El Papel de Los Experimentos Cruciales en La Ciencia

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  • 7/25/2019 El Papel de Los Experimentos Cruciales en La Ciencia

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    KRK Ediciones SL

    Luis Manuel Valds-Villanueva

    EL PAPEL DE LOS EXPERIMENTOS CRUCIALES EN CIENCIA

    Author(s): Imre Lakatos and Diego RibesSource: Teorema: Revista Internacional de Filosofa, Vol. 5, No. 3/4 (1975), pp. 383-406

    Published by: Luis Manuel Valds-VillanuevaStable URL: http://www.jstor.org/stable/43045874

    Accessed: 30-04-2016 20:46 UTC

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    EL P PEL DE LOS EXPERIMENTOS

    CRUCIALES EN CIENCIA *

    Imre Lakatos

    Qu y cmo, exactamente , aprendemos acerca de teoras

    cientficas por medio del experimento? El trmino experimen-

    to crucial sugiere que se aprende ms de unos experimentos

    que de otros. Hay una inmensidad de experimentos que no

    han sido registrados nunca, y de entre los registrados y pu-

    blicados la mayor parte se olvidan y quedan sepultados en

    los anales de la ciencia sobre polvorientas estanteras, para

    no ser, posiblemente, examinados nunca ms.

    Entonces, de qu clase de experimentos se aprende? Hay

    varias teoras del aprendizaje, rivales entre s, que definen

    dicha clase de forma muy diferente. 1

    Segn los inductivistas estrictos, un experimento es bsico

    (ms bien que 'crucial') si es posible inducir de l alguna ley

    importante de la naturaleza. Los lgicos que negaron validez

    t Este ensayo apareci publicado originalmente en la revista in-

    glesa Studies in History and Philosophy of Science , vol. 4 (1974),

    no. 4, pp. 309-25. Agradecemos a Editorial Macmillan Miss Gillian

    Page el amable permiso para publicar en Teorema la presente ver-

    sin castellana.

    * Este artculo fue escrito como una conferencia para el Coloquio

    Internacional sobre el Significado y Papel de la Filosofa y la Ciencia

    en la Sociedad Contempornea, que tuvo lugar en la Universidad

    del Estado de Pennsylvania, septiembre de 1971. Lo prepar basn-

    dome en mis escritos (1968 a), (1968 b), (1970), (1971 a) y (1971 b).

    Respecto a los puntos que aqu sean examinados precipitadamente o

    en forma simplificada, el lector puede consultar en estos artculos

    una exposicin detallada de los mismos.

    1 Aprender de la experiencia es una idea normativa; todas las

    teoras que voy a examinar tienen carcter normativo. Por otra parte,

    a todas las teoras puramente empricas del aprendizaje se les escapa

    el ncleo del problema. Cf. mi (1970), p. 123, texto de la nota 2 a

    pie de pgina.

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    384 El papel de los experimentos cruciales

    a las generalizaciones inductivas, concibieron de modo dife-

    rente la fuerza del experimento 'crucial' para asegurar la ver-

    dad de una teora cientfica. Algunos pensaron que era posi-

    ble enumerar a priori todas las posibles teoras rivales, y

    consideraron 'cruciales' los experimentos que refutaban an-1

    teoras rivales y que, en consecuencia, probaban la n-sima

    teora. Es la razn quien hace conjeturas, y el experimento

    quien disprueba o prueba. Pero, como sealaron muchos

    escpticos, las teoras rivales constituyen siempre una serie

    infinita y, por lo tanto, el poder probativo del experimento se

    desvanece. No se puede aprender de la experiencia la verdad

    de ninguna teora cientfica, slo se puede aprender, a lo

    sumo, su falsedad: las instancias confirmadoras no poseen

    ningn valor epistmico.

    Pero son todas las teoras irrefutadas igualmente conje-

    turales? Para algunos autores, la respuesta a esta pregunta

    es afirmativa. Para otros, unas teoras son ms probables que

    otras. Tales valores de probabilidad se calculan por los lgi-

    cos inductivos modernos a modo de definiciones de situacio-

    nes (estados de cosas) posibles que descansan necesariamente

    sobre fuertes supuestos. Una vez estipulados dichos supues-

    tos, cada instancia confirmadora adquiere cierta relevancia

    epistmica, muy pequea, para la probabilidad de las teoras.

    Otra posibilidad propuesta consista en negar status pro-

    bativo a cualquier teora, y calcular en cambio su verosimili-

    tud contando el nmero de los rivales serios que la teora en

    cuestin hubiese derrocado: por este camino no se sabe hasta

    qu punto aprendemos de la humana imaginacin (inventando

    nuevas teoras y diseando experimentos cruciales) y hasta

    qu punto aprendemos de la naturaleza, pues la caracterstica

    ms anti-intuitiva de esta teora del aprendizaje estriba en

    que otorga un enorme galardn a la invencin de nuevas al-

    ternativas falsas: el grado de corroboracin puede constituir

    la marca de la perversa inventiva de la mente humana ms

    que de la verosimilitud de una teora en tanto que depen-

    diente de la naturaleza.

    Es posible, por lo menos, aprender del experimento que

    algunas teoras son falsas? He mostrado en otras ocasiones y

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    defender de nuevo aqu que no es posible. Fries seal que

    ninguna proposicin puede ser probada por los hechos, pero

    incluso si tuviramos que aceptar como verdaderas , por deci-

    sin metodolgica, ciertas proposiciones tactuales, la hipte-

    sis convencionalista de la nunca rechazable posibilidad de

    operaciones de rescate muestra que las dispruebas de teoras

    especficas son imposibles. No se puede aprender de la expe-

    riencia la falsedad de teora alguna.

    Dos filsofos, Grnbaum y Popper, intentaron salvar el

    falsacionismo (y la teora falsacionista del aprendizaje) de

    este impasse . Grnbaun (1969) y (1971) cedi considerable-

    mente ante los argumentos convencionalistas de que las teo-

    ras no pueden ser refutadas de modo concluyente.

    La nica afirmacin que contina manteniendo parece

    ser la de que se puede aprender acerca de la alta probabilidad

    de la falsedad de algunas teoras cientficas. Y, despus de

    enumerar algunos ejemplos interesantes en los que las falsa-

    ciones fueron ignoradas o examinadas y revisadas, deja com-

    pletamente abierta la cuestin de la evaluacin emprica de

    la mayor parte de teoras cientficas. En tal caso, aprender

    de la experiencia constituye un asunto confuso. Incluso para

    sostener su restringida afirmacin - de que algunas teoras

    cientficas son faisables - necesita mostrar: (1) que algunas

    proposiciones f actuales ('bsicas') son seguras; y (2) que al-

    gn conocimiento de base puede ser tan altamente probable

    como para ser verdadero 'fuera de toda duda razonable'. No

    veo cmo Grnbaun pueda mostrar ninguno de los dos pun-

    tos. Por otra parte, Popper ofrece una solucin distinta y, en

    verdad, general. Acepta que todas las proposiciones cient-

    ficas, bsicas o universales, son igualmente conjeturales; a

    continuacin especifica un 'juego de la ciencia' por el que se

    'aceptan' algunas de estas proposiciones y se 'rechazan' otras.

    El juego popperiano de la ciencia se rige primordialmen-

    te por la mxima moral de que no es lcito seguir adhirindose

    a las propias teoras ante la presencia de evidencia desfavo-

    rable; el convencionalismo es moralmente incorrecto: se debe

    aprender de la experiencia. Sin embargo, al final de su obra

    clsica Logik der Forschung ofrece una metodologa sin una

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    epistemologa o teora del aprendizaje, y confiesa de modo

    explcito que su metodologa puede extraviarnos epistemol-

    gicamente, y, de modo implcito, que las estratagemas ad hoc

    podran conducirnos a la verdad. 2

    El 'juego de la ciencia' de Popper (o 'lgica del descubri-

    miento cientfico', o 'metodologa', o 'sistema de evaluacio-

    nes', o 'criterio de demarcacin', o 'definicin de ciencia' 3)

    constituye un conjunto de criterios o standards para las teo-

    ras cientficas. 4

    La lgica del descubrimiento de Popper contiene 'pro-

    puestas' y 'convenciones' sobre cundo una teora debera

    tomarse en serio (cuando pudiera ser, y de hecho lo haya

    sido, ideado un experimento crucial contra ella) y cundo

    una teora debera rechazarse (cuando haya sucumbido a una

    prueba). En la lgica del descubrimiento de Popper - como

    en la de Pascal, Bernard, o Grnbaum - las teoras cientfi-

    cas no estn basadas en, establecidas sobre o 'probabilizadas'

    por, los hechos; sino que ms bien son eliminadas por ellos.

    El progreso consiste en una confrontacin revolucionaria, in-

    cesante y despiadada, de teoras especulativas audaces y

    observaciones repetibles, y de la fulminante eliminacin sub-

    secuente de las teoras vencidas: 'El mtodo de ensayo y error

    es un mtodo para eliminar teoras falsas por medio de enun-

    ciados observacionales'. 5 'Las conjeturas son audazmente

    propuestas para su ensayo, para ser eliminadas si chocan con

    las observaciones . 6 Se concibe la historia de la ciencia como

    2 Estas dificultades slo pueden 'resolverse', como he defendido

    en mi (1968 a) y (1971), por una superposicin a dicho juego de la

    ciencia de algn 'principio inductivo' - meramente propuesto. A ni-

    vel epistemolgico no ha habido ningn progreso en la controversia

    escptico-dogmtica desde Pirrn y Hume. En particular, la contri-

    bucin de Popper a la solucin del problema de la induccin, en

    contra de sus afirmaciones, es nula.

    3 Esta profusin de sinnimos ha resultado ser bastante confusa.

    4 Conviene sealar de pasada, que el problema de los criterios

    es completamente ajeno a la 'hermeneutica', expuesta de modo tan

    vigoroso en estas conferencias por el profesor Apel.

    5 Popper (1963), 56; el subrayado es del mismo Popper.

    Popper, (1963), 46.

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    una serie de duelos entre teora y experimento, duelos en los

    que slo los experimentos pueden ganar victorias decisivas. El

    terico propone una teora cientfica; algunos enunciados b-

    sicos la contradicen; si uno de estos enunciados es 'acepta-

    do', 7 la teora queda 'refutada' y debe rechazarse; una nueva

    teora ha de ocupar su lugar. 'Quien en ltimo trmino decide

    el destino de una teora es el resultado de una prueba, i.e.

    un acuerdo sobre enunciados bsicos'. 8 A Popper le consta,

    por supuesto, que siempre se prueban amplios sistemas de

    teoras, y no teoras aisladas. Pero no cree que este hecho

    suponga una dificultad insuperable: sugiere que es posible

    convertir qu parte de un tal sistema es el responsable de la

    refutacin (es decir, qu parte ha de considerarse falsa), ayu-

    dados tal vez por pruebas independientes de algunos frag-

    mentos del sistema. Este tipo de convencin es absolutamente

    indispensable en la filosofa de Popper: si estuviera permitido

    corregir las refutaciones en todo momento, al margen de las

    condiciones iniciales, nunca habra necesidad de rechazar nin-

    guna teora mayor. 9

    A Popper no le satisfacen las pruebas diseadas para

    probar amplios sistemas: solicita del cientfico que especifi-

    que, de antemano, los experimentos que conduciran, si su

    resultado es negativo, a la falsacin del autntico ncleo del

    sistema. 10 Exige del cientfico que especifique por adelantado

    bajo qu condiciones experimentales estara dispuesto a aban-

    donar sus presupuestos ms bsicos. 11 Esta exigencia moral,

    en realidad, constituye el punto capital del 'criterio de demar-

    cacin' de Popper o, para emplear otro trmino, de su defi-

    nicin de ciencia. 12

    7 Para las condiciones de aceptacin de enunciados bsicos, cf.

    Popper (1935), Seccin 22, y mi (1970), 107-8.

    8 Popper (1935), Seccin 30.

    9 Grnbaum detesta, con toda seguridad, este convencionalismo

    popperiano. Por esta razn intenta - a mi modo de ver, sin xito-

    conceder valor epistmico tanto a los enunciados bsicos como al

    conocimiento de presuposicin.

    10 Para referencias, cf. notas 23 y 42.

    11 Cf. texto de nota 32. Adems mi (1970), 107.

    12 Cf. mi (1970), 109. Para un interesante examen, cf. Musgrave

    (1968).

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    388 El papel de los experimentos cruciales

    El mejor modo de formular la definicin popperiana de

    ciencia es hacerlo en trminos de 'convenciones' y de 'reglas'

    que gobiernan el * juego de la cienci. 13

    La jugada de salida debe ser una hiptesis consistente y

    faisable : a saber, una hiptesis consistente cuyos falsadores

    potenciales estn convenidos. Un falsador potencial es 'un

    enunciado bsico' cuyo valor de verdad es decidible por me-

    dio de las tcnicas experimentables disponibles. El jurado

    cientfico ha de acordar por unanimidad que existe una tc-

    nica experimental que hace posible asignar un valor de ver-

    dad al 'enunciado bsico'. (La unanimidad puede conseguirse,

    por supuesto, excluyendo a la minora como pseudo-cientfi-

    cos o como poco serios. 14)

    La siguiente jugada consiste en la realizacin de la prueba

    en un experimento controlado, 15 y la segunda decisin del

    jurado sobre qu valor de verdad efectivo (verdad o falsedad)

    hay que atribuir al falsador potencial. (Si esta segunda deci-

    sin no es unnime, hay dos jugadas posibles: o el falsador

    potencial debe ser retirado y, a menos que se encuentre otro

    13 Popper (1935), Seccin 11 y 85. El primer prrafo de las sec-

    cin 11 explica la razn del ttulo The Logic of Sdentine Discovery

    y vale la pena citarlo:

    Las reglas metodolgicas se consideran aqu como convenciones.

    Deberan describirse como reglas de juego de la ciencia emprica. Se

    diferencian ms de las reglas de la lgica pura que de las reglas del

    ajedrez, que pocos estarn dispuestos a considerar como una parte

    de la lgica pura; teniendo en cuenta que las reglas de la lgica pura

    rigen las transformaciones de frmulas lingistas, el resultado de una

    investigacin de las reglas del ajedrez quizs podra llamarse La

    Lgica del Ajedrez , pero difcilmente Lgica pura y simple. (De modo

    semejante, el resultado de una investigacin de las reglas del juego

    de la ciencia - es decir, del descubrimiento cientfico - puede titu-

    larse La Lgica del Descubrimiento Cientfico.)

    14 Me temo que Popper no fue completamente consciente de

    esta implicacin; aunque menciona, como si se tratase de una cues-

    tin de hecho, que estos frivolos 'no entorpecen de modo serio el

    trabajo de las varias instituciones sociales que se han constituido para

    promover la objetividad cientfica... (Popper (1945), II, 218). Un

    poco ms adelante prosigue: 'Slo el poder poltico... puede perjudi-

    car (su) funcionamiento...' (cf. Tambin su (1957 a), 32). Lo dudo.

    15 Para el concepto de 'experimento controlado' cf. mi (1970),

    111, nota 6.

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    que lo sustituya, ha de anularse la jugada de salida; o bien,

    alternativamente, la minora disidente del jurado debe ser

    declarada frivola y excluirse del jurado. 16

    Si el segundo veredicto es negativo ; y se rechaza el fal-

    sador potencial, entonces la hiptesis se declara 'corroborada',

    lo que slo significa una invitacin a ulteriores comprobacio-

    nes. Si el segundo veredicto es positivo , y se acepta el falsador

    potencial, entonces se declara 'falsada' la hiptesis, lo que

    quiere decir que queda rechazada , 'destruida', 'vencida' y

    enterrada con honores militares. 17

    (En 1960, Popper introdujo una nueva regla: la pompa

    militar slo podr otorgarse a una hiptesis eliminada si,

    antes de su falsacin, fue corroborada por lo menos una vez,

    en un experimento diferente.) 18

    Despus del sepelio se introduce una hiptesis nueva.

    Ahora bien, esta nueva hiptesis debe explicar el xito par-

    c/al, si es que tuvo alguno, de su predecesora y algo ms. No

    se permitir que una hiptesis, aunque nueva en sus aspec-

    tos intuitivos, sea propuesta, a menos que tenga ms con-

    tenido emprico nuevo que su predecesora. Si no posee tal

    contenido adicional, el juez la declarar 'ad hoc ' y propondr

    que sea rechazada. Si la nueva hiptesis no es ad hoc , se

    seguir con ella el procedimiento standard para hiptesis

    faisables, como ha sido descrito hace un momento. 19

    Este 'juego de la ciencia' si se practica con correccin,

    'progresar' en el sentido de que las teoras sucesivamente

    propuestas poseern una generalidad (o 'contenido emprico')

    creciente; las teoras plantearn cuestiones cada vez ms pro-

    fundas sobre el universo. 20

    Del mismo modo que las reglas del ajedrez no explican

    por qu algunas personas practican el juego y dedican sus

    16 Cf. nota 14.

    17 Popper (1935), Secciones 3 y 4.

    Popper (1963), 242-5.

    19 Siguiendo la nueva regla de Popper indicada en la nota ante-

    rior, las reglas de anti-adhoccidad pueden ser precisadas; y se ha de

    distinguir entre ad hocx y ad hoc2 ; cf. mi (1968 a), 375-90, en par-

    ticular 389, nota 1.

    20 Popper (1905), Seccin 85, ltima afirmacin.

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    390 El papel de los experimentos cruciales

    vidas a l; las reglas de la ciencia no explican por qu algunas

    personas practican el juego de la ciencia y dedican sus vidas

    a ella. Las reglas deciden si una jugada particular es 'correcta*

    (o 'cientfica') o no lo es, pero guardan silencio sobre si

    el juego como un todo es algo 'correcto' (o 'racional') o no

    lo es. Las reglas no dicen nada acerca de los motivos (psi-

    colgicos) de los jugadores o del objetivo (racional) del juego.

    Se puede practicar el juego como un autntico juego y gozarlo

    por s mismo, sin preocuparse de su objetivo o sin ser cons-

    ciente de los motivos por los que se practica.

    Las reglas del juego son convenciones , y pueden formu-

    larse en trminos de una definicin. 21 Cmo puede criticarse

    una definicin si se la interpreta nominalisticamente? 22 En

    tal caso, una definicin es una simple abreviatura, una tauto-

    loga. Pero, qu se puede criticar de una antologia? Popper

    defiende que su definicin de ciencia es 'til' y 'fecunda':

    'un gran nmero de cuestiones pudeen clarificarse y expli-

    carse con su ayuda'. Y cita a Menger: 'Las definiciones son

    dogmas; slo las conclusiones derivadas de ellas pueden apor-

    tar nuevas apreciaciones'. 23 Pero, cmo puede una defini-

    cin poseer poder explicativo o aportar nuevas apreciaciones?

    La respuesta de Popper es sta: 'Slo por las consecuencias

    de mi definicin de ciencia emprica, y por las decisiones

    metodolgicas que dependen de dicha definicin, podr com-

    prender el cientfico hasta qu punto esta definicin se con-

    forma a su idea intuitiva de la meta de sus esfuerzos . 24

    Esta respuesta encaja con la posicin general de Popper

    de que las convenciones pueden criticarse examinando su

    'plausibilidad' respecto de algn propsito: 'En cuanto a

    la plausibilidad de cualquier convencin, las opiniones pue-

    den discrepar y una discusin razonable de estas cuestio-

    nes slo es posible entre partes que tengan algn propsito

    comn.

    21 Cf. Popper (1935), Secciones 4 y 11.

    22 Para un excelente examen de la distincin entre nominalismo

    y realismo (o como Popper prefiere llamarlo, esencialismo ) en la

    teora de las definiciones, cf. Popper (1945), Cap. 11, y (1963), 20.

    23 (Popper, 1905), Seccin 11, p. 53.

    2* Ibid., p. 53.

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    El papel de los experimentos cruciales 391

    La eleccin del propsito... escapa a la argumentacin

    racional' 25 Popper no especifica en su Logik der Forschung

    ningn propsito del juego de la ciencia que trascienda lo

    que est contenido en sus reglas.

    La idea de que el objetivo de la ciencia es la verdad , apa-

    rece por primera vez en sus escritos en 1957. 26 Enu su Logik

    der Forschung , la bsqueda de la verdad podra ser un

    motivo psicolgico de los cientficos - pero no constituye

    un propsito racional de la ciencia. 27

    Incluso en los escritos posteriores de Popper no se en-

    cuentra ninguna sugerencia de cmo evaluar un conjunto

    consistente de reglas (o criterio de demarcacin) bajo el as-

    pecto de qu conduzca con ms xito a la verdad que otro.

    En realidad, la tesis de que es imposible un argumento que

    combine mtodo y xito, ha sido una pieza fundamental de

    la filosofa de Popper desde 1920 a 1971. En consecuencia,

    he de concluir que Popper no ofreci una teora de la crtica

    racional de convenciones consistentes. No contesta a la pre-

    gunta: 'Bajo qu condiciones estara usted dispuesto a aban-

    donar su criterio de demarcacin?9. 28

    Sin embargo, la pregunta puede contestarse. Dar mi res-

    puesta en dos etapas : En primer lugar una respuesta ingenua,

    despus otra ms sofisticada. Empiezo por recordar cmo

    lleg Popper, segn explicacin propia, a su criterio. Pen-

    saba, como la mayor parte de los mejores cientficos de su

    poca, que la teora de Newton, aunque refutada, haba sido

    un logro cientfico maravilloso; que la teora de Einstein era

    todava mejor; y que la astrologia, el freudismo, y el mar-

    xismo del siglo XX eran pseudocientficos. Su problema con-

    25 Popper (1953), Seccin 4.

    26 Popper (1957 b).

    27 Popper, en 1935 denomin a la busqueda de la verdad el

    motivo (no-cientfico) ms fuerte* (1935), Secc. 85.

    28 Esta omisin es de la mxima importancia puesto que Popper

    mismo ha expresado algunas restricciones a su criterio. Por ejemplo,

    en su (1963) describe al 'dogmatismo', a saber, el tratar las anomalas

    como una especie de ruido de fondo , como algo necesario hasta

    cierto punto (p. 49). Pero en la pgina siguiente identifica a tal

    'dogmatismo' con la 'pseudociencia'. Es pues, la pseudociencia nece-

    saria hasta cierto punto? Cf. adems mi (1970), 177, nota 3.

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  • 7/25/2019 El Papel de Los Experimentos Cruciales en La Ciencia

    11/25

    392 El papel de los experimentos cruciales

    sista en encontrar una definicin de ciencia de la que se

    siguiesen tales 'juicios bsicos* relativos a cada una de las

    mencionadas teoras. Aceptemos provisionalmente el meta-

    criterio de que una teora de la racionalidad - o criterio de

    demarcacin - ha de ser rechazada si est en contradicin

    con los ' juicios de valor bsicos 9 de la comunidad cientfica . 29

    En realidad, esta regla metametodolgica parece correspon-

    derse con la regla metodolgica falsacionista de que una

    teora cientfica ha de ser rechazada si es inconsistente con

    un enunciado bsico ('emprico') unnimamente aceptado por

    la comunidad cientfica.

    Toda la metodologa de Popper descansa sobre el punto

    polmico de que hay (relativamente) enunciados singulares

    sobre cuyo valor de verdad los cientficos pueden alcanzar

    consentimiento unnime; sin tal consentimiento habra una

    'nueva Babel' y 'el sublime edificio de la ciencia pronto yace-

    ra en ruinas'. 30 Ahora bien, aun cuando exista acuerdo sobre

    enunciados 'bsicos', pero, por otra parte, no se d ningn

    acuerdo sobre cmo evaluar los resultados cientficos relati-

    vos a esta 'base emprica', no yacera igualmente pronto en

    ruinas el sublime edificio de la ciencia? Sin duda que s.

    Sorprendentemente, mientras que ha habido poco acuerdo

    respecto de un criterio universal del cartec cientfico de las

    teoras, ha habido considerable acuerdo en los dos ltimos

    siglos respecto de resultados particulares. Mientras que no

    se ha dado ningn consentimiento general sobre una teora

    de la racionalidad cientfica, ha habido consentimiento con-

    siderable sobre la racionalidad de un paso particular del

    juego - Fue cientfico o no? En consecuencia, una defini-

    cin general de ciencia debe reconstruir los juegos recono-

    cidamente mejores y las tcticas de mayor crdito cientfico;

    si la definicin fracasa en esta tarea, ha de ser rechazada. 31

    29 El trmino 'juicios de valor bsicos* suena mejor en alemn:

    normative Basisstze.

    30 Popper (1905), Seccin 29.

    31 Esta afirmacin no significa que pensemos que los juicios

    bsicos* de los cientficos sean indefectiblemente racionales. Slo

    quiere decir que los aceptamos con el fin de criticar definiciones uni-

    versales de ciencia. (Si aadimos a esto que no se ha encontrado un

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  • 7/25/2019 El Papel de Los Experimentos Cruciales en La Ciencia

    12/25

    El papel de los experimentos cruciales 393

    Ahora bien, si se aplica este meta-criterio (que voy a

    rechazar despus ), el criterio de demarcacin falsacionista

    debe ser rechazado .

    El criterio de demarcacin falsacionista, en efecto, puede

    ser 'falsado' con facilidad mostrando que, a la luz del men-

    cionado meta-criterio, los mejores logros de la ciencia fueron

    acientficos y que los mejores cientficos, en sus momentos

    ms grandes, transgredieron las reglas falsacionistas de la

    ciencia.

    En la versin popperiana del falsacionismo, la regla b-

    sica es que el cientfico debe especificar por adelantado bajo

    qu condiciones experimentales estara dispuesto a bando-

    nar incluso sus supuestos ms bsicos: 'Los criterios de refu-

    tacin han de ser establecidos de antemano: debe acordarse

    qu situaciones observables, si llegan a observarse realmente,

    implicaran que la teora quedaba refutada. Pero qu tipo

    de reacciones clnicas refutaran a satisfaccin del analista

    no meramente un diagnstico particular sino al psicoanlisis

    mismo? Han sido examinados o acordados tales criterios

    por los analistas? 32 En el caso del psicoanlisis Popper tena

    tal criterio universal y que no ser encontrado nunca, tenemos la

    escena preparada para la concepcin de Polanyi de la autocracia,

    cerrada y sin leyes, de la ciencia.

    La idea de este meta-criterio puede ser considerada una autoapli-

    cacin 'cuasi-emprica' del falsacionismo popperiano. Yo haba intro-

    ducido con anterioridad tal carcter de cuasi-empiricida en el

    contexto de la filosafa matemtica. Se puede hacer abstraccin de

    lo que fluye por los canales lgicos de un sistema deductivo, si es

    algo cierto o falible, si es verdad y falsedad o probabilidad e impro-

    babilidad, o incluso si es moral o cientficamente deseable o no: es

    el cmo del flujo quien decide si un sistema es negativista, 'cuasi-

    emprico', dominado por modus tollens o si, por el contrario, es jus-

    tificacionista, 'cuasi-euclidiano', regido por modus ponens. Cf. mi

    (1967). Este planteamiento cuasi-emprico puede aplicarse a cual-

    quier tipo de conocimiento normativo, por ejemplo a la tica y est-

    tica, como ha sido hecho ya por Watkins en su (1963) y (1967). Pero

    ahora prefiero otro planteamiento.

    32 Popper (1963), 38, nota 3; el subrayado es mo. Esto, clara-

    mente, equivale a su famoso 'criterio de demarcacin' entre ciencia

    y pseudociencia - o 'metafsica', como dice Popper. (Para este punto,

    c/. tambin Agassi (1964), Secc. VI).

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  • 7/25/2019 El Papel de Los Experimentos Cruciales en La Ciencia

    13/25

    394 El papel de los experimentos cruciales

    razn: no se ha dado ninguna respuesta. Los freudianos se

    han visto en apuros a causa del reto popperiano relativo a

    la honestidad cientfica. Se han negado a especificar condi-

    ciones experimentales bajo las que abandonaran sus supues-

    tos bsicos. Para Popper ello constituye el signo de su des-

    honestidad cientfica. Pero qu sucede si hacemos la pregunta

    de Popper al cientfico newtoniano: 'Qu tipo de observa-

    cin refutara, a satisfaccin del newtoniano, no meramente

    una explicacin particular newtoniana, sino la dinmica de

    Newton y la teora misma de la gravitacin? Han sido tales

    criterios examinados o acordados alguna vez por los new-

    tonianos? 'A duras penas sera capaz el newtoniano de dar

    una respuesta positiva. 83 Pero entonces si los psicoanalistas

    han de ser condenados como deshonestos por los standards

    de Popper, no deben serlo tambin los newtonianos?

    Ciertamente Popper podra abdicar de su famoso desafo

    y exigir falsabilidad - y rechazo por falsacin - solo para

    sistemas de teoras, incluyendo las condiciones iniciales y

    todo tipo de teoras auxiliares y observacionales. Ello su-

    pondra una retraccin considerable, pues permite a la ima-

    ginacin del cientfico salvar una teora preferida por medio

    de afortunadas alteraciones en algn recoveco accidental del

    laberinto terico. Pero, incluso mitigada, la regla de Popper

    hara imposible la vida de los cientficos ms brillantes.

    Pues en un programa de investigacin amplio hay siempre

    anomalas conocidas: por lo general, el investigador las mar-

    gina y sigue la heurstica positiva del programa. 34 Normal-

    mente, el investigador centra su atencin ms en la heurstica

    positiva que en las anomalas, que producen distracciones,

    y espera que las 'instancias recalcitrantes' se convertirn en

    instancias confirmadoras a medida que el programa progre-

    se. Segn los trminos de Popper, incluso los mayores cien-

    tficos hacen uso de tcticas prohibidas, de estratagemas ad

    hoc: en lugar de considerar el perihelio anmalo de Mer-

    curio como una falsacin de la teora Newtoniana de nuestro

    sistema planetario y, por tanto, como una razn para su

    33 Cf. mi (1970), 100-1.

    84 C/. mi (1970), en particular 135 ss.

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  • 7/25/2019 El Papel de Los Experimentos Cruciales en La Ciencia

    14/25

    El papel de los experimentos cruciales 395

    rechazo, la mayor parte de ellos la archivaron como una

    instancia problemtica a ser resuelta en un estudio posterior

    - se ofrecieron soluciones ad hoc . Esta actitud metodolgica

    de tratar como anomalas lo que Popper considerara contra

    ejemplos es comnmente aceptada por los mejores cientfi-

    cos. Algunos de los programas de investigacin que ahora

    disfrutan de la mayor estima por parte de la comunidad

    cientfica progresaron en medio de un ocano de anoma-

    las. 35 El rechazo por Popper de toda esta obra como irracio-

    nal ('acrtica') implica - al menos sobre la base de nuestro

    meta-criterio cuasi-Polanyiita - una falsacin de su defini-

    cin.

    Adems, para Popper, un sistema inconsistente no pro-

    hibe ningn estado de cosas observable y trabajar en l debe

    considerarse invariablemente como irracional: un sistema

    auto-contradictorio debe ser rechazado . . . [porque] es no-

    informativo . . . Ningn enunciado puede ser seleccionado . . .

    puesto que todos son derivables'. 36 Pero en tales casos, la

    regla de los mejores cientficos suele ser: ' Allez en avant et

    la foi vous viendra ' 37 Esta regia anti-popperiana proporcio-

    n un refugio al clculo infinitesimal perseguido por el obispo

    Berkeley, y a la teora ingenua de conjuntos durante el

    perodo de las primeras paradojas. En realidad, si el juego

    de la ciencia hubiera sido practicado segn el reglamento de

    Popper, el escrito de Bohr de 1913 nunca se hubiera publi-

    cado, porque estaba injertado de modo inconsistente sobre la

    teora de Maxwell, y las funciones delta de Dirac hubiesen

    sido suprimidas hasta Schwartz.

    En general, tanto Popper como Grnbaum, sobrevaloran

    extraordinariamente la fuerza destructora inmediata de la cr-

    tica puramente negativa, ya sea emprica o lgica.

    Una vez haya sido descubietro un error, o una contradic-

    cin, no hay evasin verbal posible: puede probarse y no

    hay ms que decir'. 38 Grnbaum parece pensar que el 'resul-

    35 Ibid., p. 138 ss.

    36 Cf. Popper (1905), sec. 24.

    37 Cf. mi (1970), en particular 140 ss.

    38 Popper (1959), 394. Contina as: 'Frege no intent maniobras

    evasivas al recibir la crtica de Russell'. Pero, s que las intent. (Cf.

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  • 7/25/2019 El Papel de Los Experimentos Cruciales en La Ciencia

    15/25

    396 El papel de los experimentos cruciales

    tado negativo' del experimento de Michelson-Morley desem-

    pe un papel lgico cricual en la gnesis de la teora de la

    relatividad. 39 Pero ya he mostrado que, antes de la emer-

    gencia de la teora de la relatividad, el experimento de Mi-

    chelson-Morley no fue, en ningn sentido 'lgico', un 'resul-

    tado negativo' para la fsica clsica. 40

    De este modo algunas de las evaluaciones 'bsicas' de la

    lite cientfica falsean la definicin falsacionista de ciencia

    y la moralidad falsacionista.

    Yo he intentado corregir la definicin falsacionista de

    ciencia de modo que no excluya tcticas esenciales de la

    ciencia real. Intent llevar a cabo tal correccin, cambiando

    el problema de evaluar teoras por el problema de evaluar

    series histricas de teoras, o, mejor, de ' programas de inves-

    tigacin', y cambiando las reglas falsacionistas del rechazo

    de teoras .

    En primer lugar, se pueden ' aceptar* como convenciones

    no slo enunciados bsicos, sino tambin enunciados univer-

    sales: en realidad, ello representa la gua ms importante en

    la continuidad del desarrollo cientfico . 41 La unidad bsica

    de evaluacin no debe ser una teora aislada o una conjun-

    cin de teoras sino un programa de investigacin, con un

    ncleo slido convencionalmente aceptado (y en consecuen-

    cia, por decisin provisional, 'irrefutable'), y con una heurs-

    Postcript de Frege a la segunda edicin de su Grundgesetze .) Esta

    equivocacin historiogrfica se relaciona con la primitiva supercon-

    fianza de Popper en la no-ambigedad del razonamiento matemtico.

    Cf. tambin mi (1968 a), 357, nota 2.

    39 E.g. Grnbaum (1963), c. 12.

    40 Cf. mi (1970), 159-65. [Aadido en imprenta.] Cf. tambin

    Zahar (1973), y la discusin que sigui en The British Journal for

    the Philosophy of Science en 1974.

    41 Popper no acepta esto: 'hay una enorme diferencia entre mi

    posicin y el convencionalismo. Yo afirmo que lo que caracteriza el

    mtodo emprico es precisamente esto: nuestras convenciones deter-

    minan la aceptacin de enunciados singulares, no de enunciados uni-

    versales '. (Popper (1935), Seccin 30.)

    Tambin Grnbaum rechaza la idea de tratar las teoras como

    convenciones.

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  • 7/25/2019 El Papel de Los Experimentos Cruciales en La Ciencia

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    El papel de los experimentos cruciales 397

    tica positiva que define problemas, prev anomalas y las

    convierte victoriosamente en ejemplos segn un plan pre-

    concebido. El cientfico anota las anomalas, pero mientras

    el programa de investigacin mantenga su fuerza, las ignora.

    Es primordialmente la heurstica positiva de su programa,

    no las anomalas, quien determina la eleccin de sus proble-

    mas. Slo cuando la fuerza motriz de su heurstica positiva

    se debilite, puede prestarse ms atencin a las anomalas.

    (La metodologa de programas de investigacin explica de

    esta forma la relativa autonoma de la ciencia terica; ca-

    denas desconectadas de conjeturas y refutaciones no pueden

    ofrecer dicha explicacin.)

    (Segn mi planteamiento, se aprende de la experiencia

    primariamente a travs de algunas instancias verificadoras,

    pero aprender es un proceso muy complicado y terico. Para

    los falsacionistas slo se aprende de las instancias negativas.

    Como escribi Agassi en 1964: 'Aprender de la experiencia

    es aprender de una instancia refutadora. La instancia refu-

    tadora deviene as una instancia problemtica (p. 201). En

    1969 Agassi subray de nuevo que 'se aprende de la expe-

    riencia por medio de refutaciones' (p. 169), y aade que

    slo es posible aprender por refutacin pero no por corrobo-

    racin (p. 167). Pero sta es una teora muy pobre del

    aprendizaje por experiencia. 42 Feyerabend (1969) dice que

    ' las instancias negativas son suficientes en ciencia').

    La evaluacin de grandes unidades, como son los pro-

    gramas de investigacin, en un sentido es mucho ms liberal

    que la evaluacin de teoras de Popper y en otro sentido

    es mucho ms estricta. Esta nueva evaluacin es ms tole-

    rante en el sentido de que permite que un programa de in-

    vestigacin supere enfermedades infantiles, tales como el pro-

    blema de los fundamentos inconsistentes y el de jugadas

    ocasionales ad hoc, e incluso los supuestos experimentos

    'cruciales' negativos, pueden ser consistentes con el desarro-

    llo total de un programa de investigacin. El antiguo sueo

    racionalista de un mtodo mecnico, semi-mecnico o al me-

    nos seguro para desenmascarar los elementos falsos, no-pro-

    42 Cf. mi (1970), 121, nota 1, y 123.

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  • 7/25/2019 El Papel de Los Experimentos Cruciales en La Ciencia

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    398 El papel de los experimentos cruciales

    bados, sin sentido o incluso la eleccin irracional, ha de ser

    abandonado. Pero esta nueva evaluacin es tambin ms

    estricta en el sentido de que exige no slo que un programa

    de investigacin prediga nuevos hechos, sino adems que el

    cinturn protector de sus hiptesis auxiliares est amplia-

    mente construido segn una idea unificadora preconcebida,

    establecida por adelantado en la heurstica positiva del pro-

    grama de investigacin. 43

    Es muy difcil decidir, en especial si no se exige progreso

    en cada paso singular, cundo un programa se ha estancado

    desesperadamente ;o cuando uno de dos programas rivales

    ha conseguido una ventaja decisiva sobre el otro. En este

    sentido ,no puede darse ninguna 'racionalidad instantnea'.

    Ni la prueba de inconsistencia por parte del lgico , ni el

    veredicto de anomala por parte del cientfico experimental

    pueden anular un programa de investigacin de un slo plu-

    mazo .

    El falsacionista slo puede ser 'adivino' despus del even-

    to si desea aplicar el falsacionismo a programas de investiga-

    cin ms que a teoras aisladas. La naturaleza puede gritar

    'No', pero la inventiva humana - en contra de Weyl y Pop-

    per44 - siempre puede gritar ms fuerte. Con la suficiente

    brillantez y algo de suerte, cualquier teora, aunque sea falsa,

    puede defenderse 'progresivamente' durante mucho tiempo.

    En la actualidad Grnbaum admite esto: pero entonces qu

    queda de su falsacionismo? 45

    Pero cundo debera rechazarse una teora particular,

    o un programa de investigacin completo: slo si hay otro

    mejor que lo sustituya. As pues, yo separo la 'falsacin y

    'rechazo' popperianos, cuya conexin constituye la debilidad

    43 En mi (1970) llamo estratagemas ad hoc3 a aquellos desarro-

    llos remendados que no cumplen tales criterios. La primera correccin

    de Planck a la frmula de Lummer-Pringsheim fue ad hoc en este

    sentido. Un ejemplo particularmente bueno es la anomala de Meehl

    (cf. mi (1970)), 175, nota 3, y 176, nota 1. La nocin de 'ad hoc'

    est anticipada en parte en Grnbaum (1964), 1411.

    44 Popper (1935), Seccin 85.

    45 Grnbaum (1971), 126-7.

    4 C/. mi (1968 a), 383-6, mi (1968 b), 162-7, y mi (1970) 116 ss.

    y 165 ss.

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    18/25

    El papel de los experimentos cruciales 399

    principal de su 'falsacionismo ingenuo'. 47 Se aprende no por

    aceptar o rechazar una teora aislada sino por comparar un

    programa de investigacin con otro en cuanto a su progreso

    terico , emprico y heurstico. 48

    Mi modificacin ofrece una descripcin muy diferente del

    juego de la ciencia de la que ofrece Popper. La mejor jugada

    de salida no es una hiptesis faisable (y por tanto consistente),

    sino un programa de investigacin. Las simples 'falsaciones'

    (es decir, las anomalas) son registradas pero no es necesario

    que tengan influencia. Los 'experimentos cruciales ' en el sen-

    tido falsacionista no existen: a lo sumo, son ttulos honor-

    ficos concedidos a ciertas anomalas mucho despus del

    evento cuando un programa ha sido vencido por otro. Segn

    el falsacionista, un experimento crucial se define por un

    enunciado bsico aceptado que contradice a una teora. 49

    Yo defiendo que ningn enunciado bsico por s slo autori-

    za a rechazar una teora. Un choque de este tipo puede re-

    presentar un problema (mayor o menor), pero en ninguna

    circunstancia una 'victoria'. Ningn experimento es crucial

    en la poca en que es llevado a cabo (excepto, tal vez, a

    nivel psicolgico).

    47 Una consecuencia importante es la diferencia entre los anlisis

    de Popper y Griinbaum del 'argumento de Duhem-Quine' y el mo;

    cf. por una parte Popper (1935), ltimo prrafo de la seccin 18 y

    la seccin 19, nota 1; Popper (1957 a), 131-3; Popper (1963), 112,

    nota 26, 238-9 y 243; y Griinbaum (1960), (1969) y (1971); y por

    otra parte, cf. mi (1970), 184-9.

    48 Cf. mi (1970), 132-8. [Aadido en imprenta]: Cf. tambin

    Zahar (1973), 99-104.

    49 Como consecuencia de mi crtica, Popper se retract de su

    posicin. En la actualidad sostiene que slo falsadores 'reales* impor-

    tantes ogligaran a rechazar una teora. Como recientemente ha dicho:

    Xa primera discrepancia real puede refutar [una teora]'. Pero cun-

    do un enunciado bsico aceptado, inconsistente con una teora, es un

    falsador real? Obviamente se trata de un asunto a decidir por la

    lite cientfica. Por ejemplo, segn Popper, el perihelio anmalo de

    Mercurio no fue una discrepancia real . Un planeta trasladndose

    por una cuadrado sera una discrepancia 'real'.

    Hacia 1970, Popper tuvo que elegir: o buscar un criterio de

    demarcacin de programas de investigacin, o convertirse en un

    Polanyiano. Eligi este ltimo camino. (C/. Popper (1971), 9.) Cf.

    tambin la nota 62.

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    19/25

    400 El papel de los experimentos cruciales

    El modelo falsacionista de 'conjeturas y refutaciones', a

    saber, el modelo de ensayo-de-hiptesis seguido de error-

    mostrado-por-experimento, se viene abajo. Una teora slo

    puede ser eliminada por una teora mejor, es decir, por una

    teora que posea contenido emprico adicional respecto del

    contenido corroborado de sus predecesoras. Parte de dicho

    contenido adicional es confirmado ms tarde. Y para dicha

    sustitucin de una teora por otra mejor, la primera no nece-

    sita ser falsada en el sentido ortodoxo del trmino. 50 De

    esta forma el desarrollo y el aprendizaje estn marcados por

    el contenido adicional de instancias verificadoras ms que por

    instancias falsadoras, 51 y la 'falsacin' y el 'rechazo' se con-

    vierten en lgicamente independientes. 52 Popper dice expl-

    citamente que 'antes de que una teora haya sido refutada no

    se puede saber en qu forma tendra que modificarse'. 53

    Segn mi concepcin, el camino es ms bien el opuesto: antes

    de que ima teora haya sido modificada no se puede saber

    en qu forma ha sido 'refutada', y algunas de las modificacio-

    nes ms interesantes se deben a la 'heurstica positiva' de los

    programas de investigacin ms que a las anomalas.

    He ofrecido una falsacin de la teora falsacionista de los

    'experimentos cruciales'. Pero algn oponente podra decir

    que la falsacin de mi nuevo criterio no es mucho ms dif-

    cil que la del criterio de Grnbaum y Popper. Qu sucede

    con el impacto inmediato de los grandes experimentos cru-

    ciales, tales como el de la falsacin del principio de paridad?

    Y qu sucede con los prolongados y vulgares procesos de

    ensayo-y-error que en ocasiones preceden a la proclamacin

    de un programa de investigacin mayor? No se pronunciar

    50 Popper de modo eventual - y Feyerabend sistemticamente -

    subraya el papel catalitico de las teoras alternativas para idear los

    llamados 'experimentos cruciales'. Pero las alternativas no son sim-

    ples catalizadores que pueden suprimirse en la reconstruccin racio-

    nal, sino que son partes necesarias del proceso falsador. (Cf. mi

    (1970), 121, nota 4).

    51 Cf. en particular mi (1970), 120-1.

    52 Cf. mi (1968 a), 385, y mi (1970), 121.

    53 Popper (1963), 51.

    54 Cf. en especial mi (1970), 135-8.

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  • 7/25/2019 El Papel de Los Experimentos Cruciales en La Ciencia

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    El papel de los experimentos cruciales 401

    el juicio de la lite cientfica contra mis reglas universales

    - o mejor, contra cualesquiera reglas universales?

    Prefiero exponer mi respuesta en dos partes. En primer

    lugar, me gustara corregir ligeramente mi meta-criterio pro-

    visional anteriormente formulado, 55 y despus reemplazarlo

    completamente por otro mejor.

    Primero, pues, una ligera correccin. Si una regla uni-

    versal choca con un 'juicio bsico normativo' particular, se

    debera conceder algn tiempo para que la comunidad cien-

    tfica pondere el choque: sta puede abandonar su juicio par-

    ticular y adherirse a la regla general. 56 Estas falsaciones de

    'segundo-orden' no han de ser precipitadas.

    En segundo lugar, si se abandonan los experimentos cru-

    ciales en el mtodo , por qu mantenerlos en un meta-m-

    todo? Se puede con facilidad tener una metodologa, de

    segundo orden, de programas de investigacin metodolgicos

    (como algo opuesto a cientficos): la metodologa de pro-

    gramas de investigacin aplicada a s misma.

    Mientras se sostenga que una teora de la racionalidad ha

    de intentar organizar los juicios de valor bsicos en sistemas

    universales y coherentes, no se ha de rechazar tal sistema

    inemdiatamente, a causa de algunas anomalas u otras incon-

    sistencias. Por otra parte, una buena teora de la racionalidad

    debe anticipar otros juicios de valor bsicos no previstos por

    sus predecesoras o incluso conducir a la revisin de juicios

    de valor bsicos anteriormente aceptados. Una teora de la

    racionalidad se rechaza slo por otra mejor, por una teora

    que, en este sentido cuasi-emprico, represente un cambio

    progresivo . As, este nuevo metacriterio - ms indulgente -

    nos permite comparar lgicas rivales del descubriminteo y dis-

    cernir el desarrollo del conocimiento meta-cientfico .

    Por ejemplo, no es necesario que la teora falsacionista

    de la racionalidad cientfica se considere 'falsada' simplemen-

    te porque choque con juicios bsicos de dirigentes cientficos

    55 Cf. supra , p. 315.

    56 Se da una cierta analoga entre este modelo y el procedimiento

    de apelacin ocasional del cientfico terico, contra el veredicto del

    jurado experimental; cf. mi (1970), 127-31.

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    402 El papel de los experimentos cruciales

    del momento. Por el contrario, segn mi nuevo criterio tal

    teora representa un progreso sobre sus predecesoras justifi-

    cacionistas. Pues, en oposicin a estas predecesoras, rehabi-

    lit el status cientfico de teoras falsadas como la teora del

    flogisto, corrigiendo de este modo un juicio de valor (de los

    historiadores inductivistas) que haba desterrado a esta lti-

    ma teora de la historia de la ciencia autntica a la historia

    de las creencias irracionales. Del mismo modo corrigi la

    evaluacin de la estrella errante de los aos 1920: de la

    teora de Bohr-Kramers-Slater. 57 A la luz de la mayor parte

    de las teoras justificacionistas de la racionalidad, la historia

    de la ciencia es, a lo sumo, una historia de los preludios

    precientficos de alguna historia futura de la ciencia. 58 La

    metodologa falsacionista capacita al historiador para inter-

    pretar como racionales mayor nmero de juicios de valor

    reales (considerados en su poca) de la historia de la ciencia;

    el falsacionismo supuso un progreso comparado con el induc-

    tivismo.

    Por otra parte, espero que mi metodologa sea vista a su

    vez - sobre la base del criterio que he especificado - como

    otro paso hacia adelante. Pues parece ofrecer una explicacin

    coherente de mayor nmero de juicios de valor bsico anti-

    guos y aislados como racionales; en realidad, mi metodo-

    loga ha conducido a nuevos y sorprendentes , al menos para

    el justificacionista o el falsacionista ingenuo, juicios de valor

    bsicos. Por ejemplo, para el falsacionista es irracional apro-

    bar (y por lo tanto retener y elaborar mejor) la teora gra-

    vitatoria de Newton despus del descubrimiento del perihelio

    anmalo de Mercurio; y es irracional aprobar (y por lo

    tanto desarrollar audazmente la antigua teora cuntica de

    Bohr, basada sobre fundamentos inconsistentes: incluso pue-

    de haber sido irracional aprobar la primitiva teora de la

    relatividad de Einstein, por lo menos antes del shock del

    57 Van der Waerden pensaba que la teora de Bohr-Kramers-

    Slater era mala: la teora de Popper mostr que era buena. Cf. Van

    der Waerden (1962), 13 y Popper (1963), 242 ss.; para un examen

    crtico, cf. mi (1970), 168, nota 4, y 169, nota 1.

    58 La actitud de algunos lgicos modernos hacia la historia de

    la matemtica es un ejemplo tpico: cf. mi (1963-4), 3.

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    El papel de los experimentos cruciales 403

    experimento de Michelson-Morley. Desde mi punto de vista

    todos estos desarrollos feuron completamente racionales. Se-

    gn mi teora ,a diferencia de la teora falsacionista, los

    Newtonianos, Bohr y Einstein fueron razonables. Adems,

    contempladas desde la perspectiva de mi metodologa, algu-

    nas escaramuzas de retaguardia de programas de investiga-

    cin derrocados, fueron perfectamente racionales, y no signos

    de un comportamiento dogmtico; y as nos capacita para

    corregir aquellos juicios standard de la ltima historiografa

    que conducen a la supresin de muchas de tales estratagemas

    de los textos de historia de la ciencia. 59 Tales escaramuzas de

    retaguardia fueron borradas por las historias del grupo induc-

    tivista y del falsacionista.

    El progreso en la teora de la racionalidad se encuentra

    marcado por descubrimientos o redescubrimientos histricos:

    por la reconstruccin racional de una masa creciente de his-

    toria impregnada de valor. 60

    Por supuesto, puedo contestar con facilidad a la pregunta

    de cundo estara dispuesto a abandonar mi criterio de de-

    marcacin: cuando sea propuesto otro que, segn mi meta-

    criterio, sea mejor 61 (No he contestado todava a la pregunta

    de bajo qu circunstancias estara dispuesto a abandonar mi

    metacriterio; pero es preciso pararse en algn sitio.)

    Conclusin

    El problema de la evaluacin de teoras cientficas (del

    que el problema de la demarcacin es el caso-cero) es uno

    de los problemas bsicos de la filosofa de la ciencia. Su

    solucin determina el contenido normativo de la teora del

    59 Cf. mi (1970), seccin 3(c).

    60 No hay nada necesario en este proceso. No hace falta decir

    que ninguna teora de la racionalidad pueda o deba explicar toda la

    historia de la ciencia como racional: incluso los mayores cientficos

    dan pasos en falso y se equivocan en su juicio.

    61 [Aadido en prensa ]: Despus de la elaboracin de este ar-

    ticulo, una tal metodologa ha sido ya propuesta: cf. Zahar (1973),

    99-104.

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    404 El papel de los experimentos cruciales

    aprendizaje cientfico; el esquema de nuestro cdigo de ho-

    nestidad intelectual; y adems nuestra perspectiva historio-

    grfica. (Tambin determina, dicho sea de paso, una formu-

    lacin especfica del problema de la induccin.)

    Hay tres grandes planteamientos para la solucin de este

    problema generalizado de demarcacin:

    (1) Se puede intentar ofrecer un criterio de demarcacin

    universal como los propuestos por probabilistas o falsacio-

    nistas o por la metodologa de programas de investigacin

    cientfica. Se trata del planteamiento de Leibniz, de Carnap,

    de Popper, de Grnbaum y del mo propio.

    (2) Se puede acordar que una anomala sea ms con-

    cluyente que otra; que una teora sea mejor que otra; pero

    no hay, ni puede haber, ningn criterio universal de demar-

    cacin para decidir tales cuestiones. Cada caso ha de ser

    tratado segn sus mritos propios y adhirindose al juicio

    de autoridad (de los grandes cientficos). Es el planteamiento

    de Polanyi y de Kuhn. 62

    (3) Se puede negar que una teora sea epistemolgica-

    mente superior a cualquier otra; en consecuencia, slo hay

    creencias rivales, algunas de ellas llamadas 'cientficas'. Este

    relativismo cultural, que tiene su origen en el antiguo escep-

    ticismo, est ampliamente difundido en los movimientos con-

    temporneos de anti-ciencia; su expresin ms clara se en-

    cuentra en el reciente 'anarquismo epistemolgico' de Feye-

    rabend.

    El tercer planteamiento me produce horror; y creo que

    el segundo supone una abyecta sumisin filosfica a la auto-

    ridad. A menos que se consiga avanzar en la solucin del

    problema de la demarcacin generalizada, muchas ramas de

    la ciencia pueden degenerar en especializaciones tribales con

    standards inconfrontables desde el exterior. Aqu es donde

    veo el desafo ms importante a la filosofa de la ciencia.

    62 Para la reciente conversin de Popper a la posicin de Polanyi,

    cf. nota 49.

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