El cuento y las artes plásticas. Anastasio de los Onesti

8/3/2019 El cuento y las artes plsticas. Anastasio de los Onesti

1/20


2/20

2011 Antonio Garca MegaEl cuento y las artes plsticas. Anastasio de los OnestiAngarmegia: Ciencia, Cultura y Educacin. Portal de Investigacin y docenciahttp://[email protected]

Imgenes utilizadas en la portada:La historia de Nastagio degli Onesti Tabla de Sandro BotticelliPgina primera de cuentoNastagio degli Onesti,del manuscrito delDecamern conservado en la Biblioteca Nacional de Francia.Pars.
http://angarmegia.com/http://angarmegia.com/mailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/es/legalcode.eshttp://www.safecreative.org/work/1110240369399mailto:[email protected]://angarmegia.com/


3/20

El cuento y las artes

plsticas

Anastasio de los OnestiGiovanni boccaccio

Notas y recursos didcticos para la clase de Literatura

Una propuesta deAntonio Garca Mega


4/20


5/20

El presente documento forma parte del proyecto del Portal de Educacin yDocencia Angarmegia, Ciencia, Cultura y Educacin (http://angarmegia.com).Propone algo ms que unos apuntes para orientar a nuestros alumnos de Educacin

Secundaria en sus estudios sobre el tema.El proyecto dispone tambin de vdeos relacionados y de actividades

interactivas para mejorar y reforzar las adquisiciones.Los vdeos estn localizables en la seccin Vdeos del Portal o en el Canal

Angarmegia de YouTube. Las direcciones son: Vdeos en el Portal: http://angarmegia.com/videos.htm Angarmegia en YouTube:http://www.youtube.com/user/angarmegia Las actividades interactivas se encuentran en la seccinRefuerzo al estudio:

Interactivos: http://angarmegia.com/refuerzoestudio.htm El lbum de imgenes es accesible enImprimibles:

Imprimibles:http://angarmegia.com/apoyos_imprimibles.htm

Agradecemos cualquier crtica o sugerencia que tengan a bien hacernos. Nuestramayor satisfaccin estriba en conocer que nuestro trabajo puede contribuir a mejorar elnivel educativo de las generaciones que habrn de sustituirnos.

Antonio Garca MegaMaestro, Diplomado en Geografa e Historia, Licenciado en Filosofa y Letras,

Doctor en Filologa Hispnica.
http://angarmegia.com/http://angarmegia.com/http://angarmegia.com/videos.htmhttp://www.youtube.com/user/angarmegiahttp://www.youtube.com/user/angarmegiahttp://www.youtube.com/user/angarmegiahttp://angarmegia.com/refuerzoestudio.htmhttp://angarmegia.com/refuerzoestudio.htmhttp://angarmegia.com/apoyos_imprimibles.htmhttp://angarmegia.com/apoyos_imprimibles.htmhttp://angarmegia.com/apoyos_imprimibles.htmhttp://angarmegia.com/apoyos_imprimibles.htmhttp://angarmegia.com/refuerzoestudio.htmhttp://www.youtube.com/user/angarmegiahttp://angarmegia.com/videos.htmhttp://angarmegia.com/


6/20


7/20

CONTENIDO

Introduccin _________________________________________________________ 9

EL CUENTO Y LAS ARTES PLSTICAS___________________________________________ 9

ELDECAMERN -FICHA DESCRIPTIVA_________________________________________ 9

Anastasio degli Onesti _________________________________________________ 11

EL CUENTO - GIOVANNI BOCCACCIO ________________________________________ 11

La visin de Sandro Botticelli __________________________________________ 15

CUADRO 1 _______________________________________________________________ 15

CUADRO 2 _______________________________________________________________ 16CUADRO 3 _______________________________________________________________ 17

CUADRO 4 _______________________________________________________________ 18


8/20


9/20

PROF.DR.ANTONIO GARCA MEGASERIE APOYOS DIDCTICOS

EL CUENTO Y LAS ARTES PLSTICAS.ANASTASIO DE LOS ONESTI, DE GIOVANNI BOCCACCIO

Pgina 9

IntroduccinEL CUENTO Y LAS ARTES PLSTICAS

Un cuento es una estructura cerrada que, aunque imite a la vida misma, tiene lacapacidad de traspasar sus propias fronteras para iluminar cualquier realidad. Es un relato que,casi siempre, va ms all de lo estrictamente contado.

El mecanismo narrativo especfico de un cuento se caracteriza por la intensidad y latensin narrativas. El cuento ha de condensar su argumento en una sntesis significativa capazde captar la atencin del lector desde el primer momento. La conceptualizacin de la dualidad

espacio/tiempo, importante en cualquier relato, aqu ha de ser especialmente eficaz para ladepuracin estricta de los elementos que lo integran y ofrecer al receptor slo aqullosabsolutamente relevantes. Se evita de este modo cualquier distraccin que le aparte de lo nicoimportante: la trama que se cuenta.

La concentracin de imgenes y contenidos inherente a la estructura del relato breve,muestra un paralelismo evidente con la intencin del artista que trabaja, o produce, imgenesplsticas. El autor de cuentos, como el pintor narrativo, presenta fragmentos de historia queexceden de sus lmites reales y proyectan en el receptor secuencias de imgenes quetranscienden del marco espaciotemporal estricto, por eso es frecuente la materializacin demitos o leyendas sobre soportes pictogrficos.

En este sentido, es evidente que la adecuada interpretacin de los mensajes contenidosen la mayora de las pinturas romnicas o gticas, excede a mera observacin de formas, colores

o imgenes, y exige una anlisis profundo de intenciones, conocimientos, creencias y valores dela poca.

El cuento medieval no permanece al margen del maridaje literatura/pintura. Alcontrario. El Decamern es muestra de ello. Los lugares y personajes que incluye son tanconcretos y precisos que facilitan la labor de los pinceles sobre el lienzo. La historia de

Nastagio degli Onesti, por ejemplo, sirve de inspiracin para cuatro cuadros elaborados portaller de Sandro Botticelli.

ELDECAMERN -FICHA DESCRIPTIVA

El autorGiovanni Boccaccio (13131375)

AccinSe inicia en la iglesia de Santa Mara la Nueva, de Florencia, en el ao 1348, y transcurre enel campo.

ContenidoCien narraciones contadas en diez das por un colectivo de mujeres y hombres jvenes. Cadada se relatan diez cuentos.

Objetivo que sustenta la tramaOlvidar el horror que vive la ciudad asolada por la peste.


10/20



Pgina 10

Los relatosBreves. Describen en tono jocoso, pero con expresin bella, determinados comportamientoshumanos a travs de personajes reales o ficticios. Instruyen y documentan a los oyentessobre aspectos geogrficos, histricos sociales o filosficos. Contienen, segn el autor,parte de placer yutilidad. Incluyen la descripcin de los paisajes y lugares donde suceden

los hechos. Los temas a desarrollar se proponen al final de cada jornada. Los narradores

Siete mujeres y tres varones:DAMAS VARONES

PampineaFiammettaFilomena

EmiliaLurettaNeifile

Elisa

PnfiloFilostratoDioneo


11/20



Pgina 11

Anastasio degli OnestiEL CUENTO - GIOVANNI BOCCACCIO

Anastasio degli Onesti, por amor de una Traversari, gasta sus riquezas sin seramado. A ruegos de los suyos, se va a Chiassi, donde ve a un caballero

perseguir a una joven y matarla y darla a devorar a dos perros. Invita a susparientes y a la mujer amada por l a una comida, y ella, al ver a la mujerdespedazada y temiendo cosa semejante, se casa con Anastasio.

Cuando Lauretta call, por mandato de la reina empez Filomena:-Amables mujeres, as como en nosotras se ensalza la piedad, en nosotras tambin, por

la divina justicia, la crueldad es duramente castigada. Lo que quiero es demostrarles y ayudarlesa desechar esa crueldad de vosotras, contndoos un relato tan agradable como pattico.

Haba en Rvena, antigua ciudad de la Romaa, muchos gentiles hombres, entre los quese hallaba un mozo de nombre Anastasio degli Onesti, muy rico por herencia de su padre y desu to. Y estando sin mujer, se enamor de una hija de micer Pablo Traversari. Era la joven msnoble que l, mas l esperaba con su conducta atraerla para que lo amase. Pero esas obras, porhermosas que eran, slo lograban enojar a la joven, porque ella sola manifestarse tosca, huraay dura, aunque tal vez esto se deba a que ella posea una belleza singular o a su altiva nobleza.En resumen, a ella nada de l la complaca, lo que para Anastasio resultaba doloroso de

soportar, y cuando le dola demasiado pensaba en matarse.Otras veces, cuando reflexionaba, se haca a la idea de dejarla tranquila y aun de odiarla

tanto como ella a l. Pero todo resultaba en vano: cuanto ms se lo propona ms se multiplicabasu amor. Y, perseverando el joven en amarla sin medida, a sus familiares y amigos les parecique l y su hacienda iban a agotarse de consumo.

Por lo cual, muchas veces le rogaron que se fuese de Rvena a morar en otro lugar poralgn tiempo, para ver si lograba disminuir su amor y sus impulsos. Anastasio se burl de aquelconsejo, pero ellos insistan en su solicitud y al fin decidi complacerles, y mand organizartantas maletas como si se fuese a Espaa o a Francia o a cualquier otro lugar remoto; mont ensu caballo y, en compaa de sus amigos, parti de Rvena y se fue a un sitio que dista deRvena tres millas y se llama Chiassi.

[Cuadro 1]Una vez hubo llegado, mand armar las tiendas y dijo a quienes le acompaabanque se devolviesen, pues pensaba quedarse donde estaba. Y ellos regresaron a Rvena. Se quedAnastasio y empez a hacer la ms magnfica vida que jams se conociera, invitando a tales ocuales a comer o cenar como era su costumbre.

Y sucedi que, llegando primeros de mayo, y haciendo buensimo tiempo y l siemprepensando en su cruel amada, mand a todos los suyos que le dejasen solo para poder meditarms a sus anchas, y a pie se traslad, reflexionando, hasta el pinar. Pasaba la quinta hora del da,y habindose l adentrado en el pinar como una media milla, sin acordarse de comer ni de nada,sbitamente le pareci or un grandsimo llanto y quejas de una mujer. Interrumpido as en susdulces pensamientos, alz la cabeza para ver lo que fuese, y se extra de hallarse en plenopinar. Y, adems, mirando ante s, vio venir, saliendo de un bosquecillo muy denso de zarzas yrealezas, y corriendo hacia donde l se hallaba, una bellsima mujer desnuda, toda araada de las

zarzas y matorrales, que lloraba y peda piedad a gritos.Dos grandes y fieros mastines corran tras ella, y cuando la alcanzaban la mordan.Vena detrs, sobre un negro corcel, un caballero moreno de muy airado rostro y con un estoque


12/20



Pgina 12

en la mano, amenazando de muerte a la joven con terribles y ofensivas palabras. Aquella puso ala vez maravilla y espanto en el nimo del joven, y sinti compasin de la desventurada, por loque se resolvi, si poda, librarla de la muerte y de tal angustia. Pero, hallndose sin armas,recurri a coger una rama de rbol a guisa de garrote, y fue a hacer frente a los canes y alcaballero. El cual, reparando en ello, le grit de lejos:

-No intervengas, Anastasio, y djanos a los perros y a m hacer lo que esa mala hembraha merecido.

En esto, los perros, aferrando con fuerza por las caderas a la mujer, la detuvieron y elcaballero se ape del corcel. Y Anastasio, acercndosele, le dijo:

-No s quin eres que as me conoces, pero te digo que es gran vileza que un caballeroarmado quiera matar a una mujer desnuda y echarle los perros detrs como a una bestia delbosque. Por cierto ten que la defender.

El caballero respondi entonces:-Anastasio, de tu misma tierra fui, y an eras rapaz pequeo cuando yo, a quien

llamaban micer Guido degli Anastagi, me enamor tanto de esa mujer como t ahora de laTraversari. Y su fiereza y crueldad de tal modo causaron mi desgracia, que un da, con el

estoque que ves en mi mano, desesperado me mat y fui condenado a penas infernales No pasmucho tiempo sin que sta, que de mi muerte se sinti desmedidamente contenta, muriese, y porel pecado de su crueldad y de la alegra que le caus mi muerte, no habindose arrepentido, fuetambin condenada a las penas del infierno. Mas cuando a l baj por castigo, a los dos nos fuedado el huir siempre ella ante m, mientras yo, que tanto la am, habra de perseguirla como amortal enemiga, no como a mujer amada. Y siempre que la alcanzo, con este estoque con queme mat, la mato, y la abro en canal, y ese corazn duro y fro en el que nunca amor ni piedadpudieron entrar, le arranco con las dems vsceras, como vers pronto, y lo doy a comer a estosperros. Y, segn voluntad de la justicia y potencia de Dios, no pasa mucho tiempo sin que,como si muerta no estuviera, resucite, y otra vez comience su dolorosa fuga de los perros y dem. Y cada viernes, sobre esta hora, aqu la alcanzo y hago en ella el estrago que vers. Mas nocreas que descansamos los dems das, pues entonces tambin la sigo y la alcanz en otros

parajes donde cruelmente pens y obr contra m. Y, convertido de amante en enemigo, comoves, he de seguirla as durante tantos aos como ella se port rigurosamente conmigo. Dejemos,pues, ejecutar a la divina justicia, y no te opongas a lo que no puedes evitar.

[Cuadro 2]Anastasio, al or tales palabras, qued tmido y suspenso, con todos los cabelloserizados, y retrocediendo y mirando a la msera joven, comenz temeroso a esperar lo quehiciere el caballero, el cual, acabando su razonamiento, como un can rabioso corri estoque enmano hacia la mujer (que, arrodillada y sostenida con fuerza por los dos mastines, le pedaperdn) y con todas sus fuerzas le atraves el pecho de parte a parte. Y cuando la mujer recibiel golpe, cay de bruces, siempre llorando y gritando, y el caballero, poniendo mano a uncuchillo, le abri los riones y le sac el corazn con cuanto lo circua, y echlo a los dosmastines, que lo devoraron afanosamente. Casi en el acto, la joven, como si ninguna de aquellascosas hubiere sucedido, se levant y huy hacia el mar, perseguida y desgarrada por los perros.

Y el caballero, volviendo a montar a caballo y a requerir su estoque, la comenz a seguir y enpoco rato tanto se distanciaron, que ya Anastasio no les pudo ver.

Habiendo contemplado tales cosas, gran rato estuvo entre complacido y temeroso, ydespus le vino a la memoria la idea de que el suceso podra valerle de mucho, ya que acontecatodos los viernes. Y, as, habindose fijado bien en el paraje, se volvi con su gente y cuando lepareci hizo llamar a los ms de sus parientes y amigos y les dijo:

-Durante largo tiempo me habis incitado a que deje de amar a mi enemiga y ceje enmis gastos. Estoy dispuesto a hacerlo, siempre que una gracia me concedis. Y es que hagisque el viernes venidero micer Pablo Traversari, con su mujer e hija y todas las mujeres de suparentela, y las dems que os plazcan, vengan a almorzar conmigo. Entonces veris por ququiero eso. Pareciles a sus amigos que no era cosa difcil de hacer y, al regresar a Rvena,cuando lleg el momento, invitaron a los que Anastasio deseaba. Y, aunque mucho costconvencer a la mujer a quien amaba Anastasio, al fin ella fue con las otras.


13/20



Pgina 13

[Cuadro 3] Hizo Anastasio que se aderezase un magnfico yantar y dispuso que se colocasenlas mesas bajo los pinos, junto al lugar donde presenci la agona de la cruel mujer. Y una vezque hizo sentarse a todas las mesas hombres y mujeres, mand que su amada fuese puesta frenteal sitio donde deba acontecer el hecho.

Y habiendo llegado el ltimo manjar, el desesperado clamor de la joven perseguidaempezse a or. Mucho se maravillaron todos, y preguntaron qu era, y no lo supo decir nadie.Levantndose, pues, para averiguar qu sera, vieron a la doliente mujer, y al caballero y loscanes, y en un momento todos estuvieron a su lado. Alzse gran vocero contra los perros y elcaballero y muchos se adelantaron para ayudar a la joven. Pero el caballero, hablndoles comohabl a Anastasio, no slo les forz a retroceder, sino que les espant y les llen de pasmo. Ehizo lo que la otra vez hiciera, y las mujeres presentes all (muchas de las cuales, parientes de la

joven o del caballero, no haban olvidado su amor y la muerte de l) mseramente lloraron,como si ellas mismas hubieran sufrido lo mismo. Acab, en fin, el lance, y desaparecieronmujer y caballero, y los que aquello haban visto entregronse a muchos y variadosrazonamientos.

Pero entre los que ms espanto tuvieron figur la cruel joven amada por Anastasio.

Porque habindolo visto y odo todo muy claramente, y conociendo que a ella ms que a nadietales cosas ataan, ya le pareca estar huyendo de la ira de l y tener los perros a los talones. Ytanto miedo de esto le sobrevino que, para no incurrir en lo mismo, en breve ocurri (tan enbreve que aquella misma tarde fue) que, mudado su odio en amor, secretamente mand a laestancia de Anastasio una camarera de su confianza, rogndole que fuese a verla, porque estabadispuesta a complacerle en todo.

[Cuadro 4]Resolvi Anastasio que ello le satisfaca mucho, y que si a ella le placa, haracon ella lo que le pluguiese, pero, para honor de la dama, tomndola por mujer. La joven,sabedora que slo por su culpa no era ya esposa de Anastasio, mand contestar que estabaacorde. Y luego, sirvindose de mensajera a s misma, dijo a sus padres que quera ser mujer deAnastasio, lo que mucho les content. Y al domingo siguiente cas Anastasio con ella, ehicironse bodas, y mucho tiempo jubilosamente convivi con ella. Y no slo el temor de la

dama fue factor de aquel bien, sino que todas las mujeres altivas se tornaron medrosas, y en losucesivo mucho ms que antes se plegaron al placer de los hombres.

Las leyendas que acuden al tema de la caza infernal son frecuentes en la Europa de la poca. Elpropiciar un cambio de actitud en la amada poniendo ante sus ojos un ejemplo de lo que puedeocurrir en el caso de persistir en su actitud de rechazo, se remonta a escritos anteriores deDisciplina clericalis, Sendebar o Las mil y una noches, aunque los antecedentes ms directos seatribuyen a Elinardo y a Vicente de Beauvais.


14/20


15/20



Pgina 15

La visin de Sandro BotticelliCUADRO 1

Museo del Prado1. [] Una vez hubo llegado, mand armar las tiendas y dijo a quienes le acompaaban que se

devolviesen, pues pensaba quedarse donde estaba[].2. [] Y sucedi que, llegando primeros de mayo, y haciendo buensimo tiempo y l siempre pensando

en su cruel amada, mand a todos los suyos que le dejasen solo para poder meditar ms a sus

anchas, y a pie se traslad, reflexionando, hasta el pinar. Y ellos regresaron a Rvena. Se quedAnastasio y empez a hacer la ms magnfica vida que jams se conociera, invitando a tales o cualesa comer o cenar como era su costumbre[].

3. [] sbitamente le pareci or un grandsimo llanto y quejas de una mujer. Interrumpido as en susdulces pensamientos, alz la cabeza para ver lo que fuese, y se extra de hallarse en pleno pinar. Y,adems, mirando ante s, vio venir, saliendo de un bosquecillo muy denso de zarzas y realezas, ycorriendo hacia donde l se hallaba, una bellsima mujer desnuda, toda araada de las zarzas ymatorrales, que lloraba y peda piedad a gritos. Dos grandes y fieros mastines corran tras ella, ycuando la alcanzaban la mordan. Vena detrs, sobre un negro1 corcel, un caballero moreno de muyairado rostro y con un estoque en la mano, amenazando de muerte a la joven con terribles yofensivas palabras [].

4. []y sinti compasin de la desventurada, por lo que se resolvi, si poda, librarla de la muerte yde tal angustia. Pero, hallndose sin armas, recurri a coger una rama de rbol a guisa de garrote,

y fue a hacer frente a los canes y al caballero. El cual, reparando en ello, le grit de lejos:Nointervengas, Anastasio, y djanos a los perros y a m hacer lo que esa mala hembra ha merecido . El

caballero respondi entonces: [] me enamor tanto de esa mujer como t ahora de la Traversari.Y su fiereza y crueldad de tal modo causaron mi desgracia, que un da, con el estoque que ves en mimano, desesperado me mat y fui condenado a penas infernales. No pas mucho tiempo sin que sta,que de mi muerte se sinti desmedidamente contenta, muriese, y [] fue tambin condenada a las

penas del infierno. Mas cuando a l baj por castigo, a los dos nos fue dado el huir siempre ella antem, mientras yo, que tanto la am, habra de perseguirla como a mortal enemiga, no como a mujeramada. Y siempre que la alcanzo, con este estoque con que me mat, la mato, y la abro en canal, yese corazn duro y fro en el que nunca amor ni piedad pudieron entrar, le arranco con las demsvsceras, como vers pronto, y lo doy a comer a estos perros. [] Y cada viernes, sobre esta hora,aqu la alcanzo y hago en ella el estrago que vers [].

1 Diferencia con relacin al texto. El caballo es blanco en la imagen.


16/20



Pgina 16

CUADRO 2

Museo del Prado

1. [] Anastasio, al or tales palabras, qued tmido y suspenso, con todos los cabellos erizados, yretrocediendo y mirando a la msera joven, comenz temeroso a esperar lo que hiciere el caballero[].

2. [] Y cuando la mujer recibi el golpe, cay de bruces, siempre llorando y gritando, y el caballero,poniendo mano a un cuchillo, le abri los riones y le sac el corazn con cuanto lo circua [].

3. []y echlo a los dos mastines, que lo devoraron afanosamente [].4. []Casi en el acto, la joven, como si ninguna de aquellas cosas hubiere sucedido, se levant y huy

hacia el mar, perseguida y desgarrada por los perros. Y el caballero, volviendo a montar a caballo ya requerir su estoque, la comenz a seguir y en poco rato tanto se distanciaron, que ya Anastasio noles pudo ver[].


17/20



Pgina 17

CUADRO 3

Museo del Prado

1. []Hizo Anastasio que se aderezase un magnfico yantar y dispuso que se colocasen las mesas bajolos pinos, junto al lugar donde presenci la agona de la cruel mujer. Y una vez que hizo sentarse atodas las mesas hombres y mujeres, mand que su amada fuese puesta frente al sitio donde deba

acontecer el hecho. Y habiendo llegado el ltimo manjar, el desesperado clamor de la jovenperseguida empezse a or. Mucho se maravillaron todos, y preguntaron qu era, y no lo supo decirnadie.

2. Levantndose, pues, para averiguar qu sera, vieron a la doliente mujer, y al caballero y los canes,y en un momento todos estuvieron a su lado. Alzse gran vocero contra los perros y el caballero ymuchos se adelantaron para ayudar a la joven. [].

3. []Pero el caballero, hablndoles como habl a Anastasio2, no slo les forz a retroceder, sino queles espant y les llen de pasmo. E hizo lo que la otra vez hiciera, y las mujeres presentes all(muchas de las cuales, parientes de la joven o del caballero, no haban olvidado su amor y la muertede l) mseramente lloraron, como si ellas mismas hubieran sufrido lo mismo. Acab, en fin, el lance,

y desaparecieron mujer y caballero, y los que aquello haban visto entregronse a muchos yvariados razonamientos [].

4. [] Pero entre los que ms espanto tuvieron figur la cruel joven amada por Anastasio. Porquehabindolo visto y odo todo muy claramente, y conociendo que a ella ms que a nadie tales cosasataan, ya le pareca estar huyendo de la ira de l y tener los perros a los talones. Y tanto miedo deesto le sobrevino que, para no incurrir en lo mismo, en breve ocurri (tan en breve que aquellamisma tarde fue) que, mudado su odio en amor, secretamente mand a la estancia de Anastasio unacamarera de su confianza, rogndole que fuese a verla, porque estaba dispuesta a complacerle entodo [].

2 Diferencia con relacin al texto. Es Anastasio quien explica los hechos en elcuadro.


18/20



Pgina 18

CUADRO 4

Coleccin particular

1.

[] Resolvi Anastasio que ello le satisfaca mucho, y que si a ella le placa, hara con ella lo quele pluguiese, pero, para honor de la dama, tomndola por mujer. La joven, sabedora que slo por suculpa no era ya esposa de Anastasio, mand contestar que estaba acorde. Y luego, sirvindose demensajera a s misma, dijo a sus padres que quera ser mujer de Anastasio, lo que mucho lescontent. Y al domingo siguiente cas Anastasio con ella, e hicironse bodas, y mucho tiempo

jubilosamente convivi con ella. Y no slo el temor de la dama fue factor de aquel bien, sino quetodas las mujeres altivas se tornaron medrosas, y en lo sucesivo mucho ms que antes se plegaron al

placer de los hombres.


19/20

2011 Antonio Garca MegaEl cuento y las artes plsticas. Anastasio de los OnestiAngarmegia: Ciencia, Cultura y Educacin. Portal de Investigacin y docencia

http://[email protected]
http://angarmegia.com/http://angarmegia.com/mailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/es/legalcode.eshttp://www.safecreative.org/work/1110240369399mailto:[email protected]://angarmegia.com/


20/20

El cuento y las artes plásticas. Anastasio de los Onesti

Documents

Transcript of El cuento y las artes plásticas. Anastasio de los Onesti