Casa Templaria, 18 de abril de 2016.

“El Oro”

Mis queridas semillas,

En una casa vivía un hombre soltero, no tenía hijos ni esposa, vivía solo porque no quería compartir, decía que lo que tenía se lo había ganado y eso para él, era su coche, su casa, su ropa, sus bienes, su televisión, todo y estaba bien, así vivía. Se fue lejos de su familia a vivir lejos, porque así ya no le pedían favores, ni servicios.

Con los años, recibió una carta de un primo suyo y el primo le decía: “Querido primo Agustín quería venir a verte a la ciudad, porque me gustaría hablarte de unos papeles que sólo tú puedes conocer, vendré el miércoles que viene, te lo aviso con tiempo para que estés en casa, hasta muy pronto, un abrazo Agustín”.

El hombre dijo: “Si ahora viene mi primo, me va a pedir seguro que traduzca esos papeles, o al contrario que lo lleve a algún sitio, algún banco, seguro que tendré que ayudarle, pero si viene a pedirme un favor, después se lo va a decir a mis hermannos, a mis sobrinos, a mis tíos y van a venir todos, seguro tendré a toda la familia y todos los días pidiéndome servicios y favores, pues no, no estoy dispuesto a hacerlo ¿Qué hago? Dice voy a pensar”.

Y estuvo toda la semana pensando “¿Cómo puedo hacer, cómo puedo hacer?, no quiero recibirlos, al menos a él”. Encontró una solución, se vistió de una manera que era irreconocible, se tiñó el pelo, se puso bigote postizo, gafas, estaba transfromado, nadie lo conocía, nadie, y el día llegó, el miercoles venía toda la familia y llamaron a la puerta y le dijeron: “Buenos días, ¿Está el señor Agustín?”, “No, no està, era el antiguo propietario, se fue de aquí”, “Ay, nosotros veníamos a ver al señor Agustín, es nuestra familia, ¿Le ha dejado dirección?”, “No, no ha dejado dirección”, “¡¿Cómo que no ha dejado dirección?!”, “¡Qué lástima!” y dice: “Sí, pero yo no lo conozco, lo

siento, tengo que cerrar la puerta porque yo no conozco y soy extranjero”. La familia le dio las gracias, el hombre cerró la puerta y se quedó riendo porque no lo habían reconocido. La familia delante de la puerta se quedó mirando y dijeron: “Qué lástima que no haya dejado direcciòn, qué lástima que no sepamos donde porderle mandar lo que hemos encontrado”.

Resulta que tenían un terreno, un campo muy grande y pertenecía a toda la familia y un día vino una pala mecánica y al moverlo encontraron oro, así que era una mina de oro y esa mina de oro, les dio millones y millones a toda la familia y eran copropietarios de la mina de oro y

querían darle su parte a ese señor, querían darle lo que le pertenecía, una parte de oro para Agustín, un cuarto.

Así que se echaron a reír y dijeron: “Bueno pues la parte de Agustín màs tenemos para

nosotros”, se fueron, fueron ricos, millonarios y Agustín escuchó, pero no pudi salir porque habia dicho que allí no existía.

Cuando alguien se guarda La Enseñanza y el conocimiento, lo pierde; cuando alguien guarda un secreto se termina por olvidar y las otras personas lo saben, ¿Para qué esconder? Para qué poner ventanas pequeñas, si sabemos que nuestros ojos no tienen límites, ya que nosotros siempre miramos con el alma y todo se ve y nada se puede ocultar, ¿Por qué hay personas que quieren limitarse la visión si tienen un don maravilloso que es La Enseñanza?, los límites, con el chakra 6 no hay limites, si no grandeza.

Mis semillas, lo más importante en la vida no es lo que se dice, sino lo que se hace y vosotros vais a hacer un trabajo maravilloso y en vuestro corazón estará siempre esa ilusión, esa alegría, porque el oro ya lo tenéis, que es esta Casa, la fortuna ya la tenéis que es La Enseñanza,

la Luz, sois Átomos de Luz y lo que os va a hacer comer son los alumnos que vienen y ellos traerán la economía y el modo de empleo para que vosotros podáis aprender y ser Maestros.

Mantener la alegría, el amor, las ganas de vivir y las ganas de luchar.

Con todo mi amor,La Jardinera