El Matadero Analisis Completo

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 El Matadero  Escrito por Esteban Echeverria entre 1838 y 1840 y publicado finalmente por Juan María Gutiérre en el a!o 18"1# $e%&n al%unos e'pertos( este es el primer cuento de la literatura ar%entina( si bien ya habían sido publicados otros relatos breves anteriormente( se le considera a este por cuestiones de meritos literarios y( )uien sabe( por)ue fue precedida por otras de menor calidad# *esumen+,r%umento del libro El Matadero del escritor Esteban Echeverria# El relato da la impresi-n( en un principio( de ser un cuadro de costumbres )ue relata la falta de carne en la cuaresma bonaerense de 183. /os abastecedores de carne solo traen en días cuaresmales( al matadero( los novillos necesarios para el sustento de los ni!os y de los enfermos# $ucedi- pues( en a)uel tiempo( una lluvia muy copiosa( )ue ane%o los caminos y las calles de entrada y salida a la ciudad( )ue rebosaban de acuoso barro# El rio la plata( creciendo embravecido( empuo esas a%uas )ue venían buscando su cause y las hio correr hinchadas por sobre campos( terraplanes( arboledas( caseríos y e'tenderse como un la%o inmenso por todas las  baas tierras# odas esas calamidades eran aprovechadas por los federales resistas( )uienes atreves de la i%lesia( culpaban a los unitarios 2opositores de la dictadura de rosas ante el pueblo( de ser culpables de la des%racia# or causa de la inundaci-n estuvo )uince días el matadero de la convalecencia sin ver una sola cabea vacuna5 durante este tiempo( los pobres ni!os y enfermos se alimentaban con huevos y %allinas# Este estado de cosas trao consi%o la especulaci-n y el encarecimiento de los alimentos vitales( lo )ue de%enero en tal hambruna( )ue mucha %ente adelanto su viae al cielo# El %obierno( para calmar los 6nimos de la poblaci-n( envi- el decimose'to día de la carestía cincuenta novillos %ordos( poca cosa por cierto( para una poblaci-n acostumbrada diariamente de 70 a 300 cabeas# , los %ritos de 9:iva el %obierno;( los corrales se llenaron de carniceros( achuradores y curiosos# /a primera res )ue se mato fue toda entera de re%alo a un líder del %obierno ahí presente( hombre muy ami%o del asado# <na comisi-n de carniceros marcho a ofrecérselo a nombre de los federales del matadero( manifest6ndole a vivas voces su a%radecimiento por la acertada providencia del %obierno( su adhesi-n ilimitada al dictador *osas y su odio entra!able a los salvaes unitarios( enemi%os de =ios y de los hombres# $i%ui- la matana y en un cuarto de hora( cuarentainueve novillos se hallaban tendidos en la playa del matadero( desarrollados unos( otros por desarrollar#

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El Matadero

Escrito por Esteban Echeverria entre 1838 y 1840 y publicado finalmente por Juan Mara Gutirrez en el ao 1871. Segn algunos expertos, este es el primer cuento de la literatura argentina, si bien ya haban sido publicados otros relatos breves anteriormente, se le considera a este por cuestiones de meritos literarios y, quien sabe, porque fue precedida por otras de menor calidad. Resumen:Argumento del libro El Matadero del escritor Esteban Echeverria.El relato da la impresin, en un principio, de ser un cuadro de costumbres que relata la falta de carne en la cuaresma bonaerense de 183 Los abastecedores de carne solo traen en das cuaresmales, al matadero, los novillos necesarios para el sustento de los nios y de los enfermos. Sucedi pues, en aquel tiempo, una lluvia muy copiosa, que anego los caminos y las calles de entrada y salida a la ciudad, que rebosaban de acuoso barro.El rio la plata, creciendo embravecido, empujo esas aguas que venan buscando su cause y las hizo correr hinchadas por sobre campos, terraplanes, arboledas, caseros y extenderse como un lago inmenso por todas las bajas tierras.Todas esas calamidades eran aprovechadas por los federales resistas, quienes atreves de la iglesia, culpaban a los unitarios (opositores de la dictadura de rosas) ante el pueblo, de ser culpables de la desgracia.Por causa de la inundacin estuvo quince das el matadero de la convalecencia sin ver una sola cabeza vacuna; durante este tiempo, los pobres nios y enfermos se alimentaban con huevos y gallinas.Este estado de cosas trajo consigo la especulacin y el encarecimiento de los alimentos vitales, lo que degenero en tal hambruna, que mucha gente adelanto su viaje al cielo. El gobierno, para calmar los nimos de la poblacin, envi el decimosexto da de la caresta cincuenta novillos gordos, poca cosa por cierto, para una poblacin acostumbrada diariamente de 250 a 300 cabezas. A los gritos de Viva el gobierno!, los corrales se llenaron de carniceros, achuradores y curiosos.La primera res que se mato fue toda entera de regalo a un lder del gobierno ah presente, hombre muy amigo del asado. Una comisin de carniceros marcho a ofrecrselo a nombre de los federales del matadero, manifestndole a vivas voces su agradecimiento por la acertada providencia del gobierno, su adhesin ilimitada al dictador Rosas y su odio entraable a los salvajes unitarios, enemigos de Dios y de los hombres. Sigui la matanza y en un cuarto de hora, cuarentainueve novillos se hallaban tendidos en la playa del matadero, desarrollados unos, otros por desarrollar.La visin del matadero era grotesca. Cuarentainueve reses estaban tendidas sobre sus cueros y cerca de decientas personas hollaban aquel suelo de lado regado con sangre. Las figuras ms provinentes eran los carniceros con cuchillos en mano, brazos y pecho desnudo, cabello largo y revuelto y chiripa y rostro embadurnado en sangre.En ese ambiente dantesco, se mesclaba la gente mas necesitada, que pretenda en un descuido hacerse de un sebo o de una tripa para su sustento. Un novillo haba quedado en los corrales. Cuando fueron a matarlo, logro huir debido a que el lazo que lo sujetaba estaba flojo. En su loca huida arremeti contra un nio a quien decapito en un instante con una de sus astas. El animal horrorizado por los griteros tomo hacia la ciudad donde anduvo en distintas direcciones. Una hora despus de su fuga, el toro estaba otra vez en el matadero.Despus de atarlo fue matasiete, un fantico resista, quien descargo con su cuchillo en el cuello del animal toda su furia. En dos por tres estuvo desollado, descuartizado y colgado en la carretera el maldito toro. Mas derrepente la ronca voz de un carnicero grito: All viene un unitario! Incitado por la chusma, matasiete arremeti contra el joven unitario. Sujetado por dos hombres, el joven unitario fue sometido a las ms infames humillaciones.Cuando pretendieron desnudarlo para azotarlo, fue tanto el forcejeo que sostuvo el unitario con sus captores y tanta la rabia acumulada, que un torrente desangre broto borbolloneando de la boca y la nariz del joven. La diversin infante de los federales haba terminado.Los federales haban dado fin a una de sus innumerables proezas. En aquel tiempo los carniceros degolladores del matadero eran los apstoles que propagaban averga y pual la federacin resista, y no es difcil imaginarse que federacin saldra de sus cabezas y cuchillas.Llamaban ellos salvaje unitario a todo al que no era degollador, ni salvaje, ni ladrona, todo hombre decente y de corazn bien puesto, a todo patriota ilustrado, amigo de las luces y la libertad, se le consideraba enemigo del gobierno. Por todo lo visto en este argumento puede verse a las claras que la esencia de la federacin estaba en el matadero.Analisis Literario:

El cuento se encuentra en el marco de una Buenos Aires joven, envuelta en una guerra civil ms salvaje que honorable. Gobernada por un caudillo que muchos lo consideraran un tirano sin escrpulos, y otros, en su defensa, un hroe quien merece ser homenajeado. De un modo u otro, la incipiente metrpolis se encontraba saliendo de una poca de movidas sociales y revoluciones para entrar en una era de conflictos internos. En el marco de sta situacin, nos encontramos con diversos hechos puntuales que el autor se dedica a detallar, Hechos que, si bien resultaran irrelevantes desde ciertos puntos de vista, dan un color gris a la Buenos Aires de mediados de Siglo XIX. La lucha entre Unitarios y Federales haba llegado a un punto tal que era, al parecer, prcticamente imposible mantenerse en una posicin neutral. Si uno no estaba a favor, entonces estaba en contra. La accin se desarrolla en un matadero, ubicado en un sector marginal de la ciudad de Buenos Aires y manejado por miembros de la Santa Federacin. Dicho establecimiento se encontraba detenido, merced a un intenso diluvio que haba azotado a la poblacin durante quince das. Lo que produjo una escasez de provisin de carne que, casualmente, coincida con la cuaresma impuesta por la Iglesia en lo referido a la abstinencia de comer carne (abstinencia que no era tan rgida con los lideres polticos y el clero, dejando en claro la hipocresa de dichos personajes). Esta falta de productos vacunos haba generado una suba en los precios de otras mercaderas que, a su vez, produjo un descontento general, incluso la muerte de varias personas. Ante dicho problema, Rosas (llamado El Restaurador) ordena el envo de un reducido numero de cabezas de ganado al matadero, que es felizmente recibido por gran parte de la poblacin. En esta parte quiero hacer hincapi en un par de hechos que francamente me parecieron dignos de mencionar. En el momento en el que los carniceros comienzan a desollar al ganado para preparar la mercadera se produce un importante tumulto por parte de la multitud. Es increble la imagen que genera Echeverria cuando menciona la desesperacin por aquellos vecinos ansiosos de carne. Una mezcla entre repugnancia y barbarie, con deliciosos toques de conventillo. No es difcil imaginar un desordenado grupo de clase baja pelendose cual animales hambrientos por un trozo de carne, en un terreno invadido por el barro, la sangre y el hambre. El real sentido poltico de la obra llega casi al final cuando, ya acabada la intensa lucha y calmadas las fieras, aparece un desorientado miembro de la liga unitaria cabalgando muy cerca del matadero. Los partidistas federales capturan a dicho jinete y, entre insultos, burlas y golpes, lo llevan dentro de su establecimiento para torturarlo o, quien sabe, mofarse un poco de l. Al margen de todo detalle, su victima termina en una violenta situacin de la que no sale vivo, debido a un arrebato de ira justificada. Echeverria culmina la obra con un prrafo con una sobredosis de ideologa poltica. Paso a citar a dicho escritor: -En aquel tiempo los carniceros degolladores del matadero eran los apstoles que propagaban la federacin Rosina []. Llamaban ellos salvaje unitario, conforme a la jerga inventada por el Restaurador, patrn de la cofrada, a todo el que no era degollador, carnicero, ni salvaje, ni ladrn; a todo hombre decente y de corazn bien puesto, a todo patriota ilustrado amigo de las luces y de la libertad; y por el suceso anterior puede verse a las claras que el foco de la federacin estaba en el matadero-. Deja muy en claro la posicin poltica del escritor, con un matiz fuertemente cargado de descalificaciones a su oposicin. La obra contiene un desmesurado realismo que se resume en fanatismo poltico. La obra como una vaga necesidad de propagandismo poltico, sin dejar un mensaje conciso, e incluso descalificando gran cantidad de valores representativos.