Sobre el oficio del latinoamericanista

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Sobre el oficio del latinoamericanista Pláticas y reflexiones Mario Miranda Pacheco Prólogo Ricardo Melgar Bao cubo ediciones Proyectos Culturales “Víctor Jara”

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Miranda Pacheco, Mario. Sobre el oficio del latinoamericanista. Pláticas y reflexiones. Prólogo Ricardo Melgar Bao. México: Secretaría de Prensa y Propaganda del STUNAM, Cubo Ediciones, Videoludoteca “Victor Jara”, 2010.

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  • Sobre el oficio del latinoamericanista

    Plticas y reflexiones

    Mario Miranda Pacheco

    PrlogoRicardo Melgar Bao

    cuboedicionesProyectos Culturales Vctor Jara

  • Agustn Rodrguez FuentesSecretario General Alberto Pulido ArandaSecretario de Prensa y Propaganda

    Carlos Hugo Morales MoralesSecretario de Finanzas Comit editorial:Alberto Pulido Aranda, Octavio Sols, Carlos Lpez GmezJoaqun Salvador, Pablo Miranda, ngel Acosta

    www.stunam.org.mxwww.consideraciones.mx

    Cubo EdicionesProyectos Culturales Vctor Jara-Cine internacional rebelde y cultural

    Diseo: Grupo Proyectos Asfltica

    Sobre el oficio del latinoamericanista. Plticas y reflexiones, en la coleccin Cuader-nos de Consideraciones es una coedicin entre la Secretara de Prensa y Pro-paganda del STUNAM, Cubo Ediciones y Proyectos Culturales Vctor Jara

    Familia Miranda / Estudios latinoamericanos. Plticas y reflexiones. 2010

    Primera edicin: 1997Segunda edicin: 2010

    ISBN 978-970-94-2661-6

    Queda autorizada la reproduccin total o parcial de esta obra, siempre y cuando d el crdito del autor o autores y, asimismo, anote la referencia completa de las instituciones involucradas.

    Impreso y hecho en Mxico

  • Mario Miranda Pacheco (1925-2008)

    Estudi las carreras de Filosofa y Derecho en la Universidad Mayor de San Andrs en La Paz Bolivia. Se doctor en Dere-cho Constitucional en la Universidad de Pars y en Filosofa Contempornea en la Universidad de Noingham, Inglaterra. Imparti ctedra sobre diversas asignaturas en las Facultades de Derecho y Ciencias Polticas, Filosofa y Letras y Sociologa de la UMSA. Fue dirigente estudiantil. Fund el Frente de Li-beracin Nacional (1964) y el Partido Socialista (1971). Por su dirigencia de movimientos democrticos y socialistas contra la dictadura y el golpe de estado de 1971 en Bolivia, lo condu-jo al exilio en Mxico. Desde 1971 al 2008, imparti ctedra en la Facultad de Filosofa y Letras de la UNAM. Varias son sus obras publicadas: Signos y figuraciones de una poca. Antologa de ensayos heterogneos (2004); La Filosofa mexicana entre dos mi-lenios (2002); Crisis de poder en Bolivia, escritos histrico-polticos (1995); El populismo en Bolivia (1983); La educacin como proceso conectivo de la sociedad, la ciencia, la tecnologa y la poltica (1978); Radicalizacin y golpes de Estado en Amrica Latina (1973); El Pensamiento de Marx y El marxismo viviente (1970); La concep-cin Marxista del hombre (1968). Asimismo fue un destacado conferencista, editor y compilador de estudios sobre Latino-amrica. Mereci varias condecoraciones y reconocimientos.

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  • ESTUDIOS LATINOAMERICANOS

    Sobre el oficio del latinoamericanistaPlticas y reflexiones

    Mario Miranda Pacheco

    Prlogo

    Ricardo Melgar Bao

  • Quieres que Amrica Latina cambie?

    Transfrmala, hazla distinta.

    Piensa bien en lo que quieres.

    No la cambies para que sea como la otra,

    entonces no ser latina,

    ya no ser tuya, no ser nuestra

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  • CONTENIDO

    Nota editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

    Prlogo de Ricardo Melgar Bao . . . . . . . . . . . . . . . . 15

    Presentacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

    l. Sobre el oficio del latinoamericanista . . . . . . . 25

    2. Diez notas sobre la carrera universitaria de

    Estudios Latinoamericanos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

    3. Interdisciplinariedad en los Estudios

    Latinoamericanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46

    4. Alegato en pro de los Estudios Latinoamericanos . . . 64

    Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89

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  • APUNTES PRELIMINARES

    Amigo lector, con el fin de estar actualizndote, es necesario

    reiterar en lo siguiente: el Sindicato de Trabajadores de la

    Universidad Nacional Autnoma de Mxico (STUNAM) tie-

    ne dentro de sus funciones institucionales un rubro filosfico

    de doble carcter y de fundamental compromiso como he-

    rencia del sindicalismo independiente, no slo con nuestros

    agremiados y con aquellos con quienes directamente nos

    relacionamos da con da en el ejercicio de nuestras labores

    de contrato de trabajo, como lo sucede con estudiantes, aca-

    dmicos, investigadores y dems universitarios, sino tambin

    en general con organizaciones y sociedad civil.

    Con base en lo mencionado y en el hecho de encon-

    trarnos en el seno de una de las universidades ms importan-

    tes del mundo, nuestro sindicato est obligado a ser parte del

    debate y discusin, de la documentacin y medio de difusin,

    de la realidad poltica y social, as como incluso a promover el

    arte y la cultura.

    Dar una respuesta satisfactoria a dicho planteamien-

    to, nuestra organizacin sindical orilla su esfuerzo hacia una

    interseccin entre los logros materiales e inmediatos del tra-

    bajador, y el mejoramiento y ejercicio del espritu, la concien-

    cia y la eticidad.

    La publicacin de temas recientes y sobre todo que

    nos atae de forma directa a los trabajadores universitarios,

    es un quehacer que requiere, por un lado, un desempeo con-

    cienzudo, riguroso, permanente, tenaz y animoso y, por otro,

    - 10 -

  • una eleccin ms concisa a partir de un grupo plurificado que

    decida de manera imparcial; lo cual, con ambos casos, quere-

    mos seguir cumpliendo en todo los aspectos ascendentemen-

    te.

    El libro en tus manos representa la continuidad de

    nuestros proyectos y obligaciones. La coleccin Cuadernos

    de Foro Universitario, representada por dos formatos de

    discursos expresivos diferentes: Nueva literatura mexicana

    y Pensar Amrica Latina, ahora se distingue -manteniendo

    esos mismos dos formatos- con la nominacin de Cuadernos

    de Consideraciones; sto ha sido necesario por el hecho de

    ejercer la congruencia y coherencia, ya que a nuestro juicio el

    cuidado editorial, la presentacin y contenido, experimentan

    un esmerilado trato, para una mejor recepcin de las obras

    publicadas.

    Tal cual mantenemos nuestros objetivos al seguir

    difundiendo materiales inditos del arte de la palabra escrita

    (poesa, narrativa y anlisis literarios); as como ensayos y re-

    flexiones que traten o pormenorizen objetivamente acerca de

    la realidad social, cultural, econmica, ideolgica y poltica

    de Latinoamrica, dndonos con ello cuenta, sobre todo, de

    los ltimos quince aos de dicha regin.

    Nuestras dos vertientes tienen la intencin de con-

    vertirse en crisoles de las nuevas generaciones de estudiantes

    y trabajadores de la Universidad Nacional Autnoma de

    Mxico.

    La Secretara de Prensa y Propaganda del STUNAM,

    con la editorial independiente Cubo Ediciones, con el col-

    ectivo estudiantil Proyectos Culturales Vctor Jara y con

    - 11 -

  • el Grupo Proyectos Asfltica, reconsideran tambin impor-

    tante seguir abriendo el espacio a las nuevas generaciones

    de jvenes creadores en ciencias sociales y humanidades;

    as tanto afianzar los lazos existentes entre los estudiantes y

    los trabajadores de base, que ayude a compartir experiencias

    vitales a travs del oficio de labrar las ideas y la sensibilidad

    potica, como extender e intercambiar comunicacin y pro-

    yectos editoriales con otras agrupaciones sindicales univer-

    sitarias o no.

    El presente trabajo es una coedicin entre la Secreta-

    ra de Prensa y Propaganda del STUNAM y la editorial Cubo

    Ediciones. Los textos para los primeros nmeros fueron se-

    leccionados por comits editoriales plurales respectivos para

    cada coleccin, con la intencin de abrir convocatorias, que

    hagan extensiva la participacin a todos los trabajadores y

    estudiantes de la Universidad Nacional en la publicacin de

    sus materiales.

    Fortalecer nuestras economas, grupos sociales y fa-

    miliares; estimular nuestras inteligencias; defender nuestras

    libertades; acordar y cumplir mejoras de formas de trabajo...

    es compromiso de todos los involucrados: Por un espritu

    crtico y universal seguimos a la vanguardia.

    Octavio Sols

    STUNAM, Mxico D.F., junio 13 de 2010

    - 12 -

  • NOTA EDITORIAL

    Estimado lector, con esta segunda reedicin de las Plticas y re-

    flexiones de Don Mario Miranda Pacheco en torno al oficio del

    latinoamericanista, pretendemos colaborar en el noble prop-

    sito de buscar las palabras que se nos han perdido en la ruta

    del progresivo declive del pensamiento crtico. En este senti-

    do, consideramos de gran importancia trabajar para, desde y

    con la memoria histrica, ya que Latinoamrica requiere de

    una nueva hambre intelectual que se ocupe de identificar, di-

    ferenciar, enjuiciar, desafiar, y traducir en hechos concretos

    las posibles soluciones a sus problemas contemporneos.

    Por lo anterior, es prioritario repensar los oficios que

    se ejercen desde el intelecto, as como escuchar de manera du-

    rable y con atencin las voces del pasado para adquirir la ha-

    bilidad de pensar para, martanamente dicho, sevir. As pues,

    para los latinoamericanistas el pretrito es leccin, enseanza

    vlida para comprender el presente, y arsenal de estrategias

    para enfrentarse al futuro.

    Con este sentimiento reflexivo, agradecemos a tod@s

    l@s que se solidarizaron de forma moral y econmica, para

    que este trabajo sea otra vez nuevo, fresco, del da, y sirva sin

    duda alguna como una herramienta espiritual e ilustrativa pa-

    ra enfocar mejor la generalizada crisis de nuestros das como

    un problema, abordado tambin, de seguridad intelectual. Es-

    tamos seguros que Don Mario, a travs de su obra, sigue como

    el pasado: vivo, vigente y actual.

    Proyectos Culturales Vctor Jara

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  • - 14 -

  • PRLOGO

    Mario Miranda Pacheco (1925-2008) intelectual, poltico, exilia-

    do y docente boliviano es el autor de Estudios Latinoamericanos.

    Plticas y reflexiones (1971). Su perfil de maestro se afirma en

    esta obra, tanto por su mensaje, como por su modo didctico

    de desarrollar las aristas que deben enfrentar los estudiosos

    de Amrica Latina. Esta obra editada gracias a una loable y jus-

    ticiera iniciativa de estudiantes de Proyectos Culturales Vctor

    Jara de la Facultad de Filosofa y Letras y la familia Miranda

    puede ser interpretada como un significativo reconocimiento

    a su condicin de maestro probo, de sembrador de ideas y

    dones compartidos, de animador de oportunas acciones soli-

    darias con los pueblos de nuestro continente, entre alzas y

    quiebres.

    Recordemos que este libro haba tenido muy mala

    fortuna institucional. Dos iniciativas a favor de su publicacin

    entre los aos 1994 y 1997 por parte del Colegio de Estudios

    Latinoamericanos no fueron atendidas, por lo que esta obra

    indita yaca en lo que impropiamente las burocracias llaman

    archivo muerto. Los estudiantes han aprendido a separar la

    paja del grano de estos archivos olvidados, su emprendimien-

    to editorial es un botn de muestra. Los estudiantes, nos prue-

    ban adems que la patrimonializacin del capital letrado recu-

    sa al estereotipo depredador del archivo muerto. La prime-

    ra versin que era ms rica en contenidos, tuvo que ser sacri-

    ficada por el propio autor en aras de rescatar los textos de

    mayor impacto formativo. A pesar de que los escritos sele-

    ccionados posean explcita y legtima pertinencia educativa,

    - 15 -

  • en tiempos de la reforma curricular de la licenciatura en Estu-

    dios Latinoamericanos, muchas de sus ideas y planteamientos

    han trascendido hasta el presente. A ms de una dcada de

    distancia, la revalorizacin de la obra del maestro Miranda es

    ratificada por varios de sus discpulos y colegas. La lectura de

    la obra permitir apreciar sus vetas propositivas para encarar

    tanto la formacin de los latinoamericanistas, como los retos

    que demandan sus investigaciones.

    Las cuatro entradas expresan el pensamiento crtico

    acerca de igual nmero de temas relevantes y convergentes

    sobre los estudios latinoamericanos y su proyecto formativo.

    Pocos saben que el autor dedic muchos aos de su vida y de

    su quehacer intelectual al diagnstico de los problemas de la

    educacin superior en Mxico y Amrica Latina. Lo anterior

    explica su capacidad de sntesis para presentar desde muchos

    ngulos la cuestin de los estudios latinoamericanos y su ho-

    rizonte ocupacional, educativo, poltico y moral. El prisma a-

    naltico del autor cruza referentes histricos de corta, mediana

    y larga duracin. No les ser difcil a los lectores descubrir

    una huella subyacente en el primer escrito dedicado al oficio

    del latinoamericanista. Nos referimos a la oralidad inherente

    al ejercicio docente vuelta tradicin y hbito. La transcripcin

    de una cinta magnetofnica que databa del ao 1987 recuper

    el habla del autor. Si la oralidad es la principal huella que de-

    ja a su paso el maestro, aqu tenemos una al alcance de la vista

    y la reflexin, ms all de los retoques escriturales que en su

    momento le diese. La oralidad no siempre es vehculo de re-

    gistro de las grabadoras y videos, pero s modo de expresin

    hegemnico durante el proceso de enseanza aprendizaje, un

    - 16 -

    Ricardo Melgar Bao

  • canal de circulacin de ideas y sentimientos. Y en su seno, i-

    deas y sentimientos construyen sentidos e inciden en el ima-

    ginario de nuestros universitarios y por extensin en algunas

    de sus conductas.

    Mario nos brinda una genealoga y prospectiva de es-

    te tipo de estudios interdisciplinarios de cara a las expectati-

    vas y preocupaciones de los estudiantes y los profesores. Elo-

    gi su viabilidad y present sus riesgos. Defendi sus virtu-

    des en una Facultad donde todava reinan los proyectos cu-

    rriculares mono disciplinarios. Desactiv el estigma de la

    todologa con el que se ha pretendido descalificar esta op-

    cin formativa e investigativa, as como otros prejuicios mo-

    nodisciplinarios a la luz de razonables argumentos epistemo-

    lgicos, tericos y metodolgicos. Adems de ello, pasa revista

    crtica a las imgenes distorsionadas e interesadas sobre nuestro

    continente, marca sus hitos y refiere brevemente sus contextos.

    Discute los modos no convergentes de los estudios latinoa-

    mericanos, los extracontinentales y los emergidos de su seno,

    sus dilogos, desencuentros y prstamos, tambin sus intere-

    ses en juego. Por lo anterior, guardaba el nimo y la esperanza

    de que estos papeles se salvasen de convertirse en ceniza o

    cualquier otra cosa, segn rezaba la frase con la que concluy

    la redaccin de su presentacin, en una mesa de la cafetera

    Mascarones de la Facultad un 7 de junio de 1997.

    Mario, gracias al aula y la cafetera, ms que al auditorio

    y los corredores, realiz su entusiasta magisterio, entre reflexio-

    nes y plticas. Sabido es que la pltica tiene su cuota de espon-

    taneidad y horizontalidad. Y era conocido que nuestro profesor

    la cultivaba y modelaba como una extensin de su ejercicio

    - 17 -

    Prlogo

  • docente; tena la certeza sobre su potencial fecundidad. Desde

    el inicio de sus primeros cursos el ao de 1971 hasta sus lti-

    mas plticas en 2008, el arte de dar y recibir hicieron, da con

    da, a este maestro de la UNAM, a este docente boliviano de

    calidad ejemplar.

    Nuestro maestro saba que la pregunta del alumno

    era un don inapreciable. As nutra sus propias reflexiones

    sobre las urgencias nacionales, continentales y mundiales, co-

    mo tambin sus disquisiciones acerca de los avatares de la his-

    toria y la poltica latinoamericana. Mario tambin inquira a

    sus interlocutores de muchas maneras. Ntese en el libro la

    saga de interrogantes que el autor va desplegando a lo largo

    de cada uno de sus acpites. En uno de ellos, nos advierte que

    para l las preguntas no son un juego verbal, tienen compe-

    tencia y hondura y por ende, invita a sus lectores a procesar

    sus respuestas como ejercicio individual y responsable, tico

    cognitivo. Y si hay saga de cuestiones tambin las hay de re-

    flexiones, asertos y prevenciones.

    Destacaremos el hecho que de manera explcita nues-

    tro autor en dos oportunidades ha proyectado su lar nacional,

    sea para espejear la Revolucin fallida, tanto en su pas como

    en la Guatemala en tiempos de Arbenz, sea para homologar

    la identidad del boliviano a la del mexicano o peruano, ms

    all de sus respectivos particularismos. El estado, la educacin

    y la dependencia fueron temas recurrentes en las reflexiones y

    plticas de Mario. No fueron los nicos, pero s les dio especial

    atencin y as aparecen. Ms an: reivindic la utilidad social

    del conocimiento y del quehacer del latinoamericanista, actor

    y testigo del drama continental. Recusaba la desvinculacin

    - 18 -

    Ricardo Melgar Bao

  • y la indiferencia entre los latinoamericanistas. La pertenencia

    y el lugar de la enunciacin revelan que la exterioridad le es

    ajena al estudiante, el docente o el investigador latinoameri-

    canista. Para ellos no hay coartada creble, la ilusoria y evasiva

    neutralidad es evanescente y banal. Sin lugar a dudas, la tica

    del compromiso es reiterada e ineludible para los latinoameri-

    canistas segn Mario Miranda y los que coincidimos con l.

    Consideraba nuestro maestro que el saber y el ejercicio profe-

    sional deba tener utilidad social.

    Jos Carlos Maritegui consider que un maestro de

    la juventud se revela en el espejo estudiantil. A este maestro

    de nuevo tipo, los estudiantes lo respetan y lo escuchan

    En la biblioteca, en el claustro, en el patio de la Universidad,

    rodeado familiarmente de sus alumnos, es siempre el maestro.

    Su autoridad es un hecho moral. Mario Miranda Pacheco

    pertenece a esta estirpe cada vez ms rala de filas en este siglo

    XXI.

    Ricardo Melgar Bao

    Ciudad Universitaria, marzo de 2010

    - 19 -

    Prlogo

  • - 20 -

  • PRESENTACIN DEL AUTOR

    Los trabajos reunidos en este volumen han sido escritos en di-

    versas circunstancias y sin la intencin de formar un libro. No

    obstante la autonoma de uno y otro, hay cierta vinculacin

    y afinidad entre ellos. Esto se debe a que no son producto del

    azar, sino resultado de la actividad acadmica y de reflexio-

    nes reiterativas. Su motivacin se ha sostenido en el dilogo

    eventual con estudiantes y colegas empeados en consolidar

    e impulsar la formacin del latinoamericanista. Aunque

    esta sucinta explicacin dice lo principal de lo que podra

    interesar al lector, pienso que debo hacer explcitas algunas

    caractersticas de su contenido.

    1. Los estudios latinoamericanos constituyen un

    campo de conocimientos que carece de una definicin formal

    o conceptual. Con esta denominacin genrica se hace refe-

    rencia a todo cuanto son y representan la regin (por s

    misma) y la cultura de Amrica Latina; por sus alcances,

    incluyen todo lo que est y no est escrito en su literatura,

    filosofa e historia, o todo lo que se conserva como testimonio

    de un pretrito inmemorial. Asistidos de las ciencias sociales,

    estos estudios enriquecen la identificacin y anlisis de diversos

    problemas concretos de la sociedad y desarrollo de la regin.

    Por ello, a mi juicio, sus parmetros reflejan distintos niveles

    de investigacin, creatividad y difusin. En consecuencia, y

    no obstante su ndole poco dispuesta para elaborar una

    - 21 -

  • definicin, pienso que las finalidades de este tipo de estudios,

    --nsitas en el conocimiento, comprensin y explicacin de lo

    que es y representa esta Amrica nuestra y diferente-- tienen

    suficiente fundamento para sustentar mltiples reflexiones

    acerca de su institucionalizacin e importancia.

    2. Con la certeza de que sera vano proponer una

    definicin exhaustiva de estos estudios, he preferido buscar

    su sentido mediante aproximaciones diversas, quizs ingenuas,

    al acotamiento de una formacin acadmica. As, los trabajos

    reunidos se orientan preferentemente hacia la necesidad

    de satisfacer la inquietud de los estudiantes antes que al

    pensamiento de los doctos, o al sealamiento de puntuales

    consideraciones epistemolgicas y metodolgicas. Por ello, estas

    plticas y reflexiones contienen vivencias que se traducen

    en ideas personales, ciertamente subjetivas e impugnables.

    3. Los materiales publicados no estn seriados ni

    tienen un orden cronolgico. Han sido seleccionados y

    organizados en funcin de una ruta de inters que, supongo,

    es la que buscan los estudiantes, en especial los de primer

    ingreso. Cada escrito (pltica o reflexin) responde a una

    circunstancia especfica. Al respecto, cabe citar como ejemplo

    el alegato en pro de los estudios latinoamericanos, trabajo

    que refleja un estado de nimo ante la situacin que ha

    enfrentado Amrica Latina en la gelidez de la guerra fra,

    perodo de tan poqusimos aos atrs, que los estudiantes de

    ahora, probablemente, no recuerdan.

    - 22 -

    Mario Miranda Pacheco

  • 4. Lo que expreso en estos escritos no tiene los alcances

    de una fundamentacin rigurosa o sistemtica, ni luce la

    objetividad de las fijaciones derivadas de un supuesto

    anlisis cientfico, asptico y neutral. Los fragmentos aqu

    reunidos han sido escritos con pasin e inters, con sinceridad,

    que los expertos, que no faltan, observarn como defecto. Esto

    es lo de menos y me tiene sin cuidado. Prefiero asumir mi

    responsabilidad por los defectos antes que por las virtudes.

    Lo que importa es el nimo de contribuir a la discusin de

    cuestiones que demandan atencin en las cotidianas labores de

    incrementar y difundir el conocimiento de nuestra realidad.

    5. Esta publicacin tiene su historia y las circunstan-

    cias de su aparicin obligan a referirla brevemente. A media-

    dos de 1994, el Dr. Javier Torres Pars, representante de los

    profesores de la Facultad ante el Consejo Universitario, me

    pregunt por el destino de algunas plticas y otros materiales

    mos sobre el tema de los estudios latinoamericanos. Le de

    que estaban en archivo muerto, listos para la fogata casera o

    para ser reciclados en las plantas industriales del papel. Su

    idea de publicarlos fue convincente. La sugerencia se convirti

    en invitacin que, aceptada, produjo el efecto de armar un

    libro que, en su primera parte, inclua los materiales de esta

    publicacin y, en la segunda parte, recoga otros escritos de

    temas afines en torno a la conceptualizacin de la historia,

    el discurso histrico y los alcances de la historia de Amrica

    Latina, la modernizacin de nuestros pases y el esbozo de un

    ensayo sobre el colonialismo posmoderno, forma dominante

    - 23 -

    Presentacin ...

  • de la globalizacin actual. El libro, sometido a trmites edito-

    riales, no se public. De sto hace tres aos.

    6. Entre el 2 y 4 de junio de este ao, el Colegio de Es-

    tudios Latinoamericanos, CELA, tuvo su coloquio en Oaxtepec

    para analizar la propuesta de un nuevo plan de estudios. En

    esa ocasin, los coloquiantes abordamos diversos aspectos

    tratados en los escritos que componen esta publicacin. El

    Coordinador, Dr. Jos Antonio Matesanz, en conocimiento

    del texto, me propuso publicar el libro de marras, como una

    contribucin al debate sobre la reforma curricular. Dado el

    propsito de circunscribir esta publicacin a docentes y estu-

    diantes del CELA, he suprimido la segunda parte, con la es-

    peranza (actitud tozuda para vivir con lucidez) de que, algn

    da, se publique el libro como fue inicialmente armado. Me ha

    sido grato resumir esta historia para testimoniar mi reconoci-

    miento a nuestro representante en el Consejo Universitario y

    al Coordinador del CELA, sin cuyas iniciativas e incitaciones

    estos papeles habran sido ceniza o cualquier otra cosa.

    Cafetera Mascarones, C.U., 10 de junio de 1997

    - 24 -

    Mario Miranda Pacheco

  • SOBRE EL OFICIODEL LATINOAMERICANISTA1

    Como ya se do en la inauguracin de nuestras actividades

    acadmicas, este ciclo de plticas tiene como propsito comen-

    tar el significado de un oficio intelectual, en el conjunto de

    carreras que imparte la Facultad. Las diez mesas redondas

    organizadas para tal fin tratarn el mismo tema, pero desde

    el punto de vista de los distintos colegios o unidades acad-

    micas.

    Qu puedo decir de un oficio intelectual, si la costum-

    bre induce a suponer que el quehacer acadmico es ajeno a todo

    oficio, entendido ste, restrictiva y prejuiciadamente, como ac-

    tividad manual? Cmo decirles a ustedes que las profesiones

    acadmicas son tambin oficios que se identifican y califican en

    los interminables dominios del conocimiento y la prctica?

    Para iniciar esta pltica, ser necesario referirse a una evi-

    dencia generalizada. Todos sabemos que los oficios manuales o

    intelectuales surgen de las necesidades humanas; evolucionan

    o desaparecen con la divisin social del trabajo; progresan y se

    consolidan con la especializacin del conocimiento prctico,

    que es la forma ms rigurosa de dividir el trabajo de la so-

    ciedad. En resumen, sabemos que el desarrollo de los oficios

    se traduce en la acumulacin y perfeccionamiento vivo y

    orgnico de experiencias, hbitos y tcnicas que se ensean y

    transmiten en todo tiempo y lugar.

    - 25 -

  • El dominio de un saber prctico y determinado es el

    signo distintivo de todo oficio. Los franceses tienen una expre-

    sin familiar, savoir faire. Su traduccin literal, saber hacer,

    nos da un sentido vago, indeterminado, demasiado amplio de

    lo que implican los conceptos de saber y hacer. Como un equi-

    valente de esa expresin utilizamos, en espaol, la frase saber

    su oficio, expresin o frase que ya significa algo ms concreto;

    significa un saber hacer referido tanto a las labores de disear,

    crear, producir y transformar objetos materiales o de otra ndole,

    como a la ejecucin de determinadas tcnicas o procedimientos.

    La burda o delicada materia extensa y pesada de que est hecha

    una cosa adquiere nuevas formas y se ennoblece en manos del

    artesano; de manera semejante, el pensamiento, que es mate-

    ria distinta de esa sustancia extensa y moldeable de que estn

    hechos los objetos materiales, visibles o tangibles, tambin se

    transforma y expresa en conceptos e imgenes, en juicios, teo-

    ras e hiptesis, en metforas o frmulas de distinto orden y de

    distinta finalidad informativa o explicativa. Para decirlo de otro

    modo, el pensamiento y el conocimiento, atributos propios del

    hombre, se transforman en arte, historia o ciencia.

    La distincin de la materia de que estn hechas cosas

    y la finalidad expresiva de sus formas de realizacin son los

    elementos que definen la naturaleza manual o intelectual de

    los oficios. Desde este punto de vista puede hablarse con pro-

    piedad de la manualidad del oficio de carpinteros, albailes y

    alfareros, o del oficio intelectual de escritores, oradores, poetas

    y cientficos, y as sucesivamente. En ambos tipos de oficio,

    con sus conocimientos prcticos y tericos, el hombre crea

    - 26 -

    Mario Miranda Pacheco

  • y produce formas y objetos nuevos, totalmente distintos de

    los que hay en la naturaleza, mundo no transformado con su

    intervencin.

    Disculpen ustedes que hayamos asomado las narices al

    terreno de la ontologa. Era necesario hacerlo pero abandonare-

    mos tal intromisin de inmediato, para ocuparnos especficamen-

    te de los oficios intelectuales, de aquellas ocupaciones creativas y

    disciplinadas que, por su aprendizaje en las universidades y otros

    centros de educacin superior, son profesiones acadmicas que en

    la prctica se parangonan con los oficios.

    La oportunidad es propicia para aadir otra conside-

    racin. Saber su oficio implica tener conocimientos suficien-

    tes, implica conocer y dominar el uso de aquellos elementos

    sin los cuales no hay oficio. En trminos sencillos, esto quiere

    decir que, en su oficio o profesin, uno debe familiarizarse

    con los materiales, tcnicas y labores que ha de emplear para

    crear, producir o transformar lo que se propone, para realizar

    aquello en lo que est preparado. Todo esto forma parte de

    la prctica, entendida como actividad mltiple, concreta e

    inagotable, sustentada en el conocimiento con que el hombre

    crea sus obras. El que sabe su oficio anticipa la experiencia

    de lo que hace. Crea en su pensamiento la imagen, modelo o

    representacin, el acabado y an la contemplacin de lo que

    realiza. En la predisposicin de responsabilizarnos por los

    resultados de la actividad realizada, radica el sentido de esa

    expresin tan castiza de saber su oficio.

    - 27 -

    Sobre el oficio latinoamericanista

  • Para ejercer una profesin, o un oficio, se requiere de

    cierta capacidad, habilidad o pericia adquirida en un discipli-

    nado proceso de aprendizaje, o perfeccionada en experiencias

    continuamente renovadas de la prctica. Este requisito es ms

    riguroso si se trata de los oficios intelectuales, rigor que se

    funda en la fusin de los cambios graduales o drsticos del

    aprendizaje en el curso creativo de la investigacin. En la

    fusin de estas habilidades y operaciones intelectuales radica

    el valor intrnseco de la prctica, ejercicio creativo, continuo

    y permanente. Por ello puede afirmarse que no hay oficios

    acabados de una vez por todas, aunque en todos ellos se desa-

    rrollan habilidades, destrezas, tcnicas y conocimientos que

    se aproximan a la perfeccin.

    Esta breve digresin me permite centrar el tema y re-

    formular las preguntas del comienzo de esta pltica. Qu se

    puede decir del oficio del latinoamericanista? Cmo explicar

    a ustedes, alumnos del Colegio de Estudios Latinoamerica-

    nos, la naturaleza y finalidad de este oficio aparentemente

    nuevo y, sin embargo, tan antiguo como el descubrimiento

    o hallazgo, conquista o encuentro de nuestro mundo? Estas

    preguntas no apuntan a un juego verbal e intencionado con

    el fin de insertar, artificiosamente, el oficio de latinoameri-

    canista en el repertorio de profesiones universitarias. Por el

    contrario, mi propsito surge de una preocupacin y no es

    otra que la de situarnos ante una condicin o destino que nos

    hace latinoamericanos, y ante un oficio por el cual optamos

    para hacerlo nuestro.

    - 28 -

    Mario Miranda Pacheco

  • Pongamos atencin en lo que acabo de decir. El oficio

    no es destino, sino opcin personal -y para el caso que hoy

    ocupa nuestra atencin- es opcin que ofrece la Universidad.

    Su eleccin implica participar de una situacin acadmica en

    la que se aprende a comprender y explicar Amrica Latina, o

    a conocer su realidad para transformarla.

    La tcnica acadmica de disear el perfil del estu-

    diante, como acostumbran decir los expertos en asuntos

    curriculares, y que difiere poco de la tarea de especificar

    una profesin u oficio acadmico, permite agregar otras dos

    preguntas que me parecen relevantes. Debemos conservar la

    idea de que Amrica Latina es todava un mundo en proceso

    de formacin? O, no obstante sus inacabamientos y caren-

    cias, podemos afirmar que nuestra Amrica ya es una realidad

    plena de sentido? En esta disyuntiva estn representadas dos

    hiptesis tiles para examinar lo que implican las actividades

    de comprender y explicar. Mas comprender y explicar

    Amrica Latina son tareas inherentes al oficio del latinoame-

    ricanista, son actitudes y actividades que, implicndose rec-

    procamente, borran sus fronteras en la reconstruccin hist-

    rica de complejos procesos formativos, en la identificacin de

    problemas comunes y especficos de nuestros pueblos, en la

    construccin de una imagen que no slo es concepto sino, y

    sobre todo, realidad que debe ser estudiada para entenderla

    y explicarla, para integrarla y transformarla.

    Si queremos comprender Amrica Latina, los puntos

    de partida son la vivencia, la experiencia intuitiva, la informa-

    - 29 -

    Sobre el oficio latinoamericanista

  • cin, la investigacin, la comunicacin. Vemos su imagen

    en la bruma de su desarrollo; percibimos fenmenos y proce-

    sos que an no han cuajado en formas acabadas y precisas. Si

    el oficio nos capacita para transparentar esa bruma, descubri-

    mos la riqueza de lo heterogneo y comprendemos el sentido

    de su diversidad.

    Si nos proponemos explicar la presencia actual y

    sustantiva de Amrica Latina, partimos necesariamente de su

    realidad presente y no desligada de su pasado. En su presen-

    cia fsica, nuestra Amrica es construccin csmica, mundo

    natural de sobrecogedoras dimensiones, espacio geogrfico

    privilegiado por sus diferencias regionales; en su constitucin

    histrica, es conjunto de pueblos testimonio, de sociedades

    hbridas, desequilibradas en su modernidad y atraso, activa-

    das por economas dependientes y vulnerables, y tambin es

    mosaico de pueblos con particularidades intransferibles, de

    naciones y estados en formacin, de pases perifricos de de-

    sarrollo desigual; en su configuracin cultural es amalgama

    de diversos acervos endgenos o impuestos, acervos cultu-

    rales hibridados o marginados. Esto quiere decir que para

    explicar la Amrica en que vivimos, debemos comprender los

    innumerables rasgos y situaciones que le dan identidad, que

    la hacen una, diversa y distinta de otras regiones del mundo.

    La comprensin de su inacabado proceso formativo y la co-

    herencia explicativa de sus diferencias concretas son reglas

    disciplinarias que rigen el oficio del latinoamericanista.

    Las actividades de comprender y explicar, fincadas

    en el proceso del conocimiento, se distinguen por sus resulta-

    - 30 -

    Mario Miranda Pacheco

  • dos particulares y reflejan actitudes y capacidades personales

    de quien aprende el oficio. En tanto que la actividad de com-

    prender tiene relacin inmediata con la subjetividad, con un

    yo involucrado en vivencias que concientizan la realidad que

    se estudia, la actitud de explicar impele a pasar del yo al t,

    al otro, a ustedes, a los dems, mediante la obra o producto

    en que se materializa el trabajo del que ejerce el oficio. Con el

    nimo de simplificar estas cuestiones ciertamente imprecisas,

    ambiguas, podra afirmarse que el binomio comprender-ex-

    plicar implica un vasto proceso de conocimiento para consti-

    tuirse en meollo formativo del oficio que motiva esta pltica.

    El latinoamericanista, en su funcin intelectual y aca-

    dmica, tiene la tarea de explicar la realidad latinoamericana,

    lo que de esta realidad ha comprendido. Con tal fin identi-

    ficar nexos y diferencias, relaciones, procesos y resultados,

    semejanzas e identidades que determinan la globalidad y

    diversidad de esta regin del mundo. Para precisar estos

    aspectos de comprensin y explicacin, pienso, por ejemplo,

    en la forma en que nosotros, por nuestro lado, y en la que

    otros crculos no latinoamericanos, por el suyo, comprenden

    nuestras crisis polticas, el proceso de integracin, la deuda

    externa o los modelos de modernizacin. Latinoamericanos

    y latinoamericanistas explican estos problemas en funcin de

    causas y procesos genuinamente histricos, en tanto que los

    crculos referidos comprenden y explican lo que conviene a

    sus intereses, en desmedro de principios y aspiraciones que

    son comunes a nuestros pueblos.

    - 31 -

    Sobre el oficio latinoamericanista

  • El oficio del latinoamericanista no es tan nuevo como

    parece. Comenz con los descubridores y Coln fue el prime-

    ro en leer los signos de estas tierras dando nombres a islas,

    cabos, mares, montes, ros; por ello tambin se dice que fue

    el primer hermeneuta de nuestro mundo. Habl y escribi

    sobre el escenario geogrfico y sobre sus pobladores, segn

    l, gentes de dulzura y bondad hasta el momento en que su

    hallazgo devino conquista y el encuentro de dos mundos

    se transform en explotacin. Entonces, segn el mismo

    hermeneuta, la tierra ms hermosa que vieron sus ojos se

    convirti en botn y la perfeccin de sus gentes fue devaluada

    como idolatra y barbarie, ante todo como pecado que deban

    castigar el rey de Espaa y el poder de Dios. A partir de ese

    tiempo narrado por el navegante y luego por los cronistas que

    asistieron a la evangelizacin y colonizacin, la imagen de lo

    que es hoy Amrica Latina se quebr en mltiples fragmentos

    que pasaron a depender de otras fuerzas y poderes represen-

    tados por descubridores, conquistadores y colonizadores.

    Las crnicas del perodo colonial ensean muchas

    cosas. Nos ensean una geografa de caminantes guiados por

    el rumbo de las estrellas y el curso natural de los ros; nos

    ensean una historia basada en cosmogonas propias de la re-

    gin y en la tradicin oral de los naturales. El relato vivo y la

    observacin directa son mtodos con que registraron valiosos

    conocimientos que hoy da, en la historia del saber, consti-

    tuyen elementos protocientficos de geografa, arqueologa,

    etnografa, antropologa, psicologa regional, lingstica, re-

    ligin comparada, administracin pblica, finanzas y otras

    - 32 -

    Mario Miranda Pacheco

  • disciplinas que hoy da difcilmente un latinoamericanista

    podra abarcar. No obstante que en ese conocimiento de la

    crnica colonial estn presentes mltiples prejuicios y recetas

    ideolgicas de dominacin, su importancia es seera para sa-

    ber de nuestros orgenes, sobre todo de nuestra historia, que

    con la crnica tom la forma escrita.

    Con las guerras de independencia surgi un conoci-

    miento nuevo de nuestra realidad. Los insurgentes o patrio-

    tas, segn cmo se los llame en una u otra regin, conocieron

    nuestros derechos y aspiraciones, nuestras necesidades de

    unidad e integracin. En ese momento constitutivo de un

    nuevo escenario, el conocimiento de nuestra Amrica, con-

    vertido en proyecto histrico, ha ayudado a pasar de la com-

    prensin de una realidad a la construccin de un mundo que

    decidi su destino en la intensa lucha de los despojados de

    libertad, en la intuicin de justicia que tenan sus masas in-

    dgenas, en la rebelin de mestizos y criollos, en la hambruna

    de sus pueblos y aldeas, en el ideario de los libertadores y en

    el discurso de sus escritores e idelogos. Esa etapa de nuestro

    conocimiento ser cada da ms significativa para quienes so-

    mos latinoamericanos por destino y latinoamericanistas por

    oficio.

    Despus de esa epopeya, en la primera mitad del si-

    glo XIX, el conocimiento de nuestra Amrica tuvo caracters-

    ticas sistemticas, utilitarias y menos simblicas. En esa etapa

    que Halperin Donghi caracteriza como perodo de larga es-

    pera, la visin o conocimiento de la regin reflej la mirada

    - 33 -

    Sobre el oficio latinoamericanista

  • atenta y audaz de funcionarios y hombres de negocios euro-

    peos, particularmente la de los cnsules britnicos quienes,

    en la niebla de nuestro atraso, percibieron con claridad las

    debilidades polticas y carencias econmicas en que se de-

    batan nuestros pueblos. En los hechos, durante ese perodo,

    fueron otros quienes se ocuparon de conocernos. Unas veces

    extraordinarios viajeros con formacin cientfica, o historia-

    dores imaginativos como Presco; pero las ms de las veces

    activos agentes de las finanzas y el comercio.

    A partir del ltimo tercio del siglo XIX, y ya entrado

    el siglo XX, Amrica Latina devino definitivamente objeto de

    conocimiento. Se la estudia por su geografa e historia, por su

    arte y literatura, por su vida poltica, o por su arqueologa y

    antropologa, pero tambin se la estudia para aplicarle tasas

    de inversin, saqueo y explotacin. El gran capital utiliza

    los logros de las ciencias sociales en funcin del espacio y

    de los recursos naturales. Petrleo, minerales, plantaciones,

    ganadera, transportes, son los grandes captulos escritos por

    los cronistas del imperialismo. Estudian nuestra sociedad y

    nuestra economa para que sus enclaves no propicien el de-

    sarrollo, para que la explotacin de las masas trabajadoras

    aumente dividendos y plusvala en las metrpolis, para que

    las lites nativas sean cmplices concientes de ese estado de

    cosas. Miseria, analfabetismo, huelgas, masacres son temas

    de la historia social. Gran parte de nuestra literatura refleja

    con fidelidad los desequilibrios y conflictos humanos y so-

    ciales. La ideologa, el pensamiento filosfico y la teora del

    cambio social no son indiferentes a esta poca que an ahora

    es pasado y presente.

    - 34 -

    Mario Miranda Pacheco

  • El conocimiento de nuestra Amrica, en sus vicisitu-

    des, ha sufrido cambios notables. Hasta hace poco, diversas

    metodologas y categoras de anlisis y hasta la misma ter-

    minologa, eran insumos importados. Hoy estas cosas han

    cambiado y seguirn cambiando gracias a las aportaciones de

    los latinoamericanistas que retoman con responsabilidad las

    races y frutos de nuestra realidad. Pese a ello, para muchos,

    Amrica Latina es slo un concepto, una construccin intelec-

    tual, o slo una masa geogrfica y poblada moldeada por la

    naturaleza y la cultura occidental.

    Sea cual fuere la manera de percibir nuestra realidad,

    lo que importa es tomar conciencia de que, como en ningu-

    na otra parte, aqu se da la relacin de hombre y mundo en

    el ms profundo de los sentidos. La naturaleza, adems de

    ofrecer sus recursos y riquezas, es todava un reservorio de

    valores y representaciones. Sus gentes se reparten en extensas

    latitudes; viven en montaas que tocan la bveda celeste o a

    la orilla de ros inacabables en su curso y caudal; transitan

    por desiertos de arenas calcinadas o se asientan en valles jo-

    cundos y praderas infinitas; penetran en bosques oscuros e

    inacabables o surcan sus mares sin contorno. Amrica Latina

    no es parroquia ni barraca, sino fuente generadora de vida y

    principio de esperanza.

    Las estructuras econmicas, sociales y polticas, las

    etnias y pueblos testimonio son formas analgicas de su ser.

    Esto quiere decir que Amrica Latina es y representa lo que

    hemos conservado y lo que hemos llegado a ser en el curso

    - 35 -

    Sobre el oficio latinoamericanista

  • de la historia. Que tenemos necesidad de transformar su

    economa, su estructura social y el poder poltico, es materia

    de reconsideracin permanente. Sus formas culturales, cada

    da ms erosionadas por fuerzas avasalladoras, constituyen

    gneros de vida que debemos defender. Los ideales y proyec-

    tos de unidad e integracin son esfuerzos todava no resuel-

    tos.

    En la amalgama de la tierra con el hombre y su histo-

    ria estn presentes los elementos de la identidad latinoame-

    ricana. Muchos de nuestros pueblos y en latitudes distintas,

    construyeron imperios hoy inexistentes; otros todava viven

    en la sombra de sus bosques, en sus islas bruidas por el sol

    o en los pramos pulidos por el viento. Algunos todava son

    recolectores, otros ya estn en los umbrales de la postmoder-

    nidad. Ms, a todos ellos y a nosotros nos ha tocado vivir una

    cotidianeidad saturada de experiencias valiosas, de temores

    y riesgos, de proyectos y esfuerzos; en fin, nos ha tocado par-

    ticipar de la historia de Amrica Latina como una aventura

    prodigiosa.

    En esa aventura el latinoamericanista est situado

    como actor o testigo. Sus labores de comprensin y expli-

    cacin habrn de ser pacientes, metdicas. Quien tenga este

    oficio habr de empearse en desarrollar sus cualidades per-

    sonales para la observacin, la reflexin y el anlisis de una

    realidad que ha perdido su simplicidad. Nuestro mundo es

    complejo; trae diversos componentes metabolizados en siglos

    ignorados por la historia escrita, y tambin trae los nuevos

    - 36 -

    Mario Miranda Pacheco

  • elementos de culturas y sociedades con las cuales hemos

    mantenido una vinculacin continua y asimtrica de cinco

    siglos. Por nuestra cuenta hemos creado lo propio, lo que no

    puede ser negado ni enajenado. Para el oficio, todo esto entra

    en juego, se incorpora al conjunto de habilidades y destrezas

    para investigar y producir un conocimiento que revele el do-

    minio de una materia repartida entre el quehacer material y

    la actividad espiritual de los latinoamericanos.

    Nuestra Amrica, en su escenario y en sus entraas,

    ha recibido formas de vida de otros continentes y sangre

    de otras razas para hacer su tejido humano y social. En ese

    entramado le ensearon al latinoamericano a explotar a sus

    semejantes, luego, despus, tambin le ensearon a extraer y

    enajenar el oro, el petrleo, el estao, o los frutos del trabajo.

    Con esa pedagoga levant ciudades, cre sus formas polti-

    cas, erigi el poder y fabric el fantasma de su negacin. En

    esta historia de muchos siglos, su arte y su cultura, a pesar de

    ninguneos y despojos, conservan su vitalidad renovada en la

    creatividad colectiva, annima e insondable.

    En el oficio, se aprende a comprender que Amrica

    Latina se expresa de infinitas maneras. Y tambin se aprende

    que cada forma del conocimiento impartido en nuestro Cole-

    gio, filosofa, historia y literatura, se engarza necesariamente

    en las tareas de comprender y explicar el mundo al que nos

    debemos. Por ello pienso y sostengo que cuando el destino de

    ser latinoamericanos depara la opcin de ser latinoamerica-

    - 37 -

    Sobre el oficio latinoamericanista

  • nistas, nos emplaza a desempear un oficio con lo mejor de

    nuestras capacidades y empeos.

    Esto es lo poco que puedo decirles acerca de este ofi-

    cio que ustedes han escogido y que se aprende slo en la obra,

    hacindolo.

    - 38 -

    Mario Miranda Pacheco

  • DIEZ NOTAS SOBRE LA CARRERA UNIVERSITARIA DE ESTUDIOS

    LATINOAMERICANOS 2

    La Coordinacin del Colegio de Estudios Latinoamericanos

    de la Facultad de Filosofa y Letras ha pedido que sus

    profesores escriban, en tres cuartillas, una reflexin sobre la

    carrera y el perfil del egresado. Me ser difcil condensar una

    problemtica tan amplia en tan poco espacio; sin embargo,

    y con el riesgo de no tocar diversos asuntos significativos,

    considero que ser de alguna utilidad resumir los siguientes

    aspectos:

    1. En las universidades latinoamericanas, no obstante

    su historia de innovaciones recientes, la institucionalizacin

    de la carrera profesional de estudios latinoamericanos representa

    una novedad acadmica. La novedad no radica en considerar

    Amrica Latina como objeto de conocimiento acadmico,

    sino en el hecho de que los estudios sobre esta regin sirvan

    para que las universidades formen recursos humanos de alto

    nivel, preparados para cumplir una funcin social concreta.

    2. La poca informacin nacional e internacional que se

    tiene acerca de esta carrera universitaria proporciona escasos

    elementos de comparacin; por ello, los problemas con que

    tropieza una reflexin acerca de su funcin e importancia

    obligan a reducir el anlisis a sus alcances y propsitos. Los

    alcances se refieren a la generalizacin o especializacin de

    - 39 -

  • disciplinas que debe establecer su plan de estudios; los

    propsitos se relacionan con la formacin de profesionales de

    alto nivel. Estas dos cuestiones son inherentes a la necesidad

    de impartir estudios especficos y pertinentes de la sociedad,

    la historia y la cultura de Amrica Latina.

    3. El desarrollo de cualquier carrera universitaria se

    funda en la planeacin curricular y en la organizacin del

    saber impartido; por ello resulta obvio que toda licenciatura,

    como conjunto de estudios sistematizados, implica cierta

    especializacin, aunque en el aprendizaje de sus estudiantes

    predominen criterios generalistas, lo cual significa que las

    disciplinas en que se formen sean amplias, conexas y

    sistemticas. En sentido estricto, la especializacin es un nivel

    acadmico que pertenece al ciclo de estudios de posgrado.

    Sin embargo, cualquier carrera cuenta con la posibilidad de

    hacerse ms concreta, en la medida en que los conocimientos

    que se imparten en ella tengan calidad acadmica y funcin

    prctica. Estas exigencias tienen importancia para la carrera

    de Estudios Latinoamericanos; tomarlas en cuenta y hacerlas

    efectivas contribuir a que sus egresados se inserten con

    mayor eficacia en las actividades de docencia, investigacin

    y creacin intelectual.

    4. En la reflexin sobre la carrera impartida en la

    Facultad de Filosofa y Letras, es pertinente referirse a la

    existencia de otro centro que funciona en la Facultad de

    Ciencias Polticas y Sociales de la Universidad Nacional Au-

    tnoma de Mxico. En esa unidad acadmica no se ofrece el

    - 40 -

    Mario Miranda Pacheco

  • ttulo profesional de licenciado en Estudios Latinoamericanos

    sino slo estudios de posgrado, en los niveles de maestra

    y doctorado. Su base curricular se asienta en un enfoque

    preferentemente cientfico, el que corresponde a las ciencias

    polticas y sociales. De manera paralela, en la Facultad de

    Filosofa y Letras, adems de contar con el Colegio de Estu-

    dios Latinoamericanos para licenciatura, se cuenta con el pos-

    grado de maestra y doctorado. Los estudios de ambos nive-

    les tienen un enfoque humanista y se sustentan en tres reas

    principales: historia, filosofa y literatura, como disciplinas co-

    nexas que permiten una formacin interdisciplinaria, distinta

    y polivalente.

    5. Una carrera universitaria, en lo que corresponde

    a su pertinencia, est determinada por la demanda de la

    sociedad y por la adecuacin de sus objetivos institucionales

    a dicha demanda. En el caso que se comenta, la demanda

    social est relacionada con la importancia que tiene Amrica

    Latina en la coyuntura actual. La necesidad de estudiar

    nuestra Amrica en todos sus aspectos est presente en el de-

    sarrollo del conocimiento de su sociedad y de su cultura.

    Esta evidencia es indudable. Por otra parte, la Facultad de

    Filosofa y Letras, como parte constitutiva de la Universidad

    Nacional Autnoma de Mxico, ha sido creada para impartir

    una educacin humanista. En consecuencia, el enfoque huma-

    nstico de los estudios latinoamericanos no niega ni excluye

    la validez e importancia del enfoque cientfico o tcnico; por

    el contrario, lo asimila para ampliar el conocimiento e inter-

    pretacin de la sociedad y la cultura latinoamericanas.

    - 41 -

    Diez notas sobre la carrera universitaria ...

  • 6. La consideracin de Amrica Latina como objeto de

    conocimiento plantea paralogismos que conviene deslindar.

    Por una parte, no implica la invencin del objeto de estudio,

    sino el conocer la historia, el pensamiento filosfico y la

    literatura de una realidad existente. Por otra parte tampoco

    implica la especulacin vana, sino el estudio crtico de un

    objeto que, en el plano terico y de reflexin, es y ser

    objeto de conocimiento y transformacin. En tal sentido, la

    asimilacin de los resultados objetivos de las ciencias sociales

    no debe ni puede desvirtuar la naturaleza de la carrera. Este

    es un objetivo en la formacin del latinoamericanista, cuyo

    valimento radica en la tarea de asimilar el ser y acontecer de

    Amrica Latina con los valores y aportaciones que ofrecen las

    ciencias.

    7. El documento constitutivo del Colegio afirma que

    su enseanza ser interdisciplinaria. Sin embargo, todava

    no existen condiciones adecuadas para tal propsito. La

    interdisciplinariedad es un principio activo de la docencia

    y de la investigacin. Sirve tanto para aprender como para

    ensear; por ello puede afirmarse que es el complemento

    necesario de la libertad de ctedra, ya que abre horizontes

    creativos de diverso tipo y facilita la superacin de hbitos

    obsoletos de informacin y estudio. Reflexionar sobre cuestiones

    interdisciplinarias ser una actividad orientada hacia el

    planteamiento de aspectos concretos de innovacin en el

    plan de estudios y, con ello, el papel que juegan tanto los

    aspectos de orden organizativo, como los de metodologa y

    sistematizacin de la enseanza.

    - 42 -

    Mario Miranda Pacheco

  • 8. El objetivo principal de la enseanza interdiscipli-

    naria es la formacin polivalente del estudiante. Este tipo

    de formacin profesional implica, por una parte, que en

    el egresado debe estimularse la formacin de hbitos y

    actitudes que le permitan adecuar sus conocimientos tericos

    y prcticos a las exigencias del mercado de trabajo; por otra,

    que se le enseen procedimientos para reciclar sus estudios e

    innovar su preparacin. La consecucin de este propsito es

    inseparable de la modalidad interdisciplinaria. La formacin

    polivalente conduce a que el egresado llegue a disponer de

    conocimientos dinmicos, que pueda integrarlos y aplicarlos,

    asimilando ideas vivas de la ciencia social, la filosofa, la

    historia y la literatura. En este tipo de formacin juegan un

    papel significativo aquellas metodologas que contribuyen a

    desarrollar el ejercicio crtico de la comunicacin, como factor

    til para difundir la cultura.

    9. El enfoque humanista, la enseanza interdiscipli-

    naria y la formacin polivalente del egresado, son criterios

    que requieren de un anlisis para que no sean meros

    enunciados. Ese anlisis deber cumplirse cuando se decida

    lo que corresponde al plan de estudios. En tal sentido, y para

    hacer operativo un humanismo de tipo moderno, debern

    sistematizarse las disciplinas dentro de una conceptuacin

    que permita partir de bases firmes para que la historia, la

    filosofa y la literatura de Amrica Latina no se desvanezcan

    en una atmsfera de ambigedad y erudicin. En lo que toca

    a la enseanza interdisciplinaria, cabe anotar que deber

    sustentarse en una efectiva preparacin metodolgica y en

    - 43 -

    Diez notas sobre la carrera universitaria ...

  • una prctica constante, ambas orientadas a evitar la informa-

    cin atomizada e inconsistente; finalmente, la formacin poli-

    valente deber tender, en lo posible, a que los egresados, en

    el mercado de trabajo, estn capacitados para la enseanza,

    investigacin, comunicacin y otras funciones que cumple el

    trabajador intelectual. La formacin polivalente no equivale

    a formar eruditos ni portadores de un saber enciclopdico,

    sino a preparar al estudiante en el desenvolvimiento de sus

    posibilidades personales y creativas.

    10. Los estudios latinoamericanos de carcter cientfi-

    co (Facultad de Ciencias y Polticas y Sociales), o de naturaleza

    humanstica (Facultad de Filosofa y Letras), tienen proyeccin

    nacional e internacional. Segn la composicin de la matrcula,

    puede afirmarse que la institucionalizacin y desarrollo de

    estos estudios han despertado inters creciente en estudiantes

    de Mxico y de otros pases. Esto quiere decir que los estudios

    impartidos, dentro de lo relativo, son congruentes con los

    requerimientos de una demanda de carcter internacional. Sin

    embargo, este indudable logro necesita ser evaluado. Tanto el

    inters de los estudiantes nacionales como las expectativas

    de los extranjeros (que provienen mayoritariamente de pases

    latinoamericanos), han situado a la UNAM como la nica

    institucin seria para impartir estos estudios, dndoles nivel

    profesional, profundizndolos en el posgrado y, con ello,

    proporcionando a la sociedad contempornea un profesional

    calificado, un producto acadmico que se inserte en las

    actividades docentes, de investigacin y de creacin intelectual.

    Esta finalidad acadmica y social obliga a considerar que ha-

    - 44 -

    Mario Miranda Pacheco

  • brn de fijarse nuevas metas para reforzar el valor y la fun-

    cin social de la carrera del latinoamericanista.

    - 45 -

    Diez notas sobre la carrera universitaria ...

  • INTERDISCIPLINARIEDADDE LOS ESTUDIOS LATINOAMERICANOS 3

    Diversos informes sobre la educacin superior revelan que

    la formacin acadmica y profesional de las nuevas genera-

    ciones tiene fallas serias. Preocupa esta informacin porque

    sostiene que dichas fallas residen, principalmente, en la in-

    congruencia de los sistemas de enseanza con las necesida-

    des de la poca. Mltiples carencias e inadecuaciones en los

    contenidos reflejan la obsolescencia de los planes y progra-

    mas de estudio, as como anacronismos en la metodologa y

    los procesos de aprendizaje. Esta situacin se deja sentir en el

    recelo y desasosiego de grandes sectores estudiantiles frente

    al Estado, a las instituciones educativas y al mismo sistema

    de educacin superior. Tal situacin, como en 1968, en Pars y

    en otras capitales del mundo, refleja la necesidad de modifi-

    car funciones, estructuras y procesos educativos que arrastra

    la formacin de los egresados y que inciden fuertemente en

    su insercin como profesionales en el mercado de trabajo.

    La demanda social de educacin, que en Amrica La-

    tina est condicionada, en gran parte, por los desequilibrios

    que se dan entre el crecimiento demogrfico y el insuficiente

    desarrollo econmico y social, no es slo de orden cuantitativo

    sino tambin cualitativo. La juventud que pasa por las aulas

    universitarias intuye que su futuro est en juego con una

    formacin deficiente para trabajar en una sociedad que se

    hace cada da ms compleja y ms desigual. En ello percibe

    - 46 -

  • la inconsistencia de un saber que no se adapta a los requeri-

    mientos emergentes de la competitividad, la modernizacin

    y el dominio del saber. Por ello, el desasosiego universitario

    expresa, en niveles distintos y con lenguajes diferentes, una

    imperiosa necesidad de innovaciones consistentes para superar

    la situacin que prevalece actualmente.

    El mejoramiento cualitativo de la educacin superior,

    en lo general, y la institucionalizacin de carreras referidas a

    la realidad de Amrica Latina, en lo especfico, son aspectos

    que difcilmente pueden llegar a niveles de calidad formativa

    sin el planteamiento y solucin de diversos problemas teri-

    cos y prcticos. En ello se sustentan el anlisis y las respuestas

    que pueden darse en lo que atae a los contenidos de una

    educacin adecuada a los intereses de la regin, a los fines de

    una formacin orientada hacia la integracin econmica y po-

    ltica, hacia el desarrollo de nuestros pases y, principalmente,

    hacia una efectiva insercin de las universidades en los com-

    plejos procesos de preservar y enriquecer nuestra cultura. El

    entrelazamiento de problemas difciles y soluciones viables

    constituye un condicionamiento acadmico-institucional de

    gran importancia para llevar a cabo innovaciones que revo-

    lucionen la manera de impartir y aprender, asimilando cono-

    cimientos humansticos y cientficos que fortalezcan la afirma-

    cin histrica de Amrica Latina.

    En esta perspectiva, presentar una ponencia de re-

    ducida extensin sobre la naturaleza interdisciplinaria de

    los estudios latinoamericanos, implica la responsabilidad de

    - 47 -

    Interdisciplinariedad de los estudios universitarios

  • tocar aspectos inherentes al mejoramiento cualitativo de la

    enseanza superior para relacionarlos, por lo menos tangen-

    cialmente, con los alcances de una innovacin educativa que,

    referida al orden acadmico y curricular, permita subrayar

    finalidades concretas para una formacin profesional de alto

    nivel. Por ello, y con el convencimiento de que toda ponencia

    es un conjunto de proposiciones personales destinadas a su

    discusin, en el presente trabajo se esbozarn algunos crite-

    rios en torno a la naturaleza de la interdisciplinariedad que,

    considerada como una exigencia formativa de nuevo tipo, tie-

    ne marcada importancia para los estudios latinoamericanos.

    1. La interdisciplinariedad como sistema, relacin y labor

    La necesidad de innovar, coordinar y difundir los

    estudios latinoamericanos, es una proposicin reiterativa. Su

    planteamiento recoge, en cierta forma, la imperiosa demanda

    universitaria de mejorar cualitativamente sistemas y meto-

    dologas de enseanza, en lo que se refiere a la comprensin

    y conocimiento de nuestra realidad. Consecuentemente, en

    diversas reuniones continentales realizadas entre 1974 y 1977,

    han sido aprobadas sendas recomendaciones que subrayan el

    propsito de introducir y desarrollar la interdisciplinariedad,

    como un nuevo enfoque metodolgico de enseanza e inves-

    tigacin en los estudios latinoamericanos.

    Sin embargo, esta exigencia formativa de nuevo ti-

    po, como se la denomina en alguna parte de esta ponencia,

    no ha sido planteada con sentido unvoco. As, en un caso,

    - 48 -

    Mario Miranda Pacheco

  • la recomendacin sugiere que se impartan conocimientos

    preferentemente en un sistema de interdisciplinariedad que

    informe sobre el pensamiento y la cultura de nuestro con-

    tinente (VII Asamblea General de la UDUAL, Oaxtepec,

    Edo. de Morelos, Mxico, 7 al 11 de noviembre de 1976). En

    otros acuerdos, se dice: Recomendar una mayor integracin

    respecto a las diversas disciplinas latinoamericanas, inter-

    disciplinariedad en estos estudios (Reunin de Expertos,

    convocada por la UNESCO, Pars, 24 al 25 de mayo de 1977).

    Tambin se recomend a la UNESCO, al Departamento Cul-

    tural de la OEA y a las instituciones de cultura superior de

    Amrica Latina den su apoyo para la formacin de expertos

    en la orientacin de esta enseanza pero, siempre, en una

    relacin interdisciplinaria (IX Congreso Interamericano de

    Filosofa, Caracas, 20 al 24 de junio de 1977). Por ltimo, se ha

    planteado la necesidad de tales estudios (los que imparten

    los centros de estudios latinoamericanos) como medio de la

    anhelada integracin en una labor que ha de ser interdiscipli-

    naria (Reunin de Expertos, a cargo del Departamento Cul-

    tural de la OEA, Houston, Texas, 3 al 6 de noviembre de

    1977).

    En las recomendaciones anotadas hay un evidente

    consenso: la imparticin de los estudios latinoamericanos,

    en lo posible, debe ser interdisciplinaria. No obstante que los

    expertos desean potenciar la importancia formativa de la in-

    terdisciplinariedad, dndole significados de sistema, relacin

    o labor, es pertinente indicar que han creado, involuntaria-

    mente, cierta confusin terminolgica. Su identificacin como

    - 49 -

    Interdisciplinariedad de los estudios universitarios

  • sistema implica que la interdisciplinariedad deber ser un

    conjunto ensamblado de elementos cuyo comportamiento

    depende tanto de las propiedades de las partes que lo com-

    ponen como de sus relaciones recprocas. Tal identificacin es

    adecuada slo para la organizacin curricular de las asigna-

    turas; esto es, para un plan de estudios que, como todo siste-

    ma no probado en su operacin y desarrollo, puede o no ser

    adecuado. La interdisciplinariedad, para su aplicacin eficaz

    y operativa, deber ser ejercida como una prctica de siste-

    matizacin del saber, asistida de una metodologa que logre

    la interaccin de distintas disciplinas cientficas, generando

    nuevas reas de investigacin y enseanza que enriquezcan

    la extensin y profundidad del conocimiento. En resumen, la

    interdisciplinariedad en los estudios latinoamericanos, antes

    que sistema, habr de ser una prctica que estimule la creati-

    vidad en la investigacin y docencia.

    Por otra parte, si la interdisciplinariedad ha de ser

    entendida slo como una relacin, tal enfoque no toma en

    cuenta el deslinde de los dominios del saber, la convergencia

    disciplinar en los objetos de estudio, el cruzamiento de meto-

    dologas y lenguajes que, desde un punto de vista general,

    son aspectos formales de la interdisciplinariedad, en tanto se

    la considere como planteamiento innovador de la investiga-

    cin y la docencia.

    Finalmente, si se la requiere como una labor pura

    y simple, la organizacin interdisciplinaria de los estudios

    latinoamericanos corre el riesgo de deslizarse hacia un prag-

    - 50 -

    Mario Miranda Pacheco

  • matismo irreflexivo, una rutina requerida por una educacin

    tecnocrtica, no buscada por la comunidad acadmica dedi-

    cada a este tipo de estudios ni por la sociedad latinoameri-

    cana dadas las derivaciones sociales econmicas polticas e

    ideolgicas que genera este tipo de educacin.

    Con los puntos de vista que anteceden y con el fin

    de contribuir a la discusin de un tema que no es sencillo,

    en esta ponencia pretendo cumplir tres propsitos: a) tratar,

    someramente, el significado y la importancia de la interdisci-

    plinariedad; b) hacer un comentario breve de sus finalidades

    genricas; c) proponer condiciones mnimas para impulsar

    interdisciplinariamente los estudios latinoamericanos.

    2. Significado e importancia de la interdisciplinariedad

    Independientemente de lo que puede esperarse de

    cualquier sistema educativo, la interdisciplinariedad se pre-

    senta como un requerimiento innovador, dirigido a superar

    las limitaciones de un saber fragmentado, parcial y alienante;

    por ello se puede considerar que la propuesta de esta modali-

    dad formativa hace explcito el nimo de modificar una ense-

    anza que ha sufrido menoscabo en el torbellino de presiones

    y exigencias actuales. Su planteamiento surge de la crisis de

    la enseanza universitaria contempornea, agudizada por los

    excesos de especializacin, por la divisin internacional del

    trabajo y por la actual distribucin del saber, hechos que han

    dejado de ser positivos an para los pases que se han benefi-

    ciado de ellos.

    - 51 -

    Interdisciplinariedad de los estudios universitarios

  • Contrariamente a lo que se piensa, la interdisciplina-

    riedad no es una combinacin arbitraria de disciplinas y cien-

    cias. El anlisis terico permite sealar algunas caractersticas

    de su validez y fundamento. Una de ellas consiste en tomar el

    objeto de estudio como campo de convergencia e interseccin

    de disciplinas distintas, de tal manera que el objeto a estudiar

    es su factor determinante. A este elemento se le ha denomina-

    do dominio real del saber. Por otra parte, hay enfoques que

    ubican su fundamento en las leyes que descubren las ciencias

    para su propio desarrollo y que, no obstante ser inherentes

    a una disciplina cierta y determinada, pueden ser utilizadas

    por otras ciencias. En tal sentido, la interdisciplinariedad,

    al devenir una actividad de asimilacin de las leyes de una

    ciencia por otra u otras, trabaja con un principio de validacin

    altamente formalizado.

    Otros anlisis establecen que las aplicaciones y logros

    de la interdisciplinariedad dependen de los mtodos que em-

    plean ciencias y disciplinas afines, de tal modo que son stos

    los que le dan validez cognitiva. En otros trminos, la inter-

    disciplinariedad es viable por el objeto de estudio que com-

    parten distintas disciplinas, por la comunidad de leyes con

    que trabajan ciencias afines y por el uso selectivo de mtodos

    que se emplean en el desarrollo de disciplinas cientficas.

    Con el fundamento o principio de validacin que la

    sustente, en la interdisciplinariedad se produce una intera-

    ccin real y efectiva de dos o ms disciplinas diferentes. Tal

    interaccin puede pasar de la simple comunicacin de datos

    - 52 -

    Mario Miranda Pacheco

  • e ideas hasta la integracin mutua de categoras y conceptos

    fundamentales, mtodos de investigacin, terminologas,

    procedimientos de enseanza y otros aspectos que derivan

    de la investigacin y el desarrollo cientfico. En tal sentido,

    la interdisciplinariedad es una prctica integradora de la

    enseanza y el aprendizaje, una prctica revolucionaria que

    contribuye a cambiar viejas rutinas del aprendizaje y de la

    comunicacin educativa.

    La interdisciplinariedad, por lo visto, no consiste en

    el cruzamiento ingenuo y arbitrario de ciencias y disciplinas

    para obtener conocimientos hbridos o indefinidos. Tal re-

    duccin mecnica impedira el progreso cientfico y tecnol-

    gico. La interseccin o cruzamiento de mtodos y leyes cien-

    tficas en campos comunes o no comunes de conocimiento,

    implica un proceso de interaccin disciplinaria, con lo que

    el cruzamiento de ciencias y disciplinas diferentes da por

    resultado el surgimiento de ciencias y disciplinas cualitativa-

    mente distintas de las que dan lugar a ese proceso.

    Por tanto, la interaccin disciplinaria produce cono-

    cimientos nuevos y mtodos cualitativamente diferentes, ti-

    les para estudiar objetos de gran complejidad y para obtener

    resultados que no pueden lograrse en disciplinas y ciencias

    aisladas. Los conocimientos hibridados se organizan y

    sistematizan en ciencias y disciplinas propiamente interdis-

    ciplinarias, cuyo inventario se ampla en la cultura cientfica

    contempornea, reflejada en las crecientes necesidades de la

    sociedad actual y en los parmetros del crecimiento exponen-

    - 53 -

    Interdisciplinariedad de los estudios universitarios

  • cial del conocimiento. Citar ejemplos, estara fuera de lugar;

    sin embargo, por decir algo, se puede mencionar la biofsica,

    la bioqumica, la historia socioeconmica, la antropologa

    filosfica, la psicolingstica, la psicopedagoga y, la ms su-

    gestiva de todas, la ciberntica.

    En esta perspectiva, la interdisciplinariedad no es

    una simple apetencia de erudicin, ni una adulteracin del

    principio de economa del pensamiento, ni una todologa,

    como se acostumbra designar a un enciclopedismo rampln

    en lenguaje coloquial, sino una necesidad surgida de la nueva

    divisin del trabajo intelectual, en la que se cumplen com-

    plejas operaciones de sntesis del pensamiento. Su ejercicio

    se traduce en correlacionar actitudes cognoscitivas de orden

    terico con prcticas y hbitos de aprendizaje. Los resultados

    de esta correlacin se expresan en el descubrimiento, crea-

    cin, produccin y transmisin de nuevos conocimientos, en

    la formacin de un saber operativo para el desempeo profe-

    sional.

    Las necesidades del desarrollo social obligan a que

    disciplinas de distinta ndole orienten la solucin de proble-

    mas que tienen un ncleo comn. Esta realidad obliga a que

    las aplicaciones de la interdisciplinariedad se expresen de dos

    maneras: por una parte, la formacin profesional, apoyada en

    la adquisicin de conocimientos que se transforman cruzan-

    do crticamente las experiencias del aprendizaje. Es-to quiere

    decir que, en la formacin profesional de carcter interdisci-

    plinario, se trabaja con disciplinas de consistente integracin

    - 54 -

    Mario Miranda Pacheco

  • terica que cruzan sus campos, sus objetos de estudio, sus

    mtodos y procedimientos, sus lenguajes y fina-lidades.

    Por otra parte, la interdisciplinariedad se expresa

    tambin en la prctica, en el trabajo concreto. Un grupo inter-

    disciplinario est compuesto por personas formadas en dis-

    tintos dominios del saber, provistas de diferentes conceptos,

    metodologas, datos y lenguajes, personas que usualmente se

    organizan en un proyecto compartido de investigacin. En

    este caso la interdisciplinariedad se produce recurriendo a lo

    que se ha dado en llamar concurso social, en la perspectiva

    y con la finalidad de incrementar la socializacin de mtodos

    y conocimientos.

    Las distintas modalidades y vas de aplicacin de la

    interdisciplinariedad influyen fuertemente en la diversificaci-

    n y enriquecimiento de la investigacin y la enseanza. Sus

    logros y posibilidades estn en relacin estrecha con el des-

    cubrimiento y aplicacin de nuevos procedimientos que con-

    ducen a renovadas formas de conocer y explicar la realidad

    y el propio conocimiento. En tal sentido, la integracin de las

    humanidades y las ciencias, finalidad principal de la inter-

    disciplinariedad, ensea que investigar y aprender no son

    procesos dicotmicos, sino dos fases de un mismo proceso.

    3. Amrica Latina, objeto de conocimiento e integracin

    La tediosa, aunque breve, digresin que antecede

    per-mite centrar la reflexin sobre ciertas preguntas que sur-

    - 55 -

    Interdisciplinariedad de los estudios universitarios

  • gen de los propsitos de comprender y explicar Amrica Lati-

    na. Qu caractersticas tienen los estudios latinoamericanos?

    Cul es el progreso, si lo hay, en este proyecto de conocer lo

    nuestro? Cul es la trascendencia formativa y -por qu no

    decirlo- poltica de la interdisciplinariedad?

    Segn el puesto que ocupan en el mundo, ciertos

    pueblos tratan de conocerse a s mismos para extender su

    poder sobre otros, o segn el lugar que tienen otros pueblos,

    estos se empean en conocerse para establecer proyectos co-

    lectivos, proyectos histricos que afirmen su identidad. Para

    estos ltimos, el proceso de autognosis se forma a lo largo de

    distintas etapas de su desarrollo y en el contraste de sus zozo-

    bras y esperanzas. En tal sentido, y desde mi particular punto

    de vista, el autoconocimiento de los pueblos latinoamericanos

    es el resultado de un prolongado proceso de aprendizaje, en

    el cual la memoria histrica ha inscrito con caracteres ntidos

    sus experiencias ms significativas.

    Si se toma en cuenta las maneras y circunstancias en

    que ha sido abordada nuestra realidad, los estudios latinoa-

    mericanos tienen rasgos muy propios. Aqu cabe una aclara-

    cin. No hablo de los orgenes del conocimiento de Amrica

    Latina. Esta cuestin obligara a remontar el ro del tiempo a

    los comienzos de la Colonia, momento en que los cronistas,

    desde las reconditeces de su asombro, proporcionaron una

    informacin azorada del mundo que estaban descubriendo,

    colonizando y evangelizando. Tampoco hablo de los viajeros,

    unos ilustres como Humboldt o DOrbigny, o de los cnsules

    - 56 -

    Mario Miranda Pacheco

  • ingleses que conocieron Amrica excolonial en su versin uti-

    litaria. Tampoco me refiero a los actuales informes de orga-

    nismos internacionales, que representan estudios sistemti-

    cos de terapia, cuando no ciruga, econmica, social, poltica,

    cultural y demogrfica de nuestra Amrica. Los quehaceres

    y productos referidos constituyen tambin estructuras bien

    conformadas de estudios latinoamericanos. Pero no hablo de

    ellos. Me refiero a lo que hoy, en el mbito de las universida-

    des, se denominan estudios latinoamericanos.

    Estos estudios, inicialmente, se desplazaron en una

    perspectiva emocional, unas veces magnificando la naturale-

    za, los recursos y las gentes; otras, exaltando una mstica en

    la cual se forj una imagen portentosa del continente. De un

    modo u otro, roturando un campo subjetivo pero fecundo,

    los estudiosos latinoamericanos de fines del siglo pasado y

    comienzos del actual, han despertado inters en propios y

    extraos con la descripcin y explicacin de procesos y fen-

    menos que, por su especificidad, configuran nuestra unidad

    y tambin nuestras diferencias nacionales y regionales.

    Con la difusin del positivismo y las tendencias li-

    berales del siglo pasado y principios del actual, los estudios

    latinoamericanos se hicieron ms amplios y ms variados en

    sus observaciones, inicialmente aisladas y particulares. El

    conocimiento de esa poca, coincidente con la penetracin

    imperialista y en funcin de ciertos intereses dominantes,

    estabiliz una imagen distorsionada de Amrica Latina, pero

    conveniente a las intenciones extranjeras. Con sus aportes,

    - 57 -

    Interdisciplinariedad de los estudios universitarios

  • en muchos casos producto de la improvisacin y la espon-

    taneidad, incursionaron en diversos aspectos de la realidad

    geogrfica, en variedades sui generis del comportamiento

    nacional o regional, en el indigenismo, la historia poltica, la

    antropologa, el costumbrismo y la sicologa social.

    El enriquecimiento de las ciencias sociales, en los l-

    timos treinta aos, ha facilitado el conocimiento de Amrica

    Latina. La historia, preferentemente poltica del siglo pasado,

    dio paso a la historia econmica y social; la interpretacin glo-

    bal y diferenciada del subcontinente tuvo nuevos enfoques

    con el estudio de la dependencia, el subdesarrollo y el atraso.

    Los estudios de nivel nacional y regional de la cultura, en sus

    formas de expresin artstica y literaria, han encontrado nue-

    vas formas de vinculacin con ciencias y metodologas, cuyo

    desarrollo es significativo en la percepcin e interpretacin

    de la realidad latinoamericana. Tal es, brevemente, el sentido

    evolutivo de nuestro autoconocimiento.

    En la actualidad y sin eufemismos, puede afirmar-

    se que los estudios latinoamericanos sufren un proceso de

    mutacin. Estn en la fase de adquirir cada da perfiles de

    mayor objetividad, precisin y calidad cientfica. Este esfuer-

    zo altamente significativo constituye tanto un logro como

    un nuevo punto de partida. El empleo de ciencias y metodo-

    logas de alto valor social conduce a que los latinoamericanos

    tratemos nuestra sociedad, nuestra historia, nuestras posibi-

    lidades, no slo como objetos de conocimiento humanstico

    o cientfico, sino tambin y sobre todo como realidades que

    - 58 -

    Mario Miranda Pacheco

  • debemos transformar. Este hecho ya implica un conocimiento

    cualitativamente distinto y que ser significativo para per-

    severar en proyectos histricos de distinta dimensin. Si se

    perciben logros obtenidos con esfuerzo propio, tambin per-

    sisten otros aspectos de distinto signo. De manera indicativa

    pueden citarse algunos: la forma unilateral y aislada con que

    todava estudiamos nuestros problemas; la falta de comuni-

    cacin para establecer la complementariedad y colaboracin

    en el trabajo cientfico y acadmico; la carencia de recursos

    humanos para ampliar y profundizar el conocimiento. Sin

    embargo, los aspectos anotados no son obstculos insupera-

    bles. Una clara definicin de metas y objetivos, asociada al

    empleo eficiente de medios adecuados para la investigacin

    y enseanza interdisciplinaria, contri-buir tanto a atenuar el

    aislamiento de instituciones y perso-nas, cuanto a coordinar

    y difundir investigaciones y aportes hasta ahora poco menos

    que ignorados.

    4. Los objetivos y la libertad de aprender

    Los acuerdos institucionales y de organismos inter-

    nacionales que recomiendan la enseanza interdisciplinaria

    de los estudios latinoamericanos han sealado dos fines: de-

    sarrollar el conocimiento cientfico de la sociedad y la cultura

    y contribuir a la integracin latinoamericana. No obstante su

    claridad, estos fines debern precisar sus objetivos. Los fines

    y objetivos educacionales no son sinnimos; entre ellos me-

    dia la diferencia que existe entre lo abstracto y lo concreto. En

    - 59 -

    Interdisciplinariedad de los estudios universitarios

  • tanto que los fines son ideales a los que se aspira, los objetivos

    son formas concretas de su realizacin.

    Las tcnicas ms diversas de elaboracin o diseo de

    objetivos son procedimientos racionalizados en funcin de

    intereses predominantes de la sociedad en que se desenvuel-

    ve el proceso educativo. Esto, debido a que la educacin es la

    regin ms sensible de la superestructura social; por ello sus

    instituciones son utilizadas como aparatos reproductores de

    ideologa, tanto en sociedades de estructura clasista, como

    en otras que no tienen esa caracterstica.

    Para precisar objetivos que no se alejen de los fi-

    nes perseguidos en la enseanza interdisciplinaria, ser

    necesario partir de la situacin real de Amrica Latina, de-

    terminada por sus condiciones actuales de dependencia. Si

    se toma en cuenta esta situacin, los objetivos se fundarn

    en una base real, necesaria, para definir con objetividad

    y eficacia los planes de estudio, las reas de cruzamiento

    e integracin de distintas disciplinas, el diseo de nuevos

    campos interdisciplinarios para la investigacin y la docen-

    cia, la aplicacin de metodologas especficas que permitan

    organizar conocimientos tiles, pertinentes y bien fundados.

    Estos aspectos son formativos; su importancia est

    fuera de discusin y pueden considerarse como esenciales en

    una enseanza de tipo interdisciplinario. En tal sentido, me-

    jorar el conocimiento de la realidad latinoamericana y de la

    interaccin de sus procesos y fenmenos, exigir la aplicacin

    - 60 -

    Mario Miranda Pacheco

  • de modelos distintos en los centros que se dedican a impar-

    tirlo. Por consecuencia, el carcter formativo de la enseanza

    interdisciplinaria obligar a evaluar la capacidad innovadora

    de las universidades y centros de educacin superior, como

    punto de partida para innovar su estructura y funcionamien-

    to.

    Este sealamiento implica otro. La interaccin disci-

    plinaria y el cruzamiento interdisciplinario de ciencias y me-

    todologas contribuirn a mejorar el ejercicio de la libertad de

    ctedra, hoy da entendido slo como la libertad de ensear,

    lo cual, en los hechos, no implica necesariamente la libertad

    de aprender. Los estudiantes, al participar en el descubri-

    miento y produccin de conocimientos nuevos, estarn ms

    all de la improvisacin y la rutina, hasta ahora inevitables

    en un ejercicio mal entendido de la docencia universitaria.

    Ellos aprendern no slo aquello que se les transmita, sino lo

    que vital y socialmente les interese. La libertad de aprender,

    complemento necesario de la libertad de ctedra y derecho

    bien defendido por los movimientos universitarios, permitir

    cuestionar el autoritarismo docente y el poder social del co-

    nocimiento. Mencionar estos hechos, equivale a mostrar que

    la enseanza interdisciplinaria, al proponerse objetivos peda-

    ggicos o formativos, tiene, a su vez, una virtualidad poltica

    no analizada en este trabajo.

    5. Condiciones mnimas para la interdisciplinariedad de los

    estudios latinoamericanos

    - 61 -

    Interdisciplinariedad de los estudios universitarios

  • La institucionalizacin de la enseanza interdiscipli-

    naria requiere de varias condiciones, independientemente de

    los medios normales que requiere todo proyecto educativo.

    La primera est determinada por la naturaleza de sus fines y

    objetivos. Esta condicin es la de su planeacin, aspecto rela-

    cionado con los recursos fsicos, econmicos y humanos,

    principalmente estos ltimos que, por su funcin, deben ser

    formados con perfiles de excelencia y calidad.

    Los recursos fsicos y econmicos dependen de la

    disponibilidad de las instituciones que, no obstante su rgi-

    men autnomo, estn reguladas por el Estado en su finan-

    ciamiento. La disponibilidad de recursos materiales tiene

    relacin con la poltica global imperante y con el rgimen

    constitucional y legal que ampara a la educacin. Su nega-

    cin, en un caso dado, o su asignacin normal, determina la

    estabilidad y permanencia de las funciones bsicas que cum-

    plen las instituciones educativas, de las cuales la enseanza

    interdisciplinaria ser slo un aspecto.

    La disponibilidad de recursos humanos calificados

    (lase docentes e investigadores) es otra condicin para pro-

    mover la enseanza interdisciplinaria. Su participacin ese-

    sencial para establecerla; con su concurso y trabajo creativo

    se forman investigadores, profesores y estudiantes en la can-

    tidad y calidad necesarias para realizar proyectos de investi-

    gacin, crear reas interdisciplinarias all donde el desarrollo

    institucional lo permita y llevar a la prctica modalidades de

    educacin permanente y abierta. Esta condicin ampliara la

    - 62 -

    Mario