El motivo es irrelevante mientras haya motivación

Diferenciando; un motivo es un detonante, mientras que una motivación viene a ser las ganas, ilusión y deseo profundo de emprender, por ende el motivo que provoca su decisión no es importante mientras no haya una ilusión real.

Según Felip Artalejo; el éxito sin una ilusión solo se conseguirá con mucha suerte; mientras que Ferran Soriano afirma que la voluntad e ilusión es el rasgo que caracteriza al emprendedor real, ya que si no tiene una motivación autentica, en el camino encontrará retos descomunales que no podrá superar si es que lo que lo mueve no es ser un emprendedor.

Las verdaderas motivaciones son: la ilusión y el deseo de emprender por si como modo de vida, ya que no sirve de nada que haya un detonador y no dinamita; un argumento pero no escritor; un motivo pero no motivación; entonces ya sabemos que ninguna bomba explota si el detonador no la enciende. Por ello tener un motivo no es ni bueno ni malo, es irrelevante.