El Poder Oculto Delos Valores

LEVANTATE Y RESPLANDECE Textos

El poder oculto de los valores

La mayoría de nosotros juega con la fantasía de que somos

personas lógicas y razonables. Pero en realidad, pocos de nosotros

lo somos. Lo que realmente somos es habilidosos productores de

imagen. No es que le mentimos a otros sino que cuidadosamente

nos explicamos a nosotros mismos por qué es forzoso que hagamos

algo que, en realidad, ya habíamos decidido hacer.

Arlen Price dice: "Cuando el corazón está dispuesto, encontrará

miles de caminos; cuando no está dispuesto, encontrará miles de

excusas." La disposición tiene que ver con nuestros valores. Los

miles de caminos o las miles de excusas tienen que ver con que

somos productores de imagen que se convencen a sí mismos de que

realmente hicieron una elección lógica y razonable. De hecho,

estamos seguros de que era la única opción correcta que se podía

hacer. ¿Por qué? Porque tomamos en cuenta la evidencia que

inconscientemente seleccionamos para sostener la decisión que

nuestros valores nos habían dictado.

No estoy hablando de malos valores. En estos artículos asumiré que

todos nosotros tenemos buenos valores, y que tenemos que elegir

tanto entre valores igualmente buenos como entre valores buenos y

valores mejores.

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Por ejemplo, considere una de mis elecciones. Yo fui plomero por

muchos años. Como empleado, yo tomaba grandes riesgos y ganaba

salarios bajos. En promedio, trabajé 50 horas por semana y gané

cerca de $ 30.000 por año. Cuando dejé la plomería, mi salario

?oficial? era de $ 25 por hora, lo cual hace un total de $ 52.000 por

año. Por una multitud de razones, mi salario real siempre fue

muchísimo menor que el salario oficial.

Por ese motivo, muchos plomeros abren sus propios negocios, pues

están cansados de ser estafados por el sistema que está vigente en

California, donde vivo. He visto a muchas personas iniciar un

negocio. Habitualmente les lleva como mínimo un año, tal vez dos,

trabajando por su cuenta antes de tomar empleados. Su esposa

trabaja muchísimas horas contestando el teléfono de la casa (su

oficina), haciendo mandados para el negocio y llevando mucha de la

papelería comercial. El plomero trabaja cerca de 85 horas

semanales, está disponibles las 24 horas durante los siete días de la

semana y, si tiene alguna habilidad comercial, gana cerca de $

125.000 por año.

Yo podría haber hecho eso. Mucha gente me aconsejó que lo hiciera.

Dejé pasar la oportunidad de ganar por lo menos un millón de

dólares más en los últimos 15 años al no hacerlo. Mi sistema de

valores dijo que yo prefiero tener el tiempo antes que tener el dinero.

Mis valores dijeron que el tiempo invertido en el hogar, en estudiar la



Palabra y en el ministerio, a largo plazo sería más beneficioso que el

tiempo invertido en ganar más dinero.

¿Tiene un valor equivocado la pareja que se vuelca en forma

sacrificial a establecer un negocio para la familia durante unos cinco

años? Absolutamente no. Es un valor excelente y muy a menudo

aconsejo a alguien que tenga su propio negocio antes que trabajar

para otro. Pero mi valor fue invertir mi tiempo libre en cosas

relacionadas con el ministerio a expensas de invertirlo en un negocio.

Esto es un ejemplo de valores determinando mis acciones. Unos

pocos años atrás, yo no entendía qué eran los valores y cómo me

controlaban. Por lo tanto el productor de imagen que hay en mí,

produjo una multitud de explicaciones acerca de por qué yo

realmente, no debería abrir un negocio. Claramente era lógico y

razonable para mí NO abrir un negocio, y yo estaba muy convencido

con mi edición de los "hechos."

La verdad es que mi corazón no estaba en ello, así que yo encontré

miles de excusas para convencerme a mí mismo y a otros que no

había otra opción para mí. Ahora sé que yo estaba siendo dirigido

por mis valores.

Es sano darnos cuenta que estamos haciendo elecciones entre dos

buenas opciones y hacerlas sólo porque allí es donde están nuestros



valores. Es muy saludable poder decir que hicimos lo que hicimos

porque eso queríamos. Punto.

Aquí, en el Sur de California, hay gente que vive lejos de la ciudad y

debe manejar 90 minutos cada día para ir a trabajar. Ellos pueden

darte mil razones por las cuales esto es correcto. La verdad del

asunto es que su sistema de valores coloca una casa en los

suburbios por encima de 15 horas semanales de tiempo libre. Viven

allí porque quieren, no porque es la única cosa lógica y razonable

para hacer.

Mi hija optó por no seguir estudios terciarios, sino en cambio,

conseguir un trabajo. Ella tiene montones y montones de razones por

las cuales no es lógico que ella obtenga un título. Ella puede

explayarse elocuentemente sobre este tema. Muchos de sus pares (y

alguno de sus molestos padres) pueden explayarse con la misma

elocuencia sobre la otra cara del tema. La verdad e que el sistema

de valores de Desiree ha determinado el asunto, no su lógica. Ella

está trabajando tiempo completo porque quiere.

En su cumpleaños, dos personas recibieron un regalo de dinero para

comprarse ropa. Una gastó todo en un pantalón de una marca

exclusiva; la otra compró varias prendas de marcas menos

conocidas. Cada una justifica sus elecciones completamente

opuestas con la misma lógica: Es la mejor manera de administrar el

dinero. La primera dice que ese pantalón en realidad le va a durar



como tres de una marca desconocida mientras que la otra señala

que prefiere tener más opciones para vestirse y estar a la moda que,

seguramente, habrá cambiado para el próximo año. Cada una hace

lo que quiere dirigida por sus valores y cada una actúa como

productora de imagen para justificar hábilmente ante sí misma y ante

otros lo que ya ha decidido hacer.

Sugiero que te mires a ti mismo y evalúes como mínimo una docena

de decisiones que has hecho en los últimos siete días. Presta

atención a las pequeñas decisiones. ¿Por qué compraste el menú 5

cuando fuiste a comer? ¿Por qué decidiste levantarte de la cama y

hacer tu devocional? ¿Por qué decidiste no llamar a Federico y Sara

después de escuchar su mensaje en el contestador? Casi cada una

de esas decisiones fue dirigida por un valor pero justificada por

?miles de razones.?

La honestidad acerca de los motivos es un maravilloso punto de

partida para tratar con los valores. En estos artículos aprenderás

algunos valores nuevos, fortalecerás muchos otros que ya tienes,

rechazarás algunos y agregarás otros. Entonces podrás comenzar a

cambiar abiertamente los valores de otras personas.

Pero el comienzo es comprender cuáles son realmente tus valores.

Esta bien admitir para ti mismo: "Compré el menú 5, el cual no me

gusta, para hacerle creer a la persona que estaba conmigo que que

no soy de gastar mucho dinero en comida ni de comer cosas caras."



Así, ahora sabes que uno de tus valores ocultos es que cierta gente

piense bien de ti.

Haz un inventario esta semana y comienza a hacer una lista de tus

valores existentes. Pregúntate: ¿Por qué hago lo que hago? Algunas

cosas que descubras te entusiasmaran y otras te harán sentir

frustrado. De todos modos, sé honesto. Esto es para ti.

Estoy escribiendo este artículo el domingo a la noche, después de la

hora de acostarme normalmente. Me gusta engañarme a mí mismo y

pensar que tengo una vida altamente disciplinada y que estoy

escribiendo porque este artículo va a ser un soplo dador de vida para

el reino de Dios y, por lo tanto, vale la pena esforzarme aún cuando

estoy cansado y estresado. La realidad es que no me siento ni

apenas un poquito ungido, no estoy impresionado con este artículo, y

realmente lo estoy escribiendo solamente porque no quiero

desilusionar a la gente que está esperando un escrito mío este fin de

semana. Pero si yo no fuera honesto conmigo acerca de mi sistema

de valores, fácilmente produciría una imagen de esto para que

parezca algo noble cuando no lo es. Mi valor es muy simple: no

quiero desilusionar a la gente que cuenta conmigo.

No es un valor malo, terrible o vergonzoso pero tampoco es el valor

más noble del mundo.



Todo este artículo está coloreado por otros dos valores. Uno es la

cruda honestidad conmigo mismo. Yo desprecio el auto-engaño. Me

siento muy bien conmigo mismo cuando soy honesto, aún cuando

esta honestidad señale las manchas, arrugas y desteñidos que

todavía hay en mi alma.

También tengo como un valor la disposición a usar mis propias

luchas en la vida como una herramienta para enseñar a otra gente.

Mi sistema de valores dice que prefiero ayudarte a crecer

compartiendo mis fallas antes que dejar que pienses bien de mí,

mientras pierdes una oportunidad de crecer.

¡Ves! No todos mis valores son vulgares. Uhh, aquí va el retorcido

productor de imagen otra vez. Voy a abandonar e irme a la cama.

Arthur Burk

Plumbline Ministries


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