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    EL CANTO DEL PJARO

    ANTHONY DE MELLO

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    Este libro ha sido escrito para gentes de cualquier creencia,religiosa o no-religiosa. No puedo ocultar a mis lectores, sinembargo, el hecho de que yo soy sacerdote de la IglesiaCatlica, que me he adentrado con toda libertad en tradicionesmsticas no-cristianas y que stas me han influenciado yenriquecido profundamente. A pesar de lo cual, nunca he dejado

    de volver a mi Iglesia, que es mi verdadero hogar espiritual; yaunque me doy perfecta cuenta (a veces con autnticoasombro) de sus limitaciones y de su ocasional estrechez,tambin soy perfectamente consciente de que ha sido ella la queme ha formado, me ha moldeado y ha hecho de m lo que soy.Por eso es a ella, mi Madre y Maestra, a quien deseo dedicaramorosamente este libro.

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    A todo el mundo le gustan los cuentos, y son precisamente cuentos -y en abundancia- lo que el lectorhallar en este libro: cuentos budistas, cuentos cristianos, cuentos Zen, cuentos asideos, cuentosrusos, cuentos chinos, cuentos hindes, cuentos Suf, cuentos antiguos y modernos.

    Estos cuentos poseen todos ellos, sin embargo, una peculiar caracterstica: si se leen de unadeterminada manera, ocasionan un verdadero crecimiento espiritual.

    CMO LEER ESTOS CUENTOS

    Hay tres modos de hacerlo:

    1. Leer un cuento una sola vez y pasar al siguiente. Este modo de leer sirve nicamente deentretenimiento.

    2. Leer un cuento dos veces, reflexionar sobre l y aplicarlo a la propia vida. Es una especie de

    teologa que puede practicarse con bastante provecho en grupos pequeos en los que cada miembrocomparte con los dems las reflexiones que el cuento le ha suscitado. Lo que se origina entonces esun crculo teolgico.

    3. Volver a leer el cuento, despus de haber reflexionado sobre l. Crear un silencio interior y dejarque el cuento le revele a uno su profundo significado interno. Un significado que va mucho ms allde las palabras y las reflexiones. Esto lleva progresivamente a adquirir una especie de sensibilidadpara lo mstico.

    Tambin se puede tener presente el cuento durante todo el da y dejar que su fragancia o su melodale ronde a uno. Es preciso dejar hablar al corazn, no al cerebro. De este modo tambin se hace tinouna especie de mstico. Y es precisamente con esta finalidad mstica con la que han sido escritos lamayora de estos cuentos.

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    ADVERTENCIA:

    La mayor parte de los cuentos van acompaados de un comentario, el cual no pretende ser sino unejemplo del tipo de comentario que cada cual puede hacer. Haga el lector sus propios comentarios,sin conformarse con los que ofrece el libro, porque stos muchas veces' evidenciarn su carcterlimitativo y, en ocasiones, hasta engaoso.

    Cuidado con aplicar el cuento a cualquier persona (un sacerdote, un vecino, la misma Iglesia) que nosea uno mismo! Si as se hace, el cuento ser espiritualmente daoso. Cada uno de estos cuentostiene que ver con uno mismo, no con cualquier otra persona.

    Si se lee el libro por primera vez, lanse los cuentos en el orden en que estn. Dicho orden pretendecomunicar una enseanza v un espritu que pueden perderse si se leen los cuentos al azar.

    GLOSARIO:

    Teologa:El arte de narrar cuentos acerca de lo divino. Tambin, el arte de escuchar dichos cuentos.

    Misticismo:El arte de gustar y sentir en el corazn el significado interno de dichos cuentos, hasta elpunto de ser transformado por ellos.

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    COME T MISMO LA FRUTA

    En cierta ocasin se quejaba un discpulo a su Maestro:

    Siempre nos cuentas historias,

    pero nunca nos revelas su significado

    El Maestro le replic:

    Te gustara que alguien te ofreciera fruta

    y la masticara antes de drtela?.

    Nadie puede descubrir tu propio significado en tu lugar. Ni si quiera el Maestro.

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    UNA VITAL DIFERENCIA

    Le preguntaron cierta vez a Uwais, el Suf: Qu es lo que la Gracia te ha dado?. Y les respondi:

    Cuando me despierto por las maanas, me siento como un hombre que no est seguro de vivirhasta la noche.

    Le volvieron a preguntar:

    Pero esto no lo saben todos los hombres?. Y replic Uwais: S, lo saben, Pero no todos losienten.

    Jams se ha emborrachado nadie a base de comprender intelectualmente la palabra VINO.

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    EL CANTO DEL PAJARO

    Los discpulos tenan multitud de preguntas que hacer acerca de Dios.

    Les dijo el Maestro: Dios es el Desconocido y el Incognoscible. Cualquier afirmacin acerca de l,cualquier respuesta a vuestras preguntas, no ser ms que una distorsin de la Verdad.

    Los discpulos quedaron perplejos: Entonces, por qu hablas sobre l?.

    Y por qu canta el pjaro?, respondi el Maestro.

    El pjaro no canta porque tenga una afirmacin que hacer. Canta porque tiene un canto queexpresar.

    Las palabras del alumno tienen que ser entendidas. Las del Maestro no tienen que serlo. Tan slotienen que ser escuchadas, del mismo modo que uno escucha el viento en los rboles y el rumor delro y el canto del pjaro, que despiertan en quien lo escucha algo que est ms all de todoconocimiento.

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    EL AGUIJN

    Hubo un santo que tena el don de hablar el lenguaje de las hormigas.

    Se acerc a una que pareca ms enterada y le pregunt: Cmo es el Todopoderoso? Se parecede algn modo a las hormigas?.

    La docta hormiga le respondi: El Todopoderoso? En absoluto. Las hormigas, como puedes ver,tenemos un solo aguijn. Pero el Todopoderoso tiene dos.

    Escena sugerida por el anterior cuento:

    Cuando se le pregunt cmo era el cielo, la sabia hormiga replic solemnemente: All seremos igualque l, con dos aguijones cada uno, aunque ms pequeos.

    Existe una fuerte controversia entre las distintas escuelas de pensamiento religioso acerca de dndeexactamente se hallar ubicado el segundo aguijn en el cuerpo glorioso de la hormiga.

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    EL ELEFANTE Y LA RATA

    Se hallaba un elefante bandose tranquilamente en un remanso, en mitad de la jungla, cuando, depronto, se present una rata y se puso a insistir en que el elefante saliera del agua.

    No quiero, deca el elefante. Estoy disfrutando y me niego a ser molestado.

    Insisto en que salgas ahora mismo, le dijo la rata.

    Por qu?, pregunt el elefante.

    No te lo dir hasta que hayas salido de ah, le respondi la rata.

    Entonces no pienso salir, dijo el elefante.

    Pero, al final, se dio por vencido. Sali pesadamente del agua, se qued frente a la rata y dijo:

    Est bien; para qu queras que saliera del agua?.

    Para comprobar si te habas puesto mi baador, le respondi la rata.

    Es infinitamente ms fcil para un elefante ponerse el baador de una rata que para Diosacomodarse a nuestras doctas ideas acerca de l.

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    LA PALOMA REAL

    Nasruddin lleg a ser primer ministro del rey. En cierta ocasin, mientras deambulaba por el palacio,vio por primera vez en su vida un halcn real.

    Hasta entonces, Nasruddin jams haba visto semejante clase de paloma. De modo que tom unastijeras y cort con ellas las garras, las alas y el pico del halcn.

    Ahora pareces un pjaro como es debido, dijo. Tu cuidador te ha tenido muy descuidado.

    Ay de las gentes religiosas que no conocen ms mundo que aquel en el que viven y no tienen nadaque aprender de las personas con las que hablan!

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    EL MONO QUE SALVO A UN PEZ

    Qu demonios ests haciendo?, le pregunt al mono cuando le vi sacar un pez del agua ycolocarlo en la rama de un rbol.

    Estoy salvndole de perecer ahogado, me respondi.

    Lo que para uno es comida, es veneno para otro. El sol, que permite ver al guila, ciega al bho.

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    SAL Y ALGODN EN EL RO

    Llevaba Nasruddin una carga de sal al mercado.. Su asno tuvo que vadear un ro y la sal se disolvi.

    Al alcanzar la otra orilla, el animal se puso a corretear, contentsimo de haber visto aligerada sucarga.

    Pero Nasruddin estaba enfadado de veras. Al siguiente da en que haba mercado Nasruddin cubrilos sacos con abundante algodn. Al cruzar el ro, el asno casi se ahoga por culpa del exceso depeso. Tranquilzate!, dijo alborozado Nasruddin. Esto te ensear que no siempre que cruces elro vas a ganar t!.

    Dos hombres se aventuraron en la religin. Uno de ellos sali vivificado. El otro se ahog.

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    LA BSQUEDA DEL ASNO

    Todo el mundo se asust al ver al Mullah Nasruddin recorrer apresuradamente las calles de la aldea,montado en su asno.

    Adnde vas, Mullah?, le preguntaban. Estoy buscando a mi asno, responda Nasruddin al pasar.

    En cierta ocasin vieron a Rinzai, el Maestro de Zen, buscando su propio cuerpo. Ello hizo que serieran mucho sus ms estpidos discpulos.

    Llega uno a encontrarse con gente seriamente dedicada a buscar a Dios!

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    LA VERDADERA ESPIRITUALIDAD

    Le preguntaron al Maestro: Qu es la espiritualidad?.

    La espiritualidad, respondi, es lo que consigue proporcionar al hombre su transformacininterior.

    Pero si yo aplico los mtodos tradicionales que nos han transmitido los Maestros, no es esoespiritualidad?.

    No ser espiritualidad si no cumple para ti esa funcin. Una manta ya no es una manta si no te dacalor.

    De modo que la espiritualidad cambia?.

    Las personas cambian, y tambin sus necesidades. De modo que lo que en otro tiempo fueespiritualidad ya no lo es. Lo que muchas veces pasa por espiritualidad no es ms que la constanciaescrita de mtodos pasados.

    Hay que cortar la chaqueta de acuerdo con las medidas de la persona, v no al revs.

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    EL PEQUEO PEZ

    Usted perdone, le dijo un pez a otro, es usted ms viejo y con ms experiencia que yo yprobablemente podr usted ayudarme. Dgame: dnde puedo encontrar eso que llaman Ocano?

    He estado buscndolo por todas partes, sin resultado.

    El Ocano, respondi el viejo pez, es donde ests ahora mismo.

    Esto? Pero si esto no es ms que agua... Lo que yo busco es el Ocano, replic el joven pez,totalmente decepcionado, mientras se marchaba nadando a buscar en otra parte.

    Se acerc al Maestro, vestido con ropas sannyasi y hablando el lenguaje de los sannyasi: He estadobuscando a Dios durante aos. Dej mi casa y he estado buscndolo en todas las partes donde lmismo ha dicho que est: en lo alto de los montes, en el centro del desierto, en el silencio de los

    monasterios y en las chozas de los pobres.

    Y lo has encontrado?, le pregunt el Maestro.

    Sera un engredo y un mentiroso si dijera que s. No; no lo he encontrado. Y t?.

    Qu poda responderle el Maestro? El sol poniente inundaba la habitacin con sus rayos de luzdorada. Centenares de gorriones gorjeaban felices en el exterior, sobre las ramas de una higueracercana. A lo lejos poda orse el peculiar ruido de la carretera. Un mosquito zumbaba cerca de suoreja, avisando que estaba a punto de atacar... Y sin embargo, aquel buen hombre poda sentarse ally decir que no haba encontrado a Dios, que an estaba buscndolo.

    Al cabo de un rato, decepcionado, sali de la habitacin del Maestro y se fue a buscar a otra parte.

    Deja de buscar, pequeo pez. No hay nada que buscar. Slo tienes que estar tranquilo, abrir tus ojosy mirar. No puedes dejar de verlo.

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    HAS ODO EL CANTO DE ESE PJARO?

    Los hindes han creado una encantadora imagen para describir la relacin entre Dios y su Creacin.Dios danza su Creacin. El es su bailarn; su Creacin es la danza. La danza es diferente delbailarn; y, sin embargo, no tiene existencia posible con independencia de El. No es algo que sepueda encerrar en una caja y llevrselo a casa. En el momento en que el bailarn se detiene, la danzadeja de existir.

    En su bsqueda de Dios, el hombre piensa demasiado, reflexiona demasiado, habla demasiado.Incluso cuando contempla esta danza que llamamos Creacin, est todo el tiempo pensando,hablando (consigo mismo o con los dems), reflexionando, analizando, filosofando. Palabras,palabras, palabras... Ruido, ruido, ruido... Guarda silencio y mira la danza. Sencillamente, mira: unaestrella, una flor, una hoja marchita, un pjaro, una piedra... Cualquier fragmento de la danza sirve.Mira. Escucha. Huele. Toca. Saborea. Y seguramente no tardars en verle a l, al Bailarn en

    persona.

    El discpulo se quejaba constantemente a su Maestro Zen: No haces ms que ocultarme el secretoltimo del Zen. Y se resista a creer las consiguientes negativas del Maestro. Un da, el Maestro selo llev a pasear con l por el monte. Mientras paseaban, oyeron cantar a un pjaro.

    Has odo el canto de ese pjaro?, le pregunt el Maestro.

    S, respondi el discpulo.

    Bien; ahora ya sabes que no te he estado ocultando nada.

    S, asinti. el discpulo.

    Si realmente has odo cantar a un pjaro, si realmente has visto un rbol..., deberas saber (ms allde las palabras y los conceptos).

    Qu dices? Que has odo cantar a docenas de pjaros y has visto centenares de rboles? Ya.Pero lo que has visto era el rbol o su descripcin? Cuando miras un rbol y ves un rbol, no hasvisto realmente el rbol. Cuando miras un rbol y ves un milagro, entonces, por fin, has visto un rbol.Alguna vez tu corazn se ha llenado de muda admiracin cuando has odo el canto de un pjaro?

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    PUEDO CORTAR MADERA!

    Cuando el Maestro de Zen alcanz la iluminacin, escribi lo siguiente para celebrarlo:

    Oh, prodigio maravilloso: Puedo cortar madera y sacar agua del pozo!.

    Para la mayora de la gente no tienen nada de prodigioso actividades tan prosaicas como sacar aguade un pozo o cortar madera. Un vez alcanzada la iluminacin, en realidad no cambia nada. Todosigue siendo igual. Lo que ocurre es que entonces el corazn se llena de asombro. El rbol siguesiendo un rbol; la gente no es distinta de como era antes; y lo mismo sucede con uno mismo. Lavida no prosigue de manera diferente. Puede uno ser tan variable o tan ecunime, tan prudente o tanalocado como antes. Pero s existe una diferencia importante: ahora puede uno ver todas las cosas

    de diferente modo. Est uno como ms distanciado de todo ello. Y el corazn se llena de asombro.

    Esta es la esencia de la contemplacin: la capacidad de asombro. La contemplacin se diferencia delxtasis en que ste lleva a uno a retirarse. Pero el contemplativo iluminado sigue cortando maderay sacando agua del pozo. La contemplacin se diferencia de la percepcin de la belleza en que sta(un cuadro o una puesta de sol) produce un placer esttico, mientras que la contemplacin produceasombro, prescindiendo de que lo que se contemple sea una puesta de sol o una simple piedra.

    Y sta es prerrogativa del nio, que con tanta frecuencia se asombra. Por eso se encuentra tan a susanchas en el Reino de los Cielos.

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    LOS BAMBES

    Nuestro perro, Brownie, estaba sentado en tensin, las orejas aguzadas, la cola menendosetensamente, los ojos alerta, mirando fijamente hacia la copa del rbol. Estaba buscando a un mono.

    El mono era lo nico que en ese momento ocupaba su horizonte consciente. Y, dado que no poseeentendimiento, no haba un solo pensamiento que viniera a turbar su estado de absoluta absorcin:no pensaba en lo que comera aquella noche, ni si en realidad tendra algo que comer, ni en dndeiba a dormir. Brownie era lo ms parecido a la contemplacin que yo haya visto jams.

    Tal vez t mismo hayas experimentado algo de esto, por ejemplo cuando te has quedadocompletamente absorto viendo jugar a un gatito. He aqu una frmula, tan buena como cualquier otrade las que yo conozco, para la contemplacin: Vive totalmente en el presente.

    Y un requerimiento absolutamente esencial, por increble qu parezca: Abandona todo pensamientoacerca del futuro y acerca del pasado. Debes abandonar, en realidad, todo pensamiento toda frase, yhacerte totalmente presente. Y la contemplacin se produce.

    Despus de aos de entrenamiento, el discpulo pidi a su maestro que le otorgara la iluminacin. Elmaestro

    le condujo a un bosquecillo de bambes y le dijo: Observa qu alto es ese bamb. Y mira aquel otro,qu corto es.

    Y en aquel mismo momento el discpulo recibi la iluminacin.

    Dicen que Buda intent practicar toda espiritualidad, toda forma de ascetismo, toda disciplina decuantas se practicaban en la India de su poca, en un esfuerzo por alcanzar la iluminacin. Y quetodo fue en vano. Por ltimo, se sent un da bajo un rbol que le dicen 'bodhi' y all recibi lailuminacin. Ms tarde transmiti el secreto de la iluminacin a sus discpulos con palabras que'pueden parecer enigmticas a los no iniciados, especialmente a los que se entretienen en suspensamientos: Cuando respiris profundamente, queridos monjes, sed conscientes de que estisrespirando profundamente. Y cuando respiris superficialmente, sed conscientes de que estisrespirando superficialmente. Y cuando respiris ni muy profunda ni muy superficialmente, queridosmonjes, sed conscientes de que estis respirando ni muy profunda ni muy superficialmente.Conciencia. Atencin. Absorcin. Nada ms.

    Esta forma de quedarse absorto podemos observarla en los nios, que son quienes tienen fcilacceso al Reino de los Cielos.

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    CONSCIENCIA CONSTANTE

    Ningn alumno Zen se atrevera a ensear a los dems hasta haber vivido con su Maestro al menosdurante diez aos. Despus de diez aos de aprendizaje, Tenno se convirti en maestro.

    Un da fue a visitar a su Maestro Nan-in. Era un da lluvioso, de modo que Tenno llevaba chanclos demadera y portaba un paraguas.

    Cuando Tenno lleg, Nan-in le dijo: Has dejado tus chanclos y tu paraguas a la entrada, no es as?

    Pues bien: puedes decirme si has colocado el paraguas a la derecha o a la izquierda de loschanclos?.

    Tenno no supo responder y qued confuso. Se dio cuenta entonces de que no haba sido capaz depracticar la Conciencia Constante. De modo que se hizo alumno de Nan-in y estudi otros diez aoshasta obtener la Conciencia Constante.

    El hombre que es constantemente consciente, el hombre que est totalmente presente en cadamomento: se es el Maestro.

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    LA SANTIDAD EN EL INSTANTE PRESENTE

    Le preguntaron en cierta ocasin a Buda: Quin es un hombre santo?. Y Buda respondi: Cadahora se divide en cierto nmero de segundos, y cada segundo en cierto nmero de fracciones. El

    santo es en realidad el que es capaz de estar totalmente presente en cada fraccin de segundo.

    El guerrero japons fue apresado por sus enemigos y encerrado en un calabozo. Aquella noche nopoda conciliar el sueo, porque estaba convencido de que a la maana siguiente habran detorturarle cruelmente.

    Entonces record las palabras de su Maestro Zen: El maana no es real. La nica realidad es elpresente. De modo que volvi al presente... y se qued dormido.

    El hombre en el que el futuro ha perdido su influencia se parece a los pjaros del cielo y a los liriosdel campo. Fuera preocupaciones por el maana. Vivir totalmente en el presente: He ah al hombresanto.

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    LAS CAMPANAS DEL TEMPLO

    El templo haba estado sobre una isla, dos millas mar adentro. Tena un millar de campanas. Grandesy pequeas campanas, labradas por los mejores artesanos del mundo. Cuando soplaba el viento o

    arreciaba la tormenta, todas las campanas del templo repicaban al unsono, produciendo una sinfonaque arrebataba a cuantos la escuchaban.

    Pero, al cabo de los siglos, la isla se haba hundido en el mar y, con ella, el templo y sus campanas.Una antigua tradicin afirmaba que las campanas seguan repicando sin cesar y que cualquiera queescuchara atentamente podra orlas. Movido por esta tradicin, un joven recorri miles de millas,decidido a escuchar aquellas campanas. Estuvo sentado durante das en la orilla, frente al lugar en elque en otro tiempo se haba alzado el templo, y escuch, y escuch con toda atencin. Pero lo nicoque oa era el ruido de las olas al romper contra la orilla. Hizo todos los esfuerzos posibles por alejarde s el ruido de las olas, al objeto de poder or las campanas. Pero todo fue en vano; el ruido del marpareca inundar el universo.

    Persisti en su empeo durante semanas. Cuando le invadi el desaliento, tuvo ocasin de escuchara los sabios de la aldea, que hablaban con uncin de la leyenda de las campanas del templo y dequienes las haban odo y certificaban lo fundado de la leyenda. Su corazn arda en llamas alescuchar aquellas palabras... para retornar al desaliento cuando, tras nuevas semanas de esfuerzo,no obtuvo ningn resultado. Por fin decidi desistir de su intento. Tal vez l no estaba destinado a seruno de aquellos seres afortunados a quienes les era dado or las campanas. O tal vez no fuera ciertala leyenda. Regresara a su casa y reconocera su fracaso. Era su ltimo da en el lugar y decidiacudir una ltima vez a su observatorio, par decir adis al mar, al cielo, al viento y a los cocoteros. Setendi en la arena, contemplando el cielo y escuchando el sonido del mar. Aquel da no opusoresistencia a dicho sonido, sino que, por el contrario, se entreg a l y descubri que el bramido delas olas era un sonido realmente dulce y agradable. Pronto qued tan absorto en aquel sonido queapenas era consciente de s mismo. Tan profundo era el silencio que produca en su corazn...

    Y en medio de aquel silencio lo oy! El taido de una campanilla, seguido por el de otra, y otra, yotra... Y en seguida todas y cada una de las mil campanas del templo repicaban en una gloriosaarmona, y su corazn se vio transportado de asombro y de alegra.

    Si deseas escuchar las campanas del templo, escucha el sonido del mar.

    Si deseas ver a Dios, mira atentamente la creacin. No la rechaces: no reflexiones sobre ella.Simplemente, mrala.

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    LA PALABRA HECHA CARNE

    En el Evangelio de San Juan leemos:

    La Palabra se hizo carne y acamp entre nosotros... Mediante ella se hizo todo; sin ella no se hizonada de cuanto ha sido creado. Todo lo que lleg a ser estaba lleno de su vida. Y esa vida era la luzde los hombres. La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas jams la han apagado.

    Fjate en las tinieblas. No pasar mucho tiempo antes de que veas la luz. Observa silenciosamentetodas las cosas. No pasar mucho tiempo antes de que veas la Palabra.

    La Palabra se hizo carne y acamp entre nosotros...

    Resulta penoso comprobar los denodados esfuerzos de quienes tratan de convertir de nuevo la carneen palabra. Palabras, palabras, palabras...

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    EL HOMBRE DOLO

    Una antigua historia hind:

    rase una vez un mercader que naufrag y fue arrastrado hasta las costas de Ceyln, dondeVibhishana era el rey de los monstruos. El mercader fue llevado a presencia del rey. Al verle,Vibhishana qued extasiado de gozo y dijo: Ah, cmo se parece a mi Rama. Es idntico a l!.Entonces cubri al mercader de ricos vestidos y joyas y le ador.

    Dice el mstico hind Ramakrishna: La primera vez que escuch esta historia sent una alegraindescriptible. Si a Dios se le puede adorar a travs de una imagen de barro, por qu no se le va aPoder adorar a travs del hombre?

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    BUSCAR EN LUGAR EQUIVOCADO

    Un vecino encontr a Nasruddin cuando ste andaba buscando algo de rodillas. Qu andasbuscando, Mullab?.

    Mi llave. La he perdido.

    Y arrodillados los dos, se pusieron a buscar la llave perdida. Al cabo de un rato dijo el vecino:Dnde la perdiste?. En casa.

    Santo Dios! Y entonces, por qu la buscas aqu?.

    Porque aqu hay ms luz.

    De qu vale buscar a Dios en lugares santos si donde lo has perdido ha sido en tu corazn?

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    LA PREGUNTA

    Preguntaba el monje: Todas estas montaas y estos ros y la tierra y las estrellas... de dndevienen?

    Y pregunt el Maestro: Y de dnde viene tu pregunta?.

    Busca en tu interior!

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    FABRICANTES DE ETIQUETAS

    La vida es como una botella de buen vino. Algunos se contentan con leer la etiqueta. Otros prefierenprobar su contenido.

    En cierta ocasin mostr Buda una flor a sus discpulos y les pidi que dijeran algo acerca de ella.

    Ellos estuvieron un rato contemplndola en silencio.

    Uno pronunci una conferencia filosfica sobre la flor. Otro cre un poema. Otro ide una parbola.Todos tratando de quedar por encima de los dems.

    Fabricantes de etiquetas!

    Mahakashyap mir la flor, sonri y no dijo nada. Slo l la haba visto.

    Si tan slo pudiera probar un pjaro, una flor, un rbol, un rostro humano... ! Pero ay! No tengotiempo!

    Estoy demasiado ocupado en aprender a descifrar etiquetas y en producir las mas propias. Pero nisiquiera una vez he sido capaz de embriagarme con el vino.

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    LA FRMULA

    El mstico regres del desierto. Cuntanos, le dijeron con avidez, cmo es Dios?.

    Pero cmo podra l expresar con palabras lo que haba experimentado en lo ms profundo de sucorazn? Acaso se puede expresar la Verdad con palabras?

    Al fin les confi una frmula -inexacta, eso s, e insuficiente-, en la esperanza de que alguno de ellospudiera, a travs de ella, sentir la tentacin de experimentar por s mismo lo que l habaexperimentado. Ellos aprendieron la frmula y la convirtieron en un texto sagrado. Y se la impusierona todos como si se tratara de un dogma. Incluso se tomaran el esfuerzo de difundirla en pasesextranjeros. Y algunos llegaron a dar su vida por ella.

    Y el mstico qued triste. Tal vez habra sido mejor que no hubiera dicho nada.

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    EL EXPLORADOR

    El explorador haba regresado junto a los suyos, que estaban ansiosos por saberlo todo acerca delAmazonas. Pero cmo poda l expresar con palabras la sensacin que haba inundado su corazn

    cuando contempl aquellas flores de sobrecogedora belleza y escuch los sonidos nocturnos de laselva? Cmo comunicar lo que sinti en su corazn cuando se dio cuenta del peligro de las fieras ocuando conduca su canoa por las inciertas aguas del ro?

    Y les dijo: Id y descubridlo vosotros mismos. Nada puede sustituir al riesgo y a la experienciapersonales. Pero, para orientarles, les hizo un mapa del Amazonas.

    Ellos tomaron el mapa y lo colocaron en el Ayuntamiento. E hicieron copias de l para cada uno. Ytodo el que tena una copia se consideraba un experto en el Amazonas, pues no conoca acasocada vuelta y cada recodo del ro, y cun ancho y profundo era, y dnde haba rpidos y dnde sehallaban las cascadas?

    El explorador se lament toda su vida de haber hecho aquel mapa. Habra sido preferible no haberlohecho.

    Cuentan que Buda se negaba resueltamente a hablar de Dios. Probablemente saba los peligros dehacer mapas para expertos en potencia.

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    TOMS DE AQUINO DEJA DE ESCRIBIR

    Cuentan las crnicas que Toms de Aquino, uno de los telogos ms portentosos de la historia, haciael final de su vida dej de Pronto de escribir. Cuando su secretario se le quejaba de que su obraestaba sin concluir, Toms le replic: Hermano Reginaldo, hace unos meses, celebrando la liturgia,experiment algo de lo Divino. Aquel da perd todas las ganas que tena de escribir. En realidad, todolo que he escrito acerca de Dios me parece ahora como si no fuera ms que paja.

    Cmo puede ser de otra manera cuando el intelectual se hace mstico?

    Cuando el mstico baj de la montaa se le acerc. el ateo, el cual le dijo con aire sarcstico:

    Qu nos has trado del jardn de las delicias en el que has estado?.

    Y el mstico 'le respondi: En realidad tuve intencin de llenar mi faldn de flores para, a mi regreso,regalar algunas de ellas a mis amigos. Pero estando all, de tal forma me embriag la fragancia deljardn que hasta

    me olvid del faldn.

    Los Maestros de Zen lo expresan ms concisamente: El que sabe no habla. El que habla no sabe.

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    EL ESCOZOR DEL DERVICHE.

    Estaba pacficamente sentado un derviche a la orilla de un ro cuando un transente que pas por all,al ver la parte posterior de su cuello desnudo, no pudo resistir la tentacin de darle un sonoro golpe. Yqued encantado del sonido que su golpe haba producido en el cuello del derviche, pero ste sedola del escozor y se levant

    para devolverle el golpe.

    Espera un momento, dijo el agresor. Puedes devolverme el golpe si quieres, pero respondeprimero a la pregunta que quiero hacerte: Qu es lo que ha producido el ruido: mi mano o tu cuello?

    Y replic el derviche: Respndete t mismo. A m, el dolor no me permite teorizar. T puedeshacerlo porque no sientes lo mismo que yo.

    Cuando se experimenta lo divino, se reducen considerablemente las ganas de teorizar.

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    UNA NOTA DE SABIDURA

    Nadie supo lo que fue de Kakua despus de que ste abandonara la presencia del Emperador.Sencillamente, desapareci.

    He aqu la historia:

    Kakua fue el primer japons que estudi Zen en China. No viajaba en absoluto. Lo nico que hacaera meditar asiduamente.

    Cuando la gente le encontraba y le peda que predicara, l deca unas cuantas palabras y semarchaba a otro lugar del bosque, donde resultara ms difcil encontrarle.

    Cuando Kakua regres al Japn, el Emperador oy hablar de l y le hizo llegar su deseo de quepredicara Zen ante l y toda su corte. Kakua acudi y se qued en silencio frente al Emperador.Entonces sac una flauta de entre los pliegues de su vestido y emiti con ella una breve nota.Despus hizo una profunda inclinacin ante el rey y desapareci.

    Dice Confucio: No ensear a un hombre que est dispuesto a aprender es desaprovechar a unhombre. Ensear a quien no est dispuesto a aprender es malgastar las palabras.

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    QUE ESTS DICIENDO?

    El Maestro imprime su sabidura en el corazn de sus discpulos, no en las pginas de un libro. Eldiscpulo habr de llevar oculta en su corazn esta sabidura durante treinta o cuarenta aos, hastaencontrar a alguien capaz de recibirla. Tal era la tradicin del Zen.

    El Maestro Zen Mu-nan saba que no tena ms que un sucesor: su discpulo Shoju. Un da le hizollamar y le dijo: Yo ya soy un viejo, Shoju, y eres t quien debe proseguir estas enseanzas. Aqutienes un libro que ha sido transmitido de Maestro a Maestro durante siete generaciones. Yo mismohe aadido al libro algunas notas que te sern de utilidad. Aqu lo tienes. Consrvalo como seal de

    que eres mi sucesor.

    Haras mejor en guardarte el libro, replic Shoju. T me transmitiste el Zen sin necesidad depalabras escritas y. ser muy dichoso de conservarlo de este modo. Lo s, lo s ... dijo conpaciencia Mu-nan. Pero aun as el libro ha servido a siete generaciones y tambin puede ser tilpara ti. De modo que tmalo y consrvalo.

    Se hallaban los dos hablando junto al fuego. En el momento en que los dedos de Shoju tocaron ellibro, lo arroj al fuego.

    No le apetecan nada las palabras escritas. Mu-nan; a quien nadie haba visto jams enfadado, grit:Qu disparate ests haciendo?.

    Y Shoju le replic: Qu disparate ests diciendo?.

    El Guru habla con autoridad de lo que l mismo ha experimentado. Nunca cita un libro.

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    NASRUDDIN HA MUERTO

    Se hallaba en cierta ocasin Nasruddin -que tena su da filosfico- reflexionando en alta voz: Vida ymuerte... quin puede decir lo que son?. Su mujer, que estaba trabajando en la cocina le oy y dijo:

    Los hombres sois todos iguales, absolutamente estpidos. Todo el mundo sabe que cuando lasextremidades de un hombre estn rgidas y fras, ese hombre est muerto.

    Nasruddin qued impresionado por la sabidura prctica de su mujer. Cuando, en otra ocasin, se viosorprendido por la nieve, sinti cmo sus manos y sus pies se congelaban y se entumecan. Sinduda estoy muerto, pens. Pero otro pensamiento le asalt de pronto: Y qu hago yo paseando,si estoy muerto? Debera estar tendido, como cualquier muerto respetable. Y esto fue lo que hizo.

    Una hora despus, unas personas que iban de viaje pasaron por all y, al verle tendido junto alcamino, se pusieron a discutir si aquel hombre estaba vivo o muerto. Nasruddin deseaba con toda sualma gritar y decirles: Estis locos. No veis que estoy muerto? No veis que mis extremidades

    estn fras y rgidas?. Pero se dio cuenta de que los muertos 'no deben hablar. De modo que refrensu lengua.

    Por fin, los viajeros decidieron que el hombre estaba muerto y cargaron sobre sus hombros elcadver para llevarlo al cementerio y enterrarlo. No haban recorrido an mucha distancia cuandollegaron a una bifurcacin. Una nueva disputa surgi entre ellos acerca de cul sera el camino delcementerio. Nasruddin aguant cuanto pudo, pero al fin no fue capaz de contenerse y dijo: Perdn,caballeros, pero, el camino que lleva al cementerio es el de la izquierda. Ya s que se supone que losmuertos no deben hablar, pero he roto la norma slo por esta vez y les aseguro que no volver adecir una palabra.

    Cuando la realidad choca con una creencia rgidamente afirmada, la que sale perdiendo es larealidad.

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    HUESOS PARA PROBAR NUESTRA FE

    Un intelectual cristiano que consideraba que la Biblia es literalmente verdadera hasta en sus menoresdetalles, fue abordado en cierta ocasin por un colega que le dijo: Segn la Biblia, la tierra fue

    creada hace cinco mil aos aproximadamente. Pero se han descubierto huesos que demuestran quela vida ha existido en este planeta durante centenares de miles de aos.

    La respuesta no se hizo esperar: Cuando Dios cre la tierra, hace cinco mil aos, puso a propsitoesos huesos en la tierra para comprobar si daramos ms crdito a las afirmaciones de los cientficosque a su sagrada Palabra.

    Una prueba ms de que las creencias rgidas conducen a distorsionar la realidad.

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    POR QU MUEREN LAS PERSONAS BUENAS

    El predicador de la aldea se hallaba visitando la casa de un anciano feligrs y, mientras tomaba unataza de caf, responda las preguntas que la abuela no dejaba de hacerle.

    Por qu el Seor nos enva epidemias tan a menudo?, preguntaba la anciana. Bien..., respondael predicador, a veces hay personas tan malas que es preciso eliminarlas, y por ello el Seor permitelas epidemias.

    Pero, objet la abuela entonces, por qu son eliminadas tantas buenas personas junto con lasmalas?.

    Las buenas personas son llamadas como testigos, explic el predicador. El Seor quiere quetodas las almas tengan un juicio justo.

    No hay absolutamente nada para lo que el creyente inflexible no encuentre explicacin.

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    EL MAESTRO NO SABE

    El 'indagador' se acerc respetuosamente al 'discpulo' y le pregunt Cul es el sentido de la vidahumana?.

    El 'discpulo' consult las palabras escritas de su 'maestro' y, lleno de confianza, respondi con laspalabras del propio 'maestro': La vida humana no es sino la expresin de la exuberancia de Dios.

    Cuando el 'indagador' se encontr con el 'maestro' en persona, le hizo la misma pregunta; y el'maestro' le dijo:

    No lo s.

    El 'indagador' dice: No lo s. Lo cual exige honradez.

    El 'maestro' dice: No lo s. Lo cual requiere tener una mente mstica capaz de saberlo todo a travsdel no-saber.

    El 'discpulo' dice: Yo lo s. Lo cual requiere ignorancia, disfrazada de conocimiento prestado.

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    MIRAR A SUS OJOS

    El comandante en jefe de las fuerzas de ocupacin le dijo al alcalde de la aldea: Tenemos laabsoluta seguridad de que ocultan ustedes a un traidor en la aldea. De modo que, si no nos lo

    entregan, vamos a hacerles la vida imposible, a usted y a toda su gente, por todos los medios anuestro alcance.

    En realidad, la aldea ocultaba a un hombre que pareca ser bueno e inocente y a quien todos queran,Pero qu poda hacer el alcalde, ahora que se vea amenazado el bienestar de toda la aldea? Dasenteros de discusiones en el Consejo de la aldea no llevaron a ninguna solucin. De modo que, enltima instancia, el alcalde plante el asunto al cura del pueblo. El cura y el alcalde se pasaron todauna noche buscando en las Escrituras y, al fin, apareci la solucin. Haba un texto en las Escriturasque deca: Es mejor que muera uno solo por el pueblo y no que perezca toda la nacin. De formaque el alcalde decidi entregar al inocente a las fuerzas de ocupacin, si bien antes le pidi que leperdonara. El hombre le dijo que no haba nada que perdonar, que l no deseaba poner a la aldea enpeligro. Fue cruelmente torturado hasta el punto de que sus gritos pudieron ser odos por todos los

    habitantes de la aldea. Por fin fue ejecutado.

    Veinte aos despus pas un profeta por la - aldea, fue directamente al alcalde y le dijo: Quhiciste? Aquel hombre estaba destinado por Dios a ser el salvador de este pas. Y t le entregastepara ser torturado y muerto. Y qu poda hacer yo?, aleg el alcalde. El cura y yo estuvimosmirando las Escrituras y actuamos en consecuencia..

    Ese fue vuestro error, dijo el profeta. Mirasteis las Escrituras, pero deberais haber mirado a susojos.

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    TRIGO DE LAS TUMBAS EGIPCIAS

    En la tumba de uno de los antiguos . Faraones de Egipto fue hallado un puado de granos de trigo.Alguien tom aquellos granos, los plant y los reg.

    Y, para general asombro, los granos tomaron vida y retoaron al cabo de cinco mil aos.

    Cuando alguien ha alcanzado la luz, sus palabras son como semillas, llenas de vida y de energa. Ypueden conservar la forma de semillas durante siglos, hasta que son sembradas en un corazn frtil yreceptivo.

    Yo sola pensar que las palabras escritas estaban muertas y secas. Ahora s que estn llenas deenerga y de vida. Era mi corazn el que estaba fro y muerto, as que cmo iba a crecer nada en l?

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    ENMIENDA LAS ESCRITURAS

    Se acerc un hombre sabio a Buda y le dijo: Las cosas que t enseas, seor, no se encuentran enlas Santas Escrituras. Entonces, ponlas t en las Escrituras, replic Buda.

    Tras una embarazosa pausa, el hombre sigui diciendo: Me permitira sugerirle, seor, quealgunas de las cosas que vos enseis contradicen las Santas Escrituras?.

    Entonces, enmienda las Escrituras, contest Buda.

    En las Naciones Unidas se hizo la propuesta de que se revisaran todas las Escrituras de todas lasreligiones del mundo. Cualquier cosa en ellas que pudiera llevar a la intolerancia, a la crueldad o alfanatismo, debera ser borrada. Cualquier cosa que de algn modo fuera en contra de la dignidad y elbienestar del hombre debera omitirse.

    Cuando se descubri que el autor de la propuesta era el propio Jesucristo, los periodistas corrieron avisitarle en busca de una ms completa explicacin. Y sta fue bien sencilla y breve: Las Escrituras,como el Sbado, son para el hombre, afirm, no el hombre para las Escrituras.

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    LA MUJER DEL CIEGO

    Ensear a un hombre inmaduro puede ser tremendamente perjudicial:

    Haba un hombre que tena una hija muy fea y se la dio en matrimonio a un ciego, porque ningn otrola habra querido. Cuando un mdico se ofreci a devolver

    la vista al marido ciego, el padre de la muchacha se opuso con todas sus fuerzas, pues tema que elhombre se divorciara de su hija.

    Afirma Sa'di acerca de esta historia: El marido de una mujer fea es mejor que siga ciego.

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    LOS PROFESIONALES

    Mi vida religiosa ha estado enteramente en manos de profesionales. Si yo quiero aprender a orar,acudo a un director espiritual; si deseo descubrir la voluntad de Dios con respecto a m, acudo a un

    retiro dirigido por un experto; para entender la Biblia recurro a un escriturista; para saber si he pecadoo no, me dirijo a un moralista; y para que se me perdonen los pecados tengo que echar mano de unsacerdote.

    El rey de unas islas del Pacfico Sur daba un banquete en honor de un distinguido huspedoccidental.

    Cuando lleg el momento de pronunciar los elogios del husped, Su Majestad sigui sentado en el

    suelo mientras un orador profesional, especialmente designado al efecto, se exceda en susadulaciones.

    Tras el elocuente panegrico, el husped se levant para decir unas palabras de agradecimiento alrey. Pero Su Majestad le retuvo suavemente: No se levante, por favor, le dijo. Ya he encargado aun orador que hable por usted. En nuestra isla pensamos que el hablar en pblico no debe estar enmanos de aficionados.

    Yo me pregunto: no preferira Dios que yo fuera ms 'aficionado' en mi relacin con El?

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    LOS EXPERTOS

    Un cuento Suf:

    Un hombre a quien se consideraba muerto fue llevado por sus amigos para ser enterrado. Cuando elfretro estaba a punto de ser introducido en la tumba, el hombre revivi inopinadamente y comenz agolpear la tapa del fretro. Abrieron el fretro y el hombre se incorpor. Qu estis haciendo?, dijoa los sorprendidos asistentes. Estoy vivo. No he muerto.

    Sus palabras fueron acogidas con asombrado silencio. Al fin, uno de los deudos acert a hablar:Amigo, tanto los mdicos como los sacerdotes han certificado que habas muerto. Y cmo van ahaberse equivocado los expertos?. As pues, volvieron a atornillar la tapa del fretro y lo enterrarondebidamente.

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    LA SOPA DE LA SOPA DEL GANSO

    En cierta ocasin un pariente visit a Nasruddin, llevndole como regalo un ganso.

    Nasruddin cocin el ave y la comparti con su husped.

    No tardaron en acudir un husped tras otro, alegando todos ser amigos de un amigo del hombre quete ha trado el ganso. Naturalmente; todos ellos esperaban obtener comida y alojamiento a cuentadel famoso ganso.

    Finalmente, Nasruddin no pudo aguantar ms. Un da lleg un extrao a su casa y dijo: Yo soy unamigo del amigo del pariente tuyo que te regal un ganso. Y, al igual que los dems, se sent a lamesa, esperando que le dieran de comer. Nasruddin puso ante l una escudilla llena de aguacaliente.

    Qu es esto?, pregunt el otro. Esto, dijo Nasruddin, es la sopa de la sopa del ganso que me

    regal mi amigo.

    A veces se oye hablar de hombres que se han hecho discpulos de los discpulos de los discpulos deun hombre que ha tenido la experiencia personal de Dios.

    Es absolutamente imposible enviar un beso a travs de un mensajero.

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    EL MONSTRUO DEL RO

    El sacerdote de la aldea era distrado en sus oraciones por los nios que jugaban unto a su ventana.Para librarse de ellos, les grit: Hay un terrible monstruo ro abajo. Id corriendo all y podris ver

    cmo echa fuego por la nariz!. Al poco tiempo, todo el mundo en la aldea haba odo hablar de lamonstruosa aparicin y corra hacia el ro. Cuando el sacerdote lo vio, se uni a la muchedumbre.Mientras se diriga resollando hacia el ro, que se encontraba cuatro millas ms abajo, iba pensando:La verdad es que yo he inventado la historia. Pero quin sabe si ser cierta...

    Es mucho ms fcil creer en los dioses que hemos creado si somos capaces de convencer a losdems de su existencia.

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    LA FLECHA ENVENENADA

    En cierta ocasin se acerc un monje a Buda y le dijo: Sobreviven a la muerte las almas de losjustos?.

    Como era propio de l, Buda no respondi. Pero el monje insista. Y todos los das volva a hacerle lamisma pregunta; y un da tras otro reciba el silencio como respuesta. Hasta que no pudo soportarlo yamenaz con abandonar el monasterio si no le era respondida aquella pregunta de vital importanciapara l; porque a santo de qu iba l a sacrificarlo todo para vivir en el monasterio, si las almas delos justos no iban a sobrevivir a la muerte?

    Entonces Buda, compadecido, rompi su silencio y le dijo: Eres como un hombre que fue alcanzadopor una flecha envenenada y al poco tiempo estaba agonizando. Sus parientes se apresuraron allevar a un mdico junto a l, pero el hombre se neg a que le extrajeran la flecha o se le aplicaracualquier otro remedio mientras no le dieran respuesta a tres importantes preguntas: Primero, elhombre que le dispar era blanco o negro? Segundo, era un hombre alto o bajo? Y tercero, era

    un bracmn o un paria? Si no le respondan a estas tres preguntas, el hombre se negaba a recibirtodo tipo de asistencia.

    El monje se qued en el monasterio.

    Es mucho ms placentero hablar del camino que recorrerlo; o discutir acerca de las propiedades deuna medicina que tomarla.

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    EL NIO DEJA DE LLORAR

    Afirmaba aquel hombre que, en la prctica, era ateo. Si realmente pensaba por s mismo y erahonrado, tena que admitir que no crea de veras las cosas que su religin le enseaba. La existencia

    de Dios originaba tantos problemas como los que resolva; la vida despus de la muerte era unespejismo; las escrituras y la tradicin haban causado tanto mal como bien. Todas estas cosashaban sido inventadas por el hombre para mitigar la soledad y la desesperacin que l observaba enla existencia humana.

    Lo mejor era dejarle en paz. No decirle nada. Tal vez estaba atravesando una crisis de crecimiento yevolucin.

    Una vez le pregunt el discpulo a su Maestro: Qu es Buda?.

    Y el Maestro le respondi: La mente es Buda.

    Volvi otro da a hacerle la misma pregunta v la respuesta fue: 'No hay mente. No hay Buda'. Y eldiscpulo protest: Pero si el otro da me dijiste: 'La mente es Buda...'.

    Replic el Maestro: Eso lo dije para que el nio dejase de llorar. Pero, cuando el nio ha dejado dellorar, digo:

    No hay mente. No hay Buda .

    Tal vez el nio haba dejado de llorar y ya estaba preparado para la verdad. De modo que lo mejorera dejarle solo.

    * * *

    Pero cuando empez a predicar su recin descubierto atesmo a otras personas que no estabanpreparadas para ello, hubo que frenarle: Hubo una poca, la era pre-cientfica, en que los hombresadoraban al sol. Vino despus la era cientfica y los hombres se dieron cuenta de que el sol no era undios; ni siquiera era una persona. Por fin, vino la era mstica y Francisco de Ass llamara 'hermano' alsol y hablara con l.

    Tu fe era la de un chiquillo aterrorizado. Y ahora que te has convertido en un hombre audaz, la has

    perdido. Ojal llegues algn da a ser un mstico' y vuelvas a encontrar tu fe.

    * * *

    La fe no se pierde jams por buscar sin miedo la verdad. Slo las creencias que expresan la fe seven nubladas durante algn tiempo; pero, llegado el momento, se purifican.

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    EL HUEVO

    Nasruddin se ganaba la vida vendiendo huevos. Entr una persona en su tienda y le dijo: Adivina loque llevo

    en la mano.

    Dame una pista, dijo Nasruddin.

    Te dar ms de una: Tiene la forma de un huevo y el tamao de un huevo. Parece un huevo, sabecomo un huevo y huele como un huevo. Por dentro es blanco y amarillo. Antes de cocerlo es lquidoy, una vez cocido, es espeso. Adems, ha sido puesto por una gallina.... Ya lo tengo!, dijoNasruddin, es una clase de pastel!.

    El experto tiene el don de no acertar con lo evidente.

    El sumo sacerdote tiene el don de no reconocer al Mesas.

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    GRITAR PARA QUEDAR A SALVO... E INCLUME

    Una vez lleg un profeta a una ciudad con el fin de convertir a sus habitantes. Al principio la gente leescuchaba cuando hablaba, pero poco a poco se fueron apartando, hasta que no hubo nadie que

    escuchara, las palabras del profeta.

    Cierto da, un viajante le dijo al profeta: Por qu sigues predicando? No ves que tu misin esimposible?.

    Y el profeta le respondi:

    Al principio tena la esperanza de poder cambiarlos. Pero si ahora sigo gritando es nicamente paraque no me cambien ellos a m.

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    SE VENDE AGUA DEL RO

    Aquel da, el sermn del Maestro se redujo a una sola y enigmtica sentencia.

    Se limit a sonrer con irona y a decir: Todo lo que yo hago aqu es estar sentado en la orilla yvender agua del ro.

    Y concluy su sermn.

    El aguador haba instalado su puesto a la orilla del ro y acudan miles de personas a comprarle agua.Todo el xito de su negocio dependa de que aquellas personas no vieran el ro. Cuando, al fin,vieron, l cerr el negocio.

    El predicador tuvo un enorme xito. Venan a l por millares a adquirir sabidura. Cuando obtuvieronla sabidura, dejaron de acudir a sus sermones. Y el predicador no poda ocultar su satisfaccin, pueshaba logrado. su propsito, que no era sino el de retirarse lo antes posible, porque en el fondo sabaque l tan slo ofreca a la gente lo que sta ya posea, con tal de que fuera capaz de abrir los ojos ymirar. Si yo no me voy, dijo Jess a sus discpulos, no vendr a vosotros el Espritu Santo.

    * * *

    Si hubieras dejado tan resueltamente de vender agua, la gente habra tenido ms posibilidades de verel ro.

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    LA MEDALLA

    El hombre se encuentra solo, perdido y lleno de temores en medio de este vasto universo.

    La buena religin le hace audaz. La mala religin aumenta sus temores.

    Haba una madre que no consegua que su hijo pequeo dejara de jugar y regresara a casa antes delanochecer. De modo que, para asustarle, le dijo que el camino que llevaba a su casa era frecuentadopor unos espritus que salan tan pronto como se pona el sol. Desde aquel momento ya no tuvoproblemas para hacer que el nio regresara a casa temprano.

    Pero, cuando creci, el muchacho tena tanto miedo a la oscuridad y a los espritus que no habamodo de sacarle de casa por la noche. Entonces su madre le dio una medalla y le convenci de que,mientras la llevara consigo, los espritus no podran hacerle ningn mal en absoluto. Ahora elmuchacho ya no tiene miedo alguno a adentrarse en la oscuridad fuertemente asido a su medalla.

    La mala religin refuerza su fe en la medalla.

    La buena religin le hace ver que no existen tales malos espritus.

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    NASRUDDIN EN CHINA

    El Mullah Nasruddin fue a China, donde reuni a un grupo de discpulos a los que prepar paraalcanzar la iluminacin. Pero, tan pronto como lo consiguieron, los discpulos dejaron de asistir a sus

    clases.

    No es muy loable para un gua espiritual el que sus discpulos se sienten perennemente a sus pies.

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    EL GATO DEL GUR

    Cuando, cada tarde, se sentaba el gur para las prcticas del culto, siempre andaba por all el gatodel ashram distrayendo a los fieles. De manera que orden el gur que ataran al gato durante el culto

    de la tarde.

    Mucho despus de haber muerto el gur, seguan atando al gato durante el referido culto. Y cuandoel gato muri, llevaron otro gato al ashram para poder atarlo durante el culto vespertino. Siglos mstarde, los discpulos del gur escribieron doctos tratados acerca del importante papel que desempeael gato en la realizacin de un culto como es debido.

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    VESTIMENTAS LITRGICAS

    Octubre de 1917: Ha nacido la Revolucin Rusa. La historia humana ha adquirido una nuevadimensin.

    Dice la historia que aquel mismo mes se reuni en asamblea la Iglesia Ortodoxa Rusa y que tuvolugar un apasionado debate acerca del color del sobrepelliz que haba que usar en las funcioneslitrgicas. Algunos insistieron vehementemente en que debera ser blanco, mientras que otrosdefendan, con la misma vehemencia, que debera ser morado.

    Nern tocaba la lira mientras arda Roma.

    Luchar a brazo partido con una revolucin es infinitamente ms molesto que organizar u.na preciosaliturgia. Preferira recitar mis oraciones antes que mezclarme en reyertas de vecindario.

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    DIENTES DE LEN

    Un hombre que se senta orgullossimo del csped de su jardn se encontr un buen da con que endicho csped creca una gran cantidad de dientes de len. Y aunque trat por todos los medios delibrarse de ellos, no pudo impedir que se convirtieran en una autntica plaga.

    Al fin escribi al ministerio de Agricultura, refiriendo todos los intentos que haba hecho, y conclua lacarta preguntando: Qu puedo hacer?. Al poco tiempo lleg la respuesta: Le sugerimos queaprenda a amarlos.

    Tambin yo tena un csped del que estaba muy orgulloso, y tambin sufr una plaga de dientes delen que trat de combatir con todos los medios a mi alcance. De modo que el aprender a amarlos

    no fue nada fcil.

    Comenc por hablarles todos los das cordial y amistosamente. Pero ellos slo respondan con suhosco silencio. An les dola la batalla que haba librado contra ellos. Probablemente recelaban demis motivos.

    Pero no tuve que aguardar mucho tiempo a. que volvieran a sonrer y a recuperar su sosiego. Inclusorespondan ya a lo que yo les deca. Pronto fuimos amigos.

    Por supuesto que mi csped qued arruinado, pero qu delicioso se hizo mi jardn...!

    Poco a poco iba quedndose ciego, a pesar de que trat de evitarlo por todos los medios. Y cuando

    las medicinas ya no surtan efecto, tuvo que combatir con todas sus emociones. Yo mismo necesitabaarmarme de valor para decirle: Te sugiero que aprendas a amar tu ceguera.

    Fue una verdadera lucha. Al principio se resista a trabar contacto con ella, a decirle una sola palabra.Y cuando, al fin, consigui hablar con su ceguera, sus palabras eran de enfado y amargura. Perosigui hablando y, poco a poco, las palabras fueron hacindose palabras de resignacin; detolerancia y de aceptacin.... hasta que un da, para su sorpresa, se hicieron palabras de simpata... yde amor. Haba llegado el momento en que fue capaz de rodear con su brazo a su ceguera y decirle:Te amo. Y aquel da le vi sonrer de nuevo. Y qu sonrisa tan dulce... !

    Naturalmente que haba perdido la vista para siempre. Pero qu bello se hizo su rostro...! Muchoms bello que antes de que le sobreviniera la ceguera.

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    NO CAMBIES

    Durante aos fui un neurtico. Era un ser angustiado, deprimido y egosta. Y todo el mundo insistaen decirme que cambiara. Y no dejaban de recordarme lo neurtico que yo era.

    Y yo me ofenda, aunque estaba de acuerdo con ellos, y deseaba cambiar, pero no acababa deconseguirlo

    por mucho que lo intentara.

    Lo peor era que mi mejor amigo tampoco dejaba de recordarme lo neurtico que yo estaba. Ytambin insista en la necesidad de que yo cambiara.

    Y tambin con l estaba de acuerdo, y no poda sentirme ofendido con l. De manera que me sentaimpotente y como atrapado.

    Pero un da me dijo: No cambies. Sigue siendo tal como eres. En realidad no importa que cambies odejes de cambiar. Yo te quiero tal como eres y no puedo dejar de quererte.

    Aquellas palabras sonaron en mis odos como msica: No cambies. No cambies. No cambies... Tequiero....

    Entonces me tranquilic. Y me sent vivo. Y, Oh, maravilla!, cambi.

    Ahora s que en realidad no poda cambiar hasta encontrar a alguien que me quisiera, prescindiendode que cambiara o dejara de cambiar.

    Es as como T me quieres, Dios mo?

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    MI AMIGO

    Malik, hijo de Dinar, estaba muy preocupado por la disoluta conducta de un libertino joven que vivaen la casa contigua a la suya.

    Durante mucho tiempo no hizo nada al respecto, en la esperanza de que hubiera alguien queinterviniera. Pero cuando la conducta del joven se hizo absolutamente intolerable, Malik se dirigi a ly le pidi que cambiara su modo de ser.

    Con toda tranquilidad, el joven inform a Malik de que l era un protegido' del Sultn y, por lo tanto,nadie poda impedirle vivir como a l se le antojara.

    Malik le dijo: Yo, personalmente, me quejar al Sultn. Y el joven le respondi: Sercompletamente intil, porque el Sultn jams cambiar su opinin acerca de m. Entonces lehablar de ti al Sumo Creador, replic Malik. El Sumo Creador, dijo el joven, es demasiadomisericordioso como para reprocharme nada.

    Malik qued totalmente desarmado, por lo que desisti de su intento. Pero al poco tiempo lareputacin del joven se hizo tan psima que origin la repulsa general. Malik decidi entonces quedeba intentar reprenderle. Pero, cuando se diriga a la casa del joven, oy una voz que le deca: Notoques a mi amigo. Est bajo mi proteccin. A Malik, esto le produjo una enorme confusin y,cuando se vio en presencia del joven, no supo qu decirle.

    El joven le pregunt: A qu has venido?. Respondi Malik: Vena a reprenderte, pero cuando mediriga hacia aqu una Voz me dijo que no te tocara, porque ests bajo Su proteccin.

    El rostro del disoluto joven se transform. De veras me llam amigo suyo?, pregunt. Pero paraentonces Malik ya se haba marchado. Aos ms tarde, Malik se encontr con l en La Meca. Las

    palabras de la Voz le haban impresionado de tal modo que haba renunciado a todos sus bienes y sehaba hecho un mendigo errante. He venido aqu en busca de mi Amigo, le dijo a Malik.

    Y, dicho esto, muri.

    Dios, amigo de un pecador? Semejante afirmacin es tan arriesgada como real. Yo me la apliqu am mismo cuando, en cierta ocasin, dije: Dios es demasiado misericordioso como parareprocharme nada. Y al instante escuch la Buena Noticia por primera vez en m vida.

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    EL CATECUMENO RABE

    Al Maestro rabe Jalal ud-Din Rumi le gustaba contar la siguiente historia:

    Se hallaba un da el profeta Mahoma presentando la oracin matutina en la mezquita. Entre lamultitud de los fieles se encontraba un joven catecmeno rabe.

    Mahoma comenz a leer el Corn recitando el versculo en que el Faran afirma: Yo soy tuverdadero Dios. Al orlo, el joven catecmeno sinti tanta ira que rompi el silencio y grit: Serfanfarrn, el muy hijo de puta?.

    El profeta no dijo nada, pero cuando acabaron las oraciones, los dems comenzaron a increpar alrabe: No te da vergenza? Has de saber que tu oracin le desagrada a Dios, porque no slo hasroto el santo silencio de la oracin, sino que adems has usado un lenguaje obsceno en presencia delprofeta de Dios.

    El pobre rabe enrojeci de vergenza y se puso a temblar de miedo, hasta que Gabriel se leapareci al profeta y le dijo: Dios te manda sus saludos y desea que hagas que esa gente deje deincrepar a ese sencillo rabe; en realidad, su sincero juramento ha movido su corazn ms que lassantas plegarias de muchos otros.

    Cuando oramos, Dios se fija en nuestro corazn, no en nuestras frmulas.

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    NOSOTROS SOMOS TRES, T ERES TRES

    Cuando el barco del obispo se detuvo durante un da en una isla remota, decidi emplear la jornadadel modo ms provechoso posible. Deambulaba por la playa cuando se encontr con tres pescadores

    que estaban reparando sus redes y que, en su elemental ingls, le explicaron cmo haban sidoevangelizados siglos atrs por los misioneros. Nosotros ser cristianos, le dijeron, sealndoseorgullosamente a s mismos.

    El obispo qued impresionado. Al preguntarles si conocan la Oracin del Seor, le respondieron quejams la haban odo. El obispo sinti una autntica conmocin. Cmo podan llamarse cristianos sino saban algo tan elemental como el Padrenuestro?

    Entonces, qu decs cuando rezis? Nosotros levantar los ojos al cielo. Nosotros decir: 'Nosotrossomos tres, T eres tres, ten piedad de nosotros'. Al obispo le horroriz el carcter primitivo y hastahertico de su oracin. De manera que emple el resto del da en ensearles el Padrenuestro. Lospescadores tardaban en aprender, pero pusieron todo su empeo y, antes de que el obispo zarpara al

    da siguiente, tuvo la satisfaccin de or de sus labios toda la oracin sin un solo fallo.

    Meses ms tarde el barco del obispo acert a pasar por aquellas islas y, mientras el obispo paseabapor la cubierta rezando sus oraciones vespertinas, record con agrado que en aquella isla remotahaba tres hombres que, gracias a pacientes esfuerzos, podan ahora rezar como era debido.Mientras pensaba esto, sucedi que levant los ojos y divis un punto de luz hacia el este. La luz seacercaba al barco y, 'para su asombro, vio tres figuras que caminaban hacia l sobre el agua. Elcapitn detuvo el barco y todos los marineros se asomaron por la borda a observar aquel asombrosoespectculo.

    Cuando se hallaban a una distancia desde donde podan hablar, el obispo reconoci a sus tresamigos, los pescadores. Obispo!, exclamaron, nosotros alegrarnos de verte. Nosotros or tubarco pasar cerca de la isla y correr a verte.

    Qu deseis??, les pregunt el obispo con cierto recelo.

    Obispo, le dijeron, nosotros tristes. Nosotros olvidar bonita oracin. Nosotros decir: 'Padre Nuestroque ests en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino...'. Despus olvidar.

    Por favor, decirnos otra vez toda la oracin. El obispo se sinti humillado. Volved a vuestras casas,mis buenos amigos, les dijo, y cuando recis, decid: 'Nosotros somos tres, t eres tres, ten piedadde nosotros'.

    A veces he visto a mujeres ancianas rezar interminables rosarios en la iglesia. Cmo va a glorificar aDios ese incoherente palabreo? Pero siempre que me he fijado en sus ojos o en sus rostros alzadosal cielo, he sabido en el fondo que ellas estn ms cerca de Dios que muchos hombres doctos.

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    LA ORACIN PUEDE SER PELIGROSA

    He aqu una de las historias predilectas del Maestro de suf Sa'di de Shiraz:

    Cierto amigo mo estaba encantado de que su mujer hubiera quedado embarazada. El deseabaardientemente tener un hijo varn y as se lo peda a Dios sin cesar, hacindole una serie depromesas.

    Sucedi que su mujer dio a luz a un nio, por lo que mi amigo se alegr enormemente e invit a unafiesta a toda la aldea.

    Aos ms tarde, volviendo yo de La Meca, pas por la aldea de mi amigo y me enter de que estabaen la crcel.

    Por qu? Qu es lo que ha hecho?, pregunt.

    Sus vecinos me dijeron: Su hijo se emborrach, mat a un hombre y sali huyendo. De manera quearrestaron al padre y lo metieron en la crcel.

    Es verdad que pedir a Dios insistentemente lo que deseamos es un ejercicio realmente loable.

    Pero es tambin muy peligroso.

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    NARADA

    El sabio indio Narada parti en peregrinacin hacia el templo del Seor Vishn. Una noche se detuvoen una aldea y le dieron asilo en la choza de una pobre pareja. A la maana siguiente, antes de que

    marchara, el hombre le dijo a Narada: Ya que vas a ver al Seor Vishn, pdele que nos conceda unhijo a mi mujer y a m, porque son muchos aos ya los que llevamos sin descendencia.

    Cuando Narada lleg al templo, dijo al Seor: Aquel hombre y su mujer fueron muy amablesconmigo. Ten compasin de ellos y dales un hijo. El Seor, de un modo terminante, le replic: En eldestino de ese hombre no est el tener hijos. De modo que Narada, una vez hechas susdevociones, regres a casa.

    Cinco aos ms tarde emprendi la misma peregrinacin y se detuvo en la misma aldea, siendohospedado una vez ms por la misma pareja. Pero en esta ocasin haba dos nios jugando a laentrada de la choza.

    De quin son estos nios?, pregunt Narada. Mos, respondi el hombre.

    Narada qued desconcertado. Y el hombre prosigui: Hace cinco aos, poco despus de que t temarcharas, lleg a nuestra aldea un santo mendigo. Nosotros le dimos hospedaje aquella noche. Y ala maana siguiente, antes de partir, nos bendijo a mi mujer y a m... y el Seor nos ha dado estosdos hijos.

    Cuando Narada lo oy, no pudo esperar ms y march inmediatamente al templo del Seor Vishn.Una vez all, grit desde la misma entrada del templo: No me dijiste que no estaba en el destino deaquel hombre el tener hijos? Cmo es que ahora tiene dos?. Cuando el Seor le oy, risonoramente y dijo: Debe de haber sido cosa de un santo. Los santos tienen el poder de cambiar eldestino.

    Uno recuerda instintivamente una fiesta de bodas en la que la madre de Jess, por medio de sussplicas, consigui que su hijo realizara un milagro antes de lo previsto en su destino.

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    EL DESTINO EN UNA MONEDA

    El gran general japons Nobunaga decidi atacar, a pesar de que slo contaba con un soldado porcada diez enemigos. El estaba seguro de vencer, pero sus soldados abrigaban muchas dudas.

    Cuando marchaban hacia el combate, se detuvieron en un santuario sintosta. Despus de orar endicho santuario, Nobunaga sali afuera y dijo: Ahora voy a echar -una moneda al aire. Si sale cara,venceremos; si sale cruz, seremos derrotados. El destino nos revelar

    su rostro.

    Lanz la moneda y sali cara. Los soldados se llenaron de tal ansia de luchar que

    no encontraron ninguna dificultad para vencer. Al da siguiente, un ayudante le dijo a Nobunaga:Nadie puede cambiar el rostro del destino.

    Exacto, le replic Nobunaga mientras le mostraba una moneda falsa que tena cara por amboslados.

    El poder de la oracin? El poder del destino? O el poder de una fe convencida de que algo va aocurrir?

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    PEDIR LA LLUVIA

    Cuando acude a ti el neurtico en busca de ayuda, rara vez pretende ser curado, porque todacuracin es dolorosa. Lo que realmente desea es encontrarse a gusto con su neurosis. O, mejor an,

    anhela un milagro que le cure sin dolor.

    Al viejo le encantaba fumar su pipa despus de la cena. Una noche su mujer oli que algo sequemaba y grit: Por Dios bendito, pap! Se te estn quemando los bigotes. Ya lo s, respondiel viejo airadamente. No ves que estoy pidiendo la lluvia?.

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    EL ZORRO MUTILADO

    Fbula del mstico rabe Sa'di:

    Un hombre que paseaba por el bosque vio un zorro que haba perdido sus patas, por lo que elhombre se preguntaba cmo podra sobrevivir. Entonces vio llegar a un tigre que llevaba una presaen su boca. El tigre ya se haba hartado y dej el resto de la carne para el zorro.

    Al da siguiente Dios volvi a alimentar al zorro por medio del mismo tigre. El comenz a maravillarsede la inmensa bondad de Dios y se dijo a s mismo: Voy tambin yo a quedarme en un rincn,confiando plenamente en el Seor, y ste me dar cuanto necesito.

    As lo hizo durante muchos das; pero no suceda nada y. el pobre hombre estaba casi a las puertasde la muerte cuando oy una Voz que le deca: Oh, t, que te hallas en la senda del error, abre tus

    ojos a la Verdad! Sigue el ejemplo del tigre y deja ya de imitar al pobre zorro mutilado.

    Por la calle vi a una nia aterida y tiritando de fro dentro de ligero vestidito y con pocas perspectivasde conseguir una comida decente. Me encoleric y le dije a Dios: Por qu permites estas cosas?Por qu no haces nada para solucionarlo?. Durante un rato, Dios guard silencio. Pero aquellanoche, de improviso, me respondi: Ciertamente que he hecho algo. Te he hecho a ti.

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    EL DIOS-ALIMENTO

    Una vez decidi Dios visitar la tierra y envi a un ngel para que inspeccionara la situacin antes desu visita.

    Y el ngel regres diciendo:

    La mayora de ellos carece de comida; la mayora de ellos carece tambin de empleo.

    Y dijo Dios: Entonces voy a encarnarme en forma de comida para los hambrientos y en forma detrabajo para los parados.

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    LOS CINCO MONJES

    El Lama del Sur dirigi una urgente llamada al gran Lama del Norte pidindole que le enviara a unmonje sabio y santo que iniciara a los novicios en la vida espiritual. Para general sorpresa, el Gran

    Lama envi a cinco monjes. en lugar de uno solo. Y a quienes le preguntaban el motivo, lesresponda enigmticamente:

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    ASCENDER

    Entra el primer candidato: Entiende usted que esto no es ms que un simple 'test' que queremoshacerle antes de darle el trabajo que usted ha solicitado?. S.

    Perfectamente. Cuntas son dos y dos?. Cuatro.

    Entra el segundo candidato: Est usted listo para el 'test'?. S.

    Perfectamente. Cuntas son dos y dos?. Lo que diga el jefe.

    El segundo candidato consigui el trabajo.

    La actitud del segundo candidato es muy recomendable si deseas ascender en cualquier institucin,secular o religiosa. Frecuentemente te servir para sacar estupendas notas en los crmenesreligiosos. Por eso los licenciados en teologa muchas veces son ms conocidos por su amor a ladoctrina que por su amor a la verdad.

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    DIGENES

    Estaba el filsofo Digenes cenando lentejas cuando le vio el filsofo Aristipo, que vivaconfortablemente a base de adular al rey.

    Y le dijo Aristipo: Si aprendieras a ser sumiso al rey, no tendras que comer esa basura de lentejas.A lo que replic Digenes: Si hubieras t aprendido a comer lentejas, no tendras que adular al rey.

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    LEVANTARSE Y SER VISTO

    Decir la verdad tal como uno la ve requiere mucho valor cuando uno pertenece a una institucin.

    Pero desafiar a la propia institucin exige an ms valor. Y fue esto lo que hizo Jess.

    Cuando Kruschev pronunci su famosa denuncia de la era staliana, cuentan que uno de lospresentes en el Comit Central dijo: Dnde estabas t, camarada Kruschev, cuando fueronasesinadas todas esas personas inocentes?.

    Kruschev se detuvo, mir en torno por toda la sala y dijo: Agradecera que quien lo ha dicho tuvierala bondad de ponerse en pie.

    La tensin se poda mascar en la sala. Pero nadie se levant.

    Entonces dijo Kruschev: Muy bien, ya tienes la respuesta, seas quien seas. Yo me encontrabaexactamente en el mismo lugar en que t ests ahora.

    Jess se habra levantado.

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    LA TIENDA DE LA VERDAD

    No poda dar crdito a mis ojos cuando vi el nombre de la tienda: LA TIENDA DE LA VERDAD. Asque all vendan verdad. La correctsima dependienta me pregunt qu clase de verdad deseaba yo

    comprar: verdad parcial o verdad plena. Respond que, por supuesto, verdad plena. No querafraudes, ni apologas, ni racionalizaciones. Lo que deseaba era mi verdad desnuda, clara y absoluta.

    La dependienta me condujo a otra seccin del establecimiento en la que se venda la verdad plena.

    El vendedor que trabajaba en aquella seccin me mir compasivamente y me seal la etiqueta en laque figuraba el precio. El precio es muy elevado, seor, me dijo. Cul es?, le pregunt yo,decidido a adquirir la verdad plena a cualquier precio. Si usted se la lleva, me dijo, el precioconsiste en no tener ya descanso durante el resto de su vida.

    Sal de la tienda entristecido. Haba pensado que podra adquirir la verdad plena a bajo precio. Anno estoy listo para la Verdad. De vez en cuando anso la paz y el descanso. Todava necesito

    engaarme un poco a m mismo con mis justificaciones y mis racionalizaciones. Sigo buscando an elrefugio de mis creencias incontestables.

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    LA SENDA ESTRECHA

    En cierta ocasin previno Dios al pueblo de un terremoto que habra de tragarse las aguas de toda latierra. Y las aguas que reemplazaran a las desaparecidas habran de enloquecer a todo el mundo.

    Tan slo el profeta se tom en serio a Dios. Transport hasta la cueva de su montaa enormesrecipientes de agua, de modo que no hubiera ya de faltarle el lquido elemento en los das de su vida.

    Y efectivamente, se produjo el terremoto, desaparecieron las aguas y una nueva agua llen losarroyos y los lagos y los ros y los estanques. Algunos meses ms tarde baj el profeta de sumontaa a ver lo que haba ocurrido. Y era verdad: todo el mundo se haba vuelto loco y le atacaba 'al y no quera tener nada que ver con l. Y hasta se convenci todo el mundo de que era l el queestaba loco. As pues, el profeta regres a su cueva de la montaa, contento por haber tenido laprecaucin de guardar agua. Pero, a medida que transcurra el tiempo, la soledad se le hacainsoportable.

    Anhelaba tener compaa humana. De modo que descendi de nuevo a la llanura.

    Pero nuevamente fue rechazado por la gente, tan diferente de l.

    Entonces el profeta tom su decisin: Tir el agua que haba guardado, bebi del agua nueva y seuni a sus semejantes en su locura.

    Cuando buscas la Verdad, vas solo. La senda es demasiado estrecha para llevar compaa. Peroquin puede soportar semejante soledad?

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    EL FARSANTE

    La sala estaba abarrotada, en su mayora por ancianas damas. Se trataba de una especie de nuevareligin o secta. Uno de los oradores se levant para hablar, vestido nicamente con un turbante y un

    taparrabos. Y habl emocionadamente acerca del poder de la mente sobre la materia y de la psiquesobre el soma. Todo el mundo escuchaba embelesado. Al acabar, el orador regres a su sitio,justamente enfrente de m. Su vecino de asiento se dirigi a l y le pregunt en voz baja, aunqueperfectamente audible: Cree usted realmente lo que dice de que el cuerpo no siente nada, sino quetodo est en la mente y que la mente puede ser conscientemente influida por la voluntad?.

    Naturalmente que lo creo, respondi el farsante con piadosa conviccin. Entonces, le replic suvecino, le importara cambiarme el sitio? Es que estoy en medio de una corriente....

    Muchas veces he intentado desesperadamente practicar lo que predico.

    Si me limitara a predicar lo que practico, sera mucho menos farsante.

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    EL CONTRATO SOADO

    Eran las nueve de la maana y Nasruddin segua completamente dormido. El sol estaba en todo loalto, los pjaros gorjeaban en las ramas y el desayuno de Nasruddin se estaba enfriando. De manera

    que su mujer le despert. Nasruddin se espabil furiossimo: Por qu me despiertas precisamenteahora?, grit. No podas haber aguardado un poco ms?.

    El sol est en todo lo alto, replic su mujer, los pjaros gorjean en las ramas v tu desayuno seest enfriando

    Qu mujer ms estpida!, dijo Nasruddin. El desayuno es una bagatela, comparado con elcontrato por valor de cien mil piezas de oro que estaba a punto de firmar!.

    De modo que se dio la vuelta y se arrebuj entre las sbanas durante un largo rato, intentandorecobrar el sueo y el contrato que su mujer haba hecho aicos.

    Ahora bien, suceda que Nasruddin pretenda realizar una estafa en aquel contrato, y la otra partecontratante era un injusto tirano. Si, al recobrar el. sueo, Nasruddin renuncia a su estafa, ser unsanto.

    Si se esfuerza denodadamente por liberar a la gente de la opresin del tirano, ser un reformador.

    Si, en medio de su sueo, de pronto cae en la cuenta de que est soando, se convertir en unhombre despierto y en un mstico.

    De qu vale ser un santo o un reformador si uno est dormido?

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    MUY BIEN, MUY BIEN...

    En una aldea de pescadores, una muchacha soltera tuvo un hijo y, tras ser vapuleada, al fin revelquin era el padre de la criatura: el maestro Zen, que se hallaba meditando todo el da en el templosituado en las afueras de la aldea.

    Los padres de la muchacha y un numeroso grupo de vecinos se dirigieron al templo, interrumpieronbruscamente la meditacin del Maestro, censuraron su hipocresa y le dijeron que, puesto que l erael padre de la criatura, tena que hacer frente a su mantenimiento y educacin. El Maestro respondinicamente: Muy bien, muy bien....

    Cuando se marcharon, recogi del suelo al nio y lleg a un acuerdo econmico con una mujer de laaldea para que se ocupara de la criatura, la vistiera y la alimentara. La reputacin del Maestro quedpor los suelos. Ya no se le acercaba nadie a recibir instruccin.

    Al cabo de un ao de producirse esta situacin, la muchacha que haba tenido el nio ya no pudoaguantar ms y acab confesando que haba mentido. El padre de la criatura era un joven que vivaen la casa de al lado.

    Los padres de la muchacha y todos los habitantes de la aldea quedaron avergonzados. Entoncesacudieron al Maestro, a pedirle perdn y a solicitar que les devolviera el nio. As lo hizo el Maestro. Ytodo lo que dijo fue: Muy bien, muy bien....

    El hombre despierto!

    Perder la reputacin...? No difiere demasiado de perder aquel contrato que uno estaba a punto defirmar en sueos.

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    LOS HIJOS MUERTOS EN SUEOS

    Un humilde pescador y su mujer tuvieron un hijo al cabo de muchos aos de matrimonio. El nio erael orgullo y la alegra de sus padres. Pero un buen da cay gravemente enfermo. Los padres

    gastaron una fortuna en mdicos y en medicinas.

    Pero el nio muri.

    La madre qued absolutamente destrozada por la pena. El padre, por el contrario, no derram unasola lgrima.

    Cuando, despus del funeral, la mujer reproch al marido su total falta de afliccin, el pescador ledijo: Djame que te diga por qu no he llorado. Vers: la otra noche so que era un rey, padreorgulloso de ocho hijos. Qu feliz era...!

    Pero entonces despert.

    Y ahora estoy enormemente desconcertado. No s si debo llorar por aquellos ocho hijos o por esteotro.

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    EL AGUILA REAL

    Un hombre se encontr un huevo de guila. Se lo llev y lo coloc en el nido de una gallina de corral.El aguilucho fue incubado y creci con la nidada de pollos. Durante toda su vida, el guila hizo lo

    mismo que hacan los pollos, pensando que era un pollo. Escarbaba la tierra en busca de gusanos einsectos, piando y cacareando. Incluso sacuda las alas y volaba unos metros por el aire, al igual quelos pollos. Despus de todo, no es as como vuelan los pollos?

    Pasaron los aos y el guila se hizo vieja. Un da divis muy por encima de ella, en el lmpido cielo,una magnfica ave que flotaba elegante y majestuosamente por entre las corrientes de aire, moviendoapenas sus poderosas alas doradas.

    La vieja guila miraba asombrada hacia arriba Qu es eso?, pregunt a una gallina que estabajunto a ella. Es el guila, el rey de las aves, respondi la gallina. Pero no pienses en ello. T y yosomos diferentes de l. De manera que el guila no volvi a pensar en ello. Y muri creyendo queera una gallina de corral.

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    EL PATITO

    El santn suf Shams-e Tabrizi cuenta acerca de s mismo la siguiente historia:

    Desde que era nio se me ha considerado un inadaptado. Nadie pareca entenderme. Mi propiopadre me dijo en cierta ocasin: No ests lo suficientemente loco como para encerrarte en unmanicomio ni eres lo bastante introvertido como para meterte en un monasterio. No s qu hacercontigo.

    Yo le respond: Una vez pusieron un huevo de pata a que lo incubara una gallina. Cuando rompi elcascarn, el patito se puso a caminar junto a la gallina madre, hasta que llegaron a un estanque. Elpatito se fue derecho al agua, mientras la gallina se quedaba en la orilla cloqueando

    angustiadamente. Pues bien, querido padre, yo me he metido en el ocano y he encontrado en l mihogar. Pero t no puedes echarme la culpa de haberte quedado en la orilla.

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    LA MUECA DE SAL

    Una mueca de sal recorri miles de kilmetros de tierra firme, hasta que, por fin, lleg al mar. Quedfascinada por aquella mvil y extraa masa, totalmente distinta de cuanto baha visto hasta entonces.

    Quin eres t?, le pregunt al mar la mueca de sal.

    Con una sonrisa, el mar le respondi: Entra y comprubalo t misma.

    Y la mueca se meti en el mar. Pero, a medida que se adentraba en l, iba disolvindose, hasta queapenas qued nada de ella.

    Antes de que se disolviera el ltimo pedazo, la mueca exclam asombrada: Ahora ya s quinsoy!.

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    QUIN SOY YO?

    Este es un cuento de Attar de Neishapur.

    El amante llam a la puerta de su amada. Quin es, pregunt la amada desde dentro. Soy yo,dijo el amante. Entonces mrchate. En esta casa no cabemos t y yo.

    El rechazado amante se fue al desierto, donde estuvo meditando durante meses, considerando laspalabras de la amada. Por fin regres y volvi a llamar a la puerta. Quin es?. Soy t.

    Y la puerta se abri inmediatamente.

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    EL AMANTE HABLADOR

    Un amante estuvo durante meses pretendiendo a su amada sin xito., sufriendo el atroz padecimientode verse rechazado. Al fin su amada cedi: Acude a tal lugar a tal hora, le dijo.

    Y all, a la hora fijada, al fin se encontr el amante junto a su amada. Entonces meti la mano en subolso y sac un fajo de cartas de amor que haba escrito durante los ltimos meses. Eran cartasapasionadas en las que expresaba su dolor y su ardiente deseo de experimentar los deleites del amory la unin con ella. Y se puso a lerselas a su amada. Pasaron las horas .v l segua leyendo.

    Por fin dijo la mujer: Qu clase de estpido eres? Todas esas cartas hablan de m y del deseo quetienes de m. Pues bien, ahora me tienes junto a ti y no haces ms que leer tus estpidas cartas.

    Ahora me tienes junto a ti, dijo Dios a su ferviente devoto, y no haces ms que darle vueltas a tu

    cabeza pensando en m, hablar acerca de m con tu lengua y leer lo que dicen de m tus libros.Cundo te vas a callar y me vas a probar?.

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    RENUNCIAR AL YO

    El discpulo: Vengo a ofrecerte mis servicios.

    El maestro: Si renuncias a tu yo, el servicio brotar automticamente.

    Puedes entregar todos tus bienes para ayudar a los pobres, y entregar tu cuerpo a la hoguera, y notener amor en absoluto. Guarda tus bienes y renuncia a tu yo. No quemes tu cuerpo; quema tuego. Y el amor brotar automticamente.

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    ABANDONA TU NADA

    Pensaba que era de vital importancia ser pobre y austero. Jams haba cado en la cuenta de que lovitalmente importante era renunciar a su ego; que el ego engorda tanto con lo santo como con lo

    mundano, con la pobreza como con la riqueza, con la austeridad como con el lujo. No hay nada de loque no se sirva el ego para hincharse.

    El discpulo: Vengo a ti con nada en las manos.

    El maestro: Entonces sultalo en seguida.

    El discpulo: Pero cmo voy a soltarlo si es nada?

    El maestro: Entonces llvatelo contigo.

    De tu nadapuedes hacer una autntica posesin. Y llevar contigo tu renuncia como un trofeo.

    No abandones tus posesiones. Abandona tu ego.

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    EL MAESTRO ZEN Y EL CRISTIANO

    Una vez visit un cristiano a un maestro Zen y le dijo: Permteme que te lea algunas frases delSermn de la Montaa. Las escuchar con sumo gusto, replic el maestro.

    El cristiano ley unas cuantas frases y se le qued mirando. El maestro sonri y dijo: Quienquieraque fuese el que dijo esas palabras, ciertamente fue un hombre iluminado.

    Esto agrad al cristiano, que sigui leyendo. El maestro le interrumpi y le dijo: Al hombre quepronunci esas palabras podra realmente llamrsele Salvador de la humanidad.

    El cristiano estaba entusiasmado y sigui leyendo hasta el final. Entonces dijo el maestro: Esesermn fue pronunciado por un hombre que irradiaba divinidad.

    La alegra del cristiano no tena lmites. Se march decidido a regresar otra vez y convencer almaestro Zen de que debera hacerse cristiano.

    De regreso a su casa, se encontr con Cristo, que estaba sentado junto al camino. Seor, le dijoentusiasmado, he conseguido que aquel hombre confiese que eres divino!.

    Jess se sonri y dijo: Y qu has conseguido sino hacer que se hinche tu 'ego' cristiano?.

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    CONSUELO PARA EL DEMONIO

    Una antigua leyenda cristiana:

    Cuando el Hijo de Dios fue clavado en la cruz y 'entreg su espritu, descendi inmediatamente a losinfiernos y liber a todos los pecadores que all sufran tormentos.

    Y el demonio se afligi y llor, porque crea que ya no conseguira ms pecadores para el infierno.Entonces le dijo Dios: No llores, que yo he de enviarte a todas esas santas pe