Educación y Violencia en Chile Mayo 2015 (Felipe Zurita)

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Educación y Violencia en Chile: el asesinato de dos estudiantes nos recuerda esta lamentable relación Chile es un país construido en base a muchos mitos, tales como el supuesto carácter virtuoso y visionario de su elite fundante que permitió organizar rápida y adecuadamente una nación; o aquel que resalta la alta calidad del aparato legal criollo que permitiría aceitar y dar solución a las diferentes problemáticas nacionales; o ese otro, quizás el más falso y vacío, que identifica a Chile como una sociedad diferenciada dentro de Latinoamérica, tanto así que los chilenos serían algo así como “los ingleses de Sudamérica” , esto debido al “éxito” de su desarrollo económico o a la profundidad de la convivencia democrática/republicana experimentada a lo largo de su historia. Señalo que es la imagen/mito más falso, porque ha sido más bien la cara terrible de la violencia la que ha dado el cariz más reconocible al proceso de construcción y convivencia nacional. El Estado de Chile y las diversas elites gobernantes, nos han regalado para la posteridad: guerras civiles, guerras y apropiación de territorios de países vecinos, exterminio y expulsión de poblaciones indígenas, masacres de trabajadoras y trabajadores organizados, asesinatos de pobladores sin techo o campesinos sin tierra, terrorismo y desaparición de militantes de izquierda, entre otros. Estas experiencias traumáticas reiterativas en la historicidad de Chile, dejan al desnudo la falsedad e hipocresía del mito de la supuesta diferencia democrática de nuestra sociedad. Esta violencia constante, que adorna el paisaje histórico chileno, ciertamente ha afectado los diferentes ámbitos de la

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Reflexión sobre la violencia en las movilizaciones estudiantiles de Chile

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Educacin y Violencia en Chile: el asesinato de dos estudiantes nos recuerda esta lamentable relacin

Chile es un pas construido en base a muchos mitos, tales como el supuesto carcter virtuoso y visionario de su elite fundante que permiti organizar rpida y adecuadamente una nacin; o aquel que resalta la alta calidad del aparato legal criollo que permitira aceitar y dar solucin a las diferentes problemticas nacionales; o ese otro, quizs el ms falso y vaco, que identifica a Chile como una sociedad diferenciada dentro de Latinoamrica, tanto as que los chilenos seran algo as como los ingleses de Sudamrica, esto debido al xito de su desarrollo econmico o a la profundidad de la convivencia democrtica/republicana experimentada a lo largo de su historia. Sealo que es la imagen/mito ms falso, porque ha sido ms bien la cara terrible de la violencia la que ha dado el cariz ms reconocible al proceso de construccin y convivencia nacional. El Estado de Chile y las diversas elites gobernantes, nos han regalado para la posteridad: guerras civiles, guerras y apropiacin de territorios de pases vecinos, exterminio y expulsin de poblaciones indgenas, masacres de trabajadoras y trabajadores organizados, asesinatos de pobladores sin techo o campesinos sin tierra, terrorismo y desaparicin de militantes de izquierda, entre otros. Estas experiencias traumticas reiterativas en la historicidad de Chile, dejan al desnudo la falsedad e hipocresa del mito de la supuesta diferencia democrtica de nuestra sociedad.Esta violencia constante, que adorna el paisaje histrico chileno, ciertamente ha afectado los diferentes mbitos de la vida nacional. Uno de estos lamentablemente es justamente el de la educacin, que ciertamente no es ajena a las tensiones polticas y sociales de su tierra. Recordamos con dolor e indignacin profunda, la tortura, asesinato y desaparicin de cientos de estudiantes y docentes durante la Dictadura Militar, quizs, el proceso traumtico que dej las ms profundas heridas en toda la historia de Chile. La Dictadura Militar realiz diversas transformaciones, entre ellas, usurp el derecho a la educacin superior gratuita, tanto tcnica como universitaria, de las y los jvenes de Chile, al privatizar y arancelar la misma. Esta violencia econmica, de exclusin y discriminacin socioeconmica evidentes, golpea con fuerza a nuestra juventud hasta el presente. Tambin, ms recientemente, y justamente asociada a las movilizaciones emprendidas por la juventud chilena contra el modelo de educacin neoliberal, recordamos el asesinato del estudiante Manuel Gutirrez de 16 aos por parte del Carabinero Miguel Millacura el 25 de Agosto del ao 2011. Manuel estaba en la calle, con un amigo y su hermano en la Comuna de Macul, cerca de casa, observando las manifestaciones relacionadas con el Paro Nacional convocado por la Central Unitaria de Trabajadores. El Carabinero Miguel Millacura dispar su subametralladora UZI contra un grupo de personas desarmadas, impactando en el pecho de Manuel. A pesar de que asesin a un menor de edad, desarmado, frente a decenas de personas y minti a los investigadores con apoyo de colegas de armas, el Carabinero fue condenado por la Justicia Militar a una condena de 3 aos y un da en libertad vigilada.Hoy, jueves 14 de Mayo del 2015, dos estudiantes fueron asesinados por un civil en medio de la manifestacin convocadas por la Confederacin de Estudiantes de Chile (CONFECH), Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CONES), Colegio de Profesores y otras organizaciones, en pos de influir en el actual proceso de reorganizacin del sistema educativo nacional con sus demandas de defensa de la educacin pblica, gratuidad de la educacin, rechazo a la propuesta de carrera docente, entre otras.[footnoteRef:1] Los estudiantes Diego Guzmn (25 aos) y Exequiel Borvarn (18 aos) fueron asesinados a balazos en una calle de Valparaso por Giuseppe Antonio Briganti Weber (22 aos). Lo que motiv a este ltimo a disparar es algo increble: Giuseppe Briganti se molest porque los estudiantes hicieron unos rayados en la muralla exterior del departamento de su padre. Unos rayados fueron suficientes para despertar la ira de esta persona, increpar a los estudiantes y finalmente tomar la decisin de dispararles. Es increble como situaciones tan irrelevantes pueden costar la valiosa vida de personas. Ciertamente, habr algunos defensores radicales de la propiedad privada que justificaran la reaccin del asesino. En cierta manera, nuestras sociedades se sustentan en aquella actitud al convivir sin muchas dificultades con el sufrimiento cotidiano de miles de personas que sufren por no tener propiedad alguna o por haberla violentado. Giuseppe Briganti era uno de estos, en su perfil de Facebook hay fotografas donde ostenta la posesin de diversos objetos: ropas, autos, alimentos, etc. Por otra parte, habr quienes realcen la muerte indignante de estos estudiantes, reconocindolos como mrtires del movimiento estudiantil, como si fuese posible reducir la existencia de una persona a un aspecto tan especfico. [1: Ver Documento: Chile Decide su Educacin Principios fundamentales para una Nueva Educacin Pblica Confederacin de Estudiantes de Chile (CONFECH). http://www.chileb.cl/wp-content/uploads/2015/05/Chile-Decide-su-Educaci%C3%B3n-CONFECh.pdf ]

Ms all de los problemas de generalizacin absurda y de la idealizacin ignorante de la sociedad europea, si los chilenos fusemos los ingleses de Sudamrica, creo que tendramos alguna cercana a los hooligans o a los gurkhas, en tanto grupo humano expuesto constantemente a la violencia, ya sea en calidad de vctima o de victimario, casi sin posibilidades de vislumbrar un camino de accin alternativo. No obstante, tambin sabemos que en el Chile de ayer y en el de hoy, tenemos serias esperanzas puestas en la experiencia educativa, formal e informal, que de una u otra manera ha posibilitado histricamente, a pesar de sus limitaciones y exclusiones, la emergencia de grupos de estudiantes y docentes, hombres y mujeres, que han sido capaces de pensar y luchar por una sociedad mejor.Felipe Zurita GarridoAcadmico Facultad de Pedagoga, Universidad Academia de Humanismo Cristiano, ChileEstudiante Doctorado Latinoamericano en Educacin: Polticas Pblicas y Profesin Docente, Universidad Federal de Minas Gerais, BrasilBelo Horizonte, Mayo 2015

Referencia:Zurita, F. (2015). Educacin y Violencia en Chile: el asesinato de dos estudiantes nos recuerda esta lamentable relacin. Pensar a Educao, em Pauta. Ao III, Edicin 82. 15/05/2015.http://www.pensaraeducacaoempauta.com/#!felipe-zurita-15mai/cu2a