El respeto de la autoridad.

El respeto es algo que se gana, una persona puede ya estar situada en el lugar de autoridad, pero aun así somos nosotros quienes le reconocemos al otro esa autoridad, que se mantiene precisamente por medio del respeto.

Si se observa incongruencia o falta de ética en el desarrollo de quien representa el liderazgo, poco a poco las personas se van alejando, y podemos observarlo desde el apoyo a un partido, una escuela o cualquier otro tipo de institución, ante los padres, la pareja o hasta los amigos, llega el momento en el que si la persona no cumple con las expectativas de aquello que representa, su autoridad, respeto o compatibilidad de ideas pierden sentido, presentándose un alejamiento definitivo.

Es algo que debe preocupar si en mas de una ocasión se ha suscitado, si hablamos de una institución que se ve continuamente afectada por la retirada de algunos de sus integrantes es algo que se debe atender, pues provocará a la larga una crisis. Si hay una perdida de respeto ante la autoridad por mas de una persona, hay algo que modificar en se modelo autoritario o algo que escuchar de aquellos a los que se dirige.

Quienes están situados en puestos importantes pueden pensar que es complicado cumplir con las expectativas de quienes los apoyan y lo que han depositado en ellos, pero no, se trata de cumplir con su trabajo, las personas distinguen perfectamente entre lo que es una idealización a lo que es una falta de ética y responsabilidad, hablando entonces de respeto este desaparece por completo ante la falta de congruencia.

No solo se trata de llegar a ese sitio que automáticamente otorga el título de un ser representante de la autoridad (líder) se trata de mostrarse competente.

Los alejamientos de integrantes, sea cual sea el caso, se pueden presentar por otras causas que no van de la mano de alguna falta del líder, y el reconocimiento ante este continua después de la separación, el punto es cuando ese reconocimiento se pierde, por mas de uno y se continua perdiendo la credibilidad ante otros, es ahí cuando el cambio de actitud de un líder debe salir a flote mostrando que merece el lugar en el que lo han posicionado.

Ser líder es un privilegio que cuesta mucho trabajo mantener.

Ofelia Balderas.