El+Ameriñol
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“EL AMERIÑOL” (El español americano)
SAPATO SÍ... ZAPATO NO
Versión normal a 1 ½ espacio, letra 12
Revisión final, 20 de enero de 2007.
(Otra revisión 4 de marzo de 2010)
R. IZAGUIRRE S.
DATOS LEGALES:
ISBN: 978-9868-47-027-8Título: “El Ameriñol”Autor: Ricardo Izaguirre Santamaría.Dirección electrónica: [email protected]ón postal: Apartado 7647-1000, San José, Costa RicaTeléfono: 2286-3522 Celular: 8342-4855Revisión filológica: Celina Izaguirre Sarkís.Hecho el depósito de LeyDerechos de autor anotados el 8 de setiembre del 2006bajo el número 6780, tomo XIV, folio 172 del Registro de la propiedad intelectual de la República de Costa Rica.
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INDISE
TITULO 1 DATOS LEGALES 2 INDISE 3 DEDICATORIA 5 PROLOGO 7 REGLAMENTARISMO 23 ACLARASION SOBRE LA GRAMATICA 31 EL LENGUAJE 35 SU MAJESTAD LA PALABRA 37 LA ORASION 39 LA FONETICA, CAUSA DEL PROBLEMA 43 BASES DEL AMERIÑOL: LA SINPLIFICASION 47 SINPLIFICASION DEL ABESEDARIO 53 EL GRUPO C-S 59 EL GRUPO J-G 61 El GRUPO Y-Ll 63 M antes de B y P 65 LA LETRA H 69 LA LETRA K 73 LA LETRA V 75 LA LETRA W 83 LA LETRA X 85 LA LETRA Z 89 EL INGLES 93 LA SILABA 97 SINPLIFICASION DE PALABRAS 99 EL ASENTO 107 FALTA DE SIGNOS 133 UN DICSIONARIO MUY GORDO 135 INISIO DE LA BARRERA IDIOMATICA 151 LA GRAMATICA 157 EL SUSTANTIBO 163 EL NUMERO 167 EL JENERO 175 ADJETIBO 183 EL INGLES 185 EL BERBO 195 EL BERBO ABER 207 FORMAS NO PERSONALES DEL BERBO 217 ADBERBIO 221 ADORNOS Y CONECTORES 225 LA ORTOGRAFIA 231 INPROPIEDAD 239 BARBARISMOS 245 BARBARISMOS ORTOGRAFICOS 249 ESTRANJERISMOS 257 LENGUAJES INTIMIDATORIOS 267
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ARCAISMOS 271 SOLESISMOS 275 CONCORDANSIA ENTRE EL ADJETIBO Y EL SUSTANTIBO 277 USO DE LAS PREPOSISIONES 283 BULGARISMOS 295 ANFIBOLOJIA 309 NEOLOJISMOS 325 BIBLIOGRAFIA 329
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DEDICATORIA
A todos los americanos hispanoparlantes que durante tantos años han sido torturados por
la Gramática española y su poco amigable ortografía. A esos millones de estudiantes
americanos que han tenido que padecer la injusticia de un idioma cuya escritura difiere de
nuestra fonética. A esas multitudes de niños escolares que han sufrido la arbitrariedad de
tener que escribir Zapato y CienCia, a pesar de que sus maestros les dictan Sapato y
SienSia. A los muchos escritores frustrados que por miedo a las Reglas de la Gramática y la
ortografía, se han privado de brindar al mundo una vasta producción literaria. A todos ellos el
Ameriñol les ofrece un camino práctico, lógico y sencillo para superar esta anormalidad que nos
pone en desventaja a los que nacimos en América.
El Ameriñol podría ser algo así como el último grito de Independencia de los
latinoamericanos. No más subordinación ante las Reglas de la Academia Española o su
Diccionario, pues es claro que muchos de los preceptos indicados por esta no calzan con la forma
de hablar del latino. Aquí pronunciamos un español que difiere del de los peninsulares, y
además, somos quinientos millones de ameriñoparlantes, lo cual nos da el derecho de formular
las reglas del juego idiomático, al menos las que nos han de regir a nosotros; somos más de diez
a uno en relación con los españoles, por lo tanto, tenemos la mayoría y la capacidad para decidir
qué es correcto o no en Ameriñol. Hemos alcanzado la edad suficiente para determinar por
nosotros mismos de qué forma dirigimos los asuntos relacionados con la manera como
vocalizamos, lo cual hace inadmisible que un grupito de personas, desde Europa, nos digan a
tantos americanos cómo hacerlo.
La propuesta que hacemos en este libro es muy simple: los latinos tenemos que hacernos
responsables de nuestro destino en todos los aspectos, y uno de ellos es el idiomático. No
tenemos por qué depender de ninguna Academia extranjera, pues solo nosotros conocemos la
realidad dentro de la cual nos desenvolvemos: necesidades, nivel de analfabetismo y pobreza y
toda la cola de males que hacen utópicos los sueños de desarrollo. Las prioridades de nuestros
pueblos nada tienen que ver con la Gramática y sus reglas, las cuales se han convertido en pesos
muertos que mantienen frenado el despegue económico-cultural de la América Latina. Y aunque
esta afirmación parezca exagerada, no lo es, pues si tenemos alguna noción de los millones de
alumnos que han sido “aplazados” y frustrados por el “Español” en escuelas y colegios,
podríamos empezar a comprender la enormidad del problema que significa un idioma tan
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reglamentista, hosco y agresivo con todos aquellos que tienen que enfrentarse a él. Y vean que
se utiliza la palabra enfrentar y no otras como estudiar, disfrutar, comprender, degustar...
Es por eso que para solucionar el problema del español, hacemos la propuesta del
Ameriñol, lengua que ya existe y que lo único que demanda de la población americana es su
reconocimiento oficial y que se familiaricen con su escritura. Con todo cariño los invitamos a
que nos sigan en esta aventura que habrá de liberarnos de la intolerancia del español y sus
rígidos y anticuados esquemas reglamentaristas.
El Ameriñol les enseñará el camino para escribir como hablamos, a simplificar la lengua
y a eliminar la multitud de reglas que hacen del idioma español una agresión permanente en
contra de los ameriñoparlantes. El Ameriñol les recuerda que todo lenguaje solo tiene un
objetivo: comunicarnos. Y con ese exclusivo propósito, sometemos a su escrutinio la tesis que
se expone en las páginas de este libro. Denos el beneficio de la duda, y embárquese con nosotros
en este apasionante periplo.
Desde aquí hasta el título “El grupo C-S”, escribiremos en español tradicional; luego
empezaremos a utilizar el Ameriñol en forma progresiva. Pero además, iremos introduciendo
algunas formas novedosas que servirán para que los lectores se vayan familiarizando con la idea
de que pueden hacer lo que quieran con el idioma; que es nuestro y que tenemos el derecho y la
posibilidad de participar en su evolución sin que nadie nos regañe, se burle de nosotros o nos
trate de bárbaros. Que se diviertan... esa es la idea del Ameriñol.
SAPATO SÍ... ZAPATO NO
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PRÓLOGO
EL CULTO EXAGERADO A LA FORMA DEL IDIOMA.
Primero debemos aclarar el título de este libro: “AMERIÑOL”, palabra que resulta de la
fusión de dos términos: AMERIcano y espaÑOL, con el cual habremos de referirnos al idioma
fonético que hablamos los habitantes de América.
Para todos los latinos hay una cosa muy clara que no requiere explicación, y es el hecho
que nosotros hablamos el español de manera diferente a como lo hacen los hispanos. La forma
como articulan ellos calza bastante bien con la ortografía de ese idioma, pero para nosotros hay
diferencias fonéticas que se convierten en una anormalidad perjudicial. Esa manera distinta,
hace que la ortografía española se convierta en nuestra enemiga, obligándonos al dominio de dos
lenguas: la oral y la escrita. Y eso coloca a la población latina ante un dilema complejo: tener
que escribir de una manera distinta de como articulamos; nos vemos obligados a escribir Zapato,
a pesar de que todos en América decimos Sapato, lo cual es un absurdo no debe continuar.
La propuesta que hacemos a los ameriñoparlantes es darle a la lengua oral el equivalente
gráfico que nos ubique en una posición de igualdad ante los ibéricos. Es un intento por
abandonar la subordinación que los gramáticos y hombres de letras siguen profesando al español
peninsular, a pesar de las diferencias de pronunciación que hay entre latinos e ibéricos. Tenemos
derecho de escribir el Ameriñol como lo parlamos y no como lo hacen los hispanos. Si digo
SarSa, no tengo por que escribir ZarZa. Si decimos Sapote y Sapato, no tenemos porque escribir
Zapote ni Zapato. La Z no existe entre nosotros. Además, la fuerza abrumadora del número que
somos los americanos, nos garantiza la libertad de formular una variante autóctona que se escriba
como la hablamos.
Desde luego que esta propuesta del Ameriñol no intenta crear un idioma diferente, pues
eso no es posible ni deseable sino que complicaría el problema, ya que nos obligaría a otro
comienzo, lo cual es un desperdicio. Se trata de establecer ciertas medidas que vengan a borrar
una serie de desajustes gramaticales que nos perjudican en forma notoria, sin que los académicos
y hombres de letras jamás hayan tomado alguna medida para acabar con ellos. En forma
obstinada han pretendido ignorar este problema como si no existiera, y han permitido que la
Academia Española nos imponga sus términos en cuanto al idioma se refiere, y en especial, en el
campo de la ortografía. Y es este el principal problema al que debe enfrentarse el americano en
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el uso de la lengua: la escritura. Es en ese terreno en donde el Ameriñol pretende hacer las
reformas que se irán planteando a los lectores a lo largo de este libro.
Ningún latino tiene problemas al llegar a España; tampoco ellos tienen dificultad para
hacerse entender de nosotros ni para comprender la variadísimas hablas vernáculas. Un
madrileño bien puede llegar a Venezuela, Cuba, México o Argentina y no tendrá ningún
inconveniente, salvo el natural de los regionalismos. Pero la esencia de la lengua, lo universal de
esta, es la misma en todo el mundo hispanoparlante. Así que ante ese hecho consumado no hay
vuelta atrás. Nuestro español es tan regular como el de ellos. No hay mejor ni peor, pero eso sí,
diferente en algunos aspectos que se tratarán en este libro. Sobre todo, en asuntos de fonética y
ortografía.
Es claro que hablamos un español un poco distinto; algo peculiar de los nacidos en
América. Mientras que los peninsulares dicen luZ, nosotros decimos luS. Ellos dicen Zanja,
CienCia y nosotros decimos Sanja y Siensia. Y allí es donde empieza a gestarse el problema que
nos ha llevado a la concepción del “Ameriñol”, que aunque atiende a la Fonética, se centra en el
aspecto ortográfico, el cual nos coloca en desventaja ante los españoles. ¿Por qué? Porque si a
un latino se le hace un dictado que contenga las palabras Zafarrancho, caCerola, bombaZo,
tendrá que escribirlas de memoria, como todo el vocabulario que conoce. ¿Por qué? Porque su
maestro le dirá: Safarrancho, caSerola, y bombaSo. En cambio si ese ejercicio lo ordena un
español a otro, le dirá: Zafarrancho, caCerola y bombaZo, haciendo una clara diferencia fonética
de la Z y la C con la S. Es lógico, entonces, que este individuo no puede equivocarse al escribir
esos vocablos. Pero ¿qué pasa con el latino? Pues que tiene que lidiar en dos frentes: con su
lengua que él domina de manera razonable; pero a la vez, con otro idioma cuya escritura es ajena
en muchos aspectos a su pronunciación natural. Y si esa desventaja técnica resulta difícil para
un adulto con cierta cultura, se convierte en una injusticia cuando se trata de niños de escuela o
colegio. Ellos no comprenden por qué se debe escribir Cielo si la maestra les dicta Sielo, de la
misma manera que Semento. Tal diferencia entre la articulación y la forma de escribir es una
irregularidad perjudicial para los americanos.
Adoptar una manera de escribir que sea natural y equivalente a la forma como hablamos,
es el objetivo principal de esta ponencia a la que hemos llamado “Ameriñol”. También está el
propósito de independizarnos de la Academia Española y sus disposiciones. Crear un
diccionario americano con el léxico esencial, y prescindir de gran parte de esa colección de
vocablos conocida como DRAE, un librote inmanejable que contiene cerca de CIEN MIL
PALABRAS que nadie conoce ni puede aprender.. Otro objetivo derivado de la emancipación
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lingüística es la posibilidad de incorporar al Ameriñol todas aquellas palabras útiles para la
mejor comunicación de las ideas. Debemos eliminar del Ameriñol las despectivas categorías de
“americanismo” y “extranjerismo” con ese sentido que suelen ser mencionadas por los
académicos.
Cualquier vocablo práctico que cumpla un fin útil, venga de donde venga, bienvenido sea
al Ameriñol, sin tener que pedirle permiso a la Docta para ver si lo aceptamos o no. Como
sánguche, campin, suiche, chatear, caché, cabaré, biyú, okey, zapinear, beibichagüer, chor,
(short) y una infinidad de términos cuyo sentido y precisión son insuperables. Somos muchas
personas que hablamos el Ameriñol con una riqueza y variedad tan asombrosa, que ni los más
imaginativos españoles podrían imaginar. Cada día inventamos multitud de voces de uso común
y válido en nuestras comunidades, lo cual nos da el derecho de considerarnos creadores del
lenguaje nativo o criollo, aunque este no sea aceptado por la Academia y lo tilden de parla
colonial o “americanista”.
Nosotros somos una especie de fábrica idiomática de donde sale infinidad de vocablos
cada día, muchos de los cuales enriquecen la lengua en forma permanente, mientras que otros
solo son modas pasajeras que desaparecen incluso en los mismos países que los inventan. Por
ejemplo, en Costa Rica se decía “pelleja” a la peseta (no a la moneda de España, sino a una de
veinticinco céntimos de colón), pero hoy solo los viejos saben ese significado que tuvo la
monedita de una “cora”. Lo mismo pasó con seriofe y seringa. El idioma es un ser vivo, que
nace y muere día a día, en una actualización permanente. Es por eso que el diccionario debe ser
un libro ágil, moderno y en continuo cambio. No un coleccionista de fósiles ni un inquisidor
intransigente ante los cambios y necesidades populares.
El Diccionario del Ameriñol, para cuya estructuración tenemos una propuesta concreta,
debe ser un libro tipo vademécum, manejable y en constante renovación, pues consideramos que
es una pérdida de tiempo, material, dinero y practicidad hacer una obra que recolecte palabras
que nadie sabe qué significan. Es por eso que en la proposición del Ameriñol sugerimos que
cada país debe tener una especie de catálogo provisional “casero”, en donde se registren los
“dichos” inventados por la gente, y del cual deben ser eliminados una vez que su uso
desaparezca del pueblo; debe tener páginas arrancables. Un repertorio de regionalismos que
solo le atañen al pueblo que los utiliza; porque ¿qué clase de absurdo es rellenar el DRAE con
infinidad de voces que solo son de uso cotidiano en determinados países? Por ejemplo, ¿a quién
le puede interesar en España o Costa Rica la voz guaraní urutaú, con la cual nombran en el
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noreste de Argentina un ave nocturna parecida a las lechuzas? Simplificación, es la clave mayor
en el Ameriñol.
Es inaceptable que las Academias americanas tengan que pedirle permiso a los españoles
para incorporar al idioma común, términos que son de uso continental y que todos entendemos a
la perfección. Ese es otro de los objetivos del Ameriñol: terminar con esa dictadura lingüística
que ha venido ejerciendo sobre nosotros la Academia, como si esta lengua fuera algo prestado
que no podemos desviar del uso que solo ellos pueden prescribir. Ahora el español nos
pertenece tanto como a ellos, y por eso, tenemos derecho a introducirle las variaciones que
hemos creado con el uso diario. Pero más importante todavía, para mantenernos al paso con el
progreso de la ciencia y la cultura. Hay miles de palabras técnicas y científicas que todo el
mundo utiliza en sus profesiones, pero que no han sido agregadas al DRAE.
Tenemos la obligación de modernizar el habla con la incorporación de todas las voces
útiles que vengan del inglés, que es utilizado no solo por una comunidad enorme, sino que es
aquel en el cual se publica lo último en todas las ramas del saber. Las personas que lo emplean
son los grupos sociales que marchan a la vanguardia del progreso científico. Entonces ¿por qué
ver las voces provenientes de USA con ese malestar con que lo hacen los gramáticos? ¿Por qué
recibir con esa incomodidad los términos que se filtran de esa lengua a la nuestra? ¿Y por qué
clasificar en forma despectiva como “anglicismos” esos vocablos específicos y de gran valor
cultural? El inglés es el presente y el futuro de la ciencia. Entonces, ¿por qué no enriquecernos
con él? ¿No es eso lo que el español ha hecho con el latín y el griego? Si los hispanos tienen un
resentimiento histórico en contra de los británicos, ese es su problema personal o patriotero que
no justifica nos impongan la ojeriza que le tienen a las palabras de ese origen. Y mucho menos,
que los americanos estemos sudando calenturas ajenas.
¿Qué aporte científico hemos recibido de los ibéricos? Nada o muy poco; en cambio, los
gringos son los que nos nutren de manera científica y cultural a través de las traducciones que
hacemos de su literatura. No tenemos por qué hacer causa común con los españoles en contra de
los anglos; ese malestar es cosa de ellos, de Gibraltar y de la Armada Invencible, pero eso nada
tiene que ver con nosotros, y no debemos revolver la practicidad lingüística con problemas
histórico-militares o confrontaciones ideológicas de los pueblos. Si el inglés es un buen modelo
para modernizar el Ameriñol, bienvenido sea. Pero la idea no es solo enriquecer nuestro idioma,
sino simplificarlo de manera que sea un vehículo mucho más eficaz para que cumpla el
propósito único de todo lenguaje: comunicarnos. Por desgracia la Gramática española es una
plomada para todos los ameriñoles; un peso que, sumido en el culto por la forma, impide la
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expresión espontánea del lenguaje escrito. Los americanos no podemos escribir “bien” por
culpa del reglamentarismo gramatical que nos agobia.
El aspecto ortográfico es uno de los principales lastres que el latino enfrenta cuando
quiere dedicarse a la escritura formal o profesional. Incluso para aquel que solo quiere
comunicar algo por escrito, se topa con un muro de dificultades que no puede resolver mediante
el sentido común, sino solo a través del conocimiento de una maraña de Leyes que, para escribir
“bien”, debe conocer a la perfección, tarea que puede llevarle una vida entera sin que llegue a
alcanzar su objetivo.
En el español formalista se ha perdido de vista el objetivo de la lengua, y nos hemos
convertido en vestales obsesivos de la rígida forma. Pero deberíamos recordar que esta no es
más que un medio para comunicarnos, y no un instrumento para causar dificultades. Los
gramáticos han hecho de la lengua un objetivo en sí misma. Saber y saber acerca de sus
misterios y recovecos con el único fin de demostrar qué tan compleja es, y cuánto sabe cada uno
de ellos acerca de sus insondables vericuetos. Pero ¿qué beneficios reales trae eso al ciudadano
común que solo la utiliza para comunicar sus pensamientos? ¿Qué ventajas le da la complejidad
lingüística a alguien que solo está interesado en asuntos cotidianos de la vida?
Desde siempre los abuelos nos han relatado cuentos, y para eso nunca ha hecho falta
saber cuántas partes tiene la oración o cuáles verbos son transitivos. Y las fábulas eran
bellísimas; las recordamos muy bien, pues estimularon nuestra imaginación hasta los terrenos del
mito y de las cosas lejanas de nuestro origen. Y nadie se fijaba si eran correctos desde el punto
de vista de la gramática. Solo se decían con las palabras que estaban a la disposición del que lo
hacía; sin que importara la sintaxis, la concordancia o que los gerundios no estuvieran bien
empleados. A ningún niño le causaba molestia alguna que se atravesara uno que otro hipérbaton
en el discurso, y si un tiempo verbal no estaba “bien” empleado, ningún jovencito se daba
cuenta. Solo captaban el sentido del mensaje, sin importar mucho la envoltura. La literatura no
debe ahogarse en un mar de Gramática, que es lo que nos está pasando en la América Latina.
Según El Esbozo:
1.1.1. Signo lingüístico. “Lengua y habla. Segmentos y prosodemas. A) Todo acto de
elocución en una lengua dada es susceptible de ser analizado, por los que la hablan, en una
o varias imágenes o secuencias acústicas mínimas, idénticas o diferentes entre sí, cada una
de las cuales se corresponde con un contenido significativo. La imagen acústica
(significante) y el contenido significativo (significado) constituyen el signo lingüístico. Los
diferentes signos de una lengua forman repertorios extensos y abiertos. El signo o cada
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uno de los signos de que se compone una emisión oral es analizable, a su vez, en unidades
acústicas mínimas, idénticas unas a otras o diferentes entre sí, llamadas sonidos (signos de
signos). Los diferentes sonidos de una lengua constituyen un repertorio reducido y
cerrado. No existe ninguna lengua en la que, a cada significado diferente, corresponda
como significante un signo único y diferenciado. El relieve acústico individual de cada
signo depende de la manera de combinarse en él esos elementos primeros que son los
sonidos.” Esbozo de la Real Academia de la Lengua Española.
¿Se necesita saber todo eso para escribir o leer uno de los libros de Corín Tellado, García
Márquez, Isabel Allende, Gioconda Belli, Angeles Mastretta, Marcela Serrano o Miguel de
Cervantes y Saavedra? Es posible que ninguno de estos escritores sepa o haya sabido esos
tecnicismos, y eso no impidió que escribieran y dijeran lo que tenían en la mente. No saber tanta
minucia acerca de la Gramática no ha sido impedimento para que hayan escrito bellísimas obras
que todos entendemos a cabalidad. Nuestros miedos, alegrías, ilusiones, amor y felicidad, sin
importar que estén mal escritos o que no sepamos qué es ni dónde va la coda, la cima o cabeza
de una sílaba. O que tal letra sea oclusiva o fricativa, abierta o cerrada; o que se articule con la
punta de la lengua y los dientes, o con las orejas y el bigote.
No es que sea malo rendirle cierta dedicación y cuidado a la manera de expresarse, bien
sea en forma oral o escrita, pero en lo que hemos convertido el idioma es una especie de necedad
sin más propósito que el de demostrar qué tan hábiles somos en el dominio del infinito número
de tretas y reglas que plagan el español. Todo mensaje es emocional, y demasiadas normas lo
entorpecen y deforman. Y esta manía reglamentaria nos ha dividido a los que hablamos este
bello idioma en varios grupos: cultos, familiares, vulgares y rústicos. Además, en dos grandes
bandos: americanos y españoles. Estos, tratando de demostrar que son los dueños del idioma, los
que tienen que velar por su pureza, imponiéndonos desde España la “forma correcta cómo se
debe hablar y escribir”. Y los académicos criollos, con mente subordinada, intentando probar
que somos capaces de hacerlo mejor que ellos, o por lo menos, de igualarlos.
Un pugilato inútil y sin sentido que nos ha hecho caer en esa fosa en donde lo único que
cuenta es la capacidad que hemos desarrollado para conocer toda clase de trucos gramaticales
que a nada conducen. Pero lo que talvez sea más dañino desde el punto de vista cultural para los
americanos, es la subordinación en la que hemos permanecido en relación con la lengua. Es
inadmisible que tantos americanos, tengamos que esperar que la Academia Española dicte las
normas bajo las cuales debemos hablar y escribir para estar dentro de lo “correcto”. Millones de
ameriñoparlantes tenemos que aguardar a que la Venerable les dé su aprobación a palabras que
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son de uso cotidiano en nuestras vidas. ¿Por qué? Nosotros somos más que ellos y, además,
tenemos una riqueza de vocabulario que los académicos españoles ni siquiera pueden imaginar.
Deberíamos imitar el ejemplo de los gringos, pues ellos no siguen ninguna disposición
británica en cuanto a su lengua; y todo término que les sirve lo incorporan a su vocabulario sin
importarles un bledo de donde provenga. Si es útil, lo usan, como “taco” o “burrito”, sin
cuidarse de cómo las pronuncian. La forma como los yanquis han manejado ese asunto es el
modelo que debemos imitar, en lugar de estar en ese jueguito infantil en relación con los
españoles. Pero lo peor de todo es la disposición servil que tenemos en cuanto a la Academia, a
pesar de que ellos son apenas cuarenta millones de personas que no hablan bien el español, y que
ni siquiera lo hacen de una forma homogénea en todo su país.
Muchos académicos peninsulares tienen la manía de menospreciar la manera como
hablamos cuando se refieren a los términos que inventamos con el despectivo mote de
“americanismos”; y nosotros, gozamos burlándonos de la forma cómo articulan ellos. Nos da
risa cuando dicen “fuogo” por fuego, o “juogo” por juego; o bien cuando usan “Alántico” por
Atlántico. Pero ese inmaduro proceder no solo se da entre hispanos y americanos, sino también
entre nosotros los latinos. Los colombianos creen que hablan mejor español que los
venezolanos; los guatemaltecos creen lo mismo en relación con los otros centroamericanos. Los
ticos creen que lo hacen mejor que los nicas; y estos piensan lo mismo en relación con los
hondureños. Y no hay quien no se burle de los antillanos porque dicen “puelta” y “cuelpo” por
puerta y cuerpo. Pero ¿a dónde nos conduce esta ingenua conducta basada en un patrón que
nada tiene que ver con la forma “general” como hablamos el Ameriñol? ¿Qué es mejor o peor
español entre nosotros? ¿El que más se parece al que hablan los ibéricos? ¿Y cuáles españoles?
¿Los andaluces, los madrileños o los vascos?
El Ameriñol nada tiene que envidiarle al español peninsular. No tenemos razón alguna
para convertirlo en modelo. Nosotros somos americanos y la modalidad idiomática latina es un
milagro de supervivencia, pese a todas las tragedias que hemos pasado como pueblos. El
Ameriñol no es una lengua monótona y uniforme con las disposiciones de la Academia, sino que
es un lenguaje variadísimo y rico en toda clase de matices que llegan a los límites de lo
indefinible de manera gramatical. Ese juego de la competitividad con España es algo que no nos
lleva a parte alguna, y es por eso que el Ameriñol lo hace a un lado y trata de fijar una filosofía
continental en cuanto a la forma de ver la lengua, de tal suerte que en lugar de ser un elemento
disgregador, se convierta en la amalgama que los latinos necesitamos para alcanzar el destino
común al que estamos obligados.
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La modalidad de hablar de cada pueblo es un hecho irreversible contra el cual nada se
puede hacer. Ni la escuela, ni el colegio o universidad pueden hacer nada para cambiarlo (cosa
que tampoco es deseable); entonces, ¿qué es lo que procede? Sencillo: adecuar la ortografía en
aquellos aspectos que no alteren el significado original de las palabras. Que estas no se hagan
ininteligibles para los otros miembros de la comunidad Ameriñoparlante o, incluso para los
españoles. Si un cubano nos pide una “hambujguesa”, es entendible el término, por lo tanto, no
hay por qué tildarlo de rústico. Esa es la forma cómo ellos usan su Ameriñol. Y si un argentino
nos dice que el cabayo “Saltarín” ganó la carrera al final, todos comprendemos de qué animal se
trata. Ni la Academia ni el DRAE, ni todos los maestros de gramática harán que estos
ciudadanos cambien su forma de pronunciar. Y nos estamos refiriendo a dos pueblos con los
más altos índices de escolaridad en América. Entonces, ¿qué se puede esperar de aquellos en
donde el analfabetismo llega a porcentajes de escándalo, y la única educación que reciben los
niños y jóvenes es la proveniente de padres igual de analfabetos?
Es por eso que el Ameriñol es permisivo con la manera de conversar de los habitantes de
cada país, tolerancia que debe ser extensiva a la escritura. Está bien que no se acepte escribir
“hambujguesa” como dicen los cubanos, pero debe existir cierta indulgencia con el populacho,
pues no es justo colocar en “situación de error ortográfico” a un niño que habla como lo hacen
sus mayores desde siempre. Tampoco es equitativo que tenga que escribir con otras reglas
prosódicas que difieren de su habitual manera de pronunciar. ¿Por qué debe escribir Zapato
si él oye y pronuncia Sapato?
Por desgracia hemos convertido esta bella lengua común en un fin en sí misma. Cada
persona de las llamadas cultas estudia el español no para comunicarse mejor y más rápido con
sus semejantes, sino para “apantallar” a estos con toda clase de palabras que, cuanto más
desconocidas sean para sus interlocutores, mejor. Utilizamos el castellano como medio para
impresionar a los demás y demostrarles qué tan cultos somos o cuántos vocablos raros forman
parte de nuestro léxico. Lo que en el habla común le decimos “palabras de dominguear”.
Así, el idioma se transforma en un objetivo que está por encima de su finalidad. Si
alguien afirma: “Comió de gratis”, los que saben esbozan una sonrisa burlona aunque hayan
entendido. Los que conocen que existe una regla que manda usar solo “gratis”, se consideran
con cierto derecho de censurar a quien no la pone en práctica y le agrega el “de”. Tal tipo de
manía forma parte de lo que llamamos culto a la forma, y es una de las tantas majaderías que
plagan el español. Olvidamos la finalidad del habla y nos concentramos en el dominio de las
reglas y trucos de este, como si estos fueran lo principal. En relación con esa frase, el
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“Diccionario de dudas” de Manuel Seco indica: “Sin pagar”. También nos aclara que podemos
usar el término como adjetivo invariable o como adverbio. Y remata la explicación reglista
diciéndonos que: “Es vulgar la forma de gratis”. Y nos remite a las Apuntaciones de Cuervo.
Es decir, con una regla y la autoridad de otro gramático, evade una respuesta de por qué es
incorrecto “de gratis”, a pesar de que todo mundo entiende, bien sea que digamos “Comió
gratis” o “comió de gratis”. Pero no nos señala el porqué. Solo nos receta una regla que se
ampara en otra.
Eso significa que si decimos “de” gratis, nos convertimos en personas vulgares aunque
tengamos un título universitario y seamos individuos de buena y esmerada conducta. Pero ¿no
somos todos parte del vulgo? El venerable DRAE afirma en varias acepciones acerca de Vulgar:
1) Perteneciente al vulgo, 2) Común o general, por contraposición a especial o técnico. 3) Que
es impropio de personas cultas o educadas. 4) Aplícase a las lenguas que se hablan actualmente,
en contraposición de las lenguas sabias. (¿?). 5) Que no tiene especialidad particular en su línea.
Al parecer, el señor Seco se refiere a la tercera acepción del diccionario. Pero existe
cantidad enorme de personas con profesiones universitarias complejas que utilizan la forma “de
gratis”, sin que esto afecte sus vidas para nada o dejen de ser estupendos talentos en lo suyo.
Decir “de gratis” es de lo más común en todos los niveles populares. Gentes con muchos y
variados títulos académicos que las calificarían como individuos educados, usan el “de gratis”,
pero según don Manuel Seco, si usan la forma de gratis, debemos juzgar a estas personas como
no educadas. Es decir, no saber un simple truco lingüístico (de los millones que hay en español),
nos ubica dentro de esa peyorativa categoría de “vulgo”.
Y a propósito de reglas, el DRAE incurre en una categorización un poco rara en su cuarta
acepción cuando nos manifiesta que vulgares son las lenguas actuales, en contraposición a “las
lenguas sabias”. ¿Y cuáles son esas lenguas sabias? Si la clasificación tan solo es romántica e
histórica talvez sea aceptable; pero si se refiere a sabiduría de verdad, entonces resultaría que las
modernas son las sabias de verdad, ya que no solo engloban a las antiguas, sino que han logrado
un desarrollo cultural como ninguna del pasado (quizás a excepción del sánscrito) soñó jamás
alcanzar. Demasiado autoritarismo auto conferido puede llevar a percepciones erróneas de parte
de la Academia. Lo mismo sucede cuando alguien dice: “Según él” o “según yo”, porque hay
otra norma que afirma que eso es incorrecto. Debe ser “según sus cuentas” o cualquier otra
forma que esté de acuerdo con las reglas, sin importar que hayamos entendido bien lo que esa
persona quiso decir.
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“No se dice esto”, “Ni aquello ni de esa forma”, y así hasta el infinito. Desde luego que
ese es un problema de la gente semi culta que se toma la molestia de leer el DRAE, la Gramática
o algún texto de Estilística, de esos que le bajan la moral a todos los que creen que saben
escribir. Porque al populacho (el vulgo), que se entiende a la perfección en el habla cotidiana, le
importa un chayote lo que la Academia mande o reglamente. Y son ellos los que hacen crecer
al idioma, los que crean las formas y le dan su infinita riqueza.
Nuestros escritores tampoco están exentos de esa manía; y muchos de ellos son los
peores guardianes de la “forma”. Y detrás de cada panfleto, libro o ensayo que escriben, se
encuentra un terrible y pesado “trabajo de diccionario” en la búsqueda de palabras extrañas con
las cuales impresionar a sus lectores y colegas. Hay libros que cansan por la cantidad de rarezas
que utilizan sus autores. Y eso no solo es injusto, sino que se convierte en una pesadilla que
lleva al lector corriente a abandonar esa lectura, o a conformarse con seguir leyendo sin entender
muchos vocablos, lo cual limita la comprensión de la totalidad. Y se supone que la idea no es
crear una barrera lingüística entre el escritor y el lector, sino hacer que este comprenda en forma
clara lo que aquel le quiere comunicar. Entonces, ¿cuál es la idea de enredar lo que se escribe
con tanta palabra exótica? ¿Se escribe solo para una elite o para la masa del lector promedio que
no puede andar por todos lados con un diccionario que pesa como cinco kilos?
A la simplicidad y sencillez de expresión se debe el éxito de los escritores populares, a
los que los especialistas califican en forma despectiva como superficiales o de poco dominio del
idioma. Pero algunos de estos son los que logran el objetivo de la lengua. ¿Quién puede negar
ese vínculo entre Isabel Allende y sus millones de lectores? ¿Quién podría decir que es pobre la
comunicación entre Gabriel García Márquez y sus legiones de fans en todo el mundo? Y a
propósito de la palabra “fans”, hasta la vigésima segunda edición el DRAE la ignora como si no
hubiera millones de “fans” en todo el mundo. Es una palabra universal con un significado
inequívoco. No obstante, para la Academia no existe, y solo nos propone la antigua palabra
“fanático”, que no es lo mismo ni equivale a lo que la gente suele significar con “fan”. Y tal
actitud de la Academia es ir a contrapelo con la historia y a la zaga del habla popular. No se
puede ni se debe ignorar por tanto tiempo a la masa creadora del lenguaje.
Sin embargo, no ser reglamentistas no significa que debemos entrar en un abandono total
y escribir o hablar cómo nos dé la gana y con menosprecio total de las buenas costumbres. No se
trata de pendular hasta el otro extremo, sino de ubicarnos en un punto medio, en donde el nivel
de exigencia lingüística o gramatical no anule por completo la creatividad del aspirante a
escritor; así como tampoco que el desparpajo o la vulgaridad total se adueñen de la lengua. La
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escritura debe dar libertad total a las formas de expresión popular sin limitarlas, anatematizarlas
o convertirlas en objeto de burla. La Gramática no debe convertirse en una mordaza, sino en el
sostén y guía casi invisible e inaudible del idioma. Esta debe hacer mutis de la escena principal
que por derecho propio pertenece al habla y, desde una discreta penumbra, ser el soporte que le
vaya dando apoyo y pulimento a lo que los usuarios de la lengua van creando en el diario vivir y
trajinar. La Gramática no debe ser un bozal ni el árbitro supremo acerca de qué está bien dicho
o no; tampoco debe estar creando reglas y más reglas para hacer del lenguaje escrito y oral un
espinoso sendero que solo puedan transitar los que han dedicado una vida al estudio formal de
este. Ese protagonismo excesivo de la Gramática ha convertido nuestro idioma en un fósil, en
un elemento mutilador del ingenio, y se ha puesto al servicio de la forma hueca.
“Yo tengo, tú tienes, él tiene; nosotros tenemos, ellos tienen, vosotros tenéis”. ¿Quién
entre nosotros usa vosotros tenéis? Ese es uno de los muchos puntos que crean la diferencia
entre el Ameriñol y el español de Europa. Y además, una de las tantas arbitrariedades que los
gramáticos americanos permiten a la Academia Española sin hacer la menor objeción. ¿Por qué
los estudiantes deben aprender a conjugar un verbo como si estuvieran en el tiempo de don
Quijote? ¿Por qué los pequeños académicos nunca han protestado por semejante absurdo?
El idioma debe estar compartimentado en varios campos especializados, pero de manera
que como en los vasos comunicantes, haya un flujo en todas direcciones. Debe haber un
diccionario popular y común que no pase de cinco mil palabras como máximo. No hacen falta
tantas para expresarse bien, y es poco probable que haya un buen escritor que llegue a dominar el
significado de unos ocho o diez mil términos. No se sabe si hay algún estudio exacto y
científico al respecto, pero es seguro que muy pocas personas dominan ese número de vocablos.
Pero de existir alguien así, cualquier obra que escribiera utilizando ese amplísimo vocabulario
sería una pérdida de tiempo, ya que solo podrían leerlo a plenitud las personas con una misma
capacidad lingüística que la de él, y esa no es la idea. Un léxico tan amplio se convierte en una
paradoja, pues lejos de mejorar la comunicación, la limita y entorpece y se convierte en un
monólogo del autor.
Y esa es una de las tantas preguntas que debemos hacernos desde el punto de vista de la
practicidad del idioma: ¿Por qué tenemos un diccionario tan voluminoso con una cantidad tan
increíble de voces (casi cien mil) que casi nadie sabe qué significan? Además, pesa tanto que es
imposible manipularlo si no se tiene un atril o una mesita con ruedas. Ese es otro de los
absurdos del español que debe ser corregido. El Diccionario Básico tiene que estar constituido
por el lenguaje que utilizamos los americanos, el cual varía entre mil y cinco mil palabras en el
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vulgo, ese honorable grupo del cual casi todos formamos parte. Lo que sentimos, pensamos o
deseamos se puede expresar con un máximo de cinco mil términos, y es seguro que nos sobrarían
muchos.
El grupo de amigos que junto con este servidor participamos en un trabajo lexicográfico,
llegamos a varias conclusiones que están dentro de la temática general de este libro; pero hay
una de ellas que guarda una relación directa con la escogencia de la terminología que debe
incluirse en un diccionario. Intentamos una medición del léxico promedio de la gente, y para
eso, seguimos diversas metodologías; hicimos cuestionarios generales y específicos para ser
aplicados en diferentes grupos según sus oficios, profesiones, actividades variadas; por aficiones,
deportes, política, descanso, viajes, diversión, televisión, religión, emociones etc. Y los
resultados que obtuvimos estuvieron dentro de un rango que va de mil a cuatro mil palabras. Ese
resultado, incompleto desde luego, fue el que nos sugirió la idea del Diccionario escalonado que
proponemos para el Ameriñol, y el cual será descrito en su lugar.
Esta conclusión podría parecer desalentadora si la comparamos con el volumen total del
DRAE, pero la verdad es que la gente se “comunica bien” con un glosario que no pasa de tres
mil palabras. Si somos profesionales o escritores, no dejamos de sentir cierta frustración ante un
resultado así; pero también es una buena base para emitir juicios y planificar un trabajo que ya es
impostergable
Es deseable que una persona que se dedica a escribir tenga un léxico amplio, pero ¿es
práctico emplear un vocabulario que esté fuera del alcance de los lectores? ¿Es aconsejable que
alguien que escribe tenga que ser leído con un diccionario sobre la mesa? Es algo que en el
Ameriñol tenemos que pensar muy bien, pues creemos que todo escritor honesto debería
limitarse al uso de aquellas palabras que forman parte de su habla cotidiana. No es decente estar
escarbando en el diccionario para introducir términos “raros” en lo que escribimos; pero peor
todavía, cuando escribimos con la intención de ser bien comprendidos por un público al que no
podemos suponer, en forma arbitraria, de nivel académico elevado.
La idea del Ameriñol es la re-creación de una lengua general que tanto en forma hablada
como escrita, sea de curso legal en toda la América hispanoparlante. Formada de palabras como
hijo, papá, hambre, comida, felicidad, paz... que sean entendibles en forma inequívoca en
todos nuestros países. Sin embargo, eso no significa el desconocimiento de la riqueza lingüística
folclórica, para la cual, según nuestra propuesta, hay un capítulo especial de regionalismos.
Habrá un Diccionario Básico que contenga el Ameriñol de todo el continente, y otros
locales en donde se recopilaría la producción lexicográfica de cada país. Voces que a medida que
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la comunicación se haga más fluida entre nuestros pueblos, se vayan integrando al diccionario
del Ameriñol Básico cuando sean bien conocidas. Como en el caso de las palabras que hemos
aprendido de las telenovelas venezolanas, argentinas o mejicanas, que ya nos han proporcionado
un rico ejemplo de esta naturaleza. Gracias a la televisión ya nos resulta familiar qué cosa es un
“zaperoco” y qué significa “vale” en el lenguaje venezolano. Sabemos qué significa “harta
lana” en mejicano. O una mina y bancar en argentino. En Costa Rica, por ejemplo, hemos
incorporado numerosos vocablos aportados por la colonia chilena residente.
Es inexplicable que uno de los pueblos más hablantines y mejores conversadores del
mundo --los latinos-- sea una población tan pobre en cuanto a su producción literaria.
Entre nosotros existe un enorme potencial imaginativo y creador de mitos, leyendas, “historias”,
filosofía y toda clase de inventos y artificios de la mente; pero estos solo perduran en el recuerdo
de quienes los crean. O en forma temporal, en la memoria de aquellos que los escuchan y se
interesan por ellos. Por desgracia, casi nunca llegan a convertirse en materia escrita que sea un
testimonio perenne de esa riqueza cultural, y podemos afirmar que un alto porcentaje de nuestra
capacidad creativa se pierde de manera lastimosa. En cada pueblo de este continente podemos
encontrar miles de hombres, cargados con toda la experiencia del mundo, que saben infinidad de
cuentos de nuestra raza en cada país o región. Forman un gran caudal de conocimiento, pero este
se extravía porque nunca llega al papel para convertirse en letras eternas que le den inmortalidad.
Solo son unos pocos Quijotes los que se dedican al rescate de la “cuentografía” vernácula y, a
veces, se convierten en estrellas del mundo de las letras con relatos que no son de ellos, sino que
los oyeron de quienes no saben escribir, o de las variadas tradiciones que forman el vasto
repertorio de la literatura latinoamericana no escrita.
Nada tenemos que envidiarles a los griegos o a otros pueblos que nos heredaron trozos de
sus vidas en obras que han sobrevivido el paso de los siglos. La América tiene leyendas para
inundar el mundo; pero el latino no se anima a escribir, a poner en el papel toda la riqueza que
vive en su alma y corazón. ¿Y a qué se debe este singular fenómeno? Pues a que no sabemos
escribir de acuerdo con las normas de la Academia Española. Es por eso que el americano no
se atreve a exponerse a la feroz crítica de aquellos pocos que ejercen la brutal censura de un
idioma con una gramática hostil y extraña a nuestra forma de pensar y hablar.
El español es difícil, rebelde y lleno de un gran número de reglas que muy poco tienen
que ver con nuestra manera coloquial de hablarlo. Pareciera que esa maraña de normas
gramaticales hubiera sido creada para hacer que solo unos cuantos privilegiados puedan hacer
uso de ella en forma escrita. Solo los muy osados se arriesgan a escribir y a ser descuartizados
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por los que, investidos de la autoridad que les confiere algún título o su mucha experiencia en el
campo de las letras no temen al ridículo. Los oficiosos guardianes de la llamada “pureza del
idioma español”, americanos en su mayoría, realizan un continuo trabajo de menosprecio de
nuestras lenguas ancestrales y de los restos de los rasgos culturales autóctonos. Incluso suelen
referirse con recelo a las voces criollas con el despectivo nombre de “americanismos”, como si
se tratara de una infección, de vicios o sonidos indeseables.
Estos individuos que se hacen llamar “correspondientes de la Real Academia”, se sienten
felices en ese papel de custodios de un idioma que si bien sirvió para darle unidad al imperio, se
convirtió en el símbolo de la dominación cultural a que fueron sometidos los pueblos indígenas
cuando los españoles los invadieron. Pero no solo eso, sino que significó la anulación total de la
riqueza y diversidad lingüística que existía en el mundo precolombino. Algunos dicen que
debemos estar agradecidos por la lengua que nos enseñaron, y talvez sea cierto; pero a esas
personas debemos recordarles que los indios no eran mudos, sino que tenían bellísimas y
variadas formas de expresión como el guaraní, y otras que fueron limitadas, estigmatizadas e
incluso borrados por la imposición del nuevo lenguaje. Desde luego que eso es historia y no
pretendemos volverla hacia atrás. Pero sí podemos reparar algunas cosas que continúan
molestándonos en el uso del español. La gramática es la principal de ellas.
Como dijimos, sólo los muy valientes se atreven a poner en el papel esa vasta riqueza de
literatura viva que hierve en millones de cabezas de latinos, que saben mil veces más cuentos que
Homero y Hesíodo juntos. Pero no lo hacen. ¿Por qué? En gran parte, por miedo a la crítica y
al conocimiento de sus propias debilidades en el campo de la Gramática. Para escribir se
necesita ser un inconsciente al que nada le importa; o bien, un consumado maestro que esté muy
seguro de su capacidad en ese difícil arte. Y como estos son muy pocos, entonces tenemos a un
pequeño número de hombres que escriben buenos libros, muy gramaticales; y a otro grupo
diminuto que escriben libros muy atrevidos. A excepción de cuatro honrosas figuras, nada se
produce aquí en el campo literario. Pero es tanto el talento que hay en América, que incluso
personas que nada o muy poco saben de gramática, han escrito libros bellísimos en su contenido,
a despecho de la falta de ortodoxia.
Todos sabemos lo que se quiere significar cuando alguien dice: “El palo de mango”. O
mejor aún: “El palo ‘e mango”. Un gramático nos diría que la forma correcta es: “El árbol de
mango”. Pero resulta que el valor afectivo que tiene “palo” no puede ser sustituido por “árbol”.
“Por allí andaba ese chiquillo encaramándose en los palos”. ¿Quién no sabe lo que eso significa
en Ameriñol?
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El gran problema de todo latino aspirante a convertirse en escritor o a trabajar con su
propio lenguaje es que tiene que dominar dos idiomas: uno hablado que le es muy familiar, el
cual maneja a la perfección y con el que hace toda clase de malabares cuando se expresa. Este es
el Ameriñol. Y el otro es uno huraño, difícil, rígido y lleno de un sinfín de reglas que lo
convierten en algo esotérico que solo puede ser manipulado con propiedad por los especialistas:
es el español escrito, el cual es hosco y cargado de trampas a cada paso; de sutilezas y
superficialidades innecesarias; pero lo que es peor, con una fonética un tanto ajena a nosotros,
sin importar que este sea de origen europeo o que tenga todas las variantes posibles del
mestizaje. A esa totalidad lingüística y racial que conocemos con el nombre genérico de latinos,
le es extraña la forma cómo los peninsulares pronuncian el español. Ellos utilizan una serie de
fonemas que en América no existen y que, a nosotros nos suenan raros e incluso risibles. El
español que se escribe en España (ortografía) concuerda bastante bien con la forma como lo
hablan allí, por lo tanto, es bueno para ellos; pero irregular para nosotros. Es por esa razón que
proponemos el Ameriñol, el cual es una solución sencilla para que aquellos que escriben para
público americano, utilicen en su escritura las formas que son comunes a todos los que parlamos
esa bella diversidad lingüística. Pero tal como lo hablamos, ya que no tenemos por qué escribir
como los españoles, ni “sacrificarnos ortográficamente” para complacencia de la Academia y
sus normas gramaticales. No tenemos por qué escribir Zarza si decimos Sarsa.
Como dijimos, empezaremos este libro escribiendo en español, pero poco a poco iremos
introduciendo el Ameriñol de manera que, llegará el momento en que solo utilicemos esa
modalidad. Su sencillez es tal, que los lectores se darán cuenta de la facilidad cómo se escribe
cuando lo hacemos de acuerdo con nuestra forma de pronunciar. Con gran facilidad podrán
comprobar que si seguimos las indicaciones, resulta imposible cometer errores de grafía.
Esperamos que en un futuro no muy lejano sea la forma general de escribir de todos los
latinoamericanos. Pero no vayan a creer que pretendemos romper la unidad con España, pues el
Ameriñol oral es casi lo mismo que el español; lo que cambia un poco es la escritura; además, la
subordinación a su Academia, Diccionario y Gramáticos. Ya podemos andar solos el camino
de nuestra lengua.
Deseamos liberar a todos nuestros potenciales escritores de la tiranía de una lengua
escrita que es limitante y sofoca casi toda forma de expresión popular en el campo de la
literatura, la historia y cualquier forma de arte oral o escrito. Queremos que se acabe la pesadilla
de los estudiantes de escuela y colegio, que han tenido que luchar contra la injusticia de un
español escrito que difiere de la forma como lo hablan. Dejará de ser un martirio para ellos saber
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cómo se escriben albarda, zapote y zanahoria. El Ameriñol pretende ser lo más natural posible,
pues es un absurdo que digamos Sarsa y que tengamos que escribir Zarza. Si decimos bisco,
debemos escribir bisco y no biZco. Si pronunciamos “intenSión”, ¿por qué debemos escribir
“intenCión”? Esa es la esencia del Ameriñol: escribir como hablamos. Tan simple como eso.
Al final, se les hace una advertencia a los lectores; más bien, se les ofrece una garantía.
Cuando terminen de leer este libro podrán escribir en Ameriñol a la perfección. Sin trabas,
reglas ni trucos gramaticales. Será imposible que puedan cometer errores de grafía aunque lo
intenten. Por lo tanto, estarán en capacidad de convertirse en los “buenos escritores” que la
Gramática española les ha impedido ser hasta el momento. No volverán a tener miedo al
escribir. Guaranteed or your money back.
Sanaoria sí… Zanahoria no.
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REGLAMENTARISMO
El reglamentarismo mata la iniciativa general en todo, y en todos aquellos que lo acatan
al pie de la letra. Pero debido al analfabetismo imperante en América, el idioma oral ha
continuado creciendo y se ha enriquecido de manera prodigiosa, aunque esto parezca una
contradicción. Debido a que hay tantos analfabetos que no han podido leer “Las Reglas y
Normas de la Academia o el DRAE”, es que cada pueblo se las ha ido agenciando para crear
formas de expresión tan útiles y prácticas a las que nada puede ponerles el bozal de la Docta.
“¡Acomódesen adentro!” Todos entendemos esa orden y a ninguno le interesa las reglas del
enclítico o del morfema indicador de plural. Lo que importa es saber qué es lo que ordenó la
persona que lo dijo. Y nadie se molesta en decir: “Perdone, no comprendí lo que dijo porque
el enclítico no va en el lugar que le corresponde”.
“Súbasen rápido”. “Cállesen”. Nadie se atreve a objetar estas órdenes provenientes de
la mamá, de un autobusero, de un cabo del ejército o un jefe de cuadrilla cuando estos las gruñen
a los interesados. Y ninguno dice: “Disculpe, pero no me voy a subir al autobús porque el
morfema que usted utilizó no está en su lugar”. La Academia a través del Esbozo reconoce
este fenómeno que no solo es generalizado en América sino también en España, incluso entre
escritores de talla mundial. Entonces, ¿por qué la obstinación en negarle el derecho a la
existencia a determinadas formas que son de uso común en el “vulgo”, como la Academia les
dice a los creadores del lenguaje? Por dicha estas personas no consultan a los académicos para
inventar palabras, sino que estas surgen de la necesidad de cada día, momento y situación. El
DRAE registra bulla y bullanga pero no “bullaranga”, palabra que todos los colombianos
siempre han utilizado y que, gracias al genio de García-Márquez hoy es del dominio universal.
Todos decimos bullaranga, que tiene un sentido más profundo y familiar que bullanga.
El diccionario ignora el valor afectivo que los pueblos americanos suelen darles a ciertas
palabras que son desconocidas por los españoles. Es más, en muchos casos, son los mismos
términos pero con otro significado. Por ejemplo “vara” tiene un sinfín de acepciones que van
desde la medida lineal o cuadrada, hasta palo y autoridad, pero no incluye la interpretación que
más de cuatro millones de costarricenses le dan. “No me venga con varas”. “Me dijo un
reguero de varas”. “Puras varas”. “Esa vieja solo es varas”. “Es un roco varero”. ¿Quién
en Costa Rica no sabe ese sentido tan propio y tan autóctono de vara? En este país “una vara”
significa una cosa cualquiera, además de una antigua medida lineal. “Primero tengo que
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resolver una vara que tengo pendiente”. No solo es el lenguaje de la chusma; es de uso
generalizado y todos saben qué significado tiene. “¡Usted solo es varas!” Así que no nos
venga la Academia con la vara de que esa palabra no existe en ese sentido. Vara es como
chunche, una especie de comodín que utilizamos para todo. Vara es todo, y todo es pura vara.
Los académicos consideran que la palabra mismamente es un barbarismo empleado solo
por personas ignorantes y que no tiene validez alguna. Nos dice que es una palabra sin sentido.
¡Un barbarismo! Pero se les podría decir que le pregunten a la Chimoltrufia o al Botijas si
tiene sentido o no. Y que hagan extensiva la pregunta a los millones de latinoamericanos que
esos personajes han cautivado a través de los años. Al principio el término parecía chocante;
pero luego, de tanto oírlo, nos fuimos familiarizando con él hasta un punto en el que dejamos de
distinguirlo como una grosería lingüística, y pasó a formar parte de un vocabulario propio de
cierto estrato social de la barriada del Chavo. Tolerable en ese ámbito, como dice el gramático
Manuel Seco. Pero ¿es posible calcular en este momento cuántas personas en la América Latina
dicen “mismamente” con los más variados matices y significación?
Incluso como burla o broma ya empezó a penetrar en los círculos intelectuales, pues
gente educada suele decir: “Mismamente, como dijo el Chavo”. Es posible que al principio solo
lo hagan como simple broma para burlarse del lenguaje impropio de esos personajes del bajo
mundo mejicano, pero así empieza a colarse el vocabulario del pueblo en las esferas de la gente
culta. Pero ¿cuántos niños identificados con ellos la utilizan ahora como una palabra normal?
Así que no nos salga la Academia con el mate (sinónimo de vara) de que eso es incorrecto y que
solo el vulgo emplea esos términos porque es este el que crea los idiomas y no los académicos.
Es seguro que “carepicha” no salió de un laboratorio de fonética de la Academia
Costarricense de la Lengua, y ¿quién en este momento ignora el significado de ese vocablo ahora
tan común en TODAS nuestras clases sociales? A mucha gente le repugna esa palabreja, a otra
le da risa; pero nadie puede substraerse al embrujo imaginativo de una palabra tan absurda como
imposible en su significado. Ni el DRAE ni la Academia tuvieron que ver con su génesis, y
todavía no se sabe si es un sustantivo, adjetivo o pronombre. Esa clasificación vendrá después;
pero en este momento, es un término de curso legal en toda la población. Incluso ya fue
incorporado al cine con una de las tantas variantes que el pueblo hace de la lengua cada vez que
se le antoja. Es la maravilla del lenguaje, la chusma creando y recreando sus formas de
expresión: el habla vulgar, en su más profundo significado.
Es el pueblo, en el más bajo nivel cultural el que fabrica el habla. ¿Y por qué? Muy
simple, porque los “cultos” no se atreven a las innovaciones lingüísticas que son comunes en el
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populacho, pues este no tiene que rendirle cuentas a la Academia ni a nadie. Es más, ni siquiera
tienen idea de qué es una Academia ni para qué les puede servir. Sin embargo, sus opiniones
deben ser tomadas muy en cuenta, no solo porque son la mayoría sino porque son los verdaderos
creadores del idioma. Son los que, día a día, van inventando palabras, expresiones, sentidos
nuevos, tonterías, metáforas, fantasías lingüísticas… el habla viviente. Después viene el
rutinario trabajo de los académicos, quienes se encargan de crear las reglas y complicar el
idioma. De ponerle sintaxis y concordancia a los respectivos tiempos y modos; de darle el
correcto uso al gerundio, y de clasificar los verbos como intransitivos o lo que sea.
La Academia se ha distinguido siempre por esa reticencia a reconocer estas revoluciones
del idioma, y es por eso que siempre marcha atrasada, al compás de la carreta. Pero por dicha, al
verdadero motor que pone en movimiento la lengua, poco le interesa lo que diga o haga aquella.
El pueblo crea las palabras que necesita para transmitir sus ideas sin importarle las trabas que los
gramáticos han inventado para complicar el idioma. Es por eso que no debemos olvidar jamás
que es el vulgo el que hace que la lengua crezca. Y las palabras que ahora son plebeyas, tarde o
temprano estarán en el DRAE. A lo largo de medio siglo hemos visto como muchos términos
satanizados por la Academia tuvieron que ser aceptados en el Diccionario. Es la dinámica
inevitable de la vida, de las lenguas y de todo lo que es creación de la mente humana: la
evolución. Lo que no sirve es centrifugado, pero lo que es bueno se queda. No importa la
humildad de su origen; si a la gente le gusta y le sirve, se queda.
Si recuerdan el nacimiento del tango, tendrán la respuesta a este problema de la
evolución del lenguaje. Cuando esa música salió del arrabal, como dice otro tango, la gente culta
de Buenos Aires se espantó; la despreciaron y la veían como algo de poco mérito, propia de
compadritos y gente del bajo mundo. Pero esa melodía de origen tan turbio como “la niebla del
Riachuelo”, ascendió hasta los más altos círculos de la sociedad argentina; y no se conformó con
eso, sino que tomó el barco y emigró a Europa, en donde fue bailada con placer por la plebe y lo
mejor de la nobleza del Viejo Mundo. El populacho se impuso a través de ella, y así lo hace con
la lengua, a pesar de los gramáticos y Academias. También debemos recordar que Johannes
Strauss, el creador del vals, en su tiempo fue considerado como el apóstol de la música
archivulgar, pero hoy tiene un sitio de honor en el panteón de los grandes genios del arte.
Los nicaragüenses tienen una palabra que utilizan con un sentido muy especial que la
Academia no registra: “chochada”, la cual viene a ser el equivalente de la “vara” en Costa
Rica. El DRAE nos explica qué es chocho, chochez, chochear, chochera, pero siempre referidas
a un estado propio de la vejez. Chochear es cuando a un viejo se le va el hilo. Pero en
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Nicaragua “una chochada” en un objeto, una cosa, algo que no vale la pena, una idiotez, una
mala salida, una ofensa, un regaño, una condición, una llamada de atención, una grosería, una
metida de pata, cualquier cosa; y una “chochadita” es una minucia con un sinfín de significados.
“No me vengás con chochadas”. Esa expresión engloba un mundo de significaciones variadas
que quedan al gusto del que tiene que interpretarlas de acuerdo con el estado de ánimo de quien
se la dijo. También significa chocho en el sentido genérico que consigna la Academia. Pero en
nica es sustantivo, verbo, adverbio, conjunción, preposición... puede ocupar todas las partes de la
oración. ¡Chocho!, es una interjección. Sin embargo, la Academia ignora el sentido que los
nicas le dan a esa ubicua palabreja. Y eso que nació en la tierra de Rubén Darío, el hombre que
creó en la literatura española universal un antes y un después, y que le demostró al mundo que
aquí en América podemos llegar a las más altas cumbres de la belleza expresiva y que, junto con
Rufino Cuervo y Andrés Bello, somos capaces de iluminar lingüísticamente a toda la comunidad
mundial hispanoparlante.
Parece que el español y sus custodios se encuentran desarmados cuando no pueden
invocar las reglas. Esa es su mayor satisfacción: “De acuerdo con la Norma 127 de la
Gramática, eso no se puede decir o no existe tal o cual vocablo”. Palabras y “formas verbales”
que multitud de personas utilizan y entienden, no son válidas porque la Academia no las ha
registrado en su Mataburros, como le decimos al diccionario Gordo. Es increíble que tantos
americanos aceptemos sin analizar las disposiciones de un sistema, solo porque viene de la
Academia Española. En asuntos idiomáticos hemos seguido la misma costumbre que con los
dogmas de la religión: se toleran en silencio, sin protestar ni discutir. Muy pocos se atreven a
cuestionar las Normas de la Venerable, pues tal osadía conlleva la burla no solo de los corifeos,
sino la de millares de “cepillos” y defensores oficiosos que tiene esta.
No es chovinismo lo que nos mueve a hacer las críticas sobre los académicos, sino una
cuestión de sentido común. ¿Cómo es posible que un grupito de personas españolas venga a
decirles a cien millones de mejicanos cómo tienen que hablar y cuáles palabras, giros, formas
verbales y otras características del lenguaje con el cual ellos se entienden a la perfección, no son
correctos de acuerdo con un criterio español? ¿Con qué derecho se han arrogado esa facultad?
Pero lo que es más importante ¿cómo es que tantos de americanos que hablamos nuestra propia
variante del español, les hemos permitido que sean ellos los que decidan todo lo que tiene que
ver con el idioma? Si la legislación que inventan solo fueran de acatamiento obligatorio para los
españoles no habría problema; pero la anormalidad surge cuando nuestras academias americanas
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de la lengua se someten de forma pasiva a reglas fonéticas y ortográficas que difieren de nuestra
manera de hablar el español.
El pueblo mejicano tiene una de las más ricas y variadas formas de expresión popular del
continente; y se puede decir que no hay país latino en donde no se utilicen los más diversos
términos creados por el vulgo de esa nación, ese al que con tanta ligereza se refieren los
académicos. El cine y la televisión han sido los vehículos mediante los cuales nos hemos
enterado de esa abundancia idiomática que ahora compartimos en gran medida. Y muchas veces
no es cuestión de inventar palabras nuevas, sino de darles un sentido afectivo diferente. Por
ejemplo: ¿podrá haber mayor riqueza expresiva que la que ellos le dan a la palabra “igualada”?
Una sirvienta igualada no es que alcanzó un nivel igualitario social o en estudios; tiene otro
significado muy mejicano. Tampoco es “sangrón” alguien que sangra mucho. ¿Y quién no
entiende qué es una persona “igualada” o un “sangrón”, en el sentido que le dan los aztecas?
Los argentinos son casi cuarenta millones de personas; casi tantos como los españoles. Y
ellos tienen una de las formas más lindas de hablar, no solo por la sonoridad cantarina que le dan
al idioma argentino, sino por la multitud de palabras de otros orígenes europeos que forman parte
de su léxico, en especial del italiano. Entonces, ¿con qué derecho puede alguien de afuera
decirles cómo manejar su lengua? Es claro que esta forma que aquí hemos dramatizado un poco
para hacerla más llamativa no es cierta en su totalidad; tampoco la Docta procede de esa forma
tan arbitraria. Pero sus secuaces, las llamadas “Correspondientes”, las de los “pequeños
académicos” sí lo hacen, y estas suelen ser más papistas que el Papa en sus métodos
inquisitoriales. Tampoco son todos, pero hay muchos. Y cuanto más arbitrarios son, peor es su
servilismo hacia la reglamentación. Son esos gramáticos cuyas vidas y forma de pensamiento
están “regladas” por las Normas.
Estas personas pasan esperando cada Boletín para ver qué trae de nuevo. Qué voz fue
aceptada y cuál todavía es barbarismo prohibido en su vocabulario. Y si por desgracia el DRAE
incluye alguna sobre la cual ellos han despotricado toda su vida, se sienten traicionados y
arremeten en contra de aquella de la manera más vitriólica que se pueda imaginar. Estos son los
que están pendientes del último Esbozo, Diccionario o Gramática para tragárselos y ver qué
novedades traen, de tal manera que ellos puedan presumir acerca de lo “al día” que se encuentran
en cuestiones gramaticales y lingüísticas. Sobre todo, en lo que a las reglas se refiere. Y una
vez que las conocen y memorizan, se agarran a ellas con más fiereza que una garrapata a las
orejas de un perro. Estas personas sufren horrores cada vez que un neologismo recibe cédula de
residencia dentro del Diccionario. Toleran a regañadientes cuando el vocablo es de origen
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francés o italiano; con malestar, cuando es un plebeyo “americanismo”, pero con verdadera
rabia, cuando se trata de un “anglicismo”. Quizás por asociación con los ingleses o con los
irreverentes gringos. O quién sabe por qué; pero el caso es que cada término inglés que es
incluido en el DRAE les revuelve las tripas. Su odio hacia las influencias externas, en especial
inglesas, forman una patología específica y misteriosa.
Son estos pequeños académicos los que se regodean cuando el diccionario incluye alguna
palabreja (regionalismo de su país) que él o sus colegas propusieron a la Venerable. Y cuando
escriben algún Manual de Gramática que será obligatorio para sus estudiantes, nunca se olvidan
de atiborrarlo de unas cuatro o cinco páginas de “Bibliografía” en la cual incluyen cuanto libro
se les ocurre, aunque tan solo lo hayan ojeado u hojeado. O que tan solo conozcan el título.
Nuestros pequeños académicos están muy ligados con la Real Academia, pero divorciados con el
habla de sus pueblos, en los que solo ven defectos y vulgarismos.
La metodología que seguiremos en el Ameriñol es de lo más sencilla; solo se trata de
simplificar, evadiendo toda forma complicada de hacer las cosas. Se pretende que hablemos con
naturalidad y sin temores; y que escribamos igual, siguiendo esas mismas reglas de simplicidad.
Y como todos somos los creadores de la lengua, los invitamos a que participen en forma activa
en esa tarea; a que exploren y traten de explicarse la razón por la que hay tantas reglas
gramaticales que hacen tan difícil la escritura del español. Nosotros conversamos con suma
facilidad, durante horas si es de nuestro agrado, pero cuando se trata de escribir, una página se
nos antoja como algo imposible de realizar. ¿Por qué? Si podemos llenar cien casetes hablando
paja, ¿por qué escribir un par de páginas es una tarea que nos aterroriza?
Hay algo que no concuerda en esa disparidad. Somos imparables parloteando, pero
cuando se trata de poner nuestras ideas en el papel, hasta allí nos llega la alegría. Sentimos que
todo se nos traba, no hay idea que llegue a salvarnos del estupor, y el mundo se nos viene
encima. Existe un temor atávico a la escritura, asociado al terror que nos producían los
“dictados” que nos hacían en la escuela o colegio. Miedo a las regañadas, a las malas notas y las
jaladas de oreja en casa. A la duda de si sapato se escribe con Z o con S. Es una larga cola de
miedo a la ortografía y su legión infinita de reglas que siempre nos hacían quedar mal.
Todos recordamos con amargura aquellos momentos cuando la Niña nos decía: “Saquen
una hojita para la prueba...”. Un escalofrío nos recorría el cuerpo de pies a cabeza, pues nadie
sabía qué hacer ante el enigma de esas palabras que eran pronunciadas de una forma, pero que
tenían que escribirse de otra. Los benditos dictados eran “el coco” de la escuela y colegio, y no
hay quien no los recuerde con rencor. Todos quedamos más o menos tarados para el resto de
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nuestras vidas por culpa de esos instrumentos de tortura a los que fuimos sometidos en forma
cotidiana, cuando los maestros o profesores no tenían lecciones preparadas.
--Título –decía la Niña.
“Caperusita y el Lobo feros”. Y con solo el título ya nos desgraciaba la vida. ¿Cómo
se escribe Caperucita? ¿Con C, con Z o con S? Porque como es natural, la Niña nos dictaba
CaperuSita y no CaperuCita; feroS y no feroZ.
Situaciones como esa quedan eliminadas del Ameriñol en forma automática y harán que
la escritura de nuestra lengua sea tan placentera como hablarla. Sígannos en la lectura de este
libro, y sean ustedes los jueces más severos. No pedimos indulgencia alguna hacia nuestro
trabajo; solo esmerada atención para que puedan verificar las enormes ventajas que ofrece el
Ameriñol. Sugerimos OBJETIVIDAD y no romanticismo o “apego a lo que yo sé de gramática
española”.
En este es imposible cometer errores de grafía, y con eso debería ser suficiente para su
aceptación, sin embargo, queremos exponerles toda una tesis derivada de ese punto básico del
idioma. Ese es el objetivo de la mayor parte de este libro, ya que su gramática se puede resumir
en menos de una página.
Trataremos de demostrarles la gran diferencia que hay entre una forma rígida y arbitraria,
y una moderna y fácil manera de escribir sin las mordazas y grilletes de una ortografía bastante
ajena a nuestra manera de hablar. Se repetirá hasta el cansancio que el objetivo de todo idioma
es la comunicación clara de ideas. Así que si el estilo que utiliza el Ameriñol impide, obstruye o
dificulta esa meta, tienen derecho a rechazarlo; pero si han ido entendiendo bien lo que queremos
comunicarles, sigan avanzando hasta que comprendan bien la esencia de esta proposición que
estamos sometiendo a su escrutinio. La verdad es que los ameriñoles somos una población
mayoritaria y que, además, no solo hemos desarrollado modalidades propias de expresión, sino
que hemos multiplicado en una forma increíble el vocabulario del español. Pero más importante
todavía, tenemos un modo de hablarlo que difiere del de los españoles, lo cual hace que las
normas de pronunciación, e incluso la ortografía, estén en contra de nosotros. Y eso no es
equitativo.
La simplificación y la falta de reglas rígidas es la base del Ameriñol, y una vez que se
acostumbre a él, verá lo simple que debería ser para nosotros escribir como hablamos.
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A medida que avancemos, iremos introduciendo algunas variantes que pueden ser
multiplicadas por lo mismos lectores hasta donde deseen. El objetivo es obtener un producto
práctico, ágil y de acuerdo con la manera como hablamos en realidad. Sin dificultades ni formas
artificiosas que nos obliguen a algún tipo de pronunciación forzada. También iremos
eliminando, hasta donde sea posible, la adverbialización por agregado del famoso MENTE, el
cual se ha convertido en una muletilla engorrosa. Por desgracia, nuestro idioma es muy limitado
en cuanto a fórmulas que lo hagan inequívoco y, por lo tanto, debemos valernos de otros trucos
para escapar del MENTE. Así que para decir “lo hizo astutaMENTE”, tenemos que recurrir a
“de manera” o “de forma”, lo cual es más incómodo todavía. Por ahora, proponemos el uso de
una “e” separada por un guión de la palabra original para indicar ese adverbio. Ejemplo: Por
“Lo hizo rápidaMENTE”, usamos “Lo hizo rápida-e”. Esa podría ser una vía, pero los lectores
tienen plena libertad de inventar cualquier solución mejor que se les pudiera ocurrir; al fin y al
cabo, todos somos los usuarios del idioma y tenemos DERECHO a cambiarle lo que nos parezca
más práctico, siempre y cuando sea “ADECUADO”.
No teman, intenten lo que quieran. Eliminen toda forma molesta, pues de eso trata el
Ameriñol: de simplificar.
Sielo sí... Cielo no.
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ACLARACIÓN SOBRE LA GRAMÁTICA.
El español ha sido y seguirá siendo la base de nuestra lengua, y todas las cosas buenas
que tiene y que ha desarrollado como forma de expresión de tantos millones de personas ligadas
por él, no es cuestión de echar por la borda. Debe entenderse que el objetivo de la tesis
planteada en este libro es que se reconozca que el español que hablamos en América difiere
del que se habla en la Península. Ese es un hecho incontrovertible que no amerita la menor
discusión y, por lo tanto, aceptar esa diferencia no solo es una necesidad técnica, sino el
principio para subsanar un desajuste gramatical que hemos venido padeciendo los
Ameriñoparlantes.
Conocemos el poder de la costumbre, y la reticencia que podría producirse en algunos
círculos académicos; sin embargo, creemos que es necesario que se reconozcan los hechos que
vamos a analizar en este libro, y que no se rechacen de entrada sin darles ni siquiera la cortesía
de una lectura atenta a nuestra tesis. No podemos hacer oídos sordos o la vista gorda ante una
situación anormal que nos obliga a plegarnos a una Gramática que no corresponde con exactitud
a nuestra forma de hablar. Solo pedimos que se nos confiera el beneficio de la duda hasta que
hayamos demostrado, con los argumentos expuestos en este libro, que tenemos razón.
La fonética marca gran parte de esa diferencia que nos ubica en una posición
desfavorable ante los españoles, ya que su aparato fonador está adaptado a la articulación de
determinados sonidos que nosotros no producimos. Esa variante de estilo nos coloca en un
estado de inferioridad que nos obliga a un doble esfuerzo: manejar un español oral y otro
escrito. Es una realidad que nunca hablaremos como los hispanos, ni estos como nosotros; así
la única vía para subsanar este problema consiste en crear una modalidad ortográfica que sea la
representación escrita de la fonética que utilizamos; no hay otro camino.
Por eso es necesario que los lectores entiendan muy bien cuál es el objetivo de esta
proposición. Este español es de nosotros, pero en su versión americana, la cual difiere en
muchos aspectos del de España. Tantos, que ya es hora de que realicemos su modernización y
adaptación al desarrollo futuro. Llegó el momento en que nos encarguemos de los asuntos que
tienen que ver con la multifacética lengua que hablamos tantas personas a lo largo de América.
Es tiempo de soltar las amarras del viejo puerto español, y hacernos a la mar con nuestros
recursos y talento, pues ya hemos alcanzado la madurez suficiente para determinar con autoridad
qué haremos en relación con el idioma que hablamos. No puede ni debe ser que desde España
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nos sigan marcando las pautas de cómo tenemos que hablar o escribir; y mucho menos, que nos
digan qué vocablos se aceptan o no. Tampoco tenemos por qué estar soportando más ese aire de
arrogancia con el que los académicos españoles se refieren a las palabras que inventamos,
tildándolas de “americanismos”, con ese retintín que le ponen. Nosotros utilizamos un lenguaje
paralelo al español, tan rico o más que aquel, que tiene validez entre nosotros y no tenemos por
qué estarle suplicando a nadie que le dé su aceptación a aquello que ya es parte de nuestra
riqueza cultural y lingüística, aún sin el permiso de la Academia.
Sin embargo, esta delimitación de campos no implica que debemos desechar todos
aquellos estudios que han conducido a la formulación de la Gramática y sus reglas. Lo que es
necesario es el reconocimiento de un hecho que, en su momento, también debió ser aceptado por
el latín ante el español y sus hermanos románicos. Estos crecieron, se independizaron y
empezaron a crear sus propias formas de dicción; varió la fonética, se modificó la ortografía
como consecuencia del habla popular, y nacieron otros idiomas ininteligibles entre ellos. Sin
embargo, en nuestro caso, no es probable que al Ameriñol le pase lo mismo, pues las condiciones
globales de hoy impiden que se repita ese fenómeno, y que se debió al aislamiento casi total en el
que vivían esos pueblos. El fenómeno del desmembramiento del “romano” se dio por culpa de
una especie de endogamia dialectal que ahora es imposible se vuelva a producir.
Si la Real Academia de Roma se hubiera opuesto a las variantes que fueron dando origen
al francés, rumano, español o portugués, jamás hubieran nacido estos. Sin embargo, pese a la
separación, la estructura lingüística del latín sirvió de apoyo para que las nacientes lenguas
tuvieran un soporte básico desde el cual evolucionar. Es por eso que no vamos a desechar los
lineamientos generales de la Gramática española, pues eso no solo sería un absurdo, sino un
desperdicio. Lo que el Ameriñol propone es la simplificación de esa disciplina en aras de una
mejor comprensión y dominio del español por parte del usuario americano. Queremos impedir
que el reglamentarismo y complejidad de la Gramática impidan que los individuos puedan hacer
un uso adecuado del idioma escrito. La idea es crear una ortografía simple que permita escribir
sin miedo a cometer “errores”; pero sobre todo, sin tantas ataduras gramaticales que hagan de la
escritura una labor solo de entendidos en los misterios del idioma. El Ameriñol pretende que
cualquier persona pueda escribir con la misma facilidad con la que habla, pero con un mínimo de
reglas indispensables para la correcta interpretación de lo que quiere comunicar a sus semejantes.
Repasemos esos elementos.
El verbo sigue siendo verbo; también el sustantivo, los conectores y adornos. Nada
de la estructura básica del español cambia. Solo intentaremos delimitar aquello que es propio de
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especialistas, de la parte práctica que le concierne al vulgo. Eso se hará mediante la división de
territorios: la gramática, a cargo de los conocedores cuya función será la investigación de los
temas lingüísticos y filológicos de alto nivel; asuntos de importancia solo para un círculo
limitado y que no tienen por qué afectar la vida de las personas carentes de interés en ellos.
Y por otro lado tenemos al Ameriñol, la lengua del pueblo: la que este utiliza en forma
oral sin ningún inconveniente ni trabas que la dificulten. Ese lenguaje al que deseamos darle la
legitimidad escrita que desde siempre ha tenido en su forma oral. Y para eso no necesitamos la
aprobación de ninguna Academia, sino la simple aceptación de los americanos, pues si todos nos
decidimos a escribir como hablamos, a los sistemas educativos no les quedará más camino que
oficializar lo que ya es una realidad: el Ameriñol.
Con la aprobación de este, desaparecerán del escenario pedagógico esos personajes
llamados gramáticos, los cuales han convertido a nuestro bello idioma en un instrumento de
terror y desesperanza para todos los que han tenido que ponerse en contacto con él en su aspecto
formal.
Deseamos que la escritura de este sea tan placentera como hablarlo.
Uno de los objetivos de este proyecto es que todos los americanos podamos escribir
con la misma naturalidad, placer y desparpajo con el que parloteamos; y ya que los latinos
somos los mejores conversadores del mundo, deberíamos ser los mejores escritores. Sin
embargo, muestra cosecha de hombres de letras es demasiado magra comparada con el potencial
que tenemos. Y casi todo por culpa de la Gramática.
Recordemos algunos conceptos del español que siempre seguirán siendo útiles aunque no
necesarios, rígidos ni indispensables. Solo serán puntos de orientación, pautas facultativas, pero
no reglas inamovibles cuya violación nos coloca en la condición de bárbaros del idioma, como se
complacen los académicos en llamar a todos los que comenten “errores” de escritura o dicción.
La Gramática es la parte de la filología que tiene a su cargo el estudio de las leyes que
rigen un idioma cualquiera. Se divide a su vez en tres partes que estudian campos específicos de
la lengua: Fonología, que engloba la Prosodia y Ortografía; la Morfología y la Sintaxis, cada
una de las cuales parece tener como objetivo complicar hasta el infinito el milagro de la
comunicación escrita, pues en la oral, por dicha, no tienen mayor influencia. La gente habla
como le da la gana, es decir, entiende a los demás y se hace comprender sin necesidad de
conocer las reglas de la Sintaxis o la Morfología, ya que el objetivo único del lenguaje siempre
se ha dado aún cuando no existía regla alguna. La prueba de este aserto es que las personas se
entienden muy bien aunque sean analfabetas.
33
Sin embargo, toda la problemática que ha creado el estudio formal de la Gramática en
nuestros sistemas educativos es más una cuestión de metodología y enfoque, pues se pide que
nuestros estudiantes aprendan asuntos aburridores y carentes de interés para ellos. Se demanda
que los niños y jóvenes memoricen y repitan como loros temas que no tienen utilidad alguna en
sus vidas. Y eso es evidente para ellos. En unas sociedades como las nuestras, no estamos para
desperdiciar el tiempo y talento de nuestras juventudes en el aprendizaje de abstracciones inútiles
ante la realidad que vivimos. Nuestra escuela debe ser práctica y enseñar solo aquello que sea de
provecho inmediato para nuestra niñez. Cosas que entiendan y puedan comprobar su utilidad, y
no majaderías como cuántas partes tiene la oración o cuáles son las reglas para la aplicación
correcta del gerundio. ¿Qué pueden importarle esas tonterías a un niño o jovencito
latinoamericano cuando la escasez y dificultades económicas del hogar pautan su vida?
La Morfología tiene como responsabilidad estudiar las palabras y sus accidentes. La
Fonología es el estudio de los sonidos propios del lenguaje. Suele dividirse en Fonemática y
Prosodia. La Ortografía está adscrita a esta tercera parte de la Gramática, y es la que se encarga
de vigilar la corrección en la escritura.
Esos conceptos básicos del español siguen siendo los mismos en el Ameriñol, pues en
este no hay cambios arbitrarios, y si usted ya sabía esas nociones idiomáticas, pues qué bien; y si
no, nada importa, pues en nuestro idioma lo único que se toma en cuenta es el uso eficiente,
práctico y sencillo que podamos hacer de él. Sin reglas, sin trabas y sin establecer categorías
despectivas ante la forma de hablar de los usuarios; pero sobre todo, de libertad de expresión y
escritura, sin estar pendientes de qué dice la Academia o qué acepta o no el DRAE.
Esta mención de la Gramática la hicimos solo como una nota histórica recordatoria de lo
que esa materia ha significado para millones de personas (niños, jóvenes y viejos) cuyas vidas
han sido frustradas por el reglamentarismo de esta materia. ¡Cuántos talentos prometedores han
sido arruinados por el desencanto que produce el estudio de la Gramática! Pero lo que es peor,
cuánta gente fue obligada a odiar su propio idioma hasta tal punto que hoy son incapaces
de leer nada, debido a la mala voluntad que sienten por todo lo que se relaciona con él. Por
culpa de la Gramática, lo que debería ser un romance permanente entre el usuario y su lengua, se
convirtió en una especie de matrimonio de esos rutinarios hasta el martirio. Y no es ese el lugar
que debe ocupar nuestra bellísima lengua en las vidas de millones de Ameriñoparlantes.
Saranda sí... Zaranda no.
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EL LENGUAJE
Este es el tema básico de todos los planteamientos que hacemos en este libro, y por eso
haremos unas cuantas proposiciones para que sean sometidas al escrutinio de los lectores.
Propuestas sencillas y fáciles de entender, pero a la vez, radicales desde el punto de vista de la
ortodoxia idiomática que nos ha regido hasta el presente. Deseamos que esta tesis se discuta de
manera abierta, pero sin ser sometida al dogmatismo académico, a la tiranía de la autoridad o a la
opinión exclusiva de los conservadores. Desearíamos que este material llegue a todas las capas
sociales, pero sobre todo, A LOS ESTUDIANTES; que sean ellos los que den la última palabra,
y que no haya profesores de gramática que se arroguen el derecho a decidir por aquellos.
Queremos que se discuta la conveniencia de que iniciemos una auténtica revolución lingüística;
pero no de cuestiones epidérmicas o cosméticas, sino de fondo. Un cambio que nos ponga en la
modernidad y a la vanguardia en cuanto al uso del idioma.
Pero antes, demos una breve definición del lenguaje y su propósito único. Este es un
medio que se establece entre los individuos para comunicarse. Es extensivo a grupos,
comunidades, pueblos y naciones. Supone un instrumento de aceptación general mediante el
cual se le han atribuido símbolos fonéticos o gráficos a las cosas que los interesados quieren
decir a sus semejantes. Es intercambio de ideas y emociones, y su fin único es informar a los
demás el estado interior de la mente: qué se piensa, desea, teme, ama o aflige. Es un puente que
se tiende entre los hombres para la conexión de sus respectivos mundos interiores. Todo lo
demás es accesorio; por lo tanto, esa es la idea que debe prevalecer en todo estudio, y sobre esa
premisa se deben establecer las reglas que hacen del habla una herramienta de uso común
dentro del núcleo social al cual sirve.
Entonces, si ese es el objetivo de todo lenguaje, resulta que toda forma que tienda a
complicarlo es antinatural; y en eso ha incurrido la Gramática con nuestro idioma, pues lo ha
llenado de fórmulas huecas sin propósito práctico alguno; lo ha complicado hasta el infinito con
toda clase de reglas y cuanta majadería han podido inventar para beneplácito de aquellos que se
consideran académicos de la lengua, y que se han arrogado el derecho de decirles a los demás
cómo se debe hablar o escribir, de acuerdo con sus particulares puntos de vista. Esa es la
intromisión arbitraria y artificial de la Gramática en un acto por demás natural y espontáneo. El
reglamentarismo brutal ejercido por la Academia ha mutilado la creatividad, y ha traído como
35
consecuencia que su utilización escrita sea una actividad exclusiva de especialistas, lo cual es la
negación de lo que son los objetivos de cualquier forma de expresión.
El lenguaje es una aptitud general del ser humano, que bien puede ser fónico, gráfico o
mímico. Sin embargo, esta facultad tiene sus limitaciones que hacen que el intercambio de ideas
no sea posible en forma clara entre todos los hombres, pues numerosos grupos de estos tienen
maneras particulares de comunicarse entre ellos, ya que los símbolos fonéticos que utilizan para
expresar sus ideas no son comprensibles por todos. Y esas variantes en la posibilidad de
expresar los pensamientos y establecer contacto con los de su grupo es lo que conocemos como
idiomas. Y por último tenemos el habla, que es el ejercicio voluntario que el individuo realiza
con su lengua. Hoy se examina esta facultad desde muchos puntos de vista. Uno de ellos es la
lingüística, campo especializado que analiza esta potencialidad en una forma general.
También está la filología, que se ocupa de un idioma específico. Pero también tiene una
dimensión mayor, ya que investiga una cultura tal como se manifiesta en su totalidad.
Es al campo de la Filología al cual pertenece la Gramática, el Diccionario y las
Academias. Estos son los instrumentos que se han creado para velar por la pureza del idioma.
Y aunque no sabemos con exactitud qué significa tal amenaza, suponemos que es la intención de
mantenerse cerrados a las influencias externas, a los desmanes del vulgo y a cualquier variación
fonética que pudiera socavar las bases establecidas por la tradición. Todos estos principios
generales siguen teniendo la misma validez en el Ameriñol, pero pretendemos que en este solo
sean materia de estudio para aquellas personas que se dediquen a la investigación de esos temas
innecesarios para el ciudadano común.
Queremos recordarles a nuestros lectores, miembros del vulgo como este servidor, y a los
que no lo son, que no es cierto lo que los autores de libros de gramática sostienen como uno de
los grandes postulados de su quehacer: que es necesario saber Gramática para expresarse bien o
para escribir con propiedad, pues miles de años antes de que existiera la gramática, ya los
hombres utilizaban diversos lenguajes y se comunicaban bien. Antes de los alfabetos y de la
escritura, ya existía la poesía, las leyendas, el recuento de la historia, el mito y las religiones
antiguas. No es cierto, pues, que la gramática sea indispensable para hablar o escribir bien.
Sarsa sí... Zarza no.
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SU MAJESTAD LA PALABRA
En la forma más sencilla, como es la norma única del Ameriñol, diremos que el
pensamiento se expresa mediante el lenguaje, y este se compone de PALABRAS, que son la
representación gráfica y oral de todas las cosas que conocemos o imaginamos. Estas son el
componente básico de cualquier idioma, aunque deben estructurarse bien para que tengan sentido
y para que sirvan como vehículos del intelecto. Como el habla es un convenio entre los
hombres, estos han decidido que para cada cosa exista un término que la define y que es
aceptado por todos. Si decimos “mano”, todos sabemos que se trata de la parte final de las
extremidades superiores. Puede tener otros significados por semejanza o extensión, pero en lo
básico se trata de una parte del cuerpo humano que todos conocemos muy bien. Puede haber
una mano mecánica, una mano de plátanos, de póquer y muchas más; pero mano es, por
antonomasia, la parte inferior final del brazo. La palabra es la clave del lenguaje, el elemento
fundamental de la comunicación, y cada una de ellas corresponde a un objeto animado o
inanimado. También el idioma tiene términos para designar ideas que no tienen contraparte
material, sino que son conceptos producto de la imaginación. Estas son las abstracciones como
la belleza, fealdad, maldad, odio y una lista de características que no pueden identificarse con
algún cuerpo en forma general.
Los vocablos se componen de sílabas, y estas de letras. Hay algunas que por sí solas
constituyen sílabas, como es el caso de las vocales; en cambio las consonantes no pueden formar
sílabas si no están unidas a las vocales. Ellas son los elementos mediante los cuales se
estructura el lenguaje escrito, y en el Ameriñol serán objeto del más serio estudio no solo por su
valor intrínseco, sino por las implicaciones que tienen en un tema tan crucial como la ortografía,
hecho que motivó la formulación de nuestra tesis. Además serán sometidas a una simplificación
que traerá como consecuencia el ajuste entre nuestra forma de hablar y la manera cómo
escribimos. El abecedario será simplificado en busca de la eficiencia y exactitud ortográfica.
En general, todas las palabras están constituidas por dos elementos: raíces y afijos.
Tomemos el caso del vocablo amar, y vemos que está compuesta de una parte que es invariable y
permanece en ella sin importar las modificaciones que sufra: am-ar, am-able, am-ado, des-am-
ado. Ese grupo común de letras que no cambian es lo que se conoce como raíz. Las que se le
agregan constituyen los afijos, que si van por delante de la raíz reciben el nombre de prefijos; y
si van después, sufijos. Aquellos que indican accidentes gramaticales reciben el nombre de
37
desinencias. Todo eso, desde luego, sigue teniendo la misma vigencia en el Ameriñol, pero en
este no se convertirá en materia de adoración o fetichismo, sino en puntos de referencia para la
comprensión adecuada de nuestra manera de hablar o escribir. Su estudio formal solo debería
ser obligatorio para los que se dediquen a la investigación filológica o lingüística.
En síntesis, la palabra es la partícula mínima que tiene sentido y corresponde a alguna
idea u objeto existente. Son estas las que, organizadas de manera racional, constituyen la base
del lenguaje oral y escrito, y por eso deben ser objeto de minucioso estudio, pues de ellas
depende la eficiencia del idioma. Deben ser cortas, claras, fáciles de articular e inequívocas, y
el catálogo de ellas (diccionario) debe ser limitado, pues el exceso de estas no garantiza una
mejor comunicación. El número de términos incluidos en un diccionario debe ser realista y no
exceder las capacidades lexicográficas de los usuarios. Es la precisión y la practicidad de estas
lo que hace que una lengua sea moderna y que funcione como un estímulo del pensamiento
creativo. Una lengua artrítica, llena de tanto término inútil y reglas entorpecedoras (como el
español) solo sirve de estorbo y limitación al desarrollo de la inteligencia.
La palabra es la clave de un idioma moderno.
Sapote sí... Zapote no.
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LA ORACIÓN
Algunas palabras por sí solas nos pueden dar una idea bastante clara de lo que siente o
quiere comunicar el que las expresa; sin embargo, casi siempre se precisa un mayor número de
ellas para transmitir una idea completa e inteligible. Ese conjunto de voces mediante las que
expresamos un pensamiento claro y total es lo que en el lenguaje se conoce como oración, la
cual siempre está formada por dos partes: SUJETO Y PREDICADO. El sujeto es el
protagonista de la oración, y el predicado es lo que se dice de ese sujeto.
Los seres animados realizan acciones, y el término gramatical con el que se conoce ese
tipo de actividades es el VERBO. Hay algunos diccionarios intimidantes que contienen nada
menos que QUINCE MIL. Sin embargo, nadie necesita conocer ni una décima parte de ese
número para expresarse bien en cualquier idioma.
Ya dijimos que el sujeto es la estrella de la oración y siempre está representado por un
sustantivo, y es él quien realiza los actos que se le atribuyen. Las acciones que lleva a cabo el
sujeto forman el predicado, y siempre son verbos. Así que en la oración tenemos dos partes muy
claras: sujeto y predicado. Es un segmento del lenguaje que transmite una idea completa.
Como...
Carlos comió.
Aquí el sujeto es Carlos y lo que se dice de él, el predicado. Un sustantivo Carlos, y el
verbo comió, que es la acción que se le atribuye al sujeto. En esta oración hemos expresado una
idea completa y clara que no necesita nada más. Así que sustantivos y verbos son los dos
grandes componentes de la lengua, y las demás palabras que requiere la oración constituyen los
adornos y conectores. Son las llamadas “partes de la oración”, las cuales a su vez, se dividen en
variables e invariables. Daremos una clasificación histórica que siempre se ha utilizado en los
niveles elementales en el aprendizaje de la Gramática. Esas son: Sustantivo, Verbo, Adjetivo,
Adverbio, Preposición, Conjunción, Artículo, Pronombre e Interjección. Nueve en total.
Las partes variables de la oración son el Verbo, Nombre, Pronombre, Adjetivo y
Artículo. Las invariables son el adverbio, preposición, conjunción e interjección.
Sin embargo, basta el sustantivo y un verbo para formar una oración completa que puede
estar constituida por dos palabras: Carlos comió. Claro que es posible ampliar, delimitar o
complicar el sentido de una oración agregándole “adornos”, los cuales reciben diversos nombres
compendiados por el término genérico de complementos. Carlos comió pollo. Carlos comió
39
deprisa. Carlos comió en el patio. Carlos comió muy tarde. Carlos comió con un amigo. La
estructura básica de la oración es Carlos comió, pero pollo, deprisa, en el patio, muy tarde y con
un amigo, son complementos que nos amplían, aclaran o precisan cómo se llevó a cabo la acción
de comer, o qué comió. Estos pueden ser directos, indirectos y circunstanciales. Por lo general
identificamos los directos con la palabra “qué”. Carlos comió. ¿Qué comió? Pollo. Pollo es el
complemento directo en esa oración, y así sigue el enredo de reglas que convierten el aprendizaje
de la Gramática en una labor de toda la vida. También hay otra manera difícil de identificar el
caso acusativo, como también se le dice: las palabras que constituyen el término directo de la
acción del verbo transitivo, son el complemento directo. Más enredado todavía.
A los que sepan estos detalles, nada nuevo les decimos; y los que tengan ganas de en
aprenderlos, pues ¡qué bien!, allí los tienen. Y para los que no tengan interés alguno en esas
reglas, pueden olvidarlas. Al fin y al cabo para nada sirven, salvo para fastidiar a los que son
examinados con ellas. Porque la verdad, ¿qué utilidad tiene identificar un complemento
circunstancial de modo? ¿Qué utilidad real o práctica tiene esa actividad? ¿Saber por saber, sin
que este conocimiento pueda transformarse en algo útil y de beneficio personal o colectivo? ¿De
qué le vale a una persona saberse de memoria todas las reglas de la gramática? El
reglamentarismo es una actividad hueca que nada produce, y solo sirve para que los académicos
se pavoneen orgullosos ante el número de trucos que conocen para molestar a los demás.
La idea del Ameriñol no es pelearnos o romper con el español, pues eso no tiene sentido
alguno; además, es imposible e innecesario. Hay muchas cosas valiosas en nuestra lengua que
deben ser respetadas y utilizadas en forma lógica. Como el estudio de las palabras y su
funcionamiento dentro de la oración. A lo que nos oponemos es al formalismo exagerado que ha
convertido al estudio razonable del idioma en una tarea casi fuera del alcance de las personas.
Se rechaza esa intromisión grosera de la Gramática en todas las modalidades del habla normal;
también la tendencia a estar dictando reglas y trabas a toda forma de expresión popular. Esa
faceta minuciosa, fanática, exigente hasta el detalle, quisquillosa y artificial, es lo que no acepta
esta visión del español americano.
Lo que cuestiona el Ameriñol es esa actitud intransigente para la cual todo es
barbarismo, extranjerismo o impropiedad. Es inadmisible ese español fetichista y arrogante que
pretende conservarse incontaminado en un mundo que hace décadas dejó de ser un conjunto de
aldeas y que nos guste o no, se encamina hacia una sociedad integrada en donde la variedad de
lenguas, como en Babel, será un estorbo. Es ridículo que cuando vamos hacia un idioma
universal simbólico, la Academia sigue considerando como delito el uso de palabras en inglés
40
que no hayan sido bendecidas por ella, aunque estas funcionen a la perfección en el habla
popular no solo hispánica sino del mundo entero.
Además, esta propuesta está respaldada por un hecho innegable que no podrá ser
superado jamás: los americanos hablamos distinto; tenemos una pronunciación que difiere
bastante de la de los peninsulares, y eso nos da el derecho de hacer las rectificaciones necesarias
en la gramática, en especial en la ortografía, para que esta calce con nuestra fonética.
Saguán sí... Zaguán no
41
42
FONETICA: CAUSA PRINCIPAL DEL PROBLEMA
No se asusten, no vamos a darles un curso sobre fonética ni pretendemos que aprendan
nada sobre esta intimidante materia; solo la citamos y haremos varias aclaraciones sobre ella,
para que los lectores y futuros gramáticos del Ameriñol la enfoquen desde un punto de vista
americano. Sin ligas ni compromisos con el español peninsular, ni con las conclusiones a las
cuales han llegado sus académicos, que pueden no ser válidas para nosotros. Esta propuesta muy
poco tiene que ver con las reglas sobre los cuales se asienta el estudio de la Fonología en España.
Esta materia que, junto con la Morfología y la Sintaxis forman la Gramática, engloba la
ortografía y la prosodia, los elementos de la discordia entre el Ameriñol y el Español.
La Fonología estudia los fonemas o “sonidos ideales” de un idioma. En cambio la
Fonética estudia los “sonidos reales” (punto de vista físico) que el usuario hace cuando utiliza
su lengua. Por otra parte el DRAE nos dice. Fonética: 1) Conjunto de sonidos de un idioma, 2)
Estudio acerca de los sonidos de uno o varios idiomas, sea en su fisiología y acústica, sea en su
evolución histórica. Fonología: 1) Rama de la lingüística que estudia los elementos fónicos,
atendiendo a su valor funcional dentro del sistema propio de cada lengua. Suele dividirse en
fonemática y prosodia.
La Fonética es física, mientras que la Fonología pertenece al campo de la metafísica
lingüística, a un terreno tan proteico en donde no es posible llegar a acuerdos generales y
definitivos, y siempre será motivo de discusión y desacuerdos.
La Analogía y la Sintaxis no suelen crear tantos problemas como la Fonología. Y es esta
la que nos ha llevado a la proposición del Ameriñol como una fórmula lingüística justa para los
americanos que hablamos ameriñol. Nuestra fonética difiere bastante de la de los españoles,
con lo cual se pierde la concordancia entre los supuestos fonemas de esa lengua y la forma de
escribirlos. De acuerdo con la ortodoxia, nosotros no hablamos con propiedad en relación con la
ortografía española, pues en lugar de decir Zapato, decimos Sapato; y en lugar de Cielo, Sielo.
Es por eso quel Ameriñol propone una ortografía que calce con la manera como hablamos los
latinos. En nuestro medio pronunciamos de manera correcta, aunque ese correcto no cuadre con
la fonética de los españoles; y como no es posible que tantos millones de americanos
aprendamos a hablar “con Z y con C”, la realidad nos dice que la única alternativa es que
modifiquemos la ortografía española para ajustarla a la fonética americana. Esa es la propuesta
esencial del Ameriñol, y tiene que ser atendida, ya que somos quinientos millones de
43
personas que utilizamos el idioma de esa manera. Pero que quede claro que no es a la
Academia Española a la que estamos solicitando la venia, sino a los habitantes de este
continente, a los ameriñoparlantes. Somos los únicos que tenemos que decidir sobre nuestra
lengua, y en esta fiesta no tiene invitación la Docta de España, ni nos interesa su parecer.
Veamos un ejemplo de esa disparidad.
Si a un estudiante español su maestra le dicta:
1) “Es neCesario aplicar el raZonamiento en la soluCión de esos problemas...”
Es seguro que ese niño no tendrá dificultad alguna en la escritura de ese trozo. Pero ¿qué
pasa con un alumno latino cuando su profesor americano le ordena lo mismo de acuerdo con la
fonética que utilizamos? Es seguro que el maestro le dirá:
2) “Es neSesario aplicar el raSonamiento en la soluSion de esos problemas...”
¿De qué manera puede nuestro estudiante darse cuenta de cómo se escriben esas palabras
si no es mediante la memorización gráfica de todas las que forman su vocabulario? Y eso es una
injusticia. Pero ¿qué tal si adecuamos la ortografía a la fonética, como en el caso de la segunda
expresión en negrita? Y ¿qué tal si eliminamos algunas letras como la Z que no tienen sentido
en Ameriñol? La grafía Z no tiene contrapartida fonética entre nosotros, por lo tanto, no hay
razón alguna para que la utilicemos y nos cause tanto lío ortográfico. Pero además de la Z,
debemos eliminar otras letras que no tienen funciones en nuestra forma de pronunciar, y ni
siquiera en la de los españoles, como la V, H, W, K, Ll y X. De igual forma debemos asignar
trabajos específicos a otras grafías incómodas que generan innumerables problemas en la
escritura. Pero eso lo veremos con detalles en el capítulo de la simplificación del abecedario.
Para algunos gramáticos la Fonología comprende veinticuatro signos en el idioma
español; otros dicen que son veintiséis, y algunos llegan a afirmar que son sesenta. Al parecer no
hay un acuerdo general; pero en todo caso, esos fonemas podrían corresponder a la fonética de
los españoles, pero no a la de nosotros.
Igual que con la Z, sucede con el semi fonema velar /g/ ante las mismas letras, y que los
españoles pronuncian como si estuvieran haciendo gárgaras. Como cuando dicen General, que
nosotros convertimos en Jeneral. Como el número de fonemas que tiene el español no es
esencial, no vamos a discutir mucho este tema. Sin embargo, eso no obsta para que hagamos
algunas sugerencias y observaciones a este sistema tan arraigado en la mente de los maestros de
gramática, que aseguran a sus alumnos que hay 24, 26 ó más fonemas en el idioma español,
cuando se están refiriendo al que nosotros hablamos. Y eso lo hacen sin meditar en la realidad
de nuestra habla, solo siguiendo lo que dictan los textos provenientes de España, bien sea la
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Gramática, el Esbozo o el DRAE. ¿Pero es esa la realidad? ¿Existen esos fonemas en el
Ameriñol?
La verdad es que cualquier lengua tiene muchas combinaciones sónicas tan variadas que
es imposible crear grafías que las representen a todas en forma fidedigna e inequívoca. La misma
palabra, sílaba e incluso letra, es entonada de manera diferente por cada persona, y es por eso
que los gramáticos hablan de “sonidos ideales”, una concepción abstracta que puede adecuarse
como un elástico a cualquier definición, o que pueden hacerla calzar con cualquier grafía o
conjunto de ellas. Pero, ¿corresponden los fonemas a los sonidos reales de la fonética de manera
que no haya duda? La verdad es que nadie lo sabe.
El Ameriñol rechaza todo principio de autoridad lingüística que se arroguen los españoles
solo porque fueron los que primero usaron el idioma, o porque crean que tenemos la obligación
de acatar las disposiciones que ellos tomen en materia gramatical. Ya hemos crecido lo
suficiente para tomar decisiones sobre la lengua que empleamos; sabemos bien cómo la
pronunciamos y cuáles son las características que hemos desarrollado en cuanto a su fonética.
Por lo tanto, tenemos el derecho y la obligación de adecuar la ortografía a nuestro modo de
articularla. El mismo derecho que tienen los hispanos con su lengua allá en España.
La tesis general del Ameriñol es la simplificación, y por eso, la salida que proponemos
para que los gramáticos afronten el problema de la Fonética es muy sencilla, como son todos los
planteamientos de este libro. El Ameriñol considera que solo existen cinco fonemas puros que
corresponden a las cinco vocales como sonidos verdaderos: a-e-u-o-i. Y la combinación de estos
fonemas con las consonantes (que apenas son semi-fonemas), nos produce la variedad de
fonemas de combinación de nuestra lengua. Por ejemplo el semi-fonema P /p/, al combinarse
con el fonema abierto A, produce el fonema de combinación PA. O si lo hace con el fonema
palatal E /e/, produce el fonema de combinación PE, el cual sí es un fonema, mientras que la P
sola no lo es. La P sola es impronunciable y no puede corresponder a fonema alguno, ya que no
es un sonido. El símbolo /p/ es apenas un intento que muere entre los labios sin producir sonido;
pero si se le agrega la E, entonces sí que se convierte en el fonema de combinación PE. Lo
mismo sucede con su colega labial /b/, que también carece de sonido si no se acompaña de
alguno de los fonemas puros: A-E-I-O-U, que nos darán los fonemas de combinación BA-BE-
BI-BO-BU.
Peor es la situación de los otros dos semi-fonemas palatales (/f/ y /m/), que requieren de
dos fonemas puros o vocales para adquirir el sonido que los distingue. La misma teoría se puede
aplicar con todas las consonantes, cuyos supuestos fonemas son una imposibilidad articulatoria.
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Pruebe usted a producir un sonido con el semi-fonema /r/, sin tener que usar un fonema. Trate
con /f/, /g/, /y/ o /l/ y verá que es imposible. Si lo intenta con el semi-fonema velar /g/, parecerá
que está haciendo gárgaras, sin que le llegue a salir un sonido real que cualquiera pueda
distinguir como una G. En cambio todo el mundo sabe qué es cuando usted dice A, O, I, E, U.
Este tema de la Fonética, es lo que justifica todas las medidas de simplificación que
hemos llevado a cabo en el Ameriñol para adecuar la ortografía a la forma como hablamos.
Sopilote sí... Zopilote no.
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LA BASE DEL AMERIÑOL: SIMPLIFICACIÓN
La base sobre la que se sustenta el Ameriñol es la simplicidad. Pero no debemos
entender esto como simplonería, abandono o carencia total de alguna metodología. No se trata
de hablar o escribir en forma caótica o como nos dé la gana, pues eso nos llevaría a destruir lo
que tanto nos ha costado: entendernos con todos los que usamos nuestra lengua. Simplificación
significa eliminar el aparatoso reglamentarismo gramatical que por ahora asfixia la creatividad y
convierte el uso del idioma en su forma escrita, en algo prohibido para mucha gente; incluso lo
dificulta a aquellos que le han dedicado muchos años a su estudio.
Simplificar en Ameriñol tiene el mismo valor y objetivo que en aritmética: reducir a
términos comprensibles y manejables por la mente, aquellos conceptos complejos que
entorpecen su finalidad. Nunca olvidemos que la Gramática es solo el andamiaje al servicio
del fin primordial de una lengua: la comunicación. Y por lo tanto, debe mantenerse dentro
de ese ámbito de asistente, sin pretender convertirse en la protagonista del fenómeno
lingüístico. Y más allá de la gramática está la estilística, la cual también es accesoria, pues solo
es un cúmulo de sugerencias que constituyen principios básicos a los que podemos llamar
adornos del lenguaje; aquellos que lo llenan de belleza y otras características deseables pero no
imprescindibles. Lo diremos hasta la saturación: la lengua es para transmitir ideas en la forma
más clara posible, sin darle mucha importancia a la forma. “Tengo hambre”. Con esa oración
está dicho todo. Hemos comunicado una necesidad vital. Con esas dos palabras queda bien
claro el sentido de lo que queremos decir de nuestra situación, necesidad y deseo de ser calmada.
Podemos alterar la sintaxis (hipérbaton le dicen los gramáticos), pero el mensaje sigue siendo
muy claro: “Hambre tengo”. Incluso lo podemos decir al modo vulgar: “tengo filo”. Eso nos
demuestra que la gramática no es esencial, sino un simple requisito de corrección establecido por
los académicos. Y con la estilística (necesidad estética) podemos embellecer la oración con una
docena de adjetivos y complementos, pero lo fundamental continúa siendo lo que hay en esas
dos palabras “tengo” y “hambre”.
Ni la gramática ni la estilística son requisitos de vida o muerte en el acto de la
comunicación ni a su propósito. Ambas son útiles en el habla o la escritura, pero ninguna debe
estar por encima del fin último de la lengua. Y eso es lo que pretende demostrar el Ameriñol
mediante la metodología sencilla que iremos exponiendo a través de este trabajo. El dogmatismo
gramatical es una de las principales lacras de las cuales debe desprenderse el Ameriñol para
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avanzar hacia la modernidad; pero sobre todo, a su conversión en algo práctico y fácil de utilizar.
Accesible en forma oral o escrita a todos los usuarios de este bello idioma.
“El elogio a la Locura”, el mejor y más impresionante libro de todos los tiempos, no
utiliza más de tres mil palabras diferentes entre verbos iguales o parecidos, sustantivos de similar
naturaleza y los conectores. Entonces, ¿para qué tiene el diccionario casi cien mil palabras que
nadie sabe su equivalencia?
El análisis lleva a la simplicidad y comprensión cabal de cualquier tema o proposición;
por lo tanto, la idea principal en la que debe basarse todo lenguaje es la sencillez. Si alguien nos
quiere enseñar algo sobre determinado tema, y para hacerlo tiene que ocupar un gran número de
sinónimos referidos al mismo objeto, nos está obligando a una gran dispersión y esfuerzo para
memorizar muchas palabras quen el fondo quieren decir lo mismo. ¿Y cuál es el objetivo de
esto? La estilística, nos dicen los gramáticos, lo cual indicaría que lo importante no es el
conocimiento que podemos adquirir, sino “el estilo” con el cual nos lo enseñen, y eso es un
absurdo.
Entonces el conocimiento pasa a ser secundario y solo se convierte en un pretexto para el
lucimiento del dominio que tengamos de las reglas. Es por eso que los maestros de gramática se
han convertido en una plaga, y su materia, en el terror de los alumnos. Estos educadores parece
que sintieran placer en llenar de obstáculos el camino de los estudiantes; casi no les enseñan a
pensar, y su principal cuidado se centra más en la memorización de reglas y formas que en el
contenido. Y el hecho de que la mayoría de nuestros escritores sea gente de poco nivel
académico, es una muestra del fracaso de la enseñanza del idioma español.
Son escasos aquellos autores con una sólida formación universitaria en el campo
idiomático, y casi todos son autodidactos que encontraron la belleza del idioma al margen de la
Gramática, el Diccionario o las Academias. Son personas a las que los maestros de gramática
no tuvieron la oportunidad de hacerlos odiar la lengua. Son los que aprendieron por ellos
mismos cuál es la esencia de esta.
Los latinos hemos perdido el interés por las cosas del español, y no porque no nos guste
hablar o discutir, sino porque en la escuela y colegio nos hicieron aborrecer la parte formal de
este. Pero por dicha tenemos un magnífico sentido del humor que hace que nos burlemos de
todo lo que tiene que ver con la Gramática y, en cierta forma, hemos logrado que esta disciplina
nos tenga sin cuidado. Y aunque eso no significa que ser ignorante en las cuestiones básicas de
la lengua sea algo admirable, es natural que el individuo común de un continente en donde el
analfabetismo es la regla casi general, busque cómo protegerse de una disciplina hostil que con
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frecuencia pone en evidencia su “falta de escuela”. A menudo lo hace mediante la burla, y
transforma en motivo de chacota todos aquellos temas que puedan poner al desnudo su
ignorancia gramatical. Él se adelanta, y en forma graciosa, los convierte en asunto de guasa.
Todos sabemos que cuando alguien pronuncia un discursito público, detrás de esos
minutos de exposición hay innumerables horas de diccionario en busca de palabras “de
dominguear”, como en forma jocosa el populacho suele referirse a los vocablos que no forman
parte de lenguaje cotidiano. Y así es como el ciudadano común se defiende de aquellos que
pretenden demostrarle qué tan sapientes son en el campo de la gramática o la oratoria. Se nos
puede decir que esta actitud es negativa y que propende a una resignación ante la ignorancia,
pero no es cierto. Los ameriñoparlantes vivimos en una realidad económica lamentable; en un
círculo vicioso que parece imposible de romper. Y esto determina que las prioridades de nuestra
gente se concentren en cómo sobrevivir y en la manera de hacer llegar a sus familias algo de
alimento. La cultura general es algo que carece de importancia para el ciudadano que vive en
estas circunstancias, a pesar de ser la única vía que podría sacarnos del atolladero en donde
estamos. Es una paradoja espantosa. Y el idioma es parte de ella y se ha convertido en uno de
sus ingredientes negativos.
El latino no dispone de diez, quince o veinte años que son necesarios para tener un
dominio aceptable de la Gramática española. Por lo tanto, el Ameriñol es la mejor salida que
tenemos ante este problema. El aprendizaje de una materia, oficio, profesión o lo que sea a que
se dedique un habitante de estas latitudes, debe prescindir de cualquier obstáculo idiomático. La
lengua debe ser el vehículo facilitador y no la barrera que se interponga entre el estudiante y el
conocimiento. Si estudia computación lo que importa es que conozca los procedimientos
tecnológicos adecuados para operar con éxito esas máquinas, y no que sepa si computación se
tilda o no, si se escribe con C con S o Z. La gramática y ortografía españolas son un terrible
lastre en todos los procesos de aprendizaje. En nuestro medio la gente se siente intimidada por
el idioma, pues incluso los maestros y profesores de otras materias que no sea el Español, viven
temerosos de “meter la pata” en algún asunto del lenguaje oral o escrito, y es por eso que no
escriben ni hablan en público. El español es una mordaza intelectual para la gente semi-
culta.
Y aunque el mensaje es lo único que cuenta en el lenguaje, los académicos se las han
arreglado para hacer creer a los demás que el idioma sin gramática caería en el caos. Pero el
hombre se ha comunicado por milenios sin haber tenido conocimientos de gramática, lo cual
demuestra que esta, aunque útil, es accesoria al objetivo fundamental del lenguaje. Liberarnos
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de esa tiranía es una de las metas del Ameriñol. Lograr que la gente hable y escriba sin temor a
los censores; que le dé vuelo en libertad completa a sus ansias de expresión, y eso solo se puede
lograr mediante la revolución que implica el Ameriñol.
Hay reglas gramaticales tan engorrosas que los que escriben sufren horrores para no
violarlas, pues incurrir en ciertos errores de estilística se convierte en un miedo irracional en la
mente de los que escriben. En sus cabezas la cacofonía es un pecado peor que la lujuria o la
gula; la repetición de la misma palabra en dos o tres renglones seguidos es otro delito mortal que
obliga a ir al diccionario de sinónimos en busca de la salvación. Estar al día con qué diablos es
barbarismo y cuál ya fue aceptado por la “Docta”, es la obsesión de infinidad de escritores,
periodistas y maestros. Saber qué es un “barbarismo” según la Academia y qué no lo es, es
cuestión de vida o muerte. Y como dice Erasmo, si alguien es pillado o pesca a otro en algún
error de sintaxis o de estilo, eso lo hace sentirse desgraciado o feliz hasta el delirio.
El Ameriñol ofrece un escape a esta serie de tonterías que impiden el vuelo del
pensamiento, encerrándolo en moldes caducos y tiesos que no le permiten su pleno desarrollo.
Para nosotros lo que debe importar es el mensaje, lo que se quiere decir o transmitir, y no el
cómo. En el uso de la lengua lo único que debe considerarse es el valor de las ideas, sin
atribuirle demasiada importancia al estilo o cómo se expresan estas. Es por eso que lo hemos
simplificado para que cualquiera pueda escribirlo de manera tan fácil como se habla. En el
Ameriñol todos nos entendemos a la perfección: “Yo llegué temprano a la fiesta”, “Temprano
yo llegué a la fiesta”, “Yo llegué a la fiesta temprano”, “Llegué (yo) a la fiesta temprano”, “A la
fiesta (yo) llegué temprano” y así hasta donde nos permita la combinación de esas palabras. ¿Y
quién no sabe qué es lo que queremos decir? Podemos o no hacer la elipsis del pronombre, y
todos saben que se trata de YO.
En realidad no existe problema alguno con el Ameriñol oral; el enredo empieza cuando
tenemos que escribir en Español con su infinidad de reglas lo que entendemos muy bien en el
habla cotidiana. Entonces tenemos que empezar a analizar quién es el sujeto y cuál el predicado
para ponerlos en el orden sintáctico correspondiente y no incurrir en el horrendo hipérbaton solo
tolerable en poesía. Y después de eso, armar la oración de manera que no contradiga las normas
que regulan la escritura de una oración. Yo, que se puede eliminar porque como es un
pronombre, está contenido en el verbo “llegué”. Llegué, que es el verbo que tipifica la acción
del sujeto. Luego vienen las preguntas para determinar qué debo escribir primero: ¿qué, para
qué, adónde, quién, cómo? ¿Llegué qué? ¿Qué llegué? ¿Cómo llegué? ¿Para qué llegué?
¿Adónde llegué? ¿Qué va primero? ¿La fiesta o temprano? ¿Yo o la fiesta? ¿Temprano o
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llegué. (Yo) Llegué temprano a la fiesta. (Yo) Llegué a la fiesta temprano. ¿Cuál utilizo?
¿Cuál es la mejor desde el punto de vista estilístico o gramatical? ¿Pongo el YO o lo omito si
está sobreentendido en el verbo? O mejor no escribo nada.
Cuando empezamos a escribir en español es como si nos pusieran en un cepo, y toda
nuestra naturalidad parlanchina desaparece y nos convertimos en unos estirados que no
guardamos relación con quienes somos en realidad. Mucha gente conocida nos sorprende
cuando escribe algo, pues de inmediato notamos que el lenguaje empleado en lo que escribieron
dista bastante de su forma natural de hablar. Cuando por razones profesionales o de trabajo
tenemos la obligación de escribir para otros, se nos sale “el otro yo del doctor Merengue” y nos
transformamos en eruditos de la lengua, gracias a la montaña de diccionarios que tenemos
alrededor de la mesa de trabajo. Y esa actitud es una de las cosas que ponderan los gramáticos
como una de las grandes virtudes de los “buenos escritores”. Estar bien armados de diccionarios
de toda clase. Y ya podemos ser como Victor Hugo o Cervantes.
Debemos sacudirnos esa subordinación lingüística de España no solo por la posición de
segundones, sino porque nos obliga a dominar una ortografía que no tiene equivalencia total con
la fonética que utilizamos. Nosotros somos más y más importantes que ellos como grupo
parlante. Y como somos la mayoría, tenemos derecho a dictar las reglas del juego, al menos las
que nos rigen a los americanos.
Cualquier persona puede expresar todo lo que necesita en su vida diaria con un máximo
de tres mil palabras. Con ese número se puede escribir un libro sobre casi cualquier tema, y
son suficientes para un diálogo civilizado entre gente de cultura general aceptable; pero si
prefieren, podemos aumentarlas a cuatro mil. Aunque casi nadie se sabe ni utiliza más de tres
mil vocablos en su léxico cotidiano.
Tenemos que reducir el volumen del diccionario a una décima parte de lo que es hoy, y
convertirlo en el Diccionario del Ameriñol. En el DRAE sobran miles de palabras inútiles que
nadie utiliza o conoce, ni españoles ni americanos.
Simplificar el abecedario para que esté acorde con nuestra forma de hablar. Simplificar
las palabras no solo en el número, sino en la forma cómo se escriben y su longitud; simplificar
las sílabas y eliminar aquellas que tengan muchas letras. Y para su división, hacerla como se
nos antoje. Aca-pu-lco, Ac-ap-ulc-o. Empezaremos por el abecedario.
Sángano sí... Zángano no.
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SIMPLIFICACION DEL ABECEDARIO .
El primer problema que tenemos que resolver para llevar el idioma a la máxima
simplicidad en la escritura, es el de las letras. Y eso significa convertir esta tarea en una
operación que sea inequívoca y que no pueda generar “errores”. Que nunca más volvamos a
tener la duda entre si esta palabra va con C o con S; con Z o con C. Si se escribe con B o con V;
si lleva H o no.
En las letras tenemos varias que no solo son innecesarias sino que, además, son causa
obligada de una multitud de errores de escritura. Y como estas son los ladrillos con los cuales se
erige el edificio del idioma, deben ser precisas, y que no provoquen enredos ortográficos. El
abecedario debe tener el número justo e indispensable de ellas, ni más ni menos; sin repeticiones
innecesarias ni letras que cumplan dos funciones, o dos haciendo lo mismo. El ideal es que cada
una, o combinación de estas, corresponda a un sonido de la lengua, es decir, que se acerque lo
más que se pueda a la fonética. Su permanencia en el alfabeto no debe ser una cuestión
tradicional o romántica, sino que deben cumplir con un papel técnico que sea funcional e
imprescindible.
Los gramáticos inician el capítulo del abecedario con una catarata de reglas que están
muy lejos de ser del interés del hablante. Es más, son temas que jamás serán importantes en su
vida. Algo así como los logaritmos, sin los cuales, billones de personas vivimos tranquilas y sin
que nos desvele saber qué es una mantisa. La Gramática nos abruma con tanta norma que, de
seguro, solo son de algún provecho para ciertas personas.
Pero antes de continuar, queremos hacer una pregunta a todos los lectores: ¿cómo es que
los griegos de hace dos o dos mil quinientos años pudieron inventar una lengua bastante
completa en la que expresaron todo lo que querían comunicar a sus semejantes? ¿Y cómo es que
nosotros somos incapaces de hacerlo con el español después de dos mil quinientos años de
evolución? Nuestra dependencia lingüística es lamentable. No es posible que para todo término
nuevo tengamos que recurrir al griego para armar la palabra con la cual designamos la cosa, el
fenómeno o el concepto. Hidrocefalia, mecanografía, kinestesia. ¿No es posible crear unos
vocablos que designen esas tres cosas en español? ¿Les parece a los académicos que el
castellano no es tan chic como el griego? Ya es hora de que inventemos un sistema propio,
derivado de los idiomas modernos, y que no tengamos que depender en forma vitalicia de dos
lenguas muertas como el griego y el latín. Claro que a ningún médico le gustaría decir
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“aguajupa” en lugar de hidrocefalia, pues gran parte del prestigio y misterio de las profesiones
se fundamenta en un lenguaje intimidatorio que solo conoce el gremio. Sin embargo, es posible
seleccionar variantes lingüísticas españolas con cierta categoría que le impriman algo de chic al
lenguaje técnico. El asunto es que NO tiene por qué ser en griego o latín.
A todo lo que inventamos le ponemos nombres griegos o reciclados por los latinos. ¿Por
qué esa manía? Es cierto que el español deriva del latín y este se nutrió del griego, pero eso no
significa que debamos vivir subordinados para siempre a esos dialectos ya desaparecidos.
Estaría bien que los italianos sigan buscando recursos en su viejo latín; o que los griegos
modernos lo hagan en el griego homérico. Pero ¿por qué los españoles? Y mucho menos los
ameriñoles.
Toda investigación o duda lingüística tenemos que referirla al griego o al latín. Y eso
está bien cuando son cosas complejas, como las etimologías. Pero cuando se trata de nimiedades
propias del habla común, deberíamos tener un marco de referencias más práctico que no
demande del ciudadano común que sea un erudito en cuestiones idiomáticas ni que tenga
complejos diccionarios etimológicos (que además son muy caros). Es decir, que no tenga que
ser un lingüista. Esa es la herencia que nos ha quedado de un sistema educativo tradicional en el
cual incluso nos daban como material complementario de la lengua materna, las clases de
“raíces griegas y latinas”.
Tanta es la obsecuencia hacia esa lengua, que muchas veces se incurre en la simpleza de
bautizar ciertos fenómenos o estudios con retazos de palabras griegas cuyo sentido no es muy
claro. Un amigo griego me dijo que él conocía algunos de esos términos que designaban
procesos o ideas en español, pero que en su lengua nada significaban. Es decir, los gramáticos
toman un vocablo o pedazo de él, la pegan con otro y ya tienen un concepto heleno que
determina algo en español. Como el caso de Prosodia, aquella parte de la Gramática que trata
sobre la correcta pronunciación de las oraciones. Según el diccionario etimológico pros,
significa según, y odé, canto. Entonces, de acuerdo con la etimología, prosodia significaría
“según el canto”, voz que nada significa en la lengua argiva, y que tampoco equivale al sentido
que le damos en español. Y así, hay miles de tonterías como esa, debidas a la manía que
sentimos hacia ese idioma antiguo y a su hijastro el latín.
Por desgracia, a los gramáticos les fascina armar este tipo de enredos que los hace
sentirse importantes; sobre todo, si el neologismo llega a tener aceptación generalizada. Pero la
locura total se da cuando el DRAE lo incorpora en sus páginas. Entonces, pueden morirse
felices, ya que su vida está realizada. Fonema, fonorama, prosodema, fonética, quimioterapia,
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morfema, etcétera, otra palabreja latina que significa, según dicen, “todo lo demás que no se
quiere enumerar”.
Será tarea de los cultores del Ameriñol encontrar la forma como designar, con palabras
autóctonas, todos aquellos vocablos nuevos que sirvan para nombrar algún tipo de objeto,
método, procedimiento o idea. Algo así como LÁSER (Light Amplification by Stimulated
Emission of Radiation), MÁSER o LED, términos técnicos muy familiares al vulgo en su forma
popular, pero que encierran una enorme complejidad indicada por cada una de las siglas que los
componen. El ideal de un lenguaje moderno. Al ciudadano corriente le basta saber que con
los rayos láser, Mazinger Z puede desintegrar a los malos de las fábulas de muñequitos. O que el
cañon láser de la nave “Enterprise” o de la “Estrella de la Muerte” puede destruir un planeta
entero. Es tanta la importancia de la tecnología láser que ya el DRAE registra el concepto; sin
embargo, MÁSER (Microwave Amplification by Stimulated Emission of Radiation),
tecnología tan importante como el LÁSER, sigue siendo ignorada por el diccionario hasta la
edición vigésima primera. ¿No es ridículo?
Entremos al punto fundamental del alfabeto. Según el DRAE, en el español hay
veintinueve letras que son:
A-B-C-Ch-D-E-F-G-H-I-J-K-L-Ll-M-N-Ñ-O-P-Q-R- (RR)-S-T-U-V-W-X-Y-Z.
De esas veintinueve, consideramos que siete son innecesarias en nuestro idioma y
procedemos a su eliminación. Ellas son:
H-K-Ll-V-W-X-Z.
De esta manera, el abecedario del Ameriñol queda reducido a veintidós letras nada más.
Los cinco fonemas puros o vocales, una vocal no pura (Y), y dieciséis semi-fonemas o
consonantes. Así de entrada parece imposible que podamos escribir en forma correcta sin ellas,
pero a lo que nosotros le llamamos corrección, no es más que una mala costumbre a la cual nos
han obligado durante siglos. Pronto se darán cuenta de la realidad de estas afirmaciones. Solo
les pedimos el beneficio de la duda y que nos sigan acompañando hasta que les demostremos las
bondades de esta proposición. La eliminación de estas siete letras corresponde no solo a
necesidades fonéticas, sino a una demanda de justicia ortográfica de los ameriñoles. Ya lo irán
entendiendo a medida que avancemos, y en las explicaciones de cada caso, encontrarán la lógica
de la propuesta. Disfrútenlo y verán lo fácil que es escribir en Ameriñol. Los invitamos con
cariño a que nos acompañen en esta aventura lingüística que en un alto porcentaje, ustedes ya se
la habrán planteado. Esta no es una tesis exclusiva de los autores de este libro, sino la suya y de
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todos los americanos que a diario nos preguntamos: ¿por qué tengo que escribir Cifra si
pronuncio Sifra? Cuál es la raZón?
En la simplificación del alfabeto es donde comienza el ajuste de la ortografía a la forma
como hablamos el español los americanos. Esta lucha no ha sido extraña a los españoles y a
ilustres académicos, pues el debate entre la ortografía fonética y la etimológica data ya de varios
siglos. Desde el maestro Nebrija hasta gramáticos modernos, se han ocupado de este tema
idiomático. Entre ellos podemos citar a Andrés Bello, Mateo Alemán, Menéndez Pidal,
Menéndez Pelayo, Cejador, Julio Casares y muchos más. De manera que lo que exponemos
como uno de los temas del Ameriñol no se trata de nada nuevo o un invento reciente, sino de un
problema añejo que ya se había sometido a discusión incluso entre los españoles. Desde luego
que no de manera tan radical como es la propuesta que aquí exponemos.
Es cierto que se han llevado a cabo algunas reformas fonéticas como la supresión de la
doble s (ss), las formas ph, rh, th y la composición ch con valor de k, pero estas resultan
insuficientes incluso para los españoles. Y mucho más, para nosotros los americanos. A pesar
del uso y la evidencia que aporta el habla popular, la Academia continúa sosteniendo un punto de
vista más etimológico en la determinación de las normas ortográficas.
Los defensores de la corriente etimológica se oponen al fonetismo alegando que la
pronunciación es solo la expresión articulada, y la ortografía la forma visible de la palabra. Y
llegan a argumentar el peligro de la confusión homofónica si no existieran las diferencias
ortográficas indicadas por la etimología. De esa manera especulan sobre la supuesta confusión
que se daría entre asta y hasta, basar y vasar, testo y texto. Incluso recurren a una especie de
chovinismo lingüístico en el cual nos recuerdan “el respeto que le debemos guardar a la lengua
madre”. A falta de mejores argumentos recurren al patrioterismo idiomático. Y si esos dudosos
argumentos pudieran tener algún efecto en los españoles, para nosotros los americanos no tienen
sentido alguno, como lo probaremos durante el desarrollo de este trabajo.
Pero antes, veamos el pensamiento de algunos de los grandes de la Gramática. Don
Emilio Antonio Nebrija (1442—1522) nos dice: “Cada letra debería tener un sonido distinto, y
cada sonido, representarse por una sola letra”.
El gramático Mateo Alemán afirma: “Toda forma de escritura debe estar basada
únicamente en la pronunciación, prescindiendo de las razones de origen (etimología)”.
Andrés Bello nos dice: “La etimología es la gran fuente de confusión de los alfabetos de
Europa. Destiérrese, agrega, esa superflua multiplicidad de signos, dejando de todos ellos, aquel
que por su valor merezca la preferencia”.
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Y el español don Julio Cejador anota: “Que se escriba con V o con B para conservar la
etimología, o que siempre se pretenda escribir con B, será cuestión ortográfica; pero no hay
castellano ni español que distinga la pronunciación entre esas dos letras”.
También el señor Nebrija nos recuerda que “en su tiempo”, había algunos que apenas
podían distinguir las articulaciones de la B y la V.
Los conceptos de estos ilustres gramáticos son parte del sustento de las propuestas que a
continuación haremos acerca del abecedario del Ameriñol. Como vemos, el problema de los
americanos ante el español es de enfrentamiento entre la forma fonética y la etimológica. Por
desgracia, la Academia se inclina por esta última, con lo cual nos ubica en una clara desventaja
que nos impide pronunciar “correctamente” la escritura española. Y esta disparidad también nos
conduce a la generación de infinidad de errores de grafía. Ya hemos discutido la dificultad que
implica para nosotros el uso de la Z. El semi-fonema que corresponde a la Z y a la C antes de
la E y la I, no existe en el habla de los americanos. Bien sabemos la forma como los
españoles lo producen, pero para nosotros es imposible, a menos que lo hagamos por afectación
o para reírnos. Lo usual es que digamos Sorro y no Zorro, Sopilote y no Zopilote. Ese sonido
no está dentro de nuestros recursos fonéticos.
Con la supresión de esas siete letras se borra del Ameriñol la mayor parte de las causas de
los errores en la escritura, lo cual hará posible que lleguemos a escribir como hablamos, de
manera que haya correspondencia entre ambas acciones. Debemos terminar con el absurdo
actual que nos obliga a escribir de manera diferente de cómo parlamos.
Las veintidós letras que componen el abecedario del Ameriñol, sí tienen aplicación
real en la escritura de este.
La reforma del alfabeto nos trae como consecuencia la formación de dos grupos que
tendremos que justificar: aquellas letras que eliminamos y por qué; y el segundo, formado por las
que se conservan dentro del Ameriñol, pero a las cuales se les han asignado funciones
específicas que hacen su empleo inequívoco e imposible la comisión de errores que son tan
frecuentes en el uso de la S y la C, la M o la N, la J o la G y la Y o la Ll.
Sorro sí... Zorro no.
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EL GRUPO C-S.
Estas dos letras en la escritura del español, son una fuente interminable de errores de
grafía ya que, en forma arbitraria, se anteponen a las letras I y E, sin que haya una determinación
técnica de por qué es así. ¿Por qué Célebre y no Sélebre? ¿Es solo la cuestión etimológica?
Para nosotros los latinos no hay diferencia alguna en la pronunciación de esa palabra y siempre
decimos Sélebre. Entonces, ¿por qué tenemos que escribir Célebre?
A partir de aquí, el uso de la “C”, queda reducido a una sola función: “ca”, “co” y “cu”.
En todas las ocasiones en las cuales haya venido usurpando la funsión del semi-fonema /s/, le
son suspendidas. Como en Sielo, neSesario, fáSil, soSial, Sierto, sinSero, Sedro, Segar, Sebo,
Sebra, Serebro, cánSer, Semento. Con esta medida se van del Ameriñol millones de errores a
los que induse este problema fonético. Recuerden que nosotros no hasemos diferensia entre C y
S antes de E o I. Nos suena igual Cima que Sima, por lo tanto, esa labor de la C queda
eliminada del Ameriñol. No tenemos por qué martirizar a los estudiantes dictándoles palabras
con esas características, pues nuestra forma de pronunsiarlas jamás les dará una pista aserca de
cómo es su grafía.
Ante las palabras canciller, canción o cancina, no tendremos duda alguna de cómo se
escriben, pues el motivo de duda es la C o S ante la I. Y como ya sabemos que ante la E y la I
siempre se utilisará la S, no hay manera de equivocarse. Por lo tanto escribiremos canSión,
canSiller y canSina. Por ahora...
Un sonido como el que tiene en “Cielo” en el español peninsular, no existe en Ameriñol.
Entonses no hay razón para no escribir Sielo. De la misma familia serían paSienSia, inoSenSia y
presenSia. Si nosotros no desimos consCienCia, sino consiensia, entonses, ¿por qué debemos
escribir con C esa palabra? Para un español es fásil escribirla bien, pues su aparato fonador está
adaptado a ese sonido “ciencia”, por lo tanto, si incurre en una pifia en su escritura, estará
cometiendo un error, porque quien se la dicta le dirá: CienCia, sacando la lengua entre los labios.
Pero para el latino esa palabra constituye una trampa que no guarda relasión alguna con su forma
de entonarla; él siempre dirá SienSia o conSienSia, y la repetisión de ese término jamás le dará la
clave aserca de cómo se escribe. Podría escribir consciencia o consiensia, y siempre le sonará a
conSienSia. Por lo tanto, no vemos la nesesidad de utilizar dos grafías diferentes para produsir
un sonido que para nosotros es igual. Ese universo de problemas desaparese con el Ameriñol, ya
que solo tiene que recordar que siempre ante la I y la E, va la “S”. Muy simple ¿nues sierto?
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Si a un niño en España la maestra la dicta la palabra maCeta, lo hará de esa extraña
forma que es peculiar en ellos. Pero resulta que si a uno de nuestros estudiantes se le ordena lo
mismo, es seguro que el maestro le dirá: maSeta. Entonses ¿cómo sabe el jovensito o el adulto
americano de qué manera escribirá un término cuya pronunsiasión no le da idea alguna de cómo
haserlo? El español oye maCeta y con fasilidad puede escribirla; pero el nativo de América
escucha maSeta, y sin embargo tiene que escribir maCeta.
El terror que inspira a los hombres de letras la montaña de normas de la Academia es
agobiante. La amenaza permanente de ser pillados en algún error gramatical o en un barbarismo,
desanima el vuelo literario de infinidad de periodistas, bibliotecarios y otros profesionales con
una “defisiente” formasión gramatical, pero con multitud de bellas ideas dispuestas a ser
plasmadas en el papel. Con el advenimiento del Ameriñol ya pueden estar tranquilos; pueden
escribir como les dé la gana, mejor dicho, como hablamos los millones de americanos que
utilizamos esta lengua.
Si los hombres cultos tienen temor a escribir, ¿qué se puede esperar de aquella vasta
multitud de humildes Heródotos y Homeros que abundan en nuestros pueblos y aldeas?
MaSeta sí... maCeta no.
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EL GRUPO J-G.
El grupo (G-J) también ha generado billones de errores de grafía que nunca debieron
considerarse como tales si nuestros académicos hubieran tomado las medidas que se sugieren en
este libro. Los americanos no hasemos diferensia fonética entre la G y la J cuando van
presediendo sílabas cuya segunda letra es I o E. Por ejemplo, nos suena igual desir General que
Jeneral. Gibraltar que Jibraltar. El semi-fonema /x/ que equivale a la letra g ante E o I no
existe para nosotros. Los españoles sí lo pronunsian de una forma curiosa que a nosotros nos
hase grasia, pues parese que estuvieran hasiendo gárgaras. De tal manera que cuando a un
escolar español su maestro le dicta G eneral, él capta con claridad ese fonema y lo escribe en
concordansia con el sonido que escuchó. En cambio al estudiante nuestro su maestra le dise:
J eneral . Entonses ¿de qué manera va a saber que ese Jeneral se escribe con G? Su única opsión
es aprenderse de memoria la grafía de TODAS las palabras del español, lo cual es un absurdo
descomunal, como diría nuestro querido don Quijote.
En el Ameriñol la letra G queda confinada a los sonidos Ga, Go, Gu, como gato, goma y
gusto. Se le quitan las funsiones en donde hasta ahora ha asumido los sonidos Je – Ji, que pasan
a ser exclusivos de la JOTA, junto con Ja- Jo- Ju. Como jeneral, jefe, jenética, jendarme,
jirafa, jineseo, jirasol y jitano. Si aplicamos ese prinsipio fonético a la escritura no tendremos
problema. Si algo suena je o ji, va con jota. Y de esa manera queda resuelto un problema que
orijina infinidad de “errores” de grafía en la escritura de los americanos. En América
pronunciamos jitano y así debemos escribir la palabra. Esa es la posición del Ameriñol: escribir
como hablamos.
Como hemos visto, la escojensia entre estas dos letras para escribir una determinada
palabra en Ameriñol resulta un elemento forzado que no concuerda, y es a eso a lo que debemos
oponernos y modificar no solo porque es ventajoso, sino porque es la correcsión de una
disparidad entre la ortografía española y nuestra fonética.
Jeneral sí... General no.
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EL GRUPO Y-Ll. (Sin G-J, C-S ni Ll)
Este es el terser grupo problemático de letras que en la escritura de los ameriñoles
produse una gran cantidad de dudas y errores injustificados. Y aunque los académicos nos disen
que hay un fonema palatal diferente para cada una de ellas, la verdad es que para nosotros no
existe diferensia alguna entre los sonidos de esas dos letras. Para los latinos da lo mismo se
“calló” que se “cayó”. La entonasión es la misma, pero si hubiera alguna diferensia técnica que
sea distinguible por los espesialistas, en el habla común de los americanos nadie lo nota. Entre
calló y cayó, solo asemos la distinsión en el contexto en que sean usadas: “Se cayó de la
cama”. “Se calló y no volvió a emitir palabra”. Pero si cualquiera de nosotros solo dise: “El
hombre se calló”, nadie sabe de qué se trata, y se quedan esperando que se alargue la orasión
para saber de qué manera se escribirá la palabra. Si es que sabe, porque bien podría escribir: “Se
calló de la cama”. Pero ese es un problema cultural que va más allá.
Ese error tan frecuente como innesesario, desaparese en la escritura si eliminamos la ll
(elle) de nuestro abesedario. Y eso es lo que haremos a partir de este momento.
A esepsión de arjentinos y uruguayos, todos le damos el mismo sonido a la Y y la Ll, por
lo tanto, se recomienda que todas las funsiones de la Ll sean asumidas por la Y en forma
exclusiva y con plenos poderes. De esa manera, se suprimen todas las posibilidades de errores
de grafía jenerados por la confusión que produse en la jente el uso de la Ll y la Y. En todo caso,
las escasas tres páginas que esa letra y e na en el dicsionario, no son respaldo sufisiente para que
siga causando tantos problemas de grafía. Unas siento diesinueve palabras (más o menos) en
tres pájinas, no constituyen los votos nesesarios para permaneser en la primera división del
idioma. Por lo tanto, desendemos la Ll a las ligas menores de España.
Fíjense en un ejemplo de las palabras que el DRAE acuña desperdisiando el espasio por
el que usted paga. Nos dise que en Bolivia, Ecuador y Perú utilizan la palabra Lliclla con el
siguiente significado: Manteleta vistosa, de color distinto del de la falda, con que las indias se
cubren los hombros y la espalda. ¿Por qué el DRAE dise “INDIAS” y no mujeres? ¿Por
qué utiliza ese término para referirse a las damas de esos países? Sigamos con el tema...
Esto no debería mereser comentario alguno, pero resulta que con Ll hay una serie de
palabras tan exóticas, que sería adecuado que estuvieran en el dicsionario de rejionalismos de
cada uno de esos países, pero no sobrecargando al DRAE de informasión carente de utilidad
práctica. Porque, ¿qué le puede importar a un panameño o cubano qué es una lliclla? Si existen
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las palabras manteleta, rebozo y tapado para referirse a ese adorno femenino. Entonses, ¿por qué
consignar ese termino de uso local en un dicsionario de alcanse mundial? De ese estilo también
encontramos llicta, lloica, llaullau, llar, llapa, llanisto, llanisco, llábana, llaca, llambria, llantear,
lleudar, llocante, lloredo etc. etc. ¿Qué sentido tiene inscribir en el dicsionario esos
rejionalismos no solo extraños a la mayoría de los habitantes de América o España, sino que es
probable que en sus mismos países de orijen no sean muy conosidos ni de uso popular? Es
dudoso que todos los ecuatorianos sepan qué cosa es una “lliclla”. O que los mejicanos o
españoles sepan el significado de llábana, llambria o llaullau.
De esos pocos vocablos con “Ll”, solo unos cuantos son conosidas y bien se pueden
escribir con Y. Además, si utilisamos el Ameriñol bien pueden dictarnos yicya, yauyau, yeudar,
yantear, yicta yoica, yama, yaga o la que sea, y es seguro que no cometeríamos ningún error de
escritura. Es por eso que eliminamos a la “elle” junto con su enredado e incomprensible sonido.
En su lugar, le conferimos la nasionalidad americana a la letra helena Y, y asume todas las
funsiones que tiene ese sonido único para los americanos. Para nosotros no existe diferensia
fonética entre “pellejo” y “peyejo”, caballo o cobayo, pollo o poyo. La palabra “caye”
significaría según el contexto, dejar de hablar o la vía pública.
Para los latinos la Ll solo es una fuente de problemas ortográficos que no tiene razón de
ser. El yeismo no es problema alguno entre nosotros, sino un distintivo muy simpático de dos
pueblos suramericanos que lo utilizan como forma normal en su habla cotidiana: uruguayos y
arjentinos.
Cabayo sí... caballo no.
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USO DE LA M antes de B y P (C-S, J-G, Y-Ll, M antes de B y P)
Esta es otra de la Reglas desconsertantes del idioma, la cual nos obliga a cometer errores
que de acuerdo con el sentido común no lo son. Veamos: dise la norma 530 de la Gramática de
la Academia que: “antes de B y P, debe escribirse M”. Y eso hemos venido hasiendo por
siglos, sin que nadie cuestione la razón de ese presepto. (siempre, imposible, imbécil). ¿Qué
razón hay para escribir una “eme” que NO pronunsiamos y cuya única justificasión es una regla
que nadie sabe quién inventó ni por qué? Los profesores y maestros de español se apegan a eya
y aplican su disposisión a rajatabla; sin ningún interés intelijente en el porqué. “Lo manda la
Regla” se nos dise, y con eso se sierra el asunto. Pero la pregunta sigue viva, y no solo eso, sino
que se bifurca ante las exsepsiones que hasen estas normas al pareser inamovibles. “El Presepto
no se discute, solo se aplica”, suele ser la respuesta de los académicos, pero resulta que la
Academia no es infalible ni el rector todopoderoso de la lengua. Se equivocan, hasen tranpas y
se brincan sus propias leyes, como se demuestra con el mismo DRAE, en donde aparese la
palabra “bienplaciente” (con N) en la fila veintitrés de la columna tersera de la pájina 204 de la
edisión XXII.
El Ameriñol deja sin efecto esa regla, y a partir de su aseptasión, los usuarios americanos
pueden escribir las palabras que presentan esa particularidad, tal y como las pronunsian.
Nosotros desimos INPOSIBLE, INBESIL Y SIENPRE. Nadie dise IMPOSIBLE. ¡Nadie!
Sienpre desimos INPOSIBLE. Así que no hay razón alguna para acatar una regla de orijen
desconosido, solo porque lo ordena la Gramática. Esta falta de discernimiento de parte de los
académicos es lo que ha convertido al idioma español en un atoyadero en el que nadie se quiere
meter. Pero lo peor es la inclinasión colonialista que persiste en la mente de nuestros honbres de
letras. Y a pesar de que Andrés Bello, Rufino José Cuervo y Rubén Darío demostraron que
podemos explorar nuevas rutas dentro de la lengua española, la disposisión casi servil de los
gramáticos sigue manteniéndonos en una dependensia inconprensible ante las arbitrariedades de
la Academia, aun cuando estas vayan en contra de la lójica y del sentido común que indican las
diferensias innegables que hay entre esta y el Ameriñol.
Es bueno recordar que lo primero que se dio fue el lenguaje oral. Y hasta mucho
tienpo después enpezaron a apareser los primeros intentos de escritura, lo cual nos indica que
esta es un fenómeno subordinado a la lengua y que, por lo tanto, debe reflejarla de la manera más
fiel. Es por eso que la grafía debe ser lo más fonética posible, lo más paresida a la forma como
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se habla el idioma al cual representa mediante la sinbolojía gráfica. Y eso es lo que no está
funsionando en el español que utilizamos los americanos, ya que hay una discordansia notoria
entre la pronunsiasión que le damos y la manera como tenemos que escribirlo. Ante un
problema tan evidente nada hemos hecho para correjirlo, sino que por inersia nos hemos plegado
a las disposisiones tradisionales de la Academia.
Estas reglas de la Gramática han yebado a nuestros estudiantes a la producsión de
biyones de “errores ortográficos” que en realidad no lo son. Y esta de la M antes de B y P, es
apenas una muestra del sinnúmero de arbitrariedades inexplicables que se encuentran en los
libros de gramática y el DRAE. Los estudiantes jamás aprenden a escribir con correcsión de
acuerdo con las normas, porque estas fueron consebidas para los españoles y su estilo peculiar de
pronunsiar. Y aunque tales preseptos no se hayan establesido con la intensión de perjudicarnos,
ese es el resultado práctico, ya que fueron estructuradas para españoles y no para americanos.
Eyos jamás nos han tomado en cuenta, y siempre nos han considerado como excolonias
sin inportansia por las cuales no vale la pena haser variasiones en “su” lengua; lo cual es cosa
lógica y bien justificada. Tal aspiración de los ameriñoles, equivaldría a que los ingleses
modificaran “su” inglés para adaptarse a los inventos lingüísticos de los gringos. Así que no
pretendemos que eyos adapten su gramática y fonética a nuestra manera de hablar; pero tampoco
es correcto que quinientos miyones de personas debamos someternos, en forma sumisa y con
el silensio conplisitario de nuestros académicos, a la ortografía hispana.
Desde luego que esta forma figurativa de hablar no corresponde a la realidad, pues los
españoles NO NOS INPONEN NADA. Somos nosotros lo que, de manera servil nos ponemos
bajo la tutela de la Academia Española para que esta rija todos los asuntos que tienen que ver
con el idioma común entre americanos e hispanos. Por lo tanto, es culpa de nosotros que ese
idioma en su forma escrita, se haya convertido en un instrumento de tortura para los nasidos de
este lado del mar. Es culpa de los honbres de letras y sistemas escolares latinos, que no nos
hayamos actualizado en materia idiomática desde hase siglos, en espesial en el capítulo de la
ortografía. Pero ponernos al día con nosotros mismos y no con los españoles ni su
Academia.
La asignatura conosida en los colejios y escuelas como “Español”, es la causa del fracaso
o desersión escolar de miyones de niños en la América Latina. Además, de un trauma
permanente en todos los honbres y mujeres que lograron superar, con angustia, aqueya barrera
casi infranqueable para yegar al bachiyerato. La aborresen. Odian la Gramática, el español, la
conjugasión verbal y casi todo lo que tiene que ver con el idioma como materia de estudio. Por
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eso ni leen ni escriben nada más que lo nesesario para sus ocupasiones profesionales. Incluso
personas con sierta educasión, evaden todo asunto que tenga que ver con la Gramática o con una
inspecsión formal de la lengua. Casi nadie escribe por miedo a la crítica de “los que saben”, o
porque no tienen seguridad aserca de cómo escribir “bien” de acuerdo con tanta regla.
¿Por qué debemos escribir “eme” antes de B y P? ¿Hay alguna razón válida? No se
piden las consabidas respuestas dogmáticas de la Academia, sino una explicasión satisfactoria
desde el punto de vista del sentido común, mejor dicho, de como hablamos nosotros. A partir de
ahora se podrá escribir coNpañía, eNbrocar, eNbolsar, coNpasión. Así que en buen Ameriñol
podremos escribir coNpajinar, en lugar del “españolismo” compaginar. Suena igual para
nosotros, ¿no es sierto? Nadie en América Latina, y es probable que ni España, dise iMposible;
la pronunsiasión de esa letra sí que es inposible para nuestro aparato fonador. Quién sabe a qué
se deben esas limitasiones; o talvez solo se trate de malos hábitos de dicsión que hemos
desarroyado durante estos sinco siglos de aprendizaje del español; sobre todo si tomamos en
cuenta que, como dise el gramático español don Manuel Seco, lo aprendimos de una chusma
analfabeta que yegó a estas tierras hasiéndose pasar por hidalgos y jente de categoría. El semi-
fonema /m/ es labial, por lo tanto, obliga a una espesie de mueca con la boca para pronunsiarlo.
En canbio el semi-fonema /n/ es alveolar, lo que quiere desir que se articula con la lengua pegada
a la ensía, lo cual nos resulta mucho más fásil. ¡O quién sabe por qué! La cosa es que desimos
iNposible, iNbésil o iNberbe, y en eso no hay discusión.
Hay otra regla que ordena que antes de L o R debe escribirse B. Y aunque tanbién a esta
podríamos haserle un sepelio semejante a la anterior, eso resulta innesesario puesto que al
eliminar la V del abesedario nuestro, no existe alternativa para el uso de esta. Es desir, no puede
haber Vra o Vle en Ameriñol.
Inpostor sí... iMpostor no
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LA LETRA HACHE (H) (Sin H, C-S, G-J, Ll-Y, M antes de B y P).
¿Qué hase una letra muda en un idioma cantarín? ¿Cuál es el propósito de intercalar esa
grafía en tantas palabras del idioma español? Si no suena, influye o modifica en algo el sentido o
sonido de un vocablo ¿para qué usarla? Humo, hijo, hilo, historia, haya, hasta y hostia, utilizan
esa “hache” que no pinta nada su pronunsiasión. Veamos: umo, ijo, ilo, istoria, asta, uye. ¿Qué
canbió en el sonido o significado de estas? Nada. De manera que ¿cuál es el motivo que ay para
enplear una letra carente de sonido y cuya utilidad es nula? El Ameriñol la considera
innesesaria, y por lo tanto, su uso queda confinado a formar parte con la “C”, en sonidos como
chaqueta, cholo, chilindrín o chancho. Así que eliminada esa funsión de la ache muda,
podremos escribir con seguridad las palabras que asta aora nos an puesto en situasión de error
por omitirla. Ya podemos escribir bataola, zanaoria, alcólico, saumerio, aser, y otras de esa
naturaleza, sin temor a cometer errores.
Los defensores de la ortografía española suelen valerse de trucos muy sinples para
asernos creer que sin esas letras toda la estructura del idioma se viene al suelo. Pero esa no es
más que una de las tantas falasias con las que nos mantienen subordinados a la Tradisión.
Algunos puristas nos dirán que el caso de la ache en “hasta” sirve para diferensiarla de su
omófona “asta” como sinónimo de cuerno. Pero eso no es un problema, pues de acuerdo con el
contexto se sabe el significado que tiene, ya que si a alguien escribe “Asta luego”, no es posible
confundir ese asta con un cuerno. Esa confusión no se da ni en las palabras omónimas, pues
bien sabemos que según el contexto, sienpre queda claro su significado. Porque si no fuera así,
¿qué aríamos para diferensiar el como de comer, del adverbio como? Lo asemos por el
contexto, de igual manera que con la preposisión “hasta” y el sustantivo asta. Desde luego que
este problema gramatical, como tantos otros, no existen en el abla; solo en la escritura . Y
si otro relato escrito dijera “el toro le metió el hasta en el vientre”, es obvio que no se trata de
que le clavó una preposisión en la barriga, y ni el ser más burro lo interpretaría de esa manera.
No ay que exajerar el asunto de la omofonía para utilizarla como pretexto en la grafía. Al
prinsipio la gente “culta” se sentirá un poco incómoda; con sierto sentido de frustrasión, pues
considerarán que no es justo aber perdido tanto tienpo estudiando algo que aora todos podrán
aser a la perfecsión y con muy poco esfuerzo. Pero una vez que se acostunbren al Ameriñol,
verán lo divertido que es poder escribir sin temor a las mil tranpas y enredos que tiene la
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Gramática del español. Los niños podrán dejar de sufrir aprendiendo un idioma que se pronunsia
de un modo y se escribe de otro.
¿Cómo se escribe vahído? ¿Con hache o sin eya? En Ameriñol se ase la omisión de la
ache muda y la grafía queda sinplificada: vaído. Tanbién podríamos quitarle esa tilde que solo
sirve para conplicar la escritura. La jente dirá vaído o vaido, ¿qué inporta si todos saben cómo
pronunsiarla y lo que significa? Y podemos ir más lejos todavía, ¿por qué no eliminar esa
palabreja? Al fin y al cabo en español ay muchas maneras para referirse a un desvanesimiento o
mareo. Pero si la deseamos conservar, al menos le eliminamos esa H innesesaria, ya que nada
pinta ni le confiere algún sonido espesial o sentido diferente. Entonses, es obvio que solo está
ayí para causarnos problemas en la escritura.
Es probable que las personas “ilustradas” en temas ortográficos rechasen estas ideas en
prinsipio, y eso es lógico. Obligatorio diríamos, pues el Ameriñol es un proyecto igualitario que
democratizará el dominio escrito del lenguaje, y lo pondrá al alcanse de todos de una manera
sinple y fásil; como el abla. Y eso, desde luego, es probable que moleste a aqueyos que an
estudiado muchos años la Gramática. Entonses, es natural que si de repente cualquiera viene a
ser tan conpetente como eyos en la escritura del idioma, resulta muy difísil de dijerir. Incluso a
nosotros nos molesta “perder” todos los conosimientos que emos adquirido sobre el español en
toda una vida de devosión asia él. Somos los primeros en saber que no es agradable; pero en
canbio, miyones de niños serán liberados de ese suplisio de estudiar una lengua tan conplicada
en su gramática, y bastante ajena a su fonética. Los que aora tienen un buen dominio de la
lengua española sentirán algunos reparos ante el Ameriñol, pero eso no está justificado. Este es
algo así como la emansipasión del último rescoldo que nos queda del yugo cultural español, una
espesie de grito final de independensia lingüística de los americanos. A partir de aquí, cada uno
caminará por su propia vereda en materia gramatical. Aunque, claro está, conservaremos por
sienpre el indisoluble vínculo de la lengua ablada. Un onbre seguirá siéndolo aquí y en España.
Y ya que utilizamos la palabra onbre, debemos recordarles a los lectores que en la antigua
ortografía, más fonética que la actual, ONBRE se escribía sin ache. Tanbién se escribía Onor y
Eredero. Tan conpleja es esa funsión de la ache intercalada, que en algunos países de la
América, la jente la a ido canbiando por jota. Ante su inexplicable presensia (por muda) en
siertas palabras de uso común, le asignaron un sonido que terminó por convertir los términos
inisiales en otros de diferente grafía. Tal es el caso del baho, una exótica comida cosida al
vapor, y que en Onduras, Costa Rica y Nicaragua se convirtió en “bajo”, como si fuera un
vocablo inglés. Tanbién susedió lo mismo con bahareque, que terminó transformándose en
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bajareque, ya que esa letra muda entre dos vocales que deben pronunsiarse, ase muy difísil la
emisión de un sonido adecuado. Es casi inposible desir bAhAreque en el abla coloquial,
omitiendo la ache y asiendo sonar las aes. Ay que pronunsiar “bA-Areque”, lo cual resulta
demasiado engorroso y forzado. En la conversasión rápida eso es un estorbo que bien se puede
eliminar yenando ese espasio de silensio de la H con una jota. Bajareque, ¡ya está! Queda
perfecto. El sentido común del ablante a venido a enmendar una tontería tradisional de la
Gramática.
Lo mismo pasa con “Buhardilla”, extraña palabreja cuyo significado no es muy común
en América, debido a que aquí las casas caresen de ese espasio arquitectónico. Tan escasa es la
buhardiya como el término, y este nos suena como una espesie de íbrido entre un búo y una
ardiya. Si le quitamos la ache nos queda buardiya, de más fluida pronunsiasión y sin la tranpa de
la grafía. Y ni qué desir de la palabra “Alharaca”. ¿Quién pronuncia Al-Araca? Todos decimos
“aljaraca”... o “alaraca”... al menos en América.
Vean lo que pasa en la actualidad con la H intercalada. Como es muda y no existe un
sistema práctico que nos dé una pista en dónde debemos utilisarla, para poder aserlo con
correcsión tenemos que memorizar todas las palabras que presentan esa anomalía. ¿No es
eso una locura? Si quiero escribir buharda, buhonero, buhedo, buhedal, buharra, bohío o buhío,
alharaca, alhiara, alholva, alhóndiga, alheña, alharma, alhucema o alhidada, tengo que saberlas
de memoria, lo cual es un absurdo. Veamos el caso de la “alharma” (planta de la familia de
las rutáseas, cuyas semillas se utilizan como condimento en el Oriente; también se comen
tostadas). ¿Cómo se pronunsia alharma para diferensiarla de alarma? Si la H es muda, tengo
que decir “alarma”, de la misma forma como pronunsio el nombre de su omófona.
Sinplificar este enredo de términos de escasa o ninguna utilizasión en América, será el
trabajo de los lexicógrafos del Ameriñol. En nuestro dicsionario solo deben ingresar vocablos
que sean modernos y de uso generalizado en todo el continente.
De las palabras anteriores quizás solo boío, buonero, alusema y aljaraca nos resulten
familiares. Y es probable que la mayoría no tenga ni la menor idea de lo que significa alhiara,
alheña, alhidada o buharra. De alhiara el dicsionario nos dise que es lo mismo que “aliara”.
Lo que significa que tenemos que buscar en otra parte de este para enterarnos de que es un-a
“cuerna”, la que a su vez, significa vaso. Entonses, si es un vaso común, ¿para qué perder tanto
tienpo, papel, memoria, tinta, espasio y peso en el dicsionario si existe el universal vaso? ¿Qué
pasaría si un mejicano o arjentino yega a un bar y pide una “alhiara” de beer? Ténganlo por
seguro que si el cantinero le sirve la jarra o vaso de serveza, sera porque entendió beer y no
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alhiara. Ridículo ¿verdad? Esos son los disparates del español que NO deben ser incluidos en
el dicsionario del Ameriñol. Si tenemos vaso, bien podemos presindir de todos aqueyos
sinónimos que tengan el mismo significado. Sobre todo, cuando son palabras tan raras o de uso
tan local o restrinjido a pequeñas rejiones. Está bien que usen “alhiara” en Navarra o Cataluña,
pero eso no les da derecho a los españoles a introdusir ese término en un dicsionario de carácter
mundial. Para eso están los dicsionarios de sinónimos. Este tema lo anpliaremos cuando
yeguemos al capítulo correspondiente a “Dicsionario”.
No queremos fastidiarlos más con tanta norma, pero es nesesario que sepan que todas las
letras que emos señalado como conflictivas en su escritura, tienen multitud de reglas y
exsepsiones que ay que recordar cada vez que tenemos que utilizarlas. De unas cuantas letras se
deriva una cantidad astronómica de preseptos que deberíamos tener presentes a la ora de escribir.
Y esto es inposible, ya que nadie escribe recordando reglas, sino que lo ase en forma automática,
después de un proseso de aprendizaje que nunca termina. Es por eso que los escritores
consagrados y gran número de periodistas profesionales, dejan ese pesado y engorroso trabajo en
manos de los gramáticos que se dedican a revisores de texto. Pero ese lujo no se lo pueden dar
aqueyos que empiezan a escribir, pues la revisión filolójica es muy cara.
El vulgo, esa masa umana tan parlanchina y alegre, guarda amargos y frustrantes
recuerdos de la Gramática; y es por eso que una vez que salen de la escuela, ronpen con eya para
sienpre, lo cual es una lástima. ¿Cuánta literatura se a quedado dormida en los escritorios y
armarios de tantos latinos que le temen a la Gramática?
Por razones metodolójicas suspendemos aquí el estudio de la H, pero después
agregaremos algo más para justificar su eliminasión del abesedario ameriñol, y para que nuestros
lectores puedan darse cuenta de su inutilidad en nuestra escritura. Pero más que de su
inoperansia, del daño terrible que nos a echo durante tantos años.
Ipócrita sí... Hipócrita no.
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LA LETRA K. (C-S, J-G, Y-Ll, B y P antes de M, H ni K)
La letra K no tiene sentido en Ameriñol, puesto que las cuarenta y siete palabras que en
español enpiezan con eya, no son votos sufisientes para obtener derecho a existir en nuestro
idioma y causarnos las incomodidades que su escritura nos produse. Además, la C o la Q bien
pueden asumir esa funsión. Se puede escribir “Cril” en lugar de kril. Crenlin por Kremlin, pues
para nosotros no ay diferensia fonética alguna. Es más, esa eme de Kremlin no la pronunsiamos
si no es mediante sierta dificultad que nos obliga a una intensional alterasión de nuestra forma de
ablar, lo que nos ase sentirnos un tanto ridículos; casi como cuando tratamos de desir “Maitre
d’hotel” en ameriñol. Tanto es así, que terminamos burlándonos de nosotros mismos y
provocando la risa de quienes nos escuchan.
Todas las palabras de orijen griego que se escriben con K, se les puede dar una grafía en
el Ameriñol. Desde luego que abrá que respetar las que son nonbres propios, pero asiendo la
salvedad de que son tradusibles y que no tenemos por qué entonarlas de manera diferente a lo
que nos permite nuestra fonética. Recuerden que nadie está en la obligasión de articular en
forma correcta ninguna palabra ajena a su idioma, pero el intento cuidadoso por aserlo, es una
cortesía muy bien vista por los extranjeros. Debemos escribir Kant con K, porque es el nonbre
de ese ilustre pensador alemán, pero bien podemos desir “cantismo” al referirnos a su filosofía.
Y si consideramos que este asunto no se trata más que dentro de un contexto muy espesífico, no
cabe la posibilidad de equivocarnos o de ignorar de qué se trata el cantismo. Bien se puede desir
grados “quelbin”, aunque cuando escribamos el nonbre del sientífico que le dio orijen a esa
palabra tengamos que escribir Kelvin. Da lo mismo escribir curdo que kurdo, kinesiólogo que
quinesiólogo y, además, se ve más natural esta última grafía. Toda la familia de KILO tanbién
se puede escribir con Q. Quilogramo, quilolitro, quilométrico, quilovatio, quilopondio,
quiloersio, etc. etc.
Le damos nuestra calorosa despedida a la letra K del Ameriñol, aunque sabemos que
aqueyos que forman parte de algunas organisasiones estudiantiles universitarias sentirán sierta
nostaljia al tener que renunsiar a yamarse “Kappa-Beta-Gamma”, “Alfa-Pi-Kappa” y otras
denominasiones chistosas que suelen utilisar los estudiantes. Sin enbargo, como el Ameriñol no
es dogmático, pueden seguir usando sus sínbolos de la manera que más les guste, pero NO será
obligatorio escribir Kappa con K.
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LA LETRA V
Ya vimos que incluso varios gramáticos españoles nos aseguran que nadie es capaz de
distinguir entre la V y la B en la fonética. Cejador dise que en la antigüedad se ponía V o B a
capricho del que escribía, lo cual nos indica que no ay una razón fonética para la existensia de
anbas letras. Tanbién ya conosemos la opinión del maestro Nebrija en cuanto a la diferensiasión
que se podía aser en su tienpo en relasión con la forma de articular anbos sonidos.
El caso es que en Ameriñol eliminamos la V. ¿Por qué? Primero por una
considerasión técnica. Ya que su semi-fonema /b/ equibale al de la B, no ay motibo alguno para
conserbar dos grafías para el mismo sonido. Y la segunda es de orden democrático: la B ocupa
sesenta y cuatro pájinas en el DRAE, mientras que la V solo yena cuarenta y una, es desir, es
minoría. Así que a partir de aora nos desentendemos de la V.
Aremos omisión del infierno de reglas que tendrían que aprenderse aserca del uso de la
B, pues ya no serán nesesarias debido a que no ay alternatiba. Todo se escribe con B. Muchos
no tienen idea del orror del cual los estamos salbando al eliminar la V y encomendar todas las
palabras con el semi-fonema /b/ a la grafía B. Y es mejor que lo ignoren para sienpre. Pero si
quieren asustarse, consulten un libro de Gramática.
Aprenderse la multitud de normas que nos explican el uso adecuado de todas las letras es
algo casi inposible. O por lo menos, un trabajo de toda la bida, en el cual estamos obligados a
recordar no solo las reglas, sino cada una de las palabras que bamos escribiendo. Sin enbargo, se
escribe bien por la memorizasión que asemos de cada término durante interminables años de
aprendizaje y no porque tengamos presentes determinados preseptos.
Sabemos que la costunbre es difísil de benser; sobre todo para las personas “cultas” en la
Gramática o que an echo su carrera profesional en eya. Sin enbargo, sus conosimientos son
baliosos y podrán ser aplicados en la formulasión de las nuebas y modernas técnicass del
Ameriñol. Para todos ay espasio, pero para lo que no ay cabida es para la pérdida de tienpo que
asen nuestros alumnos cuando estudian y aprenden un sinfín de reglas inútiles que nada o muy
poco tienen que ber con la utilizasión práctica del lenguaje. El abla es un medio para el
desarroyo del pensamiento, y demasiadas reglas la entorpesen. Palabras demasiado largas
ostruyen la mente, obligándola a quedarse detenida mientras el aparato fonador logra articular
bocablos de cuatro, sinco o más sílabas. De aí la nesesidad de la sinplificasión, ques la única
Norma del Ameriñol.
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Por fin nuestros gramáticos tendrán un berdadero y útil reto: ser creatibos en el idioma
para diseñar una gran estratejia de desarroyo integral, que tenga como objetibo el idioma que
ablamos. Dejarán de ser sinples testaferros de la Real Academia Española y se conbertirán en
los forjadores de la lengua de América: el Ameriñol.
A partir de aora podremos escribir bisioso, bibir, ber, bagar y bomitar. Todo sonido BA,
BE, BI, BO, BU, BLA, BRE en español, se escribirá con B en el ameriñol, lo cual nos condusirá
a la inposibilidad de cometer errores de escojensia. Solo tenemos que borrar de nuestra mente la
existensia de un pequeño signo gráfico que nos a fastidiado durante tanto tienpo. No más errores
de grafía en cualquier palabra que contenga esa letra. Podremos escribir Bapor, Biolín, Biola,
Boluntad, Boltio, Bulgata, Buelo, Buelco. Así, ya no tendremos dudas de cómo se escribe
inbierno o botar. Emití mi boto. Boto la basura. Asunto de contexto. Para nosotros no ay
distinsión fonética entre votar (depositar el voto) y botar, de tirar.
Al prinsipio resulta un poco incómodo, pero después se ba asiendo tan dibertido que
resulta un juego de plaser. Y cuando bamos adquiriendo sierto dominio del método, enpieza a
darnos un poco de cólera reflexionar sobre todo el enorme esfuerzo que emos echo durante
tantos años para yegar a dominar una forma de grafía que difiere de nuestra manera de ablar.
Nos da rabia ber cuánto nos torturaron los maestros de español, enseñándonos una materia cuyas
normas repetían como dogmas y sin ningún juisio conparatibo con la realidad que bibimos. Nos
da risa o pena darnos cuenta de cómo nos isieron perder un tienpo balioso memorizando cosas
inútiles. “Estas son las preposisiones del idioma casteyano; es bital saberlas”, nos desía un
profesor de español, y enpezaba a resitarlas: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en,
entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras”.
¿A cuántos nos rayaron el disco duro de nuestra memoria recargándola con tantas cosas
de tan poca utilidad? Porque cuando leemos o escribimos no nos ponemos a ber si esto es una
preposisión, un prononbre o una conjunsión, ya que cuando lo asemos solo andamos en busca del
mensaje que el autor del libro nos enbía; ni siquiera nos inporta que la sintaxis sea correcta o que
no utilise bien el jerundio. Pero si entendemos la intensión del escritor, se a realizado el milagro
de la COMUNICASIÓN.
Este es el problema con el español. Se inbierte tanto tienpo en el desarroyo de las
abilidades nesesarias para dominarlo, que cuando emos logrado algún progreso ya se nos acabó
la bida. Para sacarle algún benefisio a ese interminable estudio, ay que ser como el gran don
Ramón Menéndez Pidal (1 869 – 1 968) quien bibió casi un siglo.
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En América enfrentamos problemas más inportantes que el conosimiento de cómo se
conjuga el berbo “haber”. Es una lástima que las organizasiones escolares no ayan entendido
esa nesesidad. En cuanto al idioma, la meta no es tratar de españolizarnos, ni demostrar
que somos tan buenos como eyos en los asuntos gramaticales, sino de encontrar nuestra
identidad, lo cual no lograremos imitando modelos ajenos. Es por eso que la lengua debe ser
modernizada, pero de acuerdo con las características y potensialidades que nos son propias.
Tanpoco se trata de asimilarnos “a la española” para aser gala de qué tan artistas somos en el
dominio de la gramática y estilística, o de lo bien que conosemos la ortografía y sus
innumerables reglas, sino para dotarnos de los elementos nesesarios para la superbibensia.
Lo admitamos o no, la América Latina es un canpo de bataya en donde nosotros (mano
de obra barata) y nuestras riquezas naturales somos el botín que codisian europeos y gringos, y si
no realizamos un canbio dramático y rebolusionario como el del Ameriñol y otros que se deriban
de este, seremos arrasados por la abarisia de esas nasiones. Con más razón aora que la China se
a conbertido en el tersero en discordia como candidata a explotarnos y yebarse todo aqueyo que
tenemos de balor. Por desgrasia la escuela a jugado un papel de conplisidad con los
explotadores, pues mientras que por todo el mundo ay mobimientos sosiales por la redensión de
los pueblos tersermundistas, y cuando se escribe literatura contestataria en todos los sírculos
intelectuales del planeta, los alunnos aquí siguen leyendo “Marianela”, “María”, “Trafalgar”,
“Rimas y Leyendas” y otras sinplezas por el estilo. Los sistemas educatibos nos an echo creer
que debemos ser pasíficos y tolerantes; que estamos obligados a ber con indiferensia cómo las
multinasionales se yeban nuestros recursos minerales y marinos. Tanbién nos disen que
debemos creer en la “democrasia” y el sistema de libertad capitalista que nos “garantiza” el
bienestar económico. Que tenemos que aseptar enchidos de felisidad los tratados internasionales
como el TLC. En síntesis, la escuela nos a idiotizado para que creamos que la jente del
gobierno sabe mejor que nosotros qué es lo que nos conbiene.
Los sistemas educatibos de la América Latina son los peores Judas ubicados en la entraña
misma de los pueblos. Manejados por las oligarquías de cada país (con maestros sumisos y
anbrientos), manipulan la bisión que las jubentudes deben tener aserca de la realidad, asiéndoles
creer que otros tienen que desidir por nosotros. Y el método es tan eficaz, que emos yegado a
creer que con las miserables “ayudas” internasionales y con los tratados comersiales bamos a
salir a flote. La escuela nos a conbertido en siudadanos “pasibos” en el mal sentido de la
palabra; en jente que cree que el remedio a nuestros males ba a caernos del sielo o del Banco
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Mundial, de los préstamos, del TLC o del comersio con China; del protecsionismo europeo o de
nuestra afiliasión a la “democrasia” norteamericana.
La escuela nos a mentido, pues lejos de proporsionarnos una bisión realista de lo que
somos en los objetibos de las grandes potensias, nos a echo creer que es posible yegar a acuerdos
equitatibos con nasiones capitalistas que no tienen otra meta que la de enriqueserse al costo que
sea. Nuestra sosiedad no piensa en plural, y no es solidaria porque el sistema educatibo que
enpleamos no estimula estas altas birtudes, sino la conpetensia feroz cuyo único objetibo es
“aser plata”.
El prinsipio de autoridad con el que nos dejaron tarados los españoles sigue presente no
solo en el idioma, sino en nuestra conducta ante la bida. Somos perezosos y bibimos soñando
con que España, los Estados Unidos o Taiwán nos agan obsequios de puentesitos o de un par de
lanchas patruyeras para bijilar sus intereses; mientras que a canbio de esas migajas (las cuentas
de bidrio) nuestros “gobiernos” les asen consesiones para que se yeben gran parte de las riquezas
marinas que tenemos.
El sistema escolar nos a engañado, porque en lugar de enseñarnos que estamos solos y
que dependemos de nuestro esfuerso y solidaridad, nos a echo creer que la solusión a los
problemas locales puede benir del exterior; de los Estados Unidos, Europa, China o Japón; que
nada más es cuestión de firmar unos cuantos tratados y ya entramos al segundo o primer mundo.
Nos an domesticado para que permitamos que otros desidan por nosotros. Nos a conbensido de
las bentajas y birtudes de la democrasia que bibimos, y de lo agradesidos que debemos estar a
los gobiernos y funsionarios por la paz que gozamos. De lo felises que debemos estar por la
quietud idílica en la cual nos desenbolbemos grasias al sistema capitalista e igualitario que,
patrosinado desde las grandes “democrasias mundiales” (USA-Europa-Japón-Israel), se irradia
justisiero por sobre toda la América Latina.
El Ameriñol es el prinsipio de la rebolusión que nesesitamos; pero no una de las tantas e
inútiles insurrecsiones de balas y muertos que tanto dolor, daño y atraso nos an causado. Esta
chispa de guerra que se inisia con el Ameriñol no es una lucha de montañas o siudades, sino una
que comienza en nuestra propia mente y consiensia. Una que no pueden detectar los “cazadores
de terroristas”, y que tanpoco pueden inpedir que dé sus inebitables frutos. Cada Ameriñol debe
conbertirse en un insurjente en su interior; primero con el idioma, y luego con las consecuensias
que bendrán después de probar un cachito de la berdadera independensia.
En mis años de profesor, cuando estaba en su apojeo la guerra fría, recuerdo que los
profesores de Estudios Sosiales resibieron del Gobierno órdenes tajantes para eliminar de los
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programas de bachiyerato todo aqueyo que ablara del comunismo. Y resibieron listas de libros
proibidos que no debían comentarse en clase, y así se izo. Y bean que esta situasión se dio en
Costa Rica, y no en alguna de las tiranías democráticas que todabía quedaban en la América
Sentral con el respaldo de los Estados Unidos, como las de Nicaragua y El Salbador. Esa a sido
la funsión del sistema educatibo en la América Latina: serbir de perro guardián a los
intereses de las oligarquías crioyas y del Gran Capital mundial.
La dosilidad que se inpone en nuestras estructuras educatibas, conduse a la pasibidad
literaria de nuestros pueblos. Y esa abersión que la jente siente por la literatura que podría
ayudarnos a salir del pozo donde estamos, es culpa del Español y la metodolojía seguida en su
enseñanza.
La escuela no debe tener como objetibo final la enseñansa del español. La meta de
esta debe ser que, por medio del idioma, se pueda dotar a los jóbenes de los conosimientos
nesesarios para que salgamos del subdesarroyo y la miseria que nos agobia. El español que
en la actualidad se enseña en las escuelas y colejios carese de aplicasión práctica, y solo sirbe
para blasonar de cuántas reglas conosemos y qué tan ábiles somos en el manejo de su gramática.
De qué le sirbe a un indio de Bolibia saber cómo se conjuga castizamente y en todas
las personas el berbo “tener”, cuando en el altiplano este berbo es defectibo, ya que solo se
usa en segunda y tersera persona: “tu tienes, el tiene, eyos tienen, bosotros teneis”. Pero
nunca en: “Yo tengo, nosotros tenemos”.
La escuela latinoamericana a equibocado el camino y a perdido de bista sus prioridades.
Enseñarle a leer a un indibiduo no es todo; eso apenas es un medio, el primer paso. Instruir a
nuestros niños en un infierno de reglas de un idioma cuya escritura no concuerda con la forma
como lo ablamos es una nesedad increíble, pues no se trata de aprestarlos para que se bayan a
bibir a la “madre patria”, sino para que aprendan a defenderse en sus respectibas tierras. En las
escuelas y colejios de América Latina, se entrena a los jóbenes como si al final del curso tubieran
que rendir un examen de qué tan bien ablan el español de España ante un tribunal de la
Academia de la Lengua. Tan domesticados estamos que nuestros propios profesores de español
asen burla de las formas de expresión natibas mediante las cuales el pueblo se comunica. En
lugar de estimular esa creatibidad popular, autóctona, se dedican a denigrarla como “cosa del
bulgo”, como americanismos indeseables.
Es ora de que enpesemos a andar nuestro propio camino en materia idiomática. Por aora
todo anda mal, pues en el nibel escolar se pretende que los estudiantes salgan conbertidos en
conosedores profundos de los misterios de la gramática. Y en lugar de ser una puerta abierta al
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gran mundo de la literatura y el conosimiento, la conbirtieron en una endija más difísil de pasar
que “El güeco de la Aguja” del que ablan los Ebanjelios. Los maestros isieron del aprendizaje
del idioma un instrumento de terror, y de la literatura, lo más aburrido del mundo. Se les obliga
a leer libros de texto, obras de teatro y nobelas escritas por los propios profesores del sistema, o
bien de amigotes políticos del gobierno, con lo cual se garantizan que un gran sector de la
poblasión los conprará, sin inportar la calidad. “El libro tal de don fulano, eximio escritor
nasional es obligatorio”... Al menos en Costa Rica esa a sido una norma tan fija como las de
la Academia, o como la quijada de arriba.
En Latinoamérica urje otro tipo de enseñanza; uno que mediante el idioma, capasite a los
jóbenes para conpetir en el mercado laboral; que estimule la creatibidad y les dé balor para
expresarse en forma escrita, con la misma soltura y seguridad que lo asen cuando ablan.
Nuestros niños y adolesentes no deben ser enbrutesidos aprendiendo reglas que en la bida
práctica de nada sirben. En la Gramática ay demasiadas abstracsiones que no están al alcanse
de la mente de los jobensitos, y es por eso que terminan odiando la lengua que deberían amar.
Nosotros tenemos otras prioridades más apremiantes que saber cómo se conjuga el berbo abolir.
Es por eso que emos yegado a la conclusión de que es nesesaria una metodolojía distinta
en la enseñanza básica del idioma. Pero desde un punto de bista que difiera en forma radical de
lo que emos estado asiendo asta aora. No debe enseñarse como un objetibo en sí mismo, sino
como un instrumento útil y eficaz para el logro de metas más elebadas en el diario trajinar. Que
su estudio no sea una barrera ni un pesado lastre, sino el puente que fasilite el acseso al
conosimiento jeneral.
El español no debe conbertirse en la sinple memorizasión de largas y engorrosas reglas
que de muy poco le sirben al indibiduo en la práctica. Tanpoco debe serbir como pretexto para
aplazar a un jobensito solo porque no sabe definir qué diablos es un adberbio, o porque no
recuerda la temática de “Peñas arriba”, “Recuerdos de provincia” o de cualesquiera de las
otras idioteses que constituyen el catálogo de resetas del programa ofisial del español.
Se debe enseñar a ablar en forma rápida, a argumentar y defender dibersas tesis, pues
ablar con premura obliga a pensar de la misma manera; la argumentasión es de suprema
inportansia en la conpetensia cotidiana, y la defensa de una temática obliga al serebro a la
planificasión y despierta la abilidad de la réplica. “La boca es el fuego”. Y tal refrán sigue
teniendo bijensia en todos los nibeles de conpetensia.
Pero para ablar rápido debemos tener un idioma que lo permita porque es de fásil
manipulasión y carente de ostáculos, tranpas y nesedades que atemorisen al usuario. La lengua
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no debe ser un atoyadero que nos obligue a reflexionar sobre cada palabra que bamos utilisando
para ber si está bien o no. O si el berbo es transitibo o no; o si esta o aqueya preposisión
concuerda con este o aquel sustantibo. Ay que ablar como los niños, a los que poco les inporta la
concordansia, el tienpo berbal o la persona. Para eyos solo existe una urjensia: aserse entender
con la mayor claridad posible. Los profesores y maestros de español deben actuar como asen
las madres, que se desentienden del asunto formal del lenguaje de sus niños y se consentran
en el “qué quieren”. Y de esa manera salban el enorme espasio que ay entre su mente y la de
sus hijos. Es un mecanismo instantáneo e infalible de comunicasión. Es quizás por eso, que al
idioma se le yama “lengua materna”. Y aquí podríamos agregar el biejo chiste de un profesor
de español que les desía a sus alunnos: “Si una madre le dise a su niño que está en peligro de un
acsidente: chiquito, cuidado se cae, el niño ya abrá caído. Pero si lo conmina: ¡cuasequé!, es
probable que logre salbarlo del sopapo”. Y esa es la funsión de la lengua: comunicarse con
prontitud, claridad y en forma fasil. Pero esta no debe estar tan yena de reglas como el español,
en el uso del cual, nos bemos obligados a ablar lento, casi con pereza, meditando con mucho
cuidado sobre cada bocablo que bamos a enplear para no “meter la pata” y ebitar que todos se
rían y se den cuenta de qué tan burros somos.
Es seguro que este no es el primero ni el único intento que se a echo para tratar de aser
una reforma al español que ablamos en América. Tanbién es probable que muchas personas se
ayan preguntado cuál es el objetibo de tantas reglas que asen casi inposible que alguien pueda
dominarlas con alguna propiedad. Cuando bemos que incluso autoridades que escriben libros de
Gramática o temas espesializados de esta incurren en fayas de bulto, tenemos derecho a
preguntarnos: ¿qué objetibo a tenido la bida de esta persona que pese a la profundidad de sus
estudios sigue cometiendo “errores”? Ay un famoso escritor que a publicado muchos libros
sobre el idioma, pero que a alcanzado la cunbre en un texto yamado “Curso de redacción”, el
cual es utilizado en muchas escuelas de periodismo. Pero pese a toda su sabiduría, nos regala en
las páginas de este libro la expresión “Con o sin ella”, lo cual es, según los puristas del idioma,
una barbaridad. Debe desirse: “Con razón o sin eya”, “con bentaja o sin eya”, y no con o sin
bentaja, porque según una regla que alguien inbentó, esas dos preposisiones no deben ir juntas.
En esto de la Gramática podemos aplicar aquel prinsipio ebanjélico que dise: “El que esté
libre de pecado...” Esta conpromete y obliga a todos los usuarios a una lucha que no debe
descuidarse jamás; escribir es un eterno thriller del que no escapan ni los más pintados.
El Ameriñol tiene la pretensión de acabar con eso, o por lo menos, redusirlo a un
mínimo; nuestra lengua debe aser que esas tonterías formales desaparezcan en benefisio de una
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comunicasión fluida y abundante, que no permita que la mayor parte del esfuerzo intelectual se
disipe en un cuidado innesesario aserca de la forma cómo lo asemos. El Ameriñol pretende que
cualquier persona de mediana cultura pueda escribir todo lo que se le antoje sin las limitasiones
de una lenguaje serrado, osco, agresibo y yeno de tranpas.
Y aunque a muchos les incomode, bien podemos tomar mucha informasión de la
estructura del idioma inglés, y este puede serbirnos de modelo en aspectos que son de gran
inportansia, sobre todo, en la libertad de la que ase gala para incorporar al abla común cualquier
bocablo que tenga sentido y sea práctico, sin inportarles de dónde probenga.
Bergüenza sí... la otra no.
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LA LETRA “W”
A pesar de que el DRAE y los académicos la consideran como la bijésima sexta letra del
abesedario, su presensia en el Mataburros se sircunscribe a ONSE BOCABLOS que comienzan
con esa grafía, lo cual nos parese una minusia sin inportansia para que se desperdisie en eya esa
pájina. Y su uso intermedio es innesesario en Ameriñol; por lo tanto, decretamos su expulsión
de nuestro idioma. Solo la aseptaríamos en Whisky por aqueyo de la tradisión, pero la berdad
es que bien se puede escribir “güisqui” y obtenemos el mismo sonido, sabor y efecto. Es más, el
Dicsionario así lo consigna.
La W sobra en el ameriñol, y es probable que solo aya sido incluida en el alfabeto por
una espesie de jentileza con los norteamericanos y su primer presidente. Seis de esas palabras
con W corresponden a nonbres de personajes sélebres distinguidos en la siensia o las artes, y
talbez esa aya sido otra de las razones por la cual la Docta desidió incorporarla en el DRAE y
darle nasionalidad española. Esas son wagneriano (de Wagner), washingtoniano (de
Washington), wéber (de Wéber), watt (de Watt) wellingtoniano (de Wellington), westfaliano (de
Westfalia).
En Ameriñol la G y la U con crema o diéresis, bien pueden aserse cargo de las pocas
funsiones de la W. Beamos unos ejenplos: Güilian por el anglisismo William. Güisqui por
whisky. Güeber por Weber. Guásinton, como disen los españoles, por Washington. Aunque
para esos sonidos (güi, güe), parese que debemos inbentar una letra y un semi-fonema espesífico
que ebite confusiones. Todas esas rayitas, ganchitos, ranchitos, puntitos y demás señales
que obligan a un trabajo mecanográfico adisional y conplejo, deben desapareser de la
escritura del Ameriñol. Poner el asento en la máquina de escribir es toda una proeza. Solo
deben existir las letras y algunos sínbolos conplementarios que luego explicaremos.
Claro que en la correspondensia que se enbía al exterior se inpone la cortesía normal en
estos casos, y no debemos incurrir en chobinismos que inpidan que las cartas yeguen a su
destino. Tanbién cuando ablamos con extranjeros que tienen otro idioma, debemos aser un
esfuerzo espesial para aserlos sentirse bien, pues no es correcto molestar a los inbitados o
bisitantes solo para aser baler alguna tontería idiomática. Sería muy incómodo para un
norteamericano que escribiéramos Yeorye o Yiory Guásinton si nos referimos a su primer
presidente, así como no nos gusta cuando eyos disen Guaremala, Nicarragua, Aryentina o
Méxicou.
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Cualquier comentario que agamos para justificar la desaparisión de la W del ameriñol,
tendría más palabras que las que esta letra aporta al dicsionario.
La despedimos con cariño del Ameriñol porque no nos ase falta; pero sin resentimiento
alguno, pues no nos a causado daño ni nos a echo sufrir en la ortografia. Babay W, y larga bida
en su tierra inglesa y gringa.
Wagneriano. Todo lo que se refiere al músico alemán Ricardo Wagner.
Walon. Valon: término peyoratibo con el que los jermanos nonbraban a sus besinos
romanisados.
Washingtoniano. Relatibo al primer presidente de los Estados Unidos.
Watt. Unidad de medida eléctrica en onor a James Watt.
Wéber. Nonbre del físico alemán Guillermo Weber.
Weberio. Unidad de medida en onor a Weber.
Weimarés. Natural de la siudad de Weimar en Sajonia.
Wellintonia. Nonbre dado a la Velintonia por el botánico Lindley, en onor al primer
duque de Wellington.
Westfaliano. Natural de esta siudad de Alemania. Relatibo al tratado de paz firmado
en esa siudad.
Whisky. La estupenda bebida escosesa.
Wolframio. Nonbre alemán del tungsteno.
Como pueden ber, se trata de una pájina de balor romántico, y que no amerita la
existensia de esa letra en nuestro idioma. Como ecsepsión y por respeto a la memoria de esos
ilustres cabayeros, bien se puede seguir escribiendo sus nonbres con esa letra, sin que eso
signifique que forma parte del abesedario.
En cuanto al Whisky, bien se puede escribir güisqui, aunque suena más charralero, casi
como guaro ‘e caña. Con la W mejora el sabor, sobre todo si es de dose años de enbejesimiento.
Güisqui sí... y Whisky... tanbién.
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LA LETRA “X”
La X inisia solo beintiséis palabras en el idioma español y no ocupa ni media pájina del
dicsionario, y en todas eyas se le puede renplazar con la letra S de manera adecuada. Beamos:
Senofobia, Serografía, Serófito, Sifoides y Silófito. La berdad es que nadie dise CSenofobia.
Entonses parese ser que la única razón para enplear esa grafía es la antigua posisión de los
etimolojistas, quienes sostienen que ay que conserbar la raíz griega. Y aunque como letra
intermedia es más abundante, bien puede ser sustituida por el sonido natural que produce la
conbinasión “CS”. Tanto es así, que los académicos recomiendan que se escriba X cuando se
percibe el sonido “cs”, esepto en facsímile. Pero el Ameriñol la considera innesesaria y
perjudisial en nuestra escritura no solo porque nadie la pronunsia bien, sino porque se presta a
errores que se pueden ebitar con su desaparisión.
Tanpoco los españoles la utilizan de forma adecuada, ya que en lugar de taxi disen “tazi”.
¿Qué objeto, pues, tiene el uso de una letra que puede ser sustituida en forma natural por otras
que son fásiles de usar como la “S” o el grupo “CS” que no se prestan a confusión o duda? La
manera de sustituir la X en Ameriñol es de lo más fásil. Beamos. ¿Cómo escribiríamos examen,
eximir, taxi, saxofón, extremo, sexo etc.? Pues muy sinple: ecsamen, ecsimir, tacsi, sacsofón,
estremo, secso. En el caso de eXtremo, incluso los académicos disen que es una petulansia
pronunsiar la X, y que es preferible desir eStremo. De manera que si los mismos gramáticos
abalan la eliminasión de una letra que es estraña a nuestro aparato fonador, bien podemos darle
sepultura sin mucho aspabiento. Pronunsiar la X demanda una maniobra gutural ques muy
incómoda para nosotros y, por lo tanto, debe ser escluida del Ameriñol.
Como podemos ber, la eliminasión de la X no solo es fásil, sino que ase inposible
cometer algún error de los que por aora son tan comunes en el uso desa letra. De no ecsistir la
X, ¿de qué otra forma podríamos escribir LAXANTE? Sin utilizar la X, conplete la palabra:
LA ANTE. Intenten una forma equibocada y berán ques inposible. Conclusión: podemos
presindir de la molesta equis. Requiescat in pace en América, y larga bida en su Gresia natal.
La istoria de la X en el DRAE solo es una pájina sentimental, pues esta letra griega, como
todo lo prosedente de ese país, ejerse una espesie de enbrujo sobre todos nosotros y, en espesial
sobre los académicos de la lengua. Solo la chochera por la grecofilia esplica su permanensia en
nuestro idioma. Pero la berdad es que nadie sabe como suena en realidad. Si nosotros
pronunsiamos la palabra Xenón, desimos Senón; no conosemos otro sonido que asignarle a esa
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grafía. Lo mismo nos pasa con xerófito, xenofobia, xerocopia, xeroftalmia y xerógrafo.
Desimos serófito, senofobia, serocopia, seroftalmia y serógrafo. Entonses ¿cuál es la nesesidad
de utilizar una grafía que no tiene un sonido diferente del que obtenemos con la S? Como
quiera que lo escribamos, sienpre diremos Silófono. En nuestra fonética no ay un sonido para la
X, por lo tanto, es una letra casi tan muda como la H, y tanbién la despedimos del Ameriñol. Y
aunque solo beintiséis términos se inisian con X, en su funsión intercalada su presensia es muy
numerosa y su memoria muy amarga en miyones de personas que an tenido que bérselas con eya
en términos como exabrupto, exordio, exprofeso o mixedema. Pero lo peor es cuando la X se
conbina con la H en exhumar, exhíbita, exhausto o exhalar.
La fonética nos dise que el fonema que corresponde a la X es la mezcla de (k + s). Pero
como el semi-fonema K /k/ equibale a C delante de a, o, u y consonantes, bien podemos tomarlo
como una sinple C y desir que su sonido intermedio se puede representar mediante la
conbinasión CS, tal como lo emos benido asiendo desde que la eliminamos. EXito = eCSito.
No ay otro sonido para la X, y como ustedes an bisto, no ecsiste problema alguno en su
pronunsiasión. Ecsamen, micsedema, ecsordio, ecsabrupto y así por el estilo. Pero tenemos una
serie de palabras con equis intermedia, en las cuales no es nesesario utilizar la conbinasion CS y
basta solo con la S. Tales como extremo, que se puede escribir eStremo, ya que nadie dise
eCStremo, pronunsiasión forzada que resulta un poco pedante. Lo mismo es con eSpiro,
eSperiensia, eSplicar, eStraño, eSterior, eSterno. De manera que el Ameriñol propone que las
personas escriban este sonido de la forma que les parezca más natural.
La eliminasión de letras que asta el momento emos realizado en nada afecta la fonética
del Ameriñol, al contrario, la ajusta a una ortografía que deberá ser más natural y fásil, ya que
responderá a la forma como nosotros ablamos nuestro idioma. Emos eliminado grafías
innesesarias o duplicadas que en nada faboresen o fasilitan la practisidad de la lengua. Ustedes
an podido ir conprobando la realidad de lo que desimos, y esta no está constituida por cuestiones
misteriosas, sino por una sinplisidad que es acsesible a toda persona de cualquier nibel
educatibo. En el Ameriñol no proponemos reglas conplejas ni de normas que memorizar; todo
está resumido en cuatro o sinco recomendasiones de gran sensiyez.
Cuando nos libremos por conpleto de la tiranía de las reglas de la Academia, y
apliquemos solo el Ameriñol en las actibidades laborales y literarias, brotará en América Latina
una multitud de escritores, cuentistas, mitógrafos y onbres de siensia, pues la jente dejará de
tenerle miedo al idioma y lo utilizará como lo que debe ser: una catapulta al serbisio de la cultura
y el desarroyo personal.
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Se dise que el camino más corto entre dos puntos es la línea recta, y ese es el que estamos
demostrando con esta forma de escribir el Ameriñol. Proponemos un camino derecho, sin
recobecos ni tranpas que puedan dificultar la espresión escrita de la lengua. No es cuestión de
separarnos de España y crear otro idioma, ya que eso no solo es inposible sino indeseable.
Tanpoco se trata de aser innobaciones lingüísticas conplicadas que nos obliguen a nuebos y
difísiles aprendizajes, sino de aprobechar lo que ya tenemos, pero de una manera sinplificada y
fásil, como lo plantea el Ameriñol. Pero eso debe partir del reconosimiento de los siguientes
aspectos aserca de nosotros.
1) Los latinos pronunsiamos el español de una forma distinta de como lo asen los
españoles y, por lo tanto, la ortografía del Ameriñol debe reflejar esas diferensias y ser adaptada
a nuestro estilo de ablar. No es correcto ni justo que tengamos que utilisar una forma de
escritura que no corresponde a la manera como ablamos.
2) Que la Gramática que regula las cuestiones idiomáticas del Español a sido consebida
por y para personas españolas, con marcadas diferensias fonéticas en el abla.
3) Que la aplicasión de esas Reglas Gramaticales a los ameriñoles, nos ubica en una
posisión de desbentaja ante los peninsulares, ya que fueron formuladas para eyos y su forma
característica de ablar.
4) Que esas Normas de la Academia nos obligan a pelear en dos frentes en cuestiones del
idioma, ya que debemos aprender un español oral que dominamos con relatiba propiedad, y otro
escrito que difiere bastante del que ablamos.
Mientras los angloparlantes luchan armados lingüística-e (e=mente) de un florete,
nosotros lo asemos con una de esas enormes y pesadas espadas mediebales. De aí se deriba la
bentaja que nos yeban en todo.
Como pueden ber los lectores, el écsito y aprobasión que pueda tener el Ameriñol reside
en su jubenil sinplisidad. Es por eso que estamos seguros de que serán los jóbenes los que
terminarán por inponerlo, a despecho de los biejos y los gramáticos; de la Academia y de los
españoles.
Feliz biaje a la X.
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LA LETRA Z (A partir de aquí, sin las siete letras proibidas)
Esta letra desgrasiada que nadie pronunsia en América, a sido la causa de la
comisión de biyones de errores en la escritura del español. Es increíble que nuestros
gramáticos jamás ayan echo una protesta formal ante las respectibas Academias americanas de la
lengua en relasión con eya. ¿Cómo es que emos permitido que una grafía que no tiene un
fonema en nuestra abla popular, aya sobrebibido por ensima del sentido común, la lójica, la
fonética y la istoria? Al pareser, ningún académico, incluyendo a los más grandes como Bello y
Cuervo, se fijaron en esa anomalía que tantos errores y dificultades ortográficas jenera. El
Ameriñol ase justisia al eliminarla de su abesedario.
La permanensia de la Z en nuestro alfabeto es una aberración que a conbertido la
ortografía en uno de los peores instrumentos de tortura a los que emos tenido que enfrentarnos.
Los chicos tienen que luchar en desbentaja ortográfica con los niños peninsulares, pues ayá esa
letra sí tiene su contraparte fonética. Es por eso que ablamos de injustisia, pues si un niño
español escucha la pronunsiasión de esa letra, no tiene problema alguno para escribirla; pero
como en nuestro sistema de articulasión tal sonido no ecsiste, maestros y profesores pronunsian
el de la S /s/; y de esa manera, se ase inposible que un americano pueda saber si algo se escribe o
no con Z. Hemos tenido que luchar contra un doble aprendizaje en relasión con esta letra, y no
ay razón alguna para que sigamos utilizándola. En esta línea escribimos las últimas. Si
buelben a apareser otras, se tratará de los primeros “errores ortográficos” cometidos en el
Ameriñol, los cuales se deberán a tres causas: 1) a la fuersa de la costunbre, 2) a qué tan
domesticados estamos y, 3) a la traisión del conputador que nos corrije en forma automática.
Nosotros no desimos aZul, Zafra, caZa o Zapato, sino aSul, Safra, caSa y Sapato, y por
lo tanto, el uso de la Z en la escritura de esas palabras constituye una artifisialidad, ya que en el
abla jamás la utilisamos. Nadie pronunsia la Z en América, y si alguien lo ase, se trata de una
afectasión ridícula o de un siudadano español. El uso de la Z a sido una anormalidad en la
escritura de los americanos, la cual se a mantenido solo por una cuestión reglamentaria. El
asunto de la Z, como el de otros problemas de la ortografía, tienen que ber solo con la inposisión,
porque asta el más tonto de los gramáticos americanos sabe del absurdo que para nosotros
constituye el uso de esa letra. Estas formas sin equibalente fonético en el Ameriñol, son tranpas
que an yebado a los estudiantes y usuarios de la lengua a la comisión de triyones de errores de
grafía y a interminables dolores de cabesa y angustia. Pero lo que es peor, a sentir una profunda
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abersión por la lengua escrita, lo que nos a echo menospresiar la lectura, puerta prinsipal al
conosimiento. En el Ameriñol eso terminó. No más dudas entre la Z o S. O entre la Z y la C.
Como en el caso del apeyido Zepeda o Cepeda. En Ameriñol solo ay una posibilidad: Sepeda.
De tal manera que para ebitar esos innesesarios errores, basta con la eliminasión de la
zeta (y las otras seis). Sin enbargo, debemos recordar que la supresión ofisial de esa letra solo
constituye una formalidad, pues en la práctica nunca a tenido bijensia en América.
A partir de aquí, aplicaremos todas las bariantes del Ameriñol, y con esa sinple
maniobra, desaparese casi toda posibilidad de cometer errores de grafía. Y desimos casi, porque
todabía nos quedan otros asuntos que poner a derecho. Pero terminemos con la Z.
En el DRAE se encuentran unas mil palabras que enpiesan con Seta; pero bean algunas
de eyas para que se den cuenta de la poca utilidad que tienen en español, y mucho menos, en
Ameriñol: za, zabacequia, zabalmedina, zabatán, zabazoque, zabazala, zaborda, zaborra,
zaborrero, zaboyar, zabucar, zacateca, zacatín, zacatón, zahúrda, zaida, zallar, zálamo,
zalacho, zarria. El sinnificado de esos términos es desconosido en América, y es probable que
a nadie le sean familiares, a menos que sea por sircunstansias estrañas.
Paresiera que el sacatín es el ijo del sacatón o que están enparentados de alguna manera.
Pero no es así; el sacatín es una plasa (espasio abierto) en donde se bende ropa. Y el sacatón es
una yerba alta de pasto. Y por si fuera poca la raresa de esos bocablos, el dicsionario nos da las
siguientes esplicasiones aserca de la equibalensia de algunas: Zabida = zabila. ¿Y qué asemos
con zabila? Pues tenemos que ir a otra parte del dicsionario a buscar su sinnificado, y ayí nos
esplica que es el áloe o la zábila de las biejas colonias y del Perú. Zabalmedina = antiguo
magistrado de Aragón. ¡Un momento! ¿A quién puede inportarle en América cómo se yamaba
ese funsionario de Aragón, si con dificultad sabemos dónde queda ese lugar? Además, si ecsiste
majistrado, ¿a qué biene esa palabreja con tonalidad árabe? Zabacequia = el que tiene el
cuidado de las acequias. Pero ¿cuál es la rasón para conserbar en el DRAE una palabra que
sirbe para calificar un ofisio desconosido en América? Zabatán = mastranzo. Nada más.
Tenemos que ir a la M para saber qué es un-a mastranso, la que resulta ser una planta de la
familia de las labiadas, lo cual nos deja casi igual. Zabullir = zambullir. (¿?) Si tenemos
sanbuyir, ¿cuál es el propósito de incluir esa repetisión mutilada de la bos más conosida?
Zahora = comida previa al alba, durante el ayuno del Ramadán. ¿Quién, aparte de los
musulmanes, podría estar interesado en conoser el significado de un bocablo que en América
nunca emos usado? Pura pérdida de tienpo y papel quen el Dicsionario del Ameriñol no debe
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aserse. Zagaya = azagaya (¿?). Zaharrón = moharracho o botarga. ¿Sabe alguien qué es un
moharracho o una botarga?
¿Deja de ser lo que es la sarigüeya si escribo su nonbre con ese? ¿En qué se altera el
saguán si lo escribo con ese? Talbes la dicsión canbie para un español, pero no así para un
americano, el cual sienpre a dicho “saguán”, aunque se aya bisto obligado a escribirlo con zeta y
a cometer mil errores.
Con esto yegamos al final de la esplicasión de las letras eliminadas, y creemos aber
demostrado que son innesesarias. Y para confirmar este echo les proponemos a los maestros,
profesores de español o cualquier persona que desee aserlo, que repitan el siguiente esperimento
que nosotros isimos dosenas de beses con toda clase de grupos de personas de diferentes edades
y grados de escolaridad. Tomamos cada grupo y en la pisarra de su aula escribimos las letras
eliminadas: H, K, Ll, V, W, X, Z. Además, les esplicamos las funsiones espesíficas de la J y la
G; de la C y la S. Tanbién la eliminasión de la regla M antes de B y P. Y prosedimos a aser los
dibersos dictados. Para los grupos abansados utilisamos tecstos de bastante conplejidad en el
español tradisional. Solo les indicamos las comas y puntos. Les dimos la oportunidad de
obserbar la pisarra el tienpo que quisieran y, al final, en la mayoría de los casos, no cometieron
ni un solo error gráfico de acuerdo con el Ameriñol.
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EL INGLÉS... y otros.
El idioma inglés a tenido un desarroyo estraordinario porque jamás a caído en esa artrosis
limitante en la cual se desenbuelbe el español. Para los norteamericanos es buena cualquier
palabra que esprese con presisión el sentido de lo que quieren desir los usuarios de la lengua.
De cafetería, sacaron su “cafitíria”. Eyos no andan con prejuisios innesesarios en cuanto a la
incorporasión a “su” inglés de cualquier bocablo, les yegue de donde sea, sienpre y cuando sirba
para la clara comunicasión. Por eso es una lengua moderna, ájil y práctica. El gringo no padese
de ese chobinismo crónico en el que bibe inmerso el español: esculcando, rechasando,
ecsaminando, estudiando y esperando años para desidir si aseptan o no una palabra en el DRAE,
aun cuando en la práctica cotidiana esta aya demostrado su utilidad en el abla. Ya emos tenido
casi sinco siglos de esa actitud, y eso es demasiada pérdida de tienpo.
Beamos algunas de las bentajas del inglés. ¿Qué palabra puede tener mayor presisión que
“sandwich”, en las mil formas como la pronunsiamos? Se nos dise que su equibalente
académico en español es enparedado. Pero resulta que esa palabreja que parese tener más
relasión con una pared que con una comida, no es familiar a la gran mayoría de los americanos.
Solo la utilisan las personas que tienen la pretensión de ablar “castisamente”. En México le
disen torta o algo paresido, y tienen derecho a eso, porque eyos son más de sien miyones de
personas que ablan el Ameriñol, y nadie ba a benir a desirles que no se dise “torta”, o
“sánguche” como desimos en Sentroamérica. Lo único que tenemos que aser es buscarle una
grafía que sea inequíboca y darle fe de bautismo ofisial. Ecsisten otras dos maneras de
pronunsiar sandwich en nuestra abla: “sangüich” y “sanguch”, pero estas formas tienen siertas
dificultades fonéticas que no son familiares para nosotros. La ch final es un sonido ajeno a
nuestra forma de ablar, y la diéresis de “güich” puede jenerar muchas dificultades de escritura.
Así que nos quedamos con sánguche, pues ese sonido es más natural, y aparte de la tilde, no
presenta dificultades gráficas o fonéticas.
Los latinos no podemos ni debemos ser puristas con el español. En primer lugar, porque
no somos españoles; y en segundo, porque la forma como ablamos ese idioma no concuerda con
la escritura que nos an inpuesto. Defender la puresa del español es un problema que les conpete
solo a los peninsulares, y nosotros no debemos representar el papel de paladines ofisiosos de una
lengua que no es la autóctona de los americanos, sin inportar qué tan españoles, indios o
mestisos seamos. Recordemos que la hablamos porque nos obligaron. Ser defensores del
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español de España sería tan absurdo como que un mienbro de la tribu cheyenne de los Estados
Unidos, se le ocurriera erijirse en protector de la puresa del inglés . ¿No sería eso tan ridículo
como lo que asen nuestros pequeños académicos?
Estamos seguros de que ninguna palabra española puede tener el significado tan presiso
que tienen “to chat” = chatear en ameriñol. O beibichagüer (baby shower). Y ni qué desir de
bafle, suiche (switch), “pedigrí”, “miss”, o el unibersal oquei (okay). Y qué tal el famoso
serbisio de catering o el parking, palabras a las que les quitamos la g final en la pronunsiasión
ameriñolisada. En el capítulo de “Estranjerismos” estudiaremos más a fondo este asunto, pues
en esa materia en la cual se muestran tan inplacables los puristas, ay mucha tela que cortar. Ante
la inbasión de lo inebitable se esmeran en forma casi ridícula, en enseñarnos siertos términos que
según eyos, son los equibalentes adecuados que debemos utilisar. ¿Cómo se dise weekend en
español? Pero no el sinple fin de semana que sinnifica que esta yegó a su fin, sino el sentido
afectibo y total que tiene weekend en inglés. No tenemos un término sustituto.
Un idioma como el español, que tanto se presia de su orijen latino y griego, no debería
andar con prejuisios en contra de ninguna lengua moderna que pueda fasilitarle bocablos
adecuados y útiles que tengan un sentido presiso y claro. En un mundo tan chiquito y tan al
alcanse de la mano en estos tienpos de globalisasión, la palabra estranjero se ba quedando cada
día con menos sentido, pues todo lo estranjero ya está dentro de nuestra casa por medio de la
radio, telebisión y casi todo lo que consumimos. Así que ese término no debería tener la
connotasión que los gramáticos españoles le dan; y mucho menos los americanos, para quienes el
español en su totalidad, está constituido por un conpleto estranjerismo, si así quisiéramos berlo.
Entonses, tal idea que nos an benido “bendiendo” desde ase tanto tienpo los puristas de la
lengua, no tiene sentido en el Ameriñol; al contrario, este método de copia rápida debe ser una
fuente de enriquesimiento fásil y barato. Se yama piratería lingüística.
Desde el punto de bista de la diacronía del lenguaje, la elaborasión de un término
adecuado para transmitir una idea inequíboca puede yebar años o siglos de ebolusión; o mucho
talento. Entonses ¿por qué no aprobecharnos de los que confecsionan en otros idiomas y que ya
tienen un sentido claro y distinto? El parasitismo idiomático no solo es bueno, sino que no
causa daño a los que an inbentado las palabras.
¿Cómo diríamos surfing o slalom en casteyano? Y aunque la terminasión ing tan
común en inglés no es familiar a nuestra fonética, nosotros ya emos adaptado el consepto y
desimos sorfin o surfin, surfear, surfeando, “bosotros surfeáis”. Desafiamos a todos los
académicos y puristas a que nos den un equibalente de surfear. ¡Y por fabor!, no nos salgan con
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la quilométrica bobería de “deslisarse sobre las olas en una tabla”. Queremos algo que sea tan
práctico e inequíboco como es surfear. Pues bien, así como los gringos nos robaron taco y
burrito, tanbién nosotros lo isimos con surfear, catering, sidí o sedé, debedé o dibidí, disco,
parking, ticket, aerobic y mil bocablos más cuyo sentido es inimitable en español. Esa es una
tarea que tendrán que afrontar los “puristas” del Ameriñol; pero deberán aserlo con intelijensia,
sin actitudes serradas ni chobinistas. Si podemos copiarles a los gringos o a quien sea, qué
inporta si la palabra es buena y espresa con claridad la idea de aqueyo a lo cual se refiere. Desde
luego que no se trata de “agringarnos” y copiar términos que ya ecsisten en español, porque eso
no tiene sentido. Tal cosa es duplisidad y conplicasión.
Todas las lenguas europeas an dejado su inpronta en el español; incluso el lejano mundo
árabe nos legó gran número de palabras. Entonses, ¿cuál es la rasón de esa senofobia lingüística
de tanto gramático americano? Y si los mismos españoles son algo tolerantes ante esa realidad
inebitable de la influensia estranjera, ¿por qué los americanos debemos ser mesquinos ante la
inbasión de términos de gran utilidad que probienen del inglés? Tanbién podría ser del fransés,
del italiano o el alemán; por desgrasia esas culturas están muy lejanas, y su influensia es casi
nula en nuestras bidas. Pero qué cosa más linda es desir: “enchanté madam”, “bon voyage”,
“c’est à dire”, “temps perdu”, “bonsoir monsieur”, “arrivederci”, “a gogó”, “à la
page”,“démodé” “les enfants”, “aus Wiedersehen”, “au revoir”, “au gratin”, “avant-
garde” y otras majaderías semejantes, pero que suenan tan bonito e inpresionante cuando se
usan con propiedad en una conbersasión sosial. No en balde los grandes escritores del siglo XIX
y prinsipios del XX, asían gala de sus conosimientos del fransés. No es lo mismo la ordinaria
nata batida que la “chantilly”, tanpoco la bulgar palabra banguardia que “avant-garde”. Y el
común y umilde ropero nada tiene que aser ante el “chiffonier”. Le chateau, Les Champs
Elisees, le chapeau, le boudoire. Que brinquen los españoles contra los galisismos, pero...
¿nosotros por qué? ¿Por qué abríamos de protestar en contra de esa lengua tan linda y musical?
Los ispanos sienpre an bibido enbidiándolos, pero nosotros no. ¡Que vive la Plancha! (Fransia),
como desía un negro ansiano de la Martinica, a quien conosimos en nuestra jubentud.
Y ni qué desir de los latinajos; esos son el summun de la cultura del apantayamiento.
Los médicos, abogados, filósofos y profesores son felises disparándole a todo el mundo el
repertorio de latinasos de los que se acuerdan; y si es nesesario, rebisan su librito de locusiones
usuales para tener una reserba adisional de frases en latín para cada situasión. Y si no se da el
caso, se lo inbentan para lusir su dominio de esa lengua muerta, pero que da una gran prestansia
a quien conose unas cuantas palabrejas en eya. Tan inportantes son, que incluso muchas
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espresiones de esta lengua ya desaparesida an sido aseptadas por el DRAE y an buelto a la bida.
Entonses ¿a qué se debe ese egoísmo en contra del inglés o del fransés, dos idiomas actibos de
dos pueblos que tanto an aportado a la cultura, la siensia y la tecnolojía?
Ab intestato, ab origine, amicus humani generis, casus belli, hábeas corpus, in partibus
infidelium, silvana manganum, in extremis, sophia lorenis, habemus pontificem y otras sinpáticas
espresiones de la bieja Roma que bien bale la pena memorisar para inpresionar a los tontos.
El Ameriñol no debe serrarse a las influensias probenientes del esterior, pues la berdad es
que ante cualquier tendensia cultural europea o norteamericana, tenemos que estar abiertos por
conbeniensia. ¿Y por qué? Porque cual(es)quiera de eyas es seguro que nos yeba siglos de
bentaja en todas las ramas del saber. Que sean quisquiyosos los ingleses, franseses o alemanes
podría tener alguna justificasión, ¿pero, cuál sería la de nosotros? ¿En qué nos puede dañar el
influjo de esas culturas si los latinos estamos en el fondo de todo, en el cabús del tren del
progreso? Más abajo de nuestra posisión no se puede yegar; así que como no tenemos nada que
perder, podemos aprobecharnos de todo lo bueno que tengan otros. Debemos aprender de otros
idiomas que an sido fasilitadores para que sus usuarios acsedan al conosimiento sientífico, sin
las dificultades técnicas o el formalismo con los que el español entorpese los prosesos de
aprendisaje. Porque el español, lejos de ajilisar las cosas, es un lastre que por sí solo, es capas de
ostaculisar cualquier sistema de enseñansa.
El sinple echo de saber que ay un español legal y otro ilegal, es motibo de incomodidad
permanente para el usuario de la lengua. Saber que “zapinear” no está aseptado por la Academia
no deja de crear un dilema, pues es una palabra que tenemos que utilisar a menudo, a despecho
de lo que digan los gramáticos. Esa situasión es un disparate que debe desapareser, pues barios
sentenares de miyones de personas utilisan esa forma ilegal y se entienden a la perfecsión. El
Ameriñol le pone punto final a esa majadería.
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LA SILABA
Aunque esto es solo el preánbulo a las “palabras”, es nesesario aser una rápida rebista
aserca de las posibilidades que podemos esplorar en relasión con este conponente de aqueyas.
Pero beamos que dise la Gramática:
“La sílaba es una letra o grupo de letras que se pronuncian de una sola emisión o
golpe de voz”. Esta es la clásica y sinple definisión que de sílaba recordamos en casi todos los
libros con reglas gramaticales, como la colecsión de Bruño. Pero en el “Esbozo de una nueva
Gramática de la Lengua Española”, nos encontramos con un aterrador artículo de beintitrés
pájinas para desirnos qué es una sílaba.
Mientras los gramáticos se mueben asia la conplejidad inbentando más trucos, el
Ameriñol se enfoca en direcsión opuesta. En la creasión de un instrumento práctico que les
permita a los usuarios de la lengua espresarse en forma escrita, con la misma naturalidad que lo
asen cuando ablan. Y para lograr esto, es lójico que el camino único es el de la sinplificasión,
Norma Única del Ameriñol.
Lo ideal sería que la escritura estubiera formada por sílabas de una y dos letras, con lo
cual podría redusirse asta en un tersio el número de letras que utilisamos. Por aora ay
demasiadas sílabas que contienen tres o más letras, lo cual es un inconbeniente para el desarroyo
de un lenguaje fluido y rápido. Una de esas sílabas quilométricas es la famosa trans, la cual se
enpeñan en mantener biba porque es de orijen latino y muy del agrado de los etimolojistas. Pero
si logramos que todas las sílabas del ameriñol estén formadas solo por una o dos letras, abremos
abansado asia ese propósito de crear una lengua ájil y práctica; fásil de pronunsiar y que permita
y obligue a un discurso rápido en la transmisión de ideas. Desde luego que esto es un proyecto a
largo plaso; para después de que se aya consolidado el Ameriñol básico, y nuestros académicos
puedan sumerjirse en esa abentura lingüística que a de aser de nuestro idioma algo práctico y de
gran utilidad para el usuario. Tanbién se contenpla la eliminasión de todas aqueyas sílabas cuya
articulasión demande un esfuerso antinatural de parte del ablante. Tales como ABSolusión,
ETnografía, ISTsmo, DESCendiente, CONStruye, OBStrucsión y otras de naturalesa paresida.
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SINPLIFICASION DE PALABRAS
El paso siguiente es la sinplificasión de las palabras, ya que nuestro idioma está plagado
de términos de cuatro, sinco y más sílabas. Debemos yegar a una espesie de mono y bisilabismo
como el del inglés, para espresar en forma corta lo que queremos desir, pues la brebedad es
esensial en la espresión de las ideas, y el ecseso de letras y sílabas produse entorpesimiento en la
capasidad espresiba. No se pueden desir muchas cosas cuando tenemos que aserlo mediante
bocablos muy largos que obligan a nuestro sistema fonador ir a la saga en relasión con la
cantidad de ideas que se produsen en la mente. El problema que se da es que la producsión
serebral no puede ser reprodusida por el aparato fonador, ya que este tiene que lidiar con un
material inmanejable: palabras que demandan gran esfuerso articulatorio. En el lenguaje, esto se
traduse en entorpesimiento de esa funsión, ya que todo el esfuerso se sentra en el trabajo de
bocalisasión.
Eso es lo que paresen no entender los académicos del idioma español: que lo más
inportante son las ideas que queremos trasmitir a nuestros semejantes. Es por eso que el español
y los pueblos que lo ablan se an quedado atrás, y si an progresado en algunos aspectos es porque
en estos an echo a un lado las majaderías del reglamentarismo idiomático, como en el canpo de
la conputasión. Por parte de los académicos no “chatearíamos” ni “acsesaríamos”. Tanpoco
“sapinearíamos”. Eyos no an querido admitir que ecsiste una lengua que no puede ser normada
ni sometida a los caprichos de la Academia, y es la que nase de las nesesidades de la bida y de
las condisiones que inpone el medio.
El Ameriñol debe ser sinplificado en todo sentido: redusiendo la cantidad de letras de las
sílabas y limitando su número en las palabras; pero, sobre todo, eliminando desenas de miles de
estas que nadie usa y que solo son material de estudio para los istoriadores de la lengua. El
máximo de sílabas permitidas en cada bocablo nunca debería ecseder las cuatro. No es
aconsejable que tengamos términos de sinco y asta seis sílabas, pues eso es un lastre que obliga a
que el serebro deje de funsionar mientras el aparato fonador ase un enorme esfuerso para armar
estos trabalenguas. Beamos el ejenplo de constantinapolitano. Ocho sílabas. Pronunsiar esa
monstruosidad ase que durante unos milisegundos se atasquen las funsiones rasonadoras y todo
el esfuerso de la mente se enfoque en el problema fisiológico del abla. Y durante esos baliosos
instantes se corta la acsión del pensamiento, dando lugar a una espesie de altibajos indeseables
en el proseso intelectual; a una espesie de “intermitensia serebral” que nos ase perder la
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consentrasión. El esfuerso que asemos para pronunsiar siertas palabras como jalisciense,
adolescencia o liliputiense, nos obliga a interrunpir el fluido del discurso para controlar, sílaba
por sílaba, la correcta articulasión de esos sonidos. Esa es una realidad que todos conosemos y
podemos conprobar con fasilidad. Y el idioma no debe tener conponentes lingüísticos que
obliguen al ablante a esfuersos antinaturales en la conbersasión. Por ejenplo, que un orador
tenga que aser un alto en el discurso, realisar siertas muecas fasiales y enpesar casi a deletrearnos
insensibilisasión, es algo que no debe suseder en el abla corriente. Debe crearse una alternatiba
corta y fásil para sustituir semejante bocablo, el cual debe ser eliminado. Todo sonido
antinatural debe desaparecer del abla, tales como reloj, boj, etnico, fénix, bórax istmo y otros de
paresida estructura. ¿Quién entre nosotros puede pronunsiar isTmo con naturalidad? Nadie. ¿O
transísTmica? Desimos ismo y transísmica.
Nos guste o no, debemos yegar al mono y bisilabismo del idioma inglés, el cual deberá
seguir siendo nuestro referente asta que logremos superarlo en efisiensia lingüística.
Los gramáticos del ameriñol deberán encontrar las formas nesesarias para aser de nuestro
idioma algo práctico y sensiyo; que no nos aga perder tienpo en considerasiones tontas que nada
tienen que ber con la intensión primordial de toda lengua: la comunicasión del pensamiento.
Bean un ejenplo de desperdisio de espasio:
Considerasiones, comunicasión, pensamiento, adolesensia, pronunsiasión, sinplificasión.
Una línea gastada en seis palabras.
La lengua solo debe preocuparse por dotar al indibiduo de las aptitudes nesesarias para la
adquisisión del conosimiento, sin que aquel pierda su tienpo en el análisis de cuestiones
acsesorias que en nada lo benefisian. Sinplificar incluye la eliminasión de toda forma difísil de
articular, tales como las que obligan a un esfuerso estraordinario para ser espresadas.
Adolescencia, por ejenplo. Si alguien la quiere pronunsiar en forma “correcta”, tiene que aser
siertas maromas que no son abituales en su forma de ablar, pues la jente dise adolesente y
adolesensia. Y si intentamos desir adoleSCente, de inmediato sentimos que nos emos obligado
a un esfuerso fonético que no es normal y, en ese instante, dejamos de rasonar para
consentrarnos en el problema de enganchar la S de adoleS con la C de Cente, que de todas
maneras las pronunsiamos como una doble SS. Y eso es tan antinatural como cuando intentamos
desir les oisseaux, le chiffonnier o el boudoir en fransés. Dejamos de pensar en el mensaje, y
nos enfocamos en la maniobra fisiolójica y las muecas que tenemos que aser para que nos suene
“bien fransés”. Estiramos el pico y nos sale un sonido que es una caricatura del que asen los
franseses cuando pronunsian esas palabras; tan ridículo suele ser, que nosotros mismos solemos
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reír a coro con los que nos están escuchando. Deberíamos inbentarnos muchas palabras
semejantes a “teen”.
Es por eso que la sinplificasión biene a ser la clabe en el futuro del Ameriñol. Y para
poder realisar semejante enpresa, debemos liberarnos de la tutela de la Academia. Mientras esta
nos domine y dicte qué es correcto o no en el español, seguiremos en una posisión no solo de
desbentaja ortográfica y fonética, sino que jamás podremos abansar al ritmo que requiere esta
etapa istórica de la globalisasión. Y como ya se dijo en el párrafo trasanterior, el inglés debe ser
por aora, el ejenplo que debemos seguir en la modernisasión de nuestra lengua. Y aunque este
no es lo ideal todabía, al menos es mucho mejor y más práctico que el español, y debemos tomar
de él todo lo bueno que tiene y pueda serbirnos en el enriquesimiento del Ameriñol. En alguna
parte de este libro se afirmó que el idioma del futuro será sinbólico, y que toda cháchara
lingüística será descartada en los prosesos de aprendisaje y en el dominio de la siensia. La
trasmisión de conosimientos será sinplificada asta el punto en que con unos cuantos sínbolos se
podrá enbiar torrentes de informasión. Y en estas técnicas que ya tenemos a la buelta de la
esquina, la palabrería güeca del español actual de nada serbirá. Solo los idiomas que se ayan
modernisado lo sufisiente para manejar con pocas palabras grandes bolúmenes de datos, serán
los que sirban para el desarroyo y cresimiento de la siensia. Los otros se conbertirán en lenguas
bernáculas de uso casero y familiar. Los programas actuales del lenguaje sibernético son un
adelanto modesto de lo que serán los idiomas informáticos del futuro. Ayí no tendrán cabida las
majaderías de los formalismos del español; que si el jerundio está bien enpleado o no, o que si
ese paquete numérico es transitibo o no. La sintacsis será una operasión matemática inequíboca.
Y de muy poco serbirá la conjugasión berbal, o si esta o aqueya palabra es un adjetibo o un
adberbio. O si los casos gramaticales son ocho, dos o sien.
El futuro nos depara enormes sorpresas para las cuales se puede desir que no estamos
preparados desde el punto de bista lingüístico. Incluso los biejos nos emos dado cuenta de que
quien no abla inglés, anda renqueando en materia de conputasión y otros aspectos de la siensia.
Este idioma debe ser el parámetro a seguir. Y aunque Bill Gates ase programas en dibersas
lenguas para copar todos los mercados, la berdad es que lo mejor, más abundante, adecuado y
moderno se encuentra en inglés. Por aquí no sabemos cómo andan los españoles en esa materia,
pero los latinos, que dependemos en forma directa de los gringos, ya sentimos la urjensia (la
obligasión) de aprender inglés para poder partisipar a plenitud del mundo de la conputasión.
Parese que en este canpo, tanpoco podemos esperar mucho de los ispanos.
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Así que el modelo debe ser el inglés. De este debemos aprender todo aqueyo que sea útil
al Ameriñol, sobre todo, su brebedad y consisión. Ese lacónico idioma nos enseña que toda la
palabrería que utilisamos en el nuestro no solo es inútil sino perjudisial. El español usa
demasiados términos para espresar un sinple consepto que los gringos pueden definir con uno o
dos monosílabos. Pero lo peor de todo es que a pesar de que abusamos de muchas palabras para
indicar algo, nuestras ideas no quedan sufisientemente claras en la cabesa del que nos escucha.
(NOTA: ese “mente” que acabamos de usar, es uno de los grandes estorbos del español, del cual
abusamos despiadadamente.) Y como el español carese de formas para ebadir el “mente” nos
bemos obligados a utilisar unas muletiyas como de forma, de manera. “Lo iso de manera
intelijente”. Así ebitamos el intelijentemente. “Actuó de forma astuta”, por astutamente. El
Ameriñol debe crear formas que permitan la adberbialisasión, sin tener que usar el cajonero
MENTE. En lo posible, trataremos de ebitarlo en este libro.
Los gringos an arreglado muchos de esos problemas con una sola letra o conjuntos de dos
o tres, como la “Y”, el “UP” o el famoso “ING” que se lo pegan a todo, sin inportarles que su
idioma sea muy jerundioso. O que el “up”, “out” y “down” no agan falta.
Dibagamos tanto que no ay presisión en lo que queremos desir; pero nuestros gramáticos
siguen enpeñados en que no debemos utilisar términos estranjeros, aun cuando estos ayan
demostrado asta la sasiedad su eficasia en la determinasión de aqueyo que tratan de definir.
Beamos un ejenplo demoledor: “Vestida a la negligé”. De aí salió “negligé” para referirse a
una prenda íntima que usan las mujeres con los más siniestros, bariados y perbersos propósitos.
Pero los puristas disen que no se debe enplear esa palabra porque en español tenemos un
equibalente adecuado que espresa lo mismo. Y para la prenda nos señalan: bata o camisón de
dormir. Y para el estilo “bestida a la negligé”, nos proponen “bestida con desaliño o al
desgaire”.
¿Qué les pasa a esos tontos? “Bestida con desaliño” nos retrata a una bieja desordenada,
fea y sin bañarse, soñolienta y con cara aburrida; además, con sero interés en el romanse o el
secso. En cambio, “bestida a la negligé” nos sugiere a una enbra lasiba, ermosa, tentadora,
dispuesta a deborar al onbre para el cual se a bestido en esa forma tan diabólica y atrebida. Bata
o camisón de dormir es una prenda que nos recuerda a una esposa bostesando, con la cabesa
yena de rulos y con la cara asul o berde grasias a alguna crema, barro o pasta para estirar la piel.
En canbio, una “negligé” es una prenda íntima cuyo solo nonbre eboca situasiones sensuales y
apasionadas, con desborde de lujuria y plaser. Una “negligé” NO es un camisón de dormir, es
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una prenda sensual y tentadora para no dormir; es una atmósfera total de ensueño, pasión y
peligro.
¿Cómo se les puede ocurrir que el bulgar camisón de dormir puede ser un remplaso
adecuado de la sensual negligé? Eso sería como desir que cuarto de soltero equibale a
garçonier. Talbes así sea en Fransia, pero por aquí, el sinnificado de garçonier tiene un sentido
mucho más profundo y romántico, con ecos de abentura y conducta disoluta en ese loco y
dibertido tienpo de la soltería. Tales sustitutos que proponen los puristas, serían como desirnos
que es lo mismo la sopa de pescado que una “boullabaise”. En el lenguaje, algunas beses no
solo se trata de analojía; ni siquiera de identidad sino de elegansia, de chic y practisidad. Una
ordinaria sopa de pescado se pide en el mercado o en cualquier fonda de mala muerte; pero una
boullabaise es otra cosa... aunque sea lo mismo. De igual forma que un “chapeau” no es un
bulgar sonbrero; ni el chinchibí semejante a la Champaña solo porque enpiesa con che.
Tenemos que aprender a pensar con presisión, y eso solo se logra mediante el uso de un
lenguaje moderno, que tenga una estructura gramatical que obligue al indibiduo a consentrarse
en una línea de pensamiento única que no le dé marjen para la dibagasión. Un idioma en el que
se pueda sintetisar en pocas y cortas palabras un uniberso de ideas correlasionadas y conpletas,
sin nesesidad de adornos superfisiales que solo sirban para yenar espasio o distraer la mente. El
Ameriñol no debe presentar dificultades fonéticas de ninguna clase, de manera que no se
produsca la “intermitensia serebral”, ques la causa de nuestra tendensia a la dibagasión y
pérdida del ilo de lo que estamos tratando de esplicar. El español se presta para ser bastante
“pajoso”, y grasias a esa característica, emos yegado a creer que lo único que cuenta cuando lo
utilisamos, es la abilidad que tengamos para yenar de ruido el espasio.
Yegó la ora de la sinplificasión, la cual debe comensar por suprimir toda palabra que pase
de cuatro sílabas; y asta donde sea posible, crear un mono, bi y trisilabismo. Debemos aprender
a ablar sin tantos adjetibos y adornos. Este libro pretende ser un pálido ejenplo de esta
modalidad, pues luego de dos o tres rebisiones, le recortamos más de dosientas pájinas,
incluyendo incontables “MENTE”. Aun así, esperamos que los lectores nos sigan
sujiriendo qué más quitarle, asta que quede en los sinco renglones en los cuales se resume
toda la gramática del Ameriñol. Tenemos que eliminar la plaga de los adjetibos y adberbios,
limitándolos a nibeles aseptables desde el punto de bista de la estricta nesesidad: “Una casa
pequeña”. Eso debería ser sufisiente. Pero creemos estar obligados a desir: “Una casa
pequeñita, coqueta, con techo de tejas y paredes blancas que contrastan con el sielo asul”. Para
describir un sinple objeto, suponemos que es nuestro deber cargar la esplicasión con todos los
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elementos emotibos que se nos puedan ocurrir, como si estubiéramos bendiéndola. A lo mejor la
persona a quien le emos echo la descripsión, la be como una casucha. Bean que basta con desir
“pequeña”. No tenemos por qué agregarle ese elemento cariñoso del diminutibo. Además, la
casa no puede ser coqueta, ya que esa es una característica umana que no debemos trasladar a un
objeto inanimado. El material del techo es algo que poco inporta. Y el color de las paredes (que
puede canbiar si las pintan), no es una condisión permanente en contraste con el sielo, pues
cuando yega la noche, esa relasión desaparese.
Esa loca manía por poetisar la lengua es la que nos a estancado. Creemos que lo
inportante es ablar “bonito”, desir muchas palabrejas de dominguiar, asiendo que tengan sierta
cadensia y ritmo, y ¡ya está! La isimos toda con un montón de paja. Es el famoso cuento con el
que nos emos cuenteado mientras que otros países, con idiomas menos floridos pero más
efisientes, se nos an ido adelantando en el canpo de la siensia. Y si no fuera porque muchos
sientíficos asen caso omiso de la Gramática, estarían atorados en la edad mediebal. Si la
informática se atubiera a las normas de la Benerable, todabía contaríamos con ábaco. Y si la
lengua se mobiera al ritmo de las Academias, y no con la dinámica que le inprime el bulgo,
todabía estaríamos ablando al estilo del Sid Canpeador.
Estamos muy alejados del ideal de la sinplisidad, por eso debemos dar el primer paso
cuanto antes. Y ese inisio debe darse con la aseptasión del Ameriñol. Luego bendrá el trabajo
más minusioso de los gramáticos de la lengua americana; pero la rebolusión no termina aí, pues
no solo se trata de crear un buen instrumento de intercanbio intelectual, sino de aplicar un
método jeneral de rasonamiento adecuado a ese beículo de comunicasión. Y esa será la parte de
la dialéctica que deberá ser incorporada a los sistemas educatibos.
Palabras cortas formadas de sílabas ídem; eliminasión de adjetibos innesesarios;
desaparisión de miles de berbos, supresión de tanto conplemento y sinplificasión de la
conjugasión berbal, son los pasos inisiales en la formasión de un idioma moderno. Luego bendrá
una etapa más abansada en la cual se desarroyará el sinbolismo para ser “enpaquetado” en un
bocabulario básico. Eso consistirá en la formulasión de numerosas ideas relasionadas entre sí,
pero espresadas en uno o dos bocablos, como láser, quásar y máser. De esa manera se podrá
trasmitir infinidad de conosimientos o datos en unos cuantos sínbolos. La representasión de
conseptos acabados mediante el uso mínimo de palabras; y de ser posible, con una sola por cada
grupo de ideas. Esto ya lo an logrado en inglés y, por eso, este continúa siendo ejenplar para
nosotros, que somos besinos de sus usuarios naturales. Beamos un ejenplo.
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¿Qué es un “teenager”? Un teenager es un consepto que ba más ayá del asunto de la
edad. Es una manifestasión sosial, política, relijiosa, sicolójica, económica, de rebeldía, de
tránsito, esplosión, de búsqueda, de preguntas; es un uniberso solitario suspendido entre dos
épocas conosidas como infansia y madurés. Ser teenager esplica todo un fenómeno sosial
múltiple: la biolensia, la soledad, la búsqueda, la agresibidad, el miedo, la pandiya, la
desconfiansa, la timidés, el conflicto interno; es una condisión mucho más conpleja que tener
quinse, trese o diesinuebe años. Es un dilema que ba más ayá del acné, aborreser a los padres, el
despertar de la secsualidad, el cresimiento de busto y caderas o la nesesidad de respuestas que
nadie puede dar. Ser teenager lo esplica todo, aunque no al teenager. Ese debe ser el objetibo
del Ameriñol: representar en una o dos palabras no solo una idea sino una multitud de eyas, que
serán interpretados de acuerdo con la temática tratada. Solos “teen” o “ager” son nada. No
tienen traducsión al español. Es más, ni siquiera teenager. Pero ¡cuántos sinnificados se
ensierran en ese sensiyo y práctico bocablo! A eso es a lo que debemos aspirar en el Ameriñol,
a disponer de un arsenal de estas palabras tan cargadas de esplicasiones inplísitas que nos libren
de tanta berborrea. ¡Es un “teenager”!, con eso queda dicho todo. O un “teen”.
No es que estos conseptos no ecsistan en español y que no guarden semejansa con lo que
quieren desir en inglés, sino que la jente de abla inglesa los utilisa con mayor esactitud y con un
sentido inequíboco. Para esplicar lo ques la adolesensia, en español tendríamos que escribir una
ensiclopedia conpleta, y ni aún así quedaría claro qué es lo que queremos desir, ya que esa
palabra carese de la presisión sicolójica que tiene en inglés.
¿Qué es fishing? Pues muy sensiyo ... pescando. Pero no solo es pescar o pescando,
término que es muy difuso en español, y que tiene que ser muy bien esplicado y adornado de
adjetibos, adberbios y conplementos para diferensiarlo y aserlo claro y distinto. Si desimos “boy
de pesca”, eso puede ser muchas cosas. Pero en inglés es muy claro qué es ir de “fishing”. Es
todo un conjunto de actibidades que no solo inbolucran el biaje, la tienda de canpaña, el bote, la
comida, el jolgorio, la carnada, la yelera, las serbesas, los señuelos, los sancudos, las infaltables
fotos, el bideo, la dibersión y los contratienpos de las carreteras atascadas, sino que incluye la
pesca de peses como fin último; es capturar un pequeño animal marino o de río, cuyo balor
puede alcansar barios sentenares de dólares por quilo. Eso es “fishing” en inglés. Lo mismo
puede aplicarse a “rafting”, “camping”, “skiing”, “surfing”, “diving”, “skating”. Y ni siquiera
tienen reparo alguno en esa abundansia de jerundios que utilisan (ING); si sirben a los propósitos
de la comunicasión, bienbenidos sean. En cambio nuestros gramáticos se orrorisan si desimos:
“Estamos cantando, bailando y tomando tragos”.
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“Speeding”. Con ese sinple jerundio, intradusible en forma adecuada al español si no es
mediante una dosena de palabras, eyos esplican un consepto total. ¿Será belosideando? Ese
íbrido entre el sustantibo belosidad y la terminasión ando no parese tener sentido alguno en
español; sin enbargo, para eyos es muy claro su sinnificado. Sobre todo cuando les an dado un
“ticket” por “speeding” en el “freeway”.
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EL ASENTO Y SUS MIL TRANPAS .
A partir de esta pájina, iremos eliminando poco a poco los asentos gráficos, es desir, la
rayita sobre las sílabas tónicas según corresponda. Al prinsipio les pasará como a nosotros,
sentirán una nesesidad angustiosa de aser correcsiones y marcar las tildes; pero pronto estarán
comodos con la ausensia de eyas, asta que se den cuenta de que en realidad son innesesarias.
Nues sierto que la escritura pierda sentido si no utilisamos las tildes, y ustedes lo podrán
conprobar en la lectura de este capítulo; esa es una falasia que descubrirán a partir de este
párrafo. Berán, como lo isimos nosotros en algun momento, que el martirio de la “buena
asentuasion” no es mas que una majaderia. Disfrutenlo, pues es el camino asia la libertad en la
escritura.
La Gramatica nos aclara que asento es la mayor fuersa que ponemos al pronunsiar
determinada silaba de una palabra, y que sobre esa, debe colocarse una seña para distinguirla de
las demas. La tilde diacritica es la rayita que marcamos sobre la bocal de la silaba fuerte o
tonica. Diacrítico-a biene del griego que sinnifica “que distingue”. Pero esta no se ubica en
forma arbitraria sobre la silaba tonica sino que deben seguirse las consabidas reglas para aserlo.
Beamos. Primero ay que conoser cuatro grupos de palabras que se yaman agudas, grabes,
esdrujulas y sobreesdrujulas, las cuales siguen las siguientes normas. Meresen la categoria de
agudas aqueyas cuya silaba tonica es la ultima. Como cansión, camisón, escorpión. Son grabes
las que tienen el asento en la penultima silaba, como cársel, mármol, fásil, escaso, casa, útil.
Luego siguen las esdrujulas, que son las que yeban el asento en la antepenúltima silaba, como
tránsito, perfido, tísico, musico, rapido.
Y la regla nos dise: se tildan las agudas que terminen en N- S y bocal. Las grabes es al
rebés. Las esdrújulas se tildan todas. Tanbien las sobreesdrujulas. Un aprendisaje que dura toda
la bida y, sin enbargo, ay multitud de personas que nunca yegan a dominar tanto enredo y a
menudo omiten tildes o las colocan donde, segun las ordenansas, no deberian ir. ¿Cuándo es que
se tilda cuando, y cuando el? Ay miyones de personas que renunsian a aprender “esas sensiyas
reglas” como disen los gramaticos, y se dan por bensidas. Talbes sean normas sinples si alguien
trabaja de manera pausada en su casa, con un dicsionario y una gramatica a la par; o bien, con un
manual de ortografia para estar consultando cada bes que aparesca una duda. Pero si es una
secretaria que toma el dictado a toda carrera, tiene que saber muy bien las reglas para aplicarlas.
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En los años que ay que dedicarle al estudio de la ortografia, bien se puede sacar una carrera en
medisina o farmasia en las cuales es innesesaria la ortografía. Ni siquiera saber escribir.
Este asunto de la “adecuada asentuasion” es una de las grandes barreras de la ortografia,
y ase que todas aqueyas personas que conosen sus misterios sientan que de alguna manera son
superiores al resto de los mortales que no dominan la “correcta escritura”. Ay algo de banidad
en esta conducta, y podemos desir que bien justificada, pues no es cualquiera el que sabe escribir
bien o que es abil en el manejo de los recobecos gramaticales. La conbicsion de que no se tiene
conosimientos de las reglas ortograficas causa miedo, inseguridad e incluso odio asia esta
materia que deberiamos amar con intensidad, pues es el medio grasias al cual aprendemos.
Ademas, con la que comunicamos a los otros nuestros estados de animo. Pero para asentuar
bien no basta con saberse las reglas de memoria, pues en la escritura rapida nadie tiene tienpo
para estarse planteando todo el reglamento. La berdad es que el dominio de la ortografia es una
tediosa e interminable labor que consiste en aprenderse de memoria como se escriben todos los
terminos del español; o al menos de los que forman parte de nuestro bocabulario. La tecnica
debe ser bien conosida y ante el estimulo de la palabra debe dispararse por si misma. Es un
proseso de aprendisaje que a yebado años y años; sin enbargo, sienpre se cometen errores en la
asentuasion.
Pero por si no fuera sufisiente enredo ese monton de ordenansas, resulta que ay una serie
de esepsiones que conplican mas el asunto. Tienen que aprenderse de memoria todas las
salbedades en las cuales se tildan bocablos que conforme con las reglas no se deberia aser; o lo
contrario. Como los casos de las agudas Milans e Isern que terminan en N-S y no se tildan; o
bien, las grabes bíceps y fórceps, que contrabiniendo la norma, se les pone la rayita. Tanbien
tenemos que considerar las palabras conpuestas que por arte de majia, se brincan las ordenes de
la benerable Academia. Ejenplos: guardahúmo y pisaúva que son grabes finalisadas en bocal.
Como ben, es casi inposible aprenderse todas las Leyes y Esepsiones que ecsisten en la
ortografia para escribir “bien”. Eso ase inadmisible que tengamos que dedicar tanto tienpo a un
proposito tan tonto, y es una de las rasones por la cual debemos adoptar el Ameriñol como la
mejor salida que tenemos ante el difisil problema de la asentuasion grafica del español.
Y por si los ejenplos anteriores fueran poca cosa, ay otra disposision que dise que los
monosilabos no se tildan. Pero contradisiendo la regla, se establese una serie de esepsiones que
dan al traste con el mandato anterior. Son el mí y mi, tú y tu, él y el, sí y si, sé y se; té y te, dé y
de, más y mas, aún y aun, qué y que; quién y quien, cuál y cual. Pero analisemos si ecsiste la
nesesidad de tildarlos. Sabemos que en el abla no ay problema alguno y jamas se produse
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confusion o anfibolojia. Por ejenplo, si inbitamos a un amigo y le desimos “Bamos a
tomarnos un te”, no ay problema alguno. Lo mismo pasa con “se”, pues si alguien nos dise
“No se”, no bamos a confundir el se con una forma pronominal. “No se la respuesta”. Aqui no
ay forma de confundir el sentido, bien sea en forma oral o escrita. Todos entendemos cuando
alguien nos replica: “No se la respuesta”. Y si alguien nos manda: “De la orden”, no es posible
interpretar que ese “de” es una preposision. En el abla no les desimos a las personas: “Yo no se,
con tilde en la é”; desimos No se, y todo el mundo entiende que no sabemos la respuesta.
Bien podemos presindir de todas las tildes y nada se altera en la escritura, a menos que se
trate de palabras aisladas como: mate, tomo, dejo, topo, trago, copo, mando, pues nuestro idioma
esta plagado de palabras omonimas, bisio que debemos eliminar en el Amerñol en una etapa mas
abansada. Pero si desimos yo tomo el mate, desaparese el problema; yo mate a ese animal; topo
con la pared, ayer topo con un problema; es un trago amargo, se trago una semiya; se comio un
copo; copo toda la sesion; ayer tomo el mando del rejimiento, tomo lo que es mio (que puede ser:
tomó lo que es mio, o tómo lo que es mio, dependiendo del contecsto). Claro que para la jente
“culta” en ortografia, el problema no es entender la propuesta del Ameriñol, sino desintocsicarse
del adoctrinamiento a que an sido sometidos durante todas sus bidas con esa enredada ortografía.
El problema no es aprender la modalidad del Amerñol porque ayi no ay nada que aprender, sino
el como desenbarasarse de los malos abitos de la escritura española.
La berdad es que el contecsto inpide esas anfibolojias que son el “coco” de los
gramaticos, y que les sirben para la justificasion de tanta regla. “Se buen amigo con los que te
aman”. A pesar de la falta de la rayita, no cabe aqui la posibilidad de confundirse con el
sinnificado de ese berbo. “Yo tengo mas dinero que el”. Es claro que los dos términos
subrayados son un adberbio y un prononbre, y que no es posible confundirlos con una
conjunsion adbersatiba y un articulo. Tanbien ay algunas bisilabas un tanto enredadas: cuánto y
cuanto, dónde y donde, cómo y como. Pero si aplican la misma tecnica del parrafo anterior,
beran que las tildes salen sobrando en cualquiera de los casos.
Para rematar la trajedia, resulta que tanbien ay algunas palabras en las cuales el uso de la
tilde diacrítica es opsional: sólo (adberbio) y solo (adjetibo), y este, ese y aquel cuando son
prononbres. Aunque tanbien se acostunbra asentuar los prononbres demostratibos, ay otra regla
que permite no aserlo cuando entre el prononbre y el berbo (o cualquier otra parte de la orasion)
baya el relatibo “que” sin la interposision de una coma. Ejemplo: Estos que comen. Pero ¿quien
puede recordar tanta carajada?
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El rasonamiento para tildar el adberbio sólo, se justifica cuando ay la posibilidad de
confundirlo con su omófono el adjetibo solo. Pero la berdad que eso es inposible en la escritura.
Tanto es así, que ya la Gramática y el Dicsionario aseptan que no se aga en ningun caso. Sin
enbargo, muchos libros antiguos continuan la practica, pues tal Norma fue obligatoria asta 1959.
Y como esa obligatoriedad calo tan ondo en la mente de muchos profesores, algunos todabia
siguen apegados a la costunbre. El peso de la tradision y las conpulsiones de la Academia an
causado estragos entre los maestros de Gramatica, y de ai que muchos de eyos se resistan a todo
canbio. ¿Se imajinan lo dificil que fue aprenderse las reglas para tildar y sus esepsiones, y que
de repente benga la Academia a desirles que eso “ya no se bale”? Es para morirse de la colera.
“El Esbozo” NO da ejenplo en donde se pueda suponer que es fasil la confusion. Pero
Manuel Seco si, y nos dise que como adjetibo, solo sienpre se escribe sin tilde. Pero cuando
equibale al adberbio solo debe escribirse con tilde, segun reglas antiguas. El ejenplo que utilisa
es: “Trabajo sólo en casa”. A pesar de que la Academia recomienda tildar solo cuando el
adberbio pudiera confundirse con el adjetibo, ni el DRAE ni el Esbozo lo asen. Pero al eliminar
la tilde en Ameriñol, todas esas reglas, dudas y discusiones salen sobrando. Capitulos enteros
pueden arrancarse de los libros de gramatica.
Redondeando esta carrera de dificultades esta la cuestion de las palabras conpuestas, las
cuales pierden la tilde de acuerdo con siertas reglas que nadie sabe de donde salieron. Este es el
caso de la palabra asimismo, compuesta de así, y de mismo. Al conbertirse en asimismo, deja de
yebarla en así porque parese que ay una traslasion del asento prosodico a la silaba mis, segun la
pronunsie el ablante. Igual pasa con la union de dos palabras esdrujulas como désimo y séptimo
cuando formamos la palabra “désimoséptimo”, en donde désimo pierde la tilde y se transforma
en desimoséptimo. Sin enbargo, el asento prosodico no desaparese de la silaba “dé”, pues la
palabra sigue sonando dÉcimosÉptimo. Una disposision arbitraria y formulada solo para
conbalidar otra regla.
Lo mismo pasa con palabras que se agrandan utilisando el adberbio mente. La norma
dise que conserban la tilde si el termino la tenia antes de agregarle el mente. Como útil y fásil.
Pero ayi no para la cuestion de las reglas, pues la Gramatica le agrega el punto de las
“Asentuasiones anomalas” que nos conduse a mayores e innesesarias conplicasiones. Dise el
Esbozo “que casi todos los elenismos (palabras griegas), introdusidos o no a trabes del latin, se
an acomodado en español a la prosodia latina”. Y nos suelta una serie de palabras como crápula,
diáfano, epígrafe, epístola, horóscopo, metáfora, mitológico y muchas mas que se pueden
escribir sin la tilde y se entienden, sienpre y cuando formen parte del lecsico de las personas.
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Porque si alguien no sabe que es un epígrafe y nunca a oido su entonasion, bien podria
pronunsiarla epigráfe o epigrafé al leerla por primera bes. Pero esto es un problema de cultura
jeneral y no deribado de la innoransia de las reglas de asentuasion. Ademas, bien sabemos que
ay un lecsico que no es propio del pueblo y que, por lo tanto, este no sabe como se utilisa o
escribe. Inflorescencia, estereoscópico, estegomía, inteligibilidad, nitrocelulosa, nigromántico,
paroniquiáceo son palabras que el bulgo jamas utilisa y, como consecuensia, desconosen su
sinnificado y asentuasion. Sin enbargo, aunque no sepan la traducsion al abla bulgar, si siguen
las indicasiones del Ameriñol, las pueden escribir “con correcsion” aunque ignoren el sentido.
Infloresensia, estereoscopico, estegomia, intelijibilidad, nitroselulosa, nigromantico,
paroniquiaseo. ¿Fasil, no es sierto? Estan bien escritas para el que sepa su equibalensia y
entonasion, aunque quien lo iso no lo sepa.
Ademas, ecsiste el problema de los berbos tildados en la ultima silaba, los cuales
conserban esa tilde, en contra de la norma, si se les agrega un enclitico que los conbierte en
grabes. Ejemplo: si a “cargó” se le agrega el enclítico se, se transforma en cargóse, que de
acuerdo con la ortodocsia no deberia yebar tilde. Pero ay mas. Esa misma regla deja de serlo
cuando ese berbo con enclitico se sustantiba. Ejemplo: “acabó”. Si le agregamos el enclitico se
transforma en acabÓse; pero si la sustantibamos agregandole un artículo, debe perder la rayita:
el acabose. ¿Como es posible que un niño de escuela pueda aprender tantas majaderias para
poder escribir “bien”? Y todo eso debe aprenderse “de memoria”. Se requiere mucho
tienpo para aplicar bien las reglas de la asentuasion en Español. Años de memorisasion pero,
sobre todo, de practica casi infinita en el trabajo de escritura. Solo los maestros de gramatica y
los correctores de estilo yegan a tener la sufisiensia nesesaria en ese ofisio.
Es posible que a la jente educada este asunto del “buen escribir” no le paresca de gran
inportansia, y aunque admitan tener algunos problemas con eya, talbes consideren que no es para
tanto; sin enbargo, detras de esa opinion tolerante, no deben olbidar que ay por lo menos de dose
a quinse años de estudio formal de la gramatica. Seis de primaria, sinco de secundaria y quien
sabe cuantos de unibersidad para seguir escribiendo y ablando mal. Quisas ya no digan “haiga”
o no escriban “acuanta”, pero siguen cometiendo pifias en la escritura, lo cual es la demostrasion
de que esa siensia nunca se aprende de manera correcta. Y despues de una profunda reflecsion,
piensen en los miyones de latinoamericanos adultos que con dificultad an ganado el segundo o
terser grado de primaria, y que con ese equipaje “cultural” tienen que enfrentarse a la lucha por
la superbibensia en nuestro mundo. Desde luego que el problema es integral, pero el elemento
de esa totalidad problematica que deberia ayudar a la liberasion (el idioma), talbes sea el mas
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osco y agresibo de todos, y lejos de serbir de ayuda, se conbierte en un estorbo mas.
Años de estudio para dominar las reglas de la ortografía, y cuando ya emos aprendido a
medias las benditas ordenansas, resulta que en el nuebo Esbozo o Gramática de la Academia
muchas de eyas se canbian. Esa es una burla sangrienta para quienes an dedicado su bida al
aprendisaje de esas normas tan conplejas. Es por eso que ay muchos gramaticos resentidos por
todo el mundo ispanoparlante, pues cuando ya dominaban el asunto de la asentuasion en forma
majistral, a la Docta se le ocurre dejarlo sin efecto en algunas de sus partes. Entonses, bolber a
memorisar las nuebas bariantes y desirles a sus alumnos que la regla aqueya por culpa de la cual
los aplasaron el año pasado ya no tiene bijensia; o que se canbio por otra norma “segun los
ultimos dictados de la Real Academia de la Lengua”. Y buelta a la misma majaderia. Las
Academias “correspondientes” se abocan a los nuebos estudios en los que nadie les a “dado
pelota” y que son inpuestos desde España, como si los españoles fueran dueños esclusibos del
idioma y como si solo eyos tubieran capasidad para determinar cuales son las mejores y mas
practicas maneras de escribir nuestro idioma: el Amerñol. Nuestras Academias americanas
no son mas que pasificas y sumisas sirbientas de la de España. No tienen nada que desir, y
solo “asen petisiones” para que algun bocablo rejionalista sea incluido en la procsima edision del
DRAE. Esa es la macsima conquista de nuestros academicos; y lo demas, solo es actuar
como lacayos de la Docta.
¿Por qe debemos estar subordinados a España en cuestiones lingüisticas? La tradision y
la istoria no son sufisiente motibo. ¿Es acaso por serbilismo y sierto sentido de inferioridad
idiomatica ante los ispanos? Es sierto que eyos nos enseñaron su lengua y quen aquel tienpo
podian blasonar del dominio que tenian de esta, y que era ajeno a nuestros antepasados indijenas
o mestisos; incluso a los crioyos. Pero despues de sinco siglos de ablarlo es tan nuestro como de
eyos, y mucho tenemos que desir al respecto. Es berdad que ay enormes capas de analfabetos en
nuestra America que ablan un español arcaico, como bien lo señala don Manuel Seco en forma
malisiosa (Gramática Esencial del Español pág. 23), pero tanbien es sierto que tenemos una elite
intelectual que nada tiene que enbidiarle ni a los mejores gramaticos o escritores que aya
produsido España.
Y a proposito, bean lo difísil ques escribir el español con tantas trabas que incluso
personas que le an dedicado lo mejor de su intelijensia durante toda una bida, profesionales y
academicos como don Manuel Seco, incurren en errores gramaticales. En unas pocas pajinas de
su libro que sitamos antes nos dise: “Más de acuerdo” (pág. 52). “Muy superior” (pág. 15).
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“Bastante interesantemente” (pág. 34). “Muy señor mío” (págs. 62 y 74). “Con o sin tilde”
(pág. 69 y algunas más).
Si este señor Seco, que es un gramatico de gran fama y que ase un comentario tan
despectibo del español que ablamos en America, incurre en esas formas poco elegantes o erradas
en el uso del idioma, ¿que puede esperarse de unos indios que apenas en el siglo XVI enpesamos
a ablarlo? Y peor aun, tratandose de que lo aprendimos de aqueya chusma analfabeta que bino a
colonisarnos, como lo señala este mismo autor. Beamos el estilo de este cabayero al referirse al
estado del idioma “de eyos” en America.
“En este sentido, la situación de NUESTRO IDIOMA (de los españoles, no de los
americanos) en los distintos países es muy variada. En las naciones hispanoamericanas
existen formas de hablar locales que, nacidas en los niveles incultos, (como méndigo, por
ejemplo) unas veces se han mantenido dentro de los límites del uso popular y familiar
(dentro del corral), pero otras veces se han generalizado y han llegado a ser normales
(contaminado) dentro de un país. He aquí un elemento disgregador”.
Los parentesis son nuestros.
Al contrario, podriamos desir, ese es el elemento enriquesedor de todos los idiomas.
Puede que al prinsipio esas formas de ablar sean plebeyas, pero una bes que se abren canpo y se
arraigan en el corason de los pueblos, adquieren categoria de correctas. Beamos este ejenplo.
Nada ay mas sabroso de oir que la palabra mÉndigo, la cual utilisan los mejicanos con esa
asentuasion y con ese sentido tan particular. Desde el punto de bista de la correcsion gramatical,
sabemos que esta mal, pero nos encanta oirla con la intensionalidad que eyos le dan. No
sabemos a que estratos de la sosiedad mejicana estara limitado su uso, pero mÉndigo se escucha
mucho en la telebision. Es probable que se aya orijinado en personas de poca educasion como
dise el señor Seco, pero a ido permeando capas de mayor cultura, porque la palabra suena bien,
es familiar y orijinal; ademas, tiene un sentido que solo los mejicanos pueden captar en toda su
potensia emotiba. Algo asi como “igualada” o “arrastrando la cobija”. No se trata del
mendÍgo que pide en la caye. Tiene un sentido mucho mas profundo dentro de la estructura
emosional del mejicano. En este espesial caso, méndigo es un desgrasiado, un ijueputa como
desimos en Sentroamerica. ¡Méndigos esos! No son mendígos; es otra cosa dentro de la escala
afectiba del siudadano de ese pais. Entonses, ¿quien puede desirles que no se pronunsia
mÉndigo? ¿Puede la Academia Real desirles a sien miyones de mejicanos que no se dise
mÉndigo? Recuerden que no son los academicos los que asen el idioma sino el pueblo. Es este
el que ase que las lenguas se enriquescan y yenen de matises delisiosos que no tienen su orijen
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en las frias Academias. Despues, los gramaticos se encargaran de conplicar la situasion
sintactica de cada palabra inbentada por el pueblo; de como se escribe y si se tilda o no, si ba con
Z o con S. O si biene del chorotega, del griego, del asteca o de Marte.
¿Como escapar de ese sirculo bisioso de la correcta o errada ubicasion de las tildes
diacriticas en cada una de las palabras que deben yebarla de acuerdo con la reglas, anti reglas y
esepsiones que marca la Gramatica española? La salida es muy sinple segun el Ameriñol: debe
eliminarse por conpleto la tilde diacritica en nuestra escritura. Muchos gramaticos pegaran
el grito al sielo disiendo: “¡Erejia!”. Otros se rasgaran las bestiduras al sentir que todo lo que
estudiaron durante tantos años y con tanto dolor y esfuerso se les conbierte en umo. Muchos
profesores pensaran que como aran aora para atemorisar a sus alunnos. ¿Como seguiran, junto
con los maestros de matematicas, siendo los “cocos” de los estudiantes? Un amigo, que ademas
de abogado se dedica a escribir, me dijo cuando se entero de la tematica de mi libro: “Si yo me
jodi estudiando gramatica, no es justo que a otros se les aga tan fasil el camino”. Este es un
caso curioso, en donde las bictimas de ese flajelo idiomatico, son las primeras en justificarlo
mediante argumentos tan infantiles como ese. Tanbien es algo paresido a lo que me dijo un
colega profesor despues de que yo le abia sujerido siertas tecnicas de ebaluasion que les
fasilitaba a los alumnos mejorar las notas. Su respuesta fue: “¿Y entonses, como ago para
aplasarlos?” Ese gramaticalismo obsesibo, es la bision errada que debemos desterrar de
nuestros sistemas educatibos.
Es difisil enfrentar los cambios nobedosos, pues la inersia es una fuersa muy poderosa
que tiende a que seamos conserbadores con aqueyo conosido, aunque estemos consientes de que
no es lo mejor. Es el temor en el que se fundamenta aqueya macsima cabernicola que sostiene
que: “Es mejor lo biejo conosido que lo nuebo por conoser”. Algunos pueden pensar que el
mundo se desplomaria si quitamos las tildes de la escritura y que caeriamos en un caos en donde
nadie sabria que aser, pero eso no es sierto. Ese es uno de los sofismas en los cuales se apoya el
dogma de las tildes, pero interpretasiones erradas en relasion con el abla, es lo que nos conduse a
no conprender en forma cabal el fenomeno de la entonasion.
Tengan esto bien claro: NO aprendemos a darle la correcta entonasion a las
palabras porque las beamos escritas. Emos aprendido su adecuada pronunsiasion en forma
oral, oyendo como lo asen nuestros padres, ermanos mayores, amigos y todas aqueyas personas
de las cuales aprendemos la “lengua materna”. No aprendemos a ablar en los libros de
Gramatica ni biendo donde ban las tildes en las palabras escritas, sino oyendo como las
entonan los demas. Les pedimos a los lectores que lean las siguientes palabras en bos alta:
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CANCER CASCARA HIPOCRITA MARIPOSA SARCASTICO HABIL CAMION.
¿Alguno leyo cancér, cascára o cascará, maríposa o mariposá, sarcastíco, habíl o
cámion? Es seguro que no. Todos leyeron cáncer, cáscara, hipócrita, maripósa, sarcástico, hábil
y camión. ¿Y por que? Porque desde niños, cuando aprendieron esas y otras palabras, supieron
su correcta pronunsiasion al escucharlas. No inporta que cáscara este escrita sin tilde, todos
saben que se dise cÁscara. Pero eso no lo saben porque la leyeron en un libro de gramatica y
bieron donde tenia la tilde, o porque primero aprendieron las reglas de asentuasion, sino porque
la an escuchado miles de beses antes de berla escrita. Eso quiere desir que es innesesario que
estemos poniendo la rayita sobre cada silaba que creamos debe yebarla. Sabemos donde esta el
asento de cada bocablo porque el idioma es “una cosa ablada”. La escritura es un artifisio que
aparesio milenios despues; un intento todabia inperfecto por imitar el sonido y darle
eternidad a la palabra. Estamos seguros de que pretíl tiene el asento en “til”, tenga o no la
marca, y nadie dise prÉtil porque sabemos como se articula ese bocablo. ¿Y que tal con cabesa?
No tiene tilde, pero sabemos donde ba el asento y nadie dise cábesa o cabesá. Eso es una
cuestion de sentido comun que no nesesita la memorisasion de ese enredo descomunal de reglas
contradictorias. Y ese es apenas UNO de los muchos problemas de la ortografia.
Una bes mas, rogamos a nuestros lectores que nos disculpen los “errores de grafia”
que cometamos en el Ameriñol, pues la costunbre de escribir tantos años en la forma
bisiosa del español es muy fuerte y nos induse, en forma inconsiente, a cometer ese tipo de
fayas, como la de seguir tildando. Sin enbargo, como el Amerñol pretende tener una
metodolojia tolerante, todos los que se sientan bien poniendo tildes donde les de la gana,
bien pueden aserlo a discresion... asta que se cansen y bean lo tonto e innesesario que es.
En Ameriñol tenemos que aprender a realisar una correcta interpretasion de este
problema. Y lo primero que debemos aser es darnos cuenta de que no asentuamos las palabras
porque estas tengan tilde o no, sino porque emos aprendido la forma de aserlo grasias al abla
comun. Nuestras madres nos dijeron al referirse a eyas mismas, biendonos de frente y
tocandose el pecho: “mami... mami”. No nos dijo “mamí” ni nos enseño la palabra escrita. Por
lo tanto, sabemos su entonasion porque la oimos de biba bos de nuestras mamis; y ese es el
metodo jeneral de aprendisaje de cualquier lengua, de la lengua materna. Asi que no inporta
donde le quieran poner la tilde, yo se que se dise “mámi”, por lo tanto, la rayita sale sobrando
porque al pronunsiarla sienpre dire mámi. Y si me toca leerla tanbien dire mami, sin inportar que
no tenga tilde o esta se encuentre sobre M. Claro que ay casos de pronunsiasion errada en las
clases incultas, pero estas personas no ban a aprender a ablar bien mediante la lectura o por
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medio de la memorisasion infame de sientos de reglas que lo unico que produsen en los niños y
jobenes es frustrasion. En la America Latina subyase un basto problema cultural y sosial que se
refleja en el lenguaje, pero este no se ba a correjir mediante la gramatica o la ortografia.
En el aprendisaje de la lengua ayuda mucho la conbersasion cuidadosa de los maestros.
Pero nadie puede sustituir en las bases de un buen lecsico a una madre educada, pues es de esta
de quien el niño aprende la “lengua materna”. Cuando el niño dise haiga, (forma fonetica
natural: de hay, haiga) la mama lo corrije con cariño: “aya, mi chiquito, aya.” Despues
aprendera como se escribe “bien”, pero el ya sabe como se pronunsia. Esto es lo que tenemos
que entender en cuanto al abla: esta se aprende de forma oral y no de los libros. Esa es una
etapa mas abansada y conpleja, cuyo objetibo no deberia ser el aprendisaje de reglas inutiles,
sino el dominio lojico de la lengua para transmitir con presision, claridad y rapides el
pensamiento. Ese es el meoyo del problema lingüistico. Lo que el niño aprendio mal en el ogar
lo aconpañara el resto de su bida, por mas esfuersos que aga para sacudirse.
Una bes un colega con grado unibersitario en su espesialidad, me respondio ante una
pregunta que le ise aserca de los alunnos: “Claro que no, no ves que entonces se réin”. Este
amigo probenia de un ogar canpesino en donde sus padres y ermanos usaban ese delisioso estilo
propio de las personas que no andan con remilgos o pretensiones de ser “cultas”. Yo tube el
onor de departir con eyos en su finca, y disfrute en grande oyendolos ablar. Con toda naturalidad
y sin afectasion alguna desian acuantá, achará, traiba, hubieron y algotros. ¿Y que, si nos
entendemos? Ese es el lenguaje paralelo y genuino que coabita con el español estirado de
nuestras clases cultas. Tan bueno y tan balido como cualquiera. El que se abla sin miedo ni
afectasion, el Ameriñol en su mas pura esensia.
Si tratamos de recordar la istoria, nos daremos cuenta de que infinidad de monarcas y
jente de la noblesa poseian un gran bocabulario y cultura anplisima sin saber leer. Es desir,
ablaban y asentuaban bien, sin saber escribir y sin aberse aprendido las normas de la gramatica.
Eso nos demuestra la realidad de la tesis que benimos enunsiando: el idioma se aprende de biba
bos, de los padres y todos aqueyos que nos rodean y forman nuestro mundo. La asentuasion no
es asunto de libros ni de reglas.
Muchos gobernantes y jente influyente en la educasion latinoamericana suelen ber con
sierto malestar el tienpo y dinero que se dedica en la educasion de las mujeres, pues consideran
que estas estan destinadas a casarse, formar un ogar y ai se pierde toda la inbersion. Pero ¡que
gran error de enfoque! El sirculo de asero de la innoransia de nuestros pueblos solo puede
ronperse cuando preparamos a las futuras madres, porque son estas las que forman las mas
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solidas y firmes bases culturales de la sosiedad. Una madre educada es la garantia de ijos listos,
con bision de futuro y buen bocabulario. Eyas son las unicas que pueden enseñar “bien” la
lengua materna. Son las que tienen el pribilejio de escribir sobre “la tabula rasa” de su ijos.
Es fasil para los maestros y profesores darse cuenta del ogar de donde proseden sus
alunnos con solo escuchar el lecsico que tienen. Niños que ablan bien y con aplomo, nos rebelan
quienes son sus padres y, por lo jeneral no ay equibocasion en cuanto a la cultura de estos. La
calidad de la enseñansa depende de ese binomio majico escuela-ogar. Pero cuando este eslabon
de la cadena (ogar) educatiba faya, es debil o nulo, todo el peso del aprendisaje recae sobre la
escuela y los maestros. Y esa es la rason por la cual la educasion debe estar en las manos de las
mejores personas, pues de la conpetensia profesional de estas, dependera el aprendisaje de la
jubentud. Y como el elemento que integra todo este gran proseso es la lengua, de ayi la
nesesidad de aser de esta un utensilio de fasil uso y no un estorbo.
Con el sofisma de la “asentuasion”, los gramaticos an perpetrado el mas grande de los
fraudes imajinables en contra de los que estudian el español. Por un sinple prinsipio de
autoridad, nos an echo creer que el uso correcto de las tildes en la escritura es bital para
mantener la estructura fonetica del idioma, y que sin estas, el abla se derrunbaria en un caos de
sonidos desordenados. Y eso es mentira. Ni el español ni ningun idioma se beria entorpesido
por la falta de tildes; al contrario, se benefisiarian, ya que el problema no es por la falta de estas,
sino por ponerlas donde no deben ir. No es por su ausensia el gran problema ortografico que
enfrentamos, sino por la enorme dificultad que ay en la aplicasion correcta de tanta regla.
Repetimos: el asento se aprende con el abla, y nadie dise “boy a cómer”, sino a
comér, sin inportar que nunca aya leido la palabra y ni siquiera que sepa leer o no. Un
onbre puede ser un analfabeto total, pero jamas diria: “boi a comprar unos sÁpatos negros” o
“una cÁmisa asul”.
Los lectores pueden anpliar la prueba anterior y pedirle a alguien que les escriba una
pajina entera sin utilisar ninguna señal de asentuasion. Y cuando lo agan, se sorprenderan de lo
fasil que resulta leerla y entonar bien cada palabra. No es sierto el cuento de que nuestro idioma
no funsiona sin tildes. Demostrar lo contrario es lo que se propone el Ameriñol. Bean esta frase
que podria ser conflictiba: “Yego al macsimo de su capasidad”. Como bemos, faltan dos tildes
tradisionales, pero eso no ase inintelijible la frase, pues dependiendo del contecsto jeneral, se
sabra donde ba el asento dudoso, que puede ser en yé o gó. En cuanto a macsimo, todos
sabemos que se pronunsia mÁcsimo, ya que no ecsisten las palabras macsÍmo ni macsimÓ. Pero
ese conosimiento no deriba de la lectura sino del abla. Todo emos oido la palabra mÁcsimo y
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sabemos como se pronunsia, sin inportar de que manera este escrita. Agamos el analisis: su,
me indica que en la orasion ay una segunda o tersera persona que yegÓ al macsimo. Pero
tanbien puede tratarse de un primer sujeto que yega al macsimo de la capasidad de las otras. Es
desir, (Yo) yego al macsimo de su capasidad (segunda o tersera persona). Pero esa duda se da
con infinidad de frases españolas, tengan o no la tilde, y la unica forma de saber con esactitud su
sinnificado es mediante el contecsto. Desde luego que eso es una debilidad estructural del
español, el cual es pobre en elementos presisos e inequibocos de espresion. Es en esas
carensias en donde deberan trabajar los gramaticos del Amerñol, no para yenarlo de dificultades
o reglas engorrosas, sino para espeditar el camino a los ablantes, creando formas que no se
presten para dibersas interpretasiones.
Este prosedimiento puede causar sierta perplejidad momentanea al prinsipio, pero una
bes que uno se acostunbra, queda claro lo fasil del metodo que es, incluso, dibertido. Sobre todo,
cuando se piensa en que puede tirar al canasto de los desechos la infinidad de problemas que
causan en la escritura el sinfin de normas y trabas que an inbentado los gramaticos.
Pueden desir lo que quieran, pero la berdad es que con la inplantasion de ese conplejo de
reglas, lo unico que se a conseguido es que la escritura sea una tarea de espesialistas. Esa es la
triste realidad con el español: nadie lo sabe escribir “bien” en el sentido cabal de la palabra. Pero
todos podriamos aserlo con solo seguir algunos prinsipios de sentido comun que no es nesesario
memorisar. Solo es cuestion de dejarse yebar por la corriente. Beamos el asunto de este modo:
para escribir con correcsion en Amerñol basta con saber el abesedario de este, sin contar las siete
letras que fueron eliminadas: Z, V, X, W, Ll, H, K. Un total de beintidos, formadas de
diesiseis consonantes y seis bocales: sinco fonemas y un semi-fonema (a-e-o-i-u-y).
Con solo recordar que la Z no ecsiste en Ameriñol, borramos de nuestra escritura una
cantidad de dificultades y errores a los que nos induse esa letra que no tiene correspondensia en
nuestra fonetica. De esa manera, no tendremos duda alguna al escribir cualquier palabra que
inisie con el fonema correspondiente a la S, que es el sustituto natural y obligado de la Z en
Ameriñol. Sapayo, sapato, senisas, senit, sanaoria, siensia, sielo, saguan etc. No ay manera de
equibocarse. Si sabemos que no ecsiste la V, no abra forma de que escribamos mal los bocablos
que se inisian con el semi-fonema /b/. Bariante, basilon, besicula, inBierno, beyesa, bernaculo,
bisio. Si estamos consientes de que no ecsiste la H, adios a todas las dudas que se presentan en
el español en cuanto a sa(H)umerio, sana(H)oria, (H)aser, al(H)usema, (H)ijo, (H)ilo, (H)umo,
alba(H)aca. Claro que en estos ejenplos comunes que emos dado no parese que ubiera dificultad,
pero ¿q’tal con los siguientes bocablos?: harma, hasaní, harón, haravico, harca, harda, hespérico,
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herriza, horambre, hozada, hucha y un sinfín de palabras que no son de uso comun pero que
yeban H. Eliminada esta, desaparese la duda. ¿No es sinple? Arma, asaní, arón, aravico
(arabico), arca, arda, espérico (esperico), erriza (errisa), orambre, ozada (osada), ucha y todas las
que bengan.
Eliminada la X, no ay problema al escribir e(X)iste y todas las de esa indole. Por
ejenplo, un gran problema es la escritura de EXHALASION. Mucha jente siente dudas aserca
de como se escribe, aunque todos saben pronunsiarla. La mayoria de personas puede desir
“exhalasion” y saben qe sinnifica, pero muy pocos tienen la sertesa de como se escribe.
Entonses la ebaden y escriben “rayo”. Pero si utilisamos el Ameriñol, el lio desaparese como
por arte de majia, y como en el abesedario de este no ecsisten la H ni la X, tenemos que buscar el
sonido de la X nada mas para sustituir anbas letras, y ya sabemos que este se obtiene con la
conbinasion CS. Por lo tanto, nos queda asi: eCSalasion. Como bemos, la respuesta es casi
obligatoria y no ay manera de escribirla mal. CS es la respuesta en este caso, pues nos da un
sonido identico: ECSALASION. Lo mismo susede con la difisil “EXHIBISION”, que se nos
conbertiria en “eCSibision”. Lo mismo con EXHORBITANTE, y todas las palabras que
contengan la conbinasion XH.
Es tan fasil que asta produse risa. ¿Como escribo poyo (el abe comestible)? Pues poyo,
ya que la Ll (elle) no ecsiste. Aora se escribe AORA, porque la H desaparesio de nuestro
abesedario. Ya no abra dudas al escribir almoada, bajareque, alcol, umo etc.
Y teniendo establesidas cuales son las funsiones de la G (ga, go, gu) y de la J, no mas
problemas en cuanto a como se escribe jeneral, jefatura, jerminar, jerensia o jirafa. La G queda
relebada de todos los sonidos JE, JI, los cuales son asumidos por la J en todos los casos. Con
solo recordar esos sinples prinsipios que se pueden memorisar en sinco minutos, estamos en
capasidad de escribir bien en Ameriñol. Es inposible cometer errores, a menos que estos sean
intensionales, o que resulten del mal abito de la conputadora, que aunque escribamos
coNputadora, eya nos corrije y pone coMputadora. Algo paresido nos susede a los umanos,
aunque no con la terquedad lojica del ordenador, pues para este no bale esplicasion alguna, y en
forma inplacable cunple con su programa sin interesarle para nada las bentajas del Ameriñol. ¡I
don’t care!, nos dise.
La ortografia del Ameriñol es la panasea. Solo dejense yebar por el sentido comun y
beran lo fasil que es escribir nuestro idioma. Desde luego que ay siertas reglas de puntuasion
que debemos conserbar, ya que su no utilisasion puede condusir a problemas de anfibolojia. La
coma (,) sigue siendo un elemento inportante en nuestra escritura, tanto como lo es en Español.
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Lo mismo que el punto. Pero el punto y coma (;) bien se puede eliminar, pues al fin y al cabo
nadie lo sabe utilisar con propiedad, y es por eso que la jente (incluso los escritores) prefieren el
punto y seguido o el punto y aparte, segun sea la nesesidad.
Solo nos queda el problema de la U muda cuando ba despues de Q o G, pero esto no
seria problema, pues como los semi-fonemas /g/ y /k/ adquieren las formas Gu y Qu ante la e y la
i, bien se puede escribir qeso, qiso, qe, gerra, segir, busqe y enbrage. Asi se aria innesesaria la
escritura de la U en estos casos en donde queda “prensada y sin sonar”. De esa manera,
podriamos escribir qiso por quiso, qeso por queso; el qe de pregunta o esclamatibo; segir por
seguir, qiero por quiero; gerra por guerra, girnalda por guirnalda, gitarra por guitarra. Igual
con Qilo por quilo, qema por quema, qien por quien; enbrage por enbrague, busqe por busque.
Asi es posible sinplificar muchas palabras que yeban esa U muda que nada aporta a la fonetica.
Si desimos guerra o gerra obtenemos el mismo resultado, pues en Ameriñol la G no tiene sonido
de J y, por lo tanto, nadie debería desir Jerra en el caso de gerra. La G en ga y go tiene un
sentido inequiboco; pero en gu, presentaria la bariante de si la letra que sigue a la U es E o I, en
cuyo caso la eliminamos de la grafia. Gu...atemala, se escribe la U. Gu...sta, se queda. Gu...
erra, se elimina la U. Gu...iso, se elimina la U.
Sin enbargo, como el Ameriñol es tolerante y no pretende estableser regla alguna que
cause malestar o duda a sus usuarios, les consede a estos el derecho de escribir esa U muda a
discresion. Si quieren escribir qeso o queso, anbas formas son aseptadas asta que el uso y el
publico desidan cual debe prebaleser, si eso fuera nesesario. A nosotros nos gusta la bariante de
eliminarla en algunos casos, por lo tanto, asi lo segiremos asiendo para que nuestros lectores
juegen con esta idea y con otras que se les pudieran ocurrir, pues al fin y al cabo, el idioma lo
asemos todos. Si su propuesta es practica y sensiya, puede tener cabida en el Ameriñol.
No es sierto que la falta de tildes causaria una Babel en el idioma.
En el ingles tenemos el mentis mas grande a la teoria de que una lengua no se puede
pronunsiar o leer bien si no tiene signos escritos de asentuasion. Los gringos disen “Los
Ányeles” sin nesesidad de ponerle la rayita a la A. Eyos saben que se pronunsia Ányeles
(Ánjeles); y a pesar de que es una palabra ajena a su idioma, a ninguno de eyos se le ocurre desir
Los Anyéles o Los Anyelés. Y eso es el desmentido mas grande a la teoria de que la entonasion
o asentuasion correcta se debe a la presensia de signos espesificos. El ingles tiene tantas o mas
palabras que el Español, y no utilisan ni una sola tilde. Y no ay caos, al contrario, es practico,
directo, monosilabico y con una estructura gramatical que los obliga a pensar con belosidad y
presision, a la bes que fasilita el pensamiento en lugar de maniatarlo en la forma como ase el
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español. Yegar a ese nibel, es lo que pretendemos para sientos de miyones de americanos.
Queremos aser de nuestra lengua un instrumento practico en la trasmision de ideas y
conosimientos, y que sea un beiculo eficas para el desarroyo del pensamiento reflecsibo, sin que
se atasque en un pantano de reglas inutiles que solo sirben a los propositos de la forma.
Y eso solo se puede lograr mediante la modernisasion que nos ofrese el Ameriñol, el cual
no solo es la respuesta a la autentisidad de nuestra abla, sino que esta abierto a toda tendensia
que tenga como fin la sinplificasion y efectibidad. A nosotros no nos inporta de donde
probengan las palabras, sienpre y cuando cunplan con un fin util y practico. Asi como asen los
gringos. Estos no tienen Academias dictatoriales que se dediquen a desirles a los demas como se
debe ablar la lengua o que es correcto y que no; y sin enbargo, an alcansado la cuspide de la
sibilisasion sin tildes. Con un idioma conprensibo, tolerante y que no se regodea en la forma
sino que pone espesial interes en lo que se puede obtener de esto o aqueyo. Y en el caso del
Español, ¿qe resibe el usuario a canbio de tanta Norma y tranpas de las que esta plagada nuestra
lengua? Nada. O mejor dicho, multitud de frustrasiones. Ni siquiera buenos escritores, porque
el saber un monton de tretas no nos asegura que quien las sabe puede conbertirse en un jenio de
las letras; es mas, son muy raros los gramaticos que ayan escrito algo mas que tecstos de tortura
conosidos como Gramaticas.
Los grandes escritores nuestros lo an sido a pesar de la Gramatica. Las mas gustadas y
esquisitas escritoras en español se puede desir que son personas incultas, de acuerdo con los
canones que manda la Academia. Y sin enbargo, benden miyones de libros porque utilisan la
lengua popular, la forma coloquial que todos entendemos. No le conplican ni enredan la bida al
lector con palabras altisonantes ni lo obligan a tener un dicsionario a la par para entender las dos
o tres mil palabras que todos ablamos. ¿Quien comunica sus emosiones y sentimientos con tanta
esactitud y en forma tan conprensible como Isabel Ayende? Es mas, la misma Isabel confiesa
con un candor casi infantil, lo poco que sabia sobre problemas gramaticales o escuelas literarias
cuando inisio su carrera. Y grasias al sielo y a esa innoransia, nos a brindado tan beyas y tiernas
nobelas en un lenguaje tan familiar, que parese que estubieramos conbersando con la besina de al
lado; con aqueya a la cual le entendemos todas las palabras que nos dise. Nos emosiona, nos
alegra o entristese, nos ase reir y pensar sin utilisar artifisios gramaticales ni aser gala de bastos
conosimientos aserca de las escuelas literarias de España, America o Francia.
Y eso es el idioma, algo que sirbe para desirles a los demas como estamos, como nos
sentimos, qe queremos y cuanto. La lengua no se debe utilisar como pretesto para demostrar qe
tan eruditos somos en los recobecos de la gramatica o la literatura. Es para comunicar
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emosiones, conosimientos, alegria, pasion, afectos. Si podemos desirles a nuestros ijos cuanto
los queremos, qe inporta que no sepamos como escribirlo o que lo escribamos mal. Si logramos
que nos entiendan la idea, lo demas sale sobrando o cae dentro del canpo de la estilística, materia
que solo es del interes de muy pocos.
Esa es la intension del Ameriñol: librar a nuestra lengua de tantas trabas que a eredado
de la Academia, y condusirla por un nuebo derrotero de libertad espresiba tanto en el abla como
en la escritura. Es sierto que los españoles nos legaron su idioma, pero tanbien es berdad que
nos mataron desenas de beyisimas lenguas que ablaban nuestros indijenas. Muchas tan lindas
como el Guarani, a las cuales isieron desapareser. Y no solo las destruyeron, sino que nos
isieron sentir bergüensa por nuestra rasa y cultura. Nos “españolisaron” a medias y nos
conbirtieron en sus serbiles lacayos no solo en lo personal sino en cuanto al idioma. Pero eso es
istoria y no es el punto en discusion. El Ameriñol no es una reacsion en contra de los españoles,
sino el rechaso de una serie de anomalias idiomaticas en cuya solusion eyos no pueden tener
interes alguno; la correcsion de estas es “cosa nostra”, ya que es un asunto que solo a
nosotros nos inporta porque somos los unicos perjudicados. El español es una lengua
artritica, tuyida por sus mismos cultores, y enpantanada en una miasma de reglamentos y tranpas
cuya unica justificasion es el autoritarismo de un organo poco funsional denominado Academia.
Ademas, el español es el idioma de la banidad y la enbidia. Todo el esfuerso de sus
gramaticos se a consentrado en maquiyarlo y tratar de aserlo diferente; de yenarlo de formas
güecas que le den la apariensia de plastisidad y efisiensia. Retoques y retoqes con el unico fin de
apantayar a los gramaticos franseses, quienes an sido el referente obligado de los ispanos, pues
estos an bibido estudiando cada cosa que aqueyos asen con su lengua; qe berbo conjugan de qe
manera, y cuales son las espresiones que mas utilisan en cada situasion. De ai a surjido, en parte,
ese terror irrasional que sienten ante los temibles y atrebidos galisismos, casi tan odiados como
los anglisismos. Pero les guste o no, los franseses an sido innobadores y banguardistas en
muchos aspectos en los que los peninsulares sienpre an ido a la saga. Y el idioma es uno de
eyos. Pero los ameriñoles nunca emos sido inperios ni grandes potensias, por lo tanto, no
tenemos por qe oponernos a cualquier cosa buena que pudiera benir de la beya, culta y sensual
Fransia, como la negligé, que asta este momento sigue sin aseptar el DRAE, a pesar de la
inportansia mundial de este adminiculo de las mujeres, aliado incondisional en sus batayas del
amor. Y ni siquiera el Dicsionario de Dudas del señor Manuel Seco se a dignado aser algun
comentario sobre esta prenda tan delicada probeniente de Paris. ¿Sera que les da enbidia que los
franseses ayan inbentado esa ropa intima y la palabra tan delisiosa con la cual la designaron? Sin
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enbargo, el DRAE rejistra un bocablo que es un autentico dinosaurio lingüistico que casi nadie
conose: Bombasí. (del antiguo franses bombasin). Y nos dise el Mataburros que es un fustan de
tela de seda y otros tejidos. ¿Por que bombasín si, y negligé no?
El ingles funsiona bien sin tildes. Y nadie entre eyos dise Washíngton o Washintón.
Todos saben que se dise WÁshington. ¿Y por qe? Porque el idioma ablado se aprende
platicando y no mediante la lectura de tecstos gramaticales. Ese es el punto esensial que
tenemos que tener en cuenta, pues si se aprendiera por la escritura, ya sabriamos conbersar en el
ejipcio antiguo, el que escribieron en copto o jeroglificos. Pero por mas que conoscamos el
sentido de estos, nadie tiene ni la menor idea de como ablaban los faraones. Ni siquiera de
como lo asian los griegos omericos, a pesar de que contamos con “La Iliada”, “La Odisea” y “La
Teogonia”. Es seguro que si Omero isiera un biaje en el tienpo y se presentara ante sus paisanos
de la actualidad, nadie lo entenderia.
Los gramaticos nos an echo creer la falasia que para ablar bien, tenemos que leer y
aprender un sinfin de normas... y nos emos tragado el ansuelo. Sin enbargo, la prueba de lo
contrario se encuentra por todas partes, pues un niño que nasio en Caracas y oyo esa palabra
desde el inisio de su bida, sienpre dira CarÁcas, aun cuando todabia no sepa leer; es mas, aunque
nunca aprenda a aserlo. Asi pasa con el niño norteamericano y Washington: no nesesita de una
tilde para saber que se pronunsia WÁshington. Asi que ese engaño no tiene balides alguna en el
Ameriñol. Bien se puede eliminar la tilde y nada se altera en la lectura o escritura porque el
asento es un asunto de fonetica y no de grafia. Muy poco tardaran en acostunbrarse a escribir
sin eyas, y beran lo dibertido y fasil que es.
Aprender una lengua no es cuestion de gramatica sino de fonetica. Bean el caso de un
niño latino que yega a los Estados Unidos; en cuestion de cuatro o sinco meses estara
conbersando con los natibos de una forma perfecta, igual que cualquier niño norteamericano; y
eso sin saber nada de la gramatica del ingles. Incluso puede ser que todabia no aya aprendido a
leer. Mientras tanto que sus padres, con libros de gramatica y con maestros de ingles,
jamas aprenderan el idioma con la propiedad que lo asen sus ijos de siete, ocho o dies años.
Aunque biban durante un siglo en ese pais. ¿Qe nos indica eso? Pues que el aprendisaje de
una lengua con su respectiba entonasion, es un asunto de fonetica que solo se aprende de
biba bos, sin preocuparse de la gramatica ni sus reglas, como lo asen los niños.
Mientras que sus projenitores se torturan tratando de aprender la conjugasion del berbo
“to be” o “to have” y como se escribe, el niño lo ase y lo aplica, sin inportarle un cacaguate
como se escribe, o los asuntos gramaticales inbolucrados. La lengua es “cosa ablada”.
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Desde luego que en esto debemos considerar el aspecto del cual ya abiamos dicho algo:
la calidad del maestro y del ogar. Eso quiere desir que si un niño aprende español, ingles o
cualquier idioma de una persona inculta, asi sera su forma de espresarse; pero si lo ase de alguien
educado, su abla sera refinada, aunque jamas lea un libro de gramatica ni las normas de
asentuasion.
Por supuesto que nuestros gramaticos no estaran de acuerdo y utilisaran mil pretestos y
“rasones” para asernos creer que es inposible escribir sin tildes. Por ejemplo, uno de los trucos
mas manidos y sin balor alguno es el siguiente: Nos ponen la palabra liquido tres beses y nos
desafian a aberiguar el sinnificado de cada una. Esa majaderia es algo sin sentido, pues bien
sabemos que ay muchas palabras omonimas en español, y que la unica forma de saber su
equibalensia es cuando se incluyen en un contecsto. Por ejemplo:
El liquido sus compromisos. Aqui es claro que el asento ba en la o.
Yo liquido mis deudas. En esta el asento ba en la segunda i
Es agua es un liquido. En esta frase el asento ba en la primera i.
En el caso de “El agua es un liquido”, ¿seria posible que alguna persona pudiera desir que
“El agua es un liquído o un liquidó? El sentido comun biene de nuebo en nuestro ausilio.
Pero ante cualquier argumento que utilisen para reafirmar la nesesidad de las tildes,
sienpre tendremos la prueba clara de lo contrario: el idioma ingles. Y esta no es una lengua
decadente de algun pais atrasado del Africa, Asia o la America Latina, sino de la nasion mas
poderosa, industrialisada y de mayor desarroyo sientifico y cultural del presente. Ase apenas
sien años eran unos baqueros ignorantes que no sabian leer, pero oy estan conquistando el
espasio, por algo sera. Y es indudable que gran parte de su progreso se debe al idioma. Eyos
jamas se sintieron subordinados a Inglaterra; se creyeron sus iguales e isieron de su lengua lo que
les dio la gana, aun a despecho del consepto que los puristas britanicos pudieran formarse. Sin
enbargo, a pesar de la arrogansia de los ingleses, estos no an tenido mas camino que aseptar una
realidad innegable: Estados Unidos esta a la banguardia. Y en eso a jugado un papel
inportantisimo el espiritu de Independensia de los gringos, incluyendo el que se refiere a su
idioma. Nunca les a preocupado qe piensa la Academia Britanica de la Lengua aserca de como
ablan “el ingles” los tejanos o los neoyorquinos. Los yanquis se entienden bien a pesar de sus
diferensias foneticas, y esa es la esensia de la lengua. Asi como nosotros entendemos a los
arjentinos, mejicanos, cubanos o colonbianos, a pesar de los matises rejionalistas que, lejos de
inpedir la comunicasion, la enriquesen y asen mas interesante.
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¿Como les yaman los arjentinos o los mejicanos a las chicas? Pues chicas... Sin
enbargo, en sus respectibas y delisiosas bariantes bernaculas, suelen desirles minas o chatas.
Los mejicanos incluso usan un termino dibertido para referirse a sus mujeres: les disen “biejas”,
sin que se trate de mujeres ansianas. Mi “bieja” es la esposa, nobia, querida o lo que sea de un
mejicano. En Arjentina el termino “bieja” se reserba con mas cariño y respeto para la mama.
Pero todos entendemos de qe se trata cuando nos situamos en el contecsto jeografico. Y esa es la
idea del Ameriñol que ningun gramatico en España puede ni siquiera imajinar.
Eso es lo que nosotros tenemos que aprender y poner en practica como el primer paso al
despegue cultural de la America Latina. Debemos entender que estamos solos, y que lo que
menos nesesitamos es jente que nos benga a poner el bosal y la jaquima. Tenemos que ser
independientes en todo, pero en espesial en el idioma, materia que nos a creado un sentido de
subordinasion e inferioridad ante los ispanos. Sienpre estamos esperando el ultimo DRAE,
Esbozo, Gramatica o las ultimas Normas de Ortografia para ber por donde anda la cosa en
cuestiones idiomaticas. Y eso debe terminar ya, puesto que es inadmisible que un grupito
de personas, desde Europa, determine como debemos ablar tantos miyones de americanos
casi sin contactos con eyos.
Partamos de un echo en la aseptasion del Ameriñol: este ya ecsiste. Es la forma como
ablamos el español los americanos. No es un inbento o una teoria de este libro, es algo
consumado al marjen de cualquier conjetura, y solo es cuestion de asumir esa realidad que no
puede ocultarse. La artifisialidad lingüistica que emos bibido durante sinco siglos no puede
seguir proyectandose en forma indefinida asia el futuro, ni debemos seguir enpeñados en
aprender reglas gramaticales para demostrar qe tan “castisamente” escribimos. Somos
americanos y no tenemos por que ablar o escribir el español como los peninsulares ni bajo sus
terminos. Tenemos peculiaridades que crean diferensias foneticas insalbables que no se
pueden disimular mediante una arbitraria, perjudisial y forsada ortografia comun. Eso
sinnifica que por mas que escribamos aZul en forma correcta, seguiremos disiendo aSul.
Entonses ¿de qe nos sirbe saber como escriben esa palabra los españoles si nosotros la
pronunsiamos en forma diferente? Y si eso es y sera asi para sienpre, ¿por qe tenemos que
escribirla MAL de acuerdo con nuestra manera de ablar? Porque escribir CienCia es un error
ortografico para nosotros. Asi como seria una falta para un español escribir SienSia, atendiendo
a la manera como pronunsiamos nosotros. Nuestra fonetica diferente nos obliga al error de
grafia, y eso es injusto para los estudiantes; lo mismo que para todos aqueyos que pretendemos
escribir de manera correcta en un idioma yeno de tranpas.
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Es una cuestion de sentido comun que no requiere mayor esfuerso para ser entendida, y
lo unico que nesesita es la aprobasion jeneral. La aseptasion de un echo que no requiere mayores
demostrasiones que las que emos realisado asta aqui, pues cremos que la sinplisidad del metodo
nos ecsime de pruebas posteriores. Presentadas estas, solo falta el beredicto, que si es ajustado
al sentido comun, debera ser faborable a nuestra tesis. Y aunque es seguro que algunos lectores
se ayan sorprendido de las innobasiones que señalamos, esperamos que tengan la sufisiente
claridad intelectual y el espíritu de abentura nesesario para sumarse a esta proposision que abra
de rebolusionar nuestro idioma. Deseamos que no sean la tradision, el apego, la istoria,
costunbre o rutina los elementos que utilisen para dar su fayo. Que no sea “la fidelidad que le
debemos a la lengua madre” el argumento clabe que utilisen para estableser juisios negatibos en
contra del Ameriñol.
Bean lo sensiyo y fasil ques escribir nuestra lengua sienpre y cuando lo agamos de la
misma forma como la ablamos. No ay misterios ni dudas, es dejarse yebar por los sonidos, sin
artifisialidad ni aplicasion de reglas que bayan en contra del sentido comun. La escritura del
Ameriñol es cuestion de naturalidad y apego al abla, pues como an conprobado, no an tenido
dificultad alguna para conprender lo que emos escrito. Quisas un poco de incomodidad debida a
la confrontasion con los biejos abitos, pero nada que no pueda ser dominado con un poco de
practica.
La tesis del Ameriñol es muy sinple: si nosotros desimos Sapote, tenemos que escribir
Sapote y no Zapote. Eso es afectasion y una espesie de subordinasion indebida ante las reglas
ortograficas del español que se abla en España, en donde la esplicasion de que Zapote se escribe
con Z es innesesaria ya que todos eyos disen Zapote. Asi que si eyos escuchan la palabra
Zapote, no tendran problema para escribirla, de igual manera que nosotros no tendriamos
dificultad alguna si lo isieramos de la misma manera como la entonamos. Si nos ordenan:
“Escriba Sapote”, tenemos que escribir Sapote y no Zapote. Pero el problema surje cuando nos
dan esa orden y el que lo ase, espera que la escribamos con las reglas de un idioma con una
fonetica que difiere de la nuestra en aspectos basicos. En una lengua que se abla en Europa y se
pronunsia diferente.
Conclusion, la tilde queda eliminada como signo distintibo de la silaba tonica, pues si tal
signo fuera nesesario de berdad, la regla deberia ser estensiba a todas las silabas tonicas de todas
las palabras, sin esepsiones. Porque si en realidad fuera inpresindible para distinguir las silabas
asentuadas, la palabra casa tendria que tildarse asi: cása. ¿Y por que no se ase? ¿Y por que
nadie dise casá? Con la desaparision de ese signo se esfuman todas las reglas con las que nos an
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benido fastidiando durante tantos años, y todo el pantano de arenas mobedisas de la ortografia,
queda ayanado mediante la eliminasion de ese engorroso capitulo que a nada conduse ni mejora
la comunicasion.
Se les pide a los lectores que practiquen la escritura en el nuebo formato de la manera
mas sensiya que puedan y beran que es inposible equibocarse. Pocas cosas tienen que recordar
para aserlo: que no ecsisten las letras X, H, W, V, Z, Ll, K; que la C solo funsiona en Ca, Co y
Cu. Y que la G solo trabaja en Ga, Go, Gu. Pero lo que es mejor, no ecsiste la tilde diacritica
ni la multitud de reglas con las que nos an incomodado la bida. ¿Qe mas? Poca cosa: recordar
que todo lo que se escribia con C antes de E-I aora ba con S. Semento, Sirco (antes: cemento,
circo). Tanbien todo lo que se escribia con Z. Como Sapato. Bean que la clabe de casi todo
esta en una paradoja: recordar siete letras que no ecsisten. Si dudo entre caballo y cabayo,
basta con recordar que la Ll fue desterrada del Amerñol. Si dudo entre vaca y baca, recuerdo
que la V desaparesio de nuestro abesedario y un cuento acabado. Por lo demas, escribir como
me suene y sin preocuparme de las tildes, porque esas murieron en la nueba ortografia.
Es claro que, cuanto mas educadas (amaestradas) ayan sido las personas en las reglas
ortograficas de la Academia, mas retisensia presentaran ante la aseptasion de la forma fasil de
escribir el Ameriñol. Pero solo es cuestion de costunbre, la misma que nos a yebado a escribir
el español como lo asemos en la actualidad. Estamos seguros de que los ultimos que se rendiran
ante el enpuje de la sensiyes y practisidad de nuestro idioma seran los maestros de Gramatica,
pues en eyos estos abitos son mucho mas fuertes. Sin enbargo, son los que estan mas obligados
a meditar, pues seran los responsables del analisis que debera aserse aserca de esta propuesta, y
es por eso que tanbien estamos seguros de que formaran la banguardia de esta rebolusion
idiomatica. A canbio de las incomodidades inisiales que se produsiran, pensamos como
reconpensa, en la felisidad de las interminables lejiones de niños que seran salbados de las
torturas a las quel aprendisaje de la Gramatica Española somete a sus aprendises, incluso en la
misma España. Es posible que algun dia, en siertos lugares de esa tierra “en donde ablan como
nosotros”, tanbien se yegue a escribir en Amerñol.
Al final, tenemos que agregar un aspecto ultimo en relasion con el asento. Se sujiere a
los futuros gramaticos del Ameriñol, la “grabisasion” de la mayoria de las palabras, eliminando
en lo posible las boses agudas de nuestro idioma, las cuales dan orijen a muchos sonidos
cacofonicos. Cansion, pension, camion, sinplon, calson, gordiflon, etc. Y aunque esto no es un
delito, a beses resulta un tanto pesado al oido escuchar esas seguidiyas de terminos con asento
agudo, problema que no se da con los bocablos grabes. Y si algunos creen que esto se trata de
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otra idea perturbadora y sin fundamento, les recordamos que el idioma latin no tenia palabras
agudas ni tildes, y a pesar de eso, no dejo de ser una lengua practica, efectiba, “culta”, sagrada y
cuantos epitetos quieran endilgarle sus cultores.
Tanbien se debe pensar en la eliminasion de muchas desinensias o terminasiones que dan
idea de ser una espesie de letanias cacofonicas. Albarez, Fernandez, Rodriguez, Ramirez,
Cortez, Lopez, Perez, Martinez, Gomez, resultan aburridores y faltos de colorido o
diferensiasion. Algo asi como los Calitrini, Gentilini, Prosapini, Bernini, Filipini etc., de los
italianos.
A esa misma y monotona familia pertenesen las terminasiones en ON, AD, AR, ISMO,
ISTA y muchas mas. Es sierto que son formulas fasiles para crear bocabulario, pero se
conbierten en muletiyas molestas y carentes de imajinasion. Ademas, cacofonicas. Golpe,
golpISTA; juerga, juerguISTA; alsa, alsISTA; nobela, nobelISTA. Y asi asta el infinito, en una
forma nada orijinal ni creatiba.
Y aunque esto cae dentro del canpo de la estilistica y sera responsabilidad de los futuros
estilistas del Ameriñol, no es malo que todos bayamos pensando, desde aora, en algunas
formulas para mejorar nuestro idioma; al fin y al cabo somos nosotros quienes lo asemos y, por
lo tanto, tenemos el derecho y la obligasion de contribuir a su desarroyo. Todos podemos sujerir
temas que tengan que ber con la fabricasion de un idioma practico, sinple y con una capasidad
grandiosa para trasmitir conosimientos.
Tanbien debemos pensar en el asunto de los apeyidos españoles, pues salbo aqueyos que
son ijos de españoles, los demas americanos no tienen por qe yebar esos nonbres. ¿Por qe un
indio, mestiso o blanco de America tiene que usar esos estraños y, en muchos casos, tontos
nonbres que utilisan en España. Nosotros podemos crear una inmensa reserba de apeyidos
basados en el abesedario, y que no nesesiten mas que lijeras modificasiones para ser adaptables a
cualquier idioma del mundo. Asi dejaremos de ser los Perréz, Rorriguéz, Gonzaléz, Goméz,
como nos yaman en forma casi burlesca en otras lenguas, en espesial los gringos.
Y como la idea del Ameriñol es la sinplificasion, apegados a ese lema bamos a sujerir lo
que se nos ocurre en ese canpo. Tomemos dies letras del Ameriñol, las ponemos en columna y a
cada una le bamos agregando una, dos, tres o cuatro letras como macsimo. Eso ebitara que
tengamos nonbres monstruosos que no caben en la cedula de identidad ni en las tarjetas
bancarias, como el del autor de este libro: Ricardo Izaguirre Santamaria, que bien podria ser
Ricar Isagui San. O sin el San. Incluso sin el gui. Y quedaria Ricar Isa. Ese nonbre es
producto de una de las tantas bentoleras de los españoles. Eyos creen en esas tonterias del
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abolengo de los apeyidos, y cuanto mas largos y sonoros sean, mas enparentados se sienten con
la noblesa. “Apeyidos de alcurnia”, suelen desir. Lo cual es bueno si se sienten bien; ese es su
problema o su dibersion. Pero nosotros no tenemos nada con qe rajar en ese sentido, pues
somos una rasa ibrida de apenas quinientos años de ecsistensia, y que no puede presumir de
añejos pergaminos, istoria milenaria o ilustre prosapia. En terminos istoricos aparesimos apenas
ayer; y todas nuestras jenealojias conosidas, no pasan mas aya de los abuelos. Lo unico con lo
cual podemos blasonar es que somos una rasa joben y en formasion, alegre, abierta al canbio y
con gran fe en su futuro. Bastante injenuos y turbulentos, pero repletos de lindos sueños
ecumenicos. Y a pesar de todo, con pocos resentimientos... todabia.
Eso de los apeyidos es una mania inesplicable que emos yebado asta el ridiculo,
enpesando por la duplisidad de eyos, como si fueran nesesarios. Y si no nos ponemos mas
sobrenonbres es porque la ley lo proibe en la mayoria de paises. En esto tanbien los gringos nos
dan una clara lecsion de sensiyes: solo utilisan un apeyido, por lo jeneral el paterno. Y si acaso
isiera falta, cuando les agarra la locura de bautisar a sus ijos con el mismo nonbre, nada mas le
agregan un número para diferensiarlo: Charles Whiton II, Charles Whiton III.
Lista de apeyidos (todos grabes). Bonitos y fasiles de adaptar a cualquier idioma,
para cuando nos infiltremos por todo el mundo. No mas Panchos ni Lupitas.
APEYIDOS:
A = Acon, Acron, Abal, Atir, Adol, Agod, Ajoc, Arol, Amer, Acur, Aste, Aldo, Amis, Aris.
B = Bo, Bas, Ban, Bone, Bilo, Bene, Bal, Baun, Basi, Bere, Bomer, Biter, Baldo, Bela, Bero.
C = Calei, Cosar, Cobel, Cune, Carel, Culman, Caute, Comir, Casio, Creni, Clasi, Cobe, Culte.
D = Dal, Dol, Deli, Doima, Delbe, Dinas, Dolan, Dari, Droser, Dali, Damir, Delme, Debis.
G = Gabe, Goti, Gul, Gomi, Gali, Gabri, Ganes, Gater, Gomes, Goldo, Gale, Gumer, Gonos.
I = Ister, Imer, Icon, Inte, Ibis, Ilner, Inco, Irun, Idol, Irad, Istel, Ichar, Isag, Ibral, Ital, Ibor.
J = Jare, Jorma, Jera, Jabir, Jester, Jeri, Jurte, Jiser, Juti, Jone, Jaste, Jubi, Jerme, Jaris, Joban.
M = Maqui, Maner, Mesi, Moste, Micol, Musan, Marin, Maste, Maro, Maris, Masi, Meder.
O = Olmir, Ocan, Oreli, Orban, Oberi, Ostel, Olani, Osman, Oden, Omal, Oña, Ormes, Oite.
P = Pani, Pas, Pare, Posi, Pali, Pires, Pile, Posi, Perte, Paris, Puli, Pelte, Parbi, Posco, Pibel, Pisu.
Tanbien podriamos aser listas de nonbres propios de manera paresida, pero con
diferensias que inpidan la confusion entre estos y los apeyidos de arriba. Es desir, que tengan
caracteristicas que los definan como nonbres de pila. Lo que bien puede ser letras clabe en
posisiones espesificas que les confieran no solo esa condision, sino la de femenino o masculino,
como los apeyidos rusos: Stalin, Stalina. Ademas, podemos seguir utilisando los nonbres que ya
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tenemos, pues bien sabemos que eso no es mas que cuestion de caprichos familiares, que a beses
no son mas que ocurrensias de los padres. Algo asi como Maicol (Michael).
Para ebitar esas contrariedades que resultan del desorden, los Rejistros Sibiles de cada
pais pueden las tener listas de apeyidos ofisiales, de manera que estos no se utilisen como
nonbres de pila, es decir, no que aya un niño que se yame, por ejenplo, Bilo Mosti. Sin enbargo,
¿qe inporta si al dueño le suena bonito y le gusta? Ademas, sienpre deberia ecsistir la
posibilidad de canbiarselo.
Nonbres de pila: En los cuales se puede permitir asta tres silabas.
A = Ana, Anet, Arno, Aramis, Alma, Aba, Alco, Amir, Alba, Aspen, Adin, Amanda, Aura, Aldo.
B = Bosco, Bilo, Belda, Beatris, Baldo, Beya, Barni, Bulda, Babi, Bili, Bionis, Buane, Biala.
D = Dora, Dorian, Dalber, Domi, Dani, Desi, Dali, Dester, Dina, Dulse, Dulma, Diba, Dunia.
O = Olga, Oljer, Oner, Onia, Otis, Ostel, Omi, Oren, Orsa, Osmin, Oben, Oman, Obes, Olti.
L = Lec, Lomi, Laber, Lasti, Labin, Loti, Leti, Lari, Lando, Lasor, Lecor, Lico, Lusi, Lucas.
C = Carmen, Castor, Culma, Clani, Colda, Cafir, Cole, Canil, Casta, Corsa, Cordon, Cosme.
M = Mari, Marsio, Mariel, Maqui, Marbin, Marcos, Mara, Maya, Melbin, Muriel, Mirna, Mira.
G = Gali, Goran, Gabri, Gusti, Golda, Galbi, Galia, Ganir, Gutsi, Gladis, Gaser, Gaston, Garmi.
I = Ibo, Iban, Ilma, Ista, Iman, Ilber, Inta, Iren, Irga, Irma, Irad, Ilco, Ilca, Inba, Igor, Ita, Ila, Ico.
J = Jose, Jania, Jorje, Jerdi, Jasmi, Julia, Josmi, Joset, Joma, Joli, Jafer, Jafet, Jeter, Jali, Julca.
Esto, desde luego, no es mas que una posibilidad entre las muchas que tenemos; y bien
podriamos inbentar infinidad de nonbres Ameriñoles que, a partir de nosotros y nuestras
familias, abrian de conbertirse en autoctonos. ¿Por qe no? ¿No fue asi como comensaron todos
los apeyidos de los europeos? Al prinsipio se yamaban como el lugar del cual prosedian, luego
lo isieron propio y dieron orijen a los que aora conosemos como apeyidos. Si alguien se yamaba
Pedro y abia otros Pedros, era nesesario fijar una diferensia. Entonses al Pedro que era de
Triana, se le yamo asi, y al que era de Malaga, lo mismo. ¿No es ese el caso de Erasmo de
Roterdam? Tanbien el de don Vito Corleone. Parese tonto, pero corresponde a la realidad, ya
que nosotros no tenemos que andar rindiendole pleitesia a los nonbres españoles, los que en la
mayoria de los casos no solo caresen de sinnificado, sino que incluso son ridiculos.
Por supuesto que los futuros gramaticos del Ameriñol, en trabajo comun en sus
respectibos paises, pueden yebar a cabo una codificasion de nonbres y apeyidos que no solo
sirban para indibidualisar a cada persona, sino que contenga informasion bital aserca de eyas; tal
como su lugar y año de nasimiento, tipo de sangre, rasa, signo sodiacal o cualquier otra
caracteristica relebante. Los nonbres deben tener una funsion mas util que solo aqueya que sirbe
130
para que nos yamen. Algo asi como las direcsiones que se utilisan en la Internet. Deben tener
mayor utilidad e informasion que la sinple alabansa del pedigri que cremos tener. Es tienpo de
cortar con esa tontería de tanto latino y sus linajes del Biejo Mundo, cuestion que nos buelbe
locos. Todos defendemos con furia el “porsentaje” que tenemos de europeos, y nos inbentamos
papás, abuelitos y bisabuelos que binieron de Erspaña. Todabia queda entre nuestra jente blanca
o mestisa, ese odioso resabio con el que los dejaron tarados los españoles: el menospresio por
los indios, los lejitimos americanos. En America Latina desirle “indio” a alguien, es una
ofensa. Es por eso que algunos países los mantienen en reserbasiones en donde “los turistas no
los bean” como dise Susanita, la de Mafalda. Así pueden alardear del “alto porsentaje” de su
poblasion “blanca”.
No debemos ser fetichistas en cuanto a esto de los apeyidos, pues todos eyos tienen los
orijenes mas bulgares y corrientes que podamos imajinarnos. Ademas, los ameriñoles no
podemos presumir de que somos parte de la casa real de Aragon o Castilla; somos indios, negros
o mestisos. Y los que son ijos de españoles nadie los conose en España ni les reconosen
categoría alguna; son sinples “sudacas” de orijen rasial dudoso. Aqui solo son y somos latinos.
Mas o menos chocolates; mas o menos blancuscos. Mas o menos indios. Sinples latinos.
Los ameriñoles con apeyidos ispanos o de otro orijen europeo nos paresemos a los
afroamericanos yamados Washington, Roberts, Clay, Kennedy, Davenport, Ford, Bush,
Williams, Cambridge o York, lo cual resulta una espesie de burla sangrienta que solo sirbe para
atestiguar y perpetuar los de los blancos esclabistas que eran sus dueños. Eso lo an conprendido
bastante bien los negros de Estados Unidos, y es la rason por la cual, a falta de distintibos
africanos que esten a su alcanse, an escojido apelatibos arabes que los binculan no solo con su
relijion islamica, sino con una rasa mas procsima a la suya. Por eso Cassius Clay dejo de
yamarse asi y desidio ser Muhammed Ali, como sera recordado por la istoria. Tanbien iso lo
mismo el lider Malcolm Little (Pequeño), quien a falta de algo autoctono y menos idiota, opto
por denominarse X, como un sinbolo de la incognita que era para el y todos los negros gringos
sus nonbres africanos.
Como ben, los apeyidos an tenido su orijen en los lugares de los cuales probenian las
personas; algo tan bulgar de lo cual no ay gran motibo de orguyo. Sin enbargo, si desidimos
yamarnos de esa sinpatica manera, que al menos utilisemos los de nuestros paises, probinsias,
estados, departamentos, comarcas, siudades y pueblos. ¿Por que yamarse Pedro Jerez o Rodolfo
Sevilla? Si emos de seguir esa tradision un tanto ridicula, que al menos sea con lo nuestro. Por
ejenplo:
131
Carlos Mejicali, Rufino Caracas, Maria Costarrica, Ramiro Puriscal, Antonina Guatemala
o Julian Arjentino; Elena Coagüila y Rosa Masaya. ¿No seria mas autoctono y apropiado? Ay
miles de pueblos y sitios de nonbres beyisimos por toda la lonjitud de nuestro continente. La
lista es casi infinita. Sin enbargo, es bueno recordar que los chinos son mas de mil dosientos
miyones de indibiduos, y el catalogo de sus apeyidos no pasa de unas cuantas dosenas. Casi
todos son Chin, Chan, Chon y Chun; ademas, unos cuantos Lee, como Bruce.
Los ameriñoles somos una rasa resien fabricada en busca de su propia identidad, asi que
no debemos tener binculos indisolubles con nadie mas que con nosotros mismos; y menos
todabia, de aqueyos que nos obliguen al basayaje o a las conductas serbiles. Y el español, en su
actual estructura, es uno de los últimos eslabones que nos mantiene amarrados al carro de la
España europea, sufriendo y alegrandonos por lo que pasa en “la madre patria”, como asen los
negros de la Martinica para el dia de la toma de la Bastilla. Selebran la Rebolusion Fransesa... y
cantan alegres la “Marchon, marchon...”, creyendose franseses.
Al final, como el Ameriñol no pretende estableser reglas de semento armado, deja a los
usuarios de la lengua la ultima palabra en cuanto al asento. Si sienten que es nesesario poner
tildes donde baya el asento pueden aserlo, bien sea por comodidad personal deribada de la
costunbre, o porque consideren que la orasion se ase confusa (cuestion sicolojica) sin la tilde.
Esta puede ser facultatiba. Se pone o no, pero a condision de que el usuario que lo aga, no
considere que quienes no lo asen, estan cometiendo un “error de grafia” que debe ser castigado
en forma sebera.
TaMpoco sera un error poner una M antes de B o P; o escribir algunas de la letras
proHibidas. La domesticasion de QUINIENTOS AÑOS no es asunto que se “sacude” en uno o
dos meses. Sin enbargo, para nuestros niños sera “pan comido” la ortografia del Amerñol.
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FALTA DE SIGNOS EN EL ESPAÑOL ESCRITO.
En el lenguaje oral solemos aser siertas cosas que indican nuestro estado de animo;
incluso aconpañamos las palabras con jestos corporales mediante los cuales conferimos
intensidad a nuestras emosiones. Elebamos la bos, la asemos aspera o chiyante; jesticulamos,
mobemos los brasos y manos e inclusibe damos golpes en contra de lo que sea para demostrar
nuestra colera. Le damos al abla siertas inflecsiones mediante las cuales indicamos ironia, ira,
dulsura, umildad, esperansa o angustia. Asemos muecas con los labios y los ojos para indicar
menospresio o burla. Y cuando desimos algo que pretende ser jocoso, adornamos el discurso con
sonrisas o carcajadas, segun la intensidad de la pasion. Si sentimos desconfiansa o miedo,
nuestra dicsion se ase tenue, lenta y tremula. Si tenemos confiansa el abla es fuerte, firme y
comunica ese estado. Si estamos tristes sonamos decaidos y el que nos escucha asi lo persibe.
Si nos sentimos alegres y optimistas, tanbien ay siertos matises en el tono que trasmiten nuestro
estado interior a los demas.
Sin enbargo, toda esa riquesa del lenguaje oral se pierde cuando escribimos. No ay
signos espesificos en la grafia del español para plasmar la emotibidad de una manera que no sea
disiendo con palabras como nos sentimos. Podemos desirle a alguien: “Mire, eso que usted iso
esta mal”. Pero puesto de esa manera no dise nada del estado emosional del que lo dijo. Asi
como esta escrito, bien podria interpretarse como una paternal yamada de atension de un padre a
su ijo, del saserdote al feligres, de un jefe a su enpleado. Incluso podriamos entenderlo como
algo displisente que alguien le dise a otro sin que le inporte mucho. En ese aspecto, todos los
idiomas escritos son muy pobres, rason que a condusido a los nobelistas y escritores a construir
largas perifrasis para esplicar la condision animica de los personajes que describen. “Entonces
la señorita Flora, presa de una amargura infinita, le dijo a su no muy querida suegra:
Señora Julia, usted es muy injusta conmigo”. Por la adbertensia del escritor sabemos que
Flora estaba amargada, pero de la espresion escrita no se puede saber el tono que enpleo para
referirse a su suegra. Y eso falta en el idioma escrito. Unas clabes que indiquen enojo y gritos
por ejenplo. En este caso podria ser: +*Señora Julia, usted es muy injusta conmigo+*. Esos
signos indicarian que se lo dise con colera y chiyidos. Asi la esplicasion del escritor se sinplifica
y solo diria: “Entonses Flora le dijo a su suegra: +*Señora Julia, usted es muy injusta
conmigo+*”. Esas marcas indicarian amargura o tristesa, segun se yegue a un acuerdo entre los
usuarios del Ameriñol.
133
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UN DICSIONARIO MUY GORDO
Casi todos los lecsicografos estan de acuerdo en siertos numeros en relasion con el
bocabulario que tiene el promedio de ispanoparlantes, y la mayoria estima que el macsimo de
palabras que suelen conoser las personas cultas no yega ni a las dies mil. Y aunque eso es muy
difisil de probar en forma jeneral, bien se puede aser el estudio de la obra literaria de algunos
escritores distinguidos por la anplitud de su lecsico, y encontraremos que se encuentra por debajo
de ese numero. Desde luego que esto no es realista, pues tal limitasion puede ser orijinada por
una acsion boluntaria del autor, y cuyo objetibo es aserse entender por las mayorias a las que ba
dirijida su obra. En todo caso, no deja de ser un buen indicador de cual es ese elusibo numero de
terminos que domina nuestra poblasion “culta”, la que lee.
Por nuestra parte lo emos calculado entre dos y tres mil palabras mediante dibersas
inbestigasiones de lectura y de practicas dirijidas a sondear el alcanse del bocabulario de siertos
grupos. Y sienpre yegamos a un numero que osila entre dos y tres mil terminos orijinales, sin
contar las familias de palabras. Consideramos casa, pero no casita, caseron, casucha, casamata,
cason, casiya. Muchas de las practicas se basaron en la escojensia prebia del lenguaje que se da
por descontado que todo el mundo conose. Algo asi como casa, mano, pie, cabesa, cama,
comida, sueño, trabajo, descanso, dormir, soñar, querer, telebision, sine, abion, tren etc. Unas
mil quinientas. Y a partir de ayi, se fueron introdusiendo en los temarios las “palabras de
dominguear”, a las que se a echo referensia barias beses. Esa tecnica fue la que nos permitio
asercarnos a ese numero promedio de unas tres mil. Desde luego que esto solo fue una muestra
diminuta e inpresisa, pero nos dio una idea jeneral sobre la que emos podido estableser un punto
de partida en el ensayo. Una pista para cuestionar algunos aspectos del DRAE, de los cuales el
prinsipal es el bolumen de terminos que contiene.
Y eso nos yebo a la pregunta critica que todo el mundo deberia plantearse: ¿por qe el
DRAE contiene casi SIEN MIL bocablos que nadie conose o podría aprender? Pero no se trata
solo del ecseso, sino que infinidad de esos terminos son tan estraños que, de no estar en nuestro
dicsionario, bien podriamos pensar que pertenesen al bulgaro, rumano o turco. Ademas ay otro
problema con el DRAE: la bocasion colecsionista de antigüedades. Este libro se a conbertido en
una espesie de museo arqueolojico en donde se almasena toda la basura (arcaismos) que a tenido
bijensia en la lengua española desde el siglo XV asta nuestros dias, y eso es un absurdo. Y por si
fuera poco, los academicos an cometido el terrible error de incluir en el Mataburros miles de
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jiros de uso local en cada uno de los paises que constituyen la masa ispanoparlante del mundo.
Esa espesie de conplasensia conplisitaria y condisionante con sus secuases de America, a
produsido un atascadero innesesario. Y esto se a echo solo para conplaser a los dibersos
mienbros de nuestra comunidad lingüistica y asernos creer que tanbien “se nos toma en cuenta”.
Si a la “Correspondiente de Peru” se le ocurre que un determinado peruanismo debe estar en el
DRAE, los responsables de este lo incluyen aunque nadie en el resto del mundo sepa ni le
inporte qe quiere desir. Y eso susede mientras que sentenares de palabras utiles, sientificas,
medicas (como las endorfinas) y de conputasion asen fila esperando ser admitidas por la Docta,
solo porque son de orijen ingles.
¿Cual a sido la rason para que este problema aya yegado a tener semejante bolumen?
Pues que el trabajo de inclusion de bocabulario en la formasion de ese libro no a seguido un
criterio tecnico y de modernidad, sino que se a conbertido en una espesie de bodega sin limite, en
la cual se ban acumulando todo lo nuebo y las antigüedades del idioma. El dicsionario nesesita
una renobasion permanente ante la dinamica del lenguaje. Debe ser moderno, practico,
reseptibo, innobador y ajil; pero a la bes, debe mantenerse fresco, libiano y despejado de
material inutil, descontinuado y obsoleto. El DRAE esta inundado de miles de arcaismos cuyo
sinnificado solo es conosido por muy pocas personas, lo que nos yeba a preguntarnos, ¿cual es el
proposito de reinprimir un libro plagado de estos fosiles que bien podrian darle cabida a
innumerables terminos modernos de uso jeneral? La Academia se niega sistematica-e a la
admision de muchas palabras tecnicas que nasen todos los dias por nesesidades de la siensia. Sin
enbargo, edision tras edision, sigue conserbando miles de terminos que ya nadie usa en forma
abitual.
Algunas editoriales de America an echo dicsionarios mas libianos y practicos, con sierta
funsionalidad en cuanto al tamaño y presio; sin enbargo, no aprobecharon la oportunidad de
modernisarse y salir del colonialismo intelectual ispano, sino que siguieron el mismo patron del
DRAE, poniendo las mismas palabras y el mismo formato (el mismo bosal). Y por culpa de eso,
tubieron que aserlos con letra microscopica para que fueran “manuales”. Es una lastima que
grandes editoriales americanas no ayan tenido la bision de modernisarlo, y no an echo mas que
esperar a que salga cada nueba edision de la Academia para copiarla “en chiquito”. Sin enbargo,
debemos darles las grasias porque el DRAE, debido a su presio, es inacsesible a nuestras
jubentudes. El Dicsionario parese un anticuario obsesibo, obstinado en bibir recordandonos
como se le desia ase sien años a algo que ya no ecsiste. Deslayo, doseañista, hintero, ollao,
lobagante, moharra, cormano, corma, bombasí, palor, lite, impecune, menegilda. ¿Sabe
136
alguien cual es el balor de esos terminos? Este grupito de palabras, con unas cuantas mas,
tomadas en forma aleatoria del DRAE, fueron aplicadas en forma de test a diferentes personas,
incluyendo profesores de español. Y de esas que emos consignado en negrita, ninguno supo su
sinnificado con sertesa. “Bateando” y por analojia, algunos se aprocsimaron al sentido de
inpecune, pero nada mas. ¿Qe nos indica esto? Que si personas cultas se an pasado la mayor
parte de su bida sin conoser esos terminos, estos caresen de importancia practica para eyos. Y si
jente educada desconose su sentido, ¿qe inportansia podrian tener para el bulgo, cuyo lecsico no
yega ni a dos mil palabras? Esta obra debe ser algo util y manejable, y no en el armatoste ques
en la actualidad, cuyo peso ase inpractica su utilisasion cotidiana, a menos que se disponga de un
atril rodante.
El DRAE esta ligado a los españoles y su idioma, jeografia y costunbres, y eso es
correcto; por lo tanto, las cuestiones que incluyen en este son parte de su bida e istoria, pero ¿qe
nos inporta a los americanos el sentido de doseañista, un termino politico sosial que solo a ellos
interesa? Pero no los criticamos por eso, pues es su Libro y sus intereses; lo que es intolerable
es que nosotros, quinientos miyones de siudadanos, no tengamos el nuestro; con temas
relasionados con America, tanto en el bocabulario como en la istoria. Pero al pareser, ese es el
presio que anbos tenemos que pagar por la conplisidad. Los españoles incluyen americanismos
para que toleremos sus españolismos.
Para ebitar la repetision de semejante error, en el Ameriñol se contenpla la conpajinasion
de un catalogo escalonado. El primero seria el DICSIONARIO BASICO DEL AMERIÑOL,
que estara constituido por unas sinco mil palabras. Su bocabulario abarcaria el nibel educatibo
que ba desde la escuela asta el final de la secundaria, y que sera la banda lecsicografica en donde
se mueba todo indibiduo con ese grado de escolaridad. El lenguaje comun y corriente del
pueblo, y no el de los academicos o istoriadores del idioma. Sin arcaismos ni bocablos de uso
rejional de ningun pais; formado solo con terminos de curso legal moderno, que tengan un
alcance inequiboco en toda la comunidad ameriñoparlante. Seria actualisado cada año,
eliminandole todo lo que aya caido en desuso; y a la bes, se incorporarian los terminos tecnicos
que probengan de la siensia y que se pruebe son de uso jeneral. Sufisiente para el abla popular y
la escuela asta el final de la secundaria. Lo justo para leer a cualquier escritor popular.
Tanbien abra un DICSIONARIO INTERMEDIO de unas dies mil palabras, que
contenga al basico, mas otras sinco mil adisionales de probada utilidad y bijensia. Nada de
arcaismos, pero eso si, lo ultimo del bocabulario sientifico y tennolojico de uso practico. Una
obra para profesionales, maestros y otras personas de nibel cultural mas elebado.
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Y al final, un DICSIONARIO ABANSADO de unos beinte a treinta mil terminos para
jente muy culta. Desde luego que en este tanpoco se incluirian localismos ni arcaismos; sin
enbargo, abierto a cualquier influensia lecsicografica probeniente de cualquier idioma, sienpre y
cuando esta sea de utilidad demostrada en nuestra lengua. Si el termino “sapinear” (del ingles
zapping) es util, se incluye; y cuando deje de serlo, porque ese prosedimiento aya sido superado
por otro mejor y mas moderno, se elimina. Sin aser istoria, sin fanfarria ni melodramas
romanticos en donde se diga: “palabra antigua que se utilisaba para describir el proseso de
brincar de canal en canal mediante el control remoto de la telebision”. Porque, ¿a quien le
inporta lo que isieron, bieron o escucharon sus abuelos? Esa sera una labor espesial para los
istoriadores del idioma.
El trabajo de los encargados de la estructurasion del Dicsionario Jeneral del Ameriñol,
debera sentrarse en la formasion de una obra moderna y funsional que mantenga bertebrado el
idioma en toda la America. Esta debera ser una actibidad sientifica, cuidadosa e inparsial;
desprobista de aspectos localistas o gustos particulares deribados de los intereses por aser
prebalecer modismos de tal o cual pais. Debe selecsionarse un lenguaje neutro que sea de
conosimiento comun en todo el continente, aunque cada una de esas palabras tengan bariantes en
cada rejion. Onbre, mujer, casa, camino, fe, miedo, dolor, amor, alegria, pena y cuerpo, son
palabras de balor unibersal. Y esas no yegan a cuatro mil, segun calculos echos por muchos
estudiosos del tema. Ese lenguaje basico nos permitiria un claro entendimiento entre todos los
ameriñoles. Sin enbargo, eso no quiere desir que los escritores de mayor buelo literario tengan
que limitarse a ese bocabulario. El Ameriñol da libertad absoluta a todos, y lo unico que se les
pediria a los escritores localistas que ayan trasendido las fronteras de su patria, es que incluyan
en sus obras un glosario con aqueyos terminos cuyo sentido pueda no ser claro a los lectores de
otras nasiones de America o España.
Una obra de un americano que utilise un termino rejionalista, debe incluir su equibalente
en Ameriñol jeneral: niño-a, chiquiyo-a. O si un escritor panameño enplea la palabra “cueco”,
debe esplicar que tal palabra equibale a omosecsual en Panama. De esa manera y con el tienpo,
los bocablos de uso nasional podrian trasender las fronteras y ganarse el derecho a ser incluidos
en el dicsionario del Ameriñol Basico. Lo mismo podrian aser el resto de los paises de la
America Latina en relasion con sus lenguas bernaculas; pero eso sera por la espansion de su
cultura y no por mera inposision de las Academias. Asi como an echo los mejicanos por medio
de la telebision, el sine y su literatura. O como lo asian los cubanos de ase medio siglo, mediante
rebistas como Boemia y otras.
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Tanbien se contenpla editar un DICSIONARIO TENNICO-SIENTIFICO en forma de
boletines cuya publicasion seria anual, y en el cual se incluiria todo el bocabulario espesialisado
(tecnisismos) que se fuera creando con el abanse de la siensia.
Por aora, el DRAE es un dicsionario obeso al que emos alimentado sin medida ni control
durante muchos años. No bijilamos su alimentasion ni lo emos puesto a aser los ejersisios
nesesarios para que no se atrofie y para que se mantenga ajil y al dia. Tenemos que eliminarle la
grasa inutil (arcaismos, repetisiones y formas que nadie usa). Debemos inpedir que se le cuelen
palabras de uso local que a los correspondientes de las Academias de cada pais se les ocurre que
deben figurar en el. Ese juego de chobinismo lingüistico debe terminar. La inclusion de
bocablos de balor rejional en el DRAE se a conbertido en una mania de los academicos de las
nasiones de la comunidad mundial ispanoparlante. Lograr que un costarriqueñismo o
colonbianismo se anote en el dicsionario es la gloria de los lecsicografos de cada uno de esos
paises. Aunque a nadie le inporte el sentido que tienen ni donde se utilisan.
Aunque en la telebision mejicana emos escuchado la palabra “chimuelo”, la berdad es
que la mayoria de jente innora su sentido aunque esta en el DRAE. Tanbien ay una bieja cansion
en la que se utilisa ese termino, y talbes por eso nos dimos cuenta de que se trata de alguien a
quien le faltan dientes o muelas. Podemos desir que ese rejionalismo mejicano a sido
publisitado en forma musical y telebisiba, y por eso es un poco conosido en el anbito
internasional. Pero ¿quien en Arjentina o Mejico puede saber qe es un “chipolo”? El DRAE
nos dise que en Colonbia, Ecuador y Peru se trata de una espesie de juego de cartas semejante al
tresiyo (¿?). ¿Y qe nos inporta al resto de los americanos que ese pasatienpo se yame asi en esos
paises de Suramerica, en caso de ser sierto? Y es seguro que a eyos tanpoco les inporta un bledo
qe cosa es un “chimojo” o un “chipote”, terminos que en Cuba y Nicaragua se refieren a un
medicamento y a una espesie de golpe, segun afirma el mismo Mataburros.
En Costa Rica güila significa niño-a, pero resulta que en Mejico, segun el Dicsionario,
con esta palabra se designa a las prostitutas. Entonses ¿qe se puede aser para conplaser a la
afision de cada uno de esos paises? ¿Incluir anbos terminos y esplicar lo que indican en cada
uno de eyos? ¿O debe inclinarse la balansa por el mas grande e inportante? Anbas propuestas
resultan innesesarias, pues si niño es de caracter unibersal, ¿por qe recargar al dicsionario con
toda la sinonimia que para ese bocablo debe ecsistir por todo el mundo ispanoparlante? ¿Qe
inporta que en Arjentina les digan pibes, en El Salbador sipotes, en Mejico escuincles o en Costa
Rica güilas? Lo que interesa al Ameriñol es que aya un ilo conductor que nos enlase a todos los
americanos con un idioma comun, aunque cada pueblo tenga una bariedad enorme de terminos
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de uso criollo, los cuales no tienen por qe ser incluidos en un dicsionario de caracter mundial.
Esa es la riquesa lingüistica nasional que, con el tienpo, puede ir desbordando las fronteras y
conbirtiendose en Ameriñol basico. Algo asi como pibe. Pero eso solo sera determinado por el
bulgo, como sienpre a sido.
Si cada nasion tiene sus modalidades, pues ¡qe dicha! Eso es riquesa rejional que, sin
enbargo, no debe recargar la lengua comun, pues cada pais se encuentra comodo con sus propios
modismos. Los cubanos NO ban a dejar de desir “fiñe” para adoptar pibe. Tanpoco es posible
que los panameños dejen de desir “pelao” para enpesar a desir sipote, patojo o güila. Pero es
seguro que si nos mudamos a bibir a Colonbia o Chile, en cuestion de dos o tres meses estaremos
bien informados de las bariantes idiomaticas bernaculas; asi que no es nesesario que conoscamos
todos los jiros que, en forma coloqial, se enplean en otros de nuestros paises. Sin enbargo, la
linea basica que nos une si debe ser bien conosida por todos; ademas, debe ser lo mas presisa y
sensiya posible, y esto solo se logra mediante un bocabulario directo y que no sea repetitibo de
terminos innesesarios.
La sinonimia de NIÑO debe ser estraordinaria sin lugar a dudas, pero para referirnos a
eyos no nesesitamos conoser treinta o cuarenta rejionalismos. A lo sumo unos tres o cuatro, tales
como chiquillo, jobensito, niño o infante. Con esa moneda lingüistica podemos conprar
entendimiento en todos los paises de la America Latina, incluso en España. ¿Quien no sabe en
Ecuador, Guatemala o Uruguay qe es un niño, un infante o un mocoso? La sinplisidad es la
clabe de todo. Un armatoste muy conplejo se ase difisil de manejar; y eso es el DRAE, un
monstruo que ni siquiera se puede manipular con comodidad cuando lo queremos consultar;
tanto es asi, que an tenido que dibidirlo en dos tomos y ponerle una letrita microscopica que ay
que leer con lupa.
El Dicsionario Basico del Ameriñol debe estar formado solo por palabras de uso comun
en todo el continente americano, y no debe cargar con el lastre inutil de los arcaismos, y de
manera que responda a los requerimientos modernos de los usuarios. Si alguien nesesita
informasion aserca de lo quen el lenguaje informatico sinnifica “chatear” o “acsesar”, que el
dicsionario no lo conbierta en motibo de burla disiendole que esos son barbarismos que no tienen
cabida dentro del idioma. La jente “chatea” y “acsesa” con los ordenadores, a pesar de lo que
digan los puristas de la lengua. No es tolerable quel publico tenga que esperar sinco o dies años
para que los Academicos de la lengua le den su bendision a esas palabras que son enpleadas por
todo el mundo sibernetico. O peor y mas ridiculo todabia, aseptarlas cuando las personas ya no
las usan, y entonses las incluyen como “arcaismos”. El Dicsionario del Ameriñol debe ser un
140
libro practico que nos brinde la informasion moderna que andamos buscando, sin estableser
juisios morales o culturales aserca de los asuntos o terminos consultados. Tiene que ser una obra
que no nos aga perder el tienpo remitiendonos a otras partes y obras diferentes. Debe ser
manejable (tipo bademecum), sensiyo, bien organisado y libiano. Ademas, las editoriales que lo
inpriman deben estar en permanente bijilansia en relasion con el proseso ebolutibo del lenguaje y
abiertas a todo tipo de sujerensia de parte del bulgo, porque es este y no los academicos, el que
ase que la lengua cresca y se desarroye. En esta tarea, las Academias americanas tendran la
responsabilidad de mantener bien articulado el proseso que nos yebara, algun dia, a la fusion de
todos esos dicsionarios en uno solo, cuando nuestros pueblos ayan alcansado ese nibel de cultura
en forma jeneral.
Si un bocablo ya no sirbe y a caido en el abandono, se borra y punto. Si ya no se dise
“endenante o enantes”, no hay rason para consignarlo en el catalogo y dar la esplicasion de que
antes se usaba aqui o aya; en tal o cual epoca. Si la palabra “algotro” ya no funsiona no ay
motibo para seguir incluyendola en el DRAE. Ese trabajo es para los istoriadores del lenguaje,
el cual debe colecsionarse en un libro espesifico para arcaismos. Pero en la bida practica si un
termino ya no se utilisa... al cajon del olbido. Como todas las cosas: lo que no sirbe, que no
estorbe.
En cuanto a los rejionalismos, bien estan donde estan. Son del anbito de cada comarca y
no tienen por que ser incorporados en el Dicsionario del Amerñol, a menos que su uso aya
trasendido las fronteras de su punto de orijen, como el caso de pibe, que aunque no se utilisa en
forma jeneralisada fuera de la Arjentina, casi todo el mundo en America sabe su sinnificado,
incluso en España. En Ameriñol debe demarcarse lo que es de uso jeneral en todo el continente,
de las bariantes que son propias de cada pais o provincia. Asi un panameño se dara cuenta de
que “pelao” tiene el balor de niño solo en Panama. Lo mismo con el escuincle mejicano, el
sipote ondureño, el patojo guatemalteco o el pibe arjentino. Si un costarrisense biaja por
America no debe tener la pretension de que todo el mundo lo entienda cuando diga “güila”
(niño); debe saber que ese termino solo tiene bijensia en su pais. Pero si utilisa niño, chiquiyo o
adolesente, puede tener la seguridad de que todos entenderan a qe se refiere.
Esos dicsionarios populacheros tanbien deben yenar los mismos requisitos que el del
Ameriñol jeneral: ser modernos y practicos, pero sobre todo, no deben guardar arcaismos. El
dicsionario debe ser un ausiliar bibo, util, actual y no un libro de istoria del idioma. Y mucho
menos, un archibo de palabras inutiles que ya an perdido bijensia incluso en los paises que las
inbentaron o bariaron su sinnificado orijinal. Como el caso de la “peseta o peyeja” en Costa
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Rica. La colecsion de fosiles lingüisticos es una tarea espesifica de los istoriadores de la lengua.
Aberiguar como nasio la palabra, si biene del griego, del latin, del tolteca o del franses; como
ebolusiono y cuando fue aseptada por la Academia es una materia que a muy pocos les inporta,
ya ques trabajo de espesialistas.
Cuando el siudadano consulta el dicsionario es para saber algo practico como el sentido
de “flagrante”, termino que se encontro en un papel sitatorio que le entrego un ajente del
gobierno. A el no le interesa que la palabra benga del ingles flag y del arabe grante. Solo
nesesita saber que lo agarraron “con las manos en la masa” para ber como se defiende.
Desde luego que la actualisasion de nuestros dicsionarios debe yebarse a cabo aqui en
America y no desde España, en donde en multitud de ocasiones disen que tal palabra se utilisa
en Costa Rica, Nicaragua y Onduras cuando no es sierto. Desde aya, no pueden saber nuestros
localismos con esactitud. Eso es tan arbitrario e insierto como que nosotros dijeramos desde
aqui, qe terminos se utilisan en Navarra, Granada o Leon. Un ejenplo de esas inesactitudes es
la palabra “cipe”, que el DRAE consigna como usada en Costa Rica con el sentido siguiente:
“niño encanijado durante la lactancia”. Pero en Costa Rica nadie enplea ese termino y, por eso
nos bimos obligados a inbestigar encanijado, tanbien estraño a nuestra abla popular. Dise el
Dicsionario. Encanijar: “Poner flaco y enfermizo. Se usa más comúnmente hablando de niños”.
Sin menospresiar el esfuerso de los lecsicografos de la Academia, debemos afirmar que
el DRAE es como el “Baye de los Reyes” de Ejipto; esta plagado de momias inutiles, de
bocablos cuyo sinnificado es oscuro y muy pocos saben como enplear. El tradisionalismo de la
Academia se a inpuesto a las nesesidades practicas del mundo ispanoparlante, el cual se a
quedado muy atras de los paises de abla inglesa. Cada año la siensia y la tennolojia nos
proporsionan sentenares de palabras con sentidos espesificos para cada faseta de la modernidad;
boses que tenemos que usar porque son practicas, claras e irrenplasables por los equibalentes que
nos sujieren los puristas del español. Pero la utilisasion de estos terminos de origen ingles nos
conbierte en “bandalos” del idioma, segun los academicos. Mientras la siensia marcha en jet, el
DRAE lo ase en carreta.
Debemos esperar años por la aprobasion de la Docta y, mientras tanto, tenemos que
seguir usando bocablos poco claros en relasion con los fenomenos sientificos que pretenden
aclarar. Y lo que es peor, algunos de eyos solo sirben para esplicar otros que son mas inpresisos
todabia. Beamos algunos ejenplos. En el segmento correspondiente a la “A”, encontramos
Alquetifa, cuyo equibalente es: Alcatifa. ¿En qe quedamos? Por nuestra parte, no sabemos que
quiere desir ninguna de esas palabrejas; pero ya que las localisamos, tubimos que seguir
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buscando su criptico sentido en el DRAE, el cual nos dise que Alcatifa probiene del arabe y
sinnifica tapete. Entonses, ¿qe asen ayi dos palabras que nada le agregan o mejoran al tapete?
A ese es el desperdisio al cual nos referimos, y que no debe ser continuado en el Amerñol.
Tapete debe ser sufisiente. Talbes alfonbra...
Tanbien esta Altabaca, que equibale a Olivarda. Y eso nos obliga a pegar otro brinco
en ese pesado libro y buscar qe cosa es olibarda. Y ¡sorpresa! Olibarda es un abe, bariedad del
neblí. Fin de la ruta. Sin enbargo, neblí tanbien es nebí, y este es un abe de rapiña cuya
descripsion equibale casi a cualquiera de las tantas abes de setreria.
Otra de esas ermosuras es Altarreina, que es lo mismo que Milenrama. Pero resulta
que la tal milenrama es ruso para la mayoria de los latinoamericanos. El DRAE nos dise que es
muy popular en España y que es “una planta herbácea de la familia de las compuestas, con tallo
de cuatro a seis decímetros de altura…” ¿Entendieron?
Nos esplica que Aloya es lo mismo que alondra. Entonses, si ecsiste un termino tan
conosido como alondra para designar ese pajaro, ¿qe nesesidad ay de Aloya?
En Ameriñol podemos presindir de infinidad de palabras anticuadas cuyo sentido es muy
oscuro, o que son sinonimos de otras de uso frecuente. Y el espasio que dejen aqueyas, bien
puede ser ocupado por terminos nuebos y utiles, probengan de donde sea. Si Alquitara
equibale al bien conosido Alambique, ¿qe ase ese bocablo ocupando un balioso espasio en el
DRAE? ¿Sabe alguien qe es Alpañata, Alpartaz o Alquez? Y asi como esas, miles de boses
casi inutiles plagan al DRAE y lo conbierten en un pesado armatoste de casi dies libras de peso.
Es nesesario someter a ese obeso libro a una estricta dieta, de la cual resultaria el renobado y
esbelto glosario de la lengua americana. Es seguro que se le podrian rebajar al menos sinco
libras de material cuya ausensia nadie notaria. Pero no solo se obtendria la bentaja de tener
menos basura que escudriñar, sino la de poder presindir del atril que por aora es nesesario para
sostener ese librotote con ese montononon de palabrototas.
La sinplificasion es la clabe del ecsito en cualquier actibidad umana. No es posible
moberse con seleridad si bamos con ecseso de equipaje; y eso es lo que pasa con el benerable
DRAE. Y no solo es el problema de tanto termino innesesario y su peso ecsajerado, sino
algunas consecuensias deribadas de su bolumen: mas papel, mas tinta, mas trabajo, mayor
presio. En la America Latina son muy pocas las personas que pueden conprarlo. Tenemos
miles de escuelas y colejios en donde este libro es desconosido. Y ay miyones de ogares en
America en donde ni siquiera saben que ecsiste. ¿Y eso por qe? Porque no pueden conprarlo.
Es mas, ni siquiera las librerias se atreben a inportarlo si no es por encargo espesifico, pues saben
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que yegaria la procsima bersion de este sin que se ayan bendido los ejenplares de la anterior. Y
como la Academia sienpre ba atras en todo, asta ase poco tienpo se enpeso a publicar en discos
conpactos (C.D.) Pero aun asi, mantiene presios casi inalcansables, pues en España tiene un
balor sercano a los sincuenta euros lo cual lo ase proibitibo para la mayoria de los estudiantes
latinos, quienes ademas, no tienen conputadoras. Aclarasion echa por si algunos pribilejiados lo
ignoran. Y a proposito de C.D (sede), todo el mundo sabe lo que es; es posible que no conoscan
el consepto de “Compact Disc”, pero si que cosa es y para qe sirbe. Pero el DRAE no lo
rejistra sino su laboriosa e inpresisa traducsion: disco compacto, que jamas podra desplasar al
fasil e inequiboco “sidi”. Y ni qe desir del D.V.D. (dibidi: Digital Video Disc) para lo cual no ay
traducsion que sea adecuada.
Multitud de terminos de sentido practico e insustituible duermen esperando entrar al
Dicsionario, mientras que miles de arcaismos de uso redusido o nulo atestan las pajinas de este
libro. Un ejenplo de esos aspirantes utiles y modernos es “tape”, bocablo que designa dos cosas
con inequiboco sentido: sinta adesiba y musical. Ya deberia estar incluido en el dicsionario con
una grafia españolisada, algo asi como “teip”, pues su uso es mundial. Sin enbargo, la
Academia nos dise que su equibalente es cinta magnetofónica. ¿Quién ba a utilisar “sinta
magnetofonica” cuando puede desir teip? Pero eso si, el DRAE consigna la palabra “tape”. m.
Argent. y Urug. Indio guarani que vivió en el pasado en territorios del actual Estado brasileño
de Río Grande del Sur. 2) Argent. y Urug. Persona aindiada y de piel oscura. 3) adj.
Perteneciente o relativo a los indios tapes.
¿A quien le puede inportar todo eso, pues tales indios ya ni siquiera biben en ese lugar?
Y en caso de que todabia lo isieran, esa no es una palabra de uso comun ni jeneral. En canbio
“tape” (teip), que es de balor unibersal, continua siendo innorada por el Mataburros. Ni sinta
adesiba o magnetofonica la sustituyen en forma tan presisa. Los lecsicografos del Ameriñol
deben estar al dia con estos asuntos, sin remilgos ni chobinismo lingüistico trasnochado, pues no
somos españoles, sino americanos. A nosotros solo debe interesarnos la utilidad y practisidad de
cualquier bocablo y no su rasa u orijen. Si sirbe, lo ameriñolisamos y listo.
Estimados lectores: ¿como se an sentido con la escritura del Ameriñol? Si tratan de berlo
con naturalidad, se daran cuenta de que es de lo mas fasil del mundo. No ay que aser esfuerso
alguno tratando de aberiguar con que letra debo escribir tal o cual palabra. Solo es cuestion de
seguir la lengua tal y como la ablamos. Lo difisil es desprenderse del abito al que emos sido
sometidos durante tanto tienpo, y cuanto mas educados seamos en la gramatica del español,
mayor sera la retisensia a utilisar el Ameriñol. Incluso el ordenador se resiste a entrar en la
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era del Ameriñol, pues a medida que bamos escribiendo en el, nos ba corrijiendo y pone las
palabras en español. Asi que si encuentran “errores” en nuestro libro, se deben a la persistensia
de nuestra conputadora y a su fidelidad al DRAE.
Al prinsipio produse sierta incomodidad la lectura o escritura del Ameriñol, pero eso solo
es parte de la costunbre; nadie se desenbarasa tan fasil de una rutina que a cultibado durante
beinte, treinta o mas años. Sin enbargo, cuando practiquemos un poco, sentiremos que nos emos
quitado de ensima una lapida de granito y nunca mas tendremos miedo al escribir. La memoria
bisual de cada palabra es como el seyo que le ponen al ganado; algo muy difisil de olbidar para
los biejos, pero para los jobenes sera un juego.
Estudiemos un poco la estructura del DRAE para darnos una idea de la enormidad de esa
obra; pero sobre todo, del ecseso con el cual esta saturado. Este estudio no tiene otro fin que el
de justificar la confecsion de un Dicsionario practico, libiano y con un numero de terminos que
ande serca de lo que es el bocabulario de uso comun en el pueblo.
En el DRAE la C abarca nada menos que dosientas ocho pajinas, le sigue la A con siento
setenta y tres; despues biene la P, que satura siento cuarenta y seis. Luego sigue la E con siento
onse pajinas. Y cada una de estas tiene un promedio de sesenta y sinco palabras. Ay unas con
ochenta y sinco, y otras con cuarenta y pico o menos, pero el promedio anda por ese numero.
Esto inplica que las mil quinientas trese pajinas (1513), con sesenta y sinco terminos cada una,
nos da un gran total de nobenta y ocho mil tresientas cuarenta y sinco. Serrado: sien mil
palabras. ¿Cual es el proposito de semejante colecsion que jamas podria ser memorisada por
nadie? El glosario debe ser practico. Incluso los escritores deben serlo, pues si en sus obras
ecseden el bocabulario de sus lectores, estaran “miando fuera del tarro” como dise el refran, pues
a nadie le gusta tener que consultar el Mataburros para entender qe le dijo Roberto, el eroe de la
nobela, a su amada Cristina.
No tiene sentido alguno yebar treinta camisas en un biaje de tres dias. Asi tanpoco tener
un dicsionario con sien mil bocablos cuando todas las que sabemos son apenas tres mil.
Los buenos escritores no usan mas de cuatro mil; y ya eso es sufisiente para que los
lectores se sientan abrumados por demasiados terminos que tienen que consultar, y eso es
fastidioso. Entonses, ¿cual es la intension del autor al enplear un bocabulario tan anplio que se
escapa a la conprension de la mayoria de sus lectores? Partamos de una realidad: el que escribe
lo ase para un publico ansioso de emosiones que pueda entender con claridad. El lector nesesita
estableser un dialogo con los personajes de la nobela o lo que sea que este leyendo; pero si el
lenguaje es muy conplejo termina por aburrirse y abandona la lectura. Y eso es lo que menos
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puede desear un escritor. Entonses, ¿de qe le sirbe a este tener un lecsico de beinte mil palabras
si sus lectores apenas conosen unas dos mil o menos? La teoria y el idealismo nos dise que
debemos aspirar a mas, que debe fomentarse el cresimiento del bocabulario y que sienpre
debemos buscar la ecselensia en todo lo que asemos; pero ¿cual es la situasion cultural de la
poblasion ameriñoparlante? Pero la real, no el sueño de lo que debiera ser. Y eso es lo que
tenemos que resolber mediante el Ameriñol.
No es que propugnemos por un lenguaje infantil de mil terminos o menos, o por bolber a
las señas y los gruñidos para entendernos. Lo que queremos es una modernisasion basada en la
actualidad; en lo que son nuestros pueblos. No en lo que podrían ser en el futuro; por aora, la
realidad es la que debe determinar el tipo de educasion, y esta debe estar fundamentada en un
lenguaje que sea un estimulo y no un peso muerto.
Debemos abrir una bia fasil de acseso a la cultura jeneral, y cuando ayamos salido del
estado actual de abatimiento y atraso sosial y economico, talbes estemos en condisiones de
dedicarnos a mas conplejidades en el idioma. Entonses entraremos en la etapa del Dicsionario
Intermedio del Ameriñol, que sera el termometro indicador de cual es nuestra condision sosial.
Recuerden que las tres nesesidades basicas del onbre son comida, abitasion y ropa. Y la
Gramatica esta muy lejos de ser una prioridad en la ajenda de la mayoria de los
ameriñoparlantes. Tanta palabra y gramatica no son mas que un lastre que no podemos darnos el
lujo de incluir en los programas de estudio. Ni siquiera en los unibersitarios. ¿Para que le sirbe
a un indio del altiplano de Bolibia saber cual es el sinnificado de obvio, casuístico, intrínseco,
lúbrico o plausible? ¿Contra quien ba a usar esas palabras? Pero mas difisil todabia, ¿quien se
las ba a entender? ¿De que le sirbe a un indito guatemalteco (que no tiene pertenensias), saber si
el berbo TENER es defectibo o no, o si solo se puede conjugar en cuarta y quinta persona? En la
enseñansa del Ameriñol tenemos que ser realistas y dejar los sueños para el futuro. Sin enbargo,
eso no quiere desir abandono, sino practisidad, estratejia.
El desarroyo depende del dominio que tengamos de la lengua (el Ameriñol), y con la
Gramatica y el DRAE jamas lograremos nada. Año con año, miyones de niños y jobenes
abandonan la escuela porque no pueden benser la infranqueable barrera que les plantea el
aprendisaje de un idioma ostil, conplejo y ajeno a eyos. ¿Por que los niños, jobenes y biejos
deben escribir Zanja, Zapallo, Zapato o Zaguan, si en su bida cotidiana y normal disen Sanja,
Sapayo, Sapato y Saguan? ¿Por qe es un error ortografico escribir Biejo cuando nos suena igual
que Viejo?
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Esa es la injustisia que se comete en la America Latina con todas las personas que son
sometidas (condenadas) “a la ensañansa del español”. Muchos academicos y maestros de
gramatica podran desir que esto es una minusia, pero no lo es. Ese es el meoyo del gran
problema que nos limita el cresimiento. Nuestro prinsipal problema de aprendisaje es una
cuestion idiomatica. El español en lugar de una ayuda, es un freno al que se enfrentan los latinos
en cualquier estudio. Nadie escribe, y muy pocos quieren ablar en publico por el miedo que les
da “meter la pata”. A lo largo de mi esperiensia como profesor, pude ber como numerosos
colegas preferian esconderse o no asistir a clases si les era encomendado dirijir algun acto sibico
en donde tubieran que ablar a una audiensia. Y me refiero a profesionales de la enseñansa.
A continuasion les esplicaremos el resultado de un esperimento lecsicografico que
realisamos con el DRAE, y cuyo proposito era demostrar no solo el ecseso de palabras que ay en
el, sino lo desconosidas que estas resultan para la mayoria de las personas que colaboraron con
nosotros. Y aunque el trabajo solo fue una muestra redusida, nos permitio aser una proyecsion
util para lo que tratamos de probar. Ustedes pueden repetir este trabajo con cualquier grupo, con
el nibel de escolaridad que quieran y con la organisasion que prefieran.
Se escojieron en forma aleatoria dos pajinas conpletas del Dicsionario, las cuales se
pusieron en columnas para que los encuestados esplicaran su sinnificado. Los resultados estan
basado en lo que las personas entendian bien, y no por aprocsimasion. Por ejenplo, en la
palabra “ectoparasito”, casi todos sabian que se trataba de un parasito, pero muchos ignoraban el
sentido de “ecto”. Por lo tanto, tales asierto inconpletos y basados en la adibinansa fueron
incluidos en la categoria de “dudosos”. Tanbien descartamos las familias tales como casa,
casita, casucha, caseron etc. etc. Aqui indicamos los resultados de tres maneras: las palabras
que resultaron familiares las ponemos en negrita. Las dudosas o de conosimiento inconpleto en
bastardiya. Y las desconosidas fueron subrayadas.
PAGINA # 556 DEL DRAE, EDISION BIJESIMA PRIMERA. LETRA E.
Conosidas Desconosidas Dudosas.
Ectomía Ecaunimidad Echacorvería
Ectópago Ecuator Echacuervos
Ectoparásito Ecuatorial Echada
Ectopia Ecuatorianismo Echadera
Ectoplasma Ecuestre Echadero
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Ectoplasmia Ecúleo Echadillo
Ectropión Ecúmene Echadizo
Ecu Ecumenismo Echadura
Ecuable Ecúmeno Echamiento
Ecuación Ecuoreo Echapellas
Ecuador Cuóreo Echaperros
Ecualización Eczema Echar
Ecualizador Echacantos
Ecuamente Echacorvear
De cuarenta y dos palabras que contiene esta pajina del DRAE, beintitres (23) resultaron
desconosidas al promedio; dose fueron dudosas, de esas que la persona “tiene una idea”, pero
que no esta segura; y solo seis contaron con el abal del promedio.
PAJINA # 3 DEL DRAE. LETRA A CON 77 PALABRAS.
Abanillo Abarloar Abarrote
Abanino Abarquero Abarrotero
Abaniqueo Abarquillado Abarse
Abaniquería Abarquillamiento Abasí
Abaniquero Abarquillar Abastadamente
Abano Abarracar Abastamiento
Abañador Abarrado Abastante
Abañadura Abarragamiento Abastanza
Abañar Abarraganarse Abastar
Abarajar Abarrajado Abastardar
Abarañar Abarrajar Abastecedor
Abaratamiento Abarramiento Abastecer
Abaratar Abarbechar Abastecimiento
Abarbetar Abarrancadero Abastero
Abarca (1) Abarrancamiento Abastimiento
Abarcable Abarrancar Abastionar
Abarcador Abarrar Abasto
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Abarcadura Abarraz Abatanado
Abarcar (2) Abarredera Abatanar
Abarcón Abarrenar Abatatamiento
Abarcuzar Abarrer Abatatar
Abareque Abarrisco Abate
Abaritonado Abarrotar Abatí
Abatí
Abatible
Abatidero
Abatido (familia)
Abatidura
Abatimiento. (familia)
De las setenta y siete palabras de esa pajina, solo dies resultaron conosidas. Treinta y
sinco desconosidas; y treinta y dos dudosas. Sin enbargo, se puede sospechar que adibinaron el
sentido de muchas de eyas por “encadenamiento” (analojia), pues cuando escojimos las mismas
palabras y las intercalamos en otros tecstos, muchos no tubieron idea de su sinnificado. Como
en el caso de “abarquero” y muchas otras como “abarca” de cuya primera asepsion en el
DRAE, ninguno conosia. Dise este: Abarca. (de orijen prerromano) “Calzado de cuero crudo
que cubre solo las plantas de los pies, con reborde en torno, y se asegura con cuerdas o correas
sobre el empeine y el tobillo”.
Bien pudieron aber escrito “Guaraches”, y con ese mejicanismo, seria entendible en toda
America.
Beamos el sentido de algunas de esas raresas.
Abatanar: Batir o golpear el paño en el batán para desengrasarlo y enfurtirlo .
¿Qe les parese? Mas claro no canta ni Pavarotti.
Abatatamiento: Acción y efecto de abatatar. Lo que nos obliga a buscar qe cosa es abatatar.
Abatatar: (de batata) Arg. Par. y Uruguay. “Turbar, confundir, apocar”.
Pero ¿qe tiene que ber una turbasion o apocamiento con la batata? ¿De qe manera es que
un apocamiento se deriba de la batata? Eso nos obliga a buscar en batata, y ai encontramos lo
siguiente:
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Batata: Planta vivaz de la familia de las convolvuláceas, de tallo rastrero y ramoso, hojas
alternas, acorazonadas y profundamente lobuladas, flores grandes, acampanadas, rojas por
dentro, blancas por fuera, y raíces como los de la patata.
Entonses ¿como es que este tuberculo se relasiona con el sentido que le dan los
arjentinos, uruguayos y paraguayos al abatatamiento?
Este esperimento lo pueden continuar asta donde quieran, en forma sistematica o
aleatoria, y los resultados que obtendran es posible que sean semejantes a estos dos ejenplos que
les emos espuesto. Y el resultado promedio solo se altera un poco cuando nos encontramos
largas familias de terminos que asen posible el encadenamiento o adibinasion por parte de los
encuestados. Eso en palabras como “lastima”, que orijina lastimoso, lastimero, lastimar,
lastimadura, lastimamiento etc. etc., cuyo sinnificado es del conosimiento jeneral.
Como creemos aber demostrado, no queda duda de que el DRAE es un libro
sobrecargado de palabras que no son de uso comun, y que no tienen rason alguna de estar
ocupando espasio que deberia destinarse al bocabulario sientifico que nase cada dia. Es por eso
que inbitamos a nuestros lectores a que agan sus propias inbestigasiones para que conprueben lo
que aqui afirmamos; que no crean por el prinsipio de autoridad, pues todos tenemos algo qe desir
cuando de nuestro idioma se trata. El abla no solo es asunto de los gramaticos. Es una materia
que nos consierne a todos los que asemos uso de eya y sabemos lo que es bueno o no.
Sin enbargo, si no tienen interes en la demostrasion jeneral del problema que estamos
señalando, al menos pueden aserlo de manera personal; no les yebara ni media ora la
conprobasion. Abran un dicsionario en cualquier pajina y enpiesen a leer y subrayar aqueyas
palabras cuyo valor les sea bien conosido. Al final, cuenten los bocablos familiares y la
totalidad de las que conponen la muestra. Es dibertido enfrentarse con la realidad en pribado.
Los dicsionarios del Amerñol deben ser practicos y estar en perpetua renobasion, lo que
inplica un trabajo continuo de incorporasion y eliminasion de palabras. La edision del
dicsionario puede aserse cada sinco años, pero para que la jente este al dia con lo ultimo en el
lenguaje, cada año se debera publicar una adenda con los nuebos bocablos del idioma, y en la
cual, tanbien se señalaran aqueyos que se pueden eliminar del dicsionario basico; es desir, los
que ya no saldran en la procsima edision.
150
LA BARRERA IDIOMATICA
Por barrera entendemos todo aqueyo que se interpone o que impide el paso asia un lugar;
y en el canpo intelectual, lo que nos limita el acseso a la cultura. En el caso de los idiomas, es el
efecto que enfrentan los estranjeros cuando emigran a paises cuya lengua diferente les coarta el
desarroyo de todas sus potensialidades: como les pasa a los africanos en Europa, o a los latinos
en los Estados Unidos. Sin enbargo, a la barrera que nos referimos en este aparte no es ninguna
de estas sino que, en forma paradojica, es la que el idioma español representa para miyones de
sus usuarios naturales.
Es terrible pensar que para un indibiduo sea su propio idioma el lastre que le
restrinje el acseso a la informasion y el conosimiento que podrian yebarlo a su bienestar
economico, base de la felisidad material. Pero asi es para grandes capas de la poblasion
americana, en espesial para aqueyos que se encuentran en la periferia de los sistemas educatibos,
y quen Latinoameica son las grandes mayorias. Para eyos el español es una autentica barrera,
una plomada que les inpide formar parte del grupo de “los de arriba”. No saber español les
inposibilita graduarse de la escuela primaria. No conoser las reglas de la gramatica les sierra el
ingreso a la secundaria, y no tener titulo de bachiyer los aleja para sienpre de la posibilidad de
ingresar a los estudios superiores. “No saber español” nos bloquea todas las puertas. Sin
enbargo, muy pocos sistemas escolares le dan inportansia a ese encadenamiento de echos
perjudisiales. Y aunque es seguro que nadie los innora, ¿qué se ase para neutralisar sus efectos
malignos en nuestra poblasion? No parese que aya un interes real en el estudio de este problema
y sus consecuensias, de las cuales, la mas negatiba y ebidente es la enorme desersion escolar en
todos los nibeles. Es sierto que el español no es la causa unica de esta calamidad, pero si uno de
sus ingredientes mas poderosos.
Ni las autoridades educatibas, ni los onbres de letras se interesan de verdad en esta
trajedia que representa la piramide escolar. Los sistemas educatibos estan planeados para
aplasar alunnos y para serbir de colador “en busca de la ecselensia”, como si estubieramos en
Alemania, Fransia o Inglaterra. Eyos pueden darse ese lujo porque tiene ecseso de profesionales,
tecnicos y onbres de siensia. Ayi sobran los medicos, injenieros, maestros y todo tipo de jente
intelectual; entonses, entre tantos, es lisito darse el gusto de “escoger lo mejor”, pero en America
Latina no podemos darnos el lujo de aplasar a nadie. Todo nuestro esfuerso debe dirijirse a
mantener dentro de la estructura escolar a todo el que a ingresado en eya. Todo aquel indibiduo
151
que a alcansado la categoria de estudiante debemos yebarlo asta el final, sin inportar que no sea
una estreya en el analisis gramatical, en el dominio del aljebra o del franses. Toda la jente sirbe
“para algo”, y ese debe ser el supremo objetibo de los sistemas educatibos: aberiguar PARA
QUE y condusirlos asta esa meta. A punta de pistola, si es nesesario.
Pero en todos los programas escolares esta el español como una amenasa, como una
barrera atemorisante que ase que los alunnos yeguen a detestar la lectura, puerta de ingreso al
conosimiento. Es absurdo que mientras se produse tanta literatura aserca de la actualidad del
mundo y de la America Latina, a nuestras jubentudes las pongan a leer, como parte de “los
programas de Español”, un monton de obras sin balor alguno para sus intereses. Solo cuando se
es biejo se lee por el puro plaser de aserlo, si se tiene dinero y buen estado sosial. Pero cuando
somos parte de la masa anbrienta y deseredada, la lectura debe ser un arma; uno de los caminos
que nos sirban para salir de la pobresa y no para yenarnos la cabesa de idioteses o desesperansa.
¿Qué utilidad tiene para un niño canpesino de Costa Rica leer “Marianela” o “Don Quijote”?
¿De que diablos le sirbe a algun chico latino leer “Don Quijote”? Esa es lectura para biejos
socarrones; para onbres maduros que an bibido y reflecsionado mucho sobre la bida y sus
bericuetos. Para jente adinerada y con tienpo para meditar y ocupar su mente en cuestiones
filosoficas. ¿Por refinamiento? Esa “cultura” puede esperar, el anbre no.
El diletantismo es para paises ricos que tienen resueltas las tres nesesidades basicas.
Tanbien para nuestras capas oligarquicas que disfrutan del balet, la opera, el teatro, la relijion, la
politica y la filosofia. Para nuestros paises es de bital inportansia la enseñansa realista
(instrucsion), pero entendida como el medio practico que produsca dibidendos desde el momento
cuando se ingresa al sistema educatibo. Y este debe ser una banda sin fin, sin estasiones ni
retorno (sin aplasados), sin discriminasion y sin pausa. La educasion NO debe ser parte de la
ajenda “politica” de los partidos, sino un grande y unico objetibo nasional de todos los
abitantes de estas tierras. Los gobiernos NO deben “negosiar” los porsentajes de
alfabetisasion con las camaras y enpleadores de mano de obra barata (analfabeta).
En esta parte aremos una espesie de recuento de todas aqueyas dibisiones del idioma
español que an sido nuestros tradisionales enemigos. Pero no solo de nosotros los americanos
sino tanbien de los españoles. Sin enbargo, por la forma como nosotros ablamos el ameriñol,
sienpre emos estado en desbentaja ante aqueyos problemas que para los peninsulares no son tan
temibles. Es posible que el analisis gramatical sea tan incomodo para eyos como para los
ameriñoles, pero en el canpo de ortografia, es seguro que estamos en desbentaja.
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Primero realisaremos un resumen de la estructura lingüistica que nos rije, de sus
elementos basicos y de aqueyos temas que consideramos son permanentes en nuestra lengua
comun con los españoles. Pero en cada una de eyos aremos las criticas que consideremos
pertinentes para poner en ebidensia el reglamentarismo asficsiante que ase del español un
autentico ronpecabesas. Criticaremos todo aqueyo que no aporta nada mas que dificultades al
abla y la escritura. Tanbien le dedicaremos un espasio al analisis de los barbarismos y
estranjerismos, dos de los capitulos que tanto obsesionan a los gramaticos, y sobre los cuales
ponen un enfasis tan fanatico que nos parese digno de una mejor causa. Beremos como palabras
que apenas ayer eran satanisadas como bulgarismos o estranjerismos, oy forman parte de nuestro
lecsico cotidiano y estan rejistradas en el DRAE. Sin enbargo, si los españoles tienen remilgos
para incorporar al dicsionario algunos terminos de uso mundial, los americanos no tenemos por
qe seguir su patron chobinista, pues la yamada “puresa del idioma español” no es nuestra
responsabilidad ni de nuestro interes; no en el sentido como eyos lo interpretan
Cuando ablamos del español como “la barrera idiomatica”, es porque esta como
materia de estudio en las escuelas, colejios y unibersidades, es el prinsipal tropesadero de los
estudiantes. Es el muro que se a erijido entre eyos y la adquisision del conosimiento. Y en la
bida laboral y sosial, continua siendo un lastre limitante. Los daños y secuelas que la Enseñansa
del Español a dejado en casi todos los estudiantes es terrible. Conplejos, miedos, temores e
inseguridad. Panico al ablar en publico; terror al escribir para otros que puedan criticarlos.
Dijimos que el español es el idioma de la banidad, lo cual es sierto, pero tanbien de los reselos,
de la timides y la angustia. Entre nosotros no ay quien no tenga temor a la Gramatica, y cualquier
libro sobre esta materia infunde tanto miedo y respeto como uno de majia negra. Ante el Santo
Ofisio de la Gramatica todos nos declaramos culpables de incapasidad, sin siquiera aser un
intento por justificarnos o probar que somos inosentes. Nadie quiere saber nada en relasion con
esa materia.
Solo los analfabetos no sienten miedo al ablar, pues eyos no an sido atemorisados por los
maestros y profesores de español, y sus mentes estan libres de los orrores de esa siensia
misteriosa y terrible. A eyos les inporta un bledo la Academia o el DRAE, pues ni siquiera
saben de la ecsistensia de esa institusion ni de ese obeso libro. Y aunque no es esa la actitud que
pretendemos que los americanos tengan ante el conosimiento del español, queremos que este
deje de ser el “coco” que sienpre se a interpuesto entre nosotros y la adquisision del saber.
Estamos seguros de que si se siguen las indicasiones del Ameriñol, bien podemos yegar a
escribir con la misma soltura con la cual ablamos: sin miedos y sin dudas. Con las
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sinplificasiones que emos echo de las letras es sufisiente para que desaparesca la mayoria de los
errores de grafia a los que emos estado espuestos con la “ortografia ofisial española”. Aora no
tendremos dudas al escribir el termino ofisial, pues ese sonido ante la I y la E, es funsion
esclusiba de la S. Las palabras españolas crucial, servicial, sustancial y comercial dejan de ser
un enigma, y si sabemos que la C solo funsiona en ca, co, cu, no ay problema alguno. Nunca
ante I o E. Entonses no ay Cielo, sino sielo. Tanpoco ay Celos, sino selos. De la misma manera
qe para crusial, serbisial, sustansial y comersial. No ay forma de equibocarse. ¿Cómo se
escribe la guerra de separasion de los Estados Unidos? ¿sececion, sesecion, cesesion, cecesion,
sesecion, cececion o sesesion? Con el Ameriñol no ay problema: SESESION. ¿Quien no a
sentido dudas aserca de como se escribe ese enigma?
Este grupo de la C-S es la causa de miyones de errores en Español, pero en el Ameriñol
desaparesen para sienpre con solo recordar unos pocos y sensiyos prinsipios. En este no ecsisten
la H, K, Ll, V, W, X, Z. La G se limita a los sonidos GA, GO, GU. Asi que ante Jeneral, que
en español se escribe con G, no debe caber duda alguna. Todas las silabas que enpiesen con I o
E como segunda letra, sienpre iran presedidas de J: jira, jerensia, jeneral, cojer y cojia.
Como la Z a sido eliminada, desaparese otra fuente de problemas ortograficos, ya que
ninguno de nosotros sabria que ZarZa se escribe con Z en español, si no es porque lo
recordamos de memoria, de la escuela o del colejio. Para nosotros es un fonema teorico y ajeno
a nuestra forma de ablar. Si le dictaramos tal palabra a una persona latina que nunca la ubiera
escuchado, con toda seguridad escribiria SarSa, pues asi es como la pronunsiamos. Otra cosa
seria si lo isiera un español, pues este le diria ZarZa, y lo pondria en un enredo.
Como tanbien emos eliminado la H, jamas bolberemos a tener dudas aserca de como
escribir ilo, ijo, sanaoria, istoria, idalgo, aora, ablar, emos, echo. Esa letra muda desaparese de
nuestro panorama escrito y deja de ser fuente interminable de errores de grafia. La K y la W ni
siquiera meresen un comentario, pues no tienen utilidad alguna en nuestro idioma. Salbo para
escribir algunos nonbres estranjeros, no pintan nada en el Ameriñol.
Ya bimos que las funsiones de la ll (eye) son asumidas plenamente por la bocal Y (ye),
y con esa sinple maniobra desaparese de la escritura una enorme cantidad de yerros de grafia.
Tanbien eliminamos la V, ya que no marca diferensia alguna en nuestra manera de ablar.
Al final esta la X, que bien puede ser sustituida por el grupo CS cuando sea presiso; y en
muchos casos, solo por la S, como en eXplicar (esplicar). Y en el caso de eXito, podemos
escribir ecsito. Con estas alternatibas lojicas es inposible equibocarse. Este grupo CS sustituye
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a la X y a la doble C, tan popular en palabras como aCCion o diCCionario, las cuales pasan a
escribirse de la siguiente manera: aCSion, diCSionario.
El Ameriñol se opone a todo reglamentarismo y solo ase sujerensias. Ustedes seran los
que desidan qe es util o no. Las recomendasiones para eliminar los problemas que presenta la
ortografía en el español tradisional, se redusen a unas cuantas indicasiones que caben en menos
de media pajina. Ese es nuestro mas fuerte respaldo. La panasea de la ortografia.
Les sujerimos a nuestros lectores que despues de leer este resumen prueben a escribir
sobre cualquier materia, siguiendo los prinsipios del Ameriñol, y beran que es inposible
equibocarse o cometer errores de grafia. Tres o cuatro cositas fasiles de memorisar, es todo lo
que nesesitan para escribir en forma perfecta; pero sobre todo, sin miedo. Pruebelo, por fabor, y
bera qe sensiyo es.
En jeneral la Gramatica es la gran barrera; sin enbargo, en nuestro analisis aremos una
mension separada de eya y sus conponentes, de manera que sea mas sensiyo focalisar la atension
sobre temas que, en conjunto, asen difisil su persepsion. Asi que inisiaremos con un brebe
comentario sobre eya, y luego iremos estudiando sus partes en busca de los temas que
consideramos como superfluos y que nada aportan al objetibo basico del lenguaje.
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LA GRAMATICA.
Este nonbre se a conbertido en sinonimo de terror. Casi nadie quiere saber nada sobre
gramatica, a pesar de que todos conosemos nuestras defisiensias en ese canpo. Preferimos
sobreyebarlas en silensio, procurando esponernos lo menos posible al juisio que los demas
puedan estableser sobre nuestra inconpetensia. Y es por eso que reuimos escribir o ablar en
publico. Pero, ¿qe nos a yebado a esa actitud tan negatiba? El conplejo reglamentista del
español.
¿Cual a sido la intension de los gramaticos al estableser tantas leyes y todo lo que se les a
ocurrido para crear el pandemonio que an echo del idioma? Esas organisasiones conosidas como
Academias ya eran temibles desde el tienpo de Erasmo, cuando este jenio escribio su obra
cunbre en la cual le dedica un sinpatico y mordas comentario a la Gramatica y a los maestros de
esta disiplina perbersa. Y tanbien desde esa epoca ya el maestro Nebrija (1442 – 1522) se
dedicaba a alanbicar el idioma en busca de la quintaesensia con la cual abria de conbertirse en el
peor de los Inquisidores de la Lengua. Como este ilustre cabayero no encontro trabajo con el
Santo Ofisio, se dedico a retorser la Gramatica.
En America no nos emos quedado atras, pues tanbien emos aportado nuestra cuota de
torturadores de alunnos de español, en los briyantes y respetables onbres de letras como el
insigne Rufino Jose Cuerbo y el inmenso Andres Beyo. Dos jenios ecsimios de mente
truculenta, que dedicaron sus bidas a refinar las tecnicas malebolas desarroyadas por los
gramaticos españoles a trabes de estos ultimos siglos. Y baya que tubieron ecsito. El señor
Cuerbo (colonbiano 1844- 1911) nos dejo una obra descomunal que, aunque inconclusa, infunde
berdadero terror (“Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana”), y del
cual, ¡grasias a Dios!, solo logro escribir dos tomos jigantescos que apenas abarcan de la A a la
D. Y el otro cabayero, besino de pais, nos duplico el instrumento de suplisio mas espantoso que
an inbentado los Gramaticos: la conjugasion berbal. Por si no era sufisiente maldad con la de
la Academia, el señor Beyo nos inpuso la suya: copreterito, preterito, futuro, antepresente,
antecopreterito, antepreterito, antefuturo, pospreterito y antepospreterito, los cuales ay
que aser calsar con los de la Academia. Tarea para bolberse loco.
De esta manera, tanbien nuestra jente esta inbolucrada en la gran conjura de la Barrera
Idiomatica, y es por eso que no podemos culpar solo a los españoles. Las cuestiones que
tratamos en este libro eran conosidas por eyos y desde su epoca, con su autoridad, debieron
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fundar las bases del Ameriñol, un español autoctono de la gran familia ameriñoparlante. En
lugar de ponerse a “aserle el juego” a los españoles, debieron dedicarse a perfilar una gramatica
y ortografia que estubiera de acuerdo con nuestra forma de ablar. Su intento fue bueno, pues
eyos quisieron igualarnos con los ispanos; pero esa era y es una tarea inposible no solo porque
formamos una poblasion muy dibersa, sino porque, ¡quien sabe desde cuando!, nosotros tenemos
una pronunsiasion diferente que no incluye la Z, la V o la C en sus funsiones españolas como
aZul, cabeZa, Voltaje, Cielo, CienCia, Cemento. Para nosotros es y SERA para sienpre aSul,
cabeSa, Boltaje, Sielo, SienSia y Semento.
Cuerbo y Beyo conosian bien este problema y, sin enbargo, pretendieron que no ecsistia
y crearon reglas gramaticales para ser aplicadas a los españoles y a nosotros como si fueramos
iguales en cuanto a la dicsion. Grabe error.
Pero eso es istoria que podemos remediar. Solo es cuestion de aplicar el Ameriñol con
independensia total de la Academia española. Es tan sinple como aser concordar el idioma
ablado con el escrito. Es probable que esta tesis pueda tener dificultades para su aseptasion
inisial, pero una cosa es segura, el Ameriñol se inpondra; cuando la jente este consiente de lo que
le an estado asiendo, a los Estados no les quedara mas remedio que ofisialisar lo que ya ecsiste
de facto. Cuando los alunnos establescan las diferensias y la practisidad de la ortografia que el
Ameriñol propone a sus usuarios, al sistema escolar no le quedara mas camino que abrirse a la
lojica y el sentido comun.
El enunsiado clasico de qe es Gramatica, resa de la siguiente manera: 1) “Es el arte de
hablar y escribir correctamente un idioma, y libro en que se enseña”. 2) “Ciencia que
estudia los elementos de una lengua y sus combinaciones”.
La primera asepsion resulta demasiado ilusa y arrogante, pues “ablar y escribir correcta-e
un idioma”, es una pretension fuera de la realidad. Ni siquiera como ideal tiene la menor
balides, pues nadie aprende a escribir o ablar “correctamente” jamas. Ademas, la definision cae
en el bisio que ya emos apuntado: la forma por la forma. Bease que esa puntualisasion establese
un culto a la Gramatica y no a la comunicasion como objetibo primordial de todo lenguaje. Lo
esensial, lo mas inportante de la lengua se queda por fuera. Es sierto que ay otras definisiones,
pero casi todas eyas atienden a estos puntos unicos que paresen ser fundamentales para los
academicos: la forma. En canbio, en el Ameriñol el objetibo de la gramatica es dotar al
indibiduo la capasidad de espresar sus pensamientos de la manera mas fasil, ya sea en
forma oral o escrita. Y como consecuensia de este proseso, abrir todos los canales posibles asia
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el conosimiento. En Ameriñol no inporta como lo dijo, sino lo que dijo; pero mas inportante
todabia: aserse entender. De estos prinsipios surje el objetibo primordial del lenguaje.
“La Gramatica es la metodolojia sientifica que enseña al usuario de cualquier
idioma, las formas mas eficases de comunicarse con sus semejantes de la manera mas clara
posible, y a la bes, le brinda la capasidad de acseder a las fuentes del conosimiento”.
Los elementos que constituyen el idioma Español y Ameriñol son los mismos:
sustantibos, berbos, conectores y adornos, identicos en anbas lenguas; sin enbargo, la forma
como se enfocan en la gramatica tradisional y en el Ameriñol es lo que ase la diferensia. Es
innegable que entre los ispanos y nosotros ay un punto de diberjensia fonetica a partir de algun
momento de nuestra istoria comun, pero como ya dijimos, eso carese de inportansia; lo que
cuenta es que ecsiste y que nos a perjudicado en forma notoria y a creado una formidable barrera
entre nosotros y la informasion.
Ablamos una clase de español que no concuerda con la forma como lo escribimos, y eso
es un absurdo que se mantiene solo por efecto de la “tradision y el respeto que le debemos a la
lengua madre”. Para conserbar un supuesto binculo que a nadie en España le inporta un
cacaguate, los academicos americanos estan dispuestos a seguir sacrificando “ortografica-e” a
nuestras poblasiones. Con tal de demostrar que son buenos falderiyos y que respetan los
designios lingüisticos de la Madre Patria, que se jodan los miyones de latinos que tienen que
lidiar con una ortografia que difiere de su fonetica. Para eyos eso es insustansial, pues lo que
cuenta es quedar bien con la Real Academia Española de la Lengua.
Sin enbargo, la intension de esta ponensia no es desconoser al idioma español como
fuente de nuestra lengua, pues es la misma; lo que se pretende con esta bision es modificar
aqueyos aspectos que son nesesarios no solo para aser que calse la forma de ablarlo con su
escritura, sino lograr la eliminasion de una injustisia que nos a benido castigando durante mucho
tienpo.
El Ameriñol es una realidad que nadie puede negar, la yamen como quieran (bariante
fonetica, modalidad americana, estilo crioyo, español colonial o cualquier otro eufemismo).
Pero nada de eso borra el echo de que nosotros ablamos diferente de los españoles, y que
utilisamos una ortografia que no concuerda con nuestra fonetica, lo cual es una irregularidad.
Nuestra abla ecsiste, y lo unico que falta es el reconosimiento ofisial que le demos a su escritura,
con lo cual nos libraremos del temor de “cometer errores ortograficos” deribados del choque
entre nuestra bocalizasion y la forma como se escribe el español. Nosotros jamas diremos
Ciudad sino Siudad, porque lo primero, es una afectasion. Algo asi como lo que le isieron en
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España a una cantante dominicana yamada Anjela Carrasco, a la cual obligaron (¿?) a que en
sus cansiones dijera Cielo aZul, asi, con C y con Z. La pobre se escuchaba ridícula y la
conbirtieron en el asmerreir de toda la America Latina. Eso nos paresio umiyante, pues si ubiera
sido Shakira, Chayanne, “El Puma”, Luismi, Alejandro Fernández o Ricky Martin, es muy difisil
que se ubieran atrebido a ponerlos a pronunsiar “a la española”.
Entonses, lo que esta propuesta plantea es la mesesidad que tenemos los americanos de
escribir tal como ablamos y no como lo asen los españoles. El derecho a ser independientes y
soberanos en materia lingüistica, sin tener que estar pendientes de lo que diga, aga o apruebe una
Academia que esta al otro lado del mar. Pero, como emos dicho, no se trata de ronper los
binculos idiomaticos con España, pues nuestra lengua ablada es lo mismo que el español, tan
identica y tan disimil como son las muchas formas de este en las dibersas rejiones de la
Peninsula. El cantarin arjentino, el musical mejicano y el alocado estilo de la Isla no dejan de ser
entendibles, a pesar de las diferensias de entonasion. Y los abitantes de estos paises conprenden
a los españoles de cualquier parte de España; tanbien nosotros nos asemos entender sin ninguna
dificultad por eyos. Y eso sera asi por sienpre, sobre todo aora que ecsiste la radio y el sine; pero
sobre todo, la telebision, ese inbento majico que nos aserca de forma instantanea a todos los
pueblos ispanoparlantes. Nuestra lengua no correra la misma suerte quel latin.
El Ameriñol debe ser moderno, practico, ajil y abierto al mundo; a todas las influencias
que sirban para incrementar la cultura. No tenemos por que ser custodios de la “puresa del
casteyano”. Nada nos enpuja a semejante conpromiso de cuidadores gratuitos de una lengua que
si bien es nuestra, no nos obliga a ese papel.
Desde luego que los elementos gramaticales siguen siendo los mismos que los del
español. Lo que se quiere eliminar en Ameriñol es la rijides de la sintacsis, la fobia enfermisa
asia los “estranjerismos”, la conpleja conjugasion berbal, el formalismo y el sinfin de majaderias
que an echo de esta, una barrera en la adquisision del conosimiento, conbirtiendola en un fin en
si misma. En algo tan engorroso que en lugar de fasilitar el aprendisaje, ase que este se conbierta
en una carrera de ostaculos casi inposible de dominar. En el español se a perdido de bista lo
esensial, para consentrarnos en la forma (la estructura del lenguaje).
Es proberbial el temor que los alunnos sienten ante el “casteyano”. La “lengua
materna” que mas bien se conporta como una madrastra, es la causa de esa repulsion que los
aconpaña por el resto de sus bidas. Ese elemento es el que ase que la jente no guste ni apresie la
lectura, y la rason por la cual nos negamos el acseso al conosimiento. El americano que “sabe”
leer casi nunca lo ase por dibersion o para aumentar su cultura. Solo por nesesidad de
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superbibensia. El “español” de la escuela lo a tarado para sienpre. Y eso no es culpa
esclusiba de los profesores, pues eyos an sido preparados en un sistema que no conprenden y que
nunca an cuestionado. Son feroses guardianes de algo que no entienden, pues no son mas que
bictimas culturales de una dominasion que todabia no a sesado en su totalidad; seguimos siendo
colonias idiomaticas de España. Y ese lacayismo lingüistico es culpa de los sistemas
educatibos latinos que aun conserban puesta la jaquima española.
El Ameriñol debe ser el ultimo y final grito de independensia de los americanos. No mas
Academia Española de la Lengua, no mas DRAE ni Normas surjidas en otros paises que no sean
los de este continente en donde ablamos un idioma comun en su pronunsiasion, y que debemos
conbertirlo en una lengua libre de las trabas, prejuisios y reglas probenientes de Europa. Sin
enbargo, todos pueden entender que no queremos una ruptura total con el español, pues ese es
nuestro idioma y no lo podemos canbiar. Se trata de que reconoscamos como un echo la
diferente modalidad que utilisamos en America, y a partir de ai, actualisarla de manera que su
grafia calse con la forma como la ablamos. La Academia no lo ba a aser porque no le interesa;
este es un problema de nuestra esclusiba incunbensia porque solo a nosotros nos perjudica. Y
somos los unicos que tenemos que resolberlo. No debemos seguir ablando en Ameriñol y
escribiendo en español.
Si en el Ameriñol usted inbierte el orden sintactico de la orasion no se conbierte en un
delincuente gramatical, sino en alguien que tiene la capasidad de introdusir bariantes en la lengua
escrita o ablada. Sienpre y cuando los otros entiendan con claridad lo que usted quiere desir, lo
demas sale sobrando. Y eso es riquesa cultural que nadie nos puede quitar a los americanos.
A continuasion aremos un recordatorio de los elementos que forman la estructura del
español, pero no para memorisar, sino para analisar y entender su entramado intimo en la
busqueda de nuebas formas de espresion que nos capasiten para ser creatibos en su aplicasion.
Tenemos que estudiar y conoser nuestra abla para liberarnos de las tinieblas de la
innoransia, y no para conbertirnos en esclabos de la gramatica o la ortografia. Debemos
dominar la lengua para desarroyar toda nuestra potensia intelectual y no para sentirnos
prisioneros acobardados e inpotentes ante las Normas de la Academia.
Asta aqui, es de esperar que no ayan tenido problemas con la “ortografia” del Ameriñol.
¿Se an dado cuenta de que no asen falta la V, la H ni la Z? Nada se a derrunbado en el uniberso
del idioma, y estamos seguros de que no an dejado de entender todo lo que escribimos. Al
prinsipio les abra incomodado; talbes les aya dado un poco de risa; algunos se abran burlado,
pero an conprendido, y eso es lo unico que inporta en cualquier lengua. El abla fue lo
161
primero, por lo tanto, tiene primasia sobre la escritura, y es por eso que esta se debe
subordinar a la primera. Escribir como ablamos es el lema del Ameriñol, porque aserlo como los
españoles, es una anormalidad que debe cortarse. No tenemos por que escribir como los
españoles. ¿Como es que nuestros academicos an echo la bista gorda, por tantos años, ante este
absurdo? ¿Ques lo que se a pretendido con esto? ¿Quedar bien con los ispanos y su Academia?
Estamos seguros de que asta el mas burro de nuestros “onbres de letras” tiene consiensia de lo
que aquiestamos denunsiando como una injustisia; por lo tanto, no creemos que se trate de un
asunto de desconosimiento del problema basico. Entonses, ¿debemos suponer que nuestros
gramaticos quieren que aprendamos a “ablar a la española”?
Con la metodolojia seguida asta este capitulo, les emos ido demostrando que se puede
escribir bien en Ameriñol sin tener presente ninguna regla arbitraria que se aparte de la fonetica
nuestra. Por ejenplo, si pronunsio la palabra asiago, tengo quescribirla como me suena: aSiago.
Porque si la escribo con C, (aCiago) como en español, estoy incurriendo en un error de grafia de
acuerdo con mi pronunsiasion, y eso carese de sentido comun. Si yo digo aSiago y escribo
aCiago, estoy traisionando mi fonetica en forma consiente y deliberada, lo cual no tiene
justificasion.
Beamos algunos elementos de esa gramatica opresiba, y la forma como podemos aserla
mas amigable con los usuarios americanos.
162
EL SUSTANTIBO
Al plantear la tesis del Ameriñol, de ninguna manera pretendemos aser caso omiso de la
estructura del español ni considerar que todo lo que en el esta pautado es desechable y no sirbe.
A lo que nos oponemos es al reglamentarismo ecsajerado que a echo de este un camino
intransitable; yeno de espinas y abrojos, como diria el poeta. En el Ameriñol cada conponente
del español tiene balides y conserba su funsion y categoria, aunque de una manera que no se
conbiertan en ostaculos entre el usuario y el conosimiento o la capasidad de espresion. Cada
elemento de la orasion sigue bijente, pero de una manera difuminada en el esenario de la
escritura o el abla cotidiana. Dejan de ser los inquisidores tradisionales, aqueyos protagonistas
aterradores que nos an torturado por años, para conbertirse en guias discretos que, desde la
penunbra, marcan pautas sensiyas e intelijentes en el desarroyo y modernisasion de la lengua.
En Ameriñol el mal uso de un sustantibo o berbo deja de ser un pecado lingüistico, y se
conbierte en un objeto de estudio en busca de nuebas formas de espresion. Si es repetitibo en el
pueblo y los niños, algo sinnifica, y debe ser motibo de estudio antes que ser sometido a la
estigmatisasion como “abla bulgar”.
Tanto el sustantibo como el berbo siguen siendo las luminarias del idioma . Estas dos
categorias de inportansia capital no dejan de serlo en el Ameriñol. El sustantibo como nucleo del
sujeto, y el berbo como sentro del predicado constituyen la orasion gramatical. Esta es la bia
lingüistica mediante la cual espresamos nuestras ideas y pensamientos. De tal manera que no
podemos subestimar su balor; lo que se quiere es ubicarlos en su posision correcta al serbisio del
usuario en espesial y de la escritura en particular. Pero por sobre todo, en la posibilidad de
mejorar en el indibiduo su capasidad de comunicasion. No debe conbertirse el analisis de
infinidad de reglas gramaticales en el objetibo primordial del idioma, pues el estudio deste es
mucho mas que eso, y creemos que nunca se repetira lo sufisiente: la lengua es solo un
istrumento al serbisio del onbre en su busqueda del conosimiento. Cualquier idioma no es mas
que el beiculo mediante el cual se trasmite el saber, y no debe conbertirse en el protagonista de
ese fenomeno intelectual, del que no es (no debe ser) mas que un fasilitador. Lo que el
Ameriñol quiere es eliminar ese protagonismo brutal de las normas nasidas a partir de la
sobrebalorasion de las partes del discurso.
Sienpre, sin enbargo, tendremos presente la estructura del idioma, pues este no puede
ebolusionar de la anarquia. Tiene que aserlo a partir de un gran marco jeneral de prinsipios
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aseptados como base de cualquier lengua. Ai es donde entran el sustantibo y el berbo. Pero
ademas de estas dos partes fundamentales, tenemos otras que en Ameriñol benimos yamando
“conectores y adornos”, que son los otros conponentes de la orasion tradisional: adjetibos,
adberbios, preposisiones, articulos, conjunsiones, prononbres etc. etc.
Alguien dijo que: “El franses es el idioma de enamorar a las mujeres; el ingles el de dar
ordenes a los soldados; el aleman, la lengua de regañar a los animales; pero el español, es el
idioma de ablarle a Dios”. Y quisas en su primitiba puresa lo sea. Tal como lo ablan los niños y
miyones de personas ignorantes de las reglas gramaticales. Porque si es un academico el que
lo ase, es probable que Dios no lo entienda. Nuestra lengua es poetica, cantarina, beyisima;
basta con acomodar por aqi o por aya unas cuantas palabras adecuadas y se conbierte en musica,
como desia un nobelista aleman. “Blandiendo en la mano, relumbroso yatagán”, es parte de un
poema de Darío, al cual se le a quitado una palabra, y por culpa de eso, solo es una orasion
comun y corriente. Pero un solo bocablo mas en la estructura lingüistica total, ase que ese berso
adquiera ritmo, metrica, sonoridad y beyesa que solo se puede describir por su propia naturalesa
poetica. Esa palabra es “diestra”. Y se nos conbierte en “Blandiendo en la diestra mano,
relumbroso yatagán”. Ai esta la cadensia, el ritmo y la musica que asen que nuestro idioma sea
el mejor de cuantos se ablan en este mundo.
Ese es el milagro de la capasidad de espresion: la arquitectura correcta de las
palabras para construir la sinfonia del lenguaje. Entonses ¿porques qe que nuestros alunnos
lo odian de muerte? Por culpa de tantas reglas que lo an conbertido en algo esoterico, solo del
dominio de los inisiados. Y eso es lo que trata de correjir el Ameriñol: aser que nuestra abla sea
bonita, sensiya y que proporsione plaser a todos sus usuarios; que sea fasil de escribir y leer, y
tan plasentera como es ablarla. Como lo parla la jente comun, sin detenerse a pensar si el
jerundio esta bien o mal, o si ese berbo es transitibo o no. Si alguien sentensia: “Esa bieja
media tonta, no sabe donde tiene la cabesa”, todo el mundo entiende qe quiso desir. Entonses,
¿por qe a de conbertirse en barbaro el que espresa su pensamiento en forma tan clara para sus
oyentes?
El pueblo usa el abla para dibertirse, para comunicar sus ideas y nesedades a los demas;
en canbio una conbersasion entre gramaticos es una tortura, un pulso intelectual para ber quien
domina mejor el lenguaje; no se dibierten, se martirisan, se espian, se bijilan como si la platica
fuera un juego de ajedres o un asunto de guerra en el cual les ba la bida. Y eso es una
aberrasion.
164
Ay sustantibos concretos y abstractos: estos ultimos son los que caresen de materia y
pertenesen al canpo de la abstracsion, como las cualidades (onor, balentia, odio), fenomenos o
numeros. Los sustantibos concretos se dibiden en dos clases: comunes y propios. Con los
primeros se definen todas las cosas de orden jeneral, como agua, aire, madera, etc. Y los
propios son los que definen las cosas esclusibas, como Caracas, Buenos Aires, Manuel, Cuba,
Everest.
En este territorio se puede ilar muy delgado y yegarse asta la ecsajerasion y la
conplejidad mas grande; sin enbargo, creemos que con entender qe es un sustantivo y que ay
propios y comunes es sufisiente. Ir mas aya, es cuestion de los gramaticos y lingüistas; pero
para el siudadano comun eso deberia ser toda la informasion que nesesita en relasion con los
sustantibos. En su bida practica, incluso como escritor ¿qe puede inportarle que un sustantibo
sea sinple, conpuesto o parasintetico? ¿O que sea primitibo, deribado o bideribado? Y menos
todabia que pueda interesarle que un sustantibo sea partitibo o multiplicatibo. Eso es un canpo
para los espesialistas del idioma y son esplicasiones que bien podrian estar en las gramaticas y en
el Dicsionario Abansado del Ameriñol, a disposision de inbestigadores, gramaticos, periodistas,
escritores y lingüistas. ¿Pero por qe mortificar a un joben asiendolo aprender semejante cantidad
de conseptos que para nada practico le ban a serbir en la bida? Es mas, casi nadie se acuerda de
lo que aprendio de gramatica en la escuela o colejio. ¿Y por qe? Porque en ningun trabajo les
piden resitar de memoria las conjunsiones del idioma, o conjugar el berbo abolir en todos los
tienpos, modos y personas que es posible. A un postulante le demandan que escriba rapido en la
conputadora, que sepa ingles, matematicas y que sea listo; pero sobre todo, que able bien. Si es
bueno para ablar, el trabajo es suyo.
El Sistema Escolar debe enseñar a los estudiantes a aser uso del idioma como unarma a
su serbisio y no a conbertirse en esclabos deste. Sin enbargo, en nuestros sistemas educatibos el
niño ejenplar es el que NO abla, el jobensito cayado que no emite sonido alguno, que no se
muebe de su siya, que obedese en silensio, que ase su tarea de español y sin aser ruido se marcha
a su casa. Eso se pondera en nuestras escuelas como una birtud. Desde luego que estimular la
partisipasion oral de los alumnos en la clase, no significa que estemos propugnando por el
desorden y la tremolina de niños escandalosos que agan del aula un caos. Se trata de enseñarlos
a conbersar con orden y propositos claros, siguiendo una metodolojia que los condusca al
dominio del lenguaje como erramienta al serbisio de sus intereses y no de la forma.
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EL NUMERO: PLURAL O SINGULAR.
El sustantibo es una de las partes bariables de la orasion y puede sufrir acsidentes que
modifican en forma parsial su sinnificado. Este admite dos alterasiones: el jenero y el numero.
Casa-casas, perro-perra. El numero es muy sensiyo y se refiere a la cantidad: si es solo uno (de
lo que sea), esta en singular; pero si son dos o mas, esta en plural. Una naranja = singular. Dos
mangos = plural. Como podemos ber, con agregar una “s” al singular se forma el plural. Y asi
deberia ser para todas; por ejenplo mani, manis; rubi, rubis, cafe, cafes. Pero los academicos no
estan contentos con la sinplisidad; eyos tienen que conplicarlo todo y aser que el español escrito
se transforme en una pesadiya. Un enredo de leyes que nadie puede recordar. Y la cuestion del
plural de los sustantibos abria de proporsionarles motibos para la formulasion de barias reglas
engorrosas y contradictorias Beamos.
Nada menos que SEIS se inbentaron para la cuestion del plural. Aqui les ban:
Primera. Las palabras que terminan en bocal no asentuada forman el plural agregando la S.
Mesa = mesas Coco = cocos Mochi = mochis
Segunda. La palabras que terminan en consonante forman el plural agregando la sílaba ES.
Piedad = piedades, Balor = balores
Pero aqueyas que acaban en la consonante Z, canbian esta por C y agregan la silaba ES.
Rapaz = rapaCes.
Tersera. Las palabras que finalisan en e asentuada (é) forman el plural agregando una S.
Café = cafés Canapé = canapés
Cuarta. Las que terminan en bocal asentuada que no sea e, forman el plural con ES.
Rubí = rubíes Maní = maníes.
Quinta. La nonbres conpuestos como sacacorchos o mondadientes forman el plural agregando
una S, que puede estar en la primera o la segunda palabra. Si la primera es un berbo, suelen
formar el plural con la segunda palabra. Saca (berbo), corcho (sustantibo) sacacorcho + s =
sacacorchos. Monda (berbo) diente (sustantibo). Mondadientes.
Sesta. Aqui se encuentran los bocablos que tienen la misma forma para anbos jeneros. Tales
como analisis, crisis, lunes, martes etc. Y se puede desir el analisis o los analisis; la crisis o las
crisis; el lunes o los lunes. Tanbien ay otras que solo se utilisan en plural. Ejenplos: Nupsias,
ecsequias, crisis, analisis.
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En estas no parese aber problema, pues todos utilisamos algunas de eyas con relatiba
familiaridad, espesial-e la de los dias; y por acsion refleja, asemos estensiba la practica a todas
las que tienen caracteristicas paresidas. Aqui el problema podria ser de bocabulario; que una
persona no sepa qe son ecsequias, por ejenplo. Nupsias es mas comun, y seria increible que
alguien dijera “una nupsia”. Ademas si ecsisten las palabras casamiento y boda ¿para qe
nupsias?
Y por si todo ese enredo fuera poco, nos resetan las consabidas esepsiones que
contradisen las reglas sin mas rason que el prinsipio de Autoridad de la Academia.
La norma cuarta dise que las palabras terminadas en bocal asentuada que no sea “e”,
forman el plural agregando la silaba ES. Pero resulta que papá, mamá y sofá asen el plural solo
con una S. El plural de rajá es rajaes, pero no se dise papaes, sofaes ni mamaes. ¿Por qe? Ni el
DRAE ni ninguna Gramatica esplica la rason de esas esepsiones. Aunque la jente en forma
coloquial suele desir “las mamases”.
Pero ademas, tenemos otros problemas cuando se trata de diferentes palabras que no sean
sustantibos, como en el caso del singular cualquiera (prononbre o adjetibo indefinido de
indiferensia) si lo queremos poner en plural. Entonses se dise cualESquiera. ¿Por qe la
intromision de la sílaba ES? ¿Cual es la diferensia tan trasendental que se deriba de esa
particula? ¿Deja de ser claro el sentido de la frase si desimos “Cualquiera de esos
sinbergüensas”? El que nos escucha cuando pronunsiamos esa espresion, nos conprende de
cualquier manera que la digamos. En Ameriñol sugerimos que solo se diga cualquiera.
En nuestra America es raro el que utilisa la forma plural porque es muy difísil distinguir
cuando debe aplicarse una u otra. Los que tienen alguna nosion de sus dos formas, las ebaden
mediante perifrasis para no incurrir en su uso inadecuado. Algo asi como lo que asemos con el
jerundio. Sin enbargo, muy pocos se dan cuenta cuando desimos “cualquier cosa” o bien
“cualquiera de eyos”. Es por eso que entre nosotros resulta una pedanteria cuando desimos
“cualESquiera de eyos”, ya que casi nadie sabe como se usa. Entonses ¿por qe no eliminar este
plural si en el abla corriente no ecsiste ni marca diferensia alguna? CualESquiera resulta tan
afectado como cuando desimos elite y no élite. Pero en el caso de elite, lo peor es desidir cual
asentuasion darle a esa palabra. Y aqui es donde entra el aspecto de la banidad del español.
¿Sabran nuestros interlocutores que se dise elite y no élite? Entonses, si desimos élite y eyos
saben la forma correcta segun el DRAE, nos bemos como unos ignorantes; pero por otra parte,
si eyos no saben la forma correcta y desimos elíte (que seria lo “correcto”) tanbien quedamos
como unos barbaros del idioma. La idea fundamental a perdido interes, y en ese momento solo
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estamos consentrados en la forma, en “el buen desir”. El lenguaje por el lenguaje, y el contenido
a pasado a segundo plano.
El Ameriñol recomienda dejarnos yebar por el sentido comun en el uso de estas palabras,
ya sea que funsionen como adjetibos o prononbres, y que nos limitemos a seguir la bia de la
sinplisidad.
En todo caso, nunca nos angustiemos cuando estemos ablando en publico; que sea de la
misma manera como lo asemos ante un grupo de amigos; con la bista focalisada en el
contenido y no en la forma. Luego dejemos que el abla fluya con libertad con un solo
proposito: que el mensaje sea claro.
Ay otras palabras que de acuerdo con la Gramatica no admiten la forma de plural, tales
como hazmerreir, quitaipon, correveidile. Preguntamos, ¿cuál es la rason de esa norma? Los
bocablos admiten todo, son los gramaticos los que no lo asen. Ninguna regla debe ser
inamobible porque bien podriamos desir “correveidileS” sin son barios. ¿No resulta absurdo
afirmar, de acuerdo con las reglas de la concordansia y lo que emos bisto del plural, que: “Esos
tipos son unos correveidilE? ¿Donde quedan las leyes anteriores? Esas son reglas tontas que en
el Ameriñol bien se pueden pasar por alto, y podemos escribir esas palabras como nos paresca
mas adecuado, sienpre y cuando se cunpla el fin prinsipal de la lengua. Talbes algunas beses se
deban usar en forma literaria. Asi que con eliminarla del Ameriñol, asunto resuelto. Para eso
tenemos la unibersal e inequiboca CHISMOSO-A. Ademas, jeton, osicon, lengualarga,
cuentista, etc. etc. Que no sea una duda gramatical o reglamentista algo que nos limite o nos aga
que enturbiemos nuestras ideas; que tanpoco sea el miedo esenico ante el lenguaje el que mutile
la efisiensia de nuestro discurso. “Es una bieja chismosa”, “Son unos jetones”, “Son unos
osicones”, “Es un tipo lengualarla”.
Para las personas cultas es natural afirmar que: “El (o eyos) fue (fueron) el asmerreir de
la fiesta”. Pero al comun de los americanos que ni siquiera utilisan esa palabra, puede resultarles
incomodo conbinar en la misma orasion una parte plural con otra en singular. Es como el
caso de pantalon-pantalones. Se inpuso el singular en el DRAE porque la jente, tanto aqui
como en España, utilisaba pantalon en singular. Y eso por rasones de claridad. Si yo le digo a
alguien que me pase “unos pantalones”, ¿cual es el mensaje que yega a su mente? ¿Es una
piesa o barias? Pero si le ordeno que me traiga “un pantalon”, no le cabe duda de qe le estoy
solisitando. Asi tanbien podriamos desir: “Eyos fueron los asmerreires de la fiesta”. Sin
enbargo, ese incomodo termino no es comun entre nosotros, ya que preferimos payaso. Casi
sienpre desimos: “fue el payaso de la fiesta”. Asi que asmerreir lo podemos tachar de nuestro
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Dicsionario. Pero si desidimos utilisarlo, bien podemos pluralisarlo ¿Por qe no? Igual seria para
quitaipones. Son unos correveidil es .
Queridos ameriñoles, recuerden que el idioma es solo un istrumento, y este no debe estar
por ensima de los intereses del usuario ni de los objetibos de la comunicasion. Tanpoco debe
conbertirse en fin en si mismo, dificultando o distorsionando la intension del que lo usa.
Muchos gramaticos estan de acuerdo con que la Y es una bocal por sus caracteristicas
foneticas. En rey, mamey, buey y batey su sonido es de “i”, lo cual es de una ebidensia
indiscutible. Tanbien tiene el sonido de “i” cuando funsiona como conjunsion. Es por eso que
el Ameriñol tanbien la considera como bocal; pero eso si, como un semi-fonema que nesesita de
la E. Entonses ¿por qe se le considera como una consonante para formar los plurales de rey,
buey, mamey y batey? Ninguna gramatica lo esplica. Solo nos disen que asi debe ser, basados
en el prinsipio de autoridad academica. En forma arbitraria se considera esta letra como
consonante para aser el plural asi: mameyes, reyes, bueyes y bateyes. Sin enbargo, esas palabras
deben corresponder a la primera categoria de las terminadas en bocal no asentuada, y tienen que
formar su plural de la siguiente manera: mameys, bateys, bueys, reys. Pero al pareser, esa grafia
no les gusta a los gramaticos. Entonses, nos queda la alternatiba de escribir rei, buei, mamei y
batei, para pluralisarlos asi: bueies, memeies, reies y bateies. ¿O por qe no dejarlo al gusto de
los escribientes? Que sean estos los que desidan, pues al fin y al cabo eyos son los que asen el
idioma. Si la jente entiende qe quieren desir las palabras reies, reyes, reis o reys, ¿qe inporta
como se escriban?
Los bocablos terminados en X, permanesen inbariables. Es desir, sirben de igual manera
al plural o singular.
Fénix, sílex, ántrax, ónix, clímax, bórax.
El fenix-los fenix... suena orrible. ¿No seria mas eufonico y natural los fenises? El fenis
– los fenises En realidad son muy pocas las palabras españolas que terminan en X; por lo tanto,
parese un poco ecsajerado crear leyes conplejas o engorrosas para resolber una minusia que el
sentido comun puede correjir o indicarnos el mejor camino para enfrentarla. En Ameriñol
debemos buscar la sinplisidad. ¿El fenics? ¿Cómo seria el plural? Ese sonido “ix” (ics) es
ajeno a nuestra fonetica, y reclama un esfuerso antinatural de nuestro aparato fonador. En canbio
“fenis” es mucho mas comodo para el abla corriente, y su pluralisasion resulta muy sensiya.
Toda palabra que requiera una consentrasion espesial del serebro para que este
ordene y prepare al aparato fonador debe ser eliminada del Ameriñol. El serebro no debe
tener consiensia del abla, es desir, esta tiene que ser espontanea y fluida, sin interferensias ni
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sobresaltos deribados de la dificultad para bocalisar siertas silabas o bocablos. Como cuando
desimos “Wright” en ingles o “Monsieur” en français, en cuya articulasion se produse la
“interferensia serebral”, causa del rasonamiento intermitente y poco efectibo. Cuando ablamos
no debemos tener consiensia de que lo estamos asiendo, sino de lo que estamos
trasmitiendo. Entender en forma correcta la orasion anterior, es la clabe maestra del Ameriñol.
La regla tersera de la asentuasion nos dise que todas las boses que acaban en e asentuada
(é), asen el plural agregando una S. Pero ¿cuantos bocablos españoles terminan en E asentuada?
Café, corsé, canapé, consomé, croché, paté, rapé, José, carné... ¿omelé?, como nos dijo una
sinpatica y bromista conpañera a quien incomodamos pidiendole que nos dictara unas cuantas
palabras terminadas en E asentuada. ¿Es nesesario tomarse el trabajo de crear una regla
gramatical para justificar la asentuasion de una dosena de terminos? Por desgrasia la gramatica
del español esta plagada de raresas asi. ¿Qe nos dise el sentido comun ante rapé, canapé, café o
carné? Miyones de personas disen “cafeses”, por lo tanto, esa forma de plural debe tomarse en
serio; sin burlas y sin clasificarla como barbarismo o espresiones de jente bruta. Suena mas rico
y natural desir “unos cafeses” que “unos cafes”, frase cortada a la que algo le falta. En Ameriñol
la consideramos una forma correcta de pluralisar el “café”. En cuanto a rapé (del franses
“rallado”), que se conbirtio en sinonimo de tabaco, muy pocos saben lo que sinnifica y, por lo
tanto, nadie la usa para referirse a esa sustansia. Seria no solo una petulansia fuera de lugar, sino
una tonteria, que alguien dijera: “Me fume unos cuantos rapés” (o rapeses), pues esa es una
sustansia continua y no discreta. Canapé es otra palabreja que nadie utilisa en America a menos
que sea por afectasion. Todos desimos bocadiyos si se trata de la comida; o siyon, diban y sofa
si nos referimos al enser para reposar o sentarnos.
Entonses, queda claro que en español no ay Fenix en plural: El Fénix, los Fenix. Pero en
Ameriñol si; sin enbargo, como en este no ecsiste la X, debemos desir Fenics o Fenis, que aria su
plural agregando la silaba ES, y quedaria los Fenicses o los Fenises. Y ya que esta ultima
forma es mas eufonica, nos quedamos con eya. Pero todo este enredo es innesesario, ya que el
Fenix era un abe mitica unica y, por lo tanto, no puede tener plural. Asi como esta, ay
infinidad de sinplesas que se discuten en español para tormento de los ablantes. ¿No es una
majaderia discutir como seria el plural de algo que no ecsiste en plural?
Y en cuanto a sílex, ántrax, bórax y ónix, ¿cuantas beses a nesesitado usted ponerlas en
plural? Nos desia otro amigo de los que emos molestado en la confecsion de este libro: “En
toda mi bida, jamas e tenido que desir LOS antrax, LOS borax o LOS onix. Talbes la unica
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palabra de esas que alguna bes e utilisado en plural es climax, pero solo para referirme a algo asi
como los orgasmos”.
Sienpre desimos el climax, pues la berdad es que nadie dise “los climax se alcansaron en
esos dias”. Todo el mundo adecua la orasion que sea para poder usar climax en singular. “Los
acontesimientos yegaron al climax en esos años”.
Tiene rason nuestro amigo, pues “los ónix” suena estraño. Y peor “los bórax”. Como
pueden ber, los academicos an creado dificultades donde no las ay, pues esos terminos sobre los
cuales apoyan la regla en realidad casi nadie los enplea porque muy poca jente sabe su uso
correcto. En ultima instansia, todos preferimos aser una perifrasis para ebadir su utilisasion en
plural. “Los frascos con borax estan por ai”, “Las piedras de onix estan en la gabeta”, y asi por
el estilo... Ni a palos desimos: “Los borax estan por ai” o “los onix estan en la gabeta”,
porque ademas de lo espantoso que suenan esas frases no estamos seguros de su plural, ya que la
X es una letra ajena a nuestra fonetica. Es por eso que la emos eliminado del Ameriñol. Esas
palabras constituyen un bocabulario esoterico para la mayoria de la jente, y su redusido numero
NO justifica la formulasion de una Norma para esplicar un plural que nadie utilisa. La lengua es
cosa de las masas y no solo de elites ilustradas. No ecsiste los antrax, solo una enfermedad que
es conosida como antrax... (en ameriñol: antracs o antras)
La Academia afirma que los nonbres propios y los apeyidos no tienen plural. Sin
enbargo, ay esepsiones y a beses puede desirse los Juanes, los Ramirez o las Americas. Es por
eso que reclamamos que si se puede desir los Ramirez o los Juanes, no ay rason alguna que
inpida la pluralisasion de todos los apeyidos y nonbres. México y los Méxicos. Guatemala y las
Guatemalas, Costa Rica y las Costas Ricas, Brasil y los Brasiles.
Dise la Gramatica que otros bocablos solo se utilisan en plural, como enseres, viveres,
infulas (esta ya aparece en el DRAE como ínfula). Tenemos entendido que la estufa, la labadora
y la refrijeradora forman parte de los enseres de la casa. Pero ¿como ago para nonbrar a uno de
eyos en forma indibidual? Quiero referirme solo a la refrijeradora pero con la palabra “enseres”.
¿No debo desir el enser? ¿No es un absurdo que en un idioma moderno ecsistan objetos que
tienen un nonbre en plural, pero no en singular? O bisebersa, como en el caso del Fenix. Si
barios objetos son enseres, uno tiene que yamarse enser. Y en este caso se aplica (al rebes) la
regla segunda que dise: “Todas las palabras terminadas en consonante, forman su plural
agregando la silaba ES”. Enser = enserES. El sentido comun ecsije la ecsistensia de ese
termino, y el Ameriñol asi lo confiere tanto a este, como a todos aqueyos que esten en una
condision semejante. No debe darse esa aberrasion en un idioma moderno, pues la lojica nos
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indica que todo aqueyo que ecsiste en plural, primero debe darse en singular, puesto que aquel es
la suma de dos o mas mienbros de este ultimo. MangoS es la suma de mango + mango +
mango.... No puede aber mangoS sin mango, porque ¿de donde salio mangoS si no es de
mango?
Durante mucho tienpo los academicos se opusieron a la singularisasion de muchos
terminos entre los que se cuentan tenasas, alicates, anteojos, pantalones y otras. Por fin tubieron
que rendirse ante la realidad del abla popular, pues casi todo el mundo dise: “Pasame un alicate”,
“traeme un pantalon” etc. Todas esas palabras que apenas ayer eran “barbarismos”, aora se
encuentran en el DRAE con la bendision de la Academia. Entonses ¿cual es el enpeño de andar
buscando tantas dificultades idiomaticas cuando lo que deben aser es oir como abla el pueblo?
Tanbien, nos disen los academicos, permanesen inbariables las boses no agudas
terminadas en S. Como el caso de los dias; o bien, como crisis, tesis, analisis y otras semejantes.
Para este pequeño inconbeniente los gramaticos americanos deberan buscar solusiones sinples.
Las mas sensiyas, como es la tesis jeneral del Ameriñol. Podriamos desir que tenemos dos bias
para la solusion de ese problema: eliminar la “ese” de esas palabras o agregarles la silaba ES.
Pero esta ultima inplicaria una mayor conplejidad que seria terrible en el caso de miercoles, por
ejenplo, que se nos conbertiria en miercolesES. Pero si les quitamos la S final a los dias que la
tienen, el resultado quedaria muy bien. Lune, marte, miercole, jueve, vierne, sabado y domingo,
cuyo plurales serian luneS, marteS, miercoleS, jueveS, vierneS, sabados y domingos. Muy
sinple. Una crisi, unas crisis, un analisi, unos analisis. ¿por qe no?
Como pueden ber, tenemos la posibilidad de escojer entre el camino difísil o la
sinplificasion que propone el Ameriñol. Por un lado, una multitud de reglas autoritarias que nos
yeba toda una bida aprender, y por el otro, una senda que puede sinplificarse asta el punto en que
cualquier indibiduo sea capas de dominar a la perfecsion.
Muchos podran desir que esto es una locura o algo que no tiene sentido, ya que despues
de todo, la gramatica del español no es tan difisil; que solo ay que aprenderse unas cuantas
reglas, y que todos estamos en capasidad de escribir con correcsion. Pero eso es una falasia
deribada de un punto de bista subjetibo; pero sobre todo, del grado cultural de los indibiduos que
emitan opiniones semejantes. Cualquier persona con estudios unibersitarios podria incurrir en
esa falsa apresiasion ya que para eyos podria ser bastante fasil el dominio de la escritura del
español, pero eso seria pasando por alto el echo de que estubieron seis años en la escuela
primaria, sinco o seis de secundaria; y de sinco a ocho de formasion superior; es desir, tienen un
“background” de entre diesisiete y beinte años de estar lidiando con esa materia. Y desde esa
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perspectiba puede ser que nos paresca que esta no es tan problematica, lo cual es una distorsion
de la realidad. Eso seria paresido a lo que nos ase un malabarista cuando nos dise: “bea que
sinple, usted puede mantener en el aire estas seis pelotas. ¡Agalo!, es muy fasil”. Y debe
ser sierto para el, despues de beinte años de practica. Desde el punto de bista del nibel alcansado
por cada uno en el dominio de la gramatica del español, le paresera que esta no es muy conpleja,
pero ¿cuanto dolor les yebo yegar al conosimiento que tienen en la actualidad aserca de como se
forman los plurales en español?
En el Ameriñol NO debe aber reglas inamobibles ni artriticas, pero sobre todo, no debe
tener esepsiones.
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JENERO DEL SUSTANTIBO.
Los academicos nos disen que ecsisten los jeneros masculino, femenino, comun, episeno,
anbiguo y neutro, lo cual es una fuente de confusion innesesaria; ademas, carente de una buena
base para estableser la forma como se determina esto ante cada bocablo que produsca dudas en el
escribiente. Solo las Reglas son las que indican qes qe. Se dise que las personas y animales
tienen el jenero por propiedad, y que las cosas por atributo. Pero ¿qe sinnifica eso en realidad?
Tomemos guitarrista y tratemos de aberiguar a qe secso pertenese. La guitarra es femenina,
desde luego, pero el dilema no esta en eya sino en qien la toca. La respuesta de la Gramatica es
que el termino guitarrista le ba a anbos y que, por lo tanto, pertenese al yamado jenero comun,
que se deside mediante el articulo que se le antepone al sustantibo: el – la guitarrista. Creemos
que todas las palabras deben clasificarse solo en dos jeneros y que este debe estar inplisito en
cada una de eyas segun siertas caracteristicas graficas. Y ya que se puede desir el modisto y la
modista, ¿por qe no jeneralisar ese prinsipio y desir el guitarristo y la guitarrista? De esa forma
podria aserse con todos las partes del discurso.
En el caso de los sustantibos debe ecsistir el femenino y el masculino para cada uno de
eyos, y con eso desapareseria el problema. Porque ¿como referirnos a (el) aguila, el gusano y el
abe si se trata de las enbras de la espesie? ¿Tengo que incurrir en la tonteria de desir: el aguila
enbra y el gusano enbra? La gusana se merese mas respeto. Lo mismo que la aguila (o
laguila) que es diferente del (de el) aguilo. Si digo cabayo no ay duda; tanpoco cuando digo
yegua. No digo el cabayo-enbra. Incluso podriamos yebar la sinplisidad asta su limite y desir
cabaya. ¿Por que no? Ase muchos años escuche a un señor jamaicano desir al referirse a una
yegua: “la cabayo-mujer”. ¿Sujiere algo esta espresion a los gramaticos? El lenguaje se abre
camino a pesar de la Gramatica.
Esto nos yeba a mas problemas que tienen que ser resueltos mediante el Ameriñol. Se
dise blanco y blanca, amariyo y amariya; ¿y por qe no se puede desir asul y asula? Si algo puede
ser negro o negra, rojo y roja, ¿por qe no puede ser cafe y cafesa, gris y grisa? Si un oso es gris,
la osa tiene que ser grisa. El leon es cafe y la leona cafesa. ¿Esmeralda y esmeraldo? ¿Por qe
solo ecsiste la palabra sopilote y no se le da cabida a sopilota? ¿Y qe ay con el lagarto sin
“lagarta”? ¿Y por qe solo ecsiste culebra? El macho de esos animales tiene que ser culebro.
Es una cuestion de respeto machista. Cuando desimos que una baca es un animal, ¿por qe lo
espresamos en esa forma masculina y no desimos: una animala? El toro es un animal, pero la
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baca es unanimala. ¿Por qe no? ¿Solo por la doble a? Y por fabor, no nos salgan con el cuento
de “la autoridad de la Academia”; ecsijimos una rason, una sola rason por la cual no debemos
desir culebro o lagarta. Una sola rason, no dogmas.
La misma regla arbitraria que nos obliga a conplicarnos la bida disiendo el alma, cuando
deberia ser la alma dado que alma es femenina. Ademas, como es el objetibo del Ameriñol,
podriamos sinplificar todas esas formas asiendo una contracsion como “lalma”. ¿Y por qe no
desimos el ajenda, si al pronunsiar la ajenda queda esa doble bocal que tanto aborresen los
gramaticos? Tanbien podriamos escribir “lajenda” como en realidad lo desimos en el abla
corriente. ¿Nues sierto? En nuestro idioma es nesesario darle la bienbenida a las contracsiones,
pues ay infinidad de palabras que se pronunsian ligadas con los articulos y otros conectores en
una sola emision como al y del. Eso es un echo que no puede ser desconosido por los
gramaticos del Ameriñol. “Yego a la casa bien abansada la noche”. Bease que nadie
pronunsia asi como esta escrita esa orasion; la jente dise: Yegoala, o yeguala casa... o yeguasu
casa. Esa es una realidad en nuestra forma de ablar, la cual tiene que ser considerada en la
gramatica, y los academicos no deben obsesionarse en ideas de “lo que debiera ser”, sino en
estudiar y aseptar lo que ES en el abla popular. El español tiene demasiadas incomodidades para
ablarlo en forma fluida, y eso produse la “interferensia serebral”. De manera que todas esas
formas de espresion tienen que ser bien estudiadas y se les debe dar el lugar que les corresponde
una bes que ayan sido adecuadas.
Ay miles de situasiones con alto grado de dificultad en la pronunsiasion del español.
Algunas son formas muy duras, otras apenas perseptibles, pero igual de molestas. “Los ojos” es
una de esas, sobre todo para las personas que no pronunsian muy bien la letra S. A estos les
queda algo asi como: “Lo’ ojos” o “Lo’ ojo”. Y a los que la articulan bien, da la inpresion de
que lo asen pegado: “losojos”. Es muy difisil aser un espasio claro entre el articulo y ese
sustantibo; por lo tanto, bien se podria escribir losojos.
“Ba a acabar con esa situasion”. Nadie pronunsia bien esa linea. Todos desimos:
“Bacabar con esa...” Una triple A fundida en una sola, sobre la cual pibota toda la estructura de
la orasion. Esta es una realidad no solo del Ameriñol sino del español. Por lo tanto, los
gramaticos tienen que buscar solusiones sensiyas a la ora de determinar de qe manera se pueden
o deben escribir estas formas de espresion popular, sin considerarlas barbarismos o bulgarismos,
sino condisiones inebitables del idioma, a menos que se realisen transformasiones mas profundas
en la lengua. Continuemos con lo del jenero.
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El numero de recobecos que ase la Gramatica para resolber cosas tan sensiyas es
tremendo. Si desimos conde, ¿por qe no utilisar la forma sinple para el femenino que se formaria
con una A? Conde = conda. Como de monje = monja y no monjesa. ¿De donde sale esa silaba
demas para formarnos condESa? ¿Por qe no desir nuero, nuera. O yerno, yerna? Poeto, poeta.
Emperador-a. Ormigo, flautisto, ipopotama, abejo. Fijense que cuando nos referimos a un
cuerpo seleste lo asemos “macho” y le desimos EL cometa. Pero si se trata del umilde papalote,
le bajamos la categoria y la yamamos LA cometa. Debe ecsistir el bayeno, el mosco, la
mosquita (de mosquito), la cocodrila; y si se puede desir el leon y la leona, ¿por qe no la tigra?
¿De donde salio lo de tigrESa?
Es el mismo cumulo de reglas que nos yeban al famoso lio de “La Alma Mater” o “El
Alma Mater” (Madre nutrisia). Esta espresion se refiere a la unibersidad, y en ese caso el
sentido de alma es “nutrisio” y nada tiene que ber con el consepto relijioso o filosofico del
español. No es espiritu o algo paresido. Es la Madre que alimenta con cultura. Entonses ¿como
se dise? Pues bien, segun otra regla de concordansia, esta es entre el articulo (el o la) y la
palabra Mater, por lo tanto lo que estamos disiendo es: “La Mater”, de manera que la forma
correcta es “La Alma Mater”. Entonses, ¿queda sin efecto la regla anterior para este caso
esepsional, y por qe? ¿Qien iso esa regla y por qe nadie la discute o rechasa? El benerable
DRAE se laba las manos y no rejistra la espresion, por lo tanto, “no ecsiste” en español. Solo se
refiere a (el alma), ¿al alma?, ¿a la alma? Si se dise el alma, cuando nos referimos a ese
consepto, tenemos que meditar mucho porque segun las reglas no podemos escribir “a el alma”,
puesto que la contracsion es obligatoria a + el = al. Asi que caemos en la tranpa de las reglas,
porque si asemos la contracsion, bolbemos a enfrentarnos con el problema fonetico que
queremos ebitar cuando le anteponemos el artículo masculino el al sustantibo femenino alma
para no decir laalma. Si presisamos de la preposision A en el discurso que incluye alma,
estamos ante un conflicto gramatical irresoluble. “Las palabras de su amigo le yegaron al
alma”. Ai esta la cacofonia que tanto terror les inspira a los gramaticos. O desimos: “Las
palabras de su amigo le yegaron a el alma”. Pero en este otro caso, tanbien estamos incurriendo
en otro error por omitir la obligatoria contracsion entre a y el, la cual tanbien es burlada en forma
“legal” cuando desimos a El Salbador (el pais). Este problema nos obliga a una perifrasis
engorrosa que puede bariar el sentido de lo que queremos desir. “Las palabras de su amigo le
yegaron asta el alma”. Pero no era eso lo que queriamos desir, sin inportar que este correcto o no
desde el punto de bista de la Gramatica. En onor a la forma y para salbar el escoyo de la Regla,
tenemos que sacrificar algo de la esensia del mensaje. Y ese no debe ser el objetibo de la lengua.
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Bolbiendo a lo de La Alma Mater, deberiamos copiar de esa lengua (latin) todo lo que
tenia de practica y no sus arcaismos. Como eyos no utilisaban tilde ni palabras agudas (eran
mas practicos, modernos e inteligentes que nuestros gramaticos), Mater no yeba la rayita
sobre la a. Pero de acuerdo con la Regla deberia ponersele. Otra norma burlada por otra
esepsion del numero casi infinito de eyas.
En la asignasion del jenero, el Ameriñol sujiere dejarnos yebar por el sentido comun, sin
reglas rijidas ni sus multiples esepsiones. Y aunque todas las letras son femeninas, ay algunas
que dan a los bocablos un determinado sentido masculino o femenino. La E al final da un tinte
baronil, enpesando por onbre. La O tanbien conparte esa caracteristica. El coro, el moro, el
dorso, el corso. Otro indicador es la letra A, femenina por definision. Entonses, todas aqueyos
bocablos terminados en a o donde esta prebalesca, son femeninos y debe ponerseles el articulo
femenino correspondiente. La casa, la cama, la aguila que se conbertiria en laguila. Pero
recordemos que las palabras solo son la representasion oral o grafica de ideas, y no tienen por qe
tener jenero alguno. Esa referensia es solo en relasion con el secso umano. Sin enbargo, si nos
sentimos comodos con esa clasificasion, no tiene por qe ser fuente de problemas. Cada uno
puede catalogarlas como se le ocurra, de acuerdo con su estado emosional, ya que despues de
todo, eso es la lengua: el beiculo para comunicar nuestro mundo interior a los demas. Sabemos
que en forma poetica se puede desir el calor o la calor; tanbien el mar o la mar. Entonses, ¿por
qe no jeneralisar esta buena costunbre que nos yebaria a desenbarasarnos de todos los problemas
creados por la Gramatica en su intento de inponer determinado jenero a cada sustantibo?
Tanbien ay otra forma para fasilitar el problema del jenero: la adopsion de un articulo
neutro que no contenple bariasiones de secso; como el THE ingles el cual ayudaria mucho a la
sinplificasion . ¿Por qe no seguir el ejenplo de los gringos con el THE? The man, the woman,
the men, the women. The le conbiene a todo: el, los, la, las. Es cuestion de acostunbrarse y
resuelto el problema de los jeneros, al menos en el aspecto de la concordansia con el articulo.
The boys, the girls, the boy, the girl. Bien podriamos desir: Le onbre, le onbres, le mujer, le
mujeres. Y un cuento acabado. O cualquier otro termino que fuera fasil de aprender y aplicar.
Como el “the” ingles. Eyos no tienen problema alguno con esa palabra que sinplifica lo que
podria constituir un enredo, como nos pasa en español. ¿Sera la aguila o el aguila? ¿La asienda
o el asienda? ¿La ajenda o el ajenda? ¿La alma o el alma? ¿El calor o la calor? ¿ Abra o no
esepsiones? En ingles solo es THE, sea lo que sea. Fasil, ¿berdad?
Los inconbenientes aparesen cuanto tratamos de inponer siertas categorias en contra del
sentido comun. Y cuando las reglas topan con barreras insalbables para la gramatica o la rason,
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aparesen las obligatorias esepsiones, las cuales bienen a conplicar mas la situasion. Los enredos
no son producto del abla sino de la Gramatica, cuando esta intenta normar aqueyas formas
lojicas de espresion que son propias y naturales en el bulgo, el berdadero creador de la lengua.
Al crear la Norma que dise que ay jeneros gramaticales, se ase nesesaria la Concordansia con las
otras partes de la orasion, y es de ai de donde surje la infinidad de lios que plagan ese estudio.
Por su parte, el Ameriñol no pretende dar formulas fijas para el enfoque de los muchos trastornos
que se an creado mediante la inposision de la Gramatica. El Ameriñol solo ase sujerensias que
condusen asia la sinplisidad en el uso del idioma escrito, dado que en el oral casi no ecsisten
problemas de inportansia. Cada uno abla como le da la gana... y se ase entender. Y eso es lo
que cuenta.
Las Academias del Ameriñol de cada pais deberan abocarse al estudio de sus propias
bariantes y particularidades para aser que la lengua adquiera, tanto en el uso como en su
enseñansa, la sinplesa que tiene cuando la aprendemos de nuestros padres. Para eso tanbien
sujerimos lo que deberia ser una gran crusada entre todos los ameriñoles: conbertirnos a la bes,
en maestros y alumnos de todos. Que sea tarea de cada uno de aqueyos que tiene mayores
conosimientos, enseñar a sus semejantes el buen uso del abla, porque asi es como esta se
aprende. Tanbien debemos adquirir el conpromiso de ser umildes ante los que saben mas, y
aseptar con intelijensia y plaser toda correcsion que pudieran asernos. Por banidad y falsos
orguyos nos perdemos de los bastos recursos que tenemos a nuestra disposision: todos los que
son mas educados y “leidos”. Nadie deberia enojarse porque lo corrijan; al contrario, deberia
sentirse felis de no bolber a incurrir en errores sensiyos que bien se pueden ebitar si alguien mas
listo nos indica la forma correcta.
Como emos bisto, las correcsiones que el Ameriñol debe aser en relasion con el
sustantibo no son muchas. Debido a que solo presenta dos acsidentes (jenero y numero), es
sobre estos dos puntos que se sentra la labor de sinplificasion. Dosenas de miles de sustantibos
estan demas en el DRAE, y no deben ser incorporados al Dicsionario Basico del Ameriñol.
Sinonimos les yaman los academicos, y su utilisasion obligatoria a sido elebada a la categoria de
dogma gramatical; nos aseguran que es un “pecado” usar la misma palabra dos o tres beses en la
misma pajina, por lo tanto, nos bemos obligados a tener un dicsionario de sinonimos a la mano,
para que los que nos ban a leer se den cuenta de qe tan astutos somos en el uso de la “adecuada”
sinonimia.
Asi que, aparte de la inpresindible sinplificasion de ese ecseso de sustantibos que ay, son
pocos los ajustes de caracter tecnico que ay que aserle a esa parte de la orasion. Un poco de
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trabajo con los plurales y otro con el jenero. Su clasificasion en concretos, abstractos,
primitibos, deribados, bideribados, sinples, conpuestos y parasinteticos son temas de interes solo
para los gramaticos, ya que al siudadano comun en nada molestan porque en nada interfieren en
la escritura o el discurso. Si la palabra esta bien enpleada y trasmite con claridad lo que el
ablante quiere desir, a nadie le inporta que sea bideribada o parasintetica. Ademas, si se elimina
tanto dogmatismo en cuanto a clasificasiones y “enpleos erroneos”, bien se puede yegar a
fasilitar la tarea de los que quieren escribir en Ameriñol.
Eso si, aqueyos que pretendan conbertirse en escritores de calidad, deberan estudiar la
lengua en una forma mas profunda y minusiosa. No se puede alcansar la ecselensia si nos
conformamos con el nibel medio, el cual, sin enbargo, es aseptable por todos los que solo
pretendan escribir en forma normal. Los esepsionales son los que sienpre se “salen del canasto”
y no ay manera de clasificarlos en alguna categoria.
Para terminar con el asunto del jenero es nesesaria alguna rebision, de manera que este
tema no produsca dudas en el que escribe. Es absurdo que ecsistan seis jeneros gramaticales,
pues la realidad es que en la Naturalesa solo ay masculino y femenino. No ecsiste algun bicho
de jenero episeno, indefinido, comun, neutro o anbiguo. Todos son machos o enbras . Porque si
alguno fuera neutro, significa que no tendria secso y, por lo tanto, no se reprodusiria y no tendria
bida. Tanpoco ay animales de jenero comun, pues no ecsiste tal cosa. La bayena no es de
jenero episeno; el bayeno tanpoco, anbos son enbra la una, y macho el otro. Y lo de indefinido
solo puede catalogarse como incapasidad del que este tratando de aberiguar a qe secso pertenese
una determinada criatura cuyos organos de reproducsion no son ebidentes. Como una bacteria o
un birus. Lo mismo se puede desir del jenero ambiguo. Y eso nos yeba a la nesesidad de que
todo sustantibo debe acomodarse en una u otra de esas categorias, lo cual nos conduse a una
sinplificasion estraordinaria de este enredo que an echo los gramaticos.
Recordemos que el jenero es una propiedad de los seres bibientes, y es de ayi de donde se
deriba tal definision. La idea primaria de jenero biene de la categoria biolojica a la cual
pertenese un determinado ser bibiente: macho o enbra. Y a partir de ai, la clasificasion se a echo
estensiba a todas las cosas que por semejansa se nos antoja que son masculinas o femeninas.
Pero la asignasion de esta cualidad a las cosas inanimadas solo es un inbento gramatical deribado
del sonido o prebalensia de siertas letras en el nonbre. Casa bien podria perteneser al jenero
femenino o masculino con solo canbiarle el articulo. “El casa” la aria masculina, asi como La la
conbierte en femenina. Pero resulta que casa solo es un consepto carente de organos
reproductores que son los que dieron orijen a esa jerarquia. Es solo cuestion de costunbre, pues
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si a casa le canbiamos una de esas letras con sabor femenino, como la ultima A, se nos
transforma en el masculino “casO”.
Acomodar todos los sustantibos en una u otra categoria es una tarea bastante fasil, sobre
todo si consideramos que en el Ameriñol basico y medio, no abria mas de dies mil palabras de
las cuales casi la mitad serian berbos, bocablos en los que no ecsiste ese acsidente gramatical.
Lo del plural es todabia mas sensiyo, pero tanbien requiere de un acuerdo jeneral que
solo tenga como objetibo la sinplificasion. El problema con los gramaticos tradisionales es que
cada bes que se reunen en sus consiliabulos, lo asen con la unica intension de conplicar el asunto,
asiendolo mas conplejo. Cada uno quiere demostrar qe tan agudos, profundos y retorsidos son
sus estudios en cuanto a la lingüistica o fonetica, y se olbidan del indibiduo corriente, al cual le
inporta un tacaco la parte esoterica de la lengua. Todos quieren probar qe tanto saben de
semantica, griego y las transformasiones sincronicas y diacronicas que este sufrio con el latín y,
despues, al conbertirse en español. Aburridores a mas no poder, no se sienten bien si no le
agregan dificultades al idioma. Esa jente no nos sirbe para la formulasion del Ameriñol. Los
academicos de este nuebo enfoque del idioma tendra que ser jente moderna y de mente flecsible,
capases de captar qe es lo que queremos aser aserca de la modernisasion de nuestra lengua.
Esta propuesta debe someterse al escrutinio del pueblo, de la jente comun, del populacho
que dia a dia ase uso del abla. Pero por sobre todo, al criterio de los estudiantes. Al analisis
de los miyones de niños y jobenes que son torturados a diario con la Gramatica y sus
innumerables y odiosas reglas. Ese es el gran desafio que ase el Ameriñol a los gramaticos y
Academias: agan una elecsion popular sin prejuisios y sin condisionamientos prebios. Estamos
seguros de que “barreria” al español tradisional.
Si los españoles quieren continuar siendo conserbadores con la bariante de eyos es su
problema; pero nosotros no tenemos por qe seguir utilisando la forma escrita de una lengua que
en parte de su pronunsiasion difiere de como la ablamos; pero lo que es peor, no podemos seguir
esclabisados a una ortografia artifisial que muy poco tiene que ber con nuestra fonetica y que nos
induse (nos fuersa) a cometer infinidad de errores de grafia. Como con las palabras seseo y
ceceo, que nosotros pronunsiamos de igual manera y que nunca podremos saber como se
escriben, a menos que nos espliquen en qe consiste el error al que se refiere con cada una de
eyas; o en su defecto, que nos las dicte un español de “los que ablan con Z”. Y solo cuando nos
disen que se trata del uso bisioso de la Ce y la Zeta, sabremos que se escribe CeCeo, con Ce.
De lo contrario, nos sera indiferente o conflictiba, pues su fonetica nada nos aclara, ya que en
anbos casos, nosotros desimos SeSeo.
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CURIOSIDADES DEL IDIOMA.
Mientras los gramaticos asen asta lo inposible por conplicar el español, los gringos se
mueben en la direcsion contraria: la sinplificasion. Tanbien las personas de escaso nibel
educatibo y los que estan bajo el ataque cultural de otro idioma poderoso, como el caso de los
desendientes de latinos en Estados Unidos (pochos).
El bulgo inbenta los terminos que nesesita para esplicar cualquier emosion o pensamiento
cuya representasion grafica no esta a su alcanse por falta de lecsico. Por ejenplo, un albañil nos
dise: “Estoy agüebado” porque desconose una palabra mas apropiada para espresar ese estado
de animo. Estar agüebado es todo un consepto de un alcanse increible. Un poeta nos diría: “soy
bictima del esplin”. Y una persona culta afirmaria: “Soy presa de la melancolia o del tedio de
la bida”. En canbio, alguien del populacho afirma: “Estoy agüebado”. Y cuando se agüeba de
la palabra agüebado, inbenta otra y nos dise que “Esta obalado”, que biene a ser lo mismo, pero
dicho de manera mas geometrica y orijinal, mas “bulgar”.
El consepto de Motel, que ya es parte de nuestro lenguaje, es otro ejenplo de como debe
ebolusionar un idioma al serbisio de los usuarios. ¿Hotel para motoristas? ¿Hotel para choferes?
¿Hotel para biajeros por carretera? ¿Hotel para motoristas biajeros? Todas esas ideas quedan
sintetisadas en la palabra MOTEL, que ya es de uso unibersal. Eso es modernidad en el idioma.
La mitad de MOTor y la mitad de hoTEL: MOTEL, y resuelto un problema lingüistico que la
Academia Española de Lengua todabia estaria discutiendo sin yegar a una solusion definitiba.
Esa es la riquesa del idioma que ay que fomentar, pues el motel que para los gringos es un sinple
motel, entre nosotros ya a adquirido una nueba y espesial categoria. Sin enbargo, si fuera por
nuestros academicos, nadie utilisaria los moteles, pues segun eyos, en español tenemos
equibalentes como casa de lenosinio, burdel, lupanar y otras palabras que jamas pueden sustituir
al comodin motel.
¿Saben ustedes qe cosa es “cuitiar”? No, no se trata de ir al serbisio sanitario. Es algo
que todos los pochos y latinos que biben en Estados Unidos saben muy bien. Para eyos, cuitiar
es renunsiar al trabajo (to quit en ingles). Asi que con quit (cuit, en la fonetica nuestra), mas el
sufijo español iar, formaron un bocablo popular entre unos treinta o cuarenta miyones de
ameriñoles que biben en ese pais. Asi se crea el idioma, a despecho de las Academias.
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EL ADJETIBO
Se deriba del latin adjectus, que sinnifica agregado; es una de las partes bariables de la
orasion y puede sufrir dos “acsidentes”: jenero y numero. Pero ¿cual es la funsion del adjetibo
dentro de la orasion gramatical? Estos son aqueyos elementos NO indispensables en el discurso,
pero que sirben para aclarar, calificar o determinar al sustantibo. Los ay de dos clases:
calificatibos y determinatibos. Sin enbargo, realisan otra funsion que se relasiona mas con la
estilistica que con la gramatica: enbeyeser el discurso.
Si desimos:
(Yo) tengo un carro.
Asta ayi esta conpleto el sentido de la orasion, pero si queremos aserlo mas claro, presiso
y delimitado, se le puede sumar una serie de terminos que agan su sinnificado mas del gusto de
quien escucha que tenemos un carro.
Tengo un carro, bonito, rapido, grande, poderoso, rojo...
Todas esas palabras que le agregamos al sustantibo carro, son adjetibos, los cuales an
serbido para que el consepto quede mas claro al oyente o lector. Aora ya no es un sinple carro,
sino que es bonito, de color rojo y poderoso. Podriamos indicar la marca, con lo cual
redondeariamos la idea. Pueden ir delante o despues del sustantibo, con lo cual, a beses se baria
el sentido de la orasion.
Luego siguen una serie de clasificasiones que conplican este asunto asta el infinito; pero
en el Ameriñol basico lo unico que inporta es saber que esta parte de la gramatica ecsiste y para
qe sirbe. Por lo tanto solo les echaremos una mirada rapida para que los lectores tenga la bision
minima nesesaria para saber de qe se esta ablando si tenemos que sitarlos en cualquier ocasion.
Ese es el conosimiento elemental al cual isimos referensia en algun momento, pues
recuerden que el Ameriñol es sinplificasion, pero eso no equibale a ignoransia total.
Ay adjetibos primitibos, deribados, conpuestos, parasinteticos y... gentilisios.
Primitibos: gordo, alto, blanco, asul. Deribados: gordito, altote, blanquesino, asulado.
Ay adjetibos diminutibos y aumentatibos como enfermito y bocon.
Algunos se deriban de sustantibos y se yaman nominales. Otros de berbos y son los
deribados berbales. Sonbrio, deribado del sustantibo sonbra. Dudoso, del berbo dudar.
Tanbien tenemos la categoria de los sinples y conpuestos. Son sinples, agrio, dulse,
oscuro y lanpiño. Conpuestos: agridulse, berdiblanco, barbilanpiño, claroscuro.
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Ecsisten los yamados parasinteticos, que son los formados tanto por deribasion como por
conposision. Ejenplos: desagradable, desmilitarisado, desconsolado.
Los adjetibos calificatibos son los que describen al nonbre y le asignan alguna cualidad.
Casa grande. Mujer bonita. Onbre poderoso.
Tanbien ecsisten los adjetibos jentilisios o nasionales, que son los que se refieren a la
forma como se denominan los abitantes de tal o cual pais, siudad o rejion.
Otra clase esta formada por lo que se conose como grados de ponderasion del adjetibo, lo
cual se refiere a las dibersas categorias que el adjetibo le confiere al sustantibo que califica. Por
ejenplo:
Una comida mala.
Una comida peor que la primera.
Una comida pesima.
Pero bamos a suspender esto porque no queremos que nuestros lectores bean este asunto
como una clase de gramatica tradisional, y enpiesen a sentirse incomodos ante la sensasion de
insufisiensia que sienpre nos proboca esa disiplina. Y aunque la cuestion de los adjetibos tiene
mucho material de estudio para memorisar, en realidad no es tan conpleja como la conjugasion
berbal u otros temas aburridores de la gramatica. Si nesesitamos alguna aclarasion mas aserca
del adjetibo, lo aremos en el momento requerido. Por aora, solo recuerden que estos son una
plaga en nuestro idioma y que debemos ebitarlos tanto en el abla como en la escritura. La
mayoria de eyos son pura paja que nada agrega al consepto espresado en la orasion prinsipal. Es
sierto que son bonitos y asen mas florido el lenguaje, pero tanbien constituyen una maraña que
puede condusirnos a que el discurso se aga turbio y pesado.
En todo caso, tenemos que ser parcos en su uso; debemos utilisar solo aqueyos que sean
nesesarios para dar claridad a la esplicasion, y nunca ecsedernos con eyos, pues corremos el
riesgo de confundir al lector o al que nos escucha. Solo la mucha practica nos confiere la
maestria para utilisarlos de manera adecuada.
Este libro trata de ser un ejenplo de esa teoria, pues en su orijen, se escribio segun el
metodo tradisional y yego a tener dosientas pajinas mas; pero en barias rebisiones se le fue
cortando mas y mas paja asta que quedo en lo que tiene en sus manos. Sin enbargo, ese todabia
no es el ideal. Si usted le puede quitar mas, le agradeseriamos que nos lo isiera saber; asta que
yeguemos a la media pajina que constituye toda la gramatica del Ameriñol.
184
INGLES: PARADIGMA DE UNA LENGUA MODERNA .
Permitasenos esta interpolasion que consideramos muy oportuna.
Cuando un gringo pronunsia la palabra “BurriRo” (burrito, la comida mejicana), no se
detiene a pensar si esta se deriba del sanscrito, griego antiguo o del latin. Solo la utilisa como
debe ser: un istrumento al serbisio de sus nesesidades. De igual forma como asen los niños: “Yo
bine mañana”. Solo le preocupa desirnos que bino ayer o cualquier dia; eso es lo de menos,
pues todos entendemos de qe se trata. Cuando el gringo va a la cafitíria le inporta un rabano que
la palabra este bien escrita o no, o que forme parte del idioma mejicano o salbadoreño. A el solo
le interesa que ai benden cafe. Y sin inportar qe tan bien o mal nos caigan, deberiamos aprender
de eyos ese desenfado con el cual utilisan el lenguaje sin preguntarse si ese termino es de aqui,
de aya o si la Academia lo asepta o no. Si sirbe a sus propositos personales, bienbenido sea, de
donde quiera que benga.
Durante barios siglos nos an estado domesticando en relasion con el idioma, y nos an
echo creer que tenemos una sierta “identidad lingüistica” con los peninsulares, la cual nos obliga
a ser defensores fanaticos de esa lengua. Pero la berdad es que no emos obtenido probecho
alguno de la comunidad idiomatica con ese pais. Nada nos a ofresido en el pasado ni en el
presente. Y es mucho mas probable sacar bentajas del dominio del inglés, que no solo se abla
en todo el mundo, sino que es la lengua de los países que van a la banguardia del saber umano.
Claro que no es posible que todos los latinos nos conbirtamos en angloparlantes, pero si es una
nesesidad que nos liberemos del yugo idiomatico de España para poder entrar en la modernidad
de la siensia, sin estar pendientes de qe aprueba o no la Academia para que pase a formar parte
del idioma. Todo bocablo, si es util y practico, debe ser incorporado a nuestro lenguaje si con el
se designa con presision una idea, proseso o conosimiento sientifico. La palabra endorfina no
ecsiste en el DRAE, por lo tanto, todo lo relasionado con esa sustansia queda en el aire. ¿Es eso
aseptable?
Los latinos no tenemos que conbertirnos en los defensores ofisiosos de la puresa del
español. Somos pueblos jobenes y con posibilidades de aprender, como los niños, todo aqueyo
que sea mas conbeniente a nuestro desarroyo. Y nos guste o no, el ingles es la lengua mas
moderna, unibersal y eficas que ecsiste sobre la tierra. Pero como no es practico pensar que
todos podamos aprenderla, nos queda la alternatiba del Ameriñol, algo que ya ablamos en sus
fundamentos y que es el modo de comunicasion de casi todos los latinoamericanos. Solo es
185
cuestion de independisarlo del reglamentarismo de la Academia y ponerlo al dia con todo lo
bueno que podamos incorporar de cualquier fuente que pueda ofresernos bias de progreso.
El ingles a determinado el gran desarroyo cultural de Inglaterra primero, y despues, de
los Estados Unidos. Es una lengua practica, sin tantas conplicasiones gramaticales, que
condisiona la mente a espresarse con fasilidad en la formulasion del pensamiento sientifico,
literario y sosial. Los forjadores inisiales del inperio britanico sabian muy bien la inportansia del
idioma como beiculo del pensamiento; de ai que se ocuparan tanto por la modernisasion de los
dialectos que se ablaban en las islas, asta el punto en que estos se conbirtieran en lo que son oy.
Y ese ingles moderno fue la gran erensia que les dieron a sus desendientes americanos.
Casi todo mundo esta representado en el ingles americano, pues infinidad de espresiones
y palabras de todos los orijenes se encuentran funsionando en este. Eyos no andan con
majaderias de ninguna espesie, y toda palabra practica que sirba para espresar una idea en forma
clara, de inmediato es incorporada a su abla popular. La palabra Taco es tan mejicana como los
guaraches o el tequila; sin enbargo, los gringos se an apoderado de eya como si esta ubiera
nasido en Nueba York o Los Anjeles. Solo baria un poquito la pronunsiasion que le dan. Y aun
no a salido ningun purista disiendo: “¡Uy!, taco serr un orrible mejicanismo que deberr serr
considerrado como un estranjerrismo que perjudicarr nuestra lengua”. Para eyos taco es
taco, una comida yanqui de orijen nabajo; y muchos creen que “tacou”es una palabra inglesa que
los mejicanos les robaron y que, ademas, le quitaron la u final.
Los gringos utilisan este sistema en infinidad de espresiones sin que se altere el contenido
de lo que quieren desir. Eyos disen: “Bread is good”. No usan el artículo The, lo cual nos
parese chocante desde nuestra perspectiba. Para nosotros debe ser “EL pan es bueno”. Pero eso
solo es cuestion de abito.
Sienpre estan a la busqueda de la sinplisidad en todo lo que disen y asen, en espesial en
cuestiones idiomaticas, pues como dijimos, no pierden su tienpo en carajadas que solo sirban de
ostaculo. Cualquier palabra util para espresar una idea es bienbenida, sin inportar que sea arabe,
mejicana, brasileña o japonesa como el sushi. Si aclara bien lo que se quiere desir, ni siquiera
inporta como la escriba cada uno, o si este rejistrada o no en el Webster .
¿Como arian nuestros lingüistas para desirle a un turista apurado y poco cuidadoso de los
asuntos gramaticales que es una “Treetop experience”? Una palabra sensiya y otra conpuesta
les da una idea cabal de lo quesa actibidad significa. Pero en español todas nuestras
esplicasiones son mas enredadas quel problema inisial que las motibo. No tenemos una manera
practica y corta de definir las cosas en español; y eso es lo que debe aser el Ameriñol. Pero para
186
lograrlo tiene que liberarse del brutal tutelaje de la Academia Española y sus gramaticos.
“Treetop experience” pertenese a esa categoria a la cual nos emos referido en alguna parte de
este libro: el lenguaje conprimido. Pero debido a la rijides de nuestra forma de rasonamiento,
anquilosada por el español, la traducsion de esa frase nada nos dise. ¿Como la tradusimos?
¿Arbol-copa-esperiensia? ¿Copa-arbol-esperiensia? o ¿Esperiensia en la copa de arbol? ¿Del
arbol en plural o en singular? Pero tiene que aber concordansia entre copa y arbol, por lo tanto,
¿sera copas-arboles o arboles-copas?. ¿Con guion o sin el? Entonses, esperiensia tanbien tiene
que estar en plural para que concuerde con las copas de los arboles. ¿Y cual es el sujeto ai? ¿O
solo es una frase sin berbo que indique cual es la acsion que ay en esa esperiensia? ¿Y cual seria
la sintacsis? ¿Ban todas con mayuscula o solo la primera?
Ninguna de esas definisiones parese yenar las espectatibas berborreicas a las que nos
tiene acostunbrados el español. Tenemos que dejar caer una catarata de aclarasiones para definir
de manera correcta qe cosa es el “treetop experience” sin que quepa la posibilidad de
anfibolojia, anbigüedad, neutralidad, pleonasmo, cacofonia, solesismos o inaseptables
estranjerismos. DEBE estar a derecho con las normas de la Academia y la traducsion debe ser
inequiboca, clara y apegada a la sintacsis. De lo contrario, no ecsiste la “treetop experience” asta
que la Academia la incluya en el DRAE, lo cual sera cuando los burros buelen.
La mania de los gramaticos por conplicar las cosas sinples es conpulsiba. La definision
de una cosa tan tonta como la “Treetop experience”, la transforman en una cuestion de onor, en
donde ba de por medio el orguyo nasional ispanico frente a la agresion lingüistica del yanqui. O
de quien sea, como en el caso de la negligé; pero es peor si se trata de una espresion gringa. ¿Y
qe pasa mientras la Academia deside? ¿No ay “treetop experience”? Por dicha a la industria
turistica le inporta un cacaguate lo que la Academia diga.
De la misma forma son Rafting, Gliding, Surfing, Diving, Climbing, Camping (ques
fransesa). Ya dijimos algo sobre la cuestion del articulo, pero es oportuno recordarlo. Eyos
tienen una sola palabra que abarca no solo el femenino y masculino, sino el plural y singular:
THE. Sin las conplicasiones del jenero que ay en español (episeno, comun, neutro, masculino,
anbiguo y femenino). The shark es la tiburona, el tiburon, los tiburones y las tiburonas. Asi de
sensiyo y sin el monton de locuras que nuestros gramaticos an ido amontonando alrededor de un
asunto tan sinple. Talbes una “S” para el plural.
Pero la panasea de la sensiyes esta en la manera como forman el yamado tienpo futuro.
Para la enormidad de problemas y confusion que ay en español, los gringos tienen un solo
bocablo en el cual se resume todo: WILL. Es sierto que tanbien tienen conplicasiones en la
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conjugasion berbal, pero estas no alcansan el nibel de trajedia que es esa operasion gramatical en
nuestro idioma. En el ejenplo del WILL esta señalado el camino que deberiamos seguir en una
serie de problemas agobiantes que tenemos en la gramatica. Este modelo deberia ser tomado en
considerasion para una reforma total en el Ameriñol. Tenemos que inbentar terminos que
engloben en uno solo, los montones de bocablos que utilisamos para definir cualquier tonteria.
“Preterito pluscuamperfecto”. La sola pronunsiasion de esta frase es una pesadiya. Plus =
mas, cuam = que, perfectus = perfecto. “Preterito mas que perfecto” ¿Qe clase de barbaridad
es esa? Pues uno de los tienpos en los que se conjugan los berbos en español, y que en el
sistema de Andres Beyo equibale al Antecopreterito.
La sinplificasion debe ser el norte que guie a los gramaticos del Ameriñol. Nada de
alardes de erudision o conosimientos del griego, latin y otras lenguas difuntas. Se trata de
recrear un idioma moderno que tenga la sufisiente plastisidad para estar al dia en todo; de la
misma forma que para desechar lo que no sirba o no yene las espectatibas modernas.
I have = yo tengo I will have = yo tendre. Y asi para todos los berbos. I will be there =
yo estare ayi. Y ban mas aya todabia. Asen infinidad de contracsiones muy presisas y utiles:
I’ll be there.
Con el berbo “To have” que sinnifica aber o tener, el idioma ingles nos da una
demostrasion de lo que es una lengua moderna. Este berbo, que es el mas inportante de todos en
ese idioma, tiene muy pocas bariantes para espresar una gama increible de funsiones. Estas son
has, have y had, con las cuales se puede espresar un mundo de ideas. Con esas tres palabras se
puede conjugar ese berbo (aber y tener), sin yegar a la locura que es nesesaria en español: mas
de sien palabras. Todo el tienpo presente se resuelbe con have y has. Y el pasado, con HAD.
El desideratum de la conjugasion berbal. Had significa abia, ube, tenia o tube; ubo, tubo,
abiamos, ubimos, teniamos o tubimos, ubieron, tubieron, tenian. Todo el tienpo pasado de ese
berbo, con todas las personas gramaticales, se puede espresar con una sola palabra: had. ¿No
seria eso lo ideal en Ameriñol? Seria estupendo tener unos cuantos terminos en los que pudiera
resumirse todo el engorroso proseso de la conjugasion berbal. Y esto no es malinchismo
lingüistico, sino busqueda conbeniente de la sinplisidad y efisiensia.
Ase muchos años que estube en los Estados Unidos se me presento la oportunidad de
dedicarme a la enseñansa del español como segunda lengua. Cuando trataba con alunnos
gringos, solia ser pasiente y no me inportaba mucho como masacraban “mi” idioma, pues al fin y
al cabo, el español es muy dificil. Sin enbargo, la mayoria de mis pupilos eran de orijen ispano,
pochos que segun sus cuentas, ablaban “casteyano” y solo iban a mis clases a mejorarlo en
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cuanto a la gramatica y otras cosas esotericas del idioma. Pero cuando los oia espresarse en
“español”, para mi era una autentica tortura china. Aqueyos jiros tan estraños, sus barbarismos
prosodicos y su sintacsis orrenda me yenaban de inpasiensia y malestar. Me sentia mal,
desilusionado y molesto por aqueya inconprensible jerigonsa con la que maltrataban a diario
“mi” lengua. Sentia colera e incluso yegue a ser ironico y burlesco con esas buenas personas que
querian aprender el español correcto que yo les trataba de enseñar. Pero el equibocado era yo.
Me yebo algun tienpo entender la situasion y darme cuenta de que el problema no eran
eyos y su ecsotico dialecto, sino yo y mis majaderias en cuanto a la puresa de la lengua. Tubo
que desirmelo una persona a la que estimo en demasia: “Mira Ricardo, tu problema es que
queres que eyos ablen como bos, pero eso es inposible porque ...”. Esas palabras fueron
sufisiente para que captara la totalidad de la situasion que no abia querido reconoser asta ese
momento: que eyos estan fabricando un nuebo idioma sintetisado con los recuerdos del español
inculto que ablaban sus padres latinos, y de la innegable y abasayadora influensia del mundo
angloparlante donde nasieron y an bibido. En realidad es un berdadero triunfo de la tenasidad
lingüistica que se ayan resistido a ser tragados por una cultura superior en todos los aspectos.
Dado que su lecsico es muy limitado, ayi donde faltan los terminos (problema cultural) de
nuestro idioma, los sustituyen por bocablos ingleses. Pero mas dibertido e injenioso todabia, es
la creasion de palabras micstas (pochas) con las cuales resuelben cualquier problema idiomatico,
como el “cuitiar” del que ya se dijo algo.
Estan creando una bariedad muy interesante del Ameriñol: su ingliñol o espanglish, en el
cual se entienden a la perfecsion. De la misma manera que los negros norteamericanos con “su”
ingles que ya enpiesa a ser inintelijible para los gringos blancos. El abla de los pochos es
practica, util y, a su manera, agradable de escuchar. No es motibo de burla ni antigramatical ;
solo es distinta. Como aquel español insipiente que enpeso a separarse del latin ase algunos
siglos. Asi que el fastidio que era al prinsipio escucharlos, se fue transformando en admirasion y
orguyo, pues tube el pribilejio de estar en el meoyo de una cultura que esta construyendo un
idioma del futuro; y eso no es cualquier cosa. La nasion Chicana tendra su propia lengua algun
dia, y yo fui testigo de ese fenomeno, aunque solo aya sido por una fracsion de segundo en la
diacronia de una lengua. Eran malabaristas de la palabra, y si no conosian tantos bocablos como
yo, me entendian bien las cuestiones esensiales que les esplicaba. Es seguro que la clabe de su
ecsito a sido su falta de gramatica, dicsionarios y Academias que les esten disiendo que esto o
aqueyo es incorrecto o anglisismo, o que ese plural no se forma asi o asa.
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Desisti de enseñarles el termino camioneta, que de todas maneras en un galisismo, y
aprendi a usar “troca” (de truck), beibichagüer, guachangüer y muchas mas de esa calidad. Pero
la mas dibertida de todas, esta en la recomendasion que me iso don Rafael, un señor de Nuebo
Mejico: “En ese sitio la comida es muy buena y ay musica, baya y bera como se ba a
“enyoyar”. Al prinsipio no lo entendi, pero casi al instante “me cayó la peseta”. Enyoyar es
una palabra conpuesta que se deriba del ingles to enjoy (dibertir) mas el sufijo ar, que segun la
Real Academia Chicana de la Lengua, equibale “dibertirse”. Y desde luego que esta aseptada
por toda la comunidad pocha. Entonses ¿cual es el problema si todos saben qe cosa es
enyoyarse? Pero no es cuestion de reirnos de los chicanos y jusgarlos incultos, pues enyoyar
tiene muchos parientes por toda la America Latina... quisas demasiados. Algunos como un
disparate lingüistico muy comun en Costa Rica, a pesar del alto nibel escolar de nuestra jente.
Se trata del aseite “Winterizado”, de una determinada marca comersial. De la palabra inglesa
winter (inbierno) mas el sufijo español izar, formaron ese adefesio al que todo el mundo da por
correcto. ¿Aseite “inbiernisado”? Y nadie objeta ese barbarismo, basados en la suposision de
que se trata de algun prosedimiento industrial misterioso y conplejo inportado de los Estados
Unidos. Entonses ¿tenemos derecho a burlarnos de enyoyar? Yo me enyoyo, tu te enyoyas, el
se enyoya, vosostros os enyoyais. ¿Por que no?
La clabe prinsipal del ecsito de la lengua chicana a sido la sensiyes y naturalidad con la
que an echo todas esas tranformasiones en uno y otro sentido, y sin intromisiones de ninguna
Academia. Pero no solo es el chicano el que se a enriquesido, sino que “su” ingles tanbien esta
matisado de innumerables palabras españolas cuya nasionalidad casi todos ignoran. Y lo mejor
de todo es que lo an sinplificado mucho; tanbien lo an enriquesido con cuanto bocablo tiene
alguna utilidad, sin estudiar tanto su orijen o conposision. Si sirbe y es practico, se utilisa.
Es tienpo de que los latinos enpesemos a definir qe es lo que debemos aser con el
lenguaje que utilisamos como medio de comunicasion al cual emos yamado Ameriñol. Una
lengua basada en las jeneralidades del español, pero con la identidad personal que le conferimos
mas de quinientos miyones de americanos que ablamos ese “algo”. Esta sera una lengua escrita
en forma natural, en la cual las palabras se escribiran tal como suenan. En el Ameriñol, le damos
la bienbenida al “abemos”, lo mismo que a las barias formas del jerundio que enpleamos en la
lengua ablada. Bienbenido sea el abemos en el sentido en que lo utilisamos tantos miyones de
personas en nuestro continente, a despecho de lo que puedan pensar los puristas americanos (que
a beses son mas feroses) y los de la Real Academia Española. Con esto no queremos desir que
las reglas de esa betusta institusion sean inpropias para eyos, sino que no son adecuadas ni justas
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para nosotros. Para los españoles son normales, pero no para los que nasimos en America.
Nuestros alunnos deben luchar en contra de una anormalidad: tienen que escribir con la
ortografia española lo que ablan en Ameriñol.
Pero rematemos este comentario sobre el ingles.
Resumiendo: la lengua inglesa marcha a la cabesa en siensia y tecnolojia, inbestigasion y
literatura. Pero eso no es por sinple casualidad, sino por la atension que onbres bisionarios le
pusieron a su idioma, ese rebelde monosilabismo que los obliga a pensar de una manera rapida y
directa, como son eyos en todos sus asuntos. No pierden su tienpo en florituras ni beyos
discursos conpuestos de palabras güecas ni altisonantes que a nada condusen; tanpoco elaboran
terminos diseñados solo para adornar otros. Esta jente ba al grano porque su idioma asi lo
requiere, obliga y permite. Incluso los politicos son directos en la trasmision de sus
pensamientos, y con cuatro gruñidos espresan una idea conpleta sin tanto recobeco ni enredo,
porque an conprendido bien cual es el objetibo de su lenguaje. El ingles no tiene un fin en si
mismo, sino en lo que comunica. Su literatura es una muestra de esa tacañeria con las palabras,
y de ai que a nosotros nos paresca que “algo” le falta a cada idea que espresan, pero eso se debe
a nuestra enredada estructura mental determinada por el idioma. Para eyos es muy claro lo que
disen o leen, y su forma de ablar es directa, sinple y efectiba, lo cual les permite desir muchas
cosas con balor informatibo, pero con pocas palabras. Como Sci Fi, (saifai, disen eyos), un
conplejo total de ideas relasionadas entre si y con un sentido espesifico y claro.
En canbio el español se regodea en la forma por la forma; somos narsisistas de la palabra,
espertos en desir sientos de eyas sin trasmitir una sola idea clara que sirba de algo. Ese es el caso
tipico de nuestros politicos; jente que abla y abla sin desir nada. Y aunque ese lenguaje es
agradable y bueno para las beladas sosiales, es inutil y a nada conduse en la siensia o la
tecnolojia moderna en donde el tienpo es oro puro. De ai se deriba nuestro permanente atraso
sientifico a pesar de estar tan serca de los Estados Unidos, cuna del saber mundial en todos los
aspectos inportantes. Los latinos emos acuñado una frase que define muy bien nuestra cultura
lingüistica: “pura paja”. Mientras paises europeos chiquitos y sin recursos en el subsuelo
progresan, inbentan prosesos, medicamentos y tecnolojia, nosotros solo produsimos merengues,
bachatas, salsas y cuanta tonteria se nos ocurre para seguir bibiendo en un mundo de “pura paja”
echo a nuestra medida. En cualquier foro mundial las palabras de un delegado de Noruega,
Olanda, Beljica o Dinamarca, tienen mas inportansia que las de toda la America Latina junta.
Nuestros lideres parlotean sin sesar y sin medida, pero dentro del canpo de la “paja”. Asi
son nuestros congresistas y diputados: “pura paja”. Y todo eso porque la estructura de nuestro
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idioma lo permite y nos da oportunidad para dibagar, florear, adornar y utilisar desenas de
adjetibos que nada agregan a las ideas basicas, si es que las ay. “Nuestra querida Patria, triste y
acongojada, se lamenta en su lecho tenebroso de dolor y angustia; desconsertada y mustia ante
la indiferensia cruel, insana, perfida e ingrata de sus malos ijos...” Y asi por el estilo.
El ingles obliga a sus usuarios a pensar con brebedad y presision. Deben espresar su
pensamiento en forma concreta en un idioma que no permite las dibagaciones insulsas. De ai el
gran desarroyo que an alcansado en el canpo sientifico, pero sobre todo, en el diseño de
lenguajes para los ordenadores. El idioma unibersal del futuro sera sinbolico. Un solo signo
nos contara mil cosas. Y los que no lo dominen se quedaran ablando solos, como los latinos. La
sistematisasion directa sin perdida de tienpo ni palabras superfluas, es el prosedimiento normal
en la forma de pensamiento de los angloparlantes. Eso se nota incluso en el sine, pues ai en
donde nuestros artistas de telenobelas dejan caer cascadas interminables de palabras emosionales
de nuestro basto repertorio de cursilerias, eyos solo suelen intercambiar miradas inteligentes y
sueltan un par de monosilabos y ya. Nosotros dejamos de pensar en lo esensial para
consentrarnos en la forma, el adorno y la floritura, tan beyas como inutiles...
Desde ase mucho tienpo esa jente entendio el balor del idioma como istrumento para
modelar el pensamiento y aser que el onbre piense mejor y de manera mas efectiba. Y de esa
conprension se deribaron las grandes reformas que yebaron a cabo con su lengua, labor que
comenso con Sir Francis Bacon (1581-1626) el mas grande pensador del renasimiento ingles. Su
obra “Novum Organum Scientiarum” no solo es un profundo estudio filosofico para sustentar
las bases de una nueba siensia enpirica fundamentada en los echos estudiados y probocados, sino
que es un poderoso esfuerso para enseñar a pensar en forma clara y libre de ojarasca
antisientifica. Su “teoria de los idolos” es mucho mas que un intento por librar a la siensia de los
prejuicios relijiosos y supertisiones, pues yeba inplisita la nesesidad de un nuebo enfoque ante la
bida, el cual depende de un lenguaje practico y efectibo.
Como conplemento al trabajo de Bacon, en la parte literaria, esta el inconparable jenio de
William Shakespeare (1564-1616) contenporaneo de aquel, y a quien con justificada rason se
considera como uno de los grandes rebolusionarios del idioma ingles. Antes de el, solo ecsistia
el latin y una lengua bernacula primitiba. Fue este onbre de mente poderosa el que esperimento
con la prosa y el berso, mesclandolos y creando atrebidas formas que abrian de conbertirse con el
tienpo, en la forma normal de ablar de los ingleses. Se puede desir que fue el creador de la
lengua inglesa moderna; esa cuyo sentido tan directo nos cuesta entender en sus peliculas. Claro
que despues de el se a dado una pleyade de briyantes onbres que an sabido conbinar la forma con
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el fondo. Eyos no actuaron como los españoles, que se quedaron solo en la forma y el cascaron
basio, e isieron de nuestra lengua algo muy bonito y dibertido, pero carente de contenido o
profundidad. Es por eso que España a produsido muy buenos literatos, pero muy pocos filosofos
y onbres de siensia.
El español es limitante del pensamiento y creemos que el abla es solo para
diferensiarnos de los monos. En canbio, los ingleses supieron desde el principio cual era el
balor del lenguaje, y se dedicaron a sacarle probecho. De ai que desarroyaron una diplomasia
muy efectiba y se conbirtieron en abiles maestros en el arte de diseñar tratados comersiales,
politicos y militares, canpo en el que nosotros seguimos en pañales; prueba de eso es el TLC
que aun no emos entendido en toda su estension. Mientras que los angloparlantes son magos en
esa materia, nosotros seguimos en las tinieblas por culpa de un lenguaje enredado, inpresiso y
pajoso. Cualquier tratado con los ingleses o gringos es un enigma irresoluble para nosotros.
Jamas podemos aberiguar si podemos sacar alguna bentaja, o si solo es otra forma de jodernos
en forma legal. Y asta que lo emos ratificado y eyos nos esplican sus inplicasiones en forma
brutal, nos benimos a dar cuenta de que firmamos y de que manera nos “recojieron”. Con
cualquier pacto sienpre se tiran a los demas, y eso es producto de su lenguaje. Eyos nunca
firman ningun tratado que no aya sido redactado en ingles. Las copias y las traducsiones no
cuentan; lo que inporta es lo que “disen” estos en INGLES. Las interpretasiones en chino,
español, franses o ruso son un sero a la isquierda. Lo unico balido es el sentido que eyos le dan
en su lengua, y el cual DEBE ser interpretado (en caso de duda del que enbaucaron) solo por los
tribunales de los Estados Unidos. Punto.
Esa abilidad a yebado a ingleses y gringos a la gloria y el poder, mientras que España y
sus colonias se undian en el olbido, yenas de literatura gloriosa, nobelones y poesia abundante
para regosijo de los corasones romanticos, pero inutil para el desarroyo sosial o sientifico. Salbo
contadas esepsiones, la literatura ispana a sido un desperdisio de tienpo dedicado al culto de la
forma, y no al desarroyo del pensamiento ni a la eficasia del lenguaje; creemos que el don del
abla es solo para ablar paja. Y eso no debe seguir cuando enpesemos a aplicar el Ameriñol en
toda su estension y profundidad.
Dentro del enredado rasonamiento del español no es sufisiente desir buenas cosas, sino
que ay que desirlas con estricta correcsion gramatical y de acuerdo con las mejores y mas
elebadas normas de la estilistica. El culto obsesibo de la forma, lo cual a echo que durante tres
cuartas partes del siglo XX estubieran a la saga de casi todos los paises europeos. Y ni que desir
de nosotros que somos el bagon de cola, el “cabus” del tren del desarroyo mundial.
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El idioma condisiona la forma de pensamiento. Desde luego que no en las personas
biejas; pensar tal cosa seria como creer que la jentusa palurda del tienpo de Shakespeare se iba a
transformar en los astutos ingleses de uno o dos siglos despues de el. Esta chusma primitiba que
asistia a las funsiones teatrales publicas de William, ni siquiera entendian el lenguaje que este
utilisaba, y era por eso que reian a carcajadas, a pesar de que los dialogos les eran casi
inconprensibles. Reian porque esa nobedosa modalidad del ingles les paresia comica. La jente
culta lo asimilo primero y lo puso en acsion en el comersio, la banca y la politica; el populacho
fue mucho mas lento, como es natural. Sin enbargo, para el siglo XVIII, se puede desir que esta
reforma inisiada por Bacon y Shakespeare ya abia echado raises en el pueblo britanico. Pero es
nesesario recordar que no fue solo una cuestion formal o de gramatica, sino que inplico una
modificasion del pensamiento para crear nuebas formas de enfrentar los problemas de la bida.
Fue la clabe idiomatica la que le dio a Inglaterra la supremasia mundial. Y aora, a sus
desendientes americanos.
El entramado de este problema no es fasil de entender ni, mucho menos, de esplicar, ya
que esas rasones estan fuera de la conprension de aqueyos que creen que el pensamiento es el
que determina el idioma y no lo contrario. Claro que ay cuestiones etnicas y sosiales que
produsen siertas limitasiones en el desarroyo intelectual, pero las puertas a la conprension y un
mejor modo de rasonar, esta determinado por lo que abla un indibiduo como lengua materna.
El idioma determina el desarroyo intelectual.
De nuebo, ofresemos disculpas por los “errores” de Ameriñol que puedan apareser en el
tecsto, pues la conputadora nos ase malas pasadas que nos pasan inadbertidas. Ofisiosamente
corrije las palabras del libro y las pone en español. Ademas, para los biejos, por tantos años
amaestrados en la escritura bisiosa del español, este canbio no deja de constituir un reto, debido a
los abitos automaticos.
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EL BERBO
La sinplificasion en materia de sustantibos es mas abordable que con los berbos, ya que
el problema de la conjugasion en muy enredado. Pero los gramaticos, lejos de buscar solusiones
sensiyas que aclaren este conplejo capitulo, se an espesialisado en oscureserlo cada dia mas; y
por si no fuera sufisiente con la conjugasion que nos propone la Academia, el jenio de don
Andres Beyo nos duplica el problema. Y eso pone a los estudiantes de Gramatica ante un lio que
se les biene ensima por partida doble. La nomenclatura española y la americana.
Si una sola es ya espantosa, aprenderse dos es el doble de engorroso; y eso ase que esta
parte de la Gramatica sea lo mas odioso que podamos imajinarnos. En este canpo tendran mucho
trabajo los futuros academicos del Ameriñol, pues junto con la tarea de eliminar miyares de
berbos innesesarios o de poco uso, tendran que suprimir algunos modos que nadie utilisa. Como
el yamado Preterito Anterior, al cual el señor Beyo bautiso como Antepreterito. ¿Quien
dise: hube amado, hubiste amado, habia amado? Es muy raro. Pero lo que es el acabose es la
cuestion del “Bosotros habiais amado”, que nadie usa entre nosotros. ¿Que clase de sinplesa
es esa de aprender a conjugar un berbo en forma seria, de una manera que solo nos da risa? ¿A
quien en America no le ase grasia escuchar a alguien ablando asi? “Os digo que leáis, para
que entendáis y solusionéis el problema que solo a bosotros os atañe”. Esa forma solo nos
recuerda a Don Quijote, y de inmediato nos ase sonreir. “Non fuyáis gente endiablada y
descomunal...”
Abiamos dicho que del sustantibo mas el berbo se forma el duo de estreyas del idioma.
Todo lo demas es acsesorio a eyos. El sustantibo es el nonbre de toda la materia, de todo lo que
ecsiste en el plano real o imajinario, pero estatico. En canbio el berbo es la bida, el mobimiento,
la acsion, lo que le da enerjia y pone en marcha toda la estructura del lenguaje. Y aunque estas
dos partes son los reyes del idioma, como toda autoridad suprema, nesesitan de una corte de
elementos conplementarios para ejerser su autoridad. Son los que emos denominado “adornos y
conectores”, que son las demas partes de la orasion y que, en conjunto con el berbo y el
sustantibo, son los conponentes del lenguaje. Esa es una definision sensiya del Ameriñol. Sin
enbargo, repetiremos una de las tantas que se pueden encontrar en todas las gramaticas para que
los lectores se sientan un poco mas comodos, de acuerdo con la tradision.
El berbo es la palabra fundamental del predicado de la orasion que espresa acsion,
esensia, pasion o estado con acsidentes bariables de tienpo, bos, modo, numero y persona.
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Y para conjugar un berbo en esas diferentes sircunstansias relatibas a sus acsidentes, es
nesesario canbiar sus terminaciones o desinensias adoptando distintas formas.
Casi todos los estudiantes recuerdan con berdadero rencor la conjugasion berbal: “Yo
tengo, tu tienes (aunque ablemos en bos), el tiene, nosotros tenemos y, la locura: bosotros
tenéis”. ¿Y quien en toda la America indio-negra-europea dise “bosotros teneis”? Pero es una
“Regla” de la Academia y ay que aprendersela aunque a un niño latino no le sirba mas que para
aser chistes y, en muy contados casos, preguntarse cual es la rason que nos obliga a aser esas
conjugasiones tan estrañas a nuestra manera de ablar. ¿Que mejicano dise: “No os estrañeis de
la situasion”? O bien, “Os e dicho que no”. O mas raro todabia: “Esto es para bosotros”.
Son estas disposisiones fuera de tienpo y lugar las que an echo que la conjugasion berbal
no solo sea una materia odiosa sino inconprensible, y los gramaticos ni siquiera se an tomado la
molestia de poner al dia esta situasion de acuerdo con nuestra forma de ablar. Yo tengo, tu tienes
(o usted tiene), el tiene. Nosotros tenemos, ustedes tienen, eyos tienen. Ese “bosotros teneis”
debio ser eliminado ase al menos dos siglos de las gramaticas americanas. Esta bien que los
españoles conjuguen los berbos de la manera como los utilisan en el abla popular, pero ¿por qe
nosotros? ¿Por qe un niño nasido en la Arjentina o Costa Rica debe desir “tu comes”, o peor
aun “bosotros comeis”, si en estos paises ablamos en “BOS”.
Por desgrasia, los grandes jenios de la Gramatica y las letras, como Rufino Jose Cuerbo,
Andres Beyo o Ruben Dario, fueron demasiado papistas con el idioma español; y aunque
introdujeron reformas y nobedades asonbrosas y audases en este (en espesial Ruben), se
mantubieron dentro del molde castiso, tuyeron nuestra lengua americana y la sometieron al
basayaje de la Academia. Y en lugar de liberarnos, se conbirtieron en paladines de la
“Lengua Casteyana”, con lo cual nos conbirtieron en subordinados lingüisticos de España.
Los gramaticos americanos, antes que buscar runbos modernos y nobedosos al Ameriñol,
se an dedicado a encadenarlo a la madre patria de una manera enfermisa y casi serbil, en la que
asen menospresio de toda la beyesa y creatibidad de la que somos capases. Estos feroses
guardianes que ban mas aya de su deber, son los que an conbertido al español en un idioma
conplicadisimo incluso para aqueyos que lo utilisamos como lengua materna. Y ni qe desir para
un pobre desgrasiado cuya lengua natiba sea otra. Un amigo aleman me desia: “Jamas
aprenderre a conjugarr los berrbos en español”. A lo cual le respondi: no te preocupes, yo
tanpoco. Un niño suele desir: “Yo me lo poní” por “Yo me lo puse”, antes de que los maestros
y profesores le conpliquen la bida con lo que es su forma natural de ablar, como debieron ser
todos los idiomas antes de la aparision de los gramaticos. La idea sentral en el caso de esta
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espresion infantil queda bastante clara, aunque la cuestion del tienpo sea un poco borrosa. Sin
enbargo, lo que el queria comunicar esta logrado. Se “ponio” el sonbrerito, gorra, sapato o lo
que sea, y todos conprendimos la idea. ¿Nos dise eso algo que no queremos ber? Con esto no
queremos desir que debamos quedarnos en esa etapa infantil del lenguaje, pero si debemos ebitar
que la escritura de este se conbierta en un suplisio insuperable que causa tantos conplejos y
limitasiones a la creatibidad. Los gramaticos an conbertido la conjugasion berbal en un lio
endemoniado al que ay que dedicarle la bida entera para medio entenderla o bolbernos locos. Si
los infinitibos tienen una forma clara, ¿para que conplicarlos introdusiendo bariasiones en los
diferentes tienpos? En el caso del ejenplo, poner deberia conserbar su estructura basica en casi
todas sus formas de conjugasion. ¿Por qe pasa de poner a pUso? O a puesto. El Ameriñol
propone la regularisasion de todos los berbos.
Ay algo que se puede yamar sentido comun idiomatico y que, alguna bes fue lo que se
siguio en la formasion de la lengua. Y cuando se dejo de utilisar esa metodolojia natural,
enpesaron las conplicasiones. Uno de esos problemas en la conjugasion es el tienpo. Las cosas
suseden en el tienpo en tres momentos nada mas: en el pasado, presente y futuro. Y en estricta
lojica, solo en el presente. Lo que no a pasado es futuro, lo que paso es pasado, y lo que esta
pasando es presente. No ay otra cosa. Lo que paso ayer, ase un mes, un año, o una biyonesima
de segundo, es pasado. Y lo que pase dentro de un fracsion de segundo, sien o mil años, es
futuro. No ecsiste tal cosa como el antepresente o antefuturo y, mucho menos una categoria
como el pluscuanperfecto (antecopreterito).
La ecsistensia gramatical de sinco preteritos en el modo indicatibo es un absurdo (dos
sinples y tres conpuestos). ¿De donde salio semejante enredo? Ame, amaba, e amado, abia
amado o ube amado, todas son acsiones pasadas y, por lo tanto, pertenesen a un tienpo unico: el
pasado. Solo ay un futuro perfecto que da la idea de futuro: Amare, comere, soñare, dormire. Y
es al que Beyo yama inperfecto.
El futuro perfecto de la Academia (Yo abre amado) no da la inpresion de ser futuro, sino
una mescla de pasado (abre) con partisipio pasibo con sabor de pasado. El caso es que si
ustedes lo obserban bien, se daran cuenta de que “abre amado” tiene un aire mas a pasado que a
futuro. Esta claro que AMO es presente, AME, pasado y AMARE, futuro; y todas las formas
berbales que puedan relasionarse con esos tienpos deben acomodarse en cada una de esas
categorias. ¿Qe diferensia ay entre abias amado (pret. plusc.), as amado (pret. perf.) y ubiste
amado (pret. ant.)? La realidad es que todas esas formas corresponden al pasado, y que las
sutilesas que utilisan los gramaticos para crear diferentes categorias tenporales, no son mas que
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ardides que nada aportan a la claridad de la escritura o al abla comun. Se nos dise que (yo)
amare es futuro inperfecto. En canbio se nos ordena que (yo) abre amado es el futuro perfecto.
¿Qe clase de locura es esa? Amare, comere, dormire constituyen el futuro perfecto, mientras
que abre amado, tiene un sierto toque de pasado que le confiere el partisipio. Y aunque
admitieramos ques futuro, ¿por qe abria de ser perfecto? Perfecto es amare. “(Yo) amare a esa
mujer cuando la conosca”. “(Yo) bere esa pelicula el procsimo domingo”. Ese es futuro
autentico (perfecto). “(Yo) abre amado a esa mujer cuando la conosca” o “(Yo) abre bisto esa
pelicula el procsimo domingo”, es un tanto enredado como para considerarse futuro perfecto.
En todo caso, este sera el material sobre el cual deberan trabajar los gramaticos del Ameriñol,
pero no para conplicarlo sino para buscar solusiones sinples que agan posible la conjugasion sin
tanta majaderia. Eso si a alguien le interesa aserlo, porque la berdad, tal labor no tiene
inportansia desde el punto de bista del abla popular.
Se dise que ay tres formas no personales del berbo: amar, amando y amado (infinitibo,
jerundio y partisipio). Pero esa clasificasion es dudosa, porque si desimos: “Yo la boy a amar
toda la bida”, en esa orasion ligada al berbo amar ay dos personas, yo y eya. Lo mismo pasa
con amando y amado. “Yo la estoy amando” o “Yo la e amado toda la bida”. Es sierto que las
personas no estan contenidas en el berbo, pero eso solo es un tecnisismo que no inbalida nuestra
afirmasion, ya que amar es algo que solo asen las personas... o los animales. Por lo tanto,
AMAR inplica que ay personas gramaticales (y reales) ligadas a esa acsion, ya que no ay amor
sin amante ni amado (personas). Entonses, AMAR es presente, AME, pasado y AMARE,
futuro. Lo mismo susede con amando. Y amado es pasado, aunque si crusa la linea del tienpo,
se conbierte en presente. La e amado (pas.), la estoy amando (pres.).
Muchos argumentos de la conjugasion berbal son debiles, y solo se sustentan por el
prinsipio de autoridad que nadie discute. Algo asi como el “futuro inperfecto” de la Academia,
el cual duro asta que a los academicos admitieron que era mas lojica la clasificasion de don
Andres Beyo. Pero cuando los gramaticos del Ameriñol le pierdan el miedo a la Autoridad de la
Docta, beran la multitud de tonterias que plagan nuestro idioma y lo conbierten en un enredo que
bien se podria sinplificar con un poco de buena boluntad. Debemos aserlo mas umano, fasil y
practico para nuestros niños, jobenes y adultos. Podriamos conbertirlo en una lengua mas
amigable que nos permita espresarnos en forma natural y sensiya, pero sobre todo, SIN MIEDO.
Por enesima bes: “Yo tolero, tu toleras, el tolera, nosotros toleramos, bosotros tolerais”.
¿Quien en la America Latina dise: “bosotros tolerais”? Nadie, a menos que sea en tono de guasa.
Estas formas son tan raras y fuera del contecsto lingüistico del estudiante nuestro, que de
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inmediato enpiesan a formular toda clase de chistes con eyas. Como aquel de una pelicula con
Cantinflas en donde un noble español le ordena: “Que os rindais”. A lo cual responde el
comico mejicano: “jamais”. ¿Para qe, entonses, aprender conplejas y aburridas formas de
conjugasion berbal que difieren de nuestra manera de ablar? ¿No es eso un ebidente absurdo?
Para yegar a saber algo de esa maraña de la conjugasion ay que dedicar toda una bida al estudio
de la gramatica, y aun asi, se cometeran errores jenerados en la conplejidad de las normas. Es
increible la capasidad que tienen nuestros gramaticos, en conplisidad con los españoles, para
urdir babosadas con las cuales conplicar el idioma. Estas personas son, junto con los dentistas, la
rencarnasion de los inquisidores. Seres malignos que a falta de un buen ofisio se transforman en
gramaticos, ya que su antiguo enpleo no tiene cabida para tantos.
Con tanta “regla” an conbertido al idioma en una infranqueable barrera que se interpone
entre el cuentista, istoriador, nobelista o lo que sea, y la realisasion de una obra literaria. Muchos
buenos istoriadores no se atreben a escribir lo que saben porque la Gramatica los intimida.
Nobelistas potensiales se quedan solo con la ilusion de escribir un libro porque le tienen miedo al
idioma. Sienten temor a su propia lengua, en la cual ablan y piensan con tanta fasilidad. Las
“Reglas y Normas” an transformado al español en un dinosaurio. En una lengua muerta incapas
de mantenerse al dia con el bertigo del progreso. Cuando un termino es ya casi obsoleto en el
lenguaje de los ordenadores, los miembros de La Academia todabia estan discutiendo si lo
introdusen o no en ese monstruo de sien mil cabesas conosido como el DRAE.
Bamos a chatear o chatiar es incorrecto porque el Dicsionario no asepta todabia ese
berbo. Pero resulta que miyones de personas en todo el mundo “chatean” sin inportarles un
chayote que la Docta asepte o no la palabra. ¿Entonses que asemos? ¿No chateamos porque el
termino no a sido incluido en el Dicsionario? El lenguaje solo es un istrumento del pensamiento,
el cual sirbe para conbertir las ideas en materia comunicable. Es eso, nada mas. Y cuanto mas
sinple, directo y practico sea, mayores y mejores consecuensias se deribaran de este. Los
españoles y latinos nos emos dedicado a conplicar y enredar ese istrumento, sin aplicarlo al
serbisio de la siensia o filosofia. Y ni siquiera a la practisidad de la ordinaria comunicasion.
Todo nuestro esfuerso se a malgastado en la creasion de reglas, pero nos emos olbidado de su
unico objetibo. Es por eso que aparte de materia prima y mano de obra barata, no produsimos
nada de balor en el canpo de la tecnolojia o literatura seria. Todabia somos quinientos miyones
de inutiles que aparte de reglas gramaticales, nada asemos al serbisio de la umanidad ni de
nosotros mismos. Jamas ganamos un premio por nuestro aporte a la Quimica, Biolojia, Medisina
o algo inportante. Y si ay uno que otro de estos logros, no guarda proporsion alguna con la
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cantidad de personas que somos. ¿Por qe? En gran parte, por culpa de nuestro anticuado
idioma que se a conbertido en una barrera limitante del pensamiento y la comunicasion de ideas.
Pero ¿es el idioma el que nos gobierna y atrasa, o es la actitud que tenemos ante el?
¿Como es que a miles de profesores de español no parese inportarles el asunto y, como las
ormigas y termitas, biben afanados en la conserbasion de un idioma que lejos de ayudarnos,
constituye un lastre en nuestro desarroyo? ¿Por que esa disposision de serbilismo ante un idioma
que aora nos pertenese y que podemos adaptarlo a nuestras nesesidades? ¿Por qe debemos
subordinarnos a las disposisiones de la Academia Española, y por qe ay tanto maestro y profesor
que aun enseñan “bosotros teneis” en la America india, mestisa o negra?
Tanto miedo produse en nosotros el reglamentarismo del español, que eludimos cualquier
oportunidad de comunicar por escrito nuestro pensamiento; y no porque desconfiemos de la
balides de nuestras ideas, sino porque tenemos terror a la critica. Cuando ablamos en publico,
sabemos que ay dosenas de personas a las que no les inportan nuestros planteamientos, sino que
estan tratando de localisar los gasapos que podamos cometer al ablar; estan pendientes de los
errores en los que podamos incurrir, o de las pifias lingüisticas. Es la cultura del choteo. Y todo
eso es causado por esa plaga reglamentista que tuye e inbalida nuestro idioma, conbirtiendolo en
la prinsipal barrera al desarroyo del pensamiento sientifico, sosial y literario.
El estudio del berbo es conplejo y atemorisante. Y aunque no bamos a profundisarlo, es
nesesario aser de el una bision superfisial para que tengamos puntos de referensia conparatibos.
Recordemos que este capitulo de los berbos es el canpo mas difisil de la gramatica, y al cual
deberan dedicarle todo su enpeño nuestros espesialistas del Ameriñol. Ay que sinplificar y
bolber a sinplificar asta que obtengamos un producto que sea manejable y practico.
Beamos la punta del tenpano. Los berbos pueden ser:
Por su sinnificasion
Esensia o sustansia: ser
De estado: estar, yaser
De acsion: caminar, brincar.
De pasion: amar, odiar.
Transitibos o actibos: yame a Carlos
Intransitibos o neutros: sali para la caye
Reflecsibos: yo me peino
Resiprocos: el y eya se aman
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Por su estructura
Sinples: comer, dormir.
Conpuestos: contradesir, conponer.
Primitibos: pedir, estar.
Deribados: bailotear, enamorar.
Regulares: cantar, partir.
Irregulares: mober, pedir.
Por su funsion
Copulatibos: ser, estar.
Atributibos: pintar, escribir.
Ausiliares: aber, ser.
Conpletos: copiar, tomar.
Defectibos: abolir, aterirse.
Inpersonales: amaneser, yover.
Por su aspecto sinnificatibo
Incoactibos: amaneser, enrojeser.
Frecuentatibos: picotear, rebolotear.
Intimidante, ¿no es sierto? Solo el enunsiado de esta lista ase que se le pare el pelo a
cualquiera. Sobre todo si pensamos que ay dicsionarios como el de la “Editorial Sopena” que
contiene nada menos que los quinse mil berbos del idioma español. Y por si eso fuera poco,
debemos recordar que el berbo es la parte de la orasion que tiene mayor numero de acsidentes
gramaticales: bos, modo, tienpo, numero y persona, los cuales yeban su conplejidad asta el
punto de pesadiya. Y para que el berbo pueda espresar todas esas caracteristicas tiene que
canbiar de terminasion o desinensia segun lo requiera cada caso.
201
CONJUGASION:
No, no tienen que aprenderse esto en el Ameriñol, pero lo señalamos como la base
nesesaria sobre la cual deberan trabajar los gramaticos del español americano. Se dise que la
conjugasion es el conjunto de formas que toma el berbo para representar todos sus acsidentes.
El numero es sinple: plural y singular. La persona ya es un poco mas conpleja y consta de tres
bariantes: primera, segunda y tersera. La primera es la que abla (yo tengo); la segunda es a la
que se le abla (la manera respetuosa que deberia ser jeneral: usted tiene; la forma coloquial: tu
tienes o bos tenes). La tersera persona es aqueya de la cual se abla: El o eya tiene. Estas tres
personas tienen sus respectibos plurales que son nosotros, ustedes y eyos. El Ameriñol le niega
la ecsistensia a bosotros, pues es ajena a nuestro estilo de ablar. Por lo tanto, diremos:
Nosotros tenemos
Ustedes tienen (en lugar del orrible “bosotros teneis”).
Eyos o eyas tienen.
Todas las formas quijotescas quedan abolidas del Ameriñol. Ustedes tienen, es una
manera respetuosa de referirnos a la-s segunda-s persona-s, ya se trate de conosidos o de jente
con la que pudieramos ser confiansudos. Yo tengo, o nosotros tenemos, no ay otra manera de
desirlo. Y la tersera tanbien es muy sinple.
El terser acsidente es la BOS palabra con la que se designa la relasion entre el berbo y el
sujeto de la orasion. Presenta dos bariantes: actiba y pasiba. Se dise que el berbo esta en bos
actiba cuando el sujeto ejecuta la acsion indicada por el berbo. Y esta en pasiba cuando es el
sujeto sobre el que recae la acsion del berbo. O algo asi. Estos berbos que indican la bos pasiba
no pueden aserlo en forma solitaria sino que nesesitan la ayuda de uno de esos berbos yamados
ausiliares. En este caso es el berbo SER.
Carlos corta un arbol. Carlos es el sujeto de esta orasion, y es el que la ejecuta. Por lo
tanto la orasion esta en bos actiba. Y como cortar es un berbo transitibo o actibo, admite ser
pasado a la bos pasiba mediante una maniobra muy sensiya. (¿?)
Un arbol es cortado por Carlos.
El modo es la forma como se representa en berbo en la orasion; suele considerarse que
ay sinco: indicatibo, subjuntibo, inperatibo, potensial e infinitibo. Sufisientes para asernos leña
la bida. Y por ultimo esta el tienpo, sobre el cual ya emos dicho algo.
Como pueden ber, a pesar de que esto es solo una mirada superfisial, la cuestion de los
berbos es una materia muy conpleja y sobre la cual, es casi inposible que yeguemos a tener el
dominio sufisiente para sentir confiansa a la ora de escribir. Los berbos defectibos, incoactibos y
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frecuentatibos son muy difisiles de adibinar. Y ni que desir de los irregulares. Pero ademas de
la dificultad para reconoser sus caracteristicas, la enorme cantidad de eyos los ase muy difisiles
de memorisar. Beamos unos cuantos.
Ababillarse Abalandrar Abaluartar AguatarseAbacorar Abalar Abanar BabarAbadanar Abaldesar Abangar BachatearAbadernar Abalienar Aherborarse BadallarAbagrarse Abalserar Ahaxar BalaquearAtabillar Aballar Ahelear Balayar Abalagar Barrajar Aguazar BalitarAbalallar Aguata Bambalear
Asi asta quinse mil. Pero nadie puede utilisar con propiedad semejante cantidad de
berbos, y para probarlo, isimos un trabajo bastante cuidadoso con los cuestionarios de
inbestigasion que aplicamos a los amigos que nos ayudaron en este trabajo. Los grupos fueron
muy bariados: selecsionados por nibel academico o escojidos en forma aleatoria. De bajo estrato
de escolaridad y de profesionales en dibersas ramas. Y los resultados sienpre andubieron dentro
de un rango bastante limitado en relasion con esos quinse mil berbos del dicsionario Sopena.
Los temarios fueron confecsionados de manera que no se prestaran a la adibinansa por
analojia, asi que en palabras que paresian indicar familias nos limitamos a una, como en el caso
de fruta, frutear, frutecer y frutificar. Ademas, los obligamos a la berificasion cuidadosa de cada
palabra, de manera que no sufrieran engaños como en el ejenplo de frutificar, que aunque tiene
el mismo significado que fruCtificar, su escritura difiere y engaño a muchos.
La letra que mas berbos tiene es la E, con sesenta y sinco pajinas con un promedio total
de 2 405. Le sigue la D con 59 pajinas que contienen unos dos mil y pico de berbos. La A con
56; la C con 38, la R con 28, la P con 23, la Ll tiene una pajina, la Q y la Z, dos pajinas cada
una. La X sinco palabras y la Y, 19 palabras. No ay berbos con K ni con W.
Los primeros cuestionarios que se aplicaron fueron con la E por ser la mas abundante. Y
el trabajo se iso con dos grupos muy opuestos: profesionales de las letras y jente trabajadora en
bentas cayejeras, albañiles, algunos choferes de tacsis y amas de casa con bajo nibel de
escolaridad.
El resultado fue de unos ocho bocablos por pajina en el grupo de jente educada, y unas
cuatro en las de bajo nibel escolar. En una proyecsion ordinaria eso nos yebaria a la conclusion
de que las personas con poca instrucsion dominarian unas 1 616 berbos. Y los partisipantes de
alto nibel, unos 3 232 berbos. Sin enbargo, en otras letras los resultados fueron diferentes. Por
203
ejenplo en la Y, solo tres berbos resultaron conosidos para la totalidad. Y en la X, ni uno fue
identificado.
Para no aser mas largo y engorroso este asunto de los berbos en cuanto a la cantidad,
podemos desir que el promedio es de unos seis por pajina, lo que nos daria la suma de unos dos
mil cuatrosientos beinticuatro mas o menos conosidos por los ameriñoparlantes. Y aunque este
muestreo se realiso entre grupos pequeños, es probable que un estudio mas elaborado y masibo,
arrojen resultados que no se aparten mucho de ese numero. Sin enbargo, esa cantidad tan grande
de berbos ase pareser que el total de palabras que el promedio de ablantes domina podria ser
superior a las sinco mil. Pero eso no es sierto, pues recuerden que esos berbos son casi los
mismos sustantibos que identificaron en los otros cuestionarios. Por ejenplo el berbo espumar,
que fue bien reconosido por los grupos, biene del sustantibo espuma que todos conosemos. Por
lo tanto, las palabras que señalaron como sustantibos y berbos son las mismas, o corresponden a
los mismos conseptos: dulse, endulsar. Comida, comer. Sueño, soñar. Engaño, engañar.
Golosina, engolosinar. Asido, asidificar. Tinta, entintar. Tisa, entisar. Tono, entonar.
Por lo tanto, el numero de palabras del siudadano promedio sigue siendo de dos a cuatro
mil, lo cual calsa muy bien con la propuesta del Dicsionario Basico del Ameriñol. El trabajo
que sigue sera de los lecsicografos, y consistira en selecsionar aqueyos bocablos que deben
incorporarse a ese lenguaje basico que se ajuste al promedio de las personas y estudiantes en el
nibel escolar y colejial. Un dicsionario que pueda yebarse en el bulto o maletin de cada
estudiante, o que cada persona pueda tener en su ofisina o biblioteca. Que no sea muy caro y que
contenga todo el bocabulario que nesesita para su bida diaria.
Nadie es capas de aprender semejante numero de berbos que a recolectado el dicsionario
Sopena, pues si solo consideramos los treinta que copiamos en las pajinas anteriores, no daremos
cuenta de la poca utilidad de ese trabajo.
¿Cual es el objetibo de recopilar tantas palabras, inutiles en su mayoria, para ponerlas en
una obra que nadie ba a leer ni utilisar en todo su pontensial? ¿Para qe conprar un libro al que no
se le ba a “sacar el jugo”, ya que su material no es de uso popular? Es algo semejante a los
Dicsionarios Etimolojicos, plagados de nesedades en las que solo unos cuantos chiflados tienen
interes. ¿A quien le inporta saber que el termino sarna biene del griego sarnopoulus, a trabes
del latin sarnosus? Eso es trabajo de espesialistas que deseen conplicarse la bida, pero no de
estudiantes o jente comun que solo enplean el idioma como un medio de comunicasion y
superbibensia. ¿Para anpliar la cultura? Si todos aprendieramos a utilisar dies mil berbos de
esos, talbes serbiria de algo. Pero si solo unos cuantos lo asen, ¿contra quienes ban a utilisarlos?
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¿De qe me sirbe saber los quinse mil berbos del español si nadie los entiende? Los americanos
tenemos problemas mucho mas urjentes que aprender berbos como encandellar, encabruñar,
exalzar, taparear, xamar o zajarrar.
Nesesitamos con urjensia que el Ameriñol prepare a nuestras jubentudes para aserle
frente a la bida. Algo asi como el rifle al soldado. Linpiesa, cuidado y manejo delarma no son
un fin en si mismos, sino un medio para lograr una meta superior: la bictoria en el conbate. Eso
tiene que ser el idioma para nuestros niños; un fusil que les permita sobrebibir, y no el
istrumento que acabe con sus bidas o les sirba de frustrasion.
Aprobechamos este espasio para recordarles a nuestros lectores que el Ameriñol no debe
ser considerado de la misma forma como el español, y que esta propuesta que elebamos a la
considerasion de los americanos nues un codigo sagrado de berdades de rebelasion que se deben
respetar como si fueran cosa dibina. Es una ponensia rasonable basada en el sentido comun, y
cuya conbeniensia puede ser berificada por todos. No es inpresindible ser un erudito en el
idioma para darnos cuentas de que la H es innesesaria en la escritura. Tanpoco la K o la C en su
funsion de S ante la E o la I. Asi tratan de ser todas las mosiones que ase el Ameriñol, y estas no
tienen caracter dogmatico. La autoridad y fuersa que tienen, deriban de la sinplisidad de su
lojica. Sus postulados son para discutir o mejorar, y en ninguno de eyos ecsiste el “prinsipio de
autoridad” de la Academia. Es ante el siudadano comun y corriente, el que ase y fabrica a diario
la lengua, ante quien sometemos esta ponensia. Y si usted estima que tal o cual letra debe ser
restituida, solo tiene que espresarlo y demostrarnos las “rasones” de su punto de bista, pero no
con emosiones o apego romantico a la tradision. Ese argumento es inadmisible.
Si una persona cree que la tilde es inpresindible para indicar la silaba tonica de algunas
palabras, esta en su derecho de aserlo, sienpre y cuando no pretenda que quienes no lo asen estan
en un error. Creemos aber probado que la tilde es innesesaria, pero el acatamiento a tal
demostrasion no se conbierte en obligatorio para nadie. Si usted quiere seguir poniendo tildes
sobre las silabas que considere las nesesitan, bien puede aserlo, pues ese deseo de libertad es lo
que a dado orijen a la nesesidad del Ameriñol. En la bida real somos todos los que fabricamos el
abla, por lo tanto, tenemos el derecho de opinar aserca de cualquier tema que tenga que ber con
eya. No debemos crear dogmas, normas ni reglas inamobibles en nuestro idioma y este debe
estar abierto a todo canbio, sienpre y cuando estos sean para conbertirlo en un beiculo mas
efisiente y practico en la trasmision del pensamiento.
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EL BERBO ABER
Esta forma berbal merese un espesial cuidado en el estudio de la gramatica española,
pues casi no ay persona que no cometa algun tipo de equibocasion con eya, aunque sea
cuidadosa y le aya dedicado mucho tienpo a esplorar las tranpas que le plantea al que la utilisa.
Y ante un problema tan difisil es justo que nos preguntemos, ¿es lojico que la escritura de un
idioma le presente esos dilemas tan conplejos a la jente? En ninguna lengua debe ecsistir una
situasion en la que sus usuarios naturales se bean amenasados todo el tienpo por un berbo cuya
escritura es un fastidio. ¿Como es que los gramaticos an permitido que esta palabreja se aya
conbertido en una espesie de “coco” en el abla y la escritura de nuestro idioma? Y no solo lo an
tolerado, sino que se an dedicado a crear mayores conplejidades en su entorno asta tal punto, que
su utilisasion correcta solo es posible a aqueyas personas que son espesialistas en cuestiones de
gramatica. ¿Son tan inutiles nuestros academicos que no an podido encontrar una manera fasil
de utilisar ese berbo?
Ase tienpo deberian aber ayado una solusion fasil y practica a este problema que tantos
errores jenera entre los ameriñoles, pues no es natural que un idioma presente tales ostaculos a
las personas que lo ablan. El berbo aber es una perbersion de la lengua, el cual tiene que ser
eliminado o sinplificado, asta el punto en donde sea inocuo y todos los ablantes lo puedan utilisar
sin miedo a cometer errores. El Ameriñol rechasa de plano toda condision gramatical que
reclame de la jente comun un esfuerso estraordinario para su utilisasion. Y asi como
proponemos la solusion a los problemas del berbo ABER, asemos estensiba nuestra tesis a todas
aqueyas situasiones semejantes a las que produse esta anomalia de la lengua.
La gramatica nos dise que el berbo ABER, lo mismo que SER, sirben para la formasion
de los tienpos conpuestos, de donde deriba su sobrenonbre de berbos ausiliares. Tanbien se nos
esplica que se puede conjugar como transitibo (actibo); como ausiliar y como INPERSONAL.
Y aqui es donde enpiesa la pesadiya de la conjugasion del berbo aber en español; pero
tanbien es donde se inisia la sinplificasion del Ameriñol.
Beamos la cara del Diablo.
ABER. Modo indicatibo, presente.
Hemos o Habemos.
Pero aqui hemos o habemos significa TENER, segun la Academia. Como cuando los
boseros del Baticano disen: “Habemus papam”, cuanto el nuebo Papa es elejido. Y esto nos
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obliga a la primera y tajante pregunta: ¿Quien en America dise “Habemos dinero, casa, salud”
o lo que sea? Entonses ¿por que tendriamos que aprendernos semejante idiotes? ¿Por que los
alunnos tienen que ser maltratados con tonterias que no tienen bijensia en nuestra manera de
ablar? El Ameriñol elimina todas esas formas antiguas y obsoletas que en America no tienen
utilidad.
De ese mismo estilo son el Preterito Indefinido y el Preterito Inperfecto. Hubisteis-
hubieron. Habíais-habían. Luego siguen el Preterito Perfecto (1), Preterito Anterior (2) y el
Preterito Pluscuamperfecto (3).
1) He habido, has habido, ha habido, hemos habido, habeis habido, han habido.
2) Hube habido, hubiste habido, hubo habido, hubimos habido, hubisteis habido,
hubieron habido.
3) Habia habido, habías habido, habia habido, habiamos habido, habiais habido, habian
habido.
¿Que asen esas majaderias en la conjugasion berbal de los ameriñoles? El claro que
todas esas formas carentes de aplicasion en nuestra abla deben ser eliminadas de los libros de
gramatica americanos.
En el Futuro Inperfecto la Gramatica utilisa la forma “habrán”, pero tanbien con el
significado de TENER. Luego sigue el Futuro Perfecto en donde nos resetan “habre, habras,
habra, habremos, habreis y habran”, todas con “habido” y con el mismo sinnificado. Todo eso
debe borrarse del Ameriñol, pues no las usamos y nunca lo aremos.
De paresida calaña son el modo subjuntibo y el potensial, los cuales estan yenos de
formas que nunca utilisamos y, por lo tanto, deben desapareser de los tecstos de gramatica.
Tanbien nos encontramos con otra locura en el modo Inperatibo de este mismo berbo. Se nos
dise:
He (tú)
Habed (bosotros)
¿Como se pueden utilisar esas estrañas formas? La berdad es que cualquier persona que
entre nosotros lo isiera, se aria acredor a toda clase de bromas y abucheo, en el supuesto caso de
que alguien lo entendiera. Porque si se nos ocurre desirle a un grupo de personas “Habed
pasiensia bosotros”, es probable que las carcajadas de burla yegarian arsta Erspaña.
El berbo “aber” como inpersonal. Nos dise la gramatica que solo se usa en singular y en
“tersera PERSONA”. Entonses, ¿en que quedamos? Si es inpersonal, ¿como es que se puede
conjugar en tersera persona?
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LA BARIANTE “UBIERON”.
Ay muchos aspectos en el abla que se dan o se interpretan de acuerdo con el sentido
comun o la lojica, pues ecsisten siertos patrones que la jente sigue en la formasion de palabras,
deribados de estas o en la conjugasion berbal. Ay practicas que crean tendensias normales en el
abla los pueblos, y esas deben ser los indicadores que deben seguir los academicos de todo
idioma para formular sus reglas. La gramatica no debe estar inbentando leyes contradictorias
que se opongan a esas inclinasiones naturales que el pueblo sigue en el abla. Beamos algunos
ejenplos con siertos berbos en singular como: durmio, tubo, mantubo, andubo, comio, vivio,
sintio, etc. Todos forman su plural de una manera que crea una espesie de patron. Durmio =
durmieron, tubo = tubieron, mantubo = mantubieron, comio = comieron, sintio = sintieron,
andubo = andubieron. Bean que es una espesie de constante en la cual se conserba una parte del
berbo, y con el agregado de la particula ieron, se forma el plural. Y eso crea el abito en la
mente del ablante; ese ieron le da la categoria de plural; se conbierte en el conponente plural de
una infinidad de palabras de ese tipo. Talbes el usuario no aga una analisis atinado de la
situasion, pero la costumbre lo yeba a dar por un echo que esa particula (ieron) indica plural.
Supo = supieron, esa es la lojica que el bulgo aplica en el lenguaje.
Sin enbargo, la gramatica biene y le dise que el plural de “ubo” no es “ubieron”. En la
mente del ablante es natural que si subo se pluralisa con subieron, ubo tiene que aserlo con
ubieron. Pero la gramatica le dise que no porque el berbo aber como inpersonal solo se usa en
singular. ¿Y por que? Porque una regla que nadie sabe quien la formulo, tiene la potestad de
poner en la condision de barbaros del idioma a miyones de personas que utilisan esa forma.
Entonses, no se debe desir ubieron muertos, sino ubo muertos. Pero si se puede desir “tubieron
muertos”, “sintieron muertos”, “bibieron muertos”, “comieron muertos”, “mantubieron
muertos”, pero NO ubieron muertos. Si es del mismo estilo y sonido en la mente de los
ablantes, ¿por que no es balida? Un absurdo tennisismo gramatical crea una conplicasion
innesesaria. El sentido comun en el abla nos dise que la espresion “Ubo muchos muertos” esta
trunca, pues no rima con el comun de otros berbos que se enplean de esa manera en situasion
semejante. Ademas, muchoS y muertoS ban en plural y ronpen la concordansia con el berbo que
esta en singular. Entonses ¿por qe NO SE DEBE (porque si se puede) desir ubieron? De echo,
miyones de personas utilisamos esa forma, y el Ameriñol le da la bienbenida. Se anula esa regla
y se decreta la balides de “ubieron muertos, ubieron bailes, ubieron fiestas, ubieron
comidas”.
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La Academia proibe que digamos ubieron muchos muertos o ubieron juegos, porque una
regla asi lo manda; pero es bueno recordar que las normas no estan por ensima de la boluntad
popular. Y en el caso de los americanos, abemos demasiados miyones de personas que desimos
ubieron muertos. Entonses, ¿estan las reglas al serbisio de los usuarios, o estan estos
subordinados a aqueyas? Una disposision sin fundamento rasonable no debe poner en condision
de barbaros del idioma a sentenares de miyones de personas. Sobre todo, cuando aparesen las
consabidas esepsiones que le dan permiso a otros terminos para que estos si puedan utilisar
“ubieron”, como las formas del partisipio pasibo (ado, ido, to, so, cho). Eso sinnnifica podemos
desir “ubieron comido”, “ubieron bailado”, “ubieron bisto”, “ubieron dicho”. Ubieron muerto
SI, pero ubieron muertos NO. ¿Que clase de sinsentido es esto?
El pueblo, el que abla y ase el idioma nesesita una respuesta clara y no una definision
criptica que se aleje de la posibilidad de ser entendida por el onbre comun.
210
LA BARIANTE ABIAN.
“Abian aspectos negatibos en el asunto”. “Tenian opiniones encontradas sobre la
situasion”. Tenia es singular, pero la “ene” le confiere la calidad de plural a cualquier berbo de
esa naturalesa. Tenian, comian, bebian, dormian, pedian y asi asta qien sabe donde. Pero una
ordenansa manda que “abia” no ase plural con el morfema “n”. Y de esa manera no se debe
desir “Abian aspectos negatibos en el asunto” o “Abian muchos sancudos”. ¿Y por qe no?
Porque lo dise la norma. Pero resulta que serca de quinientos miyones de personas podemos
desir “abian”, a despecho de la regla. Y lo que es mucho mejor y mas conbinsente, todos
entendemos lo que queremos desir cuando afirmamos que: “Abian muchos curiosos en la plasa”.
Porque si se dise dormian, sentian, perdian, cosian, enbian, sonrian, ¿por qe no se debe desir
“abian”? Si ay sientos de esas formas que asen el plural con la “ene”, ¿como es que “abian”
queda por fuera en la mayoria de los casos como la usamos los ameriñoles? Porque la ordenansa
lo dise. “Solo con las formas del partisipio pasibo ado, ido, to, so, cho”. ¿Por qe? ¿Cual es la
rason que lejitima “abian bisto, abian comido, abian dicho” y le niega balides a “abian muchos
testigos en el sitio del acsidente”?
Esta es otra manera enredada y contradictoria en la que el berbo “aber” nos da otro
ejenplo de las majaderias gramaticales que conbierten la conjugasion berbal en un terreno
minado. Y bolbemos a utilisar los argumentos de la bariante ubieron. Si los usuarios de la
lengua pueden desir comian, bebian, tenian, dormian, sentian, sufrian como plurales de
comia, bebia, tenia, dormia, sentia, sufria, lo cual es una tendensia natural en el abla, ¿por qué no
se puede pluralisar el berbo abia en abian? ¿Por qué no se debe desir “abian muchas cosas
bonitas en la tienda”? En el Ameriñol anulamos esa regla y le damos la bienbenida a abian.
La forma que nos manda la gramatica ronpe ese ritmo de la pluralisasion mediante la “n”, la cual
a creado en el ablante la tendensia. Tenian muchas cosas. Bebian refrescos. Comian burritos.
Ayi esta la relasion n-s que determina el plural. El del berbo con “n”, y el del sustantibo con “s”.
Entonses, cuando desimos “abia animales en el parque”, la frase queda trunca pues falta la “n”,
la cual conpleta la relasion con la “s” del sustantibo. Y esa alterasion es la que no puede dijerir
el ablante. “Abia bisitantes en la feria”. “Abian bisitantes en la feria”. ¿Que frase dise mas?
¿A cual no se le entiende el sentido de lo que quiere desir el ablante? Entonses, ¿cual es el
proposito de esa jodarria? Y claro que ecsiste jodarria aunque no este en el DRAE.
Lo mismo pasa con “abra”, la que nunca debe pluralisarse, segun las reglas de la
gramatica. Pero resulta que en America, miyones de personas desimos: Abran delisiosas
211
comidas, abran fiestas y corridas de toros; abran elecsiones en mayo. Abran premios para los
ganadores, abran peliculas. Sin enbargo, esta forma tanbien puede ser utilisada como “abran”,
sienpre y cuando se le agreguen las formas del partisipio. Entonses se puede desir abran
caminado, abran corrido, abran visto y abran dicho. En Ameriñol asemos estensiba la aseptasion
a todas las palabras que se conbinen con “abran” en forma plural: abran payasos, abran
academicos que no esten de acuerdo. Abran sesiones, abran notisias de los biajeros.
Por desgrasia, si una persona solisita un trabajo en el que tiene que demostrar su dominio
escrito de la lengua, un “abemos” mal ubicado en la conbersasion, puede ser sufisiente para que
lo rechasen, aunque sea intelijente y muy capas en la comunicasion oral.
212
LA BARIANTE ABEMOS
Abemos muchos que creemos que nuestra lengua, tiene que ser modernisada sobre la base
del sentido comun y no con reglas inpuestas a distansia, por jente que no abla como nosotros, ni
por academias que se enpesinan en preserbar leyes que paresen no tener asidero en el sentido
comun, sino en la tradision. Los americanos no deberiamos estar interesados en lo esoterico del
abla, sino en su funsionalidad; somos pueblos “teen”, dispuestos al aprendisaje y el progreso;
pero la gramatica formal de la lengua que utilisamos nos inpide abansar con la seleridad que
debieramos aserlo. El español es un lastre que se interpone entre nosotros y el conosimiento.
Si el parrafo anterior lo ubieramos inisiado con “…Ay mucha jente que cree… ¿como
nos abriamos incluido en la proposision? Los puristas pueden desirnos que asi: “Somos muchos
los que creemos…” Pero el sentido afectibo que tiene el “abemos” no puede ser sustituido por
la formula del “somos”, porque esta es una condision permanente de los indibiduos. Se es algo.
En canbio, abemos es un estado pasajero y espesifico para un proposito, algo asi como una
disposision ad oc. Pero si ese argumento les paresiera insufisiente a los gramaticos, tenemos
otro que es aplastante: miyones de latinos y españoles utilisan el “abemos” con ese sentido, y
entienden muy bien lo que quieren desir, y de eso se trata la cosa. Entonses, si tenemos la
mayoria, ¿por qe una norma gramatical que no tiene esplicasion lojica, a de poner en situasion de
error a tantas personas que la ignoran y no nesesitan conoserla para entenderse bien?
Se nos amenasa con una sansion si desimos “abemos muchas personas presentes” en
lugar de “ay muchas personas presentes”. A lo que nosotros repreguntamos que, ¿como se
incluye en la orasion el que la pronunsio, si el es uno de los presentes? Si utilisamos la
alternatiba del “somos”, beamos el adefesio que nos queda: Somos muchas personas presentes.
El sentido real no es el mismo, y tenemos que aser un acomodamiento intelectual en nuestro
serebro para aser que la frase tecnica concuerde con el balor afectibo que le queremos dar. Es
indudable que el “abemos” es insustituible, y por eso le damos la bienbenida al ameriñol, de la
misma manera que lo asemos con sus parientes “ubieron”, “abran” y “abian” en el sentido que el
español les niega lejitimidad.
Se dise que cuando “aber” no funsiona como ausiliar en una perifrasis berbal carese de
sujeto y, por lo tanto, actua como un “berbo inpersonal”. Pero acto continuo, otra regla nos
afirma que por careser de sujeto, solo se conjuga en “tersera persona” del singular. Entonses,
¿como es que una regla nos dise que es “inpersonal” y otra que se conjuga en tersera persona?
Si es inpersonal no deberia conjugarse en ninguna persona. ¿No es asi?
213
Este es uno de los problemas espinosos de la Gramatica del que nunca emos sabido cual
es la rason. Lo unico que se nos dise sienpre es que: “asi es por que la Regla lo dispone”.
Ademas, se nos afirma que ese berbo es inbariable aunque baya acompañado por un
conplemento plural.
Estas disposisiones de la Gramatica nos obligan a plantearnos de nuebo la pregunta que
emos benido repitiendo: ¿qe es el idioma y para qe sirbe? ¿Es una carrera de ostaculos
diseñada para que todo el mundo se tropiese y no pueda espresarse en forma adecuada, de
acuerdo con la maraña de reglas que an creado los gramaticos? ¿Es el dominio tecnico de ese
conplejo idioma un fin en si mismo? “Ay que espresarse de forma correcta”. Ese es uno de
los odiosos lemas de los gramaticos. Es una muletiya gastada mediante la cual siguen
sustentando las arbitrariedades de un idioma que es poco funsional, y que se a conbertido en un
berdadero lastre para el desarroyo intelectual. Espresarse “bien” no es la funsion prinsipal de
la lengua, sino una cualidad acsesoria que debe desarroyarse en forma libre y sin coacsion.
Mucho menos cuando estas caresen de sentido practico.
El sentido comun nos indica que la funsion prinsipal del lenguaje es la comunicasion de
ideas. Yebar un mensaje claro a los demas, de manera que lo que yo creo o quiero, sea
conprendido por el que me escucha. Asi que si la jente me entiende qe quiero decir cuando
afirmo que “ubieron barios muertos”, ese objetibo esta serbido. Y si es asi, ¿qe inportan los
detayes tecnicos del lenguaje “reglamentista”?
Nadie sabe por qe no debe desirse “abemos” cuando en realidad es una forma tan util,
practica y natural en nuestro medio. ¿Por qe no podemos desir abemos? Si alguien dise: “en
esta sala de clases abemos dies alunnos”. ¿De qe otra manera se puede afirmar lo mismo sin
que quede escluido el que lo dise, o que se tenga que aser una aclarasion adisional?
Las Academias deberian ser mucho mas flecsibles con aqueyas formas de espresion o
escritura cuya utilisasion adecuada requiere de muchos tecnisismos difisiles de esplicar; o peor
aun, cuando solo obedesen a normas que nadie se a molestado en analisar. No es conprensible
por qe a de considerarse como un barbarismo una palabra de uso comun y que todos entendemos.
Mucha jente a leido a una popular escritora que a bendido miyones de libros y que se a
comunicado muy bien con su infinita lejion de lectores. Y sin enbargo, su dominio de “las
tecnicas correctas del español” dejan bastante que desear desde la perspectiba de los puristas, a
tal estremo que no faltan quienes la tratan de superfisial y promotora de una literatura lijera.
Pero resulta que la forma correcta de ablar o escribir es aqueya mediante la cual nos asemos
entender bien; y si es asi, esta escritora esta mas que sobrada.
214
Cualquier lenguaje tiene que ser lo mas sensiyo posible, pues esa es la clabe maestra para
ingresar al mundo del conosimiento y la siensia en jeneral. Esa a sido la respuesta de los
ordenadores modernos al publico: la sinplisidad. Estas maquinas son cada bes son mas fasiles de
utilisar, incluso por personas que nada o muy poco saben de ese marabiyoso mundo de la
conputasion. Y estamos seguros de que yegara el momento cuando solo la bos del usuario sera
nesesaria para que estos aparatos realisen todas las tareas que les encarguemos mediante el
lenguaje sinbolico. Pero mientras tanto, ¿qe asemos con un idioma tan negatibo y atrasado
que se niega a ponerse al dia en materia de lenguaje sibernetico? Es por eso que cuanta
persona se dedica a la conputasion se be obligada a aprender ingles porque este si marcha al
conpas con el desarroyo de la siensia. Todo lo que ba saliendo de los laboratorios de Intel ya
biene con las instrucsiones correctas en ingles. Eso es tecnolojia de punta, tanto en lo material,
como en el lenguaje que ase posible su aplicasion y el intercanbio de ideas.
Y a eso se debe la enorme bentaja que nos yeban los pueblos angloparlantes; eyos tienen
y utilisan una lengua practica, directa y sin tanta reglamentasion que dificulte la trasmision de las
ideas. No conprender eso es fatal, y es lo que nos a atrapado a los ispanoparlantes en un pantano
de reglas y cuanta majaderia se les ocurre a los gramaticos. Sin enbargo, los academicos parese
que disfrutan conplicando la situasion del español. Ase poco enpesamos a leer un libro de
gramatica de un profesor costarrisense, pero tubimos que abandonarlo, dada la maraña de
conseptos oscuros que el autor teje alrededor de temas que incluso “El Esbozo” trata con mayor
claridad que este cabayero. Su libro parese que tiene la intension de “apantayar” a sus colegas.
Sinplificasion es la clabe de todo aprendisaje.
El español es un istrumento de castrasion intelectual que obliga a las personas con algun
conosimiento de sus limitasiones lingüisticas a permeneser en silensio, a pesar de que podrian
aportar buenas ideas en otros canpos. Es de ese temor jenerado ante el uso de la lengua que an
nasido infinidad de cuentos y chistes que aunque siertos, son una berdad dolorosa en nuestro
medio. “Bale mas tonto cayado que ablando...”, “En boca serrada no entra mosca”, “El
silensio es el mejor sustituto del talento” y asi por el estilo. Dichos nasidos no por la falta de
intelijensia, sino por panico al uso del lenguaje, ya que todos estos asertos tienen una causa
comun: el belado temor a espresarse mal y poner en ebidensia la propia incultura idiomatica.
Todos sienten terror a “meter la pata” cuando ablan ante algun grupo de personas que se supone
son cultas. Esa suele ser la causa del pabor al esenario, lo cual es tipico en escuelas, colejios y
aun en unibersidades. Y cuando los niños son obligados a “ablar en publico”, se les crean
traumas que no los abandonaran mientras biban. Y mucho de eso es culpa del idioma. El susto
215
de ablar ante un auditorio no es mas que el resultado de todos los temores que nos produse “el
casteyano”. En todos los latinoamericanos que an ido a la escuela o el colejio, ay daños
sicolojicos incurables y profundos que an sido produsidos por el estudio de esa materia, y aunque
pueda pareser un mal chiste o una ecsajerasion, es la berdad. Casi todos recuerdan con rabia o
desconsuelo, pero sobre todo con frustrasion, sus intentos por aprender a conjugar determinado
berbo irregular.
216
FORMAS NO PERSONALES DEL BERBO
Esta es una definision tecnica de lo que son estas formas no personales del berbo, segun
el Esbozo de la Real Academia (paj. 483).
“Caracteres generales.” El significado más general que corresponde a cada una de
estas formas no personales puede definirse diciendo que el infinitivo es un sustantivo
verbal; el gerundio, un adverbio verbal; y el participio, un adjetivo verbal. El presente
capítulo se propone desarrollar con pormenores cómo se realizan las tres funciones,
sustantiva, adverbial y adjetiva, que respectivamente les corresponde. Además de ser
formas no personales, tienen de común el no expresar por sí mismas el tiempo en que
ocurre la acción, el cual se deduce del verbo de la oración en que se hallen, de los adverbios
que los acompañen y de otras circunstancias de la elocución. Son aptas, en cambio, para la
expresión pasiva y del aspecto perfecto o imperfecto del hecho que significan”.
Atemorisante ¿berdad?
Como el partisipio y el infinitibo no causan problemas, solo aremos de eyos una lijera
mension al terminar con el jerundio, materia que si es orijen de numerosos problemas en la
escritura. Tanto es asi, que muchas personas prefieren usar otras formas de esplicasion para
ebitarlo, pues no inporta cuanto se estudie, sienpre ecsiste la posibilidad de equibocarse y “meter
la pata”. Por supuesto que esta anormalidad no deberia darse en ningun idioma. No es aseptable
que una persona tenga que ebitar un encuentro literario con una insinnificante particula de la
gramatica, solo porque esta es causa de dudas y temores. Desde luego que esto se da solo en la
jente de mediana cultura, pues los dos estremos no tienen problema. Al bulgo le inporta un
bledo las reglas del jerundio y lo despansurra de la forma que se le antoja; y los cultos lo
dominan y estan mas aya de los temores que infunde. Pero... ¿deberia darse esa situasion en los
usuarios naturales del español? ¿Es tolerable que sintamos miedo ante el uso de siertas palabras
de nuestro idioma? Esta bien que nos de temor si tenemos que ablar en una lengua estranjera,
sobre todo, si nos estan escuchando nuestros burlones paisanos; pero ¿por que deberia ser asi en
la nuestra? Tanta regla es la causa de ese manto de reselo que cubre nuestras platicas de tipo
serio o profesional.
Aora bien, ¿qe es un jerundio? Pues uno de los tres grupos de palabras que se consideran
como “formas no personales del berbo” y a las que un señor yamado Rodolfo Lenz se le
ocurrio bautisar con el nonbre de berboides. Son bocablos con terminasiones tales como “ando”,
217
“endo”, “iendo”, y su utilisasion correcta esta reserbada para gramaticos y jente muy docta en
asuntos del idioma. Pero para el siudadano comun, el JERUNDIO es un fastidio. Claro, si le
preocupa la cuestion, porque de lo contrario, bien puede escribir que “recibio una carta
conteniendo buenas notisias de su tia”. ¿Y qien no entiende lo que quiso desir? Sin enbargo, el
gramatico nos dira que “el jerundio esta mal enpleado porque no es coetaneo con el berbo
prinsipal, y que debio escribir: resibio una carta que contenia buenas notisias de su tia”.
Todas las palabras como caminando, comiendo, muriendo, silbando, cantando, son
jerundios. No son conjugables ni tienen bariasiones. Pero, ¿como se usa el jerundio? De la
siguiente manera:
“El jerundio tiene cuatro usos correctos dentro de la orasion: 1) en perifrasis
berbal, 2) como acsion anterior al berbo prinsipal, 3) como acsion simultanea con el berbo
prinsipal y, 4) en funsion de adberbio”.
Dicho asi parese tan sinple que asta se podria pensar que no ecsiste rason alguna para
criticar el reglamentarismo del que se a rodeado; pero cuando tenemos que aser uso de el en
situasiones apremiantes, el asunto deja de ser tan sensiyo y nos obliga a una atension de esas que
produsen la “intermitensia serebral” a que nos emos referido en barias ocasiones. Beamos
algunas cuestiones relatibas.
La primera de las tranpas del jerundio no es tan peligrosa y casi se puede ebadir sin que
las personas tengan idea de por donde le pasaron en la escritura o en el abla. Es el caso de la
perifrasis berbal, de la que damos un ejenplo que se puede multiplicar asta donde quiera el lector:
La muchacha esta cantando. En este y todos los casos semejantes en donde partisipa
uno de los yamados berbos ausiliares (ser, estar, ir, benir etc.), se puede enplear el jerundio sin
miedo. La niña esta durmiendo. El señor biene fumando. El perro ba corriendo.
El cuarto caso es cuando el jerundio funsiona como adberbio y califica o delimita un
berbo. Y aunque la esplicasion tecnica de este suele ser intimidante, su uso en el abla comun no
suele presentar problema, pues todos pueden desir que “El chancho come asiendo ruido con el
osico”. Aqui el jerundio asiendo, funsiona como el adberbio que se refiere o califica al berbo
come. No ay problema, pues casi todo el mundo utilisa bien esta forma sin aber aprendido la
regla jamas. Ese es el lenguaje natural al que aspira el Ameriñol, aquel que podemos ejerser sin
estudiar conplejas formas gramaticales. “El onbre camina arrastrando los pies”. “La mujer
baila sonriendo”. La jente abla asi, sin ningun esfuerso ni preocupasion; sin tener que aprender
reglas o esponerse al peligro de la critica.
218
Pero las otras dos formas son las que crean el lio: cuando la acsion del berbo prinsipal es
simultanea con el jerundio, y cuando este es anterior al berbo prinsipal. Y ai enpiesa el calbario
de los que utilisan estas formas al ablar o escribir. Solo despues de muchos años de escribir y
practicar las “formas correctas” de usarlo, se enpiesa a formar el mecanismo automatico que
permite estar libre de faltas en ese aspecto de la ortografia.
Son demasiadas las reglas que ay que recordar y tener presentes para poder escribir con
“correcsion” segun las normas de la Academia. Es de esa forma insidiosa como ban limitando la
capasidad de escribir de las personas, ya que aqueyos que tienen un barnis de cultura gramatical,
saben de la ecsistensia de esa maraña de leyes y se sienten apocados ante eyas.
Bean el efecto negatibo que produse en las personas tanto reglamentarismo del español
en cuestiones que en realidad a nadie le inportan ni asen que un mensaje sea turbio. Si
publicamos en un periodico el siguiente anunsio: “Se perdio cartera conteniendo baliosos
documentos; se reconpensara a quien los regrese”. ¿Se entiende o no el mensaje? Entonses
¿cual es el problema? El objetibo de la publicasion es comunicar que algo se perdio y que se
dara un premio a quien lo debuelba. No es escribir bien el jerundio y que la jente se entere de
que tan listos son los que redactaron el anunsio.
Todos los periodicos del planeta publican articulos semejantes a ese, en donde los
jerundios estan “mal enpleados”, pero resulta que todos entienden lo que estos disen, y con eso
se cunple el requisito basico del lenguaje. El Ameriñol elimina todas esas reglas para el uso del
jerundio, y da por balida la forma como lo utilisa la gran mayoria. No mas reglas del jerundio.
La tersera regla dise que el jerundio se puede poner despues del berbo prinsipal, solo
cuando la acsion de este es simultanea con la de aquel.
“Cayo disparando”. “Murio resando”.
Y la segunda se refiere al jerundio como acsion anterior al berbo prinsipal. Se nos
conpleta la dificultad disiendonos que la orasion en la que esta el jerundio es una subordinada
que por si sola no tiene sentido.
Esas dos disposisiones que no sabemos cual es su intension o qe balor tienen para
mejorar la comunicasion, nos coloca a todos en situasion de “error” cuando no las aplicamos en
forma adecuada de acuerdo con la gramatica.
Tanbien se nos dise que es un error utilisar el jerundio como acsion posterior a la del
berbo prinsipal. Otro tecnisismo que pone en situasion de error a miyones de personas que usan
esa forma en el abla corriente. Y solo los que an estudiado gramatica formal logran darse cuenta
219
de que la espresion “no es correcta”, aunque ayan entendido lo que la persona quiso desir. Una
cuestion de mera formalidad inutil para los efectos practicos del lenguaje.
“Yegue a mi casa, bañandome unos minutos mas tarde”.
“Se recosto en el diban, durmiendose unos instantes despues”.
“A la ora en punto entro a la sala, saliendo despues de unos minutos”.
Esas orasiones nos dan una idea clara de qe es lo que paso, qe iso la persona y todo lo que
nesesitamos saber para desir que estamos informados. Sin enbargo, la gramatica nos regaña
disiendonos que estan mal escritas. Desde luego que desde un punto de bista gramatical y no de
la conprension de lo espresado en eyas.
En el Ameriñol, como ya dijimos, eliminamos todas las reglas del jerundio, de manera
que las orasiones escritas arriba tengan plena balides, pues si se entiende el mensaje, ¿qe inporta
la forma?
PARTISIPIO .
Estos elementos son deribados de berbos, que “partisipan” (de ai su nonbre) de las
caracteristicas de sustantibos, adjetibos y berbos. Los ay actibos y pasibos o de pasado. Estos
no suelen presentar grandes problemas y casi nadie se equiboca en su uso.
INFINITIBO.
Son las formas berbales terminadas en AR, ER, IR. Y como todos los de esta familia,
son inbariables. Como el jerundio y el participio, suelen realisar funsiones dentro de la orasion.
Amar, perder, dormir. Estas dos ultimas partes no son muy molestas ni fuente de grandes
problemas como el jerundio; sin enbargo, en el Ameriñol deberan ser sinplificadas a tal punto
que los usuarios no se den cuenta de su ecsistensia ni jeneren dudas de ninguna clase.
220
EL ADBERBIO
Para los neofitos: el adberbio es la parte inbariable de la orasion que sirbe para modificar
el sinnificado de los berbos. Tanbien lo asen con los adjetibos y otros adberbios, es desir, son
elementos con los cuales ay que tener mucho cuidado para identificarlos y poder escribir en
forma “correcta”. Los ay de barias clases, y en el analisis gramatical son una fuente de dolores
de cabesa para aqueyos que tratan de reconoserlos en sus multiples funsiones. Que si es de
modo, de orden, relatibo, de tienpo, de lugar, de duda, cantidad y qien sabe cuantas cosas mas.
Y cuando un estudiante de esta materia se encuentra con la palabra “aprisa”, ya esta en un lio si
no se los sabe TODOS de memoria. Porque aprisa es cuestion de tienpo... al pareser. Entonses
debe ser un adberbio de tienpo. Pero el profesor le pone ensima de su respuesta una tremenda X,
porque aprisa es un adberbio de modo.
En todo caso, adibine o no, ¿de qe sirbe memorisar semejante catalogo si este no tiene
utilidad practica en la comunicasion entre las personas? Si estamos tratando de aser yegar
nuestras ideas ¿de qe sirbe saber que salvo y menos son adberbios de esepsion? Si alguien nos
pregunta que donde estamos, ¿qe inporta saber si eso es un adberbio interrogatibo? Eso carese
de interes para el que pregunta o contesta, pues lo unico que cuenta es saber donde estamos.
Y esa multitud de funsiones que les an atribuido a los adberbios nos yeba a una
conplejidad terrible tal como la de las frases o modos adberbiales, otro enredo en el que ay que
ser muy listo para salir bien librado, pues supone que debemos conoser todas las situasiones en
donde un bocablo desenpeña el trabajo de un adberbio lejitimo. “De cuando en cuando” no
parese en nada ser un adberbio, sin enbargo, si se le adiere a un berbo, se transforma en una frase
adberbial. “Usted trabaja de cuando en cuando”. Lo mismo susede con en balde, en fin, a la
moda, en el acto, en efecto, de pronto y miles de frases mas que con solo asosiarlas a un berbo,
adquieren la funsion de modos adberbiales. Una intrincada maraña de dificultades cuyo objetibo
no podemos bisualisar por ninguna parte, porque ¿cual es la utilidad practica de poder identificar
una frase adberbial para diferensiarla de un adberbio comun? ¿De que le sirbe a un joben
colejial conoser todos los adberbios de memoria? ¿O todos los trucos mentales nesesarios para
identificar las frases o modos adberbiales? El analisis gramatical es un juego de sicopatas
sado-masoquistas.
El sistema escolar (incluida la unibersidad) debe preocuparse porque los niños y jobenes
aprendan a ablar bien. Pero ablar bien en Ameriñol no significa de forma gramatical, sino con
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claridad y presision; de manera inequiboca, directa y rapida. Sin dibagasiones o sircunloquios
que agan perder el ilo del discurso a quien los escucha. El aula debe entrenar a nuestra jubentud
en el arte de pensar; pero a la bes, disiplinarlos para que tranformen esa rapides de pensamiento
en un mecanismo automatico y efisiente de articulasion. Nada de “paja”, sino de lenguaje
directo, lojico y brebe. Pero antes de que eso se pueda dar en forma masiba en nuestras
escuelas, se tiene que preparar de igual manera a nuestros maestros , los responsables de la gran
rebolusion sosio-idiomatica que abra de darse en America. Y para que eso se produsca,
debemos enpesar por modernisar el idioma. No mas reglamentarismo ni enredos gramaticales
que solo sirben para frustrar a nuestros estudiantes y alejarlos del estudio. No mas jerundios ni
conjugasiones berbales. No mas perdida de tiempo en cosas inutiles. Debemos entender con
claridad cual es la funsion del lenguaje y no seguir enpantanados en lo que emos estado por sinco
siglos. Basta ya de Gramatica y sus conplicasiones que en nada ayudan a nuestros estudiantes.
El conosimiento profundo de esta es cuestion de espesialistas y no del onbre comun.
Lo que todo estudiante debe aprender bien son las tecnicas de la comunicasion efectiba,
con lo cual se quiere desir, aqueyas que le permitan aserse entender con toda claridad en el
menor tienpo posible y con el menor gasto de palabras.
Estimado lector: analise esto con cuidado porque lo que estamos tratando es un asunto
bital para sus intereses y los de sus ijos; para todo el futuro de la America Latina. Cuando usted
se pone en contacto con alguien con la intension de conbenserlo de algo o de sacar algun
probecho, ¿qe es lo que nesesita del idioma? ¿Saber qe es la bos pasiba? ¿Conoser de memoria
todas las conjunsiones? ¿Poder aplicar bien el jerundio? ¿Resitar los modos berbales? ¿Ser
capas de conjugar el berbo abolir?
Es claro que esas tonterias de nada le sirben en las situasiones de la bida real. En esta son
otras las armas nesesarias, las cuales ban desde la abilidad para plantear una serie de
rasonamientos bien ilbanados, asta una sierta dosis de astusia que solo se desarroya mediante la
confrontasion y el ejersisio de bariados sistemas de argumentasion. Y todo eso se deriba de un
metodo dialectico que enseñe al indibiduo a estructurar bien los argumentos del lenguaje que
abra de utilisar ante tal o cual situasion real. Es una metodolojia que le enseña al usuario la
forma como enplear el idioma para obtener bentajas practicas, y no para atorarse estudiando
reglas que solo le pueden dañar el serebro. Porque nos guste o no, de eso trata la realidad.
Nuestra jubentud nesesita que le enseñen a discurrir , a argumentar mediante las tecnicas de la
dialectica para ser efisientes en el buen uso del abla, y no a memorisar idioteses cuya utilidad no
be por ninguna parte. Se les debe entrenar para que no dibaguen, que no se anden por las ramas,
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que dejen de ser “pajosos” y que puedan focalisar su pensamiento en los objetibos inportantes;
pero no solo eso, sino que tengan el bocabulario presiso para alcansar sus metas. Y eso es el
Ameriñol, un idioma que no tiene la pretension de conbertirse en un objetibo del proseso de
aprendisaje, sino en un sinple fasilitador que ayude al despegue intelectual de nuestra jente; una
lengua que en lugar de ser un estorbo, sea el camino ancho que los guie al mundo de la siensia.
No mas reglamentarismo. Sapato si... Zapato NO.
El Ameriñol no debe caer en ese tipo de majaderias en las que se desenbuelbe el español,
y debe delimitar con claridad cual es la bia mas sinple para acseder al conosimiento util. Sin
enbargo, esta posision no significa que debe echarse al olbido la sabiduría acumulada. Sabemos
que siertos estudios son buenos desde una perspectiba cultural mucho mas abierta. Es de gran
balor que aya inbestigadores que realisen trabajos lingüisticos profundos sobre nuestro idioma.
Asi como ay arqueologos que se dibierten asiendo güecos en la tierra y rebisando güesos biejos,
a la bes que tratan de aserle ber al mundo la inportansia capital de sus descubrimientos. Sin
enbargo, para la mayoria de la jente, los estudios y conclusiones que estos sabios sacan de sus
estudios son intrasendentes y bien podrian quedarse en el mas profundo secreto. Es una
cuestion de practisidad. En la America Latina muy poca jente estudia arquelojia o antropolojia,
y entre nosotros nadie se ase ejiptologo. ¿Por qe? Por una considerasion de tipo practico: eso
no da para comer. Ser ejiptologo por aqui, es pior que ser lisensiado en musica, en piano, flauta
o biolin. O resibirse como actor de teatro. Talbes solo unos tres o sinco arqueologos consigan
trabajo en los museos de nuestros paises, y eso ase que las prioridades de nuestra jente esten
dirijidas asia otras metas, determinadas no por la filosofia o por el deseo de “aser siensia por el
sinple plaser del conosimiento” sino por la nesesidad. Eso es algo que los sistemas educatibos
deberian tener muy presente.
Si cada año se titularan sien jobenes en filolojia, resultarian demasiados para Costa Rica,
pues ¿donde ban a conseguir trabajo? Para los graduados en Español la situasion ocupasional es
casi tan mala como la de los abogados, aunque estos ultimos tienen la oportunidad de litigar en la
caye, posibilidad que no ecsiste para los profesionales del idioma. Y ni siquiera pueden
dedicarse a escribir nobelas, pues saber una serie de tretas gramaticales no garantisa la capasidad
para ser escritor. Y lo que es peor, en este pais nadie puede bibir de la escritura, a menos que
sea como secretario-a.
Los sistemas escolares no deberian permitir que materias como el “Español”, se
conbiertan en coladores que limiten o marjinen a nuestros niños y jobenes del proseso de
aprendisaje y desarroyo intelectual. Que no sea la gramatica el elemento que eche a perder la
223
bida de un chico y lo conbierta en un elemento frustrado, espulsado de la posibilidad de creser y
tener todas las oportunidades abiertas a su talento. Que alguien no sepa como se usa el jerundio
no lo conbierte en un paria o un inutil, pues este indibiduo puede ser un ecselente constructor,
medico, injeniero o piloto sin saber un rabano de Gramatica. Bease que los medicos ni siquiera
saben escribir, o lo asen como les da la gana.
Los sistemas educatibos deben replantearse los objetibos de la educasion en la America
Latina, los cuales deben apuntar mucho mas aya de las sinples formalidades que eredamos de
los españoles o franseses. Las prioridades de la jubentud americana no son los ideales umanistas
del siglo XVIII o XIX: del bachiyer sabelotodo del Liseo. Nuestros pueblos estan en una
encrusijada: o nos desarroyamos por medio de la educasion o nos tragan. America Latina es
un canpo de bataya latente y actibo, en donde todos somos candidatos a conbertirnos en esclabos
en nuestras propias tierras. Y mientras eso se nos biene ensima, los maestros siguen enseñando
sapato con Z, y como se utilisa el jerundio. Para que no nos deboren, tenemos que dotarnos de
una plataforma de lansamiento: de un idioma practico que nos fasilite el despegue asia el
progreso. No debemos seguir siendo solo probedores de materia prima y mano de obra barata.
Tanpoco debemos desperdisiar los pocos recursos que tenemos en una escuela y colejio que
se dedicann a “aplasar” a los jobenes. Segun la filosofia del Ameriñol, ese termino debe
desapareser del idioma, al menos con ese sinnificado. ¿Como es posible que a un estudiante se
le sierren las puertas de los estudios superiores porque “perdio un ecsamen de bachiyerato en
español o cualquier otra estupides del “programa”? ¿Como nos permitimos la canayada de
frustrar a un futuro gran quimico o microbiologo porque no se sabe las reglas de la asentuasion?
O porque no sabe sacar un logaritmo, estorbo con cuya innoransia la mayor parte de la umanidad
bibe tranquila.
Esa es la alternatiba que el Ameriñol debe ofreser al latino: una autopista multicarriles
(un freeway) que les permita acseder (acsesar como disen en conputasion) a aqueyos
conosimientos que son prioridades de superbibensia. Y con toda sertesa, la Gramatica no es
una de eyas. El idioma debe ser la columna bertebral de todo sistema educatibo, pero para ser
ese soporte magnifico, tiene que produsirse una rebolusion lingüistica que acabe con todas las
nesedades que an echo del español un estorbo que nos inpide el progreso.
224
ADORNOS Y CONECTORES
Emos dicho que un pensamiento espresado en forma oral o escrita, en el cual se resume
una idea conpleta, resibe el nombre de orasion. Tanbien que esta se dibide en dos partes
esensiales: sujeto y predicado. El sujeto es el protagonista, y el predicado lo que se afirma de
este. Ese es todo el cuento de la orasion, el fundamento de la lengua. Se puede ablar mediante
orasiones cortas y sinples y aserse entender de manera cabal, de la misma forma como fue escrito
este libro, o como asen los niños. Sin enbargo, a medida que el indibiduo crese y ba
adquiriendo mayor dominio de la lengua y su abla se ba asiendo mas conpleja y abarcante, la
orasiones que utilisa se ban conplicando no solo por la forma como las modela, sino mediante
elementos aclaratorios que les ba sumando. El nucleo del sujeto es un sustantibo, y el del
predicado, un berbo. Esas dos partes de la orasion son las estreyas de la pelicula gramatical.
El ablante a beses asosia estas orasiones sinples con otras y obtiene un resultado mas
conplicado todabia. Introduse formas que, aunque se refieren a la idea prinsipal, caresen de
sentido en forma separada. Esas son las orasiones subordinadas, las cuales por lo jeneral ban
presedidas de un que.
Pues bien, estas orasiones subordinadas y frases aclaratorias, junto con una serie de
particulas repetitibas que enlasan los conponentes de la orasion, constituyen lo que en ameriñol
yamamos adornos y conectores. Son indispensables para darle beyesa a la espresion; sirben
para aclarar y presisar el sentido, modo y condisiones en que se produse la acsion del sujeto
enunsiado en la orasion basica. En gramatica se les conose con el nonbre de “conplementos” a
estas ideas marjinales que sirben para darle estilo y mayor claridad a lo que queremos espresar.
Ay tres clases de eyos: directos, indirectos y sircunstansiales.
La Sintacsis (sin = con, tacsis = orden) es la parte de la Gramatica que tiene que ber con
el orden, y nos dise que una orasion debe organisarse de la siguiente manera:
Sujeto + Predicado + conp. directo + conp. indirecto + conp. sircunstansial.
Asi se tiene que escribir segun las Reglas de la Academia, y si usted se sale o aleja de
eyas estara incurriendo en un barbarismo, solesismo, burrismo y cualquier otro ismo
En el Ameriñol no consideraremos como solesismos o errores estas bariantes de nuestra
forma de ablar. De echo, nosotros muy pocas beses seguimos el rejimen que manda la
Academia, y construimos nuestras orasiones de dibersas maneras. Sin enbargo, todos
entendemos lo que queremos desir, y eso es lo unico que cuenta al final. Beamos este ejenplo.
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“Miguel trajo una naranja para su tia esta mañana”.
Esa seria una orasion “correcta” de acuerdo con la sintacsis. Miguel (sujeto =
sustantibo). Trajo (predicado = berbo). Si es posible aser la pregunta ¿que?, la respuesta es el
conplemento directo. ¿Qe trajo? Una naranja (C.D.). El conector para (preposision), nos indica
el conplemento indirecto: para su tia. Y la cuestion del tienpo es una sircunstansia; por eso “en
la mañana” es el conplemento sircunstansial de tienpo. Ay conplementos sircunstansiales de
tienpo, modo, lugar, forma, etc. etc., formas que en el abla comun caresen de inportansia, como
casi todas las Reglas.
Esta mañana Miguel trajo para su tia una naranja.
Miguel trajo para su tia esta mañana una naranja
Miguel trajo para su tia una naranja esta mañana.
Miguel trajo esta mañana para su tia una naranja.
Miguel trajo una naranja esta mañana para su tia.
Para su tía, Miguel trajo esta mañana una naranja.
Miguel trajo, para su tia, una naranja esta mañana.
Miguel trajo esta mañana, para su tia, una naranja.
Todas las orasiones anteriores estan mal escritas de acuerdo con la Academia; o caen
dentro de la categoría de iperbaton, la cual solo es permitida a los que “saben” de sintacsis y
cometen este error intensional para darle “mas fuersa, beyesa, emosion y estilo personal al
escrito”. Pero ¿cual es el resultado de acuerdo con la intension del ablante? ¿Deja el oyente de
entender qe es lo que quiere desir qien construye la orasion? La idea basica es que Miguel le
trajo una naranja a su tia. La secundaria es que fue durante la mañana. Y eso se entiende en
todas eyas. ¿no es asi? Entonses ¿cual es la rason que ubica al usuario en la categoria de barbaro
al utilisar cualquiera de esas formas?
En el Ameriñol ese tipo de reglamentarismo no bale; nadie esta en la condision de
barbaro del idioma porque no siga el orden sintactico que indica la Academia, pues con ese
orden o sin el, lo que cuenta es que la idea del que formula la orasion sea bien entendida. Emos
dicho que en el español es nesesaria una sinplificasion total, y eso es lo que pretende el
Ameriñol. Librar al usuario de la lengua del infinito numero de tranpas que, bajo el disfras de
normas, conbierten a nuestro idioma en una carrera de ostaculos que no se puede dominar ni
durante toda una bida de estudio.
226
Carlos comio. Esa es una idea conpleta que esplica una acsion (comio) de determinado
sujeto (Carlos). Ai estan las dos partes de la orasion: sujeto y predicado (sustantibo y berbo).
Sin enbargo, es una espresion muy laconica que no aclara algunas cosas que a los interlocutores
les gustaria escuchar por mera indiscresion. Por ejemplo. ¿Qe comio? ¿Donde? ¿Como? ¿Con
qien? ¿A qe hora? ¿Cuando? Todo esto es insustansial en relasion con la idea prinsipal, sin
enbargo, la curiosidad de los oyentes ase nesesario formular aclarasiones para que el chisme
quede bien ilbanado y sea mas satisfactorio desde el punto de bista de lo que yamamos
conbersasion.
¿Qe comio Carlos? Ternero. ¿Donde? En el restaurante. ¿Como? Con pausa. ¿Con
qien? Con una amiga. ¿A qe ora? Por la tarde. ¿Cuando? Ayer. Entonses la orasion nos
quedaria mucho mas anplia, de tal manera que satisfaga la morbosidad de todos en forma jeneral.
“Carlos comio ternero ayer por la tarde, aconpañado por una amiga en el
restaurante del malecon”. O algo asi. Bease que la orasion prinsipal sigue siendo “Carlos
comio”, pero todos los “adornos” que se le an sumado le comunican anplitud, beyesa, claridad y
picardia a la idea primaria que de no ser por esos agregados, resulta carente de emosion o
malisia. Que Carlos aya comido es insustansial, pero si lo iso con una amiga la cosa canbia.
Porque ¿qien era esa amiga? Y por ai sigue el cuento, dandole al abla cotidiana esos matises que
asen de nuestro idioma uno de los mas lindos del mundo. Ademas, que conbierten a nuestra
jente en los pueblos mas y mejores conbersadores del planeta (chismosos).
El uso de estos adornos es lo que le da sabor y picante a nuestras charlas; y ninguno de
eyos debe ser motibo para que el ablante se sienta encasiyado en una determinada categoria de
delincuente del idioma. Es claro que ay formas que deben ebitarse pues constituyen maneras
propias de personas de muy bajo nibel cultural; sin enbargo, no se les debe tratar como barbaros,
bulgares o arcaicos. En America solo son bariantes del Ameriñol. Si un dominicano me dise
que cuando salio de su casa serro la “puelta”, eso no debe constituir motibo de burla o critica,
sino de admirasion ante la riquesa de formas que utilisamos los ameriñoles al ablal.
El orden en el cual esten los elementos del lenguaje es lo de menos, sienpre y cuando
entendamos lo que nos disen, y a la bes, que nos agamos entender.
La orasion gramatical esta formada de nuebe partes que son: Berbo, adberbio, nonbre,
adjetibo; prononbre, preposision, conjunsion, articulo e interjecsion. Algunos gramaticos
eliminan la interjecsion por considerarla como una orasion por si sola. Otros escluyen tanbien al
articulo porque disen que solo es un adjetibo demostratibo con debil sinnificasion. Tanbien
suelen escluir al prononbre porque aseguran que no tiene sinnificado por el mismo.
227
Como pueden ber nuestros amigos ameriñoles, ni siquiera entre los gramaticos se ponen
de acuerdo aserca de quien es qien en estos enredos que an echo del idioma. Nosotros no
pretendemos que nadie se aprenda esas engorrosas clasificasiones, y solo las mensionamos para
que aqueyos que no se an tomado la molestia de abrir un libro de gramatica, sepan que estas
cosas ecsisten y que son la causa de que miyones de personas en America detesten el estudio
formal de las bases de la lengua, lo cual es una lastima.
Resumiendo: la orasion consta de nuebe partes, dos de las cuales son las mas inportantes
desde el punto de bista del discurso: el sustantibo y el berbo. Las demas, constituyen lo que
yamamos adornos y conectores. Los adjetibos y adberbios, que suelen calificar y modificar al
sustantibo y el berbo, son adornos. El prononbre tanbien partisipa de esa categoria, pues suele
jugar un papel inportante para ebitar la repetision de los nonbres en la orasion; ademas, le dan a
esta mas elegansia. Y en ese sentido, son adornos en la orasion. Asi, ebadimos desir:
Carlos le iso un regalo a Maria, y Maria (eya) se sintio muy felis por la cortesia de Carlos (el).
Pero eso solo es cuestion de gusto y refinamiento propio de aqueyos que escriben de
manera profesional, pues el comun de la jente no esta obligada a saber de memoria todas las
reglas gramaticales o los prinsipios basicos de la estilistica. Es sierto que nuestros pueblos
tienen defisiensias idiomaticas, pero antes que aprender gramatica, tienen que yenar otras
nesesidades que son mas apremiantes. Cuando ayamos salido del atraso economico que nos
aoga, las jubentudes podran dedicarle mas tienpo al refinamiento de la lengua. En este sentido,
el Ameriñol es un paso intermedio, una espesie de tregua entre lo que somos y lo que podemos
yegar a ser. Y mientras tanto, este solo debe ser una ayuda al serbisio del desarroyo. El
lenguaje no debe ser un estorbo ni un lastre en el despegue asia el progreso.
Es posible quen el futuro tengamos que inbentar un buen numero de reglas basicas, pero
JAMAS regresaremos a las normas ortograficas del español peninsular. Ese es un camino en el
que no ay marcha atras; es una larga y dolorosa senda que emos recorrido durante casi sinco
siglos, y en la que NO DEBE aber retorno. Nunca mas bolberemos a escribir Siudad con C,
ni Sapato con Z.
Las conjunsiones, como su nonbre lo dise, son los conectores por ecselensia. Segun los
gramaticos ecsiste un infierno de eyas: copulatibas, disyuntibas, continuatibas, ilatibas,
adbersatibas, etc., etc. Sin inportar su nonbre o funsion espesifica, todas sirben para estableser
conecsiones entre las partes prinsipales de la orasion. Aprenderselas de memoria no solo es una
tonteria sino que es casi inposible; pero esto no debe ser motibo de preocupasion, pues la mayor
parte de los ameriñoparlantes las utilisamos bien sin saber a qe clase pertenesen; y ni siquiera
228
sabemos si son conjunsiones o preposisiones. Aparte de un maestro de gramatica ¿a qien le
inporta qe cosa es o, por consiguiente, ni, que, porque, mas, empero, ahora bien, una vez que,
con tal que, sin embargo. Y todos usamos estas conjunsiones sin saber que son esa parte de la
orasion. Pero lo peor es que las mismas palabras pueden perteneser a uno y otro tipo de
conjunsion. Pues es una conjunsión ilatiba, pero tanbien es causal. ¿Entonses? ¿Como diantres
ase un colejial para saber si es una cosa o la otra? Segun el contecsto nos dira un maestro de
gramatica; pero eso es una perdida de tienpo. ¿Qe ase un estudiante de español con memorisar
sentenares de palabras que segun la orasion pueden ser continuatibas o ilatibas? Y si logra
aprenderse todo eso, ¿para qe le sirbe, que probecho le puede sacar?
Las preposisiones tanbien son conectores. Son diesinuebe: a, ante, bajo, cabe, con,
contra, de, desde, en, entre, hasta, hacia, para, por, segun, sin, so, sobre, tras. Por dicha que son
tan pocas y su memorisasion no es cosa del otro mundo; sin enbargo, su uso es una cuestion
conplicada, de acuerdo con las innumerables reglas que an urdido los gramaticos. Aqui no
diremos mas de eyas, pues en el aparte llamado Uso de las preposisiones, beremos como estas
palabrejas jeneran una infinidad de errores conosidos como solesismos, barbarismos, idiotismos
y toda clase de adjetibos peyoratibos a los que se ase acredor todo aquel que no domina ese
enredo que, al final de cuentas, para nada sirbe. Las preposisiones, lo mismo que el adberbio y
las conjunsiones son partes inbariables de la orasion, es desir, que no sufren canbio alguno
(acsidentes gramaticales). No son como el berbo que suele ser bictima de sinco acsidentes que
eleban su conplejidad asta nibeles increibles (bos, modo, tienpo, numero y persona). El
prononbre le sigue en lesiones, con tres: jenero, numero y caso. Despues estan el articulo,
adjetibo y sustantibo con dos acsidentes cada uno: jenero y numero.
Al final nos quedan las interjecsiones, esas particulas a las que unos gramaticos
consideran parte de la orasion y otros no. Por comodidad la bamos a catalogar como una parte
inbariable de la orasion, y agregamos que no tiene acsidentes gramaticales. Sirben para espresar
tristesa, alegria, sorpresa, asonbro, dolor...
¡Epa! ¡Demonios! ¡Jueputa! ¡Qe barbaro! ¡Animal! ¡Ah! ¡Hola! ¡Ay! ¡Uf! ¡Zape! ¡Oh!
¡Dale que dale! Cada una de eyas tiene categorias diferentes tales como propias, inpropias y
locusiones interjectibas, lo cual conplica el asunto de manera absurda. Por dicha en el Ameriñol
estas clasificasiones caresen de inportansia, y solo sirben para tener puntos de referensia. Usted
dira si las intejecsiones son orasiones o parte de estas. En el Ameriñol no ay dogmatismo ni
inposisiones de clase alguna. Y en caso final, lo que inporta es que cuando usted le grite a
229
alguien que esta en peligro inminente: ¡Cuidado!, la persona a quien se lo diga lo entienda con
la belosidad del rayo, sin detenerse a pensar que clase de palabra es.
Cuando dijimos que la jente no esta obligada a aprender de memoria tantas reglas,
queremos que se nos entienda bien qe es lo que queremos desir. No se trata de que nos
oponemos al aprendisaje para caer en el caos; al contrario, el estudio debe ser el sueño, objetibo
y anbision de todos nuestros pueblos. Lograr lo macsimo en el dominio de la siensia y todo
aqueyo que nos condusca al progreso y la felisidad. Sin enbargo, en America el español es un
lastre que a arruinado la bida de miyones de onbres y mujeres que an bisto cortados sus sueños
de estudiantes porque se “quedaron” en casteyano. Y eso es un absurdo que no debemos
permitir mas. Una futura briyante biologa marina o un gran injeniero electrisista pueden
quedarse al marjen del proseso educatibo porque fueron aplasados en Español en el bachiyerato.
Y eso no solo es un desperdisio inaseptable, sino un CRIMEN que los latinos NO podemos
permitirnos. No saber cuantos malditos cabayos salen en “Don Quijote”, no debe ser
motibo para que un adolesente bea frustrada su bida. No tenemos dinero para eso.
230
LA ORTOGRAFIA
Este es el gran punto de diberjensia entre el español y el Ameriñol; la causa que nos a
yebado al planteamiento de la propuesta de separasion de nuestro idioma español americano del
de España. Pero entendiendo que esta solo es en el plano de la escritura, y de una multitud de
reglas gramaticales cuya eliminasion en nada afecta nuestra forma de ablar ni la capasidad de
comunicarnos. Tanbien es una cuestion de orden jerarquico o subordinasion, segun quiera berse.
Nosotros somos quinientos miyones de personas, lo cual nos confiere la capasidad y el
derecho de ser los rectores de la bariante del español que ablamos. Ya es ora de que nos
agamos cargo del comando de nuestras academias de la lengua, y que dejemos de estar
pendientes aserca de lo que la Academia española dicte en materia idiomatica.
Mucha jente cree en forma malisiosa y de menospresio por nuestro talento, que si nos
encargamos de la direcsion de las cuestiones que atañen al idioma puede sobrebenir el caos
lingüistico en el continente, pero eso no es sierto; lo a probado la istoria desde que logramos la
independensia de España. El malinchismo suele estar presente en muchos latinos con
pretensiones de europeos o europeisados. Un ejenplo de estos es la actitud que tomaron algunos
panameños en cuanto al traspaso del canal. Muchos siudadanos de ese pais pedian que se
quedaran los gringos administrandolo, porque creian que sus conpatriotas eran incapases de
aserlo.
Situados a miles de quilometros unos de otros, nuestros pueblos mantubieron la unidad
idiomatica a pesar de la politica, el aislamiento, la falta de comunicasion y el analfabetismo.
Abandonados a nuestra suerte por el inperio español, es un milagro que no tengamos por
lengua ofisial el ingles, pues la “madre patria” nos dejo a mersed de los Estados Unidos en
todo sentido.
El idioma es una cadena muy poderosa para ser rota por la aprobasion del Ameriñol
como lengua ofisial de los paises ispanoparlantes. Ademas, no es que bayamos a canbiar de
idioma; solo bamos a liberarnos de la autoridad de la Academia y sus reglas que no cuadran con
nuestra manera de ablar. En espesial la ortografia, materia que esta fundamentada en la fonetica
de los españoles, lo cual nos coloca en desbentaja.
Se dise que muchos de los esclabos negros del sur de Estados Unidos creian que si eran
liberados se moririan de anbre y que se los yebaria el Diablo, y muchos prefirieron seguir con
sus antiguos amos a pesar de ser libres ofisial-e. Y esa conducta tiene su esplicasion en “la
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fuersa de la costunbre” y en el basayaje mental que yega a produsirse despues de muchos años en
posision de serbidunbre o inferioridad. Es el mismo temor que a mantenido a nuestros
gramaticos atados al carro idiomatico español; como los negros manumitidos, no saben qe
podrian aser con su libertad, lo cual es la causa de su apego a los dictados de la Docta y el
DRAE. Pero no deberian temer ante esta beya abentura que, tarde o tenprano, tendremos que
inisiar en solitario, sin el apoyo de los españoles o su Academia, pues ya somos mayores de
edad.
Aora que ay telebision mundial y se an borrado las barreras del espasio y del tienpo, es
cuando estamos en mayor contacto con todo el mundo, en espesial con los ispanoparlantes.
Bemos los canales arjentinos, mejicanos, chilenos, benesolanos y españoles. Distinguimos sus
asentos de inmediato y sabemos de donde son. En la telebision mejicana oimos tipos que de
inmediato identificamos como arjentinos o cubanos, y no por eso dejamos de entenderlos.
Tienen su bariante nasional de ameriñol, pero en esensia, es la misma lengua que se abla en
Onduras, Colonbia, Ecuador o Uruguay. ¿Qe costarrisense puede desir que no entiende a un
peruano cuando lo oye ablar? Notara su entonasion diferente, pero lo entiende.
En este tienpo de telecomunicasiones meteoricas en el mundo, es inposible la perdida de
la unidad idiomatica; al contrario, la lengua se ba unibersalisando y cada dia nos enriquesemos
mas y mas con el aporte de otras comunidades del mundo. Bocablos que ase unos años no
ecsistian en el español de Costa Rica, aora son parte de nuestro lenguaje, aunque los puristas del
idioma se opongan. Desenas de palabras “made en Mexico” forman parte de nuestra parla; son
tantas y tan bariadas, que ya ni siquiera sabemos de donde binieron. Mientras ubo aislamiento
no las conosiamos, pero cuando bino el sine mejicano, en forma sutil fuimos inbadidos por eyas
y fueron adquiriendo carta de nasionalidad no solo aqui, sino en toda la America Latina. Lo
mismo susedio con el arjentino; nos yenaron de numerosos terminos que oy forman parte del
abla nasional.
Y ni que desir de la influensia de los chilenos. Cuando binieron, trajeron con eyos no
solo su cultura que en forma jenerosa entregaron en nuestras unibersidades a sus alunnos, sino
que isieron que desenas de sus formas de espresion bernaculas ingresaron al abla costarrisense.
Tales como “cualquier cantidad” o “nada que ber”. Tanbien tenemos que considerar la
influensia de los benesolanos a trabes de sus populares telenobelas, con las cuales no solo nos an
tomado por asalto emosional-e, sino que an echo un aporte notable al lecsico natibo. Y por si
eso fuera poco, esta el factor de las migrasiones, mediante el cual los pueblos inbasores ban
dejando su inpronta cultural en las nasiones güespedes. En Sentroamerica es el caso de los
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salbadoreños en Onduras y Guatemala, o el de los nicas en Costa Rica. Con estos ultimos
binieron el bigoron, el pinol, el pinoliyo, el bajo, la “cosa de orno”, la semiya de jicaro, el “puej”,
los nacatamales y toda una enorme riquesa cultural que, de forma sijilosa, se esta filtrando en
nuestra sosiedad. Yegara el momento cuando nadie pueda distinguirlas y formaran parte del
aserbo crioyo. Tanto es asi, que ya el DRAE consigna las palabras pinol y pinoliyo como
rejionalismos de Costa Rica.
Ya enpeso la confusion diacronica en donde las bertientes lingüisticas se difuminan y se
pierden. En sien años mas, nadie sabra donde nasieron el pinol y su ijo el pinoliyo.
No corre peligro de disgregasion o perdida el idioma Ameriñol ni su ermano menor, el
que ablan en España. La prueba esta en que sienpre que escuchamos la telebision española
sabemos que cuando pronunsian “aleta” o “Alantico”, quieren desir atleta y Atlantico. O
cuando disen “Voy a por ella”, tanbien sabemos que es que “Ban por eya”, sin la a. Esas son
las bariantes particulares que enriquesen la lengua, y el Ameriñol no tiene la pretension de que
los españoles aprendan a desir taxi en lugar de “tazi”, o que pronunsien bien las palabras fuego o
juego, en lugar de “fuogo” o “juogo”. Tanpoco queremos que los uruguayos dejen de desir
cabayyo. O que los nicas o arjentinos pronunsien bien la “ese”. Ni siquiera que los cubanos o
dominicanos dejen de desir la “puelta” o el “cuelpo”. ¿Y pol qe? Porque no dejamos de
entender lo que quieren o queremos desir, a pesar de la multitud de bariantes que pueda aber en
el Ameriñol. De manera que si alguien escribe Sapato y entendemos a qe se refiere, lo demas no
deberia inportar; pero es ai donde entra el gran problema dibisorio entre nosotros y los españoles:
cuando estas diferensias folcloricas y naturales se eleban a la categoria de delitos
ortograficos que deben ser castigados con seberidad, y sirben para frustrar a nuestros
jobenes estudiantes.
La ortografia es el punto de discordia, y no solo porque sea una parte de la gramatica que
corresponde solo a la fonetica de los españoles, sino porque es una injustisia que a cobrado un
presio demasiado alto a los latinos ameriñoparlantes Un costo que emos pagado con angustia,
temor, dolor y, sobre todo, con frustrasion. Durante siglos emos rejido nuestra manera de
escribir mediante un conjunto de reglas absurdas que ponen a los niños, jobenes y adultos en
condision de desbentaja idiomatica: escribir en español, a pesar de que ablamos en Ameriñol.
Mientras que los españoles ablan y escriben en español, nosotros tenemos que dominar dos
lenguas que difieren en su ortografia. Estimado lector, piense en este punto con cuidado; no
inporta que sea purista del español o sinpatisante de nuestra tesis. ¿Le parese justo que un niño
233
portugues tubiera que escribir con las reglas ortograficas del bulgaro? Y aunque el caso nuestro
no es tan estremo, el simil sirbe para darnos una idea del problema.
Ese es el absurdo que el Ameriñol elimina de un solo tajo con la nueba ortografia
fundamentada en la forma como ablamos nosotros, es desir, en la fonetica del Ameriñol. ¿Qe
dificultad puede tener un estudiante nuestro para escribir sapato, sapote, sigarro, siruela,
siensia, sirope, sierto o sinsel? ¡Ninguna! Para los niños no abria dificultad alguna; el
problema seria solo para los biejos, pero sobre todo, para aqueyos que ayan sido “bien
adiestrados” en la ortografia del idioma español. En estos es seguro que la costunbre jugara un
papel muy inportante en su negatiba para aseptar el Ameriñol, ya que la nueba ortografia
produsira en los usuarios una espesie de sentimiento de perdida muy doloroso. Nosotros lo
sabemos muy bien, pues emos tenido que acomodarnos a la idea de que debemos borrar de
nuestra mente el resultado de mas de medio siglo de estudio de las reglas gramaticales con las
que nos emos torturado con refinada e inesplicable crueldad. Esa parte emosional y frustrante la
entendemos muy bien. Pero a la bes, sentimos la nesesidad de liberar a los niños y jobenes de la
ingrata tarea de tener que luchar en contra de algo que no tiene sentido.
Los puristas se sentiran molestos, talbes frustrados, porque sentiran que no es justo que
de repente todo el mundo sepa escribir con correcsion, de acuerdo con la fonetica del Ameriñol.
Pero como conpensasion, les sujerimos que piensen en todo el dolor del cual se libraran sus ijos
y los ijos de todos. No mas barreras infranqueables de la ortografia, no mas aplasados en
“español”. El idioma conbertido en un aliado para obtener la bictoria y el acseso al
conosimiento y la felisidad. La lectura transformada en un plaser al serbisio de la potensialidad
personal. La oratoria elebada a la categoria de arma unibersal para triunfar en la bida.
Porque para eso es el lenguaje: para conbenser y dominar; para ganar confiansas y aserse notar.
“La boca es el fuego” dise el adajio, y no ay berdad mas atinada que esa. La materia conosida
como español debe focalisarse en dotar a los estudiantes latinos de la capasidad para utilisar el
abla como un istrumento de poder; en brindarles los elementos tecnicos de la oratoria, de manera
que sepan usar el idioma con la misma abilidad que lo ase un esgrimista con el florete. La
palabra es el arma del Juisio Final.
La escuela debe entrenar a los niños en como usar el lenguaje con bentaja, presision,
claridad y prontitud. Debe instruir a los jobenes para ebitar la “paja” e ir directo al grano, de
manera mas que no quepa duda aserca del mensaje que quieren enbiar a sus interlocutores. Un
discurso brebe y con las palabras presisas (ni mas ni menos), produse mucho mejor efecto que
media ora de berborrea “pajosa”. El ecseso desconsierta y ase que el oyente pierda el ilo de lo
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que le queremos desir. Y ese es el gran bisio que emos fomentado mediante el formalismo
gramatical. Tanta sintacsis, tanto berbo, tanta conjugasion “adecuada y correcta” an echo que se
pierda de bista el berdadero interes del lenguaje. Tanto emos pulido, asicalado y abriyantado el
arma, que emos olbidado para qe sirbe.
La escuela debe recuperar su funsion sosial y enseñar a los niños a pensar, pero a la bes, a
conbertir estos pensamientos en un istrumento que sirba a los fines inmediatos del usuario y no a
la conplasensia del sistema o de intereses ajenos a los del educando. La enseñansa del lenguaje
no debe ser un entrenamiento simiesco para que los niños aprendan a leer y escribir
“castisamente” como lo asen los españoles, o como dicta la gramatica o la Academia. Tanpoco
es para satisfacsion del maestro o el profesor, sino para que sea util al estudiante. No es para que
aqueyos puedan blasonar qe porsentaje de alumnos gano el año, sino para dotar a cada niño o
joben de las mejores armas para enfrentarse a su entorno. Porque en America, lo aseptemos o
no, la bida es una lucha cotidiana contra el medio.
Al prinsipio de este libro dijimos que los latinos somos los mejores conbersadores del
mundo, y es berdad. Tenemos esa abilidad como un don natural estraordinario; pero con un
defecto que debe correjir la escuela mediante el Ameriñol: somos pajosos a mas no poder. Ese
tanbien es “un don” que podemos pulir y transformar en algo balioso y al serbisio de nuestros
intereses. Todos podemos aserlo si se nos instruyen en las directrises basicas del idioma, sin
aogarnos con tanta regla inutil y aburridora y sin sobrecargarnos el disco duro con la
memorisasion de tanta majaderia que al fin de cuentas de muy poco sirbe.
Los educadores deben abandonar su papel de modelos a imitar, y conbertirse en
fasilitadores del camino. Tienen que difuminarse en el salon de clases, para ser solo un estimulo
casi inbisible que guie desde la penunbra el queaser de nuestros niños; el maestro debe bajarse
del pedestal y conbertirse en el ermano mayor. No el que lo sabe todo y pone las reglas, porque
el ecseso de tutelaje nos anula, sino el que conparte con sus alumnos la totalidad de los sueños y
la asperesa de la realidad que nos rodea. Pero para esto, tienen que transformarse y entender
cual es su berdadero papel en el desarroyo de la America Latina. Y cuando los dosentes
conprendan la inportansia del Ameriñol en la enseñansa, abremos inisiado el camino que
debemos recorrer asia un futuro de libertad e independensia berdaderas.
Una de las grandes falasias que se a introdusido a la sosiedad por medio de la escuela, es
la idea de que la ortografia es bital, inpresindible e irrenunsiable si queremos sobrebibir en el
mundo del idioma. Pero ese apego reglamentista no es mas que una arbitrariedad que solo es
consecuensia de la falta de reflecsion de los que an sido bictimas de esas ideas, ante las cuales no
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an opuesto el menor rasonamiento. Y eso es lo que estamos tratando de aser en este libro:
demostrar que se puede escribir bien, de manera que nos conprendan, sin saber ninguna regla
ortografica, objetibo que cremos aber logrado asta esta pajina.
La retorica (el arte de ablar) debe reincorporarse al sistema educatibo, pero
desprobista de floreos y todos los elementos superfisiales que la isieron caer en descredito.
Debe bolber a enseñarse este antiguo recurso del lenguaje, pero dirijido por la lojica (siensia que
espone las leyes, modos y formas del conosimiento sientifico) y enfocado asia fines practicos y
utilitarios. Ese es el reto de los maestros y profesores del Ameriñol: aser que el idioma sirba
para algo mucho mas inportante que la memorisasion de reglas inutiles que nada produsen.
Enseñar y aprender a rasonar sobre la plataforma de la lojica no es un pribilejio solo al alcanse
de academicos y filosofos; es una posibilidad de todo ser umano, sin inportar su condision o
grado de escolaridad. Los niños conserban incontaminada esa facultad, y es por eso que tantas
beses nos sorprenden y confunden con preguntas cuyo sentido, por procsimo o muy lejano, se
nos ase inconprensible. Todo mundo puede aprender a rasonar, sienpre y cuando no le ostruyan
esa capasidad natural con una enseñansa forsada y absurda, cuya utilidad nues bisible ni puede
ser captada por el estudiante. Como recordar los cubos de los primeros dies dijitos; o bien,
aprender a resolber logaritmos. O peor aun, adibinar como se conjuga el berbo abolir. ¿Sera
asi? Yo abolo, tu aboles o abueles, el abole, nosotros abolimos, ustedes abolen o abuelen,
“bosotros” abolis o aboleis. ¿o abolieis?
La ortografia es una de las partes mas asperas de la barrera idiomatica, pero grasias a la
sinplificasion que emos echo en el Ameriñol, los usuarios de esta lengua pueden desentenderse
de la gran cantidad de normas que conbierten al español en una carrera de ostaculos. Con sus
sientos de reglas y esepsiones, ase quel dominio de eya sea muy difisil y que solo despues de
muchos años de practica, el indibiduo se bea un tanto libre de su tirania. Sin enbargo, sienpre se
“mete la pata” cuando menos se piensa. No inporta cuantos años la ayamos estudiado, sienpre se
tiene miedo ante la escritura.
Aunque en el Ameriñol no sera nesesario memorisar nada de lo que sigue, aremos una
rapida bision de siertos temas para que los lectores conprendan mejor las rasones que emos
tenido para eliminarlas. Muchas de eyas, desde luego, desaparesen en forma automatica en
nuestra lengua con la sinplificasion del alfabeto. Otras, con la eliminasion del asento ortografico.
Y otra cantidad, con la fijasion espesifica de funsiones a siertas letras como la G, J, Y, C y S.
Lo demas que trataremos es un analisis de lo que yamamos las “fobias academicas” de
los gramaticos, material que constituye una patolojia espesifica que a angustiado a estas personas
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durante mucho tienpo. Parte de esos fantasmas ansestrales son los barbarismos, bulgarismos, la
anfibolojia, los solesismos y los arcaismos; pero lo que constituye el terror de los cultores del
idioma, la pesadiya real, son los neolojismos y estranjerismos. Estos son la causa del
permanente desbelo de los gramaticos, y cada bes que uno de esos bocablos es aseptado por la
Academia e incorporado al DRAE, es motibo de furia para estos feroses guardianes de la “puresa
del idioma”, no inporta donde ayan nasido. Bien pueden ser de las estepas arjentinas, del
altiplano de Bolibia o de la amasonia colonbiana, se sienten eridos y traisionados por la Docta
cuando esta toma la desision de incorporar al Mataburros alguna palabra como “ancestral” que
asta ase unos cuantos años, era considerada un barbarismo.
Esta ultima parte la utilisaremos con dos propositos que ustedes deben obserbar y
conpartir con nosotros: conprobar lo fasil que es escribir en Ameriñol. Y segundo, demostrar lo
difisiles y innesesarias que son las reglas con las que la gramatica nos a angustiado durante tanto
tienpo. Sobre todo, en la cuestion de los estranjerismos y neolojismos, motores bitales de
cualquier lenguaje, a pesar de lo que en contrario afirmen los pequeños academicos.
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INPROPIEDAD
Con el titulo de inpropiedad se cobija una serie de situasiones idiomaticas que son
normales en el abla popular, pero que a criterio de los pequeños academicos, resultan discutibles
o inadecuadas.
Ablando con apego a la realidad idiomatica, no ecsisten las inpropiedades del lenguaje,
sino bariantes de las formas de espresion tradisional. Inpropio solo es aqueyo que no sirbe para
estableser comunicasion; pero si los indibiduos se entienden con cualquier conjunto de bocablos,
se puede desir que estos cunplen su funsion basica y, por lo tanto, son apropiados.
Algunos gramaticos señalan como las dos fuentes mas comunes de este tipo de errores, el
mal uso de omonimos y paronimos; ademas, aqueyos que consideran inpropios por su
sinnificado. Recuerdese que omonimos son los terminos que se escriben igual pero que tienen
distinto valor. (tarifa y Tarifa, cabo y cabo, nada y nada). Y paronimos (para, serca o paresido y
onimo = nonbre) son aqueyas que son semejantes en su forma o etimolojia, pero con una
asepsion diferente.
Con la sinplificasion del abesedario del Ameriñol, la mayor parte de esos problemas
desaparese, y el sentido de los omonimos queda definido por el contecsto. Sin enbargo, en el
caso de los paronimos, es obio que el problema es una cuestion cultural mas que de ortografia.
Beamos el ejenplo de los paronimos abrasar y abrazar, que equibalen a quemar y dar un
abrazo. Pero antes de aser la conparasion debemos aclarar que abrasar (quemar) no es de uso
comun en America. Solo la enplean aqueyos que desean inpresionar a sus lectores, pues el bulgo
dise: “Se quemo” o “El fuego lo quemo”. Entre nosotros es una pedanteria desir que: “El
fuego lo abraso”. Y el que utilisa esa frase por escrito, debe tener mucho cuidado y sersiorarse
de que ba con S, porque si la escribe con Z, se abra metido en un lio. Pero ya que emos
eliminado la Z, anbas palabras se conbierten en omonimas, cuyo balor lo determina la orasion en
la que esten incluidas. “La madre le dio un fuerte abraso a su ijo”. “El sujeto se abraso en
la oguera”. Y asi podriamos continuar con muchos ejenplos que crean problemas solo por la
inclusion de letras innesesarias. Sigamos. Bazo – vaso – baso. Ya que en Ameriñol no ay V ni
Z, todos esos bocablos quedan redusidos a baso, y como en el ejenplo anterior, el enigma de su
equibalensia se resuelbe segun en contecsto. “Lo operaron y tubieron que estraerle el baso
(organo)”. “Se tomo un baso (copa, resipiente) de bino”. “En eso me baso (apoyo,
sustento) para aser mis afirmasiones”.
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Lo mismo susede con deshecho y desecho, hierba y hierva, grabar y gravar, rebelar y
revelar, vos y voz, cita y sita, sima y cima y todas las de esa modalidad. Se escribirian: desecho,
yerba (o ierba), grabar, rebelar, bos, sita y sima. La cuspide de la sinplisidad. ¿Nues sierto?
Claro que es posible que ni siquiera aya nesesidad de utilisar el contecsto si el problema es
cultural y la persona solo sabe que sima es la parte mas alta de algo; pero a la bes, ignora que es
una cabidad muy profunda en la tierra. Casi todo la jente sabe lo que quiere desir la primera,
pero muy pocos el de la segunda, la que en español se escribe con S (sima). En este caso, el
problema es de lecsico, aunque no produsira daño alguno ya que el indibiduo que se refiera a la
parte alta, de todos modos escribira S ima , la unica forma permitida en el Ameriñol. Sero errores
de grafia.
Podriamos aumentar la lista con alagar y halagar, agito y ajito, arrollo y arroyo, Asia y
hacia, as, has y haz, bazar y basar, hasta y asta, hojear y ojear, haya y halla, combino y convino,
honda y onda. En todos estos casos no abria problema alguno, como ya lo emos demostrado. Al
no ecsistir la V, H, Z, Ll ni la regla de escribir M antes de B y P, desaparese toda posibilidad de
error, porque este nase de la ortografia forsada y artifisial del español. El enredo surje cuando
las personas quieren referirse al continente y escriben Hacia, Azia, Acia o Hasia. Pero al no
ecsistir la H, la Z ni la C funsionando ante la I o la E, tendrán que escribir Asia, ya que no ay
otro camino. La panasea ¿no es berdad? Claro que podrian escribirla con minuscula, pero ese es
un problema minimo que a partir del terser grado de escuela deja de serlo (asunto de los nonbres
“propios”).
En cuanto a los paronimos el problema es distinto, y la berdad es que muy poca jente
comete errores de esa clase. A los gramaticos les encanta ecsajerar y dramatisar estos casos, y
nos quieren aser creer en la frecuensia de errores que en realidad son muy raros en la escritura,
pues muchos de los bocablos que utilisan como ejenplos solo son parte del lecsico de personas
educadas, las cuales, si tienen dudas, suelen consultar el dicsionario. Y en cuanto a las palabras
bulgares, estamos seguros de que nadie confunde oveja con abeja; o adoptar con adaptar. Y
mucho menos apside (estremo del eje mayor) con abside (bobeda), porque estas son terminos
propios de la jente culta y no del pueblo, el cual suele ignorar anbos y no los usa para nada. Es
probable que un alto porsentaje de los lectores de este libro, aun siendo profesionales, jamas
ayan utilisado abside y apside, a menos que sean arquitectos, injenieros, dibujantes, matematicos
o algo paresido.
Tanpoco ay problema entre desvelar y develar. En la primera, todo el mundo sabe que
equibale a no dormir. En su segunda asepsion, el DRAE nos dise que significa descubrir,
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poner de manifiesto, los cuales no son muy conosidos de la masa en relasion con desbelar.
Nadie del bulgo dise: “Le desbelo el misterio”. Y en cuanto a debelar (quitar o descorrer el
belo que cubre algo), tanpoco forma parte del bocabulario del populacho. Este suele utilisar la
archiconosida “destapar”; o bien, la alternatiba un poco mas culta descubrir.
Tanpoco es sierto que alguien pueda confundir seso con sexo, mollera con molleja,
prejuicio con perjuicio, secesion con sucesion, onroso con oneroso, sesion con seccion o yerro
con hierro.
Si es posible, y se oye mucho en nuestro medio descanbiar por canbiar, dictar clases por
dar clases; con alguna frecuensia se escucha jente que confunde el dintel (parte superior de la
puerta) con el unbral de esta; pero eso solo le susede a aqueyos que sin tener un dicsionario a la
mano o que tienen peresa para consultarlo, tratan de utilisar “palabras de dominguear” para
apantayar a los demas. Claro qe esos dos terminos forman parte del bocabulario de la jente culta
(o espesialisada) y no del pueblo, y es muy difisil que aqueyos las equiboquen. Tanbien es
bastante comun el uso de regresar por debolber, libido (amoratado) por palido; topico (lugar
comun, bulgar, tribial, cliche y otros mas) por tema; berso por poesia. Sin enbargo, todo el
mundo conprende cuando la jente dise: “Ya me regreso el libro que le preste la semana pasada”.
De la misma manera que las personas entienden topico por tema, y libido (lívido en español) por
palido. Tanbien berso por poesia. Tarde o tenprano la Academia tendra que admitirlas en el
DRAE con esos sinnificados que su majestad el pueblo les a atribuido, porque es este el que crea
el idioma; y si la mayoria dise que topico es un tema, asi debe ser. De igual forma como lo
isieron con manjar, que antes se referia a cualquier comestible. Sin enbargo, oy todos usamos
“manjar” solo para referirnos a platiyos esquisitos y se a conbertido en sinonimo de ricura o alta
cosina. Cuando desimos le sirbieron “unos manjares” no pensamos en arros y frijoles, sino en
comidas delisiosas para paladares pribilejiados. En tan solo unos pocos años, su sentido jenerico
bario y se iso espesifico como sinonimo de delisia. El pueblo lo inpuso.
En todo caso, en el Ameriñol son bienbenidos esos terminos, sienpre y cuando sean
monedas de curso legal en todo el continente y todos entendamos qe queremos desir con eyos.
Las bariantes que los americanos introdusimos en nuestra lengua, de ninguna manera se
deben considerar como bisios o defectos, sino como riquesa idiomatica; como bariedad
estraordinaria, producto de nuestra creatibidad. Las mil formas de ablar el Ameriñol a todo lo
largo del continente, no es sino la prueba irrecusable de nuestro jenio creador e inbentor de
estilos, figuras y significados mas o menos claros u oscuros en relasion con la parte de America
en donde ayamos nasido.
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“Nada tiene”. Me desia una señora uruguaya que cuando yego a Costa Rica la bisito
una dama tica a la que ofresio una tasa de cafe de la siguiente manera: “¿Se tomaria un
cafesito”? A lo que la señora le dijo: “Nada tiene”. Me contaba mi amiga que el “nada tiene”
la desconserto; no sabia si era un si o un no. Pero desidio serbirle el cafe, el cual disfruto muy
alegre la inbitada. Y a partir de ese dia supo que en Costa Rica “nada tiene” sinnifica que esta
bien, que la persona esta de acuerdo, que no inporta, que asepta la oferta o lo que sea. Y asi es
en toda nuestra America, miles de formas y palabras con sentidos raros al prinsipio, pero
entendibles con fasilidad. “Un (unagua) agua” en Mejico no es agua. Si en Costa Rica alguien
pide un agua, le dan agua. En Mejico le sirben lo que nosotros yamamos soda o refresco
gaseoso.
Somos pueblos creadores, y no puede ser que una Academia situada al otro lado del mar,
sea la que nos benga a desir qe esta bueno o malo en nuestras maneras de conbersar. Es
inaseptable que un grupo de gramaticos ajenos a nuestra bida, istoria, cultura y situasion politica
y economica, se arroguen el derecho de desirnos como debemos ablar, o qe palabras (que son de
curso legal en America) no resiben el reconosimiento de la Docta. Es ora de crear una
Academia del Ameriñol en nuestro continente. Una independiente en todo sentido. Con sedes
en cada pais latino, de manera que sean estas las que cordinen todo lo que se refiere al Ameriñol
Basico, aquel que sera de uso jeneral en todo el continente. A la bes, tendran la responsabilidad
de crear sus dicsionarios locales de boses costunbristas o rejionalismos. Como emos esplicado
asta aqui, no se trata de formar otro idioma diferente al español, pues eso no tiene sentido. Pero
no se puede negar que las diferensias foneticas que determinan la ortografia del idioma, causan
una desbentaja insuperable e injusta para los americanos. Y eso debe ser correjido.
Sin enbargo, es obligado aser una aclarasion: los ispanos NO NOS INPONEN
NADA. Eyos asen sus reglas gramaticales y su DRAE para los españoles, y eso es correcto.
Somos nosotros los sometidos que, de manera ofisiosa (“sapismo”), nos ponemos bajo la tutela
de la Real Academia para que nos dirija. Son nuestros academicos los que, faltos de bision y
agayas, actuan como falderos sin que nadie se los aya pedido. El basayaje de la America Latina
en cuestiones idiomaticas, es un acto espontaneo deribado de la costunbre de sentirnos inferiores
ante los europeos. Es el ultimo eslabon de la cadena colonialista; pero de una cadena que
solo nosotros insistimos en mantener atada. Asi que cuando desimos la “Academia, el
DRAE o los españoles”, en realidad nos estamos refiriendo a los nuestros; a los malinchistas
americanos que insisten en una subordinasion que nadie les esta pidiendo ni, mucho menos,
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ecsijiendo. A los españoles les inportamos un tacaco, a menos que sea en algun negosio para
tirarnos.
La Academia Americana del Ameriñol sera la encargada de publicar nuestros
dicsionarios y tecstos de gramatica, de acuerdo con la manera como ablamos nosotros. Con la
mayor sensiyes posible, de modo que se abran las puertas a todos los escritores sin nesesidad de
que sean jenios en los misterios de la gramatica o la estilistica. Unos dicsionarios y una
gramatica que permitan que cualquier persona imajinatiba pueda plasmar sus ideas en el papel,
sin miedo a incurrir en el sinnumero de “bisios y defectos” que, segun la Academia, cometemos
todos aqueyos que no somos gramaticos consumados.
Como el bocabulario fundamental sera de apenas sinco mil palabras en el Dicsionario
Basico, este bien puede incluir un brebe capitulo sobre Gramatica elemental. Unas cuantas
jeneralidades que sirban para mantener la unidad idiomatica continental en orden. Nada de
conplicasiones ni temas muy profundos, sino una tematica brebe que pueda poner en perspectiba
todo el panorama de como esta estructurada la lengua. Tres paginas para esplicar el berbo, tres
para el sustantibo, tres para los adjetibos, tres para los adberbios, dos para los prononbres, una
para las conjunsiones, una para las preposisiones y asi por el estilo. Una gramatica que no
sobrepase las treinta pajinas. Y solo para aqueyos que tengan un interes espesial en eya:
estudiantes de colejio y unibersidad. Una pinselada, como la que emos dado en este libro. Que
la jente sepa que ay algo que se yama interjecsion, berbo, conjunsion y sustantibo, pero que no
inplique la obligasion de aprenderselos de memoria ni tener dominio sobre ninguna regla para su
aplicasion.
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BARBARISMOS
Con este nonbre se conosen aqueyas formas que deriban de errores de asentuasion,
modificasion de letras o articulasiones diferentes a la “normal” o gramatical. Ay algunos
defectos del lenguaje que se deben a problemas fisicos del ablante, pero como eso es una
cuestion diferente, solo los mensionaremos para que el lector tenga nosion de eyos. Son la
balbusensia, el tartamudeo y el gangueo. Luego estan los que si se consideran barbarismos
prosodicos. Estos son:
El ceceo
Seseo
El yeísmo
Lalación
Taucismo
Rotacismo.
El Ameriñol sostiene que estos estilos diferentes de ablar no son bisios ni barbarismos del
idioma, sino formas caracteristicas de pronunsiar que nuestros pueblos an desaroyado de una
manera inperseptible y que, a beses, nada tiene que ber con la cultura de los indibiduos. Es
seguro que la mayoria de los dominicanos y cubanos educados saben que “no se debe” desir
puelta o cuelpo y, sin enbargo, asi pronunsian esas palabras aunque las escriban de manera
“correcta”. ¿Cuando y por qe empesaron a desir comel, bebel, tenel y pensal? No se sabe ni
tiene inportansia alguna. Lo que cuenta es que se entienden entre eyos, y que nosotros tanbien lo
asemos. Es berdad que al prinsipio nos desconsierta y puede probocarnos una sonrisa malisiosa,
pero no es menos sierto que los conprendemos. Peldel es una bariante crioya caribeña de perder,
que los gramaticos consideran como un bisio yamado “lalasion”, pero que el Ameriñol lo estima
como una forma mas suabe de pronunsiar la dura R final del español perdeR.
En Costa Rica y Chile ecsiste una forma rarisima de pronunsiar las silabas TRAS, TRES,
TRIS, TROS, TRUS. Se dise algo asi como “tchras, tchres, tchris, tchros...”. No ay fonemas
que puedan replicar ese sonido que ticos y chilenos le dan a esas silabas. Sin enbargo, quisas
porque somos muy pocos, no an encasiyado estas formas de dicsion con alguno de los terminos
peyoratibos con los que suelen clasificar todo aqueyo que se aparta de la ortodocsia. Para los
academicos esto es un ebidente barbarismo prosodico, una manera bisiosa de ablar, un delito
idiomatico. Pero para ticos y chilenos es una caracteristica muy propia de entonar esas silabas;
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algo que les da un estilo muy personal dentro de la igualdad idiomatica de la America
ameriñoparlante.
Y ni qe desir de un sonido tan espesial que los puertorriqueños le dan a siertas silabas
formadas con la “r”. La primera bes que los escuche, me produjo una inpresion dibertida.
“Grasias al gran desarjollo de Puelto Jico durante los ultimos años...” El sonido que le
inprimen a esa silaba subrayada no se puede escribir, pues parese que les sale de lo mas profundo
de la garganta, del estomago talbes. Se parece un poco a esa “rg” gutural de los franseses
cuando disen “bergde” por berde. Ay que oirlo de un boricua para poder conprenderlo. Solo
los que lo an escuchado de biba bos de un puertorriqueño puede entender este intento de
esplicasion. Y no estoy ablando de jente inculta, sino de profesores unibersitarios con los que
departi durante barios meses en la Universidad de Rio Piedras. Entonses ¿qe derecho tiene un
academico español para desirles que esa linda forma de ablar es errada?
En cuanto al yeismo, casi cuarenta miyyyones de arjentinos les disen a los gramaticos
que se bayan a la porra. La bariante arjentina del Ameriñol es una de las formas mas lindas y
cantarinas de ablarlo. Eyos asen musica con el idioma, en espesial las mujeres (las minas), pues
escucharlas es un deleite. Pero en el caso de los ches no solo es la cuestion del “peyejo” o el
“cabayo”, sino la multitud de palabras que forman parte de su lecsico particular; casi se puede
desir que ay un “idioma arjentino” (el lunfardo) detras de la formalidad del español que ablan.
Un lenguaje que si se profundisa en lo coloquial de siertas clases sosiales, puede aserse casi
inintelijible para el resto de los ameriñoles. ¿Y podria desirse que esas son formas bisiosas o
incorrectas? ¡Claro que no! Tanpoco se puede afirmar que esa sea una manera barbarica de
ablar el español, pues este permanese muy arraigado en el abla del arjentino; es la esensia de su
estilo de comunicasion, pero eyos lo an enriquesido de tal manera que, lejos de ser inadecuado,
lo an conbertido en una lengua melodiosa yena de formas poeticas; de palabras sonoras que,
siendo las mismas del español, las an enbeyesido con otros sinnificados mas rejionales y
distintibos. ¿Qe tiene eso de malo? No todos podemos ni debemos ablar como los españoles.
No tenemos porque desir: “bosotros teneis”. Ni escribir sapato con Z.
El seseo, bisio que segun la Academia consiste en pronunsiar la S en lugar de la C o la Z,
como en matanSa, pieSa, carSel. Pero resulta que esa es la forma normal de ablar de
quinientos miyones de americanos que jamas emos pronunsiado la Z ni la C con la fonetica
española. Nosotros emos dicho, desimos y diremos por sienpre: SerbeSa, sinSero, cabeSa,
SinSel, Sapato, Sapote. Nos negamos en forma rotunda a aseptar que nuestra forma de ablar sea
bisiosa, solo porque no encaja con la de unos cuantos que se an arrogado el derecho de desir qe
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es correcto o no en el español; y protestamos ante el irrespeto de un grupito de jente que pretende
ponernos en la condision de barbaros del lenguaje porque no ablamos como ese grupo
insinnificante, conparado con los sientos de miyones que somos los americanos. Asi que si
desimos SerbeSa, estamos en lo correcto.
El ceceo es un problema propio del abla de los españoles, asi que no diremos mucho
sobre este estilo que es ajeno a los americanos. Esta practica consiste en la pronunsiasion
ecsajerada de la Z y la C, problema que no tenemos en America, pues no utilisamos esas letras
con ese sonido que le dan los ispanos. Son eyos los que disen “Ceñó” por señor, “Madriz” por
Madrid, “Aci” por asi, y “taci” por taxi.
En cuanto al rotacismo, tanbien es una manera grasiosa de ablar propia de los bailaores
jitanos. Se dise que es un modo bisioso de utilisar la RR al pronunsiarla de forma gutural en bes
de lingual; o bien, introdusiendola en el lugar de otra letra. Al Ameriñol le paresen bariasiones
muy lindas para inprimirle caracter e indibidualidad al español sinplon y apegado a las reglas.
“Arma mía de mis amores” no es una pistola o una escopeta; es una chica, una mosa, una maja,
una mina, una nena, una chata. “No espereis a que buelba la carma (calma)”. “Niño, el
orfato (olfato) me dise que las cosas no andan bien”. Al estilo de Lola Flores.
El taucismo es el intercanbio de la t por la d, costunbre que, asta donde sabemos, no es
una caracteristica jeneral en alguno de los pueblos ameriñoparlantes. Entre nosotros es una
condision indibidual que consideramos como una espesie de minusbalia personal, y a los que son
bictimas de eya les desimos sopetas; pero no los consideramos como barbaros prosodicos, sino
como personas con algun grado de incapasidad articulatoria. Sin enbargo, en la telebision
española si escuchamos con mucha frecuensia desir Madrit y otros terminos con esas
caracteristicas de uso de la T en lugar de la D. Por lo tanto, tanbien es un problema del mal
casteyano que ablan los ibericos.
El enfoque que asen los peninsulars del idioma es una bision etnosentrista. Dan por un
echo que lo que eyos asen, disen o se imajinan es lo correcto, solo porque son españoles y, en
sierta forma, los dueños primitibos del idioma. Y a partir de esa conclusion arbitraria, nos pasan
el rasero que eyos an determinado que es el castiso o perfecto.
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BARBARISMOS ORTOGRAFICOS
Barbarismo es, segun definision gramatical, toda forma de escritura incorrecta de
palabras; lo mismo que toda falta de pronunsiasion; ademas, el uso de bocablos indebidos.
De acuerdo con la etimolojia de la palabra barbaro, esta nos yega del griego a trabes del
latin, y su sinnificado es estranjero. El DRAE nos da barias definisiones, pero la que se ajusta
a la cuestion gramatical es la que dise: 1) “Vicio del lenguaje que consiste en pronunciar o
escribir mal las palabras, o en emplear vocablos impropios”. 2) Ling. Extranjerismo no
incorporado totalmente al idioma”.
Nos dise la Gramatica que ay barbarismos orijinados en el mal uso del adjetibo, del
adberbio, articulo, de la conjunsion e interjecsion; del nonbre, de la preposision, del prononbre y
del berbo. Una lista tan atemorizante que si le isieramos caso, nadie abriria la boca ni para
bostesar, y mucho menos para aser el intento de ablar. Tal es el terrorismo gramatical.
¡Camine! --nos dise la gramatica-- pero todo el suelo esta yeno de minas y se pare donde sea, una
lo rebentara.
Es sobre ese terreno que marcharemos durante las procsimas pajinas, tratando de que
nuestros lectores pierdan el miedo esenico a partisipar en la creasion y remodelasion de su
propia lengua; sin temores ni coacsion alguna. Recordemos que los gramaticos son muy abiles y
efectistas en sus intentos de intimidasion para demostrarnos qe tan difisil es la ortografia.
Sienpre escojen ejenplos rebuscados y casi inecsistentes en la bida real, para conbensernos de
que si omitimos un partisipio o lo rebolbemos con el caso acusatibo se caera la torre de Pisa; o
que si conjugamos mal el berbo derretir, el mar se tragara la isla de Corsega. Pero la berdad es
que en el abla popular casi no ecsiste problema alguno; estos solo se produsen cuando se escribe
y esta escritura es sometida a todas las normas y nesedades de la gramatica.
Barbarismos son aqueyas palabras estranjeras que tanto incomodan a los “guardianes de
la puresa del idioma”. Pero lo peor de todo es que estos, en su mayoria, son americanos. Son
estas personas, mas papistas que el Papa, las que sufren en forma orrible cuando la Academia,
ante el enpuje de la realidad popular, admite nuebos bocablos en el DRAE (neolojismos). En
esos momentos se sienten traisionados por la Docta, ya que despues de aber despotricado en
contra de siertas palabras durante años, de repente resulta que estas ya bienen en la nueba edision
del Dicsionario. Beamos algunos de esos artifisiales ejenplos con los cuales los academicos se
desnudan y nos demuestran qe tan atrasados andan en relasion con el pueblo, el berdadero
249
creador de la lengua. Bamos a anotar una serie de terminos sin los cuales usted no podria
conprender su mundo y que, sin enbargo, la Academia no las aseptaba, y no fue sino asta ayer,
en la XIX edision del DRAE que fueron incorporadas de manera ofisial como “palabras legales
en el español”. Bea usted si no es risible.
ESTAS PALABRAS NO ERAN ESPAÑOL, SEGUN EL DRAE Y LA ACADEMIA.
Abiogénesis Controlar Lupa Carné
Acuatizar Chalé Maquillaje Claxon
Aditivo Champiñón Maximizar Coctel
Adjuntar Decepcionar Obstaculizar Consomé
Aeronaval Delimitar Parqué Constatar
Alumnado Detección Pebeta (de pibe) Controlar
Alunizaje Desfasar Plató Yoquey o yoqui
Ameritar Detectar Polifacético Haraquiri
Apartamento Detective Presupuestar Hindú
Arribista Devaluar Productividad Láser
Audiovisual Eclosión Profesionalizar Líder
Autobús Efeméride Protagonizar Lupa
Avalancha Ejemplarizar Radar Yeísta
Balompié Espagueti Reencauchar Suéter
Baquelita Filmar Salvaguardar Tómbola
Béisbol Filme Señalizar Vikingo
Binocular Futbolín Sobrevolar Utillaje
Boicotear Hangar Subestimar Visualizar
Yogur
Estimado lector, ¿leyo bien las palabras anteriores? ¿Podria usted consebir el mundo sin
eyas? Y bea que no estamos ablando de terminos del siglo XVIII o XIX, sino de bocablos
populares y utiles desde que usted tiene memoria. Ayer en terminos istoricos. Fijese que fueron
incorporadas asta la edision XIX del DRAE. (Bamos por la XXII). Pero antes de esa ocasion
eran barbarismos. Es increible que radar, láser, protagonizar, profesionalizar y visualizar eran
barbarismos segun la Academia, asta que por la presion popular, tubieron que ser incorporadas a
250
la familia legal del español. Desde luego que ya la jente las utilisaba desde asia mucho tienpo,
sin inportar lo que dijera el Santo Ofisio de la Lengua. ¿Entonses? ¿Qe aser con barbarismos
como:
Miserabilísimo
El aguamarina (debe desirse la aguamarina)
Pobrísimo
Calientísimo
Tan es así
Cafeses
Agüelo (Ya la aseptaron)
Financista
Cangrena (ya lo aseptaron)
Compartimento (ya lo aseptaron)
Autodidacta (asta ase muy poco era barbarismo)
Examinarse de
Méndigo
Nunca antes
Video
Élite
A nombre de
En veces
Orfelinato
En base a
Buenísimo?
¿Seguimos satanisandolos, o enpesamos a darles la bienbenida al Ameriñol? Porque si la
palabra original es “bueno”, ¿por qe abriamos de desir bOnisimo? Tiene que ser buenisimo,
como calientisimo de caliente, tal como el pueblo lo a sostenido. La palabra orijinaria no es
calEnte, sino caliente, entonses, ¿por qe calEntisimo? ¿Como y de donde aparesio miserrimo?
Y si alguien es pobre, el superlatibo tiene que ser pobrisimo. Porque, ¿de donde sale
pauperrimo? ¿Y qe nos disen de pulquerrimo? Un termino que parese mas enparentado con el
pulque mejicano que con la idea de pulcritud. Si alguien nos da una RASON, retiramos el
251
alegato; pero una RASON, no una Norma de la Academia, deribada de una supuesta etimolojia
latina o griega.
Lo que apenas ayer eran barbarismos, resulta que ya no lo son. Aora son palabras
“legales” que pueden presumir de estar colejiadas en el Dicsionario; forman parte de la elite o
élite del idioma español. Y bean que utilisamos este bocablo porque casi todo el mundo dise
Élite. Y aunque segun el DRAE es elíte, con asento en la i, pronto tendra que ser aseptada la
forma élite. Asi que no se rian mucho de los que la pronunsian (barbarismo prosodico) con
asento en la primera e.
Espagueti, sobrevolar y sobrestimar eran barbarismos asta ase apenas unos pocos años.
¿Puede usted creerlo? Tanbien maquillaje, lupa y ameritar. Pero ¿qe nos disen de autobús,
balompié y filmar. Es posible que el promedio de los lectores de estos apuntes crea que se trata
de una broma y que esas palabras sienpre an estado en el Dicsionario desde que este se conpajino
por bes primera. Pero no es asi, esos bocablos fueron incorporados al DRAE apenas ase unos
pocos años, cuando se publico la edision XIX.
La gramatica y el DRAE estan plagados de arbitrariedades y actitudes casi ridiculas ante
la realidad del idioma. Incluso yena de contradicsiones que disen mal incluso de los pretestos
que utilisan para justificar sus errores y autoritarismo. Uno de eyos es el uso de la H, letra que
an mantenido contra biento y marea a pesar de las opiniones en contrario, no solo de los que
proponemos el Ameriñol, sino de connotadas autoridades gramaticales de la propia España,
como el Maestro Elio Nebrija. Los etimolojistas an inpuesto su capricho asta tal punto que a
despecho de la etimolojia, le an encaramado la H a palabras que en su lengua de orijen no la
tenian. Tales son los casos de Homófono, que en griego es omophonos; o Huebo, que en latin es
Ovum. La misma arbitrariedad an perpetrado con Hule, Hueso, Huerfano, Horda, Husmear, que
en su lengua natiba no tenian la H. Beamos Ulli = hule, ossum = hueso, orphanus = huérfano,
ordi = horda (turco), osmé = husmear.
Como parte de los barbarismos, tanbien nos señalan una multitud de frases y orasiones
selecsionadas en forma artifisial para demostrarnos qe tan util es estar al dia con las ultimas
disposisiones de la Academia. Sin enbargo, y esto es lo dibertido, en muchas gramaticas algo
biejas nos asen ber como errores barbaricos, formas de espresion que aora son naturales. Tal es
el caso de la palabra parisiense (del latin Parisiensis), y el lio que formo la Academia con su
negatiba a aseptar parisien o parisino, porque la primera se deriba del franses parisienne, lo cual
la conbertia en un intolerable galisismo. Es desir, la academia preferia el antiguo bocablo latino,
antes que la realidad de como le yaman los franseses a los natibos de su propia capital. Y eso es
252
un ridiculo en España, aqui o en cualquier parte y tienpo. Seria como que nosotros no
aseptaramos en el dicsionario del Ameriñol el jentilisio salmantino, y quisieramos que, a la
fuersa, se yamaran salamanqueños porque a nosotros nos da la gana.
De esa manera arbitraria y truculenta an yenado el idioma de tranpas absurdas para poner
a todo el mundo en condision de barbaros del idioma. Beamos mas ejenplos que estan “mal
escritos”:
Acredor Cien por cien Esquís
Aeródromo Bajo este punto de vista Motu propio
Altiplano Cóctel Orfelinato
Aparte de esto Checoeslovaquia Sea usted tan amable de
Arterioesclerosis Yugoeslavia Aída
Asola Sofía
Aunque ya en las ultimas edisiones del DRAE aparesen Altiplano, cien por cien,
Yugoeslavia, Checoeslovaquia, cóctel y otras, durante muchos años fueron consideradas como
barbarismos inadmisibles por ser un atentado contra la ortodocsia, ya que para altiplano ecsistia
la palabra castisa altiplanisie. Para sien por sien, siento por siento; y para cóctel o coctel (ya el
Dicsionario asepta anbas formas), se proponia “Bebida conpuesta de licores y otros
ingredientes”. Fue dura la bataya de años para que altiplano se colara en el DRAE; sin
enbargo, en este ecsiste la palabra Altiricón que sinnifica Altaricón. Y para saber qe es eso
debemos buscar el sentido de Altaricón, el cual nos dise el dicsionario que es una palabra que en
Cantabria, Nabarra y Leon utilisan para referirse a una persona muy alta y corpulenta. ¿Pueden
ustedes creerlo? ¿Qe nos inporta a los americanos que a un onbre muy alto le digan altiricon o
altaricon en Nabarra? ¿Como desperdisian tanto espasio en ese libro para contarle al mundo
ispanoparlante un asunto que a nadie le interesa? Es posible que ni siquiera a los nabarros. Y
algo que quinientos miyones de americanos conosemos muy bien, el Altiplano de Bolibia (por
antonomasia), no tenia cabida en el Mataburros. Eso es intolerable.
Si alguien dise “yo lo alíneo por la derecha” todo el mundo entiende de qe esta ablando o
qe es lo que ba a aser, entonses ¿cual es el problema? Lo mismo pasa si alguien escribe
aerodromo sin tilde, ¿deja de entenderse a que se refiere o deja de ser un aeropuerto? Por dicha,
al suprimir las tildes del Ameriñol, terminamos con este antiguo problema jenerador de faltas
que, muchas beses no son producto de la ignoransia de las reglas sino del tedio, la prisa o el
descuido. Pero si olbidamos la tilde de aerÓdromo nos conbertimos en barbaros del idioma. Si
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el infinitibo es Asolar, ¿por qe debemos desir “asuela”? ¿De donde salieron la U y la E? Esa es
una de las grandes tareas de los gramaticos del Ameriñol: sinplificar todo el sistema berbal de
del idioma; despojarlo de ese monton de majaderias que lo an conbertido en un enredo intratable.
Ademas, eliminar tanta palabra con las cuales nos referimos a la misma cosa, persona o
situasion. Si ecsiste aeropuerto (termino mas moderno y familiar), ¿para qe usar aerodromo
que nos suena a dromedario y tiene el problema de esa tilde tan incomoda? Aerodromo es del
tienpo de Santos Dumond y los ermanos Wright; un bocablo que ya nadie utilisa, a menos que
sea para fastidiar a los demas.
¿Qe diferensia ay si digo que esa persona padese de arterioesclerosis? ¿Canbia la
enfermedad que tiene por culpa de la E? Suena mas rico desir arteriOEsclerosis, porque biene
de arteria y de esclerosis, ya que si escribimos arteriosclerosis, recortamos el nonbre de la
enfermedad y nos queda Sclerosis, como si fuera en ingles. Lo mismo susede con
Checoeslobaquia y Yugoeslabia. Entonses ¿por qe mutilar a los “Slobacos y Slabos”? Por
dicha en la edision XXII ya bienen como lejitimas las formas yugOEslabo y checOEslobaco.
Pero mas inportante que esas beleidades del dicsionario, es la reflecsion aserca de que tan
confiable es la Academia y el DRAE para que maestros y profesores de español se dediquen a
andar satanisando siertas espresiones que son populares en nuestros pueblos, y que en cualquier
momento pueden ser aseptadas en el Glosario.
Si uno pregunta donde queda el orfelinato de la ciudad o del pueblo, todo el mundo sabe
a qe nos estamos refiriendo. Lo mismo si desimos el orfanato. Sin enbargo, asta la edision
XXIII, el DRAE se sigue negando a incluir ese termino que es bien conosido de casi todo el
mundo ameriñoparlante y, quisas, de todos los españoles.
Claro que a muchos ispanoparlantes nos pasan chascos por querer apantayar a los demas
con palabras raras, como en el caso de los latinajos. Ay algunas locusiones como Motu proprio
que se presta a enredos incluso para los mas pintados; en un libro sobre gramatica, cuyo autor es
un famoso espesialista, emos bisto esa espresion de la siguiente manera: Motu propio, sin la R de
pRio. Esto de los latinasos tanbien debe ser sinplificado en el Ameriñol; palabra latina que sirba
y tenga un sentido claro debe ser ameriñolisada con una grafia y un sentido inconfundible y
olbidarnos de su orijen. Para que no nos pase lo que a las personas con solo un barnis de cultura
y que, por fachentos (fachendosos, diria un gramatico o el DRAE) y el deseo de andar rajando
que saben latin, meten la pata. Ademas, si ecsiste la espresion “por su cuenta” y “por su propia
boluntad o desision”, ¿para qe utilisar motu proprio, si no es por pedanteria lingüistica? Todos
sabemos que muy pocas personas nos ban a entender la espresion “motu proprio”, entonses ¿cual
254
es la nesesidad (nesedad) de usarla? Recordemos que el proposito unico del lenguaje es
comunicarnos, lo cual sinnifica asernos entender.
Entre nosotros nadie dise acreedor, lo cual ase superflua esa dobe E. Todos desimos
acrEdor. Todas esas letras dobles (oo, ee, aa) deben desapareser del Ameriñol. Nosotros no
desimos Saabedra, ni cooperar o reencarnar. Desimos Sabedra, coperar, rencarnar, etc. Lo
mismo pasa con siertas silabas como OBS, CONSC, ET, utilisadas en OBStrucsión,
OBStinasion, CONSCiencia, ETnolojia, ETnografia, OBStaculo y otras. Bean que cuando
tratamos de pronunsiarlas de forma correcta, de inmediato se presenta la “intermitensia
serebral” y nos preparamos para ejecutar siertas muecas articulatorias que no son normales.
Traten de entonar bien la palabra OBStinado y conprenderan lo que desimos. Toda silaba
conflictiba debe ser eliminada del Ameriñol.
Uno de los ejenplos mas estraños en cuanto a un neolojismo, es el referente al bocablo
franses “ski”, esas tablas que se usan para patinar en la niebe o en el agua. A sido tan grande su
popularidad que inbadio el mundo entero, y no solo el artefacto sino el termino que lo define. En
ingles de inmediato lo nasionalisaron; tanto es asi, que lo que menos se imajinan los gringos es
que sea de prosedensia fransesa. Y como sientos de miyones de personas en todo el planeta
utilisan la palabra que se refiere a esas tablas, a la Docta no le quedo mas remedio que aseptarla;
ante semejante presion, no tubieron otro camino que enfrentar la situasion del “ski” franses o
gringo, pero para acojerla, desidieron anteponerle una E para que resultara mas eufonica y
pronunsiable. Mas españolisada. Pero ademas, como la K es estraña al español, tanbien se la
canbiaron por una Qu, y la dejaron en “esquí”; y asta ai todo iba bien, pero resulta que al crear el
plural, nadie sabe por qe, se les ocurrio que este debia ser “esquís”, y asi lo consignan en el
DRAE. ¿De donde diablos salio ese rarisimo plural que contradise las Normas gramaticales de
la formasion de los plurales, dictadas por la misma Academia? Segun sabemos, las palabras
agudas terminadas en bocal asentuada forman el plural agregando la silaba ES; como en rubi,
rubies, tisu, tisues, manati, manaties; titi, tities. Eso obliga a que el plural de esqui fuera esquies.
Entonses ¿cual es la rason para biolar la regla del plural y conbertirnos esqui en esquis?
Ese tipo de arbitrariedades es lo que ase que incluso los fanaticos de la gramatica y los
defensores de la puresa del idioma se sientan molestos y desepsionados de siertas medidas
inconprensibles de la Docta. Aora resulta que esquis se mete dentro de ese estraño grupito de
terminos que se saltan la Regla, como papa, mama, cafe, canape y otras de paresido pelaje.
Contra lo que emos escuchado y dicho tantas beses, los gramaticos nos adbierten que es
un barbarismo referirnos a la opera Aída tildando la I, de manera que debemos desir y escribir
255
Áida. Pero resulta que casi todo el mundo dise Aída, pues de esa manera suele sonar mas chic
que el bulgar Aida, que parese un nonbre de cosinera o sirbienta; algo asi como Ramona o
Josefa. Áida Peres puede ser una mucama; pero Aída... es Aída. ¿No es sierto, Giuseppe? De
lo contrario, tendriamos que desirle a Pavarotti que cuando buelba a grabarla diga Áida.
En el Ameriñol bamos a terminar con todas esas majaderias y yegaremos a la macsima
sinplisidad del idioma. Ase algun tienpo fui testigo de una discusion aserca de esas nimiedades
del lenguaje: un conosido gramatico de nuestro medio, refunfuñaba en cuanto a si ex ba pegado o
despegado de las palabras a las cuales califica. Si se dise ex marido o exmarido, ex presidente o
expresidente, con guion o sin el. ¿Se imajinan ustedes? En Ameriñol ba pegado: ecspresidente,
ecsmarido (que tanbien puede ser: espresidente y esmarido, que son mas fasiles de pronunsiar).
Se nos amenasa que no debemos desir tan es asi, a nonbre de, en la noche, en beses, en
base a, sino que debe ser tanto es asi, en nonbre de, por o durante la noche, a beses y con
base en. ¿Cuál es la rason para tachar de erroneas las anteriores formas si todo el mundo las
entiende? Si alguien dise: “Yo trabajo de noche”, “Yo trabajo en la noche” o “Yo trabajo por la
noche”, ¿canbia en algo el sentido de lo que nos quiere desir? Todos entendemos que se trata de
un trabajador que realisa sus labores durante las noches.
Luego siguen los barbarismos peores, los mas odiados y perseguidos por los puristas,
los...
256
ESTRANJERISMOS
Estamos en el terreno mas espinoso de los barbarismos; aquel al cual temen de manera
paranoica los gramaticos: la cuestion de los estranjerismos. La senofobia lingüistica es la peor
plaga que ataca a los profesores y academicos. Pero si solo lo isieran los peninsulares seria
conprensible, pues al fin y al cabo, eyos se creen los dueños esclusibos de esa lengua y los
unicos que tienen derecho de introdusirle modificasiones. Pero ¿por qe nuestros gramaticos an
de ser “candil de la caye” en cuestiones que tienen que ber con las influensias estranjeras sobre el
español? Es sierto que aora es nuestro, pero eso no debe yebarnos al chobinismo ni a
conbertirnos en defensores obsecados de algo que no es mas que un medio, sujeto a los canbios
que inponen las nesesidades de la modernidad.
En todo caso, este idioma no es orijinal ni nada por el estilo; es solo uno de los tantos
bastagos del latin, los cuales resultaron de la dispersion de la lengua inperial por tan distantes
lugares que, faltos de comunicasion con la metropolis, se fueron separando asta formar
jerigonsas casi inintelijibles con su lengua madre; y con estas se dio una espesie de endogamia
lingüistica que termino por crear una separasion total entre eyos y su rais. De tal manera, el
casteyano no puede presumir de un orijen unico y distinto; en realidad no es mas que un dialecto
como el franses y todos los idiomas romanses. Pero no solo es un ijuelo de aquel, sino que se a
enriquesido con miles de palabras probenientes de los mas dibersos orijenes: aleman, griego,
italiano, arabe y americanismos. Entonses ¿de donde nasio esa mania senofobica en contra del
franses y el ingles? Ay dos rasones, y creemos que anbas tienen que ber con el asunto de la
banidad y la enbidia que los españoles siempre les an tenido a los galos y britanicos.
Pero nosotros, ¿qe rason tenemos para oponernos al uso de boses tecnicas, sientificas,
deportibas, de moda, culinarias o de cualquier naturalesa que puedan enriqueser nuestra abla de
forma practica? Lo unico que tenemos que aser es ameriñolisarlas bien, de manera que no se
presten a dudas ortograficas y que tengan un sentido inequiboco.
Ante la realidad de la globalisasion no podemos adoptar poses testarudas ni esclusibistas,
porque cuando los chinos dominen el mundo, tanbien tendremos que aprender sentenares de
palabras chinas para referirnos a prosesos y tecnicas inbentadas por eyos. Es por eso que desde
aora el Ameriñol tiene que ser una lengua reseptiba, abierta a todo lo que sea util, brebe y
consiso, como “ching chi li yo”, que en chino quiere desir: les guste o no a los gringos y
europeos, nosotros los chinos tomaremos el mando economico del mundo durante el presente
257
siglo. Ademas, los inbadiremos de chopsuey y toda clase de tiliches que, por aora, les conpran a
los japoneses. Ya lo beran que ni el T.L.C. los ba a salbar.
Todo bocablo que sea capas de sintetisar ideas conpletas, debe ser incorporado a nuestra
abla sin andar buscandole sinco patas al gato. Y mucho menos, estigmatisandolas porque son de
orijen gringo-ingles o franses.
Aunque emos echo algunas justificasiones a la conbeniensia de incorporar terminos
practicos a nuestra lengua, no esta de mas que rematemos este capitulo tratando de demostrar las
bentajas de este metodo. Recuerden lo que cuesta la formasion de un bocablos que represente
una idea o conjunto de eyas. El tienpo y trabajo que yeba dibulgarlo y que yegue a tener la
aseptasion jeneral de los mienbros de una comunidad, es algo muy digno de tomar en cuenta. Y
si este alcansa el ecsito y define con claridad inequiboca algun consepto, se puede desir que a
logrado su objetibo. Y ai es donde entra la “pirateria idiomatica”, la cual no debe interpretarse
como un robo cultural o lingüistico, sino como una bentaja obtenida de manera gratis. Si otra
jente a creado una palabra efisiente para nonbrar un metodo o un prosedimiento, ¿por qe no
sacarle probecho? Con mas rason si en nuestro idioma no ecsiste un sustituto adecuado.
La producsion de lenguajes conpactos se conbertira en un futuro sercano en un gran
negosio; la comunicasion oral resulta muy engorrosa y equiboca, ademas, desde el punto de bista
de su costo, un enorme desperdisio; es por eso que emos afirmado que los idiomas del futuro
seran sinbolicos. Mediante codificadores se podra enpaquetar miyones de datos numericos en
contenedores microscopicos (superiores a la yabe Maya); asi se resolberan los problemas de
intercomunicasion. Podremos entendernos mediante los ordenadores, y toda la paja que aora
constituye el abla, solo sera cuestion del pasado, redusida al anbito ogareño. Es con la bista en
ese futuro, que los gramaticos deben reformular nuestro Ameriñol y, de tener el ecsito esperado,
ese puede ser el inisio de su partisipasion en la creasion del lenguaje unibersal del futuro. Ai ay
mucha plata.
Agamos un brebe repaso de unas cuantas palabras inglesas que no ay manera de ebitar
por mas puristas que seamos. ¿Y por qe no podemos aser la bista gorda ante eyas? Porque en
nuestro idioma no tienen contraparte, o porque para desir lo mismo, tenemos que aser uso de
muchos bocablos que tanpoco dejan claro el asunto. Beamos el caso de fuse, que ya
españolisado es fius. ¿Ay en español un equibalente tan presiso e inconfundible como fius?
¡Claro que no! La palabra Fusible que nos proponen los gramaticos es un termino muy difuso,
bago y jenerico que no se enfoca en ese aparatito, alanbre o lo que sea que sirbe para protecsion
de las istalasiones electricas. Fusible es cualquier cosa que se funde; pero fius es algo espesifico
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que todo el mundo entiende. Casi como breaker (breiquer). Es por eso que desde ase mucho
tienpo a tomado su lugar en nuestro bocabulario comun y es seguro que de ai nadie lo desplasara,
porque es fasil de pronunsiar y todos sabemos qe sinnifica.
Otra paresida es clutch (cloch en Ameriñol), la cual es presisa e inequiboca, incluso para
las personas no familiarisadas con la conducsion de beiculos. Enbrague, nos dise el dicsionario;
pero esa palabra ademas de ser muy larga, es bastante ajena a nosotros. Tenemos entendido que
en España es mas popular, pero aqui no tiene mucho pegue, a menos que sea para apantayar.
¿Puede aber algo mas claro e inequiboco que clip? ¿Podriamos crear en español una
forma que designara lo mismo de una manera tan presisa como clip? Es inposible, ademas, ¿cual
seria el proposito de aser algo asi cuando ya ecsiste clip que es entendida por todo el mundo (y
esta bes lo de “todo el mundo”, no es una espresion iperbolica). ¿Y qe bocablo puede aber que
sea mas unibersal que fútbol o futbol? Balompie no yena a cabalidad el sinnificado de futbol; y
ni siquiera le gusta a la jente, ya que nadie dise que ba a ir a ver el balompie. Esta es una moda
muy forsada y artifisial que solo utilisan los que quieren yamar la atension. ¿Y qe les parese
chicle (chiclets)? Los puristas nos disen que bien podemos usar “goma de mascar”, pero esa
frase que resulta ser muy larga nos presenta otro problema, pues goma no corresponde a chicle;
ademas, la acsion de mascar parese propia de animales y no de personas, pues tiene un caracter
algo peyoratibo, como mascar tabaco o masticar en forma torpe y bulgar como la define el
DRAE. De goma este nos dise: goma elastica, goma de borrar, neumatico (Arg.), tumor, goma
arabiga, goma ceresina, caucho, goma laca. No abla de goma de mascar (o masticar). El chicle
se queda entre nosotros, para sienpre.
PICKUP (picap) es insustituible, pues lo que nos proponen los puristas como sustituto
no es del todo adecuado, porque ademas de ser un galisismo, no da la idea conpleta de lo que es
un pickup. Camioneta, nos sujieren; pero resulta que esta probiene del franses Camionette, y no
es un equibalente inequiboco de una (o un) pickup, pues aqueya puede ser con techo, de un solo
cajon o de muchas formas y estilos; en cambio, pickup es algo muy conosido que no nesesita
esplicasion alguna. Una picap Toyota, Mazda o Chevrolet, asen innesesaria cualquier aclarasion
adisional. Lo unico que tenemos que desir es su color, silindrada, si es de cabina sinple, estra o
doble. Si es 4WD o sensiya. ¿Y qe nos disen de 4WD (four wheel drive)? 4WD = beiculo de
tracsion en las cuatro ruedas. Desirlo con palabras no es tan difisil, pero escribirlo resulta
demasiado engorroso.
¿Ay algo para beefsteack (bistec, biste o bife) en español? Bean lo que nos dise el
DRAE: “Lonja de carne de vaca soasada en parrilla o frita”. ¿Se imajinan el disparate que
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seria ir a un restaurante y pedir: “Una lonja de carne de baca soasada en parriya o frita? ¿Y
que ay de volleyball, basketball, base ball o tenis? ¿Y como sustituimos “chainiar” en español?
¿Linpiar, abriyantar, pulir, enbeyeser? Ninguna de esas palabras cubre el sentido jenerico de
chainiar, porque este se puede aplicar incluso a las personas en su bestimenta y adornos fisicos o
personales. “Yego bien chainiao”. “Le dejo la casa bien chainiada”, “Yebo el carro a que se lo
chainiaran”. Incluso tiene sinnificado medico, pues la jente suele desir: “Fue a la clinica a que
lo chainiaran”, “Le chainiaron bien la pata que se le quebro jugando futbol”. Chainiar es un
ibrido del ingles to shine, dar briyo, y el sufijo español iar; pero en Ameriñol supero el redusido
canpo que tiene en su idioma orijinal y se a conbertido en una palabra multiuso que todo el
mundo entiende y aplica; algo asi como los insustituibles chunche o carajada; tan populares son
estas palabras, que an dado orijen a los berbos chunchificar y carajear. “Doña Chuncha” es un
sustantibo, una sujeta, una persona. Entonses ¿por qe satanisarlas si son tan utiles, practicas y
conprensibas; y si ademas suenan tan tuanis? Chainiar es la carga en el abla popular. Y de esa
misma familia son lonchar, taipear, chequear, parquear, acsesar, zapiniar y muchas mas de uso
cotidiano en el Ameriñol. ¿Quien podria oponerse al uso de chunche o carajada?
Cuando abrimos uno boteya de bino ¿que termino puede aber mas bonito y adecuado que
bouquet (buque) para referirnos al eflubio que despide? Es una palabra espesifica e inequiboca,
pues aroma no la puede sustituir; mucho menos olor. Olor tienen los plebeyos frijoles erbidos en
una oya. Aroma tienen las flores, pero buque, solo lo tiene un buen bino.
En español no ecsiste un equibalente adecuado a Play Ground (playground). Tanpoco a
Kinder. Estimado lector, trate de encontrar un termino que sea tan inconfundible como
playground. Claro que presenta sierta duresa y dificultad de pronunsiasion; pero el pueblo la a
resuelto de una manera muy sensiya: “pleigraun” o algo asi. O mas sinple todabia: el pley. ¿Y
quien no sabe lo que es un plei? Lo mismo pasa con Kinder, que no solo tiene un sinnificado
espesifico, sino que es un consepto jeneral que abarca una multitud de ideas correlasionadas.
¿Qe arian las mujeres sin maquiyaje, rouge, chic, crinolina, caché, kleenex, trousseau
(ajuar), kotex, vedette, magazine, soire, toilette, carmin, cútex, corsé, coqueta, satén, bombón,
manjar, biberón, sofisticado, party, baby shower, panty hose (pantijos), brassier, blumer, sex
appeal, short, negligé?
Causa indignasion que el DRAE (asta la edision XXII) no rejistre el termino surmenage
(surmenach) de uso unibersal; pero incluye suripanta, sursuncorda, surculado, surcaño,
súrculo, surgidero, suri, surada, súrtuba, surupí, suruví, susano, surubí (que es lo mismo
que suruví), suscepción y otras sinplesas semejantes cuyo sinnificado casi nadie sabe; y los mas
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trajicomico es que a nadie le inporta que esten o no en ese libro. Arcaismos y rejionalismos que
no tienen balor alguno se mantienen ayi desperdisiando espasio, mientras que palabras de gran
utilidad practica, permanesen fuera de la considerasion del Mataburros.
Dise un gramatico de los tantos que ay, que el supone que la rason por la cual todabia no
se asepta surmenage es porque tiene equibalentes adecuados en español. Y nos propone
agotamiento, cansansio, fatiga cronica. Pero agotamiento y cansansio son condisiones naturales
que se dan en un obrero del canpo o las fabricas despues de una larga y dura jornada; y fatiga
cronica es una enfermedad propia de jente enfermisa. En cambio surmenage es otra cosa; es
una dolensia chic, caracteristica de ejecutibos, jerentes, banqueros, corredores de la bolsa y
finansieros; de lideres y dirijentes politicos, abogados, intelectuales y escritores, en suma, de
jente que piensa. A los pelagatos no les da surmenaje, solo se cansan.
¿Ay algo en español que pueda sustituir al Kotex? Y no se le ocurra a ningun purista
desirnos que la toaya sanitaria es un sustituto equibalente, adecuado e inequiboco de Kotex.
Toaya sanitaria es un objeto que puede serbir a un sinfin de propositos, incluyendo los medicos.
Puede ser un linpion, un trapo de pasarle al piso, un papel umedo para linpiarse la cara, las
manos y las orejas; o el culito a los niños. Pero Kotex es doña Toda, pues ai no cabe la menor
duda de qe es o para qe se ocupa. Cuando pronunsiamos ese nonbre no ay nada que agregar,
aclarar o espesificar. Pero la Docta se niega en forma terca a rejistrarla. Seis mil miyones de
personas saben, en todos los idiomas del mundo, qe cosa es el Kotex, sin inportar que
corresponda a una marca espesifica de toayas sanitarias. Kotex es, por antonomasia, toaya
sanitaria para “aqueyo”. De la misma familia son Chiclets, Gillette y otras marcas conosidas
mundial-e. Gillette tanpoco esta incluida en el Dicsionario, a pesar de ser un istrumento que por
derecho propio, dejo de ser una sinple marca para conbertirse en sinonimo de nabajiya de afeitar;
un objeto tanto o mas conosido que la Coca Cola. ¿Como es posible que en el DRAE no aya
una esplicasion de qe cosa es una yilet, como la conosemos al menos tres o cuatro mil miyones
de personas en todo el mundo? En canbio si incluye en sus pajinas lo terminos siguientes que
a nadie le inportan: gilbertio, gilito, gilvo, gil, gigantilla, gigantea, gigote y otras de paresida
calaña. Pero nada de Gilet o Yilet (o mas sinple todabia: “yilé”, como le dise Mafaldita).
Asta ase muy poco tienpo se consideraba al termino menú como un barbarismo (clase:
estranjerismo, subclase: galisismo), porque se sostenia que en español ay equibalentes adecuados
para espresar la misma idea. Desde luego que tal tonteria tubo que ser desechada y grasias a la
presion popular mundial, ya se encuentra en el DRAE, donde debia estar desde ase mas de un
siglo. ¿Puede aber algo mas apropiado e inconfundible que MENU? Algunos puristas nos
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desian que se puede sustituir por “Lista de manjares” o “Resumen de platillos disponibles
para el dia”. Pero ¿qe clase de babosada es esa? No ay bocablo alguno, en ningun idioma, que
pueda resumir lo que esa palabrita de solo dos silabas ensierra. ¿Quien no sabe ques un
MENU? Asi marchan las cosas entre el DRAE y el bulgo, el berdadero criador del idioma.
Enparentados con Nightclub (naiclub) estan long pley (lonplei), Sidi (C.D.) dibidi
(D.V.D), soundtrack, tiquet, weekend, sandwich, hotdog, baffle, rock’n roll, manager y, desde
luego, sin faltar el unibersal O.K. La disco o naiclub tiene un manager, ques el que autorisa la
benta de tiquetes de entrada. El DJ. (disc jockey) es el que pone el soundtrack de la banda de
rock para que se escuche en los baffles. Y para que todo este OKAY, en el fondo del dancing
alguien sirbe hot dogs y los sandwich mientras canbian de lonplei o el sidi.
Es un lenguaje que ecsiste y es parte del Ameriñol (incluso del español de España) y
que nadie lo ba a eliminar por mas reglas o normas que se les puedan ocurrir a los puristas del
idioma. Son bocablos que ya forman parte de nuestra manera de ablar, sin inportarnos que sean
anglisismos, galisismos, induismos, astequismos, sanscritismos o jupiterismos. Son parte del
abla popular y no ban a desapareser, por mas que sean calificadas de barbarismos o lo que sea.
El pueblo las usa y les a dado lejitimidad, a despecho de la Academia y el DRAE. Y las usara
asta que le de la gana y pasen de moda.
¿Puede aber algo mas insinuante y claro que brassiere (brasier), blumer, pantijos (panty
hose)? ¿Sera posible que el Dicsionario todabia no aya incorporado brasier? Nos disen los
canserberos del español que para eso tenemos los equibalentes castisos tayador y sosten. Pero
esos son dos terminos jenericos que pueden tener muchos sinnificados. Tayador es el que taya,
el que yeba la baraja en el juego; tanbien es cargar de tayas o inpuestos; tayar es dar forma a un
material. En fin, es un termino inpresiso. Y en cuanto a sosten, la cosa es peor. Si alguien dise:
“Un sosten”. ¿Qe significa eso? Muchas cosas; pero si otro dise: “Un brasier”. ¿Es nesesario
agregarle algo? Desde luego que tayador y sosten no son buenos sustitutos del sensual, sujestibo
e inequiboco “brasier”. Por eso en el Ameriñol le damos la bienbenida como termino unico
para definir esa ropa de las damas.
¿Y qe nos disen de blumer (ing. bloomer)? Los puristas nos disen que en lugar de
blumer podemos usar pololo, calson y braga. Pero calson es casi cualquier cosa que se pone la
jente, onbres y mujeres. Y aunque en la America Latina es muy popular y tiene mil matises
comicos y sujestibos, no pierde su condision de bocablo un tanto equiboco. Los mejicanos le
yaman calsones a siertos pantalones masculinos. Braga no es tan popular, y su sentido es mas
jenerico pues tanbien se refiere a ropa masculina y de niños. En canbio blumer no se presta a
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confusion alguna, no puede ser otra cosa que las bragas de las mujeres. Entonses, si esos otros
nonbres se prestan para dibagasiones ¿por qe no utilisar solo blumer (blumeres) para referirse a
esa prenda? Lo mismo pasa con pantijos (panti hose = calson manguera en ingles), palabra que
en Ameriñol no tiene un equibalente, aunque si, una que muy bien puede sustituirla en su
significado: pantimedia. Y a partir de ai, es la escojensia popular la que dira cual de las dos abra
de prebaleser: la inglesa pantijos, o el ibrido pantimedia.
Todos sabemos que quiere desir debacle, recital (musica), panfleto, enrolarse, portafolio,
closet, picnic, líder, reprise, pedigree (pedigrí), formato, revancha, trailer, ring, control, rentar,
ancestral, slide, stock, orden (con la equibalensia de pedido), hit, record, switch, handicap,
western, hall, etc. Y aunque es posible que la grafia de algunos de estos terminos no paresca
Ameriñol, el balor que tienen es muy claro y no podemos presindir de eyas ni tildarlas de
barbarismos o estranjerismos porque ya son parte de nuestra cultura; y ai se ban a quedar... para
sienpre. Es posible que tengamos que ameriñolisar la escritura de ring, eliminandole la g. Otro
tanto seria nesesario con Slide, Stock, Hit, switch, handicap, western y hall. Tanbien es sierto
que muchas de esas palabras son innesesarias, pues en Ameriñol tenemos equibalentes
adecuados y funsionales. Una de eyas es Hall, que bien se puede sustituir con sala o salon. Y en
esto debemos tratar de no abusar ni conbertirnos en esnobistas y plagar el idioma de cuanta
tonteria se les ocurra a los comersiantes y jente de los medios. Como lo del “aceite
winterizado”, un disparate sin justificasion alguna. Incluso la espresion “boy a lonchar” parese
un poco tonta, pues en ameriñol ecsiste boy a comer, boy a jamar, a manyar, boy a yenar la tripa
y mil espresiones mas. Sin enbargo, si la jente gusta de lonchar, pues bienbenida sea.
Desde luego que debacle, recital, formato, revancha, récord, ancestral, trailer,
control y algunas de eyas solo nesesitan ser ameriñolisadas, puesto que ya fueron aseptadas por
el DRAE despues de muchos años de ser barbarismos. Picnic y reprise siguen por fuera del
Dicsionario, a pesar de que todo el mundo sabe cual es su equibalente en casi todos los idiomas.
Y a proposito de picnic, ¿alguien conose una palabra mejor para definir lo que es un picnic?
Traten de recordar todas las cosas que engloba ese consepto que no es solo ir al canpo, comer
sobre un tapete en el suelo o en una mesa rustica; es muchas cosas mas, es un gran conjunto de
actibidades recreatibas definidas por un sinple termino. Pero el DRAE no la asepta. En el
Ameriñol, sin enbargo, le damos la bienbenida, aunque talbes le quitemos una C que ase
incomoda su pronunsiasion, y nos quedaria en pinic cuya pronunsiasion es mas fasil y natural.
En cuanto al franses, tenemos una gran numero de terminos que a trabes del español de
España se an infiltrado en el Ameriñol. Algunas ya an sido aseptadas por el DRAE despues de
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aserles modificasiones, como afer (affaire), camuflaje (camouflage), bufé (boufett), caché
(cachet). Otras se an colado al español sin canbios, y muchas siguen esperando que la Docta se
digne resibirlas. ¿Pueden creer ustedes que afiche, asumir, avanzar, banal (ya esta admitida),
caché, contactar, crinolina, masacre (ital.), buró (bureau) turné (tournee), boite y tour, asta ase
poco eran consideradas barbarismos? ¿Sabe usted que amateur (amater) todabia no a sido
incluida en el DRAE? Pero en canbio rejistra amasiato, amasio, amatar, amatador, amate,
amauta y otras de paresida ralea.
Pero lo mas ridiculo que nos proponen los gramaticos es lo relasionado con el bocablo
CHEF, que de manera increible y testaruda, asta la edision XXIII del DRAE no a sido
incorporado a este. Y esto no solo es una tonteria inperdonable, sino un desfase descomunal con
la marcha de la istoria, la gastronomia y el abla de miyones de personas; ademas, es un atentado
criminal en contra del supremo arte de la cosina de alto nibel. Los academicos nos disen, con
una bision troglodita, que sus equibalentes en español pueden ser: cuque prinsipal, cosinero
mayor o primer cosinero. ¿Que le pasa a esa jente? Si ante la palabra cocotte nos dijeran que
no es nesesario utilisarla porque en español tenemos buenos y adecuados sustitutos, estariamos
de acuerdo. Para cocotte tenemos el conbensional puta y una sinonimia estraordinaria:
prostituta, meretris, güila, sorra, ramera, turra, jinetera, abenturera, purraica, publica, fulana,
alegreta, percanta, buscona, de la bida fasil, etc., etc. Asi que si utilisamos cocotte, no se trata
mas que de un esnobismo elegante aunque innesesario, ya ques posible que muy pocos lo
entiendan si no es dentro de un contecsto muy esplisito. Pero Chef es otra cosa. Un chef NO es
un bulgar cosinero, asi se trate del “cosinero mayor”. El chef es un artista que tiene bajo su
mando a muchos cuques de primer orden. Un chef es el equibalente culinario de un jeneral o del
director de una sinfonica. Es el que manda, dirije y produse majia dentro de ese resinto conosido
como cosina. Pero la Academia, en un acto de arrogansia o desfase, se niega a incluir esa
palabrita tan sinnificatiba en el DRAE. Mientras que todo el mundo sabe qe es un Chef, la
Academia se resiste a aseptarla, a pesar de que mas de quinientos sincuenta miyones de personas
(españoles y americanos) utilisemos el termino y sepamos su balor. Pero no solo los que
ablamos español, sino que todo abitante del planeta sabe qe es un Chef, incluidos los chinos y
japoneses. Pero la Docta continua agarrada del nudo del calson y dise que no.
En canbio el DRAE incluye chepo, chepudo, chencha, cheloso, chequén, cheral,
cherlicrés, cherna y otra serie de tonterias como esas que a nadie le inportan.
Susede lo mismo con la palabra impasse, cuyo sinnificado es bien conosido y ques de
gran aplicasion en politica, milisia y cualquier actibidad umana en donde se yeban a cabo
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negosiasiones. Pero los academicos nos disen que bien puede ser sustituida por conpas de
espera, enredo o atoyadero; pero tanto conpas de espera como enredo o atoyadero son palabras
de balor jenerico que son aplicables a cualquier situasion. Damos un conpas de espera para
esperar el autobus, estamos en un atoyadero cuando no tenemos sufisiente dinero para pagar la
cuenta del restaurante; damos un conpas de espera cuando esperamos a la nobia en una esquina o
parque. Pero impasse es otra cosa. Es un termino espesifico de elebada jerarquia, que sirbe para
definir cuando las negosiasiones politicas o militares an yegado a un punto en que las partes
litigantes no aseptan salida alguna a las propuestas echas por los bandos en disputa. Impasse es
un termino aristocrata, diplomatico, politico y militar de alto rango, que NO puede ser sustituido
por atoyadero, conpas de espera o enredo. Esos son bocablos bulgares para situasiones ordinarias
del populacho. En el Ameriñol le damos la bienbenida a impasse porque, ademas de ser una
bonita palabra (muy chic, muy tuanis), tiene un sentido inequiboco y muy practico. Claro que le
quitamos una S y la M (inpase). Incluso la “e” y la dejamos en inpas…
Algo paresido pasa con TOUR (ya incluida como tur), matinee (matine), rol (todabia no),
dossier (aseptado), entente, boite, contactar (ya se colo), cache, amater, buffet, croche
(ganchillo), croissant, chantage (chantaje) y tournee, entre muchas otras. Algunas de esas quisas
nunca se utilisen en el Ameriñol por innesesarias, pero jamas se le dira a quien quiera aserlo que
es un barbaro del idioma; de lo peor que se le podra jusgar a quien lo aga es de ecsibisionista,
porque si se le ocurre pedir unos “croissant” o unas crêpes en una cafeteria del mercado, es
seguro que se trata de un majadero. Pero todas aqueyas que sean utiles e inequibocas,
bienbenidas sean. El Ameriñol es ecumenico.
¿Y que nos pueden desir de chip? Por dicha el DRAE se puso las pilas y la incorporo
en sus pajinas. Chip es una muestra de lo que sera el lenguje sinbolico del futuro; un bocablo
que lo dise todo y nada a la bes. No ay forma de que el español pueda ofresernos algo paresido,
aunque fuera de una sola letra.
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LOS LENGUAJES INTIMIDATORIOS.
Esta interpolasion es una adbertensia nesesaria antes de continuar con el tema de los
arcaismos.
Desde un tienpo añejo, los onbres se an dedicado a inbentar lenguajes truculentos como
armas de dominasion sobre las clases incultas o desconosedoras de los entretelones intimos de
algunas actibidades. Los grupos prinsipales en esta tecnica son los que se dedican a la relijion,
pues no solo an creado toda la tematica de esta, sino que an fabricado muchos lenguajes
inpresionantes que solo son del dominio de los “inisiados, saserdotes y onbres santos”, de los que
saben y estan en contacto con sus imajinarias deidades. Elementos intimidatorios que an
produsido los frutos apetesidos. Y como consecuensia del ecsito de las relijiones, otros an echo
lo mismo: se an inbentado sus propias jergas tecnicas cuya finalidad es aser que el resto de los
indibiduos se sienta marjinado y fuera de la posibilidad de dominar un determinado canpo. Los
prinsipales de estos an sido los medicos. Tanbien estan los botanicos, abogados, sologos,
siquiatras, mecanicos, en fin, todos aqueyos que nesesitan apantayar a sus posibles clientes..
Desde luego que los gramaticos no se an quedado atras en esto del bocabulario esoterico,
mediante el cual asen creer a la jente que si no dedican dies o beinte años al estudio de la
Gramatica y sus misterios, no tienen capasidad alguna para conbertirse en escritores u onbres de
letras. El Ameriñol acabara con ese descorasonador mito. Estimado lector, usted tiene ideas a
montones y puede contar desenas de cuentos, y no solo relatarlos sino inbentarlos. Los latinos
tenemos la imajinasion mas briyante que se pueda consebir; somos los creadores del “realismo
majico”, y todas nuestras bidas estan inmersas, de la cuna a la tunba, de esa irrealidad fantasiosa
que a echo de nosotros un pueblo cuyas raises estan afincadas en lo profundo del terreno de la
majia.
Todos los ameriñoles sabemos istorias a las que cada bes que nos da la gana, les
agregamos parches, las anpliamos, les damos otros finales y otros comiensos. Podemos aserlo
sin nesesidad de recurrir a un bocabulario sofisticado yeno de “palabras de dominguiar”. De
echo, sienpre lo asemos con el lenguaje que todos entendemos: con el que padres y abuelos nos
an contado todas las mentiras y ecsajerasiones con las que an matisado sus umildes y sensiyas
bidas. De la entraña del pueblo nasio el realismo majico con el que nuestros onbres de letras
deslunbraron al mundo. Miles de Herodotos y Hesiodos ay y abra a lo largo y ancho de la
America Latina. Y usted puede ser uno de eyos; solo tiene que desidirse a poner en el papel las
267
ideas que tiene, sin aser caso a las adbertensias y amenasas de los gramaticos. Recuerde que a
ninguno de eyos le an dado un premio popular jamas. Para contarnos un lindo cuento o una
abentura fictisia, usted no nesesita saber la conjugasion del berbo fiscalear.
Usted tiene las ideas y el bocabulario sufisiente para aserse entender de su jente. No
tiene que incrementarlo aprendiendo de manera artifisial miles de palabras que otros no
entienden, pues para ser escritor no se nesesita mas que tener una istoria, un cuento, una
leyenda... y la boluntad inquebrantable de ponerla en el papel, sin inportarle lo academico. De lo
unico que se debe asegurar es que sea contada en un lenguaje sensiyo que todos puedan entender.
Las limitasiones que tenemos para escribir no son el producto de la falta de gramatica, sino de la
carensia de ideas o de la capasidad de ponerlas en orden y con claridad. Si no se enseña a los
estudiantes a pensar con metodo, de nada les serbira que se “traguen” todas las gramaticas del
mundo, pues si no pueden ordenar la mente para trasmitir sus ideas, nada podra ayudarlos.
No se deje intimidar por los academicos o por la ortografia; si siente ganas de escribir,
agalo, pero asegurese de que lo que es claro para usted, lo sea para los demas. Ese es todo el
misterio. Desde luego que si usted no tiene buenas ideas ni es creatibo, nada se puede aser.
No se puede ser escritor solo porque nos da la gana o nos parese muy glamoroso. No ay manera
de crear una sinfonia si somos sordos; y aseptar este echo es deber de todos los que intentamos
algo en algun terreno estraño.
Si tiene algunas ideas que considera buenas, pongalas en orden, deles un comienso y un
final... y tirese al agua. Al prinsipio puede seguir la clasica y bieja macsima: “Planteamiento,
nudo y desenlase”. Todabia sirbe. Ademas, aora tiene a su disposision el Ameriñol, el cual le
permite escribir con correcsion casi sin tener que recordar reglas gramaticales. Nosotros emos
puesto en sus manos el arma del “Juisio Final” para que usted la utilise en el logro de sus
objetibos como escritor. Escriba sin miedo a la Gramatica o a la criminal ortografia que tanto
nos a martirisado desde la escuela. No aga caso del infierno de nesedades que los academicos an
inbentado para atemorisar a todos los aspirantes a aser carrera en el mundo de las letras. Tan
domesticada tienen a la jente con los asuntos gramaticales, que la mayoria piensa que para ser
escritor es indispensable ser filologo, estilista y un esperto en lingüistica. Pero eso es no es del
todo sierto, pues usted debe recordar que lo mejor de lo mejor de nuestros escritores no a tenido
educasion formal en el canpo de la gramatica. Ademas, de las lejiones de filologos que salen de
las unibersidades, ¿cuantos son escritores distinguidos? Talbes sean personas que escriban “con
correcsion”, pero ¿qe an escrito? ¿Cuantos academicos ay que sean buenos escritores al mismo
tienpo? Este argumento, desde luego, no sinnifica que ay que ser un burro gramatical para ser
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buen escritor; lo que queremos desir es que cuando ay talento para pensar y crear buenas ideas en
la mente, todo lo demas es acsesorio y se puede ir aprendiendo en el camino. Escribir es solo la
parte mecanica del proseso creatibo, y nunca debe permitirse que este aspecto artesanal sea un
inpedimento para la manifestasion de lo que en realidad cuenta: la capasidad para comunicar sus
ideas de manera ordenada y clara.
Incluso en la bersificasion rijen las mismas reglas; desde luego que en esta, el jenio es
indispensable para crear esas obras de arte que conosemos como poesia. Aqui no solo es
cuestion de rimar calson con camison y ya somos poetas; para produsir ese tipo de literatura que
solo es propia de los Elejidos se nesesita mucho mas que el deseo, el Ameriñol o la disposision.
La poesia es la rama ecselsa de la literatura; es el territorio en donde se mueben aqueyos que an
sido señalados por los dioses para brindar a los onbres la sublime beyesa que brota del espiritu,
conbertida en esos sonidos ritmicos que conosemos como bersos. Sin enbargo, a los osados que
crean tener el “don”, el Ameriñol tanbien les puede ayudar, pues al liberarlos de las reglas de la
Academia, les confiere la posibilidad de esperimentar en ese canpo; al menos libres de miedo al
infierno de reglas que ay que seguir para escribir en berso.
Pero en cuanto a la prosa, usted puede redactar lo que se le ocurra, sin cuidarse de nada
mas que no sea la claridad de sus ideas, las cuales pueden ser sometidas al escrutinio de sus
familiares y amigos; pero sobre todo, al criterio de algunos conosedores, para que le digan si bale
la pena publicarlas. Si tiene ideas, aquí le estamos proporsionando la erramienta para que las
ponga a sircular.
Olbidese de todo el palabrerio que an inbentado para mantenerlo alejado del canpo de la
literatura y con miedo: sintagma, prosodema, morfena, coda, sima, isonimos, diacronia,
sincronia, y toda la infinidad de bocablos que an inbentado solo son eso: PALABRAS. Nada
del otro mundo y cuya esplicasion no pueda encontrar en cualquier dicsionario cuando asi
lo requiera. No permita que lo espanten los custodios de la Gramatica. ¿Alguna bes a utilisado
la palabra paranomasia? ¿No? ¡Pues qe dicha!
No se deje asustar porque usted no conose de lingüistica, etimolojia o semantica. Que no
lo amedrenten porque no sabe de fonetica, sintacsis o morfolojia. En la escojensia de las
palabras adecuadas para plasmar sus ideas, no es nesesario saber que tales o cuales letras son
sordas, licuantes, liquidas, fricatibas, mudas o ablantinas. Tal cosa a ningun lector le inporta un
cacaguate. Lo que cuenta es lo que usted tiene qe desir, si es del interes de otros y si se entiende
con claridad. En la escritura lo que manda son las ideas y no las reglas. Ay miles de libros
que fueron escritos con “correcsion gramatical”, pero que a nadie interesan; en canbio ay otros
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que, con infinidad de fayas gramaticales, constituyen ecsitos enormes de libreria. ¿Y por qe?
Porque sus autores se comunican con los lectores. Sin enbargo, eso no significa que podemos
escribir con desparpajo absoluto y con menospresio por los fundamentos basicos de la lengua,
sino que no debemos asernos bictimas del reglamentarismo ecsajerado.
Un buen libro no solo esta formado de buenas ideas, sino de sierto estilo y correcsion que
no deben despresiarse jamas. Por lo tanto, el Ameriñol no es una plataforma para que cualquier
palurdo suponga que puede conbertirse en buen escritor de la noche a la mañana solo con
escribir un monton de disparates sin orden ni consierto. No queremos que la jente crea que la
estamos engañando, pues escribir como profesion, requiere mucho mas que la erramienta (el
idioma) y la boluntad ser escritor. Se debe tener talento, algo que no se conpra en el mostrador
de la botica del barrio; ese es el requisito indispensable que no puede ser sustituido solo por la
sinplisidad del Ameriñol. Ademas, esta la disiplina, el espiritu de abentura y la disposision
suisida de saber que podemos escribir sien libros sin que ninguno de eyos yegue a conbertirse en
“best seller”. Para ser escritor ay que tener algo de masoquista y mucho de loco y
majadero.
Sin enbargo, dentro del sinnificado de la palabra escritor, ay una escala casi infinita de
categorias que ba desde los que ganan el premio Nobel, asta los que escriben cuentos para sus
familiares y amigos. Asi que todos tenemos cabida en eya; solo es cuestion de no engañarnos o
crearnos espectatibas mas aya de nuestras posibilidades. Si tiene ganas de escribir, agalo sin
miedo, de acuerdo con la libertad que le confiere el Ameriñol. Pero que solo sea la jente y no
la Gramatica, la que le diga que usted no tiene pasta de escritor. Y ante el beredicto de los
lectores no cabe la terquedad, ya que este es inapelable y debe acatarse con sensates y umildad,
pues no puede ser escritor de renonbre todo aquel que le da la gana.
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ARCAISMOS
Estimados lectores, ¿como les a ido asta aqui con el Ameriñol? Estamos seguros de que
no an topado con mayores dificultades. Practiquen su escritura y beran que es inposible cometer
errores de grafia, ya que con solo recordar unos cuantos prinsipios basicos estaran en capasidad
de aserlo a la perfecsion. Sin enbargo, esto no quiere desir que con dominar la ortografia del
Ameriñol pueden conbertirse en grandes autores; pero eso si, podran escribir sin miedo; sin aquel
temor que constituye el “coco” del idioma español.
Recuerden que en Ameriñol NO ecsisten las siguientes letras: H, K, Ll, V, W, X,
Z. La C deja de funsionar como S. No ay mas Cielo, sino Sielo. Solo funsiona en Ca, Co,
Cu. Nunca ba antes de I o E. La G trabaja solo en Ga, Go, Gu; nunca ante E o I. No se
escribe M antes de B o P. No ay tilde diacritica (la rayita). La Y asume todos los sonidos
de la Ll, mas los suyos. Desde luego que ay que tener cuidado con la puntuasion: punto y
coma, coma y punto.
Esa es toda la “Gramatica” del Ameriñol... seis lineas escasas y a escribir bien.
Los arcaismos son palabras biejas y descontinuadas, pero que persisten en tener bijensia
en siertas comunidades (canpesinos, obreros y jente de poca escolaridad) en donde son utilisadas
en forma natural y frecuente, como enantes, algotros, traiba y otras por el estilo. Pero en esos
medios ban muriendo de forma natural y no por decreto de la Academia. La forma como se
pierden del lenguaje es cuando los ijos de los conponentes de esos grupos ban a la escuela y
colejio y ayi dejan de usar tales palabras en forma natural, cuando se dan cuenta de que son
“poladas”, grasias a las corteses y delicadas burlas de sus condisipulos sitadinos. Asi que ese
lenguaje bibo canpesino no es el problema; al menos no uno duradero. La berdadera pesadiya la
constituye la cantidad de estos que ay inmortalisados en el DRAE; porque como los repiten en
cada nueba edision de ese conpendio, nunca dejaran de “ecsistir” y ocupar un espasio balioso;
miles de terminos que nadie utilisa se encuentran asiendo peso muerto en ese pesado librote.
Ese es otro de los lastres que arrastra el español y que nunca debemos permitir que se
repita en el Ameriñol. Nuestros lecsicografos no deben tolerar que esa boluminosa e inutil
erensia del español se filtre en nuestros dicsionarios. Con solo eliminar los arcaismos y
rejionalismos del DRAE, este se beria redusido a menos de la mitad de lo que es en la
actualidad. Pero aun asi, seguiria siendo demasiado gordo para los efectos practicos de los que
debe estar dotado un istrumento cultural de esa naturalesa.
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Somos pueblos jobenes que no debemos permaneser fijos en cosas del pasado ni, mucho
menos, rindiendole culto a esa parte inutil y sin sentido del idioma que ya resulta inintelijible.
¿Cual es la rason para que un Dicsionario este infestado de terminos que ya nadie utilisa o
conprende? El DRAE esta atiborrado no solo de arcaismos sin sentido, sino de un enorme lastre
de repetisiones (sinonimos) inpracticas y anticuadas, cuando no orribles. Ademas, ecsisten otros
terminos que aunque sean modernos nadie los utilisa (porque solo se conosen en España). Pero
lo peor en este ecseso de equipaje es la cantidad de rejionalismos (tanto españoles como
americanos) que constituyen una plaga en ese libro. Beamos unos cuantos ejenplos que
demuestran la balides de esta obserbasion.
Autumnal ciguanaba ermador
Autópsido. cimarra esnifar
Autrigón cinzolín espolique
Avahar ciscar espórtula
Apazguado citrón esteva
Aparvar cladodio estocafís
Apatusca clascal evagación
Apaulillarse colúmbrido eutrapelia
Apastle comendador excullado
Aladrero concionar excrex
Alafia concino expilar
Álaga concuasar fabuco
Ajonjo condotiero felús
Abortón chajal feérico
Abomaso chacoli ferrarés
Abobra chagualón flagicio
Blandicioso chaima fizón
Bizcuerno cháguar cartolas
Esta es una muestra infima que podria alargarse a capricho. ¿Qe ase en el dicsionario
tanta palabra cuyo sinnificado es estraño para la mayoria de las personas?
El DRAE tiene una infinidad de bocablos que solo son conosidos en España y no
tenemos por qe incluirlos en nuestros dicsionarios. Terminos que nunca yegaremos a utilisar por
ningun motibo. Por ejenplo, ¿qe nos inporta a los americanos que en Cantabria le digan
272
implantón a una piesa de madera de sierra, de siete a nuebe pies de lonjitud y con una
escuadria de seis pulgadas de tabla por tres de canto.
Ni siquiera con la esplicasion entendimos de qe se trata el tal inplanton. Entonses, ¿por
qe tenemos que soportar ese tipo de inposisiones en la lengua o dicsionario? El Ameriñol no
debe recargarse de palabras que no tengan una utilidad ebidente y practica en nuestra abla
popular. ¿Qe arian carcavinar, edrisí o campurriano en el dicsionario del Ameriñol? ¿Qe nos
inporta a los ameriñoparlantes que alguien de Cantabria, del pueblo de Campoo, se yame de esa
manera? Nosotros no tenemos la culpa. Saber qe es España y donde queda ya es sufisiente; es
mas de lo que muchos españoles saben de nosotros en jeneral. Pero saber donde esta Cantabria...
es pedirnos demasiado. Entonses ¿qe es lo que se pretende al incluir en un libro de caracter
unibersal un jentilisio que ni siquiera a los mismos españoles puede inportarles un rabano?
En America utilisamos muchas palabras que segun el Dicsionario son arcaismos; pero
entre nosotros siguen bijentes. Aguaitar es balido. Y algunas espresiones antiguas son muy
grasiosas, tales como “Un su pariente”, “lo bide”, “traiba”, “asi mesmo”, “ponerse triste, brabo,
alegre”, “truje”, “dis que no tiene”, “se ríen o rein”, “enantes o endenante-s”. Si las personas
entienden qe es lo que les quiere desir un canpesino o persona de poca cultura academica cuando
dise: “Una su tia”, “Un su amigo”, ¿qe inporta lo demas? ¿No disen los españoles “Boy a por
eya”? Y no solo asen uso de esa orrible espresion, sino que tratan de justificarla con algunos
argumentos delesnables.
Recuerden que la esensia del Ameriñol no esta en qe algo sea correcto o no, sino en la
efectibidad para asernos entender y conprender a los demas. Nunca dejaremos de repetirlo: el
lenguaje solo es el beiculo mediante el cual se trasladan las ideas y conosimientos de persona a
persona. Por lo tanto, este no debe ser un ostaculo ni estar yeno de dificultades que ostruyan el
supremo objetibo de todo idioma: la comunicasion.
¿Cual es la posision del Ameriñol ante los arcaismos? Pues muy sensiya, todos los que
no tienen sentido para nosotros, o para los cuales ay equibalentes modernos, deben desapareser
para sienpre. Sin enbargo, los que tengan algun balor lingüistico o istorico deben incluirse en un
dicsionario espesifico para los espesialistas del idioma y su ebolusion. La semantica y su estudio
sincronico y diacronico de los signos lingüisticos y sus conbinasiones, sienpre sera una siensia de
gran balor para los inbestigadores, pero no para la jente comun, a la que solo le interesa
comunicarse con sus semejantes de la manera mas fasil posible. Para guardar este aserbo estara
el catalogo de rejionalismos de cada pais americano. Y es bueno recordar que no se le puede
andar enmendando la plana a cada canpesino; tanpoco es lisito aser bromas de mal gusto de su
273
forma de ablar. Si eyos disen “naide”, “achara”, “acuanta” y “traiba”, ese es un asunto (no
problema) cultural que solo debe ser modificado con las nuebas jenerasiones que bayan a la
escuela, y solo si es de algun interes. Cuando los alunnos se den cuenta de la incorrecsion de
esos terminos, dejaran de usarlos y estos moriran por consunsion, e ingresaran a la istoria del
lenguaje crioyo. Cuando sus conpañeros (los maestros mas crueles) los basilen por desir
achará, nunca bolberan a utilisar esa palabra. Mientras tanto, todos esos terminos antiguos o
modificados que constituyen su bocabulario tipico, deben ser incluidos en los dicsionarios
espesificos para ese fin, pues por aora, ese lenguaje es el testigo y rejistro istorico de lo que
eramos apenas ayer, y es bueno que nunca lo olbidemos. Quisas mañana no sea nesesario y,
entonses, abra tienpo para desasernos de ese legado, cuando este no tenga inportansia alguna.
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SOLESISMOS
Con este nonbre designan los gramaticos aqueyos errores que tienen que ber con la
biolasion que se ase de la sintacsis. Y estas pueden ser en la concordansia, rejimen o
contrucsion. Pero antes, espliquemos ques concordansia, rejimen y contrucsion para aqueyos
que tienen la dicha de ignorar esas nesedades. No olbiden, sin enbargo, que nada de esto tiene la
menor inportansia en el Ameriñol; nadie debe saber estos tecnisismos para escribir con
correcsion y aserse entender. En todo caso, el oscuro palabrerio con el quel Dicsionario o la
Gramatica suelen describir estos asuntos, en el abla comun no resulta tan espelusnante y,
cualquier persona con sentido comun, puede resolberlo sin mayor esfuerso.
Concordansia es la conformidad de acsidentes entre dos o mas palabras bariables.
Todas, menos el berbo, deben concordar en jenero y numero. Y el berbo con el sujeto, en
numero y persona.
Rejimen, 1) dependensia que entre si, tienen las palabras en la orasion. Se determina
por el ofisio de unos bocablos respecto de otros, esten relasionados o no por medio de las
preposisiones. 2) Preposision que pide cada berbo, o caso que pide cada preposision. Por
ejenplo el rejimen que pide el berbo aspirar es la preposision A. “Aspirar a”. Y el de esta
preposision, el caso de datibo, el de acusatibo o el de ablatibo, que son el conplemento indirecto,
directo y sircunstansial.
Construcsion es el orden y disposision de las palabras, relasionadas por el rejimen y la
concordansia, para espresar con eyas toda clase de conseptos.
Entonses, cualquier discrepansia con esas reglas gramaticales, nos ase incurrir en un
solesismo. Sin enbargo la mayoria de las personas no se da cuenta de estos “errores” que son tan
familiares en el abla comun porque en nada alteran la esensia de los mensajes. Talbes sean
identificables por los entendidos en cuestiones gramaticales cuando los ben escritos, pero en
jeneral, casi nadie se da cuenta. Solo los quisquiyosos gramaticos, pues ya que muchos de estos
yamados solesismos en realidad son minusias que en nada alteran la claridad del discurso o la
intension de las ideas que queremos trasmitir. Tanbien se nos dise quel iperbaton es biolatorio
de la sintacsis, a pesar de que se considera como un recurso elegante de las personas que
escriben con gran dominio de la lengua; es desir, si usted es un don nadie gramatical y usa un
iperbaton, esta comentiendo un error; pero si se trata de un escritor conosido, el mismo error se
le califica como figura literaria. O estilo personal.
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276
CONCORDANSIA ENTRE ADJETIBO Y SUSTANTIBO.
Beamos este ejenplo de concordansia entre nonbre y adjetibo de acuerdo con la Norma:
“La naranja es de color amariyo”. Pero si escribo que: “La naranja es de color amariya”,
¿no se entiende lo que trato de desir? (Yo) quiero desir que la naranja es amariya, y NO que el
color es amariyo, por lo tanto, la espresion deberia estar bien. Porque si ago elipsis de la
palabra color, la espresion es correcta: “La naranja es (de color) amariya”. Y eso es lo que
deseo espresar: que la naranja es amariya y no que el color de la naranja es amariyo. Algo
paresido susede con la concordansia en los siguientes ejenplos: “Esa mujer esta media loca”.
“Esa niña esta media dormida”. “Esa chiquiya es media tonta”. Todos entienden ques lo
que queremos desir, sin enbargo, otra regla gramatical ase caer en la tranpa a las personas que,
siguiendo la lojica del abla, utilisan el adberbio medio (parte inbariable de la orasion) y le
atribuyen jenero femenino. Asta las personas mas cultas caen en ese error, porque es inposible
tener en mente la multitud de reglas que son nesesarias para escribir “bien”.
A esepsion de los academicos, es seguro que nadie se sabe las partes de la orasion; y
mucho menos, cuales son bariables y cuales inbariables. ¿Y quien puede tener presente en toda
ocasion y momento, que medio es un adberbio (parte inbariable) que no debe relasionarse con
loca, sino con el berbo “esta”? Pero miyones de personas en la America Latina, y es seguro
que en España tanbien, disen “media loca” o “media dormida”. Y todos entendemos bien. Asi,
pues, bienbenida sea esa espresion al Ameriñol, aunque tengamos que agregarle una esepsion a
la regla de los adberbios o canbiarlos a la categoria de bariables. En todo caso, ¿qe inportansia
tienen esas majaderias que solo sirben para que los “cultos en gramatica” se den cuenta de qe tan
innorantes son los demas?
No se asusten por las definisiones que emos dado, pues no se trata de que bayamos a dar
otro curso de Gramatica. Solo que consideramos nesesario señalar algunos aspectos que estan
relasionados con la materia prima que estamos tratando. Y aunque no bamos a crear reglas y
normas en el Ameriñol, es util aser algunas reflecsiones jenerales balidas para este y el español,
y a partir de las cuales emos benido separando, con rasones, al español americano de la tutela y
autoritarismo de la Academia.
Se nos dise que debe ecsistir concordansia entre los siguientes elementos de la orasion:
1 Entre el adjetibo y el sustantibo debe aber coinsidensia entre el jenero y el numero.
2 Entre el sujeto y el berbo la correspondensia debe ser en numero y persona.
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3 El antesedente y el prononbre deben coinsidir en jenero y numero.
4 Debe aber concordansia esacta entre el enclitico y el punto final del berbo.
5 En los berbos inpersonales debe quedar claro su uso solo en la tersera persona singular.
6 Concordansia correcta en la utilisasion de las preposisiones.
7 En los modos berbales que el modo del berbo coinsida con la actitud del ablante.
8 Que en los yamados “berboides” se aga la correcta utilisasion de acuerdo con sus
funsiones.
Solo esta enumerasion de reglas se torna en algo atemorisante, aunque algunas de eyas no
son mas que sinple ojarasca cuyo proposito no nos resulta muy claro. Sin enbargo, la mayoria no
son mas que planteamientos altisonantes que la persona bien puede resolber en forma sensiya sin
tener que recordar ninguna norma.
La primera regla dise que todos los elementos de una orasion deberan tener el mismo
jenero y numero cuando son sustantibos, adjetibos y prononbres.
Y tanbien el mismo numero y persona cuando son sujetos o berbos.
Ay que desir que algunas de estas reglas es innesesario recordarlas, pues el sentido
comun resuelbe muchas de las situasiones a las que se refieren, ya que en el uso corriente de la
lengua, el indibiduo a aprendido su correcta aplicasion. El enpirismo sustituye de manera eficas
a la memorisasion de normas. Por ejenplo:
Cuando se trata de la concordansia entre el sustantibo y el adjetibo nadie diria:
“El arbol blancos”, “Las casas amariya..” o “Las flores asul..”
Concordansia entre el sujeto y el berbo:
Cuando la concordansia es entre el sujeto y el berbo deben coinsidir en el numero y
persona. Este seria un ejemplo
“El chico juega con su ermano”.
En este caso, tanbien es inprobable que alguien diga: El chico juegan con su ermano, los
chicos juega con su ermano o el chicos juega con su ermano. Aqui el “chico” es la tersera
persona, por lo tanto, es inposible que alguien diga: “El chico juego” (primera persona)” o “El
chico juegas” (segunda persona).
El Ameriñol aplica la metodolojia que seguimos en el aprendisaje de la lengua cuando
eramos niños. Recuerden que el idioma “es cosa ablada”, y nadie aprende Gramatica antes
de ablar; primero se “cotorrea” y luego biene la correcsion mediante la imitasion de lo que los
mayores utilisan para comunicarse con sus semejantes. Y si esto se ase con efisiensia, la
Gramatica sale sobrando, pues esta esta formada de tecnisismos superinpuestos al lenguaje.
278
Desde luego que la gramatica es de utilidad a aqueyos que se dedican a la lingüistica o al estudio
de la ebolusion de los idiomas y otras cuestiones relatibas a ese misterio ques el lenguaje. Debe
ser una carrera profesional para espesialistas y no un istrumento de tortura para quienes ya ablan
de manera correcta su idioma, si entendemos por eso, la capasidad de comunicarnos. El
trabajo de los gramaticos debe ser como la labor de los arqueologos o los jenetistas. Que
sea algo que pueda benefisiarnos desde la penunbra, pero que no lo tenemos ensima ni debemos
memorisar su terminolojia. No dudamos de la inportansia de las inbestigasiones de Jenetica y
Arqueolojia, pero todos bibimos tranquilos sin saber qe cosa es el pleistoseno o el periodo
carbonifero; de igual forma que no nos desbela conoser la estructura del ADN, la
conposision del jenoma umano o cuantos cromosomas tiene un sancudo... si es que los
tiene.
Si un salbadoreño se ase entender por cualquier paisano, por un mejicano o cubano,
puede desir que abla bien su lengua. Si el otro no entendio camisa por pantalones, o comida por
dormitorio, quiere desir que lo conprendieron. Y ese es el fin unico de todo idioma.
Recordemos que la lengua se aprende en el nucleo familiar; pero sobre todo, de la mama;
y es ai donde debe ronperse el siclo de ignoransia tradisional de la America Latina. Ablar bien
es cuestion de cultura jeneral, la cual depende de la que tengan los encargados de educar a los
niños (madre, familia, maestros). Y en el caso de America, continente de analfabetos e iletrados,
es lojico que el abla popular este plagada de terminos inprobisados segun las nesesidades y
emosiones de nuestra jente. Si los padres disen “traiba”, sus ijos diran “traiba”. Solo cuando
se elebe el nibel de escolaridad de los pueblos, estos estaran en capasidad de enseñarles un mejor
idioma a sus ijos. De tal palo, tal astiya... se dise.
Todo maestro o profesor sabe de inmediato la clase de ogar de los cuales probienen sus
alunnos cuando los escucha hablar, segun el bocabulario que tengan. Y esa defisiensia no se
subsana enbutiendolos de gramatica. Todos sabemos que el aprendisaje de una lengua es
cuestion de toda una bida, y aun asi, cada dia descubrimos el sinnificado de alguna nueba
palabra, sin inportar que ayamos bibido dosientos años. La riquesa del lecsico es el producto del
cariño que padres y maestros logren despertarnos por la literatura. Es el resultado de mucha
lectura y reflecsion, pero sobre todo, de la calidad del intercanbio cultural que tengamos con
personas mas educadas y que ablen mejor que nosotros. Aqui es balido, en sentido positibo,
aquel adajio que sostiene que “el que con lobos anda a auyar aprende”. Asi es como se anplia
y enriquese el conosimiento de la lengua, y no mediante la Gramatica. Aunque esto ultimo es lo
que nos an querido aser creer los Academicos, inbirtiendo el orden natural de las cosas.
279
Un niño arjentino, uruguayo o chileno, ijo de un ogar normal de cualquiera de esos
paises (con alto nibel de escolaridad), tendra un mejor y mas anplio repertorio de palabras que
uno de otros paises latinos mas atrasados. ¿Y por qe? Porque los padres de estos ultimos
(tanbien analfabetos en alto porsentaje) tienen grandes limitasiones en su lecsico comun, que en
muchos casos no alcansa ni las mil palabras; y tal situasion no la puede remediar la escuela
mediante la intensificasion de los programas de Gramatica. El problema es de bocabulario, de
ideas, pero sobre todo, de cultura jeneral. Es por eso que en los futuros planes en la enseñansa
del Ameriñol, se debera fortaleser los programas de oratoria. Pero no la oratoria tradisional
nuestra que solo esta conpuesta de palabreria güeca, sino de un sistema tecnico que, ademas de
incorporar nuebas palabras en cada nibel educatibo, enseñe dialectica. Es mucho mas util y
efectibo un discurso corto, lojico y bien ilbanado, que un monton de ojarasca (paja) a la que
somos dados los latinos.
A los niños y jobenes ay que enseñarles a pensar con orden, siguiendo las reglas de la
dialectica. Desde luego que para que eso suseda, nuestros maestros y profesores deben ser
capasitados en ese canpo. Todos. No solo un maestro espesifico de una clase yamada oratoria.
Y junto con esa metodolojia se debe ir introdusiendo el bocabulario establesido para cada nibel,
de manera que cuando un niño salga de sesto grado, tenga un promedio de unas dos mil palabras
bien conosidas que formen parte de su abla natural y que esten en sus lecturas (libros de
Ameriñol preparados para cada grado). De tal manera que los maestros tengan la plena sertesa
de que sus alumnos tienen un determinado lecsico que les es familiar y dominan en toda su
estension. Lo mismo para el bachiyerato. Se podra inpartir una gramatica basica, pero el peso
de la materia “Ameriñol” debera estar en el desarroyo del lenguaje y su aplicasion en situasiones
reales. Es desir, el estudio del idioma como istrumento al serbisio del usuario como arma de
supervivencia. Como metodo para obtener bentajas y conosimiento. Una lengua utilitaria que
sea capas de autojenerar mayor cultura en el intercanbio, pero a la bes, de produsir resultados
materiales a su posedor.
Pero la cultura jeneral no solo es cuestion del ogar y la escuela, sino que tanbien se
conplementa con el entorno. De ai que los niños de la siudad suelen ser mas listos que los
canpesinos, sin que esto inplique que sean mas intelijentes o capases. Desde luego que esta
influensia del anbiente es apenas una parte de la totalidad, que puede ser mas o menos inportante
segun sea el medio. Un niño sitadino, es casi seguro que sera mas abispado y tendra mayores
recursos que uno de la misma edad nasido en la canpiña. Sin enbargo, y conparados solo con su
medio natural, el desarroyo idiomatico es un asunto de los padres, del ogar y el entorno de
280
familia y amistades. Y eso es algo que nunca deberian perder de bista los maestros y profesores:
la calidad del ogar. No se puede esperar lo mismo del ijo de un profesor que del de un obrero de
bajo nibel escolar.
Bolbamos al asunto de la concordansia.
El sujeto y el berbo deben concordar en numero y persona.
En el caso de esta regla, si la memorisa el estudiante, no ase mas que conplicarle una
situasion que, sin nesesidad de saberla sienpre a sido clara para el. Beamos un ejemplo.
Yo tengo. Yo = singular. Tengo = singular. Yo = primera persona Tengo = primera
persona. ¿Podria alguien desir: yo tienes o yo tienen? ¿Nosotros tengo o eyos tienes? Pero la
regla ecsije que se memorise todo el enunsiado de algo que es de sentido comun en el abla, y en
lo que solo un niño muy chiquito podria equibocarse.
Concordansia entre prononbre relatibo y su antesedente.
Este es un caso en donde no parese que sea nesesario ilar tan delgado, pues todo el
mundo entiende una orasion en donde se aya cometido ese “error” de dicsion. Es mas, la
mayoria de las personas cultas ni siquiera se da cuenta cuando asen una lectura rapida para
enterarse del contenido de lo questan leyendo.
“El jefe le (les) dijo a anbos que realisaran su tarea correcta-e”. (e=mente)
La memorisasion de tanta regla no conduse a que el indibiduo sea mas capas en el uso del
idioma. Puede que recuerde un monton de enunsiados, listas de palabras, que se aprenda las
conjunsiones y sus clases, que sepa de memoria todas las preposisiones, los tipos de berbos y los
tienpos y modos en los que estos se conjugan, pero ¿de qe manera lo ayuda esto en la bida?
¿Sirbe para algo identificar sien berbos intransitibos o defectibos? ¿De que sirbe conoser las
reglas de como se utilisa el jerundio o la preposision A? El Ameriñol quiere acabar con ese
dogmatismo fundamentado en ideas caducas, y cuya utilidad es inposible demostrar.
¿No seria mucho mejor que les enseñaran a los niños y adolesentes la forma como pensar
con metodo (dialectica), y a selecsionar en forma adecuada las palabras y el tono nesesario para
cada situasion en la que debe enplear el abla en busca de algun objetibo espesifico? El idioma se
utilisa para trasmitir las ideas propias y captar las ajenas; pero eso solo es la parte mecanica del
lenguaje, ya que detras de toda la actibidad lingüistica debe aber un proposito. No se abla solo
por ablar o ejersitar los aparatos fonador y audititibo. Se ase uso del lenguaje con algun fin o
meta que alcansar. Y esa es la parte utilitaria para la cual deben estar preparadas nuestras
jubentudes.
281
Es bonito ponderar los fines idealistas de cualquier actibidad en donde asemos uso del
abla, pero eso no anula la realidad materialista que ay detras de este proseso. Si somos
comersiantes, ablamos para conbenser y bender nuestros productos; si argumentamos es para
conseguir que nos bendan mas barato o para justificar nuestros presios. A esepsion de las
conbersasiones de “paja” para reyenar el silensio, todo uso que asemos de la lengua deberia tener
un proposito determinado. Lograr algo o sacar alguna bentaja, aunque suene un poco
bulgar y egoista. Y esa es la realidad que ay que enseñar a nuestros estudiantes en jeneral: la
utilidad practica del idioma, la cual dista mucho de ser un sinple juego de palabras altisonantes y
güecas bien acomodadas segun la sintacsis. La poblasion adulta que no aprendio eso en la
escuela, colejio o unibersidad, tendra que aserlo en un sistema paralelo de educasion de adultos.
En sintesis, la concordansia es una cuestion de sentido comun que no deberia requerir la
memorisasion de un monton de reglas aburridas y enredadas que a nada condusen. En la bida
practica la jente la aprende sin mucha dificultad, pero sobre todo, cuando los padres tienen un
nibel cultural mas elebado, ques el sueño de lo que abremos de ser los ameriñoles al final del
presente siglo.
282
USO DE LAS PREPOSISIONES .
Este es uno de los temas mas espinosos de la gramatica en cuanto a su aplicasion practica
en el abla normal, pero sobre todo, en la escritura. La mayoria de las preposisiones no causan
problema, pero algunas de eyas produsen “solesismos” mortales de acuerdo con la gramatica.
Solo para los quisquiyosos, les recordamos que la palabra SOLESISMO sinnifica, segun el
DRAE, “falta de sintaxis; error cometido contra la exactitud y pureza de un idioma”. Es un
termino jenerico con el que bien se podrian definir casi todos los titulos que emos enpleado asta
aora: inpropiedad, barbarismos, estranjerismos, bulgarismos, anfibolojia, neolojismos, arcaismos
y todas las otras “inpuresas” que a criterio de los academicos, manchan la estructura de nuestro
idioma.
El mal uso de las preposisiones es lo que en el argot de la gramatica se conose como
“solesismos de rejimen”. En pajinas anteriores, en la definision de solesismos, aclaramos qe es
rejimen, y aunque no nos interesa que memorisen ese dato, lo esplicamos para los curiosos que
quieran saber de qe estamos ablando en relasion con la gramatica formal.
Es posible que muchos recuerden de la escuela o el colejio que son preposisiones, pero
para efecto de arrancar de un punto de partida comun, las repetimos para los que las recuerdan, y
las enunsiamos para los dichosotes que nunca an oido ablar de eyas y que, sin enbargo, an bibido
felises:
A, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hasta, hacia, para, por, según, sin, so,
sobre, tras.
Los gramaticos an tenido un pleito en relasion con estas palabras que forman parte de la
orasion bajo el calificatibo de inbariables. Se desia que ay separables e inseparables; pero desde
ase algun tienpo an abandonado la idea de las separables para conbertirlas en prefijos. Despues
de amargarle la bida a quien sabe cuantas jenerasiones de estudiantes, concluyeron que solo esas
diesinuebe que escribimos en negrita son preposisiones berdaderas. Estas palabritas forman
parte de lo que en Ameriñol yamamos “conectores”, pues sirben para estableser relasiones entre
diferentes terminos o ideas. Son particulas que se anteponen a los sustantibos para conbertirlos
en conplementos.
Boy hacia mi casa. Aqui se establese una relasion entre el berbo ir, y el sustantibo casa.
Esa es la funsion de las preposisiones. Y ya que son tan pocas y sinples, su utilisasion deberia
283
ser de lo mas sensiyo; sin enbargo, los gramaticos se las an arreglado para conplicar este asunto
asta el infinito.
Beamos la atemorisante definision del Esbozo:
“Al tratar de los complementos del verbo, el sustantivo y del adjetivo, hemos visto en los
capítulos anteriores que, exceptuando la aposición, algunos complementos directos o
circunstanciales y las formas inacentuadas de los pronombres, todos los demás complementos,
cuando el término complementario es sustantivo, se enlazan en español, por medio de una
preposición. El sustantivo o la expresión sustantivada que la preposición introduce se llama
término de la preposición. Podemos, pues, definir provisionalmente las preposiciones como
palabras invariables que enlazan un elemento sintáctico cualquiera con un complemento
sustantivo. Otros caracteres, que luego estudiaremos, nos permitirán completar esta primera
definición”.
¿No es aterradora semejante amenasa? Luego sigue el Esbozo con un infierno de reglas y
definisiones que asen perder el interes asta del mas entusiasta lector de temas gramaticales.
Nosotros no seguiremos el juego porque, en el abla comun, nadie tiene problema con las
preposisiones; y aunque tanpoco en la escritura, los gramaticos an limitado y definido el alcanse
de algunas de eyas de manera que si nos salimos de ese ensierro, caemos en un solesismo de
rejimen.
284
PREPOSISION A.
Se nos dise que la preposision A sinnifica:
Direcsion Boy A Guatemala.
Modo Entro A la carrera. A su estilo.
Lugar Se fue A su casa. Esta A la derecha.
Procsimidad Yegaron A la oriya del mar. Se sentaron A la mesa.
Condision A no tener mejor referensia, asepto.
Tienpo Yego A la una en punto.
Y al pareser, nadie deberia tener problemas en el uso de una preposision tan sinple; sin
enbargo, las normas gramaticales conplican la situasion de manera que con el menor descuido,
incurrimos en un error de rejimen. Beamos:
“Siente un profundo despresio A las cosas materiales”. ¿Qe problema ay con esa
orasion? ¿Se entiende o no lo que quiere desir el que la utiliso? “Siente abersion A las cosas
mundanas”. ¿Y qe ay de malo en esta otra? En anbas orasiones esta muy clara la idea sentral:
la persona de quien se abla despresia las cosas mundanas o materiales. No se puede desir que el
mensaje no se entiende o que es equiboco. Pero la gramatica nos afirma que la preposision es
inadecuada y que debe usarse POR en lugar de A. ¿No les parese que esto no es mas que una
majaderia insustansial? Si la idea esta clara (objetibo unico de todo lenguaje), ¿a qe biene ser tan
quisquiyosos con algo que no marca diferensia alguna en el mensaje trasmitido? Ademas, ¿cual
es la rason tecnica para que no se deba enplear A en lugar de POR? ¿O es solo un capricho,
nasido al calor de quien sabe que ocurrensia tubo el autor de esa Norma? Es tanta jente la que
usa la preposision A en ese tipo de orasiones, quel Ameriñol la asepta como forma correcta de
espresion. Ademas, bien puede anpliarse el rango sinnificatibo de cada una de esas
preposisiones y todo estaria arreglado.
La espresion “A la menor brebedad posible”, ques otro de los clasicos que utilisan para
demostrar el mal uso de las preposisiones, en Ameriñol nos parese adecuada; miyones de
personas que la utilisan meresen que se considere una forma balida, pues el pueblo es el supremo
rector del idioma. Los academicos nos disen que la forma correcta es “Con la menor
brebedad...”, pero esa es una forma estraña que no puede conpetir con aqueya ques tan popular
entre nosotros. Es algo paresido a la formula legal que casi todos utilisamos: “De acuerdo A”,
en lugar de la forma que los gramaticos consideran correcta, “de acuerdo CON”. Se puede desir
285
que no ay gramatica o decreto de la Academia o del DRAE que pueda desterrar su uso de todos
los bufetes abogadiles de America. Bienbenido sea “de acuerdo A”.
Tanbien utilisamos con frecuensia “Despresio a la ley” y todos entienden lo que
queremos desir, aunque los gramaticos digan que es obligatorio “Despresio POR la ley”. Pero la
berdad es que poco inporta si usamos una u otra de esas preposisiones; lo que cuenta es que en
anbos casos las personas entienden el consepto y, con eso esta serbido el proposito del lenguaje.
Por lo tanto, tanbien le damos la bienbenida a la A en todas esas formas como las utilisa el bulgo.
Otros clasicos de las gramaticas son: “cosina A gas”, “Abion A reacsion”, “buque A
bapor”, “Oya A presion”, y por ai se les terminan los ejenplos, que no deben ser muchos, pues se
repiten en casi todos los libros de diferentes autores. Tanbien encontramos otros que es
inposible que alguien utilise. “Tinbre A metalico” y “Dolor A los oidos”. Nos parese que
estos dos ejenplos fueron inbentados sobre la marcha, porque nadie dise “tinbre A metalico” por
tinbre de metal o tinbre metalico. Nos parese un absurdo escrito solo para poner en ebidensia el
supuesto mal uso de la preposision A. Tanpoco es creible que alguien diga “dolor A los oidos”.
Es posible que digan “dolor DE oidos” o “dolor EN los oidos”, pero no dolor A los oidos. Esta
espresion mas parese un chiste del autor que puso ese ejenplo para tipificar los malos usos de las
preposisiones.
286
PREPOSISION DE
En el caso de los triyados ejenplos de “cosina A gas” o “barco A bapor”, tenemos que
agregar algo, pues los gramaticos afirman que se debe desir “cocina DE gas” y “barco DE
bapor”. Pero antes del analisis, beamos las aplicasiones correctas de DE:
Posesion o pertenensia casa DE canpo. El reloj DE Joaquin.
Materia casa DE cristal. Diente DE leche.
Asunto libro DE gramatica.
Cualidad onbre DE palabra. Mujer DE onor.
Orijen bengo DE Puntarenas.
Modo cae DE cabesa.
Tienpo ora DE comer.
Aposision el camino DE la bictoria.
Realse de una caracteristica el iluso DE Ramon.
Condision (con infinitibo). DE aber sabido el final, no ubiera ido.
En relasion con “cosina DE gas”, ¿a cual de las formas anteriores le calsaria esta
preposision? Es seguro que no es de pertenensia ni de asunto; tanpoco de cualidad, orijen o
modo. No es de tienpo, aposision, realse o condision. La cosina NO le pertenese a gas, ni gas es
un asunto. La cosina no tiene como cualidad al gas, ni biene de gas. Tanpoco el gas es un modo
de la cosina ni bisebersa. Ni gas ni cosina indican tienpo. Tanpoco forman una sinple aposision.
Solo nos queda la segunda forma, en la cual la preposision DE nos indica que la cosina esta
confecsionada DE gas, como casa DE madera, lo cual es un absurdo. ¿Entonses qe asemos? Lo
mismo resultaria con el segundo ejenplo, el cual nos daria como resultado que el barco esta echo
DE bapor. ¿Cual es la rason para andar con tantas majaderias en asuntos de tan poca inportansia
en cuanto al objetibo de lo que el ablante quiere espresar? Si alguien dise “cosina a gas”, todo el
que lo escuche sabe que se esta refiriendo a una cosina que para funsionar utilisa GAS. ¿No es
asi? Entonses ¿qe inporta que diga cosina A gas, o cosina DE gas, cosina CON gas, cosina
PARA gas, si el mensaje se entiende? Y si consideramos la espresion desde el punto de bista de
la lojica, es mas natural, presisa y adecuada la forma “Cosina CON gas”. Porque eso es lo que
ase. ¿No es asi? Como cosina CON electrisidad, cosina CON carbon, leña etc. etc.
287
Mas ensañamiento con la preposision DE para indicarnos errores en su uso. Y nos
señalan una serie de formas que no deben enplearse, pero que miyones de personas utilisan en
toda la America Latina y se entienden de marabiya.
Nos disen que no es lisito desir:
Errado Debe ser
Ropa DE hombres PARA
Paso DE peatones PARA
Se ocupa DE cuidar a los niños EN
Regalos DE niños PARA
Diputado DE las cortes A
Por consiguiente DE
Asta donde sabemos, la jente estila desir “por consiguiente” y todos entienden. Y no ay
quien no conprenda qe se trata de “ropa de onbres”, “paso de peatones”, “regalos de niños”.
En cuanto a “diputado a cortes” (forma correcta segun los gramaticos), nos suena mucho
mas feo que diputado en las cortes, o diputado ante las cortes.
288
PREPOSISION EN
Ecsiste otra forma “errada” muy comun en el abla popular; y aunque esta es un poco mas
ordinaria, todo el mundo entiende ques lo que se quiere desir con eya cuando la enpleamos en
forma coloquial. “Se sentaron EN la mesa”. En realidad todos sabemos que no es que sentaron
sobre la mesa, sino alrededor de eya. Y con este cajonero ejenplo, es con el que los gramaticos
asen su agosto criticando el “mal uso de las preposisiones”. En sus reserborio tienen algunos
mas, pero se puede desir que casi todos eyos son forsados y artifisiales, pues la jente no utilisa
esos que suelen presentar en los libros de gramatica. Nos disen que la forma correcta debe ser
“Se sentaron A la mesa”. Pero resulta que esa espresion es muy rara y nos da la inpresion de que
algo le falta, eso que yaman sentido sicolojico. Seria mejor desir que se sentaron serca de la
mesa; o junto a la mesa; o frente a la mesa, o a la par de la mesa. Y mejor aun, alrededor de la
mesa. El caso es que “sentarse A la mesa” no nos suena bien. Es mas rico “sentarse EN la
mesa”. “Ya esta la comida, por fabor sientesen en la mesa”. Ni la persona mas bruta del
mundo podria entender que esa inbitasion es para que se encarame en la mesa o se siente sobre
la comida. Por lo tanto, el Ameriñol tanbien le da la bienbenida a “sentarse en la mesa”. ¿Y por
qe? Porque miyones de personas en la America Latina utilisan esa espresion, y eso no los
conbierte en barbaros del idioma.
Desde luego que el problema es solo para los gramaticos, ya que el pueblo entiende bien
cualquiera de las conbinasiones que asen con eya, y es posible que muy pocas beses cometan los
errores que aqueyos suelen utilisar como ejenplos en sus libros. Un autor pone los siguientes
ejenplos de incorrecsion en el uso de EN.
Boy EN casa de mis abuelos (esto es un absurdo que nadie usa, salbo los gramaticos)
Sentarse EN la mesa (archiconosido)
Ir EN direcsion norte con
Figura EN barro de
Otro autor utilisa los mismos ejenplos lijera-e (lijeramente) modificados. Parese que no
ay muchos.
Boy EN casa de mis padres.
Sali EN direcsion a Mursia.
Sentarse EN la mesa.
Estatua EN bronse.
289
Y segun este mismo autor sostiene que Manuel Seco asegura que es galisismo o
anglisismo desir “Biajo EN la noche”; que debe desirse “Biajo POR la noche o durante la
noche”. Pero señores: ¿cual es el proposito de estas tonterias? Si desimos que biajamos por la
noche, en la noche o durante la noche, ¿no obtenemos el mismo grado de conprension del que
nos escucha? ¿Ques lo que no entiende o se altera del mensaje segun utilisemos POR, EN o
DURANTE? Y si desimos “le isieron una estatua EN bronse”, ¿deja de entenderse lo que
queremos desir? Al menos en America no es creible que aya una sola persona que no conprenda
el mensaje si le disen que “Juan salio en direcsion a San Pedro” o “En direcsion sur”. Estos
ejenplos son reales, pues casi todo el mundo los usa, por lo tanto, tienen plena aseptasion en el
Ameriñol. En canbio el primer ejenplo, el de “Boy EN casa de mis padres”, es un autentico
disparate que no sabemos de donde lo saco el autor, pues la berdad es que no cremos que aya
personas que puedan ablar asi. Talbes en España, en donde son dados a raresas tales como “boy
A por ella”. Por aqui todos desimos “boy a la casa... o boy a casa de mis padres”, o “Boy donde
mi mama”.
290
PREPOSISION PARA
De la misma forma siguen ilando con otras preposisiones, sin que sea posible adibinar qe
es lo que quieren demostrar con tanto puntiyismo gramatical. En el caso de PARA nos disen que
indica:
Direcsion Boy PARA el sine.
Tienpo Lo dejare PARA el juebes.
Antisipasion a un echo Esta PARA yober.
Fin Es un buen metodo PARA aprender ingles.
Nosotros utilisamos las dos formas: “Boy para el sine” y “boy pal sine” (en la bersion
del ilustre bulgo), “boy al sine”, y todos nos entendemos. Entonses, no parese tener mucha
inportansia el uso de una u otra de las preposisiones, puesto que en nada se altera la declarasion
que estamos asiendo. En el caso del segundo ejenplo (lo dejare para el juebes) no ay posibilidad
alguna de bariar la preposision, pues ninguna otra calsa con el sentido de la orasion. Sin
enbargo, en “Esta para yober”, se puede bariar a “Esta por yober” y el sentido continua siendo
casi el mismo. Es mas, tanbien podriamos desir “Esta al yober”, y la frase sigue dando la misma
idea de antisipasion al fenomeno, nada mas que en una forma mas perentoria. Entonses, si se
pueden utilisar tres bariantes que cunplen el mismo o paresido proposito en la trasmision de un
mensaje ¿por qe encajonarnos en una sola y considerar a las otras como solesismos o errores
gramaticales? Esa intoleransia de la gramatica española debe ser ebitada por el Ameriñol.
Los ejenplos del mal uso de PARA son los mismos en casi todos los autores, y no pasan
de dos o tres, lo cual no justifica la creasion de tantas reglas PARA conbatir una pequeña
anomalia gramatical que un alto porsentaje de ameriñoparlantes (tanbien españoles) enplean en
forma cotidiana. No debe desirse “Pastillas PARA la tos” sino CONTRA la tos. Tanpoco
“Beneno PARA las ratas” sino CONTRA las ratas. Pero si digo beneno para ratas, nadie
interpreta que es para alimentarlas o que biban bien, sino para su esterminio. Aqui no solo se
trata de una cuestion gramatical, sino de sentido comun. ¿No es asi? Y como no es posible que
aya alguna persona que lo entienda de manera diferente, da lo mismo desir Beneno para, contra,
con, de, entre, sobre las ratas, y la intension sienpre quedara clara.
Para aser que sus ejenplos calsen como en estos casos, los gramaticos solen olbidar (¿?)
que gran parte del lenguaje esta sobrentendido en las conbersasiones populares, y que cuando
ablamos con alguien no tenemos que desirle todas las palabras que definen una idea, pues
muchas estan inplisitas en otras, o en el sentido jeneral de las orasiones. Esa es la beyesa de
291
nuestro idioma, que tiene sierta semejansa con un tenpano: con la muestra podemos adibinar el
total. Es por eso que si desimos beneno para las ratas, esta inplisito “para que las joda”, que es
mucho mas sinnificatibo que CONTRA. Si le pedimos “Beneno para ratas” a cualquier
pulpero, entiende muy bien que es lo que queremos y no nos ba a desir: “Señor, yo solo tengo
beneno CONTRA ratas, por lo tanto, no le puedo bender lo que me pide”. Lo mismo es
cuando desimos pastiyas para la tos, pues emos echo elipsis de “que se cure”: Pastiyas para
(que se cure) la tos. Pastiyas para (que se cure) el mareo. Beneno para (que joda a) las
ratas. Por lo tanto, la objesion que los academicos asen a estas formas de espresion popular no
tienen sentido alguno porque la formulan desde una posision formalista y no de la funsionalidad
del idioma, ya que este es mucho mas que formulas rijidas.
Esta bataya como muchas otras, la tienen perdida los gramaticos, pues el pueblo es el
arbitro supremo de qe es lo que funsiona o no en el lenguaje popular, y es el que tiene la ultima y
definitiba palabra en todas las discusiones. Por lo tanto, beneno para ratas, se queda en el
Ameriñol.
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PREPOSISION POR
Sigue en la lista la preposision POR. Se nos dise que esta indica.
Tienpo. Por aqueyos dias.
Lugar. Paso POR la caye.
Medio. Trasmitido POR radio.
Modo: Lo ago POR obediensia.
Sustitusion, equibalensia Lo are POR ti; lo conpre POR dies colones.
Causa POR amor al projimo.
Consesion POR mucho que lo repitas, no te creo.
Perspectiba futura Esta POR ber si aparese uno mejor.
Asi que de acuerdo CON esas condisiones, inposibles de recordar EN el momento de
escribir o desir algo, tendremos que enfrentarnos sienpre (¿con o contra?) el error en el abla o la
escritura.
Errado Debe desirse.
“Tiene gran amor POR la musica” “tiene gran amor A la musica”.
“POR orden del presidente” “DE orden del presidente”.
“Un traje para estar POR casa” “Un traje para estar EN casa”.
“Me boy por sienpre” “Me boy PARA sienpre”.
“Por mando del director” “DE mando del director”.
“Una ropa de estar POR casa” “Una ropa de estar EN casa”.
“Me ire POR sienpre” “Me ire PARA sienpre”.
“Tiene afision POR las antigüedades” “Tiene afision A las antigüedades”.
En cuanto a “Tiene gran amor por la musica” y “tiene afision por las antigüedades”,
bien podemos desirles a los gramaticos que se olbiden del asunto, pues esas formas estan en el
español y Ameriñol para quedarse. Asi que en las procsimas edisiones de sus gramaticas,
deberan darle la baja de sus recuentos de solesismos. Y en cuanto a “Por orden del Presidente”
tanbien tienen que eliminarla de su lista de ejenplos errados del uso de preposisiones. “De
mando del Director o del Presidente” es una forma que nadie usa. Al menos en America. Aqui
desimos: Por orden del Presidente, del Comandante o Jefe”. La espresion “Me ire POR
sienpre” es mas usual, y se utilisa con el mismo balor de “PARA sienpre”. Entendemos anbas y,
por lo tanto, no creemos que se deba considerar a ninguna de eyas como formas bisiosas del
idioma. Las dos son bienbenidas al Ameriñol. En cuanto a “Una ropa de estar por casa”, es
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algo que no creemos que alguien utilise. Ademas, esa espresion resulta un poco tonta, pues la
ropa (o traje) es para bestirse y no para estar EN casa, a menos que se trate de una bata o una
piyama. Tanbien podriamos mejorar esa espresion disiendo “Una ropa PARA estar EN casa”, si
entendemos que se trata de una bestimenta espesial con la que no se sale.
El español es algo con lo que nadie quiere meterse ni estudiar, y los gramaticos son los
culpables de que tanta jente en America sea enemiga natural de nuestro idioma; desde luego que
solo en el aspecto de la escritura, pues cuando de ablar se trata, nadie disfruta mas que nosotros
de la abladera. Como se dijo al prinsipio de este libro, no ecsiste jente mas conbersadora que el
latino, y es por eso que somos un peligro cuando un microfono cae en nuestras manos.
La sinplificasion es el norte del Ameriñol. Sin reglas engorrosas o conplejas que a nada
condusen desde el punto de bista de la efisiensia en la comunicasion. El Ameriñol debe ser ajil,
claro, practico y directo pero, por sobre todo, amistoso con el usuario. Un idioma que sea tan
comodo de leer y escribir como es al ablar.
Asi que para rematar este espinoso problema, el Ameriñol tiene una sujerensia
sensiya para todos los usuarios de las preposisiones. Usted puede utilisar la preposision
que se le antoje, sienpre y cuando no incurra en un disparate que aga perder el sentido a lo
que quiere desir. Tomemos el ultramanido ejenplo de la “Cosina a gas”, y beamos qe
resulta al utilisar dibersas preposisiones.
Cosina DE gas, cosina CON gas, cosina PARA gas, cosina A gas... y asta ai todo ba bien.
Las cuatro formas tienen sentido y trasmiten bien el mensaje que se quiere dar en relasion con la
cosina y el conbustible que utilisa. Pero si desimos cosina POR gas, ya ai enpiesa a ponerse fea
la cosa; y peor todabia si desimos cosina SEGUN gas, o cosina SOBRE gas. Y es obio que no
podria ser cosina SIN gas o ASTA gas ni BAJO gas. Y menos cosina CONTRA gas, ENTRE
gas, SO gas o TRAS gas. Estos ultimos ejenplos esta claro que son inadmisibles y, como es de
esperar, no ecsiste persona que incurra en una tonteria semejante, a menos que sea contra
molestar. Incluso con la preposision POR cabe la posibilidad de aser conprensible la espresion.
Si desimos “cosina POR (medio de) gas”, la cosa no anda tan mal.
Igual criterio se puede enplear con las otras preposisiones molestas (A, DE, EN, POR,
BAJO y CON), sienpre y cuando la persona se aga entender con claridad. Si alguien nos dise:
“Siento gran amor POR la musica”, ¿podriamos afirmar que no le entendimos lo que nos quiso
desir? El reglamentarismo y la intoleransia de las Academias es lo que nos a yebado a la
protesta del Ameriñol. ¿Qe ay de malo en desir “Bajo mi punto de bista”? Todo lo que yo beo
esta bajo mi punto de bista, no sobre el, ni a la par ni ensima.
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BULGARISMOS
El DRAE dise sobre este tema. Vulgarismo: “Dicho o frase especialmente usada por el
vulgo”. Vulgaridad: “Cualidad de vulgar, perteneciente al vulgo. 2) Especie, dicho o hecho
vulgar que carece de novedad e importancia, o de verdad y fundamento.
Pero tanbien afirma en cuanto a esto. Vulgo: “El común de la gente popular. 2)
Conjunto de las personas que en cada materia, no conocen más que la parte superficial.
De acuerdo con esta ultima definision, todos (sin esepsion) formamos parte de ese
gremio. Todos somos parte de la jente popular, pero ademas, si no es en una materia, sera en
otra en donde partisipemos de esa poco elegante categoria de conosedores superfisiales. Y si
formamos parte de ese grupo, eso sinnifica, en buena lojica lingüistica, que todos los dichos y
frases que utilisamos son bulgaridades. Pero es claro que tenemos que redusir el canpo de estas
a algo mas espesifico y distinguible en el abla popular. Algunos gramaticos nos señalan unas
cuantas. Pero ¡mucho cuidado! Gran cantidad de esas palabras o jiros que ase apenas unos
pocos años eran satanisadas, oy tienen carta de lejitimidad en el DRAE. Beamos.
CLASES DE BULGARISMOS.
Supresion de letras o silabas finales (pa que, paca y paya)
Supresion de consonantes interbocalicas (cabo por quepo, de caber)
Regularisasion de terminasiones berbales (fielísimo por fidelísimo)
Mal uso de bocales tonicas (pior por peor)
Alterasion de consonantes (ablal por ablar)
Supresion de diptongos, o formasion de otros incorrectos (asola por asuela)
Inpropiedad en el uso de las preposisiones (ya lo bimos)
Dise un connotado gramatico que los defectos de pronunsiasion o faltas de Prosodia son
debidos a las articulasiones bisiosas, a los errores de asentuasion o a las modificasiones de las
letras que el bulgo introduse en las palabras. De acuerdo, desimos nosotros; sin enbargo,
recuerdese que este es el que “fabrica” la lengua. Por lo tanto, su partisipasion en el proseso
lingüistico sincronico no debe ser calificado con menospresio sino con reberensia, serena
meditasion o, por lo menos, con respeto a sus protagonistas. El populacho es, como quien dise,
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el pintor de brocha gorda en el lienso del idioma, al cual la jente culta (gramaticos y onbres
de letras) le dara las pinseladas mas finas para que se conbierta en obra de arte.
Segun los academicos, esta categoria gramatical (bulgarismos) esta formada por todas
aqueyas espresiones morfolojicas, foneticas o sintacticas que enplean las personas incultas. Nos
disen que son formas que se introdusen en el lenguaje familiar por descuido. Pero el Ameriñol
no considera que sean formas bisiosas de ablar, sino el producto de esa inagotable cantera que
tienen nuestros pueblos para crear sus propias formas de espresarse, mediante las cuales se
entienden a la perfecsion. Afirman que estos bulgarismos abarcan una multitud de espresiones
con tendensias a la alterasion del idioma, tanto en el abla como en la escritura; pero eso es
discutible y nosotros lo probaremos en las pajinas siguientes.
Las academias no deberian ser tan tajantes en cuanto a esas clasificasiones que ubican a
determinados grupos como jente ordinaria, pues resulta que en materia gramatical, asta el mas
pintado utilisa este tipo de terminos que lo ubican dentro del grupo del populacho. Personas
cultas, con titulos academicos incluso en filolojia, cometen este tipo de errores. Al pareser, en
gramatica nadie puede lansar la primera piedrada, la cual no se deriba de pedra sino de piedra.
Y con esa lojica la aplica el pueblo.
Segun los gramaticos, la plebeyes se orijina en multiples tendensias de los usuarios del
idioma, tales como la eliminasion de consonantes, bocales e incluso silabas finales de las
palabras. Tales como pa qué, pa cá, pa yá, na má. Rasonemos esto. Podemos desirle a una
nobia: “Agase para aca, mamasita”. Pero ¿sustituye esa formal frase a la conosida, querida y
familiar: “Agase paca sita”? El bulgo dise: “Lo isieron paya y paca”. Asi aorran tienpo y la
dificultad que inplica pronunsiar la doble AA de parA Aca. Paca es mucho mas fasil y dise lo
mismo, ques lo quinporta. Entonses, el Ameriñol asepta esa espresion que desde sienpre a sido
de uso cotidiano en casi todo el mundo ameriñoparlante. Nosotros desimos “idiay”, “diay”,
“qiubo” y otras espresiones mas que son muy familiares, y no las bamos a abandonar porque es
muy incomodo desir ¿Qué ubo? o ¿Y de ayí? Ademas, diay y qiubo tienen un sentido
insustituible, un mundo de sinnificados plasticos que se adaptan a todas las situasiones
imajinables. ¿Diay...? Esto no es tosquedad, es riquesa lingüistica.
Se nos dise que la supresion de consonantes interbocalicas es otro bulgarismo, como
fielísimo por fidelísimo. Esta calificasion de error es el resultado de una arbitrariedad mas del
grupo de gramaticos partidarios del etimolojismo, pues si seguimos los dictados del sentido
comun, beremos que fielisimo esta bien enpleada, pues el superlatibo se deriba de FIEL y no de
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FIDEL (del latin fidelis). Pero en uno mas de sus caprichos, los etimolojistas an echo baler la
rais latina y an sacado de eya el latinismo fidelisimo.
La intromision de esa D tanbien se podria considerar un bulgarismo de la Academia,
porque la berdad es que no ay rason alguna (en español) para su presensia en fiDelisimo. Y ¡por
fabor!, no nos salgan con el cuento de la inportansia del latin como lengua madre. Eso es una
artifisialidad que no concuerda con el sentido comun del pueblo; es una artimaña de los
academicos para blasonar aserca de sus conosimientos sobre etimolojia. En Ameriñol el
superlatibo de fiel es fielísimo. Asi como calientisimo lo es de caliente. Y ardientisimo de
ardiente.
Tanbien se señalan como chabacanerias la regularisasion de terminasiones berbales (cabo
por quepo), el mal uso de las preposisiones (materia que ya tratamos por aparte, dada su
inportansia), la alterasion de consonantes finales o intermedias (ablal por ablar, puelta, cuelpo,
ginnasio por gimnasio), el mal uso de las bocales tonicas (pior por peor), inbento de diptongos,
supresion de estos (tualla por toalla o asola por asuela). Todo esto ya lo discutimos y
justificamos en capitulos pasados, pero agregaremos algunas obserbasiones mas.
Si el infinitibo es caber, ¿por qe se le an introdusido tantos tecnisismos a su conjugasion,
de manera que resulta casi inposible esplicarse el porqe de siertas espresiones gramaticales? El
populacho, lo mismo que los niños, sigue los inpulsos que le dicta el sentido comun, los cuales lo
yeban a encontrar formas de espresion que sin ser forsadas ni requerir la memorisasion de reglas
engorrosas, resuelben los problemas del abla cotidiana. Si el infinitibo es caber, la conjugasion
debería ser: yo cabo, tu cabes, el cabe, nosotros cabemos. ¿De donde salio ese quepo? El cabio,
o yo no cabi, disen los niños, lo mismo que la turba. ¿Por qe sera? ¿De donde sale el “cupo”
que nos produse un lio espantoso en la conjugasion de ese berbo?
Aprender la conjugasion berbal es cuestion de toda una bida. ¿Y para qe? Solo para
blasonar ante las personas que suponemos son bersadas en cuestiones idiomaticas, o para
sirculos elitistas en donde se ase gala de lo bien que se abla el idioma. Nada mas. Porque
cuando se usan determinadas palabras de dominguear ante el populacho, la jente de este ilustre
grupo suele (¿o sole?) burlarse de aqueyos que lo asen, ya que al ser formas estrañas para sus
oidos, consideran que quienes las utilisan estan equibocados o son innorantes.
Algo paresido pasa con el infinibo soldar. Yo soldo, tu soldas, el solda, nosotros
soldamos “bosotros soldais”. Asi deberia ser y no abria problema alguno, ni esa posision tan
terrible en la que se ben miyares de soldadores y personas relasionadas con esta actibidad cuando
disen: “Yo lo soldo” o “El lo solda”. ¿De donde el yo sueldo, tu sueldas, el suelda? Ese es el
297
tipo de tranpas que el Ameriñol debe ebitar y borrarlas para siempre de nuestro idioma. “Yo
soldo” es bienbenido al Ameriñol.
¿Como desimos ante un grupo del bulgo: élite o elite? Si desimos elite (sin tilde en la
primera e) ante un grupo inculto, se reiran de nosotros porque eyos disen élite, si es que conosen
la palabreja; pero segun la Academia, la forma correcta es la que no yeba tilde; la que tiene el
asento sobre la i. Y si utilisamos élite, entonses seran los cultos los que se rian. Entonses nos
bemos obligados a eliminar este termino de nuestro bocabulario, o lo que es peor, a darle a cada
persona contra la cual la enpleamos, una pedante esplicasion aserca de la forma correcta de
pronunsiarla y por que. Que biene del franses y quiaqui quiaya y questo y quelotro.
Casi todos desimos padrasto y madrasta, y todos entienden a quienes nos referimos con
esas palabras. Es mas, cuando desimos padrastRo, nos sienten lastima por lo brutos que somos.
Con la R o sin eya. Todo el mundo dise “con o sin” la R.
Si el infinitibo es asolar, ¿como es que se transforma en asuela? Deberia ser: yo asolo, tu
asolas, el asola, nosotros asolamos, ustedes asolan, eyos asolan, bosotros asolais o asoleais.
¿Cual es la rason para desir asuela? Nadie la sabe; solo se nos dise que “asi es”, porque asi lo
determina la Academia, y asi lo publican las gramaticas en sus capitulos sobre conjugasion
berbal. Punto.
Entre los bulgarismos por canbio o alterasion de consonantes se nos señalan muchos,
pero escojemos la palabra Jimnasio. La jente dise jinnasio porque le resulta fasil. Nadie
pronunsia jiMnasio, porque esa M nos obliga a aser una espesie de mueca ridicula con la boca y
a focalisar nuestra mente en el proseso articulatorio. Entonses ¿por qe considerar como errada
una manera de pronunsiar quia nasido de una inposisión de nuestra manera de articular? Es
sierto que nos da risa cuando escuchamos a un dominicano o cubano desir “me duele el cuelpo”,
“entro por esa puelta”, o “me gusto mucho esa hambujguesa”. Pero todos entendemos lo que
quisieron desir. Esas son las bariantes innumerables que demuestran la riquesa del Ameriñol. Y
no tiene derecho la Academia o los academicos a clasificar como barbaros a miyones de
personas que utilisan esas formas de espresion porque son de su agrado y porque an surjido al
calor de su particular manera de ablar. Sin enbargo, es casi seguro que cualquier cubano que
tenga que escribir la palabra hamburguesa, lo ara bien de acueldo con la ortografia aseptada.
Lo mismo el dominicano escribira pueRta o cueRpo. Como un tico escribira TRES y no
“Tchres”, o un nica batea y no bateya. Tanpoco un arjentino escribe peyejo por pellejo (aunque
a partir de aora lo pueden aser con la aprobasion del Ameriñol).
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Desde luego que todo tiene una relasion directa con el grado de cultura, y este biene a ser
el punto sentral del problema. La lengua se pule sola a medida que el nibel de escolaridad de un
pueblo sube. En el momento en que toda la poblasion de un pais a resibido educasion primaria
conpleta, en su bocabulario comiensa la desaparision de espresiones consideradas como
incorrectas. Incluso palabras muy lindas del folclor nasional son abandonadas porque traen una
espesie de estigma sobre aqueyos que las utilisan. En Costa Rica ya es muy difisil oir en forma
seria que alguien diga “achará” o “acuantá”, porque son formas de ablar de la jente canpesina.
Casi solo entre mujeres se escucha la forma diminutiba de achara, pero con una bariante que la
ase mas dulse todabia: “chariiita”.
El Ameriñol tiene la pretension de balidar todas estas bariantes del abla popular sin
satanisarlas o aserlas objeto de burla, pues son el producto de nuestra riquesa cultural que no es
menor ni menos inportante que la de cualquier pais. Sentir bergüensa por la forma de espresarse
de los canpesinos no solo es una sinplesa, sino la confirmasion del malinchismo lingüistico o el
deseo de asimilarnos. Ablar un español “correcto y neutro” no inplica que tenemos que
menospresiar lo que somos o lo que emos alcansado como pueblo en cuanto al lenguaje. Aser
chacota de los terminos que enplea la jente umilde no nos conbierte en españoles o eruditos
de la lengua, sino en majaderos desubicados con pretensiones de ser lo que NO somos.
El Ameriñol propugna por un bocabulario basico para toda la America Latina; un binculo
que nos mantenga unidos porque conpartimos un destino comun. Pero eso no quiere desir que
debemos conbertirnos en un producto plano y monotono desde el punto de bista lingüistico, pues
dentro de esa uniformidad del idioma continental, se contenpla la dibersidad ablada por cada
pueblo en su interior, y recojida por los dicsionarios de rejionalismos. Es sierto que usamos la
misma lengua en toda la America, pero tanbien es una realidad que en cada pais ecsiste un
idioma paralelo, creado por el bulgo de cada uno de estos pueblos. El Ameriñol es la unidad de
rasa continental, pero el abla crioya, la identidad nasional. Tanto una como la otra, son
conplementarias y bitales a la esensia de lo que somos como personas.
El Ameriñol no despresia la forma de ablar del bulgo, canpesino, obrero o jente de
nibeles de poca educasion. Todos son tributarios de nuestra lengua, y su contribusion no es
bista como barbarismos, sino como modalidades de nuestra manera de ablar. El Ameriñol
balorisa todas las formas del abla popular, las respeta y les dara la ubicasion que por derecho
propio les corresponde dentro del idioma. Si alcansan la categoria continental, ban al
dicsionario; y si no, seran incorporadas dentro de las respectibas lenguas bernaculas en sus
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colecsiones de rejionalismos. En el Ameriñol se estudiaran las formas, jiros, dichos, frases y
todo aqueyo que sea digno de ser tomado en cuenta para formar parte de la lengua.
Entre nosotros nadie dise “Me pelee con mi nobia”, “Ayer pasee por el parque”, “Le
telefonee por la mañana”. Desimos me pelie con mi nobia, pasie por el parque y telefonie.
Desir “me pelee” resulta una pedanteria que a todos les da risa, por mas que lo disimulen. O de
inmediato nos preguntan que si somos de Costa Rica. Y si lo asemos delante de amigos
confiansudos, es seguro que nos asemos acredores a todo tipo de burlas. ¿Quien dise los
apedree? Todos desimos “lo apedrie”, “la madrie”, “lo putie”.
Beamos mas bulgarismos segun los academicos, para que tengamos la oportunidad de
estableser juisios aserca de qe tan atinadas son esas clasificasiones, o si solo responden a
caprichos que no tienen justificasion tecnica. En el Ameriñol no debemos tener miedo al
prinsipio de autoridad que es el que suele rejir los asuntos de la Academia y el DRAE. Los
americanos tenemos el derecho a preguntar el porqe de esto o aqueyo. Tenemos el deber de
inbestigar las rasones de tales maneras de clasificar estas formas de ablar que en el Amerñol
jusgamos correctas. Desde luego que nos referimos a aqueyas espresiones conosidas que
sabemos son utilisadas por nuestros pueblos, y no a siertos ejenplos disparatados que inbentan
los escribidores de gramaticas.
MAL BIEN
Al ojo a ojo (calculo echo “al calculo”).
De fijo seguro (algo que se da por seguro).
Camioneta autobus, autocar.
En tal caso en ese caso.
En frente de mi frente a mi.
Es familia es familiar.
De seguro que seguro que.
Mucho gusto de conoserlo mucho gusto EN conoserlo.
Mas nadie nadie mas.
En fabor mio a mi fabor.
Arrecostarse recostarse.
Calcamonia-calcomonia calcomania.
Pal, pami, pati para el, para mi, para ti.
Mayormente prinsipalmente.
300
Con todo y eso con todo, a pesar de todo.
Mismamente berdaderamente, realmente.
Muy señor mío. ----------
Uno que otro algunos.
En un santiamen en un instante.
A la mejor a lo mejor.
Amoniaco ya lo asepta.
Arriba ensima.
Con mi eso solo lo disen los niños.
Con todo y eso con todo, a pesar de todo.
Entre mas tenga cuanto mas tenga.
Forza fuerza.
Buenisimo bonisimo.
Naide nadie.
Mas nada nada mas.
Mas nadie nadie mas.
Ir donde mi tia ir a casa de mi tia.
A cuenta de en la cuenta de, por cuenta de.
Mucho gusto de conoserlo mucho gusto en conoserlo.
En tal caso en ese caso, en todo caso..
Nadie de nosotros ninguno.
Salcocho este bulgarismo ya fue aseptado por la Academia.
¡Que rico es desir arrecostarse! ¿Por qe es incorrecto desir “al ojo”? ¿Qe es lo que le da
correcsion a “a ojo”? ¿La falta del articulo? De fijo es una espresion muy utilisada por casi
todos para afirmar que una cosa es segura, y todos entendemos bien qe es lo que queremos desir
cuando la enpleamos. Por lo tanto, no ecsiste rason alguna para negarle balides. “De fijo que
estare ai cuando sea nesesario”. Tanbien se puede utilisar “seguro o de seguro”, ya que nada
malo ay en esa forma de espresarnos. “En tal caso, no cuenten conmigo”. La Academia dise
que esta mal; que debe ser “en ese caso”. ¿Por qe nos conbierte en bulgares una sinple espresion
ques bien conosida y cuyo sinnificado todos entendemos? ¿Se puede aser que quinientos
miyones de personas dejen de usar algo que les sirbe muy bien, solo porque a alguien en la
Academia se le ocurrio que “en tal caso” es incorrecto? ¿Y cual es la fuersa tan ebidente que le
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da lejitimidad a “en ese caso”? Aqui ponemos anbas espresiones para que nuestros lectores las
obserben y no se dejen yebar solo por la autoridad:
En tal caso En ese caso
¿Qe tiene de malo en tal caso, y cual es la causa lingüistica para que en ese caso sea la
forma correcta e indiscutible? No queremos oir prinsipios de autoridad sino rasones, pues
durante siglos la Academia nos a inpuesto sus puntos de bista sin mayores esplicasiones que la
boluntad de sus mienbros. Pero ya es ora de que los americanos digamos lo que tenemos que
desir aserca de “nuestra lengua”. La que utilisamos todos los dias, y a la que emos enriquesido
con infinidad de nuebas palabras, sentidos, jiros y formas alegoricas de ablar. Ya no somos los
ijos lingüisticos de España, y podemos y debemos desidir el destino de nuestro idioma sin la
intromision de los ispanos o su Academia.
No es aseptable que alguien desde el otro lado del mar nos benga a desir que no es
correcto desir que “esta persona es familia de aqueya”, y que en su lugar debemos desir “esa
persona es familiar de esta”. ¿Cual es la diferensia en cuanto al sentido del mensaje? ¿No es
sierto que todos entienden anbas espresiones? Entonses ¿por qe la primera debe ser
estigmatisada sin que se nos de una justificasion? Nadie nos inpedira que sigamos afirmando
que “este muchacho es familia mia”, sin inportarnos un cacaguate que los gramaticos digan que
estamos incurriendo en un bulgarismo cuando usamos esa forma de referensia.
A partir de aora dejamos de estar subordinados a la Academia y sus reglas arbitrarias.
Desde este momento ofisialisamos la lengua que emos benido creando desde ase cuatro siglos, y
que ya tiene su propia personalidad americana, el AMERIÑOL, el cual se conbierte en cosa
nostra a partir de este dia.
¿Que es lo que canbia cuando desimos que alguien es “familia” y no “familiar”? Esa es
la pregunta que todos los americanos deberiamos asernos antes de aseptar en forma pasiba una
regla sin esplicasion alguna. Y por fabor, no nos salgan con sutilesas que esten mas aya de la
conprension de los usuarios “bulgares” del idioma, como nos disen de todas maneras. La lengua
comun del pueblo no es una cuestion de metafisica, de lengua sagrada o de misterios del
ocultismo; el abla popular solo es una erramienta nesesaria para la superbibensia de sus usuarios.
Eso, y solo eso, es lo esensial. Por aora, el español con su “gramaticalismo” esta desfasado con
la realidad que se bibe en America. Aqui ese idioma no debe ser un fin en si mismo, ya que no
es un producto intelectual para la contenplasion y la banidad, ni para regodearnos en qe tan
abiles emos sido para conplicarlo asta el infinito. Para nosotros la lengua no es un altar ante el
cual debemos sacrificarnos, sino la bia que nesesitamos para salir del agobiante subdesarroyo en
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el cual bibimos. Es por eso que cuanto mas sensiyo sea, mayores posibilidades de superbibensia
nos da. Renunsiamos al español y su reglamentarismo, y nos acojemos a la toleransia,
sinplisidad y conprension del Ameriñol.
Parese que los gramaticos gosan con la conplicasion del idioma, y “entre mas” enredan
el asunto, mas felises se sienten. Miyones de personas de todos los nibeles culturales, prinsipal-e
los periodistas, disen entre mas en lugar de cuanto mas, y todos sabemos lo que quieren desir.
Entonses, ¿por qe es un delito desir “entre mas”? ¿Porque una regla asi lo estipula?
El DRAE nos define la preposision ENTRE con los siguientes significados: 1)
Preposición que sirve para denotar la situación o estado en medio de dos o más cosas o
acciones. 2) Dentro, en lo interior. 3) Expresa estado intermedio. 4) Como uno de. Le cuento
ENTRE amigos. 5) Significa cooperación de dos o más personas. ENTRE cuatro estudiantes se
comieron un cabrito, ENTRE seis de ellos traían unas andas. 6) Según costumbre de. ENTRE
sastres. 7) Expresa idea de reciprocidad. Hablaron ENTRE ellos. ENTRE que. = mientras.
(locución conjuntiva popular).
Entre mas, tiene el sentido de cantidad entre nosotros. Y con ese balor ratificado por los
usuarios, es utilisada esa espresion. El Ameriñol la asepta con ese lejitimo sinnificado no solo
porque nada ay que se oponga, sino porque asi le dan balides quinientos miyones de americanos,
y quien sabe cuantos españoles. Bean que en la asepsion quinta del DRAE, la espresion
“ENTRE cuatro estudiantes se comieron un cabrito”, se da una similitud con la interpretasion
que nosotros asemos del “entre mas”. Es una cuestion de cantidad, de suma. Entre tres, entre
cuatro, entre sinco... Es la misma idea de “entre mas”. Es una analojia de sentido. Y no es que
estemos pidiendo el reconosimiento de la Academia para una de las tantas espresiones que
nosotros utilisamos, pues eso es innesesario ya que, con su permiso o sin el, sienpre seguiremos
asiendo uso de eyas. Nuestro alegato es para demostrar qe tan superfisiales y tontas pueden ser
estas reglas que se estiran o encojen a capricho de la Academia.
En las primeras seis asepsiones de ENTRE, se mantiene una linea coerente en cuanto a su
sinnificado, pero en la setima, sin esplicarnos la rason tecnica, resulta que ENTRE tanbien es una
preposision que denota tienpo. ENTRE que = mientras. Y ai se pierde la consistensia del
argumento, con lo cual, se da pie a otras intepretasiones tales como “entre mas”, pues una
espresion como esa, nos parese absurda (entre que, con el sinnificado de mientras), pero ai esta
en el DRAE, como tantos otros dislates.
¿Qe tiene de malo desir “mas nadie” o “mas nada”? ¿No es lejitimo, acaso, desir “un
borrego gordo, o un gordo borrego”? ¿Deja de ser obeso el borrego porque se le anteponga el
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adjetibo? ¿O deja de entenderse que estamos refiriendonos a un animal gordo? ¡Claro que no!
Entonses, si esta forma es balida para infinidad de ejenplos, ¿por qe “mas nadie” y “mas nada”
son considerados bulgarismos? Mas nadie y mas nada, son un estilo diferente de espresar lo
mismo; es el jenio creatibo de nuestra jente recreando y remodelando el idioma. ¿Qe tu
quieres?, disen los panameños y caribeños. Y todos entienden la pregunta. No disen ¿Qe
quieres tu?, como manda la ortodocsia, sino que le an introdusido un delisioso matis que coloca a
la persona en un plano mas inportante que el berbo.
“Mucho gusto de conoserlo”. Mal. Debe desirse EN conoserlo. No se dise “a fabor
mio” sino “a mi fabor” ¿Y por qe no “en mi fabor”? Estas tres formas son intelijibles y no se
prestan a equibocasion. Cualquiera de eyas que ocupemos, deja muy claro el mensaje. Es por
eso que sujerimos a los lectores que busquen en sus libros de gramatica todos los ejenplos que
ponen los academicos y los discutan; que no asepten el prinsipio de autoridad como unica
esplicasion a las inposisiones de la Academia. Todos somos dueños del idioma y tenemos
derecho a opinar y proponer reformas que sirban para aserlo mas practico y de fasil uso.
Tenemos pleno derecho a escojer una forma de escritura que no sea pribilejio unico de aqueyos
que an dedicado su bida entera a los asuntos gramaticales. Cualquier obrero puede reclamar el
derecho de escribir sus memorias si cre que tienen algun balor; o bien puede contarnos una serie
de cuentos o istorietas sin temor a que se burlen de el. Ese es uno de los propositos del
Ameriñol: poner una lengua sensiya al serbisio de miyones de usuarios para que se balgan de
eya, y no a estos como esclabos sumisos de un idioma con una gramatica arrogante e intratable.
Calcomania es una estraña palabreja probeniente del franses décalcomanie, la cual
deberia desapareser del Ameriñol, o bien, ser sinplificada asta el punto en el que no se preste a
confusion alguna. Como el termino “calco”, que por aora tiene otros balores. Bocablos tan
largos y raros condusen a infinidad de errores de pronunsiasion, como es el caso de este, tal
como lo demuestra su inclusion en esa siniestra lista de bulgarismos que se dan a partir de el.
Los ingleses y gringos tanbien la copiaron, pero en lugar de dejarla tan larga como se iso en
español, la recortaron asta que quedo una palabrita corta que todos pueden memorisar y escribir
con fasilidad: decal. Claro que tienen otras como transfer y sticker para espresar esa y otras
ideas semejantes; sin enbargo, como sienpre andan en busca de la funsionalidad, presision y
espesifisidad del idioma, la podaron asta dejarla en decal. Y es por eso que emos benido
sujiriendo que el Ameriñol debe tomar esta actitud de los angloparlantes como ejenplo para su
modernisasion.
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Nosotros no tenemos obligasion alguna de ser puristas con el español, y cualquier
termino, benga de donde sea, si es util e inequiboco, bienbenido a nuestra lengua. Pero antes de
su incorporasion lo debemos ameriñolisar tanto en la escritura como en la fonetica, de tal suerte
que no presente dificultad alguna al pronunsiarlo o en su lectura.
En todos los seres umanos ecsiste el inpulso natural de querer trasmitir el mayor numero
de ideas en el menor tienpo; y es en esos momentos cuando nos damos cuenta de que el español
es un lastre que no nos permite la comunicasion oral en forma tan rapida como consebimos las
ideas. Ante esa prisa, quisieramos tener un lenguaje monosilabico que nos permitiera ir a la
belosidad de la lus cuando ablamos. Y de ese deseo de ganar tienpo es que an brotado las
diferentes maneras como el pueblo ba modificando el idioma para aserlo mas funsional y rapido.
Tanbien por esa nesesidad an nasido las mutilasiones asistematicas que el siudadano le ase. No
bamos a analisar las causas sicolojicas de este fenomeno, pero el caso es que esta ai. Pal, pamí,
¿paqué?, quiay, qiubo, cuao (por cuidado), patí, siatan... (no sea tan...) y mil espresiones
mas, son formas muy populares que tienden a sinplificar el abla cotidiana. ¿Paque desir
“mamasita” si podemos desirles “siiita”, espresion que es mas fasil de pronunsiar, mas dulse y
mas yena de insinuasiones malisiosas? Ademas, si utilisamos mamasita, cuando terminamos
esa quilometrica palabra ya la muchacha ba lejos. Esa es la lengua biba que no entiende la
Academia. O no quiere entender.
“Esta pal tigre” (o pal greti) desimos cuando queremos afirmar que alguien esta muy
enfermo o en malas condisiones. Y solo en esa forma adquiere el sentido afectibo que queremos
darle a la espresion. Si desimos que “esta para el tigre”, se yena de seriedad y ya no suena igual
ni tiene la misma connotasion emotiba que yeba con “pal”. La formalidad gramatical le da otro
caracter y mata la chispa creatiba popular. Tanbien entre los americanos que ablan de tu, la
espresion “pati”, es muy comun y sinplifica la comunicasion. “Esta carta es patí”. Incluso en
forma de broma solemos desir “pa yo”, como ablan los niños. Y si yo soy yo, ¿por qe debo
conbertirme en MI cuando le agrego una preposision al yo? Yo, tu, el-eya; nosotros, ustedes,
eyos-eyas. Para el, para eya, para eyos, para eyas, para ustedes, para nosotros, para tu, para yo.
¿Por qe no? ¿Por qe RASON (no por qe regla) debe canbiarse yo en mi, y tu en ti? ¿Parese
una broma? Pues no lo es.
“Con todo y eso, sienpre la yebare a comer”. No cremos que aya alguna duda aserca
de lo que quiere desir esa orasion; sin enbargo, los academicos afirman que se debe desir: “A
pesar de todo”. Tanpoco se debe desir “mayormente”, sino prinsipalmente, aunque miyones de
personas usan esta forma y conprenden con toda claridad qe quieren desir con eya. En el
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Ameriñol cualquiera de eyas es considerada correcta, sienpre y cuando las personas que las
utilisen se entiendan unas a otras. Y como dato curioso, les diremos que un gramatico tan
renonbrado como don Manuel Seco utilisa la espresion “Muy señor mío” en uno de sus libros
(Gramática Esencial del Español, pajina 62), mientras que otro notable academico afirma que tal
espresion es un autentico disparate, lo cual nos parese muy sierto, pues nadie es medio señor,
poco señor, demasiado señor o muy señor. Una persona es señor, nada mas. Aunque en forma
coloquial podamos desir que alguien es “todo un señor” o “muy señor”, con un sinnificado
afectibo diferente. Entonses, ¿en qe quedamos?
Camioneta. Es un galisismo que deriba de camionette. Y aunque ya esta aseptada en
el dicsionario, durante mucho tienpo fue satanisada como algo inpropio de jente culta, quienes
deberian desir autobus o autocar, dos terminos que muy poco tienen que ber con lo que
nosotros yamamos camioneta. Autobus es un beiculo enorme de pasajeros, y autocar solo se
usa en España. Y ya que estamos tratando sobre bulgarismos, diremos que autocar no tiene un
claro sentido. Auto equibale a “por uno mismo” o “por si mismo”. Y si a este se le agrega
mobil, tendremos la palabra automobil, beiculo que se muebe por si mismo. Pero ¿qe quiere
desir autocar, de acuerdo con su etimolojia? El DRAE nos ase un enredo orrible cuando trata de
esplicarnos qe es un autocar. Nos dise: autocar (del francés autocar, de auto y del inglés car,
coche). ¡Eso si que es un disparate de berdad! Pero ayi esta, en la pajina 164 del Mataburros!
Y para ponerle punto final a este aparte de los bulgarismos, bamos a referirnos a uno que
es muy jocoso y popular entre miyones de ameriñoparlantes. Se trata del famosisimo
“mismamente”, que para muchos mejicanos equibale a berdadero, real. No ecsiste una
informasion presisa de cuan estendido este su uso en la sosiedad mejicana, pero una cosa es
segura: se utilisa con ese sentido y la jente se entiende. Si no, que lo digan el Chompiras, don
Ramón, Quico o el señor Barriga, personajes que son la representasion jenuina de esa parte del
pueblo que es la creadora del abla popular, que despues tiene que ser aseptada por la Academia.
Ese programa de la telebision mejicana a recorrido America de punta a punta durante casi treinta
años, y a dejado su inpronta en la mente de dos o tres jenerasiones que cresieron oyendo
mismamente en la boca de esos sinpaticos personajes. De tanto oirlo, yegamos a entender su
sinnificado en el abla mejicana y, de manera inconsiente, se fue filtrando en la nuestra, aunque
solo fuera en forma de broma. Algun día el DRAE tendra que desir: Mismamente.
Americanismo que significa...bla, bla, bla y bla.
¿Y que ay del prononbre UNO? Porque UNO es un prononbre en español y Ameriñol.
¿No es asi? “Uno no tiene por que rendirse ante nada”. ¿No ba ai UNO en lugar de las
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personas? Entonses ¿por qe ninguna gramatica nos abla del prononbre UNO? “UNO tiene
consiensia de la situasion”, “UNO es el responsable de sus propios actos”. “Cuando UNO yega
a ese punto de la bida”.
La Academia termino por aseptar el bulgarismo amoniaco junto con amoníaco y muchas
otras palabras de ese tipo, que la jente pronunsiaba con asentuasion bariada. Todos desimos uno
que otro, pero la gramatica nos corrije y nos obliga a desir algunos. Tanpoco es lisito a cuenta
de, en tal caso, arriba (por ensima), ir donde mi abuela. Se debe desir en la cuenta de, o por
cuenta de, en ese caso o en todo caso; ir a la casa de mi abuela. Pero ¿quien de nosotros no
utilisa la espresion “Boy donde mi abuela”? No es nesesario desir casa, pues en esa orasion
corta, esta conprendida la idea de que es “a la casa de mi abuela”. Sin enbargo, podria tratarse
de un encuentro ocasional en el parque, el sine, el mercado o una tienda, en cuyo caso la
espresion corta queda mucho mejor.
Uno de los grandes defectos del español es la berborrea; el bisio de recargar de adjetibos,
conplementos, adberbios y frases esplicatibas cualquier tonteria que digamos. Somos demasiado
detayistas, tanto que muchas beses olbidamos el punto sentral sobre el cual estabamos ablando.
Ese defecto debe ser erradicado del Ameriñol y, para eso, bien podemos tomar como modelo el
idioma ingles que como ya lo emos dicho muchas beses, es una lengua monosilabica y laconica
en la cual no se asen florituras inutiles.
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ANFIBOLOJIA
El supuesto problema de la anfibolojia nase a rais de la forma quisquiyosa como la
gramatica enfoca siertos asuntos del lenguaje. Y aunque es una realidad que determinadas
formas de espresar las ideas se prestan a confusion, este es un problema lingüistico conplejo
deribado no solo de la incultura del usuario, sino de las limitasiones naturales de nuestro idioma,
el cual tiene una enorme carensia de maneras inequibocas de espresion. El español es muy
limitado en cuanto a formas modernas y brebes que nos yeben a la estructurasion de frases y
orasiones que no se presten a interpretasiones o dudas. Pero ademas de esta debilidad, esta la
cuestion prinsipal: los sistemas educatibos que no enseñan a pensar de manera articulada.
Para escribir con claridad es nesesario pensar de igual manera. Y si al alunno no se le a
enseñado a organisar el proseso de rasonamiento, es natural que able en forma enredada y con
ecseso de palabras; con repetisiones innesesarias y sin un ilo conductor que lo faculte para
espresarse en forma conprensible. Si no tiene orden para pensar (dialectica), jamas podra
articular bien sus atropeyadas ideas. Y si eso es asi, mucho menos se puede esperar que escriba
de manera aseptable, ya que quien no es capas de pensar con sierto metodo, es natural que
escriba en forma pior que como abla. Esa es la fuente prinsipal de la anfibolojia, la cual no se
puede eliminar o minimisar con reglas gramaticales, sino mediante un gran plan a largo plaso,
fundamentado en una lengua que fasilite el aprendisaje, y no que lo entorpesca con tantas reglas
que en nada ayudan al que desea comunicarse con efisiensia.
La oratoria debe ser una materia fundamental en todos los nibeles educatibos, para que
los jobenes aprendan a organisar y esponer sus ideas de manera clara, consisa y directa; sin
sircunloquios ni el resto de recursos redundantes que constituyen el monton de “paja” de la
mayoria de nuestras conbersasiones. Ay que oir las charlas de los alunnos (incluidos
unibersitarios), para darnos cuenta no solo de la carensia de un bocabulario adecuado, sino de la
falta de capasidad dialectica. Pero ese es un problema que tiene que resolberse por medio de la
escuela primero; luego por el colejio y, al final, mediante las carreras profesionales, las cuales
deben contenplar clases abansadas de dialectica, oratoria, lojica y filosofia. Da pena escuchar
argumentando a muchos profesionales; sin metodo y sin objetibos claros, lo cual se refleja
incluso en los mas altos foros de la sosiedad. El cantinflismo es comun en nuestras Asanbleas
Lejislatibas, y el pajerio que ai utilisan, no es mas que el reflejo de una educasion defisitaria en
cuanto a la capasitasion en el arte de rasonar.
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Acsioma: Si no pensamos con orden, ablamos mal; y si ablamos enredado, escribimos
pior.
El español nos ase proclibes a la berborrea, pues en las escuelas y colejios se tiene como
uno de los grandes atributos de las personas el ablar bien y bonito, con lo cual nos referimos al
floreo al que somos tan afectos, y no a la forma lojica de plantear las ideas. Una esposision de
cualquier clase (academica, laboral, escolar o politica) no tiene que ser “bonita” sino clara; pero
nosotros emos confundido los objetibos del lenguaje, por culpa de un idioma rejido por una
gramatica formalista que se a desentendido de la finalidad unica de la lengua. No todos podemos
ser jenios de la oratoria, pues ese es un don de los Elejidos; pero eso si, tenemos la obligasion de
aser que nuestro lenguaje sea conprensible.
Por lo jeneral entramos en cualquier conbersasion sin ningun plan; nos enredamos en lo
que sea por el sinple prurito de escucharnos a nosotros mismos, aunque no tengamos idea de lo
que estamos disiendo ni de qe trata la tematica en la cual nos emos inbolucrado. Ni siquiera
respetamos el orden en ningun debate: formal o familiar. Caresemos de metodo y objetibos
claros; pero lo que es peor, del bocabulario adecuado para articular nuestra defensa o ataque.
Todas las discusiones las conbertimos en bochinches cayejeros sin orden. Y cuando se nos
agotan los magros recursos dialecticos que tenemos, acabamos cabriandonos e insultamos a
nuestros interlocutores. “Ese animal ijueputa que no entiende ni mierda”. Asi es la cosa.
Y mucho de esos desagradables resultados se deben al ecseso de palabras y adornos, los
cuales nos fasilitan desbiarnos de la materia tratada, sin aclarar nuestras tesis o lo que queremos
desir. Ademas, por la falta de metodo, conplicamos y asemos oscuro el sentido de las ideas una
bes que queremos esponerlas. Pero peor aun, cuando tratamos de escribirlas. En nuestros
alegatos jamas seguimos metodolojia alguna; es mas, argumentamos sin siquiera saber qe es lo
que queremos demostrar, asta que de milagro aparese la respuesta. Si es que yega a surjir.
Usamos demasiadas palabras para espresar pensamientos sinples que bien se podrian
plantear en forma directa y brebe. El gran defecto del español consiste en el ecseso de terminos
para desir cualquier tonteria; y tal abundansia es la que nos yeba a jenerar esas formas de
espresion equibocas. Ese es el resultado de la mala metodolojia en la enseñansa del ESPAÑOL.
El Ameriñol no debe transitar por la misma senda.
Se afirma que la linea recta es la ruta mas corta entre dos puntos; gran desir que
deberiamos aplicar al idioma. Por desgrasiada, somos amigos de la berborrea, del pleonasmo, de
la paja. Ese es el gran mal que eredamos de España, y una de las causas de innumerables
errores de dicsion.
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Beamos un artifisial ejenplo inbentado por los gramaticos para ilustrarnos un caso de
anfibolojia por ecseso de preposisiones.
“Julio recomienda a Juan a Carlos”.
Aseptemos en forma probisional la tesis de la anfibolojia en esta orasion; pero de
inmediato se ase claro que la aparente confusion se debe a la presensia de una preposision que
bien podria eliminarse sin que se aga criptico el sentido de la orasion. Quedaria asi: “Julio
recomienda Juan a Carlos”. Beamos si ecsiste diferensia entre la anterior espresion y la que
sigue: “Julio recomienda ejersisio a Carlos” No emos dicho que “Julio recomienda a ejersisio
a Carlos”. De esta ultima forma se desprende que lo recomendado es el ejersisio, y que la
persona a quien se le recomienda es Carlos. ¿Y por qe no suprimimos esa molesta preposision
causante del enredo? Porque hay una regla que lo proibe o demanda la “A” cuando nos
referimos a personas. Bisito A Maria. Mensiono A Manuel. Le canto A Teresa. Yamo A Jorje.
Analisemos esta ultima espresion. Yamo a Jorje = (el-eya) yamo a Jorje. En este
caso, si suprimimos la preposision el sentido canbia por conpleto, pues entonses deja de ser el o
eya quien yamo a Jorje, y es este el que yama. Aqui, pues, seria un error la supresion de la A,
pero no en el caso del parrafo anterior. Yamo (a) Jorje, no solo inbierte al personaje que a
yamado, sino que produse una elipsis total del sujeto inbisible de la anterior orasion = (el- eya).
En este caso, desde luego, la eliminasion de la A no solo causa confusion sino que transforma el
sentido de lo que se dise. “Yamo a Jorje” sinnifica que alguien (el o eya”) le iso una yamada a
Jorge. Pero en “Yamo Jorje” todo canbia. Es cuestion de sentido comun saber cuando se
pueden eliminar partes de la orasion para ebitar la anfibolojia que tanto asusta a los estilistas del
español.
Sin enbargo, esa es una solusion difisil, solo para tecnicos, gramaticos y jente muy lista.
Y el idioma no debe poner a los usuarios en situasiones tan incomodas que requieran de un
esfuerso estraordinario para resolber siertas cuestiones conplejas como la del ejenplo anterior.
Para espresiones como “Julio recomienda a Juan a Carlos”, y todas las de esa linea o
paresidas, la lengua debe brindar salidas fasiles para ebadir esas tranpas producto de un idioma
que no tiene sufisientes recursos modernos para ser inequiboco. Y eso es lo que pretende el
Ameriñol en sus etapas intermedia y abansada: crear formulas de todo tipo que, sin estar atadas a
la sintacsis o rigurosas reglas gramaticales, permita al usuario resolber estos problemas de
manera practica y eficas, pero sobre todo, con naturalidad; sin que sienta que tubo un problema
lingüistico para espresar una idea tan sinple como esa. Conbersar no tiene que ser un paseo a
trabes de un canpo minado gramatical. Debe ser algo fluido, agradable y sin largas perifrasis ni
311
esplicasiones engorrosas. Para el caso anterior y similares, el Ameriñol podria eliminar la regla
que demanda la presensia obligatoria de la preposision A ante el nonbre de una persona, si con
eso se ebita un problema de anfibolojia. Y en el ejenplo ya bisto, la eliminasion de la A,
transforma a Juan en la “cosa” recomendada. Pero esto tanbien es una treta que puede tornarse
en otra tranpa gramatical; y ese no es el objetibo de la lengua.
El idioma debe proporsionar formas de espresion claras, directas y sinples, con economia
de palabras y buen resultado desde el punto de bista de la conprension; pero no en la fabricasion
de artimañas que terminen por conbertirse en una maraña tan conplicada como es la gramatica
actual. Dijimos que este debe poseer formulas fasiles para que el usuario las aplique en la
resolusion de problemas como este; pero eso ensierra el peligro de que el indibiduo se conforme
con ser un memorista de metodos cajoneros en lugar de aprender a pensar.
Desde el prinsipio sostenemos que la nota clabe de todo es la sinplificasion, ya que la
mayoria de los problemas del español se deben a la berborrea que tanto nos apasiona. Somos
narsisistas del discurso; nos regodeamos en la chachara, sin inportar mucho el sentido real de lo
que queremos aclarar. El sine y la telebision son la prueba mas ebidente de esa mania.
Nuestras telenobelas son unas cataratas interminables de palabras güecas que nada disen. No
emos aprendido a pensar con presision para resumir en pocos terminos lo que pensamos; y la
culpa es de la lengua española, la cual nos permite y estimula esa ebasion que solo sirbe para
demostrar cuantos bocablos diferentes (sinonimos) conosemos para espresar la misma majaderia
intrasendente. El lecsico es una espesie de dios en nuestra oratoria o escritura. Nuestro lenguaje
suele ser florido pero basio de contenido; incluso nos gusta ablar en forma poetica, pues para
desir que el Sol se esta ocultando, nos ponemos romanticos y desimos algo asi como esto: “A
yegado la ora agonica del dia, cuando el astro rey, que nos brinda la bida, alegria, lus, tibiesa
y esperansa, empiesa a apagar sus ardientes rayos en las oscuras y tenebrosas aguas del
inmenso e insondable mar”. Es natural que en medio de tanta babosada perdamos el ilo y ya
no sepamos a qe nos estamos refiriendo. Ya no estamos seguros si la cuestion se relasiona con
el dia, la agonia, la lus, el mar, la tibiesa o las tenebrosas aguas. Y si ay concordansias
obligatorias, tanpoco sabemos qe es lo que debe concordar con qe o con quien.
Todo ese pajerio, un gringo lo resume con una sola palabra: sunset. Y que cada uno se
imajine lo que le de la gana aserca del atardeser. El culto a los adjetibos y conplementos es la
causa de innumerables idioteses que se escriben en español. Una idea que puede quedar bien
clara con dos palabras (un sustantibo + un berbo), nos parese insufisiente y sentimos la
conpulsion de yenarla de adjetibos. “Carlos comio” Es un consepto total, claro, presiso. Qe
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comio, donde, cuando, con quien y de qe manera, son notas perifericas que nada le agregan a la
esensia de la orasion inisial. Y a menos que queramos desir otra cosa que nos paresca mas
inportante, no se justifica esa sobreabundansia. Por ejenplo: “Carlos comio cabiar”. En este
caso lo inportante no es que comio, sino qe comio. “Carlos comio en el Lido”. “Carlos comio
con Demi Moore”. “Carlos y Demi Moore comieron cabiar en el Lido”. En estos casos se
disculpan los adornos, porque lo que se quiere trasmitir a partir de la orasion base no es que
Carlos comio, sino qe y donde, pero sobre todo, con quien. Nos interesa resaltar que comio
cabiar en el Lido, pero mas aun, que lo iso aconpañado nada menos que por Demi Moore.
Nuestra mente a sido entrenada para rendirle culto a la palabra. Pero no al bocablo
util, sensiyo y presiso, sino a la berborrea. Al ecseso, a la floritura, al pleonasmo y las perifrasis
interminables que asen que los interlocutores pierdan de bista cual es el tema sentral de lo que
estamos tratando de esponer. Ese es uno de los grandes males del español: el cantinflismo. Un
abito pernisioso que debe desapareser en el Ameriñol. Es lojico que cuando escribimos esas
orasiones interminables y yenas de toda clase de tonterias, terminemos por enredarnos y no saber
a qe diablos nos estamos refiriendo cuando utilisamos un conplemento sircunstansial de lugar o
de lo que sea, porque ya emos perdido de bista cual es el sujeto de la orasion basica. Son tantos
los conectores que tenemos que introducir (que, cual, cuales, cuyo, cuyos, quien, quienes, al
cual, a los cuales, etc. etc.), que yega el momento cuando no sabemos a quien se refiere
determinado cuyo o el cual.
Julio recomienda a Juan a Carlos. Ai continua el problema planteado. Pero este
ejenplo cajonero en realidad no lo es, si a nuestros alunnos se les enseña a pensar con orden y
lojica. Beamos una solusion sinple:
“Juan es recomendado a Carlos por Julio”. “Juan fue recomendado por Julio” a Carlos”.
“Juan resibio una recomendasion de Julio para Carlos”. “Carlos resibio a Juan, el
recomendado de Julio”. “Julio recomienda a Juan ante Carlos”.
Todas las formas anteriores son claras e inequibocas, pero para yegar a esa solusion
debemos sinplificar el problema en nuestra mente y estableser los nibeles nesesarios para poder
esplicarlo. El primero esta muy claro: Julio es el que recomienda. Juan es el recomendado. Y
Carlos el que resibio la nota de su amigo Julio. Solo es cuestion de redactarlo de una manera que
no se preste a confusion. Desde luego que podria aber una interpretasion equibocada si tenemos
que leer el articulo ya redactado por alguien al que no se le a enseñado como aserlo; pero si
somos nosotros los que lo escribimos, tenemos muy definida la funsion de cada personaje, lo que
nos yeba a la busqueda de esa formula inequiboca en donde todos puedan entender el papel de
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cada uno de los tres sujetos de la orasion. Esta supuesta anfibolojia, desde luego, no se corrije
con reglas gramaticales sino enseñandoles a los alunnos una forma de rasonar adecuada, para que
entiendan que las ideas se escriben solo cuando ya an sido bien ordenadas en la mente y estamos
seguros del balor de cada palabra.
En el abla no se dan problemas de anfibolojia porque tenemos el recurso de dar barias
esplicasiones orales alrededor de la orasion conpleja que dio orijen al mal entendido. Desimos:
“Julio recomiendo a Juan a Carlos”. Y si bemos la turbasion de los que nos escuchan,
de inmediato agregamos una catarata de palabras para esplicar el mensaje. “Julio le mando un
carajo a Carlos para que le isiera el brete”. “El peon se yama Juan”. “El tipo que Julio le
recomendo a Carlos para que le isiera el trabajo de albañileria se yama Juan”. Y si
consideramos que el nonbre del obrero es irrelebante, solo desimos: “Julio le recomendo un
chabalo a Carlos para que le isiera un brete”
Despues de dos o tres orasiones de ese tipo, el asunto queda entendido. ¡Pero a qe costo
de palabras y tienpo! Como podemos ber, el problema reside en que los que escriben no an sido
enseñados a pensar con orden, y mucho menos, a comunicar su pensamiento de igual forma. Si
el indibiduo escojio la primera formula, por fasil y cajonera, es probable que para el este bien
claro el sentido de la orasion, pero no para los que tienen que leerlo, y asi surje el problema de
anfibolojia. Si no se ase uso de la dialectica es inposible trasmitir las ideas propias en forma
inequiboca a los que nos escuchan, porque lo que es muy sensiyo para el que las consibe, talbes
no lo sea para el que las oye. Argumentar y esplicar es un arte que muy pocos dominan en
forma natural, pues ese es un don que solo poseen los maestros por bocasion; los demas, tienen
que aprenderlo mediante la practica y la guia de buenos profesores de escuela y colejio.
La idea del Ameriñol se basa en la sinplisidad. Somos pueblos resien yegados, en
nuestra mayoria incultos y carentes de una eficas estructura lojica de pensamiento, lo cual
obliga a los que escriben o enseñan, a la utilisasion de frases y orasiones cortas y sinples; casi sin
conplementos, a menos que sean indispensables. “Carlos estubo aqui en la mañana”. Eso es
sufisiente, debe ser sufisiente. Algo asi como el estilo periodistico, o como fue escrito este
libro. Y si se requieren mas esplicasiones, deben agregarse mas orasiones cortas y sensiyas.
Una orasion muy larga confunde, no solo porque se pierde el ilo tematico, sino porque la
puntuasion y entonasion se ban asiendo muy conplejas. No se sabe donde parar o aser pausa; o
paramos donde no se debe aser. Y eso le pasa a la mayoría de nuestra jente, para quienes la
lectura no es una cuestion de conplasensia literaria o desarroyo intelectual, sino una amarga
nesesidad de superbibensia.
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El Ameriñol no es una propuesta nobedosa y diletantista para deleite de unos pocos, sino
que es el producto de una reflecsion cuidadosa de muchos años dedicados a la educasion. Y esta
nos a demostrado que la incapasidad o limitasion los jobenes para el estudio de las matematicas,
siensias o istoria no se deriba de la falta de intelijensia, sino a que no rasonan; pero lo que es
peor, que no saben como organisar su mente aunque sean intelijentes, porque nadie les a
enseñado. Algunos aprenden solos porque son muy capases, pero esa no es la norma. Pensar es
una potensialidad natural del serebro, pero rasonar (o pensar bien) es un arte que tiene
que aprenderse de buenos maestros.
En el fondo de esa debilidad de rasiosinio reside un problema idiomatico, de una lengua
absurda que se a conbertido en la prinsipal barrera que se interpone entre los estudiantes y su
acseso al conosimiento. El idioma no fasilita el aprendisaje, sino que lo conplica asta el infinito.
Solo desir Español, como tema de estudio, es algo odioso que infunde terror. Y para colmo,
incluso los profesores que no son de esa materia, se conplasen fastidiando a los alunnos cuando
estos escriben tal o cual palabra en forma “incorrecta”. Es mas, algunos solen rebajarles la nota
en disiplinas diferentes, solo porque an cometido errores de grafia.
Los testos en ingles no pierden su tienpo en esposisiones yenas de basura que solo sirben
para entorpeser la enseñansa. En nuestra cultura todo aprendisaje enpiesa por asernos un
resumen de lo que isieron los griegos del tienpo de Platon o Pericles; o de los motibos que tubo
Socrates para su eroico suisidio; o las causas de la guerra del Peloponeso y las batayas de Micala
y las Termopilas; y a partir de ai, enpiesan las mil istorias que nos ban condusiendo a la
esplicasion del porqe de la rebolusion mejicana o de por qe yuebe tanto en el ismo del Darien.
Somos muy abiles para perder el tienpo; pero lo que es peor, casi criminal, para malgastar
la intelijensia de los jobenes yenandoles la cabesa de idioteses sin balor ni utilidad alguna .
Y eso es un delito inperdonable en un subcontinente que yeba mil años de atraso en su
desarroyo, lo cual resalta en forma mas grotesca porque estamos a la par de los Estados Unidos
de America. Somos el traspatio bergonsoso de los gringos. Y aun asi, bibimos enpeñados en
malbaratar nuestro baliosisimo tienpo en dedicarle desenas de años de estudio a una lengua
anticuada y artritica que debe ser modernisada de inmediato. Pero ya que no podemos canbiarla
por el ingles, al menos debemos aserla tan ajil como este, para que se conbierta en el istrumento
que debe ser.
En pajinas anteriores emos dicho que el proseso de pensar con claridad nos conduse al
establesimiento de prioridades, y tal metodolojia esta ausente de los programas escolares de la
America Latina. Es doloroso el desperdisio de tienpo que se ase enseñando a los niños y
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jobenes, las capitales de los paises europeos, o los resultados de la segunda guerra mundial. O
cuales fueron las causas y consecuensias de la rebolusion fransesa. Cual es el area cultibable de
la cuenca del Mississipi, o cuales son los prinsipales productos de la industria alemana. Bibimos
idiotisando a nuestros alunnos con el “europeismo”; con los ojos y la mente puestos en Europa y
Estados Unidos, al tienpo que descuidamos los asuntos que nos atañen a los latinos, como
nuestra istoria y realidad; conflictos y perspectibas, o la independensia de nuestro idioma.
Nuestro futuro como rasa ecumenica, y la superbibensia economica de la rejion. Los jobenes
latinos nada saben de Brasil o Arjentina, aparte de que juegan futbol. Nada de Benesuela o del
drama eterno de Colonbia. A los sistemas educatibos todo lo nuestro les parese baladi. Las
rebolusiones de Mejico, Cuba o Nicaragua son nada conparadas con la de Fransia o la guerra
sibil española. Los chicos saben la bida y milagros de Robespierre, de Hitler, Stalin, Napoleon,
Mussolini o la Mata Hari, pero nada de Benito Juares, Bolibar o Sandino. Y de Fidel, solo la
caricatura que nos presenta la prensa norteamericana, de la cual asen eco los periodicos
propiedad de las oligarquias crioyas.
Pero lo mas inproductibo que puede aber es la enseñansa del franses en los colejios. ¿Por
qe? En primera instansia porque ningun alunno lo aprende de berdad. El liceo no proporsiona
una capasitasion para obtener el dominio de esa lengua. El franses en nuestro medio solo es una
broma inutil, pero muy costosa en terminos de tienpo y dinero. Y en segundo lugar, porque en la
America Latina casi no tenemos contactos con Fransia. ¿De qe me sirbe ablar franses en Costa
Rica? Solo ay una posibilidad: conbertirme en profesor, si es que logro un puesto en el
Majisterio. Aqui no se tradusen libros o documentos en una cantidad sufisiente para dar enpleo
a todos los que pudieran ablarlo, si es que yegaran a dominarlo con propiedad. El franses fue el
abla de moda del siglo disinuebe y parte del beinte. Aora es el tienpo del Ameriñol.
No ay turismo inportante de ese orijen en la America Latina, y los pocos galos que bienen
a estas tierras, por lo jeneral ablan ingles. ¿Entonses cual es el objetibo de esas clases en los
programas educatibos? ¿Qe ganan los jobenes con ese superfisial barnis de un idioma que para
nosotros es tan util como el ungaro, el rumano o el griego? Es seguro que abra muchos que se
rasgaran las bestiduras por estas blasfemias culturales que emos espresado, pero lo aran desde
una posision de pribilejio; los que forman las clases pudientes de America, aqueyos que
consideran que la opera, el balet, Facundo Cabral, Mersedes Sosa y el Che Guebara son el
parametro de nuestra cultura. Estas clases diletantes que estan diborsiadas de la realidad que
bibe el latino, creen que si no ay pan para el pueblo, bien se le puede dar pasteles. Pero afuera de
los teatros y cafeterias de lujo de las grandes o pequeñas siudades de Ameriñolandia, ay una
316
masa de onbres y mujeres que reclaman el establesimiento de un orden sosial que los tome en
cuenta.
Es lógico que haya defensores de estos sistemas porque biben de eyos o son los que los
controlan. Los profesores de franses pegaran el grito al sielo y ablaran de la gran cultura de
Fransia, de la Rebolusion, de la chanpaña, de Napoleon, del Moulin Rouge, de Zinedine, de la
Marseyesa, de Brigitte Bardot, de Victor Hugo y de todo lo que el mundo le debe al jenio galo.
Pero todo eso es pura paja si lo situamos en el plano de referensias reales de las enormes lejiones
de estudiantes de la America Latina. Las nesesidades de esta jente, por aora, son otras muy
distintas de ese mundo esclusibista de nuestras elites. Lo que dijo Trotsky o Montesquieu es
algo que tiene sin cuidado a cualquier canpesino mejicano o guatemalteco. Lo que cante Silbio
Rodrigues o Alberto Cortes en nada mejora la bida de un desenpleado costarrisense o
salbadoreño. Y toda la paja que ablo el Che Guebara fue pura paja para los obreros; y su muerte
en Bolibia, lo enfrento a esa sensiya pero aterradora realidad. Los ideales de Marx y Engel no
son prioridades para estos pueblos. En America Latina bibimos bajo satrapias (con cualquier
apodo) anparadas por la Gran Dictadura del Capital; asi que todos los ideales de los que nos
puedan ablar en la escuela o colejio no son mas que “pura paja”. La realidad aqui es amarga, y
no se resolbera con la Gramatica. Mientras no nos espliquen eso en un claro Ameriñol,
seguiremos jodidos.
A los chicos se les yena el disco duro de sus cabesas con infinidad de idioteses que para
nada les sirben en la bida cotidiana, pues qe le inporta a un joben de Onduras, Ecuador o
Guatemala, cual es el sistema de gobierno de España, Alemania o Fransia. Y menos de la
China, Japon o Australia. En Costa Rica les desimos que aqui se bibe en una Democrasia,
incluso les aclaramos con lujo de detayes las caracteristicas de esta. Pero cuando eyos contrastan
esa teoria con lo que susede, ¿como desenmarañan ese lio en sus mentes? Cuando eyos pueden
ber que “cuatro gatos” son los que sienpre mandan y los que son dueños de todo lo que bale la
pena ser dueño, ¿como explicarles la democrasia en terminos realistas? “En tienpo real”, como
disen en la telebision.
Pero... bolbamos con el asunto de la anfibolojia.
Cremos aber demostrado que los problemas de la anfibolojia no son una cuestion
gramatical, y que tanpoco se pueden resolber mediante mayor drastisidad en la aplicasion de las
reglas y normas de la Academia. Esta defisiensia en la manera de espresarnos en forma oral o
escrita, depende de la falta de entrenamiento en el arte de pensar con orden. Y esa faya no se ba
a correjir mediante tecnicas esternas, pues esta reside en lo mas profundo de la mente de los
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niños, jobenes y adultos; mientras no aprendamos a rasonar con metodo, ablaremos mal y
escribiremos pior. En cuanto a la anfibolojia, debemos desentendernos de lo que disen los
libros de gramatica y sus ridiculos ejenplos con los que suelen enfasisarlo. Tenemos que
encontrar nuestras propias bias para resolber las nesesidades, defisiensias y defectos que ay en la
lengua, pero apegados al sentido comun y a lo que nos pueda conbenir, sienpre teniendo en
cuenta que los americanos no tenemos por qe conbertirnos en custodios de la puresa del
español.
En forma tradisional los pueblos conquistadores lo primero que inponen a los bensidos es
el idioma, como es lojico, y esto trae como consecuensia un sentimiento de umiyasion y derrota,
pero por sobre todo, un condisionamiento que conyeba una sensasion de inferioridad. Quisas la
unica esepsion en esta dinamica sosial la constituyen los norteamericanos en relasion con los
britanicos; pero eso se puede esplicar porqe en el analisis final, los gringos nunca dejaron de ser
ingleses. Solo que nasidos en America y que, en algun momento de su bida, se artaron de pagar
inpuestos a la corona y prefirieron al I.R.S. (Internal Revenue Service = Fisco). En canbio
nuestra istoria es diferente en relasion con los españoles. Los indios y mestisos sienpre sintieron
ese aire de marjinalisasion. Incluso los crioyos, con el tienpo y el olbido de si eran o no
españoles, enpesaron a conpartir ese sentimiento. Y aunque los españoles se fueron, nos dejaron
atados con siertas correas inbisibles de serbilismo, de las que no emos podido liberarnos del
todo; y una de eyas es el idioma y la forma como la ebolusion de este se a manejado por parte de
eyos.
Es una realidad que no podemos canbiar de idioma; pero es posible darle al español una
practisidad que aga posible que esta lengua se transforme en un elemento poderoso al serbisio de
la cultura y desarroyo de los ameriñoles. En una ruta que nos condusca al progreso y bonansa de
la que gosan los yanquis y otros pueblos de Europa. Es seguro que muchas personas objetaran
estas afirmasiones aserca de como influye en forma negatiba un idioma en el desarroyo de los
indibiduos, pero eso solo confirma lo limitante ques la subordinasion. Ay miles, miyones de
falderiyos que protestaran ante la erejia del Ameriñol, pero algun dia terminaran por darse cuenta
de que esta es la unica salida que nos pondra en la ruta del progreso. Claro que no solo se trata
de escribir como me de la gana, sin H, Z o Ll. El Ameriñol es todo un proseso de independensia
cultural que comiensa con el idioma, el cual es apenas una de las partes de todo el sistema,
aunque talbes la mas inportante. Y aunque aora paresca como el cuento de la gayina y el güebo,
en algun momento se ara clara la solusion. Para los ameriñoles el idioma español a sido y es un
lastre para acseder a la modernidad.
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En todo caso, la aseptasion del Ameriñol solo es el primer paso de una serie de canbios
que deberan darse, pero cuyo inisio esta en una actualisasion del idioma. Lo diremos cuantas
beses sea nesesario repetirlo: una erramienta inpractica entorpese el trabajo, y eso es el español
para nosotros, un estorbo que lejos de fasilitar el aprendisaje de cualquier disiplina, es un escoyo
insalbable que consume casi todo el esfuerso mental de los alunnos. Es por eso que para poner al
dia nuestra forma de rasonar, debemos aserlo a partir de la actualisasion del lenguaje, pues las
mas briyantes ideas surjidas en la mente de un americano, seran turbias si tiene que espresarlas
en sanscrito o en un idioma que no domine a cabalidad o que sea muy conplejo y lo atemorise.
Y el español a sido un factor negatibo en nuestro desarroyo; un lastre que no nos a permitido
flotar en la corriente del progreso.
Los latinos tenemos miedo de ablar en publico o de escribir para otros, por temor a que se
den cuenta de qe tan ignorantes somos en el dominio de la ortografia o la sintacsis. Y es tal la
fuersa de esos temores acumulados desde la escuela, que nunca logramos superarlos si no es
mediante las ecsijensias profesionales de la bida. Las taras que emos resibido por culpa del
idioma y la metodolojia enpleada en su enseñansa, son agobiantes y nunca nos libraremos de
eyas en forma definitiba. Incluso nos bolbemos majaderos con los demas y los correjimos
cuando meten la pata; pero no lo asemos porque queramos enseñarlos, sino para “demostrarnos”
cuanto sabemos de gramatica; pero eso no es mas que la confirmasion de nuestro sentido de
insufisiensia y debilidad ante esa materia. Y si alguien comete un error de dicsion, nos creemos
facultados para ber con menospresio cualquier idea que nos esponga. Si un orador, sabio en
cualquier canpo, enpiesa su discurso disiendonos: “Abemos muchas personas que pensamos
de igual manera...”, nos sentimos autorisados para criticarlo y ber su trabajo con desden, porque
sabemos que no se dise abemos. Y todo lo que sabe y pudiera enseñarnos pasa a segundo plano,
pues para nosotros solo es un burro que dice “abemos”. El español es, entre nosotros, un
istrumento que mas sirbe para intimidar que para estableser comunicasion. Y ese enfoque
colonialista debe ser borrado por conpleto en el Ameriñol.
Sigamos con la anfibolojia.
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ANFIBOLOJIA POR MAL USO DEL PRONONBRE RELATIBO
“Este es el museo de la siudad, cuya fundasion data del siglo XVIII”.
Nos dise el gramatico que esa orasion induse a la duda porque el lector o el que escucha
no sabe a qe se refiere la fecha de fundasion. ¿Es al museo o a la ciudad a lo que ase alusion?
Este es un clasico ejenplo de enredo deribado de una forma engorrosa de redacsion yena de
conectores innesesarios que solo se utilisan con el proposito de darle “elegansia” a la frase. Sin
enbargo, el sentido comun ase que esa supuesta anfibolojia tecnica inbentada por el academico,
en realidad no ecsista. ¿Por qe? Porque es ebidente que quien nos esta ablando es un guia
turistico o alguien conosedor de la istoria del lugar. Y en este caso, es seguro se esta refiriendo
al museo y no a la siudad. Y si ase una sita de esta, eso no es mas que la prueba del ecseso de
palabras que usamos en el español. Si somos parte del grupo de turistas, es lojico que sepamos
que es el edifisio frente al cual estamos. Y desde luego que esta en la siudad cuya inagurasion
poco nos inporta. El sentido comun nos dise que esa fecha de la cual abla, tiene que ser la del
museo. Asi que en realidad no ecsiste la anbigüedad que pretende asernos creer el autor del
ejenplo. Pero eso no quiere desir que no aya contrucsiones bisiosas y confusas en nuestra
lengua; sin enbargo, no son el resultado de problemas gramaticales sino de dialectica, como lo
emos benido señalando.
Bean que toda la estructura de la orasion es un enredo innesesario.
“Este es el museo de la siudad, cuya fundasion data del siglo XVIII”. Analisemos la
frase como si nosotros fueramos el guia de la tropa de turistas, y descubriremos que el problema
es de ideas, de mal rasonamiento y no de una debilidad gramatical yamada anfibolojia. Si
funjieramos como guias turisticos en Paris y yebaramos a un grupo de personas al pie de la torre
Eiffel, ¿seriamos capases de desirles: “Esta es la torre Eiffel”? Entonses bolbiendo a nuestro
ejenplo, ¿es creible que alguien diga ante el museo de la siudad: “Este es el museo de la
siudad”? Y si lo ase, es porque a esa persona no le an enseñado a pensar mediante la lojica.
Ante un tigre en la jaula del solojico, nadie deberia desir: “Miren, este es un tigre”, a menos que
este ablando con jente de otro planeta que no tenga ni la mas remota idea de los ejenplares de la
fauna del nuestro.
La utilisasion de los prononbres relatibos entraña sierta dificultad que no deberia ser
enfrentada por personas que no tienen el dominio adecuado para aserlo. Es por eso que el
camino de la sinplisidad que recomienda el Ameriñol, debe ser seguido por todos aqueyos cuyo
320
nibel academico no sea muy elebado. Ablar con sensiyes no es un crimen sino una birtud
inapresiable. No ay que rajar cuando no se tiene con qe.
“Este museo fue fundado en el siglo XVIII”, y bla, bla, bla...
Porque si yo fuera turista y me yeban a ese paseo que esta incluido en el tour y me disen
que ese edifisio “Es el museo de la siudad”, me pareseria una sinplesa inaseptable. Si alguien
me a yebado ai es porque yo asepte a sabiendas de adonde me ban a condusir. Por lo tanto, que
me digan que ese “es el museo de la siudad” resulta innesesario. Sin enbargo, la fecha de
fundasion no deja de tener algun balor istorico, pues cuanto mas antiguo es algo de ese jenero,
nos parese mas interesante. “Cuya fundasion data...”, palabrejas rebuscadas que pueden
yebarnos a la confusion y a meter la pata desde el punto de bista gramatical. Como podemos
ber, el problema se deriba de nuestra mala formasion en el enunsiado de ideas. Y en el ejenplo
anterior, la confusion se produse por la insistensia en utilisar un cuya que, segun nuestra turbia
bision de la lengua, le da mas colorido a la frase, como ya lo emos benido criticando. “Este
museo fue fundado en el siglo XVIII”. Esto deberia ser sufisiente.
La frase inbentada por el academico solo es un artificio mas de los muchos que utilisan
para aser difisil y atemorisante el abla; y de paso, para demostrarnos qe tan duchos son en el
manejo de los misterios de la sintacsis. Si alguien yeba un grupo de personas a un sitio de esos,
es de sentido comun que cualquier cosa que les diga se refiere a este y no a la siudad, por lo
tanto, si abla de la fundasion, tiene que ser la del museo. Y la mension de la siudad solo es uno
de los adornos lingüisticos a los que somos tan dados, y que nos da la oportunidad de introdusir
el relatibo cuya, que demuestra lo listos que somos en el dominio del español. Pero si utilisamos
una forma sensiya de ablar, como recomienda el Ameriñol, solo diriamos: “Este museo fue
fundado en el siglo XVIII”. No ay nesesidad alguna de mensionar de la ciudad. Ni tanpoco de
utilisar un “cuya”. Ni mucho menos, el “data del...”. Si todo el mundo sabe que es un museo, y
ques de la siudad, lo unico que tiene alguna relebansia es lo referente a la fecha de fundasion.
Entonses, ¿para qe tanta paja?
Ese es el gran problema del español que debe ebitarse en el Ameriñol: el ecseso, el
detayismo, las sutilesas irrelebantes, las nesedades que solo a problemas condusen. La pasion de
los gramaticos y academicos a sido durante siglos, la creasion de un camino espinoso e
intransitable para todos los que tratan de espresarse en su lengua de una manera que baya mas
aya del coloquio familiar o de clan. Para eyos es lisito ablar como se nos antoje pero solo dentro
de los linderos de la casa, pero una bes fuera de ayi, el indibiduo tiene que dedicar su bida entera
al estudio de miles de leyes gramaticales que le den autoridad para ablar en publico o para
321
escribir sus ideas. Librar a los indibiduos de esa esclabitud a la que an sido sometidos por las
Academias y los gramaticos, es uno de los objetibos del Ameriñol:
Otro ejenplo artifisial de anfibolojia:
“Eyos trabajaban con sus abuelos; tenian una panaderia”.
Como pueden ber en este otro modelo tomado de algun libro de gramatica, la frase es
confusa, pues de su contenido no se puede dedusir quienes eran los dueños de la panaderia; si los
nietos o los abuelos. Se be que en esa sinple aposision de orasiones se tenia la deliberada idea de
probocar una confusion que en el abla popular nunca se da, pues las personas utilisan todo tipo
de sircunloquios asta que se aseguran de que la idea a quedado bien clara en la mente de los que
estan escuchando. Algo como lo siguiente: “Eyos trabajaban con sus abuelos; tenian una
panaderia. Claro que la panaderia era de los abuelos y no de los muchachos”. Y asi asta el
infinito, asta que estan satisfechos de aberse echo entender, aunque ayan tenido que aser tres o
cuatro agregados a la orasion orijinal; en el abla, eso no es problema para nuestra jente, pues
tenemos una capasidad ilimitada para ablar y ablar y ablar...
Sin enbargo, otra cosa es en el español escrito, ante el cual las personas sienten una
abersion natural y escriben lo menos que pueden. Y si no organisan antes sus ideas y enpiesan
mal, aparese la inebitable confusion. Pero en este caso, como en todos los de anfibolojia, el
problema es la falta de abilidad para ordenar la tematica de manera natural y clara antes de
yebarlas al papel. Sin enbargo, bean lo que susede cuando nos detenemos a pensar un poco en la
estructura de la orasion, de manera que sea entendible:
“Eyos trabajaban con sus abuelos; estos tenian una panaderia”.
Ya aqui no ay confusion en cuanto a quienes son los dueños de la panaderia. Por
supuesto que la aposision forsada en una orasion tan corta, nos obliga a aser una pausa engorrosa
que le quita naturalidad y fluides al discurso. Ademas, tenemos que poner un punto y coma,
cuyo uso correcto muy pocas personas conosen bien; pero lo mas difisil es que tenemos que
utilisar un prononbre plural en sustitusion de los abuelos, si queremos que la frase suene bien. Y
esa dificultad nos ase sentir la nesesidad de mejorar la redacsion de manera que sea ademas de
clara, fluida. Esta abilidad, desde luego, no se desarroya de la noche a la mañana ni sin un arduo
trabajo de practica. Pero cuando se domina la tecnica, deja de ser nesesario ir abansando
mediante el sistema de prueba y error. Primero se consibe la frase total en la mente; luego se
analisa para ber si es conprensiba y si no se presta a interpretasiones equibocas, y cuando se tiene
la seguridad de que esta bien planeada, se escribe en el papel. Pero bean que todo es un trabajo
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de rasonamiento correcto. La anfibolojia es un problema de metodolojia defisiente. Beamos lo
que podria ser uno de los resultados finales de un buen trabajo de organisasion mental.
“Eyos trabajaban en la panaderia de sus abuelos”.
Aqui ya no ecsiste duda de ninguna clase; la frase es fluida, sensiya y clara. ¿Qe costaba
eso? Casi nada. Solo pensar de manera que todos los conponentes del consepto que queremos
trasmitir queden conprendidos en la orasion y que, ademas, no se presten a interpretasiones
equibocas o articulasion forsada. La intension es incluir en la misma esposision las dos ideas
basicas: que trabajan con sus abuelos, y que lo asen en la panaderia de estos. Y ese es el
resultado que queda en la orasion en negrita. Todo resumido de manera inequiboca. Esa es la
intension fundamental del Ameriñol, sinplificar de tal manera que no aya posibilidad de cometer
los errores que son producto de la conplejidad o del rebuscamiento. Para el Ameriñol escribir
bien no sinnifica utilisar multitud de terminos raros y altisonantes, sino aserlo con claridad y
presision; con parquedad, pero con la sufisiente anplitud para que no se queden por fuera detayes
inportantes. Claro que si ademas de estas birtudes esensiales ay quienes tengan la abilidad de
aconpañarlas con lindas y apropiadas florituras literarias, ese es otro cuento. Estamos ante uno
los Elejidos. Pero usted puede escribir en Ameriñol sin nesesidad de ser un esperto en gramatica
o estilistica; todo lo que nesesita es acostunbrarse a pensar con claridad, a organisar sus ideas de
manera que al espresarlas no dejen dudas.
Recuerde que escribir una carta o redactar un informe no es crear una poesia para ser
presentada ante la Real Academia de la Lengua, sino para informar a sus familiares asuntos de
orden personal y sensiyo; o bien, para aserle saber a sus jefes o subalternos algun asunto de
trabajo. Lo unico que nesesita es claridad y consision (nada de paja). Desde luego que esto no
se inprobisa de la noche a la mañana, sino que es un proseso que debe inisiarse en la escuela,
continuar en el colejio y culminarse en la unibersidad. No se aprende a pensar con presision solo
porque se nos antoja; tenemos que ser entrenados por los que saben mas: los maestros en todos
los nibeles. Sin enbargo, tanbien cabe la posibilidad de la autoeducasion, la cual debe enpesar
por la fase mas difisil de todo lenguaje: tratar de aser silensio. Por fuera y por dentro
Si tiene interes en redactar, solo pongase a aserlo; sobre cualquier tema. Consiba una
istoria corta y trate de reprodusirla en el papel sin omitir detayes. Luego pulala asta que quede
clara y contenga todos los puntos que usted considera esensiales. Luego desela a leer a barias
personas y pidales que le espliquen qe es lo que usted quiso desir en esa nota. Y si lo que eyos le
disen coinside con sus ideas, usted ya esta aprendiendo a poner su pensamiento en el papel. Y
no se angustie cuando aga conparasiones entre sus notas y lo que ay en un buen libro en donde
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todo este bien escrito. Detras de una obra literaria de categoria ay mucho estudio, esfuerso,
tenasidad, sabiduria, esperiensia y estudio. Pero sobre todo, de tosudes y conbicsion. Un libro
bien acabado es el producto de mucha acha y machete en primera instansia; luego, de formones
de diferentes tamaños; despues de gubias afiladas; y, al final, de mucha lija y pulido. Esto
sinnifica mucho trabajo. Nadie escribe un libro perfecto de una sola bes, aunque claro, ay
quienes tienen mas fasilidad y talento. Pero aun asi, tienen que rebisar y rebisar, pulir y pulir.
Agale güebo, y bera que usted tanbien puede escribir. Talbes no como Ruben Dario o
Garsia Marques; ni como Isabel Ayende o Unberto Eco, pero si con su propio estilo.
324
NEOLOJISMOS
Palabra nueba, dise el DRAE; pero los neolojismos son mucho mas que eso; son
diminutas rebolusiones dentro de la ebolusion natural de una lengua. Y suelen ser aqueyos
terminos en contra de los cuales an despotricados los defensores de la puresa del idioma. Son
esas boses que por la presion incontenible del pueblo, a la Academia no le queda mas camino
que incluirlas en el Dicsionario. Y es entonses cuando los pequeños academicos y profesores de
español se sienten traisionados por la Docta. ¡Erejia! ¡Erejia! --bufan--. “¿Como es posible que
se asepte closet, despues de que tanto emos ablado en contra de ese enjendro?”
Neolojismo es un termino chic armado con retasos de palabras griegas, el cual probiene
de cualquier idioma, y que a resibido carta de naturalisasion en el español. Es una palabra que
asta la anterior edision del DRAE era satanisada y malquerida, pero como yego al punto en que
la totalidad de la poblasion la utilisa, la Academia tubo que incluirla en el Mataburros. Y a
proposito de terminos indeseables, tenemos el ejenplo que acabamos de usar: MATABURROS,
forma familiar y bien conosida mediante la cual nos referimos a los dicsionarios, pero en espesial
al DRAE. Creemos que esta palabra a echo meritos sufisientes para ser incluida, con ese sentido
espesifico, en el dicsionario; pero se an echo los sordos como si no ecsistiera, igual que lo asen
con sandwich. Asta la edision XXII rejistran matabuey, matacaballos, matacabras,
matacandil, matacandelas, matacandiles y matacallos. Entonses, ¿por qe esa grosera
discriminasion en contra del Mataburros? No creemos que los burros sean menos inportantes
que los bueyes, cabayos o cabras; y mucho menos que los candiles, candelas o cayos.
Eso es un neolojismo: un resien yegado al Dicsionario, pero un biejo guerrero sometido a
prueba por el populacho en innumerables batayas del abla cotidiana y que a demostrado asta la
sasiedad ques util, practico y que yena bien su papel de elemento fasilitador de la comunicasion.
Las boses, de igual manera que los astros, tienen un siclo de bida, y como todas las cosas que
nasen, biben, enbejesen y mueren; pero en el caso de los bocablos, se conbierten en arcaismos.
El orijen de los neolojismos se debe al aburrimiento que le produse al bulgo utilisar
iguales terminos para las mismas cosas todo el tienpo; y eso los yeba a urdir bariantes
lingüisticas que ronpan la monotonia de un lenguaje sin canbios. Y asi surjen los barbarismos,
las inpropiedades, los solesismos y toda esa riquisima gama de inbentos producto de la
creatibidad de los pueblos.
325
Cuando se enpachan de desir comida, se dedican a crear otros bocablos sinpaticos que le
den una nueba perspectiba al mismo asunto, y entonses disen jama, la papa, manyar, tragar,
biandar, enbutirse, yantar. Lo mismo pasa con la esposa: la mujer, la roca, la doña, la
cabra, la changa, la nena, el traido, la jota, la fulana, la gayina, la jefa, la tersiopelo y
muchas mas. Gran cantidad de esos neolojismos se quedan durante mucho tienpo; otros son
pasajeros y en cuestion de años desaparesen, como seringa y seriofe; algunos solo son modas
alrededor de algun suseso inportante y despues nadie los recuerda; otros persisten en la memoria
colectiba de los pueblos y se conbierten en parte del idioma, como maje, que a resistido todas las
criticas que le an echo como bulgarismo desagradable, tonto, de reyeno y mil cosas mas. Pero ai
sigue, inperturbable como Johnnie Walker, de jenerasion en jenerasion, y lo unico que a echo es
mutar lijera-e a “mae”, como los birus, para tratar de tener un sonido mas eufonico y adaptarse a
nuebas condisiones de superbibensia. Maje tiene bida propia que no depende de los
academicos.
Si solo se trata de nobedades pasajeras, pasan y son olbidadas. Otras yegan para
quedarse, creser, traspasar fronteras y conbertirse en neolojismos. Esa es la dinamica de los
idiomas, pues si estos cresieran solo por influensia de las Academias, todabia estariamos ablando
en latin. O en el español de don Quijote.
En Costa Rica utilisamos una palabra de lo mas sinpatica, la cual engloba una serie de
matises dibertidisimos que difieren bastante de su sinonimo, el españolismo desnudo. Se trata
de CHINGO-A. Dise el DRAE: C.R. Chingo, desnudo, en paños menores. Pero en esta
aclarasion la Docta se queda “chinga”, pues chingo nues lo mismo que desnudo. Desnudo esta
un niño o la Maja; pero chingo es algo con un sentido muy particular, espesifico y distinto en el
pueblo, y que no es el equibalente esacto a la desnudes. “Le salio un biejo chingo” nues lo
mismo que le salio un onbre desnudo, pues este inplica sierta idea lasiba con una gran carga de
sensualidad, pero un biejo chingo es algo desagradable; es un espectaculo entre lo ridiculo y lo
repugnante, sin la menor sujerensia de atracsion secsual.
Una “bieja chinga” es todabia mas deplorable; es algo casi lastimoso que no inspira
ninguna idea de secso sino mas bien de burla, de pena o menospresio; pero en todo caso, nada de
secsualidad o atractibo. Una mujer desnuda es una idea marabiyosa, con ribetes de lujuria,
pecado y deseo; es la idea misma del secso en todo su equibalente seductor. Es tentasion,
enbrujo, locura, pasion; pero una bieja chinga... es algo patetico, digno de pena y dolor. Nos ase
imajinarnos a una persona flaca, güesuda y peyejosa; o bien, gorda y mofletuda, con muchos
sobrantes desagradables. De casi igual o paresido balor es la bariante chingoleta, que no es
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desnuda, sino de ropa muy corta y atrebida pero sin yegar a la sensualidad, sino a un punto que
mas bien es de desbergüensa, falta de recato y medida de lo que es la chabacaneria en el bestir.
Bienbenidos sean anbos neolojismos, pues los dos tienen un sinbolismo entrañable para el
pueblo, el mandamas del idioma.
En sintesis, el proposito del Ameriñol es conbertirse en una lengua moderna sin ligas a
ninguna institusion que no sea aqueya que este dispuesta a reconoser en forma continua y
automatica todo lo que sea de balor para su desarroyo. Este aspira a ser el abla ofisial de los
americanos, pero con el reconosimiento surjido de la conbicsion popular de que es la mejor
alternatiba, y desea ser sometido al escrutinio de todos: obreros, estudiantes, profesionales y
onbres de letras, y desea que estos opinen en forma abierta y libres de conpromisos tradisionales
que puedan yebarlos a opiniones forsadas en birtud de imajinarios conpromisos istoricos.
Lo que esta en juego es algo mas inportante que los supuestos binculos culturales,
rasiales o lingüisticos que pudieramos tener con España; lo que nos jugamos al modernisar o no
nuestra lengua no es una cuestion de ser mas o menos sinpaticos ante la opinion de los españoles,
sino la posibilidad de crear nuestras propias bias de acseso al mundo del conosimiento. Sin
restricsiones ni ataduras gramaticales que se conbiertan en los ostaculos que asen casi inposible
la creatibidad. Debemos acostunbrarnos a ablar sin temor a la gramatica; tenemos que
aprender a escribir sin miedo a las reglas de esta. Nuestra forma de espresion debe conbertirse
en el arma mas poderosa que aga de cada uno de nosotros un estudiante capas de yegar al final
en lo que sea, sin quedarse enredado en una maraña de leguleyadas normatibas que le sierren el
paso.
El idioma debe ser ajil y sin trabas para que nuestros niños desarroyen todo su potensial
en cosas inportantes, y no en estar resolbiendo como se conjuga el berbo poner. El camino es
largo y difisil, como el de todas las cosas buenas; pero yegara el dia en que demos grasias por
aber escojido el desafio de esta propuesta.
Estimado lector, escriba lo que quiera en Ameriñol, y bera que usted puede aserlo con
fasilidad, soltura y sin nesesidad de recordar reglas; y lo que es mejor, con satisfacsion y con la
sertesa de saber que es inposible cometer errores de grafia en su escritura. Solo eso deberia ser
sufisiente.
Bienbenidos sean al Ameriñol, la lengua de los americanos. Sapato si... Zapato NO.
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328
BIBLIOGRAFIA
Dicsionario de la Lengua Española Real Academia
Edisiones XXI y XXII
Esboso de una Nueba Gramatica Real Academia
Edisiones de 1973 y 1995
Gramatica de la Lengua Española Emilio Alarcos Llorach
Inpresion año 2000
Dicsionario ideolojico de la lengua casteyana Julio Casares
Edit. Gustabo Gili
Dicsionario de Dudas Manuel Seco
Gramatica Esensial de Español Manuel Seco
Dicsionario de sinonimos y antonimos Oseano
Dicsionario de terminos filolojicos Lasaro Carreter
Dicsionario Gramatical E. Martines Amador
Dicsionario por la imajen Duden Español
Dicsionario Multiple Antonio J. Onieba
Dicsionario intenasional abrebiado de siglas Donato Miyan Contreras
Gramatica casteyana Amado Alonso y P. Eriques Ureña
Manual de gramatica española Manuel Seco
Lengua española A. J. Onieba
Tratado de ortografia rasonada A. J. Onieba
Curso superior de sintacsis Samuel Gili Gaya
Introducsion a la gramatica Jose Roca Pons
Gramatica de la lengua española J. A. Peres Rioja
Curso de redacsion Martin Bibaldi G.
Siensia del lenguaje y arte del estilo Martin Alonso
Dicsionario jeneral de periodismo Jose Martines de Sousa
Dicsionario multiple Antonio J. Onieba
Dicsionario de jentilisios y toponimos Daniel Santano y Leon
Para escribir correctamente E. Sabater
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330
Curso de lingüistica jeneral F de Saussure
Que es la lingüistica Demetrio Gasdaru
Estudios lingüisticos Amado Alonso
Lengua y abla en la escuela actual Elia Maria Robles
Teoria y tecnica literaria Rene Walken y Austin Warren
Cosas del lenguaje Julio Casares
El español de oy, lengua en ebolusion Emilio Lorenso
Nuestra lengua en anbos mundos Anjel Rosenblat
Lenguaje, jente, umor Jose Polo
Estudios lingüisticos (temas ispanoamericanos) Amado Alonso
Filosofia del lenguaje Karl Vossler
El lenguaje y la bida Charles Bally
Critica profana Julio Casares
Stylistique française E. Legrand
La estilistica Pierre Guiraud
El lenguaje Edward Spair
El marabiyoso mundo del lenguaje Gualter Porsig
El analisis literario Raul H. Castagnino
Desde la ultima buelta del camino Pio Baroja
Antolojia critica Damaso Alonso
Fisonomia del idioma español M. Criado de Bal
Lecsiones de lingüistica española Bisente Garsia de Diego
La lucha por la espresion Fidelino Figueiredo
Prontuario del lenguaje y del estilo Leon Daudi
Estilistica Mario Linares
El artista y el estilo Asorin
Sobre el lenguaje de oy Ramon Carniser
Asi ablamos M. Criado de Bal
El derecho como lenguaje Juan Ramon Capeya
La imajen poetica de don Luis de Gongora F. Garsia Lorca
La critica artistica Oscar Wilde
Periodismo sientifico M. Calbo Ernando
Dicsionario gramatical E. Martines Amador
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Dicsionario etimolojico español e ispanico Bisente Garsia de Diego
Dicsionario por la imajen Edit. Jubentud, Barselona.
Bocabulario de sine y telebision Maria Bictoria Romero
Lingüistica estructural y comunicasion umana Bertil Malberg
Redacsion periodistica J. L. Martines Albertos
Introducsion a la lingüistica actual Unberto Lopes Morales
Gramatica de la lengua casteyana Bello, Andres y Cuerbo, R.
Resumen practico de la gramatica Samuel Gili Gaya
Curso fundamental de la gramatica casteyana Jeser Gonsales Picado
Gramatica española moderna Edit. Mc Graw-Hill
Inpresionante bibliografia, ¿no es asi? Podria aber puesto el doble o el triple, pero es puro
bluff, ya que solo e ojeado muy pocos de esos libros. Pero por otro lado... ¿quien podria saber si
es sierto o no?
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