EDUCAR PARA PREVENIR EL CONSUMO DE DROGAS DE LOS HIJOS E HIJAS

8/7/2019 EDUCAR PARA PREVENIR EL CONSUMO DE DROGAS DE LOS HIJOS E HIJAS

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EDUCAR PARA PREVENIREL CONSUMO DE DROGAS

DE LOS HIJOS E HIJASConclusiones del estudio sobre estilos educativos

y consumo de drogas en la adolescenciaFERNANDO CONDE


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Autor:Fernando Conde. CIMOPIlustraciones:Miguel MorenoCoordinan:Pedro RascnFernando MartnPablo GortzarEdita:CEAPAPuerta del Sol, 4 6 A28013 MadridPrimera edicin:Mayo 2009Depsito Legal:M-XXXX-2009Maquetacin:Diseo ChacnImprime:ROELMA, S.L.L.JUNTA DIRECTIVA DE CEAPAPedro Rascn Macas, Fernando Martn Martnez,Encarnacin Salvador Muoz, Jos Antonio Puerta Fernndez,Jos Luis Pazos Jimnez, Milagros Jonte Vzquez, Nuria Buscat Cancho,Sara Ins Vega Nez, Antonio Lpez Martn, Valle Vallano Bueno,Jos Pascual Molinero Casinos, Manuel Gonzlez Erencia,Jess Antonio Fernndez Corrales, Adelma Mndez Henrquez,Juan Antonio Vilches Vzquez, Jess M Snchez Herrero,Petra ngeles Palacios Cuesta, Gins Martnez Cern,Gemma Piqu Codina, Manuela Ocaa Martn

CEAPA ha sido declarada entidad de Utilidad Pblica el 25 de Julio de 1995


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Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5

PRIMERA PARTE.Los contextos de la vida familiar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .71. El lugar de residencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10

2. El tipo de trabajo, los tiempos del trabajoy sus repercusiones en la vida familiar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11

3. Las formas de organizacin de la vida familiar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13

SEGUNDA PARTE.Los estilos educativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .214. Los diferentes estilos educativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .24

5. Algunos espacios de desarrollo de los estilos educativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . .25

5.1. La participacin en las tareas de la casa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .26

5.2. Los horarios de vuelta a casa los fines de semana . . . . . . . . . . . . . . . . .27

5.3. La paga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30

5.4. Los gastos de consumo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31

TERCERA PARTE.La educacin familiar en el ambito del consumo de drogas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .376. Los objetivos educativos en el mbito de la prevencin familiar

de los consumos de drogas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .39

6.1. Los objetivos y los argumentos empleados en la educacin familiaracerca del consumo de drogas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .40

7. La desconfianza en el propio modelo de educacin familiar . . . . . . . . . . . . . . . . .44

PUBLICACIONES DE CEAPA.LISTADO DE FEDERACIONES Y CONFEDERACIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47

ndice


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INTRODUCCINEl texto que se presenta en esta publicacin es un resumen de la in-vestigacin cualitativa publicada como Los Estilos Educativos de lasFamilias Espaolas y el Consumo de Drogas en la Adolescencia.

Pretende ser un instrumento que ayude a la reflexin de las familiassobre sus pautas de educacin familiar, apuntando algunas posibleslneas de mejora en las mismas.

El punto de partida que preside su elaboracin es que cada familia tie-ne su historia, su idiosincrasia, su forma de ser y de actuar. En estesentido, las iniciativas que funcionan en unas familias no tienen porqu funcionar en otras. Sin embargo, creemos que el reflexionar so-bre las experiencias propias y ajenas puede ayudar a mejorar la edu-cacin de los hijos e hijas, objetivo que todos los padres y madrescompartimos.

En base a las ideas y experiencias aportadas por los participantesen los grupos de trabajo, el folleto est organizado en tres grandesapartados:

w Los contextos de la vida familiar que ms pueden influir en laeducacin de los hijos e hijas.

w Los estilos educativos que desarrollan unos y otros tipos defamilia y su relacin con la prevencin del consumo.

w La educacin familiar que se dice desarrollar ms particular-

mente en el mbito del consumo de drogas.

En cada uno de dichos grandes apartados vamos a tratar de seguir,siempre que sea posible, un tipo de presentacin similar para facili-tar su lectura y el trabajo de reflexin.

w Breve exposicin de la temtica.w Ilustracin de la misma con las opiniones textuales de los par-

ticipantes en los grupos de trabajo.

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w Exposicin de las distintas formas de reaccionar de las fami-lias en funcin de sus estilos educativos dominantes.

Creemos que esta forma de presentacin puede ayudar a reflexionary a aprender de las experiencias educativas propias y ajenas, para to-mar las decisiones de mejora que cada uno estime ms adecuadopara su entorno familiar.

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PRIMERA PARTE

Los contextos

de la vida familiar


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A la hora de hablar de la educacin de los hijos e hijas, en los gruposde trabajo se han mencionado, sobre todo, cuatro tipos de factores

que influyen en el tipo de vida familiar y en las formas de educacinque se pueden desarrollar:

w La sociedad de consumo que sera como el aire que nos en-vuelve y que induce una serie de comportamientos muy con-sumistas en las generaciones juveniles.

w El lugar de residencia que posibilita y ofrece unas posibilidadesmuy diferentes para la vida familiar y para la vida juvenil en

todas y cada una de las facetas que se quiera considerar.w Los tipos y tiempos de trabajo del padre y de la madre que con-

dicionan el tipo de relacin que se tiene con los hijos e hijas yel tiempo de dedicacin que se les puede dedicar.

w Las formas de organizacin de la vida cotidiana en el seno decada hogar familiar.

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1. EL LUGAR DE RESIDENCIAEl lugar de residencia ms rural o ms urbano y metropolitano, con

menor o mayor nmero de habitantes, con unas u otras tradicioneslocales, con mayores o menores posibilidades de empleo. es uno delos factores que ms influyen en la educacin de los hijos, en las rela-ciones entre padres y madres e hijos e hijas, en el tiempo que se lespuede dedicar, en las posibilidades de control sobre los comporta-mientos juveniles y en las propias actividades que pueden estos lti-mos desarrollar.

En lo que respecta a las actividades de la juventud, el lugar de resi-dencia marca mucho las posibilidades de hacer uno u otro tipo deactividad:

w Menor o mayor acceso a bares, lugares de copas, cines ygrandes superficies en funcin de pueblos pequeos o ciuda-des grandes.

w Menores o mayores dotaciones de equipamientos deportivos.w

Menor y mayor diversidad deopciones de lugares de com-pras y consumo.

w Acceso fcil al consumo dealcohol, tabaco y hachs entodos los lugares. Ms facili-dad de acceso en las gran-des reas metropolita-nas a otros tipos de dro-

gas (anfetaminas, drogasde diseo, cocana).

w Diferente vivencia del usodel tiempo libre: ms rutinarioen las localidades pe-queas,ms variado en las grandesreas metropolitanas,

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Siempre haces lo mismo, y te aburres. (RG. Chicos15-16 aos. C. Media baja. Alcal de Guadara)1

Sin embargo, en todas las localidades, casi independientemente desu tamao, hay comportamientos mucho ms variados que los com-portamientos y actividades juveniles que de forma ms habitualtransmiten los medios de comunicacin.

El reto familiar en este terreno es doble:

w Superar el complejo de tener que comportarse como secree que se hace en los medios urbanos ms de moda.

w Impulsar la pluralidad de aficiones y actividades que puedendesplegar los adolescentes y jvenes en cada localidad.

2. EL TIPO DE TRABAJO, LOS TIEMPOS DEL TRABAJOY SUS REPERCUSIONES EN LA VIDA FAMILIARUno de los cambios ms importantes de las ltimas dcadas en elconjunto de la sociedad espaola ha sido la incorporacin de la mujeral trabajo fuera del hogar. Dicha incorporacin ha tenido efectos muypositivos en la creciente igualdad de hombres y mujeres, en la gne-sis de modelos ms plurales y positivos de identificacin dentro de lavida familiar y en otros muchos terrenos, tanto de la vida personal dehombres y mujeres, como de la vida familiar en su conjunto.

En paralelo a dicha incorporacin, tambin se ha producido una inten-

sificacin de los ritmos y de los tiempos de trabajo de modo que losvarones y las mujeres que trabajan fuera del hogar, llegan ms tardey ms cansados a sus casas y tienen menos tiempo de dedicacin asus hijos.

H- Yo muchas veces cuando llego, llego un pocotarde de trabajar, y la nia ya est metida en lo

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1. A lo largo de est publicacin aparecen extractos de las entrevistas realizadas a diferentes

personas en el estudio Los estilos educativos de las familias espaolas y el consumo dedrogas en la adolescencia que ayudan a apoyar las ideas expuestas a lo largo del texto.


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suyo, en su habitacin. Y muchas veces me

acuesto y digo: Has hablado con la nia hoy?

(Risas)H- Me pregunto: He hablado o no he hablado?;porque es que no las vemos. Y lo que t dices, no

tenemos dilogo; ese es el problema, que es

que Que hay que dialogar, hay que hablar. (RG.Padres y madres. C. Media baja. Getafe)

Menor tiempo de dedicacin que: a) genera una mala conciencia en

los padres, y b) est teniendo un gran impacto en la educacin (aveces, en la desatencin) de los hijos e hijas y en la vida familiar msen general.

El reto es doble:

w Los padres y madres deberan tratar de evitar la mala con-ciencia que les lleva a ceder ante cualquier demanda de los

hijos e hijas y a inscribir a stos en mltiples actividades queocupen el tiempo en el que no estn con los padres.w Los padres y madres deberan de conseguir que el tiempo en

que estn con la familia sea un tiempo de calidad, dedicadoen exclusiva a estar con los hijos e hijas, a escucharles, a dia-logar, a realizar actividades conjuntas con ellos.

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3. LAS FORMAS DE ORGANIZACINDE LA VIDA FAMILIARMientras la importancia del lugar de residencia en la educacin sueleser muy evidente, mientras muchos adultos nos quejamos del poco tiempo que tenemos para dedicarlo a nuestras hijos e hijas, enmuchas ocasiones no se percibe ni se reflexiona sobre las repercu-siones que tienen en la vida familiar y en la educacin de los hijosmuchos de los cambios que se suceden en el terreno de la distribu-cin del espacio en las viviendas, del incremento del nivel de los equi-

pamientos y de los objetos de consumo que se han ido incorporandoa las viviendas en los ltimos aos, o en cualquiera de las otras situa-ciones ms cotidianas de dicha vida familiar.

Quizs porque convivimos con ellos todos los das, no nos damoscuenta de su importancia. Sin embargo, la tienen y mucha. De hecho,algunos de los factores que ms estn incidiendo en la vida familiar yen la comunicacin que se puede desarrollar en su seno, estn muy

estrechamente relacionados con estos cambios en el espacio de lavivienda y su impacto en el desarrollo de una forma de vida cre-cientemente individualizada por parte de cada miembro del hogarfamiliar.

En efecto, en paralelo al desarrollo de la sociedad de consumo enEspaa, los hogares han ido cambiando paulatinamente de fisonomay de usos de su espacio, a veces, sin darnos cuenta salvo que algnacontecimiento como pueda ser, por ejemplo, la serie Cun-tame,

nos recuerde cmo eran antes los hogares espaoles.

w Primero se introdujeron en las viviendas lo que se llamabanelectrodomsticos de lnea blanca: lavadoras, frigorficos,cocina, muy orientados hacia el ama de casa, que ahorraronmucho trabajo y que han mejorado sustantivamente la calidadde vida de los espaoles y, sobre todo, de las espaolas.

w Muy poco tiempo despus se incorporaron lo que se llamaban

electrodomsticos de lnea marrn, ms directamente orien-

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tados hacia el ocio y entretenimiento familiar: equipos de msi-ca, aparatos de radio, televisores que posibilitaron organizar un

cierto ocio familiar. La multiplicacin de los televisores significun importante punto de inflexin en la organizacin de la vida encomn de la familia: cada miembro de la familia poda seguir, deforma individualizada, su televisor y las conversaciones dentrode la familia empezaron a debilitarse.

w De unos aos a esta parte se ha producido la incorporacin deuna nueva oleada de equipamientos, con el comn denomina-dor de las nuevas tecnologas de la informacin y de la comu-nicacin: ordenadores, telfonos mviles, video consolas,MP3, Ipod, auriculares y un largo etctera de equipamientos,que han tenido en la adolescencia y la juventud sus primeros yms entusiastas consumidores. Dichos equipamientos han

transformado y redecorado las viviendas al punto que cada

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ah sentado viendo la tele porque puedo hacer

toda la faena.

M- Claro, claro, claro. Yo de pequeo tambin.M- Eh? Si yo me involucrara con l no estara.Pero ya empiezas con una edad, y sigue, y sigue,

y sigue, y ya se te va de las manos.

M- S, s, s, s.M- Pienso que es as. (RG. Padres y madres. C.Medias y medias bajas. Barcelona)

Este sector de padres y madres ha comprendido que para recupe-rar una cierta vida familiar en la que se desarrolle una comunicacinms intensa en su seno hay que reinventar, en cierta medida, la vidafamiliar y que, para ello, hay que hacer, al menos, dos cosas:

w Reducir los actuales niveles de consumo de los aparatos en laadolescencia (televisor, ordenador, playstation, Ipod, etc.,) enuna doble direccin:w

Una menor presencia de los mismos en las habitacionesde los jvenes, de forma que se comparta ms el espacioconjunto de toda la familia.w Un menor tiempo de uso de los mismos de modo que se

libere una parte del tiempo que actualmente se dedica aestos equipamientos para estar y hacer cosas junto con lafamilia.

w Dedicar ms tiempo al dilogo y en las actividades de las fami-lias. Dentro de las limitaciones de las actuales formas de vida y

trabajo, estos padres y madres han decidido invertir tiempo,energa, dedicacin y capacidad de escucha en reinventar lacomunicacin y el dilogo con los hijos promoviendo activida-des, entornos que lo faciliten con unos resultados positivospara la vida y la comunicacin familiar.

Yo s que cuando salimos juntos ellos se abren.

Cuando te ven tranquila, que no ests corriendo

por casa o trabajando, s que lo hago de, digo:

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Hoy no hacemos nada. Vamos al cine, o vamos

a merendar al Maquinista; pero slo para eso,

para que me vean relajada y hablen; y s que

explican cosas, eh? Entonces s que los mos se

abren. (RG. Padres y madres. C. Medias y mediasbajas. Barcelona).

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SEGUNDA PARTE

Los estilos educativos


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En el seno de las condiciones y las limitaciones en las que se muevecada familia, los estilos educativos, es decir, las formas concretas de

educar a los hijos e hijas son la principal baza que tienen los padres ymadres para conseguir que sus hijos maduren, se responsabilicen ysepan hacer frente a las circunstancias que les ha tocado vivir.

Hasta cierto punto, podramos decir que habra tantos estilos edu-cativos como familias hay en Espaa ya que, como es sabido portodos, cada familia es un mundo propio y singular, con su propia his-toria, sus tensiones y conflictos particulares, sus formas de expresar

el amor y el afecto, etc.

Ahora bien, podemos abstraer y generalizar ciertos actitudes y reac-ciones que se producen en unas y otras familias para tratar de cons- truir con ellas unos modelos, unos estilos de educar que puedenservir como ejemplos, por muy abiertos y flexibles que sean, para lareflexin sobre la importancia de unas u otras formas de educar, engeneral, y sobre la incidencia de estas diferentes formas en el con-

sumo de drogas en particular.

El doble punto de partida para abordar este tema de los estilos edu-cativos de las familias puede ser dos cuestiones de las que se hablamucho entre padres y madres:

w La temtica de las normas y los lmites en la educacin fami-liar, hasta dnde llevarlos?, dnde ponerlos?

w La temtica del dilogo hasta dnde hablar y tratar de

convencer?, est bien dar un grito, de vez en cuando?

Los padres y madres de los grupos de trabajo defienden mayorita-riamente la necesidad de establecer unas normas y lmites claros enla educacin y de combinar dichas normas con el mximo dilogo conlos hijos. Desde este punto de vista, las familias representadas en lainvestigacin son partidarias de lo que podramos llamar un ejerciciodemocrtico de autoridad en el seno de la familia.

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4. LOS DIFERENTES ESTILOS EDUCATIVOSEn el seno de esta defensa de las normas y el dilogo, en las familiasrepresentadas en los grupos de trabajo se han expresado unos mati-ces que permitira apuntar la existencia de dos estilos educativosdiferenciados, segn se haga hincapi en unos u otros aspectos dela educacin.

Un tipo de familias las podramos denominar como ms permisivasen el sentido de ceder ms a las exigencias de los hijos e hijas (com-

pras, gastos,), de exigirles menos responsabilidades dentro de lavida familiar y de la organizacin de la vivienda, de tratar de que loshijos estn ms tiempo en las casas con el objetivo de que estn elmenos tiempo posible fuera de ellas. Dichas familias suelen ser msproteccionistas, tienen ms miedo de lo que les pueda ocurrirfuera de las paredes y de la proteccin del hogar.

Otro tipo de familias las podramos llamar ms normativas en el

sentido de exigir ms responsabilidades a los hijos, de ceder menosa sus demandas, de utilizar ms el no a las exigencias juveniles.Dichas familias apuestan ms por la autonoma de los hijos e hijasque por el control paterno y materno sobre sus vidas, confan ms enlos jvenes y tienen menos miedo de lo que les pueda a ocurrir astos en el exterior, en la calle. Dichas familias suelen desarrollaruna educacin ms abierta y menos proteccionista.

En la prctica de la vida cotidiana, los comportamientos educativos

de las familias oscilan entre dos polos, ms normativo y ms permi-sivo, que podramos considerar que operan como referentes idealesde los modelos educativos familiares. Lgicamente hay familias quese acercan ms a un estilo y otras familias que se acercan ms aotro. Desde este punto de vista, cabe hablar de familias con estiloseducativos ms normativos o ms permisivos en funcin de lasprcticas educativas ms habituales en el seno de dichas familias.

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Asimismo, uno y otro estilo educativo tienen repercusiones muy dife-rentes en la vida y en el desarrollo educativo de la juventud, tal como

he tratado de sintetizar en el cuadro siguiente.

Consecuencias educativas de uno y otro estilo que se traduce en queel denominado estilo normativo se exprese como el ms adecuadopara la educacin de los jvenes en la actualidad y el que fomentams activamente los llamados factores de proteccin frente al con-sumo de drogas.

5. ALGUNOS ESPACIOS DE DESARROLLO DE LOSESTILOS EDUCATIVOSLos estilos educativos se suelen materializar en todo un conjunto dembitos educativos y de modos de relacin entre padres y madres ehijos e hijas.

En cada uno de dichos mbitos ms particulares y cotidianos, las

familias con unos y otros estilos tienden a actuar de forma relativa-

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ESTILO MS PERMISIVO ESTILO NORMATIVOInfantiliza los adolescentes y jvenes. Ayuda a crecer y desarrollarse a los

adolescentes y jvenes.

Genera miedos innecesarios ante elexterior al hogar familiar.

Educa a vivir en la calle, en el espaciopblico.

Dificulta la autonoma de los jvenes. Refuerza la autonoma eindependencia juveniles.

Fomenta la espiral de demandaadolescente y juvenil.

Fomenta actitudes de contencin.

Des-responsabiliza a los jvenes. Refuerza la propia personalidad yresponsabilidad.

Presenta un dficit de personalizacin

ante los comportamientos gregarios.

Refuerza la singularidad de cada joven

y la aceptacin de la diferenciapersonal y del otro.


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mente diferenciada en funcin de sus creencias y estilos educativosque consideren ms idneos y, tambin, en funcin de las carac-

tersticas de cada adolescente y del modelo de relacin que se hayaconstruido entre los padres y madres y dicho adolescente a lo largode la vida.

5.1. La participacin en las tareas de la casaLa participacin de los hijos e hijas en las tareas de la casa es una delas formas principales y cotidianas que utilizan las familias para refor-

zar los vnculos familiares y para educar en la responsabilidad.

A este respecto, en la investigacin se han expresado varias cuestio-nes de inters:

w En muchas familias todava se sigue exigiendo ms participacinen las tareas de la casa a las hijas que a los hijos. Exigencia quereproduce la desigualdad entre ambos sexos, que fomenta la

creencia de que las tareas del hogar es ms cosa de chicas quede chicos, y que ha sido fuertemente criticada por las chicasque han participado en los grupos de trabajo.

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w Otra de las lneas de diferenciacin entre familias se refiere altipo de tareas que se les pide realizar a los hijos e hijas:

w Las familias que expresan una vida familiar ms indivi-dualizada y atomizada, piden a los hijos responsabilizarsems exclusivamente de la habitacin personal, el reco-ger su plato en la mesa y el ordenar sus cosas.

w Las familias con una vida familiar ms intensa piden a loshijos el participar en tareas de toda la casa (hacer la lim-pieza, poner o recoger la mesa, lavar los platos), noslo de lo que afecta ms directamente al adolescente.

Las formas de actuar de las familias segn unosy otros estilos educativos.w Lo que parece diferenciar a unos y otros estilos educativos es

la forma de exigir y, sobre todo, de reaccionar ante la posiblenegativa o rechazo de los hijos a responsabilizarse cotidiana-mente de dichas tareas:

w

Las familias de estilos normativos exigen el cumplimientode dichas tareas y no tratan de hacerlas en sustitucin delos hijos e hijas. Asimismo, en la medida que los hijos cre-cen se exigen ms tareas y responsabilidades a los hijos.

w Las familias de estilos permisivos parecen tener ten-dencia a negociar a la baja las exigencias a los hijos ehijas de modo que una parte la hagan ellos y ellas y otralos padres y las madres. En algn caso, son los propiospadres o madres los que acaban haciendo las tareas, en

lugar de que sean sus hijos.

5.2. Los horarios de vuelta a casa los fines de semanaLos horarios de vuelta a casa, especialmente los fines de semana, cons-tituyen otro de los temas que ms tensiones generan cotidianamente.

Ms all que la fijacin del horario vara, lgicamente, en funcin de la

edad de los hijos e hijas y de alguna otra dimensin ms coyuntural (la

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estacin del ao, las fiestas de los pueblos), las tensiones derivadasde fijar y de respetar un horario de llegada son muy grandes ya que:

a) los padres consideran que fijar un horario es un buen instrumentoeducativo, y que volver pronto a casa es limitar la accesibilidad a losconsumos de drogas; b) los hijos consideran que ampliar, poco a poco,el horario de vuelta a casa es ganar libertad y conseguir un reconoci-miento de ser cada vez ms mayor y responsable.

Qu es lo que hay por ah que todava notengis y que os gustara tener?Libertad.Y para ti qu es la libertad? qu es la libertadpara ti?Que me dejen tranquilo.

Que te dejen tranquilo. os dan m ucho la lata?Que no me digan la hora a la que hay que ir a

casa. (RG. Chicos 13-14 aos. C. Medias ymedias bajas. Getafe)

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Las formas de actuar de las familias segn los estilos educativos.Las familias de unos y otros estilos educativos parecen tender adesarrollar ciertas pautas educativas diferentes a la hora de fijar elhorario de vuelta a casa. Los padres y madres de estilo ms permi-sivo tienden a fijar horarios de vuelta a casa con ms rigidez que lospadres y madres de estilo ms normativo en los que parece existiruna mayor flexibilidad al respecto. El primer tipo de familia pareceestar ms segura fijando un criterio exterior al adolescente, mientrasel segundo parece confiar ms en el adolescente, en su responsabi-

lidad y en la progresiva interiorizacin de las normas por parte destos.

Una breve reflexin sobre la cuestin de los horarios y el consumo dedrogasDado que el horario de vuelta a casa es una de las actuacionesfamiliares ms extendidas para limitar y reducir el consumo de dro-

gas conviene recoger una experiencia de la investigacin que mues- tra que esta actuacin, por s sola, es insuficiente para conseguirdicho objetivo y que, a veces, la fijacin de un horario reducido yestricto puede tener el efecto indeseado de provocar unos consumosms intensos en el tiempo en el que los adolescentes estn fuera delhogar familiar.

Por ejemplo, varios de los y las jvenes que han participado en losgrupos de trabajo han declarado cmo consumen alcohol, u otras

drogas, de forma muy rpida e intensa para que, a la hora de la vuel-ta a casa, no se les note el mencionado consumo

Yo tengo que llegar a mi casa, porque mi madre

encima me pone una hora, que no

Yo suelo beber antes para que cuando llegue a

mi casa ya no me quede nada.

Claro.

A m me pasa igual. (Chicas 15-16 aos CMBBarcelona)

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Reaccin negativa que debe servir para dar un toque de atencin einvitar a una reflexin ms amplia sobre el tema de los horarios y

para comprender que stos son una pieza ms de la educacin msgeneral que se debe de desarrollar en cada familia.

5.3. La pagaEl dinero que se suele dar a los hijos e hijas adolescentes para sussalidas y gastos de ocio constituye uno de los elementos educativosen los que ms se distinguen los estilos normativos y permisivos en

la educacin familiar.

Las formas de actuar de las familias segn los estilos educativos.

w Para los progenitores de estilo normativo, los criterios con quese da el dinero a los hijos e hijas son los siguientes:

w Se fija y se acuerda con ellos y ellas una cantidad sema-nal o mensual: la paga.

w

Su paga suele estar al margen de los premios y de loscastigos de los hijos.w No se le da ms dinero mensual que el de la paga, ms

all de circunstancias especiales (cumpleaos, fiestas), ode gastos excepcionales.

w Para los progenitores ms cercanos al estilo permisivo, los cri-terios con los que se da el dinero son los siguientes:

w A los hijos e hijas se les da dinero, poco a poco, en fun-

cin de las salidas y los gastos que cotidiana o semanal-mente vayan desarrollando.

w El dar o no dinero, el dar ms o menos dinero muchasveces funciona como premio o castigo.w Como el dinero se da en funcin de las actividades, del

tipo de salida de ocio que vaya a desarrollar el joven, seasume que los padres van a saber y controlar mejorlo que hacen los hijos e hijas.

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De esta forma, para los padres y madres ms cercanos al estilo nor-mativo, el dinero que se da a los hijos e hijas en forma de paga es

un medio para educarles, es un medio para que el o la joven conozcael valor del dinero y aprenda a autoadministrarse, mientras que paralos padres y madres ms cercanos al estilo permisivo, el dinero quese da a los hijos, ms que un instrumento educativo, es un medio decontrol sobre los hijos y sus disponibilidades de gasto lo que dificulta que los jvenes aprendan el valor del dinero y aprendan, poco apoco, a responsabilizarse de su gestin.

5.4. Los gastos de consumoLa cuestin del consumo de productos, de marcas es una cuestinmuy importante del actual modelo social, vivimos en una sociedad deconsumo es un lugar comn en las conversaciones. Asimismo,como es sabido, el consumo tiene mucha importancia en la configu-racin de las actuales identidades juveniles. Todos los padres ymadres han vivido, en unos y otros momentos, la importancia que los

hijos e hijas han dado a comprar tal o cual marca, a usar ste o aqueltipo de prenda (pantaln, camiseta), al asistir a uno u otro local odiscoteca de moda, al or msica de tal o cual cantante. En dichosmomentos, parecera que en la compra de ese producto, de esamarca, los y las jvenes ponen en juego algo ms intenso y profundoque la mera compra del producto o marca de que se trate.

En este marco ms general de la importancia del consumo en lasociedad y en la juventud, los ltimos aos han visto desarrollarse

una cierta variante ms compulsiva en la que la compra caprichosa,por impulso inmediato, ms all de todo tipo de necesidad y de todotipo de control, se ha desarrollado hasta lmites insospechados.

Yo es que soy tope de caprichosa, a lo mejor voy

por la calle y veo una pasta, sabes?, que digo

acabo de comer, pero es que me apetece y me

apetece y no puedo andar porque me apetece

eso. Y tengo que entrar y comprrmelo. Y luego

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a lo mejor digo: ay! Pero voy ms para adelante

y veo otra cosa y ya es que me tengo que quedar

ah

Si sabes que es por dinero te lo compras. Si

sabes que lo tienes. Dices bueno ya que trabajo

me lo voy a comprar. Siempre dices lo mismo.

(RG. Chicas de 15-16 aos. C. Medias y mediasbajas. Barcelona)

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w El aprender a madurar y a hacerse cargo de que se puede serdiferente a los dems.

w El aprender a integrar y a incorporar de forma ms autnomalos criterios de juicio y de decisin que son bsicos para la vidaen general y para prevenir el consumo de drogas, ms en par-ticular.

w El aprender una conducta algo ms austera y contenida, algoms responsable que entiende y asume que no todo lo que

ofrece el mercado debe ser consumido.

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TERCERA PARTE

La educacin familiaren el mbito del

consumo de drogas


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La prevencin del consumo de drogas en las familias, para los gruposde trabajo realizados equivale a hablar de las drogas con los hijos e

hijas, es decir, cmo informar de las drogas, cmo reaccionar antelas drogas, qu comportamientos adoptar ante el posible consumode los hijos e hijas.

Parecera que prevenir el consumo de drogas es principalmentehablar de ellas, olvidando y dejando de lado el marco educativo msgeneral de la familia y, especialmente, la educacin ms general delconsumo que habamos subrayado en el apartado anterior. Marco y

pautas educativas ms generales que, como no conviene olvidar, sinser garanta plena, al 100%, de las posibles conductas que se pue-dan desarrollar en cualquiera de las facetas de la vida de un joven, ledotan del mximo de recursos y de instrumentos para que ste, ensu contexto vital y social ms particular, pueda decidir en libertad yen responsabilidad el curso de su vida, sus prcticas de estudios y deocio, los propios consumos de drogas, si es el caso.

6. LOS OBJETIVOS EDUCATIVOS EN EL MBITO DE LAPREVENCIN FAMILIAR DE LOS CONSUMOS DEDROGASLa forma de hablar de las drogas en el seno de las familias dependemucho del estilo educativo de las mismas y de las edades de los hijose hijas.

Los padres cercanos al estilo normativo tienden a aceptar que sus

hijos pueden estar tentados por el consumo de alcohol, tabaco uotras drogas ya que muchos jvenes lo hacen y pueden llegar a con-sumir en un momento dado. Por eso, estn ms abiertos y predis-puestos a hablar de ello, desde una edad temprana de los hijos ehijas, desde antes de la adolescencia, de forma que sea la familiala que informe y forme a los jvenes, antes de que stos se puedaninformar por otros canales distintos al de los padres, los amigos prin-cipalmente, o, en ltima instancia, al del propio colegio.

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Antes de que l lo vea en la calle

Se lo explica t

se los explicas

Y esto no es de ahora, se lo he explicado hace

ms tiempo ya, concretamente no s a qu

aos(RG.)Madres C. Medias Bajas. Yepes)

Los padres y madres ms cercanos al estilo permisivo tienen ms difi-cultades para reconocer que sus hijos e hijas pueden consumir, tien-den a rechazarlo y, en paralelo, tienden a pensar que nombrar, que

hablar de las drogas en casa sera, casi, una forma de inducir haciasu consumo. De ah que este tipo de familias prefiera no querer hablardel tema, dejando que sea el sistema educativo el que, en el mejor delos casos, informe y eduque a los hijos e hijas en este terreno.

De este modo, las familias de orientacin ms permisiva son las queparecen situar el rol de la educacin familiar ms en el momentodel presente de los consumos. Esta forma de encarar la educacin

en el seno de la familia conlleva el que cuando el padre o la madrequieren hablar de los consumos de drogas con los hijos e hijas, stoscontestan que ya lo saben, que qu le van a decir los padres que ellosya no lo sepan. La consecuencia, por tanto, es que la posible educa-cin e influencia familiar a este respecto se reduce en gran medida.

6.1. Los objetivos y los argumentos empleados en laeducacin familiar acerca del consumo de drogasLos padres y madres parecen, en la prctica, modificar los objetivosy los argumentos educativos en funcin de la edad y del proceso demadurez de los hijos e hijas:

Durante la segunda infancia, de los 6 a los 11 aos aproximadamente.A lo largo de estas edades las familias de estilo educativo ms nor-mativo, en mayor medida que las de estilo ms permisivo, tratan de

desarrollar una imagen negativa de las drogas y una condena moral

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de las mismas, en cualquiera de sus expresiones, de forma que losadolescentes se sientan alejados del mundo de las drogas.

Durante estos primeros aos, padres y madres afirman, de formageneral, que las drogas son malas, sin entrar en muchas ms razo-nes. Educacin moral de los preadolescentes que se refuerza con elsealamiento de experiencias de los males derivados del consumode drogas, ya sea en las ocasiones que en la calle se vea un drogo-dependiente, ya sea en las ocasiones, con motivo de una celebracinfamiliar, por ejemplo, en las que algn asistente a la fiesta se ha

emborrachado u otras situaciones similares.

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Durante la adolescencia. Entre los 12 y los 15 aos, aproximadamenteA lo largo de los aos de la adolescencia, la educacin familiar tiendea centrase en las informaciones sobre las sustancias y sobre susefectos. Dichas informaciones persiguen varios objetivos:

wEn el caso del tabaco, el objetivo de que los hijos no fumen.

wEn el caso del alcohol hay ms debate sobre si el objetivo debeser no beber o aprender a beber. La opinin mayoritaria es que

el objetivo debera ser el aprender a beber con moderacin.Este objetivo ms general pasara por los siguientes objetivosms parciales:

w Cuando se es menor de edad, el objetivo sera que no seconsuma.

w Cuando se acerca la preadolescencia, el objetivo seraretrasar la edad de la prueba, del inicio.

w Una vez constatado que bebe, el objetivo sera que con-

suma el mnimo alcohol posible, a partir de la ingesta debebidas de menor graduacin alcohlica.w Una vez constatado que los hijos e hijas beben alcoho-

les ms fuertes, el objetivo sera que aprendieran abeber y consiguieran evitar el exceso en el consumo,la borrachera.

wEn el caso del xtasis, de las dogas qumicas, de la cocana o dela herona, el objetivo es que no se consuman.

Para conseguir estos objetivos, los padres que han participado en losgrupos de trabajo sealan que para poder hablar de la forma msnatural posible, suelen provocar o aprovechar alguna situacin queles facilite dicho dilogo como, por ejemplo, pueda ser la visin dealgn programa de televisin, el comentario sobre alguna noticia dela prensa u otras situaciones similares.

A la hora de establecer estos dilogos, padres y madres suelen

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manejar varios tipos de argumentos que, de forma general, se pue-den clasificar en dos tipos: ms informativos y ms experienciales.

wLa argumentacin ms estrictamente informativa se desarro-lla en varios planos:

w Refuerzo de los conocimientos que conviene tener sobrelas sustancias y, sobre todo, sobre sus efectos sobre elcuerpo y la salud (en el caso del tabaco se hace hincapien el cncer, en el caso del alcohol, en la cirrosis y en los

accidentes)w Lo que puede significar el consumo como proceso de

dependencia.w La mala imagen personal que se puede proyectar con

motivo de ciertos excesos, como la borrachera.w Lo que puede significar el consumo de alcohol en los

accidentes de trfico, en la violencia y en las agresionesentre jvenes.

wAdems de estos contenidos argumentales ms informativos,las familias ms cercanas al estilo normativo suelen utilizar laexperiencia de conocidos, de personas prximas o de s mis-mos como posibles consumidores o ex consumidores (de taba-co, principalmente), para ilustrar y poner de manifiesto antesus hijos e hijas lo negativo del consumo de drogas.

Cuando sus hijos les argumentan lo de los am i-gos, cmo lo contraargumentan ustedes?Pues diciendo: Ves? Ves lo que pasa? Hija,

pues t no lo hagas y as no va a pasar, una

amiga alguna vez Estos amigos no son de

borracheras, pero una vez una cogi una, y me lo

vino diciendo: Mam, la hemos bajado a su casa

cuando ha llegado su madre y tal y cual La he

dicho: Ves lo que pasa? Si llegas a venir t as

que te traen, encima te hubiera espabilado; pero

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bien espabilada. Te pongo en el patio, te echo un

jarro de agua fra y te hubieras espabilado bien.Pues as se habla (RG Madres. C. Medias bajas.Yepes)

7. LA DESCONFIANZA EN EL PROPIO MODELO DEEDUCACIN FAMILIARPor ltimo, una cuestin decisiva en este tema de la educacin de los

hijos e hijas es la confianza en el modelo de educacin familiar.

Escuchando hablar a los participantes en los grupos de trabajo sobreestos temas, a veces da la impresin de que algunos padres ymadres tienen menos confianza en la educacin que dan a sus hijosde la que deberan tener.

En este sentido, a veces se expresa una opinin que seala que la edu-

cacin familiar sirve mientras el adolescente tiene una edad en la

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que el control paterno y materno es efectivo, pero que, una vez supe-rada una cierta edad, una vez que el adolescente empieza a salir de

forma autnoma fuera de la casa familiar, la influencia de la educacinfamiliar prcticamente se reduce al mnimo y que lo que puede ms,que lo que incita al consumo es el ambiente exterior, en el que lasamistades, las malas amistades ocupan un lugar primordial.

Los problemas que creo yo en el caso de l salie-

ron, como en el resto de los hermanos que tuvie-

ron algn problema, sus hermanos mayores,

empezaron a aparecer a los 13-14 aos. O sea,mientras los nios estuvieron ms prendidos a la

casa, y menos dependientes del mundo que los

rodea, bien. Ac estoy hablando de mi experien-

cia en general de todos los nios de la casa,

no?, que tuvimos. Hasta ah bien. Cuando el

chico sale al mundo, el mundo se lo come. Eso es

lo que nosotros hemos visto, hemos comprobado

y es casi imposible luchar contra ello. No esO sea, esto no es absoluto. No con todos pas

esto. Todos sufrieron influencia, lgicamente, de

lo que los rodea. Todos salieron en su momento

de casa. Hoy da los chicos no salen de la casa a

la noche, y a la fiesta, y con los amigos a los 16-

17 aos; salen mucho antes, y ah es donde().

(RG. Padres y madres. C. Medias y medias bajas.Barcelona).

Siendo cierto, desde luego, que la familia no es el nico factor queinterviene en la educacin de los hijos e hijas y que a lo largo de la ado-lescencia se produce un claro y sano movimiento por parte de hijos ehijas de separarse parcialmente de los padres y de acercarse conms fuerza a sus amigos y amigas, conviene, sin embargo, subrayarla importancia cardinal de la educacin familiar y reforzar la confianzade los padres y las madres en la propia educacin que dan a sus hijos

e hijas. Ms all de los errores que se pueden cometer en este terre-

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no, es importante reforzar la confianza en las propias fuerzas de laeducacin familiar como uno de los principales recursos, caso de que

no sea el principal recurso, de que disponen los hijos e hijas para cre-cer y para saber enfrentarse a las diversas problemticas con las quese van a enfrentar en el exterior del hogar, en el mundo de hoy.

En la educacin, como en tantos otros campos de la vida, la duracin,la consistencia en el tiempo de un modelo es clave para generar unareferencia. Si los padres dudan todo el tiempo de la educacin quedesarrollan, si cambian de modelo educativo muy a menudo como

consecuencia de dicha desconfianza, el resultado en la educacin delos hijos va a ser necesariamente negativo. stos, incluso cuandoparecen oponerse de la forma ms radical a los padres, necesitan yse sitan en relacin a esa referencia que necesariamente debe detener una cierta estabilidad.

De ah que, como los padres y madres de los grupos de trabajo hansubrayado, alguna de las claves del xito educativo con los hijos e hijas

sea precisamente la de mantener un estilo educativo consistente conellos y ellas, de forma que stos tengan el lmite claro. Modelo que sepuede y debe flexibilizar en funcin de la edad de los hijos e hijas, peroque no debe de perderse. De ah que, como resumen de todo lo dicho,habra que sealar que confiar en la propia educacin es uno de losmejores caminos para que sta acabe triunfando.

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PUBLICACIONES DE

CEAPA

LISTADO DE

FEDERACIONES YCONFEDERACIONES


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Revista Padres y Madres de AlumnosPublicacin bimensual, con una tirada de 12.300 ejemplares, que incluye en sus pginasinformacin de inters para padres y madres sobre temas educativos, sociales, familia-res y trata todas aquellas cuestiones relacionadas con los derechos de la infancia.

Temas de Escuela de Padres y Madres

Carpeta Uno1. La televisin2. Educacin especial e integracin escolar3. Defensa de la Escuela Pblica4. Las escuelas de padres y madres5. Educacin para el ocio y el tiempo libre6. Los padres y madres ante los temas transversales7. Educar para la tolerancia

Carpeta Dos

8. Educacin, participacin y democracia9. Infancia y educacin infantil

10. Educacin sexual11. Tcnicas para la dinamizacin de APAs12. Sociologa de la educacin13. Educacin para el consumo14. Orientacin y tutoraCarpeta Tres

15. Los centros educativos y su entorno16. Juegos y juguetes17. Prevencin de las drogodependencias18. Las actividades extraescolares19. Planificacin de actividades y programas

20. La familia: espacio de convivencia y socializacin21. Educacin no Sexista22. Ante el racismo: la educacin intercultural

Coleccin Cursos1. Las APAs, la participacin y la gestin de los centros educativos

10. La prevencin de las drogodependencias: Nuevos retos y perspectivas13. La educacin sexual, un marco para hablar de los afectos14. Construyendo salud. Promocin de habilidades parentales15. Igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres16. Construyendo Salud. Promocin de habilidades parentales. Manual para el monitor

o la monitora17. Aprendiendo en familia. Prevencin del conflicto familiar en el marco de la igual-

dad de oportunidades18. Educacin Sexual desde la familia. Infantil y Primaria19. Educacin Sexual desde la familia. Secundaria20. Construyendo un mundo mejor con nuestros hijos e hijas.

Manual para monitores o monitoras21. Construyendo un mundo mejor con nuestros hijos e hijas.

Manual para padres y madres22. Habilidades de comunicacin familiar.

Ampliacin del programa Construyendo Salud

23. Coeducacin. Prevencin de la violencia contra las mujeres y las nias24. Educacin para el consumo.

Materiales para trabajar el consumo desde la perspectiva de gnero


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25. Habilidades para trabajar con grupos e impartir cursos de formacin26. Programa de formacin de formadores sobre educacin afectivo-sexual y preven-

cin de VIH-SIDA dirigido a familias y APAs. Educacin Sexual desde la Familia.Manual para el monitor o la monitora

27. Educacin Sexual desde la Familia. Manual para el alumno o la alumna28. Adolescencia y familia. Cmo mejorar la relacin con los hijos e hijas adolescen-

tes y prevenir el consumo de drogas. Manual para el monitor o monitora29. Adolescencia y familia. Cmo mejorar la relacin con los hijos e hijas adolescen-

tes y prevenir el consumo de drogas. Manual para el alumno o alumna30. Educacin emocional desde la familia. Manual para el monitor o monitora31. Educacin emocional desde la familia. Manual para el alumno o alumna32. Educacin para el consumo. Manual para el monitor o monitora33. Educacin para el consumo. Manual para el alumno o alumna

Coleccin Informes1. El reparto del trabajo domstico en la familia. La socializacin en las diferencias de

gnero2. Nuevos consumos juveniles de drogas. Aportaciones desde el papel de interme-

diacin social de las apas3. Manual de legislacin educativa. Instrumento de trabajo de las APAs y consejeros

escolares de la escuela pblica4. Los padres y madres ante el consumo de alcohol de los jvenes5. Los padres y madres ante la prevencin de conductas problemticas en la ado-

lescencia6. Los estilos educativos de las familias espaolas y el consumo de drogas en la ado-

lescencia

7. La participacin de las familias en la escuela pblica.Las asociaciones de madres y padres del alumnado

Coleccin Herramientas1. La tutora, un marco para las relaciones familia-centro educativo2. Los comedores escolares3. Cmo poner en marcha escuelas de padres y madres4. La financiacin de las APAs. De dnde sale el dinero?5. Educacin fsica y deporte en la edad escolar6. La violencia contra las nias: el abuso sexual7. El alcohol en casa

8. Las APAs ante el alcohol y otras drogas9. La alimentacin en edad escolar

10. Tareas domsticas: hacia un modelo de responsabilidades compartidas11. La educacin desde las familias monoparentales12. La gestin democrtica de centros educativos para padres y madres13. Orientacin profesional desde la familia. Construyendo alternativas no tradicio-

nales14. Las drogas en la E.S.O.: propuestas educativas para madres y padres15. Prevencin del sida en los nios y los adolescentes. Gua para padres y madres16. La tutora, un marco para la prevencin en secundaria17. Ocio y escuela. mbitos de intervencin para las asociaciones de padres y madres

18. Apuntes de educacin sexual. Sobre la sexualidad de nios y nias con discapacidad19. Las dificultades de vivir una vida apresurada.

Reflexiones en torno a nuestro uso del tiempo20. Los padres y madres ante las drogas. Propuestas educativas


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21. La escuela en el medio rural22. Educar en la corresponsabilidad. Propuesta para la familia y la escuela23. Cmo elaborar un plan de mediacin en un centro educativo?

Gua para su desarrollo con el apoyo del APA24. Cmo pueden ayudar las familias a resolver los conflictos en los centros educativos?25. Madres y padres coeducamos en la escuela. Responsable de coeducacin en los cen-

tros educativos

Coleccin Aprende y Educa1. Hablamos de sexualidad con nuestros hijos e hijas?2. Educamos igual a nuestros hijos e hijas?3. Cmo elegir los juguetes?4. Saben usar Internet o los videojuegos?5. Por qu es tan importante la educacin infantil?

6. Es adecuada la alimentacin en los centros escolares?7. Ests preparado para cuando tus hijos o hijas se encuentresn con las drogas?

Coleccin Experiencias1. Primer Concurso de Experiencias Educativas2. Segundo Concurso de Experiencias Educativas3. Tercer Concurso de Experiencias Educativas4. Cuarto Concurso de Experiencias Educativas5. Quinto Concurso de Experiencias Educativas6. Sexto Concurso de Experiencias Educativas7. Actividades realizadas por las APAs para prevenir el consumo de drogas

8. Sptimo Concurso de Experiencias Educativas9. Octavo Concurso de Experiencias Educativas

Otros ttulos Los retos de la educacin ante el siglo XXI. Congreso de educacin de CEAPA

(CEAPA/Editorial Popular, 1995) La escuela que incluye las diferencias, excluye las desigualdades. Congreso de

CEAPA sobre necesidades educativas especiales (CEAPA/Edit. Popular. 1996) 50 aos de Derechos Humanos? Gua para padres y madres comprometidos Educacin para la salud: la alimentacin y la nutricin en edad escolar El papel de la familia y las APAs ante los problemas del medio ambiente Cmo promover la participacin de las mujeres y las familias inmigrantes en la

escuela? Recomendaciones para mejorar la alimentacin de la familia Manual del Consejero Escolar Alcohol. Cannabis Television y familia. Recomendaciones Manual de APAS. Democracia participativa Construyendo sexualidades, o cmo educar la sexualidad de las hijas y los hijos Cmo erradicar la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.

Gua para el monitor de actividades deportivas Cmo podemos ayudar los padres y madres a erradicar la violencia y el racismo en

el deporte Y t, te apuntas a romper con el machismo? El finde Cuentos para prevenir


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FAPA ALBACETEC/ Zapateros, 4 4 Planta02001 AlbaceteTel: 967 21 11 27 | Fax: 967 21 26 36Web: www.albafapa.comEmail: [email protected]

FAPA ALICANTEC/ Redovn, 603014 AlicanteTel: 96 525 26 00 | Fax: 96 591 63 36Web: www.fapagabrielmiro.esEmail: [email protected]

FAPACE ALMERIAC/ Arcipreste de Hita, 2604006 AlmeraTel: 950 22 09 71 | Fax: 950 22 28 31Web: www.fapacealmeria.orgEmail: [email protected].

FAPA ARAGN (FAPAR)San Antonio Abad, 38 (Antiguo C.P. RosaArj)50010 ZaragozaTel: 976 32 14 30 - 976 46 04 16 | Fax:Web: www.fapar.orgEmail: [email protected]

FAPA ASTURIASPlaza del Riego, 1 1 E33003 OviedoTel: 98 522 04 86 | Fax: 98 522 90 97Web: www.fapamv.comEmail: [email protected]

FAMPA VILAApdo. de Correos, 6005080 vilaTel: 920 25 27 10 | Fax:Web: www.fampa.orgEmail: [email protected]

COAPA BALEARSGremio Tintoreros, 2Polgono Son Castell07009 Palma de MallorcaTel: 971 20 84 84 | Fax: 971 75 18 63

Web: www.fapamallorca.orgEmail: [email protected]

FAPA BENAHOAREC/ Doctor Santos Abreu, 4838700 Santa Cruz de la PalmaTel: 922 42 06 90 | Fax: 922 41 36 00Web: fapabenahoare.comEmail: [email protected]

FAPA BURGOSApdo. de Correos, 56209080 BurgosTel: 947 22 28 58 | Fax: 947 22 78 99Email: [email protected]

FEDAPA CDIZColegio Adolfo de CastroC/ Guadalmesi, s/n11012 CdizTel: 956285985 | Fax: 956285989Web: www.fedapacadiz.orgEmail: [email protected]

FAPA CANTABRIAC/ Cisneros, 74 Desp. 339007 SantanderTel: 942 23 94 63 | Fax: 942 23 99 00Email: [email protected]

FAPA CASTELLNCarrer Mestre Caballero, 212004 CastellnTel: 964 25 42 16 | Fax: 964 25 03 60Web: www.fapacastello.comEmail: [email protected]

FAPA CATALUA FAPACC/ Cartagena, 245 tico08025 BarcelonaTel: 93 435 76 86 | Fax: 93 433 03 61Web: www.fapac.netEmail: [email protected]

FAPAES CATALUAPere Verges, 1 8-1408020 BarcelonaTel: 93 278 21 43 | Fax: 93 278 12 97Web: www.fapaes.netEmail: [email protected]

Federaciones y Confederaciones que integran CEAPACEAPA es una Confederacin de mbito estatal que est integrada por Federacionesy Confederaciones de mbitos provincial y autonmico. A continuacin ofrecemosun directorio de las organizaciones provinciales, regionales y autonmicas de APAs

de la Escuela Pblica.


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FAPA CEUTAPlaza Rafael Gibert, 27Residencia de la Juventud, 2 PlantaTel: 956518850 | Fax: 956512479

Web: www.fapaceuta.orgEmail: [email protected]

FAPA CIUDAD REALC/ Pozo Concejo, 813004 Ciudad RealTel: 926 22 67 29 | Fax: 926 22 67 29Web: www.fapaciudadreal.comEmail: [email protected]

FAPA CRDOBA goraC/ Doa Berenguela, 214006 CrdobaTel: 957 40 06 42 | Fax: 957 40 06 42Web: www.fapacordoba.orgEmail: [email protected]

FAPA CUENCAAvda. Repblica Argentina, 10, 2 dcha.16004 Cuenca16004 CuencaTel: 969 21 31 50 | Fax: 969 21 31 50Email: [email protected]

FREAPA EXTREMADURAApdo. de Correos, 50806080 Badajoz

Tel: 924 24 04 53 | Fax: 924 24 02 01Web: www.freapa.comEmail: [email protected]

FIMAPA FUERTEVENTURAC/ Pino, s/n Barrio Majada MarcialCentro de Educacin Ocupacional35600 Puerto del Rosario (Fuerteventura)Tel: 928 850 245 | Fax: 928 850 245Email: [email protected]

CONFAPA GALICIAApdo. de Correos, 620

15080 La CoruaTel: 981 20 20 02 | Fax: 981 20 19 62Web: www.confapagalicia.esEmail: [email protected]

FAPA GOMERAGarca, 838830 Agulo-GomeraTel: 922 14 61 08 | Fax: 922 14 61 08Email: [email protected]

FAPA GRAN CANARIA GaldsAvda. 1 de Mayo, 22, 1 dcha.35002 Las Palmas de Gran CanariaTel: 928 38 20 72 | Fax: 928 36 19 03

Web: www.fapagaldos.orgEmail: [email protected]

FAPA GRANADA AlhambraCamino de Santa Juliana s/n18007 GranadaTel: 958 13 83 09 | Fax: 958 13 17 64Web: www.fapagranada.orgEmail: [email protected]

FAPA GUADALAJARAEdificio IES Aguas VivasAvda. de Beleia, 919005 GuadalajaraTel: 949 88 11 06 | Fax: 949 88 11 12Email: [email protected]

FAPA HIERROApdo. de Correos, 3638911 Frontera - El HierroTel: 922 55 00 10 | Fax: 922 55 14 70Email: [email protected]

FAPA JAN Los OlivosApdo. de Correos, 12923700 LinaresTel: 953 65 06 25 | Fax: 953 69 71 99

Web: www.fapajaen.orgEmail: [email protected]

FAPA LANZAROTEJos Antonio, 86, 2B35500 Arrecife de LanzaroteTel: 928 80 00 89 | Fax: 928 80 20 44Web: www.fapalanzarote.infoEmail: [email protected]

FELAMPA LEN Sierra PambleyC/ Francisco Fernndez Dez, 2824009 Len

Tel: 987212320 | Fax: 987212320Web: www.felampa.orgEmail: [email protected]

FAPA MADRID Francisco Giner de los Rosde MadridPuerta del Sol, 4, 6 D28013 MadridTel: 91 534 58 95 - 91 553 97 73 | Fax:91 535 05 95Web: www.fapaginerdelosrios.esEmail: [email protected]


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OTRAS CONFEDERACIONESDE FEDERACIONES DE CEAPACODAPA(Andaluca)Avda. de Madrid, 5, 318012 GranadaTel: 958 20 46 52 | Fax: 958 20 99 78Web: www.codapa.orgEmail: [email protected]

CONFEDERACIN DE APAS GONZALO ANAYA(Comunidad Valenciana)Pasaje de la Sangre, 5, Puerta 2, despacho 1146002 ValenciaTel: 96 352 96 07 | Fax: 96 394 37 97Web: www.gonzaloanaya.comEmail: [email protected]

COVAPAC/ Redovn, 603014 AlicanteTel: 96 525 26 00 | Fax: 96 591 63 36Web: www.covapa.esEmail: [email protected]

CONFAPACAL(Castilla y Len)Avda. Ramn Pradera,16 Bajo-Local,347009 Valladolid

Tel: 983 337 058 | Fax: 983 337 058Email: [email protected]

CONFAPA MIGUEL DE CERVANTES(Castilla-La Mancha)C/ Zarza, 6, 1A45003 ToledoTel: 925 28 40 52 - 925 28 45 47 | Fax: 925 28 45 46Email: [email protected]

CONFAPACANARIASAv. 1 de Mayo, 22, 1 dcha35002 Las Palmas de Gran CanariaTel: 928 38 20 72 | Fax: 928 36 19 03Web: www.confapacanarias.netEmail: [email protected]

EDUCAR PARA PREVENIR EL CONSUMO DE DROGAS DE LOS HIJOS E HIJAS

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