El Cuarto Camino Gratuito

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Respuestas a preguntas fundamentales EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE? Respuestas a preguntas fundamentales EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE? COPIA GRATUÍTA FILOSOFÍA, RELIGIÓN, PERSONAJES RELEVANTES, TEATRO, DANZA, POESÍA Y MUCHÍSIMO MÁS DIOS, ¿DEBEMOS CREER? ¿POR QUÉ EMPEZAR A TRABAJAR SOBRE SÍ MISMO? EL CUARTO CAMINO Cuadernos de estudio sobre la enseñanaza de gurdjieff España www.gurdjieff.es #00 ISSN 2014-0649 00

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Page 1: El Cuarto Camino Gratuito

Respuestas a preguntas fundamentales

EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?

Respuestas a preguntas fundamentales

EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?

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FILOSOFÍA, RELIGIÓN, PERSONAJES RELEVANTES, TEATRO, DANZA, POESÍA Y MUCHÍSIMO MÁS

DIOS, ¿DEBEMOS CREER?

¿POR QUÉ EMPEZARA TRABAJAR SOBRE SÍ MISMO?

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Cuadernos de estudio sobre la enseñanaza de gurdjieff España

www.gurdjieff.es

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N 2

014-

0649

00

Page 2: El Cuarto Camino Gratuito

ÍNDICE #00

Publicación oficial del Instituto para el Desarrollo Armónico LaTeca

FundadorGiovanni M. Quinti

EditorAsociación Cultural La Teca de BarcelonaLa Teca Ediciones

Diseño gráficoJosé L. García Muedra

Traduccción al español del original en italianoMarta Tomás

Edición y revisiónMontse RoldánBenet Soley

ReproducciónPrintcolor

Colaboradores de este númeroAnna Di Giandomenico, Eva M. Franchi, Giovanni M. Quinti

Para subscribirse a esta publicación y recibirla directamente en su casa, infórmese visitando nuestra página web www.gurdjief f.es

En nuestro portal www.gurdjief f.es le será posible adquirir todos los números atrasados a un mejor precio (consultar existencias en la misma página web).

Los manuscritos, fotografias, dibujos, etc. que se envien a nuestra redacción no serán devueltos.

Por favor comuníquenos, si los hubiera, los cambios de dirección postal,incluyendo la dirección antigua junto a la nueva a la siguiente dirección:Gran Vía de les Corts Catalanes, 204 bis, local 4 – 08004 Barcelona o bien por e-mail a: [email protected]

La reproducción total o parcial de esta publicación está prohibidasi no se autoriza de forma directa por nuestra Redacción.

Depósito legal núm. B-12790-2008ISSN 2014-0649 00

Asociación Cultural La Teca - CIF: G 64341225

Redacción Nacional y Sede Legal:Gran Vía de les Corts Catalanes, 204 bis, local 4 – 08004 Barcelona

COPIA GRATUÍTA

LA TECA EDICIONES

1 CARTA DE BIENVENIDA2 LA TECA, ¿Quiénes SOMOS?4 EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?

10 DIOS, ¿DEBEMOS CREER?18 ¿POR QUÉ EMPEZAR A TRABAJAR SOBRE SÍ MISMO?

23 Las cartas de los buscadores

La Teca Ediciones es una iniciativa de La Teca, Instituto para el Desarrollo Armónico, que desde hace más de diez años, se dedica a la enseñanza del Cuarto Camino, en Italia, Suiza y España. Si bien no es hasta 2010 que se constituye oficialmente como Editorial, el Instituto desar-rolla su trabajo en la divulgación a través de los cuadernos de estudio La Quarta Via, desde el año 2003. Estos cuader-nos, con la llegada del Instituto a España, empezaron a ser publicados también en español con el nombre de El Cuarto Camino. Desde nuestro punto de vista, la enseñanza de G.I. Gurdjieff, no es algo que nace y muere como nació y murió este maestro. Sino que esta enseñanza funda sus conoci-mientos en profundas raíces que llegan hasta el cristiani-smo de los orígenes, el cristianismo gnóstico. Siguiendo la senda de este maestro armenio del siglo XIX, quien adaptó estas enseñanzas a la mentalidad, la cultura y el lenguaje de su época, provocando una verdadera y profunda revolución en todo aquel que entró en contacto con ellas, nosotros sentimos la necesidad de que éstas se transformen para enriquecer la vida del ser humano de hoy. Pues si bien el perfume de la rosa es siempre el mismo, sus pétalos, sus hojas y hasta sus espinas, cambian con el tiempo.

Nuestra atención, dirigida hacia el desarrollo armónico del ser humano, está abierta a otras tradiciones, culturas, disci-plinas y lenguajes que contribuyan a enriquecer y a orientar una profunda y sincera búsqueda, aquella que queremos compartir con nuestros lectores, los de hoy y los de mañana: el conocimiento de uno mismo, el intemporal Gnothy Seauton.

Os deseamos una buena lectura.

La Teca Ediciones

Este cuaderno de estudio n.0 es un ejemplo de lo que podrá encontrar en nuestra publicación mensual.

Los artículos indicados por este logo son leídos, estudiados y profundizados por los Grupos de Estudio LA TECA presentes en España. Si deseas participar envíanos un correo, llamanos o visita nuestra web:

telf.- 93 432 99 76 - 664 669 664 [email protected] www.gurdjieff.es

Cuadernos de estudio sobre la enseñanaza de gurdjieff España #00

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CARTA DE BIENVENIDA

Querida Amiga, querido Amigo,En nuestra sociedad industrializada no es muy difícil encontrar movimientos, grupos religiosos, new age o esotéricos que continuamente nos proponen formas de pensar sobre el sentido de la vida, Dios o sobre la vida después de la muerte. Preguntas fundamentales, importantísimas, que probablemente han ocupado nuestra mente durante algún tiempo y que para algunos de nosotros han permanecido sin respuesta, abandonándolas en el cajón de las cosas olvidadas. “En realidad nadie tiene la respuesta a estas preguntas y es mejor no pensar en ellas” afirman muchos, dejando de esta manera de lado una necesidad fundamental del ser humano: la necesidad de cuestionarse y reflexionar acerca del sentido de la vida y sobre uno mismo. Nosotros somos un grupo de personas que quieren continuar indagando sobre estos temas de una forma un poco distinta a como lo hacen las iglesias tradicionales: si por un lado creemos en la existencia de una dimensión espiritual, pensamos también que ésta no está separada de la realidad que nos circunda, sino que está escondida en ella misma. No existe nada más espiritual que la vida y esta espiritualidad empieza a ser vista, vivida y concebida solo en el momento en que nos detenemos a escucharnos. Desde los tiempos de Jesús es famosa la historia del comerciante de perlas que cuando encontró una de gran valor, vendió todo lo que poseía para adquirirla; nosotros creemos que esta perla está escondida en nuestro corazón y no en los cielos, demasiado altos para poder ser alcanzados por pequeños mortales como nosotros. La Teca es un grupo de hombres y mujeres que se autodefinen como “buscadores” de esa perla, que se sumergen en las oscuras profundidades del propio mundo interior para encontrarla y llevarla consigo. Aunque, para nosotros, esta perla no es solo un

estado interior, sino que también es la perla oculta en cada una de las situaciones que vivimos..., incluso en las más difíciles. Como nos cuenta un hermano buscador de una de nuestras comunidades, el cual una vez me escribió: “aunque estoy mal, aunque si veo que hay poco amor en el mundo, sé y siento que mi función es la de seguir esperando, creyendo y amando...”Pero, para alcanzar tanta sabiduría es necesario emprender un viaje hacia sí mismo, el cual no es para nada fácil: nuestra piedra más bella está oculta dentro de un jardín hecho de sufrimientos, de lágrimas y de dolor y a veces uno siente que no tiene las fuerzas suficientes para llegar a ella. Este viaje es el viaje iniciático hacia el propio castillo interior, a menudo obstaculizado por dragones que lo defienden atemorizándonos con sus llamas. Solo la voz de un Amigo que nos diga “¡no temas!” podrá ayudarnos a permanecer en pie durante el camino. Y es esta perla, este viaje y este Amigo lo que La Teca busca transmitir al mundo, con todas las limitaciones de una organización terrena, hecha de hombres y mujeres falibles. En esta revista podrá encontrar artículos diversos sobre temas fundamentales. Le ruego que la lea de principio a fin y después, si quiere, contactarnos para hacernos todas las preguntas que desee. No estamos aquí para convencer a nadie de nuestra postura, no tenemos la necesidad de sentirnos poseedores de la verdad, pero estamos aquí para transmitir con nuestro corazón aquello que sentimos haber descubierto. Entre estas páginas podrá solo sentir el perfume. Si nos mirara a los ojos, tal vez, podría ver la luz. ¡Buena lectura!

Giovanni Maria Quinti Responsable internacional de La Teca

Una escuela de Cuarto Camino debe producir Arte.

Un Arte capaz de movernos hacia el Despertar y el

Recuerdo de las cosas esenciales. Si no alcanza ese objetivo,

deberá necesariamente replantearse sus métodos de

enseñanza y su didáctica.

Giovanni Maria Quinti

1 EL CUARTO CAMINO

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¿QUIÉNES SOMOS?¿DÓNDEESTAMOS?

¿CÓMO ESTUDIARCON NOSOTROS?

El Instituto para el Desarrollo Armónico La Teca se inspira en las enseñanzas de George I. Gurdjief f. La Teca es una asociación que se define como humanista y cultural. Su objetivo es ampliar su ámbito de estudios, incorporando conocimientos y buscando siempre un alcance más profundo de las enseñanzas esotéricas occidentales. Entendemos la Enseñanza como algo vivo, dinámico y en evolución. Somos un colectivo desligado de cualquier creencia política o religiosa que se sustenta con los décimos, las donaciones y las actividades editoriales, fuertemente comprometido en el campo artístico así como en el voluntariado.Nacida en Roma, Italia, por iniciativa de Giovanni Maria Quinti, La Teca ha abierto, poco a poco, sedes en varias ciudades italianas hasta expandirse por el extranjero, en Suiza y, especialmente, en España donde, primero en Barcelona y luego en Madrid, G. M. Quinti ha formado varios grupos de trabajo. Todos estos grupos de nuestra Asociación trabajan conjuntamente como elementos de un todo. El objetivo de nuestra Escuela es proporcionar una serie de herramientas intelectuales, psicológicas y espirituales para favorecer la evolución interior del individuo dentro del trayecto del Cuarto Camino.Dado que el cuerpo físico constituye el punto de partida de la observación de sí, es justamente desde ahí que el alumno parte para conocerse. Por ello los ejercicios físicos, la meditación, las danzas y la interpretación forman parte integrante de la Enseñanza. La misma importancia se da al estudio y a las dinámicas que se desarrollan dentro de la Escuela.

En nuestras sedes se realizan cursos introductorios a la enseñanza del Cuarto Camino. Se trata de líneas concretas de estudio con las que se da un sentido y una forma a la búsqueda personal. Se profundiza en las temáticas fundamentales de la Enseñanza y se empezaran a experimentar las propias capacidades.

A QUIÉN ESTAN DIRIGIDOSA todos aquellos que desean conocerse y experimentar mediante un sistema de trabajo personal que sigue un recorrido determinado.

LOS OBJETIVOS FORMATIVOSAdemás de una serie de herramientas teóricas y prácticas para conocerse mejor, los cursos proporcionan nociones sobre el lenguaje del Cuarto Camino, con el objetivo de estimular la reflexión y favorecer el trabajo individual y en armonía con el grupo. Cada curso se articula en encuentros semanales e incluye, además de lecciones teóricas y prácticas, meditaciones y conferencias. También se incluye la proyección de vídeos relacionados con el estudio. Lo que se pide a cada partici-pante es seriedad, dedicación y deseo de realizar el Trabajo práctico necesario para alcanzar el Recuerdo de sí. Para más información sobre dónde se hacen los cursos, visita nuestra página web, envíanos un e-mail o llama por teléfono.

2 EL CUARTO CAMINO

ESPAÑA

BARCELONAGran Vía, 204 bis, local 4 - 08004 Barcelonacontacto: [email protected] 432 99 76 - 664 669 664

MADRIDcontacto: Giovanni M. [email protected]

ITALIA

ROMASede central y nacionalVia dei Quintili 89/91 - 00175 Roma (RM)contacto: Alessandro Albanese3334763495 - [email protected]

LEGNANOVia Carlo Cattaneo, 95 - 20025 Legnano (MI)contatto: Andrea Bertolini335 5451462 - [email protected]

SASSARIVia Taramelli, 6 - 07100 Sassari (SS)contacto: Antonella Cau3494060942 - [email protected] TRENTOVia San Pio X, n. 93 - 38100 Trento (TN)contacto: Anna Di Giandomenicoi3281996206 - [email protected]

GENOVAcontacto: Clara Boffito3471157942 - [email protected]

TORINOVia Ada Marchesini Gobetti, 4 - 10100 Torino (TO)contacto: Andrea Chidichimo3450702655 - [email protected]

AREZZO-PRATOCase Nuove di Ceciliano, 73/2 - 52100 Arezzo (AR)contacto: Fabio Imbergamo328 9763837 - [email protected]

SUIZA

LUGANOcontacto: Dario Panigada+41 76 502.23.50 / +39 340 [email protected]

COLOMBIA

MEDELLÍNcontacto: Walter [email protected]

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HERRAMIENTAS DE ESTUDIOQUE PONEMOS A TU DISPOSICIÓN

¿DÓNDE ESTAMOS EN

INTERNET?

Nuestro Instituto organiza encuentros a varios niveles para dar a conocer la Enseñanza. En estas ocasiones no se produce nunca una transmisión unidireccional, puesto que las reflexiones y los conocimientos de todos los participantes forman parte integrante de

la preciosa experiencia de compartir. Conferencias, lecturas, workshop y seminarios se organizan en varias ciudades italianas y

españolas. El calendario actualizado está siempre disponible en nuestra páginaweb www.gurdjieff.es Cada sede local de La Teca organiza todos los años diversas conferencias temáticas que van desde las disciplinas más transver-sales de la Enseñanza hasta ideas de carácter general inherentes a la búsqueda interior, la psicología y la espiritualidad. En ocasiones, las danzas sagradas pueden abrir o cerrar estos encuentros.En los workshop, en cambio, se pone el acento sobre el trabajo personal de los participantes que toman parte activa. Después de haber introducido breve-mente el tema central se pasa a la fase práctica del trabajo. Los dos temas más tratados son la Observación de sí y la Atención dividida. Mediante ejercicios prácticos se intenta concienciar a los participantes sobre el hecho de que estamos muy poco acostumbrados a “observarnos” y de cómo la atención a menudo se desvanece en el “sueño”.En las lecturas o encuentros de estudio se propone un tema y se “debate” todos juntos. Cada uno puede intervenir y aportar experiencias personales. A veces se hacen breves ejercicios o se proyectan trozos de películas relaciona-das con el tema. Otras veces el tema puede ser extraído de los cuadernos de estudio cuyos textos son leídos y comentados por los participantes.Los seminarios están dedicados al Eneagrama, el antiquísimo y misterioso símbolo que Gurdjief f consideraba una herramienta universal de comprensión: “Cada ciencia tiene un lugar en el Eneagrama y puede ser interpretada por medio del Eneagrama. Bajo esta relación se puede afirmar que el hombre no conoce realmente, es decir no comprende, lo que no es capaz de ubicar en el Eneagrama”.Se trata de encuentros que se prolongan por un espacio de tres años y que siguen un recorrido formativo preciso. Normalmente los encuentros se realizan durante los fines de semana (de Viernes por la noche hasta el Domingo por latarde), durante los cuales se practica un intenso trabajo teórico y práctico. Cada encuentro es una experiencia única que tiene como objetivo no sólo la asimi-lación intelectual de los conceptos expuestos, sino también la posibilidad de experimentar mediante ejercicios prácticos y la experiencia de compartir.Otra preciosa herramienta de estudio es la publicación mensual El Cuarto Camino. Publicada mensualmente desde el 2003, nuestras revistas profundizan en temas inéditos, no tratados normalmente en otras publicaciones a la venta relacionadas con el Cuarto Camino. Además de ser un soporte formativo, se trata de un elemento fundamental de comunión para nuestros grupos, cuyos participantes contribuyen directamente a la redacción de los textos. En El Cuarto Camino se tratan de forma articulada temas que pueden ayudar al buscador a profundizar en pasajes fundamentales relacionados con el propio crecimiento espiritual. Las revistas pueden adquirirse en la página web www.gurdjieff.es, mediante un abono anual o sueltas y, también, pueden encontrarse en librerías especializadas de varias ciudades.

Una sola web que habla idiomas distintos a hombres y mujeres que quieren introducirse en el mismo Camino: www.gurdjief f.es, nuestra página web consultable tanto enversión italiana como en español o inglés. Se trata de una estructurada y rica ventana que La Teca ha abierto en la red para dar a conocer sus actividades y crear una conexión constante y en tiempo real entre sus suscriptores. Gracias a algunos espacios creados para tal propósito,también es posible profundizar en algunos aspectos importantes del Cuarto Camino y tener acceso a una serie de elementos para empezar a comprender las bases de laEnseñanza. Además la página es un escaparate que pone a disposición del público toda una serie de productos editoriales creados por los grupos de trabajo de La Teca o por artistas e intelectuales cercanos a la Escuela.La página web www.gurdjief f.es seguirá en constante desarrollo durante los próximos meses. Se encuentra enavanzada fase de desarrollo la creación de una amplia área interactiva dedicada a los cursos on-line, gracias a los cuales quién quiera profundizar en el conocimiento de la Enseñanzapodrá empezar un curso progresivo en la web y ser seguido a distancia por un tutor. Recomendamos visitar también nuestra zona on-line www.lateca.info, donde pueden conocerse desde cerca las obras teatrales, cinematográficas, musicales, literarias y artísticas de nuestros alumnos y docentes.

www.youtube.com/latecaediciones

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www.facebook.com/LaTeca.Gurdjieff.es

EL CUARTO CAMINO

Page 6: El Cuarto Camino Gratuito

egreso de un viaje.El vagón está vacío; es domingo y a esta hora el tren no está atiborrado de los habituales viajeros. Me dirijo a Milán y luego, directo

hacia Turín, veo a tres mujeres, entre cincuenta y sesenta años, que suben al tren acompañadas de una policía.Sus caras están visiblemente desencajadas. Se sientan en mi compartimento."Nada más llegar a Turín vendrán a recogeros". Una vez pronunciadas estas palabras, la policía desciende del tren.Con un acento característico de una zona determinada de Italia las oigo hablar entre ellas:"¿Qué te ha dicho?"."¡No me han sabido decir nada!"."¡Pero, por lo menos, saber si está muerto o no!".Una de ellas empieza a llorar desesperadamente. Mis sentidos se agudizan, quiero saber qué ha sucedido, por qué tanto dolor."¡Tenemos que llamar a Giuseppe! ¡Saber adónde han llegado!"."¡Yo no sé usar el teléfono! ¿Cómo se marca el número?".

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Alzo la cabeza, la mujer que está hablando me mira."¿Puedes ayudarme?".Le sonrío. Cojo su móvil y marco el número que me dicta.Descubren que Giuseppe ya está en Turín, pero todavía no sabe nada.Tampoco yo sé nada. ¿Qué ha pasado? ¿Puedo ser de alguna ayuda?Estas preguntas las hago en voz alta sin darme cuenta. Descubro que son tres hermanas. Una me susurra en voz baja:"Tengo un hijo de 22 años, se llama Francesco. Se fue hace veinte días con un señor que lo llevó de viaje con un camión. ¡Quería aprender a ser camionero! "Puedo ganar mucho dinero y conocer mundo", me repetía a menudo.Lo dejé irse. Me llamaba regularmente, informándome de todo: cómo había ido el viaje, cómo se sentía, en qué ciudad estaba...Llegaron a España. Después regresaron a Italia, en direc-ción a Turín, desde donde deberían haber salido mañana hacia Suiza. Estos últimos días lo encontraba cansado;

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Las Preguntas Fundamentales

¿EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE? por Giovanni M. Quinti

Este artículo está extraído del Cuaderno de Estudio Nº 4

EL CUARTO CAMINO

Page 7: El Cuarto Camino Gratuito

? (1) ¿Qué piensas? ¿Cómo te habrías comportado tú?

? (2) ¿Crees en la vida después de la muerte? ¿Qué habrá después, según tú?

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por teléfono me decía que no quería continuar. Había cambiado de opinión. Ayer por la noche me explicó que iba a coger el tren para volver a casa. Nosotros somos de Éboli. Me dijo que llegaría a las 6.30 de esta mañana. Me desperté a las 5 para ir a recogerlo. Llegué a la estación, delante de la vía, y esperé la llegada del tren inútilmente.Francesco no llegaba. Sin embargo, en su lugar aparecie-ron dos policías que me invitaron a ir urgentemente a Turín porque algo grave había sucedido. No me dijeron nada más, sólo que debía irme inmediatamente.Llamé a mis hermanas para pedirles que viajaran conmigo hasta Milán, donde hemos cambiado de tren hacia Turín. ¡No sé qué le ha pasado a mi hijo!".Después de este relato se levanta y se va al baño. Permanezco con las otras dos herma-nas, que me miran con lágrimas en los ojos. La hermana, confidencialmente, me susurra:"He sabido por mi cuñado que Francesco está muerto. Aún ignoran cómo ha sucedido, pero no sé cómo decírselo a su madre. Lo sé desde esta mañana; los policías me lo han confesado a escondidas". Un grito proviene del pasillo. Corremos en dirección al baño, forzamos la puerta y encontramos a la madre tirada en el suelo, desmayada. Aunque nadie se lo había dicho todavía, una parte de ella sabía que su hijo ya no estaba entre nosotros.Una vez reanimada la madre, nos abrazamos los cuatro: un desconocido con tres herma-nas. En momentos de un dolor tan grande no existen las resistencias que provienen de nuestras falsas personalidades. El dolor baja las defensas y agudiza otros sentidos. En pocos minutos, las tres mujeres sintieron que podían fiarse de mí, permitiéndome entrar en su vida más íntima. Lloramos. Francesco para mí no era nadie y en aquel instante se convirtió en mi amigo más querido, el hermano más cercano, el hijo más deseado.Abracé a la madre, acariciándole el pelo. La miré a los ojos y le comuniqué que debía prepararse para lo peor. Las hermanas se aterrorizaron ante mi revelación, pero la madre, bajando la mirada, las sorprendió diciendo: "Lo sé". Mientras tanto, nuestro tren ya había entrado en la estación de Turín Porta Nuova. • (1)

Todos tenemos amigos, hermanos, hijos... Francesco, mañana, podría tener el nombre de uno de nuestros seres queridos.

Pero, a fin de cuentas, ¿qué es la existencia humana? Francesco, ahora, ¿dónde está?

Para el catolicismo la vida después de la muerte es el momento en el que se afrontan las responsabilidades asumiendo las consecuencias. Si has hecho el bien, mere-ces el Paraíso; si has hecho el mal, el infierno; de otro modo está el Purgatorio, creado por los teólogos para permitirnos expiar los pecados cometidos en la Tierra. La doctrina del Purgatorio, en realidad, se consideró como

dogma en el Concilio de Florencia de 1439.

En el Evangelio tampoco hay una palabra que aluda al Purga-torio como enseña la Iglesia, ni antes se consideraba una alter-nativa. Gracias a esta invención ha sido posible dirigir la recau-dación de fondos para las indulgencias, o mies para las almas del Purgatorio como compensación, y la relativa construcción de la Basílica de San Pedro y de la Ciudad de El Vaticano.

Cada religión tiene una manera diferente de interpretar la vida después de la vida: hay quien cree en la reencarnación; quien cree en un Paraíso hecho con mujeres y jóvenes guapísimos; quien, en cambio, cree en la resurrección en un Reino mile-nario paradisíaco. (2)

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por Giovanni M. Quinti

Las Preguntas Fundamentales

¿EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?

EL CUARTO CAMINO

Page 8: El Cuarto Camino Gratuito

? (3) ¿Sabías que el término "Reino de los Cielos" indica algo muy preciso? ¿Qué, según tú?

En la hermenéutica junguiana la "Rubedo" es el logro de la "Totalidad" La última etapa de la Alquimia, la Obra en Rojo o Dorado, donde se alcanza el "cuerpo de diamante".

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La posición de Gurdjieff en esta cuestión está descrita en el libro Encuentros con Hombres Notables, en el momento en que, hablando con su padre, le hace decir a éste:

«El alma que la gente atribuye al hombre, y de la cual se pretende que, después de la muerte, prosiga una existencia independiente y que transmigre [...] pues bien, yo no creo en ello. Y algo se construye en el hombre durante el curso de su vida, sobre esto no tengo ninguna duda. Me lo explico así: el hombre nace con una facultad gracias a la cual algunas expe-riencias producen en él, durante el curso de su vida, una materia definida, y a partir de esta materia poco a poco se forma algo que es susceptible de conseguir una vida casi independiente del cuerpo físico. Después de la muerte, este algo no se altera junto al cuerpo físico, sino sólo más tarde, una vez que se ha separado de este cuerpo».

(G.I. Gurdjieff, Encuentros con Hombres Notables)

Gurdjieff supone que lo que permanece después de la muerte ha sido construido y hecho crecer consciente-mente durante la vida, y que se separa del cuerpo, dete-riorándose más lentamente. También podemos encon-trar esta idea en los Evangelios, pero sin el concepto del lento deterioro sucesivo, que, sin embargo, es un cuerpo unido, en el caso de Gurdjieff, a la idea evangélica.

El objetivo del recorrido trazado por el Maestro Jesús era el de conocer el Reino de los Cielos. Hoy en día, algunos teólogos interpretan este Reino de los Cielos como el Paraíso, un lugar futuro de serenidad y paz. Y estudiandolos Evangelios nos damos cuenta de que esta visión es superficial y apresurada.

¿Qué es este Reino de los Cielos? Y ¿por qué Jesús predicaba el “Evangelio del Reino”?.(Mt 9:35)

En el Padre Nuestro se afirma: “Venga tu Reino”.

¿Se está hablando del Paraíso o de una vida después de la muerte? (3)

Leamos juntos las palabras de Jesús sobre el Reino de los Cielos, que podrán ayudarnos a entender mejor.

«El Reino de los Cielos esté con vosotros». (Lc 17:21)

Por lo tanto, el Reino de los Cielos es una realidad física interior, pero:

¿De qué realidad estamos hablando? ¿Cómo podemos describirla?

Otros versos podrán ayudarnos a aclarar nuestras dudas:

«El Reino de los Cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas». (Mt 13:31-32)

Jesús se acerca al concepto gurdjieffiano de materia "construida y hecha crecer". Esta fuerza, presente origi-nalmente en forma germinal, se convierte y se transforma en algo diferente.

El Reino de los Cielos es, para los cristianos de los primeros siglos, un proceso físico, y el cuerpo humano, el lugar donde éste se reconoce.

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por Giovanni M. Quinti

Las Preguntas Fundamentales

¿EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?

EL CUARTO CAMINO

Page 9: El Cuarto Camino Gratuito

Elisabeth Kübler-Ross

Elisabeth Kübler-Ross, M.D. (Zúrich,8 de julio de 1926 - Scottsdale, Arizona, 24 de agosto de 2004). Psiquiatrasuizo-estadounidense, una de las mayores expertas mundiales en la muerte, los moribundos y los cuidados paliativos.? (4) Intenta responder tú mismo a esta

pregunta.

?

?

7

Continuemos analizando algunas frases pronunciadas por Jesús acerca de este argumento:

«El Reino de los Cielos es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado».(Mt 13:33)

¿Qué es este elemento externo que debe intro-ducirse en la harina y fermentar? (4)

En casi todas las religiones está presente, pero con nom-bres diferentes. Para los musulmanes es la Baraka, para los cristianos, el Espíritu Santo, para los budistas, la Iluminación. Incluso con alusiones teológicas diferentes (tan diferentes que a alguno de mis lectores le podrá parecer absurdo verlos mezclados), estos elementos procuran un estado renovado de consciencia que trans-forma al individuo y lo regenera.

«Estas substancias pueden introducirse en el orga-nismo desde el exterior, si se sabe cómo hacerlo [...] como una pequeña píldora que contiene todas las substancias que se requieren».

(P. D. Ouspensky, Fragmentos de una enseñanza descono-

cida, pág. 44).

A través de ejercicios específicos y un estilo de vida adecuado, el hombre en el Cuarto Camino construye en sí mismo el Reino de los Cielos; aquel elemento de rena-cimiento que podrá separarse del cuerpo físico después de la muerte. Las experiencias que definen en él dicha "substancia" adecuada son aquellas que abren su cons-ciencia a la visión de la realidad objetiva. Cada vez que consigue fundirse con la mente objetiva, cada vez que viene de aquel secuestro, éste se construye a sí mismo en el otro mundo, redescubriendo el Reino de los Cielos en sí mismo.

¿De qué manera se puede reconocer dicho elemento? ¿Sólo quien entra a formar parte de una escuela de Cuarto Camino lo puede cons-truir correctamente?

Para responder a estas preguntas deseo apoyarme en la experiencia de la doctora Elisabeth Kübler-Ross, médica suiza que durante toda su vida ha acompañado a miles de personas en su momento más importante: la muerte. Según la doctora, un moribundo atraviesa determinadas

fases antes de morir. Estas fases pueden durar días, horas o incluso pocos minutos; todo depende del estado de consciencia y del conocimiento de la propia muerte, del tipo de enfermedad sufrida o de la psicología del mori-bundo.Resumamos estas fases:

1. NegaciónEn la primera fase, elmoribundo se niega a símismo el hecho de estar cerca de la muerte.

2. RabiaEn la segunda fase, éste se opone, lucha en su contra.

3. NegociaciónLa tercera fase se denomina así, pues el individuo empieza a tener contacto con Dios, que puede ser de cualquier naturaleza o tipología. Un ejemplo es el siguiente: "Si me permitieras vivir un poco más, ¡te prometo que dejaré de injuriarte!".

4. DepresiónEn la cuarta fase, el sujeto entra en depresión, que es el preludio de la quinta y última fase.

5. AceptaciónLa quinta fase es la de la aceptación profunda y cons-ciente, en la cual la persona moribunda siente la necesidad de prepararse, aunque sea en soledad,ante la propia muerte.

Alcanzar esta última fase supone haber aprendi-do a "morir bien", tener la fuerza y el coraje de abandonar nuestro cuerpo físico para pasara la experiencia suprema, la más importante para una persona.Y no todos alcanzan la quinta fase.

por Giovanni M. Quinti

Las Preguntas Fundamentales

¿EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?

EL CUARTO CAMINO

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? (5) Cuando te recuerdan tu muerte ¿tiendes aaceptarla o a suplicar?

? (6) ¿Has perdido a seres queridos? ¿Cómo has vivido esos momentos, con rabia o aceptación?

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A lo largo de mi vida he podido colaborar como volunta-rio con diferentes centros especializados que ayudan a diversos tipos de enfermos, con patologías varias y de distintos niveles sociales. En estos años de experiencia me he dado cuenta de que solo unas pocas personas consiguen llegar a la quinta fase. Muchos mueren en una de las fases precedentes.

"¡Todavía tengo mucho que vivir y que experimentar! ¿Por qué Dios se me quiere llevar tan pronto?".

He escuchado frases de este tipo repetidas veces: la muerte es un acontecimiento para el que no estamos preparados, porque presupone una capacidad suprema de abandono. Nuestros estudios, nuestra preparación teoló-gica, nuestras estrategias personales no funcionarán en dicho momento: alcanzar la quinta fase será posible sólo dejándose ir, aprendiendo a fundirse con el todo. Creo que el trabajo sobre nosotros mismos debe ser un ejerci-cio dirigido a que esta quinta fase se realice; un ejercicio anterior, voluntario y deseado.(5)

Trabajar sobre uno mismo es prepararse para morir. Cualquier trabajo que conduzca a esto, de cualquier filosofía o religión, será útil porque en el corazón se reali-za la capacidad de "dejarnos ir". La lucha contra la perso-nalidad, el cariño, la no identificación, el maestro, la escuela, son instrumentos útiles para que el alumno pueda prepararse para la gran lección final.

¿Por qué es tan importante morir en la quinta fase?

Cuando la mente está entrenada para la lucha, cuando es capaz de dejarse ir y ha construido en sí misma un elemento superior que no se identifica sólo con los acon-tecimientos exteriores, vivir la muerte con un nivel de consciencia diferente de los que luchan en contra de ella.Ver morir a alguien con rabia, miedo o negación es una experiencia que permanece impresa en la mente de quien la vive. He visto moribundos maldecir a Dios, pronunciar palabras de odio contra el mundo, morir con la percep-ción de un enemigo a combatir, en la lucha implacable.

Su rabia era elevadísima, ni se les pasaba por la imagina-ción que aquel estado de flaqueza podría transformarse en una posibilidad de crecimiento.

Otros se encerraban en un silencio sepulcral y no desea-ban ver a nadie. (6)

Estoy personalmente convencido de que todos los que mueren con dichas emociones disipan el poder fértil del alma. En cierta manera, ya están muertos antes de morir. El Evangelio nos da el ejemplo de dos ladrones crucifica-dos al lado de Jesús. El primero se burla de él diciendo:

«Si eres hijo de Dios, desciende de la cruz».

El segundo, sin embargo, muere con el reconocimiento de los propios errores, y afirma:

«¿Por qué hablas así? Nosotros somos pecadores, pero a él le han crucificado injustamente»(Lc 23:37-43).

¿Qué distingue a estos dos comportamientos?

El primero está en la fase de la negación, el segundo, en la de la aceptación de sí mismo y de su propio estado. A éste Jesús le responde:

«Hoy tú irás conmigo al Paraíso».

Aquel Paraíso ya lo veía Jesús en los ojos del

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por Giovanni M. Quinti

Las Preguntas Fundamentales

¿EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?

EL CUARTO CAMINO

Page 11: El Cuarto Camino Gratuito

(7) ¿Te estás preparando para afrontar el único momento que no podrás evitar en tu vida?

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Aquel Paraíso ya lo veía Jesús en los ojos del condenado porque, cuando se muere, no se puede ir mucho más lejos de donde uno se encuentra. Cada vez que una persona muere en el perdón, en la apertura y en el amor, se vive una experiencia maravillosa. Se perciben cosas imposi-bles de describir porque reduciríamos su significado. Todavía me acuerdo de cuánto era bonito ir a ver a P., un enfermo de cáncer en fase terminal. A pesar de sus fuertes dolores, tenía para todos una sonrisa y una frase agradable. Él siempre es para mí el ejemplo de qué signi-fica "morir en la quinta fase", en la plena aceptación amo-rosa del límite existencial. Me han contado que, en el momento de su muerte, se percibía un perfume de rosas y una paz profunda en toda la habitación.

Sin embargo, cuando he asistido a la muerte de personas incapaces de perdonar, siempre he visto aparecer un sufrimiento profundo y he tenido la impresión de que éste podría ser un obstáculo en la elevación del alma.

¿Quizá sea el amor el grano de mostaza que debemos aprender a hacer crecer en nosotros?

Querido Francesco, no sé cuánto has amado y perdona-do, cuánto te has conocido a ti mismo. Ni siquiera si durante tu fin has tenido miedo y cuánto has conseguido dejarte ir en las manos de la fría Señora.Sólo espero que te llegue, donde quiera que estés, mi gratitud por haber despertado en mí tanto afecto, a través de las palabras de tu madre, sus lágrimas y sus recuerdos. Espero que te llegue un poco de mi afecto, porque es sólo eso lo que puede vencer a la muerte y superar las barreras de lo eterno.(7)

Hasta pronto, G. M. Q.

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Las Preguntas Fundamentales

¿EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?

EL CUARTO CAMINO

El sueño y el despertar son dos estados vitales que se diferencian por el nivel de conciencia. En el primero, resulta prácticamente inexistente. En el segundo, se marca el inicio de su ejercicio. Ambos, no obstante, no se refieren sólo a la dimensión física de la persona, sino también a su dimensión psicológica y espiritual, que es mucho más determinante. Cuando alguien vive dormido, se convierte en un ser mecánico. Puede gozar de éxito, llamar la atención social, tener una agenda apretada, pero se le escapa lo esencial. Ser consciente constituye otra realidad y se vincula al sentido, que brota en el interior de la persona.

“En el conjunto de los 45 ar tículos que forman este volumen, la reflexión transcurre a menudo, pero no siempre, al hilo del pensamiento de Gurdjief f. Mi enfoque es interdisciplinar y cualquier realidad de la vida cotidiana puede ser un pretexto para la reflexión y el trabajo personal.”

Lluís Serra Llansana

216 páginasPrólogo de Giovanni M. QuintiDiciembre 2010Idiomas disponibles: esp - ita13,50 € (IVA incluido)

Códigos del despertar interiorLa transformación de sí hacia la verdad, el amor y la liber tad.

Lluís Serra Llansana

Ensayo

LaTeca Ediciones www.latecaediciones.com

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¿Existe Dios?Esta pregunta es la más importante de todas. Filósofos, teólogos y pensadores han debatido durante siglos intentando dar una respuesta.

Las opiniones son de lo más dispares: hay quien sostiene que Dios existe, quien no, quien llega a odiarlo por haber creado un mundo caótico y desufrimiento y quien le brinda toda su vida.(1)

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Las respuestas a las preguntas fundamentales

? (1) ¿Cuál es tu posición al respecto?

Dios, ¿debemos creer?por Giovanni M. Quinti

Este artículo está extraído del Cuaderno de Estudio Nº 14

EL CUARTO CAMINO

Page 13: El Cuarto Camino Gratuito

? (2) ¿Qué piensas de esta afirmación de Pascal?

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¿Un alumno del Cuarto Camino tiene que creer en Dios?

Uno de los descubrimientos más importantes que han hecho nuestros lectores, desde los primeros números de estos cuadernos, es que Ouspensky, el alumno más conocido de Gurdjieff, se separó de éste justamente por dicho motivo. Éste, incluso antes de conocer a G., se resistía ante todo lo que estaba mínimamente relaciona-do con el concepto de «Dios»*.

« ...no podía dudar de que hubiera escuelas. Me convencí al mismo tiempo de que las escuelas sobre las que había oído hablar, y con las cuales hubiese podido entrar en contacto, no eran para mí. Eran escuelas de naturaleza francamente religiosa o semi-religiosa y de tono netamente devocional. No me atraían...».

(P. D. Ouspensky, Fragmentos de una enseñanza desconocida, pág. 28).

El señor Gurdjieff tuvo que darse cuenta inmediatamente de las reticencias de Ouspensky sobre este tema. Las percibió, por ejemplo, en un primer coloquio que tuvo con él:

—Pero, ¿cómo estudió usted?—Yo no estaba solo. Entre nosotros había toda clase de especialistas. Cadauno estudiaba según los métodos de su ciencia particular. Luego, al reunirnos compartíamos los resultados que había-mos obtenido.—¿Y dónde están ahora sus compañe-ros?G. guardó silencio durante un tiempo y luego, mirando a lo lejos, dijo lentamente:—Algunos han muerto, otros prosiguen sus trabajos, otros están enclaustrados.Este término monástico, oído en el momento en que menos lo esperaba,me produjo un sentimiento de extraña incomodidad»

(Fragmentos de una enseñanza desconocida, pág. 43).

A pesar de esto, Gurdjieff no tuvo problema a la hora de trabajar con Ouspensky porque en el Cuarto Camino no se pide ningún tipo de “fe” a priori. Su, nuestro, mensaje no está dirigido exclusivamente a quien tiene fe; sino también a quienes no tienen fe y desean hacer un recorri-do experimental en esa dirección. Nuestro ámbito de trabajo es exclusivamente psicológico y, bajo este perfil, la fe se convierte en un hecho completamente personal.

Y entonces, ¿por qué Ouspensky ha tenido la necesidad de separarse de G. justamente a causa de este tema? Porque G. «... EXIGÍA a sus alum-nos que observasen TODOS los ritos Y TODAS LAS CEREMONIAS del Camino Religioso» (Fragmentos, pág. 537).

¿Cómo puede encajarse todo esto con lo que acabamos de afirmar?

El Cuarto Camino no ofrece una respuesta a la pregunta principal de este artículo. En este sentido encaja perfectamente con el pensamiento de Pascal (1623-1662): «no somos capaces de saber ni qué es (Dios), ni si existe... La razón no puede dar una respuesta. Estamos separados por un caos infinito».(2)

No es nuestra intención querer discutir sobre las antiguas cuestio-nes de quién ha creado el mundo, si Cristo volverá por segunda vez o si “Adán fue creado con ombligo”.

Dejamos estos temas a los teólogos y a las opiniones personales de cada uno. Por tanto, desde este punto de vista, el Cuarto Camino no se acerca a la religión, ni se hace las mismas preguntas. Sin embargo, existen aspectos sobre los que el Cuarto Camino y la religión se parecen y algunas de sus escuelas incluso usan ejercicios idénticos a “ceremonias y ritos del Camino religioso”. Intentemos entender el porqué.

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por Giovanni M. Quinti

Las respuestas a las preguntas fundamentales

DIOS: ¿debemos creer en él?

*En el Cuaderno nª13, explicamoslas problemáticas de este tipo,como los códigos incorrectosintroducidos por el Centro de las Primeras Formas (CPF).

EL CUARTO CAMINO

Page 14: El Cuarto Camino Gratuito

? (3) ¿De qué manera pones en práctica el ejercicio del recuerdo de sí? ¿Qué has hecho hasta ahora?

? (4) Intenta hacer este ejercicio mientras lees estas palabras. Imagina que alguien te observadesde el exterior. Levántate y pasea por la habitación, ocupándote de cualquier actividad o manteniendo la atención en este Tercer Punto. ¿Cuáles son tus consideraciones? ¿Qué hasexperimentado?

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Como ya hemos dicho otras veces, el hombre está com-pletamente fragmentado, esclavo de multitud de yoes que le mantienen prisionero y no le permiten ser uno. El Cuarto Camino tiene como objetivo el desarrollo de un Yo estable, central y definitivo. Para alcanzar dicho objetivo usa el “recuerdo de sí”.

«No es sino al comenzar a recordarse a sí mismo cuando un hombre puede realmente despertar. Y entonces toda la vida circundante adquiere para él un aspecto diferente y un sentido diferente. La ve como una vida de gente dormida, una vida de sueño. Todo lo que dicen los hombres, todo lo que hacen, lo dicen y lo hacen en el sueño. Nada de esto puede tener el menor valor. Sólo el despertar y lo que lleva al despertar tiene un valor real».

(Fragmentos de una enseñanza desconocida, pág. 219).

(3)

El recuerdo de sí, y el aumento de ese recuerdo, debería convertirse en la meta central para un alumno del Cuarto Camino. Cuando Ouspensky intentó por primera vez recordarse de sí comprendió que era muy parecido a una «atención dividida» (Op. Cit., pág. 168).

El hombre ordinario pone atención de manera mecánica solo a lo que le rodea o sólo a sí mismo. Esforzándose conscientemente por recordarse de sí mismo, su atención se dirige a la vez al objeto observado y al sí mismo que observa. Durante mucho tiempo éste fue el trabajo de Ouspensky, con él pudo tener numerosas experiencias de despertar.

Sin embargo, la experiencia nos enseña que existen diferentes niveles de recuerdo de sí y que el utilizado por Ouspensky es sólo uno de los niveles iniciales. Acordé-monos, en caso de que fuera necesario, de que el recuerdo de sí debe convertirse en una característica estable del ser. Y para que esto suceda necesitamos nuevas herramientas que puedan incidir fuertemente en el CPF estabilizán-dolo. Sólo así se podrá crear la base sobre la cual elevarse al nivel que Gurdjieff define como “consciencia objetiva” (Op. Cit., pág. 217).

En muchas ocasiones vienen a buscarme alumnos de escuelas ouspenskianas que, después de varios años intentando el recuerdo de sí con el método descrito por O., se quejan porque no consiguen consolidarlo. En estos casos es necesario dejarse ayudar por instrumentos más

evolucionados y ampliamente utilizados en las escuelas.

Un alumno de Ouspensky, Rodney Collin, percibe adecuadamente todo esto; de hecho, escribe en su libro Teoría de las Influencias Celestes:

«El hecho es que aunque sea extraordinariamente difícil dividir la propia atención en dos, es mucho más posible dividirla en tres. Aunque sea extrema-damente difícil acordarse de sí mismo y del ambiente a la vez, puede ser posible acordarse de sí mismo y del propio ambiente ante la presencia de otra cosa... ¿Cuál es este tercer factor que debe recordarse?... Cada persona debe comprenderlo por sí sola...»

El ejercicio del recuerdo de sí en las escuelas adquiere la forma del “recuerdo de Dios”. Y es justamente este punto el que relaciona exteriormente el Cuarto Camino con la religión.

Pero sustancialmente su enfoque es diferente. Mientras el religioso da por descontado que Dios existe tal cual lo percibe o de la manera en que lo presentan las escrituras, el alumno del Cuarto Camino no está seguro de nada. Su objetivo es consolidar el recuerdo de sí y descubre que laimagen de un Dios exterior podrá ayudarlo. (4)

El recuerdo de sí no puede ser sencillamente un esfuerzo cognitivo o sensorial. Para estabilizarse necesita de una proyección exteriorizada, especialmente viva, que le permita elevarse a cualidades más puras. Dios, para el hombre que escoge el Cuarto Camino, tiene que verse e

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DIOS: ¿debemos creer en él?

EL CUARTO CAMINO

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? (5) Escribe en una pizarra o un folio un resumen de los diferentes niveles del recuerdo de sí, intentando penetrar en el sentido profundo, y las diferentes fases. ¿Con qué las relacionas? ¿Qué se te ocurre?

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imaginarse necesariamente fuera de sí mismo, como un ser separado, definido y personal. Solo de esta manera tendrá la capacidad de construir con dicha figura una relación definida, precisa, peculiar, comunicativa. Y es justamente desde este punto donde empiezan nuevas dimensiones de Trabajo. El recuerdo de sí se alimenta continuamente a través de esta relación, que tiene que desarrollarse y estabilizarse según métodos precisos. En este punto del recorrido al alumno no le interesa saber si Dios existe. Sin embargo, sabe que existe un infinito que lo rodea, un tiempo eterno y un espacio sin límites que no puede contemplar por lo que es. Somos seres limitados y, como tales, podemos comprender totalmente sólo lo que se parece a nosotros. Por este motivo, éste limita de manera imaginaria lo que está fuera de su alcance, da forma a lo que “no tiene forma”. Sabe que su idea de Dios es desastrosa y, por eso, nunca sería capaz de verter opiniones religiosas. Sin embargo también sabe que para acordarse de sí tiene que aprender a sentir el infinito que lo rodea y, para hacerlo, fija un punto preci-so que lo represente. El recuerdo de sí mismo no es, como afirma Ouspensky, sencillamente una “doble percepción” de sí mismo y del mundo. Esta técnica está adaptada a quien se encuen-tra en los preámbulos del Trabajo y yo mismo la utilizo cuando conduzco grupos de neófitos.

En realidad existen siete niveles del recuerdo de sí.

Se empieza por hacer que el alumno experimente el recuerdo de sí más fácil de entender para él, durante el período necesario para que se desarrolle en los niveles avanzados. Naturalmente dichas “evoluciones” son consecuencia del desarrollo del alumno, en una condición de “trabajo objetivo” (por este término entendemos un trabajo guiado según los criterios tradicionales: dentro de una cofradía, con un maestro y unos objetivos precisos).

Los niveles del recuerdo de sí son los siguientes:

� El recuerdo de sí en relación con el espacio exterior, dividiendo la atención entre el objeto que observo y yo. (Hombre 1)

� El recuerdo de sí mediante la percepción emocional del mundo que me rodea y yo. (Hombre 2)

� El recuerdo de sí a través de la imagen visualizada de un tercer punto que se diferencia de mí y el mundo. (Hombre 3)

� El recuerdo de sí a través de la construcción de una relación constante y ambivalente entre el mundo que me rodea, el Tercer Punto (Dios) y yo.

� El recuerdo de sí a través de la fusión con dicho tercer punto hasta llegar a observar externamente a mí mismo y el mundo. (Visión objetiva)

� El recuerdo de sí mediante la fusión interior muy profunda con el Tercer Punto (Dios) hasta el total domi-nio de sí mismo del cual deriva la participación conscien-

te en el “juego del mundo”.

� El recuerdo de sí a través de la total percepción de que el mundo, nosotros mismos y el Tercer Punto (Dios) son la misma cosa.(5)

Los “estados de recuer-do de sí” se compene-tran y cada uno es el preludio del sucesivo.

Nos damos cuenta rápida-mente del nivel de recuerdo de sí en el que trabajó Ous-pensky. Después de haber experimentado el primer o quizá el segundo nivel, se derrumbó:

«... sentía que a pesar de todos mis esfuerzos seguía siendo incapaz de recordarme a mí mismo durante el más breve espacio de tiempo. Al comienzo había creído lograr algo, pero después lo había perdido todo...»(Fragmentos, pág. 366)

Cuando G. le propuso un trabajo, a través de la visualiza-ción de un Tercer Punto superior y trascendente, decidió alejarse. En aquella misma ocasión Ouspensky y G. tuvieron una charla que da a entender que G. esperaba el momento para aclarar los pasos sucesivos y la naturaleza

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DIOS: ¿debemos creer en él?

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? (6) ¿Qué es la Tercera Fuerza?¿De qué manera puedes relacionarla con Dios?

? (7) En una ocasión, Gurdjieff dio a un alumno suyo un ejercicio parecido. Tenía que contar de uno a diez y después de diez a uno mientras efectuaba sus tareas habituales. ¿Qué te sugiere un ejercicio de este tipo? ¿Para qué puede servir? ¿Qué resultados pueden obtenerse?

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del Trabajo desarrollado por Ouspensky. Estas “esperas” siempre se determinan por el hecho de que el maestro advierte que el alumno todavía no está preparado para aceptar algún aspecto de la enseñanza por una serie de reticencias personales.

—¿Qué le pasa hoy? —preguntó G.—Ni yo mismo lo sé —respondí—. Comienzo simplemente a sentir que no llegamos a nada, o más bien, que yo no llego a nada. No puedo hablar de los demás. Pero para mí, he cesado de com-prenderle a usted, y usted ya no explica nada, como tenía la costumbre de hacer al comienzo. Siento que de esta manera no lograremos nada.—Espere un poco —me dijo G.—, y pronto tendremos nuevas conversaciones. Comprénda-me: hasta ahora hemos tratado de poner cada cosa en su lugar; pronto llamaremos a las cosas por sus nombres»(Fragmentos, pág. 366)

Ouspensky no consiguió comprender qué quería decir Gurdjieff y se preguntó cómo “dar un nombre a las cosas” podría resolver el punto muerto en el que estaba. En realidad, Gurdjieff estaba utilizando una alegoría para intentar introducir la idea de un nuevo nivel del recuerdo de sí: es decir, mediante el uso de un “nombre”, de una imagen exterior precisa. Cuando el alumno empieza a construir la imagen de Dios fuera de sí mismo visualiza simbólicamente lo que Gurdjieff llama Tercera Fuerza:

«...porque no podemos ver directamente la Tercera Fuerza. La Tercera Fuerza es propiedad del mundo real» (Op. Cit., pág. 90, la cursiva es mía) (6)

En nuestra subjetividad estamos continuamente expues-tos a dos fuerzas: el lobo y el cordero dentro de nosotros, lo moral y lo inmoral, el bien y el mal. En otras palabras, estamos divididos entre el egoísmo y el altruismo, entre el mundo de dentro y el de fuera.

El recuerdo de sí es el instrumento que permite superar dicho conflicto; es la Tercera Fuerza la que te permite trascenderlo. Cuando un alumno del Cuarto Camino empieza a recordarse de sí a través de los primeros dos niveles descritos, comprende que no puede establecerlo sin tener un polo externo desde el cual observarse.

El hombre se cansa mucho más al observarse a sí mismo que a los demás. Sobre este principio construye una lente mediante la cual se mira desde el exterior.

La experiencia, más válida que cualquier teoría literaria, enseña que si el hombre empieza a recordarse de sí mismo recordándose de que Dios camina con él, come con él, lo escucha y lo acompaña en todo momento, adquiere más instrumentos de auto-observación de los que antes disponía. Estos instrumentos son de dos tipos: algunos de naturaleza técnica y otros de naturaleza emo-tiva. El ejemplo de un instrumento técnico es el dirigido dentro de nuestra Cofradía: se ayuda al alumno a conocer los nombres de Dios, en el idioma original, descritos en la Biblia.

Nada más meditar durante un cierto período de tiermpo (y así descubre algunas características fundamentales de la Tercera Fuerza) aprende a “recitarlos en secreto” llamando a Dios con su nombre (”llamaremos a cada cosa por su nombre” dijo G. a O.).

Éste aprende cómo desarrollar un continuo estado de “plegaria”, incluso llevando a cabo sus acciones normales cotidianas. Es decir, una parte de él invoca continuamen-te el recuerdo de sí y lo establece gracias a la fuerte sensa-ción de estar observado desde el exterior por Dios que escucha su invocación y lo alcanza. Esto encaja perfecta-mente con las palabras de Jesús: «Orad siempre» (Lc. 21:36): un consejo muy preciso para establecer el recuer-do de sí. (7)

Cuando el alumno ha hecho de esa figura exterior un elemento definido al que recurre muy a menudo puede utilizar estos instrumentos emotivos, de naturaleza muy potente, inaccesibles en los niveles inferiores del recuerdo de sí.

EL CUARTO CAMINO

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(8) Reflexiona sobre estos dos últimos planos eintenta “sentir” el significado.

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Puede parecer extraño, pero cuanto más camine un hombre hacia lo Real, más ayuda recibe. Las grandes dificultades están al principio del camino. Esto se confir-ma por las Sagradas Escrituras (que para nosotros son un “texto técnico” de trabajo sobre sí mismo completamente extraordinario, fiable y verificable):

«Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.».(Lc. 19:26)

Cuando un alumno ha establecido su percepción de Dios, para incrementarla, puede empezar a comunicarse espontáneamente con Él, a buscar su compañía. Es decir, puede empezar un maravilloso proceso de enamora-miento de Dios.

Acompañado por un amor tan penetrante, el recuerdo de sí nunca más podrá ser un fenómeno esporádico. Éste es el punto de no retorno y el ascenso es seguro y conse-cuente. En este nivel el alumno tiene experiencias que dejan de ser subjetivas. Suceden en él y a su alrededor acontecimientos extraordinarios, “milagrosos” y objetivos. Empieza a comprobar que dicho Dios “imaginado”, “pensado” y “construido” tiene su correspondencia supe-rior y objetiva. Comprende que existe una conexión muy estrecha entre el cosmos psíquico y el exterior; que la construcción del Amo del universo interior (el yo) le pone en contacto con el “Amo del Universo exterior”. (8)

Sin embargo, resulta inútil hablar de esto ahora, caería-mos en el error de hacer suposiciones sobre cosas que no conocemos. El propio Gurdjieff evitaba hablar de lo que solo puede vivirse o experimentarse. El Cuarto Camino es experiencia, no teoría. Muchas veces el señor Gurdjieff habla indirectamente de los diferentes niveles del recuer-do de sí y del uso de la imagen divina como instrumento máximo para establecerlo.

Un ejemplo de esto lo encontramos en su libro La Vida es Real sólo cuando Yo Soy. El propio título del libro tiene más niveles de significado (siete). Uno de ellos es «La Vida es Real sólo cuando Dios» porque “Yo Soy” en hebreo se traduce He he ye, que es la raíz de muchos nom-bres divinos. Y no solo eso, cuando Dios se presenta a Moisés, quien le pregunta cuál es su nombre. Éste responde:

«Les dirás esto a los hijos de Israel: EL YO SOY me ha mandado a vosotros». (Es. 3:14)

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En el libro de Gurdjieff existe una breve parte en cursiva por motivos extraños e injustificados. Gurdjieff afirmó que de algunos textos escritos por maestros del pasado sólo algunas líneas o páginas eran válidas y que todo lo demás estaba escrito solo para interesar a los insulsos o vagos. Solo quien tenía las claves correctas de lectura habría encontrado lo importante y desechado lo demás.

¿Y si Gurdjieff también hubiese adoptado un método similar?

Invito al lector a recuperar dicho libro y a encontrar la parte anteriormente citada. Probablemente encontrará muchas conexiones con lo que hemos escrito hasta ahora y, quizá, también podrá comprender cuál era la posición de Gurdjieff en nuestra pregunta inicial. •

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Ediciones

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Exégesis gnóstica de las cartas paulinas

ELAINE PAGELSAutora de Los evangelios gnósticos

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Investigaciones del Sistema de El Cuarto Camino

¿Por qué empezar a TRABAJAR SOBRE SÍ?por Anna Di Giandomenico

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Poco tiempo atrás, una persona que me conoce en profundidad me escribió diciendo:“Entristécete solo porque la vida es nostalgia, y habrá un final para tus días… este es el único dolor que vale la pena”.Esta invitación a poner el foco de atención en la realidad de la muerte física, para cuestionarme mi vida presente, me ha llevado a recordar cuando de pequeña me preguntaba por el sentido de la vida.

“¿Es posible que la existencia se desarrolle como la trama de una película ya conocida, entre escenas cotidianas de la vida profesional, afectiva, lúdica...? ¿Existe una meta que debamos alcanzar? ¿Cómo puedo realizar mi ser? ¿Qué sentido tiene el dolor?” (1)

? (1) Intenta contestar tú mismo a estas preguntas.

EL CUARTO CAMINO

Este artículo está extraído del Cuaderno de Estudio Nº 7

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(2) ¿Cuánto es importante, según tú, el grupo de trabajo?

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¿Cómo vivir bien la única vida que me ha sido dada?

Se me concedió una única posibilidad de jugar esta existencia, una preciosa posibilidad que no debería malgastar. La incapacidad de contentarme con esta especie de déjà vu me empujó en una búsqueda ince-sante, que ha desembocado en el descubrimiento del verdadero sentido de mi vida. Anhelaba dejar con mi existencia una huella, como la estela que deja un avión en el cielo cristalino de la mañana, o como el perfume del agua de rosas...

Pero ¿cómo llegar a imprimir con mi ser esta imborrable huella? ¿Cómo evitar contentarme con el “ir tirando”, venir a este mundo y morir dejando tras de mí tan solo algunas flores, algu-nas lágrimas de quién me ha amado, para ser luego, muy pronto, olvidada?...

He sentido la necesidad de trabajar sobre mí para aspirar a una transforma-ción, para realizar mi auténtico Ser.

El trabajo sobre sí puede ser comparado al de un minero, que perfora y escaba en la roca con tal de extraer minerales preciosos. ¡Cuánto trabajo para escavar, eliminando estratos y más estratos de material ordinario, para poder llegar a donde se encuentran los filones de oro, en el vientre profundo de la tierra...! Por analogía podemos comprender el modo y el sentido del trabajo sobre uno mismo. Cada aspecto de nosotros constituye la materia prima de la evolu-ción personal. La parte negativa de mí, aquella mecánica, reactiva, la que siem-pre me obstaculiza, la que me impide crecer, desarrollarme, es la materia prima del trabajo sobre mí.

Emprendo este trabajo, con la guía de alguien que ya ha evolucionado –sin una dirección es imposible conseguir un verdadero cambio– y con la ayuda de otros compañeros de viaje que han tomado, junto conmigo, la decisión de trabajar, realizando esfuerzos sistemáti-cos para conseguir otra existencia, he iniciado un camino preciso. De hecho,

es casi imposible trabajar solos, son los otros los que nos hacen de “espejo”, mostrándonos los puntos a modificar y proporcionándonos un material precioso para trabajar en nosotros. (2)

Me vienen en mente mis primeros intentos de apren-der a practicar esquí de fondo en la montaña, fue hace

muy poco. Tuve que aprender, en primer lugar, a mantener el equi-librio sobre los esquís, que se deslizaban solos sobre las huellas ya dejadas en la nieve; tuve que afrontar el miedo que me provo-caban aquellas escarpadas baja-das que requerían gran habilidad para no resbalar de culo; y apren-di a levantarme de nuevo tras cada caída... Todo un ejercicio que requiere concentración y esfuerzo, y que me dio la posibi-lidad de aprender algo nuevo y descubrir paisajes de gran belleza.

El camino del trabajo sobre sí se basa justamente en la capacidad de hacer esfuerzos conscientes y constantes, acompañados de la facultad de sufrir voluntariamen-te, para no desistir en la obliga-ción requerida, para no detenerse ante las dificultades creadas por la parte pasiva y reacia a todo cambio y la multiplicidad de nuestros yos.

He experimentado que cada nuevo conocimiento sobre uno mismo es generado, o viene acompañado, por el dolor de las miles de muertes necesarias de los diversos yos que lo animaban. De otra manera no habría existi-do el espacio para el frágil brote de mi parte más esencial que está desarrollándose. Pensemos por ejemplo en una vela, donde la mecha arde a expensas de la cera que debe consumirse… Sin este

Investigaciones del Sistema de El Cuarto Camino

por Anna Di Giandomenico¿POR QUÉ EMPEZAR A TRABAJAR SOBRE SÍ?

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EL CUARTO CAMINO

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? (3) ¿Estás dispuesto a “sacrificar” alguna cosa de ti para crecer espiritualmente?

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sacrificio, la luz de la conciencia y del conocimiento que produce el cambio no resplandecería. (3)

¡Cuántas veces en el trabajo he podido ver con claridad mi nulidad, mis mezquindades y debilidades de todo tipo! ¡Cuántas veces he experimentado, de forma eviden-te, las luchas internas entre mis distintos yos, que se alternan y se combaten, perdiendo así la ilusión de ser una interiormente, segura y siempre coherente! ¡Cuántas veces me he sentido presa de emociones contradictorias respecto a situaciones externas o internas que no era capaz de manejar, debatiéndome inútilmente en el intento de llegar a decidir conscientemente cuestiones cotidianas o elecciones que necesariamente debía hacer. ¡He verificado que, si en un momento estaba completa-mente segura respecto a la elección que debía hacer, poco después era atraída por la opción opuesta y un instante después por otra aún más distinta!

Cuanto más deseaba escapar de las arenas movedizas de mi interioridad, más me hundía. En contraste con esto, he experimentado siempre la influencia benéfica de mi guía, que me ayudaba a avanzar en el trabajo de forma-ción de un Centro Permanente en mí. Sin fijar conti-nuamente mi atención en ese único Centro, soy como una rueda que gira borracha de derecha a izquierda. La construcción de este Centro en mí, da significado a mis obras y a mi relación con los seres y las cosas. De otra manera todo se desvanece y dejo de entender por y para qué vivo.

Hace algunos meses, tras años de duro trabajo, en un momento en que me parecía haber perdido el sentido del trabajo mismo y, sobre todo, el sentido de mi propia vida,

leí un pasaje de un libro, el cual me devolvió el significado profundo de mi existencia, de mi trabajo y también de mi dolor:

«La vida nos es dada para una meta elevada, y todos juntos estamos obligados a servirla: en eso está nuestra razón de ser, y el sentido mismo de nuestra vida. Todos los hombres sin excepción son esclavos de esa “grandeza”».

G. I. Gurdjieff, Relatos de Belcebú a su nieto, Ed. Sirio, p. 898

Entonces volví a comprender de forma completamente nueva que el objetivo elevado, el cual todos los hombres estamos llamados a cumplir, es justamente el objetivo de la transformación personal, de la realización de la parte divina de nuestro ser. Gurdjieff seguía escribiendo:

«El hombre, ¡qué grandioso suena! La palabra hombre significa por sí misma “corona de la creación”. Pero ¿les corresponde realmente este título a los hombres contemporáneos? Y, sin embargo, es muy cierto que el hombre debe ser la corona de la creación, ya que en él hay todas las posibilidades de adquirir datos exactamente semejantes a los del Realizador de todo cuanto existe en el Universo. Para tener el derecho de llamarse hombre, hay que serlo. Y para serlo, nos es necesario, ante todo, con una perseverancia infatigable y un impulso de deseo inextinguible de todas las partes distintas e independientes que constituyen nuestra presencia general […]trabajar para adquirir un completo conocimiento de nosotros mismos, luchando a la vez, sin descanso, contra nuestras propias debili-dades subjetivas…»

G. I. Gurdjieff, Relatos de Belcebú a su nieto, Ed. Sirio, p. 884

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? (4) Antes de continuar con la lectura trata tú mismo de responder a esta pregunta.

? (5) Comentar juntos la historia que acabáis de leer. ¿Qué significa para cada uno de vosotros? ¿Cuántas intuiciones os sugiere?

?

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Llegados a este punto, alguien se preguntará:

¿Dónde encontrar la llave para adquirir un conocimiento completo de la propia existencia? (4)

Leamos ahora una interesante historia jasídica titulada Allí donde se encuentra.

«A los jóvenes que venían a él por primera vez, Rabbi Bunam les contaba normalmente la histo-ria de Rabbi Eisik, hijo de Rabbi Jekel de Craco-via. Tras años de dura miseria, los cuales no habían sacudido su confianza en Dios, recibió en sueños la orden de ir a Praga para buscar un tesoro escon-dido bajo el puente que conducía al palacio real. Cuando el sueño se repitió por tercera vez, Eisik se puso en camino y llegó a pie a Praga. Pero el puente estaba vigilado día y noche por los centinelas y él no tenía el valor de ponerse a cavar en el lugar indicado. Aun así, volvía al puente todas las maña-nas rondándolo hasta que caía la noche. Finalmente el capitán de la guardia, que había notado su ir y venir, se le acercó y le preguntó amigablemente si había perdido alguna cosa o si estaba esperando a alguien. Eisik le contó el sueño que lo había empujado hasta allí desde su lejana tierra. Y en ese momento el capitán se echó a reír:“¡Y tú, pobrecito, por tener un sueño, has venido hasta aquí caminando? ¡ja ja ja! ¡Estás listo si te fías de los sueños! Si fuese así también yo tendría que haberme puesto en camino, obedeciendo a un sueño que me decía que fuera hasta Cracovia, a casa de un hebreo, un tal Eisik, hijo de Jekel, para buscar un tesoro debajo de una estufa. ¿Bromeas? ¡Ya me veo entrando y destrozando todas las casas de una ciudad en la cual la mitad de los hebreos se llaman Eisik y la otra mitad Jekel!” Y volvió a reír nuevamente. Eisik se despidió de él, volvió a su casa y desen-terró el tesoro con el cual construyó la sinagoga a la cual llamó Escuela de Reb Eisik, hijo de Reb Jekel. Recuerda bien esta historia –añadía el Rabbi Bunam– y recoge el mensaje que contiene: hay

algo que no puedes encontrar en ningún lugar del mundo, y sin embargo, existe un lugar en el cual lo puedes encontrar.» (5)M. Buber, Cuentos Jasídicos.

Añado un fragmento del interesante comentario de Buber a la historia:

«Hay una cosa que se puede encontrar en un único lugar del mundo, es un gran tesoro, al cual se le puede llamar la realización de la existencia. El lugar en el que se puede encontrar este tesoro, es el lugar en el que nos encontramos. La mayor parte de nosotros alcanza solo en raros momentos la plena conciencia del hecho de que no saboreamos nuestra existencia, que nuestra vida

no participa de una existencia auténtica, completa, que es vivida, por así decirlo, al margen de la verdadera existencia. Sin embargo no dejamos nunca de advertir la carencia, nos esforzamos siem-pre, de una manera o de otra, por buscar en algún lugar aquello que nos falta. En alguna parte, en una zona cualquiera del mundo o del

espíritu, en cualquier lugar menos allí donde estamos, donde hemos sido puestos: pero es justamente allí, y en ningún otro sitio, donde se encuentra el tesoro. En el ambiente que considero mi ambiente natural, en la situación que me ha tocado en suerte, en aquello que me sucede día tras día, en aquello que la vida cotidiana me exige: justamente en esto reside mi deber esencial, allí se encuentra la realización de la existencia que está a mi alcance... Es aquí, en el lugar preciso en el que nos encontramos en el cual se trata de hacer resplandecer la luz de la vida divina escondida.»

EL CUARTO CAMINO

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Martin Mordechai Buber 1878 – 1965:

El pensamiento de Buber constituye un aporte al amanecer de un nuevo humanismo. En contra de un mundo que se ha vuelto inhabitable para el hombre, Buber vio necesario resaltar los valores fundamentales de la vida humana y contribuyó a marcar claramente el origen y el destino de toda la existencia humana. La solidaridad, el respeto por el otro, la tolerancia, la no discriminación y el amor por el prójimo son aquellos valores indispensables que los seres humanos deben recuperar para alcanzar su destino: la comunión con Dios.

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? (6) Comentar lo que acabáis de leer. ? (7) ¿Qué piensas hacer para iniciar un camino hacia la unidad? ¿Qué elecciones piensas que pueden ayudarte? ¿Cómo empezar?

20

En el prólogo del texto citado, el autor señala que «el hombre para su crecimiento y para alcanzar la autenti-cidad debe sobre todo volver a sí mismo...»

Ir hacia sí mismo, reencontrarse a sí mismo, alcanzar el propio destino, volver a su fuente... El hombre debe hacer de su vida un camino, respondiendo a la pregunta: ¿Dónde estás? Sin tratar de esconderse ni caer en la infravaloración. En esta primera etapa esencial se nece-sita tomar conciencia de que delante del hombre hay un camino particular, el suyo propio...

En el transcurso del camino, gracias a la determinación y a la fidelidad, para el hombre es posible alcanzar verdaderamente una unificación de todo su ser, cuerpo y espíritu. El hombre es un ser dividido, contradictorio, complicado, pero puede conocer el milagro de la unión poniendo la propia voluntad en sinergia con la fuerza divina que yace en su profundidad. Solo el hombre unificado puede realizar la entera obra y no poner parches…

Entonces es necesario para realizar la gran obra, partir de sí mismo, transitar el camino de retorno y por tanto dirigirse a los otros hombres con la conciencia de que un auténtico hombre contribuye a la transformación del mundo solo a través de la propia transformación.»

E. Bianchi, Prefacio, en M. Buber, Il Cammino dell’uomo, Ed Qiqajon, Comunità di Base Magnano, 1990, pág. 8-9-10.

(6)

Concluyo este artículo refiriéndome a la intensa expe-riencia vivida recientemente, tras haber practicado esquí de fondo por primera vez, pues hace referencia a algunos pasos ya tratados en el artículo y expresa el corazón del traba-jo sobre sí.

“Un domingo por la tarde practiqué por primera vez esquí de fondo junto con dos amigas expertas. Estábamos en una pista en la ladera de una montaña, desde la cual el paisaje era de una belleza tal que quitaba el aliento. Ha sido bellísimo aprender a mante-nerme en equilibrio sobre los esquís; vencer el miedo que

me producía el solo pensar en la empinada bajada; efectuar descensos que requerían de una gran habilidad para no resbalar y caer de culo; levantarme tras cada caída, reemprendiendo el camino con tenacidad... Todo un ejercicio que requería concentración y esfuerzo, pero que me daba también un gran placer: estaba en contacto con la naturaleza y me esforzaba por aprender algo nuevo. ¡Estupendo!

Después, ya sin los esquís, todavía embriagada por la experiencia, nos hemos sentado sobre la nieve, para leer algunas páginas interesantes sobre la importancia de vivir el presente con todo el ser, que más allá de de permitirnos saborear la vida en todos sus matices, nos prepara también a la muerte.

De pronto me ha invadido la realidad de la muerte, no solo un pensamiento, sino la conciencia profunda de esta realidad: de repente un sentimiento de intensa nostalgia de la vida, de los árboles, de la nieve, de las relaciones, de todo... Nostalgia de los momentos vividos que no volverán más, del amor que ya no puede ser dado... Un dolor agudo y a la vez leve me ha invadido, lo he sentido con todo mi ser... Rápidamente el alma se ha puesto en pie, advirtiendo la caducidad de cada realidad humana y a la vez su preciosidad... Se ha orientado al ahora, llegan-do a ser más presente a sí misma y a Dios”. •(7)

EL CUARTO CAMINO

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Querido Giovanni,Una de las cosas que me preguntó en nuestro primer encuentro era cómo estaba con mi compañero. Le contesté que estábamos muy bien juntos y que cada uno respetaba la vida espiritual del otro. Sin embargo, ahora las cosas están cambiando. La realidad es que no alcanzo a vivir muy bien mi presente con él. Estoy asistiendo al progresivo agotarse de nuestro estar juntos. Estamos creciendo a través de distintos cami-nos, se reducen los momentos que compartimos, se enturbia el contacto físico y el amor permanece en el aire, como una sensación melancólica que no se alcanza. Ambos parecemos conscientes de cuanto sucede, pero no somos capaces de hacer nada para acercarnos. Dos columnas del mismo templo. En este momento no siento el templo, no vivo la participación, sino la exclusión. No me siento amada y no soy capaz de amar. Cuando me “recuerdo de mí” y me observo, a la vez me doy cuenta que mi estar mal está fuertemente ligado al hecho de pensar solo en mí, de sentir solo mis necesidades, mis expectativas, mis deseos de amor. El recuerdo de mí, sentir el infinito sobre mí, me llevan al otro. La insatisfacción lleva la atención solo sobre mí. Y así me lleva la atención solo sobre mí. Y así entro en rabia porque no obtengo la atención de aquel al que digo amar. Como una niñita quiero sentirme mimada, apre-ciada y animada, si no lo siento me vuelto antipática, enmudezco y así hago saber al otro que estoy mal… se sobreentiende que por su culpa. Me niego, me retiro como algo precioso que debe ser conquistado. Como ve, vuelvo a presentarle lo peor de mí, mis pequeñeces. L.

Querida amiga,Las historias de amor, nuestras historias, son lo que mejor cuentan aquello que somos. Tenemos tanta necesidad de ser amados, de ser mimados, cuidados, animados. Tene-mos necesidad de una persona que nos estime y nos diga “eres grande, valiente, luminoso/a, Te Amo”. Y luego espe-ramos que no nos traicione, esperamos que sea siempre coherente con aquello que dice, esperamos que sea un ejemplo para nosotros. En otros momentos, en cambio, decimos que no tenemos necesidad de nada y presumimos de poder seguir adelante solos. “Si mi pareja quiere seguir conmigo debe aceptar mis reglas”. Pero la verdad es muy distinta. Todos nosotros esperamos lo mismo. Esperamos que alguien nos ame. Mire a su alrededor: la persona que tiene al lado, su vecina, su compañero de clase, su colega en la oficina. Esperan

todos lo mismo: la caricia de alguien del cual puedan fiarse. A fin de cuentas sobre esta base se funda el marke-ting, la publicidad, el comercio. Para superar esta carencia debes rodearte de todo: de un gran coche, de una gran casa, de un gran poder… que sea suficientemente grande para tu vacio. Este es nuestro más terrible fantasma. Pero no podemos dejar de rendirle cuentas, es él el siniestro contable que nos sigue siempre. Podemos fingir no verlo, fingir que no existe. Un amante después de otro, una historia después de la otra nos ayudarán a aplazar la cita. Hasta que no demos un “stop” consciente a todo esto. Necesitamos aprender a amar y a hacer de esto el objetivo supremo. Todos esperan amor y nadie da el primer paso en la dirección de darlo. Todos tienen miedo de ser heridos y nadie tiene el coraje de dejarse herir. Amar y acercarse a aquella herida que aún hoy sangra. Decidir trabajar sobre sí mismo quiere decir empezar a cambiar la ruta. Quiere decir romper el vidrio que esconde el timbre de alarma y ser los primeros en amar. Amar a pesar de la traición, amar en cualquier caso. Llevar un Amor que no es el nuestro, sino que es el amor de un amor más grande. El pensamiento de Dios que me ama no solo me es útil, me es indispensable. Siento su caricia, su abrazo y esto me basta. Porque la caricia de Dios es la caricia del infinito que nos rodea. La caricia del sol en el ocaso, la caricia del agua que moja nuestros pies en la orilla de un río, la caricia del perfume de una flor que al alcanzarnos, nos alegra. Estoy haciendo que esto me baste, y le aseguro que este “bastar” no es poco. Es mucho más que mis miserias y mis contradicciones. Un cariñoso saludo. •

Giovanni Maria Quinti

Querido Sr. Quinti, He asistido a alguna de sus conferencias y sé que su escuela insiste mucho en la importancia del mae-stro físico, con respecto a lo cual, no le escondo mi perplejidad. Tengo la sensación de que el pretexto del maestro sea un arma de doble filo basada en la necesidad del hombre de sentirse parte de una manada y de tener un jefe al cual confiar la propia vida, evitando así asumir la propia responsabilidad. Es cierto que puede ser útil al principio tener un guía, pero un maestro que no lleva al contacto con el propio maestro interior, que está oculto en cada uno de nosotros, no es un verdadero maestro. Un verdadero maestro, si fuese tal, debería, a cierto punto, empujar al alumno a separarse de él,

Envía tu pregunta: [email protected]

Responde Giovanni Maria

C

Relación de pareja y Recuerdo de sí

El maestro ¿Es necesario liberarse?

22 EL CUARTO CAMINO

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LAS CARTAS DE LOS BUSCADORESC

también aunque éste fuese reticente, aunque fuera necesario sacarlo a patadas de la silla (se dice que Gurdjieff lo hizo con De Hartmann) y no retenerlo. Me gustaría saber cuál es la postura de vuestro Instituto al respecto. Un saludo cordial. P. F.

Querida Amiga,Le agradezco su pregunta, la cual me permite afrontar un tema realmente importante: “La relación entre maestro y alumno”. En todas las tradiciones, ya sean orientales u occidentales, la relación maestro-alumno es la base sobre la cual tiene lugar la transmisión de la enseñanza: desde el sufismo al zen, desde el monacato cristiano al tibetano, vemos que se puede alcanzar la madurez espiritual gracias a la presencia de alguien que nos sostiene en dicho proce-so. Aquí, por tanto, no estamos poniendo en discusión la importancia de la ayuda que un verdadero maestro puede dar a la vida espiritual de una persona, aquello que debe-mos discutir, sin embargo, es cómo esta figura es entendi-da por la mayor parte de la gente. Cuando usted me dice que un maestro es un “jefe de manada”, alguien a quien “confiar la propia vida”, está representando un concepto del todo equivocado sobre la figura y la utilidad de un maestro. Naturalmente aquí estoy hablando de alguien que realmente ha alcanzado un estado superior de conciencia, no de un charlatán (y desgraciadamente, como también Cristo pronunció en el Evangelio, hoy existen muchos que se jactan de ser profetas y maestros, cuando en realidad no lo son). Un charlatán seguramente podrá ser feliz viendo cómo algunos seres humanos se entregan a él, y con ellos, también sus haberes, porque podría ser completamente esclavo de su necesidad de control, de dominio, de poder. Este tipo de individuos son personas que viven un gran malestar psíquico, estando todavía anclados totalmente a una fase psicológica de tipo narcisista, que les induce a presentarse como seres perfectísimos e infalibles que aman rodearse, no de seres humanos, sino de pobres esclavos que brillan solo a través de la luz que ellos refle-jan. Son personas fuertemente incómodas, que sufren importantes problemas de relación y que son capaces de entrar en contacto con el otro solo cuando lo perciben como de “una clase inferior”, porque un igual desencade-naría el irresuelto sentimiento de inferioridad que tanto buscan esconder, también a sí mismos (a este objetivo sirven también los “alumnos” que deben crecer más numéricamente que cualitativamente). Si descartamos momentáneamente este tipo de personas de nuestro discurso, entonces podremos darnos cuenta de que un verdadero maestro no tiene ninguna intención de “tomar las riendas de la vida de sus alumnos”. Más bien enseña al alumno, dándole instrumentos de naturaleza

espiritual, a convertirse en protagonista de la propia vida, descubriendo la sólida base sobre la cual poder construir una nueva identidad, fortaleciéndose. Un verdadero maestro enseña a un joven discípulo que existe un “sentido oculto en el corazón de las cosas” y que para escucharlo, para conocerlo y poderlo seguir se necesi-ta emprender un viaje hacia sí mismo, un viaje a menudo difícil, largo y extenuante. Cuando el alumno empieza a dirigirse hacia este camino de autoconocimiento, obra una serie de conquistas interiores que dan un nuevo valor a su vida. Entonces comprende la importancia del sentido del viaje que ha cumplido (gracias a la presencia del maes-tro y de los compañeros de viaje, pero sobre todo gracias a su esfuerzo) y se vuelve capaz de dar un sentido “altruista” a aquel trabajo, que al inicio, era todo interior y personal. Cuando esto pasa, si ha sido capaz de superar los numero-sos obstáculos que se encuentran en el camino de autoco-nocimiento, no sucede aquello que él preveía en su cortés misiva. No hay ya ninguna separación entre maestro y alumno. Más bien, el alumno se transforma en maestro, es decir, hay una unión profunda entre ellos. En aquel momento, el alumno, enriquecido por su identidad espiri-tual y por la Conciencia de sus Orígenes, es capaz de liberarse de su atávico egocentrismo, que inicialmente lo inducía a trabajar solo para sí mismo. Tiene entonces la capacidad de comprender, justamente gracias a la nueva identidad, que no existe ninguna diferencia entre él y los otros y que si desea continuar su viaje (porque jamás se deja de aprender, pues hasta el maestro más experto es solo un ingenuo alumno ante el Maestro de Maestros) deberá hacer igual que su tutor espiritual ha hecho con él: enseñar con amor, paciencia, espíritu de sacrificio, atención y Recuerdo del Camino que conduce a la Vida y a la Verdad. Entonces, sirviendo a sus hermanos humanos según su carisma y su estilo, conocerá el sentido último de su Viaje… Saludos cordiales. •

Giovanni Maria Quinti

Soy un chico homosexual y seropositivo desde hace siete años, cuatro de los cuales, los primeros, en trata-miento. En este momento estoy bastante bien física-mente, aunque de tanto en tanto algún índice hace el tonto… Desde hace algún tiempo frecuento, y me he enamorado, de un chico de veinte años. Hacía tanto que no sentía tantas emociones en el corazón, me sentía más que árido… apagado. Pensaba que no debía amar más, que no podía amar más. Y lo he encontrado a él… Muchas veces, en estos siete años he tenido relaciones y siempre he avisado a mis com-pañeros de mi situación, obteniendo distintas respues-

Amor y enamoramiento

23 EL CUARTO CAMINO

Page 26: El Cuarto Camino Gratuito

LAS CARTAS DE LOS BUSCADORESC

tas, pero nunca me importaban demasiado sus opiniones, me bastaba estar en paz con mi concien-cia. Ahora es distinto: a él lo amo. Lo amo con locura y de hecho estoy enloqueciendo. No hemos tenido relaciones completas, afortunadamente, porque nunca ha pasado, y si pasase tomaría las debidas precauciones, pero son todas las otras miles de cosas las que me taladran la conciencia, las que no me dejan dormir, y mi pequeño pueblo de linfocitos se está convirtiendo en un pueblo de emigrantes. Me queda solo amar… tal vez.

Enamorarse es realmente una experiencia extraordinaria. No obstante, a veces, nuestras experiencias amorosas no nos ayudan a entrar con mayor dulzura dentro de noso-tros, a vernos por aquello que somos, a compartir aquello que somos, a abrirnos totalmente. A veces, por una nece-sidad sexual, por una atracción fatal, por una necesidad de afecto especial o solo porque nuestro compañero tiene 20 años, un rostro bonito, un bello cuerpo y nos provoca tanta pasión, nos olvidamos de que el amor viene justa-mente después: acabada la pasión, acabado el bello rostro, acabado el infinito deseo del otro. Entonces y solo enton-ces asoman la cabeza los verdaderos sentimientos, aque-llos de los cuales ambos tenemos verdadera necesidad. Sin embargo, es normal que suceda esto, como esta necesidad raramente se satisface, nos detenemos, conformándonos con un fuego que al menos nos da algo de calor. ¿Aunque sea fatuo qué importa? Lo importante es vivir, o tal vez, lo importante es tomar el calor de cualquier fuente que lo desprenda, al menos un poco, en este gran frío. Pero no es esta su situación ¿verdad? ¡Ahora se ha enamo-rado! El viento del amor verdadero ha abierto sus puertas permitiéndole conocer el deseo de vivir, de convivir, de estar con el otro. Viva todo esto profundamente, hasta el final. Pero recuer-de que el amor viene justo después, cuando agotado el entusiasmo usted lo mirará a la cara y le confesará que es seropositivo. Será como la vida para un adolescente lleno de sueños y de alegría: le mostrará que existen infinitos silencios dentro de usted. Le mostrará que existe no solo mucho dolor o mucho miedo, sino también la conciencia de algo extraordinario, de que la vida se vive cada día, tomándola momento a momento, sin proyectarse dema-siado en un mañana que no nos pertenece. La única cosa que permanecerá cuando decida que ha llegado la hora de descubrirse, serán las raíces de su relación. Si son firmes, sanas y fuertes, su relación, muy probablemente, durará mucho tiempo. Si no lo son, no tenga miedo de mirar a la cara a la verdad. Es mejor ver la vida tal como es que vivir sueños imaginarios que se desharán al mínimo despertar. Le deseo lo mejor. •

Giovanni Maria Quinti

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Cuando en una ocasión se le preguntó a Ouspensky si tenía la intención de publicar sus lecciones respondió: “¿Para qué? Lo más importante no son las lecciones sino las preguntas y las respuestas”.Entre los años 1928 y 1945 Ouspensky participó en muchos encuentros en los que ofreció respuestas detalladas a las preguntas de sus estudiantes, sin importar que estas fueran profundas o ingenuas. A través de este continuo proceso de definición y redefinición Ouspensky comunicó la riqueza de su conocimiento y una clara exposición del sistema que había ideado, para beneficio de sus oyentes y, ahora, de sus lectores. Este libro es una ordenada exposición de extractos literales de estos encuentros.Por la precisión y la agudeza de sus respuestas Ouspensky destaca como uno de los oradores y escritores más profundos e influyentes de nuestro tiempo.

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