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Año IX MADRID MARZO 1916 Núm. 92

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A los Colegios uuldos, 15 ch. número.-Suscrlpclonee Individuales, Madrid y Extranjero, 3 ptas. alíoprovIDc:la., 2,50. Número suelto, 25 eéDts. Pago aDtlclpado.

lolelín· ~e 101 [oleliol ~e ~ra[ti[antel ~e Me~i[ina y[irulíaORGANO OFICIAL DE LOS COLEGIOS UNIDOS

mesSe publica la primera decena de cada

DIReCTOR D. envique Quijada DiHapadievna

SUMARIOLa mala send<\" por D. Enrique Quijada Villapadiema.­

De Junta Central, por D. Angel Barahona.-Actualidad.por D. Leonardo Sánchez.-Las teorias y la evoluciónpor D. Leopoldo Estalayo~-EI Dr. Taboada.-La fuer:za, por D. José Rocamora.-Algo que debe imitarse,por D. José Marañ5n.-Asunto oficial.-Estado de cuen·tas.-Noticias.-Secci6n científica. por el Dc. Calleja.

La mala sendaLos hechos consumados tienen una fuerza in­

contrastable. Del encadenamiento de ellos sur­ge el tiempo. Sólo que éste, al ser integradopor aquéllos, no excluye los que aprlIecen comoimproductivos, porque' también el hecho de no'hacer nada traza su medida. Los actos del hom­bre que arrojan un resultado constituyen el tiem­po remunerador, fecundo. Los qu~ d hombrerealiza baldíos, constituyen el tiempo perdido.y como bu'enos ó malos, productivos é infecun­dos, el hombre siempre realiza actos, de aquíque constantemente esté dando la medida de esetiempo en el cual se condensa nuestra vida en­

tera.y como á nuestro pesar el tiempo no interrum­

pe su marcha ya han pasado algunos días, bas­tantes días, desde que entonamos el mea culpa,mea culpa, mea máxima culpa. Pero el arrepen­timiento no ha venido ó, por lo menos, no hasido tan sincero que nos haya puesto en caminode la enmienda. Estamos igual...

Un cambio de perspectiva, ó por :0 menos dedecorado, suele alborozar el ánimo y distraer lamirada, haciéndola prestar un instante de fijeza.Podrá ser pasajero; pero aun cuando no sea más

que por curiosidad, bien vale la pena de preocu­parse en muchas ocasiones. Pues hasta de esesentimiento innato, abdicamos nosotros. Ni porcuriosidad queremos ver el resultado de una nue­va norma de conducta, y después de trazada ésta,antes de comenzar á ponerla en práctica. ya di­sentimos. i Y con cuánta razón... !

Si no nos uniera, por encima de todo, inclusode nuestra voluntad, un supremo interé;, creería­mos que pesaba sobre nosotros un maleficio ó al­bergaba nuestro pecho una mala intención. Laspalabras que acabo de expon~r relativas á quehay un interés que es común á todos, nos hacedesechar semejante idea, por absurda. Y sola­mente nos e};¡plicamos cierta conductCl por unaobscura-tan obscura como sea posible en el te­rreno de las ideas-(en lógica se llama ignoran­

cia} visión de la realidad. Porque la ignoranciano es el falso ó el deficiente concepto de la ver­dad. Eso puede ser el error ó la duda. Ignor~n­

cia es el absoluto desconocimiento ::le la verdad.Somos, pues, ignorantes. ¿Y qué verdad es esaque desconocemos, y cuyo desconocimiento noslleva á tantos y tantos fracasos? j Ah !, no creáisque voy á decir que es una verdad de Perogru­110; no. Es una verdad desconocida ¡:ior muchascolectividades que llevan en sus entraflas el mis­mo cáncer que corroe n~estra existencia, en par­ticular. Es una verdad sencilla 'de comprender;mas para llegar á su sencillez es necesario re­montar el vuelo á esferas más sutiles. Si se vue­la más bajo. se corre peligro de tropezar. Y estaverdad es que muchas colectividades se mue­

ven, no á impulso dé su interés colectivo, sino

á impulso de su prurito particular. De ahí lasintestinas luchas que las destrozan, les enconos

que albergan, las rencillas y las concupiscencias

que las desenfrenan; de ahí su ineficacia, su es­terilidad, su agotamiento, su muert~.

Pues bien, el tiempo pasa, y nosotros conti­nuamos perdiéndolo. Y aun cuando hay una fra­

se vulgar que dice que «el tiempo peidido tam­bién se' recupera», el que se ha perdido, per­dido está, del mismo modo que es una moneda

menos en nuestro caudal la que ha salido de nues­

tro bolsillo y se ha extraviado. Pero, no obstan­te, hay ocasiones en que lo perdido puede re­qlbarse ó resarcirse de ello, por lo menos; perohay otros instantes tan decisivos en que nunca se

recupera el que se deja marchar. Y en estos ins-tantes nos encontramos nosotros. •

Hora crítica suena en estos instantes para nues­tra clase; si á ella no atendemos, tal vez cuando

queramos oirla sonar de nuevo no nos hallemos en

ocasión tan propicia y tengamos que someternos

al rigor de las circunstancias. La vida es de talsuerte, que avisa una vez á los hombres, les

muestra el camino y cuando es desairada no re­

pite el llamamiento; que ella se cobra y, con ré­ditos, el agravio que se le ha inferido.

Yo no sé si como alguien recientemente meha dicho (y con cuanta nobleza) soy ó no pro­feta. Lo que si sé es que es asunto el que nosafecta que veo con tanta claridad, como al tra­vés de las cristaEnas aguas de un :moyo se di­visan las arenas yacentes. Y plácidamente dis­

curriendo sobre todo el proceso y calvario queha largo tiempo viene padeciendo la clase á queme honro con pertenecer, y retrotrayéndome más

allá, á tiempos en que ni aun pertenecer á ella

pensaba, veo tal analogía entre lo pasado, lopretérito y lo presente, que, fácilmente pudieraformarse 'con ellos un solo tiempo. Y en la grada­cióll. vertiginosa de una decadencia vislumbro la

sima inmensa, tumba de nuestros ideales y denuestras legítimas aspiraciones para una eterni­

dad. éEs un sueño? éEs una fascinación? é Esun presagio? Yo no lo sé. Pero valga mi buena

voluntad, que siempre es de agradecer lo queaun siendo quimera avisa de un peligro. Yo se­

ría el primer equivocado; de mis facultades po­drá dudarse, de mi sinceridad nunca.

Tanto ha corrido la imaginación de alguno~ denuestros compañeros-de buena encarnadura, sin

duda-, que ya no se acuerdan de la herida,

que si en lo particular ha podido ser cicatrizada,

en lo colectivo aún sangra. Bueno es que olvi­demos el perjuicio causado á nuestros interesespor la disposición recientemente dictada por un

ministro de Instrucción pública. Sí, es prueba de

abnegación. Pero lo que no debe olvidarse nun­

ca es el menosprecio que ese hecho causa á una

colectividad. Al ocurrir esto nuestros clamoresse elevaron á las más altas esferas. Ya lo decía

yo-por algo soy oráculo--. En cuanto ha trans­currido el tiempo, todo se ha olvidado. A estasfechas nuestros nervios en tensión se han equili­brado, y nuestro pensamiento ha dejado de girar

en torno de una cuestión que, por lo visto, no hi­cimos en sus principios más que cuestión ti.: amor

propio, y que, mitigado aquel ingénito impulsode nuestro sér, ha desaparecido.

Hoy el asunto discurre mansame:ne Po! suscauces legales sin que nos preocupe en una tilde.Y el momento es decifivo.

La Junta Central, dando ejemplo de una la­boriosidad que raya muy alta, y no déscansando

un momento en sus tareas, ha dado todos los ga­sos necesarios en este sentido. Uno de ellos ha·

sido un requerimiento á los demás colegios para

que secunden su iniciativa. Al aldabonazo unoshan abierto puerta franca, mas otros, siguiendo

el ejemplo del famoso ventero del cuento, han'sacado la punta de la nariz y el candil. han mi­

rado hacia el camino y viendo sin duda que el

caminante mendigaba, le han dicho: «En estaventa están todos los lugares ocupados, no hayalbergue.» Pero el caminante, que está avezado

á soportar las fatigas, no se desalienta por estanegativa, y continúa su marcha' seguro de que,

si las fuerzas no le faltan, ha de encontrar sitio

donde pasar, si no toda la noche, por lo menos

el resto de ella. Y si logra ver amanecer, ¡qué

halagueño será su despertar! Por lo menos, abri­rá sus ojos á la luz del día con la tranquilidaddel santo barón que habiendo dejado cumplidos

sus compromisos anteriores y dispuesto á reali­

zar en igual forma los que después vinieren, seencuentra satisfecho de sí mismo. Pero vamos

á lo que importa.

En breve ha de juzgar el Tribunal competen­te de nuestro recurso entablado contra la Realorden de 7 de Mayo del próximo pasado, quecrea la profesión de enfermeras. ¿La favorableresolución de este asunto nos interesa? ¿ sí ó no?Porque este es el dilema. Si nos interesa, es de­ber de todos trabajar, apoyar, secundar y sacri­ficarse' en aras de éste, que no es ya ideal, sinoconveniencia. Si no nos interesa es deber de to­dos también, decirlo claramente. Pero ocultarsey dar la callada por respuesta, nunca. No es enbien de uno, ni de dos, ni de cincuenta, sino enbeneficio de toda una clase en quien va á redun­dar. Con ello no se beneficia á un individuo, sinoá una colectividad.

¡ y es triste cosa tener que decir esto desdeestas columnas! j Es triste cosa dar lugar á queuna cuestión tan fundamental tenga que hallarsesometida á una dilucidación previa de «si con­viene ó no conviene)), de si (<interesa é no inte­resa á todos, ó de si beneficia á uno ~olo.)) Mien­tras en un asunto se establece una norma, ampa­rada por la razón, sobre ella se debate. Perocuando esta razón se neutraliza con la duda de siserá ó no de razón, pierde tal cantidad de fuer­za y de poder que es muy difícil que en tal formallegue á convencer á nadie.

y para qué decir más. Yo, amante como elprimero de mi clase é implícitamente de cada unode los que á ella pertenecen, conocedor por mimismo. de cuáles son sus necesidades y sus an­gustias y cuán penoso es á veces su calvario, cla­mo una vez más con las palabras unión. unión.y si el estar fuertemente unidos, en estrecho lazo,en apretado haz ha de hacer de nuestros interesesuno sólo, de nuestras luchas y fatigas una sola,y acaso también de nu~stras pesadumbres. ~no

solo seamos también para alcanzar la mereCidajusticia que se nos debe, sin regateos que seña­lan pobreza de espíritu, ni alardes, que más de­gradan que enaltecen.

ENRIQUE Q. VILLAPADIERNA

~OOOOOOOO.O••••ooooeoooOOOO.OClOOO"••O.O.OO••OOOOO.O.OOOO0000

De Junta CentralOficiosamente sabemos que el expediente re­

lativo á nuestra instancia presentada en la subse­cretaría de la Presidencia, ha sido remitido. bien

informado, á estudio del ministerio de InstrucciónPública, y que en esta dependencia, gracias alpropio interés de un dignísimo compañero nues­tro, á su celo y actividad, encontrará terreno abo­nado para que fructifiquen beneficiosamente laspeticiones contenidas en nuestra solicitud.

No obstante todo esto, no se nos ocultan losprolijos entorpeci~ientos que ahora ha de encon­trar en su tránsito la justicia de nuestra 'causa, nila serie de contrariedades que, derivadas de em­peñadas influencias, como siempre han de opo­

nerse á su Tesultante acción; pero hoy más quenunca estamos confiados, porque contamos conla eficaz garantía que nos ofrece el partido. go­bernante y algunas de sus más elevadas persona­lidades políticas, visiblemente interesadas en es­tudiar y atender cuanto de justo entrañan las pe­ticiones que raZonamos en nuestra apelación.

El eximio publicista médico y pre~tigioso pro­fesor numerario del Hospita-l de San Juan deDios y de la Beneficencia municipal, doctor donMario T aboada, ha evidenciado en repetidas oca­siones la simpatía que le merece la clase dePracticantes, á la vez que por la bondad de susfunci~nes profesionales por el desamparo oficial,en que sus actividades se desenvuelven, y gene­rosamnte, con la benevolencia peculiar de lagrandeza de su prestigiosa reputación, ha eleva­do su autorizada voz desde las columnas de laPrensa en defensa de nuestra desheredada clase.

Recientemente ha publicado en los ((LunesMédicos)) de La Tribuna, un artículo con el epí­grafe «La clase de Practicantes)), en el que seocupa de las razones que justifican nuestras de­mandas; hace alabanzas á nuestros anhelos demayor cultura y de más extensivos estudios yjustiprecia la supremacía de nuestros derechos en{os diversos órdenes profesionales que en nuestrainsi;.ancia á los Poderes públicos alegamos.

Reciba tan respetable profesor. público testi­monio de nuestra acendrada gratitud, en nombrede los practicantes todos de Medicina y Cirugía,y encarecidamente le rogamos que nos siga conce­ciendo su valioso apoyo en bien de la conspClJ­ción de nuestros lícitos anhelos, enC3minados árecabar para nuestra profesi6n sus peculiares de­recilOs, á impedir la transgresión de éstos. ni de

propios ni de extraños, y á obtener la cultUI'l PIO­fesional que demanda la progresiva evolución dela Medicina y de la Cirugía.

detenerse en obstáculos ni reparar en ninguna cla­se de inconvenientes, saltando por encima de to­do y sobre todo, se coloca resueltamente en elterreno de la defensa, decidido á llevarlas á tér-

Gratamente nos ha sorprendido la visita de El mino, sea cual fuere el camino necesario, sean lasPracticante Moderno, revista profesional del Co- que fueren la cantidad y la calidad de las ener­legio de Cartagena y La Unión, á la cual damos gías precisas, cuando esto ocurre, repetimos, nonuestra más cordial y afectuosa bienvenida, á la nos parece justo ni lícito que á las voces de unión,vez que efusivamente felicitamos á estos cO~f'a- compañerismo y reivindicación profesional, que

_ _ ñeros---9ue con denodados entusiasmos vienen no- repercuten en nuestro ánimo desde el Colegio deblemente-á~crecenta~l~supremos interesesco- -zaragoza, r cuamlo -á- éste-nos-clirigimos--en-soli-munes. citud de práctica y positiva sanción de ellas, nos

Por esto, la Junta Central y el Colegio de Ma- conteste: unión y compañerismo ... , pero que pa-

drid se complacen en feli~itar al Practicante Mo- gue el otro.deroo, de Cartagena, y á su disposición se po- Y no añadimos ni una palabra más sobre estenen, ofreciéndoles sin rectricción alguna cuantos asunto, porque entendemos que la unión y el com­medios de acción les son propios para coadyuvar pañerismo se virtual izan más que de niHguna otracompletamente á la concesión de sus nobles as- manera, con la práctica de sus peculiares accio-plraClOnes. nes, y cuanto pudiéramos agregar podría moti-

Por El Practicante Aragonés nos enteramos, var elementos contraproducentes á nuestros pro-que el Colegio de Zaragoza celebró Junta general pósitos, por que estamos dispuestos á rehuirel día 11 del mes de Enero, y su presidente dió cuanto nos sea posible, públicas polémicas, con-cuenta de los oficios remitidos por esta Central re- vencidísimos de que su pernicioso influjo se ma-ferentes al pleito contendoso sobre las enferme- nifiesta transcendentalmente con grave perjuicioras, y que después de pequeña discusión, se acor- del Compañerismo y de la Unión.dó dar la contestación de conformidad con lo acor-dado anteriormente. Llega á nuestros oídos una noticia que por la

Lo acordado anteriormente es que el Colegio índole de su gravedad no podemos dar crédito,de Zaragoza se adhiere sólo moralmente al pleito hasta que no obtengamos pruebas evidentes dede referencia, entablado por el Colegio de Ma- su veracidad.

- -4-i4 - - - ~~ice ~e un Colegio (y no es el de Zarago-La traducción literal del sentido de este acuer- za), ha oficiad-;;- álo~ demás de proVínCíaspara -

do, la encontramos publicada en la misma estima- que no abonen cantidad alguna destinada al plei-da revista, y como final de un artículo titulado to sostenido por el Colegio de Madrid.«Un poco de cada cosa», referente á administra- Repugna á nuestro modo de sentir este sis-ción, y que transcrito dice así: ...estos señores tema de procedimientos, pero caso de resultar

piden á grandes Voces unión y compañerismo ... , cierta 'Ia noticia, nos creemos en el deLer de ex-y que pague el otro.» ponerla públicamente( para conocimiento y juicio

Pues bien; estos señores compañeros de Za- de los buenos compañeros.ragoza, piden á grandes voces: Unión, compttlre-

rismo y reivindicaciones profesionales, y cuan- Por la Prensa política ya tendrán conocimientodo el Colegio de Madrid, velando por los fue- todos nuestros compañeros del fallecimiento delros del decoro profesional, públicamente por un Ilustrísimo señor doctor D. Luis Guedea y Cal­Real decreto escarnecido, cuando tratando de de- vo, catedrático de clínica quirúrgica de la Facul­fender la inviolabilidad de los más sagrados in- tad de Medicina de Madrid, miembro de la Realtereses de la Clase, y cuando tratando de opo- Academia Española de Medicina, director delner digna resistencia á la usurpación de nuestros Hospital Clínico de San Carlos y del Niño Je­únicos medios de vida, el Colegio de Madrid, sin sús.

Er~ el doctor Guedea decidido protector de laClase de Practicantes. y aún está vivo en nues­tra memoria el recuerdo de su personalidad. pre-·sidiendo la sesión de nuestra clausura de la pró­xima pasada Asamblea. su elocuente y cariñosodiscurso en aquel solemne acto. y sus sabios con­sejos. animándonos á la lucha mediante el estu­dio.

Descanse en paz el sabio Catedrático, y reci­

ba su respetable familia en nombre de la Clasede Practicantes, la expresión más sentida de pé­same, por pérdida tan irreparable.

La circunstancia de ocupar actualmente el car­go de presidente del Estado Mayor Central el ge­neral W eyler. ha puesto nuevamente sobre el ta­pete la cuestión referente á practicantes milita­res, y en la última Junta general celebrada porel Colegio de Madrid. se acordó felicitar á esteilustre patricio y gestionar de su elevada influen­cia la implantación del Cuerpo militar de nuestraclase.

Seguimos manteniendo la persuasión de los bue­nos propósitos que -cerca de nosotros abriga elgeneral W eyler. y persisten cada vez más funda­men~adas las probabilidades de nuestro triunfoen otras esferas de la acción. por esto. y en ra­zón á nuestras reflexivas convicciones. no duda-. -

mos en que con perseverancia y unión llegaremosá conocer el día de nuestro bien.

ANGEL BARAHüNA

ActualidadAcaba de ~ol~erse á crear, como habréis leído

ya .el Estado Mayor Central del Ejército. Alfrente de este alto Cuerpo han nombrado al in­signe capitán general D. Valeriano W eyler.

Hace muchos años. no recuerdo cuántos. estegeneral defendió en el Senado la necesidad de

dotar al Cuerpo de Sanidad Militar de auxiliarestécnicos para corregir deficiencias observadas yperfeccionar los servicios sanitarios del Ejército.Han pasado varios años desde aquelia fecha.Repetidas veces hemos emprendido campañassobre tan vital asunto para nosotros. El actualministro de la Guerra. el general Aznar cuandolo fué. y lo mismo el conde del Serrallo, han

sido partidarios de la creación del Cuerpo dePracticantes militares. y hasta s~ ha llegado ápresentar algún proyecto -por ilustres generalesdel Cuerpo de Sanidad; pero.. : pero siempre,á. última hora, se ha paralizado el asunto, pretex­tando que eso cuesta dinero y que ya se harácuando se pueda.

Paréceme que con las facultades omnímodasque en el orden técnico asume el nuevo Estado

Mayor Central del Ejército, y con el estudio que

tiene que hacer sobre grandes reformas en el mis­mo, es un momento para que una vez más vol­vamos á insistir en que el Cu~rpo de Practican·tes Militares sea un hecho.

En varias ocasiones que 'recabamos la ayudadel gener~1 W eyler, para este asunto, siemprenos atendió. --

Creo firmemente que seguirá pensando en quetal reforma es de urgente necesidad. porque laSanidad del Ejército sigue sintiendo. cada vezmás. los graves defectos que supone --el no teneren los hospitales ni en los regimientos personascompetentes para cumplir las prescripciones delos facultativos. y. sobre todo, el abandono queá cada instante se observa en los casos de ciru­gía de urgencia.

Por grande que sea la cifra que haya en elCuerpo, será muy pequeña comparada con elmuy señalado beneficio que ha de reportar. Apar­te de que si todos los jefes del Cuerpo de Sani­

dad Militar meditan serenamente un poco. ob­servarán que no hay tal aumento en las cifras delpresupuesto. -

¿ Cuántos sanitarios pra~ticantes tiene la bri­gada sanitaria? Creo que alcanzan la respetablesuma de 1.000. ¿No podrían 300 practicantesprofesionales desempeñar los servicios de estosmil sanitarios? Seguramente que sí. Pues si esasí. ¿dónde está el aumento? En los regimien-­tos hay en casi todos ellos un cabo .:le compañía.que está encargado del botiquín. Si se suprimeese cabo y se pone un practicante profesional.¿no está claro que -el 'aumento sería insignifican­te ? Todo esto debe decírsele al jefe del EstadoMayor Central .. de palabra' y por escrito. si éllo desea.

Parece ser que de un ~omento á otro el recur-

so entablado por nosotros contra la Real ordendel malhadado conde de Esteban Collantes,creando la carrera oficial de enfermeras, va á ce­lebrarse la causa ante el 'Consejo Supremo. Noquisiera ser profeta e'n este pleito tan desdichadopara todos los practicantes españoles.

Aun en el caso posible de que ~l Supremodicte su fallo inapelable de que no pueden ejer­cer libremente esa inicua rama de la Medicinacon iguales derechos que el practicante, por notener un título académico, con lo cual están enabsoluto separadas de la ley, creo, desde ahoramismo, que las enfermeras subsistirán." ¿ Pesi­mismo? No; nada de eso. Si el Consejo Supre­mo le dice al ministro de Instrucción pública quelas enfermeras, no están dentro de la legalidad,por la expresada razón de que carecen de titl,!­lo, podrá sucedernos-y esto sería lo mejor, quedeslinde~ los deberes y derechos de ambas ca­rreras y ¡ quién sabe 1, puede suceder también

que engloben á las comadronas en tal reforma,pues hay quien afirma que la Academia Gine­cológica de Madrid ha htcho ya tent'itiv,'1s paraque estas señoras puedan ejercer solamente corno

auxiliares de los tocólogos.

Nada perderíamos, y por bien empleado Pi)­

dríamos dar esta tenaz gestión que la actual JUI1­

ta Central está realizando, si nos encontráramoscon nuestra carrera reformada, con una amplia­ción de estudios que nos colocara en el nivel in­telectual que al moderno auxiliar del médico leprecisa poseer, para ponerle á tono con los ade­lantos científicos y con .el trato social.

Muy acertado me parece el escrito que hanpresentado al ilustre político Sr. Argente, sobretodo en lo que se refiere á que se nombre unacomisión de médicos y otra de practicantes conel fin de resolver estas cuestiones en a~monía con

los sagrados intereses de los unos y de los otros.

Sobre este punto debe hacerse hincapié, mu­cho más si el fallo no es favorable.

Si al insigne y admirado ministro D, Julio Bu­rell se le ocurriera oirnos nos daría una de nues­

tras más grandes alegrías prpfesionales. Aunque

de esas Comisiones saliese, acordado, como yalo mencionaban en el escrito, la supresión de la

carrera.

j Preferible sería esta radical determinacióná los escarnios que con nosotros cometen!

Y, ahora, aparte: ¿qué hacen esos Colegiosde prov,incias que todavía no han respondido alllamamiento hecho por la Junta Central?

j Es edificante el espectáculo que estamos dan­do! Se está luchando por algo sagrado, por al­go que á todos vivamente nos interesa: por

nuestra propia existencia profesional, y les deja­rnos que caminen solos...

Poco somos social y centíficamente, pero poreste procedimiento iremos á menos".

No obstante, j adelante, compañeros! j MaF(será el triunfo cuanto más grandes hayan sidolas adversidades!

Y si al final perdernos, nuestro último y supre­mo esfuerzo nos quedará á los que supimos cum­plir con el deber que las excepcionales circuns­tancias exigían, la conciencia tranquila de quecontribuímos á no agrandar el mal v podremosdecir corno aquel valeroso general que, despuésde luchar heroicamente con sus tropas fué ven­cido: ¡Todo se ha perdido' menos el honor!

Tenernos nuevo dir~ctor del Boletír.. Un mu­chacho joven, que tiene muchos deseos de tra­bajar, y, además, talento.

Yo quisiera que RO le amarguen mucho su vi­da durante su reinado. Tiene muchas ilusiones y

es un hombre sincero. Por eso me temo que si no. se forra de escepticismo, le marchitarán más deuna buena idea, y.le destrozarán su buena vo­luntad. Sirvan estos ligeros comentarios como lamás útil felicitación que puede hacerle un atroz­mente golpeado por los desengaños profesiona­les.

LEONARDO SANCHEZ

.~..--....~ ~..~..~..--.. ~..~Las teorías y la evoluciónEl sol declina y la retirada de las cantoras ave­

cillas indican la llegada de la noche; un mantode penumbra tiéndese sobre la tierra ;', momen­táneamente, suspéndese la vida; en el día, todoes luz; en la noche, misterio; en el día, ensán­chase el alma que decide valiente; recógese enla noche, medrosa y cautivada.

Durante la insondable tinÍebla de la noche, re-

'Cuérdanse aventuras que fueron con el día, y al,conceder descanso al pensamiento, añorase unfulgente y claro amanecer.

Es el vivir que sigue, la existencia que pasa.Ayer adolescentes, adultos hoy, y viejos maña­na.

Pretendimos hacer una obra grande, muy~rande; uno de esos castillos almenados todo se­riedad y todo resistencia. Quisim"os construir unedificio que impasible fuese al correr de los si­glos; un palacio para nuestro orgullo y para ad­miración de nuestros descendientes. Y con ma­jestad de emperadores, colocamos la piedra pri­mera ...

Nuestra fantasía se forjó una magna' idea;aquella obra seríá la más grande nacida del hu­mano poderío; las más intrincadas y laberínticasbóvedas, columnas y pilastras, combinándose enla arquitectura de nuestra obra, harían de ella el .templo redentor de la Humanidad futura. Y alpensar en el momento de colocar el pago á nues­tro desvelo, condensado en la palabra FIN, nosimaginábamos respetados como un César y ado­rados como un Dios. Y poseídos de ardiente en­tusiasmo, colocamos la piedra segunda, v luegola tercera, y otra, y otra ...

El sol declina, la noche llega, y descansamospensando en el ansiado nuevo día para seguirel trabajo. Demasiado lejana está la dicha, peroel afán de alcanzarla nos alienta. 1Ah, incautos!Como despreocupados labriegos no jJensamos enlas inclemencias del cielo, -que llora cuando latierra está anegada en agua, y muestra la rientefaz del sol cuando los séres fallecen desecados.Miramos la magnitud de nuestra obra, sin fijarnosen la pequeñez de nuestra vida. Y cuando traba­jando, gritábamos «más», el peso de los añosnos rinde, quedando desvalidos é impotentes pa­ra proseguir la lucha.

¿y nuestra obra 1, gemimos desolados. ¿ Quése hicieron mis brazos, ágiles cual golondrinas,emprendedores de las mayores empresas I ¿ Quémis piernas, capaces un día de suplir con su fuer­za la resistencia de una columna en mi casti­llo I ¿ Por qué la obscuridad ha vencido á la luz'que animaba á estas pupilas, hoy cristales i.n­servibles I Todas nuestras habilidades fueron de­:rruídas por el peso demoledor de los años.

Sólo una virtud nos queda, porque es virtudinvencible: la voluntad. Y fuertemente amarra-

. dos con la cadena del imposible, y sumidos enlas negruras de la noche eterna que vela nues­tros ojos, pedimos ayuda. A nuestro conjuro acu­den brazos ágiles cual golondrinas, emprende­dores de las mayores empresas; piernas capacesde suplir con su fuerza la resistencia de una co­lumna en nuestro castillo, y ojos animados porla meridiana luz de la vida que empieza...

Mirad, gritamos; mirad la obra que empren­dimos y no podemos continuar; hacedlo vosotros;sobre esa inmensa mole de granito colocad otrapiedra; elevad más alto ese enorme pilar; másalto, hasta que llegue al cielo, como la de Ba­bel; más alto, ¡más!... y alentando, alentan­do, nos sorprende la muerte. Nuestro postrer pen­samiento, el latido final de nuestro corazón, fue­ron enviados á la obra grande que amorosos em­prendimos y no vimos terminada. No importa;mientras nuestra física resistencia nos los permi­tió, obreros fuimos que con ardor trabajamos;cuando la parálisis postró nuestros miembros, vi­va nos quedó la inteligencia, sabia dilectora delos nuevos obreros.

También estos llegarán á las postrimerías delvivir y pedirán ayuda como nosotros la pedimos.y otros séres, hoy no existentes, vendrán con~uevos trabajos y sana cooperación. Así, al co­rrer de los años, noche tras día, la torre de nues­tra obra llegará al cielo, como la de Babel ¡que,después de tantos siglos, se trabaja en ella y aúnno ha llegado!

Sea la obra de los practicantes la de Babelde mi metáfora. Al ver los bríos de nuevos lu­chadores, llénese de satisfacción el alma de aque­llos á quienes los años retiraron del palenque.Los cimientos quedan firmes, porque bien los co­locaron; sobre ellos se sigue laborando, y estosnuevos obreros, al trabajar afanosos, recuerdancon cariño y con respeto á los que les precedie­ron. Para ellos, para los agotados por la fuerzadel vivir, para los que llegaron al final de lasenda, felicidad; para los que empiezan, paralos que conceden los nuevos impulsos de sus ju­veniles bríos, felicidad y-no me tildéis de

egoísta-felicidad para los que nos hallamos enla mitad de la jornada...

LEOPOLOO P. ESTELAYO

El doctor Tabo~daEl ilustre doctor O. Mario S. Taboada. pro­

fesor numerario del Hospital de San Juan deDios y de la Beneficencia Municipal de Madrid.eminente especialista en enfermedades de la piel.se ha brindado espontáneamente á colaborar en lamedida que su tiempo y sus múltiples .ocupacio­nes. que le abruman, se le permita. en el diariode Madrid La Tribuna. en favor de nuestra clase.

Aparte de lo que supone en beneficio nuestroel patrocinio de persona tal como el doctor T a­boada, sus altas dotes y sus grandes prestigiosson prendas seguras de que la defensa nuestraque tome á su cargo, y de la cual tenemos unamanifiesta prueba en los sueltos que publica LaTribuna del 31 de Enero y 14 de Febrero, suscritos por él. ha de adquirir vuelos tan altos. co­mo de su competencia en todos los órdenes es deesperar.

Por ello no d'ldamos ni ha de dudarlo nadie.que este valiusísimo elemento. con el cual con­tamos en la actualidad. ha de producir en prode nuestra clase ópimos frutos.

En nombre de todos nuestros compañeros, sa­ludamos muy cordialmente al doctor O. Mario S.T aboada, y le enviamos las gracias más expresi­vas por la noble y desinteresada actitud adopta­da. muestra de su elevado espíritu y de su ab­negación sin límites. Y sólo nos resta para ter­minar, ofrecerle el homenaje de nuestros respetosy hacer presente que secundaremos en la medida'de nuestras humildes fuerzas la labor generosaque en nuestro provecho se propone realizar.

La fuerza¿Para qué hablaros de las dificultades que ex­

perimentamos en el ejercicio de nuestra profe­sión?

Todos hemos notado que la carrera de prac­ticante de Medicina y Cirugía tiene una limi­tación bochoniosa. y, si bien responde á una ne­cesidad por la que fué creada, sabemos perfec-

tamente que en la práctica estamos supeditadosá arbitrariedades de juicio de la clase médicay en muchísimos casos, nuestra misión menguadapor la intervención indirecta de la comadrona.

Por decretos, reglamentos y por todo lo quedimane de la acción Jurídica tiene ocultados susprincipios la carrera de practicante, defecto ésteteórico. de sup('ditarlo todo á la prác~;ca dispo­sitiva. Somos auxiliares de la clase médica ycomo organismo; no· sabemos tácitamente hastaqué. punto llegan nuestrol> derec..c:., y debpÍ'f's.Al crear la carrera, no se tuvieron en cu~nta lospreceptos prácticos que la experiencia nos des­cubre á diario. Todo cuanto se ha plOmulgadohasta la' fecha, lejos de armonizar y poner en cla­ro. nuestra acción, ha creado una serie de anta­gonismos y dificultades que hace prever unahonda crisis en nuestro organismo, dentro de untiempo no lejano, si con toda nuestrSl energía noestirpamos .este mal que nos corroe,.

Es absolutamente necesario que para hacer va­ler nuestros derechos y pedir á los poderes públi­cos otras disposiciones más concretas en defen­sa de nuestra carrera, exista entre nosotrosuna estrecha unión. Hay entre nosotros ciertasrivalidades y prejuicios que deben desaparecer.La desconfianza y el recelo nos separan, ocasio­nando disparidad de criterio y fab de cohesióri,en muchas de las graves cuestiones que tenemospendientes.

Hemos de abandonar de un modo terminantenuestras querellas interiores, y dedicarnos todoscomo un solo hombre á mejorar las condicionesde nuestra carrera, fijando claramente nuestra ac­tuación facultativa, como auxiliares de la clasemédica.

La victoria final ó la derrota en la defensa denuestros intereses, depende solamente de launión. j La unión! Este es el primer hecho capi­tal que desearía grabar en la mente de todosaquellos que hacen oídos sordos á nuestros reque­rimientos. j A esos me dirijo!, que d pesar delos muchos artículos que han publicado mis que­

ridos compañeros Estelayo. Sánchez y otros, si­guen indiferentes como si nada les importara suvida misma.

Es lamentable, compañeros, que la labor t~n

digna que está: realizando nuestro querido pr~si-

dente. con la cooperación de la directiva, fraca­se por "falta de unión.

y ya que hemos logrado llamar la atenciónde firmas respetables, ocupándose de nosotros enlas columnas de La Tribuna el eminente doctorT aboada, esta atención debe despertar en nos­otros el entusiasmo.

No dU,do, pues, queridos colegas, que ,si nosafirmamos en nuestros derechos. en estrechaunión; si entre nosotros impera el saludable com­pañerismo y dejando inco~prensibles recelos nosagrupamos de un modo solidario, llegaremos áafirmar y á determinar de una vez el alcance denuestra carrera, base fundamental de nuestraexistencia y de nuestro porvenir.

JOSE ROCAMORA

JUgo- que debe imitarseEl Colegio de Practicantes de Salas de los

Infantes (Burgos), acaba de dar una vez más,prueba de lo mucho que su junta trabaja, dela unión que existe y del entusiasmo que reinaentre sus socios. como se verá en lo que á con­tinuación se detalla.

El día 4 de Noviembre próximo pasado. secelebró reunión extraordinaria, y en vista de ha­ber coincidido el celebrarse reunión de los seño·res médicos de este partido, el mismo día y ála misma hora que la nuestra, después de ulti­mados los asuntos del día, se acordó nomJ:.raruna Comisión para saludar y ofrecer nuestros res­petos á la Asociación médica. siendo nombradosD. José Marañón, D. Antonio Marañón. don'Simeón Cortés. D. Pedro Carcía y D. CarlosRey, á continuación, y previa petición de audien­cijl. fué admitida dicha Comisión.

Una vez instalados en el local dondp- celebra­ban sesión los señores médicos, D. Jesé Mara­ñón, ~omisionado encargado de hablar en nombrede todos los asociados de este Colegio. se ex­presó en la forma siguiente:

Señores: El Colegio Asociación dI' Practi­cantes de Salas de los Infantes,. tiene el honorde saludar á la Asociación Médica del mismopartido.

Al mismo tiempo vemos muy bien los trabajosque vienen realizando á fin de poder conseguir

el mejoramiento y unión de la clase médica; porlo que anhelamos vean cumplidos en breve sus·justas aspiraciones; pues así lo deseamos todoslos practicantes, por estar plenamente convenci­dos de que ha de redundar en beneficio nuestro.

Dijo también que nos poníamos bajo su am­paro. bajo su dirección, bajo su patrocinio, puescomo superiores gerárq.uicos nuestros. estabanmoralmente obligados á mirar por nosotros, asícomo nosotros tenemos la obligación de ayudary respetar á nuestros superiores los médicos.

Pidió que una vez hayan conseguido lo quese proponen. vean el medio de poder colocar unpracticante por lp menos en el pueblo de su re­sidencia y otro en los pueblos que por su distan­cia,. importancia, etc .. deban colocarse.

Se extendió en otras consideraciones, que fue..ron por unanimidad bien acogidas.

Contestaron los señores médicos· que agrade­cían las manifestaciones de simpatía y afecto, di­rigidas por el Colegio de Practicantes hacia laClase médica, y dieron palabra de que así que

quede ultimado el asunto que tienen pn tramita­ción. ~egún sus deseos, seríamos atendidos lospracticantes. por creer q~e les somos muy nece­sanos.

o Pidieron relación de los practicantes asociadosy de los no asociados, á fin de que cada médicoá sus respectivos practicantes haga lo posible pa­ra que ingresen en la Asociación, añadiendo quese lo recomendarían primero. y si así no lo con­seguían, les obligarían en cierto modo á que lohicieran.

No puede explicarse en este escrito (llenaríamuchas cuar.tillas), todo lo que se habló sobre elparticular, pero baste deciros que los señores mé­dicos estaban muy contentos de tenernos á su la­do, y por nuestra parte estábamos radiantes desatisfacción y júbilo, al ver lo bien recibidos yagasajados que fuimos.

Hace bastantes años, queridos compañeros.que este Colegio venía trabajando á fin de pode¡­conseguir lo que en este día se hizo. de modoque el que no sea asociado le será imposibleejercer su profesión en este partido. i Esto lohace un Colegio bien unido. pero no puede ha­cerlo un individuo aislado!

y pregunto yo: ¿Esto que ha hecho un Co-

legio de partido no pueden hacerlo otros partidosy muy especialmente en las capitales de provin­cia? Imitadlo, compañeros, y os encontraréis sa­tisfechos después que 10 hayáis conseguido.

Ya comprenderéis que es á 10 único que pode­mos aspirar los aspirantes rurales, y que nosotrosestamos conformes. ¿ Y quién no se conforma,viendo el apoyo decidido de tan dignos médicos?

Pues esto no quita pará que este Colegio estéconsolidado con la Junta Central; no queremosque en asuntos generales haya varios organismos,.sino un solo organismo. pues como dije en miúltimo escrito. la Junta Central es la llamada,por derecho propio. á representarnos, á ser in­térprete ante los Poderes públicos de todos losasuntos que aspiramos. ~e nos concedan 6 no,para recopilar los datos que todos los Colegiosaporten, modificándolos si es preciso. y de estaforma no lleiará á darse el caso de que un Cole~

gio pida lo que á él más le conviene. sin mirarque puede perjudicar al otro, 6 que sean las co­sas de tan distinto modo, que al llegar á sancio­narlas se encuentren con que no hay unidad decriterio. y, por tanto. las dejen sin resolver.

La victoria se alcanza mejor con un solo jefesuperior, al que han de ir unidos los demás jefes,y con éstos. todos sus súbditos; nuestro jefe su­perior debe ser el Colegio de Madrid.

JOSE MARAf'lON

Por la UniónVengo observando que los practicantes de

Castro-Urdiales y su partido, meditando sobre la:asociación de todas las profesiones V oficios, ámedida que se van agrupando consiguen mejo­ras, y nosotros, á pesar de los grandes esfuerzosque vienen haciendo ilustr~compañeros. impo­sibles de enumerar. pero entre ellos, Ramito dela Llana, Barahona. Estalayo. Quijada. Roca­mora, Leonardo Sánchez. Reigón, etc., etc. ; se­guimos inm6viles. sin acordarnos de nada.

Leemos el periódico profesional quizá conmenos interés que un diario que nos hablara detoros 6 de otro cualquier sport, sin acordarnos deese Real decreto que creea el Cuerpo de enfer­meras, con más atribuciones que nosotros. á pe­.sar de tene~ d8~ o.ñOG de estudios. muchos sa-

crificios y sinsabores•• y unos cuantos cientos depesetas, sobre todo á los que hemos tenido queestudiar sin poder acudir á la Facultad de Me­dicina, por encontrarse muy retirados de ella.Animo, compañeros. porque si no, para qué que­remos ese pergamino con el nombre de títuloprofesional, si al fin quien no lo posee. quien notiene ni nociones de lo que es asepsi 1 y antisep­sia, son más preferidos que nosotros ..

Aquí, en ésta. se podía formar un Colegio, ycaso que no fuera así, un grupo, para podernosreunir y tomar algún acuerdo. para no encontrar­nos tan diseminados. pues á pesar de perteneceral Colegio de Santander, como pertenezco, deese .modo podíamos recibir los acuerdos más di­rectamente, para poder obrar con más rapidez.y caso que llegáramos á tener que mandar los tí­tulos. como decía el Sr. Estalayo, para presentar­los á S. M. el Rey (q. D. g.). conglomerarlosy mandarlos juntos. Pero, por desgraCia, hay tanpoca uni6n. que con deciros que de seis practi­cantes que hay. en esta localidad. pertenezco yos610 al Colegio de Santander, y después de losmuchos practicantes que hay en Santander y suprovincia, componemos el Colegio de Santan­der ... j pásmense ustedes, ocho practicantes, in­cluídos con e! que está en Ramales! Parece quedesconfiamos unos de otros, 6 queremos que noslo den todo hecho, yeso no puede ser. hay quelaborar por la clase con ahinco para no sucum­bir por negligencia, que los que son así no mere­cen nada más que e! desprecio.

Por estadísticas de ciertos compañeros he leídomuchas veces que, somos de seis á ocho mil prac­ticantes. en España. ¿Cuántos somos colegiados.y cuántas suscripciones alcanza la tirada de! pe­riódico profesional? i Ah. de ese modo se nota-

. rá la gran negligencia en el apogeo de la clase,cerca de aquí tenemos Bilbao con infinidad depracticantes. muy instruídos , dond.e se podíaformar un Colegio muy fuerte. y con iniciativas.como todas las Sociedades vizcaínas que sonsiempre las que despuntan, éstas y las de Barce­

lona, y en cambio los practicantes' no dan señalde vida, á pesar que el compañero Molinero deCarazo (Burgos) les ha dirigido unos cuantos es­critos animándolos para que se colegien.

Tanto se ha escrito sobre la unión de todos

los practicantes, que no sabemos cuál Ha de serel camino más recto de seguir, para llegar lo an­tes posible á conseguir nuestros derechos. Yocreo que haciendo por todos los medios que es­tén á nuestro alcance que todos los practicantesde España, colegiados y no colegiados, ayudencon su óbolo á sacar adelante nuestros derechos,y después de terminar este litigio que tenemosemprendido, crear inmediatamente lo que decíael compañero Casildo Morales, allá en los meses-de Abril, Mayo y Junio de 1913, 5Í mal no re­cUlfrdo, entre otras cosas el Reglamento de los

Colegios Unidos y el Montepío en general, quees el que creo nos reportaría grandes beneficiosá costa de nuestros sacrificios, porque el Estadonos pone las ventajas en las sombras de la luna,y no las vemos por ninguna parte, y quizás con-esa creación llegarían muchos practicantes á pe­<iir la unión, ó, lo que es lo mismo, ~ cobijarsebajo la bandera de nuestro Centro social.

SEBA5TIAN FERNANDEZ

Castro-Urdiales. 24-1-1916.

Asunto oficial

Con fecha 16 de Febrero del presente año ha~ido enviado al ministerio de Instrucción públi­ca y Bellas Artes el expediente relativo á lainstancia que don Angel Barahona, como presi­dente del Colegio Central, y en nombre de to­dos los practicantes, dirigió al subsecretario de la~residencia, y de la que todos tenéis ya noti­cia.

El expediente dice así:«Excmo. señor: De Real orden comunicada

por el excelentísimo señor presidente del Conse­jo de Ministros, tengo el honor de remitir á vue­cencia á los efectos que estime procedentes, laadjunta exposición que formula don Angel Ba­rahona, presidente de la Junta Central de losColegios Unidos de Practicantes de Medicinay Cirugía, en solicitud de que se nombre unaComisión de Rrofesores médicos, que en uniónde otra de p;;;;Cticantes, resuelvan de comúnacuerdo cuanto sea preciso para fundamentar le­gislativamente su reorganización, y de que seadopten las medidas conducentes para normali­zar el ejercicio de su profesión, y exponiendoque la Real orden dictada por ese ministerio,.con fecha 7 de Mayo del próximo pasado crea,con el nombre de enfermeras, una profesión si­milar. con los mismos derechos y beneficios, pero

con ciertos privilegios y exenciones que vulneranlos derechos legalmente adquiridos por los recu­rrentes, y que establecen una competencia cuyoresultado es la anulación de los medios de vidade dichos practicantes.

Dios guarde á V. E. muchos años. Madrid,16 de Febrero de 1916. El subscretario, Bal­domero Argente. (Rubricado.)

Excmo. señor ministro de Instrucción públicay Bellas Artes.

Hay un sello que dice: «Presidencia del Con­sejo de ministros».

. El asunto en cuestión se halla pendiente deresolución en el Ministerio de Instrucción públi­ca. Confiamos en que el señor ministro de Ins­trucción, guiado, como siempre, por el celo, ac­tividad y gran competencia que pone siempreen todos los asuntos que afectan al interés pú­16 de Febrero de 1916. El subsecretario, Bal­bida atención, y resolverá en el plazo más bre­ve posible y en consonancia con aquella.

Estado de cuentasdel

[olelto de Pralfkanlts de Medilina y [irugía dI MadrId

JUNTA CENTRAL

El nido en 31 de Diciembre de 1914 son 569 pesetas 86 céntimos.

Inl!re~os OH_toa SAldo

Enero .. ............ 583,16 1,10 582,06Febrero.. o •••••••••• 595,66 1,25 594,41Marzo ... . ..... 608,91 0,80 608,11Abril. ............ 622,21 2,00

\

620,21Mayo......... .... 631,81 0,50 631,31Junio .......... .. 644,91 2,35 642,56

Madrid, 30 de Jun io de 1915.

El saldo en 30 d. Junio de 1915 fué de 642 pesetas56 céntimos.

Ingresos Gastoa Sa,do

Julio................ 654,86 1,80 653,06Agosto ............. 665,06 0,80 664.26Septiembre. ...... 676,46 1,25 575,21Octubre ............ 688.11 0,00 688,11Noviembre .......... 699,91 0,25 699,66Diciembre..•........ 711,96 1,45 710,51

Madrid, 31 de Diciembre d~ 1915.

El Tesorero, l. Santiago Reigón.-El Contador,Casildo Morales.-V.o B.O., El Presidente, AngelBarahona.

-

COLEGIO DE MADRID

Saldo en 31 de Diciembre de 1914: 632 pesetas09 céntimos.

Inllrp~o" CiSl"tdS Saldo

Enero............... 873,59 322,45 551,14Febrero............. 787,69 304,25 483,44Marzo ••...•........ 703,79 397,85 615,94Abril .•............. 853,54 272,25 579,29Mayo............... 836,99 279,80 552,19Junio .... " ......... 710,69 263,05 447,64

Madrid, 30 de Junio de 1915.

Saldo en 30 de Jllnio de 1915: 447 pe••tas 64 cén­timos.

Ingre. o. \IAstos Saldo

Julio.............. 858,24 364.80 493,44Agosto .......•. 725,39 263,95 461,44Septiembre.......•.. 835,64 323,65 511,99Octubre .......... , . 881,24 327,60 553,64Noviembre .•..... '" 829,74

I267,15 562,S9

Diciembre........... 792,49 255.65 536,84

Madrid, 31 de Diciembre de 1915.

El Tesorero, l. Santiago Reigón.-EI Contador,Casi/do Morales.-V.o B.O, El Presidente, AngelBarahona.

FONDO DE SOCORROSSaldo existente en 31 de Diciembre de 1914: 1.823

pesetas 25 céntimo•.

IJls!rp(;o~ Socorros Snldn

Ener•. ............. oo. 33.50 » 1.856,75Febrero........•.... 41,50 » 1.898.25Marzo ....•..•..... 38'75 » 1.937,00Abril.. " .... " '" .. 29,110 » 1.972,25Mayo..... : .•...... 41,50 » 2.001,25Junio .............. 48,25 » 2.042,75

Madrid, 30 de Junio de 1915.Saldo en 30 de Junio de 1915: 2.042 pesetas 75 cén­

timos.

Inllre,os Sooorro" Saldo

Julio....... 48,25 » 2.091,00Agosto ... 3n,OO » 2.121.00Septiembre. :'3,00 » 2.154,00Octubre. 32,25 » 2.186,25Noviembre. 29,50 » 2.215,75Diciembre. 30,75 75 ptas. D. Luis Ló- 2.171,50

pez Larrañaga.

Madrid, 31 de Diciembre de 1915.El Tesorero, l. Santiago Reigón.-EI Contador,

Casildo Morales.-V.o B.O, El Presidente. AngelBarahona.

La Comisión revisora de cuentas: José AntonioRodríguez, Felipe Simón Neila, Epifanía Gallego.

Noticias

La Dirección de este BOLETlN advierte que

no se devuelve.n los originales ni se sostiene co­

rrespondencia acerca de ellos, sin excepción al­

guna. Al mismo tiempo, hace saber á los cola­

boradores espontáneos que no se publicarán más

trabajos que los exclusivamente profesionales y

científicos. .,Bien venido sea á la vida periodística el nue­

vo colega «El Practicante moderno)), que acaba

de ver la luz en Cartagena.

Según referencias que hasta nosotros llegan,

el nuevo periódico se halla inspirado por los más

altos móviles de laboriosidad é imparcialidad en

el examen de los asuntos que con la competen­

cia que, seguramente, acompaña á su cuerpo de

redactores, ha de tratar.

Bien necesitada está nuestra clase de órganos

de publicidad que difundan más allá de los es­

trechos límites en que puede desenvolverse, la

iniciativa pública, todos aquellos elementos de

que nuestra profesión ha menester. Y el acuerdo

del Colegio de Cartagena de crear este nuevo

instrumento de reconstrucción de nuestra vida

interna de clase, debe merecer el elogio de to­

dos; porque al fin y al cabo, en beneficio de

todos ha de trabajar.

Deseamos grandes triunfos y prosperidades al

nuevo «Boletín)), y los aciertos que indiscuti­

blemente merece. Y enviamos á todo~ sus redac­

tores y colaboradores, en nombre del Colegio de

Madrid, la expresión de nuestro reconocimiento

, y nuestro más afectuoso saludo.'

...«La Tribuna)) reproducirá un artícuio inserta­

do en las columnas de este BOLETIN con motivo

de' la Real orden de 7 de Mayo de 1915.

Los deseos que han llevado á esta Dirección

á dar ese artículo á la publicidad, han sido ins-

pirados en unos altos móviles: el de que se ten­

ga conocimiento en una más amplia esfera del

vejamen insólito que por una dictatorial disposi­

ción venimos padeciendo.

Como intérpre~e de nuestros deseos hemos.

contado con el valiosísimo apoyo del doctor T a-'

boada, al que enviamos la expresión de nues­

tro reconocimiento.

La Junta del Colegio de Málaga na quedado

<:onstituída en el presente año, en la forina si­

guiente:

Presidente, don Juan de Cruces l\~artínez.

Vicepresidente, don Luis Caro Lafont.

Tesorero, don Rodrigo Ve!a.

Contador, don Diego Garda.

Secretario, don Antonio Merino.

Vicesecretario, don Juan López de Gamarra.

Vocal primero, don Diego de! Río.

Vocal segundo, don Marcelo López.

Vocal tercero, don Antonio Sánchez..,.Cantidades recibidas por la Tesorería del Co­

legio de Madrid, para ~ontribuir á los gastos que

ocasione el pleito contra la Real orden' de las

-enfermeras.

Suma anterior, 1.106,30 pesetas.

Don Mariano Nieto (EsquivilIas, León.-I.

Don Luis Cortés (Vezagania).-I.

Don José Rodríguez CastelIón (Cádiz).-2.

Don Fernando Ceballos (Cádiz).-2.

Don Francisco Moreno (Cádiz).-2.

Don Pablo de la Orden (Resinosa).-1.

Colegio de T oledo.-3I,50.

Total, 1.146,80.

Se ha recibido en esta Dirección una carta

<le D. T oribio de la Liana, padre del ex direc­

tor de este BOLETIN, en la que, con párrafos elo­

cuentes, manifiesta su profundo agrade'cimiento

á los asistentes al banquete de su hijo. Sentimos

no poderla publicar por hallarse á su llegada como '

pleto todo el BOLETIN; pero en el número pró­

ximo con mucho gusto lo haremos.

.~.......~~........~••~••~t.~., ..........t,~.

VACANTE

La de practicante titular de Cazalla Je la Sie­

rra (Sevilla), de pago, con el sueldo anual de

250 pesetas por la Beneficencia munici¡::al, y con .

la gratificación de 250 pesetas, también anual,

por los servicios prestados en la cárcel de partido.

Las solicitudes hasta el 18 de Marzo al alcal·

de, D. Rafael Tobar.

AVISO

Suplicamos encarecidamente á los seflores sus­

criptores á este BOLETIN que disculpen cualquier

omisión en lo concerniente á los asunto~' de Ad­

ministración. Ello es debido á la dimi8ión pre­

sentada por nuestro digno compañero el señor

Molás-dimisión unánimemente sentida, tanto

por el afecto que todos le profesábamos, cuanto

por las dotes de aptitud y acierto que en el des­

empeño de su cometido ha venido mostrando-,

y á la interinidad á que esta dimisión ha dado

lugar.

No obstante, estén nuestro's suscriptores segu­

ros que cualquier falta ú omisión en este sentido

será enmendada, dando en e! número próximo,

con toda escrupulosidad, á más de las noticias

corrientes durante el presente mes, las que hu­

bieran quedado por insertar en el anterior debido

á las causas mencionadas.

........-...~.~ ..~.~........~..~..........~.~.

Sección científicaOso del ácido clotlb(ddco como tlemedio isopático

en el ftlafamienfo de afecciones dondecOllllientemente ptlesctlibe la gene::

ealidad los alcalinos, sobeetodo el bicaebonato de sosa.

Esta proposición. entraña el problema mástranscendental' de la terapéutica moderna, pres-

tándonos la oportunidad de resolverle t-n la formamás sencilla, con ocasión de establecer las indi­caciones y contraindicaciones de una forma delproceso reacciona!, en la cual la característicaes pura y distintamente química, como sucedecon las acidosis. En otros tratamientos isopáti­cos, como son los inmunizadores, el proceso esmucho más complejo; más oscuro y más difícilde explicar.

El prototipo de las acidosis es la gota. Pres-

las, ó nocivas, de las buenas, ó favorables, parala vida del paciente.

En los' diagnósticos de los enfermos en que sedesconoce la patogenia ú orígenes de sus el¡­

fermedades reina una confusión transcendentalentre el daño ó lesión propiamnete dicha, y elproceso restitutivo mejor dicho adaptativo, queconsiste en congestiones, inflamaciones, fiebres,etcétera.

En tales enfermedades, lIamad~s idiopáticas,

En. fa 60ta de I:eche munlcl/2af de Madrid

Pesando á un bebé

críbase en esta afección el ácido' clorhídrico, ad­ministrándolo diluído en un vaso de leche ó deagua. al fin de las tres comidas, y obtendremosmejor resultado que con el abuso que se haceordinariamente del bicarbonato de sosa.

Empiécese por cinco á ocho gotas tres vecesal día. y váyase aumentando gradualmente unagota cada dos ó tres días, hasta llegar á quinceó veinte cada una de las tres veces, según la to­lerancia del paciente. Esta dosis se continuaráadministrando durante algunos meses.

La explicación de este hecho precisa una ra­dical rectificación del concepto de enfermedad,diferenciando expresamente las alteraciones ma-

Anali!.ando una lecbe

se cree que el único mal es la' serie de procesosreactivos, y entonces es corriente combatir susalteraciones funcionales que conducen al mejo­ramiento espontáneo! es decir, á la curación porlas propias fuerzas de la nat~raleza.

Además hay otra inexactitud en el conceptode la reacción vital de los ~nfermos, y que vieneá ser una consecuencia del error anterior. Se afir­ma hasta ahora en los textos que la: reacción enel organismo va más allá de donde debiera deir por ley fisiológica, lo cual contradice plena­mente el principio de conservación de la ener­gía y el de la entopia. ·EI dicho vulgar «excesode vida» y la frase «sobra de reacción», son ab-

solutamente' falsas, porque no hay organismos

completos y perfectos; todos son más ó menos

deficientes; siempre hay escasez de los elemen­

tos constitutivos y por lo tanto, nadie puede ve­

rificar íntegramente su funcionamiento: la defi­

ciencia es la realidad. Dicho error nace de la

mala interpretación que se suele dar á la pala­

bra <<normal», y en relación con ella las anor­

malidades del organismo pueden ser por pasar

de la normal ó por no llegar á ella, pero la nor­

mal no es más que un promedio ideal, un tér­

mino imaginario del que -nos servimos para las

comparilciones entre los individuos, y el pasar

de esa normal no quiere decir que sea una cosa

excesiva, ni que dañe por ser sobrante.

También en lo referente á los efectos médi­

cinales tenemos que diferenciar sus acciones di­

rectas de las reacciones que incitan en la econo­

mía. Las reaccione4 de los medicamentos, lo

mismo que las r~acciones morbosas, son propor­

cionales á las acciones inmediatas,. pero jamás

son exactamente iguales por la falta de integri­

dad constitutiva de los organismos. Además,

después de la reacción viene la contra-reacción;

ésta ,es menor que aquélla, y así sucesivamente

siguen oscilando. siendo cada vez menores los

efectos alternativos, hasta que se desvanecen.

Las acciones y reacciones sucesivas, sean mor­

bosas ó sean medicinales, llevan un curso alter­

nativo: si el primer efecto es incitante, el se­

gundo es inhibitorio, y viceversa, el tercero 111­

citante, y así sucesivamente.

Ahora bien. cuando las sustancias son consti­

tutivas, como sucede con el ácido clorhídrico, elprimer efectd, es reparador, el cual, -incita lareacción en las vías digestivas. no sólo en el es­

tómago, sino en el intestino. Después, al dis­

minuir la alcalinidad en los plasmas celulares. se

produce la contra-reacción que es inhibitoria, me­

nor que la incitante, etc .• etc.; y no se reduce

la acción del ácido clorhídrico al campo de las

vías digestivas, sino que se disemina después

de absorbido, con la sangre circulante, llevando

sus acciones y reacciones á los cambios químicos

del metabolismo, y entonces es ~uando produce

sus beneficiosos resultados en los estados bra­

ditróficos, como la gota, ,el reumatismo cons­

titucional, el linfatismo, y el neurosismo {siem­

pre que éste no sea de forma puramente consun­

tiva} .

La' reforma naciente de la medicina' actual.

que puede decirse que es el nuevo método tera­

péutico en lo que á la reacción vital concierne,

consiste en favorecer las funciones adaptativas

de la economía, no en combatir los síntomas reac­

cionales, siempre que estemos seguros de que

no haya contraindicaciones para ello; y en caso

de duda, contentarse con la expectación, ósea

con los tratamientos higiénicos vigorizantes. Es­

te nuevo método no ha de ser sistemático, sino

prudentemente ecléctico, y reconociendo que la

superabundancia es inhibitoria considera plena­

mente contraindicado el ácido clorhídrico cuan­

do .las acidosis no son efectos directos de la

reacción vital, sino que se producen ya por ex­

ceso en la introducción de ácidos, como sucede

con el régimen carnívoro en los diabéticos, ó ya

por falta de eliminación, como suele ocurrir en

los albuminúricos. Mas entonces el exceso de

ácidos existentes es verdaderamente patógeno j

es decir, lesional, en el s.entido de ocasional al­

teraciones nocivas para la economía. Por' esto

mismo, en los comas, y estados precomatosos,

sean diabéticos ó sean urémicos, está contrain­

dicado el ácido clorhídrico. Ni tampoco se pres­

cribirá éste en los dispépticos. aunque sean ar­

títricos, linfáticos ó neuróticos, cuando se hayan

formado úlceras en el estómag~ ó en el duode­

no, porque la acción directa de su contacto ha

de producir mayor perjuicio que el beneficio que

pudiera reportar sobre la reacción vital.

En resolución: No hay que ser sistemáticos

al establecer las indicaciones de los síntomas.

Hay que diferenciar, ante todo, si esros efectos

son de una lesión, como cuando hay una pará­

lisis' por haberse seccionado un nervio, ó si son

manifestaciones de la reacción vital, como cuando

la parálisis es la consecuencia inmediata de una

fluxión ó inflamación de los músculos ó nervios que

les mandan. Repetiremos para que se grabe bien

en el pensamiento: no hay que ser siempre

alópatas. ni siempre isópatas; unas veces hay

que actuar según el enunciado de «contraria con­

traris)), y otras hay que seguir el de- «similia

similibus)), si bien hay que ser isópatas, por re­

gla general, en el tratamiento de la reacción vi­

tal y de sus síntomas, y sólo excepcionalmente

se aplicarán· remedios alopáticos contra la reac­

ción, cuando haya que satisfacer indicaciones vi­

tales ó hay~ que paliar sufrimientos en enfermos

incurables ó que padezcan 'males muy transito­

rios. Por estas razones administraremos el ácido

clorhídrico á los hiperclorhídricos que tengan el

exceso de ácido en su estómago por efecto de

la reacción adaptativa de este órgano. como sO­

cede en la mayoría de las dispepsias. pero nos

abstendremos de usarlo cuando haya ulceracio­

nes en dichas vías.

También está indicado igualmente el ácido

clorhídrico en las acidosis generales, como la

gota y afecciones similares.

Advertiremos, para terminar, que al prescri­

bir para llenar indicaciones sintomáticas, no nos

olvidaremos de combatir además las causas y de

modificar las lesiones accesibles que hubiera, te­

niendo presente que á nadie le faltan enferme­

dades autógenas (ó autonosis) y que, por lo tan­

to, en todos los casos habrá que satisfacer estas

últimas indicaciones con arreglo á las faltas de

higiene que hubiera, tanto en el ambiente, como

e,? la alimentación y en el ejercicio de las acti­

vidades voluntarias, y que se cuidará de variar

estas medidas según la edad, la constitución y

las idiosincrasias del sujeto.

DOCTOR CALLEJA

[orre!pondemia o~ministrotivo

Don Martín López Alvarez, Madrid. Hecha

su suscripción hasta fin del mes de Diciembre

de 1916. 3 pesetas.

Don Diego Bruno, Cartagena, Santa Ana.

Hecha su suscripción hasta fin del mes de No­

viembre de 1916. Hecha entrega al Tesorero de

una peseta, según ordena' en la suya. Recibí por

Giro Postal 3,50 pesetas.

Colegio Málaga. Recibí de D. Juan de Cru-.

ces un cheque contra el B. H. Amencano, Im­

porte de 180 Boletines remitidos durante al año

1915. 27 pesetas.

Don Juan Pérez Martínez, Llano del Real.

Renovada su suscripción hasta fin de Diciembre

'de 1916. Recibí Giro Postal 2,50 pesetas.

Don Germán González, Bilbao. Renovada su

suscripción hasta fin de Diciembre de 1916. Re­

cibí Giro Postal 2,50 pesetas.

Don Francisco Silanes, Gallipienso. Hecha

su suscripción hasta fin de Octubre de 1916. Ve­

rificado el pago por el doctor Mateos. 2,50 pe-

setas.

Don Daniel González, La Foz. Renovada su

suscripción hasta fin de Diciembre de 1916. Re­

cibí Giro Postal 2.50 pesetas.

Nuevamente avisamos á los suscriptores no re­

mitan giros á nombre de D. Enrique Molás, pues

por dimisión presentada ha dejado dp. pertene­

cer á la Redacción.

El administrador anterior, Enrique Molás.

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