Edificando Familias

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Revista del movimiento de Encuentros conyugales de El salvador Edificando familias Del 16 al 29 de mayo de 2013, numero 27 Vigilia, oración y alabanza Que el fuego del espíritu santo sea derramado sobre nosotros.

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fimilia catolica

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Revista del movimiento de Encuentros conyugales de El salvador

Edificando familias Del 16 al 29 de mayo de 2013, numero 27

Vigilia, oración y alabanza Que el fuego del espíritu santo sea derramado sobre nosotros.

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CARICATURA

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CLASIFICADOS

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LOS DONES DEL ESPÍRITU SAN-

TO EN LA VIDA FAMILIAR >>6

24 DE MAYO: DEVOCIÓN

MARÍA AUXILIADORA

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EDUCACIÓN DE

NUESTROS HIJOS

contenido

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CUENTO PARA NIÑOS: “UN CO-

RAZÓN CONVERTIDO EN NIDO”

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L os judíos celebraban una fiesta para dar gracias por las cosechas, 50 días después de la pascua. De ahí viene el nombre de Pentecostés. Luego, el sentido de la celebración cambió por el dar gracias por la Ley en-tregada a Moisés. En esta fiesta recordaban el día en que Moisés subió al Monte Sinaí y recibió las tablas de la Ley y le enseñó al pueblo de Israel lo que Dios quería de ellos. Celebra-ban así, la alianza del Antiguo Testamento que el pue-blo estableció con Dios: ellos se comprometieron a vivir según sus mandamientos y Dios se comprometió a estar con ellos siempre. La gente venía de muchos lugares al Templo de Jeru-salén, a celebrar la fiesta de Pentecostés. En el marco de esta fiesta judía es donde surge nuestra fiesta cristia-na de Pentecostés. Fue ese el momento que marcó el inicio de la Iglesia, y desde entonces el Espíritu Santo es quien la constru-ye, anima y santifica, le da vida y unidad y la enriquece con sus dones. El Espíritu Santo descendió sobre los creyentes la ma-ñana de Pentecostés. Mientras estaban reunidos en oración, junto a la Madre de Jesús, la Promesa, el Abogado, el que Jesús prometió a sus discípulos en la Última Cena, irrumpió y se posó sobre cada uno de los discípulos en forma de lenguas de fuego (cf. Hch 2,1-13). Y desde entonces El Espíritu Santo sigue trabajando en la Iglesia de muchas maneras distintas, inspirando, motivando e impulsando a los cristianos, en forma individual o como Iglesia entera, al proclamar la Buena Nueva de Jesús. Con el Espíritu Santo tenemos el espíritu de Jesús y entramos en el mundo del amor. Gracias al Espíritu Santo cada bautizado es transformado en lo más pro-

fundo de su corazón, es enriquecido con una fuerza especial en el sacramento de la Confirmación y empie-za a formar parte del mundo de Dios.

Por eso mismo Pentecostés es el día que confirma la vocación misionera de la Iglesia: los Apóstoles empie-zan a predicar, a difundir la gran noticia, el Evangelio, que invita a la salvación a los hombres de todos los pueblos y de todas las épocas de la historia, desde el perdón de los pecados y desde la vida profunda de Dios en los corazones. Pentecostés es fiesta grande para la Iglesia. Y es una llamada a abrir los corazones ante las muchas inspira-ciones y luces que el Espíritu Santo no deja de susurrar, de gritar. Porque es Dios, porque es Amor, nos enseña a perdonar, a amar y a difundir el amor. El Espíritu Santo tiene el poder de animarnos y santificarnos y lograr en nosotros actos que, por nosotros, no reali-zaríamos. El Espíritu Santo construye, santifica y da vida y unidad a la Iglesia.

PENTECOSTÉS

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El Fuego Mientras que el agua significaba el nacimiento y la fe-cundidad de la vida dada en el Espíritu Santo, el fuego simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu Santo. El fuego calienta la casa, prepara la comida, funde los metales e ilumina la oscuridad. El fuego invita a reu-nión, a intimidad, a confidencia, a diálogo y a fiesta. Es el fuego que no cansa, que no reposa, que no se apaga. Es el amor. El fuego de la vida. El Viento Es otro nombre simbólico de la tercera persona de la Trinidad. Los antiguos tenían la experiencia del viento, brisa apacible o vendaval destructivo, una realidad in-material, no se le veía. No se le puede agarrar, pero es acción realísima, elemento misterioso, indispensable para la vida; el hombre no lo puede domar. "Cuando llegó la noche de aquel mismo día (el día de la resurrección)... les dijo por segunda vez: La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así tam-bién los envío yo. Y dicho esto sopló y les dijo: Reci-ban el Espíritu Santo..." (Jn 19, 20.22). La Unción El aceite derramado sobre una persona es un signo de elección. Es el ungido, el llamado, el elegido y el con-sagrado. Asume una misión, una tarea, una responsa-bilidad. Su vida queda marcada para siempre por su Dios. El ungido es un servidor. El ungido está señalado para el testimonio. El ungido es el protegido de Dios. Per-tenece a El. A El obedece. A El sirve. Para El vive. Y en su nombre habla o actúa. “Cristo" quiere decir «ungido». Jesús es el Ungido por excelencia. El servidor de Dios. El profeta de la verdad. Jesús es el Ungido por el Espíritu «para proclamar el

Evangelio a los pobres, y la liberación a los oprimi-dos» (Lc 4, 1 8). La nube y la luz Estos dos símbolos son inseparables en las manifesta-ciones del Espíritu Santo. La Nube, unas veces oscura, otras luminosa, revela al Dios vivo y salvador, tendien-do así un velo sobre la trascendencia de su gloria. "Entonces la nube cubrió la tienda de la reunión... (ver Ex 40, 34-38). Sello El sello es un símbolo cercano al de la unción. En efecto, es Cristo a quien "Dios ha marcado con su se-llo" (Jn 6, 27) y el Padre nos marca también en El con su sello. Como la imagen del sello indica el carácter indeleble de la Unción del Espíritu Santo en los sacra-mentos del Bautismo, de la Confirmación y del Orden, esta imagen se ha utilizado para expresar el "carácter" imborrable impreso por estos tres sacramentos, los cuales no pueden recibirse de nuevo. "Y no disgusten al Espíritu Santo de Dios, en el cual fueron sellados para el día de la redención" (Ef 4, 30). El dedo Para expresar antropomorfitamente la fuerza de Dios se usa referirse a su brazo (Dt 4, 34), a su mano (Ez 20, 33) a los dedos: los cielos son su obra (Sal 8, 4). Por el dedo de Dios expulso yo (Jesús) los demo-nios" (Lc II ,20). Si la Ley de Dios ha sido escrita en tablas de piedra "por el dedo de Dios" (Ex 31,18), la "carta de Cristo" entregada a los apóstoles "está escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en las tablas de carne del co-razón" (2 Co 3,3). La mano Imponiendo las manos Jesús cura a los enfermos y bendice a los niños. Mediante la imposición de manos de los apóstoles el Espíritu Santo nos es dado. En la Carta a los Hebreos, la imposición de las manos figura en el número de los "artículos fundamentales", es de-cir, de las verdades importantes de su enseñanza.

PENTECOSTÉS

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Debemos de reconocer que, la fiesta de Pentecostés, es el segundo domingo más importante del año litúrgico en donde los cristianos tenemos la oportunidad de vivir intensamente la relación existente entre la Resu-rrección de Cristo, su Ascensión y la venida del Espíri-tu Santo. Es bueno tener presente, entonces, que todo el tiem-po de Pascua es, también, tiempo del Espíritu Santo, Espíritu que es fruto de la Pascua, que estuvo en el na-cimiento de la Iglesia y que, además, siempre estará presente entre nosotros. Entre las muchas actividades que se preparan para esta fiesta, se encuentran, las ya tradicionales, Vigilias de Pentecostés que, bien pensadas y lo suficientemente preparadas, pueden ser experiencias profundas y signi-ficativas para quienes participan en ellas. Una vigilia, que significa “Noche en vela” porque se desarrolla de noche, es un acto litúrgico, una impor-tante celebración de un grupo o una comunidad que vigila y reflexiona en oración mientras la población duerme. Se trata de estar despiertos durante la noche a la espera de la luz del día de una fiesta importante, en este caso Pentecostés. En ella se comparten, a la luz de la Palabra de Dios, experiencias, testimonios y viven-cias. Todo en un ambiente de acogida y respeto. Es importante tener presente que la lectura de la Sa-grada Escritura, las oraciones, los cantos, los gestos, los símbolos, la luz, las imágenes, los colores, la celebra-ción de la Eucaristía y la participación de la asamblea son elementos claves de una Vigilia. En el caso de Pentecostés centramos la atención en el Espíritu Santo prometido por Jesús en reiteradas oca-siones y, ésta vigilia, puede llegar a ser muy atrayente, especialmente para los jóvenes, precisamente por el clima de oración, de alegría y fiesta. Invoquemos, una vez más, al Espíritu Santo para que nos regale sus luces y su fuerza y, sobre todo, nos haga fieles testigos de Jesucristo, nuestro Señor.

¿Quién es el Espíritu Santo? El Espíritu Santo es Dios, es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia nos enseña que el Espíri-tu Santo es el amor que existe entre el Padre y el Hijo. Este amor es tan grande y tan perfecto que forma una tercera persona. El Espíritu Santo llena nuestras almas en el Bautismo y después, de manera perfecta, en la Confirmación. Con el amor divino de Dios dentro de nosotros, somos capaces de amar a Dios y al prójimo. El Espíritu Santo nos ayuda a cumplir nuestro com-promiso de vida con Jesús. La Paloma Es la representación simbólica más gráfica y conocida del Espíritu Santo. Al final del diluvio, la paloma solta-da por Noé vuelve con una rama tierna de olivo en el pico, signo de que la tierra es habitable de nuevo. Cuando Cristo sale del agua en su bautismo, el Espíritu Santo, en forma de paloma, baja y se posa sobre él. El Espíritu desciende y reposa en el corazón purificado de los bautizados. El símbolo de la paloma para sugerir al Espíritu Santo es tradicional en la iconografía cristiana.

El Agua El agua significa la acción del Espíritu Santo en el Bau-tismo; así, el agua bautismal significa realmente que nuestro nacimiento a la vida divina se nos da en el Espíritu Santo. El Espíritu fecundaba las aguas propiciando la vida. La tierra caótica iba adquiriendo figura por la acción fe-cundante del Espíritu. Donde hay caos, vacío, confu-sión y muerte, el Espíritu vivifica.

PENTECOSTÉS

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S i en cada una de nuestras familias, tanto los papás co-

mo los hijos tomáramos conciencia de la riqueza con la que

contamos para nuestro diario vivir familiar, las relaciones entre

los esposos y con sus hijos y éstos con sus padres, serían más

fraternas, más sanas, más eficaces y más profundas.

Hoy es la fiesta de Pentecostés cuando el Espíritu Santo se de-

rramó sobre la Iglesia naciente y desde entonces en cada uno

de los que formamos esta Iglesia guiada por el poder de lo al-

to. Hoy podemos invocar hacia los cuatro puntos cardinales

con todas nuestras fuerzas, al ESPIRITU DE DIOS para que nos

llene y nos santifique principalmente en nuestros hogares y en nuestra Iglesia. Que venga el Espíritu de Dios y

nos enriquezca con sus 7 sagrados dones, que nos dé virtudes y méritos y con él la vida eterna.

Los dones del espíritu santo en la vida familiar

Danos el don de la SABIDURÍA para gustar de las cosas espirituales desde el seno de cada familia. Con este

don cada padre de familia apetecería más las cosas de Dios y se las transmitiría a sus hijos como cuando hay

un papá que le gusta mucho el futbol y enseña a sus hijos ese deporte, o cuando una mamá disfruta de la

lectura cuánto bien le hace a sus hijos pues les transmite ese gusto a ellos. Que cada familia aprenda el arte

de juzgar las cosas que suceden dentro de la casa y fuera de ella según la medida de Dios. Sea el criterio de

Dios en su Palabra divina lo que conduzca el diario vivir de nuestras familias.

Danos el don del CONSEJO que ilumine la conciencia en las opciones que se deben tomar en cada día de la

vida y en cada uno de los miembros de nuestras familias. Principalmente este don se necesita en los papás

para ayudar a sus hijos en las decisiones trascendentales de la vida y en los jóvenes al proyectar su realiza-

ción. ¿Qué carrera estudiar, qué camino seguir?

Necesitamos del don de CIENCIA para conocer el verdadero valor de las creaturas frente al Creador.

Envíanos el don de la INTELIGENCIA para comprender la Palabra de Dios y profundizar las verdades reve-

ladas de la fe. Cuánta necesidad hay en nuestros hogares de este don en los Padres y en los hijos se necesita

de esta capacidad para leer y estudiar la Palabra de Dios, comprenderla y ponerla por obra. Si los hijos en

cada familia cristiana gustaran de la Palabra de Dios y la entendieran, en cada casa estaría presente este don

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Que venga el Espíritu Santo y renueve la faz de todas las familias.

SEDIPAF P. Benjamín Osornio Morales Coordinador Diocesano de Pastoral Familiar Arquidiócesis de Morelia

E l orgullo y el egoísmo siempre crean división, levantan el muro de la indi-ferencia, del odio y de la violencia. Por el contrario, el Espíritu Santo vuelve capaces a los corazones de comprender las lenguas de todos, porque restablece el puente de la auténtica comunicación entre la Tierra y el Cielo. El Espíritu Santo es Amor.

Homilía de Pentecostés Vaticano, 04/06/2006

Luz de la iglesia

Llénanos con el don de la FORTALEZA sobrenatural que sostenga el actuar de cada uno conforme a lo

que Dios quiere. Pero sobre todo para sobre llevar las contrariedades de la vida y resistir a las tentaciones de

ambiente.

Envíanos el don de la PIEDAD para que sane nuestros corazones de todo tipo de dureza y nos abra a la ter-

nura para con Dios como Padre y a los prójimos como hermanos.

Y que nunca nos falte el don del TEMOR DE DIOS que nos mueva a la verdadera contrición, conscientes de

las culpas de nuestros pecados. Pero sobre todo se necesita el temor de Dios para saber reconocer y querer

corregir los errores que se cometen en la vida familiar, cuánto bien nos haría este don para que por el amor

a Dios queramos vivir como hermanos verdaderos en cada familia.

Los dones del espíritu santo en la vida familiar

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E ste 24 de mayo los fieles de la Virgen María Auxiliadora le rinden devoción, quienes acuden a ella para que los ayude a evitar peligros y conseguir la salvación. San Juan Damasceno, en el año 749, fue el primero en propagar la jaculatoria: “María Auxiliadora, rogad por nosotros”. Y repite: la Virgen es “auxiliadora pa-ra evitar males y peligros y auxiliadora para conse-guir la salvación”. En el año 1572, el Papa San Pío V ordenó que en todo el mundo católico se rezara en las letanías la advocación: “María Auxiliadora, rogad por noso-tros”, porque en ese año la Virgen libró prodigiosa-mente en la batalla de Lepanto a toda la cristiandad que iba a ser destruida por un ejército mahometa-no. En 1814, el Papa Pío VII, prisionero del general Na-poleón, prometió a la Virgen que el día que llegara a Roma, en libertad, lo declararía fiesta de María Auxiliadora. Inesperadamente el Pontífice quedó libre, y llegó a Roma el 24 de Mayo. Desde enton-ces quedó declarado el 24 de mayo como día de María Auxiliadora. En 1860 la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser honrada con el título de “Auxiliadora”, y le señala el sitio para que construya en Turín, Italia, su Santuario. Don Bosco ha sido, en la historia de la Iglesia, el gran apóstol de María Auxiliadora. Él solía decir: “Confíen en María Auxiliadora y verán lo que son los milagros”. San Juan Bosco decía "Tened mucha fe en Jesús Sacramentado y en María Auxiliadora y estad persuadidos de que la Virgen no dejará de cumplir plenamente vuestros deseos, si han de ser para la gloria de Dios y bien de vuestras almas. De lo contrario, os concederá otras gracia iguales o mayores". ¿Por qué "María Auxiliadora"? Se llama "Auxiliadora" porque nos trae un importante "auxilio" de Dios. El título de "María Auxilio de los Cris-tianos", expresa la mediación de María respecto de la humanidad. Como Madre del Redentor, por fuerza y mérito de la corredención, Ella es la ayuda de la humanidad necesitada de redención; lo es también de cada in-dividuo, porque es la Madre espiritual de todos.

24 de mayo: maria auxiliadora

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Un corazón convertido en nido Eliana Araneda de Palet Anoche soñé que estaba en el campo, jugando con mis primos a ele-var volantines y a trepar por todos lados. Agotados de tanto correr y brincar, nos tendimos sobre el pasto verde y nos pusimos a observar los pájaros que volaban sobre nuestras cabezas. De repente sentí que mi corazón que latía muy rápido se transformaba en un nido, en un nido tibio, suave y mullido. “Mi corazón se quedó quieto, muy quie-to“ exclamaba yo sorprendido. “Mi corazón se quedó quieto, paró de latir y se convirtió en un nido; tiene forma de nido, tiene color de nido, tiene tamaño de nido y está esperando a que un pajarito venga a vivir en él”. ¿Era yo un árbol acaso? ¿Era yo un niño?, ¿Por qué en vez de corazón tenía yo un nido? En ese momento me asusté mucho porque yo quería seguir siendo niño no árbol. Estaba a punto de llorar cuando de repente sentí que a mi nido llegaba una palomita blanca, blanca como la nieve y muy linda. “¿De dónde vienes tú”? le pregunté todavía un poco asustado. Y curiosamente la paloma me respondió con una voz muy suave y amable: “Vengo del cielo a vivir contigo, siempre que tú me invites a quedarme en tu corazón”. Y yo, muy afligido y confundido le contesté: “Es que ahora en vez de corazón, tengo un nido.” Pareció que no le importaba mucho lo que le dije. Y conti-nué “En realidad, pensándolo bien para ti que eres un pájaro resulta mejor un nido que un corazón ¿verdad? “La verdad es que para mí resulta bien un corazón o un nido. La cosa es que aceptes que yo me instale a vivir contigo, me contestó la paloma. “Por supuesto que me gustaría que te quedaras conmigo para siempre, serías mi amiga y mi compañera, irías conmigo a todas partes, podríamos conversar en cualquier momento. Como vienes del cielo me aconsejarías cómo hacer las cosas bien y yo me podría convertir en un niño alegre, servicial, cariñoso, obediente, solidario y amable” Mis papás y mis profes estarían contentos conmigo y yo más contento con ellos.” “A todo esto no te he dicho mi nombre. Me llamo Felipe y tú ¿tienes nombre? “ le pregunté curioso. “Yo soy el Espíritu Santo, enviado por el Padre y tu amigo Jesús para que viviendo conmigo no te olvides jamás de ellos” En ese mismo momento desperté bruscamente y recordé la clase de ese día en que la tía nos había hablado de Pentecostés. No lo puedo explicar pero luego de despertar sentí una alegría inmensa y una paz increíble en mi corazón. Me sentía un niño bueno, bueno y feliz

Cuento para niños

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Caricatura

COLABORACION DE MARCO Y EVITA VENTURA ENCUENTRO 232

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1. Un ejemplo vale más que mil sermones Desde muy pequeños los niños tienden a imitar todas nuestras conductas, buenas y malas. Podemos aprovechar las costumbres cotidianas -como saludar, comportarnos en la mesa, respetar las normas al conducir- para que adquieran hábi-tos correctos y, poco a poco, tomen responsabi-lidades. De nada sirve sermonearle siempre con la misma historia si sus padres no hacen lo que le piden.

2. Comunicación, diálogo, comprensión

Las palabras, los ges-tos, las miradas y las expresiones que uti-lizamos nos sirven para conocernos mejor y expresar to-do aquello que sen-timos. Por eso, in-cluso durante el em-barazo, hay que hablar al bebé. Debemos continuar siempre con la comunica-ción. Hablarle mucho, sin prisas, contarle cuen-tos y también dejar que él sea quien nos los cuente. ¿Has probado a hacerle una pregunta que empie-ce con «Qué piensas tú sobre...»? Así le demos-tramos que nos interesa su opinión y él se sen-tirá querido y escuchado.

3. Límites y disciplina, sin amenazas

Hay que enseñarle a separar los sentimientos de la acción. Las normas deben ser claras y coheren-tes e ir acompañadas de explicaciones lógicas. Tienen que saber lo que ocurre si no hace lo que le pedimos. Por ejemplo, debemos dejarle claro que después de jugar tiene que recoger sus ju-guetes. Es importante que el niño -y también nosotros- comprenda que sus sentimientos no son el pro-blema, pero sí las malas conductas. Y ante ellas

siempre hay que fijar límites, porque hay zonas negociables y otras que no lo son. Si se niega a ir al colegio, tenemos que reconocerle lo molesto que es a veces madrugar y decirle que nosotros también lo hacemos.

4. Dejarle experimentar aunque se equivoque

La mejor manera para que los niños exploren el mundo es permitirles que ellos mismos experi-menten las cosas. Y si se equivocan, nosotros te-nemos que estar ahí para cuidar de ellos física y

emocionalmente, pe-ro con límites.

La sobreprotección a veces nos protege a los padres de ciertos miedos, pero no a nuestro hijo. Si cada vez que se cae o se da un golpe, por peque-ño que sea, corremos alarmados a auxiliarle, estaremos animándole

a la queja y acostumbrándole al consuelo conti-nuo. Tenemos que dejarles correr riesgos.

5. No comparar ni descalificar

Hay que eliminar frases como «aprende de tu hermano», «¿Cuándo vas a llegar a ser tan res-ponsable como tu prima?» o «eres tan quejica como ese niño del parque». No conviene generalizar y debemos prescindir de expresiones como «siempre estás pegando a tu hermana» o «nunca haces caso». Seguro que hace muchas cosas bien, aunque últi-mamente se esté comportando como un verda-dero «trasto». Cada niño es único, no todos actúan al mismo ritmo y de la misma manera. Frases como «tú puedes nadar igual de bien que tu hermano, inténtalo. Ya lo verás» transforman su malestar en una sonrisa y le animan a conse-guir sus metas.

EDUCACIÓN DE NUESTROS HIJOS

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6. Compartir nuestras experiencias con otros padres Puede sernos muy útil. Así, vivir una etapa de rebeldía de nuestro hijo, algo muy frecuente a determinadas edades, puede dejar de ser una fuente de angustia tremenda y convertirse, sim-plemente, en una fase dura pero pasajera. Frases como «no te preocupes, a mi hijo le ocurría lo mismo», pueden ayudarnos a relativizar los «problemas» y, por tanto, conseguir que nos sintamos mejor y actuemos más tranquilos. Si estamos desorientados, preocupados o no sa-bemos cómo actuar, siempre podemos consul-tarlo con un profesional. No tenemos nada que perder.

7. Hay que recono-cer nuestras equivo-caciones

Tenemos de-recho a equi-vocarnos y eso no significa que seamos malos padres. Lo importante es reconocer los errores y utilizarlos co-mo fuente de aprendizaje. Una frase sencilla como «perdona cariño, refuer-za su buen comportamiento y nos ayuda a sen-tirnos bien.

8. Reforzar las cosas buenas

Está comprobado que los refuerzos positivos gestos de cariño, estímulos, recompensas resul-tan más eficaces a la hora de educar que los casti-gos. Por eso siempre debemos darle apoyo afec-tivo y dejar que sea él el que, según su capacidad, resuelva los problemas. Los niños son muy sensibles y los calificativos como «tonto» o «malo» les hacen mucho daño y pueden afectar de modo negativo a la valora-ción que tienen de ellos mismos.

Debemos ser generosos con todo aquello que les hace sentirse valiosos y queridos. Si le premiamos con caricias, abrazos o palabras como «guapo» o «listo», estamos construyendo una buena auto-estima. Tan importante como rectificar sus malas con-ductas es reconocer y reforzar las buenas.

9. No hay que pretender ser sus amigos

Aunque siempre conviene fomentar un clima de cercanía y confianza, eso no significa que deba-mos ser sus mejores amigos. Mientras que entre los niños el trato es de igual a

igual, nosotros, como pa-dres y educadores, estamos situados en un escalón su-perior. Desde allí les ofrece-mos nuestros cuidados, ex-periencia, protección… pe-ro también nuestras nor-mas.

Buscar su aprobación continua para todo puede ser un arma de doble filo, ya que la amistad también es admiración y confianza y le resultará muy difícil con-fiar en nosotros si no sabe-

mos imponernos. Un buen padre no es aquel que cede de modo continuo y no enseña.

10. Ellos también tienen emociones

A veces pensamos que solo nosotros nos senti-mos contrariados y que los niños tienen que es-tar todo el día felices. Pero también tienen pre-ocupaciones. Su mundo emocional es igual o más complejo que el nuestro, por eso conviene dar importancia a sus emociones y ser conscientes de ellas. Debe-mos ayudar a nuestro hijo a poner nombre y apellido a lo que experimenta y siente.

EDUCACIÓN DE NUESTROS HIJOS

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E l domingo 21 de abril, domingo cuarto de Pascua es denominado el del “Buen Pastor”, Cada año se lee un fragmento del capítulo 10 de san Juan, en donde Jesús dice, “Yo soy el Buen Pastor” (Jn 10, 11,14), por tanto nosotros somos sus ovejas, pero que clase de ovejas somos, como nuestro Señor nos dice debemos ser ovejas que escuchan su voz. “Mis ovejas escuchan mi voz yo las conozco y ellas me siguen” (Juan 10,27)

Sin embargo, no basta con decir que lo seguimos, sino que debemos comprender que por el Bautismo todos estamos llamados a anunciar a Cristo Resucitado a volvernos noso-tros también pastores, y que mejor lugar para iniciar nues-tro rol de “Buen Pastor” que en nuestra Iglesia Doméstica, en nuestra familia y amigos, en nuestro movimiento, la evangelización hermanos es hoy más que nunca urgente y necesaria. El padre que ofició la misa para los niños en la Parroquia el Carmen nos comentaba que él les entregó a cada niño un papel y les dijo que se lo entregarán a la persona que ellos consideraran era su Pastor, algunos niños lo entregaron a su mamá otros a su papá, y por supuesto los padres no dejaron de sorprenderse, algunos molestarse y comentar porque ellos no fueron seleccionados por sus hijos e hijas. Esto tra-

jo una reflexión a los padres y madres allí presentes, estoy guiando a mi hijo o hija yo también, ¿es tarea de mi pareja? O lo afirmo diciendo, que esa es tarea de mi pareja. Lo cierto es que la labor de los papás y mamás debe estar alineada a conseguir que el fruto del amor de ambos tenga dos guías y un solo objetivo, proporcionar todo lo básico para su manutención y educación, y principal-mente mostrarles el camino hacia Dios. El llamado que nuestro Papa hizo a los sacerdotes el jueves santo, debe ser un llamado también a todos los pa-dres y madres de familia. “Esto os pido: sed pastores con <<olor a ovejas>>”, nuestros hijos nos necesitan, ser pa-dres y madres es nuestro apostolado, debemos oler a nuestras ovejitas, empaparnos de ellas, porque esto repre-senta una de las más grandes bendiciones que Dios nos ha dado. El profeta Isaías nos dice: “Como pastor pasto-rea su rebaño: recoge en sus brazos los corderitos, los lleva en su regazo, cuida las madres”. Que nuestra Fe crezca día con día y podamos llevar palabras de Vida Eterna.

Actualidad familiar

C uidar especialmente la compostura en la Iglesia. Hacerles notar a los niños que el Señor está real y verdaderamente presente y la importancia de sus atuendos. No se debe ir a la Iglesia, y menos a la Santa Misa el domingo, por ejemplo, con ropa de deporte. Hay que enseñarles a distinguir una cosa de otra.

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Consejo para la familia

715 Los textos proféticos

que se refieren directamente al

envío del Espíritu Santo

son oráculos en los que Dios

habla al corazón de su Pueblo en

el lenguaje de la Promesa, con los

acentos del "amor y de la fideli-

dad" (Cf. Ez. 11, 19; 36, 25-28; 37,

1-14; Jr 31, 31-34; y Jl 3, 1-5, cu-

yo cumplimiento proclamará San

Pedro la mañana de Pentecostés,

Cf. Hch 2,17-21). Según estas

promesas, en los "últimos tiempos", el Espíritu del Señor reno-

vará el corazón de los hombres grabando en ellos una Ley

nueva; reunirá y reconciliará a los pueblos dispersos y dividi-

dos; transformará la primera creación y Dios habitará en ella

con los hombres en la paz.

CATECISMO

¡Estamos en la Web! Visítanos en la dirección: http://www.encuentrosconyugales.org

Encuentros Conyugales

@MEC_SV

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Servicios del 16 AL 29 de mayo

Próximas actividades

Asamblea May-21 Servidores de María 229 May-21 Seguidores de los Pasos de San Pablo 233 May-21 Unidos por Jesús y María 239 May-28 Totus Tous 219 May-28 Discípulos a los Pies de Cristo 236 May-28 Consagrados al Espíritu Santo 239

Guardería May-21 Conectados con Dios 242 May-28 Jesús te Adoro con Devoción 241

Misa May-18 Infanto Juvenil 6:15 p.m. May-18 Vigilia Pentecostés 8:00 p.m. MEC May-25 Jesús Nuestro Amigo 231 May-25 Misioneros de Amor con Jesús y María 237 May-25 En Manos del Alfarero 238

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Próximas actividades

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CLASIFICADOS

L a Secretaría de Proyección, con el afán de impulsar la solidaridad encuentrista está construyendo un banco de servicios técnicos y profesionales entre la comunidad y próximamente a través de medios electrónicos incluyendo ésta revista, se abrirá un espacio de clasificados para que los encuentristas nos ayudemos contratando servicios entre nosotros mismos. Si ofreces servicios de construcción, asesoría, re-paración, electricidad, transporte o cualquier otro servicio y quieres ser parte de este proyecto envía tu nombre, servicios ofertados, correo electrónico, logo, teléfono, tarjeta de presentación a la siguiente dirección:

[email protected]