El arte contemporáneo frente

a la ciencia moderna

• Nereida y Cordiox• Farmacia• Cómo explicar los cuadros a una liebre muerta

Marilú Franco

Más que un Arte que pretende solucionar problemas mediante una apropiación de técnicas de investigación científica, el Arte de Ariel Gutzik es una búsqueda de comunicación con la naturaleza y con el hombre mismo, a través de los sonidos que los sentidos no pueden percibir. Se le considera un inventor de máquinas lúdicas y subjetivas que invitan a la fantasía y al ensueño produciendo un sonido entre lo musical y lo lingüístico; al mismo tiempo que se apoyan en la física clásica sin necesidad de amplificadores ni apps. Sus investigaciones datan de más de 30 años, en un proceso que aun continúa.

Cordiox (2013) Pieza sonora que percibe y emite, en contacto

con el fenómeno electromagnético. Es un instrumento monumental de cuerdas formado por

4 elementos principales: Cilindro hueco de cuarzo puro fundido, conjunto de cuerdas dividido en 3 arpas, puentes de madera

articulado para unir el cilindro y las cuerdas, y una estructura de acero que contiene lo anterior.

Nereida (2007)

Máquina capaz de transformar en música vibraciones imperceptibles para el oído, como las ondas cerebrales, la luz

del sol y el crecimiento de las plantas. Fue sumergido en el Mar de Cortés: Nereida, un inédito sensor y generador de

resonancias que busca comunicarse con ballenas y delfines libres en su propio lenguaje. Las vibraciones de los cetáceos

contienen intenciones, señales, información espacial, sensaciones y un conjunto mucho mayor de impulsos en los

linderos de “lo impronunciable”.

Los gabinetes se han expandido hasta cubrir los muros con hileras de medicinas empacadas detrás del vidrio. En un mostrador el artista colocó 4 botellas de botica llenas con líquidos de colores formando una hilera, los cuales representan a los 4 elementos: la tierra, el fuego, el aire y el agua. Su forma tradicional nos recuerda prácticas más antiguas de tratar y curar el cuerpo. Completan la escena el mostrador, 3 escritorios, y 3 sillas. Hay 4 tazones con panales en 4 taburetes dispuestos alrededor de un electrocutador de insectos que cuelga del techo. «Yo siempre he visto a los gabinetes de medicina como cuerpos, pero también como paisajes de la ciudad y la civilización con una cierta jerarquía al interior de ellos. Son también como un museo contemporáneo de la edad media. En 100 años estos se verán como una vieja botica un museo de algo que existe en nuestros días» (Hirst).

Farmacia (1992)

Es un arte que en ciertos aspectos ironiza y parodia el quehacer científico, al decir que tanto los medicamentos como la medicina son medios para alterar la percepción y proveer una cura breve, inefectivos frente al rostro de la muerte. Los paneles de abejas son una trampa para atraer moscas hacia su destino inminente (¿acaso habla de los humanos?). Para Hirst la medicina como el arte, proveen un sistema de creencias que es al mismo tiempo seductor e ilusorio y del que muchas veces la misma gente jamás cuestiona sobre el uno o el otro.

El 11 de noviembre de 1965 Joseph Beuys paseaba por el interior de una Galería de Arte en Düsseldorf vestido con un traje de fieltro y la cara untada con miel y polvo de oro (materiales que era común usara para sus obras, materiales que tenían un significado especial para él en los acontecimientos crudos y dolorosos de su vida y de otros en época de guerra) y llevando en sus brazos una liebre muerta.

Con un pie envuelto también en fieltro y una chapa de cobre atada a su tobillo, acariciaba las patas de la liebre mientras le susurraba al oído la explicación a los cuadros. El arte de Beuys no representa, es un arte que presenta (verdad y pureza).

«Todos esos que miran desde fuera cómo paseo mi cojera por entre los cuadros mientras te abrazo piensan que soy yo el que te está explicando las obras de arte. Lo que no saben es que lo que te pido es que me las expliques tú a mí. O al menos esperaba que me las explicaras antes de morir. Ahora ya sé que es imposible» (palabras de Beuys a la liebre)

Arte que invita al asombro, la contemplación y a la reflexión en torno al conocimiento humano.

Nos invita a dejar de ver los cuadros, para ver la vida, el susurro, la naturaleza, la vida la muerte. Es un llamado a ampliar el concepto de arte.

La liebre representa, lo bello, lo libre, lo no corrupto por el ser humano, lo no domesticado. El abrazo de Beuys a la liebre es una acto desesperado por

mantenerse aferrado a la vida, así como al cordón umbilical antes del nacimiento.

Cómo explicar los cuadros a una liebre muerta (1965)