El Hijo - Revista de la Universidad de México · Se trata de un victorianismo a. la violeta,...
Transcript of El Hijo - Revista de la Universidad de México · Se trata de un victorianismo a. la violeta,...
UN EXAMEN' ~
APROBADO
POR CUILLERMO SHERIDAN
constantemente el musico rioplatense ¿desde cuándo la memoria essinónimo invariable de calidad y excelencia en los instrumentistas?
Y, yendo aún más lejos, ¿desdecuándo el tango se ha caracterizadopor la improvisación a cargo de sus ejecutantes?
¿No se habrá confundido de Festival el señor Barros Sierra? De Festival'Y de latitud geográfica.
Porque, por ahora y que estemosenterados, el género musical de Buenos Aires no es el de New Orleans.
caso : desde Ullses hasta El HijoPródigo sus revistas forman largas tiradas de rieles que todavía hoy arrancan y se dirigen a los más variados territorios, y por todos ellos dejan suhuella paralela y determinante. Troncales además, múltiples vías se hanconectado con ellas y, dentro de suspeculiares caracteres, colaboran a difundir las actitudes valientes yejemplarizantes que aquellas señalaron en principio, sin por eso ser sufiel reflejo. De alguna manera puededecirse, entonces, que esas colecciones de revistas constituyen inclusiveuna especie de estación central, deabasto, en el mapa de la cultura moderna mexicana. Desde los tímidos ymiméticos atisbos de La Falange, dela Revista Nueva, de Ulises, deContemporáneos y Examen, su pensamiento, su capacidad para lapráctica de las más variadas escrituras, su disgregación y su ejerciciocrítico, el grupo se afirma como elmássostenido y el más diversificante.
Examen, revista fundada y dirigidapor Jorge Cuesta en 1932, despu ésdela muerte de Contemporáneos en elmismo año, que acaba de ser editadapor la Colección de "Revistas literarias mexicanas modernas" ofrece,dentro de su brevedad (3 números)un buen ejemplo de todo ello :
la revista suscita de inmediato supropia leyenda : el escandaloso proceso a que se vieron sometidosCuesta y Rubén Salazar Mallén por lapublicación de la novela de esteúltimo, Cariátide, en sus páginas. Eleditor y el novelista salieron exculpados por la ley, pero la revista murió,mermadas sus reservas económicaspor el costo del juicio. ¿Qué tanto deleyenda hay en todo eso? la realidadde la que surge es bien real: el afianzamiento de una noción de la "moralpública" originada por la llegada alpoder de una burguesía posrevolucionaria ponsoñoza y ávida; la configuración tempranera de una "opinión pública" gobernada por los elementos más retardatarios de unosaños treinta pacatos y pedantes.
Cuesta elige, en apariencia, unalínea de argumentación para explicarse lo que pasó : la envidia. Estaba,como sus compañeros, acostumbrado a recibir los más fervorosos ataques de las personas más minadas por su propia insatisfacción. lemolesta la insidia de personas tontasa su carácter de "espíritu noble" yconcluye que el escándalo es tramado por personas que persiguen a"quienes no comparten su mediocridad ni sus fetiches", argumento queconvive con otro de similar naturaleza: el que se niega a decretar que el'pueblo es vulgar y que se niega acualquier pensamiento de altura. El
J. ~ 'C.
I
~
las revistas literarias, dice Panabiere,'son como ferrocarriles. Cruzan losdiversos territorios del mapa accidentado de la cultura, uniendo, separando, siempre en un continuo ir yvenir de proposiciones, alternancias,opciones. Hay revistas que arrancaron hace ya mucho tiempo y quecontinúan realizando una labor cimentadora e intrigante desde su perpetua movilidad, sin que el tiempode su duración resulte para ello determinante. las revistas literarias,dice Adolfo Castañón, no deben durar para poder durar.
No cabe duda de que la serie derevistas que nacieron por el empeñoy la disciplina del grupo deContemporáneos constituyen ese87
pital argentina; Sala Verdi, Teatro So':Iís y del SODRE, de Montevideo,Uruguay; Philarmonic Hall, del Lincoln Center, Carneggie Hall y Waldorf Astoria, de Nueva York; TeatroMunicipal y Universidad de San Pablo, en Brasil; Teatros Olympia yl 'Emmpire, de la capital francesa ...¿Hace falta seguir, o es más que suficiente, a manera de aperitivo de unsintético curriculum?
Por si fuera poco, el responsablede la nota remata la misma haciendoconocer lo que considera prácticamente una vergonzante cesión de lasala Nezahualcóyotl a tamaño intrusodel mundo de la música (Reléase porfavor el párrafo que comienza con"¿Qué tenía que hacer... ", para evitarnos repeticiones de transcripción) .
"El bandoneonista" aquel, el del. "otro" grupo que actuó, ese "mo
desto exponente del arte arrabalero", es el mismo que se formó musicalmente al lado de Alberto Ginastera y Raúl Spivak en su país natal, ycon la grande y recientemente desaparecida Nadia Boulanger, en París.Casualmente, es el mismo que fueradistinguido con premios del Círculode la Crítica de Buenos Aires y con el ,'Fabián Sevitzky por sus obras sinfónicas y de cámara. El mismo que, juntoa su copiosa y valiosa producción,acaba de estrenar, en diciembre pasado, el "Concierto para bandoneóny orquesta", secundado por la Filarmónica de Buenos Aires ...
A esta altura, hace falta añadir algo,más de su historial, de sus filmes rnusicalizados, en Argentina y Europa,de sus restantes galardones y trabajos ... ¿O ya es suficiente?
Con todo el respeto que nos mer~
cen las cantantes mencionadas por elcrítico de marras, e incluso el excepcional flautista lean Pierre Rampal,nada tiene que envidiarles Piazzollaen cuanto al talento. Tampoco ha debido sonrojarse ni amilanarse al ocupar el mismo escenario que estasotras primeras figuras. Cada una deellas, en su disciplina específica, sonindiscutibles nombres de primerísima línea a nivel mundial.
Y, ya para finalizar, cabría preguntarse a qué viene todo ese párrafodestinado al propio Piazzolla y a losintegrantes de su Quinteto en el que,absurdamente, se plantea -comopara desmerecerlos- el hecho deque "no podían apartar la vista delpapel pautado..." Al margen de lospermanentes y complicados arreglosque para sus versiones pone en juego
.~
\11
11'1'¡',I
I -¡'
,¡,j,
11,'1'1, '.• I
1'11
!Ii
I1
i I
'\
1:'
I
1 ,
enemigo es la .burguesía más rastacuera y estentórea del país, burguesía que, literariamente, se encuentradignamente representada por RafaelLópez.
En el fondo hace bien Cuesta enadjudicar el proceso a la zona dudosay dúctil de las pasiones. La labor queél y su grupo ha sostenido durantelos últimos cinco años ha sido ardua ydesinteresada. Ha tenido que salvartodos los obstáculos. Un poco Hamlets y otro poco Robin Hoods, losContemporáneos están ya muy fastidiados de encarnar, a los ojos la cultura alineada con los ideales de la Revolución, todo lo detestable que elpaís puede tolerar. Son los amanerados, los afeminados, los poetas herméticos, los exquisitos, los anti-virilesy, ahora, los procaces. Un par de añosdespués de la consignación deExamen, Maples Arce pedirá que setipifique el delito de pederastia "estimulado" por autores de la ralea deOsear Wilde y André Gide y MarcelProust. Se trata de un victorianismo a.la violeta, anacrónico, que distamucho de obedecer a un plan de regeneración nacional, como si tal cosafuese posible. Ycon Cuesta y sus amigos -importantes funcionarios enEducación Pública o en Bellas Arteslos más- esa casta decide crear uncirco de escándalo ,que carece decualquier dignidad moral o de cualquier atisbo de ideas. Quizá no podíaesperarse otra cosa ante quienes sededicaron sistemáticamente a roertodas las supuestas virtudes emanadas de una Revolución manipulada ytorcida. ¿No eran Cuesta y sus amigoslos profesionales "decepcionadores"de la cultura mexicana? Supieron porello lo que fue el desprecio, la envidia, la ignorancia, la malediscencia y,finalmente, la persecución.
Pero como I~ escribió Victor Hugoa Baudelaire después de su propioproceso: " esta es la única medallaque fe l régimen puede otorgar y le hasido conferida a usted ... " En fin: unrepaso a Adela y yo, novela en la queSalazar Mallén cuenta el caso, y al'te rce r número de Examen , con losbrillantes y conmovedores ensayosde Cuesta sobre la consignación desu revista, deben agotar la memoriadel caso para hacer de él un recordatorio siempre presente, sobre todoahora, cuando la misma clase de razonamientos avalan diversos actos'
'. "moralizantes" del gobierno. En quépaís estamos, Agripina ...
88
DESDE LA CIENCIA YMÁS ALLA.
POR SANTIAGO GENOV~S .
El orden de los factores no altera elproducto. La ciencia es método, tenacidad, comprensión, imaginación,parto, intuición. La poesía es imaginación , parto, intuición, comprensión, método, tenacidad. Desde hacetres décadas (C.P. Snow), entendemos formalmente el hiato, el vacíoque existe entre ciencia y humanidades. Recientemente (1979) Hofstadter, por medio del más cabal razonamiento científico-matemático, a través de n7 páginas, ' con mucho arte'establece la liga entre Bach (música),Escher (litografías) y el teorema deGodel (paradoja de Epiménides, paradoja .del mentiroso). Es raro que elpoeta, el escritor haga ciencia. Es raroque el científico haga otra cosa queno sea ciencia. Estámal visto. Pero todos, científicos, escritores y poetasnos hemos nutrido, antes de serlo, delos Dante, Cervantes, Shakespeare,Homero, Virgilio, Tolstoy, loyce,Proust, Dostoyewski, Baudelaire,Goethe, Verlaine, etc. Todos hemoscomido su pan. ¿Por qué olvidarlo?¿Por qué olvidar que fuimos adolescentes, y al serlo fuímos Quijotes, yTelémacos, y Ulises y París y el Príncipe Idiota? Si lo fuímos, en medida varia, lo continuamos siendo. ¿Por quéesconderlo? La vida no está dividida.La naturaleza, la ciencia o la literatura, o la poesía, tampoco. Dividimos,hacemos compartimentos, clasificamos para entender, dadas nuestrashumanas limitaciones mentales.Tampoco está dividido el cerebro apesar de las claras localizaciones cerebrales particulares: el cuerpo calloso une el lado derecho, intuitivo yholístico al izquierdo, lógico y razo-
nadar. ¿Qué hacemos en la Universi• .dad? La propia palabra, Universidadnos lo dice . '
No es todo esto una justificación,ni menos una aclaración. Es sólo unafilosofía de vida . De vida vivida intensamente. De esta vida. No tenemosotra aunque nos alimentamos confrecuencia de esa posibilidad. Vivir lajuventud es importante. Vivir la rnadurez también. De mí, al menos, nose podrá decir que morí jove n. (Tomo esta frase del poeta Angel González. Tenemos la misma edad).
Así, con alegría y gusto, doy a la 'Revista de la Universidad, con la quehe colaborado de sde hace más de 20años, dos poemas escritos recientemente, al encon trarme, como todohombre normal, en una particular situación emotiva. Los poemas estánescritos desde el punto de vista femenino, ha sta donde me fue posibleubicarme en él.
VENTE CONMIGO 11 (La eternaespera)
Son las doce :Entre sueños te oigo e ntrar.Te desnud asy en sigilo te acuestas.Son las tres:Tu cue rpo, duro sobre el míome penetra e ntre sueños.Jadeas .y cuando e mpiezo a de spertarmeya estás, blando,en tu lado del lecho .Son las siet e :"No partas tan temprano,espera, hag amos el, ..""Tengo prisa, e l trabajo .. .me espera un co mp rador".El mundo es traido r.El mundo es así.j La venta, la compra !y yo sola aquíabierta y dispuesta¡Ay pobre de mí!
VENTE CONMIGO 111 (Lesbiana sinquererlo)
"Así no,me haces daño".Tú duro, dispuesto,a punto de caramelo.Yo fría, distante, aún lejos.¿Otra vez así?No ves que no puedoque necesito tiempo.Pero a él no le importa,está ciego.Como toro recién salido al ruedome embiste.No soy torero:Soy mujer desnuda.Te quiero, pero no así.
...."Me haces daño,no puedo."En su mero centrosu cuerpo sube y baja.Pero el centro del míonecesita mas tiempo.En mi soledad pienso"Qué lejos está el hombrede saber qué es el sexo,natural, sin desplantescon goce verdadero.¡Ay!, amiga de infancia,con qué amor te recuerdo":
UN LOWRIANOICONOCLASTA
POR ADOLFO CASTA~ON
Una calculada mesura anima elperspicaz preliminar a Lowry del Profesor Cross. Abre previniendo allector contra la proliferación de lacrítica lowriana que él, con sesgadabuena voluntad, llama simbólica.¡Precaución, Lectorl La interpretación de la obra de Malcolm Lowry seencuentra en el mismo estado que lade loyce hace treinta años. ¡Cuántose hace sentir la falta de críticos propiamente literarios -dice Crossque, más allá de la mitolatría y la simbolomanía, vayan tramando, engranando la obra consigo rnlsrna. .tejiéndola y destejiéndola junto con elidóneo lector! La mesura, el cálculo yla perspicacia son pues las armas deeste estudioso que, antes de profesaropinión alguna, la fundamenta en lalectura, vale decir en la detección deciertas interrelaciones fundamentales en el corpus lowriano. Losresultados de esa investigación serían, paradecirlo en 22Iíneas"que Ultramariney Lunar Caustic son preludios del Iiterario itinerario sin fin y escarceosantecedentes de la empresa autocognoscitiva que en Bajo el volcán sedesarrolla y que evoluciona envolviéndose y envolviendo al autorhasta atraparlo en sus redes, en loscabos sueltos de su propia leyendainconclusa: de modo que el Viaje sinTérmino del autoconocimiento verdadero desemboca en el callejón sinsalida de una narcisista lpsocogitación. Para escribir, Lowry se ha vistoprecisado a vivir la leyenda que, redactada, lo convertirá en Escritor;per se la leyenda carece de sentido, yel "fracaso" de las obras últimas deLowry explicarla la distancia que losepara de Proust y Mallarmé.
La sangre se muere de sed, se desea muerta, seca, en las letras; níal:dito y sangriento, todo lo vivido qui-
siera desembocar en un libro. IV quéno hacen los hombres por convertirsus hechos en hazañas! Por amor a lahazaña pasan por alto la hechura delos hechos, y los matan, suplantan,subrogan su facticidad, su consustancial objetivo para postular en cambiola figuración pura, la vacua leyendaanterior a sí misma.
Malcolm Lowry habría dejado deconocerse a sí mismo, de amarse,vale decir de vivir y escribir, paraquedarse, como fallan las obras posteriores a Bajo el volcán, con la imagen de la búsqueda de ese conocimiento, con el lamento por el amor yno con el amor, con lasganas de vivirque no con la vida, con la imagen-arrogante y exaltada y románticadel escritor impotente por exceso depotencia, y no con su trabajo artesanal, resignado, descalzo en la modestia previa a las intenciones y obediente a las intensidades. AlargaLowry indefinidamente los manuscritos de October Ferry en lugar de resolverse a volver, nuevo Perseo, paracortarle la cabeza, la múltiple cabeza,a la Gorgona de su ingobernable ylírica inspiración.
La voz del Profesor Cross es muchomenos arrebatada que ésta que reseña, y en su estudio nunca pierde devista la escueta meta: sólo hay, nohay más que un Malcolm Lowry,aquel trágico de Bajo el volcán, y susobras anteriores o posteriores sólopueden interesar en la medida enque arrojan una luz suplementariasobre ella.
Si Bajo el volcán abre y se abre deveras como un camino en medio denuestra vida entreguerras, las obrasque lo anteceden y luego siguen son,no pasan de ser, callejuelas laterales,pasillos precoces donde ya se presiente la gran avenida que está Bajoel volcán, o bien sólo tortuosos callejones que postergan su salida, irregulares canales de Panamá que salendel vasto mar increado de la íertilldad y desembocan en 'el golfo cautivo del marinero sin Sinbad, del marinero en tierra que nunca volvió azarpar.
La monografía se encuentra en lasantípodas de la crítica inflacionaria yde la "Lowrylatría"; crónica de unanovelanacimiento y de varios novelicidios, el estudio crítico reduce yestáescrito para decepcionar. No es malosu resumen de Bajo el volcán (algoturista al final cuando parangonaamantes y volcanes) y por el caudalde referencias literarias que asoman-insinuación es cortesía- a lo largodel texto se ve que el Profesor Cross,quien colabora en ModernPhilology, sabe lo que dice. Por lomenos tiene todos los elementospara saberlo. La obra contiene enapéndice una exaustlva y razonada.nota sobre la literatura a que handado lugar Malcolm Lowry y su obra.
La nota no sólo es un compendiode lo que se ha dicho sobre Lowry.Da una buena idea de cómo Cross,lowriano iconoclasta, se aproxima asu objeto de estudio. " .
Richard K. Cross: Maleo/mLowry. APreface tofiis Fiction. University of Chicago Press, 1980.
Sr.Arturo Azuela,Revistade la Universidad,Ciudad.
.EstimadoSr. Azuela:
Les agradezco, sinceramente, lapublicación de mi poema "Ciudad" en el número 10 correspondiente al mes de junio de 1980. .
A esta nota de agradecimientoquiero añadir una petición: queen un número próximo de la revista se haga la aclaración de queel libro Las primeras notas dellaud, que erróneamente se me.atribuye, fue escrito por' MiguelFlores Ramírez.
Comprendo que la cuasi hornonía facilita la confusión - sobrenuestras identidades, pero no quisiera aparecer como autor de textos que no me pertenecen.
Cordialmente,MIGUEL ANGEL FLORES