El Proyecto Latinoamericanista de Ángel Rama y La Biblioteca Ayacucho

download El Proyecto Latinoamericanista de Ángel Rama y La Biblioteca Ayacucho

of 47

Transcript of El Proyecto Latinoamericanista de Ángel Rama y La Biblioteca Ayacucho

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    1/47

    El proyecto latinoamericanista de ngelRama y la Biblioteca Ayacucho*

    Rama fue uno de esos pocos hombres que consideramos irremplazables porque, sin ellos, lascosas ya no se haran del mismo modo.

    Antonio Cndido.

    Por:Carlos PachecoPor qu an est vivo? Por qu, abolida su esttica, arrumbado su lxico precioso, superadossus temas y aun desdeada su potica, sigue cantando empecinadamente con su voz tan plena?(Rama, 1977: IX). Con estas las palabras, que mutatis mutandisnos resultan hoy tan aplicables al mismo, abre ngel Rama su prlogo para el volumen de la Biblioteca Ayacucho dedicado a

    laPoesade Rubn Daro, uno de los autores que ms concitaron su atencin. En efecto, a veinteaos de su desaparicin fsica, ngel Rama est an vivo, y en torno a l estamos reunidos aquesta tarde, porque su obra crtica, terica y editorial sigue viva y actuante; porque su prctica

    pedaggica vive en sus alumnos; porque muchas de sus iniciativas como fundador, animador yorganizador de empresas de cultura mantienen plena vigencia.Puede decirse tambin sin dudar que toda esta obra de vida, su proyecto todo y su dilatadatrayectoria intelectual, con la ejemplar coherencia que los caracteriz, fueron inspirados yalimentados por la concepcin latinoamericanista, ese impulso de autonoma e integracincontinental que lleg a ser la explcita meta de su existencia. En esta exposicin me gustaradetenerme en la consideracin de algunas instancias de ese proceso que estimo fundamentales ymostrar tambin cmo la Biblioteca Ayacucho, esa coleccin fundamental de la cultura

    latinoamericana fundada en 1974, debe en justicia ser reconocida como la culminacin, como elcumplimiento ms cabal y duradero, de esa esforzada trayectoria.

    El latinoamericanismo como proyecto intelectualEn efecto, el ideal latinoamericanista fue el faro orientador del proyecto intelectual de Rama y desu programa de vida. Estudiar sistemticamente, documentar, comprender y difundir la realidadlatinoamericana en su plural complejidad, establecer vnculos e intercambios entre sus regionesculturales, promover el dilogo y la colaboracin entre sus actores intelectuales, fueron losobjetivos que lo movieron a llevar adelante innumerables labores de investigacin, escritura,docencia, edicin y dilogo intelectual. De manera que, desde la perspectiva actual, cabe

    preguntarse: cmo fue realmente aquel impulso?

    El latinoamericanismo del que Rama fue partcipe y adelantado fue un conjunto de concepciones,propuestas, proyectos y prcticas culturales sobre Amrica Latina como regin geocultural ysobre su relacin con el mundo, compartido por un amplsimo nmero de intelectuales, escritores,artistas y acadmicos que, aunque con remotos antecedentes en la historia intelectual y polticadel continente, tuvo un auge particular en las dcadas de los sesenta, los setenta y los ochenta delsiglo XX.

    Este latinoamericanismo encontr inspiracin y fundamentacin histrica en diversosantecedentes inmediatos y remotos, al evocar figuras cimeras de nuestra historia poltica eintelectual que van retrospectivamente desde Ernesto Guevara y Augusto Csar Sandino, PedroHenrquez Urea y Jos Mart, hasta antes an de la aparicin del concepto mismo de Amrica

    Latina Simn Rodrguez o el mismo Libertador Simn Bolvar. Inspirado en sus inicios porelperodoheroico de la revolucin cubana, sustentado por las teoras poltico-econmicas de la

    http://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29635198393/el-proyecto-latinoamericanista-de-angel-rama-y-lahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29635198393/el-proyecto-latinoamericanista-de-angel-rama-y-lahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29635198393/el-proyecto-latinoamericanista-de-angel-rama-y-lahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/28699525585/perfil-profesional-de-carlos-pachecohttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/28699525585/perfil-profesional-de-carlos-pachecohttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/28699525585/perfil-profesional-de-carlos-pachecohttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Maestr%C3%ADa-en-Literaturahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Maestr%C3%ADa-en-Literaturahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Maestr%C3%ADa-en-Literaturahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Maestr%C3%ADa-en-Literaturahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/28699525585/perfil-profesional-de-carlos-pachecohttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29635198393/el-proyecto-latinoamericanista-de-angel-rama-y-lahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29635198393/el-proyecto-latinoamericanista-de-angel-rama-y-la
  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    2/47

    dependencia y el subdesarrollo, en el marco amplio de ideas marxistas o socialistas con diversogrado de radicalidad, orientado por los ideales integracionistas y por el rtulo abarcador deAmrica Latina y el Caribe, este latinoamericanismo se tradujo en mltiples esfuerzos porinvestigar, documentar y expresar diversas facetas de una ansiada identidadlatinoamericana,identidad que en las dcadas ms recientes y mientras se se fue produciendo el ingreso al nuevo

    milenio, se ha ido haciendo para muchos cada vez ms esquiva y brumosa, a medida que se lareconoce como dinmica, plural, heterognea y contrastiva, cuando no construida, evanescente odel todo innecesaria y caduca.Ese cuerpo de visiones y propuestas sobre el continente hall expresin muy respetable ysignificativa en la obra individual de numerosos escritores, artistas, crticos literarios o cientficossociales y lleg a concretarse tambin en la realizacin de proyectos colectivos de investigacin,edicin y gestin cultural entre los que se han destacado, por su mayor influencia, durabilidad yconsolidacin institucional, la Casa de las Amricas, en La Habana, o la Fundacin Centro deEstudios Latinoamericanos Rmulo Gallegos, en Caracas, adems de numerosas revistas y

    proyectos colectivos de investigacin. Todo esto signific tambin una significativaconsolidacin de las posiciones de la izquierda intelectual entre investigadores, profesores,escritores y artistas en universidades, centros de investigacin, revistas literarias y en general enel mundo de la produccin cultural, que en algunos casos lleg ciertamente a extremos deexclusin e intolerancia como la ms fundamentalista de las ortodoxias.

    Algunos asocian ese latinoamericanismocon el llamado boomde nuestra narrativa que le fue enparte contemporneo, se que dio visibilidad al subcontinente tanto en los diversos pases del reaintercomunicndolos, como en Europa y los Estados Unidos, aunque a menudo a travs de larecurrencia a ciertos tpicos, imgenes y perspectivas que pronto se convirtieron en fosilizadosestereotipos. Otros lo conciben simplistamente como una modalidad (o peor, como una moda)ideolgica de la izquierda, que tuvo su esplendor y tambin su decadencia, pero que an resurge,de vez en cuando, un tanto anacrnicamente, aqu o all, para servir a propsitos e interesesdiversos, a veces burdamente propagandsticos, mezclndose y confundindose algunas veces con

    prdicas antiimperialistas y antiglobalizadoras.Aunque haya llevado en el pasado o pudiera llevar en el futuro nombres diferentes, ellatinoamericanismo en el que Rama crey es en realidad una utopa cultural y poltica nunca deltodo cumplida; un impulso verdaderamente revolucionario que se modifica en el tiempo sin dejarde existir; una expectativa, una necesidad irrealizada de los pueblos de la regin que se mantienevivaaunque sea de manera latenteinspirando iniciativas y proyectos. Por su propia ndole, eselatinoamericanismo de signo utpico huye sin cesar de todo control partidista o fiscalizacinoficial. As lo entendi Rama, mientras daba el ejemplo con la propia vida, al tomar decisionesdifciles que lo llevaron a enfrentamientos, polmicas y exilios. Y as lo propuso en un artculodonde, para expresar justamente los ideales integracionistas de la Biblioteca Ayacucho, articulabay daba sentido al dilogo incesante de tradicin y proyecto, de exploracin del pasado y

    construccin del futuro, inherente a todo programa latinoamericanista que esa Biblioteca encarna:

    La integracin cultural es fundamento y legitimacin de los diversos proyectos de integracineconmica o poltica que se han venido diseando en Amrica Latina. Si es por un ladorecuperacin de los orgenes comunes, es por otro reintegracin en el sueo utpico que, vez trasvez, ha resurgido en los Libertadores en todas las ocasiones en que operaron transformacionesingentes de las sociedades latinoamericanas. De modo que, siendo una vasta recuperacin del

    pasado, en gran parte perdido u olvidado, la integracin cultural es un intento revolucionario que,en cuanto tal, se propone un futuro, construyendo la visin utpica de un continente y de unasociedad ideal. En estas condiciones, el pasado no es recuperacin en funcin de un archivomuerto, sino como un depsito de energas vivientes que sostienen, esclarecen y justifican el

    proceso de avance y transformacin revolucionaria. [] No sera posible visualizar el mundo porvenir si no se contara con el respaldo y la legitimacin que proporciona la leccin histrica, y esta

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    3/47

    carecera de toda significacin si no respondiera a la iluminacin de la que la dota laresplandeciente visin de lo futuro (Rama, 1981: 325-326).

    Los aos transcurridos desde la muerte de Rama en noviembre de 1983 han coincidido con eldesarrollo principalmente en la academia estadounidense y en el marco posmoderno de los

    Estudios Poscoloniales, los Estudios Subalternos y sobre todo de los Cultural Studiesde origenbritnico de otr olatinoamericanismo muy diferente; uno que ha sido llamadoLatinoamericanismo Segundo por Alberto Moreiras (del Sarto, 2004: 336). Este Latinoamericanismo Segundo no se interesa tanto por el estudio y el conocimiento directo y en

    profundidad de los diversos fenmenos sociales, polticos, econmicos y culturales de AmricaLatina, con vistas a su transformacin, sino ms bien, aunque no siempre, por su lectura a largadistancia. Esta lectura se realiza como una crtica que con frecuencia pretende serideolgicamente asptica, aunque casi siempre emite juicios categricos acerca de las propuestasconceptuales del latinoamericanismo primero (como por ejemplo la nocin rameana deTransculturacin) y opta la elaboracin abstracta y cada vez ms sofisticada de nuevosinstrumentos tericos.Entre los productos de este Latinoamericanismo segundo se encuentran objetos de valor muydiverso. Lo que si parece ser constante es el contraste con el anterior en cuanto a la profundidad ycalidad documental de sus abordajes a la realidad (un rigor que a veces se desprecia como intilgesto neopositivista). Aunque no es posible ahondar aqu en el tema, podra decirse en generalque aquel latinoamericanismo, el practicado por Rama, al trabajar sobre los diversos materialesde la cultura, acechaba a su presa cultural, la sitiaba, la cazaba, la morda, la degustaba, ladegluta, la digera, la asimilaba y expela sus detritos. En muchas de sus manifestaciones, ellatinoamericanismo segundo, que tambin podramos llamar postrameano, por lo general,apenas pellizca su presa, poco se detiene a saborearla, aunque luego, con mucha frecuencia s

    juzga y dictamina sobre ella de manera inapelable.

    La gnesis intelectual de Rama y la encrucijada de 1960

    El cuarto de siglo durante el cual se hace ms potente y manifiesta la intervencin de Rama en lacultura latinoamericana puede ubicarse, en trminos generales entre 1960 y 1985 (de Torres,2004: 81), aunque hace falta destacar la notable intensificacin de este influjo en los aos finalesde su vida y su prolongacin, ms all de su fallecimiento a causa las numerosas discusiones y

    publicaciones realizadas en su homenaje entre 1983 y 1985, as como su proyeccin, hasta el dade hoy, como inspirador de nuevas reflexiones y discusiones. Si decidimos concentrarnos en elmomento inicial en 1960, puesto que sabemos que aquel ao se produjo una transformacinirreversible en su vida y en su prctica intelectual, deberamos preguntarnos qu factoresimpulsaron entonces a aquel periodista cultural de 34 aos, ya conocido en el medio culturaluruguayo, a lanzarse a esa suerte de cruzada latinoamericanista de una manera mucho ms clara,comprometida y sistemtica a partir de esa fecha?, cmo era el Rama anterior a 1960?, cules

    fueron los aspectos que cambiaron en l y cules los motivos de esa transformacin?Los primeros 34 aos en la vida de Rama son un perodo formativo en el que se dedica, en formatentativa naturalmente, a muy diversas labores: muchas de ellas quedarn definitivamente atrs o

    pasarn a un segundo plano. Con la excepcin de un viaje de estudios a Pars, con recorridoeuropeo incluido, peregrinacin casi ritual para su generacin, este perodo transcurre casiexclusivamente en Montevideo. Adems de unos estudios formales que no llegan a constituirseen una carrera acadmica propiamente estructurada, Rama escribe y publica relatos, tiene unaexperiencia actoral, escribe teatro, realiza tareas de traductor, se desempea como funcionario dela Biblioteca Nacional y la Biblioteca Artigas. Tambin se inicia en las labores docentes y deinvestigacin que continuar a lo largo de toda su vida. En 1951, a los 25 aos publica su primerlibro de crtica. Diez aos antes, probablemente la mejor muestra de la precocidad de su talento,haba dado su primera conferencia, siendo an un licesta quinceaero.

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    4/47

    Pero la labor ms importante, la que ms lo apasiona y compromete y la que le gana un merecidorenombre en su pas es el periodismo cultural. Entre 1949 y 50 se desempea temporalmentecomo director de las prestigiosas pginas literarias del semanarioMarcha, una posicin dealtsima importancia en el espacio de la cultura uruguaya a la que retornar, ya como titular, entre1959 y 1968. Curiosamente, aunque estaba presente antes por supuesto, no fue sino hasta los

    primeros aos sesenta cuando la literatura latinoamericana vino a convertirse en el centro deatencin de Rama y de ese grupo de intelectuales coetneos suyos que integraban la llamadageneracin crtica, que hasta entonces sola prestar mayor atencin a la literatura nacionaluruguaya, a las novedades europeas y norteamericanas, y a la relacin entre ambos universosculturales.Tres inflexiones importantes se producen hacia esta fecha crucial de 1960: La primera es esecambio de nfasis de su inters por lo nacional al inters por lo latinoamericano, el trnsito entrela insercin propia como escritor y la atencin prioritaria a la vida literaria, cultural y polticauruguaya y la ampliacin de este horizonte hacia el vasto y complejo conjunto latinoamericano.En el mismo ao de 1960, asiste por primera vez, en Buenos Aires, a un coloquio internacional; yel 62 viaja como docente y conferencista a Valparaso, Buenos Aires y La Habana. Ins de Torres(2004) ubica la culminacin de este trnsito en el trienio 1969-1971, cuando se intensifica su

    participacin en circuitos acadmicos del subcontinente ms all del Cono Sur (Puerto Rico,Colombia, Venezuela, Per) y cuando se publican dos libros que significan respectivamente laclausura de su etapa nacional uruguaya (La generacin crtica (1939-1969), aparecido enMontevideo en 1972) y el definitivo volcamiento de toda su energa y atencin a la dimensinlatinoamericana (Rubn Daro y el Modernismo, publicado en Caracas en1970), que constituyeun ingreso definitivo y perfecto a las temticas latinoamericanas que lo ocuparn de all enadelante. Este pliegue de internacionalizacin latinoamericana coincide con su establecimiento enCaracas desde octubre de 1972, forzado a perpetuarse por el golpe de estado uruguayo de junio de1973, y con el inicio de lo que hemos llamado en otra parte su dcada venezolana(Pacheco yGuevara, 2004).La segunda inflexin es la que modifica el enfoque de su principal actividad profesional de

    periodista cultural a profesor e investigador acadmico: Nunca dejar de haber en Rama unperiodista cultural. La agilidad de respuesta y el polifacetismo marcarn su actividad hasta elltimo momento, como lo testimonian los numerosos artculos, notas, reseas y polmicas que

    public en los diarios caraqueosEl Nacional,El Universaly Ultimas Noticiasdesde 1972 hastasu muerte. Sin embargo, a medida que transcurre la dcada del sesenta se va produciendo unatransformacin de su actividad crtica. Las opiniones y apreciaciones van a ser cada vez mejorfundamentadas, los estudios ms sistemticos, los panoramas ms estructurados y documentados.Detrs del crtico comienza a hacerse cada vez ms visible un terico, aunque ese terico nuncallega a despegarse de un contexto cultural concreto, del magma de la realidad literariaespecficamente latinoamericana y de una posicin ideolgica. El avezado periodista cultural seva transformando aceleradamente entonces en un acadmico, en un profesor, en un erudito, en

    unscholar. Curiosamente, este proceso se realiza sin la mediacin de estudios formales de tercero cuarto nivel. Rama es en efecto un caso insigne de autodidactismo (Ana Pizarro, 1993: 18, lollam acertadamente profesor de s mismo) que despus de haber iniciado apenas estudiosuniversitarios, y sin llegar a concluirlos, alcanza una formacin intelectual que difcilmenteencuentra parangn en el continente.Sin embargo, si bien no culmina estudios de nivel superior, Rama s llega a tener un gran maestrode mximo nivel, pues el contacto con el crtico brasileo Antonio Cndido, a quien conoce en1960, tiene sobre l una importancia formativa trascendente. Algunas de las nocionesfundamentales de teora literaria que sirven de base a muchos de los desarrollos propios de Rama,como la del sistema literario y su vinculacin con el sistema social, as como la de la funcin delintelectual o la nocin de espesorde la literatura, tienen su fundamento en la obra de Cndido, en

    particular en su libro fundamentalFormao da literatura brasileira, de 1959, o estn inspiradasdalgicamente en ella. Se trata de una influencia muy significativa y explcita que se mantiene en

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    5/47

    el tiempo. Rama cita a Cndido con frecuencia. Significativamente, cita, por ejemplo, de eselibro, su definicin de sistema literario, que ser para l fundamental, en dos textos suyos

    publicados, uno muy temprano, de 1960, donde formula de manera incipiente su concepcin de laliteratura; y otro en1983, publicado meses antes de su muerte, donde la misma nocin le sirve

    para estructurar un vasto panorama de la literatura hispanoamericana. La cita, idntica en ambos

    casos, corresponde a la definicin de literatura como sistema complejo, registrada por CndidoenFormao da literatura brasileira:Un sistema de obras ligadas por denominadores comunes que permitan reconocer las notasdominantes de una determinada fase. Estos denominadores son, aparte de las caractersticasinternas (lengua, temas, imgenes), ciertos elementos de naturaleza social y psquica,literariamente organizados, que se manifiestan histricamente y hacen de la literatura un aspectoorgnico de la civilizacin. Entre ellos distnguese: la existencia de un conjunto de productoresliterarios ms o menos conscientes de su papel; un conjunto de receptores formando los diferentestipos de pblico sin los cuales la obra no vive; un mecanismo transmisor (en forma general unalengua traducida a estilos) que liga unos con otros. [] Un sistema simblico por medio del cuallas aspiraciones ms profundas del individuo se transforman en elementos de contacto entre loshombres y en interpretacin de las distintas esferas de la realidad. (Cndido, 1959, citado porRama en 1960: Antelo, 2001: 23; y en 1983: Rama, 1985: 87).

    Por ltimo, y tal vez es lo que ms nos interesa y sobre lo que continuar elaborando, en unatercera inflexin, Rama enfoca su mirada sobre una meta, dirige todos sus recursos al logro de un

    propsito concreto que mantendr inamovible, a pesar de los cambios de nfasis y modulacin,hasta el final de su vida; que dar forma y sentido de all en adelante a su trabajo comoinvestigador, docente, difusor, gestor cultural, editor y polemista.

    Las fuerzas del cambio y el encuentro de MontevideoAhora bien, cules son las fuerzas que motivan esa honda y mltiple transformacin? Muchas desus razones, influencias, lecturas de entonces no nos han sido reveladas y podran ser en adelante

    objeto pertinente de indagacin. Podemos constatar, sin embargo, sin temor a equivocarnos quelo movi en especial la potente reverberacin que llegaron a tener en el continente las imgenes ylos discursos de los combatientes de Sierra Maestra que apenas semanas antes de expresar Ramasu compromiso latinoamericanista haban descendido de sus frentes guerrilleros para dar al trastecon una dictadura tropical personalista, apoyada por los Estados Unidos y estaban en trance deinstaurar una revolucin fresca y desafiante justo frente a las fauces mismas del imperio. Con lamayora de la intelectualidad latinoamericana comparti Rama por entonces aquel fervor yaquella esperanza que signific la revolucin cubana en los tempranos aos sesenta.

    Como otros destacados intelectuales latinoamericanos, Rama no fue incondicional de aquellarevolucin que naci con tan buen augurio. Supo hacer llegar su mensaje crtico cuando,

    terminando ya la dcada, el caso Padilla conmovi aquel idealismo primigenio y lo enfrent aldesmaquillado rostro del poder autoritario que slo responde a su propia dinmica. Rama renovaos ms tarde su relacin con Cuba y con sus instituciones, pero sin renunciar a su posicincrtica, que no deja de denunciar la intolerancia de las autoridades cubanas a cualquier disidencia.Muchos aos despus, expondr en suDiario su percepcin dolorosa de la transmutacin deRoberto Fernndez Retamar de estudioso, escritor y luchador revolucionario en previsible yacartonado funcionario cultural del rgimen.Ahora bien, junto al impacto de la revolucin cubana, lo que parece haber sido un factorfundamental en la transformacin de Rama fue su encuentro y sostenida relacin con AntonioCndido, pues la influencia de su visita a Montevideo a principios de 1960 en esta suerte deconversin laica de Rama hacia el ideal latinoamericanista est bien documentada. Cndido,quien para ese momento era ya un crtico acadmico establecido y tambin un connotadointelectual de izquierda, es percibido por Rama en cierta forma como maestro y como modelointelectual y humano. No slo influye, como se ha visto, de manera determinante en la

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    6/47

    concepcin rameana de la literatura, sino que pone a Rama en contacto con otros tericos de bogareciente para entonces como Jakobson o Foucault. El influjo de Rama, a su vez, dinamiza ymultiplica los intereses de Cndido y sobre todo atrae su atencin de manera definitiva ycomprometida hacia la cultura y la literatura hispanoamericana. Por eso, ambos (y ms tardeBerta Ribeyro) llaman insistentemente la atencin sobre la necesidad de mayor conocimiento e

    intercambio entre los dos hemisferios (el trmino elegido es perfecto) de Amrica Latina, el lusoy el hispanohablante, que hasta entonces han vivido de espaldas, se dedican a estudiar con esmerola otra cultura y emprenden iniciativas concretas para acercar estos hemisferios. Una de las msconnotadas es la Biblioteca Ayacucho.Esta larga relacin profesional y de amistad entre Rama y Cndido es, adems, de una llamativacomplementariedad. Ya hemos visto cmo en los sesenta el periodista cultural y el acadmico decarrera intercambian sus respectivos impulsos, experiencias y saberes para beneficio mutuo, peroesa complementariedad se hace visible tambin entre sus contrastantes rasgos fsicos y susrespectivas personalidades y estilos de comunicacin. En marzo de 1983, en una reuninacadmica realizada en la Universidade Estadual de Campinas, cercana a So Paulo, tuve laoportunidad de apreciarla personalmente, no slo en el ms ostensible aspecto fsico, donde lacorpulencia e hiperquinesia de Rama contrastaba con la diminuta, delgada y comedida figura deCndido, sino sobre todo en el sus opuestas actitudes y dinmicas vitales. Como era natural,durante las sesiones formales (y tambin durante las comidas o el intercambio en el bar al final dela jornada) el crtico uruguayo estaba a menudo en el uso de la palabra y, con el apasionamientoque lo caracterizaba, sola marcar el rumbo y el ritmo de la discusin, haciendo provocativas

    propuestas u objetando aguerridamente las de otros. De repente, cuando ya con los nimosexaltados, unos y otros habamos tomado partido y el colectivo se diriga sin remedio a undesencuentro irreversible, Cndido peda la palabra. Entonces, con voz calmada y mesurada, ycasi siempre en forma de pregunta, introduca un nuevo criterio, un elemento o una perspectivaan no considerados, que abra para la discusin un horizonte inusitado y la pona en otro y msfructfero camino, restableciendo la confianza en un acuerdo futuro.Pues bien, al principio de esa relacin, verdaderamente digna de estudio, estuvo lo que, para la

    historia podra ser denominado, elencuentro de Montevideo, cuando Cndido visit esa ciudad enenero de 1960 y fue elegido por Rama como testigo de su transformacin y de su compromiso, enuna escena quemutatis mutandisno puede dejar de evocar para un venezolano la del juramentode liberar a Hispanoamrica del yugo hispano que hace Simn Bolvar en 1805, en el MonteAventino, vecino a Roma, ante su maestro y amigo Simn Rodrguez. Escuchemos al respecto eltestimonio del brasileo:Conoc a ngel Rama en Montevideo en el momento exacto en que tom una decisin que, en elcurso de los aos, se torn una verdadera misin. Era el comienzo de 1960 y me declar que en loadelante hara todos los esfuerzos necesarios para establecer contactos de todo tipo con losintelectuales de la Amrica Latina. Estaba dispuesto a intercambiar correspondencia, libros, hacerreseas, viajar, interesarse a fondo por la vida cultural de nuestro subcontinente. (Cndido 1993:

    14-15).

    No hay duda de que una transformacin trascendental ha tenido lugar. Rama ha visto clara cul essu misin en los aos por venir y se compromete ante una figura de autoridad magisterial como larepresentada por Cndido. Esa misin, en lo que a l se refiere, encarna en el proyectolatinoamericanista que de hecho Rama llevar consciente, sistemtica, consecuente y tenazmentea cabo hasta su realizacin ms ambiciosa y lograda que es el desarrollo en Caracas de laBiblioteca Ayacucho. As lo expresa Cndido en otra ocasin, resumiendo admirablemente, en

    palabras que aportan varias claves de importancia para nuestra indagacin, la continuidad yconsecuencia del camino emprendido entonces:

    Cuando en 1960 conoc a ngel Rama en Montevideo, me declar su conviccin de que elintelectual latinoamericano debera asumir como tarea prioritaria el conocimiento, el contacto, elintercambio con relacin a los pases de Amrica Latina y me manifest su disposicin para

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    7/47

    comenzar este trabajo dentro de la medida de sus posibilidades ya fuese viajando o cartendose yestableciendo relaciones personales. Y esto fue lo que pas a hacer de manera sistemtica,coronando sus actividades, cuando, exiliado en Venezuela, ide y dirigi la Biblioteca Ayacucho,

    patrocinada por el gobierno de ese pas, proyecto que result ser una de las ms notablesempresas de conocimiento y fraternidad continental a travs de la literatura y del pensamiento.

    Incluso porque fue la primera vez que Brasil figur en un proyecto de ese tipo y de manerarepresentativa (Cndido, 1997: 287)

    A la luz de estas revelaciones de Antonio Cndido, uno puede volver a preguntarse por lasmotivaciones remotas e inmediatas de esta decisin vuelta misin que llegara a ser tantenazmente llevada a la prctica, a una prctica concreta y eficiente a lo largo de sus restantes 24aos de vida. Y el asunto no es banal, porque aquella decisin de la que con gesto tan solemnehace parte a Antonio Cndido, tendr un poder inmenso al encauzar y potenciar an ms su

    proverbial energa, talento y capacidad de trabajo y organizacin, ponderado en tantas ocasionespor quienes trabajaron cerca de l.

    Qu razones lo movieron entonces hacia la utopa latinoamericanista?: su origen humilde como

    hijo orgulloso de campesinos gallegos inmigrantes, crecido en un modesto barrio de Montevideoy producto de la escuela pblica?, sus convicciones y su militancia en la izquierda moderada,crtica e ilustrada, que llega a un mximo fervor con los fuegos heroicos de la incipienterevolucin cubana?, sus lecturas multidiversas que lo hacen dirigir finalmente la atencin haciael poco estudiado continente latinoamericano?, el ejemplo y el magisterio de Antonio Cndido a

    partir de 1960, al que se unir la relacin intelectual y personal con otros muy numerososintelectuales latinoamericanistas como Darcy Ribeyro, Fernando Alegra, Benjamn Carrin,Toms Eloy Martnez, No Jitrik, Augusto Roa Bastos, Tulio Halperin Donghi, Berta Ribeiro oLeopoldo Zea?

    La Biblioteca Ayacucho como corona del proyecto

    En todo caso, la culminacin prctica ms visible y de mayor dimensin de aquel proyectosolemnemente declarado en 1960 y llevado a cabo laboriosamente en mltiples tareas deinvestigacin y docencia, contactos, viajes y publicaciones durante los aos siguientes, vendr aser, como lo expresa Cndido, la Biblioteca Ayacucho. Cuando habla de ella como corona del

    proyecto latinoamericanista de Rama, Cndido acierta, pues ninguna de sus otras realizacionescomo acadmico, editor, director de publicaciones peridicas y gestor cultural en general, quefueron muchas, se compara con esta empresa. Cndido sabe bien de lo que habla, porque, junto alantroplogo Darcy Ribeyro, l constituy el nudo brasileo principal de esa red de apoyocontinental que se estructur desde Caracas a mediados de los setenta para hacer posible elvelocsimo desarrollo inicial de la Biblioteca Ayacucho, como muestra, junto a muchos otroselementos, el valioso conjunto de cartas que Rama cruzara con investigadores, crticos, escritores,

    cientficos sociales, traductores, editores y dueos de derechos de autor, mientras ocupa el cargode Director Literario de la Biblioteca Ayacucho, entre 1974 y 1983.

    Curiosamente, este prodigioso dilogo se produjo en los aos inmediatamente anteriores a laexistencia o la popularizacin de los sistemas de procesamiento electrnico de textos, los bancosde datos, las computadoras personales y porttiles, el fax, el correo electrnico y las redessociales. Si bien el trabajo de Rama es sorprendente de por s, lo es mucho ms por haberserealizado sin la ayuda de esas tecnologas informticas y comunicacionales, que lo habranfacilitado enormemente. A travs de estas cartas (y con la ayuda ocasional del telfono), Rama selas arregl as para echar a andar simultneamente los proyectos de edicin de un impresionantenmero de volmenes desde los primeros meses de constituida la Biblioteca Ayacucho. El valorde este archivo epistolar, compuesto aproximadamente por un millar y medio de piezas, reside en

    que estas cartas suyas y las respuestas de sus interlocutores permiten apreciar, no slo el tejidosubyacente, la historia menuda y hasta ahora desconocida del desarrollo inicial de la Biblioteca

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    8/47

    Ayacucho, sino tambin muchos otros elementos relevantes para comprender la resonancia de lavida cultural y poltica de Latinoamrica para el momento, la manera de pensar de Rama sobrelos ms diversos tpicos, su mtodo de trabajo, la impresionante red de conexiones que lleg aestablecer con lo ms granado de la intelectualidad continental y hasta facetas tal vez inditas desu fibra personal.

    Para dar siquiera una idea de la riqueza del repositorio de cartas, imposible de comentar en elespacio de este trabajo, mencionaremos, sin ningn orden particular, como una lista en la quecada uno ir reconociendo, con sus diversas nacionalidades, diversas generaciones, diversas reasde especialidad profesional, a algunos de los interlocutores de Rama que consideramos msimportantes: No Jitrik, Jos Lezama Lima, Juan Bosch, Margit Frenk, Gilda de Mello, RicaurteSoler, Santiago Kovadloff, Tulio Halperin Donghi, Juan Carlos Onetti, Alfredo ParejaDiezcanseco, Haroldo de Campos, Andr Saint-Lu, Irving A. Leonard, Alberto Blasi, Kurt L.Levy, Juan Meja Baca, Giovanni Meo Zilio, Nora Dottori, Susana Zanetti, Augusto Roa Bastos,Eduardo Camacho Guizado, Leopoldo Zea, Benjamn Carrin, Jos Luis Romero, Gonzalo Rojas,Alejo Carpentier Mirta Arlt, Matilde Urrutia, Juan Loveluck, Julio Ortega, Jorge Enrique Adoum,Salvador Bueno, Luis Alberto Snchez, Juan Gustavo Cobo Borda, Jorge Lafforge, David Vias,Cintio Vitier, Giuseppe Bellini, Rafael Gutirrez Girardot, Dardo Cneo, Antonio Cornejo Polar,Idea Valarino, Aracy Amaral, Carlos Rama, Julio Le Riverend, Sergio Ramrez.

    Originalmente, el epistolario se encontraba organizado slo en orden cronolgico, pero desde1988 cada grupo de cartas relativas a un volumen particular de la coleccin fue separado encarpeta independiente. En 2003, mediante un proyecto de Marisela Guevara aprobado yfinanciado por la Fundacin, el repertorio fue copiado e indexado y comenz a ser estudiado porella. Ese estudio fue parte central de su tesis de maestra en la Universidad Simn Bolvar. Lanueva organizacin dota a cada libro de su propio expediente, permitiendo reconstruir su procesode produccin y edicin y facilitando en gran medida la investigacin y comprensin defenmeno.

    De acuerdo con esta ordenacin, el epistolario se iniciara con la correspondencia relacionada conel volumen N 2, dedicado al Canto generalde Neruda, publicado en 1976, y concluira con lacarta dirigida el 12 de agosto de 1983 a Irving Leonard (prologuista) y William C. Bryant(encargado de la edicin, notas y cronologa) del volumen 106, que incluyeSeis obrasde CarlosSigenza y Gngora y fue finalmente publicado en septiembre de 1984. La redistribucin delmaterial hace posible tambin detectar la ausencia de algunas piezas, lamentablementeextraviadas, pero estas ausencias no interrumpen la secuencia del proceso de cada volumen.El epistolario de Rama en la Biblioteca AyacuchoSi debiramos escoger una mnima muestra de la riqueza de este epistolario, teniendo en cuentaen particular sus referencias a los inicios de la empresa de cultura que Rama impulsaba desde

    Caracas, convendra revisar inicialmente la carta del 25-02-76 (Anexo N 1), donde DarcyRibeyro, luego de referir que ha firmado el contrato donde se compromete a escribir el prlogoa Casa Grande e Senzala, de Gilberto Freyre, acepta gustoso la idea de que yo podra ayudarte aestablecer la lista de los ttulos brasileos de la Biblioteca Ayacucho y de encontrar y contactar[a] los prologuistas para ellos. Como se trata de viejos amigos, esta carta, como muchas otras,exhibe la familiaridad y el humor que reinaba entre ellos. Es de obligada mencin el intrigantecontenido del prrafo final, donde Ribeyro, luego de una referencia a la proximidad de unaciruga a la que Rama en efecto se sometera en Houston a fines de ese ao, pronosticaindirectamente, refirindose a s mismo, la fecha muy aproximada de la muerte de ngel:Escrbeme dice, preciso de ti muy vivo y muy lcido hasta octubre de 1983, cuando morir.En comandita con Antonio Cndido, la seleccin brasilea es realizada muy pronto por Ribeyro.En efecto, en una carta del 07-07-76, se incluye una Lista de 20 ttulos brasileiros para a

    Biblioteca Ayacucho, a ser discutida pelos encarregados, elaborada por Darcy Ribeyro eAntonio Cndido. (Anexo N 2). 10ttulos de Literatura y 10 de Ciencias Humanas, que

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    9/47

    incluyen no slo el nombre del autor y de la obra propuesta, sino tambin la sugerencia de quinpodra escribir el prlogo, a quin pertenecen los derechos si no son de dominio pblico, lasrespectivas direcciones postales y noticias sobre diligencias ya adelantadas para la posible edicinvenezolana. Cualquier estudioso de la cultura brasilea percibir la dificultad de elaborar una listacomo sa y la sabidura y generosidad con la que Cndido y Ribeyro superan el reto.

    Apenas unos meses ms tarde, Rama reportara muy satisfecho en una carta a Berta Ribeyro del15-10-76: Aunque no lo creas tengo contratados unos veinte libros brasileos; y enseguida losenumera (da la impresin que de memoria), dando noticia de los importantes prologuistas otraductores que ha conseguido para ellos, y concluyendo esa seccin con una frase que trasluce suentusiasmo y optimismo: Para empezar no es poco y como tengo toda la historia de la cultura deBrasil para elegir, puedo seleccionar lo mejor con enorme facilidad [].Los textos listados porRama coinciden en buena medida, como sera de esperarse, con las recomendaciones de suscorresponsales brasileos, ya aprobadas por Biblioteca Ayacucho, pero son ahora asumidos por lcomo suyas. Expresiones como tengocontratados, Walnice Nogueira Galvaomehace el

    prlogo, ste [Antonio Cndido] tambinmeprologa, ratifican all hasta qu punto Ramaasumi el desarrollo del proyecto como misin absolutamente personal a la que se dedic porencima de cualquier otra cosa.Un aspecto de los muchos revelados por las cartas que no podemos dejar de mencionar es el quese vincula con la persona de Rama y la de sus interlocutores epistolares, con el talante humanoque en ocasiones se transparenta, ms all de las formalidades, entre figuras de primer plano en elmundo de las letras o la academia que son tambin amigos de confianza. En casos como stos, laescritura de algunas cartas abandona el pragmatismo de las realizaciones editoriales para fluir pormomentos hacia los espacios de la reflexin, de la intimidad, hasta de la chanza o la crnicamenuda, con la sabrosura de una conversacin entre buenos amigos donde al fragor de undilogo vivo y vivencial pueden ventilarse temas como los reveses o los logros cotidianos otrascendentes de cada uno, las aspiraciones acadmicas, la errancia a la que se vio forzado unsector progresista de la intelectualidad latinoamericana, las asimetras econmicas y polticas delos distintos pases; en fin, la historia menudas de sus vidas. Es lo que ocurre, por ejemplo, al

    final de la carta a Berta Ribeyro que venimos comentando, que se inicia as:

    Confieso que me gusta platicar contigo y las cartas que te escribo son de las pocas que hago conreal placer, como si estuviera all, mirando hacia fuera por una ventana y conversramosapaciblemente los dos. Es como una amistad larga que se ha hecho un mutuo sentimiento de lavisin de cada uno sobre el mundo y de tener ya muchas cosas vividas al mismo tiempo.

    Luego de dos pginas dedicadas a asuntos de trabajo y tras evocar las dificultades de una parejaamiga cuya separacin parece haber afectado a los hijos, Rama regresa al tono reflexivo e ntimo,

    para terminar con un pequeo gesto de humor:

    Pero el tiempo es un gentilhombre y ayuda a calmar los sentimientos. Ms incluso que el trabajo,mi querida Berta, porque tampoco es cuestin de embotarse, sino de conceder a la propia vida loque sta merece y reclama, su dignidad, su importancia, su valor. El da en que te vea escribiendotus libros, con coraje y seguridad, sabr que el tiempo ha hecho su obra y puedes mirar ya conotros ojos todo el pasado. Para esto es necesario aprender a quererse, ms de lo que t hacescontigo, a saber qu valor se tiene, a reconocer ese valor en el aprecio de los amigos, en laadmiracin de quienes te rodean. No es fcil, pero es el camino. / Ya ves que tambin yo heescrito tres pginas. Parecemos dos ociosos, aunque somos dos trabajadores empedernidos yempecinados.

    La Biblioteca Ayacucho en la Venezuela de los setentaTodava hoy es difcil de creer que hace treinta aos por estos das, el 10 de septiembre de 1974,

    menos de dos aos despus del arribo de Rama a Venezuela en octubre de 1972, se produjera yael establecimiento de la Biblioteca Ayacucho, un proyecto de largo alcance que no fue desde

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    10/47

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    11/47

    clima represivo y persecutorio (para describirlo slo muy brevemente, y en trazos muy gruesos)[]Cartas como sta evidencian lo arduo de aquella empresa y tambin cmo Rama mantuvo en sumano una batuta ejecutiva que no perda detalle de aquel proceso, mientras atendasimultneamente a la produccin de ms de 25 volmenes.

    Al buscar explicaciones para el rpido progreso del proyecto Biblioteca Ayacucho, debe tenerseen cuenta tambin que Rama vena ya madurando ese proyecto desde tiempo atrs. En efecto,como parte de aquel compromiso latinoamericanista jurado ante Cndido en enero de 1960, Ramadebi haber comenzado a imaginar ese monumento editorial y bibliogrfico desde muchos aosantes y a prepararse para realizarlo mediante el estudio minucioso y sistemtico de la literaturacontinental y el establecimiento de centenares de contactos en los diversos pases de AmricaLatina.

    Plenos de esa inocultable pasin que iluminaba todas sus tareas y que est presente en todos susdiscursos, con esa avidez de conocimiento y de la realizacin concreta de sus objetivos, los casi15 aos que, desde aquel juramento del sesenta precedieron azarosamente al inicio vertiginoso de

    la Biblioteca Ayacucho podran ser ledos entonces, a posteriori, como la sistemtica y laboriosapreparacin del investigador y del gerente cultural que sera requerido para la empresa editorialque desarrollara luego en Caracas. Fueron los aos para ir, no slo soando sino tambindiseando in mente, lo que llegado el momento propicio llegara a ser la Biblioteca Ayacucho,hecha realidad en las condiciones (inmejorables en la esfera pblica, muy difciles, aunquetambin muy enriquecedoras en el mbito personal, como revela suDiario) que encontrar en suimpensado exilio venezolanoLas cartas muestran tambin que Rama, en Caracas, no estaba solo. Si bien la llamada dcadavenezolana de Rama fue marcada por mltiples encuentros y desencuentros, por fructferassincronas y cidas polmicas, como se ha mostrado en otra parte (Pacheco y Guevara, 2004: 110-115), la proeza del desarrollo inicial de la Biblioteca Ayacucho slo puede explicarse, teniendo

    tambin en cuenta que l encontr y pudo interactuar productivamente con co-protagonistas,venezolanos y de otras nacionalidades, sumamente valiosos y comprometidos con ese proyecto.

    As lo ha hecho notar Oscar Rodrguez Ortiz (l mismo un competente y esforzado actor de lapermanencia y desarrollo de ese proyecto en el tiempo) en la Presentacin del libro celebratoriodel trigsimo aniversario de la Biblioteca Ayacucho (2004). Especial relevancia entre estosvenezolanos corresponsables de aquel milagro que fue echar a andar esta alta empresa de culturatiene all la participacin, ms pragmtica y silenciosa, pero no menos estrenua y valiosa, de JosRamn Medina, quien acompa a Rama desde las batallas de los aos iniciales y quien, luego dela muerte del crtico, se convirti, desde la presidencia de la Fundacin, en garanta de lacontinuidad del proyecto. En tal sentido, expresa Rodrguez Ortiz, llamando la atencin sobre una

    nueva alianza de complementariedad que establece Rama:Pero de esta historia se ha recordado menos, y siempre de paso, el hecho de que en Caracas Ramaconoci a Jos Ramn Medina. Tambin editor, pues de muchacho comenz por ser tipgrafo,

    periodista, poeta de destacada carrera literaria, pblica y acadmica, sus varios prestigios leabrieron sin duda las puertas del alto gobierno venezolano hasta donde lleg una maana encompaa del locuaz uruguayo. Nada ms distinto que el do Rama-Medina, en estilos,formacin, sensibilidades y hasta en estatura fsica, pero nada ms complementario, como lahistoria ha probado en la fbula de qu hara el soador sin el organizador. Medina, que movacielo y tierra para que no le rebajaran el presupuesto ofrecido. Medina, que no dejara morir laeditorial cuando Rama muri en un accidente areo. Rama, que casi se peleaba, y se peleaba dehecho con quienes prometieron un prlogo para mayo y en septiembre no se daban por enterados

    [] Rama que tena en su cabeza la cultura como conjunto. (Rodrguez Ortiz, 2004: 8-9)

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    12/47

    A partir de aquellos aos heroicos entre la fundacin y la aparicin del primer volumen, laBiblioteca Ayacucho ha mantenido su vigencia sostenida por el esfuerzo de innumerables

    personas. Por ser como es una empresa del Estado venezolano ha logrado continuidad en eldesarrollo de su alta misin de integracin cultural latinoamericana sin verse gravemente afectadaen lo fundamental por los cambios de gobierno naturales en toda verdadera democracia, por las

    diversas polticas de diferentes gestiones ministeriales o de sus sucesivos Presidentes (JosRamn Medina, Alfredo Chacn, Stefania Mosca y Humberto Mata) y Juntas Directivas.

    A travs del establecimiento, consolidacin y pervivencia de la Biblioteca Ayacucho, Venezuelaconfirma su vocacin protagnica de unidad latinoamericana. Es una vocacin latinoamericanista

    poseedora de lo que Antonio Cornejo Polar sola llamar profundidad histrica, pues as comoCaracas, por diversas razones econmicas, polticas y culturales que se han expuesto, result ellugar ideal para el establecimiento de la esta Biblioteca Ayacucho a mitad de los aos setenta delsiglo pasado, tambin fue Madrid el lugar indicado, cincuenta aos antes, para que nuestro RufinoBlanco Fombona desarrollara la Editorial Amrica (con su propia y pionera BibliotecaAyacucho incluida) y tambin lo fue Londres, en la tercera dcada del XIX para que AndrsBello, junto al neogranadino Juan Garca del Ro, con similares propsitos (latino) americanistas,editara las revistasLa Biblioteca Americana(1823) yEl Repertorio Americano(1826).Esta participacin activa, aunque a veces menos visible, de numerosos venezolanosconjuntamente con americanos de otras latitudes, en este nuevo proyecto de integracin eintercomunicacin cultural tendra que interpretarse entonces como un valioso captulo dentro deuna muy vigorosa tradicin latinoamericanista que ha emergido en diversas instancias de lahistoria continental a travs de figuras histricas e intelectuales muy diversas. Por eso es decelebrarse que el mencionado volumen aniversario incluya, junto al de Rama antes citado, textosmuy relevantes escritos por Andrs Bello y por Rufino Blanco Fombona, que a un siglo dedistancia dialogan (entre s y con el de Rama), y que son fruto de un mismo anhelo y un mismoimpulso latinoamericanista. Ningunas palabras entonces ms oportunas para concluir que las deOscar Rodrguez Ortiz, quien cierra de esta manera su Presentacin del volumen aniversario:

    De manera que el proyecto Rama-Medina es un captulo del proyecto Blanco-Fombona, queasimismo deriva de la brillante iniciativa de Garca del Ro-Bello y de otros que se han intentadoen otros puntos de Latinoamrica a lo largo de su historia republicana. Lo interesante es que nadiereclama la patente de originalidad sino que ms bien se siente ms solidificado en lo que hace

    porque puede apelar a una experiencia, a un mismo y constante propsito dotado de unamagnfica historia. [] A los venezolanos de varias generaciones y pocas nos complace muchohaber tenido parte tan decisiva en hacer esa historia verdadera. (Rodrguez Ortiz, 2004: 19)

    BibliografaAntelo, Ral, ed. (2001):Antonio Cndido y los estudios latinoamericanos. Pittsburgh, Instituto

    Internacional de Literatura Iberoamericana.Aray, Edmundo, comp. (1968):Aqu Venezuela cuenta. Montevideo, Arca. Prlogo de ngelRama.Biblioteca Ayacucho (2004): 1974-2004: 30 aos de Biblioteca Ayacucho. Caracas, BibliotecaAyacucho.Campa, Romn de la (1993): ngel Rama en la coyuntura posmoderna.Escritura, 35-36: 179-190.

    ________ (1999) El desafo inesperado deLa ciudad letrada. En su:Amrica Latina y suscomunidades discursivas. Caracas, CELARG Universidad Andina Simn Bolvar (Quito,Ecuador): 117-151.Cndido, Antonio (1959)Formao da literatura brasileira (Momentos decisivos). So Paulo,Martins.

    _______ (1993): Lucidez latinoamericana.Casa de las Amricas, La Habana, 192: 14-15.

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    13/47

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    14/47

    Angelito:

    Te acuso recibo de haberme escrito una carta que empieza con: acuso recibo de tu carta.

    Con ella, vino el contrato para redactar el Prlogo a Casa Grande e Senzala, que te devuelvofirmado. No s cuando quieres que te lo mande, pero ya estoy en l sufriendo mucho en releer aGilberto y divirtindome algo en generar el texto inteligente y provocativo que pides.Anota para tu informacin que, los derechos de Las Amricas y la Civilizacin me pertenecen,incluso los de la traduccin. Su editor corriente ahora ya no es Boris De Cealsino, Extemporneos de Mxico, que deben lanzar una nueva edicin en los prximos meses.Me gust mucho la idea de que yo podra ayudarte a establecer la lista de los ttulos brasileos dela BIBLIOTECA AYACUCHO y de encontrar y contactar los prologuistas para ellos.

    Como vuelvo a Brasil, en junio prximo, podr ocuparme de esto con mucho gusto y provecho.Esto ltimo es muy importante, dado que vuelvo esperando apenas que me dejen vivir tranquiloall, pero sin ninguna perspectiva de trabajo. En este sentido, un contrato para asesorarte, mecaera muy bien. Porqu no me invitas a ir a Caracas para discutir esto contigo?

    Qu dices t de que te van a operar? Y, que piensas hacerlo en Caracas?

    Escrbeme, preciso de ti muy vivo y muy lcido hasta octubre de 1983, cundo morir.

    Abrazos para ti y besos a la Marta.

    [Fdo.] Darcy Ribeiro

    Angel Rama Oficina Regional OITDirector Literario BA Apartado 3638Apartado Postal 2122 Lima 1

    Caracas. VENEZUELA. PERUAnexo N 2Lista de 20 ttulos brasileiros para a Biblioteca Ayacucho, a ser discutida pelosencarregados, elaborada por Darcy Ribeiro e Antonio Cndido.Literatura1. Manoel ntonio de Almeida, Memrias de un sargento de milcias.Encarregado: (?)

    Direitos: Domnio Pblico.

    Machado de Assis

    Encarregado: Roberto Schwarz, j em entendimento com Rama.Direitos: Domnio Pblico.Lima Barreto, As recordaes do Escrivo Isaias Caminha - e - Triste fim de PolicarpoQuaresma.

    Encarregado: Francisco de Assis Barbosa (A. Cndido falar com elese a sugesto for aceita)..Direitos: Falar com Caio Graco da Silva Prado, Editora Brasiliense. Caixa Postal 8.163, SoPaulo, SP, Brasil (Antonio Cndido poder falar se for preciso).Oswald de Andrade: Memrias sentimentais de Joo Miramar - e- Serafim Ponte Grande.

    Encarregado: Haroldo de Campos, j em entendimento com Rama.

    Direitos: Rud de Andrade e Antonieta Marlia de Andrade Graciano, eventualmente atravs daEditora Civilizao Brasileira, Rua da Lapa, 120, 12 Andar, Rio de Janeiro, RJ, Brasil.

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    15/47

    (Antonio Cndido j falau com Rud de Andrade, que est inteiramente de acordo (Aguardacorrespondencia).Mrio de Andrade, Macunama, etc.

    Encarregado: Gilda de Mello e Souza, j em entendimento com Rama.

    Direitos: Carlos Augusto de Andrade Camargo, Rua Sucia, 278, Jardim Europa, So Paulo, SP,Brasil.(Antonio Cndido j falou com ele; est de acordo e aguarda correspondencia de Rama).(Rama j deve ter entrado em contacto com Seix Barral, que est editando a excelente traduoespanhola do mexicano residente em So Paulo Hector Olea).Graciliano Ramos, S. Bernardo, Vidas Secas, Angstia.

    Encarregado: Joo Luis Lafeta?Direitos: Heloisa Ramos, que poder ser contactada por Darcy.Carlos Drummond de Andrade, Obras escolhidas.

    Encarregado: Maria Luisa Ramos (Darcy poder falar).

    Direitos: Autor, ou Livraria Jos Olympio Editora, que podero ser contactados por Darcy.Guimares Rosa, Grande serto: veredas.

    Encarregado: Benedito Nunes (A.C. poder falar)Direitos: Famlia, atravs de Livraria Jose Olympio EditoraRua Marqus de Olinda, 12, Ro de Janeiro, R.J.(A.C. poder entrar em contacto com Jos Olympio).

    Antologia dos poetas do Modernismo.

    Encarregado: Mario da Silva Brito, ja em entendimento com Rama. Darcy poder ser o contacto.

    Antologia de contistas contemporneos.

    Encarregado: Alfredo Bosi (A.C. poder falar)-

    Cincias HumanasJoaquim Felcio dos Santos, Memrias do Distrito Diamantino.

    Encarregado: Alexandre Eulalio (A.C. poder falar).

    Direitos: Domnio pblico.

    Slvio Romero, Escritos escolhidos.

    Encarregado Antonio CndidoDireitos: Comnio pblico.

    Capistrano de Abreu, Captulos de histria colonial.

    Encarregado: Jos Honorio Rodrigues (Darcy poder falar).

    Direitos: Familia, va Jos Honorio Rodrigues (Darcy).

    Euclides da Cunha, Os Sertes

    Encarregado: Walnice Nogueira Galvo, j em entendimento com Rama.

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    16/47

    Direitos: Livraria Francisco Alves Editora S.A., Rua Baro de Lucena, 43, Botafogo - ZC-02 -20.000 - Rio de Janeiro - RJ-Mas creio que j est em domnio pblico.Gilberto Freyre, Casa grande e senzala.

    Encarregao: Darcy Ribeiro.Direitos: Jose Olympio (v. entereo asima) (Darcy)Sergio Buarque de Holanda, Viso do Paraiso.

    Encarregado: Mara Odilia da Silva Dias (A.C. pode falar).Direitos: Autor directamente.Caio Prado Jnior, Formao do Brasil contemporneo.

    Encarregado: Francisco Iglesias (A.C. pode falar).Direitos: Autor, directamente, ou atravs Livraria Editora Brasiliense, endereo acima.Florestan Fernandes, A revoluao burguesa + Escravismo (remanejado).

    Encarregado: Fernando Henrique Cardoso (aceita o encargo).Direitos: Diretamente com o Autor.(Cer preciso acertar com este a idia de compor o livro segundo sua conversa com Darcy. A.C.

    poder fazer o contacto).

    Celso Furtado, Evoluao econmica do Brasil.

    Encarregado: Francisco de Oliveira, Paulo Singer?

    Direitos: Autor, diretamente. (Darcy pode fazer contacto).

    Darcy Ribeiro, Livro combinado com Angel Rama.

    Anexo n 3Cronologa mnima de ngel Rama1926: Nace en Montevideo, a ms honra hijo de campesinos gallegos inmigrantes.

    1931-1942: Estudios formales en escuela y liceo pblicos y luego bachiller autodidacta concursos de teatro, francs, abogaca y literatura. 1 conferencia: 1931. 1er. artculo: 1942.

    1943-1959: Actor, traductor del francs, cuentista, novelista, dramaturgo, profesor de secundariay periodista cultural enEl Pas yAccin. Cursos en la Facultad de Humanidades. Trabaja en laBiblioteca Nacional y la Biblioteca Artigas. Director de las pginas literarias delsemanarioMarcha(1949-50 y 1959-68). 1er. libro de investigacin y crtica 1951. Investigaciny cursos en Paris con beca de la embajada francesa con recorrido europeo (1955-56).1960: Visita de Antonio Cndido a Montevideo. Encuentro crucial para su formacin terica ydeterminacin latinoamericanista. Primeras propuestas tericas. Editor en Ediciones Fabula yEditorial Alfa. 1er. coloquio internacional en Buenos Aires. Inicio de intensa trayectoria de

    ponente y conferencista.

    1962: Funda Editorial Arca. Docente y conferencista invitado en Buenos Aires, Valparaso y LaHabana.

    1966: Primera visita a Venezuela como conferencista invitado por la UCV, editor defraudado yexplorador literario, siendo ya un reconocido intelectual. En junio: primera publicacin sobre

    literatura venezolana SobreEl techo de la ballena (Marcha, 1307). Profesor de la Facultad de

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    17/47

    Humanidades de Montevideo hasta 1972. Director all de laRevista Iberoamericana deLiteratura.1967: Segunda visita a Venezuela: Congreso del Instituto Internacional de LiteraturaIberoamericana en la UCV. Conferencia en Mrida. Prepara edicin y prlogo deAqu Venezuelacuenta (E. Aray). Conoce en Montevideo al antroplogo brasileo Darcy Ribeyro, otra gran

    influencia en su formacin intelectual.1970: La UCV publicaRubn Daro y el Modernismo, uno de sus principales libros. Profesorvisitante en la Universidad de Puerto Rico en Ro Piedras hasta 1971, cuando le ser revocada suvisa por haberse solidarizado con los independentistas. Ese ao toma distancia crtica del procesocubano tras el escndalo conocido como el Caso Padilla:1972: En octubre, tras dos deportaciones, llega a Caracas, invitado por el Instituto Pedaggico yla Escuela de Letras UCV. Se integra como profesor a la UCV hasta 1978. Comienza su dcadavenezolana. Doble polmica con Vargas Llosa sobre Gabriel Garca Mrquez y el boom.1973: Golpe de estado en Uruguay lo convierte en indocumentado y exiliado. Dictadura militartambin en Argentina y Chile, lo que aumenta la oleada migratoria del sur a Venezuela.Venezuela lo acoge y le otorga la nacionalidad en 1977. Desde este ao y hasta su muertesostiene una intensa participacin en la prensa venezolana como articulista, especialmente en El

    Nacional y El Universal.

    1974: Se funda la Biblioteca Ayacucho el 12 de diciembre por decreto presidencial de CarlosAndrs Prez. Es designado Director Literario y lo ser hasta su muerte. El 1 de septiembre iniciala escritura delDiario cuya ltima entrada es del 02-05-83. Para el momento, estudiaba losdiarios de Blanco Fombona.1975: La UCV publica Salvador Garmendia y la narrativa informalista. Monte vila

    publicaRufino Blanco Fombona ntimo.1976: En la Facultad de Humanidades de la UCV establece (con Rafael Di Prisco) larevistaEscritura que se publicar hasta 1993. Gana la IV Bienal Jos Antonio Ramos SucreconEl universo simblico de Jos Antonio Ramos Sucre, el cual sera publicado por la

    Universidad de Oriente en 1978. Operacin cardaca en Houston. Intensificacin del trabajo enBiblioteca Ayacucho.1977: Obtiene la nacionalidad venezolana. Profesor Honoris Causa de la Universidad del Zulia.

    1979: Desde este momento intensifica su trabajo docente como profesor invitado en diversasuniversidades estadounidenses: Maryland, Middlebury College, Princeton. Mltiples ponenciasen congresos.

    1981: Profesor Titular de Literatura Latinoamericana en Maryland

    1982: Se publica Transculturacin narrativa en Amrica Latina, con textos que haban venidosiendo publicados desde 1974 (el primero en Maracaibo:Revista de Literatura

    Hispanoamericana). Se publica en BogotLa novela latinoamericana 1920-1980, con textospublicados desde 1964. En julio es negada la solicitud de renovacin de visa estadounidensecomo asunto confidencial que no permite discusin ni apelacin. El apoyo de importantesfiguras intelectuales y polticas resulta infructuoso.1983: En febrero le es revocada definitivamente la visa estadounidense por subversivocomunista. Parte a Pars como invitado de la cole des Hautes tudes. En marzo participa en lareunin del proyecto de historia literaria en Campinas, Brasil, coordinado por Ana Pizarro.ltimas visitas a Caracas: en julio para participar en el Primer Congreso sobre el PensamientoPoltico Latinoamericano, con la ponencia: Vigencia del pensamiento de Simn Rodrguez. Enseptiembre, para el LVII Congreso Internacional del Pen Club. Fallece el 26 de noviembre enMejorada del Campo, cerca de Madrid en un accidente areo junto a su esposa Marta Traba y a

    los novelistas Manuel Scorza y Jorge Ibargengoitia.

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    18/47

    1984: Se publicaLa ciudad letradaen Hannover, Estados Unidos, y en Montevideo. Mltipleshomenajes en foros (uno de ellos en la UCV) y publicaciones: revista Prismal / Cabral.1985: Se publicaLas mscaras democrticas del modernismoen Montevideo por la recinestablecida Fundacin ngel Rama. Se publica el volumen homenaje de Biblioteca Ayacucho Lacrtica de la cultura en Amrica Latina, con seleccin y prlogos de Sal Sosnowski y TE

    Martnez. Monte vila publicaEnsayos sobre literatura venezolanacon seleccin y prlogo deRafael Castillo Zapata.1997: Se publica el libro colectivongel Rama y los estudios latinoamericanos(IILI, Pittsburgh),editado por Mabel Moraa.2001: Se publica elDiario 1974-1983en Montevideo y en Caracas.2003: En diciembre es presentado el volumen 213 de la Coleccin Clsica de BibliotecaAyacucho, junto a otros 8 ttulos. Se ha publicado ya el vol. 221.

    2004: Se publica en Caracas el monogrfico homenaje de la revistaEstudios(USB).Con el ttulo de 30 aos no es nada: El proyecto latinoamericanista de ngel Rama y laBiblioteca Ayacucho en perspectiva, este trabajo fue presentado como conferencia invitada enlas VI Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana(JALLA). Universidad de San Marcos,Lima, 9 al 13 de agosto de 2004. y posteriormente tambin en las Jornadas Conmemorativas del

    XXX Aniversario de la Biblioteca Ayacucho. Caracas, 7 al 10 de septiembre de 2004. Se publicoriginalmente en lasMemorias de Jalla 2004 Lima(Lima, Universidad Mayor de San Marcos,2006. Tomo II: 1327-1354. Su texto se basa en la misma investigacin que dio lugar al artculongel Rama, la cultura venezolana y el epistolario de la Biblioteca Ayacucho, escrito encolaboracin con Marisela Guevara Snchez y publicado en la revistaEstudios(UniversidadSimn Bolvar). 22 / 23. Julio-diciembre 2003 / enero-junio 2004: 99-136.Tal como puede constatarse en la bibliografa final, sus propuestas terico-crticas

    (especialmente las recogidas en sus libros fundamentalesTransculturacin literaria en AmricaLatina(1982) yLa ciudad letrada(1984) siguen siendo objeto de discusin en foros, congresos yensayos crticos, as como tema de tesis y cursos universitarios. La publicacin de suDiarioen

    2001 produjo diversas reacciones, especialmente en Venezuela, entre otras razones por locontundente y polmico de sus apreciaciones. A su lectura crtica se dedican, de hecho, varios delos textos que componen el dossier sobre Rama del nmero doble (22 / 23, de 2003-2004) de larevistaEstudios, de la Universidad Simn Bolvar, coordinado por Alicia Ros. Por otra parte,Marisela Guevara, estudiante del Postgrado en Literatura de la USB para aquella poca, llam miatencin sobre la riqueza y el valor del voluminoso epistolario de Rama en la BibliotecaAyacucho: unas 1.500 cartas de y para l, que dan cuenta de la historia menuda, del inicio ydesarrollo primero, de esa importante coleccin, en su dilogo con decenas de los msimportantes intelectuales del continente. Juntos, investigamos ese valioso repositorio y sobrenuestros primeros hallazgos hemos presentado varias ponencias y publicado un artculo en elnmero aludido deEstudios(Pacheco y Guevara, 2004). Tambin en aquel momento presentamos

    a la Fundacin Biblioteca Ayacucho el proyecto de editar un estudio y una seleccin comentadade esas cartas.Haciendo uso de la terminologa propia de esa tendencia, podra colocarse entre los rasgos ms

    destacados de ese latinoamericanismo el abogar por una a suerte de poltica de sustitucin deimportaciones, pero en este caso de bienes tericos, artsticos e intelectuales.

    Entre ellos deben destacarse las revistas Casa de las Amricas(Roberto Fernndez Retamar, LaHabana),Libre (Pars, direccin colectiva, 1971-1972),Revista de Crtica Literaria

    Latinoamericana(Antonio Cornejo Polar, Lima / Berkeley),Escritura(ngel Rama y Rafael DiPrisco, Universidad Central de Venezuela, Caracas), Texto Crtico (Jorge Rufinelli, Xalapa,Mxico),Hispamrica(Sal Sosnowski, Maryland) oPunto de Vista (Beatriz Sarlo, BuenosAires); as como varios proyectos colectivos de investigacin y documentacin como laHistoria

    social de las literaturas latinoamericanas(Alejandro Losada, Suiza), la historia comparada de lasliteraturas latinoamericanas (Ana Pizarro, Caracas / Santiago de Chile, finalmente publicada en

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    19/47

    Brasilia) y el granDiccionario Enciclopdico de las Letras de Amrica Latina, coordinado porNelson Osorio desde la Fundacin Biblioteca Ayacucho de Caracas.

    Al mismo Rama debemos uno de los textos ms completos y lcidos sobre este fenmeno deexcepcin: El boom en perspectiva, recogido en Rama 1982a y tambin en la compilacin

    pstuma realizada por Sosnowski y Martnez (Rama 1885).

    En las marchas y manifestaciones oficialistas realizadas en Caracas durante los aos recientes,por ejemplo, se ha vuelto consuetudinaria la presencia de una suerte de doble local del CheGuevara, cuyo pattico disfraz incluye un sempiterno habano. Mientras se desplaza en unamotocicleta de alta cilindrada, animando a los manifestantes, este Che de utilera se comporta conmezcladas actitudes de bravucn de barrio, superhroe de comiquita ycheerleader. Es unaexcelente manifestacin del carcter ms bien retrico y efectista de autodenominada larevolucin bolivariana y sus financiadas secuelas en varios pases del continente y hasta ms allde l.Entre las excepciones, merecen destacarse diversos trabajos de Romn de la Campa (1993 y

    1999), Mabel Moraa (1997), Patricia DAllemand (2000) y Javier Lasarte (2004).

    Adems de tres libros fundamentales, Transculturacin narrativa en Amrica Latina(1982),Laciudad letrada(1984) yLas mscaras democrticas del modernismo(1984), en esos aosaparecen sus compilacionesLa novela latinoamericana. Panoramas 1920-1980(1982)yLiteratura y clase social(1984).Varias piezas merecen especial atencin:La crtica de la cultura en Amrica Latina (1985),

    seleccin y prlogos de Sal Sosnowski y Toms Eloy Martnez, que constituye el volumen 119de Biblioteca Ayacucho; el nmero especial dePrismal / Cabral (1984: 12 / 13), revista de laUniversidad de Maryland; la compilacin de trabajos sobre literatura venezolana realizada y

    prologada por Rafael Castillo Zapata (Rama, 1990); el dossier que le dedica la revista Casa de lasAmricas (N 192) al cumplirse diez aos de su fallecimiento en 1993; el volumen colectivocoordinado por Mabel Moraa publicado en 1997; y, finalmente, el monogrfico de la

    RevistaEstudios (N 22-23, 2004), ya mencionado, coordinado por Alicia Ros, enconmemoracin del vigsimo aniversario de su desaparicin fsica.Se trata deLa aventura intelectual de Figari, sobre el narrador, poeta y pintor uruguayo Pedro

    Figari (1861-1938). Ese mismo ao haba publicado su primera novela: Oh, sombra puritana!GEsta generacin de intelectuales sera aos ms tarde el objeto de estudio de su libro titulado

    justamenteLa generacin crtica (1939-1969), publicado originalmente en 1972, y cuyo captulofundamental es recogido en Sosnowski y Martnez (1985: 217-240).Entre las lecturas ms influyentes de la poca, como lo revelan sus escritos de entonces est el

    Sartre deQuest-ce que cest la litrature? con su nocin clsica de engagement, as como elpropio Marx, que no dejar de ser una referencia para Rama, aunque desde una distancia crtica ysin dogmatismo. As lo propuso Nelson Osorio en el foro sobre Rama realizado en Caracas con

    motivo del XXX aniversario de la Biblioteca Ayacucho en 2004, donde fue leda una versinpreliminar de fragmentos de este trabajo.As lo manifiesta, por ejemplo, Salvador Garmendia, uno de los ms distinguidos narradores

    venezolanos del siglo XX, quien fuera objeto de estudio predilecto de Rama en sus mltiplestrabajos sobre la literatura de nuestro pas: Todo estaba en quiebra o bajo observacin y ahora

    parece que el veredicto final estaba redactado y firmado desde el primer momento. La viejamoral, las creencias, las ideologas, la conducta amorosa, hasta la msica se escuchaba y se

    bailaba, se haba vuelto vieja e inservible. Tal vez muchos jvenes crean que seguan siendomarxistas, pero al mismo tiempo se daban cuenta de que la revolucin bolchevique era uncadver momificado y que ya no haba nada que hacer con el instrumento de sus mayores. Elnico amanecer de la revolucin se vio despuntar en el Caribe. Cuba. El centro de la expectacinmundial de la era. Pasbamos los hispanoamericanos de espectadores a actores de la historia?Quin lo dijo primero? La estrella solitaria continu alumbrando al final del camino durante untiempo, la epifana. Las decepciones empezaron a llegar demasiado pronto, pero el impulso que

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    20/47

    provoc aquel primer disparo, de veras estremeci al mundo. (Garmendia en Kohut, 2000: 25-26).

    Las referencias a Fernndez Retamar son numerosas en elDiariode Rama (2001). Cito una delas ms explcitas que se refiere a la visita de una delegacin de expertos justamente invitados por

    la Biblioteca Ayacucho: Voy a recibir al aeropuerto, con Salvador [Garmendia] y [Hugo] Ulive,a la delegacin latinoamericana, donde vienen Darcy Ribeyro, Sergio Buarque de Holanda,Leopoldo Zea, Arturo Ardao (ms fantasmal que nunca) y Roberto Fernndez Retamar. ste mevuelve a hacer la misma impresin que en Canad, el ao pasado. Fsicamente est mejor, aunqueya ha atravesado la lnea de sombra. / Pero desalienta verlo transformado en funcionario. Lo queen Portuondo ni me molesta, en l me duele y me acuerdo de aquel da (cundo? en 1967?) enque vino a verme al hotel, no bien llegado a La Habana y en mi habitacin, paseando nervioso yfumando, me dijo: T comprendes, llega un momento en que se produce, se triunfa, ahora lohemos logrado, somos el gobierno. [] Otra vez el mismo asunto: el intelectual y el poder. (36 -37).Esta reunin fue uno de los eventos vinculados al proyecto coordinado por Ana Pizarro de

    realizar una historia colectiva de la literatura latinoamericana. Adems de Rama, Cndido y AnaPizarro, participaron de esta reunin Roberto Schwarz, Beatriz Sarlo, Jos Luis Martnez,Domingo Miliani, Jorge Schwartz y Hugo Achugar, entre otros. Tuve la fortuna de ser uno deellos al participar como asistente de Ana Pizarro en la preparacin de las actas y como coautor deuna de las ponencias. Los trabajos fueron reunidos en el volumen La literatura latinoamericanacomo proceso(Buenos Aires, Centro Editor de Amrica Latina. 1985), coordinado por la mismaAna Pizarro.Ya existen varias aproximaciones, como las de Beatriz Sarlo, Pablo Rocca y Gonzalo Aguilar

    (todas ellas en Antelo, ed., 2001).

    En la presentacin del epistolario en lo que resta de esta seccin, seguimos la pauta de nuestrotrabajo anterior (Pacheco y Guevara, 2004: 181-185).

    El volumen inaugural, dedicado naturalmente a la obra de Simn Bolvar y tituladoDoctrina delLibertadorno presenta correspondencia, puesto que su elaboracin fue obra de un equiporadicado en Caracas (Prlogo de Augusto Mijares, compilacin, notas y cronologa de ManuelPrez Vila) y los intercambios se realizaron mediante contactos directos o telefnicos. Muchosotros venezolanos, que por las mismas razones no llegan a aparecer en el epistolario, participaronen el desarrollo inicial de la Biblioteca Ayacucho. Lo hicieron por supuesto los integrantes delConsejo Directivo, Jos Ramn Medina, quien lo presida, y tambin Simn Alberto Consalvi,Pedro Francisco Lizardo, Oscar Sambrano Urdaneta, Oswaldo Trejo, Ramn J. Velazquez yPascual Venegas Filardo. En los primeros volmenes de la coleccin clsica por ejemplo,

    participan como prologuistas Efran Subero (Doa Brbara), Arturo Uslar Pietri (El Seor

    Presidente), Jess Sanoja Hernndez (Ensayos Histricos de Rufino Blanco Fombona), PedroGrases y Oscar Sambrano Urdaneta (Obra literaria de Andrs Bello), Domingo Miliani (Laslanzas coloradasy cuentos selectos de Arturo Uslar Pietri), Jos Ramn Medina (Obracompletade Jos Antonio Ramos Sucre), Salvador Tenreiro (Espejos y disfraces, de GuillermoMeneses), Orlando Araujo (Narrativa y ensayo de Manuel Daz Rodrguez), Jos Luis SalcedoBastardo (De mi propia mano, de Antonio Jos de Sucre), Velia Bosch (Obra de Teresa de laParra) y Guillermo Sucre (Viejos y nuevos mundos, de Mariano Picn Salas).Una reproduccin facsimilar de esta carta aparece en el volumen aniversario de la Biblioteca

    Ayacucho: 1974-2004: 30 aos de Biblioteca Ayacucho.Durante el perodo de gobierno de Carlos Andrs Prez se cre, proyect o consolid en efecto

    un importante grupo de instituciones culturales, muchas de ellas bajo la tutela del recin creadoConsejo Nacional de la Cultura (CONAC), lo que gener una intensa actividad en ese medio,apoyada adems por talleres, becas y bolsas de trabajo. Entre esas instituciones figuran, ademsde la Biblioteca Ayacucho, el Centro de Estudios Latinoamericanos Rmulo Gallegos

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    21/47

    (CELARG), Monte vila Editores, el Teatro Teresa Carreo, la Casa de Bello, la CinematecaNacional, el Museo de Bellas Artes, la Galera de Arte Nacional, el Museo de ArteContemporneo de Caracas Sofa Imbert (MACCSI), as como tambin el Consejo Nacional deInvestigaciones Cientficas y Tecnolgicas (CONICIT). Esta poltica es formulada en elfamosoDiscurso de la Nacionalizacin(Prez, 1975).

    Para dar una idea de la importancia de la migracin surea, slo mencionemos unos pocos de losintelectuales vinculados, como escritores, crticos, investigadores y docentes de la literatura:Podemos comenzar con los vinculados directamente a la investigacin y la docencia de laliteratura: ngel Rama, Nelson Osorio, Hugo Achugar, Alejandro Losada, David Vias, AnaPizarro, Mabel Moraa, Ana Mara Fernndez, ngel Vilanova, Clara Rey de Guido, Mara JuliaDaroqui, Daniel Divinsky; para seguir con los escritores y periodistas como Gonzalo Rojas,Toms Eloy Martnez, Isabel Allende, Mario Szichman, Ernesto Gonzlez Bermejo, MaryFerrero, Gabriel Rodrguez, Dmaso Ogaz, Manuel Ruano, Sergio Dahbar, Blanca Streponi,Alejandro Reig, Jorge Musto o Claudio Trobo; dramaturgos, directores, actores o crticosteatrales como Juan Carlos Gen, Carlos Jimnez, Ugo Ulive, Luis Chesney, Osvaldo Rodrguez,Juan Del Preti, Alma Ignani; cineastas como Alejandro Saderman; bibligrafos como HoracioJorge Becco, editores como Hugo Garca Robles o Benito Milla.

    En una entrevista realizada el 6-01-03, conjuntamente con Marisela Guevara, a los profesoresRafael Di Prisco y Vilma Vargas, quienes conocieron a Rama desde su primer viaje a Caracas en1966 y compartieron luego con l la docencia en la Escuela de Letras de la UCV, as como laaventura editorial de la revistaEscritura, ellos nos certificaron que Rama ya contemplaba en1966 la posibilidad de publicar una coleccin bibliogrfica como llegara a ser la BibliotecaAyacucho. Tambin evocaron para nosotros el entusiasmo del uruguayo desde su primera visita

    por conocer la literatura venezolana, sus primeros contactos con los escritores locales y cmo fueen el comedor de su apartamento en la urbanizacin El Cafetal de Caracas donde se gest, conEdmundo Aray, la antologaAs Venezuela cuenta, una seleccin que vendra a publicarse en1968 en la Editorial Arca de Montevideo con prlogo de Rama (Aray comp., 1968).

    Teniendo esto en cuenta, me atrev a sugerir a los actuales directivos de la Fundacin lainclusin, en la pgina de crditos de cada nuevo volumen, donde suelen mencionarse losmiembros de la Junta Directiva en ejercicio, de los nombres de ngel Rama y de Jos RamnMedina como Directores Fundadores de la institucin. Sera este un justo homenaje a suoportuna y complementaria intervencin que al mismo tiempo estara sealando el carctertrascendente del proyecto Biblioteca Ayacucho como poltica de Estado.

    Esta cronologa sobre ngel Rama fue preparada especialmente para el seminariongel Rama yla cultura venezolana, dictado en febrero y marzo de 2004 como parte de laCtedra DmasoAlonso Anlisis del discurso hispnico, organizada conjuntamente por la Facultad deHumanidades de la Universidad Central de Venezuela y el Consejo Superior de Investigaciones

    Cientficas de Espaa.Filed underMaestra en LiteraturaPontificia Universiad JaverianaCarlos PachecoAngel Rama

    0 notesAugust 14, 2012

    ngel Rama, la cultura venezolana y elepistolario de la Biblioteca Ayacucho*Autores:Carlos Pachecoy Marisela Guevara Snchez [Universidad Simn Bolvar (VEN)]Desde octubre de 1972, cuando arrib a Caracas como profesor invitado, a lo largo de suresidencia all y hasta el final de sus das, ngel Rama estableci y sostuvo mltiples y duraderosvnculos profesionales y acadmicos con intelectuales e instituciones venezolanos con

    http://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Maestr%C3%ADa-en-Literaturahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Maestr%C3%ADa-en-Literaturahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Pontificia-Universiad-Javerianahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Pontificia-Universiad-Javerianahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Carlos-Pachecohttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Carlos-Pachecohttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Angel-Ramahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Angel-Ramahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Angel-Ramahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29431078774/angel-rama-la-cultura-venezolana-y-el-epistolario-de#noteshttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29431078774/angel-rama-la-cultura-venezolana-y-el-epistolario-de#noteshttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29431078774/angel-rama-la-cultura-venezolana-y-el-epistolario-dehttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29431078774/angel-rama-la-cultura-venezolana-y-el-epistolario-dehttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29431078774/angel-rama-la-cultura-venezolana-y-el-epistolario-dehttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29431078774/angel-rama-la-cultura-venezolana-y-el-epistolario-dehttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29431078774/angel-rama-la-cultura-venezolana-y-el-epistolario-dehttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/28699525585/perfil-profesional-de-carlos-pachecohttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/28699525585/perfil-profesional-de-carlos-pachecohttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/28699525585/perfil-profesional-de-carlos-pachecohttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/28699525585/perfil-profesional-de-carlos-pachecohttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29431078774/angel-rama-la-cultura-venezolana-y-el-epistolario-dehttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29431078774/angel-rama-la-cultura-venezolana-y-el-epistolario-dehttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29431078774/angel-rama-la-cultura-venezolana-y-el-epistolario-dehttp://literaturajaveriana.tumblr.com/post/29431078774/angel-rama-la-cultura-venezolana-y-el-epistolario-de#noteshttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Angel-Ramahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Carlos-Pachecohttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Pontificia-Universiad-Javerianahttp://literaturajaveriana.tumblr.com/tagged/Maestr%C3%ADa-en-Literatura
  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    22/47

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    23/47

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    24/47

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    25/47

    Venezuela, inmediatamente despus de finalizada la Conferencia, el Congreso aprob unareforma a la Ley de Impuesto sobre la Renta, aumentando la tasa otorgada al Estado de 52 a 60 %y se autoriz al Ejecutivo la facultad de fijar por decreto, en adelante, los precios de referenciafiscal. Mientras, los pases productores optaban por no renovar a las compaas transnacionaleslas concesiones que estaban por vencerse. La puesta en prctica de estos acuerdos, conduca

    evidentemente a una toma del control de su industria petrolera por parte de los pasesproductores. Esa estrategia, sumada a la autonoma en la fijacin de los precios y el cont rol de laproduccin, constituy una nacionalizacinde factode la industria petrolera. Posteriormente sedesarrollara todo el proceso legal en los respectivos pases, incluida Venezuela; pero lo msimportante ya se haba cumplido.Entre el 8 y el 16 de octubre de 1973 se realiz una Segunda Ronda de la OPEP donde sedeterminaron nuevos aumentos del precio del crudo. Las compaas internacionales y los pasesconsumidores entraron en pnico y protestaron, pero en vano: no tenan otra alternativa queaceptar los nuevos precios. Por inaudito que parezca, por primera vez desde que se perfor enPensilvania el primer pozo comercial de petrleo del mundo en 1859 (Mommer: 59), los pasesconsumidores se vieron sujetos a reglas no impuestas por ellos sino por los pases que por sigloshaban estado bajo su poder econmico, poltico o ambos. Este es quiz el factor ms relevante dela geopoltica en aquellos aos y, para Venezuela, signific una oportunidad histrica sin

    precedentes.

    Naturalmente, esta Revolucinde la OPEP produjo cambios drsticos en la situacin financieranacional: fines de 1973, el precio del petrleo pas de 3,71 a 10,53 $ por barril, lo cual determinque el ingreso fiscal petrolero venezolano ascendiera de Bs. 11.182 millones en 1973 a Bs.36.448 millones en 1974 y el ingreso fiscal total aumentara de Bs. 16.433 millones en 1973 a Bs.42.799 millones en 1974 (Silva Luongo: 711). Entre 1974 y 1978, el perodo de mayor augeeconmico, el fisco nacional percibi ingresos inusitados por un monto total de Bs. 228.758millones. Tales incrementos influyeron notablemente en el estilo de gobernar y en el manejo delgasto pblico. Por otra parte, en ese mismo perodo se sancion una ley para autorizar

    operaciones de crdito pblico con instituciones pblicas o privadas, nacionales o extranjeras,con la finalidad de desarrollar un programa de inversiones centrado en el desarrollo de lasindustrias de explotacin de minerales como carbn, oro, sal, la manufactura de hierro y aluminioy el procesamiento de energa elctrica. As nacieron la Corporacin Venezolana de Guayana yempresas como Almina, VENALUM, EDELCA y CADAFE, la mayora de ellas ubicada enGuayana, al sur del pas. Tambin se contrajeron crditos para desarrollar el sector agrcola,telefona, acueductos, drenajes, autopistas, puertos, aeropuertos, flota mercante y otros. Aunque

    permiti estas inversiones, beneficiosas sin duda para el pas, fue tambin a travs de esta ley quese contrajo gran parte de la abultada y tan criticada deuda externa venezolana.

    Tan pronto asumi el gobierno, Prez anunci al pas la inminencia de la nacionalizacin

    petrolera, la cual se hizo efectiva el 1 de enero de 1975, adelantndose considerablemente, porlas circunstancias histricas ya expuestas, al vencimiento de las concesiones, pautado para 1983.Previamente, el 29 de agosto de 1974 se haba sancionado la Ley que Reserva al Estado laExplotacin de los Hidrocarburos y ese momento fue acompaado por una relevante alocucin

    presidencial (Prez, 1975). Lo ms llamativo de la orientacin poltica de aquel discurso fue eldesvo de la lnea betancurista de oposicin frontal al comunismo, prolongada durante la

    presidencia de Ral Leoni. Prez entiende que las circunstancias histricas han cambiado y queen el mundo bipolar capitalista y socialista, es conveniente vincularse a ambos sectores. Por esorestablece relaciones diplomticas con varios pases socialistas, incluida Cuba. El distanciamientocon Betancourt que esto produce se incrementa cuando Prez decide conformar un gabinetemixto, abierto a personalidades ajenas a la militancia adeca. La izquierda venezolana, por su

    parte, cuestion las designaciones ministeriales de varias figuras provenientes del sector privado.Evidentemente, para desplegar con independencia sus polticas de gobierno, Prez se rodeo de

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    26/47

    tcnicos y empresarios con el fin de lograr un acuerdo nacional de base ms amplia que la de supropio partido poltico.

    Lo cierto es que Prez interpreta el momento como el umbral histrico ideal para iniciar elcamino hacia la construccin de la independencia econmica: soy -afirma- el afortunado

    intrprete y ejecutor de esta voluntad de todo el pueblo de Venezuela, Amrica Latina y todos lospases vctimas del totalitarismo econmico de las grandes naciones industrializadas. Asimismoobserva que, apoyado en la riqueza petrolera como un arma en sus manos, l poda serescuchado y liderar internacionalmente ese movimiento de independencia econmica paraAmrica Latina y otros pases del Tercer Mundo en el marco de la modernidad. Se podra sugerirque con esos dos objetivos construye simultneamente sus aspiraciones personales y sus planesgubernamentales.

    Tena conciencia de que ese desarrollo econmico no poda concretarse en un pas aislado, de quedeba ser un proyecto continental latinoamericano. A tal efecto, inspirado en su ideal de crear unnuevo orden econmico mundial, sealaba que Venezuela es actora y solidaria plena de estacontroversia por la justicia internacional. Adems de atender asus particulares y obligantes

    compromisos de colaboracincon las naciones hermanas de la Amrica Latina [], (e)stamosdando ejemplo de un nuevo concepto de solidaridad internacional que es a la vez expresin derepudio a todas las formas de explotacin y de humillaciones que han sufrido nuestros pueblos(nfasis nuestro). Al reiterar una vez ms la tradicin integracionista del continente, estabahaciendo tambin un llamado a la democratizacin a los pases donde imperaban regmenesmilitares: A los compatriotas latinoamericanos quiero unir en este mensaje a los venezolanos.Quiero decir con fe y optimismo en el destino de Venezuela, como dijo el Libertador Bolvar enel Congreso de Angostura: Slo la democracia es susceptible de una absoluta libertad () Esnuestro empeo lograr un Gobierno democrtico poderoso, prspero y permanente para todos los

    pueblos de la Amrica Latina. Y en ese mismo tono convoca a () los extranjeros que connosotros conviven y contribuyen al esfuerzo nacional del desarrollo, deberemos poner el mayor

    empeo en la creacin de una riqueza permanente (Prez, 1975). Es un obvio reconocimiento ala oleada migratoria que tuvo Venezuela por esos aos, especialmente a la proveniente deColombia y otros pases andinos, as como la del sur del continente, tanto por razones econmicascomo por la represin poltica.El discurso estableci tambin una significativa y explcita relacin entre el procesonacionalizador, el auge econmico y la expansin de numerosos proyectos culturales que seemprenderan o consolidaran en el perodo, incluida la Biblioteca Ayacucho. Prez considerabafundamental captar el apoyo de la intelectualidad y para ello toma medidas que resultarandecisivas en la vida cultural venezolana:

    Esta maana promulgu la Ley Nacional de la Cultura. Iniciativa y compromiso de mi campaa

    electoral que se hermana en su grandeza con esta otra de la nacionalizacin del petrleo. () Hoyquiero unir al jbilo nacional por la nacionalizacin del petrleo a los artistas, a los intelectuales,entregndoles la Ley de la Cultura, anuncindoles igualmente que el 5% de las Becas GranMariscal de Ayacucho se dedicar al estudio de las artes y humanidades () (Prez, 1975).

    Adems de ese programa, se cre, proyect o consolid un importante grupo de institucionesculturales, muchas de ellas bajo la tutela del recin creado Consejo Nacional de la Cultura(CONAC), lo que gener una intensa actividad en el terreno cultural, apoyada adems portalleres, becas y bolsas de trabajo. Entre esas instituciones figuran la Biblioteca Ayacucho, elCentro de Estudios Latinoamericanos Rmulo Gallegos (CELARG), Monte vila Editores, elTeatro Teresa Carreo, la Casa de Bello, la Cinemateca Nacional, el Museo de Bellas Artes, laGalera de Arte Nacional, el Museo de Arte Contemporneo de Caracas (MACCSI), as como

    tambin el Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tecnolgicas (CONICIT).Numerosos intelectuales de izquierda, incluso algunos que haban estado vinculados a la guerrilla

  • 8/12/2019 El Proyecto Latinoamericanista de ngel Rama y La Biblioteca Ayacucho

    27/47

    y la agitacin urbana, se integraron por aquella poca a esas nuevas estructuras del aparatocultural del Estado o a la vida acadmica en distintas universidades. Es ste un proceso complejoque debe leerse contrastando las dcadas de los aos sesenta y setenta. Como seala AlfredoChacn (1980) de los sesenta, (e)s difcil saber de un intelectual venezolano de esa generacin ofusin de generaciones que no haya vivido en la conmocin derivada de la violencia y la lucha

    antiestatus:El que menos lo padeci [el estallido revolucionario] como riesgo envolvente, cifr en l sumejor esperanza, prest alguna ayuda a los que estaban en primera lnea de combate, algndinero, la transmisin de un mensaje, la firma de un manifiesto, la casa para una reunin o paraocultar a un perseguido, comida y medicinas para los presos polticos o los guerrilleros (413).

    En los aos los setenta, sin embargo, el mecanismo de control de poder se invirti.Paradjicamente, Prez, el antiguo perseguidor de la izquierda, fue quien procur el mayorconsenso nacional para emprender su cruzada como figura de la socialdemocraci