El Turismo de Merkel

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El turismo de Merkel Sé que hablar mal de Europa tiene la asignación automática de euroescéptico, algo así como un zombi político que encarna lo más retrógrado de la política de cada país. Pues vamos a ello, a que cuelguen esta nueva etiqueta, la Europa del euro es un auténtico fracaso que empobrece a su ciudadanía y que está provocando en sus países el mayor retroceso histórico jamás conocido durante épocas de paz. La Alemania de Merkel, esa presidenta que vino a Santiago de Compostela, según la prensa alemana, a llamar al orden a Rajoy por sus incumplimientos, lleva marcando el paso de Europa durante años y tiene un absoluto carácter hegemónico en la zona euro. Atrás quedó la esperanza socialista de Francia como contrapeso y hoy –esto en Francia no se perdona- París rinde pleitesía y acata las órdenes que le llegan desde Alemania. Quizás el problema de Europa se llame Alemania, no sería la primera vez. En Alemania hay más de siete millones de trabajadores precarizados que no cobran más de 450€ al mes, son los famosos minijobs, y, con perspectiva de veinte años, parece que toda Europa tiene que cargar con los gastos y las consecuencias de la reunificación alemana de los 90. Alemania dicta normas al resto de Europa de acuerdo a sus intereses y sus problemas internos. La última medida, contraria a todo el espíritu europeo de la libre circulación, ha sido la de expulsar de Alemania a los trabajadores extranjeros que estén seis meses en paro. Es curioso, libre circulación de dinero y de mercancías, pero no de personas. El círculo vicioso lo acaba de cerrar Angela Merkel y me explico. Alemania ha forzado una política de austeridad y de recortes en toda la zona euro que ha provocado el aumento del paro, la precariedad laboral y la pérdida de derechos en los países europeos del sur, lo que, a su vez, ha llevado a la emigración de millones de jóvenes de estos países hacia la Europa central, a los que hoy se les cierran las puertas. Terminar con el “turismo social” le han llamado en Alemania; les da vergüenza hasta llamar a las cosas por su nombre. Marcos Quijada

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El turismo de MerkelS que hablar mal de Europa tiene la asignacin automtica de euroescptico, algo as como un zombi poltico que encarna lo ms retrgrado de la poltica de cada pas. Pues vamos a ello, a que cuelguen esta nueva etiqueta, la Europa del euro es un autntico fracaso que empobrece a su ciudadana y que est provocando en sus pases el mayor retroceso histrico jams conocido durante pocas de paz. La Alemania de Merkel, esa presidenta que vino a Santiago de Compostela, segn la prensa alemana, a llamar al orden a Rajoy por sus incumplimientos, lleva marcando el paso de Europa durante aos y tiene un absoluto carcter hegemnico en la zona euro. Atrs qued la esperanza socialista de Francia como contrapeso y hoy esto en Francia no se perdona- Pars rinde pleitesa y acata las rdenes que le llegan desde Alemania.Quizs el problema de Europa se llame Alemania, no sera la primera vez. En Alemania hay ms de siete millones de trabajadores precarizados que no cobran ms de 450 al mes, son los famosos minijobs, y, con perspectiva de veinte aos, parece que toda Europa tiene que cargar con los gastos y las consecuencias de la reunificacin alemana de los 90. Alemania dicta normas al resto de Europa de acuerdo a sus intereses y sus problemas internos.La ltima medida, contraria a todo el espritu europeo de la libre circulacin, ha sido la de expulsar de Alemania a los trabajadores extranjeros que estn seis meses en paro. Es curioso, libre circulacin de dinero y de mercancas, pero no de personas. El crculo vicioso lo acaba de cerrar Angela Merkel y me explico. Alemania ha forzado una poltica de austeridad y de recortes en toda la zona euro que ha provocado el aumento del paro, la precariedad laboral y la prdida de derechos en los pases europeos del sur, lo que, a su vez, ha llevado a la emigracin de millones de jvenes de estos pases hacia la Europa central, a los que hoy se les cierran las puertas. Terminar con el turismo social le han llamado en Alemania; les da vergenza hasta llamar a las cosas por su nombre.Marcos Quijada