El Basural en que se transforma la Feria de Antonio Varas en San Bernardo.

Si bien son muy necesarias para la economía de las familias, los feriantes olvidan dejar un poco más limpias las calles o sus puestos, que son su lugar de trabajo.

El dueño del Bar Sureño está harto de perder clientes debido a la basura que dejan los feriantes.

La feriante Angélica de Maipú, sólo recoge sus cebollas dejando las cascaras en el piso.

Basureros vacíos , calles con basura y feriantes preocupados de llevarse sus productos.

No se saca nada con tener la basura en bolsas, si se tira al suelo y los perros las rasgan. Lo único que logra, es que se dispersen los desperdicios.

Esta maleta en vez de basura, podría ser el equipaje para que los feriantes tomen un viaje a un sueño de un mundo sin contaminación.

¡Lleve las papas! ¡Lleve las papas! ¡Lleve las papas!

Los propios vecinos tienen que barrer y quitar la basura de las calles.

Pero también aparecen los camiones de basura y así queda el sector luego de su paso.

Lo único que se puede encontrar es ropa , pero lo importante de esta foto es el agua que arrojan a las calles para despejar el olor a pescado. Sin embargo, éste recién desaparece dos días después.

Parece que no es suficiente el paso del camión de la basura.

Finalmente, los feriantes nos dan beneficios, pero también nos perjudican botando y dejando la basura en sus puestos. De la tierra y el mar sacan sus productos y para seguir vendiéndolos tienen que cuidar el planeta partiendo con limpiar su lugar de trabajo.

• Universidad Alberto Hurtado• Periodismo• Comunicación Multimedia• Martín Vásquez Alarcón