EdicióN 19 VisióN 8

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Invitados Periódico comunitario de la Comuna 8 de Medellín · Año 4 · Número 19 · Distribución gratuita · Octubre-Noviembre de 2009 Visión Este proyecto es apoyado parcialmente con dineros públicos priorizados por habitantes de la Comuna Villa Hermosa (8) en el Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo de la Alcaldía de Medellín Seguridad puede ser protección al ciudadano, pero también tiene que ser garantías para que a todas las personas en nuestros barrios se les respeten sus derechos fundamentales.

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InvitadosInvitados

Periódico comunitario de la Comuna 8 de Medellín · Año 4 · Número 19 · Distribución gratuita · Octubre-Noviembre de 2009

VisiónEste proyecto es apoyado parcialmente con dineros públicos priorizados por habitantes de la Comuna Villa Hermosa (8) en el Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo de la Alcaldía de Medellín

Seguridad puede ser protección al ciudadano, pero también tiene que ser garantías para que a todas las personas en nuestros barrios se les respeten sus derechos fundamentales.

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EditorialEditorial

Este proyecto es apoyado parcialmente con dineros públicos priorizados por habitantes de la Comuna Villa Hermosa (8) en el Programa de Planeación Local y Presupuesto

Participativo de la Alcaldía de Medellín.

Editorial

Correo electrónico: [email protected]@gmail.com

Disfruta de las Ediciones del Periódico Visión 8 en:www.myspace.com/periodicovision8

o en www.slideshare.net/ciudadcomunaTeléfono: 269 58 74Cel: 312 849 00 79

DirecciónLeonardo Jiménez

Redactores Visión 8Libardo Andrés AgudeloYasmín Viviana Garavito

Leonardo Jiménez

Redactores InvitadosDiego Andrés Ríos Arango

Jairo Maya

Comité EditorialLuz Amparo Durango - Villatina

Elvia Bonilla – Colinas de Enciso Parte Alta

Ana Fabiola Durango - Las GolondrinasEquipo Visión 8

Junta Administradora Local de la Comuna Ocho

DiseñoYurilena Velásquez López

FotografíaEquipo de trabajo Visión 8

Escuela de reporteria gráfica

EjecuciónCorporación para la Comunicación

Ciudad Comuna

Asesoría periodísticaMariluz Palacio Úsuga

InterventoríaDirección General de Comunicaciones

Alcaldía de Medellín

ImpresiónLa República

Foto portadaBarrio Esfuerzos de paz I

Publicación mensual Año 4 - No.19

Octubre-Noviembre de 2009Circulamos con 10.000 ejemplares

Distribución gratuita

Corporación para la Comunicación

Mucho se habla de la grave situación que afronta actualmente la Comuna Ocho en materia de seguridad, desde luego han aumentado los asesinatos, las confrontacio-nes armadas, las disputas de territorios, la sensación de zozobra y angustia circula entre los pobladores de la Comuna. Esa “aparente situación de calma” que tanto ha defendido la administración municipal, se ha venido a pique en toda la ciudad con los recientes brotes de violencia y confrontación armada en todas las comunas de la ciudad.

Fuertes críticas recibió la administración de Alonso Salazar en el reciente análisis que desde el Concejo de Medellín se le hizo a la aplicación de la política de seguridad y convivencia para la Ciudad, que implicó, entre otras cosas, un revolcón en la Secre-taría de Gobierno, partiendo del cambio de Secretario.

En la Comuna Ocho, sin duda alguna, los líderes compartimos esta preocupación por el tema de la seguridad, y hacemos un llamado para que las medidas adoptadas para afrontar la grave situación no se ciñan exclusivamente a contener la situación con el aumento del pié de fuerza en los barrios.

Valoramos la generación de espacios de convivencia, participación, integración y cultura como un aporte fundamental para sensibilizar a la comunidad sobre la situa-ción, y para llamar al diálogo a los actores en conflicto.

Invitamos también a la comunidad y a los funcionarios de la administración munici-pal a redimensionar la visión sobre el tema de la seguridad. Mucho escuchamos de adoptar medidas, desarrollar políticas y crear programas que apunten al mejora-miento de la seguridad de los habitantes de la Comuna, pero… ¿por qué reducen el concepto de seguridad de los ciudadanos al tema de orden público?

Compartimos la idea de que es prioritario garantizarle a los habitantes de nuestras comunidades la protección, mantener las calles seguras para que las personas se puedan movilizar tranquilamente, que no haya restricciones de espacios ni fronteras territoriales, que los líderes sociales expresen sus ideas libremente sin que por ello sean amenazados; sin duda, estos aspectos aportan a la seguridad de todos y cada uno de nosotros.

Cuestionamos es que no se conciban en la búsqueda de soluciones, otras visiones sobre lo que significa garantizarle a los ciudadanos una seguridad integral. ¿No se sentiría más segura una familia si contara con unos ingresos dignos que le garantiza-ran el alimento, la educación y la salud? ¿No se sentiría más segura una comunidad si no viera su existencia amenazada porque no cuentan con un recurso tan vital como lo es el agua? Así bien, seguridad puede ser protección al ciudadano, pero también tiene que ser garantías para que a todas las personas en nuestros barrios se les res-peten sus derechos fundamentales.

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El pasado sábado 19 de septiembre se realizó en el barrio Las Estancias, el Sexto Encuentro de Chirimías, que cada año reúne a los exponentes de la música folclórica Colombiana que trabajan en nuestra comuna, y que en esta ocasión hizo parte del proyecto de programación cultural aprobado por el Programa de Planeación Local y Presupuesto Participa-tivo. El evento estuvo muy ameno y contó con una gran asistencia, pero nos deja un sabor amargo a los gestores de la ini-ciativa, pues tras cinco años de promover este sueño, cuando por fin es financiado plenamente por la administración muni-cipal, terminamos sutilmente marginados de la autoría y los créditos de realiza-ción del programa, lo que podría consi-derarse un acto de expropiación de un evento cultural creado y promovido por la Corporación Cultural Diáfora, con el agravante que no se ha otorgado ningún tipo de compensación, como manda un proceso legal de expropiación. Para que este hecho no pase desapercibido, haga-mos un rápido recuento de la historia del Encuentro de Chirimías, y como ha sido la intervención municipal en él.

En 2004 cuando se realizó el primer en-cuentro, la administración municipal res-pondió muy cortésmente que no podía apoyar el evento, pero que nos deseaba éxitos en la iniciativa. Un año después nos respondió que ese tipo de ideas debían ser tramitadas vía presupuesto partici-pativo, pero en este espacio la directriz era no aprobar recursos que estuvieran direccionados a una entidad específica, así que cada año simplemente se asig-naban recursos para programación cul-tural. En los años 2006, 2007 y 2008 se logró concertar con los contratistas de esta iniciativa para articular el encuentro a uno de los corredores culturales, lo que permitió un patrocinio parcial del evento, con tal éxito del evento que para esta vigencia, se preestableció que el Encuen-tro de Chirimías estaba incluido en la programación cultural.

Muchos podrán pensar que no tiene nin-guna relevancia quién sea el organizador

1. Ciudad y Cultura en el siglo XXI. Ediciones CICCUS. Buenos Aires; Argentina. 2000.2. Pliegos Convocatoria de Selección abreviada 9003960 de 2009. La convocatoria se declaró de-sierta.

mientras el evento se realice adecuada-mente, sin embargo en el sector cultural, esto puede constituir un desconocimiento del papel del estado en relación con la cultura, que de acuerdo a la Ley 397 de 1997 o Ley General de Cultura es pri-mordialmente “la preservación del Patri-monio Cultural de la Nación y el apoyo y el estímulo a las personas, comunidades e instituciones que desarrollen o promuevan las expresiones artísticas y culturales en los ámbitos locales, regionales y nacional”. (Artículo 2. Subrayado propio)

La importancia de este asunto radica en que la gestión cultural es ante todo un acto creativo, o como dice Toni Puig Pi-cart, esta “se dedica a construir sentidos que transformen, dignifiquen, mejoren, [y] humanicen continuamente la vida de los ciudadanos y las ciudades”. Descono-cer a las personas, comunidades e insti-tuciones que desarrollan o promueven las expresiones artísticas y culturales, es ca-minar hacia un modelo de privatización neoconservadora en el que es imposible la gestión cultural, pues se reorganiza la acción cultural bajo las leyes de mercado, sustentada en operadores funcionales a los intereses de un gobierno tecnocrático. ¿Se imaginan el Festival Internacional de Poesía organizado por alguien diferente a Prometeo, el Aquetecuento por organi-zación distinta a la Corporación Arca de N.O.E., el Titirifestival en manos ajenas a las del Manicomio de Muñecos, el Festival Nacional Comunitario de Teatro Joven sin Nuestra Gente, el Entre Cuentos y Flores bajo otra batuta a la de Vivapalabra, o el Festival de Mimos sin la Polilla? El En-cuentro de Chirimías, al igual que cada uno de esos eventos, puede considerar-se una producción cultural con derechos morales y patrimoniales, y lo mínimo que puede exigirse, es que el apoyo estatal beneficie directamente a sus creadores, tanto en el posicionamiento de su ima-gen, como en la utilidad económica cuan-do esta se presenta, y que en este caso particular, según los pliegos de condicio-nes de la convocatoria y su respectivo es-tudio de costos, es aproximadamente del 6% del valor del evento.

Pero este acto, no es el único que eviden-cia improvisación en la política cultural de la ciudad. De las 6 iniciativas en cul-tura aprobadas para esta vigencia, solo la Programación Cultural y la Formación Artística han realizado socialización de los estudios previos con la comisión de cultura, haciendo una concertación y va-lidación de los objetivos y metas antes de salir a convocatoria, y han incluido 15 puntos en la calificación para las orga-nizaciones de la comuna, favoreciendo la contratación social. Las demás inicia-tivas han gozado de procedimientos di-símiles: la Dotación se ha consultado con los firmantes de las fichas, mas no con la comisión, el Diplomado en Gestión se ejecuta mediante convenio interadminis-trativo con la Universidad de Antioquia, sin la concertación con la ciudadanía ya que es prácticamente la única ofe-rente, Memoria Histórica duerme en el más profundo silencio, y la Promoción de Lectura la han empaquetado en un solo contrato para 7 comunas de la ciudad, eliminando el puntaje de pertenencia a la comuna, y con unos parámetros de ca-lificación que prácticamente inhabilitan las organizaciones comunitarias, al pedir “un coordinador general del proyecto de tiempo completo, especialista graduado del área de las ciencias sociales o del área artística, con conocimiento sobre literatura y una trayectoria mínimo de treinta y seis (36) meses en el sector cul-tural… [que] recibirá una remuneración de $9.979.200 para todo el proceso” que por cierto es de dos (2) meses.

Muchas preguntas surgen al observar este panorama: ¿Por qué no pasaron por el espacio de socialización y consulta con la comisión de cultura todas las iniciativas priorizadas? ¿A qué se debe que se pida una formación mínima del nivel especia-lista, en un área que ni siquiera cuenta con acreditación profesional, pues la Promoción de la lectura es un oficio que apenas se estudia con el Sena las po-sibilidades de establecer como técnica? ¿De qué sirve realizar los diplomados ofrecidos si no tienen ninguna incidencia en los criterios de calificación del talen-

to humano de la Comuna, a no ser que ya tengan pregrados y especializacio-nes? ¿Por qué iniciativas que responden a un Plan de Lectura que ocupa un lugar preponderante en esta administración se contratan para una duración tan corta, y al final del año lectivo cuando se está a punto de des escolarizar el estudiantado que es una de las poblaciones objetivo más relevantes de este programa? ¿Bajo qué parámetros se toma la decisión de agrupar los presupuestos de las diferen-tes comunas, cuando existen tantas dife-rencias en los alcances de las iniciativas? ¿Es comparable el impacto de la promo-ción de lectura en una comuna que desti-na $3.560.256 como Robledo, otra que destina $17.514.536 como Santa Cruz y la Comuna 8 que asignó $56.000.000? ¿Por qué nuevamente son las mismas ini-ciativas (Memoria Histórica y Promoción de Lectura) las últimas en salir a contra-tación para ser ejecutadas en tiempo re-cord? ¿Cuándo sabremos algo del pre-supuesto para Memoria Histórica? ¿Este panorama también se vive en otras co-munas?

Estamos a tiempo de hacer una pausa y evaluar el verdadero impacto de las in-versiones en cultura, y es impostergable un diálogo franco y crítico con la admi-nistración, en la persona del Secretario de Cultura Ciudadana, que enderece la senda del desarrollo cultural -antes que este sea convertido en un contrato- para que efectivamente construyamos una po-lítica cultural que: 1. fortalezca la orga-nización y participación cultural, como lo establecen los Planes Nacional y Depar-tamental de Cultura y los lineamientos para el Plan Municipal, 2. No vulnere los derechos de los gestores culturales como creadores de sentido y constructores de capitales simbólicos, y 3. Garantice la sostenibilidad y autonomía de los proce-sos culturales locales.

Por: Diego Andrés Ríos [email protected]

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La Cultura expropiada

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Como consecuencia de las disputas por el control territorial por parte de gru-pos ilegales y el narcotráfico, la Comu-na Ocho, como toda la ciudad de Me-dellín ha presentado un incremento en los índices de violencia y criminalidad desde finales del año 2008.

Posterior al descenso de las acciones delictivas en la administración del ex-alcalde Sergio Fajardo Valderrama, y como resultado del proceso de desmo-vilización emprendido por el gobier-no de Álvaro Uribe Vélez a finales de 2003, se posicionó a Medellín como una ciudad que “pasaba del miedo a la esperanza”.

No obstante, en los últimos meses la ciu-dad ha evidenciado un alto crecimiento en las acciones delictivas, entre las que se han reactivado con gran fuerza el sicariato, el robo de vehículos y la ex-torsión.

Los 104 homicidios cometidos en enero de 2009 frente a 91 del mismo perio-do de 2008, la muerte de 30 personas el primer fin de semana de octubre, el asesinato de más de 1.044 personas en lo corrido del año, la renuncia de Jesús María Ramírez Secretario de Go-bierno a mediados de septiembre, y la orden dada por el presidente Álvaro Uribe Vélez de revisar semanalmente el tema de seguridad en Medellín; son

“La comuna no está segura, pero en el ámbito de ciudad es un paraíso”

sólo algunos de los antecedentes más recientes que prueban la reactivación de los procesos de violencia en la ciu-dad.

En la Comuna Ocho

La Comuna Ocho (Villa Hermosa) hace parte de la Zona Centro Oriental de la ciudad de Medellín, está conforma-da por 18 barrios y más de 5 asenta-mientos subnormales. Según el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) cuenta con tres centralidades de nivel barrial ubicadas en Villa Hermosa, Enciso y Las Estancias, tiene un área de 577,7497 hectáreas.

Según el reporte del SISBEN de Febrero 2007, la población total de la comuna es de 139.725 personas pertenecientes a los estratos 0, 1, 2 y 3, siendo en su gran mayoría población desplazada. Además de los casi 140 mil habitantes, el 25,65% están entre los 5 y 19 años, es decir, en edad escolar.

Para Dolli Castillón, técnica social de la Secretaría de Gobierno en la Comuna Ocho, estas características repercuten directamente en los problemas de se-guridad y convivencia que afronta la Comuna, opinión que es compartida por Jairo Maya, edil de la Junta Admi-nistradora Local (JAL).

Según la funcionaria, uno de los prin-cipales problemas que se evidencia en la Comuna Ocho es la disputa por los territorios y las plazas de vicio, princi-palmente en los barrios de Villa Turbay y La Sierra.

Disputas que cobraron la vida a un es-tudiante de la Institución Educativa Vi-lla Turbay a mediados de septiembre, y que afectan la tranquilidad de los habitantes de barrios como Villa Liliam parte baja y alta, Unión de Cristo, La Sierra, y Villa Turbay.

Líderes comunitarios como Jairo Maya atribuyen este fenómeno a la poca cercanía de la oferta institucional a

estos sectores, la precariedad social, la falta de oportunidades, a la reor-ganización de grupos armados y a la violencia intrafamiliar.

“Con estos antecedentes y con la lle-gada del narcotráfico, nuestra comuna se ha convertido en un caldo de cultivo para la cultura de la ilegalidad”, ase-guró Maya.

Amantina Rengifo, presidenta de la Asocomunal, denuncia que una de las consecuencias más graves de la reacti-vación de este conflicto, es el uso indis-criminado de los niños como “carritos para transportar armas y vender dro-gas”.

V8Por: Libardo Andrés Agudelo [email protected]

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Rengifo y Castrillón enfatizan en la relación existente entre la violencia y la drogadicción. En los barrios de la comuna se encuentran identifica-dos aproximadamente 50 expendios de drogas, en los que se utiliza a los menores indiscriminadamente, incluso para transportar estupefacientes a las instituciones educativas. Yamile Sán-chez, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio Colinas de Enciso parte alta, dice que es posible encontrar hasta cinco expendios de drogas en su sector.

La legitimidad de los grupos ilegales por parte de la comunidad y la des-confianza en las autoridades sigue siendo un agravante. “Sin duda se han dado grandes avances en el tema de seguridad en la Comuna Ocho, pero es necesario que la gente deje de ver la organización como restrictiva e imposi-tiva. Es necesario reforzar los lazos de confianza, que los ciudadanos vean los integrantes de la institución como ami-gos, labor que se ha empezado con ayuda de la Policía Comunitaria, este es un proceso largo pero ya se están dando los primeros resultados”. Aclaró Castrillón sobre este tema.

Pese a ello, habitantes del barrio Go-londrinas se quejan de los malos tratos y excesos de autoridad que han reci-bido por parte de los miembros de la Policía del CAI Altos de la Torre. Ante dicha situación Castrillón invitó a la co-munidad a dejar el miedo y atreverse a denunciar. “Es necesario que estos hechos no se queden solo en la comu-nidad, si no que se den a conocer a las instituciones pertinentes”.

Otras de las principales problemáticas de la comuna son el incremento en el hurto de automotores principalmen-te en sectores como Villa Hermosa y Manzanares. Además de la extorsión a transportadores y al robo a pasaje-ros en rutas como Cotransvi, del barrio Villatina y Cotransmallat de los barrios Llanaditas, Los Mangos y 13 de No-viembre.

No se pueden desconocer los incon-venientes en el tema de la convivencia como son : el manejo del espacio públi-co, las disputas entre vecinos, la intole-rancia, las riñas callejeras, las graves estadísticas de violencia intrafamiliar, infantil y sexual que son, sin duda,

agravantes de los hechos anteriormen-te mencionados.

Según María Patricia Rico, secretaria de la Inspección de Policía del barrio Villa Hermosa, la comunidad aun no sabe convivir, y las riñas se presentan constantemente por la falta de solida-ridad y respeto. “En seis años que llevo trabajando en el sector he recibido de-nuncias de todo tipo, entre los barrios que presentan mayores dificultades es-tán Llanaditas, Caicedo y Villa Hermo-sa”, concluyó la funcionaria.

Todo esto, sumado al rearme de al-gunos grupos de desmovilizados, a la reorganización del narcotráfico en la zona, al surgimiento de pandillas y a la delincuencia común, hace que para los habitantes de nuestra comuna éste no sea un sitio seguro para vivir.

¿Qué se está haciendo?

Actualmente la Comuna Ocho de la ciudad de Medellín cuenta con un sis-tema de seguridad dirigido por el Co-mité Local de Gobierno, y conformado por dos Centros de Atención Inmediata (CAI) ubicados en las zonas periféricas: uno en el sector de Altos de la Torre y otro en el sector de La Sierra, ambos

con 18 uniformados, además está la estación de policía del barrio Villatina conformada por 74 policías, y se cuen-ta con 25 Frentes de Seguridad Local apoyados por la Policía Comunitaria.

El Comité Local de Gobierno está con-formado por el inspector Carlos Mer-chán Molina, el comisario de familia El-kin Londoño Serna, el comandante de la estación de Policía del barrio Villa-tina, mayor Mario Hernández Jiménez, la técnica social de la Comuna Ocho, Dolli Castrillón y Jairo Maya Rodríguez representante de la JAL.

De acuerdo al Decreto 143 de 2005 el Comité Local de Gobierno es el puen-te de comunicación entre las diferentes dependencias de la Administración y la comunidad. Así, emplea mecanismos para vincular y crear espacios de de-bate y atención a las diferentes pro-blemáticas de seguridad y convivencia que tienen las comunidades.

Además, con la construcción del Pro-yecto Urbano Integral (PUI) Centrorien-tal, que se extenderá por 3 años, la comuna tendrá una Casa de Gobierno que se ubicará junto al Instituto Técni-co Metropolitano (ITM), sede San José, y una estación de policía en el barrio

La Ladera cerca del Parque Biblioteca León de Greif.

Integrantes del comité reafirman la ne-cesidad de que la comunidad se apro-pie de sus derechos, y los haga valer tanto ante los actores armados como ante la fuerza pública. Si algún ciuda-dano tiene cualquier reclamo, queja o denuncia puede dejarla en el correo electrónico [email protected] o dirigirse a instituciones como la Co-misaria de Familia o la Inspección de Policía de Villa Hermosa entre otras.

Si bien, la comuna no es ajena a la dinámica de la ciudad y a la reacti-vación de los procesos de violencia, la situación es menos grave que en otras zonas. “La comuna no está segura pero en el ámbito de ciudad es un paraíso” concluye Castrillón.

La libertad representa uno de los dere-chos fundamentales del ser humano, la carencia de ella afecta directamente el derecho a la vida y a la tranquilidad; por ello, es necesario construir procesos sociales más conscientes de que segu-ridad no es tener mayor cantidad de fuerza pública, si no contar con la ga-rantía de poder ejercer los derechos a plenitud.

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Desde 1.999 a Teresa se le cuentan tres desplazamientos forzados en el depar-tamento del Meta; el reclutamiento for-zado, por parte de las FARC, de uno de sus hijos, el asesinato de uno de sus agregados en su finca por oponerse a ser reclutado por el paramilitarismo, además del destierro de su esposo por parte de las FARC hacia tierras limí-trofes con Venezuela donde ahora es obrero de una petrolera extranjera.Ahora Teresa se encuentra con sus dos hijos restantes en la Comuna Ocho de Medellín huyéndole al conflicto arma-do Colombiano y su hijo de 18 años al reclutamiento del Ejercito Nacional.

Jaime en los primeros años de los no-ventas fue expropiado de su finca en el Magdalena Medio Antioqueño; se presentó en las versiones libres del delincuente Ramón Isaza, reconocido paramilitar de la región, en el marco del proceso de Reinserción o Justicia y Paz o Ley 975, allí hizo el reclamo de sus tierras a el individuo antes citado, a lo cual la respuesta que recibió fue un rotundo “no” por parte de Ramón ante la mirada indolente de un juez. Ahora se encuentra en la Comuna Ocho rea-lizando trabajo comunitario, desplaza-do y empobrecido.

A Patricia en el año 2.000 y en la Co-muna Trece de Medellín los paramilita-res le asesinan a dos de sus hermanos, su madre y su padre. Sale huyendo y llega a la Comuna Ocho, donde ahora encabeza un movimiento de mujeres. El genocidio de su familia en el marco de la operación ORION fue ignorado por el estado.

Luis es asesinado por agentes de po-licía junto a dos amigos en 1.998 en la Comuna Nueve, el motivo: una pre-sunta vinculación en un hurto callejero, algo que desmintió la familia judicial-mente. Los agentes de policía están li-bres y esta familia perteneciente a uno de los barrios de la Comuna Ocho de Medellín espera justicia.

¿Reparación por vía administrativa, un primer paso hacia las víctimas?

Por: Jairo Maya

Como ellos, miles de personas víctimas de la violación de sus derechos llevan una herida profunda en su corazón y en su dignidad y reclaman respuestas.

Para hacer frente a esta situación el gobierno trabajó el año pasado en un programa de reparación individual para las víctimas de los grupos arma-dos ilegales. Se trata de un proceso de reparación por vía administrativa fi-nanciado por el gobierno central para responderles a estas víctimas, aunque no hayan hecho parte de los procesos judiciales contra los paramilitares des-movilizados. ¿Qué contempla el decreto?

Este programa de reparación es eje-cutado por la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR), considera como víctimas a quienes ha-yan sufrido daños directos como conse-cuencia de las acciones de grupos or-ganizados al margen de la ley, “tales como perdida de la vida, lesiones que ocasionan algún tipo de discapacidad, sufrimiento emocional, perdida finan-ciera o menoscabo de sus derechos fundamentales”. También es víctima como lo establece la ley 975, “el cón-yuge, compañero o compañera per-manente y familiares en primer grado de consanguinidad y primero civil de la victima directa, cuando a ésta se le hubiese dado muerte o estuviese des-aparecida”.

El programa contempla únicamente medidas de compensación económica, en montos que oscilan entre 10 y 40 salarios mínimos mensuales. La mayor indemnización es para los delitos de ho-micidio, desaparición forzada, secues-tro e incapacidad permanente; la me-nor cantidad, para el desplazamiento forzado; y en término intermedio para la tortura, las lesiones personales y psi-cológicas que no causen incapacidad permanente y para los delitos contra la libertad e integridad sexual.

Para solicitar estos beneficios, las vícti-mas se pueden acercar a la Personería Municipal, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General de la Nación, a la CNRR o a la Unidad de Derechos Humanos, en el caso de Medellín. Para constatar la calidad de víctima del so-licitante se pedirán requisitos mínimos, mientras que para los casos de delitos sexuales no se exigirán pruebas. Fortalezas y debilidades

Las fortalezas

1. Este programa es un complemento a la reparación judicial establecida por la ley 975, a través de la cual se ade-lantan procesos judiciales a desmovili-zados de grupos paramilitares. Al final del proceso, se inicia un incidente de reparación o momento en el cual hay una conciliación entre el desmovilizado que ha aceptado los cargos y sus víc-timas.

2. La historia internacional muestra que las reparaciones por vía administrativa han funcionado poco; porque este tipo de reparación permite en forma ágil llegar a un universo amplio de perso-

nas; porque el 95% de las víctimas en Colombia no identifica a su victimario y por eso no es viable para ellas la reparación judicial, y además por la sociología de la víctima: de cada 12 personas asesinadas, 11 son hombres y sus víctimas son mujeres pobres, que difícilmente acceden a procesos pena-les.

3. Colombia es uno de los primeros países en comenzar un programa de reparaciones cuando aún no ha ter-minado el conflicto armado; También podría serlo por el amplio número de víctimas que espera indemnizar.

4. Tiene en cuenta la caracterización de las víctimas en Colombia, que son personas en su mayoría de origen ru-ral, de escasos recursos económicos, de baja escolaridad, mujeres cabeza de familia, personas sin preparación técnica para insertarse en un mercado laboral urbano, entorno al que gene-ralmente se han visto obligados a des-plazarse. Este decreto tiene la posibi-lidad de mitigar en algo el sufrimiento y las condiciones de vulnerabilidad en que permanecen.

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5. Entre las víctimas sujetas a recibir reparación administrativa están los desplazados, aunque para el delito del desplazamiento se ha dispuesto un monto inferior a los otros. “Es muy importante que se les haya reconocido en el universo de las víctimas, y que la indemnización que por esta vía se les otorgue no se sume o reste de los be-neficios que reciban de otras entidades del estado”.

6. La reparación por vía administrativa es un primer paso, y es muy importante que el gobierno haya tomado esta ini-ciativa frente a la dramática situación en que se encuentran la mayoría de las víctimas. Sin embargo, hay varias cuestiones que deben ser mejoradas e incorporadas a futuro en la legislación Colombiana frente a esta temática.

Las debilidades

1. El programa de reparación cobija a víctimas de paramilitares y de guerri-lleros, pero excluye víctimas de críme-nes de estado. El gobierno argumentó en su momento, que es un decreto re-glamentario de la ley 975, el cual se refiere a la desmovilización de grupos armados ilegales. Sin embargo, la Pro-curaduría General y las organizaciones sociales reclaman también reparación para estas víctimas. No veo ninguna

justificación para esta exclusión. El go-bierno decidió sacar el decreto como reglamentario de la ley 975, pero exis-ten otras formas que permitirían incluir a estas víctimas, por ejemplo, un “acto de gobierno” que exprese la decisión política de reparar a todas las victi-mas. Dejar por fuera a las víctimas del Estado es revictimizarlas. Sus derechos deben prevalecer a toda costa, inde-pendientemente de quienes los hayan vulnerado. Al no establecer responsa-bilidades, este decreto podría conver-tirse en un instrumento para comprar el silencio de ellas.

2. El decreto se basa en un principio de solidaridad, sin que ello implique reconocimiento de la responsabilidad directa del Estado. El primer respon-sable de la violación de los derechos ciudadanos es el Estado, que tiene el deber de garantizarlos. La reparación debe sustentarse sobre la verdad, pero una verdad con calidad, la justicia. Es deber del Estado reconocer su respon-sabilidad como gestor y promotor de los grupos paramilitares, como lo vie-nen afirmando los cabecillas del mo-vimiento paramilitar en sus versiones libres ante la justicia Norteamericana y Colombiana.

3. Es necesario diferenciar la repara-ción del asistencialismo social y la ayu-

da humanitaria. Más allá de los bene-ficios, un programa de reparación es un acto de justicia, el reconocimiento de la responsabilidad y del compromi-so de la no repetición de los hechos por parte del Estado, es lo que diferencia un programa de reparación de uno de ayuda humanitaria. La reparación no se da con la mera entrega de un cheque o con levantar un monumento, como pasó con los niños asesinados por el Estado en el barrio Villatina hace al-gunos años, sino con el discurso público oficial y la construcción simbólica que implican las expresiones materiales de la reparación.

4. Además de las compensaciones eco-nómicas, un programa de reparación integral debe comprender otras me-didas, de acuerdo con los principios y directrices básicas sobre el derecho a las víctimas a obtener reparaciones, establecidas por la Asamblea Gene-ral de las Naciones Unidas en el año 2.005. Estos son: restitución, orientada a restablecer la situación original de las víctimas; rehabilitación, como aten-ción sicológica y servicios legales; com-pensación económica, satisfacción que contempla la búsqueda de la verdad y de los desaparecidos, disculpas pú-blicas, sanciones judiciales y adminis-trativas, entre otras; y las garantías de no repetición, como la seguridad de las comunidades y el entrenamiento de las fuerzas oficiales en derechos humanos.

Para muchas víctimas es claro que el dinero no compensa la vida, y por eso no están dispuestas a recibir una

compensación económica como repa-ración a la pérdida de un ser queri-do, como ocurrió en Argentina. Toda acción de reparación integral requiere de la aplicación de sanciones para los mayores responsables de los crímenes (Empresarios Nacionales y Extranjeros, Políticos, Terratenientes, Ganaderos, Empresarios de Apuestas Permanentes, Narcotraficantes, grandes contratistas del estado central).

5. Los montos de las indemnizaciones y la cuantía del programa son motivos de otra controversia. La mayoría de las victimas a la hora de hacerles la pregunta sobre este tema afirman que ningún monto será suficiente y otros contra-preguntan ¿Cómo hará el Esta-do para financiar el programa?, los ar-gumentos que escucho tienden a justifi-car que la reparación es un imposible, que es muy costosa. De esto podemos concluir que, razones económicas no pueden ser los criterios para iniciar la reparación integral en Colombia.

6. Otra controversia gira alrededor de la ausencia de un enfoque diferencial a la hora de reparar. Hay que resal-tar que las comunidades indígenas y afrocolombianas, han solicitado que se tomen medidas para evitar que la re-paración individual afecte su vida co-lectiva. El director de la Comisión Na-cional de Reparación y Reconciliación reconoce que en la reparación por vía administrativa se pierde en la particu-laridad, pero afirma que se gana en agilidad: “las victimas deben ser repa-radas en vida, ese es el gran sueño”.

La comisión de las Naciones Unidas ha sido reiterativa en cuanto al caso Colombiano, recordándole al gobierno a través de su comisionada: “que la compensación eco-nómica es un camino para garantizar la reparación integral. Y lo invita a redo-blar esfuerzos para aplicar los mecanismos, abarcando tanto medidas judiciales como administrativas para garantizar de manera efectiva la protección de las víctimas en ejercicio de sus derechos a la verdad, la justicia, la reparación y a la no repetición”.

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EditorialEditorial

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ParticipaciónParticipación

V8Por: Leonardo Jiménez Garcí[email protected]

“Ya llevamos 14 sesiones formativas, y pensar que hace 4 meses este proyecto de Escuela de Reporteros Gráficos era tan solo una idea”.

Y es que lo mágico de los medios au-diovisuales es que encarretan a las per-sonas con gran facilidad. Esta escuela de formación surgió del hermanamien-to de la Corporación Cultural Diáfora y la Corporación para la Comunicación Ciudad Comuna, y se ha desarrollado gracias a los aportes y esfuerzos de estas dos organizaciones.

En esta escuela participan actualmente 15 jóvenes de la Comuna Ocho, habi-tantes de los barrios Golondrinas, Las Estancias, Villatina, y La Sierra. En la experiencia formativa los jóvenes han aprendido los elementos básicos de la fotografía, desarrollando procesos de

observación de la realidad de la comuna para ma-terializarlos en fotografías que expresan un mensaje, una reflexión, un punto de vista.

Durante el proceso se han realizado recorridos prácti-cos por diferentes barrios de la Comuna Ocho, en los cuales los participantes de este proceso formativo han hecho reportajes fotográficos sobre la realidad social y cultural de la comuna.

Esta escuela de formación se convierte en una importante propuesta para incentivar la partici-pación de las juventudes, y promueve el acerca-miento de los jóvenes a las comunidades desde el lente de una cámara. Se convierte, además, en la oportunidad de realizar procesos de recupe-ración de la memoria de las comunidades, y de promover reflexiones sobre la realidad social a partir de la fotografía.

Entre los meses de octubre y noviembre se estará trabajando con estos jóvenes en la preparación de sus reportajes gráficos, que serán presenta-dos en una exposición fotográfica preparada para finales de año y a la que podrán asistir todos los habitantes de la Comuna Ocho. Para el próximo año, la Corporación Cultural Diáfora y Ciudad Comuna realizarán las gestiones pertinentes para promover la continuidad de la escuela con otros jóvenes de la Comuna Ocho.

Se consolida Escuela de Reporteros Gráficos de la Comuna Ocho

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InvitadosInvitados

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ParticipaciónParticipación

Desde comienzos de este año se ha organizado un equipo con la idea de diseñar y proponer el Plan de Desarro-llo Cultural para la Comuna Ocho. Este grupo se ha consolidado como una red cultural, en la que intervienen agentes de diferentes instituciones y diversos sectores artísticos e intelectuales per-tenecientes a distintos barrios de la zona.

Dentro de los integrantes del gru-po se encuentra el docente Germán Benjumea de la Institución Educativa Luís Carlos Galán Sarmiento, Luz Eni-th Cano del Parque Biblioteca León de Greif; artistas como León García, Víc-tor Sierra, Carlos Mario Castañeda y líderes como Cesar Cuartas y José Au-gusto Bedoya. Además, por parte del equipo de trabajo del periódico Visión Ocho esta Libardo Andrés Agudelo.

En el marco de la formulación del Plan de Desarrollo Cultural para la Comuna Ocho de la ciudad de Medellín, y con el fin de crear un espacio de interac-ción social para formular una propues-ta de forma participativa e incluyente este grupo ha desarrollado una serie de eventos a nivel comunitario.

La Comuna Ocho comienza a planear su desarrollo cultural

El más reciente de ellos fue el conver-satorio “Toquémonos con la palabra, presente pasado de la Comuna Ocho”, realizado en la sede de Extensión Cul-tural y Comunitaria de la Institución Educativa Luis Carlos Galán Sarmien-to. En el evento participaron algunos miembros representativos en el ámbi-to cultural y social de la comuna como Diego Ríos de la Corporación Cultural Diáfora, Adriana Grajales de la Jun-ta de Acción Comunal del barrio Los Mangos y Jesica Londoño Cano, Mujer Talento; Además de representantes de la Asocomunal, la Red de Comunicado-res Juveniles y la Corporación Ciudad Comuna.

El equipo de trabajo viene desarrollan-do una propuesta que trasciende más allá de la elaboración del plan. Bajo la premisa de que los diversos procesos culturales y artísticos deben ser abor-dados desde la multidimensionalidad del ser humano, desde la construcción colectiva a través de imaginarios, de su espacialidad y reconstruyendo su pa-sado como un elemento trascendental en la construcción de su memoria. Den-tro de los planteamientos se encuentra la construcción de la Red de Desarro-

llo Cultural de la Comuna Ocho como una herramienta que le permita a la comunidad articular y visibilizar los di-ferentes procesos sociales, culturales y artísticos de dicha zona.

Este grupo de personas se reúne los días lunes en la Sede de Extensión Cultural y Comunitaria de la Institución Educativa Luis Carlos Galán Sarmiento,

V8Por: Libardo Andrés Agudelo [email protected]

o en el Parque Biblioteca León de Greif. La Red es un espacio de participación comunitaria, es por ello que si usted desea participar puede hacerlo.

Si deseas mayor información, o quieres participar en la construcción de la pro-puesta cultual puedes escribir al correo [email protected].

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EditorialEditorialCulturaCultura

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La docente Galina Likosova, integrante del Grupo de Investigación Audiovisual INTERDÍS de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, nos reci-bió en su oficina. Su apariencia de ex-tranjera no le impide sentirse en casa y con una vasta experiencia en el campo musical, la profesional nos presentó su trabajo.

Tras innumerables recuerdos de sus seis trabajos documentales y con la sobrie-dad que caracteriza un espacio de música de cámara o música clásica; la docente invitó a los habitantes de la Comuna Ocho de la ciudad de Mede-llín al VII Festival de Música de Cáma-ra Colombiana.

Un certamen que nos abre sus puertas

El certamen se realizará entre el miér-coles 4 y el jueves 5 de noviembre, en el Teatro Lido, con entrada libre. Con-voca en su séptima versión a intérpretes como el estadounidense Glavan Quin-tet, el flautista Fabio Londoño, Marce-la Ospina y Bibiana Ordóñez interpre-tes de viola y arpa respectivamente. En los 2 días se interpretarán obras de los compositores colombianos Jorge Olaya Muñoz, Blas Emilio Atehortúa, Sergio Mesa, Antonio María Valencia, Mauri-cio Nasi, Johan Hassler, Gustavo Yepes y Ricardo Gallo.

El festival es organizado y ejecutado por el Grupo de Investigación INTER-DIS, de la Universidad Nacional, y es

apoyado entre otras por instituciones como la Corporación Revista Música, especializada en la difusión y en la promoción de los diversos artistas y géneros musicales de nuestro país y del exterior.

Si bien, Galina Likosova es consciente de que este tipo de ofertas culturales es de poca difusión en gran parte de las zonas de la ciudad de Medellín, coincide en afirmar que el ofrecerle diferentes opciones de cultura a las personas les amplía su mundo, sus pro-babilidades y gustos. “La mayor parte de personas relaciona la música clásica con algo aburrido porque desconocen su significado, la música clásica es un descubrimiento”, afirma la profesional, quien, a su vez, enfatiza en la impor-tancia que tiene la música al ser un len-guaje universal.

Para Hernán Humberto Restrepo inte-grante del grupo de investigación y docente de la Universidad Nacional, el problema de la música clásica o de cámara es que es desconocida. Es por ello que el grupo de investigación vie-ne trabajando para generar interés en los diversos grupos sociales. Con la realización de eventos de en-trada libre como el VII Festival de Mú-sica de Cámara Colombiana, se inten-ta promocionar a los artistas de este

V8Por: Libardo Andrés Agudelo [email protected]

VII Festival de Música de Cámara ColombianaNuestra música para el mundo

género y llegar a las comunidades con diferentes propuestas culturales. Como lo afirma Likosova: “es generar interés desde el conocimiento”.

Como resultado de dicho trabajo ac-tualmente el grupo de investigación cuenta con seis producciones audiovi-suales, desde las cuales es posible ver la importancia de la música clásica en la construcción de procesos sociales. Se trabaja para difundir este género en la ciudad a través de las historias de personajes y compositores como el director y pedagogo antioqueño Blas Emilio Atehortúa, el payanés Gonzalo Vidal, autor de la música del himno antioqueño, del músico, barranquillero Hans Federico Neuman, del pianista y pedagogo caleño Antonio María Va-lencia, el músico Adolfo Mejía, además Luis Carlos Figueroa.

“La música clásica es la música que te lleva a tus adentros, y se convierte en un elemento purificador”. Concluye la profesional; quien reitera su invitación a toda la comunidad para que partici-pe del certamen.

¡ ¡

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InvitadosInvitadosParticipaciónParticipación

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El pasado 29 de agosto, en las instalaciones del colegio de calidad Joaquín Vallejo Arveláez tuvo lugar un consejo de seguridad con la población LGBT de la Comuna Ocho. En este encuentro se oficializó la mesa de trabajo de la población de Lesbianas, Gays, Bisexuales Y Transgereristas.

Esta mesa tendrá como misión desarrollar procesos de convivencia, respeto y exigibilidad de los derechos de la población LGTB en toda la comuna. Además de la población LGBT, este encuentro contó con la participación del Comité Local de Gobierno, la Junta de Acción Comunal del barrio Llanaditas, representantes de la administración municipal y autoridades de Policía.

En este encuentro se generó un espacio de diálogo en el cual personas del sector hicieron públicas denuncias que evidencias los niveles de homofobia y discriminación a los que se han visto some-

tidos por algunas personas de la comunidad y algunos agentes de policía.

En la actualidad la población LGBT se encuentra en un proceso de formación para fortalecer su apuesta de reivindicación y exi-bilidad de derechos. Sin duda al-guna ésta mesa se convierte en un aporte fundamental para avanzar en procesos de convivencia, parti-cipación ciudadana y respeto por las opciones sexuales de los seres humanos.

Ya existe la mesa

de trabajo de la

población LGBT

Circuito social de mujeres

Con el fin de in-vitar a las muje-res de la Comuna Ocho a partici-par de un pro-ceso encaminado hacia el conoci-miento y reco-

nocimiento del tema de la equidad de género y la prevención de la violencia contra la mujer, se inició en el primer semestre de 2009 el Circuito Social de Mujeres. Este grupo que se hace llamar “SURCOS” y cuyo significado es caminos difíciles, trabaja con muje-res víctimas de la violencia de barrios como Enciso, Sucre, La Ladera, Colinas de Enciso, Villa Hermosa entre otros, y busca desde la prevención, divulgación y orientación solucionar aquellos atro-pellos por los que han atravesado, en su condición de mujeres.

Tienen como punto de encuentro el Par-que Biblioteca León de Greiff, los lunes cada quince días a la una de la tarde. Así una de sus primeras estrategias, es ubicar unos buzones en el parque bi-blioteca y en las instituciones educati-vas, la idea es que las mujeres se acer-quen y cuenten de manera anónima sus inquietudes o experiencias, para que de este modo sean orientadas y se les pueda dar solución a sus problemas.

Este grupo ofrece la invitación a todas aquellas mujeres que quieran partici-par del proceso, vincularse y transmitir su experiencia. Asesoradas por Nata-lia Álvarez, funcionaria de la Secreta-ría de la Mujer, pretenden convertir la experiencia en un proceso multiplica-dor.

V8Por: Yasmín Viviana [email protected]

Según Romelia Hincapié integrante de SURCOS, “lo importante es que todas pongamos un granito de arena para así poder aminorar de alguna forma la problemática de la violencia contra la mujer, la discriminación y subvalora-ción de sus derechos. Y es que volver a levantarse después de una caída, es un principio para salir de una imagen frágil e inútil en el que está encasillado el género femenino”.

V8Por: Leonardo Jimé[email protected]

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EditorialEditorial

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Por los barriosPor los barrios

La situación del barrio Sucre es preocupante, ya que ellos cuentan con un grupo de trabajo que opera como Junta de Acción Comunal, pero no tienen una sede en donde puedan desarrollar sus diferentes actividades. La mayoría de ocasiones se reúnen a la intemperie, pero gracias a sus es-fuerzos y a sus ganas de trabajar, han logrado priorizar en el presupuesto Participativo recursos para la construcción de la sede; dineros que ascienden a los 185 millones de pesos para tres barrios: Llanaditas, Las Mirlas y Su-cre.

Según Maria Isabel Arango Palacio conciliadora de la Junta de Acción Co-munal de Sucre y delegada de Asocomunal, sucede que al dividir este recur-so se da uno cuenta que es insuficiente, ya que un lote en el sector de Sucre, que comprende la calle 57 hasta un poco más allá de la quebrada Santa Elena, con las condiciones y especificaciones que pide la Alcaldía está eva-luado en 100 millones de pesos,de esta manera, son pocas las acciones que se pueden emprender desde un solo lugar para acoger tantos habitantes buscando su beneficio.

Maria Isabel nos cuenta que a pesar de que el sector esta estratificado como alto, se encuentran necesidades como el desempleo o los casos de desnutrición; muchas personas aguantan hambre y esto lo ocultan las facha-das. “Es importante que se vincule más gente a trabajar por la comunidad, estamos cansados de ser solamente avaladores de certificados, necesitamos lideres que quieran comprometerse con la labor social y que estén dispues-tos a pesar de la dificultades a luchar por su comunidad”. Concluye María Isabel Arango.

El pasado 5 de septiembre en el barrio Sucre la comunidad se reunió y se integró en un gran en-cuentro de expresiones culturales. Este evento cul-tural fue promovido por Nubia Soto, representante del grupo Proyectarte Dancing, una experiencia de escuela de baile que le brinda la oportunidad a los niños del sector de formarse y proyectar su talento aprendiendo bailes de tipo salón, folclóricos, tan-go, hip hop y hasta danzas árabes. Dancing Club se encuentra ubicada en la calle 57B número 30-98, y tiene sus puertas abiertas para los niños y los jóvenes que quieran iniciarse en el aprendizaje de alguno de estos bailes.

En esta jornada cultural se presentaron muestras de baile de todos los grupos y de todos los ritmos en los que se trabaja en Dancing Club, además participa-ron grupos de chirimía y de hip hop tanto del sector como de otros barrios de la Comuna Ocho.

Para la realización de este encuentro cultural que integró a los habitantes de Sucre, fue fundamental el apoyo de los padres de familia de los niños y jó-venes que participan en Dancing Club, confirmando una vez más que en torno a la cultura se tejen pro-puestas de convivencia, integración y solidaridad en las comunidades.

¿?¿Y donde está la sede?

Sucre

D e s d e

V8Por: Yasmín Viviana [email protected]

V8Por: Leonardo Jiménez Garcí[email protected]

Sucre vive la cultura

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InvitadosInvitadosPor los barriosPor los barrios

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ElPacífico

D e s d e

El Pacífico es uno de los asentamien-tos de la Comuna Ocho, se encuen-tra ubicado en la parte alta entre los barrios Trece de Noviembre, Isaac Gaviria y el asentamiento Al-tos de La Torre. El sector fue funda-do en 1980 cuando Carlos Alberto Jiménez, en compañía de 34 familias desplazadas de Uramita invadieron el extenso e inclinado terreno.

A partir de esa fecha, la zona con-tinúo poblándose y creciendo con las múltiples familias de desplazados provenientes de diferentes subregio-nes del departamento y zonas de la ciudad. Actualmente, la población as-ciende a 3113 habitantes pertenecien-tes a los asentamientos Altos de la To-rre y El Pacífico.

Según un censo realizado por el grupo juvenil Jóvenes Construyendo Futuro y la Corporación de Desarrollo e inte-gración Social Cedesis; el 52 por ciento de la población está conformado por personas provenientes de subregiones de Antioquia, y el 48 por ciento los constituyen desplazados intraurbanos, todos ellos pertenecientes a los estra-tos cero y uno.

Según Carlos Alberto Moreno, vicepre-sidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de El Pacifico, una de las princi-pales carencias son las vías de acceso e infraestructura para el sector. “Para Planeación Municipal estos sectores no existen, no están ni siquiera reconoci-dos como barrios, por eso y por estar catalogados como zona de alto riesgo no recuperable, las instituciones públi-cas no invierten acá”, aseguró el líder comunitario.

“Con la llegada del CAI de la Torre la comunidad se ha hecho más consciente

Entre adversidades se construye el futuro

de sus res-ponsabilidades como miembros

de una sociedad, ello ha aportado al tema de seguridad, no obstante, los reiterativos abusos y extralimitaciones por parte de los policías ha llevado a crear una desconfianza hacia ellos”, Agrego Carlos Alberto; evidenciando así otra de las principales problemáti-cas presentes en el sector.

Si bien los avances infraestructurales del sector son pocos y la seguridad continua siendo un tema a intervenir, los procesos de formación comunita-ria representan una de las principales fortalezas del sector. Actualmente la organización comunitaria cuenta con la JAC, el grupo juvenil Jóvenes Cons-truyendo Futuro y el grupo de Mujeres Creativas con Esperanza.

Además de ello, instituciones como Cedesis, la Fundación Vivan los Niños (Fumviní), la Corporación Nuevo Día, la Corporación Juan Bosco, la Corpora-

ción de Inclusión de Ge-nero Coing, El Inder, la Secretaría de Bienestar Social y algunas agencias

de cooperación internacional; ofrecen alternativas de educación, salud, nu-trición y recreación, principalmente a población vulnerable como niños y mu-jeres.

El acompañamiento cultural ha sido uno de los principales intereses de las organizaciones sociales. En este campo el grupo juvenil Jóvenes Construyen-do Futuro, fundado en el año 2000 con ayuda de la Corporación Región, desarrolla múltiples actividades en las áreas de teatro, comunicación, danza, recreación y medio ambiente.

El grupo que se encuentra conformado por 33 jóvenes entre los 13 y 22 años, desarrolla proyectos como “Noches de Chocolate, un cine foro que se realiza todos los fines de mes con los niños de la zona, en él ellos aprenden a vivir en comunidad, fortalecen sus valores y reflexionan acerca de su realidad.” Afirmó John Jairo Borja, integrante del grupo.

Además, hacen parte en la Mesa de Trabajo por la Infancia y la Ado-

lescencia, y participaron en la organización de la Fiesta de la Familia, la Cultura y la Vida. Evento que se realizó entre el 28 de septiembre y 3 de octubre.

La Fiesta de la Familia, la Cul-tura y la Vida es un evento que busca promover la integración comunitaria, el respeto de los derechos y la solidaridad. Den-tro de las actividades que se desarrollaron estuvieron un cine foro, un concurso de dibujo y es-critura, tertulias, toma barrial, el torneo relámpago de microfútbol

Full Valores, un tablado cultural y una alborada.

“La comunidad ha cambiado gracias al evento, se ha hecho más organizada, más consciente y respetuosa, por eso es importante esta fiesta”, aseguro Fabio-la David, habitante del sector.

Altos de La Torre y El Pacífico son sec-tores que comienzan a visibilzarse para la ciudad desde su proceso social y desde la intervención cultural, muestra de ello es la actual presencia del Inder, que con más de 12 docentes ofrece los programas de la institución a esta población. No obstante, la comunidad continúa esperando una intervención infraestructural y un reconocimiento administrativo, para poder así ser be-neficiarios de las obras realizadas con dineros públicos como son centros edu-cativos, mejores espacios recreativos y vías de acceso.

V8Por: Libardo Andrés Agudelo [email protected]

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EditorialEditorialPor los barriosPor los barrios

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Altos de la Torre

D e s d e

Hace 30 años existe el sector de Altos de la Torre, pero desde hace dos meses están estrenando una nueva Junta de Acción Comunal.

David Patiño es el presidente, un trabajador incansable, cono-cedor de las necesidades y problemáticas que existen en su co-munidad. Además, cuenta con el apoyo de un equipo de trabajo incondicional y dispuesto a trabajar en pro y beneficio de su sector.

Surge nuevamente Altos de la Torre

Contentos con este gran paso, el equipo de trabajo está ansioso por comenzar procesos y acciones que ayuden al sector a progresar y a mitigar algunas de las tantas necesidades que existen en el lugar, es por eso que para dar comienzo a su labor ya tienen un cro-nograma de actividades que desarrollarán en el transcurso de este año. Como primera acción el 9 de octubre se reunieron con la Comisión Accidental las Juntas de Acción Co-munal de los barrios Llanaditas, Golondrinas, El Pacífico y Altos de la Torre, ya que desde hace algún tiempo estos sectores priorizaron un presupuesto de 10 mil millones de pesos para destinarlo a sus sistemas de acueductos, en esta reunión se determinó el comienzo de las obras.

De igual manera, realizarán el 15 de noviem-bre una jornada en donde invitarán a partici-par y a vincularse a diferentes entidades gu-bernamentales como las secretarías de Salud y Medio Ambiente, EPM, la EDU entre otras; su finalidad es crear conciencia en los habi-tantes del sector frente al cuidado del medio ambiente, y que aporten desde sus propios hogares un granito de arena. De manera tal, que todos colaborando logren un ambiente más sano y agradable en el sector, hablamos

del manejo de basuras, de no quemarlas, de la limpieza de quebradas, etc.

Las expectativas del grupo de trabajo de la junta van dirigidas a exigir los derechos que han sido vulnerados todo este tiempo. Están dispuestos a cambiar la imagen que tiene el sector, trabajarán por conseguir viviendas dignas, espacios de encuentro y esparcimien-to, ampliar la cobertura educativa, y lograr que la Alcaldía se acerque con sus propuestas y proyectos para el beneficio de la comuni-dad. Desde ya se comenzaron actividades para la consecución de recursos que se em-plearán en gastos básicos.

Otro proyecto para destacar es la realiza-ción de un censo comunitario, que pretende un acercamiento más preciso a las condicio-nes de vida de los pobladores. Su objetivo es visibilizar sus carencias y problemas para generar procesos de denuncia, exigibilidad, y movilización alrededor de las garantías de derechos y al mejoramiento de la calidad de vida de sus pobladores.

La junta esta comprometida y entregada sabe que es un trabajo arduo, pero están dispues-tos a asumirlo para alcanzar sus metas.

V8Por: Yasmín Viviana [email protected]

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InvitadosInvitados

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ParticipaciónParticipación

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V8Por: Yasmín Viviana [email protected]

El programa Formador de Formadores comenzó como iniciativa en el año 2007, con una prueba piloto que quisieron lanzar el Ministe-rio del Interior y la Confe-deración Nacional de Ac-

ción Comunal. Su propósito es generar una nueva cultura para la participación y el rescate de los valores en la democracia y su intervención en la gestión local, en resumen, un fortalecimiento para las 34 Juntas de Acción Comunal de toda la Comuna Ocho.

Del proceso se dieron unas capacitaciones realizadas en el 2007 a ciertos lideres, que a futuro serían replicadores de las mismas; una de las pupilas de este proceso es Adriana Grajales presidenta de la Junta de Acción Comunal de Los Mangos, por su gran desempeño y su labor desinteresada fue seleccionada para ofrecer este programa a varias Juntas de Acción Comunal. De la mano de varios com-pañeros líderes de la Comuna se está llevando a cabo esta iniciativa, que busca además de fortalecer estas organizaciones, generar procesos de multiplicación con aquellos que están siendo beneficiados por la propuesta.

Con una metodología clara, práctica y permanente esta líder desarrolla su fun-ción que ha surgido de la Comuna. Casos como el de La Ladera la enorgullecen, pues muestran un avance creando iniciativas desde ellos mismos. Adriana también nos cuenta que a pesar de que al principio eran muy pocos, la motivación y el interés por parte de ellos ha sido pieza clave para aumentar el grupo de trabajo actual.

De esta manera, agradecemos que estos programas vinculen a los mismos líderes de la Comuna para que desarrollen iniciativas tan importantes. La persistencia, paciencia, y tolerancia son las claves para un proceso exitoso y gratificante, afir-ma nuestra líder Adriana Grajales.

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EditorialEditorial

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