Los “nuevos narcisos de la posmodernidad” no dejan de ser producto de la vida actual, que agrava las condiciones familiares y las dificultades infantiles, además de variantes contemporáneas de las exigencias narcisistas propias de todos los tiempos. La identidad deviene precaria al perderse anclaje cultural junto con sus

Friedrich Nietzsche: “Dios ha

muerto”, lo arrojó a la

sociedad donde tendría serias

implicaciones del hombre

posmoderno, donde implico al

hombre a una búsqueda de sí

mismo en donde surgió la

relación entre el ser y parecer

es una negra nube que siempre

ha acechado al sujeto.

Cuando el hombre de la

Grecia Clásica encontró en

la Paz , Justicia y demás

divinidades donde estaban

situadas fuerzas

siniestras, fue en este

momento donde el hombre

clásico descubrió que los

ideales de equilibro, no eran

más que una mascara que se

fundaba para ocultar un

profundo desgarramiento.

el hombre creo

nuevas máscaras

donde pudiera

enmascarar el

terror y el caos

que le implica la

no unidad del uno

primordial.

Estas mascaras solo sirven para ocultar el vacio, el temor de asumir responsabilidades históricas y la inseguridad de tomar decisiones trascendentales.

“El camino de la vida de quien no encuentra

su propio ideal, lo conduce a una existencia

más difícil e imprudente que la de aquel que

no tiene ningún ideal”. Nietzsche

La pasión por lo absurdo nace únicamente en el

individuo que lo ha expiado todo pero que es

capaz de soportar terribles transfiguraciones

futuras. A quien lo ha perdido todo sólo le

queda esa pasión. El hombre se apasiona por

cosas carentes de valor, cosas absurdas que el

sujeto puede cambiar por otra.

El capitalismo y todas sus raíces han

generado una nueva forma de

subjetividad., donde se hay la

indiferencia hacia las cosas y los

hombres.

La apatía se vuelve una nueva forma

se socialización.

La nueva era de la experimentación.

Todo esto se genera para controlar al

sujeto donde le venden la idea de

Prometen el tener todo, hacer todo crear todo

mientras que el sujeto siga consumiendo en su

idea de aparente libertad y de dominio de sí.

Cuando todo se vuelve tan constante y tan

monótono ya el hombre se aburre y cuando

alguien lo trata de manifestar con su

razonamiento el sistema simplemente lo trata de

alejar de la sociedad para que se contagie de lo

que en verdad debe creer.

El hombre ha dejado de creer en las instituciones

ya no lo animan, ya no lo motivan porque todo

esto lo hace ya no saber como vivir en la

sociedad, donde no sienten importancia por algo

“La estupidez, el error, el pecado, la mezquindad, ocupan nuestros espíritus y minan nuestros cuerpos, y nosotros alimentamos nuestros remordimientos, como los mendigos nutren su piojera.Nuestros pecados son terceros, nuestros arrepentimientos cobardes; Nos hacemos pagar con creces nuestras confesiones, Y volvemos alegremente el camino fangoso, Creyendo lavar con viles llantos todas nuestras manchas”.Charles Baudelaire

El narcisismo es una especie

de mutación antropológica que

designa una forma inédita de

funcionamiento de la

personalidad, de la relación del

individuo con él mismo, el

tiempo, el cuerpo, su espacio.

El sentido de la continuidad

histórica es arrastrado por la

preocupación obsesiva en el

presente, la sociedad narcisista

La vida se vuelve una guerra

de todos contra todos, ya que

cada uno quiere ser superior y

mejor que el otro y esta idea

que se da el sujeto lo hace

creer de un súper hombre, pero

mientras más grande sea el

ideal, más lejos está de las

posibilidades del sujeto.

Los estados alterados de conciencia

asociados al consumo de drogas e

incorporación de la liberación, el

placer y el sexo como formando parte

de la cultura cotidiana; suscitando una

especie de narcisismo cultural y

estético alimentando por la imagen, así

como una falsa identidad influenciada

por los medios de comunicación,

surgiendo una nueva era del vacío o de

la vacuidad que interroga