Edicion 21 2da sala 1994

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SEGUNDA SALA EMBARGO DE CREDITOS. SE PERFECCIONA CON LAS NOTIFICACIONES AL ACREEDOR Y DEUDOR. El artículo 541 del ordenamiento antes citado dispone claramente que cuando se aseguren créditos, el secuestro se reducirá a notificar al deudor o a quien deba pagarlos, que no verifique el pago, sino que retenga la cantidad o cantidades correspondientes a disposición M juzgado, apercibido de doble pago en caso de desobediencia; y al acreedor contra quien se haya dictado el secuestro, que no disponga de esos créditos, bajo las penas que señala el Código Penal, disposición de la que se deduce que el embargo de un crédito consiste en realidad en las notificaciones al deudor de no pagar el crédito, y al acreedor de que no disponga de él; de manera que si tales notificaciones no se han practicado, no puede jurídicamente sostenerse que exista el embargo, aunque en la diligencia respectiva, el actuario haya asentado que hizo y trabó ejecución en el crédito. Toca No. 1364/92. Magistrdo Ponente: Licenciado Eduardo José Gutiérrez Rojo. Segunda Sala. Fecha de resolución: 14 de mayo de 1993. Aequitas 181

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Edicion 21 2da sala 1994

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SEGUNDA SALA

EMBARGO DE CREDITOS. SE PERFECCIONA CON LAS NOTIFICACIONES AL ACREEDOR Y DEUDOR.

El artículo 541 del ordenamiento antes citado dispone claramente que cuando se aseguren créditos, el secuestro se reducirá a notificar al deudor o a quien deba pagarlos, que no verifique el pago, sino que retenga la cantidad o cantidades correspondientes a disposición M juzgado, apercibido de doble pago en caso de desobediencia; y al acreedor contra quien se haya dictado el secuestro, que no disponga de esos créditos, bajo las penas que señala el Código Penal, disposición de la que se deduce que el embargo de un crédito consiste en realidad en las notificaciones al deudor de no pagar el crédito, y al acreedor de que no disponga de él; de manera que si tales notificaciones no se han practicado, no puede jurídicamente sostenerse que exista el embargo, aunque en la diligencia respectiva, el actuario haya asentado que hizo y trabó ejecución en el crédito.

Toca No. 1364/92. Magistrdo Ponente: Licenciado Eduardo José Gutiérrez Rojo. Segunda Sala. Fecha de resolución: 14 de mayo de 1993.

Aequitas 181

TERMINO EXTRAORDINARIO DE PRUEBA. NO OPERA EN JUICIOS EJECUTIVOS MERCANTILES.

El articulo 1206 claramente establece que término

extraordinario es aquel que se concede para que se reciban pruebas

fuera de la entidad federativa, por lo que si las pruebas en cuestión

consistían en informes que debían rendir diversos organismos radicados

en la ciudad de México, Distrito Federal, luego entonces, de conformidad

con dicho artículo, el desahogo de las mismas necesariamente requería

de un término extraordinario de prueba por el solo hecho de que su

desahogo no podía llevarse a cabo en esta entidad, no obstante que la

dilación probatoria concedida fuese o no suficiente para dicho desahogo.

Ahora bien, el término extraordinario a que se refiere el articulo 1206 del

Código de Comercio, no opera tratándose de juicios ejecutivos

mercantiles como el sub júdice, en virtud de que para este tipo de

proceso existe un término de prueba que no puede exceder de 15 días,

según lo dispone el artículo 1405 del citado ordenamiento. Por lo tanto,

admitir en el presente asunto el término extraordinario de prueba, como lo pretende el inconforme al solicitar el desahogo de las probanzas fuera

del Estado, seria contrariar la propia naturaleza del juicio y los

lineamientos que lo rigen.

Toca No. 382/93.

Magistrado Ponente: Lic. Eduardo José Gutiérrez Rojo.

Segunda Sala.

Fecha de resolución: 7 de mayo de 1993.

Aequitas 182

DOCUMENTAL, DEBE EXHIBIRSE POR SU OFE

Si bien es cierto que el juez debe recibir las pruebas que les

presenten las partes, también lo es que tales probanzas deben estar

ofrecidas conforme a derecho, sin que el juzgador se encuentre facultado

para subsanar las omisiones en que incurren los interesados al

presentarlas, o los errores de denominación del medio probatorio

ofrecido, ya que la carga probatoria no corresponde al juez sino a las

partes. Ahora bien, en la especie se tiene que los reos ofrecieron la

probanza en cuestión como documental pública consistente en copia

certificada de los estados de cuenta expedidos por BANCA SERFIN,

S.N.C., respecto de diversas cuentas de cheques; sin embargo, debe

tomarse en primer lugar en consideración que la Institución de Crédito

antes mencionada no constituye un organismo público, lo que trae por

consecuencia que en oposición a lo estimado por dichos oferentes, las

certificaciones expedidas por sus funcionarios no pueden tener carácter

público sino privado, y que por tal razón, tengan forzosamente que ser

exhibidos por el propio oferente de la documental conforme a lo

dispuesto por el artículo 329 del Código Adjetivo Civil del Estado

supletorio del de Comercio, tal como acertadamente lo viene señalando

el de origen.

Toca No. 138/93.

Magistrado Ponente: Lic. Eduardo José Gutiérrez Rojo.

Segunda Sala.

Fecha de resolución: 22 de abril de 1993.

..leqiiita. 183

COSTAS. EL APODERADO DEL VENCEDOR TIENE LEGITIMACION PROCESAL PARA LIQUIDARLAS.

En primer lugar cabe aclarar que los términos procurador,

mandatario y apoderado tienen el mismo significado, esto es, la persona

que ejecuta ciertos actos a nombre o en representación de otra; y en esa tesitura, debe sostenerse que el recurrente incurre en un error al

considerar que el licenciado LUIS H. VIZCARRA TIRADO no se ubica

dentro de la hipótesis contenida en el artículo 140 del Código Adjetivo

Civil, dado que éste compareció a juicio como procurador o mandatario

de BANCOMER, S.N.C., habiendo acreditado su carácter de licenciado

en derecho mediante la copia certificada de su título profesional, según

se desprende de las constancias que informan la instancia. Ahora bien,

como la condena de costas tiene carácter procesal y deriva de la

sentencia que es su único título, resulta claro que aquélla viene a ser un

accesorio legal de ésta, y que por ello, el apoderado que recibe mandato

para gestionar el asunto en lo principal debe estimarse legitimado

igualmente para exigir las costas, pues si de acuerdo con lo establecido por el artículo 2469 del Código Civil, no se requiere claúsula especial en

el poder para demandar el pago de las costas, ha lugar a concluir que

en el caso rige el principio de que el que puede lo más puede lo menos,

y que si el mandatario puede exigir el pago de la suerte principal, con

mayor razón puede pedir el pago de las costas que, se repite, son

accesorio legal de la sentencia.

Toca No. 1015/91. Magistrado Ponente: Lic. Eduardo José Gutiérrez Rojo.

Segunda Sala.

Fecha de resolución: 2 de abril de 1993.

Aequitas 184

CONVENIO JUDICIAL, SU NULIDAD NO ES ADMISIBLE COMO EXCEPCION EN VIA DE APREMIO.

Contra la ejecución de un convenio judicial no resulta admisible

excepción alguna como en el caso resulta ser la falta de ratificación ante

notario alegada por los inconformes. Por su parte, debe estimarse que

el hecho de que se encuentra pendiente un juicio de nulidad en relación

al convenio en cuestión, no trae como consecuencia la suspensión de

su ejecución, pues la resolución aprobatoria de un convenio judicial debe

considerarse como una sentencia definitiva, y por lo tanto con fuerza de

cosa juzgada; por ello, y a pesar de que se afirme que el convenio es

nulo, esta circunstancia no puede tomarse en cuenta hasta en tanto

dicha nulidad no se haya declarado judicialmente.

Toca No. 199/93

Magistrado Ponente: Lic. Eduardo José Gutiérrez Rojo.

Segunda Sala.

Fecha de resolución: 13 de abril de 1993.

BIENES DE SOCIEDAD CONYUGAL, NO REQUIEREN REGISTRO PARA PREVALECER SOBRE EMBARGO PROVENIENTE DE CREDITO QUIROGRAFARIO.

Si bien es cierto que del documento público citado aparece

como adquiriente del inmueble en litigio solamente el codemandado

PATRICIO MONTIEL GOTA, también lo es que de conformidad con el

artículo 184 del Código Civil, los bienes adquiridos por cualquiera de los

cónyuges durante el régimen de sociedad conyugal deben considerarse

pertenecientes al haber social, y de ahí que resulte innegable el derecho

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de la cónyuge actora para reclamar los bienes embargados a su esposo en el juicio ejecutivo mercantil que se le siguió a éste, pues es inconcuso que a ella le corresponde la titularidad pro-indiviso del 50% de los inmuebles embargados pertenecientes a la sociedad conyugal, no siendo obstáculo la circunstancia de que los mismos no se encuentren inscritos a nombre de dicha sociedad, habida cuenta que el derecho del embargante se deriva de un derecho procesal quirografano que no resulta oponible al derecho real de dominio perteneciente a la sociedad conyugal.

Toca No. 1134/92. Magistrado Ponente: Lic. Eduardo José Gutiérrez Rojo. Segunda Sala. Fecha de resolución: lo. de abril de 1993.

INTERVENTOR CON CARGO A LA CAJA. NO REQUIERE

GARANTIZAR SU MANEJO.

El artículo 549 del Código Adjetivo Civil establece que cuando el secuestro se efectúe en una negociación mercantil, el depositario será mero interventor con cargo a la caja, y por tanto, no se le otorga la posesión del inmueble o negociación ni sustituye al deudor en tal pose-sión, pues carece de atribuciones administrativas y las que le competen son únicamente de vigilancia. Así las cosas, dado que el depositario interventor de una empresa mercantil no adquiere la posesión de la misma, éste no se encuentra obligado a cumplir con los requisitos a que

Aequitas 186

se refiere el primer párrafo del artículo 551 del Código de Procedimientos

Civiles.

Toca No. 978/92.

Magistrado Ponente: Lic. Eduardo José Gutiérrez Rojo.

Segunda Sala.

Fecha de resolución: 19 de marzo de 1993.

COPIAS CERTIFICADAS POR NOTARIO. REQUIEREN SU FIRMA YSELLO EN CADA FOJA.

A la luz de una interpretación sistemática e integral de la Ley del

Notariado del Estado de Sinaloa —en especial de los artículos 14, 65, 73,

85, 86 y 87— se infiere que las copias certíficads por notario deben

contener el sello y la firma de éste último y en el caso de ser varias las

hojas que integran el documento a certificar, la certificación de su

número, llevando cada hoja el sello y la media firma o rúbrica del

fedatario, para evitar así cualquier tipo de duda que las referidas omisiones pudieran ocasionar.

Toca No. 1243/92.

Magistrado Ponente: Lic. Eduardo José Gutiérrez Rojo.

Segunda Sala.

Fecha de resolución: 25 de marzo de 1993.

Aequitas 187

DENUNCIA DE CONTRATO. SOLO RIGE PARA CASOS DE RESTRICCION DEL CREDITO NO DISPUESTO.

De una correcta interpretación del artículo 294 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, se desprende que el aviso a que alude dicho numeral y a través del cual se realiza la denuncia del contrato, únicamente se dá en el caso de que en el mismo se hubiese estipulado la facultad de una de las partes para restringir el importe del crédito y el plazo a que tiene derecho el acreditado, desprendiéndose del último párrafo del numeral en comento que la denuncia del contrato tiene como fin extinguir el crédito en la parte de que no hubiere hecho uso el acreditado, es decir, dicho precepto únicamente resulta aplicable para el caso en que el acreditado hubiese recibido sólo una parte del importe del crédito concedido en el contrato.

Toca No. 516/93. Magistrado Ponente: Lic. Eduardo José Gutiérrez Rojo. Segunda Sala. Fecha de resolución: 25 de junio de 1993.

VIA SUMARIA CIVIL PROCEDENTE TRATANDOSE DE CONVENIOS JUDICIALES SOBRE ARRENDAMIENTO.

La Sala estima que bien hizo el juez del primer conocimiento en admitir la demanda que se le planteó en la vía sumaria civil, cuenta habida que si el artículo 422 fracción II del Código de Procedimientos Civiles establece, entre otras cosas, que "Se tramitarán sumariamente Los juicios que versen sobre cualquier cuestión relativa a los contra-tos de arrendamiento o alquiler' y en el sub-¡¡te se demanda el cumpli-

Aequitas 188

miento de un convenio de transacción derivado precisamente de un contrato de arrendamiento, así como la desocupación y entrega de la finca arrendada, es inconcuso que dicho negocio debe tramitarse en la

vía sumaría y no en la ordinaria —como erróneamente lo pretende el

inconforme—, por solventarse plenamente la hipótesis prevista por la fracción II de dicha norma. Por otra parte y contrariamente a lo alegado en el agravio, la sala considera que el convenio de transacción base de la acción no dió nacimiento a una nueva relación jurídica entre las partes que justifique su exclusión de la vía sumaría, habida cuenta que el mismo sólo versó sobre algunas obligaciones pactadas en el contrato de arrendamiento como lo fue el tiempo de desocupación del local arren-dado y la exención del pago de rentas durante el mismo, sin variar entre tanto el resto de las claúsulas respectivas del pacto arrendaticio.

Toca No. 464/93. Magistrado Ponente: Lic. Eduardo José Gutiérrez Rojo. Segunda Sala. Fecha de resolución: 18 de junio de 1993.

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COPIAS CERTIFICADAS JUDICIALMENTE. VALIDEZ DE LAS.

Las copias certificadas por el Secretario de Acuerdos de un Juzgado de Primera Instancia, de la documental con la cual se acredita la personalidad del apoderado legal de la parte litigante, tienen plena validez, por cubrir cabalmente los requerimientos que permiten alcanzar la certeza de que el instrumento objeto de la certificación coincide con exactitud respecto de aquel que fue materia del cotejo, al asentarse el número de fojas, llevar el sello oficial del Juzgado, e ir autorizadas por el funcionario legalmente competente, al disponer la fracción VI del artículo 46 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Sinaloa, que corresponde a los Secretarios de los Juzgados de Primera Instancia "autorizar, previo acuerdo del Juez, las copias certificadas de constancias judiciales que soliciten las partes, o quienes legalmente puedan pedirlas".

Toca 1983/93. Magistrado Ponente: Lic. Jesús Humberto Acedo Serrano. Segunda Sala. Fecha de resolución: 11 de mayo de 1994.

Aequitas 190

TITULOS DE CREDITO. QUIEN LOS SUSCRIBE SIN DEMOSTRAR SU REPRESENTACÍON SE OBLIGA EN NOMBRE PROPIO.

El artículo 10 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito establece: "El que acepte, certifique, otorgue, gire, emita, endose o por cualquier otro concepto suscriba un título de crédito en nombre de otro, sin poder bastante o sin facultades legales para hacerlo, se obliga personalmente como si hubiera obrado en nombre propio, y si paga, adquiere los mismos derechos que corresponderían al representado aparente."; de ahí que si el ejecutado adujo haber suscrito el título crediticio fundante de la acción, no a nombre propio sino en representación de una sociedad mercantil, es obvio que para eximirlo de responsabilidad y considerar demostrada su falta de legitimación pasiva, debió acreditar plenamente dicha representatividad, sin que interese que en el título junto a la firma del demandado aparezca la leyenda alusiva al supuesto cargo del excepcionante, pues tal circunstancia es insuficiente para conceptuar acreditada la excepción de que el documento fue suscrito en nombre de la persona moral, ello en virtud de que la representación para otorgar o suscribir títulos de crédito, únicamente puede conferirse por alguno de los dos medios que limitativamente indica el artículo 90. del ordenamiento en cita, aplicado interrelacionadamente con el numeral 85 del propio cuerpo de leyes.

Toca No 330/94. Magistrado Ponente: Lic. Jesús Humberto Acedo Serrano. Segunda Sala. Fecha de resolución: 8 de agosto de 1994.

Aequitas 191

1.

CONVENIO DE TRANSACCION. OBLIGA A LOS CONTRATANTES AUNQUE NO HUBIESEN FIGURADO COMO PARTES EN EL JUICIO.

Es válida la obligación asumida en el convenio de transacción

con el que se puso fin a la instancia, pues no es obstáculo que quienes

figuran como deudores solidarios no hubieren sido emplazados a juicio,

en virtud de que voluntariamente comparecieron al proceso, se

sometieron a la competencia del juez, y se sujetaron al acuerdo

plasmado en el convenio judicial elevado a sentencia ejecutoria, sin que

sea óbice que dichas personas no figurasen como integrantes en inicio

de la relación jurídica pocesal, ya que nada impide que a la instancia

concurran terceros que en un momento dado substituyan a los litigantes

originales, o adopten para sí una obligación a aquellos inherente, máxime cuando el pago según los artículos 1947 y 1948 del Código Civil

para el Estado de Sinaloa, puede ser hecho no sólo por el mismo deudor

o sus representantes, sino por cualquier otra persona que tenga interés

jurídico en el cumplimiento de la obligación, e inclusive por un tercero no

interesado en el cumplimiento de la obligación, que obre con

consentimiento expreso o presunto del deudor.

Toca No. 1750/93. Magistrado Ponente: Lic. Jesús Humberto Acedo Serrano.

Segunda Sala.

Fecha de resolución: 18 de abril de 1994.

(Precedente: Toca No. 1148/93, Magistrado Ponente: Lic. José

Roberto Camacho Castro; Segunda Sala; Fecha de resolución: 22 de

noviembre de 1993; publicada en Aequitas Revista Jurídica del Poder

Judicial, Sinaloa, Segunda Epoca, número 20, abril de 1994, página

270).

Aequitas 192

EDICTOS DE REMATE EN JUICIO MERCANTIL. SU PUBLICACION FUERA DE TERMINO VICIA EL PROCEDIMIENTO.

Al no haberse publicado los edictos relativos al remate de los inmuebles embargados, conforme a lo previsto por el artículo 1411 del Código de Comercio, es decir "por tres veces dentro de nueve días", sino que en un medio informativo se engloban dentro de diez días y en otro dentro de trece, es obvio que no pueden considerarse como bien hechas las publicaciones, cuando el artículo citado determina que deben hacerse "dentro" de nueve días, lo cual implica que todo exceso en el plazo conlleva inobservancia de lo preceptuado, y por tanto, defecto en el procedimiento de ejecución.

Toca No. 9/94. Magistrado Ponente: Lic. Jesús Humberto Acedo Serrano. Segunda Sala. Fecha de resolución: 22 de junio de 1994.

EXCEPCIONES DILATORIAS EN JUICIO MERCANTIL. SU ADMISION NO ESTA SUPEDITADA A LA EXHIBICION DE COPIAS DE TRASLADO.

Es incorrecta la inadmisión de las dilatorias de falta de personalidad e incompetencia, fundada en que la parte demandada no anexó copias de traslado en términos del artículo 103 del Código de Procedimientos Civiles, ya que la substanciación incidental para tales excepciones fué suprimida por la reforma al artículo 1379 del Código de Comercio, que establece: "Las excepciones que tenga el demandado,

Aequitas 193

cualquiera que sea su naturaleza, se harán valer simultáneamente en la contestación y nunca después, a no ser que fueren supe rvenientes", de donde emerge que ninguna excepción habrá de ser conocida por vía incidental, a menos que sea superveniente, dejando los incidentes propiamente dichos, regulados en el artículo 1414 del indicado ordenamiento mercantil, para las diversas cuestiones que sobrevengan al juicio ejecutivo, pero de ninguna manera para las excepciones, que tienen su específico trámite legal.

Toca No. 1686/93. Magistrado Ponente: Lic. Jesús Humberto Acedo Serrano. Segunda Sala. Fecha de resolución: 28 de marzo de 1994.

APELACION. EL AUTO QUE NIEGA LA ADMISION DE PRUEBAS AL LITIGANTE REBELDE NO ADMITE EL RECURSO.

La no admisión de las probanzas ofrecidas por el demandado previamente declarado rebelde, resulta una resolución del todo apegada a derecho, puesto que los elementos probatorios, incluída la confesión, persiguen la finalidad de probar los hechos en que descansan las excepciones que hubiere hecho valer oportunamente la parte reo, de donde que si ésta se encuentra constituida en rebeldía, es decir, si no se le tuvo por opuesta excepción alguna, obvio es que las probanzas que ofreciere carecen de todo sentido, por lo cual el rechazo al aporte probatorio es jurídicamente razonable, lo mismo que legal la inadmisión

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Aeqwtos 194

de la apelación correlativa, con fundamento en el artículo 72 del Código de Procedimientos Civiles.

Toca No. 1253/94. Magistrado Ponente: Lic. Jesús Humberto Acedo Serrano. Segunda Sala. Fecha de resolución: 9 agosto de 1994.

NEGOCIACIONES MERCANTILES EMBARGADAS E INTERVENIDAS. REMATE DE.

De lo preceptuado por los artículos 549, 580 y 590 del Código de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria al Código de Comercio, se desprende que cuando el embargo tiene lugar respecto de una negociación o unidad industrial, ésta nunca se desmembrará, sino que la administración seguirá realizándose bajo la responsabilidad y dirección del ejecutado, en tanto que el depositario será mero vigilante de la contabilidad e interventor de la caja; que una vez en la fase de ejecución de sentencia el acreedor ejecutante puede optar por dos posibilidades, solicitar el remate de la negociación embargada e intervenida, o en su defecto, pedir que se le entregue en administración con miras a aplicar el producto que se obtenga al pago de su crédito; y que, en el evento de haber optado por la administración, en caso de que ésta no resultase fructífera, o de creerlo conveniente, podrá el acreedor pedir que se continúen los procedimientos de remate sacándose a la venta en almoneda pública lo embargado e intervenido, ello según la fracción VI del artículo 590 en cita, denotándose que cuando se trata de negociaciones mercantiles o unidades industriales el embargo no debe practicarse en lo individual respecto de los bienes que integran la unidad de producción, a objeto de que no puedan ser desafectados de la

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misma, de donde que el espíritu de la ley sea que de llegarse al extremo

de tener que subastarse la negociación o industria, ello se haga sin disgregarla, o sea, vendiéndola como la unidad que es, en la inteligencia

de que así habría continuidad en el funcionamiento de ese centro de

producción. Consecuentemente, silo que se valorizó no fue la empresa

en si, sino sus partes por separado, y que se mandó publicitar la venta

de esas partes también de manera diversa, es patente la inobservancia

de lo preceptuado en los numerales aludidos, lo que obliga a considerar

viciado el procedimiento de ejecución.

Toca No. 1398/93.

Magistrado Ponente: Lic. Jesús Humberto Acedo Serrano.

Segunda Sala.

Fecha de resolución: 17 de junio de 1994.

INCOMPETENCIA POR DECLINATORIA EN JUICIO MERCANTIL. NO DEBE RESOLVERSE DE PLANO.

Resulta errado no admitir a trámite la excepción de incompe-

tencia por declinatoria opuesta al contestar la demanda, ocupándose de

desvirtuar los razonamientos en que aquélla pretende apoyarse, para

culminar desechándola por frívola e improcedente, toda vez que para

llegar a tal consideración es preciso cubrir el trámite procedimental a que

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aluden los artículos 1096, 1097, 1102 y relativos del Código de Comercio.

Toca No. 853/94.

Magistrado Ponente: Lic. Jesús Humberto Acedo Serrano.

Segunda Sala.

Fecha de resolución: 23 de agosto de 1994.

DESAHUCIO. CONTRA EL AUTO ADMISORIO CABE EL RECURSO DE APELACION.

Tratándose de un juicio sumario civil de desahucio, regulado en

forma particular en el Capítulo IV del Titulo VII del Código de

Procedimientos Civiles, y para el cual la ley no indica de manera expresa

que el auto admisorio de demanda no es apelable, a diferencia de lo

preceptuado para los juicios ejecutivos o hipotecarios, entonces es obvio

que debe estarse a la regla general establecida por el articulo 693 del

propio ordenamiento, en cuanto a que los autos son apelables cuando

tienen fuerza de definitivos, si además lo fuere la sentencia pronunciada

en el juicio en que se dicten, siendo la apelación en este caso admisible

en el efecto o efectos en que lo fuere la interpuesta contra la sentencia

definitiva, de donde que ante la ausencia de precepto expreso que

autorice la denegación del recurso, lo que procede es admitir en el

efecto devolutivo dicha medida impugnatoria, sin que sea óbice que el

proveído apelado tuviere características de ejecución, dado que las

Aequitas 197

reglas de excepción son de aplicación estricta y donde la ley no distingue no le es permisible distinguir al juzgador.

Toca No 2152/93.

Magistrado Ponente: Lic. Jesús Humberto Acedo Serrano. Segunda Sala. Fecha de resolución: 7 de abril de 1994.

TERMINO EXTRAORDINARIO DE PRUEBA EN JUICIO ORDINARIO MERCANTIL. CONDICIONES PARA CONCEDERLO.

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Tratándose de juicio ordinario mercantil y de pruebas a desahogarse fuera del Estado, debe solicitarse la concesión de un plazo extraordinario de prueba, al que se refieren los artículos 1206 y 1207 del Código de Comercio, numeral este último que dispone: "El término extraordinario o ultramarino no se concederá sino en los casos y bajo las condiciones dispuestas por las leyes, quedando al arbitrio del juez señalar dentro del legal el término que crea prudente, atendidas la distancia del lugar y la calidad de la prueba..."; en la inteligencia de que si el Código Mercantil incluye entre sus figuras la del "término extraordinario" de prueba y alude que éste se concederá en los casos "y bajo las condiciones dispuestas por las leyes", sin especificar cuales son aquellas, debe entonces recurrirse supletoriamente a la legislación procesal estadual, concretamente al artículo 293 del Código de Procedimientos Civiles, que regula las condiciones o requisitos que deben llenarse para efecto de que el juez otorgue el plazo de que se trata. Por tanto, si el oferente de las pruebas omite solicitar en forma expresa la apertura del término extraordinario, resulta atinado declarar inadmisibles los elementos probatorios ofertados, por tratarse de materia mercantil en la que impera el principio dispositivo, y en la que el juez se

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encuentra impedido para de oficio conceder lo que nunca le fue peticionado.

Toca No. 804/94.

Magistrado Ponente Lic. Jesús Humberto Acedo Serrano. Segunda Sala. Fecha de resolución 12 agosto de 1994.

Aequitas 199

ARRENDAMIENTO. CERTIDUMBRE EN EL PRECIO DEL.

La certidumbre en el precio del arrendamiento no quiere decir que necesaria y excluyentemente se deba pactar por concepto de renta una cantidad determinada de dinero sabida literalmente de antemano y desde la celebración del contrato en pesos y centavos exactos, pues lo esencial estriba en que la contraprestación que se pacte por el goce del bien se precise y concrete por encima de cualquier equivocidad que pudiera conducir a confusiones o unilateralismos en perjuicio de alguna de las partes, extremos de precisión y concreción que quedaron debidamente cubiertos en el sub judice al convenirse que la renta de los "subsecuentes dos años", quedaría cubierta con el costo total de los acondicionamientos del local para el uso que se contrató, sin que ello se sujetara a ningún dictamen pericia¡ toda vez que lo acordado sobre el particular fue liso y llano, de cuyos términos no emerge en forma alguna confusión o indefinición que ¡nactualice la condición que la renta debe satisfacer, en tanto que esta última "puede consistir en una suma de dinero o en cualquier otra cosa equivalente, con tal de que sea cierta y determinada", como lo puntualiza el numeral 2281 del Código Civil.

Toca No. 1930/93. Magistrado Ponente: Lic. José Roberto Camacho Castro. Segunda Sala. Fecha de resolución: 8 de abril de 1993.

Aequitas 200

COSTAS EROGADAS EN EJECUCION DE SENTENCIA. CORRESPONDE CUBRIRLAS AL EJECUTADO.

Con entera independencia del pronunciamiento que en principio se hubiere dado en la sentencia que derimió la litis habida entre las partes contendientes, bien pueden ser posible que en la cumplimentación forzada de la misma se hubieren generado diversas erogaciones efectuadas por el que obtuvo, el que evidentemente en modo alguno debe absolverlas pues ello importaría una lesión injusta en su patrimonio, a más de que con ello se alentaría el que no se atendieran

voluntariamente las resoluciones jurisdiccionales que se dictaren —lo que

el derecho no puede propiciar—, gastos cuya viabilidad y procedencia legal representan precisamente la materia de la resolución de la incidencia relativa, tomándose en cuenta lo que al respecto previene el artículo 511 del Código de Procedimientos Civiles, en tanto manda que "Todos los gastos y costas de la ejecución serán a cargo del que fuere condenado en la sentencia".

Toca No. 1418/93. Magistrado Ponente: Lic. José Roberto Camacho Castro. Segunda Sala. Fecha de resolución: 18 de marzo de 1994.

CONEXIDAD DE CAUSA. ES APELABLE EL AUTO QUE DESECHA LA EXCEPCION DE.

Por la naturaleza misma de la cuestión planteada en la excepción de conexidad de causa, es claro que en la decisión con la que culmina el proceso el juez no habrá de ocuparse de nuevo sobre el

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particular, apareciendo claro también que, así las cosas, la determinación jurisdiccional denegatoria del recurso de apelación enderezado en contra de la resolución que desestimara la excepción en comento implica la definitividad que la hace apelable en los términos del artículo 693 del Código de Procedimientos Civiles.

Toca No. 840/94. Magistrado Ponente: Lic. José Roberto Camacho Castro. Segunda Sala. Fecha de resolución: 27 de mayo de 1994.

PODER GENERAL PARA PLEITOS Y COBRANZAS. SU OTORGAMIENTO FACULTA AL APODERADO A SOLICITAR LA ADJUDICACION DE UN BIEN SUJETO A REMATE.

El otorgamiento de un poder con toda la amplitud que autoriza el artículo 2436 del Código Civil, es bastante para estimar que dicho poder comprende también la facultad del apoderado para comparecer a la subasta y a nombre de su representado solicitar que se le adjudique el bien a rematar, tomando en cuenta que no se encuentra como limitación en el referido documento público la de comparecer a juicio en la forma en que se hizo.

Toca No. 127/94. Magistrado Ponente: Lic. José Roberto Camacho Castro. Segunda Sala. Fecha de resolución: 20 de mayo de 1994.

Aequitas 202

AUTORIZADO PARA RECIBIR NOTIFICACIONES, NO ESTA FACULTADO PARA APELAR.

La persona que lisa y llanamente ha sido facultada para recibir notificaciones a nombre de una de las partes del juicio en los términos del numeral 126 de Código Procesal Civil, es claro que no se encuentra comprendida dentro de las que limitativamente se hallan en aptitud para hacer valer la apelación en contra de una resolución determinada, a la luz de lo dispuesto para el efecto por el artículo 684 del citado ordenamiento. En efecto, si bien se aprecia el texto de este último numeral se admitirá que quien goza de aquella autorización no es

tititigante pues no es parte en el juicio—, un tercero venido al mismo— ya que no fue llamado ni se apersonó como tal-, ni reviste la condición de interesado a quien perjudique la resolución judicial de que se trata-

habida cuenta que ninguna lesión jurídica le para el proveído del caso—, de donde se infiere que en modo alguno puede válidamente pretender la interposición del recurso apelatorio, sin que por supuesto sea dable invocar para el efecto el dispositivo 126 aludido, toda vez que la autorización correspondiente convierte a quien la goza -para decirlo, de alguna manera, en sentido figurado- en "ojos y oídos" de aquel que se la hubiere otorgado, pero en modo alguno esa simple autorización puede, per se, producir una verdadera mutación para substituirse en el autorizante, sobre todo si se toma en cuenta lo que en la especie se previene para la legitimación apelatoria, según ya quedó visto; sin que por ende con la denegatoria del caso se infraccione el artículo lo. del código adjetivo de la materia, pues al no contar el autorizado con un interés por su mismo para el ejercicio de la función jurisdiccional, no revestir la calidad de representante o apoderado legal, ni ubicarse en la excepcional circunstancia de que la ley lo autorice para su intervención

—como sí la tiene, y. gr., el tutor para la guarda de la persona y bienes

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L

del pupilo—, aparece manifiesto que mal puede afirmarse aquí que la negativa del caso le infiera agravio alguno.

Toca No. 205/94.

Magistrado Ponente: Lic. José Roberto Camacho Castro. Segunda Sala. Fecha de resolución: 22 de abril de 1994.

SOCIEDAD CONYUGAL. LA FALTA DE INSCRIPCION EN EL REGISTRO PUBLICO DE LA PROPIEDAD DE LOS BIENES INMUEBLES ADQUIRIDOS DURANTE ELLA, NO IMPIDE QUE EXISTA LEGITIMACION PARA HACER VALER LA TERCERIA EXCLUYENTE DE DOMINIO.

El bien adquirido durante la vigencia del matrimonio es propiedad de ambos cónyuges; por tanto, tratándose de un derecho real en el que la tercera es titular junto con su consorte y por partes iguales, en plenitud de es derecho está facultado para reclamar el levantamiento del embargo en un cincuenta por ciento que le corresponde por la sociedad conyugal. Ahora bien, no es óbice para llegar a esta determinación la falta de inscripción registral de los bienes que constituyen la sociedad conyugal adquiridos durante ella, puesto que esta carencia no impide a la tercerista reclame su parte alícuota del inmueble embargado a su esposo, en virtud de que la calidad que le confiere como titular del memorado derecho real,

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prepondera sobre el derecho personal o de crédito que tiene el embargante.

Toca No. 1943/93. Magistrado Ponento: Lic. José Roberto Camacho Castro. Segunda Sala. Fecha de resolución: 21 de febrero de 1994.

PROVIDENCIAS PRECAUTORIAS. RECLAMACIONES EN LAS.

En los términos de los artículos 1187 al 1193 del Código de Comercio, la reclamaciónque se haga contra una providencia precautoria de embargo tiene una especial tramitación en la que habrá de citarse a una junta para, si las partes lo pidieren, recibir las pruebas atinentes y, posteriormente, dar término para alegatos fallando el negocio en la misma audiencia; de modo que si en la especie el juez de los autos rechazó la reclamación de mérito bajo el argumento de que el juicio principal no había culminado con sentencia firme, añadiendo que los solicitantes de la medida cautelar cuestionada sí promovieron su demanda oportunamente, es claro que con ello dictó un prematuro e inconsecuencia proveído al repelar el incidente del caso en el auto mismo en que daba cuenta de su planteamiento, contrariando con ello lo previsto en los numerales mencionados, determinación del juzgador que la Sala no puede menos que modificar, a fin de subsanar la deficiencia jurídico procesal en que se incurrió, cometido que el de origen habrá de cumplimentar teniendo por opuesta la referida reclamación para que, una vez agotadas las distintas etapas procedimentales a que se refieren los preceptos aludidos, entonces sí,

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se dé lugar a resolver el fondo de la cuestión sometida a su consideración.

Toca No. 2158/93. Magistrado Ponente: Lic. José Roberto Camacho Castro. Segunda Sala. Fecha de resolución: 27 de abril de 1994.

VEHICULOS REGULARIZADOS. ACREDITAMIENTO DE LA PROPIEDAD DE LOS.

Teniéndose por cierto que el vehículo en disputa es de aquellos de procedencia extranjera, mismos que por decreto presidencial fueron sometidos a regularización por las autoridades hacendarias, es lógico y jurídico suponer que, antes de la legalización, el documento idóneo para acreditar la propiedad era en efecto la factura; empero, a raíz de la regularización, resultaría ilógico que se continuara exigiendo al tercerista un documento que evidentemente ha sido desplazado por aquellos que demuestran que la unidad fue sometida al trámite de marras, de donde que sea obvio que al promover la tercería el promovente tenía que exhibir las constancias que justificaran la regularización, puesto que son tales documentos lo que en la actualidad lo legitiman como propietario del automóvil pretendido.

Toca No. 2080/93. Magistrado Ponente: Lic. José Roberto Camacho Castro. Segunda Sala. Fecha de resolución: 18 de abril de 1994.

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LETRA DE CAMBIO. FIRMA ILEGIBLE DEL GIRADOR.

Aun cuando no se encuentre identificada la persona que

asumió el carácter de girador —por aparecer únicamente su firme

ilegible—, en nada perjudica la ejecutividad de la letra de cambio reclamada, puesto que lo único que exige la ley es que aparezca en el documento la firma del girador, a pesar de que no sea legible ni se haga constar su nombre, toda vez que sería contrario a la buena fe por parte del aceptante de la letra pedir que se satisfagan tales exigencias, ya que la oportunidad que aquél tuvo para exigir la identificación del girador tuvo lugar cuando aceptó la letra, momento preciso en el que debía cerciorarse si la firma correspondía a quien le ordenaba pagar; sin embargo, lejos de cuestionar la autenticidad de la firma o la identidad del girador, lisa y llanamente la aceptó, asumiendo de esa manera la obligación cambiaría de pagar el importe del documento.

Toca No. 2097/93. Magistrado Ponente: Lic. José Roberto Camacho Castro. Segunda Sala. Fecha de resolución: 18 de abril de 1994.

CONTRATOS PRIVADOS DE CREDITO REFACCIONARIO Y DE HABILITACION O AVIO. RATIFICACION DE LOS.

A la luz del artículo 66 de la Ley de Instituciones de Crédito "Los contratos de crédito refaccionario y de habilitación o avío, que celebren las instituciones de crédito, se ajustarán a lo dispuesto por la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito,y a las bases siguientes: 1.- Se consignarán, según convenga a las partes y cualquiera

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que sea su monto, en póliza ante corredor público titulado, en escritura pública o en contrato privado que en este último caso se firmará por triplicado ante dos testigos y se ratificará ante notario público, corredor público titulado, juez de primera instancia en funciones de notario o ante el encargado del Registro Público correspondiente", de ahí que al haberse presentado el instrumento del caso para su debida ratificación ante notario público, es claro que se cumplió cabalmente con lo que el expresado numeral prevé, satisfaciéndose de esa manera la ley aplicable al caso, es decir, la Ley de Instituciones de Crédito, por ser ésta la norma especial que regula las operaciones bancarias, desvirtuándose de esa manera el alegato relativo a que la ratificación referida había de hacerse concretamente ante el encargado del Registro Público de Comercio, en los términos del artículo 326 fracción III de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.

Toca 1491/93. Magistrado Ponente: Lic. José Roberto Camacho Castro. Segunda Sala. Fecha de resolución: 23 de marzo de 1994.

PERITO. TERMINO PARA LA ACEPTACION Y PROTESTA DE SU CARGO. NO ES NECESARIO OTORGARSELO.

Si bien es cierto que el actuario del juzgado del conocimiento notificó al perito designado el proveído -cuyo instructivo fue recibido por una persona diversa- haciéndole saber su nombramiento como perito de la parte demandada para los efectos de la aceptación, protesta y discernimiento del cargo, sin hacer de su conocimiento término alguno para presentarse al juzgador de origen, esta última circunstancia en

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modo alguno puede ser suficiente para invalidar la secuela de ejecución

en virtud de que, en principio, no existe precepto legal alguno que

obligue al juzgador a fijar término para la aceptación del cargo de perito,

en tanto que en contrapartida y como lo reconoce el propio recurrente,

la fracción II del artículo 341 del Código de Procedimientos Civiles

supletorio del de Comercio, faculta al juez a nombrar los peritos que

correspondan Cuando el designado por las partes no aceptare dentro

de las cuarenta y ocho horas que sigan a la notificación de su

nombramiento, de ahí que bien hizo en proceder a su remosión, máxime

que las parte actora así se lo solicitó.

Toca No. 1976/93.

Magistrado Ponente: Lic. José Roberto Camacho Castro.

Segunda Sala.

Fecha de resolución: 23 de febrero de 1994.

ADMINISTRADORES. PARA DELEGAR PODERES DEBEN ACREDITAR TENER FACULTADES.

Si bien es cierto el artículo 10 de la Ley General de Sociedades

Mercantiles, en su redacción anterior a la reforma del once de junio de

mil novecientos noventa y dos que lo adicionó, establecía únicamente

que 'La representación de toda sociedad mercantil corresponderá a su

administrador o administradores, quienes podrán realizar todas las operaciones inherentes al objeto de la sociedad, salvo lo que

expresamente establezcan la ley y el contrato social", ello no significa

que por el sólo hecho de que una persona se ostente como

administrador de una sociedad pueda válidamente delegar poderes en su nombre, puesto que la lógica y el más elemental sentido común

indican que tal representación, así como sus facultades, deben

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acreditarse fehacientemente exhibiendo ante el fedatoro público autorizante los documentos atinentes.

Toca No. 1274/93. Magistrado Ponente: Lic. José Roberto Camacho Castro. Segunda Sala. Fecha de resolución: 22 de febrero de 1994.

REBELDIA. NOTIFICACION DE LA DECLARACION DE.

La declaración de rebeldía de la parte reo constituye una resolución que debió haber sido notificada de manera personal en el domicilio señalado por el demandado con ese propósito. En efecto, según se aprecia de autos, el referido acuerdo fue notificado por lista publicada en los estrados del juzgado, no obstante que el demandado

remiso —por cuanto a la contestación de la demanda respecta- había señalado con antelación domicilio para recibir notificaciones, mismo que se tuvo por indicado mediante el auto respectivo, de lo que desde luego se infiere la ilegalidad de tal notificación pues incluso en la hipótesis de que el demandado no hubiese tenido señalado domicilio en autos, la notificación en la forma en que se efectuó devendría igualmente ilegal, pues para este último supuesto el artículo 627 del Código de Procedimientos Civiles, supletorio del de Comercio, previene que una vez declarada la contumacia del litigante las resoluciones que se prununcien en juicio y citaciones que resulten se le notificarán por lista de acuerdos, exceptuando el legislador, precisamente, la declaración de rebeldía y la sentencia, ordenando que exclusivamente éstas fueran notificadas "por instructivo fijado en los estrados o puertas del juzgado"; coligiéndose de lo anterior que ni aún en el supuesto en que el

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demandado no haya comparecido a juicio señalando domicilio se permite

la notificación en los términos en que se hizo.

Toca No. 1890/93.

Magistrado Ponente: Lic. José Roberto Camacho Castro.

Segunda Sala. Fecha de resolución: 6 de abril e 1994.

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