El Papado y Los Carolingios

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El Papado y los Carolingios Desórdenes en roma hasta el primer viaje de Carlomagno a roma en el 774 La relación de Carlomagno con los papas está bien documentada, sobre todo a causa de las numerosas cartas conservadas en el Codex Carolinus, colección oficial de cartas reunidas por orden de Carlomagno en el 791 por sus inmediatos colaboradores. Al lado de este Codex Carolinus tenemos el Liber Pontificalis, que ofrece muchas noticias preciosas. Carlomagno subió al trono en 768. Al inicio junto con su hermano Carlomán. En aquel momento la situación política en Roma era confusa. Después de la muerte del Papa Paulo I en 767, una familia noble romana se adueñó de la cátedra petrina y elevó a un miembro propio al trono pontificio, a Constantino, un laico. Aquí vemos por primera vez este nefasto influjo de la nobleza romana sobre la sede pontificia y que duró siglos. Este Constantino buscó rápidamente apoyo en los carolingios. Pero una rebelión en Roma, con la ayuda de los longobardos, sustituyó a Constantino con el monje Felipe, el cual rápidamente fue regresado a su convento. Las victorias de Pipino contra Astulfo no habían eliminado del todo el peligro longobardo. Desiderio, nuevo Rey de los longobardos, encontró seguidores también en Roma. La amenaza de estos últimos se unía a las luchas entre las facciones en las cuales Roma estaba dividida. Estos dos factores impedían a los papas actuar con plena libertad. El Papa Esteban III (768772) tuvo ocasión de darse cuenta de esto hasta el fondo. Con él comienza el siglo franco de la historia de los papas. Esteban III llegó a ser papa en circunstancias confusas, tenía necesidad de la ayuda franca, apenas elegido renovó rápido el pacto de amistad con los carolingios (aquel pacto de Esteban II con Pipino), y pidió el envío de una delegación franca a un sínodo convocado por él. En efecto, este sínodo tuvo lugar en el 769, con más de 50 obispos, entre los cuales 13 del Reino franco. Además de la condena del usurpador Constantino sobre el trono pontificio, este sínodo emanó una nueva disposición de la elección de los papas que prohibía el nombramiento de un laico, e incluso la participación activa de los laicos en el acto de elección. Por esta disposición aquel Sínodo de 769 es importante. Estos principios no siempre fueron observados, pero tampoco fueron completamente olvidados en el futuro. Por tanto, aquí fue dado un primer paso hacia un nuevo reglamento de la elección del papa.

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Apuntes de claseHistoria de la Iglesia Antigua-MedievalUIC

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    Desrdenes en roma hasta el primer viaje de Carlomagno a roma en el 774 La relacin de Carlomagno con los papas est bien documentada, sobre todo a causa de las numerosas cartas conservadas en el Codex Carolinus, coleccin oficial de cartas reunidas por orden de Carlomagno en el 791 por sus inmediatos colaboradores. Al lado de este Codex Carolinus tenemos el Liber Pontificalis, que ofrece muchas noticias preciosas.

    Carlomagno subi al trono en 768. Al inicio junto con su hermano Carlomn. En aquel momento la situacin poltica en Roma era confusa. Despus de la muerte del Papa Paulo I en 767, una familia noble romana se adue de la ctedra petrina y elev a un miembro propio al trono pontificio, a Constantino, un laico. Aqu vemos por primera vez este nefasto influjo de la nobleza romana sobre la sede pontificia y que dur siglos. Este Constantino busc rpidamente apoyo en los carolingios. Pero una rebelin en Roma, con la ayuda de los longobardos, sustituy a Constantino con el monje Felipe, el cual rpidamente fue regresado a su convento.

    Las victorias de Pipino contra Astulfo no haban eliminado del todo el peligro longobardo. Desiderio, nuevo Rey de los longobardos, encontr seguidores tambin en Roma. La amenaza de estos ltimos se una a las luchas entre las facciones en las cuales Roma estaba dividida. Estos dos factores impedan a los papas actuar con plena libertad.

    El Papa Esteban III (768-772) tuvo ocasin de darse cuenta de esto hasta el fondo. Con l comienza el siglo franco de la historia de los papas.

    Esteban III lleg a ser papa en circunstancias confusas, tena necesidad de la ayuda franca, apenas elegido renov rpido el pacto de amistad con los carolingios (aquel pacto de Esteban II con Pipino), y pidi el envo de una delegacin franca a un snodo convocado por l. En efecto, este snodo tuvo lugar en el 769, con ms de 50 obispos, entre los cuales 13 del Reino franco. Adems de la condena del usurpador Constantino sobre el trono pontificio, este snodo eman una nueva disposicin de la eleccin de los papas que prohiba el nombramiento de un laico, e incluso la participacin activa de los laicos en el acto de eleccin. Por esta disposicin aquel Snodo de 769 es importante. Estos principios no siempre fueron observados, pero tampoco fueron completamente olvidados en el futuro. Por tanto, aqu fue dado un primer paso hacia un nuevo reglamento de la eleccin del papa.

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    El Papa Esteban III tema un acercamiento de los francos a los longobardos, luego que Carlos se cas con una hija del Rey longobardo Desiderio. Despus de un pontificado muy inquieto Esteban III muri en 772. Su sucesor Adriano I se mova ms hbilmente que su predecesor entre los longobardos, los bizantinos, los francos y las facciones de la nobleza romana. Aunque Adriano I reconoca an la soberana del emperador bizantino, de hecho se confi al poder franco. El Liber Pontificalis, dice a propsito que respecto a la fidelidad hacia Carlomagno el papa era firme como un diamante; y contra la amenaza de los longobardos busc refugio en el Patricius romanorum carolingio. Carlomagno, por esta investidura, era protector de Roma.

    Carlomagno intervino contra los longobardos en 774, en ese ao termin con ellos. Durante el asedio de Pava, capital del Reino longobardo, Carlomagno se fue a festejar la Pascua a Roma. Adriano I difcilmente poda prohibir al rey franco el ingreso a la ciudad; lo salud sobre la escalinata de la Baslica de San Pedro, y cuando ambos entraron se cant Benedictus qui venit in nomine Domini. Ambos renovaron el pacto de amistad. La Pascua fue celebrada en la Baslica Lateranense y el lunes despus de Pascua, por primera vez para Carlos, Adriano hizo cantar los Laudes regiae al rey en la Baslica de San Pedro.

    Qu cosa son los Laudes regiae? Es una exaltacin en forma de oracin litnica, para el rey franco, para su familia, para el ejrcito franco. Encontramos en este texto, por primera vez, la aclamacin Cristus vincit, Cristus regnat, Cristus imperat, y se refiere a Carlomagno, porque Carlomagno es representante de Cristo.

    Las relaciones entre Carlomagno y el papa Adriano I Al inicio de su pontificado Adriano I (772-795) quiso una cierta libertad de accin, pero se dio cuenta pronto que sus posibilidades eran muy limitadas, sobre todo despus de la definitiva eliminacin del Reino longobardo (774).

    Slo Carlomagno tena el poder para dar una configuracin poltica a Italia; slo l podra establecer cules territorios seran restituidos a San Pedro. En realidad los territorios donados eran pocos, no como pensaba el papa. Adems Carlomagno consider el Patrimonium Petri, incluida la Ciudad de Roma, parte del Imperio franco. Las cartas de Adriano a Carlos del ao 778-790 demuestran la dependencia del papa a Carlomagno. Adriano deba plegarse en asuntos econmicos y referir a Carlos la situacin eclesistica en Italia.

    Un acontecimiento que tuvo consecuencias fue que Carlomagno no fue invitado al Concilio de Nicea II del 787. Bizancio convoc, al lado de los patriarcas de Oriente, al obispo de Roma en calidad de patriarca de Occidente. Los bizantinos no invitaron a Carlomagno, pues lo consideraban un brbaro. Las primeras consecuencias de esto se

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    manifestaron en el campo poltico: se disolvi el compromiso de la hija de Carlos con el hijo de la Emperatriz Irene, se volvi a las hostilidades en Italia meridional y se amenaz a las posesiones bizantinas del sur de Italia. La consecuencia en el campo eclesistico fue que Carlomagno no acept las decisiones de Nicea II; l quera demostrar su supremaca sobre la Iglesia Occidental, incluso en los asuntos eclesisticos internos. Para Carlomagno este Concilio de Nicea II era ilegtimo, porque l no haba sido invitado, pero adems por la concepcin que los francos tenan de las imgenes, la cual se encuentra en los Libros carolinos, probablemente redactados por el Obispo Teodolfo de Orleans. Para los francos las imgenes sirven para la decoracin de las iglesias en recuerdo de los hechos pasados, y de acuerdo a su espiritualidad cristocntrica, una mediacin a travs de las imgenes es superflua, absurda y es una ofensa a Cristo que es el nico mediador. No tenan claro aquello de que el honor dado a la imagen traspasa al prototipo. Adems, a los francos les lleg una mala traduccin en latn del texto griego del II Concilio de Nicea. El Papa Adriano tuvo el valor de no adherirse a la condenacin del Concilio de Nicea II por parte de Carlomagno, sino que defendi y justific el concilio en un escrito de respuesta. El hijo de Carlomagno, Ludovico Po, y con l los francos, se adhirieron a Nicea II en el ao 825, en un snodo en Pars.

    Carlomagno y el Papa Len III hasta el ao 800 Despus de la muerte de Adriano I, en la Navidad del 795, fue elegido Len III (795-815). El papa se apresur a enviar a Carlos las noticias de la propia eleccin, le mand tambin las llaves de la tumba de San Pedro y la bandera de la Ciudad de Roma, con esto daba a conocer que reconoca la supremaca poltica del rey franco sobre Roma. Len III desde el inicio tuvo problemas con la oposicin de algunos grupos nobles de Roma, esto explica su actitud de sumisin.

    En la coleccin de Cartas de Carlomagno, reunida por el monje Alcuino, la carta 93 dirigida al papa es interesante, pues Carlomagno describe su posicin frente a la Iglesia: Toca a nos, con la ayuda de la Divina Providencia, al externo defender con las armas a la Santa Iglesia de las invasiones paganas y de las devastaciones de los infieles. En lo interno fortificar a la Iglesia con el mayor conocimiento de la fe catlica. Y usted Santsimo Padre, debe como Moiss elevar las manos a Dios y ayudar a nuestro ejrcito, de tal manera que, con vuestra intercesin, el pueblo cristiano, bajo la gua y la proteccin de Dios, tenga siempre y en todas partes la victoria, y que el nombre de Nuestro Seor Jesucristo sea engrandecido en el mundo.

    Era obvio que segn la concepcin de Carlomagno la funcin espiritual del papa quedaba limitada a la oracin, mientras que la gua de la cristiandad deba estar en manos del rey. Carlomagno estaba convencido de la necesidad de la oracin para sus empresas

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    blicas contra los sajones, musulmanes y vikingos. Carlos hizo aquellas guerras con la conviccin de tutelar al pueblo cristiano contra sus enemigos.

    Un sacerdote irlands o anglosajn llamado Cathwulf, dir a Carlomagno en una carta posterior al ao 774, que el rey es vicario de Dios Padre, y el obispo es vicario de Cristo. Por lo tanto el obispo pasa a segunda lnea. La jerarqua eclesistica, en cuanto vicariato de Cristo, est subordinada al poder regio que es un vicariato del Padre. Es una eclesiologa de aquellos tiempos, lejansima de la del Vaticano II.

    En un mosaico que se encuentra en la Plaza de San Juan de Letrn en Roma y que se hizo un poco antes del ao 800, se ve a Cristo que le da las llaves a San Pedro y una bandera a Constantino; luego se ve a San Pedro que le da con la mano izquierda una bandera a Carlomagno, mientras que con la derecha le da el palio a Len III. Por tanto, no es el papa quien le da la bandera a Carlomagno, sino San Pedro. Ambos reciben el poder de San Pedro; estos mosaicos confirman la concepcin de las cartas mencionadas.

    En el 799 se desat una rebelin en Roma, durante una procesin quisieron asaltar a Len III, con ayuda de los francos pudo escapar. El duque de Spoleto, aliado de los francos, puso en lugar seguro al papa y refiri todo a Carlomagno. ste se encontraba en una campaa militar contra los sajones y no se dej disturbar; el papa deba ir a l, y el papa as lo hizo. La situacin del papa se puso ms difcil cuando sus adversarios romanos fueron ante Carlomagno para acusarlo. El monje Alcuino, uno de los principales consejeros

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    de Carlos, haba sido informado sobre la vida no impecable del papa, pero le record a Carlos el axioma del Pseudo Smaco del s. VI; segn aquel texto, que era considerado autntico, ninguno poda someter a juicio a la Sede Apostlica.

    Carlomagno atendi el problema, el papa fue conducido a Roma en una escolta franca. Despus tuvo inicio la sesin sobre los acontecimientos de Roma y las acusaciones en contra del papa, que no estaban del todo privadas de fundamento, pero los jueces francos no estaban encargados de dar una sentencia y slo hicieron un reporte a Carlomagno de su sesin.

    En noviembre del ao 800, Carlos fue a Roma, bajo su presidencia se reuni un snodo en la Baslica de San Pedro, pero se renunci a pronunciar una sentencia jurdica a causa del axioma cannico de que el papa no puede ser juzgado por ninguno. En aquella situacin, el Papa Len III se declar preparado a dar un juramento de que era inocente frente a las acusaciones que le haban hecho, esto se hizo el 23 de diciembre del 800, parece que las acusaciones se dirigan por irregularidades en el manejo del dinero en lo referente a construcciones, reliquias, etc.

    La coronacin de Carlomagno en el ao 800 Dos das despus de ese juramento se realiz la coronacin de Carlomagno como emperador, el 25 de diciembre del ao 800; tuvo una repercusin muy grande. Tenemos cuatro fuentes de esta coronacin. La primera es un recuento oficial del Reino franco llamada Anales del Reino franco, del ao 801, y dice:

    En el mismo da santsimo del nacimiento del Seor, mientras el rey se alzaba de la oracin frente a la confesin del Beato Apstol Pedro, el Papa Len impuso la corona sobre la cabeza y fue aclamado por todo el pueblo de los romanos: Carlos augusto, coronado por Dios, grande y pacfico emperador de los romanos, vida y victoria! Y despus de las laudes [alusin a las laudes regiae], segn el uso de los antiguos prncipes, fue homenajeado [por el papa y los principales romanos], y depuesto el nombre de patricio, fue llamado emperador y augusto.

    Este texto es completado por la segunda fuente, el Liber Pontificalis y dice as:

    Llegado el da del nacimiento de Nuestro Seor Jesucristo, se reunieron todos de nuevo en la misma Baslica del Bienaventurado Pedro Apstol, y ahora el venerable y benfico [esto es el papa], con sus manos coron a Carlos con una preciossima corona. Todos los fieles romanos, viendo cuanta proteccin y amor haba tenido por la Santa Romana Iglesia y por su vicario, unnimemente y con alta voz, conocida de Dios y del Bienaventurado Pedro, poseedor de las llaves del Reino de los Cielos, exclamaron: A

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    Carlos, piadossimo augusto coronado por Dios, grande y pacfico emperador, vida y victoria!.

    La tercera fuente es de la narracin de Eginardo en su Vida de Carlomagno en el captulo 28, texto muy famoso escrito en los aos 830-836:

    Las causas de su ltima venida a Roma no fueron slo estas [Eginardo alude a la devocin de Carlos por San Pedro y a obras en favor de Roma y del Papado], fue tambin el motivo que los romanos haban obligado al Romano Pontfice Len a invocar la proteccin del rey [...]. Por ello vino a Roma para ordenar la situacin de la Iglesia, que se haba vuelto excesivamente confusa, y ah se detuvo por todo el periodo invernal. En este periodo tom el ttulo de emperador y de augusto. [...] Declar que en aquel da, aun siendo una de las ms grandes festividades [Navidad], jams hubiera entrado a la iglesia si hubiera podido suponer cual era el proyecto del pontfice. Seguidamente soport con grande tolerancia el odio suscitado por haber asumido aquel ttulo, sobre todo por parte de los emperadores romanos [se refiere a los bizantinos]. Venci la arrogancia de aqullos con su magnanimidad, en la cual los superaba grandemente, y obtuvo esto envindoles frecuentemente embajadores y llamndoles hermanos en sus cartas.

    La cuarta fuente son los Anales Laurensamensis, autor de aquella parte es tal vez Richbod, Obispo de Trveris y Abad de Lorsch, amigo y discpulo de Alcuino, por tanto una persona que perteneca al crculo de Carlomagno. En los anales del ao 801 se dice:

    Y porque ahora el ttulo imperial estaba vacante en las tierras de los griegos y ellos tenan por emperador a una mujer [alusin a la deposicin de Constantino VI por la propia madre Irene], entonces pareci oportuno al Papa Len y a todos los santos padres presentes en la asamblea [alusin al snodo del final de diciembre] y tambin a todo el resto del pueblo cristiano, el deber de dar a Carlos, Rey de los francos, el nombre de emperador, desde el momento en que tena en su poder la Ciudad de Roma, donde los csares haban acostumbrado residir, o tambin en las otras sedes que posean en Italia, Galia y Alemania. Porque Dios omnipotente haba permitido que todas estas sedes vinieran a su poder [el autor piensa en Miln, Trveris y Lyon], a ellos les pareca justo que l, con la ayuda de Dios y de todo el pueblo cristiano, tuviese tal dignidad. A la peticin de ellos, el Rey Carlos no quiso poner un rechazo, sino sometindose a la voluntad de Dios y a peticin de los sacerdotes y de todo el pueblo cristiano, en el da del nacimiento de Nuestro Seor Jesucristo, asumi el ttulo de emperador con la consagracin del Papa Len.

    Estos cuatro textos relatan el evento con matices diversos. El ttulo y la aclamacin de parte del pueblo romano indican que se atiene al rito de la coronacin imperial en uso

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    en el Imperio romano-cristiano antiguo, pero ahora, esta dignidad de emperador de los romanos no se la daba el pueblo romano, sino que se fundaba en el papa; slo l tena el derecho y el poder de conferir la corona imperial y administrar la uncin. Pero de la coronacin y la uncin Eginardo no menciona nada, ya que estos hechos son despreciados por l. Por otra parte, el papa rinde homenaje al nuevo emperador como a su seor a travs de una postracin en la Baslica Vaticana. De nuevo es significativo que el Liber Pontificalis ignora este homenaje. Hay que tomar en consideracin los siguientes aspectos:

    1 Carlomagno intent minimizar el carcter romano de su imperio, se llamaba imperator, pero no imperator romanorum; adems, no eligi nunca a Roma como residencia, y despus de este acontecimiento no regres a Roma. Cuando quiso destinar a su hijo Ludovico como sucesor, lo hizo emperador sin Roma y sin el papa, pidiendo a su hijo que tomase la corona del altar de la iglesia del Palacio de Aquisgrn el ao 813.

    2 Un segundo punto que debemos considerar es la relacin con Bizancio. La existencia de un segundo emperador de la cristiandad estaba en contradiccin con la ideologa imperial bizantina, ellos se consideraban los nicos herederos legtimos del Imperio romano, y por eso consideraban a Carlos usurpador.

    Sin embargo, como dice el abad de Lorsch, para muchos francos el trono imperial estaba vacante porque en Constantinopla reinaba una mujer, Irene, que haba depuesto a su propio hijo. Si Carlomagno buscaba un pretexto para la coronacin, la situacin poltica en Bizancio poda ofrecerle uno.

    3 La actitud de Carlomagno segn las palabras de Eginardo de que no habra entrado en la iglesia si hubiese podido suponer cul era el proyecto del Pontfice, ha hecho reflexionar a generaciones enteras de estudiosos. As pues, segn estas palabras, podemos suponer que Carlomagno se sorprendi de la iniciativa del papa. Sin embargo, esa idea debemos excluirla absolutamente. Todos los detalles referidos demuestran que Carlomagno no fue creado emperador por sorpresa o contra su propia voluntad. Incluso debemos suponer que ya haban hablado de esto Carlomagno y Len III.

    Entonces, porqu estas palabras? La reaccin de su consejero Alcuino y el tenor mismo de la Vida de Carlomagno de Eginardo dan al menos los indicios para una respuesta. Alcuino, que escriba regularmente a Carlos cartas llenas de admiracin, despus del acto de la Navidad del ao 800 estaba sorprendentemente silencioso; obviamente Alcuino no estaba contento con aquello que haba sucedido en Roma. l, como otros dignatarios del Reino franco, tena otra concepcin del imperio de Carlomagno. No como una sucesin de los emperadores romanos, sino un Imperium

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    novum, algo nuevo, independiente de Roma. Un imperio asentado en el Antiguo Testamento. No como un nuevo Csar, sino como un nuevo David.

    Parece pues que una parte de los grandes del Reino franco no vieron bien la romanizacin del poder del soberano. En efecto, la coronacin en San Pedro subrayaba fuertemente sobre todo el carcter romano de la nueva dignidad. Pocos das despus de la coronacin, Carlos juzg a los acusadores del Papa Len III, los conden a muerte, pero slo gracias a la intervencin del mismo pontfice les conmut la pena por la del exilio del Reino franco.

    Carlomagno no renunci nunca a su supremaca sobre la Iglesia de su imperio. Su actitud hacia Roma la podemos ver en un texto de Eginardo en el captulo XXVII de su Vida de Carlomagno: Entre todos los otros sagrados y venerables lugares, tena una especial devocin a la iglesia del Bienaventurado Pedro Apstol en Roma, sobre cuyo altar votivo dej un gran valor en oro, plata y gemas. Muchos e innumerables fueron los dones enviados a los pontfices. Y durante todo el tiempo de su reinado lo que ms le preocup fue que la Ciudad de Roma retornase a su antiguo prestigio gracias a la obra y esfuerzos suyos, y que la iglesia de San Pedro resultase no slo segura y defendida por su intervencin, sino tambin adornada y enriquecida por sus riquezas por encima de todas las otras iglesias. Notemos en este texto que se habla de San Pedro y no del papa. La veneracin de Carlomagno se dirige a San Pedro, no al papel del papa.

    Pocos captulos despus encontramos una referencia a la verdadera posicin del papa en el reino de Carlomagno. En el captulo XXXIII de su Vida de Carlomagno, Eginardo cita el Testamento de Carlomagno. En dicho texto Carlos enumera las 21 ciudades metropolitanas del Imperio franco a las cuales quera regalar una parte de su propiedad despus de su muerte. La lista es encabezada por Roma. De esta lista se deduce que para Carlomagno el papa era slo el primer metropolitano de su reino, por lo tanto, un obispo plenamente integrado en la Iglesia imperial franca. En realidad la nica cabeza de la Iglesia franca era Carlomagno.

    La vida eclesistica y cultural en el reino de Carlomagno.

    La vida eclesistica En esta etapa de la historia del Medioevo haba una perfecta compenetracin de vida eclesistica y estatal; para darnos una idea de esto, leamos un trozo del capitular de Carlomagno llamado Admonitio Generalis, del 23 de marzo del 789:

    Reinando Nuestro Seor Jesucristo por siempre. Yo, Carlos, por la gracia de Dios y de su misericordia, Rey y Rector del Reino de los francos, devoto defensor y humilde

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    socorredor de la Santa Iglesia, saluda a todos los rangos de la eclesistica piedad y de la dignidad del poder secular, con un augurio de paz perpetua y bendicin en el Seor Cristo eterno. Les hemos mandado a ustedes y a ellos [los missi domenici], los cuales, amonestados por nuestra autoridad, deben corregir con ustedes aquello que hay que corregir. Hemos agregado tambin algunos captulos tomados de las instituciones cannicas que nos parecan necesarios para ustedes. Ninguno sostenga presuntuosa nuestra pa amonestacin, con la cual entendemos corregir los errores que son superfluos y ponerlos en el lugar justo, ms bien acjanlos con benevolencia y espritu de caridad; porque leemos en el Libro de los Reyes, cmo el santo Josas se preocupaba del culto del verdadero Dios en su reino confiado a l, y lo haca viajando, corrigiendo y amonestando. No es que yo quiera compararme con aquel santo rey, pero nosotros debemos seguir siempre el ejemplo de los santos [...], para la gloria y la honra de Nuestro Seor Jesucristo.

    Hay que hacer algunas observaciones al texto:

    1 El capitular est dirigido a todos los dignatarios del Reino franco, a los obispos, abades y a la nobleza laica sin distinciones; de hecho el periodo de Carlomagno es la etapa de mayor compenetracin entre Estado e Iglesia en todo el Medioevo, tambin los laicos son responsables del bien de la Iglesia, no slo los obispos. La suprema autoridad bajo Carlomagno era la capilla de la corte, en la cual oficiaban los clrigos capellanes; estos clrigos tenan entre otras cosas la competencia de custodiar una de las reliquias ms preciosas de los francos: la capa del Obispo Martn de Tours, la cual haba dividido para dar una parte a un pobre. Por custodiar la reliquia reciban el nombre de capellanes custodios y en los oratorios del palacio depositaban la reliquia durante la estancia del monarca y servan al mismo tiempo al monarca. Estos clrigos no estaban bajo la jurisdiccin de un obispo; eran responsables de los servicios litrgicos celebrados en las capillas del palacio y de toda la correspondencia del monarca; eran los ms altos oficiales de la administracin franca.

    2 En el capitular son mencionados los missi domenici, eran sbditos en el reino de Carlomagno para controlar la obra de los condes en las diversas regiones del Imperio. Carlomagno haba organizado todo el Imperio franco en comitatus o condados. En este tiempo un conde no era un ttulo nobiliario, era ms bien un funcionario de estado. Los missi domenici en general eran dos: un laico y un eclesistico.

    3 Carlos se siente llamado por el ejemplo del mismo Rey Josas del A. T.; l entenda su reino como el nuevo Israel, en el cual el rey no slo es responsable del

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    bienestar terreno, sino tambin del culto divino y de la correcta vida moral del pueblo. Hay otro trozo de la Vida de Carlomagno de Eginardo, cap. 26, que nos habla de esto:

    Carlos practic la religin cristiana, en la cual fue iniciado desde la infancia, con grande conciencia y piedad; por esto construy la Baslica de Aquisgrn de muchas formas y belleza, y la adorn de oro y plata, de luces, de alabastro y de puertas de bronce macizo, y, no teniendo ms material para seguir la construccin, hizo llevar de Roma y de Ravena el material. Frecuentaba asiduamente la iglesia, en la maana y en la tarde; tambin asista a los oficios nocturnos y a la Misa conforme se lo permita la salud, y cuidaba mucho que todas las celebraciones fueran con el mximo decoro, cuidando as que nada de indecoroso permaneciera en la iglesia. Procur para la baslica muchos vasos sagrados de oro y plata, as como vestiduras sacerdotales, de tal manera que ninguno de los oficiantes se quedaba sin vestidos de ceremonia. Cuid y perfeccion con grande celo la disciplina de las lecturas y de los cantos.

    Este texto demuestra el inters de Carlos por la liturgia; el mismo Carlos se ocup del cuidado de los libros litrgicos, la poca carolingia fue una poca muy creativa en textos y ritos litrgicos.

    En este tiempo hubo un influjo muy grande de los libros litrgicos romanos sobre la liturgia galicana indgena, esto debido a la gran veneracin que los francos tenan a San Pedro. A la difusin de la liturgia romana contribuyeron dos hechos: 1) la actividad de San Bonifacio; 2) el pacto de alianza del Rey Pipino con el Papa Esteban II. Se introdujeron los sacramentarios Gelasiano y Gregoriano, los cuales contribuyeron en el tiempo del Rey Pipino a la formacin de un nuevo sacramentario romano-franco, denominado Gelasiano Mixto, porque era una mezcla de los dos.

    Unos aos despus, Carlomagno pidi al Papa Adriano I un ejemplar del Sacramentario Gregoriano puro; el papa daba largas a la respuesta, slo al inicio del 786, el papa mand el libro a Aquisgrn (por esto este libro se llam Gregoriano-Adriano). Los liturgistas de la Capilla de Aquisgrn, despus de haber visto el cdice, rpido se dieron cuenta de lo que le faltaba; quiz el papa no haba entendido bien qu cosa deseaba el rey, el rey no deseaba un hermoso libro, sino un modelo litrgico; en cambio el sacramentario que le mand Adriano era un hermoso libro, pero insuficiente para el fin preciso que se requera, y adems anticuado, de varios decenios atrs. El libro era para las celebraciones pontificias, en cambio Carlos quera un libro para las funciones litrgicas de las parroquias. Los liturgistas carolingios adaptaron el sacramentario papal a las necesidades de la Iglesia franca, y lo hicieron agregando al sacramentario papal un suplemento, con todos los ritos y misas que faltaban, tomaron aquel material del

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    Sacramentario Gelasiano Mixto. El ejemplar del Papa Adriano no se conserva, pero existen muchas copias del s. IX.

    La forma y gran parte de los formularios de la Misa del rito romano, que estaban en uso de la Iglesia latina hasta la reciente reforma litrgica de Paulo VI, era casi exactamente como se desarrollaba en tiempo de Carlomagno; la llamada Misa tridentina es ms preciso llamarla carolingia.

    La compenetracin entre Reino e Iglesia era visible en los snodos de aquella poca; problemas eclesisticos y problemas civiles se mezclaban; miembros de tales snodos eran clrigos y laicos. El snodo era convocado por el soberano, dnde y cmo l lo quera, era l quien daba fuerza a las decisiones del snodo publicndolas en forma de captulos (por eso se llaman capitulares).

    Segn la mentalidad de Carlomagno, el papel de la Iglesia era educar al pueblo y conducirlo a la salvacin eterna. En la Admonitio Generalis del ao 789, escribe a los sacerdotes que deben aprender bien el canto romano, celebrar ordenadamente los oficios diurnos y nocturnos; habla sobre qu cosa predicar: cosas tiles, honestas y rectas que conduzcan a la vida eterna, en particular deben predicar los contenidos del Credo, de la creacin hasta el juicio final, y las penas eternas para aquellos que no cumplen. Carlos deseaba predicaciones sobre el comportamiento moral, sobre el orden pblico y sobre el ejercicio de la caridad.

    Otra parte de la Admonitio Generalis dice: Los obispos indaguen con cuidado en sus dicesis sobre la fe de los sacerdotes, sobre cmo administran el bautismo y cmo celebran la Misa, de manera que se mantengan en el lmite de la ortodoxia, observen el bautismo catlico y comprendan bien las oraciones de la Misa. Los salmos sean cantados decentemente, siguiendo la cadencia de los versos. Tambin que [los sacerdotes] comprendan el Padre Nuestro y lo hagan comprensible a los dems, de modo que cada uno sepa aquello que pide a Dios. El Gloria al Padre debe ser cantado por todos de manera solemne. El sacerdote mismo y el pueblo de Dios, con los ngeles del cielo, a una voz entonen el Santo, Santo, Santo. Se necesita recomendar a los sacerdotes y a los diconos el no llevar armas y confiar ms bien en la proteccin divina.

    A pesar de todo el control de Carlomagno, todava haba espacio para iniciativas privadas, como se ve en los Capitula Episcoporum, que son 60 textos promulgados por obispos para sus propias dicesis o por un snodo metropolitano para varias dicesis.

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    La cristianizacin de los sajones Los sajones originariamente residan en el Elba inferior, desde el s. VII se movieron hacia el sur, hacia el Rin, as los problemas con los vecinos francos aumentaron. Carlomagno logr conquistar el pas de los sajones en frecuentes campaas militares que duraron 33 aos e insertar a los sajones en el Reino franco.

    Aqu la conquista militar, la insercin de los sajones en el Reino franco y la cristianizacin se entrecruzaron. Se dio una cristianizacin forzada de un pueblo a otro.

    Antes de las acciones violentas de Carlos, dos hermanos, los misioneros Evald, intentaron evangelizar a los sajones, pero fueron asesinados. Luego un sacerdote anglosajn de nombre Lebuinus en 770 lleg a una asamblea de nobles sajones, solo, sin ninguna proteccin. No tuvo xito, le fue concedido un salvoconducto hasta la frontera, pero no el permiso de regresar.

    Carlomagno comenz la guerra contra los sajones en el ao 772. En su primera campaa en ese ao destruy el santuario central de una de las tribus sajonas, es decir un rbol sagrado llamado Irminsul, considerado la columna del mundo. Esta destruccin se hizo para demostrar la superioridad del Dios cristiano sobre los paganos. Los sajones reaccionaron con actos de venganza contra iglesias en el Hesse (zona que ya San Bonifacio haba ya evangelizado). Lo hicieron cuando Carlos se encontraba en Italia (773). La respuesta de Carlos fue su decisin de que no hubiera paz sino hasta que los sajones vencidos aceptaran la fe cristiana o fueran eliminados.

    Los sajones, cada vez que eran vencidos, prometan obediencia a todo lo que les era impuesto, pero cuando podan hacerlo se rebelaban y retractaban lo prometido. Prometieron sumisin y aceptacin del cristianismo en el ao 776. En el ao siguiente Carlos convoc la dieta del Reino franco (que era anual) en Paderborn (en el corazn de Sajonia), para una primera reorganizacin de la misin entre los sajones despus de su asentimiento para aceptar el cristianismo. Los sajones se hicieron bautizar en masa. Pero ahora la represin sera mas fuerte, pues si se rebelaban a la religin seran considerados apstatas.

    La siguiente revuelta, en el 778, con incendio de muchas iglesias de parte de los sajones y estupro intencional de monjas agudiz la tensin. Entonces Carlos impuso a los sajones la mal afamada Capitulatio de Partibus Saxoniae (MGH, Capitula Episcoporum I, 68-70). Es una ley dice lo siguiente:

    Si alguno hubiere entrado por fuerza en una iglesia y hubiere sustrado alguna cosa con la violencia o el robo, o hubiere dado fuego a la misma iglesia, sea condenado a

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    muerte. Si alguno, en desprecio a la religin cristiana, hubiere descuidado el santo ayuno de Cuaresma y hubiere comido carne, sea condenado a muerte. Si alguno hubiere asesinado a un obispo, un sacerdote o un dicono, igualmente sea castigado con la pena capital. Si alguno, engaado por el diablo, hubiere credo (segn la supersticin pagana) que una bruja coma a los hombres y por eso la haya quemado o la haya comido ser penalizado con la sentencia capital. Si en el pueblo sajn, alguno de ellos no bautizado hubiere querido esconderse, desdeando recibir el bautismo, prefiriendo seguir pagano, sea condenado a muerte. Si alguno hubiere sacrificado un hombre al diablo ofrecindolo como vctima a los demonios, segn el uso pagano, sea condenado a muerte. Si alguno se hubiere confabulado con los paganos contra los cristianos, o con ellos se hubiese obstinado en hostilizar a los cristianos, sea condenado a muerte. Igualmente cualquiera que se hubiere hecho cmplice de maquinaciones contra el rey o la gente cristiana ser condenado a muerte. Si alguno se hubiere mostrado infiel al rey ser castigado con la pena capital. Pero si por estos reatos capitales, cometidos en secreto, alguno hubiere recurrido espontneamente a un sacerdote y confesado hubiere querido hacer penitencia, bajo testimonio del sacerdote, tenga la vida asegurada.

    En muchos casos la pena de muerte fue sustituida por una cierta suma de dinero.

    Si bien parte de la nobleza sajona estuvo mucho tiempo dispuesta a aceptar las condiciones de Carlos, la mayora del pueblo simple era contrario a abandonar la propia religin y a la insercin en el Reino franco. El jefe del pueblo sencillo fue Widukind, quien organiz la rebelin contra los francos. La respuesta de Carlos fue todava ms dura. En el Tribunal de sangre de Verden (en el centro de Sajonia), hizo decapitar en un solo da a dos mil rebeldes; Widukind haba huido a Dinamarca. Carlos logr romper la resistencia poco a poco. En el 785 Widukind se present a Carlos y fue bautizado el da de Navidad en el Palacio de Attingy; el mismo Carlos fue su padrino. La familia de Widukind ser a continuacin una de las familias ms importantes de Sajonia. Despus del ao 900, los duques sajones, que eran descendientes de Widukind, llegarn a ser reyes de Alemania y protectores de la Iglesia. Con la rendicin de Widukind las guerras con los sajones no haban terminado. Slo en el 804 Sajonia estaba totalmente conquistada.

    La dureza de Carlos contra la oposicin sajona, como se expresa en la Capitulatio de Partibus Saxoniae, suscit crticas hasta en sus colaboradores cercanos. Alcuino record a Carlos que segn San Agustn la fe es algo voluntario y no una coaccin. Cuando uno es obligado al bautismo esto no le aprovecha para nada.

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    Carlomagno no conserv rencor alguno con respecto a sus crticos, permiti libertad de expresin. Sajonia, pocos decenios despus de la cristianizacin forzada, se transform en un centro cristiano floreciente.

    Luego, en la campaa contra los avaros (que se encontraban en la actual Hungra antes de la llegada de los hngaros), fue decidido en el 796, bajo peticin del Patriarca Paulino de Aquilea, abandonar la prctica del bautismo de masa y por coaccin. Era Alcuino quien amonestaba para sacar una enseanza de la experiencia desagradable de la conversin de los sajones. El Arzobispo Arnaldo de Salzburgo se puso a trabajar en la conversin de los avaros y de los eslavos (en la actual Austria) nombrando un obispo para la misin. Es dudoso que esta misin haya comenzado con xito en tiempo de Carlomagno, pero ciertamente despus de l s.

    La reforma cultural bajo Carlomagno Carlomagno jams tuvo intencin de arrogarse derechos que corresponden slo a los sacerdotes, por ejemplo la administracin de los sacramentos; slo quera que los sacerdotes observaran los cnones y conocieran bien la propia tradicin eclesistica.

    Fue tpico en el programa de Carlomagno su inters por obtener textos autnticos que fueran modelos para toda la Iglesia franca. En el 774 Carlos pidi al Papa Adriano I la coleccin cannica de Dionisio el Exiguo (la ms importante coleccin cannica de entonces). El papa mand una edicin ms amplia de esta obra, sta es llamada Dionisio-Adriana. Esta coleccin se transform en el libro de Derecho Cannico ms importante del Reino franco.

    Carlomagno deseaba sobre todo un texto autntico de la Biblia. Haba notado que el texto de la Biblia difera mucho en sus varios cdices. Orden a Alcuino una edicin y revisin del texto bblico. Naturalmente no se pens en el texto hebreo o griego, porque stos estaban fuera del horizonte, sino en el texto latino. Alcuino pudo entregar a Carlos la Biblia corregida en el da de Navidad del 801. Aquel cdice se perdi, pero muchas copias que se tomaron del ejemplar de Alcuino existen todava hoy. Se trataba de eliminar los errores ms grandes de ortografa, de puntuacin, etc. Otra tentativa de corregir el texto de la Biblia fue la del Obispo Teodulfo de Orleans, que se sirvi de la ayuda de un hebreo bautizado para la redaccin del A. T. Durante la poca de Carlomagno comienza aquello que se ha llamado el renacimiento carolingio. Muchsimos libros fueron transcritos (gran parte de ellos en los monasterios), tambin libros de la antigedad pagana. An hoy, de los siglos VIII y IX tenemos cerca de 7 u 8 mil manuscritos conservados. Prcticamente casi todos nuestros clsicos latinos sobreviven por copias de la edad carolingia.

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    Carlomagno era un hombre con increbles ganas de aprender, y por eso busc por todo su reino los mejores expertos y eruditos y los invit a su corte. Eginardo, en la Vida de Carlomagno c. 25, dice que dedic mucho tiempo y esfuerzo para aprender Retrica, Dialctica y sobre todo Astronoma. Estudiaba el arte del Clculo y escrutaba con gran curiosidad el curso de las estrellas. Se dedicaba tambin a escribir, y era normal para este propsito tener en su lecho, bajo su almohada, tablas y hojas de pergamino para habituar la mano a trazar letras cuando haba tiempo libre. Carlomagno apenas saba escribir, pero esta situacin para un soberano en el Medioevo no era una vergenza; la nobleza laica despreciaba el arte de escribir y daba esta tarea a los clrigos. Carlomagno se interesaba por los cristianos en pases musulmanes, mandaba dinero a estos pases donde tena noticias que los cristianos vivan en pobreza. Obtuvo del califa de Bagdad que los peregrinos occidentales pudieran libremente orar en los lugares sagrados de Palestina.

    Discusiones teolgicas bajo Carlomagno

    La lucha contra la teologa adopcionista La Iglesia espaola estaba desde el 711 aislada del resto de Europa por la invasin rabe, pero ciertos contactos entre la Iglesia franca y la espaola eran posibles.

    El adopcionismo naci como una controversia al interno de la Iglesia espaola. Contra un cierto Migencio, quien haba sostenido una teologa trinitaria heterodoxa, Elipando, Arzobispo de Toledo y Primado de Espaa, afirm en un concilio en Sevilla en el 782, que se necesita distinguir en cuanto a la persona de Cristo entre su relacin intratrinitaria, segn la cual es Hijo de Dios por toda la eternidad, y su estado de Hijo por medio de la adopcin que le compete en cuanto es hombre. Jesucristo, en cuanto Dios y Verbo Eterno, es hijo propio y natural de Dios, pero en cuanto hombre, es tan slo hijo adoptivo y por gracia, no por naturaleza. Admite en Cristo dos filiaciones, y aqu est el error, pues la filiacin dice relacin con la persona, y habiendo dos filiaciones lgicamente se sigue que habr tambin dos personas, lo cual es nestorianismo. Elipando consideraba esta distincin perfectamente ortodoxa, sobre todo porque se basaba en ciertos textos de la liturgia mozrabe. La teologa de Elipando fue atacada en la Iglesia de Asturias, la cual busc obtener una autonoma ms grande de Toledo. El portavoz de la Iglesia de Asturias era sobre todo el sacerdote y monje Beato de Libana. l acus a Elipando diciendo que su frmula rompa la unidad personal del Hijo nico de Dios y como consecuencia nuestra unin con Cristo.

    Elipando encontr una ayuda en el Obispo Flix de Urgel, sin embargo su Dicesis de Urgel se encontraba en el mbito del poder franco.

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    El Papa Adriano I fue informado acerca de la cuestin por los adversarios de Elipando que estaban en Asturias. Su respuesta, que condenaba la cristologa adopcionista, para nada impresion al metropolitano de Toledo, que no reciba rdenes de Roma.

    Aunque el papa se hizo presente en la controversia, los verdaderos adversarios del telogo espaol eran Carlomagno y sus consejeros, sobre todo Alcuino. La reaccin de Carlomagno fue inmediata y radical: Flix de Urgel deba justificarse delante de un snodo en Ratisbona en el 792. l deba retractarse de su doctrina y fue condenado a repetir su retractacin en Roma sobre la tumba de San Pedro. La suerte de Flix alarm a Elipando y al episcopado espaol, quienes mandaron dos cartas a los obispos francos y a Carlomagno en las cuales rechazaron la doctrina de Beato de Libana y reclamaron la rehabilitacin de Flix. Es decir, el Episcopado espaol se solidariz con Flix.

    Los obispos francos respondieron con el Snodo de Frankfurt en junio de 794, ah se conden el adopcionismo. Lo ms preocupante para los francos fue el hecho de que el adopcionismo encontr adhesin tambin en una zona del Reino franco, la Septimania, donde estaba en uso la liturgia mozrabe. sta era sospechosa, porque Elipando haba tomado argumentos de dicha liturgia.

    En el ao 799 un snodo en Aquisgrn se ocup nuevamente del problema adopcionista. Para sorpresa de todos se present Flix de Urgel. El obispo de Lyon lo haba convencido de ir a Aquisgrn. La disputa termin en presencia de Carlomagno con una declaracin de Flix de plegarse a las argumentaciones mejores de los francos. Por tanto, hubo una capitulacin de Flix en aquel snodo, y en signo de sumisin escribi una confesin de fe en la cual se apart de su opinin teolgica y profes la doctrina de la Iglesia universal. Carlomagno de todos modos le quit la dicesis y lo confin en Lyon a arresto domiciliar, bajo la custodia del obispo. Muri en Lyon en el 818. El adopcionismo fue eliminado de la Septimania y desapareci en el s. IX de Espaa.

    La controversia acerca del filioque La base de la controversia fue la afirmacin siguiente: el Espritu Santo procede del Padre y del Hijo. Esta afirmacin era expresin de la teologa trinitaria de San Agustn, fue formulada especialmente en Espaa, ya que expresa bien la realidad intrnseca del Padre y del Hijo contra posiciones arrianas (los visigodos haban sido arrianos). La Iglesia franca retom esta frmula en el s. VIII.

    El Papa Adriano I estaba a favor de dicha doctrina, pero no tena ninguna intencin de introducir dicha frmula en el Credo, pues el Concilio de feso del 431 determin que el Credo no poda ser cambiado, era un texto intocable.

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    Los obispos carolinos sostenan explcitamente la doctrina del Filioque, pero de esto a introducir dicha frmula en el Credo eran dos cosas completamente diversas; y este paso fue dado en el 796-797 de parte del Snodo Provincial de Friuli, bajo la tutela y presidencia del Patriarca Paulino de Aquilea por orden de Carlomagno. Se justific dicha introduccin apelando a una aclaracin, no a un cambio en el Credo.

    Poco despus del 807 se procedi a recitarlo en la liturgia franca. La cuestin se someti a discusin en el 809, pues los francos en Tierra Santa haban cantado el Credo con la palabra Filioque, provocando una fuerte protesta de los monjes griegos. Los monjes del Monasterio del Monte de los Olivos en Jerusaln dirigieron sus quejas al Papa Len III, el cual escribi una carta a Carlomagno. ste encarg a sus telogos realizar estudios sobre el tema. Posteriormente, en un snodo en Aquisgrn, se decidi que lo aadido es legtimo y dichas resoluciones fueron enviadas a Roma. Len III se comport como su predecesor, consinti en las afirmaciones teolgicas, pero hizo notar que el Credo deba quedar tal y como haba sido promulgado en feso.

    Por qu Carlomagno se empe tanto por el tema del Filioque? Porque el Filioque resalta la soberana de Cristo, el cual nos da al Espritu Santo. Las dos controversias que hemos estudiado (y tambin la controversia de los francos respecto a las imgenes), tienen como fondo el ser controversias cristolgicas. Cuando los francos vean en peligro el corazn de su religiosidad, la centralidad de Cristo, se convertan en un pueblo inflexible.

    Ludovico Po y la iglesia El sucesor de Carlomagno fue su hijo Ludovico Po. No tena la fuerza ni la seguridad interior de su padre.65

    Para muchos Ludovico ser un dbil sucesor de su padre, sin embargo, reform la Iglesia franca, llevando adelante la reforma olvidada por su padre Carlomagno en los 10 ltimos aos de su mandato.

    Hasta su llegada, las grandes iglesias obispales o abaciales tenan el privilegio de inmunidad, por el que el titular de dicha iglesia poda castigar a sus fieles o campesinos sin intervencin de la justicia pblica e impona los impuestos debidos al rey. Al lado de esta inmunidad exista otro tipo de proteccin, que no derivaba del derecho pblico, sino del ser vasallo: el mundiburdio. Esto significaba ofrecerse voluntariamente a un seor que se

    65 Theganus escribe en el cap. XX de la Vita Ludovici: Todo lo haca con prudencia y circunspeccin, nada sin reflexin previa. Solamente que se fiaba demasiado de sus consejeros, pero esto a causa de su continua ocupacin con los salmos y la lectura continuada

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    obligaba a representar a esta persona en juicio y a darle proteccin; si el seor era duque o rey su proteccin era de gran valor.

    Ludovico uni los dos aspectos, les concedi a obispados y monasterios la inmunidad con tal que l ejerciera el mundibubdio, de este modo haca de aqullos la propiedad privada del monarca a travs de un contrato de fidelidad. La autoridad del rey respecto a las abadas y obispados tom una nueva forma y se reforz, los reyes posteriores usarn este privilegio influenciando en el nombramiento del obispo o del abad ms que antes.

    Aunque Ludovico concedi libre eleccin para obispos y abades, sin embargo las iglesias y monasterios privilegiados, por el hecho de la inmunidad y el mundiburdio, le tenan que dar cuentas al emperador. Se esperaba de los obispos y abades tres cosas: la participacin en las guerras del Imperio reclutando gente, el pago de los impuestos y la acogida del rey y de su squito en los viajes que haca, con lo que esto supona en gastos de mantenimiento de los hospedados (300 o 400 personas), esto ltimo era llamado servitium regis.

    De gran importancia para el futuro ser el Reglamento Canonical del 816 al 819, una legislacin creada en tres snodos tenidos en Aquisgrn. Faltaba una regla clara y una definicin del concepto y del trabajo del cannigo. Este concepto haba surgido en el siglo VI; eran clrigos que estaban directamente bajo el obispo diocesano en contraste con otros clrigos que no lo estaban. Crodegango de Metz haba organizado la vida comn de estos sacerdotes escribiendo una Regla, que toma muchas cosas de la Regla de San Benito. Los snodos de Aquisgrn realizaron una distincin clara entre monjes y cannigos, y estos ltimos recibieron sus propios estatutos. La vida del cannigo es parecida a la monstica, pero menos rigurosa; el

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    Oficio divino es el mismo, pero sin votos religiosos, solamente el de obediencia al preboste o director.

    Despus de la muerte de Ludovico en el 840, comienza la guerra civil entre sus tres hijos para dividirse el Imperio. Se lleg a un acuerdo en el Tratado de Verdn del 843, el Reino franco occidental se dio a Carlos el Calvo, hijo del segundo matrimonio de Ludovico, el Reino franco oriental a Luis el Germnico, hijo de su primer matrimonio, y un reino central, que se llamar la Lotaringia, a Lotario I, hijo del primer matrimonio de Ludovico Po.

    Las decretales pseudo isidorianas La decadencia del Imperio carolingio a partir de la muerte de Ludovico Po en el 840 y la disminucin de la prctica sinodal llevaron en los aos 40 del s. IX a los metropolitanos franco occidentales (futura Francia), en particular al enrgico Obispo Hincmaro de Reims, a buscar una especie de supremaca jurisdiccional sobre los obispos de su provincia eclesistica. Esto era nuevo, pues en la antigedad los metropolitanos no eran superiores a los obispos de su provincia, sino solamente jefes del snodo de obispos. La instancia suprema en la Iglesia antigua no era el patriarca o el metropolitano, sino el snodo provincial. En estos snodos se erigan nuevas dicesis, se elegan nuevos obispos, se citaban a los obispos de la provincia acusados de algo grave. Pero ahora Hincmaro y otros metropolitanos francos queran reforzar su propio papel.

    En este momento entran en escena las falsificaciones pseudo-isidorianas. Aparentemente se trataba de una coleccin de derecho cannico, en el prefacio el nombre del compilador era Isidoro Mercator, pero pronto fue confundido con Isidoro de Sevilla. En realidad esta coleccin fue hecha por un grupo de eclesisticos francos muy hbiles y dotados. Los puntos principales son: 1 La proteccin de los bienes eclesisticos contra la usurpacin o la secularizacin de tales bienes por el poder laico. 2 Libertad para el Clero en el ejercicio de sus trabajos religiosos y eclesisticos. 3 Extensin del privilegio de fuero a todos los clrigos; era su opinin que los eclesisticos estuvieran exentos de los tribunales civiles y sometidos slo a los tribunales eclesisticos. 4 Tutela de los obispos sufragneos contra el poder del propio metropolitano.

    En relacin al ltimo punto las decretales sostenan que en el caso de que hubiese un proceso contra un obispo, ste poda apelar a la Santa Sede en cada fase del proceso y no, como deca el Concilio de Srdica del 343, slo al final del proceso. Con esto la posicin papal qued reforzada. Para los falsificadores el tema del primado romano era slo una pieza en su lucha contra los metropolitanos, queran debilitar a los metropolitanos; por otra parte, dada la situacin del Papado en la primera mitad del s. IX,

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    ninguno poda jams pensar en el ejercicio concreto de una jurisdiccin universal por parte del papa; este documento para el Papado supuso una ampliacin de poder.

    Los falsificadores queran defender los derechos de los obispos, al final el verdadero vencedor fue el Papado. Luego los obispos descuidaron la estructura sinodal, que sobrevivi slo de manera rudimentaria. Los obispos no pensaron organizar una Iglesia distinta del poder estatal, su visin era una cristiandad en la cual reino y sacerdocio colaboraban ntimamente.

    Otro aumento del influjo del Papado se dio con el palio. Los papas del siglo VII concedieron este signo honorfico a los arzobispos anglosajones y con ello el derecho de ordenar obispos sufragneos. Este sistema fue seguido en el s. VIII en el Reino franco por San Bonifacio. En seguida Carlomagno hizo conferir, de parte del papa, el palio a todos los metropolitanos. Entonces el ttulo de arzobispo y metropolitano coincidieron. Con el palio el arzobispo se vuelve como un metropolitano ms.

    Poco a poco el conceder el palio se convierte casi en una confirmacin, que antes los metropolitanos jams haban pedido a Roma. Ahora se prescribe que cada nuevo arzobispo electo pida a Roma dentro de tres meses el palio. En el s. X, los numerosos privilegios concedidos con el palio, hacen entender que los papas, con el palio, conceden tambin el derecho de consagrar a los obispos sufragneos. De tal modo el palio se convierte en el smbolo de la autoridad metropolitana, pero haca al mismo tiempo del metropolitano o arzobispo un representante del papa con autoridad delegada.

    Este alejamiento de la Iglesia occidental de la estructura sinodal antigua contribuy al cisma con la Iglesia oriental. Las Iglesias de Oriente conservaron dicha estructura sinodal.

    El Papa Nicols I (858-867) y el proceso matrimonial de Lotario II La Iglesia romana tuvo con el Papa Nicols I un momento importante, al que le sucedi pronto la grande decadencia del siglo oscuro (s. X).

    Las ideas de Nicols I estaban formuladas en las decretales pseudoisidorianas. l defenda: a) que Roma fuera la instancia suprema de apelacin, o sea que hubiera la posibilidad de apelar a la Santa Sede en cada fase de un proceso y no slo despus de una condena; b) que el Pontfice tiene el derecho de ratificar los decretos de un concilio; c) que cada hombre, en cuanto pecador, puede ser sometido al juicio del papa, incluso el laico con ms autoridad.

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    El pontificado de Nicols I seala el inicio del poder que finalmente, y despus de muchas vicisitudes, alcanz su apogeo con Inocencio III (1198-1216), cuando todo el orden social y religioso del mundo dependa del papa.

    Nicols I intervino en el proceso matrimonial de Lotario II, Rey de la Lotaringia, esto fue la ocasin para el papa de poner su autoridad sobre las de los metropolitanos ms influyentes: el de Colonia y el de Trveris. Fue un proceso muy importante, pues llev a la desaparicin de un reino entero.

    Hay que decir que una doctrina clara y cannica del matrimonio no exista. Slo la escolstica precis el carcter sacramental del matrimonio y su normalizacin jurdica. El matrimonio fue cristianizado lentamente.

    Lotario II (855-869), Rey de la Lotaringia (nombre que luego deriv en Lorena), haba contrado un matrimonio cannico con Teutberga, aunque ya viva desde haca aos con otra noble de nombre Waldrada, con quien tena ya dos hijos. Esta Waldrada era una simple concubina. Los estudiosos del derecho cannico distinguen en el Primer Medioevo dos tipos de matrimonio entre los francos:

    1. Munt-ehe. Significaba un matrimonio en el que la familia de la mujer recibe una dote de parte del marido, pasando de tal modo la mujer de la tutela del padre a la tutela del marido y de la familia de ste; es como si el marido comprara a la mujer.

    2. Friedel-ehe. La palabra alemana significa amante, decisivo para este matrimonio era el consentimiento nupcial entre dos esposos, pero este segundo matrimonio era concluido sin dote y la esposa no pasaba al mundio (tutela) del marido, conservaba una cierta independencia. Era considerado inferior al primero y se disolva fcilmente.

    La Iglesia, dadas estas costumbres alemanas, deba decidir cul tipo de matrimonio quera favorecer. Uno poda esperar que la Iglesia favoreciera el segundo tipo porque daba espacio a una libre decisin de la esposa; pero desde el tiempo de la reforma bonifaciana la Iglesia opt por el primer tipo y busc desvalorizar el segundo. Porqu? El principal motivo era la preocupacin por la indisolubilidad del matrimonio, una exigencia del N. T.; de hecho los matrimonios con dote eran ms estables y socialmente ms aceptados que los matrimonios no dotados.

    En cuanto a Lotario, todo hace pensar que su relacin con Waldrada, existente ya al momento del matrimonio con Teutberga, concluido por motivos polticos, era un matrimonio del tipo friedel-ehe, matrimonio sin dote entre amantes. El punto neurlgico era que Lotario no tena hijos de la esposa y por lo mismo quera legitimar los hijos de

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    Waldrada, para que stos no fueran excluidos de la sucesin, como esperaban los contrincantes de los otros dos reinos: Carlos el Calvo y Luis el Germnico, quienes en efecto se dividieron la Lotaringia despus de la muerte de Lotario II en el 869.

    Lotario quiso elevar el matrimonio de Waldrada al nivel de matrimonio indisoluble, los arzobispos de Colonia y de Trveris y sus sufragneos expresaron su parecer favorable al rey y justificaron su intencin, pero el papa se pronunci decididamente a favor del matrimonio con Teutberga, declarando a Waldrada simple concubina. Esta intervencin del ao 865 estableci la validez de un nico tipo de matrimonio y aboli el antiguo uso alemn de una relacin matrimonial que poda terminar sin formalidad. El papa depuso a los arzobispos de Trveris y Colonia y declar que estas sedes slo podan ser asignadas a un sucesor slo con su consentimiento. Lotario debi doblegarse y repudiar a Waldrada, y los canonistas no dejaron de fijar la victoria pontificia como una norma a la cual se podra fcilmente recurrir en casos anlogos en los siglos sucesivos.

    Como Lotario se deba quedar con Teutberga, con quien la vida matrimonial era un martirio, pidi la anulacin del matrimonio. Nicols I permaneci inflexible hasta su muerte en el 867. El siguiente Papa, Adriano II (867-872), era ms condescendiente y se declar dispuesto a absolver a Waldrada de la excomunin y a discutir el caso de nuevo en un concilio romano que se deba celebrar en el 870. Pero Lotario muri de malaria en 869 y las dos rivales se retiraron a dos distintos monasterios.