EL DORMITORIO FEMENINO SE VAN LAS...

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T- 1 ^ EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. - SÁBADO 1 DE OCTUBRE DE 1938. to EL CUIDADO DE LOS PIES " Por ELSIE PIERCE" UN CUENTO BREVE - AMOR'NÜEVO Por VÍCTOR GUILLERMO Conocimientos y curiosidades Para laa ufias de su* pío», procure linar un eemalte de color brillante, que producirá mejor efecto. El número de consultas qut re- cibo acerca del cuidado de los pies, es un buen barómetro para juzgar el interés femenino, esta tempora- da, sobre el asunto- Se me pregunta lo que se debe hacer con los callos; con la cutícu- la que se endurece; cual es er co- lor o tono del esmalte que se debe usar en las uñas; como hacerle frente al exceso de sudor, etc. Esas son solamente Algunas de las pre- gunta*, pero toda ves que son de tan gran Interés, las contestaré aquí: La cutícula agrandada y endu- recida, particularmente si ha cre- cido bajo la una, a veces resulta difícil de arreglar. Y no se puede Intentar hacerlo de una sola vez. No moje laa unas mucho tiempo para que la cutícula ae ablande. Todo lo que tiene que hacer es em- papar pequeños pedazos de algodón en el liquido aceitoso con que remueve la cutícula, dejándolo so- bre cada una durante 3 o 4 minu- tos. Lueso, con un palito de naran- ja que tenga un algodoncito en la punta, presione la cutícula hacia atrás con mucho cuidado. Lave y arranque las partículas ablandada» con una toalla auave, pero no pre- sione muy fuerte ni trate de arran- car la parte de cutícula que no es- completamente ablandada. Prue- be otra ves un día o dos después, y al cabo de una semana de trata- miento. U mayor parte de ella es- i tara en el estado en que usted la deseaba. Acerca de los callos Muy a menudo se me piden direc- ciones sobre la mejor manera de extirpar los callos. Para eso es al- go que yo, definitivamente, no le aconsejo a nadie, como no sea con la Intervención de un experto. Re- cuerde que cuando un callo se cor- ta demasiado hondo, puede causar una herida capaz de infectarse. Y es ahí donde el aceite para arran- car la cutícula entra de nuevo en juego. Moje un algodón adherido a un palito de naranja en el mencio- nado liquido, imprégnelo también de polvos de piedra pómez, y fro- te, con suavidad, las porciones de piel endurecida. Como en el caso de la cutícula endurecida, contén- tese con realizar ese trabajo un po- quito cada día. hasta que la callo- sidad haya desaparecido del todo. Esmalte para las uñas Si usted ha decidido pintarse es- te ano las uflas de los pies, el to- no de color que emplee es lo de me- nos, de manera que no dude acerca del color. Loa tonoa auavea no re- aaltan todo lo conveniente, por lo cual le aconsejamoe el uao de ma- tices subidos de rosado-rojo. Cuan- do el color de au piel comience a tornarse cobrizo, cambie a un rojo carmelitoso, que haga combinación con el tono de su piel tostada. —No me pueden culpar ahora. ¿No es verdad que comprendes?.. Irene, mientras le formulaba la pregunta, se habla inclinado más todavía hacia el eapejo y con delica- deza se aplicaba el riíador de pea- tafia*. Ramón la observó por un mo- mento, mientras ella se repasaba al misma con mirada critica. Sus pestañas estabana pegajosas de vaselina, pero lucia muy bonita. El se miró los zapatos, a los que una limpieza no hubiera venido mal. —No. No te culpo, pero— Cuando empezaba a hablar sonó el timbre de la puerta. —Es Alberto— gritó la mucha- cha Impaciente, poniéndose preci- pitadamente el abrigo rojo de corte apretado. Luego casi ordenó: —Tu te quedas aquí hasta que nos hayamos ido, ¿no es verdad? —¿Te veré mañana por la no-, che? —preguntó Ramón cuando ya ella avanzaba hacia la puerta. —No, meftana no. Mañana es- toy ocupada. Llámame por telé- fono... Después de esto, Irene desapa- reció en la puerta. Ramón, solo, se miró las manos, sacó una bolsíta de picadura y un paquetito de papel, y se puso a ha- cer un cigarrillo. Habla aprendido a hacer cigarrillos durante los ca- torce meses que hablan pasado desde que terminaron loa felices "días del colegio. En esos catorce meeea que hacia que tenia su di- ploma en las manos, habla estado buscando trabajo, con una sonri- ...Cogió el cuadro, y el banqulto en que habla estado sentada... aa en los labios al principio, con un rictus de amargura en la boca, después. Su tragedia habla sido la mis- ma tragedia de los graduados que, traa de abandonar la universidad, trataban de abrirse camino en un mundo cruel, ajeno a todas sus es- peranzas. Ahora Irene se iba con Alberto, porque Alberto era hijo de un ban- quero y tenia un automóvil. De :a misma manera que se iba con otros amigos, porque tenían otras co- sas.... Ramón encendió el cigarrillo. Habla venido a decirle que habia aceptado un empleo en la carre- tera. Tenia que hacer un traba- jo fuerte, pero era al aire libre y saludable. La paga no era .gran- de, pero... Ella no le habla dado la oportu- nidad de informarla. Ella, que se vestía como una princesa. ¿Podía pensar en que tuviera un novio como él, un trabajador de la carretera? Ya se podía Ir. Ya Irene y su amigo se hablan ale- jado... Se bajó el ala del sombrero, se subió las solapas del abrigo y sa- lió a' la calle. El dia era gria y frío y Ramón se encaminó al par- que cercano que ofrecía la desnu- dez de sus árboles bajo el cielo cuajado de nubes. Irene habia marchado en el automóvil del otro cuando él le venia a anunciar... que habla conseguido un trabajo de obrero' No habla mucha gente en el par- que y Ramón se fué internando cada vez más en él. deseoso de encontrarse solo. Estaba ahora en u n lugar rodeado de árboles, la EL DORMITORIO FEMENINO Por ELIZABETII McRAE BOYK1N FIGURAS PERDIDAS Busque a un pintor. La solución en los Anuncios Clasificados. CON PIMIENTA Por Diógenea El amor habla todso loa idiomas y sin embargo nadie lo entiende. Mucha gente pierde de vista laa cosas grandes por fijar demaalado QUE HERROR HAY AQUÍ. ...SI no encuentra el error busque la solución en laa Anuncios Cía- aricados. au atención en loa detalles inslgiü- flcantea. La pobreza no ea un crimen cier- tamente, pero ea un gran inconve- niente. No hay hombre que no haya in- tentado o deseado alguna vea en su vida patentar un invento. Cuand ola mujer habla en el ho- gar de "seguir nuestro camino" ae entiende «1 camino de ella. No olvide que el hombre que tra- ta de probar demaalado frecuente- mente no prueba nada. * ¿Por qué la madre siempre espe- ra que au hijo resulta mejor que su padre? Eva fuá la mujer original. Todas laa demás han sido falsificadas. . Puede que aea mejor aer falta que ser rico; pare no ae conoce el pobre que haya derivado alguna sa- tisfacción de eae pensamiento. Laa camaa tapizada* eatán de moda. En ¿ata Ja saraza de au decoración se repite también en laa cortinas y en la sobrecama. Loa colorea que predominan en este dormitorio son el rosa, el blanco y el verde. La habitación, la alcoba, el cuar- to de una mujer, DEBE aer atrac- tivo, debe aer confortable, debe aer bonito, por la relación que tiene con su forma de sentir la vida. Ea ahi, en ese dominio comple- tamente privado, donde una mu- jer, al par que busca descanso y olvido para «us penas, hace también proviaión de coraje para enfrentar- ae con el mundo. Por eso si el fon- do, el ambienta que la rodea le proporciona confianza y le hace mái amable la vida, toda la aten- ción, el tiempo y el dinero que us- ted ponga en él le será recompen- sado. Lo que más se usa La moda, el estilo actual, se orienta en materia de alcobas ha- cia laa piezas sueltas, máa que ha- cia los antiguos "juegos". Por su- puesto, esas piezas sueltas deben armonizar unas con otras para que se logre el efecto deseado. Ello le permitirá ir comprando sus mue- bles uno a uno, con lo cual le será dable mejorar la calidad de cada rosa. (Si tuviera que comprarlo to- do al mismo tiempo, el desembolso tendría que ser mayor, eon lo cual pondría en peligro la calidad). Por supuesto, los Juegos de cuarto si- guen estando de moda y puede us- ted usarlos con toda confianza si loa prefiere a laa piezas sueltas. Laa maderaa máa de moda siguen siendo el nogal, la caoba y el ma- pie, y loa muebles pintadoa están en gran demanda. También ae ea- tán usando muchaa otras maderaa como el pino, el haya, el abedul y el roble. Otra orientación de la moda ea la que ae refiere al uao de laa al- fombras mayorea en loe dormito- rloa. Una alfombra o carpeta que cubra todo el suelo ea lo más In- dicado, pero al ello no fuera posi- ble, entonces ae debe usar una al- fombra de tamaño grande. Si la alfombra grande ea de color ente- ro, entoncea puede utilizar otras pe- queñas, preferiblemente de forma oval, con dibujos de flores. Las lámparas que se usan ahora En estos días ae eatán usando también lámparas mayorea en loa dormitorios, una moda que noa pa- rece magnifica, toda ves que ella noa permite leer en la cama de ma- nera máa confortable, sin poner a prueba nuestra vista. (Laa lampa- ritas pequeñas del tocador no sir- ven para ese propósito). Cuando seleccione una lámpara de buen* ta- maño para au dormitorio, procure que aea lo suficientemente alta co- me para que le permita leer sin tener que tomar posiciones extra- vagantes. También debe escoger lamparitas de mayores proporcio- nes que laa. que se yantan usando hasta ahora para colocarlas en el tocador. Las butacas o "easy chaira", son Las paredes empapeladas con dibujos florale», hacen un fondo estu- pendo para loa mueble» de > caoba de eetilo colonial. Este dormitorio, amueblado con aencUlea y guato, es ana prueba de ello. también muy indicadas en una al- coba moderna. Procure, eso si, que no sean .muy grandes, ya que en un dormitorio no se pueden co- locar muebles de las proporciones de los de la sala. Con cubiertas de dibujos florales y en lindos sa- tines a rayas, esas sillas lucen ma- ravillosas. Si tiene usted eapacio para usar una "chalse longue", mu- cho mejor todavía. Otro mueble que viene muy bien en una alcoba moderna, ea la vie- ja mecedora, a la que acaso uated tenia condenada a un completo os- tracismo. La mecedora es un mue- ble muy práctico porque ocupando muy poco espacio, casi el mismo es- pacio que una silla, le proporcio- na una comodidad superior a la de los otros muebles. Las mesitas pequeñas ea otro mueble muy indicado para un dor- mitorio. Laa hay muy lindas, con capacidad para una lámpara y un libro o "dos, por ejemplo, y con una pequeña gaveta donde pueda guar- dar muchos artículos que le son ne- cesarios. Si todavía desea mayor confort, una mesita para o café no estarla mal. . El mueble más importante Por supuesto, el mueble más Im- oprtante del dormitorio no lo he- mos mencionado todavía. Se trata de la cama, que debe ser de lo más cómoda que se pueda obtener. Pro- cure que su qama, en la que habrá de buscar el descanso y el sueño cada vez que se sienta cansada, ten- ga un colchón blando y suave y un bastidor de muelles moderno y práctico. Sobre todo, al Ir a com- prar una cama, no actúe nunca con precipitaciones. Examínela de to- das laa maneraa y no la compre mientras no esté convencida de que le habrá de proporcionar el uso que usted necesite. Recuerde que es muy importante que su cuerpo ob- tenga el máximo de descanso, por- que ese descanso le es tan necesa- rio como la comida. Otro mueble necesario en la ha- bitación de una mujer, sobre todo tempera:: se iba haciendo más fría y el o comenzaba a aoplar con mayor tuerza, como si quisie- ra morder s la gente. Ramón se apretó el cuello alrededor de la garganta y avanzó con la cabeza baja. Vino una ráfaga más fuerte que las otras y se oyó un grito de mu- jer. Ramón, entonces, levantó la cabeza y vio como el ventarrón habla tirado el caballete de la mu- chacha y como la pintura que rea- lizaba en él habla volado en otra dirección. Era una muchacha de rostro ani- ñado envuelta en un abrigo azul todo abotonado que se cerraba en el cuello. No tenia sombrero y su pelo rizado flotaba si viento sobre el óvalo perfecto del rostro. Sus ojos, brillantes, denotaban congo- Ja. —Yo se lo recogeré —se apresu- a decir el muchacho. Cuando tuvo la pintura en aua manoa, pudo ver que la muchacha habia eatado copiando el paiaaje de manera admirable. Cuando aa lo devolvió cogió el cuadro y el banquito en que habia estado sen- tada, y permitió que Ramón le lle- vara el caballete y la caja de pin- turas. —El viento vino tan de repente —quiso explicar. —Me alegro de que usted viniera.. —También yo... —se limitó a decir Ramón. Llegaron a una casa de tres plantas, una de esas casas donde alquilan habitaciones, y subieron hasta el tercer piso, a un cuarto pequeño e Interior que le servia a la muchacha de alojamiento. Todas las paredea estaban cubier- tas con cuadros pintadoa por la chica, que se llamaba Mirlan. —Voy a hacer un poco de café —dijo Mirlan mientras se quitaba el abrigo. Mientras tomaban el café, supe Ramón que Mirlan estudiaba pin- tura y que habla venido de una pe- queña localidad campesina donde habla estado trabajando tres años con el fin de ahorrar lo suficiente para estudiar, durante una afio, en la gran ciudad, Ramón se levanto y se puso a mirar las pinturas, celebrándolas mientras las observaba. Loa ojos de Mirlan se iluminaban de ale- gría, al oír las alabanzae que su desconocido amigo le dedicaba a sus trabajos. —¿No le pareció terrible, tener que trabajar tanto y tan fuerte durante tres efios? —No, La Ilusión que sentía por venir, me hacia olvidar todo lo de- más. —contestó Mirlan. ¿Dónde estarla ahora Irene con Alberto? Irene, que tenja todo ¡o que quería... Pero él se sentí.» bien al lado de esta pequeña ar- tista, que todo lo que tenia era una gran en el futuro y uno* ojos que emborrachaban. —Mañana voy a empezar a tra- bajar en la carretera —dijo Ramón sin vacilaciones. —Es un trabajo fuerte. Tendré que cavar la tie- rra. Pero es también un trabajo saludable y honrado. Sentía que necesitaba las fuerzas que su nuevo empleo le iba a pro- porcionar, para dominar aquella debilidad que habla sentido hasta ahora, la debilidad de loa catorce meses que habia estado buscando trabajo y mirando laa pestañas ar- tificiales de Irene. Mirlan lo miró y le sonrió feliz y satisfecha. Ramón, sin poder contener el impulio, se levantó ha- cia ella y le besó en la boca. Breves muy breves A miga Una dama madura y con familia, entregada a una agobiante activi- dad social aterriza en una casa de una amiga; ea el último "cocktail" de la tarde. La conversación rueda sobre esa actividad auya. —Hay que gozar de la vida, dice ella no aiempre va a tener una \einte años. —No; responde una "amiga" del grupo, pero hay mujeres para laa cuales los 20 anos duran mucho tiempo. (Vu) t Reposo Dos amigos se encuentran en el campo dia de fiesta; van carga- dos de mochilas y cantimploras, to- dos los elementos de una excursión; rudan a morir. El que apenaa pue- de ya con su humanidad estrecha la mano del otro y le dice: "Cnanto me alegro de encontrar- te aquv'fep que también te has dado un dia Qc reposo'^...(\¿t.Mayar- sag). "— Unidad Un pueblo, un Relch. un Fuehrer. es la frase consagrada de la unidad alemana en virtud de la cual fué abaorvida Austria. Se comentaba hace poco en presencia de George Bernard Shaw la declinación del turismo en Austria desde que fué anexada. "Ea la fórmula, dijo el oc- togenario ingenio: Un pueblo, un Reich, un Fuehrer y un turista". (Vu) cuando a esa mujer le gusta escri- bir, es un "desk" o mesa de escri- bir. Hay ocasiones en que una mu- jer tiene que escribir cartas en las que ha de poner sus cinco sentidos, lo que requiere una absoluta Inti- midad y quietud. Nada más oportu- no, por lo tanta que escribirlas en su propio dormitorio. Una vez que usted haya hecho demandado Gabriel ipoll, sus faml- la completa selección de sus mue- bles, entonces habrá llegado el mo- mento de escoger los colores de la decoración de su habitación. Es en- tonces cuando usted tiene que pen- sar en las cortinas y otros adornos en loa cualea pondrá a prueba no solamente aua dotas artísticas, si- no también su buen gusto. SE VAN LAS ESTRELLAS Por F. Manrique Cabrera Se van las estrellas por los caminitoa más cerca del alba. Lo dice «1 pltlrre con voces de plata. Lo suena gorjeando también la calandria. ¡Qué pena de estrellas sienten al mareharae! Pasaron la noche con blancoa ropajea jugando entre flores por lomas y valles. Riendo cantaban "Verbena, verbena, Jardín de Cartagena..." Pero ya ae marchan. ¡Qué pena tan pena con blancos ropajea sienten al marcharse! Crucigrama número 5 ' \ 27— " 4 l> \i > y t /i 1/ bf ty r Se &> 9 Se 57" JV N 3* w óBW w 3-* 99 R 42 \/m*f&é wA Horizontales. 1—Gracia especial que se tiene para hacer un cosa. 3—Sonido reflejado. 5—Hicieran o procuraran hacer exactamente lo que hace otia persona. 12—Preposición que Indica repetición, reiteración, etc. 14—Construir, edificar, instituir. 15—Nombre de letra consonante. 16—Articulo femenino singular. * 18—Parte del cuerpo de laa aves desp-i* -; r 1 -wi»s 19—En canica se encuentra. 20—Acción de atar. 22—Coloca. Ínstala. 23—Remiendo que se pone a los ci:?r- .... •: liquido. 25—Altar. 26—R«ce. 27—Arena movediza, sitio cionde hay mucha arena. 28—Animal cuadrúpedo de algunas especies domésticas o salvajes. 29—Arruga, maltrata. .7n__Carfa de la baraja. 31—Picoso, señalado de viruelas. 34—Infusión aromática. (Inv.) 35—Terminación verbal. 36—Pinchara con una punta. * 38—Pronombre personal de tercera persona. 40—Reunión de una sola silaba de la última r 1 ? ;;n vocal!) y la primera del siguiente. 42—Circulo rígido. 43—Lirio, flor. i—i^onar. élftregar. 2—Conjunción que denota negación. 3—Prepoalclón que sirve para indicar el lugar, la psilclón. el tiempo. 4—Intente hacer algo. 6—Dativo y acusativo del pronombre personal de primera persona. 7—Coraje, enojo. 8—En tiliáceas se encuentra., 9—Gastar del todo, consumir. 10—Rio de Europa que nace en loa A'pes. 11—Terminación verbal. 13—Preparar, raapar. 15—Remo corto de pala ancha y ovalada. 17—Obstruyas el paso, detengas. 19—Disgusto, enojo. 21—Dulces de frutas. 22—Tela de algodón parecida al terciopelo. 24—Género de monoa de Borneo que tienen la nariz muy desarrollada. (Singular). 31—Preposoción que Índica la falta o la auaenela. 32—En paleta se encuentra. 33—Acción de orar. 35—Nombre famenlno. 36—3-14-16. 37—Nombre de nota de la cácala musical. 39—Articulo femenino plural. 40—Interjección que usan los carreteros para hacer que se detengan las caballerías. 41 —Contraacción de preposición y articulo. (Vea la solución en la página de clasificados mañana.)' i

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    EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. - SBADO 1 DE OCTUBRE DE 1938. to

    EL CUIDADO DE LOS PIES " Por ELSIE PIERCE"

    UN CUENTO BREVE -

    AMOR'NEVO Por VCTOR GUILLERMO

    Conocimientos y curiosidades

    Para laa ufias de su* po, procure linar un eemalte de color brillante, que producir mejor efecto.

    El nmero de consultas qut re- cibo acerca del cuidado de los pies, es un buen barmetro para juzgar el inters femenino, esta tempora- da, sobre el asunto-

    Se me pregunta lo que se debe hacer con los callos; con la cutcu- la que se endurece; cual es er co- lor o tono del esmalte que se debe usar en las uas; como hacerle frente al exceso de sudor, etc. Esas son solamente Algunas de las pre- gunta*, pero toda ves que son de tan gran Inters, las contestar aqu:

    La cutcula agrandada y endu- recida, particularmente si ha cre- cido bajo la una, a veces resulta difcil de arreglar. Y no se puede Intentar hacerlo de una sola vez. No moje laa unas mucho tiempo para que la cutcula ae ablande. Todo lo que tiene que hacer es em- papar pequeos pedazos de algodn en el liquido aceitoso con que a remueve la cutcula, dejndolo so- bre cada una durante 3 o 4 minu- tos. Lueso, con un palito de naran- ja que tenga un algodoncito en la punta, presione la cutcula hacia atrs con mucho cuidado. Lave y arranque las partculas ablandada con una toalla auave, pero no pre- sione muy fuerte ni trate de arran- car la parte de cutcula que no es- t completamente ablandada. Prue- be otra ves un da o dos despus, y al cabo de una semana de trata- miento. U mayor parte de ella es-

    i tara en el estado en que usted la deseaba.

    Acerca de los callos Muy a menudo se me piden direc-

    ciones sobre la mejor manera de extirpar los callos. Para eso es al- go que yo, definitivamente, no le aconsejo a nadie, como no sea con la Intervencin de un experto. Re- cuerde que cuando un callo se cor- ta demasiado hondo, puede causar una herida capaz de infectarse. Y es ah donde el aceite para arran- car la cutcula entra de nuevo en juego. Moje un algodn adherido a un palito de naranja en el mencio- nado liquido, imprgnelo tambin de polvos de piedra pmez, y fro- te, con suavidad, las porciones de piel endurecida. Como en el caso de la cutcula endurecida, contn- tese con realizar ese trabajo un po- quito cada da. hasta que la callo- sidad haya desaparecido del todo.

    Esmalte para las uas Si usted ha decidido pintarse es-

    te ano las uflas de los pies, el to- no de color que emplee es lo de me- nos, de manera que no dude acerca del color. Loa tonoa auavea no re- aaltan todo lo conveniente, por lo cual le aconsejamoe el uao de ma- tices subidos de rosado-rojo. Cuan- do el color de au piel comience a tornarse cobrizo, cambie a un rojo carmelitoso, que haga combinacin con el tono de su piel tostada.

    No me pueden culpar ahora. No es verdad que comprendes?..

    Irene, mientras le formulaba la pregunta, se habla inclinado ms todava hacia el eapejo y con delica- deza se aplicaba el riador de pea- tafia*.

    Ramn la observ por un mo- mento, mientras ella se repasaba al misma con mirada critica. Sus pestaas estabana pegajosas de vaselina, pero lucia muy bonita. El se mir los zapatos, a los que una limpieza no hubiera venido mal.

    No. No te culpo, pero Cuando empezaba a hablar son

    el timbre de la puerta. Es Alberto grit la mucha-

    cha Impaciente, ponindose preci- pitadamente el abrigo rojo de corte apretado. Luego casi orden:

    Tu te quedas aqu hasta que nos hayamos ido, no es verdad?

    Te ver maana por la no-, che? pregunt Ramn cuando ya ella avanzaba hacia la puerta.

    No, meftana no. Maana es- toy ocupada. Llmame por tel- fono...

    Despus de esto, Irene desapa- reci en la puerta.

    Ramn, solo, se mir las manos, sac una bolsta de picadura y un paquetito de papel, y se puso a ha- cer un cigarrillo. Habla aprendido a hacer cigarrillos durante los ca- torce meses que hablan pasado desde que terminaron loa felices

    "das del colegio. En esos catorce meeea que hacia que tenia su di- ploma en las manos, habla estado buscando trabajo, con una sonri-

    ...Cogi el cuadro, y el banqulto en que habla estado sentada...

    aa en los labios al principio, con un rictus de amargura en la boca, despus.

    Su tragedia habla sido la mis- ma tragedia de los graduados que, traa de abandonar la universidad, trataban de abrirse camino en un

    mundo cruel, ajeno a todas sus es- peranzas.

    Ahora Irene se iba con Alberto, porque Alberto era hijo de un ban- quero y tenia un automvil. De :a misma manera que se iba con otros amigos, porque tenan otras co- sas....

    Ramn encendi el cigarrillo. Habla venido a decirle que habia aceptado un empleo en la carre- tera. Tenia que hacer un traba- jo fuerte, pero era al aire libre y saludable. La paga no era .gran- de, pero...

    Ella no le habla dado la oportu- nidad de informarla. Ella, que se vesta como una princesa.

    Poda pensar en que tuviera un novio como l, un trabajador de la carretera? Ya se poda Ir. Ya Irene y su amigo se hablan ale- jado...

    Se baj el ala del sombrero, se subi las solapas del abrigo y sa- li a' la calle. El dia era gria y fro y Ramn se encamin al par- que cercano que ofreca la desnu- dez de sus rboles bajo el cielo cuajado de nubes. Irene habia marchado en el automvil del otro cuando l le venia a anunciar... que habla conseguido un trabajo de obrero'

    No habla mucha gente en el par- que y Ramn se fu internando cada vez ms en l. deseoso de encontrarse solo. Estaba ahora en u n lugar rodeado de rboles, la

    EL DORMITORIO FEMENINO Por ELIZABETII McRAE BOYK1N

    FIGURAS PERDIDAS

    Busque a un pintor. La solucin en los Anuncios Clasificados.

    CON PIMIENTA

    Por Digenea El amor habla todso loa idiomas

    y sin embargo nadie lo entiende.

    Mucha gente pierde de vista laa cosas grandes por fijar demaalado

    QUE HERROR HAY AQU. ...SI no encuentra el error busque la solucin en laa Anuncios Ca- aricados.

    au atencin en loa detalles inslgi- flcantea.

    La pobreza no ea un crimen cier-

    tamente, pero ea un gran inconve- niente.

    No hay hombre que no haya in-

    tentado o deseado alguna vea en su vida patentar un invento.

    Cuand ola mujer habla en el ho-

    gar de "seguir nuestro camino" ae entiende 1 camino de ella.

    No olvide que el hombre que tra-

    ta de probar demaalado frecuente- mente no prueba nada.

    * Por qu la madre siempre espe-

    ra que au hijo resulta mejor que su padre?

    Eva fu la mujer original. Todas

    laa dems han sido falsificadas. .

    Puede que aea mejor aer falta que ser rico; pare no ae conoce el pobre que haya derivado alguna sa- tisfaccin de eae pensamiento.

    Laa camaa tapizada* eatn de moda. En ata Ja saraza de au decoracin se repite tambin en laa cortinas y en la sobrecama. Loa colorea que predominan en este dormitorio son el rosa, el blanco y el verde.

    La habitacin, la alcoba, el cuar- to de una mujer, DEBE aer atrac- tivo, debe aer confortable, debe aer bonito, por la relacin que tiene con su forma de sentir la vida.

    Ea ahi, en ese dominio comple- tamente privado, donde una mu- jer, al par que busca descanso y olvido para us penas, hace tambin proviain de coraje para enfrentar- ae con el mundo. Por eso si el fon- do, el ambienta que la rodea le proporciona confianza y le hace mi amable la vida, toda la aten- cin, el tiempo y el dinero que us- ted ponga en l le ser recompen- sado.

    Lo que ms se usa La moda, el estilo actual, se

    orienta en materia de alcobas ha- cia laa piezas sueltas, ma que ha- cia los antiguos "juegos". Por su- puesto, esas piezas sueltas deben armonizar unas con otras para que se logre el efecto deseado. Ello le permitir ir comprando sus mue- bles uno a uno, con lo cual le ser dable mejorar la calidad de cada rosa. (Si tuviera que comprarlo to- do al mismo tiempo, el desembolso tendra que ser mayor, eon lo cual pondra en peligro la calidad). Por supuesto, los Juegos de cuarto si- guen estando de moda y puede us- ted usarlos con toda confianza si loa prefiere a laa piezas sueltas. Laa maderaa ma de moda siguen siendo el nogal, la caoba y el ma- pie, y loa muebles pintadoa estn en gran demanda. Tambin ae ea- tn usando muchaa otras maderaa como el pino, el haya, el abedul y el roble.

    Otra orientacin de la moda ea la que ae refiere al uao de laa al- fombras mayorea en loe dormito- rloa. Una alfombra o carpeta que cubra todo el suelo ea lo ms In- dicado, pero al ello no fuera posi- ble, entonces ae debe usar una al- fombra de tamao grande. Si la alfombra grande ea de color ente- ro, entoncea puede utilizar otras pe- queas, preferiblemente de forma oval, con dibujos de flores. Las lmparas que se usan ahora

    En estos das ae eatn usando tambin lmparas mayorea en loa dormitorios, una moda que noa pa- rece magnifica, toda ves que ella noa permite leer en la cama de ma- nera ma confortable, sin poner a prueba nuestra vista. (Laa lampa- ritas pequeas del tocador no sir- ven para ese propsito). Cuando seleccione una lmpara de buen* ta- mao para au dormitorio, procure que aea lo suficientemente alta co- me para que le permita leer sin tener que tomar posiciones extra- vagantes. Tambin debe escoger lamparitas de mayores proporcio- nes que laa. que se yantan usando hasta ahora para colocarlas en el tocador.

    Las butacas o "easy chaira", son

    Las paredes empapeladas con dibujos florale, hacen un fondo estu- pendo para loa mueble de > caoba de eetilo colonial. Este dormitorio,

    amueblado con aencUlea y guato, es ana prueba de ello.

    tambin muy indicadas en una al- coba moderna. Procure, eso si, que no sean .muy grandes, ya que en un dormitorio no se pueden co- locar muebles de las proporciones de los de la sala. Con cubiertas de dibujos florales y en lindos sa- tines a rayas, esas sillas lucen ma- ravillosas. Si tiene usted eapacio para usar una "chalse longue", mu- cho mejor todava.

    Otro mueble que viene muy bien en una alcoba moderna, ea la vie- ja mecedora, a la que acaso uated tenia condenada a un completo os- tracismo. La mecedora es un mue- ble muy prctico porque ocupando muy poco espacio, casi el mismo es- pacio que una silla, le proporcio- na una comodidad superior a la de los otros muebles.

    Las mesitas pequeas ea otro mueble muy indicado para un dor- mitorio. Laa hay muy lindas, con capacidad para una lmpara y un libro o "dos, por ejemplo, y con una pequea gaveta donde pueda guar- dar muchos artculos que le son ne-

    cesarios. Si todava desea mayor confort, una mesita para t o caf no estarla mal. .

    El mueble ms importante Por supuesto, el mueble ms Im-

    oprtante del dormitorio no lo he- mos mencionado todava. Se trata de la cama, que debe ser de lo ms cmoda que se pueda obtener. Pro- cure que su qama, en la que habr de buscar el descanso y el sueo cada vez que se sienta cansada, ten- ga un colchn blando y suave y un bastidor de muelles moderno y prctico. Sobre todo, al Ir a com- prar una cama, no acte nunca con precipitaciones. Examnela de to- das laa maneraa y no la compre mientras no est convencida de que le habr de proporcionar el uso que usted necesite. Recuerde que es muy importante que su cuerpo ob- tenga el mximo de descanso, por- que ese descanso le es tan necesa- rio como la comida.

    Otro mueble necesario en la ha- bitacin de una mujer, sobre todo

    tempera:: se iba haciendo ms fra y el o comenzaba a aoplar con mayor tuerza, como si quisie- ra morder s la gente. Ramn se apret el cuello alrededor de la garganta y avanz con la cabeza baja.

    Vino una rfaga ms fuerte que las otras y se oy un grito de mu- jer. Ramn, entonces, levant la cabeza y vio como el ventarrn habla tirado el caballete de la mu- chacha y como la pintura que rea- lizaba en l habla volado en otra direccin.

    Era una muchacha de rostro ani- ado envuelta en un abrigo azul todo abotonado que se cerraba en el cuello. No tenia sombrero y su pelo rizado flotaba si viento sobre el valo perfecto del rostro. Sus ojos, brillantes, denotaban congo- Ja.

    Yo se lo recoger se apresu- r a decir el muchacho.

    Cuando tuvo la pintura en aua manoa, pudo ver que la muchacha habia eatado copiando el paiaaje de manera admirable. Cuando aa lo devolvi cogi el cuadro y el banquito en que habia estado sen- tada, y permiti que Ramn le lle- vara el caballete y la caja de pin- turas.

    El viento vino tan de repente quiso explicar. Me alegro de que usted viniera..

    Tambin yo... se limit a decir Ramn.

    Llegaron a una casa de tres plantas, una de esas casas donde alquilan habitaciones, y subieron hasta el tercer piso, a un cuarto pequeo e Interior que le servia a la muchacha de alojamiento. Todas las paredea estaban cubier- tas con cuadros pintadoa por la chica, que se llamaba Mirlan.

    Voy a hacer un poco de caf dijo Mirlan mientras se quitaba el abrigo.

    Mientras tomaban el caf, supe Ramn que Mirlan estudiaba pin- tura y que habla venido de una pe- quea localidad campesina donde habla estado trabajando tres aos con el fin de ahorrar lo suficiente para estudiar, durante una afio, en la gran ciudad,

    Ramn se levanto y se puso a mirar las pinturas, celebrndolas mientras las observaba. Loa ojos de Mirlan se iluminaban de ale- gra, al or las alabanzae que su desconocido amigo le dedicaba a sus trabajos.

    No le pareci terrible, tener que trabajar tanto y tan fuerte durante tres efios?

    No, La Ilusin que senta por venir, me hacia olvidar todo lo de- ms. contest Mirlan.

    Dnde estarla ahora Irene con Alberto? Irene, que tenja todo o que quera... Pero l se sent. bien al lado de esta pequea ar- tista, que todo lo que tenia era una gran f en el futuro y uno* ojos que emborrachaban.

    Maana voy a empezar a tra- bajar en la carretera dijo Ramn sin vacilaciones. Es un trabajo fuerte. Tendr que cavar la tie- rra. Pero es tambin un trabajo saludable y honrado.

    Senta que necesitaba las fuerzas que su nuevo empleo le iba a pro- porcionar, para dominar aquella debilidad que habla sentido hasta ahora, la debilidad de loa catorce meses que habia estado buscando trabajo y mirando laa pestaas ar- tificiales de Irene.

    Mirlan lo mir y le sonri feliz y satisfecha. Ramn, sin poder contener el impulio, se levant ha- cia ella y le bes en la boca.

    Breves muy breves

    A miga Una dama madura y con familia,

    entregada a una agobiante activi- dad social aterriza en una casa de una amiga; ea el ltimo "cocktail" de la tarde. La conversacin rueda sobre esa actividad auya.

    Hay que gozar de la vida, dice ella no aiempre va a tener una \einte aos.

    No; responde una "amiga" del grupo, pero hay mujeres para laa cuales los 20 anos duran mucho tiempo. (Vu)

    t

    Reposo Dos amigos se encuentran en el

    campo e dia de fiesta; van carga- dos de mochilas y cantimploras, to- dos los elementos de una excursin; rudan a morir. El que apenaa pue- de ya con su humanidad estrecha la mano del otro y le dice:

    "Cnanto me alegro de encontrar- te aquv'fep que tambin t te has dado un dia Qc reposo'^...(\t.Mayar- sag). "

    Unidad Un pueblo, un Relch. un Fuehrer.

    es la frase consagrada de la unidad alemana en virtud de la cual fu abaorvida Austria. Se comentaba hace poco en presencia de George Bernard Shaw la declinacin del turismo en Austria desde que fu anexada. "Ea la frmula, dijo el oc- togenario ingenio: Un pueblo, un Reich, un Fuehrer y un turista". (Vu)

    cuando a esa mujer le gusta escri- bir, es un "desk" o mesa de escri- bir. Hay ocasiones en que una mu- jer tiene que escribir cartas en las que ha de poner sus cinco sentidos, lo que requiere una absoluta Inti- midad y quietud. Nada ms oportu- no, por lo tanta que escribirlas en su propio dormitorio.

    Una vez que usted haya hecho demandado Gabriel ipoll, sus faml- la completa seleccin de sus mue- bles, entonces habr llegado el mo- mento de escoger los colores de la decoracin de su habitacin. Es en- tonces cuando usted tiene que pen- sar en las cortinas y otros adornos en loa cualea pondr a prueba no solamente aua dotas artsticas, si- no tambin su buen gusto.

    SE VAN LAS ESTRELLAS Por F. Manrique Cabrera

    Se van las estrellas por los caminitoa ms cerca del alba. Lo dice 1 pltlrre con voces de plata. Lo suena gorjeando tambin la calandria.

    Qu pena de estrellas sienten al mareharae! Pasaron la noche

    con blancoa ropajea jugando entre flores por lomas y valles. Riendo cantaban "Verbena, verbena, Jardn de Cartagena..." Pero ya ae marchan. Qu pena tan pena con blancos ropajea sienten al marcharse!

    Crucigrama nmero 5

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    Horizontales. 1Gracia especial que se tiene para hacer un cosa. 3Sonido reflejado. 5Hicieran o procuraran hacer exactamente lo que hace otia persona.

    12Preposicin que Indica repeticin, reiteracin, etc. 14Construir, edificar, instituir. 15Nombre de letra consonante. 16Articulo femenino singular. *18Parte del cuerpo de laa aves desp-i* -; r1-wis 19En canica se encuentra. 20Accin de atar. 22Coloca. nstala. 23Remiendo que se pone a los ci:?r- .... :

    liquido. 25Altar. 26Rce. 27Arena movediza, sitio cionde hay mucha arena. 28Animal cuadrpedo de algunas especies domsticas o salvajes. 29Arruga, maltrata. .7n__Carfa de la baraja. 31Picoso, sealado de viruelas. 34Infusin aromtica. (Inv.) 35Terminacin verbal. 36Pinchara con una punta. * 38 Pronombre personal de tercera persona. 40Reunin de una sola silaba de la ltima r1? ;;n vocal!) y la primera

    del siguiente. 42Circulo rgido. 43Lirio, flor.

    ii^onar. lftregar. 2Conjuncin que denota negacin. 3Prepoalcln que sirve para indicar el lugar, la psilcln. el tiempo. 4Intente hacer algo. 6Dativo y acusativo del pronombre personal de primera persona. 7Coraje, enojo. 8En tiliceas se encuentra., 9Gastar del todo, consumir.

    10Rio de Europa que nace en loa A'pes. 11Terminacin verbal. 13Preparar, raapar. 15Remo corto de pala ancha y ovalada. 17Obstruyas el paso, detengas. 19Disgusto, enojo. 21Dulces de frutas. 22Tela de algodn parecida al terciopelo. 24 Gnero de monoa de Borneo que tienen la nariz muy desarrollada.

    (Singular). 31Preposocin que ndica la falta o la auaenela. 32En paleta se encuentra. 33Accin de orar. 35Nombre famenlno. 363-14-16. 37Nombre de nota de la ccala musical. 39Articulo femenino plural. 40Interjeccin que usan los carreteros para hacer que se detengan las

    caballeras. 41 Contraaccin de preposicin y articulo.

    (Vea la solucin en la pgina de clasificados maana.)'

    i