Efectos de la televisión en la salud · visualiza la televisión, mientras que en Extremadura el...

María García Gorriti

Ivan Santolalla Arnedo y José Antonio Oteo Revuelta

Escuela Universitaria de Enfermería

Grado en Enfermería

2017-2018

Título

Director/es

Facultad

Titulación

Departamento

TRABAJO FIN DE GRADO

Curso Académico

Efectos de la televisión en la salud

Autor/es

© El autor© Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2018

publicaciones.unirioja.esE-mail: [email protected]

Efectos de la televisión en la salud, trabajo fin de grado de María García Gorriti,dirigido por Ivan Santolalla Arnedo y José Antonio Oteo Revuelta (publicado por la

Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

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TRABAJO FIN DE GRADO

Escuela Universitaria de Enfermería “Antonio Coello Cuadrado”

Grado de Enfermería

Efectos de la televisión en la salud

Autor:

María García Gorriti

Directores:

Lara García Álvarez

José Antonio Oteo Revuelta

Logroño, 8 de junio de 2018

Curso académico 2017/2018

Convocatoria Junio

Efectos de la televisión en la salud.

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ÍNDICE

1. RESUMEN/ABSTRACT .......................................................................................... 2

2. INTRODUCCIÓN..................................................................................................... 3

3. OBJETIVOS ............................................................................................................ 8

4. METODOLOGÍA...................................................................................................... 9

4.1 Bases de datos ..................................................................................................... 9

4.2 Criterios de inclusión/exclusión............................................................................. 9

4.3 Palabras clave..................................................................................................... 10

4.4 Estrategia de búsqueda ...................................................................................... 11

5. RESULTADOS ...................................................................................................... 14

5.1 Efectos de la televisión en la salud humana ....................................................... 14

5.1.1 Efectos físicos de la televisión en la salud ................................................... 14

5.1.2 Efectos psíquicos de la televisión en la salud .............................................. 19

5.1.3 Otros aspectos de interés............................................................................. 25

6 PLAN DE ACTUACIÓN......................................................................................... 27

7 CONCLUSIONES.................................................................................................. 29

8 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ...................................................................... 31

9 ANEXO.................................................................................................................. 42


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1. RESUMEN

Ver la televisión es una de las actividades diarias más frecuentes de la población del mundo desarrollado que puede tener consecuencias en la salud humana. El objetivo de este trabajo ha sido conocer los efectos tanto físicos como psíquicos de la televisión en la población adulta e infantil y establecer un plan de actuación para el uso correcto de la misma. Para ello, se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica. Este trabajo muestra una relación negativa entre el uso de la televisión y aspectos como la obesidad, los problemas oculares, los trastornos del sueño, la agresividad, el aprendizaje y la educación, el consumo de drogas, la dependencia, la salud mental, la imagen corporal y la familia. El uso de la televisión también puede tener consecuencias positivas en el aprendizaje de los niños. Sin embargo, no se puede afirmar que el televisor sea el causante de estos aspectos negativos que afectan a la salud humana pero sí que influye de manera importante en su desarrollo. Por ello, es importante concienciar a la población de los posibles riesgos que supone un mal uso de la televisión e inculcar una educación en medios de comunicación. En este trabajo se dan una serie de recomendaciones para hacer un buen uso de la televisión.

Palabras clave: Televisión, efectos, salud, enfermería

ABSTRACT

Watching television is one of the most frequent day-to-day activities in the developed world that could have consequences in human health. The aim of this work was to show the physical and mental effects in adults and children and to set up an action plan to use it properly. For the elaboration a review of the literature has been carried out. This works shows a negative relationship between television and other aspects such as obesity, visual fatigue, sleep disorders, aggressiveness, learning and education, drug use, dependency, mental health, self-image and family. It can also have positive consequences in the children learning. however, It cannot be surely said that it's the television that causes these negative consequences on human health, but for sure it has influence in its development. For this reason, it is important to make the population aware* of the posible risks that has a bad usage of television and give* a social media education. In this project some recommendations are given to make a good use of television.

Keywords: television, effects, health, nursing.


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2. INTRODUCCIÓN

Ver la televisión es una de las actividades diarias más frecuentes de la población en el mundo desarrollado. La televisión inunda los hogares y en numerosas ocasiones se convierte en protagonista durante los momentos familiares del día a día.

El fenómeno de la televisión comenzó con John Logie Baird (Figura 1) en el ático de su casa el 26 de enero de 1926, día en el que consiguió que funcionara un sistema real de televisión mecánica ante una audiencia formada por científicos de la Royal Institution británica, un periodista de The Times y otros invitados privilegiados. Aunque esta audiencia quedó fascinada por el invento, se puede apreciar en una publicación del periodista que tenían ciertas dudas sobre su utilidad: “todavía queda por verse hasta qué punto los posteriores desarrollos llevarán el sistema de Baird hacia un uso práctico” (1). Sin embargo, En la actualidad se puede afirmar que aquel día cambio la manera en la que se vería el mundo, literalmente (1).

Figura 1. A la izquierda John Logie Baird (1888-1946) y a la derecha él mostrando el funcionamiento de la televisión. Imagen tomada de: Science Photo Library (2).

Hoy en día, la televisión es el medio de masas por excelencia, el canal audiovisual que llega a mayor cantidad de consumidores y, sin duda, la experiencia comunicacional más impactante del siglo XX (3,4).

Antes de la invención de la televisión se sucedieron varias revoluciones tecnológicas que llevaron consigo la evolución de los medios de comunicación. En el transcurso de la historia se puede ver cómo el telégrafo fue sustituido por el teléfono, los pergaminos por la imprenta, la radio fue sustituida por la televisión y todos ellos consiguieron acercar a la realidad en mayor medida que el anterior al consumidor (4).

La televisión, adorada o criticada, va aumentando su consumo y actualmente se calcula que se encuentran en funcionamiento no menos de 2000 millones de televisores (4). En la figura 2 se muestra que el consumo medio de televisión en España se encuentra en 230 minutos al día, es decir, casi 4 horas diarias según estudios del año 2016 (5).


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Figura 2. Evolución del consumo de televisión. Obtenido de: Informe Barlovento (5).

Los últimos 4 años las cifras han ido descendiendo pero siguen siendo bastante elevadas en comparación con las recomendaciones de los expertos, que aconsejan una media de 1 o 2 horas diarias (6).

El Informe de Barlovento (5) que analiza el consumo de televisión de la población española nos informa de que llegamos a emplear hasta un 16% de nuestro día en ver la televisión. La media del número de horas diarias destinadas a ver la televisión varía dependiendo de algunos aspectos como:

- Zona geográfica: en Canarias la media de horas diarias dedicadas a ver la televisión es de 3 horas y 30 minutos, siendo la comunidad en donde menos se visualiza la televisión, mientras que en Extremadura el consumo medio se sitúa en 4 horas 6 minutos y en Aragón en 4 horas 1 minuto, siendo donde más.

- Época del año: en invierno la media de horas al día dedicadas a ver la televisión es de 4 horas 11 minutos, más tiempo dedicado a la televisión que en verano (3 horas 11 minutos).

- Estado civil: los viudos y separados dedican más tiempo a ver la televisión con una media de 5 horas 18 minutos diarias, seguido de los casados o en pareja con 4 horas 19 minutos y acabando en los solteros, que son los que presentan una media bastante menor, de 2 horas 34 minutos.

- Edad: los mayores de 64 años dedican una media de 5 horas y 48 minutos al día a ver la televisión, frente a los jóvenes de 13 a 24 años que dedican 2 horas y los niños de 4 a 12 años que le dedican 2 horas y 5 minutos.

Como se ha comentado anteriormente, en torno al 16% del día es dedicado a ver la televisión (figura 3).


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La televisión es uno de los medios de comunicación de masas más potentes y extendidos que existe. En “La Galaxia de Gutenberg” de Mac Luhan se compara el libro y la radio con la televisión. Mientras que los primeros son monosensoriales y respetuosos para la capacidad crítica del sujeto, permitiendo que los contenidos no puedan penetrar si no interviene él con su propia participación activa, la televisión en cambio funciona diferente: se trata de un medio que utiliza dos vías sensoriales distintas a la vez (visual y auditiva) induciendo al espectador a la pasividad (7). Estas características particulares de la televisión hacen que puedan afectar de manera involuntaria al ser humano en parte debido a que generalmente se cree lo que se transmite a través de ella sin cuestionarse la veracidad de la misma, a que es un tipo de comunicación unidireccional y no se puede interaccionar con ella, y a que la información que llega a través del televisor, en numerosas ocasiones, tiene que ver con los valores, normas y actitudes de quienes la transmiten, entre otras razones (8).

Además el impacto de la televisión dependerá del contenido que se emita y del espectador que lo reciba, no tiene el mismo impacto un programa para mayores de 18 años visualizado por un menor que por un adulto y es que a los niños se les considera diferentes por ser más vulnerables y menos capaces de aplicar el juicio crítico (9), pero esto no siempre tiene porqué ser algo negativo (10). La televisión es una gran herramienta para conocer otras culturas, sus costumbres, su habla, mantener a la gente informada, no representa una gran inversión por lo que puede ser accesible para todos, y puede ser vista tanto por niños como por adultos (11).

Desde los inicios del siglo XXI, la televisión posee una serie de rasgos que la caracterizan, entre los que destaca la disolución de los límites entre ficción y realidad. El género que termina por aunar ambos conceptos es el reality show, género por excelencia de la última década (3). En los últimos años, la televisión ha sido invadida por programas y series en los cuales prima la vulgaridad, la falta de respeto y la invasión de la intimidad, promoviendo en los jóvenes esos mismos valores (8).

Un filósofo reputado, lingüista y profesor del Massachusetss Institute of Technology (MIT), señalado como uno de los pensadores más importantes del siglo XX, Noam Chomsky, habla también de la televisión, explicando una serie de estrategias que utilizan los medios de comunicación con los telespectadores (12,13):

Figura 3. Porcentaje del día que dedicamos a ver la TV. Modificado de: Informe de Barlovento (5).

Porcentaje del día que dedicamos a ver la TV

Comer

Dormir

Trabajar

Ver la TV

Otros


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1. Distracción: Desviar la atención de los problemas importantes, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. Indispensable para impedir que el público se interese por conocimientos esenciales (ciencia, economía,…) “Mantener al público ocupado, sin ningún tiempo para pensar, de vuelta a la granja como los otros animales”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones: o también llamado “problema-reacción-solución”. Cuando se quiere realizar un cambio que no va a ser bien aceptado, primero se crea un problema, para causar una reacción en el público, y que sea éste el que te pida el cambio. ¿Cómo funciona? El poder deja de atender o atiende deficientemente una realidad, dejando que para los ciudadanos se convierta en un problema que hay que solucionar, es entonces cuando interviene el poder y aplica las medidas para solucionar el conflicto, siendo estas las que quería aplicar inicialmente.

3. Gradualidad: Para introducir unas medidas que no van a ser aceptadas directamente ir aplicándolas poco a poco.

4. Diferir: para aplicar una decisión impopular, preparar a la población y presentarla como una medida futura, dolorosa y sobretodo necesaria en la que el esfuerzo no hay que hacerlo de manera inmediata, el público tiende a pensar que todo ira mejor mañana, que el esfuerzo podrá ser evitado.

5. Infantilizar: si te diriges a una persona tratándola como un niño de 12 años, ella tenderá a adoptar una respuesta de un niño de 12 años.

6. Emociones: ir a las emociones más que a la reflexión. Se trata de una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. La utilización del registro emocional permite abrir la puerta al inconsciente e implantar ideas, deseos, miedos, comportamientos…

7. Ignorantes y mediocres: la educación a las clases sociales inferiores debe ser pobre y mediocre, creando así más separación entre clases sociales, siendo así imposible la interacción.

8. Complacientes con la mediocridad: Generar que está de moda ser inculto y vulgar.

9. Autoculpabilidad: Hacer creer al público que solamente él, es el culpable de su propia desgracia, ya sea por falta de inteligencia, capacidades, esfuerzos… Por ello no se revelará contra el sistema ya que se culpa a sí mismo de sus desgracias.

10. Conocer a los individuos mejor que ellos mismos: gracias a los avances de la ciencia se han aumentado los conocimientos referentes al ser humano, tanto física como psicológicamente. Llegando así a conocer mejor al individuo que él mismo.


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Los efectos que tiene la televisión en la salud han sido muy estudiados. Se pueden encontrar muchas investigaciones centradas en temas como la obesidad, la agresividad, los trastornos del sueño, las alteraciones en la visión, el consumo de drogas… Por ello, parece bueno hacer una recopilación de cuáles pueden ser los efectos más destacables de este medio de comunicación tanto en la salud mental como en la física de los televidentes, y proponer herramientas para su correcto uso.


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3. OBJETIVOS

1. Conocer los efectos físicos y psíquicos de la televisión en la población adulta e infantil.

2. Elaborar un plan de actuación, desde el punto de vista enfermero, para el

correcto uso de la televisión.


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4. METODOLOGÍA

Para llevar a cabo la contextualización y justificación del trabajo del apartado de la introducción, así como el primer objetivo, se ha realizado una revisión bibliográfica, y en segundo término se ha realizado un plan de actuación para el uso correcto de la televisión.

4.1 Bases de datos

La revisión bibliográfica consiste en una búsqueda exhaustiva sobre un tema en concreto con el fin de encontrar evidencia sobre el mismo. Para la búsqueda bibliográfica se han utilizado las siguientes bases de datos:

- Pubmed. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/

- Dialnet. Portal bibliográfico de la Universidad de La Rioja https://dialnet.unirioja.es/

- Scielo. Biblioteca virtual formada por una colección de revistas científicas españolas de ciencias de la salud http://www.scielo.org

También he sacado más información de la propia bibliografía de algunos artículos y de artículos que he ido encontrando de manera casual en diferentes revistas o medios de comunicación.

4.2 Criterios de inclusión/exclusión

La búsqueda de bibliografía se delimitó mediante diferentes criterios como el lenguaje, la fecha de publicación y la disponibilidad del texto:

- El lenguaje elegido fue el castellano y/o inglés

- La fecha de publicación se limitó a los últimos 5 años, aunque también se han utilizado artículos más antiguos de gran relevancia.

- Se utilizaron aquellos artículos a los cuales se podía acceder de manera gratuita al texto completo.

Además, y debido a que la cantidad de bibliografía sobre este tema es muy extensa, se ha acotado la búsqueda y selección de artículos a los efectos físicos y psíquicos que han mostrado más relevancia y que se muestran en la tabla 2.


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Tabla 2. Clasificación de los efectos físicos y psíquicos y de otros aspectos de relevancia en los que se ha centrado la búsqueda bibliográfica.

Obesidad

Problemas oculares

Efectos Físicos

Sueño Agresividad

Aprendizaje y educación

Drogas

Dependencia

Efectos Psíquicos

Salud mental

Otros Aspectos Generales o relevantes para el estudio

4.3 Palabras clave

Las palabras clave utilizadas se recogen en la tabla 1. También se han utilizado los boleanos “AND” y “OR” y el asterisco “*” para incluir los diferentes términos a los que se pueden referir “tele*” (televisión, televisor, telespectador…).


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Tabla 1. Palabras clave utilizadas en la búsqueda bibliográfica.

Español

Inglés

Televisión Television

Sedentarismo Sedentary

Conductas Behaviors

Obesidad Obesity

Publicidad Advertising

Niños Children

Salud Health Sueño Sleep

Violencia Violence Sexo Sex

Déficit de atención Attention deficit Hiperactividad Hyperactivity

Ojos Eyes Ocular Visual

Efectos Effects Aprendizaje Learning

4.4 Estrategia de búsqueda

La búsqueda bibliográfica se ha llevado a cabo durante los meses de Diciembre a Junio de 2017-2018, en las bases de datos previamente nombradas. PubMed

En primer lugar, para iniciar la búsqueda se introdujeron las palabras “effects AND television” obteniendo 453 resultados. Se seleccionaron 32 y tras realizar una lectura del resumen y las conclusiones, se quedaron en 12 de los cuales finalmente tras leerlos enteros se utilizaron 4.

Se continuó la búsqueda utilizando las palabras “sedentary behaviors OR obesity AND television” obteniendo 562 resultados, a través del título se preseleccionaron 21 y tras leerlos se utilizaron 5.

Se introdujo “television AND advertising” obteniendo 171 resultados tras una lectura rápida de los artículos se seleccionaron 10 y se utilizaron 3.

Tras introducir los términos “tele* AND children” se obtuvieron 146 resultados, después de una lectura rápida no se utilizó ningún artículo.

Se introdujeron los términos “television AND health” obteniendo 1336 resultados, de los cuales tras una lectura de los títulos se seleccionaron 41, tras leer el resumen fueron 10 los escogidos pero finalmente no se utilizó ninguno.


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Posteriormente, se introdujo las palabras “television AND children” obteniéndose 710 resultados, tras revisar el título, se seleccionaron 30 y tras leerlos más detenidamente se escogieron 12 de los cuales finalmente se utilizó 1.

Después, se buscaron las palabras “tele* AND behaviors” obteniendo 369 resultados, tras una lectura rápida solamente se utilizó 1.

Más tarde, se buscó “television AND sleep” se obtuvieron 120 resultados, tras leer el título y el resumen se preseleccionaron 22 y tras leerlos completos se utilizaron 3.

Se continuó la búsqueda con “violence OR sex AND television AND children” obteniendo 122, se seleccionaron 10 tras leer el título y el resumen, y finalmente se utilizó 1.

Seguidamente se introdujo “television AND children AND behaviors” obteniéndose 459 resultados, tras revisar el título se seleccionaron 36 y tras leer el resumen se quedaron en 9, tras leerlos completos solo se utilizó 1.

Tiempo después se realizó una búsqueda introduciendo “attention deficit AND television” obteniendo 11 resultados, tras una lectura rápida se seleccionaron 4 que finalmente se utilizaron.

Se buscó “hyperactivity AND television” obteniendo 12 resultados, se seleccionaron 5 y se utilizó solamente 1.

A continuación se introdujeron los términos “television AND eyes” obteniendo 68 resultados, se seleccionaron 3 y se utilizaron 2.

Posteriormente se introdujo en el buscador “television AND ocular” obteniendo 25 resultados, tras una lectura del resumen se escogieron 3, y se utilizaron 2.

Para terminar se buscó “television AND visual” dando 87 resultados, tras una lectura de los títulos se escogieron 16, y una vez leído el resumen se quedaron en 5 para finalmente utilizar 2.

Dialnet

Primero se introdujo “televisión AND niños” obteniendo 831 resultados, revisando los títulos se seleccionaron 26, tras una lectura rápida se escogieron 9 y solo se utilizaron 3.

A continuación se introdujeron las palabras “efectos AND televisión”, obteniendo 484 resultados, después de leer los títulos se redujeron a 33, tras leer el resumen a 8, y tras leerlos enteros no se utilizó ninguno.

Se buscó “violencia OR conductas AND televisión” dando 365 resultados, se leyeron los títulos seleccionando 12 artículos, y tras leerlos se utilizaron 2.

Luego, se introdujeron las palabras “publicidad AND televisión AND niños” obteniendo 254 resultados, tras revisarlos se seleccionaron 5 y se utilizaron finalmente 2.


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Posteriormente se introdujo “aprendizaje AND televisión” obteniendo 331 resultados, tras una lectura rápida se seleccionaron 6 y se utilizó 1.

Para terminar se buscó “violencia AND televisión” dando 401 resultados, tras una lectura rápida se seleccionaron 23, y tras leerlos completos se utilizaron 3.

SciELO

Se comenzó la búsqueda con las palabras “Televisión AND niños AND aprendizaje OR conductas”, obteniendo 115 resultados. Se seleccionaron 15 artículos, y tras leer el resumen y las conclusiones no se utilizó ninguno.

Se introdujo “Sedentarismo AND obesidad AND televisión” obteniendo 11 resultados, de los cuales 2 fueron utilizados.

Posteriormente se buscó “television AND effects AND violence OR sex OR obesity” obteniendo 34 resultados, tras su revisión ninguno fue seleccionado.

Revistas o medios de comunicación

Un total de 7 artículos fueron recogidos de revistas, periódicos, páginas especializadas o la radio.

Tras leer la revista Pediatrics, se seleccionó un artículo que se utilizó posteriormente. A través de la bibliografía de esta revista se accedió a la página de American Academy Of Pediatrics de la cual tras la selección de 9 artículos se utilizaron 4.

Bibliografía de artículos seleccionados

Tras revisar la bibliografía de los artículos utilizados, se recopilaron 83 artículos, de los cuales finalmente tras su lectura se seleccionaron 59.

En resumen, para la realización de este trabajo se emplearon un total de 115 artículos, sin embargo resulta difícil establecer el número total de artículos de cada tema ya que la mayoría de ellos tratan varios temas a la vez.


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5. RESULTADOS

Como ya se ha ido mencionando el trabajo consta de dos partes, en la primera se expondrán los efectos físicos y psíquicos seleccionando qué provoca la televisión en la salud humana y posteriormente, se desarrollará un plan de actuación, desde el punto de vista enfermero, para realizar un uso correcto de la televisión y tratar de evitar, en la mayor medida posible, los efectos negativos de la televisión en la salud de los televidentes.

5.1 EFECTOS DE LA TELEVISIÓN EN LA SALUD HUMANA

5.1.1 Efectos físicos de la televisión en la salud

5.1.1.1 Televisión y obesidad

La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica el sobrepeso como un problema a nivel mundial (14). Las cifras alcanzadas en 2016 se muestran en la tabla 3.

Tabla 3. Cifras de población con sobrepeso según la OMS. Organización Mundial de la Salud.

Informe de la comisión para acabar con la obesidad infantil. 2016 (14).

La obesidad es una condición que ya no solo afecta a países con ingresos altos, sino que actualmente se trata de un problema de salud pública (15). En algunos países desarrollados, el 50-65% de la población tiene sobrepeso (16). El sobrepeso está relacionado con el desarrollo de múltiples enfermedades como pueden ser (16):

- Enfermedades cardiovasculares: el impacto en la calidad de vida y el aumento de riesgo de muerte depende del grado y la duración de la obesidad (17). La resistencia de las paredes de los vasos capilares a la presión negativa es menor y se rompen (18). La obesidad aumenta el flujo de sangre en reposo, el cuerpo se adapta aumentando el volumen sanguíneo, la frecuencia cardíaca y con él el gasto cardíaco, lo que provoca una hipertrofia del corazón, también conlleva insuficiencia cardíaca debido a la infiltración de grasa en el músculo cardíaco. La obesidad también aumenta el riesgo de cardiopatía isquémica. La obesidad puede estar en ocasiones asociada a estilos de vida poco saludables, dando lugar al desarrollo de aterosclerosis muy relacionada con la enfermedad coronaria y el accidente cerebrovascular, siendo la causa más frecuente de muerte a nivel mundial (16,17,19).

Edad

Sobrepeso u obesidad

0-5 años

41 millones

5-19 años

340 millones

>18 años

1900 millones


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- Enfermedades respiratorias: la obesidad debido al exceso de grasa circundante conlleva un mayor esfuerzo a la hora de expandir el tórax, y además la grasa se acumula de manera excesiva en el abdomen provocando que los órganos descansen en una posición superior a la normal lo que da lugar a una reducción del espacio de ventilación, en las personas obesas es fácil encontrar una ligera hipercapnia (20). En cuanto a la hora de dormir, pueden sufrir apnea obstructiva del sueño debido a la cantidad de grasa en el cuello (20,21). La obesidad también aumenta el riesgo de asma bronquial (22).

- Enfermedades endocrinas: la diabetes tipo II está asociada a la obesidad (16).

- Enfermedades digestivas: la obesidad es un factor de riesgo del desarrollo de cálculos biliares, enfermedad por reflujo gastroesofágico e hígado graso (23). En el hígado graso entre el 20-40% de los casos desarrollan fibrosis hepática y cirrosis (24).

- Enfermedades renales: la insuficiencia renal es una de las enfermedades que puede producir la obesidad, provocando glomeruloesclerosis segmentaria focal (GESF) o glomerulopatías. Además las personas con sobrepeso también presentan proteinuria. La obesidad resulta importante en el desarrollo de insuficiencias renales previas, ya que puede intensificar su progreso (16,25).

- Deformidades y lesiones: el exceso de peso puede provocar daños en el aparato locomotor, pudiendo presentar pie plano o deformidad de la rodilla, acompañado de dolor articular. La osteoporosis ocurre con más frecuencia en mujeres que en hombres, pero aun así las personas con sobrepeso presentan de 4 a 8 veces más osteoporosis en tobillo y rodilla que las personas con un peso adecuado (16,26,27). Debido a la degeneración articular de la articulación de la rodilla son una gran cantidad de personas con obesidad las que son sometidas a intervenciones quirúrgicas para paliar los síntomas o para implantar una prótesis (16). Las lesiones en la piel de una persona obesa se producen con una frecuencia mayor que en una persona con un IMC correcto, estas lesiones son la maceración, el deterioro de la sensibilidad de la piel, deformación del pie, hirsutismo, hiperandrogenismo, estrías y mayor presencia de infecciones cutáneas y acné (16,27-29).

- Cáncer: las personas obesas desarrollan con más frecuencia cáncer colorrectal y adenocarcinoma esofágico (31,32). Las mujeres obesas desarrollan cáncer de vesícula biliar, cáncer endometrio y cáncer de mama con más frecuencia (31).

- Aspectos psicológicos: la obesidad también puede dar lugar a consecuencias psicológicas para la persona, baja autoestima, autoimagen negativa o depresión son algunas de ellas (16,33).

Una de las principales causas del desarrollo de obesidad es el descenso de la actividad física, en parte debido al consumo de televisión, y el aumento de la ingesta de alimentos de alto contenido calórico, De este modo, el análisis de las diferentes investigaciones en las que se estudia la relación existente entre la televisión y la


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obesidad se distinguen tres aspectos que pueden ser influyentes: el sedentarismo, la comida procesada y la publicidad.

El uso de la televisión y las nuevas tecnologías, internet o el móvil, ha propiciado que aumenten los períodos de inactividad física en sus usuarios, incrementando el riesgo de sufrir enfermedades crónicas y obesidad (34-37). Un estudio realizado en Cataluña a 464 personas con sobrepeso o moderadamente obesas, recalca que éstas pasan un promedio ≥6 horas al día sentadas (38), más horas que la población general que presenta una media ≥5.30 horas. Además de este estudios se extrae que de lunes a viernes las actividades laborales o académicas son las que ocupan la mayor parte del tiempo seguidas de ver la televisión y usar el ordenador, pero al llegar el fin de semana ver la televisión se convierte en la actividad a la que se destinan mayor número de horas (38). Un aspecto a destacar es que el número de horas dedicadas a ver la televisión incrementa con la edad, hecho que también se ha observado en otro estudio sobre las conductas sedentarias (15). En este último estudio se diferencian las actividades sedentarias pasivas, como ver la televisión o escuchar a alguien hablar, de las sedentarias activas, como leer o utilizar el ordenador, concluyendo que las primeras son mucho más dañinas que las segundas llegando a estar relacionadas con múltiples causas de mortalidad, con el desarrollo de obesidad y de diabetes mellitus. También se aprecia que los jóvenes en edad universitaria son los que pasan más horas viendo la televisión y menos realizando actividades físicas (34). Un dato curioso encontrado en este estudio es que si los sujetos aumentaban las horas dedicadas a ver la televisión, aumentaban a su vez las horas dedicadas a otras actividades sedentarias, como leer o utilizar el ordenador. Sin embargo, si disminuían las horas dedicadas a ver la televisión incrementaban las dedicadas a la actividad física, pero sin variar las dedicadas al resto de actividades sedentarias, es decir, que al realizar ejercicio reducían las horas destinadas a la televisión, pero no alteraban las horas que dedicaban a la lectura o a el ordenador (34). Otro estudio realizado a base de entrevistas en profundidad a padres y maestros sobre los hábitos sedentarios de los niños, muestra la relación existente entre las horas dedicadas a la televisión y la disminución de otras actividades lúdicas como salir con los amigos; o hacer deporte.

Como ya se ha citado, la televisión también juega un papel importante en el aumento de comida procesada, alimentos de alto contenido calórico en su mayoría, a través de campañas publicitarias (34,39-43). El sector de la alimentación destina el 80% de su inversión publicitaria a la televisión. Esta publicidad se dedica en su mayoría a promocionar bebidas y alimentos procesados y densamente energéticos: altos en grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcares o sal (AGATAS) y pobres en micronutrientes. Y mientras la publicidad de AGATAS es sostenida en el tiempo, las campañas para consumir alimentos saludables son temporales (40). Además las compañías de comida rápida anuncian sus productos siguiendo estrategias persuasivas basadas en la animación, la música y la presencia de obsequios que atraen la atención, especialmente de los niños (42). Uno de los recursos más utilizados consiste en unir un sentimiento satisfactorio al producto que se vende, es decir, asociar beneficios sociales o emocionales al producto que se está vendiendo para generar en nosotros un sentimiento de alegría o satisfacción al consumirlo (42). Un ejemplo de ello es el famoso eslogan de patatas “Cuando haces pop ya no hay stop”. Por otro lado se ha demostrado que la expresión facial también influye en el


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espectador (42). Las empresas de comida rápida nos mostrarán personas felices tras probar sus productos, en cambio, las ONG nos presentarán niños tristes y necesitados con la intención de que hagamos una contribución (44). Utilizar modelos atractivos y asociarlos con emociones positivas son algunos de los mecanismos que utiliza el sector de la publicidad para crear un vínculo de manera inconsciente (42,45).

Las primeras evidencias de la relación entre publicidad televisiva y la obesidad infantil fueron establecidas en diferentes estudios realizados en EEUU, Australia y varios países europeos (41). La infancia es un período de especial vulnerabilidad frente a la publicidad (40,46). Los niños de entre 5-6 años no son capaces de reconocerla, hasta los 7-8 años no se dan cuenta del objetivo comercial de la misma y hasta los 12 años la mayoría no son conscientes de su intención persuasiva (40). Los hábitos alimentarios se adquieren en la infancia y una vez instaurados son resistentes al cambio, por ello es tan importante el control de la publicidad en estas edades. Se ha observado que la influencia de la publicidad en los niños es duradera llegando a perdurar hasta 5 años, además de ejercer un efecto inmediato inductor del consumo de alimentos y bebidas accesibles mientras se ve la televisión independientemente de la sensación de hambre, llegando a ser más eficaz que la influencia de los propios padres (40).

Diversos autores han comprobado la correlación existente entre las horas que la población dedica a ver la televisión y la cantidad de calorías que se ingieren a lo largo de un día y, consecuentemente, su relación con el aumento del índice de masa corporal (15,40). La OMS reconoce que existen pruebas inequívocas de que la promoción de alimentos malsanos y bebidas azucaradas está relacionada con la obesidad infantil y establece la recomendación de reducir la exposición de los niños y adolescentes a las mismas (15). La televisión no afecta solo en el qué comer sino también en el cuánto. Comer mientras se ve la televisión puede incrementar la cantidad de comida que se ingiere. Un estudio sobre los efectos inmediatos y posteriores de la televisión en la ingesta de comida procesada, nos muestra cómo el género afecta de manera diferente al consumo de alimentos, encontrando relación entre las horas de televisión y la obesidad abdominal de las mujeres pero no de los hombres (39). De manera que, las mujeres tienden a comer más cuando ven la televisión, mientras que los hombres comen más cuando no la ven (39). Además, y de manera general, es curioso cómo la ingesta de comida es mayor en ambos sexos cuando se ve en la televisión una película de acción que cuando se ve una entrevista (39). En este sentido, Siervo y colaboradores (47) realizaron un estudio con 72 varones adultos con sobrepeso a los que clasificaron en 3 grupos, aquellos que visualizarían televisión no violenta, los que jugarían a un videojuego no violento y los que jugarían a un videojuego violento, para observar como influían estas actividades en la ingesta de alimentos. Las conclusiones que obtuvieron fueron que los individuos del grupo que jugaba al juego violento ingerían significativamente más cantidad de comida que los otros dos grupos, estableciendo una relación entre el hecho de jugar a videojuegos violentos y una mayor ingesta de alimentos (47). Además, otro aspecto a destacar fue que todos los participantes prefirieron alimentos dulces (47).

Otros autores también exponen el aumento de consumo de comida, generalmente poco saludable, frente al televisor incluso en ausencia de hambre (34,41). En los niños


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se observaba que el consumo es mayor cuando ven un programa con trama continua que cuando ven a un programa repetido (48,49).

Los contenidos que se emiten en televisión conllevan una gran responsabilidad, como se ha citado anteriormente, los niños llegan a pasarse hasta 3 horas diarias visualizándola, por lo que la televisión pasa a convertirse en uno de los ejes que construye su realidad (36). Un estudio que analiza la cantidad de situaciones en las cuales se presentan hábitos de vida poco saludables frente a los saludables en un programa de televisión dirigido a niños, se observa que se dedican 231 minutos a hábitos poco saludables frente a 184 minutos a hábitos saludables (50).

5.1.1.2 Televisión y problemas oculares

La fatiga visual es uno de los efectos que se presenta, en muchas ocasiones, tras un periodo muy prolongado visualizando la televisión. Una iluminación inadecuada y un brillo excesivo pueden potenciar esta fatiga (51,52), hecho que se incrementa hasta tres veces cuando se trata de televisión 3D (53). La televisión en 3D ha sido sujeto de estudio debido a las molestias físicas que percibían los espectadores tras su observación, como diplopía, cefalea intensa o fatiga visual (53,54). Se ha demostrado que la exposición prolongada a la televisión 3D puede modificar temporalmente el estado ocular, causa que se cree termina por provocar la incomodidad visual (51,55-57).

El desarrollo de miopía es otro de los aspectos que destacan a la hora de relacionar televisión y problemas oculares. Se encuentran estudios muy diversos al respecto. Mientras que unos muestran el aumento de miopía cuando se realiza la visualización de pantallas a una distancia cercana (55,58), otros señalan que encontraron más miopes entre las personas que visualizan la televisión menos de 3 horas diarias que entre las que pasan más tiempo viéndola (59). También se ha encontrado que los niños que menos tiempo dedican a realizar actividades al aire libre presentaban mayor riesgo de padecer miopía (55,59).

5.1.1.3 Televisión y trastornos del sueño

Existen multitud de trabajos en los que se ha estudiado la influencia negativa de los aparatos electrónicos a la hora de dormir (35,60-63), las personas no se limitan a utilizarlos antes de acostarse sino que también los utilizan cuando debieran estar durmiendo, la luz de las pantallas puede inducir la excitación emocional o cognitiva, también puede influir en la secreción de melatonina dificultando junto con la excitación emocional la conciliación del sueño, por otro lado también se alteran de esta manera los horarios regulares de sueño, tan importantes para los niños pequeños. Que los niños visualicen contenidos inapropiados antes de acostarse, como por ejemplo películas de miedo, puede dificultar un sueño tranquilo y reparador (64). Que se queden dormidos en el sofá o que retrasen la hora de ir a dormir por acabar de ver una película, afecta a la calidad del sueño (49).


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La American Academy of Pediatrics (AAP) publicó unas recomendaciones en las que anima a los padres a jugar con los hijos, a establecer límites en la visualización de las pantallas y a considerar el uso de los medios de comunicación como otro entorno más que puede ser muy positivo o muy negativo (65). Destaca la idea de crear zonas “sin tecnología” durante las comidas, en los dormitorios, es decir, en aquellas zonas que deban estar dedicadas a otras acciones y en las cuales es mejor que la televisión no interfiera (65).

Centrando las investigaciones en niños con hiperactividad o autismo que presentan de base problemas del sueño, las investigaciones muestran como la televisión no mejora sino que empeora estos problemas (66). Dormir se trata de un proceso biológico influenciado por el ciclo luz/oscuridad (67) y el uso de pantallas antes de dormir puede alterarlo. El estudio de las horas de sueño realizado a niños con trastornos de déficit de atención e hiperactividad obtuvo que los niños que tenían acceso a una televisión en su habitación dormían menos horas que los niños que no disponían de televisor en la habitación (66).

5.1.2 Efectos psíquicos de la televisión en la salud

5.1.2.1 Televisión y agresividad

En lo referente a los factores psicológicos que pueden tener alguna relación con la visualización de la televisión, uno de los aspectos que más destaca es la agresividad.

Bandura en su teoría del aprendizaje social describe que los humanos aprenden sus comportamientos al observar a un semejante en la vida real, y esto sucede de manera indirecta a través de la televisión (68). Además la influencia de la televisión no se basa solo en el contenido, sino también en el tiempo de exposición: a mayor tiempo de exposición, mayor influencia sobre el espectador (9).

Los niños, en gran medida, aprenden a través de técnicas como la observación o la imitación, de modo que la televisión es un medio a través del cual los niños pueden recibir una educación paralela y que en muchas ocasiones puede ser incluso más eficaz que la educación formal de las escuelas (8,9,69). Los mensajes que reciben los niños van conformando su visión del mundo y nutriendo las bases de su futura personalidad (9). Mejía Navarrete en su investigación sobre Medios de comunicación y violencia afirma: “En un contexto de pobreza y exclusión los medios de comunicación crean las condiciones para que los jóvenes marginales reaccionen con furia cuando se ofrece un mundo extremadamente desigual, al que no pueden acceder las mayorías y sólo está vetado para otros sectores minoritarios” (70).


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Un estudio sobre el impacto de la televisión basura y las conductas violentas (8), señala que de estos programas se aprende a:

- Solucionar problemas con violencia para salirte con la tuya.

- Priorizar la verborrea insustancial y la exaltación emocional más que la secuencia lógica y el debate coherente.

- Visualizar la violencia solapada a través de estereotipos, bromas de mal gusto…

- Convertir la violencia en compañera habitual.

Ivar Lovaas, psicólogo noruego, advierte de que ver programas con cierta dosis de agresividad estimula en cierto grado los impulsos agresivos del niño (8). Los comportamientos agresivos y violentos representan para los niños respuestas aprendidas para resolver sus problemas. Estas respuestas van progresivamente dominando dando paso al placer de destruir para reconstruir, presentando problemas para afrontar las leyes sociales impuestas, reaccionando con irritación ante una prohibición, aumentando su grado de frustración y con él su nivel de agresividad pudiendo llegar a convertirse en apáticos a la violencia real, término que denominan como desensibilización sistemática (9,71,72). Generalmente los juegos o juguetes que se anuncian (superhéroes, coches de guerra, pistolas de juguete…) promueven con más facilidad la agresividad que la resolución de conflictos, aspecto a tener en cuenta puesto que a los niños les cuesta diferenciar entre ficción y realidad y todas las escenas violentas pueden almacenarse en la memoria como si hubiesen sido hechos reales (9,69).

Un estudio de Safe Social Media del año 2013 (73) recoge que el 54,7% de los encuestados justifica la violencia como procedimiento para obtener lo deseado. Este hecho dio lugar al análisis de los contenidos de la televisión, encontrando que dichos contenidos estaban inundados de violencia, y que ésta se presentaba enmascarada, adornada de humor, ausente de dolor, sin castigo y gratuita, resultando así atrayente y justificable (73). De manera que la exposición de un espectador de manera prolongada y excesiva a programación violenta puede ponerle en riesgo de adoptar las actitudes que observa (73). Es preciso destacar que otros investigadores defienden que afirmar que la televisión provoca conductas agresivas resulta simplista, puesto que el comportamiento humano es muy complejo y puede estar condicionado por muchas variables como la edad, el ambiente familiar, la clase social, entre otras (69)… A pesar de ello, todos coinciden en que la televisión puede influir en mayor o menor grado al modo de pensar, a sus conductas y a sus actitudes (9,69,74,75). Becerra y Álvarez sentencian una frase muy acertada para este momento en su artículo sobre la pasividad a la hora de ver la televisión dice así: “La televisión no mancha, pero sí contamina” (76).

Otro estudio llevado a cabo en el año 2016 examina los contenidos de programas catalogados como aptos para el público infantil, obteniendo que resultaban inapropiados para ellos: de 17 presentaciones evaluadas, 14 contenían tabaquismo, conductas sexuales y consumo de alcohol, y 16 conductas violentas. Esto indica que


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las clasificaciones que se utilizan no son efectivas, y a pesar de que funcionan para algunas escenas de contenido sexual, no lo hacen para las escenas violentas o de consumo de alcohol (77). Muchos padres confían en que les están mostrando contenido adecuado a sus hijos cuando no es así. Los contenidos emitidos en horario infantil son inadecuados por lo que los niños se ven obligados a visualizar un contenido que está dirigido al público adulto (69). La preocupación aparece cuando los niños visualizan sin ninguna supervisión ni orientación paterna y según su criterio los programas que se emiten puesto que cada vez se encuentra una programación más violenta, no siendo la culpa del espectador sino de la abundante emisión de estos contenidos por parte de los medios de comunicación (69). Se advierte así de una necesidad de acción educativa inaplazable en medios de comunicación, no solo a los profesores y a los alumnos sino también a los padres, periodistas, responsables públicos y ciudadanos, con el fin de que los niños sean educados y sensibilizados para elegir de manera libre pero con criterio (69). Además no vale solo con educar sino que hay que propiciar un ambiente favorable a esta educación, tanto por parte de los profesores como de los padres, estableciendo una relación de apoyo mutuo (69).

5.1.2.1.1 Televisión y aprendizaje y educación

La televisión no solo tiene efectos negativos, también se trata de un invento fabuloso que permite, además de buenos ratos de entretenimiento, un conocimiento que sin su existencia sería imposible y por tanto, bien utilizada puede aportar muchas cosas buenas (10). Así aunque la gran mayoría de artículos que se encuentran sobre los efectos de la televisión son negativos, se pueden encontrar también algunos que muestran como esta pantalla tiene mucho que enseñar. Algunos de estos artículos defienden la televisión como estrategia de aprendizaje, pero resulta difícil probar la evidencia ya que es bastante complicado “medir” el aprendizaje (10,11).

Los resultados de algunas investigaciones sobre programas educativos dirigidos a población infantil sugieren que estos programas contribuyen al campo del desarrollo del léxico y la diversidad de palabras (11). Por ello, aprovechar las horas que los niños pasan frente al televisor puede resultar muy educativo siempre y cuando vean los contenidos adecuados. Si bien es cierto, que los niños prefieren programas que divierten antes que los que educan, constante que se mantiene en el adulto (75).

Dado que las narraciones televisivas transmiten valores, es imprescindible que en el contexto escolar se establezcan unas pautas para la reconstrucción de esos valores, puesto que algunos relatos contribuyen a la construcción del pensamiento del niño y otros lo perjudican (11). Textos audiovisuales narrativizantes (Ej. Heidi o La Abeja Maya) generan una estructura vertical de pensamiento, es decir, organiza el pensamiento en sólidas jerarquías y hace posible hacer inferencias y deducciones. En cambio los relatos desnarrativizantes (Ej. Bola de Dragón) crean estructuras de pensamiento pobres, horizontales y yuxtapuestas que interfieren con las formas de pensamiento que exige la educación escolar (78). En estos últimos se da más importancia a los aspectos perceptivos, interesa mantener la atención y la tensión, pero sin comprensión.


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Un programa que no es considerado como educativo, pueda llegar a serlo si en su visionado se encuentra el niño con un adulto, el cual puede ir explicando o aclarando lo que vaya sucediendo o aquello que no entienda (11). Es preciso que a lo largo de la infancia y de la adolescencia del sujeto se le ofrezcan oportunidades de formarse en el medio televisivo, con el fin de que la televisión pueda constituirse como una fuente de aprendizaje (11).

Para que los medios de comunicación puedan educar en valores y lograr alumnos más críticos, la televisión puede ser utilizada por los profesores en 4 áreas (11):

- Como instrumento o estrategia didáctica en cualquier área de aprendizaje (lengua, matemáticas, plástica)

- Como una variable mediadora que favorezca la interdisciplinariedad mediante programas como por ejemplo: el desarrollo de la mente, la vida en otros planetas…

- Como una estrategia para transmitir información estructurada que proviene de fuera del aula.

- Finalmente, la televisión se utilizará como un medio para transmitir información elaborada por los propios alumnos, con sentido crítico y participativo.

Respecto al interés por el conocimiento del ser humano, Sartori afirma que las cadenas televisivas han producido ciudadanos que muy poco saben y que se interesan por banalidades (75), en su libro el Homo Videns: la sociedad teledirigida (75) indica que:

- La TV modifica radicalmente y empobrece el aparato cognoscitivo del homo sapiens.

- El niño formado en la imagen se reduce a ser un hombre que no lee.

- Ese adulto sólo responderá a estímulos audiovisuales.

- El acto de ver está atrofiando la capacidad de entender.

- La reflexión requiere tiempo y reposo.

- El hombre que lee está decayendo rápidamente.

- En este mundo actual “ya no se necesita leer”.

Siguiendo con el tema del conocimiento una pregunta planteada en un estudio sobre la televisión basura dice ¿Cómo nos puede acosar la televisión con sus contenidos? (8)

- Mediante la manipulación y falsedad de los contenidos.

- A través de historias cotidianas, nada especiales presentadas como tremendas historias de vida.

- Despreciando los derechos fundamentales, como el honor, el respeto, la inocencia.

- Utilizando humor grosero o vulgaridad.


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- Difamando.

- Recurriendo al miedo como alimento diario.

- Inducir al consumismo permanente. Comprar para ser.

- Promoviendo el pensamiento ilógico y supersticioso.

- Llevando a la pérdida de lo privado.

- Presentando la intimidad como espectáculo.

Estos aspectos suponen encontrar una televisión ausente de calidad, prestando su espacio a individuos que pueden salir a decir lo que deseen, lo que lleva a plantear cuántos de ellos gozan del reconocimiento y prestigio en sus respectivas sociedades, y colegios profesionales (8).

Por todo ello, está demostrado que la televisión entretiene, pero también puede formar, sólo hay que saber “leerla” (11). “Todo programa educa, solo que – lo mismo que la escuela y el hogar- puede educar bien o mal” (79).

Los problemas en el aprendizaje en muchas ocasiones se relacionan con trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDA/TDAH), buscando sobre este trastorno se encontraron varios artículos que estudian la influencia de la televisión en estos niños, averiguando que los jóvenes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad visualizan mayor número de horas la pantalla que los jóvenes sin TDA/TDAH, siendo la pantalla del televisor la más utilizada (80). En un estudio que analiza la Encuesta Nacional de Salud Infantil de 2007 (81) y suma un total de 7024 sujetos de estudio, observaron que los jóvenes sin televisor en el dormitorio observaron 115,2 min/día frente a los 149,1 min/día de los jóvenes que si tenían televisión en el dormitorio. Encontrando que los jóvenes con TDA/TDAH con un televisor en el dormitorio presentaban media hora más de televisión que los que no y que la alta exposición al tiempo de pantalla puede exacerbar estas condiciones (82). Esta última afirmación se puede ver también en un estudio realizado a 4816 estudiantes mostró la relación existente entre el tiempo de exposición a las pantallas y la mayor incidencia de problemas de atención autopercibida y niveles de hiperactividad, encontrando una asociación más fuerte en los problemas de atención autopercibida. Sin encontrar modificaciones respecto al género (83).

Presenta gran respaldo la afirmación de que el exceso de televisión resulta problemático para la hiperactividad de los niños (70,82-85,87-93). Un estudio de 6250 niños encontró una evidencia de que el comportamiento hiperactivo de los niños estaba asociado con el aumento de televisión, exponiendo la posible explicación de que los padres utilizaran la televisión como medio para manejar el comportamiento hiperactivo de sus hijos. (94) Este estudio demuestra que el comportamiento hiperactivo afecta al tiempo que pasan los niños viendo la televisión, pero de lo que no se tiene certeza es de si el aumente de la televisión pudo aumentar o reforzar la hiperactividad de los niños.


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5.1.2.2 Televisión y drogas

El consumo de drogas a través de la televisión está asociado con efectos negativos en los adolescentes y niños (95). Una encuesta realizada a 570 adolescentes, muestra que consideran la televisión como la principal fuente de información respecto al consumo de drogas, quedando la escuela y la familia en segundo plano (95). Son las series, los anuncios y las películas las que lo “ponen de moda”, asociando este consumo a una posición social. Contrario a lo que se piensa, los adolescentes que tenían más conocimientos respecto a este tema no presentaban un menor consumo, sino que se encontraban entre los que más consumían (95).

Ciertos eventos televisivos como el fútbol se encuentran de manera inevitable ligados con el consumo de alcohol, un estudio realizado en Reino Unido analizó las referencias visuales al alcohol encontrando en ocho partidos 1846 referencias visuales (96) estas cifras son exageradamente altas y peligrosas puesto que se ha demostrado que la comercialización del alcohol tiene impacto en los jóvenes (97,98).

Otro estudio que analiza el consumo de marihuana en jóvenes expuestos a anuncios en internet, televisión, radio y vallas publicitarias que promueven su venta, encuentra que internet es el mayor campo de exposición seguido de la televisión (99). La exposición a anuncios de internet suponía que los adolescentes tenían un 80% más de probabilidades de consumir marihuana en los siguientes 30 días, mientras que la exposición a la televisión suponía un 38,9 % de probabilidades de consumir en los siguientes 30 días (99). A su vez, de los datos de este trabajo se puede extraer que existían otros factores que influían en el consumo y la frecuencia, como la raza, el sexo o los estudios de los padres, y que a pesar de estos factores la publicidad contribuye al aumento y la normalización del consumo de marihuana (99).

4.1.2.2 Televisión y dependencia

El término tecno-dependencia se usa para referirse al uso problemático que algunas personas realizan de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) (105). La televisión es un elemento común, no obstante hay sujetos que la utilizan de manera excesiva. Se considera exceso al hecho de consumir televisión un tiempo superior al 50% del tiempo libre del que se dispone (106).

La dependencia a la televisión conlleva la disminución del tiempo dedicado a la familia, la dificultad de apagar el televisor a pesar de que no se esté visualizando nada interesante, la constante necesidad de visualizar más contenidos cuando se acaba lo que se está viendo, la necesidad de continuar con la trama, viendo la programación que prosigue a lo que se estaba visualizando o la preocupación cuando por obligaciones escolares y/o laborales, no se puede ver determinada programación, son situaciones que se presentan ante un uso problemático e inadecuado del televisor (10,107). Una alta exposición a la pantalla puede generar este comportamiento adictivo (108).


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4.1.2.3 Televisión y salud mental

La exposición prolongada al tiempo de pantalla es un marcador de riesgo para la ansiedad y la depresión en adolescentes y adultos jóvenes. La ideación de suicidio también puede estar asociada con una exposición al tiempo de pantalla patológicamente excesiva (100,101).

La exposición de manera excesiva se ha sugerido como un factor de riesgo para los síntomas psiquiátricos y el comportamiento suicida (102). Varios estudios sobre estos aspectos asocian el tiempo dedicado a la pantalla con el riesgo de padecer problemas de salud mental, aconsejando las recomendaciones de un tiempo máximo de 2 horas diarias (103). Un estudio llevado a cabo en China vuelve a confirmar los resultados obtenidos de las anteriores investigaciones citadas, encontrando una asociación entre síntomas de depresión y ansiedad en adolescentes con un tiempo superior a dos horas de visualización de la pantalla, frente a los que no, encontrando que la observación limitada estaba relacionada con un riesgo menor de autolesión (104).

5.1.3 Otros aspectos de interés

5.1.3.1 Televisión e imagen corporal

Investigaciones llevadas a cabo sobre la imagen corporal, también han mostrado cómo influye el acceso a los medios de comunicación en ésta. En un trabajo en el que se estudiaron tres aldeas, en las que dos disponían de buen acceso a medios de comunicación frente a una tercera que presentaba menor acceso a los mismos, se observó que en las aldeas en las cuales tenían un mayor acceso a la televisión se decantaban por modelos delgados, mientras las aldeas en las cuales los accesos a los medios eran menores presentaban una mayor predilección por imágenes corporales más grandes (109,110). Además, este hecho no solo influía en sus habitantes en la satisfacción del cuerpo y en la autoestima, sino que también influía en el estado nutricional (109,111). Se asoció un mejor estado nutricional en las aldeas con mejor acceso a la televisión (109,111).

5.1.3.2 Televisión y familia

Es de destacar que se ha demostrado la asociación existente entre el tiempo de visualización de la televisión de niños menores de 2 años y el estilo de crianza y tipo de familia (112). Según este estudio un seguimiento desde el nacimiento hasta los 24 meses de edad, apuntando las horas de pantalla, el tipo de familia y el temperamento del bebé, mostró que los niños con padres más autoritarios veían más la televisión que los niños con padres más permisivos, y las familias más activas tenían un tiempo de visualización de la televisión bastante menor que los anteriores grupos (112).


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Por otro lado, se han comparado conductas de salud reproductiva de mujeres con acceso a la televisión frente a las conductas que presentaban las mujeres que no tenían acceso a la televisión, concluyendo que las primeras presentaban unas mejores conductas (37). Así, las mujeres que veían la televisión deseaban familias más pequeñas y estaban mejor informadas sobre las enfermedades de transmisión sexual y tenían más probabilidades de utilizar anticonceptivos, asociando estos efectos al aprendizaje por observación (37). Se puede por lo tanto afirmar que la televisión tiene el potencial de mejorar la prevención y el tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual y el control de natalidad (ETS) (37). En este estudio no se tienen datos sobre contenidos, sólo se analizó la diferencia entre ver o no la televisión.


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6. PLAN DE ACTUACIÓN, DESDE EL PUNTO DE VISTA ENFERMERO, PARA EL CORRECTO USO DE LA TELEVISIÓN (6,8,113-115)

El uso excesivo de la televisión está relacionado con el riesgo de obesidad, alteraciones en el sueño y comportamientos agresivos, entre otros. Por ello, a continuación se enumeran una serie de indicaciones dirigidas a todos los públicos, que pretenden servir de guía para el correcto uso de la televisión. En ningún caso estas recomendaciones pretenden suplir las indicaciones de otros profesionales especializados.

Recomendaciones generales:

1. La televisión debe ser una opción no un hábito.

2. Se deben establecer límites de tiempo dedicados a ver la televisión. Se recomienda un tiempo no superior a 2 horas diarias.

3. Es importante saber cuándo apagar la televisión y que no sea la que imponga los horarios. Una opción es tener un horario preestablecido dedicado a ver la televisión.

4. La relación obesidad-televisión es un hecho científicamente probado, no permita que la televisión promueva en usted hábitos poco saludables, mantenga una dieta equilibrada y haga ejercicio regularmente.

5. Es recomendable apagar la televisión durante las horas dedicadas a comer y estudiar.

6. El abuso de la televisión puede provocar molestias oculares y adicción, por lo que es recomendable limitar su uso.

7. Es conveniente evitar la exposición de dispositivos o pantallas una hora antes de dormir, ya que pueden alterar la calidad del sueño.

8. Se debe reducir el número de aparatos de televisión en los hogares, a mayor cantidad se ha demostrado una menor interacción familiar.

9. Es recomendable crear zonas libres de pantallas.

10. Conviene limitar la visualización de contenidos violentos ya que puede generar o potenciar conductas agresivas.

11. Se debe evitar el zapping. Ver programas de televisión, no televisión. Saber lo que se quiere ver, y no encenderla para ver lo que hay, ya que probablemente se terminará visualizando contenido inadecuado.

12. Es recomendable buscar actividades alternativas a ver la televisión. Salir en bicicleta, cocinar, leer o visitar lugares nuevos puede ser una alternativa mucho más divertida y enriquecedora que ver la televisión.


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13. Comunicar las medidas establecidas a las personas de su entorno y cuidadores. Compartir estas indicaciones y crear una mayor concienciación de sus riesgos llevará a un correcto uso de la misma.

Recomendaciones específicas para niños:

1. No se debe utilizar la televisión como premio o castigo.

2. Es conveniente vigilar y controlar tanto la cantidad como la calidad de alimentos que ingieren los niños mientras visualizan la TV puesto que la televisión altera la sensación de hambre.

3. Que la televisión no altere los horarios de sueño de los niños, retrasando la hora de irse a la cama o facilitando que entren en un estado de duermevela mientras se visualiza, alterando su descanso.

4. Se aconseja mantener a los niños y bebés alejados de la televisión.

5. No se debe dejar la televisión como sonido de fondo. Solamente el tener la TV encendida aunque nadie la vea es suficiente para retrasar el desarrollo del lenguaje en los niños.

6. Es recomendable eliminar el contenido digital violento en menores de 6 años. Los niños tan pequeños no tienen la capacidad de distinguir entre la fantasía y la realidad. La violencia en los dibujos animados puede alterar la forma de ver el mundo. Es necesario saber elegir cuales son los idóneos

7. La televisión no debe emplearse como si fuera la niñera para mantener al hijo ocupado.

8. Es necesario para el mejor empleo de los medios de comunicación. Fomentar la educación audiovisual, con la ayuda y el apoyo de la escuela promover la visualización de materiales didácticos, que ayuden al aprendizaje del niño.

9. No se debe dar por sentado que todos los programas infantiles son adecuados. Revisar que el contenido mediático es seguro y adecuado para la edad de sus hijos. Como por ejemplo en: https://www.commonsensemedia.org/

10. Es conveniente conocer las diferentes clasificaciones de las películas y que los niños visualicen las adecuadas a su edad.


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7. CONCLUSIONES

La televisión está en prácticamente todos los hogares de ahí que sea importante conocer qué efectos puede tener sobre la salud humana.

En este trabajo se han analizado varios aspectos relacionados con la salud en los que la televisión ha demostrado tener efecto. Los dos aspectos más destacados, debido a la gran cantidad de estudios al respecto, han sido la obesidad y la agresividad.

Se han encontrado evidencias científicas de la relación existente entre el uso de televisión y la obesidad, no sólo por tratarse de una actividad sedentaria, sino por el papel que juega la publicidad televisiva en el fomento del consumo de “comida basura”.

Se ha observado que la programación televisiva está repleta de contenidos violentos que pueden influir en el desarrollo de conductas agresivas.

En este trabajo también se muestra cómo influye la televisión en otros aspectos relacionados con la salud.

- Las molestias oculares son percibidas por multitud de espectadores tras un exceso de horas visualizando la televisión.

- Se ha observado una relación entre el tiempo y el contenido televisivo y alteraciones del sueño, demostrando una relación entre ver la televisión y la disminución tanto de la cantidad como de la calidad del sueño.

- Se ha visto que los contenidos emitidos en la televisión pueden influir y fomentar el consumo de drogas.

- Se puede observar que la adicción a la televisión existe.

- La televisión también afecta en el estado emocional, pudiendo ser un factor influyente de la ansiedad o la depresión.

- Algunos estudios demuestran cómo la televisión puede suponer un apoyo en el aprendizaje de los niños y puede ayudar a asentar conocimientos previamente aprendidos, en cambio en niños con TDAH la televisión puede no ser recomendable.

- Existen otros aspectos en los que influye la televisión como son la percepción de la imagen corporal, el estilo de la crianza o la natalidad.

Por todo ello, se hace necesario educar en el correcto uso de los medios de comunicación, ya que saber elegir el contenido apropiado y sobre todo para los niños no es tarea fácil, y conlleva investigación y práctica. Asimismo, resulta esencial orientar a los padres a sustituir el tiempo que pasan los niños viendo la televisión y destinarlo a otras actividades que puedan ser más beneficiosas para ellos. Dedicar


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tiempo a los niños hará que sean ellos los que dejen la pantalla. Sería interesante que desde la escuela se enseñara a utilizar la televisión.

Se puede decir que la televisión afecta a la salud cuando se hace un uso inadecuado de la misma, pero resulta indispensable una mayor investigación sobre el tema. Aunque se han encontrado multitud de estudios sobre la relación negativa entre la televisión y la obesidad o la agresividad, el resto de aspectos comentados en este trabajo no presentaban apenas investigaciones, lo que deja ver un gran campo sobre el que trabajar. Además, y debido a las limitaciones de este trabajo, se necesitan más estudios para lograr un mayor conocimiento del tema.


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8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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9. ANEXO A continuación se adjunta un tríptico realizado con el plan de actuación, desde el punto de vista enfermero, para el correcto uso de la televisión.


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Efectos de la televisión en la salud · visualiza la televisión, mientras que en Extremadura el...

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