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El Colegio de Michoacán, A. C.
Doctorado Tutorial en Ciencias Sociales
Territorio y globalización: el caso de la industria petroquímica en
el sureste de Tamaulipas, México, (1979-2010)
Tesis
Que para optar al grado de
Doctor en Ciencias Sociales
Presenta:
Rodrigo Vera Vázquez
Directora de tesis:r
Dra. Patricia Ávila García
Zamora, Michoacán
Agosto, 2011
Este documento se imprimió en papel 100% reciclado.Contacto: Rodrigo Vera Vázquez, [email protected]
DEDICATORIA
A mi madre María Estela Vázquez Valle y a mi padre Rodrigo Vera Arnava
AGRADECIMIENTOS
En primer término agradezco al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por el apoyo brindado para la realización de la presente investigación y, por consiguiente, por su trascendental soporte en la formación de un recurso humano más dedicado a las ciencias sociales. En estos términos subrayo su aval a fin de impulsar el conocimiento social en el sureste tamaulipeco, particularmente en lo que respecta a sus procesos de transformación territorial supeditados a la actual fase del capitalismo. A la par, agradezco a El Colegio de Michoacán A. C. por su respaldo institucional en tan importante cometido, buscando siempre poner por delante la calidad de la investigación y la excelencia en materia de enseñanza- aprendizaje. De igual forma agradezco a El Colegio de Tamaulipas por las facilidades de infraestructura en la fase inicial del proyecto.
Ahora bien, la presente investigación, en todas sus fases, fue posible gracias a la intervención decidida y rigurosa de la Dra. Patricia Ávila García adscrita al Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien en todo momento me empujó a aventurarme en nuevas áreas del conocimiento, es decir, a nuevas perspectivas de ver y entender la realidad. Con la asesoría de la Dra. Ávila, incursioné hacia nuevos horizontes de pensamiento y detecté, con todo y mis obstinaciones, que desarrollar la percepción y la sensibilidad social es fundamental para ir más allá de un entendimiento superficial y/o descriptivo de la realidad. Al final el aprendizaje y la perseverancia se queda y se aplica en la vida cotidiana. Gracias Dra. Ávila.
Quiero agradecer a diversas personas los precisos comentarios y reflexiones que hicieron a mi modesto trabajo. Antes de mencionarlas, dejo en claro que es un honor conocerles además de expresarles lo afortunado que fui al encontrar en ustedes un amplio espectro de ideas frescas. Así, agradezco al Dr. Carlos Téllez Valencia del Centro de Geografía Humana de El Colegio de Michoacán A. C.; al Dr. Esteban Barragán López del Centro de Estudios Rurales de El Colegio de Michoacán A. C.; al Dr. Antonio Vieyra Medrano del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la Universidad Nacional Autónoma de México campus Morelia; a la Dra. Blanca Ramírez Velázquez de la Universidad Autónoma Metropolitana plantel Xochimilco; al Dr. José Antonio Trujeque Díaz de El Colegio de la Frontera Norte A. C., sede Monterrey; a la Dra. Hepzibah Muñoz Martínez de York University Canadá; al Dr. Octavio Herrera Pérez ex Rector de El Colegio de Tamaulipas; al Dr. Arturo Mora Olivo de la Universidad Autónoma de Tamaulipas; a la Dra. Valentina Campos Cabral del Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la Universidad Nacional Autónoma de México. A ustedes muchas gracias por el tiempo cedido.
En lo que respecta a la colaboración técnica de investigación sin lugar a dudas, agradezco a mi hermana Claudia Estela Vera Vázquez por su crucial apoyo en el proceso de armado de tablas, cuadros y gráficos, sin tu asistencia me hubiera vuelto de plano un ermitaño en “Los Olivos”. Destacando el tema de Victoria, agradezco a mi mujer Georgina Rivera Ruelas quien afortunadamente conoce del uso programas de diseño de imágenes y edición de textos; siempre buenas desveladas, gracias nena.
En fin, a todos ¡gracias!...».Q.«
RESUMEN
La presente tesis trata del análisis de las transformaciones territoriales suscitadas por el proceso de
aglomeración de la industria petroquímica en el sureste del estado de Tamaulipas, México. El
argumento central consiste en que la reestructuración del sistema de producción mundial, vinculado
al mercado y la transformación de hidrocarburos, ha incidido de manera directa en la conformación
de un espacio de capital, cuya organización se presenta en forma de ciudad industrial costera:
Altamira, proyecto emergente de la industria transnacional. En este trabajo, el régimen de
acumulación flexible se redimensiona y, con ello, las contradicciones inherentes a la reproducción
territorial del capital. Es, en todo caso, una grafía de las nuevas tendencias globales de organizar la
producción y el territorio, tendencias que van asociadas con la formación de relaciones de poder
expresadas en tensiones y conflictos sociales por el control de recursos estratégicos (suelo, capital y
trabajo). Parte de esta nueva realidad conlleva escenas de fricción social y menoscabo de los bienes
comunes, ejemplo de ello es el deterioro de los ecosistemas lacustres y costeros, que es su soporte
natural.
ABSTRACT
The thesis hereby submitted analyzes the territorial changes triggered by the agglomeration process
of the petrochemical industry in the southeastern state of Tamaulipas, Mexico. The central
argument consists that the restructuring of the global production system, linked to the market and
the transformation of hydrocarbons, has influenced the creation of a capital space, whose
organization is presented as a coastal industrial city: Altamira, emerging transnational industry
project. In this study, the regime of flexible accumulation is resized, and thus, the inherent
contradictions in the territorial capital reproduction. It is, in any case, an elucidation of the new
global production and territory organizing trends that are associated with the formation of power
relations expressed in social tensions and conflicts over the control of strategic resources (land,
capital and labor). Part of this new reality, involves scenes of social struggle and the diminishing
value of the common property, such example is the deterioration of coastal and wetlands
ecosystems, which is its natural support.
ÍNDICE GENERAL
Introducción .
CAPÍTULO I
LA REPRODUCCIÓN TERRITORIAL DEL CAPITAL
Introducción.............................................................................................................................................. 17
1.1. Consideraciones en torno a la transición del régimen de acumulación capitalista............................ 17
1.2. El cambio del régimen de acumulación y sus efectos en el espacio.................................................. 19
1.3. La nueva división internacional del trabajo....................................................................................... 28
1.4. La geografía contradictoria de la acumulación flexible.................................................................... 41
1.4.1. Dimensiones de poder en el espacio: de la homogeneidad a las diferencias territoriales...47
1.4.2. Tensiones sociales en la espacialidad del capital................................................................50
Sumario del capítulo.................................................................................................................................55
CAPÍTULO II
AGENTES-PROCESO DE CAMBIO Y RESPUESTA
EN LA RELACIÓN GLOBAL-LOCAL
Introducción ..............................................................................................................................................57
11.1. La dialéctica del Estado capitalista................................................................................................. 58
11.1.1. El Estado y lo supranacional.............................................................................................. 62
11.1.2. El Estado en las esferas local y regional.......................................................................... 66
11.2. La proyección del poder en el espacio: mediaciones del Estado..................................................... 74
Sumario del capítulo.................................................................................................................................80
7
CAPÍTULO III
PANORAMA, AJUSTE Y DISTRIBUCIÓN DE LA INDUSTRIA PETROQUÍMICA EN
TERRITORIO NACIONAL
Introducción..............................................................................................................................................83
111.1. La producción mundial de petróleo como factor de cambio........................................................... 85
111.2. Petroquímica, alianzas transnacionales y desarrollos regionales con impacto global....................91
111.3. Estado y ajuste estructural de la petroquímica nacional................................................................100
111.4. Readecuación institucional y declive de la producción petroquímica mexicana..........................108
111.5. Distribución de la industria química y petroquímica en territorio nacional..................................115
111.6. Tamaulipas en la fabricación de hules, resinas y fibras químicas................................................ 123
Sumario del capítulo............................................................................................................................... 131
CAPÍTULO IV
EXPRESIONES TERRITORIALES DEL MODELO DE REPRODUCCIÓN DEL CAPITAL
EN EL SURESTE TAMAULIPECO
Introducción............................................................................................................................................ 133
IV.1. Megaproyectos como condición general de reproducción del capital.......................................... 134
IV.2. La emergencia de Altamira como proyecto de ciudad portuaria e industrial...............................137
IV.3. Construcción portuaria y organización del corredor industrial petroquímico:periodo 1979-1984.................................................................................................................................. 145
IV.4. Engranajes del proyecto industrial Ciudad-Altamira: periodo 1985-1999.....................................150
IV.4.1. La reforma portuaria vs el Gremio Unido de Alijadores en el puertoindustrial Altamira..................................................................................................................... 157
IV.4.2. Componentes asociados al renovado proceso de industrialización de Altamira..........161
IV.4.3. Interés transnacional por el sector eléctrico en Altamira:los primeros momentos de privatización del sector en México................................................ 163
IV.4.4. La orientación a la cadena del plástico y el nuevo empuje industrial...........................165
IV.5. Reafirmación del poderío industrial instalado en Altamira: periodo 2000-2004 .........................169
IV.6. El perfeccionamiento de ciudad industrial Altamira: periodo 2005-2010...................................... 174
Sumario del capítulo............................................................................................................................... 181
CAPÍTULO V
INDUSTRIALIZACIÓN Y ACUMULACIÓN POR DESPOSESIÓN:
LA PRIVATIZACIÓN DE LA PROPIEDAD SOCIAL Y LOS BIENES COMUNES
Introducción........................................................................................................................................... 183
V.1. Lenguajes de valoración territorial en el sureste tamaulipeco: expresiones de conflicto..............183
V.2. Primeras maniobras de remoción de formas de producción no capitalistas en la zona:periodo 1979-1981.......................................................................................................................... 190
V.3. El cercamiento a los derechos de los pueblos en la costa altamirense: periodo de 1982-1984......194
V.3.1. Desposesión de tierras de Congregación Armenta..........................................................195
V.3.2. La expropiación de tierras del ejido Ricardo Flores Magón.......................................... 200
V.3.3. Dominio de propiedad quebrantado en el ejido Francisco Medrano..............................203
V.4. Respuesta campesina en el marco de las nuevas adjudicaciones de las tierras expropiadas:periodo 1985-1994..........................................................................................................................207
V.5. Momentos de resistencia y permanencia campesina: periodo 1995-2004.....................................210
V.6. Pronunciamientos campesinos en escenarios políticos y de mediación: periodo 2004-2006........213
V.7. Las vías de amparo al proyecto industrial Altamira: periodo 2007-2009...................................... 218
V.7.1. La respuesta de los industriales.......................................................................................220
V. 7.2. ¿La contradicción del gobierno federal?........................................................................223
V.8. Resultado de la sentencia en el juicio de amparo en revisión a las demandas de los pueblos:periodo 2009-2010..........................................................................................................................225
Sumario del capítulo...............................................................................................................................229
CAPÍTULO VI
LOS IMPACTOS AMBIENTALES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN:
LA DEVASTACIÓN DEL ECOSISTEMA LACUSTRE Y LOS RECURSOS NATURALES
Introducción............................................................................................................................................231
VI.1. El contexto.....................................................................................................................................231
VI.2. Características fisiográficas de la región en la que se emplaza el proyecto industrialpetroquímico Altamira................................................................................................................236
VI.3. Biodiversidad presente en la región................................................................................................242
VI.3.1. El manglar altamirense: una riqueza que se destruye......................................................247
VI.3.2. El acuífero zona sur de Tamaulipas, recurso y soporte de actividad humana..............251
VI.4. Industria, agua, contaminación y marco jurídico como referente de conflictos...........................255
VI.5. La legislación ambiental y el cercamiento de los bienes comunes..................................................266
Sumario del capítulo...............................................................................................................................269
Conclusiones..........................................................................................................................................273
Bibliografía............................................................................................................................................281
Enciclopedias y diccionarios............................................................................................................ 292
Suplementos periodísticos................................................................................................................ 293
Documentos oficiales...................................................................................................................... 293
Cartografía........................................................................................................................................ 294
Bases de datos.................................................................................................................................. 294
Redes sociales.................................................................................................................................. 295
ÍNDICE DE IMÁGENES
1. Localización geográfica de la zona de estudio en el noreste mexicano............................... 11
V.1. El proyecto industrial Altamira en el contexto regional...................................................... 191
Y 2 Localización de los centros de población ejidal expropiados en la zona sur del polígonodel puerto industrial Altamira............................................................................................. 206
V. 3. Zonas de fraccionamiento al interior del polígono del puerto industrial Altamira............. 214
VI. 1. Sistema lacustre de la costa altamirense.............................................................................. 239
VI.2. Localización y estudio de un jagüey en la zona industrial de Altamira............................... 241
Yj 2 Sitios de manglar con relevancia biológica registrados por la CONABIO en la regiónindustrial del municipio de Altamira................................................................................... 249
VI.4. Acuífero 2813, Zona Sur de Tamaulipas............................................................................ 252
VI.5. Expansión industrial al norte del puerto de Altamira.......................................................... 259
VI.6. Fragmentación ecológica del estero Garrapatas, municipio de Altamira............................. 267
INDICE DE TABLAS
1.1. Los diferentes tipos de mercados teóricos.......................................................................... 45
111.1. Desarrollos petroquímicos regionales con impacto global..................................................
111.2. Reclasificación oficial de productos petroquímicos básicos en México............................. 111
111.3. Tendencia de la producción petroquímica en México, 1960-2007. Toneladas/año............ 112
111.4. Industria química (subsector 325)Indicadores de cambio y participación sectorial 1999-2004............................................... 118
111.5. Fabricación de productos petroquímicos (subrama 32511)Indicadores de cambio y participación sectorial 1998-2004................................................ 122
111.6. Fabricación de hules, resinas y fibras químicas (rama 3252)Indicadores de cambio y participación sectorial 1998-2004.............................................. 125
111.7. Participación de Tamaulipas en la producción nacional de resinas plásticas...................... 127
111.8. Fabricación de productos de plástico (rama 3261)Indicadores de cambio y participación sectorial 1998-2004.............................................. 129
IV. 1. Cogeneración de energía eléctrica en Altamira (1996-1998)Expansión de la sociedad Enertek, S. A .............................................................................. 165
V. 1. Empresas salineras inmersas en la proyección del polígono norte del puertoindustrial de Altamira.......................................................................................................... 217
VI. 1. Disponibilidad de agua en el Acuífero 2813 Zona Sur de Tamaulipas, 2008...................... 254
VI.2. Volumen y puntos de descarga de aguas residuales industriales en Altamira,Tamaulipas.......................................................................................................................... 260
VI.3. Denuncias registradas en materia ambiental en el área conurbada del sur de Tamaulipas,2004 y 2009........................................................................................................................ 265
ÍNDICE DE GRÁFICAS
III. 1. Pico esperado de la producción petrolera mundial............................................................... 88
III.2. El precio del petróleo en marco de las crisis mundiales 1940-2010.................................... 90
111.3. Tendencia histórica de la fabricación de productos petroquímicos en México,1960-2007............................................................................................................................ 120
111.4. Distribución de la población ocupada en la fabricación de productos de plástico en losmunicipios de Tamaulipas (2004). Subsector 3261............................................................. 130
IV.1. Población ocupada por sector de actividad en el municipio de Altamira, Tamaulipas,1950-2010............................................................................................................................ 154
IV.2. Población económicamente activa ocupada por región y municipio según rama deactividad, ambos sexos, 2000.............................................................................................
IV.3 Importación / exportación de fluidos petroquímicos, sin incluir al petróleo, por el puerto industrial de Altamira (toneladas). Serie histórica de movimiento de carga de altura,2001-2008............................................................................................................................ 178
IV. 4. Comparativo de carga promedio de fluidos petroquímicos, sin incluir petróleo, por lospuertos de Tampico y Altamira. Toneladas según periodo seleccionado (1985-2009)...... 178
V. 1. Población rural y urbana en Altamira, Tamaulipas (1930-2010)....................................... 188
ÍNDICE DE FIGURAS
111.1. Principales cadenas productivas de la industria petroquímica............................................. 92
111.2. Cambio y participación estatal de la industria química (subsector 325).Evolución 1998-2004.........................................................................................................
111.3. Cambio y participación estatal en la fabricación de productos petroquímicos ^(subrama 32511). Evolución 1998-2004.............................................................................
111.4. Cambio y participación estatal en la fabricación de hules, resinas y fibras químicas(rama 3252). Evolución 1998-2004.................................................................................... 124
111.5. Cambio y participación estatal en la fabricación de productos de plástico(subsector 3261). Evolución 1998-2004............................................................................. 128
ÍNDICE DE MAPAS
IV.1. Expansión metropolitana hacia el municipio de Altamira, 1930-1974................................ 144
IV.2. Expansión metropolitana hacia el municipio de Altamira, 1984......................................... 148
IV.3. Expansión metropolitana hacia el municipio de Altamira, 1999......................................... 168
IV.4. Expansión metropolitana hacia el municipio de Altamira, 2010........................................ 180
Introducción
En 1979, Altamira, Tamaulipas, experimentó un primer coletazo a la territorialidad de los
pueblos campesinos ubicados en las cercanías a la costa. Ese año irrumpieron las primeras
máquinas de dragado en tierras ejidales y con ello, se proyectó un nuevo rumbo de cientos de
familias de pescadores y agricultores no capitalistas. Se gestaba un proyecto estratégico para el
perfeccionamiento de la industria petroquímica transnacional: el puerto industrial de Altamira y
la conformación del corredor industrial petroquímico en el cono sur de Tamaulipas.
En el ámbito nacional, el Estado aún mantenía cierta injerencia en la producción de
petroquímicos básicos, tanto que Petróleos Mexicanos (PEMEX) participaba como proveedor
fundamental de la industria nacional y extranjera instalada en el país, entre ellas, abastecía las
plantas localizadas en el sur de Tamaulipas. Sin embargo, en el ámbito mundial la industria
transnacional advertía nuevas formas de acumulación: se desplegaba de manera consistente
hacia otras regiones del orbe. En Estados Unidos de América el empresariado de la industria
química y petroquímica ya había observado el territorio de Altamira como potencial para
desarrollar parte de su emporio, ejemplo de ello fue la instalación de DuPonty Petrocel. Desde
ese país se decidía la instalación de Nhumo y PPG-Industries en territorio altamirense.
Mientras eso sucedía, en Inglaterra se actuaba contundentemente en la reforma del Estado y su
adelgazamiento en torno a sus fuerzas productivas y, con ello, tomaba forma la liberación
mercantil de la economía.
Al transcurrir la década del ochenta del siglo pasado, en el país, se reiteraba la
necesidad de contar con un puerto capaz de responder a los procesos de cambio inherentes al
comercio exterior. En este contexto, el municipio de Altamira se incorporó de lleno en el
Programa Nacional de Desarrollo Industrial y fue catalogado como un territorio prioritario para
el requerimiento empresarial. A esta inclusión le siguieron docenas de decretos expropiatorios
de tierras ejidales. Hacía 1987 el polígono del puerto dejó entrever su proyección en una
superficie cercana a las 11 mil hectáreas.
Paralelamente a esas situaciones, el Estado comenzó a liberar su producción de
petroquímicos básicos, fue una etapa inicial de cambio y adaptación impuesto desde afuera. La
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industria petroquímica mundial venía formando regiones con impacto global, por ejemplo en
Medio Oriente y Europa Occidental; ahí se delineaba una especialización oligopólica en las
principales cadenas productivas (petroquímicos básicos como el etileno y el tolueno). Sin más
preámbulos, el territorio altamirense estaba siendo alcanzado por intereses del exterior. Al
iniciar la década del noventa del siglo pasado, se encontraban operando docenas de nuevas
industrias multinacionales buscando asegurar nichos de mercado, tal fue el caso de la alemana
Basf o aquellas españolas en búsqueda por romper los candados para generar electricidad. Entre
tanto, las importaciones comenzaron a fluir y las exportaciones se redujeron drásticamente.
Fue una fase ardua en términos de resistencias al modelo, el escenario dejaba en claro
que el nuevo régimen, denominado flexible, aplicaba en varias direcciones. Se presentó, en
teoría, como una fase de segmentación técnica horizontal de la producción, pero, en la praxis,
como una fuerza de abatimiento hacia cualquier fuerza u organización que pudiera significar
una traba al modelo de acumulación. En estos términos, penetró tajantemente en el contrato
colectivo de trabajo, de tal manera que abatió buena parte del movimiento obrero nacional.
Fragmentó al gremio portuario e irrumpió con fuerza en el desmembramiento de las
comunidades rurales. Para algunos esos hechos solo muestran de nueva cuenta la llamada
“destrucción creadora”.
Al iniciar el nuevo siglo, el puerto de Altamira se había privatizado, el Estado dejaba en
claro su papel como instrumento imprescindible en el perfeccionamiento del nuevo modelo. Se
limitó cualquier posibilidad de jurisdicción por parte del gremio de trabajadores del puerto.
Además, tales actos significaron para el nuevo empresariado, encargado de administrar el
recinto portuario, la posibilidad de renta y enajenación (venta) de esas tierras expropiadas, pero
también simbolizaron, el cercamiento de las propiedades comunes y/o aniquilamiento de los
medios de producción comunitaria. Tomaba sentido esa frase capitalista que refiere a la
conversión de la “propiedad raquítica de muchos” en “propiedad substanciosa para pocos”, o
aquella que señala “ ^ e s más barato importar que producir” . Desde el Estado se divulgaba el
despegue de la carga promedio de fluidos petroquímicos por el puerto de Altamira
jerarquizándolo como el más importante del país, también se alardeaba de la capacidad
instalada en la zona en cuanto a producción de resinas plásticas se refiere (70% nacional), pero
8
poco se dijo que esas cifras responden a la movilidad de fluidos provenientes del exterior.
Altamira se había convertido en un nodo de transferencia de la red global.
En lo que respecta a la petroquímica nacional, el Estado, a través de su aparato
legislativo, había cedido a la libre fuerza del mercado 80% de los productos petroquímicos
básicos nacionales. Algo contradictorio, sobre todo si se toma en cuenta que a nivel mundial el
crecimiento de la demanda de petroquímicos básicos e intermedios ha sido constante desde
hace treinta años. Tal escenario es un elemento que permite visualizar el porqué de las nuevas
acometidas territoriales procuradas por la empresa transnacional en torno a esta rama de
producción. De manera similar ocurrió con el resquebrajamiento del sector eléctrico nacional.
Hay que decir, “Altamira industrial” fue uno de los primeros espacios de negociación entre
compañías transnacionales y el Estado en donde se concertaron instrumentos legales de
cogeneración eléctrica para uso industrial.
Al año 2010, la conformación de un espacio de capital emergente de la industria
petroquímica transnacional tomó sentido. Se presentó como un nodo de transferencia y
producción de insumos petroquímicos, en donde el puerto y la creación del corredor industrial
del área metropolitana sirvieron para interpretarlo. También, tomó sentido porque el Estado
cumplió con su función de agente procurador del interés privado y la “inversión” extranjera.
Quizá el ejemplo más cuestionable de este proceder haya sido la forma en cómo medió la
disputa social relacionada con las tierras expropiadas; y es que dentro de toda esta historia de
cambio y transformación territorial, enmarcada en tendencias globales, diversos grupos
campesinos enfrentaron de varias formas el avance de la frontera industrial en Altamira. Acción
de resistencia que les llevó a estar en escenarios políticos, jurídicos, burocráticos y hasta
judiciales. Entre plantones, demandas, querellas y llamados de ayuda, los campesinos lograron
un juicio de amparo en revisión por el incumplimiento de los decretos de propiedad de sus
tierras, con ello tambalearon hasta cierto punto la alianza Estado-industria. Al final el Estado
reformista dispuso, es decir, declaró su posición dando cumplimiento a la ejecutoria de amparo
en revisión. Un acontecimiento de la historia que merece analizarse con detenimiento a fin de
interpretar la expresión territorial del proceso de reestructuración global.
En esos escenarios de disputa, uno de los aspectos más lamentables ha sido la pérdida
de ecosistemas. Hay que mencionar que el emplazamiento industrial y portuario se ha
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efectuado en uno de los ecosistemas lacustres más importantes de la entidad, sobre todo si se
toma en cuenta que se ubica en la subcuenca del río Barberena entre las regiones florísticas
Xerofítica Mexicana y Caribea, es decir, entre las provincias florísticas de la Planicie Costera
del Noreste y Costa del Golfo de México. Este aspecto pudo darle un valor inigualable a la
región en términos de biodiversidad presente. Y es que mucha de la flora y la fauna tropical que
se puede localizar en el sureste de México, tiene su límite de distribución en esta zona, lo que le
confiere una alta importancia desde el punto de vista biogeográfico.
La información enseña que esta región se encuentra amenazada por la actividad humana
que irrumpió con mayor fuerza desde la década del ochenta del siglo pasado. La zona,
conformada por humedales y lagunas, representó una importante fuente de producción y
alimentación de las diferentes especies silvestres, hoy catalogadas como amenazadas y en
peligro de extinción. La adjudicación de grandes extensiones de tierra a requerimiento de los
grandes capitales, a las que se suman significativos volúmenes de agua concesionada y que
implican permisos de descarga de aguas de procedencia industrial a ríos, esteros, lagunas y al
océano, es muestra del problema estructural del capitalismo en su búsqueda por maximizar
ganancias a corto plazo y sin importar los costos sociales y ambientales asociados. Tal
situación sugiere que la laxitud de la legislación ambiental en países recientemente
industrializados, como México, aún sigue siendo un factor determinante de localización
industrial. La evidencia muestra que el territorio nacional es un circuito idóneo para abaratar
los costos de producción, toda vez que la empresa transnacional aún encuentra en el Estado-
Nación una vía desde donde puede incorporar como materia prima objetos de la naturaleza que
no tienen valor contable; con lo cual, la depredación de recursos naturales aumenta a la par de
la generación de desechos.
Geográficamente el área que ocupa la industria transnacional y el polígono portuario, se
ubica en el municipio de Altamira, es decir, a unos 15 kilómetros al nororiente del área
metropolitana de Tampico, Madero y Altamira. Las coordenadas del territorio altamirense son:
latitud norte 22° 46', al sur 22° 19'; longitud este 97° 50', y al oeste 98° 20'.
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Imagen 1. Localización de la región de estudio en el noreste mexicano
Fuentes: SIG-Vera Vázquez, 2009. Imagen: NASA, John C. Stennis Space Center, LandSat, circa, 2000.
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Derivado de lo antes expuesto, surgen seis preguntas rectoras que delinean la
investigación:
• ¿Cuáles son los procesos que permiten explicar Altamira como un espacio emergente de
capital creado por la empresa petroquímica transnacional?
• ¿Cuál ha sido el papel del Estado en la reproducción territorial del capital?
• ¿Cuál es la movilidad de la industria petroquímica en México?
• ¿Es Altamira un nuevo enclave de producción y transferencia de productos
petroquímicos dentro de la red global de industrias?
• ¿Cuáles son las contradicciones del modelo de acumulación y cómo se correlacionan
con las pautas de lucha y conflicto social?
• ¿Cuáles son las implicaciones socio-ambientales asociadas al impulso industrial de
Altamira?
El objetivo general de la investigación consiste en analizar el proceso de
reestructuración global asociado con la industria petroquímica y su expresión territorial en el
sureste de Tamaulipas. Además se plantean los siguientes objetivos específicos:
• Analizar las características del actual régimen de acumulación capitalista y sus formas
de reproducción territorial.
• Analizar el patrón de localización de la industria petroquímica en México con base en la
expansión de redes globales de producción y transferencia de insumos, poniendo
atención en la tendencia de producción mundial de petróleo.
• Analizar el papel del Estado en la conformación del corredor petroquímico y el puerto
de Altamira como representaciones máximas del modelo de acumulación en la región.
• Analizar las mediaciones institucionales llevadas a cabo por el Estado en torno a los
conflictos sociales, particularmente por la discrepancia de objetivos e intereses por el
uso y propiedad del territorio.
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• Identificar los impactos que tiene la industrialización sobre los recursos naturales y la
biodiversidad, específicamente por el dominio de la zona lacustre costera altamirense,
así como reflexionar en torno a las consecuencias sociales e institucionales derivadas.
En cuanto al encuadre teórico del estudio se toman en consideración cuatro elementos
clave: a) la evolución del modelo de acumulación con base en la abstracción de la división
social de la producción, buscando con ello interpretar la nueva geografía industrial del orbe; b)
las formas que adopta la dicha evolución capitalista, es decir, como espacios de capital
representados en aglomeraciones y territorios industriales en red global, y que dictan, en buena
medida, las pautas a seguir por el Estado en su búsqueda por contrarrestar la crisis del sistema;
c) el marco del funcionamiento de las economías de mercado en estrecha relación con la
reproducción territorial del capital; y d) las tensiones sociales de la espacialidad del capital, es
decir, que se forjan al estructurar un espacio de dominación y/o sometido a relaciones de poder
específicas.
En este sentido, territorio y globalización se conjugan como producto de la cimentación
histórica de relaciones sociales. De ahí, que este trabajo se sitúe en el campo de conocimiento
de la geografía crítica, al referir el territorio como un proceso que dista mucho de ser pasivo,
sino que incide en los procesos de acumulación de capital que en el fondo son reflejo de la
división internacional del trabajo (como lo es la producción flexible). El territorio es Estado y
éste a su vez es sociedad, se construye por la capacidad de acción de grupos e individuos en
pretensión por la defensa o ampliación de intereses determinados. Son los agentes-proceso de
cambio y repuesta, quienes dan sentido a la espacialidad del capital.
En el territorio hay un entramado de instituciones que favorecen o dificultan la
reproducción territorial del capital, en el caso de adoptar la forma de aglomeración industrial
queda la contribución de un bloque antagónico. La realidad indica que existen grupos
económicos con intereses y orígenes diversos que compiten y colaboran con la finalidad de
propiciar su reproducción social. Tal procedimiento sugiere dos escenarios: por un lado la
integración necesaria de nuevos agentes-proceso (locales o no locales) que asisten directamente
a favor del nuevo régimen de acumulación y, por el otro, la subordinación/sometimiento de
agentes-proceso (locales y no locales) que se oponen al cambio o ajuste estructural. Ambas
13
realidades son tocadas en este trabajo, por lo que se incorporan pasajes de la historia
altamirense que tienen que ver con nociones como la de acumulación por desposesión, justicia
social, e incluso, derecho ambiental.
En lo que respecta a las herramientas metodológicas diseñadas para aprehender de la
realidad social se trabajó dos ejes: información primaria y secundaria.
1. Acopio de información primaria
Sistematización de información por medio de diario de campo. Observación in situ
• Aspectos relacionados con las actividades socioeconómicas. Se identificaron zonas de
actividad agrícola, pastoreo y pesca artesanal, todas al interior del polígono industrial.
Así mismo, se registraron los sitios donde el avance del suelo industrial ha ocasionado
perdida de cobertura agrícola de temporal.
• Aspectos relacionados con la cohesión u organización de grupos. En este rubro se hizo
necesario detectar la existencia de intereses a fines en la comunidad, al hacerlo se
identificó al adversario que contrapone esos objetivos comunitarios. Con ello, se logró
el registro de líderes, grupos y posiciones respecto de un problema común: la
expropiación de tierras. También se vislumbraron alianzas y rivalidades al interior de
los ejidatarios. De ello, surgió un primer esbozo para diseñar la entrevista a informantes
e indagar en las formas de dirigir la acción para conseguir los objetivos comunitarios.
• Aspectos de infraestructura y sus características. Se registraron puntos de descarga de
aguas residuales, ductos superficiales, apertura de caminos al interior del polígono
portuario. También se puso atención en el tipo de infraestructura y terminales marítimas
del puerto. El acceso al mismo estuvo restringido por tiempo definido por la
Administración Portuaria Integral de Altamira.
• Aspectos que atañen a las características ambientales y/o naturales de la zona. Se
registraron zonas impactadas por el avance del suelo industrial. En este sentido, se
clasificaron impactos al agua, aire y suelo. Se observó el tipo de vegetación y la fauna
14
presente. Así mismo, indagó en las prácticas de pesca y tipo de población ictícola según
laguna de la zona.
Entrevistas a informantes clave
• Guía de entrevista abierta. Con este instrumento se obtuvo información complementaria
a la recabada en gabinete. Se aplicaron entrevistas abiertas a informantes clave en
cuatro sectores estratégicos: industriales, funcionarios de gobierno, ejidatarios e
investigadores.
2. Acopio de información secundaria
Estadísticas censales económicas por rama de actividad económica
• Se aplicó el método de cambio y participación para la rama petroquímica en función de
la producción bruta estatal y nacional. La aplicación del modelo sirvió para analizar, por
un lado, los periodos que dieron origen a la actual organización industrial en la zona de
estudio y por el otro, la tendencia de crecimiento y/o contracción de la producción bruta
para cada una de las regiones productoras del país. Tras el comparativo estatal se
sustentó el posicionamiento de Tamaulipas en esta rama de producción (tendencia de
crecimiento). De igual forma se demostró la existencia de una aglomeración industrial
petroquímica en Altamira.
Documentos oficiales: decretos, declaratorias, informes, suplementos, bases de datos, etc.
• Una fase esencial del proceso de investigación fue organizar las fuentes legislativas;
básicamente leyes y actas de procesos tribunales relacionados con la respuesta
campesina al proceso de expropiación de tierras. Así mismo se clasificaron boletines de
gobierno, declaratorias y decretos que dan cuenta de los asuntos en materia de
transferencias institucionales de tierras y bienes inmuebles expropiados. Del mismo
15
modo, se recabó información de la gaceta parlamentaria para reconocer la organización
del Estado y sus personajes al momento de las circunstancias históricas concretas que
dejaron huella en el proceso de cambio estructural de las fuerzas productivas e
industrialización del territorio altamirense.
16
CAPITULO I
LA REPRODUCCIÓN TERRITORIAL DEL CAPITAL
Introducción
El último tercio del siglo pasado significó para las ciencias sociales un referente obligado para
reflexionar en torno a las ópticas y disciplinas que delinean el entendimiento espacial,
particularmente en lo que respecta a la transformación del territorio. Fueron los intensos
cambios económico-productivos, sociolaborales e institucionales experimentados en el mundo
que dejaron entrever la nueva faceta que atañe a la reproducción territorial del capital. Más allá
de las radicales transformaciones urbanas que se suceden en los espacios que resultan
“ganadores” o beneficiados con el nuevo régimen de acumulación, en esta nueva estructura
espacial se manifiestan numerosas contradicciones (conflictos y desigualdades) que se omiten
en el discurso de una futurología flexible (postfordista) como modelo de desarrollo. El objetivo
principal de este capítulo consiste en analizar y sistematizar los cambios que, de alguna manera,
describen esta nueva realidad, teniendo en cuenta aquellas aportaciones clásicas y
contemporáneas que están sirviendo de referente.
I.1. Consideraciones en torno a la transición del régimen de acumulación
capitalista
Dentro de las posiciones que tratan de explicar las características de la actual fase del régimen
de acumulación capitalista se encuentran dos debates. El primer debate cuestiona el paradigma
postfordista como panacea de la realidad actual que se desprende de la posición ortodoxa de
Becattini, G., (1994), Piore, M. y Sabel, C., (1989 y 1994). Ellos, desde la década de los
ochenta, han insistido que es posible generalizar el cambio en las relaciones de producción
existentes en los nuevos espacios industriales del mundo, a partir del desarrollo económico
17
observado en la llamada Tercera Italia; proceso caracterizado por el crecimiento económico en
regiones y ciudades en medio de la industrialización en declive del triángulo de Milán-Turín-
Génova. Para estos autores la especialización flexible originada en ese territorio representa la
“tercera vía del desarrollo económico y social” y por tanto el paradigma de cambio mundial. En
contraparte autores como Amin, A. y Robins, K., desde la perspectiva crítica, han venido
cuestionando la visión optimista y apologética de una producción descentralizada y de “futuros
flexibles”, al considerar la simplicidad y generalización de los hechos que conciernen al cambio
histórico. Además señalan que los planteamientos de Piore y Sabel, dejan de lado la
importancia de las dimensiones espaciales y contradictorias del proceso de reestructuración.
Entre algunos de los cuestionamientos que ayudan a percibir la esencia de este debate, se
tienen: ¿Es la nueva ortodoxia lo suficientemente precisa como para soportar un examen
minucioso? ¿Hasta qué punto el postfordismo se acuña como un proceso de “vender el futuro”?
Un segundo planteamiento que suscita un debate más fino se deriva de los
planteamientos de Scott, A. y Storper, M., quienes desde finales de la década del ochenta han
reflexionado en la incidencia que tienen las nuevas formas de comunidades industriales en la
“ruptura histórica” que marca la crisis del fordismo como modo de acumulación y de
regulación. Estos autores se apoyan en las formas de producción en masa y segmentada para
pasar del fordismo a lo que se denomina postfordismo, insistiendo en la reaglomeración
decisiva de la producción. En este tenor, además de Sayer, A. y Walker, R. (1992), reaparecen
Amin, A. y Robins, K. (1994) para advertir en las implicaciones teóricas que trae consigo
confundir, o encasillar, la producción en masa con la noción de rigidez, es decir, al cuestionar
una forma de razonamiento binario que contrapone flexibilidad con rigidez para explicar el
nuevo paradigma. Los planteamientos de Amin y Robins consisten en argumentar que las dos
formas de división del trabajo, en vez de sucederse, coexisten.
Al reconocer estas posiciones del debate postfordista es posible desprender otras
aproximaciones teóricas enfocadas al entendimiento de la “nueva realidad” : Por ejemplo, las
contribuciones clásicas regulacionistas de Agglieta, M. (1976) y de Boyer, R. (1978;1986); la
apología de la crisis como generadora de innovación y eficiencia productiva de Lorenzi, Pastré
y Tolédano (1981); la óptica de desindustrialización basada en la tercerización contemporánea
de Coriat, B. y Petit, P. (1991); los distritos industriales franceses como formas del cambio
18
histórico capitalista de Courlet C. y Pecqueur, B. (1994); o los aportes anglosajones que aluden
a categorías regulacionistas como lo son “modo y régimen de acumulación” de Scott, A. (1987,
1989, 1994) y Storper, M. (1987, 1994, 1997, 2001). En contrapeso se añaden aquellos aportes
prevalecientes de la corriente estructuralista que se han mostrado más sensibles a lucha de
clases y sus cambios, tales son los casos de Masey, D. (2003); Harvey, D. (2001, 2005);
Martin, R. (1999, 2000); Pradilla, E. (1997, 1999, 2003), solo por citar a algunos.
I.2. El cambio del régimen de acumulación y sus efectos en el espacio
El debate en torno a las características que adopta la nueva fase por la que atraviesa el sistema
de producción capitalista trae consigo una diversidad de planteamientos que, en el fondo,
coinciden con el hecho de una reorganización industrial en frenesí global. Esta reorganización,
con todo y sus formas de aglomeración urbana, se manifiesta en cambios y/o transformaciones
en las estructuras económicas, sociolaborales e institucionales, tanto en los países difusores
como en los receptores. La discusión se desprende de la observación de un cambio que tiene
que ver con la crisis del modelo de producción fordista, en tanto régimen de acumulación
antecesor.
El fordismo fue un modelo de producción y régimen de acumulación que tuvo su auge
en la primera mitad del siglo pasado1. A diferencia del modelo taylorista -que se fundamentó
en maximizar la eficiencia de la mano de obra, mediante la división sistemática de las tareas, la
organización racional del trabajo en sus secuencias, procesos y tiempos de operación-, el
fordismo se consideró una innovación por excluir el control del tiempo de producción que tenia
la clase obrera, como solía ocurrir cuando el obrero además de poseer la fuerza de trabajo
poseía los conocimientos necesarios para realizar su trabajo de forma autónoma. Es decir, la
innovación en el proceso precedió a la innovación en el producto. Lo importante no era qué se
producía, sino cómo debían producirse para aumentar la capacidad productiva del trabajo en
términos de productividad. En este tenor, la razón del modelo fordista consistió en incrementar
el volumen de la producción (por efecto de la tecnología de ensamblaje) a fin de reducir costos
1 El modelo ideado por Henri Ford en Estados Unidos de Norte América pasó rápidamente a ser adoptado por los países industrializados europeos, para después convertirse en una forma innovadora de acumulación de capital.
19
y optimizar ganancias (por la relación tiempo/ejecución). En términos de acumulación de
capital el modelo admite un excedente de productos que supera numéricamente la capacidad de
consumo de la élite, tradicional y única consumidora de tecnologías con anterioridad. Al
instituirse se forma un obrero especializado con un status mayor al proletariado de la
industrialización, cuya máxima expresión se advierte en la clase media del modelo
norteamericano, misma que se transformaría en la cara visible del arquetipo del —american
way".
La estandarización de la producción (en grandes series) junto con la posibilidad de
colocación de la oferta a partir del consumo en masa, hizo que este modelo se distinguiera
como una estrategia eficaz de expansión mercantil y propagación de nuevos códigos culturales
mediados por el capital. Durante el primer tercio del siglo XX se creyó que con la difusión de
ese modelo empresarial, el sistema se autoalimentaría hacia el crecimiento en una espiral
indefinida. La retórica fue aumentar el salario del obrero para incrementar el consumo, sin
embargo, en el fondo el modelo minimizó cualquier tipo de fuerza organizacional social que
pudiera mermar la acumulación capitalista.
Se puede decir que en el fordismo se observaron dos estrategias encaminadas a controlar
cualquier fuerza social-laboral organizada. La primera estrategia tiene que ver con la ruptura
del monopolio o control que tenía el trabajador respecto de los tiempos de producción y
conocimiento del proceso de elaboración. Fue con la mecanización de los procesos o
incorporación de la tecnología de ensamblaje que el capitalista logró apoderarse de los tiempos
en el proceso. Esta estrategia se estructuró e implementó en el tiempo en el que se suscitaron
conflictos bélicos de carácter global. En efecto, la Primera Guerra Mundial, suscitada entre
1914 y 1918, significó para la clase capitalista una oportunidad para colocar producción y
establecer relaciones de poder no solo sobre las fuerzas productivas en el Estado-nación, sino
también sobre la clase obrera. La etapa de recuperación (social y económica) de esa guerra
representó para los países industrializados elevadas tasas de crecimiento económico. Según
información de Salinas E. (2008: 126), durante el modelo fordista se acuñó el llamado "decenio
glorioso" (1920-1929), etapa que supuso tasas de crecimiento en los países industriales de más
de 5%. Sin embargo, la crisis estadounidense de 1929-33 significó una de las primeras señales
de cambio o ajuste estructural del sistema. La llamada espiral indefinida soportada por la
20
verticalidad industrial se tambaleó; en otras palabras, la oferta rebasó a la demanda generando
una crisis de sobre producción.
En ese entonces se expidió en Estados Unidos la Ley Arancelaria Hawley-Smoot (junio
de 1930), lo que trajo consigo la elevación de los aranceles aduaneros a niveles sin precedentes.
De acuerdo con los historiadores económicos la Ley significó prácticamente el cierre de
fronteras a productos extranjeros. Fue el comienzo de la Gran Depresión marcada por el
desenfrenado proteccionismo suscitado en todo el mundo. Los mercados dejaron de funcionar y
se estrecharon las líneas comerciales. Los proteccionistas no anticiparon que con la reducción
de las importaciones inevitablemente se impactaría en las exportaciones; enseguida creció el
desempleo de las industrias de exportación. Las rápidas y crecientes restricciones del comercio,
incluyendo los aranceles, los bonos, los controles de cambio y otros dispositivos, fueron
generando una crisis mundial.
Al momento del crack, la ciudad de Nueva York había crecido hasta convertirse en la
mayor metrópolis del mundo, siendo su distrito de Wall Street uno de los centros financieros
líderes del planeta. Desde ahí, el pánico que había sumergido a los industriales norteamericanos
también apresó al sistema bancario y a sus millones de clientes. El crack empujó el comienzo
de un periodo de declive económico en las naciones industrializadas, significando el
establecimiento paulatino de reformas financieras y nuevas regulaciones que, con el paso del
tiempo, se convertirían en los ejes rectores de ajuste del modelo económico de desarrollo.
Sucede que cuando la economía mundial comenzó a desintegrarse y el nacionalismo económico
se tornó desenfrenado, los países europeos deudores quedaron en situaciones de pago precarias:
“Austria y Alemania cesaron sus pagos al exterior y se congelaron grandes créditos ingleses y
americanos; cuando Inglaterra suspendió finalmente los pagos en oro en septiembre de 1931, la
crisis se expandió consistentemente en los Estados Unidos” (Sennholz, H., 2003:7). La caída en
valores de bonos extranjeros generó un colapso del mercado general que golpeó a los bancos
norteamericanos en su punto más vulnerable: sus carteras de inversión.
Fue un periodo en el que la industrialización se vio impactada: aproximadamente un
tercio de obreros se encontraron desempleados (alrededor de 13 millones). Ese panorama dejó
entrever que las acciones de compra que realizan los países al extranjero se circunscriben a su
21
capacidad de ventas al exterior, un horizonte ideal para el capitalista transnacional que daba
señales de expansión a nuevos territorios del orbe.
La onda larga de crisis social y económica de las naciones industrializadas en realidad
comenzó su recuperación hasta finalizar la Segunda Guerra Mundial (1937-1945). Fue en la
época de la posguerra que se abrieron posibilidades de exportación. La reconstrucción europea
vendría a apuntalar la maniobra de expansión industrial norteamericana en el mundo. Ante tal
escenario el ascenso del fordismo anglosajón tomó nuevos bríos y procedió con una segunda
oleada de producción . Durante esa expansión la región latinoamericana, en especial México,
se vio favorecida a través de la compra sostenida de materias primarias.
En el fordismo, con la tecnificación para llevar a cabo el proceso de producción masiva
-cada vez más concentrada en las grandes industrias-, el empresario capitalista configuró una
"ideología" de optimismo (infundado) sobre lo técnico y lo económico, que fue pronto
propagada por todos los países industrializados -y envidiada por los todavía no
industrializados-. Esto llegó a impregnar la "cultura" de la sociedad industrial, no sólo de los
directivos sino también de los trabajadores y los sindicatos, que aceptaron casi sin resistencias
las exigencias del sistema. Cabe señalar la siguiente pregunta: ¿A qué se debió esta aceptación?
En palabras de Salinas E. (2008:126), “el contexto socioeconómico en que quedó el
mundo al concluir la Segunda Guerra Mundial posibilitó la implantación, en la mayoría de los
países europeos, de un pacto social que se constituyó por la procuración del Estado de
Bienestar” y la instrumentación de políticas socialdemócratas keynesianas (factor fundamental
complementario de la producción fordista). El pacto fue un proceso que se tradujo en un
diálogo entre organizaciones empresariales y sindicatos, siempre arropado por la intervención
del Estado. Coriat, B. (1982), añade que este proceso de negociación fue fruto del temor de los
detentadores de poder económico, al dimensionar la influencia que los países comunistas 2 3
2 Paul Sweezy en su libro El Capitalismo Moderno, al poner atención en algunos de los rasgos principales del proceso de acumulación del capital de los Estados Unidos, presentados en el periodo de la posguerra, señaló que las ganancias de las grandes corporaciones estadounidenses se elevaron de 26,700 millones de dólares en 1960 a 48,100 en 1967, un promedio de incremento anual de más de 10%. Sweezy (1972:112), refirió “^ las empresas multinacionales han venido extendiendo sus tentáculos alrededor del globo como nunca antes”.3 La economía keynesiana se centró en el análisis de las causas y consecuencias de las variaciones de la demanda agregada y sus relaciones con el empleo y los ingresos. El interés final de John Maynard Keynes consistió en dotar de instrumentos financieros a instituciones nacionales e internacionales para controlar la economía en las épocas de recesión o crisis. Este control se ejercía mediante el gasto presupuestario del Estado, acción que se llamó política fiscal.
22
ofrecían para un movimiento obrero europeo básicamente revolucionario. Tras la
institucionalización de las negociaciones, se supuso el abandono de los planteamientos
revolucionarios y la transformación de su práctica hacia el reformismo. Fue entonces cuando el
modelo fordista dejó entrever la segunda estrategia, encaminada a controlar la fuerza social
laboral que se venía organizando.
Se promovió la integración de la clase obrera en el sistema social para que los
trabajadores dejaran de cuestionar la forma del Estado. Fue un esquema de persuasión que
ofreció una mejora en las condiciones de los obreros (ciudadanos) a través de otorgar
certidumbre en las relaciones laborales. Para ello se amplió el gasto social (servicios y seguro
social) y se readecuó la legislación sobre las condiciones del trabajo. Este modelo se prolongó
básicamente hasta la década de los setenta y fue conceptualizado por varios autores como el
período del capitalismo organizado, debido a la relativa armonía del funcionamiento económico
y social (Yoguel, G. y Gatto, F., 1989).
A lo largo de esta fase capitalista se distinguen tres aspectos para su análisis: 1) un
principio general de organización del trabajo basado en la mecanización; 2) una estructura
macroeconómica (o régimen de acumulación) que otorgó un poder adquisitivo a los
trabajadores y; 3) un sistema de reglas (o modo de regulación) que implicó el reconocimiento
de contratos colectivos de trabajo y monitoreo del salario; este último aspecto estuvo alineado
al crecimiento de los mercados domésticos, en particular, por el comportamiento de la
economía hegemónica de los Estados Unidos.
A saber de Lipietz, A., (1997: 17-21), la primera y más lógica razón que evidenció la
crisis del fordismo, como modelo de regulación, fue cuando el tamaño de la demanda comenzó
a disminuir en los países industrializados. Entrada la década del setenta, la competencia entre
Estados Unidos de América, Europa y Japón comenzó a nivelarse. La internacionalización de
los procesos productivos y de los mercados entre países industrializados, requirió del
perfeccionamiento de las economías de escala. Dicho de otra forma, requirió de aumentar el
tamaño o escala de la planta a fin de posicionarse y propagarse, para disminuir el costo medio
23
de producción. En esa década los principales commodities^ incrementaron su precio
(particularmente el petróleo) y con ello la fabricación de productos para exportación se
desgastó.
Al finalizar la década de los setenta, el mayor reto fue impedir el desplome de la
rentabilidad. Al encarar el ajuste de la demanda, el Estado junto con las élites empresariales
prosiguieron con el principio keinesiano, con ciertos ajustes. La principal idea era seguir
coordinando y manteniendo la demanda mundial a través del Estado benefactor. Las firmas de
países fordistas buscaron otras maneras para incrementar la acumulación o, dicho de otra
forma, para reducir los costos de producción: invertir las regulaciones laborales a partir de
celebrar subcontratos de producción en países no fordistas, como el “bloque socialista”, o los
“recién países industrializados” (NIC's, por sus siglas en inglés) (Armstrong, P., et al., 1984).
Las regulaciones consignadas para procurar el crecimiento del mercado doméstico, como la
política del salario, estarían comprometidas al destino de acuerdos internacionales de comercio.
Dentro de los principales problemas a resolver estaban la reducción y desaceleración de
los mercados domésticos, el incremento de los costos laborales (incluidos aquellos impuestos
destinados al Estado bienestar) y el impacto por el incremento del precio de los principales
commodities. Tanto para Lipietz, A., (1997), como para Coriat, B., (1992), la reducción de las
ganancias en el fordismo se debía en buena parte al hecho de que los obreros se habían
convertido en una clase con demasiada fuerza organizacional, producto de reglas de juego
demasiado “inflexibles” . Políticas de “flexibilidad liberal” fueron puestas en marcha por los
gobiernos del Reino Unido, Estados Unidos de América y, eventualmente, seguidas por la
mayoría de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), grupo de naciones fundado en 1960.
El pacto social comprometido décadas atrás, fue atenuado en diversos grados y
desgastado desde diferentes puntos: desde las reglas de gobernar hasta las raíces de la seguridad
social; y desde la liberación de las reglas laborales hasta la proliferación de nuevas necesidades
por incertidumbre laboral. Estas acciones perfilaron una nueva fase evolutiva del modelo al
pasar de la “rigidez” a la “flexibilidad”; es decir, al trasladar el control directo (industria- 4
4 Es un término anglosajón que se aplica a todo producto o materias primas que son objeto de negociación en mercados organizados, tales como metales, petróleo, gas natural y granos, por lo que son transados en los mercados financieros internacionales, como activo subyacente, bajo la figura de contratos a futuro.
24
empleado) a la autonomía responsable (industria-contratista-empleado). Así, se estaría pasando
de una organización vertical en la que la relación industria-trabajador era directa, a una forma
de organización horizontal en la que apareció o incorporó la empresa de servicios
especializados y de subcontratación. Teóricamente este esquema se expandió en diversos
niveles y sectores. Lipietz, A., (1997), lo resume como una forma flexible que se disemina
tanto individualmente, como entre firmas empresariales, gobiernos y fuerzas productivas
propias del Estado capitalista; de ahí que asocie la flexibilidad con un control jerárquico directo
y resultante de una industria motriz. Cuestión que volvió la mirada a la organización del trabajo
taylorista, sin los beneficios sociales del régimen fordista, a tal grado que se denominó
paradigma neotaylorista. Lash, S. y Urry, J. (2000) insistieron en el paso de una era capitalista
“organizada”, a una nueva era capitalista flexible y “desorganizada”.
La noción de estos autores provino de un contexto en el que reverdeció el conflicto de
clases (esta vez con más signos que en la fase anterior). Fue otra fase del capitalismo; un
proceso de innovación enmarcado por la contracción del Estado en el control del mercado. La
liberación de sectores productivos, propios del Estado, se desarrolló a partir de una
combinación ideológica entre patriotismo racial y una firme adhesión entre países
industrializados con el fin de provocar la misma línea liberal. Esta fase se acuñó a la era de
Margaret Thatcher (ministro del Reino Unido) y Ronald Reagan (presidente de los Estados
Unidos de América)5. Una era donde la industrialización de los países periféricos significó una
estrategia de las naciones centrales para potenciar la nueva división internacional del trabajo.
Emergió con ello, la construcción de identidades económicas nacionales en los diversos países
del mundo; y surgió una renovada concepción de gobernabilidad, que en términos generales se
entendió como: el conjunto de medios de regulación entre el mercado y la política (del Estado-
Nación).
5 Por ejemplo, Thatcher redujo la influencia de los sindicatos en la economía británica. Bajo su mandato muchos de ellos declararon huelgas como respuesta a la legislación promulgada, sin embargo, por lo general eran desintegrados sin haber conseguido ningún acuerdo con el gobierno, es decir, sin hacer valer su estado de derecho. Los desórdenes provocados por los huelguistas se combatieron con controvertidas técnicas policiales. Según Pugh y Flint (1997), Thatcher probablemente destruyó la raíz de los sindicatos en menos de 10 años. Estas políticas, apuntaladas por la influencia neoliberal estadounidense, se propagaron a otros territorios del orbe repercutiendo en cambios en las estructuras productivas de los Estados y ámbitos geográficos industriales.
25
Surgida de la agitación radical de los años setenta, se afianzó una corriente heterodoxa
francesa que permeó la idea de neo-institucionalismo en el planeta: los regulacionistas. Estos
abordaron el problema de la articulación entre los espacios locales y globales como paradigma
de la reflexión de las naciones, que eran impactadas por las reglas de ajuste mercantil mundial,
sistemas financieros internacionales y propagación de empresas multinacionales. Ahondaron
particularmente sobre la cuestión de las relaciones Norte-Sur, donde se formó una división
internacional de trabajo en el seno de los procesos de producción fordista.
Al observar los desajustes del modelo económico, los regulacionistas cuestionaron el
proceder ofensivo del régimen sobre las formas no capitalistas; por lo que formularon al
Estado, como una instancia suprema donde se codificaron e institucionalizaron los
compromisos que aseguraron la reproducción y cohesión de las formas estructurales del
régimen de acumulación. Aglietta, M. (1976), uno de sus principales exponentes, se abocó en
las formas de la acumulación del capital, es decir, en la interpretación de las distorsiones y
desequilibrios que nacen permanentemente del proceso. Con fidelidad a los hechos empíricos
buscó la construcción de una estrategia de izquierda frente al modelo; y es que para Aglietta, el
declive del fordismo representó el principio de un nuevo estadio de la regulación del
capitalismo, al pasar de régimen de acumulación extensiva a intensiva. En este tenor, debatió
sobre los factores de producción con miras a entender las disparidades y atenuarlas. De ahí que
la escuela de la regulación ganara espacios en el debate internacional respecto de los post-
fordismos y sus territorios.
Una de las razones de la popularidad de los regulacionistas tuvo que ver con el análisis
que hicieron de la economía evolucionista o institucional que denotó cierta influencia
polanyana6, más en general por el carácter socialmente regulado de las actividades económicas.
Boyer, R. (1986), uno de los principales exponentes, había dejado en claro en el prefacio de su
libro sobre la teoría de la regulación que "^cuando las crisis duran, las ortodoxias se agotan".
Se estaba construyendo un marco analítico que combinó las instituciones de Marx y la
macroeconomía de Keynes. Esto le dio adeptos pero también inconsistencia, por lo que la
corriente cayó en un eclecticismo analítico. Sucedió que Boyer, R. (1986), intentó resurgir el
6 Karl Polanyi (1886-1964) defendía un modelo de economía socialista democrática, basado en una economía colectivizada pero no centralizada, organizada a través de instituciones municipales. Trabajó en el ámbito de la antropología económica y la crítica de la economía ortodoxa.
26
análisis institucionalista e historicista, a través de la regulación, haciendo referencia a los
ajustes de las economías capitalistas con base en principios desarrollistas alineados a modelos
de crecimiento en un marco contable de índole keynesiano. Quizá su principal aporte en el
debate fue presentar la escuela regulacionista como una cuarta corriente, al lado de la
neoclásica, la keynesiana y la marxista; frente a las cuales, intentó una interacción más amplia
entre historia, teoría, estructuras sociales, instituciones y órdenes económicos.
Así, señaló que había una renovación de la economía crítica, fuera de la horma del
marxismo puro, pero advirtió que quien quisiera hacer de la regulación una alternativa global a
la ortodoxia correría hacia la más grande de las desilusiones. ¿A qué se debió esta afirmación?
A que la regulación de los sistemas económicos indicó estar condicionada a la crisis o, en otros
términos, al ajuste general entre la oferta y la demanda enclavada en un mercado de trabajo y
entorno de seguridad social deprimido.
Aparece aquí una contradicción fundamental de los regulacionistas en su intento por
teorizar respecto de la relación capital-trabajo: la renovación de la acción estatal que se tradujo
en la constitución de una forma institucional capaz de reconstruir consensos entre agentes de
cambio. Desde la percepción de Guerrero D. (2004), el motor de la escuela regulacionista
consistió en compatibilizar las demandas del capital con las exigencias del trabajo a través de la
mediación estatal. En este tenor, la reconstrucción histórica regulacionista, al enfatizar la
restauración del capital a través de la crisis, se colocó como ideología de esa revolución pasiva.
Viene a colación la visión de Lorenzi, Pastré y Tolédano (1981:223-165), quienes en su
momento señalaron que, en acumulación intensiva, la crisis no es una fatalidad debido a que la
baja de la tasa de ganancia es evitable. ¿Por qué? Simplemente, porque existen mejoras de
productividad y creación de nuevas necesidades. Los progresos realizados en la producción den
bienes de consumo permitieron que la tasa de plusvalía se reorientara hacia nuevos nichos de
mercado, hacia nuevos territorios. Esto significó que los grandes capitales anticiparon la
reestructuración de las economías de escala y por ende, la readecuación del Estado.
Por su parte, Lipietz, A. (1986), partidario regulacionista, abundó en el sentido de la
“Economía-Mundo”, al referir que efectivamente se estaba consumando una división 7
7 Se refiere al producto acabado destinado a la satisfacción directa de necesidades de las unidades de consumo y que normalmente se adquiere en el mercado.
27
internacional de trabajo, pero cuestionó la real injerencia de las firmas multinacionales como
fuerza causal y/o creadora del nuevo régimen de acumulación. Afirmó que esa división es más
bien una configuración, un encuentro débilmente regulado de trayectorias nacionales, donde
algunas presentaron una fuerte dependencia frente al contexto global (de ahí surgen nombres
como los de taylorizaciónprimitiva y fordismoperiférico).
Jessop, B. (1995), 15 años después de los planteamientos de Lorenzi, Pastré y
Tolédano, señaló que se llegó a un punto en que se agotaron esas mejoras de productividad
debido fundamentalmente a un factor: la crisis del trabajo. Con ello, se comenzó a demostrar
que la “competencia”, en tanto condición del actual modelo económico, no estaba conduciendo
a una distribución óptima de capitales, por el contrario mostraba mayor concentración de las
ganancias.
De este debate resultaron dos versiones de la escuela regulacionista: los que se apegaron
a las imposiciones de lo global expuestas por Aglietta, y los que privilegiaron la gobernabilidad
en lo local promovida por Boyer. Al margen de los regulacionistas se encontraron los que
abogaron por los distritos industriales como panacea del desarrollo (Piore, M. y Sabel, C.,
1989; Becattini, G., 1994); los que aludieron por las megalópolis dominantes (Veltz, P., 1996);
los que subrayaron el peso de los oligopolios (Martinelli F. y Shcoenberger E., 1994); y los que
ironizaban sobre la “geografía mítica de la acumulación flexible” con base en postulados
marxistas (Amin A. y Robins, K., 1992). Enseguida, se sentaron las bases para examinar las
formas en que se reproduce territorialmente el capital y en donde las grandes firmas industriales
ocuparon un lugar preponderante en la interpretación.
I.3. La nueva división internacional del trabajo
En la década de los sesenta se observó cierta expansión de industrias hacia territorios/mercados
fuera de los países con amplia trayectoria industrial. La intuición de Adam Smith (1776)
respecto del mercantilismo vinculado a los imperios coloniales, como parte fundamental de la
riqueza de las naciones, tuvo cierta influencia en la explicación, tanto de la revolución
industrial de finales del siglo XIX como del proceso de expansión industrial de la década del
sesenta del siglo XX. Para Smith, la extensión internacional de los mercados aceleró el proceso
28
de especialización provocando cambios en las relaciones funcionales del trabajo y con ello un
pasaje de competencia y equilibrio en el mercado. La tesis central se basó en que la clave del
bienestar social está en el crecimiento económico de las naciones, crecimiento que se potencia
a través de la división del trabajo. Según los principios establecidos en sus obras, los distintos
bienes deberían producirse en aquel país que sea más bajo su costo de producción y desde allí,
exportarse al resto de las naciones. Tal situación define una “ventaja absoluta” para el país
capaz de producir un bien, a un menor costo, ya sea utilizando o poniendo a disposición sus
recursos en resguardo del mercado internacional. Con base en este principio, Smith, A.,
defendió el libre comercio como un proceso que repercute en el bienestar social y el
crecimiento económico, por efecto de la movilidad internacional de los factores de producción.
Desde el punto de vista geográfico la idea de división internacional del trabajo tuvo un
alcance muy importante, en la medida en que se constituyó como un mecanismo espacial a
manipular, el cual, será ampliamente aprovechado en la época por venir. En efecto, el ideal
liberal-capitalista perfilado en la década del setenta del siglo pasado -como renovado
paradigma de desarrollo- puso de manifiesto lo que Storper, M. (1994 y 1997) dio en llamar
“industrialización geográfica”. Se identificó una tendencia mercantil caracterizada por acuerdos
internacionales de comercio, para negociar ciertos bienes que llegaron a constituirse como
objetos de transacción o commodities. Se observó un patrón a la concentración industrial,
principalmente en aquellos antiguos centros industriales protegidos por economías de escala
(en lugares en explotación de recursos naturales y ciudades con influencia regional). En otras
palabras, la movilidad de los factores (trabajo, capital y tierra) se acomodó estratégicamente en
aquellos territorios-nación que contaban ya con monopolios “naturales” o centros de
producción mantenidos por la fuerza productiva del Estado, los cuales eran ampliamente
apetecidos por las grandes corporaciones industriales y/o nuevos agentes económicos en
pretensión por la acumulación intensiva.
Ahora bien, en el marco de la división internacional del trabajo hay que reconocer dos
segmentos: a) División técnica del trabajo y; b) División de la producción. Ambas partes se
anclan a los planteamientos marxistas respecto de la división espacial de la producción, que es
la de interés para explicar la espacialidad del capital y/o la reproducción territorial del capital.
29
Marx, (1867: I-289), en el capítulo XII del libro primero de El Capital, donde trata la
división del trabajo y manufactura distinguió las diferencias entre la división del trabajo dentro
de un taller (técnica del trabajo) y dentro de la sociedad (de producción). Mostró que “ ^ l a
división manufacturera del trabajo supone la concentración de los medios de producción en
manos de un capitalista; mientras que la división social del trabajo responde al fraccionamiento
de los medios de producción entre muchos productores de mercancías...". De esta distinción se
puede dejar de lado la división técnica del trabajo, toda vez que merece un tratamiento o escala
de análisis que implica adentrarse en un determinado proceso que se desarrolla dentro de la
manufactura y que combina diversas tareas individuales propias de las líneas de producción. En
contraparte, resulta de interés extraer la división social del trabajo como un proceso inherente a
la división de la producción, ya que representa el fraccionamiento de bienes de consumo,
intermedios o semielaborados, que adquieren autonomía como mercancía para ser incorporados
a otros procesos de producción. La producción y su movilidad en el espacio geográfico, por
tanto, constituyen un proceso de dominio en el que la función añade otros factores primarios
como lo es capital que dispone de tierra (suelo) y derivados como lo es su transgresión
ecológica y social.
Siguiendo con la abstracción, todo indica que ese fraccionamiento de bienes de
consumo, abre el camino a la reorganización socio-espacial, ya que se llega a la incorporación
del territorio como función determinante del proceso intensivo de acumulación. Sánchez, J.
(1991) al abstraer la esencia de la división de la producción exploró otras posibilidades de
incorporación espacial en el proceso. Al adentrarse en los aportes de David Ricardo,
economista y empresario de principios del siglo XIX, ejemplificó la diseminación de esos
códigos culturales mediados por el capital, toda vez que resaltan la importancia de la división
de la producción a escala mundial. David Ricardo, con una mentalidad ligada a las
concepciones deterministas espaciales de la época, las cuales eran favorables en este caso a
Inglaterra, propuso, como mecanismo de equilibrio universal, la división espacial de la
producción entre naciones. Incluyó al medio físico, como medio de producción diferenciado
según la situación de cada nación en el espacio terrestre, justificando una especialización en la
producción que llevaría a la división internacional de la producción.
30
Ricardo, D., (1817:93-102), en su libro Principios de economía política y tributación,
que parte de una lectura crítica del libro de Adam Smith La riqueza de las naciones, indicó que
“la acumulación de capital implica que se ocupen y produzcan nuevas tierras en beneficio del
alza de la renta del capitalista, del propietario y del trabajador”. Según el autor, al afianzarse
este procedimiento se presenta una ventaja relativa. Esta constituye hoy, uno de los pilares de la
argumentación a favor del librecambio y la especialización. Argumentó que "en un sistema de
comercio absolutamente libre, cada país invertirá naturalmente su capital y su trabajo en
empleos tales que sean lo más beneficiosos para ambos. Esta persecución del provecho
individual está admirablemente relacionada con el bienestar universal, ya que distribuye el
trabajo al estimular la industria. En tal sentido, al incrementar la producción, difunde el
beneficio general y une a la sociedad universal de las naciones en todo el mundo civilizado con
un mismo lazo de interés e intercambio común a todas ellas. Es este principio el que determina
que el vino se produzca en Francia y Portugal, que los cereales se cultiven en América y en
Polonia, y que Inglaterra produzca artículos de ferretería y otros".
Así, el medio físico pasó a ser tratado como factor productivo con incidencia sobre la
capacidad productiva y siguiendo los aportes de Sánchez, J. (1991) es posible argumentar que,
del mismo modo que los procesos de producción y los de intercambio precisan el componente
espacial, el territorio también está sometido a una división funcional del trabajo e influye en las
escalas de actuación. En este tenor, se proyecta el doble componente de la división del trabajo,
que da lugar a una división técnica espacial del trabajo y una división espacial de la
producción. En el primer caso, la división técnica espacial del trabajo posibilita establecer
especializaciones territoriales con base en la cualificación diferenciada de la fuerza de trabajo.
Por su parte, con la división espacial de la producción prevalece una especialización funcional
basada en la fragmentación espacial de sectores o ramas de producción, pero evidentemente
encadenadas a una empresa matriz.
Marx (1867: 287-288), observó esta particularidad territorial en tanto permite
beneficiarse del espacio como factor manipulable en los procesos de producción. Señaló que
"la explotación manufacturera, encargada de fabricar todas las especialidades, da un nuevo
impulso a la división territorial del trabajo, que circunscribe determinadas ramas de producción
a determinadas regiones de un país. La expansión del mercado mundial y el sistema colonial,
31
que figuran entre las condiciones generales del sistema, suministran al periodo manufacturero
material abundante para el régimen de división del trabajo dentro de la sociedad".o
Parafraseando a Sánchez, J. (1991), la localización , como decisión de ubicación de una
actividad humana y social en un punto del espacio geográfico, se verá ampliamente potenciada
por la posibilidad de separación de los procesos en el espacio y, más aún, por procesos
divididos que impactarán y se verán impactados por el tiempo. En este contexto, la división
internacional del trabajo será la concreción de la división espacial en el marco global de
actuación social: como división internacional técnica del trabajo y como división internacional
de la producción. Ámbitos que se resuelven a partir de la internacionalización de las relaciones
productivas y económicas.
Tras esa particularidad territorial vista como la ampliación del mercado (confinada a
aumentar el tamaño de la demanda) el factor discriminado son las formas como se implanta el
modelo en el espacio del lugar. No es suficiente que los países menos y medianamente
industrializados dispongan de fuerza de trabajo abundante o que éstos se alineen al modelo
económico hegemónico. Es un proceso que conlleva disciplinar sociedades desde la actividad
industrial, más aún desde el propio Estado. Quizá esta noción esté presente y sea considerada
desde diversas ópticas y/o corrientes de pensamiento, pero la que ha impregnado más en los
estudios geográfico-económicos en los nuevos países industrializados (NIC's, por sus siglas en
inglés), es aquella visión ortodoxa que recurre a las “ventajas comparativas y competitivas”.
Dicha posición intenta resolver ciertos desajustes del modelo al resaltar la importancia
del “desarrollo endógeno” como característica social construida por la sociedad local. Para
algunos, esta forma social se acerca al paradigma taylorista, pero con connotación flexible
(Lipietz, A., 1997). Esto significa que la fuerza de trabajo local -con miras a ser controlada por
los nuevos agentes- deberá encontrar su nicho en la cadena mercantil para negociar con una
élite empresarial y de funcionarios que buscan implementar, tan rápido como sea posible, un
modelo alineado al libre mercado en el lugar. Esta construcción social desde lo local inmersa en 8
8 En este trabajo se entiende la localización como un conjunto de fuerzas sociales ejerciéndose en un lugar. Tomando como referente la reflexión de Milton Santos en lo que respecta al espacio y los métodos para su análisis (1986), se busca argumentar que cada localización es un momento del dinámico acontecer de la sociedad en el mundo, aprehendido en un punto geográfico, un lugar.
32
la industrialización geográfica constituye el puente al postfordismo. Más adelante se ahondará
en la crítica al modelo o paradigma ortodoxo de construcción social.
En suma, nuevas posibilidades de articulación socio-espacial y temporal se abren a la
sociedad industrial. Con ello quedan establecidos los grandes ejes que delinean la división
internacional del trabajo con énfasis en la proyección espacial del proceso de producción, pero
también se provoca el contenido activo de las sociedades y sus territorios en dicho proceder. Es
entonces cuando la era postfordista se hace presente: la producción de tipo fragmentado y
flexible acompaña a la “evolución” o “desorganización” del capitalismo de último cuarto del
siglo XX. Los circuitos de mercancías, de capital productivo, de dinero y de fuerza de trabajo,
se estirarían cualitativamente hasta internacionalizarse al orden del comercio global, la
inversión extranjera y los movimientos financieros internacionales. Esa economía transformada
es postfordista, por que sucede a la era de la producción y el consumo en masa. En esta fase los
sujetos y los objetos de la economía capitalista circulan por rutas que salvan distancias cada vez
más grandes, pero también -sobre todo con el auge y las crecientes capacidades de redes
electrónicas- cada vez más velozmente.
La combinación de las posibilidades de división del trabajo y de producción lleva a
manipular el espacio-territorio, de forma tal, que se ventila el aprovechamiento de los aspectos
homogéneos y/o de los aspectos diferenciales que se presenten como más favorables a la
estrategia empresarial. Homogéneos en cuanto a aprovechar economías de escala o de
aglomeración; diferenciales en cuanto a aprovechar las diferencias económicas, sociales o
políticas que garantizan una mayor rentabilidad al proceso (monoespecializado). Para el caso
de los aspectos diferenciales se establecen decisiones de localización según tipo de
producciones (tecnologías) y nivel de calificación de mano de obra presente. Además
determinan zonas con un mercado de trabajo calificado, hasta zonas en las que sólo se ofrece
una fuerza bruta de trabajo, con bajo nivel de exigencias salariales y que presenten sumisión en
su uso.
Así es posible encontrar desde áreas que actúan como “centros direccionales” (Storper,
M., 1997), donde se concentran las fases de toma de decisiones y de gestión, situadas en las
grandes metrópolis a escala mundial, hasta las clásicas zonas con un fuerte componente de
recursos naturales (energéticos principalmente) y mano de obra sin excesivas garantías
33
profesionales ni de continuidad en el puesto de trabajo. También puede actuarse con base en la
existencia de suelo o de una red de comunicaciones y transportes adecuada, hacia cuyo lugar no
están interesados en asentarse los núcleos direccionales de mayor jerarquía.
Tal esquema hizo que geógrafos, economistas, urbanistas y otros científicos sociales
intentaran explicar teóricamente tanto la revitalización de antiguos centros industriales como el
surgimiento de nuevos territorios industrializados. Se observó que los cambios sociales,
económicos y del marco jurídico e institucional eran resultado del proceso de reestructuración
industrial, o más aún de la adaptación del modelo de acumulación capitalista. Se debatió
entonces en las características de una segunda división internacional del trabajo.
En 1989, Storper, M. y Walker, R., en su obra El Capitalismo Imperativo:. Territorio,
Tecnología y Crecimiento Industrial, señalaron la industrialización geográfica como proceso de
crecimiento económico desequilibrado. Ambos autores al observar la expansión industrial
mundial de finales de la década del setenta y primera mitad de la década del ochenta plantearon
el contexto como un proceso de acumulación ceñido por la generación de ensanchamiento de
las jerarquías económicas y dependencias tecnológicas. Para ellos la inversión de capital,
competencia y cambio tecnológico son las fuerzas básicas de la producción como motor del
crecimiento económico y por ende de la disparidad. Al penetrar en el análisis del modelo
neoclásico, que asume una perfecta movilidad de los factores (como esenciales: trabajo y
capital; y como derivado: la tierra) de una industria a otra, encontraron un espectro masivo de
desindustrialización. Con base en los trabajos de Harvey, D. (1982; 1985) señalaron la
“debilidad de la competencia y sus falacias” . Esta observación contribuyó a dar peso al factor
tierra y con ello se el cambio desde las formas de relación entre las industrias y el Estado.
Para el caso de sectores más especializados, como lo son la industria química y
petroquímica el encogimiento de la praxis fordista -que trajo consigo la división del trabajo-
descubrió un proceso de deslocalización de los eslabones de productos de menor valor
agregado hacia los países menos desarrollados. A saber de Leonardi y Dichiara (1998: 2), el
paulatino proceso de liberación de este sector tiene que ver con la conquista de nichos de
excelencia en los mercados globales (commodities), pero también por el hecho de la
desregulación como mecanismo de acumulación y maleabilidad de la fuerza de trabajo. Los
34
objetivos del Estado de bienestar ceden ante los de la competitividad, así como el discurso
neoliberal promueve el antisindicalismo.
Cabe mencionar a Harvey, D. (2005:17), quien señala que la principal causa del colapso
capitalista, en tanto el neoliberalismo persista como modelo para incrementar el capital y el
poder de los estratos altos de la sociedad, será esa ampliación de la brecha entre estos y las
mayorías empobrecidas, poniendo en primera plana, otra vez, la lucha de clases. “La crisis de
acumulación reaparece, no fue definitivamente resuelta y ello traza los límites históricos del
modelo neoliberal” . No se trata pues de una transformación coyuntural sino de una verdadera
mutación de la realidad que está asociada a la transición del régimen de acumulación fordista
hacia una nueva fase del capitalismo cuya clasificación se ha dado en llamar postfordista,
neofordista, tercera revolución industrial, sociedad informacional, flexible, entre otras.
En términos generales se trata de una masiva incorporación de innovaciones que, a
saber de la nueva ortodoxia9, afecta no solo a los productos sino también a los procesos de
fabricación y por consiguiente a las relaciones entre industria, empresa, gobierno y comunidad.
Se trata de un cambio en las fuerzas productivas que modifican y se ven modificadas por el
tiempo y el espacio. Milton, S. (1986:33) señala que es un cambio histórico similar al de otros
tiempos, es decir, resultado de la acción de las diversas estructuras espaciales en condición del
sistema temporal correspondiente, coincidiendo la sucesión de las fases o modelos de
acumulación con el devenir de las innovaciones.
Buena parte de los estudios que refieren al modelo de producción flexible ponen como
antecedente el proceso de industrialización que se ha venido suscitando en Italia. La
importancia de referir el caso italiano radica en las características de un proceso de desarrollo
regional fuertemente vinculado a una industria específica pero apuntalada por el
perfeccionamiento de las redes empresariales a pequeña y mediana escala. Desde la década de
los ochenta se ha señalado la conformación de un territorio-red forjado entre la
industrialización clásica del Triángulo de Milán-Turín-Génova y el subdesarrollo que ha 9
9 Es un término, dado por los radicales, acuñado a los principales defensores de la nueva era de redefinición de los mercados, de las tecnologías y de las jerarquías industriales que abogan por un desarrollo económico y social flexible.
35
caracterizado la región del Mezzogiorno10 (Benko G. y Lipietz, A., 1994; Becattini, G., 1987;
Sabel, C., 1983). Este territorio-red es explicado por la nueva ortodoxia como un proceso
“ganador” resultado de la inserción y posicionamiento de un sistema de ciudades en el mercado
mundial. Sabel y Piore (1994) se sirven de este ejemplo para fundamentar el funcionamiento
eficaz de una industria segmentada que puede coexistir con la producción a gran escala. Parten
de la idea de un cambio radical: el paso de un modelo de desarrollo industrial, basado en la
producción masa (modelo fordista), a una nueva etapa posible: el régimen de especialización
flexible basado en tecnologías flexibles, trabajadores flexibles y nuevas formas de comunidades
industriales.
En efecto, este tipo de organización, que enfatiza en la especialización y series cortas de
producción, significa la transformación progresiva de una vieja tradición que para muchos ha
sido explicada a través de las crisis de los mercados de los productos estandarizados de masa.
Desde la óptica de Sabel, C. (1989) es el fin de sistema producción en serie, es decir, a través
del cambio de la economía basada en la especialización flexible, donde la empresa mediana se
convierte en figura central. Siguiendo la lógica de Tomadoni, C. (2004), soportada en Rifkin, J.
(1996), el modelo de producción flexible supone, desde el ámbito económico, series cortas con
breve ciclo de vida de los productos y diversificación de los mismos en función de los
requerimientos cambiantes del mercado. La competencia interempresarial se impone y ello
implica una mayor tasa de innovación para dar respuesta rápida, a bajo costo y sin acumulación
de stocks improductivos, por lo cual la producción es ajustada a tiempo. En este esquema, la
diversificación del riesgo es un elemento clave para reducir costos; de ahí la descentralización
productiva a través de un proceso de tercerización de actividades. Courlet, C. (1987) lo resume
como un sistema de empresas medianas especializadas en diferentes funciones de la
producción, resultado de la división del trabajo y de la ampliación del mercado. Para Becattini,
G. (1987), los factores que impulsan la mayor competitividad de estas áreas no son solo
técnicos, sino también sociales. Tal situación ha hecho que diversos autores pongan atención en
el tipo de organización industrial (mezcla de competencia-cooperación) que alude al concepto
neoclásico de “distrito industrial” de Alfred Marshall (1919).
0 Es un conjunto de regiones del sur de Italia peninsular e insular (Abruzos, Campania, Pulla, Basilicata, Molise, Calabria, Sicilia, Cardeña).
36
Para Marshall son dos los rasgos de organización industrial. Por una parte la
organización bajo un mando único de la división técnica del trabajo integrado a la empresa
líder; y por el otro, la coordinación a través del mercado y las relaciones empresariales a fin de
establecer una división social de la producción entre empresas más pequeñas que se
especializan en un segmento del proceso productivo. Ambos rasgos comparten el hecho de que
se suscita una aglomeración territorial de pequeñas y medianas empresas manufactureras
independientes, pero vertical y horizontalmente articuladas entre sí y con otras de mayor
tamaño, todas especializadas en un mismo sector (cadena productiva), que gozan de economías
externas a las empresas que provienen del fuerte arraigo en la comunidad local.
La teoría de Marshall supone que las concentraciones territoriales de empresas,
especialmente aquellas pertenecientes al mismo sector industrial, o a sectores verticalmente
integrados, producen beneficios que son externos a la misma firma y que derivan
exclusivamente de la localización territorial: mayor disponibilidad de mano de obra
especializada, mayor velocidad de circulación de información técnica y comercial, mayor
disponibilidad de servicios de proveedores sectoriales y, finalmente, mayor certidumbre de la
oferta y la demanda. El conjunto de estos mecanismos técnicos y sociales, son referidos en la
literatura especializada como “rendimientos crecientes de escala externos a las firmas” o más
simplemente como “economías de aglomeración”.
Como se puede observar el componente social es central para el modelo de producción
flexible suscitado en la Tercera Italia. Becattini, G. (1994), partiendo de los escritos de
Marshall, sostiene que la “población de empresas” es una forma que tiende a integrarse a la
comunidad local, repercutiendo en una reserva de cultura, valores y normas sociales adaptadas
por un proceso de industrialización desde abajo. Según la ortodoxia, al conformarse un distrito
industrial se gesta una entidad socio-territorial caracterizada por la presencia activa, en un
espacio geográfico históricamente determinado, de una comunidad de personas y de una
población de empresas industriales. Desde esa óptica, los distritos industriales son vistos no
solo como una forma espacial caracterizada por su flexibilidad de producción sino también por
su ambiente de cooperación.
Las características de esta forma organizacional se han agregado otros casos que
resultan hasta cierto punto alineados al modelo flexible pero que al incorporar la noción de
37
modelo de regulación se resiste a la generalidad. Los aportes de Courlet y Pecqueur (1994)
tendientes a explicar los distritos industriales franceses; o los aportes de Scott, A., (1987, 1989,
1994) y Storper, M. (1994, 1997, 2001) para entender el comportamiento del proceso regional
hig-tech inmerso en Silicon Valley, California, sugieren que la aglomeración local de una
cadena de valor en una industria específica provee un vital soporte al modelo flexible.
Para Storper el conjunto de unidades de producción orientadas hacia un mismo sector de
actividades y reunidas en territorio común, como una ciudad o región, constituye la aparición
de un distrito industrial, toda vez que se genera una división social del trabajo localizada. Sin
embargo, al combinar la aproximación endógena con la de jerarquía de la economía mundo (o
circuito sectorial) se proyecta un ámbito jerárquico que da lugar al distrito de economía de
aglomeración externa y, por consiguiente, cae en un proceso de competencia al que se añaden
nuevas formas de articulación del poder-global.
Desde Los Ángeles California, Estados Unidos de América, centro tradicional del
capitalismo avanzado, Scott y Storper han señalado procesos que tienen ciertos matices
similares a los de Italia pero que se difuminan al combinar la aproximación endógena con la de
jerarquía de la economía mundo o circuito sectorial. Estos geógrafos pasan de reconocer la
metrópolis a megalópolis para después registrar el establecimiento de una organización
espacial, basada en un “rompecabezas” de distritos industriales, que es beneficiada no tanto por
la comunidad y su profesionalidad, sino por los efectos de aglomeración.
Ante estos hallazgos se debate el hecho de que si la especialización flexible ha llegado
para remplazar el fordismo, de este cambio se debería esperar una geografía diferente de la que
suscitó el modo de producción fordista, que era basada en jerarquías industriales nacionales e
internacionales con nodos/comandos de distribución que alojaban solo funciones parciales
dentro de la cadena de valor. Reaparecen los apuntes de Marx, en el argumento de Benko, G. y
Lipetz, A. (1994:30), al referir que tanto la división técnica del trabajo integrado a una gran
empresa como la división social del trabajo fragmentado, se siguen determinando por la
jerarquía -desequilibrada competencia- y la anarquía del mercado. En refutación, la nueva era
idealizada por la ortodoxia, promete un retorno al sustento endógeno de economías regionales,
un nuevo equilibrio inter-regional.
38
En efecto, producción y especialización flexible comenzaron a formar parte del marco
de referencia para la nueva ortodoxia que ha proclamado la noción de desarrollo endógeno
desde los distritos industriales. La versión difundida se construye por la idea de la importancia
de las relaciones en la comunidad local, en constitución y desarrollo de un sistema de empresas.
Estas formas innovadoras representan “una población de empresas” que son forjadas por la
importancia que se le da a los recursos humanos en un entorno de relación y cooperación
mercantil, incluso comparable con la gran empresa; a la vez que conlleva reciprocidad del
cambio tecnológico y “minimización” de incertidumbres macroeconómicas. En palabras de
Becattini, G. (1994:43), “es la ósmosis entre comunidad local y empresas lo que diferencia este
proceso de otros ambientes caracterizados por la verticalidad en las relaciones de producción”.
Paralelamente a este sistema de valores se desarrolla un marco jurídico e institucional que sirve
para propagar el proceso de “región económica” en un espacio geográfico e histórico dado. Los
defensores del distrito indican que éste es un proceso de división del trabajo localizado, que se
conforma al interior de un mismo sector industrial, a la vez que es soportado por el arraigo al
territorio (Piore, M., 1989 y 1990; Sabel, C., 1989; Becattini, G., 1994; Garofoli, G., 1994).
Surge aquí una posición que remite a cuestionar sobre aquellas aglomeraciones
industriales que gravitan en torno a una producción establecida o que se han formado a partir de
una industria principal, por ejemplo la energética subsidiada por el antiguo Estado benefactor.
Para la ortodoxia la gestación global de esta forma organizacional y espacial de la producción
conlleva a referir la idea de “intensificación localizada” de economías externas. Al apuntar en
industria principal y auxiliar, los sistemas auxiliares aparecen como una exaltación del modelo
de producción flexible y, por tanto, evolutivo de las economías difusas. Desde ese enfoque, la
localización de una industria principal implica la formación progresiva de un sistema de
información eficaz que garantiza una amplia y rápida circulación de conocimientos relativos a
los mercados de venta, a las tecnologías alternativamente útiles, a las nuevas materias primas, a
los componentes y a los productos semiacabados (bienes intermedios) que se pueden emplear
en los ciclos de producción. Para Garofoli, G. (1994), esto contribuye a transformar los
conocimientos de cada agente en un patrimonio común del área. A saber del autor el
funcionamiento del sistema se ve activado por el desarrollo de la demanda asistida por la
intervención pública, es decir, por el perfeccionamiento de las fuerzas sociales que operan en el
39
área. En otras palabras, por el desarrollo de los servicios sociales que son incorporados de
acuerdo a las necesidades del sistema: guarderías, asistencia sanitaria, sistema escolar y de
formación profesional, transportes públicos, viviendas sociales, etc. De esta forma la nueva
ortodoxia señala que el proceso de desarrollo se convierte en endógeno, debido a que la mayor
parte de los recursos utilizados son de origen local (empresas locales, trabajadores calificados
con trayectoria de formación local, recursos financieros acumulados localmente, tecnología
innovadora introducida en el medio local, etc.).
Sin embargo, el modelo coexiste en un mercado internacional y conlleva una presencia
ofensiva de descentralización territorial de la producción, misma que es auspiciada por
empresas matriz que buscan localizar nuevos establecimientos en regiones donde es detectado
un excedente de fuerza de trabajo, condiciones regulatorias flexibles, recursos naturales, etc.
Desde la óptica de Amin, A. y Robins, K., (1994), el modelo innovador se mantiene en
principio pero al producir ondas largas depresivas se agota el efecto sublime de las nuevas
conquistas. Escenario que remite a la idea de: funcionamiento endógeno en el distrito
industrial, desequilibrio exógeno en sus nodos em ergentes^ ¿Es realmente un proceso de
vanguardia que marca la ruptura del anterior modelo de acumulación?
Esta pregunta es punto de partida para refutar el planteamiento del nuevo paradigma que
se ha venido desplegando en números estudios, toda vez que la observación de los procesos en
torno al modelo implica el reconocimiento de nuevas formas de dispersión del territorio. Se
añade por tanto literatura relativa a los cambios espaciales, a los nuevos espacios de
producción, a la lógica de de creación e innovación y más allá se pasa de la noción del
territorio-zona al territorio de las redes.
A través de las reflexiones que tocan a menudo las condiciones de la reestructuración
económica en un entorno de regulación local se combinan elementos contradictorios al
desarrollo de la flexibilidad y la innovación. A manera de introducir al debate, se podría
comenzar diciendo que la gestación de los distritos industriales forma parte de un conjunto más
amplio que es la industrialización difusa y son en cierta manera una proyección particular de
ésta. Es la presencia de un modelo de organización industrial combinado, en el que la
movilización del capital y el trabajo implica la transformación de territorios.
40
I.4. La geografía contradictoria de la acumulación flexible
Al interior de la visión optimista respecto de las economías flexibles como motor del cambio
organizacional y forja del nuevo paradigma del desarrollo, se abren otras visiones tendientes a
evaluar críticamente la naturaleza y transformación que está experimentando el capitalismo. En
medio del aclamado furor por los futuros flexibles y/o producción descentralizada (defendida
por Sabel, C.; Piore, M.; Becattini, G.; Garofoli, G., entre otros) Amin, A. y Robins, K. (1994),
observaron los procesos de reestructuración económica mundial y señalaron el error de
amalgamar en una única categoría procesos y regiones diversas, convirtiéndola en un símbolo
de un nuevo espacio de acumulación. Tanto para ellos como para otros tantos exponentes
radicales de la sociología del espacio los procesos de reestructuración son en realidad
contradictorios y divergentes (Harvey, D. 1996; Soja, E. 2003; Masey, D. 1984; Ramírez, B.
2003).
De acuerdo con Amin, A. (2000), la alianza inesperada entre las ideas de Piore y Sabel
(referidas al éxito y supervivencia de las empresas a partir de los esfuerzos colectivos y
solidaridad social) y los matices de la escuela francesa de la regulación en los planteamientos
de Scott y Storper (quienes se aproximan al concepto de régimen de acumulación marxista), no
difieren mucho del sentido de “paradigma tecnológico” que tiene la teoría neoshumpeteriana de
las ondas largas. Esta señala que la industrialización se despliega a nuevos países, regiones y/o
ramas de la producción y se erige como “creación destructora” o “desequilibrio creador”, en
forma de innovaciones introducidas por los empresarios en busca de ganancias. Y es que Sabel,
C. (1989:18-22), señaló que las empresas que han optado por la especialización flexible son
más competitivas en contextos de incertidumbre en relación con las que tienen una producción
en masa. Incluso apuntó que “cuanto más inciertos se hacen los mercados, con más intensidad
experimentan las empresas formas flexibles de organización, permitiendo rápidos cambios en
los volúmenes de producción. Al hacer esto impulsan la reconsolidación de la región en tanto
que unidad de producción integrada”. Por su parte Piore, M. (1990:53), insistió en que “en un
ambiente inestable e incierto en el que los mercados no pueden ser gestionados y controlados
de manera efectiva, es importante ser capaz de responder rápidamente y de manera flexible a
los cambios en las condiciones del mercado”.
41
La ortodoxia admitió que esa lógica tendiente a mantener estrechas relaciones entre
empresa, trabajadores y clientes, y de colaboración entre empresas del sector, era necesaria para
el régimen de acumulación flexible. Enseguida los geógrafos radicales refutaron los
argumentos y señalaron que el proceso estaba lejos de estar determinado de manera tan precisa,
testificando que el resurgir de las economías regionales no se inscribe simplemente, y de
manera unívoca, en esquemas que estarían más allá del fordismo. Se expuso que esas
centralidades de la especialización flexible, como nuevo paradigma social, son deterministas,
funcionalistas y voluntaristas sobre todo al sugerir sus implicaciones espaciales concretas (a
través del desarrollo endógeno). Amin, A. y Robins, K. (1994:136) señalaron que ciertas
tendencias del periodo actual son declaradas como absolutas y convertidas en paradigma de un
futuro régimen de acumulación; y a la luz de ese modelo, concebido como ideal, establecen la
ortodoxia explica los acontecimientos del periodo actual” .
Para los radicales las nociones de especialización flexible y de un nuevo regionalismo o
localismo tienen un práctico atractivo para la clase empresarial y política capitalista. Esa idea
de “vender el futuro” surgida de una nueva visión del progreso social y económico, y que ganó
adeptos en parte por los apuntes de la escuela regulacionista, significó una traba conceptual en
el debate de la espacialidad del capital. Son argumentos que surgen de la escuela neoliberal y
que permean al Estado a fin de mantener la acumulación.
Dentro de los argumentos de la ortodoxia, que versan sobre la especialización flexible,
está el que implica una evolución innovadora para instaurar nuevos mercados. Sin embargo,
paradójicamente, al mismo tiempo que genera nuevas demandas y necesidades tiende a achicar
el consumo, es decir, son las mismas empresas las que, al reducir costos mediante la
precariedad laboral, reducen el mercado de consumo que intentan incrementar. Veltz, P.
(1996:286), desde el acontecer francés, apunta que el proceso desregulatorio aunado a la
innovación tecnológica y de especialización ha significado la reducción del número de
empleos, a la vez que aumenta la llamada economía informal. Scott, A. (1988 y 1997), desde la
geografía económica estadounidense, parece compartir con la ortodoxia la llegada hegemónica
de “la acumulación flexible” como modelo en forma de redes de distritos industriales, pero
cuyos contornos esbozan polarización social, fragmentación de la fuerza de trabajo, triunfo del
42
mercado y retroceso del Estado (a excepción de salvaguardar los intereses financieros por
efecto de la crisis).
A pesar de las luces que ofrecen Veltz y Scott respecto de un cambio en las formas de
división técnica del trabajo y espacial de la producción en regiones distintas, Amin y Robins
(1994), vienen insistiendo en que la forma de distrito no es la puerta de salida, finalmente
encontrada, a la onda larga depresiva. En concordancia con los aportes de Martinelli, F. y
Shcoenberger, E., quienes desde la década de los noventa han venido analizando la
particularidad oligopólica de la acumulación flexible, Amin (1994 y 2000) y Robins (1994),
indicaron que la vieja forma fordista no ha dejado de existir: la gran empresa y su red
jerarquizada de establecimientos, sucursales y subcontratistas, repartidos en el espacio por la
mano invisible de la planificación empresarial sigue aconteciendo.
Dentro de las falacias del modelo flexible como paradigma del desarrollo señalan que,
al igual que los asuntos franceses y estadounidenses, los distritos forjados en la Tercera Italia -
defendidos por Sabel, Garofoli y Becattini- son casos particulares, extremadamente
dependientes de una macroeconomía mundial, es decir, condicionados por relaciones exteriores
(aspectos nulamente reflejados en los aportes de la ortodoxia italiana). Las cualidades que se
les confieren esconden sus costos sociales: reducción de los derechos adquiridos que hacían del
contrato colectivo de trabajo una fuerza de equilibrio; contracción del estado de derecho
laboral, inseguridad laboral, desempleo por tecnificación, encogimiento del empleo y el salario,
etc. Siguiendo a Martinelli y Schoenberger, incluso si se admite la hipótesis de un nuevo
modelo de acumulación flexible, este puede asumir diferentes formas, y la antigua jerarquía,
típica de las multinacionales fordistas, puede aparecer con fuerza bajo la máscara mercantil de
las relaciones de subcontratación y/o de fragmentación productiva. La autonomía observada en
pequeñas y medianas industrias, resultado de la horizontalidad de las relaciones de producción
de la década del ochenta no habría sido más que una breve pausa en una fase de reorganización
temporal de la concentración del capital. Benko y Lipetz (1994), en su análisis relativo a las
“redes de distritos“, refirieron esa relativa autonomía como una especie de “orden a través del
desorden”. Más radical aún, Boyer, R. (1997; 2001) viene planteando que no existe aún un
paradigma de desarrollo, en tanto las formas de regulación que se están implementando no
43
provocan una distribución más equitativa del ingreso. De ahí la insistencia, desde la perspectiva
crítica, por desmantelar esa tendencia especulativa de la realidad.
Para Amin (2000), la promoción de una nueva visión de progreso social y económico,
que sugiere una utopía antifordista caracterizada por la flexibilidad, la diversidad y, en términos
espaciales, el localismo, resulta más descriptiva que analítica. En contraposición con Sabel
(1989:35) quien señaló que “en un contexto de fragmentación del mercado, tampoco las
grandes industrias saben ya exactamente qué producir ni cómo producirlo” y que “la capacidad
de adaptación de las empresas jerarquizadas centradas en la producción en masa ha sido
sobrepasada”. Amin y Robins (1994), apoyados en los trabajos de Williams et al. (1987),
mencionaron que se ha subestimado la producción en pequeñas series durante el fordismo.
Pero, el argumento medular que refuta la visión tendiente al resurgimiento del crecimiento de
base local autosostenido, resulta de visualizar el acaparamiento del mercado como un proceso
reactivado a partir de la reestructuración industrial a gran escala. Es decir, por iniciativa de las
grandes empresas que adoptan y utilizan de manera privilegiada y extensiva las nuevas
tecnologías, así como el retroceso de las organizaciones obreras, a fin de mantener la
hegemonía económica e industrial de estas empresas.
De similar manera que en el fordismo, en el actual modelo las empresas mundiales
constituyen la principal fuerza creadora de la época (agente más poderoso del proceso de
reestructuración), sea como creación destructora o desequilibrio creador. No se debe
enmascarar el poder o la influencia crecientes del capital global, industrial y financiero, frente a
las discusiones sobre la visión emprendedora del desarrollo endógeno, la fragmentación y la
localización. La lectura de la realidad enseña que el emplazamiento de una gran empresa no es
una unidad independiente que determina los límites de su propio desarrollo, sino que queda
funcionalmente integrado en la división social de trabajo de la multinacional.
Nada aún precisa que esa nueva futurología del desarrollo endógeno, circunscrita a los
distritos industriales, esté en vías de reproducirse a escala local. Pottier (1988:117), citado en
Amin, A. (1994:149), a finales de la década del ochenta refirió que “la gran empresa más que
reproducirse a escala local, lo que ha encontrado es un asiento local” . Es una profundización
del mecanismo capitalista del desarrollo desigual y del dominio del capital financiero
transnacional, basados en las relaciones cada vez más estrechas entre empresas y la banca
44
internacional. Ante tales circunstancias, el emplazamiento conlleva un fin: el acaparamiento de
los niveles productivos en la cadena de valor, absorbiendo primero el mercado de los bienes de
consumo intermedio y finales.
Partiendo de conceptos clásicos como el de monopolio y/o monopsonio, el argumento
de coexistencia fordista/postfordista planteado por Martinelli, Schoenberger, Amin y Robins
resiste a la realidad actual, ya sea que se presente en forma de aglomeración o dispersión
(territorial). Sucede que el carácter irreal de la hipótesis del modelo de competencia pura y
perfecta11, proclamado por la ortodoxia, ha conducido a los teóricos a estudiar casos más
concretos respecto del proceso de reestructuración. Esto ha ayudado a detectar el
incumplimiento de las condiciones de competencia pregonadas por la privatización. Los casos
más contradictorios son: a) las condiciones monopólicas (con síntomas de diferenciación del
producto y adquisición de una cierta libertad para fijar su precio); b) el oligopolio (la oferta en
el mercado la realiza un reducido número vendedores, por ejemplo el mercado de etileno); c) el
oligopsonio (existe una demanda limitada o competencia imperfecta por el lado de la
demanda); y d) el monopsonio (situación del mercado en el que hay un solo comprador: no hay
competencia).
Tabla I.1. Los diferentes tipos de mercados teóricos
o fe re n te sd e m a n d a n t e s " ' ^ ^ ^ ^
uno v a r io s m u c h o s
uno m o n o p o liob ila te ra l
m o n o p s o n ioc o n tra id o m o n o p s o n io
v a r io s m o n o p o lioc o n tra id o
o lig o p o lio la te ra l o lig o p s o n io
m u c h o s m o n o p o lio o lig o p o lio c o m p e te n c iap e rfe c ta
Fuente: Elaboración propia.
1 Las competencia es pura cuando se verifican simultáneamente tres hipótesis: 1) La atomicidad (multitud de oferentes y de demandantes, todos de dimensión reducida en relación al mercado; 2) La homogeneidad del producto (todas ofrecen un mismo producto que presenta las mismas cualidades); 3) La libre concurrencia del mercado: (ninguna barrera jurídica o institucional se opone a la entrada o salida de nuevos concurrentes). En cuanto a la competencia perfecta se han de cumplir dos hipótesis: 1) La transparencia del mercado (los agentes económicos están perfectamente informados de las cualidades y preciso de todos los productos que concurren); 2) La movilidad de los factores (trabajo y capital se dirigen hacia los empleos con mejores remuneraciones).
45
En este tenor, se ha demostrado que, aunque la organización flexible de la producción es
uno de los componentes esenciales del nuevo régimen de acumulación, sus estructuras sociales
y espaciales son variadas y no coinciden únicamente con las de los distritos industriales
regulados por la competencia a pequeña escala. Se cree, por tanto, que nada en este nuevo
régimen (según las manifestaciones que ha adoptado la flexibilidad) conseguirá realmente
invertir la evolución de un sistema productivo jerarquizado y con formas de competencia
oligopólica (Martinelli, F. y Schoenberger, E., 1994: 161).
En cuanto a la forma y configuración espacial, Amin (2000) concuerda hasta cierto
punto con los argumentos ortodoxos de Scott y Storper (1994 y 1997). Estos últimos identifican
la tendencia histórica a la reaglomeración que presentan las economías integradas, que cede el
paso a una externalización progresiva de la estructura de producción en condiciones de
flexibilidad creciente. Según su análisis esta “pérdida de verticalidad” conduce a reactivar la
propensión de localizarse en un mismo emplazamiento y por tanto a la reaglomeración. “La
desintegración vertical estimula la aglomeración, y a la inversa”. Este argumento sugiere que la
flexibilidad de la producción está asociada necesariamente con el agrupamiento de empresas en
espacios geográficos definidos. Una especie de distritos industriales marshallianos de
“complejos de producción concentrados espacialmente junto a las reservas de mano de obra
que dependen de ellos, y las comunidades humanas que allí se asientan” (Scott, A., 1988),
Amin y Robins, añadirían “en una división espacial del trabajo ampliada”.
Esta “perdida de verticalidad” de las grandes industrias como estrategia de acumulación
de capital es cuestionable. Una fotografía del régimen de acumulación fordista tardío (de la
década de los noventa) en los países industrializados, enseña que los circuitos sectoriales y la
descentralización de la producción hacia las regiones dependientes de tecnología y capital,
sigue siendo la forma estándar de las multinacionales. El esquema se refleja en la periferia
fordista del siglo XXI, es decir, en la consumación de nuevos espacios emergentes de capital
sirviendo a la acumulación intensiva. Tal panorama implica el reforzamiento del sistema
productivo local, pero se diluye debido a que la línea de conducta de la gran empresa hacia el
territorio que le da asiento deja de lado la movilidad integral del factor tierra en la formula.
La dispersión, soportada en redes jerárquicas, con fuertes tendencias a la aglomeración
y flexibilidad en los sectores de producción históricamente rígidos, desprenden una nueva
46
lógica territorial global. Storper (1994 y 1997), con ciertos anclajes a la escuela regulacionista,
ha abierto línea en lo que respecta a la variabilidad de formas de poder inmersas en la
configuración territorial de un sistema industrial. Desde su óptica este cambio de dimensión
espacial entraña dos consecuencias: la sustitución del término de “distrito” por el de “red” y el
retorno de la estructura política. Aparece entonces una dimensión en el espacio que se
denomina forma de articulación de poder. Se trata de todas las formas de regulación que no son
per se mercantiles ni estatales. Para Benko y Lipetz (1994:369) “la red es una forma de
organización interempresarial que va más allá del mercado. Una forma de organización que
distingue, en términos de jerarquía (de dependencia) y de colaboración según sea el caso, el
establecimiento de las nuevas relaciones entre empresas. Jerarquía, monopolio y monopsonio
coexisten y se exacerban bajo el desarrollo de las tecnologías de información.
Así, en términos espaciales aunque haya tendencias manifiestas hacia la constitución de
distritos industriales y otros tipos de aglomeración localizadas, existe igualmente una fuerte
presión para la constitución de una red transnacional y un “espacio global de flujos”, tal y como
lo ha venido afirmando Castells desde la década de los ochenta.
I.4.1. Dimensiones de poder en el espacio: de la homogeneidad a las diferencias territoriales
Vuelve la mirada a la innovación como motor de los cambios y/o reestructuración mundial
económica, toda vez que constituye una forma de acumulación que nace y se modifica desde el
centro del sistema; y es que la innovación propaga símbolos y expectativas tendientes a
remediar aquellas disparidades del desarrollo que el modelo antecesor no cumplió o no logró.
La innovación sobre los países periféricos (dependientes) se permea en forma de prototipo y
desarrollo. Es un concepto clave, considerado desde la época de Joseph Schumpeter , que se
sirve de nuevos métodos de producción, eficiencia en el transporte, ampliación y cobertura de
mercados, de renovados tipos de organización industrial, además de nuevas fuentes de materias
primas o de energía. Desde la óptica schumpeteriana es resultado de la iniciativa del
2 Economista y sociólogo austriaco (1883-1950), exiliado en los Estados Unidos en la época del nazismo. Fue comentarista de las obras de Marx y lector de Max Weber. Ecléctico en sus fuentes de inspiración, es considerado como un economista heterodoxo.
47
empresario dinámico y constituye el factor principal del cambio económico propio del
capitalismo: la “destrucción creadora”.
Algunas nociones postmodernas indican que la evolución de los países centrales
(economías hegemónicas) lleva a que los países periféricos tomen, en cada etapa, caminos
similares a los del centro pero en correspondencia a su historicidad cultural y/o territorial.
Mientras que desde la óptica estructuralista se alude a la enunciación de Marx (1857) respecto
de la difusión de innovación como una forma para ejercer, como ley coercitiva externa, la
jerarquía y mantener una progresiva acumulación. Desde esta posición se critica al
postmodernismo por constituirse, más que como una escuela de pensamiento, como una
dimensión cultural forjada desde el capitalismo tardío o postfordista (Soja, 1989; Harvey,
1989). Para algunos autores como Pradilla, E. (1989), la ideología posmoderna es una
convicción fabricada desde la cúspide de la pirámide que se justifica para llenar esos huecos
sociales, tecnológicos, ambientales, etc., que la modernidad industrial no “llenó”. Es decir, una
posición alternativa que postergue la dependencia y dominación de las culturas. Santos, M.
(998:107), en particular, lo considera como una noción que conlleva a la desterritorialización,
producto de una geografía metafórica hacia el vacío y la nada. Este autor señala al
posmodernismo como “la glorificación de la fragmentación teórica o relativismo”.
Suponer que los procesos globales y más aún transnacionales se forjan por el renovado
proceso de respuesta vinculado al desarrollo endógeno visto hasta en las formas artesanales de
producción diferenciada por culturas y geografías, es el intento funcionalista de los
posmodernos por explicar la realidad que concierne a la especialización flexible. En esta
tesitura lo geográfico, los grupos sociales, lo local, el lugar (con su carga histórica), la cultura y
los tipos de gobierno, emergen como aspectos claves para trascender las fallas del modelo. La
discusión se centra, pues, en el análisis de las “diferencias” .
Para los estructuralistas contemporáneos como Harvey, la adopción de estas
“diferencias” en los modelos económicos de localización, no hacen más que postergar el
declive del proceso de acumulación capitalista, concebido y difundido por las élites
empresariales y el poder político transnacional. Tal tendencia es común en los actuales modelos
de localización industrial que basan su perfeccionamiento e institucionalización en el
argumento de la complementariedad de la geografía humana y económica, tal es el caso de la
48
“nueva geografía económica” (cuyo principal exponente es Paul Krugman). Es decir, al poner
atención en los medios innovadores de productividad y competitividad para buscar la manera
de introducir, bajo una óptica espacial, modelos alternativos como el de crecimiento endógeno
(bajo el régimen de acumulación flexible). Si bien, la “nueva geografía económica” promulga
por una corriente más cercana a lo social, no termina de colocar la economía política como
punto de partida para entender el desarrollo desigual. Esto a pesar de que observa la
procuración neoliberal y el carácter de la innovación transnacional como fórmula para ejercer
coerción, jerarquía y progresiva acumulación.
Abordar estos últimos temas a través del estructuralismo , es clave porque la
acumulación flexible como proyecto de progreso, crecimiento y de evolución, se resguarda en
dos grandes ejes de funcionamiento: en la reestructuración del Estado para asegurar relaciones
de producción en un ámbito supranacional y en el mantenimiento y/o alineación de los aparatos
ideológicos y represivos (jurídico y judicial), a favor de los intereses capitalistas. El hecho está
ligado a ciertos procesos históricos que ha traído consigo la paradoja de la globalización, que
no se detiene al tiempo de las formas de vida e identidades que se despliegan en el ámbito
local, es decir, los espacios “homogeneizados”. Con ello, es posible revelar cómo este periodo
reciente o fase del capitalismo, llamado postfordista, llegó para instaurarse, una vez más, con
relativa facilidad, sobre todo si se toma en cuenta la rapidez con la que fueron implementadas
las nuevas políticas económicas.
En este marco, la modernidad pasa a formar parte de la explicación de estos procesos,
ya que en el plano técnico-científico es considerada como un proyecto de progreso, de
crecimiento y de evolución. Es decir, donde la igualdad de los seres humanos,
independientemente de su realidad social y geográfica, se sustenta en un mundo homogéneo sin
diferencias entre naciones. El proceso empleado: desarrollo industrial-unificación mundial
(Arriarán, S., 1997, citado en Ramírez, B., 2003:19).
3 Es una tendencia filosófica que cobró auge en la década de los sesenta y se extendió hasta el presente a través de corrientes de pensamiento específicas como el marxismo, pero también a través de otros campos, tales como la investigación historiográfica, la antropología y la psicología social o colectiva. Como planteamiento teórico y método del espacio consiste describir las sociedades y sus fracciones a partir de su desenvolvimiento inmerso en reglas inconscientes construidas o surgidas de la relación política, económica y cultural. La obra de Ferdinand de Saussure (Curso de lingüística general, 1916) es considerada habitualmente como el punto de origen.
49
Ese proceso tecnológico que caracterizó al modernismo y que impactó al Marx del
Manifiesto Comunista, ahora emerge como una forma ecléctica, renovada, que difumina las
fronteras entre los dilemas de la modernidad y las controversias de la posmodernidad, en un
mapa totalizador del mundo: vía la abolición de las diferencias más que de la aceptación y
reconocimiento de las mismas (Pradilla, E., 1997; Ramírez, B., 2003). De ahí deriva, según
Monedero, J. (2005:30), la disputa, la desigualdad, la exclusión. Los “otros” al final son
rechazados en nombre de esa fuerza totalizadora y fragmentaria a la vez. Es una posición
expresa y recurrente desde el campo geográfico crítico latinoamericano. Dentro de esta línea,
Ramírez, B. (2003:49), insiste en que las diferencias no deben ser tratadas como formas o
procesos antagónicos a la homogeneidad propia de contexto global, sino que es a través del
análisis de las condiciones de acceso diferencial a los recursos naturales, económicos, políticos
y culturales que se logra llegar a un mejor entendimiento de los procesos territoriales.
Como se puede observar, a la par de las reflexiones que aluden a la relación global/local
para explicar el tránsito hacia un nuevo modelo innovador, emergen planteamientos tendientes
a precisar vínculos entre escalas para detectar transformaciones territoriales y/o la reproducción
territorial del capital. Siguiendo a Ramírez, B. (2003:60-62), construir la esencia de esa
espacialidad conlleva a entender que el lugar, además de cultura, significa adentrarse en un
ámbito de relaciones de producción cambiantes que se insertan en los territorios bajo nuevos
esquemas de acceso al mismo. Conviene, entonces, precisar el encuentro de fuerzas
productivas, culturales y de poder que resultan del capitalismo contemporáneo; es, en todo
caso, interpretar el lenguaje, la simbología y la representación del espacio en el modelo de
acumulación. El Estado, cobra aquí un papel relevante, en el sentido del regreso a la discusión
del cercamiento a los bienes comunes y la ruptura entre naturaleza y sociedad.
I.4.2. Tensiones sociales en la espacialidad del capital
En los últimos años Borja, J., parece contradecir sus antiguos planteamientos que aludieron por
lo local como espacio de cohesión favorecido por la descentralización, esto al constatar la
profunda crisis de las políticas de "reproducción social" en la escena jurisdiccional de los
gobiernos municipales. Dentro de sus últimos planteamientos incorpora una posición más
50
crítica sobre la espacialidad del capital. En su artículo “Revolución y contrarrevolución en la
ciudad global” (2005), hace referencia a los nuevos espacios locales, como territorios de
organización, pero de gobernabilidades débiles y fragmentadas. El autor, al poner atención en
la ciudad como espacio político (y por tanto espacio marcado por la presencia de conflicto)
refiere que “ ^ la s crecientes desigualdades en el territorio y la división cada vez más
manifiesta entre "incluidos y excluidos", que caracteriza por ahora más a la ciudad americana
que a la europea, pero también presente entre nosotros, pueden dar lugar a una lucha de clases
en el territorio o una conflictividad asimétrica de difícil gestión en la fragmentada democracia
local” . Cabe mencionar que Pradilla (1997 y 2003), había insistido en que el modelo territorial
en surgimiento estaba desbordando la responsabilidad social de los gobiernos locales, por lo
que dejó entrever nuevas y más ásperas tensiones entre grupos sociales en pleno derecho a sus
expectativas.
La literatura actual plantea que el “nuevo” orden espacial mantiene las contradicciones
históricas expuestas por los teóricos y filósofos clásicos del capitalismo. Hoy pierde auge esa
insistencia por explicar el territorio a partir de modelos espaciales. Se observa un contenido
conceptual más crítico que se apuntala por el tránsito del desarrollo industrial sin límites a los
límites del crecimiento; producto de agentes cada vez más concentrados y con poder global,
pero también producto de cada vez más amplios sectores sociales marginados. Se reconoce
además, una contracción manifiesta de aquellas importantes conquistas sociales relacionadas
con los derechos de los trabajadores y la calidad de vida de las personas.
La incorporación de conceptos como “justicia y derecho social”, “rebelión social” y
“fascismo urbano” expresan la agudización de los conflictos entre colectivos sociales
segregados y fracciones de bloque en el poder14. Sassen, S. (2004)15, autora que reflexiona en la
4 Fracciones entendidas como aquellos grupos de poder que, mediante el capital financiero, son capaces de modificar en algún grado y en virtud de sus propios intereses al espacio urbano con el fin de instalarse en escenarios (y actividades) “ganadores” (es decir, con potencial de ser integrados a la globalización). En el acto, esos grupos de poder se resuelven con la concurrencia de un sector público que apoya, mediante la introducción de capital fijo (por ejemplo infraestructuras), la ganancia de un capital intangible altamente poderoso y trasformador, definido bajo el argumento semántico de competitividad. Para más información de las formas o mecanismos de actuación del capital financiero ver: Paulsen Bilbao, Abraham, Reseña de "Capital financiero, propiedad inmobiliaria y cultura" de, Revista de Geografía, Norte Grande, Núm. 40, Pontificia Universidad Católica de Chile, septiembre, 2008, pp. 109-110.15 Sassen, Saskia, Intervención en los Diálogos sobre la ciudad del siglo 21, Forum 2004. http://www.barcelona2004.org/www.barcelona2004.org/esp/contenidos/index.html
51
naturaleza de la “ciudad global” (2001), advierte que en muchas ciudades la rebelión social
tenderá a expresarse en las periferias marginadas como respuesta a un autoritarismo estatal, lo
cual aún más acentuará la exclusión de las poblaciones pobres, inmigradas y de minorías
diversas. A esta situación le denomina “fascismo urbano”. La otra cara posible y deseable se
puede dar en las sociedades que han encontrado en el territorio y en la relación campo-ciudad la
clave para generar una sociedad política que exprese valores y reivindicaciones de ciudadanía,
esto es una ciudad-espacio que mediatiza el conflicto al agregar las demandas sociales. En este
tenor, la atención a los problemas regionales y urbanos adquiere relevancia.
En efecto, contradicciones y desórdenes se manifiestan con mayor frecuencia, sobre
todo, en las aglomeraciones urbano-industriales (núcleos principales de acumulación y
consumo considerados, por la ortodoxia neoliberal, como espacios ganadores). Dichos ámbitos
actúan como formas clave de apropiación de todo tipo de recursos, generando, a diversos
grados, impactos sobre el entorno y propagando desigualdades y disfunciones sociales. Para
Caravaca (1998) las aglomeraciones, pese a mostrarse “aparentemente como los puntos más
fuertes del territorio, son realmente los elementos más frágiles y vulnerables del modelo y en
ellos se condensarán las principales tensiones del futuro”.
Es necesario matizar esta prospectiva del espacio urbano. Tanto para Harvey, D., como
para Smith, N. (2005), todo grupo de poder tiende a proyectar al futuro las condiciones
operativas que le permiten disfrutar de la posición de privilegio que coyunturalmente pueden
poseer; de lo anterior se deriva una de las más importantes características de la utopía
conservadora: frenar cualquier proceso de crisis que advierta cambios o transformaciones
radicales o violentas. El Estado, reformista y conservador, procede a través de un discurso (más
que de un marco jurídico e institucional), que idealiza el orden común y la mejoría de un
presente en el que están situadas las claves de la estabilidad. La ciudad, entonces, deja de ser el
escenario de conflicto y se transforma en una representación o localización que se vende al
mundo. Desde la óptica de Harvey, D. (2005), éste proceder indica la instrumentación de
fórmulas de producción social que influyen en la gobernabilidad y en las características y
conductas de las sociedades urbanas.
A pesar de la cuestionable intervención del Estado neoliberal, el destino apocalíptico de
las ciudades, sobre todo industriales (o proyectos industriales emergentes instalados en países y
52
regiones periféricas), es inminente dado el ensanchamiento de las contradicciones del modelo.
Para ciertas ciudades [espacios subsidiarios de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE)] el declive se proyectará en función de la cuesta de la
producción petrolera que incide en ramas y sectores afines, como lo es el petroquímico. Este
esquema prospectivo indica que el perfeccionamiento de la reproducción territorial del capital
seguirá acompañada de desigualdades intraurbanas, lo que sugiere que el proceso de
industrialización y urbanización seguirá transitando por condiciones de precariedad e
informalidad, tal como se expresa en las relaciones laborales y en la escasa, e incluso nula,
sujeción a normativas urbanísticas y ambientales.
El análisis de la urbanización contenida en el re-emplazamiento de la industria hacia
zonas rurales, deja entrever un interés conceptual que alude por nociones como la de
“acumulación por desposesión” estructurada por Harvey en los últimos años. Es una segunda
vuelta de lo que Marx mostró en el capítulo XXIV denominado “La llamada acumulación
originaria” de El Capital, en donde refirió que el modo de producción capitalista supone el
parcelamiento del suelo y de los demás medios de producción. Tanto que excluye cualquier
forma de cooperación social ajena al modelo, que pudiera suponer la concentración, el control,
la regulación y el desarrollo libre de las fuerzas productivas comunitarias. En estos términos
Marx, insistió en que “la expropiación que despoja de la tierra y de los medios de subsistencia e
instrumentos de trabajo a la gran masa del pueblo, esa expropiación terrible y dificultosa de las
masas populares, constituye la prehistoria del capital” .
El cercamiento de las propiedades comunes, como son los ejidos, forma parte de esa
transformación o aniquilamiento de los medios de producción comunitaria, y significa para el
capitalista la conversión de la “propiedad raquítica de muchos” en “propiedad substanciosa y
masiva para unos pocos”. Ese excedente, que muestra la territorialización de la industria (en
zonas relativamente apartadas de las urbes), admite el desmembramiento de las comunidades
rurales y estilos de vida autóctonos. De ahí que la privatización y expropiación se resuelvan en
el marco del Estado-neoliberal y el protagonismo del capital extranjero. La desposesión de
medios de producción, como la tierra, y de bienes comunes como los recursos naturales, agrega
nuevos factores de inequidad y tensión social, mismos que se suman a la crisis del capitalismo.
53
Para Wallerstein, I. (1998), las dos principales estrategias del capital global para superar
la crisis cíclica de largo plazo son la valorización de los recursos naturales y la urbanización del
campo a través de la desruralización. El argumento se basa en que la proletarización de la
fuerza de trabajo y la urbanización como correlato, son condiciones necesarias para mantener la
forma capitalista de acumulación, pero tiene un límite, ya que se elevan los costos de
producción. Es decir, es más costoso reproducir una fuerza de trabajo urbanizada, modernizada,
sindicalizada y acostumbrada al bienestar, que una semiproletaria, en un ámbito semirural o no
urbano.
Surgen así dos escenarios de cambio y respuesta al modelo. Uno que tiene ver con la
revitalización de antiguas prácticas laborales asociadas con la proletarización y el logro de
derechos laborales en general; y en contraparte, la pérdida de esos beneficios a consecuencia de
la desmembración o disociación. A saber de Pradilla, E. (2003:9), el mundo rural atrapado y
degradado ambiental, productiva y socialmente al interior de los grandes sistemas
metropolitanos, con su potencial y contradicciones particulares, exige el diseño de políticas
específicas encaminadas a la preservación integral del campo peri-urbano. Harvey, D. (2005),
en cambio, señala que es importante darse cuenta de que en estas estrategias hay
contradicciones que podrían emplearse para intentar devolver el poder a los movimientos
sociales y mejorar el bienestar urbano. El autor expresa la necesidad de analizar las
contradicciones del neoliberalismo y de conectar ese análisis con una comprensión de los
rumbos que podrían tomar los movimientos sociales urbanos progresistas. Se trata de forjar un
proceso de reorganización de los excluidos con miras a equilibrar negociaciones entre poderes
en el marco del modelo actual.
La propuesta consiste en integrar las distintas espacialidades del capital, la diversidad de
luchas y las estrategias políticas, tanto en la teoría como en la práctica marxista. Tomando
como referencia el planteamiento de Harvey, se hace necesario reflexionar acerca de qué
posibilidades existen en materia de resistencias sociales, es decir, buscar sobrepasar esa
condición de la postmodernidad que indica que solo es factible el desarrollo cuando los grupos
sociales se incorporan, de manera sumisa, a la lucha por conseguir aquellos factores que les
cederá la ambicionada competitividad actual. Desde su óptica la crisis de hegemonía del bloque
en el poder no se produce sin la disputa por la hegemonía del bloque dominado. Como el
54
capitalismo innovador extiende su legitimización en la sociedad civil es necesario desactivar el
control de eslabones por los cuales la clase dominante garantiza el consenso y su permanencia.
La idea de unificar un bloque social alternativo no es posible sin un proceso
constructivo que se anticipe a la crisis del capitalismo (supuesto basado en su descomposición
acelerada y la agudización de sus contradicciones). El incremento de movilizaciones de grupos
organizados y sus prácticas de sublevación son muestra del declive del modelo, sin embargo, en
general quedan en revueltas-destructivas y poco eficaces dejando intacta la institucionalidad y
el aparato de dominación. La organización colectiva de fracciones de bloque excluidas se
convierte por tanto en la fuerza o contrapeso del sistema.
Una postura crítica por lo que toca a la planeación de la ocupación del territorio debería
incluir dos elementos íntimamente relacionados entre sí. En primer lugar, reconocer que se
requiere de un tejido social bien informado que sirva de contrapeso al carácter totalizador de la
industria en pretensión por emplazarse en tierras de propiedad social. Esto sugiere que, entre
más resistencias menos maniobra de actuación para las clases dominantes, lo que se traduce en
acciones constructivas y/o creativas en el proceso de planificación que pueden acarrear
beneficios para los grupos o clases marginales. En segundo lugar, se requiere de identificar las
posibles alianzas de fuerzas que pueden formarse en el seno de los movimientos sociales
urbanos, más en general, entre los movimientos populares, y que podrían sentar una base para
avanzar sutilmente en un proceso de planificación que implique el desarrollo de fuerzas
comunitarias favorables al cambio. Pero, además, también hay que tener en cuenta que la lucha
ideológica por el derecho a la ciudad -que las élites han logrado desde los gobiernos- podría
equilibrarse en la medida que se afiancen los movimientos populares. Con ello se daría un
primer paso en la definición de una base política desde la cual se podría orquestar una respuesta
más amplia contra el proyecto neoliberal en general.
Sumario del capítulo
Quedó establecido el debate teórico que fundamenta el emplazamiento de la industria
transnacional en geografías periféricas del nuevo orden mundial. Tras la discusión sobre el paso
del fordismo a lpostfordismo se distinguió la división internacional del trabajo como un proceso
55
que delinea, por un lado, la nueva geografía industrial en curso y, por el otro, la transformación
del territorio en tanto espacio sometido a relaciones de poder global-local.
Como resultado de la abstracción de la división social de la producción se constató el
procedimiento por el cual las corporaciones transnacionales siguen instituyéndose como el
principal agente de cambio y poder dentro de la reestructuración de la economía mundial. El
recuento indicó que desde hace más de un siglo el industrial innovador sigue considerándose el
factor principal del cambio económico propio del capitalismo: la “destrucción creadora”. Para
llegar a esta conclusión fue necesario confrontar la visión ortodoxa del modelo de acumulación
con los aportes de la escuela regulacionista; debate que permitió agregar elementos para
entender la forma en que el nuevo régimen llegó y logró instaurarse en la periferia fordista con
relativa facilidad. Mención aparte merece aquella posición teórica de la espacialidad del capital
que confronta y desvanece los planteamientos ortodoxos liberales, y hasta heterodoxos del
desarrollo, que insisten en explicar la realidad sin poner atención en las contradicciones del
actual modelo de acumulación denominado “flexible” . En este sentido, y tras una reflexión
crítica de los planteamientos de competencia, ventaja absoluta, desarrollo endógeno y
descentralización, se interpretó el espacio desde una perspectiva territorial, lo que permitió
dilucidar que la lucha de clases sigue siendo la representación más acabada de la realidad
actual. A ello hay que agregar las formas que adopta la movilidad de los factores (trabajo y
capital) en detrimento del factor tierra como medio de producción social.
En suma, diversos teóricos, perceptivos a la crisis del capitalismo y buscando
comprobar las hipótesis inherentes a la “competencia perfecta”, han expuesto las fallas del
mercado, refutando con ello cualquier intento por suspender el declive del sistema. Dentro de
las fallas más evidentes, pero escasamente estudiadas, están aquellas que tienen que ver con la
conformación de espacios emergentes de capital en países periféricos, en tanto abaten y/o
aniquilan cualquier forma de organización social y productiva diferente o que pudiera significar
una traba al modelo. De ahí que en la actualidad se estén presenciando, en el escenario
latinoamericano, un conjunto de estudios críticos que abordan la perspectiva del “desarrollo”
desde diferentes perspectivas teóricas y acciones prácticas. Esto incluye aspectos claves como
el papel del Estado, los movimientos sociales, la perspectiva de género, la política ecológica,
etc., Trazas orientadoras de esa “nueva” perspectiva reclamada por las ciencias sociales.
56
CAPITULO II
AGENTES-PROCESO DE CAMBIO Y RESPUESTA
EN LA RELACIÓN GLOBAL-LOCAL
Introducción
Como cualquier otra empresa transnacional manufacturera la estrategia desplegada por las
firmas petroquímicas excede ampliamente los límites convencionales de un territorio, tanto por
sus implicaciones productivo-comerciales como por sus formas de acceso al mismo. De su
aglomeración en un espacio-geográfico emerge un proceso de cambio y respuesta que incumbe
al Estado en su papel de “mediador de conflictos sociales” . Este dispone de un arsenal de
facultades reglamentarias e institucionales que hacen del proceso de reproducción territorial del
capital un transcurso legítimo, con todo y sus contradicciones que evocan a la justicia social y
el derecho colectivo. En este capítulo se reflexiona en torno a cómo el Estado se constituye
como una unidad legítima de agentes autónomos en el poder global, es decir, desde donde el
sistema capitalista evoluciona buscando la salida a las crisis recurrentes del modelo.
Enmarcado en la fase de acumulación flexible, se advierte un Estado que busca
restaurar las fuerzas centrifugas en dos direcciones, por un lado, al “acercar” facultades de
gobierno al ámbito local y, por el otro, a través de reafirmar su poder en el ámbito global
estructurando instituciones supranacionales. Una dualidad que socava aún más su soberanía
ante un capitalismo global que prospera y se expande en las regiones. Un Estado-nación que
parece estar transfiriendo su poder, aunque, y esto es esencial, no su influencia en la
propagación de espacios geográficos del capital. Bajo esta óptica, se trata de enmarcar el caso
de la industria petroquímica en Altamira como un proyecto emergente de la industria
transnacional que resulta del despliegue de una estrategia de poder detentado por fracciones de
un bloque hegemónico y auspiciado por el Estado.
57
En estos términos, el proyecto industrial Altamira es territorialidad, es decir, es
representación de estrategias formuladas e implementadas por diferentes agentes-proceso16 en
búsqueda por el dominio de un espacio, y que a su vez, resulta de un transcurso deliberado e
intencionado que involucra una lógica propia de la sociedad. Es una transformación social que
implica, a diferentes grados y según sea el caso, hegemonía como alternativa por esa
territorialidad. Los medios para lograrla son tan variados como complejos, pero es un hecho
que el Estado asiente, corrobora y “mediatiza” el ejercicio de dominio. En otras palabras ciudad
industrial Altamira es un proceso que contiene tanto a quienes ejercen el poder para acceder al
control del territorio como a quienes lo posibilitan para someter a las mayorías.
II.1. La dialéctica del Estado capitalista
Territorio, Estado-Nación y capital sugieren redes de dominio y poder. Esta integración
conceptual ha sido transformada. Vale la pena referir la ruptura que Castells, M. (2001) hace de
la noción de Poulantzas, N. (1978:109). Este último, en 1978 escribió: “lo específico del Estado
capitalista es que absorbe el tiempo y espacio sociales, establece sus matrices y monopoliza su
organización, convirtiéndolos, por su acción, en redes de dominio y poder. Por eso, la nación
moderna es producto del Estado”. Según Castells (2001:272) ya no es así. El control estatal
sobre el espacio y el tiempo se ve superado cada vez más por los flujos globales de capital,
bienes, servicios, tecnología, comunicación y poder. Para Castells, el control del tiempo
histórico -capturado por el Estado mediante la apropiación de la tradición y la (re) construcción
de la identidad nacional- es desafiado por las identidades plurales definidas por los sujetos
autónomos. Desde su óptica el intento del Estado por reafirmar su poder en el ámbito global, al
impulsar instituciones supranacionales, socava aún más su soberanía. Su esfuerzo por restaurar
la legitimidad, descentralizando el poder administrativo regional y local, refuerza las fuerzas
centrífugas que “acercan” a los ciudadanos al gobierno, pero aleja el tema del Estado-Nación.
6 Entendidos como el conjunto de estrategias que lleva a cabo un sector de la sociedad (empresa, banca, organismos internacionales, gobiernos, asociaciones civiles, ejidos, etc.) en búsqueda y/o disputa por asegurar su propio beneficio o satisfacción de sus necesidades.
58
Así pues, mientras que el capitalismo global prospera y se expande, el Estado-Nación parece
estar perdiendo su poder, pero no su influencia.
El argumento de Castells es consistente en términos empíricos, pero subestima la
profundidad del planteamiento teórico y hasta filosófico de Poulantzas (1974). Desde una
postura marxista, Poulantzas afirma que el Estado es producto de la sociedad cuando llega a un
grado de desarrollo determinado, es decir, “es la confesión de que esa sociedad se ha insertado
en una irremediable contradicción consigo misma y está dividida por antagonismos
irreconciliables” . En realidad Poulantzas intenta construir una explicación teórica profunda y
rigurosa acerca de la naturaleza del Estado capitalista, más allá de los hechos puntuales que
encarna. Al reflexionar sobre esos antagonismos de la sociedad fraguados en el Estado, expresó
su creación y perfeccionamiento como un poder de la sociedad, necesario y situado
aparentemente por encima de ella para amortiguar el choque entre clases, a fin de “mantener los
límites del orden". Un aparato resuelto por los intereses económicos en pugna, para que las
clases se constituyan y por consiguiente se mantenga la sociedad.
Para los marxistas, el Estado aparece como un producto del carácter irreconciliable de
las contradicciones de clase. Señalan, como “regla” general, que el Estado pertenece a la clase
más poderosa, la clase económicamente dominante. Esta corriente señala algunas excepciones,
advirtiendo que en algunos períodos las clases en lucha están tan equilibradas que el poder del
Estado, como mediador aparente, adquiere cierta independencia momentánea respecto a una y
otra, es lo que Poulantzas (1968) denominó “autonomía relativa del Estado”. Tal como
aconteció, según el análisis marxista, en Europa con la monarquía absoluta de los siglos XVII y
XVIII, con el bonapartismo del I y II imperios en Francia y con Bismarck en Alemania.
También en la Rusia republicana, en el gobierno de Kerenski17.
Hay que aclarar que esa “autonomía relativa del Estado” no es una unidad o fusión de
beneficios, sino bloque de intereses antagónicos. Es un conjunto de fracciones, en pretensión
por el poder, que conquista y se constituye en representante del interés general. Desde la
perspectiva de Poulantzas N., (1968: 309), “ _ l a clase o fracción hegemónica que toma el
7 Apocatastasis, “Diccionario de Marxismo”, Edición de Das Kapital de Karl Marx, Literatura y Contenidos Seleccionados, 2010.
59
poder a partir de intereses antagónicos se instituye en la explotación económica y en el dominio
político”.
Esta característica de poder antagónico institucionalizado en el Estado corresponde a un
poder unívoco de las clases, sobresaliendo aquel establecido por fracciones de bloque con
hegemonía económica. Lo que sugiere esta noción son dos formas: a) que el Estado y sus
aparatos tienen el efecto de ocultar la subordinación de los ciudadanos a una clase mediante el
recurso a la voluntad general; o b) que el Estado y sus aparatos tienen el efecto de realzar una
clase mediante el recurso de represión/subordinación de otras.
Para Poluantzas (1968: 373), “el Estado, a fin de encubrirse de esa “autonomía relativa”
-inscrita en el juego de las instituciones y necesaria para el dominio hegemónico de clase- se
apoya en ciertas clases dominadas de la sociedad para, en cierto modo, mantener su función
política y proyectar estabilidad”. De ahí que el autor no acepte la posición funcionalista del
Estado, cuyo punto de partida es la existencia de un sistema social integrador, unificador y
mediador de intereses; por el contrario, destaca la lucha de clases como factor irrestricto para
comprender el Estado18.
La aniquilación que hace Poulantzas de esa posición funcionalista recae en los
planteamientos de Antonio Gramsci19, quien también influenciado por la contribución marxista,
testificó que el Estado ejerce el papel de representante de las relaciones de producción a través
de dos brazos: por un lado la coerción (a diferentes grados) y por el otro el consenso social, que
aparece como elemento de civilización. Según la percepción gramsciana es a través de los
aparatos ideológicos que la clase dominante garantiza su dominación; esos aparatos juegan el
papel de agentes de unificación social. El planteamiento es que la ideología de la clase en el
poder, como paradigma y concepción del mundo, impregna todas las actividades y prácticas
que se manifiestan en la vida colectiva e individual. Gramsci construye el Estado capitalista
8 La vigencia de sus aportaciones se hacen presentes en estudios que buscan explicar el Estado a través de darle un valor científico, es decir, al explicar cómo se reproduce y transforma históricamente teniendo como constante la lucha de clases. Actualmente Joachim Hirsh y Bob Jessop retoman su obra y analizan dichas transformaciones agregando elementos de la teoría de la regulación, así como el acercamiento gramnsciano.19 Al considerar que el Estado se conforma por el binomio sociedad política (gobierno, policía, ejército, administración) más sociedad civil (iglesia, sindicatos, entidades privadas, empresa -lugar de la explotación-, medios de comunicación, intelectuales, etc.). Para más información ver: Gamsci, Antonio, “El Estado y el socialismo”, Publicado en L'Ordine Nuovo, 28 de junio de 1919, Digitalizado por Marxists Internet Archive, año 2001.
60
(clasista) como presencia reguladora de la sociedad (al apaciguar las tensiones de las clases
subalternas provocadas por los desequilibrios internos del bloque dominante). En palabras de
Gramsci (trad., 1993) “ _ e l Estado es el conjunto de actividades prácticas y teóricas con las
que la clase dirigente no solo justifica y mantiene su dominio, sino que llega a obtener el
consenso de los gobernados”.
¿Cómo puede el capitalista asegurar su dominación y que ésta sea asumida por las
clases subalternas? Para responder a esta pregunta insistió en que no hay poder sin hegemonía.
Desde su óptica el capitalista necesita, precisamente por su débil base social, organizar el
consenso de una capa más amplia de la población que consienta sus propósitos políticos y de
acumulación; además necesita esa organización para que toda la violencia venida de las
relaciones de producción sea asumida por amplias capas de la sociedad capitalista. De ahí que
afirme que una clase es hegemónica por que hace avanzar al conjunto de la sociedad hacia sus
intereses.
Esta fuerza lleva explícito el consenso social que lo enmarca como un mecanismo
igualmente potente para asegurar el cumplimiento y la conformidad. A la par de las fuerzas
coercitivas, donde las estipulaciones jurídicas y el sancionar de la ley dominan, se añade, como
método de sublevación o control de tensiones, la persuasión-consentimiento ejercido a través
de la sociedad civil . La función primaria aquí es proveer la legitimidad institucional y generar
consenso entre las masas. En palabras de Gramsci (1971: 263) “es la hegemonía protegida por
una armadura de coerción”. En este ámbito las doctrinas ideológicas se transforman como
convicciones fabricadas, racionalizadas y diseminadas. El aparatado ideológico contribuye a
este cambio estructural.
Para permanecer en el contenido teórico de estas observaciones es acertado incorporar
el planteamiento estructuralista de Castells, M. (1976 y 2001), ya que articula otra relación que
denomina de represión-integración. Desde su óptica el Estado toma un sentido “bipolar” en
0 En el centro de las discusiones de la sociedad civil existe una fascinación hacia las organizaciones no gubernamentales, especialmente por los grupos de apoyo con apego a causas de interés público como el medio ambiente, los derechos humanos, temas de género, monitoreo de elecciones, etc. Una definición expresada es que la sociedad civil incluye todo aquello que se encuentra fuera del Estado. En otras palabras, la sociedad civil debe ser reconocida como cualquier segmento de la sociedad que trabaja para avanzar tanto en objetivos nefarios como democráticos y dignos; desde este enfoque se podrían incorporar potencialmente los sindicatos, grupos empresariales, las guerrillas, el crimen organizado, etc. Cfr: Gramsci, Antonio, Escritos políticos, Trad., Ed. Siglo XXI, 1998.
61
cuanto a su ejercicio de dominación. El argumento consiste en que a la vez que ejerce
dominación reprime, y a la vez que regula integra; todo ello sobre la mayoría asalariada para
aplicar métodos de certidumbre sobre la clase capitalista, el objeto es evitar la crisis del
sistema. Esta realidad conlleva entender que puede llegar a conformarse en un ente mediador
que enmascara a la clase capitalista en el poder (como por ejemplo en sociedades capitalistas
avanzadas), pero también puede convertirse, según la coyuntura, en reformista.
Basta con observar la desregulación de sus aparatos, las formas de privatización de los
bienes comunes y la coerción sobre grupos organizados de la sociedad civil (sindicatos o
movimientos obreros y campesinos como los más representativos). Tras estos planteamientos
se puede decir que el poder del Estado es controlado y dirigido, pero su influencia en la
espacialidad del capitalismo es cada vez mayor. Con ello se debilita la óptica funcionalista o
positivista que refiere al Estado como un agente “planificador” del desarrollo, ubicándolo
entonces como un medio institucional que, a través de diversos instrumentos (jurídicos y
técnicas coercitivas), ejecuta señales y símbolos sobre las estructuras económica, política e
ideológica del espacio.
Como se puede observar, la represión también se manifiesta a través del marco jurídico
e institucional ya que parte de la capacidad de una clase social para defender sus intereses
específicos a expensas de otras (acciones antagónicas). Es por ello que se insiste en la
necesidad de una preparación ideológica crítica y organizada de esa amplia capa de
agentes/proceso que se encuentra en la base de la pirámide del poder.
II.1.1. El Estado y lo supranacional
Harvey, D. (2001), señala que la organización territorial del Estado y las fronteras de las
naciones son elementos que reflejan la historia de las sociedades, pero también son la
configuración geográfica del proceso de reproducción del capital. Esta dimensión resulta de
relación entre la facultad territorial del Estado y los agentes-proceso que le son inherentes. La
relación implica visualizar la conformación del Estado-red en el marco de la globalización
económica. Y es que cualquier posición del Estado que no se encuentre alineada a las
62
estrategias de las empresas multinacionales conduce a una reorganización de las redes
interconectadas de producción, inversión y comercio.
En este tenor, el Estado, como función auxiliar-ejecutante de medidas formuladas por
bloques de poder, se transforma en un medio para filtrar a diferentes escalas flujos de capital
provenientes de esa red supranacional de decisiones e información. Aquí la movilidad de los
factores (capital y trabajo) entra en juego al reorientarse hacia localizaciones más deseables
(dentro de lo que es tecnológicamente posible), ya sea en mercados más solventes y en armonía
social, o en regiones con fuentes de aprovisionamiento más baratas, más seguras, menos
reguladas. En los nuevos países industrializados, como México, el amplio espectro de planes y
programas de ordenamiento territorial alineados a las expectativas del desarrollo industrial es
reflejo del permeable territorio por el que procede el empresario transnacional. De ahí que las
políticas industriales procedan, cada vez más, en términos de proporcionar condiciones
generales de producción, tales como infraestructura carretera, portuaria, energética, pero
también desde el rubro de la formación de recursos humanos cualificados y en condiciones de
producción flexibles. A esto hay que añadir otras formas de dirección de flujos de capital como
lo es la disposición de suelo y recursos naturales.
Bajo el esquema Estado-red, la represión-integración toma matices diferentes sobre
todo al funcionar mediante flujos globales articulados e interactuando con una geografía
diversa de instituciones federales, estatales y municipales que le permiten al capitalista
constreñir u orientar mercados. Son matices de índole económico y político en donde el papel
del Estado, consiste en recibir y procesar las señales del sistema global adecuándolas a las
posibilidades del país y sus regiones, dejando que sean las empresas privadas junto con los
gobiernos locales, los que asuman el riesgo de invertir, sea para generar riqueza o miseria. El
Estado-red es una forma más de acotar posibilidades de intervención estatal en asuntos de
mercado, pero también es una forma de requerir su intervención cuando los propios
empresarios así lo consideren necesario. Son las clases dominantes globales las que representan
esa nueva forma, es decir, las que siguen determinando el funcionamiento de un ámbito
territorial y por ende del Estado-Nación.
Desde la óptica de Castells, M. (1998), el Estado-red no es la nueva respuesta a la crisis
de legitimidad del mismo, es la forma institucional que surge y se adecua a las nuevas
63
necesidades de competencia, ejemplo paradigmático es la Unión Europea. Esta forma es
territorio-empresa en bloque y se instituye junto a la conexión de las multinacionales y sus
redes auxiliares, pero también junto a la inter-relación de los mercados financieros. Tales
características indican que es una forma de respuesta a la anarquía del modelo económico, pero
no por ello minimiza el declive de otras regiones o países enteros. Independientemente de que
la mayoría de las multinacionales tengan nacionalidad, y que esa nacionalidad afecte su
estrategia expansionista, es un hecho que inciden en cada marco institucional en el que operan,
sobre todo al subsumir dichas instituciones en una estrategia global dentro de la red.
Por ejemplo, si se toma en cuenta un hecho de expropiación de tierras a favor de una
fracción del bloque hegemónico (industriales transnacionales en pretensión por localizarse), o
un acto de coerción-represión del Estado en contra de sujetos o grupos antagónicos al interés
del bloque hegemónico, se puede argumentar que esas acciones son legítimas porque se
presentan como correspondientes al interés general de la nación; cabe insistir, la legitimidad
económica transcurre únicamente por el Estado. Esto presupone que el Estado es contradicción,
toda vez que enseña una singular capacidad de generar conflictos sociales, cuestionando
permanentemente cualquier indicio que pudiera indicar su unidad relativa y/o su capacidad de
garantizar todo el proceso de la producción y el desarrollo social. Basta con advertir que la
reproducción territorial del capital supone a escala global una renovada división internacional
de la producción, que se hace efectiva en la relocalización de empresas transnacionales en
aquellos lugares que, bajo la tutela de un Estado capitalista, ofertan la panacea de las ventajas• • • 21comparativas y competitivas .
Al propiciar y captar flujos de capital global, los gobiernos locales entran en una trama
de intercambios al interior de la red, donde terminan siendo absorbidos por las fuerzas del
mercado y sus condiciones inherentes. Al entablar relaciones con empresas multinacionales, en
realidad están otorgando legitimidad, toda vez que sus facultades responden a un marco
institucional de carácter supranacional (Acuerdos, Tratados, Compromisos, Pactos, etc.). Tal
1 Los principios de la división del trabajo y de producción formulados por David Ricardo y Adam Smith se encuentran en la base del enfoque neoclásico económico de libre comercio internacional por lo que anteceden la ideología de las ventajas comparativas y de competitividad. Estas dos “nociones” proporcionan los elementos para que los Estados-nación justifiquen la liberación de sus fuerzas productivas como medio para propiciar el desarrollo a través de la especialización.
64
noción, en realidad conlleva a dilucidar que la capacidad instrumental del Estado-Nación
resulta definitoria en ese proceso de reproducción territorial del capital; sobre todo bajo el
espectro de interdependencia financiera y mercantil.
La pérdida de soberanía (sea política y territorial) que ha presentado en forma gradual el
Estado-Nación, como resultado de la creciente interdependencia internacional, ha traído
consigo un contexto geopolítico que alude por la integración entre países, como se mencionó
anteriormente la evidencia más clara de ello es la Unión Europea . Para Streek y Schimitter
(1991), la consumación y perfeccionamiento de esta forma de poder es el resultado de un
alineamiento entre dos tipos de intereses: a) los de las grandes firmas europeas, que pugnan por
superar las ventajas competitivas percibidas en relación con el capital japonés y
estadounidense, y b) los de las élites estatales que tratan de reestablecer, al menos, parte de la
soberanía política perdida. Según Castells (2001:195-197), aunque se tomaran como
afirmativos ambos supuestos, lo que se buscó y se viene buscando en esta Unión, no es la
supranacionalidad en sí, sino la reconstrucción del poder estatal basado en la nación a un nivel
más elevado, un nivel en el que pueda ejercerse cierto grado de control sobre los flujos de
riqueza, información y poder; una especie de forma colectiva con cierto grado de soberanía en
el nuevo desorden global. Castells, apoyado en Ostrom (1995), sugirió que en lugar del
comienzo de la era de la supranacionalidad y de la gobernación global, se está presenciando la
aparición del súper Estado-Nación, es decir, de un Estado que expresa, en una geografía
variable, los intereses agregados de sus miembros constituyentes. Poulantzas (1968) diría:
“ ^convirtiendo los intereses económicos del bloque en el poder, en dominio político y/o
representación del interés general de las clases” .
Pese a la existencia de soluciones pragmáticas para sustituir al Estado-Nación por
supranacionalismos que tienen que ver con la conformación del gobierno global, democracia
global, integración regional, autogestión generalizada, etc., no existe ninguna ejecución
acabada que muestre sus bondades. Sin embargo, no se debe perder de vista que estos
regionalismos democráticos han dado de que hablar. A manera de ejemplificar el poder que
puede tener esta forma capitalista se puede referir que en los últimos dos años, el Grupo de los
2 Como cualquier Estado, la UE dispone de un poder parlamentario, un ejecutivo y un judicial independientes, respaldados y complementados por otras instituciones.
65
Seis (G-6) , conformado por España, Italia, Francia, Alemania, Reino Unido y Polonia, ha
puesto sobre la mesa del parlamento de la Unión Europea, el diseño de un mecanismo de
defensa global en contra del “terrorismo internacional” (expresión políticamente “correcta”
para nombrar al islamismo). Este proceso geopolítico deja ver la necesidad por mantener las
jerarquías y el proceder de nuevas formas de coerción en red. Harvey, D. (2001:123), al
referirse al capitalismo contemporáneo como la “gran fábrica de la fragmentación” (régimen
flexible) señala el proceder de la Unión Europea como un ejemplo más del contexto radical de
reorganización internacional de las relaciones de poder que se acompañan por la dispersión
espacial de la producción en un marco de descentralización, desregulación y privatización.
Castells (2001: 274) añadiría: “ ^ m u y bien pudiera ser que una de las últimas batallas del
Estado-Nación se estuviera luchando en el espacio de la cibercontabilidad, entre meticulosos
inspectores fiscales y sofisticados abogados transnacionales” .
¿Es el supranacionalismo la nueva forma de ejercer poder desde el Estado capitalista del
futuro? ¿Es esta forma de gobierno global la estrategia de las firmas multinacionales para
concluir con la resistencia de las soberanías y proseguir con el ensanchamiento de los mercados
flexibles? ¿Son los megaproyectos urbano-regionales las vías políticas y económicas de acceso
al territorio? Estos son solo algunos de los cuestionamientos y planteamientos que figuran en la
nueva realidad mundial. No es de extrañar que el despliegue de firmas trasnacionales alemanas,
españolas, francesas, italianas e inglesas aparezcan con fuerza en México desde la década de
los noventa incidiendo en la liberación del sector energético nacional, tal y como se presenta en
Altamira, Tamaulipas.
II.1.2. El Estado en las esferas local y regional
El contexto que se ha descrito hasta este punto remite a dos interpretaciones sobre el papel del
Estado en la territorialización del capital. La primera interpretación proviene de la economía
neoclásica y corresponde al ámbito de la liberación de las fuerzas económicas y la
competitividad como solución a los trastornos del capitalismo. La segunda, basada en el
pensamiento marxista, encuentra mayores elementos que profundizan en la naturaleza de las
23
' Países que marcan la pauta política europea.
66
relaciones sociales, como la justicia social. En ambas visiones, la importancia que alcanza el
espacio de flujos indica que los impactos territoriales derivados de estos procesos son de muy
distinto signo, aunque, como menciona Caravaca, I. (1998), todos responden a las diversas
formas de articulación de las sociedades en un sistema global.
Desde la perspectiva neoclásica, que en muchos puntos parece influenciar al
pensamiento postmoderno, es elemental, no solo para las empresas sino también para el Estado,
adaptarse a ese espacio de flujos. Para el caso de las empresas consiste en una integración al
interior de la cadena de producción con base en la innovación tecnológica y de especialización.
Para el caso del Estado, que administra ámbitos territoriales, consiste en potenciar sus propias
ventajas para que esas empresas opten por localizarse en su jurisdicción. En lo ocal, que alude a
las estrategias seguidas por los gobiernos, esta noción conlleva revalorar recursos,
generalizándose cada vez más la tesis (ampliamente utilizada por los cepalistas) de que todo
proceso de desarrollo requiere la utilización imaginativa, racional, equilibrada y dinámica de
todos los bienes patrimoniales, ya sean humanos, naturales, culturales y geográficos. La
revalorización de recursos, para potenciar ventajas y competir, está determinada por la
capacidad de las empresas, gobiernos y comunidad para desarrollar innovaciones, lo que
significa una búsqueda por utilizar mejor los bienes.
En este tenor, el papel del Estado se ha venido transformando. Desde la década del
ochenta, se da por hecho que el carácter excesivo de la centralización en el Estado es el motor
de todas las contradicciones que aquejan a la sociedad contemporánea. La ortodoxia liberal
insiste en que la liberación de las fuerzas productivas propias del Estado es la vía correcta al
desarrollo en virtud de la transferencia tecnológica y ensanchamiento arancelario. Así mimo,
incita a la descentralización de poderes administrativos como el modelo a seguir, toda vez que
conlleva al reforzamiento de las economías de escala debido principalmente a que se abren
nuevas posibilidades de financiamiento para el desarrollo.
Borja, J. (1987), ha sido referente en la reflexión positivista del proceso, señalando que
la descentralización es un medio adecuado para promover la socialización política de las clases
populares y el desarrollo de las libertades individuales, así como las transformaciones
socioeconómicas de tendencia igualitaria. De Borja se advierte una fuerte carga funcionalista
que se adjudica a la política de reorganización espacial de las decisiones de poder estatal, esto
67
al engrandecer el proceso de descentralización como el mecanismo más idóneo para
profundizar la vigencia de la democracia. El ambicioso objetivo coloca a quienes postulan tal
idea, en una posición de firme defensa, de la gestión local del Estado como punto de
confluencia de aspiraciones sociales enmarcadas en un amplio espectro de participación
popular. Para el autor, la identidad es el mecanismo que funge como intermediario entre las
sociedades locales y el Estado nacional; “los locales son, al mismo tiempo negociantes políticos
y líderes institucionalizados” . Así pues, aparecen nuevas fracciones de la sociedad que detentan
el poder desde los gobiernos locales y regionales, por lo que son considerados como una
manifestación del equilibrio de fuerzas del Estado. Son también la expresión de identidades
culturales que, aunque hegemónicas en un territorio determinado, hay que decir, están
subordinadas por las élites dirigentes del Estado-Nación.
Durante más de dos décadas Borja ha insistido en que el surgimiento de los gobiernos
locales en Europa ha sido punto de partida para que regiones y ciudades (de ese continente) se
constituyan como ejemplos de redes institucionales en su búsqueda por sortear la
supranacionalidad. Desde su precepción, los gobiernos locales constituyen uno de los grupos de
presión más eficaces para actuar y practicar negociaciones directas con las empresas
multinacionales, convirtiéndose en los agentes más importantes de las políticas de desarrollo
económico y social, ya que los gobiernos regionales están siendo limitados paulatinamente en
sus acciones (caso Unión Europea).
Desde la óptica de Castells, M. (2001), quien parece adoptar en algunos puntos
posiciones postmodernas, es a través de los niveles inferiores del Estado que los grupos
sociales subordinados y/o las minorías regionales han logrado, en cierta manera, acceder al
poder. El territorio donde viven, formulan e implementan relaciones se convierte en un medio
de representación y respuesta al acontecer nacional y supranacional, es por ello que surge una
geometría compleja del Estado. En otras palabras, se incita a la aparición de nuevos grupos de
la sociedad y se promulga por el reconocimiento de las identidades, a la vez que se fortalecen y
se debilitan clases. Toda la trama en función o por efecto del espacio de flujos. En cada
comunidad, poblado, ciudad o región, las alianzas sociales y su expresión política son
específicas y corresponden a las relaciones de poder local/regional existentes, más aún se
concretan a partir de su historia territorial.
68
Esas variantes de descentralización tienen que ver, con reformas que cambian
sustancialmente el marco de las atribuciones de las regiones, en algunos casos reduciendo los
poderes y en otros ampliándolos. En Italia, por ejemplo, el ordenamiento de las autonomías
locales, decretado en 1990, es resultado de una ley de reforma que dicta la reorganización
territorial y el reparto de las funciones administrativas en los entes infra-regionales. La tesis
central consiste en que una efectiva autonomía se logra a partir de incrementar las funciones de
los poderes locales. En Gran Bretaña, Suecia, Bélgica, Polonia y Alemania, esta tesis se
respaldó por una reducción del número de municipios. Para el caso de la reorganización
territorial en Francia, dicha estrategia de reparto de las funciones administrativas territoriales se
vinculó directamente con la política central de lucha contra la inflación. En ese país, el proceso
de liberalización de la economía mediante privatizaciones y desregulaciones fue tan abrupto
que los legisladores reformistas franceses requirieron de suministrar deberes de administración
activa “al servicio del progreso social y civil” . En este tenor, la interrogante de cómo lograr la
eficiencia administrativa y territorial se orientó también en el sentido de disminuir el número de
administraciones locales, las cuales disminuyeron a dos mil en el año de 1999, respecto de las
38 mil originarias24.
En América Latina esa tendencia descentralizadora encaminada a “recuperar” la
institucionalidad del Estado -que busca satisfacer las necesidades de la población al tiempo que
apoya formas capitalistas de desarrollo- ha transitado hacia un esquema de administración
“democrática” del régimen de acumulación. Dicha estrategia, cabalmente anticipada y
difundida desde esferas de poder político y económico supranacional, se sirve de un proceso de
poder institucional trabado en su restauración. Desde la perspectiva postmoderna, de alcanzarse
esa renovación (Estado reducido a tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial) se transita al
verdadero replanteamiento de las identidades y culturas, idea que coloca la unidad
administrativa del territorio como el punto de contacto más cercano entre el gobierno y la
sociedad civil. Sin embargo, como se verá adelante, críticos europeos como Préteceille, Streek,
Schimitter y norteamericanos como Harvey, coinciden con las contribuciones latinoamericanas
de Coraggio, de Mattos y Pradilla. Quienes analizan el carácter masivo y omnilateral de las
4 Referencia del caso Francés tomada de la Fundación Carles Pi i Sunyer de Estudios Autónomos y Locales, Barcelona, 1999.
69
políticas descentralizadoras ejecutadas sin precisión ni selección, en una aparente ofensiva
contra las fuerzas históricas que impulsaron y conformaron el Estado social demócrata (como
el sindicalismo, las corrientes socialistas y la ideología progresista del desarrollo ceñida en las
propiedades comunes y los bienes nacionales). En esta situación, es razonable la duda que se
hace del discurso descentralizador, toda vez que viene acompañado de políticas que responden
a intereses de poder global.
Mattos, C. (1999), al dirigir interés hacia las estrategias político-financieras aplicadas
para promover el crecimiento regional y nacional de las economías emergentes
latinoamericanas, advierte un proceso de prácticas concentradoras-centralizadoras de poder,
servidas por la formación de nuevas administraciones territoriales. Consecuencias como la
concentración espacial de actividades industriales, la especulación del suelo, la expropiación y
la alineación de una población urbana con pleno derecho a demandar servicios, equipamientos
e infraestructura aparecen, desde el Estado, en forma de connotaciones político-económicas
circunscritas a la descentralización como un instrumento para democratizar la injusticia social
desde las colectividades locales.
Como ordenamiento institucional al interior del sistema político-ideológico conlleva
una falla metodológica que contrapone la administración del desarrollo con la práctica
económica, política e ideológica del poder. En este tenor, se distingue una crítica a la apología
del desarrollo local como mecanismo para impulsar un proyecto de transformación progresista
desde la base. Según Mattos (2004), la experiencia latinoamericana muestra que los grupos
económicos dominantes en el ámbito local han podido encontrar en el gobierno, un campo
propicio para incrementar y hacer efectivo su poder; sin embargo, esta realidad no implica que
se estén representando los intereses populares, por el contrario, el poder se ajusta al interés de
los nuevos actores con poder. Concretamente, los sectores populares no han logrado el acceso
al poder institucional que en teoría debería suscitar la praxis descentralizadora. Cabe señalar
que esta observación está siendo retomada por Borja, quien, en sus últimos escritos, parece
estar cambiando su optimismo respecto del poder institucional local.
Castells, M. (1996), apoyado en Borja, refirió “ ^ e n México la reestructuración de la
política pública para superar la crisis de la década de los ochenta dio un nuevo ímpetu a los
gobiernos municipales y estatales, cuyo papel había sido tradicionalmente dependiente del
70
gobierno federal” . En efecto, los dirigentes locales y regionales ahora intercambian el poder
territorial pero, cabe decir, en correspondencia con las estructuras de dominación nacional
(presupuestaria y legislativa), donde los intereses de las élites nacionales o globales son más
fuertes. En México, la jerarquía administrativa contenida en el territorio se ha visto subordinada
a un conjunto de instancias superiores progresivamente más dependientes del ámbito
internacional; esto es el aislamiento de los diferentes municipios (entre ellos) con fuerte
limitación de las relaciones horizontales y preponderancia a la verticalidad característica de la
centralización que ejerce la economía política en la nación. Hay que recordar que en el país la
reestructuración de la administración pública (institucionalizada en los noventa), en sus
vertientes descentralizadoras, se adaptó a los esquemas neoliberales europeos y
angloamericanos de principios de la década del ochenta del siglo pasado, con lo cual se
pretendió fundamentalmente restablecer al empresariado transnacional.
Entre otras cosas, la reestructuración del poder ejecutivo del Estado (sin
democratización aparente), dio rienda suelta a presiones competitivas y se inclinó a la
utilización del capital financiero (internacional) como medio para detonar megaproyectos de
carácter regional o, en palabras de Lefebrve, “infraestructura territorial de gran escala”
(carreteras, puertos, gasoductos, oleoductos, energía, etc.) y con ello asegurar la consecución de
las tasas de beneficio más elevadas posibles. Pero, naturalmente, ninguna de estas medidas
podría haber funcionado sin la construcción de un aparato estatal dócil y ésa es la tarea que
Thatcher y Reagan acometieron a través de diversos procesos de desregulación y privatización,
así como de puntuales ataques al poder sindical y al Estado benefactor. En realidad esta
transformación supuso el abandono del aparato de Estado socialdemócrata, supuestamente
interesado en el bienestar de todos sus ciudadanos. Desde luego, una vez que ésta adaptación ha
tenido lugar en las esferas legislativas del Estado, sea a través de acuerdos, tratados, decretos,
reformas y/o derogaciones, resulta bastante difícil que el poder ejecutivo, constituya un
contrapeso al esquema de desarrollo a seguir. En todo caso los poderes del Estado se alinean y
se adaptan a fin de incidir en la escala de los gobiernos locales, especialmente allí donde el
Estado nacional fija y administra el territorio, siempre y cuando no interfiera a los intereses del
capital.
71
Coraggio, J. (1997 y 2007), en concordancia con el planteamiento crítico de Mattos,
también viene cuestionando el proyecto neoliberal de descentralización suscitado en
Latinoamérica. El autor, al poner atención en el proceso de democratización asociada a la
privatización, desregulación y la naturaleza de la municipalización de las élites de poder local,
advierte el ensanchamiento de las diferencias (más que el reconocimiento de las mismas).
Desde su óptica, la propuesta de desarrollo, instrumentada desde fracciones de bloque en el
poder parlamentario, rompe con la propagación de sistema horizontal, puesto que minimiza o,
incluso, vacía de contenido político a la lucha social.
Para Coraggio la fuerza fundamental que impulsa actualmente la descentralización en
América Latina está inspirada por el proyecto neoliberal para el mundo. Sus agentes más
visibles son el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) y directamente diversas instancias de la Administración y
Agencias de Ayuda de los Estados Unidos de América. Además de los agentes mencionados,
en México se incorporan con fuerza el Banco de Desarrollo de América del Norte (BANDAN)
y la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF). El autor, al abstraer la
estructura política de estas formas y desmembrar sus significados refirió que “ ^de trás de
aquellos organismos internacionales están también otros gobiernos centrales, que imponen sus
políticas a través del poder derivado de su aporte en capital, negando el sentido original que
algunos de esos organismos tuvieron en su génesis, o al menos el que adquirieron en su época
desarrollista” (Coraggio, J., 1997:6).
Lo que sugiere la posición crítica latinoamericana es que la concepción vigente de la
descentralización sólo se entiende en el contexto de la crisis; es decir, a partir de esas
propuestas globales que hacen los organismos internacionales de financiamiento al desarrollo,
respecto de cómo administrar la crisis. Por tanto, el proyecto de descentralización establecido,
bajo los principios de liberalización y desestatización, esconde un megaproyecto que se aboca
al perfeccionamiento y concentración del poder global, mismo que se ejecuta desde los aparatos
estatales, apoyándose en las esferas de poder político más centralizadas (las mismas que se
pretendería superar).
Desde Inglaterra, Streek, W. y Schimitter, P. (1991) en su momento señalaron que la
reestructuración del Estado, en sus variantes de descentralización, forma parte de un proceso de
72
alineamiento derivado de los intereses de las grandes firmas multinacionales, que pugnan por
encontrar ventajas comparativas y competitivas. Así como el interés de las élites legislativas
que tratan de reestablecer parte de la soberanía política perdida por aquellas acciones de
liberalización y desestatización económica implementadas en la década de ochenta del siglo
pasado.
En este tenor, cabe citar al Préteceille, E. (2004), sociólogo francés, quien al poner
atención en los problemas regionales de la región parisina, criticó el proceso de
descentralización implantado de 1981 a 1986. En ese entonces, en 1983 para ser exactos, el
gobierno emprendió una política de lucha contra la inflación que consistió en la liberalización
de la economía mediante privatizaciones y desregulaciones. Al finalizar el año de 1986, las
posibilidades de cambio de régimen de propiedad histórico de las comunas indicaron una fase
de inmersión al nuevo regionalismo internacional. En poco tiempo se dispersaron las
necesidades y demandas locales, por lo que se fortaleció inconscientemente el carácter cada vez
más centralizado del poder global. La correlación entre descentralización administrativa
territorial y división internacional de la producción resultó de la progresiva territorialización de
un capital cada vez menos sometido a formas de regulación que frenaran su libre circulación.
En América Latina, tanto Tomadoni, C. (2004), al poner atención en la inserción de la
región metropolitana de Córdoba, Argentina, en el MERCOSUR, como Muñoz, H. (2004),
quien analizó el proceso de re-territorialización del Estado y el capital, a través del mega
proyecto comercial Plan Puebla Panamá, concuerdan en que el Estado es el mecanismo a través
del cual se implementan estrategias espaciales para dividir y jerarquizar relaciones sociales, a
diferentes escalas. Como parte de esa estrategia, la representación de las clases de poder
económico en el Estado, privilegian la escala regional, toda vez que es ahí donde mantienen
cierto dominio sobre el poder local e internacional. Para ello, ha creado un corpus jurídico e
institucional que los faculta en el diseño de políticas públicas.
Hay que tener en cuenta que cuando el Estado acciona y destina inversión pública en
privilegio de la escala regional se está subsidiando el capital y, por tanto, se está contribuyendo
al proceso de restablecimiento del poder y los privilegios de clase. Manejados ideológicamente
y fragmentados constitucionalmente, los gobiernos locales, se convierten en mediadores e
73
implementadores autóctonos de políticas centrales. Claro ejemplo del papel que juega del
Estado capitalista en la creación de las condiciones necesarias para la reproducción del capital.
En todo caso el ensanchamiento de los cinturones de miseria de las grandes ciudades, la
desruralización, la tendencia a la autoexplotación forzada, pueden constituir elementos poco
atractivos para ciertas inversiones de capital. De ahí que la ortodoxia revalorice y busque
perfeccionar el papel de los gobiernos locales a fin de subsanar, en la medida de lo posible, el
ambiente social y así crear un buen entorno para los negocios. Por su parte los postmodernos
indican que el Estado reformista, en su búsqueda por descentralizar el poder, se reafirma por el
criterio de la democracia territorial a fin de institucionalizar políticas y mejorar la
gobernabilidad, en articulación con la sociedad civil.
En oposición, los críticos de la ortodoxia anotan que la descentralización, la
privatización sectorial y las formas de urbanización y planificación de las ciudades y sus
regiones de influencia se convierten pues, en “utopías de la forma espacial” . Término que
Harvey construye para cuestionar la tradición neoliberal como mecanismo para dar solución a
las contradicciones del capitalismo avanzado y tardío. Así el problema, consiste en dilucidar
formas de responder a este desafío, sin descuidar por ello el bienestar de todos los ciudadanos.
II.2. La proyección del poder en el espacio: mediaciones del Estado
En la década de los noventa, las sociedades latinoamericanas formaron parte de un cambio
mundial caracterizado por la desregulación económica, el ajuste fiscal y la política de
privatizaciones. Se había creado un Estado metaregulador que implicó, o significó, la marcha
de una “entidad” responsable de crear el espacio para la legitimidad de agentes reguladores no
estatales. En este sentido, se presentó como un mecanismo de procuración de nuevas formas
jurídicas, a favor no sólo de la implantación de capitales extranjeros, sino también en garantía e
institucionalización de los derechos de las grandes corporaciones (Sousa, S., 2007; Harvey, D.,
2007; Petras, J., 2003).
A través de sus aparatos de poder, el Estado avaló acciones encaminadas a la aceptación
de un marco regulatorio, formulado y diseñado, en buena parte, desde los espacios
74
trasnacionales . En su proceder, una nueva división internacional del trabajo se hizo presente
incidiendo no solo en la distribución de las actividades humanas sobre el territorio, sino
también, en las mediaciones institucionales que atañen al poder vinculado al acceso, dominio y
control de territorios.
Esas transformaciones implican nuevos ejes de lucha y conflicto social, por lo que se
advierten nuevas contradicciones que debilitan el planteamiento de justicia social en el Estado,
pero también en el actual modelo. En este tenor, examinar el papel mediático del Estado
implica, entre otras cosas, suponer la existencia de un derecho regulado, es decir, un poder que
queda subordinado al orden jurídico vigente por cumplir. El Estado de derecho en la realidad
depende de sus órganos de gobierno, y es eficaz si logra establecer un ambiente de respeto
absoluto del ser humano y del orden público. De ahí que la justicia social tome sentido cuando
las esferas de derechos individuales y colectivos son respetadas por medio de un sistema de
frenos y contrapesos que permite un adecuado ejercicio del poder.
Desde la óptica de Harvey (1996), “ _ n o se puede prescindir de las utopías que
conllevan ideales de justicia, ya que son indispensables para la motivación y la acción. Tan es
así, que la indignación de la injusticia ha inspirado durante mucho tiempo la búsqueda del
cambio social” . De ahí que ese ideal de justicia no se pueda ocultar de la construcción
dialéctica del espacio, ni mucho menos desprender de la teoría del Estado capitalista. Lo
pertinente es contextualizarlas. Siguiendo a Harvey (1996), “ _ todos los ideales en materia de
derechos presuponen una cierta concepción de los procesos sociales. Y a la inversa: todo
proceso social incorpora alguna concepción de los derechos”.
En la sociedad capitalista los derechos comunes son transferidos a la propiedad privada
y las ganancias se imponen sobre cualquier tipo de derechos exclusivos que se puedan tener.
Esto es así porque la sociedad está dominada por la acumulación de capital en el marco de un
25
5 Un ejemplo es la creación del Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA), dependiente del Banco Mundial, que se especializa en la facilitación de garantías a empresas que deseen invertir en —países de economías de alto riesgo o afectadas por conflicto”. También sirve como “aval” en proyectos de infraestructura compleja y en la promoción de inversión entre países en vías de desarrollo. El MIGA promueve garantías provocando corrientes de capital hacia los países en desarrollo. Según sus reportes, repercute en inversiones extranjeras directas valoradas en 33 mil millones de dólares en 69 países miembros en transición, incluido México. En caso de existir controversia y/o diferencias relativas entre Estados, el MIGA se apoya en otro órgano dependiente del Banco Mundial denominado Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), el cual funge como una “corte internacional” especializada en disputas del tipo inversionista- Estado.
75
mercado de intercambios. Dicho proceso social depende de una determinada construcción
jurídica de los derechos individuales y colectivos. Sus defensores dicen que esto estimula la
igualdad de oportunidades en el mercado, la iniciativa de acumulación y la libre elección, pero
hay que tener presente que éstos derechos permiten vender libremente la fuerza de trabajo y los
medios de producción; proceso que corrompe, tergiversa y neutraliza la búsqueda de
condiciones de equidad social.
Entonces, ¿qué es y cuáles son los límites de la justicia social? En términos
hobbesianos26 27, el Estado (El Leviatán) impone la justicia sobre intereses privados ofensivos
para evitar que la vida social se vuelva violenta, brutal y corta. Lo hace al aplicar el derecho
como la base de las sociedades y de los gobiernos legítimos, pero justifica la existencia del
autoritarismo estatal, aunque también la eliminación del absolutismo. Algunos incluso apelan a
ideales de igualdad sensible a las diferencias culturales. Otros dirían: “no hay nada más
desigual que el igual trato entre desiguales”. En todo caso, Harvey (1996) lo ha mencionado
así: “ ^ v iv ir bajo el capitalismo supone aceptar o someterse a un conjunto de derechos
necesarios para la acumulación ilimitada de capital” . La realidad no descarta el argumento de
Trasímaco : “ ^ l a justicia es simplemente lo que la clase dominante quiere que sea”. Este,
sostiene, entre otras ideas, que lo “justo” (el cumplimiento de las leyes) es en realidad una
imposición de los gobernantes en vistas de su propia conveniencia. Negando una concepción
trascendente de justicia, considera que ésta es el medio del que se vale el que manda para
obtener provecho del que obedece. En la concepción antropológica de Trasímaco, el hombre es
interpretado como un ser esencialmente egoísta, poseído por una sed de poder. Admite que hay
personas justas que se someten pasivamente a intereses ajenos, pero los considera los eternos
perdedores de todas las interacciones humanas.
Es pertinente referir que la noción, respecto de las mediaciones espaciales de poder que
intervienen en el territorio, entreteje una nueva racionalidad de “desarrollo”, la cual, a la vez
6 Thomas Hobbes (5 de abril de 1588 - 4 de diciembre de 1679), fue un filósofo inglés, cuya obra Leviatán (1651) sentó la base de la filosofía política occidental. Es el teórico por excelencia del absolutismo político. En 1666 en Inglaterra se quemaron sus libros por considerarle ateo. Posteriormente, tras su muerte, se vuelven a quemar públicamente sus obras. En vida Hobbes tuvo dos grandes enemigos con los que mantuvo fuertes tensiones: la Iglesia de Inglaterra y la Universidad de Oxford. La obra de Hobbes, no obstante, es considerada como línea de ruptura con la Edad Media y sus descripciones de la realidad de la época son sofisticadamente críticos.27 Sofista en diálogo de la última etapa de Platón donde el pensamiento de éste ya se ha separado del de su maestro, Sócrates.
76
que transforma la vida de los pueblos, excluye territorialidades autóctonas. De acuerdo con
Haesbaer (2004:339) esas mediaciones espaciales de poder, contenidas en relaciones de
dominio y apropiación del espacio, se denominan territorialización. Es aquí donde la
proyección del poder en el espacio evoca acontecimientos contradictorios, solidarios y
conflictivos a la vez.
En estos términos, la dualidad disputa y territorio se convierte en un derecho que
revoluciona la forma del capitalismo, pero también que evoca al sometimiento de una clase por
medio de un conjunto regulaciones necesarias para la acumulación de capital. La dualidad,
vuelve la mirada a los postulados marxistas que datan del siglo XIX, en particular en lo que
respecta a la “acumulación originaria” contenida en el proceso de acumulación del capital . ¿A
qué se debe esta afirmación? Al hecho de que la lucha social, circunscrita al tópico territorial
del capital, enseña una nueva cartografía de las resistencias que, por un lado, marcan un caudal
de enunciaciones de injusticia y, por el otro, enuncian la débil legitimidad del Estado y sus
gobiernos28 29. La búsqueda de equidad y justicia en el Estado capitalista se lleva a cabo en una
agenda política alineada a la ortodoxia neoliberal.
Marx, al referir el proceso de acumulación del capital señala que el modelo funciona
bajo el supuesto histórico de mercados en competencia que transitan libremente con acuerdos
estatales que garantizan el resguardo de las inversiones extranjeras como reserva de valor. Esta
particularidad necesariamente se soporta por diversos ejes que en conjunto se traducen en el
mantenimiento de la plusvalía extraída de la producción. ¿Qué significa esto? La explotación
del trabajo a través de asegurar el dominio de medios de producción.
En efecto, los ejes más claros, en la historia de la formación del capital, por los cuales el
modelo ha orientado su proceso de reproducción, son aquellos que intervienen tanto en el
28 Para más información ver la sección VII, Tomo I: “El proceso de producción del Capital” de El Capital.29 En Latinoamérica el tema se inserta en una discusión más amplia dentro de las ciencias sociales. En estas latitudes, el territorio es analizado desde una perspectiva integradora, que ve la territorialización como un proceso de dominio (político-económico) y/o de apropiación (simbólico/cultural) de los espacios por los grupos humanos. La esencia de las contribuciones expuestas en las dos últimas décadas ha sido el renovado acercamiento al territorio desde la óptica de las relaciones sociales; algunos ejemplos de esta tendencia son los trabajos sobre los procesos de “mundialización”, —globalización”, “localización” y —glocalización” (Santos, M.,1994; Santos, B.,2000 y 2002; Ramírez, B., 2003), los estudios vinculados a los “movimientos socio-territoriales o de de base territorial” (Fernandes M., 2000 y 2005; Castillo, J., et.al. 2001; Paleta, Seefoó y Hernández, 2001), las “interacciones socioeconómicas y culturales en las zonas fronterizas” (Alfie y Méndez, 2001; Meyer y Lebon, 2010) y los territorios que se disputan en realidades rururbanas (Delgado y Ruiz, 2008; Arias, P., 2005; Pradilla,2001 y 2004).
77
acceso como en el control de los medios de producción. El ejemplo más paradigmático es la
tierra (recurso). En este ámbito de dominio y control, el capital requiere de abrir posibilidades.
Entre ellas, están la conversión de la propiedad comunal o social en privada; la inversión
directa en tierras adjudicadas al capitalista para la producción; la inversión privada en
infraestructura de gran escala (telecomunicaciones, energía, carreteras, puertos, ductos,
ferrocarriles, etc.); y el perfeccionamiento de esquemas legales de uso del suelo y de medios de
producción (capital constante) por determinados periodos de tiempo. Ahora bien, cabe decir,
que las vías de acceso son variadas, pero todas responden a las características circunscritas al
tejido social presente.
Derivado de las formas y contradicciones que conlleva la espacialidad del capital,
algunos autores han puesto de manifiesto la importancia que tiene poner en el centro de la
discusión lo que se ha dado en llamar acumulación por desposesión (Harvey, D., 2004;
Svampa, M., 2008). Ésta es una posición que se liga a lo que Marx denominó en los capítulos
XXIV y XXV del primer volumen de El Capital “acumulación originaria” como una condición
histórica de los procesos de acumulación capitalista.
El sentido de la “acumulación originaria” radica en la privatización de medios de
producción. Volviendo al ejemplo que concierne al cambio de los derechos de propiedad de la
tierra, como medio de producción y de vida, el modelo aniquila una fuerza más de poder de la
clase trabajadora. Con ello se asegura y amplia un elemento clave del capitalismo: la
explotación del trabajo. Al dejar sin medios de producción a la población, los capitalistas
pueden dispersar mano de obra en el mercado de trabajo -desposeídos de medios de vida-
dispuesta a formar parte del ejército industrial de reserva. Marx, al observar el establecimiento
histórico de la acumulación capitalista, señaló que “el derecho de propiedad se convierte en
sustracción de posesión ajena”; ésta, es una condición en la que los medios de producción se
convierten en mercancías que se poseen y, por tanto, con alcance de compra y venta.
En concordancia con los postulados marxistas, la acumulación por desposesión, referida
por Harvey, revela un amplio rango de procesos. Estos incluyen la mercantilización de la tierra
sumada a la expulsión de las poblaciones campesinas, la conversión de diversas formas de
derechos de propiedad (común, colectiva, estatal, etc.) en derechos de posesión exclusivos, la
78
transformación de la fuerza de trabajo en mercancía, el tráfico de mano de obra, la usura, la
deuda pública, etc.
Bajo esta óptica, el rol del capitalista como productor y comerciante está establecido y
se desarrolla como reproducción ampliada (a través de la explotación del trabajador en la
producción) dentro de una economía que opera en condiciones de empréstitos internacionales y
estructuras legales y gubernamentales flexibles, conteniendo, cabe decir, la lucha y conflicto
social.
No es reiterativo señalar que los países recientemente industrializados (NIC's), que se
caracterizan por presentar agresivos esquemas de apertura de sus economías al mercado
mundial, sobre todo en el sector manufacturero y energético, presencian un entorno cada vez
mayor de movilizaciones sociales que responden a la pérdida de garantías de los trabajadores y
a la adjudicación de los bienes públicos en privados. En efecto, con la mundialización de las
economías emergentes, se ha identificado un modelo flexible de regulación, con ímpetu
industrial, que apunta al nulo compromiso laboral gremial, a la liberación y extracción masiva
de recursos naturales, a situaciones de propiedad-despojo por derecho a la tierra, a la exención
de responsabilidades por contaminación e impactos a la biodiversidad, entre otras más.
Ahora bien, las condiciones mencionadas, han estado presentes en la geografía histórica
del capitalismo (Perelman, M., 2000; De Angelis, 2001). Algunas de ellas se han adecuado y en
la actualidad juegan un rol aún más importante que en el pasado, acelerándose cuando ocurren
crisis de sobreacumulación, tal y como sucede en la actual fase denominada “flexible” (ver
capítulo I). Por ello es que se insiste en que la acumulación por desposesión se sitúa como un
proceso continuo de ajuste espacio-temporal del régimen capitalista.
Retomando la pregunta formulada en torno a que si estas transformaciones componen
un “nuevo” eje de lucha y conflicto social, se puede adelantar que sí, toda vez que, en términos
teóricos, la lucha de fuerzas sociales sigue siendo la esencia del debate territorial actual. La
información indica que se están retomando aquellos acercamientos a los procesos de disputa
entre sectores de la sociedad como representación clave para entender cómo es que se proyecta
espacialmente el capitalismo global (Meyer, E., 2010; Harvey, D., 2005; Fernandes, M., 2005;
Sousa, S., 2007; Petras, J., 2004; Soja, E., 2000 y 2003; Davis, M., 2003; Pradilla, E., 2001 y
2004; Massey, D., 1999).
79
Sumario del capítulo
El proceso de reproducción del capital ha involucrado decadencia, no sólo de previos poderes
institucionales (tales como la supuesta soberanía del Estado sobre los asuntos políticos-
económicos) sino también de derechos y condiciones de justicia social. Lo discordante de esa
decadencia es que ocurre en un sistema de pensamiento dominante que se arraiga tan
profundamente en entendimientos de sentido común que llegan incluso a institucionalizarse en
forma de derechos, ejemplo de ello es la igualdad de oportunidades en el mercado, la iniciativa
de acumulación ilimitada y la libre elección de transferencia de propiedad individual o
colectiva. En el fondo, esos derechos que permiten vender libremente la fuerza de trabajo y los
medios de producción, corrompen a la sociedad en su búsqueda por condiciones de equidad
social. Sin embargo, esa neutralización se da por momentos y, según la historia del capitalismo,
al ampliarse, concluye en una crisis del sistema; inestabilidad que justifica el tránsito a una re
evolución neoliberal.
El ciclo, coloca al Estado como punto de confluencia de aspiraciones sociales
enmarcadas en un amplio espectro de participación popular, pero también lo acomoda como un
agente auxiliar-ejecutante de medidas formuladas por bloques de poder global;
transformándose en un medio para filtrar, a diferentes escalas, flujos de capital provenientes de
una red supranacional de decisiones e información en aras de la acumulación. Esa re-evolución
del régimen deja ver el advenimiento de un nuevo orden o equilibrio basado en la movilización
y fortalecimiento de las mayorías excluidas. Sin embargo, en México, la reestructuración del
Estado, aún dista de imponer la justicia sobre intereses privados ofensivos para evitar que la
vida social se vuelva violenta, por el contrario se ubica en una fase represiva y de control sobre
las mayorías, convirtiendo los intereses económicos del bloque en el poder en dominio político
y/o representación del interés general de la nación. Lo hace al aplicar el derecho como la base
de las sociedades y de los gobiernos legítimos.
Desde el enfoque neomarxista, dicha realidad está constituida por la profunda
convicción de que el Estado es la representación de la lucha de clases, por lo que las élites
dominantes han de asegurar en él un espacio para modificar o controlar cualquier fuerza que se
contraponga al interés neoliberal y/o su momento de poder; con ello, se modifican continua y
80
drásticamente las relaciones sociales vigentes. Dentro de los planteamientos expuestos destaca
el aniquilamiento de una de las principales fuerzas de poder de la clase trabajadora: la tierra
como medio de producción. Con ello se asegura y amplia un elemento clave del capitalismo: la
explotación del trabajo.
En el marco de la nueva división internacional de la producción, la acumulación por
desposesión sigue su curso. Basta con referir que el derecho de propiedad se convierte en
sustracción de posesión ajena y que revela un amplio espectro de contradicciones, como la
expulsión de poblaciones campesinas a consecuencia de la industrialización, la conversión de
diversas formas de derechos de propiedad (común, colectiva, estatal, etc.) en derechos de
posesión privada, la sustracción indiscriminada de recursos naturales (bienes nacionales), entre
otras. Así, se concluye que el la globalización lejos de debilitar el Estado, está reinventando su
papel estructural para modificar, en beneficio de las clases dominantes económicas, los
parámetros de convivencia social y de dominación política.
81
CAPÍTULO III
PANORAMA, AJUSTE Y DISTRIBUCIÓN DE LA INDUSTRIA
PETROQUÍMICA EN TERRITORIO NACIONAL
Introducción
A lo largo del proceso de investigación, destinado a conocer las particularidades que definen la
conformación y evolución de espacios de capital y sus incidencias en el territorio, se procuró
orientar el análisis en el papel de las ciudades y sus fuerzas de atracción regional como
representaciones funcionales de la actual fase del modelo de acumulación. Al poner atención en
ciertas zonas impactadas por la configuración del eje terrestre de enlace conformado por las
relaciones económicas ejercidas entre Tampico y Monterrey se distinguió una región que, a
diferencia de otras, explayó en mayor medida rupturas en sus estructuras sociales, económicas,
ambientales y de políticas públicas . Al examinarla, se encontró una realidad no documentada
que da cuenta de las formas y contradicciones que adopta la relación global-local en territorio
tamaulipeco.
Concretamente interesa entender la dinámica territorial que se suscita en la zona
metropolitana del sureste del estado de Tamaulipas, particularmente en la porción adyacente a
la costa del Golfo de México, sobre una franja conformada por lagunas y marismas del
municipio de Altamira. Ahí, desde hace cuatro décadas, grandes firmas petroquímicas vienen
conformando y evolucionando un espacio del capital que se caracteriza, a diferencia de otros,
tanto por su contundente aglomeración geográfica como por la magnitud de las obras de
infraestructura “soporte” que acompañan el megaproyecto; claro está, sin descartar las
0 Como parte de la metodología complementaria de selección de espacios de capital se aplicó el modelo gravitacional análogo según número de habitantes y sectores de actividad; mismo que permitió detectar centralidades urbanas e influencia regional. Para más información ver. Vera, Rodrigo, Orígenes y conformación de nodos de actividad secundaria en el eje terrestre de enlace Monterrey-Tampico, Cuadernos de trabajo de El Colegio de Tamaulipas, México, octubre de 2007.
83
condiciones propias del modelo flexible en el contexto de la nueva división internacional del
trabajo y la producción. Proceso que contrasta con la vulnerabilidad y el debilitamiento de la
capacidad de adaptación, pero también de oposición, a estos cambios por parte de los grupos
organizados surgidos de las localidades rurales ubicadas en la zona (ver capítulo V). La
dinámica viene a definir un espacio en torno al que girará un renovado tejido de intercambios
económicos, cuya historia evidencia diversas facetas de evolución, pero también de
discordancias en aquellos territorios en los que discurre. Este hecho, es una representación de
las nuevas tendencias globales de organizar la acumulación del capital y el papel que juega el
territorio, en tanto espacio sometido y construido por relaciones de poder.
En este contexto, es preciso reconocer que los componentes que entran en juego e
inciden en el proceso se manifiestan de diferente forma y dependen tanto de las circunstancias
estructurales del modelo económico mundial como de los entornos socio-institucionales de
cada región o nación. Es aquí donde se inserta el siguiente capítulo de investigación con el cual
se trata de puntualizar en las relaciones y fuerzas de producción que condicionan, en buena
parte, la dinámica y comportamiento de la estructura sectorial productiva regional (alineada a la
cadena productiva de la industria petroquímica). En el marco de los procesos contemporáneos
de globalización, se tratará de generar un marco de referencia que ayude a dar respuesta a ¿cuál
es el comportamiento regional (de localización) de la industria petroquímica en territorio
nacional? y ¿qué participación tiene Tamaulipas, en particular Altamira, en la producción de
químicos y petroquímicos? Se busca en todo caso, abrir línea para analizar más a fondo cómo
es que se crean, mutan y desaparecen espacios de capital que al interiorizarse en la entidad
impactan en el territorio y, por ende, en la relación global-local.
El capítulo persigue tres objetivos cardinales. El primero consiste en identificar la
relación existente entre el acontecer mundial del mercado del petróleo y el embate
transnacional vinculado a la actividad petroquímica. Con esta indagación se ejemplificará el
porqué del binomio dispersión mundial-concentración global acuñado a la nueva división
internacional de la producción (abordada en el capítulo I). El segundo objetivo recae, por tanto,
en obtener un panorama general que dé cuenta de las formas en que este proceso de
globalización se ha venido implantado por el Estado mexicano. Por último se analiza el
comportamiento de las regiones productoras del país evidenciando localizaciones
84
petroquímicas que, en términos de producción bruta total estatal, sirven de base para demostrar
que en la costa sur de Tamaulipas, en particular Altamira, está evolucionando un espacio de
capital que viene reorientando sus formas de acumulación. Resalta el hecho de su recién
lograda hegemonía en la fabricación de hules, resinas y fibras químicas.
La producción mundial de petróleo como factor de cambio
Diversas fuentes que generan información relacionada con la oferta mundial del petróleo y sus
repercusiones en las economías de escala señalan que los hidrocarburos seguirán siendo la base
de la producción de energía en el planeta durante las próximas cuatro o cinco décadas. Se dice
que el petróleo mantendrá su primacía en la industria energética, pero también se observa un
vuelco hacia nuevos encadenamientos de comercio que tienen que ver con su procesamiento.
Estos nuevos encadenamientos, caracterizados por la flexibilidad de sus modelos de
producción, se atañen a la industria petroquímica ya que, en términos de consumo en masa,
derivan los elementos (materia prima y/o precursores) utilizados por diversas ramas
industriales, por el ejemplo la dedicada a la fabricación de plásticos y resinas sintéticas.
Los analistas proyectan que el sector transporte continuará siendo el principal
consumidor de combustible (75%), pero las fuentes coinciden en que al terminar la primera
mitad del siglo XXI su uso podría ser sustituido por el hidrógeno. En cuanto a la industria
petroquímica, ésta seguirá demandando insumos del petróleo y será pieza clave en el mercado
debido al actual momento de dispersión mundial de industrias líderes en la transformación de
hidrocarburos. Sin embargo, se esperan problemas por el lado de la oferta del petróleo.
Según Douglas-Westwood Ltd. (2002) , la producción petrolera mundial comenzará a
descender a partir de la segunda década del presente siglo. Las cifras que presenta indican que
en el periodo comprendido de 1992 a 2002 se consumieron anualmente 25 mil millones de
barriles de petróleo en el mundo y se incorporaron a la oferta apenas 5 mil millones de barriles
de nuevas reservas probadas de petróleo convencional, es decir, petróleo líquido que se puede
extraer a costos económicamente rentables.
1 Cfr. Douglas-Westwood Ltd., “Analysts claim early peak in world oil production”, Oil & Gas Journal, 26-Vnt- 2002.
85
En el 2002 se dio un caso atípico ya que en Canadá alrededor de 175 mil millones de
barriles de petróleo no convencional -es decir, sólido en arenas bituminosas- fueron
reclasificados y reconocidos como reserva probada y no como reserva potencial. Shields, D.
(2003), menciona que es la primera vez que se da un reconocimiento de este tipo. De ahí que
las principales publicaciones petroleras del mundo ubiquen a Canadá como el segundo país del
mundo con reservas probadas. Este suceso en el mercado mundial del petróleo es un indicador
del descenso de la oferta del petróleo sobre todo si se toma en cuenta que, al año 2009, no se
han descubierto nuevos “súper yacimientos” convencionales, con todo y el avance tecnológico
con el que se cuenta . Es de hacer notar que en 1997, Campbell señaló que, en el futuro, la
mayor parte de la oferta mundial de petróleo tendría que obtenerse de yacimientos conocidos.
Las tendencias de la oferta y la demanda de producción global de petróleo convencional
refieren que la mayoría de los países productores, fuera del Medio Oriente, están contrayendo
su producción desde el año 2009 . Por ello, petroconsultores como Duglas-Westwood y
Campbell, señalan que los grandes productores de la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP)* 33 34, en particular, Arabia Saudita, Iraq, Irán y los Emiratos Árabes Unidos del
Golfo Pérsico, podrían retomar el control del mercado petrolero mundial al terminar el primer
cuarto del siglo XXI, debido a la cantidad de reservas probadas o remanentes con las que
cuenta esa región.
El declive de Estados Unidos como región productora es una muestra de la fase de
cambio. Este país viene disminuyendo su producción desde la década de los ochenta. Los
2 Cfr. Campbell, C. J., “The coming oil crisis”, Multi-Science Publishing Company-Petroconsultans, Switzerland, 1997.33 La revisión de fuentes de información indica que el pico de la producción de petróleo está por presentarse. Tal proyección se reciente en los incrementos del precio del crudo y por tanto en la recesión de las economías de escala. En el 2005, los franceses reportaron que la magnitud de esta situación se hará evidente en el 2013. Hay también indicadores que señalan que el pico de la producción global se presentó en el 2010, o incluso que ya ha tomado lugar desde el último cuarto de 2008. Según la US Energy Information Administration (EIA), la oferta mundial viene decreciendo del pico de 85 511 millones de barriles diarios del último trimestre del año 2008 a 84 390 mbd en el 2009, refiriendo que la ligera recuperación observada en el 2010 (85 901 mbd) corresponde a la estrategia de mercado de la OPEP. Para el caso de México, se observa un declive al pasar del año 2006 al 2010 de 3711 a 2 973 millones de barriles por día.34 Es una organización que tiene por objetivo la defensa de sus intereses como naciones productoras. La OPEP controla aproximadamente 43% de la producción mundial de petróleo y 75% de las reservas de petróleo. Su dominio en las exportaciones de crudo se sitúa en alrededor de 51%. Además, concentra la totalidad del superávit de producción de petróleo del mundo, lo que, de facto, convierte a la OPEP en el banco central del mercado petrolero.
86
registros históricos muestran que la producción estadounidense llegó a su máximo nivel a
mediados de los setenta . Según la Oil & Gas Journal, en 1990 Estados Unidos importó 42%
de su consumo de petróleo. En el año 2004 ese porcentaje se incrementó a 57%. Un indicador
del descenso de la producción de ese país es la disminución del número de compañías
dedicadas a la actividad exploratoria en territorio estadounidense. Según Margeson, J. (2007),
el costo por encontrar un barril de nuevas reservas en 1997 era de 6.21 dólares, en el año 2000
ese costo aumentó a 12.60 dólares, situación que viene generando incertidumbre en la
inversión.
Es importante mencionar que no todos los analistas comparten el escenario del
agotamiento de las reservas mundiales de petróleo. En efecto, la Agencia Internacional de
Energía (AIE)* 36 prevé que la demanda del petróleo en el mundo puede alcanzar 120 millones
de barriles diarios hacia el año 2030. Ese escenario tiene sus bases en que la explotación del
petróleo no convencional, como el encontrado en Canadá, será rentable en el futuro inmediato,
es decir, tecnológicamente y financieramente viable. La cifra contrasta con las proyecciones de
Campbell, C., (2007), quien señala que el pico máximo esperado de la producción petrolera
mundial (convencional) será del orden de los 90 millones de barriles diarios, al finalizar el año
2010.
Independientemente de las perspectivas expuestas, se considera que la demanda de
petróleo vendrá en ascenso durante las próximas tres décadas figurando los sectores
relacionados con el transporte y la industria química. Esta última con injerencia cada vez mayor
en los procesos de producción que tienen que ver con la obtención/separación de los elementos
básicos constitutivos del petróleo, tal es el caso de la rama petroquímica. Aún así, y teniendo en
cuenta las proyecciones, el petróleo y su acaparamiento mundial del mercado energético
disminuirá paulatinamente, incluso con nulo crecimiento de la demanda (ver gráfico III.1.).
5 Este declive tuvo una incidencia directa en la crisis mundial del petróleo que se vivió en 1979. El proceso, a pesar de detonar la participación de nuevas regiones productoras como Reino Unido y Noruega, sigue dominada a la fecha por Medio Oriente con 31%, Estados Unidos y Canadá con 18%, y la Comunidad de Estados Independientes, ex Unión Soviética, con 10.5%.36 La AIE fue creada en 1974 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), como consecuencia de la crisis del petróleo de 1975-1979. Entre sus objetivos, tiene la función de coordinar las medidas necesarias para asegurar la oferta de petróleo, particularmente en situaciones de emergencia, con el fin de sostener el crecimiento económico de sus países miembros.
87
Ahora bien, al interior del contexto petrolero del que dependen buena parte de los
sectores productivos, esencialmente de aquellos países subdesarrollados cuyas divisas obedecen
a la venta y consumo de hidrocarburos, se tiene la volatilidad del precio; mismo que impacta
consistentemente en las finanzas tanto privadas como públicas. Los últimos tres años se han
caracterizado por una inestabilidad sin precedentes, cabe decir, anticipada desde Medio
Oriente. Sin duda el principal factor de este sometimiento a las reglas del mercado Saudita se
debe a la apreciación global y territorial que se tiene tanto de las reservas como de la
producción petrolera.
Cí-rá.fico III.1. F*ico e:sp£ora.do d.e la p)rocluccic)n j)(íl:i:olera. m undial
(/)O
ro- o(/)Q)
(ü
<D■o(/)Q)co
■Con cero crecimiento de la demanda
■Con 1% de crecimiento de la demanda
■Con 2% de crecimiento de la demanda
Nota: El gráfico refiere al petróleo convencional Fuente: Douglas-Westwood Ltd., 2005.
Sin embargo, este factor, puede no ser tan confiable sobre todo si se toma en cuenta que
las fluctuaciones del valor pueden responder a lo que en términos de economía
macroeconómica se da en llamar evoluciones coyunturales inmersas en aceleraciones y/o
desaceleraciones de las economías de escala. En otras palabras, a consecuencia de la disparidad
entre la oferta y la demanda de un sector económico determinado aunado a la variabilidad del
poder adquisitivo del consumidor del bien final. Un ejemplo concreto es lo acontecido en el
primer semestre del año 2008 cuando se aceleró la demanda mundial de petróleo. En ese
88
periodo el precio de petróleo alcanzó los 147 dólares por barril, es decir, 350% más del que se
pagó en el año 2004 o del que se pagó en diciembre de 2009, si se toma como referente la
transacción en Nueva York. Tal evolución significó para la industria química y petroquímica
instalada en México la reducción de sus índices de producción, pero también el cierre de seis
compañías, entre ellas la suspensión temporal de PPG Industries en Altamira, Tamaulipas . A
la par, el número de operaciones en el puerto de Altamira se redujo 20%, repercutiendo en el
cierre de seis empresas transportistas vinculadas con el nodo portuario .
¿Qué circunstancias propiciaron esa tendencia a la alza del precio del petróleo y efecto
colateral en Altamira? Quizá las más importantes fueron las tensiones geopolíticas fraguadas
por la violencia en Nigeria por la disputa de los grandes yacimientos de hidrocarburos en el
Delta del Níger; ahí mismo, al iniciar el 2008, la transnacional Exxonmobil se vio afectada por
una huelga de trabajadores nigerianos que obligó a la transnacional a perder obligaciones
contractuales con sus clientes en territorios de Asia, Europa y Norte América; ese mismo año,
pero en otras latitudes, el gobierno de Venezuela incidió constitucionalmente en proyectos de
ExxonMobil a efecto de nacionalizar actividades exploratorias; se suma al contexto la baja de
las reservas de petróleo estadounidenses, el aumento de la demanda en China y de manera
trascendental: el mantenimiento de la producción sin ajustes por parte de los países miembros
de la OPEP, en especial Arabia Saudita.
Al entrar el segundo semestre del 2008 el precio del petróleo comenzó su declive. En
seis meses se desplomó el mercado. De 147 dólares por barril se pasó a 38 (ver gráfico 2).
Según los analistas, el motivo de fondo de esta caída se adjudica al descenso de la demanda
provocada por la desaceleración económica global. Fue hasta enero de 2009 que se produjeron
las primeras decisiones geopolíticas para evitar la crisis. La OPEP, que supone alrededor de
43% de la producción mundial de petróleo, ha venido implementando recortes en la producción
de petróleo a efecto de presionar al alza la cotización en el primer trimestre de 2009. A corto
plazo esas medidas parecen estar surtiendo efectos. Sin embargo, la estabilidad del precio se
condiciona a que la economía mundial despegue y la demanda se recupere, a sabiendas de que * 38
7 Girón, V., “Cierra PPG temporalmente, advierte Salvador Salazar” Milenio online, julio 17 de 2009.38 Alvarado, D. “Cierran seis empresas transportistas en Altamira”, Hoy Tamaulipas, enero15 de 2009.
89
seguirá disminuyendo la producción petrolera de los países productores miembros de la39Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) .
Mientras tanto, el entorno internacional, asistido por las grandes corporaciones
petroleras, bloques y países productores que han alcanzado o fincan su crecimiento en la
diversificación de sus procesos, parece inclinarse, tal y como menciona Shields (2003), a ubicar
el precio en un nivel que mantenga fuera del mercado a los productores marginales y a la par
mantenerlo accesible para evitar que no sea un incentivo para el desarrollo de otras fuentes
alternativas de energía* 40.
Gráfico HI.2. El precio del petróleo en el marco de las crisis mundiales.
(Décadas de ajuste capitalista: 1940-2010)
Nota: El precio promedio se presenta en dólares e incluye impuestos usando las tasas de cambio de Francia, Alemania, Italia, España, Reino Unido, Japón, Canadá y Estados Unidos.
Fuente: Elaboración propia con información de Energy Information Administration USA y Blumberg Financial Markets.
Cfr. Watkins Eric, “Oil Movements: OPEC exports continue to fall”, Oil & Gas Journal, Los Angeles, California, Mar. 5, 2009.40 Los analistas, prevén que seguirán las fluctuaciones sobre todo cuando la producción de petróleo convencional comience su declive y a ser sustituido, tanto por el petróleo no convencional como por otras fuentes alternativas de energía (que llegarán a ser igual o más rentables que el petróleo).
90
Hay que señalar que, según la OCDE, desde 1986 el precio de petróleo aplicado
mundialmente es del mercado libre, es decir, los precios spot, definidos día con día en los
grandes puertos de importación (Rotterdam, Houston, Tokio). Según Krugman, P. (2008), en la
actualidad son las expectativas especulativas las que están determinando el precio spot. Esto
significa que los especuladores están dispuestos a comprar los remanentes de la oferta y
almacenarlos, esperando a que el precio aumente lo suficiente a efecto de lograr la mayor
ganancia. Para Krugman esta situación especulativa, tiene dos señales de origen: la primera es
que el petróleo se considera un commodity o mercancía primaria que a diferencia de otros
productos es un recurso finito; y la segunda consiste en el “pico” esperado de la oferta.
En todo caso, las fuentes coinciden en que se espera un nuevo control del precio del
petróleo en el mercado mundial impuesto por los países miembros de la OPEP -dada la
cantidad de sus reservas-, tal y como ocurrió de la primera crisis mundial petrolera de 1975
hasta el año de 1986. El acontecer, pone de manifiesto el futuro engrosamiento de los flujos
comerciales propagados desde el Golfo Pérsico hacia los grandes países industrializados, pero
también se observa la evolución de un sector que esta flexibilizando su modelo de acumulación
a través de alinear o desprender “unidades” de procesamiento de hidrocarburos en función de la
demanda y una cadena de producción globalizada: la petroquímica.
In.2. Petroquímica, alianzas transnacionales y desarrollos regionales con impacto
global
La petroquímica, como rama económica, ha tenido un rol primario en el desempeño de la
diversificación de los países industrializados por lo que se considera estratégica para la
procuración actual y futura del comercio del petróleo. De su propagación mundial,
especialización y flexibilización de sus sistemas de producción depende y dependerá gran parte
del consumo (demanda) de productos, ya sean agronómicos, de uso doméstico y una gama cada
vez más amplia de productos del plástico (ver figura III.1.).
91
Figura III.1. Principales cadenas productivas de la industria petroquímica
Fuente: PEMEX, 2001.
Antes de iniciar la década de los noventa del siglo pasado, el abasto mundial de
petroquímicos estuvo dominado de la siguiente manera: Unión Europea con 32% del total,
seguida por Estados Unidos (26%), Japón (15%) y el resto de Asia (12%). Los intercambios
entre la Triada (EUA, UE y Japón) acapararon buena parte del comercio en el planeta. Sin
embargo, al transcurrir la década de los noventa el avance tecnológico y científico, propio del
modelo de acumulación capitalista, comenzó a derivar una nueva fase41. Se ampliaron los
sistemas de producción y consumo a escala mundial.
Beneficiadas por la inversión pública y privada efectuada desde hace tres décadas,
nuevas regiones industriales aparecieron en el mapa del comercio mundial de los
hidrocarburos, pero ahora engranadas a un sistema de producción más especializado en la
obtención (separación) y aprovechamiento de sus componentes químicos. Podría decirse que en
1 Un indicador de la importancia mundial que atañe a esta industria es que se considera un sector de innovación. Según la OCDE, desde 1988 representa más de 10% del total de la investigación mundial.
92
10 años se reestructuró radicalmente el mercado mundial de petroquímicos . Al año 2008 la
mitad de la producción petroquímica global se ubicó fuera de Estados Unidos y Europa
Occidental, antaño principales mercados del mundo. Según la Chemical Market Associates Inc.
(CMA, 2008) nuevos centros financieros e industriales (alternos a Houston, New York,
Londres) emergieron a consecuencia del efecto asiático, el nuevo polo de comercio mundial.
Entre ellos, destaca Dubai (uno de los emiratos de la Unión de Emiratos Árabes), Arabia
Saudita (miembro influyente de la OPEP por su producción de etileno y metanol), Düsseldorf
(Distrito industrial del Norte de Alemania), Singapur (República independiente industrial del
sureste asiático) y Shanghai (primer centro industrial y de investigación química de China).
Estos centros globales de finanzas desprendieron filiales hacia países en vías de desarrollo y
muy particularmente hacia el territorio asiático. Su rol ha sido determinante en la propagación
de un espacio de flujos, que evoluciona y se representa diferenciadamente, según sea el lugar
de sus localizaciones industriales.
A saber de Mergeson, J. (2007), el crecimiento de la demanda mundial de
petroquímicos básicos e intermedios es un elemento que permite visualizar las nuevas
acometidas territoriales procuradas por la denominada empresa transnacional. El autor
menciona que de proseguir el incremento promedio anual de 6% en el consumo mundial, al
entrar el año 2015 el 50% de la demanda mundial de este sector ocurrirá en Asia, y 25% lo
acaparará solamente China. Si a esto se le añade un proceso de inversión encaminada a
incrementar la capacidad de producción de petroquímicos en este continente, entonces se
explica porqué del paulatino declive del flujo comercial de etileno emanado desde
Norteamérica y la procuración de coaliciones entre firmas estadounidenses (ver tabla III.1.).
Mohammed H. Al-Mady, vicepresidente de Sabi Arabian Basic Industries Corp.
(Sabic)* 43 menciona que el sector petroquímico de Arabia Saudita viene expandiendo su
42
2 Es importante señalar que en realidad la petroquímica es la rama más reciente de la química. Apareció después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la compañía Standar Oil fabricó el isopropanol (anticongelante, solvente), le siguieron la Union Carbide al obtener glicol y la Cities Service con el metanol y el amoniaco. Los avances fueron muy rápidos durante el periodo de 1950-1970 y fueron encabezados por compañías y universidades estadounidenses. Para mayor información ver: EIA, Historical Oil Market Chronology Energy Data, Statistics and Analysis para los años de referencia.43 Es una empresa 70% pública y 30% privada. En el 2008 una de sus plantas inició operaciones en el municipio de Altamira, Tamaulipas. Para mayor información ver: Base de datos y documentación de la Chemical Market Associates, Inc., World Petrochemical Conference, Houston, March, 2008.
93
capacidad desde hace dos décadas modificando el entorno mercantil mundial. Dentro de las
estrategias de dicha empresa pública está el desarrollo de la capacidad de producción fuera de
Arabia Saudita, teniendo como prioridad el territorio Asiático, sin descartar América. Tal
expansión ha resultado en el acaparamiento de 45 tipos de petroquímicos, lo que representa
para la empresa 7% de la producción mundial y por ende la hegemonía comercial. Lo que está
sucediendo es que tanto grandes firmas como sociedades químicas globales, como la Chemical
Market Associates Inc., han detectado una fase de expansión influenciada por la factibilidad de
inversión que trae consigo el mercado asiático.
En efecto, el hecho de que Medio Oriente esté sobresaliendo y acaparando
paulatinamente la oferta mundial de la química de base ha repercutido en la evolución o
mutación de un proceso de acumulación que se orienta cada vez más a la procuración de
alianzas entre firmas transnacionales, sobre todo en aquellos territorios que de alguna manera
han sido parte de acuerdos de comercio internacional y que ahora se ven expuestos a nuevos
embates de mercado que son detonados desde ciudades-región distantes. Quizá uno de los
distintivos o imperativos de esta fase de cambio sea concentrarse corporativamente, es decir,
fusionarse para competir globalmente.
Tal tendencia conlleva al análisis de la industria transnacional y su tendencia a la fusión.
Para Martner, P. (2002), la directriz hacia la concentración es propia de la economía-mundo
capitalista; en consecuencia, no podría considerarse, por si misma, como una novedad. Quizá lo
que llama tanto la atención en esta fase es la magnitud que han adquirido las coaliciones. Se
puede decir que los procesos de globalización económica y apertura comercial y financiera,
junto a las innovaciones tecnológicas en la producción, como las que acontecen en el sector
petroquímico, están permitiendo la formación de concentraciones de una magnitud financiera y
una cobertura geográfica desconocida en los periodos previos que atañen al desarrollo del
sector.
94
Tabla III.1. Desarrollos petroquímicos regionales con impacto global
Región Características de impacto
Norteamérica (Estados Unidos y Canadá)
Las refinerías de Norteamérica actualmente suministran aproximadamente 50% del propileno utilizado en el mercado de químicos, y este porcentaje se prevé aumentará gradualmente para el periodo 2007-2012 manteniendo su posición global en el suministro de dicho producto y sus derivados. Sin embargo, las significativas adiciones de capacidad productiva en Medio Oriente y Asia se anticipan para impactar en las exportaciones de Norteamérica resultando en una reducción del flujo comercial del etileno.
Norteamérica(México)
Al año 2010 cuenta con el principal puerto industrial de Latinoamérica dedicado al manejo de fluidos químicos y petroquímicos: Altamira. Ubicado en el Golfo de México, a corta distancia del mercado estadounidense, se proyecta como uno de los nodos de transferencia latinoamericanos más dinámicos de la vía marítima del Atlántico al presentar tasas positivas desde 1980. A él se suma un corredor petroquímico que se posiciona en el mercado global cuya inversión ha alcanzado los 5,500 millones de dólares. La zona de “abrigo” se planea para cubrir los requerimientos energéticos de corporativos petroquímicos multinacionales. Se observa un posicionamiento global en relación con la producción de polipropileno y copolimeros ABS/SAN. Sin embargo, la reducción de abasto de insumos por parte de PEMEX hace que el costo de producción tienda a aumentar por importaciones (ver gráfico IV.3. pg. 95).
SudaméricaSe espera que la capacidad de producción de etileno se reduzca significativamente en el periodo 2007-2012. Se proyecta al transcurrir el periodo 2009-2012 la región se convierta en la más grande importadora de derivados de etileno, principalmente polietileno.
Europa
La industria del propileno en Europa Occidental enfrentará la competencia de Medio Oriente hacia el 2012. Volúmenes significativos de polipropileno importado llegarán de esa región, por lo que se espera que tanto la producción como la demanda interna de etileno en Europa Occidental desciendan ligeramente durante los próximos 5 años, por lo que no hay proyectos importantes anunciados en esta región.
MedioOriente
Durante los próximos 5 años se espera en Medio Oriente un acelerado crecimiento de la capacidad industrial instalada para producir etileno. La región adicionará 20 millones de toneladas, más del doble de la capacidad actual, impactando en el mercado global y obligando a reducir los márgenes de ganancia de los crackers en las regiones del mundo donde la mayoría de la industria del etileno no disfruta de bajos costos de matera prima., particularmente Norteamérica, Europa y Asia.
Asia
Hacia el 2012, se esperan importantes adiciones de capacidad industrial en esta región, particularmente en China. Este país, a la par de su rápido crecimiento de demanda de etileno y derivados, ha promovido el desarrollo de complejos de producción, actualmente en construcción o planeados para los próximos 5 años.
Fuente: Adaptado de BP, Statistical Review o f World Energy, June, 2008.
95
En efecto, las grandes alianzas o fusiones han dado lugar a complejos consorcios
globales, fragmentados en diversas localizaciones del planeta, pero articulados e integrados en
red, lo que les permite adaptarse y anticiparse simultáneamente (en tiempo real) a situaciones
coyunturales que atañen a la inestabilidad propia del sistema mundial de producción capitalista.
En otras palabras, las coaliciones permiten realizar procesos flexibles de acumulación al evitar
excedentes, es decir al producir exactamente la cantidad que requiere el sector demandante (just
in time)4'4. Esta visión rebasa el perfil, de los años setenta del siglo XX, de la empresa
transnacional tradicional con sus filiales en países en vías de desarrollo encaminadas a la
producción en masa. Hoy, la proliferación masiva de alianzas parece ser una respuesta de los
industriales a tres situaciones específicas: 1) la demanda de la producción globalizada; 2) la
hegemonía geopolítica emanada de la OPEP; y 3) la desregulación cada vez mayor del sector
energético mundial. Lo cierto es que, en la actualidad, el sector químico y petroquímico,
distingue una oleada de coaliciones y adquisiciones sin precedentes en la historia de las grandes
firmas transnacionales.
La Gas and Oil Journal señala que en tan solo 10 años los consorcios de este sector han
figurado en la escena económica mundial como agentes promotores de cambio. Las primeras
uniones se iniciaron en 1996 cuando las empresas suizas Sandoz y Ciba se fusionaron dentro de
Navartis; en 1998, ocurrió lo mismo con las francesas Sanofi y Synthelabo; en 1999 con la
sueca Astra y Zeneca del Reino Unido. El agrupamiento de actividades de la francesa Rone-
Poulenc y la alemana Hoechst dio origen en 1999 a Aventis, mientras que Dow Chemical tomó
el control de la estadounidense Union Carbide. Por su parte las sociedades alemanas Bayer y
Basf en el año 2000 agregan a la suiza Solvay a fin de diversificar sus procesos de producción.
Ese mismo año, un grupo de ejecutivos y directivos de las más grandes compañías petroleras de
los Estados Unidos se reunieron con jefes de gobierno de Arabia Saudita para discutir posibles
inversiones encaminadas a detonar proyectos petroquímicos en la región. Las firmas que se
aliaron para negociar con la representación Saudita fueron Chevron, Conoco, ExxonMobil,
Quizá su máxima expresión sea la denominada fase del “Toyotismo”. Ésta corresponde a una revolución en la producción industrial que fue pilar esencial en el sistema de procedimiento japonés y que después de la crisis del petróleo de 1973 comenzó a desplazar al Fordismo como modelo referencial de la producción en cadena. Se destaca de su antecesor básicamente por su particularidad de trabajo flexible, es decir, aumento de la productividad a través de la gestión y organización en tiempo real y el trabajo combinado que supera a la mecanización e individualización del trabajador, elemento característico del proceso de cadena Fordista.
96
Marathon Oil, Phillips Petroleum, y Texaco (EIA, 2007). En respuesta el gobierno Saudita
anunció un paquete de ajustes en la legislación buscando con ello se constituya como una
región más abierta a inversionistas extranjeros. Dentro de los ajustes para incentivar la
inversión extranjera se consideró la reducción de 15% en impuestos45. Sin embargo, los
proyectos de etileno 2007-2012 para Medio Oriente los componen, en su totalidad, empresas
líderes de países miembros de la OPEP, quizá una de las más grandes alianzas globales
localizada.
En el 2003 el grupo petrolero franco-belga Total anunció la adquisición de 25% del
financiamiento para la construcción de la terminal de producción de gas licuado en el puerto de
Altamira, Tamaulipas México. En el 2004, el Grupo Industrial Camesa, por medio de sus
subsidiarias adquirió de Grupo Carso la totalidad de las acciones de capital social de Primex,
empresa líder del mercado en México en la manufactura de PVC. En el 2005 la estadounidense
Crompton de Chemtura Corporation, productora de químicos para fabricar polímeros, cerró la
compra de Grate Lakes Chemicals. Ese mismo año, la empresa alemana Basf adquirió el sector
de producción de tuoleno de la firma Huntsman, expandiendo su negocio con la industria del
plástico. También adquirió la operación de plastificantes de Honeywell, el negocio de nylon de
la compañía Ticona, así como las empresas de plásticos de Lati. En el 2006 la compañía China,
National Chemical Corporation (ChemChina), una de las productoras líderes en productos
químicos, adquirió la empresa Quenos, la mayor productora de etileno de Australia. En el 2007,
Sabic, realizó importantes negociaciones al adquirir tres empresas: la empresa europea DSM
Petrochemical, la británica Huntsman Petrochemicals y la estadounidense General Electric -
Plastics, por esta última pagó 11 600 millones de dólares. La expansión de Sabic, significó la
localización de una de sus unidades en territorio de Altamira, Tamaulipas. En el 2008, la
canadiense Petrofalcon adquirió el 100% de la acciones de Anadarko Venezuela Company. Ese
mismo año la estadounidense Dow Chemical Company adquiere acciones de la empresa Rohm
& Hass. En la actualidad destacan cinco empresas petroquímicas líderes que compiten en el
mercado por su diversidad de productos: Dow, Sabic, ExxonMobil Corp, Access Industries y
Royal Dutch/Shell.
' EIA, Historical Oil Market Chronology Energy, Data, Statistics and Analysis, USA. ww.eia.doe.gov
97
Lo cierto es que en años recientes, debido a la creciente demanda mundial de productos
petroquímicos, muchas corporaciones de países desarrollados, tales como Estados Unidos y
Europa, han extendido sus negocios a otras latitudes, en virtud de que los productos
petroquímicos comunes han alcanzado un punto de saturación en los mercados locales. La
inversión en nuevas zonas geográficas es un factor importante hoy en día para los líderes en la
industria petroquímica sobre todo para aquellas productoras de etileno, cuya ventaja comercial,
respecto de otros elementos, consiste en servir como monómero para la polimerización del
polietileno de alta y baja densidad, muy utilizado en la industria plástica. En realidad, el etileno
representa el segmento más importante de la industria petroquímica global. Su producción se
encuentra centralizada en 10 compañías que concentran 47.9% de la capacidad total mundial,
donde figuran principalmente Dow, Sabic, ExxonMobil y Shell. Estas compañías operan en
muchos países del mundo, incluido México, invirtiendo donde consideran que habrá demanda
de derivados y áreas de oportunidad a bajo costo, todo esto con la finalidad de optimizar su
producción y prolongar su hegemonía a nivel mundial.
El aspecto fundamental de las alianzas globales, por tanto, es el componente geográfico
de su localización. A mayor expansión, mayor posibilidad de crear efectivas redes mundiales
de producción cuya cobertura repercute en la formación de una práctica monopólica en
territorios dispersos. Ocurre que la industria local, al quedar expuesta por estas grandes
concentraciones queda excluida de la oferta de producción manteniéndose en una escala
secundaria del proceso o prácticamente desapareciendo. Desde la década de los ochenta se
argumentó que la localización geográfica de la industria transnacional, en tanto reestructuración
económica y territorial, traía consigo: a) creciente monopolización de la estructura económica;
b) escaso requerimiento de ocupación a raíz de la tecnología y especialización; c) creciente
dependencia financiera, tecnológica y comercial del territorio sede.
De acuerdo con Petras, J. (2003), la verdadera reestructuración económica mundial se
representó al transcurrir la década del noventa. Fue en ese entonces cuando se consumó una
Nueva Clase Capitalista Transnacional (NCCT). Ésta se caracterizó por dejar de mirar al
mercado interno como su principal fuente de ganancias, incluso dejó de buscar la protección
del Estado: generó una liga con el capital exterior a través de lo que se domina joint ventures,
es decir, para producir y/o provocar coyunturas especulativas en la geografía económica
98
mundial. La NCCT logró afianzar nuevos mecanismos de inversión al colocar el mayor
porcentaje de su capital en el exterior, es decir, acomodando y obteniendo liquidez de bancos
extranjeros, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID). En otras palabras, viene operando en los circuitos
financieros del capital global, moviendo sus fondos dentro y fuera de los países. La NCCT
establecida en América Latina, forma parte de las perspectivas políticas del capital extranjero al
ocupar posiciones estratégicas en las finanzas, la industria, el comercio y el gobierno; no es
simplemente el “comprador” capitalista del pasado que se abastece de materia prima del
territorio que le da asiento sino que está en condiciones de influenciar los flujos de inversión y
comercio dentro del subcontinente y, de esa manera, en posición como para precipitar una
“crisis” -hiperinflación, salida de capitales, etcétera-, para minar cualquier régimen alterno que
pretenda imponer el viejo modelo nacional-populista. Esto particularmente se evidenció en
países en proceso de industrialización, donde los gobiernos fincaron sus expectativas de
desarrollo en las inversiones y ampliaciones de la capacidad productiva y mercantil que realiza
la empresa transnacional.
Para Klein, N. (2007), el proceso de acumulación en esta fase del capitalismo introduce
a otros factores que son usados para introducir específicas reformas neoliberales que han
llevado a la demolición del Estado de Bienestar (EB). En la tesis de lo que ha denominado la
“Doctrina del Shock” las crisis económicas, sociales, políticas e incluso las catástrofes
ambiéntales son usadas para tal fin. Klein, al ejemplificar el proceder de los agentes
económicos del capitalismo en Chile, Argentina y Paraguay, atestigua son “laboratorios” que
han servido a las transnacionales estadounidenses para ajustar estrategias expansionistas y de
enriquecimiento, toda vez que se les ha permitido apropiarse de diversas materias primas y
abrir nuevos mercados para sus productos46.
6 Una especie de renovada acumulación originaria o por desposesión que aprovecha coyunturas para permear aún más las fronteras nacionales y dominar la conciencia colectiva a través de la ecología del miedo. Para más información de esta tendencia por explicar la estructura ideológica del espacio en el capitalismo, ver: Davis, Mike, Ecology o f Fear. Los Angeles and the imagination o f disaster, Metropolitan Books, New York, 1998; y la reseña que hace David Harvey, publicada en Harvard Design Magazine, Number 8, Harvard College and The MIT Press, Summer 1999.
99
Ahora bien, las perspectivas de la industria petroquímica global conllevan una ventaja
de negociación con el Estado, toda vez que se reconoce la creciente tendencia de la demanda
versus la disminución paulatina de las reservas probadas de petróleo en el mundo. La
información indica que, en los próximos 15 o 20 años, ésta definirá un segmento importante del
comercio mundial de los hidrocarburos, situándose en una posición privilegiada y dominante en
la cadena productiva del sector. Sucede que la especulación se suma al entorno financiero
internacional y a la innovación tecnológica; con ello el tiempo se vuelve en contra de aquellas
naciones subdesarrolladas que ven disminuidas sus reservas probadas de petróleo, por lo que se
constituyen en territorios dispuestos a la inversión transnacional al buscar colocar su materia
prima in situ.
La evidencia muestra que bajo este renovado esquema organizacional se reforzarán las
tendencias a la concentración de actividades de producción-distribución en unas cuantas
compañías transnacionales en red propagando espacios del capital en regiones estratégicas.
Desde luego, se justifica la pertinencia de los estudios de caso que den cuenta de las diferencias
en torno a las repercusiones territoriales que se gestan a partir de esta tendencia.
III.3. Estado y ajuste estructural de la petroquímica nacional
En México la industria petroquímica transnacional ha sido parte de los procesos de
reestructuración económica y territorial. Se podría decir que es desde el último cuarto del siglo
pasado cuando esta industria comenzó a incidir en la regulación del flujo especulativo de
capital (estrategias de inversión y localización a partir de la innovación tecnológica). La
influencia transnacional consistió en proclamar espacios de producción de un sector nacional
que estaba perdiendo oportunidades de comercio, dadas las condiciones tanto de apertura de
mercados internacionales en bloque como de especialización tecnológico-científica de su
empresa líder: Petróleos Mexicanos (PEMEX) . Cabe hacer mención de la estructura orgánica
7 En teoría económica, la propagación de una rama industrial, es una expansión-transmisión de un polo económico que influye a toda una estructura. Una condición histórica que se soporta por el declive o debilitamiento de un sector rebasado por la innovación tecnológica. El argumento neoclásico refiere que ningún polo es eterno, toda vez que el dinamismo (liderazgo) de las industrias no se mantiene invariable a lo largo del tiempo, pues con el tiempo cambian los factores tanto tecnológicos como de demanda. Para algunos autores la
100
con la que opera PEMEX, es decir por conducto de un corporativo directivo y cuatro
organismos subsidiarios:
• Pemex Exploración y Producción tiene a su cargo la exploración y explotación del
petróleo y el gas natural.
• Pemex Refinación produce, distribuye y comercializa combustibles y demás
productos petrolíferos.
• Pemex Gas y Petroquímica Básica procesa el gas natural y los líquidos del gas
natural; distribuye y comercializa gas natural y gas LP; y produce y comercializa
productos petroquímicos básicos.
• Pemex Petroquímica a través de sus centros de trabajo Camargo, La Cangrejera,
Cosoleacaque, Escolín, Morelos, Pajaritos y Tula elabora, distribuye y comercializa
productos petroquímicos secundarios.
A través de la liberación paulatina de la petroquímica nacional, alineada a las
negociaciones internacionales de 1986 respecto del General Agreement on Tarifs and Trade48(GATT) y ocho años después con el Tratado de Libre Comercio de Norte América (TLCAN),
se dio por hecho una estrategia de desarrollo con la cual se abrió espacio a la inversión privada
dedicada a la fabricación de productos básicos e intermedios (ver tabla III.2.); a la par se
produjo una marcada apertura a la importación de materia prima básica, antes abastecida por el
Estado. ¿Qué circunstancias antecedieron a estos hechos?
Sucedía que al transcurrir la década de los ochenta los grandes productores de químicos
básicos, de países altamente industrializados (como Estados Unidos y Reino Unido),
comenzaron a experimentar pérdidas de rentabilidad en virtud del acaparamiento del mercado
interno. Leonardi y Lichiara (1999:4), al analizar la industria petroquímica global en la etapa de * 48
reestructuración económica se concibe como un cambio gradual de las relaciones industriales; al cambiar los mercados surgen nuevas industrias e interdependencias. Es una sucesión de polos a través del tiempo, es decir, nuevos polos sustituyen (en fuerza motriz del conjunto del sistema económico) a polos maduros o estancados; tal pudo ser el caso de la petroquímica mexicana y su proceso de liberalización a las fuerzas del sector privado.48 La creación del GATT respondió a la necesidad de establecer un marco de reglas internacionales aceptadas para regir el comercio internacional, para contrarrestar la adopción de políticas unilaterales en el área comercial y de corte proteccionista. Con el GATT se buscó regir el comercio exterior a través instrumentos de política comercial que permitieron la cuantificación objetiva del valor o monto de la protección. La reglamentación incluyó los siguientes temas, establecidos en 1963: tratamiento nacional en materia de tributación, lista de concesiones, derechos antidumping y compensatorios, aforo aduanero, derechos y formalidades a la importación y exportación, eliminación general de las restricciones, entre otras más.
101
especialización flexible dan muestra de un proceso de reconversión, basado tanto en la
reducción de la capacidad instalada de commodities4 como en un desplazamiento hacia
productos de mayor valor agregado como lo son productos químicos finos (fine chemicals) y
productos químicos especiales (specialties). Hay que señalar que este proceso de reconversión,
a efecto de generar mayor utilidad y valor agregado, requirió de asegurar la integración vertical
con los productos básicos (es decir, hacia abajo de la cadena). Esto generó un proceso de
concentración de propiedad en el sector (que se esquematizó en monopolios)50, pero también, y
es de resaltar, propició un proceso de “deslocalizaciones” de producción de petroquímicos
básicos y commodities del país central hacia países periféricos con amplia disponibilidad de
materias primas, especialmente gas natural y petróleo. En este sentido, la nueva división
internacional del trabajo hizo evidente el desplazamiento de industrias petroquímicas desde
Europa y Estados Unidos hacia América Latina, seguida de un importante aumento de la
capacidad instalada en Medio Oriente, particularmente en Arabia Saudita.
El contexto macroeconómico de la década de los ochenta se caracterizó por una fuerte
desaceleración del comercio internacional que afectó los precios de los principales productos de
exportación, sobre todo de América Latina51. Con la sobre oferta de petróleo, propagada desde
Medio Oriente, sobrevino la crisis. Las tasas de interés alcanzaron registros sin precedentes e
impactaron directamente a la economía nacional que, en general, exhibía elevados niveles de
endeudamiento externo . En realidad se avecinaron años difíciles para todas las industrias 50 51 52
9 Los productos petroquímicos típicos de este acaparamiento de demanda local fueron: etileno, propileno, benceno, tolueno, xilenos, metanol y butadieno (elementos fundamentales con los cuales se desplegó el abanico productivo del sector).50 Para más evidencias al respecto véase: Decelis, C., (2008) Op.cit. El autor ejemplifica, con el caso de la firma Royal Dutch Shell, estrategias de inversión monopólica que aseguran la máxima rentabilidad de los productos de la firma, esto al participar en toda la cadena productiva que va desde la extracción de crudo y gas hasta la entrega final al consumidor. Con ello, y con base en análisis del endeudamiento neto y de liberación de Pemex, el autor cuestiona ampliamente la estrategia de reforma energética seguida por el Estado mexicano al comparar estrategias de gestión empresarial entre firmas privadas y la paraestatal. Irónicamente el autor cuestiona: —¿Shell está equivocado y Pemex va en la dirección correcta?”.51 Véase: Comisión Económica para América Latina, Balance preliminar de la economía latinoamericana 1987, Santiago, 1987.52 La gravedad del endeudamiento se aprecia, por ejemplo, en el hecho de que en 1982 el país tuvo que pagar 14 mil millones de dólares por concepto de intereses de la deuda, lo que representó casi la mitad de las exportaciones de bienes y servicios de esa época. Ver: Gilbert, G., “Presidentes devaluados”, Revista Cambio, México, 2007.
102
relacionadas con la cadena productiva del petróleo, excepto para aquellas que lograron
dispersarse geográficamente y concentrarse globalmente .
Existe un consenso en el sentido de que buena parte de estos acontecimientos fueron
consecuencia del carácter de las políticas macroeconómicas implementadas en los principales
países industrializados como respuesta al desajuste petrolero (Bouzas, R., 1989; Cupolo, M.,
1997; Saxe, F., 2008). Hay que recordar que con el triunfo de Margaret Thatcher en Reino
Unido (1979) y de Ronald Reagan en Estados Unidos (1980) se demostró la verdadera
injerencia del empresariado capitalista en la función del Estado, toda vez que a través de este
medio institucional se procedió a aplicar las reglas del libre mercado, suprimiendo o
flexibilizando toda normativa que pusiera obstáculos a la economía. Se pregonó el recorte al
gasto público, se reguló la participación privada en ciertos sectores estratégicos de la
administración pública, se financió el desarrollo regional a través de la banca internacional y se
buscaron los medios para incidir y debilitar las estructuras internas de ciertos sindicatos clave.
Con ello tuvo sentido el desmantelamiento paulatino del llamado Estado Benefactor, ya que el
modelo neoliberal atribuyó la causa del desajuste macroeconómico al aumento excesivo de los
poderes y prácticas burocráticas en ese modelo de Estado.
Tras los acuerdos y tratados internacionales se consumó un marco jurídico institucional
con el cual los grandes corporativos petroquímicos lograron expandir sus mercados, reducir
pagos de tarifas aduaneras e integrar procesos productivos más allá de sus centros de operación.
La nueva clase capitalista transnacional latinoamericana había encontrado un naciente nicho de
mercado: la petroquímica nacional que, entre otras cosas, requirió de integrar a otros sectores
productivos al proceso, tal fue el caso de la privatización portuaria, ferroviaria, satelital,
telefónica y de energía eléctrica, entre otras. En adelante, la paraestatal PEMEX se adecuaría a
las necesidades del mercado y la demanda externa.
En este punto es preciso señalar que en la historia de la petroquímica mexicana existe
un parteaguas a partir del cual se dio comienzo al proceso de liberación (privatización) de
productos conferidos constitucionalmente al Estado, a través de PEMEX. Tomando como
3 Algunas empresas registradas en México con giro en petroquímica como Desc S. A. B. de C. V. que se convirtió en Kuo S. A. B. de C. V.; Cydsa S. A. B. de C. V.; y Alpek S. A. de C. V. requirieron de diversificarse por conglomerados, básicamente mediante la adquisición de empresas y constitución de grupos para hacer frente a la llegada de corporativos extranjeros.
103
referencia los aportes de Sánchez, S., et al. (1999) y Martínez, L. (2001), es posible advertir ese
parteaguas en el periodo presidencial de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), cuando en
1986 se procedió oficialmente a la primera reclasificación oficial de la que entonces se
consideraba como petroquímica básica. Cabe preguntarse ¿cuáles fueron los antecedentes de
aquella primera reclasificación?, ¿qué gestiones políticas se requirieron para llevar a cabo el
nuevo modelo de producción en el sector?
Samstad y Beris (1996: 27), al analizar la reforma estructural del Estado mexicano dan
muestra de un proceso de cambio que fue altamente influenciado por la crisis económica de
1982. Fue con Miguel de la Madrid Hurtado cuando se instrumentaron diversas acciones
cortoplacistas que en pocos años, se convertirían en un compromiso de largo plazo plasmado en
una reestructuración profunda del sistema económico nacional: de un modelo proteccionista e
intervencionista se pasaría a uno de liberación, es decir basado en la desincorporación de
empresas públicas y de apertura de espacios de participación económica.
Para estabilizar la inflación se diseñó un programa de recorte al gasto público cuya
particularidad se basó en un acuerdo de sectorización fundado en la “modernización” de las
empresas públicas. Tras el acuerdo y particularmente con la publicación de la Ley de
Planeación (1983) se establecieron las normas y principios básicos conforme a los cuales se
alineó la administración pública (incluidas las paraestatales como PEMEX) a los objetivos
rectores contenidos en el Plan Nacional de Desarrollo. Fundamentalmente lo que se instituyó
fue una modificación al esquema de participación del sector público en la economía; es decir, al
propiciar un sistema de economía mixta basado en la intervención de los sectores privado,
público y social. En poco tiempo la estrategia se tradujo en un esquema de desregulación y
autonomía de gestión.
En el caso de la industria petroquímica, el objetivo del Estado consistió en generar las
condiciones necesarias para abrir espacios a la inversión extranjera y “asegurar” la competencia
del sector petrolero nacional. Para lograrlo, se procedió en un contexto de gestión política a
efecto de conseguir la autonomía de ciertas áreas estratégicas de PEMEX, es decir, a partir de
conferirles personalidad jurídica y patrimonio propio. El nuevo modelo exigía una menor
protección del Estado para con los trabajadores, mayor competitividad de la nueva industria
mediante salarios bajos, mayor flexibilidad en la organización de trabajo, mayor dependencia
104
de la pauta del mercado en los asuntos industriales y nuevas posibilidades regionales de
localización industrial fuera del centro del país.
No obstante, las alianzas políticas se habían establecido y reforzado en el contexto del
viejo modelo económico y en ese contexto la interrogante era si serían compatibles con el
nuevo proceso de toma de decisiones económicas y con la nueva distribución de la riqueza y de
poder. Bastó con observar el debilitamiento paulatino del movimiento obrero mexicano y en
particular el desajuste del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana
(STPRM). Son los años de la dolarización del circuito económico petrolero -vía préstamos- que
penetró tanto en los poderes Ejecutivo y Legislativo como en los conductos sindicales.
Para lograr asegurar la inversión extranjera en México se procedió a desmantelar las
conquistas y concesiones históricas que habían logrado los obreros petroleros. ¿Cuál fue el
contexto previo a la segmentación de poder del gremio?
En el caso del STPRM54, la alianza entre el grupo político encabezado por Joaquín
Hernández Galicia alias “La Quina” y los ex presidentes Luís Echeverría Álvarez (1970-1976)
y José López Portillo (1976-1982) fue clave para articular la administración de PEMEX a las
exigencias del movimiento obrero nacional. Entre las acciones más relevantes de este sindicato,
en peculiar alianza con López Portillo, destacan las siguientes: 1) aquellas que tienen que ver
con el proceso de centralización de poder que asumió la Sección 1, zona norte, en Ciudad
Madero, Tamaulipas, sede y lugar de operaciones del grupo de Joaquín Hernández Galicia; 2)
la asignación al gremio de una proporción del 2% de todos los contratos de explotación,
transporte y venta que obtuviese PEMEX y; 3) la ampliación del periodo de permanencia del
líder en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), de 3 a 5 años (Cupolo, M., 1997:152; Herrera,
A., 2008). Con tales acciones el líder sindical se convirtió en un fuerte empresario y pudo
administrar influencias sin ninguna limitación55.
4 El Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) surgió como resultado de la crisis de 1929, experimentada por el sistema capitalista mundial qué obligó a grandes movilizaciones populares en la década de los treinta; movilizaciones vinculadas a un proceso unificador de los trabajadores iniciado desde 1913, y que dieron origen a la fundación de los sindicatos nacionales de industria y su afiliación a las grandes centrales obreras.55 Herrera, A., (2008), denomina esta faceta: el “sindicato empresario”. Tras un análisis profundo del perfil empresarial documentó la proliferación de tiendas sindicales y proyectos productivos ligados a la agricultura y la ganadería. Con ello, desde su óptica, crecieron al mismo tiempo las fuentes de corrupción de la dirigencia, así
105
Estas alianzas, favorecidas y apuntaladas por los fuertes sentimientos nacionalistas que
la sociedad mexicana tenía respecto del petróleo y, más aún, respecto de PEMEX como
símbolo de identidad nacional, significaron un reparto de poder que no facilitaba la
privatización del sector; esto independientemente de las contradicciones sindicales (Gilmer, B.,
2005). Sin embargo, la presencia transnacional daba sus primeras señales de ruptura a esas
arraigadas formas de poder. López Portillo introdujo nuevos esquemas de cooperación
económica bilateral56 y financiamiento internacional para llevar a cabo un pretencioso plan de
recursos energéticos como fruto del descubrimiento de los nuevos yacimientos de petróleo en el
litoral mexicano. Al momento en que la producción petroquímica derivada del metano
repuntaba en el país, López Portillo refirió: “ ^ah o ra debemos prepararnos para la bonanza”.
El optimismo que causaron estos hechos recayó en un proyecto de industrialización y
modernización de cinco años que rebasó todas las posibilidades técnicas y económicas del
sector. Se optó por una expansión económica acelerada, aprovechando la oportunidad que
representaban los hallazgos petroleros. Los préstamos provenientes de las arcas
estadounidenses no se limitaron. El gasto público se desbocó. La deuda externa que en 1977 era
de menos de 21 mil millones de dólares se incrementó a 76 mil millones para el año de 1982.
En poco tiempo el poderío logrado por el STPRM tomó nuevas orientaciones. El 18 de
diciembre de 1984, Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), ante los petroleros, afirmó que
la reestructuración administrativa, financiera, técnica y moral en la empresa había comenzado,
a la vez que su gobierno promulgaba la integridad del gremio petrolero. En 1986 ante la caída
mundial de los precios del petróleo y después de haber firmado la incorporación de México en
el GATT, el mandatario anunció el primer recorte presupuestal de PEMEX, por 100 mil
millones de pesos, afectando tanto a las instalaciones petroquímicas (sobre todo a la fabricación
de anhídrido carbónico y hexano)57 como al sindicato en su poder económico. Las tensiones
provocaron el despido de 25 mil empleados de confianza toda vez que el sindicato no aceptó la
propuesta de la empresa respecto de la basificación de ese personal (Proceso, 489, 17 de marzo
de 1986). El desmembramiento del gremio había comenzado.
como también sus instrumentos de control a los obreros, —quienes para hacer realidad sus derechos laborales tenían que realizar jornadas gratuitas de trabajo en las recién instaladas empresas sindicales”.56 Firmó acuerdos de comercio con España, Japón, Francia, Suecia, Canadá y Brasil, ver: VInforme de Gobierno.57 Pemex, Anuarios estadísticos, 1988-1998.
106
Tres años después en la gestión presidencial de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) el
líder del STPRM Joaquín Hernández Galicia fue acusado y encarcelado por peculado, armas y
asesinato. Eliminado su principal obstáculo, el plan neoliberal salinista en su vertiente
petrolera, es decir, tendiente al ajuste estructural de la paraestatal PEMEX y sus organismos
subsidiarios, prosiguió. Primero con el nuevo líder Sebastián Guzmán Cabrera (1989-1995) y
luego con Carlos Romero Deshamps (tres veces electo, 1995-2012) se penetró
específicamente en el Contrato Colectivo de Trabajo de tal manera que se abatió buena parte
del movimiento obrero nacional. Carlos Salinas de Gortari fue declarado enemigo del gremio
petrolero.
Las cláusulas principales, alrededor de las cuales se construyeron las nuevas relaciones
entre sindicato y empresa, fueron la 22 y la 36. De acuerdo a las apreciaciones de Moreno, A.
(2003), la primera cláusula liberó al patrón de la obligación que tenía de comprobar al sindicato
los cambios organizacionales, pues en adelante se otorgó a la empresa plena libertad para llevar
a cabo la adecuación de sus estructuras administrativas, la introducción de nuevos sistemas de
información y el control de los procesos relacionados con la división del trabajo. En cuanto a
las modificaciones de la famosa cláusula 36 se apuntó en varios sentidos: 1) se abrogaron las
disposiciones que fortalecían económicamente al sindicato impidiéndole con ello la
constitución de empresas y la facultad para subcontratar obras del sector; 2) se eliminó la
asignación del logrado 2% del valor total de las obras y servicios realizados por PEMEX y; 3)
se engarzaron las modificaciones del contrato colectivo en un nuevo reglamento procedente de
la Ley de Inversiones Extranjeras. En otras palabras se disminuyó la posición política del
sindicato como centro de poder de las bases trabajadoras* 59.
8 Entre los procesos que se adjudican a esta nueva relación de poderes está la búsqueda reglamentaria para permitir los denominados contratos de riesgo, con los cuales las empresas privadas reciben un porcentaje de la producción de petróleo y/o de gas en pago por su participación en la exploración y explotación de esos hidrocarburos (riesgo por no encontrar hidrocarburos).59 Cabe señalar que existe numerosa información que hace referencia a los malos manejos de los recursos adjudicados al sindicato, de ahí que se cuestione el funcionamiento del sindicato en esa faceta empresarial. Incluso se han documentado aspectos de corrupción no solo en PEMEX sino también en el gremio, toda vez que los grupos élite compraban protección política con fondos del sindicato. CJT: Barbosa, C., 1993; Cupolo, M., 1997; Herrera, A., 2008.
107
A saber de Barbosa, C., (1993), en 1991 la profunda restructuración de PEMEX
provocó el despido de más de 30 mil trabajadores petroleros. Esto antecedió el siguiente paso:
expedir una nueva Ley Orgánica de PEMEX y Organismos Subsidiarios60.
In.4. Readecuación institucional y declive de la producción petroquímica
mexicana
Con Salinas en el poder, se reafirmó la orientación neoliberal ortodoxa de la política
económica, que coincidía con las directrices del Fondo Monetario Internacional (FMI). En
1992, se instituyó una nueva estructura orgánica de PEMEX, resultando en la descentralización
de entidades dedicadas a las actividades de exploración y producción, refinación, gas-
petroquímica básica y petroquímica secundaria. Paulatinamente el empuje neoliberal
encaminado a la desregulación progresiva de las empresas públicas tomó sentido. De acuerdo
con Martínez, L., (2001), las subsecuentes reclasificaciones de petroquímicos básicos
efectuadas en 1989 y 1992 suprimieron el monopolio de PEMEX y tras la firma del TLCAN se
anularon los permisos de importación, se redujeron los aranceles y se pactó su anulación al
entrar el año 2004.
La acción de fondo, consistió en sentar las bases para reformar ciertos aspectos
contenidos en la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo;
proceso que concluyó el 13 de noviembre de 1996, en el periodo presidencial de Ernesto
Zedillo Ponce de León (1994-2000). Entre los aspectos más concluyentes de esta acción, se
destaca la abrogación del Reglamento en Materia de Petroquímica, lo que dejó sin efecto la
resolución con la cual PEMEX tenía la facultad para clasificar los productos petroquímicos
propios del Estado, dándole la atribución a un nuevo organismo descentralizado en la actividad
del ramo: PEMEX-Petroquímica (PQ).
0 Sus antecedentes vienen dados desde 1940 con una reforma constitucional que canceló el régimen de concesiones en la industria petrolera. Con ello, se expidió en 1941 la Ley Reglamentaria del Articulo 27 Constitucional. En 1958 se publicó la Ley Orgánica de PEMEX y en 1982 se reformaron los artículos 25 y 28 para especificar las áreas estratégicas, exclusivas del Estado, es decir las que corresponden al petróleo y demás hidrocarburos, así como a la petroquímica básica.
108
Las cifras de producción indicaron el agotamiento de la industria petroquímica nacional.
En el periodo zedillista se observó concretamente el declive de todos los productos obtenidos
del metano, etano, aromáticos, propileno y otros que entran en diversas clasificaciones como el
butano, heptano y hexano. Tan solo en un año, de 1998 a 1999, la producción se redujo 20%.
Con las liberaciones subsecuentes de productos petroquímicos básicos se promovió la venta de
las plantas petroquímicas de la nación. Parafraseando a Martínez, L., (2001), en un primer
momento Zedillo optó por licitar el complejo petroquímico de Cosoleacaque, Veracruz, pero al
enfrentar oposición y escueto interés trasnacional redefinió la estrategia. En 1997, al buscar
“rescatar” la capacidad productiva de las filiales dispuso del 49% del capital social de las
plantas petroquímicas a favor de inversionistas privados.
Sin embargo, la iniciativa privada siguió manteniéndose a la expectativa. Los grupos de
poder industrial intensificaron sus redes internacionales e incluso, acrecentaron las
importaciones de materia prima, con ello, se provocó el desgaste casi absoluto de la industria
petroquímica nacional. El carácter incosteable de esta situación significó el cierre de diversas
unidades de producción, por ejemplo, la de polietileno de baja densidad en Reynosa,
Tamaulipas; la de paraxileno, amoniaco III e hidrógeno de Cosoleacaque, Veracruz; la de
producción de cumeno en La Cangrejera, Veracruz; de amoniaco en el complejo Camargo,
Chihuahua y la de benceno del complejo Independencia en Puebla (PEMEX, 1999). En
términos precisos se desmoronó la producción total de todas las plantas al pasar de 13,066
toneladas registradas en 1994 a 6,833 al finalizar el año 2000.
El recuento muestra de un proceso de ajuste estructural del modelo capitalista cuya
característica o condición principal se basó en proclamar espacios de participación económica
en países en vías de industrialización. El proceso, favorecido por la nueva división
internacional de la producción, penetró en el mercado doméstico y perfiló un nuevo esquema
de acumulación de carácter global. De acuerdo con Petras (2003) la década del noventa fue el
período más espectacular en todo el siglo XX en lo relacionado a la transferencia de riqueza de
América Latina a los Estados Unidos y Europa. Fueron los años durante los cuales una
importante cantidad de presidentes encontraron el apoyo de Wall Street, la Comunidad
Económica Europea y las más importantes instituciones financieras (FMI, el Banco Mundial y
el BID) para proceder a la utilización del Estado al servicio de las demandas y el empuje
109
adquisitivo de las corporaciones multinacionales. Los presidentes de México, Brasil, Argentina,
Chile, Venezuela, Ecuador, entre muchos más, sirvieron de instrumento para hacer de esa
década la más lucrativa para los bancos y multinacionales de los Estados Unidos y Europa, a
saber: cerca de un trillón de dólares en ganancias por pago de intereses de la deuda sumados a
la venta (total o parcial) de los activos de las empresas nacionales más importantes y la
transferencia del control del grueso de los mercados internos.
Al entrar el siglo XXI, en el periodo presidencial de Vicente Fox Quesada (2000-2006)
se prosiguió con el cierre de unidades de producción petroquímica, sobre todo de las dedicadas
a la fabricación de amoniaco. En su periodo esta actividad se desplomó 90% induciendo a la
importación de productos agroquímicos para la industria alimentaria nacional.
Fox Quesada continuó con las reformas tanto de la Ley de Inversión Extranjera como de
la Ley Orgánica de PEMEX y Organismos Subsidiarios. En general, se eliminaron por
completo los candados que precisaban la colocación de las materias primas de PEMEX a la
industria petroquímica extranjera instalada en el país, ya que se liberó del régimen aduanero la
importación de productos petroquímicos clasificados como no básicos. La frase de Agustín
Cartens61 “ ^ e s más barato importar que producir”, mostró un PEMEX que concedió su cadena
de producción al capital extranjero, reduciendo con ello la factibilidad financiera que trae
consigo el generar valor agregado a partir de su propia materia prima. Es de hacer notar que a
diferencia de otras empresas de carácter mundial que atesoran su cadena de producción desde la
extracción de materia prima hasta la entrega al consumidor final (como Shell, Texaco y British
Petroleum), PEMEX solo cuenta con el principal insumo de la cadena: el petróleo y el gas
natural. La pregunta es ¿por cuánto tiempo más?
1 Forma parte de la escuela neoliberal estadounidense. Antes de asumir el cargo de Subdirector Gerente del FMI del año 2003 al 2006, se desempeñó como Subsecretario de Hacienda y Crédito Público de México. De 1999 a 2000 fue Director Ejecutivo del FMI (representando a Costa Rica, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Venezuela). Tras su carrera en el Banco de México, donde fue Director General de Investigación Económica y Jefe de Gabinete de la oficina del Gobernador, actuó como Gobernador Suplente por México en el Banco Interamericano de Desarrollo y en el Banco Mundial.
110
Tabla III.2. Redasificación oficial de productos petroquímicos básicos en México
Listas oficiales de petroquímicos básicos exclusivos del Estado
Abril 9, 1960* Octubre 13, 1986 Agosto 15, 1989 Agosto 17, 1992 Junio 26, 2006 Noviembre 11, 200817 productos 34 productos 20 productos 8 productos 9 productos 9 productos
AcetaldehídoAcrilonitriloAlfaolefinas
Amoníaco Amoníaco AmoníacoBenceno Benceno Benceno
Bicloruro de etilenoButadieno Butadieno Butadieno
Butanos** Butanos ButanosCiclohexano
Cloruro de etiloCloruro de vinilo
Cumeno CumenoDicloroetano
Dodecilbenceno Dodecilbenceno DodecilbencenoEstirenoEtano Etano Etano Etano Etano
Eter metil terbutilico Eter metil terbutilicoEtilbenceno
Etileno Etileno EtilenoHeptano Heptano Heptano Heptano Heptano
EstirenoHexano Hexano Hexano Hexano Hexano
Isopropanol Isopropanol Materia prima para Materia prima para Materia prima Materia prima Materia prima para
negro de humo negro de humo para negro de para negro de negro de humoMetanol Metanol Metanol
N-Parafinas N-Parafinas Naftas Naftas NaftasOlefinas internas
Ortoxileno OrtoxilenoÓxido de etileno
Paraxileno ParaxilenoPentanos Pentanos Pentanos Pentanos Pentanos
Polietileno alta Polietileno altadensidad densidad
Polietileno baja Polietileno bajadensidad densidad Propano** PropanoPropileno Propileno Propileno
PolipropilenoTer amil metil eter ***
Metano **** Metano ****
Tetrámetro de Tetrámetro depropileno propileno
Tolueno Tolueno ToluenoXileno Xileno Xileno
* Primera lista publicada.** En la última reclasificación, por primera vez estos productos fueron considerados como básicos.*** Este producto fue eliminado de la lista de petroquímicos básicos en 1991, y quedaron 19.**** Cuando provenga de carburos de hidrógeno obtenidos de yacimientos ubicados en el territorio Nacional y se utilice como materia prima en procesos industriales petroleros.Fuente: Actualizado de Martínez Laguna (2001) Op. C i t . Diario Oficial de la Federación. Varios números.
111
En años recientes, con Felipe Calderón Hinojosa en la presidencia (2006-2012), se ha
expuesto la posibilidad de abrir nuevos espacios a la inversión privada, pero ahora en dirección
a la actividad de exploración y producción de hidrocarburos. Esta posición ha traído consigo un
arduo debate nacional en el que se discute desde diferentes sectores la pertinencia de dicha
política plasmada en la supuesta “nueva reforma energética”. Ahora bien, el entorno de
especulación que se ha derivado del agotamiento de las reservas mundiales de petróleo,
incluidas las de México, viene colocando a la paraestatal en un pasaje de mayor dependencia
internacional.
En cuanto a la petroquímica nacional se refiere, el gobierno calderonista ha proseguido
con el proceso de eliminación de aranceles. Ejemplo de ello fue el decreto del 26 de mayo de
2008 con el cual Calderón Hinojosa invalidó los derechos aduaneros que se habían de pagar
para todos los fertilizantes nitrogenados y los insumos químicos para su producción. A la par se
plantea un proyecto similar al que se intentó en la administración de Fox Quesada denominado
“El Fénix”. ¿En qué consiste la propuesta de desarrollo en torno a la actividad petroquímica
nacional?
El mecanismo de actuación del gobierno de Calderón parece centrarse en la
“reactivación” de ciertos productos petroquímicos a través de un plan de suministro de insumos
nacionales. El proyecto consistiría en que PEMEX-Gas y Petroquímica Básica aseguraría el
abasto de etano a la industria privada nacional y extranjera instalada en el país, a cambio de que
dicho sector construya una planta de etileno que produzca al menos 750 mil toneladas para
poder competir en el mercado internacional. Con esta planta de producción se esperaría la
propagación de la cadena productiva local tendiente a la manufactura de productos intermedios
y finales, como plásticos, resinas, fibras, elastómeros, solventes, recubrimientos, plastificantes
y anticongelantes. El nombrado “Proyecto Etileno XXI” parece asemejarse a aquel proyecto,
jamás logrado, llamado “El Fenix”. Sea en Altamira, Tamaulipas o en Coatzacoalcos,
Veracruz, el panorama al 2012 es poco alentador sobre todo si se toma en cuenta que Arabia
Saudita pretende producir suficiente etano como para colocar en el mercado mundial 20
millones de toneladas de etileno al año (BP, 2008).
112
Tabla III.3. Tendencia de la producción petroquímica en México, 1960-2007 (toneladas/año)
2000/19992007/2006Año 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1 1990 1 1991 1 1992 1 1993 1 1994 1 1995 1 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 (%) (%)
Total 19 39 121 157 225 275 493 562 778 1083 1171 1292 1413 1601 1821 2117 2261 2337 3266 3486 3885 4703 5505 6034 5947 6016 6216 6818 7469 12684 13103 13598 11859 13006 13401 13286 11513 9963 7989 6833 5993 5890 6084 6223 6220 6571 7494 •14.5 14.1Derivados del metano 66 126 149 91 171 161 254 556 650 694 768 780 843 1124 1188 1296 2082 2240 2581 3127 3743 3572 3354 3391 3084 3197 3579 6274 6522 6412 5135 5866 5817 5953 5067 4375 3019 2271 1752 1663 1382 1667 1242 1404 1859 32.4
A m o n ia c o 2 6 3 2 2 702 2678 2 1 3 7 2 4 6 8 2 4 2 2 2500 2 1 3 0 1 814 1 219 923 707 6 8 0 534 681 514 592 7 6 0 2 8 .4A n h íd r id o c a rb ó n ic o 66 126 149 91 171 161 254 551 631 677 746 754 813 1 092 1156 1263 1979 2 0 6 6 2 4 0 7 2 947 3 552 3 3 6 7 3 1 5 7 3 1 9 9 2 902 3 0 0 6 3 3 7 8 3 4 3 2 3 607 3534 2 8 2 9 3 2 1 3 3 1 9 3 3242 2 7 4 4 2 3 6 8 1 616 1 159 856 8 1 4 658 821 647 727 1 087 4 9 .5M e ta n o l 5 19 17 22 26 30 32 32 33 103 174 174 180 191 2 0 5 197 192 182 191 201 210 213 200 169 185 202 211 193 193 184 189 189 169 190 165 81 85 12 -8 5 .9
Derivados del etano 0 0 14 41 72 90 105 126 169 282 340 384 407 408 440 577 616 652 725 1061 1081 1079 1336 1439 1603 3116 2967 3377 3086 3048 3140 3088 3089 2946 2695 2634 2409 2308 2218 2072 2440 2748 2605A c e ta ld e h íd o 190 268 275 252 219 271 258 2 3 7 238 196 113 58 51 57 5 0 0 0 0C lo ru ro d e v in ilo 1 8 10 19 21 16 16 50 45 60 56 56 56 62 57 79 134 132 108 141 179 175 231 97 224 223 212 189 182 2 1 7 196 180 184 150 158 113 63 159 209 2 3 5 12 .4D ic lo ro e ta n o 394 190 386 368 356 330 319 3 5 5 321 294 302 245 2 5 3 186 110 260 353 391 10 .8E tile n o 8 24 41 53 60 69 83 166 178 213 228 230 258 343 366 378 396 645 643 670 767 8 0 4 916 1 370 1365 1482 1304 1 317 1 359 1340 1294 1 246 1 153 1 158 1063 9 9 4 982 1 007 1085 1128 1001 -1 1 .3G lic o le s e tilé n ic o s 2 3 3 3 130 174 128 127 113 148 150 141 124 116 124 132 119 139 145 150 178 163 -8 .4O x id o d e e tile n o 5 13 23 27 25 27 26 24 30 48 79 112 97 71 114 95 102 265 311 296 300 280 306 301 321 324 300 307 307 3 0 2 312 299 321 361 301 -1 6 .6P e rc lo ro e tile n o 7 8 12 12 11 7 8 10 10 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0P o lie t ile n o A . D . b 3 58 67 78 78 82 76 68 69 76 82 176 213 220 197 202 181 192 191 184 165 174 178 147 158 181 169 167 156 -6 .6P o lie t ile n o B . D . c 6 16 23 27 26 36 65 87 89 99 94 95 97 96 91 91 93 88 133 160 242 2 7 5 317 348 337 355 308 341 346 336 3 3 3 313 291 272 276 2 8 4 271 262 296 352 3 5 8 1.7
Aromáticos y derivados 24 104 162 198 282 280 261 280 263 317 392 352 396 354 467 341 375 389 432 778 847 845 1003 1371 1353 1757 1759 1680 1599 1701 1739 1650 1461 1404 1235 667 642 670 795 1221 1188 1088 1337A ro m á t ic o s p e s a d o s 1 17 26 53 4 9 38 42 44 52 58 42 34 42 4 5 41 48 53 57 86 73 63 66 91 85 63 60 55 54 64 65 74 82 81 76 6 1 10 5 10 8 9 14 5 5 .6A ro m in a 100 0 3 4 4 1 6 8 9 17 90 128 111 110 119 98 169 117 95 113 104 104 99 139 121 117 41 40 31 84 140 106 102 120 17 .6B e n c e n o 7 31 37 52 80 82 77 75 62 82 97 90 99 75 168 70 79 76 96 139 156 178 222 2 8 2 271 245 255 265 234 247 227 206 140 142 102 106 94 107 114 136 160 135 118 -1 2 .6C u m e n o 2 20 37 33 39 42 38 4 8 53 47 40 37 4 3 42 41 41 17 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0E s tire n o 10 24 25 28 31 32 33 30 27 35 36 38 31 31 33 29 24 30 33 69 121 132 139 137 142 146 143 161 147 125 128 117 144 124 128 101 162 142 139 134 -3 .6E tilb e n c e n o 3 6 8 11 13 15 25 28 30 38 27 34 32 37 33 29 29 23 24 31 46 91 152 159 174 175 164 163 160 181 161 140 143 131 158 140 140 114 179 155 156 149 -4 .5F lu x o il 0 0 0 6 5 6 5 5 5 5 4 5 3 4 4 5 4 4 0O rto x ile n o 1 5 10 14 15 14 14 14 13 14 17 15 19 14 17 16 16 17 16 39 4 3 45 42 68 68 64 55 56 4 4 50 49 45 30 31 26 1 0 0 10 28 35 27 29 7 .4P a ra x ile n o 5 33 32 39 35 37 36 39 38 36 116 137 110 123 187 183 226 229 224 209 263 277 245 2 2 4 195 179 0 0 0 55 201 220 185 187 1.1T o lu e n o 15 65 92 88 99 97 89 93 84 101 119 116 132 116 124 108 125 132 138 223 216 220 238 3 1 3 309 280 325 314 275 283 281 285 2 2 2 219 181 141 152 183 235 214 253 203 175 -1 3 .8X ile n o s 344 359 325 318 339 346 342 3 1 3 322 301 66 86 68 73 31 35 28 30 7.1H id ro c a rb u ro de a lto o c ta n o 116 69 100 124 24G a s o lin a a m o ^ a 2 5 3 0
Propileno y derivados 19 39 55 31 51 71 134 153 157 142 133 164 184 187 201 214 231 242 241 267 241 267 270 290 308 314 397 448 514 362 445 400 282 345 476 447 377 243 193 178 126 115 125 116 104 24 48 •16.7A c e to n itr ilo 5 6 6 5 4 5 5 4 3 1 2 0 3 5 3 3 0 1 0A c id o c ia n h íd ric o 15 17 20 18 20 19 21 19 12 7 11 3 6 7 7 6 0 3 0A c r ilo n itr ilo 122 155 166 146 161 164 173 161 130 66 124 32 61 77 72 63 0 24 0A lq u ila r io p e s a d o 6 6 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0D o d e c ilb e n c e n o 10 20 28 21 26 36 42 48 4 6 4 5 4 9 47 53 4 9 60 72 63 63 62 63 55 60 62 57 51 61 103 98 111 90 91 43 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0Is o p ro p a n o l 3 9 7 8 12 8 4 4 2 1 13 16 11 12 14 15 11 17 14 19 18 16 17 17 17 15 16 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0P o lip ro p ile n o 36 69 65 76 95 89 71 41 37 9 2 0 0 0 0 0 0 0P ro p ile n o 51 58 62 54 4 6 71 83 95 92 93 114 137 138 160 137 156 158 191 208 207 232 2 5 7 281 33 43 43 31 67 176 144 106 57 82 32 89 4 5 36 34 32 24 20 -1 6 .7T e trá m e ro d e p ro p ile n o 9 19 27 10 25 35 41 47 4 9 4 3 35 37 41 35 37 41 50 38 39 4 3 36 35 39 30 35 31 51 76 108 72 73 34 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Otros 1 9 12 9 13 15 22 28 29 35 45 43 39 37 36 61 72 268 335 333 357 387 396 363 420 1175 1410 1729 1757 2046 2229 2148 1519 995 847 1083 1064 1134 1564 1147 1246 1307 1645A c id o c lo rh íd r ic o 155 85 155 147 141 135 128 131 116 105 107 87 92 66 38 93 126 141 11 .9A c id o m u riá tic o 28 36 28 23 15 42 61 39 34 25 27 31 24 14 11 16 44 50 13 .6B u ta n o c ru d o 0 1 36 4 5 50 53 51 50 4 9 4 6 42 36 35 36 41 46 44 35 -2 0 .5E s p e c ia lid a d e s p e tro q u ím ic a s a 2 2 2 2 3 4 5 6 6 4 6 6 6 8 8 7 5 3 4 4 2 5 6 8 9 11 11 11 10 10 13 14 11 -2 1 .4H e p ta n o 3 3 2 3 3 5 4 4 5 6 7 5 5 4 4 7 7 6 6 9 10 13 9 7 9 20 14 12 13 14 21 19 20 21 15 13 8 18 11 15 14 13 -7.1H e x a n o 1 6 9 7 10 12 14 15 18 20 25 26 30 30 29 53 60 66 76 64 95 98 101 98 70 4 3 63 49 4 7 58 64 62 64 68 61 54 62 57 70 66 66 53 56 5 .7H id ró g e n o 3 9 7 8 12 8 4 16 21 20 30 8 12 11 12 18 19 15 15 12 15 2 0 0 167 162 184 167 161 -3 .6N itró g e n o 30 39 4 5 4 7 46 49 4 9 62 107 117 118 106 110 110 115 110 108 112 105 96 109 106 112 118 117 106 -9 .4O x íg e n o 159 208 214 200 211 206 179 241 4 8 3 4 7 9 526 4 9 0 4 5 6 4 4 4 4 7 6 4 9 6 4 8 8 4 5 3 4 1 3 380 3 7 6 399 4 1 8 4 3 3 4 4 7 4 1 0 ■ -8 .3P e n ta n o 315 580 775 624 822 1 032 1163 5 8 9 92 0 0 0 0 0 0 0 0 112 ■ 0P o lím e ro p e tro q u ím ic o 87 132 125 11 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 i 0R e fin a d o II 152 214 177 35 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0R e fo rm a d o p e s a d o 303 337 3 5 7 4 1 3 0 0 0 0 0T e tra c lo ru ro d e c a rb o n o 2 7 8 10 8 13 12 5 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0O tro s 13 4 4 0 0 0 0 0 0 0 4 11 65 265 278 262 281 5 5 0 9 5 .7
N o ta s :a . In c lu y e a d it iv o s p a ra g a s o lin a s in p lo m o , d e p re s o re s de c o n g e la c ió n , d e s e m u ls io n a n te s , d e s p a ra f in a n te s , in h ib id o re s d e c o rro s ió n , re d u c to re s .b . A lta d e n s id a dc. B a ja d e n s id a d
Fuente: Elaboración propia a partir de los anuarios estadísticos de PEMEX, 1977,1990, 1999, 2001 y 2007.
113
Quizá, el verdadero proceder de esta administración sea el dejar bien establecidas
las bases legales para promover la celebración de contratos de servicios múltiples al interior
de la PEMEX-Exploración y Producción. Hay que recordar que con los decretos oficiales
del 28 de noviembre de 2008, respecto de la reforma energética, la participación privada
adquirió beneficios concretos en los rubros de transporte, almacenamiento, distribución y
comercialización de los productos. Acciones que dejan ver el proceder de la nueva clase
capitalista trasnacional establecida en México, ubicada tanto en esferas políticas como en
espacios del poder legislativo y ejecutivo fundamentalmente.
El despliegue territorial de estos acontecimientos ha modificado el patrón de
localización de la industria petroquímica instalada en el país. Ejemplo de ello es la
reubicación de ciertas industrias matriz acontecida en el último cuarto del siglo pasado
hacia la costa del Golfo de México.
En efecto, a diferencia de los factores de localización implicados en el modelo de
industrialización tipo fordista, en el cual la decisión de ubicación se establecía por
proximidad a los grandes centros de consumo o por cercanía al abasto procedente de las
unidades productoras de PEMEX, en la actualidad, el modelo de acumulación flexible
sobrepasa aquellos factores y se establece en geografías rurales, cercanas a ciudades
medianas, que implican menores restricciones regulatorias (en tierra, capital y trabajo) para
llevar a cabo el proceso de industrialización. Al proceso se suman aquellas entidades
federativas que poseen las condiciones necesarias para facilitar el arribo de nuevas firmas o
en su caso competir por reubicaciones.
De lo anterior se desprende el objetivo del siguiente apartado, el cual consiste en
exponer los resultados de la aplicación de dos herramientas cuantitativas de análisis
espacial con las que se consiguió definir tanto la actual distribución geográfica de la
industria petroquímica en el país como el cambio y participación del sector en cada entidad
federativa: el coeficiente de especialización y el método de cambio-participación. Se tiene
como referente el periodo comprendido de 1999 al 2004 donde se identificaron las
tendencias de producción bruta de la industria química dedicada a la fabricación productos
petroquímicos y de aquellas ramas manufactureras de hules, fibras y resinas químicas en el
entorno nacional. Contexto que viene a posicionar al estado de Tamaulipas y, en particular
114
al municipio de Altamira, como uno de los territorios más propensos a la localización
industrial y por consiguiente a los procesos de transformación que incumben a los grupos
sociales y sus relaciones por el control o dominio de determinados espacios geográficos.
In.5. Distribución de la industria química y petroquímica en territorio nacional
En México, las regiones que dan asiento a industrias vinculadas a la manufactura de
productos intermedios y finales de la cadena petroquímica son heterogéneas en términos de
su especialización. Para algunas, sobre todo para las más tradicionales, las políticas de
apertura comercial y de liberación del sector han mermado su producción toda vez que han
aparecido nuevas localizaciones con mayores ventajas, y cuyas cifras indican tendencias de
crecimiento. Hay que destacar que en todos los casos donde se presenta un incremento de la
producción bruta en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje al año 2004 es superior al
de la media nacional, exceptuando al Distrito Federal, se identifica una especialización
basada en el aumento de la producción medida en capital versus la disminución del
personal ocupado.
Este proceso de reestructuración productiva hace que tanto las regiones como las
actividades económicas se tornen y adecuen a las pautas que dictan los mercados doméstico
y extranjero. Ejemplo de ello es la creciente participación que están teniendo los estados del
noreste mexicano en la fabricación de hules, resinas y fibras químicas. De tal forma que
resalta la tendencia de retroceso en la producción de resinas que muestran estados
caracterizados por su posición histórica manufacturera como el Distrito Federal, México y
Jalisco.
A manera de simplificar el proceso de cambio y participación vinculado a la cadena
de producción petroquímica detectada al interior del país, se desglosa información
concerniente a la producción bruta de las principales ramas y subramas que se desprenden
del subsector químico. Este desglose es indispensable toda vez que es al interior de dicho
subsector de donde se obtienen las especializaciones y por tanto las localizaciones de la
cadena de producción petroquímica por entidad federativa.
115
Según la información económica del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI), en 1998, 52.5% de las unidades económicas del subsector número 325,
clasificadas como industrias químicas, se concentraba en tres estados de la República:
Distrito Federal, México y Jalisco. Seis años después, en el 2004, la participación de dichos
estados disminuyó relativamente poco al participar con 50% del total. Aunque dichos
porcentajes expresan una considerable concentración geográfica cabe hacer notar que la
producción bruta registrada en conjunto por estas entidades también descendió de 41% a
37%. ¿A qué se debe esta tendencia de retroceso?
La respuesta está en la dinámica de especialización que presentaron en ese mismo
periodo los estados de Veracruz, Tabasco, Chiapas, Tamaulipas y Morelos respectivamente.
Estos estados incrementaron su producción bruta de 1998 al 2004 figurando incluso por
arriba de la media nacional en ese último año. Esto repercutió en una tendencia de
crecimiento que se diferenció del retroceso productivo acontecido en los estados de México
y Jalisco.
Para el caso de Tamaulipas se observó una tendencia a la especialización apenas por
debajo de la expuesta en Veracruz, situación que al analizarse más detalladamente indicó
que la capacidad instalada en Tamaulipas en realidad está basada en el ramo número 3252,
que concierne a la fabricación de hules, resinas y fibras químicas. Esta rama representó, al
interior del subsector químico, 51% del monto de producción total; mientras que la subrama
32511 equivalente a la fabricación de petroquímicos significó 32%. No hay que perder de
vista que en conjunto la industria química tamaulipeca acumuló, al año 2004, cerca de 29
mil millones de pesos, lo que representó 29% de la producción bruta total del sector
manufacturero estatal, de ahí su importancia selectiva para los grupos industriales en tanto
nicho de comercio y localización. La figura III.2., muestra la tendencia que ha tenido la
capacidad productiva instalada en la entidad con relación al entorno nacional.
116
Figura III.2.
Cambio y participación estatal de la industria química (Subsector 325)Evolución 1998-2004
(%) Producción bruta de 2004 X= 3.12
> x < x
> x
< x
T e n d e n c ia en c re c im ie n to
(+,+)
Distrito FederalVeracruz LlaveTabascoChiapasTam aulipasMorelos
T e n d e n c ia d e e q u ilib rio
(+,-)
PueblaDurangoAguascalientesColimaCampecheNayarit
T e n d e n c ia d e re tro c e s o T e n d e n c ia m arg in a l
(-, +) (-,-)
Guanajuato SinaloaMéxico Querétaro de Arteaga YucatánJalisco Coahuila de Zaragoza Baja CaliforniaNuevo León Tlaxcala Oaxaca
Hidalgo Quintana RooSan Luís Potosí GuerreroMichoacán de Ocampo ZacatecasSonora Baja California SurChihuahua
Nota: Los estados se encuentran ordenados en forma jerárquica al interior de cada cuadrante.
(+,+) Estados que presentan un incremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es superior al de la media nacional.
(+,-) Estados que presentan un incremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es inferior al de la media nacional.
(-,+) Estados que presentan un decremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es superior al de la media nacional.
(-,-) Estados que presentan un decremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es inferior al de la media nacional.
X= Valor porcentual de la media nacional de PB.
Nota: “X” es el valor porcentual de la medida nacional y es una constante.
Fuente: Elaboración propia, con base en los censos económicos del INEGI plasmados en la Tabla III.4., del propio modelo.
117
x
Tabla In.4. Industria química (subsector 325) Indicadores de cambio y participación sectorial 1999-2004
1998 2004 1998 2004 1998 2004
U nidades
e co n ó m icas %
U nidades
eco n ó m ica s %
Personal
ocupado
(tota l) %
Personal
ocupado
(tota l) %
Producción bruta
total
(M ile s de pesos) %
Producción bruta
total
(M ile s de pesos) %Total nacional 10548 100 3027 100 479855 100 203274 100 417,548,289 100 407,992,958 100
M e d ia nacional 330 3.1 95 3.1 14995 3.1 6352 3.1 13,048,384 3.1 12,749,780 3.1
01 A g u a sca lie n te s 83 0.8 23 0.8 2169 0.5 486 0.2 342,013 0.1 518,413 0.1
02 Baja C a lifo rn ia 203 1.9 23 0.8 21290 4.4 612 0.3 3,208,919 0.8 154,105 0.0
03 Baja C a lifo rn ia Sur 19 0.2 0 0.0 175 0.0 0 0.0 68,397 0.0 0 0.0
04 Cam peche 18 0.2 8 0.3 267 0.1 243 0.1 44,865 0.0 224,786 0.1
05 C o a h u ila de Zaragoza 196 1.9 63 2.1 7974 1.7 3223 1.6 6,997,945 1.7 4,937,428 1.2
06 C o lim a 27 0.3 17 0.6 475 0.1 280 0.1 222,650 0.1 271,786 0.1
07 Ch iapas 72 0.7 18 0.6 2184 0.5 1740 0.9 10,042,935 2.4 36,496,005 8.9
08 C h ih u ahu a 140 1.3 13 0.4 11033 2.3 1138 0.6 1,811,955 0.4 585,499 0.1
09 D istrito Federal 2356 22.3 650 21.5 109699 22.9 63047 31.0 74,646,755 17.9 81,170,503 19.9
10 Durango 57 0.5 16 0.5 1289 0.3 640 0.3 366,281 0.1 591,134 0.1
11 G uanajuato 972 9.2 132 4.4 28057 5.8 5876 2.9 22,647,687 5.4 8,525,129 2.1
12 G uerrero 0 0.0 56 1.9 531 0.1 153 0.1 118,449 0.0 20,760 0.0
13 H idalgo 148 1.4 66 2.2 7504 1.6 2093 1.0 20,091,016 4.8 1,577,104 0.4
14 Ja lisco 1381 13.1 367 12.1 46079 9.6 18732 9.2 32,564,432 7.8 18,251,440 4.5
15 M éxico 1798 17.0 524 17.3 84243 17.6 38446 18.9 62,847,192 15.1 55,365,620 13.6
16 M ichoacán de O cam po 203 1.9 65 2.1 5185 1.1 1613 0.8 4,443,629 1.1 1,053,377 0.3
17 M orelos 126 1.2 47 1.6 6476 1.3 4471 2.2 7,131,014 1.7 18,302,370 4.5
18 N ayarit 22 0.2 16 0.5 156 0.0 130 0.1 21,473 0.0 132,451 0.0
19 N u evo León 967 9.2 291 9.6 41283 8.6 15653 7.7 32,998,093 7.9 17,156,698 4.2
20 O axaca 174 1.6 66 2.2 4326 0.9 360 0.2 18,366,926 4.4 78,211 0.0
21 Pu e b la 387 3.7 137 4.5 9673 2.0 6628 3.3 6,347,446 1.5 7,129,237 1.7
22 Q u erétaro de A rteaga 171 1.6 64 2.1 11630 2.4 3626 1.8 9,880,023 2.4 5,104,419 1.3
23 Q u in tan a Roo 22 0.2 4 0.1 183 0.0 73 0.0 43,805 0.0 36,978 0.0
24 San Luis Po to sí 168 1.6 54 1.8 4806 1.0 1506 0.7 3,299,774 0.8 1,513,086 0.4
25 S in a lo a 120 1.1 48 1.6 1658 0.3 577 0.3 793,717 0.2 457,285 0.1
26 Sonora 109 1.0 41 1.4 6471 1.3 554 0.3 2,179,135 0.5 914,930 0.2
27 Tabasco 42 0.4 21 0.7 3524 0.7 3065 1.5 18,095,356 4.3 56,734,726 13.9
28 T a m a u lip a s 162 1.5 45 1.5 21489 4.5 6006 3.0 22,656,012 5.4 28,756,310 7.0
29 T laxca la 0 0.0 10 0.3 3930 0.8 1228 0.6 3,269,930 0.8 2,576,420 0.6
30 V e ra cru z Llave 253 2.4 90 3.0 31387 6.5 20003 9.8 51,100,766 12.2 59,060,312 14.5
31 Yucatán 152 1.4 46 1.5 3881 0.8 977 0.5 888,989 0.2 290,136 0.1
32 Zacatecas 0 0.0 6 0.2 828 0.2 95 0.0 10,710 0.0 6,300 0.0
Nota: El valor porcentual de la medida nacional es una constante. Fuente: Elaboración propia con base en los censos económicos del INEGI, años seleccionados.
118
La escala estatal permite resaltar el dinamismo industrial de los estados ubicados en
la costa del Golfo de México, cuyas experiencias fabriles contrastan con el debilitamiento y
en algunos casos con la absoluta desaparición de la industria química en más de la mitad de
los estados del país. Una de las constantes del periodo fue que todos los estados con
tendencia al crecimiento de su producción maximizaron sus niveles de rentabilidad al
disminuir la ocupación (empleo) en este subsector. Esta salvedad indicó un ajuste de
procesos organizacionales tendientes al abatimiento de los costos de producción.
En cuanto a las regiones que se ubican en una tendencia equilibrada se puede decir
que el aumento del valor de su producción responde a una más eficaz cobertura del
mercado doméstico, pero por debajo de la media nacional. En este escenario se encuentra
Durango, Aguascalientes, Colima y Nayarit. Quizá la directriz de dichos estados en esta
cadena productiva, responda a la fuerza de integración regional que desprende el proceso
circunscrito al eje de comercio transnacional Golfo-Pacífico.
En lo que respecta a la fabricación de productos petroquímicos, los datos
económicos del año 2004 señalan que en el país se establecieron 37 unidades económicas,
las cuales emplearon a 25 649 personas (ver tabla III.5.). Esta cifra significó 12.6% de la
población ocupada total registrada en el subsector correspondiente a la industria química y
0.6% si se considera en el total del sector manufacturero (INEGI, 2004). De 1998 al 2004
esta subrama de producción, derivada de la industria química básica, experimentó dos
escenarios complementarios que resultaron en un aumento exponencial del capital
acumulado de poco más de 110%: a) se observó una lenta, pero constante disminución de la
ocupación de personal y, b) se registró un descenso en el número de toneladas puestas en el
mercado. Con ello se transitó de una acumulación cercana a los 59 mil millones de pesos
registrada en el año 1998 a poco más de 148 mil millones al finalizar el año 2004. Hay que
tener en cuenta que esta tendencia de crecimiento observada se ubicó en un contexto de
retroceso nacional (ver gráfico III.3.)
Los datos proporcionados por el INEGI al año 2004, mostraron una fuerte
concentración de la actividad industrial en cuatro estados de la República: Tabasco,
Veracruz, Chiapas y Tamaulipas. Éstas entidades incrementaron su producción bruta en
términos de capital posicionándose muy por arriba de la media nacional. Tal circunstancia
119
reflejó el acaparamiento de 98.6% del monto total generado por dicha actividad productiva.
La tendencia de crecimiento del estado de Tamaulipas se contrasta con la tendencia en
equilibrio de Puebla ya que a pesar de que ambos presentaron incremento en su producción
bruta este último se encontró por debajo de la media nacional.
Gráfico III.3.
Tendencia histórica de la fabricación de productos petroquímicos en México, 1960-2007
Toneladas/año
Fuente: Anuarios Estadísticos de PEMEX, 1977,1990, 1999, 2001 y 2007.
Hay que recordar que desde el último cuarto del siglo pasado las estrategias
expansionistas de la industria petroquímica instalada en el país se orientaron hacia las
regiones costeras del territorio nacional buscando aprovechar las concesiones diseñadas por
el Estado. Los casos de expansión regional efectuados por las empresas Pollicyd y Primex
han dejado entrever la conformación de dinámicos ejes de comercio regional propagados
desde Puebla hacia el sur del estado de Tamaulipas (en virtud de sus recintos portuarios y
cercanía al mercado estadounidense principalmente). En términos generales se puede
observar un entorno de competencia por localizaciones ceñido a dos regiones específicas: la
región costa del Golfo de México y la región centro, activada por los estados de Puebla e
Hidalgo; para el caso de esta última, a pesar de que se observó cierto equilibrio se coloca en
120
una posición expuesta al elevado grado de concentración de la capacidad instalada en la
región del Golfo (ver figura III.3).
Figura III.3.
Cambio y participación estatal en la fabricación de productos petroquímicos (Subrama 32511)Evolución 1998-2004
(%) Producción bruta de 2004 X= 3.12
> x < x
> x
T e n d e n c ia en c r e c im ie n to
(+ ,+ )
Tabasco Veracruz Llave Chiapas Tamaulipas
T e n d e n c ia d e e q u ilib r io (+,-)
PueblaHidalgo
< xT e n d e n c ia d e re tro c e s o
(-, +)
T e n d e n c ia m a rg in a l
(-,-)
Chihuahua Aguascalientes Baja California Baja California Sur CampecheCoahuila de Zaragoza ColimaDistrito FederalDurangoGuanajuato
San Luis Potos!SinaloaSonora
Guerrero Jalisco MéxicoMichoacán de Ocampo Tlaxcala Morelos YucatánNayarit Nuevo León Oaxaca Querétaro Quintana Roo
Zacatecas
(+,+) Estados que presentan un incremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es superior al de la media nacional.
(+,-) Estados que presentan un incremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es inferior al de la media nacional.
(-,+) Estados que presentan un decremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es superior al de la media nacional.
(-,-) Estados que presentan un decremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es inferior al de la media nacional.
X= Valor porcentual de la media nacional de PB.
Nota: “X” es el valor porcentual de la medida nacional y es una constante.Fuente: Elaboración propia, con base en los censos económicos del INEGI plasmados en la Tabla III.5., del propio modelo.
121
x
Tabla III.5. Fabricación de productos petroquím icos (subrama 32511) Indicadores de cambio y participación sectorial 1998-2004
1998 2004 1998 2004 1998 2004
Unidadeseconómicas %
Unidadeseconómicas %
100
Personalocupado(total) %
Personalocupado(total) %
Producción bruta total (Miles de
pesos) %
Producción bruta total (Miles de
pesos) %Total nacional 35 100 37 27656 100 25649 100 58,714,431 100 148,334,325 100Media nacional 1 3.1 1 3.1 864 3.1 802 3.1 1,834,826 3.1 4,635,448 3.101 Aguascalientes 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.002 Baja California 1 2.9 0 0.0 33 0.1 36 0.1 0 0.0 0 0.003 Baja California Sur 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.004 Campeche 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.005 Coahuila de Zaragoza 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.006 Colima 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.007 Chiapas 2 5.7 2 5.4 1608 5.8 1590 6.2 9,830,851 16.7 36,469,506 24.608 Chihuahua 2 5.7 1 2.7 741 2.7 371 1.4 202,238 0.3 4,044 0.009 Distrito Federal 1 2.9 3 8.1 1100 4.0 2406 9.4 0 0.0 0 0.010 Durango 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.011 Guanajuato 1 2.9 0 0.0 28 0.1 30 0.1 0 0.0 0 0.012 Guerrero 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.013 Hidalgo 3 8.6 1 2.7 453 1.6 422 1.6 307,322 0.5 440,278 0.314 Jalisco 1 2.9 0 0.0 39 0.1 44 0.2 0 0.0 0 0.015 México 2 5.7 0 0.0 2020 7.3 60 0.2 19,659 0.0 0 0.016 Michoacán de Ocampo 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.017 Morelos 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.018 Nayarit 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.019 Nuevo León 0 0.0 0 0.0 0 0.0 28 0.1 0 0.0 0 0.020 Oaxaca 2 5.7 0 0.0 162 0.6 136 0.5 0 0.0 0 0.021 Puebla 2 5.7 1 2.7 1213 4.4 1449 5.6 555,498 0.9 1,698,749 1.122 Querétaro de Arteaga 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.023 Quintana Roo 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.024 San Luis Potosí 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.025 Sinaloa 1 2.9 0 0.0 49 0.2 62 0.2 0 0.0 0 0.026 Sonora 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.027 Tabasco 4 11.4 12 32.4 3094 11.2 2940 11.5 17,972,746 30.6 56,728,857 38.228 Tamaulipas 3 8.6 5 13.5 794 2.9 539 2.1 1,854,508 3.2 9,308,999 6.329 Tlaxcala 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.030 Veracruz Llave 10 28.6 12 32.4 16322 59.0 15536 60.6 27,971,609 47.6 43,683,892 29.431 Yucatán 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.032 Zacatecas 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0Nota 1: Debido a que el numero de unidades econímicas de los estados de Chiapas, Chihuahua, D. F., Hidalgo, Puebla, en el Censo Econímico de 2004, se integraron datos obtenidos del Sistema de Información Energética, 2006.Nota 2: El valor porcentual de la media nacional es una constante.Fuenti;: Eilaborticiónc ptropiíi con base ens los ce:ndos económicos del INEGI, años seleccionados.
Tabasco y Tamaulipas estan considerados como confidenciales
122
De las 32 entidades federativas, Tamaulipas es la que contó en el año 2004 con el mayor
índice de especialización en esta rama productiva, clasificada como la número 3252 en el
Sistema Industrial de América del Norte. Sin embargo, su liderazgo viene acompañado de
un declive nacional tanto de la población ocupada como del valor de la producción bruta en
el ramo.
De acuerdo con la información del INEGI, correspondiente al número de población
ocupada, de 1998 al 2004 el país experimentó uno de los declives más drásticos en esta
industria: una reducción del empleo de poco más de 63%. En paralelo, la producción bruta
total cayó de 38 mil millones de pesos a 34 mil millones respectivamente (ver tabla III.6.).
Sucedió que las fuerzas del mercado interno se movilizaron hacia unas cuantas regiones del
país, figurando la noreste. Con ello se produjo un cambio concreto en la distribución
territorial de la actividad.
En el noreste, Tamaulipas y Nuevo León, al finalizar el año 2004, capturaron en
conjunto 60% de la producción bruta total nacional; correspondiendo a Tamaulipas 40%, es
decir, poco más de 14 mil 531 millones de pesos. Esa cantidad contrastó con los 860
millones que registrados en 1998. La directriz de crecimiento en Tamaulipas, marcó el
destino de otras regiones que presentaron tendencias de retroceso de su producción y en
algunos casos hasta de desaparición del ramo. El acontecer indicó que las fuerzas de la
oferta paulatinamente estarían controladas a partir de la industria instalada en territorio
tamaulipeco.
En el periodo de 1998-2004 entidades de importancia manufacturera como México
y Jalisco registraron declives en materia de acumulación de capital en lo concerniente a la
fabricación de hules, fibras y resinas químicas. Es importante señalar que ambos estados, al
año 2004, a pesar del retroceso en su producción siguieron figurando en el mercado, toda
vez que sumaron cantidades mayores a la media nacional, de ahí que se mantuvieran en una
posición competitiva con respecto a otros estados como Durango, Michoacán de Ocampo,
Aguascalientes, Puebla y Veracruz. Estas entidades mencionadas, a pesar de que
In.6. Tamaulipas en la fabricación de hules, resinas y fibras químicas
123
participaron con menos producción que México y Jalisco, presentaron en el mismo periodo
tendencias de crecimiento por arriba de la media nacional, colocándolos como regiones en
equilibrio. En este entorno de competencia y movilidad, contrastó la tendencia marginal
que experimentaron estados como Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Colima, Morelos, Nayarit,
Sonora, Sinaloa, Coahuila de Zaragoza y Chihuahua. La figura III.4., muestra la tendencia
del ramo 3252 en los estados constitutivos del territorio nacional.
Figura III.4.Cambio y participación estatal en la fabricación de hules, resinas y fibras químicas (Rama 3252)
Evolución 1998-2004
(%) Producción Bruta de 2004 X= 3.12
> x < x
< x
T e n d e n c ia en c re c im ie n to
(+,+)
TamaulipasNuevo León Tlaxcala
T e n d e n c ia de re tro c e so (-, +)
MéxicoJalisco
T e n d e n c ia de e q u ilib rio (+,-)
Veracruz Llave PueblaAguascalientes Michoacán de Ocampo Durango
T e n d e n c ia m a rg in a l (-,-)
Querétaro de Arteaga CampecheSan Luis Potos! CoiimaDistrito Federal ChiapasGuanajuato GuerreroHidaigo MoreiosChihuahua NayaritOaxaca Quintana RooYucatán SinaioaCoahuiia de Zaragoza SonoraBaja Caiifornia TabascoBaja Caiifornia Sur Zacatecas
(+,+) Estados que presentan un incremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es superior al de la media nacional.
(+,-) Estados que presentan un incremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es inferior al de la media nacional.
(-,+) Estados que presentan un decremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es superior al de la media nacional.
(-,-) Estados que presentan un decremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es inferior al de la media nacional.
X= Valor porcentual de la media nacional de PB.Nota: “X” es el valor porcentual de la medida nacional y es una constante.Fuente: Elaboración propia con base en los censos económicos del INEGI, plasmados en la Tabla In.6., propia del modelo.
124
> x
x
Tabla III.6. Fabricación de hules, resinas y fibras químicas (rama 3252) Indicadores de cambio y participación sectorial 1998-2004
1998 2004 1998 2004 1998 2004
Unidadeseconómicas %
Unidadeseconómicas %
Personalocupado
(total) %
Personalocupado
(total) %
Producción bruta total
(Miles de pesos) %
Producción bruta total
(Miles de pesos) %Total nacional 1470 100 124 100 47739 100 17199 100 38,831,851 100 34,146,456 100Media nacional 46 3.1 4 3.1 1492 3.1 537 3.1 1,213,495 3.1 1,067,077 3.101 Aguascalientes 8 0.5 0 0.0 141 0.3 66 0.4 41,869 0.1 174,290 0.502 Baja California 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.003 Baja California Sur 0 0.0 0 0.0 6 0.0 0 0.0 616 0.0 0 0.004 Campeche 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.005 Coahuila de Zaragoza 18 1.2 0 0.0 539 1.1 15 0.1 185,030 0.5 964 0.006 Colima 0 0.0 0 0.0 40 0.1 0 0.0 21,397 0.1 0 0.007 Chiapas 10 0.7 0 0.0 127 0.3 0 0.0 26,055 0.1 0 0.008 Chihuahua 17 1.2 2 1.6 1308 2.7 43 0.3 169,006 0.4 69,371 0.209 Distrito Federal 232 15.8 26 21.0 8960 18.8 1329 7.7 9,706,915 25.0 674,556 2.010 Durango 5 0.3 0 0.0 55 0.1 48 0.3 14,204 0.0 82,457 0.211 Guanajuato 471 32.0 9 7.3 8679 18.2 532 3.1 1,351,646 3.5 463,423 1.412 Guerrero 0 0.0 0 0.0 39 0.1 0 0.0 5,864 0.0 0 0.013 Hidalgo 20 1.4 0 0.0 497 1.0 228 1.3 239,364 0.6 123,045 0.414 Jalisco 227 15.4 14 11.3 3558 7.5 2235 13.0 6,977,123 18.0 2,773,230 8.115 México 192 13.1 35 28.2 10123 21.2 4153 24.1 7,708,274 19.9 4,946,401 14.516 Michoacán de Ocampo 26 1.8 0 0.0 290 0.6 132 0.8 52,883 0.1 166,068 0.517 Morelos 0 0.0 0 0.0 1212 2.5 0 0.0 1,015,662 2.6 0 0.018 Nayarit 0 0.0 0 0.0 14 0.0 0 0.0 3,646 0.0 0 0.019 Nuevo León 102 6.9 26 21.0 4205 8.8 3750 21.8 4,977,193 12.8 6,082,633 17.820 Oaxaca 6 0.4 0 0.0 84 0.2 6 0.0 12,851 0.0 749 0.021 Puebla 45 3.1 0 0.0 493 1.0 148 0.9 49,210 0.1 405,287 1.222 Querétaro de Arteaga 16 1.1 0 0.0 2734 5.7 467 2.7 4,023,942 10.4 738,638 2.223 Quintana Roo 0 0.0 0 0.0 5 0.0 0 0.0 54 0.0 0 0.024 San Luis Potosí 11 0.7 0 0.0 1509 3.2 294 1.7 977,821 2.5 708,069 2.125 Sinaloa 10 0.7 0 0.0 69 0.1 0 0.0 7,994 0.0 0 0.026 Sonora 6 0.4 0 0.0 92 0.2 0 0.0 21,660 0.1 0 0.027 Tabasco 5 0.3 0 0.0 51 0.1 0 0.0 9,868 0.0 0 0.028 Tamaulipas 14 1.0 12 9.7 1402 2.9 3178 18.5 860,224 2.2 14,631,734 42.829 Tlaxcala 0 0.0 0 0.0 351 0.7 352 2.0 64,915 0.2 1,246,015 3.630 Veracruz Llave 23 1.6 0 0.0 1074 2.2 208 1.2 212,459 0.5 858,777 2.531 Yucatán 6 0.4 0 0.0 57 0.1 15 0.1 90,956 0.2 749 0.032 Zacatecas 0 0.0 0 0.0 25 0.1 0 0.0 3,150 0.0 0 0.0
Nota: En la columna correspondiente a Unidades Económicas buena parte de la información de los estados se encuentra protegida por el principio de CONFIDENCIALIDAD estipulado en el artículo 38 de la Ley de Información Estadística y Geográfica en vigor, en la cual se indica que la información podra no ser divulgada en forma individualizada. Motivo por el cual se invalida su comparativo espacial y temporal.]Fuota: Enl gvalor pxErcentical de; la med:id;i naciesnal es una constante.Fuente: Elaboración propia, con base en los censos económicos del INEGI, años seleccionados.
125
Al 2004, la participación de Tamaulipas en el proceso de producción de hules,
resinas y fibras químicas tendió a concentrarse en uno de sus 43 municipios constitutivos:
Altamira. Situado en la costa sur de la entidad y caracterizado por su nueva infraestructura
portuaria, la tendencia al crecimiento obtenida en este municipio, mostró un proceso de
reestructuración industrial que innovó las directrices del mercado nacional. Esta
concentración de producción, a su vez, reflejó la formación de un conglomerado que
modernizó su base tecnológica en virtud de que procuró el encadenamiento vertical y
horizontal de sus procesos de producción62. A diferencia de otras localizaciones que han
reducido el número de población ocupada en el ramo, como lo es el municipio de San
Pedro Garza García en el estado de Monterrey, Altamira duplicó la cantidad de 1998 al
2004.
La jerarquía en la fabricación de resinas sintéticas situó a esta localización en primer
término de selectividad industrial en el año 2004. En ese año, a capacidad industrial
instalada en Altamira constituyó 52% de la producción bruta del país, medida en pesos.
Esto significó una cantidad cercana a los 12 mil millones de pesos (INEGI, 2004). Según el
Consejo para el Desarrollo del Plástico en el Sur de Tamaulipas (CADEPLAST), al año
2008, Tamaulipas, se situó como el más importante territorio productor de resinas plásticas
en México al generar más de 2 millones de toneladas (ver tabla III.7.). Con ello, la
capacidad instalada en el sur de Tamaulipas se consolidó al constituir 70% del total
nacional.
Es ésta actividad la que ha venido marcando la pauta del emplazamiento industrial
en el sur de Tamaulipas, pero ahora apuntando hacia la expansión manufacturera de
productos de plástico. Es una estratégica de reorientación de encadenamientos industriales
que busca complementar la oferta tamaulipeca generada desde los municipios fronterizos
de Reynosa y Matamoros.
2 Entrevista realizada a Italo Tajer Scavalli, Director de Royal Group S. A. de C. V. y Presidente del Consejo para el Desarrollo del Plástico en el Sur de Tamaulipas (Cadeplast), el 30 de septiembre de 2008 en el parque industrial Altamira, Tamaulipas.
126
Tabla III.7. Participación de Tamaulipas en la producción
nacional de resinas plásticas
ResinaToneladasproducidas
% de producción nacional
P VC 560 ,000 85%P o lies tireno 340 ,000 65%P o lp rop ileno 700 ,000 100%PET 530 ,000 45%C o p o lim e ro s A B S /S A N 180,000 100%
Total 2,310,000Fuente: CADEPLAST, 2008.
En lo que respecta a la industria de productos de plástico (subsector 3261), se
constata su predilección por emplazarse en las regiones del centro y norte del país. A
diferencia de otras industrias, ésta muestra tendencias de crecimiento y equilibrio
productivo en más de la mitad de los estados. Al generar mayor empleo que la industria
petroquímica y que aquella dedicada a la fabricación de hules, resinas y fibras químicas, se
considera estratégica para los gobiernos estatales que cuentan con industria instalada en el
subsector químico, toda vez que ésta última constituye el suministro directo de materias
primas.
Tamaulipas se ubica en una tendencia de crecimiento productivo que viene
fraguándose desde 1998, año en el que se contabilizaron poco más de 11 mil empleos en el
subsector. Al año 2004 da ocupación a 15 350 personas, es decir, 8% del personal total
registrado para ésta industria en el país (ver tabla III.8.). En virtud de que el grueso de la
oferta sigue circunscrita al estado de México y al Distrito Federal, la entidad tamaulipeca
compite por localizaciones con los estados de Jalisco, Chihuahua y Nuevo León (ver figura
III.5.).
Actualmente, en el sur de Tamaulipas se encuentran emplazadas grandes empresas
multinacionales vinculadas con el subsector de fabricación de productos de plástico, las
cuales, dentro de la industria manufacturera, poseen jerarquía de primer nivel en virtud de
sus tendencias de crecimiento económico e implantación de tecnología de punta. Industrias
como Basf, Indelpro, M&G, Mexichem, Cydsa, Polioles y Sabic, han venido agrupándose
para operar un organismo denominado Consejo para el Desarrollo del Plástico en el Sur de
127
Tamaulipas (CADEPLAST). Con el propósito de atraer nueva industria secundaria, es
decir, hacia abajo de la cadena productiva, éste agrupamiento busca fincar un trato
preferencial en las negociaciones de suministro de materias primas con las empresas que se
instalen en el sur de Tamaulipas. En otras palabras, se pretende la consolidación productiva
de resinas plásticas en la zona.
Figura III.5.
Cambio y participación estatal en la fabricación de productos de plástico (Subsector 3261)Evolución 1998-2004
(%) Producción bruta de 2004 X= 3.12
> x < x
> x
< x
T e n d e n c ia e n c r e c im ie n t o
(+ ,+ )
MéxicoDistrito Federai Nuevo León Jaiisco Tamaulipas
Chihuahua Guanajuato BajaCaiifornia Coahuiia de Zaragoza
T e n d e n c ia d e re t r o c e s o
(-, + )
T e n d e n c ia d e e q u ilib r io
(+,-)Puebia Veracruz LiaveQuerétaro de Arteaga OaxacaYucatán SinaioaAguascaiientes DurangoHidalgo TabascoMichoacán de Ocampo CoiimaTiaxcaia San Luis Potosí Morelos
T e n d e n c ia m a rg in a l
(-,-)
Baja California Sur Chiapas Quintana Roo Campeche Guerrero
SonoraNayaritZacatecas
(+,+) Estados que presentan un incremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es superior al de la media nacional.
(+,-) Estados que presentan un incremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es inferior al de la media nacional.
(-,+) Estados que presentan un decremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es superior al de la media nacional.
(-,-) Estados que presentan un decremento de la PB en el periodo de 1998-2004 y cuyo porcentaje de PB del año 2004 es inferior al de la media nacional.
X= Valor porcentual de la media nacional de PB.
Nota: “X” es el valor porcentual de la medida nacional y es una constante.Fuente: Elaboración propia con base en los censos económicos del INEGI, plasmados en la Tabla In.8..propia del modelo.
128
x
Tabla III.8. Fabricación de productos de plástico (rama 3261) Indicadores de cambio y participación sectorial 1998-2004
1998 2004 1998 2004 1998 2004
Unidadeseconómicas %
Unidadeseconómicas %
Personalocupado
(total) %
Personalocupado
(total) %
Producción bruta total (Miles de
pesos) %
Producción bruta total
(Miles de pesos) %T o ta l n a cio n a l 4 3 1 4 100 3 2 7 4 10 0 1 8 8 6 0 2 100 1 7 5 7 0 5 100 5 5 ,7 8 5 ,2 8 3 100 8 9 ,0 2 0 ,3 4 9 10 0
M e d ia n a cio n a l 135 3.1 102 3.1 5 8 9 4 3.1 5 491 3.1 1 ,7 4 3 ,2 9 0 3.1 2 ,7 8 1 ,8 8 6 3.1
01 Aguascalientes 38 0.9 43 1.3 774 0 1238 0.7 181,772 0.3 1,433,741 1.602 Baja California 130 3.0 119 3.6 17142 9 17498 10.0 2,545,229 4.6 3,113,769 3.503 Baja California Sur 0 0.0 0 0.0 95 0 70 0.0 67,114 0.1 60,165 0.104 Campeche 6 0.1 0 0.0 45 0 39 0.0 13,240 0.0 6,899 0.005 Coahuila de Zaragoza 70 1.6 64 2.0 2798 1 4099 2.3 1,661,189 3.0 3,098,915 3.506 Colima 3 0.1 0 0.0 15 0 30 0.0 1,443 0.0 7,289 0.007 Chiapas 15 0.3 0 0.0 188 0 96 0.1 55,097 0.1 19,283 0.008 Chihuahua 60 1.4 61 1.9 7732 4 7935 4.5 874,631 1.6 3,877,033 4.409 Distrito Federal 1133 26.3 831 25.4 30000 16 28826 16.4 8,487,389 15.2 11,951,390 13.410 Durango 26 0.6 0 0.0 560 0 613 0.3 104,480 0.2 178,024 0.211 Guanajuato 271 6.3 203 6.2 6327 3 8000 4.6 1,685,894 3.0 3,595,478 4.012 Guerrero 0 0.0 0 0.0 83 0 45 0.0 9,509 0.0 3,086 0.013 Hidalgo 33 0.8 49 1.5 1311 1 1923 1.1 754,335 1.4 1,358,511 1.514 Jalisco 616 14.3 485 14.8 17810 9 17786 10.1 6,402,443 11.5 8,754,709 9.815 México 760 17.6 596 18.2 35261 19 33405 19.0 13,770,408 24.7 21,895,166 24.616 Michoacán de Ocampo 74 1.7 56 1.7 1152 1 1708 1.0 432,918 0.8 1,192,261 1.317 Morelos 46 1.1 42 1.3 1023 1 1080 0.6 535,944 1.0 553,322 0.618 Nayarit 8 0.2 0 0.0 20 0 18 0.0 5,707 0.0 2,719 0.019 Nuevo León 401 9.3 291 8.9 18265 10 15512 8.8 7,401,709 13.3 10,086,995 11.320 Oaxaca 30 0.7 0 0.0 17632 9 684 0.4 207,583 0.4 337,810 0.421 Puebla 132 3.1 90 2.7 3205 2 4098 2.3 1,717,105 3.1 2,707,106 3.022 Querétaro de Arteaga 61 1.4 67 2.0 3933 2 4474 2.5 1,179,122 2.1 2,705,932 3.023 Quintana Roo 10 0.2 7 0.2 50 0 122 0.1 13,507 0.0 10,739 0.024 San Luis Potosí 62 1.4 49 1.5 1525 1 1602 0.9 504,121 0.9 651,085 0.725 Sinaloa 46 1.1 0 0.0 569 0 527 0.3 150,273 0.3 320,099 0.426 Sonora 41 1.0 52 1.6 4873 3 2472 1.4 1,248,577 2.2 935,672 1.127 Tabasco 16 0.4 0 0.0 115 0 160 0.1 21,345 0.0 86,130 0.128 Tamaulipas 72 1.7 62 1.9 11025 6 15350 8.7 4,023,813 7.2 6,474,505 7.329 Tlaxcala 0 0.0 0 0.0 1817 1 2498 1.4 814,046 1.5 1,145,695 1.330 Veracruz Llave 79 1.8 55 1.7 1275 1 1243 0.7 301,172 0.5 515,670 0.631 Yucatán 75 1.7 52 1.6 1966 1 2552 1.5 612,695 1.1 1,940,685 2.232 Zacatecas 0 0.0 0 0.0 16 0 2 0.0 1,473 0.0 466 0.0
Nota: lil vialor p>orceíntual de l£i meícliclEi nacionjjil eís un^ constante.Fuente: Elaboración propia, con base en los censos económicos del INEGI, años seleccionados.
129
Es de hacer notar que en Tamaulipas el grueso de la población ocupada en la
industria del plástico se encuentra ubicada en la frontera norte, particularmente en los
municipios de Reynosa y Matamoros. Estos dos municipios representan 90% de la
producción estatal; sin embargo, la dinámica observada en Altamira muestra un
reacomodo de espacios de producción-distribución en el estado.
Grafico III.4. Distribución de la población ocupada en la fabricación de productos
de plástico en los municijDios d^ Taimaulipas, 2004. Subsector 3261.
ooc■ooMX !oQ .
7.0006.0005.0004.0003.000
2.000 1,000
0
Municipios
Fuente: INEGI, Censo Económico, 2004
En efecto, a partir de ciertas ventajas comparativas, dimensionadas por el
gobierno federal, la zona viene transformándose gradualmente. Destaca la expansión de
suelo industrial sobre tierras rurales en las que aún se asientan pequeñas comunidades
de pescadores cuyos mecanismos de respuesta no han representado mayores problemas
de localización. Esto significa la apertura de un nuevo mercado alterno al fronterizo que
viene añadir valor a la producción de las multinacionales instaladas en el sureste
tamaulipeco, pero también el abatimiento de un prístino territorio caracterizado tanto
por la singularidad de sus ecosistemas como por la cotidianeidad de antiguas prácticas
pesqueras de tipo artesanal.
130
Sumario del capítulo
El último tercio del siglo pasado evidenció un reacomodo de las relaciones de
producción en el ámbito mundial. Se tomaron decisiones que dieron nuevo rumbo a la
historia. Los países industrializados comenzaron a predecir las posibilidades mercantiles
de expansión en un contexto macroeconómico caracterizado por la desaceleración del
comercio internacional. Tras la sobreoferta de petróleo, propagada desde Medio
Oriente, sobrevinieron crisis económicas y dependencias al financiamiento
internacional. En México, las tasas de interés alcanzaron registros sin precedentes e
impactaron directamente a la economía nacional que, en general, exhibió elevados
niveles de endeudamiento externo. Enseguida, la dispersión mundial de firmas
trasnacionales vinculadas a la petroquímica se hizo presente en territorio nacional.
La nueva división internacional del trabajo, promovida principalmente por los
Estados neoliberales tanto del Reino Unido como de Estados Unidos de América, marcó
la pauta para proceder a combatir las estructuras nacionalistas y laboristas de manera
firme y estratégica. Se incidió directamente en los países periféricos, siendo la
desregulación de sectores productivos propios del Estado nacional la clave para
proceder con el reacomodo de las formas o modelo de acumulación.
Con el análisis se distinguió el porqué, el cómo y el dónde del arribo de
industrias trasnacionales a territorio mexicano. Se demostró la injerencia de la nueva
clase trasnacional capitalista latinoamericana en las funciones del Estado, argumentando
que éste ha servido de medio institucional para aplicar las reglas del libre mercado,
suprimiendo o flexibilizando toda normativa que pudiera significar un obstáculo a la
internacionalización del capital. Se evidenció la naturaleza de los acuerdos de libre
comercio que, entre otras cosas, pregonaron el recorte al gasto público, la regulación de
la participación privada en la mayor parte del sector energético nacional y el
financiamiento del desarrollo regional a través de la banca internacional. A la par se
puntearon algunos momentos que dan cuenta del debilitamiento de la estructura sindical
de PEMEX y por tanto facilitando la liberación de la petroquímica nacional.
Por lo que respecta a la distribución regional de ésta industria, la escala de
análisis estatal permitió obtener un panorama comparativo respecto del acontecer
subsectorial que se viene fraguando en el país. Resalta el dinamismo fabril en los
131
estados ubicados en la costa del Golfo de México al contrastar con el debilitamiento y
en algunos casos con la absoluta desaparición de ciertas ramas de producción, ligadas a
la petroquímica, en más de la mitad de las entidades federativas. Es de hacer notar que
Tamaulipas se ubica, al interior de la cadena, como una de las regiones con mayores
indicios de localización industrial, toda vez que periódicamente viene exhibiendo una
tendencia de crecimiento en su producción bruta por arriba de la media nacional. Una de
las constantes que se identificaron fue que todos los estados con tendencia en
crecimiento maximizaron sus niveles de rentabilidad al disminuir la ocupación
(empleo); distintivo que elude el cometido tradicional del desarrollo regional como
política pública de Estado. Se insiste en que la mano de obra barata y la proximidad a
las materias primas siguen siendo factores coadyuvantes en la organización espacial de
las industrias motrices, pero también las condiciones de competencia impuestas por
mercados cada vez más segmentados y desregulados. Bajo el régimen de producción
flexible la industria petroquímica privada trasnacional seguirá siendo la que domine
todas las actividades del proceso productivo dadas sus incidencias neoliberales
expuestas en la apropiación de commodities (del Estado-Nación) e intervención ámbitos
que conciernen a la economía política.
Si bien, se ha intentado ofrecer elementos que ayuden a explicar el trasfondo de
la actual localización de empresas multinacionales en el sureste tamaulipeco, es
necesario trasladar el análisis al ámbito de los componentes infraestructurales que sirven
de soporte material para la reproducción del capital, en tanto se perciben como “medios
auxiliares” o materialización de políticas -neutrales- unificadoras. En el capítulo
posterior se reflexionará el trasfondo del proceso de creación de infraestructura
territorial de gran escala buscando exponer que la reorganización espacial de Altamira
representa un proyecto o estrategia con fundamento global que internaliza relaciones
asimétricas, siendo el Estado la fuerza productiva clave para proporcionar los medios y
las condiciones necesarias para la reproducción del capital.
Así, con el acercamiento efectuado al acontecer mundial de la cadena de
producción y consumo de hidrocarburos y sus localizaciones, se añaden elementos que
permiten dilucidar, en el marco de la actual fase del capitalismo, cómo es que se
presenta la espacialidad del capital en México. Con ello se posibilita el abordaje de las
territorialidades desplegadas por la relación global/local.
132
CAPITULO IV
EXPRESIONES TERRITORIALES DEL MODELO DE
REPRODUCCIÓN DEL CAPITAL EN EL SURESTE TAMAULIPECO
Introducción
En el sureste tamaulipeco la aglomeración de industrias transnacionales vinculadas a la
actividad química y petroquímica ha definido un espacio de capital que muta y se
transforma a partir del mercado mundial del petróleo y sus encadenamientos de
comercio. Este proceso de localización, inmerso en el modelo neoliberal, ha venido
acompañado de una marcada tendencia de focalización de recursos públicos orientados
a cubrir los requerimientos de infraestructura de la gran industria de la transformación,
pero también de una estrategia de disolución de la clase trabajadora. La magnitud de las
obras realizadas, sobre todo de aquellas efectuadas en el municipio de Altamira,
constituyen un componente más para entender cómo la reproducción del capital se
manifiesta en el territorio.
La nueva división internacional del trabajo y de producción, suscitada por la
localización de industrias motrices, se presenta entonces respaldada por un Estado-
nación capitalista proveedor de nuevas disposiciones jurídicas (llámense decretos, leyes,
instrumentos de ordenamiento territorial, etc.) que colocan a Altamira en una jerarquía
global de mercado, pero también en un territorio expuesto y debilitado en su histórica
cotidianidad rural, propiedad ejidal, organización obrera y condiciones ecológicas. De
ahí que a lo largo de este capítulo se busque argumentar que la reorganización espacial
de Altamira constituye un proyecto emergente (pivotal) o estrategia con fundamento
global que internaliza relaciones asimétricas entre lo que se ha dado en llamar centro-
periferia, donde el Estado es la fuerza productiva clave para proporcionar los medios
para la reproducción territorial del capital. Para ello se hace un acercamiento a los
133
principales proyectos de infraestructura territorial de gran escala^^ que, en virtud de su
incidencia regional, constituyen no solo momentos de expansión metropolitana y de
localización industrial sino también fases de cambio social, económico y territorial que
se acontecen en esta geografía costera del país.
IV.1. Megaproyectos como condición general de reproducción del capital
De 1950 a 1980 en el país hubo un proceso de urbanización acelerada que, entre otros
aspectos, se explicó por el impulso de las fuerzas productivas a través de una serie de
políticas públicas que el Estado instrumentó. En general, se instauraron condiciones
generales para la reproducción del capital, es decir, para atraer y detonar producción.
Parafraseando a Garza, G. (1983:159), fue al transcurrir este periodo cuando se efectuó
la primera reestructuración del sistema urbano del país. Es con la construcción del
sistema carretero nacional, la dotación de energéticos, la reestructuración del aparato
financiero y la edificación de parques industriales encaminados a la producción de
bienes intermedios (siderurgia y químicos) cuando se propagó la creación de ciudades
industriales como motor y/o paradigma para acceder al desarrollo.
En la escena mundial se concibió la infraestructura de enlace urbano-regional
como un cardinal factor de producción para procurar el crecimiento económico. De
acuerdo con Rozas y Sánchez (2004), el hecho de que ciudades costeras como Houston
en Estados Unidos de América, Rotterdam en Holanda, Barcelona en España y Singapur
en el sudeste asiático advirtieran crecimiento de sus economías endógenas, respondió en
buena parte al aumento de los factores productivos (capital y trabajo) relacionados con
la infraestructura, todo ceñido por el perfeccionamiento de instituciones públicas
capaces de entablar negociaciones con el sector privado. Así, la inversión en tecnología
de comunicaciones y transportes, acompañada de nuevas formas de producción,
significó la internacionalización o relocalización de muchas actividades que eran
emprendidas en el último cuarto del siglo pasado por países desarrollados. De ahí que el
trasfondo de la correlación infraestructura-crecimiento económico se ligue con
3 Son aquellas obras que impactan directamente en el proceso de integración comercial entre regiones, llámense puertos marítimos, redes ferroviarias, autopistas, aeropuertos, oleoductos, etc. Para más información respecto de la conceptualización ver: Brenner, Neil, “The Urban Question as a Scale Question: Reflection on Henri Lefebvre, Urban Theory and the Politics of Scale”, International Journal o f Urban and Regional Research, Blackwell Publishers, june, 2000.
134
“difusión territorial” o “accesibilidad territorial”, que es, de manera simplificada, la
expansión de la actividad comercial basada en la distribución y emplazamiento de
corporativos en nuevas regiones tanto de países centrales como periféricos con el
objetivo de optimizar costos y tasas de ganancia (Méndez, R., 1997; Veltz, P., 1999).
En efecto, los procesos de adaptación global con fundamento en el desarrollo de
infraestructura y encadenamientos comerciales, característicos de la empresa
transnacional, han propiciado la conformación de alternos espacios geográficos
destinados a la localización industrial y transferencia de mercancías. Pero no basta con
localizarse, sino de generar las condiciones o los medios auxiliares para que la
reproducción del capital se lleve a cabo. En este sentido, el financiamiento externo, la
inversión privada y las sociedades empresariales en articulación con el Estado-nación se
vuelven la “respuesta” o el paradigma del modelo de desarrollo (Olds, K., 1995). Basta
con observar la proliferación mundial de megaproyectos suscitados en el último cuarto
del siglo pasado. Por ejemplo, el megaproyecto portuario y petrolero de Terranova y
Labrador en la provincia atlántica de Canadá; la magnitud corporativa instalada en la
ciudad costera de Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos; la proyección de las ciudades
portuarias chinas como Xiamen y Lianyungang que están siendo transformadas en
centros industriales y de transporte de crudo y minerales; sin dejar de lado la edificación
de ciudades industriales del litoral de la India como lo es Sikka en Gujarat.
Estos megaproyectos convertidos en nodos de producción/distribución están
determinados por conexiones, es decir, condicionados por otras ciudades que forman
parte de la red mundial de intercambio comercial. Tal situación significa que se
necesitan de nuevos espacios alternos, ubicados en países periféricos, que faciliten la
reproducción territorial del capital, primordialmente enclavados en zonas rurales
adyacentes a ciudades medianas con prospectiva o posibilidades de urbanización. En
otras palabras se requiere de orientar ciudades industriales de carácter subsidiario y/o
pivotales ubicadas al interior de extensos ejes internacionales de comercio, que
respondan en corto plazo al requerimiento de las grandes firmas.
En México, el último cuarto del siglo pasado fue el periodo en el que se
evidenció una marcada tendencia al desarrollo de megaproyectos como novedosas
formas de intervención del capital privado y del Estado neoliberal. La adopción del
modelo económico, basado en el libre mercado y la liberación de las fuerzas productivas
135
propias del Estado, mostraba ya sus verdaderos alcances. Con las nuevas formas de
concesión y de contratos de servicios múltiples se dejaron atrás aquellas acciones que
fueron emprendidas por el Estado desarrollista, a través de proyectos de sustitución de
importaciones. Sin embargo, a diferencia de otros países como China, la India, Brasil e
incluso Arabia Saudita, en el país los proyectos han quedado dominantemente bajo el
control privado y financiamiento de la banca internacional para el desarrollo. Cabe
mencionar que, incluso, aún cuando el Estado haya “conservado” ciertas facultades
jurisdiccionales o de soberanía, éste se ha insertado en el modelo otorgando una
diversidad de condiciones para reproducción territorial del capital (infraestructura,
control salarial, fuerza de trabajo, exenciones impositivas, etc.).
Ejemplos como la construcción en 1987 de la primera terminal petroquímica
privada en México situada en Altamira, Tamaulipas; la liberación del puerto industrial
de Altamira en 1993-1994; o en los últimos años el proceder de Shell Power Energy
(división que invierte en plantas de energía) para construir, con contrato de explotación
de Gas Natural Licuado (GNL) de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), una
planta de almacenamiento y de regasificación en el puerto industrial de Altamira, se
suman al acontecer de este proyecto de ciudad industrial forjado, en buena medida,
desde el exterior. Cabe señalar que todo este proceso de ajuste y perfeccionamiento de
redes territoriales con incidencia directa en Altamira se ve apuntalado debido a que se
sitúa geográficamente al interior de un extenso corredor internacional de logística y
comercio, denominado North America’s SuperCorridor Coalition, Inc. (NASCO).
En efecto, la territorialidad circunscrita a los flujos se puede observar en la
hegemonía de la escala internacional como proceso que irradia en el acontecer local. La
gravitación del proyecto industrial y portuario Altamira (como nodo privado de
producción-distribución de commodities petroquímicos) en reciprocidad con el NASCO,
exhibe una característica elemental del modelo de acumulación: un sistema de
transporte multimodal en logística y administración eficiente. Con una longitud de más
de 4 mil kilómetros y cruzando a través del este y centro de Canadá, el centro de
Estados Unidos y alcanzando múltiples regiones en México, el megaproyecto NASCO,
creado en 1994, es un ejemplo de redes con énfasis en el transporte conformado por 50
entidades públicas y privadas, que sustenta un comercio valuado en más de 1 trillón de
136
dólares entre las tres naciones64. En este tenor, los gobiernos de las tres naciones,
pregonando el libre mercado, formulan estrategias para mejorar la eficiencia y seguridad
de este megaproyecto invirtiendo en sistemas logísticos integrales y articulados en red.
En términos concretos el proyecto NASCO impulsa el comercio y las relaciones
de producción de gran escala promoviendo la aplicación y transferencia de tecnología
así como la aplicación de mejores prácticas de gestión a lo largo del corredor. La
promoción y el mantenimiento del comercio internacional eficiente es la razón de ser de
esta organización, a la que se suman redes empresariales o asociaciones de industriales;
para lograrlo busca asegurar que las inversiones se hagan con una visión común dentro
del corredor. Este ejemplo se alinea a los aportes de Martner, P. (1999), quien desde el
caso mexicano, analiza las implicaciones espaciales y temporales estimuladas por el
renovado rol asumido por los puertos y los territorios costeros. Martner subraya la
formación y propagación de complejas redes de producción-distribución que
contribuyen a redefinir los vínculos entre lo global y lo local, refiriendo que la tendencia
al “gigantismo” en el transporte (contenedores de carga) expresa el despliegue de
nuevas territorialidades.
Así, la nueva ciudad portuaria e industrial, situada en la costa sur del estado de
Tamaulipas, ha sido parte de este proceso de reproducción territorial del capital; donde
el proyecto industrial petroquímico y portuario de Altamira es un ejemplo de la
magnitud que deben alcanzar estos proyectos para competir en el sistema de ciudades.
En palabras de Folin, M. (1975: 199) “ ^nuevas ciudades en América revelan la
exigencia de las economías externas”.
IV.2. La emergencia de Altamira como proyecto de ciudad portuaria e
industrial
Hacia finales de década del setenta del siglo pasado el sureste de Tamaulipas dio cuenta
de un dinamismo urbano fuertemente influenciado por la conurbación de dos
municipios históricamente relacionados por la actividad portuaria, petrolera y de
4 Dentro de los miembros de NASCO se pueden mencionar compañías participantes como American Airlines Cargo, On Asset Intelligence, EWI Risk Insurance, Meridian 100° Free Trade Zone y Grupo Alinea, entre otras. Para más información respecto del NASCO y sus características, ver el desplegado que Tiffani Melvin, director ejecutivo, hace del proyecto en el 2010. http ://www.nascocorridor. com/default.asp
137
comercio: Tampico y Madero. La expansión de la ciudad, como unidad, espacio y
condición de una metamorfosis del proceso de reproducción del capital, derivó en la
necesidad de contar con nuevos medios para asegurar la inversión privada. La
reciprocidad entre la propiedad territorial y la urbanización prontamente arremetió como
un proceso contradictorio en las zonas rurales, sobre todo en aquellas ubicadas en las
cercanías a la costa norte de la ciudad (realidad que se aborda a profundidad en el
capítulo V). Al iniciar la década de los ochenta germinó una nueva zona industrial o
“ciudad satélite” de Tampico y Madero en territorios antaño forjados por la actividad
agrícola de temporal y pesquera del tipo artesanal: Altamira.
En ese entonces comenzó verdaderamente a concebirse la transformación que
experimentaría el territorio administrativo de Altamira: un espacio geográfico
estratégico de la industria química y petroquímica, que sería visto como un nodo más de
la red de comercio internacional asociado a la transferencia de insumos para el
desempeño de las multinacionales. Uno de los procesos clave para entender dicha
transformación fue precisamente la impetuosa edificación de infraestructura en la zona.
Los referentes más emblemáticos de tal transformación fueron la consolidación del
corredor industrial Tampico-Altamira (caracterizado por el número de industrias
químicas y petroquímicas localizadas), la instalación del puerto industrial Altamira (con
especialización en el manejo de fluidos petroquímicos), la prolongación de la red
carretera con origen-destino hacia este nuevo emplazamiento económico y sobre todo la
participación privada en estratégicos rubros vinculados con el funcionamiento del
proyecto Altamira (como plantas de energía eléctrica). ¿Cuáles son los indicios de esa
forma de reproducción ampliada del capital circunscrita al sureste tamaulipeco?
Tras los hallazgos de PEMEX, alcanzados entre 1950 y 1960, respecto de las
reservas probadas de petróleo en la región contigua a la desembocadura del río Panuco,
se detonó un proceso de expansión urbana próximo a los campos petroleros
“Constitución” y “Barcodon” (del activo integral Poza Rica-Altamira, área Altamira).
Con estos descubrimientos el Estado, sin planificarlo, agregó un factor de localización
industrial que redujo la incertidumbre del inversionista trasnacional a ubicarse en la
zona, sobre todo por el encadenamiento comercial suscitado desde PEMEX-
Petroquímica. Aunque los hallazgos fueron esenciales en el proceder de localización
industrial y la urbanización, cabe señalar que el factor climático también jugó un papel
138
circunstancial toda vez que algunas industrias instaladas en Tampico, específicamente
aquellas ubicadas a orillas del sistema de lagunas del río Pánuco, experimentaron
pérdidas económicas a consecuencia de una histórica inundación ocurrida en 1955 en la
zona. La solución: relocalización hacia cotas más elevadas.
Fue la corporación DuPont^^ la primera industria que procedió a reubicarse en
municipio de Altamira. La empresa negoció su arribo con el Ejido Miramar, logrando su
cometido en 1959. Ya instalada con el nombre de Pigmentos y Productos Químicos
(PPQ) procedió con la fabricación bióxido de titanio (TiO2), producto que se emplea
como materia prima en las industrias de pinturas, plásticos, hules, textiles, papel y
cerámica, entre otros. Transcurrieron casi 10 años para que otra industria se instalara en
Altamira. En 1967 llegó una paraestatal de PEMEX denominada Hules Mexicanos S. A.
para dedicarse a la fabricación de hule sintético y emulsión.
Para ese entonces, según la información contenida en planos históricos el área
urbana cubría alrededor de 2 592 hectáreas, habiéndose incrementado 841 hectáreas
desde 1950* 66. El crecimiento de la ciudad comenzó a propagarse al norte, hacia la zona
del aeropuerto Gral. Francisco Javier Mina67, en las inmediaciones de los ejidos El
Arenal, Germinal y Tancol ubicados en Tampico y parte del ejido Miramar en Altamira.
Se puede decir que con el emplazamiento de Hules Mexicanos S. A. a territorio
altamirense se dio paso a una nueva fase de expansión urbana, con el consecuente arribo
de industrias a la zona. Cabe señalar que las primeras negociaciones por el uso del suelo
en Altamira fueron efectuadas sin ningún indicio de disputa, por el contrario, la
industrialización de la zona en sus primeros momentos fue una gestión eficazmente
practicable por parte del empresariado.
5 DuPont (abreviación usual de E. I. du Pont de Nemours and Co.) es una empresa multinacional de origen estadounidense, dedicada a varias ramas industriales de la química. Es una de las empresas químicas más grandes del planeta (junto con otras como Basf o Dow Chemical Company). Es famosa por haber desarrollado materiales tan conocidos como el Vespel, Neopreno, Nylon, Plexiglás, Teflón, Kevlar, Nomex y el Tyvek. La historia de expansión industrial de esta firma, y que atañe a su localización en México, data de 1931 cuando empezó a fabricar pigmentos blancos basados en dióxido de titanio para papel, recubrimientos, plásticos y aplicaciones especiales. En el año 2005 la empresa fue considerada como una de las más importantes productoras del mundo. Siendo las plantas de Starke, Florida; EdgeMoor, Delaware; New Johnsonville, Tennessee; DeLisle, Mississippi; Kuan Yin, Taiwán y Altamira en México, las que en conjunto producen cerca de la cuarta parte de los pigmentos de bióxido de titanio (TiO2) a nivel mundial.66 Superficies presentadas en el Plan Director de Desarrollo Metropolitano Tampico-Madero, 1975, elaborado por la Secretaría del Patrimonio Nacional y la Comisión Coordinadora de Puertos, con base en planos de la Secretaría de Industria y Comercio del periodo presidencial de Luis Echeverría Álvarez.67 La construcción del aeropuerto data de la década de los veinte del siglo pasado.
139
Para tener un panorama más acabado de la facilidad con que se efectuó la
localización industrial en Altamira basta referir que el proceso se venía incorporando en
un municipio eminentemente rural, disperso en sus comunidades, suburbano al
dinamismo obrero de la industria del petróleo establecida en Tampico y Madero, y con
necesidades de empleo, infraestructura y servicios públicos mayores. Según apuntes de
Castillo Portes68 fue a principios de la década de los sesenta cuando se procedió a la
primera pavimentación de calles con concreto asfáltico en Altamira, siendo éstas las que
circundan la plaza en la zona centro; en cuanto a servicios públicos se refiere, la
información indica que las primera obra de drenaje fue implementada hasta 1968 con la
inauguración de un ducto de descarga por gravedad hacia una presa de oxidación. Al
igual que los servicios, la oferta educativa fue tardía. La primera secundaria llegó el 5
de octubre de 1968 a raíz de una campaña política de Magdaleno Aguilar Castillo69 y
Antonio García Rojas para senadores de la República por el Partido Revolucionario
Institucional. Cabe referir que en ese entonces el municipio contaba con una población
considerable como para prescindir de dichos servicios y oferta educativa, es decir,
29 386 habitantes registrados para el año de 1970 (INEGI, 1970).
Ahora bien, con el arribo de Hules Mexicanos S. A. efectuado en 1967, el área
urbana comenzó a formar una zona continua a través de un naciente corredor industrial.
Enseguida, la extensión de la red vial bosquejó un eje de distribución entre Tampico,
Ciudad Madero y la cabecera municipal de Altamira. A la par de este corredor se
observó un crecimiento urbano al margen derecho del río Pánuco en el municipio de
Pueblo Viejo, Veracruz. Esta forma urbana, que se expandió en territorios de dos
estados y cuatro municipios, constituyó desde ese entonces una región metropolitana.
En 1972, otra empresa multinacional relacionada con la fabricación de hules y
químicos se localizó en tierras altamirenses antes dedicadas a la agricultura de temporal:
Novaquim de Crompton Co. Este fue un momento significativo en la configuración
urbano-industrial que se suscitaba en tierras ejidales. Las comunidades de Miramar y
Francisco Madero quedaron prácticamente expuestas toda vez que el corredor industrial
avanzó paralelo a la línea del ferrocarril Tampico-Monterrey, mismo que atravesaba por
8 Fue expresidente municipal en el periodo de 1972-1975. Al año 2008 es el cronista del municipio. Entrevista realizada el 23 de agosto de 2008 en Altamira, Tamaulipas.69 Fue Gobernador de Tamaulipas en el periodo de 1941-1945. También fue dirigente de la confederación nacional campesina hasta antes de ser Senador de la República.
140
esos territorios; cabe mencionar trayecto concesionado a Transportación Ferroviaria
Mexicana S. A de C. V. (TFM). Para el año de 1973 la mancha urbana alcanzó una
extensión aproximada de 3 700 hectáreas , ubicándose en las partes más altas formando
un corredor urbano en dirección Villa de Altamira. En ese entonces el crecimiento de la
ciudad, al norte, ha penetrado consistentemente en los ejidos de Germinal, El Arenal y
Tancol del municipio de Tampico ligándose a las zonas rururbanas de Miramar y
Francisco I. Madero de Altamira.
La ausencia de una política de administración integral del espacio rural-urbano
en plena colindancia con un campo de PEMEX-Exploración y Producción denominado
“Campo Tamaulipas-Constitución” (caracterizado por registrar en su área una red de
ductos subterráneos alimentados por 719 pozos de extracción de petróleo y gas* 71)
repercutiría, años más tarde, en diversas problemáticas asociadas con el uso del suelo, es
decir, de asentamientos irregulares (humanos e industriales), lotificaciones con ventas y
permisos fuera y dentro de la ley, disputas por la tierra, especulación e impactos en la
calidad de vida de las personas debido al alto riesgo que trajo consigo el expandir la
ciudad industrial sobre una red de gasoductos.
Durante la década de los setenta la industrialización subordinó cualquier intento
de planificación territorial, incluso avasalló el desarrollo de las demás actividades
económicas, particularmente del sector primario. Con la industrialización se generó un
modelo extensivo de demanda de suelo, pero también se erigió como un “desarrollo”
que no previó sus efectos ambientales, ni reguló adecuadamente sus resultados en
términos de manejo de residuos, emisión de contaminantes a la atmósfera o descargas
en los cuerpos de agua circundantes. En lo que respecta a la demanda de suelo, se
orientaron estrategias de acceso y propiedad en la zona norte del municipio de
Tampico. Como era la única alternativa de crecimiento urbano, diversos ejidos
absorbieron el impacto del “bien común” toda vez que con las expropiaciones ocurridas
se destinaron espacios para la construcción de nuevas vías de distribución vial, zonas
industriales y predios para vivienda de interés social. En un informe generado en 1973
por la Comisión Nacional Coordinadora de Puertos se menciona que “ ^ l a presión, la
Superficie presentada en el Plan Director de Desarrollo Metropolitano Tampico-Madero, 1975, elaborado por la Secretaría del Patrimonio Nacional y la Comisión Coordinadora de Puertos con base en fotografías aéreas tomadas por la Compañía Mexicana Aerofoto, S. A.71 Información obtenida de una nota periodística de Cruz Serrano, —Pemex reactivará pozos de 104 años” El Universal, viernes 14 de marzo de 2008.
141
demanda y el constante incremento del valor de la tierra han promovido la ocupación y
venta irregular de la tierra, en su mayor parte sin autorización de subdivisión,
fraccionamiento o venta, condiciones que han acarreado serios problemas en la
propiedad”.
Como respuesta a este asunto, el gobierno federal por conducto de la Comisión
para la Regularización de la Tenencia de la Tierra (CORETT) y el Instituto Nacional
para el Desarrollo de la Comunidad Rural y la Vivienda (INDECO) procedieron a
regularizar la propiedad de la tierra dentro del territorio de los ejidos del norte de
Tampico (El Arenal y Tancol) y sur de Altamira (Miramar, Ejido de Laguna de la
Puerta y Francisco I. Madero). Con estas acciones encaminadas a cambiar los usos de
suelo en la zona se dio paso a una segunda fase de crecimiento industrial, siendo ésta de
una magnitud inadvertida tanto para el propio municipio altamirense como para los
ejidatarios ubicados en zonas más cercanas a la costa .
En 1974 las negociaciones para localizar una planta petroquímica de Petrocel
Temex en Altamira estaban dadas. Dedicada a la fabricación de dimetil tereftalato
(DMT), que es la materia prima para obtener el PVC, esta planta se instaló al interior de
un lote adquirido por su filial Temex y cuyas dimensiones oscilan entre 300 y 400
hectáreas. La importancia de este acontecer de propiedad de la tierra radicó en que el
corporativo visualizó el crecimiento industrial que se suscitaría en la zona, toda vez que
el entorno político nacional, con Luis Echeverría Álvarez en la presidencia de la
República, apuntó a favorecer la industria petroquímica privada a través de un subsidio
otorgado por la compra de materia prima procedente de PEMEX incluso aún cuando la
paraestatal no la produjera, es decir, materia prima abastecida por PEMEX a través de la
importación. Este esquema tomó forma en el periodo presidencial de José López
Portillo cuando en 1976, estando a cargo de la Secretaría de Hacienda Rodolfo
Moctezuma Cid, se incorporó el municipio de Altamira como zona prioritaria al interior
del Programa Nacional de Desarrollo Industrial (1976-1982). Con dicho proyecto a
favor del sector, la adquisición de tierras formó parte de parte de la estrategia de * 73
2 Planos del Instituto Nacional para el Desarrollo de la Comunidad Rural y la Vivienda (INDECO) plasmados en el Plan Director de Desarrollo Urbano de 1975 diseñado por la Secretaría de Patrimonio Nacional y la Comisión Coordinadora de Puertos.73 Empresa multinacional estadounidense vinculada con la mexicana Alpek, el Grupo Petroquímico de Alfa
142
crecimiento de Petrocel Temex ya que aseguró futuros espacios para la instalación de
otras plantas asociadas a su cadena de producción.
Este recién conglomerado industrial que se constituía en torno a Petrocel Temex
prontamente se vio enlazado por una vía primaria que se dispuso hacia el oriente del
municipio, específicamente hacia la franja costera. ¿Por qué en esa dirección? Debido a
la proyección que se estaba generando respecto de la construcción de un nuevo puerto
industrial de primer nivel en tierras altamirenses, alterno al concurrido y antiguo puerto
de Tampico (mismo que mantenía transferencia de carga de fluidos petroquímicos con
la terminal de Pajaritos en Coatzacoalcos, Veracruz ). Con el denominado Boulevard
Petrocel se estaría proyectando la estructura vial de la nueva ciudad industrial.
Durante esta década de transformación territorial se instaló el 16 de abril de
1977, en las inmediaciones del ejido Laguna de la Puerta, una nueva compañía
multinacional dedicada a la fabricación de negro de humo, materia prima que sirve a la
industria llantera nacional: Nhumo S. A. de C. V. Con esta localización y con el proceso
de expansión urbana que le siguió, se instituyó un importante, pero tardío, esfuerzo por
parte del gobierno federal tendiente a planificar las actividades humanas sobre el
territorio, ejemplo de ello fue la culminación en 1975 del Plan Director de Desarrollo
Metropolitano coordinado por la Secretaría del Patrimonio Nacional. Más que referir
una instrumentación eficaz del Plan, quizá su principal contribución fue el apuntalar la
Declaratoria de la Zona Conurbada de la Desembocadura del Río Panuco plasmada en
el Diario Oficial de la Federación fechado el 9 de enero de 1978. Con esta Declaratoria
se abrió la posibilidad de mayor financiamiento para el desarrollo urbano-industrial de
la ciudad, toda vez que incorporaría a dos entidades federativas (Tamaulipas y
Veracruz).
Al finalizar la década de los setenta la realización de obras públicas en torno a la
actividad industrial fue significativa. Se construyeron nuevos accesos viales en
conexión con la carretera Tampico-Mante, la cual prácticamente comenzó a formar
parte de la traza urbana designándole el nombre de Avenida de la Industria. Sin
embargo, como se ha referido, la ausencia de un marco jurídico e institucional tendiente
al ordenamiento territorial de la región, siguió repercutiendo en un incontrolado tejido
de asentamientos humanos en áreas federales sobre todo en el denominado Campo
Datos históricos de la Dirección General de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
143
Tamaulipas-Constitución de PEMEX. En ese entonces algunas colonias como la 20 de
Noviembre, Adolfo López Mateos, Independencia, Valle Verde y La Unión reflejaban
el transcurso que atañe a la migración de las familias del campo a la nueva ciudad
industrial o, en otras palabras, se representaba una fase más de proletarización del
campesino.
M apa IV.1. Expansión m etropolitana hacia el municipio de Altamira, 1930-1974
Fuente: SIG, Vera, R., con base en el P lan D irec tor de D esarrollo M etropolitano, Tam pico-M adero, 1975.
Como parte de este modelo de reproducción territorial del capital, que incumbe a
la ciudad industrial, se edificaron algunas colonias designadas a la nueva clase obrera,
tales fueron los casos de la Roger Gómez y la Enrique Cárdenas. Estas colonias
significaron, para la ruralidad altamirense, un cambio que patrocinó su inserción a la
ciudad, a la vida urbana, al ejército industrial de reserva. Altamira pasaba de ser una
ciudad satélite del proceso metropolitano con centro en Tampico a formar parte
elemental de la región.
144
IV.3. Construcción portuaria y organización del corredor industrial
petroquímico: periodo 1979-1984
En 1979 diversos ejidos ubicados al oriente del municipio como La Pedrera, Francisco
Medrano, Ricardo Flores Magón y Congregación Armenta presenciaron el arribo de
maquinaria pesada, la cual vendría a realizar los primeros trazos de lo que sería, pocos
años después, el puerto industrial Altamira. ¿Cuál fue el antecedente de esta adición de
infraestructura portuaria al contexto de la ciudad industrial Altamira?
La construcción del puerto industrial de Altamira estuvo ligada al Fondo
Nacional para los Desarrollos Portuarios (FONDEPORT). Éste fue un fideicomiso del
gobierno federal creado en 1975 a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes que tuvo como objetivo promover el desarrollo en los litorales del país. Su
principal atributo consistió en establecerse como un organismo promotor por medio del
cual se transfiriera, como patrimonio, la tierra aledaña a los puertos; con este bien, el
fideicomiso lograba ingresos por concepto de venta y estimulaba posibilidades de
inversión extranjera directa en materia de infraestructura, todo acorde a las proyecciones
de la administración pública federal. Según apuntes de Zorrilla, J. (2009:168), en 1978
esta institución fiduciaria inscribió su acción dentro del Programa Nacional de
Desarrollo de Puertos Industriales en el cual se gestionaban inversiones en tres zonas
estratégicas del litoral mexicano: Lázaro Cárdenas en el estado de Michoacán;
Coatzacoalcos en Veracruz; y Altamira, en la costa sur del estado de Tamaulipas.
En lo que concierne al proyecto puerto industrial Altamira, se reiteraba en los
discursos políticos la necesidad de crear un puerto capaz de responder a los procesos de
cambio motivados desde el transporte marítimo en su relación con el comercio
exterior75. La perspectiva de fondo para su inversión consistió en generar un polo de
desarrollo basado en las empresas petroquímicas que venían localizándose en el
municipio aprovechando la cercanía de la refinería de PEMEX (ubicada en Ciudad
Madero). Otro de los objetivos consistió en provocar un mejor y más fluido enlace entre
el litoral del Golfo de México y el Pacífico. Hay que señalar que ésta posibilidad de
Para muchos estudiosos de la logística global el sector comunicaciones y transportes ha sido fundamental en el proceso de reestructuración de la economía internacional. Para más información, ver: Broeze, F., “Containerization: The Ultimate Internationalization of liner shipping” The Globalization o f the Oceans, International Maritime Economic History Association, Canada, 2002.
145
origen-destino con nodo en Altamira vendría a sumarse a la logística que atañe a uno de
los ejes transnacionales de comercio ocurridos por la vía marítima del Atlántico.
Para lograr este nodo de procesamiento y distribución se hizo imprescindible
contar con amplias superficies de terreno en las cuales se pudieran albergar tanto zonas
industriales como terminales especializadas que permitieran la integración de cadenas
productivas (en lo referente a expropiaciones ver capítulo V); en otras palabras,
estrechando el tiempo y expandiendo el territorio entre productores y mercados. En esa
tesitura, el polígono del puerto industrial Altamira se proyectó en una superficie por
demás significativa: en más de 11 mil hectáreas, parte de ellas con frente de agua
oceánica (API-Altamira, 2008). La mitad de esta cantidad de hectáreas correspondieron
a la administración de FONDEPORT, y el resto se repartieron entre zonas de agua,
obras marítimas, infraestructura urbana y para la delimitación de un cinturón ecológico,
quedando de la siguiente manera: 3 075 hectáreas de recinto portuario76, 5 098 hectáreas
para crecimiento industrial y 1 422 hectáreas de zona de amortiguamiento ecológico.
Casi al finalizar el periodo portillista entre 1981 y 1982, con Emilio Mújica
Montoya a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y con José Andrés
Oteyza en Patrimonio y Fomento Industrial (antes Patrimonio Nacional), se
construyeron las escolleras, espigones, canal de acceso, dársena, el primer tramo de
muelle de la terminal de usos múltiples y parte del área destinada al parque industrial.
Con ello, la conformación de un nodo de producción y transferencia en relación con la
actividad petroquímica daba su segundo brío al crecimiento, en plena territorialización
de la industria transnacional petroquímica en la zona sur tamaulipeca.
En la escena estatal, específicamente con Emilio Martínez Manautou al mando
del Ejecutivo (1981-1987), se administraron cerca de 500 millones de pesos provenidos
del BANCOMEXT, por concepto del fondo para el fomento a las exportaciones, en
beneficio, sobre todo, de aquellas industrias agrupadas en un organismo central que se
conformó con el nombre de Asociación de Industriales del Sur de Tamaulipas A. C.
(AISTAC); organismo fundado en 1980 que representa a las industrias más importantes
localizadas en Altamira y que sirve de medio de comunicación y enlace entre la
industria, comunidad y autoridades.
6 A manera de comparar la extensión del recinto portuario de Altamira podemos señalar que el de Coatzacoalcos, Veracruz, abarca una superficie de 352 hectáreas y el de Lázaro Cárdenas 537 hectáreas en una superficie total de 3 397 hectáreas.
146
Con estos elementos de cambio y respuesta, emanados de la relación entre
gobierno e iniciativa privada, la evolución del conglomerado industrial y el desarrollo
del puerto se habían conjugado para convertirse en un proyecto estratégico que venía
incorporándose en diversos programas federales. Ejemplo de ello fue su inclusión como
zona prioritaria del Programa Nacional de Fomento a la Industria y Comercio Exterior
(PRONAFICE) cuyo objetivo consistía en articular las diferentes ramas industriales
para hacer la región competitiva internacionalmente. En ese entonces, las relaciones
comerciales internacionales registraron cambios notables tanto en la configuración de
flujos como en la formulación de políticas y acuerdos con incidencia directa en México,
ejemplo de ello fue la creación, en 1980, de la Asociación Latinoamericana de
Integración (ALADI) y los primeros momentos de pacto al Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) que se concretarían oficialmente en 1986.
A la par de las grandes obras derivadas del proyecto portuario se establecieron
en la zona nuevas industrias petroquímicas. En 1981 se agregó al corredor industrial la
empresa PolicydS. A. de C. V., la cual estaría colocando en el mercado extranjero parte
de su capacidad nominal de 72 mil toneladas anuales de resinas de suspensión
homopolímero para la formulación de productos rígidos y flexibles (en Estados Unidos,
Centro y Sudamérica, Europa y Medio Oriente). Un año después, en 1982, se sumaría al
conglomerado Negromex para dedicarse a la fabricación de hule sintético,
abasteciéndose de butadieno provenido de PEMEX. Una fecha importante y que marcó
la pauta del dinamismo industrial en terrenos del FONDEPORT fue el año de 1983,
toda vez que se instaló la primera industria petroquímica en las instalaciones del parque
industrial puerto de Altamira: Primex, integrada a la cadena de cloro-vinilo con especial
énfasis en el policloruro de vinilo (PVC).
Hay que señalar que cuando arribó Primex a la zona industrial aún no se
inauguraba el recinto portuario por lo que la infraestructura era incipiente. Inmersa en
este panorama, la firma tuvo que negociar ciertas participaciones con el gobierno
federal a fin de participar en la construcción de ciertos tramos carreteros, además de
propiciar un mayor dinamismo en lo que concierne a la realización de obras de dotación
de agua, energía eléctrica y prolongación de la vía férrea hacia el interior del parque.
Con dicha presencia, Primex inició una fase de expansión al incrementar su capacidad
147
productiva que, en sus inicios, fue de 60 mil toneladas al año . A la par, la zona
industrial del puerto estaría experimentando el comienzo de su cometido y por
consiguiente la ocupación de las tierras ejidales expropiadas. Cabe señalar que la
construcción de la planta Primex-Altamira se realizó en una extensión de 32 hectáreas y,
en igual situación fabril, se abastecía de materia prima proveniente de PEMEX.
M apa IV.2. Expansión m etropolitana hacia el municipio de Altamira al año 1984
77
Fuente: SIG-Vera, Rodrigo, 2008, con base en el Plan Director de Desarrollo Metropolitano, Tampico- Madero, 1975.
Los estímulos fiscales para el fomento a la localización industrial parecían estar
funcionando. Con Miguel de la Madrid Hurtado en la presidencia de la República
(1982-1988), se habían generado dos etapas de adecuación a la cadena de comercio
petroquímica. La primera de ellas fue verdaderamente corta; duró a lo mucho los dos
primeros años de su gestión. La fase se caracterizó por presentar un Estado ratificador
Al año 2006 su capacidad productiva es de 340 mil toneladas.
148
de la política sustitución de importaciones que, de acuerdo con Italo Tajer Scavilli ,
sirvió al principio, pero fue usada en extremo. Básicamente lo que otorgó el Estado, a
través de PEMEX, con Jesús Silva Hérzog en Hacienda y Crédito Público y con Carlos
Salinas de Gortari en Programación y Presupuesto, fue un descuento de 30% por la
compra de materia prima (petroquímica básica) proveniente de PEMEX y 30% en
energéticos (sobre todo de energía eléctrica) a todas aquellas industrias que decidieran
instalar sus plantas en cualquiera de las zonas geográficas establecidas por la federación
(entre ellas Altamira).
Una vez localizadas (tal y como lo hicieron Polycid, Negromex, Primex y poco
después Finacryl), los industriales se vieron beneficiados por dichos mecanismos
fiscales. Sin embargo, desde la óptica empresarial de Tajer Scavilli, “la sobreprotección
practicada por parte del Estado volvió inmaduros a muchos industriales y no los preparó
para ser eficientes en sus relaciones con el exterior, toda vez que la protección al
comercio exterior (en petroquímica básica) impidió que fuera transferida de manera
directa tecnología importada”. A saber del empresario, esta política otorgó prioridades a
los bienes de consumo y descuidó a los intermedios y de capital, y tal vez la peor de sus
fallas, no preponderó las exportaciones -por temor al desabasto- y como consecuencia
no hubo crecimiento sostenido en PEMEX-Petroquímica. Recordemos que en el entorno
legislativo, respecto de la reestructuración energética de PEMEX, venía tomando fuerza
la desregulación del sector petroquímico a fin de abrir espacios al sector privado. El
poderío trasnacional, con plena intervención y posición neoliberal, venía ganando
espacios de representación en el diseño de la política energética (incluido el sector
eléctrico como veremos más adelante). Prontamente las industrias localizadas en
Altamira en la década de los ochenta y que se abastecían de PEMEX tendrían que
buscar nuevas opciones de abasto debido al pasaje de liberación que, como se ha
demostrado en el capítulo anterior, se venía bosquejando en la petroquímica nacional.
Es precisamente la escena de liberación que marcó el segundo momento de cambio con
impacto territorial en la región altamirense.
78
8 Actualmente es Director de Royal Group S. A. de C. V. y es Presidente de la Industria del Plástico en México. Fue el actor clave que decidió en buena parte la localización de la industria Primex en Altamira, Tamaulipas, en 1983. Ya como director general, convirtió a Grupo Primex, actualmente Mexichem, en la firma más importante productora de PVC; es pionero en el desarrollo de sistemas de PVC para la construcción y promotor del uso de este plástico en todos los mercados. Entrevista realizada el 30 de septiembre de 2008 en el parque industrial Altamira.
149
IV.4. Engranajes del proyecto industrial Ciudad-Altamira: periodo 1985
1999
El año de 1985 fue un periodo de cambios. Uno de los más impactantes fue cuando el
Estado eliminó el candado correspondiente a la compra de materia prima proveniente de
PEMEX; con ello, se abrió la libre importación de petroquímicos básicos. La industria
local absorbió de diferentes formas el suceso. Ejemplo de ello fue el repentino desabasto
que perturbó las operaciones fabriles de Primex, esto a casi dos años de haber iniciado
actividades. A la empresa se le canceló el suministro de monómero de cloruro de vinilo
que es la materia prima que usa para hacer PVC. Tras el desabasto vino la organización
forzada entre grupos industriales y, con ello, el inicio de nuevos encadenamientos de
comercio exterior e indicios de clusterización.
Se requirió de nuevos proveedores, pero más aún se necesitó de generar
infraestructura ad hoc, es decir, terminales marítimas, ductos, tanques de
almacenamiento, etc., todo para recibir buques especializados en carga de fluidos
provenientes de América del Norte, Europa y Medio Oriente. En este sentido, Primex
tomó la iniciativa organizacional encaminada a construir en el puerto de Altamira (el
cual se encontraba cercano a su inauguración) la primera terminal privada en México
para recibir insumos petroquímicos. En pocos años la recepción de fluidos por la vía
marítima de Atlántico estaría tomando forma a través de la Terminal Petroquímica
Altamira (TEPEAL).
En ese entonces, la primera etapa de construcción del puerto de Altamira había
concluido. Su inauguración se respaldó por un decreto que data del 31 de mayo de 1985,
en el cual el gobierno federal instauró un organismo público descentralizado, llamado
Sistema Portuario Tampico-Altamira (SPTA). Este organismo operaba en conjunto con
un sindicato inscrito bajo la figura jurídica de cooperativa, conocido como el Gremio de
Alijadores (vid supra: pg.157). Con ello, se había iniciado un sistema o complejo
portuario “complementario” que incluía a los dos puertos de altura de la región:
Tampico y Altamira, dada la cercanía geográfica de sus instalaciones (32 kilómetros).
De acuerdo con Martner P., et al., (1999: 5), la administración interportuaria fue la
primera experiencia en su tipo en el país, es decir, una sola entidad administrativa para
150
dos establecimientos. Asimismo, con el organismo creado, se instauró el primer intento
de descentralización portuaria nacional.
En 1986 el puerto de Altamira se estrenó como puerto de altura, lo que significó
que el complejo cumplía con las condiciones necesarias para alcanzar el cometido de los
industriales en su búsqueda por asegurar el abasto de materia prima importada, esto por
la vía marítima del Atlántico. Inmersas en este esquema operacional, las grandes
industrias localizadas en Altamira procedieron.
La construcción de la Terminal Petroquímica Altamira (TEPEAL), en tierras
situadas frente a la ciaboga del puerto, se perfilaba como un nodo emergente de las
redes de distribución y transferencia de fluidos del orbe. Este fue un proyecto en buena
parte liderado por Primex, en asociación inicial con Petrocel S. A., Policyd S. A. de C.
V. y Plásticos Omega S. A. (empresa de menor tamaño que mantuvo nexos logísticos en
el proyecto). Cabe mencionar que Hules Mexicanos S. A., una de las primeras empresas
localizadas en Altamira, en principio se interesó en el proyecto, pero al final no se
incorporó, quizá por la crisis económica que aquejó a la industria química y
petroquímica en aquel entonces . Ya en asociación, se le confirió a Grupo Primex el
desarrollo del proyecto TEPEAL. El lote se dividió en partes convenidas, en las cuales
cada empresa construyó sus propias esferas o tanques de almacenamiento.
A finales de 1987 la terminal petroquímica venía tomando forma. Se calculaba el
muelle requerido en relación con la dársena de ciaboga, misma que se caracterizaba por
tener una posición de atraque de 250 metros de longitud. A la par del muelle, desde la
terminal se procedió a extender un sistema de ductos en dirección a sus industrias
matriz. Habiendo concluido estas obras se iniciarían operaciones en 1989. Al paso de
unos años, dos firmas más se sumaron a TEPEAL: Indelpro, S. A. de C. V. y Mexichem,
S. A. de C. V. (esta última adquirió en el 2004 a Primex, líder mexicano en la
producción de resinas y compuestos de PVC). En la actualidad TEPEAL se ha
convertido en un nodo internacional de transferencia que recibe por la vía marítima más
de un millón de toneladas de productos químicos por año (TEPEAL, 2008).
Las dimensiones de las obras del puerto de Altamira significaron un entorno de
certidumbre de localización para otros grupos industriales del ramo. En la fase de
construcción de TEPEAL se establecieron, en terrenos del puerto industrial, nuevas 79
79 Información obtenida de la entrevista realizada a Italo Tajer Scavill, empresario y directivo que realizó las gestiones necesarias para la edificación de la TEPEAL en el periodo de1987-1989.
151
industrias vinculadas a la petroquímica secundaria. En 1985 se instaló Finacril S. A.
(que después se convertiría en empresa subsidiaria de Kaltex Fibers S. A.). Esta
empresa, dedicada a la fabricación de fibras acrílicas útiles en la rama textil, aprovechó
el puerto de Altamira tanto para incursionar en los mercados internacionales como para
facilitar el traslado y almacenaje de sus insumos. A su arribo, según información de
Martínez, L., (2003), se abastecía de acrilonitrilo y metil-fornida proveniente del
complejo petroquímico Independencia de PEMEX, en San Martín Texmelucan y del
complejo Pajaritos ubicado en el sureste de Veracruz . En esas fechas también se
instaló, en la zona industrial del puerto, Altaresin, S. A. de C. V., empresa de mucha
menor capacidad de producción que Policyd (emplazada en 1981 en el corredor
industrial) la cual se dedicó a elaborar resinas y PVC a partir del butadieno y estireno.
El poderío industrial daba señales de consolidación; bastó con observar el acelerado
crecimiento industrial que se implantaría en la década de los noventa.
¿Qué sucedía a las afueras del polígono portuario? Los conflictos por la
propiedad de la tierra en Altamira venían sumándose, sobre todo por la conformación de
nuevas colonias en zonas federales y ejidales, además de la propagación de lotes para
uso industrial en territorios rurales. Estas tensiones mostraron un Estado lejano a los
proyectos productivos de la sociedad rural, al ser incapaces de entender las necesidades
locales.
Habían transcurrido tres años desde que la administración pública federal, a
través de la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, había decretado el
Plan de Ordenación de la Zona Conurbada de la Desembocadura del Río Panuco (DOF
30 de agosto de 1982). Sin embargo, la instrumentación del plan dejó entrever cómo las
reservas de suelo para el crecimiento de la ciudad se anticipaban al diseño de
instrumentos de planificación territorial municipal, perturbando con ello la propiedad
ejidal. El 16 de febrero de 1985, por decreto oficial, se expidió la Declaratoria de
Reservas, Usos y Destinos y con las dotaciones de tierra se estableció un proceso de
transformación territorial al interior de diversos ejidos, es decir, en sus formas
organizativas y/o administrativas.
En efecto, según documentos de la Comisión Reguladora de Tenencia de la
Tierra (CORETT), al finalizar la década de los ochenta se incrementaron las solicitudes *
0 Al 2004 Kaltex Fibers S. A. antes Finacril S. A., registró una capacidad instalada de fabricación de 70 mil toneladas anuales en sus plantas localizadas en Altamira, Tamaulipas. México.
152
ejidales tendientes a deslindar zonas de urbanización, disminuyendo, con ello, el
número de parcelas registradas. La disposición de lotes para venta y así obtener recursos
para el fondo comunal se convirtió en un proceso habitual. Con ello, aumentó
considerablemente la población en ciertas partes del municipio, principalmente en
aquellas que lindan con la carretera Tampico-Mante o Avenida de la Industria y con el
corredor urbano Altamira-Madero. La venta irregular de la tierra en los ejidos de
Altamira, Laguna de la Puerta, Miramar, Francisco I. Madero y La Pedrera hacen
constar la presión de la demanda acontecida, pero también el incremento del valor de la
tierra ocurrido (CORETT); factores subsecuentes que promovieron la ocupación del
suelo sin autorización de subdivisión, fraccionamiento o venta, acarreando cada vez más
serios problemas en la propiedad de la tierra. El esquema anárquico de planificación
acontecido dos décadas atrás en tierras tampiqueñas se repetía.
Al iniciar la década de los noventa, la administración estatal de Américo
Villarreal Guerra (1987-1993) en vinculación con el gobierno federal, informaron la
conclusión de las obras de infraestructura regional situadas en la carretera número 80
Tampico-Miramar-Altamira-Estación Ferroviaria Cuauhtémoc (dirección Victoria). La
ampliación a cuatro carriles del tramo carretero se añadió al perfeccionamiento del
enlace terrestre Monterrey-Altamira, mismo que fue propiciado por las fuerzas
económicas instauradas en ambas ciudades.
Con el perfeccionamiento de la infraestructura de enlace terrestre, sumada a la
portuaria y ferroviaria, el Estado popularizó las ventajas comparativas de la región.
Otorgando derechos sobre la tierra amparó una nueva faceta de adición industrial en
Altamira; nuevas plantas líderes en las ramas de producción química y petroquímica con
ventas de más de 3 mil millones de dólares anuales se ensamblarían al proyecto de
ciudad industrial, ejemplo de ello fue la adquisición por parte de la corporación Basf
Chemical Co. de las primeras 110 hectáreas destinadas al emplazamiento de sus plantas
productivas. En 1990 este corporativo comenzó la construcción de sus primeras
instalaciones en un momento en el cual la zona conurbada del sur de Tamaulipas y norte
de Veracruz, aglutinaba a 560 890 personas en una superficie aproximada de 3 500
hectáreas81. Cabe señalar que Altamira venía incrementado considerablemente la
población ocupada en el sector secundario, pasando de 2 598 registradas en 1980 a
81 ITERR-INEGI, 1990 y SIG-Vera Rodrigo con base en el SIG-Delimitación de las zonas metropolitanas en México, 2005, publicado por el INEGI, CONAPO y SEDESOL, 2007.
153
8 216 en 1990 (ver gráfica IV.1.). En realidad, el municipio de Altamira, al entrar la
década de los noventa, se visualizó como reserva territorial para uso industrial.
Gráfica IV.1.
Población ocupada por sector de actividad en el municipio de Altamira,
Tamaulipas, 1950-2010
Fuente: Elaboración propia. INEGI, censos generales de población y vivienda, años seleccionados.
En ese entonces el proyecto emergente de Altamira se estaría resolviendo en un
marco de fusiones empresariales y de liberación portuaria. En 1991 arribó, a las
instalaciones industriales del puerto de Altamira, una planta de Polimar S. A. de C. V.
dedicada a la producción de acrilonitrilo butadieno estireno (ABS). Según información
de Martínez. L., (2003), ésta planta industrial se abastecía de butadieno y estireno de la
refinería Madero y de cloruro de vinilo y acrilonitrilo procedente del sureste
veracruzano, materia prima utilizada para la fabricación de caucho sintético y plásticos.
Ese mismo año se instaló General Electric Plastics firma global productora también de
resinas de acrilonitrilo butadieno estireno (ABS), pero agregando a su producción
copolímero de policarbonato (PC), resina de estireno-acrinitrilo (SAN) y polímeros de
butadieno (HRG), productos ampliamente utilizados en la industria automotriz, salud,
electrónica, transporte, envases, construcción, iluminación, telecomunicaciones y
154
medios ópticos. Con esta instalación básicamente se estaría concretando un negocio
entre Polimar y la división de plásticos de General Electric, toda vez que ésta última
adquiriría unos años después la planta de ABS Polimar S. A de C. V . Es de hacer notar la
magnitud de estas fusiones toda vez que al expenderse General Electric, a través de su
división de plásticos, ha agregado a más de 11 mil empleados en 20 países.
Pero la historia de estas firmas no concluye con dicha transacción, por el
contrario, 16 años después G. E. Plastics fue absorbida por una de las compañías líderes
en la producción de productos químicos, fertilizantes, plásticos y metales, la cual está
controlada en 70% por el Gobierno de Riyadh, capital y más grande ciudad de Arabia
Saudita: Saudi Basic Industries Corporation (Sabic); es la compañía pública más grande
de Medio Oriente, valuada en 80 mil millones de dólares y una de las 10 más grandes
empresas petroquímicas del mundo. Con la adquisición de la división de plásticos de
General Electric, Sabic estaría aglutinando en su plantilla laboral a más de 30 mil
empleados, distribuidos en el mundo. Según Conde, M., (2007), apoyada en notas
periodísticas del New York Times y el Wall Street Journal, uno de los motivos expuestos
por General Electric para justificar la venta de su división de plásticos se basó en el
declive de los beneficios provocados por el aumento del precio del petróleo y el
benceno, materia prima para fabricar los plásticos. No es de extrañar que Sabic haya
ganado la licitación, basta con recordar que el control del mercado del petróleo lo
mantiene la OPEP, es decir, Medio Oriente en virtud de la magnitud de sus reservas
probadas (ver capítulo III). Una vez concretada la adquisición de G. E. Plastics,
Mohamed Al-Mady, vicepresidente de Sabic, indicó que “la intención de la firma es
hacer crecer su negocio global al agregar los plásticos de alto rendimiento a la línea de
productos commodities” (Conde, M., 2007).
Volviendo al acontecer industrial de la década de los noventa suscitado en
Altamira, en 1992 se instaló a las afueras del polígono portuario una de las empresas
constitutivas de Alpek, el Grupo Petroquímico de Alfa que produce y comercializa
resinas de polipropileno en el mercado mundial: Indelpro S. A. de C. V . El socio de
Alpek en esta empresa es LyondellBasell Polyolefins Inc. (antes Montell), líder mundial
en tecnología y producción de polipropileno. La planta de Indelpro inició operaciones
en Altamira con una capacidad de producción de 200 mil toneladas anuales asegurando
155
la distribución de materias primas y productos terminados a través de la infraestructura
portuaria edificada.
Tras el arribo de Indelpro la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT),
a cargo de Emilio Gamboa Patrón (1992-1994), prosiguió destinando recursos para la
realización de nuevas obras de infraestructura vial, en particular para la construcción de
puentes y distribuidores en la zona industrial y portuaria de Altamira. Con ello, se
estaría estructurando una red de comunicación terrestre en función de tres vías
primarias: Boulevard de los Ríos, Boulevard Petrocel y Boluevard Primex. La
promoción de Altamira como “territorio de inversión” tomaba forma.
En 1993 comienza la construcción de una planta de Polioles S. A. de C. V. en un
lote ubicado en colindancia con el Boulevard de los Ríos. El emplazamiento de Polioles
en el puerto industrial se debió, en buena parte a la estrategia de expansión productiva
que pretendería la química alemana Basf. ¿A qué se debe esta afirmación? Precisamente
a que Polioles potencia capacidades, al tiempo que es manejada en asociación con los
Grupo ALFA y Basf AG . Un año después, en 1994, Polioles se inaugura con
capacidad de producción de 20 mil toneladas anuales de poliuretanos, surfactantes,
biocidas, agentes quelantes, dispersantes, antiespumantes, emulsionantes, uretanos y
poliestireno expansible. La particularidad de esta planta industrial, radica en que es
catalogada como la más importante planta industrial del continente americano en
producción de styropor, resina de poliestireno expansible (EPS). Al momento en que
Polioles comenzó con la construcción de su planta, se había concretado, por decreto
oficial del 19 de julio de 1993, la concesión de puertos nacionales a favor de las
administraciones portuarias integrales (API), es decir, se había definido la liberación del
sector portuario a favor de la iniciativa privada.
En efecto, el nuevo empuje a la política de industrialización ideado en el periodo
presidencial de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) vendría a definir un contexto
diferente en la administración del complejo industrial-portuario de Altamira, toda vez
que se motivó una reforma portuaria caracterizada esencialmente por la privatización de
los aspectos organizativos y operativos que atañen al funcionamiento de los puertos y la * 83
2 Entre las empresas que forman parte de este Grupo se encuentran Nylon de México, S. A., Petrocel - Temex, S. A. de C. V., Akra - Polyester, S. A. de C. V., Alestra, S. A. de C. V., Galvak, S. A. de C. V.,Univex, S. A. y SIGMA, entre otras.83 Cuenta con una red de producción y distribución de 345 filiales en el mundo que emplean a 82 mil personas; es propietario del complejo químico más grande de Europa.
156
administración de sus tierras aledañas. A la par de la reestructuración portuaria estaría
por publicarse en el Diario Oficial de la Federación el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN), específicamente el 20 de diciembre de 1993 y entrando en
vigor el 1 de enero de 1994. Con este acuerdo comercial, firmado por México, Estados
Unidos de América y Canadá, se plasmaron los derechos y obligaciones de los tres
países en relación con el petróleo crudo, gas, productos refinados y petroquímicos
básicos, a través de mecanismos que permiten su liberalización a corto y mediano plazo.
Arropadas por este panorama se añadieron nuevas plantas, de firmas multinacionales, a
la ciudad industrial Altamira; cabe subrayar, apuntándose, al modelo neoliberal, la
expulsión del Sindicato Gremio Unido de Alijadores del puerto de Altamira.
IV.4.1. La reforma portuaria vs el Gremio Unido de Alijadores en el puerto industrial
Altamira
El panorama que enfrentó el sistema nacional portuario ante la apertura comercial, que
México comenzó a experimentar desde 1986 con la entrada al Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), trajo consigo un singular debate respecto de
la eficiencia de los puertos del país. Se decía que el crecimiento del comercio exterior
amenazaba con provocar una crisis portuaria, a la vez que se señalaba, desde los
sectores gubernamental, empresarial e incluso desde algunas esferas académicas como
el Instituto Mexicano del Transporte (IMT), la incapacidad de los puertos para
promover un servicio de calidad y competitivo de carácter internacional. En este tenor,
la política de comunicaciones y transportes, definida en el periodo salinista (1988
1994), tomó nuevos horizontes hacia la liberación. Básicamente lo que se estableció en
el Plan Nacional de Desarrollo fue que la participación del Estado en la creación de
infraestructura constituye una función de rectoría e impulso al desarrollo nacional, la
cual se complementa y fortalece con la participación de los recursos de los particulares
en su construcción y operación.
En ese contexto, a partir de 1989 la Secretaría de Comunicaciones y Transportes
(SCT), con Caso Lombardo al cargo (1988-1992), emprendió un proceso de cambio
encaminado a promover una mayor participación del sector privado en actividades que
estaban contempladas como de su exclusiva competencia. La SCT redefinió su
157
funcionamiento conforme a un nuevo esquema organizacional que se orientó a delimitar
la competencia de las unidades centrales, órganos desconcentrados y entidades públicas,
mientras que la prestación de los servicios y la construcción de las obras relativas las
ejecutarían entidades públicas y órganos desconcentrados, o por concesión los
particulares. Consecuentemente se extinguió la Comisión Nacional Coordinadora de
Puertos para dar paso a Puertos Mexicanos, organismo encargado de planificar la
administración de los puertos . De acuerdo con Zorrilla, J., (2009:92), la mayoría de
los servicios portuarios, hasta antes de la reforma a la Ley de Puertos de 1993, eran
prestados, a través de los sindicatos, que operaban bajo contratos colectivos en
exclusividad.
La verdadera reforma, o al menos la que concretó la estrategia neoliberal en el
sector, fue la promulgación de la Ley de Puertos de 1993; siendo el instrumento
institucional con el que se respaldó la participación del sector privado en la
administración y manejo portuario. Con la reformada Ley se dio origen a la figura
denominada Administración Portuaria Integral (API) la cual, al estar constituida como
una sociedad mercantil mexicana, se le faculta para planear, promover, operar,
desarrollar, conservar y dar mantenimiento a los bienes del dominio público que le han
sido concesionados.
Dentro de las jurisdicciones otorgadas a la iniciativa privada se incorporaron
aquellas como opinar sobre la delimitación de las zonas y áreas del puerto, formular las
reglas de operación del puerto, celebrar contratos de cesión parcial de derechos y
otorgamiento de permisos, determinar las bases de regulación tarifaria y participar en
una comisión consultiva del puerto en coordinación con los sindicatos. En este último
punto, en relación con el nuevo orden laboral, se incluyó la participación de los
sindicatos en la promoción del puerto, coadyuvando a la emisión de recomendaciones
en relación con aquellos aspectos que afecten la actividad urbana y el equilibrio
ecológico de la zona, así como de los principales proyectos de inversión para la
expansión y modernización del puerto. La pregunta que surge entonces es ¿cómo fue el
proceso de desmembramiento sindical inmerso en la operación del puerto industrial de
Altamira? 84
84 Información recabada de la SCT, Antecedentes de la SCT, disponible en: http://www.normatividad.sct.gob.mx/index.php?id=567
158
De acuerdo con Salvador Sánchez Garza, Director General de Infraestructura85Portuaria Mexicana, S. A. de C. V. (IPM) , en un primer momento el Gremio Unido de
Alijadores manifestó enérgicamente su inconformidad para licitar o concursar por la
prestación del servicio portuario. El sindicato argumentó que era improcedente
concursar para la operación toda vez que ésta se había prestado durante décadas en el
recinto portuario de Tampico bajo el respaldo de un decreto presidencial* 86. Esta
situación suponía para el Gremio un derecho adquirido. Ante tal circunstancia, el
gobierno federal, con Salinas de Gortari en la Presidencia y Carpizo McGregor en
Gobernación, actuó con determinación haciéndole ver al dirigente del sindicato que la
forma de operación portuaria había tomado nuevos transcursos con la expedición de la
nueva legislación.
El principal argumento de negociación utilizado por el gobierno federal para
dominar y dirigir el proceso de adaptación consistió en convencer a los dirigentes del
Gremio que ésta nueva forma de administración les brindaría mayor certidumbre
jurídica. Por lo que fueron persuadidos para formular un contrato de cesión parcial de
derechos, el cual constituía un instrumento jurídico de mayor confiabilidad. Para ello el
gobierno se dedicó a fragmentar la perspectiva del Gremio respecto del derecho
adquirido de operación portuaria haciéndoles ver que éste podía quedar sin efectos
5 Entrevista realizada el 12 de octubre de 2006, en las instalaciones del puerto industrial de Altamira.86 Alijadores tiene una gran historia en el puerto de Tampico; su característica es que nace con la filosofía socialista de finales del principios del siglo XX. Además fue el eje del sindicalismo, cooperativismo y mutualismo en tiempos que las necesidades sociales lo requerían. En la revolución de 1910, su fundador Samuel Albino Kelly, participó con los famosos “Batallones Rojos”, el líder se incorporo al ejército de Venustiano Carranza buscando mejorar, al término de la Revolución, al obrero. Durante su estadía organizó a los alijadores en una época en que era delito formar organizaciones sociales; inteligentemente bajo la figura de una Sociedad Civil concurrió a negociar con el gobierno a la salida de Porfirio Díaz rumbo a Paris. En 1921 los trabajadores del puerto de Tampico se integraban en una comisión para negociar condiciones de trabajo con la compañía del estadounidense Edward M. Rowley, la cual operaba el puerto a raíz de una concesión hecha por el presidente Porfirio Díaz. Así nacía el Gremio Unido de Alijadores en 1922. Gobernaba el General Álvaro Obregón y su representante Isauro Alfaro Otero logró conseguir la concesión del puerto en lo que respecta a la carga y descarga de los buques, apoyado por el asesor del Gremio y que después llegaría a presidente de la República: Emilio Portes Gil. Éste, los guió por el camino del cooperativismo, adoptando esa forma jurídica, porque era la que más se acercaba a los ideales de los trabajadores que, durante muchos años, habían sido explotados por la empresa norteamericana “La Casa Rowley”. Isauro Alfaro, se convirtió en un activista organizando a los trabajadores de México, él apoyó y financió a los obreros de las refinerías de Tampico que, con el tiempo, se convertirían en uno de los Sindicatos más poderosos del país. En 1929 Alfaro Otero fue asesinado. Dos años después del acontecimiento se organizaría el primer Congreso Cooperativista Nacional a partir del cual la presencia del Gremio Unido de Alijadores se extendería durante los siguientes sesenta años. Para más información ver: Compean Vibriesca, Gustavo, “El Gremio Unido de Alijadores de Tampico”, LaSpecula.com International News, noviembre, 2007. También ver: Gremio Unido de Alijadores, Entender el pasado para explicarse el presente: Gremio Unido de Alijadores, 1911-1993, Universidad de Texas, 1994.
159
legales en el momento que se expidiera otro que así lo determinara (Zorrilla, J., 2008:
224).
En este contexto, el gobierno federal dejó claro que bajo esas condiciones era
necesario que el sindicato cambiara su esquema organizativo, lo anterior para estar en
condiciones de concursar por la operación del puerto de Tampico. En estricto sentido el
Gremio tenía que abandonar la figura jurídica de cooperativa, para constituirse en una
sociedad mercantil.
Después de extensas negociaciones finalmente el Gremio cedió y acordó dejar el
puerto de Altamira y concentrase en cambiar su personalidad jurídica para después
concursar por el puerto de Tampico. Cuando el Gremio completó su transformación,
pudo ganar la licitación, obteniendo el contrato de cesión parcial de derechos que le
permitiría seguir operando en el puerto de Tampico. Por lo que toca a la operación del
puerto de Altamira, se argumentó que el Gremio no tenía la capacidad económica que se
demandaba para el equipamiento y mantenimiento del puerto, por lo que decidió no
participar en la licitación para su operación, concentrándose únicamente en Tampico.
Con relación al aspecto laboral, en Altamira se presentó una historia distinta a la
de Tampico. Los aspectos de la reestructuración se hicieron cada vez más evidentes
cuando gran parte de la plantilla laboral manifestó su deseo por abandonar al Gremio y
permanecer en Altamira .
Una vez que se dieron todos estos acontecimientos, el 29 de junio de 1994 la
Secretaría de Comunicaciones y Transportes otorgó a la Administración Portuaria
Integral de Altamira S. A. de C. V. (API-Altamira) la concesión integral para el uso,
aprovechamiento y explotación de los bienes localizados dentro del recinto portuario de
Altamira* 88. Con la nueva figura administrativa el proyecto industrial portuario se dirigió
hacia dos principales rubros de negocio: 1) operaciones de compra-venta y
arrendamiento de bienes inmuebles industriales ubicados en el área para dicho uso y 2)
contraprestación del uso y aprovechamiento de la infraestructura portuaria para la
instalación de terminales en el puerto. En este sentido, la API celebró rápidamente
contratos de cesión parcial de derechos con las terminales que recientemente se habían
7 Entrevista realizada a Salvador Sánchez Garza, Director General de Infraestructura Portuaria Mexicana, S. A. de C. V., el 12 de octubre de 2006, en las instalaciones del puerto industrial de Altamira.88 Diario Oficial de la Federación, 22 de septiembre de 1994.
160
instalado en el puerto, tal como sucedió con la Terminal Petroquímica de Altamira
{TEPEAL).
Al paso de unos años, específicamente el 23 de febrero de 1999, se transfirieron
al patrimonio inmobiliario de la API-Altamira un total de 2 135 hectáreas de la reserva
industrial para su comercialización. Es de hacer notar que esta transferencia no eximió
al gobierno de otras posibilidades de patrimonio, toda vez que el área de desarrollo
industrial que rodea al puerto contaba ya con 5 098 hectáreas, la reserva territorial más
extensa del país para ese fin . Según información de la Secretaría de Desarrollo
Económico del Gobierno del Estado de Tamaulipas, al año 2007, este megaproyecto
presentó una utilización de 15%.
IV.4.2. Componentes asociados al renovado proceso de industrialización de Altamira
Durante el proceso de destitución sindical del puerto industrial Altamira, ocurrido entre
los años de 1992 y 1994, el municipio de Altamira venía alcanzando las más altas tasas
de crecimiento poblacional en la entidad. De 1990 a 1995 la población en dicho
territorio había aumentado 5.8%, significando para ese último año 113 810 personas. En
contraparte Tampico presentó un crecimiento estable al registrar 0.4% que, a diferencia
de Altamira, significó la concentración de 278 933 habitantes (INEGI). La elevada tasa
de crecimiento poblacional registrada en Altamira se debió en buena parte por la llegada
de Polimar, GE Plastics, Indelpro y Polioles (Basf). Con estas localizaciones, más el
acelerado proceso de urbanización, se aseguró el ensanchamiento de la población
ocupada en el sector secundario, al registrar 10 mil personas en el año de 1995. Todo
indicaba que se avecinaba un nuevo empuje industrial a la zona. La proletarización del
campesino prosiguió.
En ese entonces, estando en la presidencia de la República Ernesto Zedillo
Ponce de León y en la cabeza del Gobierno del Estado de Tamaulipas Manuel Cabazos
Lerma (1993-1999), la ciudad industrial Altamira se vio inmiscuida en un proceso
político de carácter regional que tenía sus bases en la formulación de un proyecto de 89
89 Información recabada de la ponencia “Tamaulipas territorio de inversión” de la Dirección de Desarrollo Económico y el Empleo del Gobierno del Estado de Tamaulipas en el Primer Foro de Logística del Atlántico celebrado en el Centro Cultural Metropolitano de la ciudad de Tampico, Tamaulipas, del 3 al 5 de octubre del 2007.
161
infraestructura de enlace marítimo y terrestre entre la zona conurbada del sur y las
ciudades fronterizas de Matamoros, Tamaulipas y Brownsville, Texas en Estados
Unidos de América. El proyecto denominado “Canal Intracostero” se concebía como
una vía navegable de doble circulación de norte a sur con una longitud total de 438.85
kilómetros, con un ancho de vía de 38 metros y una profundidad de 3.66 metros referida
al nivel de bajamar media, propio para el tránsito de embarcaciones de carga de bajo
calado y con operación ininterrumpida durante todo el año. El proyecto, avalado por el
Instituto Nacional de Ecología (INE), contemplaba para su realización 756 millones de
dólares provenientes en su mayor parte del financiamiento internacional. Sin embargo,
la magnitud del plan y los impactos ecológicos que este traería consigo a la Laguna
Madre tamaulipeca hizo que diversos grupos opositores, locales y no locales, como
GreenPeace, se manifestaran permanentemente en contra, logrando diezmar la
efervescencia política del proyecto hasta contenerlo90.
Ciudad Industrial Altamira, mientras tanto, fue foco de atención por parte de
nuevos industriales. Su ubicación geográfica, infraestructura, equipamiento y
proyección, en combinación con una base trabajadora e institucional poco organizada
trajo consigo una nueva oleada de localizaciones. En esas fechas el dinamismo urbano
favoreció un proceso de expansión productiva de Basf Chemical Co., toda vez que esta
firma llevaba a cabo todos los preparativos para inaugurar en el puerto industrial su
primer planta de auxiliares y dispersiones encaminada a fabricar copolímeros acrílicos
en solución acuosa.
En 1995 la planta de auxiliares y dispersiones de Basf se incorporó de lleno al
mercado local y regional de impermeabilizantes, pinturas, texturizados, pegamentos y
otros relacionados. Tal expansión hizo que la firma visualizara otros nichos de mercado
regional desde Altamira. Dos años después, es decir 1997, Basf incorporó otra planta de
producción, pero esta vez alineada a la obtención de polystyrol cristal uno de los tipos
de poliestireno de uso general de más pureza en el mundo.
0 Durante el gobierno de Cavazos Lerma diversos grupos opositores al proyecto efectuaron recursos legales para impedir su puesta en marcha, toda vez que, a diferencia del dictamen emanado del Instituto Nacional de Ecología, los estudios de impacto ambiental efectuados desde la Universidad Nacional Autónoma de México demostraron que el proyecto tenía el potencial de impactar severamente los ecosistemas de la Laguna Madre en el noreste de México. Esto fue el respaldo de los grupos ambientalistas.
162
Con estas dos plantas, Basf ostentó su agresiva intervención en el mercado del
plástico en México además de definir, al interior del puerto, un espacio de capital en red
de transferencia de carga que se fortalecería por el inicio de operaciones de su propia
Terminal Marítima. En efecto, en 10 hectáreas y con 200 metros de frente de agua, Basf
comenzó a operar una de las más importantes terminales del puerto industrial, toda vez
que incorporó tres tanques de almacenamiento de estireno de 7 500 m ; dos esferas de3 3butadieno de 3 400 m ; dos tanques de acrilonitrilo de 2 500 m ; un tanque de acrilato
de butilo de 2 500 m ; un tanque de alpha-methyl estireno de 2 000 m . Todo para
recibir barcos de hasta 40 mil toneladas.
Por esos años, el gobierno zedillista se apuntaba acciones destinadas a estimular
la generación independiente de electricidad, a llevar adelante la desincorporación de la
petroquímica secundaria y a liberalizar el mercado de gas natural. El argumento era
estrechar la brecha entre los indicadores de eficiencia operativa del sector energético y
los referentes internacionales, además de propiciar el desarrollo regional del país91.
IV.4.3. Interés transnacional por el sector eléctrico en Altamira: los primeros momentos
de privatización del sector en México
Para llevar adelante la reestructuración del sector energético nacional, el gobierno
procedió a revisar el conjunto de reglamentaciones para diseñar y poner en vigor un
nuevo marco regulador acorde a las expectativas industriales. Por una parte, se
argumentó la pertinencia de racionalizar el cúmulo de disposiciones y restricciones que
rigen la explotación y el uso de los recursos y las actividades de las empresas públicas
del sector; y por otra se llevaban acciones para regular las relaciones entre estas
empresas y los agentes privados cuya participación se buscaba fomentar. El proceso
rindió frutos a favor de particulares.
Tras una repentina y poco ventilado proceso de negociaciones, el 24 de mayo de
1996 (RES/043/96) la Comisión Reguladora de Energía (CRE) resolvió otorgar el
permiso E/36/COG/96 a la sociedad Enertek, S. A. de C. V. (Grupo Alfa en asociación
con la compañía estadounidense American Electric Power (AEP) para instalar en
Segundo Informe de Gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León.
163
91
Altamira una planta de 120 MW que serían distribuidos según las demandas de sus
asociados: Petrocel, S. A., Tereftalatos Mexicanos, S. A. de C. V. e Indelpro, S. A. de
C.V.
Para el 3 de septiembre de 1997, la CRE ordenó (RES/115/97) una visita de
verificación a Enertek, derivada de la cual, finalmente procedió la autorización de
construcción de la planta. El 14 de enero de 1998, la CRE manifiesta (RES/003/98) que
no existe inconveniente respecto a la celebración del contrato/convenio de respaldo por
mantenimiento y del contrato/convenio de respaldo por falla, entre la Comisión Federal
de Electricidad (CFE) y Enertek. Con una inversión inicial de 76 millones de dólares,
respaldada por dicha resolución, Enertek en 1998 entró de lleno a formar parte del
mayor proyecto de cogeneración de energía eléctrica instalado en México, localizado en
el corredor industrial de Altamira. Hay que señalar que el proyecto prevé la expansión
de la capacidad instalada entre 600-1 000 MW, además de asegurar el suministro de gas
natural, agua y territorio, este último aspecto al adjudicarse el lote y al propagar líneas
de tensión de 230/400 KV (CRE, 2001).
Un aspecto relevante en este proceso de incorporación de particulares en la
generación y dotación de energía eléctrica radicó en el aumento de cargas (MV) y
número de asociados. Una vez que Enertek obtuvo el permiso de operación, no habían
pasado ni diez días cuando solicitó a la CRE el cambio de cargas y la inclusión de un
nuevo asociado: Pecten Poliester, S. A de C. V. Sin más preámbulos, el 23 de enero de
1998 la CRE autorizó (RES/010/98) dicha petición. Con estas modificaciones, la suma
de las cargas de los socios de Enertek casi dobló la capacidad autorizada de generación
de dicha sociedad, pero la CRE resolvió (RES/016/98) que “no existe inconveniente por
parte de esta Comisión Reguladora de Energía respecto a la celebración del convenio de
compraventa de excedentes de energía eléctrica con la Comisión Federal de
Electricidad”.
Un mes después, específicamente el 24 de febrero de 1998, la CRE en el tiempo
de Luis Téllez Kuenzeler, Secretario de Energía (1997-2000), autorizó (RES/041/98) la
inclusión de seis nuevos socios a favor de Enertek, quedando la distribución de cargas
como sigue:
92
2 El vatio o watt (símbolo W), es la unidad de potencia del Sistema Internacional de Unidades. El vatio es la castellanización de watt. El megavatio (símbolo MW) es igual a un millón (106) de vatios.
164
Tabla IV.1. Cogeneración de energía eléctrica en Altamira (1996-1998) Expansión de la sociedad Enertek, S. A.
Socios Ubicación MWPETROCEL, S. A. Altamira, Tamaulipas 30TEREFTALATOS MEXICANOS, S. A. de C. V. Altamira, Tamaulipas 20INDELPRO, S.A. de C.V. Altamira, Tamaulipas 20PECTEN POLIESTERS MANUFACTURAS, S. A. DE C. V. despues M&G POLIMEROS Altamira, Tamaulipas 20INDUSTRIAS NEGROMEX, S.A. de C.V., INSA Planta Solución Altamira, Tamaulipas 10INDUSTRIAS NEGROMEX, S.A. de C.V., INSA Planta Emulsión Altamira, Tamaulipas 15NHUMO, S. A. de C. V. Altamira, Tamaulipas 15NOVAQUIM, S. A. de C. V. Altamira, Tamaulipas 10
Otras localizacionesFIBRAS QUÍMICAS, S. A. Monterrey, Nuevo León 50NYLON DE MEXICO, S. A. San Pedro Garza García, Nuevo León 25NEMAK, S. A. García, Nuevo León. 20POLYKRON, S. A. de C. V. San Pedro Garza García, Nuevo León 20FILAMENTOS ELASTOMERICOS, S. A. de C. V. San Pedro Garza García, Nuevo León 10UNIVEX, S. A. Salamanca, Guanajuato 25
TOTAL 290
Fuente: Elaboración propia a partir de las Resoluciones de la Comisión Reguladora de Energía.
Prontamente en Altamira se gestó un concurso de intereses particulares, alianzas
y negociaciones por invertir en el sector energético. Empresas alemanas, francesas,
japonesas, estadounidenses y españolas se involucraban de lleno en el proceso de
reestructuración; por ejemplo las españolas Iberdrola, Unión Fenosa y Gas Natural, la
francesa Electricité de France, la japonesa Mitsubishi, la estadounidense General
Electric y la alemana Siemens, sólo por citar algunas (Business News Americas, 1998).
Con ello se abrió un nuevo momento del devenir organizacional de ciudad industrial
Altamira.
IV.4.4. La orientación a la cadena del plástico y el nuevo empuje industrial
El asunto de liberación del sector eléctrico produjo nuevos bríos organizacionales en
ciudad industrial Altamira. Al igual que Enertek, algunas firmas instaladas comenzaron
a expandir sus líneas de producción, esto al abrir nichos en el mercado regional y
nacional. Sucedía que los corporativos localizados, y los que estaban por localizarse en
la zona, venían expandiéndose hacia otros niveles de la cadena de producción, ahora en
165
orientación a la cadena del plástico, tal y como lo venía haciendo Basf y Alfa . En
efecto, otra firma moduló su línea de producción: Petrocel, a través de Tereftalatos
Mexicanos S. A. (Temex); consorcio que desde 1974 venía produciendo dimetil
tereftalato (DMT) en una planta industrial instalada en un lote, adquirido por Temex, de
aproximadamente 400 hectáreas. En ese espacio Petrocel Temex logró en 1997 la
instalación de otra planta* 94 95, pero ahora destinada a cubrir el mercado nacional y parte
del mercado mundial de ácido tereftálico purificado (TPA) que es materia prima -que
deriva del petróleo- para la elaboración de poliéster, fibras, resinas de polietileno
tereftalato (PET) y películas. Con una inversión superior a los 200 millones de dólares,
la planta PTA de Petrocel Temex, célula del corporativo Alpek (petroquímicos y resinas
sintéticas), que a su vez forma parte del Grupo Alfa^^, colocó en el mercado, en su
primer año de operaciones, una producción de 110 mil toneladas. Al paso del tiempo la
capacidad de producción PTA se incrementó hasta alcanzar 900 mil toneladas. En el
2007 se convirtió en la más grande línea de producción del continente americano y una
de las más importantes del mundo (Quiminet, 2008).
En lo que transcurría la expansión corporativa de Enertek, Petrocel y Basf, PPG
Industries Inc., firma norteamericana líder mundial en la manufactura de sílicas
precipitadas, decidió incorporarse en ciudad industrial Altamira, iniciando operaciones
fabriles en 1997. Esta planta, ubicada al interior del puerto, comenzó con una
producción anual de 30 mil toneladas y se orientó a cubrir parte del mercado de
aplicación de sílica utilizada por la industria llantera, hule industrial, calzado, productos
dentífricos, separadores de baterías, recubrimientos, pinturas, alimenticia y agrícola. Es
de hacer notar que con el arribo de PPG Industries el volumen total de carga de
93
3 En el reporte de actividades de Grupo Alfa 2003 se menciona que dicha estrategia consiste en invertir para expandir y fortalecer negocios clave, a la vez que se busca reorientar el mercado en función de reducir la participación o desinvirtiendo en negocios considerados no estratégicos.94 Cabe mencionar que el 9 de agosto de 1995 el Instituto Nacional de Ecología (INE) emitió la resolución No. 1267 registrada en el oficio No. D.O.O.O.DGNA 03417, donde otorgó la autorización de la manifestación de impacto ambiental modalidad intermedia y estudio de análisis de riesgo del proyecto del Plan Maestro de Shell en Altamira, Tamaulipas. En dicho proyecto se establece que se llevará a cabo el desarrollo de todo un plan maestro que incluye el establecimiento de cuatro etapas de producción adicionales a la planta existente (DMT), dentro del terreno adquirido. Con la resolución de 1995, que incorporó la autorización de infraestructura y servicios necesarios, el Plan Maestro se ejecutó.95 Alfa es una empresa mexicana integrada por cuatro grupos de negocios: Alpek (petroquímica y fibras sintéticas), Nemark (autopartes de aluminio), Sigma (alimentos refrigerados) y Onexa (telecomunicaciones). El consorcio cuenta con instalaciones productivas en México, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Eslovaquia, República Checa, República Dominicana, Costa Rica y El Salvador, y exporta sus productos a 45 países.
166
importación de fluidos por el puerto comenzó a robustecerse al registrar 1 239 248
toneladas, es decir, 30% más con respecto al año de 1996 (SCT, 2004). La cantidad
contrasta con el volumen de fluidos exportados desde el puerto que fue, para el año de
1997, de apenas 202 toneladas (SCT, 2004). Con ello, se observó una especialización
cada vez mayor del nodo en lo que respecta a la recepción de fluidos petroquímicos
provenientes de otros países96.
A las afueras del polígono portuario el emplazamiento de nuevas industrias
prosiguió. La llegada de Pecten Poliester, S. A. de C. V., filial de Shell Oil Company,
simbolizó un transcurso más que atañe a la participación del capital privado extranjero
en la producción petroquímica secundaria del país. En efecto, en vinculación con
PEMEX, Pecten Poliester, puso en marcha el 21 de enero de 1998 su planta de
polietileno tereftalato (PET) de 200 mil toneladas anuales en Altamira. Fue una
inversión de más de 100 millones de dólares que se agregaría a la oferta emanada del
país (Intélite-Quiminet, 2002). Con la inauguración de esta planta el expresidente
Ernesto Zedillo en pacto con Phillip Carroll, presidente del Consejo de Administración
de Shell Oil Company, expresó la necesidad de garantizar certidumbre a las decisiones
de inversión en el ramo. ¿A qué se refirió con ello? A que el Gobierno de la República,
estaba otorgando las condiciones jurídicas y estructurales para proseguir con el cobijo
de inversiones privadas en lo que respecta a la petroquímica secundaria y energía en el
sur de Tamaulipas.
La reorientación productiva se ratificó cuando en 1998 la alemana Basf, uno de
los consorcios motriz de la cadena, comenzó a construir en el interior del puerto dos
plantas más, una destinada a fabricar plásticos de alta resistencia a través de los
copolímeros de estireno y otra dedicada a la fabricación de colorantes. Para el caso de la
primera, Basf, con amplia expectativa en el giro químico y petroquímico, inició
operaciones en el año 2000 con capacidad de 130 mil toneladas, incorporando a su línea
de producción la obtención de acriloitilo butadieno estireno (ABS); copolímero que le
dio soporte a su estrategia de expansión industrial en alineación con la industria
automotriz y electrónica solo por citar algunas.
6 Para mayor información ver las series históricas del Anuario Estadístico de Puertos de México 2004, Coordinación General de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
167
M apa IV.3. Expansión m etropolitana hacia el municipio de Altam ira al año 1999
Fuente: SIG-Vera, Rodrigo, 2008, con base en el Plan Director de Desarrollo Metropolitano, Tampico- Madero, 1975.
Al finalizar la década del noventa, el crecimiento del mercado de plásticos en
México fue explosivo. Según la información de la Asociación Nacional de Industrias
del Plástico (ANIPAC) esta actividad en el año 2000, representó poco más de 3% del
Producto Interno Bruto (PIB) manufacturero al producir anualmente 11 mil 380
millones de dólares en productos terminados. Tras esas cifras Altamira se consolidaba
como un nodo estratégico para invertir en el sector, dadas las características de las
plantas instaladas.
Otras empresas como Paratec Elastomers S. A. de C. V., del sector químico de
Grupo DESC, encontraron alineaciones productivas desde Altamira. Esta empresa,
fundada en 1998 a partir de una alianza con Uniroyal Chemical Company Inc., se
implanta con la finalidad de producir hule de nitrilo o NBR (Nitrile Butadiene Rubber).
Inaugurada en el año 2000, incorporó para la industria de los plásticos modificados 40
mil toneladas de materia prima, logrando con ello expandir sus alianzas comerciales con
Cabot Corporation y Repsol Química.
168
IV.5. Reafirmación del poderío industrial instalado en Altamira: periodo
2000-2004
En lo que se daban estas localizaciones, cifras y alianzas industriales, la expansión de la
ciudad proseguía. Al entrar el nuevo siglo Altamira había dado asiento a un elevado
número de colonias obreras de estrato económico bajo. Algunos ejemplos son la 20 de
Noviembre, Independencia, Valle Verde, La Unión, Adolfo López Mateos, Los
Presidentes sectores 1, 2, 3, 4, 5 y 6, Altamira sector 3, Encinos Norte, Ampliación
Independencia, Guadalupe Victoria, La Joya, Emilio Portes Gil, Las Margaritas,
Ampliación Venustiano Carranza, Las Fuentes, Lázaro Cárdenas, Revolución Obrera,
Felipe Carrillo Puerto sectores 1, 2, 3 y 4, Venustiano Carranza, Altamira sector 2,
Enrique Cárdenas González Norte.
A la par de este proceso de crecimiento habitacional se llevaron a cabo diversas
obras de urbanización relacionadas con los servicios comerciales ante el éxito del
fraccionamiento de Lagunas de Miralta, vendido a ejecutivos extranjeros que llegaron
con los consorcios industriales de mediados de la década de los noventa. En este tenor,
justamente en el corredor industrial de Altamira, comenzó a tener injerencia un
organismo promotor del desarrollo urbano que fue creado con fines de comercialización
de desarrollos inmobiliarios de lujo en vinculación con la Administración Portuaria
Integral de Altamira:. Duport. Así colonias y conjuntos habitacionales estarían
incorporándose a un municipio que en el año 2000 acogía a 127 mil personas, mientras
que el sistema urbano nacional jerarquizaba a la metrópoli de Tampico, Madero y
Altamira el lugar 19, incluso por arriba de las zonas metropolitanas de Saltillo y
Morelia; esto al concentrar 655 760 habitantes (INEGI, 2000).
El crecimiento urbano e industrial suscitado se reflejó una vez más en la región
contigua. A las afueras de la ciudad se estaban realizando diversas obras de
comunicación terrestre. Se trataba de reducir tiempos de transporte de carga en
dirección frontera norte tamaulipeca y Monterrey, Nuevo León. Ejemplo de ello fue la
culminación en el 2000 del tramo carretero Zaragoza-Victoria. Esta obra redujo la
longitud de recorrido en poco más de 40 kilómetros al eliminar 114 curvas que
constituían el antiguo camino que transcurría por Zaragoza-Llera-Victoria. Aunado a
ello se iniciaron trabajos de mejora al tramo carretero Altamira-Esteros-Estación
169
Manuel (dirección Victoria) además de un libramiento a Ciudad Victoria para facilitar el
recorrido a la zona metropolitana de Monterrey (misma que, según la información del
INEGI, registraba 3 243 466 habitantes en el 2000). La conectividad terrestre del
noreste hacia el litoral del Golfo de México mostraba mejoría, al tiempo que se movía el
patrón de ocupación al interior de la región sureste tamaulipeca (ver gráfico IV.1.; y
VI.2).
Gráfico IV.2. Población económicamente activa ocupada por región y municipio
según rama de actividad, ambos sexos, 2000
ra 15000
■ Altamira
■ C iudad Madero
■ TampicoRam a de actividad
Fuente: INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda, 2000.
Mientras las obras de infraestructura se llevaban a cabo, el presidente del Grupo
Mossi&Ghisolfi (M&G), Vittorio Ghisolfi, establecía su estrategia de expansión
industrial en la que incorporaba a Altamira como uno de sus principales nodos. En el
2000, después de complejas negociaciones Mossi&Ghisolfi concretaron finalmente la
adquisición del negocio del polietileno tereftalato (PET) que la filial Pecten de Shell Oil
Company venia formando desde 1998 en Altamira. Con esta adquisición la alianza
Petrocel-Indelpro-M&G-Enertek daba las primeras señales de conformación de un
verdadero cluster, toda vez que cerraron frentes con el objeto de compartir recursos
(tierra, capital y trabajo) a la vez que intercambiaban información al interior de un
170
25000
20000
10000
5000
0
mismo espacio geográfico. Un año después, en el 2001, Ghisolfi entablaba
negociaciones con el presidente de la República Vicente Fox Quezada a efecto de
procurar las condiciones regulatorias a favor de la empresa y proceder a invertir en la
ampliación de su planta ubicada en Altamira, la meta fue consolidar la oferta de PET.
Con la inversión, la capacidad de producción de la empresa añadió 275 mil toneladas
anuales que sumadas a las 200 mil toneladas que registradas en el 2001 significaron
para la firma la expansión de su oferta en México, convirtiendo así al país en el mayor
mercado de productos PET, por arriba de Italia y Reino Unido. Con ello, la empresa
italiana M&G Polímeros se convertiría tres años después en el segundo mayor
proveedor de PET para empaque en el mundo con ventas anuales superiores a los 2 500
millones de dólares, registrando exportaciones hacía Texas en los Estados Unidos de
América, Caribe, Centroamérica, Sudamérica y algunos países del continente europeo.
La vinculación del gobierno federal con los industriales del sur de Tamaulipas se
reafirmó cuando en el 2002 Fox Quezada, a través de la Secretaría de Economía, otorgó
el Premio Nacional de Tecnología a la empresa hispano-mexicana Dynasol Elastomeros
S. A. de C. V. . Esta empresa, que crearon en 1999 la petrolera española Repsol YPF y
la división petroquímica del grupo mexicano DESC, se abrió paso desde Altamira para
incorporar al mercado, en conjunto con su homónima ubicada en Santander, España,
200 mil toneladas anuales de cauchos termoplásticos hidrogenados de alto valor
añadido. El criterio del gobierno para entregar el reconocimiento a Dynasol se basó en
la gestión tecnológica y la capacidad de innovación que en buena parte promovió su
centro de investigación y desarrollo. Ese mismo año la Comisión Reguladora de Energía
(CRE) le otorga a la empresa permiso de transporte de gas natural para usos propios.
En ese entonces Fox Quezada otorgó nuevos contratos de cogeneración de
energía en Altamira. Estando al cargo de la CRE Francisco Valdez López, el 1 de mayo
de 2001 otorgó permiso a la empresa Electricidad El Águila de Altamira S. de R. L. de
C. V. (que después se incorporaría al activo de la empresa multinacional de origen
español Gas Natural SDG, S. A.), para el transporte de gas natural para usos propios, a
7 El premio anual es el máximo reconocimiento que reciben las organizaciones participantes por el titular del Poder Ejecutivo. El premio es expedido por la Fundación Premio Nacional de Tecnología A. C. que para su operación y apoyo cuenta con la participación de la Secretaría de Economía, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, de la Asociación de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico, de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, de la Fundación México- Estados Unidos para la Ciencia, de la Fundación Mexicana para la Innovación, y de la Fundación de Transferencia de Tecnología para la Pequeña y Mediana Empresa.
171
efecto de comenzar operación comercial en el 2002. Este permiso significó un renovado
empuje de inversión privada en el sector ya que se situó como el mayor ejemplo
operativo del proceso de liberación (de ese año) al manejar la central del mismo nombre
con capacidad de de 495 MW/h (CRE, 2002). Cabe señalar que en los reportes del
Fondo Monetario Internacional (FMI) se adjudicaba a México la tercera posición en
cuanto a inversión extranjera directa se refiere en países en vías de desarrollo;
significando 2.8 millones de dólares para el sector electricidad y agua (CEFP, 2002).
Un año después en pleno dominio de los contratos de cogeneración de energía
eléctrica la empresa española Iberdrola se apuntó la construcción y operación de dos
nueva plantas para generar 1 036 MW para la industria en Altamira. En efecto, la
Comisión Federal de Electricidad (CFE) a través de la Dirección de Proyectos de
Inversión Financiada, en ese entonces al cargo de Eugenio Laris Alanís y la empresa
Iberdrola a través de Miguel Antoñanzas Alvear, presidente del Consejo de
Administración, suscribieron un contrato para la construcción de la central
termoeléctrica Altamira III y IV significando una inversión privada de 560 millones de
dólares. Con el contrato se comprometió a Iberdrola a diseñar, construir, equipar,
probar, poner en servicio, ser propietario, operar y mantener las instalaciones de la
termoeléctrica durante 25 años (CRE, 2003). De esta manera, la eléctrica española se
adjudicó 1 500 MW instalados en el país, toda vez que contaba ya con una central de
ciclo combinado en el estado de Nuevo León denominada Monterrey III, con un monto
de 250 millones de dólares y capacidad nominal de 450 MW.
Otros mercados se ajustaron desde Altamira. La industria instalada se fusionó y
expandió. Como parte de una estrategia de consolidar el negocio de PVC, y establecerse
como líder en el mercado de la cadena cloro-vinilo, el 29 de diciembre de 2004, Grupo
Mexichem compró a Grupo Xignux y Grupo Carso la totalidad de las acciones
representativas del capital social de Grupo Primex (empresa instalada en Altamira desde
1981). Con esta compra Mexichem Resinas Vinílicas extendió su producción y se
convirtió en el más grande productor de resina de PVC en México y el de mayor
integración en la cadena del vinilo, alcanzando una capacidad instalada total de 380 mil
toneladas, con infraestructura para 400 mil; al interior de esta cifra se incorporan 36 mil
toneladas de anhídrido ftàlico, 70 mil toneladas de plastificantes (DOP, DINP, TOTM)
y 70 mil toneladas de compuestos flexibles y rígidos de PVC. Es de hacer notar que con
172
ese proceso de compra-venta, Mexichem decidió cerrar la planta de Puebla que producía
30 mil toneladas de resina por proceso de masa y 16 mil toneladas de compuestos,
dejando en operación la planta de Tlaxcala con capacidad instalada de 30 mil toneladas
de PVC en suspensión, 12 mil toneladas en emulsión y 16 mil toneladas de
compuestos98.
Basf también se expandió. Altamira se había convertido en un espacio de capital
estratégico de la industria transnacional. La ciudad aparecía en los reportes mundiales
de comercio y negocios internacionales. Se procedía a generar foros y congresos
relacionados con la logística de la ciudad industrial y sus regiones de influencia
mercantil. En el marco de la XII Exposición Internacional de Conferencias de la
Industria del Plástico celebrada en el 2004, Klaus Frei, Vicepresidente de Basf
Mexicana y Director de la División de Polímeros, inauguró oficialmente la planta de
Termoplásticos Transparentes (copolímeros en bloque de estireno y butadieno)
Styrolux, dejando claro que la inversión en el complejo industrial Altamira alcanzó por
ese hecho los 500 millones de dólares, siendo esta planta la más grande del mundo en
este material.
Otra fusión fue la que ostentó en el 2005 Chemtura Corporation, una de las
empresas más grandes de los Estados Unidos especializada en químicos y aditivos
plásticos. Esta firma absorbió a la Corporación Crompton y a la Corporación Química
Great Lakes y con ello añadió a su producción 3 500 millones de dólares anuales.
¿Qué sucedía en el puerto de Altamira? De acuerdo con Reyes, A. (2005), al
terminar el año 2004 el sector privado había invertido más de 2 200 millones de dólares
en instalaciones portuarias. Las series históricas del movimiento de carga de altura
mostraban un incremento en las importaciones de fluidos transferidos por el recinto
(excluyendo el petróleo). Al finalizar el año 2004 se registraron 2 011 425 toneladas
procedentes del extranjero, poco más que las anotadas en el año anterior; la cifra es
contrastante respecto de las cantidades de exportación de fluidos que, si bien han tenido
un ligero incremento, no resultan significativas. Excluyendo el petróleo, en el 2003 se
registraron 5 911 toneladas exportadas mientras que en año 2004 se exhibieron 21 345,
8 Información recabada de la entrevista realizada el 30 de septiembre de 2008 a Ítalo Tajer Scavalli, Director de Royal Group S. A. de C. V., Presidente de la Industria del Plástico en México, directivo que instaló la industria Primex en Altamira en 1981-1983 y creo el proyecto Terminal Petroquímica de Altamira (TEPEAL).
173
destacando el manejo de gas natural, estireno, cloruro de vinilo, entre otros. Con ello el
puerto, la industria y la ciudad se transformaron y fueron un punto de encuentro de
nuevas empresas provenientes de la India y Arabia Saudita.
IV.6. El perfeccionamiento de ciudad industrial Altamira: periodo 2005
2010
El corredor industrial se consolidó como la zona productora de 30% del total de
químicos y petroquímicos del país, es decir, con capacidad instalada de 2.6 millones de
toneladas anuales, exhibiendo una marcada tendencia a la alza en lo referente a las
resinas termoplásticas. Esto significa un liderazgo en la producción de resinas al
ostentar 80% del total fabricado en México en el año 2005, además de liderar la
producción de negro de humo y dióxido de titanio. Basta con referir las negociaciones
entre el gobierno federal y las empresas Bridgestone Corporation y Cooper T. Smith de
México. La primera de ellas para edificar una planta de Negro de Humo de 81 millones
de dólares, la cual añadirá a la oferta nacional e internacional 35 mil toneladas. La
segunda para construir en el puerto un muelle de 120 metros de largo por 20 de ancho,
como primera etapa. Esta nueva terminal tendrá 47 607 metros cuadrados de superficie
con 275 metros de frente de agua.
En materia de cogeneración eléctrica, Altamira siguió siendo parte de las
inversiones transnacionales. Vicente Fox Quezada en el 2006 concluyó su periodo
presidencial con un megaproyecto fraguado por la empresa española Iberdrola. En
efecto, arropada por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) del país, Iberdrola puso
en marcha, con una inversión de 550 millones de dólares, la mayor central de energía de
ciclo combinado de México: Altamira V. Ésta es la segunda planta de la firma, ubicada
dentro de los terrenos del puerto, que tiene capacidad de producir 1 121 mega vatios
(MW) de potencia efectiva, por lo que se consolida como el primer productor privado
de electricidad en México. En contrato con la Comisión Federal de Electricidad (CFE),
quien suministra el gas, Iberdrola aseguró la venta de toda la energía eléctrica que
produzca el ciclo combinado durante un período de 25 años. Con esta edificación,
Iberdrola suma cinco plantas de generación de electricidad operativas.
174
Las ventajas ofrecidas por el Estado mexicano para la entrada de capital
extranjero en la generación de electricidad, hacían prever el arribo de otras
corporaciones españolas al país. Sin más preámbulos, en el 2007, Gas Natural entró con
fuerza en el mercado de generación eléctrica del país tras adquirir cuatro plantas de
ciclo combinado y un gasoducto de Electricité de France (EDF), así como otra central
de ciclo de combinado que era propiedad de EDF al 51% y de Mitsubishi al 49%. La
valoración de los activos en la operación ascendió a 1 448 millones de dólares que, al
financiarse con endeudamiento, según la firma incrementará su beneficio neto desde el
inicio de su operación. La operación también supuso la compra a EDF de la Compañía
Mexicana de Gerencia y Operación (COMEGO) dedicada a la provisión de servicios y
apoyo a las plantas. Con esta operación, Gas Natural se convirtió en el segundo
operador privado de generación eléctrica del territorio nacional (Thomson Reuters,
2007).
Los activos adquiridos en México por Gas Natural fueron la central Anahuac
(Río Bravo II, Tamaulipas), de 495 MW99 de potencia; la central Lomas del Real (Río
Bravo III, Tamaulipas) de 495 MW; la central Electricidad Águila (Altamira I,
Tamaulipas) de 495 MW; y la central Saltillo, de 248 MW, situada en el estado de
Coahuila (Thomson Reuters, 2007). Estos ciclos combinados cuentan con acuerdos a
largo plazo de venta de electricidad con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por
el total de su producción además de contar con acuerdos a largo plazo de suministro de
gas.
En este mismo contexto arribó Shell Power Energy a Tamaulipas para construir,
con contrato de explotación de gas natural licuado (GNL) de la Comisión Federal de
Electricidad (CFE), una planta de almacenamiento y regasificación en el puerto
industrial de Altamira en el 2007. Esta inversión, a saber de la Asociación de
Industriales del Sur de Tamaulipas (AISTAC), respondió al crecimiento acelerado del
orden de 8.7% anual de ácido tereftálico purificado (TPA), que es materia prima -que
deriva del petróleo- para la elaboración de poliéster, fibras, resinas de polietileno
tereftalato (PET) y películas.
99 Su símbolo MW es equivalente a un millón (106) de vatios. El MW se utiliza para medir el consumo de grandes industrias o conglomerados urbanos.
175
Para ese entonces la división de plásticos de ingeniería de BasfWevaha un año
operando su nueva planta Compounding en el puerto de Altamira. La estrategia de Basf
consistió en articular el abasto de resinas de nylon 6, nylon 6.6 y de terephthalato
polybutyleno (PBT) a la industria maquiladora instalada en México, poniendo atención
en aquellas instaladas a lo largo de la frontera norte con los Estados Unidos de América.
Se percibía una fase de reacomodo o ajuste de las plantas productoras ya
instaladas. Esa reorganización se llevó a cabo en una época de estancamiento industrial
en Altamira, es decir, no habían arribado nuevas plantas a la zona, a pesar de los
incentivos procurados por los gobiernos estatal y federal. Sin embargo, desde Medio
Oriente se tejía un negocio millonario para la expansión de una de las industrias
públicas más grandes del sector químico y petroquímico global: Saudi Basic Industries
Corporation (Sabic)100. Este acontecer implicaría a ciudad industrial Altamira.
El 31 de agosto de 2007, la compañía anunció la culminación del proceso de
adquisición de la división de plásticos de General Electric, emergiendo así, a partir del
1 de septiembre de 2007, la compañía Sabic Innovative Plastics, a la cual está integrada
la compañía Sabic Innovative Plastics Tampico, S. de R. L. de C. V. Con esta
adquisición la empresa saudita se incorporó de lleno en el mercado americano de
manufactura de resinas plásticas de ingeniería desde el nodo portuario de Altamira. La
presencia de esta planta trajo consigo nuevas alianzas, competencias y transformaciones
en el proyecto de ciudad industrial Altamira. Tanto fue así que para el año 2007, las
importaciones de fluidos en carga de altura por el puerto aumentaron a 4 154 284
toneladas (SCT, 2004) (ver gráfico IV.3.).
Un año después, en el 2008, comenzó la construcción de una planta industrial de
capital hindú. Bajo la razón social de Flex Américas S. A. de C. V., subsidiaria al 100%
de UFLEXLimited, la compañía líder en la elaboración de empaques flexibles, desde la
cual se pretende una inversión de más de 100 millones de dólares en instalaciones en
Altamira. La firma busca posicionarse en el mercado nacional e internacional al
establecer una línea de película de poliéster de 8.7 metros de ancho (a la vanguardia)
con una capacidad de 35 mil toneladas anuales en su primer fase. A saber de Guillermo
Dávila Mora, director de Desarrollo Económico y del Empleo del municipio de
0 Como se mencionó, Sabic es la empresa pública más grande de Medio Oriente con un mercado de capitalización de 80 mil millones de dólares. En 2006, la compañía generó 5.4 billones de dólares de utilidad, con ingresos de ventas netas por 23 billones de dólares.
176
Altamira, esta localización ha sido parte de la gestión procurada desde la administración
pública municipal en vinculación con el sector empresarial. Entre los pactos surgidos se
ha logrado el financiamiento a la capacitación técnica de operadores tamaulipecos en
talleres especializados ubicados en Dubai, Emiratos Árabes, con un período de
entrenamiento de 6 meses101.
Al entrar el año 2009 se hizo presente en Altamira una nueva fase de retracción
productiva del sector químico y petroquímico. La desaceleración económica mundial
daba sus primeras señales. Seis plantas petroquímicas dejaron de operar en territorio
mexicano. A saber de Isaac Maya Pérez, Secretario Nacional Sustituto del Sindicato de
Trabajadores de la Industria Química, Petroquímica, Carboquímica y Gases de la
República, la industria perdió el 7% del empleo, consecuencia de la disminución de los
índices de producción de las plantas existentes y el cierre de seis compañías, tales como
Kuo y Mexichem, estas en el sureste mexicano, así como PPG Industries en Altamira .
Inmerso en ese acontecer, Eugenio Hernández Flores, gobernador del estado de
Tamaulipas en el periodo 2005-2010, persistió con la promoción del nodo industrial. En
ese año, el gobierno estatal, dejo entrever su relación con los grupos de poder
económico ubicados en el cono sur de la entidad. Uno de los pulsos más activos de
dicha relación fue precisamente el Consejo para el Desarrollo del Plástico en el Sur de
Tamaulipas (CADEPLAST), organismo empresarial privado desde el cual se busca
impulsar la instalación y desarrollo de empresas transformadoras de plástico.
En estrecha relación con las industrias conformantes de la alianza (Basf,
Indelpro, M&G, Mexichem, Cydsa, Polioles y Sabic), el gobierno estatal programó en la
cuenta pública actividades tendientes a proyectar la integración de cadenas productivas
para dar valor agregado a la producción de resinas que se producen en la zona industrial
de Altamira. En su gestión se promovieron foros de logística, ferias de promoción
empresarial y nichos de mercado, pero también ostentó la cantidad de reservas
territoriales programadas para uso industrial en Altamira. El discurso fue el de las
ventajas comparativas al amparo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN). * 102
1 La selección del personal se realizó en la Oficina del Servicio Nacional del Empleo. Entrevista realizada el 29 de agosto de 2008 en Altamira, Tamaulipas.102 Cuarto Foro Laboral 2009 organizado por la AISTAC el 25 de septiembre en Altamira, Tamaulipas.
177
Gráfica IV.3 Im portación / exportación de fluidos, sin incluir al petróleo, por el
puerto de Altamira. Serie histórica de movimiento de carga de altura 2001-2008
(toneladas)
5
4.5
4
3.5
3
2.5
2
1.5
1
0.5
02001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
□ Importaciones 1887333 2040298 2011425 2180355 1997444 2539637 4154284 4654276
H Exportaciones 4005 1512 5911 21345 33021 48430 74040 38327
Fuente: Elaboración propia con datos de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Gráfica IV.4. Comparativo de carga prom edio de fluidos petroquím icos, sin incluir
al petróleo, por los puertos de Tampico y Altamira. Según periodo seleccionado
(toneladas)
■Altamira
■Tampico
Periodo
Fuente: Elaboración propia con datos de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
178
Compromiso fundamental del gobierno de Hernández Flores en esa alianza
denominada CADEPLAST fue sentar las bases para el otorgamiento de apoyos
especiales en terrenos de propiedad estatal (comodato y/o venta) ubicados en el Parque
de la Industria del Plástico de Altamira. En términos generales, la política de fomento
industrial formulada por el ejecutivo estatal consistió en procurar la inversión extranjera
directa desde tres rubros estratégicos: 1. Promoción del territorio en foros de
comercio internacional; 2. Financiamiento de proyectos de investigación tecnológica y
de innovación acordes a las necesidades de los grupos industriales (particularmente
desde los fondos mixtos o instrumentos de inversión vinculante ente los gobiernos
federal y estatal); y 3. Disponibilidad de terrenos para el establecimiento de empresas
(por medio de contratos que el gobierno entrega a la otra (comodatario) gratuitamente
un bien raíz para que haga uso de él, con cargo de restituir el mismo después de
terminado el uso).
Concretamente, el perfeccionamiento del proyecto industrial Altamira busca
estimular la localización de empresas secundarias. En la práctica es un proceso en el
cual se añaden, a la visión del modelo de desarrollo industrial, diversos sectores de
gobierno (de los tres niveles). La proyección del Parque Industrial y Tecnológico de
Altamira (TECNIA) es otro ejemplo del designio industrial en Altamira.
TECNIA, el 23 de diciembre de 2010 inició con una inversión federal-estatal de
200 millones de pesos en terrenos propiedad del gobierno del estado. Se trata de la
gestación de un espacio con infraestructura necesaria (condiciones generales para la
reproducción del capital) para la instalación futura de 100 empresas, que se integrarán -
de llegar a localizarse- a la cadena de transformación de las resinas plásticas. Al
proyecto se suma la construcción de un Centro de Investigación en Petroquímica
Secundaria, desde el cual se busca formar capital humano por medio de los esquemas de
financiamiento de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología (CONACYT). Por lo anterior, TECNIA se suma a la oferta
educativa y de investigación a través de la Universidad Politécnica de Altamira y el
Instituto Tecnológico de Ciudad Madero. Es de hacer notar que en la zona se ubican
otras instituciones de educación superior como el Instituto Tecnológico de Estudios
3 En cuanto a captación se refiere, al primer trimestre del año 2007, Tamaulipas se ubicó como el séptimo estado del país y el cuarto entre los estados de la frontera norte. Para mayor información ver: http://www.inviertaentamaulipas.gob.mx/
179
Superiores de Monterrey (ITESM), el Centro de Investigación y Desarrollo en
Ingeniería Portuaria (CIDIPORT) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT),
el centro de Investigación en Ciencia Aplicada (CICATA) del Instituto Politécnico
Nacional.
M apa IV.4. Expansión m etropolitana hacia el municipio de Altamira al año 2010
Fuente: SIG-Vera, Rodrigo, 2008, con base en el Plan Director de Desarrollo Metropolitano, Tampico- Madero, 1975.
Como se puede observar la estructura ideológica suscrita a la ortodoxia
neoliberal ha fraguado bien en estas latitudes. La formación de recursos humanos
técnicos con visión de competencia se agrega como una fase más de la historia por venir
circunscrita al proyecto industrial Altamira. ¿Cuál es el fondo del asunto? Sucede que
las grandes firmas buscarán mayores dividendos, disminuyendo la inversión privada en
capacitación, infraestructura y traslado de mercancías. Buscarán generar nuevos
mercados a través de hacer crecer una ciudad, una necesidad de consumo. Cabe referir
que el proyecto TECNIA se incorporó en un momento en el que se deliberaba una
resolución de amparo por parte de ejidatarios afectados por el avance de la frontera
180
industrial en Altamira. Se ventilaba un litigio millonario a favor de los campesinos en
pugna por sus derechos excluidos. Tema que será tratado en el siguiente capítulo.
Sumario del capítulo
A escala mundial las profundas transformaciones económicas, ideológicas y políticas,
ocurridas durante el último tercio del siglo XX, fueron contundentes en Altamira,
Tamaulipas. Tanto fue así que este territorio rural apareció en el mapa de los negocios
internacionales y de promoción industrial. Altamira, como proyecto emergente de la
industria petroquímica transnacional, fue previsto por la industria petroquímica como
una opción de localización de amplio espectro para la internación de flujos de capital
global. Su geografía costera y cercanía al mercado estadounidense hicieron de este
territorio una de las opciones más rentables para la reproducción del capital. Sin
embargo, Altamira no es solamente el principal nodo de trasferencia marítimo-terrestre
de fluidos petroquímicos del país ni tampoco es el principal nodo productor de resinas;
es reflejo de la reestructuración económica mundial vinculada con la producción
mundial de petróleo, pero también es reflejo de una crisis de onda larga que provocó y
está provocando la conformación de nuevos espacios emergentes de capital.
En estos términos Altamira es un espacio conformado por alianzas industriales,
estrategias corporativas, decisiones globales, pero es tan frágil el sentido territorial de su
sociedad, que repentinamente se convirtió en una gran reserva de tierra (suelo) a
requerimiento de la gran empresa. En este tenor, la industria petroquímica perfiló el
nuevo rumbo de este municipio; lo hizo en función del amplio sentido de colaboración
por parte de los gobiernos que transitaron por sus fases. El régimen flexible que
arremetía contundentemente en el sistema mundo capitalista sin mayor resistencia fue
adoptado por el Estado nacional.
Siendo el sector petroquímico, pulsador del cambio, se convirtió rápidamente en
un indicador del renovado modelo de expansión capitalista, pero también de la
concentración de poder global. Su tamaño e injerencia en los asuntos relacionados con
las fuerzas productivas ha sido tal, que ha modificado gradualmente, y sin mayor
problema, sectores estratégicos históricamente construidos por simbolismos de
soberanía nacional: por ejemplo el energético en sus más variadas ramas auspiciadas por
181
PEMEX (gas, electricidad, química de base, etc.). En su proceder se disolvieron
gremios de trabajadores y se fragmentó el tejido social campesino. El resultado: un
espacio de capital producto de la nueva división internacional de la producción.
Asociado a la industrialización, se inició otro proceso paralelo vinculado a la
movilidad de bienes intermedios de producción: el puerto de Altamira, primera
privatización de ese sector en México. Con ello tomó forma la proyección de la nueva
ciudad industrial, que independientemente del contexto social prevaleciente, se erigió
como nodo estratégico de la red global de intercambio de fluidos petroquímicos. Entre
incentivos fiscales, proyecciones de inversión de gran escala, subsidios ecológicos y
reservas territoriales, el empresario transnacional se convirtió en el bloque dominante y
se agregó fácilmente a la agenda del gobierno, esto al ser considerado motor de la
economía y soporte esencial del desarrollo regional.
No se puede dejar de lado el asunto de la urbanización que le sigue a todo
proyecto de esta naturaleza. Siguiendo la lógica de las ventajas de las economías de
aglomeración, en donde el industrial decide localizarse prioritariamente a las afueras de
las áreas urbanas, los gobiernos generaron las condiciones necesarias para la
reproducción del capital. Se ampliaron carreteras, se construyeron nuevos ramales del
ferrocarril, se propagaron ductos energéticos, se especuló con el suelo y se edificaron
colonias obreras. Como proceso inherente a la urbanización se desruralizó una cuarta
parte del territorio altamirense. En la década del noventa del siglo pasado la
conurbación de Altamira con Tampico y Madero fue tan abrupta, que pasó de ser una
ciudad dormitorio a un emporio de atracción poblacional. El crecimiento desordenado
de la ciudad a consecuencia de la omisión y/o modificación de los reglamentos de
zonificación y uso de suelo logrados, mostró el débil poder administrativo de los
gobiernos locales frente al federal, pero también reflejó la escueta capacidad de
respuesta organizacional de su sociedad.
Es importante señalar que dicho modelo de cambio acelerado, no está tomando
en cuenta que para su desarrollo, suponiendo que sea posible, se requiere de unas
determinadas condiciones de estabilidad social, ambiental e institucional; condiciones
que el mismo modelo ha debilitado a fin de asegurar la acumulación del capital.
182
CAPÍTULO V
INDUSTRIALIZACION Y ACUMULACIÓN POR DESPOSESIÓN:
LA PRIVATIZACIÓN DE LA PROPIEDAD SOCIAL Y LOS BIENES
COMUNES
“^las grandes contradicciones de nuestro tiempo pasan por el uso del territorio”
Milton Santos
Introducción
El presente capítulo tiene por objetivo constatar el proceso de acumulación por
desposesión como forma contradictoria del régimen acumulación flexible en el que se
alinea el proyecto industrial Altamira. En este tenor, se busca agregar evidencia respecto
del papel del Estado y sus aparatos, en el sentido de su atribución por mantener una
clase mediante el recurso de represión-subordinación de otras. Se discuten brevemente
algunas posiciones de los sujetos respecto del territorio como expresión máxima de
disputa social. En este sentido, los leguajes de valoración territorial se vuelven claves
para tratar de representar una realidad donde el conflicto y el poder conllevan ideales de
justicia, pero también de lucha por privilegios; ambos motivos indispensables para la
acción al cambio. Enseguida se incorpora un profundo acercamiento a las entrañas
sociales y ambientales que están detrás de la industrialización del espacio altamirense.
Esto conlleva realizar una inmersión en la problemática social compuesta por la
territorialización de la zona lacustre altamirense, cabe decir, zona idónea para el
perfeccionamiento del avance industrial petroquímico.
V.1. Lenguajes de valoración territorial en el sureste tamaulipeco:
expresiones de conflicto
La vuelta al dominio privado de derechos de propiedad que fueron ganados a través de
la lucha de clases del pasado (como la ejidal y gremial) ha sido una de las políticas de
183
desposesión más celebradas por la ortodoxia neoliberal. No es casualidad, entonces, que
en el escenario de la nueva división internacional de la producción y del trabajo,
caracterizado por la proyección expansiva de grandes empresas transnacionales, se
hayan prolongado, tal y como lo señala Svampa, M. (2008:5), las luchas ancestrales por
la tierra de la mano de los movimientos campesinos, al tiempo que han surgido nuevas
formas de movilización ciudadana centradas en la defensa de territorios y los recursos
naturales o “bienes comunes”.
Como se ha demostrado en capítulos anteriores (ver capítulo III), en Tamaulipas,
se ha registrado un desplazamiento geográfico cada vez mayor de la industria extractiva
y manufacturera hacia zonas ricas en recursos naturales y biodiversidad. Hay que
recordar que Tamaulipas es un territorio que cuenta con un amplio litoral al Golfo de
México de aproximadamente 420 kilómetros, además de una extensa franja fronteriza
con los Estados Unidos de América de 370 kilómetros. Tanto en el norte como en el sur,
el subsuelo es rico en recursos energéticos, pero a diferencia del norte (que cuenta con
una amplia porción del yacimiento de gas natural denominado cuenca de Burgos), en el
sureste el petróleo y el gas están presentes en las mismas formaciones subterráneas104;
por esta razón, la principal fuente energética es el gas asociado que se extrae
simultáneamente con el petróleo. Partir de la ciudad de Tampico-Madero-Altamira
hacia las ciudades fronterizas de Matamoros o Reynosa implica recorrer 500 kilómetros
de gasoductos, oleoductos y combustóleos que, entre otras cosas, significan la
expansión de la frontera industrial, el perfeccionamiento de los medios auxiliares para la
producción y, más concretamente, una parte de la dimensión territorial de la economía-
política.
En este contexto, el potencial natural del sureste ha permitido la activación
económica “momentánea” de ciertas ramas afines, como por ejemplo la de las resinas
plásticas alineada a la prontitud química y petroquímica emplazada, especialmente en
Altamira. Es un proceso de reorganización territorial que se distingue por la
industrialización de amplias zonas cercanas a la costa y la conformación de corredores
urbano-industriales apostados en tierras ejidales y amplificadores del proceso de
4 La zona sureste se encuentra circunscrita en una región denominada por Pemex “Distrito Norte”, en ella se registran seis campos petroleros en explotación actual, los cuales se encuentran en un radio de aproximadamente 30 kilómetros del municipio de Altamira. Cabe mencionar que los campos Barcodón, Constituciones y Arenque transcurren por el subsuelo del territorio administrativo de Altamira, quedando en las cercanías los campos Ébano-Pánuco, Nuevo Limón y El Barco.
184
metropolización (ver capítulo IV). No se duda en decir que la edificación y concesión
del puerto industrial de Altamira funge como la columna vertebral del proceso de
reproducción territorial del capital presente en la zona105 106 107.
Con base en la política de estímulos preferenciales soportada en la planificación
del desarrollo nacional, la edificación del proyecto industrial, perfilado en la
organización de un cluster^^06 petroquímico, sitúa a la región como una de las más
dinámicas en cuanto a capacidad de producción instalada en el país (70%). En términos
de apropiación del espacio físico, el proceso de industrialización ha sido tal que de 1980
al 2010 se ha establecido en un área de aproximadamente 10 mil hectáreas (en las que
se incluyen el puerto y el corredor industrial). Esta extensión de tierra adjudicada
advierte apenas un 30% de utilización (API, 2006) disponiendo, por tanto, de un
considerable porcentaje de reservas territoriales para su crecimiento, donde el
ecosistema de humedal (manglares, marismas y lagunas) es el más afectado por la
actividad. Por su parte el suelo ejidal y “de labor” (no ejidal) se ha reducido
paulatinamente a prontitud de la mediación institucional que atañe a la expropiación de
tierras.
Esta desigual política de desarrollo regional ha resultado en conflictividad
territorial, perjudicando sobre todo a las poblaciones pobres que presentan mayor
vulnerabilidad, dado su aislamiento y débil organización. Ejemplo de ello es la situación
de las comunidades pesqueras asentadas en la zona, que pugnan por la defensa de sus
derechos territoriales reconocidos constitucionalmente por mandatos presidenciales.
Para la Asociación de Industriales del Sur de Tamaulipas A. C. (AISTAC),
organismo cúpula empresarial conformado en la década de los ochenta y que fusiona a
las grandes industrias trasnacionales de la zona, el proceso responde a la competitividad.
Para esta asociación la valoración del territorio resulta en visualizar a Altamira como un
proyecto de ciudad que se constituye en un nodo de redes globales. Su perspectiva:
5 En 1994 la Secretaría de Comunicaciones y Transportes otorgó a la Administración Portuaria Integral de Altamira, S. A. de C. V. (API-Altamira) la concesión integral para el uso, aprovechamiento y explotación comercial de los bienes localizados dentro del recinto portuario en cuestión.106 Se entiende por cluster un grupo de compañías y asociaciones interconectadas, geográficamente cercanas, que se desempeñan en un sector de industria similar y que están unidas por una serie de características comunes y complementarias. Sus vínculos comerciales con el exterior son una característica de competencia y colaboración a la vez. Para más información ver: Porter, M. “Clusters and the New Economics of Competition”, Harvard Business Review, USA, 1998.107 Tan solo el parque industrial Altamira es considerado como el más grande en Latinoamérica al incorporar 5 098 hectáreas, de las cuales, según la Secretaría de Desarrollo Económico del Gobierno del Estado de Tamaulipas, se tienen ocupadas 500 al año 2006.
185
“conformar una región que se incorpore a los retos de la apertura comercial para acceder
a todos los mercados del mundo” .
A juicio de la Administración Portuaria de Altamira S. A. de C. V. (API-A), la
región es un eslabón económico del proceso productivo que lleva a cabo la industria
nacional e internacional. “Altamira constituye una región competitiva a los flujos
marítimos de las costa Este de los Estados Unidos de América. Es un espacio de
alianzas globales en donde la administración portuaria mantiene como factor de
competitividad la logística multimodal, acorde a los requerimientos del inversionista.
En términos de vinculación con los gobiernos locales dinamiza una región estratégica
para el crecimiento económico del país”* 109. Dentro de los argumentos respecto del
proceso de transformación de Altamira, destaca el énfasis que se hace del cambio
tecnológico al que se ha añadido paulatinamente la nación, “ _ e s la edificación de un
nodo de comercio de la superficie del planeta articulado e integrado en red que da
respuesta a las demandas de la producción globalizada y a la desregulación, cada vez
mayor, del sector marítimo”110. En este tenor, se considera es una oportunidad de
desarrollo regional para Tamaulipas, en la cual los gobiernos locales juegan un papel
trascendental.
La ortodoxia neoliberal, reclama el desarrollo regional como una fuente de
alianzas globales en las que se incluyen las prácticas de outsoursing, las cuales son un
proceso de subcontratación de agentes logísticos a fin de organizar la cadena de
suministro y distribución de bienes. Su función es integrar en el espacio global las
cadenas fragmentadas. Un ejemplo claro es la intervención de capital japonés, francés y
español en el sector eléctrico de Altamira. Cabe señalar que al poniente, a las afueras
del polígono del parque industrial portuario Altamira, se ubica una amplia extensión de
tierras (de alrededor de dos mil hectáreas) destinadas a la exploración y explotación de
pozos de gas, lo que explica el arribo a la zona de corporaciones especializadas en
gasoeléctrica.
Conferencia, 25 años de la AISTAC, llevada a cabo en Tampico, Tamaulipas, México, el 17 de noviembre de 2004.109 Entrevista realizada vía telefónica a Alejandro Martínez Pérez, Gerente de Operaciones de Infraestructura Portuaria Mexicana (IPM), Terminal Marítima Altamira-Multimodal el15 de enero de 2007.110 Entrevista realizada a Salvador Sánchez, Director General de Infraestructura Portuaria Mexicana (IPM), Terminal Marítima Altamira-Multimodal, en las instalaciones del puerto de Altamira el 18 de enero de 2007.
186
En lo que respecta a la generación de empleo, las cifras al 2004 presentadas por
la Dirección de Desarrollo Industrial del Ayuntamiento de Altamira, indican que en el
corredor industrial se generaron 15 mil empleos directos, los cuales significaron el 57%
del total registrado para el municipio, es decir 26 155 ocupaciones. Sin embargo, la
realidad indica un desplazamiento de la población ocupada hacia el sector servicios,
cabe decir, eximida de garantías sociales y derechos laborales. Por otro lado, la realidad
de las comunidades rurales que comparten el espacio con el cluster contrasta con el
esquema de desarrollo toda vez que, éste último, ha irrumpido, violentado y aniquilado
parcial o totalmente su pertenencia social-territorial.
En su momento Appert Llovet, presidente del consejo de administración de
M&G Polímeros, señaló “ ^ s i bien es responsabilidad de las autoridades, delinear y
proponer las estrategias económicas para tener un desarrollo, es nuestro deber y
obligación exigir que ese desarrollo beneficie a la mayoría de la población, eleve su
calidad de vida y le permita tener un mejor control de su destino. Existe un gran riesgo
de atraer grandes inversiones y proyectos, y posteriormente no tener la capacidad de
poder atender sus mínimas necesidades de crecimiento, o que al hacerlo,
comprometamos la calidad de nuestra o la siguiente generación”111.
Sucede que junto con la magnitud del proyecto industrial acontece una realidad
de despojo y desarraigo. Se trata de un pasaje de la industria química y petroquímica
transnacional que se emplaza sobre poblaciones rurales, algunas incluso con indicios de
abandono. Se ha producido una nueva ordenación en la apropiación de los espacios, una
modificación de las territorialidades existentes . Dicha territorialización del capital,
caracterizada por la libertad de movimiento y precisión con la que evade la
responsabilidad -por las consecuencias de su accionar localizado-, compone un “nuevo”
eje de lucha y conflicto social. * 112
Luis Appert Llovet, “Altamira 2005”, en Altamira, ventana de México al mundo, El Diario de Tampico-Milenio, Suplemento Especial, No.7, febrero 2005. Las cursivas son nuestras.112 Por la vía del marco jurídico e institucional, el gobierno federal actual ha procedido a revocar juicios de amparo relativos a expropiaciones débilmente justificadas en el pasado. Se trata de la aplicación de nuevos mecanismos oficiales que refrendan las causas de utilidad pública de los bienes expropiados y que se encuentran en litigio, es decir, que se modifica cualquier clausula del pasado que se considere omita información y que sea causa de controversia. Invalidada o modificada delibera y sobrepasa los fallos jurídicos del pasado.
187
Gráfica V.1. Población rural y urbana en el municipio de Altamira (1930-2010)
Nota: El incremento de la población rural se debe a la conformación de nuevas colonias o asentamientos humanos en localidades menores a los 2500 habitantes y no significa que esos nuevos habitantes se dediquen a actividades del sector primario.
Fuente: Elaboración propia a partir del INEGI, Integración Territorial y censos de población y vivienda, años seleccionados.
Más allá de situaciones puntuales, como las disputas relacionadas con los
impactos que trae consigo la actividad de exploración de PEMEX o aquellas protestas
concernientes a los procesos de expropiación de tierras ejidales, la violencia no ha sido
una característica destacada de la sociedad rural en el estado, a diferencia de otros
países latinoamericanos y/o regiones del país. No obstante, se presencia, en el marco del
proceso de organización territorial de la industria transnacional, una propagación de
conflictos y disputas en las zonas rurales, sobre todo en el municipio de Altamira 113
3 Existen, sin embargo, otros casos relevantes en el estado de Tamaulipas que surgen de la omisión o violación de los ordenamientos territoriales municipales, por ejemplo el caso de la empresa Química Flúor (filial de DuPont) que comenzó a operar durante 1975 en las cercanías del ejido las Rusias, municipio de Matamoros. El emplazamiento de esta planta industrial fue en buena parte producto de la privatización del suelo, es decir, donde algunos ejidatarios optaron por vender parte de su fundo legal susceptible a urbanización. En el contrato de compra-venta quedó establecido que no se generarían substancias peligrosas, cuatro años después las emisiones atmosféricas y de agua asociadas a la producción de ácidos tuvieron efectos en la población. En 1979 demandaron a la empresa pidiendo la devolución de las tierras por incumplimiento de los acuerdos del contrato de compra-venta. El fallo del tribunal agrario fue adverso a los ejidatarios, puesto que para entonces ya se había ejecutado un decreto presidencial en el que se expropiaban las tierras que después se vendieron a la Química Flúor. El tribunal agrario se declaro incompetente en los puntos de la demanda respecto de supuestas afectaciones a la salud originadas por la actividad de la empresa. Ya en 1988 los ejidatarios, con la promulgación de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, interpusieron una serie de “denuncias populares” contra la empresa acusándola de la malformación física de varios niños. Ya no se pidió la devolución de los terrenos, pero si la relocalización de la planta industrial, que indemnizara a las familias afectadas y que indemnizara a los campesinos porque sus cultivos también presentaban malformaciones al
188
Ahí la fuerza coercitiva del Estado y el poder expansivo de la industria han sido
las fuentes generadoras de los conflictos en la zona. La disputa por la tierra ha sido tal,
que los ejidos en conjunto han perdido cerca de 11 mil hectáreas, siendo las de mayor
interés aquellas que se ubican cercanas a la costa. Afloran las tensiones entre
campesinos e industriales en diferentes ejidos de la región: Francisco Medrano, Ricardo
Flores Magón, Congregación Armenta, Lomas del Real y Villa de Altamira.
En efecto, en la zona costera del municipio de Altamira, desde hace tres décadas,
ha habido amenazas de desalojo, mismas que han sido parcialmente resistidas por las
comunidades campesinas. Durante la década de los noventa los hostigamientos
comenzaron a ser más arduos y cobraron visibilidad a partir de las denuncias de los
lugareños organizados. Como resultado de estos sucesos, se conformó un primer grupo
de resistencia emparentado a las cooperativas pesqueras “Las Marismas” y “La
Rivereña” (sociedades conformadas en 1973 y registradas en 1974).
Hay que señalar que durante el periodo de “industrialización por sustitución de
importaciones” (entre las décadas de 1940 y de 1970) en la región convivían ejidatarios,
PEMEX-Refinería y una industria pesada alineada al sector químico (DuPont). Para el
caso de las comunidades asentadas en las zonas de lagunas, el “modelo” de
organización territorial significaba una relativa aceptación de las diferencias, en
términos de relación rural-urbana. Esto debido a que se integraban al modelo a través de
la provisión de alimentos suficientes y accesibles tanto para las cabeceras municipales
de Altamira y Aldama como para las ciudades de Tampico y Madero* 114.
Los cambios en ese esquema ocasionaron la ruptura de los marcos jurídicos e
institucionales y, entre muchos otros sucesos, afectaron los logros obtenidos por parte
de las comunidades con relación al derecho por la tierra (decretos presidenciales). El
capital cada vez más concentrado y capaz de intervenir directamente en la planificación
nacional del desarrollo tendió a avanzar sobre nuevos sectores productivos y espacios
físicos escasamente explorados, pero con potencial geográfico y de recursos naturales
(estuviesen o no habitados). Uno de los instrumentos claves, que dejó entrever la
momento de germinar. Desde entonces a la fecha la prensa matamorense se convirtió en un foro donde se ventila este y otros casos, cabe decir, aún sin fallos a favor de los ejidatarios por parte de la autoridad ambiental. Para más información ver: Trujeqne, A., Op.cit., 1999.114 Los recursos pesqueros de mayor valor económico que proporcionaban el autoconsumo y el mantenimiento de las comunidades de la región eran el camarón, jaiba, escama, catan, peje lagarto y tilapia. Al 2010 la jaiba y la tilapia son los recursos que ayudan a la subsistencia.
189
relación de los industriales con el gobierno, fue el Programa de Estímulos para la
Desconcentración Territorial de las Actividades Industriales expedido en 1978, en el
cual se consideró al municipio de Altamira como Zona de Prioridad I A. En este
sentido, se dotó de facultad a la extinta Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras
Públicas (SAHOP)115 para que atendiera prioritariamente las necesidades de desarrollo
industrial en la zona.
V.2. Primeras maniobras de remoción de formas de producción no
capitalistas en la zona: periodo 1979-1981
En el caso de los conflictos por la tierra relacionados con las sociedades cooperativas
pesqueras tienen su origen en la valoración que empresarios del sector comunicaciones
y transportes e industriales del sector petroquímico hicieron de las tierras “marginales” .
El interés de estos actores se hizo evidente en 1979, cuando el 23 y el 28 de noviembre
la entonces Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas (SAHOP) solicitó
al Secretario de la Reforma Agraria (SRA) la expropiación de 260 hectáreas del ejido
Ricardo Flores Magón y 400 hectáreas del ejido Francisco Medrano respectivamente.
La justificación de estas solicitudes se basó en que esas tierras serían destinadas a la
edificación del puerto industrial y obras de infraestructura necesarias para su operación.
Unos meses después, el interés alcanzó mayores ramificaciones puesto que en el Diario
Oficial de la Federación del 28 de enero de 1980 la Secretaría de la Reforma Agraria
(SRA) dio a conocer a los comisariados ejidales de los núcleos de población
Congregación Armenta, Francisco Medrano y Ricardo Flores Magón que serían objeto
de expropiaciones.
5 La denominación de Secretaría de Obras Públicas, ha tenido los siguientes cambios de denominación: (1959-1976): Secretaría de Obras Públicas; (1976-1982): Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas; (1982-1992): Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología; (1992 - ): Secretaría de Desarrollo Social.
190
Imagen V.1. El proyecto industrial Altamira en el sureste de Tamaulipas
97® S r Longitud Oeste
'I i22* 37' Latitud Norte
il |\Zona salinera
yianal de ciaboga del puerto industrial Altamira
GOLFO DE MEXICO
/Lagína | I E Conejo'
22* 25' Latitud Norte
SIMBOlDGfA
Principales ejidos expropiados
1. Congregación Armenta2. Ricardo Flores Magón3. Francisco Medrano4. La Pedrera5. Lom as del Real6. Aquiles Serdán7. Francisco I. Madero8. Villa de Altamira
Zorva de desarrollo industrial
Fuentes: SIG-Vera, 2009. Imagen: NASA, John C. Stennis Space Center, Landsat, circa 2000.
191
Para las comunidades afectadas, esos avisos oficiales significaban la
desposesión de una superficie cercana a las dos mil hectáreas dedicadas a la pesca
artesanal y la agricultura de temporal. La Sociedad Cooperativa Pesquera “Las
Marismas” prontamente entraría en una etapa de incertidumbre por la posesión de sus
medios de producción. Habían arribado cuatro grandes industrias de la rama química y
petroquímica: Petrocel planta DMT (1974-USA/MEX), Nhumo (1977-USA/MEX), PPG
Industries (1980-USA) y Policyd (1981-MEX).
Durante el año de 1980 los enfrentamientos fueron consistentes, colonos de
Congregación Armenta continuamente encaraban a técnicos de la SAHOP que
pretendían abrir caminos en el área. En diversas ocasiones se plantaron a su paso con el
objeto de detener el avance de las máquinas hacia el territorio rural-lacustre. A saber de
la comunidad, el personal operativo de la SAHOP mantenía cierta cautela de los asuntos
relacionados con el impacto a las tierras ejidales, es decir, se retiraban sin desafiar al
grupo organizado116. Dicho personal, en ocasiones, les mencionaba que se les estaba
haciendo una carretera y que por tanto les beneficiaría. En el fondo el mandato legal de
expropiación no había cuajado aún.
En 1981, aún sin proceder contundentemente en esa zona (idónea para el tráfico
de embarcaciones e instalación de terminales) la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes (SCT) comenzó a hacer presencia en zonas circundantes. El 11 de febrero
arremetió en un ejido situado en tierras sureñas, solicitando a la SRA la expropiación de
una superficie de 22 hectáreas de terrenos del poblado de Altamira para destinarse a la
primera fase de construcción del acceso vía al puerto industrial. Unos días después, el
23 de febrero, Hugo Cruz Valdés, Director General de la SCT, reclamó a favor de la
federación otra porción de tierras del mismo poblado, pero ahora para la construcción de
un acceso ferroviario (19 hectáreas). Ese mismo año, el 10 de octubre, otro ejido
también alejado del área de lagunas costeras, sería objeto de expropiación, pero ahora
por parte de PEMEX: el Ejido Miramar. En conjunto, José López Portillo, presidente de
la República mexicana (1976-1982), con Jorge García Paniagua (1980-1981) y después
con Carbajal Moreno (1981-1982) al cargo de la SRA, estaría abriendo la brecha a la
reproducción territorial del capital en Altamira.
6 Entrevista realizada a la Sra. Concepción Morales, ejidataria de Congregación Armenta, Altamira, Tamanlipas, en su vivienda, el 19 de octubre de 2008.
192
Lo que se percibió en los inicios del proceso de industrialización de la zona fue
una estrategia que se implementó en dos sentidos. Por un lado, se evitó dar a conocer el
proyecto industrial pretendido en territorios campesinos y, por ende, disimular el interés
del empresariado transnacional por ese espacio geográfico. Más que hacer partícipe a
las comunidades en el diseño de la política de desarrollo regional se procedió a
regularizar la tenencia de la tierra de ciertos núcleos de población a fin de convertirla en
privada. En realidad esa posibilidad no tenía como destino el mejoramiento de los
poblados ni de sus fuentes propias de vida -como mencionó en este entonces Amaya
Rodríguez, Director General de la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la
Tierra (CORETT)-, sino la posibilidad de compra-venta de tierras y fragmentación
territorial de los ejidos. Ejemplo de ello, fue la adquisición de parcelas del ejido
Congregación Armenta por parte de nuevos actores (con relaciones políticas locales),
situación que vino a significar una vía más de acceso al territorio del poder trasnacional,
pero además la división de la comunidad que empezaba a organizarse. Por otro lado, las
expropiaciones de tierras en ejidos alejados de la costa, tendientes a la realización de
obras de infraestructura vial y ferroviaria, vendrían a sumar elementos para justificar el
uso de suelo industrial en un sistema ecológico por demás significativo para las
poblaciones ahí asentadas: las marismas.
Casi al finalizar el año de 1981, en las cercanías a la costa, específicamente en la
zona federal marítimo-terrestre, los actores no locales ya procedían con mediciones
topográficas y delimitación con mojoneras. Mientras se turnaban solicitudes
expropiatorias, como la del 28 de septiembre de 1981 de Amaya Rodríguez de la
CORETT dirigida a Carvajal Moreno de la SRA solicitando la expropiación de 34
hectáreas del Ejido Francisco Medrano -ubicado en las cercanías al polígono portuario-,
cobró visibilidad una primera afectación directa a la actividad pesquera de la zona.
En noviembre de 1981 se iniciaron actividades de dragado en el sistema de
lagunas. Esta actividad rompió el bordo natural de contención de una de las más grandes
marismas de la franja de costa (1 metro de elevación sobre el nivel del mar) y por
gravedad se drenó, desapareciendo la fuente de trabajo de 82 socios de la Sociedad
Cooperativa Las Marismas S. C. L., afectando directamente al sustento de las
comunidades de Ricardo Flores Magón, Francisco Medrano y Congregación Armenta.
Pero el impacto no quedó ahí. Miles de metros cúbicos de material de dragado fueron
193
depositados en lagunas interiores. Entre evasivas gubernamentales e impactos al
ecosistema los lugareños buscaron el apoyo de otras organizaciones campesinas, las
cuales, a decir verdad, aún no alcanzaban a percibir la magnitud del proyecto industrial
por venir. Un año después el proyecto cristalizó, en esos territorios, una plataforma para
la instalación de vías ferroviarias, además de definir extensas áreas de suelo para uso
industrial. La comunidad seguía sin saber cómo responder al plan de “desarrollo”
venido desde afuera.
De acuerdo con la información recabada, ni la Federación de Sociedades
Cooperativas de la Industria Pesquera del Sur del Estado de Tamaulipas, ni la
organización civil vinculada a la Sociedad Cooperativa “Las Marismas” tuvieron la
presencia ni el empoderamiento requerido como para negociar retribuciones por
afectación al ecosistema y el cambio de uso de suelo. Dos aspectos básicos podrían
señalarse como las causas: en primer lugar por el alto índice de analfabetismo en la zona
y, en segundo, por la elevada confianza que los afectados depositaron en las autoridades
gubernamentales, esto en lo que respecta a futuros pagos por las tierras y los daños
ocasionados, sin proceder al recurso legal . Sin embargo, al transcurrir los años, al
margen de las evasivas por parte de las autoridades agrarias, las quejas se convirtieron
en acciones y apelaciones.
V.3. El cercamiento a los derechos de los pueblos en la costa altamirense:
periodo de 1982-1984
Al transcurrir el año de 1982 diversos decretos expropiatorios entraron en vigor
evidenciando el avance territorial de la frontera industrial. Fue un año en el que PEMEX
realizó actividades de exploración del subsuelo y de construcción de oleoductos y
gasoductos. Por ejemplo, en tierras del ejido Laguna de la Puerta, municipio de
Altamira, realizó una expropiación parcial en terrenos de uso común para proyectar un
tramo del oleoducto Tampico-Monterrey. Del mismo modo pasó con los ejidos
Miramar, Villa Altamira, Ricardo Flores Magón, Francisco Medrano, Congregación
7 Un comunicado en el año 2002 efectuado por la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera “Las Marismas” a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, donde el Presidente de la Comisión de Pesca Guillermo Díaz Gea, hace referencia a estos asuntos al buscar apoyo indemnizatorio por tierras perdidas y daños ocasionados desde 1982.
194
Armenta, Aquiles Serdán, entre otros. El papel del Estado se definió; las evidencias más
claras fueron las múltiples expropiaciones por derechos de vía a requerimiento de las
plantas industriales ya instaladas. Se efectuaron trabajos de avalúo para cubrir los
requerimientos legales expropiatorios a favor de la SCT y de PEMEX.
Dentro de las prácticas de desposesión que se fraguaron en ese año destaca una
en particular, tanto por la extensión de superficie expropiada como por la dimensión de
sus efectos sociales y ambientales: el decreto contenido en el DOF del 13 de octubre de
1982, que por causa de utilidad pública se expropia a favor de la SAHOP una superficie
de 1 068 hectáreas ubicadas en el ejido de Congregación Armenta, municipio de
Altamira.
V.3.1. Desposesión de tierras de Congregación Armenta
Los antecedentes de este acto datan del año 1979, en particular cuando Pedro Ramírez
Vázquez, a cargo de la SAHOP, solicitó, en un primer momento a Antonio Toledo
Corro de la SRA, la expropiación de 867 hectáreas de terrenos ejidales. De acuerdo con
los registros de la SAHOP se notificó del asunto al comisariado ejidal del poblado ,
sin embargo, el contenido del aviso no fue del todo claro para los afectados. Cabe
señalar que en dicha notificación no se mencionó que el motivo de expropiación era el
establecimiento del puerto industrial de Altamira, sino de Tampico; situación que
generó confusión y desconcierto, toda vez que la ubicación geográfica de Armenta no
corresponde a la jurisdicción de Tampico. Aunado a ello, las justificaciones por las que
se llevaría a cabo el mandato se omitieron. Tres años después, en 1982, la Dirección
General de Procedimientos Agrarios amplió ese desconcierto ya que reveló en el
expediente respectivo la inclusión de 200 hectáreas más al asunto expropiatorio del
ejido Congregación Armenta. Situación que evidenció una fuerte asimetría de
conocimiento entre los actores en pugna.
El análisis de Martínez. A., (2004), desde el enfoque del análisis del discurso,
indica que estas asimetrías se deben a la activación de un lenguaje de valoración
divergente sobre la base de territorio que desarrollan las grandes empresas, en alianza
8 Existe un oficio de solicitud expropiatoria con número 195060 de fecha 13 de diciembre de 1979 el cual fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 28 de enero de 1980 y en el periódico Oficial del Gobierno del Estado de Tamaulipas el 20 de febrero de 1980.
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con los diferentes gobiernos. De esas relaciones desembocan ideas como la de territorio
“eficiente” y/o “sacrificable". Así, las comunidades pobres allí asentadas son negadas e
impulsadas al desplazamiento o desaparición, en nombre de la “expansión de las
fronteras productivas”. Es la construcción de una territorialidad que excluye a otras
existentes. El discurso oficial, evoca esas ideas binarias, tan arraigadas en el imaginario
político y cultural del “desarrollo” y la “planificación”, para justificar procesos de
industrialización como única alternativa productiva. Con esa concepción funcionarios
en el poder explican la venta o concesión de extensos territorios a empresas y
propietarios extranjeros que, en algunos casos, incluyen pueblos enteros así como el
acceso exclusivo a ríos, lagos y lagunas. Esto mismo es lo que sucede en el ejido
Congregación Armenta, toda vez que su superficie quedó completamente al interior del
polígono del puerto industrial
Como se mencionó anteriormente, para ese entonces, ya habían ocurrido
enfrentamientos ocasionales entre campesinos y operadores técnicos de la SAHOP que
realizaban trazos y apertura de caminos sin un permiso legal. La pertenencia campesina
al territorio, por momentos, cobraba fuerza dejando ver el papel activo de esta
comunidad en atención al despliegue industrial. ¿De dónde vino ese sentido de
pertenencia territorial de Congregación Armenta y que significó, hasta cierto punto, una
traba al modelo industrial?
Congregación Armenta se constituyó como ejido por resolución presidencial
expedida el 28 de mayo de 1925 por Plutarco Elías Calles (publicado en el DOF el 23
de julio de ese año). Con el poder otorgado se beneficiaron 67 campesinos al darles
posesión definitiva de 1 068 hectáreas. Al momento de dicha resolución, y hasta la
década de los ochenta, la región era una vasta zona en cuanto a recursos naturales se
refiere. Había lagunas, pantanos, llanos, manglares, playas y tierras ricas en nutrientes
para la siembra comunitaria y de traspatio. El sistema de lagunas funcionaba en sintonía
con la marea, mientras que el mangle se mostraba como una floresta entre tierra y mar
dando protección a esos dos ambientes. En términos sociales, era un medio dotador de
importantes recursos naturales.
La cartografía histórica de Tamaulipas pone en evidencia el establecimiento de
pequeñas comunidades que, junto con Armenta, se asentaron en esas tierras, sobre todo
en las inmediaciones de las lagunas de San Andrés, El Conejo y El Cañón: tales son los
196
casos de San Luis, Villa de Altamira, Esteros y La Pedrera119 120 121. Según Concepción
Morales Torres, mujer de edad avanzada del ejido Congregación Armenta: “en la
primera década del siglo pasado había familias veracruzanas instaladas en la zona de
Tampico trabajando en actividades relacionadas con la actividad petrolera” . En
efecto, en Tampico había un proceso de atracción poblacional que respondía a la
actividad de exploración y explotación de yacimientos, que desde 1887 realizaba la
refinería Waters Pierce Oil Company, subsidiaria de la firma norteamericana Estandard
Oil. Esta empresa contrataba campesinos para trabajar tanto en actividades industriales
como en las tocantes a la exploración de la región contigua a la desembocadura del río
Pánuco . Desde esta región se abastecía de materia prima a la industria ferroviaria
cuya presencia se articulaba a los hallazgos de la Waters Pierce Oil Company y al
perfeccionamiento del puerto de Tampico. Esta situación favoreció el establecimiento
de una red social que resultó en el traslado de personas, en su mayoría pescadores que
encontraron condiciones favorables de asentamiento y producción en las tierras altas
circundantes a lo que hoy se conoce como las lagunas de San Andrés y Las Marismas
en el municipio de Altamira. Durante más de 70 años las comunidades ahí asentadas
subsistieron gracias a la abundancia del medio natural.
Congregación Armenta dedicó buena parte de su actividad a la pesquería del
catán y la tilapia, pero también desarrolló un sistema rústico de producción agrícola de
temporal que le permitía una importante cosecha de calabaza y tomate principalmente.
Otros cultivos destacados fueron la guasima, encino, sandía, nopal, chaca, chijol
aguacate, limón agrio, ciruelo rojo, plátano costillón y mango manila; además de la
crianza de animales de corral y agostadero. Cabe señalar que al momento de la
Herrera Pérez, O., “Historia de las jurisdicciones políticas” en Reyes Vayssade, M. (coord.), Cartografía Histórica de Tamaulipas, Instituto Tamaulipeco de Cultura, Ed. Tlacuilo, S. A. de C. V., 1990.120 Entrevista abierta realizada el 12 de diciembre de 2008.121 La compañía, fundada por Henry Clay Pierce, tenia el propósito de importar petróleo de Estados Unidos de América y rebinarlo para satisfacer la demanda de los ferrocarriles mexicanos. También en esa industria trataba aceite y algunos otros derivados. Al iniciar el siglo XX, una vez supeditada la compañía a la exigencia ferroviaria, se autorizó la construcción de otra refinería en Árbol Grande, Tamaulipas. Situada entre la desembocadura del río Pánuco y la ciudad de Tampico, con capacidad para procesar 2 mil barriles diarios de petróleo crudo importado de los Estados Unidos. El proceso fue un detonador demográfico de la región, en especial para la ciudad de Tampico. De ahí que se adjudique a Henry Clay, en vinculación con Porfirio Díaz, el desarrollo de una región escasamente poblada y con incipiente comunicación terrestre. Para mayor información histórica al respecto ver: PEMEX, Cronología de la refinación en México, siglo X X (1900-1938), México (s/f); González Salas, C., Tampico es lo azul, crónicas de Tampico, Ciudad Madreo y Ciudad Altamira, Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Porrúa, México, 1990.
197
expropiación del ocho de octubre de 1982, existía un Comité Técnico y de Inversión de
Fondos denominado Sociedad de Crédito Ejidal (fondo común del ejido) constituido por
17 familias. Con esta sociedad el ejido había logrado diversificar el abasto de alimento
en tierras susceptibles de apoyos federales. Al paso de los años, en la década del setenta,
las familias residentes (77 según información primaria), lograron la instalación de una
escuela rural federal denominada “Benito Juárez, un salón de actos y un campo
deportivo comunitario. El uso de estos equipamientos les permitió establecer una
elemental, pero importante, cohesión social.
El ámbito de negociación por el pago de esas tierras, constituidas por 277.50
hectáreas de uso individual y 790.50 de uso colectivo, dentro de las cuales se
encontraban 20 hectáreas correspondientes a la zona urbana del poblado, fue un hecho
que generó el repudio, de éste y otros ejidos vecinos, a las pautas que mostraba el
Estado en términos de desarrollo regional y local. En el recinto del Poder Ejecutivo de
la Unión se habían determinado procedentes las opiniones del gobernador del estado de
Tamaulipas Emilio Martínez Manaoutou, de la Comisión Agraria Mixta, de la Dirección
General de Procedimientos Agrarios de la SRA y del Banco Nacional de Crédito Rural,
S. A., con relación a que las tierras ejidales y comunales de Congregación Armenta eran
susceptibles de ser expropiadas por causa de utilidad pública. En este tenor, la SRA
estipuló una indemnización, que correría a cargo de la SAHOP, de 22 514 400 viejos
pesos equivalentes al valor comercial agrícola de las tierras, según se informó al ejido.
Paso siguiente fue la aplicación de la fuerza persuasiva del Estado con fundamento en el
programa de desarrollo industrial del gobierno de López Portillo.
En un instante, la historia y el destino de un pueblo habían cambiado por la
nueva disposición que fortalecía la relación industria-gobierno. Dentro de las muestras
de poder, se buscó la fragmentación de los grupos opositores al modelo. Era conocida la
incipiente, pero cada vez mayor alianza entre ejidatarios; sin embargo, al margen de
cualquier empoderamiento local se comenzó a depositar intereses monetarios en algunos
de los miembros tanto de la Sociedad de Crédito Ejidal de Armenta como de la
Sociedad Cooperativa “Las Marismas”, que venía estableciendo vínculos en la
Federación de Sociedades Cooperativas de la Industria Pesquera del Sur del Estado de
198
Tamaulipas* 122. La estrategia consistió en otorgar pagos a ciertos miembros de la
Sociedad de Crédito Ejidal por los bienes considerados distintos a la tierra, es decir,
casas habitación, cercos, corrales, pozos, estanques y cualquier otra obra edificada
valuada en el decreto de expropiación. En lo que respecta a las superficies requeridas
por PEMEX, para la ejecución y desarrollo de sus obras, el ejido quedó excluido de
cualquier pago por derecho de vía, ya que se determinó que cualquier afectación a esas
tierras sería ahora asunto de convenio entre PEMEX y SAHOP.
Dentro de las estrategias de fragmentación de grupos opositores al modelo
hubieron dos acciones clave: 1.- que los campesinos tendrían derecho de recibir cada
uno, dos lotes tipo urbanizados concedidos en la zona de desarrollo urbano del puerto
industrial (no se estipulaban los tamaños ni las características); y 2.- que a los
ejidatarios les correspondería 20% de las utilidades netas del fraccionamiento . De
inicio la propuesta fue atractiva para los ejidatarios e incluso fueron persuadidos a
través de la posibilidad de contratación de sus hijos en la industria. La realidad fue
totalmente distinta con los años.
El origen de esas conflictivas y cuantiosas expropiaciones dejó entrever la
concepción binaria de los funcionarios en el poder, respecto de los negocios y el
territorio: redituable para los nuevos posesionarios vano para los ejidatarios. Bajo este
esquema se prosiguió en contra de otras tierras ejidales aledañas a la zona urbano-
industrial de Altamira. La zonificación de territorios comenzó a tomar sentido para los
industriales.
Una semana después del decreto de expropiación al ejido Congregación
Armenta, sin dar tiempo a mayores formas de organización de las comunidades
afectadas, López Portillo publicó, en el DOF del 16 de octubre de 1982, otro decreto
presidencial expropiatorio a favor de la SAHOP de una superficie de 239 hectáreas del
poblado Ricardo Flores Magón ubicado al poniente de la laguna El Cañón, en tierras
consideradas por los actores no locales con potencial para establecerse un banco de
material.
Entrevista realizada el 19 de octubre de 2008 a la Sra. Concepción Morales, ejidataria de Congregación Armenta, Altamira, Tamanlipas.123 Las clausulas a seguir, dependiendo de los acuerdos derivados, es un requisito estipulado en el artículo122, fracción II, párrafo primero, de la Ley Federal de la Reforma Agraria.
199
V.3.2. La expropiación de tierras del ejido Ricardo Flores Magón
La territorialidad de este pueblo tuvo su origen cuando las primeras 66 familias
asentadas en ese espacio geográfico lograron el derecho ejidal de una superficie de
1 196 hectáreas. En efecto, en 1938 por resolución presidencial de Lázaro Cárdenas, se
les otorgó dicho poder; siendo éste un evento indicativo de la historia del reparto agrario
en el sur de Tamaulipas. Durante los siguientes 40 años esta población creció más que
otras contiguas, diferenciándose de las demás por la ocupación de su población en el
sector servicios. Según el INEGI al año 2000 la población era habitada por 1 404
personas incrementándose a 1 649 en el 2010. La vida campesina paulatinamente dejó
ser su actividad principal y sus pobladores ofertaron su mano de obra en el mercado de
trabajo que estaba supeditado al dinamismo comercial y de crecimiento urbano de
Tampico y Madero.
Cabe señalar que la comunidad de Ricardo Flores Magón fue la primera en
organizarse para crear una sociedad cooperativa pesquera (1971), lo que en cierta forma
la hacía más organizada que otras poblaciones vecinas. Sin embargo, hay que decir, la
presencia de esa cooperativa también tuvo un impacto negativo en los ecosistemas
relacionados con los esteros, toda vez que depredó importantes zonas de mangle y
vegetación ribereña. Aunado a ello, a saber de otras comunidades más cercanas a la
costa, las artes de pesca de esa cooperativa rompían con el equilibrio natural de ciertas
especies comerciales, tal fue el caso del camarón124.
Pero volviendo al asunto del poder obtenido a través del reparto agrario, se
podría decir que al transcurrir la década de los setenta ese poder legítimo cambió. Sin
más preámbulos PEMEX, paraestatal que venía efectuando excavaciones para encontrar
gas en la zona centro del municipio de Altamira, arremetió en tierras del ejido. En 1979
por decreto presidencial de José López Portillo, publicado en el DOF el 25 de abril, se
les expropió una superficie de 751 hectáreas para destinarse a la construcción de
cuadros de maniobras de pozos, caminos de acceso, baterías de separadores definitivos,
4 Evidencia de ello es el listado de bienes distintos a la tierra que la SAHOP entregó a la SRA para sustentar el decreto expropiatorio publicado en el DOF del 16 de octubre de 1982. Ahí se observa que de 23 ejidatarios 19 de ellos contaban con cercos de tronco de mangle. La cantidad promedio por dueño, según el listado oficial, fue de 500 de troncos de mangle de 0.12 cm. de diámetro y 1.60 m. de altura. Sin contar postes de mezquite, ébano, pichijume y encino. En lo que respecta a las prácticas pesqueras inadecuadas, por tamaño de la red de pesca, se ventilaban desde entonces ciertos conflictos entre cooperativas por estos hechos.
200
tuberías de descarga definitiva, acueductos, ductos principales, plantas de
almacenamiento, alojamiento y derecho de vía del trazo correspondiente del gasoducto
de distribución Tamaulipas Constituciones.
Las negociaciones estaban dadas, a partir de ese momento las obras relacionadas
a la actividad de PEMEX se hicieron cada vez más evidentes. Para ese entonces la
SAHOP venía efectuando trabajos de avalúo de las tierras a expropiar. También había
enlistado el valor de los bienes distintos a la tierra de cada afectado. Sin poder incidir
efectivamente en el valor comercial de los bienes y con poca claridad del asunto
industrial por venir, los ejidatarios comenzaron a organizarse a fin de evitar el desalojo.
En varias ocasiones se agruparon en las casas que iban a ser afectadas por las
excavaciones de los ductos. La retirada de las máquinas era el proceder. Con ello,
ganaban algunos días para hacer notar su posición. Hubo un momento en el cual
PEMEX se mantuvo al margen de las afectaciones al área urbana del ejido, orientándose
a la construcción de cuadros de maniobras de pozos de gas en las parcelas expropiadas.
Por momentos la población parecía ganar espacios de pacto, al menos en su área urbana.
A la par de la situación vivida en el centro urbano de Flores Magón, se
instrumentó otra expropiación al mismo ejido. En efecto, en la escena política el
Secretario de la SAHOP Pedro Ramírez Vázquez, subordinado de López Portillo, venía
entrelazando nuevas disposiciones a favor tanto de la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes (SCT) como de Patrimonio y Fomento Industrial (PFI). Ejemplo de ello fue
un oficio con fecha del 23 de noviembre de 1979, en el cual Ramírez Vázquez solicitó a
Carvajal Moreno de la SRA la expropiación de 260 hectáreas del citado ejido para la
zona industrial proyectada. Con ello, se estaría representando una historia de coerción a
la pertenencia de esta y otras poblaciones en el marco de la nueva territorialidad
industrial a punto de desplegarse.
Entre disputas con PEMEX y sin conocimiento de esa solicitud en puerta,
transcurrieron tres años, hasta que en el DOF del 16 de octubre de 1982 se publicó el
decreto expropiatorio a favor de la SAHOP de 239 hectáreas de uso individual del ejido
en mención. Con esta ordenanza se vieron afectados 23 ejidatarios que disponían de
norias, pozos, desmontes y siembras a crédito, además de algunos huertos en
producción con árboles de guasima, higo y coco principalmente.
201
Al momento del decreto algunas de las calles de tierra del poblado estaban
siendo cavadas con el propósito de expandir la red de ductos de PEMEX. El ejido había
perdido 990 hectáreas de las 1 196 otorgadas en la época de cardenista. El año de 1982
significó el parteaguas en la vida organizacional del pueblo. Tuvieron que pasar solo
cuatro años para que se vieran cercados por un territorio de industriales, situación que
derivó en nuevas resistencias, es decir, al buscar anticipar cualquier nuevo embate que
los pusiera en una situación definitiva de desalojo. La firmeza fue clave para esta
comunidad: años más tarde “lograron” que el poblado apareciera en una franja
denominada “cordón ecológico”, adherida a la cartografía industrial.
Esta situación, en realidad fue un logro para ellos. Toda vez, que como se
mencionó anteriormente, este ejido en la época de expropiación no basaba su
subsistencia en la actividad primaria sino que se mantenía a partir de los servicios no
especializados, el trabajo asalariado y de empleo temporal circunscrito a la ciudad.
Sabían de las afectaciones ocurridas en algunas lagunas ubicadas en las inmediaciones
del ejido Congregación Armenta y por tanto a la Sociedad Cooperativa “Las Marismas”
de la cual eran fundadores; así como de la contundente expropiación ocurrida en ese
ejido. Habían experimentado el primer embate de PEMEX al interior de su área urbana
y tenían información de la llegada de nuevas industrias petroquímicas como lo fue
Policyd S. A de C. V. en 1981125 y Negromex^^26 en 1982. Sin embargo, no actuaron con
oportunidad en los momentos de negociación por las utilidades generadas por la venta
de sus tierras.
Un tercer momento de despojo se gestó en la región cuando fue publicado, en el
DOF del 23 de octubre de 1982, un dictamen favorable a la SAHOP sobre la solicitud
expropiatoria de 400 hectáreas pertenecientes al ejido Francisco Medrano, del
municipio de Altamira. Este ejido, ubicado al norponiente de la laguna El Conejo y a
menos de un kilómetro al sur de la población de Ricardo Flores Magón, estuvo en una
situación similar que sus vecinos colindantes, sobre todo, por su localización geográfica
en la cartografía del proyecto industrial. Con ésta expropiación se cerró la primera y * 126
5 La cual, desde Altamira, estaría colocando en el mercado extranjero parte de su capacidad nominal de 72 mil toneladas anuales de resinas de suspensión homopolímero para la formulación de productos rígidos y flexibles (Estados Unidos, Centro y Sudamérica, Europa y Medio Oriente).126 Para dedicarse a la fabricación de hule sintético, abasteciéndose de butadieno provenido de PEMEX.
202
más cuantiosa fase de la acometida industrial en su quehacer por el usufructo al suelo y
territorialización de la zona cercana a la costa tamaulipeca.
V.3.3. Dominio de propiedad quebrantado en el ejido Francisco Medrano
Entre 1982 y 1984 este ejido sintió el poder de la alianza gobierno-industria en tres
ocasiones. Según afirman sus colonos, uno de los principales retos que tuvieron que
enfrentar en esa época fue la intimidación por el desalojo. La historia territorial de sus
pobladores advierte prácticas coercitivas del Estado, relacionadas con la desintegración
de grupos opositores al modelo.
Al estar ubicados en la parte occidental del polígono portuario, y oriental de los
campos de exploración de PEMEX, sus tierras fueron objeto de enajenación como
bienes inherentes a la nación. En ellas se proyectó una red de ductos que, con los años,
significaría un riesgo potencial. En efecto, entre acciones represivas y de persuasión por
el cambio de régimen de propiedad de sus tierras, el ejido ha tenido que aprender a vivir
sobre una red de ductos de gas y petróleo; lo que hace que cualquier eventualidad se
convierta en una posible causa de desastre. En esta población los simulacros de
evacuación han pasado a formar parte de la cotidianidad social. Sin embargo, su
posicionamiento ha sido fuerte, sobre todo a la defensa de su área urbana que, al año
2010, es habitada por 861 personas en su mayoría viviendo en casas con piso y techo de
concreto (INEGI-ITERR, 2010). Cabe señalar que la única forma con la que lograron su
permanencia en la zona fue que el cordón ecológico del puerto se desplegara sobre su
poblado. ¿Cuál es su historia de propiedad y pertenencia territorial?
Una mirada al pasado de esta comunidad deja ver la importancia que tuvo el
gobierno cardenista en el reparto agrario de las poblaciones registradas en la zona. Con
fecha del 3 de junio de 1936 el poblado se convirtió en ejido adjudicándole una
superficie de 1 040 hectáreas para beneficiar a 51 campesinos, dándoles la posesión
definitiva total el 5 de noviembre del mismo año. Fue hasta 1978, cuando por primera
vez verían afectadas sus tierras por expropiación vinculada a la actividad de PEMEX.
Entre 1936 y 1978 esta comunidad dedicó buena parte de su esfuerzo a la
siembra de piña y sandía, pero también a la pesca de tilapia y animales de corral. La
comunidad añadía buena parte de su producción de piña al mercado alimenticio
203
regional. Tan solo la superficie sembrada de piña al año de 1982 abarcó 55 hectáreas en
producción, mientras que la superficie sembrada de sandía alcanzó 35 hectáreas. A
pesar de ello, como se mencionó anteriormente, la primera afectación a esa labor fue
cuando PEMEX expropió 4.5 hectáreas del ejido para el alojamiento y derecho de vía
del gasoducto de distribución Tamaulipas Constituciones.
Claramente las proyecciones tendientes a la distribución de la red de ductos
apuntaban a atravesar el área urbana y de parcelas del ejido, toda vez que al poniente
PEMEX venía realizando perforaciones al subsuelo en un área aproximada de 15 mil
hectáreas, al oriente la SCT procedía con la construcción del puerto industrial Altamira
y al sur la SAHOP aseguraba tierras de reserva para la expansión del corredor industrial.
Inmersos en este panorama, sin lugar a dudas, las 1 036 hectáreas restantes del ejido se
presentaban envidiables tanto para el sector público como para el privado.
Como resultado de la solicitud de expropiación que en 1979 Pedro Ramírez
Vázquez de la SAHOP hizo a Gustavo Carvajal Moreno de la SRA, se publicó el 23 de
octubre de 1982, en el DOF, el decreto presidencial suscrito por López Portillo en el
cual se expropiaron, a favor de la SAHOP, 400 hectáreas de terrenos pertenecientes al
ejido Francisco Medrano. Esta fue la segunda acometida a la territorialidad de esa
comunidad. A partir de ese momento la afectación a las parcelas del ejido por parte de
PEMEX quedaron regularizadas, a través convenios celebrados entre dicha paraestatal y
la SAHOP. El ejido recibió de ese acto ocho millones de viejos pesos de pago por
concepto de indemnización según el avalúo comercial agrícola de tierras realizado por
la SRA y la SAHOP. Esta cantidad supondría el pago a 23 miembros afectados,
equivalente a unos nueve mil pesos actuales por hectárea (amortizando el valor del peso
respecto al dólar).
Por ese mismo concepto, a cada uno de los afectados se les otorgó el derecho de
recibir dos lotes tipo urbanizados en la zona de desarrollo urbano del puerto industrial y
20% de las utilidades netas del fraccionamiento. De nueva cuenta esa promesa del pago
del 20% sugería cierta equidad en el proceso de transformación. Sin embargo, de la
misma manera que sucedió en los ejidos expropiados adyacentes, esta posibilidad se
tornó en un acto persuasivo y no en una práctica incluyente como se aludió en un
principio en dicho mandato.
204
Dos días después, es decir el 25 de octubre de 1982, Miguel de la Madrid
Hurtado, con base en la Ley General de Bienes Nacionales, desincorporó del dominio
público de la Federación 6 081 hectáreas (expropiadas en su momento por la SAHOP)
para ponerlas a disposición del patrimonio del Fideicomiso del Fondo Nacional para los
Desarrollos Portuarios (FONDEPORT) ; con ello, este fideicomiso obtuvo el poder
para llevar a cabo actos de dominio y administración. Cabe señalar que el Plan Nacional
de Desarrollo 1983-1988 estipuló como prioritario el fomento de la industria,
propiciando aquellos mecanismos que permitieran la integración creciente del aparato
productivo nacional y su eficiente vinculación con el comercio externo. Tales actos
significaron la posibilidad de renta y enajenación (venta) de esas tierras expropiadas.
Pasaron tres meses para que se suscitara un tercer impacto a la territorialidad del
ejido Francisco Medrano. El cinco de enero de 1983, PEMEX expropio cuatro hectáreas
del ejido para destinarlas al alojamiento y derecho de vía del gasoducto de distribución
Tamaulipas Constituciones. Cabe mencionar que este gasoducto fue alargándose y
derivando ramales en el área de desarrollo tanto del puerto industrial como del naciente
corredor petroquímico. En este sentido, PEMEX ya con la certeza de las tierras
expropiadas a su favor, y con las adjudicadas al FONDEPORT, informó a la comunidad
los trazos por donde pasaría la red secundaria de ductos.
En unos meses la traza urbana del poblado se vio afectada por la red subterránea
proyectada. De la misma manera que estaba sucediendo en el ejido Ricardo Flores
Magón, los colonos de Francisco Medrano resistieron el proceso de industrialización,
pero a diferencia de los primeros éstos exteriorizaron su disposición por negociar
derechos de vía a fin de evitar el desalojo de sus viviendas ubicadas en el área urbana.
Es importante referir que al interior de este ejido se habían detectado controversias entre
sus miembros, toda vez que el pago por concepto de indemnización correspondiente a
las obras de derecho de vía no estaba funcionando equitativamente, siendo que fueron
incorporadas a nombre del ejido en el Banco de México, S. A. y concentradas en una
cuenta de Financiera Nacional de la Industria Rural, S. A.
Entre controversias internas y acciones de intimidación por desalojo, los
colonos de Francisco Medrano trataban de concentrar esfuerzos a fin de asegurar ese
pago del “20%” de las ventas del fraccionamiento de lotes cedidos al FONDEPORT.
27 Poder Ejecutivo, Secretaría de Programación y Presupuesto, Diario Oficial de la Federación viernes 25 de octubre de 1985.
205
Hay que decir que esa promesa, por parte del gobierno, fue la herramienta de control y
apaciguamiento a cualquier oposición mayor que pudiera sucederse. Mientras tanto, era
imprescindible para PEMEX integrar un plan de evacuación para el poblado en caso de
contingencia.
Las afectaciones a la traza urbana del ejido fueron tan abruptas que el Fondo
Nacional de Desarrollos Portuarios (FONDEPORT) incorporó su centro de población
en una franja denominada “cordón ecológico” adherida a la cartografía industrial, tal y
como sucedió con el centro de población del ejido Ricardo Flores Magón.
Imagen V.2. Localización de los centros de población ejidal expropiados en la zona sur del polígono del puerto industrial A ltamira
Fuente: Adaptado de la Carta Topográfica F14B74 del INEGI, 2004.
Una fecha importante y que marcó la pauta del dinamismo industrial en terrenos
del FONDEPORT fue el año de 1983, toda vez que se instaló la primera industria
petroquímica en las instalaciones del parque industrial puerto de Altamira: Primex,
integrada a la cadena de cloro-vinilo con especial énfasis en el policloruro de vinilo
(PVC). Su ubicación fue en tierras del ejido Congregación Armenta.
Fuera del área urbana del ejido Francisco Medrano aún habitaban algunas
familias en tierras de labor. Estas familias geográficamente se hallaban dispersas. Eran
206
campesinos pobres, en su mayoría ancianos analfabetas que subsistían de sus huertos y
animales de corral. Condiciones que permitieron proseguir, a la par de las
expropiaciones, con la privatización de la tierra y la especulación. Para lograr esos
cometidos, se hizo necesario dotar de certeza jurídica a favor de sus ocupantes por
medio de títulos de propiedad. Considerados por la CORETT como asentamientos
irregulares, es decir, no ejidales, se visualizó el valor comercial de esas tierras; a tal
grado que se publicó en el Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas del 4 de enero de
1984, una solicitud que hizo Federico Amaya Rodríguez, Director General de la
CORETT dirigida a Gustavo Carvajal Moreno de la SRA, tendiente a la expropiación
de 34 hectáreas de terrenos ejidales pertenecientes al ejido Francisco Medrano. Lo
confuso de este acto fue que en la solicitud no se estipuló el número ni los nombres de
familias “irregulares” a dotar de títulos de propiedad. Habría que sumar este asunto a las
futuras compras de tierras por parte de privados en atención al crecimiento urbano del
municipio de Altamira.
V.4. Respuesta campesina en el marco de las nuevas adjudicaciones de las
tierras expropiadas: periodo 1985-1994
Este fue un extenso periodo en el cual se suscitó el mayor número de acciones
colectivas en búsqueda de alternativas a su condición social. Venía de un contexto en el
cual la alianza gobierno-industria avanzaba consistentemente sobre territorios
campesinos. En términos generales, de 1979 a 1984 las comunidades habían perdido
alrededor de seis mil hectáreas. Dicha desposesión se manifestó en forma de
movilizaciones sociales, cuyos mecanismos de organización y objetivos definirían su
permanencia o desaparición en el tiempo. Bajo este panorama se mostraron diversas
prácticas asociativas en tanto respuesta social a la condición del deterioro ambiental, la
exclusión y la pobreza. Los movimientos eran del tipo socioterritoriales,
fundamentalmente anclados en el arraigo de los pueblos, es decir, surgidos desde los
ejidos, sociedades cooperativas y grupos de familias organizadas de base campesina.
En 1985, ya entrado el gobierno presidencial de Miguel de la Madrid Hurtado, el
proceso expropiatorio continuó y, con ello, el avance de la frontera industrial. En el
corazón del polígono portuario, colonos del ejido Congregación Armenta trataron de
207
frenar unas obras de relleno tendientes a crear suelo industrial al norte de la laguna El
Conejo. Paralelamente, el Director General del la SCT, Hugo Cruz Valdez, hacía otro
requerimiento de 28 hectáreas pertenecientes al ejido Villa de Altamira para destinarlas
a la construcción de accesos viales al puerto industrial y un libramiento para el tránsito
de mercancías.
En esos escenarios, claramente se observaba la importancia que venía cobrando
la Dirección de Planeación y Ordenamiento Territorial de la SRA, toda vez que se
estaba convirtiendo en un organismo clave en el proceso de planificación urbano-
regional. Tanto fue así, que su intervención en la redefinición del Plan Subregional de
Desarrollo Urbano de la Desembocadura del Rio Pánuco abrió la posibilidad de
institucionalizar los nuevos requerimientos de tierra requeridos para la ampliación de la
zona industrial de Altamira.
Por su parte, otro organismo, creado en 1975 por la Secretaría de Programación
y Presupuesto, estaría reformándose con miras a apuntalar esa posibilidad de
administración de tierras: el Fondo Nacional para los Desarrollo Portuarios
(FONDEPORT). Para ese año dicho ente había logrado el dominio de 6 081 hectáreas
para uso exclusivo de renta industrial con el objetivo explicito, según su misión, de
—promover del desarrollo” del litoral altamirense. Pero no bastó con la posibilidad de
renta, habría que enajenar para tener un mayor control administrativo y de zonificación.
Con fecha del 21 de octubre de 1985, Miguel de la Madrid Hurtado autorizó a favor de
del FONDEPORT el poder de venta de esas tierras, buscando con ello atender las líneas
estratégicas contenidas en el Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988. Cabe hacer
mención, en cuyo texto se indicó “apoyar aquellos mecanismos permitan la integración
creciente de aparato productivo nacional y su eficiente vinculación con el comercio
exterior” . En realidad fue un acto de desincorporación del dominio público de la
Federación, cuya superficie años más tarde se vería conferida al sector privado, tanto
fue así que incluso la administración total del puerto de Altamira transitaría por el
mismo camino.
Al finalizar la década, los intentos de los ejidos Benito Juárez y Santa Amalia
por detener las afectaciones en sus tierras a consecuencia de la construcción de un ducto
de PEMEX de 24 pulgadas denominado Ciudad Madero-Monterrey culminaron en la
aceptación de 40 mil pesos por concepto de expropiación de poco más de cuatro
208
hectáreas. En ese momento, la organización campesina del ejido Altamira había logrado
negociar ciertos términos con la paraestatal, toda vez que la empresa pública había
dejado claro que, de dicha comunidad, requeriría 246 hectáreas para ocuparlas en la
zonificación de cuadros de maniobras, estaciones, líneas de descarga, baterías,
quemadores, presas, escurrideros de aceite y derecho de vía del oleoducto Ciudad
Madero-Cadereyta. De ese asunto el comisariado ejidal autorizó a PEMEX para que en
forma temporal pudieran realizar sus actividades (tiempo en función de los
requerimientos de la empresa), de tal forma que lograron un recibo indemnizatorio por
el uso del territorio, además de un permiso para seguir pastando su ganado, sembrar
cultivos de raíz poco profunda, aprovechar la flora y la fauna y transitar libremente en
cabalgadura en terrenos ocupados por la industria petrolera. En cuanto a los esfuerzos
de los colonos de Congregación Armenta revelarían una serie de derrotas al no poder
detener la fragmentación del hábitat ocasionada por la elevación, compactación y
nivelación de accesos ferroviarios sobre cuerpos de agua, afectando gradualmente la
cotidianidad socioeconómica y alimenticia de la comunidad.
Al transcurrir el periodo presidencial de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994),
con Andrés Caso Lombardo al cargo de la SCT, se desincorporaron del régimen federal
de ese sector otras superficies de tierras para sumarlas al patrimonio del FONDEPORT.
El panorama de comercialización de tierras estaba en boga. Las tierras expropiadas del
ejido Congregación Armenta (como de otros) transitaban libremente de sector en sector,
a lo mucho se habían cubierto algunos pagos a cierto número de afectados pero solo por
concepto de bienes distintos a la tierra (árboles en producción, corrales, norias, etc.).
Esos pagos, sin contemplar utilidades compartidas respecto de la renta y venta de lotes
industriales, estaban haciendo cada vez más confuso el mandato oficial por el cual se
obligó a la extinta SAHOP pagar a los afectados 20% de las utilidades netas por el
usufructo del fraccionamiento industrial. De hecho, en el último año del gobierno
salinista ya se construía la terminal multimodal del puerto de Altamira en tierras del
ejido Congregación Armenta. Es importante señalar que para ese entonces diversas
superficies se habían ganado al mar, incluidas numerosas áreas de agua adyacentes al
litoral.
Un evento que marcó la pauta a la privatización del complejo portuario y que
por consiguiente perfilaría un nuevo esquema de interlocución y negociación con los
209
ejidos afectados fue cuando, con fecha del 17 de marzo de 1994, el presidente de la
República Carlos Salinas de Gortari, a través de Emilio Gamboa Patrón al mando de la
SCT, determinó la concesión de bienes inmuebles a favor de particulares (tierras,
instalaciones y prestación de servicios portuarios). En otras palabras, se diseñó un
acuerdo institucional en el cual se facultó a la SCT para ejercer el poder de encomendar
la administración y operación del complejo marítimo industrial a alguna sociedad
mercantil que pudiera ser “objeto de merecer” la concesión. Con ello, los usos y
destinos de los bienes inmuebles además de los modos de operación-administración de
los mismos quedarían determinados por subsecuentes planes de desarrollo portuario e
industrial diseñados por particulares. Para tal efecto se habían dispuesto al sector
privado 3 048.09 hectáreas, dentro de las que se encontraban diversos centros de
población. Con este proceder, ese mismo año, la SCT otorgó la concesión integral del
área a la Administración Portuaria Integral de Altamira, S. A. de C. V. (API-A),
añadiendo así a un nuevo actor en el proceso de cambio. Fue entonces cuando la SCT
parecía haberse deslindado de responsabilidades indemnizatorias.
V.5. Momentos de resistencia y permanencia campesina: periodo 1995-2004
En ese entonces, es decir en 1995, hubo otro traspaso de tierras expropiadas, “que eran”
de los ejidos Congregación Armenta, Ricardo Flores Magón y Francisco Medrano, a
favor del Gobierno del Estado de Tamaulipas. Incluso se podría decir que fue a partir de
este evento que la sociedad campesina comenzó a reintegrase después de haber
enfrentado de manera aislada los procesos de transformación territorial. Sucedió que en
el gobierno estatal de Manuel Cavazos Lerma (1993-1998) se especuló con un proyecto
denominado “Canal Intracostero”, el cual consistía en la edificación de un enlace
terrestre que bordearía la costa tamaulipeca desde la ciudad de Madero, pasando por
Altamira y otros cuatro municipios, hasta llegar a conectar con la ciudad de
Brownsville, Texas. Este proyecto en realidad respondía al interés de los empresarios
estadounidenses en pretensión por integrar el tránsito de mercancías y materias primas
desde Campeche, México, hasta el puerto de Houston en Texas. En la porción
tamaulipeca, el gobierno estatal vendía la idea de que con su construcción, los
municipios costeros experimentarían desarrollo social y económico a la par del
210
crecimiento de sus polos industriales. Sin embargo, debido al alto impacto ecológico
difundido por grupos ambientalistas (nacionales y extranjeros), pero también por el
elevado costo de su construcción, perdió fuerza y al terminar el mandato de Cavazos
Lerma, en 1998, quedó como un proyecto incosteable en las agendas de gobierno
federal y estatal . Entre discursos y gestión política, el gobierno estatal había logrado
hacerse de más de mil hectáreas en el municipio de Altamira.
Ya en el gobierno de Tomas Yarrington Ruvalcaba (1999-2004), el malogrado
proyecto “Canal Intracostero” derivó en la creación de un fideicomiso denominado
“Nuevo Santander” con el cual se obtuvo la posibilidad legal de conferir esas tierras
expropiadas, para después proceder a la enajenación. Fue entonces cuando apareció la
constructora Materiales y Construcciones Villa de Aguayo, S. A. de C. V., empresa que
compraría a 0.87 centavos el metro cuadrado de esas tierras .
Manifestándose afuera del Palacio de Gobierno Estatal, en el mes de mayo del
año 2000, un grupo numeroso de campesinos despojados, principalmente de los ejidos
de Ricardo Flores Magón, Francisco Medrano y Congregación Armenta, enunciaron
que esas adjudicaciones a la constructora en mención no cumplían con el mandato por el
cual se les había expropiado de esas tierras. Empoderados por el incumplimiento de
ciertos “considerandos” del decreto expropiatorio, como el que indicaba que de no
establecerse esas tierras para las instalaciones del puerto industrial serían devueltas a los
ejidos afectados, resurgió un ámbito de permanencia y pertenencia territorial. El mismo
día de su protesta la Secretaría General de Gobierno acordaría revisar el asunto a fin de
rastrear los antecedentes y proceder según su ámbito de competencia. Al paso del
tiempo el grupo seguiría buscando vías para hacer escuchar su voz. Las protestas
dirigidas al gobierno estatal no estaban siendo atendidas.
Durante los dos siguientes años se hicieron notar algunos eventos de coerción en
el ejido Congregación Armenta. Según colonos de ese ejido, hubo encarcelamientos de
8 Cabe destacar que durante el transcurso de su promoción hubo consistentes movimientos ciudadanos, sobre todo del lado estadounidense, que hicieron ver las consecuencias que traería ese proyecto a la Laguna Madre de la costa del Golfo de México (ecosistema que se extiende desde el delta del río Bravo hacia territorio mexicano y estadounidense). Se puede decir que el debilitamiento de ese proyecto tuvo que ver con el activismo ciudadano que se sucedió en contra de otro proyecto similar ubicado en la Península de Baja California denominado “Escalera Náutica”. Para más información del asunto relacionado con los grupos ambientalistas en respuesta al proyecto “Canal Intracostero”, ver: Mary E. Kelly, “Diez años de luchas transfronteriza”, Batallas ambientales en la frontera, La Jornada-UNAM, 1998.129 Hernández Dulce, “Gobierno estatal vendió hectáreas a ridículo precio” en Periódico El Cinco, 21 de abril de 2006.
211
algunos de sus miembros por obstruir el desarrollo de las obras y por manifestarse en
prensa . El aparato judicial del Estado se hacía presente. Por su parte, la
Administración Portuaria Integral de Altamira S. A. de C. V. (API-A) llevaba a cabo
acciones persuasivas para reubicar a las familias que aún se encontraban viviendo en el
área del puerto. A cada ejidatario expropiado se le ofrecía un lote urbano de 400 metros
en un fraccionamiento ubicado en el ejido la Pedrera, cabe mencionar, cuya
infraestructura hacia ver su precariedad . Esta estrategia de desintegración de grupos
tuvo cierto resultado quizá por el hecho que a la par de la tarea de convencimiento
encaminada a lograr la aceptación de esos lotes se procedía a evitar el acceso a
pescadores que seguían realizando actividades en algunas lagunas de la zona.
Las restricciones a la actividad pesquera en la zona se hicieron cada vez más
evidentes y, con ello, las prácticas de coerción. Cooperativas pesqueras y pescadores
libres experimentaron la prohibición de su actividad artesanal, sobre todo cuando la API
comenzó a controlar el número de permisos. La restricción de la pesca en lagunas
ubicadas al interior de la demarcación del parque industrial fue un hecho que alteró
significativamente la relación que en algún momento pudo haber existido entre ambos
sectores. Al impedir el acceso a las lagunas de El Sauz, El Conejo, El Cañón y Las
Marismas, la comunidad hizo de lo “clandestino” una práctica cotidiana, esquema por
demás contradictorio del llamado “desarrollo regional” .
Pero esto no fue solo restricción sino también evitar consecuencias en la salud
humana. Era conocida ya la mortandad de peces en las lagunas mencionadas, incluida la
porción sur del estero Garrapatas. El desalojo de fluidos color verdoso se había vuelto
cotidiano en la parte sur del polígono industrial sobre todo en las inmediaciones de las
plantas petroquímicas instaladas, Primex (1987), G.E. Plastics (1991), Advanced
Profiles (1995), Basf/Polioles (1995) y el parque de la pequeña y mediana industria .
Al año 2004, ductos de aguas residuales de 2.5 metros de diámetro se
extendieron superficialmente hacia las cercanías del centro de población del ejido
Congregación Armenta. A la par, esporádicamente el gobierno y elementos de
seguridad del puerto industrial ejercían presión por diversas vías para desalojar a los * 131 132
0 Entrevista abierta realizada el 8 de octubre de 2008 a la Sra. Concepción Morales Torres, afectada por expropiación en el ejido Congregación Armenta, Altamira, Tamaulipas.131 Observación directa en campo, 28 de diciembre de 2006.132 Observación en campo al interior del puerto industrial Altamira y entrevistas a colonos de Congregación Armenta realizadas el 12 de septiembre de 2008.
212
habitantes que quedaban aún en ese ejido, unas 35 familias. Según los colonos, dentro
de los asuntos llevados a cabo para debilitar la permanencia de la comunidad, el de
mayor impacto fue la clausura de la escuela primaria federal “Benito Juárez”, además de
los constantes cortes de energía eléctrica. Se había creado un entorno de temor por las
repercusiones que pudiera traer consigo un desalojo por la fuerza pública. En distintas
ocasiones se presentaron hombres en camionetas con el objetivo de generar
desconcierto en las familias residentes.
V.6. Pronunciamientos campesinos en escenarios políticos y de mediación:
periodo 2004-2006
Los asuntos expropiatorios -relacionados con el puerto, la industria y el establecimiento
de reservas territoriales- transferidos una y otra vez de fideicomiso en fideicomiso,
habían dado lugar a la primera señal real de asesoría legal. El reclamo de los ejidatarios
por el asunto del “Canal Intracostero” había tenido efecto en algunos diputados del
Partido Acción Nacional (PAN) quienes, en diversas ocasiones, subieron el tema a la
tribuna de la Cámara de Diputados. En ese momento el municipio de Altamira era
gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). En efecto, el 2 de junio de
2004, la diputada federal panista Blanca J. Díaz Delgado, denunció actos ilícitos en lo
referente a las expropiaciones, adjudicaciones, ventas y traspasos de tierras de los ejidos
de Altamira inmiscuidos en el desarrollo industrial. Incluso las sociedades cooperativas
“Las Marismas” y “La Ribereña” participaron en un foro regional coordinado por la LX
Legislatura, que tuvo por objetivo detectar demandas de los pescadores, campesinos y
organizaciones de la sociedad civil involucrados en el acontecer social, ambiental y
productivo del Golfo de México.
Este panorama generó el interés de ciertos grupos de poder político quienes
encontraron en Altamira una posibilidad de ofensiva al partido local y estatal, pero
también notaron un ambiente social y legal lo suficientemente frágil como para poder
incidir en asuntos de litigio a favor de los ejidatarios o, en términos menos progresistas,
a favor de las ganancias económicas que redituaría un caso como el de Altamira. Al año
2005 era evidente el fraccionamiento de esas tierras para uso industrial y otros tipos de
213
actividades relacionadas como zonas de servicios, zona de terminales marítimas, zona
de subestaciones eléctricas, entre otras (ver figura 1).
La adquisición de tierras por parte de los administradores de suelo industrial
seguía su curso, era más rápido comprar terrenos individuales que buscar más
expropiaciones. Además los industriales requerían concretar sus zonas ecológicas
previstas en la Ley. Ejemplo de ello, fue el reporte de adquisición de bienes inmuebles
2001-2006 por parte de la API-Altamira para el polígono industrial. En ese periodo
dicho órgano de administración, adquirió alrededor de 1 900 hectáreas distribuidas en
27 terrenos, buena parte situados en las contigüidades del polígono, es decir, formando
un cinturón que se le denomina zona de amortiguamiento ecológico de 1 400 hectáreas.
Cabe hacer mención que muchas de estas tierras compradas habían sido privatizadas
años atrás y, en su momento, se concentraron en manos de unos pocos funcionarios de
la jerga política local. El informe de la API respecto del importe total pagado por esos
27 terrenos fue de 158 955 530.70 pesos133.
Imagen V.3. Zonas de fraccionamiento al in terior del polígono del puerto industrial
Altamira
Fuente: Elaboración propia con información de la Administración Portuaria Integral de Altamira, 2006 y la Secretaría de Desarrollo Económico y del Empleo del Gobierno del Estado de Tamaulipas, 2004.
3 Administración Portuaria Integral de Altamira, S. A. de C. V. Informe de rendición de cuentas 20002006. Inventario de bienes inmuebles.
214
El 4 de julio de 2006 el Órgano de Gobierno del puerto industrial, llevó a cabo
una reunión en la que se trató el tema de los posibles litigios agrarios. En consecuencia
se sostuvieron nuevas pláticas con algunos integrantes de los ejidos expropiados de
Villa de Altamira, Lomas del Real, Congregación Armenta, Ricardo Flores Magón y
Francisco Medrano, a quienes se les ratificó la propuesta consistente en cubrir hasta por
15 mil pesos por hectárea más un lote “urbanizado” por concepto de indemnización;
dicha propuesta tuvo efecto positivo en algunos de los ejidatarios, pero en otros no.
En el mes de septiembre de 2006, se formalizó con 13 integrantes del ejido Villa
de Altamira y nueve integrantes del ejido Congregación Armenta el convenio de pago
único y definitivo respecto de dicha reclamación. Lo anterior, en apego a lo autorizado
por el Órgano de Gobierno en la sesión del cuatro de julio de 2006. En dicho documento
se plasmó el desistimiento de las acciones agrarias intentadas por integrantes del ejido
Congregación Armenta ante el Tribunal Agrario. Según el informe presentado por la
API-Altamira, el convenio fue revisado por personal de la Procuraduría Agraria
representantes ejidales.
Con ello, se había logrado debilitar la organización ejidal de Congregación
Armenta. Sin embargo, al transcurrir la mañana del 24 de octubre de 2006 el grupo
antagonista de Congregación Armenta se manifestó ante las autoridades del puerto
industrial. Días antes, el llamado a la organización por parte de su delegada Aristea
Segura Acosta reiteraba su demanda por el derecho de propiedad. Siguiendo con un
interés legítimo de más de 25 años, se instalaron en la principal vía de acceso al Puerto
Industrial exigiendo el pago justo por la expropiación de sus tierras que, en su
momento, fueron transferidas a la Administración Portuaria Integral de Altamira S. A.
de C. V . y al Gobierno del Estado. En específico demandaban al presidente, Vicente Fox
Quezada (2000-2006), que resolviera el asunto aletargado desde 1982.
Dentro de los argumentos expuestos por Cutberto Hernández, representante legal
de los ejidatarios, se señaló que se habían realizado ventas por concepto de suelo
industrial del orden de los cuatro millones de pesos. En particular, la organización
buscaba conocer los montos reales por concepto de venta del fraccionamiento de las
tierras expropiadas, a fin de estimar el valor correspondiente a la indemnización134;
4 Huerta Jaramillo, Eric, “Ejidatarios protestan ante Vicente Fox”, Notinet noticias, Número: 1588, Época: V, 26 de octubre de 2006. http://periodiconotinet.com/altamira25-10.htm
215
situación que no desprendió ninguna posibilidad de acceso a la información por parte
del organismo administrador privado, es decir API-Altamira.
Mientras eso sucedía la frontera industrial avanzó al norponiente. Prontamente
los ejidos de Aquiles Serdán y Lomas del Real experimentarían una nueva embestida a
sus tierras. En este tenor, la industria se bosquejaría hacia una zona dedicada a la
producción de sal.
En efecto, al norte del polígono (ver imagen 3), en una segunda fase
expansionista del proyecto , se encuentra una superficie que cuenta con las
condiciones naturales idóneas para la acumulación de salitre* 136. Es un área de
aproximadamente 688 hectáreas considerada como zona de inundación que se
suministra de agua por gravedad o con bombas de los canales de la zona de mangles
conocida localmente como “Las Pozas”, misma que forma parte del sistema hidrológico
de la laguna de San Andrés. Según la Manifestación de Impacto Ambiental realizada en
el año 2000, esa área inundable, apta para la producción de sal, se desecaría por
completo para posteriormente ser rellenada, compactada y nivelada; tal y como se hizo
en otras zonas inundables del polígono sur del proyecto industrial. Es importante señalar
que, en esa zona norte, desde hace más de un siglo, la extracción de sal ha sido parte de
la vida de los pueblos, sobre todo de Lomas del Real. De ahí que en la actualidad se
observe una tensión entre industriales y salineros locales por la posesión del territorio;
siendo cada vez más evidente la preparación del sitio y el establecimiento de
infraestructura para el nuevo suelo industrial (ver tabla V.1).
Cabe mencionar que los ejidatarios de Lomas del Real actuaron en forma
fragmentada, incluso buena parte de sus miembros optaron por aceptar ofertas de la
API-Altamira para la compra de tierras. Sin embargo, existe un grupo que resiste al
proceso de compra-venta. Es un grupo que ha participado conjuntamente con la
resistencia de otros ejidatarios vecinos de Francisco Medrano y Ricardo Flores Magón.
5 Las actividades de excavación, elevación, compactación y nivelación de los polígonos sur y norte se llevan a cabo en varias fases. Según la Manifestación de Impacto Ambiental (2000) el área se divide en ocho partes; cada una de ellas con superficies de 130 hasta 200 hectáreas aproximadamente. Al interior de cada una de estas superficies se trabaja en áreas menores, de cinco a seis hectáreas, denominadas celdas de operación.136 La composición del suelo que se presenta en esta zona, de acuerdo con la clasificación de la FAO, es del tipo arenoso en zonas inundables, lo que los hace que se encuentren Regosoles Eutricos y Solonchak Ortico. Ambos son suelos con alto contenido de sales.
216
Como se mencionó anteriormente, la posibilidad de litigio por incumplimiento de los
decretos expropiatorios es un arma de defensa importante.
Tabla V.1. Empresas salineras inmersas en la proyección del polígono norte del
puerto industrial de Altamira
Empresa local Producción ton/añoSalinera del Golfo 12 milSalinera Altamira 8 mil
Salinera Lomas del Real 2 5 milSalinera Lomas del Real 1 4 mil
Salinera El Troncal 3 mil
Fuente: Asociación Mexicana de la Industria Salinera A. C., 2004.
Para hacer frente a esta situación, el órgano administrador del puerto industrial
continuó con la ejecución del Programa de Regularización de la Tenencia de la Tierra a
particulares y núcleos ejidales, y puso énfasis en las superficies situadas en las zonas de
desarrollo industrial, recinto portuario y cordón ecológico.
Durante todo el año 2006 los administradores del puerto industrial realizaron
reuniones con los gobiernos estatal y municipal así como con los representantes del
poblado Lomas del Real para tratar de llegar a acuerdos tendientes a la reubicación de la
población. En este tenor, en diciembre de ese año la API-Altamira sumó dos superficies
más dentro del citado poblado. Desde su óptica, dando cumplimiento a lo pactado en los
convenios de regularización celebrados con los ejidatarios inmiscuidos.
Los convenios de regularización de la tierra se habían convertido en una
estrategia eficaz de la segmentación comunitaria, pero también los convenios de pago
único y definitivo consistentes en pagar por concepto de indemnización “hasta” 15 mil
pesos por hectárea más un lote “urbanizado”. Ejemplo de ello fue la suscripción de 33
convenios de negociación respecto del pago del 20% de las utilidades netas del
fraccionamiento industrial. Aunque en el Programa Operativo Anual 2006 de la API no
se menciona el monto, al cierre de ese año varios ejidatarios aceptaron recibir pagos:
nueve convenios en Congregación Armenta, siete convenios en Ricardo Flores Magón y
17 convenios en Villa de Altamira. En el caso de los ejidatarios de Congregación
217
Armenta, la API-Altamira les hizo varias propuestas con el fin de que desistieran de
cualquier acción agraria a ejercer. ¿Qué estaba sucediendo? Se ventilaba un proceso
legal ante el Tribunal Agrario por parte de grupos afectados aún en resistencia y más
informados.
V.7. Las vías de amparo al proyecto industrial Altamira: periodo 2007-2009
El año 2007 fue visto por los ejidos como el año en que creyeron hacer valer el derecho
institucional. Intensos movimientos socioterritoriales se reactivaron en la zona cedida
gradualmente al proyecto industrial y portuario de Altamira. Pobladores de los ejidos
Ricardo Flores Magón, Francisco Medrano, Congregación Armenta y La Pedrera
realizaban azarosos plantones en la entrada al complejo marítimo-industrial. Con ello,
hacían evidente el desacuerdo por el escueto y, en la mayoría de los casos, nulo pago de
las tierras expropiadas y que progresivamente estaban siendo utilizadas por fabricas,
terminales y gasoeléctricas. Para el caso de los ejidos de Francisco Medrano y Ricardo
Flores Magón, quienes habían logrado generar cierto liderazgo en la escena local, la
permanencia tanto en la zona de asentamientos humanos como en lo tocante al
seguimiento de los asuntos legales fue clave para presionar por medio de juicios de
amparo.
Las demandas de esos ejidos habían encontrado “eco” en dos actores del sector
político del país quienes, desde un bufete jurídico, venían dedicándose al litigio civil,
mercantil y penal, así como al litigio de casos corporativos, inmobiliarios y
migratorios : Diego Fernández de Cevallos, ex senador del Partido Acción Nacional
(PAN) y Antonio Lozano Gracia, ex procurador General de la República.
Concretamente, el 29 de junio de 2007, ante el Juzgado Décimo de Distrito, de
acuerdo con los expedientes 881/2007 y 882/2007, se presentó el juicio de amparo de
los ejidos de Francisco Medrano y Ricardo Flores Magón, cuyo antecedente máximo
fueron las impugnaciones de los decretos expropiatorios rubricados por López Portillo.
7 Según dice la página web del bufete Fernández de Cevallos y Alba, S.C. Los casos más conocidos en los que ha participado Fernández de Ceballos son la defensa del exdirector de PEMEX, Rogelio Montemayor, señalado como responsable del desvió de mil millones de pesos al sindicato petrolero y que terminaron en la campaña presidencial de Francisco Labastida en el 2000. También la defensa de los exbanqneros Carlos Cabal Peniche y Jorge Lankenan, así como integrantes del mundo empresarial como Ángel Isidoro Rodríguez, conocido como El Divino, acusado de fraude, y Gerardo de Prevoisin, acusado de fraude a Aeroméxico.
218
En este entorno, los ejidos promovieron juicio de garantías interponiendo el recurso de
revisión. En el documento se exigió declarar inconstitucionales los decretos
expropiatorios de 1982 basándose en dos hechos fundamentales: por un lado, porque
adolecían de la firma del secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT) y, por el
otro, porque no estaba especificada la causa de utilidad pública de las tierras
expropiadas. Hay que señalar que en esos decretos se especificó que de no cumplir con
la función asignada en el término de cinco años, contados a partir de ese acto
expropiatorio, se procedería a la devolución de las tierras por medio de su integración al
Patrimonio del Fideicomiso de Apoyo a la Industria Rural.
Este reclamo, a juicio de garantías, hacia ver la inconsistencia jurídica de dicho
mandato. Dentro de los elementos que fraguaron el recurso de revisión se asomaba el
asunto concerniente al traspaso de tierras expropiadas que, en su momento, fueron
adjudicadas al “simulado” proyecto Canal Intracostero por la vía del Fideicomiso
“Nuevo Santander”, pero también aquellos usos de las tierras plasmados en obras
efectuadas después de esos cinco años. Con ello, se abrió una posibilidad real a favor de
los ejidatarios, el pago del 20% de las utilidades netas por concepto de fraccionamiento
(renta y/o enajenación) de las tierras tomaba forma al presentarse como un elemento de
negociación.
El cinco de noviembre del 2008, el Primer Tribunal Colegiado en Materias
Administrativa y Civil del Décimo Noveno Circuito, en concordancia con el Consejo de
la Judicatura Federal en Tamaulipas, dio a conocer su resolución: revocar la sentencia
recurrida y conceder el amparo y protección de la justicia federal a los ejidos138Francisco Medrano y Ricardo Flores Magón . Se consideró, en esencia, que la
autoridad expropiante “ ^om itió exponer, como bien lo aducen los núcleos agrarios, las
razones que justificaran que la instalación del puerto industrial y la creación de los
servicios básicos para su funcionamiento, implicaban la creación o el mejoramiento del
centro de población o de sus fuentes propias de vida; que es, precisamente, la causa de
utilidad pública que señaló como fundamento para su acto de autoridad”.
8 Con la oposición del magistrado Loreto Martínez, sus homólogos, José Manuel Blanco Quihuis y Antonio Soto Martínez, concedieron a la defensa encabezada por Antonio Lozano Gracia, Arturo Chávez Chávez y Francisco Javier Ávalos Hernández el amparo a favor de los miembros y herederos de esos ejidos.
219
El dictamen, respecto de los decretos expropiatorios, tuvo sentido para los
demandantes, pero también para seis ejidos más que se encontraban en la misma
situación y que venían entablando relaciones con el despacho de Diego Fernández de
Ceballos (Congregación Armenta, Villa de Altamira, La Pedrera, Francisco I. Madreo,
Aquiles Serdán y Lomas del Real). Este fue un impacto que cimbró al proyecto
industrial Altamira. Incluso el asunto tomó matices políticos. Por un lado el Partido
Revolucionario Institucional (PRI) argumentaba que el Consejo de la Judicatura
Federal de Tamaulipas, incluido el Colegiado, actuó en función de los intereses del
Partido Acción Nacional (PAN). Por el otro se advertían discrepancias en lo referente a
qué órgano de gobierno le correspondería el pago indemnizatorio, perfilado a erogar
alrededor de 1 500 millones de pesos. En este tenor, la SCT y la SRA, fueron
perturbadas momentáneamente.
V.7.1. La respuesta de los industriales
En la escena empresarial, luego del amparo otorgado por el Tribunal Federal a los dos
grupos de ejidatarios, asistidos jurídicamente por actores políticos panistas, se testificó
un pasaje de la historia que ponía en riesgo la operación y funcionamiento del puerto
industrial. De acuerdo con documentos del juzgado noveno de distrito con sede
Tampico, a los que tuvieron acceso periodistas de La Jornada, la Administración
Portuaria Integral de Altamira S. A. de C. V., en el oficio APIALT-DG 198/2009, por
instrucciones del secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas,
ordenó el levantamiento topográfico con cuadros de construcción de la superficie que
ocupa el fideicomiso “Nuevo Santander”, además de solicitar al mismo que diera acceso
a sus archivos para revisar y consultar los planos de la infraestructura instalada, todo
con la finalidad de dar cumplimiento a la ejecutoria del amparo en favor de los
ejidatarios . En ese mismo esquema, empresas francesas, alemanas, norteamericanas,
españolas y mexicanas, con inversiones millonarias en el puerto de Altamira,
comenzaron a ser notificadas de la resolución del Primer Tribunal Colegiado
Administrativo y Civil con el propósito de que permitieran realizar la valuación de sus
9 Alfredo Méndez, “Solicitan amparo empresas obligadas a devolver predios del puerto de Altamira. Exigen respeto al derecho de propiedad e indemnización por el monto total de inversiones”, Periódico La Jornada, México, 10 de junio de 2009, p. 7.
220
inversiones y de la superficie en adquisición o posesión. Enseguida los industriales
iniciaron asambleas a fin de incidir en el rumbo del proyecto industrial altamirense.
Bajo la tutela de la Asociación de Industriales del Sur de Tamaulipas A. C. y de
la Administración Portuaria Integral de Altamira S. A. de C. V . se definió la primera
línea a seguir: formular juicios de amparo para salvaguardar sus inversiones y se
reconozca su derecho de propiedad sobre los terrenos que pudieran ser afectados con el
fallo judicial logrado por los ejidatarios. En medios de comunicación, insistieron en que
la resolución, que obligaba a la SCT a devolver varios terrenos o a indemnizar a los
ejidatarios con una suma millonaria de pesos, fue resultado de un proceso ilegal, razón
por la cual demandaron protección de la justicia federal. ¿Por qué ilegal? Debido a que
ninguna de las compañías emplazadas -en el puerto de Altamira existen casi 60- fue
llamada como tercera perjudicada en el litigio de amparo de los ejidos en cuestión.
Ante tal situación, exigieron, en caso de ser retiradas, una indemnización por el
total de las inversiones que han hecho desde que decidieron ubicarse ahí. ¿A cuánto
ascendería ese monto? Tan solo en el puerto industrial la inversión privada registrada a
febrero del año 2010 alcanzó los 2 500 millones de dólares (DOF, 11/02/2010). En este
contexto, las empresas hicieron ver las millonarias inversiones realizadas en el puerto,
dejando en claro que la Suprema Corte de Justicia de la Nación debería actuar con
velocidad a fin de que atrajera las demandas de amparo y resolviera el caso en
definitiva.
Funcionarios de gobierno e industriales agregaban información al contexto con
el fin de hacer notar la importancia del desarrollo industrial y portuario para la vida de
los mexicanos. Se señalaba que el puerto de Altamira había logrado, hasta el momento
del amparo, posicionarse como uno de los cuatro principales puertos comerciales de
México (compitiendo con los puertos de Lázaro Cárdenas, Veracruz y Manzanillo), el
cual, además de haber reactivado económicamente a la región sur de Tamaulipas, venia
generando un aumento considerable en el movimiento de fluidos petroquímicos, lo que
se traducía en el incremento del Producto Interno Bruto del país. Según los reportes de
la API-Altamira y de la SCT ese movimiento de fluidos significaba, desde el año de
1984, tasas de crecimiento medio anual del orden del 11.4%.
Los empresarios aseguraron que desde 1994, año en que se privatizó el puerto
industrial, la capacidad industrial instalada había sido tal que a la fecha se había logrado
221
alcanzar el primer lugar nacional en cuanto a transferencia de fluidos químicos y
petroquímicos se refiere. Al año 2008 por el puerto se habían recibido 5.3 millones de
toneladas, destacando el manejo de paraxileno, estireno, monocloruro de vinilo,
metanol, propileno, acrilonitrilo, alcohol etílico y monoestilglicol, mismos que son
materia prima básica para la industria del plástico. Al año 2009, este nodo industrial de
producción-distribución estaría aportando 30% del sector petroquímico del país,
convirtiéndolo en el enclave privado más grande de México (API-Altamira, 2009).
Por su parte, el gobierno ofrecía cifras de inversión para demostrar la magnitud
de los asuntos que estaban en juego al interior del polígono del puerto industrial, pues,
al año 2009, la inversión pública arrojó la cantidad de 133 millones de dólares mientras
que la inversión privada había alcanzado los 2 500 millones de dólares. En este
contexto, los argumentos empresariales se expandieron regionalmente al agregar la
importancia del corredor petroquímico, ubicado a las afueras del recinto portuario, que
ese mismo año contabilizó una inversión cercana a los 5 500 millones de dólares
tendientes a producir negro de humo, cloruro de polivinilo, dióxido de titanio, hules
sintéticos y demetil tereftalático, en 13 industrias de capital nacional y extranjero (DOF,
11/02/2010).
Con ese panorama los bloques en pugna por el territorio esperaban la sentencia
del Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativas y Civil, en lo concerniente
al juicio de amparo en revisión promovido por los ejidos de Francisco Medrano y
Ricardo Flores Magón.
Por momentos aparecía en escena el Comité Municipal Campesino de Altamira,
representado por Enrique Báez Nieto, pero siempre con una posición sesgada a las
circunstancias. En ocasiones el Comité parecía “apoyar” las demandas de los ejidatarios
expuestos al avance de la frontera industrial, pero en otras se concretaba en mencionar
que la SRA tendría la última palabra. Esta situación provocó que la Confederación
Nacional Campesina (CNC) confrontara el quehacer de dicho Comité, toda vez que la
SRA había dejado claro que procedería a revisar y valorar las pruebas que no fueron
tomadas en cuenta en las resoluciones anteriores a fin de contrarrestar cualquier asunto
que pudiera afectar el erario del gobierno federal. En lo que respecta a la CNC, en
realidad siempre estuvo al margen de los eventos y solo apareció cuando se evidenció la
posibilidad del juicio de amparo. En diversas ocasiones el dirigente de la confederación
222
Cruz López Aguilar manifestó en medios de comunicación el respaldo a los ejidatarios
de Altamira, refiriendo que el “brazo armado en el reparto agrario siempre estará en el
apoyo a los campesinos mexicanos”140. En las circunstancias de los grupos de
resistencia de Altamira estas frases no significaban nada, ya que durante años no habían
encontrado el apoyo necesario141.
En el proceso contra la expropiación de terrenos del proyecto del puerto
industrial Altamira, además de los ejidos Francisco Medrano y Ricardo Flores Magón,
también aceptaron ser representados por el bufete jurídico de Diego Fernández de
Ceballos, los ejidos La Pedrera, Francisco I. Madero, Villa Altamira, Lomas del Real,
Aquiles Serdán y Congregación Armenta. La decisión de los ejidatarios fue durante el
proceso de revisión del juicio de amparo. A saber de Marcos Escobedo Ibarra,
comisariado ejidal de La Pedrera, tan solo de este ejido buscaron sumarse 44 ejidatarios
en defensa de 369 hectáreas. Por momentos la situación pareció salirse de control. El
Estado se vio expuesto por el marco jurídico e institucional vigente y con ello los
grandes capitales englobados en territorio altamirense. ¿Cómo respondió el poder
ejecutivo al asunto judicial?
V. 7.2. ¿La contradicción del gobierno federal?
Sucedía que un despacho de litigantes salidos de las fuerzas políticas panistas había
ganado la primera batalla en contra del Estado. La resolución del Tribunal del cinco de
noviembre de 2008 a favor de los ejidatarios y por ende para el despacho, dejó entrever
una cuantiosa suma que incluso para el gobierno resultaba en una erogación exorbitante,
sobre todo anticipándose a los juicios de amparo que se sumarian en caso de proceder
con la indemnización. Se estaban disputando alrededor de 1500 millones de pesos. La
incertidumbre respecto de la posición que tomaría el presidente de la República Felipe
Calderón Hinojosa (2006-2012), del Partido Acción Nacional (PAN), era la interrogante
de los actores en pugna, toda vez que sería clave en el asunto. El tiempo se convirtió en
un aspecto fundamental en términos de negociación y de toma de decisiones. Había que
actuar con rapidez.
Periódico El Universal, “CNC respalda a campesinos de Altamira”, 10 de junio de 2009. Trabajo de campo realizado el 17 de noviembre de 2008 en el ejido Congregación Armenta.
223
Inmediatamente después de la resolución del citado Tribunal, el gobierno,
principalmente a través de Juan Molinar Horcasitas de la SCT y de Abelardo Escobar
Prieto al cargo de la SRA, delineó su posición a favor de los industriales. Un primer
momento que favoreció a este sector y en particular al Consejo de Administración del
puerto industrial de Altamira fue cuando el 3 de diciembre de 2008, mediante el oficio
17342, Francisco Loera Aguilar — entre cuyas responsabilidades en la SCT se
encuentran la emisión de opiniones y criterios jurídicos— instruyó a las autoridades,
que tienen que ver con la administración y operación del puerto, para recabar la
información necesaria e iniciar ante la SRA el procedimiento legal que permitiera
expropiar a favor de la SCT los terrenos en litigio. En la opinión de Loera Aguilar la
estrategia consistía en “devolver a los ejidatarios los terrenos expropiados e iniciar los
trámites para un nuevo decreto expropiatorio”.
A partir de ese comunicado la SRA dejó en claro que se sumaría a la
inconformidad de diversas empresas nacionales y extranjeras asentadas en la zona
altamirense . Tanto fue así, que el 22 de junio de 2009, la dependencia federal solicitó
al Tribunal Federal con sede en Tamaulipas que revocara el juicio que beneficiaba a los
representados por el bufete jurídico del ex senador panista* 143. Para ese entonces la SRA
parecía haber logrado incidir en la reparación del asunto legal, mismo que había entrado
en una fase de valoración de pruebas que no fueron tomadas en cuenta en la resolución
del 5 de noviembre del 2008. Pero ¿cómo fue que esta dependencia pudo acreditar la
personalidad jurídica en el litigio? Haciendo las solicitudes en representación del
Fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal (FIFONAFE) incluida, por supuesto, la
protección de la justicia federal. Cabe hacer mención que el FIFONAFE es el único ente
legitimado para ejercer acción legal en lo que respecta a la restitución o devolución de
tierras, tratándose de expropiación de bienes ejidales y comunales.
¿Qué estaba sucediendo? Primeramente que el Estado, a través de sus órganos
ejecutores, tuvo que refrendar su posición a favor de los grandes capitales. ¿Cómo lo
conseguiría? A través de hacer valer el derecho de propiedad industrial; derecho
2 Las cuales consideran anticonstitucional el amparo otorgado en noviembre del 2008 a favor de los ejidatarios asesorados. Con la sentencia judicial, los ejidatarios habían conseguido que se les devolvieran los terrenos expropiados para la construcción del puerto industrial de Altamira; de lo contrario, se les indemnizaría con esa suma.143 Alfredo Méndez, “Se suma la SRA a querella contra ejidatarios de Tamaulipas defendidos por el jefe Diego”, La Jornada, México, 3 de julio de 2009.
224
“ganado” históricamente a partir de la fragmentación campesina. Se dijo que la
participación de nuevas y grandes industrias en la zona respondía, primordialmente, a la
certidumbre jurídica que se brindaba en México respecto de la tenencia de la tierra,
pues, desde la óptica del gobierno, de no ser así, la construcción de fábricas e industrias
resultaría inviable. Se hacía ver que tal certeza jurídica constituía un eje fundamental
para que el puerto industrial de Altamira siguiera siendo un factor de desarrollo para el
comercio exterior y el movimiento de carga a nivel nacional.
En varias ocasiones la SCT y la SRA anunciaron que harían valer todos los
medios de defensa a su alcance para no pagar dos veces por esos terrenos, buscando con
ello no se viera afectada la producción en el puerto y el corredor industrial144. ¿Cuál era
la vía más viable para lograrlo? Modificando los antiguos decretos expropiatorios de
1981 y 1982 en los que se soportaba el juicio de garantías con recurso de revisión
efectuado por los ejidatarios.
V.8. Resultado de la sentencia en el juicio de amparo en revisión a las
demandas de los pueblos: periodo 2009-2010
Un momento que inclinó la balanza a favor de los industriales y el gobierno fue cuando,
el 14 de agosto de 2009, el Juez Décimo de Distrito en el estado de Tamaulipas
estableció que los efectos de la ejecutoria de amparo en revisión, emitida por el Primer
Tribunal Colegiado en Materias Administrativas y Civil del Décimo Noveno Circuito,
únicamente pueden implicar: 1.- que la autoridad responsable, Presidente de los Estados
Unidos Mexicanos, deje insubsistente los decretos expropiatorios de 1981 y 1982, por
los cuales se expropiaron por causa de utilidad pública 400 hectáreas pertenecientes al
ejido Francisco Medrano y 239.92 correspondientes al ejido Ricardo Flores Magón,
ambos del municipio de Altamira; y 2.- que dicha autoridad responsable, proceda a
emitir dos nuevos decretos de expropiación en sustitución de los antes mencionados, en
los que sin perjuicio de dejar subsistente todo aquello que no fue materia de la
concesión de amparo, exponga las razones que justifiquen la causa de utilidad pública
4 Desde su posición aquellos primeros pagos a algunos ejidatarios por concepto de bienes inmuebles ajenos a la tierra (como cercos, corrales, construcciones, plantaciones, etc.) significaron la indemnización por expropiación.
225
de la instalación del puerto industrial y la creación de los servicios básicos para su
funcionamiento en los terrenos en materia de expropiación.
Con ello, la respuesta del gobierno federal, a fin de no incurrir en desacato
judicial, fue la declaratoria de “insubsistencia” de los decretos expropiatorios de las
tierras ejidales. La determinación fue firmada por el Presidente Felipe Calderón
Hinojosa145, y notificada al Tribunal en cumplimiento a la ejecutoria de amparo.
Con el propósito de dar cumplimiento a la ejecutoria señalada el 11 de febrero
de 2010 se emitieron los nuevos decretos, dejando insubsistentes los antiguos
instrumentos. Básicamente lo que se modificó fue la porción relativa al “Considerando
Único” que se vincula con la falta de motivos que fueron la materia de la concesión del
amparo. En sustitución se adicionaron las razones que justifican la utilidad pública del
complejo industrial y portuario. De esta forma y dejando subsistente el resto del
instrumento se agregaron, entre otras razones: 1) que en dicha superficie existen zonas
bajas inundables y de marismas idóneas para construir canales de acceso para la
navegación; 2) que con los canales y las dársenas de maniobras se posibilita la
instalación de terminales especializadas de transporte de contenedores, petroquímicos y
de carga en general; 3) que la zona es idónea para el arribo de grandes embarcaciones
(post-Panamax), mismas que requieren de profundidades de hasta 18 metros y por
último; 4) que por la configuración de la costa se minimizan los costos de obras para la
conectividad con el mar, además de que no existen problemas de sedimentación.
En este sentido, se hizo explicito en los nuevos decretos que “ ...la afectación de
los terrenos ejidales de que se trata sobreviene indispensable para procurar no sólo su
propio aprovechamiento, sino para que éste redunde en beneficios adicionales para los
afectados y poblaciones aledañas a la zona”. Se agregó también, “ _ q u e la causa de
expropiación redundará en nuevas fuentes de desarrollo personal y familiar, lo que
aunado a la plusvalía de la tierra que adquirirán los ejidos afectados redundará en
beneficios importantes para la población y sus fuentes propias de vida, notoriamente
superiores a la utilidad social de los ejidos”. En el decreto se subrayó que con las obras
de infraestructura se harán más eficientes los sistemas de abasto y comercialización
regionales y nacionales, lo que impactará favorablemente en el bienestar del núcleo
5 Rubricado por Ernesto Javier Cordero Arroyo, Secretario de Hacienda y Crédito Público; Jesús Heriberto Félix Guerra, Secretario de Desarrollo Social; Juan Francisco Molinar Horcasitas, Secretario de la Reforma Agraria; y Abelardo Escobar Prieto, Secretario de la Reforma Agraria.
226
agrario afectado. Bajo estos términos, el gobierno federal subrayó que el decreto
“ ^perm itirá abatir los niveles de marginación de la población rural, mejorar los niveles
de ingreso y desarrollo de los habitantes de la zona, y en su aspecto económico en
general, reducirá los costos de operación para el establecimiento de industrias en las
áreas que sean habilitadas”.
Tras los nuevos decretos emitidos por Felipe Calderón Hinojosa, que dejaron
insubsistentes los reclamos de los campesinos, la resistencia campesina se vio
fuertemente impactada. Hecha la notificación a los ejidatarios, la voluntad comenzó a
debilitarse. Los otros ejidos que estaban a punto de sumarse al litigio entraron en un
ambiente de renuncia y/o resignación. Repentinamente la docilidad de los afectados se
hizo evidente, toda vez que por interés individual buscaron negociar con la autoridad
administrativa del puerto industrial146 147. A pesar de ello, la permanencia de algunos
ejidatarios opositores al modelo sigue manifestándose en La Pedrera, Laguna de la
Puerta, Francisco I. Madero, Armenta y Villa Altamira.
En este tenor, el comisariado de La Pedrera, Marcos Escobedo Ibarra apuntó
que, no declinarán al juicio para que la API-Altamira les pague el recurso económico
por la utilización de sus tierras donde se lleva a cabo la edificación de empresas. Indicó
que tan solo en el ejido al que representa son 369 hectáreas con 24 ejidatarios afectados,
mismos que en su momento “estarían dispuestos a luchar hasta lo imposible para que se
les indemnicen sus tierras conforme lo marca la ley agraria” . Por su parte, Joel Infante
Zamarripa, presidente del comisariado del ejido Ricardo Flores Magón, señaló que con
el resultado del litigio directamente se vieron afectadas 60 familias a consecuencia del
despojo de sus tierras, sin que a dos meses del nuevo decreto hayan recibido algún pago.
El líder lamentó la forma en que se dio el proceso porque consideró que la SCT debió
indemnizar a los afectados, pues habían logrado obtener el fallo a su favor .
Entre tanto, la SRA señaló en medios de comunicación que sería poco viable que
los ejidos insistan en su litigio. “Lo que procederá es inconformarse con la respuesta
que se da en este nuevo decreto y tratar de que un juez le dé entrada a esa
6 Entrevista realizada a Joel Infante Zamarripa, presidente del comisariado del ejido Ricardo Flores Magón. Altamira, Tamaulipas, 8 de abril de 2010.147 Ibid.
227
inconformidad. Sería otro juicio muy largo y es muy difícil que lo acepten. El cálculo es
que ya no se va a pagar esa cantidad” .
Mientras eso sucedía las obras proseguían en cotas bajas del suroriente del
polígono. Se elevaban, compactaban y nivelaban las lagunas con material inerte, en
algunos casos con material de demolición de construcciones de regiones contiguas y/o
de arcilla suministrada de los bancos de material de los ejidos expropiados al oriente de
la zona industrial. El objetivo: proseguir elevando las zonas inundables a 5.5 metros
sobre el nivel del mar* 149.
En el caso de las familias que quedaban en el ejido Congregación Armenta, cuyo
centro de población se ubica al interior del polígono del puerto industrial, la exclusión
fue más evidente, toda vez que la comunidad de pescadores ha emigrado casi en su
totalidad. La falta de sustento por desecación y contaminación al sistema de lagunas
fueron, entre otras, las razones de su dispersión. Hasta abril del año 2010 aún se
observan los vestigios de lo que fue en su momento una comunidad que por más de 90
años vivió de la pesca artesanal que le ofrecía el sistema lacustre de la costa altamirense.
En ese contexto de disputa por el territorio, no se duda en decir, que el medio
natural más impactado fue el cuerpo de agua denominado laguna “Las Marismas”
localizado en las coordenadas geográficas 22° 33’ 40” y 22° 24’15” de latitud norte y
97°51’45” y 97°53’ 30” de longitud oeste. Y es que con la construcción del Puerto
Industrial de Altamira, este cuerpo se alteró notablemente al quedar dividido en dos por
el canal de ciaboga que provoca la existencia de una parte seca en la zona norte y un
cuerpo de agua intermitente en la porción sur. La evidencia empírica muestra que desde
el año 2006, la laguna “Las Marismas” prácticamente dejó de funcionar como sistema
proveedor de recursos a los habitantes de los ejidos circundantes.
8 Hugo Corzo, —'Pierde Diego Fernández de Cevallos en Tamaulipas”, Periódico El Mañana, 12 de febrero de 2010.149 Los materiales de relleno que están siendo utilizados son productos procesados de material de demolición, que se componen principalmente de agregados de concreto, grava, piedras, roca, arena, ladrillo, tejas fracturadas, trozos de vidrio, remanentes de yeso, estuco y cantidades menores de metales y plásticos utilizados en construcción.
228
Sumario del capítulo
En Altamira, el viraje hacia una forma liberal de imperialismo (asociada a una ideología
de progreso y a una misión civilizatoria) no resultó exclusivamente de imperativos
económicos sino de la falta de voluntad política, tanto del Estado como de industriales,
para resignar alguno de sus privilegios de clase, bloqueando así la posibilidad de
progreso mediante una reforma social interna y vinculante. Actualmente, la fuerte
oposición de estos dos agentes a cualquier política de redistribución o de mejora social
interna en la nación, no deja otra opción que mirar al exterior para resolver dificultades
económicas y, más aún, de subsistencia. En este sentido, la idea básica de acumulación
por desposesión resulta de una renovada forma de estrategias político-económicas
puestas en marcha por los agentes dominantes con respecto al capital. La alianza entre
ambas esferas, capaz de someter y persuadir a sectores de la sociedad mediante un
corpus jurídico e institucional, ha jugado un rol determinante y problemático en la
dinámica del capitalismo global. Pero este centro de poder sólo puede operar en
condiciones relativamente estables por lo que a mayor tensión social menor posibilidad
de afrontar dificultades específicas; de salirse de control dispone del inigualable poder
militar.
El recuento muestra que la inversión privada respaldada por el poder estatal
concluyentemente puede asegurar acumulación por otros medios. En este escenario la
depredación se hizo presente y constituyó la punta de lanza de un capitalismo rapaz
dedicado a la apropiación y devaluación de medios de producción (tierra), más que a su
valoración justa y equitativa. Aparecieron aquí, el engaño, la opresión y el saqueo.
Descubrir cómo en la acumulación el derecho de propiedad se convierte en adjudicación
de propiedad ajena y la igualdad constitucional en dominio de clases, fue el
razonamiento principal para entender una parte de las contradicciones de ciudad
industrial Altamira. De ahí la complejidad, pero también la importancia, que tiene el
descubrir generalidades inherentes a la lucha de fuerzas a fin de proseguir con el estudio
de la evolución histórica del capitalismo y sus espacios.
229
Se demostró que la acumulación por desposesión ya ha ocurrido en Altamira y
se desarrolla como reproducción ampliada a través de acuerdos institucionales que
garantizan la mercantilización de la tierra y el acceso a los bienes públicos en un marco
de estructuras legales y gubernamentales garantizadas por un Estado “facilitador” . Hay
evidencia de que la transformación de este espacio, es decir Altamira industrial, estuvo
ampliamente supeditada al Estado, en particular al hacer referencia a su carácter
reformista. Los últimos decretos al año 2010, tendientes a fundamentar expropiaciones a
requerimiento del industrial transnacional, indican que se trata de un proceso en curso y
por tanto de un patrón de las formas de acumulación de capital. Todos los rasgos
mencionados han estado presentes en la geografía histórica del capitalismo, pero se han
adecuado al momento actual, tanto que juegan un rol aún más importante que el que
habían jugado en el pasado.
El despliegue de la industria petroquímica en territorios rurales proyecta
desigualdad e inestabilidad social, como de hecho ha sucedido desde que inició el
proyecto de ciudad portuaria en esta geografía industrial. Es, en todo caso, un proceso
imperial de apropiación de activos (tierra, capital y trabajo), que promueve la expulsión
forzosa de las poblaciones campesinas, la supresión al derecho de los bienes comunes
(incluidos los recursos naturales) y la supresión de formas de producción y consumo
alternativas.
230
CAPÍTULO VI
LOS IMPACTOS AMBIENTALES DE LA INDUSTRIALIZACION:
LA DEVASTACIÓN DEL ECOSISTEMA Y LOS RECURSOS
NATURALES
Introducción
Este capítulo tiene por objetivo analizar algunos de los principales problemas
ambientales relacionados con el deterioro de la parte baja de la subcuenca del río
Barberena en la cual se encuentra enclavado el proyecto industrial petroquímico y
portuario de Altamira. Se trata de ubicar la geografía industrial transnacional en un
contexto regional que implica, por un lado, describir el componente ecosistémico y, por
el otro, analizar los modos en que el capitalismo transforma la naturaleza en mercancía.
En términos más precisos, se busca documentar las formas en que el proceso de
industrialización se apropia de la naturaleza tanto en términos de uso de los recursos
naturales como a través de la disposición de los desechos en ecosistemas donde se
asienta la actividad económica.
La importancia del capítulo consiste en ofrecer elementos que permitan
reconocer que la sustracción-aprehensión de los recursos naturales y el deterioro de los
ecosistemas, no son considerados en los costos de producción o en el valor de la
mercancía, por el contrario, la visión simplista de la economía neoclásica, ha sido
calcularlos como externalidades que son tasadas en términos monetarios: como si la
naturaleza o los ecosistemas tuvieran precio. Esto conlleva a que la decisión de un
determinado proyecto (como el desarrollo de la industria petroquímica) se precise en
función de “pagos” por impacto ambiental. Frente a esta mirada restringida surge la
visión de la economía ecológica que busca trascender el problema a partir de formular
preguntas como la siguiente: ¿Cuál es el costo social y ambiental que tienen que asumir
las generaciones presentes y futuras por el desarrollo de un proyecto industrial que
231
destruye un ecosistema de manglar o contamina las aguas subterráneas, superficiales y
oceánicas ligadas al mismo?
Ahora bien, teniendo en cuenta la reciente depredación de los bienes ambientales
globales (tierra, aire, agua) y la proliferación de la degradación ambiental, se enfatiza en
esa “nueva” tendencia de cercamiento de los bienes comunes como parte inherente del
proceso de acumulación por desposesión. En tal sentido, se agregan detalles para
demostrar que, como en el pasado, el poder del Estado es usado para forzar dichos
procesos, incluso en contra de la voluntad popular. Referente obligado en la discusión
es Harvey, D. (2004), al acentuar que estos procesos de desposesión, están provocando
amplia resistencia social, tal y como sucede con el movimiento antiglobalización o, en
términos más locales, con la respuesta de grupos e individuos en búsqueda por hacer
valer el derecho a vivir en un ambiente sano. De ahí que se incorpore la legislación
ambiental como uno de los referentes de la acción social; es decir, como marco de esas
posibilidades de movimiento. En suma, se reconstruye la presencia humana en relación
con el hábitat natural que le da soporte hasta el momento, argumentando que el
capitalismo global está experimentando un problema crónico y duradero que afecta su
propia viabilidad. Esto puede ser visualizado a partir de la recopilación de datos
empíricos tendientes a documentar las contradicciones internas del modelo.
VI.1. El contexto
Una de las principales características del proceso de industrialización en Altamira fue
precisamente que las nuevas empresas transnacionales se empezaron a localizar a las
afueras de la ciudad buscando grandes superficies que hasta cierto punto tuvieran
potencial de integración a las vías de comunicación regional. La inversión por parte del
gobierno se cuajó en el ámbito del Fondo de Nacional de Desarrollos Portuarios
(FONDEPORT), fideicomiso del gobierno federal creado en 1975 a cargo de la
Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Bastaron solo ocho años para que
tomara sentido aquel precepto administrativo en alineación con el Programa Nacional
de Desarrollo de Puertos Industriales: dotarse de patrimonio (tierra) aledaño a los
puertos parta proveer de infraestructura urbana acorde a las necesidades propias del
recinto privado, además de vigilar su adecuado uso para la instalación de industrias y/o
232
proyectos relacionados. De hecho, el fideicomiso fue, en parte, el promotor final de la
gestión de diversas dependencias del Ejecutivo en relación con la reproducción
territorial del capital. Cabe mencionar que el diseño, construcción y administración del
puerto de Altamira se fraguó en el ideal internacional neoliberal derivado de los
modelos de desarrollo industrial construidos desde los años sesenta del siglo XX150.
Estos se caracterizan por albergar en torno a los puertos un área industrial concesionada,
a la vez que recibe y transfiere y produce materia prima y mercancías que habrán de ser
colocadas en el mercado, sea nacional o extranjero. Tal concepto portuario extiende la
planta industrial hacia regiones de menor crecimiento, territorios en red que se
transforman a partir del libre comercio y la globalización.
Ahora bien, con relación a la problemática ambiental, las evidencias muestran la
disociación entre el avance urbano-industrial, el espacio rural y la conservación de los
recursos naturales. A los lugares periféricos de emplazamiento industrial se añade la
especulación del suelo. El desplazamiento de los campesinos se tornó en querellas y
discordias por la tierra. Los humedales del sistema lacustre paulatinamente se perdieron;
y la planificación del territorio dejó entrever agotamiento. Quizá, incluso a la par del
resquebrajamiento de miles de campesinos y sus medios de subsistencia, la alteración
intensiva e indiscriminada de los recursos naturales sea la manifestación más grave de
esta fase urbano-industrial altamirense.
Los sistemas de información geográfica indican que del año 1990 al 2005, se
perdieron más de 70% de los humedales propios de la costa marítima que presenta
anegación periódica por el régimen de mareas151 152. La baja de esteros, marismas,
pantanos, tuberas, manglares y hasta jagüeyes , advierte, por un lado, el aumento de
cada vez más fuertes vientos bajos que se internan tierra adentro desde el océano, y por
el otro, la mengua de depósitos naturales sumideros de carbono y biodiversidad. A la
0 El elemento más importante de ese contexto fue el crecimiento económico de las economías asiáticas como Japón, Corea, Taiwán, Singapur, Malasia, Hong Kong y Tailandia, quienes empujaron a niveles muy altos los volúmenes de carga en las rutas transpacíficas. En contraste, el comercio entre Europa y América no respondía con rapidez comparable, de tal manera que para principios de los años ochenta el volumen de carga en el comercio transpacífico aventajaba considerablemente al comercio del Atlántico del norte haciendo muy tentadora la posible intervención de nuevos actores en la conformación de nuevos nodos portuario-industriales de transferencia y producción de mercancías; la transferencia de tecnología de punta a economías en vías de desarrollo se representó rápidamente en Altamira. Para más información al respecto, ver: Broeze, F., 2002; Martner, C. y Moreno, A. 2004.151 SIG-Rodrigo Vera, con base en imagen satelital Landsat-circa, NASA, 1990, 2008.152 Son cuerpos de agua epicontinentales lénticos, cerrados, sin conexión con ríos o mar, que sólo conservan su nivel de agua a través de mantos freáticos y precipitación pluvial.
233
par, los volúmenes de descarga de aguas residuales concesionados o permitidos a la
industria transnacional emplazada, se constituyen como componentes de conflicto; toda
vez que la actividad pesquera, que alguna vez fue cotidiana en la zona, señala la
mortandad de las poblaciones de peces antaño utilizadas , a consecuencia de la
contaminación de los cuerpos de agua superficiales y subterráneos. Más aún, los efectos
sociales por el deterioro ambiental se hacen presentes en la salud humana.
En Altamira la disociación de intereses es un hecho. Sucede que las autoridades
locales y estatales a la fecha no tienen ninguna retribución por los planes de desarrollo
portuario e industrial que el gobierno federal autoriza al administrador privado del
complejo. Desde que el Estado inició el proceso expropiatorio de tierras consideradas
como “ociosas” (así referidas en los planes de desarrollo industrial), el
perfeccionamiento de los instrumentos de planificación del suelo y demás corpus
normativos diseñados para vigilar la ocupación industrial plasmaron los intereses de los
grandes capitales instalados* 154. Un aspecto clave a considerar es lo reciente que resulta
la legislación ambiental mexicana, sobre todo tomando en cuenta que ésta tomó sentido
con la promulgación de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al
Ambiente (LGEEPA) en 1988; es decir, nueve años después de que se inició
“oficialmente” la transformación del territorio en lo que fuera una de las zonas más
representativas en términos paisajísticos y de biodiversidad de la región huasteca
tamaulipeca: el sistema lacustre de la costa altamirense.
Solo a partir de la entrada en vigor de la LGEEPA, los estados de la República y
algunos gobiernos municipales comenzaron a elaborar y a poner en funcionamiento sus
propios ordenamientos jurídicos relacionados con el entorno ecológico155. Así este
aspecto se convirtió en una esfera de acción pública regulada por leyes de observancia
general (aplicables para todos), que ordenan las acciones de los particulares de acuerdo
a normas que les otorgan derechos y obligaciones. Sin embargo, se mantuvo el esquema
de denuncias populares, que limita las posibilidades de impugnación y apelación de
3 Trabajo de campo realizado en abril del 2008 en los ejidos de Francisco Medrano y Congregación Armenta.154 Cabe mencionar la alineación que tienen los centros de investigación tecnológica y de ingeniería portuaria ubicados en la zona industrial de Altamira (CICATA, TEC-Monterrey, UAT) en el diseño de instrumentos de —planeación” acordes a las necesidades de la industria de la transformación. Todos los planes, programas y demás estrategias de ordenamiento, sin excepción, excluyen la realidad social y ambiental inherente al proceso de expansión industrial y portuaria.155 El municipio de Altamira al mes de junio de 2011 aún no cuenta con una ley en la materia.
234
fallos o veredictos dictados, no por un juez o ámbito jurisdiccional competente, sino por
un organismo de gobierno expresamente encargado de regular, vigilar y sancionar el
acatamiento de las leyes ambientales, tal es el caso de la Procuraduría Federal de
Protección al Ambiente. En otras palabras, se reestructuró un marco jurídico ambiental
lleno de complejos procedimientos técnicos y costos, circunscritos a las ciencias
experimentales, que no está diseñado para interpretar demandas surgidas de un actor o
actores comunes que no tienen los medios para hacerlas valer.
De esta forma, la lógica del sistema de funcionamiento económico que hizo y
está haciendo posible la reproducción territorial del capital en Altamira, convirtió a
todos aquellos recursos que no correspondían al sector petroquímico en bienes libres
expuestos al “interés particular del avance industrial” . Estos, generalmente
menoscabados por fines políticos, fueron vistos como externalidades del progreso, de tal
forma que la alianza industria-gobierno sirvió para llevar a cabo acciones de despojo y
validar afectaciones. Cabe señalar que estas acciones no pueden considerarse ilegales
toda vez quedan establecidas en mandatos presidenciales.
Diversos bienes quedaron al margen del sistema como salineras, tierras de
cultivo, granjas pecuarias y acuícolas, viviendas, pozos, pero sobre todo el sistema
natural de lagunas y marismas que dieron sentido a la actividad humana en la zona.
Quizá las más vulnerables fueron aquellas áreas continentales por encima del nivel de la
pleamar con fuerte presencia de comunidades halófitas156 157 158 como el mangle; también las
zonas poco más altas ocupadas por un tapiz vegetal tupido de bosque tropical
caducifolio que se mezclaba incluso con matorral xerófito .
En poco tiempo la expansión industrial, la apertura de caminos, vías férreas,
dragados, y demás actividades ingenieriles que surgían a la par de la adjudicación de
reservas de suelo, interrumpieron el ciclo natural en lo concerniente a las albuferas159,
6 Esta vegetación es característica de los suelos salinos.157 Caracterizado en general por árboles de guácima, orejón, encino, pichijumo, tular y acacias arbustivas.158 Son comunidades arbustivas cerradas, con un aspecto de monte bajo impenetrable. Se entremezclan gavias, huizaches, tenaza, nopal, etc.159 Es una laguna litoral de agua salada o ligeramente salobre, separada del mar por una lengua o franja de arena, pero en comunicación con el mar por uno o más puntos (bocas). Su formación suele deberse a la colmatación de una antigua bahía creada por los aportes de sedimentos marinos o fluviales. Allí donde las mareas no son muy acusadas, y la arena se deposita en una larga lengua próxima a la costa, se forman albuferas largas y estrechas separadas del mar por una estrecha barra de arena o tierra paralela a la orilla. En ellas, y debido al lento flujo e intercambio de aguas con el mar, las temperaturas son mucho más cálidas. Al ser ecotonos, son espacios llenos de vida, con abundante vegetación acuática y con riqueza de
235
limitando con ello la estabilidad ecosistémica del litoral. En palabras llanas, no se
valoraron los recursos naturales. Se actuó, pues, como si el espacio geográfico y sus
recursos naturales fueran ilimitados sin reconocer que para su recuperación, en caso de
que fuera posible, requiere de un largo periodo de tiempo. Los efectos negativos que se
han producido sobre el medio han llegado, incluso, a poner en entredicho la propia
viabilidad del enclave industrial transnacional Altamira.
VI.2. Características fisiográficas de la región en la que se emplaza el
proyecto industrial petroquímico Altamira
A escala regional se puede decir que el enclave industrial en Altamira se sustenta en
parte por el volumen de agua de la cuenca Laguna San Andrés, misma que despliega
tres afluentes de importancia que desembocan en las inmediaciones del litoral del Golfo
de México: el rio Carrizal, el río Tigre y el río Barberena. Este último conforma una
subcuenca exorreica160 de aproximadamente 222 mil hectáreas de superficie que se
desarrolla en las alturas sureñas de la sierra de Tamaulipas a 1 300 metros sobre el nivel
del mar y a una distancia de 75 kilómetros en línea recta de la costa. La parte baja de esa
subcuenca es el lugar de localización de numerosas actividades humanas relacionadas
con el recurso agua. El río Barberena sirve de límite territorial entre los municipios de
Aldama y Altamira. El volumen de escurrimiento medio anual es de 62 160 metros
cúbicos, cantidad que alcanza a desembocar en la Laguna San Andrés en las
coordenadas 22° 33 '19" latitud norte y 97° 53 '19" longitud oeste, es decir, en las
inmediaciones territoriales de los ejidos de Aquiles Serdán, El Barranco y Lomas del
Real.
Una de las características principales de la subcuenca del río Barberena se basa
en la presencia de numerosos cuerpos continentales de agua salobre y dulceacuícola
circunscritos a la subprovincia de la Llanura Costera Tamaulipeca. Es, en general, una
superficie plana con suave inclinación, donde la altitud va del nivel del mar hasta los
fauna ictícola que acude a desovar. No se debe dejar de lado que estas forman parte de extensos corredores de aves migratorias al servirles de escala en sus viajes estacionales.160 Es lo contrario a endorreico. La particularidad de las cuencas exorreicas es que su hidrografía se halla en comunicación con otra forma de agua continental. En el caso de la cuenca del río Barberena tiene la cualidad de verter sus aguas en la Laguna San Andrés, misma que fluye con el intercambio de aguas oceánicas.
236
200 metros (a unos ocho kilómetros de la costa), elevaciones que se originaron por
levantamientos tectónicos del Cenozoico161 dando lugar a formas de planicie costera.
Todo ese espacio geográfico, donde se emplaza la actividad industrial en Altamira, es
producto de sedimentos marinos no consolidados, que al formarse entre rocas
sedimentarias del Oligoceno162 (producto de la evolución geológica de la zona),
explican, por tanto, las estructuras en que se alojan los yacimientos petrolíferos del sur
de Tamaulipas y norte de Veracruz163. Petróleos Mexicanos (PEMEX) cuenta con
diversos campos petroleros en explotación ubicados en el área. Pero, no solo es una
importante zona de hidrocarburos, sino que también es una zona que bien puede
definirse como un gran almacén de agua. En efecto, el predominio de llanuras
inundables hacia la costa y que a su vez están interrumpidas al oeste por lomeríos muy
tendidos dejan entrever, por un lado, la relación que tiene la zona con el nivel del mar y,
por el otro, la relación que tiene con el acuífero, toda vez que deja al descubierto
numerosos espejos de agua.
La evolución geológica representada en la cuenca exorreica del río Barberena,
conformó ríos poco profundos que en la actualidad serpentean por entre lomeríos y
llanuras aluviales dando lugar a salinas que interactúan con un sistema de topoformas
costeras denominadas Barras. En efecto, producto del movimiento del océano
(contracción/expansión) que caracterizó la era interglaciar, se cerró ese particular
cordón litoral que se desarrolla frente a las tierras bajas del sur del municipio de Aldama
y la totalidad del de Altamira164. Cabe destacar que casi todo el litoral tamaulipeco165
(excepto por esa extensa playa de 45 kilómetros que viene dada desde el sur de la
laguna Los Morales hasta el norte de la laguna San Andrés) añade formaciones de
extensas y delgadas barras de arena y sedimentos que hacen funcionar ecosistemas
condicionados por el intercambio de agua dulce y salada.
Fue precisamente el desarrollo de ese cordel litoral lo que favoreció a la
formación de un remanente de numerosos cuerpos de agua salobre de poca profundidad,
mismos que funcionan en relación con el movimiento de las mareas e ímpetu ciclónico
1 También conocida como era Terciaria. 65.5 ±0.3 millones de años.162 3 3.9 ±0.1 millones de años.163 INEGI, Mapa de Geología, 2011.http://mapserver.inegi.org.mx/geografia/espanol/estados/tamps/geolo.cfm?c=444&e=05164 Ibid.165 Tamaulipas tiene 458 kilómetros de litoral.
237
que tiende a abrir bocas temporales a lo largo de la barra. Dentro de los más importantes
cuerpos de agua salobres están Las Marismas, Estero Garrapatas, Los Patos y la Aguada
Grande. En cuanto a los humedales dulceacuícolas destacan El Cañón, El Conejo y El
Chango (ver imagen VI.1).
Las inundaciones estacionales y en períodos extraordinarios, son
acontecimientos importantes para mantener el funcionamiento de los humedales ya que
las crecientes del río acarrean en forma natural los nutrientes y materia orgánica que al
decantarse en la planicie, alimentan el sustrato que da vida al humedal. De ahí que el
sistema lacustre del río Barberena esté en función de la naturaleza del sustrato, el
régimen hidrológico y, hasta antes de la construcción de bordos de terraplén y cierre de
canales naturales, de la intermitencia de inundación en cada laguna.
La desecación a efecto de rellenar áreas con escombro y ganar suelo apto para la
industria ha sido una de las principales estrategias de crecimiento portuario e industrial
en Altamira, incluso la administración portuaria dispone de esclusas en canales propios
del sistema de humedales a fin de provocar desniveles y concentraciones de agua. Para
el caso de las esclusas interlagunares es evidente su relación con los puntos de descarga
de aguas residuales (industriales) a los diversos esteros otorgados por la autoridad166.
En la actualidad, el proceso de desecación ha fragmentado el sistema en varios
cuerpos de agua con un mayor o menor grado de intercomunicación, entre los que se
encuentran: El Conejo, El Gringo, El Cañón, San Jaure, La Aguada Grande, Los Patos,
Las Marismas, Garrapatas y otros mas de menor tamaño en la franja costera que
llegaron tiempo atrás a conectarse al sur con la laguna de Champayán y el río Tamesí,
esto en las inmediaciones de la desembocadura del río Pánuco (ver imágenes VI.2. y
VI.6.).
En lo que respecta a la profundidad del manto acuífero se dispone de agua a una
profundidad de ocho metros. Sin embargo, la información contenida en el Plan Parcial
de Ordenamiento Ecológico de Altamira, 2002167, indica que los pozos ubicados en la
zona costera presentan salinidad debido al contacto e intrusión del agua de mar; en
cuanto a los encontrados después de los 2.5 kilómetros de la línea de costa se registran
con una calidad de agua dulce y tolerable. Es ahí donde se encuentra el primer frente de
instalaciones industriales, particularmente las terminales portuarias petroquímicas.
’ Cfr. Registro Público de Derechos de Agua de la Comisión Nacional del Agua. No publicado en el Diario Oficial del Estado.
238
Imagen VI.1. Sistema lacustre de la costa altamirense
Fuentes: SIG-Vera, 2009. Imagen: NASA, John C. Stennis Space Center, Landsat, circa 2006.
239
Es importante referir la presencia de jagüeyes en la zona. Éstos, son un tipo de
pequeños reservorios superficiales de agua que representan en Altamira una importante
fuente de suministro de agua para el consumo humano y ciertas actividades
agropecuarias. Son depresiones costeras cubiertas por una delgada lámina de agua dulce
de forma circular, de poca circulación, con predominancia de arena-arcillosa en el fondo
que permite el contacto con el manto freático del que se alimenta a través de
filtraciones. A lo largo de la franja costera tamaulipeca, desde el municipio de San
Fernando hasta el de Altamira, hay jagüeyes. Por entre el matorral xerófilo tamaulipeco,
en época de sequía, se puede observar la presencia de varios sobre el suelo; algunos de
agua dulce influenciados por las características del manto acuífero y otros salinos, cuya
recarga está determinada por la cuña salina. Hoz y De la Lanza, en el año 2002,
registraron 20 entre ambas formas; en su estudio refirieron a Prieto (1975) quien
informó de 40, esto equivale a la desaparición de la mitad sin haberse conocido las
causas ni sus características geológicas, físicas, químicas y biológicas.
Dentro de la zona industrial de Altamira se tiene información de uno en
particular. Éste se encuentra a escasos dos kilómetros al poniente de la laguna El Conejo
y a 1.5 kilómetros de la carretera Tampico-Ciudad Victoria, específicamente en los
22°26' de latitud norte y 97°54' de longitud oeste a una altitud de 11 metros sobre el
nivel del mar (ver imagen VI.1). El jagüey, que no alcanza una dimensión mayor a una
hectárea, es el menos afectado por las actividades humanas en la región debido a la
distancia que lo separa de la industria y los centros de población, aunque próximo a
quedar invadido por tales circunstancias. Tiene una profundidad de 3.6 metros.
El agua tanto de este jagüey como de otros tantos localizados en la región es
dulce, aún estando cerca de la costa, debido a que son alimentados por flujos de agua de
acuíferos subaéreos que afloran en depresiones topográficas aisladas sin que originen
escorrentías. La secuencia estratigráfica del área en estudio, obtenida por Hoz y De la
Lanza (2002), consiste en rocas y sedimentos de la era geológica Terciaria y
Cuaternaria168. El afloramiento representativo de estas rocas se localiza en la entrada del
Boulevard Petrocel, cerca de la carretera Tampico-Ciudad Mante, a menos de dos
kilómetros del citado jagüey.
' 2.5 ±0.01 millones de años.
240
Imagen VI.2. Localización y estudio de un jagüey en la zona industrial de Altamira
Fuentes: SIG-Vera, 2009. Imagen: NASA, John C. Stennis Space Center, Landsat, circa 2006.
Las excavaciones urbanas e industriales suscitadas en esa zona dejaron expuestas
formaciones calcáreas del Oligoceno169, particularmente por afloramientos de roca
coquina pleistocènica que se despliegan hacia toda el área en donde se ubica el corredor
industrial Tampico-Altamira y el puerto industrial de Altamira, lo que para Hoz y De la
Lanza significa la funcionalidad de la región como área de recarga indispensable para el
acuífero, debido a su alta permeabilidad. A su vez, el instituto de Geología de la UNAM
refiere que los sedimentos del Oligoceno encontrados en esta región determinan en parte
De entre 33.9 ±0.1 millones de años.
241
las elevaciones que propician el funcionamiento de las lagunas y esteros en la margen
sur del río Barberena y norte del río Pánuco , por lo que al modificarse a gran escala
se rompe con el ciclo evolutivo natural del ecosistema lacustre. Valoraciones que no se
incluyen en los proyectos de suelo industrial y urbano.
VI.3. Biodiversidad presente en la región
Mucha de la flora y la fauna tropical que se puede localizar en el sureste de México,
tiene su límite de distribución en esta zona, lo que le confiere una alta importancia desde
el punto de vista biogeográfico. De acuerdo con la información de Rzedowski (1978),
el área en la que se despliega el proceso de industrialización, además del crecimiento
urbano y extensión de tierras ganaderas, se encuentra dentro del Reino Neotropical; esto
es entre las regiones florísticas Xerofítica Mexicana y Caribea, es decir, entre las
provincias florísticas de la Planicie Costera del Noreste y Costa del Golfo de México.
En esta región, a pesar del desmonte que ha sufrido la vegetación original, aún se
pueden observar algunos reductos de selva baja caducifolia combinada con encino y
matorral espinoso, además de importantes remanentes de vegetación acuática y
subacuática.
Estas últimas han sido el foco de atención para algunos biólogos de la región,
toda vez que han servido de indicador para conocer el grado de perturbación del
ecosistema lacustre del sur de Tamaulipas. Al año 2009, se tiene registro de 86 especies
pertenecientes a 75 géneros y a 39 familias de plantas vasculares, entre ellas destacan
por su rareza las hidrófitas libres sumergidas como la Utricularia foliosa y la
Utricularia gibba, dos especies de plantas carnívoras que sobreviven flotando apenas
por debajo de la superficie del agua y que dejan al descubierto filamentos que sirven
para capturar insectos; la primera llega a medir hasta dos metros de longitud mientras
que la segunda no alcanza los 10 centímetros de largo (Mora, O., 2009). A la par de * 171
0 CNA, Acuífero (2813) Zona Sur, Estado de Tamaulipas. Actualización de la disponibilidad media anual de agua subterránea, México 2009.171 Ésta es una comunidad extraña, conformada por plantas acuáticas que no poseen raíces y que flotan apenas por debajo de la superficie del agua.
242
estas raras especies se añaden las hidrófitas enraizadas sumergidas las libres
flotantes , las enraizadas emergentes y las enraizadas de hojas flotantes . Sin
embrago, la realidad advierte que esta diversidad ha sido mermada.
La baja densidad de especies en la zona evidencia el desgaste del ecosistema
lacustre ocasionado por la actividad humana. Las prácticas de dragado, de relleno, y el
uso de esclusas para controlar el intercambio de agua han afectado en gran medida la
calidad del agua y el banco de germoplasma natural que produce nuevas plantas cada
año (Mora, O., 2008; Batres, G., et al. 2010). La turbidez de las aguas dificulta el paso
de luz y por consiguiente el desarrollo adecuado de las comunidades sumergidas
(Riemer, D., 1984).
De acuerdo a los comentarios de los pescadores sobre la desaparición de la
vegetación sumergida, “ ..... antes si existía “balsa” o “balsero” (como llaman ellos a la
vegetación enraizada sumergida), eso alimentaba a los peces y a las aves acuáticas que
llegaban aquí^.ahora ya no se ve esto” * 173 174 175 176. Es importante mencionar que la comunidad
de hidrófitas enraizadas de tallos postrados como la Paspalidium geminatum y la
Ludwigia peploides, reportadas por Mora, en 1988, no se encontraron en sus informes
del año 2009. Más aún, de 111 especies registradas en 1988 en las lagunas de Tancol y
Chairel, ambas ubicadas en las inmediaciones del río Tamesí en confluencia con el
Pánuco, se encontraron sólo 43 después de 11 años. Tan solo en la parte sur de la laguna
del Chairel, se tiene registro de sólo cuatro especies. A la fecha no se logra aún la
incorporación de hidrófitas en la lista de especies en riesgo, a pesar de que existe
172
2 Se caracterizan por estar fijas al fondo mediante raíces o rizomas, emergiendo solo las flores o frutos de algunas como la Vallisneria americana (cintilla) que se puede encontrar en las partes más profundas de las lagunas de agua dulce. Para más información ver. Mora O., 2008.173 Estas plantas aunque poseen raíces, tienen tejidos esponjosos que les permiten flotar por encima de la superficie del agua y ocupan usualmente las zonas marginales y aisladas de las lagunas. Destaca la Eichhornia crassipes (lirio acuático) como la especie dominante, especialmente en los cuerpos de agua dulce; es considerada como una maleza agresiva. Para más información ver. Novelo, A. y M. Martínez, 1989.174 Las plantas que forman esta comunidad se encuentran enraizadas al suelo y la mayor parte emerge del agua. Son la comunidad más común en todo el sistema lacunario y se localizan en los márgenes de los cuerpos de agua o en zonas bajas. La especie más abundante es Typha domingensis (tule), la cual forma extensos tulares.175 Esta comunidad se distribuye también en zonas someras, usualmente después de las plantas emergentes. Las plantas acuáticas de este tipo están arraigadas al substrato, con las láminas de las hojas flotando sobre la superficie del agua. Nymphaea ampla (panza de vaca) es la especie dominante y es muy llamativa por sus flores emergentes de color blanco.176 Esta declaración de los habitantes locales forma parte de la investigación de plantas vasculares realizada por Mora, O., Op. cit, 2009, por lo que se considera un reflejo real de lo que ocurre en este ecosistema, toda vez que concuerda con los resultados presentados por Batres, G., et al. 2010.
243
información científica acerca del acelerado proceso de degradación por el que
atraviesan este tipo de plantas establecidas en el cono sur de Tamaulipas .
El desconocimiento respecto de la importancia que tienen estas especies en el
desarrollo del ecosistema lacustre, y por tanto para la sustentabilidad de la zona, es
evidente. Ejemplo de ello es la agresiva campaña llevada a cabo en el 2006, por los
gobiernos locales de Tampico, Madero y Altamira, tendiente a la remoción de
sedimentos naturales del fondo de las lagunas con el objeto de “potenciar” actividades
productivas relacionadas (pesca y turismo). El resultado fue la perdida de vegetación
vascular indispensable para el equilibrio de la fauna y flora asociada al ecosistema. En
pocos meses la cadena trófica se rompió a tal grado que los efectos fueron resentidos en
menos de un año por las cooperativas y pescadores libres de la zona: las pesquerías
declinaron.
En términos de contaminación, el desalojo de aguas residuales pertenecientes a
la industria de la zona es un factor ineludible del declive del ecosistema. Si se toma en
cuenta el número de permisos de concesión otorgados por la Comisión Nacional del
Agua, en los que se incluyen volúmenes de extracción de agua y puntos de descarga, se
puede constatar que el registro se amplió de 1994 a la fecha (ver tabla 2). Ante estos
cambios, las ciencias naturales demuestran que tanto la vegetación vascular como la
vegetación halófita son esenciales para el funcionamiento de la vida en el ecosistema,
dado que filtran, absorben y metabolizan nutrientes y otros compuestos del agua como
metales pesados además de proporcionar hábitat y alimento para peces, aves y otras
especies animales acuáticas. Por este motivo, es fundamental insistir en su protección
para asegurar la calidad del agua de la que se abastece la industria, la ciudad y el campo.
Son pocas las especies de flora acuática en la región que cuentan con protección
especial inscrita en la norma oficial mexicana NOM-ECOL-059-2001. Se tienen: el
mangle rojo, Rhizophora mangle, que incluye categorías en menor riesgo como el
mangle blanco, Laguncularia racemosa, el mangle negro, Avicenia germinans, y el
mangle botoncillo Conocarpus erectus. Hay otros tipos de vegetación como el Nelumbo 177 178
177 Cfr. Norma Oficial Mexicana NOM-SEMARNAT-2001.178 Son aquellas especies que podrían llegar a encontrarse amenazadas por factores que inciden negativamente en su viabilidad, por lo que se determina la necesidad de propiciar su recuperación mediante la conservación de poblaciones de especies asociadas. Esta categoría puede incluir a las categorías de menor riesgo.
244
179 180 181lutea (pulul) con la categoría de amenazada que convive con los tulares
característicos de cuerpos de agua dulce.
En lo que respecta a la diversidad de aves contenida en este sistema de
humedales, sean especies endémicas y/o migratorias, acuáticas o canoras, su presencia
es también un criterio clave para evaluar el balance biológico de la zona. Y es que la
planicie de inundación del río Barberena, constituida como sistema lacustre, aún
mantiene a organismos de gran importancia; algunos de ellos endémicos como la
mascarita de Altamira (Geothlypis flavovelata) enlistada con categoría de amenazada y
el Amazona viridigenalis o loro tamaulipeco que se registra en peligro de extinción .
Para el caso del loro tamaulipeco, desde 1992 se informa de la reducción de su hábitat
en el centro y sur de Tamaulipas, especialmente por devastación de la selva rivereña
circunscrita a zonas semiáridas (Collar, et al., 1992; Howell y Webb, 1995; Enkerlin-
Hoeflich y Hogan, 1997). A la fecha no se tienen registros publicados de avistamientos
o programas de reproducción en cautiverio en la zona, pero se tiene información de
sitios en donde la especie ha sido introducida exitosamente como en la península de la
Florida en Estados Unidos de América. Según la Union for Conservation o f Nature and
Natural Resources (IUCN) posiblemente exista una población migratoria cerca de
Brownsville, Texas. ¿Cuáles son los datos generales en los que se enmarca tal fragilidad
biológica observada en Altamira? En la actualidad, los muestreos de aves en la zona
refieren la presencia de 142 especies, de las cuales 53% son residentes, 37% se
consideran como migratorias de invierno, 4% son transeúntes y 6% residentes de * 180 181 182 183 *
Planta hidrófita con floración similar al lirio acuático.180 Esta categoría se aplica a aquellas especies, o poblaciones de las mismas, que podrían llegar a encontrarse en peligro de desaparecer a corto o mediano plazo si siguen operando los factores que inciden negativamente en su viabilidad. Esos factores tienen que ver con el deterioro o modificación de su hábitat. Esta categoría coincide parcialmente con la categoría vulnerable de la Union for Conservation o f Nature and Natural Resources (IUCN).181 Son plantas en forma de largos tubos similares a pastos acuáticos y/o cañas. Los tulares se extienden a través de grandes áreas y proveen hábitat a muchas especies animales.182 Aquellas especies cuyas áreas de distribución o tamaño de sus poblaciones en el territorio nacional han disminuido drásticamente, poniendo en riesgo, incluso, su hábitat natural. En esta categoría se pone atención en factores de destrucción o modificación drástica del hábitat, aprovechamiento no sustentable, enfermedades o depredación, entre otros. Esta categoría coincide parcialmente con las categorías en peligro crítico y en peligro de extinción de la clasificación de la Union for Conservation o f Nature and Natural Resources (IUCN).183 Es una organización internacional dedicada a la conservación de los recursos naturales. Fue fundada en octubre de 1948 en el marco de una conferencia internacional celebrada en Fontainebleau, Francia. Tienesu sede en Gland, Suiza. La UICN reúne a 83 países, 108 agencias gubernamentales, 766 organismos no gubernamentales y 81 organizaciones internacionales, con alrededor de 10 mil expertos y científicos de 181 países.
245
verano. De entre ellas, 14 corresponden a especies catalogadas bajo algún estatus de
protección, esto equivale a nueve en la categoría de protección especial; cuatro en la
amenazada y una en peligro de extinción (Mora, O., 2009).
¿Qué hay de los reptiles? En la zona se tiene registro de una especie en peligro
de extinción y tres sujetas a protección especial . En peligro de extinción se inscribe la
tortuga marina escamosa del Atlántico conocida como tortuga lora Lepidochelys kempi
cuyas zonas de anidación y tránsito hacia la costa se han visto afectadas por actividad
humana (Bello J., et al., 2009 en Buenfil F., editor, 2009). Cabe mencionar que la costa
en la que se desenvuelve la actividad portuaria de Altamira fue destino de reproducción
y anidación de esta especie por lo que se asume la reducción de sus áreas de desove. Sin
embargo, se puede decir que los mayores avistamientos de tortuga lora se registran en la
localidad de Rancho Nuevo en el municipio de Aldama a unos 80 kilómetros de la
dársena de ciaboga del puerto industrial Altamira. En cuanto a las especies en riesgo
sujetas a protección especial se registra la Boa constrictor imperator (mazacuata), la
Iguana Iguana (iguana verde) y la Ctenosaura acantura (iguana negra o iguana
espinosa del Golfo)* 186 187 188.
En lo que respecta a los mamíferos Bello J., et al., (2009) , documentó en
peligro de extinción el Leopardus pardalis u ocelote que llegó a ocupar como territorio
la selva baja caducifolia asociada al sistema lacustre reducto de las Llanuras Costeras
del Golfo Norte. Es importante señalar que Bello, también agregó al Trichechus
manatus o manatí en su estudio sobre el sistema río Pánuco-Lagunas de Altamira. Esta
especie se agregó en la NOM-059-ECOL-2001 con protección especial. Sin embargo,
Cortina, J., (2011) , refirió que en el sistema lacustre del sur de Tamaulipas este
mamífero acuático se ha exterminado, por lo que únicamente quedan algunos
ejemplares en peligro en el sistema lagunar de Alvarado, Veracruz. Ambos científicos
concuerdan que en ambas regiones la extinción de esta especie tiene que ver con el dren
‘ Enlistadas en la NOM-ECOL-059-2001.5 Es un Área Natural Protegida administrada por el gobierno del estado de Tamaulipas con categoría de
reserva y refugio de la tortuga lora. El decreto de creación data del 28 de octubre de 1986.186 Especies registradas en la Manifestación de Impacto Ambiental, Modalidad Particular, para el proyecto Central Termoeléctrica Productor Externo Energía Altamira V (C.T. P.E.E. Altamira V), Predio Adicional y Obras Asociadas: Acueducto (Línea de conducción y línea de descarga) y solicitud de cambio de uso de suelo, IBERDROLA, Instituto de Investigación en Ingeniería, Universidad Autónoma de Tamaulipas, Altamira, Tamaulipas, septiembre de 2004.187 En Buenfil, F., editor, Op. cit., 2009.188 En Verónica Huerta, “Amenazada la comunidad de manatíes en Alvarado”, artículo periodístico en Hoy Veracruz, 4 de abril de 2011.
246
de fluidos contaminantes a cuerpos de agua superficiales pertenecientes a su hábitat
natural, entre ellos, los residuos originados por la actividad agrícola, pecuaria, urbana,
industrial, y sobre todo aquellos generados por PEMEX en términos de exploración y
explotación de hidrocarburos. A estos rubros se añade el descuido en las artes de pesca
de las cooperativas y pescadores libres instalados, sin descartar, la ineficiente gestión y
planificación por parte de las autoridades responsables de la protección ambiental y de
fauna silvestre.
VI.3.1. El manglar altamirense: una riqueza que se destruye
Aunque los estudios sobre la ecología del manglar en Altamira y sus tenciones
asociadas a la modificación drástica de su hábitat (en particular por efecto de los
desechos industriales circunscritos al sector petrolero) son prácticamente inexistentes, lo
cierto es que la comunidad científica internacional y nacional ha venido generado desde
la década del ochenta conocimientos que demuestran el valor crítico de los bosques de
mangle para la mayoría de las poblaciones de peces de importancia comercial, sea que
el mangle se reproduzca en ríos, estuarios, lagunas costeras y litorales (Odum, W.,
1975; ONU, 1978; Gallegos, M., 1986).
Tan acelerado y violento ha sido el proceso de eliminación de áreas de mangle
que encuentra paralelo con las tragedias ecológicas que se han escenificado en los
últimos años en el trópico: desaparición de selvas, destrucción de estuarios y lagunas
costeras, alteración de planicies de inundación, eliminación de pantanos,
sobreexplotación de la fauna ictícola, etc. Gallegos, M., (1986) señaló, que uno de los
factores explicativos de esas destrucciones “ha sido la indiferencia de los organismos
públicos responsables de la preservación de los recursos y, en ocasiones, con su
participación como actores principales en las actividades devastadoras”. Esto a pesar de
que se ha demostrado que el ecosistema manglar constituye un superorganismo filtrador
de nutrientes, sintetizador de materia orgánica y exportador de detritus. Se sabe que el
mangle es absolutamente decisivo para el mantenimiento de la alta productividad de las
zonas costeras tropicales del mundo y, por lo tanto, indispensable para la sobrevivencia
humana. Son ecosistemas -que junto a los aportes fluviales, el fitoplancton, los pastos
247
marinos y los arrecifes coralinos- confieren a la zona costera características altamente
productivas (Botello, A., 1982; Gallegos, M., 1986).
Según Odum y Johannes (1975) los manglares son sistemas abiertos que
exportan 30% de su producción neta a las costas y bahías adyacentes y contribuyen a la
producción de pesca costera al referir que dos terceras partes de las poblaciones de
peces del mundo dependen del manglar. En la década del setenta del siglo pasado Odum
señaló que 80% de las pesquerías del Golfo de México son dependientes del manglar,
durante uno o más estadios de su vida. Tuner, R., (1977), estimó una pérdida anual de
767 kilogramos de camarón y peces de importancia comercial por cada hectárea de
manglar destruido. Burbridge, P., (1983), argumentó que el valor de los manglares
como hábitat de apoyo a las pesquerías es más importante que cualquier otro uso,
incluyendo la acuicultura y la expansión de suelo para uso urbano e industrial. Es
preciso insistir que su existencia permite el desarrollo de aves playeras y migratorias ya
que sirven como sitios de alimentación, reproducción y anidación.
La fragmentación, aunada a la contaminación por desalojo de fluidos y derrames
petroleros, de seguir ocurriendo en Tamaulipas, conllevará a escenarios similares a los
de Venezuela, Puerto Rico, Biscayne Bay Florida, el río Tonalá en Veracruz, u otros
numerosos sitios del Caribe. La historia advierte que la contaminación por metales
pesados producidos por los efluentes de las industrias en Venezuela se consuma, desde
la década del setenta del siglo pasado, como la segunda causa responsable del acelerado
deterioro de los manglares de esa nación. La primera sigue siendo la eliminación de
mangle en los ríos, estuarios y lagunas a partir de las actividades directamente
vinculadas a la producción y transformación de hidrocarburos: apertura de caminos,
canalización, dragados, remoción de sedimentos y efluentes a cuerpos de agua
superficiales. Hoy la subsistencia peligra en sus costas tropicales. Sin lugar a dudas, las
zonas de paso de buques-tanque así como aquellas donde la perforación de la
plataforma continental resulta en producción petrolera, están sujetas al permanente
peligro de derrames de hidrocarburos y otros fluidos peligrosos.
Por cuanto se refiere a los efectos directos de los efluentes de la industria
petrolera y petroquímica, se sabe que su presencia afecta la base fotosintética y de
248
respiración, los procesos de translocasión , la germinación de las semillas y la
floración. Gallegos, M, (1986), identificó compuestos derivados de hidrocarburos de
origen petroquímico, tanto en sedimentos como en hojas de manglar (Rhizophora
mangle) en una estación del río Tonalá, limítrofe entre los estados de Tabasco y
Veracruz. Y sin embargo, existen muy pocos estudios en nuestro país que permitan
conocer a magnitud de estos efectos. En todo caso, lo importante es referir que en el sur
de Tamaulipas la degradación directa de este ecosistema responde a esas actividades de
remoción de la cubierta vegetal o biomasa.
Imagen VI.3. Sitios de manglar con relevancia biológica registrados por la
CONABIO, en la región industrial del municipio de Altamira
189
Fuente: Elaboración propia con base en el Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad, CONABIO, 2009.
En Altamira la devastación sigue siendo parte de esa fase de “progreso” regional
acuñada a la nueva geografía industrial que, en su momento, perfiló el declive de las
zonas de mangle ubicadas en Tampico y Madero. En la actualidad, el Sistema Nacional
9 Generalmente se refiere a alteraciones genéticas, en las cuales parte de un cromosoma se transfiere a otro cromosoma. Este tipo de translocación produce cromosomas modificados y con frecuencia defectuosos. Para mayor información ver: Enciclopedia Genética Moderna, McGraw-Hill/ Interamericana, 2000.
249
de Información sobre Biodiversidad de la CONABIO, presenta una serie de sitios aún
con posibilidades de conservación, pero solo dos de ellos se refieren como prioritarios:
Miramar y Lomas del Real. Ambos sitios de manglar se presentan en dicho sistema con
necesidad de rehabilitación ecológica, pero sin que esto signifique que cuenten con un
decreto de protección legal o un plan de manejo, es decir, su inclusión simplemente
resulta en un término indicativo por la autoridad ambiental.
En lo que respecta al sistema Miramar, la CONABIO le asigna un valor bajo en
cuanto a su función como corredor biológico190, esto a pesar de que es considerado
como una zona importante de reproducción y anidación de la tortuga lora. Desde el año
2009 el sistema de mangle Miramar (GM49), ubicado en la costa de la zona
metropolitana del sur de Tamaulipas, es catalogado como un reducto tan impactado que
ha perdido su categoría ecológica funcional en la región. Esta situación, escueta en
cuanto a mitigación se refiere, deja ver tres vértices de impacto: pérdida de superficie
original, presión sobre especies clave y prácticas de manejo inadecuado. Dentro de los
principales agentes de destrucción o perturbación se tiene la deforestación por
expansión de la ciudad, construcción de caminos, desecación, relleno de zonas
inundables, contaminación y azolvamiento. Todas estas actividades llevadas a cabo
algunas veces por encima y otras desde el interior de un “sistema de ordenamiento
territorial” realizado desde la década del setenta del siglo pasado y modificado en
numerosas ocasiones191.
Otro de los sitios de manglar registrados por la CONABIO en la región es el
sistema Lomas del Real (GM47). Este, igual que el anterior, se identifica por el alto
grado de fragmentación acuñado a los cambios en la densidad de los asentamientos
humanos y expansión de “actividades productivas”, entre ellas las industriales. Tan
impactante ha sido la actividad humana en la zona, que en el año 2009 se registró la
0 Cfr. García Soriano, R., (et.al.), “Criterios para la selección del sitio del manglar Miramar”, en Sitios de manglar con relevancia biológica y con necesidades de rehabilitación ecológica, CONABIO, México, D. F., 2009.191 Cfr. Plan director de desarrollo metropolitano Tampico-Madero, 1975 elaborado por la Secretaría del Patrimonio Nacional y la Comisión Coordinadora de Puertos; Plan regional de desarrollo urbano de la zona prioritaria de la desembocadura del río Pánuco y las huastecas, 1979, elaborado por la SAHOP; Programa de ordenamiento ecológico de Altamira, 2002, elaborado por la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), la Administración Portuaria de Altamira (API) y el Ayuntamiento de Altamira.
250
pérdida de casi 80% de la superficie original de mangle . Hoy la presión sobre
especies clave alcanza valores desalentadores.
Un ejemplo concreto de la fragmentación de humedales y declive del manglar es
que el área inundable localizada en el polígono norte (reserva territorial) del puerto, se
encuentra definida en el Plan Subregional de Desarrollo Urbano de la Desembocadura
del Río Pánuco como de uso industrial. El área está siendo desecada para
posteriormente ser rellenada, principalmente con material importado de demolición de
construcciones y de arcilla que se suministra de un banco cercano. En la Manifestación
de Impacto Ambiental del Puerto de Altamira, 2000, se indica que esa zona al norte del
canal de ciaboga, compuesta de áreas inundables, el relleno -para seguridad de las obras
futuras-, se conformará de terrazas o capas de 20 centímetros, a una compactación
mínima de 200 lb/m , hasta alcanzar una elevación de 5.5 metros sobre el nivel del mar.
Nivel que, desde el punto de vista de los proyectistas, “ ^ e s adecuado para el desarrollo
urbano e industrial de Altamira, quedando habilitado y libre de cualquier contingencia
meteorológica” (MIA, 2000: 13). En tal sentido, la superficie de suelo que está siendo
afectada directamente en esta porción del polígono industrial es de 1 344 hectáreas, pero
con reservas territoriales para el futuro.
De acuerdo con las investigaciones que se tienen del ecosistema manglar en
México, pasará mucho tiempo para restaurar áreas perturbadas y obtener resultados de
programas de regeneración. Desde la década del ochenta del siglo pasado, se insiste en
la importancia de tomar decisiones enérgicas para protegerlo, anticipando que de no
hacerlo se perderá para siempre la oportunidad de manejar este estratégico recurso
natural.
VI.3.2. El acuífero zona sur de Tamaulipas, recurso y soporte de actividad humana
Toda la actividad humana que se lleva a cabo en el sureste de Tamaulipas se soporta en
parte por la disponibilidad de agua del acuífero 2813 Zona Sur catalogado por la
Comisión Nacional de Agua (CNA). Este comprende una superficie de 1834 km y se
encuentra delimitada por los paralelos 22° 14’ y 22° 45’ de latitud norte y los meridianos
97° 47’ y 98° 20’ de longitud oeste. Colinda al norte con el acuífero Aldama-Soto La
192
' García, R., et.al., Op.cit., (2009).
251
Marina, al oriente con el Golfo de México, al occidente con el acuífero Llera-
Xicoténcatl y al sur con el acuífero Tampico-Misantla del estado de Veracruz.
Prácticamente el acuífero se localiza totalmente dentro de los municipios de Altamira,
Tampico y Ciudad Madero y algunas pequeñas porciones del municipio de Aldama.
Imagen VI.4. Acuífero 2813, Zona Sur de Tamaulipas
Sierra d e Tam au lipas'
7 ^ '
• *-■ . .S.Jefe-, 'í,¿‘ ^/^uíf6ro Zons Sur í ‘ e Ta ma ú.l í pa s'
*Zoriá industrial
GOLFO DE MÉXICO
Sán Luis Potosí’' . S’ ■•¿‘jL.t '
B i metropolitana j^ é ^ T a tn a u lip a s
.fe 3£r«v. ‘.Véracruz
Fuente: SIG-Vera, 2009. Imagen: NASA, John C. Stennis Space Center, Landsat, circa 2011 y Polígono de la Gerencia de Aguas Subterráneas de la Comisión Nacional del Agua, 2009.
En general, la conformación de curvas piezométricas reflejan las condiciones de
un acuífero costero en donde las curvas tienden a ser paralelas a la línea de costa
manifestándose los valores más profundos hacia el oeste, mientras que, en dirección a la
costa, se minimiza esa profundidad. Por ejemplo, en la zona poniente del cinturón
ecológico del puerto industrial, a la altura donde se ubican los poblados de Ricardo
Flores Magón y Francisco Medrano, la profundidad del acuífero oscila entre los 8 y 4
metros; ahí se resuelve una importante concentración de aprovechamientos, es decir,
donde se encuentran las norias CNA-44, 48, 51 y 54. Mientras que al oriente, el acuífero
entrega valores de profundidad más someros (menores a dos metros) que corresponden
a los aprovechamientos localizados en las proximidades de las lagunas El Gringo,
252
Laguna Grande y Los Patos donde, se localizan las norias CNA-72, 77, 78, 79 y 80. Esa
zona de lagunas y espejos de agua superficiales (jagüeyes) indican que el flujo del agua
subterránea es perpendicular a la línea de costa, en virtud de los recovecos calcáreos que
la direccionan hacia el sureste.
Hay que tener bien en claro que el comportamiento de la profundidad del nivel
del agua en el acuífero (que soporta la actividad humana en la región) se ve influenciado
por el agua que aportan, la corriente del estero Barberena en las partes norte y central
del área, y los cuerpos lagunares conocidos como El Conejo, El Gringo, Agua Grande y
Los Patos, ya que de acuerdo al nivel del agua que manifiesten dichos embalses
naturales, la profundidad al nivel estático dentro del acuífero aumenta o disminuye .
De ahí la importancia de mantener en equilibrio el intercambio natural de agua
superficial del sistema lacustre altamirense. En cuanto al comportamiento piezomètrico
del acuífero, la Comisión Nacional del Agua (2009), señaló que no se aprecia
deformación “importante” de las isopiezas que permita definir efectos negativos debido
a la explotación194.
De acuerdo a la información del Registro Público de Derechos de Agua
(REPDA) a marzo de 2003, se contabilizaron en la zona 119 aprovechamientos desde
los que se extrajo un volumen anual de 1.45 hectómetros de metros cúbicos (hm3)195, en
donde 93.1% se destinó para uso público urbano, 2.7% para uso pecuario, 1.9% para
uso domestico, 1.2% para uso industrial y el restante para servicios (CNA, 2009:20).
Cabe señalar que en esta zona, según el REPDA, el volumen utilizado de agua
subterránea para uso agrícola es nulo, pero suma 14.6 hm de aguas superficiales del río
Tamesí, y del sistema lacustre circunscrito a las lagunas La Puente y San Andrés.
La pregunta que surge es, ¿cuál es la disponibilidad media anual actual de agua
subterránea en el acuífero? Antes de referir las cantidades es importante mencionar que
el artículo 22, segundo párrafo, de la Ley de Aguas Nacionales, señala que para el
otorgamiento de una concesión o asignación, debe tomarse en consideración la
disponibilidad media anual del recurso, misma que se revisará al menos cada tres años
conforme a la programación hídrica. Para llevar a cabo esa evaluación periódica, la ley
' CNA, 2009. Op.cit.: 17.' Las comillas son nuestras.5 Es el segundo múltiplo del metro cúbico, es decir, equivalente a un millón de metros cúbicos o a un
Gigalitro (mil millones de litros).
253
señala que es la Comisión Nacional del Agua el organismo encargado de publicar la
disponibilidad de agua por acuífero o acuíferos de que se trate. La actualización de la
disponibilidad media anual de las aguas subterráneas analizadas en este trabajo
corresponde a una fecha de corte en el Registro Público de Derechos de Agua al 30 de
septiembre de 2008196 197 198; lo que supone la existencia de una modificación en la
disponibilidad de agua debido, por un lado, a los cambios demográficos e industriales
experimentados en la zona y, por el otro, a consecuencia del manejo del agua y/o de los
volúmenes concesionados.
Tabla VI.1. D isponibilidad de agua en el acuífero zona sur de Tamaulipas, 2008
Estado de Tamaulipas Cifras en millones de metros cúbicos anuales
Clave Acuífero R DNCOM VCAS VEXTET DAS DÉFICIT
2813 Zona Sur 14.8 3.6 2.2 2.4 8.7 0
R: Recarga media anual.DNCOM: Descarga natural comprometida.V C A S : Volumen concesionado de agua subterránea.V EXTET: Volumen de extracción de agua subterránea consignado en estudios técnicos.D A S: Disponibilidad media anual de agua subterránea.
Las definiciones de estos términos son las contenidas en los numerales 3 y 4 de la Norma Oficial Mexicana NOM-011-CONAGUA-2000.
Fuente: CNA A c tu a liz a c ió n d e la d is p o n ib ilid a d m e d ia a n u a l d e a g u a s u b te r rá n e a , publicada en el Diario Oficial de la Federación, 28 de agosto de 2009.
Así pues, la CNA indica que al año 2008, el acuífero 2813-Zona Sur de
Tamaulipas no encontró déficit en su volumen de agua, toda vez que la recarga media
anual fue mayor a la cantidad de agua que se extrajo del mismo. Esto es 11.2 hm /año198(millones de metros cúbicos) de recarga total que recibió el acuífero contra 2.4
hm3/año de extracción, de acuerdo con los permisos inscritos en el REPDA, de la
Subdirección General de Administración del Agua. Esto significa que el acuífero cuenta
con 8.7 hm3/año de agua subterránea disponible para otorgar nuevas licencias.
6 Actualización de la disponibilidad media anual de agua subterránea, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 28 de agosto de 2009.197 Corresponde con la suma de todos los volúmenes que ingresan, tanto en forma de recarga natural como inducida.198 A esa cantidad se le ha restado la descarga natural comprometida cuyo volumen es de 3.6 hm3 anuales, los cuales corresponden a salidas a corrientes superficiales, salidas subterráneas hacia el mar que se deben dejar escapar para mantener el equilibrio de la interfase marina, descargas a cuerpos de agua superficiales y a la evapotranspiración que debe comprometerse para preservar el ecosistema costero.
254
Ahora bien, el tema del agua cobra relevancia cuando se observa la calidad en
los acuíferos y cuerpos de agua superficiales. Para el caso de los primeros, oficialmente
en la zona solo se cuenta con el monitoreo de calidad del agua realizado en noviembre
de 1988 por la Comisión Nacional del Agua (CNA) a 17 aprovechamientos; estos
estudios arrojaron valores de Sólidos Disueltos Totales de 409 a 2739 partículas por
millón, mientras que los cloruros variaron de 49 a 1 099199. Cifras que indicaron
contaminación del agua según los límites máximos permisibles contenidos en las
normas oficiales mexicanas.
En la actualidad no existen estudios técnicos realizados en este acuífero.
Únicamente se dispone de un documento “Diagnóstico de la Región IX Golfo Norte”,
elaborado por la CNA en 1998, que expone la problemática que enfrenta la región
noreste de la República Mexicana con relación a sus recursos hídricos. Dicho,
instrumento, contiene una descripción de los principales rasgos hídricos y
socioeconómicos de la zona, pero no se adentra en el tema de calidad del agua. Otro de
los documentos con los que se cuenta para analizar el asunto de la calidad del agua
subterránea es una evaluación de la contaminación y niveles de limpieza requeridos en
el subsuelo y acuífero de la Refinería Francisco I. Madero de PEMEX. Este estudio lo
elaboró, en 1999, el Instituto de Ingeniería (II) de la Refinería y se orienta más a una
descripción de cortes litológicos de 20 piezómetros hacia el subsuelo del polígono de la
Refinería. Sin embargo, el tema de la calidad del agua se diluye por una nutrida
información geohidrológica. No obstante, es de suponer que el incremento de
actividades humanas en la zona ha deteriorado el agua subterránea, sobre todo por la
infiltración al subsuelo de aguas residuales industriales.
VI.4. Industria, agua, contaminación y marco jurídico como referente de
conflictos
Es importante hacer notar el incremento de permisos de desalojo de aguas residuales
industriales a esteros de la zona lacustre altamirense: del año 1994 al 2009 se detectaron
39 autorizaciones otorgadas por la Comisión Nacional del Agua (CNA). Este proceder
ha perturbado drásticamente el ecosistema sobre todo por considerarse estos cuerpos
’ CNA, Op.cit, 2009.
255
naturales de agua como verdaderas lagunas de oxidación. A las descargas a esteros se
añaden desagües al océano además de los pozos de inyección de fluidos al subsuelo.
Los registros de descarga de aguas residuales indican más de un millón de
metros cúbicos por día acreditados en la región200 201 202. Tan solo la terminal de Gas Natural
Licuado de Altamira S. de R. L. de C. V. (LNG-Altamira), tiene autorizado el vertido de
720 mil metros cúbicos de aguas residuales por día, de las cuales el 98% corresponde a
procesos industriales y 2% a servicios. ¿A dónde van a parar esas aguas residuales? A
cuatro puntos de descarga: dos al subsuelo y dos al océano en las cercanías de la dársena
del puerto industrial Altamira . ¿Cuál es el origen de esta empresa y desde cuando
desaloja aguas residuales en la zona? La terminal de LNG-Altamira, es una filial
conjunta de la Royal Dutch Shell (50%), Total (25%) y Mitsui & Co (25%) y es la
primera terminal de regasificación de LNG en el país. Hay que anotar que su
localización en Altamira responde a la demanda creciente de gas natural en el noreste de
México, esto por el aumento de la demanda del servicio de energía eléctrica en parques
industriales, pero también por la liberación del sector eléctrico que atañe modos de
cogeneración a través del sector privado. Ejemplo de ello es que, en agosto de 2006, la
terminal de LNG-Altamira recibió del exterior su primer cargamento compuesto por 138
mil metros cúbicos de gas natural licuado, entregados por el buque SS Gracilis a través
de Shell después de un viaje de 14 días desde la planta de LNG-Nigeria, África. Es
importante referir que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), acordó la compra de
gas natural licuado regasificado a LNG-Altamira durante 15 años a partir de noviembre
de 2006. Así, la CFE, recién privatizada, viene ahorrando cinco millones de dólares al
año mediante la compra de gas a dicha firma, dejando atrás la compra de gas natural
ofertado por la empresa nacional PEMEX .
Otra de las industrias que más impactan a la calidad del agua en la región es Basf
Mexicana, S. A. de C. V., corporativo de la química alemana líder mundial The
Chemical Company. Esta empresa tiene autorizada desde 1994 la descarga de poco más
de 374 mil metros cúbicos de agua residual industrial por día, volumen que es
descargado en tres puntos lícitos, es decir, amparados por su título de concesión. Dos de
0 Comisión Nacional del Agua, Registro Público de Derechos de Agua.201 CNA-REPDA, 2010. Título: 09TAM117733/25ISOCO9 MULTIPLE 16/05/2006.202 Información obtenida de Hydrocarbons industry, Altamira LNG Terminal, http://www.hydrocarbons-technology.com/projects/altamiralngmexico/
256
esos puntos de descarga van a dar al océano y el otro a la laguna de El Conejo. En
cuanto al volumen de extracción de aguas nacionales otorgado a Basf se registran cinco
millones de metros cúbicos por año . Cabe mencionar que esa laguna de El Conejo,
junto a Las Marismas, fue en su momento un lugar de importancia pesquera para las
comunidades de Congregación Armenta, La Pedrera, Ricardo Flores Magón y Francisco
Medrano, pero esas descargas dejan en claro que las industrias están reclamando la
posesión de los cuerpos de agua superficiales. A esa misma laguna de El Conejo
evacuan las firmas Mexichem Resinas Vinílicas S. A. de C. V. y GE Plastics, S. A. de C.
V., plantas que en conjunto derraman poco más de ocho mil metros cúbicos diarios de
aguas residuales del proceso industrial.
La lista de empresas transnacionales con derecho a extraer agua y descargar
residuos de sus procesos productivos no termina ahí. A las anteriores se suma la
española Iberdrola Energía Altamira, S. A. de C. V., compañía que se ha afianzado en el
mercado mundial a través de la compra de otras empresas como la brasileña Elektro o la
escocesa ScottishPower. A Iberdrola se le da permiso para descargar aguas de uso
industrial por más de 54 mil metros cúbicos al día. De los ocho puntos de descarga
autorizados, cinco desaguan en el estero Garrapatas mientras que los otros tres se
disponen al subsuelo, por pozo de inyección203 204 205. Cabe hacer mención que este cuerpo de
agua es de los más impactados por actividad industrial, toda vez que se añaden
importantes vertidos de otras firmas como Bioriented Films, S. A. de C. V., Industrias
Negromex S. A. de C. V. y Posco México, S. A. de C. V.; esta última viene descargando,
desde el año 2009, alrededor de 3 500 metros cúbicos diarios de aguas residuales
industriales, de entre los cuales, siete puntos de descarga van al subsuelo y uno se verte
a un arroyo (sin nombre) que es afluente del estero Garrapatas .
Cabe detenerse aquí para referir el caso del estero Garrapatas. Este cuerpo de
agua está ubicado en la parte central del polígono del Puerto Industrial de Altamira. Es
uno de los 17 humedales costeros con manglar de extensión significativa que se
localizan en la franja costera del sur de Tamaulipas. Tomando como referente la
investigación estratigráfica de Hoz y De la Lanza (2002), se puede argumentar que la
203 CNA-REPDA, 2010. Títulos: 09TAM100170/26FFGR03 INDUSTRIAL 24/10/1194 y09TAM11857/25IFOC09 MULTIPLE 14/09/2006.204 CNA-REPDA, 2010. Títulos: 09TAM115587/25FKGR06 INDUSTRIAL 25/02/2003 y09TAM118642/25EKOC07 SERVICIOS 12/06/2008.205 CNA, REPDA, 2010. Título: 09TAM119922/25FFDA09 INDUSTRIAL 12/03/2009.
257
existencia de este cuerpo de agua radica en la relación que tiene con la roca coquina
pleistocènica que se despliega subterránea por entre toda esa zona del puerto industrial
de Altamira y el corredor industrial, lo que da sentido a ciertos afloramientos de agua
tributarios característicos de la región. A esas aguas subterráneas se añaden
escurrimientos intermitentes de la microcuenca central del municipio de Altamira. Tales
condiciones significan funcionalidad, toda vez que la zona del estero sirve como área
de difusión de agua indispensable tanto para el acuífero como para embalses
circundantes, por lo que al modificar su superficie a gran escala se rompe con el ciclo
evolutivo natural propio del ecosistema lacustre costero.
A finales de la década del setenta del siglo pasado, la influencia marina al estero
fue interrumpida por la construcción del Gasoducto Cactus-Reynosa programado por
PEMEX. Con esta obra se cortó el paso de agua salobre procedente de las mareas y, por
consiguiente, la función ecosistémica costera del estuario. Al paso de los años, el estero
sufre una dulcificación y anegación gradual de sus aguas con la consecuente mortandad
de comunidades acuáticas y un rápido impacto sobre las comunidades de mangle206.
Desde el momento en que el estero se seccionó, su superficie periférica o contigua
siguió siendo impactada por actividad humana; incluso ha corrido el riesgo de
desaparecer por completo, como muchos otros humedales antes interconectados con él.
La información de Jiménez H., (2006:7), indica que del año 1979 al 2001 se han
perdido 49% de los humedales ubicados dentro de los terrenos del polígono del puerto
industrial de Altamira. Al 2010 los sistemas de información geográfica indican la
pérdida de casi 70%207 208. Tal proporción es muestra de la magnitud del impacto. Hay que
decir, el estero Garrapatas, desde que inició el proyecto industrial en 1979, se ha
considerado como un inconveniente del desarrollo industrial. Sucede que al estar ligado
a los planes de desarrollo del puerto de Altamira, gran parte de su superficie es
contemplada como reserva de terrenos para el crecimiento industrial. Ejemplo de ello es
que en el Plan Maestro de Desarrollo del Puerto Industrial de Altamira 2000-2010 ,
se especifica que la zona (que en el año 2001 cubría el estero Garrapatas) de
aproximadamente 51 hectáreas dentro de los terrenos del puerto, está destinada a ser
6 En el estuario se distingue como especie dominante el Rhizophora mangle (mangle rojo), le sigue el Conocarpus erectus (mangle botoncillo) y después Avicennia germinans (manglenegro).207 SIG-Vera Vázquez, 2010.208 Versión autorizada por la Dirección General de Puertos Of. 115 1522.00.
258
rellenada casi en su totalidad para el emplazamiento de industria mediana, excepto por
un canal de alivio en dirección a la dársena del puerto. Hay que tener en cuenta que esa
extensión aproximada de 51 hectáreas presentada en el Plan es resultado de la reducción
del área del estero, se estima llegó a humedecer directamente más de 240 hectáreas209.
Los bordes de terraplén, esclusas y rellenos han dirigido sus aguas superficiales hacia la
dársena del puerto, ahí es donde desemboca en la actualidad.
Imagen VI.5. Expansión industrial al norte del puerto de Altamira
Imagen satelital: NASA, John C. Stennis Space Center, Landsat, circa 2011. Foto: Rodrigo Vera, septiembre de 2008.
Considerando la acelerada fragmentación antes descrita, es acertado referir los
esfuerzos de rescate ecológico del estuario del arroyo Garrapatas promovidos por el
Instituto de Investigación en Ingeniería (III) de la Universidad Autónoma de
Tamaulipas, al buscar el interés de la Administración Portuaria Integral de Altamira
(API) y la empresa Iberdrola Energía Altamira S. A. de C. V. En efecto, en el año 2003
tomaron forma una serie proyectos de inversión en estudios técnicos y obras de
ingeniería que buscaban garantizar la rehabilitación ecológica y conservación de la parte
sureste del estero. Con ello se ventiló el recordatorio de “darle la oportunidad” al
humedal de recuperarse a través de devolverle la vocación salobre que perdió por la
construcción del gasoducto.
9 La estimación de las coberturas de humedales se hizo quitando la capa de suelo industrial aledaña al estero Garrapatas utilizando imágenes de satélite LandSat Nasa, 2000, y procesadas en ArcView 3.2.
259
Tabla VI.2. Volumen y puntos de descarga de aguas residuales industriales en Altamira, Tamaulipas.
NOMBRE EMPRESA TÍTULO
Volumen extracción de aguas nacionales que ampara el título
(m3/año)
Volumen de descarga de aguas residuales
(m3/día)
Puntos de descarga que ampara el título Procedencia de la descarga
1 BASF MEXICANA S.A. DE C.V. 09TAM100170/26FFGR03 INDUSTRAL 24/10/1994 y 03/10/1996 5,000,000 3,456.00 2 Uno en la Laguna El Conejo y
otro en el Golfo de México Industrial2 BASF MEXICANA, S.A. DE C.V. 09TAM118157/25IFOC09 MULTIPLE 14/09/2006 Sin datos 371,307.00 1 Golfo de México Proceso productivo3 BIORIENTED FILMS, S.A. DE C.V. 09TAM116504/26FFGR04 INDUSTRAL 10/09/2004 227,687 Sin datos Sin datos Sin datos4 BIORIENTED FILMS, S.A. DE C.V. 09TAM117781/26IFGR06 MULTIPLE 16/05^006 Sin datos 19.80 3 Estero Garrapatas Proceso industrual y de servicios5 CROMPTON CORPORATION, S.A. DE C.V. 09TAM100161/26FFOC07 INDUSTRIAL 07/02/1996 630,720 450.00 1 Golfo de México Industrial6 DU PONT MEXICO, S. A. DE C. V. 09TAM100246/26FAGR03 INDUSTRAL 09/01/1997 6,622,560 17,453.00 1 Golfo de México Industrial7 GE PLASTICS, S.A. DE C.V. 09TAM115099/25IFGR01 MULTIPLE 22/08^001 0 2,650.00 1 Laguna El Conejo Industrial y servicios8 GRUPO PRIMEX, S.A. DE C.V. 3TAM100133/26FFGR94 INDUSTRAL 19/12/1994 2,365,000 Sin datos sd Sin datos Sin datos
9 HULES MEXICANOS, S. A. DE C. V. 2TAM100416/25FFSG94 INDUSTRAL 07/04/1995 Sin datos 2,468.00 1 Golfo de MéxicoIndustrial. Recuperación de
estireno, coagulación y clarificador de colores primarios, secundarios y
universales10 IBERDROLA ENERGA ALTAMIRA, S.A. DE C.V. 09TAM115587/25FKGR06 INDUSTRAL 25/02/2003 Sin datos 54,446.00 5 Estero Garrapatas Industrial11 IBERDROLA ENERGA ALTAMIRA, S.A. DE C.V. 09TAM118642/25EKOC07 SERVICIOS 12/06/2008 Sin datos 3.80 3 Subsuelo
12 INDUSTRIAS NEGROMEX, S.A. DE C.V. 3TAM100171/26FAGR98 INDUSTRAL 16/08/1999 y 3TAM100163/26IAGR95 MULTIPLE 10/07/1996 1,173,900 933.00 1 Estero Garrapatas Industrial
13INFRAESTRUCTURA PORTUARIA MEXICANA, S.A. DE C.V. 09TAM112043/25EFGR99 SERVICIOS 07/09/1999 Sin datos 0.70 1 Golfo de México Servicios
14 MEXICHEM RESINAS VINILICAS, S.A. DE C.V. 09TAM108031/26FFOC08 INDUSTRIAL 21/09/1998 Sin datos 5,184.00 1 Laguna El Conejo Industrial
15 NHUMO, S.A. DE C.V. 3TAM100180/26FFGR98 INDUSTRAL 04/02/1998 Sin datos 1,362.00 2Uno al subsuelo por pozo de
inyección y otro al suelo superficial
Industrial. Agua de rechazo del tratamiento por osmosis inversa del agua proveniente de la Laguna de
la Puerta16 PETROCEL, S.A. 3TAM100243/26FASG95 INDUSTRAL 27/08/2002 15,768,200 9,000.00 1 Golfo de México Industrial. Plantas de TPA y DMT,
canales pluviales
17PETROLEOS MEXICANOS EXPLORACIÓN- PRODUCCIÓN ''CAMPO TAMAULIPAS" 3TAM100420/26FFSG97 INDUSTRAL 23/08/1999 Sin datos 3,179.00 1 Presa de arena
(marisma costera)Industrial. Agua de yacimiento de la exploración petrolera y servicios
sanitarios
18 POSCO MEXICO, S.A. DE C.V. 09TAM119922/25FFDA09 INDUSTRAL 12/03/2009 Sin datos 3,486.77 8Siete al subsuelo y uno a un arroyo (sin nombre) que es
afluente del estero GarrapatasIndustrial y sanitario
19 PPG INDUSTRIES, MEXICO, S.A. DE C.V. 09TAM119389/25ICOC08 MULTIPLE 26/10/2009 Sin datos 3,012.10 2 Dos al canal de navegación del puerto industrial Altamira Industrial y sanitario
20TERMINAL DE LNG DE ALTAMIRA, S. DE R.L. DE C.V. 09TAM117733/25ISOC08 MULTIPLE 16/05/2006 Sin datos 720,020.50 4 Dos a la dársena del puerto
industrial Altamira y dos al subsuelo
Industrial y servicios. 98% es del proceso industrial
Totales 31,788,067 1,198,431.67 39
*Nota: El listado de industrias representa solo el número de industrias registradas en Fuente: Elaboración propia con base en el Registro Público de Derechos de Agua de
el REPDA. En la zona industrial se documentan alrededor de 125. la Comisión Nacional del Agua.
260
La principal acción fue lograr que el agua de mar que la empresa Iberdrola
Energía Altamira estaba tomando para su proceso de enfriamiento y que posteriormente
vertería a la dársena del puerto, se hiciera concurrir hacia el estuario. Después de un
proceso largo de gestión con la autoridad federal ambiental y de comunicaciones y
transportes, se concretó la primera descarga de agua marina en el estuario el 24 de
octubre del 2003, manteniéndose ininterrumpida, con un flujo promedio de 620 litros
por segundo (Jiménez, H., 2006). Las observaciones registradas desde el inicio de la
descarga de agua marina ayudaron a inferir que la porción sureste del estero Garrapatas
podría recuperar el ecosistema (Fierro C., 2007). Sin embargo, su inestabilidad es
materia de estudio ya que como suele suceder en casos de rehabilitación de hábitat
naturales, la función del ecosistema es lo primero que se recupera, mientras que la
recuperación de la estructura (diversidad, complejidad) ocurre posteriormente de
manera gradual y generalmente nunca es completa.
A partir de las evaluaciones al estero, realizadas en el 2006 por el Instituto de
Investigación en Ingeniería (III), se presentaron una serie de eventos que pusieron en
jaque el esfuerzo por conservar dicho ecosistema. Por un lado se comenzó una nueva
etapa de otorgamiento de permisos a industriales para descargar sus aguas residuales
emanadas del proceso productivo. A Basf Mexicana, S. A. de C. V. se le concedió un
punto de descarga al océano a partir de septiembre de 2006. En junio del año 2008 a
Iberdrola Energía Altamira, S. A. de C. V. se le permitieron tres puntos de descarga al
subsuelo. Mientras que a PPG Industries, México, S. A. de C. V. se le autorizó
descargar, a partir de octubre de 2009, más de tres mil metros cúbicos de agua diarios a
dos drenes que desembocan en el canal de navegación del puerto de Altamira. Cabe
señalar, aguas del océano que son utilizadas para la “recuperación” del estero
Garrapatas.
Esta descarga se suma a los nueve mil metros cúbicos diarios de descargas de
aguas industriales, a canales pluviales que desembocan en el Golfo de México, de las
0 La mayor parte de los estudios científicos en el estero se basan en indicadores estructurales (diversidad, abundancia, complejidad, presencia o ausencia de especies sensibles o tolerantes, entre otros), destacando la información respecto de la comunidad nectónica (peces, reptiles acuáticos). En cuanto a los indicadores funcionales (composición, descomposición, productividad, respiración, etc.) se tienen pocos estudios que den cuenta de las secuelas en los organismos vivos.
261
plantas de ácido tereftalico purificado (TPA) y dimetil tereftalato (DMT) de la firma211PetrocelS. A., las cuales desalojan esa cantidad desde agosto de 2002 .
Por otro lado, una oleada de catástrofes ecológicas arremetieron en la zona
menguando la capacidad funcional de recuperación del estero Garrapatas (biotipo en
estudio). El cuatro de junio del año 2006, a la altura del kilómetro 55 de la carretera
Tampico-Mante, ocurrió un derrame de gasóleo en una línea del oleoducto Madero-
Cadereyta de PEMEX. En aquella ocasión el cuerpo de bomberos, las autoridades de
protección civil y el ejército, rescataron y evacuaron a personas en peligro. El estado de
emergencia duró hasta el día 12 del mismo mes, más no así la contingencia ambiental.
Para el día 16, PEMEX, mediante un resolutivo, se comprometió a remediar el derrame,
que amenazaba al estero La Tuna, mismo que provee de agua potable al norte de
Altamira. La prensa hacía ver infiltraciones al subsuelo y contaminación a embalses de
agua. Tanta fue la perturbación que se firmó un acuerdo específico, derivado de un
Convenio Marco de Colaboración entre PEMEX y el Gobierno del estado, para dar
seguimiento a la solución de demandas planteadas por el municipio y la sociedad civil
organizada en materia de seguridad industrial, protección civil y rescate ambiental.
Nueve meses más tarde, el 22 de marzo de 2007, se presentó otro derrame en el
rancho Monta Alta, propiedad de Rafael Juan Montalvo Morales, sector Las Prietas,
municipio de Altamira. Ese acontecimiento abatió parte de la actividad agrícola y
ganadera local. Pocos días después, específicamente el 8 de abril de 2007, residentes de
la colonia Bahía experimentaron una fuga de tetracloruro de titanio de la empresa
Dupont; incidente que dejó como saldo 26 personas intoxicadas de las colonias
aledañas a la compañía211 212 213. A saber de los habitantes la emanación de sustancias tóxicas
es un hecho con el que han tenido que lidiar por más de 40 años, sobre todo durante las
madrugadas. Las afectaciones a la salud se advierten a las autoridades, pero sin lograr
demostrar la injerencia real de esta empresa . Como si esto fuera poco, unas semanas
después se registró otro derrame de gasóleo de PEMEX. Este ocurrido el 10 de abril de
2007, afectó directamente a la laguna Champayán. Bastaron unas horas, para que el
derrame pusiera al descubierto una línea, a orillas de la laguna, de poco más de tres
211 CNA, REPDA, 2010. Título: 3TAM1000243/26FASG95 INDUSTRIAL 27/08/2002.212 Diana Alvarado, “Denuncian contaminación de Dupont en Altamira. Residentes de la colonia Bahía vuelven a dar a conocer la grave contaminación que esta empresa genera en la zona”, en Hoy Tamaulipas, Sección: Tamaulipas/Zona Sur, 8 de abril de 2007.213 Entrevista realizada el 28 de abril de 2007, a Ernestina Cruz Fuentes, residente de la colonia Bahía.
262
kilómetros de largo por un metro de ancho, afectando el pozo 1004 de la Comisión
Nacional del Agua. Esa línea de gasóleo se conformó por efecto del aire y de una
sustancia vertida en el agua por PEMEX para encapsular el producto.
Dos semanas después, el 23 de abril, se detectó un derrame de crudo en el ejido
Ricardo Flores Magón, cuya afectación alcanzó a una laguna ubicada a un costado de la
emanación . Fue entonces cuando el 24 de abril de 2007, en el recinto legislativo de
San Lázaro, la Diputada Beatriz Collado Lara, con fundamento en el artículo 59 del
Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos
Mexicanos, exhortó a PEMEX a mostrar sus reportes de inspección e investigación a fin
de precisar las causas que originaron los mencionados derrames y tomar las medidas
precautorias e indemnizatorias correspondientes. Se exhortó también a PEMEX a
publicar en los diarios de mayor circulación en el estado y municipio de Altamira los
reportes y el compromiso que emita respecto de los derrames ocurridos en la zona.
Durante los dos años siguientes, las denuncias ciudadanas en materia ambiental
repuntaron en medios impresos y radiofónicos. Residentes de las colonias Solidaridad,
Revolución Obrera y Los Presidentes, manifestaron en prensa emanaciones de crudo en
la superficie del suelo. Los ejidatarios de La Pedrera, Francisco Medrano y Ricardo
Flores Magón reiteraban la afectación a las lagunas por el desagüe de líquidos rojizos y
de olor penetrante procedentes de la industria localizada en el parque de la mediana
empresa, propiedad del gobierno del estado. Se siguieron difundiendo en los medios
impresos intoxicaciones por consumo de fauna ictícola sacada de las Lagunas de El
Chango, El Conejo, El Gringo y Las Marismas .
Las denuncias en materia ambiental por nivel de autoridad y competencia
dejaron en claro que la ciudadanía está optando por utilizar vías alternas al gobierno,
prefiriendo denunciar a través los medios de comunicación; ejemplo de ello es que en el
año 2004, en el estado de Tamaulipas, se registraron 229 acusaciones de entre las cuales
solo el 15 fueron concluidas, es decir, con veredicto o fallo. De esas 229 demandas
ciudadanas 8% correspondieron al municipio de Altamira, destacando el interés de la * 215
Diana Alvarado, “Derrame natural de petróleo en ejido Flores Magón de Altamira”, en Hoy Tamaulipas, Sección: Zona Sur, 23 de abril de 2007.215 Cristina Gómez, “La contaminación alcanza al golfo de México. Trasnacionales matan las lagunas de Altamira” en Diario Milenio, 8 de diciembre de 2009.
263
ciudadanía por resolver afectaciones al recurso agua216. Al finalizar el año 2009, el
número de denuncias declinó a la mitad. En ese año solo se registraron 103 acusaciones
por violación a la ley, de entre las cuales 4% correspondieron al municipio de Altamira,
volviendo a destacar el tema de la contaminación del agua, seguida de las afectaciones
al suelo217 (ver tabla 3).
En este tenor, otros actores como el Consejo Ciudadano del Agua del Estuario
del Río Pánuco A. C . demandaron a la Comisión Nacional del Agua la iniciación de un
programa de monitoreo de la calidad del agua en el sistema hídrico correspondiente al
acuífero Zona Sur de Tamaulipas218. Al pronunciamiento se sumó el Consejo
Consultivo para el Desarrollo Sustentable-Núcleo Tamaulipas, grupo que incorporaría
en su agenda de trabajo el tema de la contaminación del estuario del río Tigre, ubicado
al norte de la zona industrial altamirense.
Al transcurrir el año 2010 las contingencias ambientales y las denuncias
siguieron. En febrero, en el kilómetro 49 de la carretera Tampico-Mante a la altura de la
comunidad Esteros, se registró una importante emanación de hidrocarburo del oleoducto
Madero-Cadereyta de PEMEX. En el lugar se expandió una mancha de
aproximadamente 40 metros cuadrados. Un mes después, Marcos Escobedo Ibarra,
comisariado del ejido La Pedrera, insistió en denunciar la presencia de plomo en las
lagunas de El Chango y El Conejo, afirmando el aumento de enfermedades
cancerígenas en la comunidad. Es importante mencionar que esta comunidad, contigua a
la zona industrial altamirense y que experimentó la expropiación de sus tierras dos
décadas atrás para la instalación del puerto, tiene por lo menos 10 años pidiendo a las
autoridades de los tres niveles de gobierno que intervengan para combatir no solo la
contaminación provocada por Kaltex Fibers S. A. de C. V., sino también por la
Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Altamira (COMAPA) que utiliza las
lagunas como presas de oxidación. A saber del comisariado, su sociedad cooperativa
pesquera dejó de funcionar en el año 2002, es decir, cuando la contaminación llegó a un
punto en el que la afectación a las lagunas no permitió más el desarrollo de las
6 INEGI, Anuario Estadístico 2005, con datos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Delegación en el Estado, Unidad de Denuncias Ambientales, Quejas y Participación Social.217 INEGI, Anuario Estadístico 2010, con datos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Delegación en el Estado, Subdelegación de Inspección y Vigilancia.218 Baldemar Mijangos, “CNA debe endurecer medidas por aguas residuales” en Hoy Tamaulipas, 5 de junio de 2010.
264
pesquerías . Ahora, el asunto a tratar es la subsistencia, por lo que temporalmente a
algunos los contratan como obreros.
Tabla VI.3. Denuncias registradas en m ateria am biental en el área conurbada del
sur de Tamaulipas, 2004 y 2009
219
Denuncias/año Denuncias según recursos afectados, 20092004 2009 Aire Agua Suelo Flora Fauna Otros*
Estado 229 103 19 13 18 89 18 72Altamira 18 8 1 4 2 2 2 7Tampico 16 7 5 1 1 0 4 5Ciudad Madero 25 5 5 2 1 1 0 16
* Se refiere a los casos que afectan, en general, a un ecosistema
Fuente: INEGI, Anuario Estadístico 2010y 2005, con datos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Delegación en el Estado, Subdelegación de Inspección y Vigilancia y Unidad de Denuncias Ambientales, Quejas y Participación Social.
220Según, la información de Milenio entre los residuos encontrados emanados de
las industrias hay elementos como arsénico, cadmio, cobre, mercurio, níquel, plomo y
zinc. Sin embargo, Roberto Shuldes, director del organismo de cuenca Golfo-Norte de
la Comisión Nacional del Agua (CNA), expresó que "^ todas están cumpliendo con la
norma, que es muy laxa o muy suave, pero eso ya no es problema de nosotros", dijo al
ser entrevistado por el diario Milenio. A la par, el municipio se ve incapacitado en
regular la contaminación industrial debido a que es de jurisdicción federal, participando
solo en comunicados de prensa advirtiendo a la comunidad de los riesgos que conlleva
el consumo de peces extraídos de las lagunas . La omisión de información, por parte
de las autoridades, es un hecho. No obstante, y debido al alto grado de contaminación
que se registra en todo el sistema lacustre altamirense, integrantes de la Comisión de
Ecología en el municipio de Altamira han buscado concluir una propuesta de
reglamento ecológico que sirva de instrumento para regular posibles afectaciones en
materia de agua, aire, suelo y subsuelo. Sin embargo, hasta el mes de junio del año
2011, continua sin aprobarse el citado reglamento.
9 Entrevista realizada el 27 de abril de 2007, en el ejido la Pedrera, municipio de Altamira.220 — Aumenta contaminación industrial en Altamira, Tamaulipas, México”, en Aguas y Residuos, Bussines News Americas, 13 de agosto de 2009.221 Cristina Gómez, “Altamira pedirá a la Federación informe sobre contaminación” en Hoy Tamaulipas, noticias locales, 17 de agosto de 2009.
265
VI.5. La legislación ambiental y el cercamiento de los bienes comunes
En México, con la entrada en vigor de la Ley General de Protección al Ambiente
(LGEEPA) en 1988, el entorno ecológico adquirió el carácter de ser una esfera de
acción pública, es decir, regulada por leyes, reglamentos, y normas de observancia
general (aplicables para todos). Su sentido, por tanto, es el de ordenar las acciones del
humano en el entorno natural. No obstante, se sabe que como cualquier otra ley, la
legislación ambiental también conlleva al surgimiento de conflictos y actores que no
existían antes de la expedición de dicha normatividad (Brañes, R., 2000; Trujeque, A.,
1999).
Este punto es importante porque, de acuerdo con la investigación realizada en la
zona lacustre altamirense, es posible inferir que los actores mejor posicionados en un
conflicto ambiental son los que cuentan con los medios financieros suficientes para
sufragar los costosos peritajes y estudios técnicos requeridos por la legislación
ambiental. Así pues, si de un lado la legislación ambiental abre la puerta para que
cualquier ciudadano interponga quejas sobre la omisión o violación de la ley (en la
figura de la llamada “denuncia popular”) , el procedimiento para interponerla viene a
limitar de forma muy significativa la posibilidad de que ese ciudadano, dado el caso y a
menos que cuente con bastantes ingresos, impugne los estudios técnicos que
fundamentan la resolución de la autoridad ambiental . Tal es el caso de las
manifestaciones de impacto ambiental entregadas por particulares a la autoridad y que
por lo general son aprobadas sin mayor problema además de pasar inadvertidas por la
ciudadanía, o aquellas autorizaciones de descarga de aguas residuales a cuerpos de agua
superficiales y/o subterráneos.
La contradicción resulta, por tanto, en que de un lado, la Ley permite las
denuncias populares, pero, por el otro lado, su propia composición -ceñida de
procedimientos técnicos circunscritos a las ciencias experimentales- limita las
posibilidades de impugnación y apelación. Esa carencia de espacios donde se procesen
posibles apelaciones también tiene que ver con el hecho de que la legislación ambiental
' Tipificada en el artículo 189 de la LGEEPA.El procedimiento para interponer la denuncia se establece en los artículos 190-199 de dicha ley.
266
no establece la constitución de judicaturas o tribunales específicos; es decir, las
resoluciones técnicas -símiles de las sentencias- son emitidas por una procuraduría (en
este caso la Federal de Protección al Ambiente) que hace las veces de ministerio público
y de juez, y hasta ahí llega la querella ambiental.
Imagen VI.6. Fragmentación ecológica del estero G arrapatas,
municipio de Altamira
Fuente: Imagen: NASA, John C. Stennis Space Center, Landsat, circa 2011.
En los países industrializados, la preocupación por la protección de las aguas se
ha concentrado especialmente en los problemas de contaminación, como lo ponen de
manifiesto los numerosos ordenamientos jurídicos que se abocan especialmente al
tratamiento de este tema. Así, por ejemplo, en los Estados Unidos de América, existe la
Ley Federal sobre el Control de la Contaminación de las Aguas (Federal Water
Pollution Control Act, FWPCA) que data de 1948, pero con modificaciones
subsecuentes al texto. La FWPCA, contiene una declaración de políticas que están
encaminadas a “restaurar y mantener la integridad física, química y biológica de las
aguas de la Nación” (sección 117), a través de programas, cuya formulación y ejecución
son reguladas en la ley. A la par ese país cuenta con una ley sobre Seguridad del Agua
Potable (Safe Drinking Water Act, SDWA), que contiene entre otras cosas importantes
disposiciones respecto a la protección de aguas subterráneas (sección 1421).
En los países de América Latina, incluido México, el recurso natural más
legislado suele ser el agua, pero a diferencia de otros sistemas jurídicos más avanzados,
267
estos adolecen de institucionalización de espacios donde se elabore la valoración de
apelaciones como lo sería una jurisprudencia. Es decir, un espacio donde órganos
jurisdiccionales competentes den interpretación jurídica a las denuncias ciudadanas con
la finalidad de aclarar posibles lagunas de la ley, pero también con el objetivo de
interpretar resoluciones de los tribunales en el proceso de aplicación de las normas
jurídicas. En el derecho ambiental anglosajón este mecanismo es una fuente
determinante de aplicación de la ley debido a que los jueces deben fundamentar sus
decisiones o sentencias judiciales mediante un estudio minucioso de los precedentes,
hechos o pruebas que incriminen al acusado sin violar o vulnerar sus principales
derechos.
En el caso de México, al no contar con estos espacios, las leyes y sus gestores se
distancian cada vez más de los ciudadanos . Ejemplo de ello, son las voces de
personas entrevistadas en esta investigación, afectadas evidentemente por resoluciones
en su contra procedentes de los peritajes técnicos; personas, además, sin recursos legales
ni económicos para llevar a cabo las impugnaciones correspondientes. ¿Cómo no
encontrar resonancia entre sus palabras y la experiencia, vivida por todos, de formar
parte de la reproducción territorial del capital, o más aún de formar parte de lo que
Trujeque J., (1999), llama la “jaula de hierro moderna”?
Cabe aquí apelar a los rasgos estructurales y conceptuales de la legislación
ambiental como medio para promover la concertación de acciones de preservación y
restauración de los ecosistemas con los sectores productivos y comunidades.
Primeramente habría que reflexionar en que la legislación se encarga de tutelar la
preservación de ecosistemas que se consideran patrimonio común de la especie humana.
Este tutelaje, desde luego, se ejerce sobre un objeto físico (ecosistemas), no sobre
sujetos humanos; distinción que en su simplicidad no debe aparentar trivialidad, pues
implica la generación de deberes hacia el ambiente, y no la generación de derechos
subjetivos sobre el mismo. Así, el sujeto que tutela los ecosistemas debe ser el garante
del interés general de la especie humana. En consecuencia, el Estado atrae hacia sí las
responsabilidades derivadas del cuidado ambiental. Y en tal sentido, la legislación
ambiental forma parte de la esfera del derecho público; debido a ello, en las querellas
ambientales no se confronta un sujeto privado frente a otro privado, sino frente al
Quizá por ello, entre otros factores, la nueva geografía industrial transnacional se presente, sobre todo, en los llamados Newly Industrialized Country (Nic's) o economías emergentes.
268
Estado y sus organismos reguladores de los deberes ambientales, tal es el caso de la
PROFEPA. Desde la perspectiva de Trujeque J., (1999:67), apoyado en Gutiérrez, N.,
(1999), la legislación ambiental posee una vocación universalista, pues corresponde a la
especie humana la preservación de su entorno, más allá de las fronteras que separan las
soberanías nacionales. No es casual que entre las fuentes originarias de las legislaciones
ambientales se encuentren las cumbres ambientales, como la de Estocolmo (1972) y/o
Río de Janeiro (1992), donde se acordaron compromisos formales que se vertieron en
leyes ecológicas de algunos países, incluido México. En todo caso, la legislación
ambiental conlleva el siguiente derecho universal arropado por acuerdos
internacionales: “el derecho a vivir en un ambiente sano”. Los sucesos que se han
presentado en esta investigación, claramente indican la acción de hacer valer ese
derecho al denunciar a otro actor que, presuntamente, no está cumpliendo con esos
deberes.
Sumario del capítulo
Desde antes de la formalización del pensamiento neoclásico (que considera que el
mercado es el mejor organizador de la producción y que de manera espontánea asigna
recursos, aventajando cualquier planeación racional de la economía) se insistió en los
efectos negativos del sistema capitalista sobre la clase obrera y la población en general,
pero pocos se detuvieron a pensar en que la crisis ambiental iba a sumarse como otro
elemento más para quebrantar el modelo de acumulación capitalista y, por consiguiente
las teorías económicas que elevan la industrialización como vía de progreso.
Mientras la economía neoclásica discute la manera en cómo la sociedad
capitalista organiza su producción, asigna sus recursos y decide dónde localizarse, no
advierte que la base última de todo proceso productivo depende de los recursos
naturales. Ese pensamiento económico ortodoxo ha considerado la actividad industrial
como un sistema cerrado, aislado, reducido al ciclo de producción-consumo. Todo lo
que es externo a dicho ciclo, particularmente los insumos (agua, tierra, aire, excepto no
renovables) y los desechos (CO2, líquidos, sólidos, etc.) no concierne a la contabilidad
económica, y por tanto, al interés del empresario. Es importante mencionar que estos
aspectos son diferenciales en cada industria y en cada país, es decir, una empresa
269
norteamericana instalada en su nación de origen actuará bajo ciertas reglas y estándares
de calidad, mientras que una filial de esa misma empresa instalada en México procederá
totalmente diferente.
Tal situación sugiere que la laxitud de la legislación ambiental en países
recientemente industrializados, como México, aún sigue siendo un factor determinante
de localización industrial. La evidencia muestra que el país sigue siendo un territorio
idóneo para abaratar los costos de producción, toda vez que la empresa transnacional
aún encuentra en el Estado-nación una vía desde donde puede incorporar como materia
prima objetos de la naturaleza que no tienen valor contable; con lo cual, la depredación
de recursos naturales aumenta a la par de la generación de desechos. La adjudicación de
grandes extensiones de tierra a requerimiento de los grandes capitales industriales, a las
que se suman significativos volúmenes de agua concesionada y que implican permisos
de descarga de aguas de procedencia industrial a ríos, esteros, lagunas y al océano, es
muestra del problema estructural del capitalismo en su búsqueda por maximizar
ganancias a corto plazo y sin importar los costos sociales y ambientales asociados.
Ahora bien, la preocupación mundial actual por la depredación de los recursos
naturales y la contaminación industrial, ha obligado a los grupos de poder económico, a
desarrollar modelos e instrumentos de política económica para otorgarle precio a la
contaminación del aire, agua, suelo, entre otros más elementos. Esto ha llevado a los
industriales a establecer mecanismos de contabilidad que permitan incorporar a las
cuentas nacionales esos costos inherentes al sustrato natural que le da sentido-futuro a la
producción ampliada de bienes primarios, intermedios y finales. En la práctica, los
esfuerzos de la economía ecológica institucional por incorporar formalmente, en el
circuito mercantil, elementos de la naturaleza es apenas el comienzo una nueva faceta
del capitalismo. En el fondo se trata de una forma de deducir impuestos a través de una
contabilidad ambiental desde el Estado.
En lo que respecta a la industrialización de Altamira, uno de los aspectos más
evidentes en la zona es la pérdida de superficie original. La información enseña que la
subcuenca del río Barberena, particularmente su parte baja, se encuentra amenazada por
la actividad humana que irrumpió con mayor fuerza desde la década del ochenta del
siglo pasado. Esta región representó una importante fuente de producción y
alimentación de las diferentes especies silvestres hoy catalogadas como amenazadas y
270
en peligro de extinción. Albergó extensas superficies de bosque tropical caducifolio
(acacias y encinos), vegetación xerófita (matorral espinoso tamaulipeco), halófita (como
mangle botoncillo) e hidrófita (como la vascular) creando un ecotono condicionado por
la colmatación de sedimentos arrastrados por el flujo del río y el reflujo de las mareas,
entrando en asociación con los periodos de inundación y desecación extrema. El tiempo,
dejó entrever su influencia en la conformación de salinas naturales, lagunas y esteros.
En algún momento la zona se constituyó como uno de los principales refugios de
distintas familias de aves acuáticas detectadas en Tamaulipas, mismas que
paulatinamente han ido desplazándose hacia zonas menos impactadas. La zona fue
refugio natural del ocelote, especie que, junto al loro huasteco y la tortuga lora, se
encuentra catalogada por la Comisión Nacional de la Biodiversidad (CONABIO) en
peligro de extinción. Por su parte, los reportes científicos de flora vascular señalan la
parte continental de esta cuenca aún con presencia de endemismos, pero con eminentes
síntomas de decadencia.
La vulnerabilidad del proyecto industrial Altamira por efecto del deterioro del
sistema lacustre altamirense es claro. Por un lado está quebrantando ese derecho
universal a vivir en un ambiente sano. En el proceder, la preservación de ecosistemas,
que se consideran patrimonio común de la especie humana, es una externalidad que
minimiza la acumulación de capital. También lo es la responsabilidad por mantener la
salud humana. Por otro lado, se tienen aquellos cambios climatológicos que impactan o
impactarán directamente en dicha acumulación. Es decir, al integrar en el modelo de
desarrollo los costos relacionados con la adaptación y la mitigación. En la actualidad se
documenta que las ciudades industriales ubicadas en las costas del Golfo y el Caribe, al
encontrarse en la ruta directa de los ciclones formados en el Atlántico, son en la
actualidad las más vulnerables ante los efectos del cambio climático global. En el caso
de Altamira, al no contar con esas barreras naturales de mediación entre ecosistemas
terrestres y marítimos, hace que su vulnerabilidad aumente.
En México se necesitan estudios que visualicen costos de adaptación de las
zonas industriales costeras frente a la crisis ambiental; otros más que analicen los
efectos de los ciclones y las inundaciones que provocan sobre la infraestructura
industrial y los costos que implica la mitigación de los daños. También se necesitan
estudios sobre las implicaciones que tienen la contaminación del agua y los costos-
271
procesos relacionados para utilizarla en parques industriales, por supuesto que
añadiendo los conflictos que se generan por la presión sobre dicho recurso. De igual
forma, es preciso dar a conocer experiencias respecto de los esfuerzos de conservación y
rehabilitación de embalses impactados por el avance de la frontera industrial. En suma,
se requiere investigar los aspectos inherentes a la vulnerabilidad, adaptación y
mitigación en relación con el cambio climático, particularizando en niveles según ramas
industriales: la petroquímica y química es una de ellas.
272
Conclusiones
Transitar hacia un nuevo modelo de desarrollo que implique integrar en una misma
frecuencia el mercado, la tecnología y las instituciones es una de las premisas del nuevo
designio macroeconómico. En su proceder, aparecen nuevas geografías de la
organización industrial que promulgan la idea de la constitución de distritos industriales
como formas univocas para alcanzar interrelación con el medio, es decir, para entrar en
un proceso sinérgico de consumación de redes de interdependencias productivas entre
empresas locales, hasta lograr la formación progresiva de un mercado de empleo local y
regional. Su carta de presentación ha sido tomar un elemento del proceso de
reestructuración actual, cristalizado en el concepto de flexibilidad. Tanto es así que la
nueva ortodoxia liberal perfila el principio “flexible” como el faro de una nueva era
social. Desde su óptica se trata de segmentar (especializar), de optimizar (tiempo,
recursos y esfuerzos) y de generar economías de escala acordes con el medio en el que
se reproduce. Es precisamente esa, la utopía del postfordismo o post-industrialismo. Y
es que en la realidad, los idealizados escenarios postfordistas se desvanecen.
En el sureste tamaulipeco y en particular en el caso de Altamira, Tamaulipas, la
segmentación de los procesos fabriles no es ni cercana al escenario de un distrito
integrado de industrias locales que conlleven al desarrollo económico y social tan
referido. Menos aún en términos de sustentabilidad. Esa nueva geografía industrial
plasmada en Altamira es el reflejo de la competitividad entre empresas y/o grupos
corporativos. Es representación de una serie de pasos que han de seguir las firmas para
avanzar (vertical y horizontalmente) en la cadena de producción (1.- exploración
producción-refinación, 2.- petroquímicos básicos, 3.- petroquímicos intermedios y 4.-
bienes petroquímicos finales y especialidades). Su emplazamiento y estructura en estas
latitudes indica una evolución altamente concentrada en pocos grupos corporativos.
Los resultados de la investigación contraponen la idea de la ortodoxia respecto
de que hemos transitado de un modelo de producción en masa a uno segmentado-
especializado. Esa dicotomía que sirve de base para diferenciar los estadios del
desarrollo (incluso del progreso) económico e histórico -calificados de fordistas y
273
postfordistas- es refutada. En Altamira coexiste el fordismo con el postfordismo. Es
fordista, porque la industria transnacional localizada forma parte de un proceso de
expansión geográfica de la producción en masa, en el cual las empresas (oligopólicas)
vienen implantando filiales en los países que están liberando la petroquímica estatal. En
este proceder buscan asegurar insumos y atender el mercado local reproduciendo el
modelo productivo y comercial de la matriz, cabe decir, integrando escasa o nulamente
actividades de exportación (desde su nueva localización). También es postfordista
porque, en tanto proyecto industrial-portuario, responde a un proceso de
internacionalización de los mercados que empuja o se condiciona por la reestructuración
del Estado y de sus bienes públicos.
Más allá de las fusiones, desintegraciones y robustez corporativa, las
contradicciones del modelo están exacerbándose; y es que al examinar en detalle el
proceso de localización, se resaltan esas “nuevas” formas de acumulación. Ejemplo de
ello es que, en el plano institucional, el régimen de acumulación “flexible” da otros
matices al asunto de la división productiva y del trabajo. Sucede que el carácter
progresista del Estado se vuelve un inconveniente para el perfeccionamiento del
modelo, a tal grado que la estrategia ha consistido en debilitar cualquier forma
organizacional social que pudiera obstaculizar su avance; en este tenor, tanto la vía
macroeconómica como la edificación -a nivel político- del ideal circunscrito al libre
mercado y la “competitividad” resultan en encomiendas destructoras.
En México, desde el último cuarto del siglo pasado, el adelgazamiento de las
fuerzas productivas propias del Estado, la disolución de sindicatos, la liberación de la
propiedad comunal de la tierra, la desregulación, la privatización y la descentralización
han sido las variables que muestran que no estamos ante el paso del fordismo al
postfordismo, sino ante un periodo de crisis de onda larga. En este orden de ideas, los
cambios actuales deben ser comprendidos no como un síntoma de transformación
estructural, sino más bien como una consecuencia de la erosión de la estructura social
del modelo de desarrollo. Dicho desgaste ha permitido la bonanza del capital
transnacional, misma que se amplió en la década del setenta del siglo pasado y que dos
décadas después implicó cambios en la geografía de la acumulación.
Es preciso apuntar que en la década del setenta, los países industrializados
experimentaron la reducción del tamaño de sus mercados así como el aumento de los
274
costos de producción. Diez años después se percibió la nivelación de la competencia en
la rama petroquímica entre Estados Unidos de América, Japón y Alemania. Durante la
década del noventa cuando la tendencia oligopólica y expansionista de la industria
petroquímica se evidenció. En México, al entrar el nuevo siglo, las regiones productoras
resintieron el innovación, algunas colapsaron (Chihuahua, Guanajuato, Distrito Federal,
Estado de México, entre muchas más); otras, a pesar de que incrementaron su
producción bruta, registraron cantidades inferiores a la media nacional (Puebla e
Hidalgo); solo cuatro se perfilaron en crecimiento (Tabasco, Veracruz, Chiapas y
Tamaulipas). Fue una fase de cambio. La industria petroquímica nacional y extranjera
se ajustó al nuevo esquema, y se redistribuyó.
El recuento histórico nos dice que el despegue de la industria petroquímica
mexicana fue de breve alcance en el tiempo. De 1970 a 1986 se erigió como una de las
ramas productivas más dinámicas y estratégicas de la economía nacional, pero al
transcurrir la década del noventa la participación directa del Estado se desvaneció casi
por completo. Tanto fue así que de 1986 a 1992 la liberación de productos
petroquímicos básicos exclusivos de la nación había alcanzado 80%, manteniéndose
este porcentaje hasta nuestros días.
De uno u otro modo, esta rama de la economía nacional contribuyó de manera
importante a la integración industrial del país, tal y como lo provocó la refinería de
Ciudad Madero, Tamaulipas, en la región noreste. Sin embargo, esta fuerza de
atracción, producto de infraestructura y materia prima dispuesta, formó parte de una
inadecuada estrategia de desarrollo del sector. En efecto, a pesar de que en el cono
sureste de Tamaulipas se observó el emplazamiento de nuevas industrias extranjeras, el
declive de la producción bruta nacional se hizo cada vez más notorio. Las importaciones
siguieron creciendo a la vez que decayeron rotundamente las exportaciones. Es preciso
anotar que ese efímero auge que tuvo la industria petroquímica nacional, en las bases
del régimen de José López Portillo (1976-1982), se fundó con enormes deudas externas
y en un momento de creciente competencia en los mercados externos. Se formó en una
fase de contracción de la economía mundial, de intensificación de las medidas
proteccionistas en los países industrializados y en un contexto de creciente aparición de
complejos petroquímicos en diferentes países petroleros. Paso siguiente, al retraerse el
Estado de la exclusividad concerniente a la elaboración de productos petroquímicos
275
básicos, mediante la disminución de las atribuciones de PEMEX, se rompió la cadena
de producción e integración vertical que garantizaba el dominio nacional y el control
estatal de una parte importante de los recursos naturales no renovables y su
transformación, así como del abastecimiento de productos imprescindibles para
múltiples ramas del sector manufacturero y energético.
Altamira surgió como un enclave en el tejido de la red global del modelo de
acumulación (tierra, capital y trabajo); irrumpió en la región como un proyecto
emergente del capitalismo avanzado emanado de los bloques de poder industrial
transnacional. Al momento del emplazamiento fabril y portuario había una región
predominantemente rural, escasamente organizada, con amplias superficies de tierra y
lagunas aledañas a la costa y a menos de 15 kilómetros de distancia de la zona
conurbada de la desembocadura del río Pánuco. Situación inmejorable para el propósito
del capital.
Al entrar el siglo XXI, hay un declive de las reservas probadas de petróleo a
nivel mundial. La información indica que la relación extracción-reservas es de 40 años
para el petróleo y de 60 años para el gas. Al año 2008, nueve de las diez mayores
compañías petrolíferas del mundo alcanzaron su máximo de producción extractiva. Dato
preocupante, porque constituyen el grupo de compañías más avanzadas
tecnológicamente y que, a su vez, responden a la lógica de Wall Street. (Exxon, Shell,
BP, Total, entre unas cuantas más). De ser así, se avecinan tiempos de escasez. La
verdad es que la fecha exacta da igual, un poco de retraso no modificará el desenlace.
Los enclaves petroquímicos, forjados en países petroleros en vías de industrialización
tenderán a determinarse por el suministro futuro de petróleo desde el Medio Oriente,
absorbiendo las implicaciones en los precios. Entre tanto, la participación de capital
privado en la industria petroquímica nacional seguirá avanzando vertical y
horizontalmente en las líneas de producción de petroquímicos básicos, petroquímicos
intermedios y de bienes petroquímicos finales-especialidades; precisamente en esas
fases donde mayores utilidades genera. La estrategia es clara: asegurar las dotaciones de
petróleo y gas para abastecer a sus propias plantas industriales.
Comienza el declive de la era de los hidrocarburos, sino es que estamos ya en
ella. En México, aquellos espacios de capital circunscritos a la nueva división
internacional de trabajo y la producción, como claramente lo son aquellos vinculados a
276
la industria petroquímica, se manifestarán más activos de lo que han estado en los
últimos 15 años. Se inicia una fase de consolidación, en la cual, la transferencia de
fluidos petroquímicos provenientes del exterior se expandirá a su máximo para después
caer en una etapa forzada de innovación y apertura de nuevas necesidades o demandas.
Proseguirá, y aún con más fuerza, la tendencia oligopólica de la industria transnacional,
es decir, aquella situación de mercado en que la oferta de un producto está limitada a un
pequeño número de empresas (como los derivados del metano y el propileno), situación
que abre nuevos nichos de investigación tendientes a demostrar la imperfección del
modelo de desarrollo que resulta de un mercado en que la competencia es controlada,
gobernada y dirigida debido a la existencia de un número cada vez más limitado de
productores.
En lo que se refiere a los procesos territoriales actuales, suscritos al frenesí de la
nueva división internacional del trabajo, es indispensable apuntar que no es posible dar
por superados los postulados marxistas, sobre todo teniendo en cuenta que la lucha de
clases reaparece consistentemente eslabonada a la crisis social y económica no resuelta.
De resolverse trazaría los límites históricos del modelo neoliberal. Bajo esta óptica, el
rol del Estado capitalista como agente mercantil está establecido y se desarrolla dentro
de una economía que opera en condiciones de empréstitos internacionales y estructuras
legales y gubernamentales laxas en todos sus sentidos para asegurar el proceso de
acumulación ilimitada, pero rígidas para contener la lucha y conflicto social.
Los poderes del Estado han dejado claro que no originarán un ambiente de
armonía-equidad, sino que introducirán mayores niveles de desigualdad social, como de
hecho a sucedido durante los últimos treinta años de neoliberalismo en naciones que se
atuvieron a esta línea política, incluidos Gran Bretaña y Estados Unidos de América.
Desde esta óptica, se advierte que este ciclo producirá mayor inestabilidad, la cual
culminará en crisis económicas de sobreacumulación pero también en un
ensanchamiento de la pobreza. Esto sugiere, nuevas y persistentes prácticas de
acumulación “primitiva” o por “desposesión”, mismas que a lo largo de la geografía
histórica del capital han resultado en depredación, cooptación y coerción, tal y como lo
han señalado diversos analistas del orbe.
No es reiterativo señalar que los países recientemente industrializados (NIC's),
que se caracterizan por presentar agresivos esquemas de apertura de sus economías al
277
mercado mundial, presencian un entorno cada vez mayor de movilizaciones sociales que
responden a la perdida de garantías de los trabajadores y a la adjudicación de los bienes
públicos en privados. En este tenor, se ha identificado un modelo flexible de regulación,
con ímpetu industrial, que apunta al nulo compromiso laboral gremial, a la liberación y
extracción masiva de recursos naturales, a situaciones de propiedad-despojo por derecho
a la tierra, a la exención de responsabilidades por contaminación e impactos a la
biodiversidad, entre otras más.
Para el caso del proceso de industrialización petroquímica suscitado y adaptado
al cono sureste del estado de Tamaulipas, se anota que el Estado ha actuado, desde los
inicios de dicha tendencia, como si el crecimiento económico fuese ilimitado y
homogéneo, sin percibir los efectos negativos que viene produciendo sobre el medio
(social, natural e institucional) que, incluso en el presente, pone en entredicho la propia
viabilidad del modelo. Olvidando que la entidad y en particular la región sureña
-constituida por el más vasto sistema de lagunas del noreste del país- ofrece un potencial
productivo elevado en caso de conservarlo y manejarlo en términos agrícolas,
pesqueros, paisajísticos y de biodiversidad. Esto no significa negar la industrialización,
sino entender que el proceso debe garantizar la seguridad alimentaria de las
generaciones presentes y futuras. De no ser así entonces se debe gravitar en aquellas
actividades productivas que durante siglos fueron capaces de producir y asegurar la
sostenibilidad de los recursos naturales y ecosistemas.
La realidad socioeconómica, ambiental y productiva indica que es necesario
erigir una industrialización que primero atienda al mercado interno y tienda a exportar
sólo los excedentes, una industria abastecida de materias primas administradas por el
Estado. Es preciso que el modelo oriente estrategias encaminadas a generar enlaces
internos con su propio entorno social y productivo creando espacios de flujo que
generen empleos bien remunerados. Impulsar la industria que funciona solamente como
enclave y cuya producción no resuelve la necesidad de la población, que no mejora las
condiciones de vida en el territorio, que compra su materia prima en el extranjero y que
perjudica el medio ambiente, hace que se cuestione ese camino al desarrollo.
Si el papel de la fuerzas gubernamentales, y más aún el del Estado-nación, fuera
verdaderamente el desarrollo, lo que menos importancia tendría sería el número de
empresas transnacionales que llegan a emplazarse en territorio tamaulipeco; se tendría
278
que informar acerca de la manera en que las empresas impactan positivamente en los
territorios de las comunidades en los cuales se instalan, en la forma y monto que se ha
elevado la calidad y nivel de vida de los habitantes de la región, en el número y calidad
de empleos generados para la población local, en los mecanismos de procuración de
conocimientos y de prácticas productivas locales, en los progresos relacionados con la
transferencia de tecnología y en el impulso de las manufacturas locales a través de su
vinculación con las empresas extranjeras (generación de valor agregado y de divisas).
En estos términos, se procedería a establecer claramente cuáles fueron las metas
cumplidas y el por qué de las que quedaron pendientes, de tal manera que se produzca
un proceso cíclico de soluciones y propuestas en el marco del diseño de políticas
públicas. De otra manera informar que la capacidad industrial instalada en Altamira, en
cuanto a producción de resinas plásticas se refiere, representa el 70% del volumen total
que se produce en México, o que en el sur de Tamaulipas se han instalado 30 firmas
petroquímicas transnacionales con tecnología de punta, algunas de ellas pertenecientes a
corporaciones con valor de hasta los 11 mil millones de dólares, no tiene ningún
significado para la entidad, porque en realidad lo que sucede es que su localización sólo
es parte del método para el enriquecimiento de la firma y sus país de origen. En otras
palabras, es un modelo de ocupación territorial que maximiza ganancias en el corto
plazo, pero no repara en absorber costos sociales y ambientales.
Desde la óptica urbano-regional, son pocos los trabajos que se detienen a
cuestionar las asimétricas fuerzas de poder que inciden en el territorio (globales y
locales), opacando con ello el fondo de la industria transnacional para las cuales el
territorio representa tan solo un contenedor de mano de obra escuetamente organizada,
de recursos naturales dispuestos y desregulados, además de un espacio geográfico
idóneo para el desecho de residuos industriales. Se requiere, ahora más que en el
pasado, dejar de lado la parcialidad cuantitativa y seguir avanzando en las implicaciones
socio-territoriales y de transgresión al medio natural que conlleva el avance de la
frontera industrial del sureste de Tamaulipas hacia el norte de Altamira; ahí donde el
Estado ha reservado tierras para uso industrial. Es necesario poner atención en la
irrupción industrial y portuaria que está por suscitarse al norte del canal de ciaboga del
puerto industrial de Altamira, más concretamente hacia la región salinera del sur de la
Laguna San Andrés, particularmente en aquella zona productiva en la que intervienen
279
los ejidos de Lomas del Real y Aquiles Serdán, esto es a espaldas de la barra natural que
permite la separación del sistema lagunar con las aguas oceánicas del Golfo de México.
Otro aspecto importante para proseguir con el análisis de esta región, consiste en
profundizar en el proceso de conformación de ejes transnacionales de vinculación
económica entre nodos de producción/transferencia de la cadena petroquímica. Este
tópico, se desprende del desarrollo de un nuevo eje de comercio que se está proyectando
en relación con el perfeccionamiento del North American's SuperCorridor Coalition
Inc. (NASCO), espacio de flujo que, en alineación al Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN), desprende un ramal en dirección Altamira para articular
una vía marítima opcional entre el Atlántico y el Pacífico.
En suma, con los resultados de la presente investigación se tienen elementos
suficientes para argumentar que la industrialización petroquímica suscitada en el
municipio de Altamira, Tamaulipas, responde a un proceso de reproducción territorial
del capital que engendra espacios geográficos-emergentes circunscritos a la industria
global, siendo este hecho una de las expresiones económicas y territoriales más
evidentes del régimen de acumulación flexible en el país.
280
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