El euskera en La Rioja. Primeros testimonios

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Eduardo Aznar MartÍnez Editorial Pamiela

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PAMIELA

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Aurkezpena • Presentación

EdUArdo AZnAr MArtÍnEZ

El euskera en La Rioja Primeros testimonios

ISBN: 978-84-7681-668-4382 páginas • 23,00 €

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A lo largo del siglo XX, varios autores han venido investigando una serie de datos, que indicarían que La Rioja fue un territorio de habla vasca en el pa-sado. No obstante, otros especialistas han tratado de reducir la importancia del fenómeno, argumen-tando que las huellas dejadas por el euskera se re-ducen a zonas limitadas, y que procederían de una presunta llegada de repobladores de origen alavés en tiempos medievales, sin que este idioma gozase alguna vez de gran importancia en la región.

Pero los últimos hallazgos epigráfi cos de época romana, así como la mejora en nuestros conoci-mientos acerca de las lenguas antiguas de la Península, están dando paso a nuevas perspectivas, confi rmándonos que, muchos siglos antes de aquellas supuestas repoblaciones medievales, pudo emplearse en el espacio riojano una modalidad de euskera arcaico, cuyo uso no quedaba restrin-gido a una minoría, sino quizás todo lo contrario, hasta el punto de ser una fuente esencial de los abundantes indicios del mismo tipo que se registran en épocas posteriores.

La presente obra se centra en el repaso al conjunto de pruebas de fecha más remota que se cono-cen hasta ahora sobre el tema, complementándose con un apéndice en el que se sugieren posibles vías futuras hacia la comprensión de las características del protoeuskera, no sólo de La Rioja, sino también del resto de la Euskal Herria primitiva.

Eduardo Aznar MartínezEs licenciado en Antropología Social y Cultural por la Universidad de

Deusto, y en Geografía e Historia por la UNED. Ha escrito diversos artículos acerca de temas de lingüística, en especial sobre la presencia del euskera en ámbito riojanosoriano.

Colaboró también en el libro colectivo Antonio Machado en el corazón de Soria (2007), donde analizó la visión ecológica del poeta andaluz.

Ha pronunciado varias conferencias en La Rioja acerca de la presencia del euskera en este territorio, participando en el ciclo de charlas titulado «El euskera en La Rioja», celebrado en Logroño en 2010. Fruto de este interés es el resumen sobre la toponimia vasca en la zona, que tiene publicado desde 2006 en las webs http://www.errioxa.com y http://www.vallenajerilla.com, así como sus aportaciones al tomo IV de la serie Navarra. Castillos que defendieron el Reino. La Rioja, La Riojilla, La Bureba, Cantabria (Pamiela, 2009).

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Es una obra que explora los restos más antiguos del idioma vasco en territorio riojano. Más de tres décadas después de la publicación de la última monografía acerca del tema, se hacía necesaria una revisión de los materiales de que disponemos en la actualidad, y que han crecido notablemente en calidad y cantidad.

Concebido tras varias conversaciones con miembros de la aso-ciación Laminiturri (especializada en el análisis y divulgación del legado euskérico en La Rioja), el libro se estructura en varias áreas:

1. Tras un primer repaso a lo más importante publicado hasta ahora acerca del tema, fijándose los límites del espacio geográfico riojano, se da inicio a un bloque en el que se estudia el conjunto toponímico anterior a la época medieval, y que nos ha llegado principalmente a través de escritores grecorromanos.

2. Posteriormente, se procede a analizar un conjunto onomás-tico descubierto recientemente, situado en el extremo sur del espacio, y de valor excepcional, ya que nos aporta los elementos euskéricos de mayor transparencia conocidos hasta ahora. Como complemento de todo lo anterior, se exploran otros restos de naturaleza más dudosa, pero que también parecer aportarnos datos de cierto valor. Señalemos que, al no haberse descubierto todavía ningún texto completo en euskera arcaico en la zona, la atención se centra en este tipo de restos que podemos definir como “indirectos” (topónimos, antropónimos y teónimos), mediante los cuales es posible reconstruir hasta cierto punto el panorama lingüístico de la época

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3. El tramo final del libro se reparte entre una revisión de las teorías vigentes acerca del origen del euskera riojano, el análisis de las Glosas Emilianenses y la fazaña de Ojacastro (primeros textos en euskera conocidos y primer reconocimiento de oficialidad del idioma respec-tivamente), culminándose con un apéndice en el que se proponen nuevos caminos de reconstrucción de la estructura del protoeuskera, a partir de algunos elementos observados en La Rioja.

La presente obra supone, por tanto, uno de los mayores esfuerzos de los últimos años por rescatar del olvido bibliográfico un aspecto esencial de la historia del idioma vasco, que no siempre ha sido tratado con la atención que se merecía. Igualmente, nace con la vocación de estimular el debate acerca de la extensión antigua del euskera, sus características primitivas, y en general contribuir a un mejor conocimiento del pasado de la lengua.

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La «fazanya» de Ojacastro

Publicada por primera vez por los eruditos Marichalar y Manrique en 1861 en su «Historia de la Legislación», la «fazanya» de Ojacastro pasó desapercibida durante décadas para la investigación especializada en el conocimiento del euskera, hasta que Merino Urrutia realizó en 1932 su estudio detallado. Desde entonces, esta «fazanya» o decisión judicial, en la que se comenta un pequeño pro-blema que sucedió aproximadamente en algún momento entre los años 1234 y 1239, ha venido a convertirse en una cita que podemos denominar de alguna manera como «emblemática», de cara a la confirmación definitiva de un uso real de la lengua vasca en La Rioja medieval.

La divulgación de la fazaña cortó de golpe cualquier especulación encaminada acerca de que los elementos euskéricos en la toponimia riojana solamente debían de proceder de simples préstamos léxicos, ya que nos demuestra expresamente que a comienzos del siglo XIII los vecinos de Ojacastro, integrados hacía tiempo en las estructuras políticas del reino de Castilla, gozaban del derecho de expresarse ante los jueces en «bascuençe». Esto indicaba que gran parte de la población de la localidad se expresaba en esta lengua mucho más cómodamente que en cualquier otra, siendo el detalle una sólida prueba del mantenimiento de un fuerte nivel de monolingüismo.

El texto original de la fazaña, redactado en castellano antiguo, se conserva actualmente en el archivo de la Biblioteca Nacional en Madrid, integrada en un códice clasificado como manuscrito nº 431, dentro del cual se recopila un amplio conjunto de fazañas del Reino de Castilla. Se suele considerar como fecha de redacción aproximada del escrito algún momento entre los siglos XIII y XIV, suponiéndose que fue elaborado en la ciudad de Burgos. En ella podemos leer lo siguiente:

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Aunque se trata de un texto muy breve, en el que se echan en falta algunos datos esenciales acerca del contexto del suceso, parece ser que podemos reconstruir aproximadamente una secuencia básica de hechos en la que, en un determinado momento a lo largo del mandato de Don Morial como merino mayor de Castilla –transcurrido entre 1234 y 1239–, cargo que le confería las funciones de ejercer como gran juez del reino castellano, éste mandó detener al alcalde de Ojacastro porque admitía que las personas de la localidad hicieran sus declaraciones ante los tribunales locales en euskera. Una vez llegado el alcalde a la presencia del dirigente supremo de la justicia castellana, parece que pudo demostrarle que este derecho procedía del fuero tradicional de Ojacastro, así que Don Morial decidió dejarlo en libertad, permitiendo que siguiera gobernando la población con su valle.

Para entender el sentido del suceso, hay que recordar que éste se sitúa en pleno reinado del rey de Castilla Fernando III, El Santo (entre 1217 y 1252), quien tomó la decisión definitiva de abandonar el latín como lengua de uso administrativo, sustituyéndola en todos los ámbitos por el castellano. La acción del merino mayor de Castilla se enmarcaría por tanto en el contexto de los esfuerzos de la clase dirigente por asentar el proceso de uniformización lingüística del reino, evitando que en regiones o poblaciones concretas se redactaran textos oficiales en otros idiomas.

Por otra parte, el detalle de que el derecho a utilizar la lengua nativa se manifieste en especial en un ámbito jurídico, es una situación bien conocida en el campo de la historia de las lenguas, pues, sin ir más lejos, las primeras frases conservadas en francés –los Juramentos de Estrasburgo–, se co-rresponden con un juramento del rey Luis el Germánico ante sus soldados.

Este tipo de situaciones son debidas a que en cuestiones jurídicas cualquier mínimo equívoco o error de interpretación de un texto puede acarrear consecuencias negativas para los intereses de los contendientes, y por tanto, desde siempre se ha procurado que todas las partes en un juicio puedan expresarse en el sistema lingüístico que dominen con mayor precisión.1

Al margen de la curiosidad de la anécdota, la fazaña de Ojacastro presenta un valor bastante no-table, pues nos confirma la existencia de un núcleo de población prácticamente monolingüe en la cabecera del Oja en pleno siglo XIII, el cual es un momento bastante avanzado de la Edad Media. En efecto, si aquellas gentes gozaban del derecho de declarar en su lengua nativa, tal concesión sólo pudo deberse al hecho de que no debían de dominar bien la castellana, y por tanto se corría el riesgo de que en caso de tener que declarar en romance hubiesen cometido errores de expresión.

Sin duda los espacios vecinos de Ezcaray y sus aldeas cercanas –además de todas las poblaciones del Alto Tirón, que muestran niveles de densidad toponímica similares al municipio de Ojacastro–, presentarían también en aquellos momentos contingentes de individuos monolingües vascos, que debieron de perdurar al menos durante un siglo o dos más.

Así pues, de la fazaña de Ojacastro debemos sacar la conclusión básica de que su existencia certifica el uso generalizado del euskera en tierras de La Rioja Alta en cronologías relativamente tardías, por lo cual ocupa junto con las Glosas Emilianenses un valor capital en la documentación de la historia de esta lengua.

Notas1. Carlo Tagliavini, Orígenes de las lenguas neolatinas, p. 644, editorial Fondo de Cultura Económica, 1993.

http://www.bibliotecagonzalodeberceo.com/berceo/aznarmartinez/fazanyaojacastro.htm

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Eduardo AznarHistorialaria eta antropologoa

Euskarak Errioxan utzitako aztarnak aztertu eta liburu ba-tean bildu ditu Eduardo Aznarrek. Bigarren zati bat ere egiteko asmoa du.

«Erromatarrak eta Iruñeko erregeak iritsi aurretik, euskara bazegoen Errioxan»

Andoni EtxEbErriA. Berria, 13-XI-2010http://paperekoa.berria.info/plaza/2010-11-13/044/005/lege_info.htm

Zenbait adituren ustez, euskara X. mendetik aurrera heldu zen Errioxara, Iruñeko erresumarekin batera. Alabaina, badira euskara edo protoeuskara erromatarrak baino lehenago ere bertan hitz egiten zela defendatzen duten ikerlariak. Horietako bat da Eduardo Aznar (Bartzelona, 1977) historialaria.

Zer bildu duzu El euskara en La Rioja. Primeros testimonios liburuan?

Liburu hau euskarak Errioxan izan duen presentzia azaltzen duen lanaren lehen partea da. Liburu honetan, euskararen aztarna zaharrenak aztertu ditut, eta aurrerago, Erdi Aroa eta toponimia modernoagoa azaltzen dituen bigarren partea ere argitaratuko dugu.

Zeintzuk dira euskarak Errioxan utzitako lehen aztarnak? Lehenengo liburuan, 80ko hamarkadatik agertu diren hilarri

erromatar batzuetako onomastika landu dut. Hilarri horiek Tierras Altas izeneko eskualdean agertu ziren, gaur egungo Soria (Gaztela eta Leon, Espainia) probintzian, baina Errioxa geografikoa osatzen duten lurraldean. Hilarri horietan, orain arte 11 izen indigena protoeuskaldun agertu dira. Uste dugu erromatarren menpean bizi ziren indigenenak zirela: izengoitiek euskaldunak dirudite. Adibide argiena Sesenco da, izengoiti hori dakarren hilarriak oinarrian zezen baten irudi hautsia baitakar. Liburuan, hilarriez gain, antzinako toponimia eta orduko datuak landu ditut, euskal arrastoak bilatuz.

Alabaina, zenbait adituk defendatzen dute euskara Iruñeko erre-geek egindako birpopulatzeekin heldu zela Errioxara.

Nire ustez, hilarri hauen moduko frogek baieztatzen dute euskara Errioxan zegoela bai Iruñeko erregeak eta bai erromatarrak heldu aurretik. Hilarri hauek eta toponimia aztertuta, esatea euskara birpo-pulatzeen ondorioz heldu zela aurreiritziekin jokatzea da.

Zenbait adituk diote erromatarrak heltzean Calahorra zela bas-koien hiri nagusia.

Bai, noski. Autore klasiko guztiak bat etorri ziren Calahorra hiri baskoia zela. Egun, aditu asko saiatzen dira esaten Kalagorri zeltiberia-rra zela, baina ez da horri eusteko frogarik agertu. Beste kontu bat da, bertako hizkuntza bakarra protoeuskara izango ote zen edo hizkuntza

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gehiago hitz egiten ote ziren. Adibidez, agertu dira bertan egindako txanpo-nak, «Kalagorrikos» idazkunarekin. Jatorri euskalduneko Kalagorri hitzari «-kos» atzizki zeltiberiarra gehitu zitzaion. Pentsa genezake, beraz, Kalagorri jatorri baskoiko hiria izan arren agintean elite zelta bat zela.

Hala ere, Calahorrako Museo Erromatar berrira joanez gero, baskoi hitza inon ere ez da ikusten. Zergatik?

Nire ustez, nahita egiten den zerbait da. Tamalez, aurreiritzi asko daude puntu horretan, eta ebidentzia guztien aurka ikerlari batzuek baskoiak bakarrik Pirinioetan bizi zirela defendatzen dute. Agian, gai horretan erabat zientifikoak ez diren ideiak nahasten dira.

Lehenengoa al zara Errioxaren euskalduntasun goiztiarra defendat-zen?

Egon dira beste autore batzuk. Baina ikerketa hau da orain arte atera den garatuena eta sakonena. Liburuan aipatzen den moduan, lehenengo ikerketak Fray Mateo de Anguiano eruditu errioxarrak publikatu zituen 1704an. XVII. Mende bukaeran jadanik, Anguiano jabetu zen Errioxan euskal toponimo asko zegoela. Hala ere, gaian gehien sakondu zuena Juan Bautista Merino Urrutia euskaltzalea izan zen, XX. mende erdialdean egin zituen ikerketekin. Berak ezagutarazi zuen, adibidez, Ojacastro (Errioxa) bere jaioterriko Fazaña edo sententzia. 1234 eta 1239 bitarteko dokumentu horretan aipatzen da Gaztelako epailerik gorenak Ojakastroko alkatea atxi-lotu zuela, auzietan euskaraz deklaratzea onartzeagatik. Zorionez harentzat, geroxeago askatua izan zen, zeren egiaztatu ahal izan baitzuen ohitura hori herriko foru zaharrean zegoela.