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Q . Que un alicantino escriba de la buena vida de su provin- cia puede resultar pretencioso y tendencioso. Lo mismo resultaría de un madrileño que resaltara las delicias de su Madrid o de un salmantino que recorriera el patrimo- nio histórico y cultural de la provincia que le da el gen- tilicio. Por ello, para hablar de la cultura del bienestar que destila Alicante hay que situar, por delante de todo, un dato encima de la mesa: 299.948 extranjeros de la Unión Europea, Islandia, Liechesntein, Noruega y Suiza están empadronados en esta provincia. O, lo que es lo mismo: 299.948 extranjeros de régimen comunitario han decidido vivir, sino trasladar su primera residencia, la mayor parte del año en Alicante sin más ánimo que el de disfrutar de su tiempo libre y de ocio. No son pocos. De hecho, son muchos más los que, atraídos por los placeres de Alicante, han decidido poner tierra por medio y alejarse de su lugar de origen. Al me- nos por un tiempo. Y si al residente extranjero suma- mos el turista nacional con inmuebles en la provincia – turismo de segunda residencia– nos encontramos con que Alicante es la provincia española con el mayor por- centaje de segunda residencia de España y con la mitad de la oferta existente en la Comunidad Valenciana. Tan- ta atracción debe tener un porqué. E l p r o p i o h o g a r d e l e x t r a n j e r o El denominado turismo residencial, configurado por personas que en su mayoría son mayores de 50 años prejubilados, jubilados y pensionistas, es el que conoce, mejor que nadie, los valores de una tierra de encuentro. Una tierra que ya ha asumido como propia. Objeto de in- vestigaciones y estudios, el turismo residencial de Ali- cante ha evolucionado a lo largo de los años. La zona donde se han ido ubicando los extranjeros también ha ido cambiando: desde el litoral, en una no tan lejana década de los 70 protagonizada por la colonia alemana, hasta el interior, destino de moda en la actualidad y cuya principal zona emisora es Gran Bretaña. Sin embargo, independientemente de la ubicación de la vivienda, los valores de atracción que la provincia de Alicante ejerce sobre esta población han sido, y son, el cli- ma, el relativo bajo coste de vida, la ima- gen y la gente autóctona. Son demasiados atractivos para rechazar. Demasiado cauti- vadores. Son demasiadas ventajas frente al estrés y el elevado nivel de vida de sus paí- ses natales. No obstante, el bienestar que busca el turista residencial no se puede minimizar al clima y a las buenas temperaturas. Son de- terminantes. Por supuesto. Pero la doctora en Sociología Raquel Huete de la Universi- dad de Alicante y autora del libro «Turistas que llegan para quedar. Una explicación so- ciológica sobre la movilidad residencial» constata que «cuando se habla de calidad de vida (…) se asocia al concepto de paz, gente agradable, tomar algo en una terraza, la siesta, la fiesta, la vida cotidiana relaja- da, el sol, la playa y los paseos al aire li- bre». Es, en definitiva, la vida mediterránea de la calle, la del sentir, la del hablar sin te- chos ni paredes. Ésa es la que buscan los que vienen de fuera. El ejemplo más palpa- ble de esta situación es que, al contrario de lo que se puede pensar, la opción más prac- ticada por estos turistas no es ir a la playa: es comprar en mercadillos. Por zonas de acogida, en el litoral desta- ca la presencia de los municipios de Dénia, Benidorm, Santa Pola y Torrevieja, mien- tras que Pedreguer, La Nucía, Rojales y San Fulgencio son localidades que han crecido en la zona prelitoral. Son áreas que han te- nido un gran empuje en los últimos años por su cercanía el mar, su desmasificación y su bajo coste. Sin ir más lejos, Pedreguer casi ha dupli- cado su población europea en los últimos años y San Fulgencio la ha cuadruplicado. Sin embargo, es la zona del interior la que está en auge en la actualidad. Las promociones inmobiliarias en municipios como Aspe, Castalla u Hondón de los Frailes se están multiplicando. Uno de los motivos puede ser, según apunta la profesora Raquel Huete, que «en mu- chas personas ha brotado una nostalgia por estilos de vida y paisajes de antaño, a veces reales, a veces imagi- nados, que ha contribuido al surgimiento de nuevas for- mas de turismo, por ejemplo el turismo rural, y también ha influido en el aumento de las migraciones por moti- vos residenciales». U n a p r o v i n c i a p o r d e s c u b r i r Lo que marca a Alicante es su variedad geográfica. Una riqueza territorial que permite al que llega expermien- tar la sensación de la autenticidad. De ser el primero en descubrir un barrio, un municipio o un paisaje. Le ocurre a los de aquí también. Cada salida a la provincia supone una experiencia nueva. En caso contrario, ¿Por qué los residentes de países con mayor Índice de Desarrollo Hu- mano como Gran Bretaña (18), Alemania (21) o Norue- ga (1) deciden instalarse en la provincia de Alicante? Pues porque Alicante, cómo sugieren los expertos Juan Carlos de Pablos, Yago Gómez y Nuria Pascual, ofrece la posibilidad de «controlar la propia vida, el me- dio en el que ésta se desenvuelve y el conjunto de cir- cunstancias que rodean la propia existencia». Esta cali- dad de vida está relacionada con los amigos, la buena relación con los vecinos y con la realización de activida- des de ocio, culturales y deportivas al aire libre. Y es aquí, dónde entra el papel de la administración local y la empresa privada: la integración de los residentes ex- tranjeros. Desde el punto de vista empresarial, la existencia de este nuevo poblador ha abierto áreas de negocio en las economías locales: campos de golf, tiendas de alimenta- ción, restauración u ocio activo son algunas de las des- arrolladas en los últimos años. Desde la administración local, son numerosos los esfuerzos realizados para lograr la integración de estos habitantes, su empadronamiento en los municipios para que éstos, además de contribuir con sus impuestos, se aprovechen de la oferta lúdica, cultural y de ocio ofertada por los ayuntamientos. En cuanto a la oferta cultural, por poner sólo un ejemplo, l'Alfàs del Pi ha puesto en funcionamiento la Fundación Frax, cuya sede y oferta cultural ya se han situado a los pocos meses a la vanguardia de la Comu- nidad Valenciana y de España. Las actividades previs- tas para los próximos meses auguran una importante cantidad de exposiciones, conferencias y ciclos cultura- les de los que la población europea residente en el mu- nicipio y en la comarca podrá beneficiarse. En lo que se refiere a campos de golf, Alicante tiene en la actuali- dad una oferta de 14 campos de golf distribuidos por toda la provincia. A todo ello hay que sumar la oferta en materia de infraestructuras y de servicios existente en la provincia alicantina. Sin ella, la llegada de los turistas hubiera sido imposible. Una de las ramas más impor- tantes es la del aeropuerto de El Altet y la proliferación de las líneas de bajo coste que, por su relación precio y frecuencia (y aumento de conexiones en Europa), han permitido que millones de turistas repitan varias veces al año, lo que es un factor de- cisivo para tomar la decisión de comprar una vivienda en España. Lo mismo puede decirse del turista nacional. T u r i s m o d e s a l u d Y, además, está la atención sanitaria existente en España. Un cuidado que ha dado lugar al surgimiento del denomina- do «turismo de salud» de la Costa Blan- ca. Esta garantía de atención santiaria también juega un papel importante en una zona, la mediterránea, donde, según los extranjeros residentes en la provincia consultados por Raquel Huete en su libro «Turistas que llegan para quedar. Una explicación sociológica sobre la movilidad residencial» dos de cada tres consideran que el clima mediterráneo beneficia su estado de salud. Es la vuelta, o el mantenimiento, del turismo de balneario surgido en el siglo XIX. Un turismo de salud atractivo para el de fuera pero que también es una hi- poteca para los de dentro por el gasto y resentimiento que genera en equipa- mientos y dotaciones sanitarios, sobre todo, en las zonas con alta densidad de extranjeros jubiliados. Nos encontramos, por tanto, ante uno de los retos para que el Estado del Bienestar no recaiga en unos pocos. Estamos, por tanto, ante uno de los desafíos fiscales más impor- tantes para la región mediterránea en los próximos años. El club de la felicidad Las mil caras de una provincia 14 VÍCTOR M. ROMERO Los valores de atracción que la provincia ejerce han sido, y son, el clima, el relativo bajo coste de vida, la imagen y la gente RAFA ARJONES

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Page 1: El club de la felicidad (Raquel Huete)publicaciones.ua.es/files/detalles/9559398El club de la... · turista residencial no se puede minimizar al clima y a las buenas temperaturas.

Q.

Que un alicantino escriba de la buena vida de su provin-cia puede resultar pretencioso y tendencioso. Lo mismoresultaría de un madrileño que resaltara las delicias desu Madrid o de un salmantino que recorriera el patrimo-nio histórico y cultural de la provincia que le da el gen-tilicio. Por ello, para hablar de la cultura del bienestarque destila Alicante hay que situar, por delante de todo,un dato encima de la mesa: 299.948 extranjeros de laUnión Europea, Islandia, Liechesntein, Noruega y Suizaestán empadronados en esta provincia. O, lo que es lomismo: 299.948 extranjeros de régimen comunitariohan decidido vivir, sino trasladar su primera residencia,la mayor parte del año en Alicante sin más ánimo que elde disfrutar de su tiempo libre y de ocio.

No son pocos. De hecho, son muchos más los que,atraídos por los placeres de Alicante, han decidido ponertierra por medio y alejarse de su lugar de origen. Al me-nos por un tiempo. Y si al residente extranjero suma-mos el turista nacional con inmuebles en la provincia –turismo de segunda residencia– nos encontramos conque Alicante es la provincia española con el mayor por-centaje de segunda residencia de España y con la mitadde la oferta existente en la Comunidad Valenciana. Tan-ta atracción debe tener un porqué.

El propio hogar del extranjeroEl denominado turismo residencial, configurado por

personas que en su mayoría son mayores de 50 añosprejubilados, jubilados y pensionistas, es el que conoce,mejor que nadie, los valores de una tierra de encuentro.Una tierra que ya ha asumido como propia. Objeto de in-vestigaciones y estudios, el turismo residencial de Ali-cante ha evolucionado a lo largo de los años. La zonadonde se han ido ubicando los extranjeros también haido cambiando: desde el litoral, en una notan lejana década de los 70 protagonizadapor la colonia alemana, hasta el interior,destino de moda en la actualidad y cuyaprincipal zona emisora es Gran Bretaña.

Sin embargo, independientemente de laubicación de la vivienda, los valores deatracción que la provincia de Alicante ejercesobre esta población han sido, y son, el cli-ma, el relativo bajo coste de vida, la ima-gen y la gente autóctona. Son demasiadosatractivos para rechazar. Demasiado cauti-vadores. Son demasiadas ventajas frente alestrés y el elevado nivel de vida de sus paí-ses natales.

No obstante, el bienestar que busca elturista residencial no se puede minimizar alclima y a las buenas temperaturas. Son de-terminantes. Por supuesto. Pero la doctoraen Sociología Raquel Huete de la Universi-dad de Alicante y autora del libro «Turistasque llegan para quedar. Una explicación so-ciológica sobre la movilidad residencial»constata que «cuando se habla de calidadde vida (…) se asocia al concepto de paz,gente agradable, tomar algo en una terraza,la siesta, la fiesta, la vida cotidiana relaja-da, el sol, la playa y los paseos al aire li-bre».

Es, en definitiva, la vida mediterránea dela calle, la del sentir, la del hablar sin te-chos ni paredes. Ésa es la que buscan losque vienen de fuera. El ejemplo más palpa-ble de esta situación es que, al contrario delo que se puede pensar, la opción más prac-ticada por estos turistas no es ir a la playa:es comprar en mercadillos.

Por zonas de acogida, en el litoral desta-ca la presencia de los municipios de Dénia,Benidorm, Santa Pola y Torrevieja, mien-tras que Pedreguer, La Nucía, Rojales y SanFulgencio son localidades que han crecidoen la zona prelitoral. Son áreas que han te-nido un gran empuje en los últimos añospor su cercanía el mar, su desmasificación y

su bajo coste. Sin ir más lejos, Pedreguer casi ha dupli-cado su población europea en los últimos años y SanFulgencio la ha cuadruplicado.

Sin embargo, es la zona del interior la que está enauge en la actualidad. Las promociones inmobiliarias enmunicipios como Aspe, Castalla u Hondón de los Frailesse están multiplicando. Uno de los motivos puede ser,según apunta la profesora Raquel Huete, que «en mu-chas personas ha brotado una nostalgia por estilos devida y paisajes de antaño, a veces reales, a veces imagi-nados, que ha contribuido al surgimiento de nuevas for-mas de turismo, por ejemplo el turismo rural, y tambiénha influido en el aumento de las migraciones por moti-vos residenciales».

Una provincia por descubrirLo que marca a Alicante es su variedad geográfica. Unariqueza territorial que permite al que llega expermien-tar la sensación de la autenticidad. De ser el primero endescubrir un barrio, un municipio o un paisaje. Le ocurrea los de aquí también. Cada salida a la provincia suponeuna experiencia nueva. En caso contrario, ¿Por qué losresidentes de países con mayor Índice de Desarrollo Hu-mano como Gran Bretaña (18), Alemania (21) o Norue-ga (1) deciden instalarse en la provincia de Alicante?

Pues porque Alicante, cómo sugieren los expertosJuan Carlos de Pablos, Yago Gómez y Nuria Pascual,ofrece la posibilidad de «controlar la propia vida, el me-dio en el que ésta se desenvuelve y el conjunto de cir-cunstancias que rodean la propia existencia». Esta cali-dad de vida está relacionada con los amigos, la buenarelación con los vecinos y con la realización de activida-des de ocio, culturales y deportivas al aire libre. Y esaquí, dónde entra el papel de la administración local y laempresa privada: la integración de los residentes ex-tranjeros.

Desde el punto de vista empresarial, la existencia deeste nuevo poblador ha abierto áreas de negocio en laseconomías locales: campos de golf, tiendas de alimenta-ción, restauración u ocio activo son algunas de las des-arrolladas en los últimos años. Desde la administraciónlocal, son numerosos los esfuerzos realizados para lograrla integración de estos habitantes, su empadronamientoen los municipios para que éstos, además de contribuircon sus impuestos, se aprovechen de la oferta lúdica,cultural y de ocio ofertada por los ayuntamientos.

En cuanto a la oferta cultural, por poner sólo unejemplo, l'Alfàs del Pi ha puesto en funcionamiento laFundación Frax, cuya sede y oferta cultural ya se hansituado a los pocos meses a la vanguardia de la Comu-nidad Valenciana y de España. Las actividades previs-tas para los próximos meses auguran una importantecantidad de exposiciones, conferencias y ciclos cultura-les de los que la población europea residente en el mu-nicipio y en la comarca podrá beneficiarse. En lo que serefiere a campos de golf, Alicante tiene en la actuali-dad una oferta de 14 campos de golf distribuidos portoda la provincia.

A todo ello hay que sumar la oferta enmateria de infraestructuras y de serviciosexistente en la provincia alicantina. Sinella, la llegada de los turistas hubiera sidoimposible. Una de las ramas más impor-tantes es la del aeropuerto de El Altet y laproliferación de las líneas de bajo costeque, por su relación precio y frecuencia (yaumento de conexiones en Europa), hanpermitido que millones de turistas repitanvarias veces al año, lo que es un factor de-cisivo para tomar la decisión de compraruna vivienda en España. Lo mismo puededecirse del turista nacional.

Turismo de saludY, además, está la atención sanitaria

existente en España. Un cuidado que hadado lugar al surgimiento del denomina-do «turismo de salud» de la Costa Blan-ca. Esta garantía de atención santiariatambién juega un papel importante enuna zona, la mediterránea, donde, segúnlos extranjeros residentes en la provinciaconsultados por Raquel Huete en su libro«Turistas que llegan para quedar. Unaexplicación sociológica sobre la movilidadresidencial» dos de cada tres consideranque el clima mediterráneo beneficia suestado de salud.

Es la vuelta, o el mantenimiento, delturismo de balneario surgido en el sigloXIX. Un turismo de salud atractivo parael de fuera pero que también es una hi-poteca para los de dentro por el gasto yresentimiento que genera en equipa-mientos y dotaciones sanitarios, sobretodo, en las zonas con alta densidad deextranjeros jubiliados. Nos encontramos,por tanto, ante uno de los retos para queel Estado del Bienestar no recaiga enunos pocos. Estamos, por tanto, anteuno de los desafíos fiscales más impor-tantes para la región mediterránea enlos próximos años.

El club de la felicidad

Las mil caras de una provincia14

VÍCTOR M. ROMERO

Los valores de atracción que la provincia

ejerce han sido, y son, el clima, el relativo

bajo coste de vida, la imagen y la gente

RAFA ARJONES

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El turismo residencial llega en busca de calidad

de vida asociada al concepto de paz, gente

agradable, tomar algo en una terraza, la siesta,

la fiesta, el sol, la playa y los paseos al aire libre

Las mil caras de una provincia 15DAVID REVENGA

todos los colores

del mediterráneo