EL GRAN FRACASO. LAS CIFRAS DEL DESASTRE NEOLIBERAL MEXICANO. MARTÍ BATRES GUADARRAMA.

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La magnitud del desastre: los datos del neoliberalismoPedro Salmerón SanginésEl pasado julio Martí Batres Guadarrama publicó El gran fracaso. Las cifras del desastre neoliberal mexicano, libro ligero de llevar (80 páginas) y de leer (la agilidad de la prosa denota un bien logrado esfuerzo por llevar el tema al más amplio número de lectores posible) y a la vez muy sólidamente documentado. Tanto, que me parece urgente hacerlo llegar no sólo a la sociedad, a la que está dirigido, sino también a nuestros políticos, sobre todo a los encargados de la catastrófica política económica.¿De qué trata el libro? Exactamente de lo que dice el título: Martí reúne los datos del desastre social y económico, resultado de los 30 años de neoliberalismo. Hay una necesaria explicación esquemática de los orígenes y las características del modelo económico neoliberal, de sus fines, de sus justificaciones y de sus resultados: la polarización social, el empobrecimiento de los más pobres, el desmantelamiento de los derechos sociales, la seguridad social y el sistema educativo; el nacimiento de una oligarquía económica con poder político e ideológico superior al de los órganos formales del Estado; el crecimiento de la corrupción y de la delincuencia; el estancamiento de la economía.El libro explica y define, pero su gran mérito es la exhibición del fracaso, la demostración de esos resultados con datos duros, con cifras oficiales: los datos del crecimiento económico, de la recaudación fiscal (de 11.4 por ciento del PIB en 1988 a 9.7 en 2005); las cifras de impuestos que sobre sus ganancias pagan las grandes corporaciones (Telmex 6.5 por ciento, Televisa 5.4 por ciento, WalMart 2.1 por ciento); los de la inversión pública en infraestructura (de 10 por ciento del PIB en 1981 a menos de 3 por ciento a partir de 1988)... los números de la inversión, de la productividad laboral, de la balanza comercial, del tipo de cambio: en ninguna esfera de la economía los tecnócratas neoliberales han ofrecido buenos resultados, salvo en el indescriptible, inaudito crecimiento de las fortunas de las familias más ricas y de los altos funcionarios que para ellas gobiernan.Pero es aún mayor el desastre social: después de 30 años de neoliberalismo, de ajustes estructurales, de reformas, de su cantada estabilidad, apenas 19.3 por ciento de la población puede considerarse no pobre: 11.7 millones de mexicanos viven en la extrema pobreza; 51.9 en la pobreza y 32.2 millones más están en situación de carencia. En 2010 había 10 millones más de pobres que en 2006. Y los datos del consumo popular, los de los ingresos reales, los de la polarización y los abismos crecientes entre los más ricos y los más pobres (según la ONU, México es uno de los 20 países del mundo de mayor desigualdad en la distribución del ingreso), todos los indicadores, todos, muestran el desastre nacional.Y no hablemos de salud y seguridad social, de educación y la posibilidad de acceso a la mis­ma, del campo y la producción agrícola, de la cien­cia y la tecnología, del acceso a la cultura y las artes... del crimen organizado y sus secuelas.Hay también comparaciones pertinentes: con los resultados del neoliberalismo en otros países (mostrando que la incapacidad y la rapacidad de nuestra clase política lo ha llevado, en México, a extremos brutales) y con los datos del periodo anterior. Pero no se confunda el lector: el libro no es un elogio del viejo régimen ni, mucho menos, un llamado a reconstruir sus modelos políticos o económicos, aunque el contraste de los datos económicos y sociales del periodo nacionalista (1934-1981) frente al desastre neoliberal, son sumamente elocuentes. No, el libro, que inicia con una enorme interrogación (¿cómo es posible que frente a tan devastadores resultados, el grupo en el poder insista en continuar, en dar vida artificial a un modelo que ha resultado es un fracaso absoluto?) termina con una propuesta de 10 puntos para salvar a México de este desastre: ese e

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  • EL GRAN FRACASO Las cifras del desastre neoliberal mexicano

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    sta es una publicacin de la Fundacin Rosa Luxemburg Stiftung, Morena Cultura y Para Leer en Libertad A.C.

    www.rosalux.org.mxbrigadaparaleerenlibertad@gmail.comwww.brigadaparaleerenlibertad.com

    Cuidado de la edicin: Paco Ignacio Taibo II, Alicia Rodrguez y Salvador Vzquez.

    Diseo de interiores y portada: Daniela Campero.

  • Los grupos privatizadores usualmente enmascaran sus intenciones detrs de las sugestivas frmulas de reforma

    del Estado, disminucin del tamao del Estado, desregulacin, racionalizacin, descentralizacin y

    otras similares. Pero con cualquier denominacin la finalidad es la misma: entregar los negocios ms atractivos del sector

    pblico, aquellos que tienen altas rentabilidades y que por lo mismo despiertan mucha codicia a manos privadas Con la privatizacin se crearan unos cuantos magnates

    todopoderosos, nacionales y extranjeros, con poder irresistible sobre los mandos estatales.

    Rodrigo Borja, ex presidente de Ecuador, 1997.

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    INTRODUCCIN

    Han pasado ya 30 aos desde que Mxico inici el viraje po-ltico, econmico y social hacia el proyecto neoliberal. Y a pe-sar del tiempo transcurrido y de los funestos efectos de dicho acontecimiento, otro gobierno ms, el de Enrique Pea Nieto, insiste en prolongar los sufrimientos de la nacin mexicana al empecinarse en darle continuidad a un proyecto viejo, cuestio-nado en el pas y en el mundo entero. Una generacin entera ha nacido, ha crecido y se ha re-producido en el neoliberalismo. Y slo ha odo hablar de crisis, recortes, pobreza, desempleo, quiebras, inflacin, deuda, de-valuacin, etc. El gobierno mexicano se resiste al cambio y pretende darle vida artificial a un modelo econmico que ha demostra-do ser un fracaso absoluto. En un primer momento, ese proyecto se present como un ajuste necesario para superar la crisis econmica de 1982. Y pronto se propuso como un nuevo modelo para el desarrollo futuro, con grandes promesas de crecimiento, bienestar e in-

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    cluso de entrada al primer mundo. Pero nada de eso ocurri: Las crisis continuaron, la economa no se recuper, el pas no creci, y en cambio, el nuevo modelo trajo numerosos proble-mas adicionales, mayor miseria y polarizacin. El neoliberalismo ha exacerbado realidades lacerantes como la existencia de los nios de la calle, la feminizacin de la pobreza, los rechazados de las universidades, la migracin de millones a Estados Unidos, la inseguridad masiva, las eje-cuciones por hora, la economa del narcotrfico, el crecimien-to desmedido de la economa informal, el boom del comer-cio sexual callejero, la proliferacin de la pobreza urbana, la multiplicacin geomtrica de los suicidios juveniles, la sequa econmica del campo, la riqueza ms insultante junto a la pobreza ms desoladora, la era de la corrupcin financiera, la ruptura del tejido social, el repunte de enfermedades que se suponan desaparecidas, as como el desnimo social y la muerte de las ilusiones de las nuevas generaciones. Eso es lo nuevo que trajo este modelo. El neoliberalismo iniciado por Miguel de la Madrid y continuado por Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Caldern, Enrique Pea se aferra a darle continuidad. Tiene ya tantos aos en el poder como los que dur la dictadura de Porfirio Daz y ha recibido muchos nombres: ajuste estruc-tural, poltica tecnocrtica, monetarismo,reconversin industrial, modelo friedmaniano, reformas estructura-les, modernizacin, adelgazamiento del Estado, globa-lizacin, proyecto privatizador, apertura, consenso de Washington, etc. Pero cualquiera que sea la denominacin, su aplicacin ha sido daina, lesiva, para la gran mayora de los mexicanos. Con ella, muchos trabajadores perdieron su

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    empleo, otros vieron disminuir su salario, otros ms vieron quebrar sus empresas. El neoliberalismo le destruy su vida a millones de mexicanos, sus seguridades, sus certezas, sus m-nimos de bienestar y sus expectativas en el futuro. A pesar de las mltiples oportunidades que este mo-delo ha tenido para mostrar sus bondades, los saldos han sido terribles una y otra vez. Despus de cada gran reforma estruc-tural que promete crecimiento viene el desastre. Es un crculo vicioso que se repite. Y a lo largo de cinco sexenios ha perjudicado a casi todos: profesionistas, intelectuales, acadmicos, obreros, co-merciantes, ejidatarios, pequeos y medianos empresarios, pueblos indgenas, universidades, instituciones pblicas, em-presas mexicanas de tradicin, jvenes, mujeres. Todos han perdido, todos estn damnificados. Todos menos un grupo muy pequeo que aparece listado como millonario ao con ao (desde fines de los 80s) en las pginas de la revista Forbes. La afectacin que este modelo ha propiciado para la inmensa mayora de mexicanos ha provocado respuestas muy fuertes de la sociedad. La insurgencia cvica con Cuauhtmoc Crdenas en 1988, el alzamiento zapatista en 1994, el voto contra el PRI en el 2000 (aunque fuera canalizado por Fox), el movimiento que en 2006 y 2012 encabeza Andrs Manuel L-pez Obrador, son irrupciones polticas y sociales por medio de las cuales los mexicanos han expresado, de una u otra manera su hartazgo del neoliberalismo. El sistema se ha defendido como gato boca arriba para impedir el cambio de rumbo, a veces con el fraude, a veces con el engao, a veces con el crimen, a veces con el dinero. El des-contento social contra el neoliberalismo fue revertido en 1988

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    con el fraude electoral. Seis aos despus, el descontento fue replegado con el terror que inspir el asesinato poltico de Luis Donaldo Colosio. En el 2000, ante la inexorable derrota electo-ral del PRI, el sistema fingi el cambio a travs del farsante Vi-cente Fox. En el 2006 un sistema desesperado recurri a todo: videos, desafuero y otra vez al fraude. En 2012, simplemente se utiliz todo el dinero que fuera necesario para comprar la presidencia de la Repblica, y se busc presentar el regreso del PRI como el cambio frente a los gobiernos del PAN. Pero entre Miguel de la Madrid y Enrique Pea Nieto hay una lnea recta de continuidad. Al comenzar el sexto gobierno de la era neoliberal, se reitera la obcecacin, misma que se alimenta de los grandes intereses econmicos, la falta de respaldo popular del gobier-no, las grandes presiones internacionales y un dogmatismo ideolgico que raya en el fanatismo. El nuevo administrador del modelo transexenal nos dice que se quitarn los obstculos para liberar todo el po-tencial econmico de Mxico. La amenaza de una acelerada realizacin de nuevas privatizaciones, desnacionalizaciones y ajustes sociales se oferta como el cambio, cuando se trata de un simple y llano continuismo. Este modelo ha destruido la economa nacional, ha pauperizado a las clases medias, ha llevado a los pobres a la extrema pobreza, ha sumido a un pas que creci durante ms de 40 aos a una tasa superior al 6% anual a un mediocre cre-cimiento que no llega al 2% promedio en 30 aos. Pero quiere ms, es insaciable, quiere otra oportunidad. Una generacin entera ha nacido y se ha perdido en el modelo neoliberal. Una nueva generacin crece en el escepti-

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    cismo y la incredulidad, nada espera. Las viejas generaciones ven con asombro cmo se destruye lo poco o mucho que se cre en otras pocas: la seguridad social, la estabilidad en el empleo, la movilidad social, la unidad familiar, las expectativas de prosperidad. Cuando Enrique Pea Nieto llega con una avalancha copiada del salinismo para imponer rpidamente las llamadas reformas laboral, educativa, de telecomunicaciones, energti-ca, fiscal, etc., prometiendo con ello el crecimiento y la bonan-za, tenemos no slo el derecho sino la obligacin de decir NO, porque ms de lo mismo significa ms estancamiento, ms desigualdad, ms pobreza, ms descomposicin social, ms delincuencia. Mxico tiene el derecho a cambiar de rumbo. Histri-ca y socialmente, est obligado a hacerlo para resurgir y darle bienestar y futuro a todos los mexicanos.

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    EL MODELO NACIONALISTA

    Para afianzarse en el poder, los promotores del neoliberalismo satanizaron al modelo econmico que los precedi y que tuvo vigencia durante ms de cuatro dcadas con notables xitos econmicos y tambin algunos sociales, y que llamaremos mo-delo econmico nacionalista. La Revolucin Mexicana dio a luz una Constitucin so-cial y un proyecto nacional distinto al que impuls el Porfiriato. En ese ordenamiento se plasmaron principios como la propie-dad originaria de la nacin, el inters pblico como lmite a la propiedad privada, la economa mixta pblica-privada-social y la responsabilidad rectora del Estado en la economa. El nuevo proyecto nacional va a encontrar su momento de mayor esplendor e impulso en el sexenio del general L-zaro Crdenas del Ro, entre 1934 y 1940. Es en este gobierno cuando se cumple el programa de la revolucin y se sientan las bases materiales de un modelo de desarrollo nacionalista que se prolongar hasta 1981. En el sexenio cardenista cobra sentido la frase de que la revolucin se hizo gobierno. La velocidad y alcance de las transformaciones sociales, econmicas y polticas que ocurren en tan slo esos seis aos es sorprendente. Sin ellas no se ex-plicara la estabilidad econmica, el crecimiento, la fuerza del mercado interno, el poder del Estado para dirigir la economa,

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    la industrializacin acelerada, la autosuficiencia alimentaria, el desarrollo de la clase media, la disminucin de la pobreza y la distribucin de una parte importante de la riqueza nacional. En el cardenismo se crea un sector pblico de la eco-noma, con pocas industrias pero estratgicas. Se expropia la industria petrolera y se nacionalizan los ferrocarriles. Se crea la Comisin Federal de Electricidad. Se reparten casi 20 mi-llones de hectreas de tierra a un milln de familias campesi-nas. Aumenta el salario y se consolidan contratos colectivos en grandes ramas. Se gesta as un mercado interno. Se promueve tambin la organizacin obrera, campesina y de profesionistas y clases populares para fortalecer la lucha por sus demandas econmicas (aunque en un esquema corporativo que despus se convertir en un sistema de control). Asimismo, surge una organizacin empresarial de corte nacionalista: la Cmara Na-cional de la Industria de la Transformacin, que agrupa al ca-pital productivo emergente. Se promueve el sector cooperativo pesquero y se crean las cooperativas escolares. Comienza la expansin de la educacin bsica. Se multiplican las Norma-les Rurales que llevan a miles de campesinos a convertirse en maestros. Y se crean nuevas instituciones de educacin supe-rior que responden al proyecto nacionalista, agrario y progre-sista, como la Escuela Nacional de Antropologa e Historia, la Universidad Autnoma de Chapingo y el Instituto Politcnico Nacional. Mxico abre sus puertas a la intelectualidad espaola y juda que huye del fascismo en Europa. Es una etapa de gran movilizacin de la sociedad, de ascenso de las clases popula-res, de expansin de la cultura y la educacin. En los aos posteriores al cardenismo las transforma-ciones sociales y econmicas pierden velocidad y profundidad,

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    pero an as continan. Entre 1940 y 1981 la economa sigui creciendo y se realizaron nuevas reformas sociales, aunque dichas polticas progresistas conviven con una lnea de mano dura y represin del rgimen autoritario. Este perodo ve nacer a instituciones como el Institu-to Nacional Indigenista (INI), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado (ISSSTE), el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFAM), el Instituto para el Fondo Nacional de Vivienda de los Trabajadores (INFO-NAVIT), el Fondo de Vivienda para los trabajadores del ISSSTE (FOVISSSTE), el Fondo Nacional de Apoyo a la Economa de los Trabajadores (FONACOT), la Compaa Nacional de Subsis-tencias Populares (CONASUPO), la Comisin Nacional del Libro de Texto Gratuito, el Instituto Nacional de Proteccin a la In-fancia (INPI) que se convertir en el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), el Fondo Nacional para la Habita-cin Popular (FONHAPO), entre muchas otras. Surgieron, adems, instituciones educativas como la Escuela Normal Superior, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Colegio de Bachilleres, la Universidad Autnoma Metropoli-tana, el Colegio Nacional de Estudios Profesionales (CONALEP), la Universidad Pedaggica Nacional, y se masific la UNAM. En 1924 la Universidad Nacional tena 9 mil estudiantes. Para 1964 ya eran 72 mil. Y en 1980 llegaban casi a los 300 mil (1). En 1970 existan 115 instituciones de educacin supe-rior con una poblacin de 225 mil estudiantes (2). En 1976 la matrcula de educacin superior era de 540 mil estudiantes, y en 1980 llega a los 820 mil (3). Adems, entre 1970 y 1982 el nmero de acadmicos de las universidades subi de 25 mil a

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    79 mil; y el porcentaje de mujeres en la matrcula estudiantil pas de 17 a 33 % (4). En 1965 haba en el pas 870 unidades hospitalarias y con-sultorios, y para 1980 ya eran 8 100. En 1965 haba 7 900 mdicos en el sector de salud pblico, y para 1980 ya eran 52 400. En 1965 haba 8.6 millones de derechohabientes en las instituciones pbli-cas de salud, y para 1980 ya eran 30.8 millones (5). Tambin se nacionaliza la industria elctrica, se crean mil empresas de la nacin, se forma la banca de desarrollo, se impulsa la estrategia de sustitucin de importaciones para proteger y estimular a la industria privada nacional. Se crean el Sistema Alimentario Mexicano y el COPLAMAR. Contina el reparto agrario. Se alienta el aumento al salario hasta llegar a su punto ms alto en 1976. La pobreza disminuy, pues con el mtodo oficial de medicin actual, abarcaba en 1963 al 73% de la poblacin, bajando en 1981 al 41% de la misma. La economa mexicana creci sostenidamente entre 1934 y 1981 a una tasa promedio superior al 6% anual. En-tre 1941 y 1946, creci al 6.1% anual. De 1947 a 1952, al 5.8% anual. Entre 1950 y 1960, al 6.1%. Entre 1960 y 1970, el creci-miento fue de 6.5%. De 1970 a 1981, lleg a un 6.9%. Durante este perodo hubo aos de altsimo crecimien-to. Por ejemplo: 1963, 7.5%; 1964, 11%; 1968, 9.4%; 1972, 8.2%; 1973, 7.8%. Los cuatro ltimos aos del modelo nacionalista son dignos de recordarse por su ndice de crecimiento: 1978, 8.9%; 1979, 9.7%; 1980, 9.2%; 1981, 8.8%. (6) El modelo econmico nacionalista se apoy en los si-guientes procesos: 1) Surgen el sector pblico y el sector social de la eco-noma, que junto con el privado conformarn una economa mixta tripartita.

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    2) Se impulsa la sustitucin de importaciones para de-sarrollar industrias nacionales, elevando los aranceles para in-hibir las importaciones y orientando el consumo hacia los pro-ductos nacionales. 3) Se establece un criterio progresivo en la participacin fiscal para buscar una aportacin mayor de las grandes em-presas. 4) Se fortalece el mercado interno a travs de la eleva-cin de los salarios de los trabajadores y de la capacidad de consumo de las clases medias. 5) Se crean subsidios diversos a empresas privadas na-cionales, productores del campo, as como a consumidores de bajos ingresos. 6) Surgen las grandes instituciones sociales. 7) Se expande la educacin pblica, comenzando con el nivel bsico y despus con el superior. 8) Se promueve intensamente la obra pblica para crear infraestructura social y detonar el desarrollo econmico. 9) Se ponen lmites y candados a la inversin extranjera. 10) Aumenta progresivamente el gasto pblico para pro-mover crecimiento econmico y financiamiento del gasto social. El modelo nacionalista gener una sinergia entre eco-noma, sociedad y poltica. La creciente capacidad adquisi-tiva de los salarios coadyuv al fortalecimiento del mercado interno, y ste fue un soporte central de la capitalizacin de las empresas. Aumentaron los salarios y a la par aumentaron las ganancias de las empresas. Los trabajadores y las clases medias tenan mayores recursos para comprar y las empre-sas contaban con un mercado para colocar sus productos. La poltica de sustitucin de importaciones permiti el auge de

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    un empresariado nacional productivo, especialmente situado en las industrias de transformacin, y eso le dio soporte a los discursos nacionalista, desarrollista y progresista. Poda plan-tearse una idea de unidad nacional porque haba elementos estratgicos del proyecto que unan a sectores muy diferentes, a casi todas las clases sociales. El desarrollo econmico general permiti un flujo muy amplio de movilidad social. Se consoli-daron sectores de trabajadores con ingresos, prestaciones, se-guridad social y estabilidad econmica muy parecidos a ciertas capas medias, como los trabajadores petroleros, por ejemplo. Con la educacin tambin crecieron las clases medias, y con el fortalecimiento de las clases medias se dio paso a una inci-piente masificacin de la educacin superior, fenmeno que a su vez permiti la entrada de hijos de campesinos y obreros a las universidades. El pas fue autosuficiente en alimentos en trminos generales, y eso consolid la ideologa nacionalista. A empresarios, obreros, campesinos, profesionistas, clases me-dias, convena en mayor o menor medida el proyecto na-cionalista que se llevaba a cabo. El crecimiento otorg los recursos para una poltica so-cial progresista, y el reformismo social del Estado procur una dosis de consenso, marcada por su corporativismo, que daba estabilidad al rgimen poltico. El nacionalismo econmico se nutri de la unidad nacional (muchas veces demaggica) y el Estado se fortaleci polticamente al presentarse como eficaz promotor del desarrollo. El gasto pblico creci y con ello se ampliaron derechos sociales e infraestructura. A su vez, la in-fraestructura logr satisfacer demandas sociales, pero tambin necesidades de desarrollo empresarial. Es el caso de la redes de distribucin del servicio elctrico. El Estado es el gran cons-

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    tructor de la economa, pero tambin el protector de las clases populares y del capital. Es el vrtice del desarrollo econmico, del equilibrio social y de la poltica. Sin embargo, aunque hubo progreso social, en reali-dad el modelo fue ms exitoso en lo econmico. El crecimiento de la economa fue muy superior a la distribucin del ingre-so. Nunca lleg a erradicarse la pobreza. Y tampoco pudo al-canzarse un verdadero Estado de bienestar social. Las clases populares fueron incluidas en el proyecto nacional de manera subordinada, la gran tajada del crecimiento no fue para ellas. Los polos sociales se acercaron, pero las grandes desigualda-des no desaparecieron. El acceso a los frutos del desarrollo no fue equitativo. La inclusin social s existi, pero de manera controlada. Adems, la corrupcin va a formar parte del modelo. Es el cemento que une todo. Mediatiza a los lderes sindica-les, convierte en empresarios a los polticos. Eleva los xitos del empresario. Silencia a los opositores. Crea una opinin pbli-ca que apoya. Hace cmplices a casi todos los lderes, repre-sentantes y actores polticos. Es tambin una poca de autoritarismo. Se consolida un partido de Estado, se corporativizan las organizaciones so-ciales y se usa al ejrcito y la polica para reprimir las movi-lizaciones sociales independientes. Es la poca de los presos polticos, del encarcelamiento de los lderes obreros honestos, de las masacres como la del 68 y el 71, de las desapariciones forzadas y de la guerra sucia. Deca el cacique del estado de Guerrero, Rubn Figueroa, que los opositores escojan: des-tierro, encierro o entierro. El rgimen tiene consenso, pero no tolera el disenso.

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    Es el ogro filantrpico del que hablaba Octavio Paz. Adolfo Lpez Mateos nacionaliza la industria elctrica, crea el ISSSTE, Conasupo y los libros de texto gratuito, pero al mismo tiempo encarcela a Othn Salazar, Demetrio Vallejo y Valentn Campa, los lderes ms honestos que ha dado el sindicalismo mexicano. Gustavo Daz Ordaz es el presidente que ms tierra reparte en el perodo 1940-1981, y es tambin el chacal del 2 de octubre de 1968. Luis Echeverra lleva el salario a su punto ms alto, expropia latifundios y ampla la cobertura de la edu-cacin superior, pero masacra a los estudiantes el 10 de junio de 1971 usando a Los Halcones. Lo cierto es, sin embargo, que con el modelo nacio-nalista la economa creci y hubo progreso social. En la poca neoliberal, el autoritarismo sigui, las masacres, los fraudes electorales y los actos represivos continuaron, pero la econo-ma se estanc y las clases sociales dejaron de progresar. Las conocidas masacres de campesinos e indgenas como las de Acteal, Aguas Blancas, El Charco y El Bosque, ocurrieron en la era neoliberal. As como la masificacin de la prctica de la desaparicin forzada, las violaciones a derechos humanos en la guerra contra el narco y los presos polticos zapatistas, elec-tricistas, maestros y de Atenco. Los grandes fraudes electora-les, como los de 1988 y 2006, contra Cuauhtmoc Crdenas y Andrs Manuel Lpez Obrador, respectivamente, en elecciones presidenciales y contra Salvador Nava en 1991, en elecciones locales ocurrieron tambin en esta etapa. En el neoliberalismo, el Estado sigui siendo autoritario, demaggico, corrupto y represivo, pero perdi el impulso progresista y social. El ogro dej de ser filantrpico pero sigui siendo ogro.

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    EL MODELO NEOLIBERAL

    En su libro La disputa por la nacin, Carlos Tello y Rolando Cordera (7) analizan la lucha que se daba en interior del Estado mexicano entre el proyecto nacionalista y el proyecto neolibe-ral. An no ocurra la crisis de 1982, el pas disfrutaba ese ao los efectos de un crecimiento cercano al 9% y se vivan los re-sultados positivos de la reciente Reforma Poltica. No obstante ello, un sector del gobierno y del partido oficial, ya se hacan eco de la doctrina neoliberal que presionaba fuertemente des-de el exterior. El modelo neoliberal fue abrazado con entusiasmo por la cada vez ms poderosa tecnocracia mexicana y por los grandes empresarios nacionales, pero su matriz ideolgica en su nueva versin no tiene un origen autctono, aunque puede reclamarse heredera de los cientficos porfirianos. En el debate ideolgico internacional, sobre todo a prin-cipios de los aos setenta, la escuela econmica de John Maynard Keynes y todo tipo de poltica econmica progresista o social eran combatidas implacablemente por la vertiente de Friedrich August Hayek, Milton Friedman y los llamados Chicago boys, que apelaba a la menor intervencin posible del Estado en la eco-noma y al mayor margen de decisin para el mercado. Dicha propuesta doctrinaria postulaba que el mercado poda regularse solo y que el bienestar de la sociedad no requera de la partici-pacin directa del Estado, por lo que demandaba la desaparicin del sector pblico en la economa, el traslado de las decisiones a los grandes mercados financieros mundiales y la completa libe-ralizacin de las relaciones econmicas.

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    En todo caso, el neoliberalismo pretenda la intervencin poltica del Estado pero slo para abrir espacio a los mercados y los centros financieros internacionales. Y a diferencia del libe-ralismo, no buscaba la libertad para el empresario comn o el individuo, sino para la gran empresa trasnacional, para el mo-nopolio. El neoliberalismo no busca la libertad de las personas frente al Estado, sino la libertad de los grandes capitales para traspasar las fronteras de todos los Estados del mundo. El primer gran ensayo del modelo neoliberal ocurre en Chile despus del golpe militar de 1973 contra el presidente constitucional Salvador Allende. La dictadura de Augusto Pino-chet comienza a instrumentar el proyecto, con el apoyo de los organismos financieros internacionales. As, son privatizadas 527 empresas pblicas, al tiempo que se toman otras medidas, como la apertura comercial, la reduccin del gasto pblico y la eliminacin de subsidios al consumo popular. El objetivo era dejar atrs el modelo de sustitucin de importaciones, la eco-noma mixta y el amplio gasto social. Un programa de choque como ste, con un altsimo costo social y que necesariamente tendra como respuesta una amplia inconformidad, slo poda introducirse rpidamente a travs de una dictadura. En 1979, llega al poder en Gran Bretaa la lideresa del Partido Conservador Margaret Thatcher. Con gran despliegue de dureza comienza un ambicioso programa de desmante-lamiento de la economa pblica, de recorte al gasto social y disminucin de las prestaciones de los trabajadores. Combati a los sindicatos, debilit el Estado de bienestar, y provoc el aument del desempleo y la delincuencia. Entre las empresas pblicas privatizadas total o parcialmente se incluyeron las estratgicas British Petroleum, British Steel, British Telecom,

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    British Aerospace, es decir, las ramas del petrleo, acero, tele-comunicaciones, aviacin, as como las de construccin naval, transportes, ferrocarriles y numerosos servicios pblicos. En 1980 Ronald Reagan llega a la presidencia de Es-tados Unidos de Amrica postulando un proyecto ultracon-servador en lo poltico, econmico y social. Reagan y Thatcher provocan entonces un proceso mundial de ajustes y reformas al que se denomin Globalizacin. Se desata as una enorme presin desde las metrpolis polticas (Estados Unidos y Gran Bretaa) y los grandes centros financieros internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Tesoro de los Estados Unidos) para inducir en pases de los entonces deno-minados 2 y 3er mundo, la venta de sus empresas pblicas, la disminucin de salarios, la apertura comercial y las reformas jurdicas correspondientes. La mayora de los pases del mun-do se plegaron a esta globalizacin en los aos ochentas, pero comenzaron a buscar alternativas distintas a fines del siglo XX y principios del siglo XXI. Mientras tanto, en nuestro pas, la ortodoxia ciega del modelo se mantuvo. En Mxico, la crisis econmica de 1982, la llegada al gobierno del ala tecnocrtica del PRI, as como las poderosas presiones externas generaron las condiciones para realizar un viraje radical a la derecha e iniciar la instrumentacin del pro-grama neoliberal a travs de las llamadas reformas estructu-rales. Mxico fue el primer pas en recibir crditos financieros del FMI condicionados a la aceptacin y realizacin de sus re-comendaciones. Prcticamente, a partir de entonces, nuestro pas fue cogobernado desde el exterior, con la franca y conven-cida colaboracin de la tecnocracia.

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    Para materializar el modelo neoliberal se realizaron re-formas estructurales tendientes a la obtencin de los siguien-tes objetivos estratgicos:

    1) Apertura al comercio exterior y abatimiento de los aranceles.2) Orientacin de la economa hacia el mercado externo y las exportaciones.3) Puertas abiertas a la inversin extranjera.4) Privatizacin de las empresas, servicios y activi-dades econmicas pblicas.5) Reduccin del gasto pblico.6) Desregulacin de la economa.7) Disminucin del gasto social y eliminacin de derechos sociales.8) Reduccin de los impuestos sobre la renta (di-rectos) y aumento de los impuestos al consumo (indirectos).9) Contencin y disminucin del salario, presta-ciones y costo de la fuerza laboral.10) Reformas jurdicas y legislativas para darle certidumbre al nuevo modelo.

    Treinta aos despus, los reformadores neoliberales presu-men logros como: conversin de Mxico en un gran exporta-dor de manufacturas y en uno de los tres principales socios comerciales de Estados Unidos, amplia produccin automo-triz y electrnica, multiplicacin de las ventas al exterior, di-versificacin de las exportaciones, atraccin considerable de inversin extranjera, ingreso a organismos internacionales del primer mundo como la OCDE y reduccin del dficit fiscal y de la deuda externa en proporcin al Producto Interno Bruto.

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    Sin embargo, dichos logros son relativos y palidecen dra-mticamente frente al incumplimiento de las promesas origina-les, y sobre todo, frente al desastre social y humano que dejaron. Desde el inicio de este viraje econmico se prometi competitividad, acceso general a los bienes y servicios, mo-dernizacin tecnolgica de la sociedad, crecimiento econmi-co sostenido con estabilidad, elevacin de la calidad de vida y bienestar para la poblacin, as como entrada de Mxico al mundo desarrollado. Nada de eso ocurri. Todo lo contrario. El modelo neo-liberal no slo fue un desastre social y un fraude como opcin civilizadora de progreso y desarrollo, sino todo un fracaso has-ta en lo puramente econmico. El neoliberalismo polariz socialmente a Mxico. El pas regres a los niveles de pobreza anteriores a 1970. Fueron des-mantelados derechos sociales y numerosas instituciones p-blicas. El trabajo se precariz. La seguridad social disminuy. El empresariado medio quebr, las clases medias se pauperiza-ron y los pobres pasaron a la extrema pobreza. El avance de la educacin se congel. Naci una oligarqua econmica con un poder poltico e ideolgico superior al de los rganos formales del Estado. El poder poltico perdi el consenso social. La vieja corrupcin lleg a niveles insospechados, siendo desplazada la mordida y el soborno por el saqueo de los bienes de la nacin. El tejido social se fractur. Aparecieron a gran escala el narco-trfico, el secuestro y la delincuencia callejera. Y la economa se estanc, dej de crecer.

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    El neoliberalismo no es cambio, es viejo continuismo

    La revista Forbes de Mxico, en su nmero de marzo de 2013, publica un artculo de Paola Palma en el que sta afirma: M-xico est de moda. Peridicos extranjeros, calificadoras de inversin, organismos internacionales, sealan su potencial econmico y lo destacan como uno de los mercados emer-gentes ms slidos. Adems, le auguran un promisorio futuro como una de las economas ms importantes en los prximos 50 aos () Aprovechar que Mxico est en boca de todos es una oportunidad inmejorable para revisar las restricciones que impiden detonar su potencial econmico y eliminarlas. ste es el siguiente paso para crear condiciones sostenibles que, en el largo plazo, permitan al pas colocarse entre las economas de mayor crecimiento(8). Se trata de una nueva campaa para convencernos de que es necesario continuar con las reformas econmicas que empezaron hace treinta aos, presentndolas como una innovacin, como el ltimo grito de la moda, que en efecto nos traern en el largo plazo crecimiento. Parece que estamos escuchando a los voceros de hace cinco sexenios. La diferencia es que ya llevamos 30 aos de desastre econmico y largo plazo ya lleg sin que se acompaara del crecimiento. El mismo nmero de la citada revista contiene un re-portaje en el que Oscar Machado documenta el aumento de la pobreza en Mxico, y concluye que sta slo puede disminuir si el pas crece al menos en un 7% anual. Cita a Luis Foncerra-da para introducir el tema que le interesa: El FMI asegura que la infraestructura mejora la distribucin del ingreso, y esto es

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    fundamental para la pobreza, ya que no slo la reduce sino que la elimina () Si se abrieran varios sectores (como el ener-gtico) a la inversin privada estaramos creciendo a tasas similares a las de Corea del Sur, que invierte 27% del PIB y crece al 7% (9). En otras palabras, segn este reportaje, si se privatiza el petrleo se acaba con la pobreza en Mxico. La ecuacin es sencillamente delirante, la realidad nos dice otra cosa. La evo-lucin de la pobreza narrada en el propio reportaje es produc-to precisamente de abrir casi todos los sectores durante tres dcadas. Abrir sectores estratgicos a la inversin privada no termin con la pobreza, la profundiz! Y ahora se pide abrir el ltimo sector que queda en manos de la nacin! En el mismo tono discursivo, el actual gobernante de Mxico, Enrique Pea Nieto afirm en esos mismos das de marzo que era necesario eliminar los obstculos que impiden a Mxico detonar todo su potencial econmico. Es impresio-nante la sincrona del discurso. Es la misma tesis: desde el Fon-do Monetario Internacional hasta la revista Forbes, pasando por el Banco Mundial, el Banco de Mxico, el gobierno federal y el Consejo Coordinador Empresarial. Cualquiera que no conozca la historia reciente de M-xico podra pensar, despus de leer textos como los anteriores, que no ha pasado nada en este pas en las ltimas dcadas, que se encuentra intacto el viejo modelo econmico nacionalista, que los neoliberales no han podido realizar ninguna de sus re-formas y que por lo tanto desconocemos los efectos positivos que stas tendran para la economa nacional. Pero este discur-so ya lo escuchamos. Con el discurso de que hay que quitar los obstculos para el crecimiento se han realizado no una sino docenas de

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    reformas estructurales! Pero despus de cada una el resultado es desastroso, nos sumergimos en nuevas crisis y se alarga el estancamiento. Como dice Jos Luis vila en su libro La era neoliberal: Las medidas de poltica econmica aplicadas por el gobierno de Miguel de la Madrid fueron presentadas como amargas y dolorosas pero necesarias para superar la crisis que heredaban de las administraciones populistas de Luis Echeverra lvarez y Jos Lpez Portillo (10). Seis aos despus, Carlos Salinas prometa al comen-zar su gobierno: Postulo una nueva poca de crecimiento. Iniciaremos la recuperacin de los niveles de vida la recu-peracin econmica debe alcanzarse con la menor demora posible Crearemos las condiciones para que los mexicanos se instalen a vivir con decoro y no a sobrevivir con estrechez (11). En su primer informe, el 1 de septiembre de 1989, igual que los analistas de la revista Forbes lo hacen 24 aos despus, Salinas plante: una economa ms abierta a la iniciativa y la inversin no estatal se conducir, sin duda, para servir a los objetivos nacionales de la soberana y la justicia social. Y en su segundo informe de gobierno, Salinas dijo: Queremos que Mxico sea parte del Primer Mundo y no del Tercero. Como se supo despus, poco import que la oferta de crecimiento de 6 por ciento del Producto Interno Bruto para 1994 no se cum-pliera ni a la mitad. Tampoco que el milln de empleos anuales no haya sido una realidad (12). Por su parte, durante su campaa por la Presidencia de la Repblica, Ernesto Zedillo declar: Vamos a crear los empleos que Mxico necesita. Vamos a avanzar con estabili-dad, hacia la economa del futuro, a una economa ms par-

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    ticipativa, a una economa con bienestar para las familias. () La inversin privada es un motor fundamental del crecimiento econmico sostenido () La inversin extranjera debe conti-nuar siendo un apoyo complementario a la inversin nacional, ya que permite adquirir tecnologa de punta y representa un vnculo con los flujos internacionales del comercio y la pro-duccin. () El impulso a la inversin permitir que en 1995 el Producto Interno Bruto crezca a un ritmo de por lo menos el doble de la tasa de crecimiento de la poblacin (13). Como candidato a la presidencia de la repblica Vicente Fox ofreci: Crear las condiciones para que la economa crez-ca a tasas de 7% y genere, cuando menos, un milln 300 mil empleos anuales, a travs de un modelo econmico donde el ser humano y el desarrollo de sus cualidades esenciales sean el objetivo: una economa humana y moderna (14). Ya no abundemos en el penoso caso de Felipe Calde-rn, que en su campaa por la Presidencia de la Repblica pre-gonaba: Queremos un Mxico triunfador, un Mxico ganador, un Mxico donde todos tengan trabajo. Voy a ser el presidente del empleo. Su administracin, como sabemos, se coron con el mayor decrecimiento econmico de la era contempornea: -6.5 %, y la ms grande tasa de desempleo: 6.5 %.

    El fracaso econmico de la tecnocracia neoliberal

    De 1934 a 1982, durante la vigencia del modelo nacionalista, la economa mexicana creci sostenidamente a una tasa pro-medio de ms de 6 por ciento anual. En cambio, el crecimiento promedio de la economa nacional durante la era neoliberal, entre 1982 y 2012, ha sido menor al 2 por ciento. Es decir, en

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    lo puramente econmico, sin analizar la distribucin del in-greso y la cuestin social, el modelo neoliberal ha sido un fias-co. Se supona que los tecncratas eran insensibles en lo social pero eficientes en lo econmico. Pero no, ni eso, resultaron ser psimos tcnicos. No pudieron hacer crecer la economa, que incluso tuvo aos terribles, en los que no slo no creci, sino que decreci. Por ejemplo, en 1983 la economa decreci en -4.2. En 1986 en -3.8. En 1995 en -6.2. De 2001 a 2003, el cre-cimiento fue de 0 por ciento. Y en el 2009, la economa decre-ci en -6.5 por ciento, la cada ms importante desde la crisis mundial de 1929 (15). No se puede argumentar, como lo trat de hacer Felipe Caldern, que el escaso crecimiento econmico es mundial, y no slo un problema de Mxico. Eso es falso, el desempeo de la economa nacional contrasta negativamente con el de otros pases. Por ejemplo, la tasa de crecimiento medio anual entre 1980 y 2000 fue la siguiente para los pases que mencionamos a continuacin (16):

    Mxico: 2.1Estados Unidos: 3.1Costa Rica: 4.2Chile: 5.5Irlanda: 5.7Vietnam: 6.3Corea: 7.3China: 10.2

    Aos despus, pero antes de la debacle econmica del 2009, la tendencia segua siendo la misma. Veamos otra comparacin del crecimiento de pases de distintos continentes en el 2006, un ao en que le fue econmicamente bien a Mxico (17):

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    Mxico: 4.8Corea: 5.1Tailandia: 5.1 Malasia: 5.9Polonia: 6.5Colombia: 6.8Hong Kong: 7.0Singapur: 8.2Argentina: 8.5Rusia: 9.6Venezuela: 10.3China: 11.1

    Ahora, contrastemos el crecimiento de pases de Amrica Lati-na en 2008, el ao previo a la crisis (18):

    Mxico: 2.5Chile: 4.2Costa Rica: 4.3Guatemala: 4.3Honduras: 4.5Bolivia: 4.7Brasil: 4.8Paraguay: 5.0Colombia: 5.3Repblica Dominicana: 5.5Venezuela: 6.0Cuba: 7.0Uruguay: 7.5Per: 8.3

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    En 2009, el ao de la crisis, el Producto Interno Bruto de las economas latinoamericanas tuvo el siguiente crecimiento o decrecimiento (19):

    Bolivia: 3.5Panam: 2.5Uruguay: 1.2Cuba: 1.0Per: 0.8Argentina: 0.7Brasil: 0.3Colombia: 0.3Ecuador: -0.4Guatemala: -1.0Costa Rica: -1.2Nicaragua: -1.5Chile: -1.8Venezuela: -2.3El Salvador: -2.5Honduras: -3.0Mxico: -6.5

    El promedio de la regin fue de -1.8. Mxico fue el pas al que peor le fue. El encadenamiento con Estados Unidos y las otras reformas estructurales estn en el origen de dicho resultado. Tambin en otras regiones del mundo fue sorteada de distinta manera la crisis del 2009. Estados Unidos y Canad, nuestros socios comerciales del TLCAN, tuvieron respectiva-mente un decrecimiento de -2.4% y -2.6%. Otro importante re-ferente econmico para nuestro pas, Espaa, tuvo un decreci-miento de -3.6%. Pero en plena crisis, China e India mantuvieron significativas tasas de crecimiento con 8.7% y 5.7% cada uno.

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    Adems, en estos ltimos 30 aos, el PIB por habitante apenas lleg al 0.3 por ciento. En tanto que de 1956 a 1981, el crecimiento del PIB por persona fue de 3.2% anual (20). Los neoliberales tambin profundizaron la crisis fiscal de Mxico, pues despojaron al Estado de importantes ingresos derivados de los aranceles, los cuales fueron abatidos masi-vamente, en tanto que los ingresos por concepto de Impuesto Sobre la Renta (ISR) disminuyeron debido a los regmenes de excepcin construidos para la evasin de las grandes empre-sas privadas. Los ingresos tributarios del gobierno mexicano pasaron del 11.4 % del PIB en 1988 al 9.7 % en 2005 (21), mientras que la media de los pases de la OCDE llegaba a 35. 9 % (22). Esos mismos ingresos tributarios del gobierno central mexicano apenas alcan-zaban en el 2008 el 9.4 % del PIB; mientras que representaban el 9.5 % del PIB en Hait; el 11. 6 % en Guatemala; el 13.7 % en Para-guay; el 14.2 % en Venezuela; el 15 % en Repblica Dominicana; el 17.4 % en Per; el 18.4 % en Colombia; el 20.9 % en Chile; el 21.7 % en Bolivia; el 23.2 % en Uruguay; el 25.2 % en Cuba; 30.6 % en Argentina y el 35.5 % en Brasil( 23). La recaudacin fiscal de Mxico es la ms baja de toda Amrica Latina. En 1983, slo el 21% del total de las importaciones es-taban exentas de aranceles, y para 1986 la exencin ya abarca-ba al 73% de las mismas. Hasta 1985 el arancel mximo era del 100% y para 1988 slo llega al 20%. Para entonces tambin el nmero total de artculos sujetos a restricciones cuantitativas es slo el 3% del total, y an no se firmaba el Tratado de Libre Comercio con Amrica del Norte (24). Durante el perodo neoliberal, la tasa ms alta del ISR pas del 42% al 28%, lo que ya de suyo disminuy las aporta-

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    ciones de los ms ricos a las arcas del Estado. Esto se hizo con el falso argumento de que la tendencia mundial era la priori-zacin de los impuestos al consumo por encima de los im-puestos sobre el ingreso. Hoy en da la tasa ms alta del ISR en Japn es del 50%, en tanto que en Alemania y Australia es del 45%, en Espaa del 43% y en Chile, Francia y Gran Bretaa es del 40% (25). De hecho, en todos los pases desarrollados los impuestos sobre la renta son muy superiores a los impuestos sobre el consumo, con objeto de promover la redistribucin de la riqueza. Adems, a ese 28%, ya de por s disminuido, hay que reducirlo an ms por los regmenes fiscales especiales de los que gozan las empresas monoplicas de Mxico, tales como: la consolidacin, la simplificacin, el diferimiento, la condona-cin y la devolucin. El rgimen de consolidacin permite, en un mismo gran consorcio, nivelar prdidas de una filial con re-cursos de otra que tenga nmeros negros, los cuales dejan de pagarse al fisco. El rgimen de simplificacin da trato de peque-a tiendita o granja a enormes empresas agropecuarias. El dife-rimiento da la oportunidad de posponer una y otra vez el pago de impuestos. La condonacin es un perdn fiscal que cancela el pago de las obligaciones tributarias. Y la devolucin es el re-greso de sumas multimillonarias de impuestos ya pagados al gran contribuyente. Con tantas disminuciones y descuentos, los grandes contribuyentes terminan pagando muy poco al fisco, como puede observarse en esta tabla: (26)

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    Esto quiere decir que mientras en pases desarrollados las grandes corporaciones pagan casi la mitad de sus ganancias al fisco, en Mxico los 420 grupos empresariales ms poderosos pagan apenas el 1.78 % de sus ingresos brutos totales en ma-teria del Impuesto Sobre la Renta. El Estado dej de recibir en 2009 ms de 732 mil millones de pesos debido a los distintos regmenes fiscales especiales. (27) Estas modificaciones fiscales trajeron como conse-cuencia fenmenos como la disminucin de los ingresos del Estado y la cada de la inversin pblica, mayor dependencia de los ingresos petroleros, aumento a los impuestos al consu-mo popular, y por lo tanto mayores niveles de desigualdad y afectacin de la capacidad productiva y social del Estado. La inversin pblica en infraestructura representaba el 10% del PIB en 1981, y de 1988 en adelante no pasa del 3% del

    Empresa

    Amrica Mvil Telmex Carso Inbursa Peoles Wal Mart Palacio de Hierro Femsa Televisa Posadas Bimbo

    Tasa efectiva de impuestos pagados al fisco

    6.1% 6.5%

    2.5% 9.9%

    9.2% 2.1%

    2.8% 3.8%

    5.4% 2.3%

    2.3%

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    PIB. La inversin privada dentro del total de la inversin pas del 55% en 1981 al 84% en el 2000. Sin embargo, la inversin bruta fija pas del 23% del PIB en 1981 al 20% del mismo en el 2000. Esto quiere decir que el aumento de la inversin privada no se tradujo en un aumento general de la inversin. La inver-sin privada se comi a la inversin pblica con las privatiza-ciones, pero no gener mayor inversin. La inversin privada no pudo compensar la cada en la inversin pblica. (28) Entre los grandes logros presumidos por la tecnocracia neoliberal se encuentra el aumento acelerado de las exporta-ciones. En efecto, con los acuerdos y tratados de libre comer-cio, las exportaciones se multiplicaron. En 1982 exportamos 24 mil millones de dlares, y para el ao 2000 las exportacio-nes pasaron a ms de 166 mil millones de dlares. Es decir, se multiplicaron en casi 7 veces. Sin embargo, las importaciones crecieron ms rpido. En 1982 importamos 17 mil millones de dlares, y en el 2000 las importaciones llegaron a 175 mil millones de dlares. Se multiplicaron en ms de 10 veces. (29) En tanto, en materia de productividad laboral, Mxico subi de 1970 a 1981, para caer a partir de entonces y llegar en el ao 2000 al nivel que tena en 1970. En 1981 Mxico era la mitad de eficiente que Estados Unidos y en el 2000 slo la tercera parte. (30) El ahorro nacional como porcentaje del PIB pas del 32 % en 1994 al 20 % en el ao 2002. (31) La estabilidad presumida no se encuentra a lo largo del perodo. Los neoliberales reconocen que su modelo implica sacrifico social y ajustes, pero presumen la estabilidad como un gran logro. No se cansan de hablar de la estabilidad ma-croeconmica. Pero eso, podramos decir, es un mito genial.

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    En 1985, estalla la crisis de la macrodevaluacin. En 1987, la crisis petrolera. En 1994-1995, la crisis bancaria. Del ao 2000 al 2003 la recesin ms prolongada en un siglo. En el 2009 la peor crisis financiera. Cul estabilidad? Aunque los voceros neoliberales hablan mucho del con-trol de la inflacin, los nicos ndices inflacionarios que han llega-do a tres dgitos ocurrieron en el perodo neoliberal: 1983, 101.9; 1987, 131.8; y 1988, 114.2 por ciento. (32) En el ao de la gran crisis financiera de 1982, la deuda externa bruta del pas lleg a 52 960 millones de dlares. De ah pas a 69 377 millones de dlares en 1985. Luego a 79 987 millones de dlares en 1992. Ms adelante a 85 435 millones de dlares en 1995. Para rebasar los 100 mil millones de dla-res en 1996 (33). A eso hay que agregar que el perodo de mayor devaluacin del peso mexicano ocurre de 1990 a 1999, es de-cir, durante la era neoliberal. Y la etapa de mayor estabilidad en el tipo de cambio ocurri entre 1957 y 1976, es decir, duran-te el modelo nacionalista. Durante estos veinte aos el tipo de cambio se mantiene en 12.50 pesos por dlar. Y en el ao de 1999 llega a 13, 200 pesos por dlar (en pesos de 1957). (34)

    Las cifras del desastre social

    El peor fracaso del neoliberalismo se expresa en lo social, en la vida concreta de la gente, en esa realidad en la que los pro-medios econmicos se traducen en la tragedia tercermundista que vive la mayor parte de la poblacin en Mxico. De acuerdo a las cifras oficiales, slo el 19.3 por ciento de la poblacin puede considerarse como no pobre. Mientras tanto, 11.7 millones de mexicanos son extremadamente po-

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    bres, 51.9 millones son pobres a secas y 32.2 millones ms es-tn en situacin de carencia (35). Las mismas cifras oficiales sealan que en el ao 2010 haba ya 10 millones ms de pobres que en 2006 (36). De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares, en 2010 los hogares mexicanos tuvieron un in-greso mensual promedio de 11 645 pesos, menor al que haban tenido en 2008, que llegaba a los 13 274 pesos mensuales (37). Los hogares ubicados en las localidades rurales ms pequeas sufrieron una reduccin de sus ingresos reales en un 16.3 % (38). Con el propio mtodo de medicin oficial de la pobre-za, se puede determinar que en 1963 haba un 73% de mexi-canos en la pobreza y que dicho porcentaje baj a un 42% en 1977, para volver a subir a un 60% en 1996 y mantenerse arri-ba del 50 % a partir del 2000. Lo cual quiere decir que ahora hay un porcentaje mayor de pobres que hace 36 aos (39). Por su parte, Julio Boltvinik, a travs del Mtodo de Me-dicin Integral de la Pobreza, afirma que en 1992 haba 74.9 millones de mexicanos en la pobreza, cifra que creci a 83.6 millones en 2002 y lleg a 96 millones en 2012 (40). A su vez, el Instituto Nacional de Estadstica Geografa e Informtica difundi recientemente una medicin propia segn la cual el 59.1% de los mexicanos deben ser considerados de clase baja, el 39.2% de clase media y slo el 1.7% de clase alta (41). En el perodo 2008-2011, mientras la pobreza dismi-nuy en Bolivia, Brasil, Per, Uruguay y Venezuela, aument en Mxico (42). En 1984, el 10% ms pobre de los mexicanos acceda apenas al 1.1% del ingreso nacional; el 50% intermedio tena el

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    51.4% y el 10% ms rico se quedaba con el 38.1% del ingreso. Para el ao 2000, el 10% ms pobre segua quedndose con el 1.1%, y el 50% intermedio baj su participacin para slo que-darse con el 42.3% del ingreso, mientras que el 10% ms rico lleg a apropiarse del 48.3% del ingreso del pas. En el 2000, el 10% ms rico lleg a tener casi 50 veces ms que el 10% ms pobre (43). Mxico figura en el puesto 103 de 126 naciones en la lista de Naciones Unidas sobre igualdad (44). Y est entre las 20 naciones de mayor desigualdad en la distribucin del ingreso de todo el planeta (45). En Mxico, 3 personas juntas tienen una riqueza supe-rior a los 100 mil millones de dlares, mientras que 100 mi-llones de personas no llegan a recibir ni siquiera mil dlares al mes cada una. El salario lleg a su punto ms alto en 1976. De enton-ces a la fecha ha perdido el 79 por ciento de su poder adquisi-tivo. En otras palabras, con slo dejar de crecer, simplemente con haberse estancado en el valor adquisitivo de aquel ao, el salario mnimo no estara en los 1,600 pesos mensuales de hoy, sino en 6,700. Mientras el pago promedio por hora al trabajador en Alemania llega a los 15.32 dlares, en Estados Unidos a 12.31 dlares, en Corea a 9.28 y en Brasil a los 3.04, en Mxico apenas llega a los 2.91 dlares (46). Pero en el sector manufacturero la distancia es mayor: en el 2004, en Estados Unidos un trabajador perciba 23.17 dlares la hora; en Canad, 21.42; y en Mxico, 2.50. Asimismo, el 61.4% de los trabajadores tiene un ingre-so que no rebasa los tres salarios mnimos (47). Y 85 % uno me-nor a cinco salarios mnimos.

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    A principios de los noventas la mayora de la poblacin ocupada trabajaba en la formalidad, ahora la situacin se in-virti, la mayora trabaja en la informalidad (48). Seis de cada diez mexicanos que trabajan estn en la informalidad. El trabajo informal pas de 29.1% a 60.1% de la poblacin ocupada (49). La tasa de sindicalizacin de los trabajadores est por debajo del 10 por ciento de la poblacin econmicamente ac-tiva. Y los llamados contratos de proteccin que sirven para extorsionar a patrones y obreros por igual llegan a representar el 90 % de los contratos (50). En los ltimos 10 aos la desocupacin creci en un 150% (51). Y la tasa de desempleo es de 6.12 %. En trminos ab-solutos, el nmero de desempleados se triplic entre 1991 y el 2009 (52). En Mxico, 2 de cada 3 personas mayores de 60 aos no recibe ninguna pensin. (53) El 10% de los alumnos de la UNAM padece hambre o desnutricin (54). Y el 40% de los estudiantes de nivel superior vive en la pobreza (55). El 64% de los mexicanos carece de acceso a la seguridad social y el 40% no tiene acceso a los servicios de salud (56). Slo 14 millones de personas estn afiliadas al IMSS. Mientras en Japn hay 139 camas hospitalarias por cada 10 mil habitantes, en Alemania 83 y en Francia 72, en M-xico slo hay 17 (57). Estados Unidos destina el 16% de su PIB a salud, Uru-guay el 9.8% y Mxico slo el 6% (58). En los pases de la OCDE el 9.9% de los empleados p-blicos trabaja en el sector salud, y en Mxico slo el 2.9% (59).

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    En los pases de la OCDE el promedio de enfermeras es de 9.6 por cada mil habitantes, y en Mxico de slo 2.4. (60) La mortalidad infantil en Mxico es el doble que en Chile. (61) Con el Seguro Popular se cubre slo 11% de los diag-nsticos que cubre la Seguridad Social. En 30 aos el nmero de suicidios creci en un 400%, con particular incidencia en los jvenes (62). Hoy en da importamos el 42% de lo que comemos. Mxico es el primer consumidor de refrescos del mundo. Mxico es el 6 pas consumidor de cerveza del mundo. Mxico tiene el primer lugar del mundo en obesidad infantil. Ms de un milln de ejidatarios no sabe leer y escribir.ramos exportadores de maz y ahora somos importadores. En 1993 importamos 230 mil toneladas de maz; en 2009 importamos 13 millones de toneladas de maz.(63) El 80% del maz importado de Estados Unidos es trans-gnico (64). En 1997 el consumo promedio de tortilla por habitan-te era de 120 kilogramos cada ao. Para 2007 dicho consumo baj a 90 kilos anuales por habitante. (65) En 1990 Mxico era el 6 pas importador de productos agrcolas procedentes de Estados Unidos. En el 2008 ya ocupa-ba el 2 lugar. (66) En el 2000, las subvenciones agrcolas en Mxico su-maron 7 mil millones de dlares. Ese mismo ao, sumaron 113 mil millones de dlares en los pases europeos; 95 mil millones de dlares en Estados Unidos; 65 mil millones de dlares en Japn y 21 mil millones de dlares en Corea.

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    En el 2001 cada productor mexicano recibi 720 dla-res frente a ms de 16 mil en Europa y casi 20 mil dlares en Estados Unidos. (67) Segn el propio Banco Mundial, la apertura en el cam-po expuls a un cuarto de su poblacin y acrecent el control de las corporaciones. En 20 aos los salarios en el agro perdie-ron un tercio de su poder adquisitivo. (68) En 1987 el costo de la canasta bsica diaria era de 3.94 pesos y el salario mnimo diario era de 6.47 pesos. Para 2012 el costo de la canasta bsica diaria llega a 188.89 pesos y el salario mnimo diario apenas alcanza los 62.33 pesos. En otras palabras: antes se podan comprar casi dos canastas alimentarias con un da de salario mnimo; y hoy slo se puede adquirir un tercio de una canasta alimentaria con un da de salario mnimo. (69) En el ao 2008, mientras en Mxico la gasolina costaba 7.23 pesos mexicanos, en Rusia costaba 5.79 pesos mexica-nos; en Puerto Rico, 4.80 pesos; en Arabia Saudita, 2.51; en Irn, 1.13 y en Venezuela, 0.33. (70) En los aos setenta 155 mil mexicanos migraban a Es-tados Unidos cada ao; en los ochenta, la cifra subi a 250 mil; en los noventa pas a 390 mil, para llegar a 450 mil mexicanos que cada ao se van a Estados Unidos en la primera dcada del siglo XXI (71). De esos migrantes, el 72% son menores de 29 aos de edad. En 2007, la cobertura de educacin superior en Estados Unidos era de 82%; en Espaa de 69% y en Canad de 62% (72). Para 2011, la cobertura de la educacin superior en Cuba lle-gaba al 87%, en Venezuela al 76%, en Argentina al 58%, en Per al 33% y en Mxico slo al 24%. (73)

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    En el ao 2013, fueron rechazados el 91% de los jvenes que solicitaron entrar a la UNAM y el 80% de los que pidieron su entrada al IPN (74). La tasa media de crecimiento de la poblacin universita-ria fue de 15.7 % en el sexenio 1970-1976; de 6.7 % en el sexenio 1976-1982; y de slo 3.5 % en el sexenio 1982-1988. (75) En el 2008 slo la Universidad de Sao Paulo en Brasil gradu a 2 266 doctores, cifra que supera a la de todos los doc-tores graduados por todas las instituciones mexicanas en ese mismo ao. (76) Mientras en Mxico hay 268 investigadores en temas del desarrollo por cada milln de habitantes, en Brasil hay 344, en Chile 444 y en Argentina 720. (77) En Mxico existen 214 cientficos e ingenieros por cada milln de habitantes. En tanto, Costa Rica tiene 582, Argentina 660, Canad 2719 y Estados Unidos 3,673. (78) Mientras Suecia destina el 3.60% del PIB a investigacin cientfica, y Corea el 3.49%, Mxico slo destina el 0.35% a dicho rubro. (79) Slo 14% de estudiantes llegan a la universidad; 22 de cada 100 no terminan primaria y 32 la secundaria. (80) nicamente 6 de cada 100 mexicanos que ingresan a la primaria terminan el ciclo de educacin superior. (81) Mientras que en 1980 el 86% de los nios acuda a la escuela primaria, en el ao 2000 dicha cobertura disminuy al 84%. (82) El analfabetismo disminuy en un 8.7% durante la d-cada 1960-70 y en un 8.8% en el perodo 1970-80; pero en el lapso 1980-90 baj slo en un 4.9% y entre 1990 y el 2000 en slo un 2.6%. (83)

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    En Chiapas, Oaxaca y Guerrero el 20% de la poblacin segua en el analfabetismo en el 2005. (84) En 2010, 35 millones de mexicanos mayores de 15 aos no terminaron los nueve aos de educacin bsica. (85) Hay 77 millones de mexicanos sin acceso a la red Inter-net, y la mitad de los 33 millones de usuarios se conecta a sta fuera de sus casas. (86) En el 2008 el 90% de las escuelas privadas ya tena computadoras, mientras slo el 60% de las escuelas pblicas contaba con ellas. En tanto, el 66% de las escuelas privadas te-na Internet y slo el 23% de las pblicas (87). En 1980 se vendieron 21 localidades de espectculos deportivos por cada 100 habitantes y para el 2007 fueron me-nos de 7. (88) La cuarta parte de los mexicanos nunca ha ido al cine. (89) Ms de dos terceras partes nunca han ido al teatro. (90) Ms del 90% nunca ha acudido a un concierto de msi-ca clsica. (91) 43% nunca ha ido a un museo. (92) 40% nunca ha ido a una biblioteca. (93) 57% nunca ha entrado a una librera. (94) 73% de los mexicanos ni siquiera lee un libro por ao. (95) El narcotrfico es la quinta opcin ms importante de empleo para los mexicanos. (96) En 1992 haba 85 000 presos en las crceles mexicanas y para el 2006 la cifra subi a 250 mil. (97) El 70% de los internos de las prisiones son jvenes me-nores de 30 aos de edad. Mxico ocupa el 5 lugar mundial en trfico delictivo de personas.

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    En Mxico, ms del 60 % de mujeres ha vivido algn acto de violencia. (98) En 2008, 12 millones de mexicanos fueron vctimas de la delincuencia. (99) Medio milln de mexicanos vive de la economa del narcotrfico. En los ltimos 6 aos fueron ejecutados ms de 80 mil mexicanos en conflictos relacionados con el crimen organizado. Entre los ltimos cuatro meses de 2012 y los primeros cuatro del 2013, en Hidalgo los secuestros aumentaron en un 463 %; en Veracruz, un 208 % y en Quintana Roo un 100 % .(100) De acuerdo a una investigacin realizada en Estados Unidos, el banco HSBC lav 5 mil millones de dlares. Segn el Banco Mundial, en el 2006, Mxico tuvo una calificacin de 36 puntos en Gobernabilidad; mientras Uru-guay obtuvo 66, Costa Rica 70, Chile 76 y Finlandia 98. (101)

    Riqueza extrema: los beneficiarios del modelo

    El modelo econmico neoliberal ha sido un desastre total? No. No para todos. Para algunos, la millonsima parte, el 0.0001%, ha sido lo mejor que podra haber sucedido en su vida. Una pequea porcin infinitesimal de los mexicanos vivi una his-toria diferente a la de la gran mayora de sus compatriotas en esta poca. En los aos en que peor le fue a las familias de ba-jos ingresos y de clase media, algunos mexicanos entraron al selecto grupo de los hombres ms afortunados del mundo. Al finalizar el sexenio de Carlos Salinas, el periodista Hctor Zamarrn escribi: Apenas en 1987, cuando los edi-tores de Forbes comenzaron a dar seguimiento a los grandes

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    multimillonarios mundiales, slo un nombre lleg a colarse: el de la familia Garza Sada. Cuatro aos despus, segn el re-cuento de Pascal Beltrn hecho en Proceso, el nmero subi a dos con la llegada de Emilio Azcrraga. (102) Para 1992 ya eran siete los mexicanos que estaban en las listas de Forbes: Emilio Azcrraga, Carlos Slim, Lorenzo Zambrano, Alfredo Harp, Roberto Hernndez, Familia Garza Sada y Jernimo Arango. Todos ellos, con fortunas superiores a los mil millones de dlares, que sumaban en total 13 mil 700 millones de dlares. En 1993 sumaron trece los mexicanos incluidos en las listas de los ms ricos del mundo: Emilio Azcrraga, Carlos Slim, Lorenzo Zambrano, Familia Garza Sada, Jernimo Aran-go, ngel Losada, Gonzlez Nova, Familia Molina, Aramburu-zabala, Lorenzo Servitje, Alfonso Romo y Alberto Bailleres. En total, sus fortunas sumaron 22,900 millones de dlares. Para 1994, la lista ascendi a 24, incluyendo a todos los mencionados anteriormente y agregando a los siguientes: Ale-jo Peralta, Ricardo Salinas, Roberto Gonzlez Barrera, Jorge La-rrea, Moiss y Antonio Coso, Jorge Martnez Gitrn, Familia Franco. La fortuna sumada de todos ellos lleg ahora a 44,000 millones de dlares. (103) En su nmero de marzo del 2013, la revista Forbes pu-blic la lista de los 35 mexicanos con las mayores fortunas, que a continuacin transcribo (104) :

    Carlos Slim y familia 73,000 millones de dlaresAlberto Bailleres y familia 18,200 millones de dlares Germn Larrea y familia 16,700 millones de dlaresRicardo Salinas y familia 9,900 millones de dlares

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    Eva Gonda y familia 6,600 millones de dlaresMa. Asuncin Aramburuzabala 5,000 millones de dlaresFamilia Del Valle 4,940 millones de dlaresFamilia Servitje 4,624 millones de dlaresJernimo Arango y familia 4,000 millones de dlaresEmilio Azcrraga Jean 2,500 millones de dlaresFamilia Gonzlez Nova 2,425 millones de dlaresRufino Vigil Gonzlez 2,400 millones de dlaresJos y Francisco Jos Caldern 2,300 millones de dlaresFamilia Martn Sobern 1,974 millones de dlaresCarlos Hank Rohn y familia 1,900 millones de dlaresRoberto Hernndez Ramrez 1,800 millones de dlaresAlfredo Harp Hel 1,500 millones de dlaresMax Michelle Suberville 1,400 millones de dlaresJuan Gallardo Thurlow 1,300 millones de dlaresFamilia Robinson Bours 1,152 millones de dlaresPablo Gonzlez Dez 916 millones de dlaresAlfredo Chedraui Obeso 931 millones de dlaresConsuelo Garza Lagera 727 millones de dlaresHctor Hernndez-Pons 674 millones de dlaresCesreo Gonzlez Dez 648 millones de dlaresJos Antonio Chedraui 656 millones de dlaresRicardo Martn Bringas 588 millones de dlaresRodrigo Alonso Herrera Aspra 566 millones de dlaresAna Mara Martn Bringas 560 millones de dlaresCarlos Eduardo Martn Bringas 560 millones de dlaresFrancisco Javier Martn Bringas 560 millones de dlaresJuan Jos Martn Bringas 560 millones de dlaresMara Teresa Martn Bringas 560 millones de dlares Pedro Luis Martn Bringas 560 millones de dlaresFernando Gerardo Chico Pardo 558 millones de dlares

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    Estas 35 fortunas suman ahora 169 mil 879 millones de dlares! De manera lgica, cualquiera se pregunta: Por qu a ellos les fue tan bien cuando a casi todos les fue tan mal? Y como se dice en la introduccin del interesante libro Equidad social y parlamentarismo: Por qu su xito no se ha traducido en el xito de la economa mexicana? Seguramente muchos de ellos tienen talento para los negocios, otros cuentan con historias familiares de tipo em-presarial, algunos han tenido mucha suerte, pero el anlisis nos conduce a concluir que se trata esencialmente de grandes for-tunas forjadas, consolidadas o aumentadas gracias a las refor-mas neoliberales. En esta lista estn los beneficiarios del libre comercio, de los parasos fiscales, de los bajos salarios y, desde luego, de las privatizaciones. Por ejemplo, entre los compradores de la gran venta de garage en que se convirti el proceso de privatizacin estn:

    Carlos Slim Telmex, Empresas minerasHermanos Larrea Empresas minerasRoberto Hernndez BancosAlfredo Harp BancosEugenio Garza Lagera BancosRoberto Gonzlez Bancos, MasecaRicardo Salinas Televisin Azteca La extrema riqueza explica la extrema pobreza. A este pequeo grupo de mexicanos se traslad la mayor parte de la riqueza nacional y el ingreso que en otra poca tuvieron los trabajado-res y las clases medias.

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    Cmo llegamos a todo esto? Cmo se orquest el desastre? Cmo arribamos a estos niveles de desigualdad, de descomposicin, de abandono, de retroceso?

    Las reformas estructurales

    Durante cerca de una dcada escuchamos decir a voceros ofi-ciales que Mxico no creca por la falta de reformas estructu-rales. Se referan especialmente a cuatro de ellas, ordenadas por el Banco Mundial en el ao 2000: energtica, fiscal, laboral y de telecomunicaciones. Al momento de escribir estas lneas se han aprobado ya: una reforma energtica parcial en el 2008, la reforma laboral en 2012 y la de telecomunicaciones en 2013. Ms all de estas ltimas, a lo largo de 30 aos se han concretado decenas de reformas. No es cierto que no se ha-yan realizado. Los gobiernos neoliberales no pueden quejarse. Prcticamente han aprobado las que han querido. Y la conse-cuencia no ha sido el repunte econmico. Por el contrario, el desastre que vive Mxico hoy ha sido construido a travs de esas reformas. No es su ausencia lo que impide el crecimiento. Es la concrecin de las reformas estructurales lo que ha dete-nido el crecimiento de Mxico. Los propios neoliberales mexicanos afirman que ya slo les faltan dos reformas: la fiscal y la energtica. De hecho, tienen la mira puesta sobre la ltima industria que le queda a la nacin: el petrleo. Dicen que hay que quitar los obstculos para su desarrollo, que PEMEX requiere inversin privada para modernizarse, que no hay que oponerse al cambio. Pero las privatizaciones no son el cambio! Son la continuidad! Lleva-mos 30 aos de reformas estructurales privatizadoras y nos

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    quieren ofrecer la privatizacin de PEMEX como si fuera algo nuevo! Y el problema es que no se trata de cualquier indus-tria, sino de la ms importante del pas, la que le da a Mxico el 40% de su presupuesto cada ao. Llevar el desastre de las privatizaciones a la ms rica y ltima industria de la nacin es verdaderamente suicida. Si todava alguien se pregunta cmo es que llegamos a la debacle civilizatoria que vive nuestra nacin, cmo es que lle-gamos a los niveles insultantes de pobreza y riqueza extremas, al estancamiento econmico, a la violencia social, a la descom-posicin del tejido comunitario, al retroceso cultural, a los gra-dos de delincuencia organizada, en fin, a esta crisis general, la respuesta est precisamente en esas reformas estructurales, que han desmantelado las bases sobre las que Mxico creci. Para entenderlo, hagamos un repaso.

    Reforma Constitucional de 1983

    En febrero de 1983 se reformaron los artculos 25 y 28 de la Constitucin para establecer las 11 reas estratgicas en las que el Estado intervendra de manera exclusiva: acuacin de moneda, correos, telgrafos, radiotelegrafa y comunicacin va satlite, emisin de billetes, petrleo y dems hidrocarbu-ros, petroqumica bsica, minerales radiactivos y generacin de energa nuclear, electricidad y ferrocarriles. Sin embargo, aunque aparentemente se trataba de fortalecer la rectora del Estado en la economa, en realidad fue una forma de restringir su presencia, pues hasta ese ao participaba en 63 ramas eco-nmicas diferentes. Esta fue la reforma estructural neoliberal

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    de largo aliento que permiti establecer la base jurdica para la privatizacin general de las empresas de la nacin. As, el gobierno privatiz empresas de telecomunicacio-nes, camiones, bicicletas, vestuario, fertilizantes, tabaco; tambin automotrices, alimenticias, agropecuarias, recreativas; as como radiodifusoras, televisoras, cines, teatros, bancos, puertos, aero-puertos, ingenios, aerolneas, carreteras, minas, siderrgicas, etc. En 1982 la nacin contaba con 1155 empresas pblicas. Para 1986 ya slo tena 737. En 1988 el nmero haba bajado a 412. Para 1990 eran 280. Y para 1993 slo quedaban 213. (105) Esto quiere decir que en una dcada fueron privatizadas cerca de 1000 empresas nacionales! De dichas ventas los neolibera-les festinaban haber obtenido para las arcas del Estado 30 mil millones de dlares. Pero unos aos despus, por los rescates de las empresas privatizadas fracasadas el Estado terminara pagando 90 mil millones de dlares! Tres veces ms!

    Disminucin del gasto pblico

    La cada del gasto pblico representa una de las reformas es-tructurales ms importantes. Est basada en los paquetes de Ley de Ingresos y Presupuestos de Egresos que se fueron apro-bando en el Congreso de la Unin a propuesta del Ejecutivo Federal a partir de 1982. En 1982, el gasto pblico representaba el 50 % del PIB. Para 1988, ya slo representaba el 34 % del PIB. La inversin pblica que en 1981 represent 10.6 % del PIB, pas a 3.9 % en 1988. Y para 1998 cay a 2.7 %. (106) Del total de la inversin pblica, la destinada al campo lleg al 10 % en 1980. Pero baj al 2 % en el ao 2000.

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    En el caso del gasto social, la cada ha llevado a Mxico al rango ms bajo de Amrica Latina. Argentina, Chile y Costa Rica se encuentran en el rango de gasto social alto, con ms de un 13 % del PIB. Brasil, Colombia y Jamaica estn en el rango de gasto social medio, ubicado entre el 9 % y el 13 % del PIB. Y Mxico, Bolivia y Per se ubican en el gasto social bajo, menor a 9 % del PIB. (107)

    Rgimen de consolidacin fiscal

    A partir de 1983 se instrumenta el llamado rgimen de conso-lidacin fiscal. A partir de entonces se permite que las grandes empresas puedan declarar menos ganancias de las que real-mente tienen, deduciendo las prdidas de sus propias filiales. De esta forma, eluden la tasa formal plasmada en la Ley y ter-minan pagando tasas reales de proporciones mucho ms pe-queas. Fue una forma de reducir el porcentaje de impuestos a quienes deberan ser los grandes contribuyentes sin modificar los porcentajes establecidos en la Ley. As, en los hechos, las medianas empresas pagan al fisco la tasa ms alta, y las gran-des empresas, la tasa ms baja.

    Ingreso al GATT

    En 1986 Mxico se incorpor al Acuerdo General sobre Aran-celes y Comercio (GATT) para consolidar el proceso de elimina-cin de aranceles, importaciones controladas, precios oficiales de referencia, y de liberalizacin general del comercio exterior. Con este acuerdo queda sellado el fin del modelo de sustitu-cin de importaciones. A partir de ese momento, los empresa-

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    rios mexicanos que producen para el consumo nacional ya no tendrn la proteccin del Estado; sus productos tendrn que competir con aquellos que sean importados de otros pases.

    Disminucin de la tasa ms alta del Impuesto Sobre la Renta

    En 1989 se decidi disminuir la tasa ms alta del Impuesto Sobre la Renta de 42% a 35%. En otras palabras, se redujo el monto de impuestos a pagar por los grandes contribuyentes. En 1993 le volvieron a bajar los impuestos a los ms ricos a una tasa del 34%. (108) Pero dicho porcentaje sigui bajando hasta llegar en el 2001 a un 28%. Lo cual coloca a Mxico como el pas de la OCDE que tiene la tasa ms baja del Impuesto Sobre la Renta destinada a los grandes contribuyentes, es decir, el que le cobra menos impuestos a los ms ricos.

    Reglamento de la Ley para la Inversin Extranjera

    En 1989 se decret el nuevo reglamento de la ley para promo-ver la inversin mexicana y regular la inversin extranjera. Con este ordenamiento se autoriza a los inversionistas extranjeros a poseer el 100 % del capital en empresas de sectores no res-tringidos.

    Privatizacin de las aerolneas

    En 1989 se privatizaron las empresas Compaa Mexicana de Aviacin y Aeronaves de Mxico. Ambas empresas, ya privati-zadas, entraron en una espiral de endeudamiento que llev al gobierno a rescatarlas en 1995. A principios del sexenio de

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    Vicente Fox, ambas empresas fueron privatizadas nuevamen-te. Se vendieron en alrededor de 400 millones de dlares, pero el Estado absorbi sus pasivos, muy superiores a lo obtenido por su venta. Hoy en da, Mexicana de Aviacin se encuentra paralizada y abandonada por sus propios dueos privados, y Aeromxico vive una persistente crisis laboral. (109)

    La privatizacin de los bancos

    El 27 de junio de 1990 se reform el artculo 28 constitucional para abrir paso a la reprivatizacin de los bancos que haban pasado a ser propiedad de la nacin el 1 de septiembre de 1982. Dicha medida se justific planteando los siguientes ob-jetivos: conformar un sistema financiero ms eficiente; impedir fenmenos indeseables de concentracin; alentar la inversin en el sector; propiciar las prcticas financieras y bancarias sanas y asegurar que la banca sea controlada por mexicanos. (110) Sin embargo, como en otros casos, el fenmeno que se produjo fue exactamente el contrario al declarado. Los bancos ya privatizados mostraron una monumental ineficiencia, se produjeron prcticas de corrupcin y simulacin, los nuevos banqueros mexicanos no tuvieron capacidad para competir con la banca extranjera y la inversin no creci. La banca que-br de manera espectacular sin cumplirse siquiera un sexenio de su reprivatizacin. El Estado la rescat con recursos p-blicos y la volvi a entregar a particulares, pero esta vez casi toda termin en manos de capital extranjero. El desastre fue total. En 13 meses el gobierno federal vendi 18 bancos, obteniendo 13 mil millones de dlares por ellos. Pero al rescatarlos de su quebranto 6 aos despus se comprometi a erogar 90 mil millones de dlares. (111)

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    Los mexicanos estamos pagando con nuestros impues-tos un rescate bancario cuyo costo asciende a 1 billn 248 mil millones de pesos que tardaremos en liquidar ms de 70 aos, y como usuarios pagamos 10 veces ms en comisiones y 20 comisiones ms que los usuarios de los pases donde tienen sede las actuales matrices de los bancos. Con mucho, sta es la privatizacin que le ha costado ms a los mexicanos. (112) Hacia 1997, en Mxico slo 18% de la banca estaba en manos de extranjeros. Para 2003, el porcentaje se elev a 81%. En Canad slo el 6% de la banca lo tienen inversionistas ex-tranjeros. En Japn, el 6%; en Espaa, el 8%. En Corea slo el 10% de la banca es inversin extranjera. En Estados Unidos el 21 %. Y en Brasil el 27%. Mxico es el pas con mayor participa-cin de capital extranjero en la banca. (113) Por si fuera poco todo lo anterior, la banca dej de dar crdito para el desarrollo productivo. De 120 pases, Mxico est en el lugar 102 en cuanto a financiamiento productivo otorgado por el sector financiero. (114)

    Privatizacin de ingenios azucareros

    Entre 1990 y 1991 se privatizaron los ingenios azucareros. Diez aos despus fueron rescatados por el Estado median-te la figura de la expropiacin, que se utiliz slo para salvarlos de la quiebra, sanearlos y volverlos a privatizar.

    Privatizacin de las plantas de Conasupo

    Entre 1990 y 1991, el gobierno federal privatiz una docena de plantas de Industrias Conasupo (Iconsa) y una docena ms

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    de Leche Industrializada Conasupo (Liconsa). Con ello inici el desmantelamiento de la empresa Compaa Nacional de Sub-sistencias Populares. Ms tarde fueron totalmente privatizadas las filiales Maz Industrializado Conasupo (Miconsa) y Trigo Industrializado Conasupo (Triconsa). En el sexenio de Ernesto Zedillo se decret la desaparicin de Conasupo. Slo sobrevi-vi una parte de Liconsa. Con todo ello, el Estado perdi varios instrumentos de poltica econmica y social. Dej de pagar precios de garanta a productores del campo. Dej de ofrecer alimentos de calidad a bajo precio en las ciudades. Y dej de influir en el mercado para orientar a la baja los precios de los alimentos.

    Privatizacin de la telefona

    Entre 1990 y 1992 se realiz la privatizacin de Telfonos de Mxico en dos etapas, colocndose primero el capital social por 2,085 millones de dlares a partir de la compra de un gru-po constituido por Grupo Carso, Southwestern Bell y Frances Cables et Radio. En la segunda etapa se colocaron en diversas bolsas del mundo 4,240 millones de acciones preferentes. Cuando se critica el desastre de las privatizaciones se pone el ejemplo de Telmex como una privatizacin exitosa que no le report prdidas al Estado y en cambio llev a esta rama econmica a una modernizacin acelerada. Sin embar-go, como entidad pblica era una empresa que operaba con nmeros negros y contaba con la fuerza econmica necesaria para su actualizacin tecnolgica. La privatizacin de la misma llev a una grave elevacin de las tarifas. Una comparacin de costos en materia de telecomuni-caciones nos remite a estos datos: Renta mensual de Internet

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    Banda Ancha: Mxico, 44 dlares; Estados Unidos, 18 dlares. Renta mensual de lnea fija telefnica: Mxico 11.6 dlares; Es-tados Unidos, 9.9 dlares. Costo por minuto de la larga dis-tancia nacional: Mxico 11 centavos de dlar; Estados Unidos 3.24 centavos de dlar. Renta mensual de cablevisin bsico: Mxico 49.11 dlares; Estados Unidos, 12 dlares. (115) El costo de la privatizacin telefnica lo pagaron los usuarios.

    Privatizacin de las siderrgicas

    Entre 1991 y 1992 fueron privatizadas Altos Hornos de M-xico y Siderrgica Lzaro Crdenas Las Truchas (Sicartsa), as como liquidada Fundidora Monterrey. Antes de hacerlo, para sanearlas, el gobierno federal asumi los pasivos de dichas empresas, que sumaron 8 mil millones de dlares. Por la venta de las empresas, el gobierno obtuvo 755 millones de dlares, aunque se calcula que el capital contable de las mismas ascenda a por lo menos 6 mil millones de d-lares. Ispat, el gran consorcio acerero indio, despus de com-prar Sicartsa II en 170 millones de dlares, vendi el molino de placa que formaba parte de los activos al doble de lo que pag por toda la empresa. En otras palabras, dichas privatizaciones constituyeron un fuerte golpe al erario, pues se pag mucho ms por sanearlas que lo obtenido por su venta. El saneamien-to fue costossimo, y prcticamente fueron regaladas. (116)

    Descentralizacin educativa

    En 1992 inicia la llamada descentralizacin educativa. Sin em-bargo, esto no fortaleci a los estados y menos an a la educa-

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    cin. A partir de entonces comenz un proceso de distorsin del gasto educativo. El monto real se fue reduciendo junto con los salarios a los docentes y la inversin en infraestructura es-colar. A los estados no se les descentralizaron recursos y atri-buciones, sino prcticamente slo la responsabilidad de pagar la nmina magisterial. Hoy en da, el gasto por alumno y el gas-to por escuela es diferente de entidad a entidad. La desigual-dad geogrfica es mayor ao con ao. Ello ha agudizado la cri-sis educativa del sureste, pues en los estados ms pobres del pas los salarios a los docentes son menores, la construccin de planteles escolares es ms lenta y la cobertura educativa es ms baja.

    La reforma al artculo 27 constitucional

    El 6 de enero de 1992 se reforma el artculo 27 de la Consti-tucin para permitir la inversin extranjera en el campo y la mercantilizacin del ejido. Dicha reforma elimina el carc-ter inembargable, inalienable e imprescriptible del ejido. En consecuencia, a partir de entonces, el ejido se puede vender, embargar y perder. Los objetivos de la reforma eran crear un mercado de tierras, aumentar la inversin en el campo, deto-nar la produccin y preparar al pas para la competencia agro-pecuaria internacional. Los resultados fueron otros: el campo se sec econmicamente, se dispar la migracin a los Esta-dos Unidos, los productos agrcolas de este pas arrasaron a los mexicanos, las importaciones se elevaron, Mxico perdi su autosuficiencia alimentaria y retornaron los ndices de pobreza rural propios de los aos 50s. La reforma al 27 constitucional en combinacin con el Tratado de Libre Comercio ocasionaron un desastre al en-

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    frentar a un sector agropecuario nacional con cada vez menos apoyos a economas agrcolas sper subsidiadas.

    Privatizacin de Fertimex

    Entre 1990 y 1992 se privatiz la empresa Fertilizantes Mexi-canos S. A. , entregndose sus plantas a una docena de entes privados. Hasta antes de su privatizacin, Mxico exportaba fertilizantes. Despus de la privatizacin, Mxico se convirti en importador de fertilizantes.

    Ley Minera

    El 6 de mayo de 1992 se reform la Ley Minera. Con ella se en-tregaron concesiones a particulares hasta por 50 aos, se eli-minaron los lmites a la superficie que poda ser explotada y se derog el impuesto a la extraccin de minerales. (117) Con la reforma a la legislacin minera, el Estado obtuvo la irrisoria cantidad de entre 5 y 111 pesos por hectrea conce-sionada. Pero entreg a las compaas extranjeras 56 millones de hectreas, casi un tercio del territorio nacional. Nada ms en el sexenio de Vicente Fox se concesionaron 30 millones de hectreas y en el de Felipe Caldern otros 21 millones. En 2011, la Secretara de Economa indic que existen 293 empresas con capital extranjero operando en Mxico, de las cuales 213 tienen sus oficinas centrales en Canad; 45, en Estados Unidos; 8, en China; 5, en Australia; 4, en Inglaterra; 4 en Japn; 4, en Corea; 2 en India; 2 en Per y una respectivamente en Luxemburgo, Chile, Italia, Blgica, Espaa y Holanda. Dichas empresas ma-nejan 808 proyectos en total, de los cuales, el 63% estn aso-ciados con oro y plata. (118)

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    La consecuencia fue un saqueo mucho ms despiadado que el ocurrido durante la colonia. De 1521 a 1830, fueron ex-tradas 191 toneladas de oro y 33 465 de plata. Pero entre el ao 2000 y el 2010 fueron extradas 419 toneladas de oro y 56 144 de plata! (119) Y lo peor es que a cambio de la enorme riqueza na-cional entregada el pas no obtuvo nada, slo explotacin y riesgo para sus trabajadores.

    Reforma a la Ley del servicio pblico elctrico

    El 22 de diciembre de 1992 se aprob la reforma a la Ley del servicio pblico elctrico con el objetivo de permitir la gene-racin de energa elctrica por particulares, violndose as la Constitucin, pues sta seala a la letra, en su artculo 27: Co-rresponde exclusivamente a la Nacin generar, conducir, trans-formar, distribuir y abastecer energa elctrica que tenga por objeto la prestacin de servicio pblico. A partir de entonces, comenz la contratacin de un grupo de empresas elctricas extranjeras, principalmente espaolas, a las que se les com-pra energa elctrica destinada a satisfacer las necesidades del servicio pblico. Hace 20 aos, el 100% de la energa elctrica consumida por el pas era producida por la Comisin Federal de Electricidad. Actualmente, las compaas extranjeras pro-ducen casi el 50% de la energa elctrica del pas, y el gobierno destina cada ao 80 mil millones de pesos para comprarles dicha produccin a esas empresas, en lugar de invertir esos cuantiosos recursos en el desarrollo de la Comisin Federal de Electricidad. Hemos llegado a la paradoja trgica de consumir obligatoriamente la energa producida por las compaas ex-tranjeras mientras se desbordan las presas hidroelctricas de la Comisin Federal de Electricidad.

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    Estamos ante una flagrante violacin constitucional a gran escala, pero sobre todo, frente a una privatizac