El Rebe habla de Noé

El Rebe habla de Noé

11 Nissan 5743 -1983 Cada Judio tiene la obligación de garantizar que todos los pueblos del mundo observan los Siete Leyes de Noé. Aunque esta tarea parece increíblemente difícil, especialmente en estos azarosos tiempos del exilio, una historia real en relación con el propietario de un yate judía enseña que las acciones de un judío tienen influencia de largo alcance, y el efecto de incluso una sola obra es inconmensurable. La misión y propósito en la vida de la Judio es hacer de este mundo una morada para Di-s. El mundo, que parece funcionar de acuerdo con sus propias leyes naturales, no es independiente. Tiene un Creador, ¿Quién no ha dejado desatendida. Di-s está en la tierra, como él está en el cielo. El Judio, a través de su servicio a Di-s, demuestra que lo espiritual y lo físico pueden ser llevados juntos. Lo mundano puede ser santificado, y la vida cotidiana puede convertirse en santo. Di-s mora en el mundo.

Las Siete Leyes de Noé Un componente integral de la tarea del Judio es velar por que todos los pueblos, no sólo los Judios, reconocen Dios como Creador y gobernante del mundo. El mundo, se nos dice, "no fue creado para el caos, sino que será habitada." Un mundo caótico se produce cuando no hay criterios absolutos por la que el hombre vive, cuando la moral y la ética se basan únicamente en la comprensión del hombre. El hombre está influido por intereses ajenos a la razón y la justicia; y hemos visto demasiado poco de la destrucción que se produce cuando las leyes y filosofía son pervertidas para servir fines personales. Di-s, el Creador del mundo, no ha abandonado obra de sus manos, pero ha dado una orientación clara de cómo se puede hacer el mundo "habitada", asentó y productivo, decente y duradero. Las naciones del mundo se han dado un código de conducta Divina, las siete leyes de Noé, que consisten en seis prohibiciones contra el asesinato, el robo, la idolatría, el adulterio, la blasfemia, la crueldad con los animales - y un comando positivo, para establecer un sistema judicial . Estas siete leyes de Noé son declaraciones generales, que, con sus ramificaciones y extensiones, abarcan un sinnúmero de detalles.

La razón de estas siete leyes se deben observar también es importante. Las normas Rambam (Código, Reyes 08:11) que los Hijos de Noaj (es decir, toda la humanidad) debe observar estas leyes porque "Dios les mandó en la Torá y nos informó a través de Moshé que los Hijos de Noaj ya habían sido tan ordenado." Un no-Judio comporta en consonancia con las siete leyes no porque la lógica humana le obliga a hacerlo, sino porque son los mandamientos de Di-s transmite a través de Moshé. Esto asegura que el interés no se le permitirá pervertir los criterios divinos de conducta.

Es a través de la observancia de las Siete Leyes de Noaj que el mundo entero se convierte en un lugar decente, productivo, un recipiente apropiado para la Divinidad. Entonces, promete la Escritura, "la gloria del Eterno será revelada y toda carne juntamente la verá que la boca del Eterno ha hablado." La culminación de esta será la época mesiánica, cuando, a través de la agencia del Mashiaj, "todo va a llamar en el Nombre de Di-s y servirlo con un común acuerdo."

El papel de la Judio en Mundial El Judio tiene un papel crucial que desempeñar en esto. Él no puede ser un espectador, que queda al margen de la conducta del mundo. El Rambam excluye explícitamente (Código, Reyes 8:10): "Moshe Rabenu mandado de la boca de Dios para convencer a todos los habitantes del mundo para observar los mandamientos dados a los hijos de Noaj." Es deber del Judio a velar por que todos los pueblos llevan la vida justa y decente que viene de cumplimiento de las Siete Leyes de Noé. No sólo es el deber de un Judio porque ha sido así ordenado por Di-s, pero también es para su propio beneficio. Un mundo lleno de "caos", donde las naciones y de los individuos viven por ninguna ley, excepto que dictado por el propio interés, debe afectar inevitablemente el Judio. Y, como se señaló anteriormente, la observancia universal de las Siete Leyes de Noé es el preludio de la era mesiánica cuando todo servirá Dios juntos.

Sin embargo, la tarea parece inmensa, más allá de las capacidades de un judío. Todos los Judios juntos son sino una pequeña minoría entre las naciones del mundo. ¿Cómo puede influir en los no Judios Judios reconocer a Di-s y observar las Siete Leyes de Noé?

Pero puede hacerse. Incluso una acción puede tener consecuencias de gran alcance, cada vez más amplio ondulaciones, hasta que el efecto acumulativo de muchas de estas acciones individuales produce una poderosa tormenta.

Lección de una historia Una historia. Una historia real que sucedió hace poco, que ilustra un efecto simplemente como ondulación. Una historia de un Judio, que sin saberlo, comenzó una cadena de acontecimientos de los que ni siquiera podía soñar. Un Judio bendecido por Dios con gran riqueza, que le gusta tomar unas vacaciones de vez en cuando en su yate. Emplea un capitán, un no-Judio, para navegar el yate.

El tiempo para la oración llega. Él sabe que Judios rostro hacia la ciudad santa de Jerusalén durante Shemoneh Esreh, hacia el este. Él no es un hombre náutico.Él no sabe donde este se encuentra en el océano. Le pregunta el capitán.

Otra vez la Oración. De nuevo el mismo problema, ¿dónde está este. Una vez más, pregunta el capitán. Y así con el tercer tiempo de oración, y el cuarto.

La primera vez que se le pregunta, el capitán no presta atención especial. Cuando el dueño sigue haciendo la misma pregunta de vez en cuando, el capitán vuelve curiosa. Su empleador no es el navegador. ¿Por qué está siempre interesado en saber donde este se encuentra? Él le pregunta.

El Judio no se avergüenza de su religión. "Yo soy un Judio", responde, "y quiero orar a Di-s. Oraciones pasan a través del sitio del Beit HaMikdash en Jerusalem. Debo, por tanto, enfrento en esa dirección, que en esta parte del mundo es este. Cada vez que rezo por lo tanto necesito saber donde este se encuentra ".

El capitán es muy impresionado. Se trata de un hombre de éxito, piensa, lo suficientemente ricos como para poseer su propio yate y contratar a un capitán para navegar ella. Sin embargo, él considera que es adecuado y el derecho a interrumpir sus asuntos a orar a Dios - y se molestó siquiera para hacer frente a la dirección correcta. "Yo también", exclama el capitán al propietario ", comenzará a pensar en Dios, comience a orar a Él."

La historia tiene una secuela. Algún tiempo después, el capitán le dijo al dueño del yate judía que desde que decidió orar al Creador del mundo, ha, en cada oportunidad, también le dijo a su familia y amigos de la necesidad de orar a Di-s. "Si todas las personas del mundo podría pensar acerca de su Creador", concluyó el capitán, "el mundo no sería la selva que es!"

La lección de esta historia es clara: Un Judio puede influir en los no-Judios reconocer al Creador y gobernante del mundo, y por lo tanto se comporten en consecuencia mediante la observación de los Siete Noachide Leyes. Por otra parte, según lo visto de la historia, tal influencia es efectivo solo por un Judio estar orgulloso y firme en su religión. El propietario del yate no tenía la intención consciente de cumplir el fallo del Rambam. Porque él se comportó correctamente, su influencia se hizo sentir de forma automática. No podía saber del efecto dominó que provocaría simplemente preguntando dónde estaba este. Y gracias a él, un no-Judio comenzó a pensar en Dios, comportarse más justa - y, a su vez, llevar a otros en el mismo camino. Todo por culpa de las acciones de un judío.

Una parábola Podemos ir más allá. Nada en este mundo sucede por casualidad. Todo es a través de la Divina Providencia. El episodio anterior del yate sirve como una parábola oportuna a una función y lugar del Judio en el mundo. La tarea del Judio, hemos explicado anteriormente, es decir, a través de la Torá, para revelar la Divinidad en el mundo. Las leyes "naturales" del mundo no son más que una máscara, velos que ocultan su verdadera existencia. Torá es el instrumento con que Judios despojar estos velos - y traer al mundo a Di-s.

Sin embargo, un Judio puede convertirse fácilmente abatido. El estado del mundo no es alentador. Las naciones no parecen obedecer a la voz de la Torá, y los gobiernos, no los Judios, parecen ser los árbitros de la conducta del mundo.

La verdad es diferente: El Judio y la Torá pueden tener influencia en el mundo. Es sólo a causa de la oscuridad del exilio que parece que los gobiernos del mundo son sus verdaderos árbitros.

El mundo en estos azarosos tiempos del exilio es como un barco que navega en mares tormentosos, dirigido por los gobiernos del mundo. Pero las apariencias son engañosas. No son ellos, con sus planes y estrategias, que realmente determinan su curso y destino. Lo que es verdaderamente importante en el mundo, lo que tiene un efecto permanente, es la Torá y las mitzvot realizado por el Judio. Antes de esto todo lo demás es insignificante, sin importancia. Ya sea que el mundo estará en mejor o peor estado está en manos de la Judio. Una mitzvá, un acto de unión con Di-s, tiene repercusiones increíbles - si somos conscientes de ello o no.

Más allá de lo obvio, por debajo de la superficie, se encuentra mucho, mucho más. El curso del mundo no está determinada por el físico. Lo espiritual es lo que cuenta. Los gobiernos que realmente llevan a cabo los asuntos del mundo no son más que el capitán que dirige la nave en nombre del propietario. Judios se dedican a cosas más elevadas, lo que es realmente importante, la Torá y las mitzvot. Pero son estas cosas, que son los verdaderos determinantes. Los gobiernos del mundo dirigen la nave, las listas de judíos del curso.

Y esto es lo que la historia anterior del yate enseña. Por fuera parece que el capitán no judío es el maestro, porque es él quien controla el timón que dirige la nave.Sin embargo, es el propietario judío que es verdaderamente amo, y es el propietario que dirige el destino del yate.

El propietario del yate es rico - y "no hay ninguna persona rica, excepto en el conocimiento," el conocimiento de la Torá. A través de la Torá, el Judio puede influir en el mundo, se puede trazar el rumbo. Así como el dueño del yate, a través de actuar de acuerdo con los dictados de la Torá, influenciado el capitán de acercarse a Di-s, también Judios en general, a través de pie firme en los asuntos de la Torá y las mitzvot - incluyendo el comando de convencer a los no-Judios a observar las Siete Leyes de Noé - puede influir en las naciones del mundo a reconocer al Creador y Señor del mundo.

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