EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

38
EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE MERCANCIAS

Transcript of EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

Page 1: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

0

EL INTERES ASEGURABLE EN EL

SEGURO DE TRANSPORTE DE

MERCANCIAS

Page 2: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

1

TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

I. CONTRATO DE SEGUROS

- NOCIÓN Y CARACTERISTICAS

-PARTES DEL CONTRATO DE SEGUROS

- El asegurador

- El tomador

- El asegurado

- El beneficiario

- ELEMENTOS DE LA ESENCIA DEL CONTRATO.

- El riesgo asegurable.

- La prima o precio del seguro.

- La obligación condicional del asegurador.

- El interés asegurable.

II. CONTRATOS DE SEGURO EN EL TRANSPORTE

-Seguros reales o directo

-Seguro de Responsabilidad Civil

III. EL INTERES ASEGURABLE EN EL CONTRATO DE

TRANSPORTE DE MERCANCIAS

- POSICIONES DE LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE

SUPREMA DE JUSTICIA – SALA CIVIL.

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA

Page 3: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

2

INTRODUCCIÓN

El comercio en su más simple expresión consiste en el

intercambio de bienes y servicios entre personas, institución que

con la globalización y los avances tecnológicos se ha desarrollado

de tal forma, que ha llegado prácticamente a todos los rincones

del mundo, protagonista en ello, resulta el transporte toda vez

que a través de este se materializa el movimiento las mercancías

a lo largo y ancho del globo, lo que a la postre ha facilitado

enormemente el desarrollo de las economías mundiales, por lo

que alrededor de estas transacciones se han construido contratos

de seguros que tienen como efecto, blindar la responsabilidad de

las empresas transportadoras, ofrecer seguridad ante la pérdida

de los bienes y generar tranquilidad en los usuarios de estos

servicios.

Los seguros en el transporte han evolucionado, pues

siempre existen riesgos al mover la mercancía de un lugar a otro,

por lo que actualmente es prácticamente imprescindible que al

firmarse un contrato de transporte de mercancías,

paralelamente, nazca también el de asegurar los productos a

transportar, sin embargo, toda vez que no se le da el mismo

manejo a las operaciones de transporte de mercancías, pues las

normas que gobiernan la materia, los costos y los riesgos son

diferentes para el transporte marítimo, aéreo y terrestre, en igual

sentido resulta el manejo a la suscripción de los seguros para el

material transportado.

Itérase, resultan disímiles los tratamientos que

jurídicamente y en la práctica se les da a cada una de las formas

de transporte de productos, ya que estos se pueden llevar a cabo

Page 4: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

3

por vía aérea, marítima y terrestre; al hacer énfasis en este

último, pues resulta el día a día de aquellos que necesitamos

enviar productos a otras partes, encontramos que en Colombia

ha variado se pueden encontrar diferentes nociones al momento

de establecer a quien le corresponde el interés asegurable cuando

se remiten mercancías si es el mismo transportador el tomador

del seguro respecto de lo enviado.

En este sentido, el artículo 1040 del Código de Comercio

patrio establece que «el seguro corresponde al que lo ha

contratado, toda vez que la póliza no exprese que es por cuenta de

un tercero», en este preciso tópico, como se dijo, es que no son

armónicos los precedentes de la Corte Suprema, ya que el

transportador al tomar un seguro por las mercancías que llevará

(seguro directo) puede realmente ir en contravía de lo

preceptuado por la norma citada previamente.

Por su parte, el art. 1124 del mismo código con la reforma

de 1990 cambió sustancialmente su perspectiva y en esa medida,

se puede entender de éste que el agente transportador cuando

asegura directamente las mercancías que moverá a otro lugar

tendría un claro interés asegurable respecto de la cosa que

transporta.

Page 5: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

4

I. CONTRATO DE SEGURO

NOCIÓN

La ley patria define el contrato de seguro conforme con sus

características, describiendo de esta manera los elementos

jurídicos de lo que está compuesto, a lo que refiere el artículo

1036 del Código de Comercio, modificado por el artículo 1º de la

Ley 389 de 1997 que «El seguro es un contrato consensual,

bilateral, oneroso, aleatorio y de ejecución sucesiva».

Al respecto el doctrinante colombiano Hernán Fabio López,

manifestó que “Issac Halperin transcribe catorce definiciones del

contrato de seguros enfocadas todas desde el ángulo de sus

elementos esenciales. Entre ellas sobresalen las de Vivante:

“Contrato por el cual una empresa, constituida para el ejercicio

de estos negocios, asume los riesgos ajenos mediante una prima

fijada anticipadamente” y la Picard y Besson, que lo define,

siguiendo a Hermard, como una operación por la cual una parte,

el asegurado, se hace prometer mediante una remuneración, la

prima, para él o para un tercero, en caso de realización de un

riesgo, una prestación por la otra parte, el asegurador, mediante

una suma llamada prima o cotización” (LOPEZ, 2014, pág. 77 a

80), definiciones que en sí mismas generan discusión puesto que,

por un lado, para Vivante que exista persona jurídica resulta un

elemento esencial del contrato, y así no lo es para Picard y

Besson, ya que consideran que es estrictamente una operación

(LOPEZ, 2014, pág. 77 a 80).

Page 6: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

5

La Ley de Seguros Nº 17418 Argentina1, en su artículo 1º lo

define anotando que «Hay contrato de seguro cuando el

asegurador se obliga, mediante una prima o cotización, a resarcir

un daño o cumplir la prestación convenida si ocurre el evento

previsto», así mismo, la Ley de Contrato de Seguros de España, lo

determina como «[…] aquel por el que el asegurador se obliga,

mediante el cobro de una prima y para el caso de que se produzca

el evento cuyo riesgo es objeto de cobertura a indemnizar, dentro

de los límites pactados, el daño producido al asegurado o a

satisfacer un capital, una renta u otras prestaciones convenidas»;

definiciones que si bien resultan diferentes a la interna, en su

manejo resultan similares a lo estipulado en Colombia.

Por su parte, el profesor chileno Osvaldo Contreras Strauch

acota que “El término seguro proviene del latín –securus2, y la

primera acepción de la palabra seguro en el diccionario de la Real

Academia Española significa “libre y exento de todo peligro, daño

o riesgo”, en tanto que su séptima acepción se refiere al “contrato

por el cual una persona natural o jurídica se obliga a resarcir

pérdidas o daños que ocurran en las cosas que corren un riesgo

en mar o tierra”, en este orden de ideas, la ley chilena lo define

como “Art. 512: Por el contrato de seguro se transfieren al

asegurador uno o más riesgos a cambio del pago de una prima,

quedando éste obligado a indemnizar el daño que sufriere el

asegurado, o a satisfacer un capital, una renta u otras

prestaciones convenidas”, sobre esto, manifiesta el maestro

chileno que “dicho concepto contempla los elementos del contrato

1 http://www.unlp.edu.ar/uploads/docs/ley_de_seguros_17418.pdf 2 Significa “exento de preocupaciones”, “sin cuidado”, “tranquilo”. Diccionario Latino VOX, Barcelona, 1998, pág. 456.

Page 7: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

6

mayoritariamente recoge la doctrina internacional” (STRAUCH,

2014, pág. 86).

Discurre al respecto la Sala Civil de la Corte Suprema de

Justicia, que alude a que el seguro es un contrato “por virtud del

cual una persona –el asegurador- se obliga a cambio de una

prestación pecuniaria cierta que se denomina ‘prima’ , dentro de

los límites pactados y ante la ocurrencia de un acontecimiento

incierto cuyo riesgo ha sido objeto de cobertura, a indemnizar al

‘asegurado’ los daños sufridos o, dado el caso, a satisfacer un

capital o una renta, según se trate de seguros respecto de intereses

sobre cosas, sobre derechos o sobre el patrimonio mismo,

supuestos en que se les llama de ‘daños’ o de ‘indemnización

efectiva’, o bien de seguros sobre las personas cuya función, como

se sabe, es la previsión, la capitalización y el ahorro3”.

CARACTERISTICAS

Son varias las distinciones que revisten al contrato de seguros

con determinante especialidad, ya que como se dijo, la ley lo

define con sus distintivos, los cuales son:

1. Carácter Consensual: Dicha particularidad provino con

la reforma de la Ley 389 de 1997, pues previo a esta norma, el

contrato de seguro era solemne, así expresamente lo mencionaba

el artículo 1036 en consonancia con lo estipulado por el 1046 del

estatuto comercial originario (Decreto-Ley 410 de 1971), este

último, disponía que “El documento por medio del cual se

3 Corte Suprema de Justicia – Sala de Casación Civil. 19 de diciembre de 2008. Ref. 2000-

00075-01. M.P. Arturo Solarte Rodríguez.

Page 8: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

7

perfecciona y prueba el contrato de seguro se denomina póliza

[…]”.

Al respecto comentó el maestro Carlos Ignacio Jaramillo que

“el mero cruce o intercambio de voluntades en una misma

dirección, esto es, el consentimiento negocial, aunque fuere

paladino, amén de inmaculado, era impotente para el

advenimiento del contrato, que en tales condiciones no vería la

luz jurídica, dado que se requería un plus: la suscripción de la

póliza de parte del asegurador, única forma reconocida por el

ordenamiento mercantil patrio. De ahí que la póliza de seguro, a

la sazón, tuviere asignadas dos funciones: una constitutiva y otra

probatoria (función dual), al contrario de lo que hoy ocurre, como

se observará más adelante” (JARAMILLO, 2011, pág. 16 a 17).

Posteriormente, reitérese, con la expedición de la Ley 389 de

1997, surgieron cambios sustanciales que permitieron la

evolución de dicho contrato, pues apartó toda formalidad o

solemnidad que alrededor de este contrato circulaba y permitió

que la forma libre de las partes, las trascendentes para

perfeccionar el contrato aseguraticio. Ahora bien, la observancia

de ciertas formalidades especiales (Art. 1500 Cód. Civil), como la

expedición de una póliza por parte del asegurador, no será el

requisito sine qua nom para que se produzcan los efectos civiles,

sino, la simple aceptación de la oferta será suficiente para que se

perfeccione definitivamente lo pretendido.

Situación que asimismo se presentó en la normativa jurídica

chilena, pues “también lo era el contrato de seguros bajo las

normas del Código de Comercio de Chile de 1865, reemplazadas

Page 9: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

8

ahora por la nueva ley Nº 20.667 de 2013” (STRAUCH, 2014, pág.

87).

2. Bilateral: entiéndase de aquellos contratos que generan

obligaciones para las partes que convergen en él. Bajo la

codificación anterior, “los sujetos contratantes eran el

asegurador, por una parte, y, por la otra, el asegurado”, sin

embargo, con las modificaciones que trajo la referida ley, “por el

contrario, son el asegurador y el tomador, exclusivamente”.

Adicionalmente, al respecto comenta que “El asegurado,

prudente resulta señalarlo, no es parte en el contrato de seguro,

como ordinaria y equívocamente se cree. Él es el titular del

interés asegurable. Ello no quiere decir, en modo alguno, que

ambas calidades no puedan recaer en una misma persona. Es

más, pueden sumarse y de suyo consolidarse las tres en un

mismo sujeto de derecho: tomador, asegurado, y beneficiario,

sujeto este último que, a semejanza de lo sucedido con el

asegurado, por exclusión, tampoco es parte contractual”

(JARAMILLO, 2011, pág. 16 a 17).

Es claro entonces el carácter que se le ha dado a este seguro,

puesto que al perfeccionarse, nacen expresas obligaciones para

las dos partes, por un lado, pagar la prima y mantener el estado

del riesgo, por otro, cancelar la indemnización. “[…] de ahí el

artículo 1036 del C. de Co. acoja expresamente esa característica

con lo cual elimina toda controversia que se planteaba sobre la

base errada, de que tan solo en caso de siniestro es que asume

ese carácter pues mientras no se dé el mismo no existe obligación

a cargo de la aseguradora, lo cual además no es correcto por

cuanto la bilateralidad como característica de un contrato no

Page 10: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

9

conlleva simultáneamente surjan las recíprocas obligaciones”

(LOPEZ, 2014, pág. 121).

Contrario resulta a lo mencionado previamente para el

maestro Carlos Ignacio Jaramillo, debido a que el contrato de

seguros genera obligaciones para una sola parte (asegurado), ya

que respecto del asegurador no se cumple con el objeto de las

obligaciones que se refieren a dar, hacer o no hacer, así como

tampoco es susceptible de ser reclamada judicialmente la

obligación propia del asegurador. Válidamente, aduce que “[…]

tampoco faltan aquellos que creen que la obligación del

asegurador consiste en el simple hecho de asumir un riesgo, o,

dicho de otra forma, la obligación del asegurador consiste en la

asunción del riesgo, (HALPERIN), criterio completamente

inexacto si consideramos que las prestaciones que son del objeto

el objeto de las obligaciones son de dar, de hacer, o de no hacer.

Luego la obligación del asegurador, como cualquier otra, debe

tener como objeto un dar, un hacer, o un no hacer, objeto que no

vemos por ningún lado en el escueto hecho de asumir un riesgo,

hecho que para el derecho es irrelevante, pues no tiene ningún

poder vinculante, ni menos estar sujeto a la coercibilidad, criterio

propio que tienen las verdaderas obligaciones, pues es rasgo

característico de aquellas en que se puedan exigir y que, de no

cumplirse, existan los medios necesarios para obtener su

cumplimiento. Como entonces poder concebir que un asegurado

le pueda exigir al asegurador que cumpla con asumir el riesgo o

que pueda acudir a un juez para que este pueda demandarle

jurídicamente dicho cumplimiento al asegurador. ¿Cómo podría

demostrar que el asegurador no cumplió con su obligación de

asumir el riesgo? Sería imposible, pues solo se verifica el

incumplimiento por parte del asegurador en el momento en que

Page 11: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

10

hayan transcurrido sesenta días a partir de la reclamación,

presentada al asegurador por el asegurado (C. de Co., art. 1080),

ya que la obligación de pagar la indemnización por el asegurador

nace en el mismo momento de la ocurrencia del siniestro, pero

será solo exigible sesenta días después de presentada la

reclamación formal al asegurador. Pero si transcurrido el

mencionado término perentorio sin que el asegurador haya

objetado la reclamación, el asegurado podrá acudir a la justicia

civil y mediante un proceso ejecutivo, exigir que el asegurador

pague la indemnización respectiva, ya que ha incumplido su

única obligación pues en este caso sí se verificó la condición

pactada. Posibilidad que no vemos viable, si consideramos que la

obligación del asegurador es asumir un riesgo y de no ocurrir

(como generalmente sucede) el siniestro, lo único que ha

generado ninguna obligación. Criterio que felizmente se ve

sustentado por las voces del ilustre y célebre doctor EFREN

OSSA, el cual, es su depurado Tratado elemental de seguros,

anota: “Aunque a decir verdad, la mera asunción del riesgo no es

exactamente una obligación. Sin ella simplemente no se

conforma, no puede conformarse, el contrato de seguro”

(JARAMILLO, 2011, pág. 434 a 435).

3. Oneroso: Señala el Art. 1497 del Código Civil que es

oneroso “[…] cuando, tiene por objeto la utilidad de ambos

contratantes, gravándose cada uno a beneficio del otro”. Lo

anterior, toda vez que en el contrato “[…] hay un gravamen

recíproco manifestado esencialmente en el pago de la prima por

parte del tomador y en el pago de la indemnización por parte de

la aseguradora, sin que desdibuje ese carácter el hecho de que

no pueda predicarse la conmutatividad de las prestaciones, que

Page 12: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

11

es una consecuencia de otra nota saliente de este contrato, la

aleatoriedad” (JARAMILLO, 2011, pág. 122).

4. Aleatorio: Precisamente por tener la característica antes

vista, de la presente se predica que se encuentra en la categoría

de aleatorios, pues al respecto expresa el Art. 1498 del estatuto

Civil, señala que “El contrato oneroso es conmutativo, cuando cada

una de las partes se obliga a dar o hacer una cosa que se mira

como equivalente a lo que la otra parte debe dar o hacer a su vez;

y si el equivalente consiste en una contingencia incierta de

ganancia o pérdida, se llama aleatorio” (subrayas por fuera del

texto).

Frente a este aspecto, “bien el negocio de seguro, a

condición de que esté organizado y funcione sobre la base de las

estadísticas y la ley de las probabilidades, no puede ser aleatorio

sino de rendimiento científico, no es menos verdad que tanto el

resultado de cada contrato al fin de su vigencia, como también el

del global del negocio, en una época determinada, es aleatorio.

En efecto la ocurrencia o ausencia de siniestros y su monto,

determina si el asegurador obtendrá una ganancia o una pérdida,

en cada póliza en particular, y además, sobre el conjunto de su

actividad, en cada ejercicio comercial” (STRAUCH, 2014, pág. 90).

5. Ejecución Sucesiva: Característica que surge conforme con

las obligaciones que las partes mantienen mientras está vivo el

contrato reseñado, como por ejemplo comunicar aquellos hechos

que influyan la agravación de la cosa asegurada, la observancia

de las garantías dadas, mantener el estado del riesgo, entre otras

(LOPEZ, 2014, pág. 125).

Page 13: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

12

Por lo tanto, “las obligaciones a cargo de los contratantes no

se agotan cuando se suscribe el contrato, sino apenas se inician,

aspecto que es particularmente exigente respecto del tomador y

del asegurado pues es lo cierto que antes de que se llegue a

presentar un siniestro y aún después, hay obligaciones a cargo

de los mismos, tales como dar el aviso del siniestro, demostrar la

reclamación, informar acerca de los coaseguros existentes.;

presentado el siniestro surgen las de la aseguradora, en esencia

el pago de la indemnización” (LOPEZ, 2014, pág. 125).

PARTES EN EL CONTRATO DE SEGUROS

El artículo 1037 del Código de Comercio anuncia dos partes

dentro del contrato de seguros, primero el asegurador “o sea la

persona jurídica que asume los riesgos, debidamente autorizada

para ello con arreglo a las leyes y reglamento”, así como el

tomador, quien es “la persona que, obrando por cuenta propia o

ajena, traslada los riesgos”.

La doctrina analiza otros actores que eventualmente

intervienen en este contrato, como son: el asegurado, el

beneficiario, los agentes de seguros, las agencias de seguros, el

corredor de seguros, los establecimientos de crédito y el ajustador

de seguros.

El asegurador: En este punto, respecto de si el asegurador

puede actuar o no como persona natural, discusión en la que

concluye que la opción planteada no se puede dar, toda vez que

“para actuar como asegurador en Colombia se requiere, por lo

tanto, ser empresa organizada como sociedad anónima o

cooperativa y estar sometida a la vigilancia, previa aprobación

Page 14: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

13

para su ejercicio, de la Superintendencia Financiera, quien tiene

amplio poder permitir el funcionamiento de nuevas entidades

aseguradoras por cuanto el artículo 34 de la ley 45 de 1990

destaca que a más de las exigencias propias de la ley (tipo de

sociedad, capital mínimo, organización técnica y contable, etc) el

Superintendente debe tener la certeza, por los medios que estime

pertinentes, “si el carácter, la responsabilidad e idoneidad de las

personas que participen en la operación son tales que inspiran

confianza y si el bienestar público será fomentado”, aspectos

estos que a no dudarlo, dado lo subjetivo de ellos, radican amplio

poder discrecional en el Superintendente, con lo que, de paso, se

siguió la tradición establecida desde el artículo 4º de la ley 105

de 1927” (LOPEZ, 2014).

El tomador: Itérese, bajo lo presupuesto por el artículo

1037 del estatuto mercantil, es la “la persona que, obrando por

cuenta propia o ajena, traslada los riesgos”, definición que se

presta para diversas interpretaciones, con lo cual genera

dificultades a la hora de entender esta figura.

Otra definición señalada por la doctrina al respecto es “la

persona, natural o jurídica, que interviene como parte en la

formación del contrato. Para mayor exactitud, como contraparte del

asegurador. Cuya capacidad y cuya conducta precontractual (art.

1058) son factores determinantes de la validez del negocio jurídico

y a cuyo cargo corren, a lo menos prioritariamente, las cargas,

deberes u obligaciones respectivos, la de pagar la prima, entre

ellos (art. 1066). Es una calidad unitaria que tanto vale en los

seguros de daños como en los seguros de personas, no importa

que, en la mayoría de los casos coincida con la del asegurado”

(OSSA, 1991, pág. 5).

Page 15: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

14

El asegurado: Si bien este participante del contrato no se

encuentra definido en la legislación vigente, como sí ocurría en la

de 1887; esta parece más una referencia a la figura del tomador,

pues no resulta tan clara en oportunidades. Ahora bien,

diferentes son los ejemplos que se pueden dar para entender

mejor a este interviniente en el contrato de seguro, al respecto se

podría decir:

“El que, como “asegurado”, “debe demostrar la ocurrencia

de un siniestro” (id., art. 1077). O el que, incurso en “mala fe” en

la reclamación o prueba del siniestro, puede perder su derecho a

la indemnización (id., art. 1078). O el que, en ningún caso, puede

derivar “enriquecimiento” del seguro (id., art. 1088), ni cuya

“indemnización” puede exceder del valor real del daño económico

de que haya sido víctima como consecuencia del evento

asegurado (id., art. 1089). El mismo que, de tener vigentes varios

seguros sobre igual interés, contra el mismo riesgo y con distintos

aseguradores, no solo puede reclamar la proporción que a cada

uno de estos corresponda en la pérdida indemnizable habida

cuenta del valor asegurado por su respectivo contrato (id., art.

1092). El mismo cuyo seguro se extingue en caso de transferencia

“por acto entre vivos” de la cosa asegurada (id., 1107). El mismo,

en fin, cuyo perjuicio patrimonial derivado de la eventual

responsabilidad en que incurra conforme a la ley debe ser

indemnizado bajo el seguro de responsabilidad civil (id., 1127)”

(OSSA, 1991, pág. 9).

En lo pertinente con el seguro de personas, se entiende por

asegurado a la persona “sobre cuya vida, sobre cuya integridad

corporal, sobre cuya capacidad, sobre cuya salud se celebra el

Page 16: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

15

contrato de seguro”, como se había dicho, esta figura coincide

con la de la de la persona del tomador. “Tal ocurre siempre el

seguro sobre “la propia vida” llámese seguro de vida, de

accidentes o aun enfermedad. Lo cierto es que “el asegurado” no

puede definirse, como en los seguros de daños, como “el titular

del interés asegurable”, porque este suele ser, lo es en los seguros

individuales de vida y accidente, “el tomador”, la persona que,

sobre su propia vida o sobre la vida de un tercero y en todo caso,

por su propia cuenta, contrata el seguro. El asegurado –se repite-

en estos supuestos, es la persona sobre “cuya vida” se hace el

seguro, la que está llamada a “padecer” eventualmente los riesgos

asegurados: la muerte, la desmembración, la incapacidad física

o mental que, a su vez, generan o pueden generar el detrimento

patrimonial de la persona interesada en la traslación de este al

asegurador y que –salvo el seguro para el caso de la muerte- es

la misma persona “asegurada” (OSSA, 1991, pág. 11).

El beneficiario: nos referimos a este grupo como aquellos

que si bien están referidos en el contrato de seguro no hacen

parte de la formación del mismo, “(a menos que tengan la calidad

de “asegurados” y “tomadores” en los seguros de daños y aun en

los de personas sobre otros riesgos que la muerte), pero han de

percibir el valor del seguro, en caso de siniestro, ajustado

naturalmente con arreglo a sus condiciones y límites” (OSSA,

1991, pág. 12).

La doctrina establece dos tipos de beneficiarios, los cuales

son: i) el Beneficiario Contractual, el cual, “proviene de

estipulación expresa en la póliza. Es una de sus condiciones

particulares, según la norma citada del Código de Comercio.

Deriva su derecho del contrato mismo y, como es lógico, solo

Page 17: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

16

puede hacerlo efectivo, llegado el caso, con arreglo a sus

cláusulas. No podrá, por tanto, recibir más que “el asegurado”

mismo en virtud del daño causado por el siniestro, en los seguros

indemnizatorios, ni pretender una prestación que exceda la suma

asegurada, en los de personas” (OSSA, 1991, pág. 13).

ii) El Beneficiario Legal recibe su derecho al seguro a partir

de una vez “ocurrido el evento que condiciona la obligación del

asegurador, de la ley y puede ejercerlo conforme a sus términos

que, naturalmente, no le otorgan más derechos que el contrato

mismo. No se dan los beneficiarios legales en los seguros de

daños. No puede atribuirse esa calidad a los titulares de un

derecho real sobre la cosa asegurada en los seguros reales (el

acreedor hipotecario o prendario, etc.) conforme a la previsión del

art. 1101 del Código de Comercio, porque este texto no les

confiere propiamente el derecho a la percepción de la

indemnización sino tan solo el de hacer efectiva sobre ella la

garantía de su crédito. Es un caso de subrogación real por

ministerio de la ley concebida como instrumento de protección

colateral de aquella clase de créditos” (OSSA, 1991, pág. 13).

Al respecto de los participantes del contrato de seguros

expresa la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia en sentencia

del 16 de septiembre de 2003 que “el tomador, la persona –

natural o jurídica – que, como parte del contrato, figuradamente

traslada los riesgos del asegurador – persona jurídica -, que los

asume –en sentido amplio- a cambio del pago de una

determinada prima (C. de Co., art. 1037); el asegurado, titular del

interés asegurado –en los seguros de daños-, esto es, del vínculo

–o relatio- que tiene con el bien jurídico amenazado in potentia,

por la realización del riesgo cubierto (arts. 1045, num. 1; 1083 y

Page 18: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

17

1137, ib. Vid. Cas. Civ. 21 de marzo de 2003, exp. 6642) y el

beneficiario – en su carácter prototípico de titular creditoris-,

persona a quien se le atribuye, legal o convencionalmente a título

oneroso (como en los seguros de daños) o gratuito (como en los

seguros de personas), el derecho a reclamar y recibir la

prestación asegurada, una vez que se acredite la ocurrencia del

siniestro y la cuantía de la pérdida, en los casos en que ello sea

necesario, claro está (arts. 1077 y 1080 ib)” (JARAMILLO, 2011,

pág. 389 a 390).

ELEMENTOS ESENCIALES DEL CONTRATO DE SEGURO

Diferentes doctrinantes discurren con distintas acepciones

respecto de lo que en Colombia se consideran como los elementos

esenciales del contrato de seguro, de los cuales, sin aquellos, el

contrato no produciría efecto alguno (Art. 1045 Co. Com.) o como

lo menciona el art. 1501 del Código civil “[…] degeneraría en otro

contrato diferente”.

Es importante mencionar la discusión que generan los

requisitos esenciales del contrato de seguros frente a considerar

la póliza una oferta o no (Art. 845 C. de Com.), toda vez que en el

caso donde el asegurado pueda, previo a la solicitud de los

interesados, determinar todo lo referente a los elementos

esenciales del contrato de seguro, como lo dispone el Art. 1045

del Código de Comercio (interés asegurable, el riesgo asegurable,

la prima y la obligación condicional del asegurador), dicha

solicitud sí tomaría el calificativo de oferta o propuesta; en caso

contrario, como en la práctica resulta la mayoría, donde el

asegurador puede disponer libremente respecto de la prima y la

Page 19: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

18

obligación condicional del asegurador, pues claramente se

entiende que no hay oferta (JARAMILLO, 2011, pág. 529).

A continuación son:

1. El Riesgo Asegurable: elemento esencial definido por el

Art. 1054 del Código de Comercio, que al respecto establece que

“Denomínese riesgo el suceso incierto que no depende

exclusivamente de la voluntad del tomador, del asegurado o del

beneficiario, y cuya realización da origen a la obligación del

asegurador. Los hechos ciertos, salvo la muerte, y los físicamente

imposibles, no constituyen riesgos y son, por lo tanto, extraños al

contrato de seguro. Tampoco constituye riesgo la incertidumbre

subjetiva respecto de determinado hecho que haya tenido o no

cumplimiento”.

En ese mismo sentido se expresa que “[…] bien puede

sentarse, de antemano, el principio contrario: todo es asegurable,

excepto algunos casos. En efecto: el riesgo se define como el

“suceso incierto que no depende exclusivamente de la voluntad

del tomador, del asegurador” (art. 1054). O sea, en otros

términos, que lo único que escapa al ámbito del riesgo es el acto

vinculado a la voluntad del asegurado mediante una dependencia

exclusiva. Y que puede tener ese carácter, el carácter de riesgo,

conforme al principio incorporado en la nueva legislación, el

hecho resultante de la voluntad conjunta del asegurado y de un

tercero, o el que deriva de esa misma voluntad y de una

circunstancia casual. De donde es fácil inferir que, por no

depender exclusivamente de la voluntad del asegurado, hoy son

asegurables los riesgos de nupcialidad y natalidad, lo mismo que

el de responsabilidad civil derivada de la culpa, porque en uno y

Page 20: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

19

otros- si bien la voluntad influye como factor preponderante- hay

un elemento –el alea- extraño a ella” (OSSA, 1991, pág. 94).

En este orden de ideas, de lo citado por la norma patria, se

desprenden las condiciones fundamentales para la existencia del

riesgo: a) Que el evento del que depende sea de posible

realización; b) que su ejecución sea incierta; c) que su realización

sea imprevista; y d) que en caso de acaecido el siniestro, genere

un daño (LOPEZ, 2014, pág. 157).

Por otro lado, el riesgo es identificado con el objeto

asegurado, pues el artículo 1058 del C. de Com. emplea el

primero cuando menciona que el “tomador está obligado a

declarar sinceramente los hechos o circunstancias que determinan

el estado del riesgo”, percepción que para López Blanco, es

errónea, ya que la norma previamente señalada alude

estrictamente es al bien susceptible de asegurarse y no al riesgo

propiamente. La misma connotación brinda el Art. 1060 del

mismo estatuto al hablar de mantener “el estado del riesgo”, pero,

el tratamiento correcto se lo da el Art. 1056, que al respecto

menciona que con las limitaciones legales el asegurador “podrá,

a su arbitrio, asumir todos o algunos de los riesgos a que estén

expuestos el interés o la cosa asegurada” (LOPEZ, 2014, pág. 157

a 158).

2. La Prima: Elemento directamente relacionado con la

bilateralidad de los contratos, toda vez que resulta de la

contraprestación que debe haber entre las partes. Este elemento

esencial del contrato de seguro “es la contraprestación a cargo

del tomador y en favor de la aseguradora por el hecho de asumir

Page 21: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

20

el amparo y la obligación de indemnizar frente a la ocurrencia de

un determinado siniestro” (LOPEZ, 2014, pág. 170).

Analiza el profesor López Blanco que no puede haber

confusión entre este elemento esencial, pues es estrictamente su

estipulación, con el pago de la misma, toda vez que la exigencia

normativa señala que en el contrato se encuentre la referencia

respecto de una prima o el modo de fijarla, pero no que se haya

pagado (LOPEZ, 2014, pág. 170).

Así mismo, comenta el Doctor Ossa Gómez que el “seguro

no puede concebirse técnica y económicamente sin los aportes de

la comunidad asegurada cuya acumulación permita al asegurador

atender al pago de las prestaciones a que den origen los eventos

asegurados. Ni el respectivo contrato se concibe jurídicamente sin

una contraprestación a cargo del tomador que sirva de causa a la

obligación del asegurador […]” (OSSA, 1991, pág. 385).

3. La obligación condicional del asegurador: Se alude

respecto de este elemento esencial, pues es “la obligación del

asegurador esté sometida a una condición, hecho futuro e

incierto que no dependa de la sola voluntad del tomador o

asegurado, que viene a ser la condición, pero que también es lo

que el art. 1054 del C. de Co. define como riesgo al señalar que

su “realización da origen a la obligación del asegurador””. En este

orden, esta única obligación del asegurador, conforme con lo

mentado previamente, no parece presentar mayor novedad en

referencia con el contrato de seguro, pues se encuentra

exclusivamente sujeta a la ocurrencia de la condición, y como

efecto de esto, tendrá entonces la aseguradora que pagar una vez

ocurrido el siniestro.

Page 22: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

21

“Esta exigencia adicional que trae el artículo 1054 solo tiene

por objeto enfatizar al máximo que si llegara a asegurarse el daño

proveniente de un suceso que ya ocurrió no importa que lo las

dos partes, no rige el contrato, salvo taxativas excepciones, como

tampoco este puede tener eficacia cuando se trata de hechos

ciertos (salvo la muerte), en suma, cuando no se dan los

requisitos exigidos por los arts. 1530 a 1545 del Código Civil para

que una condición tenga aceptación legal” (LOPEZ, 2014, pág.

191 a 192).

4. El Interés Asegurable: diferentes son los autores

nacionales e internacionales que tratan lo referente con este

relevante elemento del contrato de seguro. El art. 1083 del Código

de Comercio colombiano establece que “Tiene interés asegurable

toda persona cuyo patrimonio pueda resultar afectado, directa o

indirectamente, por la realización de un riesgo. Es asegurable todo

interés que, además de lícito, sea susceptible de estimación en

dinero”.

Denominado en algunos países como “interés asegurado”,

puede ilustrarse como “la relación que vincula al asegurado con

el objeto de los riesgos que se aseguran, interés que debe ser lícito

y susceptible de valoración económica y que constituye al

asegurado en interesado en la conservación del objeto asegurado,

cosa, patrimonio, vida, salud o integridad personal, en otros

términos, en que no se produzca un siniestro que lo afecte”

(STRAUCH, 2014, pág. 229).

Bajo los preceptos normativos patrios, es considerada como

“la relación económica, amenazada en su integridad por uno o

Page 23: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

22

varios riesgos, en que una persona se halla consigo misma o con

otra persona, o con otras cosas o derechos tomados en sentido

general o particular” (OSSA, 1991, pág. 73).

El interés asegurable aterriza sobre 3 pilares básicos: i) el

sujeto: quien es la persona natural o jurídica a quien se le

entiende amenazado su patrimonio. ii) el objeto: es el bien

jurídico sobre el cual recae la inminencia del riesgo; y iii) la

relación económica: entre el sujeto y el objeto que puede verse

afectada toda vez la ocurrencia del riesgo (OSSA, 1991, pág. 73).

II. CONTRATOS DE SEGURO EN EL TRANSPORTE DE

MERCANCIAS

Seguro Directo: Remite sin mayor contemplación a aquel

que recae sobre los bienes objeto del contrato de transporte, como

son los seguros sobre las mercancías transportadas y/o el seguro

de vida o de accidentes.

La doctrina plantea diferentes acepciones para esta figura,

entre ellas, la que se refiere a los seguros reales “Que el doctor A.

MANES denomina “de cosas concretas”, son aquellos que versan

sobre cosas muebles o inmuebles, determinados o determinables,

amenazadas en su integridad física o en la integridad jurídica de

los derechos radicados en ellas.

1. La suma asegurada tiene un límite natural que es el valor

económico de la cosa amenazada, o del interés jurídico a ella

vinculado. Lo que – según se verá posteriormente – entraña

singular trascendencia en la ejecución del contrato de seguro y

en la liquidación o ajuste de las indemnizaciones a que haya

Page 24: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

23

lugar. No puede ser objeto de una fijación arbitraria por parte de

por parte de quienes intervienen en la celebración del contrato,

como acontece en algunos seguros de naturaleza patrimonial o

personal, porque el interés asegurable es siempre susceptible de

“estimación previa en dinero” (art. 1087).

2. De ahí que, en todo momento, pueda deducirse la

existencia: Del sobreseguro que, con anterioridad al siniestro,

puede dar origen a la nulidad del contrato o a la reducción de la

suma asegurada (art. 1091) y, con posterioridad a él, a la

regulación del daño indemnizable en función del valor real del

interés asegurado (art. 1089), y del infraseguro que, en caso de

pérdida derivada del riesgo asegurado, origina la aplicación de la

regla proporcional, salvo pacto en contrario (art. 1102).

3. Admiten la procedencia del valor presunto, en los seguros

terrestres, que redime al asegurado del deber de probar, en caso

de siniestro, “la cuantía de la pérdida”, según la previsión del art.

1077 del Código de Comercio (C. de Co., art. 1098), y la del valor

estimado, en los seguros marítimos, que es incontrovertible

“excepto del caso del dolo, o para el efecto de determinar si se

está en presencia de una pérdida total constructiva”, a la luz del

art. 1713 del Código de Comercio.

4. Por su naturaleza, como seguros reales, admiten

asimismo, la viabilidad del seguro de valor a nuevo, que no obsta

al carácter indemnizatorio de los seguros de daños, según lo

previsto por el art. 1090, comoquiera que el criterio determinante

de la prestación asegurada, en caso de pérdida es el valor de

reposición o reemplazo de la cosa asegurada” (OSSA, 1991, pág.

61 a 62).

Seguro de Responsabilidad Civil: Entiéndase como aquel

contrato de seguro donde está relacionada la actuación del

Page 25: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

24

transportador y la responsabilidad de sus actos frente a los

transportados y a terceros, con la finalidad, toda vez su

responsabilidad, de resguardar al asegurado de aquellas

reclamaciones de personas en virtud del perjuicio que éste les

haya causado.

Al respecto, precisamente menciona el artículo 1127 del

Código de Comercio que el “seguro de responsabilidad impone a

cargo del asegurador la obligación de indemnizar los perjuicios

patrimoniales que cause el asegurado con motivo de determinada

responsabilidad en que incurra de acuerdo con la ley y tiene como

propósito el resarcimiento de la víctima, la cual, en tal virtud, se

constituye en el beneficiario de la indemnización, sin perjuicio de

las prestaciones que se le reconozcan al asegurado.

Son asegurables la responsabilidad contractual y la

extracontractual, al igual que la culpa grave, con la restricción

indicada en el artículo 1055”.

Otros doctrinantes lo consideran como “[…] un ramo de los

seguros de daños patrimoniales, por el cual el asegurador se

obliga a indemnizar los daños y perjuicios causados a terceros,

por un hecho previsto en la póliza, del cual sea civilmente

responsable el asegurado” (STRAUCH, 2014).

III. EL INTERES ASEGURABLE EN EL CONTRATO DE

TRANSPORTE DE MERCANCIAS

Bajo los conceptos previstos anteriormente, es necesario

preguntar si el transportador tiene interés asegurable en aquellas

mercancías que transportará, o solo se puede ostentar dicho

requisito esencial a favor de quien pretenda remitirlas.

Page 26: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

25

De acuerdo con la normas nacionales parece claro que el

interés asegurable, respecto de los bienes a transportar, no se

predica exclusivamente del dueño de las mercancías, toda vez al

parecer no es el único que resulta interesado en estas, pues

existen casos, donde el propietario de lo que se va a enviar no

asegura los productos, y en efecto, así lo hace el transportador,

será entonces este último, el único interesado en reclamar ante

la aseguradora al ocurrir un siniestro.

La génesis de este planteamiento se da conforme con lo

estipulado en el artículo 1040 del Código de Comercio, pues

refiere que «el seguro corresponde al que lo ha contratado, toda vez

que la póliza no exprese que es por cuenta de un tercero», al llevar

esto a la práctica, permite pensar automáticamente, que cuando

se aseguran por el transportador los productos en el contrato de

transporte de mercancías, será el transportador en quien recaiga

el interés asegurable respecto de lo transportado, ya que ha sido

este, como lo expresa la norma, quien contrató directamente el

seguro de las mercancías sin haber expresado la intervención de

un tercero en dicho contrato.

Adicionalmente, más contundente resulta bajo el sustento

previsto en el Decreto 1º de 1990, que modificó lo reglado por el

artículo 1124 del Código de Comercio nacional, si bien es claro

que el transportador podrá contratar el seguro para las

mercancías que transportará, para la doctrina no es así; en lo

concerniente la norma estipula que:

“Podrán contratar el seguro de transporte no sólo el propietario de la

mercancía sino todos aquellos que tengan responsabilidad en su

Page 27: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

26

conservación, tales como el comisionista o la empresa de transporte,

expresando la póliza si el interés asegurado es la mercancía o la

responsabilidad por el transporte de la mercancía”.

De acuerdo con lo dicho previamente, podrían despejarse

las dudas respecto de que el agente transportador puede llegar a

tener interés asegurable en la mercancía que traslada, pues es

un interviniente directo en la medida que tiene la responsabilidad

de conservar lo acarreado.

Por su parte, el Decreto 01 de 1990 que modificó el artículo

994 del estatuto comercial patrio soporta esta postura, pues

estipula que una vez pedido por el Gobierno, el transportador

deberá tomar un seguro de transporte, ya sea, por su cuenta, del

pasajero o del dueño de la carga. Dicho lo anterior, conlleva a

pensar que efectivamente, bajo el supuesto en el que sea el

transportador el tomador del seguro, tendrá en este caso, interés

asegurable respecto de la carga objeto del contrato de transporte.

Concerniente con el articulado citado, el doctrinante Andrés

E. Ordoñez, mantuvo una posición contraria a lo planteado, pues

manifiesta que estas normas “revelan alguna preocupación por el

tema del interés asegurable, pero que evidentemente no resultan

acertadas con el marco visto anteriormente”, toda vez que lo

expuesto en primera medida, “confunde, hablando de

responsabilidad civil, el concepto de interés con el concepto de

riesgo” y lo segundo, apunta acertadamente a insistir “en la idea

de un seguro de transporte por cuenta propia del transportador

[…]” (Ordoñez, 2012, pág. 83).

Page 28: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

27

En esa misma postura contraria, el mismo catedrático

predica que cuando el transportador directamente lleva a cabo el

aseguramiento de las mercancías que trasladará no puede tener

interés asegurable respecto de ellas, que de asumirlo, no habrá

contrato de seguro pues se desnaturaliza completamente el

elemento esencial del contrato de seguros.

Señala también que “[…] el seguro de transporte,

entendiendo por tal el que está dirigido a cubrir el interés

radicado en la[s] cosa[s] o persona[s] transportados, no puede ser

asegurado el transportador mismo por cuenta propia. Se repite:

su interés no radica en lo transportado, sino en el eventual y

abstracto daño patrimonial que pueda derivar en su contra el

serle imputable una responsabilidad civil. Por lo mismo, repugna

a la práctica del seguro el seguro de transporte cuando en el

mismo se hace figurar como tomador y asegurado al

transportador; éste solo podrá ser asegurado en el seguro de

responsabilidad civil derivada del transporte, o tomado por

cuenta del dueño de las mercancías o del equipaje transportado,

o por cuenta del pasajero dentro del seguro de vida o accidentes

en que éste es asegurado y con las precauciones propias de todo

seguro tomado sobre la vida del otro.

Un seguro de transporte que ampare en forma directa las

mercancías transportadas, tomado por el transportador, sin que

se exprese claramente que es seguro tomado por cuenta del

dueño de las mercancías, es un seguro en el cual está ausente el

interés asegurable como el elemento esencial del seguro, en la

medida en que debe entenderse que el seguro corresponde a

Page 29: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

28

quien lo ha contratado, a menos que se diga otra cosa (art. 1040

C. de Co.) 4” (Ordoñez, 2012, pág. 81 a 82).

De conformidad con el asunto planteado, la Sala Civil de la

Corte Suprema de Justicia, analizando el proceso donde una

persona demandó a las sociedades Intermoving Ltda y Seguros la

Andina S.A., así mismo, solicitó que se declarara el

incumplimiento del contrato de transporte y el pago de los

perjuicios respectivos, toda vez que contrató con Intermoving el

transporte del menaje doméstico de Medellín a Bogotá D.C., de

igual forma pretendió la condena de Seguros la Andina (en

calidad de agente asegurador de Intermoving) el pago de las

indemnizaciones por las pérdidas sufridas por la no entrega.

Subsiguientemente, Seguros la Andina excepcionó aduciendo

“carencia de acción directa del actor, fundada en que de

conformidad con el artículo 87 de la Ley 45 de 1990 dicha acción

está establecida para el seguro de responsabilidad civil, no para

el de transporte de mercancías, que fue celebrado”. Los fallos de

primera y de segunda instancia concedieron las pretensiones.

En el estudio de este caso, la Corte señaló que5 “[…] en el

campo especifico del seguro de transportes, no puede atribuírsele

4 “evidente que el interés asegurable varía sustancialmente frente a estas dos formas

fundamentales del seguro asociado al transporte; en el caso del seguro directo sobre los

bienes transportados, el interés asegurable por definición es el interés del dueño de las

mercancías o de los equipajes transportados o el de la persona misma del pasajero; en el

seguro de responsabilidad civil, el interés asegurable es evidentemente el del transportador,

en la medida en que su responsabilidad puede verse comprometida en el daño que sufran, en el curso del transporte, dichos bienes o personas o, eventualmente, terceros. Una

primera observación importante: el interés asegurable del transportador no está radicado

realmente sobre las mercancías o el equipaje, ni mucho menos sobre la persona del

pasajero; está radicado sobre su patrimonio como ente abstracto: esa universalidad jurídica

conformada por activos y pasivos con valor determinable en dinero, del cual es titular. Por

ello, el seguro de responsabilidad es esencialmente un seguro de los llamados patrimoniales. Por oposición a los seguros reales (que tienen por objeto bienes específicos

de un patrimonio), según clasificación ampliamente acogida por la ley colombiana (art.

1082 del C. de Co.)”. 5 Sentencia Corte Suprema de Justicia – Sala de Casación Civil. 30 de septiembre de

2002. Ref. Exp. 4799. M .P. Carlos Ignacio Jaramillo Jaramillo.

Page 30: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

29

al dueño de las mercancías transportadas la titularidad exclusiva

–y excluyente- del interés asegurable, como quiera que otros

sujetos, por igual, separada o conjuntamente, bien pueden

investirlo.

Así sucede, sin más preámbulos, con el propio

transportador que, por ley, se obliga a «[…] conducir de un lugar

a otro, por determinado medio y en el plazo fijado, personas o

cosas y a entregar al destinatario» (C. de Co., art. 981)6.

En consonancia con el contenido de la primera parte de la

norma supraindicada, indicativa de que el transportador también

puede válidamente tomar un seguro de transportes, así no sea el

propietario de la mercancía objeto del negocio jurídico respectivo,

su apartado final afianza la misma idea, al prescribir que tal

contratación podrá darse, en el entendido de que se exprese “[…]

en la póliza si el interés asegurado es la mercancía o la

responsabilidad por el transporte de la mercancía”.

Si tiene lugar lo primero, esto es que de alguna manera se

explicite –o se haga inteligible- que el interés asegurable recae

sobre la mercancía, es dable partir de que el seguro tomado por

el transportador, por regla, gracias al régimen especial

colombiano, tiene un doble cometido: proteger un interés propio

y, al mismo tiempo, en forma preferente, a la par que

convergente, uno ajeno (seguro por cuenta ajena, art. 1042 del C.

de Co.), tal y como luego se aludirá, a espacio, dado que en

Colombia esta modalidad de contratación, que se opone a la que

se realiza por cuenta propia (C. de Co., arts. 1037 y 1040), tiene

un radio de acción mayor, al punto que si no se estipula lo

contrario, “[…] el seguro por cuenta valdrá como seguro a favor

6 Ello explica que el artículo 1124 del Código de Comercio, reafirmando el señalado aserto,

disponga que, “Podrán contratar el seguro de transporte no solo el propietario de la mercancía, sino también todos aquellos que tengan responsabilidad en su conservación,

tales como el comisionista o la empresa de transporte”.

Page 31: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

30

del tomador hasta concurrencia del interés que tenga en el

contrato y, en lo demás, con la misma limitación, como

estipulación en provecho de tercero” (C. de Co., art. 1042).

Si acaece lo segundo, vale decir que se expresó –o convino-

que «[…] el interés asegurado […] es la responsabilidad por el

transporte de la mercancía», inicialmente puede entenderse que

el seguro de transportes, sin mudar de arquitectura negocial,

sirve de vehículo –o si se desea de continente- para incardinar

una cobertura de responsabilidad civil originaria”.

Así las cosas no resulta de recibo en el derecho colombiano,

por lo menos en la hora de ahora, afirmar que el seguro de

transporte posee una estructura unívoca y, por tanto excluyente,

que riñe con la asignada al seguro de responsabilidad civil, a

pretexto de la naturaleza diversa que, en el pasado, o sea con

anterioridad a la reforma del año mil novecientos noventa, ambos

tipos asegurativos ostentaban: real y patrimonial,

respectivamente7.

Expresado en forma más sucinta, se advierte que de cara a

la nueva preceptiva imperante, el transportador puede trasladar

–figuradamente- riesgos ajenos, con miras a proteger intereses de

otro u otros (seguro por cuenta ajena), o también riesgos propios,

exclusivamente, emergentes del negocio jurídico celebrado entre

las partes contratantes.

7 Lo anterior, en la medida en que, ministerio legis, hoy es viable que en la envoltura de un

seguro de transporte, según el caso, se entronicen, separada o conjuntamente, dos seguros de daños: uno que cobije la cosa transportada (seguro de facultad o de la cosa material

transportada), como tal de carácter real, y otro que concierna, únicamente, a la

responsabilidad del transportador, a su turno de índole patrimonial –por lo menos en forma

meramente abstracta- (C. de Co., art. 1082), pues no es la cosa, en sí misma considerada,

la que –recta vía- está expuesta, sino el patrimonio del contratante, o sea del transportador,

obligado, según se delineó a “[…] conducir de un lugar a otro, por determinado medio […] cosas y a entregar estas el destinatario” (C. de Co., art. 981), hecho que explica que el

artículo 982, en lo referente al plexo obligacional, le imponga al transportador de cosas la

obligación de “[…] recibirlas, conducirlas y entregarlas en el estado en que las recibe […]”.

Es el tipo aseguraticio que un sector de la doctrina patria, apellida “seguro de transporte

patrimonial”.

Page 32: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

31

En efecto el legislador patrio, con arreglo a los dictados de

la Ley de Contrato de Seguro española del año 1980,

específicamente con el artículo 56, en lo capital, concibió el nuevo

texto del artículo 1124 del Código de Comercio, por entero

divergente del originario, engastado, ab origine, en el

ordenamiento mercantil de 1971 (decr. 410), llamado a gobernar

las diferentes formas de extender el certificado de seguro de

transporte: nominativa; a la orden, o al portador, así como lo

atinente a la cesión de los certificados nominativos. Y lo hizo,

empero agregando algunos vocablos y frases como ulteriormente

se apreciará, sobre todo referidos a la responsabilidad derivada

del transporte de la mercancía que, ex profeso, en su momento

habían sido eliminadas por el aludido artículo 56, en punto al

derogado artículo 434 del Código de Comercio español.

De consiguiente, el contenido del actual artículo 1124 del

Código de Comercio, es novísimo, como quiera que no existía en

la legislación primigenia. Fue entonces el decreto 1 de 1990,

llamado a introducir “[…] algunas modificaciones al Código de

Comercio, en lo referente al contrato de transporte y al seguro de

transporte”, el encargado de su factura –ex novo-, para lo cual se

cimentó en el prenotado artículo 56 de la normatividad ibérica, a

cuyo tenor: “Podrán contratar este seguro no sólo el propietario

del vehículo o de las mercancías transportadas, sino también el

comisionista de transporte y las agencias de transporte, así como

todos los que tengan interés en la conservación de las

mercancías, expresando en la póliza el concepto en que contrata

el seguro”.

Varios, pues, son los sujetos que, ope legis, invisten –en la

actualidad- un diáfano interés asegurable en el seguro de

transporte, suficiente para que, una vez celebrado el negocio

Page 33: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

32

jurídico respectivo, se torne asegurado (transición jurídica del

interés).

El primero, el propietario de la mercancía que por ser titular

del derecho de dominio (vinculación ex re), indiscutiblemente está

legitimado para contratar un seguro que le permita reclamar de

su asegurador, según las circunstancias, la indemnización

derivada de la pérdida o deterioro de las mismas, lato sensu,

opción de suyo frecuente en la praxis (seguro de transporte,

strictu sensu, o estado de acentuada pureza).

Y los restantes que, sin tener una relación de dominio frente

a la cosa, en todo caso tengan alguna responsabilidad negocial

en su preservación (ex contractu), por vía de ejemplo el

comisionista y la empresa de transporte, quienes a la luz de las

normas que regulan el tópico en comento, tienen un definido

interés asegurable, en razón de que su “[…] patrimonio puede

resultar afectado, directa o indirectamente por la realización de

un riesgo”, como lo asevera, en una fórmula amplia, amén de

conceptual, el artículo 1083 del estatuto, el que de igual modo

explicita que es asegurable “[…] todo interés que, además de

lícito, sea susceptible de estimación en dinero”, conforme ya se

anotó.

Dicha pluralidad de intereses asegurables que, in potentia,

pueden inscribirse en el marco de un seguro de transporte, hoy

de insoslayable rango legal (C. de Co., art. 1124), es la que

permite entender que un seguro, inveteradamente considerado

por la comunis opinio como real –en puridad-, puede albergar

uno de responsabilidad civil, en el que obviamente no estará

asegurada la cosa, sino la responsabilidad del transportador –o

la del comisionista-, de forma tal que en esta última hipótesis la

obligación del asegurador se traducirá en “[…] indemnizar los

perjuicios patrimoniales que cause el asegurado con motivo de

Page 34: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

33

determinada responsabilidad en que incurra de acuerdo con la

ley” (art. 1127), o sea la emanada del contrato de transporte (C.

de Co., arts. 981 y ss.)8 (JARAMILLO, 2011, pág. 599 a 603).

En pro de tutelar su interés, toda vez la relación que nació

con el remitente, se vislumbra de conformidad con la sentencia

de la Corte que lo que existe para el transportador cuando

contrata un seguro para las mercancías que transportará, será

un seguro de responsabilidad civil a favor de este, pues ese

transportador no tiene interés asegurable respecto de las

mercancías que acarrea, su real propósito se encuentra en la

responsabilidad que puede desprenderse al dañar lo que se está

trasladando, toda vez que de ocurrir esto último su patrimonio se

podría ver afectado, lo que traduciría y debido a la pluralidad de

intereses que hay sobre la conservación de la mercancía, es la

inseminación de los seguros de responsabilidad o patrimoniales

dentro de los seguros reales.

8 Es por ello por lo que las Secciones III y IV del título V del Libro cuarto del Código de

Comercio, destinadas, en su orden, a disciplinar los seguros de transporte y

responsabilidad, hoy no pueden considerarse como –plenamente- autónomas y, por

contera, dueñas de autogobierno, habida cuenta que serán las normas del seguro de

responsabilidad, en efecto, las llamadas a gobernar precisos aspectos del seguro de

transporte, cuando éste sin hesitación alguna, propenda por cobijar el interés del “[…]

comisionista o de la empresa de transporte”, a través del aseguramiento de la “[…] responsabilidad por el transporte de la mercancía” (C. de Co., art. 1124). Lo propio

acontecerá, por su parte, cuando el interés asegurado, privativamente, recaiga sobre la

mercancía y no sobre la referida responsabilidad, por manera que en este supuesto el

seguro de transporte conservará su teleología originaria –a fuer que histórica-, así como su

plexo normativo particular: artículos 1117 a 1126, inclusive”

Page 35: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

34

Page 36: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

35

CONCLUSIONES

Conforme con todo lo visto, se puede extraer de la

jurisprudencia y la doctrina, que en aquellos casos donde se

lleven a cabo contratos de transporte de mercancías, el

interesado en la remisión no pacte el seguro de los productos a

transportar, y por no darse esto, el transportador sí lo haga,

refulge, que no hay razones para pensar que entonces hay

transferencia del interés asegurable –como elemento esencial del

contrato de seguro- al transportador. Ahora bien, lo que se da

para el transportador en estas situaciones será un seguro de

responsabilidad civil a favor de este, porque lo único que no

quiere el transportador, ante un eventual siniestro, es salir a

cancelar las mercancías perdidas, pues su patrimonio se verá

afectado, pero respecto del bien como tal, en su integridad, no

tiene interés.

Lo anterior, entonces es contrario a lo predicado por el

artículo 1124 del Código de Comercio, que con la reforma del 90,

se desprendería que el transportador tiene directamente interés

asegurable en las mercancías a transportar, pero no, su interés

radica, itérese, en el detrimento de su patrimonio ante un

siniestro y perdida de la mercancía.

Por lo tanto, no hay seguro directo del transportador por las

mercancías, lo que se entiende que asegura, cuando así lo hace

es la responsabilidad civil que acarrea la pérdida de las mismas,

el seguro directo en estos casos sólo podrá ser contratado en

estos casos por el propietario o aquel que envíe los bienes a otro

lugar. En ese orden de ideas, “un seguro de transporte que

Page 37: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

36

ampare en forma directa las mercancías transportadas, tomado

por el transportador, sin que se exprese claramente que es seguro

tomado por cuenta del dueño de las mercancías, es un seguro en

el cual está ausente el interés asegurable como el elemento

esencial del seguro, en la medida en que debe entenderse que el

seguro corresponde a quien lo ha contratado, a menos que se

diga otra cosa” (Ordoñez, 2012, pág. 81 a 82).

Page 38: EL INTERES ASEGURABLE EN EL SEGURO DE TRANSPORTE DE …

37

6. Bibliografía

Derecho de Seguros. Carlos Ignacio Jaramillo

Jaramillo. Ed. Pontifica Universidad Javeriana. Tomo

II, III y IV.

La Carga de Evitar la Extensión y Propagación del

Siniestro. Ricardo Vélez Ochoa. Ed. Ibáñez 2013.

Estudios de Seguros. Andrés E. Ordoñez Ordoñez. Ed.

Universidad Externado de Colombia 2012.

Comentarios al Contrato de Seguro. Hernán Fabio

López Blanco. Ed. DUPRE Editores 2014.

Derecho de Seguros. Oswaldo Contreras Strauch. Ed.

Thomson Reuters 2014.

El Contrato de Seguro. Andrés E. Ordoñez Ordoñez.

Ed. Universidad Externado de Colombia 2008.

Teoría General del Seguro. J. Efren Ossa G. Ed. Temis

1991.

Contratos Mercantiles –Teoria General del Negocio

Mercantil. Ed. Legis.

El Seguro de Cumplimiento de Contratos y

Obligaciones. Jorge Eduardo Narváez Bonnet. Ed.

Pontifica Universidad Javeriana 2011.

De los Principales Contratos Civiles. Cesar Gómez

Estrada. Ed. Temis 2008.