EL PENCAMIEN-'

DlRlGENTE SI . , ::

EL PENSAMIENTO DEL

DIRlGENTE SINDICAL

CHlLENO UN INFORME PRELIMINAR

Henry Landsberger - Manuel Barrera - Abel Toro

@ INSORA (Instituto de Organización

y Administración)

Santiago de Chile. 1963 Publicocidn N9 17

inscripción NQ 27361.

INSTITUTO DE ORGANIZACION Y ADMINISTRACION ( I N S O R A )

FACULTAC DE CIENCIAS ECONOMICAS UNIVERSIDAD D E CHILE

DIRECTOR SUBROGANTE

Jorge Ide K.

DEPARTAMENTO DE RELACIONES LAEORALES

JEFE DEL DEPARTAMENTO

Roberto Oyaneder C. (Eecario e n . U . S, A. )

JEFE SUBROGANTE

Raill Dastres M.

n

ALGUNAS PUBLICACIONES DE INSORA

1. TRABAJOS DE INVESTIGACION

- Un Insospechado F a c t o ~ de Infiacidn - La Enseñanza de Admir~istraciOn por e l Método de Casos - El Financiamiento de la Industria e:? Chile - Encuesta a los Ejecutivos - Afiliacidn y Finanzas Sindicales en Chile, 1932 - P959 - Estudio de Recursos k-Iuma:~oc de ?.Tive1 Uriiversitario en Chile l a . Par te . - El Financiamiento de la Indílstria ea1 Chile - Anblisis de Fuentes y Uso

de Fondo S

- Estu.dio sobre los Rec:arsos Hi-mailos ea Za AdministraciéB Pública Chile- na

- Métodos de Enseñanza de Adrni~~istracj.Gn - Trayectoria y Estrllctxra del Movimiexto SinCiical Chileno, 1946 - 1962 - Aspectos Administrativos de las Expor?acior,e S en Chile. . Simplifica-

ci6n de Prc icedimie~~tos . R e f o r m a s Es t rzc tura les

En Desarrol lo

- Estudio de l a Prgct ica de NegcciaciOxi Ccl'iectiva en Chile - Origenes y Desarrollo del Sistema Qe Reiacio;2es ~ a b o r a l e ; en Chile - Movimiento Sindical Carnpesiso en la Z s ~ l a de Moiixa - . Estudio de Recursos F1uma;ios de P\ri.~eS Universitario en Chile. 2a. Parte - La Rotación de Dirigentes de Sinddcatcs P:eofesFonales - El Administrador de Personal er? CLile - E l Costeo Directo jr la Adopción de Decisiozies en la empresa - Estudio de Recarsos Humanos de Nivel Medio e= Chile - E l impacto de la Previsi6n Social e n la Economi'a y La Distribuciónde!In-

greso - Sueldos y Salar ios Comparados en l a Zuidnstria Manuiacturera.

- Inventarios Rotativos - Limite pa ra la Existencia de Materiales - Conceptos geiierales de Coz-,tabllidad c4e Costos - Normas para l a Grganizacidn de Bodegas en l a s Empresas 1a.dustriaies - Casos de Administración - l a . Par te , - Planeamiento y Control de la P F O ~ U C C ~ ~ P I - (Agotado) - Promocidn de Ventas - Relaciones Egumanas - Control Administrativo de !a Empresa

- Control de Costos

- Auditori'a

- Administracidn de Persoca l

- La Dirección de Empresas

- Direcc iónae Empresas(Agotado)

- Relaciones Públicas (Agotado)

- Elementos de Publicidad

- Organización gr Racionalizaciózr de Oficinas

- ~ a ' Contabilidad en la Administración Racional (Agotado)

- Adrninistrar,ióz de Materiales

- Análisis e I n t e r p ~ e t a c i63 áe Estados Financieros

- Elemeritos de Organización dz Supermercados (Agotado)

- Evaluación de Cargos y Calificación del Personal

- Orzanización y Administración Hotelera

- La Contabilidad como Z a a e ie Decisiorres

- Disposición de Equipos

En P r e ~ a r ación

- Costos y Presup . - s to s

- Casos de Ac5miaistrs.rión

IIL - TRADUCCIONES

- L a U?ive~s idad ,en la Sociedacl TvIoderna (Conferencia) W. Malott.

- El I~dus+,ria!ismo y e l x o m b r e In<?ustrial . Ke r r , Dunlop, Harbis0.n y Myers.

- L a Función ii-odzcció:~ en la Empresa. H. Timms.

En Prensa

- E l Hombre Industrial

- E l Mercado de Trabajo en Ycerto Rico. 1 -

Prefacio

Introducción

Quiénes son los dirigentes sindicales?

Nivel y estabilidaa ocupacional

Relaciones con la empresa

Relaciones empresa- sinGicato La empPesa y las necesiGadeo de los trabaja-

dores Las relaciones u::trz empresa y- sindicato a

travge del tiempo

El movimiento sindical a través de s u s dirigentes

La motivación hacia lo sindical

Consecuez?cias persoxalrs y proyecciones E2,ucaciÓn s i d i c a l

Opiniones en e l plano nacional

Actitudes personales

Actit;~d.ca freegtc; s. 2a educzción. de la jüventua Optimismo y pesimismo Sitllació2 sctidal y v i a n ~ s paTa el futuro

Resumen y conclu~iones

P R E F A C I O

E l proceso de industrializacidn que s e observa en nues t ros pafses la tinoameric;anos, en especial en e l caso de Chile, t r ae consigo rspidos cambios- de todo orden, tanto económicos como sociales. Estos cambios no s iempre m n paulatinos y ordenados, sino que evidencian un cardc ter un tanto brusco y ocu- r r e n dentro de un marco en que impera un constante espl'ritu de lucha.

Al mismo tiempo que s e va organizando sobre Pa base de patrones nuevos la economi% en general y l a s empresas en particulhr, l a c l a se trabajado - r a % su vez s e organiza de acuerdo a moldes que le van dando cada vez mbs po- de r y peso a s u oplni6n.

E s por ]lo tanto de g r a n in te rés poder estudiar y anal izar es tas orga - nizaciones de t rabajadores , en especial Los sindicatos y asociaciones gremiales. Dentro de es te andlisis cabe preguntarse especnicamente qué piensan los diri - gentes sindicales, ya que de su opinio'n, de su ppograma o plan y de s u acción* pender i en gran medida Pa fo rma de comportarst: de uno de los m i s importantes fac tores de la eeonomiúi del pa&. A s u vez, s u pensamiento s e r á fuxcidndel mo do e n que enfocan la situacibn nacional, de s u s antecedentes Pndividua*es, de su- preparacibn, experiencia y motivos que los impulsan a ocupar l a posición que ac - tualmente tienen, etc.

A la contestzcidn de este tipo de interrogantes, que surgen en pela- ci6n con el dirigente s indical chileno, e s t s orientado e l presente Informe Preli- minar , que e s e l p r i m e r fruto de una detallada investigaaió'n real izada por e l De partamento de Relaciones Laborales de nuestro Instituto y dirigida por los pro: fesores Henry Landsberger, Manuel Barpera y Abel Toro. MSs adelante s e eom - plementard es ta p r i m e r a publicacjón con o t r a s que ayuden a profundizar m á s en e l tema.

Es te informe es el t e r ce ro de una s e r i e de t rabajos de l Departamen- to, que constituyen un intento sistemático de conocer l a realidad actual en ePcam - po de l a s relaciones laborales en Chile. Inaugura un nuevo tipo de análisis, ya no hPstBrico ni documental, sino basado en entrevis tas personales , con pregun - t a s previamente determinadas, adoptando los métodos de Pa moderna sociologi=a y psicologi'a social.

Se fij6 como objetivo del estudio la investigaci6n de l pensamiento de l dirigente de nivel ta l que efectivamente tenga la ~esponsabi I idad del manejo del sindicato en e l t e r reno . No s e pretendi6 tomar contacto con Pos altos dirigentes del movimiento laboral, ni tampoco con las bases. LOS dirigentes entrevistad- tennan la ca l idad de p ~ e s i d e n t e s de sindicato.

Wi

Los resultados de la investigación pueden considerarse altamente sa A

tisfactorios, tanto desde e l punto de vista de lo acucioso de l a encuesta realiza- da como del interés e importancia de las conclusiones obtenidas.

A nombre de INSORA, debe agradecerse especialmente la coopera- ción prestada por los presidentes de sindicatos entrevistados en Santiago, Val- paracso y Concepción, sin cuya participaci6n no habri'a sido posible la termina- ción de este estudio, a s í como la ayuda prestada por e l Programa para Améri- c a Latina y e l Centro de Ciencias Sociale S de l a Universidad de Cornell y la del grupo de encuestadores, formado por los señores Luis Adduard, Sergio Aranda, José J. Berrl'os, Luis Bravo, Jorge Barría, Fernando Durán, Raúl Dastres, Francisco Salazar, Alex Schejtman y Adolfo Tannembaum, quienes trabajaron en condiciones y horas bastante difrciles. Asimismo cabe destacar que una se- r ie de instituciones, organismos y personas, que no es posible enumerar en de- talle, igualmente aportaron su valiosa ayuda.

Jorge Ide K. Director Subrogante

P N T R O D U C C I O N

El trabajo que presentamos a continuaci6n es el resumen de una in- vestigación realizada, entre dirigentes sindicales, por el Departamento de Re laciones Laborales de INSORA (Facultad de Ciencias Económicas de la niv ver sidad de Chile).

El prop6sito fundamental de esta investigación es ac la ra r cudl e s el p&nsamiento del dirigente sindical respecto de su posición. Pa ra los finesde este estudio, se ha tomado a l dirigente ubicado mds cerca de las bases, que trabaja junto a los demds miembros del sindicato, y no a l que se encuentra a l nivel mdximo de las centrales como la C U T , o de las federaciones.

En este informe se dejan establecidas las ~ a ~ a c t e r l ' s t i c a s indiviáua- les de los dirigentes encuestados: edad, nivel de estudios, s i e s obrero cali ficado o no, y su posici6n frente a una vasta gama de temas.

El cuestionario empleado en las entrevistas conteni'a fundamental - mente dos tipos de preguntas. En el primer caso, e l más frecuente,'las pre guntas iban acompañadas de una ser ie de respuestas preestablecidas para qize el dirigente eligiera la que, a su juicio, e ra la más adecuada. No obstante, se le ofrecra la oportunidad de dar una respuesta propia, sf no aceptaba IaD respuestas tipo que s e le proponi'an. En el segundo caso, no se sugari'aiiii guna respuesta y el entrevistado contestaba en los términos que encuntratz. más convenientes. Sus expresiones eran anotadas fielmente y luego se t j i . 0 ~ 6 - dia a clasificar sus respuestas dentro de diferentes categorias. Estas cate- gorras o rubros fueron determinadas, una vez finalizadas todas las entrcviu tas, con el fin de establecer un sistema de clasificación que consideraya t z da la variedad de respuestas dadas a.1-as preguntas que se plantearon.

La encuesta se realizó mediante entrevistas personales con cada unu de los dirigentes, de una duraci6n m h i m a de una hora y media, en riuestras oficinas o en los locales sindicales.

La cédula inclura cas i doscientas preguntas, de manera que el pre- sente resumen sdlo puede abarcar una pequeña parte de la información reco- gida. El resultado total del trabajo se dará a conocer en un informe geneial que publicar5 INSORA y en informes especiales sobre los distintos aspectos de estas investigaciones, que se elaborarán en el futuro.

Conviene dejar establecido que, por limitaciones naturales en esta clase de estudios, s610 pido entrevistarse a los presidentes de los sindica- tos. Ademds, la encuesta se circunscribi6 a los sindica'tos industriales, ex-

cluyendo a los profesionales, en atenci6n a que ambas clases de sindicatos

presentan problemas totalmente distintos y requieren s e r analizados por dife- rentes tipos de ericuestas En consecuencia, e l estudio representa e l pensa- miento exclusivan~ente de los dirigentes del sector obrero que constituyen l a fuerza mayori tar ia del movimiento sindical chileno.

Una Última observación e s que los resultados de l a investigaci6n no traducen propiamente e l pensamiento del obrero promedio, sino las opiniones

de las personas que é l ha elegido para que le represente .

La mues t ra

El estudio s e realizó en l a s t r e s ciudades mbs industriales del pa.fs: Santiago, Valparalso y ConcepciBn. En 1a.s dos Ú1tima.s no se obtuvo una mues t ra sino que s e entrevistó a l a ca s i totalidad de los presidentes de sindicatos industriales. En Santiago, s e entrevistó también a la cas i totali - dad de los presidentes de los sindicatos con m á s de 500 miembros. En cuan to a los demás, o s ea con menos de 500 miembros, s e diseñó una mues t ra que inclufa un de ellos. En total se logró 231 entrevistas: 150 en Santia - go, 47 en Valparai'so, y 34 en la ciudad penquista. Los presidentes demos - t ra ron - a pesar de su escaso tiempo, absorbido en e l desempeño de sus ocu- paciones cotidianas y del cargo sindical- una gentileza extraordinaria hacia los entrevistadores (profesores, ayudantes y alumnos de varias escuelas de l a Universidad de Chile) y una franqueza sorprendente frente a l a s preguntas. Fueron menos de doce personas l a s que no s e logró ubicar o que rehusaron s e r entrevistadas.

¿QUIENES SON LOS DIRIGENTES SINDICALES?

Un aspecto de pr imordial importancia para cualquier persona que t ie- ne que desempeñar un cargo de responsabilidad - como s e r dirigente sindical - e s e l nivel de sus estudios, especialmente cuando l a posición involucra la n e - cesidad de actuar dentro de un marco legal bastante complejo y l levar a cabo negociaciones con personas de importancia en la vida comercial .

Por lo tanto, e r a imprescindible averiguar e l nivel de educación de nues t r o s entrevistados y compararlo, has ta donde fuera posible, con e l de l o b r e r o que representa (vkase Cuadro 1). Como hay informacibn, recogida por e l Ins- tituto de Economifla de nues t ra Facultad, sobre l a educacidn del ob re ro santia- guino, presentamos en el Cuadro P tanto e s t a informacibn como la recogidapor nosotros ace rca de l a educacidn del dirigente sindical santiaguino.

Porcentaje de presidentes de sindicatos industr ia les de Smtiégo, ,y da obreros santi,aguinos con d is t in tos niveles de educación.

Nivel de educacidn

Sin escolaridad

Presidentes (1) 0brerosD.(2) --

Humanidades, escuelas tecniczs o industr ia les ,3 5 - 1s

ioo(yjo)

(1) Las preguntas fi~eron: lt¿Qu6 estudios logrd Ud, en l a . escuela tlnf~,?s de empezar a t rabajar?" (Pregunta 74b) y I~Como adullto, ¿hs realizz do o t ros estudios formales, como ser, continuacibn de SUS estudios en escuelas nocturnas, cursos' por correspondencip, cursos de e r t r s namiento profesional, comerciales, etc.? (Pregunta 75)* Las respug t a s dadas a cada una de l a s preguntas fueron analizadas eii conjufi- to p ~ w a establecer para cado presidente La educacidn f i n a l 1ogrg.d~~ por 61.

(2) Tomado de "La poblacidn d e l Gran Santiago, 1959flJ In s t i t u to da Ecg noda , Universided de Chile, Publicacidn No 19, Cuadro 39, p5,gin as 73.

(3) En es te cuadro y l o s demás, l a s c i f r a s en parBntesis iridiccín e1 nfJ mero absoluto de respuestas - en e s t e ca.so, e l número de pr*esidei+- t e s santiaguinos - sobre l a s cuales s e calcularon l o s porcentajes,

En es te cuadro s e puede observar que mient ras un 1 5 % solamente de los ob re ros tienen una educación superior al nivelpr imario, e l 35 % de lospre sidentes de sindicatos alcanza es te grado de instruccidn, o sea , m a s del doblf: Po r e l contrar io, e l porcentaje de dirigentes que ca rece de escolar idad e s só- lo de un 2 % en relación a un 9 O/a del porcentaje de los obreros de Santiago; e s dec i r , la falta de escolaridad en los dirigentes e s menos de l a cuar ta par te en comparación con la del obrero .

Debemos des tacar , como manifestación del esfuerzo de los dirigentes por s u perfeccionamiento, que e l 38 % de los presidentes continuaron S U edu - cacidn mient ras ya trabajaban 1/ : 20 O/o a l nivel de escuelas profesionales, t k -. nicas e industr ia les , y 10 D/a enhumanidades.

Nivel y Estabilidad Ocupacional

No l lama l a atención únicamente e l nivel educacional alcanzado por la: presidentes de sindicatos industriales, sino tambikn e l nivel ocilpacional, e ir -. cluso otros aspectos de su t rayectoria ocupacional.

Cuando s e l e s preguntb: 'PQub cargo desempeña Ud. dentro de la em- p r e s a e n que t raba ja? ", s e obtuvo no solamente e l nombre del cargo, sino tarri -- bién una breve descr ipción de él. Es ta informacidn s e comparó, después, cor. l a informacio'n recogida en o t r a s preguntas, p a r a tener bastante seguridad a- tes de s i tuar a cada entrevistado en una u o t r a de l a s categorías ocupacionale:: indicadas en el Cuadro 11.' Aquellos presidentes que dedican s u tiempo exclu- sivamente a lo sindical, los clasificamos no sólo en relación a es te aspecto s i no también respecto del nivel ocupacional alcanzado por el los antes de a s u m g s u s responsabilidades sindicales.

Cuadro 11

Po'orcenta je 'de presidentes de sindicato S indus t r ia les e d i s t i n tos nive- l e s ocu?acionales: cargo actiial o Utirno wrgo antes de trabajar joma da completa como dir igente sindical. (1)

Cargo A Obrero no calificado, sin responsabilidades de supe&isiltii~ 25 Obrero no calificado, con responsabilidades de suiervisi6n 2

Obrero calificado, s i n responsabilidades de silperuisión 4.4 Obrero calificado, con responsabilidades de supervisióil 23 Dirigente de dedicaci6n exclusiva, anteriormente obrero no c alificndo 2

D i r i ente de dedicación exclusiva, cmt eriormente obrero calificado 2 - i00(231)

(1) Datos calculados a base de l a s preguntas P;IOs 63, 64a9 65, 5 y 6

1 / Pregunta 75: "Como adulto ha realizado o t ros estudios formales , como ser, - continuación de sus estudios e n escue las nocturnas, cursos por correspon- dencia, cu r sos de entrenamiento profesional, comercial , etc. ? "

Se desprende de l Cuadro XI que m á s de dos te rc ios (69 O / o ) de lo s d i r i - gentes ocupan, u ocupaban, cargos al nivel "obrero calificados', y, de ellos,la mitad fue ademss destacada por las empresas en responsabilidades de super - visión.

Otro indice que nos permlte aprec ia r e l valimiento personal que tie- nen los presidentes sindicales, e s e l largo percodo de estabilidad en s u t raba- jo. Como s e puede v e r del Cuadro 111, 50 % de los presidentes han trabajado para l a m i s m a empresa doce años o m s s ; 70 % por 8 años o mas y 90 ?& por cuatro años o más .

Cuadro 111

Porcentaje de p~es iden te s de sindicatos industr ia les con d i s t i n tos años de servicio en l a empresa actual.. (1)

Años de servicio

Tres años o menos

Cuatro a s i e t e años

Ocho a once años

Doce a d i ec i s i e t e años

Dieciocho años y más

(1) Cdculada a base de l a Pregunta No 65: "¿Que cargos ha tenido Ud, en e s t a empre~a?~l, (se anotó tanto l o s cargos com l o s zfios durantelos cuales 81 l o s ocupaba)

Finallmente, puede s e r de in te rgs dejar cons.tancia de que Pos p r e s i - dentes en s u mayoría, no son ni muy jdvenes ni muy viejos. 7070 de el los tie- ne en t re 32 y 51 años de edad, y solamente un 20 70 ttiepe menos de 3 2 años.

RELACIONES CON LA EMPRESA

El campo de relaciones empresa - trabajador e s bastante complejo, razdn por la cual lo dividimos en sus diversos aspectos. A si", separamos las relaciones entre empresas y el sindicato considerado como instituc'idn,de aquk llas entre empresa y sus trabajadores; separamos e l estudio de las .actitudes- de la gerencia, del estudio de las actitudes de los jefes de menor je~arquya; se - paramos los juicios sobre lo sucedido en el pasado, d e las opiniones sobre lo que pudiera ocurr i r en e l futuro; etc.

E s de importancia tener presente, sin embargo, que lo tomado encuen - ta fue la impresión de los presidentes de los sindicatos respecto de es tas re la - cienes, y no - para tomar un ejemplo - l a opinión de la gerencia sobre sucon- ducta frente a l sindicato.

Esto no significa desest imar la importancia que tiene el cr i ter io de los empresarios, porque su opinidn constituiria otro antecedente ni más nime- nos valioso. En e l fondo, como lo que interesa averiguar son l a s relaciones. entre ambos sectores, e s importante conocer la impresidn que tiene cadauno de ellos respecto de sus actitudes recíprocas. Tan es asa", que se está dando término actualmente a o t ra investigacitjn del Departamento de Relaciones La- borales justamente sobre l a posicidn del sector de íos empresarios.

No obstante, como lo expresábamos anteriormente, l a fiíente de infor - macidn del presente estudio es tá constituida por e l campo de los dirigentes s in - dic ale s .

Relacione S empresa- sindicato

Tratando de obtener una estimacidn general del dirigente sobre lamar - cha de las relaciones entre sindicato y empresa, se les pregunta directamente sobpe el tema, con los resultados que s e puede ver en e l Cuadro IV.

MSs especfiica fue una pregunta ace rca de cdmo vio e l dirigente sindi cal el trato que l a gerencia les estaba dando como personas (v8ase Cuadro v):

Finalmente, antes de comentar los cuadros anterior e s conviene des - tacar los resultados de una pregunta más, porque toca precisamente la acepta - cibn, de parte de l a empresa, del sindicato como organismo, como se puede en el Cuadro VI.

Rela.ciones entre í m r e s a y s l . n d i c ~ l o

Porcent? jes de y e s i d e f i t e s de sinciicn!Los i n d u s t r i d e s que d i e m n d i f e r e n t e s ressi lestcs a l a r~regurita: "A si: juicio, ¿u6m scn las r e l a c i o - nes que e ~ s t e n e n t r e l a empresa y su sindicato?I2 {PsegixiLa No SL A)

- - 1~5s buenzs qw malas

K5.s que buenas

Ikly mlt.s

Otros

Cuadro V

Trato zersonnl. d e l d i r k e n t e sindic,?l

Porcenta jes de pres identes s ind ica les con d i s t i n t e . ~ respues'bas a la 12. 7regunta I'!" 23: "¿Cómo treta., en g m e r a l , Ir ger$ncia a l a direc- t i v a de SI s indicato?"

En forrna c o r t é s pero frfa 33 Zn f o ~ n a descor tes g a r b i t r a r i a 9

-.-

L O ~ ( 231 1

Actitud de l a ern'jresa hacin el s i n d i c ~ t o como o r e ~ n i s r r . ~ . s e d n 10s m e s i d e n t e s de sindicatg.

Pregunta 20: "En su opini6n9 ¿qce zctitrid. t , iene 2.s empresa. en que Ud. trzbaja f'rente al -sindic~t,cj?if

Reapue sta 2" Trata, en 13 posible, de elirninaslo, Wrqljr e s t k e que e l s ind ica to no es desenbie ZE: 110 tr4atn de e l a n a r l o , pero e v i t a que se f o r t a l e z c a 27 lb se -reocupa d e l s indiczto , ni de l o T e pueda f o r t a l e c e r 7 Ay~da. a l sindicato, pero con c i e r t o s l l m i t e s 31 Coopera l o m5s posible con e l s indicato 17 -

100(230!

P a r e c e que l a s t r e s preguntas, e n conjunto, indican que en aquellas empresas donde ya hay sindicatos industr ia les ya s e h a dejado de luchar en contra de ellos, tanto como instituciones, cuanto en e l sentido de no aceptar a s u s dir igentes como personas. Esto se desprende del hecho de que menos de un quinto de los dirigentes (18% según e l Cuadro VI) dicen que l a empresa e s t á tratando de el iminar e l sindicato, y que sólo un 9 O/o s e quejan de que e l t ra to personal que reciben e s descor tés y a rb i t r a r io (Cuadro VI.

Refuerza nues t ra interpretación, la c ircunstancia de que l a informa- c ~ ó n haya provenido precisamente de aquellas personas a quienes s e pudiera considerar l a s m a s sensibles a cualquier indicio de rechazo u hostilidad: !OS

dir igentes de los sindicatos mismos . Vale des tacar que en una encuesta a los empresa r io s , real izada por e l P ro fe so r Briones p a r a l a CEPAL - I /enla que se uso, por acuerdo mutuo, algunas de l a s mi smas preguntas, un menor numero de empresa r io s (2 O/o en vez de 18 %'f que nuestro estudio admit ieron

que s e debiera el iminar a l sindicato, y un mayor número que en nuestro est-c- dio ' 6 8 % en vez de 43%) dijeron que s u polctica s e r í a la de apoyar a l sindica- to, dentro de c ie r tos li'mites o lo mas posible. De todos modos, aun aceptan - do la posicibn de los presidentes , m á s bien que la de los empresa r io s , e s no- tor io que la posicidn abiertamente opuesta a l sindicato como organización, o a l dirigente como representante de 61, ya no e s lo usual. Hay que tener p re - sente que en empresas con m á s de 2 5 ob re ros e l sindicato industr ia l e s obli - gatorio por ley, s i los ob re ros lo exigen. Por lo tanto, seri'a algo inlítil de par te de l a s empresas oponerse a s u existencia. P o r eso no hay que genera- l i za r l a s conclusiones de e s t a encuesta haciendolas extensivas a los sindica - tos profesionales, a quienes !a empresa no está' obligada a aceptar . No obs- tante: nosotros est imamos que la ac eptacion del sindicato industr ia l de par te de la gerencia , que s e observa a t r avés de nues t ra investigacidn, e s m a s po- sit iva que 1.a simple aceptacion de una imposición legal, como lo demues t ra por ejemplo, la actitud y e l tra;o cordidi que mantiene l a empresa hacia ei di- rigent-e.

E n general. pues, s e puede de(.rr que l a s relaciones en t r e empresa - r i o s y el sindicato no son malas . Tal como se indica en e l Cuadro i V : so loun 3 O/o de los dirigentes dicen que I ~ s r e l a c ~ o n e s son "muy m a l a s " comparando con un 25 O/o que dicen que son 'mmiiy buenas ", y un 48 % d ~ c e n que son ' m a s bue - nas que ma las '. ~ o m p d r a d o con 2 3 70 que plensan que son "más malas que bue- nas '

-- -- i / ' .El empresa r io chileno y ei d e s a r r o l ~ o e c o n ~ m i c o " , publicado en e l es tu- -

dio de la CEPAL sobre "E: enipreuzrio i.ndustrl.al en America Lat ina- , Dc -. mento E/CN. 1 2 6 4 2 / ~ d d . 3.

La e m p r e s a y l a s necesidades de los t raba jadores

P a r a aver iguar e l estado de l a s relaciones no tanto e n t r e e m p r e s a s y sindicato sino en t r e e m p r e s a y los t raba jadores , s e hizo a los d i r igentes s in- dicales una s e r i e de preguntas sobre si , a s u juicio, l a e m p r e s a s e preocupa o no de l b ienes ta r de s u s t raba jadores (Cuadro VII); qud piensan de los s a l a - r i o s que e s t á pagando l a e m p r e s a a lo s ob re ros (Cuadro VIII) y, en un plano m á s general , s i e s t iman que los t raba jadores g o z a r h n o no de algo qUe bene- f i c i a r a a s u e m p r e s a (Cuadro 1x1.

Una comparacidn en t r e l a s c i f r a s de e s tos t r e s Últimos cuadros con

Cuadro VI1

Preocupacidn de l a empresa por e l bienestar de sus obreros

Pregunta 22, "¿Cree Ud. que sus patrones estCln realmente intereszdos por e l S i e n e s t a de l o s trzbajadores?"

Est5n todo e l tiempo interesados 14. k c h a s veces muestr?~ i n t e r é s 23

Se interesan sBlo a veces 42

Nunca muestran in t e ré s 20 - 10c(231)

Cuadro VI11

Opiniones sobre sa l a r io s

Pregunta 30. tiConsiderando 19 S sa la r ios promedio S que reciben l o s ob- ros de e s t a empresa, ¿qué d i r i a Ud,?

Respuesta '2" la empresa pagc. buews sa l a r io s 8

Los s a l e i o s que paga esta empresa son aceptables 3 9

Los sa lz r ios de esta empresl son bajos 53 iU

lOC(231)

Coincidencia de in te res de empresa y trabajadores

Pregunta B,21b, "Se oye decir que l o que beneficia a una empresa be- nef ic ia también a sus trabajadores. S i algo benefi- c ia ra a e s t a empresa en l o s prdx.imos 2 6 3 años, ¿qu% cree Ud. que pasar%?"

Respuesta 3- Los trabajadores gozaran plenamerrte de td beneficio 10

Gozarh bastante, pero no plenmente de tal beneficio 24.

GozaxAn s61o una pequeña parte 50

No habria nada para l o s trabajadores 1 6 - l00(125 ) ( l )

(1) Después de terminar l a s 47 encuestas de Valparalso y 57 de l a s 150 que se realizaron en Santiago ( to t a l : lo&), s e eliminaron algunas preguntas, pensando que ya se habia recogido informa- cidn suficiente sobre lo s temas respectivos, formulando en su lugar o t r a s que comprenden nuevos temas. Estas s e p l an tea ron en l a s 127 encuestas restantes. Las preguntas que se p l a n t e a - ron solamente en la encuesta. o r ig ina l se indican con 'tAU, e n tanto que l a s planteadas s61o en l a encuesta revisada s e dis- tinguen mediante una 'iNft.

l a s c i f ras de los cuadro IV - VI indica una disminucidn apreciable en e l núme- r o de l a s respues tas que s e pueden l l amar "favorabiestv hacia l a empresa . Mientras frente a l a s preguntas an ter iores una mayorfa de los dirigentes es ta - ban l is tos a dec larar , por ejemplo, que l a s relaciones en t re empresa y sindi- cato e r a n buenas, e n cambio en l a s Últimas t r e s preguntas' la mayorfa de ellos s e inclina hacia l a s a l ternat ivas menos positivas. 62 % es t iman que la empre - s a s e in te resa sólo a veces, o nunca, por e l b ienes ta r de s u s t raba jadores (Cm d r o VII); 53 OJO piensan que los sa la r ios son malos (Cuadro VIII); y 66 OJO que los-- t raba jadores o no obtendrcan nada o gozarían sdlo una pequeña parte de cual - quier beneficio que obtuviese l a e m p r e s a (Cuadro 1x1.

Se desprende de l a s observaciones anterioretj, que 10s dirigentes opi- nan que l a empresa e s reac ia a pagar mejores sa la r ios ; a preocuparse del bie - nes ta r de los t rabajadores , etc. E r a conveniente, por lo tanto, averiguar si e s t e hecho lo atribufan a l a difi'cll si tuación econdmica de l a empresa , a pro - blemas internos o externos que le impedyan acumular r ecu r sos , o bien, a una s imple actitud negativa de ésta . Con es te objeto preguntamos (Cuadro X) so- bre l a s condiciones f inancieras en que s e encontraba la empresa ~ e g ú n l o c p re -

sidentes sindicales; luego sobre la eficiencia de la empresa (Ciladro XP) y a qué s e debi'a su mayor o menor eficiencia (Cuadro XII - A y Cuadro XII - B); y por último - para es te breve resumen - si creian que la e n p r e s a estaba o no en condiciones de pagar mejores salarios (Cuadro XIHI).

Cu;;clrn X

Condiciones fingimierss d s l a empresa

Preguntz B.21~. fi¿,En q ~ i E condicianes financieras crea Ud, p e as cp cuentra asta m~resc?fl

Tiene n t i l i d z d e s rinl~ aLt a s 55 Tiene zttilidades niedimas 39

Tiene u'cilid,,~,íies, 3erc pocas b

No tiene uti l idarles, pepo tc?m.pono pt&rdid.es r- irab.bej2 a p6rdida., pero no e s mucho C

n i - r e g ~ n t a 3,21d. "¿i$>b opini6c tiene Vd, en cuanto a lt. eficiei lcie de la iiac!.:2 d.e es ta empresa?"

?& eTrzs8 t i ene :j.na mrzrcha extraordina- ricment e e f i c i e n t e &O

En cu,?nto a ef ic iencia , I n empresa ras- ch2 bien, pero se podrfa mejorir 33

Cuadro XTI-A

Pregynta B.21~. lfFactores que inciden en l a ef ic iencia ; razones; mencio nadas para explicar l a buena marcha d9 l a e ~ r s i r e s ~ ~ ~ (1)-

- Calidad de i a gerencia, del p r r s o n d 2- administrativo o t8cnic0, etc., o en con junto o espccif icando un Uldivid.10 45

- Eficiencia in.twna ("nueva maquinarSr etc.) s i n r e f w i r s e a pcrsona(s) res ponsable ( S ) 29

- Razones extzrnas ( l fgr ,m merczdoil etc. ) 6 - Buena r n , ~ de obra 13 - ñuenas relaciones s & r e empresa y tr;i

bajador eo &

- Otros 3 - 100 (104)

(1) Pregunta 21e. ¿"A que cree Ud, que se deba esto?", S e de50 a l e& t r w i s t a d o contestar l a psegtmta libremente, clasificn.ndo después su respuesta en uria o mas de las ca.tegorfas 3-rribs inddj.c?.d~.i.s. l b chas veces, l o s entrevi stados die~on m5.s de una rnz6n,

b s porcentajes del cuadro corresponden a: p o r c a n t ~ j e total de b.s razones que cc@ en una categosí.a dada, no cl po~cc-:ntajr'. de persg nas que mencion6 esta raz6n.

Cuadro XII-.l3

Pregunta B. 21e. "Factores que inciden en l a er ic ie l lc is : razones cita- das para explicar la marcha menos que bzenrn. de l a m- presa". (1) Vease nota d e l Cuabú XII-A,

A - Calidad de f ic ien te de l a gerencia, cleL personal admfni strát l v o o t &cr,iCo, ekc . , o en conjunto o especificando uq'indi- viduo 48

- Fal ta de ef ic iencia interna s i n r e f e r e se a persona(s) r esporisable(e) (licdi.23- c io n~aL planificado", etc. ) 35 - Razones externas (kom etenc>ie!i1, ' f'poUL& ca d e l gobicrnc> etc. 7 EI

- iJlano de o'ora defici-ente 2 - Malas relac5ones entre empresa y trahs-

jadores 3 - Otras ramnes

C~'.pacidad de la enpresc parp. pgggclr mayores sueldos

Pregunta 13,30d, I1¿Cree Ud, que ln empresa e s t á en co~diciones de -2- gar mejores sueldos qu.e l o s q ~ e e s t á y a g a n d ~ ? ~ ~ ,

S I , Sin dificultiid a l p a

S I . Pero tendr ia que solucionar a k m o s problem-is 25

Si. Fero le ser ia bns tnn te d i f i c i l 3 FG, !'o puede

Una apreciaci6n muy general, pero de todos modos fundamentada en estos cuatro cuadros, serya la siguiente: Los dirigentes piensan que las ern- presas s e encuentran,en su gran mayorlua, en buenas condiciones financie rus. Seg& Cuadro X, 55 70 piensan que l a Empresa en que trabajar? tiene utilidades rnuy al tas (55 70) o por lo menos medianas (30 %). Por lo tanto (aegdn Cibadro XIII), una m a y o d a igualmente elevada est ima que la empresa está ya en coz- diciones de pagar mayores sa lar ios (60 O/o) o podra'a hacerlo i i e m p ~ e qrre solv.- cionara antes alguíics problemas (25 %/. Además, ina gran mayorra de los di -. rigentes - 70 70 - est iman que l a empresa m a ~ c h a con eficiencia Eiextracrdina- r i aF2 o, por lo menos, qiie "marc l~a bien'q (Cuadro XI), dando como explicacidn para su buena marcha la capacidad de s a gerencia, con m5s frecuencia (46 %) que cualquier o t ra razCn (Cu.adrc XIT - A). Es te recozlocimie~to del mérito tkcnico de 1s gerencia lo expresayon e~~ontá 'neameizte, parque - como GE: 3 ~ t 6 en el Cuadro XII - A - no Babi'a para e s t a pregurta respuestas pre-estaableci- das, sino que se de96 ci,ue e l dirigente contestara con SUS propias palabras. Pcr lo tanto, se puede ccncluir que, cuando los d i r i g e ~ t e a piensan que existe unde -. sintere's de l a s empresas de pyeocuparse del biegestar de SUS t rabajadores, con frecuencia atribuyei-i esto no tanto a sus posibilidades limitadas como, bieri, a una ausencia del deseo de hacerlo.

Se desprende tambien del Cuadro XIV que e s la actitud de l a empresa: más que una limitación rea l , lo que, seg& los presidentes sindicales, concti- tuye un obst5cnlo pa ra un mejoramiento de las relaciones ent re capital .; era - bajo.

Vale destacar que solamente un 7 % de las razones consideran qiie es- ta actitud de l a empresa e s una resistencia hacia e l sindicato ccmo tal, lo que indica - por su reducido porcentaje - que no e s é s t a l a verdadera causa de la Slíicultad. En cambio, un 53 % de l a s opiniones - porcentaje bastante C D D S ~ -

derable - est ima que l a dificultad proviene de la actitud de la empresa frente a los obreros. Puede s e r de intere's notar, en e l Cuadro XIV, que 6 % delas razones expresadas para expllcar lo que es tá obstaculizando mejores relacio - nes entre empresa y sindicato, señalaron la actitud de los propios dirigentes sindicales y otro 5 % l a s actitudes de los obreros. Sumando es te 11 % a l 8 %, que reconocieron l a existencia de fal las tanto en la empresa como en los t rabajadores , s e ve que 19 % de las razones indicaron que el trabajo, y no s o lo e l capital, e s culpable, en parte, d e l a s dificultades en l a s relaciones entre ambos. Po r Último, l lama la atenci6n que un 17 70 de los dirigentes - un sex- to del total - d i ~ e r o n que no podian hablar de los obstáculos que dificultan las

. relaciones entre la empresa y los t r a b a ~ a d o r e s , por no exis t i r ta les dificulta - de s.

Cuadro X I V

Elamnes para l a existencia de mejores relaciones que l a s actuales con l a empresa (1)

Pregunta 26, IICuAles son, a su juicio, las mayores dif icul tades que se presentan para mantener relaciones agradables con b s patrones o empresarios?"

cuda cetegorla

Actitud de l a . empresa hacia e l sindic-, to* como t a l 7 Actitud de la empresa hacia l o s o b r e ros, o hacia l o s obreros y e l sindicato 43 Actitud de l o s mandos intermedios de h empresa 6 Actitad de l o s dirigentes sindicales ( s i n r e f e r i r s e a l a de l o s obreros) h s c i a l a empresa 6

Actitud de l o s obreros, o de lo s obre-' ros y e l sindicato, hacia l a empresa. 5 Actitud mutua, incluso ltintereses irre c o n c i l i a b l e s ~ 8 Condiciones que l imitan a. la pei'sona &S

ve s i n que l e quepa culpa: leyes, s i t u s ci6n econbmica, etc. 2

Otras razones 7 No hay dif icul tades 3.7 -

100(244)

Ú) Pregunta abierta, s i n presentar a l ternat ivas previamente fijndas. Se c las i f icó posteriormente, den-t;ro de los rubros destacados en e l cuadro, l a s respuestas 1ibrenient.e dadas.

Las relaciones entre empresa y sindicato a t ravés del tiempo

Pensamos que seri'a interesante recabar de los dirigentes sus ideas acerca de cómo se desarrol lardn las relaciones con la empresa en los años ve-, nideros y, también, qué piensan sobre la gestión del pasado. Esta informa- ción se puede sacar de los cuadros XV, XVI y XVII. Del Cuadro XV se dea- prende que un 3770 de los dirigentes piensan que mejorarán las relaciones, mientras sólo un 10 70 de ellos estiman que ellas empeorarán. En fo rma se - mejante (Cuadro XVI), e s muy superior e l número de los que esperan con se- guridad que l e s s e r á posible conseguir sus reivindicaciones (45 70) en relación con e l número de!aquéllos que se muestran pesimistas (9 70).

Cuadro xv

lZel~ciones entre empresa y sindicato en e l futuro

l'requnta 29. "Teniendo en cuenta 13,s relaciones actil2les entrne sildi-- cato y gerencia, ¿qué dirla Ud. que siiceder5 e n b s pr3xi rnos 2. t 3 Gas?"

Respuesta

Habrá un mcryor en+: endimiento

Se mantendrrín c3m en e l presente 49

Yo se puede decis 5 -- 2-09 (231.)

Este optimismo en cuanto al futuro está basado posiblemente en el éxi - t z r i r lat ivamente grande que han tenido en e l pasado, Del Cuadro XVII se des- , . r z z d e que 29 70 de los dirigentes consiguieron plenamente su objetivo más im- portante en las Últimas negociaciones; mientras sólo la mitad de esta c i f ra - 14% - no consiguieron nada. Llamó la atenclón también, en cuanto a mos t ra r - .,A, - - ambiente de relaciones patronale S-sindicales bastante favorables, l a respces - ta a la pregunta: 9'Cuál ha sido la manera más eficaz por medio de l a cual lo8 tia5ajadores generalmente han logrado un mejoramiento de s u situaci6n? 19. Mientras 77 70 de los dirigentes escogieron la alternativa 'PActíiando los t raba- jadores directamente frente a las Empresas '@ , s6lo un 11 % escogieron 'Nctaan - do 1;s t rabajadores a t raves del Gobierno, los Parlamentarios, ete. "

Cua,dro P J I

Posibil idades p x a conseguir e l objetivo mfis i m p o r t ~ ~ t e

Pregunt,~. 15: llEn cusnto a l obje t ivo 11° 1 que Ud. señal6 mteriori-qen- te, ¿cree que podt-5. se r conseguido por e l sindicato?ll

Respuesta i"; S erB seguramente c o n s ~ g ~ i i d o b5 No h v szguridnd, ser0 existen posibil idades de ser conseguido 46 No se podr5 conseguir

Cuadro XTJII

Exito d e l s indicato en conseguir, en e l año pasado, su meta nás h- p o r t m t e

lIespw.6~ de preg~mt2x zrf¿i¿ecv.erda Ud. cu3 l fl:e l a pe t i c ión n5s ixpor- t u n t e que e l s indicato preser?tó en e l .?ño pesado?ll (Pregunta B, lbb), "se preguntó: Pregunta B. Iba. IfLHasta qué p ~ ~ t o se logrb?~I.

Respuesta.

Plenamente

No p1en;iment e, pero bas t ;st e

S610 d.:o, pero no mucho

En absoluto

EL MOVIMIENTO SINDICAL A TRAVES DE SUS DIRIGENTES

E l dirigente de un sindicato fndustrial además de l a s relaciones que sostiene con l a dirección de sil empresa , y con l a s bases de s u sindicato sue- le mantener contactos, - en un numero de casos que no e r a conocido hasta l a fecha y por lo tanto de g ran intergs de investigar - con organismos sindicales super iores , t a l e s como federaciones y cent ra les (CUT, ASICH, CNT].. Este conjunto de relaciones en t r e sindicato y bases , federaciones y cent ra les , for- m a - lo que se podrra denominar l a estructur,a interna del movimiento sindical. E s t a es t ruc tura s e investigo' tratando de establecer tanto los hechos mismos (ejemplo: '(Qué porcentaje de miembros a s i s t e a l a s reuniones ?' l ' ) como t am- bién tratando de es tab lecer l a s reacciones personales - l a s actitudes y opiaio - nes - del dirigente f ren te a los hechos #[ejemplo: siente Ud. satisfecho con. . . ? ")

El Cuadro XVIII nos da una visión de l grado en que e s t án in tegradra los sindicatos industr ia les en un movimiento sindical. Se ve que e l 51 70 de

- J.n%eg~ecibn de sindicatos indus t r ia les en federaciones y cerrcYr~les

i r egcn ta 32. If:¿Est5 a?il-iado SU. sindicato a federa.cionvs o cen l r s los? ¿C~:?;,l.es? (l)

i-tesmest~.

Ni !i fedderaci~nes n i a centroles

Sindicato pe+,enece a federación, la qv.e 7er- tenece a l a CUT Ll , i

Sindicato a fedvrcci6n9 sindicato a la C W , federacibn no perteriece a l a CUT ' . i Sindicato a 1s CUT, sin pertenecer a i*na fe- ueracion 3 3indiczto pertenece a l a federacidn, pero no a l sindicato n i l a federacidn a, una c e r i t r d 5 Sindicato pertenece a centrales fuera de l a CU T 3

u-

13~1(231)

(1) Las respuestas P ~ e r o n revisadas y compsradas con infor r iac i6~ e:$.s- ter-te en l o s a r c -ivos de l Depr tmento de Relaciones Laborales E.-

cerca de l a a,sisteiricin de d i s t i n tos sindicatos a los fdtimos coz- gresos de varias centrs les , etc., labor que se l-iizo con l a ?.p.da d e l Profesor Jorge Barria, d e l misrnc d-zrtmento, encontrando nxy pocas diferencias entre l a s respuestas y La inr?ornaci&n pr e-er5s - tente ,

l o s sindicatos indus t r ia les e s t án afil iados a l a C U T (directamente o a t r a v é s de una federación). Otro 42 70 d e los sindicatos indus t r ia les e s t án s i n afil ia- ción ninguna, y no pertenecen ni a una federac i6n ni a una cent ra l . De los res tantes , 3 % pertenecen a cen t r a l e s diferentes de l a C U T (están afil iadas a la- ASICH o a l a CNT) y 5 70 per tenecen a federaciones, s i n e s t a r e s t a s federacio - n e s o e s t o s sindicatos afil iados a cent ra les . Hay que notar que e s t a s c i f r a s s e basan en cant idades de sindicatos, s i n t ene r en cuenta s u tamaño, informa - ción que da remos e n e l Informe Genera l d e e s t e proyecto.

E n cuanto a l pensamiento del dir igente s indical f ren te a l a s i tuación actual en que s e encuentra e l s indical ismo chileno, pedimos de l entrevis tado que s e e x p r e s a r a l ibremente. Le rogamos que nos d i e r a nó 'sólo una d e s c r i p cidn de l a situacibn, sino también que nos ana l i za ra l a s causa's de ella. Estas r e spues t a s l a s clasificarnoa pos te r iormente , con lo s resu l tados que s e ven en e l Cuadro XIX. 1/ -

Cuadro X37K

Estado ac tua l d e l ri~vimiento s i n d i c a l chileno

Pregu-nt- 40, flCuB1 es su. opini6n sobre e l estado ac tua l d e l mvi-?ieil- t o s h d i c a l chileno?"

l regunta 41. "A su juicio: ¿cusles son l a s causas pr incipales qi:e hm. llevado a l movimiento s ind ica l chileno a su estado ac- t ual?

% de razones en cada categcria

Estado bueno, debido L? Buena organiza- ci6n Estado bueno, debido a collquistas b- gradas 2

Estado mdo, debida a la actuacion del Est& (leyes, etc.) 5 Estado malo, debido a actLtud de l a s empresas 3 Estado r r d o , debido a ac t i t ud de l a s ba- ses 1

Estado malo, debido a desorgnnizacibn d e l movimiento a rc lz de l a pol i t iaac ibn 3g Estado m d o , debido a f a l t a d e preompa- cidn de las org?niz?ciones s u ~ e ~ i o r e s (fs dernciones, centrples, etc. 23 Est a,do n d o , debido a f a l l a s de los df rL gerrt es 13 Estado malo, o t r a s razones 5 -

100(294) 1/ Como en e s t e Cuadro s e c las i f icaron l a s r e spues t a s y como algunos d e los -

ent rev is tados d ie ron m á s d e una r e s p u e s t a 0 m á s de una razón, e l total so- b r e e l cual s e calculó los porcentajes asciende a más de los 231 dirigentes con que nos en t rev is tamos .

Conviene notar, primero, que e l porceztaje de respuestas q-le iqdiear~ que e l entrevistado estimó bien ensamirrado al movimiento sindical chile., PO as-

ciende a P l Yop mientras el pcrcentaje de resp-iieatas que dernuestraoi se r ia in- quietud por la marcha del movimiento alcanza a S & 70- En seg~lndo liigar, Ila- ma la atención que las razones mencionadas no s e refieren, en Si l mayor&, a las condiciones que rodear, a l mcvimie~to : los aspectcs legales se indica2 sclz -. mente en un 5 70 la actitud de l as empresas en un 3 %.

Parece que Los presidentes radican las causas de la debi.3Bdad del. sin- dicalismo dentro del propio movimiento, en las lxchas internas basadas en di- ferendos de orden po1l"tico (33 70); en fallas en 1.3s orga:nizacio.ies de niveles S-J - periores (federaciones, centrales, e tc , 323 70); y en falta de p~eparacio 'x, a te2 - ción y motivación apropiada de sus dirigentes (1 3 13,). Son és tas las rzzones mencionadas con mas frecuencia, con una conciencia cotable de! daño produci- do por las pugnas polTticas, puewtc: qrie hnbrfz que agregar, al 38 70 de las r e s

puestas que s e refiere2 directamente a lo pol-rti-20, un ~ 5 r n - r ~ conai.derabie de aquello S dirigente S que hablaron de la '':alta de o ~ g a n i z acif r:'" o de7 "de scizido de los dirigente^'^. Muchas veces, eElcs relacloriaron estals fa:Eas tarnbie~? con el efecto de ?a politizacibn,

L A MOTIVACION HACIA LO SINDICAL

Muy a l principio de la encuesta, planteamos a l encuestado una s e r i e de preguntas en torno a s u iniciacidn e n e l movimiento laboral. Sin en t r a r m á s en detalles s e podri'a anotar que más de la mitad de ellos s e interesd por e l movimiento antes de cumplir 2 3 años de edad (otro 2 5 % ent re los 23 y 27); y que para e l 52 OJo no hubo ninguna persona e n part icular que l e s l l eva raa l cam - po sindical (para o t ro 30 OJo fue un colega sindicalista).

Pero, quizás, lo más importante sean l a s circunstancias y razones personales - l a s motivaciones - que movieron a los presidentes sindicales a i n t e r e s a r s e e n es te campo. E s t o se l e s preguntó: y se obtuvo los resul tados s e ñalados en e l Cuadro XX. Se observa en es te cuadro que aproximadamente uri

C u ~ d r o XX

I b t i v ~ c i ó n por l o s i n d i c a l

Pregunta 30 "Que l o l lev4 a i n t e r e s a r s e por lo s indical?"

Respuestas que se refiririeror a;

- Pro blenias net amcn-lLe ecorfiriico - nr:% e r i r i e s de sus corrtp5íercs y 81

- Problemas cr,.e se r e f i e r e n netanente a l "m;& Z;r?,'cc", "inji;sticiast!, :tnbcsos"

- L? correcciBri de ;?ruble8ir.s de -Liso (1) y (2 ) en con j~mto s i n pouibilidc?c! de separarlos

- Ileseo de aprender y elevar su propio &ve1 cnltui-3.1 a tr,r,.v&s de deseinperiar ununa pos i - ci6n de responsa+bil id~.des

- Sus condiciones person?,les super iores a l a s de sus compafieros (ed~i.cacjbn: que l e hizo recedor a l cargo d e d i r igen te

- Presidn de compñEeros pzrü que aceptara un c a g o s ind ica l

- Geseo de a p d x en ln constrccci6n de un s i n d ica to nuevo o er: s u ~ r e s e r v n c i ó n f r e n t e at peligro de extiilci6n

$ de res;x.e<;tns que s e r e fb i e - ron a l ?:tbz-o in - dicedo.

- 3rtU.a~ en l o s d i r i ~ e n t e s an te r io res ( f d t a d e capacidad, honradez, etc. ) 13

- Otros 13 - 100 (400)

50 OJo de las respuestas (categarl"aei 1, 2 y 3 sumadas) se.relaeionaron con pro - blemas entre trabajadores y empresa, Dentro de este rubro general, el por- centaje de aquellas respuestas que recalcaron el deseo de remediar q'abusos" e "injusticiasff, (para emplear Pae palabras usadas con frecuencia por los di- rigentes mismos) supera el de aquellos que se refirieron exePusivamente ame joras de tipo económico (Categorra 2: 17 0Jo vs. Categorra 1: P B %). Esta se; sibilidad, frente a lo que se interprete como ofensas en contra de ]la dignidad, es similar a lo encontrado en investigaciones efectuadas en otros pai"ses, don- de se establecid tambidn que el movimiento sindical fue impudsado no solamen - te por reclamaciones netamente materiales sino tambie'n - y a veces en grado mayor - por sentimientos de la naturaleza ya indicada.

Vale notar tambigrn que el 13 0/0 se refiere a deficiencias en las direc- tivas anteriores, como motivo impu8sadorb Conviene recordar que en el Cua dro XHX habra un porcentaje igual que ve~a 'ea tas mismas deficiencias como G.I - sa de la debilidad actual del movimiento siidican.

Consecuencias personales y proyecciones

Preguntamos al dirigente sindical sobre los efectos que ha tenido pa- e'B en varias esf'esae de SU vida - especialmente en su trabajo - el desempe de cargos sindicales, Los resultados se vea en el Cuadro XXi. Una irnprT -

Pregunta 61, tC6m han afectado las aetlv5dades sindicales los s w y %es aspectos de su v l d z ~ ? ~ ~

% :que dicen que h m

mantenido empeorado No mejorado iEud

Reáaionea con compañeros de t ~ a b a j o 54 42 4 100 (231)

Relaciones con los jefes 2 5 45 29 100 (233.)

Clase de trabajo y sueldo 17 65 18 100 (231)

Seguridad d e l cargo en e l t rabajo 60 23 100 (231)

Relaciones esn la esposa 10 54 35 1 0 c?l2)

O~ientac%ón y cuidado de 90s h i j o s 21 57 22 100 (204.)

siBn general de este cuadro es que, en todos los aspectos consultados, e l por-. centaje de dirigentes que no ha experimentado consecuencia algma, como re- sultado de su labor sindical, varn"a alrededor del 50 % y que este porcentaje es casi siempre bastante mds elevado que el porcentaje de aqukllos que han vis- to su situacidn mejorada o desmejorada.

Otra impresidn es que, en algunos aspectos de su vida, e s mucho mas probable que e l dirigente va a tener que sacrificar algo a causa de su la- bor sindical como en e l caso de sus relaciones con la espoea, mientras que en otros aspectos - tales como en sus relaciones con sus compañeros - es m 2 cho más probable que el dirigente se beneficie.

Otro resultado interesante de Ba trayectoria sindical de los dirigentes e s que 23 70 de ellos ya lnan tenido 10 años o mas de experiencia en cargos sin dicales y que 44% han tenido 5 años o mds. SdBo para un 6 70 de ellos e r a 6s- te el primer año en que se desempeñaron en cargos sindicales.

Mirando hacia e l futuro, pedimos a nuestros entrevistados que nos in - dicaran s i pensaban o no continuar en cargos sindicales (incluso en ascender en la carrera) , en volver a se r socio activo, o s i acaso piensan en dejar de la - do el intergs en lo sindical.

Los resultados se anotan en e l Cuadro XXII. Se ve que más de uncaar

Cuadro XXII

Planes futuros

Pregunta 62a, "En cuanto a los planes para e l futuro que Ud, t iene en l o sindical, ~ e u 3 1 de l a s siguientes fiases comespon- de mejor a su pensamiento?

Respuesta

Ascender en l a carrera sindical

Segulr trabajando en un cargo del sindScato 48 No continuap en omgos sindicales, p e ~ o se- guir siendo un miembro activo 21.

N9 participar m%s en Las actividades sindicales 3 - 103(231)

to de ellos (28 "/o) quisiera ascender en la ca r re ra sindical y que otro 48 O/o es- tarra contento de seguir en el cargo actual. Solamente 3 70 piensan en re t i rar - se no solamente de su cargo sino tambien en despreocuparse de cualquier % to de interes sindical. E l 21 O/o restante, aunque se retiraran, mantendrTanm intere's en el. ~ indica to como socios activos. El ndmero elevado de años de vicio y e l pronunciado deseo de continuar en la ca r re ra sindical, refuerzanlos

resultados del Cuadro XXI, donde se vio qse la mayori'a de ?os d i r i g e ~ ~ t e s no s e sintieron perjudicados a consecuerzcia de su ac5vidad si~dica!.

Educaci6n Sindical

Finalmente, si2 presentar ios detalles en c ;~adros , damos a l ~ u n a s c i - f r a s en torno a la formacihn sindical que recibieron los presidentes jr :La que to - davi'a anhelan recibir ea. el f u t u ~ o . Una mayorla de 10s dirigentes fzeron ayu- dados en el aprendizaje de las complejidades de sus cargcs a t ravés de la ex- perleilcia (42%) a3tes que por cualquier otro medio. Solamente 15 70 de los e;lcuestados han asistido a seminarios en aswitos sindicales auspiciados por las universidade S, centrales, iede~acioi:es, etc. , y un porcentaje aún i-,=I'er!.or - 670 - piensan que esto les ayudó más qrle otros métodos de aprendizaje.

Pero este énfasis en la experiencia, que podria'naber significado-;na autosatisfaccidn por los coh~cimle=tcs ya Ingrados, nc, aparece as:? poryile los dirigentes siguen muy preocapadcls a causa de los conocimientcs que Les faltan. Más de la mitad de elios (51 70) admiten que todavi'a les fal.ca s'-ana par - te importante'! en materia de conocimientcs, cifra ca s i igual a los que dijeroa que al comienzo de su c a r r e r a si-idica? les faltaba todo o casi todo r c z l o c i m i ~ to (53 %). En cuantc a materias qi le :es gustaarrl'a estudiar, s i p e tenienlo rnu cha importancia e l campo de ia l e g i ~ l a c l d : ~ slrzdjcal, pero ocupa2 lu5ares des - tasadas tanto e l anhelo de ccnoeer mejor los detslles ecc116rnico~ y t6cri ic~s de la industria come tarnbiéz e l deseo de com;?iender mejoy c6mo deaem-olve-- - se frente a los hombres de la empresa 17 f i ea te a los pi jpioe sccics del sixdi-- cato.

OPINIONES EN EL PLANO NACIONAL

Cada dí'a prevalece más ]La opiptidni que para e l e'xito de cualqaier plan nacional de desarrollo s e r 5 necesario dejar que tengz inter-gención eri su for- mación y ejecucidn la clase obre ra y sus representantes. Por Po tanto, e s de gran interds establecer cudl e s l a opinir5n de sus representantes; si estimzn que l a ciase obre ra tiene inflüencla al nivel nacional; s í miran hacia el futuro con optimismo o pesimismo; y qué piensan acerca de l a eituaci6rr de Ea clase obre ra en los últimos años; etc.

Como s e desprende del Cuadro XXBPP, es notable Ea diferencia comqne los dirigentes sindicales ven Pa influencia que tienen l a s organizaciones patro- nales, comparada con l a que tienen l a s a~ganlzacionee sindicales en torno a " l a s decisiones de asuntos de impoittancía nacionai". Mientras 90 % de ellos piensan que los patrones tiene3 mucha kduencia, y solamente 3 % pienso~qce tienen poca, las c i f ras cambian cuando se les pregísyxa 10 mismo sobre la iv-

Ciiadm XXIIT,

Influencia de 0~ganlzac;ic nes P z t r o r d e s y Sindica3as

P~~eguntas 54 y 58, VrEn Ias deciaior,es de IDE asukos de Impcirtanda n3- cfond, ¿quB ir,fLuencia y poder cree Udo que t-ierien las r~rganizaoionec, (patro-nales, sii?dlcal.ss) en. Chile hoy d9a.'!Et

Plucho pod.er

Algo de 'poder

Puco poder

fluencia de las organizaciorzes sindicales. Diez por ~ i e n t o pien9ai-i c p e las 01- ganizaciones sindicales tiene- PFmucho poderhf, 57 '$6 que t í e ~ e n lspoco poder", y los 33 '$6 restantes que tienen "algo de poderYP.

El que los d i ~ i g e n t e s sindicales plenssn que no e s t a bien equiiibpzdo e l balance del poder en l a sociedad, s e vio tambidn cuando se lea p r e g ~ ~ i d SI,

a su juicio, P'la diferencia social e.ntre Pos muy ricos y los mzy pcbres est$ av - mentando o no". Cincuenta y cinco por ciento de ellos piensa que esta ailmel tando, 23 % que es tá manteniéndose igual y 2 2 % que está dismiiiuyendo.

Mirando hacia e l futura, averiguamos de los dirigenres qué opináriso-

b r e l a magnitud de los cambios que s e d a n necesar ios pa ra dañp solucio'n a los problemas actuales de Chile. Los resultados se ven en e l Cuadro XXLV.

Camino para el progreso econ6mlco socia l de Chile

Pregunta 56, ll¿CuAl cree Ud, se r i a l a forma m%s adecuada da conseguir e l progreso econ6mico-social que Chile necesita?"

. Por medio de una rees t~ucturaeibn t o t a l e inmediata de l a s insti tuciones actua& mente e a s t e n t e s 3& Por medio de una ~eestructur*acibn, si m t o t a l e inmediata, por l o menos a no mg eho plazo, de las inst i tuciones ya t entes U Por una evolueiCin graduai de las hs t l - tuciones d atentes 22

Hant eniend:, l a s f ns t i tucbnes como e s t h hoy O -

lCX3(22%)

Unos 0,44 O/a optaron por lemarttener l a s insti t-xlones como esta'ti hoy" y 22 70 por 'luna evolueibni gradual". Cuarenta y cuatro por ciento escogierolz '?la reestructuracibn, s i no total e inmediata, por lo menos a no macho plazofp, y 34 % s e inclinaron justamente hacia una tal ireestructuracibn sltotal e ismedki -- tasi (lo que no implica que s e a violenta, aunque lo puede implicar. S i s smbar- go, esto no fue consu8tado).

Tambien l lama l a atención que, seg& Ea m a y o d a de los dirigentes si;? -- dicales, l a c lase t rabajadora quizás no ganari"a mucho s i s e logra ra %OS &van- c e s econdmicos que es tán previstos en 20s planes actuales (caso Plan Decezlal, por ejemplo). Como s e puede v e r en el Cuadro XXV, 61 O/a piensan que la c la - s e o b r e r a gozaria solamente :runa pequeña par te" de cualquier avance, y ot ros 6 % piensan que no le benef ic iada nada. 'LJn igual porcentaje piensa que goza- rdn plenamente y los 26 % res tantes que gozarf in '"astante pero no plenamen- teE9. E s interesante comparar es te cuadro, que s e ref iere a l a s espeetativas de los dirigentes f rente a posibles cambios a l nivel naciona2,ro.n 3.0s resul tade; presentados en e l Cuadro IX, donde s e t r a t6 de lo que ganar iáz los trabajado- r e s s i hubiera beneficios a l nivel de la empresa . Ante e s t a pregunta también un 66 % s e inclinaron a las dos respuestas más negativas. Sin embargo, pa re ce que hubo mas diversidad de opiniones, pues 16 0/0 (Cuadro IX) s e decidenpcnb

la alternativa + negativa mientras que solamente 6 70 (Cuadro XXY) a l nivel nacional opinan en el mismo sentido; asimismo LO 7'0 (Cuadro IX) se inclinarori a la alternativa a s , optimista, mientras solamente 6 % (Cuadro XXV) Po hicif: ron al nivel nacional.

Cuadro X X J

Posible participacidn de l a clase trabajadora en futuros beneficios

Pregunta B,56b, '"Si Chile l o g ~ a ~ a los avances económicos que está11 pre- v is tos en 19s planes actuales (caso P lan Decend, por 2 jemplo), ique sucederá con l a . clase trabajadora?"

Los traba jadsres gozarán plenamente los be- nef ieio s 6 Gozarb ba,stanie, pem no plenamente de 10s beneficios 26 Gozar3.n $610 una pequefía parte

No habrás nada papa l o s trabajadores

A pesar de lo dicho, la pregmta mas general que se les hizo a los di-, rigentes sindicales sobre el futuro no prcvocb uoia reaccidn pesimista, Fue, en realidad, muy similar a l optimismo que aparece también cuando s e tratadci las futuras relaciones con las empresas. Seg 5n nos muestra e l Cuadro XXVH, interrogados sobre e l P P f ~ t ~ r o de la sitsacidi? ge~ieraH de Chile", 49% dijeron que mejorari"a lentamente, y otros l2 % que lo hari'a con un ritmo niayor. Otros 17 % pensaron que la situaeibn s e mantendda igual, y solamente 20 70 que empeorará un poco o "en forma aguda".

Desde luego, la orientación polfiica de una persona ha de i n f l u i ~ mu- cho en la formacidn de opiniones de este tipo, Si bien no preguntamos 4a afi- liacidn partidista del encuestado, obtuvimos su pensamiento en cuanta a cuál o cuáles de los partidos poli'ticos actuales entg haciendo m50 a favor de la cla- se trabajadora, con 1.0s resultados que apareten en e3 Cuadro XXVII. E9 F R A P e s visto como el grupo que mde s e preocupa de la clase trabajadora por 43 O/o de los dirigentes, seguido por la Democracia Cristiana, qne refine 2 3 % . En tercer lugar vienen aqu6llos que piensan que nisgún partido estd haciendo mu- cho por l a clase trabajadora, recordando as i , con esta expresidn de desconf ia~ za en lo polrtico, la misma desconfianza que se expresd en torno a l estado del- movimiento sindical (véase Cuadro XIX).

C'u.a,&o XXVI Optimism y pesimismo sobre e l p o m e n b de Chile

Pregunta E;qo i i ¿ Q ~ & opfnidn t i e n e Ud, en cuanto a1 futuro de l a skbua- ci6n general de Chile?"

La cituaciún gensrai de nuestro p a í s será mejor en e l f u i u n 1 2

La situaeldn ir& mejorando2 pero lentamente 4.9 La s i t u a c i h general d e l pafs se va a marhe ner igual por mucho tiwnpo 171 La si tuaeibn empeo~ar& mas o meros9 pero no tanto 3.2

La situaclbn general de Chf ie mpeora.r&, sin duda, en forma aguda 9 -

iOo(z30>

Cuadro XXVTII

Grupos y corrientes polf t ieas qce hacer1 m%3 a favor de l a e lase trabajadora

2 Dereeha, como LlbwaZes y Conservadores & Centro, com~ DemBc~atacristianos 23

Centro, como Radicales 6 Izquierda, como FRAP &3

Ninguno 3-9

Otras respuestas (combinac%ones, etc.) 4 - ~00(230)

ACTITUDES PERSONALES

Se les hizo a los dirigentes sindicaíes una ser ie de preguntas acerca de sus actitudes más bien generales y personales - no relacionadas c o ~ su t a - r ea como dirigentes sindicales. Muchas de ellas se han hecho en otros par- ses, tanto a obreros como a personas de o t ~ o s grupos, de modo qrie existe Ba posibilidad de comparar al dirigente si2dical chileno 30 solamente con sus co - legas, sino que tambikn con otros g s u p ~ s de diferentes nacionalidades.

Actitudes frente a la educacicjn de la juventud.

Se ha dicho, por ejemplo, basándc se en investigaciones realizadas en los Estados Unidos de Norteamérica, que el hombre de clase obrera tiende a aprecia^ menos la importancia que tiene hoy eon di"a fa educacibn e n compara - cidn con lo que piensa3 Ea-. dernss c?aser socialea. Se ?a dada ccmc explica- cidn que las menores oportunidades edricacior,ales que tiene el ob-ero, para s? mismo y para SUS hijos, en comparac ih con personas de otras clases socia - les (y esto es lo mismo en cualquier sociedad), tieaden a dismizzuj~ su azlraelc y fe en tal educ acibn. Se podria pensar* pos lo tanto, que e n v a pals donde 23, educacidn superior está aún menca ad. alcance de las clases mcdestas, ?erati- vamente a la situaciún de las clases modzstas da los Estados Unidos de Norte - américa, la educacisn estuviera a-Zn meros va?,orada. E c t o lo podernos cosrs- tatar en el caso de algunas de ncestras preglantas, pero e n las demas l o s pare - ce bien lejos de l a verdad.

Se planteó la preguirta - uEa tra&-~cciSn fiel de us2a usada e l ?os Esta- dos Unidos de Norteamgrica -- ':Aproximadzr_le~te, cugxtos años de eskadio Ud. qie necesita la mayorra de los jbvenes de hoy para que les vaya bien en si1

vidano SegGx se puede ver en el Cuadro XXIJISli 13 0/0 de los d i ~ í g e r ~ t e s sicdica les indicaron que una formación al nivel universitario ser la necesaria; mien- t r a s en los Estados Unidos de Norteamérica más da 30 70 de las personas pro- venientes de la clase obreya recomiendan est? tipo de estudio. Sin embargo, hay que revelar que en Chile otro 30 070 mencionaron estudios tkcniros sriperio- r e s a l nivel vocacional e industriali, dato que no tenemos para los Estados Uni- dos de Norteamérica.

Pero, de todos modos, el cuadro cambia brzseamemte cuaiiido se les hace casi la misma pregunta, refiriéndose a !es propios hijos del dirigente. La pregunta: ILQué oficio o prolesibn le gustada q-de sus dos hijos mayores prp dieran escoger? " llevd un 45 % de los dirigentes sindicales a escoger uaa pro - fesidn que requiere educación al nivel utziversitario, miesl t~as otros P l % inldi- caron profesiones intermedias primario, contador), y otro 22 70 eli- gieron para sus hijos posiciones al nivel técnico (Ve'ase Cuadro XXIX).

Cuadro m111

La importancia de la educación

Pregunta 89. "Ap~oximadarnente, ¿cuántos años de estudio cree Ud, que neces%ta la rnqyo~pia de l o s jgvenes de hoy para que les vaya blen en la vlda?lf

P'pimarf a

Secundaria

Industrial voeaeional

Técnica

Univer a i t a r i a

La ambicidn asn" demostrada no e s siquiera inconsciente, sino que los dirigentes saben muy bien cdmo valorizarPa. Se l e s preguntd - en l a misma forma en l a que s e ha hecho en o t ros pai'ses - fl@uá;íes de los siguientes aspec - tos considera Ud. que son 20s s'dos" más importantes que hay que enseñar a los niños? ", proponi6ndoles, según s e ve en e l Cuadro XXX, una l i s ta de cin- co alternativas: 1) tener aspiraciones y s e r esforzado; 2 ) obedecer a los pa- d r e s ; 3) saber cómo vivir contento; 4) tener fe y confianza en Dios; y 5) s e r h o - nesto y decente, No nos e s posible presentar aqui'tambign los datos obteni- dos con es ta pregunta en o t ros pai'ses. o/ Pero si efectuamos e s a compara- cidn observamos que e s notable e l porcentaje de los dirigentes chilenos que e? cogieron l a enseñanza de l a ambición. Este porcentaje no solamente supe- r ó en mucho e l énfasis que le dio a es te aspecto la c lase o b r e r a de cualquier otro país estudiado (desde A u s t ~ a l i a hasta Suecia e incluyendo Brasil, Italia y Alemania), sino que superó por mucho también a cualquier o t ra c lase social en es tos parses. Esto e s muy notable, porque l as demás c lases también, por lo general, superan a la c lase o b r e r a de s u propio pai's en cuanto a la impor- tancia concedida a la ambicidn como rasgo de la personalidad que hay que fo- mentar en los niños.

--

l / Todos los datos comparados fueron juntados por e l Profesor Alex Inkeles, - sociólogo de l a Universidad de Harvard sobre la base de diversas investi- gaciones realizadas previamente por otro S investigadores. Véase Alex Inkeles: "El Hombre Industrial; relación entre status y experiencia, pe r - cepcidn y valores". American JournaP of Sociology, Vol. LXVI, July 1960 pp. 1-31. (Traducido a l castellado y publicado por el Departamento de Re - laciones Laborales de INSORA, Universidad de Chile).

C u a ~ o xnx Aspiraciones ocupacionaLes para hijos propios

P r e ~ t a 90. "Si s e pud iea , ¿qu8 of ic io o pmfesi6n l e gustarla que sus 2 h i j o s rnwres pud ie~an . ~ b t e n m ? ~ ~ . (1)

Prcfesfones intermedias (profesor primarir>, etc. ) 10

MUitax, carabinero 4 Ocupaci6n que precisa educaciSn tkcnica e indus- trial 19

Empleado (otro 1 1

obrero calaf leado 9 Obrero s i n c álf ficacibn O

otl-o 3 LOO(412)

(1) Pregunta abier ta , Se irlasiffea l a s ocupaciones después s e g h los rg bros indieadoa en e l euadrc, fundanentalmente s e g b la educacibn que exija la ocupaci5n0

Ca~ac te r5s t i eas pe r s~n idea que hay que fomentar en l o s nifios

Pregunta 89 b, PsDe l o s siguientes aspectos, ¿o,uaEea e ~ n s f d s ~ a Ud. que son Los 'Cdcs" &a h p o ~ t a n t e s que hay que enseñar a los I-Iihs?l8

PPlmw lugar Segundo lugar % %

Tener aspirasiones y s e . e s f o ~ x a d s 54. 1'7 Obedecer .a l o s pa&ea 20 21 Saber cSmo vfv3.r contento 9 8 T e n e ~ f e y confianza e~ Dios 33 20

Ser honesto y decente U 31 No contestaron 2 - 3 -

160 ( 227 ) 100(127)

Se puede concluir, pues, que los dirigentes sindicales chilenostienenuna apre- ciación bastante alta de l a educación dpor lo menos en lo que se ref iere a sus propios hijos), y que saben valorizar, en general, e l esfuerzo personal.

Optimismo y pesimismo

Finalmente, en este campo de las actitudes personales, l lama la ate2 ción e l optimismo - por lo menos relativo - que demuestra e l dirigente sindi- cal en cuanto a su vida personal. Un 52 70 dicen que l e s ha ido, basta ahora, en la vida 'Ornás o menos bienYg; 16 % "muy bien'" y solamente 3 2 % se inclinan hacia una declaración negativa. En los demás paises, es ta última cifra tien- de a var iar , con algunas excepciones, desde un 30% hacia ar r iba , tanto para los obreros calificados como para el obrero combn. Parece , por lo tanto,q= e l dirigente sindical chileno está entre los menos pesimistas, en comparación con l a s c lases obreras de otros pai"ses, y en cuanto a l futuro, como se puede ver del Cuadro XXXI, su optimismo e s aSn más notable. 8 5 % piensan que l e s va "bastante" o por lo menos "un poco" mejor, y cas i no existen aquéllos que piensan que l e s i r á peor.

CuadPo m 1

Optlfisno y peaimismr, hacia e l f'litwo

Pregunta E, 85, "Seg6n sus c$lculos, ¿sn cu:ual de l a s siguientes situacio- nes cree Ud, que se encontrar5 de aquf a unos 4 6 5 &os?"

2- En eondfciones bastante mejores que las de hoy 19

S610 un poco mejor que hoy

I g u d que en el present.e

Un poco peor

En condidones bastante peores

Situaci6n actual y planes para e l futuro

Estas actitudes optimistas s e pueden comparar con la situación actual de los dirigentes. Pedimos que se nos indicara e l salario que suelen ganaren la empresa , con los resultados que s e ven en e l Cuadro XXXII. Más de uncuar - to de los dirigentes ganaron menos de e 7 0 , siendo e l sal.ario promedio enelúl- timo t r imes t re de 1962 aproximadamente e9 5. Cuando se l e s pidi6 que relacio - naran e l ingreso familiar (asT incluyendo los aportes &e otros, adembs de su sa - lario) con las necesidades del hogar, obtuvimos los resultados que se ve en el Cuadro XXXIII. Sesenta y dos por ciento tienen dificultades más o menos con-

cuadro =lI

Salar io mensual de l o s pus iden te s sindicales

(Informaci6n. recogida en su mayorfa durante e l ,fiLti.no cuarto d e l año 1962)

Pregunta B. 76b. "¿Me podria decir mas o menos cuárko gana Ud. men~ualnente?~

menos de 50

51 - 70

71 - 100 101 - 130 133. - 160

1 6 1 - 250

Cuadro

Suf i c i e m i a a e l Ingreso fmSki~

Pregunta 77a. '!¿Cubre el ingreso f d l i m 1a.s neeesiddes econ6mlcas .mini- mas del hogar?tv

Le alcanza bien, Puede ahorrar

Le alcanaa exac%amante. Siri grandes dificult&- des

No le alcanza. Tiene dificuitades

Ko l e alcanza. Suf're grandes penurias

No contestaron

siderables con e l ingreso familiar (el promedio del cual, a base de o t ra pre- gunta, lo calculamos en E? 123), mientras 7 70 pueden ahorrar , y a 29 % les a l - canza justo. Pensando que, para mejorar su situación económica, tuviesen quizás planeado cambiar su ocupaciOn actual, preguntamos a los dirigentes s i e r a asi. Los resultados (vgase Cuadro XXXIV) son sorprendentes. Casi 60 70 no tienen planes de cambiar lsel trabajo que desempeña actualmente". Del r e s tante 40 OJo ;-más de la 'mitad (23 70) quieren independiearse anhelo que llamado, exclusivamente, EDel sueño de los norteamericanos N no lo es , ! aparentemente !

S610 1 2 % quieren subir a un cargo mejor, con salarios superiores, pero en otra empresa. Esta cifra bastante baja, podria explicarse por el hecho de que la mayorla ya tiene cargos calificadosy tope para un obrero.

Cuadro XXXIV

Planes ocupaciondes para el f'utum

Pregunta 83. "¿Tiene Ud, planes ocupsciondes diferentes para e l f'uturo que e l t r a b a j o F e desempeña actualmerrte? (Pregunta abie&,a)

No

Independizarse

Cargo con mejor sueldo m otra eq-presa 12

Actividad agrf COL.? 1

Otras d tern2t ive . s 5 - 100 (231)

RESUMEN Y CONCLUSIONES

Los presidentes de lo S sindicatos industriales chilenos son personas que se distinguen por la estabilidad en sus cargos y sobresalen en cuanto a su educacidn (tanto inicial como sus esfuerzos de continuar e l proceso de educa- ción una vez encaminados en su vida profesional). ComriÉnmente son obreros calificados, y respecto a edad no son ni demasiado jóvenes ni demasiado vi+ jos.

Su iniciacidn en la vida sindical s e debe, en una proporcidn interesan - te, a una reaccidn en contra de abusos e injusticias de parte de l a s empresas, más bien que a anhelos netamente económicos. También l e s Blevd hacia10 sin dical l a mala marcha de un sindicato ya existente - muchas veces deblido a su: puestas fallas en e l liderazgo anterior. La preocupacidn por Pa calidad del l i derazgo continúa en la actualidad, en forma de una hoaida preocupaci6n por e? estado actual del movimiento sindical chileno. Seg6n los presidentes ,de sin- dicatos, e l sindicalismo muchas veces anda mal a raFz de sus pugnas pol3icas internas.

Las relaciones con l a empresa no son especialmente tensas en lo qce s e ref iere a la aceptación del sindicato como instituci6n. Pero sTrecPama el dirigente sindical que l a empresa no está preocupdndose lo suficiente de l a so lución de los problemas fundamentales del obrero: su bienestar y su bajo suel- do, muy en especial; a pesar de que la empresa e s t a d a , segdn ellos, en condi ciones de mejorar estos aspectos. AP nivel nacional, predomina e l pen~arn& to de que e l trabajador no gozará mucho de cualquier desarrollo o mejoramieri - to que hubiese.

A pesar de lo dicho, el dirigente sindical no se encuentra en un esta- do de pesimismo: ni en cuanto a sus relaciones con la empPesa, ni frente a l sin - dicato como tal, ni frente a las perspectivas nacionales, ni frente a su propia suerte. Piensa en seguir en la c a r r e r a sindical y que mejorardn las relacio- nes con la empresa. Piensa tambign que la situaeibn econdmico social de Chi - le mejorará, aunque lentamente, y estima que 61, coma persona, ha tenido da: - to éxito en s u vida.

En la public acidn de este volxmen intervinieron: eli dact i log~af la el seanr Sergio Hidalgo P. ; operadores mizlti21~d, Los señores Rosecdo

Anticcy N. y j l o s i Arrticoy T.; Jefe de Pu- blicaciones señor ;Lomiro Zarnoyano C.

Se termi36 de imprimir, ar, IKSORA, en oc th i -e de 1963. P r i m e r a Edi-

cidn: . 1.403 ejemplares-