El Arbitraje Potestativo

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El arbitraje potestativo En agosto del año pasado, el Tribunal Constitucional expidió una sentencia por la cual declaró inaplicable la segunda oración del primer párrafo del artículo 45 de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo que dispone que “a falta de acuerdo [sobre el nivel de la negociación colectiva cuando no existe una precedente] la negociación se llevará a nivel de empresa”. La sentencia referida fue expedida en un proceso de amparo iniciado por el Sindicato Único de Trabajadores Marítimos y Portuarios del Puerto del Callao contra diversas asociaciones de empleadores que se negaron a negociar el pliego de reclamos por rama de actividad presentado por dicha organización sindical (Expediente No. 03561-2009-PA/TC). En dicha ocasión, el Tribunal Constitucional precisó que si no existe una negociación previa entre las partes y estas no arriban a un acuerdo sobre el nivel de la negociación colectiva, el nivel de negociación debe determinarse mediante el arbitraje. La razón: resulta inconstitucional que la ley fije imperativamente el nivel de negociación, ya que ello contraviene el derecho de negociación colectiva reconocido en el artículo 28 de la Constitución y los Convenios 98, 151 y 154 de la Organización Internacional del Trabajo. De esta forma, se consagró al arbitraje como el mecanismo para la definición del nivel de la negociación colectiva cuando no hay acuerdo entre las partes. Ello generó interrogantes sobre los fundamentos de la decisión del Tribunal Constitucional y sobre el tipo de arbitraje llamado a resolver la discrepancia sobre el nivel de negociación, ya que el Tribunal Constitucional no fue claro en si el arbitraje era resultado de una violación del deber de negociar de buena fe o si este se derivaba de la inconstitucionalidad de la ley. Pues bien, casi un año después de la sentencia original, el Tribunal Constitucional ha publicado una resolución aclaratoria que precisa la naturaleza del arbitraje por el cual se determina el nivel de negociación colectiva. En esta resolución, el Tribunal Constitucional especifica que tal arbitraje es de carácter potestativo, es decir, que cualquiera de las partes

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El arbitraje potestativo

En agosto del año pasado, el Tribunal Constitucional expidió una sentencia por la cual declaró inaplicable la segunda oración del primer párrafo del artículo 45 de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo que dispone que “a falta de acuerdo [sobre el nivel de la negociación colectiva cuando no existe una precedente] la negociación se llevará a nivel de empresa”. La sentencia referida fue expedida en un proceso de amparo iniciado por el Sindicato Único de Trabajadores Marítimos y Portuarios del Puerto del Callao contra diversas asociaciones de empleadores que se negaron a negociar el pliego de reclamos por rama de actividad presentado por dicha organización sindical (Expediente No. 03561-2009-PA/TC).

En dicha ocasión, el Tribunal Constitucional precisó que si no existe una negociación previa entre las partes y estas no arriban a un acuerdo sobre el nivel de la negociación colectiva, el nivel de negociación debe determinarse mediante el arbitraje. La razón: resulta inconstitucional que la ley fije imperativamente el nivel de negociación, ya que ello contraviene el derecho de negociación colectiva reconocido en el artículo 28 de la Constitución y los Convenios 98, 151 y 154 de la Organización Internacional del Trabajo.

De esta forma, se consagró al arbitraje como el mecanismo para la definición del nivel de la negociación colectiva cuando no hay acuerdo entre las partes. Ello generó interrogantes sobre los fundamentos de la decisión del Tribunal Constitucional y sobre el tipo de arbitraje llamado a resolver la discrepancia sobre el nivel de negociación, ya que el Tribunal Constitucional no fue claro en si el arbitraje era resultado de una violación del deber de negociar de buena fe o si este se derivaba de la inconstitucionalidad de la ley.

Pues bien, casi un año después de la sentencia original, el Tribunal Constitucional ha publicado una resolución aclaratoria que precisa la naturaleza del arbitraje por el cual se determina el nivel de negociación colectiva. En esta resolución, el Tribunal Constitucional especifica que tal arbitraje es de carácter potestativo, es decir, que cualquiera de las partes tiene la capacidad de obligar a la otra a que la discrepancia sobre el nivel de negociación sea resuelta por un árbitro.

A diferencia del arbitraje obligatorio (el cual es impuesto por una tercera voluntad) o del arbitraje voluntario (el cual se establece por acuerdo de las partes), en el arbitraje potestativo no se requiere la aceptación conjunta del empleador y el sindicato para que la discrepancia sea resuelta por un tercero. Cada parte puede decidir, y de ese modo obligar a la otra, que la discrepancia que mantiene con su contraparte sea resuelta por un árbitro.

Sin embargo, lo más importante de la resolución del Tribunal Constitucional radica no tanto en la conclusión sino en el fundamento de la misma.

En efecto, el Tribunal Constitucional ha determinado que el arbitraje para definir el nivel de la negociación colectiva es potestativo debido a “una integración razonable (…) a través de la aplicación del artículo 61 del Decreto Supremo No. 010-2003-TR”, norma que prevé el arbitraje en la negociación colectiva (ante la falta de un acuerdo en negociación directa o en conciliación).

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En otras palabras, el Tribunal Constitucional ha precisado también que el arbitraje al que se refiere la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo durante el desarrollo de la negociación colectiva es de carácter potestativo, y que si el empleador y la organización sindical no arriban a un acuerdo sobre el pliego, cualquiera de las partes puede obligar a la otra a que un árbitro dirima la discrepancia.

Así, basta que la organización sindical plantee un arbitraje para que el empleador deba someterse al mismo. De lo contrario, señala el Tribunal, “el empleador tendría plena capacidad, con su negativa, de frustrar esta vía heterocompositiva de solución [el arbitraje], obligando a los trabajadores a acudir a la huelga”.

Si bien el Tribunal Constitucional señala que el carácter potestativo del arbitraje en materia laboral se desprende del deber del Estado de promover “formas de solución pacífica de los conflictos laborales” y que “el derecho a la huelga debe ser reconocido (…) pero no promovido o fomentado”, llama la atención que su decisión puede desincentivar el trato directo entre empleador y sindicato, al tener cualquiera de las partes la potestad de obligar a la otra a someterse a un arbitraje. Así, que un árbitro pueda definir el pliego de reclamos por la sola solicitud del sindicato, conduce a que sindicatos con reducido poder de negociación tengan un incentivo para romper el trato directo con el empleador.

En conclusión, la resolución aclaratoria del Tribunal Constitucional no solo ha precisado que el arbitraje para determinar el nivel de la negociación es de carácter potestativo, sino que además ha precisado que ese es el carácter del arbitraje de la propia negociación colectiva cuando las partes no arriban a un acuerdo sobre el pliego en trato directo.

Arbitraje potestativo: ¿Arma peligrosa o posibilidad de diálogo?

En setiembre del año pasado se modificó la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, incluyendo la figura del arbitraje potestativo. Hasta entonces, si una empresa no llegaba a un acuerdo con su sindicato, nadie podía dar solución a éste. Hoy, si no se llega a un acuerdo entre las partes, el sindicato puede llevar a la empresa a arbitraje.

El arbitraje potestativo como medio de solución de las negociaciones colectivas está

por cumplir un año en nuestro país. Desde su puesta en vigencia, y aunque puede ser

invocado por cualquiera de las partes, viene siendo utilizado sobre todo por los

sindicatos como herramienta para lograr un resultado favorable.

Creemos que la novedad que significa este tipo de arbitraje en nuestro país produce

ciertas interrogantes que intentaremos resolver en el presente artículo. La primera de

ellas vendría a ser: ¿cómo funciona el arbitraje potestativo?

Cuando se apela a esta figura, se busca que el conflicto entre el sindicato y la

empresa sea resuelto por un tercero. Este vendría a ser el tribunal arbitral, el cual está

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conformado por dos árbitros, ambos pertenecientes a cada una de las partes de la

negociación, y el presidente del tribunal. En el caso de que las partes no nombren a

sus respectivos árbitros, el Ministerio de Trabajo lo hace en su lugar, el cual también

tiene la facultad de elegir al presidente del tribunal si es que las dos partes no se

ponen de acuerdo en su nombramiento. Pero, ¿en qué casos se puede solicitar ir a un

arbitraje bajo esta modalidad?

El primero de los supuestos es cuando las partes no se ponen de acuerdo en la

primera negociación, en su nivel o contenido y, en segundo lugar, cuando se advierten

actos de mala fe que tengan por efecto dilatar, entorpecer o evitar el acuerdo.

Esta figura de la "mala fe" resulta bastante interesante ya que introduce cambios

importantes en la legislación laboral. En el pasado, si una empresa incurría en este

tipo de actos, lo único que le podía ocurrir era hacerse acreedora a una multa. Hoy es

probable que sea obligada a ir arbitraje por la otra parte, en este caso, el sindicato.

Surge en el acto la pregunta: ¿qué actos podrían ser considerados como "mala fe"?

Existen una serie de ejemplos, entre ellos el hecho de impedir que el asesor del

sindicato ingrese en las negociaciones, el no cumplir con los plazos establecidos, si

durante la negociación ocurre un traslado de los dirigentes, o si se ha solicitado

información económica de la empresa y ésta no accede a facilitarla.

Como conclusión diremos que el arbitraje potestativo ha cambiado las reglas de las

negociaciones colectivas en el Perú. Es una figura nueva en las relaciones laborales y

se ha convertido en un elemento nuevo que tienen los sindicatos a su favor.

Esta situación debiera obligar a las empresas a

cambiar ciertas actitudes que han tenido en el pasado. El hecho de negociar en casa

respetando las reglas de juego y cumpliendo los acuerdos, sin necesidad de ir a

arbitraje, y mucho menos a juicio, se hace de necesidad perentoria. Esto no solo le

exige a la empresa mejorar en el diálogo sino también lograr una sensibilización del

tema laboral al interior de la misma. A su vez, creemos que sería interesante que éstas

implementen un sistema de solución de conflictos interno que juegue una labor de

prevención.

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De no ser así, las empresas seguirán perdiendo frente a los sindicatos cuando estos

decidan llevarlas a arbitraje. La estadística nos muestra que de 39 casos, solo en uno

se desestimó este recurso, mientras que en los 38 restantes se tuvo que buscar

solución por esta vía, en la cual, como ya hemos dicho, los sindicatos llevan las de

ganar.

EL ARBITRAJE POTESTATIVO

ANTECEDENTES

El arbitraje potestativo nace con la Sentencia del Tribunal Constitucional emitida en el

EXP. N° 03561–2009–PA/TC (agosto 2009), en razón a la demanda de amparo

seguida contra la Asociación Peruana de Operadores Portuarios (ASPPOR), la

Asociación Peruana de Agentes Marítimos (APAM) y la Asociación Marítima del Perú

(ASMARPE), por su negación al cumplimiento del Decreto N.° 447, que dispuso la

continuación del procedimiento de negociación colectiva en la etapa de trato directo y

por la negación a participar en las reuniones de trato directo, y las tres sesiones de

conciliación.

¿Cuál fue la razón de actuar de las emplazadas? Su razón fue que el Sindicato no

tenía derecho a negociar colectivamente, sino a nivel de empresa conforme lo

establece el artículo 45 del TUO de la LRCT (DS 010-2003-TR)

El Tribunal Constitucional en la sentencia antes referida, resolvió declarando

inaplicable a las partes la segunda oración del primer párrafo del artículo en mención,

el cual dispone lo siguiente: “A falta de acuerdo, la negociación se llevará a nivel de

empresa”, precisando que el nivel de empresa se determinará mediante arbitraje, sin

que exista declaración de huelga, al considerar que se ha lesionado el derecho de

negociación colectiva en el sentido que ninguna ley puede fijar imperativamente el

nivel de la negociación, además el TC concluye que las emplazadas abusaron de su

libertad para negociar, pues, actuando de mala fe, han asistiendo injustificadamente a

las reuniones convocadas.

Mediante aclaratoria de dicha Sentencia, se señaló que conviene aclarar la naturaleza

de este arbitraje, que refiere, nace del vació de la inconstitucionalidad advertida a

través de la aplicación del artículo 61 del DS 010-2003-TR.

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Ahora bien, la legislación ha contemplado tres clases de arbitraje: el voluntario, el

obligatorio y el potestativo; concluyendo dicha sentencia en que el arbitraje establecido

en este artículo resulta ser el “potestativo”, pues las formas de solución pacífica de

conflictos deben ser promovidas y fomentadas por el Estado. Y así evitar que el

empleador con su negativa obligue a los trabajadores a acudir a la huelga pero

haciendo un contraste de este artículo con el artículo 63 de la norma citada.

DECRETO SUPREMO N° 014 -2011- TR

Mediante DS N° 014-2011-TR (17/09/2011) se modifica el Reglamento de la Ley de

Relaciones Colectivas de Trabajo, aprobado por DS N° 011-92-TR agregando el

artículo 61-A, y en base a los fundamentos de la sentencia citada procede a establecer

dos supuestos para que las partes tengan la facultad de interponer el arbitraje

potestativo:

a) Cuando las partes no se ponen de acuerdo en la primera negociación, en el nivel

o su contenido, y;

b) Cuando durante la negociación del pliego se adviertan actos de mala fe que

tengan por efecto dilatar, entorpecer o evitar el logro de un acuerdo.

Asimismo, mediante este decreto se crea el Registro Nacional de Árbitros de

Negociaciones Colectivas, en el que se señala que estará integrado por profesionales

de reconocida trayectoria.

RESOLUCIÓN MINISTERIAL 284-2011-TR,

Mediante esta resolución se procede a señalar cuáles son los actos de mala fe. Entre

ellos tenemos los siguientes:

• Negarse a recibir el pliego;

• Negarse a proporcionar o entregar información económica, financiera o social

de la empresa;

• Negarse a recibir a los representantes de los trabajadores ;

• Negarse a negociar en los plazos y oportunidades establecidas en la Ley;

• Ejercer fuerza física en las cosas, o en las personas;

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• Actos de hostilidad;

• Práctica arbitraria o abusiva para dificultar, dilatar, entorpecer o hacer imposible

la negociación colectiva;

• Ejecutar actos de injerencia sindical.

ES CONSTITUCIONAL O INCONSTITUCIONAL El DS N° 014 -2011- TR?

Como se ha señalado anteriormente, la Sentencia 03561–2009–PA/TC resolvió el

nivel de negociación, inaplicando la segunda parte del primer párrafo del artículo 45

del DS 010-2003-TR.

Sin embargo su “Aclaratoria” va más allá, puesto que no sólo precisa que el arbitraje

para determinar el nivel de la negociación es de carácter potestativo, sino que es ése

el carácter del arbitraje de la propia negociación colectiva cuando las partes no arriban

a un acuerdo sobre el pliego en trato directo, al precisar que el arbitraje a través del

cual se debe de fijar el nivel de la negociación, ante la falta de acuerdo, es el arbitraje

potestativo regulado en el artículo 61 de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo.

ARTÍCULOS PERTINENTES SOBRE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA Y EL

ARBITRAJE

• DS N° 010-2003-TR, Texto Único Ordenado de la Ley de Relaciones Colectivas

de Trabajo:

“Artículo 61: Si no se hubiese llegado a un acuerdo en negociación directa o en

conciliación, de haberla solicitado los trabajadores, podrán las partes someter el

diferendo a arbitraje.”

“El artículo 63: Durante el desarrollo de la huelga los trabajadores podrán, asimismo,

proponer el sometimiento del diferendo a arbitraje, en cuyo caso se requerirá de la

aceptación del empleador.”

• Reglamento (Decreto Supremo N° 011-92-TR):

“Artículo 46: Al término de la negociación directa, o de la conciliación, de ser el caso,

según el Artículo 61 de la Ley, cualquiera de las partes podrá someter la decisión del

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diferendo a arbitraje, salvo que los trabajadores opten por ejercer alternativamente el

derecho de huelga, de conformidad con el Artículo 62 de la Ley.”

“Artículo 47°: En el caso contemplado por el artículo 63 de la Ley, los trabajadores o

sus representantes podrán proponer por escrito al empleador el sometimiento del

diferendo a arbitraje, requiriéndose la aceptación escrita de éste.”

OPINIONES SOBRE LA NATURALEZA DEL ARBITRAJE:

• El Convenio 98 de la OIT (artículo 4) le asigna al arbitraje un carácter voluntario.

• Mario Pasco Cosmopolis, defensor del arbitraje en la negociación colectiva

propicia al arbitraje voluntario en cualquiera de sus formas posibles, en lugar de la

resolución político-administrativa Obligatoria, empero, el arbitraje regulado en el TUO

de la LRCT no es obligatorio ni voluntario, sino potestativo.

• Fernando Elías Mantero señala «que el arbitraje, como regla general, es un acto

que requiere la voluntad de las partes, lo que a su vez significa que, solamente se

puede llevar a cabo si ambas partes lo acuerdan.»

• Juan Carlos Cortés Carcelén nos dice que el término «podrán las partes»,

puede significar tres posibilidades, ambas podrán hacerlo de manera conjunta, o cada

parte tiene la posibilidad de acudir al arbitraje en las condiciones que señala la ley.

• Carlos Blancas Bustamante sostiene que el artículo 61 debe interpretarse en

relación sistemática con los demás artículos de la ley, lo que permite concluir que en

caso que no se opte por la huelga, la aceptación del empleador no es requerida.

EL ARBITRAJE EN NUESTRA CONSTITUCIÓN POLÍTICA

Debe tenerse presente que la constitución en su artículo 28 señala lo siguiente:

• El Estado “reconoce” y “garantiza” la libertad sindical.

• El Estado “reconoce” y “fomenta” la negociación colectiva y “promueve” formas

de solución pacífica de los conflictos laborales.

• El Estado “reconoce” y “regula” el derecho de huelga.

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Entonces, el Estado reconoce la huelga pero no la promueve a diferencia del las

soluciones pacíficas de conflictos laborales. Aquí lo que se busca es que no se llegue

a la medida de fuerza de la huelga, porque el interés del Estado es fomentar la paz

social.

Asimismo, el Tribunal Constitucional en la STC 03561-2009-AA/TC interpreta al

artículo 61 del TUO de la LRCT a favor del arbitraje potestativo en la negociación

colectiva. Sin embargo, el DS 014-2011-TR le da esa calidad sólo a los dos casos

antes señalados en dicha norma.

RESPECTO A LA JERARQUÍA NORMATIVA

Mediante acción popular de fecha 13 de marzo de 2012, seguida por la Asociación

Nacional de Industrias, se está solicitando la nulidad del DS N° 014-2011-TR por ser

inconstitucional, la misma que se está tramitándose ante la 1ra Sala Laboral:

En esta demanda se plantea como fundamentos de derecho, entre otros, los

siguientes:

La jerarquía normativa: Los reglamentos son disposiciones de carácter general

emanadas por Órganos vinculados con la administración del Estado, correspondientes

a la tercera categoría de las fuentes normativas.

Concluye que el reglamento de la LRCT es un reglamento ejecutivo, y el DS 014-2011-

TR al incorporar en aquel al arbitraje potestativo rompe ese carácter, pues no se está

desarrollando o detallando la Ley si no se está incorporando un supuesto no regulado

en ella, que incluso, sostiene, es contrario a la misma.

Sostiene que el fundamento del arbitraje reposa en la voluntad de las partes, las

cuales renuncian a la tutela del Estado y se someten a este mecanismo privado. lo

cual además está reconocido por el propio TC (STC 142-2011-PA/TC).

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El comité de Libertad Sindical no considera como válida la admisión de un arbitraje no

voluntario como el potestativo para supuestos sobre nivel de negociación, contenido

de la negociación, ni en supuestos en que se discute la buena o mala fe de las partes.

Así las disposiciones que establecen que a falta de acuerdo entre las partes los puntos

en litigio de la negociación colectiva serán decididos por arbitraje no están en

conformidad con el principio de negociación voluntaria contenida en el art. 4 del

Convenio 98.

La sentencia y resolución del TC que amparan al arbitraje potestativo, han sido

emitidas para un caso en concreto, es decir para determinar el nivel de negociación en

un tema portuario, no expulsando al artículo 45 del TUO de la LRCT del ordenamiento,

por lo que este artículo es plenamente aplicable para otros casos.

La expulsión de un norma no se da a través de un proceso de amparo sino a través de

un proceso de inconstitucionalidad, acción popular o derogatoria.

El DS 014-2011-TR no puede sustentarse en la STC 03561-11-PA/TC pues ésta sólo

señala que se puede ir a arbitraje tras la inaplicación del artículo 45 del TUO de la

LRCT mientras que el decreto supremo habla de la primera negociación y la mala fe.

Además que no es un caso de precedente vinculante ni de doctrina jurisprudencial.

El artículo 61 del TUO de la LRCT supone el arbitraje cuando no se ha llegado a un

acuerdo en negociación directa o conciliación, sin referir que es obligatorio o

potestativo. La voluntariedad del arbitraje se refuerza con el artículo 49 del TUO de la

LRCT (reglamento) pues para someterse a arbitraje, ambas partes deben suscribir un

“acta de compromiso”.

De regular el artículo 61 del TUO de la LRCT al arbitraje potestativo, no habría

necesidad de incluirse éste a través de el artículo 61-A en el Reglamento del TUO de

la LRCT . Lo que hace el artículo 61-A es regular una supuesto distinto de arbitraje al

regulado en la Ley.

CONCLUSIÓN:

• En mi opinión, existe una vulneración al principio constitucional de jerarquía

normativa. Pues este decreto supremo excede el marco normativo establecido en la

Ley pues el regular un supuesto adicional de solución de diferendos no puede ser

efectuado a través de un reglamento, ya que todo reglamento ejecutivo está

subordinado a su ley. El artículo 61-A del DS N° 011-92-TR no desarrolla el TUO de la

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LRCT sino que lo está modificando, creando dos supuestos a ser vistos por un

arbitraje potestativo que antes no estaban regulados, menos aún en la LRCT.

• Esta situación además para la opinión de algunos y la propia, atenta contra la

seguridad jurídica de los trabajadores y las empresas, pues esta deficiencia podrá

provocar que los laudos que se emitan en el marco de este decreto y los

procedimientos que en él se establecen (Registro) podrían ser posteriormente

cuestionados y dejados sin efecto. Y en vez de facilitarse la negociación, podría

terminar por dilatarla y hacerla por el contrario, inviable, más aún si se está en trámite

la acción popular antes descrita, me pregunto entonces ¿Qué pasaría con los laudos

arbitrales resueltos bajo esta norma, de declararse inconstitucional? naturalmente que

quienes se sientan afectados con ella solicitaran su nulidad, y de proceder esta ¿qué

pasará con los que por el contrario han sido favorecidos con dichos laudos?.

TRIBUNAL CONSTITUCIONAL: EL

ARBITRAJE LABORAL ES OBLIGATORIO

(Miranda & Amado Abogados). El Tribunal Constitucional (TC) acaba de emitir una sentencia que cambia la interpretación mayoritaria en materia de negociaciones colectivas: pasamos de un arbitraje voluntario a uno potestativo (basta que una de las partes lo solicite para acudir a un arbitraje).

Hasta la fecha, salvo supuestos específicos (arbitrajes potestativos), se requería de la aceptación de las dos partes para acudir a un arbitraje laboral que solucione un pliego de reclamos; ahora, con el criterio  del TC (plasmado en la sentencia recaída en el Exp. No. 02566-2012-PA-TC), los arbitrajes son vinculantes y cualquiera de las partes puede acudir a un arbitraje (obligando a la otra) para solucionar una negociación colectiva. Así, el TC menciona que la correcta interpretación de la norma que indica que, ?si no se hubiese llegado a un acuerdo en negociación colectiva o en conciliación, de haberla solicitado los trabajadores, podrán las partes someter el diferendo a arbitraje? (artículo 61 del Decreto Supremo No. 010-2003-TR), es que el sindicato o la empresa pueden optar por acudir a un arbitraje vinculando a la otra parte.  Es decir, no se trata de un arbitraje potestativo que requiere de la voluntad de las dos partes sino que basta que una de ellas opte ir por el arbitraje para que el conflicto colectivo se resuelva por un tribunal arbitral. Seguidamente presentamos un cuadro que resume el tratamiento del arbitraje que se venía manejando y cómo se cambia ahora con el criterio del TC. 

Supuestos Hoy Nuevo criterio (TC)

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Primera negociación colectiva Potestativo PotestativoDefinición del nivel de negociación colectiva

Potestativo Potestativo

Actos de mala fe negocial Potestativo PotestativoTodos los demás casos (la mayoría) Voluntario PotestativoPedido arbitral luego de una huelga Voluntario Voluntario

Gaceta jurídica.

Modifican Reglamento de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo: precisan procedencia del arbitraje potestativo (17/09/2011)

Las partes tienen la facultad de interponer el arbitraje potestativo de no llegarse a un acuerdo en la primera negociación, en el nivel o su contenido, o en caso de advertirse actos de mala fe durante las negociaciones colectivas que eviten alcanzar un acuerdo. Para ello no será necesaria la previa suscripción de un compromiso arbitral y el arbitraje potestativo no podrá utilizarse en desmedro del derecho de huelga.

Así lo ha dispuesto el Decreto Supremo Nº 014-2011-TR, publicado el sábado 17 de setiembre del 2011, que ha incorporado el art. 61-A al Reglamento de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, Decreto Supremo Nº 011-92-TR (14/10/1992).

Es conveniente recordar que el artículo 61 del TUO de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, aprobado por el Decreto Supremo Nº 010-2003-TR (05/10/2003), dispone que si no se hubiese llegado a un acuerdo en negociación directa o en conciliación, de haberla solicitado los trabajadores, podrán las partes someter el diferendo a arbitraje.

Además mediante sentencia del 17/08/2009 y resolución del 10/06/2010, recaídas en el Expediente Nº 03561-2009-PA/TC, el TC ha interpretado que rige el arbitraje potestativo cuando se trate de determinar el nivel de la negociación o resolver situaciones de manifiesta mala fe negocial que entorpecen, dilatan o tienen por objeto evitar la solución del conflicto.

Es por todo ello que se ha expedido el decreto bajo comentario, con el fin de precisar el alcance del arbitraje potestativo y de otorgarle reglas procedimentales. En consecuencia se ha incorporado el artículo 61-A al Reglamento de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, disponiendo que las partes tienen la facultad de interponer el arbitraje potestativo en los siguientes supuestos:

a) Las partes no se ponen de acuerdo en la primera negociación, en el nivel o su contenido; y,

b) Cuando durante la negociación del pliego se adviertan actos de mala fe que tengan por efecto dilatar, entorpecer o evitar el logro de un acuerdo.

Además, el mencionado artículo 61-A precisa que el arbitraje potestativo no requiere de la suscripción de un compromiso arbitral y que no puede ser utilizado en desmedro del derecho de huelga. Asimismo se establecen reglas especiales a este procedimiento como la designación de árbitros por parte de la autoridad administrativa

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de trabajo ante la omisión de ello por una de las partes, y la sustitución por la referida autoridad de un árbitro ante su renuncia o inasistencia, entre otras.

Precisa el artículo 61-A que son aplicables a este procedimiento las reglas establecidas para el procedimiento arbitral en el Reglamento de de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, salvo la regla de integralidad cuando solo exista una propuesta final presentada, pudiendo el tribunal arbitral establecer una solución final distinta.

Por otro lado, este decreto crea también el Registro Nacional de Árbitros de Negociaciones Colectivas que estará a cargo de la Dirección General de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, estableciendo que para actuar como árbitro en negociaciones colectivas de trabajo debe contarse con registro hábil.

Finalmente, se aclara que la referencia al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, prevista en el artículo 68 del TÚO de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, debe interpretarse como competencia de las direcciones regionales de trabajo y promoción del empleo, con la excepción transitoria de la jurisdicción de Lima Metropolitana. No obstante, cuando los supuestos regulados en dicho artículo tengan un efecto o dimensión supraregional o nacional, la competencia resolutiva recaerá en la Dirección General de Trabajo del ministerio aludido. Se estable también que las resoluciones administrativas, de primera y segunda instancia, que se expiden al amparo del artículo 68 del TUO de la citada ley tienen la naturaleza de laudo arbitral, siéndoles aplicables los artículos 65 y 66 de aquel.

Es pertinente señalar que, en caso sea necesario, hasta que se culmine la implementación del Registro Nacional de Árbitros en Negociaciones Colectivas, la Dirección General de Trabajo será competente para designar directamente al árbitro o árbitros de las negociaciones colectivas en trámite.