EL SALVADOR - Procasur América Latina y El...

5
1 RUTA DE APRENDIZAJE: “Estrategias e innovaciones para la inclusión de los y las jóvenes rurales como protagonistas del desarrollo de sus territorios” En América Latina y el Caribe, cerca de 120 millones de habitantes son jóvenes y una cuarta parte de ellos reside en áreas rurales, representando un 25% de la población campesina. Gran parte de estos jóvenes viven en situación de pobreza, en virtud de la permanencia de dificultades como la pérdida de competitividad de la agricultura de pequeña escala, los bajos ingresos, el trabajo no remunerado, la inestabilidad de las condiciones laborales y el limitado acceso a educación. Este contexto desfavorable impulsa a muchos jóvenes rurales a proyectar el desarrollo de sus estrategias de vida en los centros urbanos, muchas veces incapaces de ofrecerles mejores oportunidades de generación de ingresos. A pesar de la permanente invisibilidad de la juventud como un sector social de peso, existe suficiente evidencia en Latinoamérica y en otros continentes, respecto a su creciente y relevante participación en proyectos de desarrollo, destacando su capacidad de innovación. En esta línea, desde el año 2008, la Corporación Regional PROCASUR, con el apoyo Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), comenzó a trabajar con jóvenes rurales en América Latina buscando identificar, conocer, difundir y potenciar las experiencias exitosas de organizaciones de jóvenes rurales de la región. A partir de las lecciones aprendidas y confirmando la relevancia estratégica del tema para la sociedad rural, PROCASUR inició la implementación del Programa Regional Juventud Rural Emprendedora, cofinanciado por FIDA LAC (2012-2015), con el objetivo de contribuir directamente a mejorar el conocimiento de la situación de las poblaciones rurales jóvenes y sus procesos, estrategias de vida y subsistencia, promoviendo el desarrollo de innovaciones funcionales a este significativo segmento de la población rural pobre. EL SALVADOR

Transcript of EL SALVADOR - Procasur América Latina y El...

1

RUTA DE APRENDIZAJE: “Estrategias e innovaciones para la inclusión de los y las jóvenes rurales como protagonistas del desarrollo de sus terr itor ios”

En América Latina y el Caribe, cerca de 120 millones de habitantes son jóvenes y una cuarta parte de ellos reside en áreas rurales, representando un 25% de la población campesina. Gran parte de estos jóvenes viven en situación de pobreza, en virtud de la permanencia de dificultades como la pérdida de competitividad de la agricultura de pequeña escala, los bajos ingresos, el trabajo no remunerado, la inestabilidad de las condiciones laborales y el limitado acceso a educación. Este contexto desfavorable impulsa a muchos jóvenes rurales a proyectar el desarrollo de sus estrategias de vida en los centros urbanos, muchas veces incapaces de ofrecerles mejores oportunidades de generación de ingresos.

A pesar de la permanente invisibilidad de la juventud como un sector social de peso, existe suficiente evidencia en Latinoamérica y en otros continentes, respecto a su creciente y relevante participación en proyectos de desarrollo, destacando su capacidad de innovación.

En esta línea, desde el año 2008, la Corporación Regional PROCASUR, con el apoyo Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), comenzó a trabajar con jóvenes rurales en América Latina buscando identificar, conocer, difundir y potenciar las experiencias exitosas de organizaciones de jóvenes rurales de la región.

A partir de las lecciones aprendidas y confirmando la relevancia estratégica del tema para la sociedad rural, PROCASUR inició la implementación del Programa Regional Juventud Rural Emprendedora, cofinanciado por FIDA LAC (2012-2015), con el objetivo de contribuir directamente a mejorar el conocimiento de la situación de las poblaciones rurales jóvenes y sus procesos, estrategias de vida y subsistencia, promoviendo el desarrollo de innovaciones funcionales a este significativo segmento de la población rural pobre.

EL SALVADOR

2

¿Qué es una Ruta de Aprendizaje?

Una “Ruta de Aprendizaje” es una herramienta de construcción de capacidades concebida como un viaje planificado con objetivos de aprendizaje específicos. A lo largo de un proceso de capacitación continuo entre pares, la Ruta proporciona espacios para discusión, análisis y reflexión alentando un intercambio de conocimiento activo y mutuo entre los participantes y sus anfitriones. El propósito final es desarrollar la habilidad de los participantes para identificar potenciales innovaciones útiles que se puedan adaptar y aplicar dentro del marco de sus organizaciones en sus propios países.

Para mayor información sobre la metodología de la Ruta de Aprendizaje visite: www.americalatina.procasur.org

Asimismo, a partir de la constatación de la relevancia de los/as jóvenes rurales para la efectividad y sostenibilidad de las iniciativas de desarrollo, se han implementado una serie de experiencias encaminadas tanto por instituciones públicas como privadas, incluyendo operaciones del FIDA de la región LAC, que han desarrollado nuevas estrategias, herramientas y enfoques para integrar de forma efectiva el enfoque juventud rural y a los/as jóvenes como actores principales. Resulta relevante analizar y aprender de la trayectoria de estas iniciativas, sus factores de éxito y obstáculos, igualmente reflexionar sobre los desafíos pendientes e identificar nuevas soluciones y estrategias potenciales para continuar avanzando en esta inclusión.

En el marco de los procesos de acompañamiento técnico piloto a los proyectos de FIDA y de los avances registrados en la región, especialmente en Centroamérica, se realizó una Ruta de Aprendizaje, con base en la experiencia de El Salvador y Nicaragua, como espacio de intercambio de experiencias, difusión de buenas prácticas y retroalimentación entre equipos técnicos y actores claves, aportando al análisis y construcción de estrategias efectivas para la inclusión social y económica de los/as jóvenes en el desarrollo rural.

3

OBJETIVOLa Ruta de Aprendizaje: “Estrategias e innovaciones para la inclusión de los y las jóvenes rurales como protagonistas del desarrollo de sus territorios”, tuvo lugar desde el 22 al 27 de febrero del año 2015 (ambos inclusive), en territorios rurales de El Salvador, y tuvo por objeto conocer estrategias e innovaciones para la efectiva inclusión social y económica de los/as jóvenes, analizar sus claves de éxito, problemas y desafíos, a partir del diálogo con los equipos técnicos, aliados y jóvenes líderes envueltos en iniciativas destacadas de Centroamérica, y de la retroalimentación e intercambio entre los equipos que actualmente están implementando nuevas acciones para mejorar la integración de los jóvenes en los proyectos.

Con este fin, se visitaron tres experiencias que han demostrado buenos resultados e implementado buenas prácticas en función de incorporar a la juventud rural en iniciativas de desarrollo en sus territorios: Desarrollo del emprendedurismo rural juvenil por parte de FUNDESYRAM, y las experiencias de inclusión de jóvenes en los marcos de operación de los Proyectos MAG-PRODEMOR Central y MAG-PRODEMORO. Además, se contó con la participación de dos experiencias panelistas provenientes de Nicaragua, que aportaron en materia de apoyo a la incubación de empresas (NITLAPAN-UCA) y desarrollo empresarial juvenil relatado a partir de los propios jóvenes protagonistas (Ay qué Lindo!).

Algunos de los temas particulares a analizar durante el recorrido, fueron:

• Marco institucional y políticas publicas dirigidas a la juventud rural

• Transversalización del enfoque de juventud rural en los proyectos de desarrollo rural

• Espacios y estrategias de articulación de actores/sectores para el apoyo a la juventud rural

• Incentivos al relevo generacional en organizaciones campesinas

• Estrategias para el apoyo al emprendimiento juvenil y el financiamiento de negocios liderados por jóvenes

• Servicios focalizados para el acceso de activos financieros y tierra

• Participación ciudadana, asociatividad y construcción de Redes de jóvenes rurales

PARTICIPANTESLa Ruta de Aprendizaje promovió la participación de equipos mixtos conformados por un(a) joven líder, con experiencia en el desarrollo de emprendimientos o iniciativas de participación social en territorios rurales, y un(a) representante de equipos técnicos de las operaciones co-financiadas por el FIDA en la región, u otro tipo de organizaciones interesadas en participar. Con este criterio, se seleccionaron 25 participantes (de los cuales 12 eran jóvenes rurales, 11 técnicos de Proyectos FIDA y 2 representantes técnicos de NITLAPAN), provenientes de Brasil, Belice, El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua y Venezuela.

4

LECCIONES APRENDIDASaspirar a la incidencia en políticas públicas a nivel local y nacional.

• Puntas de lanza en el trabajo con y desde la juventud rural: formación asociada al desarrollo de emprendimientos, salud sexual y reproductiva, prevención de la violencia, comunicación democrática, equidad de género, uso sostenible de recursos naturales, estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático.

• Relevo generacional como oportunidad para compartir conocimientos y habilidades entre jóvenes y adultos, potenciando saberes tradicionales, gerenciales, de las nuevas tecnologías de información y comunicación, entre otros.

• Generación de ingresos y fondos de ahorro por parte de los mismos jóvenes para promover su autonomía e independencia económica y como una forma de ir cambiando el asistencialismo por la autogestión.

• Articulación de alianzas estratégicas desde los niveles locales y nacionales para potenciar recursos humanos, técnicos y financieros que permitan a los y las jóvenes conocer y ejercer sus derechos desde una nueva visión de la ruralidad.

• Las juventudes deben ser entendidas desde su heterogeneidad, diversidad de género, identidad territorial, étnica, y etaria.

• La persona joven es protagonista de su propio desarrollo y toma decisiones relevantes en virtud de la proyección de sus estrategias de vida. Por ello, las iniciativas orientadas a este sector deben considerar ideas, innovaciones y propuestas que surjan desde las necesidades de los y las jóvenes, y que potencien sus aptitudes, capacidades e intereses (prácticos y estratégicos).

• La incorporación del enfoque de juventud debe contemplar la participación directa y plena de los y las jóvenes, tanto en el ciclo completo de los proyectos de desarrollo (diseño, ejecución, seguimiento y evaluación, etc.) como en el diseño de emprendimientos y planes, abarcando las diferentes dimensiones de su realidad social, cultural, económica.

• Las Redes y organizaciones, como espacios flexibles y dinámicos de articulación, funcionan potenciando conocimientos e iniciativas de los jóvenes para el intercambio, el fortalecimiento de la identidad y el empoderamiento. Además, a medida que alcanzan visibilización, pueden

5

• Generación de nuevos liderazgos juveniles que apuesten a la solidaridad, la gestión democrática y participativa.

• Acompañamiento y formación constante que permitan avanzar hacia la sostenibilidad de las iniciativas, empoderando a los jóvenes para el uso y la apropiación de las herramientas necesarias.

• Sensibilización y acciones afirmativas para vencer barreras (ideológicas, culturales, legales) que impiden el acceso de la juventud rural a oportunidades de desarrollo.

• Mecanismos creativos e innovadores de inclusión para el posicionamiento y empoderamiento de la juventud rural a través de referentes juveniles, organizaciones enlace, estrategia de “joven a joven”; entre otras.

• Paralelo a oportunidades de acceso a capital social, los/as jóvenes deben contar con activos para la producción, como acceso a la tierra, al agua y recursos naturales, a productos y servicios financieros y no financieros, formación y educación.

• Es necesario ampliar las instancias de Intercambio de experiencias, Rutas de Aprendizaje, pasantías, publicaciones y cualquier otra herramienta de gestión del conocimiento que facilite el reconocimiento, difusión y puesta en común de buenas prácticas y lecciones aprendidas sobre las juventudes rurales en los territorios.

“La juventud es un capital social y cultural en el que se debe invertir para avanzar en materia de fortalecimiento de derechos, equidad, seguridad alimentaria, nutrición y conservación del medio ambiente. Debemos revitalizar el campo, el medio rural. Hablar de juventud significa repensar las metodologías y el objetivo a alcanzar. No tenemos recetas, pero sí una caja de herramientas y la fuerte convicción de que la juventud es protagonista de su desarrollo, un motor de cambio para las realidades urbanas y rurales.” Reflexiones finales, Ruta de Aprendizaje.