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EL CONSERVADURISMO INCONDICIONAL EN LA IFRS9: EVOLUCIÓN DEL MODELO DE RECONOCIMIENTO DEL DETERIORO CREDITICIO1.
Ignacio de Cabo Moreno
Investigador del Departamento de Gestión Empresarial y Métodos Cuantitativos
Horacio Molina Sánchez Profesor de ETEA
Jesús N. Ramírez Sobrino
Profesor de ETEA
Área temática: A) información financiera y normalización contable
Palabras clave: IFRS9, deterioro crediticio, conservadurismo incondicional
1 Versión Preliminar
147a
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EL CONSERVADURISMO INCONDICIONAL EN LA IFRS9: EVOLUCIÓN DEL MODELO DE RECONOCIMIENTO DEL DETERIORO CREDITICIO.
RESUMEN
La evolución necesaria de la Normativa Internacional Contable 39 (NIC39)
hacia una norma global, simple y homogénea está siendo marcada por la
participación de los usuarios de la información contable en el procedimiento de
generación de la IFRS9. Iniciado el procedimiento como una evolución conceptual
que extiende el uso del valor razonable a los activos financieros (AF), el transcurso
de los borradores de la norma emitidos mantienen un modelo mixto de valoración
que presenta un grado ascendente de conservadurismo incondicional.
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1.- INTRODUCCIÓN
En estas últimas décadas, la realidad financiera mundial está evolucionando
mediante la constante innovación y el desarrollo de productos complejos, adquiriendo
una dimensión global que pone de manifiesto la necesidad de tener reguladores
globales ágiles y dinámicos capaces de trasladar esta realidad cambiante a la
información financiera.
En el ámbito de la supervisión bancaria, ha quedado patente que se torna muy
complicado preservar la estabilidad financiera internacional si las entidades financieras
se gestionan con parámetros locales, de ahí la necesidad de redefinir y fortalecer los
ratios de capital mediante la nueva normativa Basilea III que entrará en vigor en el
próximo 2013.
En el ámbito de la información financiera y a nivel internacional, los organismos
reguladores han hecho importantes esfuerzos para homogeneizar los estados
financieros mediante un proceso de armonización amparados en el Memorandum of
Understanding “A Roadmap for convergence between IFRS and US generally
accepted accounting principles GAAP”. Esta homogeneización facilitará la tarea de
regulación contable y la supervisión del sistema bancario, ya que éste descansa sobre
ratios cuya información de partida se encuentra en los estados financieros.
El International Accounting Standard Board (IASB) está desarrollando una
nueva normativa contable que regula los activos financieros (AF), la IFRS9, que
pretende simplificar y homogeneizar la normativa existente al respecto. Para ello está
siguiendo un procedimiento abierto a la participación que tiene 3 fases. La primera de
ellas es la clasificación y medida de todos los activos financieros. La segunda fase
busca determinar un modelo de reconocimiento del deterioro crediticio y la tercera y
última, la contabilización de las coberturas.
Este trabajo se centra en la segunda fase, el reconocimiento del deterioro
crediticio. Utilizando una metodología cualitativa analizamos los documentos públicos2
emitidos por el IASB y el Financial Accounting Standard Board (FASB) para dar
respuesta a la pregunta de si el modelo final elegido es consecuencia de una
evolución conceptual propuesta por los reguladores dentro del acuerdo general de
entendimiento ya nombrado o si por el contrario es fruto del lobbyng realizado por los
usuarios de la información contable. Para ello analizaremos los diferentes argumentos
públicos proporcionados por unos y otros en el desarrollo del procedimiento normativo.
2 Borradores de la norma, cartas de comentario o comment letters (CL), actas de reuniones del comité de expertos (EAP) y de las directivas del IASB y FASB o Board Meetings (BM)
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La realidad que regulará la IFRS9 es compleja y la repercusión de la norma
definitiva sobre el sistema financiero es relevante. La norma definitiva determinará
cómo valorar las carteras crediticias de las entidades financieras, repercutiendo esta
valoración sobre los ratios de solvencia exigidos por el supervisor bancario y éstos
sobre el volumen de inversiones a realizar en forma de créditos al sector privado y
público por parte del sistema financiero, con la repercusión que estos parámetros
tienen en el desarrollo de la economía.
El trabajo se estructura en cinco epígrafes. En el primero de ellos resumimos el
estado del arte que relaciona el conservadurismo incondicional y la política de
reconocimiento del deterioro crediticio. En el segundo epígrafe analizamos la evolución
del modelo de reconocimiento del deterioro crediticio a partir de los documentos
emitidos por los reguladores contables. En el tercer epígrafe abordamos los principales
modelos de reconocimiento del deterioro crediticio planteados desde el inicio. En el
cuarto punto recogemos los principales argumentos esgrimidos no sólo por los
reguladores contables sino por todos aquellos interesados que han querido participar
en el procedimiento normativo mediante cartas de comentario para finalizar con un
quinto apartado donde exponemos las conclusiones alcanzadas a partir del análisis
cualitativo.
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2.- EL CONSERVADURISMO EN LA REFORMA DEL DETERIORO CREDITICIO
El proceso de convergencia entre el IASB y el FASB ha ido limando las
diferencias con el planteamiento inicial del FASB a la vez que acercaba el modelo de
gestión del crédito de las entidades financieras a la información contable y
proporcionaba un modelo de reconocimiento del deterioro de crédito más prudente.
Los reguladores responden así a la demanda del G20 de introducir mayor
prudencia a la hora de reconocer el valor de los activos financieros en la información
contable, herramienta básica que permite paliar el uso del conservadurismo
condicional que es origen de la manipulación contable que permite alisar el beneficio,
gestionar el capital o enviar señales al mercado llevadas a cabo por los directivos en
beneficio propio. (Blose, 2001)
El cambio regulatorio propuesto introduce una visión del concepto de AF
influenciado por el conservadurismo incondicional ya que recoge estimaciones futuras
de las pérdidas que probablemente experimente el activo crediticio y que tienen como
resultado una información financiera más prudente en lo que a reconocimiento del
riesgo se refiere, generando menor volatilidad en los flujos de caja y valorando los
recursos propios con mayor cautela. Esta prudencia en el reconocimiento del valor de
los activos financieros, como recogen Cano y Rodriguez (2010), García Lara y otros
(2009) y Rueda (2006) tiene como objeto proteger los derechos de los acreedores, de
los inversores y de los depositantes de las entidades financieras; volviendo más
eficientes los contratos entre éstas partes.
La introducción del conservadurismo incondicional es clave no sólo porque
beneficie a los stakeholders antes nombrados sino también mitiga el efecto contagioso
en el mercado financiero de las quiebras de las entidades financieras (Biddle, Ma et al.
2011). En este sentido, ya en 1997 BASU observa que cierto grado de
conservadurismo racional en las normas contables disminuye la probabilidad de
quiebra de las entidades, favoreciendo así la ansiada estabilidad financiera.
En fechas recientes estudios de Wu (2010) y de Mohammed, Ahmed & Ji (2010)
justifican la importancia del conservadurismo como herramienta básica de
mantenimiento de la estabilidad financiera.
Además el conservadurismo facilita establecer mayor control sobre el gobierno
corporativo ya que al ser fácilmente controlados por el comité de dirección, analistas
financieros, inversores y otros grupos de interés, los directivos serán más cautos al
ofrecer información financiera fácilmente controlable, evitando así algunos de los
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excesos que han originado la crisis financiera (Beekes, Pope, & Young, 2004; García
Lara, Garcia Osma, & Penalva, 2007).
Watts (2003), años antes de la crisis financiera, afirmaba que los bancos que son
conservadores incondicionales reducen menos su actividad crediticia menos que los
bancos no conservadores en los períodos de recisión, punto este de vital importancia
para el desarrollo de la economía global.
3.- EVOLUCIÓN DEL MODELO DE RECONOCIMIENTO CREDITICIO EN LOS
DOCUMENTOS DE REFORMA DE LA IFRS9
La regulación vigente sobre AF, independientemente de la tradición contable, ha
ido modificándose en el tiempo al ritmo que la realidad regulada, el mercado
financiero, ha ido evolucionando. Estas modificaciones hacen que la norma sea prolija
(tabla 1), compleja en cuanto a su seguimiento y, en algunos puntos, arbitraria en
cuanto a su implementación3.
Tabla 1: Normativa internacional que regula los Activos Financieros.
IASB FASB - IFRS 7 Financial Instruments: Disclosures. - IAS 32 Financial Instruments: Presentation. - IAS 39 Financial Instruments: Recognition and Measurement
- SFAS 65 Accounting for Certain Mortgage Banking Activities. - SFAS 107 Disclosures about Fair Value of Financial Instruments. - SFAS 114 Accounting by creditors for Impaiment of a Loan. - SFAS 115 Accounting for Certain Investments in Debt and equity Securities. - SFAS 133 Accounting for Devrivate Instruments and Hedging Activities. - SFAS 140 Accounting for Transfers and Servicing of Financial Assets and Extinguishments of Liabilities. - SFAS 150 Accounting for Certain Financial Instruments with Characteristics of both Liabilities and Equity. - SFAS 155 Accounting for Certain Hybrid Financiarl Instrument. - SFAS 157 Fair Value Measurements. - SFAS 159 The Fair Value option for Financial Assets and Financial Liabilities.
Fuente: elaboración propia a partir de información contenida en el Discussion Paper (DP) emitido en
marzo 2008 por IASB y FASB.
3 IASB&FASB. Discussion Paper. Reducing Complexitiy in Reporting Financial Instruments. Marzo 2008.
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Aún con la intención de aunar esfuerzos en la modificación de la NIC 39,
reflejada en la emisión conjunta de un borrador común para la norma de AF (IASB &
FASB, 2008), los itinerarios seguidos por el IASB y el FASB son diferentes en cuanto a
la metodología. El IASB está inmerso en un modelo de desarrollo de la norma en tres
fases y el FASB propone la reforma de la norma como algo integral. El gráfico 1
recoge los diferentes documentos o borradores emitidos al respecto por ambos
reguladores desde que se iniciara el procedimiento de modificación de la norma hasta
la fecha.
Gráfico 1. Cronograma documental de la creación de la IFRS9
Fuente: Elaboración propia.
El modelo de reconocimiento del deterioro crediticio actual, el modelo de
pérdidas incurridas, está basado en la existencia de una evidencia objetiva –trigger
event– que determina el momento a partir del cual se hace necesario reconocer el
deterioro crediticio en los estados financieros.
En palabras del IASB (2009), las deficiencias básicas del modelo de pérdidas
incurridas se pueden resumir en: ingresos financieros sobreestimados en épocas en
las que no hay deterioro crediticio, la dificultad que entraña verificar determinados
aspectos del trigger event, los estados contables resultantes no reflejan la actividad
crediticia, no se puede definir en qué momento exacto un activo resulta deteriorado y
no queda claro en qué circunstancias se puede revertir el deterioro en la cuenta de
resultados.
El deterioro crediticio reconocido según el modelo de pérdidas incurridas tiene un
comportamiento procíclico ya que en ciclos de expansión de la economía el nivel de
deterioro reconocido es pequeño o inexistente y en los ciclos de contracción de la
economía se requiere un alto nivel de reconocimiento del deterioro que provoca un
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exceso de consumo de capital (Saurina, 2005). Este consumo acelerado de capital
limitará en el mejor de los casos el crédito disponible en el sistema financiero, con la
repercusión sobre la economía. En el peor de los casos, y ya esto es historia reciente,
provoca la quiebra de las entidades financieras que están sobreapalancadas.
Conocedores de las deficiencias de la normativa actual que regula los AF, IASB
y FASB comenzaron en marzo de 2008 el proceso de reforma de la normativa con la
emisión del DP que aboga por un único criterio contable, el valor razonable –fair value
o FV- para valorar todos los AF. El valor razonable, entendido como valor de mercado
o valor de salida de un AF, permite reconocer como deterioro las pérdidas anticipadas
por el mercado y generar un mayor colchón de provisiones para hacer frente a las
pérdidas esperadas y no esperadas.
Los inconvenientes de aplicar un modelo de valor razonable sobre los AF derivan
de las fluctuaciones que puede generar confiar las valoraciones de los AF en los
mercados financieros que con frecuencia son volátiles y que, en determinadas
circunstancias, gozan de cierta iliquidez para AF singulares.
Tras la recepción de no pocas críticas por proponer un método de valoración a
precios de mercado para activos financieros no destinados a la venta, el IASB propone
aplicar valor razonable para aquellos AF mantenidos para la venta y un modelo
alternativo para los AF que en la NIC39 están valorados a coste amortizado y que en
los US GAAP forman parte del patrimonio neto y sus variaciones se recogen en la
rúbrica de other comprehensive income (OCI): el modelo de pérdidas estimadas
propuesto por el IASB en junio de 20094.
Según este modelo de reconocimiento del deterioro, el valor contable de los AF
está relacionado directamente con los flujos de caja que genera el AF, incluyendo en
estos flujos las pérdidas estimadas. Este modelo supone un cambio importante en la
normativa contable en la medida que permite recoger predicciones en los estados
financieros permitiendo reconocer pérdidas no realizadas en las cuentas de resultados
y la disminución en el valor de los AF en balance.
Posteriormente, noviembre de 2009, el IASB emite un borrador5 en el que
propone valorar los AF medidos a coste amortizado actualizando los flujos de caja
futuros a tipo de interés efectivo, proporcionando así una medida del retorno efectivo
de un AF y distribuyendo de forma uniforme los intereses o los gastos orginados a lo
largo de su vida.
4 IASB. Expected Loss Model. Impairment of Financial Assets: Expected Cash Flow Approach.Junio 2009 5 IASB. Exposure Draft. Financial Instrument: Amortised Cost and Impairment. Noviembre 2009.
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A la vez que el IASB y el Expert Advisory Panel (EAP) analizaban las carencias
del coste amortizado, el FASB emite en Mayo de 2010 un borrador6 que propone un
modelo para reconocer y valorar el deterioro crediticio de los AF medidos a valor
razonable con cambios en OCI como son las deudas con proveedores, los préstamos
originados por la entidad, los préstamos comprados o los instrumentos representativos
de deuda.
En el PASU, el FASB propone reconocer en la fecha de cierre la totalidad del
deterioro estimado en su cartera crediticia para generar reservas suficientes que
puedan paliar las pérdidas esperadas y no esperadas.
Meses más tarde, en enero de 2011, ambos reguladores emiten un documento
conjunto7, complementario al borrador de noviembre de 2009 emitido por el IASB, en
el que siguen reflexionando principalmente sobre la importante decisión de o bien
reconocer el deterioro total estimado en el momento de la concepción del AF (FASB) o
diferirlo a lo largo de la vida útil del AF mediante el uso de modelos intermedios
(IASB).
Considerando los trabajos realizados por el EAP 8 en los meses previos, éste
plantea la creación de un libro bueno y un libro malo para ubicar los AF según su
estado de deterioro. Los AF deteriorados se ubicarían en el libro malo y los AF no
deteriorados, en el libro bueno. Para el libro malo el deterioro crediticio a reconocer
sería el total estimado para toda la vida útil del AF. Para los AF ubicados en el libro
bueno, se reconoceria el deterioro máximo resultante de los siguientes cálculos:
a) La pérdida anual media esperada. Es decir, se calcula el deterioro total de la
cartera hasta vencimiento y se divide por la vida media útil de los AF en la
cartera.
b) La pérdida que se puede calcular con precisión en un futuro inmediato que,
como mínimo será de un año.
En este punto se encuentran ahora mismo uno y otro regulador. Hay un
acercamiento claro del IASB al FASB en el grado de conservadurismo de la norma,
punto vital en las “negociaciones”. En el momento que planteamos este trabajo los
6 FASB. Proposed Accounting Standard Update. (PASU).Accounting for Financial Instruments and Revisions to the Accounting for Derivative Instruments and Hedging Activities. Mayo 2010. 7 IASB&FASB. Supplement to Exposure Draft. Financial Instruments: Impairment.Enero 2011 8 Panel de Asesores Expertos cuya función será proporcionar datos sobre los aspectos operativos de los modelos propuestos. Está compuesto por K. Bardenhewer (Allianz ), N. Beaudemoulin (CEBS), U. Bluemli (UBS), E. Bonafe (Delos Financas), T. Canfarotta (KPMG), H. Daubeney (PWC), C. Diekmann (Daimler Financial Services AG), J. Edwards (FSB), R. Esson ( IAIS), P. Fallon (Standard Bank ), R. Garcia Cespedes(BBVA ), B. Hayward ( Barclays), P.E. Juillard (AXA ), R. Leiber (Deutsche Bank), S.Mackey (Fannie Mae ), I. Maclachlan (ANZ Bank), J. Marker (Citigroup), S. Mathérat (Basel Committee), R. Millard (General Electric ), N. Pollock (US Fed. Fin.Inst.Regulators), T. Muto (Bank of Tokyo-Mitsubishi), F.Rays (Ernst & Young), M. Rhys ( Deloitte) , A. Schilder ( IAASB) y Gu Shu (ICBC).
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modelos de cálculo del deterioro a usar, de cómo calcular el deterioro de AF singulares
y, sobretodo, no hay acuerdo sobre las definición de activo deteriorado que es punto
clave para la clasificación libro bueno-libro malo sobre la que gira el resto del modelo.
predicción a usar.
4.- LOS MODELOS PROPUESTOS EN EL PROCESO REGULATORIO
Además de los modelos propuestos en los borradores emitidos por los
reguladores, se han estudiado por el EAP otras alternativas intermedias que explican
la evolución experimentada entre modelo y modelo propuesto. A continuación
exponemos brevemente los modelos planteados partiendo desde el modelo de
pérdidas incurridas vigente en la actualidad.
4.1 EL MODELO DE PÉRDIDAS INCURRIDAS
El modelo de pérdidas incurridas reconoce el deterioro crediticio al cierre del
ejercicio si hay evidencia objetiva que los flujos de caja contractuales que genera el AF
a valorar no se van a producir a lo largo de su vida o, lo que es lo mismo, que el
inversor no va a recuperar la totalidad de la inversión, ya sea capital o intereses.
Esta evidencia objetiva necesaria -trigger event- puede ser la modificación del
rating de un deudor, en el caso de un préstamo en concreto, o la variación significativa
de una variable macroeconómica como el desempleo o la inflación, para una cartera
de préstamos cuyos prestatarios están ubicados en determinada región geográfica.
4.2 EL MODELO DE VALOR RAZONABLE
El valor razonable, entendido como valor de mercado o valor de salida de un AF,
se puede aplicar a todos los AF y permite reconocer como deterioro las pérdidas
anticipadas por el mercado y generando un colchón mayor de provisiones para hacer
frente a las pérdidas esperadas y no esperadas.
La elección del valor razonable por el IASB y el FASB como único método de
valoración está marcada por la incapacidad del modelo de coste amortizado para
proporcionar información relevante y útil de aquellos AF cuyo valor no está
necesariamente relacionado con los flujos de caja que genera. Además, el valor
razonable permitiría incorporar en la información contable proyecciones futuras,
incluidas las pérdidas esperadas, eliminando radicalmente uno de los inconvenientes
del modelo de pérdidas incurridas.
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Tras la recepción de no pocas críticas por proponer un método de valoración a
precios de mercado para activos financieros no destinados a la venta, como lo son las
deudas con proveedores con duración menor a un año o los préstamos a largo plazo,
el IASB propone un modelo mixto que permita valorar esas rúbricas de forma
diferente. De un lado, aplicar valor razonable a los AF mantenidos para la venta y, de
otro lado, aplicar un modelo alternativo para los AF que en la NIC39 están valorados a
coste amortizado: el modelo de pérdidas estimadas.
4.3 EL MODELO DE PÉRDIDAS ESTIMADAS
Según el modelo de pérdidas estimadas, el valor contable de los AF es el valor
actual de los flujos de caja estimados descontados al tipo de interés efectivo de la
operación. El tipo de interés efectivo se calcula distribuyendo los flujos de caja
contractuales teniendo en cuenta además las pérdidas estimadas que se pueden
producir a lo largo de la vida del AF.
Este modelo de pérdidas estimadas tiene como características principales:
• Los ingresos financieros se reconocen en base a los flujos de caja
esperados incluyendo la probabilidad de impago.
• El deterioro se produce como un cambio negativo en las expectativas de
crédito.
• El deterioro de crédito se reconoce en la cuenta de resultados como la
diferencia del valor del activo en balance y los flujos de caja estimados
actualizados.
• Para actualizar los flujos de caja se usa el tipo de interés efectivo.
• El deterioro es reversible en la cuenta de resultados cuando hay un
cambio positivo en las expectativas de cobro.
El modelo de flujo de pérdidas estimadas recoge dos singularidades de los AF
valorados a coste amortizado, generación de flujos de caja futuros y asunción de
riesgo, lo que genera información financiera más útil y relevante para la toma de
decisiones.
En una evolución del modelo de flujos de pérdidas estimadas, y con la intención
de generar estados financieros más útiles para los usuarios, el IASB propone un nuevo
modelo que proporcione una mejor información del retorno efectivo del AF. Este nuevo
modelo, de nuevo destinado sólo a los AF medidos a coste amortizado, se denomina
modelo de coste amortizado.
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4.4 EL MODELO DE COSTE AMORTIZADO
Con el objetivo de proporcionar información relevante a los usuarios de la
información contable sobre los AF valorados a coste amortizado, propone un desglose
en la cuenta de resultados que diferencia las pérdidas realizadas en el ejercicio de las
variaciones experimentadas en las estimaciones del futuro deterioro del AF. Además,
detalla la información relativa al método de valoración de los activos financieros en la
memoria anual.
Los principios básicos para valorar los AF según el modelo de coste amortizado
son9:
• El coste amortizado es el valor actualizado de los flujos de caja futuros
descontados a tipo de interés efectivo.
• La estimación de los flujos de caja son valores estimados en cada fecha
de valoración. Hay que estimar flujos ubicados en el tiempo que son
medidos por probabilidades.
• El tipo de interés efectivo es el mecanismo para distribir tando los
intereses comos los gastos financieros.
Para el cálculo de los flujos de caja se permite el uso de información histórica
interna de la empresa y de otras fuentes externas de información, siempre y cuando el
uso de la misma sea relevante en el cálculo del valor real del AF. Además, se permite
el cálculo de los flujos de caja sobre carteras de AF con características similares para
acercar la contabilidad a los modelos de clasificación de AF de las entidades
financieras.
Para que la información generada por el modelo se plasme en información
contable útil, el ED propone diferenciar varias líneas en la cuenta de resultado de
explotación:
I. Ingresos brutos calculados a tipo de interés efectivo antes de incluir las
pérdidas esperadas.
II. El efecto de la distribución de las pérdidas esperadas que debe ser un
ajuste del interés bruto.
III. Resultado neto (A-B).
IV. Pérdidas y ganancias como resultado de variaciones en la valoración de
AF medidos a coste amortizado.
V. Gastos por intereses. (Gastos financieros).
Además, en la memoria deberá figurar:
9 IASB. Exposure Draft. Noviembre 2009
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• Aclaración de la política de dotaciones y reconocimiento crediticio.
• Aclaraciones sobre el método para estimar y las variaciones producidas en las
estimaciones. Información de partida y presunciones para estimar el deterioro
crediticio. Ganancias y pérdidas producidas por el cambio en las estimaciones
de forma desagregada.
• Información necesaria para los stress test en el caso de ser necesaria y en el
caso que la entidad la genere a nivel interno para controlar el riesgo.
• Información cualitativa de la calidad de los activos dudosos/impagados.
• Información sobre la generación y período de maduración de los activos.
En de este modelo de coste amortizado surgen una serie de variantes
propuestas por el Comité de Supervisión bancaria de Basilea y por el EAP.
El comité de Basilea propone a los reguladores la creación de un modelo, que
hemos denominado modelo de coste amortizado Basilea, que usa la tasa de pérdidas
(Probability of Default, PD) estimadas para cada cartera de AF en el cálculo de las
pérdidas estimadas al igual que hacen en la actualidad las entidades financieras para
cumplir los requisitos de Basilea. El volumen de deterioro reconocido sería suficiente
para hacer frente a las pérdidas que se van realizando año a año para este tipo de AF.
Esa tasa de pérdidas es conocida y se toma de los modelos de riesgo de cada una de
las entidades.
Además, propone definir un porcentaje mínimo de deterioro a reconocer en
aquellas carteras de AF cuya tasa histórica sea pequeña o nula con la intención de
generar ptovisiones suficientes para afrontar pérdidas probables en caso de cambio de
ciclo. Este porcentaje mínimo se asemeja a la provisión dinámica española.
Con posterioridad, el EAP elabora un modelo que cuenta con el beneplácito de
los reguladores contables, del comité de Basilea y del organismo que representa a la
banca europea: el modelo de convergencia.
Este modelo propone acercar la gestión que las entidades hacen de su cartera
crediticia a los estados financieros mediante la creación de un libro de AF buenos y un
libro de AF malos (good book-bad book). El primero está compuesto por AF que no se
prevee que vayan a deteriorarse en el siguiente ejercicio contable. El segundo libro
estará formado por AF deteriorados y por aquéllos cuya expectativa de impago es
elevada.
En un acercamiento claro al modelo de reconocimiento propuesto en el PASU
que propone reconocer la totalidad del deterioro crediticio estimado para todos los AF,
el EAP propone aplicar esta metodología a los AF ubicados en el libro malo. Sin
embargo, para los AF ubicados en el libro bueno se aplicaría el modelo de coste
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amortizado. En el caso que un AF ubicado en el libro bueno resultara impagado, se
trasladaría al libro malo traspasando en ese momento el total del deterioro reconocido
de un libro al otro y reconociéndose todo el deterioro previsto para ese AF.
Una de las propuestas barajadas para el reconocimiento del deterioro en los AF
ubicados en el libro bueno es aplicar la probabilidad de impago (PD), calculada por el
modelo de riesgos de Basilea, sobre la cartera para calcular el deterioro total esperado
para despues prorratearlo linealmente en función de la edad media de los AF que
componen la cartera. Este modelo lo hemos llamado modelo de convergencia de
pérdidas lineales.
Otro modelo dentro de los convergentes, es el modelo de tasas históricas que,
en lugar de aplicar PD, aplica una tasa histórica de pérdidas según carteras de AF.
Este modelo requiere realizar subcarteras dentro del libro bueno en la que se ubiquen
AF con tasas históricas de impago similares.
En una propuesta cada vez más cercana al FASB, el IASB propone la creación
de un libro medio en el que se ubicarían aquellos AF al corriente de pago pero con
probabilidad de deterioro alta. En el libro medio, al igual que en el libro malo, se
reconocería todo el deterioro previsto. Este modelo, al que hemos denominado modelo
del libro medio, es una variación más conservadora que permite clasificar los AF en al
corriente de pago, de dudoso cobro o impagados. Se trata de un nuevo guiño a las
entidades financieras (las entidades clasifican a efectos regulatorios los AF en
corrientes de pago, dudoso cobro y activos en suspenso) pero con la repercusión
negativa en la cuenta de resultados que supondría reconocer todo el deterioro para AF
de dudoso cobro.
A la vez que este modelo de convergencia del libro medio, surgen otros cuatro
modelos de convergencia: el modelo de Basilea, el modelo de emergencia y los
modelos de futuro predecible con y sin actualización de flujos de caja.
El modelo de Basilea propone aplicar una tasa de pérdidas mínimas sobre los
AF ubicados en el libro bueno mientras que el modelo de período de emergencia
propone definir un período de tiempo de entre dos y tres para calcular las pérdidas
estimadas en ese tiempo, denominado período de emergencia. En el cierre del
ejercicio se reconocería todo el deterioro estimado para ese período. De esta forma se
pretende generar provisiones suficientes para mantener la actividad durante el período
de emergencia.
El modelo de futuro predecible propone reconocer como deterioro crediticio el
mayor el deterioro total esperado entre la vida útil media de la cartera de activos
actualizadando los flujos de impago. En el caso de no actualización de los flujos surge
el tercer modelo, el modelo de convergencia de futuro predecible sin actualización.
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Por último, en enero de 2011, en el borrador emitido por ambos reguladores,
proponen reconocer todo el deterioro de los AF ubicados en el libro malo y el mayor
deterioro resultante de los siguientes cálculos: a) La pérdida anual media esperada. Es
decir, se calcula el deterioro total de la cartera hasta vencimiento y se divide por la
vida media de los AF en la cartera o b) La pérdida que se puede calcular con precisión
en un futuro inmediato que, como mínimo, será de un año.
4.5 EL MODELO DEL FASB
Por su parte, el FASB propone también un modelo para reconocer y valorar el
deterioro crediticio de los AF medidos a valor razonable con cambios de valoración
reconocidos en la cuenta de resultados en la rúbrica de other comprehensive income
(OCI). Los AF que incluye esta categoría son: deudas con proveedores, préstamos
originados por la entidad, préstamos comprados por la entidad e inversiones en
instrumentos de deuda.
En el PASU, al contrario que las iniciativas del IASB de distribuir el deterioro
crediticio esperado a lo largo de la vida útil del AF, el FASB propone reconocer en la
fecha de cierre la totalidad de deterioro estimado en su cartera crediticia para generar
reservas suficientes que puedan paliar pérdidas esperadas y no esperadas.
El modelo permite el uso de carteras para el cálculo del deterioro y determina de
forma minuciosa la información a considerar para el cálculo del deterioro: condiciones
financieras del deudor o del emisor del AF, expectativas de riesgo de default del
deudor o del emisor (basado en eventos pasados o condiciones existentes en el
momento del reporte), valor de la garantía en su caso o los efectos de la concentración
de crédito, etc.
Las entidades deben reconocer en su cuenta de resultados no sólo aquellos
flujos de caja contractuales que no espera recibir en el futuro sino que además deben
reflejar las variaciones de las expectativas de cobro sobre el ejercicio anterior tanto si
son negativas como si son favorables o positivas.
En este caso, el FASB no indica modelo ni da herramientas para el cálculo del
deterioro, dejando a criterio (eso si, detallado en memoria) de la empresa el modelo a
usar, obligando indicar en la memoria anual el método usado para calcular los
ingresos por intereses generados por los AF, así como el valor de los AF medidos a
coste amortizado y el nivel de deterioro asumido en la cartera.
En el cuadro 1 hemos resumido de forma esquemática los diferentes modelos
propuestos en el transcurso del desarrollo de la IFRS 9.
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Cuadro 1. Modelos de reconocimiento del deterioro crediticio.
MODELOS DEFINICIÓN
1. PÉRDIDAS INCURRIDAS
Bajo este modelo sólo se puede reconocer deterioro crediticio incurrido si hay una evidencia objetiva o trigger event que determine que el AF está deteriorado.
2. VALOR RAZONABLE
El valor razonable de un AF es el valor por el cual se podría enajenar un AF de similares características en el mercado. El valor de mercado permite reconocer como deterioro las pérdidas esperadas anticipándose a la los hechos.
3. FLUJOS DE CAJA ESTIMADOS
El deterioro se reconoce cuando hay un cambio en las expectativas de cobro de los flujos de caja previamente estimados.
4. COSTE AMORTIZADO
El deterioro se reconoce distribuyendo el deterioro total previsto a lo largo de la vida útil del AF.
4.1 BASILEA: Se calcula bien mediante una tasa histórica de pérdidas estimadas o bien mediante el uso de un porcentaje de pérdidas.
4.2 DE CONVERGENCIA: creación de un libro bueno y un libro de malo de AF. El primero está compuesto de AF que no se prevee vayan a deteriorarse en el siguiente ejercicio contable. El segundo libro estará formado por AF impagados y por aquellos cuya expectativa de impago es alta. Propone reconocer todo el deterioro en el libro malo y aplicar el modelo de coste amortizado para el libro bueno.
4.2.1 PÉRDIDAS LINEALES: se distribuye la pérdida estimada en función dela vida útil de los activos de la cartera.
4.2.2 TASA DE PÉRDIDAS HISTÓRICA: se aplica una tasa histórica de pérdidas para el cálculo del deterioro.
4.2.3 LIBRO MEDIO: creación de un libro intermedio que contendría AF al corriente de pago pero con probabilidad de deterioro alta en el se reconocería igualmente todo el deterioro previsto en el momento inicial.
4.2.4 BASILEA: propone aplicar una tasa de pérdidas mínimas sobre los AF ubicados en el libro bueno.
4.2.5 PERÍODO DE EMERGENCIA: define un período de tiempo entre dos y tres años para calcular las pérdidas estimadas en ese tiempo.
4.2.6 FUTURO PREDECIBLE: se reconoce el mayor deterioro: o el previsto para el próximo año o el resultado de dividir las pérdidas totales esperadas entre la vida útil media de la cartera de activos actualizada.
4.2.7 FUTURO PREDECIBLE SIN ACTUALIZACIÓN: igual que la opción 4.2.6 permitiendo la no actualización del prorateo de las pérdidas estimadas.
4.3 PÉRDIDAS LINEALES: Se calcula el deterioro como las pérdidas totales prorateadas en función de la vida media de los AF de la cartera y se actualizan los flujos calculados al tipo de interés para AF libres de riesgo.
4.4 PÉRDIDAS HISTÓRICAS Se calcula el deterioro en función de las tasas de deterioro históricas, se ubican en el tiempo y se actualizan al tipo de interés efectivo.
4.5 CONSERVADOR Se aplica una tasa histórica de pérdidas a la cartera de AF y se reconoce el deterioro previsto en el momento de concepción o compra del AF. Si no hay tasas históricas o fuesen irrelevantes, aplicar una tasas mínima prudente.
4.6 DE EMERGENCIA Se define un período de tiempo entre dos y tres años a contar desde la fecha de cierre para calcular las pérdidas estimadas en ese tiempo, denominado período de emergencia.
5. MODELO FASB
Reconocer todo el deterioro crediticio estimado a cierre del ejercicio a partir de información histórica y actual. El deterioro es reversible.
Fuente: Elaboración Propia.
Con el objetivo de ubicar en el tiempo los anteriores modelos, proponemos la
tabla 2 en la que se indica la fuente original del modelo, bien sean los reguladores,
17
bien sean reuniones de los organismos reguladores (board meetings, BM) o bien sean
reuniones de expertos (EAP). La mayor parte de los modelos surgen y se descartan
antes de formar parte de las propuestas de los reguladores. Algunos de ellos han sido
propuestos mediante cartas de comentario remitidas al regulador. El análisis del
origen de los modelos propuestos y su repercusión en la norma final revela la
efectividad de los diferentes grupos de interés en su actividad de lobbying sobre el
procedimiento de creación de la norma.
Tabla 2.- Principales modelos de reconocimiento del deterioro propuestos.
IASB
+FA
SB:
M
arzo
200
8
IASB
: Jun
io 2
009
IASB
: Nov
iem
bre
2009
FA
SB: B
M
Nov
iem
bre
2009
IASB
: EA
P.
Feb
rero
201
0
IASB
: EA
P.
Mar
zo 2
010
IASB
: EA
P.
Abr
il 20
10
FASB
M
ayo
2010
IA
SB+F
ASB
: BM
. N
ovie
mbr
e 20
10
IASB
+FA
SB: B
M
Nov
iem
bre
2010
IASB
+FA
SB: B
M
Dic
iem
bre
IASB
+FA
SB:
Ene
ro 2
011
1.- PÉRDIDAS INCURRIDAS 2.- VALOR RAZONABLE X X 4.- DE PÉRDIDAS ESTIMADAS X 4.- COSTE AMORTIZADO X
4.1 BASILEA 4.2 DE CONVERGENCIA
4.2.1 PÉRDIDAS LINEALES X X X 4.2.2TASA DE PÉRDIDAS HISTÓRICAS
X X
4.2.4 LIBRO MEDIO X 4.2.4 BASILEA X 4.2.5 FUTURO PREDECIBLE X 4.2.6 FUTURO PREDECIBLE SIN ACTUALIZACIÓN.
X
4.4 PÉRDIDAS LINEALES X 4.4 PÉRDIDAS HISTÓRICAS X 4.5 CONSERVADOR X 4.6 DE EMERGENCIA X X 5.- FASB X
Fuente: Elaboración propia.
5. ARGUMENTOS PRESENTES EN LA EVOLUCIÓN DEL MODELO
La crisis de confianza en el sistema financiero, generada por la quiebra de
entidades bancarias que meses antes gozaban de calificaciones crediticias elevadas y
basadas en estados contables públicos, pone de manifiesto no sólo las deficiencias de
la supervisión bancaria internacional sino también las deficiencias de una normativa
contable que no genera información relevante sobre los instrumentos financieros y la
actividad crediticia.
Los preparadores financieros, los auditores y los usuarios señalan que la
normativa sobre instrumentos financieros es compleja y está sujeta a criterios
subjetivos. En respuesta a estas críticas, el IASB & FASB (2008) se proponen
18
desarrollar una nueva normativa contable de mayor calidad, menos compleja y basada
en principios.
El IASB & FASB (2008) proponen entonces extender el uso de valor razonable a
los AF para simplificar la normativa existente eliminando así la posibilidad de
reclasificar los AF y permitiendo reconocer en los estados financieros con antelación el
deterioro crediticio identificado por el mercado, principales críticas recibidas. Sin
embargo, el FV proporciona información no relevante de aquellos AF mantenidos en
balance hasta su vencimiento y que fueron originados o adquiridos para generar flujos
de caja.
Tanto el Comité Europeo de Supervisión Bancaria (CEBS)10 como el Comité de
Supervisión Bancaria de Basilea (DP2008, CL158) instan a los reguladores a explorar
las consecuencias de la aplicación de valor razonable como principio contable general
antes de abordar su aplicación a los AF.
En octubre de 2008, el IASB y el FASB crean el Financial Crisis Advisory Group
(FCAG) cuyo objetivo principal es que la normativa financiera recupere la confianza en
los mercados financieros. Para ello se proponen elaborar un informe detallado en el
que se identifiquen las deficiencias de la normativa financiera y se propongan
alternativas.
El IASB apuesta en junio de 2009 por un modelo mixto que permita aplicar a los
AF mantenidos hasta el vencimiento un criterio diferente de reconocimiento del
deterioro crediticio que elimine el trigger event y permita reconocer el deterioro cuando
se estime que la probabilidad de impago del AF ha incrementado11. El modelo requiere
calcular desde un inicio las pérdidas futuras totales, circunstancia cuestionada por tres
motivos:
1.- Calcular la probabilidad de impago más allá de un año, además de añadir
complejidad, puede dar lugar a valoraciones subjetivas. A esta crítica se suscriben la
German Accounting Standards Board(RI2009, CL11), el CEBS(RI2009, CL58) y la
European Banking Federation(RI2009, CL66) que proponen como solución el uso de la
información que Basilea II aporta sobre el deterioro (probabilidad de deterioro para el
próximo año).
2.- La aplicación del modelo supone un coste excesivo para entidades no
financieras ya que nos disponen de sistemas de información para el cálculo del
deterioro y para aquellas entidades financieras que no aplican modelos IRB. A estas
críticas se adhieren el Austrian Financial Reporting and Auditing Committee (RI2009,
CL14) y Ernst & Young (RI2009, CL63).
10 CL158. Discussion Paper . Reducing Complexity in Reporting Financial Instruments. Marzo 2008 11 IASB. Request for information. Jun 2009
19
3.- Supone de nuevo un distanciamiento entre reguladores, circunstancia que
puede generar de nuevo normativa no homogénea a nivel internacional. UBS (RI2009,
CL55), Ernst & Young (RI2009, CL63), Conseil national de la comptabilite (RI2009,
CL77), JP Morgan ((RI2009, CL78) destacan la necesidad de desarrollar una
normativa global para los AF.
El FCAG publica en julio de 2009 su informe definitivo (Final Report) donde
establece las dificultades de la norma actual sobre los AF en cuatro puntos: 1.-
Dificultad de aplicar valor de mercado en mercados ilíquidos. 2.- El retraso en
reconocer el deterioro crediticio en productos financieros estructurados emitidos por
bancos y compañías aseguradoras. 3.- Dificultad en identificar estructuras de fuera de
balance en entidades americanas.
Para solucionar este problema, consideran importante (1) potenciar la
transparencia y la relevancia en la información contable, (2) asumir las limitaciones de
la información contable en tanto sólo puede reflejar una fotografía estática del estado
financiero de la empresa, (3) establecer normativa contable homogénea y de calidad
para todos los mercados financieros y (4) preservar la independencia de los
reguladores contables de los políticos y los preparadores financieros para que puedan
desarrollar normas de calidad e imparcial.
El IASB publica meses más tarde el borrador12 proponiendo el modelo de coste
amortizado que supone una mayor transparencia en el reconocimiento de los ingresos
financieros, reconoce con anticipación el deterioro, elimina el trigger event y refleja
mejor la realidad de la actividad crediticia que origina este tipo de AF.
Los preparadores financieros, como Citigroup (ED2009, CL6) o Deutsche Bank
AG (ED2009, CL177), así como la International Association of Insurance
Supervisors(ED2009, CL181) aplauden la iniciativa de IASB de acercar la realidad del
negocio de crédito a la información contable. En este sentido, señalan que la
clasificación de los AF según su estado de deterioro -libro bueno, libro malo- acercaría
el modelo de gestión de AF de las entidades financieras a la información contable y
simplificaría la operativa del modelo propuesto aunque, como señala la Federation of
European Accountants (ED2009, CL157), al introducir es criterio de clasificación se
estén dando tintes conservadores a la norma.
El European Financial Reporting Advisory Group (ED2009, CL55) no es
partidario del modelo porque implica un reconocimiento desigual de ingresos y gastos,
o lo que es lo mismo, introduce un sesgo conservador a la norma que dista de la
información neutral deseable. Según su criterio, el supervisor bancario es el encargado
12 IASB. Exposure Draft: Financial Instruments: Amortised Cost and Impairment . Noviembre 2009.
20
de velar por la estabilidad financiera y para ello debe apoyarse en información
contable de calidad. También Chartered Financial Analyst (ED2009, CL179) señala
que no es tarea del regulador contable la de generar reservas para afrontar las
pérdidas en tiempos de crisis sino del supervisor bancario.
Por su parte, el supervisor bancario (ED2009, CL148), hace uso de los mismos
argumentos para defenderse de las críticas y apoya el modelo de pérdidas esperadas
argumentando que implicará una información contable relevante y útil para la toma de
decisiones.
En mayo de 2010 el FASB propone un modelo en el que se propone reconocer
desde el momento inicial de todas las pérdidas estimadas para el AF para poder
generar reservas suficientes para asumir el deterioro esperado y no esperado. Este
modelo, el más conservador de los propuestos, requiere determinar en la memoria un
volumen de información muy importante (valoración a coste amortizado del AF,
valoración a valor razonable, deterioro inicialmente previsto, modelo de deterioro
aplicado y detalle de las variaciones del deterioro producidas) que va en contra de la
simplificación pretendida inicialmente.
BDO USA (PASU2010, CL1.121) afirma que los modelos propuestos por
FASB e IASB introducen unas variables prudenciales más propias del supervisor
bancario que del regulador contable mientras que la US Securities and Exchange
Commission (PASU2010, CL278) y CEBS (PASU2010, CL1.415) critican el modelo
propuesto e indican la necesidad de unificar criterios contables a uno y otro lado del
Atlántico a lo que el Institute of International Finance (PASU2010, CL228) añade el
papel primordial que ha de jugar el supervisor bancario desde el punto de vista del
conocimiento y la experiencia en la gestión de este tipo de AF.
En este sentido, CITIBANK (PASU2010, CL235) y Deutsche Bank AG
(PASU2010, CL1.403) son partidarios del modelo propuesto por el EAP de libro bueno
y libro malo y sugieren la definición conjunta con el supervisor bancario de AF
deteriorado para poder clasificarlos.
Para JPMORGAN (PASU2010, CL259), la solución pasa por desacoplar
información financiera e información regulatoria. El regulador contable ha de generar
información relevante y transparente mientras que el supervisor ha de hacer uso de
esa información para generar un mayor nivel de capital o reservas en épocas de
bonanza.
Desde que se emite el PASU el FASB hasta la emisión del nuevo borrador
conjunto de la norma (IASB&FASB, 2011) el comité de expertos ha ido proponiendo
modelos que tienen en cuenta las demandas expresadas por los usuarios de la
información en la medida que reflejan la realidad de la gestión del crédito por parte de
21
las entidades financieras, que acercan las posturas de ambos reguladores en la
medida que permiten reconocer un mayor volumen de deterioro crediticio y que
simplifican el cálculo del deterioro con el ahorro de costes que esto supone. De entre
todos lo modelos de coste amortizado propuestos por el EAP, FASB e IASB se
decantan de nuevo por la aplicación del modelo más conservador de entre dos
alternativas.
6.- CONCLUSIONES
Los reguladores contables internacionales IASB y FASB proponen, dentro de su
acuerdo de convergencia (MOU), aplicar el valor razonable a los AF como la evolución
lógica que permitiría simplificar y homogeneizar la compleja normativa sobre AF.
El itinerario que está siguiendo el proceso regulatorio nos aporta enseñanzas
que ayudan a integrar el verdadero rol de la información financiera. ¿Es la información
financiera un elemento más del esquema institucional que permite que exista
estabilidad financiera? O, por el contrario, ¿se pretenden un papel más activo de la
misma, incorporando entre los fines de la misma conseguir la citada estabilidad?.
La posibilidad de analizar cualitativamente los documentos públicos de las
reuniones de las directivas, del comité de expertos y las opiniones vertidas por las
cartas de comentario nos permite obtener pistas del peso que cada uno de los actores
están teniendo sobre la generación de la IFRS9.
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