El siglo xx
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Introducción:
El siglo XX se inicia de manera diferente en cada región del mundo.
Por una parte está Europa que durante los últimos años había regido el orden
económico y político mundial.
En América del Norte los Estados Unidos se consolidaron durante el siglo XIX
como una nueva potencia con la cual Europa habría de contar en adelante.
Por el contrario, la parte sur de América se había quedado marcadamente
Rezagado en su desarrollo político social y la mayoría de sus jóvenes naciones se
encontraban envueltas en guerras civiles o con sus vecinos e incluso algunas aun
luchaban por obtener su independencia.
En Asia la situación era igualmente disímil. Japón pasó de ser un país de carácter
medieval según las convenciones occidentales a transformarse en la potencia
predominante en el este del continente, superando incluso al milenario imperio
chino que por su parte había caído en una imparable decadencia durante el siglo
anterior.
África, que había escapado al colonialismo europeo que se desarrolló a partir del
siglo XV, se vio casi totalmente colonizada durante las últimas décadas del siglo
XIX. Los territorios que se mantuvieron libres fueron Libia, por su condición de
desierto sin interés colonial; Liberia, que fue una nación creada por los Estados
Unidos para deportar a sus ex esclavos, y el Imperio Etíope, único capaz de
resistir a los invasores.
En Oceanía surgía un nuevo territorio para la colonización europea que se veía
particularmente favorecido por el escaso porcentaje de población autóctona.
El Marxismo
El marxismo tuvo una gran
aceptación, incluso se etiquetaba de
marxista a todo aquel que
discrepaba. El marxismo influyó
mucho en el desarrollo del siglo XX.
Llamamos marxismo a lo que dijo e
hizo Kart Marx y a las contribuciones
de Federico Engels. Hubo muchas
interpretaciones: desde puntos de
vista cristiano, psicoanalista... todo
porque estaba de moda. Hablaremos
de una de las lecturas llamada
“Teoría crítica de la escuela de
Frankfurt” inspiradora de la sociedad
democrática del s. XX. Su mayor
representante es J. Haberman. Se le
llamó marxismo porque el núcleo
sería el mismo sin lo aportado por
Engels
El marxismo tuvo una gran influencia
social e intelectual en el siglo XX: el
marxismo era sinónimo de progreso.
Del marxismo se hicieron muchas
lecturas que consistían en buscar
afinidades o fundamentos con él; así
hubo interpretaciones desde el punto
de vista existencialista, ético,... Entre
ellas destaca la de mediados del siglo
XX, la de la Escuela de Frankfurt
(interpretación del joven Marx) da
título a un conjunto de personalidades
a divulgar ideas destinadas a hacer
evolucionar socialmente a la
sociedad.
Entre los más destacados tenemos
a Horkeimer, Max Weber, H.
Marcusen y Walter Benjamín.
Tuvieron que escapar de Alemania
por tener descendencia judía y
cuando volvieron del exilio vieron
como una utopía la revolución
proletaria, entonces intentaron crear
una teoría que sirviese para superar
las injusticias sociales.
. -¿Qué queda de la política
marxista en Berlín? Es bien sabido
que en la noche del 12 al 13 de
agosto de 1961 se construyeron en
aquella ciudad, inesperada y
apresuradamente, las primeras
barreras de alambradas de pinchos.
Los motivos políticos no pueden aquí
ser explicados. Con el paso de los
años el muro creció en altura, y se le
añadieron impresionantes
instalaciones de seguridad (franjas de
control, zanjas de barrera para los
vehículos, torres de observación,
perros adiestrados para matar, más
barreras de alambres...).
En algunos puntos de la ciudad se
han conservado los denominados
Mauerparks (parques con el muro) en
los cuales se mantienen restos de la
zona amurallada, decorados por
relevantes artistas, como
monumentos históricos. Uno de los
más famosos es el Chekpoint Charlie,
antiguo punto central de control
fronterizo. Ahí se encuentra hoy un
curioso museo que conserva la
variedad de artilugios que inventaron
los ingeniosos ciudadanos de la zona
comunista para atravesar el muro,
junto a fotografías de los
protagonistas de las huídas -también
de los que perecieron en el intento- y
vídeos escalofriantes que nos sitúan
en las tensiones sociales de los años
sesenta y setenta en el Berlín
comunista. El museo es un canto a la
libertad, al anhelo de escapar como
sea -incluso arriesgando la vida- de
un sistema político opresor y
agobiante. El museo es expresión
gráfica del fracaso político de una
pretendida revolución hacia la
sociedad sin clases, hacia la llamada,
¡qué paradoja!, democracia popular.
En Berlín, pues, ¿qué queda de la
política marxista?: la memoria de la
protesta, el recuerdo de la opresión
de los instrumentos de la huida, el
ingenio del hombre en busca de
libertad, en definitiva, el afán de
olvidar una pesadilla
Por otro lado en el Marxismo se
consideraba al socialismo como la
condición de la libertad y
la creatividad humana, en
una sociedad que permite la
actualización de la esencia
del hombre y que sirva las
necesidades del hombre. Partiendo
de estas ideas y realizando una
revisión de la Constitución de la
Republica Bolivariana
de Venezuela vigentes desde el año
1.999, se pueden apreciar que la
ideas socialistas de Marx, se
encuentran reflejadas en ella; más
adelante se profundizara en este
tema así como en los la influencia del
marxismo en las nuevas leyes y en la
reforma de las ya vigente, para
afianzar el socialismo promovido por
nuestro presidente. Hugo Rafael
Chávez Fría.
El Marxismo en la Actualidad El mundo en general, América Latina y El Caribe en particular están
asolados por las crisis sistémicas del capitalismo, los salvajes patrones de
acumulación transnacional, las nuevas guerras de recolonización, la destrucción del medio ambiente, la
imparable carrera armamentista, el narcotráfico, la prostitución,
la exclusión social, el terrorismo de Estado, el desfalco colonial, el atraso, la opresión nacional, étnico y cultural,
el monopolio imperial de la ciencia y la tecnología, el despotismo unipolar
y la cultura del engaño mediático y la filosofía de mercado. Como contrapartida se intensifican la
lucha de clases y los movimientos de resistencia social. El capitalismo
del siglo XXI despoja humanidad y naturaleza a escala cada vez más ampliada, como nunca antes, la
disyuntiva: socialismo o barbarie, está a la orden del día. Carlos Marx previó
genialmente este orden de cosas y también las revoluciones socialistas que incuba puntual el sistema
capitalista para superar su esencia anti- humana. Por eso, tal como se
planteó en el complejo pensamiento dialéctico de Carlos Marx confirma
hoy su actualidad y vigencia para descifrar y negar el capitalismo actual y para fundar una comunidad superior
de hombres y mujeres libres. Negar la vigencia del marxismo es
negar el instrumento teórico fundamental de la revolución socialista, es negar la lucha de
clases, la realidad de la explotación del hombre por el hombre, es asumir
que la pobreza, la dominación y la opresión de los hombres es inmanente a la realidad social, es
negar la imperiosa necesidad de transformar el modo de producción
capitalista con las relaciones sociales que lo sustentan. Los grandes revolucionarios de la
historia como Lenin, Trotsky, Gramsci, Mao, y de este lado del
mundo, Fidel Castro, Mariategui y el Comandante Ernesto "Che" Guevara, asumieron el marxismo como
instrumento de lucha teórica y
práctica contra el capitalismo y su fase superior: el imperialismo.
Marxismo es sinónimo de socialismo, de lucha, de resistencia, de emancipación, es la voz plasmada de
los pueblos del mundo que claman
por la destrucción del sistema que se devora a la humanidad, que claman
por la construcción de un mundo mejor y posible.
El Marxismo y la Revolución Bolivariana Marx pudo emancipar su conciencia,
ante una realidad ideológica capitalista dominante, hoy el pueblo
venezolano y las comunidades hermanas residentes, liderizados todos por el Comandante Hugo
Chávez, van emancipándose y van comenzando a construir una nueva
etapa, ahora en el contexto de una coexistencia de ideas contrapuestas y de un momento histórico de tránsito
real del capitalismo al socialismo, algo que avizoró y predijo Marx desde
mediados del siglo XIX, cuando por Nuestra América ya habían ocurrido acontecimientos de profundo carácter
antiimperialista, por ser de naturaleza
liberadora –quizás no conocidos profundamente por Marx-, como
fueron aquellos hechos sellados con el ideal de Bolívar: el Manifiesto de Cartagena (1812), la Campaña
Admirable (1813), la Carta de Jamaica (1815) y el Congreso
y Discurso de Angostura (1819), la Batalla de Carabobo, las fundaciones de nuevas repúblicas bolivarianas
como Perú (1823), la Gran Colombia (1822), Bolivia (1825),
el Congreso Anfictiónico de Panamá, entre otros que no llegaron a culminar los sueños del Libertador.
Fascismo
Los movimientos fascistas en Europa surgieron en Estados-naciones
Concretos, cuyo análisis histórico,
social y político encuentra, en cada caso,
Elementos singulares. Sin embargo – y particularmente a través de los ejemplos
“clásicos”– se transformó en un
fenómeno de impactos mundiales.
El fascismo clásico – a través de los
casos del fascismo italiano y del
Nacionalsocialismo alemán, que
permiten definir un modelo genérico – surgió en
Europa occidental como respuesta a dos “fin de ciclo” que, como crisis
terminales,
Marcaron la evolución del sistema internacional: el orden de Viena – nacido con
la caída de Napoleón y cerrado con la Primera Guerra Mundial – y la
conjunción
de cambios profundos, súbitos y violentos que caracterizaron los veinte años
Siguientes a los Acuerdos de
Versailles de 1919; a saber: la crisis del orden liberal,
las consecuencias económicas de la paz y la crisis del 30.
Desde una perspectiva comparada, con un abordaje multidimensional
Que le permite al autor escapar del
peligro de explicaciones monocausales,
Muy presentes en los debates que dominaron la segunda mitad del siglo XX, el
Libro estudia el fascismo desde sus
orígenes, en la primera postguerra, hasta la
Actualidad. Metodológicamente responde a un plan ordenado en
torno a cuatro
Ejes orientadores: causas;
potencialidad universal; ubicación de los ejemplos en
Relación a los legados doctrinarios y económico-sociales de corrientes
clásicas
(Conservadurismo, liberalismo y
socialismo) y proyección contemporánea. En
nueve capítulos, Buchrucker desenvuelve este trabajo de
investigación desde la
Prehistoria de los fascismos hasta la
situación en la presente post Guerra Fría;
Pasando desde el momento de su emergencia, el análisis de los dos
principales
Ejemplos y sus trayectorias; un breve
estudio sobre otros movimientos y
regímenes, similares o cercanos y
unas Conclusiones en las cuales confronta la ideología fascista con la
Democracia en el mundo
contemporáneo.
El fascismo, visto a la luz de la
historia y del análisis crítico, vuelve a
ser tema de actualidad en la medida
en que están presentes nuevamente,
como en el periodo europeo de
entreguerras, condiciones y
tendencias que en aquel entonces
hicieron posible su surgimiento. Una
mejor comprensión de las mismas
debería permitir, no sólo una toma de
conciencia de los riesgos que el
mundo enfrenta a comienzos del siglo
XXI, sino preparar las acciones y
medidas que permitan prevenir su
retorno al plano de la política efectiva.
Aquí se emprende un esfuerzo
teórico y analítico en esa dirección, la
tiempo que el artículo busca
constituirse asimismo en un llamado
de alerta frente al peligro de que la
barbarie del fascismo pudiera
retornar, con su cargamento de
fascinación y horror, destrozando las
esperanzas de nuestra época.
El Nazismo
La derrota en la guerra y las exigencias
de los aliados favorecieron el
resurgimiento de un discurso nacionalista
que reivindicaba el orgullo del pueblo
Alemán y la formación de una Gran
Alemania. En diferentes regiones de
Alemania se organizaron grupos de
activistas nacionalistas que consideraban
culpables de la humillación Alemana a
los marxistas, a los judíos y a los
políticos liberales. Del Partido Obrero
Nacionalista Alemán surgió Adolfo Hitler.
El 8 de noviembre de 1923 intento tomar
en poder por la fuerza, durante el
llamado Putsch de Múnich, pero fracaso
al ser abandonado a último momento por
los principales jefes militares.
Hitler fue detenido y
su proyecto momentáneamente
desbaratado. Pero sus ideas sentaron las
bases ideológicas del nacionalismo
autoritario Alemán. En nazismo
consideraba que la democracia liberal no
era capaz de resolver crisis económica y
la agitación social, y que solo una alianza
formada por la alta burguesía industrial,
la aristocracia rural, los jefes militares,
los jueces y los grupos nacionalistas y
conservadores era la que podía imponer
El ascenso del nazismo:
Hitler les decía a los alemenas que ellos
eran una raza suprema (arios) y que los
arios eran superiores a todos. El insistía
que era una gran injusticia que los
alemanes sufrieran las humillaciones del
Tratado de Versailles y les echó la culpa
a los judíos de su mala fortuna. El creía
que los judíos eran sabandijas que
necesitaban ser eliminadas. Los judíos
sirvieron como un blanco sencillo y
conveniente para culpar y él inculcó
las actitudes antisemitas que habían
existido durante los siglos pasados. Las
ideas de Hitler llegaron a ser populares
entre la población desmoralizada.
Cuando Hitler ganó la mayor parte de los
votos para la posición de canciller en
1933, se apoderó del gobierno.
Movimientos Nacionalistas
Doctrina ideológica que considera la creación de un Estado nacional condición indispensable para realizar las aspiraciones sociales, económicas y culturales de un pueblo. El nacionalismo se caracteriza ante todo por el sentimiento de comunidad de una nación, derivado de unos orígenes,
religión, lengua e intereses comunes.
LAS REVOLUCIONES DE 1848
Las revoluciones de 1848 marcaron
el despertar de la conciencia nacional
de distintos pueblos europeos. Ese
año, alemanes, italianos y otros
grupos sometidos a estados
plurinacionales, como los imperios
austriacos, ruso y otomano, iniciaron
sus primeros pasos hacia la unidad y
el establecimiento de sus respectivos
estados nacionales.
LA I GUERRA MUNDIAL
La I Guerra Mundial, originada por la
preeminencia de
las políticas nacionales sobre los
intereses de la paz común, colmó las
aspiraciones de los pueblos
centroeuropeos. Cuando Estados
Unidos se incorporó a la contienda,
su presidente Woodrow Wilson
proclamó el principio de
autodeterminación nacional como uno
de los pilares básicos en que habría
de basarse la estabilidad de la
sociedad internacional una vez que
acabara el conflicto.
EL NACIONALISMO DESDE LA
II GUERRA MUNDIAL
La penetración del nacionalismo en
las colonias se aceleró con la
II Guerra Mundial. Los imperios
británico, francés y holandés en Asia
oriental fueron derrotados por los
japoneses que proclamaron el lema
“Asia para los asiáticos”,
consiguiendo el apoyo de numerosos
grupos nacionalistas durante la
ocupación de sus territorios.
1. Historia del Mundo Contemporáneo
Los movimientos nacionalistas en el
siglo XIX Orígenes del pensamiento nacionalista Liberalismo Revolución
francesa Concepto de nación como resultado de un contrato Concepto de opresión Concepto de liberación :
posibilidad de acabar con la opresión Concepto de soberanía : derecho a
decidir sobre el estado del que se forma parte Napoleón Guerras napoleónicas Posibilidad de un nuevo
mapa político Creación de nuevos estados alemanes e italianos
Reacción frente al dominio extranjero La guerra como asunto patriótico Necesidad de reformas Superioridad
del modelo francés Otras fuentes: Hegel, romanticismo…
El fantasma de Hitler
Colombia no escapa al fenómeno
neo-nazi. Aunque la guerra terminó
hace más de 65 años, los grupos de
extrema derecha siguen creciendo en
seguidores y se propagan por todo el
mundo. Sus integrantes tienen, en su mayoría, entre 17 y 28 años.
LOS GRUPOS NEO-NAZIS ENCUENTRAN EN
LA IDEOLOGÍA DE HITLER UN HITO, AL
PUNTO DE CELEBRAR SU CUMPLEAÑOS
CADA 20 DE ABRIL. FOTOMONTAJE: BLOG.
El fenómeno de los grupos neo-nazis
se vuelve cada vez más un problema
mundial y Colombia no es la
excepción. En Bogotá existen
colectivos que se autodenominan
fascistas y "marcan" territorios con la
esvástica que sirvió como símbolo al
movimiento nazi alemán. Los
integrantes de estos grupos son,
generalmente, skinheads o cabezas
rapadas, quienes tienen como
símbolo particular vestir con botas
militares y chaquetas abollonadas
con parches que los identifican,
además de llevar su pelo al ras.
Muchos de los integrantes de estos
grupos son jóvenes que tienen en
promedio 17 y 28 años. Incluso hay
quienes se unen desde los 15. Uno
de los requisitos para pertenecer a
este movimiento es estar estudiando
o trabajando. Según ellos no quieren
vagos que vayan por ahí sin oficio y
portando los símbolos que los
identifican. Muchos pertenecen a
prestigiosos colegios y universidades
de la capital. Y aunque pueden ser
asociados con pandillas juveniles,
rechazan totalmente esta afirmación.
Para ellos pertenecer a uno de estos
grupos es algo serio, no una simple
moda. Es toda una ideología de la
que tienen que estar 100%
convencidos.
Estas personas ya han sido acusadas
de cometer actos violentos contra
homosexuales, travestis, indigentes y
miembros de otras tribus urbanas que
promulgan otras ideologías. Todo
bajo el pretexto de llevar como
bandera una serie de ideas apoyadas
en el nazismo y el fascismo. Uno de
estos grupos, llamado GRAE (grupo
de rapados anti extranjeros) ha sido
acusado de agredir a personas que
vienen a Bogotá desde la costa.
También es conocido un grupo
llamado Proyecto Colombia 88, que
asistió a un congreso neo-nazi
celebrado en Chile, hace ocho años.
Y aunque entre ellos existe una
infinidad de códigos (el 88 es porque
la "H" es la octava letra del alfabeto y
recuerda el saludo "Heil, HItler") hay
ocasiones en que hay confusiones
ideológicas por el simple hecho de
vestir de la misma manera. No se
puede asegurar de ninguna manera
que todos los skinheads que hay son
simpatizantes de la ideología nazi.
Hay personas que pertenecen a
movimientos de izquierda, como
RASH (skinheads rojos y
anarquistas), quienes son en efecto
cabezas rapadas, pero con una
ideología totalmente opuesta. Este
choque de tribus urbanas también
genera actos violentos cuando estos
grupos se encuentran.
Lo cierto del asunto es que, mientras
la posición de los gobiernos a nivel
mundial se centra en la aceptación y
en la inclusión de las minorías,
dejando de un lado los prejuicios
raciales, siguen habiendo brotes de
grupos radicales que encuentran en
la agresión una salida para exponer
sus ideas. Y aunque hay partidos
políticos que se declaran totalmente
derechistas, como el NPD en
Alemania, que demuestran su
posición de manera diplomática,
sigue existiendo el fantasma de la
intolerancia en las ciudades del
mundo.
Son famosos los casos de agresiones
raciales en España (ver video) y
Rusia, en contra de inmigrantes
provenientes de Latinoamérica.
Casos que no pararán mientras los
prejuicios estén sustentados en el
color de la piel o las creencias
religiosas.
El Neoliberalismo
El neoliberalismo (también
llamado nuevo
liberalismo o liberalismo
tecnocrático) es la corriente política
inspirada en el liberalismo que surgió
a mediados del siglo XX en oposición
a las
posturas tradicionales del Liberalismo
clásico o primer liberalismo.
El término se usa con diferentes
connotaciones políticas tanto
positivas como negativas. Otras
veces se usa como término técnico
para referirse a ideologías y teorías
económicas que promueven el
fortalecimiento de la economía
nacional a través de la aplicación de
recomendaciones de la escuela
neoclásica en la política económica
de un país como por ejemplo la
división internacional del trabajo o
globalización, o a través de algún tipo
de desregulación. Sin embargo no
hay un consenso sobre su significado
específico pues el término no define
una teoría económica concreta, y
tampoco indica una filosofía política
claramente identificada debido a la
diversidad de escuelas y movimientos
que se le pueden relacionar. El
neoliberalismo propone que se deje
en manos de los particulares o
empresas privadas el mayor número
de actividades económicas posible.
Igualmente propone una limitación del
papel del Estado en la economía; la
privatización de empresas públicas y
la reducción del tamaño del Estado,
es decir, una reducción del porcentaje
del PIB controlado o administrado
directamente por el Estado. Respecto
al derecho laboral, mercantil y las
regulaciones económicas generales
el neoliberalismo propone
la "flexibilización" laboral, la
eliminación de restricciones y
regulaciones a la actividad
económica, la apertura de fronteras
para mercancías, capitales y flujos
financieros.
Las políticas macroeconómicas
recomendadas por teóricos o
ideólogos neoliberales (en principio
recomendaciones a países tanto
industrializados, como en desarrollo)
incluyen:
Políticas monetarias restrictivas:
Aumentar tasas de interés o reducir
la oferta de dinero hasta lograr
una inflación cercana a cero y evitar
el riesgo de devaluaciones de la
moneda. Los partidarios del
neoliberalismo creen que estas
medidas, evitan los llamados ciclos
del mercado.
Políticas fiscales restrictivas:
Aumentar los impuestos sobre
el consumo y reducir los impuestos
sobre la producción, la renta
personal y los beneficios
empresariales. También proponen
eliminar regímenes especiales y
disminuir el gasto público.
Liberalización/desregulación: Los
partidarios de políticas neoliberales
defienden la liberalización o
desregulación para el comercio como
para las inversiones por
considerarlas positivas para el
crecimiento económico. Igualmente
se considera positiva la eliminación
de muchas reglas y restricciones,
reduciéndolas a un mínimo necesario
(sobre todo la garantía del régimen
de propiedad y de la seguridad). En
particular abogan por aumentar
la movilidad de capitales y
la flexibilidad laboral.
Privatización: Se considera que los
agentes privados tienden a ser más
productivos y eficientes que los
públicos y que el Estado debe
achicarse para ser más eficiente y
permitir que el sector privado sea el
encargado de la generación de
riqueza.
En todos los casos, los teóricos
denominados neoliberales afirman
que la mejor manera de alcanzar la
distribución de la riqueza y el
bienestar de los individuos es
mediante un crecimiento total
del producto, que por su propia
dinámica permea al total de los
integrantes de la sociedad (la
llamada trickle down policy política
del derrame económico); como
liberales promueven «mediante el
beneficio individual, alcanzar el
beneficio de toda la sociedad».
El nuevo orden económico imperante
hoy en el mundo, caracterizado por el
término Neoliberalismo que muchos
rechazan enérgicamente, se basa en
la iniciativa privada y en el libre
mercado. Nada tendríamos que
objetar a estas dos realidades en sí
como estimulantes de la producción y
de la oferta de un mayor bienestar a
los pueblos y a los individuos. En la
raíz del colapso de las economías
controladas por el Estado está, sin
duda alguna, su ausencia. En el
mundo conceptual, según esto, no
hay problema alguno. Pero, sí, los
hay en la realización concreta del
sistema.
La realidad del Mercado libre es hoy
tristemente una mera ficción. Los
países llamados de economía de
mercado y adalides del mercado libre
son, sin embargo, los líderes del
proteccionismo. Mientras postulan y
exigen a nosotros los pequeños la
transparencia de los costos en cada
producto o servicio con el fin de evitar
las distorsiones que producen los
subsidios, ellos mantienen y
distribuyen sus subvenciones de
manera sutil o descarada.
Si analizamos a fondo el GATT y la
Ronda de Uruguay nos encontramos
con una excesiva cantidad de trabas
para el comercio sin contar con las
trabas de toda clase que tienen ya los
países que lo componen para evitar
la competencia de sus productos ,
insumos y factores de producción. Y
todo esto sin comparar los Sindicatos
nuestros con sus poderosos
Sindicatos que imponen su ley férrea
para las importaciones. Debajo del
espejismo de libre mercado está
también la realidad humillante de la
deslealtad en la competencia.
Tres elementos básicos hay que
manejar en la competencia: costo,
calidad y presentación. Respecto al
costo de muchísimos productos es
justo desenmascarar la trampa de las
zonas francas de las que los grandes
beneficiarios son los países
desarrollados y poderosos.
Ellos logran en ellas el abaratamiento
de sus productos a base de salarios
bajísimos en los países del Tercer
Mundo y a base de eludir, en sus
propias naciones y en las que los
producen, altos impuestos que
encarecerían notablemente sus
productos. Impuestos que no pueden
eludir los productores autóctonos.
Pudiéramos también hablar, en casos
específicos del primer mundo, del
empleo explotador de mano de obra
de los ilegales con salarios bajísimos
que abaratan notablemente el costo
de sus productos.
También en el capítulo de las
extorsiones del costo del producto es
justo hablar del capital subyacente a
la producción. Está en primer lugar el
fondo disponible, escaso y a altos
intereses de los pueblos del Tercer
Mundo y abundante y a intereses
aceptables en los pueblos del Primer
Mundo, gracias en buena parte a la
evasión de capitales nacionales de
ese Tercer Mundo al Primer Mundo
por razones objetivas de estabilidad
política y económica pero de
deletéreas consecuencias para los
países subdesarrollados.
En este capítulo el drama de América
Latina y nuestro respecto a los
Estados Unidos es gravísimo y creo
que no ha sido ponderado en toda su
profundidad y repercusiones futuras.
Respecto a la calidad de los
productos, la extorsión del Mercado
libre es aún mayor. La calidad de los
productos depende hoy y en el futuro
seriamente de la tecnología. El
rezague en ella determina
inexorablemente en el futuro la salida
o perpetuación en la pobreza. Es
imposible entrar hoy en un Mercado
competitivo si se opera con técnicas
ya anacrónicas no sólo en la
producción sino en la
comercialización.
La profunda y rápida evolución
tecnológica de las últimas décadas ha
provocado una transformación radical
del eje de acumulación de beneficios,
centrada ahora en la intensidad y
extensión del conocimiento y no tanto
en la intensidad y extensión del
capital productivo y aun financiero, y
en los nuevos métodos de gestión
global, producto de las
telecomunicaciones, informática y
transporte que han creado una área
de acumulación, denominada flexible,
la cual permite concentrar los
beneficios en eslabones
intersectoriales de financiamiento,
producción, comercialización y
servicios especializados.
Esta revolución tecnológica y la
acumulación de conocimientos,
concentrada en un grupo privilegiado,
ha provocado un hecho histórico
incuestionable hoy: la centralización
del poder tiende cada vez más a
reducirse a un número pequeño de la
población mundial y de países
concretos, lo cual determina una
concentración real y palpable de
poder económico, financiero,
tecnológico, político y aún militar en
un grupo reducido. Jamás en la
Historia se había producido un
fenómeno como este, un
agudizamiento tan profundo como el
actual entre el Norte (20% de la
población mundial) y el Sur (80% de
esa población).
La Tecnología de punta es capaz
hoy, por ejemplo, de lograr la misma
unidad productiva con menos materia
prima y en un tiempo
significativamente menor,
consiguiendo de esta manera una
reducción permanente de costos y un
detrimento estructural en los términos
de intercambio entre el Norte y el Sur,
países con tecnología avanzada ellos
y países con tecnología anacrónica
nosotros.