El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

22
El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber fIlosófico * Francisco Prieto La primera escuela de comunicación social que se fun- dara en América Latina y una de las primeras del mundo, tuvo como sede a la Universidad Iberoamericana. Un filósofo,José Sánchez Villaseñor, reconocido en los me- dios académicos especializados por sus libros sobre las filosofíasde José Vasconcelos y de José Ortega y Gasset i fue el creador y quien vino a hacer presentes a las escue- J lasde Periodismo, Televisión y Publicidad ya existentes -sólo las primeras, por cierto, con carácter universita- rio- que, o bien se abrían a la teoría de la información y los medios modernos de comunicación o quedaban confinadas a ser, exclusivamente, escuelas técnicas. SánchezVillaseñor falleció en 1961, o sea, al año de haber ingresado la primera generación y cuando la se- gunda iniciaba el año escolar. Pero dejó una carta funda- cionalen la cual establece el porqué de la necesidad de una nueva carrera universitaria.. En ese documento, el filósofo, bajo el lema de "la técnica sometida al espíritu", no sólo concibe el mundo de las comunicaciones como un universo, o sea, destinado a ser comprendido en una carreradiferenciada -"esta carrera es nueva en su for- ma y planeación"- sino que propone la osadía de pre- tender preparar personas en la ciencia y en el arte. Si por unlado escribió que la carrera busca formar un auténtico intelectual,escribió también que "ese intelectual no pue- deser un sabio de gabinete, al margen de la vida, espec- !, .Profesor de la Universidád Iberoamericana (UIA). 157

Transcript of El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

Page 1: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

El humanismo en las escuelasde comunicación y el saber fIlosófico

*Francisco Prieto

La primera escuela de comunicación social que se fun-dara en América Latina y una de las primeras del mundo,tuvo como sede a la Universidad Iberoamericana. Unfilósofo, José Sánchez Villaseñor, reconocido en los me-dios académicos especializados por sus libros sobre lasfilosofías de José Vasconcelos y de José Ortega y Gasset

i fue el creador y quien vino a hacer presentes a las escue-J las de Periodismo, Televisión y Publicidad ya existentes

-sólo las primeras, por cierto, con carácter universita-rio- que, o bien se abrían a la teoría de la informacióny los medios modernos de comunicación o quedabanconfinadas a ser, exclusivamente, escuelas técnicas.

Sánchez Villaseñor falleció en 1961, o sea, al año dehaber ingresado la primera generación y cuando la se-gunda iniciaba el año escolar. Pero dejó una carta funda-cional en la cual establece el porqué de la necesidad deuna nueva carrera universitaria.. En ese documento, elfilósofo, bajo el lema de "la técnica sometida al espíritu",no sólo concibe el mundo de las comunicaciones comoun universo, o sea, destinado a ser comprendido en unacarrera diferenciada -"esta carrera es nueva en su for-ma y planeación"- sino que propone la osadía de pre-tender preparar personas en la ciencia y en el arte. Si porun lado escribió que la carrera busca formar un auténticointelectual, escribió también que "ese intelectual no pue-de ser un sabio de gabinete, al margen de la vida, espec-

!, .Profesor de la Universidád Iberoamericana (UIA).

157

raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 2: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

tador impasible en torre de marfil, desvinculado de la les (comunidad". No solamente Sánchez Villaseñor propone emIdisciplinas sociológicas, económicas y humanistas sino ase~que advierte que el nuevo profesionista "requiere, ade- utilimás, de técnicas apropiadas de difusión, relaciones pú- en Eblicas, publicidad, radio, televisión, cine y periodismo" y frantambién: "necesita de la palabra, del signo sensible, del xiccsímbolo cargado de subconscientes motivaciones, de éstEimágenes dinámicas". ade

Mexicano que pasara largos años formativos en Euro- un ~pa, vivió los años inmediatos anteriores al estallido de la dorSegunda Guerra Mundial y regresaría, luego de una breve noestancia en México, después de la guerra, de modo que \ anti

pudo ser testigo del enorme influjo que tenían sobre terEamplios sectores sociales intelectuales que abordaban tuallos antiguos y nuevos medios de comunicación, que vochabían salido, por tanto, de la torre marfil, tales como corBrecht, Sartre, Koestler, Camus, Marcel... Esto lo conmo- accvió y, sacerdote, vio en la creación de la nueva carrera en]un medio de fecundación de una sociedad en estado mucrítico: "hay que dotar por ello al nuevo intelectual de los Calmedios de contacto, del puente que lo saque de su seaislamiento, de los instrumentos y técnicas para llegar al de~hombre de hoy, al hombre anónimo,al hombre angustia- dodo, extrovertido y disperso, en las mil solicitudes del al (dramático y complejo vivir cotidiano". Y en esto, Sánchez LVillaseñor fue un visionario, pues muy lejos estaba el ne~México de los cincuenta de, en la apariencia, en la epi- huIdermis, preludiar a ese hombre anónimo y angustiado, a de~ese ser unidimensional que comenzaba a "protagonizar", enpobre antihéroe, la "vida" en los países europeos, en deJapón, China, los Estados Unidos... En resumen: qul

La nueva carrera, llamada originalmente Ciencias de otrla Comunicación -llama la atención que la hubiera bau- erétizado así el Fundador, pero no tanto si reparamos en que gacel primer plan de estudios incluía materias de Estadística eréy Cibernética, en un tiempo en que vivíamos ajenos a las encomputadoras-, la nueva carrera, digo, había nacido huligada a un objetivo, a saber, la generación de intelectua- pu

158

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 3: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

les con habilidades artísticas que sucediesen a quienes,empíricamente, manejaban, a la sazón, los medios yasesorasen a los propietarios de éstos y al Estado en suutilización. De ahí que cuando el autor de este trabajo,en el año de 1963, planteara la nueva carrera al filósofofrancés Jean Wahl, que se encontraba entonces en Mé-xico participando en el Congreso Mundial de Filosofía,éste, como europeo que padeció la guerra y que era,además, judío vio más bien en la carrera una amenaza,un serio peligro, y comentó que así como un buen avia-dor difícilmente sería un filósofo, asimismo un filósofono llegaría a ser un buen aviador, en otras palabras,anticipaba los horrores de quienes no abrazasen, desin-teresada y, por tanto, amorosamente, el oficio intelec-tual, o sea, aquellos para quienes pensar no fuera unavocación dada la incompatibilidad fundamental entre elcontemplativo y el hombre de la praxis, el hombre deacción. Seguramente, Jean Wahl, pensador ilustre, teníaen la cabeza a Joseph Goebbels y sintió, ino faltaba más!,mucho miedo. Seguramente, amigo como era de AlbertCamus, no podía poner entre paréntesis los horrores quese derivaron de haber escrito que ya no se trataba dedescribir el mundo sino de transformarlo y haber forma-do filósofos de un tiempo anterior un partido subversivoal que la realidad ajustó cuentas en 1989.

La solución a la paradoja que despiertan las posicio-nes de Wahl y de Sánchez Villaseñor estribaría en el tipohumano que suele ingresar, actualmente pero tambiéndesde su inicio, en la escuela de comunicación social. Sien las cinco primeras generaciones era notorio el ingresode hombres o mujeres desubicados, o sea, de creativosque no se hallaban en ninguna de las artes formales yotros que si bien era su propósito escribir novela o teatroera claro para ellos que su camino no era el de investi-gador y huían del esquematismo de la carrera de Letras,era también notorio el ingreso de mujeres que no seencontraban plenamente en las tradicionales carrerashumanísticas o de tipos cuyos padres eran publicistas opublirrelacionistas, deseaban seguir el mismo derrotero

159

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 4: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

---,--

les con habilidades artísticas que sucediesen a quienes,empíricamente, manejaban, a la sazón, los medios yasesorasen a los propietarios de éstos y al Estado en suutilización. De ahí que cuando el autor de este trabajo,en el año de 1963, planteara la nueva carrera al filósofofrancés Jean Wahl, que se encontraba entonces en Mé-xico participando en el Congreso Mundial de Filosofía,éste, como europeo que padeció la guerra y que era,además, judío vio más bien en la carrera una amenaza,un serio peligro, y comentó que así como un buen avia-dor difícilmente sería un filósofo, asimismo un filósofono llegaría a ser un buen aviador, en otras palabras,anticipaba los horrores de quienes no abrazasen, desin-teresada y, por tanto, amorosamente, el oficio intelec-tual, o sea, aquellos para quienes pensar no fuera unavocación dada la incompatibilidad fundamental entre elcontemplativo y el hombre de la praxis, el hombre deacción. Seguramente, Jean Wahl, pensador ilustre, teníaen la cabeza aJoseph Goebbelsy sintió, ino faltaba más!,mucho miedo. Seguramente, amigo como era de AlbertCamus, no podía poner entre paréntesis los horrores quese derivaron de haber escrito que ya no se trataba dedescribir el mundo sino de transformarlo y haber forma-do filósofos de un tiempo anterior un partido subversivoal que la realidad ajustó cuentas en 1989.

La solución a la paradoja que despiertan las posicio-nes de Wahl y de Sánchez Villaseñor estribaría en el tipohumano que suele ingresar, actualmente pero tambiéndesde su inicio, en la escuela de comunicación social. Sien las cinco primeras generaciones era notorio el ingresode hombres o mujeres desubicados, o sea, de creativosque no se hallaban en ninguna de las artes formales yotros que si bien era su propósito escribir novela o teatroera claro para ellos que su camino no era el de investi-gador y huían del esquematismo de la carrera de Letras,era también notorio el ingreso de mujeres que no seencontraban plenamente en las tradicionales carrerashumanísticas o de tipos cuyos padres eran publicistas opublirrelacionistas, deseaban seguir el mismo derrotero

159

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 5: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

y no existía entonces carrera universitaria para ellos, si en cesto fue así en las primerísimas generaciones, digo, en la se cactualidad a esas personas se unen hoy otras que, inte- de ]resadas en el sector público o en el sector privado, con- tacésideran -y quizá tengan razón-, que la administración, nétpública o privada, es de sentido común y que la carrera prode comunicación es más entretenida, sin contar aquellos conque, además del entretenimiento, son conscientes de la sóliimportancia de poseer una bien estructurada cultura tiergeneral para destacar y que suele proporcionar la mayo- no cría de las escuelas de comunicación social. En otras unpalabras, hay algo que salva a este tipo de escuela del meriesgo vislumbrado por Wahl de formar a futuros perpe- partradores de los crímenes lógicos, ora en nombre de Dios, Sóllde la liberad o de la justicia social: se trata de hombres corde la praxis en primerísima instancia y, centrándose los unestudios humanísticos en la cultura general y ya no, encomo pretendiera José Sánchez Villaseñor, en la casi! Ftotalidad de la escuela de Filosofía, se elimina la tenta- entción demoniaca de los apasionados de la razón y de la dacacción. Me explico: qUE

Si bien el documento de José Sánchez Villaseñor, estlcomo hemos mostrado, deja claro que se trata de un de Iencuentro de las humanidades puras con las ciencias la csociales y las económico-administrativas, es un hecho porque el programa de estudios que él diseñó pecaba, en y qltérminos generales, de ingenuo e incluía todas las mate- lidérias de un plan mínimo para la obtención de una licen- la lciatura en filosofía previa realización de una tesis ral,profesional. Si digo lo anterior es porque un plan de lo, ]estudios que conlleva todas las materias básicas de la ¡ estlcarrera de filosofía más cursos de contabilidad, de esta- ¡ estl

dística, economía, sociología, derecho y cibernética y cacque, iay!, incluye, además. teoría del arte dramático e! dohistoria del teatro, excluye la narrativa al tiempo que ustreduce el estudio de los medios a una teoría y un labora- dortorio es un disparate. Ahora bien, es necesario tomar en ¡ COIcuenta que se trataba de un filósofo que jamás había: invltrabajado en los medios de comunicación social y que, de

160

raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 6: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

I,

en el tiempo en que él concibe la nueva carrera, aún nose daban los grandes avances tecnológicos en el campode las comunicaciones, de modo que es necesario des-tacar la agudeza significada por la inclusión de la ciber-nética, la teoría de la información -en el primerprograma de estudios reducida a sólo dos cursos- y laconstatación de la necesidad de una cultura generalsólida para los comunicadores. y una cultura general

.tiene que centrarse en las humanidades pues la ciencia! no es cultura ya que ésta es, en última y radical instancia,

un sistema de ideas y creencias que sirve al hombremedio para orientar su vida, para sobrevivir en sociedad,para no sentirse náufrago en el mundo y entre las cosas.Sólo entendida de esa manera, la cultura se relacionacon la existencia y la concienciación del sistema vital deun tiempo específico podrá servir, así, al comunicadoren su trabajo.

Pero hay otro punto que es necesario analizar antes deentrar a la evolución del tratamiento dado a las humani-dades en las escuelas de comunicación social. Ello tieneque ver, nada menos y nada más, con la justificación del, estudio de las mismas y su posición nuclear en los planes

I de estudios. Y creo que, para ello, debemos remitimos a; la conferencia "Misión de la universidad", pronunciada) por José Ortega y Gasset allá por la década de los treintas

1 y que no ha hecho, a juicio nuestro, sino ganar en actua--lidad. En aquel memorable trabajo, Ortega escribe que

-la universidad tiene que jerarquizar entre cultura gene-; ral, profesionalización e investigación y que debe hacer-

~ lo, precisamente, en ese orden. Como no es el objeto dei este trabajo estudiar la universidad en general y sí el-estudio

de las humanidades en las carreras de comuni-f cación social, concretémonos a éstas donde lo consigna-

~ do por Ortega es particularmente importante. ¿Pueden~ ustedes concebir una escuela o facultad universitaria-donde las investigaciones sean más efímeras que en1

Comunicación? Resulta que o se realizan trabajos de3. investigación con un gran presupuesto y con la finalidad~, de tomar decisiones a corto plazo o, de no ser así, cuan-

161

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 7: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

do el estudio está terminado buena parte del mismo es pro]ya obsoleto. Además, áreas de investigación donde los travtrabajos y sus resultados puedan tener cierta permanen- !uracia o aun llegar a convertirse en clásicos, muy bien es 1podrían realizarse desde otras disciplinas académicas. conComo ejemplo de esta última aseveración, podemos ref1~mencionar las investigaciones sobre culturas populares socique un antropólogo puede emprender auxiliado por el de 1conocedor de un medio de comunicación especifico unasegún la materia del estudio; asimismo, un sociólogo poepuede llevar a cabo mediciones de opinión pública, un un épsicólogo asuntos relativos a los efectos de los medios mieen el comportamiento, etcétera. En otras palabras, dar estcprioridad a la investigación es dejar sin sentido propio, Lsin diferencia específica, a las escuelas de comunicación t de ésocial. Por otra parte, ¿es posible imaginar algo más ! teolesterilizante que dar primacía en una carrera universita- i la aria al estudio e implementación de metodologías y no de en élo que da lugar a la generación de las metodologías, o lassea, el criterio y la educación de la percepción? Por otra sin,parte, uno de los errores más frecuentes en las escuelas cosde comunicación social es el pensar que es la investiga- códción, especialmente la llamada participativa, la que va a ¡ unagenerar el conocimiento. En toda investigación, interpre- ¡ destar es fundamental, lo mismo descubrir lo que las apa- l. lugériencias ocultan -a quien padece una situación ya quien básla estudia-, y esto sólo puede llevarse a buen recaudo riorcuando se ha educado la sensibilidad, esto es, a golpes dode cultura; de cultura como la hemos venido entendien- ! entldo en este estudio. Después de todo, aquellos a quienes cin<se investiga han hecho también novela de sus propias' un Ividas, individuales y comunitarias o colectivas; aquellos: tan Ia quienes se investiga, ante la posibilidad de un nuevo y nicémás favorable entorno, no tardarían demasiado en rein- nerventar su realidad, otorgando nuevos sentidos al pasado ejely al porvenir. Porque, iay!, de las falsas ilusiones sólo se J:preserva el conocimiento del pasado aunado a una mi- derada al propio interior o, más bien, el ejercicio continua- cuado del examen de conciencia; esto último sólo puede cue

162

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 8: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

propiciarlo, indirectamente, la enseñanza universitaria através del trabajo sistemático sobre la historia de la cul-tura y los grandes clásicos de las humanidades. Pero sies la cultura general la que norma, el comunicador es,como ya dijimos, un hombre orientado a la praxis y sureflexión sobre la comunicación humana y los mediossociales de comunicación sólo tienen sentido en funciónde la práctica comunicativa; de lo contrario se trataría deuna perversión como es perverso aquel que esudiase lapoesía para desentrañarla en primer término y no comoun acto de amor a la misma sobre la base del reconoci-miento de una incapacidad básica para realizarla. Todoesto nos lleva a concluir de la siguiente manera:

La carrera de comunicación tiene una doble vertientede atracción: el ejercicio de la profesión, que requiere lateoría de los diferentes campos en que puede ejercersela acción del comunicador junto con la especializaciónen alguno de ellos, y el conocimiento del sistema vital delas ideas del tiempo presente al que no se puede llegarsin eso que llamamos la cultura general y que no es otracosa sino el conocimiento de los distintos lenguajes ocódigos que se dan cita en la sociedad sobre la base deuna reflexión sobre la historia de la cultura que puedendesglosarse, uno y otra, en diversos cursos. Sólo en tercerlugar vendrá la investigación reducida a metodologíabásica de investigación documental y estadística. Poste-riormente, aquel estudiante apasionado por determina-do tema podrá inscribirse en algún pos grado donde,entre otros estudios teóricos, colabore tres, cuatro ocinco semestres en alguna investigación que lleve a caboun docente que le sea afín. Pero debe quedar claro quetanto la teoría de los medios como de la llamada comu-nicación organizacional, toman asiento en la cultura ge-neral y no alcanzan significados reales fuera delejercicio, de los talleres que, ante las dificultades que ahíse propongan, inciten a la teorización, a la confrontaciónde teoría y praxis, de aquello que uno creía que era ycuanto la realidad le muestra desengañando con fre-cuencia a su imaginación. Exactamente igual como un

163

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 9: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

futuro novelista es, en primer lugar, un hombre que modesde joven leía novelas; luego, alguien que buscó escri- susbirlas y que, al topar con numerosas dificultades, espe- procialmente con su ingenuidad inicial, se da cuenta que socnecesita vivir y conocer para llegar a escribir, que retorna ac2al amado oficio y se acerca a un escritor mayor y admi- darrado quien confirmará ciertas intuiciones que él tenía de susí mismo, descubrirá ciertos defectos, le hará ver la im- socportancia de conocer y estudiar a otros autores que no fosconocía y que tienen una afinidad de profundidad con él, paJllevándole así a un grado de reflexión más profunda hasta Pal

que, un buen día, descubre, en la praxis, que, finalmente, n~1ha logrado una modalidad de expresión que no se encon- metraba en ningún manual o, al menos, que difería más o Imenos de lo que él creía representar. pla

Si esta fundamentación ha quedado clara, pasemos re- ellvista, a continuación, a lo que sería la evolución del estudio cacde las humanidades en las carreras de comunicación. ve]

En la Universidad Iberoamericana, el programa de C?,humanidades inicial y ya descrito no conoce mayores CIC

modificaciones sino hasta la llegada a la dirección de la Pe.carrera del licenciado Jesús María Cortina, quien sacrifi- .P!lca algunas materias filosóficas para dar paso al estudio g!Cde diversos cursos de literatura, al tiempo que inicia las rl~especializaciones o áreas especificantes y, en honor pnsuyo, hay que recordar su titánico esfuerzo para dotar a mila carrera de talleres bien equipados. Será en el periodo padel licenciado José Cárdenas Hernández cuando, en lo" saque respecta a las humanidades, se alcance el equilibrio -deseado que ya no será, en esencia, modificado en los veplanes de estudio posteriores de las gestiones de los taldirectores siguientes. El plan de estudios de los tiempos Ccdel licenciado Cárdenas, además de abrir un abanico de In

materias optativas, reduce las materias filosóficas a an- rr.Etropología, filosofía social, estética y dos cursos de histo- CI

ria del pensamiento; conserva cursos de literatura, P!introduce la lingüística y la semiología, mantiene mate- CI'rias de psicología y sociología pero estas últimas enfoca- Cldas ya dentro de la teoría de la información. En efecto: dE

164

raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 10: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

mo son, acaso, temas como el rumor, la propaganda ysus formas, la masa y sus formaciones, la distancia y laproximidad psicológicas, etc., los temas de psicologíasocial de real interés para un comunicador? ¿No hay,acaso, un conjunto de temas sociológicos que respon-dan a las necesidades de un comunicador en función desu profesión dado que las grandes concepciones de lasociología fueron, en realidad, planteadas por los filóso-fos desde tiempo inmemorial y muy especialmente apartir de Vico que se continuaría en Comte, Marx, Weber,Pareto, Simmel y tantos otros pensadores que poco tie-nen que ver con los actuales técnicos, en realidad inge-nieros sociales?

Pero, en fin, no se trata en este trabajo de detallarplanes de estudio, sino de llegar a una conclusión sobreel papel de las humanidades en las escuelas de comuni-cación. Y hay que dejar establecido que cuando la Uni-versidad Nacional Autónoma de México se decide aconvertir su escuela de periodismo en una de comunica-ción, seguirá entendiendo las humanidades desde laperspectiva del saber político en un plan de estudios que

.privilegia aquél, junto con el derecho y la teoría socioló-gica sobre la filosofía, la literatura y la psicología. Poste-riormente, la Universidad Autónoma Metropolitanaprivilegiará la lingüística de inspiración estructural -marxista- ya fe mía que a más de un marxista serio estoparecerá una aberración, quiero decir, convertir el pen-samiento de Marx, historicista y dialéctico, en estructural-con estudios políticos, privilegiando, por cierto, la in-vestigación sobre la cultura general y reduciendo lostalleres de medios a su mínima significación curricular-.Como la otra opción existente en México, a saber, la delInstituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monte-rrey hace hincapié, básicamente, en la profesionaliza-ción y considera como formativas las materiasprovenientes de la carrera de Administración de Nego-cios, al quedar reducidas las humanidades a dos o trescursos, no amerita que se le tome en cuenta para efectosde este trabajo.

165

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 11: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

La cuestión a la que es necesario responder es, pues, ~erqué debe entenderse por humanidades y cuál es su uvanecesidad o, en su caso, utilidad, para un comunicador. y dVayamos por partes: qUE

En primer lugar, es necesario consignar que por huma- denidades, en rigor, nos referimos a la literatura, la historia Ly la filosofía, lo que no impide que pueda hablarse de un un(enfoque humanista de las teorías social y p.olítica así pOEcomo de la psicología. En otras palabras, la historia y la d,eliteratura son humanidades puras puesto que nos relatan ranlas acciones de los hombres tanto como la filosofía, o ~oamor a la sabiduría, tiene como principio y fundamento Sin!la búsqueda de las verdades últimas, algo que está reser- la ~vado exclusivamente al ser humano y que procura, por ne,tanto, conjuntar, en una totalidad, los diversos saberes ~a)existentes. Respecto a esta última afirmación, baste con ecomprobar cómo los grandes saberes filosóficos impli- a ncan una teoría del conocimiento, una ontología, un pen- ne~samiento social, una estética, etcétera. El filósofo, no se va,olvide, es hombre de una sola teoría y en esto conviene na~distinguirlo de aquel que es solamente un escritor, sea tonun ensayista o un novelista. Conviene, asimismo, distin- tur.guir al filósofo del sociólogo puesto que éste, como su cernombre lo indica, se centra en el estudio de la sociedad riU~y preferencia del manejo de conjuntos por sobre las elrealidades individuales. En lo que toca al psicólogo, éste, ~eafrecuentemente, es un simple orientador de conductas <;Sen situaciones concretas o un analista de la conducta Sl~humana en función de objetivos demasiado específicos. se.

Entonces, si estamos de acuerdo en que el saber hu- cu,manístico se reduce a la historia, la li teratura y la filosofía, Ies importante analizar la función que cada una de esas recdisciplinas puede ocupar en los curricula de las escuelas e~(de comunicación. Clp

Historia: En realidad, conviene al estudiante de comu- hanicación el estudio de la interrelación de las distintas :";actividades humanas para el conocimiento de los movi- estmientos sociales, la acción de las personalidades sobre go,la sociedad y de ésta sobre los hombres que la compo- po:

166

raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 12: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

nen, las diversas situaciones posibles desde la perspec-tiva de la causación, las relaciones entre artes y cienciasy de ambas con la política, etcétera. Un estudio, pues,que ya no será, a nivel universitario, una simple relaciónde hechos sino un real ejercicio de interpretación.

Literatura: Más que el estudio de historia literaria o queuno de preceptiva, más también que el estudio de lapoética o de la ensayística, conviene que el estudiantede comunicación profundice en la narrativa contempo-ránea como una vía hacia el conocimiento no sólo demodalidades de narrar propias del tiempo que se vive,sino como una insuperable y única para tener acceso ala vida privada de las comunidades con las contradiccio-nes que habitan en el interior de los seres humanos. Nohay que olvidar, por otra parte, que una parte importantede los profesionistas de la comunicación tendrá que ver,a nivel de toma de decisiones u operativo, con narracio-nes. Como, por otra parte, el material de relatos con queva a trabajar en los medios será, básicamente, de origennacional y es de creer que en la secundaria y la prepara-toria obtuvo ya un conocimiento suficiente de las litera-turas clásicas, conviene que, en la carrera, el estudio secentre en la narrativa mexicana. Después de todo, y paraque sirva como ejemplos, Rulfo remite a Faulkner comoDel Paso a Joyce e Ibargüengoitia a todos los grandesrealistas críticos como Cervantes o Balzac... Conocer alas diversas generaciones de narradores mexicanos delsiglo con el estudio detallado de una inteligente y variadaselección de novelas y de cuentos sería la vía más ade-cuada para la formación del comunicador.

Filosofía: Llegamos, finalmente, a la filosofía, y hay quereconocer que si bien fue para el fundador de la primeraescuela de comunicación social de Iberoamérica el prin-cipio y el fundamento de la nueva carrera, hoy día se leha hecho un injustificado feo y, de hecho, parece que deella sólo se privilegia la epistemología y la ética, referidaésta, claro está, a la ética profesional. Sucede, sin embar-go, que si por hombre culto entendemos a aquel queposee el sistema vital de las ideas de un tiempo, es desde

167

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 13: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

la filosofía como se puede tener acceso a ello. Y si algodebe poseer un comunicador es, precisamente, el siste-ma vital de las ideas de su tiempo. Como esto que estoydiciendo procede de Ortega y Gasset, conviene ahora yescuchar al filósofo: E

noCultura es el sistema de ideas vivas que cada tiempo aclposee. Mejor: el sistema de ideas desde las cuales el efitiempo vive. Porque no hay remedio ni evasión posible: el pr<hombre vive siempre desde unas ideas determinadas que poconstituyen el suelo donde se apoya su existencia. Esas daque llamo ideas vivas o de que se vive son, ni más ni pomenos, el repertorio de nuestras efectivas convicciones qusobre lo que es el mundo y son los prójimos, sobre la ofijerarquía de los valores que tienen las cosas y las accio- di1nes... El sentido primario y más verdadero de la palabravida no es biológico sino biográfico... Significa el conjunto e~de lo que hacemos y somos... Vivir es, de cierto modo, e Itratar con el mundo, dirigirse a él, actuar en él, ocuparsede él... En cada minuto necesitamos resolver lo que vamos caa hacer en el inmediato... Para decidir ahora lo que va a ti~hacer y ser dentro de un momento, tiene el hombre, b~quiera o no, que formarse.un plan, por simple o pueril que niéste sea. En suma: el hombre no puede vivir sin reaccionar d(ante el aspecto primerizo de su contorno o mundo, forján- <dose una interpretación intelectual de él y de su posible ~conducta en él. Esta interpretación es el repertorio deconvicciones o ideas sobre el universo y sobre sí mismo... o:La casi totalidad de esas convicciones o ideas no se las afabrica robinsonescamente el individuo, sino que las recio r(be de su medio histórico, de su tiempo. En éste se dan, dinaturalmente, sistemas de convicciones muy distintos. hlUnos son supervivencia herrumbrosa y torpe de otros trtiempos. Pero hay siempre un sistema de ideas vivas que tcrepresenta el nivel superior del tiempo, un sistema que es SIplenamente actual. Ese sistema es la cultura. Quien quede S4por debajo de él, quien viva de ideas arcaicas, se condena qa una vida menor, más difícil, penosa y tosca. Es el caso .del hombre o del pueblo incultos. Su existencia va en SIcarreta, mientras a la vera pasan otras en poderosos auto- nmóviles. Al quedar el hombre bajo el nivel vital de su Ptiempo se convierte -relativamente- en un infrahom- p

168 ~

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 14: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

bre. (Cfr. José Ortega y Gasset, El libro de las misiones,Espasa-Calpe, Col. Austral, octava edición de 1965, pp.102-105.)

Y es el caso que en un mundo de necesaria interacciónno puede vivirse al margen del sistema dominante oactual de ideas y creencias, incluso para poder actuareficazmente en su contra. Nada más ridículo que eseprovicianismo que equipara al hombre con el avestruzponiéndole, como al ave, en situación de alta peligrosi-dad. Entonces, es necesario entender lo más claramenteposible las estructuras que conforman el mundo en elque se vive y, muy especialmente, si se ha elegido eloficio de comunicador o mediador (traductor) entre lasdiversas clases y estamentos sociales. Es aquí donde elestudio de la filosofía cobra su pleno significado. Enefecto:

Si en el pasado era absolutamente indiferente que elcampesino dominara el sistema vital de las ideas de sutiempo, si le era absolutamente inútil el contacto con lasbellas artes y la literatura era porque el mundo hegemó-nico no llegaba a él: ni sus productos más excelsos ni susdetritus al tiempo que nobleza, burguesía y pueblo llano,por ejemplo, compartían las mismas creencias funda-mentales nutriéndose de la misma savia religiosa. Porotra parte, aquella de las bellas artes que se manifestabaal exterior, o sea, la arquitectura, era imitada en lasrústicas construcciones de los hombres de los campos yde los pueblos; asimismo, la música culta llegaba alhombre del pueblo por vía de las iglesias y de ahí setransformaba el canto popular exactamente igual comotonadas populares eran transformadas en productos desuperior calidad por músicos cualificados. Era así comose daba la interrelación de clases y con ello bastaba, yaque toda la sociedad, como ya dije, participaba de unsistema de ideas y creencias semejante. Con el adveni-miento de la sociedad de masas todo fue cambiandoprogresivamente y, desde hace no demasiados años, enprogresión geométrica. Ahora los productos más vulga-

169

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 15: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

res de los grupos hegemónicos llegan a todos los confi- En!nes del planeta; numerosos productos valiosos carecen enlde vitalidad, como si todas 1as artes hubiesen llegado al sajlestilismo y, por carencia de densidad en la existencia, divsucumbiesen en él a un grado tal que pareciese no Ehubiese sino literatura para escritores, pintura para pin- esttores y música para músicos... Hay una élite dominante, da(ella misma vulgar, y una pequeña élite tan exquisita ellécomo carente de densidad moral. Con lo que no se afirma noque no existan productos valiosos, tanto innovadores en socla forma como estimulantes en el contenido, se dice Reisencillamente que éstos se detectan con dificultad. qul

La sociedad se ha venido vaciando de razones por las seécuales ofrendar la vida y quien no tiene razones para lesmorir tampoco, iay!, las tiene para vivir. El hombre del retpueblo de los países de alto desarrollo económico y vis!tecnológico participa ya del vacío de valores pues él reamismo se ha enganchado en el carro de la modernidad. na!(No se olvide que la modernidad no es más que un modo filode vida que destierra a Dios, como lo concibieraVico, el pOIprecursor de la sociedad civil; que con Descartes identi- pelfica la existencia con el pensamiento; que en la Revolu- teción Francesa, la única real revolución pues de ella se halderivaron todas las demás ya que ella las contenía, se quIdesenmascaró proclamando la muerte de Dios, la sobe- cinranía de la razón instrumental, el fin de la metafísica y la de~implantación del concepto de cultura como unívoco en filoel reinado absoluto del progreso, con lo cual todas las COIculturas que no hubiesen llegado al nivel europeo ten- deldrían, por grado o por fuerza, que acceder a ese nivel. o nAquel individualismo radical terminó por confundir al enindividuo con el Estado y erradicó la noción de persona; sitlasí, al negar el derecho a la diferencia, contaminó a las a l(culturas tradicionales hasta desautentificarlas, pervertir- millas y, en muchos casos, pulverizarlas. Impuestas en todo im]el mundo, las culturas tradicionales se han acabado y o cquien vive en ellas vive a la zaga de la posibilidad de la d~'Vida; vive, en efecto, una existencia infrahumana. N o hay, de~pues, otra salida sino la comprehensión de esta realidad. ca.

170

raul
Rectangle
Page 16: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

Entonces, ¿quién sino el comunicador sería el canal para,enraizado en la sociedad presente, decodificar los men- .

sajes más diversos y propiciar la comunicación entre losdiversos grupos y estamentos?

El hecho es que sólo la filosofía puede poner orden,establecer jerarquías entre los diversos saberes y activi-dades humanos. A partir de una teoría del conocimiento,ella obliga a la coherencia más radical. Es indudable queno se puede ser marxista y no creer en el realismosocialista por la sencilla razón de que al prometer elReino de la Libertad, el marxismo niega, implícitamente,que pueda haber lugar para el reino de lo imaginario, quesea posible el planteamiento de contradicciones radica-les sin vías de solución a partir de lo cual la criaturarebelde reniegue de su existencia pues ¿cómo es posiblevislumbrar el Bien y la Belleza absolutos y no poderlosrealizar?; ¿cómo es posible increpar si no hay Dios sinonaturaleza y energía sin almas? El rigor al que obliga lafilosofía a través de la epistemología, por un lado, pero,por el otro, mediante el conocimiento de la historia delpensamiento haciendo, incluso, presentizar al estudian-te la pertinencia de hacerse la pregunta de si puedehablarse o no de real progreso en la filosofía a pesar deque, indudablemente, se hayan obtenido nuevos cono-cimientos científicos que para nada invalida a los gran-des sistemas filosóficos, ese rigor, digo, a que obliga lafilosofía va despojando de ingenuidad al estudiante decomunicación haciéndole reconocer la complejidad realdel mundo y de la existencia. He aquí algo a lo que pocoo nada contribuyen la historia y la literatura puesto queen filosofía se trata de, por encima de las circunstancias,situarse en la esfera superior de la Verdad. He aquí algoa lo que conduce, necesariamente, la teoría del conoci-miento, que vuelVe a quien hace profesión de filósofoimposibilitado de ceder al eclecticismo o al pragmatismoo, si lo hace, es por haber llegado a la conciencia plenade la imposibilidad del hombre para conocer las verda-des últimas con la consiguiente negación de la metafísi-ca. El eclecticismo y el pragmatismo, cuando se dan en

171

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 17: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

~~ C'-~~F'"

...".un hombre que es, en esencia, un comunicador, condu- est\cen a que éste, sabedor de la necesidad de los seres lite!humanos de creer -son las creencias, que no las ideas delquienes sostienen a las comunidades; es por las creen- todcias por las que se da la vida, no por las ideas-,acaba seradaptándose a las necesidades que manifesta la comu- div,nidad en la cual labora por la sencilla razón de que, antes qUtque un tal filósofo, es un hombre de la praxis. En otras enpalabras: el peligro residiría en un filósofo metido a co- Finmunicador y no en un comunicador, formado en filoso- cióña. El comunicador es un hombre práctico y, como artista cioque es, da, de natural, preferencia a lo singular sobre lo eSEcolectivo. Diñcilmente caerá en el puro embeleso de pr<entelequias intelectuales pues sabe de la diversidad de téclos seres humanos, de la misma diversidad Y fracturas en ralel interior del hombre. Conviene, además, que las cosas niEse den así, ya que estudiar la comunicación sin la pasión eslpor su ejercicio y/o por sus productos es algo que, como lasdije anteriormente, suele traducirse en una forma de la cirperversión. cir

Pues bien, si han prestado ustedes la suficiente aten- bución a cuanto aquí se ha dicho, habrán caído en la secuenta, espero, de la importancia del estudio de la filo- jalsoña para los comunicadores. En primer lugar, es la tiEfilosofía el estudio que garantiza el hábito de detectar las deincoherencias en cualquier discurso o propuesta al tiem- e>:po que inmuniza contra la tentación de que haya algo dénuevo bajo el sol, lo que tiene el efecto de inducir la ccsensatez en las personas Y despojar al comunicador del vi'feo recurso de la experimentación, ya que las llamadas brexperimentaciones que han quedado, que se consolida- déron, fueron aquellas que de experimental sólo tuvieron dtel nombre. ¿O cree usted que cuando Buñuel, en cine,hizo El perro andaluz lo hizo al ahí se va Y vamos a ver dIqué pasa; que cuando Joyce escribió Ulises o Picasso dIpintó el Guernica, o Stravinski compuso La consagración rede la primavera o Brecht revolucionó el teatro y Paz dio aJsu forma definitiva a Blanco lo hicieron a ver si, con el qtiempo, algo se salvaba? El estudio de la filosofía lleva al tE

172

/F~" .

-,~'

Page 18: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

un hombre que es, en esencia, un comunicador, condu-cen a que éste, sabedor de la necesidad de los sereshumanos de creer -son las creencias, que no las ideasquienes sostienen a las comunidades; es por las creen-cias por las que se da la vida, no por las ideas-,acabaadaptándose a las necesidades que manifesta la comu-nidad en la cual labora por la sencilla razón de que, antes.que un tal filósofo, es un hombre de la praxis. En otras'palabras: el peligro residiría en un filósofo metido a co-municador y no en un comunicador, formado en filoso-fía. El comunicador es un hombre práctico y, como artistaque es, da, de natural, preferencia a lo singular sobre locolectivo. Difícilmente caerá en el puro embeleso deentelequias intelectuales pues sabe de la diversidad delos seres humanos, de la misma diversidad y fracturas enel interior del hombre. Conviene, además, que las cosasse den así, ya que estudiar la comunicación sin la pasiónpor su ejercicio y/o por sus productos es algo que, comodije anteriormente, suele traducirse en una forma de laperversión.

Pues bien, si han prestado ustedes la suficiente aten-ción a cuanto aquí se ha dicho, habrán caído en lacuenta, espero, de la importancia del estudio de la filo-sofía para los comunicadores. En primer lugar, es lafilosofía el estudio que garantiza el hábito de detectar lasincoherencias en cualquier discurso o propuesta al tiem-po que inmuniza contra la tentación de que haya algonuevo bajo el sol, lo que tiene el efecto de inducir lasensatez en las personas y despojar al comunicador delfeo recurso de la experimentación, ya que las llamadasexperimentaciones que han quedado, que se consolida-ron, fueron aquellas que de experimental sólo tuvieronel nombre. ¿O cree usted que cuando Buñuel, en cine,hizo El perro andaluz lo hizo al ahí se va y vamos a verqué pasa; que cuando Joyce escribió Ulises o Picassopintó el Guemica, o Stravinski compuso La consagraciónde la primavera o Brecht revolucionó el teatro y Paz diosu forma definitiva a Blanco lo hicieron a ver si, con eltiempo, algo se salvaba? El estudio de la filosofía lleva al

172

raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 19: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

estudiante al rigor que impone la razón tanto como laliteratura y la historia impregnan al futuro comunicadordel sentido del tiempo, de las contigencias humanas, detodo eso que media entre el sueño y su realización. y alser el comunicador hombre tentado por las teorías másdiversas, es la filosofía quien puede orillarlo a un rigorque no hará sino conferir mayor densidad a su trabajo y,en el peor de los casos, podrá salvarlo de la puerilidad.Finalmente, es bueno y necesario apuntar que la conjun-ción de estudios filosóficos, históricos y literarios propor-ciona esa cultura general fundamental para escapar deese fenómeno tan americano que es el del churro oproducto que ofende a la inteligencia, ora en el aspectotécnico, ora en cuanto a diálogos y contenidos en gene-ral. ¿O no han reparado en la carencia de churros prove-nientes de países donde desde la preparatoria losestudiantes quedaban impregnados por los estudios delas literaturas clásicas? Es un hecho que frente a lascinematografías iberoamericana y norteamericana, elcine y la televisión europeos se han caracterizado por labuena factura pero, sobre todo, por carecer de eso quese llama humorismo involuntario y otras torpezas de estejaez. De hecho es bueno tener en cuenta que al genio letiene sin cuidado la sociedad y que ésta debe ocuparsede la educación esmerada del hombre medio, pues tantoexiste la escasez en lo que se refiere a talento y creativi-dad como existe en el terreno económico. y en México,como en prácticamente toda la América Latina, quien havivido a la buena de Dios ha sido, precisamente, el hom-bre medio; ese hombre medio que nutre a las universi-dades pero también, pasando o no por ellas, a los mediosde comunicación colectiva.

Pero es el hecho que la inmensa mayoría de los planesde estudios actuales en las escuelas de comunicación hadejado de lado los estudios filosóficos que han quedadoreducidos al curso de Lógica, a Filosofía del Lenguaje enalgunos casos, a uno o dos cursos de Historia de las Ideasque no necesarimente inciden en lo que es, propiamen-te, la historia del pensamiento filosófico... La Universidad

173

.

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 20: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

Iberoamericana, que como veíamos al principio de este ciótrabajo, inicia la carrera en América Latina privilegiando en~los estudios filosóficos, ha venido, iella también!, redu- po<ciendo el número de materias provenientes de la Facul- CUEtad de Filosofía. Y, sobre esto, hay que tomar e,n cuenta tra4que la comunicación ha encontrado su propio campo, digque hay, como ya dije hace un momento, un conjunto de resmaterias de índole sociocultural que muy bien pueden aplestudiarse, exclusivamente, desde la perspectiva de la Lacomunicación y que es necesario crear un buen número seéde materias optativas que especialicen no sólo dentro de "sccada medio de comunicación sino dentro de cada una cu;de las ramas que constituyen el saber humano. Me expli- SOlco: así como no se trata de estudiar televisión per se, fic;porque se puede hacer periodismo de televisión o tele- -lasteatros o televisión educativa, por ejemplo, asimismo pr<hoy en día un periodista con interés en la economía y las mEfinanzas, es importante que conozca los fundamentos deesos asuntos para que pueda desenvolverse debidamen- lo~te en los cada vez más nul:nerosos órganos informativos aneconómicos ya que él es, fundamentalmente, un comu- ni<nicador con inclinación por los asuntos económicos y definancieros y no al revés, en otras palabras, alguien que poes más próximo al modo de ser de los periodistas que al prlde los economistas. es

En ese sentido, la Universidad Iberomericana, al traba- fuIjar cada vez con mayor dedicación la cuestión de las qlespecialidades y haber reducido las materias filosóficas cua los estudios de Teoría del Conocimiento y Retórica, gaHistoria del Pensamiento, Filosofía,del Lenguaje, Antro- capología Filosófica y Estética no ha hecho sino obedecer sea una necesidad de los tiempos conservando las mate- inrias básicas para la formación, por parte del estudiante, dcde un pensamiento bien estructurado. Y, de hecho, nin- y Eguna universidad puede hacer más. El problema mayor y ~que enfrentan las universidades, pero también la socie- c~dad, es el de la pésima formación en humanidades de plnuestros estudiantes de secundaria y de preparatoria, lo hécual no se resolverá mientras no se dé una sólida forma- d<

174

.

raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 21: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

ción de un número considerables de esos profesores deenseñanza media aunada a sueldos que les garanticenpoder llevar a buen recaudo su vocación. He aquí lacuestión germinal en nuestro país aquí y ahora y que setraduce en asegurar un salario que permita una vidadigna al profesor. Hablar, mientras ese problema no seresuelva, de reforma a los planes de estudio, de un mayoraprovechamiento, etcétera, no es sino bordar en el vacío.La filosofía requiere de una entrega casi total de ahí quesea disonante, para alguien licenciado en filosofía, decir"soy filósofo" como tranquilamente dice "soy contador"cualquier pasante de contaduría. Asimismo, ser una per-sona culta no es algo que se improvisa puesto que signi-fica, ni más ni menos, que se posee el sistema vital de.las ideas del tiempo en el que se vive. Y si hay unaprofesión que requiere de personas cultas esa es, justa-mente, la de comunicador.

Por último, paréceme pertinente consignar que si bienlos estudios filosóficos deben seguir siendo las piedrasangulares hacia el conocimiento en la carrera de comu-nicación, éstos deben armonizarse con los de historia yde literatura -tanto narrativa como dramática- al tiem-po que los estudios sociológicos y psicológicos se em-prenden desde la perspectiva de la comunicación; quees necesario que haya cada vez más especialización enfunción de la profesión y que, finalmente, el orden jerár-quico en las escuelas de comunicación debe ser el decultura general, profesionalización y, por último, investi-gación. Empero, cada vez considero más importante quecada universidad con posgrado en comunicación socialse especialice en una temática especificante centrada eninvestigación del más alto nivel que origine los doctora-dos de que aún carecemos; asimismo, me parecería útily estimulante que otras universidades generen maestríasy especializaciones en aspectos concernientes al queha-cer comunicacional, ora en los medios, ora en las em-presas y organismos estatales. En el primero de los casos,hay que tomar en cuenta que serían, necesariamente,doctorados interdisciplinares centrados en una proble-

175

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle
Page 22: El humanismo en las escuelas de comunicación y el saber ...

mática, claro está, de comunicación de lo que es ejem-plo, por cierto, el Programa Cultura de la Universidad deColima. Pero, lo que no podemos perder de vista es quea esos doctorados, maestrías o especializaciones sólopodría tener acceso aquel que tuviese una sólida culturageneral aunada al conocimiento de la teoría de la infor-mación y de la dinámica de, al menos, un medio decomunicación. He ahí algo que nos haría avanzar en laprecisión del objeto especificante de una carrera que,por cierto, congrega, iy esto ha sido un triunfo!, a un tipohumano que antes no hallaba ubicación específica enuniversidades o tecnológicos.

.176

raul
Rectangle
raul
Rectangle
raul
Rectangle