parte de los casos reales de aplicación de esta nueva técnica de refuerzo en
estructuras de fábrica forma parte de intervenciones más amplias donde se rehabilitan
edificios históricos deteriorados a los que se quiere dar un nuevo uso y/o mejorar su
respuesta frente a terremotos. En este sentido Italia, con su enorme patrimonio histórico y
su elevado riesgo sísmico, es pionero en la utilización de esta técnica y cuenta ya con un
gran número de aplicaciones (Celestini 2009, Credali 2009, Ventturini 2009). A
continuación se recogen algunos de los tipos de intervención más frecuentes.
1) Retículas de láminas de FRP encoladas sobre muros de fábrica.
Se aplica en fachadas que han perdido su verticalidad, o que están sometidas a
compresiones con excentricidades importantes, o cuya capacidad para resistir
esfuerzos horizontales por viento y/o sismo parece insuficiente. Las láminas verticales
refuerzan el muro de fachada a flexión y, sobre ellas, láminas horizontales solidarizan
el conjunto e impiden que se desprendan. En muchas ocasiones los refuerzos
horizontales dispuestos en la parte superior e inferior del edificio se utilizan como
zuncho perimetral de atado. Es frecuente que, cuando es posible intervenir por el
interior, la distribución de láminas proyectada para el exterior se repita por dentro y
que el diseño incluya algún tipo de dispositivo que conecte ambos refuerzos. Estas
aplicaciones requieren un especial cuidado de los detalles de esquina y los anclajes.
Este tipo de solución se ha utilizado entre 1997 y 1999 en la rehabilitación de la Corte
Benedictina en Legnaro donde se repararon muros de fachada por el interior y el
exterior (figura III.39); en el año 2000 en la Biblioteca Cini de Monselice (figura III.40);
en el año 2002 en la rehabilitación de la fachada principal del Grand Hotel de Alassio
(figura III.41) donde además se añadieron refuerzos en diagonal (disposición
característica de refuerzos a cortante) y en la rehabilitación del Palazzo Elmi Pandolfi
de Foligno tras el terremoto de 1997 donde además de reforzar por el exterior las
fachadas (Avorio, 2000) se utilizaron materiales compuestos en la reparación de
bóvedas. Ambas intervenciones fueron monitorizadas con sensores de fibra de vidrio
que permitieron comprobar su eficacia (Bastianini, 2003). En la mayor parte de los
casos el material añadido contiene fibras de carbono con alguna variante. Por
ejemplo, en el refuerzo del tímpano de la Biblioteca de San Antonio de Padua se
dispuso una rejilla, a ambas caras del muro y unida por conectores, con un tejido
híbrido carbono-aramida para mejorar la disipación de energía durante un terremoto.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
107
2) Zunchos de atado con materiales compuestos adheridos.
La aplicación de esta tipología en fachadas ya se ha comentado en el punto anterior y
contribuye a que ante acciones desestabilizantes el conjunto del edificio trabaje de
forma solidaria y a que se eviten situaciones de desplome hacia el exterior de las
fachadas.
Ejemplo de aplicación en torres es la intervención sobre el campanario de la Iglesia de
San Domenico (Prato) cuyos muros presentaban fisuras verticales. Entre otras
reparaciones, se ejecutaron zunchos de atado continuos, a la altura de los forjados,
adhiriendo láminas de fibra de carbono de 15 cm de ancho tanto al exterior como al
interior de la torre (figura III.42.a). O la torre de Pojana Maggiore (Vicenza), también
con grietas verticales en sus fachadas que en el año 2000 se sellaron y se realizaron
unos zunchos a base de láminas de fibra de carbono (siguiendo una disposición
similar a una viga triangulada) a la altura del arranque de los pisos abovedados
interiores (figura III.42.b).
También se aplica al zunchado de pilares con láminas de FRP para incrementar su
capacidad resistente. Aunque este tipo de solución de refuerzo es más eficaz para
elementos circulares, también se ha empleado para elementos de sección rectangular.
Este es el caso de un pilar del Pallazzo dei Celestini (Lecce) que presentaba
importantes fisuras verticales de compresión que hacían temer su colapso, La Tegola
(2000). La solución de refuerzo consistió en envolverlo con láminas de FRP entre las
que se introdujeron varillas de aramida para reforzarlo más eficazmente (figura III.43).
3) Refuerzo de arcos.
El objetivo del refuerzo es evitar que se abran rótulas que conviertan el arco en un
mecanismo. Se refuerzan adhiriendo láminas unidireccionales en la dirección de la
directriz del arco. Aunque es preferible colocarlo al extradós porque se favorece la
adherencia refuerzo-soporte no siempre es posible intervenir sobre la parte superior.
Hay ejemplos con refuerzos adheridos al intradós como es el caso de una intervención
en la Catedral de Urbino donde se encolaron trozos del mismo material en el sentido
de las dovelas para garantizar la adherencia del refuerzo (figura III.44).
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
108
4) Refuerzo de cúpulas adhiriendo láminas de FRP a su trasdós.
Una de las primeras intervenciones en cúpulas fue en la de la catedral de Cittá di
Castello (Italia) en 1996 donde se reforzaron la cúpula del ábside y del transepto.
Ambas habían sido sufrido intervenciones arquitectónicas posteriores a su ejecución y
ambas cuentan con pinturas al fresco en el intradós. La cúpula de fábrica de ladrillo
nervada situada sobre el ábside (con forma de semiesfera inscrita en un cubo) se
encontraba seriamente fisurada tras haber construido sobre ella unos muros para
apoyar la cubierta. Se reforzó por el extradós adhiriendo sobre la zona fisurada
refuerzos de fibra de carbono en forma de anillos continuos sobre los que se
encolaron bandas del mismo material en la dirección de los meridianos para anclarlos
(figura III.45). La cúpula del transepto (semiesférica) también recibe cargas de la
cubierta a través de unos muretes y había sido reforzada en el pasado con unos
anillos de acero que resultaban ineficaces por no adaptarse bien a la superficie. El
refuerzo consistió en utilizar láminas no preimpregnadas de fibra de carbono para unir
estos anillos metálicos de forma solidaria a la cúpula. Después del terremoto de 1997
varias zonas de esta catedral resultaron dañadas pero las dos cúpulas reforzadas se
mantuvieron en buen estado. Otros ejemplos similares de refuerzo de cúpulas de
fábrica a base de anillos continuos de material compuesto adherido anclados con
láminas del mismo material en sentido de los meridianos los encontramos en la Iglesia
parroquial de San Paolo (Corta di Colle di Foligno) (figura III.46) o en la cúpula del
ábside del Convento Suore Bianche (Santa Maria degli Angelli).
5) Bóvedas de medio cañón y crucería.
También son numerosos los ejemplos de refuerzo de bóvedas encolando láminas de
FRP, fundamentalmente en el extradós, con la finalidad de dotarlas de continuidad y
de una cierta capacidad para admitir tracciones. En ocasiones estas intervenciones
van acompañadas de la ejecución de tirantes. En las bóvedas de crucería las láminas
de refuerzo se pueden adherir siguiendo la posición de las nervaduras o con
disposiciones en retícula o rejilla. Entre otros ejemplos se pueden citar, la aplicación
en 1999 de fibras de carbono sobre el extradós de las bóvedas de la Basílica de San
Petronio (Bologna); el refuerzo en el año 2000 con láminas de fibra de carbono de las
bóvedas de crucería en la Iglesia de Santa Croce (Sassoferrato) (figura III.47.a), o el
refuerzo en 2007-2008 con láminas de fibra de vidrio de las bóvedas de crucería del
claustro del Convento Santa Trinitá (Orvieto), (figura III.47.b). Es frecuente ejecutar
anclajes mecánicos de las láminas de refuerzo a las paredes laterales.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
109
a) b)
Figura III.39. Refuerzo fachada Corte Bedicitina de Leganaro (Ardea Progetti e Sistema)
a) Alzado Norte indicando las zonas de aplicación del refuerzo.
b) Vista del interior donde se reproduce la misma disposición del mismo.
a) b)
Figura III.40. Refuerzo de la fachada de la Biblioteca Cini en Monselice (www.iar-restauri.it).
a) Perspectiva indicando las zonas de aplicación del refuerzo.
b) Aspecto exterior tras la rehabilitación.
a) b)
Figura III.41. Refuerzo fachada principal Grand Hotel de Alassio (Ardea Progetti e Sistema)
a) Aspecto deteriorado de la fachada previo a la intervención.
b) Detalle del refuerzo durante la ejecución.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
110
a) b)
Figura III.42. Ejemplos de zunchado de torres con materiales compuestos.
a) Alzado interior y planta del Campanario de San Domenico (Prato).
Refuerzo señalado en rojo. Realizado por la empresa TECC INN s.r.l.
b) Vista exterior y alzado de Torre Pojana (Vicenza).
Refuerzo señalado en rojo. Realizado por la empresa iar.
a) b) c)
Figura III.43. Refuerzo pilastra de fábrica en el Palazzo dei Celestini en Lecce: a) fisuración
vertical en la pilastra, b) inserción barras de aramida, c) proceso de envoltura
con fibra de carbono. Extraído de La Tegola 2000.
CAPÍTULO III. ESTADO DE CONOCIMIENTO
111
a) b)
Figura III.44. Refuerzo del arco de la Catedral de Urbino (TEC INN s.r.l.):
a) vista general de la intervención, b) detalle del refuerzo.
a) b)
Figura III.45. Refuerzo cúpula del ábside de la Catedral Cittá di Castello (TEC INN s.r.l.):
a) perspectiva de la intervención, b) imagen tras el refuerzo.
a) b)
Figura III.46. Refuerzo cúpula Iglesia Parroquial S. Paolo (Edilsystem s.r.l.):
a) grieta en la cúpula (previo al refuerzo), b) imagen del refuerzo.
a) b) c)
Figura III.47. Refuerzo de bóvedas: a) Iglesia de Santa Croce (iar), b) Convento Santa
Trinitá. (TECC INN s.r.l.), c) bóveda medio cañón.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
115
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL IV.1. ENSAYOS DE ADHERENCIA DE REFUERZOS DE FIBRA DE CARBONO A
PROBETAS DE FÁBRICA DETERIORADAS Se realiza una pequeña campaña experimental sobre la adherencia de bandas
preconformadas de fibra de carbono a probetas prismáticas de fábrica. Los ensayos se
realizan en el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja. El objetivo es
estudiar la adherencia en fábricas antiguas que puedan haber sufrido un deterioro
superficial por encontrarse a la intemperie o por el propio paso del tiempo (Martínez,
2001-a y 2001-b). Por este motivo, se ensaya la adherencia sobre probetas en buen
estado de conservación y sobre el mismo tipo de fábrica sometido un proceso de deterioro
que le provoca daños superficiales. El resto de las variables del programa experimental
permanecen constantes: material de refuerzo, longitud adherida del mismo, tipo de fábrica
original y dimensiones generales de la probeta.
IV.1.1. Materiales Para la construcción de los prismas de fábrica se utilizan ladrillos macizos de dimensiones
aproximadas 235 x 110 x 40 mm que se aparejan alternando sogas y tizones. Se trata de
ladrillos de tipo rústico que pretenden asemejar fábricas antiguas, su superficie es
irregular y sus dimensiones no son homogéneas. Las juntas entre hiladas de ladrillo tienen
un espesor aproximado de 1 cm. Se utiliza un mortero de albañilería con una proporción
en peso cemento/arena igual 1/6. El cemento es tipo CEM II / B-M 32,5. Las dimensiones
aproximadas de las probetas son 235 x 235 x 300 mm.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
116
MBRACE LAMINADO LM (banda preconformada de fibra de carbono) Módulo elástico: 150.000 MPa Resistencia a tracción: 2.500 MPa Deformación en rotura: 0,0165 MBRACE ADHESIVO Densidad: 1,7 g/cm3 Vida útil de la mezcla: 60 min. a 20 ºC Adherencia sobre hormigón: > 2,5 N/mm2 Resistencia a compresión (25ºC): 90 N/mm2 Viscosidad mezclada (25ºC) 90.000 c.p.s. IMPRIPOX (imprimación) Densidad: 1,0 g/cm3, aprox. Viscosidad: 200-250 mPa.s Temperatura de aplicación: entre +10 ºC y +30 ºC Vida útil de la mezcla: 45 min. aprox. Adherencia sobre hormigón: > 2,5 N/mm2 APOSAN (mortero) Densidad: 1,9 g/cm3 Resistencia a la temperatura: -30 ºC a +80 ºC Vida útil de la mezcla: 30 min. a 20 ºC Temperatura mínima aplicación: + 10 ºC (temperatura del soporte) Espesores aplicables: de 2 a 20 mm (verti.) de 2 a 100 mm (horiz.) MBrace Saturante (resina para tejido f –sólo ensayos flexocompresión) Densidad: 1,04 g/cm3, aprox. Vida útil de la mezcla a 25ºC: 45 min. Punto de inflamación: 93 ºC Rotura a tracción (ASTM D638) 54 N/mm2 Deformación rotura a tracción: 2,5 % Módulo elástico a tracción: 3034 N/mm2 Rotura a flexión (ASTM D790): 124 N/mm2 Rotura compresión (ASTM D695): 86 N/mm2 Adherencia: Rotura por hormigón Espesor máximo por capa: 0,6 mm (sin descuelgue)
Para estimar la resistencia a compresión de la fábrica se realizan ensayos a compresión
con tres probetas construidas superponiendo siete hiladas del mismo ladrillo macizo y el
mismo mortero que las fábricas del ensayo de adherencia. Estas probetas tienen unas
dimensiones aproximadas de 235 x 110 x 350 mm. No se someten a ningún tipo de
proceso de deterioro. Las probetas, sin refrentar, rompen a 410 KN, 340 KN y 310 KN. La
resistencia a compresión media es de 13,7 MPa.
Las bandas preconformadas de fibra de carbono tienen un ancho de 50 mm y un espesor
de 1,4 mm. Su módulo elástico es 150.000 MPa y tienen una deformación última según el
fabricante de 0,016. Los otros productos empleados para la aplicación de las bandas son
un mortero de prenivelación apto para su empleo estructural, “Aposan”, un imprimación de
tipo epoxi, “Impripox”, y el adhesivo epoxi con el que se encolan las láminas, “MBrace
Adhesivo”. Todos ellos han sido suministrados de forma gratuita por la casa comercial
BETTOR MBT (actual BASF). En la tabla IV.1 se recogen sus características principales.
Tabla IV.1. Materiales empleados en los ensayos de adherencia (Bettor - BASF)
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
117
IV.1.2. Series El estudio consta de dos series de tres probetas cada una: la primera, de referencia, se
ensaya sin que la fábrica sufra daño alguno, mientras que los prismas de fábrica de la
segunda serie se someten a un proceso de deterioro superficial que consiste en 4 ciclos
de hielo-deshielo (se empapan de agua, se introducen en un congelador a -15ºC y se
sacan a las 24 horas para su deshielo) y 13 ciclos de frío-calor (se introducen en una
cámara alternando temperaturas de 40ºC y -15ºC). A pesar de que el proceso seguido no
es muy severo, sobre la superficie de las fábricas de la segunda serie se ven fisuras,
juntas con pérdida de mortero y ligeros daños superficiales (figura IV.1.b).
a) b)
Figura IV.1. Construcción de los prismas de fábrica
a) Probetas de fábrica recién construidas.
b) Aspecto probeta de fábrica tras sufrir el proceso de daño.
La tabla IV.2 resume los principales datos de las probetas ensayadas. Aunque el
programa experimental se plantea originalmente con seis ensayos, una de las probetas de
fábrica se rompe durante el proceso de daño a que se la somete por ello sólo se pueden
ensayar tres probetas con fábrica sin dañar y dos con fábrica deteriorada.
Tabla IV.2. Principales datos de las series
Refuerzo Fábrica Ef (MPa) tf (mm) bf (mm) lf (mm) bm (mm) fm (MPa) Aparejo**
R1 A R2 B SERIE 1:
SIN DAÑO R3
150.000 1,4 50 200 240 17,7 A
F1 A F2 B SERIE 2:
CON DAÑO F3*
150.000 1,4 50 200 240 17,7 *
Nota: * Probeta rota durante el proceso de deterioro. ** Ver figura IV.6.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
118
IV.1.3. Aplicación del refuerzo
En las probetas de ambas series se lleva a cabo una labor previa de preparación de la
superficie. A diferencia del caso de refuerzo de las estructuras de hormigón, en fábricas
se recomienda aplicar una masilla o mortero epoxi previo al pegado de las bandas debido
a la irregularidad de su superficie (en este caso no sólo por la presencia de juntas de
mortero, sino también por la falta de planeidad del ladrillo rústico). Todas las labores de
preparación previa y encolado del refuerzo la realizan aplicadores autorizados que facilita
la casa Bettor MBT (actualmente Basf).
En primer lugar se prepara la superficie de todas las probetas siguiendo los pasos
recomendados por el fabricante: raspado previo con espátula, pulido de la superficie con
disco, eliminación de restos de polvo con una brocha, aplicación de una imprimación
previa para mejorar la adherencia del mortero (Impripox) y aplicación de un mortero epoxi
para regularizar la superficie de la fábrica (Aposan). Este proceso puede seguirse en las
imágenes de la figura IV.2. En segundo lugar, y una vez transcurridas 24 horas, las
bandas preconformadas de carbono se encolan al exterior de la probeta siguiendo de
nuevo los pasos recomendados por el fabricante (figura IV.3) tales como: aplicar una
nueva capa de imprimación sobre el motero de prenivelación, cortar y limpiar la banda
antes de aplicarla, aplicar el adhesivo epoxi, colocar la banda en su sitio y presionarla con
un rodillo de goma dura para garantizar que se reparte de forma homogénea y se elimina
cualquier exceso de resina. Para mayor seguridad, las bandas de CFRP se mantienen
fijas mediante elementos auxiliares durante 24 horas.
a) b) c)
Figura IV.2. Preparación de la superficie previa al encolado del refuerzo
a) Pulido con disco.
b) Limpieza con brocha.
c) Aplicación imprimación previo al mortero de prenivelación.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
119
a) b) c)
d) e)
Figura IV.3. Encolado del laminado
a) Aplicación imprimación sobre el mortero de prenivelación.
b) Corte del laminado.
c) Colocación de la banda de CFRP tras aplicar adhesivo.
d) Eliminación del exceso de adhesivo mediante presión con rodillo.
e) Sujeción de las bandas con gatos durante 24 horas. IV.1.4. Procedimiento de ensayo
Los ensayos realizados son de tipo “double lap shear test”. En la figura IV.4 se representa
el dispositivo del ensayo. En ellos, además de las probetas de fábrica y las bandas
preconformadas ya descritas, se utilizan unos prismas de hormigón en masa de
dimensiones 240x240x380 mm.
Dos bandas de CFRP se adhieren, siguiendo el proceso antes descrito, a un bloque de
hormigón y uno de fábrica. En la parte encolada al hormigón las bandas se fijan con una
estructura auxiliar de acero para forzar a un fallo por adherencia en la zona adherida a la
fábrica. Se introduce un gato hidráulico entre los bloques que, al iniciar el proceso de
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
120
21 3 4
5 6 7 8 9 10 11
180d1
6040
180 4030302020d1
carga, empuja sobre la fábrica. Al estar unidos ambos por las bandas de CFRP, éstas se
traccionan. Todas las pruebas se hicieron hasta rotura salvo la probeta R2 que se ensayó
con dos ciclos de carga. Durante el desarrollo de las pruebas se mide la carga última y las
deformaciones a lo largo de la banda de CFRP. Para ello se colocan once galgas
extensiométricas (cuatro en una banda y siete en la otra) en cada uno de los ensayos
(figura IV.5).
Figura IV.4. Esquema del ensayo de adherencia.
Figura IV.5. Posición bandas extensiométricas (d1=15mm, excepto en R1 donde d1=0)
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
121
DESPEGADO
DESPEGADO
ARRANCADO
A B
TRA
CC
IÓN
TRACCIÓN LÁMINA
COMPR.
CARGA
IV.1.5. Modos de fallo
Se observa que una variable no contemplada originalmente influye en los resultados de
las pruebas: la disposición del aparejo. Y es que probetas con un disposición del aparejo
tipo “A” (ver figura VI.6.b) resultan más vulnerables, y rompen a una carga más baja, que
probetas con una disposición tipo “B”, y ello con independencia de que la fábrica haya
sido, o no, deteriorada superficialmente. Esto es debido a que el modo de fallo observado
en las probetas está ligado a la capacidad de la fábrica para resistir la fuerza de tracción,
paralela a las llagas, que se desarrolla en la mitad inicial del bloque de fábrica (ver figura
IV.6.a). La fábrica rompe antes si en esta zona hay varias hiladas de ladrillo interrumpidos
por un tendel (aparejo tipo “A”). Resulta determinante para que la probeta falle
prematuramente que la tercera hilada, contando a partir de la cara en la que se aplica la
carga y teniendo en cuenta la geometría de la probeta, quede interrumpida por un tendel
perpendicular a la tracción. Por este motivo los resultados de los ensayos deben ser
comparados con probetas con el mismo aparejo.
a) b)
Figura IV.6. Clasificación de las probetas según la disposición del aparejo en el ensayo
a) Esquema simplificado de fuerzas en el interior de la fábrica.
b) Aparejo con disposición tipo “A” y “B”.
Figura IV.7. Rotura probeta R1
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
122
DESPEGADO
ARRANCADO DESPEGADO
F1DESPEGADO
DESPEGADOARRANCADO
DESPEGADO
DESPEGADOARRANCADO
R3DESPEGADO
DESPEGADO
Figura IV.8. Rotura probeta R2
Figura IV.9. Rotura probeta R3
Figura IV.10. Rotura probeta F1
Figura IV.11. Rotura probeta F2
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
123
Respecto al modo de fallo observado, en tres de los cinco ensayos la rotura se produce
por desprendimiento de las bandas al tiempo que el bloque de ladrillo rompe a tracción.
Ambos fenómenos se producen de forma simultánea y repentina. Esto ocurre en las
probetas R1, F1 y F2. En los tres casos hay una zona, muy localizada, donde la banda
arranca parte de la superficie del ladrillo. Salvo en esas zonas, el despegue se produce
limpio.
En las probetas R2 y R3 el fallo es por desprendimiento del refuerzo sin rotura a tracción
del ladrillo (los bloques quedan prácticamente intactos). En la probeta R2, se observa una
pequeña zona donde se arranca la superficie del ladrillo. La probeta R3 tiene una rotura
anómala, con un despegue limpio de las bandas para una carga última baja. Ello se
achaca a problemas durante la ejecución del ensayo (el bloque de hormigón y el de
fábrica no estaban perfectamente alineados). Además, las lecturas de las bandas
extensiométricas resultaron poco fiables al poco de iniciarse la prueba.
En las cinco probetas la rotura se produce de forma súbita. Las figuras IV.7 a IV.11
muestran los modos de fallo de cada una de las probetas.
IV.1.6. Resultados
La tabla IV.3 muestra los resultados obtenidos: carga última de tracción (Pu) y tensión
última (σu) en la banda, tensión media de adherencia en la rotura (τu media), máxima
deformación registrada en la parte del refuerzo adherido (εu adh) y el modo de fallo.
La tabla IV.4 recoge las deformaciones del refuerzo registradas por las bandas
extensiométricas nº 6, 7, 8, 9, 10 y 11 (ver figura IV.5) para distintos niveles de carga (no
se incluye la probeta R3 porque, por problemas durante la ejecución del ensayo, las
lecturas resultaron poco fiables al poco de iniciarse la prueba).
En las figuras IV.12 al 15 se muestra de forma gráfica la distribución de deformaciones del
refuerzo a lo largo de la longitud adherida para distintos niveles de carga. La única
probeta que se ensayó con dos ciclos de carga fue la probeta R2 (sin daño superficial). La
figura IV.16 muestra gráficamente la distribución de deformaciones para cada ciclo.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
124
PROBETA R1 POSICIÓN DE LA BANDA EXTENSIOMÉTRICA (mm)0 20 40 70 100 140
% Pu Pu (KN) ε6x10-6 ε7x10-6 ε8x10-6 ε9x10-6 ε10x10-6 ε11x10-6
0,2 Pu 3,7 180,26 120,25 192,12 105,40 77,56 50,220,4 Pu 7,4 454,68 413,94 366,76 217,91 157,20 91,790,6 Pu 11,2 772,50 775,98 572,58 358,99 264,18 148,440,8 Pu 14,8 1094,30 1194,02 787,61 517,36 384,54 234,94
0,98 Pu 18,2 1416,56 1737,89 1046,33 683,74 561,82 526,53
PROBETA R2 POSICIÓN DE LA BANDA EXTENSIOMÉTRICA (mm)15 35 55 85 115 155
% Pu Pu (KN) ε6x10-6 ε7x10-6 ε8x10-6 ε9x10-6 ε10x10-6 ε11x10-6
0,2 Pu 6,2 449,22 338,00 250,56 170,50 89,60 42,500,4 Pu 12,5 920,90 659,87 589,92 391,60 221,79 115,700,6 Pu 18,7 1410,59 1056,11 1369,33 746,25 420,23 222,270,8 Pu 25,0 1675,08 1189,40 1814,97 1111,32 877,98 565,67
Pu 31,2 2161,18 1514,36 2318,24 1451,37 1194,90 770,02
PROBETA F1 POSICIÓN DE LA BANDA EXTENSIOMÉTRICA (mm)15 35 55 85 115 155
% Pu Pu (KN) ε6x10-6 ε7x10-6 ε8x10-6 ε9x10-6 ε10x10-6 ε11x10-6
0,2 Pu 2,6 230,05 157,69 147,04 99,52 71,32 9,080,4 Pu 5,3 479,62 315,88 303,55 216,55 166,37 56,580,6 Pu 7,9 731,71 485,11 508,84 405,13 308,98 125,340,8 Pu 10,6 1013,75 761,03 796,23 545,71 623,88 227,08
Pu 13,2 1259,51 1003,51 1084,85 654,83 1172,90 315,77
PROBETA F2 POSICIÓN DE LA BANDA EXTENSIOMÉTRICA15 35 55 85 115 155
% Pu Pu (KN) ε6x10-6 ε7x10-6 ε8x10-6 ε9x10-6 ε10x10-6 ε11x10-6
0,2 Pu 4,9 349,50 322,01 201,66 101,90 49,88 29,360,4 Pu 9,8 770,57 762,31 567,12 279,89 145,78 89,420,6 Pu 14,7 1237,59 1628,44 1059,05 719,79 413,88 236,940,8 Pu 19,6 1735,20 2144,53 1867,09 1015,25 1092,02 527,51
Pu 24,5 2218,81 2643,47 2275,53 1971,73 1752,43 1129,97
Tabla IV.3. Resultados generales
Probeta Aparejo Pu (KN)
σu (MPa)
τu media (MPa) εu adh Fallo
R1 A 18,6 265,7 1,86 0,00174 T-D/AS
R2 B 31,2 445,7 3,12 0,00232 D/AS SERIE 1:
SIN DAÑO
R3 A 16,5 235,7 1,65 - D
F1 A 13,2 188,6 1,32 0,00126 T-D/AS SERIE 2: CON
DAÑO F2 B 24,5 350,0 2,45 0,00264 T-D/AS
T: Rotura a tracción de la fábrica D/AS: Desprendimiento del refuerzo con zonas donde se arranca parte del sustrato.
D: Desprendimiento limpio del refuerzo
Tabla IV.4. Deformaciones registradas en la parte adherida del refuerzo
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
125
PROBETA R1 (SIN DAÑO)DEFORMACIONES A LO LARGO DEL REFUERZO
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
1800
0 20 40 60 80 100 120 140
POSICIÓN LECTURA DEFORMACIÓN
MIC
RO
DEF
OR
MA
CIO
NES
x10
-6
Pu=18,6 KN
0,8Pu=14,9KN
0,6Pu=11,2KN
0,4Pu=7,4KN
0,2Pu=3,7KN
17,5 KN
15 KN
12,5 KN
10 KN
5 KN
2,5 KN
Pu
PROBETA F1 (CON DAÑO)DEFORMACIONES A LO LARGO DEL REFUERZO
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
0 20 40 60 80 100 120 140 160
POSICIÓN LECTURA DEFORMACIÓN (mm)
MIC
RO
DEF
OR
MA
CIO
NES
x 1
0-6
Pu = 13,2 KN
0,8Pu=10,5KN
0,6Pu=7,9KN
0,4Pu=5,3KN
0,2Pu=2,6KN
12,5 KN
10 KN
9 KN
7,5 KN
5 KN
Pu
Figura IV.12. Probeta R1. Deformaciones a lo largo del refuerzo para distintas cargas.
Figura IV.13. Probeta F1. Deformaciones a lo largo del refuerzo para distintas cargas.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
126
PROBETA F2 (CON DAÑO)DEFORMACIONES A LO LARGO DEL REFUERZO
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
1800
2000
2200
2400
2600
2800
0 20 40 60 80 100 120 140 160
POSICIÓN LECTURA DEFORMACIÓN (mm)
DEF
OR
MA
CIÓ
N B
AN
DA
(x 1
0-6)
Pu
esquema B
Pu=24,5 KN
0,8Pu=19,6KN
0,6Pu=14,7KN
0,4Pu=9,8KN
0,2Pu=4,9KN
22,5 kN
17,5 KN
12,5 KN
11 KN
5 KN
2,5 KN
Figura IV.14. Probeta R2. Deformaciones a lo largo del refuerzo para distintas cargas.
Figura IV.15. Probeta F2. Deformaciones a lo largo del refuerzo para distintas cargas.
PROBETA R2 (SIN DAÑO)DEFORMACIONES A LO LARGO DEL REFUERZO
0
500
1000
1500
2000
2500
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180
POSICIÓN LECTURA DEFORMACIÓN (mm)
DEF
OR
MA
CIÓ
N B
AN
DA
(x 1
0-6)
Pu=31,2 KN
0,8Pu=25KN
0,6Pu=18,7KN
0,4Pu=12,5KN
0,2Pu=6,2KN
Pu
esquema B27,5 KN
20 KN
15 KN
10 KN
5 KN
segundo ciclo
primer ciclo
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
127
0
500
1000
1500
2000
2500
0 20 40 60 80 100 120 140 160
posición lectura deformación del refuerzo (mm)
defo
rmac
ión
del r
efue
rzo
(x 1
0-6
)
5 KN 10 KN 15KN 20KN 22,5 KN 12,5 KN 17,5
0
500
1000
1500
2000
2500
0 20 40 60 80 100 120 140 160
posición lectura deformación del refuerzo (mm)
defo
rmac
ión
del r
efue
rzo
(x 1
0-6
)
5 KN 10 KN 15 KN 20 KN
22,5 KN 25 KN 27,5 KN 31,2 KN
a)
b)
Figura IV.16. Probeta R2. Deformación en el refuerzo para distintas cargas.
a) Primer ciclo de carga.
b) Segundo ciclo de carga.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
128
IV.1.7. Análisis de los resultados
Analizando las deformaciones registradas a lo largo de las bandas para distintitos niveles
de carga, se observa que el comportamiento de la junta FRP-fábrica sigue pautas similares a las documentadas en otros trabajos de investigación sobre FRP-hormigón. Como ocurre en hormigón, la transferencia de carga es bastante uniforme al
inicio del proceso, con lecturas de las deformaciones que decrecen de forma progresiva
hacia el extremo libre de la lámina. Al aumentar la carga, la superficie del soporte
comienza a deteriorarse en la zona más próxima a la aplicación de la fuerza y la zona de
transferencia activa se va desplazando hacia el extremo libre del refuerzo.
Este proceso se observa con claridad en la probeta R2 (sin daño superficial) que se
ensayó con dos ciclos de carga, el primero hasta una carga entorno al 75% de su carga
última y el segundo hasta rotura.
En la figura IV.16 se representan las lecturas a lo largo del refuerzo para distintas cargas
en cada uno de los ciclos. Al principio del proceso de carga del primer ciclo, las
deformaciones registradas decrecen de forma progresiva. Sin embargo, para una carga
de tracción de la lámina entorno a 15 KN (aproximadamente, el 50% de la carga última) la
gráfica comienza a tomar una forma bilineal, con una primera línea ascendente seguida
de otra descendente, parecida a la descrita por otros autores para refuerzos adheridos a
soporte de hormigón. Esto significa que el sustrato habría comenzado a dañarse en la
zona más próxima a la aplicación de la fuerza. De hecho este deterioro de la zona inicial
de la unión es definitivo porque, tras descargar la probeta e iniciar el segundo ciclo de
carga, las deformaciones del refuerzo siguen la tendencia bilineal aún para cargas
pequeñas.
Si se comparan las deformaciones registradas en el refuerzo de la probeta R2 (sin daño) y
la probeta F2 (con la misma disposición del aparejo pero sometida a un proceso de
deterioro superficial) se observa un comportamiento de la junta similar en términos
cualitativos (inicio con la deformación decreciendo de forma progresiva para pasar a
registros bilineales a partir de un nivel de carga). Sin embargo en términos cuantitativos, la
tendencia bilineal se inicia en la fábrica superficialmente dañada, probeta F2, cuando la
tracción es menor (entorno a 11 KN).
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
129
18%
11%
14%
8%
APAREJO "A" APAREJO "B"
PROBETAS SIN DAÑO PROBETAS CON DAÑO
R1 F1 R2 F2
31,2
13,2
24,5
18,6
0
5
10
15
20
25
30
35
APAREJO "A" APAREJO "B"
TRA
CC
IÓN
ÚLT
IMA
BA
ND
A (K
N)
PROBETAS SIN DAÑO PROBETAS CON DAÑO
R1(100%)
F1(71%)
R2(100%)
F2(79%)
De igual forma si se comparan las probetas con aparejo tipo A, probeta R1 (sin daño) y F1
(con daño superficial), se observa que la tendencia bilineal en la distribución de las
deformaciones se inicia para una tracción más pequeña en la probeta sometida al proceso
de deterioro (entorno a 8 KN) que en la probeta sin daño (entorno a 11 KN).
El proceso de deterioro superficial supone una merma notable en la capacidad resistente de la banda adherida a la fábrica. Como se ha comentado, los resultados
obtenidos deben compararse entre probetas con la misma disposición de aparejo. La
carga última de tracción de las probetas dañadas es entre un 21 y un 29 % menor que el
de probetas sin dañar (figura IV.17). De igual forma, la tensión máxima resistida por las
bandas ensayadas, que es sólo una pequeña fracción de la tensión última facilitada por el
fabricante, es más baja para probetas dañadas superficialmente (figura IV.18).
Figura IV.17. Comparativa carga última de tracción de la banda
Figura IV.18. % Tensión máxima experimental respecto tensión última del material
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
130
6,79
4,5
5,98
7,26
0,0
1,0
2,0
3,0
4,0
5,0
6,0
7,0
8,0
APAREJO "A" APAREJO "B"
TEN
SIÓ
N T
ANG
EN
CIA
L M
ÁXIM
A (M
Pa)
PROBETAS SIN DAÑO PROBETAS CON DAÑO
R1(100%)
F1(62%)
R2(100%)
F2(88%)
3,12
1,32
2,45
1,86
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
3,0
3,5
APAREJO "A" APAREJO "B"TEN
SIÓ
N T
AN
GEN
CIA
L M
ED
IA (M
Pa)
PROBETAS SIN DAÑO PROBETAS CON DAÑO
R1(100%)
F1(71%)
R2(100%)
F2(79%)
Las tensiones tangenciales resistidas por la junta son también inferiores en las probetas sometidas al proceso de deterioro superficial. En la figura IV.19 se
comparan las tensiones tangenciales medias calculadas como el cociente de la tracción
última de la banda entre la superficie adherida a la fábrica.
Se comparan también las tensiones tangenciales máximas (τu max) soportadas en la junta
(figura IV.20). Para estimar la tensión tangencial entre dos puntos (τij), separados una
distancia ∆lij, se utiliza la ecuación IV.1.
τij = Ef tf (εi - εj) / ∆lij (ec. IV.1)
Los valores de las deformaciones εi y εj son los indicados en la tabla IV.4 Los resultados
de estos cálculos a lo largo de la unión para cada probeta y para distintos niveles de
carga, se recogen en la tabla IV.5.
Figura IV.19. Comparativa tensión tangencial media
Figura IV.20. Comparativa tensión tangencial máxima
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
131
PROBETA R1 ∆lij20 20 30 30 40
% Pu Pu (KN) τ6-7 τ7-8 τ8-9 τ9-10 τ10-11 τmax0,2 Pu 3,7 0,63 -0,75 0,61 0,19 0,14 0,630,4 Pu 7,4 0,43 0,50 1,04 0,42 0,34 1,040,6 Pu 11,2 -0,04 2,14 1,50 0,66 0,61 2,140,8 Pu 14,8 -1,05 4,27 1,89 0,93 0,79 4,27
0,98 Pu 18,2 -3,37 7,26 2,54 0,85 0,19 7,26
PROBETA R2 ∆lij20 20 30 30 40
% Pu Pu (KN) τ6-7 τ7-8 τ8-9 τ9-10 τ10-11 τmax0,2 Pu 6,2 1,17 0,92 0,56 0,57 0,25 1,170,4 Pu 12,5 2,74 0,73 1,39 1,19 0,56 2,740,6 Pu 18,7 3,72 -3,29 4,36 2,28 1,04 4,360,8 Pu 25,0 5,10 -6,57 4,93 1,63 1,64 5,10
Pu 31,2 6,79 -8,44 6,07 1,80 2,23 6,79
PROBETA F1 ∆lij20 20 30 30 40
% Pu Pu (KN) τ6-7 τ7-8 τ8-9 τ9-10 τ10-11 τmax0,2 Pu 2,6 0,76 0,11 0,33 0,20 0,33 0,760,4 Pu 5,3 1,72 0,13 0,61 0,35 0,58 1,720,6 Pu 7,9 2,59 -0,25 0,73 0,67 0,96 2,590,8 Pu 10,6 2,65 -0,37 1,75 -0,55 2,08 2,65
Pu 13,2 2,69 -0,85 3,01 -3,63 4,50 4,50
PROBETA F2 ∆lij20 20 30 30 40
% Pu Pu (KN) τ6-7 τ7-8 τ8-9 τ9-10 τ10-11 τmax0,2 Pu 4,9 0,29 1,26 0,70 0,36 0,11 1,260,4 Pu 9,8 0,09 2,05 2,01 0,94 0,30 2,050,6 Pu 14,7 -4,10 5,98 2,37 2,14 0,93 5,980,8 Pu 19,6 -4,30 2,91 5,96 -0,54 2,96 5,96
Pu 24,5 -4,46 3,86 2,13 1,54 3,27 3,86
Tabla IV.5. Estimación de la tensión tangencial máxima para cada probeta
En cuanto al modo de fallo de las probetas ensayadas, se observa con demasiada frecuencia que parte de la banda se despega de forma limpia. Esto podría
interpretarse como un fallo del adhesivo a pesar de haber sido encoladas por
especialistas en su aplicación. Pero también podría deberse a que los prismas sufren
durante la rotura fuertes sacudidas (muchos de ellos se abren). Con estos movimientos se
somete al adhesivo a esfuerzos transversales lo que resulta bastante más desfavorable
que cuando se trata sólo de esfuerzos longitudinales. Especialmente en el caso de las
bandas preconformadas de fibra de carbono, con una rigidez y un espesor notable, donde
la adherencia está más comprometida que cuando se utilizan tejidos flexibles y de escaso
espesor adheridos en una superficie considerable del sustrato.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
132
PREDICCIÓN CARGA ÚLTIMA
0,00,51,01,52,02,53,03,54,04,5
Maeda (1997) Chen & Teng (2001) Neubauer & Rostasy (1997) CNR-DT (2004)
Pu e
xper
imen
tal /
Pu
teór
ico
R2-probeta sin daño F2-probeta con daño
En la bibliografía sobre el tema, la lámina de refuerzo arranca siempre gran parte de la
superficie del sustrato cuando se utilizan piezas más pequeñas completamente
inmovilizadas en el aparato de carga, generalmente en ensayos tipo “single lap shear
test”. En futuras pruebas el soporte sobre el que se adhiere el refuerzo debería
quedar inmovilizado.
Es más, observando que parte de las bandas preconformadas de carbono se despegan
limpiamente cabe preguntarse si la carga de rotura alcanzada puede considerarse baja
debido a un fallo prematuro del adhesivo, o si está dentro de lo que cabría esperar dado el
material de refuerzo empleado, las características del soporte y la longitud adherida. Para
aclararlo, se calcula la carga teórica de rotura de las probetas R2 y F2 (configuración de
aparejo tipo “B”) utilizando cuatro modelos recogidos en el punto III.3.2. Se considera que
en las probetas con la configuración de aparejo tipo “A” la rotura está muy condicionada
por la resistencia a tracción del prisma de fábrica y no tiene sentido calcular la carga
última con modelos desarrollados para fallos de adherencia.
En la figura IV.21 se representa el cociente de la carga última experimental entre la carga
última teórica para cada uno de los modelos. Para los cuatro modelos considerados, el
cociente es superior a la unidad, es decir, la carga experimental es superior que la
predicción del modelo. Incluso para la probeta con daño superficial. De acuerdo con esto
puede considerarse que la adherencia de las bandas ensayadas al sustrato de fábrica,
aún cuando pueda haber sufrido un cierto deterioro, está dentro de lo que teóricamente
cabe esperar.
Figura IV.21. Predicción carga última probetas con distintos modelos
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
133
IV.1.8. Conclusiones Se lleva a cabo una pequeña campaña experimental con ensayos simplificados tipo
“double lap shear test” para estudiar la adherencia de bandas preconformadas de fibra de
carbono adheridas a prismas de fábrica de ladrillo macizo. La mitad de las probetas de
fábrica se someten a un proceso de daño superficial a través de ciclos de hielo-deshielo y
frío-calor. Todas las probetas cuentan con el mismo tipo de refuerzo, tipo de fábrica y de
longitud adherida al soporte. La disposición de los ladrillos en el prisma de fábrica se
convierte en una variable, no contemplada originalmente, que influye en el modo de fallo.
Por ello los resultados obtenidos deben compararse entre probetas con una misma
disposición de aparejo.
Tras el análisis de los ensayos realizados se concluye:
- Respecto al comportamiento de la junta material compuesto-fábrica, se observa que
sigue pautas similares a las documentadas en otros trabajos de investigación sobre la
adherencia de refuerzos de FRP a soportes de hormigón. Como ocurre en hormigón,
la transferencia de carga en los ensayos realizados es bastante uniforme al inicio del
proceso, con lecturas de las deformaciones que decrecen de forma progresiva hacia el
extremo libre de la lámina. Al aumentar la carga, la superficie del soporte comienza a
deteriorarse en la parte más próxima a la aplicación de la fuerza. Esto provoca que la
zona donde tiene lugar la transferencia activa de esfuerzos se vaya desplazando hacia
el extremo libre del refuerzo. Es entonces cuando la gráfica que representa la
deformación de la banda a lo largo de la longitud adherida toma una forma “bilineal”
(con una primera línea ascendente seguida de otra descendente).
En la única probeta sometida a dos ciclos de carga se observa que los daños
experimentados en la zona inicial de la junta son irreversibles porque, tras descargar
la probeta e iniciar el segundo ciclo de carga, las deformaciones del refuerzo ya no
vuelven a decrecer de forma progresiva.
En las probetas sometidas al proceso de daño, el fenómeno de desplazamiento de la
zona de transferencia activa de esfuerzos se produce para una fuerza de tracción
aplicada menor que en probetas sin daño y la misma disposición de aparejo.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
134
El hecho de que el comportamiento experimental de juntas FRP-fábrica se asemeje al
descrito para soportes de hormigón garantiza que modelos de adherencia
desarrollados inicialmente para hormigón puedan ser adaptados para su aplicación a
soportes de fábrica.
- Respecto a cómo afecta el deterioro superficial del soporte a la junta, se observa una
merma notable en la capacidad resistente sólo con someter a la fábrica a un proceso
de deterioro de pocos ciclos de hielo-deshielo y frío-calor.
En los ensayos realizados se registran bajadas del 21 y 29% en la carga última de
tracción respecto a probetas con superficie no dañada y el mismo tipo de aparejo. En
términos de tensión tangencial máxima que se estima soporta la junta en la rotura, la
bajada sería del 12 y 38 %. En cualquier caso, resulta evidente que el deterioro
superficial afecta de forma apreciable a la carga máxima que es capaz de resistir la
junta.
- Respecto a la capacidad resistente de la junta material compuesto-fábrica, la carga
última obtenida en los ensayos donde la disposición de aparejo del prisma de fábrica
fue la correcta, es mayor que la predicción teórica hecha con cuatro de las
formulaciones más comunes, incluso cuando la probeta ha sufrido un daño superficial.
De acuerdo con esto podría considerarse que la adherencia de las bandas ensayadas
al soporte de fábrica, aún habiendo sufrido un cierto deterioro, ha estado dentro de lo
que teóricamente cabría esperar.
No obstante, el proceso de deterioro al que se somete a la fábrica y que provoca
daños superficiales evidentes (aparecen fisuras, desconchones, etc.) no es ni muy
largo ni muy severo. Para fábricas a la intemperie o muy degradadas, a la vista de la
repercusión que tiene en la capacidad resistente del refuerzo adherido, parece
razonable ir a sistemas de anclaje mecánico.
- Respecto al tipo de rotura predominan los fallos por pérdida de adherencia
combinados con la rotura a tracción de la probeta de fábrica. En ocasiones al
despegarse la banda arranca una fina capa del soporte en una zona muy localizada,
pero con frecuencia el resto del refuerzo se despega limpiamente. En ello ha influido,
entre otras factores, el hecho de que el refuerzo ensayado sean laminados
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
135
preconformados de fibra de carbono que es un tipo de formato (rígido, con cierto
espesor, etc.) que tiene muy comprometida su adherencia al soporte.
- La campaña realizada es bastante reducida y sería necesario ampliar el número de
pruebas para establecer mejor el comportamiento de la junta FRP-fábrica.
A la hora de plantear nuevos ensayos podría mantenerse el dispositivo general
utilizado pero deberían mejorarse ciertos aspectos tales como: 1) todos los prismas de
fábrica deben tener un mismo aparejo diseñado para que la rotura esté únicamente
condicionada por problemas de adherencia en la junta y no se vea afectada por fallos
a tracción de la fábrica, 2) el prisma de fábrica debe permanecer inmovilizado durante
la prueba para que no se produzcan movimientos del mismo en la rotura que
favorezcan el despegue limpio del refuerzo y 3) se debe estudiar la adherencia de otro
tipo de material de refuerzo como son las hojas de tejido no preimpregnado de fibra de
carbono por ser un formato más adecuado para su aplicación a la superficie irregular
de las fábricas.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
136
IV.2. ENSAYOS DE FLEXOCOMPRESIÓN EN PROBETAS DE FÁBRICA
REFORZADAS EXTERIORMENTE CON POLÍMEROS REFORZADOS CON FIBRAS (FRP)
En una segunda campaña experimental, también realizada en el Instituto de Ciencias de
la Construcción Eduardo Torroja, se ensayan a flexocompresión muros-columna de
fábrica de ladrillo macizo reforzados con dos tipos de plástico reforzado con fibras de
carbono: bandas preconformadas y hojas de tejido de fibras sin preimpregnar.
Se prueban nueve situaciones distintas como resultado de variar el tipo y cantidad de
refuerzo y la carga de compresión. El objetivo es obtener resultados para distintos modos
de fallo: por rotura del refuerzo, por desprendimiento del mismo y/o por compresión de la
fábrica.
IV.2.1. Materiales Los muros-columnas de fábrica se construyen superponiendo ladrillos macizos de tipo
rústico similares a los descritos en los ensayos de adherencia (dimensiones aproximadas
del ladrillo 235 x 110 x 40 mm). Para su construcción se emplea un mortero de albañilería
con una proporción en peso cemento/arena igual 1/6 de tipo CEM II / B-M 32,5. Las juntas
de mortero tienen un espesor aproximado de 1 cm.
Las probetas tienen una sección transversal de 235 x 110 mm y una longitud aproximada
de 1000 mm. Como se ha indicado al describir los ensayos de adherencia, se realizan
ensayos para estimar la resistencia a compresión de la fábrica obteniendo un valor medio
de 13,7 MPa.
Se emplean como refuerzo plásticos reforzados con fibra de carbono con dos formatos
distintos: bandas preconformadas y hojas de tejido unidireccional flexible donde las fibras
se suministran sin preimpregnar en resina alguna. En la tabla IV.6 se comparan las
propiedades de ambos materiales.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
137
Tabla IV.6. Materiales de refuerzo en ensayos de flexocompresión (Bettor - BASF).
Tejido fibras no preimpregnado: Bandas preconformadas: Nombre comercial: MBrace CF 120 MBrace LaminadoLM Espesor: 0,117* mm 1,4 mm Ancho: variable 50 mm Módulo elástico: 240.000* MPa 150.000 MPa Resistencia a tracción: 3.800* MPa 2.500 MPa Deformación rotura: 1,55* % 1,6 %
Nota*: Datos sólo de la fibra (tejido no preimpregnado).
Previo al encolado del refuerzo se llevan a cabo tareas de preparación de la superficie de
la fábrica similares a las descritas en el punto IV.1.3 para los ensayos de adherencia. Es
decir, la cara de las probetas sobre la que se adhiere el refuerzo se pule con disco y se
limpia de restos de polvo y grasa, se aplica una imprimación previa denominada
“Impripox” y se coloca una capa de mortero prenivelador apto para aplicaciones
estructurales denominado “Aposan” que regularice la superficie. Transcurridas 24 horas,
se aplica otra capa de imprimación para mejorar la adhesión del refuerzo y se procede a
colocarlo.
Para el encolado de las bandas preconformadas de fibra de carbono se utiliza un
adhesivo de la misma casa denominado “MBrace Adhesivo”. En cambio, para la
aplicación de las hojas de tejido de fibra de carbono no preimpregnado se utiliza una
resina, que es a un tiempo matriz del material compuesto y adhesivo, denominada
“MBrace Saturante”. Las principales características y propiedades mecánicas de estos
productos se han indicado previamente en la tabla IV.1.
Todos los materiales relacionados con el refuerzo y su aplicación han sido suministrados
de forma gratuita por la casa comercial BETTOR MBT (actual BASF).
IV.2.3. Series
Se ensaya a flexocompresión un primer muro-probeta de fábrica sin reforzar. A
continuación se ensayan ocho probetas reforzadas divididas en dos series en función del
tipo de refuerzo aplicado.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
138
La primera serie consta de seis probetas reforzadas con hojas de tejido flexible de fibra de
carbono unidireccional. En esta serie se varía la cantidad de refuerzo (se adhieren
láminas con distinto ancho y/o número de capas) y el nivel de compresión inicial aplicado
sobre el muro (30 KN ó 50 KN, lo que equivale un axil reducido inicial de 0,085 ó 0,14). En
la segunda serie se ensayan dos probetas con la misma compresión inicial, 50 KN, y
únicamente se varía el número de bandas preconformadas de fibra de carbono.
Las variables consideradas en el estudio se indican en la nomenclatura de las probetas.
La letra inicial, F o L, indica si el refuerzo es un tejido flexible de hojas de fibras no
preimpregnadas (F) o un laminado preconformado (L). Después se indica con un número
(1, 2 ó 3) el número de refuerzos que se adhieren. A continuación otro número indica el
ancho en centímetros del refuerzo adherido, que en el caso de los tejidos preimpregnados
es aproximado. Y seguido de un guión un último número, 3 ó 5, que indica la compresión
inicial expresada en toneladas.
En la tabla IV.7 se indica el axil inicial y las características geométricas de las probetas y
su refuerzo. Aunque el dispositivo de ensayo se detalla en el siguiente punto se utiliza
esta tabla para indicar la luz “L”, la distancia de las cargas puntuales al apoyo “a” y la
separación entre carga puntuales “d” para cada uno de los ensayos realizados.
Tabla IV.7. Variables geométricas y axil inicial de los ensayos a flexocompresión
Axil Muro-columna Refuerzo
N0 (KN)
b (mm)
t (mm)
h (mm)
L (mm)
a (mm)
d (mm) n tf
(mm) bf
(mm) Af
(mm2) (0) 0_5 48,30 235 110 1035 940 370 200 0 0 0 0
F.1.10_5 48,20 1030 955 375 200 1 110 12,9
F.1.20_5 49,93 1000 920 360 330 1 220 25,7
F.3.10_5 50,50 1015 925 390 150 3 110 38,6
F.2.20_5 49,34 1040 960 380 200 2 220 51,5
F.2.10_3 30,00 1020 940 295 350 2 110 25,7
(1)
F.2.20_3 30,70
235 110
1005 930 380 170 2
0,117
220 51,5
L.1.5 _5 50,74 1010 940 395 150 1 50 70 (2)
L.2.5_5 50,00 235 110
1030 945 400 150 2 1,4
50 140
(0): Sin refuerzo (1): Probetas reforzadas con MBrace CF 120 (hojas de tejido unidireccional no
preimpregnado de fibras de carbono). Ef: 240.000 MPa, σfu*:3.800 MPa, εfu*:1,55%. (2): Probetas reforzadas con MBrace laminado LM (laminados preconformados de
carbono). Ef: 150.000 MPa, σfu*: 2.500 MPa, εfu*: 1,6%.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
139
IV.2.3. Procedimiento de ensayo Las probetas se ensayan sometidas a un esfuerzo de compresión mientras se aplican dos
cargas puntuales transversales que aumentan de forma progresiva hasta la rotura. Sólo la
probeta F.2.10_3 se ensaya con dos ciclos de carga (el primero hasta una carga
transversal total de 4 KN y el segundo hasta rotura).
La dificultad de manipular las probetas reforzadas, por la propia fragilidad de la fábrica,
condiciona en gran medida el dispositivo de ensayo. Para evitar dañarlas, la lámina de
refuerzo se adhiere a la cara superior de los muros-probetas mientras estos permanecen
tumbados sobre unos tableros. En esta posición, se ajusta una perfilería formada por
angulares de acero que recogen los dos extremos del muro, (1) en figura IV.22, previo
apoyo en neopreno, (2). Unas barras de acero con los extremos roscados, (3), solidarizan
el conjunto. Además, en uno de los extremos se coloca un pequeño gato hidráulico de
tracción, (4), que permite aplicar una pequeña compresión inicial.
Una vez precomprimido ligeramente el conjunto, éste se eleva para colocarlo sobre el
banco de ensayos y se incrementa el axil hasta alcanzar, de forma aproximada, el nivel de
precompresión buscado en el ensayo (30 ó 50 KN según la probeta).
La carga transversal se aplica sobre la probeta en forma de dos cargas puntuales. Para
ello se coloca, bajo otro gato hidráulico, un perfil IPE apoyado sobre unos perfiles
tubulares, (5), cuyos ejes están distanciados entre sí a una distancia “d” y separados del
apoyo a una distancia “a”. El gato hidráulico es accionado por un dinamómetro de péndulo
hasta alcanzar la rotura. Los extremos del refuerzo quedan fijados por los perfiles
angulares, que a su vez apoyan sobre rodillos metálicos, (6).
En cuanto a la instrumentación del ensayo, se mide el desplazamiento vertical del punto
medio (flecha) y de los dos extremos superiores del muro. Las deformaciones del refuerzo
en la zona comprendida entre las dos cargas puntuales (zona con cortante nulo y
momento flector constante) se miden mediante galgas extensiométricas Tokio Sokki BFLA
5-5. Se adhieren dos galgas por ensayo, ambas colocadas en una misma sección
transversal del muro aunque en distinta posición a lo largo del ancho del refuerzo. Las
figuras IV.23 y IV.24 indican la localización de las lecturas de desplazamientos verticales y
deformación.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
140
IV.2.4. Modos de fallo La probeta sin refuerzo rompe según la forma de fallo típica de una fábrica sin armar
sometida a esfuerzos de flexión: se abren varias juntas entre ladrillos por la parte inferior y
se agota por compresión la cabeza superior de fábrica de la sección central.
La probeta reforzada con la menor cuantía de hoja de tejido no preimpregnado de fibra de
carbono (probeta F.1.10_5) rompe de forma repentina por tracción de la lámina tras
haberse abierto algunas juntas entre ladrillos.
El resto de probetas reforzadas con hoja de tejido no preimpregnado de fibra de carbono
fallan tras aparecer grietas inclinadas en la fábrica. Este agrietamiento sigue, en muchas
de ellas, una forma a modo de arco de descarga y, en bastantes ocasiones, va
acompañado de la rotura a compresión de la cabeza superior de la fábrica en la zona
central.
En el caso de las probetas con bandas preconformadas de carbono, cuando la cuantía es
menor (probeta L.1.5_5) el fallo se debe al deslizamiento de la lámina que se inicia en la
zona central, donde algunas juntas entre ladrillos habían comenzado a abrirse, y se
propaga hacia el extremo. En la otra probeta (L.2.5_5), con el doble de refuerzo, la rotura
se produce tras la apertura de una grieta inclinada en la fábrica. Además, en el momento
del fallo se desprende una parte del laminado.
Las figuras IV.25 a IV.33 muestran gráficamente los modos de fallo de cada una de las
probetas.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
141
δA
Bδ δC
ε1 2,ε
Nu
PPu u
Nu
Figura IV.22. Dispositivo de los ensayos a flexocompresión.
Figura IV.23. Puntos de lectura de desplazamientos (δ) y deformaciones (ε).
Figura IV.24. Bandas extensiométricas adheridas al refuerzo en la zona central.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
142
370 200 370
0_5
APERTURAJUNTAS
COMPRESIÓNFÁBRICA
F.1.10_5
200375 380
TRACCIÓNLÁMINA
APERTURAJUNTAS
F.1.20_5
330360 230
Figura IV.25. Rotura probeta 0_5 (sin refuerzo)
Figura IV.26. Rotura probeta F.1.10_5
Figura IV.27. Rotura probeta F.1.20_5
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
143
150 385
F.3.10_5
390
FÁBRICACOMPRESIÓN
APERTURAJUNTAS
F.2.20_5
200380 380
350
F.2.10_3
295 295
JUNTASAPERTURA
COMPRESIÓNFÁBRICA
Figura IV.28. Rotura probeta F.3.10_5
Figura IV.29. Rotura probeta F.2.20_5
Figura IV.30. Rotura probeta F.2.10_3
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
144
380
F.2.20_3
380170
395
L.1.5_5
395150
DESLIZAMIENTOLÁMINA
APERTURAJUNTAS
400
L.2.5_5
400150
JUNTAAPERTURA DESPEGUE
Figura IV.31. Rotura probeta F.2.20_3
Figura IV.32. Rotura probeta L.1.5_5
Figura IV.33. Rotura probeta L.2.5_5
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
145
IV.2.5. Resultados
En la tabla IV.8 se indican los resultados obtenidos: axil último Nu (las probetas parten de
un axil inicial similar, 30 ó 50 KN, pero la compresión se incrementa durante el ensayo
hasta alcanzar distintos valores), carga última total Qu (cada una de las cargas puntuales
Pu es igual a Qu/2), flecha en el centro del vano δA, lectura del desplazamiento de la parte
superior de los extremos de las probetas δB y δC (ascienden), y los fallos observados. En
la figura IV.23 se han representado los puntos de la probeta donde se hace la lectura de
los desplazamientos y de las deformaciones del refuerzo.
En una segunda tabla, tabla IV.9, se recogen las deformaciones máximas del refuerzo
registradas en la zona central por cada una de las bandas extensiométricas adheridas
(ε1max y ε2max) así como la carga transversal total para la que se produce ese registro
máximo, tanto en términos absolutos como en porcentaje respecto de la carga última.
Tabla IV.8. Resultados ensayos a flexocompresión
Nu (KN)
Qu (KN)
δA (mm)
δB (mm)
δC (mm) FALLOS
0_5 * 64,5 21,3 - 22,2 * + 2,3 + 2,5 C / AJ
F.1.10_5 53,7 23,9 - 8,5 + 0,73 + 0,91 T / AJ
F.1.20_5 56,96 46,4 - 14,6 - + 1,03 FI
F.3.10_5 58,3 41,6 - 11,3 + 1,59 + 1,08 FI / C / AJ
F.2.20_5 54,0 43,7 - 12,5 + 0,64 + 0,62 FI
F.2.10_3 ** 38,5 44,1 - 17,4 + 1,00 + 1,12 FI / C / AJ
F.2.20_3 37,0 41,2 - 20,1 + 0,80 - FI / C
L.1.5 _5 54,7 34,0 - 9,2 + 2,40 + 1,60 D / AJ
L.2.5_5 52,2 43,0 - 11,9 + 1,60 + 1,10 FI / D / AJ
*: Esta probeta se ensaya con una contraflecha inicial de 1 ó 2 cm.
**: Valores correspondientes al segundo ciclo de carga.
C: Compresión de la parte superior de la fábrica en la sección central.
AJ: Apertura, en la parte inferior, de alguna junta entre ladrillos.
T: Tracción de la lámina de refuerzo.
FI: Fisura inclinada.
D: Despegue lámina de refuerzo.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
146
M = P a + N - N e u u u δ
M = N euA Au
V = Pu u
Auu
N = Nu
Tabla IV.9. Resultados ensayos a flexocompresión
ε1max (x 10-6)
Qε1max (KN)
Qε1max/Qu (%)
ε2max (x 10-6)
Qε2max (KN)
Qε2max/Qu (%)
0_5 - - - - - -
F.1.10_5 9679 22, 89 95,8 % 10175 23,28 97,4 %
F.1.20_5 9674 36,12 77,6 % 9681 39,28 84,4 %
F.3.10_5 9672 30,81 74,1 % 9679 31,17 75,0 %
F.2.20_5 9653 35,21 80,5 % 9665 34,87 79,7 %
F.2.10_3 4276 44,14 100 % 9171 44,14 100 %
F.2.20_3 9695 33,95 82,3 % 9664 32,06 77,7 %
L.1.5 _5 8892 32,24 94,4 % 8993 32,99 96,6 %
L.2.5_5 7129 41,54 96,7 % 7104 41,75 97,1 %
IV.2.6. Análisis de los resultados
Consideraciones previas
1) En la rotura las probetas están sometidas al esfuerzo axil, cortante, y momento flector
representados en la figura IV.34. Cabe señalar que aunque el momento flector
soportado se debe fundamentalmente a la carga transversal aplicada sobre el muro,
la existencia de una compresión hace que se vea incrementado por la flecha (δ) y
disminuido por la excentricidad en la aplicación del axil en el apoyo (eA) como se
detalla en el siguiente apartado.
a)
b)
c)
Figura IV.34. Diagramas de esfuerzos ensayos de flexocompresión
a) momento flector, b) esfuerzo cortante y c) axil.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
147
15 mm
oN eA0 AueNu
2) La compresión aplicada en los extremos de la probeta no está completamente
centrada. Al inicio del ensayo existe una pequeña excentricidad (eA0) debida al propio
dispositivo del ensayo: el perfil en L que recoge los extremos de la probeta deja libre
15 mm en la parte superior. Pero al final del ensayo está excentricidad podría
ampliarse (eAu) porque el giro del apoyo favorece que la compresión se acumule en la
parte inferior de la sección, lo que alivia el momento flector soportado. En la figura
IV.35 se representa una posible interpretación de la excentricidad de la compresión
en el apoyo al inicio, eA0, y final del ensayo, eAu.
a) b)
Figura IV.35. Interpretación excentricidad en la aplicación del axil en el apoyo.
a) Al inicio del ensayo suponiendo una distribución triangular de tensiones
b) Al final del ensayo suponiendo una distribución rectangular de tensiones
Como resulta difícil cuantificar de forma precisa esta excentricidad y su valor
interviene en el momento, en este apartado se ha optado por comparar los momentos
resistidos por las probetas en términos de momento flector debido a la carga
transversal, MPu, momento fácilmente cuantificable al ser igual al producto de la carga
puntual, Pu, por la distancia desde su punto de aplicación al apoyo, a.
En cualquier caso, el incremento de momento debido al descenso de la zona central
de la probeta, flecha, se compensa por la excentricidad en la aplicación de la carga
de compresión en el extremo, con lo que el efecto de uno compensa, sino total,
parcialmente al del otro.
3) La compresión soportada por el muro no es constante sino que se ve incrementada,
de distinta forma, en el transcurso de la prueba. No obstante, el valor de esta
compresión queda registrado durante todo el proceso.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
148
Comportamiento mecánico general de las probetas ensayadas
En primer lugar se analiza y compara el comportamiento mecánico de las probetas en función del tipo y cantidad de refuerzo adherido y del nivel de axil soportado. La
tabla IV.10 recoge los datos fundamentales para iniciar este análisis.
Tabla IV.10. Datos relativos al comportamiento mecánico de las probetas
Cantidad refuerzo
Nu (KN)
Qu (KN)
MPu (m KN) E0,33Qu E0,50Qu E0,95Qu TIPO FALLO
0_5 0 64,5 21,3 3,94 * * * Flexión
F.1.10_5 f 53,7 23,9 4,48 3,53 3,76 3,00 Flexión
F.1.20_5 2f 56,96 46,4 8,35 5,36 5,30 3,92 F.I.
F.3.10_5 3f 58,3 41,6 8,11 5,41 5,23 3,92 F.I. / Flexión
F.2.20_5 4f 54,0 43,7 8,33 4,86 4,86 3,70 F.I.
F.2.10_3-c1 2f NR NR NR 5,37 4,30 NR -
F.2.10_3-c2 2f 38,5 44,1 6,50 3,71 3,46 3,05 F.I. / Flexión F.2.20_3 4f 37,0 41,2 7,83 * * * F.I. / Flexión L.1.5 _5 l 54,7 34,0 6,72 4,40 4,23 4,14 Despegue
L.2.5_5 2l 52,2 43,0 8,60 3,98 4,31 3,88 F.I. / Despegue
*: Respuesta carga-flecha irregular.
NR: El primer ciclo de carga de la probeta F.2.10_3 no se lleva hasta rotura.
F.I.: Fisuras y grietas inclinadas. Generalmente siguiendo un patrón en forma de arco.
En la tabla se indica de forma genérica la cantidad de refuerzo adherida a cada probeta.
Por ejemplo, la probeta F.1.10_5 tenía una cantidad “f” de tejido no preimpregnado de
fibra de carbono. Al resto de probetas con este mismo tipo de refuerzo se adhirieron
múltiplos de la cantidad de refuerzo “f”. De forma análoga las probetas con laminados
preconformados de carbono llevaban una cantidad de refuerzo “l” ó “2l”.
Como indicadores del grado de rigidez exhibido por los muros ensayados se utilizan los
módulos de elasticidad secante a un tercio (E0,33Qu), a la mitad (E0,50Qu), y al 95% (E0,95Qu)
de la carga última, calculados como el cociente del incremento de carga que corresponda
entre el incremento de deformación despreciando un tramo inicial de hasta el 5% de la
carga última.
En la tabla IV.10 se indica además el valor de MPu que es como se ha denominado al
momento flector debido la carga transversal aplicada. Este momento permite comparar
probetas con distinta distancia “a”, distancia desde el punto de aplicación de la carga
puntual al apoyo. En la tabla también se hace una clasificación del modo de fallo
observado.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
149
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
FLECHA (mm)
CA
RG
A T
OTA
L (K
N)
probeta F.2.20_5
probeta F.1.10_5
probeta F.1.20_5
probeta F.3.10_5
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
9000
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
FLECHA (mm)
MO
MEN
TO M
Pu (m
m K
N)
probeta F.2.20_5
probeta F.1.10_5
probeta F.1.20_5
probeta F.3.10_5
Analizando los distintos módulos secantes recogidos en la tabla IV.10 se observa que las
probetas reforzadas con hojas no preimpregnadas de fibra de carbono y sometidas a una
compresión inicial entorno a 50 KN (axil reducido inicial igual a 0,14) exhiben una rigidez
muy similar en las tres fases estudiadas (hasta un tercio, la mitad y el 95% de la carga
última) a pesar de contar con distinta cantidad de refuerzo con excepción de la probeta
menos reforzada, probeta F.1.10_5, que tendría un comportamiento global menos rígido.
Esto puede observarse en la figura IV.36 donde se muestra de forma gráfica la respuesta
carga transversal total-flecha de estas probetas. En la figura IV.37 se representa el
momento flector debido a la carga transversal-flecha. En esta última figura resulta todavía
más evidente la similitud en el comportamiento de las probetas a excepción de la probeta
F.1.10_5 donde la cantidad de refuerzo adherido es tan baja que rompe por tracción.
Figura IV.36. Diagrama carga-flecha probetas con refuerzo no preimpregnado, N0=50 KN
Figura IV.37. Diagrama momento MPu-flecha probetas refuerzo no preimpreg., N0=50 KN
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
150
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18FLECHA (mm)
CA
RG
A T
OTA
L (K
N)
INICIO AGRIETAMIENTO
En la probeta F.2.10_3, ensayada con dos ciclos de carga y una compresión inicial de 30
KN (axil reducido inicial igual a 0,085), la rigidez hasta un tercio de la carga última (E0,33Qu)
en el primer ciclo es similar a la de la probeta con la misma cantidad de refuerzo y una
compresión inicial de 50 KN. No obstante, al 50% de la carga última el módulo secante es
ya inferior.
En el segundo ciclo, la probeta ya ha sufrido un grado de deterioro apreciable, se ha
abierto alguna junta entre ladrillos y se ha iniciado la fisuración inclinada en la fábrica, por
lo que la rigidez en todos los estadios es menor. Además mientras que en el primer ciclo
la gráfica carga-flecha tiene una forma ligeramente arqueada, en el segundo ciclo la
gráfica es más lineal. La figura IV.38 muestra su respuesta carga transversal total-flecha.
Figura IV.38. Diagrama carga-flecha probeta F.2.10_3.
La figura IV.39 muestra la respuesta carga transversal total-flecha de las probetas
F.2.10_3 y F.1.20_5 (probetas con el mismo tipo y cantidad de refuerzo pero con distinta
compresión inicial). En la figura IV.40 se representa el momento flector debido a la carga
transversal-flecha de estas probetas. Como puede observarse, la probeta sometida a una
compresión mayor se comporta de forma más rígida.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
151
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18FLECHA (mm)
CA
RG
A T
RA
NSV
ERSA
L TO
TAL
(KN
)
probeta F.2.10_3 - ciclo 1
probeta F.2.10_3 - ciclo 2
probeta F.1.20_5
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
9000
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18FLECHA (mm)
MO
MEN
TO M
Pu (m
m K
N)
probeta F.2.10_3 - ciclo 1
probeta F.2.10_3 - ciclo 2
probeta F.1.20_5
Figura IV.39. Diagrama carga-flecha de las probetas F.2.10_3 y F.1.20_5.
Figura IV.40. Diagrama momento debido a la carga transversal-flecha de las probetas
F.2.10_3 y F.1.20_5.
A continuación se comparan las dos probetas reforzadas con distinta cantidad de
laminados preconformados de fibra de carbono pero con el mismo nivel de compresión.
La respuesta carga-flecha de estas probetas es bastante lineal, con módulos secantes
para los distintos estadios de carga muy parecidos. Se observa, tanto en términos carga-
flecha (figura IV.41) como momento debido a la carga transversal-flecha (figura IV.42),
que se comportan con una rigidez global parecida.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
152
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13FLECHA (mm)
CA
RG
A T
OTA
L (K
N)
probeta L.1.R_5
probeta L.2.R_5
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
9000
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13FLECHA (mm)
MO
MEN
TO M
Pu (m
m K
N)
probeta L.1.R_5
probeta L.2.R_5
Figura IV.41. Diagrama carga-flecha de las probetas con laminados preconformados y
axil inicial de 50 KN.
Figura IV.42. Diagrama momento debido a la carga transversal-flecha de las probetas
con laminados preconformados y axil inicial de 50 KN.
De lo anterior parece desprenderse que el comportamiento mecánico de la fábrica
reforzada está muy condicionado por la compresión que soporta, resultando más rígido
cuando la compresión es mayor. En los ensayos realizados, con una compresión
moderada, la cantidad de refuerzo no ha resultado determinante a efectos de rigidez salvo
para muros con cuantías de refuerzo muy bajas.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
153
Como se ha comentado en los antecedentes, algunos autores han señalado la existencia
de distintas fases en el comportamiento mecánico de los muros reforzados. Quedan
reflejadas en las gráficas carga-flecha y se inician a partir de ciertos hitos que provocan
una pérdida de rigidez como son la apertura de juntas entre ladrillos o el desprendimiento
progresivo del refuerzo (Velázquez-Dimas, 2000 y Albert, 1998). Se trata de trabajos
basados, fundamentalmente, en ensayos de flexión simple.
En el caso de los ensayos a flexocompresión descritos en este apartado los fenómenos
observados que pueden provocar una pérdida de rigidez en los muros son: 1) la apertura
de juntas entre ladrillos por la parte inferior de la viga-columna, 2) el despegue del
refuerzo y 3) la apertura de fisuras inclinadas en la fábrica.
La apertura de juntas en la zona central de la probeta se observa en todos los ensayos
realizados y se produce una vez superada la resistencia a tracción de la fábrica. Como se
verá, en la mayoría de los ensayos puede detectarse un cambio de pendiente en la gráfica
carga-flecha relacionado con este fenómeno.
El desprendimiento del refuerzo sólo tiene lugar en los dos ensayos con laminados
preconformados de carbono. No es progresivo sino que se produce de forma súbita. No
supone el inicio de una nueva fase porque lo que causa es el fallo repentino.
La aparición de fisuras inclinadas en la fábrica se observa en varias probetas. El
agrietamiento se inicia en la parte inferior del muro-columna. Se produce para cargas
elevadas, próximas a la rotura y progresa de forma muy rápida por el interior de la fábrica.
En ocasiones, el inicio y rápido avance del agrietamiento se refleja en la gráfica carga-
flecha como un pequeño escalón al final del ensayo donde hay aumento de la flecha sin
incremento de carga transversal.
En la mayor parte de los ensayos sólo puede detectarse un cambio de fase que estaría
asociado a la apertura de juntas entre ladrillos que es cuando, una vez superada la
resistencia a tracción de la fábrica, la función del refuerzo se vuelve fundamental. Y eso
sólo para probetas reforzadas con hojas de tejido no preimpregnado de fibras de carbono
(refuerzos flexibles). Y es que la respuesta carga-flecha de las probetas reforzadas con
laminados preconformados (refuerzos de gran rigidez) es bastante lineal, con módulos
secantes para los distintos estadios de carga muy similares, resultando difícil detectar
distintas fases de comportamiento.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
154
En cambio, los ensayos con vigas-columnas reforzadas con hojas de tejido no
preimpregnado de fibras de carbono (refuerzos flexibles) sí que experimentan cierta
pérdida de rigidez (el módulo secante al 95% de la carga última es inferior que los
módulos secantes al 33% y al 50% de la carga última).
Así por ejemplo, en la probeta F.1.10_5, aquélla con una cantidad de refuerzo menor y un
comportamiento menos rígido, puede apreciarse un cambio de pendiente en la gráfica
carga-flecha a partir de una carga total transversal de 16 KN (figura IV.43.a). Este punto
de transición también se refleja en un cambio de pendiente en el gráfico carga-
deformación (figura IV.43.b), e incluso se puede detectar en el gráfico incremento de axil-
flecha que también experimenta un cambio de pendiente (figura IV.43.c).
Las probetas reforzadas con más cantidad de refuerzo tienen un comportamiento general
más rígido y el cambio de pendiente en la gráfica carga-flecha asociado a la apertura de
juntas está menos marcado. La figura IV.44 muestra los gráficos del ensayo F.3.10.5.
En la tabla IV.11 se recogen los valores de la carga transversal total Qaj, deformación del
refuerzo εaj, axil Naj, y momento flector debido a la carga transversal MPu aj, para los que se
detecta un cambio de fase. También se incluye el valor de la carga transversal total Qε=0
que es aquella para la que, previo a la apertura de la junta, la lectura de la deformación
del refuerzo es igual a cero. A partir de esta carga, el refuerzo comienza a estar
traccionado.
En los ensayos realizados, la carga para la que se produce el cambio de fase parece estar
más condicionada por el nivel de compresión soportado por la probeta que por la cantidad
de refuerzo adherido.
Tabla IV.11. Puntos dónde se detecta un cambio de fase en la respuesta carga-flecha
Cantidad refuerzo
Qε=0 (KN)
Qaj (KN)
εaj (x10-6)
Naj (KN)
M Pu aj (m KN)
F.1.10_5 f 10 16 1800 50,0 3,00
F.1.20_5 2f 14 22 1750 51,8 3,96 F.3.10_5 3f 10 16 1380 52,2 3,12 F.2.20_5 4f 8 1) 16 1800 1) 50,2 3,42
F.2.10_3-c1 2f 7,5 12,5 500 30,5 1,84
1): Lectura de sólo una banda.
En el resto se hace un promedio de la lectura de ambas bandas.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
155
0
5
10
15
20
25
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9FLECHA (mm)
CA
RG
A T
OTA
L (K
N) Q=16 KN δ=4,4 mm
0
5
10
15
20
25
-2000 0 2000 4000 6000 8000 10000 12000
LECTURAS DEFORMACIÓN REFUERZO (x 10-6)
CA
RG
A T
OTA
L (K
N)
Q=16 KN ε=1800x10-6
48
49
50
51
52
53
54
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9FLECHA (mm)
AXI
L (K
N)
N=50KN δ=4,4 mm
a)
b)
c) Figura IV.43. Ensayo a flexocompresión de la probeta F.1.10_5: a) gráfico carga-flecha,
b) gráfico carga-deformación del refuerzo, c) gráfico incremento axil-flecha.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
156
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12FLECHA (mm)
CA
RG
A T
OTA
L (K
N)
Q=16 KN δ=3,1 mm
0
5
10
15
20
25
30
35
40
-2000 0 2000 4000 6000 8000 10000 12000
LECTURAS DEFORMACIÓN REFUERZO (x 10-6)
CA
RG
A T
OTA
L (K
N)
Q=16 KN ε=1380x10-6
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12FLECHA (mm)
AXI
L (K
N)
N=52,2KN δ=3,1 mm
a)
b)
c) Figura IV.44. Ensayo a flexocompresión de la probeta F.3.10_5: a) gráfico carga-flecha,
b) gráfico carga-deformación del refuerzo, c) gráfico incremento axil-flecha.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
157
Para evaluar la mejora en la capacidad resistente a flexión obtenida con el refuerzo,
en la figura IV.45 se compara de forma gráfica el momento último debido a la carga
transversal (MPu) de las nueve probetas ensayadas. Los resultados se analizan en función
del tipo y cantidad de refuerzo adherido y del nivel de compresión inicial.
La probeta sin refuerzo alguno tendría una cierta capacidad para resistir momento gracias
a la compresión a la que está sometida. No obstante, el valor representado en el gráfico
es alto porque en el cálculo de MPu no interviene el efecto de la contraflecha que
presentaba esta probeta. Aún con ello esta estimación del momento permite establecer un
orden de magnitud del grado de mejora experimentado gracias a la adición del refuerzo.
Para las probetas con tejidos no preimpregnados de fibra de carbono y una compresión
inicial de 50 KN, se observa que adherir muy poca cantidad de refuerzo (probeta con
cuantía “f”) conlleva una pequeña mejora en la capacidad para resistir momento (entorno
al 14 % respecto de la fábrica sin reforzar) y un fallo súbito por tracción de la lámina. Para
mayores cantidades de refuerzo (probetas con cuantía “2f”, “3f” y “4f”), el incremento de
momento es notable (del orden del doble del momento de la fábrica sin refuerzo). En
estas tres probetas el momento último debido a la carga transversal es similar porque el
fallo no es sólo debido a la flexión sino que están involucrados otros fenómenos como la
apertura de grietas, más o menos inclinadas, siguiendo un patrón en forma de arco.
Si se comparan probetas con el mismo tipo de refuerzo, tejidos no preconformados de
fibra de carbono y distinto nivel de compresión soportado, se observa que la compresión
afecta de forma notable a la capacidad para resistir momentos (en los ensayos realizados
la compresión es moderada, nunca se supera un axil reducido de 0,20). Probetas
reforzadas con la misma cantidad de refuerzo pero sometidas a una compresión menor
alcanzan valores inferiores de momento último debido a la carga transversal.
Las probetas con laminados preconformados cuentan con más cantidad de refuerzo (área
transversal de refuerzo mayor) y con un material compuesto final con mejores
prestaciones mecánicas gracias a su curado en fábrica. A pesar de ello el incremento de
momento obtenido con estas bandas preconformadas no supera, en el mejor de los
casos, al de las probetas con refuerzos flexibles (mejora máxima del orden del doble que
la fábrica sin reforzar) y ello es debido a que se producen fenómenos de despegue
repentino del refuerzo antes de que lleguen a desarrollar toda su capacidad resistente.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
158
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
0 f 2f 3f 4f l 2l
mom
ento
M Pu
(cm
KN
)
N=50 KN N=30 KN
REFUERZO HOJAS FLEXIBLESNO PRECONFORMADAS
BANDAS PRECONFORMADAS
SIN REFUERZO
14 %
112 % 113 %106 %
71 %
118 %
65 %
99 %
Figura IV.45. Momento último debido a la carga transversal.
En cuanto a la deformación máxima registrada experimentalmente (ver tabla IV.9), se
detecta la existencia de un valor límite que el refuerzo adherido no puede superar y que
parece independiente de la cantidad de material encolado. En el caso de los refuerzos con
hojas no preimpregnadas de fibra de carbono, que son las más utilizadas en los ensayos,
este valor estaría entorno a 0,0096, lo que equivale a un 62 % de la deformación última
indicada por el fabricante. Este valor máximo de deformación alcanzado durante el ensayo
se registra para valores de carga elevados pero no necesariamente para la carga última.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
159
IV.2.7. Conclusiones
Se ensayan a flexocompresión un total de ocho probetas de fábrica de ladrillo macizo
reforzadas encolando distinto tipo y cantidad de refuerzo y variando el nivel de
compresión soportado. Además, con el mismo material y configuración general de la
prueba, se ensaya una probeta sin refuerzo.
Tras el análisis de los resultados se concluye:
- El comportamiento mecánico general de las probetas ensayadas difiere en parte del
descrito en otros trabajos experimentales (Velázquez-Dimas, 2000 y Albert, 1998).
Según lo documentado por estos autores, en muros reforzados exteriormente con
materiales compuestos y ensayados, fundamentalmente, a flexión simple, la cantidad
de refuerzo adherido influye notablemente en que el comportamiento mecánico del
muro sea más o menos dúctil.
Los ensayos descritos en esta tesis combinan esfuerzos de flexión con una
compresión moderada, que en ningún caso ha superado un axil reducido de 0,20. En
estas circunstancias, la cantidad de refuerzo adherido no ha resultado determinante a
efectos de rigidez salvo para una probeta donde la cuantía de refuerzo era muy baja
(rotura por tracción de la lámina).
Para un mismo nivel de compresión, probetas ensayadas adhiriendo una cantidad
mucho mayor del mismo tipo de refuerzo, del orden del doble, han tenido una
respuesta carga transversal-flecha similar. Esto ha ocurrido tanto cuando el refuerzo
eran bandas preconformadas como cuando eran hojas no preimpregnadas, ambas de
fibra de carbono. En cambio, el comportamiento global ha resultado menos rígido en
probetas reforzadas con la misma cantidad y tipo de refuerzo pero sometidas a una
compresión menor.
A la vista de los resultados obtenidos, el comportamiento mecánico de la fábrica
reforzada parece estar muy condicionado por la compresión que soporta, resultando
más rígido cuando la compresión es mayor.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
160
También se ha analizado la posible existencia de distintas fases en el comportamiento
mecánico de los muros ensayados asociados a ciertos hitos que provocan una pérdida
de rigidez tal y como han documentado investigadores sobre el tema (Velázquez-
Dimas, 2000 y Albert, 1998). Para estos autores estas fases constituyen una forma de
preaviso (fisuración progresiva, desprendimiento paulatino del refuerzo, etc.) que
resulta de especial interés si se tiene en cuenta que todos los posibles fallos de las
fábricas reforzadas son de tipo frágil.
Sin embargo, en la mayor parte de los ensayos de flexocompresión descritos en esta
tesis sólo se ha detectado una ligera pérdida de rigidez asociada a la apertura de
juntas entre ladrillos y esto sólo para las probetas con refuerzos de tipo flexible (hojas
no preimpregnadas de fibra de carbono). La respuesta carga transversal-flecha de las
probetas reforzadas con laminados preconformados de carbono (refuerzos de gran
rigidez) es aún más lineal.
Como se ha comentado la compresión hace que el comportamiento de la probeta sea
menos dúctil. Si además el refuerzo encolado tiene una elevada rigidez, no es posible
detectar fase alguna.
• Respecto a la mejora obtenida en términos de momento debido a la carga transversal,
se ha observado que las probetas con hojas de tejido unidireccional no preconformado
de fibra de carbono han llegado a duplicar el momento resistido respecto del momento
de la fábrica sin reforzar. Las probetas con bandas semirígidas preconformadas de
carbono experimentan fenómenos de despegue prematuro lo que repercute en que no
se obtenga todo el rendimiento posible del material. Por eso, a pesar de que se
adhiere más cantidad de material y con mejores propiedades mecánicas, se obtiene,
en el mejor de los casos, una mejora de momento similar al de las probetas reforzadas
con hojas flexibles (del orden del doble respecto de la fábrica sin refuerzo).
Además, los resultados obtenidos confirman que el nivel de compresión condiciona la
capacidad resistente del muro reforzado. Para un axil moderado (en los ensayos
realizados nunca se supera un axil reducido de 0,20), probetas reforzadas con la
misma cantidad y tipo de refuerzo pero sometidas a una compresión mayor alcanzan
valores superiores de momento último debido a la carga transversal.
CAPÍTULO IV. PROGRAMA EXPERIMENTAL
161
- En los ensayos realizados se ha observado un valor límite de deformación que el
refuerzo adherido no puede superar y que parece independiente de la cantidad de
material encolado. En el caso de los refuerzos con hojas no preimpregnadas de fibra
de carbono, que son los más utilizadas en los ensayos, este valor estaría entorno a
0,0096, lo que equivale a un 62 % de la deformación última indicada por el fabricante.
- Los ensayos realizados apuntan que la compresión es un factor determinante en el
comportamiento y capacidad resistente última de fábricas reforzadas con materiales
compuestos. Pero el número de pruebas realizado en esta campaña es reducido.
Sería recomendable ampliar el número de ensayos sometiendo a las probetas a
niveles de compresión bajos, moderados y elevados. En cuanto al tipo de refuerzo a
emplear en futuros ensayos, deberían ser hojas no preimpregnadas de fibra de
carbono que parecen ser las más adecuadas para su aplicación en fábricas, además
con ellas se han obtenido mejoras notables con menos cantidad de material.
Aumentando el número de pruebas se podría intentar establecer un criterio acerca de
qué cuantía de refuerzo resulta recomendable adherir.
A la hora de plantear nuevos ensayos se puede mantener el dispositivo general
utilizado pero deberían mejorarse, fundamentalmente, dos aspectos: 1) garantizar que
la compresión se aplica perfectamente centrada en los extremos del muro, 2) ampliar
ligeramente la esbeltez de la probeta de fábrica para evitar que los esfuerzos se
transmitan en el interior del muro siguiendo un “efecto arco”.
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA PARA SU APLICACIÓN EN REFUERZOS DE FÁBRICA
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
165
CAPÍTULO V.
ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA PARA SU APLICACIÓN AL CÁLCULO DEL ANCLAJE DE REFUERZOS DE FRP EN FÁBRICAS
V.1. ANÁLISIS PREVIO DE LOS MODELOS DE ADHERENCIA REVISADOS
La necesidad de estudiar distintos procedimientos aplicables al cálculo del anclaje de
refuerzos hechos con FRP surge no sólo por intentar determinar cual es más adecuado
para estructuras de fábrica, sino también porque los modelos, además de numerosos,
arrojan predicciones dispares para un mismo caso de refuerzo.
Los modelos analizados son los realizados por Maeda (1997), Neubauer & Rostasy
(1997), Chen & Teng (2001) y las guías CNR-DT 200, tanto la publicada en 2004 como la
revisión de 2012, cuya formulación se recoge de forma resumida en el punto III.3.2 de
esta tesis. Como se ha dicho, se seleccionan por ser modelos con repercusión dentro de
este campo de investigación o por ser propuestas específicas para estructuras de fábrica.
Prueba de la disparidad de resultados al aplicar los modelos es el cálculo de la longitud de anclaje. A continuación se compara de forma gráfica la longitud teórica de anclaje
calculada con el modelo de Maeda, el de Neubauer & Rostasy, que en esta parte es
idéntico a la guía CNR-DT 200 (2004) y el de de Chen & Teng. En este último se utiliza un
coeficiente de paso de 0,83 como indica Accardi (2004) para pasar la resistencia a
compresión de probetas prismáticas, las habituales en ensayos a compresión de fábricas,
a resistencia a compresión de probetas cilíndricas, que es el parámetro utilizado en el
modelo de Chen & Teng. En los gráficos se ha considerado que la resistencia a tracción
de la fábrica es aproximadamente igual a la décima parte de la resistencia a compresión.
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
166
LONGITUD EFICAZ DE ANCLAJE
0
100
200
300
400
500
600
700
800
0 50.000 100.000 150.000 200.000 250.000Ef tf (MPa mm)
Le (m
m)
Maeda Chen & Teng Neubauer-CNR DT 200
fm=10 MPa
LONGITUD EFICAZ DE ANCLAJE
0
100
200
300
400
500
600
700
800
0 50.000 100.000 150.000 200.000 250.000Ef tf (MPa mm)
Le (m
m)
Maeda Chen & Teng Neubauer-CNR DT 200
fm=5 MPa
LONGITUD EFICAZ DE ANCLAJE
0
100
200
300
400
500
600
700
800
0 50.000 100.000 150.000 200.000 250.000Ef tf (MPa mm)
Le (m
m)
Maeda Chen & Teng Neubauer-CNR DT 200
fm=2 MPa
En la figura V.1 se representa la longitud teórica de anclaje calculada con estos modelos
para refuerzos con distinto producto del módulo de elasticidad (Ef) por el espesor (tf) y tres
valores de resistencia a compresión característica del soporte: 10, 5 y 2 MPa. Estos tres
valores de resistencia a compresión de la fábrica se escogen a partir de la tabla 4.4
denominada “Resistencia característica a la compresión de fábricas usuales” del CTE DB
SE-F. Según esta tabla, 10 MPa es un valor bastante elevado que corresponde a una
fábrica de ladrillo macizo y mortero de elevada resistencia, 5 MPa es representativo de
una fábrica de ladrillo perforado o bloques aligerados y mortero de resistencia media y 2
MPa de una fábrica con piezas y mortero de baja resistencia.
Analizando los gráficos de la figura V.1 se observa como la longitud teórica de anclaje
calculada con la fórmula de Maeda es muy inferior a la calculada con los otros modelos,
salvo que el producto del módulo de elasticidad (Ef) por el espesor (tf) sea bastante bajo.
a) b)
c)
Figura V.1. Longitud eficaz de anclaje para: a) fm= 10 MPa, b) fm= 5 MPa y b) fm= 2 MPa
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
167
TRACCIÓN MÁX POR ANCHO DE REFUERZO
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,60
0 50.000 100.000 150.000 200.000 250.000
Ef tf (MPa mm)
Fu /
b f (
KN
/m)
Chen Neubauer Maeda CNR DT 200
fm=10 MPa bf/b=0,33
TRACCIÓN MÁX POR ANCHO DE REFUERZO
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,60
0 50.000 100.000 150.000 200.000 250.000
Ef tf (MPa mm)
Fu /
b f (
KN
/m)
Chen Neubauer Maeda CNR DT 200
fm=5 MPa bf/b=0,33
TRACCIÓN MÁX POR ANCHO DE REFUERZO
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,60
0 50.000 100.000 150.000 200.000 250.000
Ef tf (MPa mm)
Fu /
b f (
KN
/m)
Chen Neubauer Maeda CNR DT 200
fm=2 MPa bf/b=0,33
Para el valor de resistencia a compresión del soporte más elevado (10 MPa), la longitud
teórica de anclaje calculada con los modelos de Chen & Teng y de Neubauer & Rostasy
es similar. De hecho, si se calculase para una resistencia a compresión del soporte de 20
MPa sería prácticamente idéntica. Para valores de resistencia a compresión del soporte
medios y bajos, la longitud teórica de anclaje calculada con el modelo de Neubauer &
Rostasy es mayor que la obtenida con el de Chen & Teng, diferencia que se incrementa a
medida que la resistencia a compresión del soporte es menor.
Excepto en el modelo de Maeda, la longitud de anclaje que necesita el refuerzo aumenta
cuando: 1) la resistencia del soporte es menor y 2) cuando el producto Ef tf es elevado, es
decir cuando es más rígido y/o tiene más espesor.
a) b)
c)
Figura V.2. Tracción máxima por ancho de lámina: a) fm= 10MPa, b) fm= 5MPa y c) fm= 2MPa.
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
168
También hay importantes diferencias en los modelos a la hora de cuantificar la tracción máxima que es capaz de resistir el refuerzo de FRP adherido a una estructura.
En la figura V.2 se compara de forma gráfica la carga última por ancho de lámina de
refuerzos con distinto producto del módulo de elasticidad (Ef) por el espesor (tf) y tres
posibles valores de resistencia a compresión característica del soporte: 10, 5 y 2 MPa.
Para elaborar estos gráficos se utilizan las fórmulas para el cálculo de la tracción máxima
de refuerzos con una longitud adherida superior a la longitud de anclaje, no las
ecuaciones de cálculo que se analizan después. Además, se considera que el refuerzo,
dispuesto en una sola capa, cubre una tercera parte de la superficie de la fábrica (relación
ancho del refuerzo entre ancho del soporte igual a 0,33).
Como puede observarse, salvo con el modelo de Maeda (donde no interviene ni la
resistencia a compresión del sustrato ni la relación ancho del refuerzo entre ancho del
soporte), a menor resistencia del soporte, menor es la tracción que como máximo puede
resistir el refuerzo adherido. No obstante, y a pesar de que la longitud teórica de anclaje
calculada con Maeda seguía una tendencia distinta a los otros métodos, la predicción de
la carga última por ancho de refuerzo es afín a ellos, aunque con una predicción mucho
más optimista. En cambio, la predicción realizada con la guía CNR-DT 200 es la más baja
de todas. También se observa que para los valores de resistencia a compresión del
soporte considerados, la predicción hecha con el modelo de Chen & Teng es más
optimista que la obtenida con el método de Neubauer & Rostasy.
Según la tabla 4.4 del CTE DB SE-F las fábricas usuales no suelen presentar una
resistencia característica a compresión mayor de 10 MPa. Este criterio parece adecuado
al tipo de fábrica susceptible de ser reforzada con materiales compuestos como son
fábricas antiguas degradadas por el paso del tiempo o deterioradas por encontrarse a la
intemperie. No obstante, a continuación se analiza cómo es la predicción de la tracción
máxima que puede soportar la lámina si el soporte tiene una resistencia a compresión
mayor. Esto se hace para conocer para qué rango de resistencia del soporte es adecuado
cada modelo y porque la base de datos de ensayos de adherencia entre FRP y fábrica
con la que se trabaja presenta a menudo sustratos con elevada resistencia a compresión.
En la figura V.3 se representa un gráfico similar al anterior para los valores de resistencia
a compresión del soporte de 25 y 30 MPa. Se considera que el refuerzo cubre el 33% de
la superficie de la fábrica.
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
169
TRACCIÓN MÁX POR ANCHO DE REFUERZO
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,60
0 50.000 100.000 150.000 200.000 250.000Ef tf (MPa mm)
Fu /
b f (
KN
/m)
Chen Neubauer Maeda CNR DT 200
fm=25 MPa bf/b=0,33
TRACCIÓN MÁX POR ANCHO DE REFUERZO
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,60
0 50.000 100.000 150.000 200.000 250.000Ef tf (MPa mm)
Fu /
b f (
KN
/m)
Chen Neubauer Maeda CNR DT 200
fm=30 MPa bf/b=0,33
a) b)
Figura V.3. Tracción máxima por ancho de lámina para fm= 25 MPa y fm= 30 MPa.
Para valores altos de resistencia a compresión del soporte, la predicción con los modelos
de Maeda, Chen & Teng y Neubauer & Rostasy resulta muy similar. El modelo
desarrollado por Maeda parece indicado para soportes con una resistencia a compresión
elevada, lo que no es habitual en estructuras de fábrica. Además para resistencias del
soporte elevadas, la predicción con el modelo de Neubauer & Rostasy es ligeramente
superior a la obtenida con Chen & Teng.
En la figura V.4 se utilizan las ecuaciones de cálculo para los mismos supuestos que la
figura V.2. No se representa el modelo de Maeda por no proponer ecuaciones de diseño
pero sí la propuesta de la guía italiana revisada, CNR-DT 200-R1 (2012). La formulación
de cálculo incluida en esta revisión exige que se defina el formato del refuerzo y el tipo de
fábrica, se ha considerado una lámina ejecutada in situ y una fábrica de ladrillo.
Cuando se utilizan las ecuaciones de cálculo, la tendencia se mantiene y el modelo de
Chen & Teng sigue arrojando predicciones mayores que las obtenidas con Neubauer &
Rostasy. La guía italiana CNR-DT 200 (2004) aplica dos coeficientes parciales de
seguridad que penalizan enormemente el resultado (se ha considerado un coeficiente por
adherencia, γf,d, igual a 1,2 que es el propuesto para refuerzos certificados según este
código y un coeficiente de seguridad de la fábrica igual a 2,5). Utilizando la fórmula de
cálculo propuesta en la guía italiana revisada, CNR-DT 200-R1 (2012), con un coeficiente
por adherencia (γf,d) igual a 1,2 y un coeficiente de confianza (FC) igual a 1 se obtienen
resultados próximos al modelo de Neubauer & Rostasy.
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
170
TRACCIÓN DE CÁLCULO / ANCHO REFUERZO
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0,25
0,30
0 50.000 100.000 150.000 200.000 250.000Ef tf (MPa mm)
Fd /
b f (
KN
/m)
Chen Neubauer CNR DT 200-R1 CNR DT 200
fm=10 MPa bf/b=0,33
TRACCIÓN DE CÁLCULO / ANCHO REFUERZO
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0,25
0,30
0 50.000 100.000 150.000 200.000 250.000Ef tf (MPa mm)
Fd /
b f (
KN/m
)
Chen Neubauer CNR DT 200-R1 CNR DT 200
fm=2 MPa bf/b=0,33
TRACCIÓN DE CÁLCULO / ANCHO REFUERZO
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0,25
0,30
0 50.000 100.000 150.000 200.000 250.000Ef tf (MPa mm)
Fd /
b f (
KN/m
)
Chen Neubauer CNR DT 200-R1 CNR DT 200
fm=5 MPa bf/b=0,33
a) b)
c)
Figura V.4. Tracción de cálculo por ancho. a) fm= 10 MPa, b) fm= 5 MPa y b) fm= 2 MPa.
A continuación se compara de forma gráfica la predicción de la deformación de cálculo del refuerzo en la zona de anclaje calculada con los modelos de Neubauer, Chen &
Teng, CNR-DT 200 (2004) y CNR-DT 200-R1 (2012). Dicha deformación se estima a
partir de las fórmulas de cálculo propuestas por cada modelo, recogidas en el punto III.3.2
de este trabajo.
εf d= Pd / (Ef bf tf) (ec. V.1)
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
171
En la figura V.5 se representa la predicción de la deformación de cálculo del refuerzo para
tres posibles casos de Ef tf que podrían se representativos de tres tipos de sistemas de
materiales compuestos. Se considera un Ef tf igual a 25.000 MPa mm, que podría ser un
tejido no preconformado de fibra de vidrio unidireccional; un Ef tf igual a 40.000 MPa mm,
que podría ser un tejido no preconformado de fibra de carbono unidireccional; y un Ef tf
igual a 200.000 MPa mm, que podría ser un laminado preconformado de carbono. Se
contemplan tres posibles valores de resistencia característica a compresión del soporte:
10, 5 y 2 MPa. Varios de los modelos revisados precisan conocer la relación del ancho del
soporte entre el ancho del refuerzo, esta relación se fija en 0,33.
En los gráficos de la figura V.5, se puede observar que, con independencia del modelo
considerado, la predicción de la deformación de cálculo del refuerzo es más desfavorable
para laminados preconformados de carbono, que tienen una rigidez muy elevada. Estos
materiales sacarían mucho menos partido a su capacidad resistente ya que la
deformación que como máximo pueden desarrollar se ve muy limitada cuando se adhieren
a una estructura. En el lado opuesto, tejidos flexibles de fibra de vidrio o carbono, con
menor rigidez, podrían llegar a desarrollar deformaciones mayores sin tener problemas de
desprendimiento.
Para los valores de resistencia a compresión del soporte considerados, la previsión hecha
con el modelo de Chen & Teng es la más optimista, seguida de Neubauer & Rostasy. El
modelo más conservador, es la guía italiana CNR-DT 200 (2004). La revisión de esta
guía, CNR-DT 200-R1 (2012), arroja una predicción ligeramente inferior que la obtenida
con la fórmula de cálculo de Neubauer & Rostasy.
En cualquier caso, las predicciones en términos de carga última por ancho de refuerzo, deformación de cálculo del mismo o longitud teórica de anclaje varían según el modelo utilizado.
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
172
DEFORMACIÓN DE CÁLCULOEf tf = 40.000 MPa mm y bf / bm=0,33
0,000
0,001
0,002
0,003
0,004
1 2 3
DE
FOR
MA
CIÓ
N D
E C
ÁLC
ULO
Chen & Teng Neubauer & Rostasy CNR-DT 200 (2004) CNR-DT 200-R1 (2012)
fm=10 MPa fm=5 MPa fm=2 MPa
DEFORMACIÓN DE CÁLCULOEf tf = 25.000 MPa mm y bf / bm=0,33
0,000
0,001
0,002
0,003
0,004
1 2 3
DE
FOR
MA
CIÓ
N D
E C
ÁLC
ULO
Chen & Teng Neubauer & Rostasy CNR-DT 200 (2004) CNR-DT 200-R1 (2012)
fm=10 MPa fm=5 MPa fm=2 MPa
DEFORMACIÓN DE CÁLCULOEf tf = 200.000 MPa mm y bf / bm=0,33
0,000
0,001
0,002
0,003
0,004
1 2 3
DE
FOR
MA
CIÓ
N D
E C
ÁLC
ULO
Chen & Teng Neubauer & Rostasy CNR-DT 200 (2004) CNR-DT 200-R1 (2012)
fm=10 MPa fm=5 MPa fm=2 MPa
a)
b)
c)
Figura V.5. Deformación de cálculo del refuerzo según distintos modelos.
Se estudia para fm= 10 MPa, 5 MPa y 2 MPa y bf/bm=0,33.
a) Ef tf = 200.000 MPa mm (laminado preconformado de fibra de carbono)
b) Ef tf = 40.000 MPa mm (tejido no preconformado de fibra de carbono)
c) Ef tf = 25.000 MPa mm (tejido no preconformado de fibra de vidrio)
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
173
V.2. BASE DE DATOS CON ENSAYOS PUBLICADOS SOBRE ADHERENCIA DE
MATERIALES COMPUESTOS A FÁBRICAS
V.2.1. Criterios para la inclusión de ensayos en la base de datos
Se genera una base de datos a partir de publicaciones suficientemente documentadas
sobre ensayos simplificados de adherencia entre polímeros reforzados con fibras y
fábricas. El objetivo es revisar distintos modelos teóricos de adherencia y determinar cual
de ellos resulta más adecuado para su aplicación en el diseño y cálculo de la zona de
anclaje de este tipo de refuerzos a estructuras de fábrica.
Se considera que una prueba está lo suficientemente documentada para ser incluida en la
base de datos cuando se conoce el tipo de ensayo practicado, las características
geométricas del soporte y la lámina de refuerzo, las propiedades mecánicas
fundamentales de ambos materiales, la carga de rotura y la forma de fallo.
En las tablas B.1 (I) y (II) del Anexo B se recogen los datos geométricos y las propiedades
de los materiales de pruebas de adherencia sobre materiales compuestos adheridos a
fábrica realizadas por los autores: Casareto (2002), Accardi (2004), Aiello (2006),
Capozucca (2007), Basilio (2007), Faella (2008), Garbin (2010), Grande (2011), Carloni
(2012) y Carrara (2013). Además se incorporan los resultados de los ensayos propios descritos en el punto IV.1 de esta tesis, pero sólo de aquellos con una
configuración de aparejo tipo “B”. Se considera que la rotura de las probetas con la
configuración de aparejo tipo “A” está muy condicionada por la resistencia a tracción del
prisma de fábrica y no son adecuados para probar modelos de adherencia.
Otros datos recogidos en estas tablas son el tipo de ensayo (“double lap shear test”,
DLST, o “simple lap shear test”, SLST) y la naturaleza del sustrato: ladrillo, piedra o
fábrica. Como se ha comentado en los antecedentes (punto III.3.4) según lo apuntado por
varios autores (Carloni, 2012 y Carrara, 2013) parece viable estudiar la adherencia de
refuerzos de FRP en fábricas ensayando piezas sin juntas de mortero, es decir, unidades
de ladrillo o bloques monolíticos de piedra.
Respecto a las propiedades mecánicas del refuerzo ensayado se ha optado por trabajar
con las propiedades del material (sólo de las fibras) facilitadas por el fabricante y
publicadas por el autor aún cuando, en algunos de los trabajos, se han realizado ensayos
de tracción sobre el material compuesto. Se toma esta decisión por aplicar un criterio
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
174
común a todos ellos y porque en ocasiones los ensayos para caracterizar las láminas
(tejidos no preimpregnados de fabricación “in situ”) no se documentan lo suficiente o
tienen resultados bastante dispersos. Sólo en el caso de los laminados preconformados
de fibra de carbono se utilizan las propiedades del material compuesto.
Respecto a las propiedades mecánicas del soporte es frecuente carecer de ensayos para
determinar su resistencia a tracción por lo que se utiliza la regla habitual en fábricas de
estimar la resistencia a tracción como la décima parte de la resistencia a compresión.
En cuanto a las dimensiones de refuerzo y soporte, en los trabajos publicados no siempre
se expresan de forma explícita todos los datos geométricos pero a menudo sí que pueden
ser deducidos a partir de otros datos publicados. Todas las vicisitudes anteriores quedan
registradas mediante anotaciones en la tabla.
En estas tablas también se recogen los resultados de los ensayos: la carga última de
tracción resistida por la lámina (en el caso de ensayos “double lap shear test”, DLST, se
ha dividido la carga última total del ensayo entre dos), la deformación última del refuerzo
(que no es la máxima medida registrada en la zona adherida del refuerzo sino la
deformación del refuerzo asociada a la carga última) y el modo de fallo.
Se excluyen de la base las probetas cuya rotura no sea atribuible a fallos por pérdida de
adherencia, aquéllas en las que se prueban dispositivos de anclaje y las que tienen
longitud adherida excesivamente corta.
El número de ensayos considerado en la base supera la centena. No obstante, cuando en
un estudio se ensayan una serie con varias probetas iguales (mismos materiales,
dimensiones y condiciones de carga) se trabaja sólo con el valor promedio de la serie. Por
este motivo la base queda reducida a un total de 61 pruebas. De ellas, sólo veinte cuentan
con un soporte realmente de fábrica (32,8 %): 15 de fábrica de ladrillo (24,6 % del total) y
5 de fábrica de bloque de hormigón (8,2% del total). En las 41 pruebas restantes el
soporte son piezas sueltas (67,2%): 26 de ladrillo (42,6% del total) y 15 bloques
monolíticos de piedra (24,6% del total). La resistencia a compresión del soporte, fábrica o
pieza suelta, es muy elevada en gran parte de las pruebas: la resistencia es inferior o
igual a 10 MPa sólo en el 29,5 % de los ensayos. Respecto al tipo de lámina de refuerzo
ensayada: 36 pruebas se hacen con hojas de tejido no preimpregnado de fibra de carbono
(59%), 9 con hojas de tejido no preimpregnado de fibra de vidrio (14,8%), 10 con hojas de
tejido no preimpregnado de fibra de aramida (16,4%) y 6 con laminados preconformados
de fibra de carbono (9,8%)
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
175
V.2.2. Predicción de la carga última de los ensayos de la base de datos con los
modelos seleccionados
En el Anexo B, adjunto al final de la tesis, se recogen las tablas donde se indica la
longitud de anclaje, la carga última y la deformación última teórica de cada prueba
aplicando la formulación de los modelos analizados.
Los modelos que se comparan no siempre aportan ecuaciones de cálculo por eso esta
tarea se realiza en dos fases:
1) En primer lugar se calcula la tracción máxima teórica (Pmax) y la deformación máxima
del refuerzo (εf max) a partir de las fórmulas propuestas por Maeda, ec.III.4; Neubauer &
Rostasy, ec.III.6 y ec.III.7; Chen & Teng, ec.III.10 y ec.III.11; y la guía CNR-DT 200
(2004), ec.III.20 y ec.III.22. Se recuerda que sobre las fórmulas originales de Chen &
Teng se hace la corrección de paso de la resistencia a compresión de probetas
prismáticas (fábricas) a cilíndricas (hormigón) según ec.III.13. Los resultados de estos
cálculos se aportan en las tablas B.2 (I) y (II) del Anexo B.
2) En segundo lugar se calcula la tracción de cálculo (Pd) y deformación de cálculo del
refuerzo (εfd) a partir de las fórmulas de diseño propuestas por Neubauer & Rostasy,
ec.III.8; Chen & Teng, ec.III.12 con la misma corrección de la resistencia a compresión
antes indicada; la guía CNR-DT 200 (2004), ec.III.23 con γf,d igual a 1,2 y γm igual a
2,5; y la guía revisada CNR-DT 200-R1, ec.III.26 con γf,d igual a 1,2, FC igual a 1,
considerando un ancho del soporte igual al ancho de la probeta y un coeficiente KG
para fábricas de bloques de hormigón igual que el propuesto para fábricas de ladrillo.
Los resultados de estos cálculos se aportan en las tablas B.3 (I) y (II) del Anexo B.
A la hora de realizar las predicciones se ha tenido en cuenta las reducciones aplicables
cuando la longitud adherida es inferior a la longitud de anclaje. En el caso del modelo de
Maeda (1997), donde el autor no propone reducción alguna, no se hace predicción de
carga para aquellas probetas con longitud adherida inferior la de anclaje, situación que
sólo se produce para una probeta de la base de datos.
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
176
V.3. ANÁLISIS DE LAS PREDICCIONES CON LOS DISTINTOS MODELOS Con las fórmulas de cada modelo y para cada una de las muestras se calcula el cociente
de la carga última obtenida experimentalmente entre la carga última teórica. En aquellos
casos donde esta relación sea inferior a la unidad, la predicción es insegura.
Si se representan las predicciones obtenidas con las fórmulas para el cálculo de la
tracción máxima, figuras V.6 a V.9, resulta fácil detectar aquéllos modelos cuya predicción
resulta insegura para un gran número de pruebas. En estas figuras se representa con una
línea gruesa el cociente carga última experimental entre carga última teórica igual a la
unidad. Por debajo de este límite, la predicción es insegura. También se representa con
una línea azul el valor promedio de todos los cocientes carga última experimental entre
carga última teórica calculados con el modelo considerado. Como puede observarse en la
figura V.6, el modelo de Maeda (1997) arroja un número considerable de predicciones no
seguras. En cambio, las predicciones hechas con los modelos de Neubauer & Rostasy
(1997) y Chen & Teng (2001), figuras V.7 y V.8, resultan aceptables para un número
considerable de ensayos. Cuando la carga última teórica se calcula con la formulación
para fábricas propuesta por la guía italiana CNR-DT 200 (2004), figura V.9, la predicción
es segura para todas las pruebas, si bien puede resultar excesivamente conservadora.
En la tabla V.1 se indica el valor promedio del cociente carga última experimental entre
carga última teórica calculado para todas las pruebas de la base con un mismo modelo.
También se aportan los indicadores de la dispersión de la muestra, desviación estándar y
varianza, y se indica, para cada modelo, el número de pruebas donde la predicción ha
resultado segura y aquéllas donde ha sido insegura. Como se ha comentado, el modelo
de Maeda (1997) tiene un porcentaje muy elevado de resultados inseguros (superiores al
40%) frente al 100% de resultados seguros de la guía CNR-DT 200 (2004).
A continuación se representan las predicciones utilizando las ecuaciones de cálculo,
figuras V.10 a V.13. De nuevo se representa con una línea gruesa el cociente carga última
experimental entre carga última teórica igual a la unidad y con una línea azul el valor
promedio de todos los cocientes carga última experimental entre carga última teórica
calculados con el modelo considerado.
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
177
Como puede observarse en la figura V.10 la formulación de cálculo del modelo de Chen &
Teng (2001) arroja predicciones seguras para la mayor parte de las pruebas. La propuesta
de la guía italiana CNR-DT 200 (2004), figura V.12, aplicando coeficientes de seguridad
de los materiales, es sumamente conservadora.
La predicción teórica hecha en la revisión de esta guía, CNR-DT 200-R1 (2012), está más
ajustada a los resultados experimentales aún siendo segura para el 100% de los casos,
figura V.13. Sin embargo, la aplicación de sus fórmulas de cálculo presenta alguna
dificultad porque determinados coeficientes de seguridad no se concretan, quedan a juicio
del proyectista (γf,d) o simplemente no se propone ningún valor (FC), además incluye
coeficientes experimentales ajustados a materiales de soporte muy concretos quedando
otros sin precisar (por ejemplo, fábricas de bloques de hormigón) y deja abiertas distintas
opciones a adoptar en el cálculo (como considerar en el cálculo de Kb el ancho de la zona
de influencia de la tensión de adherencia o considerar en el espesor y rigidez del refuerzo
la aportación de capa previa con mortero de regulación, en caso de que la hubiera).
En la tabla V.2 se indica, para cada modelo, el valor promedio del cociente carga última
experimental entre carga de cálculo, los indicadores de la dispersión de la muestra y el
número de pruebas donde la predicción ha resultado segura e insegura. A pesar de ser un
modelo desarrollado para su aplicación en estructuras de hormigón, los resultados
obtenidos con la formulación de cálculo propuesta por Chen & Teng con la corrección de
paso de la resistencia a compresión de probetas prismáticas (fábricas) a cilíndricas (que
es el parámetro considerado en el modelo) son muy buenos.
Los resultados a partir de la formulación de cálculo de Neubauer & Rostasy son tambien
aceptables, si bien, para los ensayos de la base de datos considerada, el número de
predicciones seguras con el método de Chen & Teng ha sido mayor.
En cambio, y para los ensayos considerados, la formulación de cálculo por la guía italiana
CNR-DT 200 (2004) resulta excesivamente conservadora. La propuesta de esta guía
revisada, CNR-DT 200-R1 (2012), resulta segura con resultados más ajustados a los
obtenidos experimentalmente.
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
178
Cabe preguntarse cómo es posible que con el modelo de Chen & Teng se obtengan más
predicciones seguras habiendo comprobado en el punto V.1 que el modelo de Neubauer
& Rostasy es algo más conservador para los valores de resistencia a compresión usuales
en fábricas. El motivo es que muchos de los ensayos de la base de datos se hacen con
soportes de fábrica de resistencia muy elevada, y para estos niveles de resistencia a
compresión del soporte el modelo de Chen & Teng resulta algo más conservador.
Con la base de datos recopilada se puede también analizar las deformaciones máximas
experimentales registradas en función del tipo de fibra y del formato empleado (figuras
V.14 y V.15). Las bandas preconformadas de fibra de carbono, a pesar de su enorme
potencial, se ven muy penalizadas por problemas de adherencia (deformación última
media entorno a 0,002). En cambio, formatos flexibles de hojas de tejido de fibra de
carbono no preimpregnado cuyo producto del módulo elástico por el espesor de la fibra es
mucho menor, son capaces de alcanzar mayores valores de deformación última (media
entorno a 0,006).
El número de muestras de la base con refuerzos no preimpregnados de fibra de vidrio y
aramida es menor que las que emplean fibra de carbono. A pesar de la cautela por esta
limitación, se observa que este tipo de refuerzo alcanza deformaciones últimas superiores
a los de fibra de carbono (deformación última media próxima al 0,010).
Tabla V.1. Tabla general predicciones carga máxima
nº muestras
predicciones seguras
predicciones inseguras
promedio Puexp/Pmáx
desv. estándar varianza
CNR-DT 200 (2004) 61 61 100,0% 0 0,0% 3,30 1,25 1,55
Chen & Teng (2001) 61 51 83,6% 10 16,4% 1,40 0,43 0,19
Neu & Rostasy (1997) 61 48 78,7% 13 21,3% 1,31 0,46 0,21
Maeda (1997) 60 32 53,3% 28 46,7% 1,00 0,44 0,20
Tabla V.2. Tabla general predicciones carga de cálculo
nº muestras
predicciones seguras
predicciones inseguras
promedio Puexp/Pmáx
desv. estándar varianza
CNR-DT 200 (2004) 61 61 100,0% 0 0,0% 6,26 2,37 5,59
CNR-DT 200-R1(2012) 61 61 100,0% 0 0,0% 2,61 0,86 0,74
Chen & Teng (2001) 61 59 96,7% 2 3,3% 1,90 0,59 0,35
Neu & Rostasy (1997) 61 54 88,5% 7 11,5% 1,68 0,59 0,35
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
179
Figura V.6. Maeda (1997). Carga última experimental entre carga máxima teórica.
Figura V.7. Neubauer (1997). Carga última experimental entre carga máxima teórica.
Figura V.8. Chen & Teng (2001). Carga última experimental entre carga máxima teórica.
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Nº ENSAYO
Pu e
xper
imen
tal
/ Pu
teór
ico
Casareto (2002) Accardi (2004) Aiello (2006) Capozucca (2007) Basilio (2007) Faella (2008)
Garbin (2010) Grande (2011) Carloni (2012) Carrara 2012 Ensayos propios
MAEDA 1997promedio:1,0
d.s.=0,44
Pu exp/Pu tico=1
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Nº ENSAYO
Pu e
xper
imen
tal /
Pu
teór
ico
Casareto (2002) Accardi (2004) Aiello (2006) Capozucca (2007) Basilio (2007) Faella (2008)
Garbin (2010) Grande (2011) Carloni (2012) Carrara 2012 Ensayos propios promedio
NEUABUER 1997
promedio:1,31
Pu exp/Pu tico=1
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Nº ENSAYO
Pu e
xper
imen
tal /
Pu
teór
ico
Casareto (2002) Accardi (2004) Aiello (2006) Capozucca (2007) Basilio (2007) Faella (2008)
Garbin (2010) Grande (2011) Carloni (2012) Carrara 2012 Ensayos propios promedio
CHEN 2001promedio:1,40
d.s.=0,43
Pu exp/Pu tico=1
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
180
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Nº ENSAYO
Pu e
xper
imen
tal /
Pu
teór
ico
Casareto (2002) Accardi (2004) Aiello (2006) Capozucca (2007) Basilio (2007) Faella (2008)
Garbin (2010) Grande (2011) Carloni (2012) Carrara 2012 Ensayos propios promedio
CHEN 2001promedio:1,90
d.s.=0,59
Pu exp/Pu tico=1
0,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Nº ENSAYO
Pu e
xper
imen
tal /
Pu
teór
ico
Casareto (2002) Accardi (2004) Aiello (2006) Capozucca (2007) Basilio (2007) Faella (2008)
Garbin (2010) Grande (2011) Carloni (2012) Carrara 2012 Ensayos propios promedio
NEUABUERpromedio:1,68
d.s.=0,59
Pu exp/Pu tico=1
0
1
2
3
4
5
6
7
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Nº ENSAYO
Pu e
xper
imen
tal /
Pu
teór
ico
Casareto (2002) Accardi (2004) Aiello (2006) Capozucca (2007) Basilio (2007) Faella (2008)
Garbin (2010) Grande (2011) Carloni (2012) Carrara (2012) Ensayos propios promedio
CNR DT 200 (2004)promedio: 3,30
d.s.=1,25
Pu exp/Pu tico=1
Figura V.9. CNR-DT 200 (2004). Carga última experimental entre carga máxima teórica.
Figura V.10. Chen & Teng (2001). Carga última experimental entre carga de cálculo.
Figura V.11. Neubauer (1997). Carga última experimental entre carga de cálculo.
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
181
0
2
4
6
8
10
12
14
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Nº ENSAYO
Pu e
xper
imen
tal /
Pu
teór
ico
Casareto (2002) Accardi (2004) Aiello (2006) Capozucca (2007) Basilio (2007) Faella (2008)
Garbin (2010) Grande (2011) Carloni (2012) Carrara 2012 Ensayos propios promedio
CNR DT 200promedio:6,26
d.s.=2,37
Pu exp/Pu tico=1
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Nº ENSAYO
Pu e
xper
imen
tal /
Pu
teór
ico
Casareto (2002) Accardi (2004) Aiello (2006) Capozucca (2007) Basilio (2007) Faella (2008)
Garbin (2010) Grande (2011) Carloni (2012) Carrara (2012) Ensayos propios promedio
CNR DT 200-R1promedio:2,61
d.s.=0,86
Pu exp/Pu tico=1
Figura V.12. CNR-DT 200 (2004). Carga última experimental entre carga de cálculo.
Figura V.13. CNR-DT 200-R1 (2012). Carga última experimental entre carga de cálculo.
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
182
DEFORMACIÓN ÚLTIMA EXPERIMENTAL DEL REFUERZO SEGÚN TIPO DE FRP
0,000
0,002
0,004
0,006
0,008
0,010
0,012
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65Nº ENSAYO
Def
orm
ació
n m
áx. e
xper
imen
tal
CFRP no preimpreg CFRP bandas preconformadas promedio CFRP no preimpregnado promedio CFRP preconformado
0,0056
0,002
Figura V.14. Deformación máxima experimental en refuerzos con fibra de carbono.
Figura V.15. Deformación máxima experimental con fibra de vidrio y aramida
DEFORMACIÓN ÚLTIMA EXPERIMENTAL DEL REFUERZO SEGÚN TIPO DE FRP
0,000
0,005
0,010
0,015
0,020
0,025
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65Nº ENSAYO
Def
orm
ació
n m
áx. e
xper
imen
tal
GFRP no preimpreg AFRP no preimpreg promedio GFRP no preimpreg promedio AFRP no preimpreg
0,0100,009
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE MODELOS EXISTENTES DE ADHERENCIA
183
V.4. CONCLUSIONES Del análisis de varios modelos de adherencia aplicables a la zona de anclaje (tres
específicos para soportes de hormigón y dos para fábricas) con la ayuda de una base de
datos creada a partir de publicaciones suficientemente documentadas sobre ensayos
simplificados de adherencia entre láminas de FRP y fábricas, y parte de los resultados de
los ensayos propios de adherencia descritos en el punto IV.1 de esta tesis, se concluye:
- El empleo en fábricas del modelo de Maeda (1997), desarrollado específicamente
para estructuras de hormigón, no es recomendable. Se ha observado que sobrestima
la capacidad resistente de la junta en muchos de los ensayos.
- A pesar de ser modelos desarrollados para soportes de hormigón, las formulas de
cálculo propuestas por Neubauer & Rostasy (1997) y Chen & Teng (2001) resultan de
muy fácil aplicación con un elevado porcentaje de predicciones seguras. Los mejores
resultados se han obtenido con la formulación de cálculo propuesta por Chen & Teng
(2001) aplicando un factor de corrección para el paso de la resistencia a compresión
de probetas prismáticas (fábricas) a probetas cilíndricas (parámetro considerado en el
modelo). Sin embargo, para determinar cual de estos dos modelos resulta más
adecuado para el diseño de la zona de anclaje de refuerzos de FRP adheridos a
fábricas es necesario contar con más ensayos de adherencia. Entre otras variables a
estudiar, estos ensayos deberían hacerse con soportes de fábrica con menor
resistencia a compresión (en sólo el 29,5% de las 61 pruebas de la base la resistencia
a compresión del soporte es inferior a 10 MPa).
- Los procedimientos específicos para soportes de fábrica analizados son los
propuestos por la guía italiana CNR-DT 200 (2004) y su revisión CNR-DT 200-R1
(2012). En ambos casos la formulación de cálculo ha resultado segura para el 100 %
de las pruebas. No se recomienda utilizar la primera propuesta por ser excesivamente
conservadora. La propuesta de la CNR-DT 200-R1 (2012) ha resultado más ajustada
pero exige utilizar multitud de coeficientes, no siempre especificados por la guía, que
hacen que su aplicación sea algo más laboriosa.
- Las bandas preconformadas de fibra de carbono, a pesar de su enorme potencial
mecánico, se ven muy penalizadas por problemas de adherencia. Cuando se carece
de mecanismos suplementarios de anclaje parece más recomendable emplear tejidos
flexibles de hoja de fibra de carbono (no preconformados).
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
187
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO VI.1. PLANTEAMIENTO Y DESARROLLO DEL MÉTODO
VI.1.1. Introducción
A continuación se propone un método para comprobar secciones de fábrica reforzadas
con láminas de materiales compuestos adheridas a su superficie bajo solicitaciones
combinadas de flexión y compresión. Dicho método está basado en el procedimiento que
habitualmente se emplea para el cálculo de la capacidad resistente de secciones de
hormigón armado, si bien se ha adaptado a los condicionantes y particularidades de las
estructuras de fábrica reforzadas con estos materiales. Es de aplicación para fábricas
formadas por piezas ortoédricas, aparejo regular y sección rectangular. Está planteado
para comprobar muros con refuerzos dispuestos en vertical, sometidos a flexión fuera del
plano del muro y cuyo plano de rotura sea paralelo a los tendeles.
El procedimiento propuesto permite comprobar las secciones críticas del elemento
reforzado para comprobar que bajo la combinación más desfavorable de acciones la pieza
no supera el estado límite último de agotamiento resistente. Esto supone comprobar todos
los modos de fallo que puedan suponer el agotamiento de la estructura. La bibliografía
existente, aunque referida al refuerzo a flexión de elementos de hormigón armado (fib
2001; Díaz Heredia, 2007; Oller, 2005), divide los modos de fallo de este tipo de
elementos en:
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
188
1) Fallos clásicos por flexión en los que se mantiene un estado de adherencia
completa entre el soporte y el refuerzo. Incluyen tanto el agotamiento por
compresión del soporte como la rotura por tracción del refuerzo.
2) Fallos por pérdida de adherencia del refuerzo debido a que las tensiones
tangenciales en la unión resultan excesivas para el material de soporte, el refuerzo
y/o el adhesivo que los une.
Respecto a esta posible pérdida de adherencia, tal y como señala Akbarzadeh Bengar
(2010), existen dos líneas de acercamiento al control del problema: bien limitando las
tensiones tangenciales en la unión refuerzo-sustrato, o bien estableciendo, en base a
campañas experimentales, un valor límite de deformación máxima del refuerzo que
garantice que no se va a desprender. Existen diversas propuestas con formulaciones para
calcular las tensiones tangenciales en función de la zona del refuerzo donde tiene lugar el
fallo. Pero éstas suelen presentar una gran complejidad y resultan de difícil aplicación en
la práctica de proyectos, Díaz Heredia (2007). En cambio, fijar un valor límite en la
deformación del laminado es una herramienta de fácil aplicación. La dificultad estriba en
determinar el valor a tomar por lo que deberá estar avalado por campañas experimentales
lo más extensas posibles.
El método de cálculo propuesto asume esta línea de prevenir el despegue del refuerzo
limitando su deformación. Por este motivo, en este trabajo las formas de fallo
fundamentales de una sección de fábrica reforzada exteriormente con materiales
compuestos y sometida a esfuerzos de flexocompresión se agrupan de la siguiente forma:
1) Fallo por agotamiento debido a la compresión de la fábrica.
2) Fallo por exceso de deformación en la lámina de refuerzo que provoca bien su
rotura por tracción, bien su desprendimiento. En este punto queda englobado
cualquier forma de fallo del refuerzo asociado a superar un valor límite de
deformación. Por debajo de ese valor límite se considera que la adherencia entre
refuerzo y sustrato es completa.
Evidentemente, para que se puedan desarrollar estos modos de rotura característicos del
fallo a flexión, debe quedar descartado el fallo por cortante, en el caso de elementos
lineales, o por punzonamiento en el caso de cargas puntuales transmitidas a elementos
bidireccionales (situación poco frecuente en fábricas reales pero presente en los
programas experimentales publicados).
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
189
En fábricas sometidas a flexión con cuantías de refuerzo medias o grandes y/o con
niveles de compresión moderados o grandes, el estado límite de agotamiento se produce
por aplastamiento de la fábrica.
En piezas sometidas a flexión con cuantías de refuerzo pequeñas y con niveles de
compresión no elevados, el estado límite de agotamiento se origina en la lámina de
refuerzo como consecuencia de haber superado la máxima deformación que admite de
forma efectiva, εfe. Su valor dependerá de diversos factores como el propio sistema de
fibra más matriz empleado, su formato, o las condiciones medioambientales a las que esté
expuesto el material, y será sensiblemente inferior a la deformación última facilitada por el
fabricante, εfu* .
VI.1.2. Bases de cálculo
El análisis de secciones rectangulares, en el estado límite último de agotamiento
resistente, es decir, en el agotamiento por compresión de la fábrica o deformación
excesiva del refuerzo que provoca su desprendimiento y/o rotura, se produce de acuerdo
con las siguientes hipótesis:
a) Caracterización del estado límite último. Desde el punto de vista teórico existe toda
una serie de situaciones de agotamiento relativas a las distintas solicitaciones
normales, que irían desde la tracción simple a la compresión centrada. En el caso de
fábricas, las situaciones de tracción simple carecen de sentido, por lo que los posibles
estados serían la compresión centrada (excentricidad nula), compresión descentrada
(excentricidad pequeña), flexión compuesta (excentricidad importante) y flexión simple
(ausencia de compresión).
b) Compatibilidad de deformaciones. Se admite como válida la hipótesis de Bernouilli:
para deformaciones pequeñas las secciones planas permanecen planas una vez
deformadas.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
190
f
E
ε
md
m
εme
= β mdf
muε
c) Diagrama tensión deformación de la fábrica.
En el presente trabajo se utiliza un diagrama de cálculo tensión-deformación de tipo
bilineal (figura VI.1) que está en consonancia con la normativa existente (EC-6 y CTE
DB-SE F, ver figura III.16). Consta de una primera fase elástica para valores de
deformación de la fábrica inferiores o iguales a un valor teórico de deformación
elástica (εme) y una fase plástica a partir de dicha deformación. Como deformación
última de la fábrica (εmu) se utiliza un valor de 0,0035 (EC-6). La simplicidad del
diagrama de cálculo elegido permite desarrollar de forma sistemática toda la
formulación del método.
Figura VI.1. Diagrama tensión-deformación “bilineal”
a) Si 0 < εm ≤ εme, entonces σ= Em εm
b) Si εme < εm ≤ εmu, entonces σ= fmd
En este tipo de diagrama resulta determinante establecer el valor de εme, lo que
equivale a conocer el valor de la pendiente en la fase inicial (que puede asimilarse con
el módulo de elasticidad de la fábrica, Em).
El valor del módulo a utilizar en esta tesis no es un valor “real” que se ajuste a una
curva obtenida experimentalmente, sino el de la pendiente en la fase inicial del
diagrama idealizado de cálculo. Por tanto, se le debe asignar un valor que, cuando se
plantea el equilibrio de fuerzas y momentos en una sección de fábrica genérica,
permita obtener una resultante de las compresiones en la fábrica y su punto de
aplicación equivalentes a los reales.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
191
Como es habitual en la bibliografía sobre fábricas, en el presente trabajo se considera
que el módulo de elasticidad, o pendiente que define la fase elástica del diagrama
bilineal (Em), puede expresarse como el producto de una constante de
proporcionalidad β por la resistencia de cálculo (ec. VI.1).
Em = β fmd (ec. VI.1)
Fijada esta expresión y dado que para εm = εme, se cumple la expresión:
fmd = Em εme
La deformación máxima de la fábrica en el estadio de comportamiento elástico, εme,
puede expresarse como la inversa de la constante de proporcionalidad β.
εme = (1/β) (ec. VI.2)
Se considera que un valor de β igual a 750 puede resultar adecuado. Como se verá
más adelante, cuando se utiliza este valor y se incorpora la seguridad de los
materiales en la formulación se obtienen resultados seguros en la predicción de la
capacidad resistente última de ensayos de flexión y flexocompresión realizados por
distintos autores y parte de los ensayos propios descritos en esta tesis. Además
utilizar un valor de β igual a 750 hace posible que los cálculos, cuando el fallo es por
compresión de la fábrica, se puedan simplificar.
Una vez desarrollada toda la formulación completa bajo la hipótesis de
comportamiento bilineal de la fábrica, se plantea la posible simplificación en el cálculo
contabilizando las compresiones de la fábrica como un rectángulo equivalente,
simplificación válida sólo para situaciones donde el fallo sea por compresión de la
fábrica.
Para este rango de deformaciones, el bloque de compresiones de la fábrica se podría
contabilizar como el área de un rectángulo equivalente de base el 80% de la
profundidad de la fibra neutra y altura la resistencia de cálculo (figura VI.2), que es la
simplificación del diagrama rectangular de tensiones admitido para el calculo de
momentos flectores en secciones de fábrica armada por el EC-6.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
192
σ
mdf
ε( )000εmu=3,5
fd
fu
ff
fE
feε ε fu ε
*
*
La formulación obtenida con un diagrama simplificado de tipo rectangular tiene una
expresión matemática más sencilla y permite obtener resultados que, en determinados
casos, pueden estar muy próximos a los obtenidos con el diagrama bilineal.
Figura VI.2. Diagrama simplificado tensión-deformación para fábricas
Válido sólo para el fallo debido a la compresión de la fábrica
d) Se desprecia la colaboración a tracción de la fábrica por su escasa entidad.
e) Diagrama tensión deformación del refuerzo.
A diferencia de las fábricas, los materiales compuestos del refuerzo presentan un
comportamiento elástico lineal hasta rotura. En este trabajo se utiliza el diagrama de
cálculo tensión-deformación representado en la figura VI.3, donde εfe es la
“deformación efectiva de cálculo” asociada a la tensión de cálculo del refuerzo ffd.
Figura VI.3. Diagrama tensión-deformación material compuesto (refuerzo)
ffd = Ef εfe εfe = K CE εfu*
siendo: K = coeficiente reductor por adherencia.
CE = coeficiente reductor por factores medioambientales
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
193
Figura VI.4. Gráfico tensión-deformación de refuerzos con materiales compuestos (ACI)
La principal referencia para establecer la ley de comportamiento del material
compuesto del refuerzo en el presente trabajo son las guías elaboradas por el
American Concrete Institute (ACI) tanto para el refuerzo de fábricas, ACI 440.7R-10
(2010), como del hormigón ACI 440.2R-08 (2008).
Como se ha dicho en los antecedentes, las guías del ACI fijan unos valores de tensión
y deformación de diseño (ffu y εfu) en función de la exposición medioambiental del
refuerzo pero estableciendo, por debajo de esta deformación εfu, un valor límite de
deformación efectiva (εfe) para evitar el despegue del laminado (figura VI.4).
En la práctica, la tensión asociada a la deformación efectiva del refuerzo, como la que
fijan las guías del ACI o la que se propone en el presente trabajo, equivale a una
tensión minorada del material. Supongamos que denominamos “K” a un coeficiente
reductor para garantizar la correcta adherencia del refuerzo y “CE” a un coeficiente
reductor por exposición medioambiental, la deformación efectiva de cálculo puede
expresarse en función de la deformación última facilitada por el fabricante, εfu*, como:
εfe = K CE εfu*
La tensión asociada a este valor de deformación sería:
ffe = Ef εfe = Ef K CE εfu*
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
194
Sustituyendo el producto de Ef εfu* por la tensión última según los datos del fabricante,
ffu*, obtenemos:
ffe = K CE ffu*
Considerando un coeficiente parcial de seguridad del material compuesto “γf” igual a
eC K1
podemos expresar la tensión máxima que puede alcanzar con seguridad como:
ffe = ffu* / γf = ffd
ffd = Ef εfe
εfe = K CE εfu* (ec. VI.3)
γf = 1 / (K CE) (ec. VI.4)
ffd = ffu* / γf (ec. VI.5)
Siendo: ffd Tensión de cálculo del refuerzo
ffu* Resistencia última del refuerzo según fabricante (ffu*= Ef εfu*)
εfu* Deformación última del refuerzo según fabricante
εfe Deformación efectiva de cálculo del refuerzo
γf Coeficiente parcial de seguridad del material compuesto
CE Coeficiente reductor por exposición medioambiental
K Coeficiente reductor por adherencia
Tras el análisis realizado con la base de datos de ensayos de flexión y flexocompresión
en fábricas con FRP (ver punto VI.4 y VI.5), se propone asignar a la constante “K” un
valor igual a 0,4 / 0,25 en función del formato del refuerzo (lo que equivale a utilizar un
factor de seguridad del refuerzo a efectos de adherencia igual a 2,5 ó 4
respectivamente).
K = 0,40 para refuerzos ejecutados “in situ” (ec. VI.6.a)
K = 0,25 para bandas preconformadas de fibra de carbono (ec. VI.6.b)
Como valores de CE se tomarían los recomendados por las guías ACI (tabla III.6).
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
195
x x
B
C
elastlim
ε fe
meε εmu
AI AII tN
mC
Md
d
Tf
f) Para valores de deformación del refuerzo por debajo de εfe, se considera que la
adherencia del refuerzo al soporte es lo suficientemente buena como para que la
colaboración estructural del mismo sea plena.
g) El espesor del refuerzo se considera despreciable a efectos de cálculo de las
deformaciones a lo largo de las distintas fibras de la sección o del brazo de palanca
del momento resistente.
h) No se consideran los efectos de segundo orden derivados de la carga axial.
i) El método propuesto sólo contempla modos de fallo característicos de flexión. El fallo
por cortante debe quedar descartado comprobando con la formulación propuesta por
la normativa vigente sobre fábricas, CTE DB SE-F, que la sección de fábrica es capaz
de resistir la solicitación de cortante asociada a la carga última resistida por flexión.
VI.1.3. Dominios de deformación de las secciones en el estado límite de agotamiento resistente
Figura VI.5. Dominios de deformación fábrica con refuerzo exterior de FRP
En hormigón armado (EHE-08), el agotamiento se puede caracterizar por el valor de la
deformación en determinadas fibras de la sección, estas condiciones de rotura se agrupan
en los denominados como “dominios de deformación de agotamiento”. En una situación
similar referida a la comprobación de elementos de fábrica armada, el EC-6 se refiere a
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
196
“diagramas de deformaciones unitarias en el estado límite último” de agotamiento
resistente y, en lugar de regiones o dominios, habla de “haces de deformación” pasando
por determinados puntos del diagrama que se corresponden con valores límites de
deformación o con condiciones de la profundidad de la fibra neutra.
En este trabajo se opta por utilizar el término “dominios de deformación”, más propio del
hormigón, por lo habitual del término y porque permite expresar de forma abreviada las
distintas condiciones de deformación en la rotura.
En la figura VI.5 se representan los posibles dominios de deformación en el estado último
de agotamiento resistente de una fábrica reforzada encolando a su exterior láminas de
materiales compuestos.
Cada uno de ellos se corresponde con un tipo de rotura:
- Dominio A, flexión simple o compuesta con fallo por ruptura o desprendimiento del
refuerzo. El FRP se deforma hasta su valor máximo que puede admitir de forma
efectiva (εfe) antes de que la fábrica llegue a su límite de deformación máxima a
compresión (εm< 3,5 0/00). Dentro de este dominio podemos distinguir dos zonas:
- Dominio AI, donde el refuerzo falla antes de que la fibra más comprimida de la
fábrica haya superado su fase de comportamiento elástico. La profundidad de la
fibra neutra está comprendida entre 0 y x elást.
- Dominio AII, donde el fallo del refuerzo se produce cuando la fábrica tiene un
comportamiento no elástico. La profundidad de la fibra neutra está comprendida
entre x elást y x lim.
- Dominio B, flexión simple o compuesta con fallo por agotamiento a compresión de la
fábrica (εm=εmu=3,50/00). La deformación del refuerzo tiene un valor comprendido entre
0 y εfe. La profundidad de la fibra neutra está entre x lim y t.
- Dominio C, compresión simple o compuesta con fallo por agotamiento a compresión
de la fábrica (en este caso se admite como deformación máxima de la fábrica un valor
igual al 20/00). La profundidad de la fibra neutra es mayor que el espesor del muro.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
197
Un muro de fábrica flexocomprimido reforzado con objeto de mejorar su comportamiento a
flexión se encontrará, generalmente, dentro de los dominios AI, AII y B. El dominio C,
donde la solicitación predominante es la compresión, no es un campo de aplicación de
este tipo de refuerzos. Planteando las ecuaciones de equilibrio de fuerzas y momentos en la sección y de
compatibilidad de deformaciones, pueden calcularse las expresiones de las cantidades de
refuerzo que limitan estos tres dominios. Conocidas estas cantidades de refuerzo o
cuantías límites se puede conocer el tipo de fallo que previsiblemente tendrá una fábrica
reforzada exteriormente con FRP, modelar adecuadamente la colaboración de cada
material y estimar su capacidad resistente última.
Se define ρf como la cuantía geométrica del refuerzo de FRP adherido a la fábrica.
ρf = Af / b t = Af / Am (ec. VI.7)
siendo Af área de la sección transversal de refuerzo
Am área de la sección transversal de fábrica
b ancho de la sección de fábrica
t espesor de la sección de fábrica
Además, se emplea la expresión de ωf, cuantía mecánica de refuerzo, como el cociente
de la capacidad mecánica del refuerzo entre la capacidad mecánica de la fábrica.
ωf = Af ffd / Am fmd
ωf = ρf ffd / fmd
siendo Am área de la sección transversal de fábrica
ffd resistencia de cálculo del FRP
fmd resistencia de cálculo de la fábrica
Según el diagrama de cálculo tensión-deformación del material compuesto del refuerzo
representado en la figura VI.3:
ffd = Ef εfe
Por lo que la cuantía mecánica del refuerzo puede calcularse como:
ωf = ρf Ef εfe / fmd (ec. VI.8)
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
198
x Mt
mE
meε
mdf
3,5 000( )ε
ddN
meε
ε f feε
mε mC
fT
elast
VI.1.4. Cuantías de refuerzo que limitan los dominios
a) Cuantía mecánica elástica (ωf, elást)
Se define ωf, elást como la cuantía mecánica en la que el refuerzo de FRP desarrolla la
máxima deformación que puede admitir de forma efectiva (εfe) al tiempo que la fibra más
comprimida de la fábrica alcanza su deformación límite dentro del rango de
comportamiento elástico (εme). Para ωf, elást la profundidad de la fibra neutra en la rotura
será xelást.
Para cuantías de refuerzo inferiores a este valor, el comportamiento de la fábrica estará
dentro de su estadio elástico (εm<εme) y el fallo será debido a que el FRP alcanza la
deformación máxima que puede admitir de forma efectiva (εfe).
a) b) c)
Figura VI.6. a) Diagrama tensión-deformación de la fábrica para εm = εme
b) Distribución de deformaciones para la cuantía ωf, elást
c) Distribución de tensiones para la cuantía ωf, elást
Por compatibilidad de deformaciones en la sección,
(tx
) elást = 1 / (1 +me
fe
εε )
La resultante del bloque comprimido de la fábrica (Cm) y de la tracción del refuerzo (Tf) en
esta situación pueden expresarse como:
Cm = 0,5 fmd b x elást
Tf = Af Ef εfe
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
199
m εmuεx
f
mE
εme
md
( )0muε εmε 00
meε
f feε ε
a mC
Mt
Tf
dN dlim
Por equilibrio de fuerzas en la sección (ΣF = 0),
0,5 fmd b x elást = Nd + Af Ef εfe
0,5 (tx
) elást = md
d
f b tN
+ ρf, elást md
fef
fE ε
Sustituyendo el axil reducido ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
md
d
f b tN por el símbolo “ν” y utilizando la expresión
εme = (1/β) resulta:
ρf, elást = () 1 (
5,0feεβ+
- ν) fef
md
Efε
(ec. VI.9)
ωf, elást = ) 1 (
5,0feεβ+
- ν (ec. VI.10)
b) Cuantía mecánica límite (ωf, lim)
Se define ωf, lim como la cuantía mecánica en la que el refuerzo de FRP desarrolla la
máxima deformación que puede admitir de forma efectiva (εfe) al tiempo que la fibra más
comprimida de la fábrica alcanza su deformación última (εmu). Para ωf, lim la profundidad
de la fibra neutra será xlim. Para cuantías superiores a este valor, el FRP no llegará a
alcanzar su deformación máxima y el fallo será por compresión de la fábrica.
a) b) c)
Figura VI.7. a) Diagrama tensión-deformación de la fábrica
b) Distribución de deformaciones para la cuantía ωf, lim
c) Distribución de tensiones para la cuantía ωf, lim
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
200
Por compatibilidad de deformaciones en la sección:
(tx
) lim = ) 1 (
1
mu
fe
εε
+
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
ta =
mu
me
εε
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
La resultante del bloque comprimido de la fábrica (Cm) y de la tracción del refuerzo (Tf)
pueden expresarse como:
Cm = fmd (x-a) b + 0,5 fmd a b
Tf = Af Ef εfe
Por equilibrio de fuerzas en la sección (ΣF = 0),
fmd (x-a) b + 0,5 fmd a b = Nd + Af Ef εfe
(tx
) lim - 0,5 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
ta =
md
d
f b tN
+ ρf, lim md
fef
fE ε
Como se ha indicado anteriormente, por compatibilidad de deformaciones en la sección,
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
ta puede expresarse en función de ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx ,
(tx
) lim (1 – 0,5 mu
me
εε ) =
md
d
f b tN
+ ρf, lim md
fef
fE ε
Sustituyendo el axil reducido ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
md
d
f b tN por el símbolo “ν” y utilizando la expresión
εme = (1/β) resulta:
ρf, lim = ( (1mu 5,0
εβ− )
) 1 (
1
mu
fe
εε
+ - ν )
fef
md
Efε
(ec. VI.11)
ωf, lim = (1mu 5,0
εβ− )
) 1 (
1
mu
fe
εε
+ - ν (ec. VI.12)
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
201
fmd
( )3,5 ε 000
mu
t
Tfε εfe f
Cx lim
Nd
m
Md
m εε 0,8x
c) Cuantía mecánica límite (ωf, lim) utilizando un diagrama simplificado rectangular
para la fábrica.
Cuando la fibra más comprimida de la fábrica alcanza la deformación de rotura se puede
utilizar un diagrama simplificado tensión-deformación de tipo rectangular para obtener la
expresión de la cuantía límite.
a) b) c)
Figura VI.8. a) Diagrama tensión-deformación simplificado para εm = εmu
b) Distribución de deformaciones para la cuantía ωf, lim
c) Distribución de tensiones para la cuantía ωf, lim
Por compatibilidad de deformaciones en la sección:
(tx
) lim = 1 / (1 +mu
fe
εε )
La resultante del bloque comprimido de la fábrica (Cm) y de la tracción del refuerzo (Tf) en
esta situación pueden expresarse como:
Cm = 0,8 fmd b x lim
Tf = Af Ef εfe
Por equilibrio de fuerzas en la sección (ΣF = 0),
0,8 fmd b x lim = Nd + Af Ef εfe
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
202
0,8 (tx
) lim = md
d
f b tN
+ ρf, lim md
fef
fE ε
Se sustituye el axil reducido ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
md
d
f b tN por el símbolo “ν” y se obtiene:
ρf, lim = () 1 (
8,0
mu
fe
εε
+- ν)
fef
md
Efε
(ec. VI.13)
ωf, lim = ) 1 (
8,0
mu
fe
εε
+ - ν (ec. VI.14)
En la tabla VI.2 se comparan las expresiones de la cuantía mecánica límite calculada con
el diagrama tensión-deformación bilineal y el diagrama simplificado rectangular. Se
considera una deformación última de la fábrica igual a 3,50/00 (valor establecido por EC-6)
y distintos valores de la constante de proporcionalidad “β” de la fábrica.
Se observa que para un β comprendido entre 600 y 750 las expresiones resultantes están
muy próximas, siendo prácticamente iguales para β=750.
Tabla VI.2. Cuantía mecánica límite con diagrama bilineal y rectangular
DIAGRAMA BILINEAL DIAGR. RECTANGULAR
β=750 ωf, lim =
) 1 (
81,0
mu
fe
ε
ε+
- ν
β=600 ωf, lim =
) 1 (
76,0
mu
fe
ε
ε+
- ν
β=500 ωf, lim =
) 1 (
71,0
mu
fe
ε
ε+
- ν
ωf, lim = ) 1 (
8,0
mu
fe
ε
ε+
- ν
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
203
εEm
me
mdf
εε3,5 ( )000
fε
εmε me x
t
fe Tf
mC
MNd d
mem εε
VI.1.5. Capacidad resistente última de muros flexocomprimidos reforzados exteriormente con láminas de FRP
a) Capacidad resistente última dentro del dominio AI
Para cuantías de refuerzo inferiores a ωf, elást, el fallo del elemento se producirá por ruptura
o desprendimiento del refuerzo antes de que la fábrica supere el estadio de
comportamiento elástico (dominio AI). La profundidad de la fibra neutra en la sección
crítica será inferior a x elást.
a) b) c)
Figura VI.9. Dominio AI (εm ≤ εme y εf = εfe)
a) Diagrama tensión-deformación de la fábrica
b) Distribución de deformaciones
c) Distribución de tensiones.
Dentro de este dominio AI, el valor de la deformación del refuerzo es un valor conocido ya
que la rotura se produce por alcanzar el refuerzo su deformación máxima, εfe, quedando
por determinar el valor de la deformación de la fibra más comprimida de la fábrica, εm.
Dado que debe existir compatibilidad de deformaciones en la sección, el valor de εm,
puede expresarse en función de la proporción de la profundidad de fibra neutra respecto
al espesor de la sección, ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx y de la deformación del refuerzo, εfe.
εm =⎟⎟⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜⎜⎜
⎝
⎛
−tx1
tx
εfe
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
204
La resultante del bloque comprimido de la fábrica (Cm) y de la tracción del refuerzo (Tf)
pueden expresarse como:
Cm = 0,5 Em εm b x siendo Em = β fmd
Tf = Af Ef εfe
Por equilibrio de fuerzas en la sección, se obtiene una ecuación de segundo orden con la
que obtener el valor de la variable ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx .
(ΣF = 0); 0,5 Em εm b x = Nd + Af Ef εfe
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ εfe
md
m fE 5,0
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−tx1
tx 2
= ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
md
d
f b tN + ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ερ
md
feff
f E
Se sustituye el axil reducido ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
md
d
f b tN por el símbolo “ν” y se obtiene:
0,5 β εfe 2
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ν+
ερmd
feff
f E ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx - ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ν+
ερmd
feff
f E = 0 (ec. VI.15)
0,5 β εfe 2
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + (ωf + ν ) ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx - (ωf + ν ) = 0 (ec. VI.16)
Conocido ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx se plantea el equilibrio de momentos respecto al punto medio de la
sección, resultando:
(ΣM = 0); Md = 0,5 Em εfe ⎟⎟⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜⎜⎜
⎝
⎛
−tx1
tx
b x ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−3x
2t
+ Af Ef εfe2t
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
205
mume
mE
ε mε ε
md
σf
t
feε 000( ) εfε Tf
ε muεmεme x a
MNd d
Cm
Desarrollando y considerando la expresión habitual de momento reducido µ = ⎟⎟⎠
⎞⎜⎜⎝
⎛
md2
d
f b t
M ,
µ = 0,5 β εfe
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−tx1
tx 2
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−tx
31
5,0 + ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ ερ fe
md
fffE 5,0 (ec. VI.17)
µ = 0,5 β εfe
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−tx1
tx 2
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−tx
31
5,0 + 0,5 ωf (ec. VI.18)
b) Capacidad resistente última dentro del dominio AII
Para cuantías de refuerzo superiores a ωf, elást pero menores que ωf, lim, el fallo se producirá
por ruptura o desprendimiento del refuerzo después de que la fábrica supere el estadio de
comportamiento elástico (domino AII). La profundidad de la fibra neutra en la sección
crítica será superior a x elást e inferior a x lím.
a) b) c)
Figura VI.10. Domino AII (εme ≤ εm ≤ εmu y εf = εfe)
a) Diagrama tensión-deformación de la fábrica
b) Distribución de deformaciones
c) Distribución de tensiones
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
206
Por compatibilidad de deformaciones:
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ε
txm
= ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−
ε
tx
1
fe=
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ε
tame
De lo que se deduce:
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx =
⎟⎟⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜⎜⎜
⎝
⎛
εε
+m
fe 1
1
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
ta =
fe
me
εε (1-
tx )
La resultante del bloque comprimido de la fábrica (Cm) y de la tracción del refuerzo (Tf)
pueden expresarse como:
Cm = fmd (x-a) b + 0,5 fmd a b
Tf = Af Ef εfe
Por equilibrio de fuerzas y momentos en la sección se obtiene la ecuación para calcular la
profundidad de la fibra neutra.
ΣF = 0; fmd (x-a) b + 0,5 fmd a b = Nd + Af Ef εfe
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx - 0,5 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
ta = ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
md
d
f b tN + ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ερ
md
feff
f E
Se sustituye el axil reducido ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
md
d
f b tN por el símbolo “ν” y utilizando la expresión
εme = (1/β) resulta:
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
207
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx = (ν + ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ερ
md
feff
f E + 0,5
fe
1εβ
) / (1 + 0,5fe
1εβ
) (ec. VI.19)
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx = (ν + ω f + 0,5
fe
1εβ
) / (1 + 0,5fe
1εβ
) (ec. VI.20)
Como se ha comentado antes, por compatibilidad de deformaciones en la sección,
conocido ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx puede calcularse ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
ta .
Planteando el equilibrio de momentos respecto al punto medio de la sección, se obtiene:
ΣM = 0; Md = fmd (x-a) b ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
−2
ax2t + 0,5 fmd a b ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
+− a32
x2t + Af Ef εfe 2
t
Desarrollando y considerando la expresión habitual de momento reducido µ = ⎟⎟⎠
⎞⎜⎜⎝
⎛
md2
d
f b t
M ,
µ = 0,5 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−ta
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−ta
tx1 + 0,5 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
ta
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−ta
32
tx5,0 + ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ερ fe
md
ff
fE 5,0 (ec. VI.21)
µ = 0,5 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−ta
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−ta
tx1 + 0,5 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
ta
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−ta
32
tx5,0 + 0,5 ωf (ec. VI.22)
c) Capacidad resistente última dentro del dominio B
Para cuantías de refuerzo superiores a ωf, lim el fallo se producirá por agotamiento a
compresión de la fábrica (dominio B). La profundidad de la fibra neutra en la sección
crítica será superior a x lím.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
208
md
ε εme m
Em
σf
a ε x
εεmu 000( )
me
εε fef
ε muεm
t M
Tf
Nd
Cm
a) b) c)
Figura VI.11. Dominio B (εm = εmu y εf < εfe)
a) Diagrama tensión-deformación de la fábrica
b) Distribución de deformaciones
c) Distribución de tensiones
Por compatibilidad de deformaciones:
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ε
txmu
= ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
ε
tx
1
f=
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ε
tame
De lo que se deduce:
εf = εmu ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx
tx
1
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
ta =
mu
me
εε
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
La resultante del bloque comprimido de la fábrica (Cm) y de la tracción del refuerzo (Tf)
pueden expresarse como:
Cm = fmd (x-a) b + 0,5 fmd a b
Tf = Af Ef εf
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
209
Por equilibrio de fuerzas y momentos en la sección se obtiene la ecuación para calcular la
profundidad de la fibra neutra:
ΣF = 0; fmd (x-a) b + 0,5 fmd a b = Nd + Af Ef εf
(1- 0,5mu
me
εε )
2
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ −
ερmd
d
md
muff
f b tN
f E ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx - ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ερ
md
muff
f E = 0
Se sustituye el axil reducido ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
md
d
f b tN por el símbolo “ν” y se obtiene:
(1- 0,5mu
me
εε )
2
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ν−
ερmd
muff
f E ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx - ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ερ
md
muff
f E = 0 (ec. VI.23)
Como se ha comentado antes, por compatibilidad de deformaciones en la sección,
conocido ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx puede calcularse ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
ta .
Planteando el equilibrio de momentos respecto al punto medio de la sección, se obtiene:
ΣM = 0; Md = fmd (x-a) b ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
−2
ax2t + 0,5 fmd a b ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
+− a32
x2t + Af Ef εf 2
t
Desarrollando y considerando la expresión habitual de momento reducido µ = ⎟⎟⎠
⎞⎜⎜⎝
⎛
md2
d
f b t
M ,
µ = 0,5 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−ta
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−ta
tx1 + 0,5 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
ta
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−ta
32
tx5,0 +
⎟⎟⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜⎜⎜
⎝
⎛ε −
ρ
tx
tx
1
fE 5,0
md
mu ff (ec. VI.24)
µ = 0,5 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−ta
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−ta
tx1 + 0,5 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
ta
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−ta
32
tx5,0 + 0,5 ωf
fe
mu
εε
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx
tx
1 (ec. VI.25)
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
210
md
σf
εε3,5 ( )000 fε
m εε mu x
t
fe Tf
m0,8x
C
MNd d
d) Estimación de la capacidad resistente última dentro del dominio B considerando
un diagrama simplificado rectangular para la fábrica.
Cuando el fallo es debido a la compresión de la fábrica se puede utilizar un diagrama
simplificado tensión-deformación de tipo rectangular para estimar la capacidad resistente
de la sección reforzada.
a) b) c)
Figura VI.12. Dominio B (εm = εmu y εf < εfe)
a) Diagrama tensión-deformación de la fábrica
b) Distribución de deformaciones
c) Distribución de tensiones.
Por compatibilidad de deformaciones:
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ε
txmu
= ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
ε
tx
1
f
La resultante del bloque comprimido de la fábrica (Cm) y de la tracción del refuerzo (Tf)
pueden expresarse como:
Cm = 0,8 fmd x b
Tf = Af Ef εf
Por equilibrio de fuerzas y momentos en la sección se obtiene la ecuación para calcular la
profundidad de la fibra neutra:
ΣF = 0; 0,8 fmd x b = Nd + Af Ef εf
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
211
0,8 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx = ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
md
d
f b tN + ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ερ
md
muff
f E
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx
tx
1
Se sustituye el axil reducido ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
md
d
f b tN por el símbolo “ν” y se obtiene:
0,8 2
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ν−
ερmd
muff
f E ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx - ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ερ
md
muff
f E = 0 (ec. VI.26)
0,8 2
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ν−ε
εωfe
muf ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx - ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
εεω
fe
muf = 0 (ec.VI.27)
Planteando el equilibrio de momentos respecto al punto medio de la sección, se obtiene:
ΣM = 0; Md = 0,8 fmd x b (2t
- 0,4 x) + Af Ef εf 2t
Desarrollando y considerando la expresión habitual de momento reducido µ = ⎟⎟⎠
⎞⎜⎜⎝
⎛
md2
d
f b t
M ,
µ = 0,8 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx4,05,0 + 0,5 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ερ
md
muff
f E
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx
tx
1 (ec. VI.28)
µ = 0,8 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx4,05,0 + 0,5 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
εεω
fe
muf
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx
tx
1
µ = -0,322
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ +0,4 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx - 0,5 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
εεω
fe
muf +
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
εεω
tx
5,0fe
muf
(ec. VI.29)
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
212
A continuación se analiza cuánto se desvía la predicción de la capacidad resistente última del elemento reforzado en el caso de emplear el diagrama simplificado rectangular en lugar del diagrama tensión-deformación bilineal.
Si tomamos momentos respecto del centro de la sección rectangular, con independencia
del diagrama tensión-deformación que se adopte, el momento debido a las fuerzas
exteriores que actúan sobre el elemento se equilibra con el momento debido a la tracción
del refuerzo más el momento debido a la compresión de la fábrica.
En términos de momento reducido, µ = ⎟⎟⎠
⎞⎜⎜⎝
⎛
md2
d
f b t
M , lo anterior puede expresarse como:
µ = µm + µf
Siendo: µ momento reducido último de la sección reforzada
µm momento reducido soportado por la compresión de la fábrica
µf momento reducido soportado por la tracción del refuerzo
Como se ha visto en el apartado c) de este punto, utilizando un diagrama para la fábrica
de tipo bilineal dentro del Dominio B, el momento reducido último que puede resistir una
sección rectangular reforzada puede calcularse mediante la ecuación VI.24:
µ = 0,5 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−ta
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−ta
tx1 + 0,5 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
ta
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−ta
32
tx5,0 +0,5 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ερ
md
muff
f E
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx
tx
1
En esta ecuación, los dos primeros sumandos corresponden a la parte del momento
reducido aportado por la compresión de la fábrica y el tercer sumando a la parte
correspondiente a la tracción del refuerzo.
Por tanto, el momento debido a la compresión de la fábrica expresado en términos de
momento reducido, µm, sería:
µm = 0,5 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−ta
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−ta
tx1 + 0,5 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
ta
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−ta
32
tx5,0
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
213
Conocido que, por compatibilidad de deformaciones, ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
ta puede calcularse según:
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
ta =
mu
me
εε
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx =
mu
1εβ
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
Se obtiene:
µm = (0,5mu
1εβ
- 0,5 – 0,167 2mu
21εβ
) 2
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + (0,5 – 0,25
mu
1εβ
) ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx (ec. VI.30)
En cambio, si se utiliza el diagrama simplificado de tipo rectangular dentro del Dominio B,
el momento reducido último puede calcularse mediante la ecuación VI.28:
µ = 0,8 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx4,05,0 + 0,5 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛ ερ
md
muff
f E
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx
tx
1
El primer sumando corresponde a la parte del momento reducido aportado por la
compresión de la fábrica y el segundo a la correspondiente a la tracción del refuerzo.
En este caso, el momento debido a la compresión de la fábrica expresado en términos de
momento reducido, µm, sería:
µm = 0,8 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx4,05,0
µm = - 0,32 2
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + 0,4 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx (ec.VI.31)
En la tabla VI.3 se comparan las expresiones del momento debido a la compresión de la
fábrica, en términos de momento reducido, calculadas con el diagrama tensión-
deformación bilineal y el diagrama simplificado rectangular. Se utiliza un valor de
deformación última de la fábrica igual a 3,50/00 (valor establecido por EC-6) y distintos
valores de la constante de proporcionalidad “β” de la fábrica.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
214
Tabla VI.3. Momento reducido debido a la compresión de la fábrica
Se observa que para un β comprendido entre 600 y 750 las expresiones resultantes están
muy próximas, siendo prácticamente iguales para β=750.
Como se verá a continuación, con la formulación propuesta se obtiene un alto porcentaje
de resultados seguros para ensayos de flexión y flexocompresión cuando se utiliza un
valor del coeficiente de proporcionalidad β igual a 750 y se incorpora la seguridad de los
materiales en la formulación. Además con este valor de β igual a 750, el uso de un
diagrama simplificado rectangular, cuando el fallo es debido a la compresión de la fábrica,
arroja resultados próximos a los del diagrama bilineal empleando una formulación más
sencilla.
DIAGRAMA BILINEAL DIAGR. RECTANGULAR
β=750 µm= -0,33 2
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + 0,40 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
β=600 µm= -0,30 2
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + 0,38 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
β=500 µm= -0,27 2
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + 0,36 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
µm= -0,32 2
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + 0,40 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
215
VI.1.6. Resumen de la formulación propuesta
1º. Estimar el valor de deformación efectiva de cálculo, εfe, para el sistema fibra-matriz
del refuerzo y las condiciones ambientales a que se va a ver expuesto.
εfe= K CE εfu* (ec. VI.3)
CE según tabla III.6.
K = 0,4 para refuerzos ejecutados “in situ” (ec. VI.6a)
0,25 para bandas preconformadas de carbono (ec. VI.6b)
2º. Conocido el valor de εfe, calcular la cuantía mecánica del refuerzo, ωf.
ωf = ρf Ef εfe / fmd (ec. VI.8)
3º. Estimar la capacidad resistente de la sección reforzada en función del dominio de
deformación en el que previsiblemente se encuentre. Para ello se compara la cuantía
mecánica del refuerzo, ωf, con las cuantías de referencia denominadas cuantía
elástica, ωf elast y cuantía límite, ωf lim. Según el dominio de deformación previsible, se
utilizan las fórmulas recogidas en la tabla VI.4 para calcular la profundidad de la fibra
neutra y estimar la capacidad resistente última de la sección reforzada en términos de
momento reducido.
4º. En la tabla VI.4 se ha considerado que la constante de proporcionalidad indicativa del
módulo elástico de la fábrica tiene un valor 750≥β≥600, de ahí que para el dominio de
deformación B (fallo por compresión de la fábrica) se recojan las expresiones
resultantes de utilizar un diagrama simplificado rectangular. Para otros casos se
deben utilizar las fórmulas obtenidas con el diagrama de cálculo de tipo bilineal.
6º. Comprobar que el muro de fábrica es capaz de resistir el esfuerzo cortante asociado
al nivel de carga última resistida a flexión por el muro reforzado. El refuerzo a flexión
añadido al muro no mejora su resistencia a cortante. La comprobación se hará con la
formulación propuesta por la normativa en vigor, CTE DB SE-F, considerando
únicamente la sección de fábrica.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
216
Tabla VI.4. Resumen de la formulación propuesta
Dominio AI. Desprendimiento o ruptura del refuerzo, fábrica comportamiento elástico.
Condición cuantía: ωf ≤ ωf, elást = ) 1 (
5,0
feεβ+ - ν
Profundidad fibra neutra: 0,5 β εfe 2
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + (ωf + ν ) ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
- (ωf + ν ) = 0
Capacidad resistente última: µ = 0,5 β εfe
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−tx
1
tx 2
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−t
x
3
15,0 + 0,5 ωf
Dominio AII. Desprendimiento o ruptura refuerzo, fábrica comportamiento no elástico.
Condición cuantía: ωf > ωf, elást = ) 1 (
5,0
feεβ+ - ν
ωf < ωf, lim = ) 1 (
8,0
mu
fe
ε
ε+
- ν
Profundidad fibra neutra: ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
= (ν + ω f + 0,5fe
1
βε) / (1 + 0,5
fe
1
βε)
Capacidad resistente última: µ= 0,5 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
−t
atx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−t
atx
1 + 0,5 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
ta
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
+−t
a32
tx
5,0 + 0,5ωf
con ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
ta
=fe
me
εε
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ −
tx1
Dominio B. Agotamiento a compresión de la fábrica (considerando 750≥β≥600)
Condición cuantía: ωf > ωf, lim = ) 1 (
8,0
mu
fe
ε
ε+
- ν
Profundidad fibra neutra: 0,82
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ + ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
ν−ε
εω
fe
muf ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
- ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
ε
εω
fe
muf = 0
Capacidad resistente última: µ = -0,322
tx
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛ +0,4 ⎟
⎠⎞
⎜⎝⎛
tx
- 0,5 ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
ε
εω
fe
muf +
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛
ε
εω
t
x
5,0fe
muf
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
217
VI.2. BASE DE DATOS DE ENSAYOS DE FLEXIÓN Y FLEXOCOMPRESIÓN Se genera una base de datos a partir de publicaciones suficientemente documentadas
sobre ensayos a flexión y flexocompresión de fábricas reforzadas exteriormente con
láminas de FRP. El objetivo es doble: por un lado poder verificar la fiabilidad del método
de cálculo propuesto en la tesis con el mayor número de resultados experimentales
posibles, y por otro, utilizar estos ensayos para obtener una aproximación al valor de
deformación efectiva de cálculo del refuerzo, εfe.
Se considera que una prueba está lo suficientemente documentada para ser incluida en la
base de datos cuando se conoce el tipo de ensayo practicado, las características
geométricas de la probeta de fábrica y la lámina de refuerzo, las propiedades mecánicas
fundamentales de ambos materiales, la carga de rotura y la forma de fallo.
En las tablas C.1, C.2 y C.3 (incluidas en el Anexo C) se recogen los datos geométricos y
las propiedades de los materiales de ensayos a flexión y flexocompresión de probetas de
fábrica reforzadas con materiales compuestos extraídas de las siguientes publicaciones:
Velázquez-Dimas (2000-a, 2000-b, 2000-c); Morbin (2002); Galati (2003); Triantafillou
(1998); Mosallam (2007); Tan (2004); Barbieri (2000-a); Albert (1998) y Hamilton (2001).
Respecto a la campaña descrita en Accardi (2007-a y 2007-b) no se aporta suficiente
información relativa a la rotura de los muros reforzados para poder incluirlos. Además se
incorporan datos de los ensayos propios de flexocompresión, descritos en el punto IV.2 de esta tesis.
Como criterio general, sólo se incluyen en la base de datos las pruebas cuya rotura sea
por flexión (tracción del refuerzo, compresión de la fábrica o despegue del laminado). No
se consideran aquellas donde el fallo predominante sea por agotamiento a cortante de la
fábrica.
Salvo en el caso de los laminados preconformados, las propiedades del material refuerzo
de la tabla se refieren sólo a las propiedades de las fibras y se corresponden con los
datos del fabricante del producto.
En la tabla se indica el tipo de ladrillo o bloque con la que se ha construido la probeta, así
como la resistencia a compresión y la deformación última de la fábrica facilitada por cada
autor. En cuanto al módulo elástico de este material, ya se ha comentado que resulta de
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
218
difícil determinación pero es necesario para el cálculo con la formulación propuesta. En la
tabla se recoge el módulo publicado, en ocasiones se obtiene experimentalmente y en
otras se utiliza una estimación teórica según la normativa técnica del país. Es habitual que
los autores no precisen si se refiere a un módulo elástico inicial, tangente, etc. Sólo en los
casos en los que no se dé valor alguno se le asigna un valor genérico. Todo lo anterior
queda reflejado en las notas a pie de tabla.
En los trabajos publicados no siempre se expresan de forma explícita todos los datos
geométricos si bien pueden ser deducidos. En las notas a pie de tabla se reflejan los
casos donde ha sido preciso hacer una interpretación a partir de los datos publicados.
Para su análisis, los ensayos se dividen en tres grupos:
- El primero de ellos (grupo 1) lo forman aquellos ensayos que cumplen dos
condiciones: a) el modo de fallo es atribuible al refuerzo (bien porque rompe a
tracción, bien porque se despega) y b) se publica el valor de la deformación máxima
del refuerzo registrada durante el ensayo.
- En el segundo (grupo 2) se incluyen todos los ensayos donde en la rotura de la
probeta interviene la compresión de la fábrica, con independencia de que se conozca
o no la deformación máxima del refuerzo.
- El tercer grupo (grupo 3) está formado por los ensayos cuyo fallo es atribuible al
refuerzo pero de los que no se publica la deformación máxima alcanzada por el
material compuesto.
La base de datos la forman un total de 68 ensayos. De ellos, 56 pruebas (82,35 %) son de
flexión simple y sólo 12 (17,65 %) son de flexocompresión. Respecto al tipo de fábrica
ensayada, 47 son de ladrillo (69,12 %) con predominio del ladrillo de tipo macizo (30
ensayos) frente al ladrillo perforado (17 ensayos). En los 21 ensayos restantes (30,88 %)
las probetas están formadas por bloques de hormigón. En cuanto al material empleado
como refuerzo, 43 pruebas son tejidos flexibles (no preconformados) de fibra de vidrio
(63,24 %), 12 son tejidos flexibles de fibra de carbono (17,65 %), 7 son bandas
preconformadas de carbono (10,29 %) y las 6 pruebas restantes son tejidos flexibles (no
preconformados) de fibra de aramida (8,82 %).
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
219
a
P
a
Ne
N
eaNfmd
t / 2
u
u
u
En las tablas C.4 y C.5 del Anexo C se recogen los resultados publicados (carga última,
flecha, modo de fallo, etc.). En las notas a pie de tabla se detallan las fórmulas empleadas
para calcular el momento y axil reducido a partir de los resultados experimentales
publicados. Para los muros sometidos a flexión pura o flexión combinada con compresión
centrada, el cálculo del momento y axil reducido a partir de los resultados experimentales
no admite duda. No ocurre lo mismo con los ensayos de flexocompresión en los que no se
conoce exactamente el punto de aplicación de la resultante de la compresión en los
extremos del muro. Esto sucede en dos estudios: los ensayos de flexocompresión propios
y los de Galati 2003.
Para una probeta sometida a flexocompresión, que rompe para una carga última total Pu
(dividida en dos cargas puntuales transversales iguales aplicadas a una distancia “a” del
apoyo) y un axil Nu aplicado a sus extremos con una excentricidad ea, el momento último
se puede calcular según la ecuación VI.32, donde δ es la flecha.
Mu = 0,5 Pu a + Nu (δ - ea) (ec. VI.32)
a)
b)
Figura VI.13. Probetas sometidas a flexión combinada con compresión no centrada
a) Cargas actuantes, b) Excentricidad máxima cuando la fábrica agota su
resistencia a compresión en el extremo.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
220
Al existir el axil, el momento debido a la carga transversal se ve aumentado por la flecha.
Tanto en los ensayos propios como en el estudio de Galati 2003, al flectar el muro y tener
coartados los movimientos horizontales en los extremos, la compresión tiende a
acumularse en la parte inferior de los extremos de la probeta. Esto se traduce en que la
resultante de las compresiones tiene una excentricidad ea que alivia el momento.
Aunque no se conozca el valor de la excentricidad ea sí se sabe que el momento último
está comprendido entre un valor máximo (cuando la excentricidad es nula porque la
compresión está perfectamente centrada en el extremo) y un valor mínimo (cuando la
excentricidad es la mayor de las posibles). En estos dos estudios donde no se conoce el
valor exacto de la excentricidad ea, la forma de operar consiste en calcular el valor mínimo
que el momento último experimental ha podido tener. Si este valor mínimo es mayor que
la predicción teórica, se podrá afirmar, sin género de dudas, que es segura.
La excentricidad máxima se produce cuando las compresiones se acumulan en una
porción del extremo del muro tan pequeña que se llega al agotamiento a compresión (ver
figura VI.13.b). Puede calcularse según la ecuación VI.33.
ea máx = 0,5 t - 0,5 Nu / (b fmd) (ec. VI.33)
Utilizando esta excentricidad máxima en la ecuación VI.32 se obtiene el momento último
mínimo.
Mu mín = 0,5 Pu a + Nu (δ - ea máx) (ec. VI.34)
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
221
VI.3. REVISIÓN DEL MÉTODO SIN APLICAR COEFICIENTES DE SEGURIDAD
En este apartado se comprueba si con el procedimiento de cálculo propuesto es posible
obtener predicciones próximas a lo acontecido en los ensayos de flexión y
flexocompresión de la base de datos.
El modo de operar consiste en utilizar la formulación para predecir el dominio de
deformación de la sección crítica en la rotura (lo que equivale a predecir el modo de fallo)
y el momento último de las probetas de los grupos 1 y 2. En los cálculos se utilizan los
datos y propiedades de los materiales especificados por cada autor (incluido el módulo
elástico y deformación última de la fábrica) para, en la medida de lo posible, ajustarse al
máximo a los ensayos. Siempre que se conozca se emplea la deformación máxima
registrada durante el ensayo como deformación de cálculo del refuerzo. A la fábrica no se
le aplica ningún coeficiente de seguridad del material.
En este apartado no se utilizan las probetas del grupo 3 ya que no se ha publicado la
deformación máxima registrada en el refuerzo y la formulación exige que, cuando el fallo
es debido a la lámina, se conozca la deformación que como máximo puede alcanzar.
En cambio cuando la rotura es por compresión de la fábrica (probetas del grupo 2) no es
preciso conocer la deformación máxima posible del refuerzo para calcular la capacidad
última del muro reforzado. Sí que es necesario para predecir el dominio de deformación
de la sección crítica en la rotura. Por ello, y a falta de que en posteriores apartados se
afine el valor a emplear como deformación de cálculo a efectos de adherencia, para estas
probetas del grupo 2 se considera que la deformación máxima posible del refuerzo es
igual a la mitad del valor de deformación última facilitado por el fabricante. Pero este valor
no interviene en la predicción del momento último del muro cuando el dominio de
deformación es el B (es decir, fallo por compresión de la fábrica).
Para comprobar el ajuste del método, se comprueba si la predicción teórica se ajusta al
modo de fallo documentado y se calcula el cociente “momento reducido experimental
entre momento reducido teórico”. En la medida que este cociente se aproxima a la unidad,
el ajuste método-resultado experimental es mejor. Las predicciones teóricas se recogen
en la tabla C.6 (Anexo C). Las figuras VI.14 y 15 muestran un ajuste razonable entre el
momento calculado y el obtenido experimentalmente.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
222
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,00 0,10 0,20 0,30 0,40
µ experimental
µ m
odel
o
Velazq.-Dimas 2000-fl simple Morbin 2002-fl simple Galati 2003-fl simple Galati 2003-fl comp Ensayos tesis- fl comp Triantafillou 1998-fl simple Mosallam 2007- fl simple Tan 2004-fl simple bidir Barbieri 2000- fl simple Galati 2003-fl comp Ensayos tesis- fl comp
Grupo 1 (en azul): probetas con fallo a flexión atribuible a la lámina (tracción o despegue) de las que se publica la deformación máxima del refuerzo.
Grupo 2 (en rojo): probetas con fallo a flexión debido a la fábrica (compresión).
Figura VI.14. Gráfico momento reducido experimental-momento reducido teórico para las
probetas del grupo 1 y 2.
0,00
0,50
1,00
1,50
2,00
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34 36 38 40 42 44 46Nº ENSAYO
µ ex
perim
enta
l / µ
mod
elo
Velazq.-Dimas 2000-fl simple Morbin 2002-fl simple Galati 2003-fl simple Galati 2003-fl compr Ensayos tesis- fl compr Triantafillou 1998-fl simple Mosallam 2007- fl simple Tan 2004 - fl simpre bidir Barbieri 2000- fl compr Galati 2003-fl compr Ensayos tesis - fl compr Valor promedio
Grupo 1 (en azul): fallo a flexión atribuible a la lámina donde se publica la deformación máxima del refuerzo.Grupo 2 (en rojo): probetas con fallo a flexión debido a la fábrica (compresión).
promedio= 0,87 d.s.=0,19
Figura VI.15. Cociente del momento reducido experimental entre el momento reducido
teórico para las probetas del grupo 1 y 2.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
223
Respecto de la predicción del modo de fallo se observa:
- La predicción del dominio de deformación de la sección crítica en la rotura es correcta
para el 87,5 % de las probetas del grupo 1 (cuyo fallo documentado es atribuible
fundamentalmente a la lámina). Se considera correcta cuando el pronóstico es un
dominio tipo “AI” o “AII”, lo que equivale a decir que la previsión del fallo es por
tracción o desprendimiento del refuerzo antes (“dominio AI” ) o después (“dominio AII”)
de que la fábrica supere su fase elástica. En cambio, la predicción del dominio es
errónea para las tres probetas sometidas a flexocompresión de los ensayos propios
por los motivos que a continuación se exponen.
Estas tres probetas proceden de ensayos de flexocompresión con un nivel de axil
moderado donde se registraron valores máximos de deformación del refuerzo del
orden del 50-60% de la deformación última dada por el fabricante. Por equilibrio de
fuerzas en la sección, la compresión en la fábrica es igual a la suma del axil más la
tracción del refuerzo. Si el axil no es pequeño y tampoco lo es la tracción de la lámina
(porque es proporcional a su deformación), la compresión de la fábrica tomará un
valor importante que exigirá una profundidad de la fibra neutra lo suficientemente
grande para que no se supere la resistencia del material. Según lo anterior, la
profundidad de la fibra neutra en estas probetas es del 28-47% del espesor del muro.
Aplicando el principio de Bernouilli, se deduce una deformación del extremo más
comprimido de la fábrica muy superior al valor de deformación última considerada
para este material, lo que además carece de sentido porque el tipo de fallo ocurrido no
es por compresión de la fábrica.
Como se ha visto en el capítulo de adherencia, la deformación registrada en un
refuerzo sometido a un ensayo simplificado de adherencia no es uniforme a lo largo de
la junta, sino que en una determinada zona se alcanza un valor máximo, superado el
cual, se produce un desprendiendo local con la consiguiente pérdida de deformación.
A partir de ese momento, otra parte del refuerzo contigua a la anterior y que aún
permanezca bien adherida toma el relevo y desarrolla las mayores deformaciones. En
elementos sometidos a flexión el fenómeno es más complejo, pero de igual forma se
produce un proceso de desprendimiento local del refuerzo en las zonas más
solicitadas y el consiguiente relevo a una zona contigua bien adherida. Incluso en
refuerzos no estrechos, no se puede asegurar que la deformación experimentada por
la lámina tenga el mismo valor en todo el ancho del refuerzo.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
224
Para estas probetas donde la flexión se combina con el efecto de la compresión, el
valor máximo registrado en un punto de la lámina durante el transcurso del ensayo no
parece corresponder con un valor que pueda considerarse representativo de la
deformación del refuerzo en toda la sección.
A la vista de los resultados, la deformación máxima registrada en los ensayos del
grupo 1 sometidos a flexión simple sí parece adecuada para predecir la capacidad
última resistente del muro reforzado. En ello también puede influir el hecho de que las
solicitaciones en estas probetas fueron mucho menores (las probetas del grupo 1
sometidas a flexión simple son las de momento reducido experimental menor).
- Para las probetas del grupo 2, donde el fallo fundamental documentado es por
compresión de la fábrica, la predicción del dominio de deformación de la sección en la
rotura debería ser de tipo “B”. La predicción para el 90,9 % de las probetas de este
grupo es correcta.
Sólo es errónea para dos ensayos cuyo refuerzo se ha comportado muy bien a efectos
de adherencia y ha sido capaz de llegar a desarrollar deformaciones muy elevadas,
hasta el punto de alcanzarse prácticamente el valor de deformación última dado por el
fabricante. Esto ocurre bien porque la lámina cubre la totalidad del muro y además se
ancla con otra por encima dispuesta perpendicularmente a la anterior (Mosallam
2007), bien porque se utiliza un tejido bidireccional poco eficaz estructuralmente pero
con menos problemas por desprendimiento (Tan 2004). Para ambos casos, la realidad
del ensayo no se corresponde con el criterio de cálculo adoptado de admitir
deformaciones del refuerzo de hasta la mitad del valor de deformación última facilitado
por el fabricante, y por ello la predicción resulta errónea.
En cualquier caso, en la mayor parte de los ensayos se producen problemas de
pérdida de adherencia que se deben prevenir limitando la deformación del refuerzo.
Quizás a la hora de fijar este límite se deban considerar los casos excepcionales
donde el refuerzo, por su gran superficie adherida o pequeña rigidez, presente menos
problemas por desprendimiento.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
225
Respecto de la predicción de la capacidad última se observa:
- El valor promedio del cociente “momento reducido experimental entre momento
reducido teórico” es de 0,87, con una desviación estándar de 0,19, y por tanto
relativamente próximo a la unidad. El ajuste método-base de datos experimental aún
no siendo perfecto, parece razonable.
- A pesar de que en los cálculos se haya intentado utilizar todos los parámetros
documentados por cada autor, no está claro que algunos de ellos sean de aplicación
directa en el procedimiento propuesto. Por ejemplo, el valor del módulo de elasticidad
de la fábrica, que no suele aclararse si es tangente, inicial, etc.; la deformación última
de la fábrica para la que cada autor utiliza un valor distinto; o el valor a utilizar como
deformación de cálculo del refuerzo a efectos de adherencia que, como se ha visto, no
es necesariamente la lectura máxima de deformación registrada experimentalmente
en un punto del mismo.
Por ejemplo, para las probetas del trabajo publicado por Tan 2004, la predicción se
hace con el módulo elástico de la fábrica, estimado de forma teórica, utilizado por
estos autores para prevenir el desprendimiento del refuerzo (ver tablas C.2, y C.3 del
Anexo C). La predicción teórica presenta un ajuste discreto a los resultados
experimentales. En cambio si se hubiera empleado un valor del módulo elástico
deducido a partir del bloque de compresiones de la fábrica que estos autores utilizan
para fallos de flexión, el ajuste método-ensayos hubiera sido muy bueno.
En la predicción de los ensayos de flexocompresión donde no se conoce la
excentricidad de la compresión en el apoyo tampoco puede tener un buen ajuste
porque, como se ha indicado en el punto VI.2, el momento reducido experimental se
calcula como el menor de los posibles momentos.
- El cociente “momento reducido experimental entre momento reducido teórico” es
inferior a la unidad en la mayor parte de los casos, por lo que los resultados obtenidos
son inseguros. Ahora bien, falta aplicar los coeficientes de seguridad
correspondientes. Esta tarea se realiza en el punto VI.5. Previo a ello se utiliza la base
de datos experimental para determinar cual debe ser la deformación efectiva de
cálculo del refuerzo, a efectos de adherencia, a utilizar en el cálculo.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
226
VI.4. DETERMINACIÓN DE LA DEFORMACIÓN EFECTIVA DE CÁLCULO DEL REFUERZO A EFECTOS DE ADHERENCIA.
En este apartado se utiliza la base de datos de ensayos de flexión y flexocompresión para
establecer qué deformación de cálculo de la lámina a efectos de adherencia debe
utilizarse en el cálculo de estructuras de fábrica reforzadas a flexión o flexocompresión
con láminas de FRP. Con esta limitación de la deformación se tiene en consideración la
pérdida de adherencia del refuerzo inducida por la apertura de fisuras en la zona interior
del elemento reforzado. No es de aplicación en el extremo libre del refuerzo (zona de
anclaje).
Aunque en algunos estudios de la base de datos los refuerzos no están anclados en sus
extremos (Morbin 2002 y Galati 2003), muchos de ellos cuentan con algún dispositivo de
fijación que muchas veces no es un sistema de anclaje propiamente dicho sino que tiene
que ver con el propio mecanismo del ensayo (Albert 1998, Triantafillou 1998, Velázquez
Dimas 2000, Barbieri 2000, Hamilton 2001, etc.). Incluso en ocasiones, con anclaje o sin
él, la lámina se adhiere a la totalidad de la superficie del muro lo que retrasa la aparición
de problemas por falta de adherencia (Tan 2004 y Mosallam 2007). La “deformación
efectiva de cálculo” que se propone debe emplearse para refuerzos con sus extremos
anclados ya que se fundamenta en resultados experimentales donde muchos de los
ensayos tienen fijados los extremos.
Como a continuación se detalla, para esta tarea se utilizan tanto valores de deformación
del refuerzo experimentales como estimados (o teóricos). Y es que, una vez comprobado
que el método propuesto puede ser válido para el cálculo de muros de fábrica reforzados
exteriormente con materiales compuestos, se puede utilizar para calcular la deformación
última del refuerzo a partir de la carga última experimental publicada.
Se utilizan los valores experimentales de deformación máxima registrada en los ensayos
del grupo 1. Estos valores se consideran equivalentes al valor de deformación última
experimental de la lámina, con excepción de las tres probetas de los ensayos propios de
flexocompresión donde la deformación máxima registrada no parece un valor
representativo de la deformación última del refuerzo. En estos tres casos se trabaja con
una estimación calculada como la máxima deformación del refuerzo para la que la
previsión del dominio se corresponde con el fallo observado en el ensayo (dominio AII).
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
227
Esta decisión está del lado de la seguridad porque los valores utilizados son menores que
los máximos registrados experimentalmente.
Con las probetas del grupo 3, con fallo de flexión atribuible a la lámina pero de las que no
se publica su deformación máxima, se trabaja con valores de deformación última que se
estiman con la ayuda de la formulación a partir de la carga última experimental de cada
ensayo.
Las probetas del grupo 2 (fallo por compresión) no se utilizan en este apartado porque el
modo de fallo, salvo que fuera simultáneo de fábrica y refuerzo, no es atribuible al
refuerzo sino a la fábrica.
En la tabla C.7 (incluida en el Anexo C) se recogen los 46 ensayos de la base de datos
utilizados para esta tarea (grupo 1 y 3). En 22 de ellos (47,8%) se pueden utilizar los datos
experimentales de la deformación máxima alcanzada por el refuerzo, mientras que en 24
(52,2%) se utiliza una deformación última teórica (estimada con la formulación propuesta).
El 50 % de estas 46 probetas cuentan con algún dispositivo de fijación o anclaje del
extremo del refuerzo, mientras que el otro 50 % tiene sus extremos libres. Respecto al tipo
de refuerzo empleado, la mayor parte de las probetas están reforzadas con tejidos de fibra
de vidrio no preimpregnado unidireccional (69,6%) o bidireccional (4,3%). En muchos
menos casos hay tejidos no preimpregnados unidireccionales de aramida (13%) o
carbono (6,5%), o laminados preconformados de fibra de carbono (6,5%).
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
228
Con los datos de estos ensayos se trabaja sobre dos posibles aproximaciones:
1) Tal y como hace la guía ACI 440.7R-10, se puede considerar que la deformación que
como máximo puede admitir la lámina de FRP para no presentar problemas de
adherencia es una fracción de la deformación última del material facilitada por el
fabricante según la ecuación VI.35.
Qué fracción es la adecuada lo cuantifica una constante de proporcionalidad cuyo
valor se intenta estimar a partir de los resultados de la base de datos. Para cada
ensayo se calcula el valor particular de esta constante, que llamaremos “k1”, como el
cociente de la deformación última experimentada por el refuerzo entre la deformación
última del material según el fabricante. La constante “K1” propuesta para el cálculo de
la deformación efectiva de cálculo a efectos de adherencia deberá ser superior o igual
al valor característico de la muestra y, por tanto, resultar segura para al menos un
95% de los ensayos.
εfe ≤ K1 εfu* (ec. VI.35)
k1 = εfu exp / εfu* (ec. VI.36)
K1 ≤ k1 característica = k1 promedio (1 – 1,64 d.s.) (ec. VI.37)
El valor promedio que toma la constante “k1” en estos 46 ensayos es igual a 0,62 con una
desviación estándar (d.s.) de 0,19, mientras que su valor característico es de 0,43.
En la figura VI.16 se representan los valores obtenidos para la constante “k1” en función
de la cuantía mecánica de refuerzo adherida distinguiendo a qué estudio pertenece cada
probeta. Los valores bajos de “k1” parecen darse sobre todo en probetas con cuantías
mecánicas más elevadas. No obstante, las probetas representadas presentan variables
muy dispares en cuanto a tipo de refuerzo, tipo de solicitación, etc. para extraer
conclusiones definitivas de este gráfico.
En el segundo gráfico, figura VI.17, se representa el valor de la constante “k1” obtenido
para cada ensayo distinguiendo el tipo de refuerzo utilizado.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
229
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
1,00
1,20
0,00 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25
ωfe
k 1
Velazq.-Dimas 2000-fl simple Morbin 2002-fl simple Galati 2003-fl simple Galati 2003-fl compr Ensayos tesis- fl compr Albert 1998-fl simple Morbin 2002- fl simple Hamilton 2001 - fl simpre Barbieri 2000- fl compr Tan 2004-fl simple
Grupo 1 (en azul): fallo a flexión atribuible a la lámina donde se publica la deformación última ε fu exp .Grupo 3 (en morado): fallo a flexión atribuible a la lámina. No se publica la deformación última alcanzada experimental del refuerzo. Por eso, ε fu exp se estima con el modelo de cálculo propuesto en esta tesis.
k 1 = ε fu exp / ε fu *propuesta: k 1 = 0,40
Como se ha indicado, la mayor parte de las probetas analizadas (grupo 1 y 3) están
reforzadas con tejidos de fibra de vidrio no preimpregnado. Menos datos se tienen de
tejidos no preimpregnados de aramida y carbono. Aún con ello, los resultados de estos
tres tipos de tejido no preimpregnado son relativamente homogéneos y permiten proponer
un valor de “k1” igual a 0,40 que resulta seguro para más de un 95% de los casos (el valor
característico considerando los 46 ensayos es de 0,43). Los valores más bajos de la
constante “k1” se obtienen para los refuerzos con bandas rígidas preconformadas de fibra
de carbono. A pesar de las pocas muestras con este tipo de refuerzo, parece razonable
adoptar para ellos un valor de “K1” inferior, por ejemplo, 0,25 (el valor característico
considerando sólo bandas preconformadas de carbono es de 0,26). Por tipo de refuerzo,
por ejemplo tejidos no preimpregnados unidireccionales de fibra de vidrio, los resultados
son dispersos y no resulta fácil establecer un valor representativo, más bien se observa
que la constante “k1” toma valores relativamente próximos dentro de una misma campaña.
En el tercer gráfico, figura VI.18, se representa el valor de la constante “k1” distinguiendo
si el refuerzo tiene algún tipo de anclaje, o no, en el extremo. Como puede observarse no
se puede extraer conclusiones claras al respecto porque algunas campañas con probetas
con refuerzo no anclado (por ej. Morbin 2002) son capaces de desarrollar deformaciones
elevadas. Como ya se ha comentado, los peores resultados son para las bandas
preconformadas de carbono (Barbieri 2000 y ensayos propios) a pesar de haber fijado los
extremos al mecanismo de ensayo.
Figura VI.16. Gráfico cuantía mecánica-constante k1, probetas del grupo 1 y 3.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
230
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
1,00
1,20
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70Nº ENSAYO
k 1
GFRP-NO PREIMPREGNADO CFRP-NO PREIMPREGNADO
CFRP-PRECONFORMADO AFRP-NO PREIMPREGNADO
k 1 = ε fu exp / ε fu *propuesta: k 1 = 0,40
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
1,00
1,20
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70Nº ENSAYO
k 1
REFUERZOS ANCLADOS REFUERZOS SIN ANCLARk 1 = ε fu exp / ε fu *
propuesta: k 1 = 0,40
Figura VI.17. Representación de la constante k1 para las probetas del grupo 1 y 3,
distinguiendo el tipo de refuerzo adherido.
Figura VI.18. Representación de la constante k1 para las probetas del grupo 1 y 3,
distinguiendo si el refuerzo tiene sus extremos anclados.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
231
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
1,00
0,00 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25 0,30
ωfe
k 2
Velazq.-Dimas 2000-fl simple Morbin 2002-fl simple Galati 2003-fl simple Galati 2003-fl compr Ensayos tesis- fl compr Albert 1998-fl simple Morbin 2002- fl simple Hamilton 2001 - fl simpre Barbieri 2000- fl compr Tan 2004-fl simple
Grupo 1 (en azul): fallo a flexión atribuible a la lámina donde se publica la deformación última ε fu exp .Grupo 3 (en morado): fallo a flexión atribuible a la lámina. No se publica la deformación última alcanzada experimentalmente por el refuerzo. Por eso, ε fu exp se estima con el modelo de cálculo.
k 2 = ε fu exp raiz ( n E f t f / f mk )propuesta k 2 =0,25
2) En la línea de la guía ACI 440.2R-08, puede suponerse que la deformación máxima
que la lámina de FRP puede desarrollar por adherencia es directamente proporcional
a la raíz de la resistencia a compresión del soporte e inversamente proporcional a la
raíz del producto del número de capas de refuerzo por su rigidez y su espesor,
ecuación VI.38. En la ecuación interviene una constante de proporcionalidad “K2” cuya
determinación puede hacerse con ayuda de la base de datos. Para cada ensayo se
calcula su valor particular, que llamaremos “k2”, según la ecuación VI.39. La constante
“K2” a utilizar para determinar la deformación efectiva de cálculo a efectos de
adherencia deberá ser superior o igual al valor característico de la muestra y, por
tanto, resultar segura para al menos un 95% de los ensayos.
εfe ≤ K2 ff
mk
tEnf
(ec. VI.38)
k2 = εfu exp mk
ff
ftEn
(ec. VI.39)
K2 ≤ k2 característica = k2 promedio (1 – 1,64 d.s.) (ec. VI.40)
El valor promedio que toma la constante “k2” en estos 46 ensayos es igual a 0,49 con
una desviación estándar (d.s.) de 0,17 y un valor característico es de 0,36.
Figura VI.19. Gráfico cuantía mecánica-constante k2, probetas del grupo 1 y 3.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
232
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
1,00
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70Nº ENSAYO
k 2
GFRP-NO PREIMPREG. CFRP-NO PREIMPREG.
CFRP-PRECONFORMADO AFRP-NO PREIMPREG.
k 2 = ε fu exp raiz ( n E f t f / f mk )propuesta k 2 =0,25
Figura VI.20. Representación de la constante k2 para las probetas del grupo 1 y 3,
distinguiendo el tipo de refuerzo adherido.
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
1,00
1,20
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70Nº ENSAYO
k 2
REFUERZOS ANCLADOS REFUERZOS SIN ANCLARk 2 = ε fu exp raiz ( n E f t f / f mk )
propuesta k 2 =0,25
Figura VI.21. Representación de la constante k2 para las probetas del grupo 1 y 3,
distinguiendo si el refuerzo tiene sus extremos anclados.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
233
En la figura VI.19 se representan los valores obtenidos para la constante k2 en función de
la cuantía mecánica de refuerzo adherida distinguiendo a qué estudio pertenece cada
probeta. En el segundo gráfico, figura VI.20, se representa el valor de la constante k2
obtenido para cada ensayo distinguiendo el tipo de refuerzo utilizado. Como la rigidez del
refuerzo interviene en el cálculo de la constante “k2”, para los laminados preconformados
de fibra de carbono se obtienen valores moderados o altos. Para tejidos poco rígidos
adheridos a fábricas con resistencia a compresión elevada, como Velázquez-Dimas 2000,
los valores obtenidos de la constante “k2” son bajos. A la vista de estos dos gráficos se
propone un valor de “k2” igual a 0,25 que resulta seguro para más de un 95% de los casos
(el valor característico considerando los 46 ensayos es 0,36).
En el tercer gráfico, figura VI.21, se representa el valor de la constante k2 distinguiendo si
el refuerzo tiene algún tipo de anclaje, o no, en el extremo, sin que puedan extraerse
conclusiones claras al respecto.
En resumen, con ayuda de la base de datos de ensayos de flexión y flexocompresión y el
método propuesto se intenta determinar cómo calcular el valor de un coeficiente reductor
por adherencia “K” que permita estimar la deformación máxima que admite el refuerzo sin
presentar problemas de desprendimiento en la zona interior del elemento reforzado.
Se tantean dos posibles aproximaciones para determinar su valor: una de ellas está
basada en la guía ACI 440.7R-10 (cuando se utiliza esta aproximación al coeficiente K se
denomina como K1) y la otra en la guía ACI 440.2R-08 (coeficiente K2).
A la vista de las deformaciones máximas del refuerzo en los ensayos de la base de datos,
se propone que en caso de utilizar la constante K1 su valor sea 0,40 si el refuerzo está
ejecutado in situ ó 0,25 si son bandas preconformadas de carbono, mientras que si se
utiliza la constante K2 el valor a emplear sería 0,25.
Ahora bien, el posible empleo de una de estas aproximaciones debe quedar validado en el
siguiente punto.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
234
VI.5. REVISIÓN DEL MÉTODO INCORPORANDO LA SEGURIDAD DE LOS MATERIALES
A continuación se calcula con el procedimiento propuesto la capacidad resistente última
de las probetas de la base de datos de flexión y flexocompresión aplicando un coeficiente
de seguridad de la fábrica igual a 2,5 y los dos valores de deformación de cálculo de
refuerzo a efectos de adherencia analizados en el punto anterior. No se aplican
coeficientes reductores medioambientales porque los ensayos se realizan en condiciones
protegidas. Los cálculos se hacen con un criterio común respecto al módulo de elasticidad
de la fábrica, que se estima en 750 veces su resistencia de cálculo, y a la deformación
última de la fábrica, igual a 0,0035.
En un primer lugar, se utiliza una deformación de cálculo del refuerzo calculada como el
producto de la constante “K1” (igual a 0,4 para láminas ejecutadas in situ y 0,25 para
preconformadas de fibra de carbono) por la deformación última del refuerzo. Los
resultados obtenidos se muestran en las tablas C.8 y C.9 (Anexo C) y en los gráficos de
las figuras VI.22 y 23. Empleando la constante “K1” la predicción teórica es segura para el
98,5% de las pruebas. Sólo resultó insegura para una probeta del estudio de Velázquez-
Dimas 2000 que tenía la singularidad de estar formada por dos hojas y en cuyo fallo
además del desprendimiento del refuerzo intervinieron otros problemas como el
deshojamiento del muro.
En segundo lugar, se utiliza una deformación de cálculo del refuerzo calculada como el
producto de una constante “K2” igual a 0,25 por la raíz de la resistencia a compresión del
soporte entre la raíz del producto del número de capas por la rigidez por el espesor del
refuerzo. Los resultados obtenidos se muestran en las tablas C.10 y C.11 (Anexo C) y en
los gráficos de las figuras VI.24 y 25. Empleando la constante “K2” la predicción teórica es
segura para el 94,1% de las pruebas. Sólo resultó insegura para cuatro de las probetas
del estudio de Velázquez-Dimas 2000.
A pesar de no haber diferencias sustanciales (con ambas propuestas se ha obtenido un
buen resultado), la primera aproximación es más sencilla y se ajusta algo mejor a los
resultados experimentales por lo que se opta por calcular la deformación de cálculo del
refuerzo como el producto de la constante “K1” igual a 0,40/0,25 por la deformación última
de la lámina. Se propone utilizar estos valores de “K1” como coeficiente reductor por
adherencia.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
235
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,00 0,10 0,20 0,30 0,40
µ experimental
µ m
odel
o
Velazq.-Dimas 2000-fl simple
Morbin 2002-fl simple
Galati 2003-fl simple
Galati 2003-fl comp
Ensayos tesis- fl comp
Triantafillou 1998-fl simple
Mosallam 2007- fl simple
Tan 2004-fl simple bidir
Barbieri 2000- fl simple
Galati 2003-fl comp
Ensayos tesis- fl comp
Albert 1998 - fl simple
Morbin 2002 - fl simple
Hamilton 2001-fl simple
Tan 2004-fl simple bidir
Barbieri 2000- fl compr
β = 750k 1 = 0,4γ m = 2,5
Figura VI.22. Gráfico momento reducido experimental-momento reducido teórico
estimando la deformación de cálculo del refuerzo con k1 = 0,4 / 0,25.
0,00
0,50
1,00
1,50
2,00
2,50
3,00
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70Nº ENSAYO
µ ex
perim
enta
l / µ
mod
elo
Velazq.-Dimas 2000-fl simple Morbin 2002-fl simple Galati 2003-fl simple Galati 2003-fl compr Ensayos tesis- fl compr Triantafillou 1998-fl simple Mosallam 2007- fl simple Tan 2004 - fl simpre bidir Barbieri 2000- fl compr Galati 2003-fl compr Ensayos tesis - fl compr Albert 1998- fl simple Morbin 2002-fl simple Hamilton 2001- fl simple Tan 2004- fl simple bidirBarbieri 2000-fl compr
β = 750 k 1 = 0,4 γ m =2,5
Figura VI.23. Cociente del momento reducido experimental entre el momento reducido
teórico estimando la deformación de cálculo del refuerzo con k1 = 0,4 / 0,25.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
236
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,00 0,10 0,20 0,30 0,40
µ experimental
µ m
odel
o
Velazq.-Dimas 2000-fl simple
Morbin 2002-fl simple
Galati 2003-fl simple
Galati 2003-fl comp
Ensayos tesis- fl comp
Triantafillou 1998-fl simple
Mosallam 2007- fl simple
Tan 2004-fl simple bidir
Barbieri 2000- fl simple
Galati 2003-fl comp
Ensayos tesis- fl comp
Albert 1998 - fl simple
Morbin 2002 - fl simple
Hamilton 2001-fl simple
Tan 2004-fl simple bidir
Barbieri 2000- fl compr
β = 750k 2 = 0,25γ m = 2,5
Figura VI.24. Gráfico momento reducido experimental-momento reducido teórico
estimando la deformación de cálculo del refuerzo con k2=0,25.
0,00
0,50
1,00
1,50
2,00
2,50
3,00
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70Nº ENSAYO
µ ex
perim
enta
l / µ
mod
elo
Velazq.-Dimas 2000-fl simple Morbin 2002-fl simple Galati 2003-fl simple Galati 2003-fl compr Ensayos tesis- fl compr Triantafillou 1998-fl simple Mosallam 2007- fl simple Tan 2004 - fl simpre bidir Barbieri 2000- fl compr Galati 2003-fl compr Ensayos tesis - fl compr Albert 1998- fl simple Morbin 2002-fl simple Hamilton 2001- fl simple Tan 2004- fl simple bidirBarbieri 2000-fl compr
β = 750 k 2 = 0,25 γ m =2,5
Figura VI.25. Cociente del momento reducido experimental entre el momento reducido
teórico estimando la deformación de cálculo del refuerzo con k2=0,25.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
237
VI.6. CONCLUSIONES
En este capítulo se recoge el desarrollo de un método para la comprobación en
agotamiento de secciones de fábrica reforzadas exteriormente con materiales compuestos
sometidas a esfuerzos de flexocompresión. Está basado en el procedimiento de cálculo de
la capacidad resistente de secciones de hormigón armado pero adaptado a los
condicionantes y particularidades de las fábricas. El método cubre todos los posibles
modos de fallo propios de flexión y flexocompresión.
Se comprueba que los resultados teóricos obtenidos con el procedimiento propuesto (sin
coeficientes de seguridad) se ajustan de forma razonable a los resultados experimentales
de una base de datos recopilada con 68 ensayos de flexión y flexocompresión publicados
por otros autores y parte de los ensayos propios de flexocompresión descritos en esta tesis.
En cerca del 90% de los casos donde pudo hacerse esta comprobación (46 ensayos) se
predijo correctamente el modo de fallo y el promedio del cociente momento último
experimental entre el momento último teórico está relativamente próximo a la unidad (se
obtiene un promedio 0,87 con una desviación estándar de 0,19).
En el método propuesto se utiliza un “coeficiente reductor por adherencia” que limita la
deformación de cálculo del refuerzo para evitar el fallo por desprendimiento inducido por la
apertura de fisuras en la zona interior del elemento. Con ayuda de la base de datos de
ensayos de flexión y flexocompresión y la formulación propuesta se prueban dos posibles
aproximaciones para determinar el valor de este coeficiente (basadas en las guías ACI
440.7R-10 y ACI 440.2R-08) y con ambas se obtiene un buen resultado.
Por tratarse de una expresión más sencilla y ajustarse algo mejor a los resultados
experimentales, se opta por considerar que la deformación que como máximo puede
admitir el refuerzo es una fracción de la deformación última del material (ACI 440.7R-10).
Dicha fracción queda fijada mediante un factor “K” que se propone sea igual a 0,40 para
láminas ejecutadas in situ (lo que equivale a un coeficiente de seguridad del refuerzo por
adherencia igual a 2,5) y 0,25 para bandas preconformadas de fibra de carbono (lo que
equivale a un coeficiente de seguridad del refuerzo por adherencia igual a 4). Esta
propuesta debe emplearse para refuerzos con los extremos anclados.
CAPÍTULO VI. MÉTODO DE CÁLCULO PROPUESTO
238
Se comprueba que el método propuesto permite estimar de forma segura el momento
último resistido por secciones de fábrica reforzadas con láminas de FRP cuando se utiliza:
1) una deformación efectiva de cálculo del refuerzo calculada con el coeficiente reductor
por adherencia “K” indicado en el punto anterior, 2) un coeficiente de seguridad parcial de la
fábrica igual a 2,5, 3) un módulo elástico de la fábrica igual a 750 veces su resistencia de
cálculo y 4) una deformación última de la fábrica igual a 0,0035 (EC-6). Con estas
condiciones, el método ha resultado seguro para el 98,5% de las pruebas.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES EN LA CAPACIDAD RESISTENTE DEL MURO REFORZADO
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
241
CAPÍTULO VII
INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES EN LA CAPACIDAD RESISTENTE DEL MURO REFORZADO
VII.1. INTRODUCCIÓN
Con ayuda de la formulación propuesta se estudia la influencia de las principales variables en la capacidad resistente a flexión del muro reforzado. Las variables
analizadas son: el nivel de compresión soportado por el muro, la deformación efectiva de
cálculo del refuerzo y la rigidez del mismo. Aunque se intenta estudiar la influencia de
cada una de ellas de forma aislada, lo cierto es que los parámetros considerados están
interrelacionados e influyen de forma conjunta en el resultado final. Por ello mientras se
analiza cada variable al resto de parámetros se les asignan una serie de valores que se
considera pueden ser de aplicación en casos reales de refuerzo en fábricas y que a
continuación se comentan.
Como coeficiente de seguridad parcial de la fábrica se utiliza un valor de 2,5, apropiado
para condiciones de ejecución y control de fabricación intermedias según la tabla 4.8
“Coeficientes parciales de seguridad” del CTE DB SE-F. Como valor de la deformación
última de la fábrica se emplea con carácter general 0,0035, que es el valor establecido por
el EC-6. Como factor de proporcionalidad indicativo del módulo elástico de la fábrica se
utiliza 750 por ser un valor que ha resultado adecuado para predecir con seguridad el
momento que pueden resistir las probetas de la base de datos.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
242
Como resistencia a compresión característica se consideran tres posibles valores (10
MPa, 5 MPa y 2 MPa) que según la tabla 4.4 del CTE DB SE-F denominada “Resistencia
característica a la compresión de fábricas usuales” podrían ser valores representativos de
una fábrica con resistencia elevada, media y baja.
En cuanto a las propiedades del refuerzo, y a pesar de la enorme diversidad de productos
resultado de combinar distintos tipos de fibra y matrices, con distintas proporciones,
formatos de presentación, etc. tal y como se ha comentado en el punto III.1 de esta tesis,
se ha intentado simplificar el análisis seleccionando tres posibles tipologías de refuerzo.
Aunque no representan la totalidad de productos existentes en el mercado, estos tres
tipos de refuerzo presentan propiedades acordes con productos comerciales actuales y
son representativos de formatos que se utilizan de forma recurrente en los ensayos que
conforman las bases de datos utilizadas. Los tres posibles refuerzos considerados son:
- Una lámina ejecutada in situ con hojas flexibles de fibra de vidrio unidireccionales, con
un producto Ef tf igual a 25.000 N/mm y una deformación última según el fabricante de
0,020. (Propiedades similares al producto SikaWrap 100G).
- Un refuerzo también ejecutado in situ a base de hojas flexibles de fibra de carbono
unidireccionales, con un producto Ef tf igual a 40.000 N/mm y una deformación última
según el fabricante de 0,016. (Propiedades similares al producto SikaWrap 300C).
- Un laminado preconformado de fibra de carbono con un producto Ef tf igual a 200.000
N/mm y una deformación última según el fabricante de 0,017. (Propiedades similares
al producto SikaCarbodur S512).
En cuanto al nivel de axil soportado por el muro de fábrica, se considera que lo habitual es
que no sea muy elevado. Se consideran los tres posibles niveles de axil que a
continuación se detallan si bien en algunos casos, y aunque sea infrecuente, se ha
considerado un axil reducido mayor para estudiar la incidencia de compresiones elevadas.
- Un axil reducido de 0,15 que sería equivalente, por ejemplo, a la carga soportada por
un muro de carga de pie y medio de espesor y tres plantas de altura (3 m/planta), de
una fábrica de resistencia media (fmk= 5 MPa) y un peso específico de 18 KN/m3,
situado en fachada, sobre el que apoyen tres forjados de 4m de luz con una carga
superficial total de forjado de 7 KN/m2.
- Un axil reducido de 0,20 que podría ser el soportado por un muro igual que el anterior
pero situado en posición central que recibiría cargas de forjado por ambos lados.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
243
- Un axil reducido de 0,30 que podría ser el soportado por un muro en posición central
igual que el anterior pero con cuatro plantas de altura y soportando cuatro forjados.
Por último se estudia la incidencia de variar el diagrama bilineal de cálculo de la fábrica. La propia heterogeneidad del material contribuye a que la respuesta tensión-
deformación obtenida en ensayos de compresión uniaxial pueda ser muy distinta. Frente a
esta diversidad la normativa actual propone utilizar diagramas de cálculo genéricos,
similares a los del hormigón. Pero parece razonable plantear que para determinados tipos
de fábrica puede resultar apropiado adaptar el diagrama de cálculo en función de su
mayor o menor ductilidad. Por ejemplo, fábricas antiguas con ladrillos de poca resistencia
a compresión tomados con mortero de cal son más deformables y su comportamiento es
más dúctil que fábricas actuales formadas por piezas y morteros de elevada resistencia.
No obstante, la asignación del diagrama de cálculo apropiado no es una tarea fácil porque
la normativa no aporta valores de referencia de deformación última o módulo elástico para
diferentes tipos de fábrica, y la bibliografía sobre el tema, cuando lo hace, propone valores
dispares.
En definitiva, se plantea adaptar el diagrama tensión-deformación de cálculo para tener en
consideración fábricas más deformables y otras cuyo comportamiento sea bastante rígido.
Esto se hace modificando dos de los parámetros que caracterizan al diagrama bilineal
empleado: el valor de la deformación última del material y el módulo elástico (pendiente
del tramo inicial). Respecto a la deformación última el EC-6 la fija en el 3,5 por mil, y en el
análisis aquí presentado se consideran dos valores entorno a este valor de referencia (2,5
y el 4,5 por mil), que a su vez están dentro del rango del 1,5 al 4,5 por mil en el que según
Lombillo (2010) está la deformación última de una fábrica de ladrillo según la bibliografía.
En cuanto al módulo elástico de la fábrica es habitual considerar que la relación entre la
resistencia a compresión y dicho módulo esté entorno a 400 y 1000 (Hendry 1998).
Además, algunos autores encuentran patrones fijos en las gráficas adimensionales
tensión-deformación. En estos casos la relación entre la deformación última y la
deformación para el valor de tensión máxima se ha mantenido constante (figura III.15). En
esta línea se propone utilizar una constante de proporcionalidad β igual a 1000 para
fábricas con un comportamiento más rígido (deformación última del 2,5 por mil) y de 600
para fábricas más deformables (deformación última del 4,5 por mil). Con estos valores las
dos variantes del diagrama de cálculo estudiadas en este apartado y el diagrama general
del procedimiento de cálculo propuesto en la tesis tienen una relación deformación última
entre deformación elástica parecida.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
244
VII.2. VARIABLE: AXIL SOPORTADO POR EL MURO La compresión soportada por el muro afecta fundamentalmente: 1) al dominio de
deformación de la sección crítica en la rotura, y por tanto al modo de fallo, 2) al
incremento de capacidad resistente a flexión conseguido con el refuerzo y, 3) a la
viabilidad, o no, de la operación de refuerzo hasta el punto que, por encima de un
determinado axil, el refuerzo apenas mejora el momento que puede resistir el muro.
VII.2.1. Incidencia del axil en el modo de fallo
El tipo de fallo previsible está muy condicionado por el nivel de axil soportado por el muro.
Como se ha visto en el punto VI.1.4, la previsión del modo de fallo se hace estudiando
qué dominio de deformación tendrá la sección crítica en la rotura. Para ello se compara la
cuantía mecánica de refuerzo (cociente de la capacidad mecánica del refuerzo entre la
capacidad mecánica de la fábrica) con la “cuantía mecánica elástica” y “cuantía mecánica
límite” calculadas con las expresiones ec.IV.10 y ec.IV.12, respectivamente. En ambas
ecuaciones interviene el axil reducido (ν) y la deformación efectiva de cálculo del refuerzo
(εfe). Para el cálculo de la cuantía mecánica elástica, ec.IV.10, se necesita además
establecer un coeficiente de proporcionalidad indicativo del módulo elástico de la fábrica
(β). Mientras que para el cálculo de la cuantía mecánica límite, ec.IV.12, interviene
también la deformación última de la fábrica (εmu). Si, como se ha indicado en la
introducción de este capítulo, asignamos un valor de 750 al coeficiente de
proporcionalidad indicativo del módulo elástico de la fábrica (β) y de 0,0035 a la
deformación última de la misma (εmu), las únicas dos variables cuya variación determina
cual es el dominio de deformación en la rotura en que se encuentra una sección reforzada
con una determinada cuantía mecánica de refuerzo (ωf) serían el axil reducido (ν) y la
deformación efectiva de cálculo del refuerzo (εfe).
En resumen, los distintos dominios asociados a modos de fallo son:
Si ωf < ωf, elást ⇒ fallo debido al refuerzo (rotura o despegue) mientras
la fábrica se comporta de forma elástica (dominio AI).
Si ωf, elást < ωf < ωf, lím ⇒ fallo debido al refuerzo (rotura o despegue) con la
fábrica con comportamiento no elástico (dominio AII).
Si ωf > ωf, lím ⇒ fallo por compresión de la fábrica (dominio B).
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
245
Siendo:
ωf, elást = ) 1 (
5,0feεβ+
- ν (ec. VI.10)
ωf, lim = (1mu 5,0
εβ− )
) 1 (
1
mu
fe
εε
+ - ν (ec. VI.12)
Aunque el predominio de un determinado dominio sobre los otros esté también muy
condicionado por el valor de la deformación efectiva del refuerzo tal y como se estudiará
en el siguiente punto, el axil reducido resulta determinante en la previsión del modo de
fallo: por encima de un nivel de axil determinado el fallo es siempre por compresión de la
fábrica, con independencia de la cantidad de refuerzo adherido (ec.VII.1 ó intersección de
la ec. VI.12 con el eje de abscisas). De igual forma, por encima de un determinado valor
de la cuantía mecánica de refuerzo el fallo es por compresión aunque el axil sea nulo
(ec.VII.2 ó intersección de la ec. VI.12 con el eje de coordenadas).
Si ν ≥ (1mu 5,0
εβ− )
) 1 (
1
mu
fe
εε
+ ⇒ Domino B (ec. VII.1)
Si ωf ≥ (1mu 5,0
εβ− )
) 1 (
1
mu
fe
εε
+ ⇒ Domino B (ec. VII.2)
En la figura VII.1 se representan las ecuaciones ec.IV.10 (en línea discontinua) y ec.IV.12
(en línea continua) en un gráfico axil reducido - cuantía mecánica de refuerzo cuando la
deformación efectiva de cálculo del refuerzo (εfe) es igual a 0,006, la deformación última
de la fábrica (εmu) es igual a 0,0035 y el factor indicativo del módulo elástico de la fábrica
(β) es igual a 750. Las líneas que representan estas ecuaciones dividen el área del
gráfico en tres regiones, cada una de ellas se corresponde con un dominio de
deformación de la sección en la rotura y va asociada a un modo de fallo.
En la gráfica puede observarse como para un axil reducido superior a 0,298, se está
siempre en el dominio B (fallo por compresión de la fábrica). Si el axil reducido está
comprendido entre 0,091 y 0,298, y la cuantía mecánica de refuerzo no es elevada, el
dominio de deformación de la sección en la rotura es de tipo AII (fallo debido al refuerzo
con comportamiento no elástico de la fábrica). Sólo con una cuantía mecánica de refuerzo
escasa y un axil reducido muy bajo, el dominio es de tipo AI.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
246
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5ν
ωf
cuantía elástica cuantía límite
ε fe = 0,006
dominio B
AII
AI
Figura VII.1. Diagrama axil reducido-cuantía mecánica para εfe=0,006, β=750 y εmu=0,0035.
VII.2.2. Incidencia del axil en la capacidad resistente a flexión del muro reforzado
Los diagramas adimensionales axil-momento permiten observar la incidencia del axil en la
capacidad para resistir momentos de elementos de fábrica con y sin refuerzo. Veamos el
ejemplo de una fábrica reforzada con una cuantía mecánica de refuerzo (cociente de la
capacidad mecánica del refuerzo entre la capacidad mecánica de la fábrica) igual a 0,1.
Esta cuantía equivale a un metro lineal de un muro de fábrica de pie y medio de espesor y
resistencia media, fmk=5 MPa y γm=2,5, con un 30% de su superficie cubierta por un tejido
flexible de fibras unidireccionales de carbono con Ef tf = 40.000 N/mm y una deformación
efectiva de cálculo igual a 0,006 que puede ser asimilable a un refuerzo en las
condiciones medioambientales del interior de un edificio.
En la figura VII.2 se representa el diagrama adimensional axil -momento para la fábrica
con y sin refuerzo (línea continua y discontinua, respectivamente). El momento reducido
que puede llegar a resistir el muro reforzado se ha calculado con la formulación
propuesta. El momento también puede expresarse como el producto de la compresión por
la excentricidad “e” o distancia del punto de aplicación del axil al eje de la pieza. En la
figura VII.3 se representa el diagrama excentricidad-axil para la fábrica con y sin refuerzo
(línea continua y discontinua, respectivamente).
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
247
Además, en la figura VII.4 se representa la distribución de tensiones en la sección para
cinco niveles de compresión: del 10, 20, 50, 80 y 100% de la compresión última (máxima
carga que resiste la sección cuando la compresión es centrada). Para el fallo por
compresión de la fábrica se ha utilizado la simplificación del bloque rectangular
equivalente. Cada sección se ha denominado con una letra (fábrica sin refuerzo) o
número (fábrica reforzada) para poder localizar en qué punto de los gráficos anteriores se
produce esa situación.
Observando el diagrama excentricidad-axil de la figura VII.3 resulta evidente que para un
axil superior a la mitad de la carga última, la excentricidad máxima admitida por la sección
reforzada es prácticamente la misma que la de la sección sin refuerzo. En estas
situaciones, una parte considerable de la sección está comprimida y el refuerzo apenas
desarrolla tracciones, por lo que su colaboración es escasa o nula (ver por ejemplo la
sección 2 de la figura VII.4).
Sin embargo, cuanto menor es el axil, la sección reforzada admite excentricidades
mayores: para compresiones de la fábrica inferiores al 50% de la carga última, la
profundidad de la fibra neutra es pequeña y la deformación de la lámina se acerca al
máximo que admite, con lo que la tracción resistida por el refuerzo es mayor (ver por
ejemplo las secciones 4 y 5 de la figura VII.4). Para una fábrica reforzada la excentricidad
posible se amplía, en teoría, hasta el infinito cuando el axil es igual a cero, lo que se
traduce en que compresión de la fábrica y tracción del refuerzo se equilibran formando un
par de fuerzas que resisten momento en ausencia de axil.
Pero el máximo momento que puede resistir la sección no se produce para la máxima
excentricidad (cociente del momento entre el axil) sino para un determinado nivel de axil
como se observa en el diagrama adimensional axil-momento (figura VII.2). En este gráfico
queda reflejada la mejora considerable del momento que puede resistir el muro reforzado
cuando la compresión es baja. Sin embargo, según va siendo la compresión mayor el
margen de mejora se va reduciendo. Como se ha comentado en los antecedentes (punto
III.4.1), cuando la compresión soportada supera la mitad de la carga última (máxima carga
que admite la sección para compresión centrada) la limitación es por resistencia a
compresión y no por estabilidad. Para estos niveles de compresión tan elevados, poco
habituales por otra parte, la adición del refuerzo apenas mejora la capacidad resistente a
flexión del elemento.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
248
0,5
c
d
0,05
0,10
0,15
µ
b
1
ν
3
2
5
4
a
e
0,1 0,2 0,8 1,0
En la figura VII.5 se representa el momento reducido para el muro sin refuerzo y para un
metro lineal de muro reforzado con las condiciones antes indicadas (pie y medio de
espesor, resistencia media, refuerzo cubriendo el 30% de la superficie del muro con Ef
tf=40.000 N/mm y εfe=0,006) y tres niveles de compresión inferiores al 50% de la carga
última (axil reducido igual a 0,15, 0,20 y 0,30). Cuando el axil reducido es igual a 0,15 ó
0,20, el muro reforzado resiste del orden del doble de momento que el muro sin reforzar.
Para compresiones mayores el incremento de momento va disminuyendo. Cuando el axil
reducido es igual a 0,30, el incremento es aproximadamente la mitad del momento
resistido por la fábrica sin reforzar, lo que aún es una mejora considerable.
Para un nivel de compresión determinado, el porcentaje de incremento del momento
gracias a la incorporación del refuerzo depende del conjunto de parámetros considerados:
cantidad, rigidez y deformación efectiva del refuerzo, dimensiones y propiedades
mecánicas de la fábrica, etc. En el punto VII.6 se estudia en qué orden de magnitud puede
encontrarse esta mejoría.
Pero de todas las variables consideradas, el nivel de compresión es el más determinante. Puede decirse que para niveles de compresión bajos y moderados, el incremento en la capacidad de resistir momentos gracias a la adición del refuerzo es notable. Sin embargo, a partir de un nivel de compresión del 50% de la carga última del muro, el incremento de momento reducido conseguido disminuye de forma considerable. Para niveles de compresión elevados, la mejoría es tan pequeña que la operación de refuerzo carece de sentido.
Figura VII.2. Diagrama axil-momento (adimensional) para una fábrica no reforzada
(línea discontinua) y una fábrica reforzada con ωf=0,1 (línea continua).
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
249
0,5 c
b
Nu
1a
e0,5 t
d
t
e
3
4
5
2
1
1,3 t
0,2
0,1
e = 0,1 t
a
Nu
b
f
c
e = 0,1 t
f
0,8Nu
1 2
f
Nu 0,8Nu
3
fe = 0,77 t
CON REFUERZO
e = 0,27 t
e
e = 0,25 t
d
f
T
0,5Nu e = 0,4 t
f
0,2Nu
T
SIN REFUERZO
e = 0,45 t 0,1Nu
f
T
5
f
4
0,5Nu 0,2Nu
f
e = 1,3 t
Cf
0,1NuT 0
CCCC
0,0790,104
0,1540,150
0,063
0,143
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0,15 0,20 0,30 ν
µ
sin refuerzo con refuerzo
fmk= 5 MPa, t = 1y 1/2 pies, Ef tf= 40.000 MPa mm, εfe=0,006, bf= 30% b
100%
227%
100%
195%
100%
144%
Figura VII.3. Diagrama axil-excentricidad para una fábrica no reforzada (línea
discontinua) y una fábrica reforzada con ωf=0,1 (línea continua).
Figura VII.4. Distribución de tensiones para distintos niveles de compresión.
Figura VII.5. Momento reducido para tres valores de axil (ν=0,15, 0,20 y 0,30). Muro sin refuerzo y con un refuerzo con ωf=0,1.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
250
VII.3. VARIABLE: DEFORMACIÓN EFECTIVA DE CÁLCULO DEL REFUERZO
En el método de cálculo propuesto se considera que la lámina de refuerzo puede alcanzar
como máximo un valor límite de deformación denominado “deformación efectiva de
cálculo”. Superado este valor, el refuerzo deja de considerarse seguro pudiendo romper a
tracción o desprenderse del soporte.
VII.3.1. Deformación efectiva de cálculo para los tres refuerzos considerados
En esta tesis la deformación de cálculo del refuerzo se calcula según la expresión ec.VI.3.
El factor reductor por adherencia “K” se ha propuesto sea igual a 0,40 para refuerzos
ejecutados in situ e igual a 0,25 para bandas preconformadas de fibra de carbono. Como
coeficiente de exposición medioambiental CE se utilizan los valores propuestos por varios
códigos (ACI, CNR), tabla III.6.
εfe= K CE εfu* (ec. VI.3)
En las condiciones medioambientales protegidas de un laboratorio, como es el caso de los
ensayos incluidos en la base de datos con pruebas de flexión y flexocompresión, el
coeficiente de exposición medioambiental CE puede suponerse igual a 1. En estos casos,
la deformación efectiva de cálculo es igual al producto del factor reductor K por la
deformación última del refuerzo indicada por el fabricante, εfu*.
Cuando el muro reforzado se encuentra en un interior se debe considerar en el cálculo el
coeficiente de exposición CE igual a 0,95 para refuerzos con fibra de carbono y 0,75 para
fibra de vidrio. A efectos prácticos, esto se traduce en que la deformación efectiva de
cálculo apenas varía para refuerzos con carbono respecto del cálculo para condiciones
protegidas, pero disminuye de forma apreciable para refuerzos con fibra de vidrio.
Si la exposición fuese exterior, aunque no fuese un ambiente especialmente agresivo, el
coeficiente de exposición CE a utilizar es de 0,85 para refuerzos con fibra de carbono y
0,65 para fibra de vidrio. En estas condiciones, la deformación efectiva de cálculo se
reduce de forma apreciable para los tres tipos de refuerzo considerados.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
251
Tabla VII.1. Deformación efectiva de cálculo para diferentes refuerzos y condiciones
Exposición Tipo refuerzo Ef tf εfu* CE K εfe
Fibra vidrio, no preconformado 25.000 0,020 1,0 0,40 0,0080
Fibra carbono, no preconformado 40.000 0,016 1,0 0,40 0,0063Laboratorio
Fibra carbono, preconformado 200.000 0,017 1,0 0,25 0,0043
Fibra vidrio, no preconformado 25.000 0,020 0,75 0,40 0,0060
Fibra carbono, no preconformado 40.000 0,016 0,95 0,40 0,0061Interior
Fibra carbono, preconformado 200.000 0,017 0,95 0,25 0,0040
Fibra vidrio, no preconformado 25.000 0,020 0,65 0,40 0,0052
Fibra carbono, no preconformado 40.000 0,016 0,85 0,40 0,0054Exterior
Fibra carbono, preconformado 200.000 0,017 0,85 0,25 0,0036
De forma aproximada y partiendo de los datos de la tabla VII.1, los valores de
deformación efectiva a utilizar en el cálculo de refuerzos con materiales compuestos (para
los tres tipos de productos considerados, ver la introducción de este capítulo) adheridos a
fábricas en ambientes no agresivos oscilarían entre 0,006 y 0,0035 según el tipo de fibra,
formato de presentación de la lámina y tipo de exposición ambiental (interior o exterior).
Las hojas de tejido flexible de fibra de vidrio unidireccional parten de un valor de
deformación última según el fabricante más elevado pero están más penalizadas por los
coeficientes reductores medioambientales habitualmente utilizados (ACI, CNR) por lo que
terminan teniendo un valor de deformación efectiva de cálculo similar a tejidos flexibles
unidireccionales de fibra de carbono. Por ello, y para los tipos de refuerzo considerados,
0,006 puede ser valido para ambos materiales en ambiente interior, y 0,005 al exterior.
VII.3.2. Incidencia de la deformación de cálculo del refuerzo en el modo de fallo
A continuación se comparan las gráficas cuantía mecánica de refuerzo-axil reducido para
cuatro valores de deformación efectiva del refuerzo, εfe: 0,006, 0,005, 0,004 y 0,003 (figura
VII.6.a-d). En los cuatro gráficos se ha considerado un factor indicativo del módulo elástico
de la fábrica (β) igual a 750 y una deformación última de la fábrica (εmu) igual a 0,0035. En
ellas se ha representado con línea discontinua la “cuantía mecánica elástica” (ec.IV.10) y
con línea continua la “cuantía mecánica límite” (ec.IV.12).
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
252
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5ν
ωf
cuantía elástica cuantía límite
ε fe = 0,006
dominio B
AII
AI 0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5ν
ωf
cuantía elástica cuantía límite
ε fe = 0,005
dominio B
AII
AI
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5ν
ωf
cuantía elástica cuantía límite
ε fe = 0,004
dominio B
AII
AI 0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,50
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5ν
ωf
cuantía elástica cuantía límite
ε fe = 0,003
dominio B
AII
AI
Además, el axil reducido se ha representado hasta un valor máximo posible de 0,50 que,
como se ha visto en el punto anterior, es un valor a partir del cual se reduce de forma
apreciable la efectividad del refuerzo.
Como puede observarse, a menor deformación efectiva de cálculo del refuerzo, mayor
repercusión tienen los dominios de deformación de la sección en la rotura de tipo AI y AII,
es decir, aquellos en los que el fallo es atribuible a la lámina. Además, para valores
reducidos de deformación efectiva de cálculo del refuerzo, mayor es el valor del axil
reducido a partir del cual el dominio de deformación de la sección en la rotura es de tipo B
con independencia de la cantidad de refuerzo adherido.
a) b)
c) d)
Figura VII.6. Diagramas cuantía mecánica de refuerzo-axil reducido para distintos
valores de εfe: 0,006, 0,005, 0,004 y 0,003 (con β=750 y εmu=0,0035).
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
253
VII.3.3. Incidencia en los cálculos del valor adoptado como deformación efectiva de cálculo
Cabe preguntarse qué incidencia tiene sobrestimar el valor de la “deformación efectiva de
cálculo del refuerzo" a la hora de estimar el momento que resiste la sección.
Analicemos el ejemplo de un metro lineal de un muro de fábrica de 1 y ½ pie de espesor y
resistencia media (fmk= 5 MPa con γm=2,5) reforzado con una hoja de tejido no
preconformado de fibra de carbono unidireccional (Ef tf= 40.000 N/mm) encolada sobre un
30% de la superficie de una de sus caras situada al exterior. Con la formulación propuesta
se calcula el momento reducido de la sección en tres situaciones: 1) cuando el muro no
tiene refuerzo, 2) cuando está reforzado suponiendo que la deformación máxima que
puede alcanzar la lámina fuese la indicada por el fabricante, εfu*, igual a 0,016 y 3) cuando
está reforzado pero se ha considerado que la lámina no puede superar un deformación
efectiva de cálculo, εfe, igual a 0,005 (valor acorde con tipo de fibra, formato y exposición).
En la figura VII.7 se representa el diagrama adimensional axil-momento para estas tres
situaciones. Toda la gráfica calculada con εfu*= 0,016 corresponde a un dominio de
deformación de la sección en la rotura de tipo B (donde el fallo es por compresión de la
fábrica). En cambio la primera parte de la gráfica calculada con εfe= 0,005 corresponde a
un dominio de deformación de la sección en la rotura de tipo AII (donde el fallo es debido
al refuerzo). Para niveles de axil reducido mayores que 0,27 ambas gráficas se
superponen y el dominio es de tipo B.
Para un axil reducido no muy grande, por ejemplo igual a 0,15, sobrestimar el valor de
deformación de cálculo de la lámina ha supuesto que la previsión del fallo sea distinta
(rotura por compresión de la fábrica en vez de fallo debido al refuerzo) y que la predicción
del momento sea un 20% mayor. Si el axil reducido soportado por el muro fuese menor,
las diferencias en la predicción del momento serían aún mayores. En cambio, cuando el
axil reducido es mayor o igual que 0,27, ambas predicciones, tanto de dominio como de
momento, se igualan.
La figura VII.8 corresponde a un metro lineal de muro de fábrica similar (1 y ½ pie de
espesor, fmk=5 MPa con γm=2,5) sólo que esta vez reforzado con un laminado
preconformado de carbono (Ef tf= 200.000 N/mm) encolado sobre el 15% de la superficie
de una de sus caras situada al exterior. Se representa de nuevo el diagrama adimensional
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
254
axil-momento para tres situaciones: 1) muro sin refuerzo, 2) muro con refuerzo para εfu*=
0,016 y 3) muro con refuerzo para εfe= 0,0035 (valor acorde con el tipo de fibra, formato y
exposición).
En comparación con el caso anterior, las predicciones del momento que puede resistir la
sección son más altas porque la cuantía mecánica de refuerzo adherida es mayor debido,
sobre todo, a la gran rigidez de este formato. No obstante, las observaciones antes
indicadas son también de aplicación para este ejemplo.
De nuevo, para un axil reducido no muy grande, sobrestimar el valor de deformación que
como máximo puede alcanzar la lámina lleva a predecir que el fallo será debido a la
compresión de la fábrica y no por pérdida de acción del refuerzo y a sobrestimar el
momento último. Sin embargo para compresiones mayores, en este caso para un axil
reducido mayor de 0,26, las gráficas se superponen y las predicciones de momento y
dominio se igualan.
El valor que se adopte como deformación efectiva de cálculo del refuerzo (εfe) tiene
incidencia sólo para los casos donde el dominio de deformación de la sección en la rotura sea de tipo AI ó AII (fallo atribuible al refuerzo). Para estos casos, utilizar un
valor elevado de εfe lleva a predecir que el fallo será debido a la fábrica, y no por
pérdida de acción del refuerzo, y a sobrestimar el momento que resiste la sección.
En cambio, cuando el dominio es de tipo B (fallo por compresión de la fábrica), εfe
no interviene en la predicción del momento.
El problema es que salvo para aquellos casos donde el dominio es B incluso para valores
de εfe muy bajos (esto ocurre cuando el axil reducido y/o cuantía mecánica de refuerzo
son muy grandes), para determinar el dominio de deformación necesitamos previamente
establecer el valor de la variable εfe.
En cualquier caso, utilizar un valor reducido de la deformación efectiva de cálculo
del refuerzo (εfe) es una práctica que está del lado de la seguridad. Con dicho valor
reducido se obtienen siempre valores menores (si se está en el dominio AII) o iguales (si se está en el dominio B) del momento respecto del cálculo realizado con
valores elevados de εfe.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
255
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0
ν
µ
SIN REFUERZO
εfe=0,016 - dominio B
εfe=0,005dom. AII
(2)
(1)
(3)
fmk= 5 MPa, t = 1y 1/2 pies, Ef tf= 40.000 MPa mm, bf= 30% b
εfe=0,005 / 0,016 - dominio B
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0,25
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0
ν
µ
SIN REFUERZO
εfe=0,016 - dominio B
εfe=0,0035dom. AII
fmk= 5 MPa, t = 1y 1/2 pies, Ef tf= 200.000 MPa mm, bf= 15% b
εfe=0,0035 / 0,016 - dominio B
(2)
(1)
(3)
Figura VII.7. Diagrama adimensional axil-momento para un muro reforzado con CFRP no
preconformado calculado con el valor de la deformación última del refuerzo según
el fabricante εfu*=0,016 (en línea continua gruesa) y con el valor de deformación
límite efectiva para exposición exterior εfe=0,005 (línea discontinua).
Figura VII.8. Diagrama adimensional axil-momento para un muro con CFRP preconformado
calculado con el valor de la deformación última del refuerzo según el
fabricante εfu*=0,016 (en línea continua gruesa) y con el valor de deformación límite
efectiva para exposición exterior εfe=0,0035 (línea discontinua).
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
256
Dado que el valor adoptado como deformación de cálculo del refuerzo resulta
determinante en la predicción del momento cuando el dominio es de tipo AI y AII, resulta
de interés conocer en qué dominio podrían encontrarse los muros de fábrica reforzados.
Para ello se analiza la situación de muros con distinto espesor (desde un pie hasta dos
pies y medio), realizados con fábricas de resistencia alta, media ó baja (fmk=10 MPa, 5
MPa ó 2 MPa, con γm=2,5), reforzados con alguno de los tres tipos de materiales
compuestos descritos en la introducción de este capítulo, considerando tres posibles
anchos de refuerzo (expresados como un porcentaje de la superficie del muro, que
pueden ser del 15%, 30% ó 60% para tejidos in situ ó del 10%, 20% ó 30% para
preconformados), con tres posibles niveles de axil reducido (ν=0,15, 0,20 y 0,30) y dos
posibles tipos de exposición: interior y exterior. El total de casos contemplados resultado
de combinar todas estas variables es de 648. En la tabla VII.2 se hace un resumen del
número de casos detectados en cada dominio para los supuestos antes indicados.
Para fábricas con resistencia a compresión baja, predominan los casos en el Dominio B
(fallo por compresión de la fábrica). Mientras que para fábricas con resistencia elevada,
son más frecuentes los casos en el Dominio AII (fallo atribuible al refuerzo). Un mismo
sistema de refuerzo situado al exterior (menor valor de deformación de cálculo del
refuerzo) presenta más casos en el Dominio AII (fallo atribuible al refuerzo). Con refuerzos
con fibra de vidrio, menos rígidos, se dan más casos en el Dominio AII. Para una fábrica
de resistencia a compresión media (fmk=5 MPa) y exposición interior, el número de casos
es parecido para ambos dominios, mientras que cuando la exposición es exterior
predomina el Dominio AII. El dominio AI (fallo de la lámina mientras la fábrica se comporta
de forma elástica) no se ha dado para ninguno de los casos analizados.
Aproximadamente el 50 % del total de casos analizados está dentro del dominio AII. Por tanto, este dominio AII para el que resulta vital hacer una buena estimación de
la deformación efectiva de cálculo del refuerzo (εfe) puede darse con bastante
frecuencia en muros reforzados con materiales compuestos.
En las gráficas de las figuras VII.9 a VII.11 se representan las gráficas axil reducido -
cuantía mecánica de refuerzo para cada uno de los tres tipos de refuerzo considerados
suponiendo que el muro tiene una resistencia media (fmk=5 MPa) y está expuesto al
exterior. En cada gráfica se han considerado los cuatro espesores de muro, los tres
posibles anchos de refuerzo y los tres niveles de axil antes descritos (el número total de
casos por gráfica es de 36).
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
257
Tabla VII.2. Casos en los dominios AII y B (nº total de casos analizados: 648)
nº casos Dominio AII nº casos Dominio B
Exposición interior fmk 10 MPa
fmk 5 MPa
fmk 2 MPa (subtotal) fmk
10 MPa fmk
5 MPa fmk
2 MPa (subtotal)
GFRP no preconformado 24 21 10 55 (51%) 12 15 26 53 (49%) CFRP no preconformado 21 14 5 40 (37%) 15 22 31 68 (63%) CFRP preconformado 26 15 3 44 (41%) 10 21 33 64 (59%)
(subtotal) 71 (66%)
50 (46%)
18 (17%) 37
(34%) 58
(54%) 90
(83%)
Exposición exterior fmk 10 MPa
fmk 5 MPa
fmk 2 MPa fmk
10 MPa fmk
5 MPa fmk
2 MPa
GFRP no preconformado 32 27 15 74 (69%) 4 9 21 34 (31%) CFRP no preconformado 30 23 10 63 (58%) 6 13 26 45 (42%) CFRP preconformado 31 20 5 56 (52%) 5 16 31 52 (48%)
(subtotal) 93 (86%)
70 (65%)
30 (27%) 15
(14%) 38
(35%) 78
(72%)
Total (exterior e interior): Dominio AII - 332 (51%) Dominio B - 316 (49%)
Figura VII.9. Diagrama axil reducido-cuantía mecánica para un GFRP no
preconformado en exposición exterior (Ef tf=25.000 N/mm, εfe=0,005),
cubriendo el 15%, 30% ó 60% de muros de 1a 2 ½ pies y resistencia media
(fmk= 5 MPa) considerando 3 niveles de axil (ν=0,15, 0,20 y 0,30).
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0,25
0,30
0,35
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5
ν
ωf
cuantía elástica
cuantía límite
fmk=5 MPa - 1 pie
fmk=5 MPa - 1 1/2 pie
fmk=5 MPa - 1 1/2 pies
fmk=5 MPa - 2 pies
fmk=5 MPa - 2 1/2 pie
Ef tf = 25.000 N/mmExterior (εfe = 0,005)
fmk = 5 MPa
27 casos en dominio AII 9 casos en dominio B
dominio B
AII
AI
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
258
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0,25
0,30
0,35
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5
ν
ωf
cuantía elástica
cuantía límite
fmk=5 MPa - 1 pie
fmk=5 MPa - 1 1/2 pie
fmk=5 MPa - 1 1/2 pies
fmk=5 MPa - 2 pies
fmk=5 MPa - 2 1/2 pie
Ef tf = 200.000 N/mmExterior (εfe = 0,0035)
fmk = 5 MPa
20 casos en dominio AII16 casos en dominio B
dominio B
AII
AI
Figura VII.10. Diagrama axil reducido-cuantía mecánica para un CFRP no
preconformado en exposición exterior (Ef tf=40.000 N/mm, εfe=0,005),
cubriendo el 15%, 30% ó 60% de muros de 1a 2 ½ pies y resistencia media
(fmk= 5 MPa) considerando 3 niveles de axil (ν=0,15, 0,20 y 0,30).
Figura VII.11. Diagrama axil reducido-cuantía mecánica para un CFRP preconformado
en exposición exterior (Ef tf=200.000 N/mm, εfe=0,0035), cubriendo el
10%, 20% ó 30% de muros de 1a 2 ½ pies y resistencia media (fmk= 5
MPa) considerando 3 niveles de axil (ν=0,15, 0,20 y 0,30).
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0,25
0,30
0,35
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5
ν
ωf
cuantía elástica
cuantía límite
fmk=5 MPa - 1 pie
fmk=5 MPa - 1 1/2 pie
fmk=5 MPa - 1 1/2 pies
fmk=5 MPa - 2 pies
fmk=5 MPa - 2 1/2 pie
Ef tf = 40.000 N/mmExterior (εfe = 0,005)
fmk = 5 MPa
23 casos en dominio AII13 casos en dominio B
dominio B
AII
AI
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
259
VII.3.5. Diagramas adimensionales axil-momento
A continuación se recogen dos diagramas adimensionales axil-momento para distintas
cuantías mecánicas de refuerzo cuando la deformación efectiva de cálculo del refuerzo
(εfe) es igual a 0,006 (figura VII.12) y cuando es igual a 0,0035 (figura VII.13). Ambos
valores serían el máximo y el mínimo de la tabla VII.1 (excluyendo la exposición
medioambiental propia de un laboratorio). El máximo (0,006) es un valor que puede
resultar adecuado para tejidos no preconformados unidireccionales de fibra de vidrio o
carbono en exposición interior y el mínimo (0,0035) para laminados preconformados de
fibra de carbono en exposición exterior. En ambos gráficos se representa la gráfica axil-
momento para un muro sin refuerzo y para distintas cuantías mecánicas de refuerzo. Se
señalan los distintos dominios de deformación de la sección en la rotura.
Cuando la deformación efectiva de cálculo del refuerzo es pequeña (εfe=0,0035, figura
VII.13), las regiones del gráfico donde los dominios de deformación de la sección en la
rotura son de tipo AI y AII son más extensas que cuando la deformación efectiva de
cálculo del refuerzo es mayor (εfe=0,006, figura VII.12). Además para esta deformación de
cálculo del refuerzo son necesarios mayores cuantías mecánicas de refuerzo y niveles de
axil reducido para que los muros se encuentren en el dominio B, es decir, para que el fallo
sea por compresión de la fábrica.
Lo anterior tiene incidencia en el incremento de momento obtenido con el refuerzo porque,
en ambas figuras, cuando los muros se encuentran en los dominios AI y AII (fallo
atribuible al refuerzo) las gráficas para las distintas cuantías mecánicas de refuerzo son
prácticamente paralelas. Ello significa que cuando la cuantía mecánica se incrementa en
una determinada cantidad se consigue un incremento del momento similar tanto si se
parte de una cuantía pequeña como grande. En cambio, cuando el dominio es de tipo B
(fallo por compresión de la fábrica), el incremento de momento obtenido al aumentar la
cuantía de refuerzo es más reducido para cuantías de refuerzo mayores, y esto sólo para
niveles de compresión no elevados, porque a partir de un cierto axil las gráficas
prácticamente se superponen.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
260
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0,25
0,30
0,35
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0
ν = Nd / t b fmd
µ =
Md
/ t2 b
fmd
dominio AI
dominio AII
dominio B
0,050,10
0,20
0,30
0,05
0,10
0,15
0,20
0,300,40
0,05
ωf = 0,50
εfe = 0,00350,25
0,15
ωf = 0
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0,25
0,30
0,35
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0
ν = Nd / t b fmd
µ =
Md
/ t2 b
fmd
εfe = 0,006
dominio AI
dominio AII
dominio B
0,050,10
0,15
0,20
0,30
0,40
0,05
0,10
0,15
0,20
ωf = 0,50
ωf = 0
Figura VII.12. Diagrama axil reducido-momento reducido para distintas cuantías
mecánicas de refuerzo considerando un εfe=0,006 con εmu=0,0035 y β=750.
Figura VII.13. Diagrama axil reducido-momento reducido para distintas cuantías
mecánicas de refuerzo considerando un εfe=0,0035 con εmu=0,0035 y β=750.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
261
νω=0
ω
a) b)
Figura VII.14 Aspecto genérico de los diagramas de interacción para: a) secciones
rectangulares de hormigón armado con armadura simétrica sometidas a
flexión o compresión compuesta (extraído de Jiménez Montoya, 2009), b)
secciones de fábrica reforzadas con materiales compuestos sometidas a
esfuerzos de flexión y flexocompresión.
Los diagramas de interacción axil-momento de secciones de fábrica reforzada con
materiales compuestos elaborados a partir de la formulación propuesta recuerdan a los
realizados para secciones rectangulares de hormigón armado sometidas flexión o
compresión compuesta. En la figura VII.14.a) se recoge un diagrama de interacción
genérico para secciones rectangulares de hormigón armado con armadura simétrica
(extraído de Jiménez Montoya, 2009) y en la figura VII.14.b) el equivalente para secciones
de fábrica reforzadas con materiales compuestos.
En ambos casos el material añadido (acero o material compuesto) añade al material no
resistente a tracción (hormigón o fábrica) la capacidad de resistir momento en ausencia de
axil por lo que en ambos diagramas para un axil reducido (ν) igual cero, la sección es
capaz de soportar un determinado momento reducido (µ) que será mayor cuanto mayor
sea la cuantía geométrica de acero o refuerzo (ω) dispuesta. También en ambos casos,
para valores no elevados de axil, la existencia de compresiones mejora la capacidad para
resistir flexiones hasta alcanzar un momento máximo a partir del cual aumentar la
compresión significa reducir el momento que es capaz de soportar.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
262
No obstante, ambas situaciones no son equivalentes: las curvas representativas de la
capacidad resistente de la sección de fábrica para distintas cuantías de refuerzo
prácticamente se superponen entorno a un 70-80% de la compresión última, en cambio,
las curvas para las distintas cuantías de armado para el hormigón se extienden por todos
los dominios.
Esto significa que para cualquier nivel de axil reducido, la sección de hormigón puede
mejorar el momento resistido incrementando la cuantía de armado, lo que no ocurre en el
caso de las secciones de fábrica reforzadas con materiales compuestos. En fábricas, la
mejora de momento obtenida al incrementar la cuantía de refuerzo se va reduciendo
cuando el axil es de moderado a alto, hasta el punto de llegar a ser imperceptible para
compresiones elevadas.
Lo anterior es debido a que la armadura de acero puede resistir tanto tracciones como
compresiones mientras el material compuesto del refuerzo sólo colabora a tracción. Por
ello, en las secciones de hormigón armado la carga última para compresión centrada
aumenta respecto de la sección sin armar y se incrementa al aumentar la cuantía de
acero, mientras que la sección de fábrica, tenga o no refuerzo, soporta la misma carga
última para compresión centrada.
VII.4. VARIABLE: RIGIDEZ DEL REFUERZO
Se analiza ahora qué incidencia tiene la rigidez del refuerzo, en términos del producto del
módulo elástico del material compuesto por su espesor total, en el incremento de
momento obtenido con el refuerzo.
La cuantía mecánica del refuerzo es directamente proporcional a su rigidez (ec. VI.8).
Véase que en la formulación propuesta para todos los dominios analizados (tabla VI.4), el
módulo elástico del refuerzo sólo aparece englobado dentro del concepto de cuantía
mecánica de mismo (ωf). Esto significa que la mejora de momento que teóricamente se
puede conseguir aumentando su rigidez será la misma que se obtenga variando otros
parámetros, como el ancho del refuerzo por ejemplo, hasta conseguir una cuantía
mecánica equivalente.
ωf = ρf Ef εfe / fmd (ec. VI.8)
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
263
Puesto que a mayor rigidez del refuerzo, mayor es la capacidad resistente de la lámina, y
por tanto, mayor es su cuantía mecánica, en principio, cabe esperar que se puedan
resistir momentos mayores. Pero en este pronóstico se deben hacer dos matices:
1) Formatos muy rígidos, como los preconformados, se despegan con más facilidad y
van asociados a valores menores de otro parámetro que interviene en el cálculo de la
cuantía mecánica de refuerzo como es la deformación efectiva de cálculo (εfe). Aún con
eso la rigidez de estos formatos suele ser tan elevada que la cuantía mecánica
resultante, aún con valores bajos de εfe, es elevada.
2) Como se ha visto en los diagramas de las figuras VII.12 y VII.13, una mayor cuantía
mecánica de refuerzo sólo revierte en mejoras significativas del momento resistido
cuando la compresión soportada es inferior al 50% de la compresión última.
Este segundo punto resulta fundamental a la hora de diseñar el refuerzo.
En la figura VII.15.a) se representa el momento reducido calculado para secciones de
fábrica reforzadas con materiales compuestos con distinta rigidez, adheridos sobre el 15%
de su superficie y donde sea de aplicación una deformación efectiva de cálculo del
refuerzo (εfe) igual a 0,005 (válido para una exposición al exterior de refuerzos ejecutados
in situ con fibras de carbono o vidrio). Se han calculado para una fábrica de resistencia
media (fmk=5 MPa) con un espesor de pie y medio y cuatro niveles de axil reducido
(ν=0,15 / 0,30 / 0,50 / 0,60).
Cuando el nivel de axil soportado por el muro no es elevado (ν=0,15), incrementar la
rigidez del refuerzo supone aumentar el momento de forma prácticamente lineal. Toda la
gráfica cuando el axil reducido es de 0,15 se encuentra en el dominio AII, dominio en el
que, como ya se ha dicho, aumentar la cuantía mecánica de refuerzo supone mejorar el
momento resistido por la sección.
Si el axil soportado es el doble (ν=0,30), el porcentaje de mejora de momento obtenido al
aumentar la rigidez del refuerzo es menor. Además, para valores no elevados de rigidez el
dominio sigue siendo AII (con el consiguiente incremento lineal de momento al aumentar
la rigidez) pero a partir de una rigidez entorno a 30.000 MPa mm la sección reforzada
entra dentro del dominio B y la gráfica reduce su pendiente.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
264
Para niveles de axil elevados (ν=0,50 y ν=0,60) todas la situaciones representadas se
encuentran en el dominio B y la mejora conseguida al aumentar la rigidez del refuerzo es
cada vez menor, siendo apenas perceptible para un axil reducido de 0,60.
En la figura VII.15.b) se hace una representación similar sólo que esta vez para una
deformación efectiva de cálculo del refuerzo (εfe) igual a 0,0035 (válido para una
exposición al exterior de refuerzos preconformados con fibras de carbono). Las
conclusiones que se pueden sacar de este gráfico son similares. Para un axil reducido de
0,15 el incremento de momento es prácticamente lineal al aumentar la rigidez (dominio
AII). Para un axil reducido de 0,30 se observa un cambio brusco de pendiente entorno a
una rigidez de 140.000 MPa mm que corresponde al paso del dominio AII al dominio B.
Para axiles reducidos mayores, la pendiente de la gráfica se ve reducida y la mejora de
momento es menor.
Al variar las condiciones del muro analizado (espesor, resistencia de la fábrica, ancho de
refuerzo, etc.) se observa alguna pequeña diferencia relativa a la prevalencia de los
dominios AII y B pero con la misma conclusión general: para niveles de axil elevados,
incrementar la rigidez del refuerzo no revierte en mejoras significativas de momento.
Por ejemplo, en la figura VII.16 se dobla la cantidad de refuerzo adherido (30% de la
superficie del muro). Se representa de nuevo el momento reducido calculado para
secciones de fábrica reforzadas con materiales compuestos con distinta rigidez donde sea
de aplicación una deformación efectiva de cálculo del refuerzo (εfe) igual a 0,005
(exposición al exterior / refuerzos ejecutados in situ con fibras de carbono o vidrio). Se han
calculado para una fábrica de resistencia media (fmk=5 MPa) con un espesor de pie y
medio y tres niveles de axil reducido (ν=0,15 / 0,30 / 0,50).
En estas circunstancias se analiza la mejora teórica obtenida en función de que el
refuerzo tenga una rigidez de 20.000 MPa mm ó 40.000 MPa mm. Como puede
observarse, si el axil no es elevado (ν=0,15) la mejora es notable, el momento reducido
con el refuerzo más rígido es un 34% mayor que con el de menor rigidez. Si el axil es
mayor (ν=0,30), la mejora es algo menos de la mitad, con un incremento del momento del
15%. Pero si el axil reducido es alto (ν=0,50), adherir un refuerzo más rígido no mejora la
situación.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
265
a)
b)
Figura VII.15. Mejora de la capacidad resistente a flexión de un muro de pie y medio de
espesor y resistencia media en función de la rigidez de un refuerzo que
cubra el 15 % de la superficie del muro para: a) εfe=0,005 y b) εfe=0,0035.
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0 50.000 100.000 150.000 200.000
n E f t f (MPa mm)
µ= M
d / f m
d b t2
ν = 0,15 ν = 0,30 ν = 0,50 ν = 0,60
ε fe= 0,0035
0,00
0,05
0,10
0,15
0 20.000 40.000 60.000 80.000
n E f t f (MPa mm)
µ= M
d / f m
d b t2
ν = 0,15 ν = 0,30 ν = 0,50 ν = 0,60
ε fe= 0,005
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
266
0,00
0,05
0,10
0,15
0,20
0 20.000 40.000 60.000 80.000
n Ef tf (MPa mm)
µ
ν= 0,15 ν= 0,30 ν= 0,50
f mk =5 MPa γ m =2,5 t= 360mm b f=30%b ε fe= 0,005 β =750 ε mu=0,0035
∆µ=34% (ν=0,15)
∆µ=15% (ν=0,30)
∆µ=0% (ν=0,50)
Figura VII.16. Mejora de la capacidad resistente a flexión de un muro de pie y medio de
espesor y resistencia media en función de la rigidez de un refuerzo que
cubra el 30 % de la superficie del muro con εfe=0,005.
VII.5. VARIACIÓN DEL DIAGRAMA DE CÁLCULO DE LA FÁBRICA En este punto se analiza la incidencia de variar el diagrama de cálculo teniendo en cuenta
que las fábricas pueden tener un comportamiento mecánico más o menos rígido. En el
capítulo VI de la tesis se ha propuesto utilizar un diagrama de cálculo bilineal en el que la
pendiente de la fase inicial es igual al producto de una constante de proporcionalidad (β)
igual a 750 por la resistencia de cálculo de la fábrica y la deformación última es del 3,5 por
mil (figura VII.17.b). En este punto se analizan dos posibles variantes del diagrama de
cálculo bilineal: 1) fábricas con un comportamiento mecánico más rígido (figura VII.17.a)
cuyo módulo elástico sea mayor (Em=1000 fmd) y la deformación última menor
(εmu=0,0025) y 2) fábricas más deformables (figura VII.17.c) cuyo módulo elástico sea
menor (Em=600 fmd) y la deformación última mayor (εmu=0,0045). Como se ha indicado en
la introducción de este capítulo, estos valores del módulo elástico están dentro del rango
habitual establecido en la bibliografía sobre el tema y la relación entre la deformación
última y la deformación elástica de la fábrica es del mismo orden en los tres diagramas.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
267
mEEm
fmd
2,5 ε( )0001/1000 1/600 ε 0
004,5
mdfmdf
mE
1/750 3,5 ( )00ε 0
a) b) c)
Figura VII.17. Diagrama de cálculo de la fábrica variando para: a) β=1000 y εmu=0,0025,
b) β= 750 y εmu=0,0035 y c) β= 600 y εmu=0,0045.
Previamente se analiza qué supone variar cada uno de los dos parámetros modificados
en el diagrama de cálculo (β y εmu) por separado en términos del dominio de deformación
de la sección en la rotura (y modo de fallo asociado a él) y momento último reducido.
En los gráficos axil reducido-cuantía mecánica de refuerzo de la figura VII.19 se han
representado las ecuaciones de la cuantía mecánica elástica (ec. VI.10) y de la cuantía
mecánica límite (ec. VI.12) para una deformación de cálculo del refuerzo de 0,006
(apropiada para exposición interior de los tejidos flexibles, no preconformados, de fibras
de carbono y vidrio considerados en este capítulo) y tres posibles situaciones resultado de
variar el parámetro β (750 y 600) y εmu (0,0035 y 0,0025).
Si comparamos las gráficas de la figura VII.19.a) y b), vemos que utilizar un valor más
reducido de la constante de proporcionalidad β (módulo elástico menor) supone que las
regiones del gráfico donde los dominios de deformación de la sección en la rotura son de
tipo AI y B tengan más extensión (a costa de reducir la del dominio AII). Ambas gráficas
difieren poco porque la reducción de β es pequeña (de 750 a 600). Para un valor de β más
bajo (por ejemplo de 500) la reducción de la extensión del dominio AII es más acusada.
Si comparamos las gráficas de la figura VII.19.a) y c), vemos que emplear en el cálculo un
valor reducido de la deformación última de la fábrica no altera la extensión del dominio de
deformación AI (εmu no interviene en el valor de la cuantía mecánica elástica) pero sí
reduce notablemente la extensión del dominio B (a menor deformación última de la
fábrica, el fallo por compresión tiene más incidencia).
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
268
Para analizar cómo afecta a la capacidad resistente última a flexión el hecho de variar de
forma aislada los parámetros β y εmu se han elaborado las tablas VII.3 y VII.4. En ellas se
recoge el momento reducido para una fábrica con distintos niveles de compresión y una
cuantía mecánica de refuerzo igual a 0,1 (situación equivalente a un metro lineal de muro
de resistencia a compresión media, fmk=5 MPa y γm=2,5, reforzado con un tejido flexible de
fibra de carbono, Ef tf=40.000 MPa mm, cubriendo un 30% de sus superficie en exposición
interior, εfe=0,006). Se indica en qué porcentaje se ha modificado el momento último en
función de los valores de β y εmu considerados.
En la tabla VII.3 se compara el momento reducido calculado con una constante de
proporcionalidad β igual a 750 y 600. Para β igual a 600 el momento es menor que para β
igual a 750, siendo más significativa la reducción cuando el dominio es de tipo B (del
orden del 3%) que cuando el dominio es de tipo AII (inferior al 1%). Esto se atribuye al
hecho de que al reducir la pendiente del tramo inicial del diagrama bilineal sin modificar
más parámetros (figura VII.18.a) el diagrama de cálculo tiene menos área.
En la tabla VII.4 se compara el momento reducido calculado para una deformación última
de la fábrica εmu igual a 0,0035 y 0,0025. Esto no ha afectado a la predicción del momento
cuando el dominio de deformación es de tipo AII (ambos diagramas de cálculo coinciden
hasta un valor de deformación de la fábrica de 0,0025, figura VII.18.b). En cambio en
aquellas condiciones en la que el dominio de la sección en la rotura es de tipo B, el
momento es menor si εmu es igual a 0,0025 (hasta un 15,8 %). El diagrama de cálculo con
εmu igual a 0,0025 tiene un área sensiblemente menor (figura VII.18.b). Además, en el
dominio B cuando la deformación última de la fábrica tiene un valor bajo, el fallo por
compresión de la fábrica se produce antes de que el refuerzo llegue a experimentar
deformaciones importantes, por lo que su colaboración es menor que cuando la fábrica
falla a compresión con una deformación última mayor.
En resumen, reducir (de forma aislada) tanto el valor de β (fábricas con módulo elástico
menor) como el de εmu (fábricas menos deformables) supone que: 1) la incidencia del
domino B (fallo por compresión de la fábrica) es mayor y 2) disminuye el momento último
en aquellas secciones cuyo dominio de deformación en la rotura es de tipo B. Para los
casos estudiados, variar la constante de proporcionalidad β también repercute en el
momento último de secciones con dominio AII pero de forma menos significativa.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
269
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5ν
ω f
cuantía elástica cuantía límite
dominio B
AII
AI
εfe = 0,006 β= 750 εmu= 0,0035
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5ν
ω f
cuantía elástica cuantía límite
dominio B
AII
AI
εfe = 0,006 β= 600 εmu= 0,0035
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5ν
ω f
cuantía elástica cuantía límite
dominio B
AIIAI
εfe = 0,006 β= 750 εmu= 0,0025
md
σf
3,5
=600β
=750β
( )ε 000 3,5 0
00ε( )
σ
mdf
2,5
a) b)
Figura VII.18. Diagrama de cálculo de la fábrica variando sólo: a) la pendiente del tramo
inicial (β=750 ó 600) y b) la deformación última (εmu=0,0035 ó 0,0025).
a)
b) c)
Figura VII.19. Gráficos axil reducido-cuantía mecánica para un refuerzo con εfe=0,006 y
una fábrica con: a) β=750 y εmu=0,0035, b) β=600 y εmu=0,0035 y c) β=750
y εmu=0,0025.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
270
Tabla VII.3. Momento reducido de una seción de fábrica reforzada con ωf=0,01
según sea de aplicación un β=750 o β=600
β=750
(εmu=0,0035) β=600
(εmu=0,0035) Variación µ
µ= 0,1125 µ= 0,1120 0,4 % ν=0,05 dominio AII dominio AII µ= 0,1289 µ= 0,1284 0,4 % ν=0,10 dominio AII dominio AII µ= 0,1537 µ= 0,1488 3,3 % ν=0,20 dominio B dominio B µ= 0,1500 µ= 0,1455 3,1 % ν=0,30 dominio B dominio B µ= 0,1454 µ= 0,1412 3,0 % ν=0,40 dominio B dominio B µ= 0,1373 µ= 0,1332 3,1 % ν=0,50 dominio B dominio B
Tabla VII.4. Momento reducido de una sección de fábrica reforzada con ωf=0,01 según sea de aplicación un εmu=0,0035 o εmu=0,0025
εmu=0,0035
(β=750) εmu=0,0025
(β=750) Variación µ
µ= 0,1125 µ= 0,1125 0 % ν=0,05 dominio AII dominio AII µ= 0,1289 µ= 0,1289 0 % ν=0,10 dominio AII dominio AII µ= 0,1537 µ= 0,1327 15,8 % ν=0,20 dominio B dominio B µ= 0,1500 µ= 0,1338 12,1 % ν=0,30 dominio B dominio B µ= 0,1454 µ= 0,1332 9,2 % ν=0,40 dominio B dominio B µ= 0,1373 µ= 0,1276 7,6 % ν=0,50 dominio B dominio B
Cuando se cambia el diagrama bilineal de cálculo propuesto en el punto VI (β= 750 y
εmu=0,0035) con el criterio antes indicado: 1) una fábrica más rígida (β= 1000 y
εmu=0,0025) y 2) una fábrica con un comportamiento más dúctil (β= 600 y εmu=0,0045), los
efectos de aumentar/reducir β y εmu se superponen y, en parte, se contrarrestan (porque
cuando se aumenta uno se reduce el otro).
Para analizar la incidencia de estos cambios se presentan: 1) los gráficos de la figura
VII.20 axil reducido-cuantía mecánica de refuerzo para un mismo valor de deformación de
cálculo de la lámina (εfe=0,006) y los valores de β y εmu característicos de los tres
diagramas de cálculo considerados y 2) la tabla VII.5 donde se cuantifica la variación del
momento último adimensional respecto del obtenido con el diagrama de cálculo de
referencia (β= 750 y εmu=0,0035) calculado para un metro lineal de un muro de dos pies
de espesor reforzado con los tres sistemas de refuerzo considerados, cubriendo un 30%
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
271
de su superficie (si son hojas flexibles) o un 20% (si son preconformados), en ambiente
exterior e interior, varios niveles de compresión y un valor medio de resistencia a
compresión de la fábrica (fmk=5 MPa).
Si observamos las gráficas de la figura VII.20, vemos que en la fábrica con un
comportamiento más rígido (β= 1000 y εmu=0,0025) tiene más extensión el dominio B (fallo
por compresión) que para la fábrica de referencia (β= 750 y εmu=0,0035). Todo lo contrario
ocurre con la fábrica cuyo comportamiento es más deformable (β= 600 y εmu=0,0045),
donde el dominio B tiene menos extensión que en la fábrica de referencia (β= 750 y
εmu=0,0035). Ambas situaciones son producto de la variación de la deformación última de
la fábrica que ha resultado más determinante que la variación del módulo elástico.
Respecto a la posición del límite entre el dominio AI y AII (recta según la expresión de la
cuantía mecánica elástica de refuerzo) hay pequeñas diferencias porque se ve afectada
por la variación del parámetro β.
En la tabla VII.5 se recoge el momento reducido obtenido para un metro lineal de un muro
de dos pies de espesor y resistencia media con los refuerzos antes indicados según qué
diagrama se emplee en el cálculo. Cuando se trata de la fábrica con un comportamiento
más rígido (β= 1000 y εmu=0,0025), el momento obtenido es de media un 3,6 % menor que
si se utiliza el diagrama de referencia (β= 750 y εmu=0,0035). Se observa que cuando el
dominio de deformación de la sección en la rotura es de tipo AII casi no hay variación
(media del 0,5%) mientras que si el dominio es de tipo B la media es del 4,9%, siendo la
variación máxima de momento del 9,1 %. Si en cambio se trata de una fábrica más
deformable (β= 600 y εmu=0,0045), el momento obtenido es de media un 2,3 % mayor que
si se utilizase el diagrama de referencia (β= 750 y εmu=0,0035). Si sólo consideramos
aquellas secciones cuyo dominio en la rotura es de tipo AII, la media es del 1,5%,
mientras que para el dominio B es del orden del 3,4%, siendo la variación máxima de
momento del 6,2 %. Todas las variaciones de momento significativas (superiores o iguales
al 1%) son de bajada de momento último cuando la fábrica es más rígida y de aumento
del mismo cuando es más dúctil.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
272
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5ν
ω f
cuantía elástica cuantía límite
dominio B
AIIAI
εfe = 0,006 β= 1000 εmu= 0,0025
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5ν
ω f
cuantía elástica cuantía límite
dominio B
AII
AI
εfe = 0,006 β= 600 εmu= 0,0045
0,00
0,10
0,20
0,30
0,40
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5ν
ω f
cuantía elástica cuantía límite
dominio B
AII
AI
εfe = 0,006 β= 750 εmu= 0,0035
a)
b) c)
Figura VII.20. Gráficos axil reducido-cuantía mecánica para un refuerzo con εfe=0,006 y
una fábrica con: a) β=750 y εmu=0,0035, b) β=1000 y εmu=0,0025 y c)
β=600 y εmu=0,0045.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
273
Tabla VII.5. Momento reducido en función del diagrama de cálculo empleado.
Muro de 2 pies y resistencia a compresión media (fmk= 5 MPa, γm= 2,5).
εmu=0,0025
β=1000 εmu=0,0035
β=750 εmu=0,0045
β=600 µ1 variación µ2 µ3 variación
0,1241 0,3% 0,1237 0,1232 -0,4% ν=0,15 dominio AII dominio AII dominio AII 0,1322 -6,9% 0,1413 0,1493 5,3% ν=0,30 dominio B dominio B dominio B 0,1306 -2,7% 0,1341 0,1372 2,3%
Interior (εfe=0,006)
ν=0,50 dominio B dominio B dominio B 0,1141 0,5% 0,1135 0,1128 -0,6% ν=0,15 dominio AII dominio AII dominio AII 0,1322 -6,9% 0,1413 0,1454 2,8% ν=0,30 dominio B dominio B dominio AII 0,1306 -2,7% 0,1341 0,1372 2,3%
CFRP no
preconformado
Ef tf = 40.000 N/mm
bf= 30% Exterior
(εfe=0,005) ν=0,50 dominio B dominio B dominio B
0,1019 0,4% 0,1014 0,1009 -0,5% ν=0,15 dominio AII dominio AII dominio AII 0,1231 -5,5% 0,1299 0,1357 4,2% ν=0,30 dominio B dominio B dominio AII 0,1277 -1,9% 0,1302 0,1324 1,7%
Interior (εfe=0,006)
ν=0,50 dominio B dominio B dominio B 0,0953 0,6% 0,0947 0,0940 -0,8% ν=0,15 dominio AII dominio AII dominio AII 0,1231 -5,5% 0,1299 0,1301 0,1% ν=0,30 dominio B dominio B dominio AII 0,1277 -1,9% 0,1302 0,1324 1,7%
GFRP no
preconformado
Ef tf = 25.000 N/mm
bf= 30%
Exterior (εfe=0,005)
ν=0,50 dominio B dominio B dominio B 0,1877 -1,2% 0,1899 0,1892 -0,4% ν=0,15 dominio B dominio AII dominio AII 0,1700 -9,1% 0,1854 0,1976 6,2% ν=0,30 dominio B dominio B dominio B 0,1447 -5,0% 0,1519 0,1577 3,7%
Interior (εfe=0,004)
ν=0,50 dominio B dominio B dominio B 0,1758 0,5% 0,1750 0,1740 -0,5% ν=0,15 dominio AII dominio AII dominio AII 0,1700 -9,1% 0,1854 0,1946 4,7% ν=0,30 dominio B dominio B dominio AII 0,1447 -5,0% 0,1519 0,1577 3,7%
CFRP
preconformado
Ef tf =200.000N/mm
bf= 20%
Exterior (εfe=0,0035)
ν=0,50 dominio B dominio B dominio B
εmu= 0,0025 y β= 1000 εmu= 0,0045 y β= 600
Media variación: 3,65% Media variación: 2,33%
Máximo (valor absoluto): 9,1% Máximo (valor absoluto): 6,2%
Media var. dom. AII: 0,46% Media var. dom. AII: 1,50%
Media var. dom. B: 4,9% Media var. dom. B: 3,36%
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
274
VII.6. INCREMENTO DE MOMENTO OBTENIDO CON EL REFUERZO
Con objeto de conocer qué orden de mejora cabe esperar cuando se refuerzan muros con
materiales compuestos avanzados se calcula el momento último de secciones de fábrica
con distinto espesor, resistencia a compresión, tipo y cantidad de refuerzo y nivel de axil.
Se compara este momento con el resistido por la fábrica sin reforzar.
Esta tarea se realiza con ayuda de una hoja de cálculo en la que se utiliza la formulación
propuesta. Las variables consideradas son: la resistencia característica a compresión de
la fábrica (alta: 10 MPa, media: 5 MPa y baja: 2 MPa), el espesor del muro (desde un pie
hasta dos pies y medio), el tipo de refuerzo (los tres tipos de material compuesto
indicados en la introducción de este capítulo), el ancho de la lámina expresado como el
porcentaje de la superficie del muro sobre el que se adhiere (para tejidos no
preconformados se ha considerado un 15%, 30% y 60%, pero para preconformados estas
cantidades son excesivas y se ha considerado un 10%, 20% y 30%), la deformación
efectiva de cálculo del refuerzo (calculada en función del tipo de fibra y de la exposición
medioambiental), el tipo de exposición medioambiental (interior y exterior) y el nivel de axil
reducido (del 15%, 30%, 50% y 60%).
Para todos los casos se ha considerado que el ancho de la sección de fábrica es un metro
lineal, la deformación última de la fábrica es de 0,0035, el coeficiente de seguridad de la
fábrica (γ) es igual a 2,5 y el factor indicativo del módulo elástico de la fábrica (β) es igual
a 750. A continuación se recogen las tablas con el resumen de los resultados obtenidos.
La tabla VII.6 corresponde a una resistencia a compresión de la fábrica de tipo medio
(fmk=5 MPa). En ella se indica, para cada tipo de refuerzo, tipo de exposición y nivel de axil
reducido, el valor máximo y mínimo de los cocientes del momento reducido del muro
reforzado entre momento reducido del muro sin reforzar calculados para distintos
espesores y anchos de refuerzo. El valor máximo indica la máxima mejora que es posible
alcanzar, y en todos los casos, se ha obtenido para muros con el menor de los espesores
considerados, un pie, y el mayor ancho de lámina adherida (60% de la superficie del muro
para refuerzos ejecutados in situ de vidrio o carbono y 30% para refuerzos
preconformados de carbono). Esto es debido a que hasta un 50-60% de la compresión
última del muro, a mayor cuantía mecánica de refuerzo mayor es el momento último y
dicha cuantía mecánica es directamente proporcional al ancho de refuerzo e inversamente
proporcional al espesor del muro.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
275
De forma análoga los valores mínimos del cociente de momentos corresponden a muros
con el mayor espesor considerado, 2 pies y medio, y el menor ancho de refuerzo (15% de
la superficie del muro para refuerzos no preimpregnados de vidrio o carbono y 10% para
preconformados de carbono).
Analizando los resultados de la tabla VII.6 se observa como para una resistencia a
compresión media de la fábrica (fmk= 5 MPa) y una compresión del 15% de la compresión
última, un refuerzo no preconformado a base de fibras unidireccionales de carbono con un
Ef tf = 40.000 N/mm puede llegar a suponer que el momento resistido por el muro sea
hasta 3,5 veces mayor que el de la fábrica sin reforzar. En las mismas condiciones, un
refuerzo no preconformado de fibra de vidrio con un Ef tf = 25.000 N/mm puede ampliar el
momento resistido por el muro en hasta 3 veces y un laminado preconformado de carbono
con un Ef tf = 200.000 N/mm puede llegar a suponer un momento hasta casi 4,5 veces
más que el de la fábrica sin reforzar.
Si la compresión soportada por el muro es un 30% de la compresión última, el incremento
de momento registrado con refuerzos ejecutados in situ es bastante menor (como máximo
1,8 veces ó 1,6 veces el momento de la fábrica sin reforzar para láminas de carbono y
vidrio respectivamente). Aunque el axil reducido sea del 30%, si el refuerzo es un
laminado preconformado de carbono el momento último puede llegar a ser el doble que el
de la fábrica sin reforzar. Si la compresión es igual al 50% de la compresión última y el
refuerzo se ejecuta in situ, el momento mejora como máximo un 25 % respecto del muro
sin reforzar. Con laminados preconformados de carbono la mejora es algo mayor.
Como se ha dicho estos valores máximos se registran cuando el muro tiene poco espesor
y la lámina se adhiere sobre una gran superficie del mismo. Si el muro tiene mayor
espesor y/o la superficie adherida es menor, estos márgenes se reducen.
En cualquier caso, cuando la compresión soportada por el muro es baja (axil reducido igual a 0,15), la mejora es notable y cuando es moderada (axil reducido igual a 0,30) sigue siendo más que aceptable. A partir del 50% de la compresión última del muro, el margen de mejora es muy inferior salvo para preconformados de carbono debido a su gran rigidez. Sin embargo experimentalmente se ha observado que este tipo de refuerzos se desprenden con mayor facilidad por lo que para conseguir estos niveles teóricos de mejora del momento sería necesario utilizar sistemas de anclaje que resultasen eficaces.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
276
En la tabla VII.7 la resistencia a compresión de la fábrica es de tipo alto (fmk= 10 MPa). En
esta situación los márgenes de mejora del momento último adimensional respecto de la
fábrica sin reforzar son menores. Esto es debido a que a mayor resistencia a compresión
de la fábrica, menor es la cuantía mecánica de refuerzo: la misma lámina adherida sobre
la misma superficie de un muro con igual espesor supone una cuantía mecánica de
refuerzo más baja, y por tanto un menor incremento de momento reducido respecto de la
fábrica sin refuerzo, que cuando el muro tiene una resistencia a compresión inferior.
En la tabla VII.8 la resistencia a compresión de la fábrica es de tipo bajo (fmk= 2 MPa). En
esta situación los márgenes de mejora del momento reducido son mayores. Ahora los
muros presentan una mayor cuantía mecánica de refuerzo porque este parámetro es
inversamente proporcional a la resistencia a compresión de la fábrica.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
277
Tabla VII.6. Muros de hasta 2 ½ pies con fábrica de resistencia media, fmk= 5 MPa
(β=750, εmu=0,0035, γ=2,5)
µ ref / µ sin ref
máximo mínimo υ=0,15 352 % 139 % υ=0,30 186 % 117 % υ=0,50 126 % 104 %
Exposición interior (εfe=0,006)
υ=0,60 114 % 102 % υ=0,15 352 % 132 % υ=0,30 186 % 116 % υ=0,50 126 % 104 %
CFRP no preconformado
Ef tf = 40.000 N/mm
bf= 15% - 30% - 60% Exposición exterior (εfe=0,005)
υ=0,60 114 % 102 % υ=0,15 305 % 124 % υ=0,30 166 % 111 % υ=0,50 119 % 102 %
Exposición interior (εfe=0,006)
υ=0,60 110 % 101 % υ=0,15 291 % 120 % υ=0,30 166 % 110 % υ=0,50 119 % 102 %
GFRP no preconformado
Ef tf = 25.000 N/mm
bf= 15% - 30% - 60% Exposición exterior (εfe=0,005)
υ=0,60 110 % 101 % υ=0,15 447 % 184 % υ=0,30 228 % 142 % υ=0,50 144 % 112 %
Exposición interior (εfe=0,004)
υ=0,60 124 % 106 % υ=0,15 447 % 173 % υ=0,30 228 % 137 % υ=0,50 144 % 112 %
CFRP preconformado
Ef tf = 200.000 N/mm
bf= 10% - 20% - 30% Exposición exterior(εfe=0,0035)
υ=0,60 124 % 106 %
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
278
Tabla VII.7. Muros de hasta 2 ½ pies con fábrica de resistencia alta, fmk= 10 MPa
(β=750, εmu=0,0035, γ=2,5)
µ ref / µ sin ref
máximo mínimo υ=0,15 284 % 119 % υ=0,30 158 % 109 % υ=0,50 116 % 102 %
Exposición interior (εfe=0,006)
υ=0,60 109 % 101 % υ=0,15 256 % 115 % υ=0,30 158 % 108 % υ=0,50 116 % 102 %
CFRP no preconformado
Ef tf = 40.000 N/mm
bf= 15% - 30% - 60% Exposición exterior (εfe=0,005)
υ=0,60 108 % 101 % υ=0,15 219 % 112 % υ=0,30 142 % 106 % υ=0,50 111 % 101 %
Exposición interior (εfe=0,006)
υ=0,60 105 % 100 % υ=0,15 200 % 109 % υ=0,30 142 % 105 % υ=0,50 111 % 101 %
GFRP no preconformado
Ef tf = 25.000 N/mm
bf= 15% - 30% - 60% Exposición exterior (εfe=0,005)
υ=0,60 105 % 100 % υ=0,15 375 % 142 % υ=0,30 196 % 121 % υ=0,50 130 % 106 %
Exposición interior (εfe=0,004)
υ=0,60 116 % 103 % υ=0,15 356 % 135 % υ=0,30 196 % 118 % υ=0,50 130 % 106 %
CFRP preconformado
Ef tf = 200.000 N/mm
bf= 10% - 20% - 30% Exposición exterior(εfe=0,0035)
υ=0,60 116 % 103 %
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
279
Tabla VII.8. Muros de hasta 2 ½ pies con fábrica de resistencia baja, fmk= 2 MPa
(β=750, εmu=0,0035, γ=2,5)
µ ref / µ sin ref
máximo mínimo υ=0,15 447 % 196 % υ=0,30 228 % 136 % υ=0,50 144 % 109 %
Exposición interior (εfe=0,006)
υ=0,60 124 % 104 % υ=0,15 447 % 180 % υ=0,30 228 % 136 % υ=0,50 144 % 109 %
CFRP no preconformado
Ef tf = 40.000 N/mm
bf= 15% - 30% - 60% Exposición exterior (εfe=0,005)
υ=0,60 124 % 104 % υ=0,15 398 % 161 % υ=0,30 206 % 125 % υ=0,50 135 % 106 %
Exposición interior (εfe=0,006)
υ=0,60 118 % 103 % υ=0,15 398 % 150 % υ=0,30 206 % 125 % υ=0,50 135 % 106 %
GFRP no preconformado
Ef tf = 25.000 N/mm
bf= 15% - 30% - 60% Exposición exterior (εfe=0,005)
υ=0,60 118 % 103 % υ=0,15 530 % 301 % υ=0,30 265 % 178 % υ=0,50 161 % 123 %
Exposición interior (εfe=0,004)
υ=0,60 135 % 112 % υ=0,15 530 % 278 % υ=0,30 265 % 178 % υ=0,50 161 % 123 %
CFRP preconformado
Ef tf = 200.000 N/mm
bf= 10% - 20% - 30% Exposición exterior(εfe=0,0035)
υ=0,60 135 % 112 %
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
280
VII.7.CONCLUSIONES
Con ayuda de la formulación propuesta se estudia la influencia de las principales variables
en la capacidad resistente a flexión de muros reforzados encolando láminas de materiales
compuestos. Mientras se analiza por separado cada variable, se asigna al resto una serie
de valores que se considera pueden ser de aplicación para casos reales.
Además, para facilitar esta tarea se utilizan, fundamentalmente, dos tipos de gráficos:
- Gráficos axil reducido-cuantía mecánica de refuerzo donde se representan las
ecuaciones para la determinación de la cuantía mecánica elástica (ωf, elast) y cuantía
mecánica límite (ωlim) según las ecuaciones ec.IV.10 y ec.IV.12, respectivamente.
Permiten visualizar los posibles dominios de deformación en la rotura, y por tanto el
modo de fallo esperable para una fábrica y sistema de refuerzo determinados.
- Diagramas de interacción adimensionales axil-momento que, además de ser una
herramienta para la comprobación o cálculo del refuerzo, permiten visualizar la
incidencia que el axil soportado tiene en la capacidad para resistir momento de
secciones de fábrica con y sin refuerzo.
Algunas de las conclusiones que se extraen son:
1) El nivel de compresión soportado por el muro reforzado es determinante y afecta: al tipo de fallo previsible, a la mejora en la capacidad resistente a flexión conseguida con el refuerzo e, incluso, a la viabilidad, o no, de la propia intervención de refuerzo.
El tipo de fallo previsible está muy condicionado por el nivel de axil soportado por el
muro. Los fallos por compresión de la fábrica se dan para compresiones moderadas y
altas y/o para cuantías mecánicas de refuerzo importantes. Se puede cuantificar el
nivel de axil para el que, con independencia de la cantidad de refuerzo adherido, el
fallo es siempre por compresión de la fábrica (ec.VII.1), o la cuantía mecánica de
refuerzo para la que, aunque no haya axil, el fallo es por compresión (ec.VII.2).
Puede decirse que para niveles de compresión bajos y moderados (entorno al 15-30%
del máximo que admite la sección en compresión centrada), el incremento en la
capacidad para resistir momentos gracias a la adición del refuerzo es importante.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
281
Cuando el axil es bajo la mejora que se obtiene con el refuerzo es muy elevada, de
ahí que en la bibliografía publicada sobre el tema estén documentadas grandes
mejoras cuando las probetas de fábrica reforzadas se ensayan a flexión simple. Sin
embargo, a partir de un nivel de compresión del 50% de la carga última del muro, el
incremento de momento obtenido con el refuerzo disminuye de forma considerable.
Como se analizó en el punto III.4.1, hasta una compresión igual a la mitad de la carga
última del muro el problema es de estabilidad. Es en este rango de compresiones
donde la aplicación del refuerzo tiene sentido: aporta a la fábrica una capacidad para
resistir tracciones que ésta no tiene y dicha tracción permite equilibrar momentos
solicitantes mayores. En cambio, para niveles de compresión elevados el problema es
de resistencia a compresión y no de estabilidad, por eso incorporar un refuerzo que es
capaz de resistir grandes tracciones pero no compresiones, apenas supone mejora y
la operación de refuerzo carece de sentido.
2) La deformación de cálculo del refuerzo utilizada en el cálculo tiene también repercusión en el tipo de fallo previsible y en la estimación de la capacidad resistente a flexión conseguida con el refuerzo pero en este caso, sólo cuando el dominio de deformación de la sección crítica en la rotura es de tipo AI o AII.
El valor adoptado como deformación efectiva de cálculo del refuerzo (εfe) influye en el
tipo de fallo previsible: a menor valor de deformación efectiva de cálculo del refuerzo
mayor repercusión de los dominios de deformación de sección en la rotura de tipo AI
y AII, es decir, aquellos en los que el fallo es atribuible a la lámina.
Para estos casos donde el dominio de deformación de la sección crítica en la rotura
sea de tipo AI o AII, utilizar un valor elevado de εfe lleva a predecir que el fallo será
debido a la fábrica y no por pérdida de acción del refuerzo, y a sobrestimar el
momento reducido que resiste la sección. En cambio, cuando el dominio es de tipo B,
εfe no interviene en la predicción del momento. El problema es que excepto en casos
extremos, hay que establecer previamente un valor de εfe para prever cual será el
dominio de deformación de la sección en la rotura.
En cualquier caso, utilizar en el cálculo un valor reducido de la deformación efectiva de
cálculo del refuerzo (εfe) es una práctica que está del lado de la seguridad. Con dicho
valor reducido se obtienen siempre valores menores (dominio AII) o iguales (dominio
B) del momento reducido respecto del cálculo realizado con valores elevados de εfe.
CAPÍTULO VII. INCIDENCIA DE DISTINTAS VARIABLES
282
En muros con espesor hasta 2 pies y medio, resistencia habitual según CTE y los tres
tipos de refuerzo considerados, los dominios de deformación en la rotura son de tipo
AII ó B. El dominio AII se da con bastante frecuencia, por lo que resulta importante fijar
adecuadamente εfe.
3) Incrementar la rigidez del refuerzo equivale a disponer cuantías mecánicas de
refuerzo mayores (siempre y cuando ésta no vaya asociada a valores de deformación
efectiva de cálculo del refuerzo sumamente reducidos). A mayor cuantía mecánica de
refuerzo, mayor es la capacidad resistente a flexión del muro para niveles de axil
reducidos o moderados. Como se ha visto con carácter general, para niveles de axil
elevados, incrementar la rigidez del refuerzo (o disponer cuantías mecánicas de refuerzo mayores) no revierte en mejoras significativas de momento.
4) Se analiza la incidencia de variar el diagrama de cálculo bilineal utilizado para la fábrica para tener en consideración fábricas con un comportamiento más rígido
(β= 1000 y εmu=0,0025) y otras más deformables (β= 600 y εmu=0,0045).
Para la fábrica más rígida (β= 1000 y εmu=0,0025) el fallo por compresión (dominio B)
tiene más incidencia que para aquellas fábricas donde sea de aplicación el diagrama
general (β= 750 y εmu=0,0035). Lo contrario ocurre para la fábrica más deformable (β=
600 y εmu=0,0045). Ambas situaciones son producto de la variación de la deformación
última de la fábrica que en los casos analizados ha resultado más determinante que
la variación del módulo elástico.
Se ha estudiado la variación del momento último para muros de 2 pies de espesor,
fábrica de resistencia media y cuantías medias de los tres tipos de refuerzo
considerados en el capítulo. Cuando se trata de la fábrica con un comportamiento
más rígido (β= 1000 y εmu=0,0025), el momento último obtenido es menor que para
aquellas donde sea de aplicación el diagrama de referencia (β= 750 y εmu=0,0035),
sobre todo si el dominio de la sección en la rotura es de tipo B (media de disminución
del momento para el dominio B del 4,9% frente al 0,5% de media para el dominio AII).
Para la fábrica más deformable (β= 600 y εmu=0,0045), el momento último obtenido es
mayor que si se utiliza el diagrama de referencia (β= 750 y εmu=0,0035). En este caso
la variación media del momento es del 1,5 % para aquellas secciones cuyo dominio
en la rotura es de tipo AII, mientras que para el dominio B es del orden del 3,4%.
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
285
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
VIII.1. RESUMEN DE LOS TRABAJOS REALIZADOS
Los polímeros reforzados con fibras (FRP) presentan propiedades mecánicas idóneas
para el refuerzo exterior de estructuras. El principal objetivo de la tesis es mejorar el
conocimiento de esta técnica para facilitar su empleo como refuerzo a flexión de
estructuras de fábrica, lo que tiene interés en situaciones donde se puedan producir
solicitaciones de flexión excesivas para este material. Por ejemplo, cuando exista riesgo
de que se produzcan acciones externas desestabilizantes de tipo accidental (terremotos,
derrumbes parciales), en intervenciones de refuerzo donde se vaya a incrementar la carga
soportada por el elemento (cambios de uso, modificaciones estructurales), o en fábricas
que han experimentado daños previos (asientos diferenciales, desplomes) que generan
solicitaciones de flexión no previstas en el momento de su construcción.
Para alcanzar este objetivo se han realizado los siguientes trabajos:
1) Revisión exhaustiva del estado actual de conocimiento sobre el tema
Se ha constatado que existe ya un número considerable de trabajos teóricos y
experimentales publicados y que las estructuras de fábrica empiezan a estar presentes
en algunas de las guías técnicas de diseño para refuerzos con materiales compuestos
elaboradas por distintos organismos internacionales (ACI 440.7R-2010, CNR-DT
200/2004 y CNR-DT 200 R1/2012).
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
286
Se observa no obstante alguna carencia: en pocos casos los trabajos experimentales
se hacen para solicitaciones de flexocompresión. Esto hace que no se conozca bien el
comportamiento mecánico de los muros reforzados bajo estas condiciones de carga,
habituales en fábricas reales, y que aún no se hayan establecido para estos casos
recomendaciones de diseño del refuerzo que eviten un comportamiento excesivamente
rígido del elemento, como se hace en hormigón. A nivel teórico, algunas de las
propuestas contemplan solicitaciones de flexocompresión como la realizada por el
profesor Triantafillou (1998) quien plantea un procedimiento muy interesante basado en
el método de cálculo de secciones de hormigón armado pero que presenta el problema
de atender sólo a uno de los posibles tipos de fallo (por compresión de la fábrica). En
general se observa que los métodos planteados tienden a modelar la fábrica bien como
un material plástico bien como un material elástico en función del tipo de fallo
(atribuible a la fábrica o al refuerzo, respectivamente) que cada autor considere puede
tener más incidencia en la práctica.
Al igual que cuando el elemento reforzado es de hormigón, en fábricas interesa evitar
fallos prematuros por desprendimiento repentino del refuerzo, lo que en muchas
ocasiones se inicia en el extremo de la lámina. Las propuestas de cálculo del anclaje
del refuerzo (longitud de anclaje y máxima fuerza de tracción que puede soportar la
junta) son numerosas y dispares, y están planteadas mayoritariamente para soportes
de hormigón. También puede darse el fallo por desprendimiento de la lámina iniciado
en la zona interior del elemento, que suele estar ligado a la apertura de fisuras. Para
este caso también hay diversas propuestas de cálculo que, de forma simplificada,
podemos agrupar en dos tipos: 1) aquellas que intentan comprobar que el estado
tensional en la junta no supera unos valores admisibles (con la dificultad que esto
supone dado la propia complejidad del proceso de despegue y el gran número de
variables involucradas) y 2) aquellas que abordan el problema limitando la deformación
del refuerzo a un valor por debajo del cual se haya probado experimentalmente que no
cabe esperar fallos por despegue (la dificultad en este caso estriba en contar con
suficientes resultados experimentales que cubran las distintas situaciones en cuanto a
tipo de solicitación, material de refuerzo, soporte, etc.). Esta segunda vía facilita la
práctica del proyecto del refuerzo.
2) Trabajos experimentales realizados
La tesis realizada consta de dos pequeñas campañas experimentales relacionadas con
dos campos poco investigados hasta el momento.
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
287
En la primera de ellas se estudia la adherencia de bandas preconformadas de fibra de
carbono a fábricas de ladrillo macizo. Se realizan ensayos sobre probetas en buen
estado de conservación y sobre probetas similares sometidas a un proceso de
deterioro que le provoca daños superficiales. Se busca estudiar la eficacia de la junta
en fábricas antiguas que pueden tener su superficie deteriorada por encontrarse a la
intemperie o por el propio paso del tiempo.
En la segunda campaña se ensayan fábricas reforzadas con estos materiales
combinando esfuerzos de flexión y compresión. Las variables del trabajo fueron: dos
tipos de formato de materiales compuestos con fibra de carbono (tejido flexible con
fibras unidireccionales y bandas preconformadas), dos niveles de compresión
moderada (30 y 50 KN, ambos inferiores al 20% de la compresión última de la fábrica)
y distintas cantidades de refuerzo (múltiplos entre sí).
3) Revisión de métodos de cálculo del anclaje del refuerzo para su posible aplicación a soportes de fábrica
A nivel teórico se ha abordado el problema del cálculo del anclaje del refuerzo
adherido a fábricas revisando cuatro modelos existentes de adherencia (uno
experimental y tres basados en la mecánica de fractura). Se han seleccionado por su
repercusión en otros trabajos de investigación o guías técnicas o por ser propuestas
específicas para refuerzos adheridos a estructuras de fábrica.
Para poder revisarlos se ha recopilado una base de datos a partir de los resultados de
más de cien ensayos simplificados de adherencia entre FRP y fábrica procedentes de
10 trabajos de investigación suficientemente documentados y parte de los ensayos
propios de adherencia incluidos en la tesis. La base la forman 61 pruebas (si un
mismo ensayo se repite varias veces se incorpora a la base el promedio de la serie).
4) Propuesta de un método para la comprobación de secciones reforzadas que incluye una limitación de la deformación de cálculo del refuerzo para evitar fallos por pérdida de adherencia
Se propone un método para la comprobación de secciones de fábrica reforzadas con
materiales compuestos sometidas a esfuerzos combinados de flexión y compresión en
el E.L.U. de agotamiento resistente. Está basado en el procedimiento de cálculo de la
capacidad resistente de secciones de hormigón que se ha adaptado a las fábricas
reforzadas. El método cubre todos los posibles modos de fallo propios de flexión y
flexocompresión (tanto atribuibles al refuerzo como a la fábrica).
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
288
Para la fábrica se utiliza un diagrama de cálculo tensión-deformación de tipo bilineal
(acorde con el CTE DB SE-F) cuya simplicidad facilita el desarrollo de toda la
formulación al tiempo que resulta adecuado para predecir la capacidad resistente a
flexión tanto si el fallo es debido al refuerzo como a la fábrica. En cuanto al refuerzo se
limita su deformación de cálculo teniendo en consideración ciertos aspectos que
provocan que no pueda desarrollar toda su resistencia, como el desprendimiento
inducido por fisuras en el interior del elemento o el deterioro medioambiental. En
concreto, se propone una forma de estimar un “coeficiente reductor por adherencia”.
Una vez obtenidas las ecuaciones para el cálculo de la capacidad resistente última de
la sección reforzada para cada uno de los posibles dominios de deformación de la
sección en la rotura se procede a su revisión. Para ello se recopila una base de datos
con resultados experimentales de ensayos de flexión y flexocompresión procedentes
de 9 publicaciones y parte de los ensayos propios incluidos en la tesis. La base consta
de 68 ensayos que se dividen en tres grupos en función del tipo de fallo documentado
(en todos los casos se trata de fallos propios de flexión y flexocompresión) y de si se
conoce, o no, la deformación máxima registrada en el refuerzo durante el ensayo.
Para la revisión del método de cálculo y determinación del “coeficiente reductor por
adherencia” se ha seguido el siguiente procedimiento:
a) Se comprueba si los resultados teóricos obtenidos con el método propuesto se
ajustan de forma razonable a los resultados publicados. Para ello se calcula (y
compara con los resultados experimentales) el momento último y el modo de fallo
esperable de probetas de la base de datos utilizando exclusivamente los datos y
parámetros facilitados por cada autor (sin coeficientes de seguridad). En este
cálculo se utiliza la deformación máxima del refuerzo registrada durante el ensayo
como valor de deformación de cálculo del mismo. La comprobación sólo puede
hacerse para 46 ensayos de la base (quedan excluidas las pruebas donde no se
conoce la deformación máxima experimentada por el refuerzo siendo el fallo
atribuible a él).
b) Se prueban dos posibles aproximaciones (basadas en dos guías técnicas
elaboradas por el ACI, ACI 440.7R-10 y ACI 440.2R-08) para determinar el valor
del coeficiente reductor por adherencia. En esta tarea se utilizan las 45 pruebas
de base de datos cuyo fallo es debido al refuerzo.
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
289
c) Se prueba el procedimiento de cálculo incorporando la seguridad de los
materiales lo que supone utilizar un coeficiente de seguridad parcial para la
fábrica y la deformación de cálculo del refuerzo calculada con el coeficiente
reductor por adherencia propuesto.
4) Estudio de la incidencia de las principales variables
Por último se utiliza la formulación obtenida para estudiar la incidencia de las
principales variables (como el nivel de compresión, el valor de deformación de cálculo
del refuerzo o su rigidez) en el tipo de fallo y la capacidad resistente a flexión del
elemento reforzado. Se elaboran diagramas de interacción adimensionales axil-
momento donde se señalan los dominios de deformación de la sección en la rotura.
VIII.2. APORTACIONES DE LA TESIS
Las líneas de investigación desarrolladas en la presente tesis introducen aportaciones en
el campo del refuerzo de estructuras existentes con materiales compuestos avanzados, y
más concretamente, dentro del ámbito del refuerzo a flexión de estructuras de fábrica.
A pesar de que la compresión es la solicitación predominante en este tipo de estructuras,
su presencia y repercusión apenas se ha tenido en cuenta en la mayor parte de los
trabajos publicados sobre el tema. Muchas de las aportaciones de la tesis tienen que ver
con el esfuerzo hecho desde el punto de vista teórico y experimental para incluir esta
variable en el análisis.
Las principales aportaciones que se han realizado son las siguientes:
• En relación con los ensayos de adherencia de bandas preconformadas de fibra de
carbono a fábricas de ladrillo macizo descritos en el punto IV.1, el propio trabajo
experimental, aunque sea una campaña reducida, resulta novedoso por plantear el
estudio sobre probetas que, en la mitad de los casos, se han sometido a un proceso
de deterioro superficial. En la bibliografía publicada sobre el tema no hay campañas
experimentales que contemplen esta posibilidad a pesar de que esta situación de
daño puede ser habitual en fábricas antiguas.
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
290
• En cuanto a los ensayos realizados sobre fábricas de ladrillo reforzadas a flexión con
distintas cantidades y tipo de láminas con fibra de carbono descrita en el punto IV.2, la
principal contribución consiste en aportar resultados experimentales para esfuerzos
combinados de flexión y compresión. Como se ha dicho, este tipo de ensayo es poco
frecuente en la bibliografía publicada sobre el tema.
• La principal aportación del capítulo V consiste en presentar los resultados de un
estudio comparativo sobre varios modelos de adherencia aplicables al cálculo del
anclaje que se cotejan para su aplicación a soportes de fábrica. Esta tarea se hace
con ayuda de una base de datos recopilada a partir de más de cien ensayos
simplificados de adherencia FRP-fábrica publicados por varios autores y parte de los
ensayos propios de adherencia expuestos en este trabajo.
• Desde el punto de vista teórico, se aporta un método para la comprobación en
agotamiento de secciones de fábrica reforzadas. Está basado en el procedimiento de
cálculo de la capacidad resistente de secciones de hormigón armado ajustando las
variables específicas de aplicación en fábricas a partir de los resultados de una base
de datos con ensayos de flexión y flexocompresión procedentes del trabajo
experimental propio y de otros nueve trabajos publicados.
• Se ha establecido un procedimiento riguroso y sistemático para procesar toda esta
información experimental que permite revisar el método y ajustar las variables
específicas para las fábricas.
• Se hace una propuesta de un “coeficiente reductor por adherencia” para estimar la
deformación de cálculo de láminas de FRP adheridas a fábricas. Dicha propuesta se
ha podido calibrar con un mayor número de pruebas que otras ya publicadas (ACI
440-7R-10, Tumialan 2011).
• En la bibliografía publicada sobre el tema no se ha estudiado suficientemente la
repercusión de algunas variables como la compresión soportada por la fábrica, entre
otras, en la capacidad resistente última de la sección reforzada. Con ayuda de la
formulación propuesta, se aporta un estudio sobre la incidencia de las principales
variables.
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
291
VIII.3. CONCLUSIONES
Con independencia de los comentarios y conclusiones incluidos al final de cada capítulo, a
continuación se resumen las principales conclusiones agrupadas en los siguientes puntos:
a) relativas al comportamiento experimental de la junta refuerzo de FRP-fábrica, b)
relativas a la revisión de varios métodos de cálculo del anclaje del refuerzo para su
posible aplicación a soportes de fábrica, c) relativas al comportamiento estructural a
flexocompresión de fábricas reforzadas con materiales compuestos, d) relativas al
procedimiento de cálculo propuesto y e) relativas a la incidencia de distintas variables en
la capacidad resistente de la fábrica reforzada.
a) Conclusiones relativas al comportamiento experimental de la junta refuerzo de FRP-fábrica
• El comportamiento de la junta FRP-fábrica observado en los ensayos simplificados de
adherencia realizados sigue pautas similares a lo documentado en otros trabajos de
investigación con soportes de hormigón. Ello da pie a que modelos de adherencia
desarrollados para elementos de hormigón armado puedan ser adaptados a fábricas.
• Como se ha descrito para ensayos con soportes de hormigón, se observa que la
transferencia de carga es bastante uniforme al inicio del proceso, con lecturas de las
deformaciones que decrecen de forma progresiva hacia el extremo libre de la banda.
Al aumentar la carga, la superficie del soporte comienza a deteriorarse en la parte más
próxima a la aplicación de la fuerza. Ello provoca que la zona donde tiene lugar la
transferencia activa de esfuerzos se vaya desplazando hacia el extremo libre del
refuerzo. Es entonces cuando la gráfica que representa la deformación de la banda a
lo largo de la longitud adherida toma formas “bilineales” (con una primera línea
ascendente seguida de otra descendente).
• Los daños experimentados en la zona inicial de la junta tras un proceso de carga
pueden ser irreversibles. En la única probeta sometida a dos ciclos de carga se
observa que, tras descargar la probeta e iniciar el segundo ciclo de carga, las
deformaciones del refuerzo ya no vuelven a decrecer de forma progresiva.
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
292
• El deterioro superficial ha supuesto una merma apreciable en la capacidad resistente
de las juntas ensayadas. La mitad de las probetas de fábrica de la campaña realizada
se someten a un proceso de daño que pretende simular el deterioro superficial
experimentado por fábricas antiguas. En los ensayos realizados se registran bajadas
del 21 y 29% en la carga última de tracción respecto a probetas con superficie no
dañada y el mismo tipo de aparejo. En términos de tensión tangencial máxima que se
estima soporta la junta en la rotura, la bajada sería del 12 y 38 %.
• A la vista de la repercusión que tiene en la capacidad resistente del refuerzo adherido,
parece razonable utilizar sistemas de anclaje mecánico para fábricas a la intemperie o
muy degradadas. Se debe tener en cuenta que el proceso de deterioro al que se
sometieron las probetas de fábrica provocando daños superficiales evidentes (fisuras,
desconchones, etc.) no era ni muy largo ni muy severo.
b) Conclusiones relativas a la revisión de varios métodos de cálculo del anclaje del refuerzo para su posible aplicación a soportes de fábrica
• Dos modelos de adherencia, de muy fácil aplicación, desarrollados a partir de
conceptos de mecánica de fractura para el cálculo del anclaje en refuerzos de FRP
adheridos a estructuras de hormigón (Neubauer & Rostasy, 1997 y Chen & Teng,
2001) presentan un elevado porcentaje de predicciones seguras cuando se prueban
con una base de datos creada a partir de más de cien ensayos simplificados de
adherencia FRP-fábrica publicados por otros autores y parte de los ensayos propios
de adherencia expuestos en este trabajo.
• Con los ensayos de la base de datos, los mejores resultados se han obtenido con la
formulación de cálculo propuesta por Chen & Teng (2001) aplicando un factor de
corrección igual a 0,83 para el paso de la resistencia a compresión de probetas
prismáticas (fábricas) a probetas cilíndricas (parámetro considerado en el modelo).
• No obstante, para determinar cual de estos dos procedimientos resulta más adecuado
para el diseño de la zona de anclaje de refuerzos de FRP adheridos a fábricas sería
necesario contar con más ensayos de adherencia porque la mayoría de los ensayos
publicados e incluidos en la base presentan una resistencia a compresión del soporte
bastante elevada (aproximadamente en un 70% de las pruebas la resistencia a
compresión es superior a 10 MPa).
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
293
• Otras propuestas específicas para soportes de fábrica, aún habiendo resultado
seguras para el 100% de los casos, parecen menos recomendables bien por ser
excesivamente conservadoras (CNR-DT 200, 2004) bien por ser propuestas aún en
desarrollo con multitud de coeficientes, no siempre especificados, que hacen que su
aplicación sea algo más laboriosa (CNR-DT 200-R1, 2012).
c) Conclusiones relativas al comportamiento estructural a flexocompresión de
fábricas reforzadas con materiales compuestos
• El comportamiento mecánico general exhibido por las probetas de fábrica ensayadas
a flexocompresión con distintos tipos y cuantías de refuerzo de CFRP ha diferido en
parte del descrito en otros trabajos experimentales (Velázquez-Dimas, 2000 y Albert,
1998). En este caso, reducir la cantidad de refuerzo adherido, para los dos tipos de
refuerzo empleados, no ha repercutido en que el comportamiento exhibido por las
probetas sea menos rígido, excepto en una de ellas donde la cuantía de refuerzo era
extraordinariamente baja (rotura por tracción de la lámina).
• El comportamiento mecánico de la fábrica reforzada parece estar muy condicionado
por la compresión que soporta, resultando más rígido cuando la compresión es mayor.
Probetas ensayadas con una cantidad mayor del mismo tipo de refuerzo, del orden del
doble, y sometidas a un mismo nivel de compresión han tenido una respuesta carga
transversal-flecha similar. En cambio, probetas reforzadas con la misma cantidad y
tipo de refuerzo, pero sometidas a una compresión menor, han tenido un
comportamiento global menos rígido.
• Apenas se han detectado distintas fases en el comportamiento mecánico de los muros
reforzados asociados a ciertos hitos que provocan una pérdida de rigidez y
constituirían una forma de preaviso del fallo (Velázquez-Dimas, 2000 y Albert, 1998).
Sólo se ha detectado una ligera pérdida de rigidez asociada a la apertura de juntas
entre ladrillos y esto sólo para las probetas con refuerzos de tipo flexible. Ello se
atribuye a la existencia de la compresión que hace que el comportamiento de la
probeta sea menos dúctil. Para refuerzos preconformados (de elevada rigidez) no se
detecta fase alguna.
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
294
• Se han obtenido muy buenos resultados con los refuerzos formados por hojas de
tejido unidireccional no preconformado de fibra de carbono llegándose a duplicar el
momento último debido a la carga transversal respecto del momento de la fábrica sin
reforzar. En cambio, las probetas con bandas semirígidas preconformadas de carbono
experimentan fenómenos de despegue prematuro del refuerzo que repercuten en que
no se obtenga todo el rendimiento posible del material. Por eso, a pesar de que se
adhiere más cantidad de material y con mejores propiedades mecánicas, se obtiene,
en el mejor de los casos, una mejora de momento similar al de las probetas reforzadas
con hojas flexibles (del orden del doble respecto de la fábrica sin refuerzo).
• Los resultados obtenidos confirman que el nivel de compresión interviene en la
capacidad resistente a flexión del muro reforzado. Para niveles de axil moderados (en
los ensayos no se ha superado en ningún caso el 20% de la compresión última),
probetas reforzadas con la misma cantidad y tipo de refuerzo pero sometidas a una
compresión mayor alcanzan valores superiores de momento último debido a la carga
transversal.
• Se ha observado un valor límite de deformación que el refuerzo adherido no puede
superar y que parece independiente de la cantidad de material encolado. En el caso
de los refuerzos con hojas flexibles de fibra de carbono, que son los más utilizados en
los ensayos, este valor estaría entorno a 0,0096, lo que equivale a un 62 % de la
deformación última indicada por el fabricante.
d) Conclusiones relativas al procedimiento de cálculo propuesto
• Se propone un método para la comprobación de secciones de fábrica reforzadas
exteriormente con materiales compuestos sometidas a esfuerzos de flexocompresión en
el E.L.U. de agotamiento resistente. Está basado en el procedimiento de cálculo de la
capacidad resistente de secciones de hormigón armado pero adaptado a los
condicionantes y particularidades de las fábricas. El método cubre todos los posibles
modos de fallo propios de flexión y flexocompresión.
• Se comprueba que los resultados teóricos obtenidos con el procedimiento propuesto
(sin coeficientes de seguridad) se ajustan de forma razonable a los resultados
experimentales de una base de datos recopilada con 68 ensayos de flexión y
flexocompresión publicados por otros autores y parte de los ensayos propios de
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
295
flexocompresión descritos en esta tesis. En cerca del 90% de los casos donde pudo
hacerse esta comprobación (46 ensayos) se predijo correctamente el modo de fallo y el
promedio del cociente momento último experimental entre el momento último teórico
está relativamente próximo a la unidad (se obtiene un promedio 0,87 con una
desviación estándar de 0,19).
• En el método propuesto se utiliza un “coeficiente reductor por adherencia” que limita la
deformación de cálculo del refuerzo para evitar el fallo por desprendimiento inducido por
la apertura de fisuras en la zona interior del elemento. Con ayuda de la base de datos
de ensayos de flexión y flexocompresión y la formulación propuesta se prueban dos
posibles aproximaciones para determinar el valor de este coeficiente (basadas en las
guías ACI 440.7R-10 y ACI 440.2R-08) y con ambas se obtiene un buen resultado.
• Por tratarse de una expresión más sencilla y ajustarse algo mejor a los resultados
experimentales, se opta por considerar que la deformación que como máximo puede
admitir el refuerzo es una fracción de la deformación última del material (ACI 440.7R-
10). Dicha fracción queda fijada mediante un factor “K” que se propone sea igual a 0,40
para láminas ejecutadas in situ (lo que equivale a un coeficiente de seguridad del
refuerzo por adherencia igual a 2,5) y 0,25 para bandas preconformadas de fibra de
carbono (lo que equivale a un coeficiente de seguridad del refuerzo por adherencia igual
a 4). Esta propuesta debe emplearse para refuerzos con los extremos anclados.
• Se comprueba que el método propuesto permite estimar de forma segura el momento
último resistido por secciones de fábrica reforzadas con láminas de FRP cuando se
utiliza: 1) una deformación efectiva de cálculo del refuerzo calculada con el coeficiente
reductor por adherencia “K” indicado en el punto anterior, 2) un coeficiente de seguridad
parcial de la fábrica igual a 2,5, 3) un módulo elástico de la fábrica igual a 750 veces su
resistencia de cálculo y 4) una deformación última de la fábrica igual a 0,0035 (EC-6).
Con estas condiciones, el método ha resultado seguro para el 98,5% de las pruebas.
e) Conclusiones relativas a la incidencia de distintas variables en la capacidad
resistente de la fábrica reforzada. • El nivel de compresión soportado por el muro reforzado es determinante y afecta: al
tipo de fallo previsible, a la mejora en la capacidad resistente a flexión conseguida con
el refuerzo e, incluso, a la viabilidad, o no, de la propia intervención.
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
296
• El incremento del momento último conseguido gracias a la adición del refuerzo es
elevado cuando la compresión es baja o moderada (entorno al 15-30% del máximo
que admite la sección en compresión centrada). El incremento obtenido depende del
conjunto de variables, pero para los casos analizados en el punto VII.6 el momento
último puede llegar a multiplicarse por 3 y por 4 respecto de la fábrica sin reforzar
cuando se adhieren cantidades de refuerzo importantes. Sin embargo, a partir del 50%
de la compresión última del muro, el incremento de momento disminuye de forma
considerable. Como se analizó en el punto III.4.1, hasta la mitad de la compresión
última del muro el problema es de estabilidad. Es en este rango de compresiones
donde la aplicación del refuerzo tiene sentido: aporta a la fábrica una capacidad para
resistir tracciones que ésta no tiene y dicha tracción permite equilibrar momentos
solicitantes mayores. En cambio, para niveles de compresión elevados, poco
habituales en fábricas, el problema pasa a ser de resistencia a compresión. En esta
situación incorporar un refuerzo que resiste grandes tracciones pero no compresiones,
apenas supone mejora y la operación de refuerzo carece de sentido.
• La deformación de cálculo del refuerzo tiene también repercusión en el tipo de fallo
previsible y en el momento último de la sección reforzada pero en este caso, sólo
cuando el dominio de deformación de la sección en la rotura es de tipo AI o AII (fallo
atribuible al refuerzo).
• Utilizar en el cálculo un valor reducido de la deformación efectiva de cálculo del
refuerzo (εfe) es una práctica que está del lado de la seguridad. Con dicho valor
reducido se obtienen siempre valores menores (dominio AII) o iguales (dominio B) del
momento reducido respecto del cálculo realizado con valores elevados de εfe.
• Incrementar la rigidez del refuerzo equivale a disponer cuantías mecánicas de
refuerzo mayores (siempre y cuando ésta no vaya asociada a valores de deformación
efectiva de cálculo del refuerzo sumamente reducidos) lo que repercute en mejoras en
la capacidad resistente a flexión del muro reforzado para niveles de axil reducidos o
moderados. Como se ha visto con carácter general, para niveles de axil elevados,
incrementar la rigidez del refuerzo (o disponer cuantías mecánicas de refuerzo
mayores) no revierte en mejoras significativas de momento.
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
297
VIII.4. SUGERENCIAS PARA FUTURAS DE INVESTIGACIÓN
De acuerdo con la experiencia adquirida y los resultados experimentales presentados en
este trabajo, se sugieren futuras líneas de investigación que contribuyan a la implantación
de los materiales compuestos en el refuerzo a flexión de estructuras de fábrica:
• La campaña experimental sobre adherencia presentada en la tesis es reducida.
Convendría realizar más ensayos para disitintos niveles de degradación superficial
(ligero, medio y severo) que podrían establecerse en función del número de ciclos de
deterioro a los que se someta la fábrica. Además, a la vista de la repercusión que la
degradación de la superficie tiene sobre la capacidad resistente de la junta parece
interesante abordar el estudio de diferentes dispositivos de anclaje mecánico para
conocer su eficacia en fábricas con estos distintos niveles de deterioro superficial.
• Los resultados obtenidos con dos modelos de adherencia aplicables a la zona de
anclaje en soportes de hormigón sugieren que se pueden emplear para soportes de
fábrica. Pero la base de datos de ensayos simplificados de adherencia FRP-fábrica
utilizada a pesar de no ser reducida presenta ciertas carencias. Entre otras posibles
pruebas, se debería ampliar el número de ensayos considerando soportes con una
resistencia a compresión moderada o baja (en sólo el 29,5% de los ensayos la fábrica
resistencia a compresión inferior a 10 MPa), utilizar como soporte elementos de
fábrica propiamente dichos y no bloques o piezas sueltas (sólo el 32,8% de las
pruebas cumplen este requisito) y emplear distintos tipos de hojas flexibles de fibra de
carbono (en este caso no porque no estén presentes en la base sino por sus
excelentes prestaciones mecánicas, durabilidad y adaptabilidad a la superficie
irregular de la fábrica).
• La investigación realizada, tanto teórica como experimental, apunta que la compresión
es un factor determinante en el comportamiento mecánico y la capacidad resistente a
flexión de fábricas reforzadas con materiales compuestos. Sería recomendable
realizar más ensayos a flexocompresión variando la cuantía de refuerzo y el nivel de
compresión con objeto de ayudar a establecer un criterio sobre qué cuantía de
refuerzo resulta recomendable adherir. Respecto a la ejecución de las pruebas, se
debe garantizar que la compresión se aplica perfectamente centrada en los extremos
del muro y que la esbeltez de la pieza es suficiente para minimizar la posibilidad de
que los esfuerzos se transmitan por su interior siguiendo un “efecto arco”.
CAPÍTULO VIII. CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
298
• En cuanto al modelo teórico propuesto, podría ser fácilmente adaptado para su
empleo en fábricas armadas (incorporando la colaboración de la armadura interior) o
en otro tipo de técnicas de refuerzo a flexión similares a la estudiada. Por ejemplo,
para refuerzos donde se incorporan barras de materiales compuestos previa
acanaladura de la fábrica. Se debería fijar el correspondiente valor del coeficiente
reductor por adherencia “K” sobre la base de ensayos de flexión y flexocompresión de
elementos de fábrica así reforzados.
BIBLIOGRAFÍA
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301
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ANEXO A. Notación
ANEXO A
A1
ANEXO A. Notación Caracteres romanos
a distancia del punto de aplicación de la carga puntual transversal al
apoyo más próximo.
Af área de la sección transversal de refuerzo de FRP
Am área de la sección transversal de fábrica
b ancho de la sección del elemento a reforzar
bf ancho del refuerzo
CE coeficiente reductor debido a la exposición medioambiental
Cm resultante del bloque de compresiones en la fábrica
d.s. desviación estándar de un conjunto de datos
e excentricidad
ea excentricidad del axil en el extremo de la probeta
Ef módulo de elasticidad del material compuesto
Efib módulo de elasticidad de la fibra
Em módulo de elasticidad de la fábrica
Emat módulo de elasticidad de la matriz
f resistencia a compresión de un soporte genérico
ffd resistencia de cálculo a tracción del FRP
ffu* resistencia máxima a tracción del FRP según el fabricante
fmd resistencia de cálculo de la fábrica a compresión
fmk resistencia característica de la fábrica a compresión
ftm resistencia a tracción de un soporte genérico
h altura de un muro
ANEXO A
A2
K coeficiente reductor del material compuesto para garantizar su
correcta adherencia a un soporte
Kb factor geométrico para contabilizar la incidencia de la relación ancho
del refuerzo entre ancho del soporte en un modelo de adherencia
l luz o distancia entre ejes de los apoyos
lf longitud del refuerzo adherido a un soporte
Le longitud efectiva de anclaje del refuerzo de FRP
Md momento flector de cálculo
Md / t2 b fmd momento reducido de cálculo (también representado con símbolo “µ”)
Mu momento flector último
Nd axil de cálculo
Nd / t b fmd axil reducido de cálculo (también representado con símbolo “ν”)
No axil inicial
Nu axil último
Pu carga puntual última
Pmax carga puntual máxima
qu carga lineal última
S área de la sección
t espesor de la sección
tf espesor del material compuesto
tfib espesor de la fibra
Tf fuerza de tracción desarrollada por el refuerzo de FRP
Vfib porcentaje volumétrico de fibra en el material compuesto
W módulo resistente de la sección
x elást profundidad de la fibra neutra cuando la fibra más comprimida de la
fábrica alcanza la máxima deformación en su fase elástica (εme).
x lim profundidad de la fibra neutra cuando la fibra más comprimida de la
fábrica desarrolla su máxima deformación (εmu), al tiempo que el
refuerzo de FRP alcanza su deformación máxima efectiva (εfe).
Caracteres griegos
β Factor indicativo del módulo elástico de la fábrica según la expresión
Em= β fmd
δ flecha
ANEXO A
A3
γf coeficiente parcial de seguridad para las propiedades del material
compuesto
γm coeficiente parcial de seguridad para las propiedades de la fábrica
Γk valor característico de la energía de fractura específica de una interfase
FRP-soporte.
εf deformación del refuerzo de FRP
εfe deformación efectiva de cálculo del FRP
εfd deformación de cálculo del FRP
εfu exp deformación última del FRP registrada por cada autor en los ensayos a
flexión realizados
εfu* deformación última del FRP obtenida de ensayos a tracción (es la que
facilita el suministrador del producto)
εm deformación de la fábrica en la fibra más comprimida
εme valor máximo de deformación de la fábrica dentro de la fase de
comportamiento elástico
εmu deformación última de la fábrica
µ momento reducido
µf contribución del refuerzo en el momento reducido
µm contribución de la fábrica en el momento reducido
ν axil reducido
ρf cuantía geométrica de refuerzo de FRP
ρf, elást cuantía geométrica de refuerzo de FRP cuando la profundidad de la fibra
neutra es x elást
ρf, lim cuantía geométrica de refuerzo de FRP cuando la profundidad de la fibra
neutra es x lim
σfd tensión de cálculo del refuerzo de FRP
σfmax tensión máxima del refuerzo de FRP
τu tensión media de adherencia en la rotura
τmax tensión máxima de adherencia
ωf cuantía mecánica de refuerzo de FRP
ωf, elást cuantía mecánica de refuerzo de FRP cuando la profundidad de la fibra
neutra es x elást
ωf, lim cuantía mecánica de refuerzo de FRP cuando la profundidad de la fibra
neutra es x lim
ANEXO B
Tablas relativas a la base de datos de ensayos simplificados de adherencia FRP-fábrica
ANEXO B
B1
Prop
ieda
des
y ge
omet
ría re
fuer
zoPr
op. y
geo
. fáb
rica
Res
ulta
dos
expe
rimen
tale
sC
asar
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Ef (1
)tf
(1)
n Ef
tfεf
u*(1
)bf
lffm
fmtm
(2)
bm(3
)Pu
exp
σfu
exp
εfu
exp
εfu
exp/
εfu*
τmed
io e
xpM
odo
(MPa
)(m
m)
(mm
)(m
m)
(MPa
)(M
Pa)
(mm
)(K
N)
(N/m
m2)
(N/m
m2)
fallo
1AF
RP
no p
reim
preg
DLS
TC
A3-4
Fábr
ica
112
1.00
00,
2833
.880
0,01
6376
,210
1,6
14,6
01,
4630
523
,70
1111
0,00
90,
563,
06D
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A3-8
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36
Tabla B.1 (I). Ensayos simplificados adherencia FRP-fábrica: datos y resultados.
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45T/
D-A
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Tabla B.1 (II). Ensayos simplificados adherencia FRP-fábrica: datos y resultados.
ANEXO B
B3
Notas Tablas B.1 (I) y (II).
Nomenclatura tipo de fallo:
D Desprendimiento del refuerzo.
D-AS Desprendimiento del refuerzo arrancando parte de la superficie del soporte.
D-ASyAD El refuerzo se desprende, arranca parte de la superficie del soporte y hay
zonas con fallo del adhesivo.
D+R Desprendimiento con rotura a tracción del refuerzo.
D+RS Desprendimiento con rotura del soporte (fábrica).
T/D-AS Tracción en la fábrica más desprendimiento de la lámina arrancando parte
de la superficie del soporte (fábrica).
Notas:
(1) Propiedades sólo de las fibras según datos del fabricante.
(2) Se utiliza un valor aproximado de la resistencia a tracción igual a la décima
parte de la resistencia a compresión.
(3) Datos no facilitados explícitamente por el autor. Se deducen a partir de
otros datos del trabajo publicado.
(4) Resistencia a compresión obtenida con la carga aplicada en dirección
ortogonal.
(5) Sólo para la serie con ladrillo histórico: resistencia a tracción media
obtenida mediante ensayos de tracción indirecta. En los otros ladrillos la
resistencia atracción no se especifica y se estima como la décima parte de
la resistencia a compresión.
(6) Resistencia a tracción media obtenida mediante ensayos. Son de tracción
directa en Garbin (2010). En Faella (2008) no se especifica tipo de ensayo.
(7) Propiedades del material preconformado según el fabricante.
(8) El autor sólo aporta la carga crítica: aquélla que a partir de un cierto
deslizamiento del refuerzo se mantiene más o menos constante hasta
rotura. De forma conservadora, la carga última puede aproximarse al valor
de la carga crítica.
(9) Resistencia a compresión de la fábrica estimada con la fórmula del EC-6:
fm=Kk fladrillo0,65 fmortero
0,25.
ANEXO B
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0020
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,61
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6010
2,05
5,88
1,44
0,00
5010
6,61
6,82
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0,00
5710
6,61
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0,00
2029
54,6
17,
151,
200,
0060
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450,
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0057
106,
612,
433,
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0020
3054
,61
7,15
1,03
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,80
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,18
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70,1
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692,
010,
0031
3154
,61
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1,15
0,00
6082
,80
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0,00
6170
,18
10,3
70,
800,
0087
70,1
83,
692,
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0031
3254
,61
7,15
1,36
0,00
6082
,80
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1,34
0,00
6170
,18
10,3
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940,
0087
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0031
3354
,61
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1,19
0,00
6082
,80
7,25
1,18
0,00
6170
,18
10,3
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0087
70,1
83,
692,
310,
0031
3454
,61
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6082
,80
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6170
,18
10,3
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980,
0087
70,1
83,
692,
770,
0031
Tabla B.2 (I). Predicción con modelos de la tracción máxima soportada por la lámina.
ANEXO B
B5
Mae
da (1
997)
Che
n &
Ten
g (2
001)
Neu
baue
r & R
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sy (1
997)
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m)
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0029
3612
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--
-59
,86
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1,71
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8374
,18
1,99
1,72
0,00
8274
,18
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0,00
2937
123,
603,
301,
490,
0136
59,8
62,
012,
450,
0083
74,1
81,
992,
460,
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74,1
80,
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0029
38C
FRP
no p
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126,
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0017
Mae
da (1
997)
Che
n &
Ten
g (2
001)
Neu
baue
r & R
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997)
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R-D
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004)
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(mm
)(K
N)
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N)
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no p
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1418
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2590
,55
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3315
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2615
7,28
2,05
2,45
0,00
1440
113,
1417
,58
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0,01
2590
,55
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0,00
3315
7,28
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1,52
0,00
2715
7,28
1,95
2,93
0,00
1441
113,
1418
,00
0,25
0,01
2590
,55
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0,00
3315
7,28
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0,00
2715
7,28
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0,00
1442
GFR
P no
pre
impr
eg55
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,32
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0061
167,
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330,
0018
291,
466,
671,
710,
0014
291,
463,
463,
290,
0007
4455
,32
30,2
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340,
0061
167,
808,
921,
170,
0018
291,
466,
911,
500,
0014
291,
463,
602,
890,
0007
45G
FRP
no p
reim
preg
55,3
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,39
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0,00
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,24
14,7
11,
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0033
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,56
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,07
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4655
,32
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920,
0061
92,2
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0,00
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,07
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,11
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0,00
25
Mae
da (1
997)
Che
n &
Ten
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001)
Neu
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997)
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m)
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0062
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,21
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0,00
5989
,48
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500,
0064
89,4
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593,
240,
0029
48G
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no
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1,69
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0647
,95
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0,00
9456
,16
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1,76
0,01
0156
,16
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3,80
0,00
47
Mae
da (1
997)
Che
n &
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001)
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0024
184,
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0018
167,
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611
,56
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2418
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60,
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0024
167,
0516
,49
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3416
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0,00
1252
21,8
611
,56
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2418
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50,
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0028
167,
0517
,88
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0,00
3716
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1,39
0,00
13
Mae
da (1
997)
Che
n &
Ten
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6184
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0,00
8673
,45
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0,00
30
Mae
da (1
997)
Che
n &
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001)
Neu
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r & R
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sy (1
997)
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m)
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P no
pre
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559,
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0030
188,
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0030
188,
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562,
810,
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5633
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840,
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170,
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198,
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311,
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5833
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0037
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281,
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700,
0006
Mae
da (1
997)
Che
n &
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001)
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997)
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6120
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0023
249,
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,82
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2027
6,84
21,2
01,
160,
0020
276,
847,
623,
210,
0007
Tabla B.2 (II). Predicción con modelos de la tracción máxima soportada por la lámina.
ANEXO B
B6
Che
n &
Ten
g (2
001)
Neu
baue
r & R
osta
sy (1
997)
CN
R-D
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1310
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,05
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Che
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,05
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Che
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96,4
15,
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77,0
65,
381,
900,
0045
Tabla B.3 (I). Predicción con modelos de la tracción de cálculo soportada por la lámina.
ANEXO B
B7
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0715
0,00
1,53
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0,00
1040
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0025
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0021
157,
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2115
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150,
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0,00
0645
GFR
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11,
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4692
,24
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10,8
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0024
88,0
716
,85
1,50
0,00
3788
,07
5,86
4,32
0,00
1311
7,77
13,3
11,
900,
0030
Che
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001)
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48G
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Tabla B.3 (II). Predicción con modelos de la tracción de cálculo soportada por la lámina.
ANEXO C
Tablas relativas a la base de datos de ensayos de flexión y flexocompresión en fábricas reforzadas con FRP
ANEXO C
C1
Tipo
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Tabla C.1. Datos ensayos flexión y flexocompresión FRP-fábrica (grupo 1).
ANEXO C
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110
235
930
380
LM13
,775
010
275
0,00
35
Tabla C.2. Datos ensayos flexión y flexocompresión FRP-fábrica (grupo 2).
ANEXO C
C3
Tipo
ens
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met
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e la
pro
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1171
300,
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611
17,6
457,
2LP
17,2
370
012
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3559
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1171
300,
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-LM
9,8
462
4529
0,00
35
Tabla C.3. Datos ensayos flexión y flexocompresión FRP-fábrica (grupo 3).
ANEXO C
C4
Notas Tablas C.1, C.2 y C.3
(1) No es la resistencia a compresión a 28 días (20 MPa) sino la obtenida en el
momento de realización de los ensayos.
(2) El autor propone utilizar Em= 750 fm (tomado del código ICBO 1991).
(3) Este equipo investigador utiliza en varias publicaciones: Em= 700 fm y εmu=0,0035
para fábrica de ladrillo, Em= 900 f'm y εmu=0,0025 para fábricas de bloque de
hormigón (todo ello tomado de la guía ACI 530-02).
(4) Valor aproximado. Se sabe que está comprendido entre 1170 mm (long. refuerzo)
y 1200 mm (long. total probeta).
(5) Distancia de separación entre cargas puntuales igual a 200 mm.
(6) Se toma un valor genérico de Em= 750 fm.
(7) Valor de Em obtenido experimentalmente y publicado por los autores.
(8) El valor concreto de la resistencia a compresión de la fábrica resulta confuso a los
largo del artículo. En la tabla se toma 25 MPa (3.629 ksi) por ser el valor empleado
por el propio autor en sus cálculos (Mosallam, 2007, apartado 6.2, pto 1, pág. 572).
(9) Los autores proponen utilizar Em = 2116 mkf (tomado de Hendry 1998).
ANEXO C
C5
Resultados experimentales
GRUPO 1 qu Pu N u ea V u υu exp µu exp δ TIPO εfmáx exp(MPa) (KN) (KN) (mm) (KN) (mm) FALLO
(10) (11)1 V.-Dimas S 75 0,0310 - 0,0 - 13,43 0,000 0,0293 0,60 DT 0,0122 (2000) S 25 0,0124 - 0,0 - 5,37 0,000 0,0117 0,63 DP 0,0103 S 20 0,0103 - 0,0 - 4,46 0,000 0,0097 0,50 DP 0,0124 S 40 0,0186 - 0,0 - 8,06 0,000 0,0176 0,60 DT 0,0105 S 30 0,0166 - 0,0 - 7,07 0,000 0,0157 0,40 TL 0,0106 S 100 0,0117 - 0,0 - 10,13 0,000 0,0442 2,30 TL/DP 0,0107 S 100 0,0117 - 0,0 - 10,13 0,000 0,0442 2,30 DP 0,0098 S 200 0,0207 - 0,0 - 17,93 0,000 0,0782 2,75 DT/COMP (14) 0,0119 S 50 0,0062 - 0,0 - 5,37 0,000 0,0234 1,80 TL/DP 0,01310 D 100 0,0098 - 0,0 - 16,38 0,000 0,0344 3,00 DT/DH 0,008
(12) (13)11 Morbin COG3R 0,0 11,84 0,0 - 5,92 0,000 0,0442 26,80 D 0,01512 (2002) COG5R 0,0 14,56 0,0 - 7,28 0,000 0,0543 26,90 D 0,01213 CLG3R 0,0 15,92 0,0 - 7,96 0,000 0,0336 30,00 TL 0,022514 CLG5R 0,0 21,51 0,0 - 10,76 0,000 0,0454 28,50 TL 0,02015 CLG7R 0,0 29,84 0,0 - 14,92 0,000 0,0629 31,00 D 0,01516 COG5A 0,0 14,47 0,0 - 7,24 0,000 0,0540 25,00 D 0,010
(12) (13)17 Galati S&-CO3 0,0 7,3 0,0 - 3,65 0,000 0,0335 20,2 D 0,01318 (2003) S&-CO5 0,0 14,0 0,0 - 7,00 0,000 0,0643 21,4 D 0,01019 S&-CO7 0,0 15,4 0,0 - 7,70 0,000 0,0708 19,2 D 0,007
(16) (12) (15)20 Galati S19-CL3 0,0 11,6 55,1 29,3 5,80 0,084 0,058 22,3 D 0,01021 (2003) S19-CL5 0,0 19,8 73,5 28,4 9,90 0,112 0,110 25,5 D 0,011
(16) (12) (15)22 Ensayos F.1.10_5 0,0 23,9 53,7 46,7 11,95 0,152 0,062 8,5 TL 0,009723 Tesis L.1.5_5 0,0 34,0 54,7 46,5 17,00 0,154 0,120 9,2 D 0,009024 L.2.5_5 0,0 43,0 52,2 46,9 21,50 0,147 0,174 11,9 D/CORT 0,0070
Resultados experimentales
GRUPO 2 qu Pu N u ea V u υu exp µu exp δ TIPO εfmáx exp(MPa) (KN) (KN) (mm) (KN) (mm) FALLO
(12) (13) (17)25 Triantafillou 0-2a 0,0 40,40 0,0 - 20,20 0,000 0,3039 5,0 COMP -26 (1998) 0-2b 0,0 36,05 0,0 - 18,03 0,000 0,2712 4,2 COMP -27 0-4a 0,0 43,10 0,0 - 21,55 0,000 0,3242 4,0 COMP -28 0-4b 0,0 49,95 0,0 - 24,98 0,000 0,3758 5,2 COMP -
(10) (11)29 Mosallam WC-RET-02 0,0744 0,0000 0,0 - 259,27 0,000 0,2512 87,0 COMP -31 (2007) WC-RE-090 0,0606 0,0000 0,0 - 211,18 0,000 0,2046 98,0 COMP -30 WE-RET-02 0,0753 0,0000 0,0 - 262,41 0,000 0,2542 91,7 TL/COMP -
(18) (17)32 Tan GGU 0,0 199,5 0,0 - - 0,000 0,163 6,0 COMP -33 (2004) GBOU 0,0 226,4 0,0 - - 0,000 0,185 9,0 COMP -34 GBAU 0,0 170,0 0,0 - - 0,000 0,139 4,0 COMP -35 CGU 0,0 184,3 0,0 - - 0,000 0,151 5,8 COMP -36 CBOU 0,0 230,6 0,0 - - 0,000 0,189 7,0 COMP -37 CBAU 0,0 196,0 0,0 - - 0,000 0,161 4,6 COMP -38 WRM2 0,0 234,5 0,0 - - 0,000 0,161 18,0 COMP -
(19) (20)39 Barbieri M10GtsT 0,0 26,28 10,0 0,0 13,14 0,034 0,209 16,15 COMP/FI/D -40 (2000) M10CtsT 0,0 25,9 10,0 0,0 12,96 0,034 0,206 13,91 COMP/FI/D -
(16) (12) (15)41 Galati S12-CL5 0,0 45,6 261,6 35,0 22,80 0,262 0,101 28,9 COMP -42 (2003) S12-CO3 0,0 29,0 213,4 29,1 14,50 0,368 0,123 26,5 COMP -43 S12-CO5 0,0 27,1 151,5 34,0 13,55 0,261 0,079 18,1 COMP -
(16) (12) (15)44 Ensayos F.3.10_5 0,0 41,6 58,3 45,9 20,80 0,165 0,156 11,3 COMP / FI -45 Tesis F.2.10_3 0,0 44,1 38,5 49,0 22,05 0,109 0,136 17,4 COMP / FI -46 F.2.20_3 0,0 41,2 37,0 49,3 20,60 0,104 0,173 20,1 COMP / FI -
Tabla C.4. Resultados ensayos flexión y flexocompresión FRP-fábrica (grupos 1 y 2).
ANEXO C
C6
GRUPO 3 qu Pu N u ea V u υu exp µu exp δ TIPO εfmáx exp(MPa) (KN) (KN) (mm) (KN) (mm) FALLO
(12) (13)47 Albert ICST-10 0,0 20,89 0,0 - 10,45 0,000 0,0208 82,1 TL -48 (1998) ICST-12 0,0 22,72 0,0 - 11,36 0,000 0,0226 61,5 TL -
(12) (13)49 Morbin COG3 0,0 8,66 0,0 - 4,33 0,000 0,0323 20,0 D -50 (2002) COG5 0,0 14,15 0,0 - 7,08 0,000 0,0528 22,0 D -51 COG7 0,0 15,78 0,0 - 7,89 0,000 0,0589 19,0 D -52 CLG3 0,0 15,87 0,0 - 7,94 0,000 0,0335 31,0 D -53 CLG5 0,0 20,18 0,0 - 10,09 0,000 0,0425 37,0 D -54 CLG7 0,0 27,62 0,0 - 13,81 0,000 0,0582 34,0 D -55 COA3 0,0 11,69 0,0 - 5,85 0,000 0,0436 22,0 D -56 COA5 0,0 14,83 0,0 - 7,42 0,000 0,0553 23,0 D -57 CLA3 0,0 12,02 0,0 - 6,01 0,000 0,0253 23,0 D -58 CLA5 0,0 22,04 0,0 - 11,02 0,000 0,0465 28,0 TL -59 CLA7 0,0 25,90 0,0 - 12,95 0,000 0,0546 23,5 D -60 CLA9 0,0 35,65 0,0 - 17,83 0,000 0,0752 36,0 D -
(10) (11)61 Hamilton S1 0,0150 0,0 0,0 - 8,01 0,000 0,0099 - D -62 (2001) S2 0,0184 0,0 0,0 - 9,82 0,000 0,0121 - TL/D -63 S3 0,0213 0,0 0,0 - 9,97 0,000 0,0144 - TL -64 S4 0,0237 0,0 0,0 - 11,10 0,000 0,0160 - TL/D -65 T1 0,0059 0,0 0,0 - 16,65 0,000 0,0288 78,0 TL/D -66 T2 0,0048 0,0 0,0 - 13,54 0,000 0,0214 84,0 TL -
(18)67 Tan WRM1 0,0 183,0 0,0 - - 0,000 0,150 23,0 TL -
(19)68 Barbieri M10ClsT 0,0 18,00 10,0 0,0 9,00 0,034 0,143 8,80 D/COMP -
Tabla C.5. Resultados ensayos flexión y flexocompresión FRP-fábrica (grupo 3).
Nomenclatura Tablas C.4 y C.5
D: Desprendimiento del refuerzo, TL: Tracción de la lámina, COMP: Compresión de la fábrica, FI: Se abren fisuras inclinada en la fábrica; DH: Deshojamiento muro..
Notas Tablas C.4 y C.5
(10) Ensayo flexión simple con carga transversal uniforme, Vu = qu b l / 2. (11) Ensayo flexión simple con carga transversal uniforme, µ = Mu / t2 b fmd = qu l2 /(8 fmd t2). (12) Ensayo flexión simple con dos cargas puntuales, Vu = Pu / 2 (13) Ensayo flexión simple con dos cargas puntuales,
µ = Mu / t2 b fmd = 0,5 Pu a / fmd b t2. (14) Se incluye en este grupo porque la rotura incluye pérdida de acción del refuerzo
por desprendimiento y porque se conoce la deformación máxima del mismo. (15) Ensayo de flexocompresión con dos cargas transversales puntuales y
excentricidad "ea" en la aplicación del axil y flecha " δ", µ = Mu / t2 b fmd = (0,5 Pu a + N δ - N ea) / fmd b t2.
(16) La excentricidad máxima en el extremo (aquélla para la que el momento sería el menor de los posibles) se calcula como ea = 0,5 t - 0,5 Nu / (b fmd).
(17) Valores aproximados extraídos de las gráficas carga-flecha publicadas. (18) Ensayo flexión simple bidireccional con carga transversal Pu aplicada sobre una
sup. cuadrada de lado r= 500 mm, µ = Mu / t2 b fmd = Pu (l - 0,5 r) / 8 fmd b t2. (19) Ensayo de flexocompresión con carga transversal puntual a mitad de la luz,
µ = Mu / t2 b fmd = (Qu l / 4 + N δ) / fmd b t2. (20) Formas de fallo clasificadas según lo descrito el punto 3 ("Modellazione analitico
numerica") de su tesis doctoral.
ANEXO C
C7
Hipótesis Predicción con modelo
GRUPO 1 εfe = εfmáx exp ωfe predicción x/t a/t µmod µexp/µmod ¿buena predic.dominio dominio?
1 V.-Dimas S 75 0,012 0,045 dominio AI 0,095 - 0,0432 0,68 SÍ2 (2000) S 25 0,010 0,013 dominio AI 0,056 - 0,0123 0,95 SÍ3 S 20 0,012 0,012 dominio AI 0,050 - 0,0117 0,83 SÍ4 S 40 0,010 0,020 dominio AI 0,070 - 0,0194 0,90 SÍ5 S 30 0,010 0,018 dominio AI 0,067 - 0,0175 0,90 SÍ6 S 100 0,010 0,050 dominio AI 0,109 - 0,0479 0,92 SÍ7 S 100 0,009 0,045 dominio AI 0,109 - 0,0431 1,02 SÍ8 S 200 0,011 0,109 dominio AII 0,160 0,102 0,1030 0,76 SÍ9 S 50 0,013 0,032 dominio AI 0,078 - 0,0313 0,75 SÍ
10 D 100 0,008 0,041 dominio AI 0,111 - 0,0397 0,87 SÍ
11 Morbin COG3R 0,015 0,049 dominio AII 0,083 (21) 0,068 0,0476 0,93 SÍ12 (2002) COG5R 0,012 0,067 dominio AII 0,108 (21) 0,081 0,0649 0,84 SÍ13 CLG3R 0,0225 0,042 dominio AII 0,071 0,059 0,0408 0,82 SÍ14 CLG5R 0,020 0,061 dominio AII 0,094 0,066 0,0590 0,77 SÍ15 CLG7R 0,015 0,067 dominio AII 0,108 0,083 0,0643 0,98 SÍ16 COG5A 0,010 0,055 dominio AII 0,105 (21) 0,099 0,0529 1,02 SÍ
17 Galati S&-CO3 0,013 0,057 dominio AII 0,096 (21) 0,077 0,0553 0,61 SÍ18 (2003) S&-CO5 0,010 0,073 dominio AII 0,122 (21) 0,098 0,0702 0,92 SÍ19 S&-CO7 0,007 0,072 dominio AII 0,140 (21) 0,136 0,0685 1,03 SÍ
20 Galati S19-CL3 0,010 0,039 dominio AII 0,181 0,117 0,0727 0,80 SÍ21 (2003) S19-CL5 0,011 0,071 dominio AII 0,233 0,100 0,1099 1,00 SÍ
22 Ensayos F.1.10_5 0,0097 0,085 dominio B 0,283 0,108 0,1265 0,49 NO23 Tesis L.1.5_5 0,0090 0,267 dominio B 0,391 0,149 0,1881 0,64 NO24 L.2.5_5 0,0070 0,415 dominio B 0,471 0,179 0,2333 0,75 NO
Hipótesis
GRUPO 2 εfe= 0,5 εfu* ωfe predicción x/t a/t µmod µexp/µmod ¿buena predic.
(23) dominio dominio?
25 Triantafillou 0-2a 0,0070 0,729 dominio B 0,468 0,105 0,3284 0,93 SÍ26 (1998) 0-2b 0,0070 0,729 dominio B 0,468 0,105 0,3284 0,83 SÍ27 0-4a 0,0070 1,458 dominio B 0,584 0,132 0,3834 0,85 SÍ28 0-4b 0,0070 1,458 dominio B 0,584 0,132 0,3834 0,98 SÍ
29 Mosallam WC-RET-02 0,0063 0,297 dominio B 0,361 0,134 0,2502 1,00 SÍ31 (2007) WC-RE-090 0,0063 0,149 dominio AII 0,229 0,160 0,1365 1,50 NO30 WE-RET-02 0,0110 0,274 dominio B 0,278 0,103 0,2005 1,27 SÍ
32 Tan GGU 0,0160 0,832 dominio B 0,375 0,145 0,2561 0,64 SÍ33 (2004) GBOU 0,0160 0,832 dominio B 0,375 0,145 0,2561 0,72 SÍ34 GBAU 0,0160 0,832 dominio B 0,375 0,145 0,2561 0,54 SÍ35 CGU 0,0075 0,316 dominio B 0,346 0,134 0,2392 0,63 SÍ36 CBOU 0,0075 0,316 dominio B 0,346 0,134 0,2392 0,79 SÍ37 CBAU 0,0075 0,316 dominio B 0,346 0,134 0,2392 0,67 SÍ38 WRM2 0,0063 0,160 dominio AII 0,242 0,164 0,1464 1,10 NO
39 Barbieri M10GtsT 0,0110 0,244 dominio B 0,305 0,189 0,1702 1,23 SÍ40 (2000) M10CtsT 0,0075 0,191 dominio B 0,321 0,199 0,1787 1,15 SÍ
41 Galati S12-CL5 0,0091 0,039 dominio B 0,362 0,148 0,1148 0,88 SÍ42 (2003) S12-C03 0,0091 0,040 dominio B 0,488 (22) 0,217 0,1191 1,03 SÍ43 S12-CO5 0,0091 0,067 dominio B 0,375 (22) 0,167 0,1194 0,66 SÍ
44 Ensayos F.3.10_5 0,0080 0,209 dominio B 0,384 0,146 0,1796 0,87 SÍ45 Tesis F.2.10_3 0,0080 0,140 dominio B 0,306 0,116 0,1619 0,84 SÍ46 F.2.20_3 0,0080 0,279 dominio B 0,378 0,144 0,2059 0,84 SÍ
Tabla C.6. Predicción con modelo sin considerar la seguridad de los materiales
ANEXO C
C8
Notas Tabla C.6
(21) La profundidad de la fibra neutra es menor que un 25%-30% del espesor de la
fábrica de bloque.
(22) La fibra neutra es mayor que un tercio del espesor de la fábrica de bloque, lo que
NO es admisible para la pieza. Los cálculos se hacen con un bloque rectangular
equivalente de ancho toda la pared del bloque (ancho del bloque rect. equiv igual a
un tercio del espesor del muro).
(23) Hipótesis utilizada sólo a efectos de la determinación del dominio. No interviene en
el cálculo del momento (dominio B).
ANEXO C
C9
GRUPO 1 TIPO REFUERZO bf / b n Ef tf εfu* Observ. fmk εfmáx exp εfult teórico ωfe K1 K2(MPa)
1 V.-Dimas S 75 GFRP no preim 0,25 20000 0,020 26,7 0,0120 - 0,045 0,60 0,332 (2000) S 25 GFRP no preim 0,08 20000 0,020 26,7 0,0100 - 0,013 0,50 0,273 S 20 GFRP no preim 0,07 20000 0,020 26,7 0,0120 - 0,012 0,60 0,334 S 40 GFRP no preim 0,13 20000 0,020 26,7 0,0100 - 0,020 0,50 0,275 S 30 GFRP bidir. no pre 0,20 11800 0,016 refuerzo 26,7 0,0100 - 0,018 0,63 0,216 S 100 GFRP no preim 0,33 20000 0,020 anclado 26,7 0,0100 - 0,050 0,50 0,277 S 100 GFRP no preim 0,33 20000 0,020 26,7 0,0090 - 0,045 0,45 0,258 S 200 GFRP no preim 0,66 20000 0,020 26,7 0,0110 - 0,109 0,55 0,309 S 50 GFRP no preim 0,16 20000 0,020 26,7 0,0130 - 0,032 0,65 0,3610 D 100 GFRP no preim 0,69 20000 0,020 26,7 0,0080 - 0,041 0,40 0,22
11 Morbin COG3R GFRP no preim 0,13 26044 0,021 9,7 0,0149 - 0,049 0,71 0,7712 (2002) COG5R GFRP no preim 0,21 26044 0,021 refuerzo 9,7 0,0123 - 0,067 0,59 0,6413 CLG3R GFRP no preim 0,13 26044 0,021 sin 17,2 0,0225 - 0,042 1,07 0,8714 CLG5R GFRP no preim 0,21 26044 0,021 anclar 17,2 0,0197 - 0,061 0,94 0,7715 CLG7R GFRP no preim 0,29 26044 0,021 17,2 0,0154 - 0,067 0,73 0,6016 COG5A GFRP no preim 0,21 26044 0,021 anclado 9,7 0,0100 - 0,055 0,48 0,52
17 Galati S&-CO3 GFRP no preim 0,13 33444 0,018 refuerzo 10,5 0,0130 - 0,057 0,71 0,7318 (2003) S&-CO5 GFRP no preim 0,21 33444 0,018 sin 10,5 0,0100 - 0,073 0,55 0,5619 S&-CO7 GFRP no preim 0,30 33444 0,018 anclar 10,5 0,0070 - 0,072 0,38 0,40
20 Galati S19-CL3 GFRP no preim 0,13 33444 0,018 refuerzo 17,1 0,0100 - 0,039 0,55 0,4421 (2003) S19-CL5 GFRP no preim 0,21 33444 0,018 sin anclar 17,1 0,0110 - 0,071 0,60 0,49
22 Ensayos F.1.10_5 CFRP no preim 0,47 28080 0,016 refuerzo 13,7 - 0,0088 0,077 0,57 0,4023 Tesis L.1.5_5 CFRP preconf. 0,21 210000 0,016 anclado 13,7 - 0,0054 0,160 0,34 0,6724 L.2.5_5 CFRP preconf. 0,43 210000 0,016 13,7 - 0,0039 0,231 0,24 0,48
Propiedades y geometría del refuerzo
GRUPO 3 TIPO REFUERZO bf / b n Ef tf εfu* Observ. fmk εfmáx exp εfult teórico ωfe K1 K2(MPa)
47 Albert ICST-10 CFRP no preim 0,21 34584 0,013 refuerzo 13,4 - 0,0075 0,021 0,58 0,3848 (1998) ICST-12 CFRP no preim 0,41 22058 0,013 anclado 13,4 - 0,0065 0,023 0,50 0,26
49 Morbin COG3 GFRP no preim 0,13 26044 0,021 9,7 - 0,0100 0,033 0,48 0,5250 (2002) COG5 GFRP no preim 0,21 26044 0,021 9,7 - 0,0100 0,055 0,48 0,5251 COG7 GFRP no preim 0,29 26044 0,021 9,7 - 0,0080 0,061 0,38 0,4152 CLG3 GFRP no preim 0,13 26044 0,021 17,2 - 0,0180 0,033 0,86 0,7053 CLG5 GFRP no preim 0,21 26044 0,021 refuerzo 17,2 - 0,0140 0,043 0,67 0,5454 CLG7 GFRP no preim 0,29 26044 0,021 sin 17,2 - 0,0140 0,060 0,67 0,5455 COA3 AFRP no preim 0,13 32796 0,017 anclar 9,7 - 0,0110 0,046 0,65 0,6456 COA5 AFRP no preim 0,21 32796 0,017 9,7 - 0,0085 0,059 0,50 0,4957 CLA3 AFRP no preim 0,13 32796 0,017 17,2 - 0,0110 0,026 0,65 0,4858 CLA5 AFRP no preim 0,21 32796 0,017 17,2 - 0,0125 0,049 0,74 0,5559 CLA7 AFRP no preim 0,29 32796 0,017 17,2 - 0,0105 0,057 0,62 0,4660 CLA9 AFRP no preim 0,38 32796 0,017 17,2 - 0,0110 0,077 0,65 0,48
61 Hamilton S1 GFRP no preim 0,11 23334 0,015 14,5 - 0,0110 0,010 0,73 0,4462 (2001) S2 GFRP no preim 0,11 23334 0,015 14,5 - 0,0135 0,012 0,90 0,5463 S3 GFRP no preim 0,11 23334 0,015 refuerzo 10,9 - 0,0120 0,015 0,80 0,5664 S4 GFRP no preim 0,11 23334 0,015 anclado 10,9 - 0,0130 0,016 0,87 0,6065 T1 GFRP no preim 0,11 46668 0,015 13,7 - 0,0150 0,029 1,00 0,8866 T2 GFRP no preim 0,23 23334 0,015 15,0 - 0,0120 0,021 0,80 0,47
67 Tan WRM1 GFRP bidir. no pre 1,00 12624 0,013 sin anclar 8,2 - 0,0120 0,168 0,96 0,47
68 Barbieri M10ClsT CFRP preconf. 0,20 198000 0,017 anclado 9,8 - 0,0045 0,152 0,26 0,64
Tabla C.7 Ensayos flexión y flexocompresión FRP-fábrica utilizados para la determinación de
la deformación efectiva de cálculo a efectos de adherencia.
ANEXO C
C10
Hipó. cálculo Predicción con modelo
GRUPO 1 εfe= K1 εfu* ωfe predicción x/t a/t µmod µexp/µmoddominio
1 V.-Dimas S 75 0,008 0,074 dominio AII 0,146 0,142 0,0708 1,032 (2000) S 25 0,008 0,025 dominio AI 0,087 - 0,0243 1,203 S 20 0,008 0,020 dominio AI 0,078 - 0,0194 1,254 S 40 0,008 0,040 dominio AI 0,109 - 0,0383 1,145 S 30 0,006 0,029 dominio AI 0,103 - 0,0277 1,426 S 100 0,008 0,099 dominio AII 0,169 0,139 0,0937 1,187 S 100 0,008 0,099 dominio AII 0,169 0,139 0,0937 1,188 S 200 0,008 0,199 dominio AII 0,261 0,123 0,1785 1,099 S 50 0,008 0,049 dominio AI 0,120 - 0,0474 1,24
10 D 100 0,008 0,103 dominio AII 0,172 0,138 0,0970 0,89
11 Morbin COG3R 0,008 0,069 dominio AII 0,138 0,137 0,0659 1,6712 (2002) COG5R 0,008 0,115 dominio AII 0,180 0,130 0,1078 1,2613 CLG3R 0,008 0,039 dominio AI 0,105 - 0,0377 2,2314 CLG5R 0,008 0,065 dominio AI 0,134 - 0,0622 1,8215 CLG7R 0,008 0,091 dominio AII 0,158 0,134 0,0862 1,8216 COG5A 0,008 0,115 dominio AII 0,180 0,130 0,1078 1,25
17 Galati S&-CO3 0,007 0,080 dominio AII 0,157 0,154 0,0758 1,1118 (2003) S&-CO5 0,007 0,133 dominio AII 0,206 0,145 0,1236 1,3019 S&-CO7 0,007 0,187 dominio AII 0,255 0,136 0,1685 1,05
20 Galati S19-CL3 0,007 0,071 dominio B 0,340 0,130 0,1320 1,1121 (2003) S19-CL5 0,007 0,118 dominio B 0,436 0,166 0,1496 1,84
22 Ensayos F.1.10_5 0,006 0,135 dominio B 0,547 0,208 0,1532 1,0223 Tesis L.1.5_5 0,004 0,296 dominio B 0,650 0,248 0,1920 1,5624 L.2.5_5 0,004 0,593 dominio B 0,713 0,272 0,2233 1,95
Hipó. cálculo Predicción con modelo
GRUPO 2 εfe= K1 εfu* ωfe predicción x/t a/t µmod µexp/µmoddominio
25 Triantafillou 0-2a 0,004 0,911 dominio B 0,638 0,243 0,3807 2,0026 (1998) 0-2b 0,004 0,911 dominio B 0,483 0,184 0,3130 2,1727 0-4a 0,004 1,823 dominio B 0,600 0,229 0,3656 2,2228 0-4b 0,004 1,823 dominio B 0,600 0,229 0,3656 2,57
29 Mosallam WC-RET-02 0,005 0,594 dominio B 0,505 0,192 0,3235 1,9431 (2007) WC-RE-090 0,005 0,297 dominio AII 0,380 0,165 0,2519 2,0330 WE-RET-02 0,009 0,549 dominio B 0,402 0,153 0,2713 2,34
32 Tan GGU 0,013 1,664 dominio B 0,375 0,143 0,2566 1,5933 (2004) GBOU 0,013 1,664 dominio B 0,375 0,143 0,2566 1,8134 GBAU 0,013 1,664 dominio B 0,375 0,143 0,2566 1,3635 CGU 0,006 0,631 dominio B 0,484 0,184 0,3138 1,2036 CBOU 0,006 0,631 dominio B 0,345 0,131 0,2396 1,9737 CBAU 0,006 0,631 dominio B 0,345 0,131 0,2396 1,6738 WRM2 0,005 0,321 dominio AII 0,401 0,160 0,2682 1,50
39 Barbieri M10GtsT 0,009 0,489 dominio B 0,427 0,163 0,2424 2,1640 (2000) M10CtsT 0,006 0,381 dominio B 0,446 0,170 0,2522 2,04
41 Galati S12-CL5 0,007 0,077 dominio B 0,820 0,312 0,1116 2,2642 (2003) S12-CO3 0,007 0,080 dominio B 0,350 0,133 0,1365 2,2543 S12-CO5 0,007 0,133 dominio B 0,350 0,133 0,1603 1,24
44 Ensayos F.3.10_5 0,006 0,406 dominio B 0,656 0,250 0,1818 2,1545 Tesis F.2.10_3 0,006 0,270 dominio B 0,434 0,165 0,1526 2,2246 F.2.20_3 0,006 0,541 dominio B 0,484 0,184 0,1829 2,37
Tabla C.8. Probetas grupo 1 y 2. Predicción teórica incorporando la seguridad de los
materiales con K1=0,40 ref. in situ /0,25 preconformados y γm=2,5.
ANEXO C
C11
Hipó. cálculo Predicción con modelo
GRUPO 3 εfe= K1 εfu* ωfe predicción x/t a/t µmod µexp/µmoddominio
47 Albert ICST-10 0,005 0,036 dominio AI 0,127 - 0,0345 1,5048 (1998) ICST-12 0,005 0,046 dominio AI 0,142 - 0,0438 1,29
49 Morbin COG3 0,008 0,069 dominio AII 0,138 0,137 0,0659 1,2350 (2002) COG5 0,008 0,115 dominio AII 0,180 0,130 0,1078 1,2251 COG7 0,008 0,161 dominio AII 0,223 0,123 0,1476 1,0052 CLG3 0,008 0,039 dominio AI 0,105 - 0,0377 2,2253 CLG5 0,008 0,065 dominio AI 0,134 - 0,0622 1,7154 CLG7 0,008 0,090 dominio AII 0,157 0,134 0,0849 1,7155 COA3 0,007 0,070 dominio AI 0,153 - 0,0668 1,6356 COA5 0,007 0,117 dominio AII 0,196 0,158 0,1095 1,2657 CLA3 0,007 0,040 dominio AI 0,117 - 0,0383 1,6658 CLA5 0,007 0,066 dominio AI 0,149 - 0,0631 1,8459 CLA7 0,007 0,093 dominio AII 0,174 0,162 0,0875 1,5660 CLA9 0,007 0,119 dominio AII 0,198 0,157 0,1113 1,69
61 Hamilton S1 0,006 0,014 dominio AI 0,075 - 0,0135 1,8462 (2001) S2 0,006 0,014 dominio AI 0,075 - 0,0135 2,2563 S3 0,006 0,018 dominio AI 0,086 - 0,0179 2,0164 S4 0,006 0,018 dominio AI 0,086 - 0,0179 2,2465 T1 0,006 0,029 dominio AI 0,108 - 0,0282 2,5566 T2 0,006 0,027 dominio AI 0,103 - 0,0258 2,07
67 Tan WRM1 0,005 0,175 dominio AII 0,272 0,194 0,1581 2,37
68 Barbieri M10ClsT 0,004 0,358 dominio B 0,488 0,186 0,2729 1,31
Tabla C.9. Probetas grupo 3. Predicción teórica incorporando la seguridad de los
materiales con K1=0,40 ref. in situ /0,25 preconformados y γm=2,5.
ANEXO C
C12
Tabla C.10. Probetas grupo 1 y 2. Predicción teórica incorporando la seguridad de los
materiales con K2=0,25 y γm=2,5.
Hipó. cálculo Predicción con modelo
GRUPO 1 εfe= K2 εfu* ωfe predicción x/t a/t µmod µexp/µmoddominio
1 V.-Dimas S 75 0,009 0,085 dominio AII 0,147 0,124 0,0807 0,912 (2000) S 25 0,009 0,029 dominio AI 0,087 - 0,0278 1,053 S 20 0,009 0,023 dominio AI 0,078 - 0,0221 1,104 S 40 0,009 0,045 dominio AI 0,109 - 0,0438 1,005 S 30 0,012 0,053 dominio AII 0,103 0,101 0,0514 0,766 S 100 0,009 0,114 dominio AII 0,174 0,121 0,1065 1,047 S 100 0,009 0,114 dominio AII 0,174 0,121 0,1065 1,048 S 200 0,009 0,227 dominio B 0,279 0,106 0,1996 0,989 S 50 0,009 0,056 dominio AI 0,120 - 0,0541 1,08
10 D 100 0,009 0,118 dominio AII 0,178 0,120 0,1102 0,78
11 Morbin COG3R 0,005 0,040 dominio AI 0,138 - 0,0379 2,9112 (2002) COG5R 0,005 0,066 dominio AI 0,174 - 0,0624 2,1713 CLG3R 0,006 0,030 dominio AI 0,105 - 0,0288 2,9114 CLG5R 0,006 0,050 dominio AI 0,134 - 0,0476 2,3815 CLG7R 0,006 0,070 dominio AI 0,156 - 0,0661 2,3816 COG5A 0,005 0,066 dominio AI 0,174 - 0,0624 2,16
17 Galati S&-CO3 0,004 0,049 dominio AI 0,157 - 0,0461 1,8218 (2003) S&-CO5 0,004 0,081 dominio AI 0,198 - 0,0758 2,1219 S&-CO7 0,004 0,114 dominio AI 0,230 - 0,1049 1,69
20 Galati S19-CL3 0,006 0,055 dominio AII 0,342 0,155 0,1237 1,1821 (2003) S19-CL5 0,006 0,091 dominio B 0,436 0,166 0,1496 1,84
22 Ensayos F.1.10_5 0,006 0,120 dominio B 0,547 0,208 0,1532 1,0223 Tesis L.1.5_5 0,002 0,150 dominio B 0,650 0,248 0,1920 1,5624 L.2.5_5 0,004 0,593 dominio B 0,713 0,272 0,2233 1,95
Hipó. cálculo Predicción con modelo
GRUPO 2 εfe= K2 εfu* ωfe predicción x/t a/t µmod µexp/µmoddominio
25 Triantafillou 0-2a 0,001 0,291 dominio AII 0,715 0,339 0,2647 2,8726 (1998) 0-2b 0,001 0,291 dominio AII 0,715 0,339 0,2647 2,5627 0-4a 0,001 0,582 dominio AII 0,832 0,200 0,3875 2,0928 0-4b 0,001 0,582 dominio AII 0,832 0,200 0,3875 2,42
29 Mosallam WC-RET-02 0,004 0,428 dominio B 0,505 0,192 0,3235 1,9431 (2007) WC-RE-090 0,005 0,302 dominio AII 0,383 0,162 0,2555 2,0030 WE-RET-02 0,005 0,310 dominio AII 0,391 0,163 0,2606 2,44
32 Tan GGU 0,003 0,430 dominio B 0,375 0,143 0,2566 1,5933 (2004) GBOU 0,003 0,430 dominio B 0,375 0,143 0,2566 1,8134 GBAU 0,003 0,430 dominio B 0,375 0,143 0,2566 1,3635 CGU 0,004 0,387 dominio AII 0,481 0,188 0,3103 1,2236 CBOU 0,004 0,387 dominio AII 0,481 0,188 0,3103 1,5237 CBAU 0,004 0,387 dominio AII 0,481 0,188 0,3103 1,2938 WRM2 0,005 0,289 dominio AII 0,381 0,183 0,2458 1,64
39 Barbieri M10GtsT 0,005 0,269 dominio B 0,427 0,163 0,2424 2,1640 (2000) M10CtsT 0,005 0,288 dominio B 0,446 0,170 0,2522 2,04
41 Galati S12-CL5 0,006 0,061 dominio B 0,820 0,312 0,1116 2,2642 (2003) S12-CO3 0,004 0,049 dominio B 0,350 0,133 0,1365 2,2543 S12-CO5 0,004 0,081 dominio B 0,350 0,133 0,1603 1,24
44 Ensayos F.3.10_5 0,003 0,209 dominio B 0,656 0,250 0,1818 2,1545 Tesis F.2.10_3 0,004 0,170 dominio B 0,434 0,165 0,1526 2,2246 F.2.20_3 0,004 0,341 dominio B 0,484 0,184 0,1829 2,37
K2=0,25
K2=0,25
ANEXO C
C13
Tabla C.11. Probetas grupo 3. Predicción teórica incorporando la seguridad de los
materiales con K2=0,25 y γm=2,5.
Hipó. cálculo Predicción con modelo
GRUPO 3 εfe= K2 εfu* ωfe predicción x/t a/t µmod µexp/µmoddominio
47 Albert ICST-10 0,005 0,034 dominio AI 0,127 - 0,0326 1,5948 (1998) ICST-12 0,006 0,054 dominio AI 0,142 - 0,0518 1,09
49 Morbin COG3 0,005 0,040 dominio AI 0,138 - 0,0379 2,1350 (2002) COG5 0,005 0,066 dominio AI 0,174 - 0,0624 2,1151 COG7 0,005 0,093 dominio AI 0,202 - 0,0865 1,7052 CLG3 0,006 0,030 dominio AI 0,105 - 0,0288 2,9053 CLG5 0,006 0,050 dominio AI 0,134 - 0,0476 2,2354 CLG7 0,006 0,069 dominio AI 0,155 - 0,0651 2,2455 COA3 0,004 0,045 dominio AI 0,153 - 0,0423 2,5756 COA5 0,004 0,074 dominio AI 0,193 - 0,0696 1,9957 CLA3 0,006 0,034 dominio AI 0,117 - 0,0322 1,9758 CLA5 0,006 0,056 dominio AI 0,149 - 0,0531 2,1959 CLA7 0,006 0,078 dominio AI 0,174 - 0,0738 1,8560 CLA9 0,006 0,101 dominio AII 0,194 0,187 0,0941 2,00
61 Hamilton S1 0,006 0,014 dominio AI 0,075 - 0,0140 1,7762 (2001) S2 0,006 0,014 dominio AI 0,075 - 0,0140 2,1763 S3 0,005 0,017 dominio AI 0,086 - 0,0161 2,2464 S4 0,005 0,017 dominio AI 0,086 - 0,0161 2,4965 T1 0,004 0,021 dominio AI 0,108 - 0,0201 3,5766 T2 0,006 0,028 dominio AI 0,103 - 0,0273 1,96
67 Tan WRM1 0,006 0,223 dominio AII 0,297 0,147 0,1972 1,90
68 Barbieri M10ClsT 0,002 0,148 dominio AII 0,444 0,422 0,1560 2,29
K2=0,25