VIGILAR Y CASTIGAR; Michel Foucault

El examen

Michel Foucault nació el 15 de octubre de 1926 en Poitiers en el seno de una familia de médicos; padeció de depresión aguda a causa de su homosexualidad, intentando suicidarse en distintas ocasiones, murió el 25 de junio de 1984 a los 57 años en Paris, Francia. Fue un filósofo Francés. Historiador de las ideas, teórico social, filólogo y crítico literario . Sus teorías abordan la relación entre el poder y el conocimiento, y la forma en que se utilizan como una forma de control social a través de las instituciones sociales.

Foucault se educó en el Liceo Henri-IV y la École Normale Supérieure , donde desarrolló un interés en la filosofía y cayó bajo la influencia de sus tutores Jean Hyppolite y Louis Althusser . En 1962 regresó a Francia y publicó su primer libro importante, La Historia de la locura.

Después de obtener trabajo entre 1960 y 1966 en la Universidad de Clermont-Ferrand, produjo dos de sus más importantes publicaciones, El nacimiento de la clínica y el orden de cosas, lo que muestra su creciente participación en el estructuralismo , un movimiento teórico en la antropología social de la que más tarde se distanció. Luego pasó a publicar La arqueología del saber, Vigilar y castigar , y La Historia de la Sexualidad .

Foucault murió en París de problemas neurológicos, agravadas por el VIH / SIDA ; que fue la primera figura pública en Francia para haber muerto de la enfermedad.

En el libro Vigilar y castigar, en el capítulo 2 (los medios del buen encauzamiento) existe un apartado llamado El examen, en donde se plantea desde la perspectiva de Foucault cuales son los objetivo y para qué sirve el examen.

Para Foucault el examen combina las técnicas de la jerarquía que vigila y las de la sanción que normaliza. Es una mirada normalizadora, una vigilancia que permite calificar, clasificar y castigar. La superposición de las relaciones de poder y de las relaciones de saber adquiere en el examen toda su notoriedad visible.

La escuela pasa a ser una especie de aparato de examen ininterrumpido que acompaña en toda su longitud la operación de enseñanza. Se tratará de una comparación perpetua que permite medir y sancionar. El examen en la escuela crea un constante intercambio de saberes entre el maestro y el discípulo.

El examen lleva consigo todo un mecanismo que une a cierta forma de ejercicio del poder cierto tipo de formación de saber.

1. El examen invierte la economía de la visibilidad en el ejercicio del poder: el examen es la técnica por la cual el poder, en lugar de emitir los signos de su potencia, en lugar de imponer su marca a sus sometidos, mantiene a

Martha Leticia Moreno Cabrera Lic. En educación primaria 2°B

éstos en un mecanismo de objetivación. En el espacio que domina, el poder disciplinario manifiesta su poderío acondicionando objetos. El examen equivale a la ceremonia de esta objetivación.

2. El examen hace entrar también la individualidad en un cambio documental. El examen que coloca a los individuos en un campo de vigilancia los sitúa igualmente en documentos que los captan y los inmovilizan. Los procedimientos de examen han sido inmediatamente acompañados de un sistema de registro intenso y de acumulación documental. Constituyese un “poder de escritura” como una pieza esencial en los engranajes de la disciplina. Las otras innovaciones de la escritura disciplinaria conciernen la puesta en correlación de estos elementos, la acumulación de los documentos, la organización de campos comparativos que permiten clasificar, fijar normas. Gracias a todo este aparato de escritura que lo acompaña, el examen abre dos posibilidades correlativas:

-La constitución del individuo como objeto descriptible, analizable; en modo alguno para reducirlo a rasgos “específicos” como hacen los naturalistas con los seres vivos, sino para mantenerlo en sus rasgos singulares bajo la mirada de un saber permanente;-La constitución de un sistema comparativo que permite la medida de fenómenos globales, la descripción de grupos, la caracterización de hechos colectivos, la estimación de las desviaciones.

3. El examen, rodeado de todas sus técnicas documentales, hace de cada individuo un “caso”: El caso es el individuo tal como se lo puede juzgar, medir, comparar y esto en su individualidad misma; y es también el individuo cuya conducta hay que encauzar, a quien hay que clasificar, normalizar, excluir, etc. El examen indica la aparición de una modalidad nueva de poder en la que cada cual recibe como estatuto su propia individualidad, y en la que es estatutariamente vinculado a los rasgos, medidas, desvíos que lo caracterizan y hacen de él un “caso”.

Finalmente, el examen se halla en el centro de los procedimientos que constituyen el individuo como objeto y efecto de poder, como efecto y objeto de saber. Combinando vigilancia jerárquica y sanción normalizadora, garantiza las grandes funciones disciplinarias de distribución y de clasificación, de extracción máxima de las fuerzas y del tiempo, de acumulación genética continua, de composición óptima de las aptitudes.

Desde mi punto de vista, al hacer un examen nunca nos percatamos lo que está oculto detrás de la obtención de una calificación, recuerdo que anteriormente estudiaba con el objetivo de que el profesor verificara que es lo que aprendí, que se diera cuenta que si estudio en mi casa, que si cumplo con las tareas y que estaba “aprendiendo”. Sacar 10 en el examen era un gran logro y yo me sentía inteligente y ante los ojos de mi profesor y de mis compañeros también lo era.

Martha Leticia Moreno Cabrera Lic. En educación primaria 2°B

Aunque como sabemos sacar 10 no significa haber obtenido un aprendizaje ni mucho menos ser mejor que otros. Existe en muchas personas esa creencia.

El maestro utilizaba el examen como un arma en contra de todos los alumnos, pues con este podría encasillar al alumno o juzgarlo.

Todos los alumnos al escuchar la palabra examen se ponen nerviosos, se estresan etc. Al no estar seguros de los conocimientos obtenidos. Sacar una mala calificación significa ser juzgado fuertemente por el maestro, compañeros y por los propios padres. Por eso considero que el examen ha tenido una mala utilización al utilizarse para medir los conocimientos del alumno.

Martha Leticia Moreno Cabrera Lic. En educación primaria 2°B