El Saber en La Vida Del Hombre

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Resumen de Filosofía. Autore: Paris y Minguez

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EL SABER EN LA VIDA DEL HOMBRE. PARIS Y MINGUEZ

El saber filosfico

El saber tiene para el hombre una funcin biolgica. El hombre se encuentra ante un horizonte problemtico de indecisin y precisa acogerse al saber para sobrevivir, para levantar un proyecto de vida. Las distintas perspectivas desde las cuales debe abordar su relacin con el mundo originan los grandes campos en los que se puede dividir el conocimiento humano: como teora sobre la realidad (ciencia), como gobierno de la conducta (tica) como transformacin del mundo (tcnica).

La filosofa representa un modo de saber comn a todas las culturas: proceso de racionalizacin y mantiene, frente a la especializacin, el rasgo de saber global que permite expresarse al hombre como ser racional y libre.

Funcin biolgica del saber

La tendencia hacia el saber nos aparece como algo connatural al hombre. Todos los hombres por naturaleza tienen la tendencia hacia el saber. Dicha tendencia es el resultado de su misma situacin biolgica, de su peculiar puesto en la evolucin.

Comparando el animal vive en un mundo dado. Por su organizacin sensorial, dirige su comportamiento con arreglo a unas pautas de conducta que son peculiares de la especie, y el equipamiento con el cual desarrolla estas pautas de conducta est dado por su misma organizacin corporal. Estos tres rasgos caracterizan lo ms tpico de la existencia animal.

El hombre en cambio, se nos aparece como un viviente que tiene un mundo abierto, determinado por la existencia del lenguaje. Por ste tiene el hombre una imaginacin. Es decir se encuentra en una relacin dialctica con referencia al medio dado sensible, de negacin y de trascendencia sobre ste.

Podemos decir que la vida del hombre no est hecha como la vida del animal. El hombre necesita proyectar su vida; construir su medio. Mas esta situacin del hombre que acabamos de describir es consecuencia tambin de su propia biologa bsica, cuya herencia gentica, que hasta el momento vena gobernando la conducta animal, es sustituida en los aspectos tpicamente humanos, por el aprendizaje. En el caso del hombre, nos encontramos con un saber que es adquirido por el individuo y por el grupo o, ms bien, por el individuo que vive dentro de un grupo. Este saber es transferido no ya biolgica o genticamente, sino por va cultural, a travs del fenmeno pedaggico, a travs del que realiza cada nuevo existente humano dentro del grupo.

Los seres humanos funcionan dentro de una estructura de la que no puede separarse la dinmica del universo socio-cultural.

El hombre como ser social es una amalgama de lo biolgico y lo ocio-cultural. La integracin de las variables biolgicas, sociales y culturales, de la persona en funcionamiento.

Lo que nos distingue del mundo de los animales es nuestra capacidad para crear cultura. Lo que distingue las etapas superiores del desarrollo humano de las inferiores es la variacin del nivel cultural. El elemento ms elemental de la cultura, el lenguaje, es la condicin previa para cualquier realizacin humana.

El hombre es un animal creador de smbolos, porque si no fuera por nuestra capacidad para hablar no podramos llamarnos seres humanos. Pero todas las dems funciones humanas tambin dependen de nuestro contacto con el mundo exterior. Aprendemos a pensar observando a los dems y aleccionados por ellos.

Las formas del saber

1) Saber terico: El saber humano va en varias direcciones. Por una parte, se refiere a la realidad que rodea al hombre, as como a la propia existencia humana. En este sentido nos aparece como una serie de informaciones y tambin de interpretaciones explicativas de dichos datos. Esta tendencia a captar y elaborar posteriormente las informaciones conduce hacia la teora, es decir, hacia el conocimiento puro de lo que es el mundo y de lo que constituye su propia realidad como hombre.

2) Saber tico: Pero el saber no es solamente noticia en torno a la realidad humana y exterior; el saber se encamina tambin a dirigir la propia conducta. En el hombre surge la necesidad de organizar la vida segn un proyecto. Proyecto que los distintos grupos humanos culturales, y cada individuo, tienen que levantar para dirigir con arreglo a l su comportamiento, determinando cuales son los valores fundamentales que deben gobernar la vida. As surge la dimensin moral o tica como saber. En este sentido, la figura del sabio corresponde al hombre prudente que ha alcanzado una madurez en el gobierno prctico de su vida. El saber se encamina a buscar ciertos criterios que permitan decidir con seguridad ante las dispares situaciones que la vida presenta. En cada colectividad quedan fijadas unas normas de comportamiento cuya transgresin es considerada como un delito que rompe el universo moral de tal colectividad. Este universo proporciona al hombre la seguridad que no le es dada, al tiempo que surge en l la conciencia de la libertad.

3) Saber tcnico: En tercer lugar, el saber humano se nos ofrece como posibilidad y necesidad transformadora del mundo; el saber humano se vincula profundamente a la tcnica. Entre los rasgos de la situacin biolgica del hombre aparece una disposicin espontanea para la tcnica. Por una parte el hombre se nos muestra como un ser que necesita aprender, en la medida en que se manifiesta en una situacin de disponibilidad intelectual, y en cuanto se encuentra en una situacin no determinada de gobierno de su propia conducta. Por otra parte, el hombre, a travs de su condicin corporal, de su desnudez, de la estructura de su mano, de su inicial invalidez biolgica, nos aparece como un ser que necesita completarse a travs del mundo y utilizar sistemticamente los instrumentos hacia los cuales le abre su mano como rgano de rganos, como rgano abierto hacia mltiples direcciones mediante los utensilios creados a partir de los cuales acrecienta indefinidamente su poder. El hombre moderno ha tomado conciencia de la supremaca que le confiere el saber acumulado por su cultura, especialmente, se siente satisfecho por su conocimiento cientfico. Pero no podemos olvidar que la ciencia moderna tiene un fuerte componente tcnico, a partir del cual esta capacidad transformadora del medio se convierte en un afn posesivo de la naturaleza. Este dominio no concluye en el mundo fsico, se extiende como posibilidad de transformacin de la sociedad y de los hombres, ya individual, ya colectivamente. Esta dimensin tcnica del saber es, sin duda, muy caracterstica de la cultura actual y nos plantea algunos de los mximos problemas de la civilizacin de nuestra poca. Descartes nos habla de la figura del hombre como dueo y poseedor de la naturaleza. Al considerar la influencia de la ciencia sobre la vida humana tenemos que considerar tres aspectos ms o menos enlazados entre s. El primero es la naturaleza y objeto del conocimiento cientfico; el segundo es el mayor poder de manipulacin que se deriva de la tcnica cientfica; el tercero son los cambios en la vida social y en las instituciones tradicionales que resultan de las nuevas formas de organizacin exigidas por la tcnica cientfica. Para que una civilizacin cientfica sea una buena civilizacin, es necesario que el aumento de conocimiento vaya acompaado e un aumento de sabidura. Entiendo por sabidura una concepcin justa de los fines de la vida.

El saber filosfico.

Podramos designar a la filosofa como la aspiracin mxima hacia el saber humano en el sentido ms puro. El surgir de la filosofa se vincula justamente al paso del mito al logos. La filosofa emergera entonces como una racionalizacin realizada sobre un conjunto de conocimientos anteriores que constituyen el mundo de los mitos. En consecuencia, podemos afirmar que en lo mtico se encuentra ya una protofilosofa, un origen o embrin de la filosofa. Sin embargo hemos de tener en cuenta que la filosofa propiamente se constituye por un proceso de transmutacin. Este salto se manifiesta por los rasgos que enfrentan el mito y la razn:

a) En el mundo mtico existe un claro predominio de elementos imaginativos sobre los conceptuales.

b) El mito tiene un carcter profundamente colectivo y tradicional; es transmitido en una cultura determinada, de unos hombres a otros, e impregna la vida de la comunidad a travs de la profunda vinculacin entre e mito y el rito.

El gran problema que a la filosofa de nuestra poca se le presenta, y que incluso en muchas opiniones constituye una agresin contra la posibilidad misma de aquello, es el de su relacin con la ciencia y la tecnologa. Qu sentido tiene plantearse la filosofa de nuestra poca, cuando el dominio del saber parece acaparado por las llamadas ciencias positivas, esto es, por las ciencias formales (matemticas y lgica), por las ciencias de la naturaleza y por las ciencias del hombre y de la sociedad. No son estas ciencias las que nos dan las verdaderas informaciones, las que sustentan las adecuadas teoras de nuestro tiempo, las que, por otra parte, deben dictar un comportamiento racional y las que nos suministran las grandes posibilidades tecnolgicas?

El problema se plantea de una manera objetiva, en la medida en que consideremos la vida intelectual de nuestra poca dominada por la divisin del trabajo, por la especializacin de este. Se trata de una consecuencia de la industrializacin capitalista proyectada sobre el mundo intelectual, sobre la organizacin misma de nuestras instituciones. Acontece que la filosofa se ha convertido en una actividad especializada y se ensea en determinadas secciones de nuestras facultades universitarias, cual si se tratara de una ciencia ms, con la anomala de que, sin embargo, pretende ser ms que ninguna ciencia y englobar toda la vida intelectual del hombre.

Con anterioridad podemos observar que la filosofa no ha sido una actividad especializada, profesionalizada en unos hombres que nicamente hacen filosofa. El filsofo, no slo en Grecia, sino tambin en los siglos XVII y XVIII, ha sido un hombre de cultura universal. Toda la cultura tena este sentido de universalidad. La figura del filsofo y la del cientfico no se diferenciaban claramente.

En esta situacin, en que la filosofa nos aparece como un conjunto de saberes en conflicto con las ciencias positivas, se han tratado de disear distintos recursos de diferenciacin.

Lo que caracteriza a la filosofa, como indicaba Bertrand Russell (1872-1970), es su carcter general y crtico. En todo conocimiento podemos distinguir dos vertientes, aquellas que lo sita en su propia peculiaridad mas singularizada y aquella que mira hacia los problemas comunes con todo el resto del conocimiento. La filosofa se interesa fundamentalmente en esta dimensin de comunidad de todo conocimiento. Comunidad que, no quiere decir uniformidad del saber.

Este agudizarse de la especializacin es un resultado tpico del modo de produccin capitalista, referido al estilo de la vida intelectual.

An hay otra diferencia entre el filsofo especialista y los especialistas de otras disciplinas: que aqul se aproxima ms al resto de los hombres que lo que acontece a los ltimos. El haber hecho del filsofo especialista una figura semejante a la de los especialistas de la ciencia es, justamente, su deformacin. Es posible imaginarse a un entomlogo y que los dems hombres no sean prcticos en entomologa, pero no puede concebirse a ningn hombre que no sea filsofo, que no piense (salvo que sea idiota), y precisamente porque el pensar es propio de la naturaleza del hombre.

Planteado el principio de que todos los hombres son filsofos y de que entre los filsofos profesionales o tcnicos y el resto de los hombres no existe diferencia cualitativa, sino slo cuantitativa (mayor menor homogeneidad, coherencia, lgica, etc., o sea mayor cantidad de elementos cualitativos).No ser razonable llamar filosofa a cualquier tendencia del pensamiento u orientacin general, y ni siquiera a toda concepcin del mundo y de la vida.(obrero-ingeniero). El filsofo profesional o tcnico no piensa con mayor rigor de lgica, con superior coherencia, con ms alto sentido de las reglas que los dems hombres, sino que conoce toda la historia del pensamiento, se da cuenta de la evolucin alcanzada por el mismo hasta el momento, y est en condiciones de abordar los problemas en el punto en que se encuentran, luego de que sufrieron las mximas tentativas de solucin. Tiene, en el terreno del pensamiento, la misma funcin que, en los mltiples campos cientficos, se asignan los especialistas.