EL SIGNIFICADO DE “VER”

La Iglesia de Dios de la Fé de Jesús Tomo: III, No. 109 ¿Jesucristo será visto otra vez literalmente? ¿Ver a Dios es posible? ¿Cuál es la forma de ver al Señor? ¿Cómo lo han visto los santos y profetas? ¿Existe otra forma de visión? ¿Es posible que tras la letra de la biblia haya cosas de naturaleza espiritual más importantes? ************************************************************************ La biblia es el libro de Dios. Por ese hecho, lo más importante de su mensaje es de naturaleza espiritual. VER A DIOS, VER A JESUCRISTO, son cosas que serán decepcionantes para quienes lo crean y lo esperen a la letra. No todo lo que el sagrado libro dice tiene su realidad en la letra. Ahí mismo está escrito: “La letra mata, más el espíritu vivifica” (2 Corintios 3:6). Y en esa misma página se asienta que AQUEL a quien predicamos, NOS HIZO MINISTROS DEL ESPIRITU DE LA LETRA. Así que quien lo HACE y entiende así; su ministerio cumple.

BIENAVENTURADOS LOS QUE VEN

Jesús dijo que hay quienes tienen ojos y no ven (Mateo 13:13,14). Ver a Dios es una dicha condicionada y reserva da para quienes han limpiado su corazón. “Bienaventurados los de limpio corazón porque ELLOS VERAN A DIOS” (Mateo 5:8). Esto indica que pocos, muy pocos, gozan del placer de ver verdaderamente. Los Lamas del Tíbet hablan de un “Tercer ojo” que les permite ver lo que no ven los demás. Los cristianos gozamos de otra forma de visión que trasciende el mundo material y nos devela el rostro de Dios y nos descubre los arcanos de su verdad y voluntad. “Y te daré los tesoros escondidos y los secretos muy guardados...” (Isaías 45:3). Esta visión no puede ser adquirida si no se nace otra vez. “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3) Por eso casi todos esperan que el reino venga, ya que nunca lo han visto y por tanto, persisten en la espera. Jesús dejó establecido su reino entre los hombres, para introducir ahí a quienes son rescatados de las tinieblas donde no hay luz ni visión (Lucas 17:21 y Colosenses 1:13). Muchos hay que dicen ver, pero “no han visto a Dios ni le han conocido” (1 Juan 3:6). Su ceguera se descubre cuando hablan de Dios y de cosas de él que hoy son realidades vigentes y que para ellos son

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todavía esperanza que no se ha realizado. Jesús dijo a gentes de este tipo: “Yo he venido a este mundo... para que los que no ven vean, y los que ven sean cegados”. Y ciertos fariseos que estaban con él le preguntaron: ¿Somos nosotros también ciegos? Y les dijo: Si fuerais ciegos no tuvierais pecado: más ahora PORQUE DECIS VEMOS, por tanto, seguís en pecado” (Juan 9:41). En cambio, a los suyos que le habían creído dijo: “Bienaventurados vuestros ojos porque ven” (Mateo 13:16). Este grandioso privilegio es lo que pretenden ofrecer estas cuantas líneas, porque está escrito que los que aman a Dios podrán ver lo que otros ni siquiera han imaginado (1 Corintios. 2:9).

VIENDO AL INVISIBLE

Al gran Moisés que quiso ver a Dios se le dijo: “No podrás ver mi rostro: porque no me verá hombre y vivirá” (Éxodo 33:20). Sí; a Dios nadie le ha visto ni le verá jamás con los ojos de carne. En cambio, desde que Moisés salió de Egipto pudo ver a Dios de otro modo (Hebreos 11:27). Y se dió testimonio de que Dios le conoció “CARA A CARA” (Deuteronomio 34.10). Juan dijo: “A Dios nadie le vió jamás” (Juan 1:18). “Ninguno vió jamás a Dios” (1 Timoteo 6.16). Esto es lo que deben considerar seriamente quienes se aferran a la idea de verlo con sus ojos de carne, sin entender lo que significa aquello de “TODO OJO LE VERA”. Los que se encierran en las palabras de Job sin encontrarles salida, NO VEN la contradicción en que ponen a Job contra el Señor y Pablo. Diga usted si no, Job dijo: “He de ver en mi carne a Dios y mis ojos le verán y no otro” (Job 19:26,27). El Señor aseveró: “No me verá hombre y vivirá” (Éxodo 33:20). Y Pablo aseguró: “Que habita en luz inaccesible a quien ninguno de los hombres ha visto NI PUEDE VER” (1 Timoteo 6:16). La contradicción se acaba cuando VEMOS que Job habla de verlo en “su carne” después de “deshecha su piel”. Es decir, por sí mismo. Job desea dejar “esculpido” en piedra el testimonio de su fe en que él lo vería y NO OTRO, aunque sus riñones y su piel fuesen “deshechos”. Aclaremos: La biblia nos habla de diferentes tipos de carne, así como de cuerpos terrestres y celestiales. “Toda carne NO ES LA MISMA CARNE... Y HAY CUERPOS CELESTIALES Y CUERPOS TERRESTRES...CUERPO ANIMAL Y CUERPO ESPIRITUAL” (1 Corintios. 15.39,40,44). Así Job habla de sus dos naturalezas, la física y la que tendría después de que la física se deshiciera. “Después de deshecha esta mi piel”. Aquella que podían sus amigos ver y tocar. “Aunque mis riñones

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SE CONSUMAN dentro de mí”. Alude a su carne terrena que sabía sería consumida. Aunque esta se consumiera o acabara, EL VERIA A DIOS. Es en síntesis la misma esperanza y seguridad NUESTRA. Él sabía que vería al Señor en SU CARNE CELESTIAL o CUERPO ESPIRITUAL, después de desaparecida su piel y sus riñones. Y lo vería con “sus ojos” aunque los de su carne sean polvo. Tal y como lo dijo Juan (1 Juan 3:2): “Le veremos como él es PORQUE SEREMOS SEMEJANTES A EL”. Pero regresemos a la forma de ver HOY al Señor. Recuerde que él dijo: “Bienaventurados vuestros ojos porque ven”. Pero no se refería a los ojos del rostro. David declaró: “Yo en justicia veré tu rostro CUANDO DESPERTARE A TU SEMEJANZA. (Salmo 17.15). Esto demuestra que hay dos tiempos de ver al Señor AHORA Y EN LA RESURRECCION. Y al saber esto podemos distinguir cuando la biblia habla de ver en esta vida o después. Entonces versículos como (Apocalipsis 22:4) cobran su verdadero sentido y significación de vigencia y actualidad.

COSAS QUE OJO NO VIO El Señor dijo “...EL MUNDO NO ME VERA MAS”, pero que los suyos si le verían. Y esto no en el futuro como todos creen, sino ahora y desde que el cristiano acepta la palabra de Dios (Juan 14:17,19 y su contexto). VER al Señor es percibirlo, es conocerlo, comprenderlo y acatarlo. LA PERCEPCION del entendimiento ES una forma de VISION SUPERIOR. Es un sentido espiritual que ve y conoce al Señor en sus distintas manifestaciones y da la comprensión de lo espiritual, estableciendo la diferencia entre EL QUE VE Y EL QUE NO PUEDE VER, aunque mire con sus ojos de carne (1 Corintios. 2:14). El hombre natural NO PERCIBE y no puede entender lo que es espiritual.

LOS OJOS DEL ESPIRITU Los ojos que ven al Señor son “los ojos del entendimiento” (Efesios 1:18). Estos ojos son ciegos hasta que Dios los alumbra, quien los cegó es el Dios de este siglo (2 Corintios 4:4). La labor del predicador es “ABRIR SUS OJOS” para sacar a los ciegos de las tinieblas del error (Hechos 26:18). Los réprobos sólo pueden ver al Señor en su manifestación de ira, de poder y fuerza contra ellos, como pasó con Jerusalem en su destrucción (Lucas 19:41-44 y 21:20,27).

TODO OJO LE VERA “Más al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que enarrar mis leyes

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y que tomar mi pacto en tu boca?” (Salmo 50:16). Esto significa que la palabra de Dios no es para todo mundo como enseñan muchos desorientados predicadores. Recuérdese que Israel fue el depositario del viejo pacto o Testamento. (Romanos 3:2). Y que las epístolas del Nuevo Testamento tuvieron por destinatarios a los hermanos Romanos, Efesios, Filipenses, etc. Así, el Apocalipsis se escribió exprofeso para las siete iglesias de Asia (Apocalipsis 1:11). Por eso dice que era “para revelar A SUS SIERVOS las cosas QUE DEBEN SUCEDER PRESTO” (verso 1). Entendido esto: Es fácil ver que “todo ojo”, es exclusivamente los ojos de sus siervos los hermanos conversos de los días de Juan. Por cierto, que este versículo nada tiene que ver con los cristianos de hoy dado que la promesa o más bien la advertencia era como ya vimos para los cristianos y “los que le traspasaron”. Finalmente, la consecuencia de verle sería esta: “Y todas las tribus (no linajes ni naciones como se lee ahora en las biblias adventistas y escatológicas) SE LAMENTARÁN SOBRE EL”. Curioso por cierto es, que en esta venida se dé más importancia a las actitudes de los enemigos que a lo que pase con los cristianos, la actitud de estos es totalmente ignorada. ¿Será acaso porque esta venida no tiene que ver nada con ellos? ¿Por qué los lamentos? ¿Quiénes son “los que le traspasaron?” ¿Quiénes son las tribus de la tierra? ¿Por qué viene CON las nubes y no ENTRE las nubes? ¿Son reales o figuradas estas cosas? Todo esto se explica en el tema “TODO OJO LE VERA” que usted puede solicitar a la dirección de e.m.i.d.

Dios os conceda la revelación de su gloria, Amén.