El Boicot Del Conocimiento

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UNIVERSIDAD DEL CINE Pensamiento Contemporaneo “El boicot del conocimiento” Lucia Osorio M1 2015 Prof. G. Varela Prof. D. Garrido

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Hipotesis sobre la funcion del arte

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  • UNIVERSIDAD DEL CINE

    Pensamiento Contemporaneo

    El boicot del conocimiento

    Lucia Osorio

    M1

    2015

    Prof. G. Varela

    Prof. D. Garrido

  • El nacimiento de cualquier animal trae consigo el imperioso instante en el que la

    cra deposita sus patas vacilantes sobre la superficie en donde le tocara dar sus

    inaugurales pasos inocentes frente a la madre que le proveer alimento y proteccin

    durante un perodo finito. Pero qu sucede con ese pequeo ser que comienza a habitar

    el planeta? Acaso no le produce una angustia pavorosa notar que habita un mundo

    gigantesco? Qu le ocurre cuando mira el cielo? Cmo es que aprende tan rpido a

    escapar de sus depredadores, pero no le produce una curiosidad enorme el ascenso

    silencioso de un trozo blanco y redondo suspendido en el abismo negro de la noche?

    La luna se desat anoche, y se desliz y cay fuera del sistema: es una prdida muy importante. Me rompe el corazn pensar en ella. No hay ninguna otra cosa entre

    los ornamentos y la decoracin que se le compare en belleza y terminacin. Debera

    haber estado mejor amarrada. Si slo pudisemos recuperarla de nuevo... 1

    Estos pensamientos que Mark Twain pone en boca de Eva, son los que imagin

    l como poeta, seran los de cualquier ser humano adulto que, despojado de todo

    conocimiento actual, pero an con el raciocinio y el lenguaje, observara el mundo

    natural en el que habita. Varan las hiptesis, las conclusiones, los mtodos de

    comprensin con respecto a la forma de ver el mundo que tendra cualquier hombre o

    mujer modernos, a las que da Eva, como smbolo de la primera mujer habitante del

    planeta tierra; pero la necesidad de dar una explicacin a este mundo no se perturba.

    Incluso cuando las conjeturas no coinciden con los hechos que observa, hay una

    explicacin:

    Devolvieron la luna anoche; me puse tan feliz! Creo que es muy honesto de parte de ellos. Volvi a deslizarse y a caerse, pero no me angusti, no hace falta

    preocuparse cuando se tiene esa clase de vecinos; ellos la devolvern. 2

    La observacin del mundo y la ambicin de explicarlo son caractersticas

    inherentes al humano. Frente a la repeticin de una situacin determinada no puede

    evitar sacar conclusiones, que terminan por dar una teora cuya abstraccin permite que

    cualquier repeticin futura de tal evento pueda ser comprendida, ms all de sus

    ligeras variaciones. Las palabras de Eva son ilustrativas de esta situacin: Volvi a

    deslizarse y a caerse, pero no me angusti. Ante lo ajeno y misterioso el ser humano se

    1 2 Fragmento de El diario de Adn y Eva, Mark Twain El Diario de Eva, Sbado - Domingo

  • angustia. Y ante la angustia, uno de sus mayores enemigos depredadores, su defensa

    ms poderosa es la creatividad. El hombre es dbil. Fsicamente no posee la ventaja de

    ningn otro animal. Nace indefenso, y hasta avanzada edad no puede satisfacer sus

    propias necesidades en soledad. Los minutos que le puede llevar a una cra animal

    pararse y caminar, a un nio le lleva meses. Sin embargo, esa pequea masa de carne y

    huesos minscula e indefensa, tiene una herramienta que el animal no posee (o ms

    bien, ignoramos que la tenga, pero s podemos estar seguros de que nosotros como

    personas la tenemos), y que poco a poco desarrolla. Empieza articulando pequeas

    slabas que ms tarde se convertirn en frases y oraciones de alta complejidad

    lingstica, en sumas, restas, multiplicaciones, operaciones matemticas complejsimas,

    debates estadsticos sobre economa y fenmenos sociales, en descubrimientos

    cientficos revolucionarios, en transacciones comerciales, en guerras y poemas. Esa

    pequea masa de carne y hueso piensa, imagina. Y por sobre todas las cosas, cree y

    olvida.

    Nietzsche designa al minuto ms altanero y falaz de la historia, cuando habla del

    momento en el que unos animales inteligentes inventaron el conocimiento. El hombre,

    ese animal inteligente, no puede evitar imaginar. Pareciera que la naturaleza intentara

    compensar su falencia fsica con un poder incalculable de imaginacin. Y por ello es

    que necesitamos olvidar, para no apabullarnos y colapsar, para poder llevar a cabo la

    vida en sociedad, que originalmente surge con el objetivo de obtener mayores

    beneficios y eficiencia en la prctica cotidiana. Para poner en prctica esa vida social, es

    necesaria la convencin. Y para que haya convencin debe haber un consenso general,

    en el que cada individuo asimile conceptos abstractos que intentan ser igualmente

    comprendidos por todos. Y en el desarrollo de esa vida cotidiana, en algn momento, la

    idea de que los conceptos asimilados fueron producto de una convencin se fue dando

    por entendida, hasta que fue necesario dejar de recordar su artificialidad. Si ante cada

    accin de la cotidianeidad nos detuviramos a analizar la naturaleza falsa de los

    conceptos, sera imposible accionar. Por eso fue necesario en algn punto, dar por

    indudable esa construccin. Pero en esa necesidad, olvidamos lo ms importante: la

    conciencia de ser seres creativos e inventivos. Olvidamos que un invento es una

    mentira. Olvidamos que aquello que creemos conocer, slo fue a partir de una

    explicacin intelectual que sirvi para acallar la angustia que nos genera nuestra propia

    existencia. Nuestra defensa natural ms vigorosa, que es el pensamiento, es un arma de

  • doble filo, pues trae aparejada a su funcin tranquilizadora, una profunda conciencia de

    lo desconocido y de su infinitud. Y es en ese punto en el cual cometemos un error segn

    Nietzsche. Todo lo que creemos comprender, es justamente comprensible porque fue

    adecuado a los canones de la razn y la lgica que hemos desarrollado. As como la Eva

    de Mark Twain explica el fenmeno lunar con su propio mtodo racional, y parece tener

    una explicacin lgica para todo, el hombre actual cree comprender el mundo y sus

    leyes (leyes que slo son leyes porque fueron inventadas por la inteligencia humana).

    Quizs dentro de un par de siglos, los hombres lean los tratados cientficos de la

    actualidad como nosotros leemos hoy en da a la Biblia. Quizs en ese futuro, haya un

    filsofo, que as como Nietzsche, anuncie la muerte de la ciencia. Y all surgir otro

    modo de conocer. Otro modo de mentir. El conocimiento no es sino humano, y

    solamente su poseedor y creador lo toma tan patticamente como si en l girasen los

    goznes del mundo dice F. N. en Sobre verdad y mentira en sentido extramoral.

    Es necesario que reconozcamos al conocimiento como un artificio. Desde la

    palabra, hasta el universo, todo ha sido encasillado como naturalmente verdadero y

    cognoscible. Y el problema radica en las relaciones de poder que se establecen en

    nombre de esa verdad, en la creencia de que el mundo es un todo dado y medible, que

    pocas son las cosas que no conoce el hombre gracias a la ciencia y los avances de la

    tecnologa, y que al conocerlas, son posibles de dominar.

    El ser humano le teme profundamente al caos. Tiene la necesidad fundamental

    de asimilar todas sus experiencias, tanto del exterior, como de sus procesos psicolgicos

    internos. No conseguirlo es como no digerir bien la comida. La cuestin de la

    asimilacin es siempre la de establecer una totalidad de relaciones estructurales

    armoniosamente ordenadas. La religin, la ciencia y el arte han sido los pilares que le

    han permitido al hombre organizarse mentalmente el mundo. Pero estas tres esferas son

    en definitiva tres sistemas de creencias. Tres construcciones de conocimiento, y por

    ende, tres regmenes totalmente inventados y ficticios. Sin embargo, hay en uno de ellos

    una potencia distintiva, una capacidad de revelarse a s mismo como artificio, y no dejar

    por ello de existir: el arte.

    El arte cumpli la funcin de ayudar al ser humano a asimilar los aspectos

    perceptivos inmediatos de la experiencia dentro de una estructura general de belleza y

    armona. Casi como un instinto natural, el hombre tendi a plasmar creativamente

  • aquellas sensaciones que le producan sus experiencias. Y esa expresin creativa, si bien

    sufri modificaciones y se sistematiz y organiz, nunca dej de ser eso: una cuestin

    de la creatividad.

    Los cambios estilsticos (incluso la aparicin de un estilo) son meros accidentes

    histricos. Los cambios y discusiones que se dieron durante la historia del arte fueron

    inevitables. El artista es un contemporneo, y como tal, debe encontrar la forma ms

    satisfactoria para expresar su presente.

    El poeta el contemporneo debe tener fija la mirada en su tiempo. Pero qu cosa ve quien ve su tiempo, la sonrisa demente de su siglo? Quisiera a este punto

    proponerles una segunda definicin de la contemporaneidad: contemporneo es aquel

    que tiene fija la mirada en su tiempo, para percibir no las luces, sino la oscuridad.

    Todos los tiempos son, para quien lleva a cabo la contemporaneidad, oscuros.

    Contemporneo es, precisamente, aquel que sabe ver esta oscuridad, que est en grado

    de escribir entintando la lapicera en la tiniebla del presente. G. Agamben, Desnudez Qu es lo contemporneo

    El artista es aquel que desde la subjetividad absoluta expresa su visin del

    mundo en su presente, y en esa observacin contempornea busca nuevos mtodos para

    crear formas. Y ms all de los cambios, dos cosas se mantienen inamovibles en la

    concepcin de lo que es el arte: la subjetividad y la creacin. El arte concentra en sus

    propias caractersticas la esencia del conocimiento y la verdad. Para Marx, el arte deba

    cumplir una funcin des-alienadora en la vida social, deba ser el motor de revelacin

    consiente para el proletariado de estar frente a una construccin no natural y constituida

    por convenciones sociales, artificiales, y no originarias.

    Hoy en da, no podemos decir que el arte pueda lograr esa tarea tan fcilmente.

    El avance del capitalismo feroz ha logrado sentar en las bases del arte la idea de la

    mercanca y el fetichismo, y el arte se ha institucionalizado y conformado como un

    sistema de creencias cuasi religioso. Sin embargo, a diferencia de la religin y la

    ciencia, en el arte siempre va a existir una potencia de lo falso. As como sostena Marx,

    el arte debe ser desalienador, pero no slo para revelar la construccin socio econmica,

    sino para revelar la falsedad de todo conocimiento dado por verdad, de toda visin

    ordenada del mundo como una ficcin. El arte debe ser el agente del boicot contra el

    conocimiento. Cualquier forma creativa que sea un mero ejemplo de belleza o

    distraccin intelectual no cumplira con lo que en su esencia yo creo que debera ser el

    arte.

  • El arte nos debe recordar, dentro del da a da que lo que percibimos no es tal

    cosa o mejor dicho, debe recordarnos que la abstraccin es falaz. No podemos

    despegarnos de la subjetividad, porque no tenemos otro cuerpo que el propio. Debe

    recordarnos que todo fue y es una convencin, un cuento que nos contamos a nosotros

    mismos para dormir mejor. El bien y el mal son los personajes antagnicos de esta

    ficcin que es el conocimiento. Y como tal, son dos construcciones ficticias. No hay tal

    cosa como el bien o el mal, sino una convencin social acerca de los lmites de nuestro

    existir. Para vivir en sociedad y proveernos de los beneficios que eso conlleva, debemos

    seguir ciertas reglas del bien. Pero no debemos olvidar su naturaleza de norma. Aquello

    que llamamos principios no son ms que falacias que alguna vez surgieron como

    reglamentaciones producidas por el mismo hombre, y se fue olvidando su funcin hasta

    llegar a cristalizarse como mandatos superiores acerca de lo que se debe o no hacer.

    Mark Twain escribe, en El diario de Adn y Eva, en palabras de Adn lo siguiente:

    En realidad, no lament su llegada, porque no hay por aqu ms que unos restos de comida escasos, y ella trajo algunas de esas manzanas. Me vi obligado a

    comerlas de hambriento que estaba. Era en contra de mis principios, pero creo que

    principios no tienen verdadera fuerza, excepto cuando uno est bien alimentado...

    Nietzsche sostiene que el conocimiento surge como una metfora. Que las

    formas que tenemos de apoderarnos de la cosa desconocida es nombrndola, y que en su

    origen ese nombre surge metafricamente, como un ejercicio artstico de asignacin de

    una palabra a una imagen de algo nuevo. La construccin de una metfora para Ricoeur

    es la del choque de dos campos semnticos que son ajenos uno al otro, y que en la

    sntesis potica resultan en una nueva imagen: la metfora como agente de creacin

    potica artstica. El conocimiento es una metfora. El arte y el conocimiento se

    constituyen a partir de operaciones homlogas. Y su punto en comn es la creacin de

    nuevas formas. Es por eso que el arte debe revelar el artificio de la gran construccin

    que es nuestro conocimiento del mundo y de las reglas que lo rigen.

    El conocimiento es la gran obra de arte de la humanidad. Y el arte, la gran

    posibilidad de ser conscientes de ello.

  • Bibliografa

    - G. Agamben, Desnudez, 2009, A. Hidalgo Editora, Argentina, Qu es lo

    contemporneo.

    - F. Nietzsche, Sobre verdad y mentira, 1990, Tecnos, Madrid, Sobre verdad y

    mentira en sentido extramoral.

    - F. Nietzsche, La genealoga de la moral, 2009, Alianza Editora, Madrid,

    Tratado Primero: Bueno y Malvado, Bueno y Malo.

    - M. Twain, El diario de Adn y Eva, 2011, Longseller, Buenos Aires.

    - D. Bohm, Sobre la creatividad, 1998, Editorial Kairs, Barcelona, Sobre las

    relaciones entre ciencia y arte.

    -Robert Sullivan, The great LIFE photographers, 2004, Little, Brown and

    Company, China. (Foto de cartula)