El Llamado Al Sagrado Ministerio

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EL LLAMADO AL SAGRADO MINISTERIO

En todo llamado al sagrado ministerio existen dos dimensiones. Hay un llamamiento externo (ritual, objetivo) y uno interno (existencial, subjetivo)[footnoteRef:1]. [1: La vocacin ordinaria para oficio en la iglesia es la llamada de Dios mediante su Espritu, a travs del testimonio interno de una buena conciencia, la aprobacin manifiesta del pueblo de Dios, y el concurrente juicio de un tribunal legal de la iglesia. LDO Iglesia Presbiteriana en Amrica (16-1)]

El libro de los Hebreos nos expresa un contraste y abismantes diferencias entre los pactos antiguo y nuevo [footnoteRef:2]. Obviamente el pacto es uno [footnoteRef:3], sin embargo, el primero era precario, limitado, con menos luz[footnoteRef:4]. En cambio el segundo pacto posee la gloria de ser el mejor pacto[footnoteRef:5] [2: Heb. 1:1-2,4; 2:2-3; 3:3,6;4;14-16; 5;10;7:4, 11, 22, 27; ] [3: Con todo, no hay dos pactos de gracia diferentes en sustancia, sino uno y el mismo bajo diversas dispensaciones. Confesin de Fe de Westminster. (6-6)] [4: Heb. 8:5] [5: Heb. 8:6]

Bien sabemos que los judos convertidos al cristianismo fueron perseguidos y expulsados de la sinagoga. Por este motivo ellos evaluaron la posibilidad de volver al judasmo, y apostatar del evangelio [footnoteRef:6]. [6: Heb. 3:7-15; 10:38-39 ]

Por tanto, la carta de los Hebreos nace para expresar las glorias del nuevo pacto[footnoteRef:7]. [7: Heb 8:6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas (RVR, 1960)]

De ah las diferencias, para motivar y hacer ver a los judos conversos, que el sacerdocio del nuevo pacto es tantsimo superior, y mejor que el antiguo [footnoteRef:8]. [8: Jer. 31:33; Ez. 36:25-27]

De facto, en la antigua alianza encontramos un sacerdocio sin vida, ablico, sin el vigor de sus inicios en el desierto. Los profetas dan testimonio de ello en sus reiterados llamados a la conversin del sacerdocio, y la constante denuncia de corrupcin que se daba en el tabernculo y los crculos sacerdotales[footnoteRef:9]. De ah la anttesis entre el sacerdocio de Levi con el de Sadoc. [9: Jer 7:11; 1Sam. 2:27-36; 1 Sa. 7:1; Ez 44:10-14]

Adems de la corrupcin, encontramos indiferencia al verdadero significado de esta institucin divina. El tedio y el aburrimiento de los sacerdotes se hacen notar en la denuncia de muchos profetas menores, y para que decir en los profetas mayores!Si tuviramos que comparar el ejercicio del sacerdocio veterotestamentario con los shemarin paganos, poca diferencia habra entre ambos[footnoteRef:10]. [10: Ezequiel 14]

Es que el sacerdote del antiguo pacto se haba acostumbrado a sacrificar animales, repetir la bendicin sacerdotal y a celebrar las fiestas judas de la misma manera que lo hacan sus colegas paganos que sacrificaban a Baal.En resumen, los sacerdotes del antiguo pacto fueron denunciados porque se transformaron en meros funcionarios de lo sagrado. Matarifes de cuarta, asalariados de la religin, parsitos del templo.

Este sacerdocio haba perdido su vocacin divina y fue reducido al rito externo, a la forma, a los actos aprendidos, a la liturgia memorizada, a la perpetuacin del oficio, a lo heredado. Para ser un ministro de Dios solo debas tener la suerte de haber nacido en la tribu de Levi, y que curiosamente sus orgenes fueron de sangre y crueldad[footnoteRef:11], a diferencia del sacerdocio de Melquisedec, cuyo nombre es de paz y justicia. [11: Gen. 49:5-7]

Sin embargo, Cristo, el sacerdote segn Melquisedec, rompe y denuncia ese vicio de los hombres, y renueva la institucin perfeccionndola con su ejemplo. Cristo devuelve el corazn al sacerdocio, y ubica en su centro la verdadera vocacin, el encuentro con Dios, el llamado de fuego, el dilogo con Dios[footnoteRef:12]. [12: Sal. 42:1-3; 110]

As, el nuevo pacto llama radicalmente a todo hijo de Israel a evaluar su corazn y su interioridad con el fin de recibir un nuevo espritu y un nuevo corazn[footnoteRef:13]. El nuevo pacto rompe con el viejo molde reducido por los hombres a la mera funcin, y lo renueva para estar frente al Dios vivo[footnoteRef:14]. [13: Heb. 8:9-13] [14: Ez. 36:28]

Entonces, primeramente, el llamado de Dios es hecho para que estemos de pie ante su presencia. Es mi vida frente a Su Vida[footnoteRef:15]. [15: 2 Cor. 3:18]

Es que el ministro de Dios no est llamado solamente a hacer bien su pega. Si no ms bien a estar de pie ante el Dios Santo, as como los profetas del Antiguo Pacto [footnoteRef:16]. [16: Luc. 1:76; 1 Reyes 17:1]

Podramos decir que Cristo hace las funciones de sacerdote pero con corazn de profeta[footnoteRef:17]. De la misma manera debe ser el oficio pastoral. Ser sacerdotes, pero con corazn de profeta. Lo externo y lo interno, lo objetivo y los subjetivo, lo concreto y lo existencial. Ninguna de estas dos experiencias puede ser divorciada. [17: Salmo 84:1-3; Hech. 2:25-28; Heb. 2;10-18]

Ejemplo de esto ltimo lo tenemos en Isaas y Jeremas. Ambos con abolengo sacerdotal, pero llamados para ser profetas[footnoteRef:18]. No es que Dios menosprecie el oficio sacerdotal, sino que Dios est apuntando a Cristo como la realidad ltima y completa de lo que es el verdadero ministerio pastoral en el nuevo pacto[footnoteRef:19]. [18: Is. 6; 6-8; Jer. 1:5] [19: Jn. 10:1-6]

Entonces, el nuevo pacto espera dos requisitos fundamentales en sus ministros: una llamada verdadera al corazn, y a la vez un encuentro con el Dios vivo[footnoteRef:20]. [20: Hch. 13:2; 20:28; Mr. 3:13-14]

Esta es la nica manera (tal como los profetas de la antigua alianza) en que un hombre puede ser transformado en ministro de Dios, en testigo de Dios. Los profetas eran testigos, y por eso comenzaban su predicacin con el siguiente orculo: El Seor me dijoOtra diferencia que podemos recoger es que el sacerdote del Antiguo testamento ofreca sacrificios ajenos. Ofrecan victimas con las cuales no tenan relacin alguna. Tomaba el animal, lo degollaba, pronunciaban las palabras apropiadas, y luego iba a lavarse las manos de las sangre salpicada.[footnoteRef:21] [21: Isa. 1:11-16]

En cambio, en el nuevo pacto, nuestro sumo sacerdote se ofrece a s mismo. La victima ofrecida es l mismo. No entrega sacrificios, sino que se hace sacrificio. No consagra ofrendas, si no que consagra como ofrenda al Dios vivo[footnoteRef:22]. [22: Gal. 2:20]

Y efectivamente, se lava, pero en su propia sangre. As, sus vestiduras, sus ornamentos, sus ropas sagradas son su propia sangre, y as mismo se entrega[footnoteRef:23]. [23: Apoc. 1:5; 19:13]

Por esta razn planteo que el llamamiento del nuevo pacto es superior, mejor, y ms excelente. Porque tiene como modelo a Cristo, quien es Sumo Sacerdote y Cordero a la vez.En resumen, la distincin entre un pacto y otro, es que el primero apunta a una realidad externa, es figura, es sombra, es tipo. En cambio, el ultimo pacto es sustancia, es cielo, es entrega total.Los sacerdotes del antiguo pacto no tenan tan clara esta distincin. No as nosotros, que tenemos el ejemplo mismo de alguien que se hace sacrificio por su pueblo.Esta realidad tiene consecuencias prcticas y existenciales. Ya que todo ministro de la palabra debe preguntarse tres cosas. Si realmente ha sido llamado por Dios, si realmente se ha encontrado con su Seor, y si ha tomado la decisin de ofrecerse como su Maestro.Cada una de estas preguntas revela la opcin del corazn. Es la prueba cida que lamentablemente pocos estn dispuestos a hacerse. Y sobre todo hoy, cuando al parecer, la iglesia de Cristo est siguiendo los mismo pasos de los sacerdotes del antiguo pacto, y que fueron desechados por quebrantar el pacto de gracia.As que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional (Rom. 12:1)

Walter Vega

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