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El reglamentoes el reglamentoAdela Basch

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A868 Basch, AdelaRAS El reglamento es el reglamento - la. ed. -

Buenos Aires: Grupo Editorial Norma, 2002127 p : 18 x 11 cm. - Torre de Papel

ISBN 987-545-082-0

I. Título - 1. Teatro Infantil Argentino

©2002 Adela Basch©2002 en español para todo el mundoEditorial Norma S.A.AA 53550, Bogotá, Colombia.

Reservados todos los derechos.Prohibida la reproducción total o parcialde esta obra por cualquier medio,sin permiso escrito de la Editorial.

Impreso en Colombia - Printed in ColombiaImpreso por Cargraphics S. A. - Red de Impresión Digital

Primera edición: Enero de 2003Impresión: Febrero de 2007

Dirección editorial: María Candelaria PosadaDiseño de la colección: María Osorio y Fernando DuqueDiagramación y armado: Magali Canale

CC 11681ISBN 987-545-082-0

Contenido

El reglamento es el reglamento 7

Una bebida helada 21

Hasta la vista 27

Vivir en la calle Conesa 39

Entre fritura y verdura 47

A todas luces 59

El logro del ogro 65

La increíble batalla de un pequeñomono y un tigre a rayas 75

Ir a Berazategui 87

Bellos cabellos 95A los saltos con los autos 103El primo Drilococo 113

El reglamentoes el reglamento

Personajes

SeñoraCajeraSupervisorGerente

ESCENA UNO

La escena transcurre en un supermer-cado. La señora está en la caja, pagándolea la cajera.

Cajera: Su vuelto, señora.

Señora: Gracias. Buenas tardes.

Cajera: Un momento. Todavía no sepuede ir. ¿No vio ese cartel? (Lo señala y loke.) "Señores clientes es obligación mos-trar la cartera a las amables y gentiles caje-ras".

Señora: Discúlpeme, pero yo no se lapuedo mostrar.

Cajera: ¿Qué dice? Imposible. Me latiene que mostrar antes de salir.

Señora: Por favor, no insista, señoracajera. No le puedo mostrar la cartera.

Cajera: Mire, lo lamento, pero es elreglamento. ¿Me está escuchando lo quele digo?

Señora: Sí, la escucho. Pero lo sientomucho. No4e-pue-do-mos-trar-la-car-te-ra. (Pronuncia las últimas palabras conmucha fuerza.)

Cajera: Pero, ¿qué es esto? ¿Cómo que"no-le-pue-do-mos-trar-la-car-te-ra"?(Imita la forma en que lo dijo la señora.)

Señora: (Grita) ¡No me haga burla!

Cajera: ¡Y usted, mejor no me aturda!

Señora: ¡Y usted, no diga cosas absur-das!

Cajera: Creo que usted exagera. Sola-mente le pedí que mostrara la cartera.

Señora: Por favor, no me haga perder10 el tiempo. Estoy apurada. Tengo invita-

dos para la cena.

Cajera: ¿Ah, sí? ¡Qué pena! Si estáapurada, no sé qué espera. ¡Muéstremela cartera!

Señora: ¡Déjese de pavadas! ¡No se lamuestro na-da!

Cajera: ¡No me hable de ese modo! ¡Ymejor me muestra todo!

Señora: ¿Pero qué tiene usted en la se-sera? No se la puedo mostrar y no es por-que no quiera. Lo que pasa, mi querida,es que no tengo cartera.

Cajera: ¿Cómo? ¿Está segura?

Señora: (Toma una planta de lechuga.)Como que esto es verdura.

Cajera: ¡Pero qué locura! No puedeser. No sé qué hacer. No sé qué pensar.No sé cómo actuar. A ver, empecemosotra vez. Yo le pido a usted que me mues-tre la cartera y...

Señora: Y yo le digo que no se la pue-do mostrar aunque quiera, simplementeporque no tengo cartera.

Cajera: ¿Y ahora qué hago?

Señora: Haga lo que quiera.

Cajera: Muy bien, quiero ver su carte-ra.

Señora: ¡Pero no tengo!

Cajera: No comprendo... No entien-do... Soy la cajera y estoy obligada a revi-sar las carteras. Usted no tiene cartera,así que no puedo cumplir con mi obliga-ción. ¡Qué situación! ¡Qué complica-ción! Esta situación imprevista me sacaJe las casillas. ¡Necesito mis pastillas!

Señora: ¿Quiere una de menta?

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Cajera: No, no me gusta la menta.

Señora: Lo lamento.

Cajera: ¿Qué lamenta?

Señora Que no le guste la menta.

Cajera: (Toma un teléfono) ¡Por favor,por favor, que venga el supervisor!

ESCENA DOS

Entra el supervisor.

Supervisor: ¿Qué sucede? ¿Qué oo>rre?*¿Qué pasa?

Señora: Me quiero ir a mi casa. Com-pré, pagué y me quiero ir. Pero la cajerainsiste en que muestre la cartera. Y yo...

Supervisor: Es correcto. Si no lamuestra, no se puede ir. (Saca del bolsilloun papel enrollado y lo desenrolla.) Así di-ce el reglamento de este establecimiento.

Cajera: ¿Vio, señora, que no miento?

Señora: Sí, pero no tengo nada quemostrar.

Supervisor: ¿Por qué? ¿Tiene algo queocultar? ¿Lleva algo sin pagar?

Señora: No, señor supervisor, ustedestá en un error. ¡No soy una delincuen-te! ¡Soy una mujer decente!

Supervisor: Entonces, ¿qué espera?' Muéstrenos la cartera!

t í / l i l i

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/ */ i i r'C"'

Señora: Señor, si no se la muestro, noes por mala voluntad.

Supervisor: ¿Y por qué es?

Señora: ¡Terminemos con esta sonse-ra, trate de entender que yo no tengo car-tera!

Supervisor: Entiendo. Es una situa-ción complicada, pero no puedo hacernada. (Mira el papel.) Tenemos que cum-plir con el reglamento. Y el reglamentodice...

.Cajera: Que es obligación de los clien-

tes mostrar la cartera...

Señora: ¡A las amables y gentiles caje-ras! ¡Pero yo no traje cartera!

Supervisor: Señora, lo hubiera pensa-do antes. No se puede salir a hacer com-pras de cualquier manera. El reglamentoes el reglamento. Y hay que cumplirlo. Sino, ¿dónde vamos a ir a parar?

Señora: ¡Yo quiero ir a parar a mi ca-sa! ¡Esto es una locura!

Supervisor: Usted es una cabeza dura.Si hubiera traído alguna cartera... no ten-dríamos este problema.

Señora: Señor, no traje cartera y nome voy a quedar aquí toda la vida. Asíque pensemos en alguna solución.

Supervisor: A mí no se me ocurre.Las situaciones imprevistas me parali-zan el cerebro.

Cajera: Y a mí me atacan los nervios.Señora, usted me está impidiendo cum-plir con mi obligación de revisar las car-reras, y eso me confunde, me irrita y medesespera. Se me nubla la mente...

Supervisor: Tengo una idea... ¡Llame-mos al gerente!

Cajera: (Toma el teléfono) Por favor, esmuy urgente. ¡Necesitamos al gerente!

ESCENA TRES

Entra el gerente.

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<L

Gerente: ¿Qué sucede?

Supervisor: Tenemos un problema.

Cajera: Una situación imprevista. Laseñora quiere irse sin mostrar la cartera.

Gerente: Eso es imposible.

Cajera: Es incomprensible.

Supervisor: Es increíble.

Gerente: Además, es contrarío al re-glamento.

Cajera: Y el reglamento...

Supervisor: ...es el reglamento.

Gerente: Señora, usted tiene la obli-ón de mostrar la cartera.

Señora: Lo siento, no traje cartera.

Gerente: Si no la trajo, es porque noquería mostrarla. Y si no quería mostrar-la, seguramente quería ocultar algo.

Señora: Pero, señor...

Gerente: Déjeme terminar. Si queríaocultar algo, tal vez se lleve algo sin pa-\.

Señora: Pero señor... si no la traje, ¿có-mo voy a ocultar algo?

Gerente: Ya le dije. ¡No la trajo por-e no la quería mostrar! ¡Y el reglamen-

: dice que tiene que mostrar la cartera!

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Señora: ¿Pero qué cartera?

Gerente: ¿Qué sé yo? ¡Cualquiera!

Señora: ¿Cualquiera, cualquiera, cual-quiera?

Gerente: Sí, cualquiera. ¡Pero muestrela cartera!

Señora: Muy bien. Gentil y amable ca-jera, ¿tendría la bondad de prestarme sucartera? Por un minutito, nada más.

Cajera: Está bien. Tome. (Le da su car-tera.)

Señora: ¿Quiere revisarla, por favor?

Cajera: ¡Cómo no! (La abre y la mirapor todos lados.) Está bien.

Señora: (Tratando de disimular su fasti-dio.) Sí, sí, cómo no.

Supervisor: Ah, nos podemos quedarTranquilos.

Gerente: Tranquilos y contentos.Hemos cumplido con el reglamento!

TELÓN

Señora: Entonces, me voy. Le devuel-vo su cartera.

Cajera: Gracias por su compra. Vuelvapronto. Da gusto atender a clientes comousted.

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Una bebida helada

Personajes

MozoCliente

¿ escena transcurre en una elegante con-"íi. Entra un cliente y enseguida se acerca

:o, con mucha cortesía y amabilidad.

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Mozo: (Le indica una mesa) ¿Le agradaésta, señor? Tome asiento nomás.

Cliente: Gracias, pero preferiría to-mar alguna otra cosa. Hace calor y tengomucha sed.

Mozo: ¿Qué bebida quisiera?

Cliente: La verdad es que no sé...

Mozo: ¿Quiere que le traiga una lista?

Cliente: ¿Y qué voy a querer? ¿Queme traiga una bebida que no esté lista? Sime va a traer una bebida, mejor tráigameuna que esté lista, porque no puedo pa-sarme todo el día aquí esperando.

Mozo: Sí, sí, claro, tiene razón. ¿Deseaque le traiga alguna bebida helada?

Cliente: ¿Qué dice?

Mozo: Digo si desea que le traiga algu-na bebida helada.

Cliente: ¿Pero usted por quién metoma? ¿Cómo voy a querer que me trai-ga alguna bebida el hada? ¿De qué ha-da me está hablando?

Mozo: Pero, señor, yo le pregunté si...

Cliente: Yo no soy sordo y escuché muybien lo que usted me preguntó. Y no quie-ro que me traiga una bebida el hada.¿Qué es esto, un bar o un libro de cuen-tos? ¡Qué hada ni qué hada! ¡Soy un

24 hombre grande! ¿Qué se cree?

Mozo: Disculpe, señor, usted dijo quetenía mucha sed, y yo justamente le ofre-cí algo para apagar su sed.

Cliente: ¿Para pagar mi sed?

Mozo: Para apagar su sed.

Cliente: ¡Yo no necesito que usted mepague nada, y menos que menos mi sed!¡Si yo vengo aquí a tomar algo, es porqueme lo puedo pagar! Eso es fundamental pa-ra mí.

Mozo: Sí, sí, claro. Y para nosotros esfundamental el servicio para nuestrosclientes. Por eso es tan bueno el servi-cio...

Cliente: ¿Bueno el ser vicio? Mire, esosí que no se lo voy a aceptar. (Se pone depie y se dirige a la puerta). El ser vicio esmalo, aquí y en cualquier parte. ¡Si ustedquiere ser vicio para los clientes, haga lo

quiera, pero yo aquí no me quedo niminuto más!

TELÓN

I

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Hasta la vista

Personajes

Doctor Iván DivánSeñor Sánchez

La escena transcurre en un consultoriode psicoanalista. Hay un escritorio, dos si-.las y un sofá. Sobre la pared cuelga un car-:el que dice: "Doctor Iván Diván".

El doctor Iván Diván está recostado en elsofá. Oye golpear la puerta. Se levanta y~ace pasar al señor Sánchez-

Doctor: Buenas tardes, adelante, pase,cuénteme, ¿qué lo trajo aquí?

Sánchez: Me trajo un colectivo.

Doctor: No, no.

28 Sánchez: ¿Cómo que no? Le digo queme trajo un colectivo.

Doctor: No, no es eso.

Sánchez: ¿Pero qué está diciendo?¿Cómo que no es eso? ¿Usted se cree queyo no sé qué es lo que me trajo aquí? Yovengo a hacerle una consulta, pero tengala certeza de que no estoy mal de la cabe-za.

Doctor: Tranquilícese, por favor. Noes eso lo que le quería preguntar.

Sánchez: Si no es eso lo que me queríapreguntar, ¿me puede decir para qué melo preguntó?

Doctor: Yo le preguntaba qué lo trajoaquí, pero en otro sentido.

Sánchez: ¿Qué me trajo aquí en otrosentido? Discúlpeme, pero si hubiera idoen otro sentido, no hubiera llegado aquí.Llegué justamente porque vine en estefentido. Si hubiera ido en sentido opues-:o, ahora estaría en otra parte.

Doctor: Sí, sí, por supuesto. Pero mi 29

pregunta era otra.

Sánchez: ¿Otra? Usted me preguntóque me trajo.

Doctor: ¡Pero qué trabajo!

Sánchez: ¿Qué trabajo?

Doctor: (Grita.) ¡Qué trabajo que mediga qué lo trajo!

Sánchez: ¡No soy sordo, hable másbajo!

Doctor: Mire, en realidad, no me im-corta qué lo trajo... lo que quiero saber es...

Sánchez: ¿Y si no le importa qué meira;o para qué me lo pregunta?

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Doctor: Señor, quiero decirle que nome importa si vino en colectivo, en autoo en camión, en bicicleta, en moto o enavión. Lo que pregunté es...

Sánchez: Lo que me preguntó es...¡qué me trajo!

Doctor: Señor, por favor, cálmese.

Sánchez: ¿Que me calme? ¡Sepa quesoy un hombre sereno! En este momentono, porque es de día... pero de noche tra-bajo de sereno en una empresa.

Doctor: Bueno, por favor, no se irrite.Yo le pregunté qué lo trajo aquí pero pen-sando en otra dirección.

Sánchez: ¡Otra vez! ¿Pero cómo quie-re que llegue aquí si pienso en otra direc-ción?

Doctor: ¡Señor, por favor, no grite! ¡Sisigue así va a perder los estribos!

Sánchez: ¿Pero de qué estribos me ha-bla? ¿Qué se cree, que vine a caballo? Yale dije que vine aquí en colectivo.

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Doctor: Señor, no me importa que ha-ya venido en colectivo. Lo que quiero sa-ber es el motivo.

Sánchez: ¿Usted quiere saber el moti-vo de que yo viniera en colectivo? Vineen colectivo porque me dejaba justoaquí. ¿Por qué iba a venir en otra cosa?¿Qué quería, que viniera en carroza?

Doctor: Mire, discúlpeme, por favor,empecemos de nuevo.

Sánchez: Ah, me quiere volver a pre-guntar qué me trajo aquí.

Doctor: Sí. ¡No!

Sánchez: ¿Sí o no?

Doctor: Le quiero preguntar de nuevoqué lo trajo aquí pero de otra manera.

Sánchez: ¡Pero, señor, por lo que másquiera, yo vine aquí de una sola manera!Y ya le dije, vine en colectivo.

Doctor: Por favor, le ruego, empece-mos otra vez. Salga y vuelva a entrar.

Sánchez: Está bien.

Eí señor Sánchez sale y golpea la puerta.

Doctor: Adelante. (Le da la mano.)Buenas tardes.

Sánchez: Buenas tardes.

Doctor: Dígame, ¿cuál es el motivo desu visita?

Sánchez: No sé, estoy confundido,asombrado, desconcertado. Usted medijo que íbamos a empezar otra vez conlo mismo y ahora me sale con otra cosa.Si quiere saber qué me trajo aquí, le di-|0 que me trajo el colectivo, el 60.

Doctor: Mire, por favor, ¿por qué no^e sienta? (Le señala una silla.)

Sánchez: ¿En el 60? En el 60 a vecesme siento y a veces no me siento, depen-de de que haya asiento.

Doctor: (Respira hondo varias veces tira*~:n<do de mantener la calma.) Pero yo digopor qué no se sienta aquí.

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Sánchez: Gracias, cómo no. (Se sien-ta.) Cuando puedo también me siento enel 60.

Doctor: Bien, señor, le ruego que va-yamos al grano.

Sánchez: ¿Al grano? Pero... ¿qué meestá diciendo? ¿De qué grano me habla?¿Usted es médico de piel o psicoanalista?Yo de la piel estoy sano. No vine a verlopor ningún grano.

Doctor: Disculpe. Yo sólo... quise de-cir, vayamos a la médula de la cuestión.

Sánchez ¿La médula? ¿Usted es médi-co de huesos? Yo vine a ver a un psicoa-nalista. Mis huesos están lo más bien.

Doctor: Bueno, vayamos al...

Sánchez: ¿Adonde vamos a ir? Yo vinepara hacerle una consulta, no para ir aotra parte. Si hubiera querido ir a otra par-te, a lo mejor no hubiera tomado el colec-tivo 60.

Doctor: Quise decir, vayamos al cen-tro de...

Sánchez: ¿Al centro? ¿Para qué vamosa ir al centro? Mire, doctor, yo no vine apasear, vine porque,»,

Doctor: Quise decir al centro de su di-ricultad, al corazón de sus conflictos.

Sánchez: ¿Al corazón? ¿Usted es psi-coanalista o médico cardiólogo? Yo delcorazón estoy diez puntos.

Doctor: (Para sí mismo.) En cambio,el mío, está a punto... de estallar. (Ai se-*~.or Sanche?.) Es una forma de hablar, en-véndame, por favor.

Sánchez: Ah, yo vengo a verlo parar.roerle una consulta, para que usted melyude y yo tengo que entenderlo a usted.-5 usted el que me tiene que entender a•u.

Doctor: Claro, yo quiero entenderlo,: : eso le pido que me atienda.

Sánchez: ¿Que yo lo atienda? Pero,J nde se ha visto que el paciente atien-

12 al médico? ¡Es usted el que me tiene- -e atender a mí! ¡Para eso vine!

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Doctor: Justamente eso es lo que le es-toy preguntando: ¿para qué vino?

Sánchez: Vine para que usted me atien-da.

Doctor: ¡Pero, señor, para poder aten-36 derlo necesito también que usted me atien-

da...!

Sánchez: ¿En qué quedamos? ¿Quiénva a atender a quién?

Doctor: ¡Por favor! Cuando le digoque me atienda, le quiero decir que mepreste atención, que me escuche, queme preste oídos...

Sánchez: Ah, ¿pe.ro usted es psicoana-lista o médico de oídos? Yo de los oídosando muy bien.

Doctor: Bueno, lo escucho, por favor,analicemos el problema.

Sánchez: ¿El problema? ¿Qué proble-ma? ¿Usted es psicoanalista o doctor enmatemáticas? Yo no vine a hacer cuentasni a resolver problemas.

Doctor: Pero, señor, por favor, cálme-se un poco. Piense antes de hablan Pri-mero piense y después abra la boca.

Sánchez: ¿Que abra la boca? Pero, ¿us-:ed es psicoanalista o dentista? Yo de lapoca estoy perfecto. Mire. (Abre la boca.:¿ par en par.) 37

Doctor: Espere, por favor, espere uninstante. (Para sí mismo.) Yo tendría que: mar un sedante. (Ai señor Sánchez.)Me parece que usted necesita ver más:.aro lo que...

Sánchez: ¿Ver más claro? Pero, ¿ustedes oculista o psicoanalista? Yo veo perfec-: . No necesito un oculista.

Doctor: (Mira el reloj.) Señor, su tiem-r ha terminado. (Lo acompaña hasta laCierta y prácticamente lo saca afuera.) Ya|ue no necesita un oculista, que le vaya

y... ¡hasta la vista!

TELÓN

Vivir en la calle Conesa

Personajes

EmpleadoCliente

La escena transcurre en el interior de una

;:¿ma. Hay un empleado sentado atrás de

un escritorio y en las paredes se venfotogra-

~¿s de edificios de departamentos y casas.-"itra un cliente.

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Empleado: Buenos días, señor.

Cliente: Buenos días. Quisiera com-prar una casa.

Empleado: Muy bien. (Toma una car-peta.) ¿Qué clase de casa? ¿Le interesauna casa de dos plantas?

Cliente: ¿Una casa de dos plantas? Nosé, a mí me gustan mucho las plantas, meencanta el verde, así que pensaba tenerunas cuantas. Seguro más de dos.

Empleado: No, señor, yo me refería auna casa con una planta baja y una plan-ta alta.

Cliente: ¿Una casa con sólo dos plan-tas, una baja y otra alta? No, no, no, yoquiero tener plantas de muchas clases,grandes, chicas, altas, medianas, y si esposible que algunas tengan flores.

Empleado: Señor, yo le estaba ofre-ciendo una casa con una planta baja y unpiso.

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Cliente: ¿Cómo? Hace un momentome dijo que era una casa de dos plantas,y ahora me dice que tiene una planta bajay un piso. Que tenga un piso está bien,porque con uno para pisar me alcanza.Pero no quiero una casa con una solaplanta y encima, baja. Ya le dije que megustan mucho las plantas.

Empleado: (Un poco nervioso.) Estábien, está bien, usted puede tener todaslas plantas que quiera. (Hojea la carpeta.)

Le voy a buscar una casa muy amplia,con mucho espacio para plantas.

Cliente: Además, me gustaría una ca-sa en un lugar tranquilo.

Empleado: Muy bien, voy a buscaruna casa que no tenga nada de ruido.

Cliente: Por supuesto, ¡cómo voy aquerer ir a un lugar derruido!

Empleado: Señor, dije una casa que notenga nada de ruido.

Cliente: Pero claro, ¿usted cree quevoy a ir a vivir a una pocilga, a un lugarderruido?

Empleado: No, no, de ninguna mane-ra. Le voy a ofrecer una casa tranquila, enuna calle sin nada de... en una calle sinruido y que no tenga nada derruido, queesté en perfectas condiciones.

Cliente: Eso es. Y que esté bien ubica-da. Para mí es muy importante que la ubi-cación sea buena.

Empleado: ¿Le gustaría vivir en la ca-le Conesa?

Cliente: ¿En la calle con ésa?

Empleado: Sí, Conesa.

Cliente: ¿Con ésa?

Empleado: Sí, dije Conesa.

Cliente: Pero, ¿se puede saber con-uien? (Mira hacia todos lados como bus-:¿ndo a alguien.) ¿Quién es ésa? ¿De qué~e está hablando?

Empleado: Señor, le estoy hablando_e vivir en la calle Conesa.

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Cliente (Gritando.) ¡Mire, yo no quie-ro vivir en la calle! ¡Justamente por esovengo a comprar una casa! ¡Y tampocoquiero vivir con ésa, que ni sé quién es

Empleado: Bueno, bueno, cálmese,por favor. Si no quiere vivir en la calleConesa le puedo ofrecer otra cosa.

Cliente: Sí, sí, mejor ofrézcame otracosa.

Empleado: (Hojeando la carpeta.) Bue-no, acá tengo algo interesante.

Cliente: ¿En qué calle queda?

Empleado: Callao.

Cliente: ¿Qué dice?

Empleado: Callao.

Cliente: ¿Qué?

Empleado: ¡Callao, señor! ¡Callao!

Cliente: ¡De ninguna manera, no mecallo nada! ¡Esto es el colmo! Vengo a

comprar una casa, primero me quierevender una donde sólo puedo tener dosplantas, después me quiere mandar a vi-vir a la calle con ésa que ni sé quién es yahora me dice que me calle. Mire, señor,mejor me voy de acá. (Gritando.) ¡Y siusted cree que me puede interesar viviren la calle con ésa, le aconsejo que sehaga revisar la cabeza!

TELÓN

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Entre fritura y verdura

Personajes

Pedro, verduleroAnaJuanDoña Carmen

ESCENA UNO

Pedro, el verdulero, está detrás del mos-rjdor, acomodando cajones de verdura y-~.ira. Entran al mismo tiempo Juan y Ana.-stán vestidos con mucha elegancia.

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Pedro: ¿Quién sigue?

Ana: Yo.

Juan: No, yo.

Pedro: ¿Qué va a llevar, señora?

Ana: Por favor, déme un kilo de...

Juan: Un momento, yo estoy primero.

Ana: ¿Qué dice? De ninguna manera,yo soy la primera.

Juan: Señora, usted está equivocada.

Ana: No, no me equivoco nada. Ustedestá en un error.

Juan: Pero, señora, ¡por favor!

Pedro: Bueno, ¿se decidieron?

Ana: Sí, yo estoy primero.

Juan: Ah, ¿sí? Recién me entero. Mi-re, cuando usted llegó, ya hacía una horaque yo estaba acá.

Ana: ¡Pero qué barbaridad! Señor, seadecente, y por favor, no invente. Cuandousted llegó, yo ya estaba hacía un buen ra-to.

Juan: ¡Cuando yo llegué, aquí no esta-ba ni el gato!

Pedro: ¿Y? ¿Terminaron de discutir?

Juan: (Ignorando a Pedro.) Pero seño-ra, mire cómo estoy vestido. Mire qué fi-neza. Soy todo un caballero. ¡Y si digoque llegué primero, es porque llegué pri-mero!

Ana: Ah, ¿sí? Míreme a mí. Soy unadama fina y elegante. ¡Así que usted sepone atrás y yo adelante!

Juan: Señora, ¡yo llegué antes!

Pedro: Bueno, si no se deciden... (Seva a acomodar cajones.)

ESCENA DOS

Entra Carmen. Juan y Ana están tanconcentrados en la discusión que no advier-

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ten su presencia. Durante toda la escena se-guirán discutiendo con la misma actitud, co-mo si estuvieran solos, sin prestar atención alo que dicen Carmen y Pedro.

Carmen: Buenos días.

Pedro: Buenos días, ¿qué va a llevar?

Carmen: No sé, estoy indecisa. Aver... No sé...

Ana: Señor, no discutamos más, yo lle-gué primero.

Juan: Señora, no insista. ¡A usted lefalla la vista! Primero llegué yo.

Ana: Señor, usted está loco. ¡Y lo quele falla es el coco!

Carmen: Ya sé, voy a llevar un coco.

Pedro: Muy bien, ¿algo más?

Carmen: Sí, a ver... déjeme pensar....

Juan: Señora, yo llegué primero, asíque déjese de macanas.

Ana: Mire, vayase a freír bananas.

Carmen: Ah, sí, déme una docena debananas.

Pedro: ¿Algo más?

52 Carmen: Sí, este...

Juan: Señora, yo llegué primero y novoy a permitir que se dude de mi palabra.

Ana: Señor, eso es un disparate, ¡ustedestá loco de remate!

Juan: ¡Vayase a freír tomates!

Carmen: Ya sé, déme un kilo de toma-tes, por favor. Y espere un momentito quepienso en algo más.

Pedro: Sí, cómo no.

Ana: Señor, ¿por qué no la termina deuna vez y se calla?

Juan: Por que yo llegué primero, ¡poreso no me callo!

Ana: Por favor, no se haga el gallo.

Juan: ¡Y usted, no sea zapallo!

Carmen: Eso es, déme un pedazo dezapallo, por favor.

Pedro: Cómo no.

Carmen: Y espere un momentito.

Ana: Señor, yo estoy primero, y ¡ya mecansé de esta historia!

Juan: ¡Vaya a freír zanahorias!

Carmen: ¡Déme medio kilo de zana-horias!

Pedro: Enseguida.

Ana: Señor, ¡usted es un atrevido, undescarado y un mentiroso!

Juan: ¡Eso no se lo permito!

Ana: ¡Vaya a freír zapallitos!

Pedro: Ya sé, ¿quiere zapallitos?

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Carmen: Sí, sí.

Juan: Señora, no voy a permitir queusted me grite y me siga tomando el pelo.

Ana: Entonces, convénzase de unavez: yo estoy primero. Y si no le gusta,

54 ¡vayase a freír pomelo!

Carmen: ¡Pomelo!

Juan: ¡Y usted, vaya a gritarle a su abue-lo!

Ana: Mi abuelo vive en Brasil.

Juan: Entonces, ¡vaya a freír perejil!

Pedro: ¿Un poco de perejil?

Carmen: Sí, sí.

Ana: Señor, ¿por qué no la termina?¡Me tiene harta con sus tonterías! ¿Porqué no le va a gritar a su tía?

Juan: No puedo, mi única tía vive enCorrientes.

Ana: Entonces, ¡vaya a freír papas ca-lientes!

Carmen: Ah, déme tres kilos de pa-pas.

Pedro: Sí, sí, enseguida.

Juan: Señora, yo llegué primero y nopienso pasarme aquí todo el día.

Ana: Entonces, ¡vayase a freír sandías!

Carmen: Sandía, también voy a llevarsandía.

Pedro: Ya se la doy.

Juan: Y usted, ¡vaya a gritarle a su abue-la!

Ana: ¡Basta! ¡Vayase a freír ciruelas!

Carmen: Ciruelas. Qué buena idea.Déme un kilo.

Pedro: Enseguidita.

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Juan: Señora, terminemos con esteabsurdo. Yo llegué primero, y no le pien-so ceder mi turno.

Ana: ¡Usted es un cabezón!

Juan: ¡Vayase a freír melón!

Carmen: Un melón, déme un melón,por favor.

Pedro: Sí, cómo no. ¿Algo más?

Carmen: No, ya está bien. Tome, có-brese.

Pedro: Gracias, doña Carmen. Hastapronto.

Carmen: Hasta la próxima.

Pedro: (Mira el reloj.) ¡Uy! ¡Qué tarde quees! (A Juan y Ana que rd lo escuchan.) Señora,señor, discúlpenme pero es tarde y tengo quecerrar. (Apoya una mano sobre ¡a espaldadecadauno ybsva empujando hacia afuera. Juan y Anase dejan ¡levar y siguen discutiendo hasta el ultimomemento.)

Juan: Señora, usted es una descaraday una impertinente.

Ana: Señor, usted es un sinvergüenzay un insolente.

Juan: Señora, yo llegué primero y mevan a atender primero a mí.

Ana: No, señor, primero llegué yo.

Pedro: (Les da un empujón fuerte y losecha.) ¡Sigan su ruta, y vayanse a freír fru-ta!

TELÓN

A todas luces

Personajes

VendedorCliente

Vendedor: Buenas tardes, señor, bien-venido a "La casa de las mil lámparas",¿qué desea?

Cliente: ¿Y qué le parece que voy adesear? Una lámpara. Si vine aquí no vaa ser para comprar papas. Necesito algoque me dé luz.

Vendedor: Sí, claro. Yo me refería aqué tipo de lámpara desea, aquí tenemosde todas clases, lámparas de pie...

Cliente: ¿Lámparas de pie? Pero señor,si quisiera algo para los pies hubiera ido ala zapatería, pero vine aquí...

Vendedor: Claro, tiene razón, vinoaquí porque desea una lámpara. Bien, yole pregunto de qué tipo...

Cliente: ¿De qué tipo? ¡Pero qué pre-gunta me hace! ¡De ningún tipo! Yo laquiero comprar para mí, ¿a usted le pa-rece que voy a querer la lámpara que seade otro? Y además, ¿cómo va a decir ti-po? Ese no es el lenguaje para usar conun cliente.

Vendedor: Disculpe, yo quería saberuna lámpara de qué clase quiere usted.

Cliente: ¿De qué clase?

Vendedor: Sí, de qué clase.

Cliente: Pero señor, ¿cuántos años secree que tengo? Soy un hombre grande,¿a usted le parece que yo todavía voy aclase? Hace rato que dejé la escuela.

Vendedor: (Tratando de mantener lacalma.) Bien, bien, vamos a ver qué mo-delo le interesa.

Cliente: ¿Modelo? Señor, ¡si me inte-resara ver modelos, hubiera ido a un des-file de modas! ¡Pero vine aquí!

Vendedor: Sí, sí. Bien, veamos. ¿Ne-cesita una lámpara para una mesa de luz?

Cliente: ¿Pero cómo se le ocurre? Si lamesa ya es de luz, ¿para qué va a necesi-tar una lámpara? Señor, ¿usted está aquípara atenderme o para tomarme el pelo?

Vendedor: (Haciendo una reverenciacon forzada cortesía.) Yo estoy aquí paraatenderlo lo mejor que pueda y ayudarloa que usted se lleve lo que necesita.

Cliente: (Irritado.) ¡Y yo hace una ho-ra que le digo que necesito una lámpara!

Vendedor: (A punto de perder la pacien-cia.) Bien, ¿desea una lámpara con panta-lla?

Cliente: ¡Señor, si estuviera buscandouna pantalla habría ido al cine! Lo que yonecesito es una lámpara que dé buenaluz.

Vendedor: Mire, señor, creo que he-mos llegado al final, porque pensándolobien, la mejor luz es la luz natural. (Lo em-pieza a empujar suavemente hacia la puerta.)i Por favor, salga de una vez y no se le ocu-rra volver mañana! ¡Y si quiere buena luz,vayase a su casa y póngase cerca de la ven-tana

63

TELÓN

El logro del ogro

Personajes

Chela, directora de teatroPaco, actorPorota, actrizCoco, actor

La escena transcurre sobre un escenario.Hay una mesa cubierta de papeles desorde-nados y cuatro sillas.

Chela: Coco, Porota, Paco, ¿están lis-tos para empezar a ensayar?

Coco: Yo sí.

Porota: Yo también.

Paco: Sí, empecemos.

Chela: Primero vamos a ver algunascuestiones de personajes, de argumento,de texto.

Porota: Perdón, ¿qué dijo?

Chela: De texto.

Porota: ¿Qué?

Chela: ¿Qué le pasa? ¿Está sorda? Di-je: ¡de texto!

Porota: ¿Qué detesta?

Chela: ¿Yo? Nada, no detesto nada.

Porota: ¿Y por qué dijo "detesto".

Chela: ¿Qué? Yo no dije "detesto". Di-je "de texto, de texto".

Porota: Eso dijo, detesto. ¿Y se puedesaber qué detesta?

Chela: (Enojada) Lo que yo detestoes... ¡Detesto perder el tiempo en hablar yhablar y hablar cuando lo que hay que ha-cer es ensayar! (Se tranquiliza.) Escúchemepor favor, y a ver si me entiende esto. Loque yo dije cla-ri-to es "unas cuestionesde-tex-to".

Paco: Bueno, bueno, empecemos aensayar de una vez.

Chela: Sí, pero antes de empezar te-nemos que ver algunas cuestiones depersonajes, de argumento, de...de...deltexto de la obra (Pronuncia con mucha in-tensidad la "x" y la prolonga unos segun-dos.) Es una obra fácil de hacer, pero hayque tener mucho cuidado con algunoshechos, con sucesos...

Coco: ¿Qué pasa con mis sesos? (Segolpea suavemente la cabeza y se escuchaun fuerte sonido a hueco.)

67

Chela: No pasa nada con sus sesos.

Coco: (Grita.) Usted dijo que habíaque tener cuidado con mis sesos. Yo lo es-cuché bien cla-ri-to. Y no me diga queno, porque usted lo que dijo es eso. (Imi-ta la forma en que chela pronunció antes

68 "ciarito".) Y discúlpeme si la molesto, pe-ro tengo los sesos bien puestos.

Paco: ¿Está seguro de que los tienepuestos?

Coco: Por supuesto, los tengo siempreen su puesto.

Chela: Yo no dije "sus-sesos". Dije "su-cesos", hechos, acontecimientos, sucesos,lo que sucede en la obra.

Porota: ¿Y qué es lo que sucede en laobra?

Chela: Eso es justamente lo que tene-mos que ver antes de empezar a ensayar.

Paco: ¿Y por qué no empezamos de unabuena vez?

Coco: Sí, empecemos a ensayar.

Porota: Yo quiero ensayar.

Paco: Yo también. No veo la hora deprobarme el vestuario.

Coco: ¿Y dónde está el vestuario?

Porota: ¿Sí, dónde están los trajes?

Chela: ¿Qué trajes?

Paco: Los que vamos a usar.

Coco: Sí, ¿dónde están los trajes?

Chela: ¿Qué trajes?

Porota: Los trajes que nos vamos a po-ner para actuar.

Chela: A los trajes, todavía no los tra-je.

Porota: ¿Cómo? ¿No trajo los trajes?

Paco: ¿Los trajes no trajo?ín?

Chela: ¡Pero qué trabajo!

Coco: ¿Y por qué no trajo todavía lostrajes?

Chela: ¡Porque no traje los trajes!

Porota: ¿Y por qué los trajes no trajo?

Paco: ¿Acaso tiene tanto trabajo quepor eso los trajes no trajo?

Coco: ¿Acaso estuvo de viaje y por esono trajo los trajes?

Porota: ¿Acaso algún plato volador laatrajo y por eso los trajes no trajo?

Chela: (Harta.) ¿Acaso...? ¡A casa!(Hace gesto de echarlo.) ¡Basta! ¡Si siguenasí se vuelven a su casa! ¡Termínenla conlos trajes de una buena vez! Porque si yono traje los trajes no fue porque me dis-traje, ni porque me fui de viaje.

? 71

Coco: ¿Y entonces por qué no los tra-jo?

Chela: A los trajes no los traje, por-

que antes de ponerse los trajes hay queensayar, y antes de ensayar hay que veralgunas cuestiones de la obra. El quequiera los trajes, que primero trabaje, ysi no, ¡que se raje

Paco: Bueno, empecemos a ver la72 obra.

Coco: Sí, empecemos de una vez.

Porota: ¿Cuáles son las importantescuestiones de. ..de texto? (Pronuncia la"x" en forma exagerada, como antes Che-la.)

Chela: En el primer acto lo más im-portante es el logro de...

Coco: ¿Qué ogro?

Porota: No sabía que había un ogro.

Paco: Yo de ogro no actúo.

Chela: No dije "ogro". ¡Dije "el lo

Paco: Claro, dijo "el ogro".

Chela: No, no dije "el ogro", dije "ellogro".

Porota: Yo creía que en esta obra nohabía ningún ogro.

Chela: ¡Bastaaaa! ¡Yo soy el ogro!(Gruñe y ruge con sonidos muy intensos.)¡Bastaaaa! ¡Fuera de aquí! ¡Por hoy noensayamos más

TELÓN

73

gro'

Coco: Ve, dijo "el ogro"

La increíble batalla deun pequeño mono y untigre a rayas

Personajes

PresentadorMonoTigreGrilloAbejaSapoHormiga

Presentador: Voy a contarles un cuen-to. Es algo que ocurrió hace mucho tiem-po. Una vez en la selva había un monosentado tranquilamente a la orilla de unrío. Era una hermosa mañana. (Eí mono yel tigre están inmóviles, como estatuas y amedida que el presentador habla empiezan a

76 cobrar vida.) El mono estaba justo a pun-to de comerse una banana, cuando apare-ció un tigre y de un solo paso... ¡se la arre-bató de un zarpazo! El mono era pequeñoy el tigre era muy grande. Pero el monoera corajudo y valiente y no se calló laspalabras que le vinieron a la mente.

Mono: Eh, tigre, yo nunca me metícon tu comida, ¿por qué me arrebataste labanana?

Tigre: Porque se me da la gana.

Presentador: Y ahí nomás el tigre tiró labanana al río mientras se reía a carcajadas.El mono se quedó triste, mirando cómo sela llevaba la corriente y escuchando lasgrandes risotadas. Pero no se acobardó,porque era muy valiente. Fue a buscar otrabanana, pero cuando estaba a punto declavarle los dientes, el tigre se la volvió a

arrebatar, mientras se burlaba del monocon sus grandes risotadas. Pero el monoera valiente y no se asustaba. Entonces elmono le dijo:

Mono: Eh, tigre, ¿por qué me hacesesto? Yo no te robo la comida y nunca temolesto. ¿Por qué me robaste la banana? 77

Tigre: Ya te dije, porque se me da la ga-na. Yo soy más grande que vos y por eso ha-go lo que quiero. Vos sos un pequeño mo-no bananero. En cambio, yo soy un tigreenorme y poderoso, ¡soy tremendo cuandoestoy furioso! Y anda sabiendo, mono, quetodos los animales respetan mis antojos,¡porque soy feroz y terrible si me enojo!

Presentador: El mono estaba pensan-do qué hacer cuando apareció un grillocaminando por el pasto. El grillo cantabaasí: cri, cri, cri, cri. El tigre lo saludó conel terrible bramido de un feroz y espanto-so rugido:

Tigre: ¡Fuera de aquí! ¡Terminala contu cri cri cri cri! Mira, grillo, hoy no estoycon ganas de escucharte, así que ándatecon tu música a otra parte.

Grillo: Eh, tigre, no sabía que eras eldueño de estos pastos.

Tigre: Sí, yo soy el dueño, y si quierote aplasto.

Presentador: Y cuentan que el grillo78 dijo:

Grillo: ¿Ah, sí? No sabía que eras eldueño.

Tigre: Sí, soy el dueño porque soy gran-de y vos sos muy pequeño. Vos sos nadamás que un grillo violinero y yo soy untigre enorme y hago lo que quiero. ¡Fue-ra de acá, grillo, o te hago polvo con miscolmillos!

Presentador: El mono y el grillo estabanpensando qué hacer, cuando aparecióuna abeja zumbando por el aire. El tigredio un zarpazo y rugió:

Tigre: ¡Eh, abeja! Hoy no tengo ganasde escuchar zumbidos, así que ¡vola deacá y llévate tu sonido!

Abeja: Pero, tigre, tengo que buscarflores para hacer mi miel.

Tigre: A mí no me interesa. ¡Y si note vas, pequeña, te vuelo la cabeza! ¡Ydespués voy a tu colmena, y me la comopara la cena!

Presentador: El mono, el grillo y laabeja se quedaron pensando qué hacer,cuando llegó un sapo, que venía saltando 79

lo más campante. Y el tigre le gritó:

Tigre: Eh, sapo, ¡alto! ¡Fuera de aquícon tus saltos!

Tigre: Mira, vos sos un sapo boquia-bierto y verde, y yo soy un tigre feroz quecuando se enoja, ¡muerde! Y anda sa-biendo, animalito pequeño, que aquí yosoy el dueño. No hay animal que me pue-da vencer, así que, ¡fuera, sapo, o te dejohecho un trapo!

Presentador: El mono, el grillo, laabeja y el sapo estaban pensando qué ha-cer, cuando apareció una hormiga, tanchiquita y diminuta que casi ni se veía.Pero el tigre la vio y le dijo:

Tigre: Eh, hormiga, ¡fuera! Este es miterritorio, y no me gusta ver hormigas ca-minando por acá.

80

Hormiga: Pero, tigre, ¿por qué meechas? Estoy buscando algunas hojas parallevar a mi hormiguero.

Tigre: ¡Yo aquí soy el dueño y te echoporque quiero! Vos sos una hormiga ne-gra, chiquita y papanatas. Y yo soy un ti-gre inmenso, ¡y si no te vas te aplasto conmis patas!

Mono: Me robaste dos bananas por-que se te dio la gana, y querés echar algrillo, a la abeja, al sapo y a la hormiga,¿no te parece que estás exagerando?

Tigre: Yo no exagero, ¡soy más grandey hago lo que quiero!

Presentador: Entonces el mono, queademás de valiente era bastante inteli-gente, le hizo una propuesta, precisamen-te ésta:

Mono: Mira, tigre, vos querés echar-nos y nosotros nos queremos quedar acásin que nos molestes, así que se me ocu-rrió una idea. Te desafío a una pelea. Ha-gamos dos bandos, vos anda a buscar aquien quieras para que pelee de tu lado.

Y nosotros traeremos a nuestros aliados.Unite a quien quieras, trae un ejército deferoces fieras. Nosotros formaremos unbatallón de amigos especiales, solamenteinsectos y pequeños animales. El que ga-ne impondrá sus condiciones.

Tigre: ¡Pero mono, vos estás loco! ¡Tefalla completamente el coco! Ganarles austedes va a ser pan comido, por más quetraigan a todos sus amigos. Y anda sa-biendo, pequeño mono peludo, ¡quepronto te voy a usar de felpudo!

Presentador: El tigre se fue, riendo acarcajadas, a buscar a sus amigotes, quepor supuesto, eran todos animales gran-dotes, capaces de asustar a cualquiera:zorros, leones, hienas y panteras. El monoreunió un ejército de amigos pequeños: abe-jas, hormigas, mosquitos, sapos, grillos y pio-jos, todos muy corajudos y valerosos, aun-que eran minúsculos y no se destacaban porla fuerza de sus músculos. Y así llegamos almomento emocionante en que se van a en-frentar los contrincantes. De un lado, ani-males pequeños e insectos zumbadores; delotro, grandes fieras de rugidos tremendos yatronadores. El tigre dirigía un bando y el

mono, el otro. Y así tuvo lugar el combate,que fue bastante corto.

Tigre: ¡Ya van a ver, pequeñitos, cómose les termina la farra! ¡Los vamos a des-trozar con nuestras garras!

Mono: ¿Ah, sí? Anda sabiendo, tigre, 83

que después de esta batalla no te van aquedar enteras ni las rayas.

Tigre: ¡Ya me tenes harto con tus mo-nadas, en un segundo te voy a hacer po-mada!

Presentador: Y mientras los zorros, laspanteras, las hienas y los leones arrojabana sus enemigos una mirada salvaje, la vozdel mono resonó con coraje:

Mono: ¡Vamos, abejas, ataquen las ore-jas!

Presentador: Y una nube de abejaszumbadoras se lanzó al vuelo y oscureciótotalmente el cielo.

Mono ¡Rápido, hormigas, a las barri-gas!

Presentador: Y hormigas de todas cla-ses emprendieron un acelerado ataque.

Mono: ¡Ya, grillos! ¡Pínchenlos en lostobillos!

Presentador: Y una columna de grillos84 violineros se desparramó velozmente por

el suelo.

Mono: ¡A la carga, piojos, piquen y pi-quen hasta dejarlos rojos!

Presentador: Y un batallón casi invisi-ble de piojos diminutos surcó el aire en me-nos de un minuto. Pero a esa altura, el ti-gre y sus aliados ya no aguantaban tantopinchazo y picadura. Entonces el mono ex-clamó:

Mono: ¡Al ataque, sapos, empiecen alos sopapos!

Presentador: Se vio avanzar una co-lumna de sapos saltarines y verdosos,mientras el tigre lanzaba aullidos acobar-dados y quejosos.

Tigre: ¡Basta, basta! ¡Deténganse, porfavor! ¡Voy a terminar convertido en cola-dor!

Presentador: Y mientras los zorros, lashienas, las panteras y los leones tratabande sacarse de encima los aguijones y serascaban desesperadamente el lomo, seescuchó gritar al mono:

Mono: ¡Eh, tigre! ¿Así que aquí vossos el dueño y haces lo que se te da la ga-na?

Tigre: No, monito, no, eran puras ma-canas. Aquí nadie es el dueño y todos tie-nen derecho de vivir tranquilos, pero porfavor, demos por terminada la batalla ydecile a tus amigos que se vayan.

Presentador: De este modo, aunqueparezca un disparate, el mono venció altigre en el combate. Así fue como termi-naron los acontecimientos, y por esoaquí, también termina el cuento.

85

TELÓN

Ir a Berazategui

Personajes

Sr. RamírezSr. Estévez

La escena transcurre en una calle céntrica.

Sr. Ramírez: Señor, por favor, ¿podríadecirme si por aquí pasa algún colectivo?

Sr. Estévez: Alguno debe pasar. Escu-che. Siento uno.

Sr. Ramírez: Yo no sé si tengo que to88 mar el ciento uno.

Sr. Estévez: ¡Pare, don! ¡Pare, don!

Sr. Ramírez: ¿Paredón? ¿De qué pare-don me habla? Aquí no veo ningún pare-don.

Sr. Estévez: (Indignado.) ¡Pero qué pa-redón ni qué parecita! ¿Por qué no cierrala boquita? Dije que siento que viene al-gún colectivo.

Sr. Ramírez: Sí, el ciento uno.

Sr. Estévez: ¡No! Yo dije "siento uno".

Sr. Ramírez: Pero no sé si ése me lleva.

Sr. Estévez: (Con cara de confundido.)¿Y por qué no lo va a llevar? Si paga elboleto lo lleva.

Sr. Ramírez: Sí, pero, ¿no sabe si melleva a Berazategui?

Sr. Estévez: ¿A ver a Zategui?

Sr. Ramírez: Sí, a Berazategui.

Sr. Estévez: ¿Y qué sé yo? No tengo lamenor idea de quién es ese Zategui.

Sr. Ramírez: ¿Zategui? ¿Quién hablóde Zategui? ¡Qué disparate!

Sr. Estévez: ¡Pero a usted le falla elmate! Me acaba de preguntar qué puedetomar para ir a ver a Zategui. (Se pone elíndice sobre la sien y lo da vueltas para indi-car que no está bien de la cabeza.)

Sr. Ramírez: Disculpe, pensé que talvez usted sabía qué colectivo me puedellevar a Berazategui.

Sr. Estévez: ¡Pero si yo ni sé quién esZategui!

Sr. Ramírez: (Totalmente desconcerta-do.) ¿Zategui? ¡Nadie! Yo no conozco aningún Zategui.

Sn Estévez: Ah, ¡qué piola! Usted separece a mí tía Porota, dice una pavadatras otra. ¿Así que no conoce a ningúnZategui y quiere que yo le diga cómo ir averlo? ¿Pero qué le pasa? (Empieza a ale-jarse.)

Sn Ramírez: (Lo toma de un brazo y loacerca.) Ya le dije, quiero averiguar quécolectivo me lleva a Berazategui.

Sn Estévez: ¿Pero quién es ese Zateguique usted quiere ir a ver?

Sn Ramírez: ¡Nadie!

Sn Estévez: (Lo toma de la solapa.) ¿Ycómo quiere que yo sepa qué colectivotiene que tomar para ir a ver a nadie?¿Por quién me toma?

Sn Ramírez: (Se suelta suavemente.)Disculpe, lo que quiero tomar es un colec-tivo.

Sn Estévez: (Grita, furioso.) Mire, ¿porqué no se las toma de una vez?

Sr. Ramírez: Lo que yo quiero es tomarun colectivo que vaya a Berazategui.

Sr. Estévez: (Se toma la cabeza con lasdos manos con gesto de desesperación.) ¿Pe-ro de qué Zategui me habla?

92 Sr* Ramírez: Señor, por favor, le hablode Berazategui.

Sr. Estévez: Mire, usted vaya a ver aquien quiera, ¿pero yo qué tengo que vercon eso?

Sr. Ramírez: ¿Con eso?

Sr. Estévez: Sí, con eso.

Sr. Ramírez: ¿Con eso qué? ¿Qué eso?¿Qué eso? ¿Qué eso?

Sr. Estévez: ¿Queso? ¿Qué queso?

Sr. Ramírez: ¿Qué queso qué? ¿Quéqueso? ¿Qué es eso del queso?

Sr. Estévez: ¡No sé qué es eso del que-so pero me irrita los sesos!

Sr. Ramírez: Mire, si a usted el quesole irrita los sesos, déjese de comer queso.

Sr. Estévez: (Se toca la boca y saca la len-gua.) Pero si yo no estoy comiendo queso.

Sr. Ramírez: Tiene razón. Entonces,lo que lo irrita no es eso. 93

Sr. Estévez: Pero, que... so... que... so...

Sr. Ramírez: ¿Qué le pasa con el que-so?

Sr. Estévez: (Hace un gesto amenazadorcon la mano.) ¡Qué so... qué so... qué sopa-po le voy a encajar si no la termina y se va!

Sr. Ramírez: Señor, justamente lo queyo quiero es irme a Berazategui.

Sr. Estévez: ¡Mire, ahí viene el colec-tivo, súbase y vayase a ver a quien quie-ra! (Lo empuja hacia el colectivo y lo obligaa subir.) ¡Y dele mis saludos a su abuela!

TELÓN

Bellos cabellos

Personajes

MiguelLaura

ESCENA UNO

La escena transcurre en una peluquería.Hay un reloj que marca las once. EntraLauray mujer de cabellos largos, y la recibeamablemente Miguel, el peluquero.

Miguel: Adelante, tome asiento aquí,por favor.

Laura: (Se sienta.) Gracias. Mire, megustaría cortarme un poco. Creo que mipelo está demasiado largo y sin forma, ytengo ganas de cambiar de aspecto. Qui-

96 siera un corte nuevo, con algo de originaly algo de sugerente.-

Miguel: ¿Con algo de mi gerente? Pe-ro, señora, mi gerente es pelado. ¿Quéquiere, que la rape?

Laura: Pero no, quiero un corte nove-doso, con una caída así (hace un gesto conlas manos), como suave.

Miguel: ¿Como mi ave? ¿Con una caí-da como mi ave? Señora, yo tengo un ca-nario, pero no se anda cayendo, vuela muybien.

Laura: Mire, yo lo que quiero es unbuen corte de pelo. Y qué me dé un as-pecto más juvenil, más seductor, mimoso.

Miguel: ¿Su mozo?

Laura: No, mimoso. Mi-mo-so.

Miguel: Eso, su mozo. Señora, sepaque yo no soy su mozo. En todo caso, soysu peluquero.

Laura: (Suspira hondo.) Quiero unnuevo corte de pelo. ¿Qué me propone? 97

Miguel: (Pensativo.) Hum, veamos.Eso hay que estudiarlo. (Le pone las manossobre la cabeza, le toma los cabellos, se loslevanta y los deja caer de a poco.) Hum,¿cortar? No sé. Espere un momento. (In-clina la cabeza sobre la de Laura y apoyauna oreja sobre su pelo.)

Laura íEh! ¿Qué hace?

Laura: ¿Ahora? ¿Le parece?

Miguel: Sí, sí, le va a encantar.

Laura: Bueno, no sé, ¿usted cree...?

Miguel: Se lo aseguro. Señora, reláje-se y deje su cabeza en mis manos. (Lauracierra los ojos y Miguel empieza a trabajar.)

ESCENA DOS

El mismo lugar que la escena anterior, pe-ro el reloj marca las tres. Laura está roncan-do. Tiene la cabeza cubierta con una toalla.Miguel está al lado, de pie.

98 Miguel: (Palmea las manos.) Linda sies-tita, ¿no?

Laura: (Despertando.) ¡Ya son las tres!Tengo que irme.

Miguel: ¡Llegó el gran momento! Mi-re. (Le retira la toalla de la cabeza.)

Laura: (Se mira en el espejo horroriza-da.) ¿Qué es esto?

Miguel: Una hermosa tonalidad ama-rrojul.

Laura: ¿Amarrojul?

Miguel: Sí, una combinación de amari-llo, rojo y azul. El último grito de la moda.

Laura: Aquí la que va a gritar soy yo siusted no me saca este colorinche de lacabeza. ¡Pero qué locura!

100

Miguel: ¿Qué lo cura? A esto no lo cu-ra nada. No es una enfermedad, es unhermoso colorido.

Laura: Mire, si en cinco minutos suhermoso colorido no se ha ido, usted melas va a pagar.

Miguel: Disculpe, acá la que va a pagares usted. Me tiene que pagar la tintura.

Laura: ¡Pero qué caradura! Si no mesaca estos colores de marracho no lepienso pagar.

Miguel: Bueno, en un abrir y cerrar deojos se lo podría dejar todo rojo.

Laura: ¡De ninguna manera! Y lo quese va a cerrar es esta peluquería si ustedno me saca esta barbaridad de la cabeza.

Miguel: Entonces, se lo podría dejarzulmarillo, una deliciosa mezcla de ama-rulo y azul.

Laura: ¡Ni loca! ¿Qué se cree? ¿Quesoy la bandera de Boca?

Miguel: Bueno, señora, decídase. Nopuedo estar con usted todo el día. ¿Quécolor quiere? ¿Violeta, verde, turquesa?

Laura: ¿Turquesa? ¡Me va a estallar lacabeza! ¡Quiero que me devuelva ahoramismo el color que tenía cuando vine!

Miguel: Eso es imposible. Aquí usa-mos tinturas de muy buena calidad, sonexcelentes y muy persistentes.

Laura: ¡Voy a llamar a mi abogado!¡Esto va a terminar en sumario!

Miguel: ¿En mi Mario? Yo no tengoningún Mario.

Laura: (Furiosa, se levanta y mientrasabre la puerta grita.) ¡Le voy a hacer jui-cio! ¡Voy a llevar esto a la corte!

Miguel: ¡Qué corte ni qué corte! Ya ledije que su cabello no pedía corte...Y en-cima, se va sin pagar.

TELÓN

101

102 A los saltos con los autos

Personajes

PabloHernán

La escena transcurre en la calle de un ba-rrio. Hernán está parado al lado de un auto,en actitud pensativa. Enseguida llega Pablo,lo mira, mueve la cabera con gesto de desa-probación y se dirige a él.

i

Pablo: Eh, discúlpame, no sé si estásenterado, pero acá no podes estar estacio-nado.

Hernán: Sí, sí, estoy enterado, pero yono estoy estacionado.

Pablo: ¿Ah, no?

Hernán: No, en todo caso el que estáestacionado es el auto.

Pablo: Justamente, acá ningún autopuede estacionar.

Hernán: Ya lo sé, pero el auto no estáestacionado.

Pablo: ¿ Ah, no? ¿Y qué hace ahí ese au-to?

Hernán: Ese auto que ves ahí, ese au-to bordó...

Pablo: ¿Ese auto bordó? ¿Qué bordó?¿Un mantel? ¿Una camisa? ¿Un bande-rín?

Hernán: Pero, ¿qué decís? ¿Qué tenesen la cabeza? ¿Aserrín?

Pablo: ¿Hace riiiin? ¿De qué me estáshablando? ¿De un timbre? ¿De una alar-ma?

Hernán: Para, para, trata de mantener 105

la calma.

Pablo: ¿Mantener la calma? Yo no ten-go porqué mantener a nadie. El día quetenga hijos los voy a mantener, pero porahora...

Hernán: Tranquilo, yo no te dije quemantuvieras a alguien. Te dije que... queno gritaras, que no perdieras el equilibrio.

Pablo: (Furioso.) ¡Pero eso es un deli-rio! ¡Yo no pierdo el equilibrio! (Se parasobre un solo pie y extiende los brazos paraayudarse pero finalmente se cae.)

Hernán: Lo que te dije es que perma-necieras sereno.

Pablo: ¿Qué permaneciera sereno?¡Pero si yo no trabajo de sereno! A mí no

106

me gusta trabajar de noche. Y además,estábamos hablando de ese coche. Y vosme decías que el auto bordó. Y eso no telo creo.

Hernán: Claro, cómo me vas a creer.¡Dicolor bordó!

Pablo: ¿Qué es lo que bordó de color?¿Cuándo se vio que un auto bordara?

Hernán: El auto no bordó nada, loque te digo es que es de color bordó. Pe-ro lo que importa...

Pablo: ¿Qué es lo qué importa? ¿Aho-ra me vas a decir que el auto importa?¿Me vas a decir que el auto importa pro-ductos de otros países? ¿Cuándo se havisto que un auto sea importador?

Hernán: Pero no, el auto no importanada.

Pablo: ¡Sí, el auto importa! ¡Importaque esté ahí estacionado porque ahí no sepuede estacionar! Está prohibido, ¿meentendés?

Hernán: Sí, te entiendo, pero no estáestacionado. Si me escuchas un momen-to, te explico por qué está acá parado.

Pablo: ¿Acaparado? ¿El auto está aca-parado? ¿Quién lo acaparó?

Hernán: Nadie lo acaparó, es mío. 107

Pablo: Pero, ¡acabas de decir que estáacaparado!

Hernán: No, dije que está acá parado,detenido.

Pablo: ¿Está detenido? ¿Lo detuvo lapolicía? ¿Qué pasó? ¿Qué hizo? ¿Cómofue? ¿Qué tenía?

Hernán: Se detuvo solo.

Pablo: ¿Sed de tubo solo? ¿Qué clasede sed es esa? Yo a veces tengo sed deagua, o de jugo, pero nunca tuve sed detubo.

Hernán: Pero, ¿quién habló de sed detubo? Yo dije que el auto se detuvo. Sedetuvo solo.

108

Pablo: Ah, se detuvo solo.

Hernán: Sí, algo está fa...

Pablo: ¿Algo estafa? ¿El auto algo esta-fa? Sí, ya me parecía que aquí había algoraro.

Hernán: Acá no hay nada raro.

Pablo: ¿Te parece que no es raro unauto que borda, que tiene sed de tubo yque estafa?

Hernán: Me parece que no escuchasbien lo que te digo.

Pablo: Sí, te escucho, y te escuchomucho. Dijiste que el auto estafa.

Hernán: Pero, ¿qué estás diciendo? Elauto no estafa a nadie. El auto está fa...

Pablo: (Lo interrumpe y no lo deja ter-minar de hablar.) ¿No ves? Estás diciendoque estafa. ¿En qué quedamos?

Hernán: ¡El auto está fallando! ¡Esoes lo que digo! No estafa a nadie. ¿Dóndeviste un auto que estafara?

Pablo: Y, si borda y tiene sed de tubo,¿por qué no va a estafar?

Hernán: Me parece que no registrasbien lo que te digo. Sí, creo que no tenesregistro...

110 Pablo: ¿Y qué? ¡Acá el que tiene quetener registro sos vos! ¡Sos vos el que es-tacionó ahí! ¡Y ahí no se puede estacio-nar! ¡Si no sacas ese auto de ahí ya mis-mo, yo voy a hacer que lo saquen!

Hernán: Espera, espera un momento.

Pablo: No espero nada. (Toma un telé-fono celular y empieza a marcar números.)

Hernán: Para, que te digo que esperes.

Pablo: ¿Qué es Pérez? ¿Quién es Pé-rez? ¿El que dejó el auto ahí?

Hernán: Pero, no. Qué Pérez ni quePérez. Por favor, no te desesperes.

Pablo: ¿Se puede saber de qué Pérezme estás hablando?

Hernán: No estoy hablando de nin-gún Pérez, simplemente te dije que espe-res, que con un poco de paciencia aguar-des...

Pablo: ¿Qué con paciencia guarde?¿Qué tengo que guardar?

Hernán: Nada, no dije que guardes,sino que aguardes, que esperes.

Pablo: ¡Otra vez con ese Pérez! ¿Sepuede saber quién es ese Pérez?

Hernán: ¡Sonamos! Me parece que noentendés nada.

Pablo: ¿Quiénes son amos? ¿Amosde qué? En esta época ya no hay amosni esclavos.

Hernán: (Para sí mismo.) Me pareceque este tipo es un clavo.

Pablo: ¿Me querés decir de qué amosestás hablando? ¿Pérez y algún otro?

Hernán: No estoy hablando de Pérez ytampoco de ningún amo. Lo que dije es

lli

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"sonamos", no "son amos", pero vos noescuchas nada.

Pablo: Sí que escucho, y mucho. Elque no escucha sos vos. A ver si ahora meentendés de una buena vez: acá no sepuede estacionar.

Hernán: ¡Lo que te digo es que yo noestacioné! El motor del auto está andan^do mal y no tuve más remedio que pararacá. Cuando vos llegaste estaba pensan-do cómo hacer para traer un mecánico.

Pablo: Pero... ¿por qué no lo dijiste an-tes? (Le da la mano.) Mucho gusto, yo soyPablo López, mecánico de autos.

Hernán: Encantado. Yo soy HernánGutiérrez, y mi auto anda mal. Por favor,¿lo quisieras revisar?

Pablo: Sí, cómo no, ya mismo.

TELÓN

El primo Drilococo

Personajes

PresentadoraPresentadorPerroLagartoCotorraPumaCaballoGataPalomaSapoMona

Presentadora: Estimados amigos, lesvamos a contar un cuento. No es uncuento cualquiera, es un cuento con per-sonajes muy especiales ¡no son personas,son animales! Un cuento en el que van aaparecer (a medida que los menciona apa-recen y saludan) un lagarto y un puma, unsapo y un caballo, un perro y una gata,una paloma, una cotorra y una mona. Ytambién va a aparecer un animal sorpren-dente... Como ven, en este cuento hayanimales que vuelan, que nadan, que sal-tan, que caminan...

Presentador: ¿Y no hay algún pato opata?

Presentadora: No, no hay.

Presentador: Discúlpeme, puede nohaber pato, pero patas hay, y unas cuan-tas.

Presentadora: Le digo que no hay nipatos ni patas ni patitos.

Presentador: Usted dijo que hay uncaballo, una paloma, una cotorra, un pu-ma, una mona...

Presentadora: Sí, y un perro, un lagar-to, un puma, un sapo y una gata.

Presentador: Bueno, entonces haymuchas patas.

Presentadora: ¿Se puede saber porqué?

Presentador: Y, ya son cuatro, contan-116 do sólo a la gata.

Presentadora: Está bien, tiene razón.En este cuento hay muchos animales. Yentre todos hay muchas cabezas, muchascolas y patas, que ya son cuatro contandosólo a la gata.

Presentador: Y dígame, ¿pico?

Presentadora: Ah, no, usted no pica.¿A quién quiere picar?

Presentador: Yo no quiero picar a na-die. ¿Qué se cree, que yo soy un mosqui-to para andar picando por ahí?

Presentadora: Claro que usted no esun mosquito.

Presentador: No, ni siquiera por unratito. Y por eso no pico.

Presentadora: De acuerdo. Pero ustedrecién me preguntó: ¿y pico?

Presentador: Usted dijo que en estecuento hay animales con cabeza, cola ypatas. Y yo pregunté: ¿y pico?

Presentadora: ¡Otra vez! ¿A quién 117

quiere picar?

Presentador: No quiero picar a nadie.Ya le dije que no soy un mosquito, ni si-quiera por un ratito. Quiero saber si eneste cuento hay algún animal con pico.

Presentadora: Ah, sí. Hay animalesgrandes y chicos, con plumas y con pico,con pelos y con hocico, con alas y con pa-tas, con garras y con dientes. ¡Y tambiénaparece un animal muy sorprendente!

Presentador: ¿Y por qué es tan sor-prendente?

Presentadora: Ya va a ver. No se ade-lante.

Presentador: ¿Y quién se adelanta? Si

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yo no me moví de mi lugar. Desde el prin-cipio estoy acá.

Presentadora: Ya lo sé. Le digo que nose adelante a los acontecimientos.

Presentador: ¿Qué acontecimientos?

Presentadora: Los acontecimientosque vamos a contar en este cuento.

Presentador: ¿Cuáles son?

Presentadora: ¿Me deja empezar acontar, por favor?

Presentador: Cómo no, empiece nomás.

Presentadora: Escuche bien atento, yya va a ver cómo empieza el cuento. Undía, hay un perro que va a la...

Presentador: ¿Un perro que bala? Dis-cúlpeme, perro los peros, perdón, pero losperros no balan. La oveja bala (imita elbalido), los perros ladran (imita el ladrido).

Presentadora: Ya lo sé. La oveja bala,los perros ladran, los gatos maullan, los

caballos relinchan... (Imita cada sonido amedida que lo menciona).

Presentador: ¿Y si sabe que la ovejabala y los perros ladran, por qué dice quehay un perro que bala?

Presentadora: Por favor, déjeme ter- 119

minar.

Presentador: ¿Cómo, recién empiezael cuento y ya lo quiere terminar?

Presentadora: Déjeme terminar la fra-se. Un día, hay un perro que va a la...

Presentador: Ahí tiene, otra vez. Dijoque hay un perro que bala. Pero los perrosno balan, ladran.

Presentadora: ¡Ya sé! Pero escuche eneste cuento hay un perro que es el carte-ro del pueblo donde viven los demás ani-males, y un día...

Presentador: ¿Hundía? ¿Qué hundíael perro? ¿Un hueso? ¿Hundía un huesoen el agua?

Presentadora: ¡No, no es eso! Nohundía ningún hueso. Déjeme contar. Undía el perro va a la casa del lagarto...

Los presentadores se hacen a un lado yaparecen el perro y el lagarto.

Perro: Hola, don Lagarto, tiene unacarta.

Lagarto: A ver, a ver... ¿Será mi tíaMarta, la Lagarta, la que me escribe lacarta? (Mira el remitente escrito en la partede atrás del sobre) No. ¡Pero qué extraño!¡Qué increíble! ¡Qué cosa tan rara!(Aparecen los demás animales)

Cotorra: ¿Cuál es la cosa tan rara?¿Le escribió su prima Sara?

Lagarto: No. ¡Es algo sorprendente!

Puma: Vamos, don Lagarto, cuente,¿le escribió, su tío Vicente?

Lagarto: No, no. Esta carta me des-concierta.

Caballo: ¿Le escribió su abuela Berta?

Lagarto: No, no. Es algo insólito.

Gata: ¿Le escribió su abuelo Hipólito?

Lagarto: No, es una cosa asombrosa.Paloma: ¿Le escribió su prima Rosa?

Lagarto: No, es muy raro, es algo real-mente extraordinario.

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Perro: Pero, ¿quién le escribió, un di-

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nosaurio?

Lagarto: No. (Leyendo el remitente.)¡Acá dice "tu primo el Drilococo"!

Puma: ¿El Drilococo?

Sapo: Yo no sabía que usted tenía unprimo Drilococo.

Lagarto: Claro, eso es lo raro. ¡Yo tam-poco!

Mona: ¿Está seguro?

Lagarto: Completamente. Con esenombre no tengo ningún pariente.

Cotorra: ¿Leyó bien el remitente?

Caballo: ¿Qué dice?

Lagarto: Dice "tu primo el Drilococo".

Sapo: ¿No se equivoca?

Lagarto: No, no me equivoco. Miren,aquí dice "Drilococo". (Muestra la partede atrás de la carta.)

Gata: ¿Qué es un Drilococo?

Mona: Tal vez sea un animal que tomaleche de coco.

Caballo: O uno que habla poco.

Paloma: O que está medio loco.

I

Lagarto: No sé, yo no tengo ningúnprimo Drilococo.

Perro: ¿Qué le parece, don Lagarto, silee la carta? Tal vez así nos enteremos dequién es el primo Drilococo.

Lagarto: Muy bien.

Abre la carta y ke en voz oha. Los demásanimales escuchan con mucha atención.

"Querido primo Lagarto hoy me des-perté con ganas de jugar con las letras yempecé diciéndole SETACAMI a la CA-MISETA. Después, a los PANTALONESles dije LONESPANTA. Solamente por-que jugar me encanta. Por eso, aunque teasombre, me cambié un poco el nombre yme puse Drilococo. No te creas que estoy

loco, solamente quiero hacerte una adivi-nanza y jugar un poco. Para que adivinesquién soy te doy algunas pistas y aquí mis-mo te las pongo a la vista. Si yo fuera unaMARIPOSA, hoy sería una POSAMARIy si fuera un BARRILETE sería un LETE-BARRI. Te doy otra ayudita. Tengo dien-tes grandes y con mucho filo. Mi nombreverdadero es...

Presentadora: Cuando el lagarto ter-minó de leer la carta, se dio cuenta dequién era su primo el Drilococo.

Presentador: Sí, y se quedó tranquilo,porque se dio cuenta de que era el...

Presentadora: Silencio, no diga nada.

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Este es un cuento con una adivinanza ymuchas pistas para encontrar la respues-ta.

Presentador: Si lo han escuchado bieny no perdieron el hilo, es fácil adivinar:Drilococo es...

Presentadora: (Se le acerca y le poneuna mano sobre la boca.) Por favor, no di-ga nada. Y bien, queridos amigos, ya nosvamos despidiendo, hasta que llegue elmomento...

Presentador: ¡De contarles otro cuen-to!

TELÓN