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• Año 17 • Número 759 •• 7 al 13 Noviembre 2014 • • Ciudad Juárez, Chihuahua • • Director: Samuel Schmidt •

27-13 Noviembre 2014

Ojalá los involucrados tuvieran los talentos para atreverse a res-

ponder… Pero no esperamos ré-plica, ni de milagro siquiera. Y si la hubiera, la sinceridad no sería su característica. La desaparición de cuarenta y tres estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, en Guerrero, no es más que la muestra de un vaso cuyas gotas hace rato que lo han obligado a derramarse.

Los números dados por el Banco Mundial en cuanto a víc-timas mortales por violencia, son aterradores: 17 por cada 100,000 habitantes en 2009; 22 en 2010; 23 en 2011; 22 en 2012 y 19 en 2013. Casi 30,000 asesinados el año 2013. Más de 55 mil desde que Enrique Peña Nieto es pre-sidente de la república, más lo que se hayan acumulado desde el con-teo más reciente.

Esconder las cifras y gritar abiertamente que estamos mejor que antes no puede maquillar más esta situación. ¿Es un problema de percepción? ¿Se trata de escon-der las cifras para que no se nos vayan los inversionistas y para que

los gobernantes puedan sentarse a gusto a rascarse la barriga?

Tiembla el gordo Carstens, trepida Videgaray, así como el resto del gabinete y sus patrones y achichincles. Sin embargo, de inmediato echan a andar el apa-rato propagandístico para que la percepción se aleje de la realidad. La realidad la vivimos todos los días poco más de 120 millones de personas y no ha sido diferen-te en los últimos veinte años. Por mucho que la realidad pretenda esconderse, nos rodea a diario, a cada paso que damos.

Y parte de la realidad es que para que el esquema de nego-cios ya planteado desde hace unas décadas y a las necesidades de los mercados mundiales, en la economía mexicana conviven la ilegalidad, la injusticia y la per-versidad. No es de hoy, no se tra-ta de un invento reciente, con el regreso del PRI a Los Pinos. El esquema ya es de larga duración, pero hoy que nos llega el agua al cuello de manera diferente, volve-mos la vista a él.

Para que pueda existir el cri-

men organizado, la participa-ción de miembros del Estado es fundamental. Lo hemos visto en Colombia, en Rusia, en Japón, en China, en Italia, en los Estados Unidos y todo cuanto se acumu-le hasta que usted mande y diga. No se trata de encontrar un con-suelo, sino una explicación. Al-canzar los niveles de imbricación entre mafias y Estado, tal como se ha evidenciado en los casos como los de Aguas Blancas, Ac-teal, San Fernando, Ciudad Juá-rez, Tlatlaya e Iguala, requiere de maduración, de una larga cadena de actos, alianzas, acuerdos, ne-gociaciones y tratados, suficien-tes para que la maquinaria, bien lubricada, pueda rendir los frutos buscados. No se trata de situacio-nes coyunturales, como lo ha di-cho el huésped de Los Pinos.

Mientras el país razonable-mente se ocupa de exigir justicia para los familiares de los norma-listas desaparecidos, que es justi-cia para todos los mexicanos, en Ciudad Juárez fueron asesinadas cuarenta y tres personas en dife-rentes circunstancias, a lo largo del mes de octubre del 2014. ¿Es algo diferente a lo que se vive en Guerrero, Michoacán, el Estado de México, Tamaulipas, Chiapas, Veracruz, Jalisco, Nayarit, Sinaloa o en Oaxaca? ¿Nos vamos a to-mar en serio la declaración de que se trata de hechos aislados y sin conexión?

Las coincidencias, para que se

den de manera casual, son muchí-simas. Es evidente que cuando los funcionarios públicos y sus voce-ros hablan de la descomposición del tejido social, lo hacen con las ínfulas del experto, maestro en el engaño y mago del ocultismo. La sociedad mexicana, como en toda la América Latina, siempre trata de acomodarse a las circunstan-cias y cuando el ingenio ya no le basta para seguir en ese proceso de acomodamiento, truena, pro-testa, exige, busca un cambio.

No considero yo que el mexi-cano sea un Estado fallido del todo. Ha sabido comportarse a la altura de las circunstancias. Ha aprendido a seguir al pie de la letra las directrices impuestas por los amos del poder. Ha sabi-do mantener, al precio que sea, la tranquilidad necesaria para que esos mismos amos puedan estar orgullosos del sistema mexicano: apapacha, soba el lomo, hace ma-nita de puerco, reprende, repri-me, desaparece, divierte, permi-te, celebra, oculta, mata, festeja, gasta, consiente, mima, golpea, reconviene, encarcela, secuestra, libera, legisla, aprueba, negocia, corrompe, castiga…

La violencia contra los ciu-dadanos, la descarada alianza entre gobernantes y mafiosos y la inacción de diversas instan-cias del gobierno mexicano, en sus expresiones locales, regiona-les o nacionales, han rebasado la paciencia de buena parte de los ciudadanos hoy descritos como víctimas de una descomposición del tejido social.

Evidentemente, la parte pú-

trida de la sociedad mexicana se localiza muy lejos de donde se está tratando de sanar lo tumefac-to. Con ello no quiero decir que la sociedad toda se encuentre libre de cualquier intento de involu-crarla en este desbordamiento de efluvios nauseabundos que hoy parecen incontenibles. Gran par-te de la sociedad, aunque aleja-da de los centros de decisión, ha sido copartícipe de los beneficios generados y repartidos por estas alianzas que ahora nos tienen con el “¡Jesús!” en la boca.

El modelo se ha agotado. La mayoría ya se cansó de mantener a un Estado mentiroso, inope-rante hasta para lo que se atreve a prometer cada día. El aplauso y la reverencia se han agotado y ahora es el tiempo de la exigencia y la recomposición de las alianzas entre el propio Estado y la socie-dad. Los grupos de mayor poder tendrán que replantear las estrate-gias a seguir para crear un nuevo clima de confianza y seguridad. Ya no pueden hacer de lado a la sociedad y tendrán que demostrar que la limpieza va en serio.

El problema es que, como siempre, los chivos expiatorios pagarán el pato. Se montará el espectáculo de la decapitación de unos cuantos y quienes mandan, tratarán de reencauzar el modelo para seguir siendo los máximos beneficiarios en un esquema del que habremos de decir: “es la misma gata…”, aunque renun-cien porque no pueden.

RicaRdo León historias cotidianas

mawyaka@hotmail.comwww.elreto.com.mx

lascotidianas.wordpress.com

Si no pueden, renuncienLa famosa frase lanzada en 2008 por un arrepentido Ale-

jandro Martí retumba por todos los rincones del tzompantli

nacional. ¿Pueden o no pueden? ¿Cómo pueden? ¿Quieren

pero no pueden? ¿Ni quieren ni pueden? ¿Pueden pero no

quieren? ¿Podrán algún día? ¿Querrán alguna vez? ¿Le mo-

vieron el tapete? ¿Ni siquiera sabían que había tapete?

3Número 759 Entre

telones

Se pasan. El Congreso de Nayarit aplicó una “amonestación privada” al gobernador Roberto Sandoval declarar que otros partidos podrían estar siendo financiados por el narcotráfico. Le sa-caron tarjeta amarilla, ¿y eso? Si sabe eso el gober que denuncie judicial-mente.

Se pasan I. En Nuevo Laredo las cuotas esco-lares voluntarias son “voluntarias” por eso pusieron una lista con los que no las pagan. Dijo Chuayfett que ya no existían.

Pa qué entonces. El gobernador de Guerre-ro acepta que termine la soberanía, le nombrarán al procurador y secreta-rio de seguridad y dice que el gobierno federal debe protegerlo. Mejor que se vuelva a la uni-versidad.

Atención ya. No se cerrará la herida de las mujeres asesinadas en Juárez mientras el gobierno no atienda a la víctimas, y mientras no obliguen a que se inves-tigue en serio. Justicia ya.

¿En serio? Peña Nie-to llama a un acuerdo nacional, que afán de tratar de endosarle a la sociedad la factura del pésimo gobierno. Si no pueden que se vayan.

∫ ∫ ∫ ∫

Osorio Chong, uno de los punteros, salió a la calle en mangas de

camisa a dialogar con estudiantes, daba muestras de tolerancia, algo que no se le da al gobierno mexi-cano.

El procurador Murillo, otro de los punteros, desmiente los rumores de precaria salud y logra anotarse puntos por la detención de crimi-nales, tiene en marcha la conversión de la procuraduría en fiscalía, con lo que se desharía de la pésima reputa-ción de la institución, solamente se atora frente a los abusos criminales del ejército, pero esos son materia de atención presidencial.

Pero se apareció el crimen au-torizado en Iguala. Ahí se demostró que la impunidad imperante en el país, hizo pensar a alguien que po-día desaparecer 43 personas sin que pasara nada, finalmente en México no pasa nada ni cuando pasa,

La bola envenenada que lanzó Bejarano logró su cometido, desca-lificó a los dos hidalguenses, ambos sabían de los nexos del alcalde de Iguala con el narco y dejaron hacer, dejaron pasar. ¿Sabía el presidente? La lógica dice que debía estar ente-rado, por lo menos en los reportes de inteligencia que le entregan, ¿los

habrá leído? Aunque en su descar-go podríamos decir que no siempre la lógica funciona y posiblemente sus sabuesos no pudieron o quisie-ron oler el estercolero de Iguala.

El tercer puntero, Videgaray, ha articulado una política fiscal que ha pasmado a la economía y golpeado a sectores sensibles. Los estudiantes que fueron a Iguala pedían mejoría en su escuela. Junto con los politéc-nicos, reclaman a los tres punteros en la mesa de negociación, saben que separados no se puede con-fiar en ellos, aunque juntos no hay garantía, por eso piden hablar con Peña, algunos para quedarse con el gusto de insultarlo.

Los políticos se quejan de que solamente se les reclaman los erro-res, olvidan que se les paga para que hagan aciertos, por eso, con frecuencia una falla descarrila am-biciones, y 43 desaparecidos no son una falla menor, es un crimen de lesa humanidad y no prescribe; es el detonante que descompuso los cálculos de los políticos y el país ya será siempre antes y después de esa infamia.

Arranca un nuevo juego su-cesorio, dañados los punteros, los miembros del gabinete lucharán con todo por avanzar y pondrán a

prueba la habilidad de Peña, cuya debilidad lo limita.

Hay hartazgo social, la econo-mía en pésima condición, una so-ciedad cansada de malos políticos y del pésimo gobierno. Peña tiene retos de adentro del gobierno y de-mandas severas de la sociedad.

El próximo episodio será la de-signación de candidatos a diputa-dos y gobernadores en el 2015; ahí se medirán las nuevas fuerzas, in-cluyendo a aquellos que se sentían sin posibilidades.

Los grupos políticos necesitan posicionarse para la gran batalla en 2018, Peña tiene que mostrar que controla la política y al parti-do, o se volverá pato cojo, condi-ción de la que no está muy lejano. Esto creará tensión en un país que está al borde de la explosión. Por lo pronto se anunció un paro na-cional universitario, y la torpeza del equipo en Educación despier-ta preocupación, porque se están mezclando conflictos.

Jugando al oráculo podemos especular con el siguiente escenario.

En principio el tema puede eli-minar a Osorio y Murillo, subirá Miranda en Gobernación, que es

muy cercano a Peña, con lo que se generaran roces de los políticos, aunque los otros miembros del ga-binete no dan color. Se posiciona-rán algunos gobernadores que ven aumentar sus posibilidades.

Por el PAN va Madero, ganará una diputación plurinominal para de ahí brincar al gobierno de Chi-huahua y usar los recursos públicos para lanzar su campaña presiden-cial. El problema del PAN es que su desprestigio es tan elevado que no podrá beneficiarse de la caída de Peña (figurada o literal).

Por el PRD no se ve nadie con tamaños, aunque no tendrán opor-tunidad porque han construido un desprestigio brutal, justamente por haberle hecho el juego a Peña.

Por MORENA va el peje, quién no ganará porque no puede quitarse de encima la campaña del peligro para México. Debe enten-der que su futuro político es con-vertirse en encumbrador de reyes o reinas, ya no paladeará las mieles del poder.

Lo grave de este escenario es que para el 2018 nos tocará el peor, parece no haber candidato malo.

Queda pendiente el escenario de la caída de Peña y sus consecuencias, eso será materia de otro artículo.

Todo parecía caminar con calma dentro de los manejos del PRI hacia la sucesión presidencial en

2018. Los actores políticos movían sus piezas como estaban acostumbrados a hacerlo. Algunos se

daban el lujo de ser audaces.

Ayotzinapay la sucesión presidencial

shmil50@hotmail.comwww.elreto.com.mx

samueL schmidt

LauRa FieRRo evans 47-13 Noviembre 2014

La mayoría de esos mitos, y entramos ya en el terre-no de la res pública, tie-

nen épocas de esplendor y otras en las que parecen finalmente superados. Algunos, sin embargo, parecen incombustibles, impere-cederos, y han alcanzado la cate-goría de incuestionables. Debe-mos tener en cuenta que estas idas y venidas, estas luces y sombras, estos aparentes fines de ciclo no son, las más de las veces, producto del libre juego de las ideas. Algu-nas de esas fabulaciones aparente-mente ciertas son el resultado de hábiles trabajos de propaganda, cuando no directamente de mer-cadotecnia tóxica que obedece a intereses muy concretos y con frecuencia oscuros.

Tengo el Chihuahua reven-tado como una cabeza que salió proyectada contra una pared por una ráfaga de metralla. Esa parte norte del cuerpo supuestamente conectaba con otro norte de es-peranza, pero no es otra cosa más que advertencia de pesadilla.

Dolor de enfermo terminal tengo en el Tamaulipas de mis ancestros, hoy mutilado, levan-tado, diezmado y con amenaza

de bomba. Ya me dejó ciega y muda, y más porque la metásta-sis llegó a mi pobre Durango que duele especialmente en el área del rancho coptado, del ganado secuestrado y de la producción amedrentada por la extorsión.

Mi Nuevo León entró en paro cardiaco hace ya varios años y por más intervenciones al que intentan someterlo, ni el Hous-ton ni el marcapasos resuelven o salvan los tejidos destruidos, los vasos acuchillados o las venas ta-padas con tanta carne molida. Y ni hablar del Sinaloa de mis cos-tados, que quise hacer como que no era mío y no me dolía, pero tiene ya el pulmón colapsado y las costillas convertidas en polvo del polvo, y por más que le hago no logro tomar el aire necesario cuando intento respirar.

Le digo al médico que mis Aguas calientes se han vuelto ahora hervidero de muertos que circulan fríos de norte a sur y se confunden con la trombosis pro-vocada por un persistente coágulo en el Zacatecas lateral derecho.

Luego me pide el médico que le hable de mi San Luis Potosí de entrañas perdidas y campamentos

violentados y robados, ¿qué de-cirle del dolor intenso que surge de la huasteca dorsal de carnes de dudosa procedencia, listas para echarlas en el comal?

A mi hermoso y tradicio-nal Michoacán, sencillamente lo extirparon un día diciendo que era cuerpo non grato e inútil en el cuerpo; y de tanto extrañarlo, ya ni lo extraño. Desapareció del mapa. Ni me pregunte del om-bligo queretano, que se volvió el hoyo negro capaz de hacer des-aparecer cualquier objeto, pro-piedad o persona sin que nadie se percate, pues acá nada pasa. El hoyo queretano todo se lo traga, hasta el pensamiento sobre el do-lor. Nada que ver con el tremen-do retortijón causado por el Gua-najuato y el Jalisco abdominales, que de tanta salmonella y amiba me tienen ya al borde de la peri-tonitis aguda central y periférica.

Estos médicos tan insensibles al dolor ajeno se hacen cínicos. Se ríe mi médico cuando le digo que me duele la obstrucción de mi Distrito Federal desde el pe-riférico hasta el Circuito interior pasando por la Neza y Perinorte, que ya no puede digerir nada y todo lo que le entra en el ángel del Reforma central, lo vomita. Me dice que eso se llama bulimia. Y sí, se atasca mi pobre Defe y

se la pasa reventado, podrido de tanta podredumbre.

El Hígado morelense, que fue el orgullo de la familia, es ahora víctima de la hepatitis C cirrótica, secuestrada por un cáncer persis-tente que lo ha atacado por com-pleto. Y luego tengo la matriz, que se ubica justo en el Edomex ánteroposterior, dedicada a parir bazofia de secuestradores, asesi-nos, narcos, corruptos mezquinos y políticos viles. Le pregunto al doc si una buena histerectomía podrá servir para poner fin a tanta infértil producción. Me dice que no, pues uno de los problemas viene del pancreático Puebla, en-fermo silencioso que cuando abra la boca será para decir Amén.

Para cuando me toca hablar de ese pequeñito apéndice que queda en el Ayotzinapa central del Guerrero caliente que cayó en los ríos calientes de cuerpos fríos, me quedo con la palabra atragan-tada por el dolor que huele a cal-cinación. Me duele el Guerrero completo de fosa en fosa, de costa a costa. Es un dolor grave, dolor de muerte. Como el dolor de los puentes avienta cadáveres de la Cruz costera, otrora Vera.

Poca vida le resta a la frontera de mi sur chiapaneco y me duele tanto el Oaxaca de mis moles, que ni los alebrijes logran revivirlo.

Los pies, los pies… ¿Dónde quedaron mis pies? ¿Por qué no los siento? ¿Quién los quemó, los desapareció, los gangrenó, los co-cinó? ¿No era Cuauhtémoc el de los pies quemados?

– ¿Habrá cura cuántica, re-medio chamánico, fórmula alquí-mica, rezo pranayámico, mantra tibetano o cirugía cardiovascular neurológica que pueda curar este cuerpo de estados terminales? –le pregunto al Dr. Peña, que por cierto no es doctor.

– ¡Pero si tienes un cuerpo tan atractivo de norte a sur, de estructura y complexión! Te ves tan bien que mejor olvida todo. Te recomiendo ir de compras a San Antonio y olvidarte un rato de tus achaques. No seas hipocondriaca. De lo contrario te canalizaré al psiquiatra a que atienda tu obsesión depresiva. Estás linda. No tienes ébola. ¿De qué te quejas?

Cada día me duele más el cuerpo entero. El médico me pide describir específicamente el síntoma y el lugar y se queda mudo cuando le explico.

Cuerpo de Estados Terminales

Paisaje de arte y literatura en MéxicoPáramo

hiLda soteLo • editoRa •Cultura

7-13 Noviembre 2014Número 759 5

Cuerpo de Estados Terminales

Se trata de fiestas sincréticas –es decir, que reúnen lo pagano con lo religioso–, en las que se honra a los

difuntos que “regresan del más allá a comer y convivir con los vivos”. Creencias remotas, originadas en los tiempos prehispánicos, que después, como muchas otras, fueron aprove-chadas con fines confesionales por la religión católica, que las ha adaptado a sus creencias.

En su descripción de estas festividades, la propia Unesco señala:

“Las fiestas indígenas dedicadas a los muertos están profundamente arraigadas en la vida cultural de los pueblos indígenas de México. Esta fusión entre ritos religiosos prehispánicos y fiestas católicas permite el acercamiento de dos universos, el de las creencias indígenas y el de una visión del mundo introducida por los europeos en el siglo XVI”.

Esta festividad se celebra los días 1 y 2 de noviembre; el primer día está dedicado a los niños –los “muertos chiquitos”– y el segundo a los adultos, e incluso hay quienes feste-jan desde el día 31 de octubre pues tienen la creencia de que en esa noche llegan las

almas a los hogares donde vivieron.

La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas señala sobre este tema:

“Según el calendario católico, el día primero está dedicado a Todos los Santos y el día dos a los Fieles Difuntos. En estas dos fe-chas se llevan a cabo los rituales para rendir culto a los antepasados. Es el tiempo en que las almas de los parientes fallecidos regresan a casa para convivir con los familiares vivos y para nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares domésticos [...] La celebración de Todos los Santos y Fieles Difuntos, se ha mezclado con la conmemo-ración del día de muertos que los indígenas festejan desde los tiempos prehispánicos. Los antiguos mexicanos, o mexicas, mixtecas, texcocanos, zapotecas, tlaxcaltecas, totona-cas y otros pueblos originarios de nuestro país, trasladaron la veneración de sus muer-tos al calendario cristiano [...] Antes de la llegada de los españoles, dicha celebración se realizaba en el mes de agosto y coincidía con el final del ciclo agrícola del maíz, calabaza, garbanzo y frijol. Los productos cosechados de la tierra eran parte de la ofrenda”.

Si nos referimos a las costumbres de estas fechas, tenemos necesariamente que hablar de tradiciones gastronómicas asocia-das con ellas.

En estos días lo más común son los altares y ofrendas donde se ponen los alimentos y bebidas favoritos de las ánimas a las que están dedicados. Ahí se coloca la comida y no se toca hasta el día siguiente o hasta la hora en que se piense que los muertos ya han comido. La instalación de la ofrenda puede llevarse días, dependiendo del tamaño y del grado de dificultad que se propongan. En todo caso, un altar puede ser desde una mesa hasta verdaderos escena-rios con platones llenos de toda clase de alimentos regionales, frutas, atole y hasta bebidas alcohólicas, además de flores, velas, agua e imágenes de los difuntos a los que se les dedica la ofrenda. Claro que hay variantes dependiendo de la región de México de que se trate y de los gustos del difunto al cual se honra.

El color es fundamental: predominan los alimentos de tono amarillo-naranja, como son las mandarinas, tejocotes, naranjas y mazorcas de maíz, ya que también se tiene

la creencia de que éstos, por su color intenso, junto a la luz de las velas o veladoras guían a las almas en su camino de regreso a casa. El agua sacia su sed, en tanto la sal sirve para purificar el alma.

Podemos decir que nuestras culturas americanas le dan importancia al sabor, el color y el aroma, así como a la vitalidad que implica una reflexión; en otras culturas significa que el buen tiempo viene para las cosechas otoñales.

Para nosotros es siempre un tiempo de festividad y recogimiento, nunca exento de devoción, música y danzas. Pero anteponien-do el respeto a quienes nos han dejado antes de nuestra partida, sin que se advierta miedo, sufrimiento o temor, sino más bien reveren-cia y alegría.

Celebremos, entonces, a nuestros difun-tos de manera simbólica, fraternal, cálida y esperanzada.

Las fiestas indígenas dedicadas a los muertos en México ya forman

parte de la Lista representativa del Patrimonio cultural inmaterial

de la humanidad reconocida por la Unesco.

Día de Muertos

La Manzana FLechada martha chapa

www.marthachapa.netFacebook: Martha Chapa Benavides

Twitter: @martha_chapa

6 Cultura

El terrorismo hacia las mujeres es tan

común que es difícil ver cómo funciona

en la vida diaria. Esto es, los continuos

ataques hacia el género femenino están

completamente disfrazados, escondidos,

y entrelazados en un sistema que tiene

mucho tiempo. La razón es que en nues-

tra cultura los roles femeninos y mascu-

linos son visto como “naturales.”

(Masacres, Tropes y

otras cosas)

La Mujer en Los Video juegos

Lo dijo Luis Luis i. castañeda

7-13 Noviembre 2014Número 759

conclusión

Paisaje de arte y literatura en MéxicoPáramo7 7-13 Noviembre 2014Número 759

Tengo un amigo que llegando a su casa se sienta y es la esposa la que, después de trabajar, llega y prepara la comida, la sirve, le da algo de tomar, luego el café, después el postre y luego recoge los platos y los lava. Todo esto mientras mi amigo no se levanta de la mesa. En esta situación, tanto el hom-bre como la mujer ven su participación en la hora de la cena como lo más “natural” del mundo.

Si unimos esta “naturalidad” a las ideas de que la mujer solo puede ser una santa, una puta, o una madre, y además tienen que ser salvada por el hombre inclusive de sí misma, podre-mos ver como la identidad machista representada en los video-juegos valo-ra dicha dicotomía y cualquier crítica hacia ella puede resultar en violencia hacia las mujeres.

Anita Sarkeesian, en sus videos y conferencias, trata el tema de la identidad de la mujer en los medios digitales. En sus comentarios de/cons-truye las imágenes que en los video juegos son vistas como naturales. De esta manera, al atacar dichas imáge-nes, está atacando la vida cotidiana en la que nos desenvolvemos. Se puede entender como una hombre, que ha vivido toda su vida bajo este patrón de conducta se sienta atacado porque su realidad está siendo destruida.

Imaginemos a un joven que vive en una casa donde su papá se sienta a la mesa para que su madre le sirva. Luego, asiste a una universidad donde la mayoría de sus superiores son maes-tros. Si añadimos a esto las imágenes de los medios de comunicación donde las mujeres con expuestas como dami-selas en peligro, sexys, y tontas, vemos como es fácil vivir en una burbuja existencial donde lo más natural son los roles de género.

A este mismo joven, le gusta los videos juegos y siente que su rol de hombre es reconocido y apreciado por la sociedad. Después de todo, cuanto mata, viola o asesina gana el juego.

Por lo tanto, la mujer es una víctima sin poder que necesita al hombre para sobrevivir. El hombre es el protago-nista del juego/vida, y la mayoría de las imágenes femeninas constituyen un objeto sexual. En el juego Dragon Age Origins los personajes expresan: “Agarra a una puta y vamos a pasarla bien” (traducción libre 2009).

Cuando Sarkeesian habla de cómo “vivimos en esta cultura de jugadores (gamers) que atacan violentamente a las mujeres (…) tratando de preservar a los video juegos como <sólo para hom-bres>” está atacando la vida personal de muchos de ellos.

No se trata de culpar al video jue-gos como los causantes de la violencia hacia las mujeres, sino de entender que la representación de estos está basada en los círculos viciosos en los que nos desenvolvemos. Cabe men-cionar que al representar a la mujer sin opciones, hacemos lo mismo con la representación del género masculino. Los hombre no pueden actuar de otra manera si su identidad esta construi-da en una sociedad como en la que habitamos. No tenemos otros patrones a seguir u otras formas para reaccionar ante las circunstancias de la vida que no sea con la violencia.

Los video juegos son ahora una gran parte de nuestra cultura. Es difícil entender este medio de entreteni-miento porque es mucho más joven que el cine, la televisión, la radio, y la novela. Sin embargo, un juego de video se vende más que cualquier película, DVD, o novela juntos. Pero como los videos juegos no se toman en “serio” por la academia, se necesita a alguien como Anita Sarkeesian con su web-page para entablar una conversación con las corporaciones que los producen para empezar a cambiarlos. Aunque esto signifique, que la amenacen de muerte cada vez que quiera dar una conferencia. Una víctima más, del terrorismo de todos los días.

Nace en Guadalaja-

ra, Jalisco, México en

1977,Biografía de Omar

Ortiz donde aun reside.

Despierta un gran in-

terés por el dibujo y la

ilustración desde tem-

prana edad. Cursa la

Licenciatura en Diseño

para la Comunicación

Gráfica, donde aprende

a trabajar con diferen-

tes técnicas como el

dibujo, pastel, carbonci-

llo, acuarela, acrílico, y

la aerografía.

omarorTiZ

lodijoluis@hotmail.com

Paisaje de arte y literatura en MéxicoPáramo8 7-13 Noviembre 2014Número 759

Pues bien, Zorrilla no fue el primero en tratar el asunto, su obra –de 1844– le debe mucho a la de Tiro de Molina,

cuyo título completo es El burlador de Sevi-lla y convidado de piedra, de 1630. La obra de Zorrila está dividida en dos partes, la prime-ra contiene cuatro actos y la segunda, tres. Aparecen como personajes principales: don Juan Tenorio, el protagonista de la historia, don Luis Mejía, el galán rival de don Juan Te-norio, y doña Inés de Ulloa, hija del comen-dador y prometida de don Juan; pero son más de veinte personajes, entre secundarios y ambientales. La historia es bastante bien conocida: don Juan y don Luis compiten para ver quién comete más fechorías, presumen el número de muertos por su mano y la can-tidad de mujeres seducidas. Como don Juan es ‘mejor’ en ambos aspectos, don Luis lo reta a que seduzca a una novicia y don Juan acep-ta agregando que además también seducirá a la prometida de don Luis, cuestiones am-bas que por supuesto caldean el asunto. Este texto dramático es el último representante del Romanticismo.

Pero, como ya mencioné, no es ésta la pri-mera obra dramática que trate tan conocido mito. Ya antes Tirso de Molina lo había plas-mado en su teatro. Su obra está considera-da como una comedia filosófica. La historia trata de un joven noble español que seduce en Nápoles a una duquesa, haciéndose pa-sar por el novio; cuando ella se da cuenta del engaño y pide ayuda, él huye y el rey manda

a uno de sus guardias que le de alcance, pero resulta que es tío del engañador, por lo que lo deja escapar. Don Juan abandona Italia en barco y llega a las costas de España y nau-fraga. Una pescadora lo ayuda y él le paga seduciéndola y después escapando de nuevo llevándose unas yeguas de la mujer.

Se dice que esta obra de Tirso tiene su precedente en la versión conocida de Tan largo me lo fiais representada en Córdoba en 1617 por la compañía de Jerónimo Sánchez, por lo que se cree que fue escrita en la década de 1610. También se sabe que comparten casi sin cambios, más de la mitad del texto, con-servando los nombres de los protagonistas y otros detalles. Lo cierto es que El burlador y Tan largo me lo fiais comparten entre sí unos 1433 versos casi idénticos o con variantes de poca importancia textual. Por otra parte, El burlador tiene aproximadamente un total de 1416 versos sin correspondencia en El burlador y Tan largo me lo fiais 1328 tiene versos que no aparecen en El burlador. Es decir, son diferen-tes entre un 40 y un 50 por ciento.

En el caso de Molière, su Don Juan, ade-más de rozar los límites con su cínica arrogan-cia, también muestra un gran escepticismo religioso, lo que lo distingue del dramaturgo murciano. El francés escribe su obra en 1665, y la divide en cinco actos. Dicen que Molière escribió su Don Juan en muy poco tiempo, ya que necesitaba un tema de éxito con urgen-cia, pues su Tartufo había sido prohibido des-

pués dela primera representación y el tema de don Juan estaba de moda.

Por su parte, Byron hizo un acercamien-to irónico y satírico a la legendaria figura del mujeriego don Juan. Desarrollado en dieci-séis cantos, esta historia del conquistador amoroso, presentado por Byron desde una perspectiva netamente romántica y atípica del seductor, está considerada como el mejor trabajo literario del autor inglés.

En pleno siglo XIX, otra obra cuyo prota-gonista es el tan mencionado don Juan, fue escrita por José de Espronceda, El estudiante de Salamanca. Se trata de un poema narrati-vo de alrededor de 1700 versos. Está estruc-turado en cuatro partes: un prólogo; en la se-gunda parte oímos las quejas amorosas de una muchacha engañada; la tercera muestra a un hombre mujeriego, irreligioso, impío, un tahúr, arrogante, prepotente e incrédulo; fi-nalmente, el protagonista vaga por las calles y sigue a una mujer extraña y enlutada, lo que nos remite a la primera parte.

En los primeros años del siglo XXI le sir-vió de idea a José Saramago para escribir su Don Giovanni o el disoluto absuelto. Sara-mago cuestiona si Don Juan es en realidad un libertino, lascivo, desprovisto de escrú-pulos y moral, indiscreto y promiscuo, y si doña Ana y doña Elvira (dos de sus 2 mil 65 conquistas) son en verdad víctimas de ese hombre.

Estamos ante una leyenda que también inspiró a Lorenzo da Ponte (autor del libreto de Don Giovanni de Mozart), Pushkin, Azorín y Marañón. Existen pues, otros muchos don Juanes, por ejemplo, al siglo XVIII correspon-den las obras del español Antonio de Za-mora, No hay plazo que no se cumpla, y del italiano de Carlo Goldoni, titulada Don Juan o el castigo del libertino. Con toda seguridad ustedes han de conocer otras obras que tra-tan a este conocidísimo personaje literario. Me encantaría saber de alguien en nuestra ciudad que haya escrito su propia historia de don Juan Tenorio.

A propósito del Don Juan Tenorio cómico que cada año se presenta en nuestra ciudad, démosle un vistazo a esta

obra. El Club Activo 20-30 Internacional, pone en escena desde hace 53 años, y sin interrupción, una versión có-

mica del Don Juan Tenorio de José Zorrilla; en cada ocasión se modifica el título de acuerdo a los eventos que en el

país circulen. En el 2013 fue llamada Don Juan X Tenorio, en alusión –bien se imaginan ustedes– al más reciente

escultura juarense; y anteriormente (en el 2012) su nombre fue Don Juan Copetes Tenorio (¿recuerdan aquello de

los libros que lo han marcado?). En esta ocasión la obra se ha titulado Don Juan #no era penal Tenorio; espectáculo

que ya es considerado como una tradición en la comunidad juarense.

www.elreto.com.mx marga_salazar@hotmail.com

De mi Cuaderno de Apuntesmargarita salazar mendoza

Tenorios hay muchos…

50 unidadespara Dirección

de Tránsito

9 Número 759TieMpos BíBLicosKive Schmidt

Uno de ellos fue la Inquisición Española que duró mas de 500 años, y el segundo fueron las

declaraciones anti judías de Lutero en Ale-mania que fueron usadas por el Nazismo, y repetido por el clero aleman en las Iglesias en la época del Holocausto, inclusive Hitler lo cita en su libro Mein Kumpf.

La conversión forzada de judíos ocurrió en muchos países a lo largo de los siglos, pero en ninguna parte, este fenómeno fue más generalizado que en la Península Ibérica, en los Reinos de Castilla, Aragón y Portugal; ahí como resultado de las masacres que se des-ataron en Sevilla y que se extendieron por toda la península hasta Portugal, comenzó en 1391 el fenómeno del cripto-judaísmo que sigue vivo hasta ahora. A estos judíos algu-nos los llaman peyorativamente “marranos”, otros los llaman conversos, en hebreo se les llama Anusim que significa “los forzados”, se refiere a una persona forzada a cualquier tipo de acto en contra de su voluntad.

La inquisición llego a México unos años después de los conquistadores, llevando consigo el odio, este fue repetido en predi-cas desde los pulpitos de la nueva España; al igual que en el antiguo continente, quema-ban y mataban las personas por el simple he-cho de ser judíos.

El segundo acto histórico de judeofo-bia fue marcado por Martin Lutero, el en un principio parecía simpatizar con los judíos y resistirse a la Iglesia Católica, pero cuan-do trató de convertirlos al Cristianismo y no tuvo éxito, mostró su verdadera cara de odio y se volvió violento en contra de ellos. En su libro “los Judíos y sus mentiras” Lutero utilizó

un lenguaje violento y vulgar alertando a los cristianos y al cristianismo entero. Si bien no esperamos que las figuras religiosas utilicen este tipo de lenguaje en el mundo moderno, este no era raro en el siglo 16.

Varios extractos de este libro dicen: Ha-bía decidido no escribir más, ya sea acerca de los judios o contra ellos. Pero desde que me enteré de que estas personas miserables y malditos no dejan de atraer a sí mismos, in-cluso a nosotros, es decir, a los cristianos, he publicado este pequeño libro, para que yo me encontrara entre aquellos que se oponen a las actividades tóxicas de los judíos y que le advertí a los cristianos para que estuvieran en guardia contra ellos. Yo no habría creído que un cristiano puede ser engañado por los judíos para que aceptarán sobre si mismos el chantaje del exilio y el infortunio. Sin embar-go, el diablo es el dios del mundo, y donde la palabra de Dios está ausente él tiene una ta-rea fácil, no sólo con los débiles, sino también con los fuertes. Que Dios nos ayude. Amén. …. Por otra parte, no son más que ladrones y salteadores que diariamente, no comen sin bocado y llevan ningún hilo de la ropa que no han robado y nos robado a nosotros por me-dio de su maldita usura. Así viven en la mayor seguridad impenitente, cada día, junto con esposa y niño, con hurtos y robos, ya que los ladrones y salteadores.

En 1519 Lutero desafió la doctrina Servitus Judaeorum “Servidumbre de los Judios”, esta-blecida en el Corpus Juris Civilis de Justiniano I 529-534, cuándo escribió: Absurdo, teólogos defienden odio a los judíos ... ¿Qué judío con-sentiría entrar en nuestras filas cuando ve la crueldad y la enemistad que causan en ellos -que en nuestro comportamiento hacia ellos

nos parecemos a los cristianos menos que bestias.?

Jim Walker describe el odio de Lutero en un artículo titulado, Martin Luther’s dirty little book: On the Jews and their lies. A pre-cursor to Nazism: Aunque Lutero no inventó el anti-judaísmo, lo promovió a un nivel nun-ca antes visto en Europa. La influencia en la educación y formación de Lutero viene de los teólogos anti-judíos como Lyra, Burgen-sis, (y antes de ellos Juan Crisóstomo). Pero en 1543 el libro de Lutero, “Sobre los Judíos y sus mentiras” llevó el odio a los judíos a un nuevo nivel cuando propuso prenderle fuego a las sinagogas y escuelas, para quitarles sus hogares, prohibirles orar o enseñar, o incluso pronunciar el nombre de Dios. Lutero quería “deshacerse de ellos”, y pidió que el gobierno y los ministros se ocuparan del problema. Pi-dió a pastores y predicadores que siguieran su ejemplo y publicaran advertencias contra los Judios. Llega al extremo de reclamar que “Somos culpables si no los matamos” para vengar la muerte de Jesucristo.

EL gobierno nazi de Hitler en la década de 1930 y 40 ajusto los deseos de Lutero a la perfección.

Así hoy en día, la Iglesia Católica, el neo na-zismo y el cuerpo Cristiano, están despertando este mismo odio basado en puras mentiras y fábulas llenas de ignorancia Bíblica e histórica. No debemos dejar que esto suceda…

En la historia de odio en contra de los Judíos, existen dos hechos histó-

ricos, aparte de muchos más, que han influenciado la judeofobia hasta

nuestros días.

Un reflejo antiguo en la vida moderna

Con el propósito de dar una atención mayormente preventiva a la ciuda-

danía, el gobierno del estado entregó 50 unidades 2014, y uniformes a la dirección general de Tránsito Municipal, además de dos bomberas y herramientas a la di-rección de Protección Civil.

La entrega simbólica se realizó en la ex-planada de la Unidad Administrativa Benito Juárez, lugar donde el Presidente Municipal, Enrique Serrano, indicó que la entrega es una condición excepcional que no se había visto con tal magnitud por parte del gobierno estatal hacia Ciu-dad Juárez.

Con estas acciones, las direcciones muni-cipales podrán atender a la comunidad, pues las vialidades de esta frontera su-man 5 mil 167 kilómetros en línea recta.

Esa democracia liberal se sus-tentaba, como clave de bó-veda, en una economía de

libre mercado en la que el Estado habría de jugar un papel mínimo aunque, eso sí, había de garanti-zar la mayor libertad jurídica po-sible para el capital en un mundo globalizado. Aquella teoría del fin de la historia fue desmentida por los hechos.

La teoría política que sus-tenta a la derecha europea actual es deudora de estos postulados que proceden de su homónima norteamericana de finales de los ochenta y principios de los no-venta del siglo pasado. Y es por ello que se esfuerzan en potenciar la primacía de lo privado sobre lo público, en centrarse exclusiva-mente en la macroeconomía sin interesarse por la microeconomía de los ciudadanos, etcétera.

Hace tres años, en medio de la galerna de la crisis, los ciuda-danos le dieron el gobierno de España al partido que se sustenta en esta corriente ideológica, y convirtieron en presidente a su máximo dirigente. Durante la campaña de desgaste al Ejecu-tivo al que finalmente sustituyó, todo era, decía él, un problema de credibilidad del gobierno socialista. Era cosa de que él y los suyos tomaran el poder para que las turbulentas aguas de la economía volvieran a su cauce.

Mentía, y lo sabía. No era tan fácil la cosa.

De hecho, tres años después, el cuadro socioeconómico es rematadamente malo, más allá de los discursos interesados que intentan maquillarlo. Seguimos navegando a la deriva en un mar que pasa del casi estancamiento a la casi recesión sin solución de continuidad.

Mariano Rajoy se ha conver-tido a estas alturas de la travesía en un problema, incluso para los suyos. No hay más que acercar-se a las encuestas, a las tertulias de opinión, a los editoriales de los medios, a escuchar a la gente en el autobús, el metro o el bar. Por si fuera poco, la mancha de la corrupción o, mejor dicho, del saqueo de las arcas públicas que se ha producido durante su man-dato desde los niveles nacional, regional y local, desprende ya un hedor insoportable.

Josep Ramoneda decía esta semana en El País que, en éste como en otros temas, Rajoy transmite la inquietante impre-sión de que no sabe qué hacer, ni cómo, ni cuándo. Recuerda el analista catalán que hace casi dos años que habló de un pacto con-tra la corrupción y de medidas le-gales, y no se ha aprobado ni una. Además, durante ese tiempo, la nómina de gente del PP con pro-

blemas con la justicia ha ido cre-ciendo de manera exponencial. Y, en ese escenario, remataba Ramo-neda, todo lo que se le ocurre es pedir torpemente disculpas.

Dos días después, desde aguas ideológicas más cercanas a las de Rajoy, José Antonio Zarzalejos escribía en El Confidencial que es necesario abrir un debate amplio e intenso sobre si Mariano Rajoy –a quien acusa de haberse carga-do el PP- es o no el candidato que garantiza a los electores con-servadores la solvencia necesaria para competir de nuevo por el poder y, sobre todo, sobre si tiene la credibilidad mínima para atajar y reparar el cáncer sistémico de la corrupción. Añadamos a este severo correctivo que desde las páginas de El Mundo e, incluso, las de ABC, la prensa afín, se está criticando el silencio e, incluso, la pachorra de Rajoy (Ignacio Ca-macho dixit). La supuesta habi-lidad de Rajoy para controlar los tiempos políticos, su celebrada por algunos imperturbabilidad, no son sino disfraces, parapetos de su incompetencia. Sencilla-mente ha sido un error histórico. Nunca debió convertirse en pre-sidente de un Estado complejo como es España.

No sabe hablar, no sabe ex-presar ideas simples de forma convincente. Ni siquiera sen-timientos. Hasta para pedir las

disculpas de hace unos días, a propósito de la corrupción en su partido, tuvo que mal leer tres frases. Da vergüenza ajena escucharlo, y en sus propias filas crece el desánimo y aumenta el nerviosismo pensando en el 2015 como año electoral.

No es capaz de ordenar y ha-cer funcionar a su gobierno, en el que sobresale y predomina la marrullería que él mismo practi-ca. Los ministros más incapaces y los dirigentes más mediocres, en tanto que serviles, gozan de su protección. No comparece ante los medios ni en el Parla-mento, ni para explicar por qué ha tenido que expulsar a Rodri-go Rato, ni el por qué del des-barajuste de la crisis del ébola, ni las cuentas ilegales de su par-tido, ni cómo piensa abordar la creciente tensión con Cataluña. Eso por no hablar de cómo va a depurar los casos de corrupción o de cómo va a reducir las cifras del desempleo y la pauperiza-ción de sectores crecientes de la población y, particularmente, de la que afecta a los niños.

¿Será capaz de acabar la legis-latura? En un partido tan presi-dencialista, jerárquico y autorita-rio como el PP es difícil moverle la silla al Jefe. Aun así, los poderes financieros realmente existentes, ¿no van a hacer nada, no van a presionarlo para que se retire a Pontevedra, de donde nunca de-bió salir? ¿Alguien va a proponer que Soraya Sáez o algún tapado lo sustituya? ¿O que se convo-quen elecciones?.

Alberto Fabra en Valencia y Rajoy en España son, tal vez, los paradigmas más evidentes de esa realidad. El valenciano heredó de Camps, su antecesor, un territo-rio en bancarrota económica y

moral. Y no ha conseguido sino atascarlo todavía más, instalándo-se en el delirio. No apartar a los corruptos que pueblan su banca-da en el parlamento regional y a muchos gobiernos municipales, inventarse una ley de protección de la paella, la pelota y el sece-sionismo lingüístico, o elaborar unos presupuestos incluyendo mil quinientos millones de eu-ros que no va a ingresar son las muestras más dramáticas de su incapacidad. Cuando aparece en público es acosado y abucheado, así que ha de huir por donde pue-de a los gritos de moniato. Ese es el camino que le espera a Rajoy. En su partido lo saben y están dándole vueltas a cómo salen de ésta. El valenciano ya fue aban-donado hasta por la cúpula cen-tral del PP y es un cadáver polí-tico. El gallego presenta síntomas de estar en situación terminal. No obstante, todavía pueden hacer mucho daño. La tentación es la de morir matando.

Décadas atrás, desde referentes ideológicos conservadores, hubo quien afirmó que habíamos alcan-zado el fin de la historia. La idea central se resumía en que el liberalismo finalmente vencedor era la mejor solución para la organización de la sociedad, y solo tropezaría en adelante con enemigos meno-res, como los nacionalismos irredentos o los movimientos políticos de matriz religiosa.

De Fukuyama a Rajoy,pasando por Alberto Fabra

107-13 Noviembre 2014

Joan de aLcÁZaR

Noa LevyBroker Owner

noa@theboutiquerealstate.com

pág. 1187-13 Nov 2014

Número 759CoNsejo editorial

Victoria Caraveo Carlos Ramírez

Enrique CortazarJorge LópezPedro Siller

direCtor GeNeralSamuel Schmidt

editora GeNeralRubi Rivera

editora CUltUraHilda Sotelo

diseño Peñaloza

Colaboradores Kamel Athié

Martha Bátiz ZukLuis CastañedaMartha ChapaSandro Cohen

Pedro EcheverríaGuillermo Fárber

El FisgónMarco Antonio Flota

HelgueraLuis Felipe Fernández

Antonio Hermosa (Sevilla)

Ricardo LeónJorge López

Carlos RamírezRubi Rivera

Margarita SalazarKive SchmidtRosie Schmidt

Pedro SillerCarlos Spector

Héctor Subirats (Madrid)

Ricardo Vigueras

La culpa del crimen autorizado la tiene el Estado no la sociedad. El mugrero que han tolerado en

las policías hace que los uniformados le sirvan al me-jor postor; la asociación entre criminales y funcionarios del Estado ha distorsionado los verdaderos fines de los gobiernos que en lugar de servir a la sociedad, trabajan para el enriquecimiento de los funcionarios; la corrup-ción de los políticos, ha creado un clima de descompo-sición política sustentado en una impunidad brutal.

Pero una vez más, cegándose ante este cuadro Peña nieto se atreve a decir que hace falta un acuerdo nacional.

Mejor es que primero limpien su mugrero y luego salgan a decir tonterías. Estas barbaridades entre otras cosas es lo que ha provocado que nadie les crea.

Hace falta un gran esfuerzo de reconstrucción de la política que le devuelva su propósito original, que es trabajar para el bien de la sociedad.

¿Se darán cuenta?

Nadie en el gobierno pretende ocultar que las policías están corrompidas hasta la medula.

Nadie quiere ignorar que el crimen organizado se ha insertado en la política, apoderándose de candida-turas y forzando a los gobiernos a entregarles parcelas de poder desde donde hacen más daño.

La declaración del presidente no intenta ocultar la grave situación por la que pasa el país, nunca lo ha he-cho, siempre ha enfrentado los problemas con energía y de frente. Justamente por eso, propone crear un gran acuerdo nacional, para que la sociedad se vuelva a unir con el gobierno y en conjunto se pueda crear un frente poderoso para dar una lucha frontal contra los males que están devorando al país.

Peña sabe que el gobierno no funciona en el vacío y por eso le tiende la mano al pueblo, para juntos com-poner esta herencia nefasta.

Peña llama a un acuerdo nacional para evitar otro ayotzinapa. Parece que se está burlando de nosotros

semanario de Política y Culturaejemplar gratuitooficinas: av. 16 de septiembre no. 455 oriente, despacho 307 (zona Centro),Ciudad juárez, Chih., México.Teléfono y fax 612-7206e-mail: elreto02@hotmail.comLos autores son responsables del contenido de sus artículos.registro en trámite.

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En Contra

a Favor

pabLo saLaZaR

migueLoRtigosa

JoRge Ramos ÁvaLos / El NuEvo HErald

Lras la desaparición de los 43 estudian-tes en Iguala, Peña Nieto llamó a una inusual conferencia de prensa en la

que no permitió que ningún reportero le hi-ciera una sola pregunta. De hecho, no ha dado ni una sola conferencia de prensa –abierta, sin preguntas o temas pactados– desde que llegó al poder. Error y temor.

El silencio es la política oficial. El gobierno tiene como absurda estrategia de comunica-ción el no hablar públicamente de los crímenes ni de los narcos. Por eso ésta es una crisis creada desde la Presidencia. Se pasaron casi dos años escondiendo cifras y diciendo que no pasaba nada. Y luego les explotan estas dos masacres y aparecen fosas con cadáveres por todos lados. Esconder la cabeza, como el avestruz, no borra la realidad.

Y la realidad es que, en materia de seguri-dad, las cosas están peor con Peña Nieto que con su predecesor, Felipe Calderón. Hay muer-tos y crímenes por todos lados.

Dos datos concretos: en el 2013 –el primer año de Peña Nieto en la Presidencia– hubo más hogares que sufrieron delitos (33.9%) que en los dos últimos años de Calderón (32.4% en 2013 y 30.4% en el 2011). La última encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geogra-fía (INEGI) es aterradora: en 10.7 millones de hogares hubo al menos una víctima de delito. Además, en 2013 se registraron 131,946 se-cuestros, 25 por ciento más que en el 2012.

Peña Nieto ha querido venderse, dentro y fuera del país, como un presidente reformista. Pero la portada de la revista Time con el titular Salvando a México –Saving Mexico– fue tan prematura y gratuita como darle el premio Nobel de la Paz a Barack Obama antes de los bombardeos a Siria.

Peña Nieto tiene ante millones de mexica-nos un problema de legitimidad y, por lo tanto, está obligado a demostrar que el puesto no le queda grande, que no es débil y que no está per-

dido. Muchos mexicanos siguen creyendo que ganó la Presidencia con trampas –con mucho más dinero y comerciales que sus oponentes– y que no se merece estar en Los Pinos. La única manera de contrarrestar esa falta de legitimidad de origen es con resultados y gobernando bien. Es obvio que todavía no lo ha logrado.

La marca México está muy golpeada. ¿Cómo vas a atraer a compañías extranjeras a invertir en petróleo y telecomunicaciones cuando tu Ejército y policía, en lugar de cuidar a sus ciudadanos, los mata? El dinero busca se-guridad, no matanzas.

La masacre de Tlatelolco en 1968 y su to-tal impunidad –nadie, nunca fue arrestado o condenado por esa matanza– fue posible por la complicidad de muchos “periodistas” que nunca se atrevieron a ser periodistas. Pero gra-cias a Elena Poniatowska y su libro La noche de Tlatelolco sabemos qué ocurrió. Hoy hay mu-chas Elenitas en Twitter, Facebook e Instagram –junto a valientes reporteros en los medios más tradicionales– que no van a dejar que vivan tranquilos los responsables de las matanzas de Tlatlaya e Iguala. El silencio funcionó en 1968; ya no funciona en el 2014.

México huele a podrido, huele al viejo PRI. Estudiantes en todo el país, con marchas y pro-testas, ya no se tragan el cuento oficial de que buscaremos y castigaremos. Las líneas están marcadas: el gobierno, su Ejército y la policía no están con los estudiantes, con las víctimas de la violencia, ni con sus familias. México se rompió en Iguala.

Hay que decirlo tal cual: Peña Nieto no ha podido con la inseguridad. Ante las masacres, su gobierno se ha visto incompetente y negli-gente. Su silencio –más que estrategia de co-municación– es la señal más clara de impoten-cia y de que no sabe qué hacer. ¿Cuál es el plan para que estas masacres no vuelvan a ocurrir? No oigo nada.

El silencio es, muchas veces, el peor crimen.

Los muertos en México ya no se pueden esconder. Las masacres de Tlatlaya e Iguala demuestran lo peor del país: el Ejército matando civiles y la policía asesinando estu-diantes. Es el México bárbaro. Y el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto casi mudo, paralizado y rebasado, como si la culpa no fuera suya.

Las masacres y el silencio

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7 al 13 Noviembre 2014Número 758

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La nuevas metiras del mexicano