Edición del Heraldo de Santidad

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Volumen 64 – Número 1 Edición 1 – Año 2010 SUPERINTENDENTES GENERALES J. K. Warrick Jerry D. Porter Jesse Middendorf Eugénio R. Duarte David W. Graves Stan A. Toler MISIÓN MUNDIAL Louie E. Bustle, Director de Misión Mundial David Hayse, Director de Publicaciones Nazarenas Globales REGIONES México-América Central: Carlos Sáenz, Director de la región Sudamérica: Christian Sarmiento, Director de la región Caribe: John Smee, Director de la región Eurasia: Gustavo Crocker, Director de la región Estados Unidos y Canadá: Roberto Hodgson, Director de Estrategia Hispana CASA NAZARENA DE PUBLICACIONES David Hayse, Gerente General Germán Picavea, Editor General Casa Nazarena de Publicaciones es miembro de: CBA = Christian Booksellers Association SEPA = Spanish Evangelical Publishers Association ECPA = Evangelical Christian Publishers Association AMEN = Asociación de Ministerios Evangélicos Nacional NAE = National Association of Evangelicals CHA = Christian Holliness Association MLA = Mission Literature Association EFS = Ediciones Fe y Santidad LV = Letra Viva (asociado) Casa Nazarena de Publicaciones autoriza la reproducción del contenido de esta edición de El Heraldo de Santidad sin permiso escrito del editor, siempre y cuando se le dé crédito al autor y a esta publicación, y se envíe una copia de lo publicado a: 1ra. Calle “A” 15-90, Sector B1, Ciudad San Cristóbal, Zona 8, Mixco, Guatemala, C.A. En el caso de las fotografías, logotipos e ilustraciones todos los derechos son reservados, excepto los clip art que son de dominio público. Las personas y lugares que aparecen en las fotografías que ilustran los artículos no guardan, necesariamente, relación alguna con el contenido. Son usadas exclusivamente con fines ilustrativos. Para información diríjase a: 1 ra. Calle “A” 15-90, Sector B1, Ciudad San Cristóbal, Zona 8, Mixco, Guatemala, C.A. Correo electrónico: [email protected] El Heraldo de Santidad es una publicación de la Iglesia del Nazareno, publicada cuatrimestralmente (3 edic./año) por la Casa Nazarena de Publicaciones © 2010 Derechos reservados. ISSN 1060-2135 Mi llamado al ministerio 18 02 03 05 Editorial El llamado El plan de Dios y su llamado Sí Señor Al fin escuchamos su voz Él lo es todo en mi Cinco principios del llamado de Dios 06 16 22 20 Llamamiento 08 Créditos de fotografías: Portada y páginas: 2, 3, 5, 6, 8, 16, 18, 20, 22 y 23, www.sxc.hu; páginas 7, Grisel Blaya; 17, Julio Cansino y 23, Felix Vargas. Diseñador gráfico: Daniel Aguilar

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Volumen 64 – Número 1Edición 1 – Año 2010

SUPERINTENDENTES GENERALESJ. K. Warrick

Jerry D. PorterJesse MiddendorfEugénio R. DuarteDavid W. Graves

Stan A. Toler

MISIÓN MUNDIALLouie E. Bustle, Director de Misión Mundial

David Hayse, Director de Publicaciones Nazarenas Globales

REGIONESMéxico-América Central: Carlos Sáenz, Director de la región

Sudamérica: Christian Sarmiento, Director de la regiónCaribe: John Smee, Director de la región

Eurasia: Gustavo Crocker, Director de la regiónEstados Unidos y Canadá: Roberto Hodgson, Director de Estrategia Hispana

CASA NAZARENA DE PUBLICACIONESDavid Hayse, Gerente General

Germán Picavea, Editor General

Casa Nazarena de Publicaciones es miembro de:CBA = Christian Booksellers Association

SEPA = Spanish Evangelical Publishers AssociationECPA = Evangelical Christian Publishers Association

AMEN = Asociación de Ministerios Evangélicos NacionalNAE = National Association of Evangelicals

CHA = Christian Holliness AssociationMLA = Mission Literature Association

EFS = Ediciones Fe y SantidadLV = Letra Viva (asociado)

Casa Nazarena de Publicaciones autoriza la reproducción del contenido de esta edición de El Heraldo de Santidad sin permiso escrito del editor,

siempre y cuando se le dé crédito al autor y a esta publicación, y se envíe una copia de lo publicado a: 1ra. Calle “A” 15-90, Sector B1, Ciudad San

Cristóbal, Zona 8, Mixco, Guatemala, C.A. En el caso de las fotografías, logotipos e ilustraciones todos los derechos son

reservados, excepto los clip art que son de dominio público.

Las personas y lugares que aparecen en las fotografías que ilustran los artículos no guardan, necesariamente, relación alguna con el contenido. Son

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Mixco, Guatemala, C.A.Correo electrónico: [email protected]

El Heraldo de Santidad es una publicación de la Iglesia del Nazareno, publicada cuatrimestralmente (3 edic./año) por la Casa Nazarena

de Publicaciones © 2010 Derechos reservados.

ISSN 1060-2135

Mi llamado al ministerio

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020305

Editorial

El llamado

El plan de Dios y su llamado

Sí Señor

Al fi n escuchamos su voz

Él lo es todo en mi

Cinco principios del llamado de Dios

0616

2220

Llamamiento08

Créditos de fotografías: Portada y páginas: 2, 3, 5, 6, 8, 16, 18, 20, 22 y 23, www.sxc.hu;

páginas 7, Grisel Blaya; 17, Julio Cansino y 23, Felix Vargas.

Diseñador gráfi co: Daniel Aguilar

He tenido el privilegio de ser parte de la Iglesia del Nazare-no toda mi vida. Mis abuelos

maternos y paternos fueron miem-bros de ella y mi padre sirvió como pastor y superintendente de distrito de la denominación. Mis abuelos, por parte de mamá, fueron directores de un campamento nazareno en el estado de Florida en los Estados Unidos. Allí, yo pasé varias semanas cada verano cuando niño.

Fue a mis once años de edad, du-rante unas vacaciones familiares en ese campamento, que oí el llamado de Dios. Un miércoles por la noche mi padre estaba predicando en la peque-ña iglesia del campamento. Su mensaje fue sobre la oración. Él empezó dicien-do que la oración es un diálogo, una conversación entre Dios y nosotros. Nuestras oraciones frecuentemente consisten en hablarle a Dios pero no de escuchar lo que Dios quiere decir-nos a nosotros. Papá, retó a la congre-gación a no solamente hablarle a Dios, sino también a escuchar lo que Él dice.

Esa noche, antes de irme a dor-mir, me arrodillé al lado de mi cama y empecé a orar. Yo le hablé a Dios y luego, recordando lo que mi padre ha-bía dicho, escuché lo que Dios decía.

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Mientras yo estaba esperando, oí que Dios me habló. Dijo: “David, quiero que tú prediques mi Palabra”. Fue tan real que pensé que mi hermano me estaba haciendo una broma. Me vol-teé esperando verlo, pero él no estaba en la habitación. Lo escuché otra vez, una vez más oí a Dios decir, “David, quiero que tú prediques mi Palabra”. ¿Era una voz audible? ¿Había hablado para que mis oídos pudieran escuchar o fue la voz de Dios comunicándo-se con mi corazón o con mi mente? Yo ciertamente supe que Dios habló y que yo escuché. Fue el llamado de Dios a mi vida.

Fue tan emocionante que salté de mis rodillas y fui a contarle a mis padres. Cuando llegué a su habitación mis dos hermanas y mi hermano me-nor estaban allí, así que no les dije nada sobre lo sucedido. De hecho, no le dije a nadie sobre mi encuentro con Dios por un año entero. El siguiente verano, durante un campamento de jóvenes, al final de un servicio vesper-tino, testifiqué que Dios me había lla-mado a predicar su Palabra. Anuncié que yo había aceptado el llamado de Dios para ser un predicador.

El llamado de Dios fue tan real e impactante en mi vida que me guió a

través de mi juventud. Empecé a pre-pararme a mí mismo para ser un pre-dicador. Estudié la Palabra de Dios y en la escuela tomé clases que me ayuda-rían como predicador. Dios me abrió la puerta para que empezara a predicar cuando solamente tenía 15 años. Mi su-perintendente de distrito, el Dr. George Scutt, me dio la oportunidad de predi-car en iglesias pequeñas que estaban en transición pastoral. Los pastores me lla-maban y me invitaban a predicar mien-tras ellos estaban de vacaciones. En la universidad fui parte de un grupo de canto y tuvimos avivamientos los fines de semana. Cantábamos y predicába-mos. Estoy tan agradecido por la opor-tunidad que Dios me dio de predicar más de 300 veces antes de graduarme de la universidad.

Como he hablado con otros minis-tros, me he dado cuenta que el llama-do de Dios ocurre de varias maneras. Puede ser una experiencia dramática como la mía o puede ser oído como un quieto susurro. Puede suceder en un instante o desarrollarse mientras crecemos en el entendimiento de la voluntad de Dios a través del tiempo. El llamado de Dios puede venir cuando una persona es joven o más tarde en la vida. Sin embargo, Dios todavía llama

llamadoa l m i n i s t e r i o

Mi

a hombres, mujeres, jóvenes, señoritas, niños y niñas para predicar y enseñar su Palabra. Su llamado es personal y especial, sólo para usted. Usted llega a ser parte de la gente escogida.

David, el más joven de muchos hermanos, estaba cuidando ovejas cuando fue convocado por Samuel. Abraham estaba atendiendo sus pro-pios negocios en Ur. Jeremías era un joven tímido y renuente.

Walter Earl Fluker lo pone de esta manera:

“A menudo, Dios nos llama cuan-do estamos realizando encargos, haciendo lo mundano, las tareas in-gratas de la vida. Cuando menos lo esperamos somos llamados. Moisés escondido en el desierto de Madián, estaba realizando un encargo cuando un arbusto empezó a arder y no se-ría consumido hasta que enfrentara al Faraón. Isaías estaba en algún lugar del templo desarrollando sus tareas sacerdotales regulares, cuando los cielos bajaron y el Santo lo comisionó para ir al valle. Ezequiel, desarrollando sus tareas pastorales en el exilio, fue transportado por un servicio divino de limusina hacia un valle lleno con huesos secos. Amós estaba juntando el rebaño y cuidando los árboles de

sicómoro, cuando vino la voz y lo for-zó a ir al valle. Andrés y Pedro estaban pescando en el Mar de Galilea cuando el Maestro los llamó al valle”.

Si buscamos y escuchamos a Dios, Él revela su maravilloso plan para cada uno de nosotros. Esté atento a lo que Dios lo esté llamando a hacer por su Reino y para su gloria.

Dios me llamó cuando tenía 11 años de edad y es todavía tan real ahora como lo fue en aquel entonces. Cuando Dios nos llama a predicar o a enseñar, Él promete que nos capa-citará, equipará y nos dará poder con su mensaje de amor, redención, re-conciliación, paz, santidad y esperan-za; el mensaje que todas las personas necesitan escuchar. ¡Que asombroso privilegio es ser un instrumento de Dios! ¡Que privilegio oír y responder al llamado de Dios!

David W. Graves. Fue elegido como uno de los seis superintendentes generales en la Iglesia del Nazareno en la 27ª. Asamblea General, celebrada en Orlando, Florida, EUA, en julio de 2009. En ese

momento, era el pastor principal de la Iglesia del Nazareno College en Olathe, Kansas. Ateriormente se desempeñó como director global de Ministerios de Escuela Dominical (2001-2006). Es autor de tres libros y ha escrito para nu-merosas publicaciones. Vive en Kansas junto a sus esposa Sharon.

David W. Graves. seis superintendentes generales en la Iglesia del Nazareno en la 27ª. Asamblea General, celebrada en Orlando, Florida, EUA, en julio de 2009. En ese

momento, era el pastor principal de la Iglesia del Nazareno

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Llevábamos 18 años de casados y más de 20 años de conocer el evangelio. Podríamos decir que

teníamos más de dos décadas de vivir en religiosidad. Nuestra vida matri-monial aparentemente era perfecta.

Un día, nos dimos cuenta de que a pesar de que asistíamos con regu-laridad a la iglesia y que en todo ese tiempo el Señor nos guardó y tuvo misericordia, no habíamos tenido un encuentro personal con Cristo. Cada uno de nosotros anidaba en su co-razón pecados que no nos liberaban por completo. Uno guardaba pecados ocultos y el otro vivía con amargura, rencor, vanidad, envidia y orgullo. Sin

embargo, Cristo ya tenía un hermoso propósito para nosotros.

Un domingo por la tarde, al re-gresar de la iglesia a la cual asistíamos, algo maravilloso e inimaginable suce-dió. Como de costumbre, nos fuimos a nuestro cuarto para descansar y tener un momento de conversación. Nuestra charla se fue profundizando, a tal punto, que nos llevó una semana concluirla. En ella nos desenmascara-mos, nos confesamos nuestros peca-dos y nos perdonamos el uno al otro, y lo más hermoso, pedimos perdón a Dios y Él nos limpió por completo. ¡Qué formidable! Cristo había llega-do a nuestros corazones y un amor

inexplicable invadía nuestro ser. ¡Qué hermoso es escuchar la voz de Dios!

Dios nos perdonó y también nos llamó a servir en su ministerio. A partir de nuestra larga y honesta conversa-ción, empezamos a evangelizar a nues-tros parientes y amigos. Les hablába-mos y ellos se convertían y entregaban su vida a Jesucristo, por lo que decidi-mos comenzar una célula en nuestra casa. Era impresionante para nosotros ver cómo Dios nos usaba, ver cómo éramos instrumentos en sus manos. Al orar por los enfermos que visitábamos ellos sanaban y las personas a las que les hablábamos de Dios experimenta-ban paz y armonía.

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al hospital. Además, nuestro minis-terio se extiende a formar parte de jornadas médicas organizadas por el Distrito Sur de la Iglesia del Nazare-no en México o iglesias locales que solicitan el servicio. De esta manera, paralelamente le brindamos servicio médico y compartimos al Palabra con gente que aún no conoce a Dios. La gran satisfacción para nuestro mi-nisterio es que la gente inconversa recibe atención médica pero escu-cha el evangelio y se convierten a Cristo. En la iglesia a la cual asistimos tenemos la oportunidad de servir en el ministerio de alabanza, enseñanza, ministerio de matrimonios y como predicadores locales.

Estamos seguros que nuestro trabajo

no cesará hasta el día que Dios nos llame a cuentas. Estamos gozo-sos en conti-

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nuar sirviendo en la obra de Dios e invitamos a todos a escuchar la bella voz de Dios para trabajar en su minis-terio. Dios nos llama de diversas ma-neras, lo importante es obedecer a su llamado y confi ar sin reservas en Él.

No hay mejor manera de agra-decer a Dios por todo lo que nos otorga, que sirviéndole con nuestras propias vidas. A Él nos debemos, so-mos obra suya, y en sus manos nos depositamos pues, nos ha prometido vida eterna.

A partir de lo que ocurría en nuestras vidas, sentimos la necesidad de prepararnos para la obra del Señor. Queríamos servirle pero sentíamos que nos faltaban herramientas. Nos informamos para ingresar al Semi-nario Nazareno de las Américas en San José, Costa Rica. A pesar de que ciertas circunstancias nos difi cultaban el traslado a ese bello país, Dios abrió las puertas y facilitó los medios. Dejamos todo y nos fuimos a estudiar de internos la Maestría en Ciencias de la Religión con mención en la misión de la iglesia. Fue así que, después de dos años, nos gradua-mos y regresamos a nuestro país.

A c t u a l m e n t e continuamos ejer-ciendo nuestra pro-fesión, brindando nuestros servicios en un hospital de gobierno en la ciu-dad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. Allí aprove-chamos para compar-tir la Palabra de Dios con nuestros colegas, enfermeras, químicos, personal de ofi cina y enfermos que acuden

¡Qué

hermoso

es escuchar

la voz de

Dios!

Testimonio de Lorena Bernal García y Julio César López Cancino. Son mexica-nos y tienen dos hijas Carolina (18) y Valeria (12) y un hijo, Aarón (5). Actual-

mente ejercen la medicina y sirven en varios ministerios a nivel local y distrital.

Programas de educación ministe-rial USA/Canadáwww.nazarenosusacan.org/NazarenosU-SACanada/Default.aspxPara mayor información póngase en con-tacto con: Dr. Roberto Hodgson, Email: [email protected]

Seminario Nazareno Mexicano, Sede CentralDirección: Carretera federal México Cuernavaca, No. 10020,Col. Parres El Guarda. Del Tlapan, CP. 14900, México D.F.Teléfonos: (55) 5849-9074 y 5849-9053Email: [email protected]

Seminario Nazareno Mexicano, Subsede CentroDirección: Carretera federal México Cuernavaca, No. 10020,Col. Parres El Guarda. Del Tlapan, CP. 14900, México D.F.Teléfonos: (55) 5849-9074 y 5849-9053 Email: [email protected]

Seminario Nazareno MexicanoProlongada Cuchuma-Paso del Aguila SNKm. 1.5 Carretera Libre Tecate-Tijuana, Tecate, Baja California, México.Teléfono: (665) 655-5176Email: [email protected]

Seminario Nazareno DominicanoCarretera Hato Nuevo No. 4 Los Alcarrizos, Santo Domingo, República DominicanaTeléfono: (809) 545-2335

Seminario Teológico Nazareno CubanoEmail: [email protected]: Rev. Grisel Blaya

Seminario Teológico Nazareno de GuatemalaKm. 9 Ruta al Atlántico, No. 2-94, Zona 18, Rodriguitos.Guatemala, Guatemala.Apartado 2064, 01901 Guatemala, GuatemalaTeléfono/Fax: (502) 2261-6401 y 6410Página Web: www.astn.ws

Instituto Bíblico Nazareno8a. Av. 4-42, Zona 4, 16001 Cobán, A.V. Guatemala, C.A.Teléfono: (502) 7952–1670Email: [email protected]

SENDAS (Seminario Nazareno de las Américas)San José, Costa Rica.Teléfonos: (506) 2285-0432 y 2285-5913Fax: (506) 2285-5918Email: [email protected]

Seminario Teológico Nazareno SudamericanoCasilla 17-11-05027, Quito, Ecuador.Teléfono: 5932-485-783Fax: 5932-485-785Email: [email protected]

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Seminario Teológico Nazareno de BoliviaCasilla 5958, La Paz, Bolivia.Teléfono: 5912-74-00-27Fax: 5912-74-05-59Email: [email protected]

Seminario Teológico Nazarenode ChileCasilla 105, Correo 30,Santiago de Chile, Chile.Teléfono: 54-2322-480-306Página Web: www.sbn.cl

Seminario Teológico Nazareno del Cono SurCasilla de Correos 1541629 Pilar, Buenos Aires, Argentina.Teléfono: 54-2322-480-596Fax: 54-2322-480-425Página Web: www.seminarionazareno.com.ar

¡prepárese!¡prepárese!A continuación le presentamos una lista de instituciones y programas de educación teológica. Le invitamos a ponerse en contacto

y obtener la información necesaria para hacer la decisión de cómo y dónde se preparará para honrar el llamado de Dios.